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FELICIDAD, DESIGUALDAD, RELIGIÓN Y CAPITAL
SOCIALAbstract, bibliografía (jevons y orden), resultados individuales, dirección permanente de
anexos
Laura María Santa Zuluaga Juan Pablo Fernández Garcí[email protected] [email protected]
Escuela Colombiana de Ingeniería Universidad Piloto de Colombia
Resumen
El presente documento presenta evidencia empírica sobre la importancia de las
variables sociales para explicar la felicidad de los individuos. Los indicadores de
capital social que se incluyeron en el modelo contienen variables como: la confianza en
las personas en general, pertenecer a organizaciones y lo que los individuos piensan
sobre la justificación, o no, de hacer trampa en los impuestos. Finalmente se confirma
que una persona puede aumentar sus probabilidades de ser feliz si disfruta de un
ingreso relativo alto, goza de buena salud, se encuentra en una situación laboral
favorable, alcanzó, o alcanzará su máximo nivel de educación por encima de los 23
años, posee un alto nivel de capital social, confía en la gente y en las instituciones;
posee buenas relaciones sociales y políticas, vive en una sociedad relativamente, es
poco conservadora y muy religiosa.
Abstract
This paper reassert empirically the importance of social relations to explain the
happiness of individuals. A person can increase its chance of being happy by having a
high relative income, good health, stable employment status, got or will get its highest
level of education over 23 years old, has a lot of social capital, as membership, trust,
good social and political relationship, lives in an egalitarian society, is more liberal
and very religious.
Clasificación JEL:I3, Z12, Z13
Palabras Clave: Felicidad, Bienestar Subjetivo, Capital Social.
2
1. Introducción
Numerosos textos de filosofía política en la tradición occidental han postulado que el
objetivo último de la vida humana es alcanzar la felicidad1; como dice Aristóteles “…la
felicidad es el bien soberano2 y supremo que logra equilibrar las fuerzas de la
sociedad…”, “la felicidad es -o al menos debe ser- el bien al que aspira la ciencia
política, debe ser el objetivo de esta ciencia”. Otros objetivos como una mayor riqueza,
libertad, más salud o más conocimiento son bienes intermedios, fines instrumentales
que sirven para alcanzar ese fin último que es la felicidad. Similarmente filósofos
helenísticos como Epicuro3 (que fue mucho más influyente en la ética antigua que
Aristóteles o Socrates), los revolucionarios franceses4, los filósofos políticos ingleses
del siglo XVII como Hume5 y Malthus6 han coincidido en afirmar que el objetivo de
nuestras vidas es aumentar la felicidad de las personas.
que dirigieron Fitoussi, Sen y Stiglitz a pedido del gobierno francés afirma:
Las medidas de bienestar, tanto objetivo como subjetivo, conllevan informaciones
esenciales sobre la calidad de vida. Los institutos estadísticos deberían integrar
en sus encuestas preguntas diseñadas para conocer la evaluación que cada uno
hace de su vida… La investigación ha mostrado que es posible recoger datos tan
significativos y fiables sobre el bienestar subjetivo como sobre el bienestar
objetivo (Fitoussi, Sen, Stiglitz; 2009; P. 18)
Durante los últimos 100 años los economistas han sido, sólo parcialmente, coherentes
con estos principios: de un lado cuando han discutido de manera teórica cual es el fin
último de la humanidad o de la sociedad, la respuesta ha sido generalmente la felicidad
pues –muy en el estilo del utilitarismo ingles- maximizar el placer es el problema de la
1En este trabajo se usarán indistintamente los términos felicidad, bienestar subjetivo y satisfacción con la vida.2 Aristóteles no se refería a cualquier felicidad sino específicamente a la llamada eudaimonía (que podríamos traducir como buen espíritu), una felicidad que era el resultado de una vida virtuosa. La Ética a Nicómaco es una larga exposición de cómo hay, por decirlo así, diferencias de calidad entre las felicidades: una cosa son las felicidades más virtuosas de la vida contemplativa o de la gloria política y otra cosa felicidades menos valiosas como la que proporcionan los placeres de la carne o la bebida. 3 “Pleasure is our first and kindred good. It is the starting-point of every choice and of every aversion, and to it we come back, inasmuch as we make feeling the rule by which to judge of every good thing.” (Epicuro).4 “Le but de la société est le bonheur commun” (El fin de la sociedad es la felicidad común). Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano de 1793, Artículo I.5“…el lujo contribuye a la felicidad y a la virtud social hasta cierto punto pues favorece el refinamiento de las ciencias y las artes y, por consiguiente, la sociabilidad”. David Hume (1752). “Of Refinement in the Arts”, citado en (Hurtado, 2004).6 “The professed object of Dr. Adam Smith’s inquiry is the nature and causes of the wealth of nations. There is another inquiry, however, perhaps still more interesting, which he occasionally mixes with it; I mean an inquiry into the causes which affect the happiness of nations or the happiness and comfort of the lower orders of society, which is the most numerous class in every nation” (Malthus, 1798).
3
economía7; Bentham8, Mill y Smith, entre otros autores coinciden en afirmar que el
objetivo de nuestras vidas es conseguir la mayor felicidad para la mayoría de personas9.
Pero por otro lado los modelos y teorías que construyó la ciencia económica
pretendiendo explicar el bienestar, no solo no suelen definir la felicidad como una de
sus variables objetivo sino que –al concentrarse en los medios para alcanzarlo- ni
siquiera intentaron sistemáticamente desarrollar medidas directas del bienestar humano.
La felicidad ni siquiera aparece en los modelos económicos usuales en el siglo XX. Una
de las posibles explicaciones de este fenómeno es la ausencia de datos confiables de los
niveles de bienestar subjetivo. Sin embargo esta explicación remite a la pregunta de por
qué estas mediciones no se desarrollaron antes si ya existía esta teoría en la psicología10
Como es bien sabido, los economistas del siglo XIX y XX redujeron el bienestar al
consumo de aquellos bienes que se registran en el PIB, dejando por fuera muchos otros
bienes que, como veremos, tienen un efecto cuantitativo importante. Como señalan
Carabelli y Cedrini (2009, pág. 4) “While laying the foundations of political economy,
Pasinetti argues, the classical economist chose to concentrate on material wealth – a
coherent and unambiguously definable subject of investigation”. Tal vez la riqueza sea
una variable coherente y precisa, pero también es claramente inconsistente como
variable objetivo en una teoría sobre el bienestar.
Más precisamente, la substitución de felicidad por ingreso sería útil si la felicidad
dependiera solamente del ingreso; pero como Stiglitz (2009) menciona, el bienestar de
los individuos no está en función del ingreso únicamente, si bien éste es un
determinante significativo para la felicidad, hay otras cosas más importantes que no se
compran ni se venden pero que resultan significativas en la explicación de la felicidad,
como las relaciones sociales o la salud, entre otras, que no son tenidas en cuenta en las
funciones de utilidad tradicionales (Frey & Stutzer, 2000). Por tanto no tiene
fundamento postular, como hizo la economía neoclásica, que el nivel de bienestar
7 En palabras de Jevons: “El placer y el dolor son indudablemente los objetivos últimos del cálculo de la economía…en otras palabras, maximizar el placer, es el problema de la economía” (Jevons, 1996, pág. 93). Es válido recordar en este punto que Jevons y otros economistas neoclásicos usaban indistintamente las palabras placer y felicidad como hacen normalmente los hedonistas.8 Bentham entiende el principio de la felicidad en dos sentidos; “el primero, es el sensorial, según el cual la mayor felicidad para el mayor número es el único objetivo universalmente deseable. El segundo es el sentido enunciativo, de acuerdo con el cual el único objetivo real del individuo es su propia felicidad.” (Hurtado, 2004).9Bentham menciona a Joseph Priestley como la fuente de este principio. Todo parece indicar que el primero en formularlo de manera explícita es Francis Hutcheson cuya principal obra fue publicada 43 años antes que la de Priestley. Los comentadores señalan esta alusión a Priestley como un error de Bentham al confundir esta obra con la de Cesare Bonesana, marqués de Beccaria. Sigot (2001, 49) presenta esta confusión como una prueba de la popularidad de la expresión en la época (Hurtado, 2004).10 En la próxima sección se hará una explicación de cómo avanzó el proceso de medición de la felicidad y cómo se incorporó a las ciencias económicas.
4
óptimo es el resultado de maximizar funciones de utilidad basadas en una muy reducida
canasta hicksiana de bienes. Esta maximización incompleta, normalmente va a llevar a
un equilibrio subóptimo. En términos no matemáticos, si la felicidad depende de
muchas cosas ¿para qué buscarla únicamente en los bienes materiales de mercado?
Stiglitz (2009) asevera que “…los resultados que muestran las mediciones económicas,
distan mucho de la realidad económica de los países…”. Las funciones de utilidad
tradicionales que se usan en economía tienen una capacidad limitada para reflejar la
felicidad real que los individuos derivan de sus actividades diarias.
El descubrimiento de Daniel Kahneman, a fines del siglo XX sobre la posibilidad de
medir la felicidad, le dio un giro a la discusión económica y volvió a poner la felicidad
en el horizonte de la ciencia económica. No hay todavía modelos cuantitativos
estructurales suficientemente precisos como para hacer recomendaciones detalladas de
política pero, por lo menos desde el punto de vista teórico, la felicidad está de nuevo en
el centro del debate económico. Tal como lo había estado más de cien años atrás.
Incluso a nivel político se han comenzado a dar algunos pasos: “El 2 de abril pasado, la
Organización de las Naciones Unidas en Nueva York organizó una reunión de alto
nivel sobre la felicidad y el bienestar. Concebida por el gobierno del Reino de Bután, y
apoyada por 68 estados miembros…[reflejan] la demanda de la sociedad por
estadísticas más precisas y mediciones que sean relevantes”11; la felicidad es también
una cuestión de política, de interés general, lo que hace aún más relevante su estudio.
Numerosos estudios sugieren12que la desigualdad y la calidad y cantidad de relaciones
sociales parecen ser también determinantes importantes de la felicidad. Sin embargo no
son muchos los estudios que hacen énfasis en el uso de variables sociales en el análisis
de la felicidad a nivel macroeconómico.
En este trabajo sobre determinantes de la felicidad comenzamos usando las variables y
los métodos tradicionalmente escogidas en los trabajos empíricos previos (Helliwell,
2002) o (Diener, Suh, Lucas, & Smith, 1999); las otras variables son propuestas propias
y serán justificadas en su momento13.
11“La Economía de la Felicidad Interna Bruta” Blog Humanum. Revista Humanum. Martes 24 de Abril de 2012.12 Ver por ejemplo, Sharma y Malhotra (2010, pág. 651).13La justificación de estas variables se hará cuando se encuentren en la etapa econométrica para determinar su importancia dentro de la explicación de la variable objetivo. Adicionalmente debe explicarse que estas variables propuestas serán justificadas por documentos de psicólogos, sociólogos y algunos economistas dedicados al tema.
5
El documento se divide en cinco secciones: en la primera, se hace un recuento del
estado del arte de la economía de la felicidad y la forma como se mide; en la segunda
sección se describen los datos que se van a usar para desarrollar el modelo; en la tercera
se explica el método de estimación de los parámetros; en la cuarta se analizan los
resultados; y en la última sección se aventuran algunas conclusiones.
2. Marco Teórico
a. Definición del término felicidad
Para efectos de este estudio se entenderá la felicidad como un sentimiento, un
sentimiento de satisfacción, es decir de poseer los bienes que se desea o se ama. Una
definición muy económica pero nada arbitraria, es la definición común de felicidad.
Según el diccionario de José Ferrater, la felicidad es “equivalente a la obtención de
cierto bien o de ciertos bienes, no es el fin de ningún impulso, sino lo que acompaña
toda satisfacción”. Aristóteles define la felicidad como la posesión del bien amado. Por
lo tanto la felicidad es producto de la satisfacción de los deseos o necesidades. Todos
los diccionarios occidentales consultados relacionan la felicidad con la satisfacción o
plenitud14, por esto, siguiendo también la literatura económica reciente, se va a definir el
nivel de felicidad como el nivel de satisfacción con la vida.
b. La maximización de la felicidad en la ciencia económica
¿cuál es el modelo básico sobre el que se ha desarrollado en estos años el problema de
la maximización de la felicidad, cuáles son sus supuestos, y por qué está incompleto?.
Siguiendo muy de cerca las ideas de los utilitaristas ingleses en el siglo XVIII, la teoría
de la utilidad cardinal de Bentham, intentó explicar el bienestar de los individuos, bajo
el supuesto de minimización del dolor y maximización del placer. Bentham propuso una
curiosa manera de calcular un nivel de felicidad a partir de la construcción de una
función de utilidad social que respetara las preferencias individuales y que permitiera la
14 En alemán la felicidad (gluck), además de asociarse con la satisfacción, se asocia con la buena suerte.
6
medición de los placeres a partir de siete criterios: intensidad, duración, certeza,
proximidad, fecundidad, pureza y extensión.
Posteriormente, la teoría del consumidor neoclásica de los siglos XIX y XX se basó en
las llamadas “funciones de utilidad”. A partir de allí, lo que se acepta en la economía
tradicional como funciones de utilidad son funciones ordinales que reflejan las
preferencias de los consumidores con respecto al consumo de diversos bienes, funciones
que deben cumplir con axiomas de continuidad, convexidad, reflexividad, transitividad,
y completitud. Desafortunadamente en estas funciones no hay una variable objetivo que
se pueda medir, pues no se tienen mediciones del nivel de utilidad. La forma de
establecer qué bienes hay en la canasta de los agentes y cuánto valoran los agentes cada
bien es de un manera muy indirecta: examinando la disponibilidad a pagar por ese bien
y asumiendo (lo cual es un supuesto muy fuerte) que esa disponibilidad a pagar tiene
una relación directa con el bienestar que cada bien proporciona.
A finales del siglo XX, numerosos sicólogos, sicólogos sociales, sociologos y
economistas volvieron a proponer medir directamente la felicidad. Esta vez contaban
con los estudios de Daniel Kahneman que mostraban que las medidas de felicidad que
se venían utilizando si tenían bases científicas. De modo que surgió una nueva corriente
teórica multidisciplinaria que pretende estudiar científicamente la felicidad, sus
correlaciones con otras dimensiones de la vida humana e incluso sus causas.
c. Sobre la Posibilidad de Medir la Felicidad
Recientemente se ha argumentado en diferentes documentos sobre la viabilidad de
medir los niveles de felicidad o de satisfacción con la vida a partir de experimentos “en
el laboratorio”, o de simples encuestas.15 Santiago Melo (2011) expone dos formas de
medir la felicidad: la primera corresponde a un enfoque neurofisiológico donde por
medio de electrodos podemos ver la actividad eléctrica del cerebro y relacionar las
zonas activadas con sentimientos de felicidad o de dolor; la segunda corresponde al
enfoque de las encuestas, que es el enfoque que se ha usado para los estudios de
felicidad, dado el problema de masificar el primer enfoque.
Un asunto que surge inmediatamente es si este tipo de preguntas puede recoger el
sentimiento real de felicidad de los encuestados. Layard (2005, págs. 25-26) encontró 15Exponer los detalles de este debate escapa a las pretensiones de este artículo, pero –además de los extensos informes de la Comisión Stiglitz-Sen-Fitoussi- se puede encontrar una detallada exposición al respecto en “Developments in the Measurement of SubjectiveWell-Being” de Kahneman y Krueger (2006).
7
que sí existe una correlación entre las respuestas de los encuestados y sus sentimientos
reales identificados mediante experimentos: “En muchos casos se ha pedido a amigos o
colegas del encuestado que califiquen el grado de felicidad de dicha persona. Estas
puntuaciones independientes evidencian una alta correlación con la forma en que la
persona se ha calificado a sí misma. Lo mismo ocurre con las puntuaciones obtenidas
por entrevistadores a los que la persona les era absolutamente desconocida”;
Adicionalmente Oswald y Wu (2010) comprueban que hay correlaciones estrechas entre
la felicidad informada por los encuestados y la presión arterial las emociones, la
recompensa relativa, y la actividad eléctrica en algunas zonas del cerebro. Similarmente
Diener et al. (1999, pág. 278) consideran coherente la respuesta de los encuestados con
sus grados de felicidad. La formulación de las preguntas, las palabras usadas, incluso el
orden en que son formuladas, han sido diseñados para disminuir los sesgos en las
respuestas de los encuestados.
Esta medida sin embargo no es perfecta; para mostrarlo, el Profesor Kahneman explica
que las personas tienen dos yo: el yo que experimenta y el yo que recuerda; cuando
responden una encuesta como la que realiza la WVS, quien realmente contesta es el yo
que recuerda lo cual, según Kahneman, no es una buena medida de las emociones
realmente vividas, pues las memorias suelen transformarse de acuerdo a la última
experiencia percibida. Es por esto que él mismo propone que no se limite la medición de
la felicidad en una única pregunta, se pueden explorar otras opciones como El Método
de la Reconstrucción del Día, que permite cuantificar la cantidad de tiempo placentero
de cada persona, método que refleja más fielmente los sentimientos de felicidad. Como
estas técnicas no pueden aplicarse masivamente, la pregunta sobre la satisfacción con la
vida sigue siendo el método más usado en las investigaciones empíricas.
d. Literatura sobre los determinantes de la felicidad
La literatura sobre los posibles determinantes de la felicidad, apenas un conjunto de
correlaciones en el estado actual de la investigación al respecto es amplia. Las variables
o dimensiones del desarrollo enumeradas continuación corresponden solamente a los
determinantes que se pueden estudiar a través de encuestas.
Se enumeran a continuación las variables más estudiadas:
8
Personalidad: (Diener, Suh, Lucas, & Smith, 1999) argumentan que: “La personalidad
es uno de los más fuertes y más consistentes predictores del bienestar subjetivo”,
existe, por ejemplo, una predisposición genética a ser más feliz, explicando hasta el
80% del bienestar subjetivo de largo plazo.La personalidad define unos conjuntos de
acciones y respuestas emocionales que generan distintos niveles de felicidad. Hay otras
características que tienen correlación con la felicidad como ser extrovertidos, la
autoestima y el optimismo; Seidlitz y Diener (1993) citados en (Diener, Suh, Lucas, &
Smith, 1999), encontraron que las personas más felices recuerdan más situaciones
buenas, lo cual ocurre, de hecho, porque siempre recuerdan los aspectos positivos de
cada evento. Para este trabajo no se va a incorporar rigurosamente la personalidad por
los límites de información, pero es importante incluirla dentro de las variables
explicativas para estudios futuros.
“Habituación”: Es importante tener en cuenta la adaptación de las personas, ya que un
evento reciente puede afectar más el bienestar de una persona que situaciones pasadas a
las que ya están acostumbrados. En tal sentido, Mehnert, Krauss, Nadler y Boyd (1990)
citados también en (Diener, Suh, Lucas, & Smith, 1999), encontraron que los que nacen
con discapacidad o la adquieren a edades tempranas están más satisfechos con sus
vidas que aquellos que se incapacitan después porque consiguen adaptarse a su
situación.
Ingreso: El ingreso en la economía de la felicidad ha sido fuente de grandes debates,
según (Skidelsky, 2009), Keynes afirma que el amor por el dinero sólo se justifica
cuando permite lograr mejores niveles de vida; en este sentido, Keynes revela dos
situaciones: los rendimientos decrecientes del dinero, y la relación indirecta entre el
ingresoy la felicidad, ya que lo que otorga bienestar no es el dinero en sí mismo, sino el
nivel de vida que permite alcanzar. La relación entre ingreso y felicidad se ha estudiado
desde cuatro perspectivas: correlaciones entre ingreso y bienestar subjetivo dentro de
países, cambios en el bienestar subjetivo entre individuos ante cambios en su ingreso,
las tendencias del bienestar subjetivo durante periodos de crecimiento económico
nacional y correlaciones del bienestar subjetivo promedio y la riqueza nacional entre
países (Diener, Suh, Lucas, & Smith, 1999). Según Easterlin (1974, pág. 30), a lo largo
de un país existe una pequeña correlación significativa y positiva entre ingreso y
felicidad, sin embargo entre países, esta relación es incierta. Los datos internacionales
que se tienen, no confirman que las diferencias de felicidad entre países ricos y pobres
9
se den en el mismo sentido en que ocurre por las diferencias económicas entre
individuos de un país. Cuando el ingreso se mantiene constante en un amplio periodo
de tiempo los individuos se acostumbran a un nivel de riqueza determinado; así pues,
cuando ocurren cambios en este, el bienestar subjetivo se verá afectado temporalmente
hasta que se adapta al nuevo nivel de riqueza. El análisis cross-country es debatido,
Easterlin (1974)sostiene que la relación felicidad-ingreso es incierta, mientras pero
Diener et al. (1999) aseguran que la relación existente es positiva y fuerte si bien se
debe, más a los efectos indirectos de ciertos beneficios que reciben los individuos en
las naciones más ricas que a la riqueza misma.
Religión: La religión es una variable al parecer muy importante para explicar la
felicidad, la religión permite construir una moral de la cual dependen las convenciones
sociales (Skidelsky, 2009), “varios estudios han demostrado una correlación
significativa entre bienestar subjetivo y certeza religiosa” (Diener, Suh, Lucas, &
Smith, 1999, pág. 289), la religión otorga ciertos beneficios espirituales que ayudan al
incremento y estabilidad de la felicidad, bien sea dándole sentido a la vida diaria,
apoyando en momentos de crisis, o sirviendo a propósitos sociales. Sin embargo,
propone Diener, la religiosidad estará más relacionada con el bienestar subjetivo, en la
medida en que se viva en una sociedad religiosa; no obstante, se hacen necesarias otras
preguntas para complementar la idea de religiosidad en una persona y su contexto.
Estado Civil: Una gran cantidad de encuestas muestran que las personas casadas o las
que viven en unión libre son más felices que aquellas que nunca se han casado, o que
están divorciadas, separadas o viudas, de modo que existe una correlación significativa
entre estar casado y el bienestar subjetivo. Además aunque hombres y mujeres son más
felices casados, Diener et al. (1999, pág. 290) asegura que los hombres obtienen
mayores beneficios que las mujeres con el matrimonio sin que su satisfacción con la
vida difiera. Helliwell (2002, pág. 11) encontró que las personas casadas son las más
felices, seguidas de las que viven como casadas,luego las viudas, las divorciadas y las
separadas, en ese orden.
Edad: La satisfacción con la vida es más o menos estable a medida que aumenta la edad
dado que las personas reajustan sus metas. Sin embargo, la brecha entre percepciones
ideales y reales se hace más pequeña a medida que avanza la edad, entonces la
satisfacción con la vida sí aumenta con el tiempo, o al menos no cae (Diener, Suh,
Lucas, & Smith, 1999, pág. 291). Wilson (1967) citado en Helliwell (2002), afirmaba
10
que ser joven es una de las características de una persona feliz, mientras Helliwell
(2002, pág. 12) y (Clark & Oswald, 1994, pág. 655), encontraron que la satisfacción
con la vida muestra realmente un patrón con forma de U.
Educación: Diener et al. (1999)encontraron correlaciones pequeñas pero significativas
entre educación y bienestar subjetivo, encontraron que la educación tiene mayor
impacto sobre el bienestar para individuos con bajos ingresos y en países pobres. Su
impacto sobre el bienestar subjetivo se da por la posibilidad de cerrar la brecha entre lo
que se desea y lo que se tiene, o de lograr mejores posiciones en el trabajo o en la
sociedad. Los estudiosos de la felicidad han encontrado que más que poseer altos
niveles de educación, vivir en un país con altos niveles de educación otorga mejores
rangos de felicidad.
Salud: La mayoría de estudios revelan que la salud es la variable más significativa de
todas las variables explicativas, representando un incremento en 0.61 puntos en el
bienestar ante aumentos de un punto en la salud (Helliwell, 2002).
Desempleo: Clark y Oswald (1994) encontraron que el desempleo afecta negativamente
el bienestar de los individuos (a menos que se trate de desempleo involuntario), siendo
estadísticamente significativo. Se mostró que el desempleo es una de las variables que
mejor explica la satisfacción con la vida, afectando el bienestar casi en igual medida
que una caída en una unidad del estado de salud reportado por el individuo.
Desigualdad: La literatura económica tiene tres perspectivas respecto a las relaciones
entre distribución del ingreso y felicidad: la primera supone agentes egoístas que
apoyan los programas redistributivos solo si les beneficia a nivel personal; en la
segunda se incluye la percepción de movilidad (social) ascendente, que muestra cómo
cuando la gente percibe una alta movilidad social es menos proclive a interesarse por la
desigualdad; la tercera, es la percepción de justicia social, esto es que los agentes
pierden interés en la redistribución si perciben que el ingreso depende del esfuerzo
propio y no de otros factores como antecedentes familiares. Quienes perciben que hay
justicia social tienden a ser más felices (Londoño, 2011, pág. 175). Adicionalmente,
Oishi, Kesebir y Diener (2011) encontraron una relación inversa entre felicidad y
desigualdad; con una encuesta para Estados Unidos, demostraron que para los años con
menor desigualdad del ingreso nacional, los niveles de felicidad promedio de los
norteamericanos fueron mayores con relación a los años con mayor desigualdad. Sin
embargo esta relación no se da para los encuestados más ricos.
11
Temperatura: Las variables climáticas tienen un efecto muy significativo en los
reportes de los niveles de felicidad en los países, mayores niveles de temperatura
representan en promedio mayores niveles de felicidad. “…Se determina que los
patrones diferenciales de cambio climático antropógeno podrían alterar drásticamente
la distribución de la felicidad entre las naciones…los países con altas latitudes se
pueden beneficiar por cambios en la temperatura, mientras que los países
caracterizados por altas temperaturas en verano podrían sufrir pérdidas por cambios
en el clima”. (Rehdanz & Maddison, 2005).
Capital Social: “El ‘Capital social’ se refiere a las características de la organización
social como redes, normas y confianza social que facilitan la coordinación y
cooperación para el beneficio mutuo” (Putnam, 1995). Es muy probable que el capital
social sea una variable decisiva para explicar la diferencia de felicidad de un país a
otro, pero no se sabe exactamente qué variables componen ese capital social, y aun si
supiéramos cuáles son las variables exactas que lo componen habría un problema de
medición pues no hay forma de captar ciertas actitudes mediante una encuesta. Sin
embargo los estudiosos del tema: Helliwell (2002), Putnam (1995), han justificado la
inclusión de variables como la confianza, la membresía en distintas organizaciones y lo
que los encuestados piensan sobre la justificación, o no, de hacer trampa en los
impuestos como proxis del capital social. Los resultados obtenidos en los estudios que
relacionan capital social y felicidad, muestran correlaciones positivas y significativas
de las tres variables mencionadas arriba con la felicidad, siendo la confianza y no hacer
trampa en los impuestos las más importantes (0.25).
Además de estas variables, en este trabajo se pretende explorar la relevancia de
variables adicionales como: la desigualdad, la temperatura, la educación y el ingreso a
nivel de país, las relaciones sociales, y otras más, a partir de una compilación de datos
tomados principalmente de la Encuesta Mundial de Valores para alrededor de 100
países. Las fuentes adicionales consultadas serán aclaradas en la tercera sección.
3. Descripción de la información disponible
12
Para la medición empírica se utilizaron ante todo la base de datos de la Encuesta
Mundial de Valores16 y el Estudio de Valores Europeo17. Estas dos bases de datos
contienen encuestas para casi dos millones de personas de 97 países que incluyen
alrededor del 90 por ciento de la población mundial. Se han realizado cinco oleadas de
encuestas desde 1981 hasta 2010 a través de un cuestionario estandarizado que mide los
cambios concernientes a la religión, los roles de género, las motivaciones en el trabajo,
la democracia, el buen gobierno, el capital social, la participación política, la tolerancia
a otros grupos, protección al medio ambiente, y el bienestar subjetivo. Los países
incluidos van desde los más pobres hasta los más ricos y desde sistemas autoritarios a
democracias socialistas.
Las cinco oleadas se han realizado para los siguientes años: la primera entre 1981 y
1984, la segunda entre 1989 y 1993, la tercera entre 1994 y 1998, la cuarta entre 1999 y
2004, la última entre 2005 y 2008 y se está trabajando en una más desde el 2009.
La Encuesta Mundial de Valores formula dos preguntas respecto al bienestar subjetivo,
la primera pregunta directamente al encuestado sobre su felicidad así:
“Considerando todo en general. Usted diría que es: muy feliz, bastante feliz, no
muy feliz o nada feliz”,
No hicimos énfasis en esta pregunta porque, como lo explica Helliwell (2002), la
pregunta sobre felicidad es de corto plazo pues en realidad expresa una condición
anímica temporal.
Entonces en el modelo se utilizará como variable dependiente el nivel de satisfacción
con la vida como un todo18, que refleja una condición de mayor plazo. La pregunta se
enuncia así:
“Considerando todas las cosas. ¿Qué tan satisfecho se siente usted con su vida
como un todo en estos días?”
Se responde en una escala de 1 a 10, donde 1 es insatisfecho y 10 satisfecho. La
segunda corresponde a la variable dependiente del modelo.
16 Un explicación de la World Values Survey se puede encontrar en “Values Change theWorld” en www.worldvaluessurvey.org:17 De ahora en adelante se referirán estas encuestas como WVS y EVS respectivamente.18 El código de la pregunta en la World Values Survey es A170
13
Además de aquellas variables incluidas en la WVS se incorporaron como efectos fijos
las siguientes variables a nivel de país:
Desigualdad: Se utilizó el Índice de Gini, reportado por el Grupo de Investigaciones
sobre el Desarrollo del Banco Mundial.
PIB per cápita: de Alan Heston, Robert Summers and Bettina Aten, Penn World Table
Version 7.1, Center for International Comparisons of Production, Income and Prices at
the University of Pennsylvania, Julio del 2012. Tomamos los datos en dólares del 2005
ajustados por PPP.
Temperatura: Se tomaron las temperaturas en grados centigrados del World Weather
Information Service de la Organización Meteorológica Mundial.
Educación: Los datos de: Barro y Lee (1996).
Todas las variables ajenas a la WVS, son variables a nivel de país que se combinaron
con ésta como efectos fijos para cada individuo de ese país.
Antes de hacer cualquier estimación se transformaron algunas variables; se
estandarizaron las escalas de algunas variables para poder construir los índices de:
religiosidad, conservadurismo, confianza y capital social; se volvieron dicotómicas
variables como la edad, la educación, el desempleo, el estado civil, la religión, la
importancia de dios en la vida y la confianza en los demás y las instituciones19.
4. Método
Para la construcción inicial de la función de felicidad se usarán Mínimos Cuadrados
Ordinarios.
Posteriormente se usó un método de regresión probabilística para variables ordenadas,
ya que es conveniente usar modelos de estimación que calculen los errores estándar
robustos reconociendo la existencia de correlaciones de los términos de error entre los
encuestados en el mismo país (González, 2005). Como la variable dependiente es
discreta y consiste de un conjunto de respuestas ordenadas en este documento se usará
un modelo probit ordenado.
La especificación del modelo es la siguiente:
19 Las estandarizaciones para la construcción de índices se encuentran en el Anexo 1, las transformaciones de las variables en el Anexo 2
14
Si¿=Xβ+εi(1)
Donde Sies la probabilidad de obtener cierto nivel de satisfacción con la vida, X es una
matriz que contiene las características que van a definir la satisfacción con la vida (esta
matriz no tiene constante), β contiene los k parámetros de cada variable dependiente que
explican la felicidad y ε i el término de error que se distribuye de manera normal con
media cero y varianza constante de uno. Las probabilidades para cada nivel de Si son:
S=1… Si¿≤ γ 1
S=2… γ1<Si¿≤ γ 2
S= j …S i¿>γ j
Entonces la distribución condicional del modelo es:
P (S=0|X )=P ( Si¿≤ γ 1|X )=P ( X β+εi≤ γ 1|X )=λ ( γ1−Xβ )
P (S=1|X )=P (γ 1<S i¿≤ γ2|X )=λ ( γ 2−Xβ )−λ ( γ1−Xβ )
…
P (S=1|X )=P (γ 1<S i¿≤ γ2|X )=λ ( γ 2−Xβ )−λ ( γ1−Xβ )
Dentro de la matriz Xestán las variables explicativas que pueden ser características, que
no cambian con cada individuo, o atributos, que cambian con cada individuo y cada
alternativa. Se obtiene un conjunto de probabilidades condicionadas para cada una de
las alternativas que puede tomar un individuo al tener ciertas características
individuales. A partir de ese conjunto de probabilidades, mediante el método de
Máxima Verosimilitud se encuentra un estimador del vector β que maximice la
probabilidad de que Si ocurra dado X .
Los coeficientes obtenidos reflejan en cuánto cambia la probabilidad de estar en cierta
categoría de satisfacción, ante incrementos o caídas en un nivel de la variable
independiente que se esté analizando.
Inicialmente se replicó la primera ecuación de Helliwell (2002) sin incluir las
agrupaciones por países pues la razón por la que se hicieron estas agrupaciones fue la
pérdida de grados de libertad, problema que queda solucionado con las nuevas oleadas
que se incluyen en el presente documento. Los resultados fueron muy similares.
15
A partir de la réplica de trabajos previos se incluyeron variables que la teoría sugiere
como determinantes para examinar su aporte individual a la explicación de los niveles
de felicidad, esto con Mínimos Cuadrados Ordinarios como método de estimación para
utilizar la misma técnica de los estudios previos y poder comparar. Una vez reconocidas
las variables más significativas se hará un modelo final con ellas, pero esta vez con un
método de estimación distinto: probit ordenado.
La variable dependiente del modelo será la satisfacción con la vida por las razones
explicadas en la sección anterior.
5. Resultados y Análisis20
Ingreso: se mide de dos formas: en primer lugar el ingreso relativo, donde el
encuestado se ubica a sí mismo en una escala de 1 a 11 categorías de ingreso;
adicionalmente se usa como regresor la variable anterior al cuadrado para capturar
posibles rendimientos decrecientes del ingreso en la producción de felicidad.
Este determinante parece ser muy robusto, su coeficiente se mantiene más o menos
constante a lo largo de todas las ecuaciones; siempre se ve una correlación significativa
y positiva que oscila entre 0.14 y 0.18. Similar a la encontrada por Easterlin (1974) y
otros autores. Además, como se esperaba, el coeficiente correspondiente al cuadrado del
ingreso resultó ser negativo (-0,001) lo cual es consistente con rendimientos
decrecientes del ingreso en la producción felicidad.
Estado Civil: se dividió en cinco dummys: casado, en unión libre, separado, divorciado
o viudo. Los resultados obtenidos son similares a los encontrados en estudio previos:
quienes tienen pareja son más felices que los que no la tienen aunque el aporte marginal
de cada estado a la felicidad no exáctamente el mismo. Vivir en unión libre representa
un incremento en la felicidad individual de 0.5 puntos, una magnitud similar a subir un
nivel en el estado de salud. De todos los estados civiles el que más aporta a la felicidad
es vivir en unión libre, seguida de estar casados, separados, divorciados o viudos, en ese
orden. Las últimas tres categorías tienen una relación negativa con el bienestar
subjetivo. Todas son significativas a excepción de los separados.
20 Los análisis de normalidad y multicolinealidad se revisan en el Anexo 4.
16
Edad: la edad fue agrupada en cinco categorías: de los 25 a los 34, de los 35 a los 44,
de los 45 a los 54, de los 55 a los 64 y los mayores de 64. La relación entre satisfacción
con la vida y los grupos de edad revela –tal como lo han obtenido los estudiosos del
tema- un patrón en forma de U (Ver Gráfica 2). Se demostró que –después de controlar
por los demás factores- la satisfacción con la vida, a partir de los 45 años aumenta,
corroborando la afirmación de Diener et al. (1999, pág. 291) explicada en el Marco
Teórico. El paso al grupo de más de 65 años de edad, representa un incremento de 0.66
puntos en el bienestar subjetivo del individuo.
Gráfica 1: Satisfacción con la Vida a Medida que Avanza la Edad
Salud: se recoge en la WVS como la descripción del estado de salud del encuestado en
los últimos días. Este determinante es uno de los que mejor explica la felicidad, por
encima de éste sólo está el desempleo. La relación inversa de este determinante con el
bienestar subjetivo se debe a que la escala de categorías del estado de salud está
invertida, siendo 1 muy buena salud y 5 una salud muy pobre. La gráfica 2 muestra la
relación expuesta.
Gráfica 2: Satisfacción con la Vida Respecto al Estado de Salud
17
Educación: se agrupó la educación en niveles según las edades a las que quienes
responden a la encuesta terminaron o esperaban terminar la totalidad de sus estudios;
ceteris paribus la relación entre felicidad y educación es positiva, significativa y muy
importante: se demostró que aumentar la felicidad un nivel aporta casi el mismo grado
de felicidad con diferencias de apenas el 1%; las mayores diferencias mostradas en el
aporte de la educación se dan en el último grupo de edades, entre los 23 y los 29 años,
asumiendo que si los estudios terminan en este grupo de edades, probablemente se
alcancen mayores niveles de educación, por tanto mayores beneficios que podrían
aportar más puntos a la felicidad. Hay que tener en cuenta que, como se está midiendo
la cantidad y no la calidad de la educación, esta variable es apenas una proxy del capital
humano, sin embargo es claro que –independientemente de los efectos sobre el ingreso,
la salud o el estado civil- tener más educación hace a la gente más feliz en promedio.
También se incluyó otra variable de educación como efecto fijo para cada país, el
promedio anual de educación total, tomada de Barro y Lee (1996). Esta última variable,
es significativa, con una correlación pequeña pero positiva con la felicidad. Sin
embargo, como era de esperarse, su inclusión en el modelo base distorsiona varios de
los coeficientes y significancias de otras variables debido a la correlación que tiene con
otras medidas de educación y de ingreso y por tanto no se incluyó al final.
En segundo lugar se añadieron ocho nuevas variables que pretenden explicar –por lo
menos parcialmente- el término de error de las ecuaciones previas. Las nuevas variables
se relacionan con aspectos como la religión y diferentes medidas de capital social.
18
Ecuación 1: Desigualdad:
El determinante de desigualdad muestra una correlación negativa con la satisfacción con
la vida pero es no significativo (0.174). Sin embargo, en el modelo agregado la
significancia de la desigualdad mejora con la inclusión de otras variables y aparece
correlacionada negativamente con el bienestar, como se esperaba, aunque con un
impacto pequeño (-0.0013). Esto sugiere que la igualdad puede ser importante per se
para la gente o indirectamente, que en sociedades más igualitarias se generan dinámicas
que terminan mejorando el bienestar.
Ecuación 2: Temperatura:
Este determinante describe la temperatura anual promedio de los países encuestados,
medida en grados centígrados. Presenta una correlación negativa, opuesta a la esperada,
además con un nivel de significancia muy bajo (0.123). Sin embargo, al igual que el
determinante de desigualdad, en el modelo agregado, con la inclusión de más variables,
se vuelve estadísticamente significativa y la relación se invierte, como se esperaba,
aportando cada grado de temperatura 0.0039 puntos a la satisfacción promedio con la
vida de los habitantes del país en cuestión.
Ecuación 3: Índice de Confianza social:
El índice de confianza se construyó con algunas variables que reflejan la confianza de
los individuos en la gente en general, en las instituciones, entre otras que se explican
detalladamente en el Anexo 1. Éste índice presenta una correlación positiva,
significativa y muy fuerte (0.3) con el bienestar subjetivo, como se puede ver en la
gráfica 3.
Lo interesante de este determinante, es que consigue explicar la satisfacción con la vida
mejor que las variables propuestas por los estudios previos del capital social (confianza,
membresía y trampa en los impuestos). Al incluirse en el modelo agregado, se mantiene
su significancia y correlación positiva con un impacto importante sobre la felicidad de
0.3623 puntos.
Gráfica 3: Satisfacción con la Vida Respecto a la Confianza
19
Capital Social:
Para definir el capital social se construyeron tres índices que se incluyeron en las
ecuaciones 4, 5 y 6: uno de confianza que incluyó aspectos no mencionados
anteriormente por otros autores como la confianza en la familia, en personas de otro
país y en ciertas instituciones; un segundo índice de capital político, que incluye
variables como: la importancia de la política y del servicio al prójimo en la vida
personal, la frecuencia de seguimiento a noticieros, periódicos, etc., el interés del
encuestado en política, lo que piensa devolver dinero encontrado al azar y la frecuencia
con que discute con sus amigos asuntos de política; y finalmente un tercer índice de
capital social familiar que permite ver relaciones sociales más íntimas del encuestado a
partir de variables como: la importancia de la familia y los amigos en la vida del
encuestado, el respeto y amor por los padres, el tiempo que gasta con sus familiares,
colegas, compañeros de deportes o religión y amigos y la cercanía de la relación con
sus padres.
Ecuación 4: Capital político:
El Índice de Capital Social Político muestra una correlación negativa y significativa
pero no muy fuerte con la felicidad (-0.14). Tal vez el preocuparse mucho por asuntos
de política puede ser afectar negativamente la felicidad. Al incluirse en el modelo
agregado, se reafirma la relación negativa con la felicidad (-0.0876).
Ecuación 5: Capital social familiar:
20
A diferencia de lo que se esperaba, el índice de capital social familiar presenta una
correlación positiva muy pequeña y poco con la felicidad. En la ecuación final que
incluye todas las variables este determinante se vuelve significativo pero la relación con
el bienestar se invierte.
Ecuación 6: Índice de Conservadurismo:
El Índice de Conservadurismo pretende mirar las tendencias políticas y morales de los
individuos a partir de la estandarización de algunas variables de la WVS que se detallan
en el Anexo 1. Sorprendentemente al incluir dicho índice en el modelo base, se
encuentra una correlación positiva significativa y muy fuerte (0.3) con la satisfacción
con la vida, en este sentido, ser muy conservador21 puede generar incrementos de 0.3
puntos en el bienestar subjetivo. Al incluir esta variable en el modelo agregado, se
encontró que su efecto sobre el bienestar subjetivo es de -0.037 puntos. Lo cual es
interesante porque aunque las sociedades más conservadoras -como los países
musulmanes o comunistas- tienden a ser menos felices que las más liberales, parecería
que es óptimo ser relativamente conservador en un entorno liberal.
Ecuación 7: Índice de Religiosidad:
Para obtener una medida más cercana de religiosidad22, se construyó un Índice de
Religiosidad que se explica en el Anexo 1. Esta variable también resultó ser
significativa, mostrando una correlación positiva e importante (0.2) a la hora de explicar
la felicidad.
El siguiente histograma (gráfica 4) muestra la frecuencia de cada nivel de satisfacción
dadas las categorías de importancia de dios en la vida, siendo 0 nada importante y 1
muy importante; se puede ver que cuando la deidad es muy importante en la vida del
encuestado éste revela niveles de satisfacción con la vida más altos en promedio que
aquellos que afirman que su dios no es importante en sus vidas. Al incluir el índice de
religiosidad en el modelo agregado, se encontró que presenta una correlación positiva
con la felicidad de 0.347.
21 Entendiendo por conservador una persona para la que priman los valores tradicionales.22Adicional a la propuesta por Helliwell (2002): La frecuencia con la que se asiste a servicios religiosos y la importancia de Dios en la vida del individuo.
21
Gráfica 4: Frecuencia de la Satisfacción con la Vida Dada la
Importancia de Dios en la Vida
Modelo final:
Después de probar la significancia de las variables a incluir y de analizar sus
comportamientos con diferentes especificaciones se incorporaron a una ecuación que
representa el modelo agregado final. Como se puede ver en la Tabla 1, esta ecuación
incluye todas las nuevas variables (desigualdad, temperatura, índice de confianza,
capital social político, capital social familiar, índice de conservadurismo e índice de
religiosidad), algunas de las variables de la literatura revisada (salud, desempleo, estado
civil, educación por grupos de edades, edad, membresía, ingreso relativo e ingreso
relativo al cuadrado) y excluye la frecuencia con que los individuos asisten a los
servicios religiosos, la importancia de Dios en la vida del encuestado, hacer trampa en
los impuestos y la confianza, pues estas variables ya están incluidas en otros índices.
El estado de salud mantiene la correlación negativa (por las razones ya expuestas) con el
bienestar subjetivo, además se mantiene significativa y aumentó su participación en la
explicación de la felicidad en un 2% frente a la importancia que tenía en las ecuaciones
anteriores.
22
El desempleo presenta una correlación negativa y de nuevo significativa con la
satisfacción con la vida, pero su impacto sobre la variable objetivo se redujo en un 4%
respecto a las especificaciones anteriores.
En cuanto al estado civil se mantuvo la significancia de todas las dummys y la jerarquía
de felicidad que otorga cada una, reportando más felicidad vivir en unión libre que estar
casado, separado, divorciado o viudo, en ese orden. En cuanto a la importancia de cada
categoría en la felicidad se mantuvo más o menos estable el coeficiente de las primeras
en el Modelo Agregado respecto a las otras ecuaciones, y las tres últimas categorías
aumentaron su importancia en casi el 6% respecto a los otros modelos.
La educación por grupos de edades se comporta igual que en las otras ecuaciones, con
cada grupo aportando casi el mismo grado de felicidad con diferencias de apenas el 1%;
de nuevo las mayores diferencias mostradas en el aporte de la educación se dan en el
último grupo de edades, entre los 23 y los 29 años. Todas las categorías son
significativas mostrando correlaciones positivas e importantes para la explicación de la
satisfacción.
Los grupos de edades siguen confirmando el patrón con forma de U de la satisfacción
con la vida a medida que aumenta la edad, además amplía la brecha de aporte a la
felicidad entre los grupos más viejos y los más jóvenes siendo ahora de hasta el 50%.
Todas las categorías son significativas a excepción del grupo de edades entre los 45 y
los 54 años que es no significativa.
La membresía se construyó como el número de organizaciones a las que pertenece el
encuestado; a lo largo de todas las ecuaciones mostró una correlación significativa
positiva no muy fuerte con la felicidad (0.06). Al incluir todas las variables en el
Modelo Agregado, la membresía mejoró su coeficiente en un 4% respecto a las otras
ecuaciones.
El ingreso relativo y el ingreso relativo al cuadrado, mantuvieron su nivel de
significancia (0.000) y aumentaron su participación en la explicación de la felicidad
aunque en una proporción pequeña; de modo que un incremento en el ingreso relativo
representa incrementos de 0.18 puntos en el bienestar subjetivo.
Adicionalmente, se corrió el mismo modelo, pero esta vez con el método de estimación
de máxima verosimilitud para distribuciones probabilísticas ordenadas, esto teniendo en
cuenta que dejar de usar Mínimos Cuadrados Ordinarios y empezar a usar probit
23
ordenado, implica un sacrificio de los betas insesgados, por unos errores estándar más
robustos.
Aunque mínimos cuadrados ordinarios no era el mejor método para analizar este tipo de
datos, al usar un Probit Ordenado se pudo verificar la robustez de los coeficientes dado
que ni las magnitudes ni la significancia cambiaron sustantivamente.
El análisis de los efectos marginales de cada variable en la satisfacción con la vida
muestra que en los primeros niveles de satisfacción (hasta el séptimo nivel), que
corresponden a los menos satisfechos, las relaciones se invierten perfectamente respecto
al análisis hecho en el modelo final. Por ejemplo, la probabilidad de estar insatisfecho
disminuye con la edad haciendo una forma de U invertida, por los argumentos
expuestos anteriormente. Desde el primer nivel hasta el séptimo se ve que, siendo
coherente con el análisis anterior, las variables que muestran relaciones positivas con la
satisfacción se hacen cada vez más pequeñas, mientras que las que expresan relaciones
negativas se hacen más grandes, hasta que el sentido de las relaciones de las variables
independientes y el nivel de satisfacción con la vida como un todo con el modelo
probabilístico, se iguala al sentido de las relaciones con el modelo lineal.
A partir del octavo nivel de satisfacción las relaciones se comportan conforme a los
estudios anteriores. En el décimo nivel de satisfacción (satisfecho) incluso las
proporciones se mantienen.
De modo que los resultados generados a partir de modelos lineales se reafirman con la
inclusión de un modelo probabilístico ordenado que representa más acertadamente las
características de los datos.
6. Conclusiones
La teoría del bienestar subjetivo aún está en proceso de consolidación. Pero parece ser
que proponer la felicidad como una de las metas –o como una señal de que se están
cumpliendo las metas- de la vida personal y del desarrollo de las sociedades tiene
sólidos fundamentos en la tradición milenaria de la ética filosófica que va desde los
griegos hasta Amartya Sen. Parece además científicamente plausible tener mediciones
empíricas –confiables si bien imperfectas- de los niveles promedio de felicidad o
24
bienestar subjetivo para grupos grandes de población con base en encuestas, siguiendo
la tradición de la literatura sicológica y económica reciente.
Un par de décadas atrás era muy poco lo que se podía decir al respecto; no era clara ni
siquiera la posibilidad de medir la felicidad, y las mediciones nacientes eran muy
cuestionadas.
En este documento se planteó una función de felicidad que permitiera explicar
(parcialmente) el término de error de las ecuaciones de felicidad existentes. A partir de
la Encuesta Mundial de Valores se tomaron algunas variables para la construcción de
dicha función que incluyeran variables individuales, complementadas con algunas bases
de datos ajenas a la encuesta que permitieran incluir variables nacionales como efectos
fijos para cada individuo de un mismo país.
Se encontró, al igual que en otros estudios, que una persona feliz disfruta en promedio
de un ingreso relativo alto, goza de buena salud, se encuentra en una situación laboral
favorable y alcanzó, o alcanzará su máximo nivel de educación por encima de los 23
años. Además encontramos que las personas más felices tienen en promedio un nivel
alto de capital social, viven en sociedades relativamente igualitarias y no se preocupan
mucho por la política pero confían en la gente, en las instituciones y en algún dios.
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