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19 FACTORES QUE PROPICIARON LA EMERGENCIA DE LA EXTREMA DERECHA EUROCCIDENTAL El proceso de globalización de las relaciones económicas y políticas internacionales “Nadie puede decir qué forma tendrá la Europa en la que viviremos mañana, porque el cambio que nacerá del cambio es imprevisible” J. MONNET 7 “...y al parecer, Austria se encuentra en crisis por la inefable mundialización de la economía” Uno de los resultados indiscutibles del fin de la “guerra fría” ha sido la globalización del término “globalización”. La difusión y popularidad de este es tal, que su significado sirve para referirse o ex- plicar cualquier fenómeno de la realidad objetiva. Empero, en medio de esa tremenda contamina- ción semántica ¿qué es la globalización? Sin pre- tender sentar cátedra en tan complejo problema y sin desbordar los objetivos de este trabajo, consi- deramos que la globalización” 9 es un fenómeno objetivo que se corresponde y sirve para explicar el estadio actual de las relaciones capitalistas de producción y su expansión internacional. Es decir, hablamos del capitalismo monopolista de Estado transnacional. J. HAIDER 8 7 C. Robles.: Memorias de Jean Monnet, Editorial Fayard, Paris, 1993 8 Ver Europa Regional, Berlín, debrero de 1997, p. 3. 9 En el diccionario politológico actual, los términos Globali- zación y Mundialización, constituyen sinónimos.

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FACTORES QUE PROPICIARON LAEMERGENCIA DE LA EXTREMA

DERECHA EUROCCIDENTAL

El proceso de globalización de las relacioneseconómicas y políticas internacionales

“Nadie puede decir qué forma tendrá la Europaen la que viviremos mañana, porque el cambio

que nacerá del cambio es imprevisible”J. MONNET

7

“...y al parecer, Austria se encuentra en crisispor la inefable mundialización de la economía”

Uno de los resultados indiscutibles del fin de la“guerra fría” ha sido la globalización del término“globalización”. La difusión y popularidad de estees tal, que su significado sirve para referirse o ex-plicar cualquier fenómeno de la realidad objetiva.

Empero, en medio de esa tremenda contamina-ción semántica ¿qué es la globalización? Sin pre-tender sentar cátedra en tan complejo problema ysin desbordar los objetivos de este trabajo, consi-deramos que la globalización”9 es un fenómenoobjetivo que se corresponde y sirve para explicarel estadio actual de las relaciones capitalistas deproducción y su expansión internacional. Es decir,hablamos del capitalismo monopolista de Estadotransnacional.

J. HAIDER8

7 C. Robles.: Memorias de Jean Monnet, Editorial Fayard,Paris, 1993

8 Ver Europa Regional, Berlín, debrero de 1997, p. 3.9 En el diccionario politológico actual, los términos Globali-

zación y Mundialización, constituyen sinónimos.

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La referida expansión del capital permite obser-var que el proceso de globalización de la economíaes resultado del funcionamiento y del desarrollo deleyes económicas del capitalismo.10

Es decir, la globalización es un fenómeno de carác-ter esencialmente económico que derivado y asistidopor la Revolución Científico-Técnica —desarrolloalcanzado por la humanidad en las esferas del trans-porte, las nuevas tecnologías de la información y lascomunicaciones—, ha transformado cuantitativa ycualitativamente las formas en que operaban las rela-ciones económicas y políticas internacionales11 eincrementado el nivel de interdependencia de las na-ciones, condicionado por la conexión de los sistemasproductivos a escala global.

No obstante a ello, se considera que la globaliza-ción es un fenómeno que no ha concluido su desarro-llo, por lo que todos sus rasgos no se han definidotodavía. Vale aclarar que, estudiar la naturalezamultifacética, contradictoria y sistémica de las másrecientes tendencias que acompañan al proceso deglobalización, resulta una empresa sumamente difí-cil; entre muchas razones porque puede ser tratado

10 La globalización es ciertamente un proceso objetivo, es comouna nueva etapa de un antiguo proceso de desarrollo delcapital, detectado, expuesto y analizado, entre otros auto-res, por los clásicos del marxismo. C. Marx y F. Engels:“Manifiesto del Partido Comunista”, en Obras escogidas,Editorial Progreso, Moscú, 1975, p. 36. Ver también, C.Marx: El capital, Editorial F. Sampere y cía, t. 1, secciónVIII, capítulo XXV, Valencia, 1954., pp. 225-256.

11 Para profundizar en el estudio del carácter de la globalizaciony su impacto en las relaciones políticas internacionales verS. Baro: “Globalización y tendencias en las relaciones polí-ticas internacionales”, en revista Cuba Socialista, 3ra. épo-ca, no. 3, La Habana, 1996.

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desde muy diversos ángulos o puntos de vista como:el económico, el legal, el social, el cultural, el polí-tico y el histórico, entre otros. También que la refe-rida complejidad científica se acrecienta cuando seaborda la globalización y su vínculo con la emer-gencia, en la segunda mitad de la década de los 80,de las fuerzas de extrema derecha en Europaoccidental.

Entonces, ¿qué implicaciones tiene para Europael proceso de globalización, que la mayoría de losextremistas euroccidentales de derecha se quejan yse oponen a ella?

Para dar respuesta a esta interrogante y cumplircon el objetivo de este epígrafe, nuestro análisis secentrará en las principales implicaciones de las ac-tuales tendencias del proceso de globalización, losque se resumen en el cuadro 2.

Como se plantea al inicio de este epígrafe, la glo-balización como proceso está relacionada con casitodos los fenómenos de la realidad contemporánea,por tanto, es posible creer que las tendencias deeste proceso, así como sus implicaciones, están es-trechamente vinculadas, por lo que su separación,como se observa en el cuadro 2, solo intenta ha-cerlas más asequibles para su comprensión. Estehecho permite analizar las referidas implicacionesde la globalización, sin observar el ordenamientoalfabético de estas. A continuación se estudiaránlas implicaciones b y c.

12 El proceso de integración de Europa occidental desde sufundación ha sido denominado como: Comunidades Euro-peas (1957-1980), (1980-1992) Comunidad Económica Eu-ropea (CEE) (1957-1980), a partir de 1992, Unión Europea(UE). Las dos últimas denominaciones coexisten, su utili-zación es lícita.

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CUADRO 2PRINCIPALES TENDENCIAS DEL PROCESO DE

GLOBALIZACIÓN

Tendencias actuales Implicaciones

1. Los agentes internaciona-les de la globalización son:Los estados poderosos eco-nómicamente, las organiza-ciones internacionales, lasentidades de alcancesupranacional y las Corpo-raciones transnacionalesCNTs; estas últimas consti-tuyen los actores más im-portantes porque estimulany controlan los cambioscientífico-técnicos queconstituyen el soporte tec-nológico y objetivo de laglobalización.

a) Existencia de un nuevoparadigma tecnológico yde acumulación capitalis-ta que condiciona el éxitoempresarial a escala glo-bal.

b) Pérdida o gradual desapa-rición del Estado-Nación.

c) Promoción de entidadessupranacionales como laUnión Europea.

2. El proceso de globalizaciónes respaldado e impulsadoa partir del derrumbe delSocialismo europeo, porlas concepciones teórico-conceptuales sustentadaspor los centros de poderi n t e r n a c i o n a l e s . E s t arealidad constituye elcomponente subjetivo de laglobalización.

d) Homogeneización en altogrado de la política econó-mica a aplicar en todos lospaíses del mundo. El dis-curso es privatizador,oportunista y desregula-dor que da como verdadabsoluta la “insuperableineptitud económica delEstado”.

e) Extrapolación del modelode organización políti-co-social y el sistema deestructura capitalista atodo el mundo.

FUENTE: S. Baró: ob. cit. y R. Fernández: La explosión del desor-den, Editorial Fundamentos, Madrid, 1983.

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Por el alto nivel de imbricación económica, polí-tica y jurídica, la Unión Europea12 es el proceso deintegración más avanzado y complejo del mundo.“El proceso de integración económica eurocciden-tal, al decir de la investigadora cubana VerónicaLoinaz, es un proceso de gran complejidad y ele-vado nivel de contradicciones que se proyecta endiversas direcciones. La CEE representa un proce-so con bases objetivas que responden a las exigen-cias del desarrollo de las fuerzas productivas y a laactual tendencia de la internacionalización de laeconomía”13

Se coincide plenamente con la politóloga cubanaLoinaz y a su afirmación, se adiciona que el pro-ceso de integración europeo es un proyecto que sebasa, actualmente, en el ajuste estructural de tiponeoliberal en condiciones de países desarrollados.

Es decir, para nosotros, el proceso de integracióneuropeo es hijo y negación de la globalización, porlo que, pensando con el experto en cuestiones deintegración europea, Eduardo Perera, del Centro deEstudios Europeos de La Habana, puede afirmarseque “desde sus inicios el proceso integracionista re-gional ha sido dominado por las contradiccionessiguientes:

1. Nación contra supranacionalidad.2. Profundización del proceso contra ampliación

de la membresía”.14

13 Ver: V. Loinaz:, “La integración económica euroccidental:balance y perspectivas” en Revista de Estudios Europeos,Centro de Estudios de Europa, no. 4, La Habana, 1987, p. 31.

14 E. Perera: “Maastricht y los nuevos caminos de Europa”, enRevista de Estudios Europeos, Centro de Estudios de Eu-ropa, nos. 21-22, La Habana, 1992, p. 106.

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Nación contra supranacionalidad

En el actual escenario globalizado esta contradic-ción se profundiza, porque para conseguir la “aspi-rada homogeneización las potencias se enfrentancon un importante obstáculo: la objetiva existen-cia de una gran variedad de estados nacionales ylas correspondientes fronteras. De ahí que los par-tidarios de estas concepciones han venido desarro-llando argumentaciones encaminadas a lademostración de la obsolescencia, la inviabilidad,en algunos casos, y la conveniencia de la forma-ción de unidades políticas y económicas de mayo-res dimensiones”.15

Sin embargo, la Europa que se integra no es untodo homogéneo, todo lo contrario, ese escenariocontradictorio está integrado por 15 estados que,en su conjunto, presentan las característicassiguientes:

• Altas tasas de desempleo.• Disparidades de carácter regionales —por ejem-

plo: las existentes entre el norte y el sur italianos,en la zona valona y francófona de Bélgica, así comolas marcadas diferencias existentes en el escena-rio español de Cataluña, País Vasco, Galicia y An-dalucía—.

• Disparidades en el desarrollo económico —porejemplo: países altamente desarrollados como:Alemania, Francia, Reino Unido y los menos de-sarrollados como: España, Grecia, Portugal eIrlanda—.

15 S. Baró: ob. cit., p. 38.

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• Diversidad lingüística: en la Unión Europea exis-ten 11 lenguas oficiales, a saber: alemán, danés,español, francés, griego, irlandés, italiano, holan-dés, portugués, sueco y finlandés.

Considerando sólo las referidas características, sesostiene el criterio de que resulta extremadamentedifícil encontrar una denominación jurídica que seajuste a la realidad de la Unión Europea. En torno aldebate nación-supranacionalidad ha estado influyen-do, y lo continúa haciendo, el problema conceptualque implica la no existencia de una definición pre-cisa de nación. Los conceptos nación y Estado hanestado envueltos en ambigüedades históricas y enpreferencias ideológicas, incluso, el uso intercam-biable de tales conceptos ha tenido un efecto parali-zador en el análisis de los paradigmas sociológicosy politológicos.

Dada la gran complejidad y la importancia que paraeste trabajo tiene el asunto anteriormente expuesto,se requiere de la definición y el análisis de algunosconceptos claves como:

• Nación: es un grupo étnico políticamente movi-lizado que posee instituciones culturales y polí-ticas relativamente autónomas. Ha desarrolladouna ideología política (nacionalismo) sobre labase de sus necesidades e identidad como nacio-nalidad.16

• Estado-nación: es una nación que ha adquirido elgrado máximo de autonomía: la independencia na-cional. En este caso el 90 % de la población de eseEstado está conformado por miembros de una mis-

16 Ver E. Tirgakian y N. Nevitte: Nationalism and Modernity,Editorial Storm, Nueva York, 1985, p. 211.

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ma nación. La forma más pronunciada de Estado-nación es cuando este está compuesto por una na-ción monoestatal, lugar de residencia del 90 % desus miembros. Tal enfoque sugiere que la compo-sición de nación y Estado es mucho más complejaque los postulados para el uso convencional deestos dos conceptos.

• Naciones-Estado: son los casos donde una naciónostenta una posición dominante dentro del Esta-do. Está medida por naciones que representan en-tre el 40 y el 90 % de la población de un Estado.17

• Estados multinacionales: categoría en la cual lanación mayor no abarca más del 40 % de la pobla-ción de un Estado.Entonces, ¿hasta qué grado se ajusta el concepto

convencional de Estado-nación al sistema estatal eu-ropeo contemporáneo que se transforma bajo el im-perativo del proceso de globalización y donde existenocho países que muestran fuerzas y partidos de ex-trema derecha?

Veamos, a la luz del sistema estatal europeocontemporáneo, los conceptos anteriormente de-finidos.

Estados-nación

• Basado en naciones monoestatales (Dinamarca,Francia, Italia y Noruega).

• Basado en naciones multiestatales (Alemania,Austria, Suecia).

17 Ver M. Rejae y C. Enloes: “Nation-State and State-Nation”,en International Studies, Ontario, vol. 13, no. 2, 1989,p. 67.

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Estados multinacionales

• Basado en naciones multiestatales —Bélgica(53a )—.

Resulta sumamente interesante saber que de losocho estados de Europa occidental, donde hay pre-sencia de la extrema derecha, solamente cuatro deellos son estados-nación monoestatales, por lo quevarios grados de complejidad caracteriza a los cua-tro restantes. Los tres estados-nación de la Europacomunitaria compuesto por naciones multiestatalessugieren un nivel de desarrollo del Estado en el quelas naciones en varias etapas de movilización políti-ca están divididas más que unidas.

La nación-Estado de Bélgica, país de nacionesmultiestatales, sugiere, por sus atributos composi-cionales, situaciones en las que la integración polí-tica requiere de compromisos muy difíciles dealcanzar y/o mantener en el tiempo.

Esta cuestión es aprovechada de forma oportunis-ta por los líderes e ideólogos de los partidos y fuer-zas de extrema derecha euroccidentales. Como seexpresó en la introducción de este trabajo, la mayo-ría de los extremistas de derecha se oponen al pro-ceso de integración europeo, alegando la pérdida dela nacionalidad y el Estado por lo que se autoconsi-deran, de facto, nacionalistas.18

18 Ver como ejemplo de oportunismo de las fuerzas de extre-ma derecha, la cínica, pero honesta declaración del señorJörg Haider, del Partido Liberal de Austria; “Ante Bruse-las, si no hubiese nación, habría que inventarla”, verL’Observatore Romano, Roma, 24 de abril de 1996.

a La cifra entre paréntesis representa el porcentaje estatal dela mayor nación: A. Pérez: Sociología del nacionalismo,Editorial Eusko, Vizcaya, 1989.

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Por la importancia del término “nacionalismo” paranuestro trabajo, consideramos oportuno advertir queno se deben confundir las diferentes lecturas de este,tales como:

• Nacionalismo “clásico”: entendido como doctri-na que ayudó a fundamentar la aparición de la na-ción, que como fenómeno histórico, fue resultadode las revoluciones liberales burguesas en Europadurante los siglos XVIII y XIX.De suyo se puede comprender que este tipo de na-

cionalismo, en tanto sirvió para aupar a los estadoseuropeos, ha desaparecido.

• Nacionalismo “periférico”: esta clasificación paranosotros, engloba entre otros, a los procesos nacio-nales como el vasco, el catalán y el gallego en Es-paña, el escocés, el galés y el norirlandés en el ReinoUnido, así como el flamenco y el valón en Bélgica.Lo que caracteriza a este tipo de nacionalismo es

que su modo nacional de organización no se cons-truye sobre una forma prenacional, sino sobre unaestructura nacional ya existente.19

19 Por ejemplo, en el caso español, las dificultades para laconstrucción de una monarquía unitaria primera, y la de-bilidad que caracterizó al Estado moderno después, no con-siguieron la unificación real de todo el territorio. De ahíque el nacionalismo español, presente desde el siglo XVIII,fuese un nacionalismo débil que debe coexistir con las iden-tidades de carácter local propiciadas en ocasiones por ladebilidad del propio Estado. Sobre el fondo de esta debili-dad del proyecto nacional español algunas comunidades,como Cataluña, el País Vasco, Andalucía y Galicia, de-fienden la realidad nacional de sus comunidades —quereclaman un proyecto diferente—, apoyándose para elloen la persistencia de las diferencias histórico culturales,que el proyecto unitario no consiguió eliminar, y en su

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• Neonacionalismo o nacionalismo cultural:20 nacidocon los ideólogos de la extrema derecha eurocciden-tal elicitada a partir de la segunda mitad de la décadade los 80. Este no constituye un movimientocoherente como los anteriores. Es una doctrina detipo cultural en la que la concepción de la naciónqueda formulada como una suma de dos cosas: poruna parte, la historia verdadera —la existencia delEstado que desaparece— y, por otra, la valoraciónconsciente y nacida en esa matriz histórica.Aquí, los intelectuales desempeñan un papel de

activadores de la conciencia de los nacionales me-diante la doble función de preservar y legitimar larealidad nacional y de fundamentar políticamente sufuturo, dando respuesta a las “necesidades de la for-mación social” a la que se refiere la reivindicaciónnacional.21

Por causa de esas “necesidades de la formaciónsocial” que apuntan en su trabajo, Heller y Fecher,el nacionalismo se adapta a casi todos las ideolo-gías, aunque su forma de concreción pueden ser dia-metralmente opuesta. El éxito social de esta ideologíase debe a que esta implica un movimiento intercla-

20 En la literatura especializada este tipo de nacionalismo,recibe distintas denominaciones como: “nacionalismo po-pulista”, “neofascista”, “nacionalismo ideosincrático” y“nacionalismo xenofóbico tradicional”. Para un estudiomás detallado sobre este asunto, ver G. Harris: EuropeanIntegration and the Challenge of the Extreme Rigth, APSA,Columbia, 1994.

21 A. Heller y E. Fecher: Anatomía de la izquierda occiden-tal, Editorial Península, Barcelona, 1985, p. 57.

particular posición dentro de las relaciones sociales delEstado. A finales de 1999 ocurrieron dramáticos desórde-nes xenófobos “El Ejido” en Andalucía.

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sista capaz de incorporar a muchos sectores socialesmarginados o amenazados que “nacionalizan” sufrustración, compensando así, en cierta medida, susituación.

En el caso de las sociedades de Austria, Alema-nia, Bélgica, Dinamarca, Finlandia, Francia, Italia,Suecia y Noruega , los sectores más vulnerables yamenazados por los cambios que impone el procesode globalización, lo constituyen principalmente losancianos, los jóvenes, los obreros de las industriastradicionales y los pequeños propietarios.

Sin duda alguna, un componente importante parael éxito del neonacionalismo lo constituye el uso demitologemas, como forma en que se expresa el mito.Los mitos, históricamente, tienen una importante fun-ción en los procesos de cambio social, y gracias a sucapacidad empática constituyen “esa fuerzamovilizadora tan necesaria para la acción colectora”.Los mitos son un conjunto de representaciones, notanto manifestada en conceptos como en imágenesy símbolos, no ordenados de manera sistemática, sinoconfundidos y amalgamados en un todo y suscepti-bles de modificaciones mientras se conserve unnúcleo.22

Como se conoce, muchos de los partidos políticosy fuerzas de extrema derecha euroccidentales, comoel Frente Nacional Francés, el Liberal, el Partidodel Progreso, el Bloque Flamenco y otros, paraoponerse al proyecto integrador de Europa, hanconformado “programas políticos” vertebrados en

.

22 Para un estudio más profundo de este tema recomenda-mos la consulta de M. García Pelayo: Los mitos políticosEditorial Alianza, Madrid, 1981. Para este autor, el mitopolítico cumple tres funciones básicas: “la integración”,la “movilización” y el “esclarecimiento”.

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torno al mito-mitologema central que plantea quela concreción de la Unión Europea implica ladesaparición de la nación y con ella, la pérdida deseguridad para el nacional.

El referido mitologema, adaptado a las “necesida-des de las distintas formaciones sociales” de Euro-pa occidental, es repetido de forma indiscriminadapor los ideólogos y/o portavoces ultraderechistasque, de forma oportunista, aprovechan un importan-te factor: el déficit democrático del proyecto deintegración.

El proyecto de la Unión Europea, “al estar basadoen la voluntad del gran capital y de los gobiernos,excluye de la toma de importantes decisiones a lapoblación comunitaria”.23 Al parecer, la compleji-dad de los problemas que está obligada a resolver lacomunidad hace difícil una popularización a escalacontinental de sus espinosos debates sobre cuestio-nes económicas y sociales. Pero es un hecho que lospueblos han vivido ignorantes de la gestación de dis-posiciones que han afectado de un modo directo supropia vida sin haber sido consultados previamenteantes de recibir la orden que, nacida en Bruselas,debía ser aplicada por los países miembros con es-tricta disciplina.

Las votaciones populares en Dinamarca, Noruega,Suiza y Francia, y el amplio debate que ha suscitadola ratificación de los 15 países acogidos al tratado deMaastricht, ha demostrado que existía un amplio fosode incomunicación entre las opiniones públicas y losrepresentantes gubernamentales reunidos en Bruse-las, sede de la Comisión y del Consejo de MinistrosComunitarios.

23 E. Perera: Conferencias dictadas en Universidad de LaHabana, mayo de 1997.

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Profundización contra ampliación de lamembresía de la Unión Europea

La referida contradicción, que data de los iniciosdel proceso, se agudiza a partir del derrumbe delsocialismo en los denominados “Países de Euro-pa Central y Oriental” (PECO) cuando se comien-zan a edificar proyectos sociales capitalistas cuyotratamiento ha recaído de forma casi absoluta enla Unión Europea, que en la actualidad, con 15miembros (Francia, Alemania, Italia, Bélgica,Holanda, Luxemburgo, Reino Unido, Dinamarca,Irlanda, Grecia, España, Portugal, Austria, Finlan-dia y Suecia), continúa funcionando con las insti-tuciones y organismos que datan de 1958, cuandocontaba con seis miembros, con la consiguienteinadecuación de la cultura política comunitaria,con las exigencias actuales.

Este proceso contradictorio pudiera manifestarrasgos antagónicos cuando la Unión Europea ana-liza la solicitud oficial de adhesión de nuevos es-tados como: la República Checa, Eslovaquia,Hungría, Polonia, Lituania, Letonia, Estonia,Bulgaria, Rumania, Turquía, Suiza, Chipre yMalta.

Como se pudiera comprender, con la entrada gra-dual a la Unión Europea de algunos de los actua-les aspirantes con marcadas diferencias culturales,económicas, políticas y sociales entre sí, se creanlas condiciones propicias para que los ideólogosy líderes de los partidos y fuerzas de extrema de-recha de Bélgica, Italia, Francia, Alemania, Di-namarca, Austria, Suecia y Noruega, así como delos grupúsculos y fuerzas emergentes de los res-tantes países miembros continúen haciendo del

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proceso de integración europeo uno de los princi-pales temas de su agenda, en tanto, este tema, porsus características, puede ser y es utilizado paramanipular al ciudadano medio europeo que sesiente atemorizado por la expansión de la UniónEuropea con miembros que pudieran generar pro-blemas tales como: el desvío de inversiones decapitales por los atractivos de los bajos salarios yla existencia de mano de obra barata, la presenciaen el espacio europeo de religiones ajenas a esecontexto como el Islam, así como la presencia demillones de gitanos discriminados y excluidos porlas fuerzas xenófobas presentes en algunos de lospaíses y territorios ex socialistas.

Lo anteriormente expuesto resulta interesanteporque, en la medida que el proceso de integra-ción euroccidental avance hacia la profundizacióny hacia la ampliación de su membresía, en corres-pondencia con las leyes objetivas que lo asisten,pudieran darse las condiciones para que aparez-can y se fortalezcan fuerzas de extrema derechaen otros países de la Unión Europea que hoy nolas poseen.

Por eso, creemos que el proceso de integracióneuropeo, como expresión de la naturaleza contra-dictoria del proceso de mundialización, continua-rá influyendo positivamente en el desarrollo delas fuerzas y partidos de extrema derecha en Eu-ropa occidental.

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“Crisis” de los postulados del “Estado deBienestar General”

“Las medidas efectivas para la reconstrucción social deEuropa son de carácter administrativo mas bien que

económico”HAWTREY (1946)24

“Los centavos no caen del cielo, hay que ganarlos...”

M. THATCHER (1980)25

¿Por qué parte de la población euroccidental, dicevivir insegura?26

¿En qué medida la referida inseguridad ciudada-na en Europa occidental, tema recurrente en el dis-curso de las fuerzas de extrema derecha, estávinculada con el desmantelamiento del Estado delBienestar General?

Uno de los temas que en estos últimos años re-corre con más interés el campo de las ciencias so-ciales, es sin duda alguna, las transformaciones ycambios del Estado contemporáneo. Estudiosos dedistintas disciplinas vinculados a paradigmas dife-rentes, cuando no opuestos, tratan de explicar y des-

24 R. Hawtrey: La reestructuración económica del mundo dela postguerra, Editorial Aguilar, México, 1948. Este au-tor, por su pensamiento económico, tuvo una gran influen-cia en la implantación del Estado del Bienestar General.

25 M. Hernández: Condicionamientos históricos delneoconservadurismo en los Estados Unidos, República Fe-deral Alemana y Gran Bretaña, material inédito.

26 Según el resultado de ocho encuestas sociológicas del Ins-tituto Europeo de Investigaciones Sociales (IEIS) realiza-dos a partir de 1982, el tema que más preocupa a losoccidentales (70,2 %) es la inseguridad asociada a la posi-ble disminución del sistema de Bienestar General. Ver IEIS.Informe a los gobiernos europeos, 1997, Viena, 1998.

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cubrir cuál es la lógica del desarrollo y evoluciónque las instituciones estatales están sufriendo a par-tir de la segunda mitad del siglo xx .

El motivo de este interés se centra no solamenteen la importancia que el aparato del Estado ha teni-do desde siempre en la estructura y gestión de lasociedad, sino, sobre todo, en el papel protagónicoque alcanzó a partir de la culminación de la Segun-da Guerra Mundial, permeando todos los rinconespúblicos y privados de la vida social, de tal forma,que se transformó en el agente más importante de laproducción y reproducción de la sociedad, habla-mos del Estado del Bienestar General.27

Como se conoce, la protección social es una in-vención europea, su origen se remonta a la época deBismarck y a la legislación social que estableció elcanciller de hierro en la Alemania de fines del sigloXIX.28 A partir de entonces, en los países europeos,donde se dieron determinadas condiciones econó-micas, políticas, sociales y culturales, se reconoció,gradualmente, la necesidad de una intervención delEstado que garantizara la “pax ciudadana”29 con unmínimo de seguridad social.

El asalto combinado, para emplear una terminolo-gía militar, del sufragio universal, la Primera GuerraMundial (1914-1918), la terrible crisis económica de

27 Este término-concepto es conocido y tratado en la litera-tura especializada como: Estado Social, Welfare State,Estado providencia, Estado benefactor, Wohlfahrtstaat. Ental sentido constituyen sinónimos y así se utilizará en estetrabajo.

28 Esta doctrina se plasmó en la encíclica Rerum Novarun,que se complementó 40 años más tarde con laCuadragesimo Anno.

29 R. Hawtrey: ob. cit., p. 24.

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1929-33 y la presión del movimiento obrero, provo-caron, a nuestro juicio, el colapso del Estado burguésliberal en su forma decimonónica y junto con él, el dela teoría económica (liberal) que lo sustentaba.

Este debate paradigmático sale de los recintos dela entonces Universidad Liberal y se convierte enpolítica oficial de los gobiernos europeos a partirde 1945, cuando la mayor parte de los países capi-talistas adoptan la doctrina del “Report Beveridge”y “La política económica Keynesiana”.

El “Report Beveridge”30 (1942) trataba de afrontarlas circunstancias de la guerra y suavizar las desigual-dades sociales mediante una doble redistribución dela renta que actuase sobre la seguridad social y otrassubvenciones estatales. Por su parte, la “TeoríaKeynesiana”31 intentaba palear los efectos de la de-presión económica actuando sobre la demanda a tra-vés del Estado.

Así pues, la expansión de los programas de bie-nestar se justificaban no solo con el fin de acudir alas necesidades primarias de la población, sino tam-bién como política para regular el mercado y esti-mular el consumo como vía de cortar las crisis desuperproducción que sobresatura los mercados. Estapolítica económica, con diferentes matices, fue lle-vada a cabo, en buena parte de los países eurocci-dentales, tanto por los partidos de derecha, como porlos de izquierda y sus más vivos defensores fueronlos gobiernos socialdemócratas.

30 Ver W. Beveridge: Bases de la seguridad social, Fondo dela Cultura Económica, Ciudad México, 1944

31 Ver J. Triana y otros: “ La teoría económica burguesa delcapitalismo regulado: John Maynard Keynes”, en Histo-ria de las doctrinas económicas II, primera parte, Univer-sidad de La Habana, La Habana, 1983.

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Entre las características básicas del Estado socialse pueden señalar la universalidad de sus cobertu-ras, algunas de ellas independientes del nivel de ren-tas de los ciudadanos y el importante peso del sectorpúblico en el funcionamiento de estas.

La importancia de los gastos públicos en el soste-nimiento de este modelo de prestaciones sociales estal, que estos representan más de la mitad de losmismos en los países europeos pertenecientes a laOrganización de Cooperación y Desarrollo Econó-mico (OCDE).32

Independientemente de las características de lossistemas de protección social que corresponden a lospaíses con fuerzas de extrema derecha con ciertogrado de desarrollo, los ciudadanos de todos los paí-ses de Europa occidental son beneficiados con pres-taciones sociales en caso de envejecimiento,enfermedades, invalidez, maternidad y desempleo,así como por la existencia de un sistema de atenciónde salud, gratuito o ampliamente subvencionado.

Ahora bien, no hay dudas de que la implementaciónpráctica de las políticas que sustentaban al Estadodel Bienestar General coincidieron con una etapa deprosperidad del capitalismo donde se verificaron:

• Crecimiento demográfico.• Reconstrucción de las economías destruidas por la

contienda bélica mundial que demandaban cuantio-sos recursos (materiales, financieros y humanos).33

32 OCDE: Foro de concertación, consulta y cooperación eco-nómica Norte-Norte, que reúne en su seno, a 29 de lospaíses más industrializados del mundo.

33 Para un estudio in extenso de los requerimientos que exi-gía la reconstrucción europea, una vez concluida la Se-gunda Guerra Mundial, pueden consultarse: UNESCO: The

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• Existencia de mercados interiores desabastecidos.• Créditos norteamericanos en condiciones favorables.• Aperturas de nuevos mercados exteriores debido

al proceso de descolonización.• Desarrollo y crecimiento económicos sostenido.• Proceso de integración europea.• Aumento del excedente social.• Políticas redistributivas.• Aumento del gasto público, específicamente del

gasto social.• Generación de empleos a bajos costos, condicio-

nado por las políticas de austeridad.• Proceso de distensión internacional que, junto a la

protección brindada por los Estados Unidos, permi-tió reducir considerablemente los gastos de defensa.

• Orden económico internacional vigente, donde pri-man las relaciones de intercambio desfavorablescon el Sur, que permite transferencias netas decapital a favor de Europa.Por todo lo anterior, coincidimos plenamente con

el jurista español Ramón Cotarelo cuando acertada-mente afirma: “La verdad es que, si alguna vez, sehan dado condiciones objetivas favorables aldesarrollo de Europa, ha sido a partir de 1945”.34

No obstante, se sostiene el criterio de que no esposible intentar entender el Welfare State, si no setienen en cuenta, entre otras cosas, las relaciones

Book of Needs of Fifteen War Devastated Countries, (s/e),París, 1947 y R. Hawtrey: ob. cit.

34 R. Cotarelo: Del Estado del bienestar al Estado del ma-lestar, La crisis del Estado social y el problema de legiti-midad, CEC, Madrid, 1990, p. 111.

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internacionales de la época, profundamente deter-minadas por la existencia de dos superpotencias: laUnión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y losEstados Unidos enfrentadas en el comienzo de laguerra fría. Es decir, al considerarse que el Estadodel Bienestar “es una respuesta del capital a losmovimientos obreros y al ejemplo del socialismosoviético que podía encandilar a los trabajadoresoccidentales”,35 resulta evidente que, en el despeguedel Estado social, por así decirlo, influyó la situa-ción internacional después de 1945 en la rivalidadde las superpotencias.

Este modelo de desarrollo estatizado de la econo-mía capitalista funcionó con “eficiencia” y “efica-cia” hasta mediados de los años 70, gozando, comose observa en el cuadro 3, de una auténtica legitimi-dad en el seno de la sociedad euroccidental.

Empero, en las últimas dos décadas del siglo xx,y en respuesta a una variedad de problemas econó-micos, sociales y políticos, los países de Europa oc-cidental se encuentran inmersos en una fase deajuste institucional a largo plazo que han creado lascondiciones favorables para el desarrollo de la ex-trema derecha.

A primera vista, estos problemas han sido de ca-rácter técnico-económico, es decir, por causa de losvaivenes de una economía mundial inmersa en unverdadero proceso de cambio de alcance estructu-ral y funcional, que se inició en el trienio 1973-1975 y que muestra su incapacidad para generar

35 M. Marta Hernández: Conferencias dictadas en Universi-dad de La Habana, La Habana, marzo-abril de 1997. Vertambién, F. Castro: “Conferencia de Rosario Green en laUniversidad de La Habana”, en periódico Granma, 25 dejunio de 1998, La Habana, p. 5.

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Tanto el carácter general, como los rasgos espe-cíficos del Estado del Bienestar fueron moldea-dos, desde el punto de vista teórico-práctico, por

empleos y su tendencia al crecimiento de la vulne-rabilidad de la economía nacional. Esta realidadsocioeconómica, que al parecer no genera ya losrecursos para el gasto público, obliga a replantearla mayor parte de los postulados del Welfare State.Al mismo tiempo, se han producido importantescambios demográficos y sociológicos en la familiay en la estructura de clases en las sociedades euro-peas, cuyos inicios se remontan a los años 60 y quepudieran estar influyendo en el actual “desmante-lamiento” del Estado del Bienestar.

CUADRO 3VALORACIÓN DEL ESTADO DE BIENESTAR

POR LA POBLACIÓN EUROPEA.

FUENTE: L. Moreno: Intercambio social y desarrollo del bienestar,Editorial CSIC, Madrid, 1993.

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la estructura familiar entonces prevaleciente, porlas exigencias de la clase trabajadora industrial ypor los requisitos de la integración nacional. Enla actualidad, esos tres principales procesos dedesarrollo del pasado están en su fase terminalporque:

1. Se ha completado la transición demográfica enla mayoría de los países europeos. En el anexo2 se puede observar que la tendencia indica unaprofundización del proceso de decrecimiento dela población en los referidos países donde laextrema derecha ha ganado espacio.

A lo anteriormente expuesto se puede vincularel envejecimiento de la estructura demográfica quemuestra que la proporción de ciudadanos mayo-res de 65 años continuará acrecentándose en rela-ción con el total poblacional “del 13,7 % en 1992se aproximará a 19,0 % en el 2020, según proyec-ciones de hipótesis medias de fecundidad y demortalidad”.36

Si consideramos que desde el punto de vista téc-nico el Welfare State se suele dividir en cuatro gran-des rúbricas o partidas —educación, ayuda familiar,subsidios al desempleo y seguridad social— y queesta última, que incluye gastos en salud pública ypensiones por jubilación, es la que representa lamayor parte de los gastos públicos (ver anexos 3y 4), convirtiéndose estos en el principal compo-nente de los gastos sociales y que, según estima-dos, a nuestro juicio conservadores, llegarán aabsorber, si no se implementan cambios en el sis-

36 L. Moreno: Intercambio social y desarrollo del bienestar,ed. cit., p. 44.

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tema del bienestar social, una proporción cada vezmás creciente del producto interno bruto (PIB) delos países euroccidentales.37

Un reciente informe de la Organización de Nacio-nes Unidas aseguró que “la inmigración es la únicasalida para paliar los efectos del drástico envejeci-miento de la población de algunos países, en espe-cial, los europeos (...). Europa necesita millones deinmigrantes en los próximos 25 años para mantenerel actual equilibrio entre población activa e inactiva(...). A Italia y Francia le faltan nueve y dos millo-nes de personas, respectivamente, para posibilitarlea sus economías y sistema social en el venidero año2025, la prosperidad obtenida en 1995.38

Por eso, en el contexto euroccidental en sentidogeneral y, en Alemania, Francia y el resto de los paí-ses con fuerte presencia de la extrema derecha, enparticular, en su vertiginosa y exigente carrera porel “euro”, conducidos y ajustados su avance por cri-terios técnicos-operacionales de corte y filosofíaneoliberal; no puede mantenerse inmutable el Esta-do Social Keynesiano.39

La gradual homogeneización en Europa occiden-tal de las prácticas económicas, políticas y sociales,

37 En 1960 el gasto social en los países de Europa occidentalrepresentaron el 14 % del PIB. Por su parte, los gastossociales de 1993 supusieron el 25 % del PIB. Ver P. Uriarte:ob. cit., p. 211.

38 Ver M. Marrero: “Europa no puede vivir sin inmigrantes”,en Orbe, Prensa Latina, La Habana, 12 al 18 de febrerodel 2000, p. 5.

39 El canciller federal de Alemania. G. Schoreder anunció “elpresupuesto del año fiscal 2000 contendrá recortes millo-narios del gasto público ascendente a 19 000 000 000 usd”.Cable de la agencia noticiosa DPA citado por periódicoGranma, La Habana, 20 de julio de 1999.

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con el imperativo del proceso de integración y delos cambios económicos y sociales, muestra los re-sultados como los siguientes:

• Los gastos en educación que en la actualidad re-presentan “cifras en torno al 5 % del PIB.”40 enlos países europeos pertenecientes a la OCDE. ten-derán a reducir su participación dentro de los gas-tos sociales públicos, de manera que, entre los años2000-2025 disminuirán hasta el 1 % del PIB.

• Tendencia a la privatización gradual de la seguri-dad social. Este proceso debe concluir en torno alos años 2000-2007 y conllevará a una reducciónsignificativa del gasto público.

2. La esfera de los servicios ha reemplazado a laindustria como el sector económico dominanteen el conjunto de las naciones industrializadasen Europa occidental. El sector terciario repre-sentó en 1993 el 69,2 % del producto internobruto euroccidental, al emplear en este el 67 %de la población activa contra el 34 % en 1950.

Lo anteriormente expuesto tiene grandes impli-caciones en el orden teórico-conceptual y episte-mológico respecto a las clases sociales y a ladivisión del trabajo, que, como se conoce, consti-tuyen un elemento fundamental en la hermenéuti-ca del análisis de la sociedad capitalista avanzadapara comprender buena parte de sus elementos decambio y transformación.

Como respuesta a las necesidades de desarrollodel sistema capitalista de producción, las políticaseconómicas de corte neoliberal que consiste en pro-

40 Uriarte, P.: “Crisis y adaptación del Estado del Bienestar”,en Situación 1994, BBV, Bilbao, 1994, p. 200.

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poner ajustes estructurales que respondan a los cri-terios de acumulación de una economía de rápidainnovación tecnológica, conspira gradualmente con-tra los empleos tradicionales.41 Adiós, dicen losneoliberales, al pleno empleo; menos Estado y másmercado es la fórmula oficial. Es decir, la economíacapitalista contemporánea, a partir de las agudas cri-sis económicas del sistema de los años 1973-1975 yde la predominancia del sector terciario, no se ca-racteriza por ser generadora de empleos; por lo queel desempleo masivo parece ser consustancial conel sistema (ver cuadro 4).

Dos fenómenos importantes que están estrecha-mente vinculados al incremento del desempleo enEuropa occidental desde 1974 son:• Desarrollo del desempleo de larga duración, en

1982, el 12 % de los desempleados se mantienenen esa condición por más de un año, en cambio, enla actualidad representan el 36 % del total. El des-empleo de larga duración golpea hoy a los grupos

41 En el primer período de gobierno neoconservador británi-co (1979-1983), los reajustes realizados a nivel macro ymicroeconómico, siguiendo los criterios del pensamientoeconómico neoliberal, provocaron la desaparición de cer-ca de 500 000 puestos de trabajo tradicionales, los cualesfueron sustituidos por puestos de trabajo con nuevas mo-dalidades y exigencias laborales como: conocimiento dela informática, necesidad de portar Know How , entre otros.Ver M. Hernández: Condicionamientos históricos delneoliberalismo en Gran Bretaña, ed. cit. La rápida inno-vación tecnológica, que precisa la Revolución Científico-Técnica en el sector de los intangibles, genera nuevasmodalidades de trabajo, tales como el teletrabajo, que porlas exigencias que impone en términos de saber hacer, mar-gina del mercado laboral globalizado profesiones consi-deradas como tradicionales.

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CUADRO 4

POBLACIÓN ACTIVA DE ALGUNOS PAÍSES SELECCIONADOS DE EUROPA OCCIDENTAL.EMPLEO Y DESEMPLEO (1992)

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FUENTE: NATHAN: ob. cit. La geographie des 15, Editorial Nathan, París, 1996.

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de etarios de menos de 25 años y en menor medi-da a los ciudadanos europeos que tienen entre 26y 49 años.En el caso de una relativa mejora de la situación

del empleo, esa categoría se verá afectada por:

• Pérdida u obsolescencia de los calificadores.• Recortes a los programas de educación.• Alargamiento de la edad de jubilación.42

• Desindicalización gradual de los oferentes de fuer-za de trabajo.

• Otra evolución importante en el mercado del em-pleo a partir de los años 70 lo constituyen las ca-tegorías de contratos de trabajo y los modos deempleo. Estando en vigor el instrumentario del Es-tado del Bienestar, predominó el contrato de tra-bajo por tiempo indeterminado, pero de formagradual, el derecho laboral se ha ido desarrollan-do y adaptando a formas de flexibilidad diversas,como los llamados “contratos atípicos”, entendién-dose por ello las modalidades siguientes: contra-tos con una duración determinada, trabajos deiniciación, contratos empleo-solidaridad, contra-tos de retorno al empleo, etcétera. Hoy, “alrede-dor del 70 % de los que acceden al mercado laboraleuropeo lo hacen a través de contratos muyprecarios”. 43

El período de inserción de los jóvenes en la vidaactiva se ha prolongado, muchos de ellos conocenuna serie de experiencias de intentos laborales ines-42 La edad promedio de retiro laboral en los países de la Unión

Europea (1995) fue de 63,7 años para los hombres y de 62años para las mujeres. Ver Nathan: ob. cit, p. 126.

43 M. Join-Lambert: “Les nouveax risques”, en Project,no. 272, París, p. 32.

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tables hasta lograr una inserción más segura. Esoportuno decir que en el cuatrienio 1995-1999, conlos contratos atípicos (sobre todo la reducción de lajornada laboral y el trabajo parcial ) se “crearon”cerca de 3,5 millones de empleos y el número dedemandantes de empleos se redujo de 19 millones a16,5 millones de personas.44 Según el criterio de ex-pertos de la Organización Internacional del Trabajo(OIT), “estas modificaciones en el mercado laboralpueden ser definitivas”.45

No obstante lo expuesto con anterioridad se insis-te por políticos y académicos europeos en la viabili-dad del “Liberalismo social” como tercera vía dedesarrollo social (entiéndase ni socialismo ni capi-talismo salvaje) que combinará la eficiencia capita-lista en un entorno globalizado con medidas de cortesocial. A nuestro juicio esto hoy resulta difícil cuandono imposible.

3. Contemporáneamente el Estado-nación“cede”46 espacio a los esquemas supranacio-nales como la Unión Europea. Para llegar aeste nivel de integración regional los gobier-

44 Según informes oficiales de la Unión Europea publicadosen Bruselas “A fines de 1999 había en la Unión Europea10,8 millones de desempleados”. Ver periódico Granma,La Habana, 5 de febrero de 1999.

45 OIT: Informe técnico 1998, Berna, 1998, p. 840.46 Aunque se afirma por el postulado neoliberal que el Esta-

do-nación cede parcelas de soberanía a entes supranacio-nales y que constituye rara avis en la aldea global, es buenoaclarar que el Estado-nación está siendo sometido a unareforma funcional que lleva a la casi desaparición del Es-tado pequeño y subdesarrollado. Además, hay que tenerpresente que el elemento fundamental de la maquinariadel poder político transnacional lo constituyen los propiosestados nacionales.

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nos deben mantener una política económico-financiera, social y política que no prioriza, enningún caso, el sostenimiento de un sistemade seguridad social de amplio alcance que,como componente de un sistema de produc-ción, pudiera restarle competitividad respectode otras zonas del mundo si se considera queel proceso de globalización de las relacioneseconómicas y políticas internacionales impo-ne criterios de eficiencia internacional. El Tra-tado de Maastricht —instrumento jurídico quedefinió los objetivos y calendario de la UniónEconómica y Monetaria (UEM) de Europa, asícomo también estableció los criterios de con-vergencia de las economías de los paísesmiembros para acceder a la UEM— presupu-so, entre otros, la existencia de un déficit pre-supuestario no mayor al 3 % del PIB. De suyose puede inferir que los países que cumplieronestas exigencias comunitarias tuvieron queaplicar un severo plan de ajuste que incluyómodificaciones en el sistema del BienestarSocial. Este tratado contempla igualmente elconcepto “libre circulación de personas”, elcual implica una doble connotación que hacereferencia a colectivos distintos y cuyo trata-miento es diferenciado en este instrumento ju-rídico como:

• Libre circulación de los trabajadores de los paísesmiembros que:

• Tienen derecho a desplazarse para la búsqueda deempleo e instalarse.

• Tienen derecho a que se le conceda automáticamen-te el permiso de residencia y permanencia ulterior.

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• No pueden ser discriminados por razones de na-cionalidad y serán tratados en igualdad de condi-ciones que los trabajadores nacionales.

• Libre circulación de personas en cuanto a la con-cesión de permisos de residencia, hecho estrecha-mente conectado con la ciudadanía europea.

En este contexto es evidente que no pueden existirdiferencias substanciales en los países europeos res-pecto de gastos sociales y estructuras institucionales.

Se puede afirmar que la crisis del Bienestar Gene-ral es aceptada unánimemente, así como también eldiagnóstico de sus urgencias básicas, a saber:

• Mantener sus criterios fundamentales, teniendocomo referencia la importancia que, en términosgenerales, otorgan los europeos al sistema de ga-rantías sociales, por lo que, la atención debe diri-girse a cómo lograrlo.

• Inaplazable adaptación a la realidad económicaimperante.

Finalmente, el actual debate entorno al WelfareState, debe derivar, no en un total desmantelamien-to o desaparición del Sistema de Bienestar Social,sino en un redimensionamiento que le permita ajus-tarse a los requerimientos de reproducción y eficien-cia del sistema.

No obstante, ese proceso debe resultar extrema-damente difícil y como tal continuará generandoafectación a sectores de la población euroccidental,pero sin poner en peligro la estabilidad social delsistema. Lo anteriormente expuesto, allanará el ca-mino por donde sigan transitando las fuerzas de laextrema derecha.