EUCARISTÍA Y PASTORAL SOCIO-CARITATIVA

En el marco del Congreso Eucarístico Internacional y la Campaña de la

Solidaridad 2004

1. PUNTO DE PARTIDARealidades del mundo actual

Multitud de familias desintegradasSensación de inutilidad y fracaso en jóvenes y adultosHedonismo, consumismo y centralidad del dineroDrogadicción y alcoholismo generalizado, especialmente entre los jóvenes de ambos sexos

Realidades del mundo actual

Desprestigio de las instituciones, especialmente del ámbito políticoMarginación y empobrecimiento de amplios sectores de la sociedadDeserción de multitud de católicos para buscar acogida en las sectas o en cultos paganosBombardeo continuo de anti-valores a través de los medios de comunicaciónManipulación de la Vida a través de métodos científicos al servicio de las empresas multinacionales

2. EL PLAN DE DIOSa) El Ejemplo de Jesús

Antes de instituir la Eucaristía, en la Última Cena, Jesucristo les lava los pies a sus discípulos, enseñándoles de manera expresiva el mandamiento del amor y de servicio mutuo, en íntima comunión con Él al ofrecerles el pan y el vino, signos de su Cuerpo y su Sangre (Jn 13, 1ss)

El ejemplo de Jesús

Las enseñanzas de Jesús a las multitudes no impiden que se de cuenta de sus necesidades materiales, promoviendo gestos de solidaridad, organización y fraternidad. Con la multiplicación de los panes para un pueblo hambriento, Jesús “tomó”, “bendijo”, “partió” y “compartió” lo que fue ofrecido por aquel anónimo muchacho (Mc 6,41)

El ejemplo de Jesús

Jesús es signo de misericordia y Vida nueva para todos aquellos que se abren a Él como la mujer “pecadora pública” (Lc 7,36-50); Jesús se complace en compartir los alimentos con todo tipo de personas, especialmente con los considerados “pecadores”, como Zaqueo (Lc 19,1-10)

El ejemplo de Jesús

En su triste retirada hacia Emaús, aquellos dos discípulos reconocieron a Jesús en la fracción del pan (Lc 24,30-32)

Jesús comprende las dudas y temores de sus discípulos ante su muerte en cruz, y se apresura a presentarse en medio de ellos en el Cenáculo, para fortalecerlos y hacerlos testigos de su Resurrección (Lc 24, 36-49)

b) El Testimonio de la Iglesia

San Pablo pone de relieve el sentido eclesial de la Eucaristía y sus exigencias de comunión y caridad, porque cada vez que participamos de la celebración Eucarística, se manifiesta plenamente que somos el Pueblo de Dios, nacido de la Pascua de Cristo, y que sacramentalmente formamos un verdadero Cuerpo con Cristo y los hermanos (1 Cor 10,16-17)

El testimonio de la Iglesia

El Concilio Vaticano II enseña:

“...participando realmente del Cuerpo del Señor en la fracción del Pan Eucarístico, somos elevados a una comunión con Él y entre nosotros” (LG 7b)

El testimonio de la Iglesia

La Comunión con Dios implica necesariamente que lo escuchemos y obedezcamos, cumpliendo en todo su Voluntad, en cuyo núcleo hay una exigencia de justicia social, porque “el verdadero culto a Dios es que den su derecho al oprimido y hagas justicia al huérfano y a la viuda” (Is 1,17)

El testimonio de la Iglesia

Si sabemos encontrar a Jesús en la Eucaristía, también debemos encontrarlo en los rostros de los marginados, con quienes Él mismo ha querido identificarse: “...tuve hambre y me dieron de comer, tuve sed y me dieron de beber, era un extraño y me hospedaron, estaba desnudo y me vistieron, enfermo y me visitaron, en la cárcel y fueron a verme...” (Mt 25, 35-36)

El testimonio de la Iglesia

Quienes participamos en la Eucaristía, nos comprometemos a compartir fraternalmente nuestro tiempo, espacio, persona y bienes con los más necesitados, tal como lo hacía la primera comunidad cristiana: “todos los creyentes vivían unidos y compartían todo cuanto tenían; vendían sus bienes y propiedades y se los repartían de acuerdo a lo que cada uno de ellos necesitaba” (Hch 2,44)

El testimonio de la Iglesia

El Papa Juan Pablo II nos exhorta a manifestar nuestra fe en Cristo Eucaristía de manera creativa: “...es la hora de una nueva imaginación de la caridad, que promueva no tanto y no sólo, la eficacia de las ayudas prestadas, sino la capacidad de hacerse cercanos y solidarios con quien sufre, para que el gesto de ayuda sea sentido, no como una limosna humillante, sino como un compartir fraterno” (NMI 50)

3. FRUTOS DE LA VIDA DE COMUNIÓN CON CRISTO EUCARISTÍA

La vida del Hijo de Dios en nosotros es el impulso más fuerte para salir de nuestro egocentrismo. Ese impulso que brota de la Eucaristía puede conducirnos a realizar acciones socio-caritativas con grupos sociales muy concretos:

FRUTOS DE LA VIDA DE COMUNIÓN CON CRISTO EUCARISTÍA

Mujeres embarazadas producto de violación y repudiadas por sus familiasNiños huérfanos o abandonados por sus familiaresNiños, adolescentes y jóvenes viviendo en la calleFarmacodependientes de todas las edades, sin recursos ni protección familiar

FRUTOS DE LA VIDA DE COMUNIÓN CON CRISTO EUCARISTÍA

Enfermos en situación de pobreza y abandono

Ancianos solos y empobrecidos

Migrantes ilegales nacionales y extranjeros

Sexo-servidoras (es) viviendo en situaciones de esclavitud práctica

Etcétera, etcétera...

FRUTOS DE LA VIDA DE COMUNIÓN CON CRISTO EUCARISTÍA

Los Organismos Arquidiocesanos de Pastoral Social, han desarrollado modelos de actuación en todos los temas que hemos mencionado:

FRUTOS DE LA VIDA DE COMUNIÓN CON CRISTO EUCARISTÍA

Cáritas, Arquidiócesis de México ha desarrollado obras de Promoción Humana, haciéndole descubrir al carente sus propias capacidades y recursos, abriéndole espacios de formación integral, capacitación para el trabajo productivo, propiciando formas de organización social, autoayuda y gestión.

FRUTOS DE LA VIDA DE COMUNIÓN CON CRISTO EUCARISTÍA

Los Centros de Escucha según el modelo de Cáritas, son una herramienta que puede ayudar a abrir canales de verdadera promoción y solidaridad en las Parroquias e Instituciones de inspiración católica de nuestra Arquidiócesis

FRUTOS DE LA VIDA DE COMUNIÓN CON CRISTO EUCARISTÍA

En conjunto con la Comisión de Justicia y Paz, la Comisión de Pastoral Penitenciaria, la Comisión de Pastoral de la Salud y la Comisión de Migrantes, se han emprendido acciones sociales reivindicatorias de la justicia, la defensa de los derechos humanos, la construcción de la democracia, la evolución hacia una

FRUTOS DE LA VIDA DE COMUNIÓN CON CRISTO EUCARISTÍA

Economía de rostro humano, comercio justo y consumo responsable, la defensa de la Vida desde el momento de su gestación, etcétera, trabajando por hacer sentir la opinión de la Iglesia en el ámbito legislativo.