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Itinerarios la ciudad

Folletos Burgos Capital

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  • Itinerarios

    la ciudad

  • Itinerariospor la ciudad

    A la orilla del ro Arlanzn y bajo la protectora sombra de un castillo, que a finales del siglo IX dio origen a su fundacin, se asienta Burgos. Una histrica ciudad que fue capital del ms importante reino medieval de Espaa

    y que ha sabido mantener viva toda la esencia y el esplendor de los tiempos pasados. Los visitan-tes de Burgos se encontrarn con un destacado conjunto artstico y monumental formado por la Catedral Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, el monasterio de Las Huelgas y la Cartuja de Miraflores.

    Estos tres emblemticos edificios, en los que es fcil ras-trear la ptina dejada por la historia, tienen desde ahora un singular y atractivo contrapunto en el Complejo de la Evolucin Humana. Entre sus novedosos equipamientos destaca el Museo de la Evolucin Humana (MEH), donde se exponen los fsiles originales encontrados en los famosos yacimientos de la Sierra de Atapuerca.

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    La Catedral de Burgos tiene su singular y

    novedoso contrapunto en el Museo de la

    Evolucin Humana

    Estos itinerarios por Burgos estn pensados para ser realizados a pie, discurren en su totalidad por zonas peatonales y permiten a los visitantes adaptarlos a su ritmo, intereses y tiempo disponible. Adems de acercarse hasta los monumentos ms importantes, se demoran y descubren los ms entraables y tranquilos rincones donde late la vida de la ciudad.

    La Catedral y su entorno El Espoln y la ciudad baja El MEH y al otro lado del ro Camino de Santiago El Castillo y la ciudad alta Entre Las Huelgas y la Cartuja Camino del Cid Yacimientos de Atapuerca

    Burgos es una urbe moderna, pero sin agobios y sin prisas, que est cuajada de paseos, par-ques y jardines, que apuesta por la cultura y en la que todava reina la escala humana con la que fue conce-bida. Orgullosa de El Cid Campeador, el personaje ms famoso de toda su historia, en Burgos tambin es palpable la huella dejada por el paso de la principal ruta europea de peregrinacin: el Camino de Santiago.

    Antes de comenzar cualquier recorrido por Burgos, una buena idea es acercarse hasta el Centro de Informacin Turstica (CITUR), situado a un paso de la Catedral y del arco de Santa Mara. Adems de encontrar todo tipo de informacin en su Oficina de Turismo, se puede abrir boca visitando el Centro de Interpretacin de la Ciudad, en el que mediante proyecciones audiovisuales, paneles informativos y maquetas es muy sencillo hacerse una idea de la evolucin histrica, artstica y cultural de la capital castellana.

    CITUR

  • La Catedral y su entorno5 La Catedral

    Entrar en la Catedral supone una intensa y gozosa experiencia esttica para los viajeros. Gracias a las restauraciones de los ltimos aos, el interior luce con todo su esplendor la armoniosa combinacin de estructuras arquitectnicas y elementos decorativos incorporados a lo largo del tiempo a la inicial fbrica gtica.

    La Catedral presenta planta de cruz latina con tres naves, marcado crucero y girola en la cabecera. A este primitivo diseo g-tico de comienzos del siglo XIII, de ntidas influencias francesas, se le fueron aadiendo una serie de capillas

    funerarias financiadas por distintos clrigos y no-bles. Siguiendo el sentido obligatorio de la visita, la primera parada imprescindible hay que realizarla en la capilla de la Presentacin, construida por Juan de Matienzo a comienzos del siglo XVI y que est rematada por una impactante bveda estrellada.

    Al llegar a los pies de la baslica es preciso mirar ha-cia arriba y cumplir con el rito de todo buen turista: escuchar las horas y ver abrir la boca al viejo reloj del Papamoscas.

    Concluida durante la s e g u n d a mitad del

    siglo XIII, su esquema bsico, inspirado en el ms puro y clsico arte gtico francs, responde a los mode-los de tres cuerpos re-matados por dos torres laterales cuadradas. Sobre estas se alzan los atrevidos chapite-les diseados por Juan de Colonia a mediados del siglo XV.

    La Catedral de Burgos est considerada como una de las cumbres del arte gtico europeo. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, su construccin se inici durante la primera mitad del siglo XIII. Desde cualquier lugar del casco antiguo de la ciudad se divisa una hermosa y cambiante perspectiva de este restaurado y armonioso monumento que sigue llamando la atencin por sus elegantes chapiteles y por que es el nico en su gnero edificado sobre una ladera.

    La joya gtica europea.El recorrido por la Catedral se inicia en la difana plaza del Rey San Fernando, desde la que se contempla la mejor panormica de su fachada meridional. Nos podemos sentar en uno de sus bancos de madera y deleitarnos con

    el insuperable jue-go de volmenes existente entre las torres, rematadas por unos puntiagu-dos chapiteles, la alargada nave cen-tral, el ya renacen-tista cimborrio y el elegante hastial del Sarmental.

    Tras pasar por las taquillas junto con la entrada se entrega un folleto con la direccin de la visita, la planta del templo y una

    breve descripcin de sus principales elementos hay que ascen-der por la escalinata de la puerta del Sarmental. Iniciada hacia 1230, es la ms antigua de la baslica y conforma uno de los mejores conjuntos escultricos en piedra del siglo XIII espaol. Destacan el Pantocrtor rodeado por la representacin de los evangelistas y, en los cuerpos superiores del hastial, el rosetn con vidrieras originales gticas y la galera calada del remate.

    Es tanta la belleza acumulada que es

    difcil concentrar la mirada en un solo punto de inters

    Del 19 de marzo al 31 de octubre: 9.30 a 19.30 h. Del 1 de noviembre al 18 de marzo: 10 a 19 h. 947 204 712 www.catedraldeburgos.es

    y su entorno Fachada Real

  • La Catedral y su entorno7

    Sustentado por cuatro grandes pilares circulares se levanta el espectacular cimborrio octogonal del templo. Su increble y calada bveda estrellada es una maravilla de la tcnica y el arte renacentista mediados del siglo XVI con regustos platerescos y mudjares.

    Linterna mgicaPor la nave del Evangelio se alcanza

    una de las joyas de la Catedral: la capilla de Santa Ana. De finales del gtico, est firmada por Juan de Colonia. En su interior brilla con luz propia el retablo tardogtico del genial Gil de Siloe. Unos metros ms adelante aparece el crucero del tem-plo donde es obligatorio dirigir la mirada hacia la Escalera Dorada: una original solucin, diseada en 1519 por el renacentista Diego de Siloe, para salvar el desnivel existente entre la puerta de la Coronera y la nave del crucero.

    Sin descanso para los sentidos y atrados por su fuerza esttica y volumtrica nos encontramos bajo la bveda calada del cimborrio, justo en el punto exacto donde late el corazn de la Catedral y bajo el que estn enterrados El Cid y su esposa Jimena. Tampoco hay que dejar de admirar la renacentista sillera del coro, el retablo mayor romanista y las artsticas rejas que separan los diferentes mbitos de las naves.

    Con una parada ante el deslumbrante contenido de la manierista capilla de la Natividad se llega a la girola y a la que es sin duda la meta constructiva de la Catedral: la capilla del Condestable. La visita pasa junto a los notables relieves renacentistas esculpidos en el trasaltar por Felipe de Vigarny y sale del templo tras pasar por la rococ sacrista.

    El recorrido prosigue por un claustro con dos pisos adaptados al desnivel del edificio repleto de sepulcros y con distintas capillas. En una de estas ltimas se guarda el famoso y legendario Cofre del Cid. El siguiente mbito que se visita es el Museo Catedralicio con una rica coleccin de obras escultricas, pictricas y de orfebrera. Entre estas sobresale un cliz del siglo XV proce-dente de la capilla del Condestable.

    Antes de abandonar la Catedral se puede visitar en el claustro bajo, un interesante Centro de Interpretacin, en el que mediante maquetas, paneles y proyecciones audiovisuales se propor-ciona a los visitantes una didctica explicacin sobre la evolucin arquitectnica, histrica y religiosa del monumento.

    De nuevo en la calle hay que enfilar hacia la plaza de Santa Mara para disfrutar del exterior de la Catedral. Estamos ante la facha-da Real, una de las imgenes con mayor personalidad del gtico eu-ropeo. Por la puerta de Santa Mara se puede entrar otra vez al interior del templo, para conocer las dos capillas abiertas solo al culto: la barroca de Santa Tecla y la del Cristo de Burgos.

    Para contemplar y fotografiar c-modamente el inmenso conjunto y proseguir la ruta, lo ms sensato es tomar las escaleras que ascienden hasta la iglesia de San Nicols, que conserva en su interior una joya nica del arte burgals: el retablo esculpido en piedra por Francisco de Colonia a comienzos del siglo XVI. Tambin es muy notable su colec-cin de pinturas hispanoflamencas entre las que destaca un Juicio Final de grandes dimensiones atribuido a Alonso de Sedano. Se contina por la evocadora calle de Fernn Gonzlez, a contraco-rriente del Camino de Santiago, y

    enseguida frente al palacio de Castilfal aparece la fachada de la Coronera. Aunque de menor desarrollo por haberse adap-tado al desnivel topogrfico cuenta tambin con tres cuerpos rematados por una galera calada adornada con estatuas. Su portada, en la que destaca una elegante representacin del Juicio Final, ha sido fechada hacia 1250.

    Flanqueada por casonas blasonadas, la antigua ra de Fernn Gonzlez llega hasta un privilegiado mirador desde el que se contemplan los variados volmenes de la cabecera de la Cate-dral. Entre todos destaca el grandioso exterior de la capilla del Condestable con los grandes emblemas de los Velasco.

    Descendiendo hacia la medieval Llana de Afuera se consigue enlazar con la calle de la Paloma y, de nuevo, la plaza del Rey San Fernando.

    Edificada entre 1482 y 1494 y de grandes dimensiones, es una catedral dentro de la Catedral.

    Levantada en un estilo que comparte elementos gticos con las primeras manifestaciones del renacimiento, presenta planta poligonal cubierta por una atrevida bveda con una estrella calada en su centro. Guarda valiosos tesoros artsticos entre los que despuntan el sepulcro en alabastro de los condestables y el retablo mayor de Felipe de Vigarny y Diego de Siloe.

    Capilla del Condestable

  • El Espoln y la ciudad baja9 El Espoln A la sombra del cerro del Castillo y en la llana vega del Arlanzn se asienta la ciudad baja de Burgos. Los distintos barrios y calles en los que se alternan el sabor medieval, renacentista y burgus estn vertebrados alrededor de la Plaza Mayor y el paseo del Espoln. Este ltimo rincn urbano, situado entre los puentes de San Pablo y Santa Mara, es uno de los paseos ms conocidos y bellos de Espaa.

    El arco de Santa Mara marca el inicio del recorrido. Construido hacia 1540 por Juan de Vallejo y Francisco de Colonia quiso ser un homenaje de la ciudad al emperador Carlos I. En su interior puede visitarse la mudjar sala de Poridad y un bello mu-ral de Vela Zanetti.

    Con una reverencia a los hroes castellanos que presiden su facha-da podemos retroceder unos metros por el re-novado puente de San-ta Mara y asomarnos a las cristalinas aguas del Arlanzn. Sorprende la riqueza vegetal y la variada fauna que vive en sus riberas. Patos azulones, garzas, truchas y unas cuantas nutrias convierten el ro burgals en un verdadero paraso ecolgico.

    La mejor manera de sentirse burgals en Burgos es pasear tranquilamente por El Espoln. Hay que saber demorarse entre las hileras de entrela-zados pltanos de sombra que festonean su andn prin-cipal y mirar y dejarse ver, como se ha venido haciendo ininterrumpidamente en sus 200 aos de historia.

    Entre bellas casas modernistas y pasando junto al clasicista edificio del Consulado del Mar llegamos a los Cuatro Reyes. En el centro del paseo y en su an-dn superior se localizan cuatro esculturas de piedra donadas por Carlos III y que representan a personajes ligados a Burgos.

    Justo enfrente aparece el neoclsico Ayuntamiento, finales del siglo XVIII, que, a travs de sus elegantes arcos, permite asomarse a la Plaza Mayor. Su irre-gular, amplio y porticado espacio, presidido por una estatua en bronce del rey Carlos III, sigue siendo el centro neurlgico de la ciudad. Camino a la plaza de Santo Domingo merece la pena visitar el interesante Museo del Libro, hay que asomarse a las largas y es-trechas calles del Almirante Bonifaz y la Moneda. Las dos estn repletas de elegantes casas decimonnicas adornadas con las caractersticas galeras acristaladas de raigambre burguesa.

    Por la calle de Santander y los entraables Soportales de Antn llegamos a la plaza de la Libertad, donde se alza la Casa del Cordn. Esta autntica joya de la arquitectura civil burgalesa era el palacio de los pode-rosos Condestables de Castilla y fue diseado a finales del siglo XV por Simn de Colonia.

    La ruta contina al encuentro de la cercana plaza del Cid, otra de las entradas del paseo del Espoln y a la que se asoman los decimonnicos palacios de la Diputacin y del Teatro Principal. En el centro de la plaza se alza la estatua ecuestre de El Cid Campeador, fundida en bronce por Juan Cristbal y que se ha convertido en la imagen icnica ms conocida de este famoso hroe local.

    Desde este punto y tras cruzar el tambin cidiano y monumental puente de San Pablo se accede hasta las inmediaciones del Complejo de la Evolucin Humana.

    El Espoln es un jardn arquitectnico

    dieciochesco con toques romnticos de

    origen francs

    Desde el siglo XIII hasta bien

    entrado el XVI, los mercaderes burgaleses detentaron el monopolio en el comercio de la lana castellana con Flandes, Francia, Inglaterra y Alemania. Estas intensas transacciones internacionales, que enriquecieron a muchas familias y convirtieron a Burgos en un gran emporio, fueron controladas desde el Consulado del Mar.

    Consulado de mercaderes

    La Casa del Cordn destila historia por sus cuatro costados. En sus lujosos salones los Reyes Catlicos recibieron a Cristbal Coln al regreso de su segundo viaje a Amrica; en ella muri Felipe el Hermoso, haciendo enloquecer a su esposa la reina Juana I y, sobre todo, en 1512 acogi la redaccin de las Leyes de Burgos: el primer intento de otorgar ciertos derechos y gobernar con mayor justicia a los naturales, indios o indgenas del Nuevo Mundo.

    Palacio con historia

    y la ciudad baja

  • El MEH y al otro lado del ro11

    El Museo de la Evolucin Humana de Burgos se ha convertido en un referente cientfico y turstico de relieve internacional. Cualquier persona interesada en el origen y la evolucin del hombre tiene que visitar este atractivo e innovador mbito expositivo, obra del prestigioso arquitecto Juan Navarro Baldeweg, para admirar y emocionarse con los fsiles originales de los primeros europeos encontrados en los yacimientos de la Sierra de Atapuerca.

    El recorrido por el Museo de la Evo-lucin Humana (MEH) comienza junto a la llamativa fuente emplazada a la entrada del paseo de la Sierra de Atapuerca. Desde este lugar se contempla una buena panormica de todo el Complejo de la Evolucin Humana. Custodiado por los edificios del CENIEH (Centro Nacional de Investigacin sobre la Evolucin Humana) y del Palacio de Congresos y Auditorio de Burgos, el MEH se distingue por sus acristalados y definidos volmenes cbicos, articulados mediante una gigantesca estructura metlica en forma de aspa y de color rojizo.

    Dos rampas peatonales perfiladas por un jar-dn que recrea los ecosistemas naturales de la Sierra de Atapuerca permiten ascender hasta la entrada del museo. Desde lo alto se divisa una indita panormica de las frondosas riberas del Arlanzn y del casco antiguo de la ciudad presidido por los inconfundibles volmenes de la Catedral.

    En el MEH nos vamos a encontrar con los restos de nuestros

    primeros antepasados europeos

    El MEH y al otro lado del ro En el lugar ms destacado del

    museo y recreando la magia de los yacimientos, se exponen los fsiles originales de los homnidos de la Sierra de Atapuerca. Desde los restos del Homo antecessor, una nueva especie con ms de un milln de aos de antigedad y considerado el primer europeo, hasta los numerosos hallazgos de Homo heidelbergensis localizados en la Sima de los Huesos y entre los que destaca el crneo n 5, tambin conocido como Migueln.

    Las joyas del MEH

    Lo primero que sorprende del Museo de la Evolucin Humana es su capacidad de recrear un enorme y difano espacio interior. Con muchas posibi-lidades para convertirse en un icono de la arquitectura contempornea espaola, el proyecto de Juan Navarro Baldeweg consigue multiplicar las escalas y hacer que el visitante se sienta inmerso en un amplio y elaborado mbito musestico.

    El recorrido por el MEH se inicia por la planta inferior, ocupada por cuatro grandes pastillas que recrean las sensaciones y el ecosistema forestal de la Sierra de Ata-puerca en las distintas estaciones del ao. En el interior de dos de estas grandes estructuras se exponen rodea-dos de una estudiada y evocadora penumbra los fsiles originales de los homnidos encontrados a lo largo de los aos en los yacimientos de Atapuerca. Tambin brilla con luz propia un bello bifaz de cuarcita roja, de casi

    medio milln de aos, que es conocido como Excali-bur y que est considerado como parte del primer ajuar funerario de la historia de la humanidad.

    En las plantas superiores del museo el visitante va a ir descubriendo, de la manera ms didctica y entretenida, las claves que han hecho retrotraer la presencia humana en Europa hasta hace ms de un milln de aos. Tambin se incita a la re-flexin sobre los procesos de la evolucin y del futuro del hombre como especie.

    MEH: martes a viernes: 10 a 14.30 h. y 16.30 a 20 h. Fines de Semana, festivos y meses de julio y agosto: 10 - 20h. Lunes cerrado. 902 024 246 www.museoevolucionhumana.com

  • El MEH y al otro lado del ro13

    Una vez concluida la visita al Museo de la Evolucin Humana podemos encaminarnos al encuentro de una serie de enclaves urbanos y monumentos si-tuados a la otra orilla del ro Arlanzn. La primera parada hay que realizarla junto al arranque del puente de San Pablo, decorado por ocho grandes esculturas relacionadas con la vida de El Cid, y justo en el inicio del paseo del Espoloncillo. Desde este lugar se contempla una de las mejores y ms hermosas vistas de la ciudad.

    Camino del Museo de Burgos y por la calle de San Pablo enseguida se alcanza el cruce con la Calera, una calle que ha sabido conservar su esplendoroso pasado renacentista con las casas de Miranda, Angulo y Melgosa. Adems en el interior de estos elegantes palacios renacentistas est ubi-cado el Museo de Burgos. En sus salas, que tienen un aire moderno y didctico, se exponen piezas de la categora del lujoso frontal romnico de Silos, los hallazgos arqueolgicos de la ciudad romana de Clunia y la espada Tizona del Cid. Mencin aparte merece el patio de la casa de Miranda, una de las joyas de la arquitectura renacentista castellana.

    En el MEH se pueden visitar, entre otras muchas curiosidades, una cuidada rplica del Beagle, bergantn en el que Charles Darwin realiz el viaje cientfico con el que sent las bases de la evolucin; un original cerebro elaborado con cables elctricos por el reconocido artista plstico Daniel Canogar y unas impactantes reproduc-ciones de los homnidos protagonistas de la evolucin, realizados por la escultora francesa Elisabeth Dayns y que son tan reales que solo les falta hablar.

    Hemingway dej escrito que la

    panormica desde el Espoloncillo le

    pareca una de las ms bellas de

    Europa

    El MEH rinde homenaje a la razn y a la investigacin cientfica en su empeo por desentraar el origen y la evolucin de la especie humana. El reconocimiento se personifica en Charles Darwin, padre de las teoras de la evolucin de las especies, pero no se olvida de otros investigadores como el espaol Santiago Ramn y Cajal, que sent las bases de la neurociencia y del estudio del cerebro humano.

    Homenaje a Darwin

    El gran desarrollo econmico y demogrfico que alcanz Burgos durante la segunda mitad del siglo XV y los primeros decenios de la siguiente centuria, posibilitaron la expansin de la ciudad por la llana vega que se extenda al otro lado del ro Arlanzn. Adems de los de la calle de la Calera, en esta zona pueden visitarse otros interesantes edificios como el hospital de la Concepcin, los conventos de San Agustn y Santa Dorotea, las iglesias de la Merced y de San Cosme y San Damin y el actual instituto Cardenal Lpez de Mendoza.

    Al otro lado del ro

    Existe la posibilidad de realizar una visita combinada del MEH y los yacimientos de la Sierra de Atapuerca. Para ello se han habilitado autobuses-lanzadera que salen del museo. Algunos das se incluye la visita al Parque Arqueolgico de Atapuerca.

    Lanzadera a la Sierra de Atapuerca

    Informacin y reservas: 902 024 246 y www.museoevolucionhumana.com

  • Camino de Santiago15

    Burgos es uno de los hitos fundamentales para comprender el trazado peninsular del Camino de Santiago. El paso de esta va de peregrinacin jacobea marc la historia y el desarrollo urbano de la ciudad durante varios cientos de aos. Todas sus instituciones religiosas, incluida su Catedral, giraban en torno a los peregrinos. Adems, sus 35 hospitales convirtieron a la ciudad del Arlanzn en la ms hospitalaria de Europa.

    Sin necesidad de seguir hasta Santiago, en Burgos se puede realizar uno de los tramos urbanos ms interesantes de todo el trazado jacobeo. El lugar ideal para comenzar es la plaza de San Juan, un amplio espacio urbano al que se abren el monasterio de San Juan con el museo del pintor Marceliano Santamara, el hospital de San Juan, hoy en da Casa de Cultura, y la iglesia de San Lesmes, un notable ejemplar gtico burgals de finales del siglo XV.

    Si se ha realizado la ruta anterior, el me-jor acceso desde el MEH hasta la plaza de San Juan es cru-zar el Arlanzn por la moderna pasarela de la Evolucin, para despus seguir la calle peatonal de San Lesmes, que en todo momento discurre paralela al ro Vena.

    Tras cruzar el puente medieval sobre el ro Vena, el arco de San Juan permite enfilar por toda la larga calle del mismo nombre. Siguiendo las conchas jacobeas que sealan la buena direccin pasaremos muy cerca de la jesutica iglesia de San Lorenzo y del histrico palacio de la antigua Capi-tana General.

    Ahora por la calle Avellanos, en la que predominan las tpicas galeras de madera acristalada pintadas de blanco, alcanzamos la calle de San Gil, que por la derecha conduce hasta la iglesia del mismo nombre. Esa misma calle hacia la izquierda se asoma a la plaza de Huerto del Rey o de La Flora, llamada as popularmente por la estatua de esta diosa pagana que preside, desde lo alto de su fuente, un alargado espacio urbano. Es muy interesante la singular pers-pectiva de la Catedral que se disfruta desde el lugar. El Camino de Santiago contina recto por la calle

    Fernn Gonzlez. Todava quedan al-gunos restos por ejemplo el palacio renacentista del Cubo que es sede del moderno albergue de Peregri-nos, del esplendor medieval y moderno que en su da tuvo esta seorial ra. Tras pasar por la plaza de los Castaos en cuyo subsuelo descansan los restos romnicos de la iglesia de San Romn, la citada calle permite llegar a la Catedral y disfrutar con una de sus perspectivas ms inslitas.

    Ceida por las murallas y con fachadas de sobrio aspecto, su interior atesora un exquisito refinamiento artstico. A sus tres naves y crucero se abren una serie de capillas funerarias financiadas por enriquecidos mercaderes. La joya arquitectnica es la de la Natividad, construida a mediados del siglo XVI por Juan de Matienzo y que, adems de estar cubierta por una espectacular bveda estrellada octogonal y calada, puede presumir de un bello retablo de Felipe de Vigarny.

    Iglesia de San Gil

    Tras dejar atrs la Catedral y la iglesia de San Nicols, el Camino de Santiago pasa cerca del arco de Fernn Gonzlez, el monumento al Empecinado y el Solar del Cid y alcanza el arco mudjar de San Martn por el que se sale del casco antiguo y amurallado de la ciudad. Las calles del Emperador y de Villaln permiten descender hasta el puente de Malatos para cruzar el ro Arlanzn. Por el sombreado parque del Parral es fcil localizar la capilla de San Amaro y el Hospital del Rey, con sus fachadas renacentistas, que acoge varias dependencias de la Universidad de Burgos.

    El resto del Camino

    San Lesmes fue un peregrino francs que lleg a Burgos en el siglo XI y acab como

    venerado patrn de la ciudad

    El albergue de peregrinos de Burgos es

    uno de los mejores y ms modernos de Europa

    Camino de Santiago

  • El Castillo y la ciudad alta

    Segn confirman los distintos anales medievales, el Castillo de Burgos fue fundado en el ao 884 por el conde Diego Porcelos para afianzar la lnea defensiva del Arlanzn frente a los islamitas. Con los siglos se convirti en una imponente fortaleza, pero los numerosos asedios a los que estuvo sometida la redujeron a un montn de ruinas. Tras una acertada restauracin se ha transformado en un atractivo y didctico lugar de imprescindible visita.

    El Castillo y la ciudad alta17

    Un ascensor y dos escaleras mecnicas nos van a ayudar en la subida al Castillo y en la interesante visita a la ciudad alta. Por eso el itinerario comienza junto al moderno albergue de peregrinos de la calle Fernn Gonzlez. Primero se debe tomar el ascensor pblico que desde el patio del centro jacobeo salva el desnivel con la calle Hospital de los Ciegos. Justo enfrente localizamos las rampas y las dos escaleras mecnicas que alcanzan las inmediaciones del CAB. El Centro de Arte de Burgos est especializado en las tendencias artsticas ms actuales de los creadores nacionales e internacionales. Programa diversas activi-dades culturales y alberga la coleccin de arte contemporneo de Caja Burgos.

    La iglesia de San Esteban, siguiente visita, es un interesante templo gtico erigido en el siglo XIII y con una bella portada de esa poca. En su interior, de tres es-beltas naves y en el que trabajaron los mejores artistas de la poca, est instalado el Museo Diocesano del Retablo. En sus dependencias se exponen interesantes retablos y otras joyas artsticas procedentes de distintas localidades de la dicesis. Se puede destacar el retablo de Castrillo Matajudos, del siglo XVI.

    Antes de tomar la escalera que asciende hasta el Castillo podemos acercarnos al cercano arco de San Esteban, que forma parte de la antigua muralla burgalesa y que fue construido en estilo mudjar a mediados del siglo XIV.

    Entre la densa masa arbrea que cubre las laderas del cerro del Castillo y disfrutando de unas impagables perspectivas del casco antiguo presidido por la Catedral, se llega sin mu-cho esfuerzo hasta el mirador del Castillo. Merece la pena detenerse y disfrutar de las mejores vistas de la ciudad y de todo su entorno paisajstico. Si en primer trmino destacan la Catedral y la iglesia de San Esteban, al fondo se divisan las casi siempre nevadas cumbres de la Sierra de la Demanda, donde tiene sus fuentes el ro Arlanzn.

    Un poco ms arriba se alzan los restos de la antigua fortaleza sobre la que el conde Diego Porcelos fund la ciu-dad en el ao 884. Existe un cuidado museo, en el que se narra su intensa historia, con visitas opcionales a unas

    misteriosas galeras y a un pozo medieval de 62 me-tros de profundidad. Con sus correspondientes husi-llos perimetrales de acceso y realizado con sillares de

    piedra caliza, est considerado como una de las obras ms importantes de la ingeniera medieval espaola. Cons-truido entre los siglos XII y XIV, su finalidad era la de abastecer de agua a los ocupantes del castillo, sobre todo durante los frecuentes asedios.

    El CAB se ha convertido en poco tiempo en un contrapunto y un referente dentro del patrimonio arquitectnico del centro histrico de Burgos. A la vera de la iglesia de San Esteban y al pie del cerro del Castillo, sus tres originales volmenes se asoman a la ciudad dando forma a un atrevido mirador.

    Contrapunto arquitectnico

    Burgos fue una ciudad comple-tamente rodeada de murallas. Los restos mejor con-servados datan de los siglos XIII y XIV y se pueden contemplar en el entorno del barrio de San Esteban, con su monu-mental arco de sabor mudjar, y en el paseo de los Cubos, donde se mantiene en pie un largo tramo de paos y otro arco mudjar de piedra y ladrillo: el de San Martn.

    Ciudad amurallada

    Una experiencia inolvidable en el Castillo

    es visitar su profundo pozo medieval

  • Entra Las Huelgas y la Cartuja19

    Unidos entre s por los frondosos y longitudinales parques de La Isla, La Quinta y Fuente del Prior, que escoltan el tramo ciudadano del ro Arlanzn, se alzan los otros dos monumentos imprescindibles para entender el arte y la historia burgalesa: el monasterio de Las Huelgas Reales y la Cartuja de Miraflores. Aunque un poco alejados del centro urbano a los dos se puede llegar caminando o en alguna lnea de autobs urbano.

    El Monasterio de Las Huelgas Reales fue fun-dado en 1187 por el rey Alfonso VIII para alojar entre sus muros el Panten Real de su ilustre linaje. La originalidad de este monasterio cisterciense radica en que en su interior conviven en armona los ms tpicos elementos del arte cristiano con alguna de las construcciones de ms clara raz musulmana conservadas en Espaa. Su inters artstico se concentra en la iglesia, en la sala capitular y en las capillas de Santiago y La Asuncin.

    Antes de entrar en el monumento merece la pena contemplar un exterior que refleja con exactitud la planificacin interna habitual en los monasterios cistercienses. Llama la atencin el acusado juego de volmenes que se produce entre las tres largas naves, el crucero con sus hastiales y la maciza torre que preside el conjunto.

    Tras pasar por las taquillas de Patrimonio Nacional, organis-mo del que depende el monasterio, comienza la interesante visita guiada por sus distintas dependencias: iglesia y pan-ten real, donde destaca el doble sarcfago en el que estn enterrados los fundadores; sala capitular, considerada la joya del arte cisterciense espaol; las Claustrillas, claustro de ins-piracin romnica, y las capillas, con llamativos elementos del arte hispanomusulmn, de La Asuncin y de Santiago.

    La Cartuja de Miraflores es uno de los monumen-tos ms interesantes del gtico final europeo y su iglesia fue levantada como panten del rey Juan II de Castilla. Juan de Colonia inici en 1454 la construccin de esta obra maestra financiada por la reina Isabel la Catlica y en la que trabajaron los ms importantes artistas de la poca: Simn de Colonia, Gil de Siloe, Juan de Flandes y Pedro Berruguete entre otros.

    Despus de admirar el esbelto y sobrio exterior, hay que visitar su interior, de una sola y alargada nave cubierta con bveda de crucera, compartimentado siguiendo los cnones habituales en un templo cartujano.

    Cuando en 1499 Gil de Siloe dej definitivamente asentado el retablo mayor de la Cartuja, se completaba un espacio sun-tuoso que se convertira en uno de los puntos de referencia del ltimo gtico europeo. El tema central de la composicin del retablo decorado con el oro trado por Cristbal Coln de su segundo viaje a Amrica gira en torno a una monu-mental Crucifixin.

    Tambin son de excepcional categora arts-tica los sepulcros en alabastro de los reyes de Castilla Juan II e Isabel de Portugal y del in-fante Alfonso, as mismo labrados por Siloe, que estn situados en el centro de la cabecera de la iglesia cartujana. El recorrido finaliza visitando una cuidada exposicin permanente en la que se recrea la histo-ria y la vida de los cartujos burgaleses y en la que sobresale la magnfica Anunciacin pintada por Pedro Berruguete.

    Es uno de los museos de tejidos ms importantes y con mayor originalidad del mundo. Su importancia radica en la magnfica coleccin de vestimentas de los siglos XII y XIV que se han conservado en la mayora de las tumbas que componen el panten real. Tafetanes y brocados de seda con ricos entorchados de oro y plata son la base principal de las aljubas, pellotes y mantos, tanto femeninos como masculinos.

    Museo de Ricas Telas

    Llama la atencin el ascetismo cartujo que lo impregna todo

    A Las Huelgas se llega desde el centro, paseando

    por el romntico parque de La Isla, en unos 30 minutos . martes a sbado: 10 - 13 y 15.45 - 17.30 h. domingos y festivos: 10.30 a 14 h.; lunes cerrado.

    A la Cartuja accedemos a travs de los parques de La Quinta y Fuente del Prior lunes a sbado: 10.15 - 15 y 16 - 18 h.; domingos y festivos: 11 - 15 y 16 - 18 h. mircoles cerrado.

    Cmo llegar

    Entre Las Huelgas yla Cartuja

  • 21 Camino del CidEn Burgos sigue latiendo con intensidad el pulso de El Cid Campeador, el personaje ms famoso de toda su historia y es uno de los hitos fundamentales, junto a los cercanos Vivar del Cid y San Pedro de Cardea, del Camino del Cid. Cada da son ms los viajeros que se animan a emprender este original y novedoso itinerario cultural y aventurero que culmina en las costas levantinas.

    Burgos tiene la inmensa fortuna de que a menos de 15 kilmetros del centro se localice uno de los ms famosos e importantes yacimientos prehistricos del mundo. Gracias a la labor de un selecto grupo de investigadores, la Sierra de Atapuerca declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco se ha convertido en un referente mundial para el estudio de la evolucin humana. Tambin es una suerte que los fsiles encontrados puedan visitarse en el MEH de la ciudad.

    Burgos est repleta de hitos cidianos que recuerdan la presencia, legendaria o real, de Rodri-go Daz de Vivar. Entre todos destacan el Solar del Cid, la iglesia de Santa gueda, la Catedral en la que es-tn enterrados sus restos, el arco de Santa Mara, el monumento sobre la glera del Arlanzn, el puente de San Pablo y la estatua ecues-tre que preside la plaza del Cid.

    El monasterio de Cardea ha quedado unido para siempre a la legendaria figura del Cid. Situado a una docena de kilmetros de Burgos y tambin de ori-gen legendario, fue restaurado en el ao 899. Al poco tiempo y favorecido por los primeros condes castellanos se convirti en un influyente centro religioso y seo-rial. La huella cidiana se puede rastrear en la llamada torre de doa Jimena, en el supuesto enterramiento de Babieca el ms famoso caballo del Campeador y en la capilla barroca que aloj, hasta su traslado a Burgos en el siglo XIX, los restos mortales del hroe.

    Para ms informacin sobre el Camino del Cid: www.caminodelcid.org

    La Sierra de Atapuerca es una modesta ele-vacin montaosa cubierta por un denso bosque de encinas que se alza 15 kilmetros al noreste de la ciudad de Burgos y aguas arriba del ro Arlanzn. Su interior aparece horadado por un sinfn de cavidades en las que se han localizado distintos yacimientos, repletos de fsiles humanos del Pleistoceno. Los ms sealados son la Sima de los Huesos, con abundantes restos del Homo heidelbergensis de hace 500.000 aos, Gran Dolina y la Sima del Elefante, en los que han aparecido

    los fsiles del Homo antecessor, especie que vi-vi hace ms de un milln de aos y que puede considerarse como la de los primeros europeos.

    La visita guiada a la Sierra de Atapuerca se centra en los yacimientos de la Trinchera del Ferrocarril. Adems de conocer Galera, Gran Do-lina y Sima del Elefante, que son los nicos ya-cimientos accesibles al pblico, el recorri-do finaliza por la pa-sarela que discurre por la parte superior del desfiladero artificial. La relevancia cienffica del enclave y la profesionalidad de los guas acompa-antes convierten la experiencia en inolvidable.

    Vivar del Cid es un pueblo, asomado a las orillas del ro Ubierna, que goza de un gran renombre gracias a ser el lugar en el que a mediados del siglo XI vio la luz el legendario hroe castellano. Inicio del Camino del Cid, la localidad cuenta con un antiguo monasterio de monjas Clarisas y un monumento en homenaje a Rodrigo Daz de Vivar.

    Vivar del Cid

    Una sealizada ruta del Camino del Cid permite conocer sus

    hitos ms relevantes

    Existe una visita combinada del MEH y a los yacimientos

    de la Sierra de Atapuerca

    AtapuercaYacimientos de

    Los accesos a la Sierra de Atapuerca parten de las dos localidades que comparten administrativamente su territorio: Ibeas de Juarros y Atapuerca. Si a la primera se llega desde Burgos por la carretera de Logroo, N-120, para acercarse a la segunda hay que salir por la N-I, con direccin a Irn, y desviarse poco antes de Quintanapalla. Ms informacin: www.visitasatapuerca.com y 902 024 246.

    Visitas a los yacimientos

  • 23 Fiestas y gastronoma Informacin prcticaBurgos es una ciudad que adems de su rico patrimonio histrico y artstico ha sabido conservar un extenso folclore y unas fiestas de larga tradicin, entre las que destaca El Curpillos. Tambin puede presumir de una gastronoma autntica, tranquila y que desea mantener muy vivas sus reconocidas seas de identidad, con mimados productos naturales de la calidad del cordero

    lechal, la morcilla de arroz, las legumbres y el famoso queso fresco de Burgos.

    Comer y tapear es una obligacin en Burgos Es difcil encontrar otra cocina espaola que como la burgalesa tenga tan presente en sus recetas los productos gastronmi-cos tradicionales. En los restaurantes de la ciudad se pueden degustar la morcilla, el cordero lechal y la olla podrida, pero tambin existe una nueva cocina de autor que reinterpreta estas clsicas recetas con imaginativos toques creativos. Men-cin aparte merecen las originales tapas y pinchos burgaleses autnticas e innovadoras delicias gastronmicas que sur-ten las barras de muchos establecimientos y la popular feria De Tapas por Burgos que se celebra durante los Sampedros. Para beber, vinos de la Ribera del Duero y el Arlanza.

    El Curpillos es la fiesta con ms tradicin de Burgos. Se celebra, un viernes despus del Corpus Christi, en torno al monasterio de Las Huelgas y culmina con la concurrida jira en El Parral. Las fiestas mayores de San Pedro y San Pablo, los populares y participativos Sampedros, suponen el momento estelar dentro de la cultura festiva burgalesa. Tambin se ce-lebran las patronales de San Lesmes y la simptica tradicin de El Obispillo. As mismo, todas las primaveras en las calles de la ciudad resuenan los ecos de una sobria Semana Santa declarada de Inters Turstico Regional.

    El cordero asado de Burgos est entre los mejores del mundo. La materia prima es tan excepcional que, con un poco de oficio y un horno artesanal alimentado con lea de encina o roble, el resultado final se convierte en un atractivo e inigualable espectculo para los sentidos: una carne jugosa, tierna y perfumada, revestida de una crujiente, dorada y brillante piel.

    Oficinas de TurismoCentro de Informacin Turstica (CITUR) Calle Nuo Rasura, 7 947 288 874 [email protected] Oficina de Turismo de Castilla y Len Plaza de Alonso Martnez, 7 947 203 125 | Fax: 947 276 529

    Tren tursticoEl tren turstico permite conocer los monumentos y los lugares principales del centro histrico de Burgos. El tren realiza un recorrido por los lugares ms tpicos. Por la noche, el tren permite contemplar los monumentos iluminados.Salida junto a la CatedralRecorrido diurno: 45 Recorrido nocturno: 60 947 101 888 www.chuchutren.com

    AparcamientoEl carcter peatonal del centro histrico invita a conocer la ciudad a pie; resulta aconsejable prescindir del coche siempre que sea posible y disfrutar de la ciudad caminando. Los aparcamientos de la Plaza Mayor, Plaza de Espaa, Museo de la Evolucin Humana y Plaza de Vega- Catedral estn en el mismo centro.

    BiciburBicibur es un servicio de prstamo de bicicletas gratuito. Est diseado para el desplazamiento urbano para el paseo y disfrute de la ciudad en bicicleta. Los turistas pueden solicitar el uso de este servicio en la Oficina de Movilidad (Plaza de Espaa, bajos Mercado Norte) 947 28 88 00 [email protected]

    El rey de la gastronoma

    Edita: Patronato de Turismo de Burgos | Texto y fotografas : Enrique del Rivero | Diseo: Julia Grndler | Imprime: Ambar | DL: BU-XXXXXX

  • CENTRO DE INFORMACIN TURSTICA(CITUR)

    C/ Nuo Rasura, 709003 BurgosTel. 947 288 [email protected]. aytoburgos.es

    Patronato de Turismo de BurgosTel. 947 279 432 | Fax: 947 279 [email protected]

    OFICINA DE INFORMACIN TURSTICA DE CASTILLA Y LEN

    Plaza de Alonso Martnez, 709003 BurgosTel. 947 203 125 | Fax: 947 276 529

    Informacin turstica de Castilla y LenTel. 902 203 030www.turismocastillayleon.com