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1 Editorial ¿Ganar “como sea”? Daniel Fermín Álvarez – 16 de octubre de 2015 “¿Ustedes me entienden cuando yo digo como sea?”. La verdad es que no. El presidente de la República, Nicolás Maduro, instó a sus partidarios a ganar las elecciones parlamentarias del próximo 6 de diciembre “como sea”. Esta afirmación, por supuesto, ha generado alarma entre muchos sectores de la sociedad. Los factores políticos de oposición lo tomaron como amenaza; distintos analistas, incluyendo algunos oficialistas, lo han tildado de demostración de debilidad; para muchos electores, habla de un fraude que se estaría cocinando… Más allá de las motivaciones del señor Maduro, es grave el llamado en sí. Si se suma a la negativa de permitir observación internacional calificada, a la desconfianza ciudadana en el CNE y al deslave de la popularidad presidencial, el “como sea” le hace un flaco favor a un proceso electoral que es particularmente importante en la búsqueda de un cambio que permita salir de la crisis en paz. “Ganar como sea” no aparece, por ningún lado, en la Constitución Nacional. Tampoco en la Ley Orgánica del Poder Electoral ni en la Ley Orgánica de Procesos Electorales. De N° 86 - 16 de octubre de 2015

Estimado Investigador __________ por medio de la Web viewDe hecho, “como sea” es diametralmente distinto a “como debe ser” cualquier triunfo: ... Proyecto Integridad Electoral

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Editorial¿Ganar “como sea”?

Daniel Fermín Álvarez – 16 de octubre de 2015

“¿Ustedes me entienden cuando yo digo como sea?”. La verdad es que no. El presidente de la República, Nicolás Maduro, instó a sus partidarios a ganar las elecciones parlamentarias del próximo 6 de diciembre “como sea”. Esta afirmación, por supuesto, ha generado alarma entre muchos sectores de la sociedad. Los factores políticos de oposición lo tomaron como amenaza; distintos analistas, incluyendo algunos oficialistas, lo han tildado de demostración de debilidad; para muchos electores, habla de un fraude que se estaría cocinando…

Más allá de las motivaciones del señor Maduro, es grave el llamado en sí. Si se suma a la negativa de permitir observación internacional calificada, a la desconfianza ciudadana en el CNE y al deslave de la popularidad presidencial, el “como sea” le hace un flaco favor a un proceso electoral que es particularmente importante en la búsqueda de un cambio que permita salir de la crisis en paz.

“Ganar como sea” no aparece, por ningún lado, en la Constitución Nacional. Tampoco en la Ley Orgánica del Poder Electoral ni en la Ley Orgánica de Procesos Electorales. De hecho, “como sea” es diametralmente distinto a “como debe ser” cualquier triunfo: apegado a la Constitución y a las leyes, respetuoso de la voluntad popular siempre, no sólo cuando favorezca a determinada opción.

El “como sea” no lo ha dicho un personaje de reparto. Tampoco uno de oposición, quien, de ser así, seguramente tendría ya una celda con su nombre. “Ganar como sea” es una instrucción del Presidente, Comandante en Jefe de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana y jefe político de una “revolución” que cuenta con grupos que se

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autodenominan “brazos armados” del proceso. Estas desafortunadas declaraciones de Nicolás Maduro, que para los más benévolos de los analistas pro-gobierno se tratan de un arrebato de impulsividad inocente, atentan contra la paz de la Nación y alimentan la desconfianza ciudadana en que pueda resolverse la grave situación en paz. Si es válido para el presidente ganar “como sea” ¿Es “como sea” una opción igualmente válida para sus detractores? Muy grave las compuertas que esto abre. Una nación que arde en la hoguera de la violencia no necesita más gasolina…

En el marco del Proyecto Integridad Electoral Venezuela, presentamos el Reporte Especial N° 20. En esta ocasión, nuestro boletín aborda el tema de la auditoría al sistema de votación y topes de autenticación en las máquinas, junto a otras peticiones técnicas de los factores políticos al ente comicial.

Carlos Romero abre la sección Opinión y Análisis con su Debate Ciudadano. En esta oportunidad, Romero nos trae “La discriminación en la recolección de basura”. El autor retoma la temática de su anterior artículo y alerta sobre las dificultades que tienen alcaldes de oposición al gobierno nacional para cumplir con la recolección de basura. Romero advierte sobre una situación de discriminación, en la que alcaldes oficialistas son dotados de recursos para encarar el problema, mientras a los de oposición les obstaculizan la realización de sus tareas en esta área. ¿Los principales afectados? Los vecinos.

En su columna Cable a Tierra, Guillermo Ramos Flamerich nos invita a ver “Más allá del 6D: Imaginarios y oportunidades”. El autor describe la situación de agobio que se vive en la actualidad y la expectativa que genera la próxima fecha electoral, para contrastar luego con los logros que, a pesar de todo, han traído venezolanos exitosos en las artes, y más allá de las artes, en este año tan complicado. El texto nos invita a ser resilientes e insistir, siempre insistir, en encontrar las soluciones a los problemas de nuestro país.

En el Espacio Plural, Carlos Carrasco escribe “Oferta electoral frente a los jóvenes”. No existe, plantea, una conexión entre la visión de los jóvenes y la oferta de los candidatos a diputados a la Asamblea Nacional. No hay correspondencia entre el discurso político y las necesidades de los jóvenes. Carrasco plantea estrategias creativas, de

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contenido, que brinden a los jóvenes espacios protagónicos para la participación y para la construcción de las propuestas para el país que viene.

En Recomendados, reproducimos el artículo del Rector de la UCAB, Francisco José Virtuoso, SJ, titulado “Es necesario escuchar”. El Padre Virtuoso, en línea con nuestro Editorial anterior, afirma que “estamos en la obligación de contribuir para que se respete la integridad del proceso electoral” y, en este sentido, la transparencia y confiabilidad del sistema. Al final, “paciencia, tesón y disciplina” es la recomendación que hace el Rector a los factores políticos de cara a una nueva Asamblea Nacional, muy distinta a la que, hasta hoy, hemos tenido.

Ganar “como sea” para que triunfe la paz. Ese fue el mensaje, que no deja de ser orwelliano. La única manera de que triunfe la paz es el respeto a un proceso electoral transparente, confiable, íntegro, que garantice la participación de los ciudadanos y cuyos resultados sean, precisamente, consecuencia lógica de este proceso. Reglas claras, respeto a las leyes, igualdad de derechos y condiciones, control del ventajismo.

El CNE acaba de celebrar la firma, por parte de factores oficialistas, de un acuerdo de respeto a los resultados. El texto del acuerdo, disponible en la página del organismo electoral, incluye los siguientes puntos: “1. Actuar en estricto respeto a la democracia, la paz del país y la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela”. Nada que ver con “como sea”; “2. Acatar los lineamientos emitidos por el Consejo Nacional Electoral (CNE) como único poder del Estado legítima y legalmente competente para ser árbitro en las elecciones, que son la expresión máxima de la soberanía del pueblo de Venezuela, que se manifiesta a través del sufragio, según lo establecido en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela”. Diametralmente distinto a “como sea”; “3. Respetar sin condiciones los resultados emitidos a través de los boletines oficiales del CNE, manteniendo en los días y meses posteriores apego irrestricto a la voluntad del pueblo expresada a través del voto”. Lejos del “como sea”, que implica el no reconocimiento ante un resultado adverso; y “4. Reconocer que la única vía constitucional y legal para recurrir resultados electorales es a través de los tribunales de la República, renunciando a las vías de hecho y actos de violencia”. De nuevo, algo muy distinto a un “como sea” que suena

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demasiado a violencia e irregularidad. Cabe recordar que este acuerdo, aunque finalmente promovido por el CNE, fue iniciativa del PSUV y el GPP.

Entonces, de nuevo, no, no se entiende el “como sea”, mucho menos dentro del marco constitucional, legal y democrático. No hay lugar para “ganar como sea” en democracia, en paz. Quien vaya a ganar, en las 87 circunscripciones donde se celebrarán elecciones, debe hacerlo, no “como sea”, sino respetando la Constitución, las leyes, la paz y la voluntad del pueblo venezolano. Ni más, ni menos.

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