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ENSAYOS INDUSTRIALES Dpto. de Ingeniería Mecánica y Naval Facultad de Ingeniería Universidad de Buenos Aires FATIGA Luis A. de Vedia Hernán Svoboda Buenos Aires 2002

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ENSAYOS INDUSTRIALES Dpto. de Ingeniería Mecánica y Naval Facultad de Ingeniería Universidad de Buenos Aires

FATIGA Luis A. de Vedia

Hernán Svoboda

Buenos Aires 2002

Ensayos Industriales Fatiga 9-2

9. Fatiga

9.1 Introducción

En presencia de cargas fluctuantes, en el vértice de discontinuidades geométricas mas o menos agudas se produce un fenómeno de deformación elasto-plástica cíclica a partir del cual se produce la iniciación de la fisura por fatiga. La condición superficial y la naturaleza del medio cumplen un rol importante sobre la resistencia a la fatiga, esto es sobre el número de ciclos necesarios para que aparezca la fisura. Desde un punto de vista ingenieril, cuando la fisura adquiere una longitud de aproximadamente 0.25 mm se acepta habitualmente que se ha completado la etapa de iniciación. A partir de ahí se considera que se está en la etapa de extensión o de crecimiento estable que eventualmente culmina en la rotura monótona de la sección remanente. La proporción de la vida total que corresponde a la etapa de iniciación aumenta hacia la región de alto ciclo, entendiéndose habitualmente por tal a aquella en la cual la iniciación se produce en no menos de aproximadamente 104 ciclos.

La naturaleza esencialmente multiparamétrica del fenómeno de fatiga, en el

que la influencia de los distintos parámetros no puede en general considerarse de manera aislada, constituye la razón de la gran dispersión que generalmente acompaña a los resultados experimentales relacionados con este fenómeno. En general, puede decirse que las predicciones sobre vida a la fatiga efectuadas en base a datos generales publicados y la teoría existente, son tan imprecisas como lo son los pronósticos de mediano plazo en meteorología o economía. Sin embargo, a diferencia de lo que ocurre en estas disciplinas, la realización de ensayos específicos de fatiga aplicados a situaciones particulares, permite incrementar la capacidad de predicción hasta el límite habitual en las ciencias mecánicas.

El ensayo a la fatiga básico es el concebido por A.Wöhler (1819 -1914) en el

cual una probeta lisa, entallada o el componente mismo es sometido a una carga variable de amplitud constante determinándose el número de ciclos necesarios para que se produzca la inciciacíón de la fisura por fatiga o una dada cantidad de propagación, P.Ej. 50% de la sección.

Fig. 9.1 Máquina de Moore para ensayo de flexión rotativa

Ensayos Industriales Fatiga 9-3

La Fig. 9.1 muestra esquemáticamente una máquina de ensayo a la fatiga por flexión rotativa. La probeta se encuentra sometida a un estado de flexión pura y las tensiones actuantes en una fibra a cierta distancia del eje neutro cambia de signo cada medio giro de la probeta. De esta manera las fibras estarán sometidas a una tensión alternativa cuya amplitud será máxima para las mas alejadas del eje de la probeta.

9.2 Vida a la fatiga controlada por tensión Los métodos para caracterizar la resistencia a la fatiga en términos de

amplitudes de tensión nominales utilizando datos experimentales obtenidos a partir de probetas lisas emergieron de los trabajos de Wöhler (1860) sobre fatiga de ejes

Fig. 9. 2 Curvas de Wöhler

de vagones ferroviarios. En este enfoque, probetas cilíndricas lisas son ensayadas a la fatiga por flexión, flexión rotativa, tracción-compresión, o tracción-tracción uniaxial. Los métodos de ensayo para determinar la vida a la fatiga están detallados en las normas ASTM E 466-E 468 de la American Society for Testing and Materials (Philadelphia). En tales ensayos, la amplitud de tensión σa = (σMáx - σMín)/2 , o el rango de tensión ∆σ = σMáx - σMín se grafica en función del número de ciclos a la falla.

Si la Fig. 9.2 se representa en una escala log-log, con la amplitud de tensión

(verdadera) en función del número de ciclos a la falla, se obtiene una relación lineal, que puede expresarse en la forma

∆σσ σ

22= = ′a f f

bN( ) (9.1)

Ensayos Industriales Fatiga 9-4

donde σ’f es el coeficiente de resistencia a la fatiga (para la mayoría de los metales aproximadamente igual a la tensión verdadera de fractura, corregida por estricción), y b es el exponente de resistencia a la fatiga o exponente de Basquin que para la mayoría de los metales se encuentra en el rango –0.05 a –0.12.

Ensayos Industriales Fatiga 9-5

9.3 Vida a la fatiga controlada por deformación. Históricamente, los estudios de fatiga se han referido a condiciones de servicio

para las cuales la falla se produce típicamente por encima de los aproximadamente 104 ciclos de aplicación de la carga. Condiciones de carga típicas para las cuales el enfoque basado en la amplitud de tensión es relevante, incluyen máquinaria rotante sujeta a tensiones alternas, recipientes de presión sometidos cargas y descargas periódicas, o fuselajes de aeronaves sometidos a presurización y despresurización originadas por los despegues y aterrizajes. Sin embargo, ha habido un reconocimiento paulatino que muchas fallas por fatiga ocurren a tensiones mayores para un número de ciclos de carga mucho menor, lo que dio origen a la expresión “fatiga de bajo ciclo”. La fatiga de bajo ciclo se encuentra frecuentemente asociada con la existencia de tensiones de origen térmico. Dado que estas tensiones térmicas surgen como consecuencia de la expansión térmica de los materiales, es fácil ver que en estos casos el fenómeno se encuentra controlado por deformación mas que por tensión. Por otra parte, en muchas aplicaciones prácticas los componentes experimentan un cierto grado de constricción estructural, especialmente en la región de los concentradores de tensión. En tales casos, resulta mas apropiado considerar la vida a la fatiga de un componente bajo condiciones de deformación controlada o impuesta, que es mas representativa de una situación de carga constreñida. Coffin y Manson trabajando independientemente en problemas de fatiga térmica, propusieron la caracterización de la vida a la fatiga basada en la amplitud de la deformación plástica, a través de la siguiente relación

∆ε εpf

cf N2 2= ′ ( ) (9.1)

donde ε’f es el coeficiente de ductilidad a la fatiga (experimentalmente aproximadamente igual a ductilidad verdadera a la fractura), y c es el exponente de ductilidad a la fatiga que se encuentra en el rango –0.5 a –0.7 para la mayoría de los metales. Obviamente, menores valores de c conducen a mayores vida a la fatiga.

Dado que es posible escribir

∆ ∆ ∆ε ε ε2 2 2= +e p (9.3)

y dado que

∆ ∆ε σ σe a

E E2 2= = ( 9.4 )

Ensayos Industriales Fatiga 9-6

teniendo en cuenta (9.1), resulta

∆ε σe ff

b

EN

22=

′ ( ) (9.5 )

Combinando ahora las (9.2), (9.3), y (9.5), obtenemos

∆ε σ ε2

2 2=′

+ ′ff

bf f

c

EN N( ) ( ) (9.6)

La Ec. (9.6) describe la relación entre la amplitud total de deformación y el número de ciclos a la falla Nf. La curva que representa esta ecuación se muestra en la Fig. 9.3. Es importante destacar que la Ec. (9.6), cubre tanto el rango de bajo ciclo

Fig. 9. 3 Amplitud de deformación vs. ciclos a la falla

como de alto ciclo, como puede verse en la Fig. 9.3. La fatiga controlada por deformación, al contrario de lo que ocurre en el caso de fatiga controlada por tensión, tiene lugar cuando la amplitud de deformación es mantenida constante durante el ciclado de cargas. Sin embargo es necesario tener en cuenta que en general, debido al efecto de constricción que produce la existencia de un volumen grande de material deformado elásticamente alrededor del pequeño volumen de material en el entorno del vértice de una entalla o concentrador las condiciones prevalecientes en este pequeño volumen son de deformación impuesta mas que de tensión impuesta, aun en el caso en que las cargas nominales actuantes se encuentren controladas por tensión. Por tal motivo, es importante conocer de que manera evoluciona el material cuando es solicitado cíclicamente en deformación.

El comportamiento de metales y aleaciones sujetas a deformación cíclica

uniaxial está representado por alguna de las dos variantes básicas que se muestran

Ensayos Industriales Fatiga 9-7

en la Fig. 9.5. La situación representada por (a) corresponde a un material que exhibe “ablandamiento cíclico”, mientras que la ilustrada por (b) corresponde a un material que presenta “endurecimiento cíclico”. En ambos casos, el material alcanza un estado de saturación a partir del cual la amplitud de deformación se estabiliza. Esto ocurre normalmente en los primeros 100 ciclos de carga. Extinguido este transitorio inicial, llamado también período de “shakedown”, el lazo de histéresis permanece constante como lo muestra la Fig. 9.4.

La curva tensión–deformación cíclica (Fig. 9.6) puede diferir significativamente

de la curva tensión-deformación monótona. No obstante, la misma puede en general ser aproximada por una expresión del tipo

∆ ∆ ∆ε σ σ2 2

12

1

= +′FHGIKJE K

nf (9.7)

Donde K´ es el coeficiente de resistencia cíclica y nf es el exponente de

endurecimiento cíclico. Para la mayoría de los metales nf varía entre 0.1 y 0.2.

Fig. 9.4 Lazo de histéresis plástica

Ensayos Industriales Fatiga 9-8

Fig. 9.5 Endurecimiento y ablandamiento cíclico

Obsérvese que la (9.7) consiste en la composición de una ley potencial para

describir la relación entre la tensión verdadera y la componente de deformación plástica, del tipo

∆ ∆σ ε= ′K p nfd i (9.8)

con la ley de Hooke. En efecto, teniendo en cuenta que de (9.8), es

Fig. 9. 6 Curva tensión-deformación cíclica

Ensayos Industriales Fatiga 9-9

∆ ∆ ∆ε ε ε2 2 2

= +e p

(9.9)

y que

∆∆ε σp n

Kf

=′FHGIKJ

1

(9.10)

resulta inmediatamente que puede escribirse

∆ ∆ ∆ε σ σ2 2

12

1

= +′FHGIKJE K

nf(9.11)

En general, metales con alto exponente de endurecimiento por deformación

monótona (n>0.15) experimentan endurecimiento cíclico, mientras que los que poseen un exponente menor (n<0.15) presentan ablandamiento cíclico. Además, puede esperarse endurecimiento cíclico si el cociente entre la resistencia a la tracción monótona σUTS y la tensión de fluencia σ02 es mayor que 1.4. En cambio, si este cociente es menor que 1.2, puede preverse ablandamiento cíclico. Cuando el cociente se encuentra entre 1.2 y 1.4, el material tiende a ser estable, es decir ni a endurecerse ni a ablandarse cíclicamente de manera significativa. Se ha propuesto una relación entre el exponente c de ductilidad a la fatiga que aparece en (9.2), y nf. Esta relación es c = -[1/(1+5nf)], de modo que según esta expresión, los materiales con mayores valores de nf tienen mayor vida a la fatiga. Puede además demostrarse que nf = b/c, donde b es el exponente de Basquin que aparece en la (9.1), y que K´ = σf´/(εf´)nf

. Manson ha propuesto una forma simplificada de la Ec. (9.6). Esta es

∆ε σ ε= +− −3 5 0 12 0 6 0 6. . .UTSf f fE

N .N (9.12)

Ensayos Industriales Fatiga 9-10

donde εf es la deformación verdadera de fractura en tracción. Esta expresión está basada en valores promedios para una gran variedad de metales y puede ser empleada como una primera aproximación a la curva deformación-vida a la fatiga para ciclos de carga alternativos (totalmente reversibles) de una probeta sin entalla.

9.4 Influencia de la tensión/deformación media. Todos las consideraciones realizadas hasta aquí corresponden a situaciones

en las que las tensiones o las deformaciones impuestas se invierten totalmente. En otras palabras, para las cuales la tensión media σm y la deformación media εm son cero. Sin embargo, en muchas situaciones prácticas estos valores medios no son nulos y resulta importante conocer el efecto de los mismos sobre la vida a la fatiga de un material.

Fig. 9. 7 Influencia de la tensión media sobre la resistencia a la fatiga

Cuando la amplitud de tensión en un ensayo de fatiga uniaxial es representada en función del número de ciclos a la falla, la curva S-N resultante es una función fuertemente dependiente de la tensión media como se muestra en la Fig. 9.7 (a)

Los efectos de la tensión media puede también representarse en diagramas de

vida constante como se muestra en la Fig. 9.7 (b). En este tipo de diagramas las diferentes combinaciones de tensión media y amplitud de tensiones se representan para una vida constante dada. Las curvas de la Fig. 9.7 (b) corresponden a las siguientes expresiones.

Relación de Soderberg:

σ σ σσa sf

m

y

= −FHG

IKJ1 (9.13)

Ensayos Industriales Fatiga 9-11

Relación de Goodman:

σ σ σσa fs

m

UTS

= −FHG

IKJ1 (9.14)

Relación de Gerber:

σ σ σσa fs

m

UTS

= −FHGIKJ

RS|T|

UV|W|

12

(9.15)

Donde σa es la amplitud de tensión para una tensión media σm distinta de cero,

y σfs es la resistencia a la fatiga para una vida dada bajo tensiones totalmente reversibles (alternativas), es decir para σm = 0. En general, la relación de Soderberg dada por la (9.13) brinda estimaciones conservativas para la mayoría de los metales y aleaciones de uso ingenieril, mientras que la de Goodman dada por la (9.14) se ajusta a los resultados experimentales para materiales frágiles, y la relación de Gerber dada por la (9.15) es en general adecuada para aleaciones dúctiles.

Igualando las expresiones (9.2) y (9.5), obtenemos el número de inversiones de

carga (2Nf)t que corresponde a la condición de falla por fatiga para la cual las componentes elástica y plástica de la amplitud de deformación son iguales. Resulta entonces que

2

1

N Ef t

f

f

b cb g b g=

′′FHGIKJ

−εσ

(9.16)

Para vidas a la fatiga cortas, es decir para 2Nf<<(2Nf)t, la componente plástica

de la amplitud de deformación es más dominante que la correspondiente componente elástica y la vida a la fatiga del material está esencialmente controlada por la ductilidad. En cambio, cuando 2Nf>>(2Nf)t, la componente elástica de la deformación es mas relevante que la plástica y la vida a la fatiga se encuentra controlada fundamentalmente por la resistencia a la rotura. La tensión media σm puede también ser incorporada en este análisis de la vida a la fatiga basado en deformación, asumiendo que dicha tensión media reduce la resistencia a la fatiga σ´f de manera tal que

Ensayos Industriales Fatiga 9-12

σ σ σa f m fbN= ′ −b gb g2 )

De este modo, la Ec. (9.6), resulta

∆ε σ σ ε2

2 2=′ −

+ ′f mf

bfE

N Nb g b Sin embargo, cuando el fenómeno de fatiga está controlado po

tensión media se relaja a cero en un número relativamente pequeño

9.5 El método de la tensión local. Hasta aquí se ha considerado esencialmente el comportamien

materiales sin entalla. Sin embargo, como ya se ha mencionado, componentes poseen entallas y discontinuidades geométricas quconcentradores de tensión y/o deformación. Estos campos dedeformación en la adyacencia del concentrador juegan un papenucleación de fisuras por fatiga y eventualmente en su propabásicamente dos metodologías locales para encarar la predicción dla fatiga de materiales que posen tales concentradores de tensEstos son: el método de la tensión local y el método de la deformaccentral que sustenta los métodos locales de análisis es que el comfatiga del material en la adyacencia del vértice del concentradecuadamente representado por el comportamiento de una prosometida al mismo campo de tensiones/deformaciones cíclicas que vértice del concentrador.

El factor teórico elástico de concentración de tensiones Kt, rel

local en el concentrador con la tensión nominal o remota, y es dcociente entre la tensión máxima local σMáx y la tensión nominal σ∞.experiencia demuestra que el factor Kt no representa adecuadamede la vida a la fatiga debida a la presencia de una entalla, siegeneralmente menor al que se podría predecir en base al valor motivo se introduce un factor efectivo de entalla a la fatiga Kf, definid

Kf =Resistencia a la fatiga del material sin entallResistencia a la fatiga del materila con ental

En general es Kf<Kt y Kf→Kt cuando la entalla no es seve

material es de alta resistencia. La correlación entre las predicciones

(9.17

fcg (9.18)

r deformación, la de ciclos.

to a la fatiga en las estructuras y e actúan como tensión y de

l esencial en la gación. Existen

e la resistencia a ión/deformación. ión local. La idea portamiento a la

ador puede ser beta sin entalla el existente en el

aciona la tensión efinido como el

Sin embargo, la nte la reducción ndo este efecto de Kt. Por este o como

ala

ra o cuando el teóricas a partir

Ensayos Industriales Fatiga 9-13

del factor Kt y el comportamiento real a fatiga, está frecuentemente expresado a través del factor de sensibilidad a la entalla

q KK

f

t

=−−

11

(9.19)

donde q varía entre 0 (para total insensibilidad a la entalla), y 1 (para máxima sensibilidad). Mientras que Kt es sólo función de la geometría y del modo de aplicación de las cargas, Kf debe ser determinado partir de mediciones experimentales o reglas empíricas. En este sentido, Neuber expresa el factor efectivo de entalla como

K KAf

t

n

= +−

+1 1

1 / ρ(9.20)

donde An es una constante que depende de la resistencia y ductilidad del material (Por ejemplo An ≈ 0.25 mm para aceros recocidos y An ≈ 0.025 mm para aceros de muy alta resistencia), y ρ es el radio local en el vértice del concentrador.

Obenido Kf, el método de la tensión local consiste en modificar la resistencia a

la fatiga de la probeta sin entalla, lo que puede hacerse simplemente dividiendo todos los rangos de tensión ∆σ por el factor Kf, lo que conduce en general a estimaciones muy conservativas, o dividiendo por Kf sólo el límite de fatiga y dejando el resto de la curva inalterada. A falta de datos, una estimación conservativa de la vida a la fatiga puede obtenerse trazando una recta en un diagrama semilogarítmico S-N entre los puntos determinados por la resistencia a la tracción del material σUTS para un ciclo de carga, y la resistencia a la fatiga para 106 ciclos en el material sin entalla dividido por el factor Kf. En general, la corrección por Kf debe aplicarse en materiales dúctiles sólo a la componente alterna del ciclo de tensión si es σm ≠ 0, y a todo el ciclo si el material es frágil.

El método de la tensión local es sólo apropiado para situaciones de fatiga de

alto ciclo en la vecindad de concentradores de tensión. No es en cambio aplicable para situaciones en las cuales se tiene una deformación plástica considerable en delante del concentrador. En tales casos, es necesario recurrir al método de deformación local.

Ensayos Industriales Fatiga 9-14

9.6 El método de la deformación local.

El método de la deformación local relaciona la deformación que tiene lugar en la vecindad inmediata de un concentrador de tensión, con las tensiones y deformaciones remotas utilizando para ello las ecuaciones constitutivas obtenidas de ensayos de fatiga en probetas sin entalla. El análisis se puede dividir en dos partes:

i) Del conocimiento de las cargas impuestas en un componente con entalla, se

debe obtener la historia de la tensiones y deformaciones locales en el vértice del concentrador. Para esto se pueden emplear desde expresiones analíticas simples hasta métodos numéricos detallados (que empleen las ecuaciones constitutivas y reglas de endurecimiento cíclico del tipo dado por la Ec. (9.7)), de manera de obtener las tensiones y deformaciones locales en función de las cargas remotas. Alternativamente, pueden emplearse métodos experimentales, tales como strain gages u otra forma de medición.

ii) La vida a la fatiga que puede esperarse para tales tensiones y deformaciones

locales debe ser determinada. Para esto, se debe estimar el daño acumulativo producido por la evolución de las tensiones y deformaciones locales de manera que permita predecir la vida a la fatiga del componente en función de la información disponible basada en el comportamiento en fatiga de bajo ciclo de probetas sin entalla del mismo material, utilizando relaciones del tipo dado por la Ec. (9.6). Para fines de diseño, es conveniente en general relacionar los campos en el

vértice del concentrador con las cargas remotas aplicadas a través de aproximaciones simples ingenieriles. En este sentido, debe tenerse en cuenta que los factores de concentración de tensiones Kσ y de deformaciones Kε son iguales a Kt sólo en el rango elástico, pero dejan de coincidir en cuanto el material entra en fluencia. Una relación muy empleada que vincula estos factores en el rango elasto-plástico, es la de Neuber

K K Kt = σ ε(9.21)

Los modelos predictivos de vida a la fatiga empleando el concepto de

deformación local hacen uso de modificaciones de la relación (9.21) para el caso de comportamiento cíclico introduciendo el factor efectivo de entalla a la fatiga Kf, de la siguiente manera:

K K Kf = σ ε(9.22)

Ensayos Industriales Fatiga 9-15

La situación considerada está representada en la Fig. 7, donde ∆σ∞ y ∆ε∞ son respectivamente las amplitudes de tensión y deformación remotas. Resulta entonces

K y Kσ εσσ

εε

= =∞ ∞

∆∆

∆∆

(9.23)

y de acuerdo con la regla de Neuber, es

K K EEt f≈ = FHG

IKJ =FHG

IKJ∞ ∞ ∞ ∞

∆∆

∆∆

∆ ∆∆ ∆

σσ

εε

σ εσ ε

12

12

(9.24)

Curva tensión-deforma-ción cíclica

∆ε∞

∆σ∞

∆ε

∆σ

ε

σ

∆σ∆ε = (Kf∆σ∞)2/E

∆σ, ∆ε

∆σ∞, ∆ε∞

Fig. 9.8 Método de la deformación local

de modo que

K Ef ∆ ∆ ∆ ∆σ ε σ ε∞ ∞ =d i b g12

12E

Ensayos Industriales Fatiga 9-16

por lo que para campos remotos elásticos, en los que se cumple

∆ ∆σ ε∞ ∞= Ees

K Ef∆ ∆ ∆σ σ ε∞ = b g12

por lo que resulta

∆ ∆∆

σ εσ

=∞K

Efd i2

(9.25)

que es la ecuación de una hipérbola rectangular. La intersección de esta curva con la de tensión-deformación cíclica determina la tensión y deformación local en el vértice del concentrador. Esta deformación puede ahora utilizarse con la Ec. (9.6) para estimar la vida a la fatiga.

9.7 Curvas S-N generalizadas para aceros. Su empleo en el diseño a la fatiga de alto ciclo.

Cuando no se cuenta con la curva de Wöhler específica para un material es posible reemplazarla con otras curvas aproximadas cuyo origen es también experimental y que permiten efectuar predicciones conservativas del comportamiento a la fatiga. La Fig. 9.9 muestra tales curvas para el caso de aceros. Puede verse que se tiene una curva para el caso de probetas ensayadas a flexión, otra para probetas solicitadas axialmente, y otra para probetas ensayadas en torsión alternativa. Estas curvas S-N se denominan generalizadas porque el eje de ordenadas no contiene valores de amplitud de tensiones sino el cociente entre la amplitud de tensiones y la resistencia a la tracción del material indicada en el diagrama como Su para mantener consistencia con el símbolo S con el que se denota habitualmente la amplitud de tensiones.

Ensayos Industriales Fatiga 9-17

Cuando se representan en un gráfico log-log, las curvas S-N adoptan la forma de una recta de modo que bastan dos puntos para determinarlas. En la Fig. 9.9 estos puntos corresponden a la resistencia a la fatiga para 103 ciclos y a 106 ciclos respectivamente.

Fig. 9. 9 Curvas S-N generalizadas para aceros Sobre la base de una gran cantidad de datos experimentales se ha podido determinar que la resistencia a la fatiga para 103 ciclos es de 0.9 Su para probetas solicitadas en flexión rotativa, y que exhiben un límite de fatiga Sn = S’n = 0.5 Su a partir de los 106 ciclos, donde se han reservado los símbolos Sn para indicar el límite de fatiga en general y S’n para denotar el límite de fatiga en flexión. Si en lugar de ser las probetas ensayadas en flexión rotativa, se las solicita en flexión alternativa, no todas las fibras a la máxima distancia el eje experimentarán las tensiones máximas y mínimas como en el caso de flexión rotativa, ya que en el primer caso al rotar la probeta, todas las fibras exteriores van pasando sucesivamente por las posiciones de máxima y mínima tensión aplicada. En cambio, en flexión alternativa, sólo las fibras externas ubicadas en la parte superior e inferior de la probeta sufrirán las solicitaciones extremas. Como consecuencia de esto se ha detectado que la resistencia a la fatiga de una probeta ensayada en flexión rotativa es ligeramente inferior a la de la misma probeta solicitada en flexión alternativa. De todos modos, en la práctica la diferencia es lo suficientemente pequeña como para ser ignorada y por lo tanto la recta que corresponde a flexión en la Fig. 9.9 es válida para ambas situaciones. Es también necesario tener en cuenta que los valores de S que figuran en la Fig. 9.9 son calculados sobre la base de la expresión MMáx.c /I, donde MMáx. es el

Ensayos Industriales Fatiga 9-18

máximo momento flexor aplicado, c el radio de la probeta, e I el momento de inercia. Ahora bien, cuando las tensiones son lo suficientemente altas como para comenzar a producir fluencia en las fibras mas alejada del eje, la expresión anterior sobreestimará dichas tensiones ya que la misma asume una distribución lineal elástica de tensiones en la sección y no tiene en cuenta el recorte de las tensiones por fluencia. De modo que para la región del gráfico correspondiente a tensiones elevadas, los valores de tensión actuantes serán inferiores a los calculados. Cuando los ensayos se efectúan con carga axial alternativa, las fibras de toda la sección son solicitadas de la misma manera y las tensiones máximas en las fibras son iguales a las calculadas con la expresión PMáx./A, donde PMáx. es la carga máxima aplicada y A el área de la sección de la probeta. Por esta razón, es razonable esperar que la resistencia a la fatiga de una probeta solicitada en tracción sea inferior a la de la misma probeta ensayada en flexión. Esto puede observarse en la Fig. 9.9, donde la resistencia a la fatiga para 103 ciclos en carga axial es Sn = 0.75 Su y Sn = 0.9 S’n = 0.45 Su para 106 ciclos. Si la carga no es exactamente axial sino que posee una pequeña excentricidad como ocurre en el caso de piezas que no han sido mecanizadas con alta precisión, existirá un pequeño momento flexor que contribuirá con una tensión de flexión adicional que reducirá en alguna medida la resistencia a la fatiga de la pieza sometida únicamente a carga axial. Si bien la magnitud de la excentricidad no es en general conocida con exactitud, su efecto suele tenerse en cuenta reduciendo el límite de fatiga Sn bajo carga axial en un 10% ó 20% adicional. Dado que la reducción en el límite de fatiga Sn bajo carga axial con respecto al límite de fatiga en flexión rotativa está relacionado con el gradiente de tensiones en la sección de la probeta, una forma alternativa equivalente de encarar el análisis es introduciendo un Factor Gradiente CG, donde CG = 0.9 para carga axial pura y CG = 0.7-0.8 para cargas axiales con pequeña excentricidad.

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La curva inferior de la Fig. 9.9 muestra la resistencia a la fatiga de una probeta sometida a torsión alternativa. Dado que el fenómeno de fatiga está relacionado con la existencia de zonas del material con deformación plástica localizada y dado que la fluencia en materiales dúctiles está determinada por el criterio de Von-Mises, resulta natural esperar alguna relación entre este criterio y la resistencia a la fatiga bajo condiciones de carga biaxial, incluyendo torsión. Esta relación se muestra en la Fig. 9.10, (que no es otra cosa que la elipse de Von-Mises en la que se ha reemplazado la tensión de fluencia por Sn), de la que se deduce que el límite de fatiga en torsión alternativa (σ1 = -σ2), es Sn = 0.58 S’n. Esto puede ser tenido en cuenta alternativamente, adoptando un Factor de Carga CL = 0.58 para el caso de torsión. Dado que los gradientes de tensiones presentes en torsión son similares a los de flexión, no resulta inesperado que como en flexión, la resistencia a la fatiga en torsión para 103 ciclos sea 0.9 SuS, donde SuS es la resistencia última en corte. En el caso de no disponer del valor de SuS, puede utilizarse la siguiente relación empírica para aceros: SuS = 0.8 Su.

Fig. 9. 10 Curva σ1 - σ2 para tensión alternativa en materiales dúctiles.

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9.6 Influencia de la condición superficial y del tamaño sobre la resistencia a la fatiga.

Hasta aquí hemos asumido que las curvas de Wöhler corresponden a probetas con superficies pulidas de manera de no incorporar defectos superficiales que pudiesen representar concentradores de tensión. Sin embargo la condición superficial de la mayoría de las piezas de producción es tal que es necesario en general considerar que tales superficies incluyen pequeñas discontinuidades que representan puntos de mayor vulnerabilidad a la fatiga. Para tener en cuenta esta circunstancia se suele afectar la resistencia a la fatiga del material (correspondiente a la probeta pulida), por un Factor de Condición Superficial CS. De esta manera, el límite de fatiga de una pieza con una dado factor de superficie CS, estará dado por el producto del límite de fatiga de la probeta pulida multiplicada por CS. Los valores de CS correspondientes a distintas condiciones superficiales para aceros en función de la resistencia a la tracción están indicados en la Fig. 9.11.

Fig. 9. 11 Factores de condición superficial para aceros Es importante destacar que al modificar la curva de Wöhler correspondiente a la probeta pulida para incluir la condición superficial, se suele afectar por CS sólo el

Ensayos Industriales Fatiga 9-21

límite de fatiga, ya que para 103 ciclos el estado de la superficie tiene una influencia despreciable sobre la resistencia a la fatiga. Otro aspecto que es necesario incorporar en el cálculo de la resistencia a la fatiga de una pieza es el denominado efecto de tamaño. Ya hemos visto que se verifica experimentalmente que el gradiente de tensiones en la sección tiene influencia sobre la resistencia a la fatiga de una pieza o probeta sujeta a flexión o torsión alternativa. Sin embargo, una gran cantidad de datos experimentales muestra que si el diámetro de la pieza o probeta es superior a aproximadamente 10 mm, los beneficios del gradiente de tensiones desaparece. De manera que en piezas de diámetro superior a los 10 mm sujetas a flexión o torsión alternativa, el factor de gradiente de tensiones CG debe ser 0.9 al igual que en piezas sometidas a tracción alternativa. Si el diámetro es de 10 mm o menor, se adopta CG = 1. Si la pieza es de sección no circular, el valor del radio es reemplazado por la distancia desde el eje neutro a la fibra superficial.

9.7 Efecto de la concentración de tensiones. Ya hemos visto que el efecto de la presencia de un concentrador de tensiones sobre la resistencia a la fatiga puede tenerse en cuenta mediante un factor efectivo de entalla a la fatiga Kf que según (9.19) puede escribirse como

K Kf t= + −1 ( q1) ( 9.26)

Los valores del factor de sensibilidad a la entalla q dependen del material y de la geometría como se muestra en la Fig. 9.12.

Ensayos Industriales Fatiga 9-22

Fig. 9. 12 Factor de sensibilidad a la entalla Ya hemos indicado que para fatiga controlada por tensión (alto ciclo), se suele adoptar el criterio de multiplicar por Kf sólo el límite de fatiga y dejar inalterada la resistencia a la fatiga para bajos ciclos. Si bien este criterio es en general adecuado para materiales dúctiles de baja y media resistencia (acero, aluminio, magnesio, etc.), en el caso de aleaciones de alta resistencia de estos mismos materiales, existe evidencia experimental que sugiere que el efecto de entalla es el mismo a alto ciclos que a bajos ciclos. La Fig. 9.13 muestra valores del factor teórico elástico de concentración de tensiones Kt para algunas situaciones frecuentes en la práctica. Es importante destacar que las consideraciones anteriores son aplicables a situaciones en las cuales el fenómeno de fatiga está esencialmente controlado por tensión, es decir condiciones de fatiga de alto ciclo. En los casos en el vértice del concentrador exista una deformación plástica importante, nos encontramos frente a una situación de fatiga de bajo ciclo donde el fenómeno se encuentra controlado por deformación y por lo tanto es necesario recurrir al método de la deformación local para la estimación de la resistencia a la fatiga.

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Fig. 9.13 Factor de concentración de tensiones para transición dediámetros en flexión (a), carga axial (b) y torsión (c).