Upload
others
View
0
Download
0
Embed Size (px)
Citation preview
Teléfonos: (506) 2295-3658 o 2295-3659, correo electrónico [email protected]
���������������
Exp: 05-000258-0161-CA
RES: 000214-F-S1-2008
SALA PRIMERA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA.- San José a las
ocho horas veinticinco minutos del veintinco de marzo de dos mil ocho.
Proceso contencioso administrativo -especial tributario- tramitado en el Tribunal
Contencioso Administrativo, Sección Segunda, por ADOC DE COSTA RICA
SOCIEDAD ANÓNIMA, representada por su apoderado generalísimo sin límite de
suma Mixan Pacheco Castro, licenciado en ciencias económicas, contra el ESTADO,
representado por el Procurador Tributario Juan Luis Montoya Segura, de calidades no
indicadas. Figuran además, como apoderados especiales judiciales de la sociedad
actora, Adrián Torrealba Navas, soltero y José María Oreamuno Linares. Las personas
físicas son mayores de edad, abogados, vecinos de San José y con la salvedad hecha
casados.
RESULTANDO
1.- Con base en los hechos que expuso y disposiciones legales que citó, la actora
estableció proceso contencioso administrativo -especial tributario-, cuya cuantía se fijó
en ochenta y ocho millones setecientos sesenta y cuatro mil ciento noventa y cinco
colones con quince céntimos, a fin de que en sentencia: "1. ...se revoque totalmente la
resolución determinativa de la Dirección General de Tributación, Administración
Teléfonos: (506) 2295-3658 o 2295-3659, correo electrónico [email protected]
Tributaria Territorial de San José número DT-01-R-606-2 de las 12:28 horas del 1° de
julio del año 2002, confirmada por Fallo o voto del Tribunal Fiscal Administrativo
número 217-2005, dictado a las 9 horas del 26 de mayo del (sic) 2005, al resolver el
recurso de apelación, que confirmó en todos sus extremos la resolución determinativa
de la Dirección Gereal de Tributación. 2. En consecuencia, solicito que se anulen y
dejen sin ningún valor los traslados de cargos números Nos. (sic) 27501011559 y
2750101569, la Administración Territorial Tributaria de San José de la Dirección General
de Tributación. 3. Por conexión, solicito que se ordene al Estado que restituya a mi
representada la suma de ¢88.764.195,15 colones en concepto de impuesto sobre la
renta de los períodos fiscales 1997 y 1998 pagada por mi representada como
consecuencia del fallo del Tribunal Fiscal Administrativo número 217/2005, de las 9
horas del 26 de mayo del (sic) 2005.. (sic) La restitución deberá adicionarse con los
correspondientes intereses desde la fecha de pago hasta la fecha de la restitución. 4.
Y solicito que, en caso de que El (sic) Estado se oponga a la presente demanda, se le
condene al pago de todas las costas de este proceso."
2.- El representante estatal contestó negativamente y opuso las defensas de
falta de derecho y la expresión genérica de "sine actione agit".
3.- El Tribunal Contencioso Administrativo, Sección Cuarta, integrada por los
Jueces José Paulino Hernández, Silvia C. Fernández y Lorena Montes de Oca, en
sentencia no. 38-2007 de las 9 horas del 27 de agosto de 2007, resolvió: "Se rechazan
las excepciones de falta de legitimación activa y pasiva y la de falta de interés -
comprensivas de la sine actione agit-; y se admite parcialmente la excepción de falta de
Teléfonos: (506) 2295-3658 o 2295-3659, correo electrónico [email protected]
derecho. Se declara parcialmente con lugar la demanda, por lo que se anulan los
traslados de cargos 27501011559 y 2750101569 de la Administración Tributaria de San
José y las resoluciones administrativas número DT-01-R-606-2, de las doce horas
veintiocho minutos del primero de julio del (sic) dos mil dos de la Dirección General de
Tributación Directa y número 217-2005, de las nueve horas del veintiséis de mayo del
(sic) dos mil cinco, de la Sala Primera del Tribunal Fiscal Administrativo, en cuanto
disponen el ajuste por concepto de intereses. En consecuencia, debe el Estado
devolver a la empresa Adoc de Costa Rica, S.A. la suma de setenta y cinco millones
ochocientos sesenta y siete mil cuatrocientos once colones con cuarenta y
cinco centavos (sic) (¢75.867.411.45), con sus intereses legales (tasa pasiva del
Banco Nacional de Costa Rica para los depósitos a seis meses plazo, conforme al
artículo 1163 del Código Civil), a partir de la data del pago y hasta su efectiva
devolución. En lo demás se declara sin lugar la demanda. Se resuelve sin especial
condenatoria en costas."
4.- El representante de la sociedad actora, formula recurso de casación por el
fondo. Alega violación de los artículos 330 del Código Procesal Civil; 7, 8 inciso a) de la
Ley del Impuesto sobre la Renta.
5.- Para efectuar la vista se señalaron las 8 horas del 27 de febrero de 2008,
oportunidad en que hizo uso de la palabra el Dr. Adrián Torrealba Navas, apoderado
especial judicial de la sociedad actora.
Teléfonos: (506) 2295-3658 o 2295-3659, correo electrónico [email protected]
6.- En los procedimientos ante esta Sala se han observado las prescripciones de
ley. Interviene en la decisión de este asunto el Magistrado Suplente José Rodolfo León
Díaz.
Redacta el Magistrado González Camacho
CONSIDERANDO
I.- El 21 de febrero de 1994 la compañía Adoc de Costa Rica S.A. (en lo
sucesivo Adoc), suscribió contrato por servicio con la sociedad Hide and Leather
Supplies Inc., cuyo objeto era el servicio de financiamiento, compras, consolidación,
envío y distribución de los productos que fueran solicitados mediante una orden con
firmas registradas y autorizadas. El precio a facturar por producto de calzado sería al
costo más seguro y flete; y por los servicios aludidos, se emitiría una factura mensual,
representada por una comisión sobre el monto total del valor CIF de las facturas por
embarques registrados durante el mes. En las compras de materias para las fábricas de
calzado y componentes, la comisión a pagar sobre el valor FOB, sería menor que la del
calzado. El pago debía realizarse en el plazo de 30 días, en la venta de productos, a
partir de la documentación que evidencie el embarque realizado; y en el otro, desde la
fecha en que Adoc o cualquiera de sus afiliadas, reciba la nota de cargo. En esa misma
fecha (21 de febrero de 1994), la contribuyente firmó contrato por servicios con
Seventhy Tree Corporation, en los mismos términos anteriormente señalados. Al 31 de
agosto de 1995, Adoc tenía una deuda con la empresa 73 Corp. por un monto de
$2.973.387,31, en concepto de compras de mercadería y prestación de servicios, la cual
está registrada en los libros contables. Además, adquirió un compromiso de pago con
Teléfonos: (506) 2295-3658 o 2295-3659, correo electrónico [email protected]
Fábrica de Calzado San Bosco, S.A., acumulando la suma por pagar al mes de agosto
de 1995 de ¢201.976.277,27, pasivo que fue capitalizado como aporte extraordinario de
socios en octubre de 1995. Por traslados de cargos no. 27501011559 y 2750101569 de
fecha 13 de septiembre de 1997, la Administración Tributaria de San José de la
Dirección General de Tributación Directa, cuestionó las declaraciones sobre la renta de
la empresa Adoc de Costa Rica de los períodos fiscales 1997 y 1998, determinando un
incremento de ¢42.817.537,00 y ¢45.946.658,15, respectivamente, los cuales fueron
notificadas a la empresa contribuyente el 20 de septiembre siguiente. Lo anterior
motivado en el ajuste al costo de ventas por dos motivos: a) compras registradas de
más en el inventario por utilizar tipos de cambio superiores al real, rechazándose un
monto de ¢44.542.795,82 para el período fiscal del 97 y ¢51.749.385,90 para el período
fiscal del 98; y b) por CIF registrado por cargos de servicios de las compañías Hide and
Leather y Seventhy Three Co., por ¢96.566.772,31 para el período 97 y ¢96.144.083,75
correspondiente al período 98. Además, por ajustes a los gastos financieros y
diferencial cambiario, para el período 97, se rechazó la deducción de intereses pagados
por pasivo a largo plazo por la suma de ¢42.981.851,42. En ese mismo lapso se
reconoció un gasto no deducido por la empresa en concepto de diferencias cambiarias
por compras al exterior de ¢35.573.714,38. Para el correspondiente al 98, se rechazó la
deducción de intereses fue de ¢40.835.771,95, y el gasto no deducido por diferencias
cambiarias de ¢35.573.714,38. La obligada impugnó dichos traslados, reclamos que
fueron rechazados mediante resolución no. DT-01-R-606-2 de las 12 horas 28 minutos
del 1 de julio del 2002, la que confirmó los aumentos de impuestos, así como los
Teléfonos: (506) 2295-3658 o 2295-3659, correo electrónico [email protected]
ajustes referidos. En relación, consideró que la contribuyente no había logrado acreditar
que el adicional al valor del CIF correspondiera a pagos realizados a la compañía
radicada en Miami 73 Corp., en concepto de servicios, ni constaba la retención del
impuesto de los pagos al exterior a cargo de las empresas beneficiarias. Además, existe
un faltante sin corroborar, ya que: "…la única factura por servicios aportada alcanza
únicamente el importe de $33.348.72, y la factura en la hoja de trabajo No. 109 que
alcanza el importe de ¢15.087.60, sea en total $48.436,32 mientras que el importe
determinado por la oficina fiscalizadora como registrado de más por este concepto por
la reclamante alcanzó la suma de $431.076.15, de manera que existe una diferencia
significativa en ese rubro que sigue sin justificar, lo que resulta totalmente necesario,
dada la estrecha relación entre las empresas involucradas.” En cuanto al ajuste por
intereses pagados por pasivo a largo plazo, consideró que no se vinculaban con la
obtención de los ingresos gravados, por cuanto re relacionaban con compras
importadas de los años de 1992 y 1995, que los ejercicios fiscales de 97 y 98 seguían
pendientes de pago, a pesar de que la contribuyente tuvo los recursos financieros para
cancelarlos. Conociendo de la apelación planteada, el Tribunal Fiscal Administrativo, en
fallo no. 217-2005 de las 9 horas del 26 de mayo del 2005, confirmó la actuación
cuestionada. Esa autoridad administrativa justificó su fallo en la falta de prueba
fehaciente que: “… las copias de facturas aportadas correspondieran a los servicios que
supuestamente se pagaron, y que justifiquen la diferencia existente entre el valor CIF
en dólares consignado en la hoja de cálculo que describe los datos de la factura original
y en la que se agrega un valor adicional al costo de cada producto, y el detallado en la
Teléfonos: (506) 2295-3658 o 2295-3659, correo electrónico [email protected]
póliza y en la factura respectiva”. Sobre el segundo aspecto, adoptando un criterio del
Tribunal Contencioso Administrativo, confirmó el criterio de la unidad A quo.
II.- El apoderado especial judicial de Adoc de Costa Rica S.A. presenta la
demanda que ha dado origen al presente proceso para que en lo medular en sentencia
se revoque totalmente la resolución determinativa de la Dirección General de
Tributación, Administración Territorial de San José número DT-01-R-606-2 de las 12
horas 28 minutos del 1 de julio del año 2002, confirmada por fallo o voto del Tribunal
Fiscal Administrativo número 217-2005, dictado a las 9 horas del 26 de mayo del 2005.
Se anulen los traslados de cargos números 27501011559 y 2750101569 de la
Administración Territorial Tributaria de San José. Se ordene al Estado restituir
¢88.764.195.15 en concepto de impuesto sobre la renta de los períodos fiscales de
1997 y 1998 pagados como consecuencia del fallo del Tribunal Fiscal Administrativo.
Pidió los intereses sobre esas sumas desde la fecha de pago hasta la fecha de la
restitución, así como ambas costas. El Estado contestó en forma negativa y opuso las
excepciones de falta de derecho y la expresión genérica (que no defensa), sine actione
agit. El Tribunal, previo pronunciamiento sobre las defensas, declaró parcialmente con
lugar la demanda. Anuló los traslados de cargos y resoluciones administrativas
impugnadas, en cuanto disponen el ajuste por concepto de intereses. Por ese extremo,
ordenó la devolución de ¢75.867.411.45 con sus réditos legales. En lo demás, declaró
sin lugar la acción, sin especial condena en costas. Acude en casación al apoderado de
la actora invocando alegatos de fondo.
Teléfonos: (506) 2295-3658 o 2295-3659, correo electrónico [email protected]
III.- Como motivo único acusa violación indirecta por indebida apreciación de la
prueba. Sostiene, a la luz de la sana crítica, estos elementos deben llevar a concluir que
la deducción de gastos era procedente. Critica, la sentencia aprecia de manera indebida
estas probanzas y tiene por no demostrada la prestación efectiva de servicios,
rechazando la deducibilidad del gasto, violando con ello los preceptos 330 del Código
Procesal Civil, 7 y 8 inciso a) de la Ley General del Impuesto sobre la Renta. Indica,
presentó al expediente administrativo una certificación de Contador Público en que
consta el respaldo completo de facturas de servicios prestados por Hide and Leather y
Seventy Three Corp., en que se procedió a revisar las facturas originales aportadas por
la empresa, sosteniendo que concuerdan en concepto, cantidad y monto, con los
registros contables por servicios recibidos de 73 Corp., y Hide and Leather Supplies Inc.
No obstante, el Tribunal señala que fue por el dicho de la propia actora que el contador
logró dilucidar a qué tipo de servicio corresponde cada una de las que tuvo a la vista,
información que no estaba contenida en la documentación. Critica, es claro que el
contador no podía certificar que aquellas correspondían a los servicios señalados, pues
desconoce la realidad del negocio. Lo que puede acreditar el profesional es que de
acuerdo con la administración de la empresa, esas corresponden a dichos servicios,
como en efecto lo hace. Indica, la existencia de esas acciones se comprueba y
complementa con la otra prueba aportada al expediente. Dice haber presentado todas
las correspondientes a los servicios prestados. Agrega, en escrito de 31 de enero de
2004 aportó copia de todas. Presentó también factura de importación de mercadería
acompañada de un documento en que se reconocía y calculaba la comisión
Teléfonos: (506) 2295-3658 o 2295-3659, correo electrónico [email protected]
correspondiente al servicio asociado a la compra de mercadería. Señala, aportó dos
cartas en las que se hace constar que en marzo de 1995 solicitó a sus proveedores un
cambio de modelo de facturación mensual previsto en el contrato original, dado que
había tenido problemas para asociar los costos de servicios a las mercancías
importadas. Pidió títulos individuales para solventar el problema de control y asociación
de gastos y costos. Con el fin de evidenciar el efectivo funcionamiento de Hide &
Leather, consta carta del gerente general de la compañía Sixty Six Internacional Co.,
que opera en Taiwán, en la que indica que actúan como agentes de Hide & Leather,
realizando actividades de selección de proveedores, negociación de precios, control de
calidad, coordinación de precios y de distintas fábricas y consolidación de embarques
para los clientes de Hide & Leather de Centroamérica. Así mismo, declaración bajo
juramento de Danilo Evaristo José Ramón Chamorro, quien explica las funciones que
cumplía 73 Corp., a su favor y contratos de servicios suscritos con Hide & Leather
Supplies Inc., desde 1994. Expresa que esa declaración indica que las funciones las
realizó para Adoc de Costa Rica, a fin de que recibiera sus mercancías sin ninguna
preocupación o trabajo adicional para cubrir sus requerimientos. Resalta, en el
expediente administrativo expuso que por el principio de devengado no es obligatorio
demostrar el pago para que proceda la deducibilidad del gasto. Empero, consta en esa
pieza certificación del contador público autorizado que comprueba la realización de los
pagos correspondientes a esos servicios. En un segundo aspecto, cuestiona que la
sentencia haya objetado que las facturas no cumplen con lo dispuesto por el artículo 11
inciso d) del Reglamento a la Ley del Impuesto sobre la Renta, en cuanto no contiene la
Teléfonos: (506) 2295-3658 o 2295-3659, correo electrónico [email protected]
descripción de la mercadería comprada. Dice, los requisitos que exige la normativa local
no pueden exigirse en caso de servicios prestados por entidades domiciliadas en el
exterior. Sostiene, a la luz de la sana crítica, con las facturas aportadas, contrato y el
registro contable, se evidencia que se trata de pagos por los servicios indicados en el
convenio. Aduce, al no haber reglas explícitas para los títulos emitidos por entes no
domiciliados, idear con posterioridad los requisitos que satisfacen a la Administración o
a los jueces, colocan al contribuyente en estado de indefensión y de inseguridad
jurídica. Considera, esa exigencia solo sería válida si existieran normas previas y
razonables. En todo caso, insiste, de los documentos probatorios ofrecidos se
desprende que la factura de servicio estaba relacionada con las actividades desplegadas
para hacer posible la importación de la mercadería. En un tercer aspecto, combate el
criterio del Tribunal en cuanto indicó que el testimonio de Danilo Evaristo José Ramón
Chamorro lo que evidencia es el modus operandi de la empresa, lo que no logra
demostrar el motivo de pago de los títulos aportados. Externa, en realidad lo expuesto
por el deponente fueron las funciones que realiza para Adoc y explican el pago que
recibe por aquellas. Reitera lo indicado por el testigo. Destaca, el señor Chamorro
declaró que esas actividades las realizaba para la compañía Adoc de Costa Rica, a fin de
que ésta recibiera sus mercancías sin ninguna preocupación o trabajo adicional para
cubrir sus requerimientos. Insiste en que para demostrar el efectivo funcionamiento de
Hide & Leather, consta carta de la Gerencia General de Sixty Six Internacional Co., que
opera en Taiwán. Critica que el Tribunal haya cuestionado la legitimidad de las facturas,
e incluso su veracidad, por cuanto de conformidad con el contrato suscrito con Hide &
Teléfonos: (506) 2295-3658 o 2295-3659, correo electrónico [email protected]
Leather Supplies Inc., los servicios que esa entidad presta a Adoc deben ser solicitados
mediante orden con firmas registradas y autorizadas, lo que no se acreditó. Sobre ese
particular manifiesta que si bien no se han podido localizar las órdenes de compra
originales, las facturas de importación demuestran que las compras se hicieron. A su
juicio, esa leve divergencia entre la práctica comercial y la letra del contrato no es un
argumento suficiente para tener por indemostrada la existencia de adquisiciones
asociadas a los servicios. Prosigue, el Tribunal expresó que no constaba en las facturas
aportadas que, tal y como lo exigía el contrato, la facturación fuese mensual o se
consignara la comisión sobre el monto total del CIF de los títulos por embarques
registrados en el mes. La sentencia ignora que se aportaron dos cartas que hacen ver
que en marzo de 1995 solicitó a sus proveedores un cambio en el modelo de
facturación mensual, ante la problemática para asociar los costos de las importaciones.
Por ello, se solicitaba la emisión de facturas individuales para cada venta de producto,
para solventar el problema de costos y gastos. Concluye, esto es lo que explica la
existencia del documento de reconocimiento dicho y la forma en que se facturaba el
servicio en los períodos auditados.
IV.- Sobre los gastos deducibles. Los alegatos del casacionista giran en
tornoal tema de la deducibilidad de los gastos en materia de impuesto sobre la renta,
en concreto, su demostración y procedencia. De ahí que sea necesario establecer de
antemano algunas consideraciones breves sobre ese aspecto. El impuesto sobre la
renta, regulado en la Ley no. 7092, grava las utilidades y en general, todos los ingresos,
continuos o eventuales, percibidos o devengados, que sean provenientes de fuente
Teléfonos: (506) 2295-3658 o 2295-3659, correo electrónico [email protected]
costarricense, entendiendo por esta última expresión, los ingresos generados por
servicios prestados, bienes situados o capitales utilizados en el territorio nacional
(artículo 1). Así mismo, se impone sobre todos aquellos incrementos de patrimonio que
no se encuentren debidamente justificados. Es este precisamente su elemento material.
Se fundamenta en el concepto de renta producto, esto es, grava la riqueza o
actividades que generen lucro u onerosidad. Esto quiere decir que son susceptibles de
imposición, las que se originen en el uso de los factores de producción (tierra, trabajo y
capital), pero solo en la fracción de la riqueza que supere los costos y gastos incurridos
para producirla. Lo contrario, desnaturalizaría el tributo, pues se impondría sobre la
base misma que produce la utilidad y no sobre esta última. Desde este plano, su base
de cálculo está constituida por la renta neta, gravable o imponible conceptualizada por
el numeral 7 de ese cuerpo legal como “…el resultado de deducir de la renta bruta los
costos y gastos útiles, necesarios y pertinentes para producir la utilidad o beneficio, y
las otras erogaciones expresamente autorizadas por ley, debidamente respaldadas por
comprobantes y registradas en la contabilidad.” En este sentido, de conformidad con el
artículo 5 de la Ley no. 7092, debe entenderse como renta bruta, el conjunto de
beneficios o ingresos percibidos o devengados por el sujeto pasivo en el respectivo
período fiscal. De esta deben excluirse los rubros que enlista el numeral 6 ibidem. De
igual forma, todas aquellas erogaciones que sean útiles y necesarias para producir la
actividad que genera los dividendos. Es decir, al considerar que la actividad primaria es
la fuente que permite la generación de utilidades, todos los rubros que busquen o
tengan por finalidad la permanencia del quehacer productivo, en principio, están
Teléfonos: (506) 2295-3658 o 2295-3659, correo electrónico [email protected]
dispensados de la base neta de cálculo (canon 12 del Reglamento de la Ley citada).
V.- El concepto y naturaleza misma de ese gravamen, así como su contenido
material, dan cabida a la deducibilidad. En efecto, la determinación de la renta neta,
conforme a lo expuesto, supone un mecanismo de deducción de los gastos en que haya
incurrido el contribuyente para generar la renta gravable, dentro de un contexto de
utilidad y necesidad. Desde este plano, la deducibilidad aplicable en este tributo, debe
asociarse al contenido mismo del concepto de renta neta, en el sentido de que son
deducibles, los gastos que permiten producir la utilidad imponible. Visto así, la
definición de la procedencia de la deducción, infiere un de ejercicio intelectivo de la
Administración Tributaria, para establecer, cuáles de las aplicadas por el sujeto pasivo
de la obligación tributaria cumplen con estas exigencias. En esta orientación, los gastos
deducibles son todos aquellos que coadyuvan en la producción de las utilidades, o bien,
en términos más simples, todas aquellas erogaciones que se encuentren vinculadas con
la obtención de rentas gravables. Es decir, el efecto reductor de la obligación tributaria
en su base que es propio del fenómeno de la deducibilidad de gastos, pende, como
presupuesto fundamental e impostergable, en su vinculación con la actividad
productiva, de manera que solo serán deducibles los que hayan sido erogados para
obtener las ganancias que componen el referente gravable. Con todo, ese nexo objetivo
requiere además, que el gasto sea necesario. Aunado a ello, el legislador ha establecido
exigencias concurrentes para la procedencia de la deducción. El ordinal 8 de la Ley que
regula el tributo de marras, en relación al canon 12 de su Reglamento (Decreto No.
18445-H), condiciona tal efecto a los siguientes requisitos: 1.- Que sean gastos
Teléfonos: (506) 2295-3658 o 2295-3659, correo electrónico [email protected]
necesarios para obtener ingresos, actuales o potenciales, gravados por esta Ley. 2.-
Que se haya cumplido con la obligación de retener y pagar el impuesto fijado en otras
disposiciones de esta Ley. 3.- Que los comprobantes de respaldo estén debidamente
autorizados por la Administración Tributaria. Solo estando presentes todos esos
presupuestos, el gasto podría reducir la base de cálculo. En relación, en el fallo no. 633
de las 10 horas 45 minutos del 6 de septiembre del 2006, esta Sala abordó de manera
extensa la naturaleza y particularidades de los gastos objeto de examen, criterio que en
todo es aplicable a este caso, lo que justifica lo extenso de la cita, en el siguiente
sentido: “El ordinal 8 de la Ley no. 7092, establece un catálogo, no cerrado, que
describe partidas que pueden ser consideradas como un gasto deducible, y en
contrapartida de ello, en el canon 9 ibidem, cuales no ostentan esta categorización. No
obstante, la exigencia de que el gasto guarde un ligamen con la creación de la renta,
por si mismo no determina su capacidad de disminuir la base imponible del tributo, en
tanto, además de ello, requiere de una serie de requisitos adicionales. … La
trascendencia efectiva y fundamental, inherente a la deducibilidad, estriba en el
indispensable e infranqueable marco relacional que debe imperar entre el gasto y su
condición de servir como medio para producir rentas gravables, lo que evidentemente,
debe ser acreditado mediante los soportes documentales que la ley obliga al
contribuyente a llevar, como comprobante y para efectos de orden de sus
transacciones. Es este el aspecto principal que permite establecer si un gasto, en tesis
de principio y de comprobarse la convergencia de las otras dos situaciones ya
señaladas, es o no susceptible de ser aplicado a la base de cálculo. Así se desprende de
Teléfonos: (506) 2295-3658 o 2295-3659, correo electrónico [email protected]
la finalidad misma del sistema impositivo aludido, que pretende gravar la renta
producto, es decir, no la fuente de producción de la riqueza. Así se refleja, por ejemplo,
en el otorgamiento de la facultad conferida al Fisco, de rechazar total o parcialmente
algunos de los gastos enunciados en el precepto 8 ya citado, cuando los considere
excesivos o improcedentes, o bien, y nótese aquí el concepto en desarrollo, cuando “…
no los considere indispensables para obtener rentas gravables, según los estudios
fundamentados que realice la Administración.” En la misma dirección se aviene el inciso
j) de esa misma ley cuando indica que no son deducibles de la renta bruta: “Cualquier
otra erogación que no esté vinculada con la obtención de las rentas gravables.”,
contrario sensu, en tanto satisfaga las exigencias ya mencionadas, si tiene vinculación
con la obtención de rentas gravables, y se encuentre acreditado de forma debida,
puede ser deducido. En igual sentido el numeral 12 del Reglamento a la Ley del
Impuesto sobre la Renta, Decreto Ejecutivo No. 18445-H. La integración de estos
factores permiten establecer que en realidad, el sistema de deducibilidad es uno de
naturaleza compleja, orientado en lo fundamental por el ligamen asociativo ya
explicitado, y acompañado de la necesidad de haber cumplido la obligación de retener y
pagar los tributos que la partida misma exija conforme a la ley, así como del aporte de
los comprobantes que lo demuestren, como medios de justificación del gasto en que se
ha incurrido. Son elementos concurrentes, de modo que de ausentarse u omitirse uno
de ellos, aún cuando se hayan satisfecho los demás, en principio, la deducción es
inviable. Conviene indicar además, que únicamente son deducibles del impuesto sobre
la renta aquellos gastos originados en el período fiscal correspondiente, de lo que
Teléfonos: (506) 2295-3658 o 2295-3659, correo electrónico [email protected]
deriva que están sujetos al elemento temporal del impuesto, lo que resulta
consustancial a su condición de accesoriedad respecto de aquel. En suma, estas
erogaciones deben enmarcarse dentro de las prescripciones contenidas en los artículos
8, inciso 1) de la Ley del Impuesto sobre la Renta y sus reformas y 12 de su
Reglamento, así mismo, los pagados o causados durante el período fiscal
correspondiente, deben ser necesarios para producir la renta o conservar su fuente
productora, ya que al no serlo, bien podrían ser denegados.”
VI.- Sobre la valoración de las pruebas en procesos tributarios.
Principios aplicables. Ahora bien, como se ha indicado, la posible deducción de un
determinado gasto o costo pende, no solo de su conexidad con la generación de rentas
sujetas. Requiere además, de su acreditación en sede tributaria, sea, debe estar
debidamente respaldada por los comprobantes correspondientes, que ha de aportar el
contribuyente. Lo anterior viene establecido como requisito sine qua non por lo
preceptuado en los numerales 7, 8, 9 de la Ley no. 7092, 11, 12 de su Reglamento.
Aunado a ello, como se ha expuesto, no basta al obligado aportar comprobantes para
justificar el gasto. Se impone como requisito complementario, que se encuentren
debidamente autorizados por la Administración Tributaria. Por ello, al margen del tipo
de documento que sea presentado para secundar la deducción y posterior liquidación
del deber jurídico tributario, su sola presentación no permite suponer la demostración
que en este ámbito corresponde al contribuyente. La validez de la deducibilidad
autorrealizada por el sujeto pasivo está sujeta a la posterior comprobación que pueda
realizar la Administración Tributaria, en los términos que estatuye el numeral 123 del
Teléfonos: (506) 2295-3658 o 2295-3659, correo electrónico [email protected]
Código de Normas y Procedimientos Tributarios. Lo anterior supone la facultad del Fisco
de analizar la correspondencia de esos comprobantes con los presupuestos que impone
el Ordenamiento Jurídico para la procedencia de la deducción (sobre las implicaciones
de esta función revisora, consúltese de esta Sala, sentencia 633 del 6 de septiembre del
2006 ya citada). Este cotejo busca desentrañar la realidad económica subyacente en la
obligación tributaria y ponderar la adecuación del gasto al ligamen de necesidad, pero
además, su efectiva demostración. Por ello, ante el rechazo que pueda dictar el Fisco
por considerar que el gasto no se encuentra debidamente justificado, corresponde al
obligado aportar las pruebas que justifiquen que el gasto es deducible. En definitiva, no
basta que el gasto en sí esté vinculado con la generación de rentas gravables, para que
pueda surtir ese efecto de reductor. Es imperativo que el contribuyente acredite su
efectiva realización mediante los comprobantes debidamente autorizados por la
Administración Tributaria, soportes que son elementales para comprobar la existencia
real de la partida, pero además, para establecer su procedencia cuantitativa y
cualitativa.
VII.- El caso concreto. En la especie, el recurrente critica una indebida
valoración probatoria, contraria a las reglas de la sana crítica, en cuanto estima, los
elementos que aportó a los autos, acreditan debidamente los gastos deducidos,
producto de la prestación de servicios de las empresas Hide & Leather y Seventy Three
Corp., lo que fue rechazado tanto por la Administración Tributaria como por el Tribunal.
A su juicio, las erogaciones producto de la relación de servicios con esas empresas
están comprobadas con el soporte documental que presentó, las que en su conjunto,
Teléfonos: (506) 2295-3658 o 2295-3659, correo electrónico [email protected]
denotan que se trata de gastos deducibles aplicables a la relación jurídico tributaria
correspondiente a los períodos 97 y 98. El Tribunal rechazó las pretensiones del
accionante en lo que incumbe a los costos adicionados al valor CIF (punto de interés),
al considerar que de la certificación de contador público autorizado (CPA), de los
cuadros de gastos por servicios para el período octubre 96 a setiembre 97 y del período
de octubre 97 a setiembre de 98, y la declaración de Danilo Evaristo José Ramón
Chamorro Chamorro, no era posible derivar cuáles servicios en concreto, prestados por
las empresas Hide and Leather Supplies Inc., eran los pagados por la actora, siendo
imprescindible, para generar la deducibilidad tributaria, la determinación del rubro a
que responden. Además, el Ad quem señaló que fue por el dicho de la propia
accionante que el CPA indicó que las facturas analizadas eran correspondientes a los
servicios aludidos. El testimonio del señor Chamorro Chamorro, lo que hacía era reflejar
el modo de operación de esas empresas extranjeras. Los cuadros comparativos de la
cancelación de las facturas no pueden determinar el tipo de servicio que se pagó,
aunado al hecho de que las facturas aportadas no cumplían con los requerimientos
mínimos de la normativa tributaria.
VIII.- Deber de aportar comprobantes. Como se ha señalado en los apartes
precedentes, la naturaleza misma del impuesto sobre la renta permite la deducibilidad
de los gastos y costos en que haya incurrido el agente productor para la generación de
rentas gravables. Ese efecto disminutivo requiere además de tal vinculación, de la
demostración fehaciente de las erogaciones, mediante el respaldo debido de los
comprobantes pertinentes, los que deben estar autorizados por la Administración
Teléfonos: (506) 2295-3658 o 2295-3659, correo electrónico [email protected]
Tributaria. En este sentido, el numeral 11 del Reglamento a la Ley no. 7092 señala el
contenido mínimo que deben cumplir los comprobantes para que la erogación pueda
ser deducible, estableciendo al efecto, en lo relevante, la descripción de la mercadería o
servicio, con detalle del monto. La finalidad de esta exigencia es clara; esa información
es relevante para establecer la vinculación del gasto con la actividad lucrativa que se
encuentra sujeta al gravamen, así como su necesidad para tales fines productivos.
Desde luego que esa disposición no podría afectar a las empresas no domiciliadas,
empero, el contribuyente que pretenda deducir partidas que correspondan a relaciones
comerciales que entablan con empresas extranjeras, en las que el modelo de factura
utilizado puede variar en su contenido, debe acreditar con la solvencia probatoria que
es debida en estos casos, el detalle de los bienes o servicios adquiridos. Es decir, la
obligación de comprobar el gasto no se ve disminuida por el hecho de que el
comprobante sea emitido por una entidad extranjera, pues es claro que el domiciliado
debe, en cualquier caso, acompañar la documentación que permita cumplir con las
exigencias que el Ordenamiento Jurídico ha estatuido para que proceda la deducción.
IX.- En un primer plano el casacionista recrimina que se haya estimado por
parte del Tribunal que la certificación del CPA no permitía tener por comprobados los
gastos por concepto de consolidación, reembalaje y movilización, por cuanto fue el
dicho de la contribuyente lo que llevó a dilucidar que tipo de servicio era el contenido
en las facturas. Esta Sala comparte lo resuelto por dicho órgano jurisdiccional. En
efecto, la certificación para efectos tributarios emitida por el profesional Mario Acuña
Bonilla aportada a folio 226 del principal, señala que revisó los originales de las facturas
Teléfonos: (506) 2295-3658 o 2295-3659, correo electrónico [email protected]
de compra de mercadería, los que coincidían en concepto, cantidad y monto con los
registros contables de la contribuyente por servicios recibidos de esas empresas. Para
tales efectos, señala, se relacionó cada factura de servicios, con la de mercancías. No
obstante, no detalla a que servicio corresponden dichas facturaciones, dato que
ciertamente no se puede desprender de dicha documentación. Como bien señala el
Tribunal, la consigna de que se referían a los servicios alegados por la accionante, se
obtiene de las declaraciones e información que en ese sentido le transmitió la misma
obligada, más no a detalles que pudieran abstraerse de manera directa de esa
documentación. Ello se observa cuando en la certificación aludida indica: “Para la
revisión de los documentos originales de estas facturas de servicios cobrados, se
estableció la relación de cada factura por servicios con la respectiva factura de
mercancías, considerando la cantidad de los ítems, el número de factura y su fecha, con
lo cual se determina el cuadro anexo en que se describe la relación de facturas de
servicios con cada factura de mercancías. La administración de Compañía Adoc de
Costa Rica, S.A. indica que los servicios cobrados en estas facturas originales
corresponden a los servicios de consolidación, reembalaje y movilización.” El
resaltado corresponde al original. Desde ese plano, si bien lleva razón el recurrente
cuando señala que el Contador no puede conocer con precisión la realidad del negocio,
es claro que los documentos que tuvo a la vista para emitir la certificación requerida, no
permitían abstraer, como dato incuestionable, que los títulos por servicios prestados se
trataran de consolidación, reembalaje y transporte. Esa conclusión, se reitera, se
obtuvo a partir de datos suministrados por la demandante. Ahora bien, para tales
Teléfonos: (506) 2295-3658 o 2295-3659, correo electrónico [email protected]
efectos, es de rigor ingresar al examen de los documentos que fueron aportados a los
autos con la finalidad de demostrar esa vinculación.
X.- En esta línea el recurrente afirma que la factura de importación, el
documento que reconocía y calculaba la comisión correspondiente y la factura de
servicios, constituyen una trilogía documental que permite acreditar que los montos
adicionados al CIF facturado, corresponden al pago por los servicios de consolidación,
reembalaje y movilización. A juicio de esta Sala, es evidente que en su conjunto, los
tres tipos de documentos presentados (de manera extensa), guardan relación en
términos numéricos. La factura por mercadería coincide con la hoja adicional que se
aporta en la que se calcula un item (no identificado ni precisado), y esta a su vez, se
corresponde con la factura por servicios. Empero, pese a esta concordancia, los
documentos aludidos no permiten inferir, con la claridad que asevera el recurrente, que
los servicios facturados se refieran a los que alega se encuentran sustentados en el
contrato suscrito con las empresas extranjeras. La relación documental permite suponer
que en el fondo, contienen el cobro de un servicio, más no es factible identificar con la
precisión debida, que tipo de cargo se está trasladando y en esos términos, no podría
determinarse la correspondencia del gasto con la generación de rentas gravables, a la
vez que no se cumple con la condición de comprobar la necesidad del gasto, ambos
requisitos impostergables en orden a obtener el efecto pretendido. Como complemento,
a folio 228 se presenta un cuadro comparativo de la cancelación de las facturas de
importación y de servicios. De nuevo, un análisis objetivo de este elemento no permite
determinar o establecer, como bien lo señaló el Tribunal, el tipo de servicio que se está
Teléfonos: (506) 2295-3658 o 2295-3659, correo electrónico [email protected]
cancelando. Nótese que la información que se detalla es general, sin especificar los
servicios prestados, además de que se refiere con exclusividad a la empresa Hide and
Leather Supplies Inc.. Respecto de la corporación Seventhy Three, no se ofrece ese
detalle, que se insiste, per se es insuficiente para establecer el nexo y la demostración
de los gastos. Por otro lado, considera esta Sala, no podría ser motivo de rechazo de la
deducción el hecho de que en el contrato se haya establecido en la cláusula sobre el
precio, que se emitiría una factura mensual por las comisiones sobre el monto total del
valor CIF de los embarques registrados durante el mes (folios 194 y 197). La dinámica
de las relaciones comerciales permite y justifica la mutación de las condiciones
originalmente pactadas, a conveniencia de las partes, lo que es propio de un principio
de agilidad y buscar hacer más flexibles ese tipo de transacciones. La deducibilidad del
gasto no pende que la facturación se emita con la periodicidad pactada en el contrato.
Bien pudo darse una modificación aceptada de ese acuerdo. No quiere esto decir que
las facturas o comprobantes no deban llenar el contenido mínimo que establecen las
normas tributarias, lo que corresponde a otro tema. Lo relevante, a estos efectos, es
que las facturas correspondan a servicios o bienes que hayan sido efectivamente
adquiridos, sean necesarios para generar rentas sujetas al impuesto y se encuentren
respaldados (artículos 7 y 11 Ley no. 7092). En todo caso, conforme lo advierte el
recurrente, en marzo de 1995 solicitó a las empresas citadas se variara la metodología
de facturación mensual, por los problemas para asociar gastos, requiriendo entonces
títulos individuales (folios 224 y 225). Tampoco podría ser causa de rechazo la falta de
aporte de las solicitudes de compra o de servicios con firmas registradas y autorizadas.
Teléfonos: (506) 2295-3658 o 2295-3659, correo electrónico [email protected]
Si bien es un aspecto que de alguna manera hubiera podido ser de relevancia para
descifrar el tipo de servicio que se expresa en los documentos aportados, en el fondo se
trata de una disposición contractual que busca establecer criterios de sana
administración y control, pero que en sí, no denota si el gasto se aviene o no a los
criterios que justifican su naturaleza deducible. Se impone en este particular el
cumplimiento de las exigencias que la legislación tributaria nacional ha impuesto para
que opere ese fenómeno (como ya se ha indicado), en punto a reducir de la renta
gravable los gastos necesarios incurridos para la realización de la actividad que permite
la generación de rentas, por lo que no pueden anteponerse cuestiones formales
superadas por una dinámica empresarial que justifica y motiva la variación en la
práctica de formas pactadas de antemano. El punto de si la solicitud de servicio se
realizó o no de conformidad con los mecanismos señalados, no puede ser una limitante
para deducir ese gasto, si en ese caso hipotético, se reúnen las condiciones fijadas por
el Ordenamiento para que proceda. Impera en este aspecto la realidad económica y
naturaleza real del gasto, sobre cuestiones formales que a la postre, no son ni pueden
ser definitorias para determinar si el gasto es o no deducible. Sin embargo, se insiste,
considera este órgano colegiado que la naturaleza y detalle de los servicios facturados,
adicionados al valor CIF de las mercaderías, es un aspecto que no se ha logrado
acreditar como corresponde, ni siquiera con esa prueba mencionada, lo que produce,
como consecuencia natural, la no deducibilidad.
XI.- En otro aspecto, el casacionista aduce que la declaración de don Danilo
Evaristo José Ramón Chamorro permite establecer a que tipo de gastos se refieren esas
Teléfonos: (506) 2295-3658 o 2295-3659, correo electrónico [email protected]
facturas. En ese instrumento se detallan las funciones que realizaba para Adoc, dentro
de las cuales estaban la de dirigir, supervisar y ejecutar las diversas actividades
operativas y financieras para el óptimo funcionamiento de la corporación, cuya actividad
era buscar, seleccionar y negociar con los diferentes proveedores y brindar servicios de
intermediación. No obstante, el contenido de la declaración jurada que consta a folios
202 y 203 del principal, en realidad se dirige a explicar el marco de las funciones que
desarrollaba el declarante en la empresa Seventy Three Corp., así como los servicios
que esta prestaba a Adoc, lo que viene a ser un complemento de lo que ya de por sí
estaba acreditado en el contrato. Sin embargo, coincide esta Sala con el criterio del
Tribunal, por cuanto ese documento lo que permite establecer es el modo de operación
propio del giro empresarial y en concreto, las acciones que realizaba en beneficio de la
accionante, pero no son un referente que permita inferir que los servicios que se
incorporan en las facturas en cuestión, hayan sido por ese concepto en particular, lo
que se reitera, es fundamental para poder establecer si el gasto es deducible o no.
Igual sucede con la certificación de la Gerencia General de Sixty Six Internacional Co.,
que opera en Taiwán, la que señala las funciones que realizaba para Hide & Leather.
Esa prueba no guarda relevancia alguna para resolver el punto medular que se debate.
Basta observar que se presenta con el fin de evidenciar su efectivo funcionamiento, lo
que no guarda mayor incidencia en la demostración del detalle de los servicios
facturados. Lo mismos sucede con el alegato referido a la aplicación del sistema de
devengo, que no impide aplicar la deducción. El sistema contable que impera en este
gravamen (devengado conforme al numeral 1 Ley no. 7092 y 55 de su Reglamento,
Teléfonos: (506) 2295-3658 o 2295-3659, correo electrónico [email protected]
pero que no excluye el percibido en tanto se encuentre autorizado por la Administración
Tributaria) no se relaciona de ninguna manera con el punto cuestionado, por lo que se
trata de un agravio de poca o nula utilidad para la especie.
XII.- Finalmente, con independencia del criterio que pueda tener esta Sala en
torno a la deducibilidad de los intereses moratorios, no se emite pronunciamiento por
no haber sido objeto de cuestionamiento. En suma, una vez analizada la extensa
prueba documental aportada tanto en sede administrativo como jurisdiccional al tenor
de los reclamos formulados en este recurso, llevan a prohijar la tesis del Tribunal y del
Fisco en el sentido de la ausencia de la demostración fehaciente que impone el
Ordenamiento Jurídico para la deducción de gastos y costos incurridos, los que en
definitiva, ante esta omisión probatoria, hacen imposible acceder a lo pretendido. Con
base en las razones antedichas, no presenta el fallo impugnado los defectos de
legalidad invocados por el recurrente. Así las cosas, se impone declarar sin lugar el
presente recurso de casación, con sus costas a cargo de la parte actora a la luz del
mandato 611 del Código Procesal Civil.
POR TANTO
Se declara sin lugar el recurso. Son sus costas a cargo de quien lo interpuso.
Anabelle León Feoli
Teléfonos: (506) 2295-3658 o 2295-3659, correo electrónico [email protected]
Luis Guillermo Rivas Loáiciga Román Solís Zelaya
Óscar Eduardo González Camacho José Rodolfo León Díaz
LRIVERA