Etnografías y emergencias en el Mediterráneo: agujeros negros de la modernidad

8/19/2019 Etnografías y emergencias en el Mediterráneo: agujeros negros de la modernidad

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Titulo SecciónMigración y Refugio en el Mediterráneo, más allá de las

fronteras

Abstract:

Esta sección es una respuesta desde la antropología al trágicodespropósito de la cobertura mediática y la muerte de miles de sereshumanos en el mar que une el sur de Europa con el norte de África, elMediterráneo. A la economía moral del asilo y a las retóricas delhumanitarismo basadas en “crisis y “urgencias en !e" de #usticiasocial y derechos humanos. Miramos al Mediterráneo desde laetnografía, con una forma particular de anali"ar y !i!ir las fronteras$le#os de %ashes mediáticos y populismos políticos, cerca de lashistorias e interpretaciones de las gentes que las transitan.Abordamos las fronteras desde su realidad actual en el Mediterráneo$interconectadas, deslocali"adas, mucho más amplias de lo que la leyde&ne como frontera europea. 'na “olla a presión , agrabada por elefecto del control policial en paises de trásito, como Marruecos, (ibia,o )urquia. 'n sistema de frontera que alcan"a el territorio europeo,con los *++ -Es y el control sobre e tran#eros asentados en nuestrospaíses europeos. 'na realidad fronteri"a abrumadora que pone encuestión la !igencia de los principios /ticos y políticos que animó laconstrucción de 'nión Europea.

Keywords: migración, asilo, refugio, humanitarismo, frontera,Mediterráneo, derechos humanos

IntroducciónEtnograf as y emergencias en el Mediterráneo: agu!eros

negros de la modernidad

(iliana 0uáre" 1a!a"'ni!ersidad Autónoma de Madrid

Esta sección es una respuesta desde la antropología al trágicodespropósito de la cobertura mediática y la muerte de miles de sereshumanos en el mar que une el sur de Europa con el norte de África, elMediterráneo. Miramos al Mediterráneo desde la etnografía, con unaforma particular de anali"ar y !i!ir las fronteras$ le#os de %ashesmediáticos y populismos políticos, cerca de las historias einterpretaciones de las gentes que las transitan. El Mediterráneocomo espacio etnográ&co se inspira en la !isión profunda que nosofreció 2raudel en su magna obra 345678. Escrita en su primeraedición desde un campo de concentración, 2raudel nos in!ita a

transitar el Mediterráneo como algo más que un mar$ como unpersona#e eterno, un referente geohistórico que genera y facilitatiempos y espacios interconectados. Ante ese Mediterráneo puente y

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frontera entre Espa9a y otros pueblos, embriagada de su comple#idadhistórica y cultural, me tocó ser testigo durante mi traba#o de campoetnográ&co de la más reciente refronterización de Mediterráneo comoconsecuencia de la creación de un proyecto político como la 'niónEuropea, hoy ciertamente en peligro de e tinción 30uáre" 1a!a":++*8. ;esde &nales de los a9os ochenta, acompa9ando primero amigrantes africanos y luego latinoamericanos a tra!/s delMediterráneo y el Atlántico, he !isto los efectos terribles de lacreación de una Europa unto a las antropólogas y antropólogos que en estasección me acompa9an, rei!indicamos una mirada al Mediterráneoque analice etnográ&camente los acontecimientos atropellados queacompa9an las “crisis humanitarias contemporáneas de la migracióny el refugio, para encontrar la lógica profunda a estos rumores defondo , como diría 2raudel y rescatar las historias de quienes lassufren.

reamos este espacio alternati!o a la academia para inter!enir en undebate p?blico que nos duele, porque es una herida abierta ennuestro sistema de derecho, un agujero negro de la modernidad. Estametáfora de la física puede aplicarse en nuestro conte to paragrá&camente representar cómo ciertos fenómenos históricos de largo

recorrido a los que habíamos dado cobertura legal, @como lamo!ilidad humana a tra!/s de las fronteras o la huida y el tránsitoentre sociedades que nos persiguen y otras donde esperamos !i!irme#or@ son absorbidos por la fuer"a gra!itatoria del agu#ero que losniega. rincipios morales, #urídicos y políticos fundamentales en lamodernidad, como el Bderecho a tener derechosC de Dannah Arendt,son atraídos hasta su disolución en estos agu#eros negros, empu#adospor las nue!as lógicas de la e cepcionalidad, la fragmentación, lameritocracia indi!idual y la mercantili"ación de los derechos. (ascrónicas etnográ&cas que siguen nos ayudan a entender que hoy endía una BfronteraC en el Mediterráneo es más bien un espaciofronteri"o sin límites claros que se crean y recrean nue!as políticasde la !ida y la muerte en un conte to neoliberal que más que unaclara dicotomía entre opresores y oprimidos hay "onas grises que nosinterpelan, donde inter!enimos actores muy di!ersos, pasadores,policías, F1Gs, burócratas, in!estigadores, políticos, periodistas,!ecinos o compa9eros de camino... 2uscaremos entender qu/signi&can las continuas “crisis humanitarias con las que los mediosnos aturden y acongo#an de tanto en tanto, por qu/ más que crisisdebemos hablar de “olla a presión , cuál es la respuesta de Europa ycómo se desterritoriali"a el control hacia la orilla sur del Mediterráneo,y cómo se e tiende este control fronteri"o al interior del territorioeuropeo. (o haremos, además, de la mano de los protagonistas, losque inician estos !ia#es y huidas a tra!/s de desiertos, fronteras, y

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mares, siguiendo rutas cambiantes y en gran medida fuera de sucontrol.

Esta sección que inauguramos en la nue!a etapa de la re!ista, en &n,forma parte de un esfuer"o con#unto para que los temas emergentessean tratados por in!estigadoras e in!estigadores en el terreno, queconocen bien las raíces de los fenómenos sociales que saltan a laprensa 4. Mi esfuer"o aquí ha sido coordinar una serie deinter!enciones intelectuales dirigidas a un p?blico amplio, con lacon&an"a de que la comple#idad y rigor etnográ&cos enrique"ca yfomente el debate sobre emergencias sociales, en su doble sentido enespa9ol, urgentes y emergentes. 0e trata de acomodar en un espaciocom?n, híbrido en sus orientaciones analíticas y p?blicas,etnográ&cas y políticas, antropólogos y antropólogas de muy di!ersosorígenes y posiciones en la carrera profesional. 1o están todos losque son 3sería imposible8 pero si son todos los que están, con lasuerte de que se ha creado una sintonía de intenciones y una sinergiaentre las diferentes propuestas. Demos buscado compartir nuestrare%e ión en formatos más accesibles y rápidos, #unto con materialesartísticos, grá&cos, o audio!isuales que se entre!eran con nuestraspalabras.

Paisajes de desolación: huída y muerte a las puertas de la riqueza

4 Huiero agradecer a edro )om/ y aco


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(a primera imagen que abre la sección y la portada de nuestra re!istaes un homena#e alrespeto al migrante, eneste caso a tra!/s dela fotografía de >os/

ala"ón, que desdeMelilla cuida porque lafrontera no destruya lomás !ulnerable deestos tránsitosagolpados, los ni9osdel sur global. ;esde

rodeinKMelilla3Asociación

ro;erechos de la-nfancia8, el acti!ista yfotógrafo re%e#a la

contigLidad de los procesos migratorios con la rique"a y lo querecientemente el papa


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implicarse en un sitio tan peque o como es Melilla' donde ir en contrade la directrices políticas o,ciales tiene muchas consecuencias pocoagrada$les!

"a foto es una llamada general a romper la indiferencia' la diferencia'el miedo!; El traba#o de El oto, el artista Andr/s ábago, nos ofrece en esta!i9eta una reescritura perturbadora del mítico BMare 1ostrumC de la

/poca romana y bi"antina, un sue9ode conquista de las dos orillas quenunca pudo ser. BMare 1ostrumC seacu9o más recientemente comonombre de una operación liderada porla Marina -taliana a mediados de :+4J,cuando arrecian los hundimientos debarcos desbordados con personas quedesde (ibia intentaron cru"ar hacia(ampedusa. El ob#eti!o, pese a todaslas críticas, era sal!ar 3en ocasionesdeteniendo pre!enti!amente8 a loscientos y miles de ahogados quesacudieron nuestras concienciasdurante el :+4*. -talia solicitó apoyoeconómico para este programa, pero

no fue concedido, y la agencia


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N &nalmente, el traba#o de Mauro 2iani, desde -talia, apela a la rabiadespu/s de tanta muerte, unaresistencia que e presa con lasmanos que salen de este “MareMortum para representar el día delos derechos humanos. 1o porcasualidad usa el ingl/s en “OorldDuman ights ;ay , la BlinguafrancaC de nuestro momentohistórico y su lógica neoliberal. oreso !uel!e al italiano parasarcásticamente empu#arnos hacia lasociedad del espectáculo, dondehasta la muerte puede con!ertirseen marca. (a imagen de los muertosal"ándose desde el mar hacia unnegro cielo se con!ierte así en “sóloun logo . N como en los anteriorescasos, las imágenes dicen más que mil palabras. En los te tos quesiguen en esta sección, se relacionará desde distintas perspecti!as, lamercantili"ación del espacio fronteri"o, las retóricas del “humanismoque se asocian a la banali"ación de un hori"onte de derechoshumanos, y los efectos per!ersos de la “marca de derechoshumanos en manos de operaciones militares en el Mediterráneo.

omo 1aomi Pein en su traba#o 1o (ogo, 2iani rescata la fuer"a de laresistencia y la !ida más allá de los hundimientos de migrantes y

refugiados.Migración y

)odos nuestros lectores contemporáneos tendrán en sus pupilas lasfotos y reporta#es de la denominada “crisis de los refugiados del &naldel !erano :+4I. ;e pronto, como por sorpresa, decenas de miles depersonas que huían de 0iria y de otros países en con%icto cru"abanmasi!amente el Mediterráneo. -mágenes de familias atra!esandocampos abiertos en Europa del Este, cru"ando !er#as de alambreentre )urquía y 2ulgaria o murallas de espino entre )urquía y Grecia,muchedumbres agolpadas frente a los edi&cios de selección o lapolicía de !arios países europeos que les hacía frente. 2arcas ylanchas cru"ando hacia las islas Griegas, padres con sus hi#os enbra"os caminando sobre los rieles del cualquier tren que los adentraraen Europa.

El traba#o de ;idier


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inocente y re!ela procesos de raciali"ación y discriminación quedebilitan las retóricas humanistas de compasión de la imaginería delrefugio. (a economía moral de la problemática del asilo, en la que secentra


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cierto modo puede lle!ar incluso a su reproducción. 'n llamada en &na recuperar conceptos centrales de la modernidad como #usticiasocial, que en su momento sustituyó a la caridad. En el mundoglobali"ado del rearme de las fronteras, esta llamada sin duda nose ige repensar conceptos como estado, ciudadanía o propiedad “enbase a la participación y el traba#o, el deber y la obligación, así comorecursos comunes compartidos .

Etnografías políticas más allá de las fronteras ;e la mano de una cita de los hundidos y los sal!ados del traba#oinol!idable de rimo (e!i sobre los efectos psicológicos del genocidiona"i y las memorias de la indiferencia y el sufrimiento,


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contundentes en, por e#emplo, el estrecho de Gibraltar, persiguiendolas pateras que inicialmente lo cru"aban a &nales de los no!enta, lasrutas se despla"arán. rimero hacia las -slas anarias, desdeMarruecos, 0enegal y Mauritania. N desde allí hacia rutas másarriesgadas, cru"ando el desierto del 0áhara, hacia Marruecos, y trasla prima!era árabe y la situación en (ibia, hacia las costas italianas.Dasta allí llegaban los refugiados sirios en una ruta surrealista, hastaque se !uel!en a despla"ar, por )urquía hacia Grecia, 2ulgaria yMacedonia. 0e trata de un “olla a presión y las rutas migratorias y dehuida de los refugiados no desaparecen, se trasladan. En un e#erciciofascinante de etnografía y economía política de las migraciones sutraba#o apunta a una lógica trans!ersal mercantil$ la produccióntransnacional de la ilegalidad.

(as personas que trae a su crónica etnográ&ca !i!en realidades entránsito, se asientan precariamente, !arados en países de tránsitocomo Marruecos, son e pulsados y de!ueltos a sus conte tos deorigen desde donde se reenganchan a nue!as rutas y ritosmigratorios, o son perseguidos por las políticas de e ternali"ación defronteras. 1o son persona#es !íctimas ni delincuentes, están llenos de!oluntad por seguir adelante, por !adear los obstáculos de esteespacio fronteri"o tan amplio como difuso. 0aben que no es un !ia#efácil, y saben que dependen de sus relaciones con di!ersos agentessociales que a su pesar, se lucran y bene&cian en su tránsito haciaEuropa 3y en sus retornos8$ policías, cooperantes, periodistas,in!estigadores, pasadores, políticos. Es a tra!/s de esas relaciones

peligrosas que se entrete#en las tra!esías, las e itosas y las quesucumben en la derrota o muerte.

Mercedes >im/ne" aborda el efecto de la e ternali"ación de la fronteraen Marruecos, desde un traba#o etnográ&co de largo recorrido en

)ánger y toda la frontera hispanoQmarroquí, especialmente con losni9os y #ó!enes que atra!iesan fronteras en sus proyectos migratoriosy personales. >im/ne" a&rma que son tres las lógicas de gobierno decontrol fronteri"o en Marruecos, !iolencia cotidiana, mo!ilidadaleatoria, y compasión, con programas basados en la caridad másque en la #usticia social, como )icRtin anali"a antes. 1os proponecomen"ar en 2u#aref, un barrio a las afueras de )ánger, donde lapolicía Marroquí reali"ó un desalo#o !iolento de inmigrantessubsaharianos recientemente. Este encla!e es característico de lasmigraciones “encadenadas que resultan de políticas de e pulsión yrealo#o$ inmigrantes marroquíes retornados que tu!ieron que retornara su país por la crisis europea con!i!en aquí con los nue!osinmigrantes del sur, y se siente un recrudecimiento del racismo haciael e tran#ero africano. ;esde la represión y el racismo, similarmente aotros africanos en (ibia de los que nos habla Andersson, se inicianprocesos de huida hacia otros lugares más o menos precarios que secon!ierten en “"onas de espera , un limbo más allá de la dicotomíaentre mo!ilidad y arraigo. Esta etnografía de denuncia nos lle!a aconocer tambi/n las estrategias de mo!ilidad siempre presentes, la

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resistencia en campamentos o centros de acogida de la frontera, oincluso, como recientemente sucedió con la ocupación de la catedralde )ánger, emulando aquellos encierros de los sin papeles que hacemás de die" a9os ocurrieron en Espa9a 30uáre" 1a!a" et al :++T8. 0uilusión era for"ar la apertura de las fronteras, como ocurrió hace algomás de un a9o, cuando más de 4:++ personas cru"aron a tropel haciaEspa9a cuando “la !igilancia en las costas marroquíes cedió .

+ontrol social y #igilancia dentro del territorio europeo: des$ordandofronteras!

(as retóricas e imaginarios que conquistan el periodismo y la políticasobre las “crisis humanitarias dibu#an una cartografía inestable peroclaramente di!idida entre nuestro mundo pri!ilegiado y “feli" , y otro,allende las fronteras, sumido en la !iolencia, el con%icto, la pobre"a.(a frontera no es sólo física, policial, socioeconómica y legal. (afrontera es simbólica$ implica la construcción de un “nosotros @modernos, europeos, disfrutando de sociedades de bienestar, aunquesean /stas identidades en crisis. 0on los “otros , agolpados en unacategoría que incluye “inocentes y “delincuentes , que de formaindiferenciada amena"an con poner en crisis el proyecto europeo. Másallá de las ridículas proporciones demográ&cas, más allá de lae!idente desigualdad económica y militar, los inmigrantes yrefugiados son unánimemente se9alados por políticos, prensa, yautoridades de algunas instituciones no democráticas que gobiernanel mundo como “el mayor reto al que se enfrenta Europa .

)ierra adentro, en territorio europeo, Uqu/ pasa con estos refugiadose inmigrantesV. 1o pretendemos aquí retratar la situación en generalsino se9alar los efectos de la traslación de las fronteras al interior denuestras sociedades. Es e!idente que la inmigración esconsubstancial al proyecto europeo, desde los mismos orígenes de lareconstrucción tras las guerras mundiales en la segunda mitad delsiglo WW. ero desde los a9os ochenta, precisamente cuando Espa9a yotros países del norte del Mediterráneo se incorporan como miembrosde pleno derecho en el proyecto de unión europea, la inmigración y elrefugio se ha criminali"ado. El /nfasis en el control e terno de lasfronteras, la distribución gota a gota de las cuotas de reubicación, lapre!ención y sospecha en la gestión de las peticiones de asilo son,como hemos !isto hasta ahora, herramientas políticas que tienen undoble ob#eti!o$ por una parte tranquili"ar a los europeos, por otrapon/rselo difícil a los que quieren asentarse @y de hecho se asientan@en nuestras sociedades. ero la frontera tiene una larga sombra ennuestros territorios, que resulta en una amena"a de suspensión dederechos adquiridos, de internamiento y e pulsión.

El traba#o de 0abina 2arone nos orienta etnográ&camente hacia lapresencia sombría de casi *++ centros cerrados de e tran#eros enEuropa. 1o queríamos abordar este panorama sobre las fronteras delMediterráneo sin atender a lo que en Espa9a se denomina entros de

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-nternamiento de E tran#eros 3 -Es8, un instrumento generado por ladenominada “directi!a europea de la !ergLen"a que permitiólegali"ar la detención de e tran#eros sin papeles en regla. A pesar deno tener cobertura legal precisa ha logrado cierta estabilidad ye pansión en medio de un oscurantismo cuasiQmedie!al. omodenuncia constantemente Migreurop, la más potente red dein!estigaciónQacción sobre las fronteras europeas, es muy difícilacceder y más a?n in!estigar qu/ son estos centros de internamientorepartidos por toda Europa, qu/ pasa dentro y cuál es su lógica yefecti!idad. 2arone deposita su mirada etnográ&ca a partir delcontinuado compromiso acti!ista y de !oluntariado que le hapermitido a !isitar de forma continuada los -ECs y dar seguimiento alos allí internados. Así, tras ofrecer un análisis de los per&les de lagente detenida y del racismo que ha orientado la identi&cación depotenciales “sospechosos , 2arone acaba demostrando cómo elinternamiento es, pese al sufrimiento y !ulneración de derechosbásicos @o acaso precisamente por eso@, ine&ca" como “maquinariade e pulsión .

Hui"ás sea otro sea su principal ob#eti!o, concluye el traba#o se tratade inocular un “sentimiento de e pulsabilidad en una población queademás de !i!ir precariamente y sin posibilidad de estabili"arse

#urídicamente, !i!irá con miedo, culpabilidad, y rabia. Aunque eldespliegue policial y militar en las fronteras del Mediterráneo, losahogamientos y falta de políticas de pre!ención y sal!amiento, losdisparos y asesinatos en fronteras como el )ara#al, etc. son buenas

muestras de que la internacionali"ación de los derechos humanos sonun cuento, qui"ás este caso sea el que de forma más e!identemani&esta la proliferación de estos “agu#eros negros de nuestratriste modernidad. 2arone nos habla de una “regulación fronteri"a decarácter total que e#erce un control social en territorio europeo, yasusta pensar que esos *++ centro acompa9an nuestro reto europeo.1o hay lógica ni ra"ón que e plique la separación de familias, ladetención y aislamiento de personas con muchos a9os de residencia ytraba#o en el país. ero sobre todo, no hay legalidad ni economíamoral que sostenga estos centros de la !ergLen"a, donde dentro denuestro territorio cualquier persona que camina en nuestras callespuede ser sospechosa, detenida, y e pulsada.

)erminamos con una inter!ención po/ticoQetnográ&ca de Marta /re",que ha transitado con di!ersos proyectos de in!estigación a tra!/s de!arias fronteras e ternas e internas. 0i la base de la e!olución de laeconomía moral del asilo tiene que !er con la BemociónC que nospro!ocan las imágenes y e periencias de dolor de los “otros, comorecordaba


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empatía hacia el sufrimiento del otro no es espontánea. ecuerda,retomando un te to de 0usan 0ontag sobre la representaciónfotográ&ca del horror de la guerra y la !iolencia que el “nosotros conel que nos identi&camos ante el sufrimiento de los “otros sólo puedeser el resultado de una construcción política, la que andamia elconcepto moderno de derechos humanos y #usticia social.0u crónica como etnógrafa a tra!/s de las fronteras e ternas einternas, en Melilla, en las -slas anarias, en adi" o en Madrid,

#alonada por los tránsitos de los migrantes nos insta a “ +ontar lo quenos pasa' de otra manera' de nuestra manera? construir una historiaque no sólo denuncie sino que des$orde los muros que enmarcan lafrontera y sus #iolencias al tiempo en lo alucinante y en lo in#isi$le!Partir de lo que ocurre' lo que nos ocurre! 3irar de he$ras: eseimpulso de socorrer? esa pena al descu$rir la política de muerte? esaincredulidad al encontrar el horror a la #ista de todos! $rir espaciosdonde nos contemos cómo la frontera nos atra#iesa cada día'construyendo' a medida que nos narramos' un nosotros!; 0uaportación etnográ&ca nos permite entender cómo las personasdescansan en la indiferencia y minimi"an el dolor del otro hasta queentra en su cotidiano. 1os mo!ili"a ante un necesario esfuer"ocolecti!o que nos rescate de las nue!as fronteras del espacio moral,en palabras de


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Andersson, uben. :+4*. @llegality @nc! +landestine Migration and the-usiness of -ordering Europe! FaRland. 'ni!ersity of alifornia ress.

2raudel,

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