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FONS VITAE Hermandad de Hijos de Nuestra Señora del Sagrado Corazón Junio 2015, Número 5 www.hhnssc.org

Fons Vitae 5 (Junio 2015)

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Boletín de la Hermandad de hijos de Nuestra Señora del Sagrado Corazón

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  • FONS VITAE

    Hermandad de Hijos de Nuestra Seora del Sagrado Corazn

    Junio 2015, Nmero 5

    www.hhnssc.org

  • ndice

    1. Editorial2. Entrevista3. De la familia al seminario4. Tres apostolados (Talavera de la Reina)5. Ora et labora (Aoiz)6. La comunidad y el apostolado en Chile7. Una Nueva Misin en San Sebastin8. Palabras antes de la ordenacin9. l la hizo nacer en una tierra santa10. Palabras del Papa11. Cmo ayudar

    Informacin sobre las Actividades de Verano: Universidad de Verano, Campamentos para nios, jvenes, familias y otros en www.hhnssc.org

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    A. Fons Vitae www.hhnssc.org

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    Editorial

    donde descubri el tesoro que un da le comunicara a su prima Mara: Me pides un medio de llegar a la perfec-cin? Uno slo conozco: el amor. Con los Martin, la Iglesia pro-pone a los fieles la santidad y la per-feccin de la vida cristiana vivida por unos esposos de una manera ejemplar hasta un grado heroico. La Iglesia no se interesa por lo excepcional, sino que subraya cmo en la vida cotidiana ellos han sido sal de la tierra y luz del mun-do. San Juan Pablo II afirm: Es nece-sario que el herosmo se haga cotidiano y que lo cotidiano se haga heroico. La Iglesia ha expresado que Luis y Celia han hecho de su vida cotidiana algo he-roico y del herosmo algo cotidiano. Por esta razn, la canoniza-cin de Luis Martin y Celia Guerin pone de relieve la importancia de la familia como tero espiritual donde de una manera ordinaria han de crecer y formarse los mejores hijos de la Igle-sia que son los santos. En ellos vemos la estela de tantos padres y madres de familia que, a lo largo de la historia de la Iglesia han hecho de sus hogares cu-nas de santidad. La Iglesia presidida en la ca-ridad por el Papa Francisco quiere con

    El pasado 18 de marzo el Papa Francisco firm el decreto que atribuye un milagro realizado por los padres de Santa Teresita del Nio Jess, Luis y Ce-lia Martn. Es muy probable que sean proclamados santos en una ceremonia en el mes de octubre durante el Snodo de las Familias. Ser el primer matrimo-nio canonizado en la misma ceremonia. Los padres de Santa Teresita no son elevados a los altares por ser padres de una santa, sino porque cada uno de ellos ha vivido el evangelio lo ms plenamente posible. Ellos han es-tado animados por un deseo recpro-co de buscar en el estado de vida que haban abrazado la voluntad de Dios y la obediencia a sus mandamientos. Pero su respuesta generosa a los pla-nes divinos les ha transformado en el humus, en la tierra fecunda donde ha nacido y vivido durante 15 aos la santa ms grande de los tiempos mo-dernos (San Po X). La caridad me dio la clave de todo, exclamaba santa Teresita al haber encontrado el lugar que quera ocupar ella en la Iglesia. En el seno de la familia fue donde Teresa se acos-tumbr a practicar de modo extraordi-nario las acciones ms comunes. All es

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  • Luis y Celia Martin

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    esta canonizacin, animar a los padres y madres a que, ante la avalancha de ataques a las que estn siendo some-tidas las familias, no tengan miedo y respondan con generosidad y confian-za a la llamada a la santidad. Por otra parte, es patente que slo si la familia cristiana vive este ideal de santidad ser posible una nueva primavera de vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada. Hoy, por la misericordia de Dios, hay jvenes que responden a la llamada de Cristo para una especial consagracin, sin haber recibido en su hogar una educacin cristiana. Pero los prime-ros seminarios y noviciados siguen y seguirn siendo aquellas familias en las que el Corazn de Cristo sea el corazn de su hogar. Ejemplo pre-cioso de ello fue la familia Martn en la que florecieron cinco vocaciones a la vida religiosa. Con este deseo dirigimos nuestra oracin, al finalizar este cur-so, a Luis y Celia Martn para que el

    fruto del Snodo sea una propuesta re-novada y esperanzada del camino de la santidad para los jvenes y las fami-lias cristianas, y as no falten operarios para la mies del Seor. Al cuidado de estos padres santos confiamos a todas nuestras fa-milias, a nuestra Hermandad, la pre-paracin del prximo Captulo ordi-nario que tendr lugar en el Mes de Agosto y muy especialmente a quie-nes recibirn las Sagradas rdenes prximamente: Josep Vives, Ignacio Noriyasu y Lucas Prieto de presbte-ros y a Juan Ganuza de dicono.

    Me pides un medio de llegar a la perfeccin? Uno slo conozco: el amor.

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    Entrevista

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    Cmo surgi tu vocacin sacerdotal?De jvenes hacamos Ejercicios Espirituales todos los aos, pero empec a planterme-lo a los diecisiete aos. Los cursillos de cristiandad tambin me hicieron mucho bien, aunque no lo vi claro hasta el comienzo de la carrera de ingeniera; exactamente en el segundo curso. Pero por mi situacin familiar, cuando ya tena mi vocacin decidida, cambi de escuela hasta los ltimos aos. Haba empezado en Bilbao y al tercer ao me fui a Barcelona, pero volv y en Bilbao termin la carrera.

    All conociste a Schola Cordis Iesu?As es. Jos Mara Petit era compaero de curso y a travs de l conoc a Schola. Y all conoc al profesor Canals. Schola me ayud mucho en la vocacin. Me llam mucho la atencin el planteamiento sobrenatural de la historia, de la incidencia de la fe en el mundo. Y la visin del Reino de Cristo, aunque al principio me cost, me pareci una maravilla.

    Y al terminar ingeniera te fuiste al seminario?No, aunque se saba que yo iba para sacerdote, empezamos filosofa en Barcelona con Jos Mara Petit y Jos Mara Alsina para formarnos con Canals. Al terminar la carrera de filosofa, cinco aos, ya me fui al seminario. Como mi padre era navarro, me vengo a Pamplona. Y entonces me convalidaron toda la filosofa; y la teologa la hice en tres aos, entre Marcilla con los agustinos, pero no era mi vocacin y Pamplona, en el Seminario diocesano.

    Cundo te ordenaron de sacerdote entonces? Al final me orden el obispo de San Sebastin, D. Jacinto Argalla, el 30 de noviembre de 1975, pues D. Jos Mndez, que era titular de Pamplona, se puso enfermo y vino el que era entonces obispo de San Sebastin.

    Entrevista a D. Antonio Prez-Mosso Nenninger

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    Dnde te destinaron?Estuve primero de dicono en un pueblo de Navarra, Lumbier y a los pocos meses me ordenaron y continu all de coadjutor. En total tres aos, hasta el 77 Luego estuve en Burlada un par de aos hasta que tuve la oportunidad de ir a estudiar Historia Eclesis-tica en Roma, en la Gregoriana. Hice la licencia en Roma, me acuerdo, el ltimo ao de Pablo VI y el primero de Juan Pablo II. Muy contento de poder estudiar; sobre todo las clases de antigua y medieval.

    Y despus volviste a Navarra?Exactamente, a la vuelta estuve de cura en la montaa llevando cinco pueblines, del valle de Erro. Estuve muy a gusto en Mezquriz y otros cuatro pueblos. Bajaba a Pam-plona para impartir formacin en Schola, todas las semanas, los lunes, creo Y por entonces D. Marcelo me pidi dar clases en el seminario de Toledo. En dos das a la semana me concentraban todas las clases y as poda dar toda la asignatura, durante dos cursos. Y luego me fui a Chile.

    Cmo llegaste a parar en Chile?Pues, un da, por la madrugada me llam un obispo de Chile, de Valparaso, D. Emilio Tagle, que saba de m a travs de otro navarro amigo, Jess del Castillo, que haba ido antes a Chile. Ya me haba planteado antes de ir a Per un obispo navarro, pero al final no sali pero yo ya me haba decidido. As que cuando sali lo de Chile, dije que s. Y as fue, me fui de formador y profesor al seminario de Valparaso.

    Hasta cundo estuviste en Chile?Me fui a Chile en 1983, ms o menos, y estuve ocho aos. Los primeros seis aos en el seminario de Valparaso. Luego se complicaron las cosas y, cuando yo ya me quera vol-ver, an estuve dos aos en el seminario de la nueva dicesis de San Bernardo, porque me lo pidi el obispo de all D. Orozimbo Fuenzalida. Finalmente, hacia 1990, volv a Navarra donde estuve ocho aos en Alcoz, en el valle de Ultzama. Luego estuve unos cuatro aos en la parroquia de san Raimundo de Pamplona y, desde agosto de 2001, aqu en el pueblo de Aoiz.

    En todo este tiempo, cmo surgi la idea de la Hermandad?En una de las vacaciones de Chile, estuve en Espaa, y hablando con el sr. Alsina sobre los chicos de Schola que estaban plantendose la vocacin, pensbamos a ver qu sera de Dios para transmitir la vocacin de Schola para el clero tambin. Habl con ellos y les dije: esperaros a ver qu es de Dios para que veamos cmo, esto que es para seglares, lo podemos hacer para sacerdotes. Algo parecido se intent en Chile, pero no sali, y finalmente, al volver a Espaa, D. Marcelo nos recibi muy cariosamente en 1993 y nos alent mucho a seguir adelante. Jos Mara Alsina estaba en las puertas de la ordenacin de dicono y en el Seminario de Toledo se encontraban con l Ignacio Manresa, Javier

  • Jaurrieta, Santiago Arellano y as junto con ellos arranc todo, con la idea de for-marnos all para poder luego ponernos al servicio de la Iglesia en aquellos lu-gares donde hubiera necesidad de clero. Esta idea le gust mucho al Cardenal D. Marcelo. A l no le dio tiempo ms que de alentarnos y proceder a una sencilla aprobacin cannica, porque en seguida se jubil, pero luego vino el Cardenal D. Francisco y empezamos a dar los pasos para caminar hacia una sociedad de vida apostlica

    Y por qu no un Instituto Religioso?Es una cuestin prctica y de fondo. Por-que se parece mucho a los religiosos y, a la vez, para poder estar ms al servicio de los obispos. Pues pertenece a nuestro carisma ayudar a los lugares de mayor necesidad. Es la frmula que han tenido los misioneros. Aunque tengan distintas formas jurdicas, se ofrecen a los obispos, mantienen su espiritualidad y la vida co-mn y, a efectos de ministerio, estn al servicio de los obispos. Y esto es lo que parece ms adecuado con nuestra voca-cin. Nuestra vocacin apostlica es al modo de san Ignacio, que fund la Com-paa al servicio del Reino de Cristo. Nos sentimos llamados a cualquier tipo de misin apostlica al servicio del Reino de Cristo.

    Cul sera, entonces, el alma de la Her-mandad, lo nuclear?Pues es eso, vivir en unin con los Cora-zones de Jess y de Mara al servicio del Reino de Cristo, en el espritu de infan-cia espiritual y de confianza en el Seor enseado por Santa Teresita es lo que

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    D. Antonio Prez-Mosso, su ordenacin y promesas

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    reza el lema de la revista Cristiandad y entronca de manera explcita con el tesoro legado a Schola por el P. Ramn Orlandis.

    En este sentido, qu aporta la Hermandad para un sacerdote?Pues en que todo el sacerdocio, centrado en el Corazn de Jess y el Corazn de Mara, con los ojos abiertos, debe estar viendo la realidad con la clave de que la solucin de nuestro mundo es el Corazn de Cristo, es la realeza de Nuestro Seor. Y, por otra parte, una razn muy importante que es la vida comn. En ella insiste mucho actualmente el Magisterio de la Iglesia ya que es de una gran ayuda para el sacerdote.

    Qu papel juega en la Hermandad la formacin?Es muy claro el acento muy puesto en la formacin lo tenemos recibido de Canals y del padre Orlandis. Y, qu quiere decir? Pues que la formacin es para todos, con dedicacin y seriedad, y luego se va viendo con el tiempo: si hay personas con mayor facilidad para estudios, que se promueva. El tema de la importancia de la formacin, es muy claro, han venido muchos males en la Iglesia... y es necesario entender el mundo, no desde falsos humanismos, sino desde Dios Creador y Redentor.

    Para terminar, cul es tu mayor gozo como sacerdote?Por supuesto, la oracin, claro. Y, luego, el ver que contra todo lo que se dice el pue-blo cristiano responde mucho ms de lo que aparece. Porque es el Espritu Santo que est obrando ah. En lugar de esa visin naturalista, que a veces se nos cuela, hay que preguntarse cmo es que sigue habiendo tanta fe, tanta devocin sencilla, tanto fervor, en el pueblo de Dios.

    D. Antonio Prez-Mosso con sacerdotes y seminaristas de la Hermandad

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    que es el seminario. All retomamos las clases mirando ya cercanos los prximos exmenes. Gracias a Dios todo va bien. El da de san Ildefonso tuvimos las pro-mesas temporales de nuestros diconos, Josep, Nori y Lucas, y perpetuas de don Eusebio. Lo celebramos con todos los que pudieron acercarse a Toledo. Siem-pre es un gozo ver cmo crece la familia! Por cierto que en el da a da del seminario no nos olvidamos de nuestra familia carnal. De hecho, en el Acordaos a Nuestra Seora del Sagrado Corazn que rezamos cada noche, una de las intenciones que se ponen es por nuestras familias. Somos muy cons-cientes de que nuestras vocaciones no habran crecido o seguido adelante sin la fe recibida de nuestros padres o su apo-yo en los momentos importantes. Una de las preces que rezamos en las vsperas lo expresa admirablemente: Oh Cristo que con tu sacrificio redentor purificas y elevas el amor humano, haz de los ho-gares cristianos cantera de vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada. Adems de rezar, uno de los oficios que ms tiempo nos ocupa es estudiar. Aqu el encargado de alimen-tarnos el entendimiento, adems de

    De la familia al seminario

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    Uno de los momentos en los que los seminaristas volvemos a casa para estar con nuestras familias es la Navidad. La primera semana de las va-caciones la pasamos cada uno en su casa con los suyos (los seminaristas chilenos son adoptados por ese tiempo en al-guna de nuestras familias). En realidad no hay mejor manera de contemplar a la Sagrada Familia y la llegada del Hijo hecho hombre, que en medio de la pro-pia familia. Pero como tambin, si Dios quiere, un da formaremos parte de otra familia ms espiritual que es la Her-mandad, la segunda semana de las va-caciones la pasamos de convivencia en Aoiz. As pudimos tratar con los curas de esa comunidad, hacer una excursin a San Sebastin donde adems de tener una misa presidida por don Ignacio Mu-nilla, conocimos el nuevo paradero de la Hermandad, y unos das despus visitar a don Francisco Prez, obispo de Pam-plona con el que tuvimos una agradable tertulia. Por supuesto no falt la visita de los Reyes Magos que siempre nos sor-prende con algn que otro regalo, cuan-do todos esperbamos carbn! Pero las vacaciones se acaban y tenemos que volver a nuestro Nazareth,

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    los profesores, es Santo Toms. Por ello cuando lleg su fiesta lo celebramos con especial devocin en la Santa Misa y especial atencin en el acto acadmico posterior. Otro alimento de tipo forma-tivo que recibimos mensualmente es la revista Cristiandad, a cuya fiesta con ocasin de su milsimo nmero pudie-ron acudir algunos de los nuestros que volvieron encantados. Antes de introducirnos en la cuaresma tenemos la oportunidad de participar en la peregrinacin a Ftima de RC. Es una fecha estupenda, a mitad de curso ms o menos, para volverse a poner en manos de nuestra Madre, para escuchar sus palabras y contemplar su accin en las almas, que siempre es sorprendente. Tanto la rama de jvenes como la de familias o adultos salimos siempre reconfortados de su compaa. La cuaresma va avanzando, vamos poniendo a tono el corazn para poder celebrar el misterio de la Pascua. A ello nos ayuda San Jos, patrono de los seminaristas, da que celebramos junto con los otros seminarios enco-mendndonos a su proteccin en la Santa Misa y jugando a diversos depor-tes. Cada ao el seminario mayor San Ildefonso organiza en torno a estas fe-chas el torneo san Jos de ftbol sala. Vienen grupos de muchas parroquias de la dicesis y se monta un ambiente muy sano y competitivo. Este ao nue-vamente participamos y nuevamente nos descalificaron. Pero el ao que vie-ne volveremos con ms ganas.

    La Semana Santa la pasamos re-cogidos en el seminario, participando en la liturgia de la Catedral y en la piedad popular toledana. Acudimos tanto a los oficios como a alguna procesin por las calles angostas de la ciudad. Son unos das de muchas gracias de Dios y por lo tanto para dar muchas gracias a Dios por ellos. Y tras el gran da de Pascua en la que se nos anunci el Resurrexit!, des-pus en la Vigilia fuimos preparando las maletas para pasar la semana siguiente en Segovia, junto con otros curas de la Hermandad. Alojados en Navas de Riofro estuvimos unos cinco das de descanso y amistad en el Seor. Pudimos jugar a juegos diversos, escuchar alguna charla de formacin, rezar juntos Tambin nos acercamos a vila para unirnos al V Centenario de Santa Teresa que celebra

    Seminaristas durante una excursin a Aizkorri

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    la Iglesia. Lo hicimos visitando la expo-sicin de las Edades del Hombre y acu-diendo a los monasterios de la Encarna-cin y San Jos. Guiados por don Eliseo Garca Rubio, capelln de esta primera fundacin de santa Teresa, ganamos el jubileo concedido por el Papa para la ocasin. Pero no slo hicimos de peregri-nos en vila, tambin fuimos de turistas a Segovia. All nos acogi Marta Jerez que con un amigo nos hizo una gua por los preciosos monumentos y calles de esta ciudad castellana. Y con esto ya se acerca Mayo, el mes de Mara y el mes de las flores. En el seminario se celebra siempre con cantos y pequeos sacrificios ofrecidos a Mara, como por otra parte se hace en muchas familias cristianas. En esos das tambin acudimos al encuentro de Schola Cordis Iesu en Tarazona donde es un gozo volver a beber de los canales a travs de los cuales nos han llegado las aguas vivas del Corazn de Jess: el P. Orlandis, Canals Y ya en seguida nos plantamos en Junio. ste es el mes del Corazn de Jess y siempre viene con regalos: ste

    Somos muy conscientes de que nuestras vocaciones no habran crecido o seguido adelante sin la fe recibida de nuestros padres o su apoyo en los momentos importantes.

    ao ser la ordenacin presbiteral de Jo-sep, Nori y Lucas y la diaconal de Juan. Os pedimos que ya desde ahora les en-comendis para que puedan recibir esta gracia tan especial con el corazn bien dispuesto y cumplir su ministerio como santos sacerdotes.

    Jos Ignacio Orbe

    El arzobispo de Toledo con sacerdotes y diconos el da de las promesas

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    Tres apostolados

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    Mi intencin al escribir este artculo es mostrar con sencillez cul es mi trabajo sacerdotal cotidiano, y el mi-nisterio de la Hermandad en Talavera, sabiendo que Dios es el que nos sostiene cada da en nuestro ministerio y que so-mos siervos al servicio de su causa. Mi labor en Talavera tiene tres campos: Soy prroco de dos pueblos, colaboro en el grupo de Peregrinos de Mara, de Tala-vera de la Reina, y estoy estudiando la carrera superior de direccin de coro y orquesta en Madrid.

    Llegu a Talavera hace dos cursos, concretamente el 31 de agosto de 2013. Al da siguiente, el 1 de septiembre, tom posesin de las dos parroquias de las que contino siendo prroco: Almendral de la Caada y La Iglesuela. En ellos he encontrado una feligresa fervorosa y sencilla, a la que procuro atender principalmente mediante la admi-nistracin de los sacramentos y de la predicacin, aunque no me limito a ello, sino que la labor de un prroco va ms all: visitas de enfermos, encuentros con nios, adolescentes, escuelas de familias, excursiones y peregrinaciones, celebracin de las fiestas principales, romeras, proce-siones y actos de piedad, como el mes de Mara, novenas a la Virgen, los primeros viernes, o el mes del Corazn de Jess, el rezo del santo rosario, etc Destacar que en diciembre de 2013 pudimos tener la suer-te de recibir la visita pastoral de D. Braulio, nuestro arzobispo, que fue realmente una visita de un pastor a sus ovejas. En estos pueblos me he sentido pastor de las almas, intentando cuidarlas y a la vez, viendo cmo el Seor saca mucho ms fruto del que yo puedo hacer en ellas. Pero es a 35 Km de estos pueblos, en Talavera de la Reina, donde est el centro de operaciones desde el que la Hermandad lleva

    D. Eusebio delante del Conservatorio de msica

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    a cabo su tarea, el lugar en el que hay ms trabajo apostlico. All est el grupo de Peregrinos de Mara, al que atiende la Hermandad a tra-vs de diferentes actividades: las reuniones de formacin semanales, la oracin de los viernes, convivencias, campamentos, peregrinaciones para cada una de las edades (muy especialmente destacar la peregrina-cin a Ftima, que se hace anualmente). A todo ello, hay que sumarle el importante ministerio de la direccin espiritual de cada miembro del grupo. En este sentido, es gozoso acompaar a las personas que van creciendo en la vida espiritual, atravesando todo tipo de dificultades, participando de sus penas y sus gozos. El peso de Peregrinos recae sobre todo en D. Francisco y D. lvaro, los otros miembros de mi comunidad. Mi apostolado en Talave-ra consiste en la direccin espiritual de algunos jvenes y adolescentes del grupo, y la participacin en las actividades en las que se me pide colaboracin, principalmente los viernes por la tarde y en convivencias y campamentos. En relacin con el grupo, pero abierto a otros mbitos de Talavera (otros grupos, colegios, familias cristianas), estoy encargado de un grupo de nios adoradores, ms conocidos como Tarsicios.

    D. Eusebio y otros sacerdotes en su parroquia del Almendral

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    Es un grupo solo para chicos, y nos reunimos dos veces al mes. Una de las veces hacemos un turno de adoracin al Santsimo en la capilla de la adora-cin eucarstica de Talavera, y la otra vez tenemos una catequesis. Por su-puesto, tanto en la una como en la otra, despus hay ftbol, y a parte, otras actividades extraordinarias, como son las convivencias y campamentos. Uno goza cuando ve a los nios adorar al Se-or, y cmo quieren estar acompaan-do a Dios ante la custodia.

    El tercer frente que tengo desde este ao abierto es el estudio de la msica. He comenzado en Madrid el primero de los cuatro aos de la carrera superior de direccin de coro y orquesta. La dificultad de esta carrera radica en que el director debe tener una formacin completa, lo que se materializa cada semana en unas veinte horas de clase. He distribuido las clases de tal manera que voy a Madrid lunes, martes y viernes. Estoy disfrutando mucho, aunque a veces no pueda darle todo el tiempo que quisiera. Espero que con este talento recibido de Dios, como a aquellos de la parbola, pueda sacar el fruto apostlico que siempre ha tenido la msica. Por ltimo, todo lo que acabo de contar sera imposible para m sin el respaldo de la Hermandad, y sobre todo de la comunidad a la que pertenezco. La vida en comunidad nos ayuda a llevar el peso del trabajo con alegra, puesto que la amistad todo lo comparte. En las co-midas, oraciones, retiros que tenemos juntos hay ocasin para afianzar lazos y compartir alegras y preocupaciones, porque como dice el Se-or para aquel que le sigue: Mi yugo es llevadero y mi carga ligera.

    D. Eusebio en una actividad con jvenes de su parroquia

    Todo este apostolado sera imposible para m sin el respaldo de la Hermandad, y sobre todo de la comunidad a la que pertenezco.

    Eusebio Guindano, hnssc

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    Recuerdo que en la escuela nos hicieron leer Cinco horas con Ma-rio de Miguel Delibes. Si dejamos a un lado lo inaceptable de la novela, o me-jor dicho del cnico e insufrible mon-logo y de su crtica histrica, admira la capacidad de extraer tantas reflexiones y sentimientos a tan slo cinco horas de velatorio. Mi cometido es el contrario. En cinco lneas transmitir muchas ho-ras y das de lecturas, estudio y trabajo pastoral. No por una gran capacidad de sntesis del que suscribe estas lneas, sino por la escasez de espacio de nues-tro sencillo boletn de noticias. Adems, preciso es reconocerlo, porque a pesar del tiempo dedicado, tampoco son tan-tas ni tan valiosas las reflexiones y pen-samientos que un servidor pueda llegar a formular. No es falsa humildad, sino, a mi entender, la misma naturaleza del quehacer diario y de la vida del estu-diante. Quin haya sacado adelante una trabajo de final de carrera, de ms-ter, un doctorado o parecido sabr de lo penoso y spero de dicho cometido. En el acabado no se percibe, pero su elabo-racin es costosa.

    Ahora mismo doy gracias a Dios porque empiezan a verse ya algu-nos frutos de este ao y medio de es-tudio. Hace slo unas semanas defend la tesina de licenciatura en teologa en el Instituto Teolgico san Ildefonso. El tema era la Teologa de la Historia segn Francisco Canals Vidal. Fue un gozo muy grande poder hablar de Ca-nals ante un tribunal eclesistico y es-pero que ayude a la difusin del tesoro que por l hemos recibido del padre Orlandis en Schola Cordis Iesu. Ade-ms unos meses antes tuve tambin la

    Ora et labora

    D. Xavier Prevosti

  • D.Xavier Prevosti explicando su tesina a algunos miembros de la Hermandad

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    dicha de presentar el trabajo de final de mster sobre la libertad en santo To-ms de Aquino en el Abat Oliba CEU de Barcelona. Es el primer paso para la elaboracin de la tesis doctoral, sobre la misma cuestin. As es mi vida actual: ora et la-bora, en el sentido ms benedictino de la expresin. Con un cierto matiz: los monjes no slo trabajaban en el estudio y la copia de libros. Adems peleaban con empeo en las esforzadas tareas de la agricultura y de la artesana. Gra-cias a Dios, junto al estudio, el Seor me ha concedido gozar de un tiempo proporcionado para el trabajo de cam-po me refiero, obviamente, al campo de las almas. As, el jornalero de Dios encuentra su descanso y alegra en sembrar la Palabra de Dios y ver como l la hace crecer. Los detalles ya os los podis imaginar: ejercicios espirituales, direccin espiritual, retiros, excursio-nes, confesiones y un largo etctera que

    abarca una gran variedad de activida-des externamente muy distintas pero unificadas bajo un mismo propsito: formar, con la ayuda de Dios, apstoles del Corazn de Jess. Velad y orad para no caer en la tentacin (Mt 26, 41). Ese sera el resumen, en nueve palabras, de estos ltimos cinco meses. Gracias a Dios, no es un monlogo solitario, cnico y desesperado. Mi velatorio no es el de un difunto, sino el del centinela que hace guardia en la noche a la espera de la alborada. Velar, con el estudio de la verdad y del mundo actual, y orar, en la intimidad del sagrario que alberga al Amor de los amores, para no caer en la tentacin. Es un regalo de Dios y, aun-que a veces se me cierren los ojos por el sueo, me ha tocado un lote hermo-so, me encanta mi heredad: T eres mi bien (cf. Sal 15).

    Xavier Prevosti Vives, hnssc

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    La comunidad Santa Teresita de Lisieux de Chile tiene unas caractersticas especiales que la hacen diferente de otras comu-nidades de la hermandad. Por eso quiero describir un poco cmo es la vida por estas tierras. La comunidad se compone de tres sacerdotes, don Javier, don Antonio y don Esteban y tiene como principal labor apostlica la atencin y el cuidado pastoral del colegio San Francisco de Ass.

    La providencia ha querido que algunos alumnos, sintiendo que el Seor nos llama a seguirle en la vocacin sacerdotal dentro de la Hermandad, estemos ahora pasando un tiempo de discernimiento y afianzamiento en nuestro camino vocacional. Actualmente somos tres los exalumnos que vivimos en esta comunidad de santa Teresita: Esteban Lpez, Felipe Vergara e Iigo Medina. En marzo de 2014 co-menzamos este tiempo de discernimiento vocacional.

    La vida en la casa es sencilla y amoldada al ritmo de los sa-cerdotes para participar con ellos de la vida en comunidad. En casa comenzamos pronto: rezamos juntos por la maana la oracin de laudes y una hora de oracin personal y asistimos luego a la Misa en el colegio presidida por uno de los curas de la comunidad, mientras otro sacerdote va a celebrar en la parroquia Santa Mara de las Con-des a la que cada da ayudan. Luego cada cual a sus obligaciones segn horario y nos juntamos en cena. Despus rezamos el rosario y las completas para ir corriendo a dormir.

    Nosotros estuvimos los primeros seis meses haciendo un postulantado donde hemos tenido la oportunidad de ir profundi-zando en la espiritualidad propia de la Hermandad. En este tiempo conocimos mejor las devociones a los Corazones de Jess y de Mara, y el caminito de la infancia espiritual de Santa Teresita al mismo tiempo que conocamos por experiencia algo de lo que es vivir en co-munidad y nos bamos formando poco a poco en filosofa.

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    Comunidad y apostolado

    en Chile

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    He comenzado diciendo que la comunidad la forman los pa-dres Javier, Esteban y Antonio pero al principio no fue as hace un ao estaba an el P. Carlos que como padre espiritual nos iba acompa-ando en nuestro proceso vocacional del que recordamos de manera muy especial el da 26 de Julio cuando nos consagramos a la santsima Virgen. Nos entregamos en calidad de esclavos de amor a Mara, y a Jess por ella, para vivir con ella, en ella, por ella y para ella cmo no nos bamos a entregar a ella si es por ella por lo que estamos aqu?

    Despus de los meses del postulantado, por prudente dispo-sicin de los superiores, se posterg nuestra partida a Espaa por un ao. Lo que nos hace confiar ms en l, aprovechando con seriedad la ocasin que se nos da de un mayor y ms profundo discernimiento vocacional. Pero casi al mismo tiempo nos enteramos que la Herman-dad requera al P. Carlos para ponerse al frente de la nueva comuni-dad en San Sebastin San Ignacio; eso nos llen de pena por un lado, ya que un padre y amigo, siempre disponible y alegre (a pesar de sus achaques), se iba lejos. Pero tambin veamos cmo Dios bendice con creces a la Hermandad en la que sentimos nos llama a vivir nuestra vocacin. Pronto se nos dijo que en vez del P. Carlos vendra el P. Es-teban que era, como el P. Carlos, un forofo del Madrid lo cual anun-ciaba la posibilidad de ver algn partido que no fuera de Osasuna.

    D. Javier durante la celebracin del Viernes Santo

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    Cuando lleg el P. Esteban fue muy bien acogido y, con su ca-rcter manso, su peculiar sentido del humor, y su amor incondicional a la Inmaculada, rpidamente se gan el cario de todos nosotros. l fue quin nos predic los ejercicios espirituales con los que comenz-bamos este tiempo de prorroga que ya les he indicado. De la mano de san Ignacio llegamos felices a los ltimos das donde se dan las gracias ms finas y salimos contentos del amor de Cristo resucitado. Llegaron as las vacaciones de verano. Todo gir en torno a los campamentos donde cooperamos a la organizacin y la reali-zacin de ellos. Fue muy enriquecedor el poder experimentar cmo Dios se vali, una vez ms, de nuestros pobres esfuerzos para hacer grandes maravillas. Realmente uno se siente ms pagado cuando ve esa alegra profunda en los nios; alegra de un alma que se ha encon-trado con aquel que es pura misericordia y amor. Al finalizar los campamentos tuvimos unos das de estar en la casa con la familia y en febrero toda la comunidad fuimos al Lago Caburga, donde nos recibe la cariosa acogida de una familia amiga. All descansamos con un mayor tiempo de oracin en la capilla que atienden los padres de la comunidad, la Misa y los juegos como el risk, los cachos o el futbol, remamos en Kayak haciendo guerras de abordaje, nadamos y vimos alguna pelcula en un ambiente de convi-

    Seminaristas y monaguillos recibiendo a D. Esteban

  • (18)

    vencia y oracin muy reponedor del cuerpo y del alma. Muchas son las gracias y re-galos que Dios nos ha concedido este tiempo. Primero la experiencia de la vida en comunidad que ser parte esencial de nuestra vocacin. Creo que sera imposible que una comu-nidad nos acogiera tanto como lo ha hecho esta, si el Sagrado Corazn de Jess no reina en medio de ella, lo que al mismo tiempo hace posible la convivencia fraternal entre todos los miembros de la misma. El Seor es el Rey de la casa y todo gira en torno a l. La capilla, en donde se encuentra Jess sacramen-tado, es, sin lugar a dudas, el centro de la casa: es ah donde la comunidad pasa ms tiempo reunida. Y aunque en cada momento palpamos nuestras limitaciones y nuestras diferencias, por sobre encima de ellas se eleva la Misericordia de Dios. Por otro lado, la misa diaria y la oracin son los tesoros ms grandes que recibimos durante el da. Qu dulce el trato n-timo de corazn a corazn con Jess! Qu descanso para el alma desahogar el corazn en el suyo! Procuramos consolar su corazn y finalmente siempre termina el siendo nuestro consuelo. Todos nosotros estamos aqu, no por nuestro talento, ni por nuestro buen humor, ni por nuestras capacidades, pues no te-nemos nada de esto. Estamos aqu solamente porque el sagrado Corazn de Jess nos am con misericordia y se compadeci de nuestra miseria. Podemos afirmar, sin miedo alguno, que nuestra vocacin es prueba de la misericordia infinita de Dios.

    Iigo Medina

    Celebracin de la Santa Misa en el Colegio

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    7. Fons Vitae www.hhnssc.org

    Ahora la Hermandad, fruto espiritual de Schola aterrizaba en las tierras de san Ignacio. A nuestra llegada las familias de Schola San Sebastin se llenaban de inmensa alegra acogindonos con todo afecto. Los primeros das estuvi-mos alojados en un piso que nos faci-litaron los padres del P. Antonio Ganu-za. Jos Luis Ganuza e Isabel Canals con toda generosidad nos abrieron las puertas de esta casa mientras el obispa-do terminaba la adecuacin de la nue-va vivienda. Y como no poda ser de

    La Virgen de los Dolores aco-gi a la nueva comunidad de san Igna-cio de Loyola en San Sebastin el pasa-do quince de septiembre de 2014. Los padres Javier Pueyo y Carlos Sobrn llegbamos ese da a instalarnos defini-tivamente en la nueva fundacin de la Hermandad de Hijos de Nuestra Seo-ra del Sagrado Corazn. Por la benevolente solicitud de nuestro Superior, el Arzobispo de Toledo, la Hermandad, en su deseo y vocacin de servir a las dicesis necesi-tadas de clero se puso a disposicin del obispo de San Sebastin, D. Jos Ignacio Munilla Aguirre. El obispo, acogien-do con toda alegra y agradecimiento nuestro ofrecimiento, nos destin a la parroquia del Santo Cristo del barrio de Aiete. Es la parroquia ms extensa y poblada de esta preciossima ciudad. Los caminos de la providen-cia Schola Cordis Iesu dio en San Se-bastin sus primeros pasos hace justo ahora 50 aos, con unos ejercicios espi-rituales que coordin el padre Antonio Prez-Mosso, joven estudiante en Bar-celona por aquel entonces. Se dieron en un colegio del barrio de Martutene.

    D. Jos Mara y D. Carlos

    Una nueva misin en San Sebastin

  • (20)

    otro modo, lo primero que hicimos al llegar fue celebrar la Santa Misa del da de La Dolorosa consagrando, al termi-nar la celebracin, la nueva comunidad a la Virgen. Desde el principio de nues-tra llegada se nos ha encomendado ir a la capilla de la Adoracin Perpetua, situada muy cerca de la catedral, en pleno centro de la ciudad. All acudi-mos varias horas a la semana. Adems de la Adoracin Perpetua la dicesis mantiene all unos confesionarios con un horario amplio de confesiones aten-dido por diversos sacerdotes, incluido el obispo. Los sacerdotes que pertene-cemos a esos turnos tenemos licencias extraordinarias para poder absolver pecados reservados al obispo. Con el paso de los meses se va conociendo

    cada vez ms la existencia de esta ca-pilla de adoracin y la posibilidad de encontrar all sacerdotes. A veces tam-bin llegan feligreses de los pueblos de la dicesis que, al ir a la capital a cual-quier gestin, aprovechan para confe-sarse o ir a adorar un rato al Santsimo. Impresiona ver cmo el Seor se sirve de este medio para tocar el corazn de mucha gente que se confiesa despus de muchos aos sin hacerlo. El da 18 de febrero de 2015, mircoles de ceniza, hicimos nuestra entrada como prrocos. Hasta ese da estuvimos conociendo las diversas rea-lidades de la parroquia de la mano del anterior prroco que se jubilaba, ade-ms de estudiar tambin vasco. Ahora en pleno curso vamos tomando el pulso poco a poco a esta

  • (21)

    D. Carlos Sobrn y D. Javier Pueyo en una Primera Comunin

    ...lo primero que hicimos al llegar fue celebrar la Santa Misa del da de La Dolorosa consagrando, al terminar la celebracin, la nueva comunidad a la Virgen.

    inmensa parroquia, conociendo a los feligreses y hacindonos cargo de tan-tsimo trabajo como hay. Con esperan-za vemos a la gente ilusionada con esta nueva etapa que se ha abierto en la parroquia. Os pedimos nos tengis muy presentes en vuestras oraciones, que les pidis a la Virgen Mara y a san Igna-cio que nos consigan la gracia necesaria para que la divina voluntad del Seor internamente sintamos en nuestras al-mas y enteramente cumplamos y as podamos servir a la Nueva Evangeliza-cin en estas tierras a las que el Dueo de la Mies nos ha enviado.

    Carlos Sobrn, hnssc

  • (22)

    Ya pronto voy a ser ordenado dicono y voy a ser todo del Seor. Por eso quie-ro dar gracias a Dios porque todo lo he recibido de l por medio de Mara. No slo la vida, la familia, la educacin cristiana, los amigos, Schola Cordis Iesu, tantos bienes materiales y espiri-tuales, sino que adems, a pesar de mi ingratitud, mi pecado y mi peque-ez me ha querido escoger para ser su sacerdote en la Hermandad. Es algo inmerecido, pero es un regalo inmenso que ha querido hacerme. Y esta vocacin ha ido acompaada por el tesoro inmenso de la comprensin y

    experiencia del Amor misericordioso de su Corazn. l quiere reinar en todas las almas por su Amor, tiene sed del amor de los hombres, que es sed de salvarles. Testigos de esto queremos ser los sacerdotes de la Hermandad. En este camino de formacin del corazn el Seor me ha dado a sus padres la Virgen y san Jos. Confiado en su interce-sin, en que todo lo puedo lo puedo en Aquel que me conforta (Flp 4, 13), y confiado en vuestra oracin por m me acerco al altar de Dios para ser todo suyo.

    Juan Ganuza Canals

    8. Fons Vitae www.hhnssc.org

    Palabras antes de

    la ordenacin

    Lucas, Juan Nori y Josep

  • (23)

    Dad gracias al Seor porque es bueno, porque es eterna su misericordia. Esta frase del salmo 135 es la mejor manera de expresar mi pensamiento ante este gran regalo del sacerdocio. No por mis mritos, sino slo por la misericordia del Seor ser sacer-dote este verano. Durante estos aos de la formacin en el seminario el Seor me hizo comprender mi vocacin: llevar a Cristo a todo el mundo y atraer las almas hacia l. Es cierto que esta misin supera mi capaci-dad. Reconozco mi pobreza y pequeez, sin embargo, quiero respon-der humildemente a esta llamada del Seor porque slo deseo hacer su voluntad. Por eso, os pido que recis por m y por mis compae-ros para que podamos ser dciles a la llamada del Seor. Y pedid al Inmaculado Corazn de Mara y a su esposo san Jos que hagan de nosotros un santo sacerdote a semejanza de Jesucristo Buen Pastor.

    Ignacio Noriyasu Watanabe, hnssc

    Ignacio Noriyasu

  • (24)

    En unos da, D. m., ser ordenado sacerdote. Qu alegra tan grande! Aunque tambin he de confesar que a veces, al pensarlo, me da un poco de vrtigo. Ser sacerdote, ser ministro de Dios, llevar a los hombres su Palabra, su Perdn, llevarle a l a travs de la Eucarista... No s si se podran encontrar palabras para expresar la maravilla que es esto, para poder cantar la inmensa bondad de Dios. l, a pesar de mi pequeez, ha querido llamarme a su lado para ayudarle a mostrar a los hombres de nuestro tiempo el Amor que el Corazn de Jess siente por cada uno de ellos. Ante esta maravilla lo nico que me sale del corazn es decir con verdadera emocin qu bueno es Dios, qu grande es el Seor, bendito sea el nombre del Seor! Aprovechando la ocasin, quisiera pediros un favor, espe-cialmente a los pequeos del Seor, y es que recis mucho por m. Rezad especialmente a san Jos y a nuestra queridsima Virgen Mara, para que ellos me acompaen siempre y hagan de m un sacerdote santo, en el que realmente se refleje el Amor del Corazn de Jess, para gloria de Dios y salvacin de las almas.

    Josep Vives Gil, hnssc

    Josep Vives

  • (25)

    Pocos meses antes de entrar al seminario le el libro Don y Misterio de san Juan Pablo II para intentar comprender qu era la vocacin. En el libro (si no recuerdo mal) el Papa contaba cmo haba sido su camino al sacerdocio, pero no desarrollaba teolgicamente el problema de la vocacin. Cuando se preguntaba qu era, simplemen-te responda: es un misterio y es un don. Y es verdad. Faltan pocos das para la ordenacin sacerdotal, y al pensar en todos los aos de seminario y en el gran regalo que voy a recibir, slo puedo repetir las palabras de san Juan Pablo II y dar infinitas gracias a Dios por todo lo que me ha dado y por la gran misericordia que ha tenido conmigo. Ahora slo le pido que sea un instrumento dcil en sus manos para que pueda anunciar al mundo los tesoros que se encierran en su Corazn.

    Lucas Pablo Prieto, hnssc

    Lucas Pablo Prieto

  • (26)

    9. Fons Vitae www.hhnssc.org

    como un don de Dios, y como cria-turas de Dios. Dios pide para el na-cimiento de nuevas vidas humanas la colaboracin de los cnyuges. Y es que, como dice la Humanae Vi-tae, el matrimonio y el amor con-yugal estn ordenados por su pro-pia naturaleza a la procreacin y educacin de la prole. Los hijos son, sin duda, el don ms excelente del matrimonio y contribuyen sobrema-nera al bien de los propios padres.

    Esta frase de la Historia de un alma de santa Teresita nos mani-fiesta cmo el lugar propicio para el nacimiento de las vocaciones, tanto a la vida consagrada como a la matri-monial, es la familia cristiana, reflejo del Amor de Dios. Santa Teresita se refera a sus padres incomparables, como los dos tallos benditos de los que brotaron estas flores (las hijas). Ellos fueron los que, con la gracia de Dios, prepara-ron cristianamente las almas de sus hijas para que pudieran escuchar y cumplir la voluntad de Dios. El testi-monio de los padres de santa Teresita nos ilumina en la comprensin del sacramento del matrimonio y de su fecundidad: los hijos y su educacin cristiana, que es la preparacin para escuchar la llamada de Dios a los di-versos estados de vida. Cuando el matrimonio est fundado sobre la Roca que es Cristo, todo l estar impregnado del Amor de Dios, y los hijos sern acogidos

    Sagrada Familia

    l la hizo nacer en

    una tierra santa

  • (27)

    La visin de los hijos como un don de Dios y como alguien amado por Dios, llevar a los padres a educar-les cristianamente, para que puedan cumplir en todo la voluntad de Dios y ser capaces de corresponder al Amor que Dios les tiene. Santa Teresita, reconociendo en el amor de sus padres una imagen del Amor de Dios, dice: Durante toda mi vida, Dios ha querido rodear-me de amor. Mis primeros recuerdos

    estn impregnados de las ms tiernas sonrisas y caricias. Y para resaltar la necesidad de una verdadera educa-cin cristiana, aade: con una forma de ser como la ma, si hubiera sido educada por unos padres sin virtud, o incluso si hubiese sido mimada [], habra salido muy mala, y tal vez hasta me habra perdido... Pero Jess velaba por su pequea prome-tida y quiso que todo redundase en su bien; incluso sus defectos, que, corregidos a tiempo, le sirvieron para crecer en la perfeccin. De todo ello nos habla con claridad la constitucin conciliar Gaudium et Spes, cuando seala que en el deber de transmitir la vida humana y de educarla los cnyu-ges saben que son cooperadores del amor de Dios Creador y como sus intrpretes. Por eso, con responsabi-lidad humana y cristiana cumplirn su misin [], atendiendo tanto a su propio bien personal como al bien de los hijos.

    Todo cristiano est llamado a la santidad como su vocacin ltima, pero el modo concreto de alcanzar la santidad es diverso para cada persona.

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  • (29)

    Por otro lado debemos resal-tar cmo la educacin cristiana es el lugar propicio y ordinario, aunque no exclusivo, para el nacimiento de las diversas vocaciones cristianas (vida consagrada y matrimonio). As lo afirma san Juan Pablo II en la ex-hortacin sobre la familia Familiaris Consortio: la familia debe formar a los hijos para la vida, de manera que cada uno cumpla en plenitud su co-metido, de acuerdo con la vocacin recibida de Dios. Efectivamente, la familia que est abierta a los valores transcendentales [] se convierte en el primero y mejor seminario de voca-ciones a la vida consagrada al Reino de Dios. Todo cristiano est llamado a la santidad como su vocacin ltima, pero el modo concreto de alcanzar la santidad es diverso para cada perso-na, y obedece a un designio particular y amoroso de Dios para cada uno. La vocacin al sacerdocio, y a la vida consagrada en general, es la llamada que Dios hace a los que l quiere para que vivan con l una vida de amor exclusivo e indiviso. La con-sagracin es la entrega total de la pro-pia vida a Dios, sumamente amado. Esta entrega amorosa se aprende en la familia: en la entrega mutua de los

    padres a Dios a travs del otro cnyu-ge, en la vida diaria ofrecida a Dios, en el amor entre los hermanos, en la aceptacin de la voluntad de Dios, en la resignacin cristiana ante la cruz.Por otro lado, de igual modo a cmo el matrimonio est llamado por na-turaleza a la fecundidad, tambin la vida consagrada y sacerdotal produ-cen frutos de vida eterna, en la propia persona y en la Iglesia universal sea con la oracin, sea con la actividad laboriosa, por implantar o robustecer en las almas el Reino de Cristo y dila-tarlo por el ancho mundo. Claro ejemplo de lo que es la santidad en el matrimonio, en la vida de familia, en la educacin cristiana y en la vida consagrada, as como la es-trecha trabazn de todas estas dimen-siones y los frutos que se derivan, lo vemos en la familia de santa Teresita. El Amor de Dios en aquella familia fue la tierra santa donde pudieron crecer las vocaciones consagradas de sus cinco hijas. Que por su intercesin Dios bendiga tambin nuestras familias, para que sean terreno fecundo donde nazcan los sacerdotes, consagrados y matrimonios cristianos del maana.

    Juan Ganuza

    La Sagrada Familia, modelo de toda familia cristiana

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    Palabras del Papa

    10. Fons Vitae www.hhnssc.org

    Con la mirada fija en Jess y en su rostro misericordioso podemos percibir el amor de la Santsima Trinidad. La misin que Jess ha recibido del Padre ha sido la de revelar el misterio del amor divino en plenitud. Dios es amor (1 Jn 4,8.16), afirma por la prime-ra y nica vez en toda la Sagrada Escritura el evangelista Juan. Este amor se ha hecho ahora visible y tangible en toda la vida de Jess. Su persona no es otra cosa sino amor. Un amor que se dona gratui-tamente. Sus relaciones con las personas que se le acercan dejan ver algo nico e irrepetible. Los signos que realiza, sobre todo hacia los pecadores, hacia las personas pobres, excluidas, enfermas y sufrientes llevan consigo el distintivo de la misericordia. En l todo habla de misericordia. Nada en l es falto de compasin. Jess, ante la multitud de personas que lo seguan, viendo que estaban cansadas y extenuadas, prdidas y sin gua, sinti desde lo profundo del corazn una intensa compasin por ellas. A causa de este amor compasivo cur los enfermos que le presentaban y con pocos panes y peces calm el hambre de grandes muchedumbres. Lo que mova a Jess en todas las circunstancias no era sino la misericor-dia, con la cual lea el corazn de los interlocutores y responda a sus necesidades ms reales. Cuando encontr la viuda de Naim, que lle-vaba su nico hijo al sepulcro, sinti gran compasin por el inmenso dolor de la madre en lgrimas, y le devolvi a su hijo resucitndolo de la muerte. Despus de haber liberado el endemoniado de Gerasa, le confa esta misin: Anuncia todo lo que el Seor te ha hecho y la misericordia que ha obrado contigo (Mc 5,19). Tambin la vocacin de Mateo se coloca en el horizonte de la misericordia. Pasando delan-te del banco de los impuestos, los ojos de Jess se posan sobre los de Mateo. Era una mirada cargada de misericordia que perdonaba los

  • (31)

    pecados de aquel hombre y, venciendo la resistencia de los otros discpulos, lo escoge a l, el pecador y publicano, para que sea uno de los Doce. San Beda el Venerable, comentando esta escena del Evangelio, escribi que Jess mir a Mateo con amor misericordioso y lo eligi: miserando atque eligendo. Siempre me ha cautivado esta expresin, tanto que quise hacerla mi propio lema. La misericordia es la viga maestra que sostiene la vida de la Iglesia. Todo en su accin pastoral debera estar revestido por la ternura con la que se dirige a los creyentes; nada en su anuncio y en su testimonio hacia el mundo puede carecer de misericordia. La credibilidad de la Iglesia pasa a travs del camino del amor misericor-dioso y compasivo. La Iglesia vive un deseo inagotable de brindar misericordia[]. Ha llegado de nuevo para la Iglesia el tiempo de encargarse del anuncio alegre del perdn. Es el tiempo de retornar a lo esencial para hacernos cargo de las debilidades y dificultades de nuestros hermanos. El perdn es una fuerza que resucita a una vida nueva e infunde el valor para mirar el futuro con esperanza.

    Papa Francisco, Bula Vultus Misericordiae

    La misericordia es la viga maestra que sostiene la vida de la Iglesia.

  • (32)Papa Francisco

  • (33)

    Con vuestra oracin por nosotros:

    Os invitamos a rezar a Nuestra Seora del Sagrado Corazn la oracin Acurdate, pidiendo para la Hermandad: La santidad de sus miembros

    El aumento de sus vocaciones

    La fecundidad en sus apostolados

    Con vuestra ayuda econmica*:

    Con un donativo puntual

    Becando a un seminarista (beca mensual: 350)

    Con una cuota peridica

    *Podis hacer un ingreso en la cuenta de La Caixa 2100-1224-86-0200234363 (Titular: Hermandad de Hijos de Nuestra Seora del Sagrado Corazn).

    **Los donativos hechos a la Hermandad pueden desgravarse en la declaracin de la renta. Podemos remitiros un justificante.

    Como ayudar?

  • Oracin del Acurdate

    Acurdate, Nuestra Seora del Sa-grado Corazn, de las maravillas que hizo en Ti el Seor. l te esco-gi por Madre y te quiso junto a su Cruz. Ahora, te hace partcipe de su Gloria y escucha tu plegaria. Ofr-cele nuestra alabanza y nuestra ac-cin de gracias. Presntale nuestras peticiones... (se pide la gracia que se desea alcanzar). Haznos vivir como T, en el Amor de tu Hijo, para que venga a no-sotros su Reino. Conduce a todos los hombres, a la Fuente de Agua Viva que brota de su Corazn, ex-tendiendo sobre el mundo la espe-ranza y la paz, la misericordia y la salvacin. Mira nuestra confianza, responde a nuestra splica y mus-trate siempre nuestra Madre. Amn. Nuestra Seora del Sagrado Corazn