3
Por M arco Palacios 7 contra los historiadorcs y los filósofos contra todos, veamos cuáles son para Mandel los hitos en la trayectoria del pensamiento económico de Carlos Marx. No obstante, hay que advertir que el autor da por supuestos los fenómenos histórico-sociales determinantes en la formación espiritual de Marx, y a pe- sar de que lo hace en una forma am- bigua, no se siente impedido para ser y rotundo en sus conclu- sIOnes. Antes de poder ser un verdadero cicn- tífico (en El Capital) Mandel establece que Marx debió superar, en el sentido hegeliano, tres etapas. Primero, el "co- munismo filosófico" cuando libra su lu- cha por un estado humano, general y abstracto --en el plano de los dere- chos del hombre- considerado como puro "humanismo sentimental" deriva- do de la concepción antropológica de Feuerbach. En esta etapa inicial, Marx estaría lejos de comprender los procesos históricos Con objetividad y, realmente, lo conmueve la indignación moral sub- jetiva del intelectual burgués. De este comunismo moralista, Marx se habría li- berado por la lectura crítica de los tex- tos de la economía política clásica ha- llándose en un nue,'o nivel: el "comu- nismo sociológico". Es la época de sus encendidos debates con la escuela post- hegeliana de Bauer. "Tres obras -seíia- la Mandel- son resultado de esta polé- mica que es al mismo ticmpo una su r- t d monólo o interior y un int nto de 10 dos nuevos ami os (Malx y Engels) d' lomar con ¡encia de su propia evo- lución: Los Manuscritos econ6mico-fi- los6ficos de 1844, La Sagrada Familia y ." __ o ., •• .. , \ '. . , ' . . 0...... absolutamente nada de economía." Este testimonio es muy significativo para Mandel, pues de ahí parte a desentra- ñar los misterios de la formación eco- nómica de Marx, y muy significati,'o para el lector que verá en las 240 pági- nas del libro un paradójico esfuerzo por reducir a :Marx al economista. "Es im- posible -señala en el último párrafo del libro-- separar en Marx al sociólogo del revolucionario, al historiador del economista. Pero no pudo ser eficaz- mente, es decir científicamente, sociólo- go, historiador y sobre todo revolucio- nario, sino porque fue economista, por- que sacudió la ciencia económica me· diante descubrimientos cuya génesis he- mos querido seCTuir paso a pa o en este estudio. Una vez realizado este trabajo, El Capital estaba hecho' no le faltaba más que es ribirlo." Dejando de lado la situa ión un tan- lo curio a de que hoy a Marx no sól quiere apropiárselo la burgu ía contra l proletariado, o los r fonnistas contra los revolu ionarios, sino tambi' n en el no dc las espccialidades académicas los economistas contra los socióloo-os ' tos la formación del pensamiento económico de marx ·Cómo evolucionó el pensamiento eco- de Marx, en el decisivo perio- do que va desde su "primera profesión de fe comunista" (marzo de 1844) has- ta la fundamentación teórica definitiva de los materiales que utilizaría para es- cribir El Capital? A esta pregunta dedica el profesor Er- nest Mandel su último libro, subtitula- do: estudio genético. Parte Mandel del hecho de que Malx y En"els arribaron a la formulación del socialismo cientí- fico por caminos diferentes, aunque am- 00s enfocaron el problema dentro del contexto espiritual de su época, común a los dos, al igual que su condición de hijos de la burguesía renana: crítica de la concepción neohegeliana d I Estado, reconocimiento del anta"onismo entre !as clases sociales, comprobación d lo efectos inhumanos de la propiedad pri- rada (en su forma aún no r conocida de acumulación de capital). P ro Marx, adiferencia de Engels, d penderá en u concepción inicial de "elem ntos pura- mente teóricos". Mand I cita a Eno-eJ : " ... durante sus estudios univer itario en Bonn y en Berlín (Marx) no sabía -M. Nejman

formación del pensamiento económico de marx · un pensamiento que parte de una con ... El conjunto es un espectáculo necrológico deliberado y constituye nuestro envidiado tesoro

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: formación del pensamiento económico de marx · un pensamiento que parte de una con ... El conjunto es un espectáculo necrológico deliberado y constituye nuestro envidiado tesoro

Por M arco Palacios

7

contra los historiadorcs y los filósofoscontra todos, veamos cuáles son paraMandel los hitos en la trayectoria delpensamiento económico de Carlos Marx.

No obstante, hay que advertir que elautor da por supuestos los fenómenoshistórico-sociales determinantes en laformación espiritual de Marx, y a pe­sar de que lo hace en una forma am­bigua, no se siente impedido para ser~firmativo y rotundo en sus conclu­sIOnes.

Antes de poder ser un verdadero cicn­tífico (en El Capital) Mandel estableceque Marx debió superar, en el sentidohegeliano, tres etapas. Primero, el "co­munismo filosófico" cuando libra su lu­cha por un estado humano, general yabstracto --en el plano de los dere­chos del hombre- considerado comopuro "humanismo sentimental" deriva­do de la concepción antropológica deFeuerbach. En esta etapa inicial, Marxestaría lejos de comprender los procesoshistóricos Con objetividad y, realmente,lo conmueve la indignación moral sub­jetiva del intelectual burgués. De estecomunismo moralista, Marx se habría li­berado por la lectura crítica de los tex­tos de la economía política clásica ha­llándose en un nue,'o nivel: el "comu­nismo sociológico". Es la época de susencendidos debates con la escuela post­hegeliana de Bauer. "Tres obras -seíia­la Mandel- son resultado de esta polé­mica que es al mismo ticmpo una su r­t d monólo o interior y un int nto de10 dos nuevos ami os (Malx y Engels)d' lomar con ¡encia de su propia evo­lución: Los Manuscritos econ6mico-fi­los6ficos de 1844, La Sagrada Familia y

." __ o .,

••

..,

\'.

~ ., '

"~">'". .0......

absolutamente nada de economía." Estetestimonio es muy significativo paraMandel, pues de ahí parte a desentra­ñar los misterios de la formación eco­nómica de Marx, y muy significati,'opara el lector que verá en las 240 pági­nas del libro un paradójico esfuerzo porreducir a :Marx al economista. "Es im­posible -señala en el último párrafodel libro-- separar en Marx al sociólogodel revolucionario, al historiador deleconomista. Pero no pudo ser eficaz­mente, es decir científicamente, sociólo­go, historiador y sobre todo revolucio­nario, sino porque fue economista, por­que sacudió la ciencia económica me·diante descubrimientos cuya génesis he­mos querido seCTuir paso a pa o en esteestudio. Una vez realizado este trabajo,El Capital estaba hecho' no le faltabamás que es ribirlo."

Dejando de lado la situa ión un tan­lo curio a de que hoy a Marx no sólquiere apropiárselo la burgu ía contral proletariado, o los r fonnistas contra

los revolu ionarios, sino tambi' n en elno dc las espccialidades académicas

los economistas contra los socióloo-os ' tos

la formación del pensamientoeconómico de marx

·Cómo evolucionó el pensamiento eco­~ómico de Marx, en el decisivo perio­do que va desde su "primera profesiónde fe comunista" (marzo de 1844) has­ta la fundamentación teórica definitivade los materiales que utilizaría para es­cribir El Capital?Aesta pregunta dedica el profesor Er­

nest Mandel su último libro, subtitula­do: estudio genético. Parte Mandel delhecho de que Malx y En"els arribarona la formulación del socialismo cientí­fico por caminos diferentes, aunque am­00s enfocaron el problema dentro delcontexto espiritual de su época, comúna los dos, al igual que su condición dehijos de la burguesía renana: crítica dela concepción neohegeliana d I Estado,reconocimiento del anta"onismo entre!as clases sociales, comprobación d loefectos inhumanos de la propiedad pri­rada (en su forma aún no r conocidade acumulación de capital). P ro Marx,adiferencia de Engels, d penderá en uconcepción inicial de "elem ntos pura­mente teóricos". Mand I cita a Eno-eJ :"... durante sus estudios univer itarioen Bonn y en Berlín (Marx) no sabía

-M. Nejman

Page 2: formación del pensamiento económico de marx · un pensamiento que parte de una con ... El conjunto es un espectáculo necrológico deliberado y constituye nuestro envidiado tesoro

[El idioma de los argentinos. Fragmento.]

IJorges: de otros fantasmascapital (Marx) y el Ma1Üfieslo COfIIII­

nista -básicamente escritas en 1847­hasta la redacción de los Fundtnnerllosde la economía política y la COfttriba­ción a la crítica de la economúJ poli­tica -1857-59.

Desde los Manuscritos del 44 hastalos Fundamentos, Marx ha recorrido UD

largo camino, tortuoso y apasionante("La ciencia no transita por calzadasreales ... Si la esencia de las cOlaS se en­contrara a primera vista, la ciencia DO

sería necesaria" escribiría en El ctJpital)que el profesor Mandel ha querido re­construir y mostrárnoslo en sus oríge­nes. Para el autor (repetimos, paradó­jicamente puesto que postula un Marx"economista") ésta es la trayectoria deun pensamiento que parte de una con­cepción antropológica de la alienaciónhacia una concepción histórica de Úlalienación, o para decirlo de otro modo,es la trayectoria del idealismo al mate­rialismo, a partir del concepto de alie­nación.

La conclusión de Mandel es sorpren­dente, porque dentro de su esquema, se­ría la aceptación de la teoría del valorde Ricardo, y la elaboración en base aella de su propia teoría del valor y dela plusvalía, el elemento decisivo en laformación del pensamiento económicode Marx. Auguste Cornu, que ha dedi­cado toda su vida a investigar la vidaespiritual de Marx, demuestra cómo has­ta que Marx excluyó del lugar centralde su pensamiento el concepto de alie­nación, pudo comprender plenamentela noción de valor de Ricardo. ParaMandel, no son conceptos que se exclu­yan; por el contrario, se refuerzan yexplican mutuamente. Esta segunda par­te del libro, evidentemente es la tomade posición del autor en el debate mar­xista de nuestros días. Pero hay queque admitir que no añade nada nuevo.El replanteamiento teórico global pro­puesto por Althusser no es confrontadoespecíficamente. En el estudio de lasrelaciones de Marx con Hegel, Mande!apenas se limita a pedir prestado a Mar­cuse (a quien ataca junto con Baran,Sweezy, Fanon y los chinos, por negarimplícita o explícitamente el papel re.volucionario de la clase obrera en las"sociedades de consumo"), el argumen­to central: "La transición de Hegel aMarx es, de todo punto de vista, unatransición a un orden diferente de ver­dad, que no puede ser interpretado entérminos filosóficos. Veremos que todoslos conceptos filosóficos de la teoría mar­xista son categorías sociales y econ6mi­cas, mientras que las categorías 1OCia­les y económicas de Hegel, IOn todosconceptos filosóficos. Ni siquiera los pri­meros escritos de Marx son fil0s6fJCOS.Expresan la negación de la filosofía, aun­que lo hagan todavía en términos fi­losóficos."

Al parecer, para Mandel, la aliena­ción en Marx no es un concepto filo.sófico, sino económico, "compatible" COI!

la teoría del valor. Es también una ca·tegoría que expresa la realidad necesa-

clOn "más dialéctica del capitalismo ydel comercio mundial" ; el descubrimien­to del "desarrollo universal de las neocesidades humanas" creadas por la in­dustria capitalista, pero s610 realizablesen el comunismo y, finalmente, por laformulación del "modo de distribuciónen la sociedad -comunista-: el pasodel 'a cada uno según sus capacidades'al 'a cada uno según sus necesidades' "(anticipo del programa de Gotha, comorecuerda Mandel). La relevancia de es­tos tres aportes está en que Marx "yaestablece claramente los lazos que unenla abolición de la producci6n mercan­til y el advenimiento de la sociedad co­munista".

La tercera etapa no tiene nombre pro­pio, pero está determinada por la crí­tica, rechazo y aceptación final de lateoría del valor de Ricardo (la críticainicial se hace en base a que Marx es­tima que Ricardo abstrae la competen­cia y los mecanismos de la formaciónde los precios; y la aceptación llegacuando Marx advierte que la teoría deRicardo es un reconocimiento franco dela economía capitalista, y cuando élmismo aclara las nociones de "costos deproducción" y "crisis periódicas". Esteúltimo eslabón de la formación del pen­samiento económico de Marx no sóloes la época más fecunda por sus descu­brimientos, sino por la integración teó­rica ~totalización- de todo lo cientí­fico de su pensamiento anterior. Ya estáMarx' en capacidad de formular "unateoría de conjunto de la sociedad capi­talista". Es el periodo que abarca desdela publicación de la Miseria de la Filo­sofEa (Marx), los Principios de comu­nismo (Engels), Trabajo asalariado y

La riqueza del español es e! otro nombre eufemístico de su muerte. Abreel patán y el que no es patán nuestro diccionario y se queda maravi­llado frente al sin fin de voces que están en él y 'que no están en ningunaboca. No hay un lector, por más lector de otras publicaciones que sea,que no resulte convencido de ignorancia frente a esas páginas. El cri­terio acumulativo que las dirige -el que sigue cargando sobre el léxicode la Academia los vocabularios enteros de germanía, de heráldica, dearcaísmos- ha reunido esas defunciones. El conjunto es un espectáculonecrológico deliberado y constituye nuestro envidiado tesoro de vocespintorescas, felices, expresivas, según en la Gramática de la Academiase puede leer. Pintorescas, felices y expresivas. Esa trinidad de seudopalabras -dichas sin mayor precisión y sólo justificables por el comúnambiente vanaglorioso-- es del más puro estilo indecidor de esos aca­démicos.

La sinonimia perfecta es la que ellos quieren, el sermón hispánico.El máximo desfile verbal, aunque de fantasmas o de ausentes o dedifuntos. La falta de expresión nada importa; lo que importa son losarreos, galas y riquezas del español, por otro nombre el fraude. La sue­ñera mental y la concepción acústica del estilo son las que fomentansin6nimos: palabras que sin la incomodidad de cambiar de idea, cam­bian de ruido. La Academia los apadrina con entusiasmo.

La 1deologEa Alemana. De estas tresobras, la primera es la que señala unaevoluci6n del pensamiento econ6mico deMarx".

Mandel atribuye esta importancia ca­pital a los Manuscritos porque allí, "porprimera ver' el concepto hegeliano dealienación "recibe un contenido socio­económico profundo" por el cual se re­vela el secreto de la sociedad inhumana(el capitalismo): el trabajo alienado.Del humanitarismo sentimental, Marx'asciende a un "humanismo con un con­tenido socioeconómico preciso: el comu­nismo que rebasa positivamente la pro­piedad privada, la divisi6n del trabajoy e! trabajo alienado". En opini6n deMandel esta corta etapa -1844 alB4&- cOloca a Marx en el umbral devaliosos descubrimientos teóricos, siendoal parecer, la etapa transicional deci­siva. Pero, a pesar de que el joveninvestigador revolucionario está en pose­sión de algunos secretos importantes dela sociedad capitalista, y está sobre lapista de otros (como la relaci6n entreel grado de desarrollo de las fuerzasp¡oductivas y el carácter de las relacio­nes .sociales de producción), sus análisispor esa época, particularmente sobre lossalarios, la renta y el capital se encuen­tran en un nivel pre-científico. Desdeese punto de vista, Mandel deduce quela debilidad de los Manuscritos es su in­comprensión del "problema del valor yde la plusvalía" y de la teoría ricardianadel valor-trabajo.

La Sagrada Familia es un puente en­tre los Manusc.ritos y La ldeologla Ale­mana. Esta última obra, escrita conjun­tamente por Marx y Engels, enriquecela concepción comunista con "tres gran­des aportes científicos": una concep-

Page 3: formación del pensamiento económico de marx · un pensamiento que parte de una con ... El conjunto es un espectáculo necrológico deliberado y constituye nuestro envidiado tesoro

Por Valquiria Wey

tentfreiones

anotado .para beneficio de su hijas, esosrazonanuentos contra la mojigatería, afavor del consejo del letrado antes queel de la priora fanática, del trabajoantes q~e I~s castigos corporales y dela obedienCia Con alegría antes de lasre.ve~aciones divinas por hambre y su.frnruento.

P~rque el tener que forzar las circuns­tancias con ser desagradable no alteróla integridad ideológica de la santa quepuede pennitirse el lujo moral y mate­ri~l de dejar plantada a la poderosapnncesa de Eboli con todo y conven­to, porque deducimos que en los tér­minos d~ su época debe haber pensadoque la pnncesa era una especie de "snob"de la religión.

El li~ro tiene otro lado más ligero,el que tIene que ver con la alegría aven­turera de la santa. Largos viajes, frío,sol, embarcaciones que amenazan per­derse río abajo, pernoctar la noche deánimas en una vieja casa vacía en Sala­manca. Pero en realidad el único factorfísico que le preocupa es Andalucía conese sol más recio que el de Castilla ydonde las tentaciones son tantas. Estádemás preguntar si eso impidió la fun­dación de un convento en Sevilla.

Creo que deberíamos creerle cuandonos asegura que escribe este libro, me­morias, por orden de su confesor, por­que las dos aventuras en las que secomprometió con su fe son demasiadoabsorbentes. Porque una de ellas es lainterior, aquella por la cual sentimos quetiene el mayor respeto y un fuerte de­seo de participámosla, y la otra, el aje­treo cotidiano, el revoloteo de la puestaen práctica de un propósito que es suambición y que la perpetuarán en elterreno de la acción y de la realiza­ción. Porque Santa Teresa tiene una ob­sesión: no dejar morir su logro interior,su trabajo místico, y confió más en laobra real, la fundación de conventos,que en cualquier otro medio, inclusiveel literario, para que los tiempos veni­deros se aprovecharan de él. Probable­mente reconociera la santa que sus hijas,como las llamaba, tenían más vocaciónpara el sufrimiento que para las letrasy que si quería proseguir su tarea pro­selitista debía llevar personalmente y enla práctica la Regla y Constitución porella reformadas de la Orden a cuantolugar del país fuera posible. .

Por suerte sus confesores que la ad­miraban sí eran letrados y la empuja­ron a dejar este Libro de las fundacio­nes. Porque aconsejando o relatando,tratando de encubrir un percance nomuy canónigo es una suerte disfrutarde la presencia de la santa y de su me­moria estimulante.

Santa Teresa de Jesús: El libro d. las funda­ciones, pr6logo de Antonio Comas. Colecci6n"El libro de bolsillo" (91). Alianza Editorial,Madrid, 1967, 269 pp.

burocrática, deformada o degenerada,estos fenómenos -básicamente la alie­nación- amenazan cobrar cada vezmayor amplitud".

¿Especulaciones de gabinete? ¿Apor­te científico para comprender a Marxy al marxismo? No se puede decir conexactitud. Lo que sí parece probablees que el marxismo, allí donde ha inci.dido realmente en la historia y en lasociedad, en el pensamiento y en la ac­ción de Lenin o de Mao, por ejemplo,se presenta en ((un orden diferente deverdad".

Ernest Mandel: La formación del pensamien­to económico de Marx. De 1843 a la redac­ción de El Capital: estudio genético. SigloXXI Editores, S. A. México, 1968.

vor de un propósito espiritualmente re­formador y la comprensión de la santa.Claro que en el siglo XVI contaba conun estupendo' elemento de estrategia:la sorpresa con que obispos y autorida­des veían a la asombrosa y persuasivamujer llevarse a todos por delante ydejar bien firme un convento con susmonjas que practicaban sus ideas de có­mo vivir la vida dedicada a Dios.

Porque están los tejes y manejes delas fundaciones, las peripecias y los tra­bajos morales como ella misma dice,convencer a obispos apáticos, autorida­des enemigas de monjas, monjes vecinosenemigos de competencia, donde la santaaprendió que lo que no se consigue a de­rechas (harto difícil para una mujerdébil, para usar su propia expresión)se consigue por otros medios, persua­diendo con su prodigiosa personalidad,empleando las oportunas apariciones delSeñor para rescindir un contrato derenta que la santa cree desventajoso,escondiendo su decisión tras la obedien­cia a sus confesores. Ahí aprendió lasanta la importancia de las amistadespoderosas y el favor de las beatas ricas.

Por increíble que parezca eso fue loque sus confesores la instaron a recor­dar y dejar escrito, y con muy buenasrazones la santa se resiste a creer que esoprecisamente pueda tener importanciao por lo menos deba contarse. Y debe,para recordarlo y contarlo, omitir mu­chas cosas, mientras notoriamente di­simula, casi llegando a la mentira, otras.Por eso se le va la pluma y en cuan­to puede la disgresión moral, aquelloque sí cree que vale la pena dejar

• •ViajeS y

ria de una vida humana sometida a ladivisión del trabajo -material y espi~

ritual-, al salario fijo y predeterminado,que se da a cambio del trabajo, a laproducción mercantil y a la propiedadprivada. Es por tanto un concepto querevela no sólo los secretos del capitalis­mo sino de toda sociedad que contengalos elementos para producirla, inclu­}'endo a la sociedad socialista. Pero enesta última sociedad (última de la "pre­historia humana", pues la historia co­mienza en la sociedad comunista) sehallan los elementos materiales y espi­rituales para comenzar el proceso de"desa.lienación progresiva", proceso queno es de ninguna manera mecánico pues­to que, "en una sociedad de transición

Siguiendo su línea de ediciones de bol­sillo, Alianza Editorial emprende la ta­rea de divulgar una obra de Santa Te·resa. Mujer de empresa, de fe y deespíritu, este libro suyo apenas orde·nado por la sucesión cronológica de lasfundaciones no resulta actual y emo­cionante por las aventuras de frailes ymonjas o las intrigas de beatas y obis­pos, sino por lo que tiene de reveladorsobre la apasionada figura de quien loescribió.

Sería un poco obvio, sobre todo tni.tándose de una reseña, hablar de la fi­gura de Teresa de Cepeda y Ahumada,obvio y pretensioso. Sin embargo sí nosgustaría subrayar la razón por la queesta obra es aún, hoy día, una lecturaemocionante, si posible, por encima desus m~ritos literarios. Es decir, apartedel estilo --el suspenso, el sabroso len­guaje coloquial- está el ser humano,la sorprendente mujer de empresa delsiglo XVI. Entonces, no sin un sentimien­to de herejía el lector se siente tentadoa relegar el caso literario a Las mora­das y pensar solamente en la criaturaextraordinaria, además escritora a con·trapelo que a vuelo de pluma es capazde producir con El libro de las funda­ciones un choque emocional y dejaruna profunda huella.

Según la santa, el libro fue escrito apetición de su confesor, el padre Ripalday pudo finalizarlo unos meses antes deSu muerte. Las cosas se le olvidaban,dice. Además escribir es, según ella, unatarea muy difícil con todo lo que hayque hacer y con el poco tiempo que sustareas le dejan. Porque eso era la san­ta, una mujer de acción, en la acepciónmás moderna de la palabra, quitándoleel prosaísmo de la finalidad que gene­ralmente tiene en la actualidad y laamargura que posee ese ser maltratadoque es la mujer ge empresa sin el fer-

9