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Presentación realizada en el II Congreso de Derecho y Teoría Constitucional el año 2005. Reconozco, a 8 años de aquello, que el artículo es pésimo, por lo que me comprometo a hacer uno nuevo, más fundamentado y coherente.
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1
FEDERACIONES DE ESTUDIANTES Y CENTROS DE ALUMNOS: SU
CARÁCTER CORPORATIVO Y LOS CRITERIOS DE ADMISIÓN DE
MIEMBROS
Sergio Arenas B.*
La actividad de las asociaciones estudiantiles enfrenta hoy día dos vicios: su
tendencia a arrogarse la representación del estudiantado sin considerar mayormente la
opinión o voluntad de las personas que lo integran, y la exclusión que en muchos de estos
centros y federaciones sufren aquellos estudiantes pertenecientes a los cursos de
postgrado, limitando el derecho a representación del estudiantado a los alumnos de
pregrado. Uno y otro vicio menoscaban derechos fundamentales consagrados en la
Constitución Chilena, lo que resta legitimidad a la actividad corporativa del estudiantado
superior chileno. En el primer caso, se viola la disposición a la libre afiliación de la
persona al grupo intermedio. En el segundo, se establece una diferencia arbitraria
contraria al principio de igualdad.
Los estudiantes de Chile fueron pioneros en Sudamérica al crear en 1906 la primera
asociación estudiantil de Sudamérica, conocida como la Federación de Estudiantes de
Chile, que agrupaba a estudiantes secundarios y universitarios y que se caracterizó por su
labor en fomento de la educación para las clases menos favorecidas1. Su surgimiento
estuvo amparado por el apogeo de la lucha sindical de principios de siglo y, sobre todo, por
las nuevas ideas igualitarias que han sido adoptadas por la clase media chilena ante la
indiferencia de los sectores altos que gobiernan el país2. Esta organización sería la base de
lo que hoy es la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH), principal
asociación estudiantil del país y que se ha convertido, quiéralo o no, en el modelo en el que
se calcan la gran mayoría de los Centros de Alumnos y Federaciones Estudiantiles del resto
de los institutos de educación superior. En especial, sus Estatutos han marcado una pauta a
la hora de crear los de las otras universidades, pudiendo decir que han cumplido,
* Trabajo expuesto en el II Congreso Estudiantil de Derecho y Teoría Constitucional celebrado en la
Facultad de Derecho de la Universidad de Chile el año 2005. 1 HEISE González, Julio, 150 Años de Evolución Constitucional, Editorial Andrés Bello, Santiago, 1984, p.
143. 2 Ibíd.
2
parafraseando a Loewenstein, un papel parecido al de las constituciones “originarias”3,
pues muchos de los reglamentos que rigen Centros de Alumnos y Federaciones de
Estudiantes en Chile se han inspirado, por no decir copiado, muchos de sus estilos y
disposiciones. Entre aquello que ha servido mucho de inspiración ha estado, entre otros, los
organismos que la componen, la forma de elegirlos, etc. De estos no voy a hablar ahora,
sino de aquello que nos convoca, que es discutir acerca de si es conveniente o no darle a los
Centros de Alumnos, Federaciones de Estudiantes y otras agrupaciones estudiantiles el
nombre de “sindicatos”. Pero además, quiero plantear el tema acerca de la afiliación de los
miembros a estas asociaciones, en particular, acerca de si es legítimo o no arrogarse la
afiliación automática de los miembros o la selección de éstos por criterios especiales.
Este análisis que iremos haciendo no estará dirigido a una sola organización de
representación estudiantil, sino a una realidad nacional. Y digo realidad nacional porque, de
tanto imitarse los preceptos de los Estatutos de la FECH, con matices y adaptaciones
locales, se ha podido originar una corriente común la cual aún no tiene nombre correcto,
pero que podría denominarse por ahora “derecho sindical estudiantil”. Pienso que debería
agregársele, además, el adjetivo de “chileno”, pues su origen está acá, independiente de la
influencia que tenga en países extranjeros que han imitado nuestro ejemplo. Bien, ahora
iremos a lo nuestro.
La primera pregunta que nos haremos es: los Centros de Alumnos y Federaciones de
Estudiantes ¿pueden llevar el nombre de sindicatos de estudiantes? Esto puede estar
relacionado con otra pregunta: ¿qué entendemos por actividad sindical? Y al final, la
respuesta está en ver cuál ha sido la actividad que ha tenido este derecho sindical
estudiantil, si reúne o no los elementos para ser considerado sindical.
Según García Abellán, sindicato es la “asociación de trabajadores constituida con el
fin de representar y defender los intereses que le son propios”4. Esta definición, pues,
excluye aquellas organizaciones que, teniendo un actuar parecido al de un sindicato, no
agrupan a personas que hacen una labor para recibir un sueldo. Pues bien, el mismo autor
señala que estas organizaciones pueden ser llamadas “sindicatos de hecho5”, pues aunque
no cumplen con el requisito esencial de ser integradas por asalariados, sí desarrollan
3 LOEWENSTEIN, Karl, Teoría de la Constitución, Editorial Ariel, Barcelona, 1982, p. 209.
4 GARCÍA Abellán, Juan, Curso de Derecho Sindical, Universidad de Málaga, 1984, p. 110.
5 Ibíd., p. 120.
3
actividades encaminadas a defender a sus integrantes ante la autoridad y la comunidad, las
cuales caen en la definición de actividad sindical.
La reseña histórica que se publica en el sitio web de la FECH nos expresa que ha
realizado acciones que concuerdan con la definición de actividad sindical. Sin querer
agraviar a nadie, debemos reconocer que manifestaciones, paralizaciones, mesas de
diálogo, entre otros, son gestos que se dan tanto en sindicatos de trabajadores como en
asociaciones estudiantiles. Y esto, tal como lo sabemos, ha sido transmitido e imitado por
un buen número de federaciones y centros. Por lo tanto, en la práctica, estas asociaciones
estudiantiles habrían actuado como sindicatos de estudiantes, en especial por ser portadores
de la decisión general del estudiantado al cual representan, imitando en este aspecto a la
labor que los sindicatos hacen respecto de los trabajadores. Ahora que está respondida la
cuestión secundaria, podremos responder lo principal, si los Centros de Alumnos o
Federaciones Estudiantiles son en teoría sindicatos.
Ya dimos una definición de sindicato, que en el correcto sentido de la palabra reúne
a trabajadores, por lo que las asociaciones estudiantiles no lo son, pero como actúan como
tales, en los hechos podrían ser “sindicatos de hecho”. Sin embargo, el mismo García
Abellán hace una distinción especial, la cual es una de las bases para la segunda pregunta
que viene a continuación.
El segundo tema que quiero proponer es acerca de la afiliación a las asociaciones,
entre las cuales están los sindicatos. Mi discusión se centrará, entre otros, a la calidad que
debe poseerse para integrarse a uno de estos grupos, y a la voluntariedad u obligatoriedad
para integrarse a ellas.
La Constitución Política de Chile, en su artículo 1º inciso tercero, proclama el
dogma de la protección a los llamados “grupos intermedios”, que son como los intercesores
entre las personas humanas y el Estado. Dentro de ellos, se pueden incluir a los sindicatos y
organizaciones de representación estudiantil. Nuestra constitución reconoce el derecho a la
asociación y la sindicalización en el artículo 19, que reseña los derechos de las personas. En
el primer caso, es el Nº 15 quien asegura “El derecho de asociarse sin permiso previo”, a lo
cual agrega que “para gozar de personalidad jurídica, las asociaciones deberán constituirse
en conformidad a la ley”. Además, defiende la voluntariedad de las personas individuales al
decir “nadie puede ser obligado a pertenecer a una asociación”. En el caso de los asuntos
4
sindicales, debemos referirnos al Nº 19 del mismo artículo, el cual consagra “el derecho de
sindicarse en los casos y forma que señale la ley”. Al mismo tiempo, también garantiza la
libre afiliación de las personas al señalar que “la afiliación sindical será siempre
voluntaria”.
Observando estas definiciones, uno llega a la conclusión de que la asociación y la
sindicación son libertades. Si se quiere, se forma un sindicato o un grupo de defensa de los
derechos estudiantiles, y si no, no se hará. Asimismo, el precepto constitucional consagraría
la voluntariedad del individuo de afiliarse o no a estos grupos, por lo que nadie debiera
estar obligado a integrarlos. Sin embargo, en el caso específico de las Federaciones de
Estudiantes y Centros de Alumnos, esto poco o nada se respeta, pues la regla general pasa
por la integración automática de los estudiantes a estas organizaciones, sin considerar su
aquiescencia o displicencia. Si no me creen, basta con tomar el Estatuto de la Federación de
Estudiantes de una universidad cualquiera y tendrán un mandato como “…Son miembros
de la Federación todos los alumnos de pregrado matriculados en la Universidad X…” o una
cosa por el estilo. No se menciona en ninguna parte el desear afiliarse, lo cual
implícitamente nos revela esta integración a la fuerza.
Ahora bien, hay excepciones a la regla de la integración automática. Es el caso de la
Escuela de Medicina de la Universidad de la Frontera, que en su estatuto señala:
“Art. 5: Para incorporarse como socio de la organización se deberá cumplir con los
siguientes requisitos:
(…)
4. Expresar libre y voluntariamente su deseo de incorporarse al Centro de Estudiantes de
Medicina de la Universidad de la Frontera
(…)
Art. 7: Las personas que deseen ingresar a la organización con posterioridad a la
fundación deberán presentar una solicitud escrita al directorio…”
(Fuente: Sitio web del Centro de Estudiantes de Medicina- Universidad de la Frontera,
Chile)
Aquí sí vemos cumplido el mandato del constituyente en torno a no ser obligado a
pertenecer a la agrupación o sindicato. No quiero ahondar en los otros requisitos, que
hablan de residir en Temuco, pagar cuotas, etc., pues no conozco la realidad de los
estudiantes de esa casa de estudios, amén de no provocar chismes ni cosas por el estilo.
5
Esta actitud propia del derecho sindical estudiantil chileno es la que termina
minando el afán sindicalista que pudo haber alcanzado el movimiento estudiantil en nuestro
país. Volviendo a García Abellán, éste señala que una de las características primordiales
que tiene el sindicato como organización es la voluntariedad que tiene el trabajador de
afiliarse a la organización representativa6. Eso permite que el Centro de Estudiantes de
Medicina de la U. de la Frontera pueda llamarse sindicato (de hecho) de manera legítima.
En cambio, una corporación tiene la misma organización y actitudes de los sindicatos, pero
aquéllas apelan a la obligatoriedad que existe para afiliarse7. Era el caso de los Colegios
Profesionales en Chile hasta 1980, a los cuales un profesional debía afiliarse para ejercer su
profesión, y es el caso de la gran mayoría de las asociaciones estudiantiles de Chile. La
conclusión es evidente: las Federaciones de Estudiantes y Centros de Alumnos son, con las
excepciones pertinentes, corporaciones. No son sindicatos de hecho ni nada que se les
parezca. Así que el nombre de “derecho sindical estudiantil” debemos abandonarlo y
cambiarlo a “derecho corporativo estudiantil”.
Habiendo tratado el tema de la afiliación, quisiera referirme a otro tema, que es el de
la calidad que debe poseer el que quiere o va a ser miembro de estas agrupaciones. García
Abellán hace una clasificación de los sindicatos y corporaciones, llamando verticales a las
agrupaciones que abarcan un sector en general, y horizontales a las que tocan una actividad
particular8. A estas últimas pertenecen los colegios profesionales y los Centros de Alumnos
de una facultad específica, mientras que a las primeras pertenecen las Federaciones de
Estudiantes, las cuales abarcan Centros de Alumnos de diversas carreras y facultades. Otra
clasificación que hace el autor es entre asociaciones abiertas, que no ponen mayores trabas
a la hora de incorporar a sus afiliados, y cerradas, que los limita a quienes posean
características o calidades particulares9.
Es entendible que a la Federación de Estudiantes de la Universidad A no pueda
entrar un alumno de la Universidad B, y que un estudiante de Cocina no haya de afiliarse al
Centro de Alumnos de Tipografía, por poner un caso. Las asociaciones estudiantiles
defenderán a quienes estén en el ámbito de su competencia, sea ésta horizontal o vertical, y
6 GARCÍA Abellán, Juan, Introducción al Derecho Sindical, Biblioteca Jurídica Aguilar, Madrid, 1961, pp.
50-51 7 Ibíd.
8 Ibíd., p. 55
9 Ibíd., p. 57
6
sólo del sector para el que se crearon. Pero existe un vicio a la hora de calificar a quienes
serán miembros de esas asociaciones, y es el de excluir a ciertos sectores no por no
pertenecer a la universidad, campus, facultad o carrera, sino en la calidad de la persona. En
el caso que estamos analizando, me refiero a la exclusión que comúnmente se comete en las
Federaciones de Estudiantes y Centros de Alumnos contra los estudiantes de diplomado,
magíster, doctorado, etc. En resumen, la exclusión del alumnado de postgrado.
Si bien la exclusión en la mayoría de los casos no está expresamente mencionada,
en muchos otros queda claro cuando se menciona que “… representa a los alumnos de
pregrado de dicha facultad…”. Hay otros ordenamientos que son aún más explícitos, como
aquel que dice “…se cesa en la calidad de miembro del Centro (o Federación, según el
caso) al aprobar el examen de grado correspondiente…”. En el caso mencionado la
injusticia es más grave, pues se excluye por el solo hecho de ser licenciado.
Como es de suponer, hay excepciones a esta regla. Los estatutos de la FECH dicen
que “tomando en consideración la especial calidad de los estudiantes de post-grado de
nuestra Universidad, se considerará como miembro de la Federación, a cada estudiante de
esta categoría que sufrague en las instancias pertinentes, establecidas en forma general por
la Federación”, con lo que se consagra, al menos en participación, la inclusión del
estudiantado de postgrado en las instancias corporativas estudiantiles, con el aliciente de la
voluntariedad para este grupo. Otros ejemplos se encuentran en los estatutos de la
Federación de Estudiantes de la Universidad de Concepción o los del Centro de Estudiantes
de Ingeniería de la Universidad de Chile.
La exclusión de los alumnos de postgrado de los Centros de Alumnos y
Federaciones Estudiantiles no tiene un motivo plausible o justo, por cuanto no hay mayores
diferencias entre un alumno que busca hacerse profesional y aquel que, siendo ya un
profesional, busque perfeccionarse en su área. La exigencia, guardando las proporciones, es
la misma, y no constituye una causal de desigualdad. Ergo, es una diferencia arbitraria, por
lo que estaría lesionando el derecho a la igualdad consagrado en el Nº 2 del artículo 19 de
nuestra constitución. Por lo demás, la exclusión de los alumnos de postgrado de las
asociaciones estudiantiles priva a éstos de la experiencia que han tenido aquéllos en las
instancias de participación corporativa estudiantil, lo cual podría ser de gran ayuda a la hora
de las grandes decisiones.
7
Antes de terminar esta ponencia, quisiera opinar que gran parte de estos problemas
(y de otros que en honor al tiempo no trataré) se originan en el hecho de no haber una
legislación que regule a las asociaciones estudiantiles universitarias. No se les puede aplicar
las leyes sindicales porque no son trabajadores que reciban un sueldo por su labor. Los
preceptos constitucionales descritos pueden ser motivo de un recurso de protección, pero su
acción no sería permanente. Lo que se necesita, pues, es una normativa clara que regule la
actividad de estas corporaciones. Como ejemplo tenemos el Decreto Supremo Nº 524 del
20 de abril de 1990, el cual reguló el funcionamiento de los Centros de Alumnos de
Enseñanza Media. Quizás con una normativa análoga para la educación superior podamos
superar los vicios que aquejan a la asociaciones estudiantiles y hacerlas más democráticas,
terminando con el corporativismo y evolucionar a un sindicalismo estudiantil democrático
y verdaderamente representativo de los estudiantes superiores de Chile.
Conclusiones:
1. Las asociaciones estudiantiles, llámense Federaciones de Estudiantes o Centros de
Alumnos, si bien muchos de sus actos responden a la idea de defender al alumnado ante la
sociedad y la autoridad, no hay que considerarlos como sindicatos o pseudo-sindicatos
mientras no respeten el principio de voluntariedad en la afiliación garantizado en la
Constitución. Mientras sigan afiliando automáticamente a sus miembros, deben ser
consideradas como corporaciones;
2. La legitimidad de estas asociaciones queda en duda cuando se excluye de su seno a los
estudiantes de postgrado de la misma universidad, facultad o carrera. Los alumnos de este
nivel no son personas ajenas a la escuela, e incluso tienen las mismas obligaciones que los
alumnos de pregrado. Una inclusión de alumnos de postgrado le haría bien al
funcionamiento de la organización estudiantil dada la experiencia de estas personas en
situaciones análogas producidas con anterioridad.
3. La superación de estos problemas y el avance hacia un sistema democrático de
representación estudiantil pueden ser obra de la intervención legislativa, la cual podría
poner remedio a los errores y transformar el “derecho corporativo estudiantil” basado en la
integración forzada y la exclusión arbitraria, en un “derecho sindical estudiantil” inspirado
en la libertad e igualdad de los educandos.
FIN
8
Anexo 1: NORMAS DE ESTATUTOS ANALIZADAS
(Nota: el énfasis es nuestro, para efectos del estudio realizado)
Federación de Estudiantes- UNIVERSIDAD DE CHILE
Artículo 4: Son miembros de la Federación todos los alumnos de pregrado matriculados
en la Universidad de Chile. (…) Sin perjuicio de lo anterior, y tomando en consideración la
especial calidad de los estudiantes de post-grado de nuestra Universidad, se considerará
como miembro de la Federación, a cada estudiante de esta categoría que sufrague en
las instancia pertinentes, establecidas en forma general por la Federación.
Facultad de Ingeniería- UNIVERSIDAD DE CHILE
ARTÍCULO 2: El Centro de Estudiantes de Ingeniería, CEI, lo integran todos los
estudiantes de la Facultad, tanto de pregrado como de postgrado (…) El CEI lo integran
también aquellos estudiantes con cargos dirigenciales vigentes que, habiendo estado
matriculados durante el año anterior, ya no ostentan dicho requisito en el presente.
Facultad de Derecho- UNIVERSIDAD DE CHILE
Art. 1: El Centro de Estudiantes de Derecho (en adelante CED) de la Universidad de Chile
constituye una comunidad organizada de participación democrática a la que concurren
todos y cada uno de los estudiantes matriculados de pregrado de la Escuela de
Derecho…
Proyecto de Estatuto del Centro de Estudiantes de Periodismo- UNIVERSIDAD DE
CHILE
Art.1.- El Centro de Estudiantes de Periodismo (en adelante CEP) del Instituto de la
Comunicación e Imagen de la Universidad de Chile constituye una comunidad organizada
de participación democrática a la que concurren todos y cada uno de los estudiantes
matriculados de pregrado de la Escuela de Periodismo…
9
Federación de Estudiantes- UNIVERSIDAD CATÓLICA DE CHILE
Art. 2: Formarán parte de FEUC todos aquellos alumnos matriculados en la Pontificia
Universidad Católica de Chile cuyos centros de alumnos se ajustan a lo contemplado por
el título quinto del presente estatuto.
Federación de Estudiantes- UNIVERSIDAD DE CONCEPCIÓN
Artículo 6.: Son miembros de la Federación de Estudiantes de la Universidad de
Concepción, todos los alumnos de pregrado, postgrado y aquellos que se encuentren
con suspensión temporal de estudios, pudiendo ejercer su derecho a voz y voto en las
distintas instancias orgánicas de la FEC.
Facultad de Derecho- UNIVERSIDAD DE CONCEPCIÓN
Artículo 4: Para pertenecer al Centro de Alumnos sólo se requiere tener la calidad de
alumno de la Escuela de Derecho de la Universidad de Concepción. (…)
Se cesa en la calidad de tal:
- Al aprobarse el examen de grado correspondiente (…)
Escuela de Ingeniería Comercial- UNIVERSIDAD MARÍTIMA
Art. 3º: Serán miembros del Centro de Alumnos todos los alumnos regulares que estén
cursando algún año entre 1° y 5° de la escuela.
Escuela de Medicina- UNIVERSIDAD DE LA FRONTERA
Art. 5: Para incorporarse como socio de la organización se deberá cumplir con los
siguientes requisitos:
1. Fijar residencia en la comuna de Temuco.
2. Tener la calidad de alumno regular de la Universidad de la Frontera, de conformidad a la
resolución extensa 100 de 25 Enero de 1996, Art. 4.
3. Haberse matriculado en la carrera de Medicina en particular
4. Expresar libre y voluntariamente su deseo de incorporarse a centro de estudiantes de
Medicina de la Universidad de la Frontera.
5. Cancelar cuota de incorporación conforme al Art. 69 del presente estatuto.
10
Art. 7: Las personas que deseen ingresar a la organización con posterioridad a la fundación
deberán presentar una solicitud escrita al directorio
Art. 11: Son causales de pérdida de la calidad de afiliado de esta organización:
d) Por terminación de su calidad de estudiante de la Universidad de la Frontera ya sea por
renuncia a ella o por obtención del título profesional. No implicara la terminación de su
calidad de estudiante el hecho de ser alumno egresado, tesista o finalista…
Centro de alumnos Biología Marina (Coquimbo)- UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL
NORTE
Art. 1º: El Centro de Alumnos es un organismo único, autónomo, elegido
democráticamente y representativo únicamente de los alumnos de Biología Marina de
la Universidad Católica del Norte Sede Coquimbo, y sólo en función a lo dispuesto en
este Estatuto.
Art. 36º: Los candidatos al Centro de Alumnos deberán cumplir con los siguientes
requisitos:
a. Ser alumno regular de la carrera. (?)
b. No encontrarse afecto a alguna de las inhabilidades o incompatibilidades que señala el
presente reglamento.
Anexo 2: LEGISLACIÓN CONSULTADA
Constitución Política de la República de Chile: Artículos 3º y 19 Nºs 2, 15 y 19.
Decreto Supremo Nº 524: aprueba Reglamento General de organización y funcionamiento
de los Centros de Alumnos de los Establecimientos Educacionales de Educación Media,
reconocidos oficialmente por el Ministerio de Educación (20 de abril de 1990)
11
BIBLIOGRAFÍA
HEISE González, Julio
150 Años de Evolución Constitucional
Editorial Andrés Bello
Santiago, 1984
LOEWENSTEIN, Karl
Teoría de la Constitución
Editorial Ariel
Barcelona, 1982
GARCÍA Abellán, Juan
Curso de Derecho Sindical
Universidad de Málaga
Málaga, 1984
GARCÍA Abellán, Juan
Introducción al Derecho Sindical
Biblioteca Jurídica Aguilar
Madrid, 1961