FERRÁN, Augusto. La Soledad

Biblioteca Nacional de Espaa

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1 Biblioteca Nacional de Espaa

LA. SOLEDAD.


LA SOLEDAD

COLJ.::CCIO:\ D:E: CANTAR:E:S

AUGUSTO I'EHBAN Y FOiNJtS.

MADRID.

" II'I\ENT1\ Df: r. FOIITA SI:"r. tJUgnTAD1 29. u uu.


He escrito estos versos en el estilo sencillo y espontneo de las canciones populares , las cuales he intentado imita.

Si me he separado algunas veces del carcter peculiar de este genero de poeslas, no lo puedo atribuir mas cue mi predileccion por ciertas canciones alemanas, entre ellas las de Enrique fleine, que en realidad tienen alguna semejanza con los cantares espaiioles.

A 1 principiodeestacolcccion he pues-to t'lnos cuantos cantares del pueblo, de


los muchos que tengo recogidos, para estar seguro al menos de que hay algo bueno en este libro.

En cuanto mis pobres l'etsos. si algun clia oigo salir uno solo de ellos de entre un corrillo de alegres mucha-chas, acompaado por los tristes tonos de una guitarra, dar por cumplida toda mi ambicion de gloria y habr ccuchado el mejor juicio critico de mis humildes compo~iciones.


CANTA HES J)f.L PLI~~BLO.


'

Yo tengo una lima sorda Que me lima el corazon: Suspirando me anochece, Llorando me sale el sol.

"

Y o conocl un castillilo Mas alto que las estrellas; Luego le he visto caer llnsta el rape de la tierra.


JI J.

Te tengo comparadita Con las piedras de la calle, Que las pisa todo el mundo Y no se quejan de nadie.

IV.

A ninguna en este mmHlo He querido mas que t ; El que t no lo conozcas Ese es mi mayor sentir.

v.

Mientras mas caricias me haces Mas en confusion me pones , Porque tus caricias son Vsperas de tus traiciones.


11

\'l .

Toclu lo vence el querer, Todo lo alc.anza el dinero, Todo acaba con la muerte, Todo llega con el tiempo.

\ '11.

CotTe, v y dile tu madre Que no hable mal de mi, Que prdidas y ganancias Todas caern sobre ti.

Si en la calle me encuntrares Y no le pudiera hablac, Jlblale mi sombra, que ella Por mi te contestar.


rx.

Causa de mi perdicion, Quiero apartarme

l8

XII~

Se encontraron y se hablaron. Y dijo el tiempo al c1uerer: Esa soberbia que tienes Yo te la castigar.

XIII .

Vengo yo verte y me dicen Que he perdido la verglienza; No considera ninguno La pasion que mi me ciega.

XIV.

Los mocitos de mi barrio Dicen que no soy valiente; Contcstnles t, morena, Que me hl\ atrevido quererle.


l\' ,

Y o me he puesto en o1acion Por ver si Dios me cvcla . Si este querer tuyo l' mio Es lingido es de veras.

XVI.

Aruel que tiene dinero Todo el mundo le quera, Y en lleg;ndole faltar :'io le dan los buenos tlias.

Caballo que se desboca Dime qu remedio tiene? El tirarle de las riendas, Que l se parad si fJUiere.


X\"111.

Siempre me echabas achaques l'ara no salirme hablar; Lo que es tiempo, te sob1aba ; Te rallaba voluntad.

XIX.

Mi cama son duras piedra$, Mi cabecera un ladrillo, Y las pmcdes me agarro Creyendo que estoy contigo.

H.

En el querer no ha y venganza, Y te has vengado de mi; Si no ha y castigo en la lierm Del

XXI.

Cuando est en la sepultura Y de gusanos rodo, Mis huesos tendrn letreros Diciendo que te han querido.

XXII.

Cualesquiera que me viera Dir que no tengo pena, Y tengo mi corazon Como una bayeta negra.

XXIII.

Rmpase el velo que cubre El celeste firmamento, Jlara que aprendan los hombres De los ngeles del cielo.


18

:XXVII.

l\Ie siento sobre mi cama Y repaso mi memoria; Yo hablo con las paredes Y no hallo quien me responda.

Jl\'111.

Tierra cmo no le abre> Y le sales ele tu centro, Y ttagas esta mujer ne tan malos pensamientos?

XXIX.

Si un Div tJ me dicta el mando Como se lo rli la muerte. Yo quitara del mundo A quien me estorba quererle.


l9

XXX.

De lo que yo hago contigo No se puede espantar nadie, Porque me h~go los cargos Que eres carne de mis carnes.

):XXI.

Mas bien consiento en morirme Que no en publicar mis penas, Porque brocales de fuego Salen del alma y me queman.

XXXII.

Yo me arrim un pino verde Por ver si me consolaba; Y el pino como era verde, De verme llorar lloraba.


~o

n:xm.

Cuando hables ue mi persona No digas que me has querido, l) que fu un capricho solo Que los dos hemos tenido.

X:t..XIV.

Porque te v desde lejos Por eso te quiero tanto; naces bien en no acercarte. De cerca pierde lo falso.

~:nv.

Paloma

~ XU\'1,

Ya se mn C(uil la Yend:t Que tan ciego me tenia; Y he venido conocer Que vendado mas vea.

:\X:C\' 11.

Desgraciado el arbolito Que solo en el campo naco. Todas las aves del mundo Contra su~ ramas combaten.

XX X\' 111 .

Yo pensc que era yo solo. 'enana, quien t queras. Y te diviertes con otro Todas las horas del da.


22

XXXIX .

Una nia me enga Y me llev junto un trigo: Cm\ndo volved la tliita A gastar bromas c~nmigo!

XI

Me quisistes y te quise; Me olvidaste y te olvid; Los dos tuvimos la culpa, T primero y yo despues.

XLI.

Pierde pan y pierde perro Quien. da pan perro ajeno; Yo no te quiero dar nada. Pot no perder mas que el perro.


Xl.ll.

Anoche ensoil un ensueilo Que yo tengo por verdad:

J~n estando un hombre ausente, Otro ocupa su lugar.

Xl.lll.

El diablo por su avaricia Se conden y fu al infierno, Y ti por avariciosa Te va suceder lo mesmo.

XI.I V.

Una me dijo que s, Otra me dijo que no ; La del s, quera ella; La riel no, quera yo.


XLV.

Arbolito. te scca5te Tenieurlo el agua en el pi, En el tronco la firmeza Y en la ramita el cuercr.

XL\TI.

Agua menudita llueve Y ya corren las cnnalc$; A hreme la puerta, ciclo, Que >O)' arucl r1ue t sabes.

XLVII.

llacc ya muy largus aiios Que te hablo y no me comprendes; ;'{o le echo la culpa t. Sino es mi mala suerte.


.. l:L\"111.

Yo cre que con el tiempo Mis penas se acabaran. Y se IIHl Yan aumentando Comu la; horas del dia .

.XL.JX.

Esta si

26

Ll.

Yo no s lo que he de hacerme Atento de tu querer, Si lo deje por la mano O si me pierda pr l.

Lll.

Anda diciendo tu "Dladre Que yo tengo mala lengua : J.o que yo be becllo oontigo No lo sabe ni la tierra.

1. 111 .

Yo no s lo que me has dado Que me has c1uitado el sentido: Me he puesto ya mucltas veces A olvidarte y ll{l he podido.


!7

LtV.

Yo le respond al verdugo Con palabras muy sensibles: Quitame pronto la vida Que olvidarla es imposible.

L\',

A un oscuro calabozo Me traa u la comida; Ms 1:\grimas derramaba Que bocaditos coma.

LVI,

Yo sembr en un pei1ascal Creyendo que era co un llano; ) [e sali la tierra mala y ru preciso segarlo.


2S

LVII ,

Mi querer y tu querer Son dos quercres en uno; Y siempre estamos riiiendo Por si es mio po1 si es tu yo.

L \ ' 111.

En libertad me queras Y ahora preso me aborrece~: Desgraciado aquel que cae En las manos ele lus juecc:-.

LIX.

Por causa ele esa serrana )[i cuerpo se ech perder: El que siembra en mala tierra ;.Qu es lo que espera coger?


LX.

El carrito ele los muertos lla pasado por aqu: Llovaba la mano fnera, Por rso la conoc.

LXI.

~l o fui misa la Victoria. ~le encomend la llumildad. Que estas fatigas me alivie Qnc no las puedo aguantar.

l. XII.

l~laml'nca. te lo he pedido Por la ~alud tic tu matlrc. Que no pa::c5 por rn i puerta. Que so redoblan mis male~ .


30

LXIII.

Compaiierito del alma. En el cementerio entr, Y levantando la losa :\fe encontr con tu quere

Al pasar por una calle Vi yo su acompaiiamiento: Pobrecillo de mi alma Cmo llcva su cuerpo!

.x,.

Ya no quiero qucrer mas, Quiero seguir tu opinion: Que un querer con mucho estromo F-s causa de perdicion.


3l

LXVI.

No digas donde te pongas, Que agua tienes de bautismo: Te escupirn la cara Por lo que has hecho conmigo.

I.XVII,

Veinticinco calabozos Tiene la crcel de Utrera; Veinticuatro llero andados Y el mas oscuro me e ueda.

LX\' 111.

brase la sepultura Oue me quiero meter dentro; Que un hombre de mis hechura~ Se compara con los muertos.


LXIX.

Ven ac, mujer del mundo. Convncete la razon; Ningun homb1e puede ser Tan cabal como el rel.

LXX.

La l'bora ponzoiiosa En medio de su bra I'o, Venga y coma de rnis carne~ ::; yo te quiero fin gido.

l.lXI.

Cuando dos quieren una Y los dos estn presente~. El uno cierra los o.jos Y el otro aprieta Jo,.; ditnte:.;.


LX \ 1:

. \ aquel 1ue tiene la culpa De 'lue pen~s pa>e yo. :\ pcclar.os se le caigan

l.a~ ala~ del cora1.on.

nx111.

Donde tlui~ra que te ponga~ ~le tcndnis que venera, Porque yo he sido queriendo La piedra fundamental.

t. \tiV.

En medio de mi fatiga Por cucrcr quise dormirme. Que el que vive como yo Cuando duerme e:; cuando vire.

;


34

LXXV,

,Qu importa que no te vea Si yo tengo un gran alivio? Yo t.engo mi coazon Tortas las horas contigo.

LXXVI,

Cuanto mas hables mas pierdes, Y t te obliga el callar; Que el hierro que yo te he erhaclo A la cara te saldr.

I.XXV II,

En la raiz del querer Nacic mi madre gitana, Y yo como soy su hijo Vengo ele la misma rama.


Hablas muy mal de lo bueno Y Dios te ha ele castigar; Cuando de lo bueuo hablas De lo malo c1u ser?

Tus ojos son dos ladrones Que un tiempu roban y matan, l.a sepul~ura es tu pecho Y la salvacion tu alma.


1 X\;t.

Tengo mi cuerpo metido En confusiones muy grandes. Que en un camino me cncuenlr() Con dos veredas iguale~.

Con dos veredas igualeo. r me paro en la nwjor; Si tomo la que yo quiero Ha de ser mi pe1dicion.

lla de 3er mi pcrdicion. Pero la cuenta me llago, Que me pierdo por mi gu::lo Y nadie le cau>o d~i1o.


3i

J'io 111e espanto que al dormir Te bable con el deseo; Son mis fati gas tan grandes Que estoy durmiendo y to veo.

Que estoy durmiendo y te veo Que csts la vera mia , Y me de:;picrto llorando Que me ahogan las fatigas.


3S

LXXXII.

Anda y pregntalo un sbio Cul de los dos pierde rnas, El que come de sus carnes O el que publica su mal.

El que publica ~ ~~ mal Por el pronto siente alivio, Y el que come de sus carnes Se da tormento si mi~mo.


LXXXII I,

Por si acaso yo me muero Y me quieres encontrar, Vete la iglesia mayor Y cominzame ia llama r.

Y ~ominzame llama1 Que yo le responder, Pcwque pedir licencia Al podl'roso Div.

El poderoso Div La licencia me dar, Por lo IJien que te he querido Jlasta el juicio final.


40

Jlasla el juicio final ).'aligas lendr por verle, Y ahora que mas le quiero 1>11 rni ,;e acuerda la muerle.

J>c mi :;e acuerda la muerlH Cosa que 110 debe ser, Que me nparlan de lu vera Y me (lllil;~n lu querer.


41

1 XXI.\".

En el querer 110 !Ja y ~alJcr. l.o tongo esperime11tado; De lo que siempre he huidn l1n Dil( me ha castigado.

Si un Uh me ha ca~tigatlo r u a fue y dos 110 ser, Ouc va me he mirado en rui - ..

Y veo lo que el querer da .

'i esto es lo !(Ue el l(uerer da. Ya no quiero mas querer; Que tu me dieras mal pago A mi ~e me emplea uien.


A mi se me emplea bi('n, Pero un consuelo tenia, Que si deja~ mi querer

abr~ lo que son fati gas.

Sabrs lo que son fatiga>, Y un Div me ha de otorgar Que con los brazos abiertos )fe has de venir buscar.

( 1) Oi,.l, l'n dinh'f'to gil:tno siguifiC;1 /)ifJ.$.


CA~TAHES OHIGI~.\LLS.


'

Las fatigas que se cantan Son las fatigas mas grandes. Porqu.e se cantan llorando Y la~ !~grimas no salen.

"

Al ,er en tu sepultura Las siempreYi,as tan t"rO$Cas. Me acuerdo. madre del alma. Quo csts para siempre muerta.


4S

111.

Los mundos que me rotlean Son los que menos me estraan; El que me tiene asombrado Es el mundo de mi alma

. , ..

Los que la cuentan wr aito~ Dicen que la vida es corta; .-\ mi me parece larga Porque la cuento por hora>.

\ '

Cuando dices un cnobush: La sangre salta tu cara; :\o digas mas que vcrdadrs Porcue es tu sangre, encarnada.


...

Pas por un bosque y dije: (( Aqui est fa soledad .. . Y el eco me respondi Con voz muy ronca: a

50

VIl.

~~~ e.;te mundo hay dos cosas Que evitar es menester: El amor de uno si mismu Y el rencor de la mujer.

\'111

Al liarme la mucrltl, iflgrata. A ti misma te castigas: Pues tu ca~ti go mayor F.s quedarte con dos vidas.

IX.

Yo me march al campo s.1nto Y voces llam los muertos. Y para castigo mio Los vivos me respondieron.


S-t

x.

Yo tengo hecha con el cielo Una escritura perptua, De no marcharme del mundo !lasta que la muerte vengo.

Y basta que la muerte venga Esperar sin quejarme, Solo por ver en el mundo Dbnde contluycn los males.


.. ,_

XI.

Eres muy nia y ya Clava& En tu pauelo allileres: Ya dejan ver desde niias Sn inclinacion las mujeres.

XII.

Dentro de un tropel de pena& Tengo mi cuerpo metido, Y nadie' me da socorro Por mas que voces lo pido.

XI II .

Al ver mi semblante triste, No me preguntes que tengo; Tendra que responderte Y yo acusarte no quiero.


f-3

No hagas daiio, compaero, Ni los que dao te hicieren, Porque aquel que hieiTO mata Casi siempre hierro muere.

X\' .

ta muerte ya no me espanta; Tendria mas que temer, Si en el cielo me dijeran: Jlas de volver nacer.

X\ '1.

Puedes hacer lo que quieras Que nada me opongo yo; Pero comprar mi dinero Con tu querer ... eso no!


:a

X \11.

Las estrellas que en el ciclo Brillan con gran claridad, Cuntas noches de fat igas Las he querido contar!

Las he querido contar Sin llegarlo conseguir, Que tengo malos los ojos De llorar y de reir.

De llorar, cuando me acuerdo Que Dios de m te apart; De reir, al acordarme Que pronto il" junto Dios.


1

1 X Y lit.

Si mis ojos no te dicen Todo lo

56

X:t!.

Oc mirar con demasa Se me han cegado los ojos, Y ahora que ciego me encuentro Es cuando lo veo todo.

Y ahora que ciego me encuentro Estoy viendo de continuo El mundo y sus desengaos Pasar dentro de mi mismo.


5i

XXII.

Yo propio juez de mi causa He venido sentenciar. Que yo la muerte merezco. Tu la muerte ... y algo mas.

lllll.

Si me quieres como dices Por qu le apartas de rnl'? Agua flue va rio abajo En la mar viene morir.

XXIV.

1\o os estraite. compaiteros, Que siempre cante mis penas, Porque el mundo me ha cnseitado Que las mas son las vuestras.


58

:uv.

llace ya muy largos aiio,: Que en todas partes te veo. Jlem no tal como eres Sino segun mi deseo.

"(X\' l.

D tu madre cuc sin falta Me venga hablar esta noche, Que la quiero pn!guntar Si es verdad que te conoce.

XX\"11.

Mirando al cielo jura te No me engaiiarias nunca, Y desde er1tonces el ciclo Solo con verte se nubla.


59

XlVI II.

Al saber que me engaiiaba~ l.'ulme la orilla del mar; Quise llorar y uo pude, Y en ti me puse pensar.

En ti me puse pensar, Y por fin llegu entender Cmo una mujer que quiere J>ucde olvida su querer.

Puede olvidar su quert>r, Y al ver que esto era verdad, l\lis hgrimas se perdieron En lo profundo del mar.


60

x:ux.

Unos se pierden por mucho Y otros se pierden por nada, Que al fln y al cabo los hombres Juegan siempre y nunca ganan.

XII.

J~n un calabozo oscuro Sufro penas sobre penas, Y fuerza de estar oscuras Se ha vuello mi pena negra .

XXII.

Tu aliento es mi ilnica vida. Y son tus ojos mi luz; ?!Ji alma est dentro tu pecho, ?!li patria donde ests tu.


6l

l. XXII.

Del fuego que por tu gusto Encendimos bace tiempo, Las cenizas solo 11uedao, Que el humo se march al cielo.

XXXIII.

Cmo quieres que yo queme T.as prendas que me bas devuelto. Si el corazon me lo has dado T misma cenizas hecho?

lXII\".

!'obre me aco>t y en sueiios Vi lleno de oro mi cuarto; Mas pobre me despert Que antes de haberme acostado.


6~ .

XXXV.

Madre ma, compni1era. Madre mia, dnde est~? Te llamo en el cementerio Y no quieres contestar.

Y no qu!eres contestar. Cuando te vengo pedir El alma que te has llevado Al separarle de mi.

Al separarte de mi, ~le diste un beso de adios, Y en tus lbios toda mi alma , ~ladre ma, se qued.


63

XX XVI.

A mi me gustan las rosas A ti los claveles dobles, Flores que nacen de dia Y que mueren por la noche.

XXXVII .

El pjaro re, y por eso canta.

x:unu.

\'o he plantado en nr1 jardin Un rosal de Alejandra: Se le han secado las hojas Y aun le quedan las espinas.


G4

XXXIX.

Si algun dia os encontrais J~u medio la soledad, No pidais consuelo al mundo Por

XLII.

En suciios te contemplaba En medio la oscuridad, Y cuando abriste los ojo:> Todo comenz brillar.

Todo comenz brillar, Y al verte Le llam yo; Cerraste entonces los ojos Y la oscuridad volvi.


66

Xl.lll .

Hay manchas que ciertos hombres Tan solo con $3ngre lavan. Sin ver en su cegt1cdad Que veces la sangre mancha.

xuv.

Tengo deuclas en la tierm Y deudas tengo en el ciclo; l>agare all con mi alma Ya pago aqul con mi cuerpo.

XLV.

Cuando le estoy conlcmplaodo, Quisiera poner en ti En una, cuanta~ miradas Desde que vivo perd.


6i

U e pregunlado llorando A mi propio corazon, Si es menlira su alegra Y si es Vllrdad su dolor.

Y si es verdad su dolor, Y se ha pueslo suspirar, Dicindome en sus suspiros: Es menlira y es verdad.


68

XLVII.

Antes piensa y despues habla, Y despues de haber hablado. Vuelve pensar lo que has dicho Y vers si es bueno malo.

XL\"111.

Entre un rosal y una zarza Naci una flor amarilla, Con tantas y tantas penas Que se mur-i al mismo dia.

xux.

Te vestiste ayer de negro Y hoy te has vestido de blanco; Lo negro te est mejor Porque es color menos claro.


69

L.

Anda y sube la montaiia Y desde alll mira el mar; Desmes mira las estrellas, Y luego ponte pensar.

Y luego ponte pensar En lo que pasa por ti , Y al bajar de la montaiia Nunca mas querrs subir.


70

Ll.

Cuando un pobre os pida pan No digais: ust perdone; Porque si el pobre os perdona Ser vuestra culpa doble.

Lll.

Al pasar yo pot tu casa lle visto luz en tu cuarto: Es tan negro y tau oscuro, Que haces bien en alumbrarlo.

Ull.

Los cantares de mi tierra Dicen verdades muy gordas, Que se cantan en voz alta Para que todos las oigan.


7l

Ll\ ' .

Y o no s dnde be leido Que toda la vida ~sueo , Y para ver si es verdad A solas vivo despierto.

A solas vivo despierto, Y he sacado cu consecuencia, Que por la noche se vive Y que de dia se suea.


7t

L'l'.

Cuando se llama una puerta Y ninguna voz responde, Es scal de que on la casa. Son muy ricos muy pobres.

LVI,

Cuando pase por tu casa, Quin vive? .. . al verllle gritaste; Solo eoo la mala idea De, si aun vivia, matarrnc.

L\ ' 11.

Todo el que tira la picdra Y esconde despues la mano, Es, aunque no lo parece, El mas malo dn los malos.

1


73

L\' 111.

Cuando el frio de la muerte A helar comience mi sangre, Te llamar en voz muy alta Para que vengas hablarme.

Y cuando ests mi lado Me tlirs lo que ya sabes; y asi se concluirn De una vez todos mis males.


74

LIX.

Yo he pasado por tu puerta, Puerta que yo mismo ahl'i; La dej abierta al marcharme, Cerrada al pasar la vi.

LX.

Todos los sbios del mundo 1Jan sacado en consecuencia, Que el dinero y las mujeres So parecen en la mezcla.

I.XI.

Dicen que te metes monja, Yo no lo quiero creer, Porque una co~a te fa lla Que yo nunca le dar.


75

LXII.

nimo, corazoocito, Vuelve recobrar la vida, Que aun te quedan en el mundo l\lucbas penas escondidas.

Muchas penas escondidas, Y entre ellas ay! la mas negra, Que es la de bailarle en el mundo A solas con tu conciencia.


76

l. XIII.

Por Dios, mujer, no me mires . Con los ojos entreabiertos, Porque asi me clices solo La mitad de tus secretos.

LXIV.

En el cielo ha y una estrella Que corre hcia todas partes, Buscando por todo el mundo Dos corazones iguales.

u;v.

Ni tu ni yo hemos nacido Para ser soldados rasos, Por eso de dia y noche Nos disputamos el mando.


LXVI.

D~de Granada Sevilla Y desde Sevilla al cielo; Pero no t, desalmada, Tli irtlS antes al infierno.

I_. X\" 11 ,

Ay pobre de m! c1ue l'uerza De pensar en mis vecinos, Me be salido de mi casa Olvidndome mi mi>mo.

LX\"UI.

El querer es una hoguera Que en nuestro pecho se enciende, Por eso cuando queremos Toda nuestra sangre hierve.


7S

LXII .

Por la noche pienso en ti Y en t pienso todas horas. Y mientras tanto yo viva Vivir en m tu memoria.

Vivir en m tu memoria, Que as t te lo mereces; Pues has sido mujer buena, Lo cual rara vez sucede.


?9

LXI.

Levntate si te caes, Y antes de voher andar, Mira dnde te has caido Y pon all una seiial.

!.XXI.

Si ~o tuviera el dinero De los que mi me bao vendido. Ellos fueran menos pobres Y yo seria mas rico.

LXXII .

El hombre es niiio al nacer, Y es nio cuando se muere; Por eso es juego su vida Y su

80

\..XXIII.

Pobre mujer, me das pena Cuando me pides limo$na, Teniendo un nio en los brazos Que, mientras lu pides, llora .

.Mientras tu pides l llora, Dicindote de continuo, Que antes de pedir por ti, Antes pidas por tu hijo.


81

L J X IV.

)le despert media noc: he. Abr los ojos, y al ver Que t estabas mi lado, Volv 6 dormirme y so.

LXXV.

Yo me asom un precipici

U . XVII.

Las pestailas de tus ojos Son mns negras que la mora. Y entre pestaiia y pestaiia Una rstrellita se asoma.

I.X.\\' 111 .

Por ni os, mujer, no te c.>conda~ ~i te pongas colorada: J.o que acabo de decirte

F.~ lo que todos le ca llan.

1.sxu:.

Yo no podria sufrir Tantas fatigas y penas,

i no tu,iera presente Que la causa ha sido ella.


S3

1. 11'(.

Los cantares

U U. l .

~o vayas, compaerila. A buscar agua la fuente. Que si resbalas y caes Se enturbiar la corriente.

LXXX II.

Niiio, mori~le al nacer, Y o envidio el destino luyo; Tu no sabes lo que hay Desde la cuna al sepulcro.

L'CUIIt .

Mujer, di , qu estas haciendo? No le !fa dado Dios razon, Para ver que si me engaitas Nos engaamos los dos?


LJ:IXI\'.

Cada vez que sale el sol )lo acuerdo de mis hermanos, Que sin pan y con fa tigas Van empezar su trabajo.

Van empezar su trabajo Y cntonce:; el sol alumbra; Y cuando lo han concluido Jlan de descansar oscuras.


86

i los pobres fu eran ricos Los ricos serian pobres, Y entonces fuera o los di as Tan largos como las noches.

llas pasado junto mi Sin decirme aclios si(luiera; .1 ustamente hoy hace un aiio Que yo te dije quin eras.

LXXX\11 .

Olvida, pues t lo quieres. Cm\nto los do,; hemos hecho; Mas s una vez generosa Y djame los recuerdos.


S7

U:XX\'111.

Por mi gusto en la corri~nle No s lo que entr buscar, Y sin sentir me ha llevado La corriente basta la mar.

LXXXIX .

Te he v u ello ver y no creas Que el verte me ba sorprendido; Si be de decir la verdad; Te he mirado y no te he visto.

se.

S que me vas matar En vez de darme la vida; Pero morir no me importa Pues te dejo el alma mia.


XCI.

1 o ped licencia Dios Que rM dejase quererle, Y Dios, al ver mis fatrgas, }!e la otorg para siempre.

~l e la otorg para sie:uprc, Y ~;u ando he dicho: te quiero, > Se han presentado los hombres Y : mi querer se han opuesto.


89

XCti.

Yo me !ae querido vengar De los que me hacen sul'ril', Y me ha dicho mi conciencia Que antes me vengue rle mi.

XCJII.

En lo profundo del mar lla y un casti llo encantado, En el que no entran mujeres Paaa que dure el encanto.

XC:t\".

Jesus qu mundo tan raro! Qu mundo tan singular! Pues no me ba dicho mi un hombre Que 61 no cree en la vcrrlad?


90

Escuchad, compaiierilos, Mis palabras son verdades:

El cue mendiga en la calle .Es el mas digno de lstima, Pues adems de Sl'r pobre, T.o va diciendo en voz alta.


91

XCY1

.\le he equivocado al decirle: Por t me muero, bien mio; Quise decirte, y perdona, Que t.an solo por ! vivo.

XCV II .

Al verte cerca de m Dudo yo mismo si suei1o; Sueo de noche contigo Y creo que estoy despierto.

:XC\"111.

Ni eu la muerte he de encontrar La quietud que me hace falla , Por eso cuando me miro Tengo de m mismo lstima.


I CI J'.

Cuando el rel da las horas Dice . todos sin reparo: .A lrico que ande de prisa . ..\. 1 pobre que ande despacio.

Y el pobre que anda despacio. Con sed y hambre en el camino, Suele veces llegar antes, Mucho antes que el mas rico.


93

c.

En verdad dos son las cosas Que el mundo todo gobiernan: El oro po1 lo que vale, Y el amor por lo cue cuesta.

Ct.

Quin pudo decirte, niiia , J.o que el corazon te pide? Nunca te babl, y con tus ojo~ Cunto deseo me dices.

Cll.

Ahora me Yienes diciendo Que el tiempo pierdes conmigo: Cmo se puede perder Lo que nunca se ba tenido?


94

Cut .

Compaiiera de mi alma, No te apartes de mi lado, Porque si me dejas solo La soledad me har daito.

La ~oledad me har daiio, Ahora que estoy tan enfermo De las heridas mortales Que pot tu gusto has abierto.


95

Cl\".

Un.duclo de amor tuvimol' Pol'qne me mil'aste, nia; T.,has salido victorioga, Yo m() he quedado sin vida.

cv.

Cada vez que paso y veo m sitio donde le habl; Volviendo al cielo los ojos. Oif(O llol'ando: aqu fu.

Mil'a si he soado cosa~ En esta noche pasada, Que he soitado que era un sncito A un lo mismo que soahn.


9G

Que me engaara una vez, Lo comprendo ... pe!o dos! Por fuerza el hombre que quiere Pierde toda su razon.

CVIII.

Adios! de muerte es la herida Que abriste en el pecho mio: El pual hiere mejor Cuanto mas brillante y fino.

c ;x.

Dices que hablo mal de t, Y esa noticia no es cierta; Si quiero, puedo hablar mal, Mag no lo hago por pereza.

'


97

ex.

Vengo delante tu reja A darte el ltimo adios, Y aunque lloro, no te asustes. Porque tJanquilo me voy.

No te asustes, compaera. Que los hombres como yo, Si lloran, es de alegria, Si ren, es de dolor.


98

CII.

Si te casas, ten presente Que bubo un sbio en otros tiempos, Que se cas por capricho Y que se muri de miedo.

ex u.

A m no me gusta el vino Porque agrada al paladar;

~re gusta porque da sueiio, Y porque me hace olvidar.

CX III.

Morid contentos, vosotros Que teneis por compaiieras Dos madres que os acarician:

L~ Humildad y la Pobreza.


99

CXIV.

o Por el camino cal Va caminando lo lejos Un hombre que se parece Al amante cue yo espero. 11

As cantaba la uiiia Cuando el amante ib3 huyendo; Que en el camino real T.os amante:; son viajeros.


100

cxv.

Por ver si me quilo el frio Que al verte me entr ayer noche, 1\le voy poner al sol Que es el bogar de los pobres.

CX\"1.

Si os atormentan fatigas Sin saber de donde vienen. 'o os apureis por saber,

Al irse, dnde se vuelven.

-CI\ 11.

El inviet:no de mi vida Tan fro ha sido y tan largo. Que se han cegado mis ojos Y el corazon se me ha helado.


C ;(VIII.

Cuando te mueras te har Un canlar de muchas coplas. Para que aprendan los vi vos A respetar tu memoria.

Y si alguno 110 creyera Lo que en mi canlar yo ponga, Le mandar al otro mundo rara que all le conozca.


I Ot

CXIX.

La campana da las doce; tas doce el eco repite; .Las doc.e el sereno canta, Y un dia mas se despide.

cxx.

S que tengo que morirme, Y aun no me he puesto pensar Cuando la muerte me llame Lo que habr de contestar.

CXX I.

Lo que enYencna la vida , Es ver que en torno tenemos Cunto para ser felices :los hace falta .. . y no es nuestro!


!03

CJXII.

Tened preso el cmazon Como un pjaro en su crcel, Porque si escaparse llega, Volnr hasta que se canse.

Y cuando vuelva vosotros, Vendn cadas las alas ... Y el corazon siempre vuala l:n alas de la esperam.a 1


104

cx:uu.

Compaiera, yo estoy hecho A sufrir penas crueles, Pero no sufrir la dicha Que apenas llega se vuch'e.

C:XJ:IV.

Cua o lo mas pienso en las cosas, Mucho menos las comprendo; Por eso cuando le miro Te estoy viendo, y no lo creo.

c:uv.

Como un rayo corre, vurla Y dile quien me ofendi Que hace un ao que le espero Pa1a vengarme mejor.


l05

CXlVI .

.En una noche de luna Fuime la orilla del rio, Llevando la negra pena Que siempre llevo conmigo.

La pena que iba conmigo Pensar me hiw en mis fatigas. Y me par contemplar r.orno las aguas corran.

, Y en las aguas que corran Mir mi propio retrato. Al resplando1 de la bua Pn~nr tembloroso y plido.


106

CXX\' 11.

La vida es un viaje la tgo Y 11110 se cansa de andar; Por e~o cuando se sienta No ~e quiere levantar.

CX:tYIII.

Aunque nos dan (( Ue ~cntit Siempre corremos tras ellas. Porque al cabo las mujeres Son tan malas y tan buenas!

CIXIX.

Te res cuando te di!30 Que eres causa de mis males; Pobre mujer! ni sicuiera A ti r-mpo rerte sabes .


407

CIJJ.

Esperanza de mi vida, Por qu te alejas de m, Llevndote las promesns Que nn has llegado cumpli1!

Ahora, cuando ves que teng(l Los ojos fijos en t, Esperanza de mi vida Por rn te alejas de mi'?


l OS

Ctiif.

~Ie has llecllo esperar dos h01as, Las mas largas de mi vida; l101as en que hemos forjado Yo esperanzas, t mentiras.

CXXJII,

El sol y el agua del cielo La tier-ra estril fecundan; Llora, nia, y con tus ojos Dentro de mi pecllo alumbra.

C.IXXIII.

Cuntas veces me he parado l~n medio de mi camino, Y he vuelto la vista atrs Porque al pasar no te he visto!


109

CJ:S:IIV.

'f(J misma has cortado ramas n el rbol que yo plant; Las has echado la lumbte Y no querian arder.

cxxxv.

Cuando te va y as del mundo Yo te dar el pasaporte, Y en las seas personales Te pondr

110 .

(.:lXIVII.

Los elementos son cuatro : Agua y aire, tierra y fuego; Y en otro mundo sin nombre Hay otros cuatro elemento>.

En l el agua son lgrimas; .El ai re vanos deseos; El fuego conlnuas luchas; La tierra remordimientos.


CIS:I\'111.

Te has callado cuando has ''isto Que yo sil toda tu historia; Qu cierto es aquel ref1an Que dice: quien calla, otorga!

C.XS:XIX.

Los besos y los ~nspiros. Las lgrimas y las quejas, Quin sabe de donde vienen, Y donde el viento los lleva?

c:u ..

Te he visto por la maiiana, Y te he visto por la noche, Y siempre le be visto igual Es rl ecir, mintiendo amores.


H2

CXLI,

El cielo, el mar y la tiena Te hablan con sordo murmullo, Y le dicen de continuo Para qu has venido al mundo.

CX LII.

A la ventana me asomo J>or ver la gente cue pasa; Y por eso digo veces Que da al muntlo mi ventana.

CXLIII.

Cuando en medio

l l ~

CXLJ\'.

Hay cuentos que no son cuentos Y que son una verdad, Escucha si no, morena, El que te voy contar.

Se cuisicron una hora; No se olvidaron jams ... U na hora es una vida .. . F.s cuento, pero es verdad.


114

CJ l.\'.

Ahora que me ests queriendo, Yo no te puedo querer; J.as cosas buenas no llegan A tiempo ninguna ve7..

CSL \"1,

Dicen, niiia, que los ojos Son el retrato del alma : T tienes ojos nzules, Color de cielo sin mancha.

CXL\' 11 .

La noche oscura ya llega; Todo eu el sueiio dcscan~a. Y tan solo el corar.on nenlro clel pecho trabaja.


05

c:u.vm.

)lira, ven, ya lo s todo: S mas de lo que deseo, y sabr mas cada dia Conforme te vaya viendo.

CXLIX.

T me miras, yo te miro Y as los dos nos miramos: T me 1weguntas quien soy. Yo sigo mirando ... y ca llo.

Ct..

Xegro est el cielo all arriba, :'i'egros tus ojos, muy negro~ , Y mi corazon, morena, Como tus ojos lo tengo.


liG

CLI.

l.lam :\ mi puerla un anciano; Yo le pregunl quien era, Y en lugar de conleslarmc. Volvi llamar con mas fu erza.

Baje abrir y ya no estaba. Y lan solo v en la pullrla Un lelrero que dccia: "Elliempo llama y no espera.>


417

CLII.

Te queria con el alma. Y por eso tengo celos Al pensar que os eutcrntron .luntos en el cementeriu.

CLIII.

Ay mujer! de puerta en puerta Vas vendiendo tus desdenes. Y no ves que los que compran, Se rien de los que venden.

Cl.I V.

Fue;o sale de mi ped10, Fuego . brota de mis ojos. Al ver que t eres ele nicvll. (;uando la mano te cojo.


liS

Ct..V.

~le

119

Ct.\ '111.

Tenia los lbio:; rojos, Tan rojos como la grana, Lbios a y l que fueron hecho~ Para ruc alguien los hc;;ara.

Yo un da quise ... la niita Al pi de un ciprs destan,;a: Un heso eterno la muerte 'Pu ~u en sus lbio:> de grana.


Cl.l)..

Si yo putlicra arrancar Una estrellita del cielo, Tl! la pusiera en la frente Para vct"le desde lejos.

cu .

l'or fuerza me he vuelto lnro ' in saber cmo ni cuando, Pue,;to que estoy tan perdido O u e 1111\ busco y 110 me hallo.

C:l.\1 ,

Con el tiempo aprcndcr~ A saber lo que es el tiempo; l.u malo es que algunas vece:: J.loga muy tarde el remedio.


f.LIII .

Ella lloraba de dia; El suspiraba de noche; Le dijo ella: no suspires, Y M le respondi: no llores.

Dcspucs juraron guanla Eternamente un secreto, Y por guardarlo mejor Dircn ~ue ambos se muriCI"Oil.


CUIII,

Me hieres con un puih1l, Yo con mi pluma te hiero: Mi pecho crueda encarnado Y el tu yo se ((ueda negro.

Que te compren no me estraila, Que te vendas .. eso s! Y lo que menos comprendo E~ que no te estrai1e ti.

CLXV.

Quin eres?-Ya, ni me acuerdo. De dnde vienes? -No s. A dnde vs?-Qu s yo. Qu haces aqu?-Qu hll 1lr hacer?


CLJ\' 1.

Ay de mi! por mas que bu:;co La soledad no la encuentro: Mientras yo la voy buscando, l\f i sombra me va siguiendo.

CI.X\'11.

Vivir, cuando justamente Naciste para morir ... ,Cmo vivir, C\Jando lievas La muerte dentro de t?

CLX\' I:f.

Lo que tuve ya se fu; Lo tue tengo est perdido, Si lo que espero no llega. Pobre de t , cuerpo mio!


t.:LI IX.

All arriba el sol bl'illanle, Las estrellas all arriba; .r\{lui abajo los rellejos ])e lo que tan lejos brilla.

A\l lo que nunca acaba, Aqu lo que al fin termina : Y el hombre alado aqul abajo Mirando siempre bcia arriba!


cux.

Es tanto lo que te quiero Que basta quiero tener penas. Si, cuando yo te las cuente, Te has de divertir con ellas.

CLX :tl .

Gurdate del agua man,;a, Y gurdate de los bombre~ Que, sin couccerte t, :\ todo el mundo conocen.

Eres de lo ajeno avara Y prdiga dtl lo tuyo, Cosas que no se comprenden Porc1ue son cosas del mundo.


Cl.XXlH.

Caminando hcia la muerte ~le encontr con tu querer, Y por morir mas gusto Segu el camino con l.

CLXXIV.

Hay vboras en la liena, l\1ancbas negras en el sol, Centellas hay en el cielo Y envidia en el corazon.

Cl.XX\',

Todo hombre qun viene al mundo Trae un letrero en la frente, Con letras de fuego escrito, Que dice: r.eo de muerte!


1~7

CLXlVf.

Los que quedan en el puerto Cuando la nave se va, meen al ver que se aleja: ;Quin sabe si volvern!

Y los que van en la na vo Dicen, mirando bcia atrs: Quin sabe, cuando volvamos, Si se habrn marchado ya!


r.


BIBLIOTECA NACIONAL DE ESPAA


ENCUADERNACINANTEPORTADAPORTADAHE ESCRITO ESTOS VERSOS EN EL ESTILO SENCILLO...CANTARES DEL PUEBLOCANTARES ORIGINALES

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FERRÁN, Augusto. La Soledad