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Fisiología de La Deglucion
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“Año de Diversificación Productiva y del Fortalecimiento de la Educación”
la Integración Nacional y del Reconocimiento de Nuestra Diversidad”
DOCENTE:
Thiara Morón Diaz
INTEGRANTES:
SEMESTRE:
TURNO:
1
Tema:“FISIOLOGÍA DE LA
DEGLUCION”
ICA – PERÚ
2015
2
INTRODUCCIÓN
El ser humano desde la etapa embrionaria cuenta con un conjunto de
estructuras anatómicas genética y congénitamente determinadas, y con una
serle de procesos fisiológicos originados en actos reflejos destinados a la
preservación de la vida. Entre estos actos se encuentra la deglución, definida
como una actividad neuromuscular, producto de una serle de movimientos
coordinados de distintos grupos musculares de la cavidad bucal, faringe y
esófago, cuyo fin último es el permitir que los líquidos y alimentos sólidos sean
transportados desde la boca hacia el estómago. Esta compleja actividad
dinámica neuromuscular depende de un grupo de conductas fisiológicas
controladas por la actividad del sistema nervioso central y periférico, lo cual
desencadena el reflejo disparador deglutorio (RDD). El mecanismo de la
deglución se divide en cuatro etapas: oral preparatoria, oral, faríngea y
esofágica. La coordinación y el sincronismo en el transporte del bolo alimenticio
por cada una de estas etapas es regulada por un sistema de válvulas que se
abren y cierran de forma precisa, lo que nos asegura la eficacia en la
deglución. La rapidez y la eficacia de este fenómeno motor en el sujeto sano la
convierten casi en imperceptible. La disfagia, sensación de anclaje o de
bloqueo alimentario, puede ser la manifestación de una anomalía morfológica o
funcional en las vías digestivas.
La deglución normal consta de tres fases (oral, faríngea y esofágica), que
suelen repetirse más de 600 veces al cabo del día y en las que intervienen más
de 30 músculos. Tras el inicio de la deglución, el bolo alimenticio tarda entre 11
y 16 segundos en completarla.
El bolo alimenticio, a su paso por la cavidad orofaríngea, activa unos
receptores que inician el reflejo de la deglución, controlado por el sistema
nervioso central (SNC). El reflejo deglutorio da lugar a una compleja sucesión
de eventos involuntarios, cuya función consiste tanto en empujar la comida a
través de la faringe y del esófago como en evitar su entrada en la vía aérea.
Las Autoras.
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FISIOLOGÍA DE LA DEGLUCION
I. DEFINICIÓN:
La deglución es el paso del alimento desde la boca a la faringe y luego
hasta el esófago. Los alimentos masticados por los dientes, amasados por
la lengua y humedecidos por la saliva, toman forma de una bola de
consistencia pastosa, el bolo alimenticio. Una vez formado el bolo
alimenticio, la lengua lo empuja hacia atrás y entonces ingresa en la
faringe. El pasaje del bolo alimenticio desde la boca hacia la faringe se
denomina deglución. A través de esta el bolo continua su camino hasta
llegar al esófago (tubo de aproximadamente 25cm de longitud que conecta
la faringe con el estómago).
II. ACTOS:II.1. Acto voluntario
La fase voluntaria se produce una vez que los alimentos se
encuentran separados para la deglución, la lengua comprime el bolo
alimenticio contra el paladar y lo empuja voluntariamente hacia la faringe, a
partir de esta fase las demás son involuntarias.
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II.2. Acto involuntario
Corresponde al conjunto de movimientos peristálticos que impulsan al bolo
alimenticio para que éste pueda pasar a la garganta y luego al esófago y
puedan seguir los procesos digestivos.
La digestión bucal corresponde a la "degradación básica o simple" por
parte de dos enzimas que se encuentran en la saliva actuando sobre el
alimento, la principal de éstas es la amilasa salival que inicia la digestión
química del almidón. Ésta degradación es muy simple y rápida.
'En esta fase previa se forma el bolo alimenticio con ayuda de la lengua. Es
un proceso realizado de forma voluntaria; luego el tercio anterior de la
lengua se eleva hasta el tercio anterior del paladar (ruga palatina) lo que
produce que el bolo entre las 2 superficies sea rechazado, dirigiéndose a la
faringe.
III. FASES DE LA DEGLUCIÓNIII.1. FASE ORAL PREPARATORIA:
Se lleva a cabo cuando preparamos el alimento mordiéndolo y
masticándolo, para que el mismo pueda ser transformado en un bolo
homogéneo, facilitando la deglución.
Corresponde a toda la manipulación de los alimentos en la boca. Esta fase
y los patrones de movimiento del bolo, dependen de la consistencia del
material, de la cantidad de bolo y de las características propias de cada
individuo en la manera de comer; es importante que se produzca un buen
cierre labial para que el mecanismo sea eficaz. Antes de que se produzca
la deglución, el bolo alimenticio es bien cohesionado y se coloca entre la
lengua y el paladar duro, previo a su propulsión hacia la faringe; participan
también los dientes. Es un proceso cíclico, en el cual los dientes trituran el
alimento, lo envían hacia la lengua y a su vez la lengua lo devuelve hacia la
mandíbula, para continuar el proceso de masticación y de homogenización
del alimento con la saliva. Es importante la tensión y la contracción de la
musculatura bucal para que se cierren estos surcos y evitar que los restos
del alimento se queden en esas zonas. La laringe y la faringe se
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encuentran en reposo; la vía aérea está abierta y la respiración nasal
continúa hasta que se inicia la deglución voluntaria.
III.2. FASE ORAL PROPULSIVA:
Después de preparado, el alimento será posicionado sobre la
lengua, que se acoplará al paladar duro, iniciando un movimiento
ondulatorio de adelante hacia atrás, para llevar el bolo al fondo de la boca.
Cuando el alimento sólido o líquido, junto con el dorso de la lengua, toca
los pilares anteriores, se desencadena el reflejo de deglución propiamente
dicho.
El cual es accionado por acción del glosofaríngeo.
Es voluntaria, en ella se efectúa la propulsión del bolo hacia la faringe y se
inicia cuando la lengua moviliza el bolo; el movimiento es en sentido
anteroposterior, con propulsión del bolo hacia la faringe. En el momento en
que el bolo pasa la fauces anterior, termina la fase oral de la deglución y se
desencadena el reflejo de la deglución, que es involuntario y ocurre en
segundos.
III.3. FASE FARÍNGEA
Es la más importante porque en ella tiene lugar la protección de la
vía aérea y el paso del alimento al esófago. Esta fase está controlada
neurológicamente por la formación reticular junto al centro respiratorio
determinando una coordinación entre el centro de la deglución y de la
respiración. En esta fase la respiración cesa durante una fracción de
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segundos previo a que el paladar blando se cierre, evitando el pasaje del
bolo para la nasofaringe. La pared posterior de la faringe avanza,
comprimiendo el bolo contra el dorso de la lengua. El alimento no podrá
subir, ya que el paladar blando está cerrado, ni volver a la boca, porque el
dorso de la lengua está impidiendo su pasaje para la cavidad bucal. Por lo
tanto, el alimento tendrá que bajar. La epiglotis cierra la glotis y también se
cierran las cuerdas vocales.
Todas estas acciones son necesarias para que no haya pasaje del bolo
para las vías respiratorias. En ese instante la faringe se elevará, facilitando
este bloqueo que será concomitante a la abertura del músculo
cricofaríngeo, para que el alimento pueda entrar en el esófago. Durante
esta fase de la deglución el cierre de la laringe se produce gracias a la
actuación de tres esfínteres laríngeos: epiglotis, repliegues
aritenoepiglóticos y bandas ventriculares. Con el objetivo que se produzca
el cierre del esfínter laríngeo, la laringe realiza estos movimientos durante
la deglución:
Elevación de la laringe hacia el hioides, aproximando el conjunto
laringehioides hacia la mandíbula. Con este movimiento la epiglotis se
rebate hacia atrás.
Basculación o inclinación de los aritenoides hacia abajo, hacia delante y
hacia dentro, cierre de la glotis y retracción del vestíbulo.
Apertura del ángulo anterior crico-tiroideo, lo que permite a los
aritenoides inclinarse aún más hacia delante.
Profusión hacia atrás del tubérculo epiglótico, producido por la
aproximación tiro-hioidea y por la compresión del tejido adiposo
hiotiroideo.
Aproximación de los pliegues vestibulares y obliteración de la cavidad
vestibular.
Basculación hacia abajo del borde libre de la epiglotis por compresión
del bolo alimenticio.
No obstante, hay individuos que excepcionalmente presentan una
modalidad de deglución diferente, que les permite un débito líquido más
elevado: la laringe se mantiene en posición baja, mientras que la epiglotis
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permanece derecha sin rebatirse sobre la laringe como lo hace
normalmente.
Una vez que ha sido deglutido el bolo alimenticio la vía aérea se abre para
que la respiración continúe.
III.4. FASE ESOFÁGICA
Corresponde al avance peristáltico del bolo por el esófago, en todo
su trayecto. Es la fase más larga; dura entre 8 y 20 segundos y en ella
continúa la onda peristáltica que se formó en la faringe y que transcurre a
todo el largo del esófago.
Comienza con la relajación del EES (duración menor de 1 segundo) como
consecuencia de la llegada de la onda de contracción faríngea. Esta onda
se produce como consecuencia de una inhibición no colinérgica ni
adrenérgica que determina la relajación muscular (evidente a su llegada a
la región esfinteriana), seguida de una onda de contracción del músculo
circular. Esta onda de contracción o peristaltismo primario, tiene una
velocidad de progresión en la región anterior al EES de 9 a 25 cm/s, al
inicio del esófago baja a 3 - 4 cm/s, aumenta a 5 cm/s y después cae a 2
cm/s. El responsable de esta respuesta peristáltica es el sistema nervioso
entérico, a diferencia de la región anterior al esfínter donde son
motoneuronas craneales, no obstante no se descarta la participación del
vago en la coordinación de dicho movimiento (reflejo vagovagal) con la Ach
como estimulador mientérico de la contracción por detrás del bolo y NO/VIP
como transmisores mientéricos de relajación por delante del bolo. También
parecen muy implicadas las células intersticiales de Cajal. Además de este
tipo de movimiento se observa un acortamiento del esófago generado por
la estimulación del músculo liso longitudinal.
El tiempo invertido en el tránsito depende de la naturaleza de los alimentos,
los líquidos tardan en atravesar el esófago unos 3 segundos (la onda
peristáltica tarda en recorrer el esófago unos 8 segundos), mientras que los
sólidos invierten unos 8 segundos. También influye la gravedad.
Junto a esta onda peristáltica primaria, suelen aparecer ondas peristálticas
secundarias en aquellos puntos del esófago donde se produce distensión.
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Las características de estas ondas son muy similares a la primaria y su
origen es entérico.
En el mismo momento que se produce la relajación del EES se produce en
menos de un segundo una fuerte contracción del esfínter que vuelve
después a los valores basales (cuyo significado es evitar el reflujo del bolo
alimenticio). Coincidiendo con la relajación del EES se produce la relajación
del EEI, el cual se mantiene relajado hasta que llega la onda peristáltica,
generándose en esta región una fuerte contracción de cierre que vuelve
después a su valor de reposo, evitándose así el reflujo gástrico. El
contenido de la comida también influye de forma que si es rica en proteínas
acentúan más el tono que si lo es en grasas.
IV. MUSCULOS QUE INTERVIENEN EN LA DEGLUCIÓNIV.1. MÚSCULOS DE LA MASTICACIÓN
Los alimentos sólidos para poder ser deglutidos son previamente
mascados y ensalivados. Los movimientos que realiza la mandíbula
durante este proceso se realizan en la articulación temporomandibular que
se establece entre el temporal y la mandíbula. Estos movimientos vienen
determinados por la acción de los músculos de la masticación y están
directamente relacionados con el tipo de dentición y alimentación de
nuestra especie.
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El descenso de la mandíbula será un proceso a favor de la gravedad, lo
que determina que los músculos depresores de mandíbula tengan una
acción limitada. Pero en los movimientos activos, como los producidos en
la masticación, es necesaria la acción de la denominada musculatura de la
masticación que elevará con fuerza la mandíbula y determinará sus
movimientos laterales y anteroposteriores.
Sobre la articulación temporomandibular actúan los denominados músculos
de la masticación. Son los únicos que producen la elevación de la
mandíbula.
Dentro de este grupo se distinguen cuatro músculos:
1. Músculo masetero. Eleva la mandíbula cerrando fuertemente la boca.
2. Músculo temporal. Es el más potente elevador de la mandíbula, cerrando
con fuerza la boca. Sus fibras posteriores llevan la mandíbula hacia atrás.
3. Músculo pterigoideo lateral (o externo). Lleva hacia delante la mandíbula
y produce su descenso.
4. Músculo pterigoideo medial (o interno). Es sinérgico del temporal y el
masetero produciendo la elevación de la mandíbula.
Por la acción de los músculos elevadores de la mandíbula el alimento es
cortado por los dientes. Los molares y premolares muelen el alimento por la
acción coordinada de los músculos pterigoideos que se contraen
alternativamente, primero los de un lado, y, después, los del otro.
IV.2. BOCA
En la boca, también denominada cavidad bucal o cavidad oral, se
distinguen, según la Nómina Anatómica, dos partes: el vestíbulo de la boca
y la cavidad bucal propiamente dicha. El vestíbulo de la boca se sitúa por
delante de los dientes, y la cavidad bucal propiamente dicha, por detrás.
a) Vestíbulo de la Boca
El vestíbulo de la boca (vestíbulo oral) se sitúa por delante de los
dientes. Queda delimitado externamente por las mejillas y los labios. Se
comunica exteriormente a través de la hendidura bucal (hendidura labial o
fisura oral), que es la línea en la cual se tocan los labios. Cuando los
dientes se hallan en contacto, el vestíbulo se comunica con la cavidad
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bucal propiamente dicha a través de un espacio variable situado detrás del
último molar.
Las mejillas continúan los labios y forman la pared lateral del vestíbulo de
la boca. El músculo principal de las mejillas es el buccinador, las fibras del
cual se entrecruzan anteriormente con las del orbicular de la boca.
Superficialmente al buccinador hay un paquete adiposo encapsulado,
cuerpo adiposo de la mejilla o bola adiposa de Bichat, especialmente
prominente en los niños, que contribuye a dar el aspecto redondeado
característico de la mejilla. El buccionador y el orbicular de la boca
pertenecen al grupo de músculos de la mímica o faciales que son los
encargados de realizar las expresiones de la cara.
- El músculo orbicular de la boca (de los labios) rodea el orificio bucal y se
compone de dos partes. Una porción marginal situada periféricamente que
irradia hacia los músculos adyacentes; y una porción labial, porción
principal de este músculo, que se sitúa por debajo de la porción roja de los
labios. Actúa como un esfínter produciendo el cierre de la boca. Por si solo
puede provocar el cierre de la boca, por ejemplo, cuando estamos en
reposo.
- El músculo buccinador se sitúa posterior al orbicular de la boca en la
mejilla. Si la boca está llena de alimentos y el orbicular de la boca está
contraído, comprime el contenido y lo empuja hacia la faringe, como en la
deglución. Si la boca está vacía y el orbicular de la boca está relajado lleva
la comisura de la boca hacia fuera.
Si durante la masticación el alimento se sitúa en el vestíbulo de la boca, el
buccinador contrayéndose lo regresa hacia el interior de la cavidad bucal.
El orbicular de la boca impide la salida del alimento a través de los labios.
b) Cavidad Bucal Propiamente Dicha
La cavidad bucal propiamente dicha se comunica posteriormente con la
porción oral de la faringe a través del itsmo de las fauces.
El paladar constituye el suelo de la cavidad nasal y el techo de la cavidad
bucal. Está formado por dos partes, el paladar duro u óseo y el velo del
paladar o paladar blando. El paladar duro ocupa los dos tercios anteriores y
el velo del paladar el tercio posterior.
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Durante la deglución la lengua comprime los alimentos contra el paladar
duro. Los músculos milohioideos constituyen el suelo de la cavidad bucal,
el cual se halla ocupado en gran parte por la lengua.
IV.3. VELO DEL PALADAR O PALADAR BLANDO
El velo del paladar o paladar blando es una formación fibromuscular
movible que continúa posteriormente el paladar duro. Constituye una
separación parcial entre la porción nasal y la oral de la faringe Cierra el
istmo faríngeo (espacio que comunica las porciones oral y nasal de la
faringe) durante la deglución. Del borde posterior del velo del paladar
cuelga una pequeña prolongación carnosa, la úvula palatina (denominada
corrientemente campanilla).
Arco palatogloso. Contiene el músculo del mismo nombre, está situado
casi un centímetro por delante del borde posterior del velo del paladar y
describe un arco inferior desde el paladar hasta la lengua.
Arco palatofaríngeo. Contiene el músculo del mismo nombre, se sitúa
en el borde posterior del velo del paladar y se extiende hasta la pared
de la faringe.
El espacio situado entre los arcos palatoglosos y palatofaríngeos derechos
e izquierdos recibe el nombre de istmo de las fauces y su diámetro
aumenta cuando el velo del paladar se eleva. Durante la deglución este
espacio es cerrado por la contracción de los arcos impidiendo el retroceso
del bolo alimenticio hacia la cavidad bucal.
a) Músculos del Velo del Paladar
Existen cinco pequeños músculos que actúan moviendo el velo del
paladar:
Músculo tensor del velo del paladar (periestafilino externo). Tensa el
velo del paladar y contribuye a la abertura de la trompa auditiva o de
Eustaquio (conducto óseo y cartilaginoso de unos 3-4 cm. situado entre
el oído medio y la porción nasal de la faringe; iguala la presión del aire
externo y la del contenido en la cavidad timpánica).
Músculo elevador del velo del paladar (periestafilino interno). Eleva el
velo del paladar y lo lleva hacia atrás, por ejemplo durante la succión de
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líquidos. Abre, al mismo tiempo, el orificio faríngeo de la trompa
auditiva.
Por la acción de los músculos precedentes sobre la trompa auditiva,
cuando se nos tapan los oídos por causa, por ejemplo, de un cambio de
altitud, de modo instintivo tragamos saliva.
Músculo palatofaríngeo (faringopalatino o faringoestafilino). Se sitúa en
el espesor del arco palatofaríngeo (pilar posterior del velo del paladar).
Desciende el velo del paladar y estrecha el istmo de las fauces. A su
vez eleva la faringe y la laringe.
Músculo de la úvula (palatoestafilino). Eleva la úvula palatina.
Músculo palatogloso (glosopalatino o glosoestafilino). Ocupa el espesor
del arco palatogloso (pilar anterior del velo del paladar). Desciende el
velo del paldar y estrecha el istmo de las fauces. Eleva la base de la
lengua.
b) MOVIMIENTOS DEL VELO DEL PALADAR EN LA DEGLUCIÓN
Los movimientos del velo del paladar son importantes en la deglución y
en el habla. En la deglución el velo del paladar es tensado y elevado por la
acción de los músculos tensores y elevadores, y es adosado contra la
pared posterior de la faringe. En esta región, por la contracción del músculo
constrictor superior de la faringe, se forma una prominencia anular (relieve
de Passavant) sobre la cual se aplica el velo del paladar; así se separan la
porción nasal de la faringe y la porción oral, impidiendo la regurgitación del
bolo alimenticio. La parálisis del velo del paladar determina una voz nasal y
una regurgitación de los alimentos sólidos y líquidos hacia la cavidad nasal.
Si durante el período faríngeo de la deglución la persona empieza a reírse,
los músculos del velo del paladar se relajan descendiendo con ello el velo
del paladar, puediendo pasar parte del alimento, principalmente si es
líquido, hacia la cavidad nasal, siendo expulsado por la nariz.
IV.4. LENGUA
La lengua es un órgano musculoso situado en el suelo de la boca,
implicado en la succión, la masticación, la deglución y la fonación. Es
importante como órgano del gusto a causa de los corpúsculos gustativos
que contiene.
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La musculatura de la lengua se divide en extrínseca e intrínseca. Los
músculos intrínsecos se hallan en el interior de la masa lingual y varían su
forma. Los músculos extrínsecos unen la lengua a diferentes porciones
óseas y actúan cambiando su posición en la boca.
a) Músculos Extrínsecos de la Lengua
La musculatura extrínseca de la lengua se insertará en porciones óseas
próximas y será principalmente responsable de sus cambios de posición,
aunque también actuará modificando su forma.
Encontramos los siguientes músculos:
1. Músculo geniogloso. Es el más potente de la lengua y constituye su
volumen posterior. Las fibras más inferiores desplazan la lengua hacia
delante; las restantes traccionan la lengua hacia el suelo de la boca.
2. Músculo hiogloso. Si el hioides está fijo, lleva la lengua hacia atrás y
abajo.
3. Músculo condrogloso. Es un fascículo variable, que en caso de existir,
tiene las mismas acciones que el anterior.
4. Músculo estilogloso. Tracciona el vértice de la lengua hacia atrás y toda
la lengua hacia atrás y arriba.
b) Músculos Intrínsecos de la Lengua
Los músculos intrínsecos de la lengua están formados por fibras dispuestas
en planos en el interior de la masa lingual. Actuarán modificando su forma.
Se distinguen los siguientes músculos:
1. Músculo longitudinal superior.
2. Músculo longitudinal inferior.
3. Músculo transverso de la lengua.
4. Músculo vertical de la lengua.
Los músculos intrínsecos sirven primordialmente para la modificación de la
forma del cuerpo de la lengua. En la contracción del transverso y el vertical,
se relajan los longitudinales, lo cual determina que la lengua se estreche y
se alargue. Si se contraen los longitudinales y el transverso, se relaja el
vertical, y la lengua se acorta y se eleva. En la contracción de los
longitudinales y del vertical se relaja el transverso, la lengua se acorta,
desciende y se hace más ancha (Leonhardt, 1977).
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IV.5. FARINGE
La faringe es la parte del tubo digestivo situada por detrás de la
cavidad nasal, la bucal y de la laringe. Actúa como conducto común para la
deglución y la respiración. Por su parte anterior se comunica cranealmente
con las fosas nasales, medialmente con la cavidad bucal y caudalmente
con la laringe. Su pared posterior es plana.
La pared de la faringe se compone mayoritariamente de dos capas
musculares. Los músculos de la faringe se dividen en constrictores y
elevadores. Los músculos constrictures constituyen una capa circular
externa, mientras que los elevadores forman una capa longitudinal interna.
En la faringe, debido a sus relaciones topográficas, se distinguen tres
porciones:
- Porción nasal de la faringe
- Porción oral de la faringe
- Porción laríngea de la faringe
MÚSCULOS CONSTRICTORES DE LA FARINGE
Los músculos constrictores de la faringe se contraen activamente durante
la deglución, llevando el bolo alimentico hacia el esófago. Constituyen una
capa circular externa y se superponen de abajo hacia arriba. Son los
siguientes:
1. Músculo constrictor superior de la faringe. Actúa disminuyendo los
diámetros anteroposterior y transversal de la faringe.
2. Músculo constrictor medio de la faringe. Actúa disminuyendo los
diámetros anteroposterior y transversal de la faringe.
3. Músculo constrictor inferior de la faringe. Actúa disminuyendo los
diámetros anteroposterior y transversal de la faringe. Puede actuar
elevando la laringe.
MÚSCULOS ELEVADORES DE LA FARINGE
Los músculos elevadores de la faringe están débilmente desarrollados.
Forman una capa longitudinal interna que se sitúa por debajo de los
músculos constrictores. En este grupo encontramos:
1. Músculo estilofaríngeo. Es elevador de la faringe y la laringe.
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2. Músculo salpingofaríngeo. Eleva las paredes faríngeas durante la
deglución.
3. Músculo palatofaríngeo o faringoestafilino. Pertenece a los músculos del
velo del paladar. Además de actúar sobre el velo del paladar produce la
elevación de la faringe.
Los movimientos de los músculos elevadores de la faringe son, en general,
poco amplios y las variaciones del volumen de la cavidad faríngea se
deben principalmente al desplazamiento de la laringe, de la lengua y del
velo del paladar.
IV.6. LARINGE
La laringe se sitúa en la parte medial y anterior del cuello, por
delante de la faringe. Cranealmente comunica, a través de la faringe, con la
cavidad bucal y las fosas nasales, y caudalmente se continúa con la
tráquea. Interviene en la respiración, la deglución y la fonación.
Durante la deglución, la laringe se desplaza hacia arriba y su cartílago
epiglotis tapa las vías respiratorias, impidiendo la entrada de alimentos y
dirigiéndolos hacia el esófago. Durante este proceso se cierran los pliegues
vocales (cuerdas vocales) actuándo, junto a la epiglotis, como un esfinter
que impide el paso de alimento sólido o líquido hacia las vías respiratorias.
Estos movimientos verticales de ascenso y descenso son posibles ya que
la laringe está unida mediante una membrana ligamentosa al hueso
hioides. El hioides es un hueso impar que se situa sobre la laringe.
A) MÚSCULOS INTRÍNSECOS DE LA LARINGE
Los músculos intrínsecos de la laringe son:
1. Músculo cricotiroideo.
2. Músculo cricoaritenoideo posterior.
3. Músculo cricoaritenoideo lateral.
4. Músculo vocal.
5. Músculo tiroaritenoideo.
6. Músculo aritenoideo oblicuo.
7. Músculo aritenoideo transverso.
Todos, a excepción del cricoaritenoideo posterior, son aductores de los
pliegues vocales y actuarán durante la deglución. De los músculos
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tiroaritenoideo y aritenoideo oblicuo parten algunas fibras que llegan a la
epiglotis constituyendo respectivamente los músculos tiroepiglótico y
aritenoepiglótico.
B) MÚSCULOS EXTRÍNSECOS DE LA LARINGE
Los músculos que se originan o insertan en el hueso hioides actuarán
sobre la laringe desplazándola verticalmente. En la laringe se producirán
también unos movimientos en sentido anteroposterior. Estos movimientos
se asocian normalmente a los movimientos verticales; la laringe se dirige
un poco hacia delante cuando se eleva y regresa atrás cuando desciende.
Los músculos suprahioideos serán elevadores de la laringe y los
infrahioideos depresores.
A. Músculos suprahioideos:
1. Músculo estilohioideo.
2. Músculo milohioideo.
3. Músculo digástrico.
4. Músculo genihioideo.
B. Músculos infrahiodeos:
1. Músculo esternotiroideo.
2. Músculo tirohioideo.
3. Músculo omohioideo.
4. Músculo esternohioideo.
Los músculos supra e infrahioideos. Actuarán determinando la posición
vertical de la laringe.
Su acción durante la deglución es provocar el ascenso del hioides y de la
laringe.
Durante la masticación el descenso de la mandíbula se produce por la
relajación de los músculos masticadores. Si es necesaria una depresión
activa de la mandíbula, por ejemplo al comer alimentos viscosos, los
músculos suprahioideos se contraen activamente tomando punto fijo en el
hueso hioides, que a su vez es fijado por los infrahioideos que también se
contraen.
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V. CONTROL NEUROLÓGICO DE LA DEGLUCIÓN
Los centros del SNC que intervienen en el control de la deglución son
bilaterales y actúan de manera interdependiente.
La musculatura de la cavidad oral, faringe, EES y la porción cervical del
esófago es estriada y está directamente inervada por motoneuronas de los
nervios craneales. Sin embargo, la musculatura de la porción torácica del
esófago y el EEI está compuesta por fibras musculares lisas, inervadas por
neuronas inhibidoras y activadoras del plexo mientérico esofágico. Durante
la deglución, la respiración es inhibida por el SNC.
Los músculos de la cavidad oral están inervados por los pares craneales
trigémino (V) y facial (VII), y los de la lengua por el hipogloso (XII). Los
músculos de la faringe están inervados por el glosofaríngeo (IX) y vago (X),
y la porción cervical del esófago por motoneuronas vagales del núcleo
ambiguo.
Formando parte del EES se encuentran tanto músculos constrictores
(inervados por el par craneal X) como dilatadores (inervados por los pares
V, VII y XII). Los constrictores incluyen el músculo cricofaríngeo y el
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constrictor faríngeo inferior. Los músculos dilatadores están compuestos
por varios músculos suprahioideos, incluyendo el músculo geniohioideo.
Los neurotransmisores de las neuronas activadoras del plexo mientérico
esofágico son la acetilcolina y la sustancia P, y los de las neuronas
inhibidoras son el péptido intestinal vasoactivo (VIP) y el óxido nítrico.
Desde el núcleo motor dorsal del par craneal X se proyectan grupos de
fibras nerviosas preganglionares hacia las neuronas mientéricas
postganglionares inhibitorias y activadoras.
El EEI permanece cerrado gracias a su tono miogénico intrínseco, sobre el
que actúan los nervios inhibidores y activadores. La función del EEI se
suplementa con la musculatura estriada del diafragma, que rodea al EEI y
actúa como un esfínter externo.
VI. FORMAS ATÍPICAS DE DEGLUCIÓN
1 Con Interposición Lingual
2 Con Presencia de la Musculatura Periorbicular
3 Sin Contracción del Masetero
4 Con Contracción del Mentón e Interposición del Labio Inferior
5 Con Movimiento de Cabeza
6 Con Ruidos
7 Con Residuos
VI.1. DEGLUCIÓN NORMAL:
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La mayor preocupación de la medicina con relación a las atipías del
acto de deglutir recae sobre posibles aspiraciones con riesgo de pulmonía
y de muerte por asfixia.
Para la odontología, sin embargo, existe una preocupación específica con
la base oral de la deglución, pues se cree que hay mucha relación entre el
posicionamiento de los dientes y el modo como la lengua se coloca con
respecto a los mismos. Es en la odontología que surge la definición de
atipía, específicamente para el movimiento considerado inadecuado de la
lengua durante la fase oral. Y es a partir de esta definición y de la
preocupación de los dentistas que los fonoaudiólogos pueden redefinir las
degluciones consideradas atípicas estableciendo la diferencia entre
atípicas y adaptadas.
VI.2. DEGLUCIÓN ATÍPICA
La deglución es un proceso muscular que una vez iniciado se
desarrolla automáticamente, el velo del paladar se oprime contra la parte
posterior para que la comida no entre por el conducto nasal y la epiglotis
cierre la tráquea.
El alimento baja por el esófago hasta el estómago. La deglución es un
mecanismo de acciones musculares donde todos los músculos
relacionados con la cavidad oral entran en juego. Cuando esta sinergia es
rota pueden ocurrir varias anomalías en el proceso y así aparece la
deglución atípica o deglución infantil, con interposición lingual o labial,
participación de la musculatura perioral y soplo en lugar de succión.
Normalmente hay respiración bucal, en vez de respiración nasal.
El patrón de masticación también está alterado, el niño mastica de modo
feo (boca abierta), la lengua se proyecta hacia adelante expulsando el
alimento, en vez de succionarlo hacia atrás.
Los labios no se posicionan adecuadamente, el movimiento de la lengua
también está alterado, ocasionando muchas veces problemas en el habla y
en la posición de los dientes. Es frecuente la alteración de los fonemas
como la s, ch, t, d y l.
El tratamiento debe involucrar la corrección respiratoria con ayuda de un
médico pediatra, otorrino o kinesiólogo, siempre que sea necesario.
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El fonoaudiólogo desarrollará el proceso educacional de la respiración
nasal, inhibiendo la respiración bucal; de la masticación; de la deglución; de
la postura de reposo de la lengua y de la articulación de los fonemas
cuando hubiere alteraciones.
La automatización de la deglución normal ocurre con el establecimiento de
nuevos caminos neurológicos y la memorización cerebral, a través de la
repetición.
A) DISFAGIA
Es la dificultad de deglutir, por el debilitamiento de la musculatura oral,
laríngea o faríngea ocasionando una falta de sinergia en los procesos
masticatorios y de deglución, secundarios a las alteraciones neurológicas
principales. Como consecuencia de alteraciones neurológicas: como
Accidente Vascular Cerebral, Traumatismo Cerebral, Parálisis Cerebral,
Parkinson y Alzheimer. El cuadro de la disfagia es la dificultad en el
movimiento de la lengua, impulsando el alimento para atrás, elevación de la
laringe cerrando la parte aérea provocando desgarros y aspiraciones.
El tratamiento fonoaudiológico implica una ejercitación de la musculatura
involucrada permitiendo aumentar la duración y fuerza de los movimientos
de la faringe durante la deglución, así es posible desarrollar una mejor
coordinación y control de los movimientos que implica la deglución. Es
importante desarrollar hábitos y conductas que faciliten la alimentación.
B) DEGLUCIÓN ADAPTADA
En la deglución adaptada, por más que el fonoaudiólogo intente y a
veces hasta consiga que el paciente degluta de forma correcta durante la
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sesión, este nuevo patrón de deglutir difícilmente se automatiza. Esto
ocurre porque la atipía encontrada es consecuencia de algún otro problema
existente como, por ejemplo, mala oclusión o respiración bucal. La lengua
se adaptó a la forma de la cavidad oral o al tipo facial del individuo; o se
adaptó a las características de las funciones existentes, como en el caso
de la respiración bucal, situación en la cual resulta totalmente imposible
deglutir de manera correcta, ya que la boca está permanentemente abierta
para permitir la respiración.
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CONCLUSIONES
La deglución es un proceso bastante complicado. La comida, en efecto,
para pasar de la boca al esófago, debe atravesar la faringe; en ésta
convergen otras vías: las cavidades nasales, laríngea, esofágica y la
oral. La faringe constituye, pues, el cruce de dos importantes líneas de
paso: la primera transporta el aire, y va desde la parte más interna de las
cavidades nasales hasta la laringe y, de aquí, hasta los pulmones; la
otra, por la que pasa la comida, va desde la cavidad oral hasta el
esófago.
Es evidente que, durante la deglución, no sólo quedará contenida por
breve tiempo la respiración, sino que habrá que tomar todas las
precauciones para que la comida no se desvíe por una vía equivocada,
es decir, no pase a la laringe o, como se dice "no se vaya por mal sitio".
La actividad de la deglución es transportar sustancias sólidas, líquidas y
saliva desde la boca hacia el estómago, este mecanismo se logra
gracias a fuerzas, movimientos y presiones dentro del complejo
orofaringolaríngeo, sin embargo cuando se pierde la coordinación, el
sincronismo y la eficacia se presenta la disfagia. La disfagia no es una
enfermedad, sino una sintomatología que puede encontrarse en diversas
patologías. La causa de la misma puede hallarse en enfermedades
neurogénicas, estructurales y/o enfermedades respiratorias
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