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El Libertario | Edición 72, marzo 2014 Vocero ácrata de propuestas e ideas de acción :: Año 18 # 72 :: Marzo 2014 :: VENEZUELA Esta publicación no acepta subsidios y se financia de su venta: 10 Bs / 1.000 pesos (Col) / 500 pesos (Chile) / 1 dólar / 1 euro Ante el Estado asesino y represor, ayer hoy y siempre, la autonomía es el camino Febrero 1989 Febrero 2014 Por falta de papel EDICION DIGITAL

Febrero 1989 - Crabgrass · Como nunca antes en los últimos 15 años tenemos un escenario en donde las bases ... Saludos, me gustaría volver a distribuir el periódico por mi región,

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  • El Libertario | Edicin 72, marzo 2014

    Vocero crata de propuestas e ideas de accin :: Ao 18 # 72 :: Marzo 2014 :: VENEZUELAEsta publicacin no acepta subsidios y se financia de su venta: 10 Bs / 1.000 pesos (Col) / 500 pesos (Chile) / 1 dlar / 1 euro

    Ante el Estado asesino y represor, ayer

    hoy y siempre, la autonoma es el camino

    Febrero 1989

    Febrero 2014

    Por falta de papelEDICION DIGITAL

  • El Libertario | Edicin 72, marzo 2014

    Editorial2 | SEGUNDA PAGINA

    El discreto encanto de la BoliburguesaHablan como Marx Gobiernan como Stalin ...Y viven como RockefellerRoban como Al Capone

    esde 1995, fecha en que comen-zamos este camino editorial y periodstico independiente, es primera vez que nos vemos im-

    posibilitados a imprimir nuestra edicin. No es un problema de dinero. Nuestro mtodo autogestionario ha conseguido una comunidad de compaeros, afectos, afines y lectores que por distintas vas, incluyendo la compra solidaria de ma-teriales, se han autoresponsabilizado de aportar econmicamente para costear los gastos de impresin de cada nmero. Tampoco es un problema de contenidos. Al ser una de las poqusimas publicaciones de izquierda antiautoritaria y anticapitalis-ta del pas, cada edicin debe seleccionar entre las diferentes contribuciones escritas de los cada vez en aumento colaboradores y colaboradoras.

    La imposibilidad de imprimir esta edicin es consecuencia de la aguda crisis econmica venezolana. Ante la dependen-cia cada vez mayor de las divisas extran-jeras, en un pas que slo tiene energa para vender e importar todo lo dems que necesita, el gobierno de Nicols Maduro ha limitado la entrega de dlares para la industria grfica del pas, que compra en el extranjero todos los insumos que necesita. La escasez de tintas y papel se suma a la larga lista de productos inexistentes en los anaqueles, algunos tan dramticos como los medicamentos para pacientes con en-fermedades crnicas y terminales. Varios medios impresos en el pas han tenido que disminuir pginas y frecuencia, en una situacin que afecta particularmente a los peridicos pequeos e independientes, como el nuestro. La negacin de divisas para la importacin de insumos para pub-licaciones tampoco es casual. La progre-siva construccin de la hegemona estatal comunicacional bolivariana necesita ahogar todas las voces crticas y disi-

    dentes posibles. En el caso de los medios televisivos y radiofnicos, desde el ao 2002 la burguesa que ha crecido bajo la sombra del rbol chavista ha contado con los recursos necesarios para adquirir la mayora accionaria de los principales. En el caso de los peridicos, la boliburguesa ya es duea de ltimas Noticias, el diario de mayor circulacin del pas. El resto intenta ser doblegado por el mecanismo del acceso a los dlares preferenciales para la import-acin. Por nuestra parte, esperamos en el menor tiempo posible volver a circular de manera impresa, que para nosotros es lo medular en nuestro trabajo de propaganda de la libertad y la justicia social.

    El problema estructural de fondo en el pas no es poltico sino econmico, el cual ha generado un amplio malestar que se expresa de manera diferente segn la ciudad y el sector poltico. Las protestas del interior de Venezuela, tras aos de sufrir interrupcin de servicios bsicos, el alto costo de la vida y la escasez de productos de primera necesidad, tienen muy presentes las demandas sociales. Las ciudades de provincia han protagonizado manifestaciones que han robado el otrora protagonismo caraqueo, autoconvocadas por la gente y sobrepasando a los partidos polticos de oposicin. Por otra parte, es evidente que las amplias bases sociales de apoyo al chavismo no se estn movilizando en el apoyo al gobierno de Nicols Maduro. El desobedecer las lneas de la actual dirigencia madurista tambin es una expresin de profundo sentido poltico. Como nunca antes en los ltimos 15 aos tenemos un escenario en donde las bases de ambos sectores de la polarizacin estn en rebelin contra su dirigencia. Y este es campo frtil para la construccin de una al-ternativa social libertaria de cambio.

    Adems de la represin y la invisibilidad de sus contradic-ciones, el programa de gobierno del madurismo para el corto plazo privilegia la aplicacin de un programa de ajuste econmico

    que har pagar los costos de la crisis no a quienes la generaron la corrupta clase poltica roja o azul, los brokers del mercado energtico, los estafadores del dlar Cadivi, los importadores de la falsa soberana alimentaria, las anclas endgenas de la especulacin financiera y el narcotrfico, el Estado cubano y dems amigos del exterior - sino a todos los asalariados y asalariadas del pas. La llamada Conferencia Nacional de Paz, convocada por el gobierno con la excusa de las protestas, slo intenta conformar la plataforma necesaria para legitimar el paquete econmico en ciernes. Aunque la naturaleza de la economa venezolana es transnacional, el madurismo necesita el apoyo de los parsitos del sector empre-sarial privado del pas para castigar a los

    sectores populares con la progresiva devaluacin de la moneda y la dis-minucin general de la calidad de vida.

    La resistencia al paquete econmico del madurismo, donde desnuda su natu-

    raleza capitalista, es la tarea clave de los libertarios en el momento actual. Aqu coincidiremos con todos los sectores que, desde la base, desean la construccin de un oasis diferente al desierto de los partidos polticos oficialistas y opositores. Sin lderes providenciales ni mesas, mediante la cooperacin sin mando y proponiendo la autogestin y la autonoma como her-ramientas clave para la accin de trans-formacin. Si lo deseas puedes caminar a nuestro lado, o comenzar tu propio proceso de toma de conciencia mediante la accin y reflexin junto a tus pares. Tenemos toda una vida por ganar.

    Tamao especial para ser fotocopiado

  • El Libertario | Edicin 72, marzo 20143 | VENEZUELA

    Del Ateneo Anarquista de Constitucin (Buenos Aires)

    Compaeros/as: Fue lindo recibir la grabacin de T para la presentacin aqu de su libro.

    La feria del libro anarquista super nuestras expec-tativas, en cantidad de personas que se acercaron y en la participacin e intercambio de experiencias en las charlas que se dieron.

    Al otro da que se fue O, ordenamos cronolgicamente el peridico El Libertario y le destinamos una nueva caja de plstico para su mejor conservacin. Nos faltan algunos nmeros que luego les informamos en detalle para ver si ustedes los tienen, as completamos la coleccin.

    Salud y Anarqua!PD: ya nos quedamos sin el caf que nos trajeron, as

    que estn invitadxs a volver pronto!

    Para apoyar y participar

    Mi nombre es E. M. Soy estudiante de posgrado en una universidad de Francia. Estoy en el pas preparando mi proyecto de investigar la violencia en Venezuela. Adems de eso, me gustara combinar la realizacin de esta tesis con una pasanta no remunerada en alguna asociacin autno-ma con actividades de ndole social. Es por ello que El Liber-tario llamo mi atencin. Desde hace varios aos sigo desde cerca y leo con frecuencia las publicaciones del peridico que ustedes representan. Aunque no he ejercido suficientes acciones militantes para autodenominarme anarquista, la lucha contra el poder coercitivo que representa el Estado y la bsqueda de la libertad son causas que siempre han atrado mi atencin.

    La condicin que viven muchos venezolanos constituye una realidad que considero una violacin irrefutable de los derechos humanos que le deben ser respetados a cada persona. No voy a hacer una enumeracin de todas estas violaciones que El Libertario conoce tan bien. Sin embargo, est claro que es una responsabilidad que tengo como per-sona de luchar por cambiar esta realidad y el peridico de ustedes provee una plataforma para eso. Es por ello que les pido me ayuden a contribuir con la causa por la cual luchan. Adems de esto, formo parte de una asociacin que busca difundir informacin y cultura Latinoamericana en Francia. Actualmente estamos organizando un festival de literatura y en el futuro buscamos crear ms eventos culturales. Con-struir un proyecto en conjunto con esta asociacin podra ser una gran oportunidad para crear exposiciones, talleres o conferencias de concientizacin sobre las acciones de El Libertario y la lucha por la autonoma social y la defensa de los derechos humanos en Venezuela.

    Deseara, en la media de sus posibilidades, lograr con-tactarles para presentarles mi proyecto formalmente. En la espera de su respuesta, me mantengo a su disposicin para cualquier informacin complementaria.

    Desde So Paulo

    Estimados amigos,Traducimos su comunicado contra la hegemona co-

    municacional del Estado al portugus y lo publicamos en nuestro sitio web: http://bibliotecaterralivre.noblogs.org/post/2014/02/08/el-libertario-seguira-resistindo-a-hege-monia-comunicacional-do-estado-venezuelano/

    Si necesitan de algn apoyo nos escriben. Un abrazoBiblioteca Terra Livre

    Un distribuidor solidario retoma la tarea

    Saludos, me gustara volver a distribuir el peridico por mi regin, soy de San Felipe/Yaracuy. Hace aproximada-mente 10 aos lo haca y quiero volverlo a difundir.

    Espero requerimientos. Tienen cuentas bancarias para transferir el dinero de lo que se venda?

    Saludos Cordiales. - E.

    A VECES LLEGAN CARTAS | LAS FOTOS |

    DOBLEPENSAR| GUARIMBAS DE AYER... Y HOYUsted podr estar de acuerdo o no con la confrontacin insurreccion-al de manifestantes con los rganos de represin estatal, pero lo mnimo que se exige es que sea coherente con su postura: Si usted aplaude a los encapuchados en Chile o Colombia no puede argumentar que uno en Venezuela es sinnimo de terroris-mo. Otro elemento peculiar de los revolucionarios express pro-gobier-no es burlarse si los manifestantes actuales utilizan el escenario ms favorable para dicha confrontacin, olvidando que algunos de sus jefes hicieron postgrados, en el pasado, en cerrar las entradas de las universia-des autnomas del pas bajo la misma lgica de los guarimberos de hoy. Si para usted hoy es estpido, pues...

    Encapuchados entrada UCV, 1989

    Detencin del sindicalista Jos Bodas por la Guardia Nacional Bolivariana, el 03.02.14 por entregar volantes exigiendo la contratacin colectiva para los trabajadores de PDVSA, Puerto La Cruz.

    Con la presencia de indgenas venezolanos se realiz la II Cumbre Regional Amaznica con una declaracin para luchar por la Vida Plena Amaznica frente al IIRSA y Desarrollismo. El evento se realiz en Villavicencio, Colombia, del 13 al 15 de diciembre de 2013.

    Movimiento indgena venezolano recuperando su autonoma: Planificacin anual 2014 de la Organizacin Regional de Pueblos Indgenas de Amazo-nas (ORPIA), Puerto Ayacucho, 14 y 15.01.14.

    Marcha de mujeres wayuu contra la militarizacin de la Guajira. 03.02.14

  • El Libertario | Edicin 72, marzo 2014

    Ahora ms que nunca: Autonoma, autogestin, accin directa y solidaridad

    4 | VENEZUELA

    DECLARACIN ANTE LOS EVENTOS DE FEBRERO-MARZO 2014

    El Libertario e individualidades

    No haba que ser un genio para pronos-ticar que la calamitosa situacin econmi-co-social venezolana, heredada tras 14 aos de gobierno de Hugo Chvez y agravada en poco ms de un ao con Nicols Maduro, estaba generando una presin conflictiva presta a estallar, especialmente cuando cesaron los desbocados incrementos del ingreso a cuenta del oro negro que sos-tuvieron hasta 3 o 4 aos atrs la fantasa de un socialismo petrolero. Los recursos que entran siguen siendo muy abundan-tes, pero el despilfarro, la incapacidad, la corrupcin y la voracidad de quienes go-biernan son an mayores. Entre narcoge-nerales y otros rapaces con uniforme, altos burcratas que cubren todos los grados de la avidez a la nulidad, boliburgueses, bolichicos y dems beneficiarios de las bondades de CADIVI, la gruesa tajada de la castroburguesa, del Estado cubano y sus asesores cubanos prestos a trampear, o los agentes de esas transnacionales que tan lu-crativos rditos han obtenido en sus tratos con la revolucin bolivariana, la olla deba reventar ms temprano que tarde, con la poblacin presenciando ese show desvergonzado en el poder y padeciendo a la vez lo peor en inseguridad, desabas-tecimiento, crisis de servicios pblicos y la inflacin ms alta del mundo.

    Solo el descaro obsceno de la propa-ganda oficial, ms la ceguera tarifada y/o cuasirreligiosa de alguna izquierda au-toritaria siempre presta de postrarse ante el Amado Lder de moda, han podido ver en ese cuadro que se ha agravado a ojos vistas el resultado de maquinaciones de cierto imperialismo que les cae mal (otros se presentan como amigos). Segn este cuento absurdo, de 1999 hasta hoy, la economa venezolana ha sido manejada dentro de una brillante estrategia de construccin del socialis-mo, atencin prioritaria e inmediata a las necesidades de los desposedos, pulcritud en el manejo de fondos, y participacin social masiva, activa y vigilante gracias a los rganos del poder popular y la con-tralora social; siendo as, de haber algo que transitoriamente ande mal es por algn complot golpista de los yanquis y sus lacayos locales, pues en lo esencial las cosas nunca han ido mejor y el futuro por ese camino es absolutamente promisorio.

    Pero desde febrero y con toda rudeza, la calle dice otra cosa porque la verdad del cuento es otra. Prcticamente en todos los

    centros urbanos importantes (y somos un pas con poco ms de 85 % de poblacin urbana) ocurrieron protestas masivas que, contrario a lo que se ha dicho sobre alborotos solo de burgueses y pequeo burgueses, tienen un contenido social transversal donde hay personas de todas las condiciones, ya que de no ser as cmo explicar lo multitudinario y la duracin del proceso? Por lo dems, si bien en lo econmico (crisis del capitalismo petrolero rentista y extractivista) est la motivacin estructural del estallido, hay multiplicidad de causas para que unas y otras personas hayan salido y sigan saliendo a protestar, causas ciertamente potenciadas por la in-capacidad patente de un gobierno que solo le resuelve a los enchufados, y ahora tal vez a menos de ellos porque menguan la produccin y las divisas petroleras.

    Es importante insistir en cuanto a que esta insurgencia colectiva ha sido y es bsicamente espontanea, pues si bien hubo algunos que se la olfatearon para sacar provecho poltico (como

    Leopoldo Lpez y su pequeo partido o Mara Corina Machado), de ellos puede decirse que, si bien han logrado figura-cin en los acontecimientos, no dirigen a lo que se ha desatado. Incluso, es clara la ruptura en el sector que antes responda a las lneas que venan de la oposicin elec-toral y su Mesa de Unidad Democrtica, evidenciada en hechos como la reaccin de rechazo de la multitud ante Henrique Capriles y otros de esos dirigentes en distintos eventos pblicos durante estas jornadas. Vemos cierta correlacin entre eso y lo que ocurre en el chavismo, donde una importante base electoral que en fideli-dad a Chvez vot por Maduro hace un ao

    -compromiso que la mayora ratific dando el triunfo al oficialismo en las regionales de diciembre-, ahora luce indiferente ante los agitados llamamientos para que exprese visiblemente su adhesin al gobierno, de modo que los escasos actos pblicos ofi-cialistas de fechas recientes no han sido ni la sombra de lo que era corriente ante lo que sola convocar Chvez. Tal inaccin de la masa chavista (que Maduro ha pretendi-do romper con una histrica convocatoria para que se integre a la represin) plantea una de las interrogantes ms significativas del momento actual, ya que de mantenerse o de romperse en uno u otro sentido resul-tara determinante en lo que al final suceda con la actual coyuntura.

    Represin desmedida ha sido la re-spuesta privilegiada y casi nica que, hasta el momento de escribir estas lneas, ha dado el Estado venezolano. Al parecer no tena otra, ni todava la tiene, al menos para remplazarla como su opcin principal. En primer lugar porque econmicamente est embrollado en los vaivenes del capitalismo petrolero de un modo ms claro que en cualquier otra coyuntura de los ltimos 70 aos; hay muchas menos posibilidades de ganar legitimidad y respaldo obsequiando migajas de la zanahoria rentista, as que solo queda repartir los palos de la Guardia Nacional del Pueblo y de los paramili-tares con look cheguevariano de los col-ectivos. Ni que decir que esta va ha trado costos inmediatos y riesgos a futuro: con los paracos rojo-rojitos tienen los mismos problemas que con una lata llena de gusanos, es fcil abrirla y soltarlos, la com-plicacin viene para recogerlos y/o contro-larlos. En cuanto a la GN y la impresin colectiva ante su faena de estos das, solo

    PAIS|

  • El Libertario | Edicin 72, marzo 20145 | VENEZUELA

    cabe decir que ha generado en Venezuela el florecimiento de un filn de propagan-da, nimo y conciencia antimilitarista que desde el anarquismo nos corresponder de ahora en adelante impulsar - llevndolo ms all de la bipolaridad el militar bueno y el malo -, pues estamos contra la misma existencia de los aparatos castrenses como rganos de control y coercin social.

    En segundo lugar, tras la experiencia de 2002, el chavismo qued con la obsesin que el principal riesgo en cuanto a su salida del poder era por va del golpe de Estado, por lo que prepar sus mecanismos de respuesta para ello. El nfasis en armar, entrenar y coordi-nar a los paramilitares viene en esa lnea; tambin la insistencia propagandstica: primero hablando del golpe econmico, luego del golpe en proceso, ahora del golpe lento, todo lo cual tiene un des-mentido ridculamente paradjico cuando, en medio de esos supuestos golpes, ese gobierno-vctima extiende las fechas libres de Carnaval y llama a su celebracin. As mismo, ese libreto tan trabajado y bien aprendido exiga presentar al eventual ad-versario como inequvocamente fascista y enfrentado a las mayoras populares, lo que por un lado galvanizara el apoyo explcito al rgimen por parte de amplios sectores de la colectividad, mientras por el otro ganara apoyos importantes en lo internacional. Pero al final los hechos, su secuencia y - no menos importante - la torpe actuacin de Nicols Maduro y su comparsa, han hecho que el aspecto repre-sivo sea el que destaque, con el consigui-ente deterioro de la credibilidad poltica

    del rgimen, que sigue invocando al Lobo Feroz de una asonada militar que nadie ve, huele o siente. Pasan das y semanas sin verse la menor prueba o evidencia, salvo chismes y rumores, de una accin armada e inconstitucional de envergadura destina-da a desplazarlo del mando (pues de eso se trata un golpe de Estado!), mientras que las adjetivaciones como fascista y el anuncio de prximas agresiones imperialistas ya causan rubor vergonzante entre los madu-

    ristas ms tmidos o discretos, en tanto que el resto de la gente lo toma como pretexto para nuevos chistes.

    Entonces, que quede claro: no est planteado en lo inmediato un golpe de

    Estado que signifique una ruptura decisiva con esa lite beneficiaria del rgimen que se lista en el primer prrafo, pues sera absurdo que se ajusticiaran a si mismos. Pese a todas las dificultades y la obtusa gestin del equipo gobernante, an quedan mrgenes para que dentro del capitalismo y aplicando medidas de ajuste capitalis-tas con las que todos los que hoy ejercen o compiten por el poder estatal estn de acuerdo, los herederos del chavismo con o sin Maduro podran recuper-ar la gobernabilidad plena. Puede que la perorata de socialismo, poder comunal y poder popular siga en uso o no (es detalle menor), pero de ningn modo cabe creer que boliburgueses y enchufados al mando van a ir por otra ruta que no sea aquella que les conceda garantas e im-punidad. Ahora, ms que bajo el caudillaje de Chvez, todo apunta a que esa ruta pase por acuerdos polticos con la oposicin, y en Venezuela eso significa dar acceso ms

    La escasez

    La inflacin

    La inseguridad

    El contrabando

    La crisis econmica

    El crimen

    Es un invento

    Es una estrategia

    Es un montaje

    Es una maniobra

    Es una tctica

    Es una operacin

    De los burgueses

    Del imperio

    De la oposicin

    De los fascistas

    De Obama y Uribe

    De los capitalistas

    Para amedrentar

    Para oprimir

    Para destruir

    Para desmoralizar

    Para controlar

    Para atacar

    Al pueblo

    La revolucin

    A los pobres

    Al chavismo

    A la patria

    Al gobierno

    Piense como un socialista del Siglo XXI

    1 2 3 4 5

    1) Identifique en la primera columna el problema del pas de su preferencia 2) Para explicar su causa elija un elemento aleatorio de cada una de las columnas 2, 3, 4 y 53) Fabrique con ellos argumentos socialistas del siglo ventiuno y est listo para horas de debate

    amplio al man petrolero. Ya lo hicieron con Lorenzo Mendoza y con ese sector de burgueses que en estos aos se olvid de arriesgarse con la produccin, para vivir ahora de las tetas prdigas de CADIVI y la especulacin cambiaria. Tambin est el arreglo con los agentes financieros inter-nacionales y los costosos chinos, quienes ayudaran a salir del atolladero pero impo-niendo sus condiciones.

    Por nuestro lado, antes de que se impongan planteamos un claro rechazo a las medidas de ajuste por venir, donde una vez ms los de abajo, los de siempre, pa-garemos los platos rotos, como se acostum-bra sea bajo el capitalismo neoliberal o bajo este capitalismo de Estado. Seguiremos en la brega por potenciar alternativas reales de autonoma para las mayoras, esas que de algn modo se han anunciado en el vigor, entusiasmo e ingenio que de tantas maneras se han expresado en estas protes-tas. Parte de esa tarea ha sido acompaar los eventos, presentar pblicas evidencias y denuncias de la brutalidad represiva del Estado, as como mostrar lo que est a nuestro alcance para entender y analizar lo que han sido estos acontecimientos. Pero ms importante es seguir esforzndonos para que el mayor nmero de personas, en todos los mbitos donde tengamos presen-cia e incidencia, comience en conjunto a concebir y construir soluciones a los prob-lemas que les afecten, que vengan de ellas y no de dirigentes para quienes su mxima prioridad es el beneficio propio y de sus compinches cercanos. AUTONOMA, AU-TOGESTIN, ACCIN DIRECTA Y SOLI-DARIDAD!

  • El Libertario | Edicin 72, marzo 20146 | VENEZUELA

    12 preguntas frecuentes sobre febrero 2014 en VenezuelaPepe el Toro

    1) Las protestas son liderizadas por los partidos de oposicin de derecha?

    - No. La actual ola de protestas comenz en la ciudad de San Cristbal el 4-F cuan-do estudiantes universitarios denunciaron la situacin de inseguridad, siendo reprim-idos y varios detenidos. Las protestas por la liberacin de esos estudiantes se ex-tendieron a otras ciudades, siendo tambin reprimidas y aumentando el malestar es-tudiantil. En este contexto, un sector de la oposicin lanza su propuesta La Salida, exigiendo la renuncia del presidente Mad-uro, mientras otro sector rechaza las mov-ilizaciones. Pese a la detencin del poltico conservador Leopoldo Lpez, las protestas en el pas han sobrepasado y superado por la izquierda a los partidos polticos opositores.

    2) Las protestas forman parte de un Golpe de Estado?

    - En Venezuela, un pas histricamente de golpes militares siempre habr una posibilidad, grande o pequea, de ello. Sin embargo, la situacin actual es muy diferente a la del ao 2002, cuando Hugo Chvez fue sacado momentneamente del poder por un Golpe de Estado. Despus de esa fecha los niveles medios y altos de las Fuerzas Armadas fueron depurados polti-camente, y los reemplazos fueron com-prometidos ideolgicamente otorgndoles impunidad para el control de diferentes negocios en el pas. La posibilidad ms grande de un Golpe de Estado hoy en Venezuela es de una tendencia del chavismo contra otra, para garan-tizar la gobernabilidad necesaria para que los militares y energticas transna-cionales continen con sus negocios en el pas.

    3) Las protestas son parte de la conspir-acin de los medios de comunicacin privados?

    - Hoy las televisoras han sido silencia-das por el gobierno de Nicols Maduro. La ltima de cobertura nacional, Globovisin, fue comprada por un empresario ligado al gobierno y modific su lnea informativa. Hay presiones contra radios y peridicos para que no informen sobre las protestas con el argumento que eso estimulara la

    violencia. Los medios impresos adems sufren escasez de materia prima para su edicin, debido al control gubernamental de divisas extranjeras. Por esta censu-ra es que los manifestantes se han hecho responsables de generar su propia infor-macin haciendo uso intensivo de redes sociales tecnolgicas.

    4) Las protestas slo piden la renuncia del presidente Nicols Maduro?

    - En este movimiento sin centro hay muchas demandas. Resumiendo hay dos dinmicas diferentes: la de Cara-cas y la de las ciudades del interior del

    pas. En el primero las demandas may-oritarias son la renuncia del presidente, la liberacin de los detenidos y el rechazo a la violencia. En el resto de las ciudades de provincia, duramente castigadas con la interrupcin de servicios pblicos duran-te aos y la escasez de bienes de primera necesidad, adems de las reivindicaciones anterior suman la inflacin, la escasez y la falta de agua y luz.

    5) Las protestas son slo de personas de clase media?

    - En Caracas las protestas son prota-

    gonizadas mayoritariamente por personas de clase media y estudiantes de las univer-sidades pblicas y privadas. En el interior del pas la dinmica es totalmente difer-ente e incluye a personas de los sectores populares.

    6) Las imgenes sobre la represin son todas falsas?

    - Hay quienes maliciosa o ingenua-mente han difundido imgenes y videos que no corresponden a los acontecimien-tos actuales en Venezuela, pero las redes sociales han demostrado una gran capaci-dad de autoregulacin para denunciarlas como falsas y educar a los usuarios para que corroboren informacin antes de com-partirla. La estrategia del gobierno ha sido en intentar demostrar que como 3, 4 10 son falsas, todas las que circulan lo son. Pero los hechos estn ah, registrados por los dispositivos tecnolgicos de decenas de testigos de la represin gubernamental.

    7) Si no son los partidos polticos, quines estn convocan a las manifestaciones?

    - Tardamente los partidos polticos han tenido que incorporarse a las mani-festaciones y estn intentando, hasta ahora infructuosamente, canalizarlas. Incluso la Mesa de la Unidad Democrtica pidi el 12 de febrero tres das sin movilizaciones por luto y la gente desobedeci y sigui movi-lizada en la calle. Muchas personas lanzas iniciativas diferentes por redes sociales, al-gunas se hacen virales y son apoyadas por otras, otras caen en el olvido.

    8) Si Nicols Maduro renuncia, el pas volvera al pasado?

    - No. En el caso hipottico que eso ocurriera es imposible derogar las con-quistas consagrados en la Constitucin debido al principio internacionalmente establecido y acordado de progresividad de los derechos. En segundo lugar es imposible que, como algunos creen, la oposicin cualquiera sea lo que enten-damos por este trmino- expulse del pod-er entendido este en sentido amplio- al chavismo-. ste posee una amplia base social de apoyo que, independientemente como terminen las protestas, continuar protagonizando el corto y mediano plazo de la poltica en Venezuela.

    COMPLEJIZANDO LOS REDUCCIONISMOS DEL PODERPAIS|

  • El Libertario | Edicin 72, marzo 20147 | VENEZUELA

    9) Cul es la situacin de la represin?- Cuando esto se escribe van 15 muer-

    tos en el contexto de manifestaciones, la mayora por el accionar de los organismos represivos. Se calcula que, para este mo-mento, hay aproximadamente 400 perso-nas detenidas por participar en protestas. Slo en Caracas, segn el conteo del Cen-tro de DDHH de la Universidad Catlica slo en Caracas haban 197 Liberados, 7 Detenidos, 6 Desaparecidos / Sin Infor-macin y 8 Privados de Libertad por un tribunal.

    10) Quines estn reprimiendo las protes-tas?

    - Principalmente la Guardia Nacional Boliviariana (GNB), el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN), y grupos paramilitares financiados indirectamente y estimulados abiertamente por el gobierno.

    11) Cul es el papel del imperialismo yan-qui en esto?

    - El presidente Barack Obama y el Departamento de Estado condenaron pblicamente la restriccin de libertades democrticas en Venezuela, lo cual orig-in que Nicols Maduro y sus seguidores respondieran acusndolo de injerencias en los asuntos internos y violacin de la so-berana. Aunque Maduro insiste que U$A est tras de las protestas, al mismo tiem-po ha invitado a su gobierno a restablecer las relaciones diplomticas normales en-tre ambos pases. Por otro lado, Chevron sigue teniendo amplios y fructferos nego-cios en territorio venezolano en reas de explotacin gasfera y petrolera, en con-tratos firmados por el difunto presiden-te Chvez cuya vigencia es entre 30 a 40 aos. Venezuela sigue teniendo en EE.UU. su gran aliado comercial, envindole la mayor cuota de exportacin de energa y comprando en ese pas muchos produc-tos para revertir la escasez en el pas. Por ltimo, el gobierno de Maduro retir las credenciales de trabajo del equipo de CNN en el pas, acusndolo de violar las leyes venezolanas y 24 horas despus se las renov, invitndolos a volver al pas a tra-bajar. Diplomticamente otros pases de la regin tambin han mostrado o su apoyo o sus preocupaciones sobre la situacin den-tro de Venezuela.

    12) Y los movimientos sociales en esta coyuntura?

    - Durante los ltimos 15 aos todos los movimientos sociales del pas han sufrido una poltica activa de intervencin estatal que los ha disminuido, dividido y coopta-do institucionalmente. Lamentablemente los pocos gremios que an subsisten con algn nivel de autonoma, por ejemplo algunas organizaciones sindicales, se en-cuentran muy debilitadas como para ten-er algn tipo de incidencia en los actuales acontecimientos.

    III.- Mis amigos, familiares y alumnos

    chavistas tienen que hacer una crtica de lo que est pasando. Todos ellos son honestos, creen en un proceso revolucio-nario y muchos sufrieron persecuciones en la IV Repblica. Y ahora callan o sa-can cosas que estn fuera de lugar, como lo del horrible golpe del 2002 pero no opinan naaaaada de lo de ahora, de tanta alevosa por parte de la polica, la Guar-dia y de los grupos armados de algunos -no todos- colectivos. No puede haber tanta ceguera porque ahora si estoy caga-da con lo que puede pasar en este pas.

    IV.- La cosa es que maana tumban a

    Maduro y montan a otro payaso, y qu pasa?... de nuevo a nuestras casas, a nuestras vidas, al da a da, porque todo ser resuelto por un ambicioso que lleg al poder. No entiendo por qu si la gente de pie dice: ese coo e madre roba pero hace, o esos coo e madre solo hacen en campaa, si sabemos que todos esos politiqueros son culpables por qu no hacemos algo que verdad signifique un cambio? La cuestin es que estas protes-tas ms que luchar por nuestros dere-chos, estn basadas en un qutate tu pa ponerme yo, porque estamos acos-tumbrados a que otro solucione nuestros problemas. Cambiar de gobierno no es la solucin. La solucin est en cada uno de nosotros. Salir a protestar por intereses de un partido poltico da asco.

    Fragmentos de un tiempo revuelto

    Por las rutas de Internet llegaron en febrero diversas expresiones breves de la voz de nuestros lectores. Aqu dejamos constancia de algunas de esas opiniones en caliente, para hacerse un cuadro ms completo y com-plejo de lo sucedido en Venezuela.

    I.- Por ah anda un video donde apare-

    cen supuestamente un grupo de estudi-antes diciendo que se van a levantar en armas, recuerden cuales son las armas de nuestros estudiantes, que no son ni tupamaros, ni colectivos y menos ase-sinos. No creo que esa vaina sea verdad por eso no lo voy a pasar, y les pido que no lo hagan ustedes ni lo publiquen, me parece muy sospechoso que salgan con banderas y gorras opositoras. Si los es-tudiantes fueran a hacer eso, otra sera la manera de comunicarse, no publicando un video tan evidente para poner a todos los que manifiestan a recibir plomo (ms de lo que estn llevando) y as Maduro justificara todos los muertos que llevan encima su Guardia, policas y sus colec-tivos. Muy importante tener en cuenta que el que est leyendo el escrito habla como militar, para mi ese tono de voz que aborrezco es inconfundible. Es decir, creo que es una ms de las creaciones de Di-osdado. No caigamos en su trampa, pasa este mensaje urgente y que todo el mun-do se entere de la nueva olla en la que nos quieren montar esos asesinos.

    II.- Anoche fue plomo, plomo y plomo!!

    Si no nos reconocemos aqu no habr sal-ida posible. La olla est bien montada y nosotros le estamos siguiendo el juego al Poder. Nos guste o no, opositores y ofi-cialistas vivimos en un mismo pas, so-mos todos de aqu. S que hay odios difciles de superar y que hay mucha irra-cionalidad de parte y parte en todo esto, pero no podemos desconocer al otro porque nos d la gana. Existe. Est ah. Y los que hemos abanderado siempre el respeto por la diversidad y la diferen-cia, ste es el momento para demostrar ese respeto. Pero no se respeta a punta de plomo ni desconociendo al otro porque nos parezca marginal. Habr que dar un salto cualitativo para lograr la con-ciliacin, de lo contrario, de esta locura y ceguera de ambas partes, nadie saldr ileso.

    TESTIMONIOS LIBRESPAIS|

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  • El Libertario | Edicin 72, marzo 2014

    Febrero 2014: Empieza el calorSofa Comuniello

    Por estos trpicos donde carecemos de invierno glido, a mediados de febrero comienza a ceder el clima ms fresco que tenemos desde diciembre y se entra a la cancula propia de nuestras latitudes. Aho-ra, tambin se calienta el clima poltico-so-cial, como se evidenci el martes 12 de febrero, cuando la conmemoracin del Da de la Juventud (en recuerdo de un evento de la pica histrica del pas) fue marcada por masivos actos de protesta en 16 ciu-dades, incluyendo una significativa man-ifestacin en Caracas convocada por los estudiantes universitarios, que con 25.000-30.000 asistentes ha sido la movilizacin antigubernamental de calle ms impor-tante de tiempos recientes. Estas acciones contrastaron con la pobre demostracin de fuerza que daba el oficialismo ese mismo da, pues apenas pudo proponer actos p-blicos en 3 ciudades, con un evento en Ca-racas del cual las cmaras fotogrficas y de TV nicamente muestran tomas cerradas, pues las imgenes amplias seran vergon-zosas para la propaganda madurista.

    Hay que presentar el relato de los hechos y lo que los rodea, pues en la dere-cha poltica que es parte de la oposicin y, muy especialmente, en la seudoizquierda autoritaria que est en el gobierno o lo $ecunda desde el exterior, se han tergiver-sado u ocultado muchas cosas. Lo que en verdad amplifica el impacto de esta jorna-da viene por lo que ocurre despus que la marcha en Caracas cumpliese su recorrido y se haba retirado el grueso de su asisten-cia. Un grupo apedre la sede de la Fiscala General de la Repblica (organismo cuya titular ha sido fiel cumplidora al servi-cio del Estado en la criminalizacin de la protesta), lo que fue pretexto para que una violenta represin se desatase contra los que all estaban, tanto a manos de los uniformados oficiales (Polica Bolivariana, Guardia Nacional, el CICPC y el SEBIN), como de sus oficiosos compinches paramilitares, encuadrados en los autodenominados colectivos. De esa accin, donde hubo uso discrecional de ar-mas de fuego, resultaron tres asesinatos y al menos 40 heridos de bala. Vale resaltar que en los abundantes testimonios visuales sobre estos hechos de amplio acceso va Internet quienes aparecen disparando han sido repetida y claramente identifi-cados como agentes en servicio o como

    paramilitares, mientras que la propaganda oficial cuando muestra la violencia fas-cista que atribuye a sus opositores solo presenta a algunos jvenes que gritan y arrojan piedras, en grotesca parodia de lo que argumenta el Estado de Israel para masacrar a infantes y adolescentes en Pal-estina.

    Mencin aparte cabe hacer de la accin de una de esas bandas armadas y empod-eradas por el Estado, que en el Oeste de Caracas, con uniformes y armamento de grueso calibre en mano, esa jornada se dedic a la cacera de quienes presuma como opositores, siendo una de sus vcti-mas el buen amigo de El Libertario y fre-cuente colaborador de nuestro blog Inti Ro-drguez, adems Coordinador de Medios en PROVEA, conocida ONG de Derechos Humanos. Fue secuestrado por dos horas, le golpearon con saa, lo amenazaron de muerte, extendiendo esa intimidacin ha-cia su familia en caso de hacer denuncia pblica, y al final para hacer constar su condicin robolucionaria le despojaron de dinero y pertenencias. Despus que lo liberasen, por ordenes de la superiori-dad, se denunci este caso ante la Fiscala General, que har lo que acostumbra, por lo que Inti Rodrguez tiene que tomar pre-visiones por su seguridad pues sus agre-sores son guapos y apoyados. No se en-tienda lo dicho como sugerencia de pereza en la labor de la Fiscala, que bien activa se ha mostrado por estos das contra los manifestantes opositores encarcelados y para justificar el despliegue represivo del rgimen, lo que pudiera tener algo que ver con esas piedras estrellndose en la facha-da de su sede.

    Explicaciones que nada explican

    La derecha reaccionaria procla-ma que es SU capacidad de convoca-

    toria la que ha movilizado a la gente, que se march en respaldo de SUS posturas retrgradas, y que con esto se consolida el liderazgo de rancios oligarcas como Leopoldo Lpez o Mara Corina Machado, suplantando al caduco Capriles Radonski y a la orientacin socialdemcrata hasta ahora dominantes en la coalicin electoral opositora, y quedando como nicos con-tendientes posibles del oficialismo.

    El madurismo pinta un cuadro de protestas minoritarias que han sido sobred-

    imensionadas por la conjura meditica al servicio de la oposicin y el imperialismo, acusacin chocante en un pas con eviden-te y abrumadora hegemona estatal en los medios de difusin. Como esa versin re-sulta demasiado tosca, se complementa o sustituye diciendo que quienes protestan lo hacen engaados o a las rdenes de la derecha fascista, adjetivo calificativo bas-tante curioso viniendo del gobierno ms militarista y autoritario en nuestro proce-so poltico reciente, con un culto al cau-dillo que en todo recuerda la idolatra al Fhrer, donde una crnica mitolgica hecha y rehecha a la medida sustituye a la historia y pretende inculcarse como tal, que dispone de pandillas de matones calle-jeros al mejor estilo de las S.A. hitlerianas o los squadristi del fascio (hasta con uni-forme negro, como los que secuestraron a I.R.!), para cuya dirigencia poltico-militar fue en cierto momento cannica la lectura de un discpulo del Duce como Norber-to Ceresole, donde se quieren liquidar los sindicatos autnomos para suplantarlos por entes bajo control estatal, y un etctera de coincidencias donde ni siquiera faltan los aspavientos antijudios.

    Es imprescindible desmentir y desmon-tar ambas sartas de patraas, complemen-tarias no por casualidad. Quien haya asisti-

    DESCRIBIENDO LA INDIGNACION ENDGENAPAIS|

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  • El Libertario | Edicin 72, marzo 2014

    do a la marcha y observado sin sectarismo lo que all predominaba, fcilmente caa en cuenta que la orientacin reinante no vena de alguno o varios partidos, pues la gente fue a expresar su profundo mal-estar por la situacin que hoy se vive en Venezuela, la cual por conocida y compro-bable no describiremos. Ese manifestante promedio tiene muy poco o nada que ver con una derecha cuyo discurso se centra en un anticomunismo de comiquita, con alma tan promilitarista y autoritaria como la de cualquier incondicional del oficialis-mo. De lo que se sabe desde otros lugares del pas y por las redes sociales, el nimo colectivo que expresa la gran mayora es parecido. Alegarn los fans de Leopoldo o Mara Corina que, por ejemplo, hay un enorme sentimiento de rechazo a la in-vasin castrocomunista cubana, cuando lo cierto es que al venezolano de a pie le indigna lo que sucede con la Misin de sa-lud Barrio Adentro no porque el personal asignado sea en muchos casos de cubanos comunistas, sino porque ese programa ha terminado siendo una desilusin, igual que en otros casos donde la presencia cubana es percibida como parte del fracaso guber-namental (construccin de viviendas, im-portacin y distribucin de alimentos, se-guridad pblica, suministro de productos mdicos y farmacuticos, energa elctrica, etc.). Y no hablemos del enorme absurdo de acusar a la dictadura castrista de querer imponernos su comunismo, cuando en la isla ahora mismo se trabaja a marchas for-zadas por convertirse en un capitalismo al estilo chino o vietnamita.

    En cuanto al madurismo, intenta repe-tir las maas del Difunto Eterno Occiso Inmortal, con tan poca fortuna y evidentes chascos como poner al SubComandan-te SubSupremo en una cadena de TV la tarde del da en cuestin a prevenirnos dramticamente del golpe de Estado pro-imperialista en marcha, adems del com-pungido lamento por su camarada de los colectivos muerto de un disparo (despus se ha sabido que proveniente de las ar-mas de otro colectivo), para que en la noche visemos a Maduro en otra cadena disfrutando de un show que conclua con Gustavo Dudamel dirigiendo el Mambo entresacado del muy yanqui musical West Side History. La lite oficialista sigue ven-diendo las parbolas de la herencia de la IV Repblica, la guerra econmica, los complots del Imperio, la conjura mediti-ca y el golpe de Estado cocinado por la derecha fascista, intentando convencer en que ninguna responsabilidad les atae en lo que hoy padecemos, situacin que segn ellos no es tan grave como creemos quienes lo vivimos y sentimos, pues la ver-dadera realidad es la Matrix de Socialismo del siglo XXI que muestran los medios de difusin al servicio del Estado.

    Se acaba el mambo y lo que viene es joropoRedaccin

    Pero los hechos son tercos. Lo que comenzamos a ver en estos das es el fatal re-sultado que queda como herencia tras 90 aos de capitalismo petrolero, donde para colmo de males hemos tenido una fase terminal brutal con estos 15 aos en que la ebriedad rentista lleg al extremo, con los ingresos petroleros ms altos de nuestra historia sujetos al peor despilfarro y saqueo que quepa imaginar. Un desenlace as, ya anunciado en la dcada de 1970 por J.P. Prez Alfonzo y Domingo Alberto Rangel (lo que les gano el mote de profetas del desastre), resultaba inevitable al seguir con el modelo de economa extractivista, con un Estado que consolida su rol hege-mnico en tanto parsito privilegiado de la renta generada por los hidrocarburos y una sociedad que, a su vez, se torna en mero comensal que participa del festn que el Estado provee, si hay con qu. Lo ms infame en el saldo del rgimen bolivariano es que, contando por mucho tiempo con recursos financieros ingentes y con cir-cunstancias poltico-sociales muy favorables, no supo ni quiso hacer cambios reales permanentes a favor de la poblacin, al menos en una escala que se comparase a lo hecho por algunos de sus predecesores, pues se hundi en el pantano del rentismo y el extractivismo, encubrindose con verborrea seudosocialista y demagogia clien-telista. La limitada extensin de estas lneas impide detallar esa comparacin, pero basta con ver lo mucho que sobre ello ha difundido El Libertario, y lo que recoge el libro Venezuela: la revolucin como espectculo de R. Uzctegui, para tener eviden-cia verificable de ese colosal fracaso.

    Ni por un momento se crea que esa oposicin de polticos electoreros, sea la derecha de gente bien o la socialdemocracia de demagogos que no consiguieron puesto o perdieron el pasaje en el portaviones chavista, hubiese sido o sera para el futuro una conduccin muy distinta. Tambin estn comprometidos hasta el tuta-no con el rentismo extractivista y, quien no lo crea, vea la experiencia de cuando fueron gobierno, en especial luego de la crisis post-viernes negro de 1983, y adems recorra tanto su experiencia al mando de gobiernos regionales y locales en tiempos recientes como lo que expresan en su propuesta de pas, al menos esos pocos que osan incursionar en tal tema con un mnimo de sistematizacin y sin quedarse en generalidades.

    Para la gente que ahora se calienta y sale a la calle, tambin para los que has-ta hace poco tuvieron esperanzas en el legado de Chvez pero ven desvanecerse sus ilusiones, las propuestas de salida tienen que ser distintas a lo que ofrecen esos politiqueros. Desde El Libertario tambin se ha abundado en asomar alternativas, as que invitamos a conocerlas y a tenerlas en cuenta para orientar la accin en los movidos tiempos que se anuncian. Estn tanto en nuestro peridico y otros impresos, como en lo que divulgamos va Internet y las redes sociales.

    EL SISTEMA SE HUNDE... HAZ PESO!PAIS|

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  • El Libertario | Edicin 72, marzo 2014

    Crnica desde la ciudad de Mrida: Ganas no me faltan!

    ANTE LA CENSURA, NUESTROS CORRESPONSALES INFORMANPAIS|

    Viento sin Fronteras

    Esta es una pequea crnica bastante familiar de seguro para muchos. Ayer me levante a las 6 am para prepararme para ir a trabajar. Llegu al trabajo a eso de las 7:30 am y all pase todo el da. A las 7 pm regres a mi casa. Al llegar tuve que ba-jar a la bodega ms cercana (vivo en una zona rural) a comprar cosas para cenar o almorzar los das que vienen. Pues bien, una compra que consista en unas papas, dos latas de sardinas, tres tomates, una ce-bolla, un jabn azul, una caja de cigarrillos y unas galletas me sali en 170 BsF. Hasta aqu todo parece normal pero no es as. Mi salario diario son 200 BsF.

    Claro, son 200 BsF y esto me deja tan solo 30 BsF para ir guardando de modo que pueda pagar el resto de mis gastos, como el alquiler por ejemplo. O el pasaje en el transporte pblico, que si no fuera a pie al trabajo tendra que descontar 10 BSF a estos 30 que se suponen me sobraba.

    Adems de esto, record que la ultima que vez que me quede sin gas pas casi un mes hasta que dicha comodidad volviera a mi casa. Y mi casa claro, una casita de 38 m2 a la que le falta el agua casi todos los das una hora o dos con un alquiler que equivale a casi la mitad del salario mni-mo por el que trabajo. Me vino a la men-te esa casa de la misin vivienda que se construy el cantamaanas del CC (gran afiliado al PSUV por cierto y referencia ideolgica de muchos por aqu) y que estaba vaca hasta dos semanas atrs, que logro venderla, por no menos que la discreta cantidad de 700.000 BsF.

    Me vino a la mente una cosa, y ya me calentaba ms los nervios. Pas 10 aos en la universidad. Tengo una licenci-atura, un mster y dej la tesis doctoral a la mitad por falta de ganas. Y bueno, no es que crea que merezco un salario de minis-tro, pero por alguna razn (y esta razn por alguna otra razn siempre termina siendo culpa ma) me ha sido imposible encontrar un trabajo que, sin ser exactamente para lo que supone que estudi al menos me permita (y de eso se supone que se trata la universidad) devolverle a la sociedad o a quien sea, un poco de ese material in-telectual o tcnico que se supone adquir en esos aos. A veces me dan episodios de lucidez y digo; claro, es que para ench-ufarse bien hay que saber a quin jalarle bolas. O pienso y reniego sobre cmo mon-tar ese proyectico escrito con las siempre

    sacrosantas palabras; comandante infinito, compaero camarada, el araero, nuestro proceso, la guerra econmica, el gigante eterno, el legado. Todo esto sin duda au-menta los grados de un sentimiento de frustracin que se crece.

    Y con eso me vienen a la cabeza los contratos de las carboneras en Guasare,

    la placa deltana, los 3 mil millones de dlares que nos prest la Chevron, las concesiones a madereras chinas en el alto Caron, la muerte de Sabi-no, la criminalizacin de los wayuu,

    la Muralla Roja fascista disparando a sindicalistas disidentes, los brazos arma-dos del gobierno mandando a callar a las seoras con sus cacerolas a punta de pisto-la, las vctimas de Uribana, los 400 muer-tos anuales en prisin, los autores intelec-tuales de la masacre de El Amparo ahora como gobierno trazando leyes antiterroris-tas. Y as. Y as pienso que tarde o tempra-no, yo, y mucha gente que no se identifica para nada con los voceros de la oposicin, incluso sectores que provienen del chavis-mo, saldrn a las calles a protestar. Y all estar, si la ruralidad me lo permite, en-tregando panfletos a quienes tengan ojos para leerlos. Sin caer en ingenuidades: s que muchos imbciles fanticos de Prez Jimnez o de Leopoldo Lpez estarn all con sus consignas y cranme que all

    mismo los combatir. All mismo les dem-ostrar que ellos y estos otros son los mis-mos.

    Ganas no me faltan de salir a encend-er a piedras cuanto carro de los policas se me atraviese. Porque son unos malandros y unos matraqueros. O de quemarle en la puerta de la gobernacin de Mrida toda la basura que no son capaces de gestionar. Ganas no me faltan de reventar las vidri-eras del supermercado y dejar regado por el suelo todos esos productos para los que tengo que hacer colas en mis fines de sem-ana. O de pillar un cajero del banco a solas e intentar de una vez por todas ver cmo carajo se le puede sacar todo el dinero a mandarriazos.

    Ganas no me faltan de darle las gracias en persona a quienes le metieron fuego a las camionetas del SEBIN porque son un grupo de inteligencia asesina que tortura y persigue la disidencia poltica. Ganas no me faltan de ir a esa lder estudiantil, que en realidad es una afiliada de PJ y decirle que se calle la boca, que es una paja, y que por su culpa (y la de esos mamelotracios a los que ella obedece) la protesta, que po-dra haber sido una buena tranca de cochi-na y donde todos reconozcamos que estas demandas anteriores son de reivindicacin urgente para TODOS la convirtieron en una consigna casi propia de sus propios intereses partidistas.

    El ao apenas empieza y no promete ser un ao de calmas. Venga pues la tor-menta.

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  • El Libertario | Edicin 72, marzo 2014

    Propuestas para la protesta, protestas con propuestaOld Sideshowbob

    La crisis aguda que sufre el pas (polti-ca, econmica, social y cultural) agravada en los ltimos aos por el despilfarro y la miseria dejada por la cultura petrolera, se agudiza en una economa de puerto que entr en una crisis slo conocida en su magnitud por los policymakers es decir, los que manejan el coroto - y el resto de nosotr@s desconocedores de la estadstica real, estamos bombardeados de propagan-da oficial engaosa e incompleta, padec-emos la catstrofe que no reflejan los me-dios oficiales y se esconde en la base de datos de las altas oficinas del poder. Pero la burbuja no puede inflarse eternamente, el descontento popular crece ante la esca-sez, inflacin, inseguridad, infraestructura decadente y dems sinsabores que todos conocemos. La crisis cada vez ms parece estar a punto de explotar de una u otra manera.

    La protesta estudiantil actual es refle-jo importante de la agudizacin de la cri-sis social, pues a lo largo de la historia de nuestro pas (con sus momentos de auge y momentos de apata), han salido a exigir reivindicaciones sociales, protestan con energa y se enfrentan al poder en clara desventaja, siendo reprimidos con violen-cia. Hay una concepcin sobre la identidad del movimiento llena ciertamente de un misticismo, pero al fin y al cabo una iden-tidad con la que se identifica la poblacin en general, pues es la juventud la que insurge contra las cosas establecidas; es la que se da de cabezazos, de pedradas y, a veces, de tiros contra lo que existe. Porque la juventud tiende a renovar el mundo. Es por excelencia la encarnacin de las en-ergas de que disponen la naturaleza y la historia para renovarse en todo sentido (Aquiles Nazoa).

    Pero la lucha de calle tambin se agota si no va acompaada de propuestas. El go-bierno sabe muy bien jugar al desgaste, la provocacin y a la intimidacin, cuenta con los factores mediticos y policiales para controlar y reprimir la movilizacin popu-lar, lo que no quiere decir que debemos de-jarnos intimidar y dejar de protestar, pero hay que recordar que la calle no es la nica accin poltica de la manifestacin social,

    involucra tambin un conjunto de activ-idades que son necesarias para cultivar el movimiento y legitimar la lucha con la poblacin, acciones que conlleven a gener-ar propuestas. Por ello no podemos poner al movimiento estudiantil en un altar, hay crticas que son necesarias, para ir con-struyendo una alternativa estudiantil que mancomunadamente con los dems secto-res de la protesta social, cree un opcin so-ciopoltica fuerte que enfrente la opresin y apunte a un mejor futuro. Y una crtica al movimiento estudiantil es una crtica en general a la protesta social y sus diversos actores, pues tod@s como vctimas de esta crisis, tenemos que criticar, inventar y rein-ventar nuestra lucha.

    Reflexin, organizacin y accin directa

    Mi propuesta a la juventud que se defiende y a la colectividad en gen-eral es que debe organizarse y em-pezar a crear una alternativa poltica que practique la accin directa y se aleje de los dinosaurios polticos que tanto mal han hecho a nuestra sociedad con su po-larizacin (MUD-PSUV), pero acciones con ideas. Las molotov cuando vienen acompaadas de debate y propuestas, le

    pegan ms duro al poder y se hacen ms difciles de vencer, por lo cual es necesario legitimar con ideas la lucha y la accin di-recta. Las manifestaciones sociales requie-ren reflexin en su por qu y para qu, una herramienta para ello es la realizacin de foros y asambleas para discutir ideas, pro-puestas, razones de la crisis, formas de de-nuncia, formas de proteccin y autodefen-sa ante la represin estatal y paraestatal entre otros, esto es una de las partes quiz ms difciles, pues ante la efervescencia actual se reflexiona poco y se quieren re-sultados rpidos; y tambin nuestra socie-dad de consumo estimula una supuesta satisfaccin total de necesidades mediante el consumo impulsivo, por ello se alimenta la cultura del cambio para ya, lo que es imposible, en la prctica pues las transfor-maciones sociales son procesos complejos y requieren propuestas concretas, bien pensadas, acordadas horizontalmente, sin oportunistas y burcratas que se crean los representantes de nuestra voluntad e ideas.

    Hoy vivimos en una estructura econmi-ca que genera desigualdad, donde la juven-tud debe replantearse el sistema educativo y la nombrada autonoma universitaria, pues la educacin se ocupa en esencia de preparar trabajadores tiles al mercado, a su forma de distribuir la riqueza, y a fijarse en el dinero como nica meta. Son nece-sarios otros modos de organizacin social y educacin terico-prctica que impulsen alternativas a la estructura econmica ac-tual y sus visiones de riqueza y trabajo, conceptos a modificar y reinventar si quer-emos una sociedad ms justa.

    Ideas diferentes el mundo tiene desde que es redondo, por ello es necesario pen-sar por nosotros mismos, aceptando la di-versidad y rechazando el abuso. Empieza

    a organizarte y activar tu comunidad, practicando la autogestin para no depender de ningn poder o van-guardia que quiera padrotear las

    acciones. Debate, reflexiona y protes-ta, los dems no lo harn por ti, hazlo t mismo, organzate por la defensa de tus derechos para romper los paradigmas del poder autoritario imperante y las desigual-dades sociales. Solidaridad, apoyo mutuo y accin directa.

    SORTEANDO LAS BUROCRACIAS PARTIDISTASPAIS|

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  • El Libertario | Edicin 72, marzo 2014

    Propuesta anarquista ante la crisis venezolana

    AVIVANDO LAS LLAMAS DEL DESCONTENTOPAIS|

    Curare

    Para los antiguos griegos la palabra Crisis era usada para designar una coyu-ntura de cambios en una realidad, orga-nizada pero inestable, sujeta a evolucin constante; crisis pueden designar un cam-bio traumtico en la vida de una persona o una situacin social inestable y peligrosa en lo poltico, econmico, militar, etc.

    Desde el pasado 4 de febrero del presente ao, Venezuela y con espe-cial nfasis los estados fronterizos de Mrida, Tchira y Trujillo, se viene generando un proceso de protestas es-pontneas de los sectores populares y me-dios de la poblacin, que tuvo su gnesis en las agresiones sexuales vividas por una joven dentro del campus de la UNET, y que a devenido en una verdadera crisis y quie-bre dentro de la vitrina de inclusin social con que ha pretendido venderse el modelo bolivariano.

    Las razones de la protesta son una ex-tensa amalgama de demandas sobre salud, vivienda, abastecimiento y seguridad social sin ningn programa poltico; estas movili-zaciones que recuerdan a muchos los mo-tines de subsistencia que se escenificaron en las sociedades pre-capitalistas, tuvo su replicante das despus en Caracas con la movilizacin del 12 de febrero y sobre la cual de forma infructuosa a querido capita-near el partido Voluntad Popular de Leo-poldo Lpez y Mara Corina Machado.

    Pero estas expresiones de desobedien-cia rpidamente han superado a los parti-dos polticos de oposicin y se han regado como un polvorn sobre toda la geografa de Venezuela, para el momento del cierre de edicin de este peridico, tenemos 18 personas muertas, ms de 970 detenidos, decena de torturados e innumerables mov-ilizaciones, trancas y enfrentamientos con las fuerzas de seguridad estatal.

    Todo este escenario produce un mano-jo de interesantes reflexiones y de situa-ciones en la cual los anarquistas de Ven-ezuela debemos incentivar, volcando toda nuestra rabia creadora y verbo incendiario para seguir avivando las llamas del des-contento.

    Ningn contenedor ideolgicoUno de los elementos fundamentales

    de la crisis que experimenta actualmente

    Venezuela, es el maniquesmo con el cual los medios oficiales de comunicacin es-tn documentando la algarada popular, hacindose ecos de un supuesto golpe de estado y presentado a los adversarios como fascistas, oligarcas y gente de ex-trema derecha.

    Nada ms alejado de la realidad, que esta dualidad cristiana del gobierno, pre-sentado a la disidencia como un plan

    orquestado que solo busca destruir-lo para instaurar en Venezuela una dantesca magistratura corporativista, que no tiene cavidad en la mentalidad

    de aquellos jvenes que desde hace das respiran gases txicos en los piquetes.

    Este vaco de contenido, solo busca coaccionar a la izquierda internacional en torno a un gobierno que usa la fraseologa ultra-revolucionario, pero que hace ne-gocios con trasnacionales y sobre la cual se ha constituido una casta de magnates conocidos como los Boliburgueses, y sus homlogos juveniles, conocidos como los Bolichicos.

    Esta sealizacin busca jugar con la clsica teora de los contrapuestos: cristia-nos - herejes, patriotas - realistas, liberales - conservadores, buenos - malos, izquierda - derecha, adecos - copeyanos, chavistas - antichavistas, que solo responde a una simplificacin de las complejas dinmicas de la sociedad venezolana y que no reco-gen la pluralidad de actores emergentes que se han generado en la crisis de febrero.

    Es por ello, que lo/as anarquistas debemos romper los falsos contenedores ideolgicos y los prejuicios que nos ha im-puesto las perspectivas euro-cntricas y es-tatales; debido a esto es necesario ir al en-cuentro de esa Venezuela profunda que se proyecta en cada motn, enlazar las manos del amotinado y explayarnos en nuestros principios para as ir generando entropa con los hastiados que hoy se manifiestan en la plenitud de su inmenso malestar.

    Asumir nuestro rol en la crisisDurante los sucesos de la Comuna de

    Oaxaca de 2006, lo/as anarquistas mexica-nos de mltiples tendencias que componen nuestra corriente histrica, formaron par-te activa del proceso de insurreccin que tuvo su origen en las movilizaciones de los trabajadores de la educacin y que rpida-mente mutaron a una serie de reinvidica-

    ciones poltico-sociales que se resuman en el grito de Ulises vete ya.

    De la mano de campesinos, profesio-nales, trabajadores urbanos, zapatistas, ecologistas, marxistas de todos los cuos y habitantes de la urbe, lo/as anarquistas se destacaron llevando su verbo radical y propuestas de lucha a las barricadas que colapsaban la ciudad; As fue como bro-taron las ocupaciones de espacios, las ra-dios alternativas, los mecanismos de auto-defensa, el asamblearismo y sobre todo las decisiones desde la base, que hicieron de este pauprrimo estado maya un epicentro de las luchas por la libertad.

    Esta historia es el curso natural de todos aquello/as que luchamos por una transformacin radical de las actuales condiciones de vida por una coexistencia pacifica donde la autoridad y el capital sean solo fsiles de un naufragio.

    Los hechos y lugares donde los anarquistas asumimos un rol de apoyo y solidaridad con las legitimas arrecheras colectivas son muchos: Seattle-1999, Pra-ga-2000, Buenos Aires-2001, Oaxaca-2006, Atenas-2008, Estambul-2013, son algunos de los lugares donde se erige la bandera negra y se configura un mapa de resisten-cia contra poder.

    En el contexto de Venezuela y sobre todo de Caracas, las manifestaciones han tenido un componente divisorio y clasista que no tienen sus predecesores, la per-cepcin local y mundial de que las mo-vilizaciones se han desarrollado por el aliento de grupos de extrema derecha se ha instaurado en la opinin de muchos anarquistas, cuando la verdad es que en las barricadas abunda tanta diversidad como peces en el mar.

    Para los que hemos visto de cerca el desarrollo de las movilizaciones, en las mismas, participa todo tipo de gente desde proletarios mala gente hasta burgueses buena vaina pasando por ecologistas, iracundas amas de casas, estudiantes, buhoneros, taxistas, hippies, buenos para nada, lumpen de todas las estirpes, pavos, trabajadores, profesionales, perros, imp-beres y un sinfn de odiosos estereotipos que seria imposible nombrar.

    Todos ellos, comparten algo en comn que es la del rechazo del modelo actual, que se expresa en demandas como el de-sabastecimiento, la pauperizacin de la

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  • El Libertario | Edicin 72, marzo 2014

    vida, caresta en la salud publica, la inse-guridad, la inflacin, el control cambiario, los excesos totalitarios del GPP y la silente complicidad de los partidos polticos de oposicin, a los cuales consideran parte inherente del problema. Es por ello que en esa pluralidad de incordios es donde lo/as anarquistas debemos insrtanos con una propuesta clara y practica de puntos en comn con los movilizados.

    Hacia la construccin de un programa de lucha en comn

    Para los que vivieron el proceso de lu-chas populares que dieron al traste con el segundo gobierno de Carlos Andrs Prez en la dcada de los noveta, confluyeron en una sola consigna que se resuma en la lu-cha contra el paquete econmico que fue sugerido por el FMI/BM a la primera mag-istratura en manos de de los IESA Boys.

    Esta sistematizacin de la luchas en una sola consigna permiti que muchos actores y una multiplicidad de demandas (pasaje estudiantil preferencial, represin policial, defensa de los derechos humanos, etc.) se expresaran en una sola y sonara consigna.

    En el caso actual la lucha es mucho ms compleja, dinmica y pero sin embargo te damos una serie de demandan concretas, reagrupadas por temas de relevancia:

    Econmicas: Cese del pago de la deu-da externa a los acreedores chinos y del subsidio a los pases caribeos, exoner-acin del IVA como impuesto regresivo que afecta solo a la comunidad, disminucin del debito bancario para operacin de re-tiro de efectivo, fomentar las redes solidar-ias de intercambio de bienes transables, promover la constitucin de los Comits pro-abaratamiento de la subsistencia.

    Social: Hacer nfasis en que la lucha es de los ciudadanos y no de los partidos polticos, rechazar de cuajo las salidas mil-itaristas que no conducirn a ningn lado, exigir la supresin de la Ley Antiterrorista y la Ley de la Defensa de la Nacin.

    Comunicacin: Generar contenido antiautoritario en las movilizaciones, as como promover e incentivar la construc-cin de nodos de comunicacin independi-ente a travs de la diferentes redes sociales como Twitter, Facebook, Blogger, Tumblr, Youtube e Instagram, donde la gente pueda documentar lo que esta ocurriendo.

    Movilizaciones: Demandar la diso-lucin de los grupos parapoliciales, exigir que no se usen gases lacrimgenos y per-digones para dispersar las protestas tal y como lo exige la normativa legal, fomen-tar el apoyo mutuo y solidaridad con los detenidos, incentivar la accin directa en las protestas, instruir a los manifestantes en el uso correcto de las redes sociales y en sus derechos humanos, combatir en las movilizaciones a los partidos polticos de la MUD y las corrientes filofascistas como los grupos ORDEN, Renacer Nacional y

    Operacin Libertad, promover el anonima-to para evitar ser objeto de persecuciones polticas.

    Este apoyo a la protestas, no significa una claudicacin de nuestro fin ultimo, la anarqua, todo lo contario, el terico turco Cornelius Castoriadis, hacia una distincin entre lo que es un programa y un proyec-to poltico: el primero es una concrecin provisional de los objetivos del proyecto en torno a unos puntos juzgados esencia-les en las circunstancias dadas, en tanto que su realizacin conllevara o facilitara, por su propia dinmica, la realizacin del conjunto del proyecto. Es decir, que el pro-grama de participar como agentes activos dentro de las protestas con este cmulo de demandas, contribuye de forma positiva en la concretizacin de nuestro proyecto para el momento actual que es el de promover la beligerancia dentro de los movimientos sociales y rescatar su autonoma para as construir un tejido social insurgente que se constituya en contrapoder frente al estado venezolano.

    Por la consolidacin de una minora com-batiente

    Despus de una dcada de silencio y de trayectoria electoral, las protestas que se han generado en Venezuela despus del 4 de febrero, han sido espontneas y car-gadas de una radicalidad y resistencia por parte de los manifestantes no evidenciada en la regin desde hace aos; el uso de ca-puchas y de mecanismos de aguante ante las envestidas gubernamentales ha sido una constante en las protestas y piquetes diarios que se dan en diferentes ciudades.

    Lo/as anarquistas tenemos una eru-dicin en desobediencia y en temas de en-tereza a la autoridad que pocos movimien-tos sociales en la regin tienen, por ello es fundamental que nos solidaricemos con los manifestantes y que empecemos artic-ular propuestas con los manifestantes, es decir, a ganarnos nuestro espacio dentro de la protesta popular.

    Es por ello, que desde los sucesos del 12F, se ha venido manifestando un gru-po de anarquistas en diferentes piquetes, buscando articulas propuestas con otros conjurados para la consolidacin de lo que denominamos una minora combatiente, es decir, un grupo informal que practique la gimnasia revolucionaria en un contexto propicio para ir germinando una ofensiva contra nuestros enemigos histricos. El lla-mado es a seguir enlazando y preparado a esta guerrero/as por la libertad.

    Colofn de unas propuestasLas movilizaciones populares que se

    han venido generando han dejado al de-scubierto un atroz estado totalitario que esta dispuesto a subyugar cualquier vesti-gio de resistencia a su proyecto populista y hambreador, como lo deja en evidencia el uso excesivo de las fuerzas antidistur-bios y los grupos paramilitares contra la poblacin civil.

    Sus burdos montajes y la manipulacin de informacin de la cual se han hecho eco los medios de comunicacin solo nos dejan el agrio sabor en el paladar de es-tar en presencia de una nueva fase del proceso bolivariano. Es por ello, que como anarquistas nuestra situacin debe ser siempre la de estar al lado del agredido por el poder constituido, esto implica estar presentes en las protestas populares y en las barricadas callejeras que se estn dan-do en diferentes ciudades del pas.

    Combatamos desde ya, cualquier pre-tensin de los polticos de oposicin de cooptar la legtima arrechera de la po-blacin, avancemos sin piedad contra la tirana existente y breguemos nosotros mismos por nuestra libertad y por la con-struccin autnoma de un verdadero cont-rapoder en cada barricada. Desechar toda va electoral o militar para el descontento social, construir y consolidar a travs de la accin directa el contrapoder de los de abajo para que sepan que nuestra nica salida es la autonoma.

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  • El Libertario | Edicin 72, marzo 2014

    Contra el paquete econmico camuflado del MadurismoEl Libertario - Enero de 2014

    En fecha 22/01/14 se conoci medi-ante el anuncio oficial del Vicepresidente del rea Econmica del gabinete, Rafael Ramrez, de la devaluacin esperada ante la falta de liquidez del Estado. El funciona-rio declar que las remesas y divisas para viajeros se harn a la paridad del SICAD, actualmente en Bs. 11,30. Este anuncio es parte del paquete econmico, maquillado y promovido por cuotas, del gobierno bo-livariano.

    El presidente Maduro seal que el nuevo esquema de bandas ser un impul-sor de la economa real y es un paso para la consolidacin del socialismo. Ramrez tambin apunt que no podan permitir el privilegio a los viajeros, lo cual resulta una excusa ridcula, considerando que los verdaderos privilegiados al beneficiarse de la corrupcin e incompetencia guber-namental han sido boliburgueses y ench-ufados. Ejemplos absolutamente claros de esto los tenemos en que, para el perodo 2004-2012 y segn las propias estadsticas oficiales, unas 10.000 empresas recibieron 181 millardos de dlares CADIVI, con las 20 ms grandes captando el 25% de di-cho monto; aparte que en ese total hab-ra que incluir los 20 millardos de dlares que - de acuerdo a confesin de voceros oficiales - fueron otorgados a empresas fantasmas o de maletn. Adems, en ese lapso PDVSA gast ms de 130 millardos en compras al exterior no tramitadas ante CADIVI. Con semejantes magnitudes -que segn demasiados indicios quedan muy cortas frente al despilfarro real- aparecen pequeos los casi 20 millardos que se hab-ran tramitado para cupos de viajeros y compras por Internet.

    La nueva convertibilidad del bolvar frente al dlar representa un incremen-to en casi 80 % sobre la anterior tasa de cambio en Bs. 6,30 por cada unidad mon-etaria estadounidense. Comienzan con la migracin de dos rubros pero irn progre-sivamente transfiriendo otros, con la final-idad de obtener ms bolvares por los mis-mos dlares para reducir la presin fiscal y dejar en las manos del Estado el control de las importaciones. Es una ostensible devaluacin producto de los desequilib-rios de las finanzas pblicas habida cuenta del pago de la ingente deuda externa, el despilfarro y la corrupcin. No se trata ni siquiera de una estrategia capitalista para

    crecer y expandir la economa, ni mucho menos de buscar relaciones de produccin alternativas al desarrollismo neoliberal y al extractivismo depredador del entorno natural.

    Las consecuencias de la sostenida devaluacin se traducen en la subida del ndice inflacionario, al generar ms liqui-dez y no es accidental que los economistas pronostiquen para este ao alrededor del 70% de inflacin. Es lo que cabe esperar cuando se toman decisiones fundamen-tadas en la lgica del mercado y que de ninguna manera cuestionan el juego de la oferta y la demanda. Esta coyuntura dem-uestra la incapacidad del llamado Comit Poltico Militar de la revolucin, al apelar a un mecanismo regresivo y lesivo para las grandes mayoras. En El Libertario sosten-emos que es una clara seal del manejo rentista de la economa porque todo est ocurriendo ante la disminucin del ingreso de divisas generadas por los hidrocarburos, factor determi-nante de la dinmica econmica y fi-nanciera venezolana.

    Hacemos hincapi en que la oposicin congregada en la MUD y la seudo-izqui-erda en el gobierno en nada cuestionan lo esencial de esta nueva aberracin del mili-tarismo venezolano, hacindose cmplices de la toma de decisiones del poder. Es la misma salida iniciada con el viernes negro de 1983, continuada por las distintas ad-ministraciones posteriores y slo detenida en la poca de la gran bonanza financiera

    QUE LA CRISIS LA PAGUEN LOS (BOLI)BURGUESESECONOMIA|

    de 2007. Multiplicaciones inorgnicas para cubrir los egresos presupuestarios con las inevitables secuelas en la economa nacio-nal, favoreciendo al sector financiero, al energtico, de telecomunicaciones y a la burguesa importadora.

    Es un nuevo efluvio del rol asignado a los militares gobernantes para mantener el esquema de capitalismo de Estado que ha signado a Venezuela desde 1926, cuando el petrleo pas a ser nuestro primer ru-bro de exportacin como fuente energti-ca fsil, hasta los actuales momentos. Las soluciones propuestas ante la grave crisis que hoy padecemos, son peores que las go-mecistas y siempre el peso de las mismas recae en quienes menos culpables han sido en esta ordala que Domingo Alberto Ran-gel llam emirato petrolero, profundiza-da en los ltimos quince aos.

    Para enfrentar el agravamiento de la crisis econmica para las mayoras, nuestra propuesta contina siendo construir una alternativa diferente a la

    pugna interburguesa entre el gobierno bolivariano y sus falsos crticos de la Mesa de la Unidad Democrtica, reconstruyendo la autonoma de las organizaciones e ini-ciativas populares de base y aumentando la conflictividad contra el poder autoritar-io en todas sus dimensiones. Para esto no hay atajos, slo la conviccin de la impe-riosa necesidad del renacimiento de un movimiento social sobre bases crticas e independientes para el cambio civilizatorio necesario en Venezuela.

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  • El Libertario | Edicin 72, marzo 2014

    Agoniza la economa nacionalPAQUETAZO A CUENTAGOTASECONOMIA|

    Humberto Decarli

    La coyuntura econmica venezolana va entrando en situacin agnica debido al desabastecimiento, escasez, devaluacin e inflacin. En la Venezuela contempornea no se haba conocido una situacin como la actual con sus caractersticas nefastas propendiendo hacia un estado de suspen-sin de pagos.

    Escasez y desabastecimiento

    Estas dos categoras surgen como se-cuela de una economa de puertos. La escasez implica la carencia de produc-tos y servicios y el desabastecimiento su poca variedad y ambas estn presentes en nuestros das. En un pas donde hay poca produccin agrcola e industrial promovi-da por un Estado rentista fundado en los petrodlares para importar lo necesario, se paraliza cuando no hay divisas para ad-quirirlos.

    La razn de la ausencia de dinerario radica en varios motivos. En primer lugar la disminucin del valor de la cesta petrolera venezolana; en segundo trmino, porque PDVSA recibi muchos ingresos que no entraron al Banco Central y lo dispuso a discrecin sin saberse el destino; tercero, como lo declar cnicamente el ministro Giordani, una tercera parte de los dlares liquidados por CADIVI fue entregado fraudulentamente a empresas de maletn; cuarto, el gasto pblico ordinario contina en ascenso y presiona erogaciones.

    Devaluacin e inflacin

    La decisin del Estado de disminuir el valor del bolvar en su paridad con el dlar U$A atiende a la necesidad de multiplicar el dinerario. Requiere ms bolvares por la misma entrada de petrodlares a objeto de cumplir sus obligaciones internas. No es consecuencia de una estrategia econmica para crecer o activar la economa sino sim-plemente por presin fiscal.

    La devaluacin ha sido histricamente una de las causas de la inflacin por haber excesivo circulante corregido con la el-evacin de precios. Llevar el dlar amer-icano de Bs. 6,30, a lo que determine la subasta del SICAD, iniciada en Bs.11,30 pero con miras a subir es una importante prdida del valor del bolvar, y ello conlleva adems un ajuste inflacionario dada la na-turaleza importadora de nuestra economa.

    Frente a este arduo devenir podran plantearse respuestas de diversa ndole

    pero la incapacidad y postura guberna-mental se ir por otras sendas como ms adelante lo sealaremos. Los economistas plantean alternativas como racionalizar el gasto pblico, la sinceracin cambiaria y estimular la produccin, pero tales posib-ilidades no entran en un esquema oficialis-ta que observa a la inflacin solo como un problema de mercado.

    Perspectivas econmicas inmediatas

    El panorama nacional se ve gris si tomamos en consideracin lo acon-tecido en el mercado petrolero mundial. El precio del barril criollo ha ido descen-diendo paulatinamente por el comporta-miento de la demanda y la proyeccin es a disminuir. Actualmente PDVSA vende sol-amente un milln de barriles diarios (700 mil a Estados Unidos y 300 mil a la India) porque el resto se va pagando prstamos a China (650 mil barriles), a PETROCARIBE, PETROSUR y PETROANDINA (550 mil) y el consumo interno (700 mil).

    Es importante hacer notar que Irn, luego de su acuerdo con occidente para dejarse supervisar el programa nuclear, a partir de mayo tendr la posibilidad de exportar un promedio de 1 milln 600 mil barriles lo cual impactar al precio de bar-ril con graves consecuencias para Venezu-

    ela y si se reduce a 90 dlares en el caso nacional. Sin embargo, la reunin de la OPEP en junio podra acordar una reduc-cin de la produccin para mantener el valor del crudo.

    Las respuestas oficialistas

    La actual administracin gubernamen-tal tiene diseada distintas medidas para enfrentar la crisis aparte de la devaluacin ya en camino. Son medi-das fiscalistas progresivas aptas para

    causar ingentes daos a la sociedad.Luego de las elecciones municipales

    decembrinas el chavismo propuso, adems del incremento del salario mnimo como seuelo, aumentar la gasolina y hubo reac-ciones en la opinin pblica favorables al respecto. Pero no se ha decretado porque seguramente los sondeos de opinin deben arrojar rechazo de la gente y se posterg. No obstante, se estudia el aumento del I.V.A. de 12 a 17 % y el regreso del dbi-to bancario (como antes lo hicieron). Son decisiones que pechan duramente a la po-blacin comn y no a quienes ms ganan, pero corren el riesgo de baja recaudacin por la ausencia de ingresos.

    Colofn

    Todo lo anterior apunta hacia un co-lapso econmico aunque polticamente hay una relativa estabilidad. Han tenido el concurso de una oposicin complaciente y sin capacidad de convocatoria, poseen la asesora cubana con gran experiencia para enfrentar esta clase de problemas como el del perodo especial luego del desplome de la Unin Sovitica, y por sobre todas las cosas, el sometimiento de la poblacin como secuela de un proceso de pene-tracin y desmovilizacin desde finales de los aos noventa, Es la muerte anunciada de un modelo rentista y extractivista que Prez Alfonzo pronostic desde los tiem-pos de la Gran Venezuela.

    La respuesta social debe orientarse ha-cia la activacin de los movimientos socia-les, sindicales, vecinales, econmicos, gre-miales, profesionales y dems actores de la vida nacional. Solamente por esa va se podra obtener orientaciones distintas a las creadas por el poder y la oposicin. Caso contrario podran ocurrir insurrecciones sociales seguramente reprimidas a san-gre y fuego como lo sabe hacer el ejrcito nacional, demostrndolo en el pasado con los teatros de operaciones antiguerrilla y el genocidio del Caracazo.

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  • El Libertario | Edicin 72, marzo 2014

    Quiebre moralMariana

    Muchas son las herencias que nos de-jar el chavismo aunque entre ellas cuesta encontrar alguna buena. Esta vez quiero detenerme en una reflexin en torno al populismo del socialismo del siglo XXI y por qu ha producido un quiebre moral en la sociedad venezolana.

    Veamos ciertos antecedentes. El ser hu-mano es el nico animal que vive distendi-do en el tiempo, es decir, vive un presente al que lleg desde un pasado y con sus ac-ciones moldea un futuro en el que se inscri-ben generaciones por venir. De todo ello es consciente. Esto vale en lo personal y en lo colectivo. Ciertamente que en los ltimos tiempos ciertas corrientes de pensamiento posmoderno pretenden borrar el pasado, es decir, eliminar la historia y convertirla en un relato literario. Desde esta propues-ta, fcil es ver porque muchos gobernantes han hecho del pasado un relato comodn que moldea y modifica en funcin de las urgencias del presente. En consecuencia, son muchos los lugares en que los gober-nantes logran borrar el pasado, cambiarlo, alterarlo al gusto y los hroes de un da son los villanos del da siguiente, como lo anticipaba Orwell en su novela 1984. Esta desfiguracin del pasado se extiende a muchas situaciones de la cultura contem-pornea porque podemos ver a hroes del futuro con vestimentas medievales, casi-nos en las Vegas con temticas faranicas y muchos otros revoltijos temporales en donde el pasado se baraja como cartas de un naipe o fiesta de disfraces. La historia que Chvez contaba en los Al Presiden-te durante 14 aos se inscribe en estos in-tentos de borronear el pasado, cambiarlo de tal manera que desaparece y, como en los noticieros de televisin, los relatos de sus diarreas eran tan importantes como las luchas libertadoras.

    El segundo aspecto es el futuro, eso propio de los humanos que es eje-cutar acciones tendientes a fines a cor-to, mediano y largo plazo y que compro-mete a la racionalidad y a la imaginacin construyendo ese futuro. El fidelchavismo (ahora raulmadurismo) tambin hace de-saparecer el futuro. Es imposible, y todos los que vivimos en esta tierra lo sabemos bien, pensar algo no digo para nuestros hi-jos, sino para maana. Un ejemplo basta. La ministra de Educacin reafirma un da que las clases terminan el 20 de diciembre y al da siguiente el presidente informa en cadena nacional que terminan el 13. Y as

    es todo. Ahorrar para comprar un televi-sor? El gobierno organiza un saqueo por votos y se consigue por nada. Planear hac-er un viaje este ao? Nadie sabe cuntos dlares se van a conseguir y, si habr vue-los internacionales Preparar empanadas para los desayunos de los prximos das? No se sabe si tendremos harina de maz. Se vive en la inmediatez, corriendo de un lado para otro al llamado por las redes de que llegaron medicamentos o repuestos para carros, papel sanitario o pollo. Como vaya viniendo vamos viendo, deca Eudo-mar Santos.

    Vivimos en un presente de muy corto plazo, donde el pasado no cuenta y el futu-ro no existe ni imaginado. Esto se traduce en jugar un juego en el que no hay reglas salvo los antojos del poder y as no se puede ganar, ni empatar y para muchos ni siquiera salir del juego, Y no slo en el go-bierno sino en toda la sociedad venezola-na. La oposicin hizo primarias para elegir candidato para gobernador de Miranda, gan Ocariz pero fue Capriles. En Baru-ta gan Uzctegui pero lanzaron a Blyde.

    Se vota por un diputado que inmediata-mente despus de elegido se postula para alcalde o gobernador. La seora antichavista no duda en comprar su televisor a precio de saqueo, el comer-

    ciante no duda en poner precios que son un saqueo, y la vecina que consigui hari-na PAN a precio regulado la vende a pre-cio de oro en el pasillo de su apartamento. Nos parecemos a Marx (Groucho) cuando deca Estos son mis principios, si no le gus-tan, tengo otros.

    Nadie pone la mnima preocupacin por lo que dijo o hizo ayer ni en lo que va a decir o hacer maana. El chavismo nos quit el tiempo y nos dej como ni-co valor el dinero porque es lo nico que no tiene historia ni futuro. 1.000 bolva-

    res son iguales as vengan de un robo, del narcotrfico o sean la quincena que cobra un educador, Y siguen siendo los mismos 1.000 si con ellos colaboro con El Liber-tario, compro un arma para dedicarme a atracar, adquiero la medicina que salvar una vida o se los doy a un burcrata para aligerar un trmite.

    Pero sucede que en ayer y maana se funda la responsabilidad moral del pre-sente. Si lo que haga hoy maana se borra, y lo que prometo para maana son palabras vacas, nadie es responsable de nada y el ser humano pierde su carcter de agente moral. Se puede hoy bombardear Caracas y maana ser Ministro de Salud, se puede hoy criticar el golpe del 4F y maana ser el heredero de Chvez. Se vive en un pre-sente amoral como el de los animales, que hace que las cuestiones propiamente hu-manas nos sean ajenas. Lo que impulsa este socialismo del siglo XXI es vivir el hoy como podamos: mintiendo, engaando, prometiendo en vano, robando, matando, porque nadie va reclamar por lo de ayer ni nadie cree que haya maana. Es el signo que caracteriza a estos gobiernos populis-tas de soluciones cortoplacistas. Y lo que asombra es que movimientos que durante dcadas levantaron banderas de morali-dad (el PCV por ejemplo) hoy se adhieren a estos regmenes que destruyen la esencia humana: la moral y la libertad en un proce-so que conduce a una animalizacin de la vida. Quizs por esto vemos hoy en da que las llamadas izquierdas polticas pierden tanto de su prestigio. No en casual que El Libertario del anarquismo venezolano sea la nica publicacin polticamente identifi-cada desde donde se mantiene una defensa de moral y libertad no slo en la retrica de los discursos sino con el ejemplo. Y conste que no somos ni nos presentamos como perfectos.

    EL LEGADO AUTORITARIOPAIS|

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  • El Libertario | Edicin 72, marzo 2014

    Una hiptesis para visualizar el origen y prosperidad de la boliburguesa

    LOS QUE FLORECEN AL AMPARO ESTATALECONOMIA|

    Armando Vergueiro

    Un modelo clsico para dar a entender la teora de conjuntos es el diagrama de Venn. Cualquiera que pas por secundar-ia tal vez recuerde aquel rectngulo que inclua dos crculos: el A y el B. Los crculos se superponan y la zona en comn era conocida como interseccin del conjunto A con el conjunto B. El rectngulo U que contena a los crculos era el todo; y los crculos, los entes matemticos abstractos.

    Empleemos este modelo entendiendo que el rectngulo U ejemplifica la actual economa de Venezuela. El conjunto A rep-resenta al capitalismo privado, engendro del rentismo petrolero criollo previamente existente, al que se ha superpuesto el conjunto B, sistema econmico tambin rentista, construido por el autoritarismo burocrtico al mando, basado en subsidios, regulaciones, empresas dizque socialistas, dlares baratos y controlados, ncleos endgenos, etc.

    El conjunto A implica vrselas con un Estado regulador, otrora ms amistoso con el capitalismo privado, que hoy impone a quienes no son afines poltica-mente infinidad de normas, reglamentos, impuestos, colaboraciones a empresas asfixiadas por la falta de materias primas, de divisas seguras y de posibilidades para obtener insumos fabriles necesarios; y por si fuera poco, exponindose a un conjunto de leyes, interpretables por los burcratas de turno, que pueden convertir un problema de carcter netamente mercantil en un caso penal, si no hay arreglo o bajada de mula para evitarlo. En B tenemos, segn nos ensea la historia reciente y la expe-riencia visible: necesidad permanente de subsidios por parte del petro-Estado, ine-ficiencia burocrtica extrema, alta depen-dencia de importaciones, baja productivi-dad y consumo sin produccin.

    Ambos esquemas son de pobre futuro en cuanto a su xito. Los dos han colmado al pas de proyectos fracasados. Por slo citar algunos casos del conjunto A: empresas cerradas, cada de oferta de viviendas en alquiler, antiguos capitalistas industriales retirndose del pas, mientras otros se refugian en sectores rentables de

    la banca, servicios y comercio, etc.; y para el conjunto B tenemos: areperas socialis-tas, ncleos agrcolas zamoranos, endeu-damiento de PDVSA, crisis permanen-tes en las empresas bsicas de Guayana, carencia de cemento y cabillas, entre otros muchos ejemplos.

    No obstante, se ven ciertas empresas exitosas, desbordantes en su bienestar econmico; lo curioso es que estos emporios no se ubican plenamente ni en el conjunto A, ni en B; estn en la inter-seccin de A con B. El mejor ejemplo de tales negocios radiantes son los importa-dores (importadores, dicho sea de paso, de lo que sea) que obtienen dlares baratos del sistema proteccionista del Estado (B) y venden sus productos al mejor postor, en un mercado capitalista (A).

    No hay duda que lo mximo de esos chanchullos en la intersec-cin de ambos sistemas, implicando fantsticas ganancias en cuestin de semanas, fue la adquisicin de certifi-cados de deuda de PDVSA, de bonos ar-gentinos, y de deuda pblica nominada en dlares americanos, comprados al cambio oficial, segn lo pautado en el sistema au-tocalificado de socialista (conjunto B), y de inmediato revendidos a descuento en el Vaticano del capitalismo especulador: la Bolsa de Valores de Nueva York (cierta-mente un afn en el exterior del conjunto A), obteniendo de manera inmediata dlares libres, los cuales luego pued