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circuiaci6n restringida. Se ruega no c i t a r s in l a autorizaci6n del autor
Santiago de C h i l e
FLACSO-S~DE S A , N T ~
. .z- 1- .--. EL SIGNIFICADO DE LOS COMPORTAE~~ENTOS *
COLECTIVOS EXTRALEGALES EN LA IDEOLOGIA DE LA C U S E PíEDIA TECNICO-BUROCRATICA
1964 -. 1973
Ignacio ~ a l b a n t h , 1
1, Introducción
La presente monografia, t i ene como sentido aprovechar
=a primera acwnuiaci6n de datos, acerca de l o s comportamientos
colectivos extralegales, producidos en Chile, durante l a Ú l t i m a
&cada de vigencia de l sistema po l f t i co democrático, Los ante-
cedentes empfricos, con l o s que contamos no son s in embargo, sufi-
cientes como para aseverar l a certidumbre de nuestras observaciones;
son todavfa demasiado parciales. Han s ido obtenidos del d i a r i o
"El Mercurio1', a través de sus s fn tes i s dominicales, A pesar de
e s t a limitación, pueden dar lugar a una serie de razonamientos re-
lativamente fundados, estableciendo orientaciones de intergs , Eso,
es l o que nos proponemos hacer, mediante una esquemática sistema-
tización teórica, con e l sólo prop6sito de establecer l h e a s gruesas
de pensamiento.
- Cuando hablamos de significado, no nos referimos a l sen-
t ido que los hechos puedan tener dentro de l marco jurfdico o
nideolbgicott; consideramos que e l l o s ya han s ido abarcados a trav&
de una frondosa l i t e r a t u r a publicada especialmente en los años
1973 y 1974. Gran par te de e l l a , adopt6 una postura apologética,
observando s61.o s i l o s comportamientos colectivos se marcaban o
no dentro de las npautas establecidas1' .o d e l *Estado de DerechoN.
A p a r t i r de a l l í , se en i t i an juicios Qticos o ideoi6gicos que pre-
tendiah j u s t i f i c a r l a s diversas posturas po l i t i cas adoptadas. No
nos interesa introducirnos en ese campo, pues creemos quees de- -
i U ' -. . . - .
masiado grave el tema como para seguir viendo l o s hechos con pos-
turas y p a r h e t r o s establecidos. Pretendemos desentrañar e l signí- '>
ficado de l o s acontecimientos a l a luz de l a s orientaciones de Son-'
c iencia de una c lase soc ia l detenninada, surgida de l a ~ t e r o g e n e i d a d
est ructural propia de nuestro pafs : l a c l a se media técnico-burocratica,
h.*'+., ,. -- "e Pensamos que los &entis%& %&%es debemos iracq un es- . . - ;A$ Lxr&
Puerzo de acumtiiación te6rica *sin fronteras\ %S tai moüo que po- . . - 2 yo,, , - & dambs efectivamente captar nuestra realid& - p r o ~ e 'eHte r -?b,.,\ . - . . : - S -- - .. 8. . -- .-C.:1y 4.4
Sardedah de situaciones impuestas por a l -sistema vig&& % d ~ a - - ? - 7 - 7 - - T
I _ c - S psy -- . %_ , %&t&b '@-ande como para . w e sean fort i f icadas y potenciadas -.. - m $$r$gs -
4 - e ~ , c *traba j& intelectualmente6 Nuestro esfuerzo cre-mos. *we debe
> - - - . -----, - hve r sb y &diente a generar esquemas comprensivos é integra-
idr&
Con e l presente estudio, sdlo perseguimos tener un b h
rrador que sirva para ordenar l a s ideas que han ido surgiendo de
l a lectura de diar ios y otros documentos bibliogrdficos, en los
h t h o s meses. Nos proponemos, explorar c ie r tas intuiciones s i n
pretender validarlas, cientfficamente en forma definitiva. Se . t r a t a tan ~ 6 1 0 de dar un paso dentro de una' investigaci6n en
marcha, pero que ademds tiene l a intención humilde, de ser acu-
mlativa y agregarse a otrqs de grupos paralelos de trabajo.*
.En esa perspectiva es ta eiaboraci6n pretende sumarse a'los tra- : bajos de Francisco Cumplido, Enso Faletto,- Manuel Antonio ~ a r r e t h , Norbert Lechner, ~ o m & Moulisn y Augusto Varas. D e una u ot ra forma esos autores comparten d is t in tos aspectos de l a m i s m a temática,
- 3 d 1
Las acciones individuales o grupales que provocan re-
~ u l t a d o s societa les y que ce real izan fuera del marco formal de
la ley, pueden ser comprendidas a p a r t i r de varios puntos de v i s t a ,
E l primero es e l que s e s i t u a a p a r t i r de l a aparente
objetividad de l a propia legalidad y que es e l trasunto de l a hege-
moda social , a travgs de un período h is t6r ico determinado, E l -
segundo se ubica en l a bptica de l o s actores colectivos dominantes
y su ideología manifiesta o la ten te , Finalmente e l tercero ad-
quiere l a perspectiva de l o s aectores sociales dominados en d i s t i n t o
grado, y observa e l sentido que para e l l o s t i ene l a superaci6n de
l a noma. Nosotros adoptaremos más bien es te punto de mira,
Los comportamientos colectivos extralegales, si se
l e s quiere entender desde un punto de obse*vaci¿h soc ie ta l , no
pueden ser comprendidos sblo a p a r t i r de l hecho de la superacidn ,
de l a ley o de l a nidcologia jus t i f ica t ivam de l o s actores com-
prometidos. Esto debe hacerse a p a r t i r de l conf l ic to mismo,
arraigandose en e l propio campo de juego de las fuerzas interesadas.
Como creemos que e l sentido de l a c r i s i s no se encuentra
en l o formalmente sobrepasado consciente o inconscientemente o en
la visidn par t icu lar de cada uno de l o s actores, nos enfrentamos
a y doble desafío. Por una par te queremos proyec'tar l o s cm-
portamieritos en e l tiempo, t i p i f i c a r l o s y de esa manera e x t r a e r
m6s especificamente l a s motivaciones de l o s actores colectivos; ' -
por otra , deseamos considerar e l sentido posible de esas acciones- .- t
a l i n t e r i o r de l marco soc ie ta l , donde también se encuentra inmerso"-'. ' '
el aparato jurídico,
. - \r
. dato def ini t ivo, sino como un campo formal producido por ,el juego..y
confl ic to de l a s fuerzas. s e r 3 concebida como un in ten to colect ivo
F- - - - - --
estabilizado histbrfcamente y que permite que e l empleo de l a s
herramientas de lucha por e l predominio social, se realice mediante
l a competencia entre organizaciones,
Al interior del contexto tedrico recien propuesto de modo
esquemático, los comportamientos colectivos extralegales s e r h
tomados literalmente, Bajo ese concepto se ha tratado de abarcar
a toda l a gama de acciones sociales individuales y colectivas que
r e f e ~ i d a s a movimientos sociales y fuerzas polfticas, impliquen uh sobrepasamiento de l a legalidad polftica,
Lo que nos interesa de estas conductas colectivas no es
l a gama o grado en que directamente puedan haber afectado e l orden
fomai, sino el significado que e l las fueron adquiriendo para uno
de los sectores. servía formalidad
demoer$tica: . l-a clase media ~&nico-~urocr&tica, . .
Para muchos hablar de clase media es un error ~onceptual
y prefieren referirse a los sectores o capas medias, Esta t&i-
*io¡ogia no es as&ptica, conciben a l a totalidad de este conglomerado
como un contingente wdisponiblen, a l a acci6n de f'uerza de los polos,
Nosotros por e l contrario, a par t i r de algunas eonstataciones indu-
cidas por l a historia inmediata, tomaremos una p a r t e de e l l a en calidad de actores colectivos, No nos preocuparemos, de toda l a
heterógqeidad de los sectores medios chibnos, sino de un grupo . '
especffico y detectable en l a historia social de los filtimos cincuenta
a,ños. Nuestro actor privilegiada, ser& aquel conglomerado social
compuesto por los asalariados de las capas medias, Los empleados,
técnicos y profesionales, que a l ínterior de l a s formas de organiza-
ción social del trabajo, estuvieron sometidos a rermuieracibn y se
expresaron colectivamente a través de l a s diversas formas de manifes-
taci6n del movimiento de trabajadores, fueran estas sindicales o pol i t ic ..
2. Cmportamjrentos Extralegalec 1964 - '1973. . AZO 1964 - 1965 . -
Tipos de Comportamientos- (v6ase código anexo) ..:
12. Acrosto
2, iSeptiembre 2. Octubre 3. Noviembre 4, Diciembre 5 . Enero 6, Febrero 7 , Marzo 8. Abril 9-. Mayo 3.0; Junio 1L. Julio
o 2
Año 1965 - 1966 O 1
1. Septiembre .2. Octubre
- - 3. Noviembre 4, Diciembre 5, Enero 6 . Febrero 7. Marzo 8, Abri l 9. Mayo 10, Junio 11, Julio
" r , Total del Mes,
o 1 O :
O , 3 o O
Total de l Mes. O
\ . "- -. ' 5 ( < ,
, e - ' L . : - -- . . - 1 .
/ . . NO 1966 - 1967 . . . ... O 1 2 ' 3 4 5 6 7 - 8 3 1 0 1 1 12 13 14'15 TotaldelMes
l i Septiembre 3 4 1 . 8 . - - 24 Octubre 3 5 - . - 8 ' 1 1 1 3 3; Noviembre
3 i 1 43 Diciembre 5 S; Enero 1 1 6% Febrero : ' O 7.. Marzo 1 3 4 8. ~brii : ' O
- 1 2 I 9. Mayo 1 4 10. 'Junío 4 2 1 7 11. Julio 4 3 ' 7 -
, 12, Agosto 6 2 8
O 2 0 2 7 2 1 0 0 1 2 O 1 1 O O O - ' O
T o t a i del Mla l
. .
1; Septiembre 2, Octubre 3. Noviembre 4. Diciembre 5 . Enero 6. Febrero 7. Mazo 8. Abril
de l Mes
3
9. Mayo 2 3 3 1 2 .. 10, Junio '. -
11. Julio 2 4 Y
- 12, Agosto - 1 .'l.'
9 2 6 2
0 1 4 1 7 1 1 6 1 O O O 0. O . O 0 ' 0 - 1 ' 6 .
1. Septiembre 5 1 1 1 1 2; Octubre
3. Noviembre 1 4. Diciembre 1 2 3 5. Enero
1 3 6. Febrero 7. M m Z O 1 . 1 1 1 4 8. Abr i l 3 3 9. Milyo 1 1 1 4
10. Junio 3 4 5 12 11. J u l i o 1 1 1 1 4 12. ~ g o s t o ' 6 3 2 4 15
0 1 6 9 1 4 2 3 O O O 1 0 O O O O O O : I ~4 Tota l d e l Año. I MO 1969 - 1970
1. Septiembre 1 4 O 5 . 2. Octubre 3. Noviembre 1 2 3 4. Diciembre 1 3 2 1 1 8 5 . Entro 6. Febrero 1 2 1 4 7. NCVZO 1 7 1 9 8. Abri l 2 1 5 3 11
1 4 4 9. Mayo 9 10, Junio 7 5 4 2 18 11. Jul io 2 3 4 9 12. Agosto 1 5 2 . 1 1 1 -20 -
3 1 8 2 8 3 6 2 5 O O O O O O O O 1 O O '
l 1
Año 1970 - 1971 \
l. Septiembre , 3 3 3 ..2 24 . . . . c.' "'".. ... . * ..
2, Octubre 3. Noviembre
4 ' 8. Abril 1 1 1 1 , 4 9. Mayo 1 1 . 2 10. Junio 3 2
1 5
11' Ju l io 1 2 2
r : 2 12, Agosto ' 4
1 5 8 3 5 7 7 1 0 1 3 0 O O 1 O O O'
I e-4 1 Total del APIO cO 1
M0 1971 - 1972 !... . ! l
. O 1 2 3 4 5 6 7. 8 3 10 11.-12 13..%? 2.5 Total del Mese 1; Septiembre 2 1
" - 2.Octubre 2 1 i ! 3
1 3 1 2 1 1 .
1 . 8 , 3 . Noviembre '7 1 1 12
1 1 4. Diciembre ; ' 2 -
5. Enero 1 3 2 1 1 6 "4 6 , Febrero 1 . i - '/ebMi3X!Z0 1 10 2 100 2 . 8, Abril 2 2
115 1 5
1 9. Mayo 1 5 2 5 6 2 1 31 10. Junio 2 3 1
- 3 6 13.. Julio 1' 2 1 5 1 i
10 12. Agosto 1 6 3 . 3 1 ,
. 1 14 . - * > -
4 3 5 2 0 1 1 0 2 6 9 5 1 8 0 1 O O 1 o a . o S ! $ -
.-
, -.. ., . . - . - '- J
., -\ _ Total del ARO. - 1 i
-- -- 1 .Septiembre 4 5 3 5 1 2 . .- 2.0~ tubre 1 5 10 27 5 ,- .. 6 -
1 7 1 2 1 . 3 .Noviembre . . - . . -
6. Febrcxo V
1 9 2 2 2 7.Marzo 1 3 1 . .. 16. 8.Abrii 1 5 6 2 3 1 , 1 5 9. Mayo 4 6 5 1 1
19
10. Junio 1 15 3 4 S 2 < 19
nfl - 11. Julio 2 66 24 6 17 2 3
Mes,
L . .
Comportamientos ~olec<ivos Extra~legales . . ,
O ~ lz~ imien tos
0.1 intentos de penetracibn en l a s W.UI
1. Tomas
, 1.1 Tomas de s i t i o s
1.2 Tmas de s i t i o s o bloqueo de ca l l es y carreteras
1.3 Tmas de &dos y predios agrfcolas privados
1.4 Tmas de tierras f i sca les 1 n 1.5 oficinas f i sca les '
1.6 tt m escuelas
1.7 11 colegios
1.8 locales universitarios
/ a T.9 " fábricas y empresas comercidles
1.10 li n h o s p i t a l e s y c l f n i c a s
1.11 m poblaciones
, 1.12 * radios, plantas de T.V. y demds M.C.M. / I I
2, Actos de terrorismo l
, , 2.1 Bonbas e n s i t i o s pfiblicos j
2.2 Bmbas en domicilios p ~ t i c & e e s
2.3 Incendios preconcebidos con f ines de sabotaje
agricola. o f o r e g a l . - . . -s . . .--- . . 2.4 Incendios preconcebidos con fines de sabotaje
. industr ial o minero
- 215 Bloqueo de carreteras con actos t e ~ i s t a s
2.6 @loqueo de comunicaciones telefónicas y telegrQicas
2.7 Bloqyeo de comespondencia
2.8 Corte de oleoductos
L. 11 -
2.9 aptos y secuestros de aviones 8.3.9
2.10 Asesinatos politicos, enfrentainientos ,armados,
robos, asaltos, depósitos de m a s descubiertos 8,3,10
3, Huelgas ilegales y paralizaciones de faenas, paros 8.4.1
3.1 Cierre patronal . 8 e 4 e 2
nacionales 864.3
3.3 Trabajo lento 8.4.4
3.4 Quiebras fraudulentas \ 8.405
3.5 ~isminuci6n intencionadda de la producción,
acapcaramient os 8.4.6
4, Reuniones, concent~aciones y desfiles no autorizados 8.5.0
4.1 Agitaci6n callejera 8m5.1
4.2 Incidentes, contramanifestaciones, azmadas 8.5.2
4.3 Declaraciones anti-insti~tucionales 8.503
5 . Requisiciones e intervenciones ilegales, financia-
miento do organismos pfiblicos no creados por ley 8.6.0
6. Uso arbitrario de decretos de insistencia 8.8.0
7. Incumplimiento de sentencias judiciales 809.0
8. Presianes econ6micas y de tipo administrativo sobre
M.C.M. y Universidades 8.10,O
9. Asambleas Populares ~esolutivas 8.11.0 /
10 Tribunales Populcwes 8.12r0
11. Grupos Paramilitares. 8.13.0
12. Cuerpos directivos paralelos 8.14.0
13 4 Intervenciones ~ordneas 8,15,0
140 Intervenciones Indirectas en las FF.M. 8.l6,O
8.17.0
- - - -- - - =--r-.
- 12 - 4.. ~ n d i i s i s ñ o i m a r h
Sin per juicio de constntaciones posteriores m& finas, que-
remos aprmclicar una primera ordenaci6n de 109 datos presentados
en l a s pfiginas anteriores.
L a obsemcibn primaria que s a l t a a l a vfs ta es l a progre-
sí& de los comportamientos colectivos extralognles, a trav6.s del
tieppo en consideracibn. wAigon impuis6 a grupos o individuos
significativos a un sobrepasamiento acumulativo de las pautas so-
c i a l e s dadas. Cuál fue ese factor? l
Nos parece demasiado vago hablar del nmarxismo internacio21alfi,
de "abusos de poderm o de nrespuesta a la violencia instituciona-
lizadz", etc. Es cierto que los que asf procedieron tienen que
haber encontrado sent ido a sus actos a l i n t e r i o r de un discurso
ideol6gico determinado, pero nos negamos a apl icar una mechica
demasiado direct; en e l campo intelectual. Creeemos que es intere-
sante preguntarse: fueron de l a misma fndole l o s actores?
Siendo la respuesta negativa, s61o se les podrfa homo-
geneizar en reiaci6n con la ruptura progresiva de l a inst i tuciona-
l l idad, mediante la superrposici6n de conflictos. El establecimiento .. . de es tos hechos, no da cuento s in embargo, de las motivaciones, e
n i d e l sentido de su interaccibn. Para encontrar esto Último,
poderno$ usar como aproximación, la t ipiPicaci6n asigmda, en virtixd
de l o s proyectos declaradodos o implicitos de las &erzas en pugna.
Entre 1964 y 1966, predominan casi a b ~ o l u t ~ m e n t e l o s t ipos 3 y 4 establecidos en e l código que corresponden a huelgas ilegales
y mckfestaciones o declaraciones destinadas a llamar l a atencidn
o a proGocsr expectaci6n pública. Estos comportrunientos pueden ser
hiputados razonablemente a sec tores medios, proletariado o campesina-
do, Se produjeron cuando estos sectores, promovidos a organizarse
por la izquierda y l a dcrnocracia cristiana, t ra t~aron de adqui r i r
mayor presencia social . Los mismos p o d r h ser enmarcados a l
in t e r io r de una es t ra teg ia de continuidad o "democriitico nacionaln, 2/ que buscase l a mpliaci6n de hecho, de> marco juridico, Una ec-
pecie de intento de hacer mbs comprehensivo e l marco formal bajo
presión considerada legítima. En esa época se hablaba de huelgas
justas e in jus tas y de l a necesidad de perfeccionar l a democracia;
no p o d r h por l o tanto este t i p o de actos por si solos, generar
condiciones de ruptura del marco d d o para e l juego polft ico. Ellos
no eran considerados, i lcgit imos sino "meramente i legales? y estaban
destinados a llamar La atenci6n sobre determinados sectores, con
e l f i n de i nc rwen ta r su poder al i n t e r i o r d e l juego de fuerzas,
A partir de los años 1967 y 1970, se i n i c i a una nueva
etapa extralegal ; adquieren importancia los puntos 1 y 2 del ~ á d i g o
que se re f ie ren a las tomas y actos de terrorismo respectivamente,
Estos no son al ternat ivos de los t ipos anteriormente se@alados en
e l p h a f o precedente,, s ino pue se les acumulan, sin embargo, t ienen
a nuestro juicio una connotaci6n diferente, En efecto, corresponden
c a s i exactamente al periodo en que e l gobierno de Frei, decide
"congelarw e l proceso de reformas. Son c o e t b e a s con e l i n i c io del
proceso de' *polarizacibnflg de fuerzas pol i t icas . ~areceria ser
que es t e t i p o de comportamientos encuentran sentido dentro de l a
radicaiizaci6n de sectores de izquierda que observan e l f racaso de
l a d a de fidemocratizaciÓn progresivav y buscan l a po l i t i ca de
tener n e f ec to demostraci6nn mediante actos correspondientes a la
* d a soc ia l i s tan de poder ex t ras i s t h i c o . A l tratarse predominan-
temehte de tomas de terreno y *expropiacionesw, se i n i c i a la vfa
ruptur is ta . L a i n t e r a c c i h pol f t ica , comienza a ser impulsada -
, fuera de l a "legitimidad hegcm6nican l a que presuponfa un c i e r t o
"ordenn o procedimiento para r e a l i z a r cambios. . l
E l nuevo camino, escogido por conglomerados que actuaran
en l a etapa an ter ior pero expresado a través de fuerzas poi$t icas
m& reducidas y f acilmcnte identif icables, t ra taba de crear "poder - aiternativo* acumulando fuerzas, f'uera del sistema. En e s t e caso. . s e hace manifiesto el proceso de crisis, pues ya no s o trata de
contradicciones absorvibles a l i n t e r i o r de l juego pol f t ico legiti-
mado.
Con todo, l a magnitud de los actos de s o b r e p a s d e n t o ,
desde un punto de v i s t a cuant i ta t ivo y aún sumados a l o s de la
etapa anter ior , no llegan a i n u t i l i z a r l a capacidad de control de
l a institiicionalidad. Eso si, que adquieren sentido e importancia
desde un punto de v i s t a cua l i ta t ivo , ya que afectan valores sis-
t h i c o s de mayor j&arqufa.
~i congelarse las refonnas estructurales in ic iadas DOY el
g o b i b ~ . ~ ~ ~ ue r-rel, y de este modo de j arse constancia que l a estra- t . <
tegia desa r ro l l i s t a tenia un tope, perfi lado por e l compromiso de . . fuerzas. plasmado en l a inst i tucionalidad, l o s part idos po l i t i cos y
sectores de ultra-izquierda deciden inpactar la directamente. La . . v ía ruptur i s ta , i n i c i d su proceso, atentando en contra de dos m o r e s
centrales sancionados en la ~ n t s t i t u c i b n de 1925: el orden pfiblico i n t e r i o r y l a pxopiedad.
Los actos de esta etapa tienen una especial cmotac i6n
de tuptura, no s61o en t6rminos valbricos. NO afectaron exciusi-
vamente l a legalidad formal, s ino que a l mismo tiempo, significa-
ron e l quiebre del pacto social que sacralizaba ia ~onst i tucibn
Y que era en s i mismo, un mecanismo de poder que privilegiaba a
l a burguesfa financiero-industrial y a l a s clases medias t&nico-
burocrdticas en segundo orden. Los atentados a frmdos, s i t i o s y
bancos ponfan en a ler ta a l a burgueda. Los trabajadores por cuenta
propia y artesanos se sienten aludidos por l o s mismos. traducidos
a través de l a propaganda de l o s medios de comunicacibn de masas.
sin embargo, a diferencia de los casos anteriores, es el quiebre
del "ordenn, donde se afincaba su hegemonfa progresiva a trav6s
del poder politico, l o que daba l a clarinada de peligro a l a
clase media t&nico-burocrática, Los factores de conflicto fueron
diferentes pa ra l a s d i s t i n t a s clases y grupos comprometidos.
Entre 1970 y 1973 se produce una expansi6n geornetrica de
10s actos ajenos a l marco. Se siguen acumulsndo a los anteriores,
pero ahora se enriquece 15. gama y cualidad de las conductas co-
lectivas ilegales. Saltan de una c i f ra cercana a 100 a un n h e r o
superior a los 400. Dentro de l a clasificaci6n del ~ 6 d i g o . abar- - .
can significativamente l o s t ipos : 0, 1, 2 , 3, 4, 5 y 8; sin d e j a r ,
de exis t i r casos aislados en otros. En t h i n o s generales se .
refieren a: alzamientos, intentos de penetraci6n en las PF.AA.,
tomas, actos de terrorismo, huelgas y paros ilegales, ramiones y
Concuitraciones no autorizadas,, agitad.& y actividad poli t ica
ilegal, uso arbitrario de l a autoridad y manipuiaciQ de medios de
chmuiicaci& de masas. En conjunto esta enumeracibn cubre todos
10s dmbitos w ó r i c o s p3anteados por Francisco Cumplido. como
claves .en la ~onstitucidn de 1925. Abarcan sus cinco tipos cen-
t r a l e s : 1) Independencia y seguridad exteriores, junto a paz
y orden ptiblico in te r io res ; 2) Propiedad; 3) Libertades espir ih ia-
les; 4) Libertad de trabajo; 5) Igualdad juridica: 6) Derechos de
reuni6n en lugares de uso pfiblico y derecho de l o c a m o c i 6 n . ~ E s t a
expansi6n tan abrupta de t ipos y grados t iene un sentido global en
si misma, se trata de lo que podrfamos denominar l a funcionalidad
rupturista o subversiva de l a s conductas colectivas extralegales
llevadas a cabo por l o s polos. L a sobreposícibn y acwrmiacibn
progresiva de conflictos extrainstitucionales , llevados a cabo fundamentalmente por l o s sectores de extrema derecha y extrema iz- .
mierda, sirvieron b&xicamente para ndemostrarn l a inu t i l i dad del
m a n o -para reguiar l o s confl ic tos producidos. Mientras l a d a
wrupturista* se acentuaba a l interior, de l gobierno de Allende,
por el otro extremo, l a derecha e l i tar ia , que desde mediados d e l
gobierno de F re i habfa hecho conciencia de su p6rdida progresiva
de predominio a l i n t e r i o r del "Estado Compromisow d e l 25, hacia
otro tanto y se manifestaba sin recato formal. Para estos sectores,
ahora l a constituci6n aparecfa como una camisa' de fuerzas, habfa
que reformarla, generaido Úna *Nueva ~ e p Ú b l 5 c a ~ . EI compromiso . l
inicial cmi l o s sectores medios, especialmente con i a clase media
t&ni&o b&ocr&tica. habia que deshacerlo porque se tornaba venta-
joso para esta ditima y aun mbs, peligroso.
Durante e l periodo emprendido en t r e 1966 y 1970, la
expresi6n r u p t u r i s t a de derecha se hizo efectiva sólo de modo es-
porddico, casi solamente de forma verbal a través de declaraciones
y publicaciones. En 1970 cuando se percata de su pérdida de
- 17 -
de l o s sectores medios compuesta por l o s t rabajadores por cuenta
propia, agudiza s u e s t r a t e g i a subversiva-gremialista.
- -- - - -*c.pL
L\ As$ l a v i e j a ins t i tuc iona l idad , quedaba sostenida b5sica-
j' mente por l a clase media t k c n i c ~ ~ b u r o c r á t i c a , la que aun t e n i a
expectativas de incrementar s u poder, mediante una democracia en
expansión. E s t e s ec to r comenzb a perder s u fe a p a r t i r de 1970, I
cuando e l orden o procedimiento que has ta ahora l o habfa favore-
cido en s u proceso de emergencia soc i a l , se v i 6 afectado, La
swnatoria de conf l i c tos ext raf f?ormales fueron percibidos como
a ten ta tor ios a l a s n l iber tadesv co lec t ivas ; l a crisis de abaste-
cimiento como pbrdida d e l orden en e l consumo colect ivo; y e l
sectarismo burocrfítico tambien como p6rdida d e l con t ro l en materia
de producción. L a sensaci6n de anarqufa l a ianz6 a manifestaciones
co lec t ivas que l o eran propias : huelgas, paros, declaraciones.
. Ahora s i n embargo, se sumaron a l proceso de de t e r io ro de l a
legalidad y s i rv i e ron de catal izadores. Ciegamente colaboraron
, a d e s t r u i r s u propia base de poder.
Las pequeñas ref lexiones hechas en l o s ~ b r a f os an te r io res ,
permiten hacer una periodización h i s t b r i c a d e ca rác t e r y sen t ido
colect ivo, que aunque sea t r a n s i t o r i a da lugar a algunas i ~ t e r -
pretaciones. Podemos d i s t i n g u i r t r e s perfodos: 1 ) 19641966
en que.predomina a n ive l del juego d e fherzas p o l í t i c a s , la fase
de l a democratizaci6n progresiva. NI$ se expande el poder so-
c i a l de la c l a s e media técnico-bmocrát ica mediante l a r ea i i zac i6n
de un pacto s o c i a l de este grupo con o t ro s sec tores populares obre-
r o s y campesinos, a t raves de reivindicaciones s a l a r i a l e s y por
ende r ed i s t r i bu t ivas .
O en que comienza e l proceso de polarizacibn
que se manifiesta en e l crecimiento sicyuiificativo de l a s tomas
por un lado, de actos de terrorismo por ambas partes, y de
declaraciones manifestando l a inef iciencia de l a instihicionalidad
por otro. El aumento de l a s huelgas pwa l l e g a a ciEras cercanas
a los tres millones de dfa hombre huelga, en dos dc estos años,
demuestra l a orientacfdn reivindicativa dominante en sectores
medios. Comienza a producirse l a ruptura del pacto social que
sustentaba l a institucionalidad. Por una p a r t e , se insinika el
distanciamiento entre l a clase media' técnico-bwocr$tica y los
sectores populares como producto de los lfmites del modelo de
desarrollo 'en proceso de aplicaci6n;. por o t r a l a burguesfa
industrial-financiera, deja entrever por medio de declaraciones
y algunas tomas de cminos, que no se siente c6moda, dentro ¿íel
rn,-u?co f omal y no l o encuentra adecuado como medio de de£ ensa de
sus posiciones, Se mantiene, sin embargo, e l poder b h i c o en e l .
sector técnico-burccsfitico, aun a pesar de un intento de alzamiento.
del maxo formal no llega a ser masivo.
3) 1970-1973 en que l a expansión geometrica del n h e r o
I
1
de comportmientos extralegales y cu significaci6n en términos de
"*orden9t colectivo, lleva l a institucionalidad a su m&:ima inut i l i -
j . E l grado de deterioro de l respeto a l a tqlegitimidadn del juego
polftico, a w no ha llegado a su punto cri t ico. E l sobre--pasamiento
dad y poT ende a un proceso de ruptura. Se pierde el nordenn del
juego democrdtico base de l a 'hegemonfa progresiva de l a clase
mdda y no se alcanza a constituir un poder obrero de reemplazo. .
'I 1 i
burguesfa pasa abiertamente a manifestar sus intereses de de-
rmcamiento a l o s cuales se suman l o s comportamientos politicos
extralegales de l a ultra-izquierda y los actos sindicales y
gremiales ilegales de clase media. La niperposici6n de conflictos
fuera de campo legitimado, manifiesta l a crisis definitiva.
5 , Los sustentadores de l a democracia institucional.
Consi~ermos que para poder entender e l proceso Ce crisis
in s t i t uc iona lv iv idoporCh i l eene lÚl t imodecen iop nobas tacon ,
constatar l a ruptwa, n i con aplicar un voluntarismo semisuicida
a l o s actores en juego. Creemos que no es suficiente tampoco,
con observar l o s atentados a un memo formal dado, sino que es
preciso, incluso establecer que ocurrio detrbs, con l a "legitimidad
poiftica expresada en e l predominio de una Yideologfa democrbtica*,
que s e r d a corno marco de juego interclases. L o anterior nos lleva
a conceptualizar l a dernxracia y re fer i r la a nuestra realidad.
Desde un punto de v i s t a jurfdico o del derecho pol$tico,
l a Democracia "es una forma de gobierno.. Sus principios esenciales
respoz&n a l a pregunta: I) quién manda? 11) ~6mo manda? TII) Para
1 Democracia: e l gobierno' m& & mUnc3 do Sm%dWa Y -
de los p W o S r
II Democracia: e l gobierno con sujeci6n a l a ley y respandiendo - - ante e l pueblo
1
-- - - - - -- - - . --
est-ctura de clases así de complejar es preciso tener en cuenta
e l origen del procedimiento democrático configurado en e l Estado
Chileno, L a wdemxraciaw de la ~ ~ n s t i t u c i 6 n del 25, inciuy6
originalmente a l a burguesfa y a l a clase media técnico-buro-
crbtica. Este Ú l t i m o s ec tw es e l que a nuestro juicio no puede
ser ccnhuidido, con l a "pequeña burguesfatl eurgpea del s iglo
pasado. Es aderibs e l que parece ser clave, para comprende^ l a
democracia chilena que se constituy6 por esos años,
E l sector social antes citado, no zbarca todos l o s
ámbitos llamados de sectores medios, o clases medias, sino un
grupo muy determinado, Fueron l o s sectores que adquirieron f
poder, originalmente mediante e l movimiento que sirvi6 de base
emergente a l a ~ o n s t i t u c i & del 25 a través del pacto civico-
m i l i t a r entre jhvenes oficiales y los sindicotos de profesores,
ferrocarriieros y fundamentalmente burocracia pública. A travgs
del proceso de consolidaci6n del nuevo *Estado CompromisoN, ese - .
sector se fue amalgamando y ampliando con nuevos contingentes
Pidamentalmente estudiantiles y profesionales, sedan esos l o s -
cuadros que se expresari'an politic,unente a través del Partido
Radical y luego a través de l a ~ h o c r a c i a Cristiana. Este última,
incluso pretendi6 consolidar una forma poiftica para expresar una
heterogeneidad de clases incorporando a su organizaci6n sectores
obreros y *marginales*,
S i se analiza l a historia ~ o l f t i c a de Chile de los Últimos
34 años, se palpa un claro predominio de los partidos ya enuncia-
estudia contingentes de mando ellos,
--
veremos
UM c l a r a preponderancia de profesionales, pequfPIa burgaesia y
burocracia en e l Partido Radical y de profesionales junto a
burocracia, en t re l o s democratacristianos . Lo anter ior p e r f i l a el poder pol f t ico de e s t e sector,
pero hay m&, a partir de l o s mismos años, ese gntpo adquirió
progresivo poder econdmico o a l menos de "negsciacibnn dado e l
incremento del poderío gubernamental en las inversiones y manejo
financiero. E1 desarrol lo de l o s sectores semif i scaes , y la Fn-
gerencia gubernamental en e1 plano nsocialn de sama, educaci6n,
vivienda, etc., Aie expresi6n d e l "poder social" de las c lases
medias t &nico-burocrdticas.
, Las consideraciones anteriores, nos l levan a señalar que
si se quiere descubrir l a r e f e r e ~ c i a primordial de la democracia,
&I l a realidad chi lena es preciso buscarla bdsicamente en l a
c l a s e media tknico-burocrdtica. A nuestro ju ic io * la democracia*
fue para e s t e sector e l gran "caballo de troyan con e l cual fue
ampliando su *capacidad de juegon. . .
Para r e a l i z a r esa ' tarea , tuvo que coaligarse &n ni empao
a l o s sectores o$gan$zados de la c lase obrera. E l %eivindicacio- ,.
nismow, predominante en e l movimiento s indical , con su beneficio
aparente de wredistribuci6nwde ingresos propuesta por el "desa-
rrollismow en boga, fueron los elementos de a r t i c ~ a c i d n de
intereses . Ese proceso se mantuvo hasta que fue capaz de ser
absomrido por e l capitalismo en su f a s e de desarrollo. Se rompib
cuando cambid o comen26 a cambiar cualitativamente ei marco. L a
ruptura es curiosamente c o e t h e a con el <lesplazamiento del
23 - c a p i t a I i ~ m ~ de su fase nacional, a ru fase de configuracidn
ntransnacionaln. Tuvo su *techom cuando e l *costo socia ln de
la acumuiaci6n de capi ta les n e c e s ~ r i o s para el desarrollo, debió
desplazarse hacia e l i n t e r i o r , ya que l o s cr\&ditos externos
meron congelados o nconClicionados~,
La dmocratizaci6n progresiva s e mantuvo como mecanismo
'de hegemorda de l a clase media, mientras fue posible subsanar las
ban l o s intereses centrales del sector po l f t i cmen te hegemÓnicb:
l a c lase media t&nico-burocrática. Cuando Qsta pemibl6 que
"suH orden, e l que habia contribuido a generar, habia sido sobre-
pasado, dej6 de sustentarlo, -
S i hemos definido l a insti tucionalidad como l a delimitacidn
de un campo de juego de fuerzas, l a inst i tucional idad pol i t ica del
25 t e d a como eje cent ra l "el procedimiento democrdticow, en l a
medida pue Qste era el instrumento privilegiado cano herramienta 1
\
- - - =?- -- -- .. *u
denlanilas reivindicativas que l a ligaban a l a clase obrera orga-
nizada. Cuando ese mecanismo no di6 para más, se rompí6 l a
alianza, l o que hizo propicio e l desplazamiento de parte del
proletariado, canalizado por sectores medios marginados, hacia
l a d a ruptur is ta , olvidando que era e l marco que l o s ~ r o t e g f a a
todos de l o s embates burgueses. ~ e j 6 al mismo tiempo a l a
clase media res tan te so la sosteniendo el marco ins t i tuc ional de-
mocr&tíco . ?
Desde e l punto de v i s t a de l a rec ien te exposici6n hemos
pensado a l a democracia básicamente como un "acuerdo de proce-
dinienton .g E s t e , 16gicamente es tablecia l o s limítes para
las formas de conflicto, y tendia a desplazar aquel& que afecta- .
de lucha por l a clase media progresivamente dominante.
6. "~emocratizaciljn Progresivan. y ~gregaci6n de fuerzas sociales.
La inst i tucionalidad de 1925 fue concebida para e l go-
bierno *democrdticow, sobre l a base de l a consti tuci6n de mayorfas,
s i n embargo, e s t a s debfan ser configuradas dentro de l o s contingen-
tes inic ia les . Si pensamos que ese contingente sait6 de l 9,3$
de l a población t o t a l en 1920 a1 46,7% de l a población t o t a l en
1973 tenemos que pensar tmbika que hubo una variacibn cuaii- tativa del universo que no estaba prefigurada.
Creemos que en l a variaci6n aludida, se encuentra parte
de l a clave que explicaría e l sentido de l a democratizaci6n pro-
gresiva como un mecanismo destinado a cambiar l a relación de fuerzas
politicas entre la burguesfa y l a clase media tecno-buronit ica,
a favor de esta a t ima y sin t ras tocar el marco formal aparente-
mente. . Se pretendió cambiar el *cuadron mantenido "el marcom.
Dentro del 9, .Y! o 9,5% de -.l932 .era posible qub ,hubiese eqyilibrío
entre burguesia y c lase media, no lo era sin embargo, dentro del
46,7% de 1973. El primer cuadro obligaba a l a transaccibn. entre
clases medias y burguesia a favor de la Úitims* En el segundo
esa camposici6n pas6 a no ser necesaria, A p a r t i r de 1939, es
decir desde los tiempos del Frente Popular, habfan comenzado a
hacerse expiicitas una nueva manera de configurar mayorfas, median-
te el pacto entre la clase media técnico-burocrdtica y 10s sectores
organizados de l a ciase obrera. Esa f 6 m i a polftica emergente,
>
puds tener algunos retrocesos derivados de los juegos polit$cos
de l sector dominante en e l plano económico, s in embargo tendid
a asentarse a p a r t i r de mediados de l a década de l 60. Debido a
l o anterior, pensamos que no es un albur que precisamente a p a r t i r de esos mismos años hayan comenzado a hacerse explfci tos
l o s afanes wruptur is tas de algunos sectores de l a burguesfa -
t radicional . Ellos fueron l o s más 16cidos en percatarse que si
continuaban por el camino winst i tucionaiw desaparecerian h i s t b - .
ricamente sin "pena ni glorian.
dsi como pensamos que algunos sectores de l a á ~ r g u e s i a se
fueron radicalizando en..la medida que perdieron l a esperanza en
una Wemocracia en expansibn", creernos que hay que observar
l o s motivos de radicalizacibn en e l otro. knbito de l espectro
pol i t ic0 chileno. . - -
. ,
Compartimos con Manuel A. ~ a r r e t & l a iaea de l a exfs-
tencia de una doble dimensión no.aciarada ai i n t e r i o r del programa . de la Unidad Popular: l a dimensión wcontinuidadn o wdemocratiza-
: ci6nN y l a dimensi6n nmpturan y. Pensamos junto con & que
e l Proceso de l a Unidad Popular a p a r t i r de 1970, pudo haber J , .
tenido e l sentido profundo de una mdemocratizaci6n no c a p i t a l i s t a w
pero que, e s to no fue recuperado ideoi6gicamente y muy por e l
CO""ario. se frustr6 en un nvacio teór ico ideológico producto i
del ncopismon y de l a f a l t a de formulación de un proyecto de
revolución nacional. S i n embargo, pensamos que esa problemdtica
se dibqjb antes, a mediados de l o s 60.
L a inexistencia de un proyecto ideoi6gico claro, adecuado
a l a estm.xtwa de c lases y a l a realidad h is tór ica , no fu6 sin
embargo, patrinonio negativo y exclusivo de l a izquierda po l í t i ca ,
l o Pue ta r lb ih de l centro d e l espectro y quizds eso fue uno de l o s
factores que influyeron en su disgregación y polarización, ~i
efecto, s i tomamos los dos partidos mds representativos de este
sector , l a D.C. y e l P.R., tenemos que ambos suh.ieron quiebres
importantes, a l o largo d e l 6ltimo decenio. No sblo ocurri6 oso
en e l los , s ino que e l mismo fenbmeno, s e produjo en otyo par t ido
con mi contingente importante de c l a se media como e l Partido
S m i a l i s t a . Qu6 factores influyeron en ese proceso?
A rmestro juic io creemos que s e r i a importante tomar
en consideración l a conceptuaiizaci6n que hace Moulian d e l pro-
ceso de po ia r i zac ih : *El concepto de poiarizaci6n se define por
dos caracterfs t icas . En primer lugar 81 implica un conjunto de
movimientos de distanciamiento contradictorio o antagónico en t re A
tendencias de l sistema ideolbgico, las cuales enuncian cada vez
m& nis proyectos po l i t i cos en t&mhos que las hacen i r r eáuc t ib le s - .
e n t r e sf .n
"En segundo lugar, e i conckpto s e define, a l mismo tiempo . . - que co&o un proceso de distanciamiento, como un proceso de sim-
pi i f icac ibn de &ledada. 9/
~i quiebre ideo16~ico del centro poiitico chileno que se
inicia a meüiados de l a década del 60, abarca especialmente a
la clase media técnico-burocrdtica. L a mayor par te de l o s pro-
cesos de ruptura, de l a s unidades polfticas que hemos tomado
para esta fornmiaci6n inic ia l , comienzan su proceso de pola-
rizmi6n al interior de las aulas universitarias y no como efecto
de fenómenos obreros. A nuestro juicio l o que. acurri6 a l in ter ior
de las unidades polfticas del caso, tuvo una doble d i m a i b n .
Por un lado no surgieron a l in ter ior mismo de l a clase media
t dcnico-burocr5tica, elementos que innovaran ni fonmiiac i6n de
pensamiento, s ino puntos de vis ta que repitieron acrfticamgnte
esquemas de pensamiento planteados en las cdtedras, pero' h i s t b
ricamente atingentes a otras realidades. Algunos se mantuvieron
afincados a fbrmuias intelectuales derivadas de esquemas &tic- - . doctrinarios, o t r o s pretendien60 innovar, se acogieron a f onrm- imiones que e l pensamiento marxista habfa aplicado con h i t o , en
otros contextos geogrdficos y otras épocas. Ambos olvidaron re-
a p e r a r en t 6rminos~ cientff icos , l a realidad heteroghea que se
les presentaba ante los ojos y donde l a propia clase media cumplfa
U" m01 tan importante. Por otra paste, no . podemos . dejar de tener
en cuenta l a dimensión orgdnica, en e l sentido qué pensamos que
las estructuras polfticas del caso, fueron incapaces de absorver
en planos directivos de participaci6n efectiva, l o s nuevos con- ,
tingentes generacionales de clase media, a s i como los nuevos
contingentes electorales provenientes de l o s mundos obreros, mar-
ginales y campesinos. Las fuerzas polfticas de centro fueron
hcapaces de dcv ,cuenta de l a heterogeneidad de l a es tmctwa de
clases manteni6ndose en proposicione3 de democ~atizaci6n pro-
gresiva meramente formales, que encontraban su tope en el agota-
miento de l o s mo6elos de desarrollo propuestos en esa perspectiva,
Los nuevos movimientos, no fueron capaces de propiciar proyectos
soc ia l i s t a s que se encauzaran en e l sentido de l a ndemocratizaci&n
progresivatt, proponiendo nuevas formas de part icipaci6n que no
fuesen sólo pol i t icas .
En l a D,C, l o s par t idar ios d e l Hsocialismo comunitarioH,
no tradujeron su proyecto en un modelo societal de desarrollo,
sino que se mantuvieron en formulaciones inst i tucionales , y planes
pi lotos . h e l P.R. l o s p a r t i d a r i o s de l a s o c i a i democracia
no lograron t raducir su empeño s5no s61c en juegos pol i t icos ,
Los marginados de l o s part idos Oe centro, perdieron su base
original de custeiitaci6n, no lograron rehacerla con fortaleza.
Se perdieron as$ en e l trbCago de l v a d o te6r ico de l a propia
Unidad Popular.
- S i el proceso de polarización comenz6 al in ter ior ¿ie l a
'clase media tknico-burocrática, por razones de orden ide~16gic0,
creemos que s u segunda fase de simpiificaci6n progresiva, hay que
tratar de entenderla dentro del contexto de intereses mds espe- c i f i c o ~ y que vulgarmente fueron concebidos como *sectarismoff;
Pensamos que esa idea m& que una intrans5genci.a de orden ideo-
16gico-que corresponderfa a una primera etapa, se referia al pro-
ceso de rnarglnaci6n progresivo percibido por l o s sectores de l a
c la se media técnico-burocrdtica, que no se incorporaron a l a
U.P. Esos sectores vivieron en e l 70-73 un proceso
- 29 - progresivo de excitisibn de l a admfnistraci6n pública y otros
centros de poder. dem mas captaron e l acceso de l a U.P. a l
gobierno cómo un peligro potencial e inminente de supresi6n de I
los mecanismos de participaci6n politica. Esas concepciones res-
paldadas por los mecanismos de Ynterpretaci6n legalw para
cambiar normas, y l o s proyectos de E.N.U., Asamblea Popular,
Tribunales Vecinales, m& l a s acciones extrale'gales de los gnipos
*rupturistasW y los problemas de abastecimiento constituyeron e l
catalizador l a radicaiizaci6n de l a clase media técnica-
burocrdtica y su consecuente disponibilidad. &d pasó a ser caja
de resonancia intrasistbnica, de los actos extralegales de l a
extrema derecha,
1
S 1
8. La importancia de l a %aduraci6nm de temdticas de *cambioN,
Al f inal izar esta pequeña ordenaci6n de ideas acerca de
l a c r i s i s institucional y e l significado de los comportami~tos
colectivos extralegales, no podemos d e j a r de proponer una htima
observación,
A pesar de l a polarización ideoi6gica y de la encarnizada 1
1 lucha de masas que tuvo origen en la. desarticulacián de l a
clase media thnico-burocrdtica, en el plano poiitico hubo s i n
embargo, agwios proyectos de reformar legal que se aprobaron casi
wiánimamente en e l campo legislativo o tuvieron una oposici6n
minkicamente muy poco significativa. Creemos que ese hecho, que
se di6 con l a Reforma Agraria de Freí y la ~aciorializacibn del
- 30 - Cobre de Allende, pueden tener al& sent ido con su la rgo pro-
ceso de wmaduraci6nm pol f t i ca . Tanto l a Reforma Agrar ia como
l a ~ a c i o n a l i z a c i 6 n d e l Cobre ocuparon las pdginas e d i t o r i a l e s
de periódicos, revistas y espacios importantes en l o s medios de
comUMicaci6n, en general, durante un la rgo lapso 6e tiempo.
En o t r a s palabras sus t end t icas fueron largamente expuestas y
d i scu t idas especificamente item por i t e m . Creemos que ese
fenómeno fue uno de l o s que permitid que l a discusión acerca
de e l l o s , pasase progresivamente a desplazarse d e l plano de las
tpgeneraliclades ideolÓgicasnal t e r reno c i e n t f f i c o y t&hico. Se
const i tuyó as$ una sól ida base de incorporaci6n a l dmbito de
captación d e l poder hegem6nico de l a clase media técnico-burocr&
t i ca . TenienCío en n ien t a l o an t e r io r , denominaremos "maduración
ideoi6gicaV a un doble proceso dado por e l tiempo de exposici6n
a mefiios de camrmicaci6n de masas que t ienen algunas t e d t i c a a
p o l i t i c a s y por ni proceso de transformaci6n de l o s mecanismos
de formuiaci6n coiect ivos , que implica su despiazamiento del
n ive l de difusividad, a l plano cle l a especif icidad de l o s p lan-
teamientos.
Smelser, Routledge
3 V e r "Una Perspectiva para e l ~id.llsis de los Aspectos
1deol6giccs -02 fficos del Periodo 1970-1973 en Chile* de t
Manuel A. ~ s r r e t & , Enero 1976, 111 Continuidad y Ruptura,
pp. 7 - 10, Para mayor abm.damiento sobre e l punto conviene tener en
cuenta: Vacio ~ e d r i c o 1deoi6gico y Proyecto Nacional
Popular: Las Concepciones de l a ~ e o r f a y de l a ~ o l f t i c a de
l a Izquierda Chilena durante e l periodo 70 -73.
A este respecto vale l a pena considerar mbs detaiiadmente
l a escalo de valores de l a constitucibn del 25 Vrisis de
las Instituciones ~ w f d i c o ~ o l f t i c a s Chilenas, wF'rancisco
Cwnplido, pp. 83. r
"Democracia y Desarrollo: Aspectos conceptuales desde l a
Perspectiva del Derecho ~ o l f t i c o ~ , Prancisco Cumplico, pp. 1
, u:,' L "Notas sobre el tema de las Condiciones Sociales de l a Demo- L r
cracian, Angel Flisfisch, pp .6 *
(1) PP. 10
.id. punto (2)