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POSTMODERNISMO
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UNIVERSIDAD AUSTRAL DE CHILEFacultad de Ciencias de la IngenieríaIngeniería Civil IndustrialTaller de Filosofía
El Humano Tecnificado, el distanciamiento y el horizonte ético.
John Edwards Burgos [email protected]
Una visión probable del escenario actual, estaría descrito por un desasosiego casi
apático e indiferente, en entorno las cosas que antes nos hubieran evocado un
posicionamiento más radical frente a ellas, mientras que ahora hay una distancia prudente
frente a temas que fueron secularizados. Una causa probable es la decepción de haber
despertado de un sueño que nos tenía parcialmente anestesiado, pero que nos ha obligado a
ver la vida de un modo diferente, bajo un prisma mucho más autocrítico. Al alero de otros
pensadores, que se enfrentan a tópicos diferentes, como lo son la racionalidad técnica, la
nueva visión artística y plástica y la política intentaré develar ideas medulares que se
comparten en esta hipótesis.
Taylor describe en su libro1, algunas molestias casi sintomáticas propias de los
tiempos actuales, y que cada cierto tiempo ocupan nuestra atención. El potenciamiento de
la razón, al que se le da tanto énfasis en la época moderna, aplicada a técnicas cada vez más
instrumentalizadas trajo consigo un desencantamiento del mundo actual, pues despojamos
al mundo de aquel velo de magia y misticismo que cubría las cosas que desconocíamos, con
ello la sociedad, no sólo fue capaz de entender el mundo sino que hizo uso de estos
conocimientos para maximizar los beneficios que podía extraer del medio, a un menor
costo asociado.
El autor denominó esta problemática como la “primacía de la razón instrumental”,
este aparente progreso, trajo consigo la intensión de controlar y dominar el ambiente, donde
antes veíamos una significancia de coexistencia armónica, dictaminada tal vez, por una
entidad de carácter superior, esto se puede explicar en parte porque nos sentíamos parte de
este medio y cada uno asumía un rol en esta cadena, pero ahora solo se convirtieron en
materias primas dentro de un sistema que podemos manipular racionalmente.
1 Taylor, C. (1994) “La ética de la autenticidad”. Barcelona: Paidós.versión traducida de 1991. “The malaise of modernity”. Canada: House of Anansi.
No podemos discutir que la aplicación de estos nuevos métodos han extendidos
nuestros horizontes, y satisfecho nuestras necesidades, pero el uso desproporcionado de
esta “racionalidad de forma irracional” muchas veces, ha sido nocivo para el medio
ambiente llevando al borde del colapso o se ha convertido en una buena excusa para
justificar la brecha que separa a los diferentes estratos socioeconómicos con cálculos
deshumanizados y que pierden la dirección de las cosas que importan. Aprendiendo con
ello que no todo puede medirse con la misma regla.
En el texto2 de Benjamín, él desarrolla una hipótesis semejante a la anterior en ciertos
lineamientos. Él nos habla de un desencantamiento que ha afectado el arte, de aquella aura
que siempre la iluminó, producto de la facilidad de reproducirla de manera técnica.
Desde siempre, las expresiones artísticas han estado afectas, de alguna manera, a la
duplicidad, por medio de la simple imitación o alguna técnica plástica como el gradado. A
pesar de aquello, las reproducciones eran muy limitadas, dado que los métodos utilizados se
comparan más a los que utilizaría un artesano. El mundo ya había experimentado parte de
las consecuencias culturales asociadas a la reproducción masiva, con la invención de la
imprenta, en el siglo XV, y que pese a su relevancia, no se convirtió en un acontecimiento a
escala universal de forma instantánea. De forma casi paralela, se puede distinguir la
evolución que sufrió la pintura a partir del renacimiento, caracterizado por un aprendizaje
constante y un mejor acabado en la técnica; los artistas comenzaron a pulir sus métodos
para conseguir terminaciones más realistas en sus lienzos. Pero la época moderna traería
consigo nuevas tecnologías como la fotografía, y cuando estas imágenes cobraron vida,
dieron forma al cine, que afectaron notablemente este concepto de “reproductividad
técnica” acuñado por Walter Benjamín.
Una de las consecuencias fue el replanteamiento en área estética y plástica, pues ya
carecía de sentido, el hecho de seguir emulando esta realidad, y por esto fueron se debió
innovar, abriéndose paso a perspectivas muy singulares de cada autor, así es como los
detalles irrelevantes fueron omitidos o derechamente desplazados y se puso foco en una
expresividad subjetiva, aunque esto sacrificara la aparente realidad del sujeto o figura
retratada, como los célebres cuadros cubistas de Picasso. Esta subjetividad deformante se
convirtió en la premisa de muchas vanguardias del s. XX
2 Benjamín, W. (1973). “Discursos Interrumpidos”. Madrid, Taurus.versión traducida de 1936. “Das Kunstwerk im Zeitalter seiner technischen Reproduzierbarkeit”. Frankfurt: Suhrkamp.
El gran volumen en número de reproducciones se convirtió en otra variable que se
destacó este período, porque tuvo un importante rol de difusión popular, acercando el arte a
objetos cotidianos o convirtiendo artículos de uso habitual en obras de arte como lo fueron
las latas de sopa de tomate Campbell retratadas por Andy Warhol. En la otra cara de la
misma moneda, este acontecimiento también término quitándole el la magia y misticismo
presente en las obras más tradicionales, al convertirlos en artículos de uso trivial.
Diluyendo así, el sentido el origen esplendoroso de sus inicios y convirtiéndolo ahora en un
“timbre multicopiable”.
La época actual, tal y como lo describe Schmitt3, es una etapa donde los conflictos se
desplazan constantemente conforme nuestra neutralidad se va expandiendo, esto
condiciona para que otros focos de tensión se desarrollen en otra área; por más buenas que
sean las intenciones de terminar con estas pugnas, paródicamente, estos puntos de tensión
jamás se resolverán sólo se moverán de la posición en la que se encuentran.
En primera instancia, nadie pensaría en oponerse a la posibilidad de coexistir en un
mundo sin conflictos, donde seamos tolerantes frente a las cosas que nos hacen diferentes,
pero no parece ser tan sencillo. Después de muchas guerras de origen teológico en la
Europa del s. XVI buscó un de neutralidad donde refugiarse y se consiguió una convivencia
más natural frente a estas disputas de orden religioso, la así llamada “esfera de neutralidad”,
pareció tomar fuerza y aunar las ideas de sus muchas personas que depositaron sus
esperanzas en esta nueva corriente, pero lo que cambió sólo fue el foco de interés, o como
el autor menciona, el “centro de gravedad” se había desplazado a un ámbito nacionalista y
esta a su vez, evolucionaron a través de los siglos de la misma manera a un conflicto de
carácter económico. Conforme pasó el tiempo, la técnica se había ganado el respecto, y
sobre ella se depositó la certeza de poseer una neutralidad absoluta, porque se encontraba
al servicio de quien utilizará esta herramienta y que obligaba a tomar una distancia
aséptica con respecto al problema, dotándola de una cualidad pacificadora.
Pero de la misma forma en que la técnica se convirtió en una herramienta, también
adquirió la forma de un arma. La técnica siempre estará del lado de quién la utilice, y estará
condicionada de la persona que la utilice, porque es simplemente una “técnica y nada
más”, y la distancia que siempre la caracterizó, en realidad le debería impedir dar un
3 Schmitt, C. (2002). “El concepto de lo político”. Madrid: Alianza editorial.versión traducida de 1933. “Der Begriff des politischen”. Hamburg: Hanseatische Verlagsanstalt
opción acerca del conflicto, pero esto no ocurre en realidad, un ejemplo es la invención de
la imprenta, en su origen, abrió el conocimiento a personas que antes no podían acceder a
ella, pero en la actualidad puede ser objeto del control de los medios de difusión. La
condición revolucionaria o reaccionaria, nada tiene que ver con la técnica en sí misma, sino
de quien la maneje.
Con la experiencia aprendida en los textos anteriores nos podemos dar cuenta que la
técnica es solo una herramienta, que nos obliga a ver el mundo de forma personal, pero el
uso que le demos, dependerá de nuestra racionalidad ética. Lo que se convierte en un gran
desafío para cada uno. La tecnificación racional de nuestro entorno nos ha alejado,
conduciéndonos a gran velocidad a una perspectiva singular, donde nuestro alrededor es
maleable de acuerdo a nuestros criterios éticos y desemboca en un solo punto de fuga en el
horizonte, esto no nos va a garantiza que el futuro sea prometedor, eso dependerá de
nuestras principios.