FICHA TÉCNICA Título: PacificFormato (9X52 Full HD)Género: Documental de aventura y antropologíaShooting Country: Países de la costa del Pacífico Oriental Compañías: Doc & Road – Producciones en TrenAntecedentes: Un Mundo Aparte: la historia de una vuelta al mundo por carretera. Emitida en más de 130 países, en National Geographic, Univisión, Direct TV y TVE

STORYLINE: Adentrarse en los territorios del Pacífico es vivir una de las aventuras más radicales y apasionantes que pueden realizarse en el planeta. Esta serie pretende demostrar por qué.

SINOPSIS: El Pacífico es la región del mundo con tribus más pintorescas, ritos más primitivos y territorios más aislados del planeta.

Una expedición formada por un productor loco, un cámara todo terreno, un ayudante dispuesto a todo y un presentador entusiasta emprende una travesía que les llevará durante un año entero a buscar a los indígenas, desde Japón a Nueva Zelanda, atravesando el Sudeste Asiático, las islas del Mar de China, los archipiélagos de Indonesia, las selvas de Borneo, Célebes o Papúa y el interior de Australia.

Contamos la aventura desde dentro, por carretera, en barcos, en canoas remontando ríos o con largas etapas a pie o en elefante por el interior de las selvas. Todo ello forma parte de una aventura radical, de una ruta que nadie ha realizado hasta ahora. Pero por encima de todo Pacific se acerca a las tribus, para convivir con ellas, para aprender de ellas.

La expedición duerme en sus poblados y es testigo de sus ritos. Ese es el objetivo: conocer la vida de las comunidades indígenas del Pacífico, para entender que hay una forma alternativa de vida.

ESCALETA, FORMATO, ESTRUCTURA Y TRATAMIENTOESCALETA:

Gancho (2’): Secuencia que anticipa un momento álgido

Cabecera (30”): Montaje de aventura, naturaleza y tribus, con gráficos

Acto 1: (12-14’) Planteamiento y primeros pasos de aventura

Acto 2: (14-17’) Primer contacto con las tribus. Contexto y aventura

Acto 3: (14-17’) Convivencia con las tribus: momentos álgidos

Acto 4: (4-6’) Despedida y cierre avanzando siguientes pasos

FORMATO:Pacific es una serie documental de aventuras y antropología, que incluye 9 capítulos semicon-clusivos, que forman parte a su vez de una estructura narrativa más amplia que evoluciona a lo largo de la serie.

La serie se divide en episodios que representan cada tramo del viaje, en el que una expedición deberá vivir una aventura diferente para acercarse a las tribus que habitan las costas o las islas del Pacífico Occidental.

Cada capítulo mantiene una estructura narrativa similar. El punto de partida lo forma una de las ciudades de la ruta, un lugar “civilizado” del que progresivamente nos alejamos para adentrarnos en el entorno natural. La tensión aumenta a medida que nos adentramos en la parte más salvaje de cada tramo, para alcanzar el clímax con el encuentro con las tribus de cada país. La con-vivencia con ellos marcará la parte más intensa del capítulo, que se cierra con un anticipo de lo que deparará el siguiente tramo.

ESTRUCTURA

Gancho (2’): Una secuencia resume y adelanta lo más emo-cionante del capítulo. Un minuto de tensión, riesgo o emociones fuertes para anticipar sensaciones.

CABECERA (30”): Potenciamos tres conceptos: aventura, natu-raleza y tribus. Incluye momentos de acción, pero refleja también la parte humana

Acto 1: Planteamiento y primeros pasos de aventura

Situamos al espectador. Algunas ciudades abren el capítulo para resaltar más tarde la idea de contraste. El presentador anticipa las intenciones de la expedición en cada tramo. Y arranca la aventura. Las dificultades de la carretera, anécdotas rápidas y el 4X4 (o en su caso rutas alternativas en barco, canoa o marcha a pie sirven de transiciones). Es el momento de avanzar hacia el lugar que queremos mostrar.

Nos adentramos en un entorno natural. Es el primer encuentro con la realidad que contaremos en el capítulo. Los primeros encuentros con los habitantes son moderados, aquí es más importante la aventura y el paisaje.

Acto 2: Primer contacto con las tribus. Contexto y aventura

Queremos dar un paso más, buscar las comunidades más apartadas. El segundo acto es un buen escenario para retratar la parte salvaje de cada territorio. La expedición sorteará problemas, rutas solitarias o encuentros inesperados con la fauna local. Es el momento de perderse y nuestro piloto ha de mostrar sus habilidades. El presentador transmitirá las sensaciones de tensión, de miedo o de soledad.

En este acto tendremos los primeros contactos con las comunidades que queremos retratar, reservando para el tercero la parte más importante del contacto indígena.

Acto 3: Convivencia con las tribus: momentos álgidos

Viviremos el punto máximo de aventura, para alcanzar las tribus más apartadas: el riesgo mereció la pena.

A partir de ahora el interés irá creciendo a medida que descubrimos los rituales, cultura y tradiciones de cada comunidad. Daniel y el resto de la expedición se irán adaptando a dicha convivencia. Alternaremos situaciones cómicas y el respeto a nuestros anfitriones, buscando el equilibrio en el tono.

En algunos casos visitaremos varios poblados. Comeremos , cazaremos y conversaremos con ellos. Es el momento de pausar el ritmo para entender su cultura.

Acto 4: Despedida y cierre avanzando siguientes pasos

Nos alejamos de los poblados indígenas. Llega la despedida. Pero no hay tregua, casi sin tiempo, iniciamos una nueva aventura. Otra carretera, otro paisaje: un cambio de contexto que anuncia que lo que está por venir es aún más fascinante.

TRATAMIENTOCada capítulo mantendrá una estructura definida en cuanto al montaje y la realización de las diferentes secuencias. El equilibrio entre aventura y paisaje, entre acción (realización rápida, cá-mara al hombro) y contemplación (realización cuidada, grúas, travellings, aéreos) marca el estilo de esta serie.

-‐El gancho estará acompañado por una música de tensión, para generar expectación.

-‐La cabecera entra con fuerza. Es un montaje ágil donde las imágenes más espectaculares estarán acompañadas por una infografía que mostrará la ruta animada.

-‐El Primer Acto y Segundo Acto: El narrador o el presentador situarán al espectador sobre ¿dónde nos encontramos? Pero en general se evitarán las intervenciones directas. Se priorizan las acciones o las conversaciones del grupo entre la expedición. El narrador representa al opera-dor de cámara, así que la voz en off cuenta el viaje “desde dentro”.

El tramo en cada capítulo arranca con ritmo, con un montaje rápido. El grafismo y la música de acción completan la idea de ruta y aventura. La sensación de avanzar se representará con pla-nos del vehículo en movimiento, desde dentro y desde fuera con recursos de los miembros de la expedición. Es importante tener una amplia variedad de planos del 4X4 para usar la multipantalla en las transiciones.

En los entornos naturales, la realización se pausará (esto es válido también en las grandes ciu-dades). Se sublimarán los escenarios más espectaculares con planos de grúa, aéreos o pan-orámicas cuidadas. Las intervenciones de la expedición ( incursiones en selvas, trayectos por ríos, perdidos en los mercados urbanos...) alternaran la cámara al hombro para aportar cercanía y el presentador contará sensaciones sobre la marcha. Sin embargo, no descuidaremos los en-cuadres que muestren el esplendor de los paisajes.

-‐El Tercer Acto: La realización, la música y el montaje de esta parte del capítulo se adaptará al tipo de acciones que nos brinden los indígenas. Planetamos escenas de gastronomía, bailes, caza, pesca... de todo tipo, que alternan belleza y riesgo y por lo tanto (realización delicada y realización de “corresponsal de guerra”). En los encuentros improvisados con algunas tribus, la realización “sobre la marcha” quedará totalmente justificada e incluso apor-tara frescura.

Las entrevistas con los indígenas se realizarán a dos cámaras y con una pértiga para el sonido. Y se complementarán las conversaciones con acciones. Que nos cuenten mientras hagan algo, para aportar frescura. Toda la expedición colaborará en estas grabaciones. El indígena tiene más importancia que el presentador, siempre. Sin embargo, retrataremos las escenas naturales del presentador con los miembros de las tribus, jugando con los niños, bebiendo... la cámara en los poblados grabará siempre, como una ventana a la vida indígena en la que la expedición intervi-ene.

El momento álgido ha de ser emotivo, la música lírica acompañará con frecuencia los planos de rostros indígenas ralentizados, abrazos, alegría compartida en planos de mucha interacción entre los miembros de la expedición y las comunidades.

Despedida: una vez llegado al climax del capítulo,la expedición vuelve a la ruta. El montaje se acelera de nuevo y dejamos al espectador con la sensación de que volvemos a movernos. Planos del coche alejándose por nuevas carreteras. Este recurso variará en cada capítulo para no caer en la redundancia, pero la sensación general será esa.

PERSONAJES Y SITUACIONES: Esta serie contempla situaciones específicas de gran riesgo. El encuentro con algunas tribus no tiene nada de artificio: existe un riesgo real, con un valor antropológico que no podemos subestimar. Algunos destinos son especialmente inciertos pero en la idea de la incertidumbre reside también el valor y la calidad de la aventura.

Cada miembro de la expedición tendrá un papel delante y detrás de la cámara. Todos se interpretarán a sí mismos para que el resultado sea natural y creíble.

El productor, es un tipo aguerrido, tal vez el más osado de todos. Alguien capaz de apostar su seguridad por un buen plano. Un hombre decidido y en ocasiones brusco. Es el agitador de la expedición.

El cámara: Daniel Rodríguez (español) es además de antropólogo vocacional, un realizador experimentado. Formará con el presentador un equipo valiente y compenetrado.

El ayudante: respresenta la segunda unidad de cámara, es algo así como el becario del grupo. Su función es ambigua y por eso está en todas partes ayudando al resto de equipo. Es un tipo voluntariosos y un buen cámara, pero si hay un mosquito en la selva, le picará a él. Le veremos evolucionar, madurar, a lo largo de la serie.

El presentador: Daniel Landa (español), dirige al equipo. Es un periodista entusiasta, le gusta meterse en líos. No es ningún atleta, ni un superaventurero, no es ningún tipo duro, pero tiene una fe inquebrantable y se apunta a todo. Su torpeza pondrá a prueba la paciencia de los indígenas pero su curiosidad e interés por el viaje y por las tribus le hacen un tipo cercano. Es la cara visible de la expedición, contará sus sensaciones, sus enfados, su cansancio y sobre todo, es quien se acercará a los indígenas. Daniel compartirá con ellos todo. Si alguien guía la expedición es él, eso sí, con más corazón que cabeza.

Daniel ya ha dirigido y presentado una serie documental sobre una vuelta al mundo, en el que hacía presentaciones y entrevistas en inglés y español. El perfil que planteamos es similar al de Un Mundo Aparte (vendida a 130 países) pero tendrá un grado mayor de protagonismo, sin eclipsar nunca a los verdaderos protagonistas, los indígenas.

Las situaciones que vivirá la expedición reflejarán el carácter de cada uno pero Pacific no es un reality. Si bien, durante los tramos de más aventura el peso de la historia lo llevan los miembros de la expedición (y en especial el presentador) esta serie se aleja de disputas internas, conver-saciones de índole privado, o aquello que desvíe la atención del viaje o la aventura en favor del morbo de las discusiones banales.

A lo largo de la serie veremos a Daniel participar de las tradiciones indígenas. Le gusta apren-der en primera línea y eso le llevará a arruinar la caza de los Dayak, a comer larvas estofadas o tropezar en las danzas de los kolufos. En las ciudades, en momentos de cierta tensión, también dará la cara, hablará con la gente, montará en elefante, dormirá al raso... lo que haga falta para conocer la cultura de estas tribus. El sentido del humor y la diversión tienen una contrapartida más seria en ciertas conversaciones emotivas o ritos respetables. De nuevo el equilibrio entre la parte de entretenimiento y la parte más humana. Eso es, también, Pacific.

BACKGROUND¿Por qué una serie como Pacífico? Porque nunca se ha contado una ruta tan exótica y radical y nosotros hemos demostrado estar preparados para llevarla a cabo (el director de la expedición es el creador de Un Mundo Aparte, serie de éxito sobre una vuelta al mundo por car-retera).

Pacific conjuga a la perfección una aventura extraordinaria, extrema, en lugares que el especta-dor apenas conoce y que tienen una gran carga humana. El factor sorpresa comienza en la geo-grafía remota y singular de esta parte del mundo, pero además, las tribus aportan el exotismo y la emoción que complementa la aventura.

Un guión con fuerza para narrar el viaje y con sensibilidad para tratar a los indígenas. Un esce-nario único, una ruta larga, que hace evolucionar a los viajeros y engancha al espectador. En resumen, ésta es una serie que estamos convencidos de que marcará un referente en los docu-mentales de grandes rutas.

DESARROLLO DE CAPÍTULOS

1) Los últimos samuráis

Tokio marca el contrapunto del resto de la serie. Anticipamos los puntos más importantes que formarán la serie Pacífico, nuestros objetivos, las tribus los momentos de tensión. La expedición se prepara para comenzar el viaje en una ciudad ultramoderna donde retrataremos la convivencia de culturas milenaria con una moda futurista. Es el momento de viajar hacia el pasado. Comienza el viaje en el tiempo. Cambiamos de forma radical. Nos acercamos a un territorio que alterna volcanes, costas de pescadores y bosques frondosos. El paisaje va quedando desierto, excepto por pequeños pueb-los de pescadores. Nos alejamos hacia el norte, en invierno. El mar congelado y la ventisca son nuestro entorno.

En el norte de la isla de Honshu y las islas Kuriles encontramos por fin a los Ainu, los indígenas que habitaban en Hokkaido. Son una raza milenaria y se cree que llegaron a estos territorios tras la última glaciación hace más de 18 mil años. Convivimos con ellos y vemos que están muy integrados en la sociedad pero en sus casas, con fotografías antiguas, rescatamos parte de su pasado. Tienen su propia lengua, religión y cultura. En los poblados más alejados de las islas más frías de Japón, encontramos a los pocos Ainus auténticos del país. Nos cantan sus canciones y las mujeres visten la ropa tradicional. La herencia samurai de los Ainu consigue embrujarnos.Cuando volvemos a Tokio, entendemos la diversidad brutal de este país, del que apenas conocíamos sus raíces.

2) El mundo real de Avatar

El punto de partida vuelve a ser una gran ciudad, Beijing, de la que no iremos apartando más y más. Al igual que sucedió en el capítulo anterior, en China vamos a viajar de las grandes urbes a los pequeños poblados, donde las tradiciones son más palpables.

Iniciamos el descenso por la costa en todo tipo de transportes público, para integrarnos con el día a día de la población. La lírica de algunos pueblos nos va a acompañar en el camino chino. Conoceremos el arte de la seda que ha sido declarada Patrimonio de la Hunamidad por la Unesco. Nos acercaremos a Hongcun, una versión de Venecia en la costa china.

Recorreremos una ruta en zig zag para adentrarnos a los pueblos de montaña donde las influencias modernas son menos notables. Los acantilados imposibles, los teleféricos, los bosques de bambús forman el día a día de los habitantes de Beifangtang. La expedición tendrá que vencer el vértigo de una vida asomada a los abismos.

Poco a poco atravesamos pueblos centenarios y paisajes que inspiraron el mundo inventado de Avatar, y nos acercamos a la región de Yunnan. Allí concluiremos este tramo junto a los arrozales más bellos del mundo que desde hace siglos cultivan las etnias Yi y Hani. Trabajaremos con ellos, en sus campos, comeremos con ellos. Seremos uno más trabajando duro... en el paraíso.

3) Cumbres sobre la selva

Los barcos salen de la bahía de Ha Long. La expedición viaja en uno de ellos. Es de nuevo la calma antes de la aventura. En Ha Long empieza este tramo y e grupo abandona la magia de la bahía para avanzar por las carreteras vietnamitas.

Los amaneceres en las playas de Vietnam, los campos de arroz, los pueblecitos con sus mercados se suceden. Pero para conocer las tribus del Sudeste Asiático debemos cruzar la frontera y avanzar por Laos.

Alcanzamos la ciudad de los templos budistas: Luang Prabang. Cerca se encuentran numero-sos poblados tribales. En Ban Tha Pena, al sur del país viven gran parte de las minorías étnicas. Los Loeu Rojos forman la gran tribu de las tierras altas de Camboya. La mayoría vive en aldeas dispersas que sólo tienen unos pocos cientos de habitantes.

Tenemos que viajar varios días a pie para llegar a las poblacio-nes más remotas, para encontrarnos con las tribus Akha donde acompañamos a las mujeres a recoger panales de miel y a los hombres a cazar venados. Viven en las montañas, y el espectá-culo de la selva es espectacular.

A medida que seguimos hacia el sur los templos se van sucediendo y una vez en Camboya, en Ankor, sufrimos la expedición se ve afectada por el sídrome de Sténdal. El trayecto hasta Singa-pur se resume en rápidos flashes para acabar mirando el mar desde Singapur, donde empieza la parte más salvaje de Pacific.

4) Los misterios de Borneo

Como en capítulos anteriores, antes de la aventura visitamos una gran ciudad: Singapur, que por puro contraste acentuará la parte más primitiva de los pueblos que estamos a punto de recorrer. Tenemos que tomar un barco y recorrer después en coche la isla de Sumatra.

Paramos en varias poblaciones de bataks, antigua etnia caníbal, hoy una población cristiana entre musulmanes. Convivimos con ellos para ver su habilidad tallando la madera. Esta parte de Indo-nesia nos lleva de sorpresa a sorpresa, nos adentramos en las reservas del tigre malayo, navega-mos el río más contaminado del mundo cerca de Yakarta, caminamos junto al volcán Bromo, uno de los más activos del Pacífico y después, embarcamos rumbo a Borneo.

La tercera isla más grande del mundo es para nosotros un enigma. Queremos acercarnos a los Dayak del norte y para ellos tenemos que recorrer la isla por rutas apenas transitadas. Contrata-mos un guía y remontaremos los ríos por la selva. Esta es una parte incierta de la expedición que sin duda nos acerca a diferentes tribus del camino (los baduí o los betawi) y la más extendida de los Dakay que protagonizaron una de las historias más increíbles de la Segunda Guerra Mundial, creando un pequeño ejército que aniquiló a los japoneses. Convivimos con ellos y escucharemos su versión de la historia. Esta será un parte álgida de la aventura. Cruzaremos al lado malayo y la recompensa a la aventura será alcanzar el Sultanato de Brunei, posiblemente el estado más ostentoso del mundo.

5) Los hombres y las bestias

La expedición apura las últimas horas en Brunei. El lujo, el confort y los palacios de alrededor pronto dan paso a un camino lleno de bichos, carreteras, barcos e incomodidades. La siguiente parada nos lleva directo a la aventura. Queremos subir la Vía Ferrata, una pared imponente de piedra con vistas increíbles de la selva. Y en esa selva, poco después visitamos una reserva de orangutanes antes de despedirnos de Borneo.

Desde allí tenemos que cambiar de transporte, un barco nos lleva a Sulawesi por el Mar de Cé-lebes a veces traicionero, como comprobamos.

Una vez en la isla por la parte norte, iniciamos en coche un descenso para conocer las poblaciones más al sur. Atravesamos los arrozales, es la tónica del viaje, hombres sobresaliendo en campos verdes. Después cruzamos los bosques nubosos que forman paisajes espectaculares de selva y montaña. Más al sur, por fin, nos encontramos con los toraja.

En la región de Uawi Lariang, vamos a pasar unos días con estos ganaderos ¡de búfalos! Seremos testigo de las matanzas de estos animales, sin embargo, sagrados para los toraja. Además, visitaremos su cementerio de piedra, un lugar sobrecogedor tallado en la roca de las montañas. Sus casas tradicionales son únicas, con una arquitectura aerodinámica muy particular. Vamos a descubrir en los toraja, una tribu afable, capaz de convivir con las bestias.

De vuelta al barco, esta vez descendemos hasta la isla de Comodo, donde otras bestias nos aguardan, los dragones endémicos de este lugar del mundo marcarán el final de una ruta que ya prepara el asalto a Papúa.

6) Papúa extrema

Discotecas, playas, y daikiris forman parte de la realidad de Bali. Hemos llegado hasta aquí, para disfrutar de las últimas horas de paz antes de la gran aventura de Pacific. Embarcamos.

El viaje es largo. La expedición tiene que adaptarse al vaivén de un barco por el Mar de Banda. Es decir, algunos sufren un calvario de mareos y vómitos. Después de casi una semana de travesía: la recompensa está en el fondo marino. Descendemos para grabar con nuestro equipo submarino el lugar más extraordinario que puede contemplarse bajo las aguas: Raja Ampat.

Tras ese regalo, la expedición está preparada para iniciar la travesía por las dos Papúas. Volaremos a Nabire y desde allí contrataremos un equipo experto en este territorio que nos guiará hasta las tierras del interior

Llegar hasta allí no será fácil. Es preciso navegar en ríos, caminar por la selva y adaptarse al clima especialmente agobiante. Papúa es uno de los lugares más inexplorados de la Tierra, y hoy nosotros vamos a cruzarlo.

Dedicaremos muchos días a acercarnos primero a los kolufos que construyen sus casas en las copas de los árboles a 30 metros del suelo o más. Aquí todo es nuevo y sorprendente para nosotros, participaremos de una vida de vértigo. Más adelante, con los korowais veremos los ritos de iniciación, donde los jóvenes sufren cortes que nos parecen salvajes. Es su forma de marcarlos, de hacerlos hombres.

Y cuando creíamos haberlo visto todo, emprendemos la última y más arriesgada travesía desde Papúa nueva Guinea: viajamos en barco hasta la temible Sentinel, una isla donde habita la tribu considerada más xenófoba del mundo. Apenas hay imágenes de ellos. Suelen recibir a cualquiera con flechas y lanzas. Veremos hasta dónde podemos acercarnos.

7) El Edén de la Micronesia

La Micronesia, un paraíso aparente. En este tramos estamos a punto de descubrir un montón de sitios donde querríamos quedarnos a vivir, pero poco a poco nos damos cuenta del aislamiento y por lo tanto la cultura tan auténtica de algunos de estos pueblos.

Viajamos hasta Vanuatu y Narau, considerados algunos de los pueblos más pacíficos del mundo. En Samoa apena hay delincuencia y el tiempo pasa de manera más pausada, como podrá com-probar la expedición. En esta parte del mundo nos centramos en aquellos lugares que más que vivir junto al mar viven, sobre él, en casas construidas sobre atolones, o en barcos que apenas to-can las costas. Familias enteras viven del mar, sobre él y para él. Acompañamos a algunas tribus que practican una pesca radical con arpones.

Volamos hasta las Islas Carolinas, donde los habitantes de Yap aún conservan un sistema mon-etario de piedras. Además probamos el “terenga” una droga que usan los kiribati que enrojece los dientes y al parecer, apacigua el espíritu. Nuestro presentador nos da sus impresiones, antes de ir a Australia.

8) Australia, elogio de la nada

Brisbane, una ciudad moderna, tranquila, limpia. Hemos vuelto a nuestra civilización occidental . Es hora de volver a la carretera pero esta vez contamos con rutas impecables. La expedición lo agradece y más teniendo en cuenta que la primera parada nos sitúa frente a los ar-recifes de coral. Desempolvamos el equipo submarino. ¡Alucinamos!

Luego, volvemos a un camino desierto. Paramos varias veces en mitad de la nada para acampar, encender un fuego y seguir camino. Apenas contamos con la compañía de los canguros en una carretera que nos lleva hasta Darwin. en la punta norte del país. Desde allí, en barco, cruzamos hasta la isla de Bathrust, porque allí habitan los tiwi, tal vez los últimos indígenas de Australia.

Recorremos la isla en busca de estas comunidades bastante integradas ya a la vida australiana, pero en su fisionomía sí entendemos que pertenecen a una tribu endémica de la isla. Hablamos con ellos, nos enseñan lo que queda de la cultura tiwi, de sus danzas, de sus recuerdos.

En este capítulo se nos acaban demasiado pronto nuestros indígenas. Ahora nos queda un camino casi infinito, sólo alterado por el Monte Urulu, esa roca sagrada, que adopta mil colores. Cuando alcanzamos Melbourne decidimos que tal vez haya comunidades indígenas en Tasmania y volamos a la isla del sur del sur del mundo. El lugar nos parece impresionante, bucólico, pero no hay rastro de comunidades tribales. Al ver los primeros pingüinos decidimos que es hora de seguir camino.

9) Nueva Zelanda: las islas del sur del Mundo

La Ópera de Sidney abre este capítulo que remata la serie con un punto más civilizado que los anteriores. De nuevo arrancamos en una ciudad activa y cosmopolita. Recorremos la ciudad antes, sus puntos emblemáticos, antes de volar a Wellington.

Nueva Zelanda representa la última aventura. Tenemos la intención de ver encontrar algún reducto del pueblo mahorí , pero mientras los buscamos disfrutamos de la naturaleza prodigiosa de Nueva Zelanda. Ascendemos las rampas del monte Tongariro. Desde la cumbre entendemos la belleza global de este rincón del mundo: lagos azules, volcanes, glaciares... todo eso fue la tierra de los indígenas.

Localizamos familias de mahorís en el camino. Visitamos los pocos talleres donde aún practican los tatuajes e incluso nos reunimos con miembros de los All Blacks, el equipo nacional de rugby, que ejecutan bailes mahorís antes de cada encuentro.

Atravesamos los bosques de Mataraua, que están civilizados como las ciudades del camino y nos acercamos a la carretera de Westport, con sus acantilados abruptos. Todo el paisaje del país es abrumador. Alcanzamos la ciudad de Christchurch y en este momento los miembros de la expedición se dan cuenta de que la ruta Pacific ha llegado a su fin, tras un año de aventuras. En Christchurch salen expediciones a diario hacia hacia la Antártida, ¿alguien ha dicho la Antártida?