Upload
others
View
3
Download
0
Embed Size (px)
Citation preview
f » * ’N úm , 1 5 I
VEx\CEN EL RIGOR DE UN PADREO S A D I A Y SUMISION.
ó S E A
FRANYAL Y EMILIA.DRAI\ÍA D E CINCO > C T O S EN PROSA.-
K e fim d iio d el original Frances J)or e l Exceleníísinro Sefíor D on Francisco Albergatti., M a n ju cs de A ib o rg a fti Capaccli C aballero ds
¡a R e a l Orden de San E sîa :m là o , Chambelan y Ayudanta general que f u é 'dé los R e a k s E xército s de Polonia,
\
Y T K A D U C m O A L IDLÜ?.ÏA ESPAÑOL
P O R D. M. A YGUJRA C T O R E S .
D¡>rvii P adre.D ofv^ h ijo .
'Pr-onvu¡ amanPe He E m lia . yí^fotiío M testro Ù3 P ostas.
Zi'Vza tu Sobrina»A n d r és , P o s íü h n ,B eltran Criado de la V otada, O tros' Criados,
. L a Escena se finge en un P ueblo de la fr o n ter a de Francia,
A C T O P R I M E R O .IE l T estv o representa un't sala de Posada. F ra n v a l sentado cerca de ufín mesa tfí— cribiefído con prisa, doSia una C / ifta , y ia sella . Toduvia es de noche. Encim a de /«
mesa habrá-un» luz qus estará apagándose. S e h'^^onta Franval^ y se p a sea presuroso. E sta rá sin peinar y a n botas.
E S C E N A P R I M E R A . 'Fran'oal paseándose.
había nacido para mi.... E lla es ahora mia... Parece que los dos no teaecn&s mas que un alaia. EaúU a m«
ha escogido por su libertador y ya me considero sa Esposo. Q uiea pretenda dividijuos , ie b " an tes ' quitarnos la vida,... ¡Q ue noche he pasado ! el t^ n io r , la a g itac ió n , e l am or p el 9&tremecin)Iento a lte rn a ti-
A
v a n e a t e c*aiKueveti tal c«razda.... |A h fu a a c o cardji á amanecer esc« dia!. . . .
E S C E N A ILnìtUis v tu liil'j J -y « l dìcbo,
j i i f Se puede e n tra r?D e tJ ¿ Jàntro y uí’fn n d o iaoieiUotomentg
l* puerta d«i meJi^ p » c o , d poco. P ra n v , V e i i d Alfonso.
Saliin do/t a l encuentro.' facadnie >ic mi ¡«quieta incertidumbr^»
Decidm e. ¿ C o c o ha pujadi) la coche? habéis estado cerca de ella ?
^ I f . Si Señor; Li\'ia ini sobrina ha hacho ju debef y no la In abando- óado un solo instante. Demasiado no^
. in teresabi ci corresponder á vu-’ srros encargos. aiucho la Señorita endoiiiiirse y cntgnces tny he salido p o - co á poco por la orra puerta á lìn de r.o t>irbar su sueño.
"Franv. ¿ Con que ahora duerme ?^ I f . Seguramente.F ranv. Q uiera el C ie lo prolongar su re
poso , infupdiendo en su alma Ja traaquilidad , , y el sosiego.
Pero íe ü o r F r a i i v i l , vos deseáis el sosiego ¿ los demas , y no habéis hecho o í ia cosa R n t )d a la noche que pasearos por vuestro ■quarto. Y o os he oído muchas veces andnr por él con señas de agit^ncion. T o d av ía no os h a béis quitado ii5 botas. Quando yo estaba para d o rm irm e , al Instante algún ruido....
Vraav. Perdo;i .d querido A l to ls o , p e r - doaudms. Y o ao penss. que vuestro aposento «staba ten cerca del m:o. N un ca atiendo á cosa alguna.... A ia ver;ídd soy m uy indiscreto.. . Perdoaari- m e , y o qutria marchar hace mas d e vna hc.>a, y to d iv ia no h i salido. M e haBeís dlcbo <jue • de aquí á R e - a efo rt h a y «aas cinco leguas. Es preciso que hagáis ensi l a r un Caballo. P ronto estaré de v ú ^ ta .
¿ C ó m o ? ¿ n o quereis aguardar ^ue vuestra hermana dcspiertt V
FrcM v. N o es necesario. L« entregareis este villete. D e c id la que ao be ido » u y lejos , que volveré m uy áates de anochecer... Tanto v ò s , como vuestra ■SQbiiaa jprccvua^ dUtr&ciU j
Url9.. . c[ue estos brevet k s t a a í e s ¿t separación por cortos que os p area - can f seráii muy largos y pesados ta n to :,ara cila como para mí.
^^if. j y vos seis su herm aro?.. .M ira* do fixam »nie á B ra n v sl. .
V 'u n v . ¡Ah qücridü! ¿Acaso es ha coa^ fíu.dü eila? .
F ra t.v . iNada nic ha d i c h o , pues hasta los mismos scspiros i-.a ‘procurado reprimir, csforzáodcse en ¡ipai entar tran- qu:!idf,d... Pf'ro quando a y e r tarde 09 apeasteis de la Ciilesa fti esta c a sa de i 'o ítas , al insíantfe á vísta de vuestros t e m o r e s , y de su cuydado
Sospeché... Y a veo que todos vuestro® r » g o s son ¡ie un hombre de bien , y • que caructcri/.Tn en vos unicaniente ej
, respeto.... Ella e fectivam ente lo merece , tanto por su atractivo , como pof su modestia.
F ra n v . ¡ A h ! ¡ sí la conocierais !A ' f . Sin que y o quiera internarme ea
vuestros secretos , os d ire que me intereso muchísimo en favor de aquella Señorita. Y a hace mas de diez y ocho años que tengo aquí ca fa de Postas, y puedo asct^uraros que toda la ve c in dad me honra con su confianza. A d e- m is mi Padre s irv ió en vuestra ca sa , y en ella hizo su fortuna. M il veces me lo repitió quando viv>a. Desde que habito aquí no os habia visto u ia s , pero rué acuerdo bien de quando erais uiño , y jamás supe qu» tiibieseis her'maja algiina.
F ra cv . Y o sé que vuestro Padre era m uy amigo del mio ; ¿ é vnestia hombría de bien 5 y por lo mismo resolv í venir á vuestra casa. Sois viudo ;¿ no es veidad ?
v í t / . S í S e f ic r hac*? s e is años.F ra n v . ¿ Teneis hijos ?A f f . N o Señor: L os perdi eo la edad
mas t i e r n a , y el C ie lo me ha p r i - va.io de este gozo. Y o hubiera deseado poder criar una niña que tenia, unicamente por el gusto, d-í casaría.
F ranv. S i tubieseis alguna h i j a , ¿ ñ o l a daríais á quien el!a amase y escogiese, y que'por cooseqüencia debería tenerla contenta ?
B í t e , me p a r e c e , seria el úpica■ae-
l '
. m fdlo de poderme vanagloriar á c habar h ; c h o un niairinionio feliz.
P rá n v . j B iea h . y i vaestro ca rá c te r ! abrazjfíchíe.
N") to.'os piensan así j y solo los de Tuiscra coniic ion.. . . Pero es ii iátii el q uj 'i ’.r m i d i u m s prcoonpiciones bárbaras é iasap^rablss. Y a es t i:m po q a i os lo declare todo. VueóCras sos- peclí.is, n o , no son in jjstas. Av]uella jó'/f.n, q u ; dsscinsa allá dja^-ro , no es hdr.nirii ;n'a. Se llama E u i l i i Dor- vll. D s j ' ie nu;>t;03 pr¡ni:ros afios nos h s ;n33 q jc r id o c j n m j t j o afjctOj m e - reciendv'v la ap.'sbac'on y c'jasentiiuleti- Co dé sa Madre j qalen m afió y a por naístra desgracia. E ' i í i l i i q a e i ó e a - tera.ii3ate baxo el doaiiiilo de sa Padre : ?ar¿cla, que éí m,j am '.bi también. D sapl.iJ.idj ! S'i ha c o iv s r t i !o de re- pJ3*e CQ m í m is cr-.ul periscutor,... Q j a s i en el inÍ5; io iiscao^a da OvOr- garm"? s j h i j t por E íp osí , m i la quita barb>.r?-n3 ice , desterraiJo:iie de s j casa: T o d av ía hace m is j resuslve e n - cerr.ir ¿ Eíiiilia en un retiro. A y e r fué el dia que debía dsposuarla en la horrible C á r c e l : fué el tremeado día en e l q j e yo d:;bia perder qu.into hay de i n i3 adorable para mí en el mu:i-
. do j p¿ro nie siento hoy aüiaiado de / en naevo vigor j ma parece que g o -
20 de una v ü a n je v a para m í: y paes que he conseguido libertarla de una vio!en:_ia fatal....
y í! f . ¡ Oh Ü io 3 ! bcfior, qaé d e c í i? ¿ ic a - sa H robasteis ? N o puedo creerlo : So i i demasiido hombre de bien ; y a i e t ia s m! casa ao podría serviros de asÜo otra vez , si,...
F ra n v . P o r D io s no me condeaeía sin oirmc. j Q i i s i í r u i s q j e despues de un am.ir d.¡ citico a ñ o s , díspues de la inc-^rtidumbre de conseguirla por £ a - p )5a , desp-.irf de haber merecido la amisíad da su hermano que la aoia también Cjo i.i luayor ternura, l?. h.i-
' biese ab;indon:id» al furor de un P a dre bárbaro é inhniiiaoo !
Y a , y a S - iñ j r , de un Padre bárbaro é inhutnanoi Estas son cosas buet}as p ira d e c irs e , pero el Padre es sieüupre P a d r e , y si falta á su de
ber h a y mícllds 5 f^seufrír;nadie puede hacerse la justicia por si mismo.
F r a n v . Los medios que quereis suponer son deaiasiado lentos.
¿ Y porqué motivo el Padre de Em ilia S3 h i « jelC'j contra vos, hasf* n eg iros la hija que 05 h i b h cfrecIJo ?
F ra n v . u n a disputa q;ie .sobrevino a m t a r ie esi «a casa. H iblaba cOn mi PaJr.j sob.'e a 5jnt->s de nobleza, quería que eS' i le co.ifcsis; u:ia in fe r is- I r i J a i en la co .i l l : io : i y c i la sangre, y efícciv'.r. i-íat5 no la h i y . L a disputa se e n ce n i ió y y o sostuve co»
a fd o r Us ra io n is d i mi Padre y las mias. E ico basró para a g r i » aquel ■ c-Oi'aiO.i' trti(/alo.
s o b i r / i a , vicio infernal.Y o lio estoy co iten co de mi pobreza, sino p:ir e>ca razoa. E ' i . rs lu s j ' . ro s no Si tr.U4 de sang;*e, sino quando el C ira ja í io . nos v ieas á visitar. Per# a^ui viene mi Sjo rin a. A esta t a n - bien le d i5¿iisrari ei q ’je n a iS ír i O i — teria corra peligro de., ..
E S C E N A n i .
L i v i a , y lo í d ic b o t,
Zi^via. ( Salff ¡¡o ra n d o ,)A^f\ ¿ Por.jHá lloras ?• j q'ié t ie n e s ?F ra n v . Htbeis dexado sola á E m i l i a ?
1 no qu'¿:;erd ... Con v iveza ^L iv . N o i-iinais cosa a lg u n a , Señor. Mb
intereso canto por e i i a , como por vo* misino. Es imnosiblc v e r l a , hablarla,
- ni olrln-, sin prefjsarla un cariño e a - t iafiabl: , ni dexaf de enternecerse á v i i í a d e . s u j disgracias.
F van v. ¡ A¡i ¡ quanro o í agradezco esé atfcitü! ^pero dec'diiie : duerme ?
L iv . T o i a v i a está se-Tt^da en la sill« poltroiia en donde la d.exasteis a ye r .Y a hnct rato q-ic es:á sosegada. Si d e s i i - r u , si momento la criada vea^ d.*á á avisarme,
A i f . En quanto al afecto y- buen c o - razoQ n« cedo á nadie , pero es pr© c i s j lambVen que bu olvidem os ouei— tra seguridad.
L iv . ; Con que es vuestra hermana ch íc a ^
yaya , vay& qtie os aierece mucho cariño la ta l hermana!
J Í¡f. I Con qué lo sabéis todo?P ra n v , ¿ O s lo ha contaJo?L iv . Pues no? T o d o enteramünte; y des
pués tanta ternura , tanto transporte... j l l f . ¿ A c a s o te parece que ios senti
mientos del amur son mas ardientes que los de la sangre ?
h iv . Y o creo á que la f u e f t a de un amor verdadero , no h a y cosa que pueda superarla.
i l / / / T o d o v a bien ; pero aqui í.Í ellos, ni nosotros esiamu:; seguiOS, y por fin....
í i v . Por fin , es preciso que no les aban- jdonenios á costa de nuestros bienes, y de nuestra propia vida, listos Señores rnergceii que por ellos d o s expongamos á qualqaier riesgo. Q uerido T io dexaos persuadir '; también irían á otra parte....
A i f . V am os, haré lo que me dices, pues no tengo valor para desampararlos.
F ra n v . Y nosotros con el corazon y con Jas obras os probaremos nuestro perpetuo agradecimiento....
\\
Transportada mirando ia "Pueita,L iv . V o y allá r o y allá : Ha disper
tado , y corro á verla. ap arte,
E S C E N A I V .
FranvaJ y A lfon so .
T r o n v . Y o me v o y al insíante. N o os clv iJeis de üfírregarb esre viliete, ccu el que la o ip l ico el motivo de mi marcha;
A lf> { O h í venid ántcs á verlaj no seáis tan cruel. •
F ta n v . M i m lim o amor me obliga á hacerlo. S í me paro á hablarla , me
. será- mas doloroso el partir. j í i f< Pero yo todavía uo he mandado
en&iUar el Caballo .. PucíS no tardéis por D ios ; v a
mos juntos, pero y a es imposible 5 ella v ie n e , y es preciso detenerme,
rfí//. M e alegro m u ch o : H.ibladla: T e neos vuestra c a r i a , y explicadla ds palabra lo que la habíais Escrito. Será n e j o r asi. Pobres ta^sa.QS&'ifü !
me haríais ^ussi llorar. V o y i prevenir el Caballo.
E S C E N A V .
Em iÜ a con trag e blanco y y e l p elo tendido y •lestidii con ii:ccni.ia y pero co* desviliño, L iv ia ¡a sostiene, h'rtw val h s.i!e a l e»cuent\o. A lfon so vueive upe—
ñas su ha empezudo Ja E scen a.
F ra n v . Querida ,E m il ia , todavía os veo tan abatidaV f ,E s este el valor coa qae m« habíais prometido esforzaros? Este es el espíritu que inspira un amor verdadero ? Sentaos. D ecíam e , habréis pasado muy mala noche?
Emil. ¡Oj-ila únicamente hubiese sido colcrosa la npche ! pero F r a n v a l , oh D io s ! al dispertar entonces ha sido quando mi coraaon despedazado...
F fu n v . Y bien amada E m ilia ¿ qué motivos habéis hallado al dispertar para funestaros de tsl modo?
'Emil. I Quercis que os lo díga ? Estos no son y a aquellos instantes felices, en los qne nii corazon disfrutaba de la« puras delicias de la naturaleza..,. Esta es la hora ea la que yo entraba al quarto de mi Padre , para r e - eibir sus c a r ic ia s , ahora me e str e - chava en sus brazo? , y me honraba con un nombre que y a no oiré jam á s , y que tampoco merezco. ¡ 4 h, i n fe l i z ! que poao ss parece este dia á los demás , de mi vida pssada !
FranVj Aniada E n i i l ia , no ignoras que y o también le quería á aquel inhumano. Y como poJia d e s u n ir le siea- do el autor de tus días ? D ex a que yo me justifique delante ¿ e estas buenas gentes. No te he robado á uta P a d r e , sino á un T ira n o libmndote de la violencia oo/i que querian oprimirte. Y o seguía la Calera que te iba conduciendo al destirrado retiro. L a seguía con el objeto do conocer aqi:el sitio lat^l : 01 tus gen>ldos : no supe resistir á tu ciesesperúciori, ni á la niia: Salto de la s i l la , me ves , y m t llamas encomendándote á lui; E u t o u - ces me resuelvo á suplicar 3 tu P a dre j pero él se niantiene s o rd o , á
i a -
ínflexibl« á mis plegarias y i tns sollozos. „S a lv ad m e Frauval (dixisteis), ¡ , á v“os me abandono ; libradme de la „ Cárcel y ae* la muerte que me , , aguarda.'^* A m igos la doliente voz de ia ¡nt;lÍ2 Emilia enciende ini enoj o , y ofusca mi razo.i , precipirán- doms al deiirio y al f j r o r . Et am or, 1-a dssespcracion guian mis pasos : corto las rie:iÜ2s , traspaso los Caballos^ me atrevo á detenerla y á robarla de los brazos de su P a d r e : E l me hier e , curr.; mi s ingre , pero yo no lo a d v ie r t o , ó .por lo tn aos no hago caso d i e llo : EaiiJia salta -precipitada de Ja Calesa para subir á la mia, y cas desinayada entre mis brazos abiertos para guardarla y defeaderla. Estrecho en ellos el bien que m is adoro , y mis manos sienten ios lá t i io s d e su corazon. Jiespues de todo , la conduxe aquí con la velocidad que habéis visto: ¿ con qué decidme ahora vosotros mismos , en . qué somos r e o s ? ¿ Q u é delito hemos cometido? E lla debía defeodersií contra violencia , y la injusticia : y y o apoy a r sas derechos. .
£ m il. T odo esto es verdad , s í , peroj s h ! la ira de mi Padre ihe persigue entre tanto , y acaso clama contra m í )a del -Cielo.... ,* A b tiemblo s o - l i a j e o t i en pensarlo •, j Q ué situación
la m ia ! ¡ E n dóode estamos! ¡Q u é hemos htcho !
F í ‘í3«v. N ada que no ssa dir igido por las mas puras intenciones. Esta es una hostería , es verdad j pero gobernada por g^nte ds bien , y podéis estar coa la mayor seguridad. F ué preciso parar aquí y porque como nos ha- llabamjs tan causados, no era regu- ia r p;-ü£tíguir nuestro viage. Conocéis m i respeto y honradez; Si fingí que -erais mi h e rm a n a , me era muy fácil e l so&x'.i!)er ese titulo : Nuestro recíproco trato no ha pasado de los 11- Hiites que podrían desmentir esta íic- cion. E n el lugar donde pienso conduciros , h o y misiBt) se celebrará m i M atrim onio que debe haceros mia. para siempre,
S m if. ¡ A h q,uaa diferente es m i sitúa*
cion de la vutfstra í Estáis fan trasportado , que no conocéis la confusioa y el rubor que me oprime.
F r J n v . Ven ced toda repugn arc 'a , EmiJía.u ÜwíA I Y como podré vencer aquel ter-
ror que no me dexa, ni aun quaijdo duerm o 2 í A.h si y o pudiera pintaros los sustos eje esta noche ! O í una voz que gritaba Malvada detente** era la de mi Padre : A l instante ixe vu.'lvo y le veo con ios brazos l e - vanlados contra vos , y luego corrió' vuestra saiígre,. .. Y a sé que teneis m is sueños por tormentos imaginarios , y vanos j pero os aseguro que para m i son efectivos y quien nos asegura que no venga hasta aquí .para q u itaros )a vida á mi lado Ì
F r m v . V en g a si q u ie r e , y sacíese do m i sangre ; sea yo solo la victima de su enojo : N o me defenderé; E l es el únic« enemigo que tengo en e l mundo : sé cfue vuestro Padre es extremado en sus venganzas j pero no es menos vehemente, nuestro amor ; y este corazon que adora , no sabe tem-» bUr. j A h ! procurad imitarme.
E m il. Vos quereis que y o a calle mis temores , ¿mas como podré hacerlo ?
F ra n v . T o d av ía nos q«eda un fuerte apo*, ^ o. T u hermano está de nuestra paF—
te j creeme j cor su ayuda le Tence-« remos tfxlo*
E m il. j A h ! y o no rae atrevía á nombrar un hermano tan amable ! H oy temo por todas las personas gne soa acreedoras á mi cariSo. ¿ Qué e sta r í pensando de su infeliz herntana f ¿Coir qué ojos querrá volverme á ver ?
F'ríJfív. El nos compadece , y nos am s mas qne nueca. £st«y muy cierto do è l io : su amistad no es de las comunes.., . Es n o b le , f i r m e , valerosa y crecerá con nuestra desgracia.
Em il, | Y quereis dominar también so— bre mis p’ensamíentos? pues bien quedad satisfecho. Y o rae resigno , y no quiero hacer cosa alguna que no sea conforme á vuestra voluntad. Hace muchos años qae os conozco. L a sin- c v i d a d y el honor son las principales prendas que siempre he visre ea YCS; y á las debeis raí t e r a ^
A Dios; €5 jírecíso separarnos por Tomando e l Som brero y ¡atigo,
por poco tiempo.P aes como ¿ quereis abandonarme
a^Tií , y dex^rms sola ? A q u el valor q.?“.©-experimenio en vuestra presencia sft extinguí enteramente si es aparta fs.
^ ra n v . Y o no quería que me vieseis s i s o qaando estubiese de vuelta: V o y - Tftt , y al insUnrs m s tsndreis aquí • t r a r«z. N o habla previsto.... Estos pocos 1‘englones os lo d irán todo. Era:- l ia estoy impaciente , y deseo l íe v a - ro8 á lug.tr i in s digno de vos. Corroi encontrar aquel T í o de quien os hab lé . . . . A l l í , os lo aseguro, encontra
r á Ufta carta 4 £mi!ia. s t is quanto acabais de perder j y ©s besaré en entera libertad de concederme ó negarme aquel sagrado T i t u - Jo, que ;io me será aprecíabie si no Jo eoosigo dá ua corazon árbitro de sí mismo. -
Mmii. Pues bien^ idos Franval: y a veo que Con nobleza.
•6 necesario. Debo fiarme de vuestra hombría de bien , y de vuestro amor j pero guardaos de exponer vuestra salud , con fa precipitación del viage.... Va le mas que ertipleeis mas tiempo. Y a •staré meno.s inquieta , si tengo mi h<;r- mano al lado. Cuydad de vos Franv^l, j pensad que esto será otra prueba del afecto qd’e Qie profesáis.
¡Franv. Desde que el amor me anima, todos los obstáculos me son frívolos. Parece que él vigoriza mi existancía. Un líermano generoso ocupará el lugar de aquel Padre- cruel...,
Cal'a , Franval , por piedad: respeta á un Padre tan justamen'e enojado. K o agravemos mas la ofensa que le habernos hecho. ¿ T o ca á nosotros el acusarle ?
E S C E N A V I .
Hiltran , y iich o t.
MfiJi: S a B o r , el Caballo está pronto: Es preciso despachar I mate»
B m if. ¡ Oii Í2 iof !
P ’ü i 'v s á e a tr en m p r ì w f aboiUnU>íf$, F ra n v , V a lo r , E ra i l i i , valor.
M e parece imposibie que y o pueda es'íar sin vos.
F ro n v . N o temáis , no , no temáis. N o s volveremos á ver. con m a y cr regocijo.
Kn-.U, 5 Y sí nc nos víeseraos mas ? F ra rv . ¿ Y por qué fan bárbara duda ?
Jtiro á tr.s ptes....Enúi. ¿ N o puede s j r que m e arrebaten
de aquí por fuerza ?F ra n v . Estés en poder de Personas qoe
le aman.... j^ if. Y que perderán Ja vida ántes que
permitir una violencia.. ..L iv . S i n o nos m i 'a n , es imposible que
se os lleven F ra n v . E 'n ília!.. . PüftiénM se d¿ rodillas, homilía le mira con ternura , le dó la m ano, y é l I j besa con transporte y volviéndose ó otra p arte , se cubre la
vista con un patJueio.E m iL V e te , si vste. No rae digas mas. F ra n v a l se ¡üvanta, y i ’oiviendose ó A l
fonso y á L iv ia les en(cm ':evda á Em iliaf y se v ó precipitado.
'Despues de a lgún silencio,B m il. ¿ S e fuó ya? . . .S e quita e l paríueh y mira con tr isteza , L iv . S i Se’fiora, pero para volver al ins
tante.E m il. N ó , no volverá al instante: c o -
/ nozco que no le veré mas; Jlamaile, llamadle por Dios. Franval , Franval , tu E m ilia te llama , y no p je d e v iv ir sin fí.
Levantando / i voz progresivanisnle, A l - fo fiio , y L iv ia la rodeen para sosegar^
la y conducirla á su quatto.A - f . Callad , callad k o gritéis tanto. L iv . Podrían oir vuestros s o l lo z o s , j
suceder algiin des'.Tden,A i f . Entremos á 'v u e s tro quarto.Etr.i!. Compadecedme y perdonadme, ms
dexíiré gnb-.'rnar, por vosotros.A / f. Oh juventud !
Conduciéndola a l quarto.L iv . A m o r , amor : tienes m uy realas
burlas.Effiii. ¿ A qué el amor me conduce ?
À la última desesperación.
À C *
E S C E N A P R I M E R A .
jín d r e s sale tipr¿iurJdo , y Bertrán le detiene,
B e lt. Poco á poco í ¿ á donde vas ? ^ n d , A donde dáíio.B elt. Com o quierjs ; pero allá dentro
no eoírarás segiirsmente.Ss^aiaiido e l q u a r ti ¿ s K n úiia .
A nd, Pues allá dentro q':iero entrar.Es imposible. T a n to ia Ü'.-riüri, c o
mo l:;s dem is se litn retirado ya. A n d . M i comision es de la m ayor im
portancia,* y ellos me aguacdau con impaciencia,
^ e lt. Pues bien i les avísaié .Ándy S í , si avísales: cuydado que un
Postillon no deshonrase la nobleza de esta casa ? que venimos á ser nosotros ? acaso somos ds diferente carne? Somos d r i le s , y necesarios p i r a mil ocurrencias. Quando nos ren expeditos, nos aprecian muchísimo oh bue-* no fuera que nos menospreciasen quando ya hemos satisfecho sus deseos, y cuinplido nuestra obligación; vam'os avi- sarle.'j pronto ; quiero descansar.
'%elt. A h í v i í n s el ama sin haberle avisado nadie.
E S C E N A II .
A lfo n so f y l»s dichas.
A l f . Q ue d isp jtas son e sta s ? A Dio» A n d r é s : muy pronto has buelto.
Queria entrar... .,A i f . V e t e , v e t i I tus ocupaciones.A n d . Anda , anda á fcegar Jos p lato s ,
ó B ilir a n . ■ que tal vez son mas noble* que los Caballos : no es asi ?
^ e lt . A h ! Picaro.Á l f , Anda te digo... í fJ tr u n te v 4 .
A K d res y y A if^ n t« .
A n d . H e y ?aido eoo la cnayar pre<ilpl*. íacioo , y ahora teago que aguardar,2 £;i d ó n ie e i á aquel c a b a lk ro qu« í-mbió?...
A ¡ f . V e n d r á luego... Entre tanto podráí dar cuenta de tu comisioo' á la S e ñ o * rita
A n d . Es preciso segi’ fSm snte que ía hable. A l f . S i la hablaras , pero q u is iera , que
ne le dixeses cosa alguna puedaa6igir!a.
E S C E N A I V ,
E m ilia qtte sale agitada. '"Livia que la Sfgue i y dicéos.
Em il. Nó , n o , quiero saberlo absolutamente.... O h -! y a estás de vuelta? Y bien que h a y de nuevo ? puedo e íp e — rar que ,vendrá mi hermano ?
A t d . Señora diré -, es preciso que ta cuente.. ..
E m il, Y a lo entiendo todo 5 no ha quft«* A g ita d a ,
rido oírte, T e ha desantendido.;* ; 0 I| Dios quan desgracida so y !
A n d .] N o S e ñ o r a , no tal. P e ro aguar*« dad que os informe del todo.
L iv . Sosegaos : .N o os acongoxeis titas de lo regular.
A l f . S i oigámosle : vamos, habJa: e zp li«• caté.A fid . D i r é pues que fui á la ciudad, y
que luego de haber dexado el C a b a llo en la casa de Postas, he ido a i Palacio de aquella Sefíora. P arecía u a desierto ; L a s pocas personas que había en él , estaban como locas, y desesperadas. D ecíase por allá que el S eñ o r había marchado furioso, y prec ip itado: que tardaría mucho á b o l - ver y que íba en seguimiento de una hija suya, para encerrarla entre qua— tro paredes por toda su vida ; pre«« gvmté por el Sefíor D o r v i l vuestro hermano. A q u e l la gente me miraba síq verm e me oia sin responderme; fg« respondía sin bab$isne comprehendi-^
i a ,
t í , do. E r a nná éosá icfeíbid. Por fin vinovuestro hermanan: Despues de haberme asegurado de que era él le entregué la carta 5 pero de modo que nadie lo a d virtitra . ¡ A h ! si habiesiis visto con que pronticud rompio I3 n e m a , ISO leyó la carta j Ja devoró. E fe c t ivamente vuestro hermano es un jóvea
' m uy cuaiplido , se os parece en t o i o . Se puso á llorar de modo que me enterneció: quería escr ib ir , y luego se paró. Andaba j se diiceBÍa sollozaba, y todo á un tiempo y estrechándome entre sus brazos , me diso: A iv i a a m ig o , vete y difa que al instante v o y a l l á : vuelve á callar i se pone la mano en la frente j pasease acelerado , y mientras y o . estaba ya pa-
■ a*a i r m s , me Jiama. Se pone á esc r i b i r , y me entrega esta carta , abra- zandome otra ysz. A no haber sido por tem or de hacerle una in ju r ia , ie Isabria debuelto el dipero q u e m e tíió: Tañes me complacieron sus finezas. ¡Que bello jo v e n ! le quiero m uch*: he a n dado Cüino un G a m o , y aquí teneis la carta.
Mmi/ta que ss ha id& tran-¡uiiizand9, toma con prontitud la c a r ta , y haciin —
u% movimiento como que la- quiere abrir y j<? para de rep ín te,
B*ni¡. j ^ u é ^ i b a á hacer ? A él , y 00 á mi va dir igida Ja ca rra: tal vez en ella h a y cosas que yo no debo s a - fcer.,,. ¿ Y mi Jiermano no te ha di- ciio cosa alguna para mí §
N a d a, nada Señora. M e dexó c a - • briccdosc el rostro c jn itcb^is manos:
inerió por unas qaartos y le perdí d i vista.
im il. Nada para mí ?... A fi quanto me aflige ei verme olvidada dé él ! ¿ tís posible qus el me desprecie ? A h ! este seria el ultimo golpo de mi d ís»- gracia.
L a is. Pero la carta dirá bin duda lo que DO ha padido , ó no ha querido dec ir de palabra.
As», <?s preciso aguardar , y eii la cxrtA sin táuda encoatrarcis las prue— fcaí cJe tcrnora.
Ah! tal vee y a me aborrece \ tal rce la he perdUo ttdo en ;m di» I
Id i (Jf.seaflsáf qserítío. Andrés, y que-dad- asegurado de que vuestra fatiga será recompensada.
^ n d . S i es necesario, me hallareis p r o a - . C9H aleg ría .
to á v o lv er á montar por cansado que esté. Señora todo lo haré por servi— riès 5 creedme. T o d o , todo sin in ce- rss alguno: Y 9 soy a s í , preguntadlo á mis amos: quando ViO una persona que me parece honrada cortés jr agradecida como vuestro hermano, n« es preciso que me insinúen lo que debo hacer. Ir ia á Rom a de ua saJto...' voyine á dorm ir im rato , si rae ! • p e r m it ís , pero por poco que me ce- cesiteis , llamad : A ndrés A n d r et prenoto pronto, Y al instante me tendreis á vuestras ordenes.,..
E S C E N A V.
lEmilio A lfo n s o , y L iv ia . **.-
E v iiL Este joven partee de m uy §«(ea corazon.
L iv , Nos es m uy afecto. T ie n e un natural m uy a m a b le , y respeto á su cJase tiene bastante grandeva de ánimo. Jamás se quexa porque tenga que trabajar » acostumbrado _ á . este genero de vida , y no conociendo o t r o , nun— . ca gruñe ni el cansancio le quita la alegría.
E m il. f í l pudo ver aquella casa en Ja que y o he derramado ¡a c o n g o ja , y el desasosiego! A gu e lU c:isa'abandonada de los amigos de mi Padre qus a llí se reunían:;: ahora triste, solirarlal.» A h í ya no merezco que él se fatigue pr»r- mi. Acaso soy dig¡ia de que ét se mueva para seguir á nna hija culpable ? ¿ Y si hermano a o v i e ne? ¿ s? roe abandonase ? ... Entonces ¿ q u é sería de m i? . . . En e! mundo en-
i tero me veo so'a , aislada. . . , A h !¿ F r a n v a l , F ran val á dande estáis ?
Un insta:it? de silencio.A l f , Dexad de abismaros en tan tétricos
Sacándola de m eiagenam iento. pensamientos, A l c o n tr a r io , debéis procurar d is tra ero s, y d iv ertiro s; y o n * ' os propongo que salguis al cielo de«-
q ji-
cnhierto. E sto sería m uy peligroso, pero á Jo menos venid ai Jardín , os paseareis debaxo de una calie de á r - boJes j y y o cuydaré de que nadie llegue á ella.
S m iL M i Padre ! mi hermano ! F r a n - vall.. . ( quast fu e r a de s i )A l l í est«n, allí : y a ios r e o . Me preguntan , me acusan , rae hablan j á n - tos i gran D ios ! Com o resistiré ?
lA v . N o os abandonéis á -estas q u im e- Pr«curanáo d iítm e rlo .
ras propias de una imaginacioa acaIo~ rada.
E S C E N A V I .
B e ltr a n , y los dicbes.
B eh. M e encargasteis que os avlsára de llegando poco á poco,
quaiquier que llegase. Se ve á lo lejos, cerca la cima del monte una silla de posta , que viene á todo galope. A p e nas la podía divisar. ¿Q ué cabaUos les daremos ? Por Jo menos querrán quatto , porc^ue hay un postilion que leí precede.
Em tl. Una silla d« p osta? ¡ay de nri !si acaso fuese ?
^ I f . Pero Señorita , sillas de posta llegan aquí á todas Jwras. • Y o velaré sobre V o s ; no os sobresaltéis duerme A n drés? d Beltran.
B e lt . S i Señor , está ea el pesebre roncando terriblemente.
N o le despiertes. Iré y o mismo á ver quienes son ; V o s entre tanto idos de aquí. Beltran idos también.
B e lt . j Üh! Todavía tardarán á llegar un quarto de hora, ¿ a baxada es
* -muy mala.Vamos , Señera j animaos : pondre-
' mos todo nuestro cuidado en defenderos y salvaros. Encomendaos al C ié- ,
- ^ E n á lio que està mfty. abatidrt. lo , y no o abandonará ; Tened valor , y nosotros io tendremos también.
Emilia^ L iv ia y luego A lfo n so .
L iv . Puede que sea vuestro hermano.2 No ie aguardais ?
A E n a lta con dulzura.E m il. M í hermnno ? n o , no es él : éi
vendría Solo á caballo : no me ha escrito una palabra. ¿ Quién sabe I9 que piensa de mí-í* ¿ Si habré perdido su estimación ? ¡ Q ué cruel tormento ! Querida L iv ia , no me dexers. Y o os )o suplico.
Vienen velando. N o perdamos tiempo : seguidme Señora ; encerraos ea Ja sala de! quarto baxo. A quella no es para viageros y allí nadie entra.
L iv . ¡ 'O h si SI, desde allí podréis ver sin ser ví«ta. Si fuese vuestro herman o , daréis cinco goipes á la puerta y y o al instante os ie conduciré : acordaos de Ja seña: cinco golpes.
E m il. L levadme , conducidme dond« confusa , y agitada.
querá is ; apenas té si estoy viva ¡O h tlia larguísimo y eterno ! ¿ Quién sabe á que hora volverá Franval i ¡F ra n - vai ! . . Si tengo nn poc® de v a lo r ; este me falta quando no estás en qm presencia
A lfon so se la llev a dando p risa ,
E S C E N A V I I L
L iv ia sola sentándose.
L iv . ¡ Oh Dios no puedo mas ! Esta muchacha me despedaza el corazon.... T em o por ella..,, daría mi vida por verla contenía. ¡ Q u é casta de hombres hay en este mun/ío ! Q ué gusto encuentran en perturbar la tranquilidad ! y dicen que su Señor i’adrc es
S e levcn ta de pronto. un bárbaro. V a m o s, vamos á ver lo que pasa. .. No quisiera que en el Encam inándose á la parte de enmedio. quarto de la muchacha hubiese quedado cosa alguna que pudiera dar indicios j pero y a no estoy á tiempo...? ¿ Quó ru ido?.. . ¡ A h uo quisiera:;:;
B S *
! •S e gn.'amina a l quarto dùttile e ita b ñ
E m ilia .
E S C E N A IX .
E n ù lia , ÁljúBSd , L iv iu .
"EmHh que sale cerriendo aterrada j y cubfiéndosi e l rostro con las mar.os.
A lfon so la sigli*, f.m il. ¿ Cielos á donde huiré ? j En
dóads podré oc*>.;arnue ? ‘ j E n òonde■ enr-oiitraié un abismo pera .stpuUar
m i desjtc iia ! Misera yo .. . T iérra i r a - game de una vez para sie.a;pre.
h iv . Qué es esto ? me llenáis de u a «spalto terrible; ¿ acaso es vuestro l ’a dre ?
A l f . S i , él es.JS-nii. Áfa qus y o no podcé : sostener
su presencia! caeré muerta í sus pies. L ív . j Pero porque salisteis, .del q,uar-
to baxü ? . ,A l f . Porque él trataba de i entrar allí
absolutamente. : , .E m il. j A y de m í! Y a oí su tremenda
vo z ; el escremeclniieuto se ha apoderado de mi , y ha dir igido Jtiis p a sos ; me he escapado sin. saber cfeen- c¡3 iba. Se me ha heíjido, l à ' safíércí... una densa .nabe cobD5. ',mis cjus.. .. N o me puedo tenrr. ¡ socorredius!
A l f , ’ Señora por D i o s , ' m o derad-vaes- tro sobresalto: Q j e n> os acometa algún insulto; pero g^ué poiem os hacer a h o r i ?
'^ 'nil. T o d a vía la e sto y oyendo aquella formidable voz que me despedaz a las entrañas: sostenedme:-;:. Y.o fa llezco. Con tem blor muy f u ’ rte.
I^iVi Es preciso resolver. ¡Infei.'z E m ir Abriendo. CQti prontitud un quarto d el
'■ lado.Üa! y a no poáeis vo lver á aquella sa la ; animo,, esforzaos. El ruÍ.lo parece que va aumentando. Entrad pronto á aquel quarto , y cerrad bien por parte de dentro.
Un frió mortal toe cubre , q ú i- tandorae el v ig o r.
i f iv . Animo , ánimo sino quereís preci- Conduciéndola con alguna, violeucia,. 3»itaro6. E n ira J , y encerra;st-
A lfon so , y L iv ia .
A l f N o quisiera , que este negocio nos causase algún trastorno.
L iv . I Porqué ?A f . Es a 'es una doncella robada á su
propio Padre. E l la busca , la quier e , y tiene el derecho y autoriJad competente^
U :v. N o tiene autoridad , ni derecho alguno para maltrata-ría , ni encerrarla entre quatro paredes , porque está enamorada de un jóven que á él no le gusta.
A l f . D irás muy bien;, pero las l e y e s , y ios Tribunales no lo entienden así. ¿ O y e s , Qyes el maldico ruido qu« hace ?
L iv - Vamos. Esta e» una Kostería d» fama : nuestras acciones sicm.pre han sido dirigidas por la hombría de bien, y nadie nos podrá acrim inar el habernos opuesto á la in justic i . i , á ' la
- crueldad , y á ia tiranía'.A ) f ¡ O a ! s J g a lo que saller^, noso-
; ,tpp's< hve^nos* quatíio ppdamos, en d e fensa de la inoceíicia. ¿ O y e s , oyes
- qu» alboroto tan t e r r ib le ? Vamos.L iV i Vamos vamos, f^anse corriendo,.
ACTO TERCERO,
E S C E N A P R I M E R A .
D o r v il "Padre , y A lfon so.
D o rv. Y o sé bien lo que q u ie ro . . . . s4t‘ Ifabl-indo' desde dentro.
lo que busco quiero registra; l o to do,. . . D exadm e hacer*
S a le à la EscénOy mirando á todas parte s : E n la u m mano tiene dos p isto - h s , itís que déxa sob^e ¡a m'fsa. ji^ nr- táse con aiem nn muy fiero , se le v a n ta ; patea can velocidad mirando y a á A lfo n s o y ya á la puerta : se búlla en extrem a agitación titubeando en tre s i
debe qu ed arse , <S toarcbar.A l f .
Il^ I f . Sefíor , parece que os cuesta m a
c h o el enconfrar un quarto que os acomode. .. ¿ T odavía no estáis informado de quanto» fcay en la casa, para eieg¡r ?
Earv., 4 Sois vos el amo de esta P o sada?
A l/ . S í Señor.D o rv . Respondedme : ¿ Q ué forasteros
teneis ?j í l f . Actualmente ninguno. Podéis es
i g e r Jos quartos que os gusten.Dorv» ¡C u id a d o en engañarme ! Hab'ad-
me verdad en todo. T en go derecho para preguntaros. Por aquí deben haber pasaáo precís^unente dos picaros, á quìeues v o y Siguiendo. U n i infelice que fs hija mía , y el otro un seductor suyo.. . ¿ Han ven ido ? ¿Han parado aquí ? ¿m arch a ro n ? ¿ Los habéis vistc/ ? Os mamío me declareis quaiito s e p á is , diciendome al camino que han llevado.
j í l f . Sefíor esta casa de posta está apar: tada del camino Real : si esos que buscáis son gente fugitiva , segu'-a- mente habrán cornado diferente rumbo j y yo ignoro de quienes me habláis....
V c r v . S i os atrevieseis á engañarme, os h.\ría arrepentir de ello. Pensadlo bien j os lo advierto.
A l f . No sé á que vienen estas amenazas.
"Doi-v. No carecerian de efecto : habré combinado mal.... ¡ A h ! estoy fuera
habUindo fu e r a de sí. de mf...! M a rch em o s: si yo llegase i sospechar que están aquí escondí-
lefiántosed o s , ó que los ocultáis i mi justa venganza j con mis propias manos pegarla fuego á esta ca 'a , á a t “ S que dexarlos escapar. Les cogeré ;si'i hagan quanto quieran. Pod.''án rerardar su c a s t ig o , pero no evitarlo. A u n - q^je hubiese de andar toda mi vida, la sacrificaría gustoso en su seguimiento.. .. Pero por fin los eccontraré , y eaíoaces ¡ miserables !...
E S C E N A IL
Uit Criado de D o rtH en tra , y le pre~senta un p la to , p a n , y v in o: L iv ia
siguiéndole y dichos.
Criad. Srfíor , nosotros os ío rogamos... descansad un solo instante; Corneé
Con nntiha dureza un bocado : no arriesguéis de est« modo vuestra salud. Y a hace cerca de tres dias....
D o rv il Padre. Toma an soquete de pan,lo moja en u'% vaso , va á comerla ;
Pero lo dpxa a l in stan te en e l p la to , y dice.
D erv . Fuera , fuera , vuélvetelo á d e a - tro. ¡ L a rabia me devora !
Criad. Fero Señor j dexad á lo nienos,...D o rv . T e digo que te lo lleves todo.
T o d a v ía vamos léjos de poder descansar ; vuelve al momento á m ontar a c a b a l lo , toma el camino de la der^cha , y anda á todo galops. Y o iré p o r l a izquierda. T ú después volverás a t r á s , si has descubierto c o s i • alguna.,., observa con la mayor atención ; pregunta : derrama el dinero. Q u e no se pierda por preguntar, ni por prometer: cuenra con los mas pe- qu ' íío s indicios.. . Pronto , pronto, qu« vengan caballos^ y o quiero no p a r a r mas aquí.
Criad. Pero d e x a d , que os lo diga otra v e * ; Oíd nuestros ruegos. ¿ Cóm o sia quitaros las botas ? ¿ sin descansar ua rato ? Y a serla tiempo de mirar po* vos...- En verdad....
D o rv . ¿ ' lo-Javia no me has com p re— hendido ? N ó , no : mis parpados n» se cerrarán , hasta tenerles en tni p o d e r: hasta haber castigado al Infame robador á la presencia de mi hija. Entonces podré unicamente concederme aigun descanso, y ase e l Criado.
L iv . S e ñ o r , estarcís mas bien en la sal a , que hay lumbre.
D o rv . A q u i estoy b ien, | E s vuestra esposa esta M uger ?
A l f . E s Sobrina inia.D6r<a, Oídm e. Y o os haré entregar a l
i l i í -
t tinstante mil lu l s e s , si me descubrís eu doüde se esos' vües. Estees el premio destinado al que me dé tal noticia. Pero pensad igualmente, qus yo me haré eaemigo iinpianabie de qualquiera, que IfS h t y a cado asilo , ó ocultado su foga.
L iv . ¿ Y cómo quisierais que nosotros protegieseaios la fuga , o la oculta-' cion de aquellos á quieaes buscáis ?
A i f . E ito es imposible.JÜorv. Os seria muy fác i l rccono erlös.
E l delito se vé impreso en Ja trente del seductor. Es uuo de aqu&llos hombres temerarios, y viles, que m iran con indiferencia el h o n o r , y la tranquilidad. V uestra obligación es la de a p syar mis. razones , y las de todo P a d re , que se halle en igual lance. L a sociedad debe armarse contra la perfidia , el rapto , y la disolución. Y o soy P a d r e , y Padre ultra- j'ado en ío que mas amaba. Vosotros veis derramar mis lágrimas de rabia, y de dolor,
Z iv . Señor , creednos. Nosotros no somos gentes capaces de dejarnos llevar' por el d i o e r a ; Bastarían vuestras palabras.... N o sabemos ...
A l f . Compadezco vuestra actual situación. ¿Porque no os esforzáis á soiega— ros. ?
P o r v . ¿Sosegarme? ; Quando me arrancan el corazon d e l . pecho ! Quando rae parece .que estoy en medio deJ fuego , que me devora 1 Ayudadm e, asis- t id m a , mostrándome el cam ino, que eííos pueden haber toraado. De- lo. con.- ' t r a r i o , dexad que mí justo furor se desahogue.... j A h ! sed partícipes de
Hes-pues de una ¿reve paus... m i excesivo dolor! vivido con
• iíonradez' sesenta años : Q jaoco. me rodeaba coasticuia mi gloria. L a vergüenza y el oprobio me aguardaban a l fia de mi carrera! ,U.f enemigo de mi sangre ha seducido, y me ha robado una b i ja : ha llegado al atrevim iento de poner las manos sobre mí. C o r r o á arrancar de sus brazos la iniqlia p re sa , y traspasarle con mil h e r id a s , para que sirva de cxeioplo- i i08 demas malvailos de su clas«...^
P e r o , ¿qué bago ? A h í si. Mrs propios transportes me pierden. P a r e z c o d e- masiadiamente temible: en m i p re - ' sencia todos c a l la n , todos me ocultan la verdad... . | S i estas paredes pudiesen b a b iar l T a l vez nje dlrian. A q u í en este mismo lugar han estado. ¡ A h ! Y o no comprendo .. ..cómo >Ha piedad mal entendida puedf hacer á los demas cómplices del delito?... Esto es lo q u e y o quiero averiguar. S i acaso les hubieseis protegido^ t e m blad , tem blad....
Toma las P is to la s , anda por la S o la observafi^olo todo con atenùon^ se p a
ra delante de la puerta dei Gabinete,.
D o fv : pero g Q ué puerta es esta ? j E» de s¿la , ó de escalera ?
jgaífff-tf dar un em pellón á la h u erta . A l l í dentro no he mirado todavía,
L iv . Señor...Poniéndose delante de la 'Puerta.
A l f . Es una puerta inútil que siempre está cerrada., .. Executando lo mismo,.
D orna, j Cómo siempre cerrada ? Pues á que vife.ae esta zozob a ? ¡ En- irambos psrdels. el color !...
L iv .- Señor , tenemos razón para q u e - xarnos del estrépito que hacéis er» nues-tra casa.
Deberíais saber , que no teneis derecho , ni autoridad para registrar de este modo,
D o rv . E s t o , esto mismo confirma mis sospechas, j O h momenro feliz ! Esta puerca es bastante endeblej^ y o sabré derribarla., ,,
L iv . D e ten eo s , deteneos digo 5 asistencia . asistencia....
D o rv . Os resistís inútilmente: mejor será que os apartéis de aquí....
A l f . 3 QiJé prepotencia es la vuestra? L u c , Asistencia , asistencia i
Salen las personas de la casa y te parao en la p u erto de enmedio.
£S>
E S C E N A I I L
‘E m ilia ahrs !a p a erta y se eeba ó los p ie s do su P a d re. L iv ia la sortiene en es.ía actitud.), entretanto. Dorivil sin
m irarla a lza e l g n tillú á una P istola y entra p recipitada a l G abinete.
; Desgraciado f si estás aguí, p ide perdón á D io s ; Este es el ú lt imo instante de tu vida....E l villano ha
P 'u elv e ó salir e l instante. logrado pQf ahora evadir m i venganza.
ím ^ 'l. Padre mío....Siem pre de rodillas.
D o r v il con frialdad^ despreci<y i in - digiíacicn.
D o rv . Y o debería pisárt« , y arrastrarte. por e] suelo... paro no ; qui&ro ^ue lUres tu traición, todo el tie^aipo d s tu vida... . Cesa , indigr.aj tus lágrimas exásperan mas mi furia.
£ m iL N o me atrevo, á esparar que me perdoneis. Sin em b argo , m i estado de
. humüíacion y de terro r .. ¡Padre, P a dre mío! muévaos un tanto á piedad.
D o ry . N o seré y o eolo el infeliz.,, preparate á toáo í Debes aguardar mi muerte para salir de ia prisión, donde te v o y á encerrar... Pide -bI Cielo que me la dé pronto. SúpUcsie que se me l ’eve al instante. T ales votos son m ny dignos de tí.
JEmiJ. Oprimida por las n u s fuertes eadenas, bendeciré siempre la. inano que respeto , que amo ,. y á la q.ual me someto emerameQte.
fiortD. H i ja cru e l! en solo un momento has olvidado veinte aGos de ternura , y de afecto paterno.... Y o te amaba.. Demasiado te am é; acra te- maldigo.
’E m il. j Oh D io s ! D ando un g rito . Padre ,*Ah Padr«T vengaos de m í en otra manera : Y o lo merezco : pero vuestra maldiciCQ.,..
D o r v , M i maldición caerá sobre tí ; y ' no sé que dia será el que la revoqiie. JSmH, S i quereis toda mi sangre para
cancelar mi culpa 5 vertedla , Padre n i o : «zecDtad ^u«nto sea 4 e vue&tra
.p ,agrado.; pero no me
■ A lz á n d o lo s brazos .a í CieJo y con lo r . manos ju n ta s.
; Dios bueno , y misericordioso I D ios clemente I que os apiadais de las corazones a r r e p e n t id o s . , . . . socorredme, asistidme, ínspiradme en esre instant e , lo que. debo hacer para a p l a c a r á mí irritado. Padre j y para alejar ds mi el r a y a de su maldición.
D o rv . Debías invocarlo en el momento en que formaste tu malvado desiguloj el C i e l o , el Cíelo no esciicha:los v o tos de una hija rebeld e, quando los vengadores grúos- de mi Padre «e interponen,. y la abandonan. aL a,tro® castigo que ella merece.
E-ttiil. j A h I Q ue el C ie lo perdona qual— quíer culpa , qaiande la sigue un verdadero, arrepentirníení©.... ¡Oh raadra iLÍal ¿ P o r q u é ao v.lvís a u n ? Y o os in vo co ; jPuedan mis sollozos penetrar vuestro Sepulcro! Hablad, hablad. iJ corazon de mi Padre.
V u e lv e à caer en su abatimiento^ y U)s dim as A c to r e s la sostienen.
D o rv . T u iMadreque fué una muger prudente, y virtuosa, se avergj&nzára d« tal hija : y debe tenerse por d ich o sa de no ser espectadora de tu ci«s- honra. N o la invoques mas, que eUa. no atiende á tus plegarias.
L iv . S e ñ o r , tened ( p o r D i o s ) a lgua miramiento.,
A l f . Considerad que está m u y débil, y ne puede resistir á tantas penas.
D o rv . A l z a t e , y cobra alieuto j bastante lo necesitas para padecer lo. q u e fe aguarda.
E m ilia volviettdo á ievantatse , y des.^ p u es de haberla sentado L iv ia y
A lfo n so , dice.E m il. T o d o se me ofusca , y desaparc-
« j A h ! ¿ p a r a que me socorréis ?■ De,xadme morir : la muerte me. será m uy dulce en .este momento.
D o rv . E l amor suele suministrar alleato j por él se sufre todo. Se arros^
Con ironía» tra qualqiiier peligro.
D e s p u lí de ua breve rato*
¿Pero cómo?.. ¿El te Tía abandottscío ya? ¿ T an pronto te ha sido iníie!? D e ^ste
modo el seductor suele ssr s¡enipre >;l prim ero eri’ despreciar su víctima. Es preciso que tu Padre aunque con v io le n c ia , y è pesar' suyo te busque un asilo. Parece qne tus ojos quisieran se-
.guir las huellas del perverso ; tú c e rrerías i buscarle ; le soplicarias que fuese méuos insensible. Pero c f s iguiendo el glorioso curso de í u s conquistas, ha ido en pos de otra infeliz que sabrá seducir con Igíjal' facil idad.
íE m il. Ah! Padre ! V o s habíais contra F ra n v a l ! Pero «o reneis m blivo para fe n s á r mal de é l. Y a sabéis que no es r i i , ni seductor. VOs misino le e s t l - aasce is , y únicamente el orgullo h ita cesar !a amistad que le'profesabais: E s te ha sido el origen de núestrils'•desagracias. Yo-n o 'preten do disculpar mi error^ però protesto delante del Cie lo, que lo vé-Todo , que mi corazon es puro. M erezco vuestro enojo 5 pero no vuestro desprecio.
•Doi v,. Corramos un velo sobre esto. ¿'Qué me importa lo q ue tú et es ? Y o n o veo mas que lo que pareces.. .. Vámonos j y a es tiempo de d ir ig im o s á aqcel re t iro , del qual no has de saür mientras y o viva.
S m il. S í ba s<:r a s í , oxalá que jamás salga de él !
D o rv . Esta es la última vez que- estaremos juntos, y nc es posible que nos vol- vanics á vérj el último voto que hace por tí-mi compasion , es que consigas ap lacar la ira del C ie lo , y que vu elv as , s i puedes á practicar aquellas virtudes que tan v i ’mente has manchado.
E m il. Ah! Si el C ie lo se apiada de los remordimientos, mi grac ia es segura..,.
^ L iv io .A Dios L iv ia . Siempre me acordaré de
A brazá n dolo ¡a dice a l oído. vos.... T e a e d aparrado á Franwal; procurad impedir ma.yores desgracias.... Y o no temo sino por él....
i í ? j . Redoblaré mi z e l o , v iv id tranqu i- L ev o n ta la v t z .
la. N o quisiera haberos conocido Jóverj- amable é infeliz.
A l f , Sostendré co a m i sangre, que v<ue$-
tro corazon es noble , y puro.ZAv. L legará dia en que -«pfacareis el
enojo de vuestro Padre J sa corazon es noble , y él os ver-á tal com o nosotros os vemos.
A i f . Os perdonará, sí, volverá á amarbs.E n .il. Esta .es la única gracia q u e prdiré
al C ie lo sin cesar.,.. Mé cometido un grave y e r r o ; v o y á pagarlo.
Abrazando á L iv ia , y saludándo á A t- fonso.
A Dios.En e l fonal) d e l T eatro se v é á D o r -
v i¡ h ijo.¡Oh C ie lo s i ¡Que veo! ¡mi hermanol
E S C E N A I V .
D o* v i l hijo f y dichos,
D o r v il hijo que sale precip itado , y corre á abrazarse con su hermana.
D o rv , hij. Q verida Em ilia ! ¿á dórde te conduce mi Padrei? T u estás en. mis brazos 5 y n o t é abandonaré jamás.
L iv \a , y A lfén so dan muestras de í o f -p resa , y jú b ilo . L iv ia se quedo n trá s ,
y A lfo n so parte.
Efuil. No te desdeñas de abrazarme?D o rv . b ij. ; Querida hermana P o r v e n -
Rstrechándola mes. tura llegaste á dudar de mj en estas fatales circunstancias?... M e hubieras hecho un agravio manifiesto, g M i carta ?...
"EatììI, A h ! Y o no tuve valor para leerla y todavía no la he podido entregar.
D o r v . Padffe. T e conosco y a hijo Ingrato. ¿Quién te conduxo aquí sino la v i l amistad , que profesas á un traidor ?.. . E n vez de vengar mi afrenta , protejes al Seductor mas Infamej pero co esperes libertarle de mis manos : no hay poder en la tierra capaz de defenderle.
D o rv . higo. S í j gracias al C ie lo , llego todavía á tiempo de salvar á una hermana , á vos y á mi amigo.
V oTV , Padre. ¿ A tu am igo?D o r v ,
Z>orv. hije. Padre mìo el furor os ciega; vengo á hacer que entreis en vos mismo.... Todos tres os hallaís transportados igu^iinente, de la pasión} y la amistad enérgica y ,s a g r a d a ins manda _ ue coniparezc? gue liabie, y> que obre.... Siempre he amado coa ternura á esta hermana , y no puado abandonarla á vuestro r ig e r , en' un momento en ei q ual. vos mismo os desconocéis v o s .... vos sois Padre ; y o asediaré vuestra corazón» lo ast'diaré da tantas maneras que jjor fin llegaré á tocar la, parte mas áen- eible.... Dcfbo oponerme á- la violencia que quereis ha cerles : intentáis encerrarla en un retiro , y aun que y o hubiese de perder la vida, me op9n- dré á ello ílrm'.-me.'íte tomando á mi c jrg p la defensa oe Em ilia ...
JDofv, Pad. N o esperaba de t i .tanta te- meri.íad,,.. ¡ Tcdos os habéis reunido
. para insulturuie ! ; Y estys^son Diis- hijos I , , -j-v
£ ’w»/. ,A'qui me teneis sumisa , y. m! nada, al mas rigoroso, cabtigp.._ ,j)
D o fv . hijo, padre , ,apr_qbarfis-jiü(CO,n— ducia, quando os, haÍJ^is nías c a l l a do.... Sed iiiénps iueXjórab’e , que nosotros s,i-?niprp iSQiftDS hijos.vuestroí... . ¿ N a d a os puede abl ;ndar § ni mi do- Jor , ni inis lágrimas..? „ ni mi h e r f , mana mo;'banda ? Ved Jos efccttis de vuestra ii)Íl xxble rigidéz f ■ vuestros preceptos demasiado absolutos , no podían resistir ¿ la fuerza del amor. Habéis querido romper los lazos maspoderosos...... ¿ P o r q u é ? Pq r.u n frívjolop u n d o n o r , por un resentimiento personal , q.ae. era totalmente ,• reparado del interés, de los-,infelices .^an_te.s.... He visto que la tristeza-y,,. afán aniquilaban lentamente sus mas bellos dias. Ella quiso obedeceros ; y por esto cayó en una aflicción mortal; tantas opntrastes .^iperaron sus fuer^s^ ,y .íie^OBcertárítn su razón. M i l veces invocó la muerte.... No ha d ependido., de ella el no fallecer de lor,
^8ra>. Pad. H i j o : h i jo ! . . .Con cólera som brío,
^ ^ fv , H j, £ q el «fitftdo e a oie
t$, l I o .n o se limitar m.ts ideas ni mg-
dir l i s palabras. S e tf3ta._de su quietu d , y también debo' 'decir q u e d e la vuestra. E l C ie lo q ui 'sp .q i:» E m ilia volviera á ver á su, antiante y qu*
^S5 adoracán m a s , y mas. V o s en vea , de enterneceros, á vj.sta d'e t£7i rara
constancia , hibcis decretado su ru ina.. N o es r e b e ld ía , ni desobediencia j sino una pasión d e se s p e ra d a , la que hizo se lanzára en les brazos de F r a n v j L Ella ha, roto ..un . yngo inso- porrabie, ha seguido á su l ibertador, el
. quaJ dominaba en bu alma iras qu* ella Diisma.
V o rv . P a d . Insensato! ¿ C r e e s por ventura , que tu delirio podrá llegarme á persuadir? ¿ C o n qué tii te haces del pariiiío c e up vil seductor?
Dori}. ¿ S e d u c t o r ? ¿ Y cómo l ié - cesitaba I<rao''aÍ de recurrir ó Ja ba--
, . x e i a d,e ,1a. seducción ? Basta cccocer- le para amarle. Pero . si ellos se han e^>:edwo,en su a m q r, im p o n e d le s , qu«
• ' se amen con un afecto aprobado por Ellos .desean ansix)samen-
44fe,. íes .una el Himeneo : Y vos . qiiersisjv,desrruir, y,_tl^sbaiaiar lán loa
bles intentos.Z>pn’. que será del honor, el
qual debe sernos mas sagrado que la . vida ?,i ¿ quedará impune el u;trage
q,uejF;ranvalvhi?o á nue.«lra fa m il ia ? C o rre , corre á alagarle , si te pale
te e , aliüa baja ; corre á prestarle t o d o s , I f s oficios fie una au.istad servil.
V o r v , Li;. Y o 1? conozco battarte , y mi estimación para con é t> no ha ba- xadQ de punto. E l verd sd tro honof consiste en proceder con Justicia y no en; castigar en los demás les males-qne nosotros mismos nos acarrea—
' mos. Si él ha cometido alguna cul — P?> puede resarcirla con mucha faci^- lidad. . ,
D o w . Pad. I Quan .difefente eres de to Padrí^ ? -Exámina J.as^ acciones de mi. v ida ; jamás ultragé á nad iej pero
. ..tampoco sufrí ser. ultrajado.D o rv , b ij. N o podré- obtener ia gr^cfa
que os suplico ?... L a obtendré , si, la.S e arrodilla , .
fibtendré; ó m oriré á v u es tra s^ Ia j
ta/. Eé desventurado P ra ov al por mí v o z se hum illa, abraza vuestras r o d i- Jlas, é implora el p e r d ó n , que merece todo aquel que se halla arrepentido.
ZJoYv, P ad . T e he prohibido el qne pronuncies semejante nombre en mi presencia. Eisto me irrita mucho mas. He querido v^r hasta donde ¡lega tu in d ign o amor. B a sta } ahora lo veo claramente con sumo rubor mió,. .. Separaos
Á E m ilia . desde este instante. V e n conmigo,
.Jforv, hijo. To^\nndo á Em ilia entre sus brtitios y transportado di:e.
Z)orv.^ hijo IWe despedazáis el corazon, Padre ! P a d r e , n o , no la encerreis: supuesto que quereis matarla, y que no Je queda otro amparo que el itiio ; la segeiré d® quiera que la lieveis.
D o rv . Pad. L ev a n ta e l brax9 en adema» de iimenaxarle.
J)6rv. Pad. Baxa los ojos tem erarios, y quítate de mi presencia.
S tn il . A h í Padr«! ¿ M i hermano no Sabia por mi? desahogad liaicamcnte dén- iBÍgo vuestra cólsra. V e rodillas,
D o rv . H39. A hratan do ó su hermana. -
D o rv . h ij. ’R 'aspasadm e, y o io 'deseo: antes de quitarla la vida , niaíadnie prim ero. -
D o rv . Pad. Qcritate de mi vista hijo in - dignoj vete á encontrar el infame por quisn te interesas t y a no eres mi h ijo j te desconozco.
Em iL A h ! Hermano sosiegate.... Cedo á L o detiene.
aquella autoridad que siempre he 'respetado. E stoy dispuesta á padefeer quní- quier desdicha.
D o iv - h iy Quanto admiro tu vafor ! Y tienes fuerza pa a reprimir el llanto ? Y o no p'iedo resi-átir. ¡ Con qué ha-' bremos <ie vivir separados para s iem -
- pre.E m il. Nuestros corazones se correspo'n-' derán desdi la mayor distancia,..*: A
con ternura.D i o s , á D io s querido hermano.
A n d rés ¡ y los dichos.
B eltra n dexa una lu z stb re la meta yse vá.
D orv. Pnd. ¿Están y a ensillados los C a ballos ? A A ndrés.
A n d . S i Señor.Con botar y látigo en Ja ramo.
D o rv . Büd.'' T « Jentiroi me es irsofrible*A A ndrés, y luego tí D orm í Lijo.
creías servir á tu hermana: ¡ ínjpruden- te i no has hecho mas que redoblar sus cadenas, En ella castigaré tu culpa : ni verás desde lejos las paredes de su r e t iro , s in 'poder entrar jamás en él. Hijos inhumanos, podréis insultarme, quando y o no viva ; pero mientras así no sea , os haré sufrir todo el peso de mi autoridad. V e te á encontrar al raptor que proteges, dilc, que atrevido á .vista de su exeraplo estabas pronto á .•» im itar su inìqua temeridad; pero a 5 a - de también , que si y o jio vé.ngo ahora f c o n 'm is propias manos el ultra'ge recibido \ juro sobre mi honor, que le haré cortar la cabeza en un patíbulo. No mas palabras ; Sígueme tu.
A E rkilia dtindole un empellón. E llav a delnúte de sU P a d re, dando una"■■-tierna mirada á su hermano.
L iv . E s to y aturdida , y no puedo mas.D orv. b ij. ; Mísera Emilia ! ¡ Hermana
m ia ! T u r n e haá'sido arrebatada paia siempre.. .. Si no te amase coi> ia may o r ternura, no habría sido tan audaz
■contra mi Padre. Pero por fía es preciso 'ceder,
'A n d . Señor ;¿Q u ái# to me disgusta el que mí oíicio me oblíg^ue á un v ia g e ta» dolo ro so ?
D orv. b ij. A h í eres tú e l ' que a y e r me entregó aquella carta? cdn'e'l transror- n o ' d e hoy no te había conocido. ■
A nd. Señor'os aseguro que estoy tan aíli. gido como vos- mismo.
D o rv . b ij. Lo agradezco. Pero ¿ qué es á L iv ia y
lo qoe resuelvo ? á lo aléaos bacedi«se.
»eguir para que y o sepa el parage fatal de su destino, jinfeliz berniana! T ú me aguardabas para que y o te sirviese de Padre ; pero el C ie lo lo ha dispuesto de otro modo.
L iv . T odo se ejecutará.. . .D en tro una v o z. Andrés ?A n d V o y . , . . L a noche fS tnuy obscura...
estoy pensando.... Pero se necesita mucha cautela.
"Dentro una voz. A n d rés? A n d r é s ?A )fd . V o y , v o y , . . . dexad que vea sí
puede».•.
E S C E N A V .
A lfo n so muy apresurado y dichos»
A l f . Por D io s, despacha^ está endiablado.A A ndrés.
L a demora no es de utilidad alguna: qujtre marchar al instante.
A n d S í ,\ s i n¡aicharénios, marcharemos. ¡Quien sabe!... v;¡ra03.... ^ o s e corriendo.
A ‘f Señor, venid á descansar y restaur a r o s 'd e tantas t'ai*¿as.
L iv . V en id que os serviré con gusto quanto ss os ofrezca.
D o r v . P«£/. Am ibos m i o s , v o y á d iv id ir con vosotros mi dolor , y mi llanto.
ACTO QUARTO.
E S C E N A P R I M E R A .
'£/ Teatro r eprescnta otro sala de Íamisma casa. E s de noche, se verá una
Juz á lo úllÍT}¡o de lo sala.
F r a n v a l, que lleg a precipitado miran^ do á todas p a r te s con inquietud.
Fr/zfjT. Por fin aquí hay luz., ., como! y ¿no hay nadie ? L iv i a , L iv ia , ¿uadle
llorando.reíponde? ¡Cielos! en donde puede estar á í'ales h o ra s ? mi. impaciencia , yi b : temor se aumentan atrormente.......
p atea con violencia.Ola! responded; gtjué silencio es este?,..
per fín y * viene alguno.
E S C E N A l í .
F r a n v a l , y Beltran.
B e lt . AIi Señor! ¿sois vos?Con tono í iis te y lento.
F ra n v i S í y o soy.. . , ¿donde está E m i lia?.. ¿ L iv ia donde está?... ¿qué ha¿e?.. respCnderjie,
B e lt . I . iv ia esta allá dentro en la mayor aflicción , sentada en un rincoi} de la. sala.
F ra n v . ¿En la mayor aflicción dices? ü n fcscreniecinúento Kniversal trunca tus palabras.. ..Pero alligida! ¿ de q u é ?
B e lt . Señor , está desesperada, y nadie la puede hablar desde que se fué aquella vuestra Señorita.
F ra n v , ¿Se i'ué^... ¿C ó m o ? ¿Qué dices?., Ccfí estremecÍTKiento.
¿se ha idfi? ¡ O Dios! siento despeda- 7.arn)e ej corazon.
B e lt . ¡Ah Señor! lo que os puedo dec ir es que en esta casa hubo un ruido terrible; nosotros no habríamos permitido que' sc fuese á no haber sido su Padre....
Frdi'.v. ¿Su Padre? ¡ Oh Difts ! E l bárbaro ! Su Padre! acasu ha venido?..., ¿y se me la ha llevado?...
B e it . ü s aseguro que nos ha causado á todos , un miedo imponderihle.
F r a n v ¡Infeliz!,.. líbrate de m i furor. E milia ! ¡ Emilia !
B e lt . A y I... huye espantado.Franv. ¿ B ó n d e estoy ? y o fallezco.
S e echa sobre una silla ,
E S C E N A III.
F r a n v a l , y L i'"ia .
Fvanv. L iv ia ?Levantándose con Ím petu, y yendo a l (•«-ruentro de L iv ia , que le abre tos bra~‘
zos.L iv . Señor sosegaos ¿no habéis halla
do á vuestro amigo ? E i os salió al encuentro.
FrflM-y. ¿Quien ? ¿Qué amigo? ¿el hermano de E m ilia ? ¿ la ha defendido?
C 4CU9
i
¿ine la supo conservar ? ¿dónde está E m i i i a ? ¿dónde e s t á ? respondedme. ¿ A dónde han ido? Y o volaré tras elia... Ja desesperación mas h<)rriblo me transporta : la v e í é , á pesar ds qualquier peligro ; quiero d e ia r á sus pies mi corazon , y mi vida.
L iv ia Horaudo. A h I que á pesar de. todo nuestro zelo , y nuestros esfuer-
20S ha vuelto á caer baxo el dom inio del honjbre mai cruel.
F ru n v . Vos ine dais la muerte.Dundo un grito-
L i v . Podéis dar gracias al C ie lo de no h^’ s/os encontrado aqui; y a n o e x i s - t i r i a i s ... C o n una Pistola en la mano se crey ó precipitar contra v o s ... se me ‘ heió ia sanare como si estuvierais allí presente.
F ra nv, Y porque estas paredes no me han visto morir bañado en inl sangre ? ahora sut'riria - i iuch o ménos..., n o , n o , y a no es tiempo de lágrimas,., ao quiero estar sepsjrado de la mejor m ita i de mi m isino ; muramos pues , ya que no puedo viv ir para e lia , me atravesaré el c o ra io n . . , .
Pone la mano en ¡a espada y desnudándola dice.
L iv . 2 Qi]é vais á hacer ? deteneos.. ..Dírer.ie^io^í con 'velocidad.
Ola asistencia....Franv. Dexadme morir,., debatieodose.
E S C E N A I V
A lfo n so , D o rv il hijo y dichos,
A l f . Deteneos.D o w , b ij. T ente amigo infeliz, ., tente:
D estif mandole. mi hermana qnlí;re qu's vivas.
F ra nv. ¿ T ú hermana? eUa no está y a aqui. T ú me vendiste.
D o rv . hij. ¡ Y o ven d erte !F ra n v . S i . c r u e l : t u n o has querido e x
poner tu vida , ni defender à Em ilia contra un Tirano.
D o rv . h ij. ¿ A rm arm e contra mi P a dre ?
Fra»y. C o s tra el mundo entero; ¿ E l tu Padre ? no merece tal nombre; ha
perdido el carácter y los derechos..,, E s un bárbaro que ultraja , é insulta el amor de dos corazones inocentes. N o le respci-to y a , y su hijo...*
D o rv , bij. Su hij;> es lu am igo.Franv. N ó , no: él no tuvo v a l . ' r , y
es la causa de rai m a y er desgracia,,. Q ue ¿no s.ibes darme mas que iá g r i - mas? ¿ T e ¡^arecen oportunas?... a m igo pusilánime , y vil , ¡que poco conoces el ardor que nutro en mi pecho ! apártate ; y a no me queda mas que la m u e r t e : morirá también tu h e rm a n a , y tú serás causa de ello... , buelveme ia espada , y abandóname.. ,, y o no sé que hacer de una amis;ad tan débil.. . . T o d o d e sa p a r e c e , todo Con v o z lánguida , y moribunda. está acabado para mi.... ¡ Ah!
B u e lv e á caer en su abafi’n h n to y ios demas actores h sostienen. ,
D orv. h ii. A h! hermano , amigo, sal de tu abatimiento..:, in fe l iz i si á lo
A L iv ia y A lfo n so , menos pudiese llorar !...
L iv io , y A lfo n so se enjugan lo s lá g rimas. t^olviendose á levan tar todo de
un g olp e , y con ím petu.
F ra n v . Pero ¿qué es lo que d ix e? ¿ Q u é pienso '{ Y e , yo soy el v i l ; No ha recibido ella y a mis juramentos? Y o soy el Esposo que ella ha e le g i d o : Unicamente me pertenece á mí.... V a mos; y o sabré encontrarles ... E l que la conduce no es un Padre , es un odioso rival á quien dtbo perseguir. N o veo mas que su c r u e ld a d , y su barbarie;. C o rro á castigar el objeto de mi furorj ya me parece que le desp e d a zo . . . los inferiores larid-;s'de mi corazon.... sabré seguirle , y alcanzarle.
D o ru . b ij. T en te F ra n va hF ra nv. ¿Acaso quieres tú disputar con
migo la v id a ? A pártate. E r . s el hijo del autor de mi torm«.nio.
D o rv .. h ij. I Y a no reconoces á tu ami* go ? Y o no perderé el non^bre, ni e carácter de tal > y en estos infelices
&10-
momentos y !o »eré mas qne «únca á pssar tuyo.
F ra n v . T i e m b l a , tiembla , te digo.D o rv , h ij. Em ilia te habla aq iií por mi
boca. E m ilia re maoda que no te arriesga por seguirla.
F ra n v , E m ilia ! solo con oir este nomb r e , v u e lo , y ero , traspaso y vuelvo á adquirir mi tesoro.
D o r v . b ij. Desdicfiado! M is brazos te lo impedirán ; y y o sabré salvarte en medio de tu delirio.
F ra n v . C o a que ¿ t u eres cómplice de aquel malvado ? pues bien dexa que y o empieze á vengarme de ti.
D o rv . híj. E m ilia se ha resignado á su destino.
F ra nv. A s í lo creo : T ierna , débil, inocente, ¿á quién podría recurrir contra Ja ferocidad d ‘’sap¡&dadaí Pero tú á quien yo la había cgnñado,.. .
D o rv . h ij. ¿Q ué quieres decir? que y o Con fu er za .
había de sacrifica'te la vid a de mi P a dre i ¿deste modo prof-mas ei amor ? con la violencia con el rapto , y el parricidio , j i legarás á merecer á E m ilia ? ¿Podrá eila aprobar este exceso de amor ? f ?me mas bien,.
F ra n v . ¿Quién? ¿ y o tem er? Ah! tu no Ja ves , como y o sumergida en si llant o , ó en una muda desesperación, mas terrible todavia.., . ¿Su juventud, su belleza deberán consumirse en un perpetuo solitario re c in to ? Y no daré por ella mas qua vanos suspiros, y lágrimas inutiJes?. . ?de qué me servirá esta fuerza a r d ie n ts , é intrépida que riie a n im i , que me devora , y que me impele , á emprenderlo tüdo para volverla á poseer..,. T ú Eiiii-
Corno s i se solo.]ia n o , no te verás condenada á llorajr toda tu vida : sabré sacrificarme para darte la libertad j y sino puedo romper los'hierros que te enc'crran , los baSa- ré con mi sangre muriendo á tu vista.
D o rv . .‘■■ij. i^h! tu cru-l desesperación nos traspasa á tolos. V ue lve en ti querido Franval , v u ' lv e en fí .. . ¿'jo puedas re conocer en raí, el hermano de Emilia?
F ranv. E lla me ha sido robada ; no tango mas h e rm a o o , no íengo y a nada en
el mundo.D ú rv. hij. T Ú me ultrajas.... Pero y o ni»
expondré á todo ántes que abandonarte.Franv. M e haces perder un tiempo precio
so , que el otro gana subre m í ; te Con exp resiv a violencia.
lo digo otra vez : apartate , ó no salgo garante.. ..
D o rv . h ij. A caba insensato, suelta la r ien da á tü furor. O lvido todos los deberes. E n ti no veo mas que un corazon vil , y vengativo, y ¿es posible que en ti hay a rej»'ado el am or?.. . en este momento debería aborrecerte : pero nó , si quieres salir de este lugar, has de pssar piim ero mi coraaoo con tu espada.
F ra n v a l a m o cesando de delirar y m i- rc.ndo á D o rv il ccn estupidéz.
¿Hablas conmigo D. rt-ü? A h ! q/;e es lo que m-i d ice s? ¿qué he dicho y o ? qué he hecho ?
V o rv. b ij. T u me improperas porque no fui parricida, y no te estremeces dello.
Wmnv. Y o ? M isD orv. hij. Hombre bárbaro excitas mi co—
razón, y mi m :no á lá mald.ad !... ¡ me horrorizo!... ¡Qué sangre es la q j e c i r cula por mis venas? ¿Qual es la de E m ilia ? responde.... T e m e hacert.' 0, 1050 á aquellos que te han conip.jdecido h?sta ahora , y tiembla de obiigarme á que me separe eternamente de ti.
F ren v , Perdóname amigo j perdona los delirios de un olor insufrible : a co n -
Entérnecido, y derramando lágrim as apoyándose ya en uno y a otfo actor y
echandr.ie en ¡os brazos de D o rv il.
gojndo por tantos motivos, no puedo arrancar de mi alma el puñal que a g r a - ba mis heridas. En toda mi vicia no he tenido mas qiie un solo instante de felicidad . «na ejiálacion ... esta ha desaparecido al instantej y yo soy u n s desgraciado , que nunca^ .soy itno de aquellos infelices á quienes se les suspende e l suplicio, unicamente con el objeto de haccrselo mas tormentoso y cruel.
D o rv . h ij. C r e e m e , querido F ta n v a l- la esperanza no está dW’ todo desvanecida;
nú
mi faermai?a ha prometido conservar por ti los mismos stnrimientos, ¡y ya sabes q'ie su coraron, no es perjuro... pon á prueba tu valor; en este día solamente sufre la adversa suerte. Eso será tal vez lo primero que debe conducirte, a un porvenir mas dichoso, pudieado nacer de un instante á otro. L o que Ja suerte te ha quitado, t e l o puede volver e!Ju misma Y o te amo como un hermano el raas ti^j;io pero cree que tu propí?. desgracia hace siernpro mas activa , y ñrme !a amistad que nos une á los tres , y mi hermana te amará mas qua nunca,, si esto es posible.
F ia n v . ¡ 4 h hermano*! hermano mió! nosotros h'dbieram^os podido refugiarnos al extrenjo dei mundo 5 y ailí en el asilo mas remoto v iv ir tánicamente para la amistad , la ternura, y e l amor... t ím i- Jia estarla sentada entre los dos. .. y ahora suspira, llora, y con voz dolorida nos llama, ¿ luando terminarán sus la - jTjsntos ? . U n Padre ayrado jamás llegará á enteruecerse ni á perdonar. A m i go Dorvii^ en mi no habla y a la pasión;- p ero seam e testigo el C ie lo de que si y o creyera que ella pudiese apartarme enteramente de su memoria, y que recobrara á este precio su tranquilidad, sufrirla resignado la dolorosa pérdida de su amor: l?aro que Emilia por mi
, causa se vea presa, oprimida , y co.7de- ' nada á una tan bárbara esclavitud , no
puedo consentirlo \ me es imposible el tolerar solaínente la otas remota idea! ¿ y no la ves? .. dlme ¿ n o la ves ? ella vuelve sus llorosos ojos ácla nosotros.
jlnfeliz de mi!... T ú roda via puedes v e r- lir^Jtgrim as, y y o no. Mi muerte no esiá lejos : dentro de poco tiempo no existitá ya ta amigo: quisiera vencerme , pero el excesivo dolor... .
Q ueda un rato como mudo ¡ y abandonado a l sentimiento.
D ó r v íl hijo F r a n v a l , A lfo n so , Li<vi<t y A ndrés.
A ndrés. Con b o ta s , y látigo en la mano entra andando de p u n tilla s , y con
N sumo cuydado^
^ n d . Pronto pronto , retiraos , y no os dexeis ver... . á L iv ia y ^Jifvnso.
A l f . g P o r q u é ? sorprendidoL iv . g Q ué ha sucedido ?A n d . Despachad Señores, escondeos pron
to,A l f . Has buelio muy presto.D o rv . ¿ M i heimana?...F fu n v . J¿stá y a encerrada ?
A n d . Q ue va y a a'guno á la puerta para acechar , y os lo diré todo.
L iv . Iré y o , iré yo.S e pi . ‘ j en la p a rte de enmedio.
A iiJ . Vosotros no sabéis , porque quise absolutamente ser yo el Posíillon del Padre dei Señor. Tenia también mis
Seríalando á D o rv il. designios en la cabeza j y he logrado verificarlos felizmente.
D o rv . b ij. ¿ C ó m o ? ¿ q u é h ic is te?F ra n v . ¡ Dios mió !A n d . A quel Señor no es práctico del Paísj
le hize hacer un rodeo de mil D ia b l o s , conduciéndole siempre por estos a lrededores; la noche, está o b s c u r a , como boca de Lobo : en nna palabra^ él ni por sueño de figura que yo le baya vuelto á conducir aquí.
F ra n v . ¡ Y es posible !D o rv . b ij. f A q u i mi Padre '! aqui!A t d . S í , él mismo en p erso ra; ahora
cree el hallarse doce o catorce millas lejos de este parage. Idos y escondeos todos para que uo advierta el engaño : he tenido la precaución de hacerle entrar por la puerta del prado. A h o ra está gruñendo para que le den caballos ; y paqiáto , con quiera me er.tenili, le está alum brando, y le conducirá por el seg-;Hdo corredor sin que él conozca nada. N o se que dec ir , aquella 'Señorita me ha enternecido 5 no q u U to la teaga entro
c[ua-
quatro paredes. Si su Padre uo gusta que se case , muy bien ; quede )ibrej pero no se encierran por esto ias pobres muchachas.
L iv . ¡ Bien haya tu caracter !...F ra n v . A m ig o dime ¿es cierto qaanto
Con júbilo . d i c e s ? T ú la has, v u e i t o á con ducir? ¿ puedo creerlo ? ¿ á tanto te has a rriesgado?... es la misma que viste aquí pc\co ánres ?
A n d . Bueno ! si es la misma ? ¿qué b e - con v iveza .
lia pregunta! la misma, la mismísima, al baxar de la Calesa y o propio la he t o i d o en brazos para que sus p ie- ceciios no se ensuciáran con él... ¡que hermosa e s! es ligera como una p l a ñía^ no pesa nada me parecía que llevaba u:.a madexa de seda. L a llevaría asi aunque fuese hasta Roma.
Setíahrício que ¡a ¡levaría sobre la p a lma de ¡a muño.
Frar.v. ¡ Q ué regocijo! ¡qué consuelo inesperado.' ¡qué feüz instante!. .. por
^ bruzando á A ndrés, él daria mi sangre ... quanto,posáo es tu y o : pero quisiera v e rJ a , quisiera verla.
Con mucho Ímpetu.D o rv . b ij. Estamos perdidos sino te
moderas.^ n d . V o s decís muy bien j pero este
Señor no sabe lo que se habla , p o - brecito J ia cabeza le da vueltas. Idos, idüs. Despnes me daréis las gracias.-...
L iv . O igo ruido. con ati^itacion.^jnd. Les hago venir á este quarto j
porque como no lo vio acabará de creer que se halla en otra Hostería.
A if . \ Q ué acaso tan p a rt ic u la r! Pero y o temo su furor....
A v d . \ Q ué h o m b r e ! eso es nada 5 lo mismo q u e ' f u e g o de paja que se vá todo en humo : retiraos y callad.
D o rv . b ij. Prudencia , amigo prudencia.
Tomando p or la mano á Franval^
ahora no es ocasion de arriesgar nada : aguardéiuüs algún momeato apoiiu»
nd. Ea. Idos allá....
Señalando un quarto con inquietud mez^ d a d a de p la cer y dolor,
F ra n v . A h! si he de sufrir el tormento de no hablarla ; pudiese verla á lo ménos ? que la vea y o , que la vea ahora.
A n d s V a y a ¡que hombre tan in quieto! la v e r e is , si la vereis sin r ie s g o : Entrad todos allá dentro , y encerraos : por la rendija de la puerta podéis mirar.
A i f . Entremos tambíea ngsotros,£¿1;. V o y . . . .
Er.tran todos llevándose la L u z ,
A n d . S i ; en la escalera interior o y g o ruido... P e ro y o no tengo miedo j
L e s im pele para que entren en e l quarto , y ello s cierran.
mi intención es buena , y mi engaño es digno del mas hombre d s bien : j qiie maravillado ha de quedar aquel furioso , quando sepa que todavía está en el lugar mismo de donde salió ! Y por lo contrarío , la .Señorita j que creia ir á un retiro ¡que gusto tendrá quando advierta que se encuentra aqui !... Q u é estruendo muev e aquel viejo para encontrar caballos i V o y á verlo j y á reír : h e y
H abiendo oído ios gritos de dentro» he y h ey .. . .
Chasquea e l lá tigo y ta se saltando.
A C -
ss
A C T O Q U I N T O .
E S C E N A P R I M E R A
¡Dorndl P a d r e , 'E'vilia , y un mucba~ cbo que trae luz.
E m ilia a s í que lle g a , vá á echarse enuna silla qu í está a r c a de ana m esú,y se cubre e l ro'str.y con e l pañuelo.
A n drés la sigue , pero se queda algo atrás.
D o r v il Padre tenienio Ins p istolas de modo que vean, dice a l muchacho.
V o rv . B a s t a : dexa la íuz , y vete... . dirás que piensen eo lo qae he mandado.... que Ilaaien á todas las puert a s , necesito caballos, y ios quiero pronto pronto.
muchacho se vá.A n d. N o se encontrarán, no se encon-
To'uando tabaco. trarán: ya os lo be dicho otra vez.
E-stornada.D orv. A h erss tu ? dime diine : ¿ q u é
maldito ca:nino nos hiciste tomar ? y o no p!i?do entenderlo.
A n J . Ni p j i r i i i í , aunque os 1o volviese á decir de .nuevo mil veces Y a os avisé >4ue el puente de Kenneford estaba roto por ios h ie lo s , y ha sido preciso h.icar iirj rodeo .<le mil diiblos ? ¿ Qdé culpa tengo yo , st los caminos están tan escabrosos, y malos ? ücid gracias al CieJo que os «ncontrais en parage seguro , y á c u bierto ; quando yu tengo de volverme atrás con la lluvia , el vienro, el f r i ó , y una obscuridad que amedrenta.
D o rv , ¿ N o hubiera podido pror?guir el viage c'íii ios mismos caballos, pagándoles aunque íuese tres veces mas de lo que v a l ia n , como yo fe habia ofrecido?
A nd. O h! no hay paga que valga. He faltado y a á mi deber, siguiendo atajos para abreviar camino.
D o rv . j(¿ué maldito pais ! N o encon
trarse cabaHos á estas horas ? aqui no se oie nadie : paraqne estamos en ua
, desierto.A n d . Pero no dixe y a , que A m os y
Encogicndose de hombros. Criados saÜsron utia hora h a c e , con todos ios ca b a lfb í , para conducir el equípage de un Prm eipe que habia v«- nido ántes ? ¿ Q u é . l o dud áis?
Con f u e r z a .^D o rv . Pad. T o m a : esto es lo que fe de
bo. P a gando''e.¿4hí/. ' Gracias Sefior. fen dose,D o rv . Pad. O y e .A n d . Q u é ? volviéndose.D orv. Y a te he dicho que podías ga
nar una buena porcion de dinero, respondiéndome sinceramente sobre....
A n drés interrum piéndole y en acción de
A n d. ¡ Y a estamos otra vez í ¿ V a i s á hablarme del raptor de vuestra hija ? ¿ C ó m o quereis que y o le co n o z ca ? acaso nie crecis algún Espía de los camines públicos?... D ios os guarde : estoy cansadísimo , y no puedo perder t i e m p o , si quiero volver á casa en rauta lobreguéz. T e m o , que esta noche vo y á romperme la cabiza. ¡Que vida tan desastrada es ia de un i ’ o s - tilion !
D orv. Cielos {que bárbara es mi suerte í V a s e riendo-.
E S C E N A II,
D a r v il Padre , E m ilia ,
D o rv . Será preciso pasar aquí la noche..A E m ilio .
Y o no tengo la culpa si todavía no estamos separados.
Em il. C erca ó l é j o s , mi res^Hito, mi obediencia, y roi ainar ácia Vos serán siempre constantes.
Teniendo e l pañuelo en tos ojos.
D orv. ¿ Ocultas íus o jo s? . , ¿temes .^ue seSentándose á la $tro p a rte de la me~
sa*«in-
encuentren con lo mismo ? Esto* saben penetrar tu corazon. A quellas lá grimas , aquellos suspiros interrumpidos me descubren bascante lo que .estás proyectando.
E m il. A h 1 d e ja d m e á lo ménos el desahogo del llanto. ''
D orv. ¡ Q u e locura!., abre iQS ojos de una v e z , y conoce tu error : d estíer- ra aquel vil de tu m em oria , y quedareis perdonada. N o hay remedio: tú me conoces.... Crees que y o janiás l legaré á admitir por yerno á nn hom bre que quisiera ver muerto á mis píes ?
JEmiL En otro tiempo... } O Dios! funesta me noria!... . V o s aprobasteis núes» ti'O a ñor ; ah íra os habéis mudado ; peco yo no he podido hacer otro t a n
to : eS'C ts mi deber...V o rv, F in g ció amarte para perderte: ha
insultado á ta P a d r e ; ha reñido la osadía de ponerme las manos encima... no , no te ama.
Umii. ¿ N o me am a? estoy c ierta de lo coiiírario , y lloro. ..
JJorv. Quien pudo Ikg^ r á tanta v io lencia , no es capaz de freno en ninguna Gccion de su vida- T a r d e ó teuí- piano seras victima de aquella alma arr.:batada é iracuiidi.
Em il. También... V o s , Señor... él es v iv o , )o coníiesoj pero no conoce la venganza ni t i odio.
D ütv. M e ha robado tu corazon , que era todo m io , y ¿ fú pretendes que le perdon.'i ? no, jamas, hija: únete c o n - nvgo y te perdono.
•Kn-íí. ¡ 0 !i Dios!Acuérdate de quanto ha hecho
por ti tu Padre desde tu tierna edad. Pii-nsa que el amor , y la entrañable estimación que te he profesado , d e - bcn superar las seducciones pssageras
un... ¡ A h E n niia ! E m ilia!jítntl. L a ninyor pena, qiie puede sentir
cor£ion_,. es la de ofenderos. Pero dulce, y iaral pasión no me o c a -
s.v -na rpniürdinñiinto. iVli amoren So Origen mereció vuestro asenso, y no es dable él extij-guirio j ñadí^ ama como FratavaM ¡Q u a n ta s v e * ccs le he visto quasi morir d e . dolori
Y o no seré d é b i l , ni perjura: tod# lo sufriré por é l ; y me será dulce por -SU cav ¿S «.¡ualquiera pena. E l retiro me h^.^Lrizabaj p 'r o ahora lo aceptaré gustosa : su imagen me seguirá en todas partes. F ra n va l me amará en medio del mundo j y y o le adoraré desde el seno de m i soledad.
D orv. Y g á tanto extremo llega tu amor S
y o h ie n d o s e á mirar a Qtrá p o rte ,
Em il. N o debo ocultarlo: una simpatía inexplicable unió mutuamente nuestros corazones; y es m uy jasto el recom pensarle con mi cariño ele quastos u l - trages experimenta por vuestro odio , y persecución.
D o rv . Fueras menos c r u e l , si me c l a -• vases un pu5al en el pecho. ¡ D e s d i
ch a d a ! decíáraio to do : di que á vísta dü mi übsiinacion estás aguardando j y desbando mi muerte. Esta no tardará, no^ pues tú la apresuras con el aniar- gi) vtíueno , que has derramado en mi corazon.~
Er/:i¡. Y y o no muero despiies de h a - Díjndo un g rito éolorcso.
beros oÍdo! Padre mío., hacedme su- frii- quaiquier otro tormento , pero no sospechéis de mi una maldad semejante. L o profirió vuestro labio, pero no lo dictó vuestro corazon. ¿Padre m io l
¿•'e orrodil/a. decid , que no lo creeis asi^ ó no rae a l ia ré de vuestros pies. N o volváis
D e sp u e í de un breve silencio. los ojos á otra parte: fixadlos en vuestra hija infeliz j y penetrad hasta el fondo de su corazon. Yo soy rea, lo ve o : pero nii Padre es tajiibien m uy inexorable, y cruel.
D o rv . ¿Qüiéii lo es mas que tú ? ¿ Quién lo es mas? f ú , p' r decirlo así, destruiste tnteramsnte aquella hija que yo
• me babia ioo formando j á quien yo amaba con tanta ternurñ, y compiaccncía j la que yo v t ia crecer para m ayor g lo ria de mi non;brej y para consuelo de mis últimos dias. Y a eres deJ todo diversa. A quella había nacido para amarine j y tti te arrancas de mis b r a -
ZOSj
EOS, para laiízarte en tas de m i enem igo : y o te reclamo , y continuas huyendo de uii. 3 Dondv. ^ . mi Emiüa? H az que vuelva á 'v e r .Tquella hija sum is a , acariciada , y respetada de roda su casa p a te rn a , de la q u a l era la d e l i c i a , y oriunienro. Ri;stituidme m i , b i j a , t a l como era^ y o estoy pronto á estrecharla entre mis brazos.
S m tlio asida de ¡a mano ds tu Padre, y bañándola con su llanto.
X m il A h !Seria acaso nú antigua EciiHia,
la que ahora tengo en mi presencia? A h ! ¡ quán trocada está ! Mas sin emb a r g o , 1-1 voz de la sangre la v e n c e r á ; volvsrá por si misma al seno d e s j P a d r e , resarcirá sus p^sados «xtrayíüs ; su Madre la hablará al corazon dísde el fondo de su sepulcro..^ T ü Mailre, bien ce acuerdas , fuá el m is vivo ex^^mpio de una constante ternu ra; fué toda de su Esposo hasta los úitiroos instantes de su vida. T u M adre te diría q u e , debes cederlo todo á un P a d r e , qoe .ru"ga , y que te perdona. Vuelvem s qiianto he perdido p e ti. Vamos, vea á mis b r i -
Con exclamación, a o s , que se abrer. para recibirte; ven
li'ììu ìa está m ut agitada. y . haz qus y o triunfe de F ra n va l . . .
Xm ilia b a ie esfuerzan para h a h h r , pe- TO tien e co'no- embargada la vdz.¡ Nada me rtsponies ? g C allas? ¡V iií- chaza con fu ro r la muño de Em ilia',
»sta se. a lza , y se retira un poco. sima cr.iatara , que abosas de mi excesiva &,)ndid! e i : 'apártate; y o te dv'sprecio. Prosigue, si q u ie re s , en la carrera de tu deshonor ; vuelve vuélvete á sumergir en la infamia: c! oprobio se halla gravad . en tu frente con carácteres indelebles. A quel pérltdo corr.iptor todavía es un sugeto di^ ao de t ’.i estimación : adquiero nuevos d erechos para detestarlo , é infam-ir s ü s
procedimientos. -‘?i; el cr{iiìen no (e h a brá causado horror alguno ; y el perverso , aprovechándose de tu delirio...
E m ik j A h basta y a , basta... ¡ N o pue-
Interrum piéndole con v o z doloroso péro 'firme.
do resistir á la acerba amargura de vuestras palabras! F rrn v al es di,jno de m i ; su ternura fué siempre nob l e , y respetuosa: en su pocitr estaban igualmente seguras mi honestidad , y nü personAj^osotros corríamos á refugiarnos z un país estrafio, Unicamente para podernos unir al pié de los altares. D e todos les momentos que he pasado con él conservaré siempre la mas p ura , y tranquila memoria ; yo os lo juro.
D tn v . A dm irab le juramento! es muy co- Con ironia amarga.
mun en tu s e x ó , bastante descar.ido para negar sus desvíos á pesar de las pruebas mas evidentes.... L a inocenciOf no es conocida. , S e ve acosada , a l- tr a j'id J .., pero estos temerarios clamores , no sirven mas , que pr.ra alucinar á los necios, y á los crédulos.
E S C E Iji A l U .
S e oye an grandé ettrépH o,
’B'rnnval d9batiéndote con violencia^ st escapa de D o r v il b i jo , que procura detenerlo^ y fu er .i de s í se presenta pre-
•cipitadamente en medio de la hscena.
D o r v il P udre, Em ilia, F runval y Dorv il hijo.
F ranv. N ó , no permitiré que la insul- D esde dentro.
ten ; y mientras tenga aliento haré que todos la respeten como yo.
D orv. hi). Detente inconslderaio; no tearriesgues. ídem.
Em il. jQue voz es esra Cielósl Franval! A gítasísirna.
Dii hermano 1 D o r v il PaJy? dando un paso átras sor^
prebendiJo de \ ver á Fratjval. D o rv . Pad. E! temerario !Coge u)ui pistola la dispara ccnírr. Fran
vfi l j pero H6 ie a ciirta .}ir»il. í Oh Dios I y o fallezco !
Adundo un g r ito y cae desmayaSa,
E S -
E ' S C I E N A I V .
D o tv ìì hijo , L iv ia , A lfo n s o , algunos criados , v dichos.
»D o r v il h ijo entrando y apoderándose de
la otra P isto la ,
D o tv . hij. Deteneos Padre mio, d e z a d - mela.
L iv . Acudid todos, contenedle.A los criados,
A l f . A ta d á este furioso.
L o s criados con ím petu quieren hacerlo,
D o rv . E s mi Padre... atrás : respetadle, y o salgo garante de todo.
A l f . N o se le hará daño Señor.L iv ia i ue ha ido corriendo ó cuydar
de Entilia.Pero es preciso desarmarle , si queremos impedir una de&grcaia.
E l hijo respetuosamente quita e l paloó su Padre e l que está en profundo
silencio.D o rv , Pad. ^En donde e s jo y ? rodeado
A rdien do en cólera reprimida, de tantos infames ? ¿ Y el G efe de ellos respira todavia ? Bl ha seguido mis pasos para insultarme hasta a q u í ? . . Tiembla! este brazo aunque desarm ado, sabrá derramar tu sangre.
F ra n v . Amigos dexadle en plena l íb e r - A d elá n ta se con intrepidez.
tad , y'" que me oiga. Sí ; de vos aguardo la m aeríe : ella no es mas que un momento. Sino por un prodigio ( y rodaría ignoro si esto lia sido un beneficio para m i } , ahora que os hablo , y a deberla estar difunto ¿ v u e s tro s pies i mi sangre, de la qual estabais tan sediento , debiera haberse vertido ya. Pues bien... oíd mi voz como si saliese de mis labios moribundos. D icese que el odio se extrague ea los umbrales de la muerte -, y que en ellos se disipan las venganzas* V ed la sombra de aquel á quien asesinasteis : ella os acusa an este momento } os cita ante el tribunal del J u e i supremo: ante su visca formidable eos preseatamos
2 5 'entrambos 5 y « con el puro y legítimo a m o r , que el Cielo mismo y la naturaleza encendió en mi corazon; vos con aquel Odio y i l , y fiero , que degrada ai hombre hasia convertirle en un asesino.... Padre inhumaao ¡ responded ahora... y o amé á vuestra bija; y ella me correspondía. Porqué fuisteis bárbaro é injusto? porque me aborrecisteis ? Y o procuré aplacar vuestra enemistad^ y no he hecho mas que irritaría. Todos vuestros delitos, son hijos del orgullo ; y los mios del amor. Estáis aqui acompañado de vuestro crimen , mientras yo puedo v iv ir c i e n o de que habrá millares de corazo n e s, enternecidos á vista de mi desagracia .... no h a y mas... yo- habia nacido para ser^hijo vuestro. Pero ahora r o s en mi no veis si no un acusaijor.
Señala á Um ilia.M ira d á quien dais la muerte.. .. Mas
Ü esp aes de un breve silencio, puesto que Ja providencia me ba salvado , ¿qual es en este instante la voluntad del C ie lo , y la voz de la iiatu aleza ? abusando de vuestros derechos tiránicamente , ios habéis anu- “ lado: si hasta ahora vuestra unica ley ha sido la fuerza , ella con m ayor justicia será y a la m ia. Declaro pues en presencia de todos, y delante del C i e l o , que E m ilia es mi c o n s o r t e ; que me pertenece por su elección. M e ha querido por Esposo, y siendo nuestra unión protegida por el C ie lo y a no temo cosa alguna, sino al C ie lo mismo, que me vé, que me o y e , y que en este dia me dará su fuerza, su asistencia, y su apoyo. Q uerida Em ilia disipa tu h ó r r i d a a g itació n , y animada por la virtud, dígnate ser mia enteramentej y t u , a m i g o , h e rm a n o , y consuelo
S eñ a la á D o r v il luego, nnestro, ven, ven á servirla de Padre, pues ella y a no le tiene, Pero no im porta : dos amantes unidos é infelices son dos seres sagrados p a r a . to d a la naturaleza. Vámonos , dirijámonos al asilo , que puede librarnos de tanta persecución... E n todas partes se hallan altares para recibir nuestros jora- mencos*
D E m ilia
£m¿/. Diitentft Franval: el corffzon de Li>v i>ii(f>H¿ose con
EinKa es rodo t^jyo , y la muerte no nos puede quitar mas que ¡a v i da... Si se hubiese derramaiio tu s a a - g r e , y o habría perecido ai lailo t u y o i tu vives, gracias ai A uto r de tanto bien ; pero üemasiados horrores nos rodian. En es:e punco salgo de Hii engaño : he ofendido la mas sagrada aucoridadj' y el cielo para n uestro escarmiento , nos ha hecho ver ua amago del castigo que nos está destinada tai V3Z. Si no puedo sc focar ini amor, por lo ménos sabré sug^tar- io. L loro y obedezco. E l deber me habla , y y o me rindo á su voz: jamas daré mi mano sìa el consentirá jento de mi Padre.
F ra n v . Tam bién E m ilia contra mí! ¡tam- djnd» un gr'ito
bien tu! A h ! este golpe imprevisto me quita la vida !
£ m i¡. M ira á mi P a d r e , y habla si- Señalándole e i Patire.
tienes que responder ; lee los caracteres que están impresos en su respetable rostro , y cii si tienes atrevimiento para replicar : Faltó poco para que yo fuese ocasion de tu m u e r t e , haciendo hoinícida á mi Pa- d r e j tanto peor para tí ¡ si no me atiendes. E f amor ha combatido demasiado confra la naturaleza , y es razón que squel ceda. E s preciso ha-
Pónese a l lado da su Padre. cer un sacrificio ile mi niismaj disponed de mí : el respeto , y mi o b e- diencja venc«n todo otro sentim iento; y tü que por ira del C ie lo naciste para turbar la paz de nuestra familia ¡ recibe mi' último á Dios. V o y á üorar la- pérdida del amor Pa terno , por todo el resto de mis dias, procurando m erecer mi perdón; huye de m i , no me escribas... te amo si con todo ei vigor de mi alma ; pero te renuncio. A D ios para siempre... £ s t a es tu sentencia ; me costará la vida 5 siíi embargo la he pronunciado para no variarla jamas.
Franv. L a sentencia es de muerte,, ,. M uere "infeliz. Q u é quisieras hacer en
este mundo ? E m ilia te desecha! v o i -
Toma con rapidéz la p iste lá que está en las man'is de D o r v il hijo y le
presenta la pistola. ved á tomar este instrumento de m u e r- te , y no erreis el tiro. En rai desesperación , ella es un regalo. Q u i tadme , quitadme esta vida odiosa é insoportabU. Para salir de aqni, para abandonarme , es preciso que seáis primero testigos de mi muerte. En una palabra , sed mi Padre o mi asesino.
Con expresión viva.Y a he p idecido demasiado tiempo ; O aniquiladm e, ó que Emilia me sea- debueltri... T o m a d , ó siso mi mano toJavia mas pronta.. . L a muerte ó
^ u ^ lv s la p istola contrá s i mismo, y con e l úitinio esfu erzo del sentin:iento dice.
Emilia.'D orvii. Pad. T ente Joven infe liz , d e -
Conmevido deteniéndole e l brazo. tente Franval... .
F ra nv. ¿ Vos me deteneis ?D orv. T u su.nision te salva : y o te
concedo mi hija.
F ranva l arrojando la P istola se arrodilla á los p ies de D o rv il P a d r e , y
abrazándole las rodillas'.
F ra n v . Dónde estoy ? | sueño ó deliro ?
D o rv . b ij. A h Padre ! de' este modo adquirís otro h i j o , os amaremos á porfía.
E m il. E l alma de mi Padre es generosa. Ju.sto D ios q c e conduxisteis á buen fin todos estos sucesos , recibe ahora de noáotros mil rendimientos de g r a cias.
L iv ia abrazando á Em ilia , y enjugándose los ojos.
L iv . ¡O h momento inesperado.!A l f . } Dichosa Joven ! no puedo coa
tener mis lágrimas.
L o mis'ino e¡ue L iv ia : esta y A lfo n so se retiran aírñs,
D o rv . Pad. S i bija , y a eres Esposa : ■na ráfaga de luz ha disipado mi
enojo
enojo., pero acordaos todos dei ins- tafjre ds m i ' perííon.
frar.v. ¿ Y como podríafficá e!vÍdarlo? jamás se pasó con canta rapidez, del
'A Em ilia. exceso de la desgracia , al colmo de la dicha. Unios codos conmigo., p e r mitid que vuestro hijo os abrace. T a l es FranvaJ.
A D o r v il P u dre deteniendole con dulzura.
D o w . Ambos sois dignos de mi ben- dicicu , p*iro íio q j ie r o q"ue me abra* z e is , hasta que haya resarcido los agravios que os he hecho.
F ranv. Y a Jo está todo.D orv. h ij } Q ue dichosos somos !E m il. ¡Taaibien lo sereis vos querido
Padre !D o rv . Callad : IWe lleno de rubor ; la
vergüenza , y lus remordimientos se han apoderado de mi. ¡ F e l iz yti, que liego á experimentar tales sentimien-
f^Olviéndose ó L iv ia y ó A lfo n so .
tos pero la sorpresa, y ¿1 furor me habían quitado Jas palabras. T o d av ía no puedo salir de mi confusíon. D s - cidnie ^Porque raro caso os he encontrado en dos posidas diferentes ?
L iv . Señor imploramos de nuevo que nos perdoneis.
A l f . No limitéis vnestra bondad.L iv . Vos no os encontráis en el para-
ge que presumís.D orv. Pad. ¿ Cóm o ?A l f . Con la obscuridad de la noche os
han vuelto á conducir á mi Posada, sin que vos io hayais notado.
D orv. Pfli/. Quien ha tenido atreviuiien- t o , para engañarme a si? T a l vez n i bija 3
e s c e n a V. ''.y
A<<if?s , cus du-.-.:.r.i3 ,^!iíéiifír E s ^cena ss ba t-co^núdo dos ó tres v eces
j ’ los dichos.
A n d . Vamps, ahora entro y o . Pues señores , ya que roño debe descubrirse , v o y á confesar que fui yo. No os encclerizeis; yo lo encontré este bello arbitrio.
D orv. Pad. ¿ T ú ? Y nadie te lo acón—SíjÓ ?
A nd. Nadie , Señor , nadie.D orv. Pad. ¿ De veras ?A nd. Os Jo juro i todo salió de mi
cabeza ; no tuve valor para consen— tir , que esta señorita se viese e n cerrada entre quatro paredes. Etla lloraba , y yo la acompañaba en su llanto. Y a de ante mano habia co- jíocido á su amante por ua hombre de bien , generoso , noble, 'bizarro y sumamente apasionado por ia Señorita. Concebi la idea de hacer que volviesen a verse ántes de sq ù lt im i separación. Tenia dentro de mí un 'C ierto- 'presentimiento. Basta , yo se muy bien que no suelo equivocarme , y efáctivamsnte no ha sucedido daño a l g u n o »
D o rv . Púd. Br:bon , te arriesgaste mucho. Üi y o lo hjbi-ise a f iv er i 'd o , 3 buen seguro que en mi primer transporte te h a b ría -h e ch o saltar la tapa de los SC:50S.
A iid . Ob! N o habría sucedido , no.Riénd'ise.
D o rv , Fad. jC o m o ? Con que seguridad ?
A n d. Y a sabia v o , que aquellas pistolas no harian daño á nadie.
D j r v . Pad. I C o ü w ¡o sabias?A id . IVIe hieiscsis tanto miedo mirán
dome,.,. quan:’ o una persona está encolerizada Sí: desconoce á sí mi«T:o, no es así ? y o no hablé palabra j pero observaba. Os ^.ordais que entrando en la Caballeriza y apresurando la gente , y ios cabaílos, d e- xasteis vuestras dos pistolas a mano derecha cerca del pesebre ? Y o en
tonces callandito aproveché la oca— sioQ , y con destreza pude sacar las balas t desando la pólvora... Con qué
. y a veis quan seguro estaba de que todo habría parado en un poco de ruido y nada mas.
lE.mil. Q uerido Padre ! este hombre salvó la vida á los tres.
F ra n v . ¿ D e que ha pendido nuestro destino ?
D o rv , Pad. E l cielo , y a está v i s t o , el cielo , veló sobre uosorros, mientras que cada uno estaba fuera de sí. E l cielo quiso dignarse de impedir que y o cometiera un grave crimen. ¡ Quan despreciables son las pasiones furiosas en el instante que se liegan á conocer! Y o te premiaré
á A n d rés, y vosotros al extgnder el contrato de bodas señalad á este buen jovea
. una peosioo deceote.
A n d . Oh! quedo mas cotitento de verque se amaa con vuestro consentimiento , q«e de todo quanto oro me podáis dar. N o quiero mas recompensa que, vuestra gratitud. Se hace atrás»
D crv . Pad. Queridos h i jo s , retiraos, ne- D espués de un rato de silencio.
cesito estar solo. Mañana al levantarnos no rehusaré estrecharos entre mis brazos j Pero no me será dable disfrutar del verdadero placer, y felicidad , hasta que mi conciencia quede sosegada , y y o contento de mi propio, j Oh quan fácil es dexarse llevar de las pasiones , y ¡quan f u - □estas suelen ser sus resultas!
D o r v il Padre se v á p or ¡a porte que A ífo n so le señala-, un criódo le sigue: L o s demas se van por io opuesta, pre-
cediéndoles los criados' con luces»
F I N.
C O N L I C E S C í A .
Barcelona : E n la Oficina de JU A N FR A N C ISC O P IF E R R E R , impresor de S. M . ; véndese en su libr&ría admiaúcrada
por Juan Sellent.