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Daniel Alcides Carrion http://es.wikipedia.org/wiki/Daniel_Alcides_Carri%C3%B3n Daniel Alcides Carrión Daniel Alcides Carrión Nacimient o 13 de agosto de 1857 Cerro de Pasco , Perú Fallecimi ento 5 de octubre de 1885 (28 años) Lima , Perú Residenci a Perú Campo Medicina

Fiebre de La Oroya y La Verruga Peruana

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daniel alcides carrion

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Daniel Alcides Carrion http://es.wikipedia.org/wiki/Daniel_Alcides_Carri%C3%B3nDaniel Alcides CarrinDaniel Alcides Carrin

Nacimiento13 de agostode1857Cerro de Pasco,Per

Fallecimiento5 de octubrede1885(28aos)Lima,Per

ResidenciaPer

CampoMedicina

Alma mterUniversidad Nacional Mayor de San Marcos

ConocidoporSer mrtir de la Medicina Peruana, en el estudio de la enfermedad conocida comoVerruga peruana.

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Daniel Alcides Carrin Garca(*Cerro de Pasco,Per,13 de agostode1857- Lima5 de octubrede1885). En la actualidad, se le considera como mrtir de la medicina peruana al infectarse de sangre contaminada con la bacteriaBartonella bacilliformisy contraer la ahora conocida comoEnfermedad de Carrinoverruga peruana, a modo de estudiar su desarrollo y evolucin en el infectado.BiografaDaniel Alcides Carrin fue un estudiante de medicina peruano, hijo del mdico y abogado ecuatoriano Baltasar Carrin Torres y de su esposa Dolores Garca Navarro. A la edad de los 14 aos se traslad a la ciudad de Lima e ingres alColegio Nuestra Seora de Guadalupe, donde curs de 1874 a 1878, estudios de educacin secundaria y media con calificaciones excelentes. Una vez alcanzado el ttulo de bachiller(es un ciclo de estudios anterior a los estudios superiores), se matricul en 1878, en la Facultad de Medicina de laUniversidad Nacional Mayor de San Marcos, para cursar la carrera de Medicina Humana (1-3)Durante sus estudios mdicos, manifest inquietudes por conocer una enfermedad caracterstica de algunos valles centrales peruanos: denominada "Verruga peruana", Llevado por su espritu de investigacin y un nacionalismo cientifico, al ver que cientificos chilenos desarrollaban investigaciones sobre la verruga peruana (4), decide inocularse secreciones extradas de verrugas de un paciente, con el fin de reproducir la verruga peruana As, el 27 de agosto de 1885 acudi a la Sala de las Mercedes del Hospital Dos de Mayo de Lima, y le solicit al Doctor Evaristo Chvez que le hiciera la inoculacin de sangre macerada de una tumoracin verrugosa de la enferma Carmen Paredes.1A los veintin das sinti los primeros sntomas de la Fiebre de la Oroya, que continu con su evolucin caracterstica, ante la angustia de sus profesores y amigos. Carrin escribi personalmente su historia clnica hasta el 26 de septiembre, en que agobiado por lafiebrey por lasevera anemia,entr en delirio quedando, a su solicitud, sus compaeros de seguir el documento clnico que haba iniciado.Carrin, fue trasladado a la clnica francesaMaison de Sant, el4 de octubrerecibi como medida de ltimo recurso inyecciones de cido fnico endovenoso, entr en coma y falleci (5,6)habiendo transcurrido cuarenta das desde la inoculacin. Alcanz a expresar el deseo de que los estudios siguieran adelante, consciente de haber contribuido al mejor conocimiento de la dolencia que hoy lleva su nombre.

http://bvs.sld.cu/revistas/his/vol_1_95/his10195.htmDaniel Alcides Carrin y su aporte al conocimiento clnico de la fiebre de la Oroya y verruga peruana1IntroduccinUno de los objetivos fundamentales de la historia de la medicina y quizs el ms grato a los que nos dedicamos a ella, es el estudio del enfrentamiento del hombre a las enfermedades, para su conocimiento y dominio, a travs de los tiempos.Entre las enfermedades autctonas de Amrica que ms atractivos ofrece, ninguna como la conocida con los nombres de sus dos grandes formas clnicas, fiebre de la Oroya y verruga peruana, pues ella se origin, se ha mantenido en tierras de nuestro continente y ha dado oportunidad a ser estudiada con originalidad y brillantez tal por los mdicos suramericanos, que la entidad y su agente etiolgico llevan los nombres de dos de sus ilustres figuras: Daniel Alcides Carrin y Alberto Barton.El presente breve estudio lo dedicamos a destacar el aporte al conocimiento clnico de la enfermedad llevado a cabo de una manera conmovedoramente dramtica por el estudiante de medicina peruano Daniel Alcides Carrin, quien se inmol para ello voluntariamente a la edad de 28 aos, al pedir y ser inoculado con la sangre de un botn verrucoso, para dar al mundo la ms completa descripcin de su sintomatologa, arrancada a los sufrimientos que le provocaba la forma grave de la enfermedad que lo llev a la muerte.A las puertas del 110 aniversario de su entrada gloriosa a la inmortalidad de las ciencias, le ofrecemos este modesto homenaje cubano de recordacin, de reconocimiento y de eterna admiracin en nuestro Primer Congreso Nacional de Historia de la Ciencia y la Tcnica.La Enfermedad de CarrinConocida por los incas como sirki, los conquistadores espaoles le llamaron verrugas, berrugas o tumores sangrantes y posteriormente en sus estudios, los mdicos la denominaron verruga peruana, fiebre de la Oroya, enfermedad de Carrin, fiebre grave de Carrin, anemia grave de Carrin y bartonellosis.Geogrficamente su endemicidad se extiende desde los 2 de latitud norte hasta los 13 de latitud sur, distancia aproximada de 1 600 km, en general de menos de 150 km de ancho y circunscrita an ms a una banda estrecha entre 750 y 2 500 metros de altura sobre la vertiente occidental de Los Andes en Per, Ecuador y Colombia.La enfermedad de Carrin1,2 es una infeccin general exclusivamente humana, endmica, no contagiosa, inoculable al hombre, trasmitida por phlebotomus y causada por laBartonella bacilliformis. Su perodo de incubacin es aproximadamente de tres semanas, aunque puede prolongarse hasta cinco. Los sntomas iniciales son fiebre y dolores en los huesos, articulaciones y msculos. Despus del estado inicial, el paciente desarrolla en algunos das o meses una de las dos variedades tpicas y muy diferentes de la enfermedad: la fiebre de la Oroya y la verruga peruana.La fiebre de la Oroya es una variedad altamente letal, caracterizada clnicamente por fiebre, dolores musculares y seos difusos y severos y anemia hemoltica con prdidas globulares diarias de 180 000 y an de 360 000 y en algunos casos, muy graves, puede alcanzar cifras inferiores a 1 milln de eritrocitos por milmetro cbico de sangre en cuatro o cinco das. Muchos de los sntomas y signos son producidos por la hemlisis, rpidamente progresiva y a la anemia resultante. Son tpicas la hepatoesplenomegalia y la infeccin secundaria terminal por salmonella.La verruga peruana es una variedad crnica no letal que se desarrolla ya sea en personas que se han recuperado de la fiebre de la Oroya o bien en casos sin evidencias clnicas previas de bartonellosis. Se caracteriza por la presencia de verrugas angiomatosas localizadas o generalizadas que varan en dimensin y grado de superficialidad. Pueden alcanzar el tamao de un huevo de gallina y por su histologa aparecen con frecuencia de color rojo brillante. Como manifestaciones clnicas generales presentan fiebre, dolores generalizados y malestar, aunque menos frecuente que en la fiebre de la Oroya. La erupcin dura de meses a dos aos, con promedio de 4 a 6 meses.La infeccin da como resultado una respuesta inmunolgica de diversos grados de resistencia a la enfermedad e infeccin posteriores. Se piensa que la fiebre de la Oroya ocurre en el individuo totalmente susceptible, mientras que la verruga peruana, probablemente signifique un estado de inmunidad parcial.En cuanto al control y al tratamiento de la enfermedad de Carrin, a partir de los aos de la dcada de 1940 el desarrollo de vacunas ces cuando se hizo evidente que los antibiticos, como el cloranfenicol, penicilina y tetraciclinas, eran curativos y que el vector poda controlarse localmente por medio de DDT.Historia del conocimiento de la enfermedad de CarrinLa verruga peruana era conocida por los incas, los que tenan palabras para designarla y se le ha encontrado representada en figuras de cermica (huacos) y los primeros espaoles conquistadores y misioneros las padecieron, pero la fiebre de la Oroya no se describi claramente hasta mediados del siglo XIX.3Los relatos que han dejado los cronistas de Indias de las epidemias de verrugas que sufrieron los conquistadores, principalmente, en el valle ecuatoriano de Coaque, pueden considerarse, segn el notable anatomopatlogo peruano profesor Pedro Weiss,4 como verdaderas descripciones clnicas en las que se hacen resaltar los sntomas ms caractersticos de la enfermedad.En ellas aparecen, la fiebre, los edemas, las hemorragias, los dolores, como sntomas que caracterizan a la infeccin verrucosa y trminos de la poca como tullimientos, calenturas o hinchazones, son mencionados por Pedro Cieza de Len enLa Crnica General del Per,Amberes, 1554; El Inca Garcilaso de la Vega enComentarios Reales de los Incas, Lisboa, 1609 y su segunda parteHistoria General de los Incas, Crdoba, 1617; Miguel Estete en sus manuscritos transcritos por el Inca Garcilaso de la Vega; Antonio de Herrera enHistoria general de los hechos de los castellanos en las islas y tierra firme del mar ocano,Madrid, 1729-1730; Agustn de Zrate enHistoria del descubrimiento y conquista del Per, Madrid, 1749; Pedro Pizarro, el conquistador y cronista que en suRelacin del descubrimiento y conquista de los reinos del Per,escribi que "las berrugas dan grandes dolores en la noche" y el famoso historiador Guillermo G. Prescott que en su imprescindibleHistoria de la conquista del Per con observaciones preliminares sobre la civilizacin de los Incas,Madrid, 1851, refiere los padecimientos de la enfermedad por las tropas de don Francisco Pizarro en 1531 y por las del pacificador don Pedro de Gasca en 1546.5En 1870 se produjo un hecho de gran repercusin en la historia de esta enfermedad, cuando las obras del ferrocarril de la Ciudad de Lima a la Ciudad de Oroya alcanzaron la zona montaosa endmica y se produjo una epidemia entre los obreros expatriados en el Valle de la Oroya, que caus cientos de casos y la mortalidad alcanz el 40 %. Esta epidemia marc el comienzo de los estudios cientficos sobre la enfermedad y por primera vez los mdicos de Lima tuvieron en las clnicas y hospitales un gran nmero de enfermos que les permiti observar muchos aspectos hasta entonces desconocidos de la infeccin.Junto a los casos habituales de verruga eruptiva, conocidos desde la conquista, se producan otros, casi siempre fatales, de una fiebre anemizante de extraordinaria gravedad y a la que se dio el nombre de fiebre de la Oroya. Posteriormente se observ la forma eruptiva de la enfermedad en algunos de los sobrevivientes y tambin en individuos que no haban presentado la fiebre. Las epidemias subsiguientes fueron muy similares y los focos de actividad endmica notables por su estabilidad durante aos.Todo ello hizo evidente a los mdicos peruanos, la unidad de las dos formas clnicas en una sola entidad nosolgica, pero era necesaria su confirmacin para que este concepto unicista fuera aceptado por los mdicos de todos los pases y es en 1885 que se produce dicha confirmacin cuando el estudiante de medicina peruano Daniel Alcides Carrin, que vena dedicado al estudio de la enfermedad para su tesis de grado y haba reunido algunas observaciones importantes, pide ser inoculado con sangre de un botn verrucoso para mejor conocer la marcha y la sintomatologa de la entidad y como consecuencia, muere producto de un cuadro fatal de fiebre de la Oroya, para demostrar con su sacrificio, que las dos formas clnicas reconocan una misma causa y constituan una sola enfermedad. A este inmortal aporte dedicaremos el acpite esencial del presente ensayo.Con posterioridad a Carrin el doctor Garca Rosel se infect accidentalmente con la sangre de un enfermo grave y desarroll una forma febril benigna y muchos aos ms tarde el doctor Maxim H. Kiecynski-Godard, residente en el Per, se inocul cultivos del agente etiolgico y no adquiri la enfermedad.En 1909 el tambin mdico peruano Alberto L. Barton observa por primera vez los microorganismos causantes de la enfermedad en el interior de eritrocitos en casos de fiebre de la Oroya y los considera de naturaleza protozoaria. Este mismo investigador demostr que microorganismos paratficos otros coliformes cultivados en sangre no eran la causa de la enfermedad.Muy importantes fueron los estudios realizados, cuatro aos ms tarde, sobre la histologa del botn verrucoso y de algunas formas intracelulares del germen por el profesor Emilio de Rocha Lima y despus por el profesor David Mackehenie y si a esto agregamos la publicacin en 1898 del libro de Enrique OdriozolaLa maladie de Carrinconsiderado la mejor fuente escrita de observaciones clnicas, tenemos que aceptar que hasta la segunda dcada del presente siglo el mayor conocimiento sobre la enfermedad lo aportaron los mdicos suramericanos.En 1913 la Universidad de Harvard, EUA, envi a Per una comisin presidida por el eminente profesor Richard Pearson Strong e integrada adems, entre otros, por los no menos importantes bacterilogos Tysser y Sellards, la que confirm y ampli las observaciones de Barton y consider que los microorganismos descubiertos por ste eran muy similares a los encontrados en especies animales, clasificados hoy comoGrahamella talpae, Haemobartonella murisycanisyEperythrozoon coccoidesy en honor del bacterilogo peruano les llamBartonella bacilliformis,nombre que conserva hasta el presente.Las bartonellas son pequeas bacterias, gramnegativas, mviles y excesivamente polimorfas que constituyen la nica especie dentro del gnero Bartonella y el nico microorganismo de significacin mdica humana en la actual familia Bartonellaceae.En 1927 el bacterilogo doctor Telmaco Battistini logr cultivar y aislar por primera vez las bartonellas e inocular la sangre proveniente de verrugas en monos.Strong y la Comisin Harvard no encontraron las bartonellas en cortes histopatolgicos de las verrugas y esto los llev a dudar de la teora unicista de los mdicos peruanos. La idea predominante en aquellos aos era que la fiebre de la Oroya constitua los perodos iniciales de la verruga peruanas y que si el enfermo sobreviva a la pirexia inicial muy grave, presentaba ms tarde la erupcin caracterstica de verruga.Strong llev a cabo entonces la siguiente experimentacin: un voluntario que se prest a ello fue inoculado con extractos de verruga y 16 das despus present lesiones verrucosas tpicas sin traza alguna de pirexia preliminar o de la anemia tan caracterstica de la fiebre de la Oroya. Por esta experiencia la Comisin Harvard neg las conclusiones de Carrin y estableci que las dos tan diferentes formas clnicas respondan a etiologas distintas, lo que fue aceptado por los principales centros mdicos de la poca.En 1926 Hideyo Noguchi, eminente bacterilogo e investigador japons, trabaj en New York con muestras enviadas desde el Per, aisl microorganismos idnticos de muestras de sangre de personas con fiebre de la Oroya y de verrugas extirpadas de pacientes con la forma eruptiva de la enfermedad. Con microorganismos cultivados de cualquiera de las dos fuentes pudo producir verrugas en monos y reaislar el microorganismo en cultivos puros provenientes de las lesiones de dichos animales. Con esta brillante aplicacin de los principios de Koch actualizaba Noguchi el descubrimiento de Carrin. Su trabajo fue confirmado repetidamente por numerosos investigadores y se impuso de nuevo la verdad de Carrin en el mundo de la ciencia.En busca de la forma de transmisin de la enfermedad los mdicos peruanos haban estudiado las llamadas "aguas verrucgenas" que la tradicin popular asociaba con el origen de la entidad nosolgica. La Facultad de Medicina de Lima nombr a los doctores Len y de los Ros para estudiar si dichas aguas producan la enfermedad y el doctor Len se someti a la prueba experimental de beber el agua y no slo no present sntoma alguno, sino que para asombro de todos contrajo la enfermedad el doctor de los Ros que no haba ingerido dichas aguas.Pero, no fue hasta 1913, que Townsend, investigador norteamericano al servicio del gobierno peruano, asign la transmisin de la enfermedad de Carrin a las titiras o moscas de los valles de endemicidad, a las que clasific comoPhlebotomus verrucarumy descart adems como posibles vectores las garrapatas, chinches y otros ectozoos ordinarios humanos.Los estudios de Townsend recibidos con dudas por los mdicos peruanos fueron confirmados en 1929 por Noguchi, Shannon, Tilden y Tyler; en 1931 por Battistini y poco despus por M. Herting y A. Herrer. Hoy se acepta que en condiciones naturales la infeccin se transmite de hombre a hombre por picadura dePhlebotomus verrucarumen Per y dePhlebotomus colombianumen Colombia, pero no han podido obtenerse experimentos ms concluyentes y completos de transmisin debido a la dificultad de colonizacin de phlebotomus en el laboratorio y a la incompleta expresin de la infeccin porBartonella bacilliformisen animales de laboratorio a pesar de la lista de experiencias que incluye: en monos, con triturados de botones verrucosos (Kolle, Seiffer, Jadassohn, Strong, Mackehenie), con cultivos puros (Noguchi, Battistini, Mrquez de Cunha) y con sangre parasitada (Battistini); se ha tratado de reproducir la fase hemtica en monos normales (Battistini) y en monos esplenectomizados (Mayer y Kikuth) y se ha logrado obtener granulomas locales, con estructura muy semejante a la del botn verrucoso, en perros, conejos, cabras y burros (Mackehenie, Arce y Ribeiro).En la amplia bibliografa suramericana sobre el tema se destacan el ya citado libro de Enrique OdriozolaLa maladie de Carrin(1898), fuente riqusima de observaciones clnicas; la obra de Pedro WeissHacia una concepcin de la verruga peruana(1927), en que se describe la enfermedad en relacin con las lesiones anatomopatolgicas y los cambios inmunolgicos de las diversas fases; la monografa de A. Hurtado, J. Pons y C. MerinoLa anemia en la enfermedad de Carrin(1938), en la que se define la anemia y se hace un amplio estudio de su patogenia y la obra de conjunto de Ral RebagliatiVerruga peruana(1940), que con muchas ideas propias, rene todo lo que se haba escrito sobre la entidad hasta la fecha de su publicacin.En la dcada de los aos 1940-1950 con la introduccin del DDT como insecticida, se inicia la campaa contra los vectores de la enfermedad con resultados muy satisfactorios, y en la siguiente dcada de 1950-1960 con el descubrimiento de la accin de la terapia antibitica contra las enfermedades infecciosas, se aplic con xito en la curacin de la enfermedad, primero la penicilina en inyecciones y luego la streptimicina, el cloranfenicol y las tetracilinas; en nuestros das la enfermedad de Carrin es una entidad nosolgica curable, evitable y circunscrita a su zona histrica de endemicidad.6-10Aporte de Daniel Alcides Carrin al conocimiento clnicode la fiebre de la Oroya y verruga peruanaHijo natural del mdico y abogado ecuatoriano doctor Baltasar Carrin de Torres y de doa Dolores Garca, naci Daniel Alcides Carrin Garca en la ciudad de Cerro de Pasco, provincia de Tarma, departamento de Junn, Per, el 12 de agosto de 1857,11Comenz sus estudios primarios en la escuela municipal de Cerro de Pasco, pero la muerte accidental y trgica de su padre, al escaprsele a ste un disparo de su propio revlver al montar en brioso caballo, lo dej hurfano a la edad de 8 aos y lo hizo continuar sus estudios en la ciudad de Tarma al cuidado de un familiar de su madre.A los 14 aos de edad se traslad a la ciudad de Lima e ingres en el Colegio Nacional Nuestra Seora de Guadalupe, donde curs de 1873 a 1878 la enseanza secundaria y media con excelente aprovechamiento.En posesin del ttulo de bachiller, matricul en 1878, en la Facultad de Medicina de la Universidad Mayor de San Marcos, Lima, para cursar los estudios mdicos, los que realizar con notable xito, pero no sin grandes sacrificios econmicos y a los que se unirn a partir del siguiente ao, las dificultades producidas por la Guerra del Pacfico, entre Chile y Per, que durar hasta 1883.12En parte de ella, actuar Carrin en el ejrcito de su pas como practicante de medicina, desempendose con abnegacin y patriotismo, sobre todo antes y durante la invasin de los chilenos a la ciudad de Lima, donde particip en la batalla de Miraflores, caracterizada por la desesperada resistencia de los peruanos a las fuerzas chilenas y en la cual Carrin tuvo que poner a prueba su experiencia ganada en los hospitales Dos de Mayo, San Bartolom, la Maison de Sant (Hospital Francs) y en el Lazareto, pues se vio en la necesidad de asistir a centenares de heridos.13Terminada la guerra, triste y agotado, reanuda sus estudios en la Universidad de San Marcos de Lima, y sus prcticas en el Hospital Dos de Mayo, institucin sta donde va a tener la oportunidad de estudiar a numerosos enfermos, febrisitantes y anmicos, con las clsicas verrugas peruanas en diferentes perodos evolutivos, en su mayora procedentes del Valle de la Oroya, los que, le reafirman en su inters por esta enfermedad endmica de su pas, la cual estudiaba desde casi dos aos antes y decide escribir sobre dicha entidad como tema para su trabajo de tesis para optar por el grado de bachiller en medicina.Con el ttulo deApuntes sobre la verruga peruanaredact Carrin una minuciosa monografa que comprende los siguientes acpites: sinonimia; definicin; etiologa; sntomas; primer perodo; segundo perodo; invasin; dolores; fiebre; pulso; orina; tercer perodo; erupcin; cuarto perodo; diagnstico y tratamiento. Incluye adems, como casustica, nueve historias clnicas.En este estudio Carrin demuestra que conoca en detalles la evolucin de la entidad en sus cuatro perodos y estableca como unidad nosolgica las dos fases de la enfermedad; la febril, con toda su sintomatologa y la eruptiva o de verruga. Valor certeramente sus complicaciones, especialmente la anemia grave, y llama la atencin su opinin concerniente al pronstico.Y puesto que admita en la enfermedad sus dos formas clnicas, de fiebre de la Oroya y de verruga peruana, se dispuso demostrar su hiptesis, que era tambin la de muchos mdicos peruanos, en su propia persona con la autoinoculacin de la enfermedad.Con ese fin, cuenta el doctor Leonardo Villar, jefe de clnica, que en varias ocasiones Carrin trat de que le realizaran la inoculacin en su servicio del Hospital "Dos de Mayo", aunque siempre haban podido hacerlo desistir de su empeo, pero, el 27 de agosto de 1885, a las 10 de la maana, se present en la sala Nuestra Seora de las Mercedes, perteneciente al servicio del doctor Villar y trat de hacerse la autoinoculacin alegando que "suceda lo que sucediere, no importa, quiero inocularme".14El doctor Evaristo M. Chvez para evitar que Carrin se hiciera un dao involuntario tom de manos del estudiante la lanceta y le practic cuatro inoculaciones, dos en cada brazo, en el sitio comn de la vacunacin. Dichas inoculaciones se hicieron con la sangre inmediatamente extrada por rasgadura de un tumor verrucoso de color rojo, situado en la regin superciliar derecha del paciente Carmen Paredes, ingresado en la cama No.5. Segn el doctor Villar este paciente "deba proximamente irse de alta a la calle [ ... ] que era joven de 14 aos de edad aproximadamente, de buena constitucin, exento de toda ditesis y que su verruga era discreta, de la que slo tena dos en estado de atrofia, una en el carrillo externo y otra en la extremidad externa del arco superciliar derecho". Cuando ocurri la inoculacin estaban presentes el doctor Villar y los alumnos de su servicio, interno Julin Arce y externo Jos Sebastin Rodrguez.14Desde aquel mismo momento Carrin fue escribiendo una minuciosa historia clnica de su enfermedad. El propio 27 de agosto, despus de la inoculacin, escribira, "A los 20 minutos comenzaron a manifestarse algunos sntomas locales, tales como una comezn bastante notable, seguida despus de dolores pasajeros que desaparecieron a las 2 horas siguientes. No han habido sntomas de inflamacin, todo ha desaparecido sin dejar vestigio alguno."15Carrin continu haciendo su vida normal hasta tres semanas ms tarde, en que pasado el perodo de incubacin con su experiencia quedaba determinado, comenzaron a aparecer los primeros sntomas. Sobre ello anot, "Hasta el 17 de septiembre en la maana, no he tenido absolutamente nada; en la tarde de ese da he tenido un ligero malestar y dolor de la articulacin tibio tarsiana izquierda, que me molestaba la marcha. Durante la noche he dormido perfectamente bien".15Dos das despus, el 19 de septiembre, se manifestaba el perodo de estado de la enfermedad con todos sus sntomas: calambres fuertes, fiebre con escalofros, decaimiento, postracin, dolores generalizados en la totalidad del cuerpo, que l va describiendo con brevedad y rigor cientfico, as como las caractersticas del pulso, las deposiciones y la orina.Permanece en su domicilio, la casa de su madrina, sin permitir que nadie lo acompae de noche. El 22 de septiembre le aparece un tinte ictrico y petequias en la cara, poliuria, hematuria, cefalea intensa, signos y sntomas que van en aumento, con palidez considerable de la piel y la mucosa. La anemia hemoltica haca su aparicin para agravar el cuadro clnico.El 26 de septiembre su estado de postracin es tal que escribe, "A partir de hoy me observarn mis compaeros pues por mi parte confieso me sera muy difcil hacerlo".15 Desde entonces continan la historia clnica sus fieles condiscpulos: Casimiro Medina, Enrique Mestanza, Julin Arce, Mariano Alcedan, Manuel Montero y Ricardo Miranda.Desde la cama dicta sus sntomas y sigue el curso de la enfermedad. El 28 escriben sus compaeros, "Admirable es en verdad la marcha tan rpida que en l ha seguido la anemia, que a partir de este da domina por completo el cuadro sintomtico".15 Desde la noche del 30, no obstante la protesta del enfermo, lo velan sus amigo. Cuando se siente mejor habla de su familia y comenta, "S, lo que tengo es fiebre de la Oroya, aquella fiebre de que muri Orihuela, mejor es no pensar en esto, fumemos un cigarro".15El 2 de octubre dndose cuenta de su gravedad y valorando certeramente su cuadro clnico le dijo a sus compaeros, "Hasta hoy haba credo que me encontraba tan solo en la invasin de la verruga, como consecuencia de mi inoculacin, es decir, en aquel perodo anemizante que precede a la erupcin; pero ahora me encuentro firmemente persuadido de que estoy atacado de la fiebre de que muri nuestro amigo Orihuela; he aqu la prueba palpable de que la fiebre de la Oroya y la verruga, reconocen el mismo origen, como una vez le o decir al doctor Alaco".15 Y a los amigos que trataban de convencerlo de que estaba en un error les recalc, "Les doy a ustedes las gracias por su deseo y siento decirles no conseguirn convencerme de que la enfermedad que hoy me acosa no sea la fiebre de la Oroya".15El 4 de octubre, con su aprobacin, es trasladado a la Maison de Sant (Hospital Francs) y todava en su domicilio le dice al seor Isaguirre, alumno del primer ao de medicina que est a su lado, "An no he muerto, amigo mio, ahora les toca a ustedes terminar la obra ya comenzada, siguiendo el camino que les he trazado".15Unos momentos despus de su ingreso una junta mdica formada por los doctores Villar, Romero, Flores y Chvez discuti el estado de su enfermedad y no obstante la opinin de la mayora en favor de la transfusin sangunea, para lo cual todo se hallaba preparado , -un transfusor de Or, que el doctor Villar haba llevado y uno de sus compaeros decidido a donar la sangre necesaria- la indicacin se pospuso para el prximo da, quedando el enfermo sometido al tratamiento siguiente: inyecciones intravenosas de cido frrico y 20 centgrados de albuminato de hierro cada 2 horas; se continuaron las inhalaciones de oxgeno y las pulverizaciones de cido frrico; como lquido , agua gaseosa y como alimentacin caldo y polvos de carne.Estas seran las ltimas indicaciones que se le prescribieron a Carrin, pues al da siguiente, 5 de octubre, entraba en coma, interrumpido en algunos momentos por quejidos entremezclados con palabras incomprensibles. Sus compaeros terminaran ese mismo da su historia clnica con estas sentidas y hermosas palabras: "A las 11 de la noche lanz su ltimo suspiro breve y profundo, que fue para los que le rodeaban la seal de que este mrtir al abandonarnos iba a ocupar en lo infinito el sitio que el Todopoderoso tiene reservado para los que como l ejercen la mayor de las virtudes: la Caridad".15El doctor Luis A. Len connotado tropicalista e historiador mdico ecuatoriano, conocedor profundo de la enfermedad de Carrin, ha sealado los siguientes factores que su juicio determinaron la muerte del estudiante peruano:"1.A que el organismo de l deba haber estado dbil por los trabajos forzados a que haba sido objeto meses antes, con motivo de la invasin de las tropas chilenas a la ciudad de Lima y las correspondientes privaciones alimenticias.2.A que las cuatro inoculaciones practicadas en sus brazos con sangre extrada de la verruga del paciente Carmen Paredes equivalan a centenares de picaduras, con condicionese normales, por mosquitos flebotomos infectados, lo cual acort el perodo de invasin y agrav la virulencia del proceso infeccioso.3.A que las defensas inmunolgicas de Carrin eran escasas o nulas, factor muy importante que se observa en las zonas endmicas de la enfermedad.4.A que esta enfermedad en los brotes epidmicos ha sido causante de una alta mortalidad, como se registr en la Baha de Coaque, Manab, en el Valle de la Oroya y en el Valle del Guitara en Colombia.5.A la falta de atencin oportuna y a la carencia de entonces de una medicacin especfica. La administracin prolongada e ineficaz de sulfato de quinina, as como tambin las inyecciones de cido frrico, deban haber agravado la enfermedad del paciente".16Un ao despus de la desaparicin fsica de Carrin sus compaeros, los que continuaron las anotaciones, publicaban en Lima (1886), en un pequeo volumen susApuntes sobre la verruga peruanay la historia clnica de su enfermedad llevada por l. Este libro, que constituye hoy un documento clsico de la historia de la medicina mundial, desconocido para la inmensa mayora de los mdicos de Amrica, debera ser, en ediciones actuales, lectura obligatoria de todos los estudiantes de medicina latinoamericanos.Reconocimiento de su aporte a la medicinaDesde el momento de su muerte Daniel Alcides Carrin fue reconocido como mrtir consciente de las ciencias mdicas y la prensa de Lima se hizo eco de la trascendencia de su sacrificio en aras del conocimiento de una de las enfermedadees endmicas de ms alta mortalidad en su pas.Su sepelio fue una sentida manifestacin de dolor popular, pero sobre todo del estudiantado y de los mdicos peruanos. En el cementerio levantaron sus voces conmovidas dos profesores notables de la Facultad de Medicina, los doctores Macedo y Almenara y dej escuchar sus palabras entrecortadas por el llanto el estudiante Manuel I. Galdo.El nombre de Carrin ha pasado a ser no slo un smbolo de la nacin peruana, sino tambin de la medicina latinoamericana y de la infectologa mundial, citado en todos los grandes libros de texto de microbiologa, medicina tropical, medicina interna e historia de la medicina.En La Habana, en el Museo de Historia de las Ciencias Carlos J. Finlay, un hermoso busto nos recuerda a todos los cubanos este singular mrtir, que ofrend su vida para demostrar la unidad nosolgica de la fiebre de la Oroya y la verruga peruana y darnos una descripcin clnica acabada de la enfermedad que lleva su nombre.Enfermedad de CarrinLaenfermedad de Carrin,fiebre de la Oroyaoverruga peruanaes unaenfermedad infecciosacuyo agente etiolgico es labacteriaBartonella bacilliformis. Se debe su nombre aDaniel Alcides Carrin.1Historia[editar]

Huaco de AncashNumerosas representaciones artsticas en arcilla (llamadas "huacos") de la fase crnica de la enfermedad han sido encontrados en yacimientos arqueolgicos pertenecientes a zonas endmicas. Los cronistas espaoles y peruano, entre ellos elInca Garcilaso de la Vega, describieron una enfermedad caracterizada por verrugas en los primeros soldados espaoles que llegaron en la poca de la conquista del Imperio Inca, en Coaque,Ecuador. Durante mucho tiempo, se pens que la enfermedad era endmica solo en Per y que tena slo una fase conocida como "verruga peruana".2En 1875, un brote caracterizado por fiebre y anemia inici su aparicin entre los trabajadores, la mayora forneos, de la construccin del tren entreLimayLa Oroya,3presentando una alta mortalidad. A esta enfermedad se le llam "Fiebre de la Oroya".4En agosto de 1885,Daniel Alcides Carrin, un estudiante de medicina peruano, se inocul con la ayuda del Doctor Evaristo Chavez, la secrecin tomada de una verruga de la paciente Carmen Paredes. Despus de 3 semanas desarroll los sntomas clsicos de la "fiebre de la Oroya", por lo que se estableci un origen comn de las dos enfermedades. Carrin llev un diario con anotaciones detalladas de sus sntomas hasta los ltimos das de su enfermedad en que se agrav su estado clnico y falleci de la enfermedad el 5 de octubre de 1885. Por su sacrificio, fue reconocido como mrtir de la medicina peruana y en su honor se celebra el 5 de octubre, como el da de la medicina peruana.En 1905,Alberto Bartonun microbilogo peruano, se dedic a estudiar la Verruga Peruana en el laboratorio del Hospital Guadalupe del Callao. Al examinar placas con sangre de dos de sus pacientes, observ en loseritrocitosestructuras que semejaban bacilos, dando a conocer su hallazgo ese ao.5En 1909, en un trabajo publicado en la revistaLa Crnica Mdica, denomin a estas estructuras "elementos endoglobulares" o "elementos X". Posteriormente, en 1913, un equipo de la Escuela de Medicina de laUniversidad de Harvardinteresado en el trabajo de Barton, conformado por los mdicos estadounidenses Richard Pearson Strong, Ernest Edward Tyzzer, Charles Thomas Brues y Andrew Watson Sellards, al cual se sum el mdico peruano Julio Gastiabur, se dirigi a Lima donde confirm sus hallazgos67y se llam en honor a Alfredo Barton comoBartonella bacilliformis.Agente etiolgico[editar]VaseBartonella bacilliformis8Epidemiologa[editar]La enfermedad de Carrin solo se encuentraPer,EcuadoryColombia.9Es endmica en algunas reas dePery es causada por la infeccin de labacteriaBartonella bacilliformisy transmitida pormosquitoshembra delgneroLutzomyia.10Sntomas y signos clnicos[editar]Los sntomas clnicos de bartonelosis son pleomrficos y algunos pacientes de reas endmicas pueden ser asintomticos. Las dos presentaciones clsicas son la fase aguda y la fase crnica, correspondiendo a las dos clulas invadidas por la bacteria (eritrocitos y clulas endoteliales).Fase aguda:(enfermedad de Carrin) los hallazgos ms comunes son fiebre (usualmente no sostenida pero con temperaturas no mayores a los 39 C), palidez, malestar general, hepatomegalia, ictericia, linfadenopatia y esplenomegalia. Esta fase es caracterizada por anemia hemoltica severa e inmunosupresin. La tasa de mortalidad de pacientes que no reciben tratamiento es de ms del 40% y puede llegar al 90% si se asocian infecciones oportunistas por enterobacterias como Salmonella spp.

verruga peruanaFase crnica:(verruga peruana) es caracterizada por una fase eruptiva, en el cual los pacientes desarrollan una reaccin cutnea producida por una proliferacin de clulas endoteliales y se le conoce como "verruga peruana". Dependiendo del tamao y las caractersticas de las lesiones, hay 3 tipos: miliares (1-4 mm), nodulares o subdrmicas y miliares (> 5 mm). Las lesiones miliares son las ms frecuentes.Los sntomas ms comunes son sangrado de las verrugas, fiebre, malestar, artralgias, anorexia, mialgias, palidez, linfadenopatia y hepato-esplenomegalia.Diagnstico[editar]

frotisPara el diagnstico durante la fase aguda se usa el frotis de sanfre perifrica contincin de Giemsa, el hemocultivo enAgar,inmunoblot,InmunofluorescenciayPCR. Para la fase crnica, el diagnstico es fundamentalmente clnico y epidemiolgico pero se usan cultivos, con tincin de Warthin-Starry de la biopsia de las verrugas y pruebas de inmunoblot.Tratamiento[editar]El tratamiento de eleccin para la fase aguda son las Quinolonas o Cloranfenicol para los adultos y Cloranfenicol ms beta lactmicos para nios.11Para la fase crnica, Rifampicina o macrlidos son la droga de eleccin para adultos y nios.

Sinonimia.-Verruga de sangre.- Verruga blanda.- Verruga andcola (Dr. Salazar).- Verruga de Castilla, de zapo o de quinua.- Verruga mular.Definicin.-La verruga es una pirexia anemizante de forma irregular, endmica y n contagiosa; caracterizada principalmente por estar acompaada de dolores y contracciones musculares (calambres); artralgias con infarto y ostalgias ms o mnos intensas; produce una erupcin polimorfa; tiene una evolucin cclica, de duracin en general larga, aunque variable, que no es influenciada por el tratamiento; es adems susceptible de numerosas complicaciones.Etiologa.-La accin del agente verrucoso es limitada al lugar de su nacimiento.La edad, sexo, raza, etc., no tiene la menor influencia en la produccin de la verruga; no obstante har saber que as como hay personas refractarias ella, hay tambin predisposiciones individuales que favorecen en alto grado su desarrollo y las que vienen a agregarse, las fatigas, el estado de debilidad en que se encuentran algunas personas, sea por su propia constitucin, sea por enfermedades anteriores y por ltimo la falta de aclimatacin en las localidades en que reina la enfermedad.Ni an los animales escapan a los ataques de este mal; tal sucede a los del gnero bovino, a los cerdos y mas que todo al ganado caballar; de aqu el nombre de verrugamularque se ha dado a las manifestaciones de la enfermedad en dichos animales.Sntomas.-La evolucin de esta enfermedad comprende cuatro perodos bien distintos que son: 1 Perodo de incubacin; 2 Perodo de invasin, subdividido en primer perodo prodrmico y segundo perodo de invasin perodo de invasin propiamente dicha; 3 Perodo de erupcin y 4 Perodo de desecacin, regresin atrofia, mortificacin, segn sea la marcha que siga el tumor verrucoso.Primer perodo.- Incubacin.-Es difcil, en el estado de nuestros conocimientos a este respecto, marcar con alguna precisin este primer perodo de la enfermedad; pero si esto es verdadero, no lo es menos que tan lamentable incertidumbre desaparecer, cuando la prctica de las inoculaciones extienda su esfera de accin a la docencia de que nos ocupamos. Sin embargo de todo, se puede adelantar en vista de algunas observaciones, que este perodo es de 8 30 40 das.Segundo Perodo.-Invasin.- Como ya lo hemos indicado, esta segunda etapa de la enfermedad, comprende dos sub-perodos, que son:1 Prodrmico.- Constitudo por malestar, abatimiento, curbatura, laxitud, bostezos y repugnancia a todo movimiento; agregndose a veces a lo dicho, los sntomas del embarazo gstrico; y2 De invasin propiamente dicha. Esta es por lo general, gradual, marcndose por la acentuacin de los fenmenos ya sealados como prodrmicos, mas los que pasamos a describir.Dolores.-Los dolores seos y artrlgicos, as como la raquialga y los dolores contusivos en casi todo el cuerpo, son el fenmeno esencialmente revelador de la verruga, son tambin el signo ms caracterstico y ms constante de la enfermedad desde su principio.Estos dolores por lo general son reumatoides y con exacerbaciones nocturnas; invaden las articulaciones una una comenzando ordinariamente por una de las rodillas por las pequeas articulaciones del pi de la mano. Su intensidad y extensin son ordinariamente proporcionales al grado de violencia de la enfermedad, a la mayor menor duracin tiempo del brote y al clima en que se encuentra el individuo atacado, observndose que en los lugares fros, los dolores son atroces.La raquialgia y las miosalgias, que vienen en segundo lugar entre lasalgias, son a veces tan intensas que dan lugar a rigidez de ciertos msculos, producindose entnces torticolis, opisttonos y contracturas mas menos permanentes de los miembros tanto superiores como inferiores, que unidas a las artralgias que inmovilizan el juego de las articulaciones hacen permanecer a los enfermos en posiciones forzadas.Muchos de ellos no pueden soportar sin gritos no quejas la atrocidad de los dolores en los casos algo fuertes; cada exacerbacin de stos, provoca asi mismo, nuevos y muy vivos sufrimientos.Existe tambin cefalalgia en el mayor nmero de casos.Los dolores anteceden, coinciden, o siguen a la fiebre?Fiebre.-Precisar la elevacin de la temperatura al principio, esto es, cuando apnas se manifiestan los primeros fenmenos de reaccin, es cosa bien difcil; primero, porque si se observa la enfermedad en Lima, ya es tarde, puesto que los ms de los enfermos no llegan a esta Capital, sino despus de haber permanecido muchos das y a veces meses, en los lugares donde han tomado la verruga; y segundo, porque an en estos ltimos, es todava muy arduo, ya porque se carece de medios, ya porque se toman por intermitentes ya en fin porque en muchas ocasiones, la enfermedad no d lugar a que se sospeche siquiera su existencia.Es solo desde que comienzan a unirse los dolores artrlgicos la fiebre por lo general irregular de la verruga que se puede apelar al termmetro y en este caso se nota tambin mucha variedad en su tipo, an cuando la enfermedad se presente sin complicacin alguna. As he observado en muchos casos la forma intermitente con sus variedades, pero por lo general, toma el tipo de la forma hctica, pues en los ms he tenido ocasin de notar lo siguiente: desde las 12 h. m. 2 h. p.m., comenzaba un decaimiento y descomposicin del cuerpo, segua esto, escalofros mas menos intensos y luego una fiebre ligera durando junto con los dolores que se despertaban instante por instante, hasta las 12 h. p. m. 4 h. a. m. en que apareca un sudor ms menos copioso, que aliviaba los dolores, suprimindolos muchas veces completamente.En cuanto al grado de temperatura que alcanza la fiebre, podemos adelantar que oscila entre 39 y 40 cetgrados, sobrepasando pocas veces esta cifra.En caso de complicaciones, siendo estas muy diversas, independientes unas de la enfermedad y provocadas otras por el desarrollo del proceso en distintos rganos, la fiebre toma tambin un tipo bastante variado.Pulso.-Aumenta de frecuencia, proporcionalmente al grado de temperatura alcanzado por la fiebre; en muchos casos y especialmente al fin del perodo que nos ocupa, se presenta pequeo, blando y algo depresible. Estos caracteres se hacen ms apreciables, si la anemia que se manifiesta en esta segunda etapa de la enfermedad adquiere cierta intensidad.Orina.-La orina es de color subido, generalmente de reaccin cida y deja por el enfriamiento un depsito rojizo ms o menos oscuro de uratos. En cuanto al anlisis qumico del lquido de que nos ocupamos, h aqu los resultados obtenidos por el Dr. Jos S. Barranca.Resultados Analticos de la Orina de los Enfermos Atacados de la Enfermedad Indgena conocida con el Nombre de Verruga"Dedicado desde algunos aos al importante estudio de la orina en diversas enfermedades bajo el punto de vista clnico, me ha llamado seriamente la atencin de los afectados de verrugas por la aparicin de principios anormales de la ms alta importancia para la prctica mdica; no siendo mis esfuerzos estriles, pues son coronados del mejor xito.Las orinas analizadas han sido tanto de la prctica civil, como tambin de los hospitales Santa Ana, San Bartolom y Dos de Mayo, donde han sido recogidas por los estudiantes de medicina, seores Yataco, Carrin y Ripalda; tomando las precauciones debidas para evitar toda causa de error.Los casos observados han sido en nmero de doce; obteniendo constantemente los mismos resultados, a saber, la presencia del indigo y de la glucosa en la parte lquida de la orina y el fosfato de amonaco magnsico en los sedimentos.La presencia del indigo es variable; su proporcin aumenta como crece la intensidad de los sntomas de la enfermedad y disminuye como decrecen stos.La glucosa se ha encontrado cuatro veces en proporciones alarmantes, simulando una pseudo-diabetes sacarina; en otra n, en muy poca cantidad.En los sedimentos que se forman despus de la emisin de la orina, se encuentra invariablemente el fosfato amoniaco magnsico; con esta diferencia que la proporcin es mayor, en los sedimentos que se depositan poco despus de la emisin sea en orinas muy putresibles y muy poco en las orinas que se descomponen con lentitud, pero en todos los casos no ha faltado, siendo muy reconocible por su forma cristalina caracterstica (couverclede cercueil) la cual no puede confundirse con otras del mismo sistema.Hoy por hoy, me limito solo a publicar estos resultados que no dejan de tener alguna importancia para el diagnstico; sobre todo en una enfermedad como sta, tan oscura durante el perodo de incubacin; reservndome para mas tarde dar a conocer en detalle mis observaciones, despus de ensanchar mas el crculo de mis experiencias y de haber compulsado los ltimos trabajos hechos en afecciones anlogas.Pasemos ahora a ocuparnos de otros sntomas no menos importantes y que completan el cuadro sintomtico caracterstico del perodo de invasin propiamente dicho.El agente verrucoso ataca indudablemente la sangre, puesto que la nutricin en los enfermos atacados de este mal, se altera profundamente, hasta producir la caquexia. Manifistase sta por la anemia que se desarrolla ms o menos violentamente y con mayor menor energa, segn los individuos. Desgraciadamente no conozco experiencia alguna que d a conocer la cifra a que asciende el total de glbulos rojos destrudos por el ya mencionado agente.La piel toma una coloracin plida y terrosa, las mucosas y especialmente la palpebral y la gingibo-labial se decoloran, tomando el aspecto de la cera.El pulso presenta los carcteres que ya hemos indicado y a los que he olvidado agregar, que en ciertos individuos en lugar de ser frecuente, se nota por el contrario retardado.El corazn late dbilmente, percibindose, en la mayora de casos, en su base y en el primer tiempo, un soplo suave ms menos intenso.Los movimientos se hacen languidecentes, sin fuerza ni precisin; la marcha es vacilante.Hay zumbidos de odos, aturdimiento, deslumbramientos insomnio.Sufusiones serosas suelen presentarse en muchas ocasiones, con mayor o menor rapidez.El bazo en los mas, es considerablemente aumentado de volmen, desciende a veces hasta la fosa iliaca izquierda (tal sucede en el enfermo de la historia N 9; es adems duro y fcil de limitar por la palpacin si no hay ascitis. El hgado se presenta tambin en muchos casos infartado.La anemia se acenta ms y ms, a medida que la enfermedad sigue su curso.Para terminar haremos notar, que en la mujer sobrevienen en este perodo, trastornos menstruales.Tercer perodo.- Erupcin.-La erupcin comienza a presentarse en una poca que se encuentra comprendida entre los 20 das siguientes al envenenamiento invasin, hasta los seis y an ocho meses posteriores.La erupcin se muestra por los miembros, la cara, etc., extendindose en seguida al resto del cuerpo invadiendo igualmente algunas mucosas.Durante este perodo los sntomas generales se aminoran considerablemente, sobre todo si la erupcin es algo rpida y completa. Solo la anemia puede persistir y aumentar, especialmente, cuando las hemorragias que se suceden a la ruptura de los tumores verrucosos, se repiten con alguna frecuencia, cosa que es muy comn.Es constante la erupcin? Si, tanto como la de las otras fiebres eruptivas, constituyendo por consiguiente el fenmeno mas caracterstico, el sistema patognomnico mas acabado de la enfermedad. Es adems notable por su constancia, su duracin, su terminacin y en fin, por otras muchas particularidades que mencionaremos mas adelante.Entrando pues ahora al estudio de los tumores verrucosos en todas sus faces, diremos desde luego, que su forma, desarrollo y sitio en que verifican su aparicin, es de lo mas variado. Ya se presentan en la superficie de la piel, ya bajo de ella constituyendo la forma subcutnea y correspondiendo ambas variedades, a lo que podemos llamar laerupcin externade la enfermedad; tipo en el que tambin est comprendida la que tiene lugar sobre la superficie de las mucosas, tales como la bucal, nasal y culo palpebral.Otras veces los tumores hacen su aparicin en las paredes u rganos encerrados en las cavidades esplnicas, articulares otras, como la orbitaria por ejemplo. Constituyen entonces lo que se designa con el nombre deerupcin interna, que es menos frecuente que la anterior y con la cual pueden coexistir. No es menos variable como ya lo hemos indicado la forma y desarrollo que afecta el neoplasma verrucoso. Limtase en ciertas ocasiones a alcanzar el tamao de una pequea arveja y terminar rpidamente por desecasin y descamacin, sin dejar vestigio alguno y sin comprometer los das del paciente; desarrollndose en otros casos hasta adquirir el volmen de una naranja ms, rompiendo y mortificando la piel, ocasionando graves desrdenes en los rganos donde radican, mortificndose ellos mismos y produciendo en fin vastas heridas y abundantes hemorrgias, que acaban por producir tal estado de aniquilamiento del enfermo, que la muerte se hace su terminacin necesaria.Delineada as a grandes rasgos la marcha tan distinta seguida por las dos veriedades mas opuestas del tumor verrucoso, pasemos a describir con algunos detalles y en cuanto lo permitan nuestros muy limitados conocimientos, la evolucin ms o menos regular que ofrecen las dos formas ms comunes de erupcin externa.Comenzaremos por lo tanto por la que toma nacimiento en la superficie de la piel.Haremos notar antes que nada, que la erupcin en esta primera forma, se verifica por procesos sucesivos y que por consiguiente los dos ltimos perodos en que hemos dividido la marcha de la enfermedad, se realizan refundidos en uno solo. As pues mientras que en unos puntos principian aparecer los neoplasmas en otros donde erupcionaron primero, est ya en va de desecacin y descamacin.Al principio y en los sitios donde v a tener la erupcin, se presentan alguna veces pequesimas manchas rojas y otras (es este el caso ms general) globulitos vesiculitas muy diminutas, brillantes y enteramente semejantes a lo que en Patologa se llama sudamina blanca; en ambos casos la piel es un sitio de comezn bastante notable. Poco a poco estas manchas o vesculas se transforman en papulitas de un color rosado mas o menos intenso, adquiriendo un tinte cada vez mas subido, hasta llegar al rojo, escarlata. Las pocas que llegan a romperse, ms que por la distensin del epidermis, por la fricciones rascaduras que se practica el enfermo acosado por la comezn, dan lugar a ligeras hemorragias y toman en seguida un color rojo oscuro o casi negro, debido en gran parte a la costra formada por la sangre desecada. Al cabo de algunos das, desaparecen, dejando no una verdadera cicatriz, sino ms bien una manchita blanquecina escamosa, que a su vez dura muy poco tiempo.Las que no se han desgarrado continan desarrollndose, hasta alcanzar cuando mas el volmen de una arveja, su color es entonces un rojo de los ms intensos; son adems por regla general, sesiles.El calor y el fro, influyen notablemente en el volumen de estos tumores, as bajo la accin del primero, aumentan de volmen, se llenan de sangre, toman un tinte mas y mas subido y llegan a veces a romperse por el mas ligero contacto, el fro al contrario lo hace disminuir de tamao, los pone ms plidos y mas duros.Un esfuerzo prolongado parece tambin aumentarlos de volumen, volvindolos mas rojos; presentan pues por lo que se v, algunos de los caracteres de los angionomas erctiles.Algunas veces los enfermos acusan dolores al nivel de los tumores, comparando sus sufrimientos a los que produciran pinchazos de alfiler.Pasemos ahora a la forma sub-cutnea. Esta forma no puede apreciarse en su principio sino por el tacto; as haciendo una presin ms o menos metdica y con alguna fuerza en los lugares de eleccin de esta especie de tumores, se siente rodar bajo los dedos unos tumorcitos duros, renitentes, movibles, lisos, del tamao de una arveja de un garbanzo, sin adherencia con la piel, no produciendo alteraciones de ella, ni llamando para nada en esta poca la atencin de los enfermos; son adems en su mayora indolentes y sin repercusin ganglionar. Pueden permanecer en este estado hasta la curacin completa de la enfermedad, desapareciendo luego por reabsorcin o atrofia.Cuando la erupcin es abundante, se observa entonces abotagamiento o tumefaccin de la piel.Pero no es ese el fin que se les espera a todos, si no que aumentando de volumen distienden, adelgazan e inflaman crnicamente la piel, dando lugar a comezones ms o menos fuertes, a adherencias y en fin a la aparicin clara del tumor.Su evolucin es pues, muy variable, pudiendo unos desaparecer por reabsorcin y otros crecer incesantemente.Cuando la distensin es muy grande, aparecen con claridad un tumor de consistencia y volumen variable, encerrado todava por la piel rojiza, violcea o negruzca y que una vez mortificada, cede, producindose la salida de una pequea cantidad de sangre o pus, aunque generalmente es un pus sanguinolento; otras veces sin salida de estos lquidos, se presenta simplemente el tumor subcutneo con una coloracin rojiza al principio, como si fuera formado por yemas carnosas y que toman luego distintos aspectos hasta el punto de presentarse a veces bajo la forma de una ulceracin de color gris sucio o negruzco con surcos y exhalando un olor desagradable, debido a la snies que se derrama en su superficie. La piel que rodea al tumor, es roja lustrosa, distendida y como extrangulando el tumor, a veces a tanto extremo, que se pediculiza y crece a la manera de un hongo. Otras veces el tumor se reblandece antes de romper la piel y simula perfectamente un abceso. El tumor sigue aumentando de volumen, sea que se pediculice o n, hasta adquirir dimensiones notables. El tamao de estos tumores se halla comprendido entre el de una arveja y el de una pequea naranja. En ocasiones varios tumores prximos perforan la piel, ya simultneamente o en pocas distintas, formando por consiguiente extensos tumores ulcerados, que derraman una abundante cantidad de snies de olor en extremo desagradable.Los sitios de predileccin de esta clase de tumores, son: las rodillas, los codos, las partes anterior interna y externa de la pierna, la parte posterior de los maleolos y excepcionalmente otras partes del cuerpo. Su duracin es indeterminada.A la larga las verrugas pueden por distensin no solo distender, ulcerar e inflamar la piel, sino tambin gangrenarla dando lugar a hemorragias graves.Cuarto perodo.-La terminacin de la enfermedad vara con la marcha segida por el tumor.Diremos pues algunas palabras acerca de la manera como termina el neoplasma verrucoso en sus diversas formas.Cuando la erupcin tiene lugar en la superficie de la piel, el tumor alcanza cuando ms, como ya lo hemos indicado, el tamao de una arveja. Adquirido este volumen permanecen algn tiempo en estado estacionario, para decrecer en seguida con suma lentitud, empleando a veces varios meses en desparecer completamente; su color se modifica al mismo tiempo, pasando de rojo vivo que era, a un rojo negruzco muy pronunciado. Continuando la regresin o reabsorcin, llegan al nivel de la piel donde ya no se manifiestan sino por pequeas manchas negruzcas muy parecidas a los lunares, que sucesivamente pasan al amarillento, decolorndose en seguida ms y ms hasta que quedan reducidos a pequeos espacios blanquecinos, bien distintos del resto de la piel y recubiertos de escamas que no tardan en desaparecer sin dejar seal alguna.En cuanto a los tumores voluminosos que desgarran y mortifican la piel motivando su ulceracin, diremos que generalmente son ennucleados por el Cirujano, siendo esta operacin algunas veces fcil, por encontrarse el neoplasma sostenido tan solo por un estrecho pedculo.La terminacin de la enfermedad, est en este caso, ligada a los desrdenes producidos por el tumor, as como al estado general del individuo.Diagnstico.-El diagnstico de la enfermedad en su principio es tan difcil de establecer, como fcil de verificar en el perodo de erupcin. Y en efecto, frecuentemente vemos a prcticos experimentados tomar por un ataque de paludismo en sus variadas formas, o por un reumatismo articular, muscular seo, lo que no es sino el primero segundo perodo de la Verruga Peruana.Desde luego y como una de las principales dificultades para hacer el diagnstico diferencial entre esta enfermedad y la malaria, har presente, que la distribucin geogrfica de la verruga me ha dado a conocer que en la mayor parte de los lugares donde ella existe, domina tambin el paludismo, haciendo ambas enfermedades sus ataques aislada o simultneamente.En el estado actual de nuestros conocimientos, solo existe en mi humilde concepto un solo dato seguro y fiel que pueda hacernos sospechar la existencia de la Verruga, antes de su erupcin, me refiero al conocimiento del lugar lugares por donde ha estado pasado el individuo enfermo. Si pues observamos, fiebre, ya sea contnua, remitente intermitente, dolores articulares y musculares acompaados de calambres, en un individuo que viene de Matucana por ejemplo podemos asegurar casi sin temor de equivocarnos, que es la verruga la que tenemos a la vista.Sin embargo, sensible me es decirlo, la sintomatologa del perodo de incubacin de esta pirexia indgena de nuestro suelo, es todava muy deficiente para el prctico que desea establecer su diagnstico desde los primeros momentos, a fin de oponerle una teraputica conveniente. Estas oscuridades, estas incertidumbres, dejarn de existir, estoy seguro, el da en que la prctica de las inoculaciones se domicilie entre nosotros; inoculaciones que por otra parte nos harn conocer muchsimas otras particularidades importantsimas acerca de la naturaleza ntima de la patologa del agente verrucoso.Patogenia.-La verruga a mi modo de ver, es una enfermedad miasmtica, probablemente parasitaria. La deficiencia de estudios serios a este respecto, hacen todava dudar acerca de su naturaleza ntima; sin embargo, procurar en cuanto me sea posible hacer un ligero anlisis de las diversas opiniones que existen sobre este punto Tratamiento.-El tratamiento de la enfermedad que venimos estudiando, abedece a las dos indicaciones principales siguientes: 1 Favorecer la erupcin; 2 Combatir por los medios ms activos la anemia que se manifiesta en el segundo y tercer perodo de la dolencia. Obedeciendo a la primera, se registra generalmente el agua del monte con chancaca sola, y la infusin o cocimiento de la planta conocida en la sierra, con el nombre de Ua de Gato. Estas sustancias son casi los nicos medicamentos que toman los indgenas atacados de verruga. Nuestros prcticos usan tambin la primera, asociada al vino emtico.Respondiendo a la segunda, se hace uso de los preparados de fierro, vino y buenos alimentos.

Bartonelosis (Fiebre de la Oroya o Verruga Peruana) Enfermedad ocupacionalRESUMENLa Bartonella bacilliformis es un parsito bacteriano intracelular facultativo de los eritrocitos humanos y de las clulas endoteliales. La enfermedad de Carrin, fiebre de La Oroya y Verruga Peruana son todos trminos que describen las consecuencias patolgicas de la infeccin humana por Bartonella bacilliformis. (1)Aunque las infecciones que involucran especies de Bartonella, tales como Bartonella henselae y Bartonella quintana, ocurren en todo el mundo, la enfermedad de Carrin es endmica nicamente en Sudamrica. (14)Las infecciones por B. bacilliformis son un problema de salud en numerosas reas rurales de Sudamrica y para los viajeros que visitan esas regiones. Se han reportado brotes de bartonelosis en las regiones montaosas de Per, Ecuador y Colombia. (1)La Lutzomyia verrucarum es el principal vector para la transmisin de la bacteria al ser humano; la hembra del mosquito transmite el patgeno durante su alimentacin nocturna de sangre humana. Presumiblemente el insecto se alimenta de sangre de un individuo infectado y disemina el patgeno por medio de su saliva durante la siguiente ingesta de sangre. La bacteria no es contagiosa entre humanos. (1)Presentamos un enfoque laboral de la enfermedad en trabajadores que realizan desplazamientos continuos a zonas endmicas y analizamos sus posibles consecuencias.Palabras claves:Bartonelosis, enfermedad de Carrin, verruga peruana, lutzomyia, bartonella, laboral, zonas endmicas

HistoriaLa bartonelosis conocida como enfermedad de Carrin o Verruga Peruana constituye una endemia ancestral que afecta a la poblacin de valles interandinos y algunas reas de selva alta. Esta enfermedad fue conocida por culturas precolombinas, tal como se ha podido determinar en algunos huacos y monolitos de la poca. (1)En la conquista de Amrica las tropas espaolas sufrieron las fiebres y verrugas de Coaque, siendo diezmados muchos de ellos.En la poca de la Repblica (1870-1906) se registra una grave epidemia durante la construccin del ferrocarril Lima La Oroya (el ms alto del mundo), en ella participaron miles de trabajadores (chilenos, chinos, bolivianos, etc.) de los cuales fallecieron ms de 7,000 siendo la enfermedad conocida como Fiebre de la Oroya; en algunos sobrevivientes aparecieron erupciones drmicas rojizas, a las que se dio el nombre de verruga peruana. Esta epidemia motiv un gran inters de investigacin en la comunidad mdica internacional. (1)En 1885, el estudiante de medicina peruano Daniel Alcides Carrin investiga y establece la unidad clnica existente entre la fiebre de la Oroya y la verruga peruana, constituyndose as en el mrtir de la medicina peruana.En 1905, el mdico peruano Alberto Barton aisl y describi a la Bartonella bacilliformis como agente etiolgico responsable de la enfermedad de Carrin o verruga peruana.En 1913, Townsend identific a la Lutzomyia verrucarum como el vector responsable de la enfermedad.La enfermedad de Carrin siempre fue considerada una enfermedad histrica, anecdtica y enigmtica, y ha sido estudiada no slo por peruanos sino tambin por extranjeros, algunos de los cuales se han especializado en este microorganismo.Distribucin geogrficaLa enfermedad de Carrin constituye una enfermedad endmica en Sudamrica y slo se ha reportado en el Per (Ancash, Cajamarca, Lima, etc.), Ecuador (Loja), Colombia (Nario); en Tailandia y Sudn se han descrito cuadros similares.La bartonelosis humana requiere condiciones especiales para su desarrollo y presentacin; en el Per, las reas verrucgenas se dan en una extensa rea entre los 2 de latitud norte y 13 de latitud sur de la vertiente occidental de los Andes; se estima una poblacin de 1686,236 habitantes que residen en estas reas endmicas, las cuales abarcan un rea de 144,496 Km2.Clsicamente los nichos verrucgenos se localizan entre los 500 3,200 m.s.n.m., pero debido a cambios ecolgicos y otras variables epidemiolgicas la enfermedad se ha encontrado en reas de la costa y selva. (7)BacteriologaLa Bartonella bacilliformis es una bacteria aerbica Gram negativa intracelular pleomrfica mvil, con especial tropismo por el glbulo rojo.Para su observacin se emplean tcnicas de coloracin Giemsa o Wright, se requiere de medios de cultivos especiales, siendo la temperatura ptima de desarrollo de 25C a 28C.En estos cultivos se ha visto que la bacteria posee flagelos unipolares; a la ME, dichos flagelos poseen una longitud de onda de 800nm; se sabe que los filamentos flagelares estn compuestos de polipptidos de 42 K-Da, y esta disposicin determina su movimiento como tirabuzn, el cual le permite penetrar con facilidad a los glbulos rojos. (10)TransmisinLa bartonelosis en el humano es transmitida por la picadura de mosquitos hematfagos del gnero Lutzomyia (Lutzomyia verrucarum, peruensis, serrana, etc.), conocida popularmente como titira o manta blanca. La Bartonella bacilliformis se multiplica rpidamente en reservorios humanos durante la fase aguda de la enfermedad y permanece durante periodos prolongados en las personas convalecientes. No se ha demostrado la existencia de reservorios silvestres, siendo el hombre enfermo y no tratado el nico reservorio conocido. (2)La Lutzomyia verrucarum, vector principal de la verruga peruana, es una especie propia del Per; se encuentra en los valles occidentales e interandinos de los Andes peruanos, tambin en las casas (dormitorios), en los ambientes peri domiciliarios y en menor cantidad en el campo abierto.Tiene un patrn estacional, el cual obedece a las diferentes condiciones climticas de las zonas; aumenta en nmero a partir del mes de marzo a junio.Las Lutzomyias reposan de da y a partir de las 6 de la tarde en adelante salen a alimentarse; no se conoce el lugar de cra y presentan cuatro estados larvares, la temperatura ptima flucta entre los 19C 23C; el tiempo de vida del mosquito es en promedio de 50 a 60 das. (3)ClnicaLa Lutzomyia verrucarum introduce el husped la Bartonella bacilliformis; estos microorganismos se localizan principalmente en los endotelios capilares y linfticos (clulas de Strong) y luego penetran activamente a los glbulos rojos, residiendo dentro de ellos (endoglobulares); ello estimula el sistema retculo endotelial, haciendo que los linfocitos y macrfagos produzcan una intensa eritrofagocitosis del complejo hemate-bartonella, lo cual puede llevar a una severa anemia de tipo hemoltico y extravascular.Una vez que un paciente susceptible es picado por el insecto transmisor, este puede cursar sin sntomas o desarrollar diferentes y variados sndromes clnicos.Clsicamente se han descrito tres periodos: la fase aguda anemizante, le sigue el perodo denominado intercalar, usualmente asintomtico y de duracin variable, y luego de meses a aos, la fase eruptiva o crnica ms conocida como verruga peruana.Estudios recientes han demostrado que los pacientes peditricos y adultos jvenes son los ms afectados; en relacin al sexo predomina el masculino en ambas fases; respecto al tiempo de enfermedad, la mayora de los pacientes en fase aguda presentan un menor tiempo de enfermedad y un mayor tiempo los pacientes de fase eruptiva.El perodo de incubacin clsicamente han sido considerados 21 das, pero segn nuestros estudios, la media es de 2 meses. (13)A) FASE AGUDADe inicio brusco o insidioso, dura aproximadamente cuatro semanas. Los sntomas de la fase aguda son diversos, destacando los de un proceso infeccioso general, tales como fiebre, malestar general, palidez, hiporexia; desarrollando anemia severa, hepatomegalia, ictericia, linfoadenomegalia; en ocasiones pueden presentar derrame pericrdico, anasarca, convulsiones.La depresin transitoria de la inmunidad celular durante la fase aguda explica la presencia de algunas infecciones oportunistas, como son la reactivacin de la toxoplasmosis. Las complicaciones mas frecuentes son las producidas por los microorganismos oportunistas (parasitarias, bacterianas y micticas), tales como Salmonellas tficas y no tficas, Plasmodium vivax, Mycobacterium tuberculosis, Pneumocystis carini, Toxoplasma, Histoplasma, etctera (2)B) FASE ERUPTIVALa fase crnica eruptiva conocida como verruga peruana es muy frecuente a nivel peditrico; muchos nios preescolares y escolares de las zonas endmicas presentan en cara, extremidades superiores e inferiores diversas formas de verrugas. (12)

Las formas descritas son:Miliar (pequeas), mular (grandes) y nodular (subdrmicas); estas muchas veces curan solas en 3 a 6 meses; ocasionalmente se ha detectado en algunos pacientes (13%) con verruga peruana, presencia de Bartonellas en sangre sin cuadro anmico severo.

Los signos y sntomas que destacan son: sangrado de las verrugas, palidez leve, fiebre, malestar, prurito, dolor articular, linfoadenomegalia.

La letalidad es excepcional en esta fase. Las lesiones eruptivas se confunden con tumores cutneos, tales como: granuloma piognico, angiomatosis bacilar, varicela, molusco contagioso, sarcoma de kaposi, hemangioma, tumor de Spitz, fibrosarcoma, etc. (8)HistopatologaLa reaccin histolgica de la verruga peruana se caracteriza por la proliferacin de clulas endoteliales y monocitos macrfagos; el nmero de mitosis es variable, en algunos casos son numerosos y estn asociados a atipias celulares, dando una imagen histolgica similar a una neoformacin maligna. (4)Arias Stella revela en estudios patolgicos intensa proliferacin de capilares neoformados y marcada hiperplasia endotelial; dentro de estas clulas existen inclusiones de Rocha Lima de color rojo o violceo, constitudas por el citoplasma de estas clulas. (5)Estudios inmunohistoqumicos realizados por Pierard y Arrese, con anticuerpos monoclonales y policlonales, han permitido conocer mejor la composicin celular del verrucoma; as la lesin eruptiva est compuesta por dos poblaciones celulares:Clulas endoteliales y dendrocitos drmicos, en estrecha interrelacin anatmica, juegan un rol importante fagocitario en las infecciones bacterianas como la verruga peruana. (6)La presencia de estas poblaciones celulares sita a la verruga peruana dentro del grupo de las angiomatosis dendrocticas.DiagnsticoUno de los aspectos ms importantes en el diagnstico de la enfermedad es el antecedente epidemiolgico; si bien desde hace varias dcadas se sabe que la mayora de los pacientes que desarrollan la fase aguda son forneos, en los ltimos aos cada vez ms personas nativas presentan esta fase; esto es de particular importancia en los rebrotes de la enfermedad.En la fase aguda de la bartonelosis el diagnstico es bsicamente a travs del frotis sanguneo, en el cual se observa un 100% de parasitismo de los glbulos rojos, que muestran formas bacilares (jvenes), cocoides (viejas) o cocobacilares.El hemograma muestra leucocitosis con desviacin izquierda, la gran mayora desarrollan anemia severa (Hcto.< 20%) de carcter hemoltico.Como respuesta a la mayor destruccin hemtica se da una hiperplasia del tejido eritropoytico de la mdula sea y eventualmente de otros rganos, como el bazo.El hemocultivo y el mielocultivo en medios especiales son tiles para confirmar el diagnstico.El anlisis de las pruebas hepticas revela un compromiso importante en los pacientes en fase aguda; 60% de estos pacientes tienen valores aumentados de las bilirrubinas, con predominio de la bilirrubina directa.Se demuestra que la prueba de ELISA cuando se analiza toda la fraccin de la bacteria tuvo alta positividad (95.2%), al igual que el Western Blot: el 100% de las muestras fueron positivas.Recientemente se han utilizado la tcnica de PCR para detectar la bacteria, en especial cuando hay poco parasitismo en sangre.ltimos estudios de Western Blot realizados por Kosek y cols. Demuestran que esta prueba tuvo mayor positividad en los pacientes eruptivos que los agudos. (11)TratamientoLa mortalidad fue ms del 90 % en la era pre antibitica; actualmente la letalidad es de 8.8%, pero sigue siendo un problema de salud pblica.El tratamiento en la fase aguda es muy efectivo con antibiticos como Cloranfenicol solo o combinado con penicilinas; el uso de Ciprofloxacino es de gran utilidad.Clsicamente en la fase eruptiva se us para el tratamiento la Estreptomicina, pero se ha demostrado que la Rifampicina logra en un menor tiempo disminucin y desaparicin de las verrugas; en los ltimos aos Ciprofloxacino tambin se ha usado con xito. (13)Prevencin y controlClsicamente, la principal y nica medida de control ha sido la fumigacin con DDT, la cual produjo una disminucin importante de los casos, pero ltimamente la enfermedad se ha mantenido e incluso han existido rebrotes en algunas zonas endmicas, probablemente por resistencia al DDT. (1)ConclusionesEs de imperiosa necesidad llamar la atencin en el mundo cientfico internacional sobre la importancia de esta enfermedad, que en verdad tiene caractersticas especiales.Es bifsica, con dos estados muy dismiles; slo ataca a la especie humana, sin que hasta hoy se conozca el reservorio animal de los grmenes causantes; produce en la piel y algunas mucosas un modelo singular de reaccin tisular, que es morfolgicamente diferente a las reacciones inflamatorias usuales; el agente transmisor es un mosquito hematfago (hembra) del gnero Lutzomyia, que es cosmopolita; durante la primera fase de invasin sangunea, con anemia hemoltica severa, hay depresin de la inmunidad; en fin, la distribucin est en sitios muy limitados, seguramente en relacin con la confluencia de factores ecolgicos hasta ahora desconocidos.Desde pocas anteriores muchos investigadores pensaron y plantearon que la enfermedad estaba controlada e iba camino a la desaparicin, pero ello no ha sucedido, la enfermedad de Carrin sigue siendo un problema de salud pblica, contina causando decenas de muertes y todava existen muchos vacos en su epidemiologa, su patogenia y en la clnica.Se requieren nuevos estudios longitudinales y a largo plazo para conocer mejor la historia natural de la bartonelosis.La enfermedad de Carrin, como se menciona en las crnicas, afectaba normalmente a obreros forneos que acudan a zonas endmicas a realizar trabajos; este fenmeno se da en la actualidad con el desplazamiento constante de trabajadores como mineros, agricultores, construccin civil, profesores, etc., y por la falta de inmunidad estn en grave riesgo de hacer la enfermedad luego de varios meses.No existen registros del tiempo de permanencia de los trabajadores, pero si hay evidencias que son desplazamientos continuos por motivos laborales.Segn la definicin de enfermedad ocupacional, diremos que es toda afeccin directa o indirectamente causada, condicionada, mantenida o agravada por todo aquello que sea utilizado en la actividad profesional o exista en el ambiente de trabajo. (9)Basados en este concepto planteamos que sera til y necesario que los organismos competentes reconozcan a la bartonelosis como una enfermedad ocupacional.Actualmente Per, Ecuador y Colombia son pases endmicos de esta enfermedad y debido a la crisis econmica que sufren, muchas personas emigran a otros pases con mayor frecuencia a Estados Unidos y Europa (Espaa).Reportamos esta enfermedad con un enfoque laboral, siendo importante el conocimiento de la enfermedad en estas comunidades ante la posibilidad de registrarse algn caso de bartonelosis en la poblacin de inmigrantes.http://www.rpp.com.pe/2011-07-11-verruga-peruana-que-es-y-como-se-trata-noticia_383822.htmlVerruga peruana: Qu es y cmo se trataDesde el 2004 no se haban reportado casos mortales de la enfermedad, sin embargo autoridades confirmaron la muerte de un joven de 19 aos a causa de la Verruga Peruana en Chiclayo. Especialista recomienda no acampar despus de las 5 de la tarde en zonas rurales. La presencia de fiebre y anemia puede indicar el contagio del mal.

Esta enfermedad se asocia al campo, las picaduras se dan al anochecerCiro Maguia, infectlogoDesde el 2004 no se haban reportado en el pas casos mortales de la enfermedad,sin embargo las autoridades de salud de Chiclayo confirmaron la muerte de un joven de 19 aos a causa de la verruga peruana o enfermedad de Carrin. Al respecto el reconocido mdico infectlogo, Ciro Maguia,explic en qu consiste la enfermedad. "La fase que mata es la fase aguda es decir,a uno le pica un mosquito y despus de dos meses el paciente puede hacer fiebre, anemia, se complica y fallece".La prevencin es clave para evitar la picadura de mosquito transmisor de la verruga: "Esta enfermedad se asocia al campo, las picaduras se dan al anochecer por lo que se recomienda no pernoctar a partir de las 5 de la tarde en zonas agrestes", seala Maguia.Existen zonas endmicas y de presencia del mosquitollamado "Manta Blanca" como Piura, Cajamarca, Cusco, Ancash, y Lima, por ello el especialista recomend la aplicacin de repelente, el uso de polos y pantalones de manga larga y mosquiteros para evitar el contagio.Maguia enfatiz nuevamente el medio "rural" de la enfermedadal precisar que el mosquito vive en casas abandonadas y huecos de piedras y rboles.La presencia de fiebre y anemia puede indicar el contagio del mal,por ello Maguia recomend acudir de inmediato a un puesto de salud u hospital para el tratamiento precoz, las primeras dos semanas son decisivas.

http://medicina.ufm.edu/index.php/Enfermedad_de_Carri%C3%B3nEnfermedad de Carrin Tambin conocida como lafiebre de la Oroya o verruga peruana, es una enfermedad infecciosa causada por la bacteria: Bartonella bacilliformis y transmitida por el gnero Lutzomyia.Fu descrita inicialmente por Daniel Carrin, estudiante de medicina peruano, quien padeci el mismo la enfermedad y la describi en detalle hasta su muerte (por la misma causa) en 1885, es por ello que ahora lleva su nombre. No fue sino hasta 1905 que Alberto Carton, un microbilogo peruano identific el agente etiolgico dentro de los eritrocitos.La enfermedad ha sido conocida desde tiempos pre-incaicos, endmica en Per, donde fue inicialmente descrita, pero tambin se ha identificado en Ecuador y Colombia.Los sntomas son muy variados, y algunos de los pacientes pueden ser asintomticos, las dos presentaciones clsicas son la fase aguda y la fase crnica, correspondiendo a las dos clulas invadidas por la bacteria (eritrocitos en el caso agudo, y clulas endoteliales en el caso crnico).Fase aguda:Fiebre (no sostenida pero mayor a 39 C), palidez, malestar general, hepatomegalia, ictericia, linfadenopatia y esplenomegalia, anemia hemoltica severa e inmunosupresin. Mortalidad sin tratamiento: 40% a 90% si se asocian infecciones oportunistas.Fase crnica:Fase eruptiva, proliferacin de clulas endoteliales que se conoce como "verruga peruana". Hay 3 tipos de lesiones: nodulares, subdrmicas y miliares. Los sntomas ms comunes son sangrado de las verrugas, fiebre, malestar, artralgias, anorexia, mialgias, palidez, linfadenopatia y hepato-esplenomegalia.El diagnstico durante la fase aguda se hace mediante un frote perifrico con tincin de Giemsa, hemocultivo en cultivos de agar Columbia-sangre, inmunoblot, IFI y PCR. Para la fase crnica el diagnstico es fundamentalmente clnico y epidemiolgico pero se usan cultivos, tincin de Warthin-Starry de la biopsia de las verrugas, PCR de inmunoblot.

El tratamiento de eleccin para la fase aguda son las Quinolonas o Cloranfenicol para los adultos y Cloranfenicol ms beta lactmicos para nios. Para la fase crnica, Rifampicina o macrlidos son la droga de eleccin para adultos y nios.