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Federico "Perfil de Gloria." Oleo sóbre masonite. "Maáona india" Federico Cantú -pintor de las paradojas- constituye uno de los más interesantes y dignos de ser estudiados, de la pintura de nuestros días. Parte integrante de un mo- vimiento pictórico que se ·ha distinguido --este es unO de sus aspectos düerenciadores- por la unidad de orientación, llamémosle filosófica, que acu- sa la mayor parte de su obra, Cantú ha tenido, el atrevi-. miento de enfrentarse a lo establecido, poniendo un acen- to propio en el conjunto bas- tante homogéneo de la produc- . ción de su época. Otros, claro está, hanpobla- do sus cuadros y murales con luces y sombras místicas. El mismo Orozco, según varios co- mentadores, no ha. escapado a esa "tentación". Pero ninguno ha deslindado, públicamente, es decir, en sus obras, la con- tradicción que resulta de la co- 'existencia de' un misticismo cristiano y de una militancia anti-religiosa. Sólo Cantú --en una hazaña que no aplaudimos ni censura- mos- h! osado proclamar, con la voz sonora, muchas veces agresiva, de sus cuadros; sólo él se ha atrevido a'revelar pú- blicamente un credo que lo dis- tingue de cierto ateísmo y anti- clericalismo, que han sido más convencionales que sinceros. Cuando abrimos la- excep- ción para Cantú, no olvidamos a Angel Zárraga, ni aF do Leal. El primero no ha sido nunca parte integrante del mo- vimiento pictórico mexicano -floreció,. en Francia, entre los escombros de varios siglos de pintura decadente- y el se- gundo francamente, aun cuan- do desarrolla temas de carácter religioso, no es un pintor reli- gIoso. * * * Cantú es" pues, el·único ar- tista del, movimiento plástico contemporáneo -nos referi- mos, claro, a México-que hace pintura clara y sinceramente religiosa y que confiesa, .ade- Cantú," Por Ant más, que ese tipo de pintura corresponde, en él, a una ver- dadera necesidad espiritual y creadora. Pero lo curioso. lo intere- sante por lo paradújieo. es que nadie ha pintado, t'tl México, desnudos más erótieo8 y paga- nos,. más excitante!i para los sentidos, que los cosa fá- cil de comprobar, si.n ir más lejos, en su última exposición, en donde las Venua establecían una extraña familiaridad -no podemos llamarle 1,romiscui- dad- con las Vírgenes, las Santas y los Serafine,.;. Podríamos hallar Lis huellas de esta paradoja, en su temá- tica que le empuja a ca- si en la misma época,. a "Cristo Llevado por los Au¡¿;::les", y a Villon, el t,;, ¡COSO poe· ta de los bajos fondo;" y de las bellas damas de que no f ,. ,. 1 ue Jamas, SIno muy dI contra- rio, un dechado de v:rtudes. Pero esa dualidw ¡ constan- te, que nos hace lb.marle el pintor de las paradüi pode- mos encontrarla, m¿;i O , que en ningún otro lado, el; sus pro- pios cuadros, dibuju: o graba- - dos, de tema religiot'ü. Su "Moisés" con una sexualidad .. acentuada, tiene una expresión satánica y sus ángeles fraen mu- chas veces a flor de piel una picardíá que el pintor uo pudo, no supo, o no quiso eyitar. Si un número reducido de sus obras -por ejemplo, su magnífica Epifa- "La rosa." Oleo sobre madera.

Federico Cantú, · BRAULIO SoLSONA, . Corresponsal de "Excelsior'" en Pa'rí,~ Se ha celebrado en el despacho del rector de la Sorbona, don Juan ~arrailh,el acto de entrega de la

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Page 1: Federico Cantú, · BRAULIO SoLSONA, . Corresponsal de "Excelsior'" en Pa'rí,~ Se ha celebrado en el despacho del rector de la Sorbona, don Juan ~arrailh,el acto de entrega de la

Federico

"Perfil de Gloria." Oleo sóbre masonite.

"Maáona india"

Federico Cantú -pintor delas paradojas- constituye unode los ~asos más interesantes ydignos de ser estudiados, dela pintura cont~mporánea denuestros días.

Parte integrante de un mo­vimiento pictórico que se ·hadistinguido --este es unO desus aspectos düerenciadores­por la unidad de orientación,llamémosle filosófica, que acu­sa la mayor parte de su obra,Cantú ha tenido, el atrevi-.miento de enfrentarse a loestablecido, poniendo un acen­to propio en el conjunto bas­tante homogéneo de la produc- .ción de su época.

Otros, claro está, hanpobla­do sus cuadros y murales conluces y sombras místicas. Elmismo Orozco, según varios co­mentadores, no ha.escapado aesa "tentación". Pero ningunoha deslindado, públicamente,es decir, en sus obras, la con­tradicción que resulta de la co­'existencia de' un misticismocristiano y de una militanciaanti-religiosa.

Sólo Cantú --en una hazañaque no aplaudimos ni censura­mos- h! osado proclamar, conla voz sonora, muchas vecesagresiva, de sus cuadros; sóloél se ha atrevido a'revelar pú­blicamente un credo que lo dis­tingue de cierto ateísmo y anti­clericalismo, que han sido másconvencionales que sinceros.

Cuando abrimos la- excep­ción para Cantú, no olvidamosa Angel Zárraga, ni a F ernan~

do Leal. El primero no ha sidonunca parte integrante del mo­vimiento pictórico mexicano-floreció,. en Francia, entrelos escombros de varios siglosde pintura decadente- y el se­gundo francamente, aun cuan­do desarrolla temas de carácterreligioso, no es un pintor reli­gIoso.

* * *Cantú es" pues, el·único ar­

tista del, movimiento plásticocontemporáneo -nos referi­mos, claro, a México-que hacepintura clara y sinceramentereligiosa y que confiesa, .ade-

Cantú,"Por Ant

más, que ese tipo de pinturacorresponde, en él, a una ver­dadera necesidad espiritual ycreadora.

Pero lo curioso. lo intere­sante por lo paradújieo. es quenadie ha pintado, t'tl México,desnudos más erótieo8 y paga­nos,. más excitante!i para lossentidos, que los suyüs~ cosa fá­cil de comprobar, si.n ir máslejos, en su última exposición,en donde las Venua establecíanuna extraña familiaridad -nopodemos llamarle 1,romiscui­dad- con las Vírgenes, lasSantas y los Serafine,.;.

Podríamos hallar Lis huellasde esta paradoja, en su temá­tica que le empuja a ~;'abar, ca­si en la misma época,. a "CristoLlevado por los Au¡¿;::les", y aFran~ois Villon, el t,;, ¡COSO poe·ta de los bajos fondo;" y de lasbellas damas de Pa6,~. que nof

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ue Jamas, SIno muy dI contra-rio, un dechado de v:rtudes.

Pero esa dualidw¡ constan­te, que nos hace lb.marle elpintor de las paradüi ~\S, pode­mos encontrarla, m¿;iO, que enningún otro lado, el; sus pro­pios cuadros, dibuju: o graba- ­dos, de tema religiot'ü.

Su "Moisés" de~.ElHlo, conuna sexualidad vigürF,~;amente ..acentuada, tiene una expresiónsatánica y sus ángeles fraen mu­chas veces a flor de piel unapicardíá que el pintor uo pudo,no supo, o no quiso eyitar.

Si except~amos un númeroreducido de sus obras -porejemplo, su magnífica Epifa-

"La rosa." Oleo sobre madera.

Page 2: Federico Cantú, · BRAULIO SoLSONA, . Corresponsal de "Excelsior'" en Pa'rí,~ Se ha celebrado en el despacho del rector de la Sorbona, don Juan ~arrailh,el acto de entrega de la

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"Des1fudo." San~uínea.

""Señora Santa Ana." Oleo.

***

cución. Por lo menos, son lasq~e logran producirnos mayoremoción estética, no por las su­gerencias· 'extrapictóricas deldesnudo, sino por la armoníade sus factores plásticos.

y -aquí entra de nuevo laparadoja- el verdadero y noforzado misticismo de Cantú:su mejor religiosidad, aparececuando pinta retratos tan pro·fundos y.espirituales .como esedéla Dama con la Rosa, en quetoma a su esposa por modelo.

Paradojasde

nía-, la mayor parte de suscuadros de tema religioso, senos figuran profanos.

Por otro lado, su destreza pa;ra el dibujo puesta en evidenciaen otros lugares, como que lotraieiona, obligándole a defor·maeiones que no correspondena necesidades expresionistas yque comprometen la dignidaddel tema. Esto está particul~r.

mente visible en' las' alas y enla cabeza de los ángeles, del yareferido grabado, en "La Ulti·ma Cena", en donde varios delos Apóstoles adquieren, por.aquella razón, un aire grotesco. Otro aspecto, qlUY interesan-

¿Será que los manes de te -al que no llamaremos con·Fr:m~ois Villon -tan admira- tradictorio sino complejo-­do por el artista- se entregan de la- pintura religiosa de Fe­a la pecaminosa travesura de derico Cantú, reside en la fu­desviarle el curso de la mano . sión del espíritu universal,cuando el pintor intenta bo: que palpita en su mito, con larrar, con nubes blanquecinas forma, esencialmente mexica·y azules celestes, el recuerdo na, con que Federico Cantúde un París, demasiado color. de lo envuelve.la tierra, por el cual ambos ca- Sus vírgenes son morenas yminaron? usan rebozo. Y sus ángeles tie·

*. *. *' nen la expresión introvertidaEn los desnudos; en los r~. --entre austera y dulce-o de

tratos, bellísimos, como el que los niños mexicanos.neva el nombre de "La Rosa" El "Moisés", de su grabado.'pero que es una de las muchas al buril -obra vigorosa y de,-'ariantes del retrato dé su es- dinámica composición-, rom­lHJsa ; en esos dibujos, un tanto pe las tablas del pacto, ante unrenacentistas, pero certeros y paisaje colonial de San Angelhermosos de "Luz y Aurelia"; o de CoyoacáIi. y sus escenasen esos cuadros deliberadamen. bíblicas no se desarrollan jamáste profanos, de la mujer semi- en la Palestina ni en Transjor­desnuda, en un campo: florido . d~nia, si~o en el Val~e de Mé­sohre el cual galopan los caba- XICO, temendo'por telon de fo~­1105 del deseo y de la imagina- ~oal Popocatepetl y al IztacCl·ción; en sus flores cálidas y en huatl.sus magueyes agresivos c~mo Los colores de su paleta, sonsus agujas y sus espinas; 'en la de la tierra calcinada y de las.primera versión, muy pura, hojas de herbolario -de magomuy diáfana, muy e~presiva, nolia seca- que sus ojos hande su Fran~ois Villon, nuestro visto en México.pintor, entregado a su espíritu Bien sabemos q'.le todos losapasionado, "demoníaco", co· grandes pintores han represen­mo le llama Salvador Toscano, tado a los personajes bíblicosparece encontrarse a símis~o, según el físico y lo psíquico delibre, desencadenado, fogoso, los hombres de que se hallabanterreno y humano.' envueltos - ¿no hizo Dios al

Es en esos momentos de arre· Hombre a su imag~n y seme­bato -pleno de sensualidad o janza? Ruben~ pintó a Cristode aspereza felina- cuando el tomando seguramente por mo·pintor ha realizado las que nos delo a un buen mercader fla­parecen sus mejores obras, las menco, y Murillo, para pintarmás perdurables y las más equi. sus Vírgenes, casi no hizo máslibradas, en materia' de eje. que trasladar al lienzo las don·

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Homenaje a Justo Sierra en París

de los trabajos históricos de Justo Sierra.los cuales han sido comentados en formamagnífica por Alfonso Reyes y Silvio Za­vala.

Agregó que el porvenir intelectual ycultural de México es inmenso y que loslazos que unen a la Universidad Nacio­nal Autónoma de México y a la Univer­sidad de París son intensos y cordiales.pues son estos sentimientos de compren­sión, dignidad intelectual y humanitaris­mo los que acercan a los pueblos.

El señor rector Sarrailh terminó su pe­roración con estas palabras:

"Con gran satisfacción pondré al con­sejo de la Universidad de París al tantode la manifestación de amistad, de queacaba de ser objeto la Universidad pari­siense por parte de la Univ.:rsidad Nacio-nal Autónoma de México. •

"La Universidad de París 110 olvida quetuvo el privilegio y la hon:';) de ser en1910 la madrina de esta Universidad res­taurada. La ceremonia de hoy estrechamás aún los lazos que unen ;1 !as dos insti­tuciones.

"Quiero rogar a mi es1ÍiT:Jao amigo elseñor Serrano, que sea cerca de S, E. el se­ñor embajador de México el 'eminente doc- .tor Francisco del Río y Cañedo, y de laUniversidad de México, il1l(;rptete de missentimientos de consideLI(~;¿¡] personalesy los constantes, devotos y amistosos dela Universidad de París en I,tmo.

"Y a usted, mi querido amigo Serrano,mil gracias por sus palabr;¡s y quede austed la inmensa satisfacciól1 de haber sidoquien pusiera en manos cid rector de laUniversidad de París la medalla conme­morativa del centenario dd Jvbestro J11;S­to Sierra, medalla que sc:'·i conserva'dacuidadosamente en la vitrin:¡ dc las reli­quias de la Universidad d:: País,"

Con este motivo, el s('iicr Sarrailh hadirigido dos interesantes c()¡7Hmicaciones.,La primera, al embajador ei-e México enParís, está concebida en los siguientestérminos: "He rogado al s'o'úor Serranoque tenga· la amabilidad de expresarle­cuánto me ha emocionad\} ia. amistosaidea que ha inspirado a b UniversidadNacional Autónoma de México al remi~

tirme la 'medalla conmemorativa del pri­mer centenario del nacimiento del Maes­tro Justo Sierra. Le renuevo mi gratitudpersonal y la de la Univers.i,hd de Parísen pleno y le ruego tenga la amibilidadde transmitir la adjunta ca::u a mi emi­nente colega el rector don Luis Garrido."

La segunda, para el rector de la Uni­versidad de México, dice así: "Señor rec­tor y honorable...colega: S. E. el embaja­dor de México en París ha tenido la bon­dad de remitirme con el s~íior Serrano lamedalla conmemorativa del primer cente­nario del nacimiento del ilustre MaestroJusto Sierra, que la Universidad Naciona1Autónoma de México se ha servido con­cederme. Muy emocionado por esta amis­tosa idea, quiero agradecerle vivamente sugesto, en mi nombre y en el de la Uni'-.versidad de París. No oivida nuestraUniversidad que fué la madrina de vues­tra Universidad restaurada. Yo no olvidopor mi parte la acogida que de ustedrecibí en mi estancia en México, en elcurso de la cual pude darme cuenta dela importancia de la obra llevada a ·cabopor el gran pedagogo, y gran historiad~r

Justo, Sierra. Al asociarnos al homenajerendido a su memoria habéis añadido unlazo más a los que unen ya a nuestrasdos universidades."

BRAULIO SoLSONA, .

Corresponsal de "Excelsior'" en Pa'rí,~

Se ha celebrado en el despacho delrector de la Sorbona, don Juan ~arrailh, elacto de entrega de la medalJa conmemo­rativa del centenario del ilustre patriciodon Justo Sierra, a la Universidad deParís.

El acto fué tan sencillo como emotivo.El embajador de México en París, señorDel Río y Cañedo, delegó al secretariode la embajada don Carlos Serrano, paraque hiciera la entrega de la medalla, te-.niendo en cuenta la devoción que siempretuvo el señQr Serrano para don JustoSierra.

En la ceremonia estuvieron presentesvarios profesores de la Sorbona y el agre­gado cultural honorario de la embajada deMéxico en París, señor Freyman.

El señor Serrano cumplió su misión ypronunció en francés un ~~ntido, y ,opor­tuno discurso, en el que diJO lo siguiente:

"Señor rector: Es un gran honor paramí y al mismo tiempo una satisfacciónpersonal hacerle entrega, e? nombre d~ ~aUniversidad Nacional Autonoma de MexI­co, de la medalla conmemorativa del cen­tenario del educador e historiador JustoSierra, Maestro de América. Esta medallaha sido acuñada en recuerdo de la reStau­ración de la Universidad mexicana en elaño de 1910, circunstancia en que-la Uni­versidad de París fué nombrada madrinade la nueva institución, .

"Justo Sierra fué un hombre extraor­dinario en toda la acepción de la palabra:educador, historiador, poeta, escritor, ysobre todo, profundamente bueno y hu­mano. Tenía las virtudes de los hombressabios. .

"Amaba intensamente a Francia y fuéun apasionado de su historia.' Comentó laRevolución Francesa como 'pocos escrito­res de lengua hispana lo hicieron. Tod~s

sus escritos llevan' el sello de su amor ysu admiración por vuestCo noble país, se­ñor rector.

"Recuerdo, por haber vivido algunosaños junto al gran maestro, la profundaveneración que sentía por la Universidadde París. Es el mejor recuerdo que puedoevocar ahora en este lugar que inspiró tangran admiración al educador mexicano.

"Que esta medalla enviada por la Uni­versidad Nacional Autónoma mexicanasea testimonio de cordialidad y ainisradhacia la Universidad de París, sobre laque planean la sombra y el espíritu ~e

Richelieu, uno de los más grandes estadis­tas que ha tenido Francia. Richelieu, quefué el amigo de las letras y fundador dcla Academia Francesa."

El señor rector Juan Sarrailh, despué6de haber recibido de manos del señor se­cretario' Carlos Serrano la medalla con­memorativa del centenario del Maestro

•Siérra y la comunicación 'de la Universi­dad Nacional Autónoma de México, conpalabras cordiales agradeció en nombrede la Universidad de París y en el suyo laspalabras tan emocionantes que acababade pronunciar el señor Serrano. Agregóque comprendía la emoción con que elseñor Serrano había hablado del ilustreMaestro Sierra, de quien había sido fielamigo, colaborador constante y confi­dente.

Más adelante, el señor rector Sarrailhdijo que cuando tuvo el gran honor deser recibido en México, pudo darse cuen­ta por sí mismo de la importancia y de lagrandeza de la obra realizada por el Maes­tro Justo Sierra, sobre todo de su obrapedagógica, cuya amplitud excedió el cua­dro de su país y ofrece un carácter uni­versal. Hizo resaltar, igualmente, el valormoral, material y esencialmente cultural"Melancolía" Sanguínea y tinta.

14 * UNIVERSIDAD· DE MEXICO

~~llas 'que 'contempla'ba 'en las 'agrada: y ese algo, es el algoromerías de SeVilla. de desagradable que a la pri., Per~~ ~n México, la gente 11'0 .mera vista hay en sus cuadros.se ha' acosumbrado -a pesar Al contrario de ciertos pinoael milagro del Tepeyac- a tores que tienen el genio de en·~dorar la imagen de otras Vír~ golosinar a quien contemplagenes que no sean las que siem· sus obras desde el primer mo·pre ha visto en los cromos y en mento que las contempla, Fe·las reproducciones de Madonas derico Cantú, como ciertosflorentinas, cuyas carnaciones hombres de modales no refina­recuerdan ese color de rosa des- dos,. es decir, espon!áneos, sin·mayado que el Sol pone en la ceros, tiene la propiedad de re·nieve de los Alpes. Por esa falo chazar la simpatía fácil. Susta de costumbre, los super-or- propios colores son in·amables,todoxos, de S. Migu~l Allende, ásperos, y recuerdan, como di­en donde Federico pintó unos jimos antes, las hojas secas quemurales con Vírgenes morenas ') venden los herbolarios d~ lacobijadas con rebozos, le des-' Merced: pétalos de yoloxóchitl,trozaron sus murales, como si para las enfermedades del co·de cosas impías se tratara . .. razón; piel de armadillo dise·

Sin sospecharlo -dijimos .cado; caparazón de tortuga;en otro lado-, los implacables raíces de hierbas sagradas.jueces de San Miguel ~Allende y como las ,hojas viejas, supusieron de m~ifiesto y real- perfume es ·seco, sobrio, seve·

.zaron uno de los aspectos más ro. No lá'nguidece ni embriaga,interesantes de la ob,ra de Can- rápidamente; casi repele, perotú: su mexica!1idad, y su com- no empalaga.prensión de' que el arte tiene, En medio de la epidemia deque ser universal por el conteo diabetes que asola a va!ios te.úido y nacional 'por la forma. rritorios de la pintura,~ su acri-

A ~ecés~ la destrucción es tud es un refugio saludable.una ~e las ~ormas más positi- Ysi algo eleva a su 'pinturavas de la construcción: ¿l? ha- dé carácter religioso, es justa.hránnotado los iconoclastas demente esa sal amarga que laSan Miguel Allende? condimenta; ese contagio de

A * *, * fuerza hercúlea, de virilidadEn la obra de éste, tal vez -'~oisés, en lugar de' Francis·

involuntario, fabricante de pa- co-,-' que estimula la acción yradojas, hay algo más que nos enardece el espíritu.

I