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ESTRUCTURA DE LOS CRUSTACEOS DECAPODOS ASOCIADOS A SUSTRATOS ARTIFICIALES, UBICADOS EN LA PUNTA NORTE DEL GOLFO DE
MORROSQUILLO (SAN ONOFRE - SUCRE) Y PUNTA BETÍN (SANTA MARTA - MAGDALENA) CARIBE COLOMBIANO
ALEXANDER SÁNCHEZ YULY SANDOVAL
UNIVERSIDAD JORGE TADEO LOZANO FACULTAD DE BIOLOGÍA MARINA
SANTA MARTA 2005
ESTRUCTURA DE LOS CRUSTACEOS DECAPODOS ASOCIADOS A SUSTRATOS ARTIFICIALES, UBICADOS EN LA PUNTA NORTE DEL GOLFO DE
MORROSQUILLO (SAN ONOFRE - SUCRE) Y PUNTA BETÍN (SANTA MARTA - MAGDALENA) CARIBE COLOMBIANO
ALEXANDER SÁNCHEZ YULY SANDOVAL
Tesis de grado para optar al título de Biólogo Marino
Directora PAULA QUICENO
Candidata a Doctorado en Ciencias Naturales
Asesor NESTOR HERNANDO CAMPOS
Dr. rer. nat.
UNIVERSIDAD JORGE TADEO LOZANO FACULTAD DE BIOLOGÍA MARINA
SANTA MARTA 2005
III
Nota de aceptación
___________________________________ ___________________________________ ___________________________________ ___________________________________ ___________________________________ ___________________________________
___________________________________ Firma del presidente del jurado
___________________________________ Firma del jurado
___________________________________ Firma del jurado
IV
A mi abuela que con sus ganas de vivir, me ayudo a
salir adelante, a mis padres “Henry y Clara”, por ser
pacientes, apoyarme en mis decisiones e impulsarme
para cumplir con mis metas, a mis hermanos, mi tía
Pacha, mis amigos “Mapi y Alfredo” y en especial a
Alexander, por creer en mí y acompañarme durante
todo el proceso.
YULY STEPHANIE
A Alicia, Alberto y Andrea por apoyarme
incondicionalmente y confiar en mí para cumplir mis
metas y a mi novia por estar siempre junto a mí.
ALEXANDER SÁNCHEZ
V
AGRADECIMIENTOS
A nuestros padres y hermanos por aceptar nuestros ideales y compartirlos,
brindándonos su apoyo durante este largo camino.
A Nestor Hernándo Campos, por guiarnos y acompañarnos durante este proceso,
por su paciencia al momento de las correcciones y lo más importante por reiterarnos
su amistad.
A Paula por hacernos parte de su formación profesional y darnos la oportunidad de
realizar este trabajo, compartiendo algo que tenemos en común, el amor por los
crustáceos.
A la Universidad Jorge Tadeo Lozano por prestarnos sus instalaciones y por tener
como profesores a personas listas para colaborar. Gracias! Sanjuán, Tigreros y
Franco, todos sus aportes fueron muy valiosos.
A Bibiana Molina, por su compañía en los mejores momentos y en los más difíciles.
VI
CONTENIDO
Pág
1. INTRODUCCIÓN
15
2. ÁREA DE ESTUDIO
20
2.1 Golfo de Morrosquillo 20
2.1.1 Clima y aspectos oceanográficos 21
2.1.2 Entorno biótico 23
2.2 Punta Betín 24
2.2.1 Clima y aspectos oceanográficos 25
2.2.2 Entorno biótico 27
2.3 Arrecifes artificiales como una herramienta para el estudio de comunidades 28
3. METODOLOGÍA
30
3.1 Fase de campo 31
3.2 Fase de laboratorio 33
3.3 Fase de gabinete 34
4. RESULTADOS
38
4.1 Estructura de la comunidad de decápodos 38
4.2 Atributos ecológicos 39
4.3 Índice de disimilaridad de Bray Curtis 40
4.4 Análisis inverso de Kaandorp 41
4.5 Análisis similaridad ANOSIM 42
4.6 Listado taxonómico de la estructura de los crustáceos decápodos 54
4.7 Descripción de los crustáceos decápodos 59
5. DISCUSIÓN DE RESULTADOS
111
6. CONCLUSIONES
121
7. RECOMENDACIONES
123
8. BIBLIOGRAFÍA 124
VII
LISTA DE TABLAS
Pág
Tabla 1. Resumen del diseño experimental empleado en la metodología.
33
Tabla 2. Matriz de los atributos ecológicos.
52
Tabla 3. ANOSIM a una vía para la zona de muestreo, época climática, profundidad y exposición al oleaje.
54
Tabla 4. ANOSIM a dos vías para la zona de muestreo, época climática, profundidad y exposición al oleaje.
54
VIII
LISTA DE FIGURAS
Pág
Figura 1. Localización del área de estudio (c) en el Golfo de Morrosquillo (b). a) Mapa de Colombia.
20
Figura 2. Localización del área de estudio c) en Punta Betín b). a) Mapa de Colombia.
25
Figura 3. Ejemplo del montaje de la canasta plástica con sustrato rocoso. 31
Figura 4. Esquema de la distribución de las canastas en la punta norte del Golfo de Morrosquillo.
32
Figura 5. Número de individuos colectados en el primer muestreo.
44
Figura 6. Abundancia relativa de los individuos colectados en el primer muestreo.
45
Figura 7. Número de individuos colectados en el segundo muestreo.
46
Figura 8. Abundancia relativa de los individuos colectados en el segundo muestreo.
47
Figura 9. Número de individuos colectados en el tercer muestreo.
48
Figura 10. Abundancia relativa de los individuos colectados en el tercer muestreo.
49
Figura 11. Número de individuos colectados en el cuarto muestreo.
50
Figura 12. Abundancia relativa de los individuos colectados en el cuarto muestreo.
51
Figura 13. Dendrograma de clasificación.
52
Figura 14. Análisis inverso de Kaandorp.
53
Figura 15. Stenopus hispidus
59
Figura 16. Periclimenes pandionis
60
IX
Figura 17. Periclimenes pedersoni
61
Figura 18. Periclimenes sp.
62
Figura 19. Alpheus amblyonyx
63
Figura 20. Alpheus armatus
64
Figura 21. Alpheus barbadensis
65
Figura 22. Alpheus belli
66
Figura 23. Alpheus floridanus
67
Figura 24. Alpheus formosus
68
Figura 25. Alpheus ridleyi
69
Figura 26. Alpheus sp. 1
70
Figura 27. Alpheus sp. 2
71
Figura 28. Alpheus sp. 3
72
Figura 29. Synalpheus fritzmuelleri
73
Figura 30. Synalpheus hemphilli
74
Figura 31. Synalpheus sp. 1
75
Figura 32. Synalpheus sp. 2
76
Figura 33. Lysmata grabhami
77
Figura 34. Lysmata rathbunae
78
Figura 35. Lysmata wurdemanni
79
Figura 36. Calcinus tibicen
80
Figura 37. Clibanarius cubensis
81
X
Figura 38. Clibanarius tricolor
82
Figura 39. Pagurus brevidactylus
83
Figura 40. Epialtus brasiliensis
84
Figura 41. Epialtus kingsleyi
85
Figura 42. Podochela gracilipes
86
Figura 43. Podochela grossipes
87
Figura 44. Inachoides laevis
88
Figura 45. Microphrys aculeatus
89
Figura 46. Microphrys bicornutus
90
Figura 47. Microphrys interruptus
91
Figura 48. Microphrys sp.
92
Figura 49. Mithraculus cinctimanus
93
Figura 50. Mithraculus coryphe
94
Figura 51. Mithraculus forceps
95
Figura 52. Mithrax hemphilli.
96
Figura 53. Mithrax hispidus
97
Figura 54. Pelia mutica
98
Figura 55. Cronius tumidulus
99
Figura 56. Mennipe nodifrons
100
Figura 57. Panopeus herbstii
101
XI
Figura 58. Panopeus occidentalis
102
Figura 59. Pilumnus dasypodus
103
Figura 60. Pilumnus gemmatus
104
Figura 61. Pilumnus townsendi
105
Figura 62. Pilumnus sp.
106
Figura 63. Micropanope nuttingi
107
Figura 64. Microcassiope granulimanus
108
Figura 65. Xanthodius denticulatus
109
Figura 66. Pachygrapsus transversus
110
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
12
LISTA DE ANEXOS
Anexo A. Matriz del número de individuos colectados en los diferentes muestreos y las especies a las que pertenecen.
136
Anexo B. Matriz de la densidad (ind/cm3) de los individuos colectados en los diferentes muestreos.
138
Anexo C. Matriz de la abundancia relativa (%) de los individuos colectados en los diferentes muestreos.
140
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
13
RESUMEN
Se estudió la fauna de crustáceos decápodos asociados a sustratos artificiales, a partir de
cuatro muestreos. Los dos primeros realizados en junio y octubre de 2001 para la punta
norte del Golfo de Morrosquillo y los dos últimos en enero de 2004 en la punta norte del
Golfo de Morrosquillo y Punta Betín. Las muestras se colectaron a 1, 3 y 4 m de
profundidad, en zonas expuestas y protegidas al oleaje en la zona intermareal. Se colectaron
1.018 individuos, pertenecientes a 18 familias, 23 géneros, 52 especies, de los infraordenes
Stenopodidea, Caridea, Anomura y Brachyura; y un morfotipo de megalopa. La familia de
camarones con el mayor número de especies (14) fue Alpheidae con Alpheus formosus y
Synalpheus friztmuelleri, como las más abundantes en los cuatro muestreos. Las especies
con mayor número de individuos fueron Synalpheus friztmuelleri (175), Mennipe nodifrons
(160) y Alpheus formosus (145). Se determinaron los atributos ecológicos de la abundancia
en términos de densidad (ind/cm3), la diversidad de Shannon-Wiener (0,78 - 2,06), el índice
de riqueza de Margalef (0,84 – 2,79), la uniformidad de Pielou (0,50 – 0,90) y el
predominio o la dominancia de Simpson (0,16 – 0,59), así como el índice de disimilaridad
de Bray Curtis, en el cual el dendrograma definió ocho agrupaciones, dada la abundancia
entre las zonas, con un nivel de disimilaridad del 60,0 %, se formaron cuatros subgrupos y
cuatro muestreos individuales. A partir de estos subgrupos, se realizó el análisis inverso de
Kaandorp, con el que se definieron especies características (porcentaje de aparición) 70,0 –
99,0 % y exclusivas 100,0 %; y el análisis estadístico ANOSIM, con el cual se demostró
una similitud entre los diferentes factores (zona de muestreo, época climática,
profundidades y exposición al oleaje), sin embargo a una vía las zonas de muestreo
presentaron diferencias significativas.
Palabras claves: Decápodos, Stenopodidea, Caridea, Anomura, Brachyura, sustratos
artificiales y atributos ecológicos.
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
14
ABSTRACT
The fauna of decapod crustaceans associated to artificial substratum was studied, starting
from four samplings. Both first carried out in June and October of 2001 for the north tip of
the Gulf of Morrosquillo and both last in January of 2004 in the north tip of the Gulf of
Morrosquillo and Tip Betín. The samples were collected 1, 3 and 4 m of depth, in exposed
areas and protected to the surf in the area intermareal. Were collected 1.018 individuals,
belonging to 18 families, 23 genus, 52 species of the infraorder Stenopodidea, Caridea,
Anomura and Brachyura; and one morphotype of megalopa. The family of shrimps with the
biggest number of species (14) it was Alpheidae with Alpheus formosus and Synalpheus
friztmuelleri, as the most abundant in the four samplings. The species with more number of
individuals were Synalpheus friztmuelleri (175), Mennipe nodifrons (160) and Alpheus
formosus (145). The ecological attributes of the abundance were determined in terms of
density (ind/cm3), the diversity of Shannon-Wiener (0,78 - 2,06), the index of wealth of
Margalef (0,84 - 2,79), the uniformity of Pielou (0,50 - 0,90) and the prevalence or the
domination of Simpson (0,16 - 0,59), as well as the index of disimilarity of Bray Curtis, in
which the plot defined eight groupings, given the abundance among the areas, with a level
of disimilarity of 60,0%, they were formed four subgroup and four individual samplings.
Starting from these subgroup, it was carried out the inverse analysis of Kaandorp, with
which we were defined characteristic species (appearance percentage) 70,0 - 99,0% and
exclusive 100,0%; and the statistical analysis ANOSIM, with which a similarity was
demonstrated among the different factors (sampling area, climatic time, depths and
exhibition to the surf), however to one road the sampling areas presented significant
differences.
Key words: Decapod, Stenopodidea, Caridea, Anomura, Brachyura, artificial substratum
and ecological attributes.
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
15
1. INTRODUCCIÓN
Los crustáceos decápodos se encuentran ampliamente representados en todos los hábitats
de la franja costera del Caribe colombiano (Puentes et al., 1990). Siendo un grupo de
organismos muy diverso, está constituido por cerca de 38.000 especies, en el que se
encuentran grupos como los cangrejos y camarones, ampliamente distribuidos, los cuales
habitan en aguas dulces y salobres, así como en regiones templadas y tropicales, con un
amplio rango de tamaños, haciendo parte de los invertebrados de mayor éxito, dominando
el medio marino, aunque algunas formas son terrestres. Son depredadores activos, aunque
también comen carroña, además, hay algunas especies herbívoras y otras que se alimentan
de detritus. Posiblemente, los crustáceos marinos sean los más abundantes, ocupando una
posición importante en las redes tróficas acuáticas (Ruppert y Barnes, 1996).
Las características del ecosistema, propias del lugar, influyen en la composición de la
comunidad que allí se desarrolle. Los crustáceos hacen parte de un grupo taxonómico que
se caracteriza por ser de notable abundancia y presentar una distribución heterogénea en la
mayoría de los ambientes marinos. Habitan en rangos extremos de condiciones
ambientales, de temperatura, salinidad, profundidad (zona intermareal a fondos abisales),
luz, etc. y en una gran variedad de sustratos, desde fondos blandos a duros (Arboleda,
2002).
Entre los crustáceos decápodos del Caribe colombiano, el grupo de los cangrejos
verdaderos (infraorden Brachyura) es el más importante, tanto por el número de familias
(41,8 %), géneros (50,0 %), y especies (42,3 %), seguido por los camarones del suborden
Dendrobranchyata y el infraorden Caridea, con 31,3 % de las familias, el 24,6 % de los
géneros y el 26,8 % de las especies. En tercer lugar, se sitúa el infraorden Anomura
(cangrejos ermitaños, langostillas, cangrejos porcelanidos y otros) con el 19,4 % de las
familias, el 20,8 % de los géneros y el 27,8 % de las especies. Finalmente, se encuentran las
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
16
langostas, con tan sólo cinco familias (7,4 %), el 4,7 % de los géneros y sólo el 3,0 % de las
especies (Campos et al., 2003).
La cuantificación de la diversidad ha sido uno de los principales objetivos de los estudios
de comunidades bentónicas, sin embargo pocas veces los resultados han llevado a
interpretaciones certeras, acerca de los procesos ecológicos subyacentes. La diversidad no
es una constante, por lo que el diseño de los muestreos y los procedimientos para su
estimación, determinan la robustez de los estimados y las interpretaciones que de ellos se
desprendan. A pesar de que la diversidad es uno de los objetivos más importantes en la
gestión y conservación de ecosistemas marinos (FAO 1995, García y Staples 2000), aún se
desconocen los mecanismos que generan y mantienen la diversidad local y regional
(Snelgrove, 1999). Además de conocer los patrones espaciales y temporales, a escala local
y regional, el estudio de la diversidad debería ir dirigido a determinar la relación que la
riqueza de especies y la equitatividad tienen con la eficiencia y la estabilidad ecológica
(Godinez, 2003).
La importancia de los estudios regionales consiste en que aportan información
considerable, para determinar nuevas especies o confirmar la presencia de especies que han
sido colectadas y, a su vez, contribuyen a modificar ámbitos de distribución previamente
establecidos, teniendo como consecuencia un mayor conocimiento zoogeográfico. Por otra
parte, este mismo conocimiento derivado de inventarios faunísticos y ámbitos de
distribución, es un elemento necesario para inferir posibles impactos de origen
antropogénico y estimar la potencialidad de los recursos presentes (Hendrickx, 1995).
Para la región del Caribe, se cuenta con importantes aportes sobre los crustáceos, como los
de Rathbun (1930), reportando los Brachyura de América; Provenzano (1959), sobre los
ermitaños de la Florida; Rodríguez (1980), hizo varias recopilaciones de los crustáceos
decápodos de Venezuela; Williams (1984), a partir de la compilación de información
acerca de la identificación, descripción, distribución, historias de vida y ecología de las
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
17
especies, realizó claves taxonómicas de los camarones, langostas y cangrejos de la costa
atlántica del este de Estados Unidos.
Algunos de los trabajos realizados sobre crustáceos decápodos del Caribe colombiano, son
los de Corredor y Criales (1977), quienes realizaron claves para la identificación y
observaciones sobre el comportamiento, de las especies de camarones limpiadores de
peces; Lemaitre (1977), estudió la familia Xanthidae para Cartagena y sus alrededores;
Campos (1978), registró 13 especies de cangrejos ermitaños para la región de Cartagena;
Sánchez y Campos (1978), reportaron 16 especies de cangrejos ermitaños para la bahía de
Cartagena y la región de Santa Marta; Corredor et al. (1979), colectaron decápodos en
aguas someras, en islas del Rosario, consiguiendo un total de 42 especies de la sección
Natantia, 17 de Porcellanidae, 21 de Paguridae, 13 de Majidae, 13 de Xanthidae y nueve
especies distribuidas en las familias Grapsidae, Portunidae, Gecarcinidae y Ocipodidae;
Barreto y Mancilla (1981), presentaron aspectos sistemáticos de los crustáceos decápodos
marinos de aguas someras de Cartagena y sus alrededores, cubriendo las islas del Rosario y
la bahía de Barbacoas, obteniendo un total de 486 especimenes pertenecientes a 21
familias, 69 géneros y 114 especies; Rodríguez (1982), realizó un estudio sistemático
zoogeográfico y ecológico sobre cangrejos de la familia Portunidae del Caribe colombiano;
Campos y Manjarrés (1988), registraron 24 especies de crustáceos (Brachyura) para la
región del Golfo de Urabá (Caribe colombiano), donde realizaron anotaciones sobre su
distribución y hábitat.
Entre los estudios de crustáceos decápodos realizados en el Golfo de Morrosquillo se
encuentran los de Viña y Sierra (1987), quienes identificaron crustáceos a lo largo de las
praderas de fanerógamas marinas; Moreno (1988), realizó observaciones biológicas, en la
bahía Cispatá, Golfo de Morrosquillo, desde diciembre de 1986 hasta noviembre de 1987 y
colectó muestras con chinchorro playero, de estadios post larvales de camarones peneidos,
comprobando que no existen variaciones en la abundancia relativa por especie, de acuerdo
con las épocas de verano e invierno; y Patiño y Flórez (1993), realizaron un estudio
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
18
ecológico del Golfo de Morrosquillo y reportaron algunos crustáceos decápodos
representativos para la zona.
Son pocos los estudios de crustáceos decápodos para la punta norte del Golfo de
Morrosquillo, sin embargo se cuenta con el trabajo de Quiceno (2000), quien reportó la
comunidad de macroinvertebrados asociados a las raíces de Rhizophora mangle en la
ciénaga de la Boquilla, constituida por un total de 39 morfotipos, pertenecientes a los taxa
Porífera, Coelenterata, Annelida, Mollusca, Echinodermata y Crustacea, siendo esta última
la más representativa; y Penagos (2002), identificó la fauna de macroinvertebrados
asociados a la pradera de Thalassia testudinum de la punta norte del Golfo de Morrosquillo
y colectó representantes de 51 especies de los phyllum Mollusca, Crustacea y
Echinodermata. Los crustáceos fueron los mejor representados con el mayor número de
especies (32), seguidos por los moluscos con 13 especies y los equinodermos con seis
especies.
Para la región de Santa Marta, Vélez (1977), trabajó sobre la familia Majidae, durante este
estudio, colectó 28 especies, algunas de ellas muy comunes en biotopos litorales someros,
realizó claves taxonómicas, descripciones e ilustraciones; y Puentes et al. (1990),
compararon las poblaciones de decápodos de fondos blandos del área comprendida entre
Pozos Colorados y la bahía de Taganga, registrando 383 individuos pertenecientes a 60
especies, 15 Dendobranchyata y 45 Pleocyemata.
La presente investigación, es un requisito parcial para la obtención del título de Biología
Marina en la Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano, y se desarrolla a partir de
muestras colectadas en el marco del proyecto de tesis doctoral “Comparación de las
estrategias de historia de vida de Petrolisthes galathinus bajo diferentes condiciones
ambientales (punta norte del Golfo de Morrosquillo (San Onofre - Sucre) y Punta Betín
(Santa Marta - Magdalena) ”, teniendo como propósito general, determinar la estructura de
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
19
la comunidad de crustáceos decápodos de la punta norte del Golfo de Morrosquillo (San
Onofre – Sucre) y Punta Betín (Santa Marta – Magdalena), Caribe colombiano.
Para cumplir dicho objetivo, se colocaron canastas plásticas de volumen definido, llenas de
material que simula los sustratos naturales preferidos por los crustáceos decápodos, bajo
diferentes condiciones de exposición y fueron recogidas sin perturbar el hábitat natural,
observando la colonización de la fauna de crustáceos decápodos en este tipo de sustrato,
que representa un hábitat libre, aportando elementos que lleven a un planteamiento de
estrategias y alternativas conservacionistas hacia los ecosistemas marinos, como también
contribuir con la base de estudios futuros que implican la supervisión de hábitats frágiles y
repoblamiento de algunas zonas.
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
20
2. ÁREA DE ESTUDIO
2.1 Golfo de Morrosquillo
Se encuentra ubicado en el sector meridional de la costa Caribe colombiana, entre los
departamentos de Córdoba, Sucre y Bolívar. Comprende gran parte de la jurisdicción de los
municipios de San Bernardo del Viento, San Antero (Córdoba), Santiago de Tolú y San
Onofre (Sucre) (Figura 1). Se encuentra geográficamente localizado entre las siguientes
coordenadas: 09º22´00 – 09º45´00 N y 75º33´00 – 75º55´00 O. De la superficie total, el
34,8 % corresponde a área marítima y el 65,2 % a la parte continental. Morfológicamente,
está constituido hacia la zona central, por una extensa llanura costera que limita al norte y
al sur con dos cuerpos de terrazas coralinas (Barreto et al., 1999).
Figura 1. Localización del área de estudio (c) en el Golfo de Morrosquillo (b). a) Mapa de Colombia. Tomado y modificado de Quiceno (2000).
c)
b)
a)
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
21
2.1.1 Clima y aspectos oceanográficos
Los vientos en el golfo se encuentran sometidos al régimen de los Alisios que afectan el
Caribe colombiano. Los vientos predominantes provienen del noreste, se acompañan de los
del norte durante los meses de diciembre a marzo, con registros máximos de 9,2 nudos
(17,1 km / h) durante el mes de febrero. En época seca se intensifica el intercambio de calor
en la interfase mar – aire debido al incremento de la velocidad del viento, observándose una
gran influencia de los Alisios en la distribución de la temperatura y salinidad en el golfo
(Barreto et al., 1999).
En general el golfo está dominado por una isoterma de valor medio en superficie de 28,5 ºC
en la época seca y 29,7 ºC en la época húmeda. Las oscilaciones espaciales no son muy
amplias y pueden alcanzar hasta 1,2 ºC, lo que indica una gran uniformidad, determinada
por la poca profundidad y las dimensiones del área. En la época de transición, las isotermas
en superficie muestran un máximo de temperatura en el sector sur del golfo, con valores por
encima de los 30,0 ºC, los cuales tienden a hacerse constantes en toda el área (CIOH,
2001).
El comportamiento de la salinidad es inverso al de la temperatura superficial del mar,
observándose básicamente, en las zonas costeras, que en la época seca se registran los
máximos valores por efecto de la intensa evaporación, mientras que los mínimos se miden
en la época húmeda, cuando el aporte fluvial es mayor por efecto de las precipitaciones
(CIOH, 1994).
Para la época húmeda, la distribución de la salinidad permite evidenciar la gran influencia
superficial sedimentaria del río Sinú, fluctuando entre 26,5 y 31,8, con un gradiente de 5,0
sectorizando el golfo en dos áreas con una interfase a la altura de Tolú; una hacia el norte
con mayor salinidad (31,8) y otra hacia el sur con valores menores (26,5), notándose
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
22
además hacia el sector suroeste, una con similar salinidad que la de la parte norte (CIOH,
2001).
Para la época seca, se evidencia una corriente con mayor salinidad, proveniente del
noroeste, debido a la intensidad del viento, con valores de 34,4. De igual forma, un
agrupamiento de agua en el centro del golfo, con salinidades variables entre 33,9 y 34,6.
Tanto la distribución de la temperatura como la de la salinidad superficial del agua de mar,
denotan la influencia de las aguas provenientes del norte, caracterizadas por presentar
índices propios del agua superficial tropical (CIOH, 2001).
En la época de transición, la distribución de la salinidad superficial permite observar la
convergencia de las aguas de la pluma sedimentaría del río Sinú del sector sur, con las
aguas saladas del sector norte del golfo, presentándose un gradiente de salinidad del sur
hacia el norte que va desde 28,0 a 31,5 (CIOH-ECOPETROL, 1990).
El golfo se halla situado sobre la Zona de Convergencia Intertropical (ZCIT), que
determina las condiciones climáticas anuales. Se observa un periodo de precipitación baja
(época seca) que se inicia a comienzos de diciembre, se prolonga hasta marzo o abril y
coincide con la presencia de los Alisios provenientes del nor - oeste. La temporada de lluvia
(época húmeda) va desde el mes de agosto hasta noviembre (no sobrepasa los 50 mm /
mes) y en los meses de mayo a julio se presenta una época de transición o inicio esporádico
de lluvias (Barreto et al., 1999).
Durante la época seca, los vientos del noroeste generan una influencia sobre las corrientes,
prevaleciendo la dirección noreste en el norte del golfo y una corriente en dirección este en
el centro del mismo. En la parte sur, por influencia de la contracorriente del Darién, se
presenta una corriente perpendicular a la costa este del golfo, de sur a norte en esta parte de
la costa. Los vientos del norte tienen también influencia durante la época seca y aunque son
menos frecuentes, tienen mayor intensidad, por lo que las corrientes del golfo son
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
23
provenientes del sur, entrando por los canales de la isla de San Bernardo y generando un
sistema de orilla en este sentido, circundando prácticamente toda la línea de costa (Barreto
et al., 1999).
Durante la época húmeda, la circulación general cambia debido al debilitamiento y cambio
de dirección de los vientos que presentan componentes importantes sur y oeste. El golfo
sufre una influencia mayor de la contracorriente de Panamá, que penetra por el sur y centro
del golfo, generándose en su interior, un flujo en dirección predominante sur-norte hasta
alcanzar las islas de San Bernardo y proseguir fuera del golfo hacia el norte (Patiño y
Flórez, 1993).
2.1.2 Entorno biótico
Entre los ecosistemas marinos presentes en el golfo, sobresalen formaciones coralinas, los
pastos marinos, los fondos blandos, las playas arenosas, los fondos rocosos, los manglares y
las lagunas costeras. Debido a esto, la zona posee importancia ecológica y socioeconómica
para todo el Caribe colombiano (Patiño y Flórez, 1993).
Las áreas coralinas se distribuyen desde pequeños parajes arrecifales, hasta una formación
de zonación arrecifal típica, y se encuentran en el flanco norte de la isla. La diversidad
coralina aumenta con la profundidad y existe un cinturón de corales mixto con varias
especies a considerable profundidad (Barreto et al., 1999).
La pradera de fanerógamas se encuentra en el norte del golfo, en sustratos arenosos con
materia orgánica sedimentada. Se registra la presencia de pastos marinos en isla Ceycen,
playa La Cangreja, Punta Bolívar y Palo Blanco. En el archipiélago de San Bernardo, las
praderas marinas están en la parte más alta de los bajos, con dominio de Thalassia
testudinum, en donde crece sobre fondos arenosos. Para isla Fuerte, los pastos forman
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
24
extensos parches hacia sotavento, y muy cerca de la población del Limón (Barreto et al.,
1999).
Las formaciones de mangle cubren grandes áreas costeras del golfo (bahía de Cispatá,
ciénaga La Caimanera, laguna de Tintipan), en donde se presentan en forma arbórea.
Representa una unidad integrada autosuficiente, con componentes vegetales y animales
adaptadas a las condiciones especiales del ambiente, como son suelos sumergidos por la
acción de las mareas, salinidad fluctuante y clima cálido homogéneo. Los niveles de
producción son mantenidos por los aportes continuos de nutrientes traídos por las corrientes
fluviales y redistribuidas por las mareas. Estos nutrientes son transformados en materia
orgánica que se exporta en forma particulada y disuelta a los estuarios y zonas costeras. Se
han registrado cuatro especies de mangle: Rhizophora mangle, Laguncularia racemosa,
Avicennia germinans y Conocarpus erectus (Barreto et al., 1999).
2.2 Punta Betín
Por su posición geográfica, las aguas de la bahía de Santa Marta, ubicada a 11º13´00´´-
11º15´30´´ N y 74º12´30´´-74º14´30´´ O (Figura 2), se ven afectadas por tres eventos
oceanográficos estacionales: uno es el fenómeno de surgencia o afloramiento, que trae
aguas ricas en nutrientes durante la estación seca mayor (diciembre - abril); los vientos
Alisios provenientes del NE; y el otro, es una corriente salobre mar adentro, determinada
por la contracorriente de Colombia (Bula-Meyer, 1985). Se presenta además un viento
proveniente del sur y suroeste llamado comúnmente “vendaval” y en julio - agosto se
presenta una corta sequía llamada comúnmente “veranillo de San Juan”.
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
25
2.2.1 Clima y aspectos oceanográficos
Las características físico-químicas de la masa de agua en la región de Santa Marta, están
regidas por dos corrientes marcadamente diferentes, que presentan un comportamiento
directamente relacionado con los vientos en dos periodos del año. Primero, la corriente NE,
originada por los fuertes vientos Alisios (diciembre - abril), que genera un flujo de agua
clara paralelo a la costa, alcanzando velocidades promedio de un nudo. Segundo, la
contracorriente de Panamá (junio - noviembre), que se traslada paralela a la costa hacia el
NE, a una velocidad promedio de 0,6 nudos, arrastrando consigo aguas ricas en nutrientes
provenientes de la Ciénaga Grande de Santa Marta y ríos locales (Ramírez, 1983;
Salzwedel y Müller, 1983).
Figura 2. Localización del área de estudio c) en Punta Betín b). a) Mapa de Colombia. Tomado y modificado de Castro (2003); Garzón –Ferreira y Cano (1991); y Quiceno (2000), respectivamente.
c)
b)
a)
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
26
En los últimos 30 años, la temperatura superficial del agua en la bahía, se ha mantenido
entre 24,0 y 29,0 ºC aproximadamente, con un promedio anual de 26,5 ºC. Se tiene
conocimiento de que la temperatura del agua puede variar a lo largo de un día, así como a
diferentes profundidades en la columna de agua. Aun así, ha sido posible establecer el
comportamiento anual aproximado de esta variable, la cual se encuentra estrechamente
relacionada con las épocas climáticas que allí se presentan (Ramírez, 1983; Salzwedel y
Müller, 1983).
Durante los primeros meses del año (diciembre - abril), que marcan la época seca, se
registran los valores más bajos (entre 24,0 y 26,0 ºC). Una vez iniciada la época de lluvia
(mayo - noviembre), la temperatura se incrementa paulatinamente, alcanzando en octubre
los valores máximos (>29,0 ºC). Durante el llamado “veranillo de San Juan” (junio - julio)
disminuye de nuevo, registrando valores promedio de 26,0 ºC.
Con respecto a la salinidad se registran valores superficiales extremos entre 32,6 y 37,9,
medidos en noviembre y febrero respectivamente, indicando una variación de 5,3. Las
medias mensuales fluctúan entre 33,0 para noviembre y 37,5 para febrero y la medida anual
es 36,0. Salinidades mayores, por encima de la media anual, se presentan de diciembre a
marzo y las menores, inferiores a la media anual, se registran de mayo a noviembre
(Ramírez, 1983).
La corriente del Caribe se desplaza al norte de la Guajira con una dirección oeste y la
contracorriente se desplaza al este, desde el Golfo de Urabá hasta el departamento del
Atlántico, influidas por los vientos Alisios, sin embargo, un aumento en la intensidad de
éstos, frena su desplazamiento hacia el este e incluso puede llegar a invertir su dirección.
La acción del tipo de corriente depende del viento predominante, por ejemplo, en el litoral
este de la Guajira hasta Santa Marta, donde el perfil de la línea de costa es paralelo a la
dirección del viento, los Alisios promueven corrientes del tipo Eckman-geostrófico desde la
costa hacia el mar abierto (CORPES, 1992).
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
27
En la zona se presenta una serie de factores climáticos especiales, como la modificación en
la dirección y velocidad de los vientos y alteraciones en el régimen de lluvias (Salzwedel y
Müller, 1983). La principal característica de la región es la existencia de un fuerte gradiente
de precipitación que desciende de más de 1000 mm anuales en el este, a menos de 500 mm
anuales en los alrededores de Santa Marta (Márquez, 1982). Las condiciones morfológicas
de la costa están determinadas por la elevación del macizo de la Sierra Nevada de Santa
Marta durante el Pleistoceno (Bernal, 1991). La profundidad promedio y máxima
determinadas en la bahía son de alrededor de 20 y 60 m, respectivamente. Es abierta y su
línea de costa está limitada al norte y sur por formaciones rocosas, y en su parte central
predomina una playa arenosa. A pesar de poseer aguas claras, durante los meses de lluvia
se alcanzan a enturbiar por el aporte del río Manzanares (Alvarado, 1978).
En general, el Caribe colombiano presenta mareas de tipo micromareal (pequeña amplitud
y carácter semidiurno), es decir dos pleamares y dos bajamares por día. La amplitud normal
es del orden de 30 cm, lo que hace que la línea de costa no sea muy variable y las zonas de
bajamar sean relativamente angostas (CIOH, 1994). Específicamente para esta bahía, se
sabe que las variaciones en el nivel del mar son una mezcla de mareas diurnas y
semidiurnas, con un rango entre 20 - 30 cm y un máximo de 58 cm (Márquez, 1982).
Brattström (1980), midió un rango mareal máximo de 40 cm. El oleaje aumenta con la
acción de los vientos Alisios del noreste, vendavales del suroeste o por la acción de la brisa
local (Márquez, 1982).
2.2.2 Entorno biótico
Punta Betín es una pequeña península rocosa que se introduce en dirección este-oeste en la
bahía de Santa Marta. Exteriormente presenta acantilados escarpados y un canal rocoso
entre 2 y 7 m de profundidad, seguido por un plano suave de arena entre 9 y 10 m que
separa los fondos rocosos de los coralinos (Escobar, 1989).
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
28
La comunidad de organismos habitantes de fondo marino (bentónicos) en los alrededores
de Punta Betín, (extremo noreste de la bahía de Santa Marta) han documentado una riqueza
importante de corales, esponjas, crustáceos, moluscos y otras especies bentónicas, a pesar
de encontrarse en inmediaciones de la ciudad y del puerto de Santa Marta y del proceso de
deterioro agudo que han sufrido las formaciones coralinas del sector. Acosta (1989), realizó
una caracterización de las comunidades de organismos sésiles presentes sobre el fondo, con
énfasis en los corales pétreos, a lo largo de un perfil ubicado a unos pocos metros de la
zona del litoral rocoso (1,5 m de profundidad) hasta el fin del arrecife a 22,5 m de
profundidad. Estos estudios permiten determinar las características de estas comunidades y
evaluar posibles daños e impactos como consecuencia de toda la actividad portuaria.
2.3 Arrecifes artificiales como una herramienta para el estudio de comunidades
Los arrecifes artificiales son estructuras reconocidas generalmente, como atrayentes y
concentradores de peces y otros organismos. Los materiales más comúnmente utilizados en
su construcción, son estructuras de concreto, cuerpos de carros viejos, barcos, neumáticos,
construcciones de piedra bruta, plataformas de extracción de combustible, fibra de vidrio y
los dispositivos para agregación de peces llamados DAP, cuyos materiales son de origen
local: bambú, hojas de palma, madera, ramas de árbol, entre otros. Las principales
consideraciones en la creación de un hábitat, son el área a cubrir, el relieve vertical, la
complejidad, superficie, textura, arreglo espacial, orientación y localización del arrecife
(White et al., 1990 En: Muñoz et al., 1997).
Existen tres tipos de arrecifes artificiales, los de fondo que soportan una comunidad de
peces bien definida y que es fácil de explotar, debido a su baja movilidad, a la baja
mortalidad natural y a las lentas tasas de crecimiento; los de media agua; y los de superficie
que tienden a concentrar especies móviles pelágicas o especies que forman cardúmenes,
haciéndoles fáciles de capturar (White et al., 1990 En: Muñoz et al., 1997).
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
29
El volumen y área de un arrecife artificial (entendido como la cantidad de material de
arrecife depositado y la cantidad de área de fondo cubierta), son importantes
consideraciones de diseño. Las superficies irregulares con quebraduras, arrugas, grietas,
hoyos y hendiduras, incrementan la diversidad bentónica y la biomasa. En todos los casos,
la estabilidad relativa del sustrato es muy importante para la adhesión de diversos
organismos, especialmente durante tormentas, cuando éstos pueden desprenderse de la
superficie (Herazo y Torres, 1997).
Bonsack y Sutherland (1985), enuncian que además de la topografía, los gradientes de
temperatura y profundidad influyen enormemente en el éxito de los arrecifes, al igual que la
productividad y disponibilidad de los recursos de alimento bentónico en el hábitat
circundante.
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
30
3. METODOLOGÍA
Este trabajo de grado se desarrolló a partir de muestras colectadas en el marco del proyecto
de tesis doctoral “Comparación de las estrategias de historia de vida de Petrolisthes
galathinus bajo diferentes condiciones ambientales (punta norte del Golfo de Morrosquillo
(San Onofre - Sucre) y Punta Betín (Santa Marta - Magdalena))”, por lo cual se llevó a cabo
desde la fase de laboratorio, sin embargo, se explica a continuación la metodología de
campo aplicada para la toma de muestras.
El método utilizado, ofrece una herramienta útil para estudiar diversos aspectos de la
biología de las especies que habitan los sistemas de las cuevas, formadas por el material
duro como rocas sobrepuestas y restos biológicos de diversa naturaleza. Las ventajas
principales de este método, consisten en su aplicabilidad a diversas clases de hábitat sin
perturbación importante, y la obtención de muestras cuantitativas y repetibles. Este método
innovador, hace posible inventarios de la fauna, donde un muestreo manual causaría un
daño injustificable a los ecosistemas naturales, o donde es muy difícil obtener muestras
cuantificables.
En la elaboración de los sustratos artificiales se ensayaron diferentes materiales, como
cabos de fibra vegetal, racimos de cocos y fibra plástica adheridos a bloques de cemento,
sin embargo, el constante movimiento del agua desprendía paulatinamente pedazos de
cemento y los demás materiales, impidiendo obtener resultados, por lo cual se colocaron
canastas plásticas con sustrato rocoso en su interior, demostrando ser el método más
apropiado para la colecta de crustáceos decápodos. El punto de exposición de las canastas
para la punta norte del Golfo de Morrosquillo, correspondió a un muelle artificial para
lanchas pequeñas, situada en una ensenada baja, caracterizado por el fondo blando cubierto
de praderas de Thalassia testudinum. El muelle tiene una base que consiste de rocas
sobrepuestas de diversos tamaños y cerca de 10 m de largo y 2 m de ancho (Figura 4) y
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
31
para Punta Betín, la localización de las canastas se realizó alrededor del litoral rocoso de
dicha zona.
3.1 Fase de campo
Se elaboraron sustratos artificiales a partir de canastas plásticas de igual tamaño (altura
40 cm x ancho 25 cm x largo 20 cm), las cuales se llenaron de sustrato del litoral rocoso
(Figura 3). Para asegurar las piedras, se cubrió la boca de la canasta con pedazos planos de
madera y se sujetaron al sustrato, el tiempo de exposición fue de dos meses
aproximadamente.
El 1 de mayo de 2001, en la punta norte del Golfo de Morrosquillo (San Onofre - Sucre)
(muestreo uno (M1)), se colocaron dos canastas a 1 m de profundidad, en la zona expuesta
al oleaje (canasta 2 y 4) y dos en la zona protegida del litoral rocoso (canasta 1 y 3).
Adicionalmente, se colocaron dos canastas, una en la zona protegida (canasta 5) y una en la
zona expuesta al oleaje (canasta 6), sobre las rocas que constituyen la base del litoral,
aproximadamente a 3 m de profundidad y una en fondo blando a 4 m de profundidad
(canasta 7) (Figura 4), finalmente las canastas se colectaron el 29 de junio del mismo año
(Tabla 1).
Figura 3. Ejemplo del montaje de la canasta plástica con sustrato rocoso. La línea blanca representa 10 cm de longitud.
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
32
El 1 de septiembre de 2001 (muestreo dos (M2)), se siguió el procedimiento descrito para el
primer muestreo (Figura 4), colectando las canastas el 30 de octubre de 2001 (Tabla 1).
El 1 de diciembre de 2003 (muestreo tres (M3)), se colocaron las canastas en la punta norte
del Golfo de Morrosquillo (San Onofre - Sucre) (Figura 4) y en Punta Betín (Santa Marta -
Magdalena) (muestreo cuatro (M4)), respectivamente, bajo las condiciones ya descritas y se
colectaron el 29 de enero de 2004 (Tabla 1).
Figura 4. Esquema de la distribución de las canastas en la punta norte del Golfo de Morrosquillo. La flecha negra indica la dirección de la corriente.
L I T ORAL
ROCOS O
Canasta 1 (C1) – 1 m
Canasta 7 (C7) – 4 m
Canasta 4 (C4) – 1 m
Canasta 2 (C2) – 1 m
Canasta 5 (C5) – 3 m
Canasta 6 (C6) – 3 m
Canasta 3 (C3) – 1 m
MAR
PLAYA 2 m
10 m
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
33
Tabla 1. Resumen del diseño experimental empleado en la metodología, para la punta norte del Golfo de Morrosquillo (GM) y Punta Betín (PB).
No. de canastas Muestreos Gradiente de Profundidad (m)
Expuestas Protegidas 1 2 3 4
1 2 2
3 1 1
4 1
Juni
o 20
01
Oct
ubre
200
1
Ener
o 20
04
Localidad GM GM GM y PB
Transcurrido el tiempo de exposición de las canastas (2 meses), se colectaron con ayuda de
un equipo SCUBA y se introdujeron en bolsas plásticas, para evitar la pérdida de
individuos. En superficie el material colectado de las canastas, se introdujo en recipientes
plásticos de 100 l con agua de mar, de donde se extrajeron los individuos flotantes y
aquellos adheridos a las rocas. Los ejemplares se introdujeron en frascos plásticos de
250 ml, con alcohol al 70,0 %, se rotularon, refrigeraron y se transportaron al laboratorio.
3.2 Fase de laboratorio
Una vez en el laboratorio de la Universidad de Antioquia y posteriormente en el Instituto de
Investigaciones Marinas y Costeras “José Benito Vives De Andréis” (INVEMAR), se
separaron y preservaron las muestras en alcohol al 70,0 % para su posterior identificación
en los laboratorios de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, hasta el mínimo nivel
taxonómico posible (especie) usando principalmente, las claves taxonómicas de Rathbun
(1930), Chace (1972), Rodríguez (1980) y Williams (1984). Se determinó la abundancia
por especie y posteriormente se realizó un análisis estadístico que permitió analizar la
estructura de los crustáceos decápodos asociados a los sustratos artificiales.
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
34
3.3 Fase de gabinete
Se elaboró una matriz en la que se ubicó el número de individuos colectados por canasta,
así como también por especie. Adicionalmente, se realizó una matriz de densidad (ind/cm3)
donde el volumen es la canasta y una matriz de abundancia relativa (%) para cada una de
las especies. Con dichas matrices se establecieron las similitudes espaciales de los
crustáceos decápodos colectados en las canastas ubicadas en la punta norte del Golfo de
Morrosquillo y Punta Betín, a partir de atributos ecológicos entre los que se encuentran:
La abundancia en términos de densidad (ind/cm3).
Número de especies en cada muestra (S).
Número de individuos en cada muestra (N).
La diversidad de Shannon-Wiener (H´) (Shannon y Weaver, 1963), que tiene en cuenta el
número de especies y la manera en que los individuos se distribuyen en las diferentes
especies;
H´= - suma(Pi*Log e(Pi))
Donde Pi: Número de individuos de la especie i, en la canasta.
El índice de Riqueza de Margalef (d) (Santos y Simón, 1974) mediante el número de
especies (S) y logaritmo natural de (N);
d= (S-1)/Ln(N)
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
35
La uniformidad de Pielou (J´) medida de equitabilidad, para observar cómo se distribuyen
los individuos entre las diferentes especies (Clarke y Warwick, 2001);
J´= H´/Ln(S)
El predominio o la dominancia de Simpson (λ) para saber si la abundancia es por una o por
muy pocas especies (Clarke y Warwick, 2001);
λ= suma (Pi2)
Por último, la equiparabilidad mide la proporción en porcentaje de la diversidad observada,
con relación a la diversidad máxima (Clarke y Warwick, 2001);
Equi = J´ * 100
A partir de los resultados obtenidos se realizó un análisis multivariado de clasificación
cuantitativo, por medio del índice de disimilaridad de Bray Curtis, elaborando los
dendrogramas respectivos y un análisis de similaridad de abundancia ANOSIM el cual
permite que a partir de hipótesis planteadas sobre las diferencias entre los grupos de
muestreos de la comunidad (definidas a priori), se demuestre si existen o no diferencias
estadísticamente significativas entre los diferentes factores (zona, época climática,
profundidad y exposición al oleaje) usando el método de permutación al azar en la matriz
de similaridad, con ayuda del software PRIMER v5. (Clarke, 2001).
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
36
Hipótesis planteadas para el ANOSIM:
Época climática
Ho: La estructura de decapados asociados a sustratos artificiales ubicados en la punta norte
del Golfo de Morrosquillo, no presentan diferencias significativas para el mes de junio y
octubre de 2001.
Ha: La estructura de decapados asociados a sustratos artificiales ubicados en la punta norte
del Golfo de Morrosquillo, presentan diferencias significativas para el mes de junio y
octubre de 2001.
Profundidad
Ho: La estructura de decapados asociados a sustratos artificiales ubicados en la punta norte
del Golfo de Morrosquillo, no presentan diferencias significativas en las diferentes
profundidades (1 m, 3 m y 4 m) para el mes de junio y octubre de 2001; y enero de 2004.
Ha: La estructura de decapados asociados a sustratos artificiales ubicados en la punta norte
del Golfo de Morrosquillo, presentan diferencias significativas en las diferentes
profundidades (1 m, 3 m y 4 m) para el mes de junio y octubre de 2001; y enero de 2004.
Exposición al oleaje
Ho: La estructura de decapados asociados a sustratos artificiales ubicados en la punta norte
del Golfo de Morrosquillo, no presentan diferencias significativas en las diferentes zonas de
exposición al oleaje (expuesto y protegido) para el mes de junio y octubre de 2001; y enero
de 2004.
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
37
Ha: La estructura de decapados asociados a sustratos artificiales ubicados en la punta norte
del Golfo de Morrosquillo, presentan diferencias significativas en las diferentes zonas de
exposición al oleaje (expuesto y protegido) para el mes de junio y octubre de 2001; y enero
de 2004.
Zonas de Muestreo
Ho: La estructura de decapados asociados a sustratos artificiales ubicados en la punta norte
del Golfo de Morrosquillo, no presentan diferencias significativas en las diferentes zonas de
muestreo (punta norte del Golfo de Morrosquillo y Punta Betín) para enero de 2004.
Ha: La estructura de decapados asociados a sustratos artificiales ubicados en la punta norte
del Golfo de Morrosquillo, presentan diferencias significativas en las diferentes zonas de
muestreo (punta norte del Golfo de Morrosquillo y Punta Betín) para enero de 2004.
Con los resultados obtenidos en el análisis de clasificación, se determinaron los grupos a
utilizar en el análisis inverso de Kaandorp (Kaandorp, 1986) para identificar las especies
exclusivas (porcentaje de aparición) (100,0 %) y características (99,0 – 70,0 %) para cada
grupo.
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
38
4. RESULTADOS
4.1 Estructura de la comunidad de decápodos
Del total de canastas colocadas (28), nueve canastas no se encontraron y en las 19 canastas
restantes se colectó un total de 1.018 ejemplares de crustáceos decápodos pertenecientes, a
52 especies, 23 géneros y 18 familias (Anexo A), y un morfotipo de megalopa colectado en
el primer muestreo, en la canasta 2 (M1-C2), a 1 m de profundidad, en la zona expuesta al
oleaje en el Golfo de Morrosquillo. De las 52 especies colectadas, ocho contienen más del
75,0 % de la densidad de individuos. Alpheus formosus, fue la especie con mayor densidad,
con un total de 3,22 ind/cm3, seguida por Mennipe nodifrons (2,97 ind/cm3), Synalpheus
friztmuelleri (2,38 ind/cm3), Lysmata grabhami (1,71 ind/cm3), Alpheus belli (1,36
ind/cm3), Mithraculus forceps (1,26 ind/cm3), Synalpheus hemphilli (0,93 ind/cm3) y
Alpheus barbadensis (0,63 ind/cm3) (Anexo B).
Del total de especies presentes, la mayoría (44) se colectaron en uno o dos muestreos,
exceptuando a M. nodifrons, L. grabhami y Clibanarius cubensis las cuales se capturaron
en tres muestreos y Alpheus amblyonyx, A. belli, A. formosus, Lysmata wurdemanni,
M. forceps y S. fritzmuelleri que fueron comunes en los cuatro muestreos realizados.
Para el primer muestreo realizado en la punta norte del Golfo de Morrosquillo, en el mes de
junio del año 2001, se colectó un total de 489 individuos en siete canastas, pertenecientes a
30 especies, 16 géneros y 13 familias. La distribución de las especies, teniendo en cuenta la
dominancia, respecto a la densidad y abundancia relativa fue en primer lugar para
S. fritzmuelleri, seguido de A. formosus, M. nodifrons y L. grabhami (Figuras 5, 6).
Para el mes de octubre de 2001, se colectaron cinco canastas con un total de 184 individuos
ubicados en ocho familias, 11 géneros y 18 especies. La distribución de las especies, para
este muestreo, presentó la mayor dominancia en cuanto a abundancia (# de individuos en el
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
39
muestreo) para Synalpheus hemphilli, seguido de M. nodifrons y A. belli, sin embargo, M.
nodifrons, presentó la mayor densidad (# de individuos por canasta), seguido por
S. hemphilli (Figuras 7 y 8).
Para enero de 2004, en la punta norte del Golfo de Morrosquillo, se colectó un total de 190
individuos en cuatro canastas, distribuidos en 23 especies, 13 géneros y 10 familias. Donde,
L. grabhami, M. nodifrons y A. formosus presentaron las mayores dominancias en cuanto a
densidad y abundancia, respectivamente (Figura 9 y 10).
Para el mismo mes en Punta Betín se colectaron tres canastas con un total de 155
individuos, pertenecientes a ocho familias, 10 géneros y 17 especies. Las especies con
mayor densidad y abundancia, fueron M. forceps, seguida por Panopeus herbstii,
A. formosus y L. wurdemanni las dos últimas especies con valores iguales (Figura 11 y 12).
4.2 Atributos ecológicos
En el análisis unívariado para índices de diversidad, el número más alto de individuos fue
de 129 concernientes a 14 especies, colectados en la segunda canasta (C2) del primer
muestreo (M1) y el menor valor fue para M4-C5, con un individuo perteneciente a una
especie, es decir no se conformó una comunidad de crustáceos decápodos. Por lo anterior,
M4-C5, no se incluye en la densidad ni en los demás análisis estadísticos y M2-C6 será
tenida en cuenta por presentar los menores números de especies (cuatro) y de individuos
(16). Lo anterior, se puede atribuir a que la muestra con mayor número de especies y por lo
tanto de individuos, se colectó a 1 m de profundidad en comparación con la canasta 6 de la
muestra dos que se ubicó a 3 m y expuesta al oleaje.
En el tercer muestreo se presentó la mayor riqueza de Margalef (d) = 2,79, en la canasta 1,
ubicada a 1 m de profundidad, esto se debe a que en ella se colectaron 36 individuos
distribuidos en 11 especies. Contrario a lo anterior, en la canasta 4 de la misma muestra, se
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
40
presentó el menor valor de riqueza 0,84, con un alto número de individuos (35),
pertenecientes a cuatro especies, demostrando que entre menor sea el número de individuos
por especie, mayor será el valor de la riqueza (Tabla 2).
El valor de diversidad de Shannon (H´), más alto fue de 2,06, para la canasta 1 del tercer
muestreo, la cual, por su bajo número de individuos obtuvo la segunda mayor
equiparabilidad, en relación con todos los muestreos, con un valor de 85,77 %. Sin
embargo, la canasta 5 del segundo muestreo, presentó una diversidad de Shannon (H´) de
1,75, con una mejor distribución de los individuos en cada una de las especies obteniendo
la mayor equiparabilidad del 89,95 %. La diversidad más baja (0,78) la presentó la canasta
4 del tercer muestreo, con un alto número de individuos respecto a las especies, obteniendo
así el segundo menor valor de equiparabilidad (56,33 %). El menor índice de
equiparabilidad fue del 50,03 % para la canasta 1 del primer muestreo, por el alto número
de individuos presente en cada una de las especies (Tabla 2).
El mayor valor de uniformidad de Pielou (J´) = 0,90, fue para las canastas 5 y 6 del segundo
muestreo, sin embargo no obtuvo el menor predominio, debido a que la diversidad fue baja.
El menor predominio fue para la canasta 1 del tercer muestreo, con un valor de 0,16,
demostrando una distribución similar entre las especies de la muestra ya que obtuvo la
segunda mayor uniformidad (Tabla 2).
La menor uniformidad, fue de 0,50 para la canasta 1 del primer muestreo, corroborado esto
último, con el mayor valor (0,59) del predominio de Simpson (λ), demostrando que no hay
una dominancia por parte de unas especies y de igual manera los individuos no presentan
una distribución uniforme respecto a las mismas (Tabla 2).
4.3 Índice de disimilaridad de Bray Curtis
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
41
En el análisis multivariado de clasificación cuantitativo por medio del índice de
disimilaridad de Bray Curtis, se observan ocho grupos al 60,0 % de disimilaridad, cuatro de
ellos muestreos individuales que no se tomaran en cuenta para los posteriores análisis y
cuatro subgrupos: el primer grupo denominado (A), constituido por M4-C3 y M4-C4,
muestras colectadas en el sector de Punta Betín, y las cuales comparten cuatro especies: L.
wurdemanni, M. forceps, P. herbstii y Periclimenes pandionis (Figura 13).
El segundo grupo (B), lo conforman M2-C4, M1-C3, M1-C6, M1-C4 y M3-C4, con dos
especies en común: A. formosus y M. nodifrons. Sin embargo, A. amblyonyx, A. belli,
L. grabhami y S. fritzmuelleri, son comunes entre las dos primeras M2-C4 y M1-C3; y
Microphrys bicornutus se colectó en las tres restantes M1-C6, M1-C4 y M3-C4
(Figura 13).
El tercer grupo (C), corresponde a M1-C5, M3-C3, M3-C1, M3-C2 y M2-C5, con tres
especies comunes L. grabhami, M. nodifrons y S. fritzmuellleri, aunque, Alpheus
barbadensis se colectó para M1-C5, M3-C3 y M3-C1; y A. belli y A. formosus se
colectaron para M3-C2 y M2-C5 (Figura 13).
Finalmente, el cuarto grupo (D) conformado por M1-C1 y M1-C2, comparten cuatro
especies: A. amblyonyx, L. grabhami, M. nodifrons y S. fritzmuelleri (Figura 13). Los tres
últimos grupos (B), (C) y (D), pertenecen a muestras colectadas en la punta norte del Golfo
de Morrosquillo.
4.4 Análisis inverso de Kaandorp
A partir de los grupos obtenidos en el análisis de clasificación (A, B, C y D), se elaboró el
análisis inverso de Kaandorp, en el cual se definen las especies características (porcentaje
de aparición) (70,0 % al 99,0 %) y exclusivas (100,0 %) (Figura 14).
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
42
En el grupo A, tres especies fueron características, L. wurdemanni (74,47 %), M. forceps
(96,01 %), Periclimenes pandionis (88,24 %) y 10 fueron exclusivas Alpheus floridanus,
Epialtus kingsleyi, Microphrys interruptus, Pagurus brevidactylus, P. herbstii, Panopeus
occidentalis, Periclimenes pedersoni, Periclimenes sp. 1, Synalpheus sp. 2 y Xanthodius
denticulatus (Figura 14).
En el grupo B, solo M. bicornutus (83,33 %) fue característica y cinco fueron exclusivas
Alpheus sp. 2, Epialtus brasiliensis, Pilumnus gemmatus, P. townsendi y Podochela
gracilipes (Figura 14).
En el grupo C, no se registran especies características, sin embargo nueve especies fueron
exclusivas Alpheus armatus, Alpheus sp. 3, Lysmata rathbunae, Micropanope nuttingi,
Mithrax hemphilli, Mithrax hispidus, Podochela grossipes, S. hemphilli, Stenopus hispidus
(Figura 14).
En el grupo D, se reportan tres especies características Pelia mutica (88,24 %), Pilumnus
dasypodus (71,43 %) y S. fritzmuelleri (83,92 %) y cinco especies exclusivas,
Microcassiope granulimanus, Microphrys aculeatus, Mithraculus coryphe, Pachygrapsus
transversus, Pilumnus sp. y tres megalopas (Figura 14).
4.5 Análisis similaridad ANOSIM
La prueba del análisis de similaridad ANOSIM a una vía, muestra que las zonas (punta
norte del Golfo de Morrosquillo y Punta Betín), presentan una diferencia significativa, por
su bajo nivel de significancia, menor al 5,0 % (0,70 %) rechazando la hipótesis nula. Sin
embargo, los diferentes factores como la época climática (seca - lluvia), profundidad (1, 3 y
4 m) y exposición al oleaje (expuesto y protegido), no presentan diferencias significativas
por su alto valor de significancia, mayor al 5,0 % (77,60 %, 43,30 % y 57,80 %,
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
43
respectivamente), aceptando la “hipótesis nula” es decir, que las muestras son similares, lo
anterior se confirma con el valor de R, el cual tiende a cero (Tabla 3).
El ANOSIM a dos vías, entre zonas de muestreo, épocas climáticas, profundidades y
exposición al oleaje, muestran niveles de significancia superiores al 5,0 %, aceptando las
hipótesis nulas, es decir que las composiciones de organismos no presentan diferencias
significativas en cuanto a los cuatro factores estudiados (Tabla 4).
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
44
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90100110120130140150
Alpheus amblyonyx
Alpheus barbadensis
Alpheus belli
Alpheus formosus
Alpheus ridleyi
Alpheus sp. 1
Clibanarius cubensis
Clibanarius tricolor
Cronius tumidulus
Epialtus brasiliensis
Inachoides laevis
Lysmata grabhami
Lysmata wurdemanni
Megalopas
Mennipe nodifrons
Microcassiope granulimanus
Micropanope nuttingi
Microphrys aculeatus
Microphrys bicornutus
Microphrys sp.
Mithraculus cinctimanus
Mithraculus coryphe
Mithraculus forceps
Pachygrapsus transversus
Pelia mutica
Pilumnus dasypodus
Pilumnus gemmatus
Pilumnus sp.
Podochela gracilipes
Synalpheus fritzmuelleri
Figura 5. Número de individuos colectados en el primer muestreo en siete canastas.
M
C 1 C 2 C 3 C 4 C 5 C 6 C 7
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
45
02,5 57,5 10
12,5 1517,5 2022,5 2527,5 3032,5
Alpheus amblyonyx
Alpheus barbadensis
Alpheus belli
Alpheus formosus
Alpheus ridleyi
Alpheus sp. 1
Clibanarius cubensis
Clibanarius tricolor
Cronius tumidulus
Epialtus brasiliensis
Inachoides laevis
Lysmata grabhami
Lysmata wurdemanni
Megalopas
Mennipe nodifrons
Microcassiope granulimanus
Micropanope nuttingi
Microphrys aculeatus
Microphrys bicornutus
Microphrys sp.
Mithraculus cinctimanus
Mithraculus coryphe
Mithraculus forceps
Pachygrapsus transversus
Pelia mutica
Pilumnus dasypodus
Pilumnus gemmatus
Pilumnus sp.
Podochela gracilipes
Synalpheus fritzmuelleri
Figura 6. Abundancia relativa de los individuos colectados en el primer muestreo en siete canastas.
C 1 C 2 C 3 C 4 C 5 C 6 C 7
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
46
Figura 7. Número de individuos colectados en el segundo muestreo en cinco canastas.
C 3 C 4 C 5 C 6 C 7
02,5 57,5 10
12,5 1517,5 2022,5 2527,5 3032,5 3537,5 4042,5 4547,5
Alpheus amblyonyx
Alpheus belli
Alpheus formosus
Alpheus sp. 2
Calcinus tibicen
Clibanariuscubensis
Inachoides laevis
Lysmata grabhami
Lysmatawurdemanni
Mennipe nodifrons
Mithraculuscinctimanus
Mithraculus forceps
Mithrax hemphilli
Pilumnus dasypodus
Synalpheusfritzmuelleri
Synalpheushemphilli
Synalpheus sp. 1
Stenopus hispidus
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
47
Figura 8. Abundancia relativa de los individuos colectados en el segundo muestreo en cinco canastas.
C 3 C 4 C 5 C 6 C 7
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 22 24Alpheus amblyonyx
Alpheus belli
Alpheus formosus
Alpheus sp. 2
Calcinus tibicen
Clibanariuscubensis
Inachoides laevis
Lysmata grabhami
Lysmatawurdemanni
Mennipe nodifrons
Mithraculuscinctimanus
Mithraculusforceps
Mithrax hemphilli
Pilumnusdasypodus
Synalpheusfritzmuelleri
Synalpheushemphilli
Synalpheus sp. 1
Stenopus hispidus
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
48
Figura 9. Número de individuos colectados en el tercer muestreo en cuatro canastas.
C 1 C 2 C 3 C 4
0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50 55 60
Alpheus amblyonyx
Alpheus armatus
Alpheus barbadensis
Alpheus belli
Alpheus formosus
Alpheus ridleyi
Alpheus sp. 3
Clibanarius cubensis
Lysmata grabhami
Lysmata rathbunae
Lysmata wurdemanni
Mennipe nodifrons
Micropanope nuttingi
Microphrys bicornutus
Mithraculus forceps
Mithrax hemphilli
Mithrax hispidus
Pelia mutica
Periclimenes pandionis
Pilumnus townsendi
Podochela grossipes
Synalpheus fritzmuelleri
Synalpheus hemphilli
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
49
Figura 10. Abundancia relativa de los individuos colectados en el tercer muestreo en cuatro canastas.
C 1 C 2 C 3 C 4
0
2,5 5
7,5 10
12,5 15
17,5 20
22,5 25
27,5 30
32,5
Alpheus amblyonyx
Alpheus armatus
Alpheus barbadensis
Alpheus belli
Alpheus formosus
Alpheus ridleyi
Alpheus sp. 3
Clibanarius cubensis
Lysmata grabhami
Lysmata rathbunae
Lysmata wurdemanni
Mennipe nodifrons
Micropanope nuttingi
Microphrys bicornutus
Mithraculus forceps
Mithrax hemphilli
Mithrax hispidus
Pelia mutica
Periclimenes pandionis
Pilumnus townsendi
Podochela grossipes
Synalpheus fritzmuelleri
Synalpheus hemphilli
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
50
Figura 11. Número de individuos colectados en el cuarto muestreo en tres canastas.
C 3 C 4 C 5
0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50 55 60 65 70 75 80 85
Alpheus amblyonyx
Alpheus belli
Alpheus floridanus
Alpheus formosus
Epialtus kingsleyi
Lysmatawurdemanni
Microphrysinterruptus
Mithraculus forceps
Pagurusbrevidactylus
Panopeus herbstii
Panopeusoccidentalis
Periclimenespandionis
Periclimenespedersoni
Periclimenes sp. 1
Synalpheusfritzmuelleri
Synalpheus sp. 2
Xanthodiusdenticulatus
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
51
Figura 12. Abundancia relativa de los individuos colectados en el cuarto muestreo en tres canastas.
C 3 C 4 C 5
02,5 57,5 10
12,5 1517,5 2022,5 2527,5 3032,5 3537,5 4042,5 4547,5 5052,5
Alpheus amblyonyx
Alpheus belli
Alpheus floridanus
Alpheus formosus
Epialtus kingsleyi
Lysmatawurdemanni
Microphrysinterruptus
Mithraculus forceps
Pagurusbrevidactylus
Panopeus herbstii
Panopeusoccidentalis
Periclimenespandionis
Periclimenespedersoni
Periclimenes sp. 1
Synalpheusfritzmuelleri
Synalpheus sp. 2
Xanthodiusdenticulatus
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
52
Tabla 2. Matriz de los atributos ecológicos. S = número de especies; N = número de individuos; d = riqueza de Margalef; J´= uniformidad de Pielou´s; H´ =diversidad de Shannon-Wiener; λ = predominio de Simpson; H máx = diversidad máxima; Equi = equiparabilidad.
S N d J' H'(loge) λ H máx Equi M 1 - C 1 6 89 1,114 0,500 0,896 0,586 1,792 50,032M 1 - C 2 14 129 2,675 0,721 1,904 0,227 2,639 72,147 M 1 - C 3 10 50 2,301 0,829 1,908 0,186 2,303 82,868 M 1 - C 4 8 38 1,924 0,740 1,538 0,306 2,079 73,951 M 1 - C 5 9 59 1,962 0,837 1,839 0,189 2,197 83,695 M 1 - C 6 7 71 1,408 0,773 1,504 0,263 1,946 77,312 M 1 - C 7 10 44 2,378 0,747 1,720 0,245 2,303 74,680 M 2 - C 3 5 61 0,973 0,686 1,104 0,437 1,609 68,612 M 2 - C 4 8 63 1,690 0,844 1,756 0,196 2,079 84,436 M 2 - C 5 7 33 1,716 0,899 1,750 0,197 1,946 89,947 M 2 - C 6 4 16 1,082 0,898 1,245 0,320 1,386 89,809 M 2 - C 7 6 20 1,669 0,847 1,518 0,250 1,792 84,739 M 3 - C 1 11 36 2,791 0,858 2,057 0,157 2,398 85,770 M 3 - C 2 10 74 2,091 0,620 1,427 0,396 2,303 61,993 M 3 - C 3 9 45 2,102 0,823 1,809 0,209 2,197 82,331 M 3 - C 4 4 35 0,844 0,563 0,781 0,564 1,386 56,326 M 4 - C 3 11 66 2,387 0,752 1,803 0,228 2,398 75,189 M 4 - C 4 10 88 2,010 0,549 1,263 0,416 2,303 54,866 M 4 - C 5 1 1 - 1,000 - -
Figura 13. Dendrograma de clasificación, según el índice de disimilaridad de Bray Curtis para los cuatro muestreos realizados (datos sin transformar). M = número del muestreo; C = número de la canasta.
M3
- C1
M3
- C3
M1
- C5
M1
- C7
M3
- C2
M2
- C5
M1
- C1
M1
- C2
M1
- C3
M1
- C6
M1
- C4
M3
- C4
Indice cofenetico 0,8256
80
60
40
M4
- C3
M4
- C4
M2
- C6
M2
- C3
M2
- C7
M2
- C4
Dis
imila
ridad
20
0
100
Coeficiente cofenético: 0,8256 A B C D
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
53
Figura 14. Análisis inverso de Kaandorp. Los valores indican la abundancia (70,0 % - 99,0 %) especies características y (100,0 %) especies exclusivas.
Especies A B C D
Lysmata wurdemanni 74,47 Mithraculus forceps 96,01 Periclimenes pandionis 88,24
Microphrys bicornutus 83,33
Pelia mutica 88,24 Pilumnus dasypodus 71,43 Synalpheus fritzmuelleri 83,92
Alpheus floridanus 100,00 Epialtus kingsleyi 100,00 Microphrys interruptus 100,00 Pagurus brevidactylus 100,00 Panopeus herbstii 100,00 Panopeus occidentalis 100,00 Periclimenes pedersoni 100,00 Periclimenes sp. 1 100,00 Synalpheus sp. 2 100,00 Xanthodius denticulatus 100,00
Alpheus sp. 2 100,00 Epialtus brasiliensis 100,00 Pilumnus gemmatus 100,00 Pilumnus townsendi 100,00 Podochela gracilipes 100,00
Alpheus armatus 100,00 Alpheus sp. 3 100,00 Lysmata rathbunae 100,00 Micropanope nuttingi 100,00 Mithrax hemphilli 100,00 Mithrax hispidus 100,00 Podochela grossipes 100,00 Synalpheus hemphilli 100,00 Stenopus hispidus 100,00
Megalopas 100,00 Microcassiope granulimanus 100,00 Microphrys aculeatus 100,00 Mithraculus coryphe 100,00 Pachygrapsus transversus 100,00 Pilumnus sp. 100,00
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
54
4.6 Listado taxonómico de la estructura de los crustáceos decápodos
A partir de los individuos colectados y con ayuda de la bibliografía utilizada en la
identificación de los decápodos se realizó el siguiente listado taxonómico:
Phylum ARTHROPODA
Clase CRUSTACEA
Subclase MALACOSTRACA
Series EUMALACOSTRACA
División EUCARIDA
Orden DECAPODA
Suborden Pleocyemata
Infraorden Stenopodidea
Tabla 3. ANOSIM a una vía para la zona de muestreo, época climática, profundidad y exposición al oleaje. Nivel de significancia <5 % rechaza la hipótesis nula “no hay diferencias”.
Global R: Nivel de sig.0,874 0,70%-0,073 77,60%0,002 43,30%-0,019 57,80%
FactorZona de muestreoÉpoca climáticaProfundidadExposición al oleaje
Tabla 4. ANOSIM a dos vías para la zona de muestreo, época climática, profundidad y exposición al oleaje. Nivel de significancia <5 % rechaza la hipótesis nula “no hay diferencias entre grupos”.
Global R: Nivel de sig.Zona de muestreo Época climática -0,035 64,80%Zona de muestreo Profundidad 0,135 21,90%Zona de muestreo Exposición al oleaje 0,057 20,60%Época climática Profundidad 0,059 35,20%Época climática Exposición al oleaje -0,143 86,00%Profundidad Exposición al oleaje -0,102 64,30%
Factores
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
55
Superfamilia Stenopodidae
Familia Stenopodidae
Género Stenopus Latreille, 1819
Especie Stenopus hispidus Olivier, 1811
Infraorden Caridea
Superfamilia Palaemonoidea
Familia Palaemonidae
Género Periclimenes Costa, 1844
Especie Periclimenes pandionis Holthuis, 1951
Periclimenes pedersoni Chace, 1958
Periclimenes sp.
Superfamilia Alpheoidea
Familia Alpheidae
Género Alpheus Fabricius, 1798
Especies Alpheus amblyonyx Chace, 1972
Alpheus armatus Rathbun, 1901
Alpheus barbadensis Schmitt, 1924
Alpheus belli Coutiére, 1898
Alpheus floridanus Gibbes, 1850
Alpheus formosus Gibbes, 1850
Alpheus ridleyi Pocock, 1890
Alpheus sp. 1
Alpheus sp. 2
Alpheus sp. 3
Género Synalpheus Bate, 1888
Especies Synalpheus fritzmuelleri Coutiére, 1909
Synalpheus hemphilli Coutiére, 1909
Synalpheus sp. 1
Synalpheus sp. 2
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
56
Familia Hippolytidae
Género Lysmata Risso, 1816
Especie Lysmata grabhami Gordon, 1935
Lysmata rathbunae Chace, 1970
Lysmata wurdemanni Gibbes, 1850
Infraorden Anomura
Sección Paguridea
Superfamilia Coenobitoidea
Familia Diogenidae
Género Calcinus Dana, 1851
Especie Calcinus tibicen Herbst, 1791
Género Clibanarius Dana, 1852
Especie Clibanarius cubensis Saussure, 1858
Clibanarius tricolor Gibbes, 1850
Superfamilia Paguroidea
Familia Paguridae
Género Pagurus Fabricius, 1775
Especies Pagurus brevidactylus Stimpson, 1862
Infraorden Brachyura
Sección Oxyrhyncha
Superfamilia Majoidea
Familia Epialtidae
Género Epialtus H. Milne Edwards, 1834
Especie Epialtus brasiliensis Dana, 1852
Epialtus kingsleyi Rathbun, 1923
Familia Inachidae
Género Podochela Stimpson, 1860
Especie Podochela gracilipes Stimpson, 1871
Podochela grossipes Stimpson, 1860
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
57
Familia Inachoididae
Género Inachoides A. Milne Edwards, 1879
Especie Inachoides laevis, Rathbun, 1925
Familia Mithracidae
Género Microphrys H. Milne Edwards, 1851
Especie Microphrys aculeatus Bell, 1835
Microphrys bicornutus Latreille, 1825
Microphrys interruptus Rathbun, 1920
Microphrys sp.
Género Mithraculus White, 1847
Especie Mithraculus cinctimanus Stimpson, 1860
Mithraculus coryphe Herbst, 1801
Mithraculus forceps A. Milne Edwards 1875
Género Mithrax Latreille, 1818
Especie Mithrax hemphilli Rathbun, 1892
Mithrax hispidus Herbst, 1790
Familia Pisidae
Género Pelia Bell, 1835
Especie Pelia mutica Gibbes, 1850
Sección Brachyrhyncha
Superfamilia Portunoidea
Familia Portunidae
Género Cronius Stimpson, 1860
Especie Cronius tumidulus Stimpson, 1871
Superfamilia Xanthoidea
Familia Menippidae
Género Menippe de Haan, 1833
Especies Menippe nodifrons Stimpson, 1859
Familia Panopeidae
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
58
Género Panopeus Milne Edwards, 1984
Especie Panopeus herbstii Milne Edwards, 1934
Panopeus occidentalis Saussere, 1857
Familia Pilumnidae
Género Pilumnus Leach, 1815
Especie Pilumnus dasypodus Kingsley, 1879
Pilumnus gemmatus Stimpson, 1960
Pilumnus sp.
Pilumnus townsendi Rathbun, 1876
Género Micropanope Stimpson, 1871
Especie Micropanope nuttingi Rathbun, 1898
Familia Xanthidae
Género Xanthodius Stimpson, 1859
Especie Xanthodius denticulatus White, 1847
Família Goneplacidae
Género Microcassiope Guinot, 1971
Especie Microcassiope granulimanus Stimpson, 1871
Superfamily Grapsoidea
Familia Grapsidae
Género Pachygrapsus Randall, 1840
Especie Pachygrapsus transversus Gibbes, 1850
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
59
4.7 Descripción de los crustáceos decápodos
Stenopus hispidus Olivier, 1811
Figura 15
Descripción. – Cuerpo comprimido, rostro desarmado ventralmente; tercer somite
abdominal sin escudo; con dos o tres filas de espínulas en la superficie dorsal; escama
antenal no armada lateralmente (Chace, 1972).
Comentarios. – Se localizan principalmente en litorales rocosos (Chace, 1972). Se colectó
un ejemplar a 3 m de profundidad en la punta norte del Golfo de Morrosquillo.
Distribución. – Esta especie se distribuye en las Bermudas y desde el sur de la Florida
hasta la Guyana Francesa; Mar Rojo y desde el sureste de África hasta Japón, Hawai; en
aguas someras hasta 210 m de profundidad (Chace, 1972).
Figura 15. Stenopus hispidus. a) Vista lateral. b) Vista lateral de los pereiópodos y el caparazón. c) Vista lateral del abdomen. d) Vista lateral del caparazón. Escala igual a 0,25 cm.
a. b.
c. d.
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
60
Periclimenes pandionis Holthuis, 1951
Figura 16
Descripción. – Sexto segmento abdominal más corto que el telson; segundos pereiópodos
con dedos más largos que la mitad de la longitud de la palma, el carpo ocupa un quinto del
largo de la quela (Chace, 1972).
Comentarios. – Se localizan principalmente en litorales rocosos, bajo las piedras y pedazos
de coral (Chace, 1972). Se colectaron cuatro individuos a 1 m de profundidad, uno en la
punta norte del Golfo de Morrosquillo y tres de ellos en Punta Betín.
Distribución. – Sur de la Florida y el oeste de la Península de Yucatán (Chace, 1972).
Figura 16. Periclinemes pandionis. a) Vista lateral. b) Vista lateral del caparazón. c) Vista dorsal del rostro. d) Vista dorsal de las quelas. Escala igual a 0,25 cm.
a. b.
c. d.
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
61
Periclimenes pedersoni Chace, 1958
Figura 17
Descripción. – Pedúnculo antenular con sólo una espina lateral, orientada hacia el
segmento basal (adicional al estilocerito). Caparazón con una espina antenal debajo del
lóbulo suborbital. Tercer pereiópodo biungulado (Chace, 1972).
Comentarios. – Usualmente se encuentra asociado con la anémona de mar Bartholomea
annulata; a profundidades de 1,5 a 9 m de profundidad (Chace, 1972). Se colectó un
ejemplar a 1 m de profundidad en Punta Betín.
Distribución. – Oeste de la Florida; Bahamas; isla Nueva Providencia; isla Virginia
(Chace, 1972).
Figura 17. Periclimenes pedersoni. a) Vista lateral. b) Vista dorsal del rostro. c) Vista lateral del rostro. Escala igual a 0,25 cm.
c.
b. a.
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
62
Periclimenes sp.
Figura 18
Descripción. – Tercer maxilípedo con el exopodito bien desarrollado; ojos pigmentados;
rostro armado dorsalmente con una serie de dientes prominentes y sin una pestaña lateral;
caparazón con una espina hepática en la superficie lateral, lejos del margen anterior y
posterior, con una espina antenal en el margen anterior; telson con tres pares de espinas
terminales. Los tres pereiópodos posteriores, con siete segmentos, isquion y mero
diferentes. Pedúnculo antenular con una espina. Tercer segmento abdominal con una caída
moderada posteromedial, pero nunca formando una compresión lateral (Chace, 1972).
Comentario. – Se colectaron tres ejemplares en Punta Betín a 1 m de profundidad.
Figura 18. Periclimenes sp. a) Vista lateral. b) Vista lateral del caparazón. c) Vista dorsal. Escala igual a 0,25 cm.
a. b.
c.
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
63
Alpheus amblyonyx Chace, 1972
Figura 19
Descripción. – Rostro convexo dorsalmente, no carinado; la caperuza ocular está
delimitada por depresiones o surcos y presenta un diente dorsal; el diente ventrolateral
en la base del segmento del pedúnculo antenal, no sobrepasa al estilocerito; isquión del
tercer y cuarto pereiópodo con una espina móvil en la superficie lateral (Chace, 1972).
Comentarios. – Esta especie se encuentra en arrecifes de coral entre 1 y 5 m de
profundidad, en pastos marinos y en pisos de Porites sp. (Chace, 1972). Se colectaron 19
individuos a 1, 3 y 4 m de profundidad en la punta norte del Golfo de Morrosquillo y sólo
un ejemplar en Punta Betín.
Distribución. – Quintana Roo, México; Puerto Rico; Santo Tomas; y Dominicana
(Chace, 1972).
Figura 19. Alpheus amblyonyx. a) Vista lateral. b) Vista dorsal del rostro. c) Vista dorsal del rostro y las quelas. d) Vista ventral de la quela mayor. Escala igual a 0,25 cm.
a. b.
d. c
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
64
Alpheus armatus Rathbun, 1901
Figura 20
Descripción. – Rostro presente, caperuza ocular delimitada por depresiones o surcos;
rostro plano dorsalmente, por lo menos en la porción distal y el diente de la caperuza
ocular es pequeño (Chace, 1972).
Comentarios. – Este camarón está usualmente asociado con la anémona de mar
Bartholomea annulata, es al parecer dependiente de la anémona para su protección y
viceversa (Chace, 1972). Se capturó cuatro ejemplares a 1 m de profundidad en la punta
norte del Golfo de Morrosquillo.
Distribución. – Nueva Providencia; Ponce - Puerto Rico; a lo largo de la India occidental;
desde las Bahamas y el sur de la Florida hasta Tobago y el oeste de la Península de Yucatán
(Chace, 1972).
Figura 20. Alpheus armatus. a) Vista lateral. b) Telson. c) Vista dorsal del rostro. d) Vista lateral de las quelas. Escala igual a 0,25 cm.
a.
b.
c. d.
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
65
Alpheus barbadensis Schmitt, 1924
Figura 21
Descripción. – Rostro presente, caperuza ocular delimitada por depresiones o surcos; el
rostro con carina media dorsal; caperuza ocular sin un diente dorsal; escama antenal con
un diente curvo, prominente o lóbulo cerca del margen lateral proximal; el segundo
segmento del pedúnculo antenular es más de tres veces la longitud del tercer segmento
(Chace, 1972).
Comentarios. – Se colectaron 35 individuos en la punta norte del Golfo de Morrosquillo.
Distribución. – Aparentemente conocido sólo de Barbados (Chace, 1972).
Figura 21. Alpheus barbadensis. a) Vista dorsal. b) Vista dorsal del rostro. c) Vista ventral de la quela mayor. d) Vista lateral del segundo segmento abdominal. Escala igual a 0,25 cm.
a. b.
c. d.
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
66
Alpheus belli Coutière, 1898
Figura 22
Descripción. – Rostro presente; caperuza ocular delimitada por depresiones o surcos; el
rostro presenta dorsalmente una línea media carinada; caperuza ocular sin un diente
dorsal; escama antenal con un diente curvo prominente o lóbulo cerca del margen
lateral proximal y segundo segmento del pedúnculo antenular menos de dos veces la
longitud del tercero (Chace, 1972).
Comentarios. – Se capturaron 61 ejemplares en la punta norte del Golfo de Morrosquillo y Punta Betín.
Distribución. – Conocido solamente de Fernando de Noroña en Brasil (Chace, 1972).
Figura 22. Alpheus belli. a) Vista lateral. b) Vista dorsal del rostro. c) Vista lateral del segundo pereiópodo. d) Vista dorsal de la quela mayor. Escala igual a 0,25 cm.
a. b.
d. c.
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
67
Alpheus floridanus Gibbes, 1850
Figura 23
Descripción. – Rostro presente, caperuza ocular delimitada por depresiones o surcos; el
rostro presenta dorsalmente, una carina medial; caperuza ocular sin un diente dorsal;
escama antenal sin diente prominente o lóbulo cerca del margen lateral proximal; mero
del tercer y cuarto pereiópodo con el margen distal flexor redondo o rectangular, no
producido en un diente prominente; quela mayor con los márgenes dorsales y ventrales
enteros (Chace, 1972).
Comentarios. – Se ha reportado en profundidades de 37 m (Chace, 1972). Se colectaron
dos individuos a 1 m de profundidad en Punta Betín.
Distribución. – Golfo de México hasta el estado de Bahía, Brasil; Atlántico este desde
Guinea hasta el Congo; Fort Jefferson; Dry Tortugas; Florida (Chace, 1972).
d.
Figura 23. Alpheus floridanus. a) Vista lateral. b) Vista dorsal del rostro. c) Vista lateral del tercer pereiópodo. d) Vista dorsal de la quela mayor. Escala igual a 0,25 cm.
a.
c.
b.
d.
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
68
Alpheus formosus Gibbes, 1850
Figura 24
Descripción. – Rostro presente, caperuza ocular delimitada por depresiones o surcos;
rostro plano dorsalmente, por lo menos en la porción distal; el diente ventrolateral en el
segmento basal del pedúnculo antenal no sobrepasa al estilocerito (Chace, 1972).
Comentarios. – Se encuentra en sustratos de arena, barro con o sin Pocillopora sp. y
Porites sp., litorales rocosos y expuesto o sumergido profundamente sobre la línea de
bajamar a 2 m (Chace, 1972). Se capturaron 145 ejemplares entre 1 y 4 m de profundidad
en la punta norte del Golfo de Morroquillo y en Punta Betín.
Distribución. – Desde Carolina del Norte y las Bermudas hasta el estado de Sâo Paulo,
Brasil. Es importante hacia el oeste de la Florida (Chace, 1972).
Figura 24. Alpheus formosus. a) Vista lateral. b) Vista dorsal del rostro. c) Vista lateral del segundo pereiópodo. d) Vista dorsal de la quela mayor. Escala igual a 0,25 cm.
a. b.
c. d.
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
69
Alpheus ridleyi Pocock, 1890
Figura 25
Descripción. – Rostro presente, caperuza ocular delimitada por depresiones o surcos; el
rostro con una carina dorsal; caperuza ocular con un diente dorsal; el diente ventro
lateral en la base del segmento del pedúnculo antenal no sobrepasa al estilocerito;
isquión del tercer y cuarto pereiópodo sin la espina móvil en la superficie lateral (Chace,
1972).
Comentarios. – Esta especie se colecta frecuentemente bajo los cantos rodados y pedazos
de coral en las playas arenosas a profundidades de 1 m o más (Chace, 1972). Se colectó un
individuo a 1 m de profundidad en la punta norte del Golfo de Morrosquillo.
Distribución. – Archipiélago de Fernando de Noroña, Brasil y hacia el oeste de la
Península de Yucatán (Chace, 1972).
Figura 25. Alpheus ridleyi. a) Vista lateral. b) Vista dorsal del rostro. c) Vista lateral del segundo pereiópodo. d) Vista ventral de la quela mayor. Escala igual a 0,25 cm.
a. c.
d. c.
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
70
Alpheus sp. 1
Figura 26
Descripción. – Rostro carinado y sin un gancho ocular. Ojos ocultos, menos en vista antero
ventral del margen frontal del caparazón; labrum y mandíbula agrandados. Antepenúltimo
segmento del tercer maxilípedo extendido. Margen posterior del caparazón con una muesca
cardiaca. Dedo móvil de la quela mayor presenta normalmente un gran diente molar que
encaja en el dedo fijo. Epipoditos presentes en por lo menos los dos pares anteriores de
pereiópodos. Rama lateral del urópodo con una sutura transversa. Segundos pleópodos del
macho con el apéndice masculino; apéndices masculinos normales, no alcanzan la parte
distal del endopodito o exopodito del segundo pleópodo del macho (Chace, 1972).
Comentario. – Se capturó un individuo en la punta norte del Golfo de Morrosquillo a 4 m
de profundidad.
Figura 26. Alpheus sp. 1. a) Vista lateral del caparazón. Escala igual a 0,25 cm.
a.
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
71
Alpheus sp. 2
Figura 27
Descripción. – Rostro carinado; no presenta espina en el gancho ocular. Escama antenal
con diente encorvado prominente o lóbulo cerca del margen lateral proximal. Ojos
ocultos, menos en vista antero ventral del margen frontal del caparazón; labrum y
mandíbula agrandados. Antepenúltimo segmento del tercer maxilípedo extendido. Margen
posterior del caparazón con una muesca cardiaca. Dedo móvil de la quela mayor presenta
normalmente un gran diente molar que encaja en el dedo fijo. Epipoditos presentes en por
lo menos en dos pares anteriores de los pereiópodos. Rama lateral del urópodo con una
sutura transversa. Segundos pleópodos del macho con el apéndice masculino; apéndices
masculinos normales, no alcanzan la parte distal del endopodito o exopodito del segundo
pleópodo del macho (Chace, 1972).
Comentario. – Se colectaron dos ejemplares en la punta norte del Golfo de Morrosquillo a
1 m de profundidad.
Figura 27. Alpheus sp. 2. a) Vista lateral. b) Vista dorsal del individuo. c) Vista dorsal del rostro. d) Vista lateral del rostro. Escala igual a 0,25 cm.
a. b.
c. a.
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
72
Alpheus sp. 3
Figura 28
Descripción. – Rostro carinado; no presenta espina en el gancho ocular. Escama antenal
sin diente prominente o lóbulo cerca del margen lateral proximal. Ojos ocultos, menos
en vista antero ventral del margen frontal del caparazón; labrum y mandíbula agrandados.
Antepenúltimo segmento del tercer maxilípedo extendido. Margen posterior del caparazón
con una muesca cardiaca. Dedo móvil de la quela mayor presenta normalmente un gran
diente molar que encaja en el dedo fijo. Epipoditos presentes en por lo menos en dos pares
anteriores de los pereiópodos. Rama lateral del urópodo con una sutura transversa.
Segundos pleópodos del macho con el apéndice masculino; apéndices masculinos
normales, no alcanzan la parte distal del endopodito o exopodito del segundo pleópodo del
macho (Chace, 1972).
Comentario. – Se capturó un individuo en la punta norte del Golfo de Morrosquillo a 1 m
de profundidad.
Figura 28. Alpheus sp. 3. a) Vista lateral. b) Vista dorsal. Escala igual a 0,25 cm.
a. b.
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
73
Synalpheus fritzmuelleri Coutiére, 1909
Figura 29
Descripción. – Estilocerito sobrepasando el segmento basal del pedúnculo antenular;
dientes oculares alargados, más anchos que el rostro y adelgazándose distalmente;
dáctilo de los tres pares de pereiópodos posteriores con un diente distal en el margen del
flexor, divergente al eje del segmento y más ancho que el diente del extensor;
prominencia proximal del margen flexor del dáctilo de los tres pares de pereiópodos
posteriores pequeño y obtuso (Chace, 1972).
Comentarios. – Se encuentra asociado con piedras y algas coralinas en aguas poco
profundas (Manning y Chace, 1990). Se capturaron 175 ejemplares entre 1 y 3 m de
profundidad en la Punta Norte del Golfo de Morrosquillo y Punta Betín.
Distribución. – Común en trópicos y subtrópicos, en el área del Atlántico occidental de
Carolina del Norte y Bermudas hacia el Estado de Santa Catarina, Brasil; Pacífico oriental
desde Baja California, México; a una profundidad de 50 m (Manning y Chace, 1990).
Figura 29. Synalpheus fritzmuelleri. a) Vista lateral. b) Vista dorsal del rostro. c) Vista dorsal de la quela mayor. d) Vista lateral del tercer pereiópodo. Escala igual a 0,25 cm.
a.
c.
b.
d.
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
74
Synalpheus hemphilli Coutiére, 1909
Figura 30
Descripción. – Estilocerito sobrepasando el segmento basal del pedúnculo antenular;
dientes oculares alargados, más anchos que el rostro, afilados y adelgazándose
distalmente; dáctilo de los tres pares de pereiópodos posteriores con un diente distal en
el margen flexor, divergente al eje del segmento y más ancho que el diente extensor;
prominencia proximal del margen flexor del dáctilo de los tres pares de pereiópodos
posteriores grande y afilado (Chace, 1972).
Comentarios. – Esta especie ha sido colecta de 11 a 27 m y se ha registrado a 51 m de
profundidad (Chace, 1972). Se colectaron 45 individuos en el Golfo de Morrosquillo a 1 y
4 m de profundidad.
Distribución. – Bermudas y al este del Golfo de México hacia Curaçao e islas Los Roques
(Chace, 1972).
Figura 30. Synalpheus hemphilli a) Vista lateral. b) Vista dorsal del rostro. c) Vista lateral del tercer pereiópodo. Escala igual a 0,25 cm.
a. b.
c.
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
75
Synalpheus sp. 1
Figura 31
Descripción. – Ojos ocultos, menos en vista antero ventral del margen frontal de
caparazón. Frente tridentaza. Estilocerito no sobrepasa el segmento antenular.
Antepenúltimo segmento del tercer maxilípedo extendido. Margen posterior del caparazón
con una muesca cardiaca. Dedo móvil de la quela mayor presenta normalmente un gran
diente molar que encaja en el dedo fijo. Dáctilo de los tres pereiópodos posteriores
birrameo. Carpo dividido en cinco partes. Epipoditos presentes en por lo menos en dos
pares anteriores de los pereiópodos. Rama lateral del urópodo con una sutura transversa.
Espinas del urópodo en la mitad posterior; el borde del urópodo presenta un diente.
Segundos pleópodos del macho sin el apéndice masculino (Chace, 1972).
Comentario. – Se colectaron cinco ejemplares en la punta norte del Golfo de Morrosquillo
a 1 m de profundidad.
Figura 31. Synalpheus sp. 1. a) Vista lateral. b) Vista lateral del caparazón. c) Vista lateral de la quela mayor. Escala igual a 0,25 cm.
a.
b. c.
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
76
Synalpheus sp. 2
Figura 32
Descripción. – Escama antenal bien desarrollada. Ojos ocultos, menos en vista antero
ventral del margen frontal de caparazón. Frente tridentada. Estilocerito no sobrepasa el
segmento antenular. Antepenúltimo segmento del tercer maxilípedo extendido. Margen
posterior del caparazón con una muesca cardiaca. Dedo móvil de la quela mayor presenta
normalmente un gran diente molar que encaja en el dedo fijo. Dáctilo de los tres
pereiópodos posteriores birrameo. Carpo dividido en cinco partes. Epipoditos presentes en
por lo menos en dos pares anteriores de los pereiópodos. Rama lateral del urópodo con una
sutura transversa. Espinas del urópodo en la mitad posterior; el borde del urópodo presenta
un diente. Segundos pleópodos del macho sin el apéndice masculino (Chace, 1972).
Comentario. – Se capturó un ejemplar en Punta Betín a 1 m de profundidad.
Figura 32. Synalpheus sp. 2. a) Vista dorsal. b) Vista lateral. c) Vista lateral del caparazón. Escala igual a 0,25 cm.
a. b.
c.
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
77
Lysmata grabhami Gordon, 1935
Figura 33
Descripción. – La escama antenal alcanza a sobrepasar ligeramente el pedúnculo antenular;
rostro con cuatro o seis dientes ventrales (Chace, 1972).
Comentarios. – Generalmente se asocia con peces y otros crustáceos; en parejas o grupos
pequeños. Se encuentra hasta 55 m de profundidad (Chace, 1972). Se capturaron 119
ejemplares en el Golfo de Morrosquillo a 1 y 3 m de profundidad.
Distribución. – Previamente se han conocido en Madeira y en el Atlántico occidental desde
Bermudas y el golfo nororiental de México hacia el norte de América del Sur, incluso en
las Piedras de St. de Paul; en la Ascensión; a una profundidad de 55 metros (Manning y
Chace, 1990).
Figura 33. Lysmata grabhami. a) Vista lateral. b) Vista lateral de la escama antenal. c) Vista lateral del tercer pereiópodo. d) Vista lateral del caparazón. Escala igual a 0,25 cm.
a. b.
c. d.
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
78
Lysmata rathbunae Chace, 1970
Figura 34
Descripción. – Escama antenal sobrepasa claramente al pedúnculo antenular; diente
antenal distinguible en el ángulo ventral de la orbita; rostro llegando al extremo distal del
pedúnculo antenular (Chace, 1972).
Comentarios. – Se encuentra entre 37 a 119 m profundidad (Chace, 1972). Se colectó un
individuo en el Golfo de Morrosquillo a 1 m de profundidad.
Distribución. – Este de la Florida hasta la Península de Yucatán (Chace, 1972).
a. b.
d. c.
Figura 34. Lysmata rathbunae. a) Vista lateral. b) Vista lateral del rostro. c) Vista dorsal del rostro. d) Telson. Escala igual a 0,25 cm.
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
79
Lysmata wurdemanni Gibbes, 1850
Figura 35
Descripción. –Escama antenal sobrepasando el pedúnculo antenular; diente antenal
distinguible en el ángulo ventral de la orbita; el rostro llega hasta el segundo segmento del
pedúnculo antenular (Chace, 1972).
Comentarios. – Se encuentran en sustrato arenoso o en litoral rocoso, hasta 30 m de
profundidad (Chace, 1972). Se capturaron 14 ejemplares, en la punta norte del Golfo de
Morrosquillo y Punta Betín a 1, 3 y 4 m de profundidad.
Distribución. – Oeste de la Florida, Virginia (USA) hasta Brasil (Chace, 1972).
a. b.
c. d.
Figura 35. Lysmata wurdemanni. a) Vista lateral. b) Vista lateral del segundo pereiópodo. c) Vista dorsal del rostro. d) Vista lateral del caparazón. Escala igual a 0,25 cm.
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
80
Calcinus tibicen Herbst, 1791
Figura 36
Descripción. – Quelípedos desiguales, el izquierdo más grande. El segundo pereiópodo
izquierdo con una cavidad longitudinal en la superficie dorsal del própodo (Sánchez y
Campos, 1978).
Comentarios. – Es muy abundante en el litoral rocoso. Se distribuye desde la zona
intermareal hasta los primeros 2 m de profundidad de la zona supralitoral. Esta especie se
ubica normalmente, sobre sustrato duro que presenta posibilidades de sujeción (Sánchez y
Campos, 1978). Se colectó un individuo en el Golfo de Morrosquillo a 1 m de profundidad.
Distribución. – Se ha encontrado en las Bermudas; la Florida; Centro América; las
Antillas; Indias Occidentales; Colombia; Venezuela y Brasil (Sánchez y Campos, 1978).
Figura 36. Calcinus tibicen. a) Vista dorsal de la quela mayor. b) Vista ventral de la quela mayor. c) Vista ventral. Escala igual a 0,1 cm.
a. b.
c.
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
81
Clibanarius cubensis Saussure, 1858
Figura 37
Descripción. – Escudo más largo que ancho, proyecciones laterales pequeñas, menores que
el rostro triangular. El pedúnculo antenular de igual longitud que el pedúnculo ocular.
Quelípedos iguales, se abren horizontalmente, la superficie de las quelas presenta
numerosas espinas y cerdas. El dedo fijo y el móvil, terminando en forma de cuchara
(Sánchez y Campos, 1978).
Comentarios. – Habitan la zona intermareal, normalmente sobre rocas, raíces de mangle,
troncos, etc. (Sánchez y Campos, 1978). Se capturaron once ejemplares en la punta norte
del Golfo de Morrosquillo entre 1 y 3 m de profundidad.
Distribución. – La Florida; Centro América; Indias Occidentales; Colombia hasta Brasil
(Sánchez y Campos, 1978).
a. b.
c. d. e.
Figura 37. Clibanarius cubensis. a) Vista dorsal. b) Vista ventral. c), d) y e) Vista dorsal. Escala igual a 0, 25 cm.
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
82
Clibanarius tricolor Gibbes, 1850
Figura 38
Descripción. – Dáctilo de los pereiópodos caminadores más cortos que el própodo, escudo
ligeramente más largo que ancho, con varios mechones de pelos lateralmente. Rostro de
forma triangular, sobrepasa en longitud las proyecciones laterales; quelípedos iguales
(Sánchez y Campos, 1978).
Comentarios. – Habita en aguas someras hasta 1 m de profundidad, en la zona intermareal,
normalmente se encuentra sobre fondos rocosos, presentando altas densidades de población
(Sánchez y Campos, 1978). Se colectó un individuo a 1 m de profundidad en la punta norte
del Golfo de Morrosquillo.
Distribución. – Sur de la Florida; Bermudas; las Antillas, Colombia y Brasil (Sánchez y
Campos, 1978).
a. b.
Figura 38. Clibanarius tricolor. a) Vista dorsal. b) Vista ventral. Escala igual a 0, 25 cm.
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
83
Pagurus brevidactylus Stimpson, 1862
Figura 39
Descripción. – Escudo más largo que ancho y notoriamente estrecho hacia su porción
posterior. Proyecciones laterales bien definidas, con una espina terminal sobrepasando el
rostro que es insipiente. Quelípedo derecho normalmente más grande que el izquierdo; la
quela mayor termina en punta mientras que la menor tiene forma de cuchara (Sánchez y
Campos, 1978).
Comentarios. – Se encuentra en profundidades de 5 – 100 m (Lemaitre, 1981). Se
capturaron tres ejemplares entre 1 y 3 m de profundidad en Punta Betín.
Distribución. – Bermudas; Florida; Bahamas; costa norte de Suramérica e islas del Caribe
hasta Brasil (Sánchez y Campos, 1978).
Figura 39. Pagurus brevidactylus. a) Vista dorsal del individuo dentro de su concha. b) Vista lateral. c) Vista dorsal del rostro y quelas. d) Vista ventral. Escala igual a 0, 25 cm.
a. b.
d. c.
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
84
Epialtus brasiliensis Dana, 1852
Figura 40
Descripción. – Caparazón hexagonal y liso, rostro prolongado no bifurcado, redondo. Sin
órbitas, el ojo está protegido por un reborde del caparazón. Los quelípedos no superan a los
pereiópodos en tamaño, son abultados y más grandes en los machos adultos. Los
pereiópodos decrecen en tamaño del primer al cuarto par; con el própodo modificado
formando una pinza con el dáctilo, terminan en uña aguda (Vélez, 1977).
Comentarios. – Habita principalmente entre algas de los géneros Sargassum, Padina y
Laurencia y en el nivel intermareal. Coloración similar a la del alga donde se ubica (Vélez,
1977). Se colectaron dos individuos a 3 m de profundidad en la punta norte del Golfo de
Morrosquillo.
Distribución. – Río de Janeiro, Brasil (Rathbun, 1925).
Figura 40. Epialtus brasiliensis. a) Vista dorsal. b) Vista dorsal del rostro. c) y d) Vista ventral. Escala igual a 0, 25 cm.
a.
c. d.
b.
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
85
Epialtus kingsleyi Rathbun, 1923
Figura 41
Descripción. – Caparazón más ancho que largo; rostro fuerte, alto, ancho en la mitad y
termina en una punta truncada delgada, de forma triangular; quelípedos grandes,
triangulados y alargadas con respecto al tamaño del animal (Rathbun, 1925).
Comentarios. – Se capturó un ejemplar a 1 m de profundidad en Punta Betín.
Distribución. – Florida (Rathbun, 1925).
a. b.
c. d.
Figura 41. Epialtus kingsleyi. a) y c) Vista dorsal. b) y c) Vista ventral. Escala igual a 0, 25 cm.
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
86
Podochela gracilipes Stimpson, 1871
Figura 42
Descripción. – Caparazón con protuberancias pronunciadas y redondeadas en la región
cardiaca y dos mucho más pequeñas en la región gástrica; dos tubérculos pterigostomiales;
rostro largo y espiniforme (Williams, 1984).
Comentarios. – Habita sobre fondos blandos o sobre algas calcáreas (Williams, 1984). Se
colectaron cuatro individuos a 1 m de profundidad en la punta norte del Golfo de
Morrosquillo.
Distribución. – Oeste de Tortugas; a lo largo del golfo de México y en el Mar Caribe hasta
Santa Catarina, Brasil (Williams, 1984).
Figura 42. Podochela gracilipes. a) y c) Vista dorsal. b) y c) Vista ventral. Escala igual a 0, 25 cm.
a. b.
c. d.
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
87
Podochela grossipes Stimpson, 1860
Figura 43
Descripción. – Cuerpo en forma triangular, rostro con una prolongación triangular. No
presenta órbita ocular. Quelípedos con dedos curvos y dentados. Pereiópodos decrecientes
en tamaño, el própodo varía en forma y tamaño en el segundo, tercero y cuarto par, donde
son curvos y cortos formando prácticamente una pinza con el dáctilo (Vélez, 1977).
Comentarios. – Habita sobre algas como Sargassum sp., en el nivel intermareal (Vélez,
1977). Se capturaron dos ejemplares a 1 m de profundidad en la punta norte del Golfo de
Morrosquillo.
Distribución. – St. Thomas; Martinica a profundidades de 10 a 12 brazas; y Santa Lucia
(Rathbun, 1925).
Figura 43. Podochela grossipes. a) Vista dorsal. b) Vista ventral. c) Vista dorsal del rostro. d) Vista dorsal de las quelas. Escala igual a 0, 25 cm.
a. b.
c. d.
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
88
Inachoides laevis Rathbun, 1925
Figura 44
Descripción. – El caparazón y los apéndices están cubiertos con vellosidades; rostro
triangular y estrechándose distalmente; espina o diente postorbital diminuto; quelípedos
largos y fuertes en comparación con el cuerpo; mero subcilíndrico; márgenes convexos; el
segundo, tercero y cuarto par de pereiópodos caminadores, son casi de la misma longitud y la
primera aunque no es mucho más larga es delgada (Rathbun, 1925).
Comentarios. – Se encuentra en aguas poco profundas a 20 m (Rathbun, 1925). Se
colectaron cuatro individuos a 1, 3 y 4 m de profundidad en la punta norte del Golfo de
Morrosquillo.
Distribución. – Oeste de la Florida; Brasil; desde Bahía Magdalena, México hasta Panamá
(Rathbun, 1925).
Figura 44. Inachoides laevis. a) y b) Vista dorsal. c) Vista ventral. Escala igual a 0, 25 cm.
a. b.
c.
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
89
Microphrys aculeatus Bell, 1835
Figura 45
Descripción. – Caparazón más corto que ancho y velludo en la región gástrica. Con cuatro
espinas en cada región branquial; el borde antero lateral es mucho más elevado, caparazón
con filas de pelos similares a lo largo de los bordes y en la región gástrica hasta el extremo
de los cuernos rostrales. Los pereiópodos caminadores tienen tres dientes triangulares
anteriormente. El primer par de pereiópodos caminadores tienen una espina larga en el
carpo y otra cerca de la parte distal del mero y el segundo par sólo tienen una espina en el
carpo (Rathbun, 1925).
Comentarios. – Se capturaron tres ejemplares a 1 m de profundidad en la punta norte del
Golfo de Morrosquillo.
Distribución. – Islas Galápagos, Ecuador y Perú (Rathbun, 1925).
a. b.
Figura 45. Microphrys aculeatus. a) Vista dorsal. b) Vista ventral. Escala igual a 0, 25 cm.
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
90
Microphrys bicornutus Latreille, 1825
Figura 46
Descripción. – Caparazón ovalado, piriforme, abultado y rugoso dorsalmente, con
manojos de pelos curvos; parte posterior redondeada, sin salientes; rostro prolongado en
dos cachos largos divergentes. Órbitas formadas por varias placas cortas; línea marginal
casi lisa, con una espina lateralmente en la parte posterior. Quelípedos más grandes que
el primer par de pereiópodos en los machos adultos, pereiópodos decrecientes en
tamaño, presentan manojos de pelos curvos (Williams, 1984).
Comentarios. – Se encuentran en diferentes biótopos someros, principalmente sobre
sustratos sumergidos y en playas arenosas cuando hay partes endurecidas. La especie es
común en los arrecifes de coral. A menudo se enmascara con esponjas, anémonas,
hydrozoarios, algas, balanos, etc. En aguas poco profundas a 30 m. Son lentos y no son
agresivos (Williams, 1984). Se colectaron 12 individuos entre 1 y 3 m de profundidad en
la punta norte del Golfo de Morrosquillo.
Distribución. – Nueva Holanda, cerca de Beaufort, N. C.; a través del Golfo de México
hasta Florianópolis; Santa Catarina, Brasil; y Bermudas (Williams, 1984).
Figura 46. Microphrys bicornutus. a) Vista dorsal. b) Vista ventral. Escala igual a 0, 25 cm.
a. b.
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
91
Microphrys interruptus Rathbun, 1920
Figura 47
Descripción. – Dos dientes o espinas en el segmento basal de la antena; pereiópodos
caminadores desarmados; rostro terminado en cuernos aplanados y puntiagudos; espina del
segmento basal de la antena muy corto, ancho, aplanado, curvo y proyectado oblicuamente
(Rathbun, 1930).
Comentarios. – Se capturaron cuatro ejemplares a 1 m de profundidad en Punta Betín.
Distribución. – Cuba; Antigua; y Barbados (Rathbun, 1930).
Figura 47. Microphrys interruptus. a) Vista dorsal. b) Vista ventral. c) Vista dorsal del rostro. d) Vista lateral de los pereiópodos caminadores. Escala igual a 0, 25 cm.
a. b.
c. d..
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
92
Microphrys sp.
Figura 48
Descripción. – Presenta una espina orbital intercalada (entre la espina supraorbital y la
postorbital); órbita no tubular, se proyecta lateralmente un poco más allá del contorno
general de caparazón. Caparazón amplio y piriforme, más largo que ancho; rostro grande,
normalmente con dos cuernos divergentes fuertes (Williams, 1984).
Comentario. – Se colectó un ejemplar en la punta norte del Golfo de Morrosquillo a 4 m
de profundidad.
Figura 48. Microphrys sp. a) Vista dorsal. b) Vista ventral. Escala igual a 0,25 cm.
a. b.
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
93
Mithraculus cinctimanus Stimpson, 1860
Figura 49
Descripción. – El caparazón más largo que ancho, convexo, con cuatro espinas antero
laterales, la primera y tercera son más grandes que la segunda; rostro corto, puntiagudo y
bífido, dividido por una muesca en forma de V. Los quelípedos del macho son más
robustos y más grandes que el primer par de pereiópodos caminadores; la palma es lisa y
comprimida (Rathbun, 1930).
Comentarios. – Se colectaron tres individuos entre 1 y 3 m de profundidad en la punta
norte del Golfo de Morrosquillo.
Distribución. – Bahamas y Cayos de la Florida hasta el oeste de la India y Curaçao
(Rathbun, 1930).
Figura 49. Mithraculus cinctimanus. a) Vista dorsal. b) Vista ventral. c) Vista dorsal del rostro. d) Vista ventral. Escala igual a 0, 25 cm.
a. b.
c. d.
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
94
Mithraculus coryphe Herbst, 1801
Figura 50
Descripción. – Caparazón romboide; las regiones del caparazón están poco marcadas, la
superficie dorsal tiene rugosidades y depresiones; el rostro es corto; los quelípedos superan
el tamaño de los pereiópodos en los machos adultos, ensanchados en la base del dáctilo.
Pereiópodos decrecientes en tamaño, cubiertos de pelos gruesos y terminados en uñas
afiladas y curvas (Vélez, 1977).
Comentarios. – Característicos de las praderas de Thalassia sp., se localizan entre cuevas
de los cantos de rocas y coral muerto que se encuentran sobre el fondo de las praderas. Son
relativamente rápidos en el desplazamiento. Se encuentran hasta 50 cm de profundidad
(Vélez, 1977). Se capturaron seis ejemplares a 1 m de profundidad en la punta norte del
Golfo de Morrosquillo.
Distribución. – Las especies han sido reportadas según la literatura desde las siguientes
localidades: Florida, USA; Bahamas; Oeste de Cuba; Jamaica; Puerto Rico; St. Thomas;
Panamá; Curaçao; Brasil; Colombia; Venezuela (Wagner, 1990).
Figura 50. Mithraculus coryphe. a) y d) Vista dorsal. b) y c) Vista ventral. e) Vista fronto-orbital. f) Quelas. Escala igual a 0, 25 cm.
a. b. c.
d. e. f.
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
95
Mithraculus forceps A. Milne Edwards 1875
Figura 51
Descripción. – Caparazón redondo; línea marginal del caparazón con cuatro salientes,
agudas; superficie del caparazón con las regiones poco marcadas, sin rugosidades ni pelos;
rostro muy corto; los pereiópodos decrecen en tamaño hacia el cuarto par y tienen pelos
delgados y poco densos (Wagner, 1990).
Comentarios. – No se camuflan; los individuos de la especie habitan sobre sustrato rocoso
y en las hendiduras de los arrecifes, bajo piedras y coral muerto; en fondos de Thalassia
sp.; en los primeros 50 cm de profundidad (Vélez, 1977). Se colectaron 87 individuos entre
1 y 3 m de profundidad en la punta norte del Golfo de Morrosquillo y en Punta Betín.
Distribución. – Esta especie ha sido reportada, previamente en los siguientes lugares:
Carolina del Norte, Carolina del Sur; Florida, Bahamas; Puerto Rico; Barbados; Araba;
Curaçao; Venezuela; Trinidad; Brasil (Wagner, 1990).
Figura 51. Mithraculus forceps. a) Vista dorsal. b) Vista ventral. c) Vista ventral de las quelas. d) Vista lateral de las quelas. Escala igual a 0, 25 cm.
a. b.
c. d.
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
96
Mithrax hemphilli Rathbun, 1892
Figura 52
Descripción. – Caparazón más largo que ancho; el rostro es bifurcado, corto y puntiagudo.
La órbita está armada con una espina ventral y tres anteriormente. El caparazón tiene cuatro
espinas antero laterales, que aumentan posteriormente de tamaño (Rathbun, 1930).
Comentarios. – Se capturaron dos individuos entre 1 y 4 m de profundidad en la punta
norte del Golfo de Morrosquillo.
Distribución. – En la literatura la especie se ha reportado para la Florida, EE.UU.; Puerto
Rico y Brasil (Rathbun, 1930).
Figura 52. Mithrax hemphilli. a) Vista dorsal. b) y d) Vista ventral. c) Vista dorsal del rostro. Escala igual a 0, 25 cm.
a. b.
c. d.
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
97
Mithrax hispidus Herbst, 1790
Figura 53
Descripción. – Caparazón más ancho que largo, liso, redondo principalmente hacia el
margen exterior de la región branquial; con un rostro en forma de cuerno pequeño,
obtuso, separado por una muesca en forma de U. Margen antero lateral con cuatro
dientes espiniformes, el primero es obtuso, puede ser bifurcado en la punta; el
segundo es más largo, afilado, doble, y encorvado hacia delante; el tercero y cuarto
son delgados. Quelípedos grandes, desiguales en los machos, iguales en las hembras
(Rathbun, 1925).
Comentarios. – Se encuentran normalmente en fondos rocosos, arenosos, cascajos,
sobre praderas de Halodule sp., y sobre esponjas en aguas poco profundas (Rathbun,
1925). Se capturó un ejemplar a 1 m de profundidad en la punta norte del Golfo del
Morrosquillo.
Distribución. – En el Golfo del noroeste de México, Bahamas, Florida, Brasil
Bermudas (Rathbun, 1925).
a. b.
Figura 53. Mithrax hispidus. a) Vista dorsal. b) Vista ventral. Escala igual a 0, 25 cm.
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
98
Pelia mutica Gibbes, 1850
Figura 54
Descripción. – Especies pequeñas. Caparazón piriforme, más ancho que largo;
desprovisto de tubérculos, cubierto con pelos. Rostro bien desarrollado, formando a
menudo dos cuernos divergentes con los márgenes exteriores (Williams, 1984).
Quelípedos de los machos robustos y desnudos, en comparación con el primer par de
pereiópodos caminadores, que son más débiles en las hembras y en los machos jóvenes;
el margen superior e interno del mero es dentado; los márgenes superiores y más bajos
de la quela están ligeramente arqueados (Williams, 1984).
Comentarios. – Esta especie se ha encontrado sobre cascajos, entre hydroides, y
esponjas cerca de muelles, a profundidades de 51 m; ambientes de cantos rodados
1 – 2 m de profundidad. Completamente cubiertos con esponjas de diferentes especies,
en combinaciones llamativas y las quelas nunca se encuentran cubiertas (Williams,
1984). Se colectaron cuatro individuos a 1 m de profundidad en la punta norte del Golfo de
Morrosquillo.
Distribución. – Cuba, Puerto Rico, y St. Thomas, Indias Orientales (Williams, 1984).
Figura 54. Pelia mutica. a) Vista dorsal. b) Vista ventral. Escala igual a 0, 25 cm.
a. b.
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
99
Cronius tumidulus Stimpson, 1871
Figura 55
Descripción. – Frente ligeramente prominente y con cuatro dientes anchos y redondos,
el par central es más angosto y un poco más avanzado. El mero de las pereiópodos
nadadores largo y con hileras de espínulas en el margen posterodistal (Rodríguez,
1982).
Comentarios. – Esta especie frecuenta fondos de Thalassia sp., fondos areno-fangosos
y se esconde debajo de las piedras (Rodríguez, 1982). Se capturó un ejemplar a 4 m de
profundidad en la punta norte del Golfo de Morrosquillo.
Distribución. – Bermudas; Bahamas; cabos de la Florida y Dry Tortugas; costa oeste
de Florida; Cuba; Jamaica; Puerto Rico; Islas Vírgenes; Antillas Holandesas, isla de
Providencia (Caribe colombiano); se reportó por primera vez para Santa Marta en la
bahía Concha y ensenada de Nenguange (Caribe colombiano); Ceará a Bahía (Brasil)
(Rodríguez, 1982).
Figura 55. Cronius tumidulus. a) y b) Vista dorsal. c) Vista ventral. d) Úropodo derecho. Escala igual a 0, 25 cm.
a. b.
c. d.
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
100
Menippe nodifrons Stimpson, 1859
Figura 56
Descripción. – Regiones antero laterales granuladas; dientes laterales prominentes. El color
negro de los dedos no se continúa en la palma. El margen frontal presentan dos lóbulos
prominentes, submedianos, bien separados, arqueados, sobre cada uno hay dos lóbulos más
pequeños que forman una línea oblicua; los lóbulos pequeños internos a veces pueden
desaparecer en los adultos. Borde antero lateral dividido en cuatro lóbulos prominentes, los
dos primeros ampliamente redondeados, el último diente es obtuso fuertemente proyectado
(Rathbun, 1930).
Comentarios. – Se colectaron 160 individuos entre 1 y 4 m de profundidad en la punta
norte del Golfo de Morrosquillo.
Distribución. – Florida y Golfo de México hacia el estado de Santa Catarina, Brasil; África
(Rathbun, 1930).
Figura 56. Mennipe nodifrons. a), b) y c) Vista dorsal. d) Vista fronto - orbital. Escala igual a 0, 25 cm.
a. b.
c. d.
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
101
Panopeus herbstii Milne Edwards, 1934
Figura 57
Descripción. – Caparazón más ancho que largo; las regiones están claramente delimitadas;
con granulaciones esparcidas. Borde antero lateral con cinco dientes, el primero y segundo
están separados por una sutura somera redondeada; segundo diente más ancho que agudo y
menos prominente que el primero; tercer y cuarto diente antero lateral curvado
anteriormente; quinto mucho más pequeño que el cuarto, agudo y curvado hacia adelante o
espinoso anteriormente. Quelípedos superficialmente lisos, pero finamente granulados
sobre la superficie del carpo (Williams, 1984).
Comentarios. – Se capturaron 38 individuos a 1 m de profundidad en Punta Betín.
Distribución. – Esta especie se distribuye desde Massachussets, la Florida, la costa norte
de Suramérica, hasta Uruguay (Williams, 1984).
Figura 57. Panopeus herbstii. a) Vista dorsal. b) Vista frontal. c) Quela izquierda. d) Quela derecha. Escala igual a 0, 25 cm.
a. b.
d.c.
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
102
Panopeus occidentalis Saussere, 1857
Figura 58
Descripción. – El caparazón es más ancho que largo; con la superficie generalmente
granulada; el borde antero lateral presenta cinco dientes, el primero y segundo están
fusionados casi completamente, el tercero y cuarto son prominentes y las puntas se curvan,
el quinto es pequeño, agudo y dirigido hacia fuera; a partir del quinto diente se forma un
reborde hacia el interior. Los quelípedos son fuertes, la superficie está granulada finamente;
el dedo móvil del quelípedo mayor es curvo y presenta en la base un diente fuerte
(Rathbun, 1930).
Comentarios. – Esta especie se encuentra entre rocas, raíces de manglar, esponjas, ascidias
y algas marinas, alcanzando profundidades hasta de 18.2 m (Rathbun, 1930). Se colectó un
individuo a 1 m de profundidad en Punta Betín.
Distribución. – Desde Carolina del norte hasta el estado de Santa Catarina, Brasil;
Bermudas (Rathbun, 1930).
Figura 58. Panopeus occidentalis. a) Vista dorsal. b) Vista ventral. c) Vista frontal. d) Quela mayor Escala igual a 0, 25 cm.
a b
dc
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
103
Pilumnus dasypodus Kingsley, 1879
Figura 59
Descripción. – Superficie dorsal del caparazón densamente cubierta de pelos en la mitad
anterior y esporádicamente con cerdas, debajo de los pelos con gránulos que forman la base
de los manojos de los pelos y en la parte anterior por gránulos agudos. Lóbulos frontales
con márgenes ligeramente arqueados y márgenes oblicuos, cubiertos por espinas cortas o
gránulos agudos y separados por una sutura en V y del lóbulo orbital interno por una sutura
en U. Quelípedos desiguales, espinosos y granulosos excepto la superficie externa de las
manos, que es lisa y desnuda en ambos sexos (Rathbun, 1930).
Comentarios. – Se capturaron cuatro ejemplares a 1 m de profundidad en la punta norte del
Golfo de Morrosquillo.
Distribución. – Esta especie se distribuye desde Carolina del Norte, el Golfo de México, la
costa norte de Suramérica, hasta Brasil (Rathbun, 1930).
Figura 59. Pilumnus dasypodus. a) y d) Vista dorsal. b) Vista ventral. c) Vista frontal. Escala igual a 0, 25 cm.
a.b.
d.c.
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
104
Pilumnus gemmatus Stimpson, 1960
Figura 60
Descripción. – Caparazón, própodo de los quelípedos y el borde dorsal de los apéndices
caminadores cubiertos de pelos cortos afelpados. Frente dividida en dos por una sutura en
forma de V; Lóbulos con el borde granulado, con tubérculos, detrás de cada uno de los
lóbulos y con una hilera de cerdas largas. Borde antero lateral formado por cuatro lóbulos
en forma de dientes y terminando en un tubérculo agudo. (Rathbun, 1930).
Comentarios. – Esta especie fue registrada por Lemaitre (1981) para la región de
Cartagena. Se colectó un individuo a 1 m de profundidad en la punta norte del Golfo de
Morrosquillo.
Distribución. – Ha sido registrada desde las Bahamas, hasta la costa norte de Suramérica
(Rathbun, 1930).
Figura 60. Pilumnus gemmatus. a) y b) Vista dorsal. c) Vista frontal. d) Vista ventral. Escala igual a 0, 25 cm.
a b
dc
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
105
Pilumnus townsendi Rathbun, 1876
Figura 61
Descripción. – Con cuatro espinas antero laterales, igualmente separadas. Una delgada y
bien marcada, la subhepática debajo del intervalo formado entre la primera y segunda
espina lateral. Menos de la mitad de la superficie exterior de la palma mayor lisa en
ambos sexos (Rathbun, 1930).
Comentarios. – Se capturó un ejemplar a 1 m de profundidad en la punta norte del Golfo
de Morrosquillo.
Distribución. – Se encuentran en la costa Oriental de México, de la playa Magdalena a
Manzanillo, Golfo de California y en las Islas de Galápagos (Rathbun, 1930).
Figura 61. Pilumnus townsendi. a) Vista dorsal. b) y d) Vista ventral. c) Vista frontal. Escala igual a 0, 25 cm.
a. b.
d.c.
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
106
Pilumnus sp.
Figura 62
Descripción. – Caparazón y pereiópodos generalmente cubiertos con pelos. Caparazón
transversalmente ovalado o subquadrado, declinado anteriormente, aplanado
posteriormente; ligeramente demarcado y areolado; en los bordes antero laterales presenta
dientes cortos a menudo espiniformes; con dos lóbulos cortos en el frente; antenulas
plegadas transversalmente; quelípedos robustos y puntiagudos. Los pereiópodos
normalmente robustos y de longitud moderada (Rathbun, 1930).
Comentario. – Se capturaron dos ejemplares en la punta norte del Golfo de Morrosquillo a
1 m de profundidad.
Distribución. – Se ha encontrado en las costas americanas de Carolina del Norte a
Argentina y de San Pedro, California, a Perú. También habita otros mares templados y
tropicales (Rathbun, 1930).
Figura 62. Pilumnus sp. a) Vista dorsal. b) Vista frontal. c) Vista ventral. Escala igual a 0,25 cm.
a. b.
c.
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
107
Micropanope nuttingi Rathbun, 1898
Figura 63
Descripción. – Caparazón subovalado, convexo anteroposteriormente; parte anterior
rugosa, con gránulos en forma de escama; frente dividida en dos lóbulos convexos, por una
sutura en V; borde de los dientes antero laterales granulados; el primero fusionado con el
segundo y los tres restantes terminan en puntas agudas. Quelípedos gruesos y diferentes en
tamaño; en la parte proximal del dedo móvil con un diente grande (Rathbun, 1930).
Comentarios. – Esta especie fue registrada por primera vez para el Caribe colombiano por
Lemaitre (1981), de material colectado en la región de Cartagena, sobre acumulación de
algas calcáreas. Se colectaron dos individuos a 1 y 3 m de profundidad en la punta norte del
Golfo de Morrosquillo.
Distribución. – Esta especie se distribuye desde el Cabo Hateras en Carolina del Norte,
hasta el Golfo de México, las Antillas, la costa norte de Suramérica hasta Brasil (Rathbun,
1930).
Figura 63. Micropanope nuttingi. a) y b) Vista dorsal. c) Vista frontal. d) Quela mayor. Escala igual a 0, 25 cm.
a. b.
c. d.
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
108
Microcassiope granulimanus Stimpson, 1871
Figura 64
Descripción. – Caparazón corto y ancho, desnudo, areolado y granulado en la frente, liso
posteriormente; las granulaciones del caparazón tienden a formar líneas sobre el caparazón;
margen antero lateral diminutamente denticulado y armado, quelípedos robustos (Lemaitre,
1981).
Comentarios. – Esta especie fue separada por Guinot (1971) del género Micropanope y
situada en el nuevo género Microcassiope, junto con las especies del Pacífico M. santusii.
Además, fue registrada por primera vez para el Caribe colombiano por Lemaitre (1981), de
las Islas del Rosario, cerca de Cartagena (Lemaitre, 1981). Se capturaron tres ejemplares a
1 m de profundidad en la punta norte del Golfo de Morrosquillo.
Distribución. – Se distribuye en las Bahamas, a través de las Antillas, hasta la costa norte
de Suramérica (Lemaitre, 1981).
Figura 64. Microcassiope granulimanus. a) y b) Vista dorsal. c) Vista dorsal del borde antero lateral. d) Vista ventral. Escala igual a 0, 25 cm.
a. b.
c. d.
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
109
Xanthodius denticulatus White, 1847
Figura 65
Diagnostico. – Caparazón suboval; quelípedos con la parte superior del carpo y de la mano
rugosa; dedos teminados en punta (Rathbun, 1930).
Comentarios. – Esta especie ha sido registrada previamente para diferentes regiones en el
Caribe colombiano. Lemaitre (1981) la registró para las Islas del Rosario en Cartagena. Se
encuentran entre 0 y 17 m (Rathbun, 1930). Se colectó un individuo a 1 m de profundidad
en Punta Betín.
Distribución. – Se distribuye desde las Bermudas; la Florida, hasta Brasil (Rathbun, 1930),
llegando hasta una profundidad de 69 m, siendo frecuente desde 0 hasta 21 m (Manning y
Holthuis, 1981).
Figura 65. Xanthodius denticulatus. a) y c) Vista dorsal. b) Vista ventral. d) Quela izquierda. Escala igual a 0, 25 cm.
a. b.
c. d.
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
110
Pachygrapsus transversus Gibbes, 1850
Figura 66
Descripción. – Caparazón rectangular anteriormente, deprimido. Los lados son
ligeramente arqueados, en su parte posterior es convergente y armado con un diente
bien marcado detrás del ángulo orbital (Williams, 1984).
Comentarios. – Principalmente en la zona intermareal entre piedras, también en la base
de las raíces de manglar y en las orillas arenosas (Williams, 1984). Se capturaron ocho
ejemplares a 1 y 4 m de profundidad en la punta norte del Golfo de Morrosquillo.
Distribución. – Desde el Guardia del Capotillo, N. C., a Montevideo, Uruguay; las
Bermudas; Mar Mediterráneo a Angola del norte; Pacífico oriental de California a Perú,
Islas Galápagos (Williams, 1984).
Figura 66. Pachygrapsus transversus. a) Vista dorsal. b) Vista dorsal de la quela derecha. c) Vista ventral. d) Larvas. Escala igual a 0, 25 cm.
a. b.
c. d.
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
111
5. DISCUSIÓN DE RESULTADOS
Los sistemas rocosos ofrecen más de una dimensión espacial para ser ocupados por
organismos bentónicos y, por otro lado, resultan más estables que los ambientes arenosos,
debido al tamaño de las rocas que lo componen (Brattström, 1980). Los crustáceos,
especialmente los decápodos, están presentes en gran parte del bentos marino, en muchos
casos son organismos típicos predominantes que caracterizan las comunidades (Boschi,
1979). Abele, 1974 demostró que la mayoría de las especies muestran una relación clara
entre la abundancia y el hábitat particular que ellos habitan. En los sustratos artificiales
rocosos, se evidenció que los crustáceos decápodos utilizan este hábitat, para su desarrollo
y/ó refugio.
De las 52 especies capturadas, en Punta de Betín y en la punta norte del Golfo de
Morrosquillo, 10 alcanzaron el 95,0 % del número total de individuos, lo anterior
comparado con el estudio sistemático realizado en la zona de Santa Marta por Puentes et al.
(1990), quienes colectaron 60 especies de decápodos, alcanzando el 95,0 % de individuos
totales con tan solo 10 especies y compararon su resultado con un estudio realizado al
sureste de los Estados Unidos por Wenner y Wenner (1988), quienes colectaron 60 especies
de decápodos, pero con un mayor número de organismos para cada una, y 15 especies
alcanzaron el 95,0 % del número total de individuos. Con lo anterior, se evidencia la
dominancia de pocas especies presentes en la región de la punta norte del Golfo de
Morrosquillo y Punta Betín, donde la abundancia es compartida por un menor número de
especies, lo cual concuerda con Wenner y Read (1982), que sostienen que la costa sureste
de los Estados Unidos contienen en general pocas especies con un alto número de
individuos.
La mayor variabilidad del índice de diversidad (0,78 – 2,06) en los muestreos, puede ser el
resultado de la combinación de varios factores, tales como ciclos reproductivos, patrones de
conducta de las diferentes especies y cercanía de otros ecosistemas (Reyes y Campos,
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
112
1992). Como se pudo observar en los muestreos realizados, los ecosistemas circundantes de
las zonas son diferentes, en Punta Betín hay fondos blandos y formaciones arrecífales, y en
la punta norte del Golfo de Morrosquillo hay bosque de manglar y praderas de fanerógamas
marinas, hábitats de alta productividad, capaz de brindar refugio para especies animales y
de contribuir con la fijación de epifitos, para los cuales es una fuente directa e indirecta de
alimento, por lo que se atribuye el que se halla encontrado una mayor diversidad para esta
última zona, independiente al número de canastas colectadas por zona.
Para la punta norte del Golfo de Morrosquillo, los camarones de la familia Alpheidae e
Hippolytidae, fueron los más abundantes en cuanto al número de individuos,
adicionalmente esta última fue la única familia más abundante en Punta Betín. Lo anterior,
corresponde a que en los alrededores de la punta norte del Golfo de Morrosquillo hay
praderas de pastos marinos. Jones y Endean (1976), reportan especies de vida libre del
género Alpheus (Alpheidae) y una variedad de especies de la familia Hippolytidae, como
las especies más abundantes entre las raíces de fanerógamas marinas. Las praderas
proporcionan numerosos hábitats, refugio y alimento, ofreciendo un amplio espectro de
posibilidades para ser colonizadas por gran número de invertebrados, especialmente
decápodos (Puentes y Campos, 1992).
Asimismo, Kim y Abele (1988), establecieron que los camarones del género Alpheus hacen
parte de un taxón muy diverso, que contiene más de 250 especies a nivel mundial. Se
encuentran especies en cuatro hábitats mayores: (1) viven sobre corales muertos; éste es el
ambiente que contiene el mayor número de especies; (2) en los pozos de marea o en la
arena; (3) en las madrigueras de arena y sustratos de barro o de vez en cuando bajo las
piedras; y (4) como simbiontes con algunos invertebrados, sobre anémonas, equinodermos,
anélidos y peces.
Los representantes de la sección Paguridea, presentan el menor número de individuos
colectados, ya que utilizan conchas vacías para proteger su abdomen, las cuales poseen una
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
113
gran importancia porque su baja disponibilidad, como sucede en los sustratos estudiados,
puede llegar a limitar el crecimiento y la reproducción de los ermitaños (Merchan, 2003).
Clibanarius tricolor, es el cangrejo ermitaño más abundante a lo largo de las orillas de las
Bermudas, se encuentra en los lugares, en los que las conchas de caracol pequeñas, estén
disponibles. Prefiere los sustratos rocosos protegidos, aunque también puede encontrarse en
profundidades en fondo duro pero algo arenoso (Provenzano, 1960). De la misma forma, se
colectó un individuo perteneciente a esta especie en la punta norte del Golfo de
Morrosquillo a 4 m de profundidad.
Asimismo, se colectaron cuatro individuos de Podochela gracilipes, a 1 m de profundidad
en la punta norte del Golfo de Morrosquillo durante el mes de junio “Veranillo de San
Juan”. Caso contrario a lo reportado por Wenner y Read (1982), quienes colectaron esta
especie con una mayor abundancia para la época de invierno en aguas frías.
Para la mayor parte de las especies de cangrejos de la familia Xanthidae existe una
preferencia por hábitat que les ofrezca refugio o medio de protección contra depredadores.
Los ambientes preferidos son los coralinos y los rocosos, aunque son frecuentes en
Thalassia testudinum y en las raíces de Rhizophora mangle (Campos et al., 2004).
Los cangrejos del género Micropanope son frecuentes en áreas de acumulación de restos
calcáreos (Williams, 1984), presentan una distribución limitada a posibles barreras
zoogeográficas en la franja somera, mientras que en aguas profundas las barreras son
menos importantes, como limitaciones de distribución de grupos de los crustáceos.
Micropanope nuttingi, es una especie que presenta un rango de distribución amplio, ha sido
registrada desde el intermareal hasta cerca de los 200 m (Campos et al., 2004). Esta especie
fue colectada en la punta norte del Golfo de Morrosquillo a 1 y 3 m profundidad.
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
114
Pachygrapsus transversus, se encuentra en diferentes hábitats, puede situarse debajo y
sobre las piedras e incluso en las pozas intermareales y habitar en las hendiduras. Se
alimenta de las algas adheridas a las piedras (Abele, 1974). Martínez-Guzmán y
Hernández-Aguilera (1993), catalogan a P. transversus como una especie cosmopolita
tropical. Esta especie se colectó en el primer muestreo de la punta norte del Golfo de
morrosquillo a 1 y 4 m de profundidad.
En regiones tropicales dónde se encuentran los arrecifes de coral, los camarones desovan a
lo largo del año aparentemente, aunque no hay ningúna información precisa en este aspecto
de sus vidas (Jones y Endean, 1976). La ausencia de cualquier clara definición de la época
de desove, se evidencia en los muestreos realizados, en los que en la gran mayoría de
hembras adultas colectadas en las dos zonas de muestreos presentaron huevos. Sin
embargo, Puentes y Campos (1992), colectaron hembras ovadas de las especies
A. floridanus, A. formosus y S. fritzmuelleri, durante los muestreos realizados en
noviembre, septiembre y mayo (en algunos casos durante enero, marzo y julio) en las
praderas de Thalassia testudinum de la zona de Santa Marta. Es probable que en la punta
norte del Golfo de Morrosquillo, usen las praderas aledañas como refugio durante sus
períodos reproductivos.
La mayoría de las especies de camarones se escapan, como resultado de la existencia de su
coloración criptófaga, o transparente, como es el caso de S. hispidus que se caracteriza por
su coloración blanca, roja y azul brillante; o porque se ocultan en la estructura compleja de
los arrecifes, a menudo presentan asociaciones íntimas con otros animales (Jones y Endean,
1976).
En la punta norte del Golfo de Morrosquillo, se colectaron individuos de los géneros
Clibanarius y Calcinus, los cuales según Campos (1978), habitan zonas intermareales,
donde están sometidos a condiciones extremas de temperatura y cambios de salinidad,
además, pueden observarse agregaciones de las especies del género Clibanarius, pero
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
115
solamente entre sí. En este estudio, no se observó dicha agregación, ya que en ninguna
canasta se colectó más de dos individuos pertenecientes a este género.
Sánchez y Campos (1978), reportan por primera vez a C. tibicen en las regiones de Santa
Marta y Cartagena, como muy abundante en el litoral rocoso. Se distribuye desde la zona
intermareal hasta los dos primeros metros de profundidad de la zona supralitoral. Esta
especie normalmente se ubica sobre sustrato duro que presenta posibilidades de sujeción
para sus dáctilos. En la punta norte del Golfo de Morrosquillo C. tibicen, fue colectado a
1 m de profundidad y en un área protegida del oleaje.
P. pedersoni es ocasionalmente encontrado en pequeñas agregaciones de cinco o seis
individuos, son territorialistas y tropicales. Ellos son omnívoros pero parecen ser
dependientes de su huésped para la comida (Limbaugh et al., 1961).
Además, para cada una de las comunidades algales Campos (1995), identificó algunas
especies características de la región de Santa Marta, L. wurdemanni en Halimeda sp. y
Epialtus brasiliensis en Sargassum sp., dos de las especies más abundantes de las 58
colectadas. En el presente estudio L. wurdemanni fue una de las especies características
para Punta Betín en cambio Epialtus brasiliensis fue una de las especies exclusivas para la
punta norte del Golfo de Morrosquillo.
Provenzano (1968), expresa que la parte tropical del Atlántico occidental contiene una
fauna relativamente rica en paguridos. Las dos mayores familias (Paguridae y Diogenidae)
están representadas por cerca de 100 especies, de las cuales el 10,0 % no están descritas.
Campos (1978), reportó que los individuos del género Pagurus, forman agregaciones
mixtas que podían estar formadas de 10 a cientos de individuos, sin embargo en la canasta
4 del cuarto muestreo se colectaron dos individuos de la especie Pagurus brevidactylus a 1
m de profundidad, y en la canasta 5 del mismo muestreo, se colectó un solo individuo
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
116
perteneciente a esta especie, de acuerdo a lo anterior no se evidencio una interacción o
agregación mixta.
Brattström (1980), colectó entre las fisuras formadas por los corales del sector de Punta
Betín, numerosos individuos móviles y los más abundantes fueron, P. brevidactylus,
Xanthodius denticulatus, Calcinus tibicen y M. bicornutus especialmente especies muy
pequeñas, al menos entre las algas Colpomenia sp. y Padina sp. Para esta zona se colectó P.
brevidactylus y X. denticulatus. En la punta norte del Golfo de Morrosquillo, C. tibicen y
M. bicornutus.
En un medio tropical sometido a fluctuaciones relativamente fuertes, especialmente de la
temperatura, la cual baja por efecto de la surgencia, se presentan algunos efectos
ecológicos, tales como la disminución en la abundancia o desaparición total de especies
típicamente tropicales (Márquez, 1982); como consecuencia de esto, se presenta una
disminución de la diversidad biótica como sucede con la mayoría de las especies
encontradas en Punta Betín y una dominancia por parte de Panopeus herbstii y Mithraculus
forceps, especies tolerantes a fuertes cambios de temperatura (Wenner y Read, 1982).
Para P. herbstii y M. forceps, se determinó la mayor abundancia en el sector de Punta
Betín, durante el mes de enero de 2004, época seca, caracterizada por presentar fuertes
vientos y aguas de surgencia, lo anterior coincide con el estudio de Wenner y Read (1982),
quienes colectaron representantes de estos, en aguas de surgencia al sur de los Estados
Unidos. Puentes et al. (1990), afirman que el fenómeno de surgencia influye sobre la
distribución y la abundancia relativa de algunas especies, por ende en la diversidad, riqueza
y equitatividad de las especies halladas.
Las fluctuaciones de la diversidad y la riqueza pueden estar relacionadas probablemente,
además de la surgencia, con el impacto directo de los factores de deterioro causados por el
hombre, como son las descargas periódicas de aguas turbias y residuos domésticos del Río
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
117
Manzanares, aportes constantes de aguas residuales de la ciudad, entre otros, afectando en
gran parte a las comunidades presentes en los arrecifes de Punta Betín y el Morro. Según
Acosta (1992), se observa la máxima destrucción arrecifal en el talud de Punta Betín por su
mayor cercanía a la costa. Esto ha inducido a que se desarrollen estructuras comunitarias
cambiantes que disminuyen el número de especies que habitan continuamente en el
sistema, en tanto el número y la importancia de las especies oportunistas aumentan; estas
especies sólo aparecen en el sistema durante los cortos períodos que les son favorables y
tienen corta vida o son migratorias (Márquez, 1982). Por lo anterior, se atribuye la alta
disimilaridad que presentan las muestras colectados en Punta Betín (Grupo A) en relación
con los demás muestreos (Figura 17).
Chace (1972), Lemaitre (1981) y Williams (1984), han reportado individuos de los géneros
Panopeus, Cronius y Mithrax en sustratos blandos de origen continental y detrítico
proveniente de los arrecifes coralinos y praderas de fanerógamas, características similares a
los sustratos cercanos, a los lugares donde fueron ubicados los sustratos artificiales y en los
que se colectaron individuos de los géneros mencionados. Lo anterior se complementa con
el estudio de Puentes et al. (1990), quienes capturaron individuos del género Panopeus, en
un área que según Blanco (1988), se caracteriza por presentar fondos rocosos
correspondientes a las estribaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta, lugar donde se
colectó P. herbstii y P. occidentales a 1 m de profundidad, para enero de 2004.
Una de las especies colectadas a 1 m de profundidad en Punta Betín fue Xanthodius
denticulatus, esta especie ya había sido reportado por Puentes et al. (1990), quienes
colectaron individuos en zonas de fondos blandos de origen sedimentario, con cascajos de
restos de conchas y restos dispersos de corales fósiles. Estas condiciones del hábitat según
lo descrito por autores como Lemaitre (1981) y Williams (1984), son los preferidos por los
representantes de la especie ya mencionada e individuos del género Pilumnus, colectados
en este estudio en la punta norte del Golfo de Morrosquillo.
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
118
Al comparar los muestreos realizados en la punta norte del Golfo de Morrosquillo en el
2001 entre si, se observó una mayor abundancia, en cuanto al número de individuos (489)
pertenecientes a 30 especies, en siete canastas, para la época seca (muestreo uno), en
relación con el muestreo realizado en la época de lluvia (muestreo dos), durante el cual se
colectaron 184 individuos de 18 especies, en cinco canastas. Es un hecho que las
fluctuaciones periódicas de las condiciones ambientales, intervienen sobre la composición
de la fauna, en el sentido de que cualquier muestra obtenida en un momento dado,
comprende unas especies favorecidas en aquel instante y por ello representadas por algunos
individuos, una serie de especies escasas, resto de poblaciones precedentes o inicio de otras
futuras (Margalef, 1974).
Sin embargo, el análisis estadístico ANOSIM a una y dos vías, demuestra que no hay
diferencias significativas entre las dos épocas climáticas y las épocas climáticas con los
demás factores. El hecho de que no existan estas diferencias, sugiere la poca influencia de
la fluctuación de los factores ambientales, probablemente porque variaron en un rango
estrecho. Reyes y Campos (1992), proponen que la estructura de las comunidades de
crustáceos está regida más por aspectos biológicos, como migración de especies, ciclos
reproductivos, depredación, hábitos alimentarios y competencia espacial, lo que
corresponde con los resultados obtenidos.
Comparando el número de individuos y de especies colectados para las canastas de 1 m, en
relación con las ubicadas a 3 y 4 m, para las dos zonas de muestreo, se establece una
diferencia notoria. Para la canasta 2 a 1 m de profundidad, del primer muestreo, se
colectaron 129 individuos de 14 especies; en la canasta 6 del segundo muestreo ubicada a 3
m de profundidad se colectó el menor número individuos (16) y por lo tanto de especies
(4); y para la canasta 5 del cuarto muestreo a 4 m de profundidad, se capturó sólo un
individuo, estas observaciones concuerdan con lo afirmado por Wenner y Read (1982),
quienes expresan que el número total de especies e individuos colectados a cada
profundidad, disminuye a medida que la profundidad aumenta, sin importar si se encuentra
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
119
o no expuesto al oleaje. Sin embargo, el análisis estadístico ANOSIM a una vía para la
profundidad y a dos vías para la profundidad con los diferentes factores (zona de muestreo,
época climática y exposición al oleaje), demuestra que el nivel de significancia es mayor al
5,0 %, aceptando la hipótesis nula, lo cual indica que no hay diferencias significativas entre
las profundidades y las profundidades con los demás factores.
El hábitat rocoso intermareal es variado, determinado en parte por la estructura misma de la
piedra, su tamaño, forma y disposición, lo mismo que por el tipo de sustrato básico sobre el
cual se encuentra (Prahl, 1986). Al igual que para los géneros, la presencia y la distribución
de las especies presentan patrones de distribución relacionados más con la complejidad de
los ecosistemas que con la zonificación misma (Campos et al., 2004). Lo anterior se
corrobora con el resultado del análisis estadístico ANOSIM a una y dos vías, con el que se
demuestra que no hay diferencias significativas entre la exposición al oleaje (zona expuesta
y zona protegida) y la exposición con los demás factores.
El mayor número de individuos (190) pertenecientes a 23 especies, se colectó en la punta
norte del Golfo de Morrosquillo, y se presentaron ocho especies exclusivas; y los menores
valores se determinaron en Punta Betín donde se colectó 155 individuos pertenecientes a 17
especies y con 10 especies exclusivas. Posiblemente, por la presencia de otros tipos de
hábitats como esponjas, en la punta norte del Golfo de Morrosquillo (Heck, 1977), corales
y otras fanerógamas (Puentes y Campos 1992), se aumenta la diversidad y la abundancia de
macroinvertebrados y por ende de decápodos asociados (Campos, 1999). Odum (1972),
afirma que las especies exclusivas son las que ocasionan básicamente, un aumento en la
diversidad. Sin embargo, el análisis estadístico ANOSIM a una vía para las zonas de
muestreo, acepta la hipótesis alterna, con lo que se demuestra, que existen diferencias
significativas entre las zonas, atribuido esto a que en la punta norte del Golfo de
Morrosquillo, se colectaron cuatro canastas en el tercer muestreo y en Punta Betín dos
canastas en el cuarto muestreo, no obstante el análisis a dos vías para las zonas de
muestreo, con los diferentes factores (profundidad, época climática y exposición al oleaje),
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
120
demuestra que el nivel de significancia es mayor al 5,0 %, aceptando la hipótesis nula, lo
cual indica que no hay diferencias significativas entre las zonas y las zonas con los demás
factores.
Dada las características de las zonas estudiadas (hábitats circundantes) se observó una
diferencia en la estructura de la comunidad de crustáceos decápodos colectados en las
zonas muestreadas, confirmado esto con los resultados obtenidos en el ANOSIM a una vía.
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
121
6. CONCLUSIONES
En la estructura de la comunidad de crustáceos decápodos de Punta de Betín y la punta
norte del Golfo de Morrosquillo, se observó la dominancia por parte de 10 especies, que
representan más del 95,0 % de los individuos totales.
Los atributos ecológicos de los muestreos, aumentó en diversidad y abundancia de
organismos, en la punta norte del Golfo de Morrosquillo con relación a Punta Betín, debido
a los ecosistemas circundantes.
Las especies exclusivas para Punta Betín:
Alpheus floridanus, Epialtus kingsleyi, Microphrys interruptus, Pagurus brevidactylus,
Panopeus herbstii, Panopeus occidentalis, Periclimenes pedersoni, Periclimenes sp. 1,
Synalpheus sp. 2 y Xanthodius denticulatus.
Para la punta norte del Golfo de Morrosquillo:
Alpheus sp. 2, Epialtus brasiliensis, Pilumnus gemmatus,Pilumnus townsendi, Podochela
gracilipes, Alpheus armatus, Alpheus sp. 3, Lysmata rathbunae, Micropanope nuttingi,
Mithrax hemphilli, Mithrax hispidus, Podochela grossipes, Synalpheus hemphilli, Stenopus
hispidus, Microcassiope granulimanus, Microphrys aculeatus, Mithraculus coryphe,
Pachygrapsus transversus, Pilumnus sp. y megalopa.
La estructura de la comunidad de crustáceos decápodos entre las zonas de muestreo
presentó diferencias significativas en el análisis estadístico ANOSIM a una vía, ya que para
la punta norte del Golfo de Morrosquillo se colectaron cuatro canastas y para Punta Betín
dos canastas en los muestreos realizados en el año 2001.
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
122
La poca influencia de la fluctuación de los factores ambientales entre las zonas de
muestreo, se demuestra en el análisis estadístico ANOSIM a dos vías, donde no hay
diferencias significativas entre las zonas con los demás factores.
Para la época seca en la punta norte del Golfo de Morrosquillo en el 2001, se observó una
mayor abundancia de especies e individuos en comparación con el muestreo realizado en la
época de lluvia.
No se encontraron diferencias significativas entre la estructura de la comunidad de
crustáceos expuestas y protegida al oleaje, ya que el hábitat rocoso intermareal está
determinado por la estructura misma de la piedra.
La estructura de la comunidad de crustáceos no presentó diferencias significativas entre las
profundidades, debido al amplio rango de distribución y desplazamiento de estos,
principalmente en sus estadios larvales.
De acuerdo a lo observado, tanto los camarones como los cangrejos, presentan desove a lo
largo del año, ya que se colectaron hembras ovadas en todos los muestreos.
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
123
7. RECOMENDACIONES
Estudiar el papel de los invertebrados asociados a los sustratos rocosos junto con los
invertebrados epifaunales restantes ya que pueden jugar un papel esencial en la
transferencia de energía, directa o indirectamente a altos niveles tróficos.
Ubicar sustratos artificiales como una técnica de repoblamiento para la comunidad de
crustáceos decápodos.
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
124
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Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
135
ANEXOS
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
136
Tota
l
19
4 35
61
2 145 2 1 2 1 1 11
1 1 2 1 4 119 1 14
3 160 3 2 3 12
C 5
C 4
2 1
Mue
stra
4
C 3
1 2 7 1 6
C 4
25
8 1
C 3
3 1 7 4 16
C 2
4 5 3 1 1 45 5 1
Mue
stra
3
C 1
2 6 5 1 9 1
C 7
6 1 1 6
C 6
5 7
C 5
7 4 10 6
C 4
3 14 15 2 2 14 Mue
stra
2
C 3
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C 7
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C 6
19 26 2 2 16 5
C 5
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C 4
19
1 3 7 1
C 3
1 10 15 3 2 10 3
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2 12 1 1 17 3 21 3
Mue
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1
C 1
2 4 11
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20
21
22
23
24
25
26
Anexo A. Matriz del número de individuos colectados en los diferentes muestreos y las especies a las que pertenecen.
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
137
Tota
l
4 1 3 6 87
2 1 8 3 38
1 4 4 1 3 4 1 2 1 4 2 175
45
5 1 1 1
1018
C 5
1 1
C 4
52 2 22
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Mue
stra
4
C 3
4 25
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2 1 1 66
C 4
1 35
C 3
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C 2
1 8 74
Mue
stra
3
C 1
1 1 1 7 2 36
C 7
1 5 20
C 6
2 2 16
C 5
2 3 1 33
C 4
1 12 63 Mue
stra
2
C 3
38
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C 7
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C 5
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C 4
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C 3
1 4 1 50
C 2
1 6 4 3 2 53
129
Mue
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51
52
53
Continuación Anexo A. Matriz del número de individuos colectados en los diferentes muestreos y las especies a las que pertenecen.
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
138
Tota
l
0,37
0,05
0,63
1,36
0,02
3,22
0,04
0,02
0,03
0,01
0,02
0,50
0,02
0,02
0,03
0,02
0,09
1,71
0,03
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0,02
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C 3
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0,02
0,16
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0,36
C 2
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0,01
0,61
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Mue
stre
o 3
C 1
0,06
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C 7
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C 6
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C 5
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Mue
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0,02
0,02
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C 6
0,27
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C 5
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0,06
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0,09
0,01
0,01
0,13
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Mue
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o 1
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15
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26
Anexo B. Matriz de la densidad (ind/cm3) de los individuos colectados en los diferentes muestreos.
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
139
Tota
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0,02
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0,05
1,26
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C 5
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0,10
C 4
0,05
0,03
0,11
C 3
0,03
0,13
0,03
C 2
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Mue
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32
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36
37
38
39
40
41
42
43
44
45
46
47
48
49
50
51
52
53
Continuación Anexo B. Matriz de la densidad (ind/cm3) de los individuos colectados en los diferentes muestreos.
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
140
Tota
l
0,65
1,29
1,29
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0,65
4,55
0,65
Mue
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C 1
0,43
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0,65
Indi
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Alp
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Alp
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sp.
3
Cal
cinu
s tib
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Clib
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ius
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17
18
19
20
21
22
23
24
25
26
Anexo C. Matriz de la abundancia relativa (%) de los individuos colectados en los diferentes muestreos.
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
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1,94
1,94
0,65
56,7
7
Mue
stre
o 4
C 3
2,58
16,1
3
10,3
2
1,29
0,65
0,65
42,5
8
Tota
l
1,58
0,53
0,53
0,53
0,53
0,53
1,05
12,6
3
1,05
100
C 4
0,53
18,4
2
C 3
1,58
0,53
0,53
4,74
23,6
8
C 2
0,53
4,21
38,9
5 Mue
stre
o 3
C 1
0,53
0,53
0,53
3,68
1,05
18,9
5
Tota
l
1,09
1,09
0,54
0,54
9,24
23,3
7
2,72
0,54
100
C 7
0,54
2,72
10,8
7
C 6
1,09
1,09
8,70
C 5
1,09
1,63
0,54
13,0
4
C 4
0,54
6,52
34,2
4
Mue
stre
o 2
C 3
20,6
5
2,72
33,1
5
Tota
l
0,22
0,22
1,30
1,08
1,73
0,65
0,65
0,22
0,43
0,87
28,3
5
100
C 7
0,22
0,87
9,52
C 6
0,22
0,00
15,3
7
C 5
0,43
1,30
12,7
7
C 4
0,43
0,22
0,87
8,23
C 3
0,22
0,87
0,22
6,93
C 2
0,22
1,30
0,87
0,65
0,43
11,4
7
27,9
2
Mue
stre
o 1
C 1
0,43
14,5
0
19,2
6
Indi
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Tota
l
27
28
29
30
31
32
33
34
35
36
37
38
39
40
41
42
43
44
45
46
47
48
49
50
51
52
53
Continuación Anexo C. Matriz de la abundancia relativa (%) de los individuos colectados en los diferentes muestreos.
Alexander Sánchez y Yuly Sandoval.
142