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Fábulas Chilenas · como el espejo del cuento:-Señor, vaya a reformarse, i después venga a mirarse, si quiere quedar contento. Pues, de la misma manera, si en mis fábulas tildado

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Una mirada a las costumbres y vicios localesFábulas Chilenas

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Esta nueva propuesta está especialmente dirigida a los jóvenes, para incentivarlos en la lectura y reconocimiento de los usos del lenguaje y, a la vez, motivarlos en la reeexión de ciertas costumbres y acciones que devienen en consecuencias.

El estilo El estilo grááco recoje la forma de la ilustración de la Lira Chilena, un documento publicado a partir de 1860, que presentaba poemas en décimas, acompañados de grabados xilográácos y que en este proyecto se ha integrado libremente.

IntroducciónFFábulas Chilenas presenta una selección de textos de la obra Fábulas originales publicada en 1888 por Daniel Barros Grez, un escritor que se caracterizó por su aguda observación de los tipos sociales y las costumbres de la vida vida republicana a ánes del siglo 19, su aporte es entregar una visión de la vida de los chilenos. En sus palabras maniáesta: “creo en lo sagrado de la misión literaria, tengo una fe profunda en la eecacia de este fecundo elemeelemento de progreso...”

PROYECTO CREART Investigador Responsable: Guido Olivares S.Colaboración en Textos: Estefanía Román P.Colaboración en Diseño: Maritza Rivera N.CONTACTO: [email protected]

Acerca del diseño y del autorEsta propuesta se genera desde el diseño grááco, sus elementos básicos son las imágenes y los textos, la relación entre ellos se construye de acuerdo a los contenidos e intenciones de sus productos.

El El libro-álbum se ha constituido en una forma de diagramación que da valor a la relación texto/imagen, "así como se lee el texto, también debemos leer las imágenes... es un género único cuyas características lo distinguen" (CRA, 2009), es un estilo editorial relativamente reciente, sin embargo, sus orígenes se remontan al siglo XVII con la obra de Comenius "Orbis sensualium pictus".

En la aEn la actualidad, autores, editores y diseñadores se han volcado a la búsqueda de nuevas formas de diagramación de contenidos que logren atraer a jóvenes lectores y reencantarlos con nuevas formas de presentación de la página, al mismo tiempo crear o adaptar contenidos que puedan ser visualizados no solo en la forma de libro tradicional sobre papel, sino también en las pantallas de dispositivos electrónicos, objetos habituales de comunicación de los jóvenes.

Daniel Barros Grez, considerado por muchos críticos como uno de los fundadores del teatro chileno, propuso al espectador una amplia galería de arquetipos formada por pícaros, enamorados, damas virtuosas y políticos corruptos, representa en escena los vicios y virtudes de la joven sociedad chilena, convirtiendo sus comedias de costumbres y demás obdemás obras dramáticas, como La iglesia y el estado: fantasía trágica en un acto, en una punzante crítica a la idiosincrasia nacional de la época, sus hipocresías y desventuras. Su producción teatral tiene una de sus cumbres en la obra Como en Santiago, que muestra la maestría del autor en el retrato social del que suele alimentarse, y que por esta misma calidad sigue siendo esta misma calidad sigue siendo representada en las tablas nacionales a pesar del tiempo transcurrido desde que fuera escrita.

Contenido1. El feo i el espejo 2. El labriego i las pulgas3. La lengua i el periodismo4. El loco necio i el loco hábil5. El patán i el bolsillo6. La niña i la vieja7. Hércules i un cangrejo8. El caballo i el camello9. La divinización humana10. Juan i su hijo11. La mariposa12. Los libros13. El reloj i la campana14. El globo aerostático

15. El loco que quiso atrapar la estrella

16. El ladrón i los perros17. El zorzal18. El asesino19. La mentira20. El arrepentimiento de un

borracho21. Los dos gallos22. El rei, el obispo i el bufón23. El raposo i la trampa24. El zángano i la hormiga25. El crítico que no había leído26. Los tahures

27. Los que mataban el tiempo28. Los dos esclavos29. Los dos pavos30. El cerebro, el corazón i la razón31. El tigre i el elefante 32. El asno cargado33. El tordo, la loica i el jote34. El botón de rosa35. El niño i la pelota36. El rio i la montaña37. La riqueza i la pobreza38. El cóndor i la lechuza39. Saliendo del teatro40. El mayor mal

Blas en un espejo vió su cuerpo asaz contrahecho.

No quedando satisfecho, del espejo se quejó.

El feo i el espejo

Mas éste replicó: ¿Tengo yo la culpa, Blas?

Es verdad que feo estás; Mas, ve a reformarte,

I después ven a mirarte, I contento quedarás.

Que ellas te dirán al intento,como el espejo del cuento:

-Señor, vaya a reformarse,i después venga a mirarse,si quiere quedar contento.

Pues, de la misma manera,si en mis fábulas tildadote crees, i lanzas airadocontra ellas mirada fiera,lector, tu enojo modera;

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El labriego i las pulgas

Así como el Labriego existen gentesQue olvidan que hay remedios tan fatales,Que en lugar de curar, dan nuevos males.Pues bien, esos señores impacientes,De ardor subido i de prudencia escasa,Por matar pulgas, quemarán la casa.

I al rancho todo consumía el fuego.

El miserable rancho de un labriego lleno de pulgas (con perdón) estaba;

I el hombre, fuego en ellas!, esclamaba:

-Bicho saltón ¡de tu crueldad reniego!-Extendió paja i la encendió, i luego

Se vió como la llama se elevaba,

I los pajizos techos incendiaba;

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La Lengua i el Periodismo

I si Esopo hoi viviera; ¿cuánto, cuántoDe la lengua del pueblo, el periodismo,No diría? Diríase él lo mismo:-El periodismo será noble i santo,Cuando, en voz alta, la verdad proclame:Si proclama mentiras, será infame.

¿Qué cosa es la más buena i la más mala?

Qué cosa es la más mala i la más buena?

La lengua! dijo Esopo pues si suena en ella la verdad,

Nada la iguala. Pero si la mentira nos propala,

Con ella el mundo de desgracias llena:

Es lengua noble la que al mal condena,

I vil, si contra el bien su voz exhala.

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El loco necio i el loco hábil

¿Crees, oh Fabio, que puedes elevarte,Loándote a ti mismo, a boca llena?Otros son los que deben ensalzarte,

Tu propia boca, amigo, te condena,Pues no puede ser nadie juez i parte:Solo nos honra la alabanza ajena.

Vínole a cierto loco la humorada de quererSuspenderse del cabello, i tiraba hacia arriba,

Con el cuello más i más alongando; pero ¡nada!Otro loco le dijo:- ¡Chambonada!

Si quieres suspenderte, es fácil ello;

Mas no es tu mano la que puede hacerlo:

Es otro el que ha de darte la tirada.

8

El Patán i el Bolsillo

Así hai cabezas lucidasQue, al irlas a examinar,Se encuentra, en vez de un tesoro,Solo viento i fatuidad.

Halló viento i nada más.

Una bolsa mui soplada

Se encontró un día un patán:

Creyendo hallar un tesoro,

9

La niña i la Vieja

¡Oid esta consejo,Mandatarios! Firmeza! mas, ¡cuidado!No torzais la clavija demasiado!

Templaba una guitarra una incauta Doncella:

Mas, traidora, una cuerda se suelta de la amarra,

I chas! le da en la mano encantadora. -Ai! mamita, mamita!

(La pobre Niña grita) Ai! Que dolor el mio!”

I por sus dos mejillas purpurinas dos lágrimas

Resbalan cristalinas, cual por la flor dos gotas de rocío.

I en oyendo su queja, -¿Cómo quieres, pues, hija

No hacerte daño (dícele la Vieja), si retorciste tanto la clavija?

10

Hércules i un Cangrejo

-Lo que prueba,Que cuando algún hombre grandeAcomete alguna empresa,Casi nunca falta un vilQue mal le haga, en lo que pueda.

Cuéntase que, mientras HérculesMataba a la Hidra Lernea,

Le mordía un vil cangrejo,

En un talón.

11

El Caballo i el Camello

Así, oh lector, encontrarás, a veces,Hombre de entendimiento tan jiboso,Que hasta de su defecto está orgulloso.

Al lado de un Caballo, un Camello iba, i éste

le dice así, con desafecto: -¿Te crees, mísero enano,

Mui perfecto? Ve mi lomo cual se alza más arriba!

Cuando al lado de tí mi amo me exhiba…

I el Caballo interrumpe: -No me afecto pues eso que te eleva

Es un defecto. ¿Qué más tienes que yo? Solo la jiba.

-Jiba! Pues tener jiba no mereces, enano bruto!

dícele el Camello, alzando vanidoso el largo cuello.

12

La Divinización Humana

Esta fábula no es una mentira;Es un hecho, que claro nos enseñaQue, si el hombre, en sus jefes, a un Dios mira,Fomentando reales inmodestias,En un abyecto abismo se despeña,Hasta adorar, cual dioses, a mil bestias.

El derecho divino de los Reyes,

Torcido i antiquísimo derecho, hacia de los grandes el provecho,

En récuas convirtiendo a humanas greyes.

Olvidaronse así las santas leyes;

Subió al altar el ídolo del hecho,

I el hombre, con su infamia satisfecho,

Adoró, por su Dios, hasta a los bueyes.

13

Juan i su Hijo

El Padre dice al fin:- ¿Con que es virtud,En comer i beber, moderación?-Sí! porque ésto dá al cuerpo la salud!

-Hijo, así es el hablar: si le hace bienLa temperancia al cuerpo, la razónPídesele al espíritu también.

Un hijo tiene Juan, mui hablador,

Al que no puede Juan hacer callar.

Cierto día en que salen a pasear,

Topan con un patán, gran bebedor.

-¿Qué te parece el vicio del licor?

Dice el padre; i el mozo empieza a hablar

Contra la intemperancia; i, sin cesar.

Ensarta frases, con creciente ardor.

14

La Mariposa

Así hacen muchos:Mil i mil libros abren,I no leen uno.

De flor en flor revuela

La Mariposa;

Mas de ninguna gusta,

Solo las toca.

15

Los Libros

¡Ay! i cuantos merecemosQue se nos diga otro tanto?Por de fuera muy lúcidos;Pero por dentro, ¡que vanos!

Estaba lleno un estante de librosI uno mui malo. Pero de mui lindo tipo,

I mui bien encuadernado, se reía del Quijote,

Que estaba mal empastado. Pero este le dijo al fin:

-Si yo en tapas no te igualo,

Estén ellas orgullosas, que en lo demás, ¿vales algo?

16

El Reloj i la Campana

Así una cosaMuchas personas dicen,I piensan otra.

El Reloj da una hora

Con la campana,

Miéntras la manecilla

Otra señala.

17

El globo aerostático

Así digo al entusiasta:Si te falta la prudencia,Que es del entusiasmo el lastre,¿No ha de fracasar tu empresa?

Sin lastre i con solo el gas,

Un globo elevarse piensa;

Pero es juguete del viento,

Que allá arriba le da vuelta.

18

El Loco que quiso atrapar la estrella

Allí hundido quedó, como quedaPegado en el cieno,Todo fatuo que marcha en la tierra,Tras brillo embustero,Porque olvida que luz verdaderaSolo puede venirnos del cielo.

Reflejada en un pozo, una estrella

Vió un Loco; i, queriendo,

Atraparla, se echó de cabeza

Al agua, al momento.

19

El Ladrón i los Perros

A los pueblos que cuidan su derecho,El Gobierno pondrá mil asechanzas,Con dádivas, promesas i esperanzas.

¡Ai! De los que, deseando el vil provecho,Luchan airados. Si no están alerta,Él hará de las suyas en la huerta.

I él hizo de las suyas en la huerta.

Una huerta cuidaban, siempre alerta,

Dos esforzados perros; i, medrosos,

Nunca osaban entrar los codiciosos,

Pues temían haber buena reyerta.Mas un ladron apareció en la puerta,

I a los Perros echó panes sabrosos;

Pelearon por la presa los golosos,

20

El Zorzal

Ya ni uno ni otro sabía.

Un sabio que esto veía,-Nada hay aquí que asombre,(Dijo), pues esto mismo al hombreLe pasa en su idioma hoi en día.

Por el canto del Jilguero

Despreció el suyo un Zorzal:

Mas tan luego vió su mal

Este pobre majadero,

Que al cabo de un mes no entero,

21

El Asesino

Quien derrama sangre haráResbaladizo el camino.

Un hombre, cruel puñalada a otro da,en terrible duelo;

Cae i a la cárcel va.

I báñase pronto el suelo con la sangre derramada,

Quiere huir el asesino; pero resbala i, sin tino,

Viendo venir fuerza armada,

22

La MentiraAl ver la fea mentira

El horror que al mundo inspira; Dice airada:

¡Pues me he de vengar del hombre!I apareciendo ataviada

Con la vestidura misma de la verdad,

Toma el nombre de sofisma.Desde entonces, no fué extrañoVer al CismaDivisor; ver al EngañoDerramarse por el mundo,Que cubren de error profundoLos que con facilidadDe Mentiras hacen Verdad,Esos mil talentos bellos, Ergotistas,Filósofos, según ellos,Según los demás, sofistas.

23

El Arrepentimientode un Borracho

Otros hai que no lo son,En el mundo, i la canciónCantan: dejaré mi vicio;Quedando siempre al servicioDe la misma sinrazón.

Tal necedad propalaba. Pero, si él borracho estaba.

Un borracho se moría; I, cumpliendo con su oficio,

Reprendíale su vicio el fraile que lo absolvía.

I el borracho le decía:

-Prometo, pues ya me muero. Dejar este vicio fiero!

Pero, padre! Al Señor ruegue, porque, cuando al cielo llegue,

Claro es que, estaba borracho, puesto que, tan sin empacho,

Me hagan allá bodeguero! Quién de tal manera hablaba,

24

Los dos Gallos

Muchos hai que, por su honra, bravos luchan.I, rabiosos, a su honra sacrifican;Pues hiriéndose, solo a su odio escuchan.

I tanto se despluman y se pican,Que, así como los Gallos desplumados,Quedan al fin los pobres deshonrados.

De sus pintadas plumas orgullosos,

Dos Gallos, cierto día, se alabaronA sí mismos los dos; y se enojaron;

I en la lucha enredáronse furiosos.

Allí, por defender, los vanidosos, su plumaje

Sin plumas se quedaron. I en la batalla cruel,

Se ensangrentaron, perdiendo sus colores primorosos.

25

El Rei, el Obispo i el Bufón

Oyólo un Bufón y díjoles: Si quéreis que os den todo eso,No pidáis de más, i dadAl pueblo lo que es del pueblo.

Un Rei de no sé qué parte i el Obispo de aquel reino

Platicaban, cierto día, sobre asuntos de gobierno.

- ¡Oh! dijo el Rei, no habrá paz jamás, si no dan los pueblos

Al César lo que es del César, como dice el Evanjelio,

-Pero es preciso agregar (Respondió el Obispo luego),

Al buen Dios lo que es de Dios, para completar el testo.

26

El Raposo i la Trampa

Con una trampa topó

Un día un viejo Raposo;

I al olerla, malicioso, El peligro conoció.

- Esta no es conmigo, no! (Dijo, torciendo a otro lado)

Que ya soy Zorro escaldado:

Iré a otra parte a cazar.

¡Tan difícil de engañarEs al ya esperimentado!

27

El Zángano i la Hormiga

-¿Por qué goza de clara nombradía

La Abeja, i para mí solo hai ultraje?

Soi su igual, pues que soi de su linaje,

Lleno de orgullo, un Zángano decía.

Replicóle una Hormiga, que le oia:- Quiere usted valer algo? Pues trabaje;Porque, si siempre ha de vivir ocioso,No será más que un Zángano orgulloso.

28

El Crítico que no había leído

Criticando un botarate un libro que a luz salió,

Encadenados echó disparate tras dislate.

Díjole uno: - Tate tate! ¿Cuándo ese libro leyó?

I el otro le respondió: -¡Quién lee tanto disparate!

Si eres escritor, menguadosCríticos has de tener:De sus garras no te escapas;

I criticarán airados,A veces, sin conocerTus obras, ni por las tapas.

29

Los Tahures Diez Tahures, hablando en cierta parteDecían: -Yo amo al Tres! -Soi por la Sota!

-Yo siempre apunto al Rei! -Cállate, idiota!

Ama al As, si no quieres arruinarte!

Uno de ellos que estaba a un lado aparte,

Hablóles de este modo: -Bien se nota

También en la política baraja,Hai cartas de partido, que los pillosI los tontos elevan a caudillos.

Tal proceder a la razón ultraja,Por lo cual diré siempre de este modo:Los hombres nada son, la ciencia es todo.

Que no enténdeis del juego ni una jota!

¡No es la carta quien gana, sino el arte!

30

Los que mataban el tiempoPara matar el tiempo se juntaban a jugar cuatro amigos,

Cada noche, jugando i bebiendo a trochemoche,

Allí matando el tiempo trasnochaban

Dos conocieron luego que les daban

Reumáticos dolores: solo en coche

Arruinados o enfermos, los amigos,De su desgracia fueron los testigos;Y en balde ser feliz cada uno trata.

Cuando matar el tiempo ellos creían,El tiempo los mató, pues no sabíanQue el tiempo mal empleado siempre mata.

Ya podían venir; i, en el derroche,

Los otros dos amigos se arruinaban.

31

Los dos esclavos

Un esclavo, que ostentaba al cuello cadena de oro,

A otro esclavo, su tesoro, con orgullo, le mostraba.

Este nada contestaba, hasta que al fin

Con gran pena, i sin dejar su faena,

Dijo- Tu candor alabo!¿Piensas que no eres esclavo,Porque es de oro tu cadena?

32

Los dos PavosCierto día, el Pavo real al Pavo común le dijo:

Observe usted qué plumaje i qué colores tan finos!Es verdad (respondió el otro);

Pero yo tambien le digo:Observe usted mi gordura; Mire usted qué cuerpo el mio!

Que en cuando al suyo, no vale

Así no te esmeres, Fabio,Tanto en adornos postizos,I cuida de tu cabeza,Enriqueciendo tu espíritu;No vayan a decir queVales menos que el vestido.

La mitad de su vestido.

33

El Cerebro, el Corazón i la RazónEl Cerebro, con tono de desprecio, le dice al Corazón:

-La intelijencia, es mía! Soi autor de arte i de ciencia!

Sosiega tus trasportes! ¡Quieto, necio!

El Corazón replica, en tono recio:

-Yo poseo el Amor, alta potencia!

I la Razón les grita: -Estrafalarios!Las dos mitades sois de un noble todo;Y mutuamente sois complementarios.

Háreis mui mal si obráis como contrarios,Pues amar sin saber es torpe modo,I el saber sin amor no es más que lodo.

Humíllate ante mi ínclita excelencia,

Pues soi quien da a las cosas alto precio.

34

El Tigre i el ElefanteUn día dijo el Tigre al Elefante: -La paz de vuestro reino,

Amigo mio, admirado me tiene, pues observo

Que no aplicáis jamás nigún castigo. Si me vieráis a mí!

Yo que los tengo en un brete! Se llevan en contínuo movimiento;

Y mirad que cada día mato, para escarmiento, cuatro o cinco.

El Elefante entonces le replica: -Por medio tan tirano

La prudencia lo exije, mas no dejesJamás sin castigar el feo vicio.Gobierna de este modo a tus vasallos,I a tus mandatos los verás sumisos.

I tan inícuo, quieres que tus vasallos te respeten?

No lo conseguirás, querido amigo.

Sé justo sin ser cruel; sé moderadoI dulce, sin ser débil; sin motivoNo maltrates a nadie; muchas vecesEl ser condescendiente es mui preciso:

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El Asno cargado De alfalfa recién segada, cargando un asno,Decía, mientras la alfalfa comía:-Oh! ¡Qué carga tan pesada!

Entre mascada i mascada, proseguía su jemir;

I, sin cesar de engullir manojos sobre manojos,

Clamaba, alzando los ojos: Así hai reyes absolutos,Que tan pesada i amargaHallan del pueblo la carga,Que la endulzan con tributos.Mascan los sabrosos frutos,Sin dejarse de quejar:Entre el comer i el cenar,Se van al pueblo engullendo,I ellos siempre repitiendo:¡Qué pesado es gobernar!

-Oh! qué pesado es servir!

36

El Tordo, la Loica i el JoteDijo a una Loica un Tordo: Quién tuviera

Tu plumaje tan lindo i tan vistoso!Pero ella replicó: Yo sí que fuera

Feliz con tu elegante talle airoso.

Esto miraba un Jote; i con voz fuerte,

A las dos aves grita de esta suerte:

Pues yo ni envidio al uno su elegancia,Ni al otro envidio su color variado,Porque al fin ¿cuál sería mi ganancia?Nada más que vivir mortificado.Acábase la envidia, i al intento,Cada cual con lo suyo esté contento.

37

El Botón de rosaSobre su tallo el virginal Capullo de una rosa,

Gracioso se mecía; i, haciendo esfuerzos por abrir, decía:

-Vida! aire! luz! con ávido murmullo.

De tibia brisa, al amoroso arrullo, al fin abrióse,

I a la luz del día, brillaron sus colores a porfía,

I el Botón, convertido en la galanaRosa, vive tan solo una mañana:En la tarde, su ser, ay! se derrumba.

Así el jóven también que no divisaLa muerte, ansía por vivir aprisa;I así aprisa también llega a la tumba.

I exhaló sus aromas, con orgullo.

38

El Niño i la PelotaJugando un muchacho cojo,

Con su pelota se azota contra un muro, i se alborota

Lleno de infantil enojo.

Lanza, con rabioso antojo,

Contra el muro, su pelota; I la pelota rebota,

Si, con conducta no sabia,De lanzar al mundo tratasLa pelota de tu rabia,Teme, hombre, que tus bravatasContra tí mismo reboten,I tus acciones te azoten.

I viene a herirlo en un ojo.

39

El Rio i la MontañaUn día dijo al Rio la Montaña: - ¿Cómo es que,

Siendo su agua tierna y blanda cuando por mis laderas usted andaCorta las tierras, con potente saña?

¿De qué astucias se vale, de qué maña, para labrar las rocas?

¿Las ablanda? Conteste, amigo mio, a mi demanda,

Para cantar victoria, en el trabajo,Tesonera energía basta i sobra,Porque todo lo vence la constancia.

Porque esta es una cosa que me extraña.

-La razón es que nada me distrajo (Dijo el Rio), y dí fin

A mi ruda obra, porque constante fuí, sin petulancia.

40

La Riqueza i la Pobreza

-No hai nada que resista a mi pujanza! ¡Soy la reina! decía la Riqueza.

-Reina del mundo, dijo la pobreza. -Yo doi placeres, triunfos, alabanza!

-Yo ofrezco la suprema bienandanza! -Yo doto al hombre de ínclita entereza!

De esta manera, sin ceder un punto,Riqueza i la Pobreza discutían.Jamás llegó a cortarse aquel asunto,

No obstante las razones que aducíanAmbas porfiadas partes; i aun barruntoQue hasta la fecha, con ardor porfían.

I, porque no se engrían,Digo aquí: nunca es bueno lo excesivo;Por el término medio me suscribo.

-Fija la vista en celestial belleza. A mí el cuidado vil jamás me alcanza!

41

El Cóndor i la LechuzaMientras sobre una alta roca destroza un Cóndor su presa,

Una chismosa lechuza dícele de esta manera:

-Oh príncipe de las aves, tú que de fuerte te precias,

Ve a la araña que te insulta, ¿Por qué de ella no te vengas?

A lo que el Cóndor responde: -Porque a esta altura

Si alguna vez, en tu vida,Con algún chismoso encuentras,No le hagas el menor caso,Ni le des otra respuesta.

No llegan jamás los nécios insultos, ni los chismes. De tu lengua.

I sigue comiendo, con no poca indiferencia.

42

Saliendo del Teatro

-Vi la trajedia; tuve ira i luego vínome el llanto!

-De que lloráras me espanto!

-¿Mi debilidad te admira?

-Mas, si el Teatro es mentira,

Febledad tan singular, en un hombre?

- No te asombres,Que, al contrario,no son hombresLos que no saben llorar.

¿A quién no le ha de admirar

43

El Mayor Mal

¿Dónde hai mal (uno decía) como el de opresor Gobierno,

Del pueblo verdugo eterno, sin mas lei que tiranía?

I otro así le respondia: -Mayor que ese hai otro mal.

I el primero dijo: -¿Cuál?

-Mayor mal es la indolenciaDel pueblo, que, con pacienciaSufre a un Gobierno inmoral.

44

Textos originales

ABYECTO: 1.Despreciable, vil en extremo. 2. adj. desus. Humillado, herido en el orgullo.

BRETEL: 1. m. Arg., R. Dom. y Ur. Tira estrecha de tela que sujeta a los hombros algunas prendas de vestir.

CHAMBONADA: 1. f. coloq. Desacierto propio del chambón. 2. f. coloq. Ventaja obtenida por chiripa.

ERGOTISTA: Abusador del sistema de argumentación silogística.

ESOPO: Fabulista griego originario de Asia menor, sus fábulas tienen su origen en la época arcaica, recopiladas por Demetrio de Falero.

FATUIDAD: 1. f. Falta de razón o de entendimiento. 2. f. Dicho o hecho necio. 3. f. Presunción o vanidad infundada y ridícula.

ÍNCLITA: 1. adj. Ilustre, esclarecido, afamado.

PURPURINA: 2. adj. Perteneciente o relativo a la púrpura. 3. f. Sustancia colorante roja, extraída de la raíz de la rubia. 4. f. Polvo finísimo de bronce o de metal blanco, que se aplica a las pinturas antes de que se sequen, para darles aspecto dorado o plateado.

SOFISMA: 1. m. Razón o argumento falso con apariencia de verdad.

RAPOSO: 1. m. y f. zorro (‖ mamífero). 2. m. y f. coloq. Persona taimada y astuta.

RECUAS: 1. f. Conjunto de animales de carga, que sirve para trajinar.

REYERTA: 1. f. Contienda, altercación o cuestión.

Glosario

En la transcripción de los textos se ha mantenido el uso correspondiente a la época en que fueron escritos, solo se han realizado algunos ajustes para facilitar la comprensión.FUENTE: http://www.memoriachilena.cl/602/w3-article-9691.html