28
* Núm, 15 I VEx\CEN EL RIGOR DE UN PADRE OSADIA Y SUMISION. ó S E A FRANYAL Y EMILIA. DRAI\ÍA DE CINCO >CTOS EN PROSA.- Kefimdiio del original Frances J)or el Exceleníísinro Sefíor Don Francisco Albergatti., Manjucs de Aiborgafti Capaccli Caballero ds ¡a Real Orden de San Esîa:mlào , Chambelan y Ayudanta general que fué 'dé los Reaks Exércitos de Polonia, \ Y TKADUCmO AL IDLÜ?.ÏA ESPAÑOL POR D. M. A YGUJR ACTO RES. D¡>rvii Padre. Dofv^ hijo. 'Pr-onvu¡ amanPe He Emlia. yí^fotiío M testro Ù3 Postas. Zi'Vza tu Sobrina» Andrés , Posíühn, Beltran Criado de la Votada, Otros' Criados, . La Escena se finge en un Pueblo de la frontera de Francia, ACTO PRIMERO. I E l Testvo representa un't sala de Posada. Franval sentado cerca de ufín mesa tfí— cribiefído con prisa, doSia una C/ifta, y ia sella. Toduvia es de noche. Encima de mesa habrá-un» luz qus estará apagándose. Se h'^^onta Franval^ y se pasea presuroso. Estará sin peinar y a n botas. ESCENA PRIMERA. 'Fran'oal paseándose. había nacido para mi .... Ella es ahora mia... Parece que los dos no teaecn&s mas que un alaia. EaúUa m« ha escogido por su libertador ^ y ya me considero sa Esposo. Quiea pretenda dividijuos , ieb" antes ' qui- tarnos la vida,... ¡Que noche he pa- sado ! el t^nior, la agitación, el amor p el 9&tremecin)Iento alternati- A

FRANYAL Y EMILIA.dadun.unav.edu/bitstream/10171/24067/1/FA.Foll.005.407.pdfOSADIA Y SUMISION. ó S E A FRANYAL Y EMILIA. DRAI\ÍA DE CINCO >CTOS EN PROSA.-Kefim diio del original Frances

  • Upload
    others

  • View
    3

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: FRANYAL Y EMILIA.dadun.unav.edu/bitstream/10171/24067/1/FA.Foll.005.407.pdfOSADIA Y SUMISION. ó S E A FRANYAL Y EMILIA. DRAI\ÍA DE CINCO >CTOS EN PROSA.-Kefim diio del original Frances

f » * ’N úm , 1 5 I

VEx\CEN EL RIGOR DE UN PADREO S A D I A Y SUMISION.

ó S E A

FRANYAL Y EMILIA.DRAI\ÍA D E CINCO > C T O S EN PROSA.-

K e fim d iio d el original Frances J)or e l Exceleníísinro Sefíor D on Francisco Albergatti., M a n ju cs de A ib o rg a fti Capaccli C aballero ds

¡a R e a l Orden de San E sîa :m là o , Chambelan y Ayudanta general que f u é 'dé los R e a k s E xército s de Polonia,

\

Y T K A D U C m O A L IDLÜ?.ÏA ESPAÑOL

P O R D. M. A YGUJRA C T O R E S .

D¡>rvii P adre.D ofv^ h ijo .

'Pr-onvu¡ amanPe He E m lia . yí^fotiío M testro Ù3 P ostas.

Zi'Vza tu Sobrina»A n d r és , P o s íü h n ,B eltran Criado de la V otada, O tros' Criados,

. L a Escena se finge en un P ueblo de la fr o n ter a de Francia,

A C T O P R I M E R O .IE l T estv o representa un't sala de Posada. F ra n v a l sentado cerca de ufín mesa tfí— cribiefído con prisa, doSia una C / ifta , y ia sella . Toduvia es de noche. Encim a de /«

mesa habrá-un» luz qus estará apagándose. S e h'^^onta Franval^ y se p a sea presuroso. E sta rá sin peinar y a n botas.

E S C E N A P R I M E R A . 'Fran'oal paseándose.

había nacido para mi.... E lla es ahora mia... Parece que los dos no teaecn&s mas que un alaia. EaúU a m«

ha escogido por su libertador y ya me considero sa Esposo. Q uiea pretenda dividijuos , ie b " an tes ' qui­tarnos la vida,... ¡Q ue noche he pa­sado ! el t^ n io r , la a g itac ió n , e l am or p el 9&tremecin)Iento a lte rn a ti-

A

Page 2: FRANYAL Y EMILIA.dadun.unav.edu/bitstream/10171/24067/1/FA.Foll.005.407.pdfOSADIA Y SUMISION. ó S E A FRANYAL Y EMILIA. DRAI\ÍA DE CINCO >CTOS EN PROSA.-Kefim diio del original Frances

v a n e a t e c*aiKueveti tal c«razda.... |A h fu a a c o cardji á amanecer esc« dia!. . . .

E S C E N A ILnìtUis v tu liil'j J -y « l dìcbo,

j i i f Se puede e n tra r?D e tJ ¿ Jàntro y uí’fn n d o iaoieiUotomentg

l* puerta d«i meJi^ p » c o , d poco. P ra n v , V e i i d Alfonso.

Saliin do/t a l encuentro.' facadnie >ic mi ¡«quieta incertidumbr^»

Decidm e. ¿ C o c o ha pujadi) la coche? habéis estado cerca de ella ?

^ I f . Si Señor; Li\'ia ini sobrina ha ha­cho ju debef y no la In abando- óado un solo instante. Demasiado no^

. in teresabi ci corresponder á vu-’ srros encargos. aiucho la Señorita endoiiiiirse y cntgnces tny he salido p o - co á poco por la orra puerta á lìn de r.o t>irbar su sueño.

"Franv. ¿ Con que ahora duerme ?^ I f . Seguramente.F ranv. Q uiera el C ie lo prolongar su re­

poso , infupdiendo en su alma Ja traaquilidad , , y el sosiego.

Pero íe ü o r F r a i i v i l , vos deseáis el sosiego ¿ los demas , y no habéis hecho o í ia cosa R n t )d a la noche que pasearos por vuestro ■quarto. Y o os he oído muchas veces andnr por él con señas de agit^ncion. T o d av ía no os h a ­béis quitado ii5 botas. Quando yo es­taba para d o rm irm e , al Instante al­gún ruido....

Vraav. Perdo;i .d querido A l to ls o , p e r - doaudms. Y o ao penss. que vuestro aposento «staba ten cerca del m:o. N un ca atiendo á cosa alguna.... A ia ver;ídd soy m uy indiscreto.. . Perdoaari- m e , y o qutria marchar hace mas d e vna hc.>a, y to d iv ia no h i salido. M e haBeís dlcbo <jue • de aquí á R e - a efo rt h a y «aas cinco leguas. Es pre­ciso que hagáis ensi l a r un Caballo. P ronto estaré de v ú ^ ta .

¿ C ó m o ? ¿ n o quereis aguardar ^ue vuestra hermana dcspiertt V

FrcM v. N o es necesario. L« entregareis este villete. D e c id la que ao be ido » u y lejos , que volveré m uy áates de anochecer... Tanto v ò s , como vuestra ■SQbiiaa jprccvua^ dUtr&ciU j

Url9.. . c[ue estos brevet k s t a a í e s ¿t separación por cortos que os p area - can f seráii muy largos y pesados ta n ­to :,ara cila como para mí.

^^if. j y vos seis su herm aro?.. .M ira* do fixam »nie á B ra n v sl. .

V 'u n v . ¡Ah qücridü! ¿Acaso es ha coa^ fíu.dü eila? .

F ra t.v . iNada nic ha d i c h o , pues hasta los mismos scspiros i-.a ‘procurado re­primir, csforzáodcse en ¡ipai entar tran- qu:!idf,d... Pf'ro quando a y e r tarde 09 apeasteis de la Ciilesa fti esta c a ­sa de i 'o ítas , al insíantfe á vísta de vuestros t e m o r e s , y de su cuydado

Sospeché... Y a veo que todos vuestro® r » g o s son ¡ie un hombre de bien , y • que caructcri/.Tn en vos unicaniente ej

, respeto.... Ella e fectivam ente lo mere­ce , tanto por su atractivo , como pof su modestia.

F ra n v . ¡ A h ! ¡ sí la conocierais !A ' f . Sin que y o quiera internarme ea

vuestros secretos , os d ire que me in­tereso muchísimo en favor de aquella Señorita. Y a hace mas de diez y ocho años que tengo aquí ca fa de Postas, y puedo asct^uraros que toda la ve c in ­dad me honra con su confianza. A d e- m is mi Padre s irv ió en vuestra ca ­sa , y en ella hizo su fortuna. M il veces me lo repitió quando viv>a. Desde que habito aquí no os habia visto u ia s , pero rué acuerdo bien de quando erais uiño , y jamás supe qu» tiibieseis her'maja algiina.

F ra cv . Y o sé que vuestro Padre era m uy amigo del mio ; ¿ é vnestia hom­bría de bien 5 y por lo mismo resol­v í venir á vuestra casa. Sois viudo ;¿ no es veidad ?

v í t / . S í S e f ic r hac*? s e is años.F ra n v . ¿ Teneis hijos ?A f f . N o Señor: L os perdi eo la edad

mas t i e r n a , y el C ie lo me ha p r i - va.io de este gozo. Y o hubiera de­seado poder criar una niña que tenia, unicamente por el gusto, d-í casaría.

F ranv. S i tubieseis alguna h i j a , ¿ ñ o l a daríais á quien el!a amase y escogie­se, y que'por cooseqüencia debería te­nerla contenta ?

B í t e , me p a r e c e , seria el úpica■ae-

l '

Page 3: FRANYAL Y EMILIA.dadun.unav.edu/bitstream/10171/24067/1/FA.Foll.005.407.pdfOSADIA Y SUMISION. ó S E A FRANYAL Y EMILIA. DRAI\ÍA DE CINCO >CTOS EN PROSA.-Kefim diio del original Frances

. m fdlo de poderme vanagloriar á c ha­bar h ; c h o un niairinionio feliz.

P rá n v . j B iea h . y i vaestro ca rá c te r ! abrazjfíchíe.

N") to.'os piensan así j y solo los de Tuiscra coniic ion.. . . Pero es ii iátii el q uj 'i ’.r m i d i u m s prcoonpiciones bár­baras é iasap^rablss. Y a es t i:m po q a i os lo declare todo. VueóCras sos- peclí.is, n o , no son in jjstas. Av]uella jó'/f.n, q u ; dsscinsa allá dja^-ro , no es hdr.nirii ;n'a. Se llama E u i l i i Dor- vll. D s j ' ie nu;>t;03 pr¡ni:ros afios nos h s ;n33 q jc r id o c j n m j t j o afjctOj m e - reciendv'v la ap.'sbac'on y c'jasentiiuleti- Co dé sa Madre j qalen m afió y a por naístra desgracia. E ' i í i l i i q a e i ó e a - tera.ii3ate baxo el doaiiiilo de sa Pa­dre : ?ar¿cla, que éí m,j am '.bi también. D sapl.iJ.idj ! S'i ha c o iv s r t i !o de re- pJ3*e CQ m í m is cr-.ul periscutor,... Q j a s i en el inÍ5; io iiscao^a da OvOr- garm"? s j h i j t por E íp osí , m i la qui­ta barb>.r?-n3 ice , desterraiJo:iie de s j casa: T o d av ía hace m is j resuslve e n - cerr.ir ¿ Eíiiilia en un retiro. A y e r fué el dia que debía dsposuarla en la horrible C á r c e l : fué el tremeado día en e l q j e yo d:;bia perder qu.into hay de i n i3 adorable para mí en el mu:i-

. do j p¿ro nie siento hoy aüiaiado de / en naevo vigor j ma parece que g o -

20 de una v ü a n je v a para m í: y paes que he conseguido libertarla de una vio!en:_ia fatal....

y í! f . ¡ Oh Ü io 3 ! bcfior, qaé d e c í i? ¿ ic a - sa H robasteis ? N o puedo creerlo : So i i demasiido hombre de bien ; y a i e t ia s m! casa ao podría serviros de asÜo otra vez , si,...

F ra n v . P o r D io s no me condeaeía sin oirmc. j Q i i s i í r u i s q j e despues de un am.ir d.¡ citico a ñ o s , díspues de la inc-^rtidumbre de conseguirla por £ a - p )5a , desp-.irf de haber merecido la amisíad da su hermano que la aoia también Cjo i.i luayor ternura, l?. h.i-

' biese ab;indon:id» al furor de un P a ­dre bárbaro é inhniiiaoo !

Y a , y a S - iñ j r , de un Padre bár­baro é inhutnanoi Estas son cosas buet}as p ira d e c irs e , pero el Padre es sieüupre P a d r e , y si falta á su de­

ber h a y mícllds 5 f^seufrír;nadie puede hacerse la justicia por si mismo.

F r a n v . Los medios que quereis supo­ner son deaiasiado lentos.

¿ Y porqué motivo el Padre de Em ilia S3 h i « jelC'j contra vos, hasf* n eg iros la hija que 05 h i b h cfrecIJo ?

F ra n v . u n a disputa q;ie .sobrevino a m t a r ie esi «a casa. H iblaba cOn mi PaJr.j sob.'e a 5jnt->s de nobleza, que­ría que eS' i le co.ifcsis; u:ia in fe r is- I r i J a i en la co .i l l : io : i y c i la sangre, y efícciv'.r. i-íat5 no la h i y . L a dis­puta se e n ce n i ió y y o sostuve co»

a fd o r Us ra io n is d i mi Pa­dre y las mias. E ico basró para a g r i » aquel ■ c-Oi'aiO.i' trti(/alo.

s o b i r / i a , vicio infernal.Y o lio estoy co iten co de mi pobreza, sino p:ir e>ca razoa. E ' i . rs lu s j ' . ro s no Si tr.U4 de sang;*e, sino quando el C ira ja í io . nos v ieas á visitar. Per# a^ui viene mi Sjo rin a. A esta t a n - bien le d i5¿iisrari ei q ’je n a iS ír i O i — teria corra peligro de., ..

E S C E N A n i .

L i v i a , y lo í d ic b o t,

Zi^via. ( Salff ¡¡o ra n d o ,)A^f\ ¿ Por.jHá lloras ?• j q'ié t ie n e s ?F ra n v . Htbeis dexado sola á E m i l i a ?

1 no qu'¿:;erd ... Con v iveza ^L iv . N o i-iinais cosa a lg u n a , Señor. Mb

intereso canto por e i i a , como por vo* misino. Es imnosiblc v e r l a , hablarla,

- ni olrln-, sin prefjsarla un cariño e a - t iafiabl: , ni dexaf de enternecerse á v i i í a d e . s u j disgracias.

F van v. ¡ A¡i ¡ quanro o í agradezco esé atfcitü! ^pero dec'diiie : duerme ?

L iv . T o i a v i a está se-Tt^da en la sill« poltroiia en donde la d.exasteis a ye r .Y a hnct rato q-ic es:á sosegada. Si d e s i i - r u , si momento la criada vea^ d.*á á avisarme,

A i f . En quanto al afecto y- buen c o - razoQ n« cedo á nadie , pero es pr© c i s j lambVen que bu olvidem os ouei— tra seguridad.

L iv . ; Con que es vuestra hermana ch íc a ^

Page 4: FRANYAL Y EMILIA.dadun.unav.edu/bitstream/10171/24067/1/FA.Foll.005.407.pdfOSADIA Y SUMISION. ó S E A FRANYAL Y EMILIA. DRAI\ÍA DE CINCO >CTOS EN PROSA.-Kefim diio del original Frances

yaya , vay& qtie os aierece mucho ca­riño la ta l hermana!

J Í¡f. I Con qué lo sabéis todo?P ra n v , ¿ O s lo ha contaJo?L iv . Pues no? T o d o enteramünte; y des­

pués tanta ternura , tanto transporte... j l l f . ¿ A c a s o te parece que ios senti­

mientos del amur son mas ardientes que los de la sangre ?

h iv . Y o creo á que la f u e f t a de un amor verdadero , no h a y cosa que pueda superarla.

i l / / / T o d o v a bien ; pero aqui í.Í ellos, ni nosotros esiamu:; seguiOS, y por fin....

í i v . Por fin , es preciso que no les aban- jdonenios á costa de nuestros bienes, y de nuestra propia vida, listos Seño­res rnergceii que por ellos d o s expon­gamos á qualqaier riesgo. Q uerido T io dexaos persuadir '; también irían á otra parte....

A i f . V am os, haré lo que me dices, pues no tengo valor para desampararlos.

F ra n v . Y nosotros con el corazon y con Jas obras os probaremos nuestro per­petuo agradecimiento....

\\

Transportada mirando ia "Pueita,L iv . V o y allá r o y allá : Ha disper­

tado , y corro á verla. ap arte,

E S C E N A I V .

FranvaJ y A lfon so .

T r o n v . Y o me v o y al insíante. N o os clv iJeis de üfírregarb esre viliete, ccu el que la o ip l ico el motivo de mi marcha;

A lf> { O h í venid ántcs á verlaj no seáis tan cruel. •

F ta n v . M i m lim o amor me obliga á hacerlo. S í me paro á hablarla , me

. será- mas doloroso el partir. j í i f< Pero yo todavía uo he mandado

en&iUar el Caballo .. PucíS no tardéis por D ios ; v a ­

mos juntos, pero y a es imposible 5 ella v ie n e , y es preciso detenerme,

rfí//. M e alegro m u ch o : H.ibladla: T e ­neos vuestra c a r i a , y explicadla ds palabra lo que la habíais Escrito. Se­rá n e j o r asi. Pobres ta^sa.QS&'ifü !

me haríais ^ussi llorar. V o y i pre­venir el Caballo.

E S C E N A V .

Em iÜ a con trag e blanco y y e l p elo tendido y •lestidii con ii:ccni.ia y pero co* desviliño, L iv ia ¡a sostiene, h'rtw val h s.i!e a l e»cuent\o. A lfon so vueive upe—

ñas su ha empezudo Ja E scen a.

F ra n v . Querida ,E m il ia , todavía os veo tan abatidaV f ,E s este el valor coa qae m« habíais prometido esforzaros? Este es el espíritu que inspira un amor verdadero ? Sentaos. D ecíam e , habréis pasado muy mala noche?

Emil. ¡Oj-ila únicamente hubiese sido colcrosa la npche ! pero F r a n v a l , oh D io s ! al dispertar entonces ha sido quando mi coraaon despedazado...

F fu n v . Y bien amada E m ilia ¿ qué mo­tivos habéis hallado al dispertar pa­ra funestaros de tsl modo?

'Emil. I Quercis que os lo díga ? Estos no son y a aquellos instantes felices, en los qne nii corazon disfrutaba de la« puras delicias de la naturaleza..,. Esta es la hora ea la que yo entra­ba al quarto de mi Padre , para r e - eibir sus c a r ic ia s , ahora me e str e - chava en sus brazo? , y me honraba con un nombre que y a no oiré ja­m á s , y que tampoco merezco. ¡ 4 h, i n fe l i z ! que poao ss parece este dia á los demás , de mi vida pssada !

FranVj Aniada E n i i l ia , no ignoras que y o también le quería á aquel inhu­mano. Y como poJia d e s u n ir le siea- do el autor de tus días ? D ex a que yo me justifique delante ¿ e estas bue­nas gentes. No te he robado á uta P a d r e , sino á un T ira n o libmndote de la violencia oo/i que querian opri­mirte. Y o seguía la Calera que te iba conduciendo al destirrado retiro. L a seguía con el objeto do conocer aqi:el sitio lat^l : 01 tus gen>ldos : no supe resistir á tu ciesesperúciori, ni á la niia: Salto de la s i l la , me ves , y m t llamas encomendándote á lui; E u t o u - ces me resuelvo á suplicar 3 tu P a ­dre j pero él se niantiene s o rd o , á

i a -

Page 5: FRANYAL Y EMILIA.dadun.unav.edu/bitstream/10171/24067/1/FA.Foll.005.407.pdfOSADIA Y SUMISION. ó S E A FRANYAL Y EMILIA. DRAI\ÍA DE CINCO >CTOS EN PROSA.-Kefim diio del original Frances

ínflexibl« á mis plegarias y i tns sollozos. „S a lv ad m e Frauval (dixisteis), ¡ , á v“os me abandono ; libradme de la „ Cárcel y ae* la muerte que me , , aguarda.'^* A m igos la doliente voz de ia ¡nt;lÍ2 Emilia enciende ini eno­j o , y ofusca mi razo.i , precipirán- doms al deiirio y al f j r o r . Et am or, 1-a dssespcracion guian mis pasos : corto las rie:iÜ2s , traspaso los Caballos^ me atrevo á detenerla y á robarla de los brazos de su P a d r e : E l me hie­r e , curr.; mi s ingre , pero yo no lo a d v ie r t o , ó .por lo tn aos no hago caso d i e llo : EaiiJia salta -precipita­da de Ja Calesa para subir á la mia, y cas desinayada entre mis brazos abiertos para guardarla y defeaderla. Estrecho en ellos el bien que m is ado­ro , y mis manos sienten ios lá t i io s d e su corazon. Jiespues de todo , la conduxe aquí con la velocidad que habéis visto: ¿ con qué decidme aho­ra vosotros mismos , en . qué somos r e o s ? ¿ Q u é delito hemos cometido? E lla debía defeodersií contra vio­lencia , y la injusticia : y y o apo­y a r sas derechos. .

£ m il. T odo esto es verdad , s í , peroj s h ! la ira de mi Padre ihe persigue entre tanto , y acaso clama contra m í )a del -Cielo.... ,* A b tiemblo s o - l i a j e o t i en pensarlo •, j Q ué situación

la m ia ! ¡ E n dóode estamos! ¡Q u é hemos htcho !

F í ‘í3«v. N ada que no ssa dir igido por las mas puras intenciones. Esta es una hostería , es verdad j pero gobernada por g^nte ds bien , y podéis estar coa la mayor seguridad. F ué preci­so parar aquí y porque como nos ha- llabamjs tan causados, no era regu- ia r p;-ü£tíguir nuestro viage. Conocéis m i respeto y honradez; Si fingí que -erais mi h e rm a n a , me era muy fácil e l so&x'.i!)er ese titulo : Nuestro recí­proco trato no ha pasado de los 11- Hiites que podrían desmentir esta íic- cion. E n el lugar donde pienso con­duciros , h o y misiBt) se celebrará m i M atrim onio que debe haceros mia. pa­ra siempre,

S m if. ¡ A h q,uaa diferente es m i sitúa*

cion de la vutfstra í Estáis fan tras­portado , que no conocéis la confusioa y el rubor que me oprime.

F r J n v . Ven ced toda repugn arc 'a , EmiJía.u ÜwíA I Y como podré vencer aquel ter-

ror que no me dexa, ni aun quaijdo duerm o 2 í A.h si y o pudiera pinta­ros los sustos eje esta noche ! O í una voz que gritaba Malvada detente** era la de mi Padre : A l instante ixe vu.'lvo y le veo con ios brazos l e - vanlados contra vos , y luego corrió' vuestra saiígre,. .. Y a sé que teneis m is sueños por tormentos imaginarios , y vanos j pero os aseguro que para m i son efectivos y quien nos asegura que no venga hasta aquí .para q u i­taros )a vida á mi lado Ì

F r m v . V en g a si q u ie r e , y sacíese do m i sangre ; sea yo solo la victima de su enojo : N o me defenderé; E l es el únic« enemigo que tengo en e l mundo : sé cfue vuestro Padre es ex­tremado en sus venganzas j pero no es menos vehemente, nuestro amor ; y este corazon que adora , no sabe tem-» bUr. j A h ! procurad imitarme.

E m il. Vos quereis que y o a calle mis temores , ¿mas como podré hacerlo ?

F ra n v . T o d av ía nos q«eda un fuerte apo*, ^ o. T u hermano está de nuestra paF—

te j creeme j cor su ayuda le Tence-« remos tfxlo*

E m il. j A h ! y o no rae atrevía á nom­brar un hermano tan amable ! H oy te­mo por todas las personas gne soa acreedoras á mi cariSo. ¿ Qué e sta r í pensando de su infeliz herntana f ¿Coir qué ojos querrá volverme á ver ?

F'ríJfív. El nos compadece , y nos am s mas qne nueca. £st«y muy cierto do è l io : su amistad no es de las comunes.., . Es n o b le , f i r m e , valerosa y crecerá con nuestra desgracia.

Em il, | Y quereis dominar también so— bre mis p’ensamíentos? pues bien que­dad satisfecho. Y o rae resigno , y no quiero hacer cosa alguna que no sea conforme á vuestra voluntad. Hace muchos años qae os conozco. L a sin- c v i d a d y el honor son las principa­les prendas que siempre he visre ea YCS; y á las debeis raí t e r a ^

Page 6: FRANYAL Y EMILIA.dadun.unav.edu/bitstream/10171/24067/1/FA.Foll.005.407.pdfOSADIA Y SUMISION. ó S E A FRANYAL Y EMILIA. DRAI\ÍA DE CINCO >CTOS EN PROSA.-Kefim diio del original Frances

A Dios; €5 jírecíso separarnos por Tomando e l Som brero y ¡atigo,

por poco tiempo.P aes como ¿ quereis abandonarme

a^Tií , y dex^rms sola ? A q u el valor q.?“.©-experimenio en vuestra presencia sft extinguí enteramente si es apar­ta fs.

^ ra n v . Y o no quería que me vieseis s i ­s o qaando estubiese de vuelta: V o y - Tftt , y al insUnrs m s tsndreis aquí • t r a r«z. N o habla previsto.... Estos pocos 1‘englones os lo d irán todo. Era:- l ia estoy impaciente , y deseo l íe v a - ro8 á lug.tr i in s digno de vos. Corroi encontrar aquel T í o de quien os ha­b lé . . . . A l l í , os lo aseguro, encontra­

r á Ufta carta 4 £mi!ia. s t is quanto acabais de perder j y ©s besaré en entera libertad de conce­derme ó negarme aquel sagrado T i t u - Jo, que ;io me será aprecíabie si no Jo eoosigo dá ua corazon árbitro de sí mismo. -

Mmii. Pues bien^ idos Franval: y a veo que Con nobleza.

•6 necesario. Debo fiarme de vuestra hombría de bien , y de vuestro amor j pero guardaos de exponer vuestra sa­lud , con fa precipitación del viage.... Va le mas que ertipleeis mas tiempo. Y a •staré meno.s inquieta , si tengo mi h<;r- mano al lado. Cuydad de vos Franv^l, j pensad que esto será otra prueba del afecto qd’e Qie profesáis.

¡Franv. Desde que el amor me anima, to­dos los obstáculos me son frívolos. Pa­rece que él vigoriza mi existancía. Un líermano generoso ocupará el lugar de aquel Padre- cruel...,

Cal'a , Franval , por piedad: res­peta á un Padre tan justamen'e eno­jado. K o agravemos mas la ofensa que le habernos hecho. ¿ T o ca á nosotros el acusarle ?

E S C E N A V I .

Hiltran , y iich o t.

MfiJi: S a B o r , el Caballo está pronto: Es preciso despachar I mate»

B m if. ¡ Oii Í2 iof !

P ’ü i 'v s á e a tr en m p r ì w f aboiUnU>íf$, F ra n v , V a lo r , E ra i l i i , valor.

M e parece imposibie que y o pueda es'íar sin vos.

F ro n v . N o temáis , no , no temáis. N o s volveremos á ver. con m a y cr regocijo.

Kn-.U, 5 Y sí nc nos víeseraos mas ? F ra rv . ¿ Y por qué fan bárbara duda ?

Jtiro á tr.s ptes....Enúi. ¿ N o puede s j r que m e arrebaten

de aquí por fuerza ?F ra n v . Estés en poder de Personas qoe

le aman.... j^ if. Y que perderán Ja vida ántes que

permitir una violencia.. ..L iv . S i n o nos m i 'a n , es imposible que

se os lleven F ra n v . E 'n ília!.. . PüftiénM se d¿ rodillas, homilía le mira con ternura , le dó la m ano, y é l I j besa con transporte y volviéndose ó otra p arte , se cubre la

vista con un patJueio.E m iL V e te , si vste. No rae digas mas. F ra n v a l se ¡üvanta, y i ’oiviendose ó A l ­

fonso y á L iv ia les en(cm ':evda á Em iliaf y se v ó precipitado.

'Despues de a lgún silencio,B m il. ¿ S e fuó ya? . . .S e quita e l paríueh y mira con tr isteza , L iv . S i Se’fiora, pero para volver al ins­

tante.E m il. N ó , no volverá al instante: c o -

/ nozco que no le veré mas; Jlamaile, lla­madle por Dios. Franval , Franval , tu E m ilia te llama , y no p je d e v iv ir sin fí.

Levantando / i voz progresivanisnle, A l - fo fiio , y L iv ia la rodeen para sosegar^

la y conducirla á su quatto.A - f . Callad , callad k o gritéis tanto. L iv . Podrían oir vuestros s o l lo z o s , j

suceder algiin des'.Tden,A i f . Entremos á 'v u e s tro quarto.Etr.i!. Compadecedme y perdonadme, ms

dexíiré gnb-.'rnar, por vosotros.A / f. Oh juventud !

Conduciéndola a l quarto.L iv . A m o r , amor : tienes m uy realas

burlas.Effiii. ¿ A qué el amor me conduce ?

À la última desesperación.

À C *

Page 7: FRANYAL Y EMILIA.dadun.unav.edu/bitstream/10171/24067/1/FA.Foll.005.407.pdfOSADIA Y SUMISION. ó S E A FRANYAL Y EMILIA. DRAI\ÍA DE CINCO >CTOS EN PROSA.-Kefim diio del original Frances

E S C E N A P R I M E R A .

jín d r e s sale tipr¿iurJdo , y Bertrán le detiene,

B e lt. Poco á poco í ¿ á donde vas ? ^ n d , A donde dáíio.B elt. Com o quierjs ; pero allá dentro

no eoírarás segiirsmente.Ss^aiaiido e l q u a r ti ¿ s K n úiia .

A nd, Pues allá dentro q':iero entrar.Es imposible. T a n to ia Ü'.-riüri, c o ­

mo l:;s dem is se litn retirado ya. A n d . M i comision es de la m ayor im ­

portancia,* y ellos me aguacdau con impaciencia,

^ e lt. Pues bien i les avísaié .Ándy S í , si avísales: cuydado que un

Postillon no deshonrase la nobleza de esta casa ? que venimos á ser noso­tros ? acaso somos ds diferente carne? Somos d r i le s , y necesarios p i r a mil ocurrencias. Quando nos ren expedi­tos, nos aprecian muchísimo oh bue-* no fuera que nos menospreciasen quan­do ya hemos satisfecho sus deseos, y cuinplido nuestra obligación; vam'os avi- sarle.'j pronto ; quiero descansar.

'%elt. A h í v i í n s el ama sin haberle avi­sado nadie.

E S C E N A II .

A lfo n so f y l»s dichas.

A l f . Q ue d isp jtas son e sta s ? A Dio» A n d r é s : muy pronto has buelto.

Queria entrar... .,A i f . V e t e , v e t i I tus ocupaciones.A n d . Anda , anda á fcegar Jos p lato s ,

ó B ilir a n . ■ que tal vez son mas noble* que los Caballos : no es asi ?

^ e lt . A h ! Picaro.Á l f , Anda te digo... í fJ tr u n te v 4 .

A K d res y y A if^ n t« .

A n d . H e y ?aido eoo la cnayar pre<ilpl*. íacioo , y ahora teago que aguardar,2 £;i d ó n ie e i á aquel c a b a lk ro qu« í-mbió?...

A ¡ f . V e n d r á luego... Entre tanto podráí dar cuenta de tu comisioo' á la S e ñ o * rita

A n d . Es preciso segi’ fSm snte que ía hable. A l f . S i la hablaras , pero q u is iera , que

ne le dixeses cosa alguna puedaa6igir!a.

E S C E N A I V ,

E m ilia qtte sale agitada. '"Livia que la Sfgue i y dicéos.

Em il. Nó , n o , quiero saberlo absolu­tamente.... O h -! y a estás de vuelta? Y bien que h a y de nuevo ? puedo e íp e — rar que ,vendrá mi hermano ?

A t d . Señora diré -, es preciso que ta cuente.. ..

E m il, Y a lo entiendo todo 5 no ha quft«* A g ita d a ,

rido oírte, T e ha desantendido.;* ; 0 I| Dios quan desgracida so y !

A n d .] N o S e ñ o r a , no tal. P e ro aguar*« dad que os informe del todo.

L iv . Sosegaos : .N o os acongoxeis titas de lo regular.

A l f . S i oigámosle : vamos, habJa: e zp li«• caté.A fid . D i r é pues que fui á la ciudad, y

que luego de haber dexado el C a b a ­llo en la casa de Postas, he ido a i Palacio de aquella Sefíora. P arecía u a desierto ; L a s pocas personas que ha­bía en él , estaban como locas, y de­sesperadas. D ecíase por allá que el S eñ o r había marchado furioso, y pre­c ip itado: que tardaría mucho á b o l - ver y que íba en seguimiento de una hija suya, para encerrarla entre qua— tro paredes por toda su vida ; pre«« gvmté por el Sefíor D o r v i l vuestro her­mano. A q u e l la gente me miraba síq verm e me oia sin responderme; fg« respondía sin bab$isne comprehendi-^

i a ,

Page 8: FRANYAL Y EMILIA.dadun.unav.edu/bitstream/10171/24067/1/FA.Foll.005.407.pdfOSADIA Y SUMISION. ó S E A FRANYAL Y EMILIA. DRAI\ÍA DE CINCO >CTOS EN PROSA.-Kefim diio del original Frances

t í , do. E r a nná éosá icfeíbid. Por fin vinovuestro hermanan: Despues de haberme asegurado de que era él le entregué la carta 5 pero de modo que nadie lo a d virtitra . ¡ A h ! si habiesiis visto con que pronticud rompio I3 n e m a , ISO leyó la carta j Ja devoró. E fe c t i­vamente vuestro hermano es un jóvea

' m uy cuaiplido , se os parece en t o i o . Se puso á llorar de modo que me enterneció: quería escr ib ir , y luego se paró. Andaba j se diiceBÍa sollozaba, y todo á un tiempo y estrechán­dome entre sus brazos , me diso: A iv i a a m ig o , vete y difa que al instan­te v o y a l l á : vuelve á callar i se po­ne la mano en la frente j pasease ace­lerado , y mientras y o . estaba ya pa-

■ a*a i r m s , me Jiama. Se pone á es­c r i b i r , y me entrega esta carta , abra- zandome otra ysz. A no haber sido por tem or de hacerle una in ju r ia , ie Isabria debuelto el dipero q u e m e tíió: Tañes me complacieron sus finezas. ¡Que bello jo v e n ! le quiero m uch*: he a n ­dado Cüino un G a m o , y aquí teneis la carta.

Mmi/ta que ss ha id& tran-¡uiiizand9, to­ma con prontitud la c a r ta , y haciin —

u% movimiento como que la- quiere abrir y j<? para de rep ín te,

B*ni¡. j ^ u é ^ i b a á hacer ? A él , y 00 á mi va dir igida Ja ca rra: tal vez en ella h a y cosas que yo no debo s a - fcer.,,. ¿ Y mi Jiermano no te ha di- ciio cosa alguna para mí §

N a d a, nada Señora. M e dexó c a - • briccdosc el rostro c jn itcb^is manos:

inerió por unas qaartos y le per­dí d i vista.

im il. Nada para mí ?... A fi quanto me aflige ei verme olvidada dé él ! ¿ tís posible qus el me desprecie ? A h ! este seria el ultimo golpo de mi d ís»- gracia.

L a is. Pero la carta dirá bin duda lo que DO ha padido , ó no ha querido de­c ir de palabra.

As», <?s preciso aguardar , y eii la cxrtA sin táuda encoatrarcis las prue— fcaí cJe tcrnora.

Ah! tal vee y a me aborrece \ tal rce la he perdUo ttdo en ;m di» I

Id i (Jf.seaflsáf qserítío. Andrés, y que-dad- asegurado de que vuestra fatiga será recompensada.

^ n d . S i es necesario, me hallareis p r o a - . C9H aleg ría .

to á v o lv er á montar por cansado que esté. Señora todo lo haré por servi— riès 5 creedme. T o d o , todo sin in ce- rss alguno: Y 9 soy a s í , preguntad­lo á mis amos: quando ViO una per­sona que me parece honrada cortés jr agradecida como vuestro hermano, n« es preciso que me insinúen lo que de­bo hacer. Ir ia á Rom a de ua saJto...' voyine á dorm ir im rato , si rae ! • p e r m it ís , pero por poco que me ce- cesiteis , llamad : A ndrés A n d r et preno­to pronto, Y al instante me tendreis á vuestras ordenes.,..

E S C E N A V.

lEmilio A lfo n s o , y L iv ia . **.-

E v iiL Este joven partee de m uy §«(ea corazon.

L iv , Nos es m uy afecto. T ie n e un na­tural m uy a m a b le , y respeto á su cJase tiene bastante grandeva de áni­mo. Jamás se quexa porque tenga que trabajar » acostumbrado _ á . este genero de vida , y no conociendo o t r o , nun— . ca gruñe ni el cansancio le quita la alegría.

E m il. f í l pudo ver aquella casa en Ja que y o he derramado ¡a c o n g o ja , y el desasosiego! A gu e lU c:isa'abando­nada de los amigos de mi Padre qus a llí se reunían:;: ahora triste, solirarlal.» A h í ya no merezco que él se fatigue pr»r- mi. Acaso soy dig¡ia de que ét se mueva para seguir á nna hija cul­pable ? ¿ Y si hermano a o v i e ­ne? ¿ s? roe abandonase ? ... Entonces ¿ q u é sería de m i? . . . En e! mundo en-

i tero me veo so'a , aislada. . . , A h !¿ F r a n v a l , F ran val á dande estáis ?

Un insta:it? de silencio.A l f , Dexad de abismaros en tan tétricos

Sacándola de m eiagenam iento. pensamientos, A l c o n tr a r io , debéis pro­curar d is tra ero s, y d iv ertiro s; y o n * ' os propongo que salguis al cielo de«-

q ji-

Page 9: FRANYAL Y EMILIA.dadun.unav.edu/bitstream/10171/24067/1/FA.Foll.005.407.pdfOSADIA Y SUMISION. ó S E A FRANYAL Y EMILIA. DRAI\ÍA DE CINCO >CTOS EN PROSA.-Kefim diio del original Frances

cnhierto. E sto sería m uy peligroso, pe­ro á Jo menos venid ai Jardín , os paseareis debaxo de una calie de á r - boJes j y y o cuydaré de que nadie llegue á ella.

S m iL M i Padre ! mi hermano ! F r a n - vall.. . ( quast fu e r a de s i )A l l í est«n, allí : y a ios r e o . Me pre­guntan , me acusan , rae hablan j á n - tos i gran D ios ! Com o resistiré ?

lA v . N o os abandonéis á -estas q u im e- Pr«curanáo d iítm e rlo .

ras propias de una imaginacioa acaIo~ rada.

E S C E N A V I .

B e ltr a n , y los dicbes.

B eh. M e encargasteis que os avlsára de llegando poco á poco,

quaiquier que llegase. Se ve á lo lejos, cerca la cima del monte una silla de posta , que viene á todo galope. A p e ­nas la podía divisar. ¿Q ué cabaUos les daremos ? Por Jo menos querrán qua­tto , porc^ue hay un postilion que leí precede.

Em tl. Una silla d« p osta? ¡ay de nri !si acaso fuese ?

^ I f . Pero Señorita , sillas de posta lle­gan aquí á todas Jwras. • Y o velaré sobre V o s ; no os sobresaltéis duer­me A n drés? d Beltran.

B e lt . S i Señor , está ea el pesebre ron­cando terriblemente.

N o le despiertes. Iré y o mismo á ver quienes son ; V o s entre tanto idos de aquí. Beltran idos también.

B e lt . j Üh! Todavía tardarán á llegar un quarto de hora, ¿ a baxada es

* -muy mala.Vamos , Señera j animaos : pondre-

' mos todo nuestro cuidado en defen­deros y salvaros. Encomendaos al C ié- ,

- ^ E n á lio que està mfty. abatidrt. lo , y no o abandonará ; Tened va­lor , y nosotros io tendremos también.

Emilia^ L iv ia y luego A lfo n so .

L iv . Puede que sea vuestro hermano.2 No ie aguardais ?

A E n a lta con dulzura.E m il. M í hermnno ? n o , no es él : éi

vendría Solo á caballo : no me ha es­crito una palabra. ¿ Quién sabe I9 que piensa de mí-í* ¿ Si habré per­dido su estimación ? ¡ Q ué cruel tor­mento ! Querida L iv ia , no me dexers. Y o os )o suplico.

Vienen velando. N o perdamos tiem­po : seguidme Señora ; encerraos ea Ja sala de! quarto baxo. A quella no es para viageros y allí nadie entra.

L iv . ¡ 'O h si SI, desde allí podréis ver sin ser ví«ta. Si fuese vuestro herma­n o , daréis cinco goipes á la puerta y y o al instante os ie conduciré : acor­daos de Ja seña: cinco golpes.

E m il. L levadme , conducidme dond« confusa , y agitada.

querá is ; apenas té si estoy viva ¡O h tlia larguísimo y eterno ! ¿ Quién sa­be á que hora volverá Franval i ¡F ra n - vai ! . . Si tengo nn poc® de v a lo r ; este me falta quando no estás en qm presencia

A lfon so se la llev a dando p risa ,

E S C E N A V I I L

L iv ia sola sentándose.

L iv . ¡ Oh Dios no puedo mas ! Esta muchacha me despedaza el corazon.... T em o por ella..,, daría mi vida por verla contenía. ¡ Q u é casta de hom­bres hay en este mun/ío ! Q ué gusto encuentran en perturbar la tranquili­dad ! y dicen que su Señor i’adrc es

S e levcn ta de pronto. un bárbaro. V a m o s, vamos á ver lo que pasa. .. No quisiera que en el Encam inándose á la parte de enmedio. quarto de la muchacha hubiese que­dado cosa alguna que pudiera dar in­dicios j pero y a no estoy á tiempo...? ¿ Quó ru ido?.. . ¡ A h uo quisiera:;:;

B S *

Page 10: FRANYAL Y EMILIA.dadun.unav.edu/bitstream/10171/24067/1/FA.Foll.005.407.pdfOSADIA Y SUMISION. ó S E A FRANYAL Y EMILIA. DRAI\ÍA DE CINCO >CTOS EN PROSA.-Kefim diio del original Frances

! •S e gn.'amina a l quarto dùttile e ita b ñ

E m ilia .

E S C E N A IX .

E n ù lia , ÁljúBSd , L iv iu .

"EmHh que sale cerriendo aterrada j y cubfiéndosi e l rostro con las mar.os.

A lfon so la sigli*, f.m il. ¿ Cielos á donde huiré ? j En

dóads podré oc*>.;arnue ? ‘ j E n òonde■ enr-oiitraié un abismo pera .stpuUar

m i desjtc iia ! Misera yo .. . T iérra i r a - game de una vez para sie.a;pre.

h iv . Qué es esto ? me llenáis de u a «spalto terrible; ¿ acaso es vuestro l ’a dre ?

A l f . S i , él es.JS-nii. Áfa qus y o no podcé : sostener

su presencia! caeré muerta í sus pies. L ív . j Pero porque salisteis, .del q,uar-

to baxü ? . ,A l f . Porque él trataba de i entrar allí

absolutamente. : , .E m il. j A y de m í! Y a oí su tremenda

vo z ; el escremeclniieuto se ha apode­rado de mi , y ha dir igido Jtiis p a ­sos ; me he escapado sin. saber cfeen- c¡3 iba. Se me ha heíjido, l à ' safíércí... una densa .nabe cobD5. ',mis cjus.. .. N o me puedo tenrr. ¡ socorredius!

A l f , ’ Señora por D i o s , ' m o derad-vaes- tro sobresalto: Q j e n> os acometa algún insulto; pero g^ué poiem os ha­cer a h o r i ?

'^ 'nil. T o d a vía la e sto y oyendo aque­lla formidable voz que me despeda­z a las entrañas: sostenedme:-;:. Y.o fa ­llezco. Con tem blor muy f u ’ rte.

I^iVi Es preciso resolver. ¡Infei.'z E m ir Abriendo. CQti prontitud un quarto d el

'■ lado.Üa! y a no poáeis vo lver á aquella sa la ; animo,, esforzaos. El ruÍ.lo parece que va aumentando. Entrad pronto á aquel quarto , y cerrad bien por parte de dentro.

Un frió mortal toe cubre , q ú i- tandorae el v ig o r.

i f iv . Animo , ánimo sino quereís preci- Conduciéndola con alguna, violeucia,. 3»itaro6. E n ira J , y encerra;st-

A lfon so , y L iv ia .

A l f N o quisiera , que este negocio nos causase algún trastorno.

L iv . I Porqué ?A f . Es a 'es una doncella robada á su

propio Padre. E l la busca , la quie­r e , y tiene el derecho y autoriJad competente^

U :v. N o tiene autoridad , ni derecho alguno para maltrata-ría , ni encerrar­la entre quatro paredes , porque está enamorada de un jóven que á él no le gusta.

A l f . D irás muy bien;, pero las l e y e s , y ios Tribunales no lo entienden así. ¿ O y e s , Qyes el maldico ruido qu« hace ?

L iv - Vamos. Esta e» una Kostería d» fama : nuestras acciones sicm.pre han sido dirigidas por la hombría de bien, y nadie nos podrá acrim inar el ha­bernos opuesto á la in justic i . i , á ' la

- crueldad , y á ia tiranía'.A ) f ¡ O a ! s J g a lo que saller^, noso-

; ,tpp's< hve^nos* quatíio ppdamos, en d e ­fensa de la inoceíicia. ¿ O y e s , oyes

- qu» alboroto tan t e r r ib le ? Vamos.L iV i Vamos vamos, f^anse corriendo,.

ACTO TERCERO,

E S C E N A P R I M E R A .

D o r v il "Padre , y A lfon so.

D o rv. Y o sé bien lo que q u ie ro . . . . s4t‘ Ifabl-indo' desde dentro.

lo que busco quiero registra; l o to ­do,. . . D exadm e hacer*

S a le à la EscénOy mirando á todas par­te s : E n la u m mano tiene dos p isto - h s , itís que déxa sob^e ¡a m'fsa. ji^ nr- táse con aiem nn muy fiero , se le v a n ­ta ; patea can velocidad mirando y a á A lfo n s o y ya á la puerta : se búlla en extrem a agitación titubeando en tre s i

debe qu ed arse , <S toarcbar.A l f .

Page 11: FRANYAL Y EMILIA.dadun.unav.edu/bitstream/10171/24067/1/FA.Foll.005.407.pdfOSADIA Y SUMISION. ó S E A FRANYAL Y EMILIA. DRAI\ÍA DE CINCO >CTOS EN PROSA.-Kefim diio del original Frances

Il^ I f . Sefíor , parece que os cuesta m a­

c h o el enconfrar un quarto que os acomode. .. ¿ T odavía no estáis infor­mado de quanto» fcay en la casa, pa­ra eieg¡r ?

Earv., 4 Sois vos el amo de esta P o ­sada?

A l/ . S í Señor.D o rv . Respondedme : ¿ Q ué forasteros

teneis ?j í l f . Actualmente ninguno. Podéis es­

i g e r Jos quartos que os gusten.Dorv» ¡C u id a d o en engañarme ! Hab'ad-

me verdad en todo. T en go derecho para preguntaros. Por aquí deben ha­ber pasaáo precís^unente dos picaros, á quìeues v o y Siguiendo. U n i infe­lice que fs hija mía , y el otro un seductor suyo.. . ¿ Han ven ido ? ¿Han parado aquí ? ¿m arch a ro n ? ¿ Los ha­béis vistc/ ? Os mamío me declareis quaiito s e p á is , diciendome al camino que han llevado.

j í l f . Sefíor esta casa de posta está apar: tada del camino Real : si esos que buscáis son gente fugitiva , segu'-a- mente habrán cornado diferente rum­bo j y yo ignoro de quienes me ha­bláis....

V c r v . S i os atrevieseis á engañarme, os h.\ría arrepentir de ello. Pensadlo bien j os lo advierto.

A l f . No sé á que vienen estas amena­zas.

"Doi-v. No carecerian de efecto : habré combinado mal.... ¡ A h ! estoy fuera

habUindo fu e r a de sí. de mf...! M a rch em o s: si yo llegase i sospechar que están aquí escondí-

lefiántosed o s , ó que los ocultáis i mi justa venganza j con mis propias manos pegarla fuego á esta ca 'a , á a t “ S que dexarlos escapar. Les cogeré ;si'i ha­gan quanto quieran. Pod.''án rerardar su c a s t ig o , pero no evitarlo. A u n - q^je hubiese de andar toda mi vida, la sacrificaría gustoso en su seguimien­to.. .. Pero por fin los eccontraré , y eaíoaces ¡ miserables !...

E S C E N A IL

Uit Criado de D o rtH en tra , y le pre~senta un p la to , p a n , y v in o: L iv ia

siguiéndole y dichos.

Criad. Srfíor , nosotros os ío rogamos... descansad un solo instante; Corneé

Con nntiha dureza un bocado : no arriesguéis de est« modo vuestra salud. Y a hace cerca de tres dias....

D o rv il Padre. Toma an soquete de pan,lo moja en u'% vaso , va á comerla ;

Pero lo dpxa a l in stan te en e l p la to , y dice.

D erv . Fuera , fuera , vuélvetelo á d e a - tro. ¡ L a rabia me devora !

Criad. Fero Señor j dexad á lo nienos,...D o rv . T e digo que te lo lleves todo.

T o d a v ía vamos léjos de poder des­cansar ; vuelve al momento á m on­tar a c a b a l lo , toma el camino de la der^cha , y anda á todo galops. Y o iré p o r l a izquierda. T ú después vol­verás a t r á s , si has descubierto c o s i • alguna.,., observa con la mayor aten­ción ; pregunta : derrama el dinero. Q u e no se pierda por preguntar, ni por prometer: cuenra con los mas pe- qu ' íío s indicios.. . Pronto , pronto, qu« vengan caballos^ y o quiero no p a r a r mas aquí.

Criad. Pero d e x a d , que os lo diga otra v e * ; Oíd nuestros ruegos. ¿ Cóm o sia quitaros las botas ? ¿ sin descansar ua rato ? Y a serla tiempo de mirar po* vos...- En verdad....

D o rv . ¿ ' lo-Javia no me has com p re— hendido ? N ó , no : mis parpados n» se cerrarán , hasta tenerles en tni p o ­d e r: hasta haber castigado al Infame robador á la presencia de mi hija. Entonces podré unicamente conceder­me aigun descanso, y ase e l Criado.

L iv . S e ñ o r , estarcís mas bien en la sa­l a , que hay lumbre.

D o rv . A q u i estoy b ien, | E s vuestra esposa esta M uger ?

A l f . E s Sobrina inia.D6r<a, Oídm e. Y o os haré entregar a l

i l i í -

Page 12: FRANYAL Y EMILIA.dadun.unav.edu/bitstream/10171/24067/1/FA.Foll.005.407.pdfOSADIA Y SUMISION. ó S E A FRANYAL Y EMILIA. DRAI\ÍA DE CINCO >CTOS EN PROSA.-Kefim diio del original Frances

t tinstante mil lu l s e s , si me descubrís eu doüde se esos' vües. Estees el premio destinado al que me dé tal noticia. Pero pensad igualmente, qus yo me haré eaemigo iinpianabie de qualquiera, que IfS h t y a cado asi­lo , ó ocultado su foga.

L iv . ¿ Y cómo quisierais que nosotros protegieseaios la fuga , o la oculta-' cion de aquellos á quieaes buscáis ?

A i f . E ito es imposible.JÜorv. Os seria muy fác i l rccono erlös.

E l delito se vé impreso en Ja trente del seductor. Es uuo de aqu&llos hombres temerarios, y viles, que m i­ran con indiferencia el h o n o r , y la tranquilidad. V uestra obligación es la de a p syar mis. razones , y las de to­do P a d re , que se halle en igual lan­ce. L a sociedad debe armarse contra la perfidia , el rapto , y la disolu­ción. Y o soy P a d r e , y Padre ultra- j'ado en ío que mas amaba. Vosotros veis derramar mis lágrimas de rabia, y de dolor,

Z iv . Señor , creednos. Nosotros no so­mos gentes capaces de dejarnos lle­var' por el d i o e r a ; Bastarían vues­tras palabras.... N o sabemos ...

A l f . Compadezco vuestra actual situa­ción. ¿Porque no os esforzáis á soiega— ros. ?

P o r v . ¿Sosegarme? ; Quando me arran­can el corazon d e l . pecho ! Quando rae parece .que estoy en medio deJ fue­go , que me devora 1 Ayudadm e, asis- t id m a , mostrándome el cam ino, que eííos pueden haber toraado. De- lo. con.- ' t r a r i o , dexad que mí justo furor se desahogue.... j A h ! sed partícipes de

Hes-pues de una ¿reve paus... m i excesivo dolor! vivido con

• iíonradez' sesenta años : Q jaoco. me rodeaba coasticuia mi gloria. L a ver­güenza y el oprobio me aguardaban a l fia de mi carrera! ,U.f enemigo de mi sangre ha seducido, y me ha ro­bado una b i ja : ha llegado al atre­vim iento de poner las manos sobre mí. C o r r o á arrancar de sus brazos la iniqlia p re sa , y traspasarle con mil h e r id a s , para que sirva de cxeioplo- i i08 demas malvailos de su clas«...^

P e r o , ¿qué bago ? A h í si. Mrs propios transportes me pierden. P a r e z c o d e- masiadiamente temible: en m i p re - ' sencia todos c a l la n , todos me ocultan la verdad... . | S i estas paredes pudie­sen b a b iar l T a l vez nje dlrian. A q u í en este mismo lugar han esta­do. ¡ A h ! Y o no comprendo .. ..cómo >Ha piedad mal entendida puedf ha­cer á los demas cómplices del delito?... Esto es lo q u e y o quiero averiguar. S i acaso les hubieseis protegido^ t e m ­blad , tem blad....

Toma las P is to la s , anda por la S o la observafi^olo todo con atenùon^ se p a ­

ra delante de la puerta dei Gabinete,.

D o fv : pero g Q ué puerta es esta ? j E» de s¿la , ó de escalera ?

jgaífff-tf dar un em pellón á la h u erta . A l l í dentro no he mirado todavía,

L iv . Señor...Poniéndose delante de la 'Puerta.

A l f . Es una puerta inútil que siempre está cerrada., .. Executando lo mismo,.

D orna, j Cómo siempre cerrada ? Pues á que vife.ae esta zozob a ? ¡ En- irambos psrdels. el color !...

L iv .- Señor , tenemos razón para q u e - xarnos del estrépito que hacéis er» nues-tra casa.

Deberíais saber , que no teneis de­recho , ni autoridad para registrar de este modo,

D o rv . E s t o , esto mismo confirma mis sospechas, j O h momenro feliz ! Esta puerca es bastante endeblej^ y o sabré derribarla., ,,

L iv . D e ten eo s , deteneos digo 5 asisten­cia . asistencia....

D o rv . Os resistís inútilmente: mejor se­rá que os apartéis de aquí....

A l f . 3 QiJé prepotencia es la vuestra? L u c , Asistencia , asistencia i

Salen las personas de la casa y te parao en la p u erto de enmedio.

£S>

Page 13: FRANYAL Y EMILIA.dadun.unav.edu/bitstream/10171/24067/1/FA.Foll.005.407.pdfOSADIA Y SUMISION. ó S E A FRANYAL Y EMILIA. DRAI\ÍA DE CINCO >CTOS EN PROSA.-Kefim diio del original Frances

E S C E N A I I L

‘E m ilia ahrs !a p a erta y se eeba ó los p ie s do su P a d re. L iv ia la sortiene en es.ía actitud.), entretanto. Dorivil sin

m irarla a lza e l g n tillú á una P istola y entra p recipitada a l G abinete.

; Desgraciado f si estás aguí, p i­de perdón á D io s ; Este es el ú lt i­mo instante de tu vida....E l villano ha

P 'u elv e ó salir e l instante. logrado pQf ahora evadir m i venganza.

ím ^ 'l. Padre mío....Siem pre de rodillas.

D o r v il con frialdad^ despreci<y i in - digiíacicn.

D o rv . Y o debería pisárt« , y arrastrar­te. por e] suelo... paro no ; qui&ro ^ue lUres tu traición, todo el tie^aipo d s tu vida... . Cesa , indigr.aj tus lágri­mas exásperan mas mi furia.

£ m iL N o me atrevo, á esparar que me perdoneis. Sin em b argo , m i estado de

. humüíacion y de terro r .. ¡Padre, P a ­dre mío! muévaos un tanto á piedad.

D o ry . N o seré y o eolo el infeliz.,, pre­parate á toáo í Debes aguardar mi muerte para salir de ia prisión, don­de te v o y á encerrar... Pide -bI Cielo que me la dé pronto. SúpUcsie que se me l ’eve al instante. T ales votos son m ny dignos de tí.

JEmiJ. Oprimida por las n u s fuertes eadenas, bendeciré siempre la. inano que respeto , que amo ,. y á la q.ual me someto emerameQte.

fiortD. H i ja cru e l! en solo un momen­to has olvidado veinte aGos de ter­nura , y de afecto paterno.... Y o te amaba.. Demasiado te am é; acra te- maldigo.

’E m il. j Oh D io s ! D ando un g rito . Padre ,*Ah Padr«T vengaos de m í en otra manera : Y o lo merezco : pero vuestra maldiciCQ.,..

D o r v , M i maldición caerá sobre tí ; y ' no sé que dia será el que la revoqiie. JSmH, S i quereis toda mi sangre para

cancelar mi culpa 5 vertedla , Padre n i o : «zecDtad ^u«nto sea 4 e vue&tra

.p ,agrado.; pero no me

■ A lz á n d o lo s brazos .a í CieJo y con lo r . manos ju n ta s.

; Dios bueno , y misericordioso I D ios clemente I que os apiadais de las co­razones a r r e p e n t id o s . , . . . socorredme, asistidme, ínspiradme en esre instan­t e , lo que. debo hacer para a p l a c a r á mí irritado. Padre j y para alejar ds mi el r a y a de su maldición.

D o rv . Debías invocarlo en el momento en que formaste tu malvado desiguloj el C i e l o , el Cíelo no esciicha:los v o ­tos de una hija rebeld e, quando los vengadores grúos- de mi Padre «e in­terponen,. y la abandonan. aL a,tro® castigo que ella merece.

E-ttiil. j A h I Q ue el C ie lo perdona qual— quíer culpa , qaiande la sigue un ver­dadero, arrepentirníení©.... ¡Oh raadra iLÍal ¿ P o r q u é ao v.lvís a u n ? Y o os in vo co ; jPuedan mis sollozos pene­trar vuestro Sepulcro! Hablad, hablad. iJ corazon de mi Padre.

V u e lv e à caer en su abatimiento^ y U)s dim as A c to r e s la sostienen.

D o rv . T u iMadreque fué una muger pru­dente, y virtuosa, se avergj&nzára d« tal hija : y debe tenerse por d ich o ­sa de no ser espectadora de tu ci«s- honra. N o la invoques mas, que eUa. no atiende á tus plegarias.

L iv . S e ñ o r , tened ( p o r D i o s ) a lgua miramiento.,

A l f . Considerad que está m u y débil, y ne puede resistir á tantas penas.

D o rv . A l z a t e , y cobra alieuto j bastan­te lo necesitas para padecer lo. q u e fe aguarda.

E m ilia volviettdo á ievantatse , y des.^ p u es de haberla sentado L iv ia y

A lfo n so , dice.E m il. T o d o se me ofusca , y desaparc-

« j A h ! ¿ p a r a que me socorréis ?■ De,xadme morir : la muerte me. se­rá m uy dulce en .este momento.

D o rv . E l amor suele suministrar allea­to j por él se sufre todo. Se arros^

Con ironía» tra qualqiiier peligro.

D e s p u lí de ua breve rato*

Page 14: FRANYAL Y EMILIA.dadun.unav.edu/bitstream/10171/24067/1/FA.Foll.005.407.pdfOSADIA Y SUMISION. ó S E A FRANYAL Y EMILIA. DRAI\ÍA DE CINCO >CTOS EN PROSA.-Kefim diio del original Frances

¿Pero cómo?.. ¿El te Tía abandottscío ya? ¿ T an pronto te ha sido iníie!? D e ^ste

modo el seductor suele ssr s¡enipre >;l prim ero eri’ despreciar su víctima. Es preciso que tu Padre aunque con v io ­le n c ia , y è pesar' suyo te busque un asilo. Parece qne tus ojos quisieran se-

.guir las huellas del perverso ; tú c e r­rerías i buscarle ; le soplicarias que fuese méuos insensible. Pero c f s i­guiendo el glorioso curso de í u s con­quistas, ha ido en pos de otra infeliz que sabrá seducir con Igíjal' facil i­dad.

íE m il. Ah! Padre ! V o s habíais contra F ra n v a l ! Pero «o reneis m blivo para fe n s á r mal de é l. Y a sabéis que no es r i i , ni seductor. VOs misino le e s t l - aasce is , y únicamente el orgullo h ita cesar !a amistad que le'profesabais: E s ­te ha sido el origen de núestrils'•des­agracias. Yo-n o 'preten do disculpar mi error^ però protesto delante del Cie lo, que lo vé-Todo , que mi corazon es puro. M erezco vuestro enojo 5 pero no vuestro desprecio.

•Doi v,. Corramos un velo sobre esto. ¿'Qué me importa lo q ue tú et es ? Y o n o veo mas que lo que pareces.. .. Vámonos j y a es tiempo de d ir ig im o s á aqcel re t iro , del qual no has de saür mientras y o viva.

S m il. S í ba s<:r a s í , oxalá que jamás salga de él !

D o rv . Esta es la última vez que- estare­mos juntos, y nc es posible que nos vol- vanics á vérj el último voto que hace por tí-mi compasion , es que consigas ap lacar la ira del C ie lo , y que vu elv as , s i puedes á practicar aquellas virtudes que tan v i ’mente has manchado.

E m il. Ah! Si el C ie lo se apiada de los remordimientos, mi grac ia es segura..,.

^ L iv io .A Dios L iv ia . Siempre me acordaré de

A brazá n dolo ¡a dice a l oído. vos.... T e a e d aparrado á Franwal; pro­curad impedir ma.yores desgracias.... Y o no temo sino por él....

i í ? j . Redoblaré mi z e l o , v iv id tranqu i- L ev o n ta la v t z .

la. N o quisiera haberos conocido Jóverj- amable é infeliz.

A l f , Sostendré co a m i sangre, que v<ue$-

tro corazon es noble , y puro.ZAv. L legará dia en que -«pfacareis el

enojo de vuestro Padre J sa corazon es noble , y él os ver-á tal com o no­sotros os vemos.

A i f . Os perdonará, sí, volverá á amarbs.E n .il. Esta .es la única gracia q u e prdiré

al C ie lo sin cesar.,.. Mé cometido un grave y e r r o ; v o y á pagarlo.

Abrazando á L iv ia , y saludándo á A t- fonso.

A Dios.En e l fonal) d e l T eatro se v é á D o r -

v i¡ h ijo.¡Oh C ie lo s i ¡Que veo! ¡mi hermanol

E S C E N A I V .

D o* v i l hijo f y dichos,

D o r v il hijo que sale precip itado , y corre á abrazarse con su hermana.

D o rv , hij. Q verida Em ilia ! ¿á dórde te conduce mi Padrei? T u estás en. mis brazos 5 y n o t é abandonaré jamás.

L iv \a , y A lfén so dan muestras de í o f -p resa , y jú b ilo . L iv ia se quedo n trá s ,

y A lfo n so parte.

Efuil. No te desdeñas de abrazarme?D o rv . b ij. ; Querida hermana P o r v e n -

Rstrechándola mes. tura llegaste á dudar de mj en estas fa­tales circunstancias?... M e hubieras he­cho un agravio manifiesto, g M i car­ta ?...

"EatììI, A h ! Y o no tuve valor para leer­la y todavía no la he podido entregar.

D o r v . Padffe. T e conosco y a hijo In­grato. ¿Quién te conduxo aquí sino la v i l amistad , que profesas á un trai­dor ?.. . E n vez de vengar mi afren­ta , protejes al Seductor mas Infamej pero co esperes libertarle de mis ma­nos : no hay poder en la tierra ca­paz de defenderle.

D o rv . higo. S í j gracias al C ie lo , lle­go todavía á tiempo de salvar á una hermana , á vos y á mi amigo.

V oTV , Padre. ¿ A tu am igo?D o r v ,

Page 15: FRANYAL Y EMILIA.dadun.unav.edu/bitstream/10171/24067/1/FA.Foll.005.407.pdfOSADIA Y SUMISION. ó S E A FRANYAL Y EMILIA. DRAI\ÍA DE CINCO >CTOS EN PROSA.-Kefim diio del original Frances

Z>orv. hije. Padre mìo el furor os ciega; vengo á hacer que entreis en vos mismo.... Todos tres os hallaís trans­portados igu^iinente, de la pasión} y la amistad enérgica y ,s a g r a d a ins manda _ ue coniparezc? gue liabie, y> que obre.... Siempre he amado coa ternura á esta hermana , y no pua­do abandonarla á vuestro r ig e r , en' un momento en ei q ual. vos mismo os desconocéis v o s .... vos sois Pa­dre ; y o asediaré vuestra corazón» lo ast'diaré da tantas maneras que jjor fin llegaré á tocar la, parte mas áen- eible.... Dcfbo oponerme á- la violen­cia que quereis ha cerles : intentáis encerrarla en un retiro , y aun que y o hubiese de perder la vida, me op9n- dré á ello ílrm'.-me.'íte tomando á mi c jrg p la defensa oe Em ilia ...

JDofv, Pad. N o esperaba de t i .tanta te- meri.íad,,.. ¡ Tcdos os habéis reunido

. para insulturuie ! ; Y estys^son Diis- hijos I , , -j-v

£ ’w»/. ,A'qui me teneis sumisa , y. m! nada, al mas rigoroso, cabtigp.._ ,j)

D o fv . hijo, padre , ,apr_qbarfis-jiü(CO,n— ducia, quando os, haÍJ^is nías c a l l a ­do.... Sed iiiénps iueXjórab’e , que no­sotros s,i-?niprp iSQiftDS hijos.vuestroí... . ¿ N a d a os puede abl ;ndar § ni mi do- Jor , ni inis lágrimas..? „ ni mi h e r f , mana mo;'banda ? Ved Jos efccttis de vuestra ii)Íl xxble rigidéz f ■ vuestros preceptos demasiado absolutos , no po­dían resistir ¿ la fuerza del amor. Habéis querido romper los lazos maspoderosos...... ¿ P o r q u é ? Pq r.u n frívjolop u n d o n o r , por un resentimiento per­sonal , q.ae. era totalmente ,• reparado del interés, de los-,infelices .^an_te.s.... He visto que la tristeza-y,,. afán aniquilaban lentamente sus mas bellos dias. Ella quiso obedeceros ; y por es­to cayó en una aflicción mortal; tan­tas opntrastes .^iperaron sus fuer^s^ ,y .íie^OBcertárítn su razón. M i l ve­ces invocó la muerte.... No ha d e­pendido., de ella el no fallecer de lor,

^8ra>. Pad. H i j o : h i jo ! . . .Con cólera som brío,

^ ^ fv , H j, £ q el «fitftdo e a oie

t$, l I o .n o se limitar m.ts ideas ni mg-

dir l i s palabras. S e tf3ta._de su quie­tu d , y también debo' 'decir q u e d e la vuestra. E l C ie lo q ui 'sp .q i:» E m ilia volviera á ver á su, antiante y qu*

^S5 adoracán m a s , y mas. V o s en vea , de enterneceros, á vj.sta d'e t£7i rara

constancia , hibcis decretado su ru i­na.. N o es r e b e ld ía , ni desobedien­cia j sino una pasión d e se s p e ra d a , la que hizo se lanzára en les brazos de F r a n v j L Ella ha, roto ..un . yngo inso- porrabie, ha seguido á su l ibertador, el

. quaJ dominaba en bu alma iras qu* ella Diisma.

V o rv . P a d . Insensato! ¿ C r e e s por ven­tura , que tu delirio podrá llegarme á persuadir? ¿ C o n qué tii te haces del pariiiío c e up vil seductor?

Dori}. ¿ S e d u c t o r ? ¿ Y cómo l ié - cesitaba I<rao''aÍ de recurrir ó Ja ba--

, . x e i a d,e ,1a. seducción ? Basta cccocer- le para amarle. Pero . si ellos se han e^>:edwo,en su a m q r, im p o n e d le s , qu«

• ' se amen con un afecto aprobado por Ellos .desean ansix)samen-

44fe,. íes .una el Himeneo : Y vos . qiiersisjv,desrruir, y,_tl^sbaiaiar lán loa­

bles intentos.Z>pn’. que será del honor, el

qual debe sernos mas sagrado que la . vida ?,i ¿ quedará impune el u;trage

q,uejF;ranvalvhi?o á nue.«lra fa m il ia ? C o rre , corre á alagarle , si te pale­

te e , aliüa baja ; corre á prestarle t o ­d o s , I f s oficios fie una au.istad servil.

V o r v , Li;. Y o 1? conozco battarte , y mi estimación para con é t> no ha ba- xadQ de punto. E l verd sd tro honof consiste en proceder con Justicia y no en; castigar en los demás les ma­les-qne nosotros mismos nos acarrea—

' mos. Si él ha cometido alguna cul — P?> puede resarcirla con mucha faci^- lidad. . ,

D o w . Pad. I Quan .difefente eres de to Padrí^ ? -Exámina J.as^ acciones de mi. v ida ; jamás ultragé á nad iej pero

. ..tampoco sufrí ser. ultrajado.D o rv , b ij. N o podré- obtener ia gr^cfa

que os suplico ?... L a obtendré , si, la.S e arrodilla , .

fibtendré; ó m oriré á v u es tra s^ Ia j

Page 16: FRANYAL Y EMILIA.dadun.unav.edu/bitstream/10171/24067/1/FA.Foll.005.407.pdfOSADIA Y SUMISION. ó S E A FRANYAL Y EMILIA. DRAI\ÍA DE CINCO >CTOS EN PROSA.-Kefim diio del original Frances

ta/. Eé desventurado P ra ov al por mí v o z se hum illa, abraza vuestras r o d i- Jlas, é implora el p e r d ó n , que merece todo aquel que se halla arrepentido.

ZJoYv, P ad . T e he prohibido el qne pro­nuncies semejante nombre en mi pre­sencia. Eisto me irrita mucho mas. He querido v^r hasta donde ¡lega tu in d ig­n o amor. B a sta } ahora lo veo clara­mente con sumo rubor mió,. .. Separaos

Á E m ilia . desde este instante. V e n conmigo,

.Jforv, hijo. To^\nndo á Em ilia entre sus brtitios y transportado di:e.

Z)orv.^ hijo IWe despedazáis el corazon, Padre ! P a d r e , n o , no la encerreis: supuesto que quereis matarla, y que no Je queda otro amparo que el itiio ; la segeiré d® quiera que la lieveis.

D o rv . Pad. L ev a n ta e l brax9 en adema» de iimenaxarle.

J)6rv. Pad. Baxa los ojos tem erarios, y quítate de mi presencia.

S tn il . A h í Padr«! ¿ M i hermano no Sa­bia por mi? desahogad liaicamcnte dén- iBÍgo vuestra cólsra. V e rodillas,

D o rv . H39. A hratan do ó su hermana. -

D o rv . h ij. ’R 'aspasadm e, y o io 'deseo: antes de quitarla la vida , niaíadnie prim ero. -

D o rv . Pad. Qcritate de mi vista hijo in - dignoj vete á encontrar el infame por quisn te interesas t y a no eres mi h i­jo j te desconozco.

Em iL A h ! Hermano sosiegate.... Cedo á L o detiene.

aquella autoridad que siempre he 'res­petado. E stoy dispuesta á padefeer quní- quier desdicha.

D o iv - h iy Quanto admiro tu vafor ! Y tienes fuerza pa a reprimir el llanto ? Y o no p'iedo resi-átir. ¡ Con qué ha-' bremos <ie vivir separados para s iem -

- pre.E m il. Nuestros corazones se correspo'n-' derán desdi la mayor distancia,..*: A

con ternura.D i o s , á D io s querido hermano.

A n d rés ¡ y los dichos.

B eltra n dexa una lu z stb re la meta yse vá.

D orv. Pnd. ¿Están y a ensillados los C a ­ballos ? A A ndrés.

A n d . S i Señor.Con botar y látigo en Ja ramo.

D o rv . Büd.'' T « Jentiroi me es irsofrible*A A ndrés, y luego tí D orm í Lijo.

creías servir á tu hermana: ¡ ínjpruden- te i no has hecho mas que redoblar sus cadenas, En ella castigaré tu culpa : ni verás desde lejos las paredes de su r e ­t iro , s in 'poder entrar jamás en él. Hi­jos inhumanos, podréis insultarme, quan­do y o no viva ; pero mientras así no sea , os haré sufrir todo el peso de mi autoridad. V e te á encontrar al rap­tor que proteges, dilc, que atrevido á .vista de su exeraplo estabas pronto á .•» im itar su inìqua temeridad; pero a 5 a - de también , que si y o jio vé.ngo ahora f c o n 'm is propias manos el ultra'ge reci­bido \ juro sobre mi honor, que le ha­ré cortar la cabeza en un patíbulo. No mas palabras ; Sígueme tu.

A E rkilia dtindole un empellón. E llav a delnúte de sU P a d re, dando una"■■-tierna mirada á su hermano.

L iv . E s to y aturdida , y no puedo mas.D orv. b ij. ; Mísera Emilia ! ¡ Hermana

m ia ! T u r n e haá'sido arrebatada paia siempre.. .. Si no te amase coi> ia ma­y o r ternura, no habría sido tan audaz

■contra mi Padre. Pero por fía es pre­ciso 'ceder,

'A n d . Señor ;¿Q u ái# to me disgusta el que mí oíicio me oblíg^ue á un v ia g e ta» do­lo ro so ?

D orv. b ij. A h í eres tú e l ' que a y e r me entregó aquella carta? cdn'e'l transror- n o ' d e hoy no te había conocido. ■

A nd. Señor'os aseguro que estoy tan aíli. gido como vos- mismo.

D o rv . b ij. Lo agradezco. Pero ¿ qué es á L iv ia y

lo qoe resuelvo ? á lo aléaos bacedi«se.

Page 17: FRANYAL Y EMILIA.dadun.unav.edu/bitstream/10171/24067/1/FA.Foll.005.407.pdfOSADIA Y SUMISION. ó S E A FRANYAL Y EMILIA. DRAI\ÍA DE CINCO >CTOS EN PROSA.-Kefim diio del original Frances

»eguir para que y o sepa el parage fa­tal de su destino, jinfeliz berniana! T ú me aguardabas para que y o te sirviese de Padre ; pero el C ie lo lo ha dispues­to de otro modo.

L iv . T odo se ejecutará.. . .D en tro una v o z. Andrés ?A n d V o y . , . . L a noche fS tnuy obscura...

estoy pensando.... Pero se necesita mu­cha cautela.

"Dentro una voz. A n d rés? A n d r é s ?A )fd . V o y , v o y , . . . dexad que vea sí

puede».•.

E S C E N A V .

A lfo n so muy apresurado y dichos»

A l f . Por D io s, despacha^ está endiablado.A A ndrés.

L a demora no es de utilidad alguna: qujtre marchar al instante.

A n d S í ,\ s i n¡aicharénios, marcharemos. ¡Quien sabe!... v;¡ra03.... ^ o s e corriendo.

A ‘f Señor, venid á descansar y restau­r a r o s 'd e tantas t'ai*¿as.

L iv . V en id que os serviré con gusto quan­to ss os ofrezca.

D o r v . P«£/. Am ibos m i o s , v o y á d iv i­d ir con vosotros mi dolor , y mi llan­to.

ACTO QUARTO.

E S C E N A P R I M E R A .

'£/ Teatro r eprescnta otro sala de Íamisma casa. E s de noche, se verá una

Juz á lo úllÍT}¡o de lo sala.

F r a n v a l, que lleg a precipitado miran^ do á todas p a r te s con inquietud.

Fr/zfjT. Por fin aquí hay luz., ., como! y ¿no hay nadie ? L iv i a , L iv ia , ¿uadle

llorando.reíponde? ¡Cielos! en donde puede es­tar á í'ales h o ra s ? mi. impaciencia , yi b : temor se aumentan atrormente.......

p atea con violencia.Ola! responded; gtjué silencio es este?,..

per fín y * viene alguno.

E S C E N A l í .

F r a n v a l , y Beltran.

B e lt . AIi Señor! ¿sois vos?Con tono í iis te y lento.

F ra n v i S í y o soy.. . , ¿donde está E m i ­lia?.. ¿ L iv ia donde está?... ¿qué ha¿e?.. respCnderjie,

B e lt . I . iv ia esta allá dentro en la mayor aflicción , sentada en un rincoi} de la. sala.

F ra n v . ¿En la mayor aflicción dices? ü n fcscreniecinúento Kniversal trunca tus palabras.. ..Pero alligida! ¿ de q u é ?

B e lt . Señor , está desesperada, y nadie la puede hablar desde que se fué aque­lla vuestra Señorita.

F ra n v , ¿Se i'ué^... ¿C ó m o ? ¿Qué dices?., Ccfí estremecÍTKiento.

¿se ha idfi? ¡ O Dios! siento despeda- 7.arn)e ej corazon.

B e lt . ¡Ah Señor! lo que os puedo de­c ir es que en esta casa hubo un rui­do terrible; nosotros no habríamos permitido que' sc fuese á no haber si­do su Padre....

Frdi'.v. ¿Su Padre? ¡ Oh Difts ! E l bár­baro ! Su Padre! acasu ha venido?..., ¿y se me la ha llevado?...

B e it . ü s aseguro que nos ha causado á todos , un miedo imponderihle.

F r a n v ¡Infeliz!,.. líbrate de m i furor. E milia ! ¡ Emilia !

B e lt . A y I... huye espantado.Franv. ¿ B ó n d e estoy ? y o fallezco.

S e echa sobre una silla ,

E S C E N A III.

F r a n v a l , y L i'"ia .

Fvanv. L iv ia ?Levantándose con Ím petu, y yendo a l (•«-ruentro de L iv ia , que le abre tos bra~‘

zos.L iv . Señor sosegaos ¿no habéis halla­

do á vuestro amigo ? E i os salió al encuentro.

FrflM-y. ¿Quien ? ¿Qué amigo? ¿el her­mano de E m ilia ? ¿ la ha defendido?

C 4CU9

i

Page 18: FRANYAL Y EMILIA.dadun.unav.edu/bitstream/10171/24067/1/FA.Foll.005.407.pdfOSADIA Y SUMISION. ó S E A FRANYAL Y EMILIA. DRAI\ÍA DE CINCO >CTOS EN PROSA.-Kefim diio del original Frances

¿ine la supo conservar ? ¿dónde está E m i i i a ? ¿dónde e s t á ? respondedme. ¿ A dónde han ido? Y o volaré tras elia... Ja desesperación mas h<)rriblo me trans­porta : la v e í é , á pesar ds qualquier peligro ; quiero d e ia r á sus pies mi corazon , y mi vida.

L iv ia Horaudo. A h I que á pesar de. todo nuestro zelo , y nuestros esfuer-

20S ha vuelto á caer baxo el dom i­nio del honjbre mai cruel.

F ru n v . Vos ine dais la muerte.Dundo un grito-

L i v . Podéis dar gracias al C ie lo de no h^’ s/os encontrado aqui; y a n o e x i s - t i r i a i s ... C o n una Pistola en la ma­no se crey ó precipitar contra v o s ... se me ‘ heió ia sanare como si estu­vierais allí presente.

F ra nv, Y porque estas paredes no me han visto morir bañado en inl san­gre ? ahora sut'riria - i iuch o ménos..., n o , n o , y a no es tiempo de lágri­mas,., ao quiero estar sepsjrado de la mejor m ita i de mi m isino ; mura­mos pues , ya que no puedo viv ir pa­ra e lia , me atravesaré el c o ra io n . . , .

Pone la mano en ¡a espada y desnu­dándola dice.

L iv . 2 Qi]é vais á hacer ? deteneos.. ..Dírer.ie^io^í con 'velocidad.

Ola asistencia....Franv. Dexadme morir,., debatieodose.

E S C E N A I V

A lfo n so , D o rv il hijo y dichos,

A l f . Deteneos.D o w , b ij. T ente amigo infeliz, ., tente:

D estif mandole. mi hermana qnlí;re qu's vivas.

F ra nv. ¿ T ú hermana? eUa no está y a aqui. T ú me vendiste.

D o rv . hij. ¡ Y o ven d erte !F ra n v . S i . c r u e l : t u n o has querido e x ­

poner tu vida , ni defender à Em ilia contra un Tirano.

D o rv . h ij. ¿ A rm arm e contra mi P a ­dre ?

Fra»y. C o s tra el mundo entero; ¿ E l tu Padre ? no merece tal nombre; ha

perdido el carácter y los derechos..,, E s un bárbaro que ultraja , é insul­ta el amor de dos corazones inocen­tes. N o le respci-to y a , y su hijo...*

D o rv , bij. Su hij;> es lu am igo.Franv. N ó , no: él no tuvo v a l . ' r , y

es la causa de rai m a y er desgracia,,. Q ue ¿no s.ibes darme mas que iá g r i - mas? ¿ T e ¡^arecen oportunas?... a m i­go pusilánime , y vil , ¡que poco co­noces el ardor que nutro en mi pe­cho ! apártate ; y a no me queda mas que la m u e r t e : morirá también tu h e rm a n a , y tú serás causa de ello... , buelveme ia espada , y abandóname.. ,, y o no sé que hacer de una amis;ad tan débil.. . . T o d o d e sa p a r e c e , todo Con v o z lánguida , y moribunda. está acabado para mi.... ¡ Ah!

B u e lv e á caer en su abafi’n h n to y ios demas actores h sostienen. ,

D orv. h ii. A h! hermano , amigo, sal de tu abatimiento..:, in fe l iz i si á lo

A L iv ia y A lfo n so , menos pudiese llorar !...

L iv io , y A lfo n so se enjugan lo s lá g ri­mas. t^olviendose á levan tar todo de

un g olp e , y con ím petu.

F ra n v . Pero ¿qué es lo que d ix e? ¿ Q u é pienso '{ Y e , yo soy el v i l ; No ha recibido ella y a mis juramentos? Y o soy el Esposo que ella ha e le g i d o : Unicamente me pertenece á mí.... V a ­mos; y o sabré encontrarles ... E l que la conduce no es un Padre , es un odi­oso rival á quien dtbo perseguir. N o veo mas que su c r u e ld a d , y su bar­barie;. C o rro á castigar el objeto de mi furorj ya me parece que le des­p e d a zo . . . los inferiores larid-;s'de mi corazon.... sabré seguirle , y alcanzar­le.

D o ru . b ij. T en te F ra n va hF ra nv. ¿Acaso quieres tú disputar con­

migo la v id a ? A pártate. E r . s el hi­jo del autor de mi torm«.nio.

D o rv .. h ij. I Y a no reconoces á tu ami* go ? Y o no perderé el non^bre, ni e carácter de tal > y en estos infelices

&10-

Page 19: FRANYAL Y EMILIA.dadun.unav.edu/bitstream/10171/24067/1/FA.Foll.005.407.pdfOSADIA Y SUMISION. ó S E A FRANYAL Y EMILIA. DRAI\ÍA DE CINCO >CTOS EN PROSA.-Kefim diio del original Frances

momentos y !o »eré mas qne «únca á pssar tuyo.

F ra n v . T i e m b l a , tiembla , te digo.D o rv , h ij. Em ilia te habla aq iií por mi

boca. E m ilia re maoda que no te ar­riesga por seguirla.

F ra n v , E m ilia ! solo con oir este nom­b r e , v u e lo , y ero , traspaso y vuelvo á adquirir mi tesoro.

D o r v . b ij. Desdicfiado! M is brazos te lo impedirán ; y y o sabré salvarte en medio de tu delirio.

F ra n v . C o a que ¿ t u eres cómplice de aquel malvado ? pues bien dexa que y o empieze á vengarme de ti.

D o rv . híj. E m ilia se ha resignado á su destino.

F ra nv. A s í lo creo : T ierna , débil, ino­cente, ¿á quién podría recurrir contra Ja ferocidad d ‘’sap¡&dadaí Pero tú á quien yo la había cgnñado,.. .

D o rv . h ij. ¿Q ué quieres decir? que y o Con fu er za .

había de sacrifica'te la vid a de mi P a ­dre i ¿deste modo prof-mas ei amor ? con la violencia con el rapto , y el parricidio , j i legarás á merecer á E m i­lia ? ¿Podrá eila aprobar este exceso de amor ? f ?me mas bien,.

F ra n v . ¿Quién? ¿ y o tem er? Ah! tu no Ja ves , como y o sumergida en si llan­t o , ó en una muda desesperación, mas terrible todavia.., . ¿Su juventud, su belleza deberán consumirse en un perpetuo solitario re c in to ? Y no da­ré por ella mas qua vanos suspiros, y lágrimas inutiJes?. . ?de qué me servirá esta fuerza a r d ie n ts , é intré­pida que riie a n im i , que me devo­ra , y que me impele , á emprenderlo tüdo para volverla á poseer..,. T ú Eiiii-

Corno s i se solo.]ia n o , no te verás condenada á llorajr toda tu vida : sabré sacrificarme para darte la libertad j y sino puedo romper los'hierros que te enc'crran , los baSa- ré con mi sangre muriendo á tu vista.

D o rv . .‘■■ij. i^h! tu cru-l desesperación nos traspasa á tolos. V ue lve en ti querido Franval , v u ' lv e en fí .. . ¿'jo puedas re ­conocer en raí, el hermano de Emilia?

F ranv. E lla me ha sido robada ; no tan­go mas h e rm a o o , no íengo y a nada en

el mundo.D ú rv. hij. T Ú me ultrajas.... Pero y o ni»

expondré á todo ántes que abandonarte.Franv. M e haces perder un tiempo precio­

so , que el otro gana subre m í ; te Con exp resiv a violencia.

lo digo otra vez : apartate , ó no salgo garante.. ..

D o rv . h ij. A caba insensato, suelta la r ien ­da á tü furor. O lvido todos los deberes. E n ti no veo mas que un corazon vil , y vengativo, y ¿es posible que en ti ha­y a rej»'ado el am or?.. . en este momen­to debería aborrecerte : pero nó , si quieres salir de este lugar, has de pssar piim ero mi coraaoo con tu espada.

F ra n v a l a m o cesando de delirar y m i- rc.ndo á D o rv il ccn estupidéz.

¿Hablas conmigo D. rt-ü? A h ! q/;e es lo que m-i d ice s? ¿qué he dicho y o ? qué he hecho ?

V o rv. b ij. T u me improperas porque no fui parricida, y no te estremeces dello.

Wmnv. Y o ? M isD orv. hij. Hombre bárbaro excitas mi co—

razón, y mi m :no á lá mald.ad !... ¡ me horrorizo!... ¡Qué sangre es la q j e c i r ­cula por mis venas? ¿Qual es la de E m i­lia ? responde.... T e m e hacert.' 0, 1050 á aquellos que te han conip.jdecido h?sta ahora , y tiembla de obiigarme á que me separe eternamente de ti.

F ren v , Perdóname amigo j perdona los delirios de un olor insufrible : a co n -

Entérnecido, y derramando lágrim as apo­yándose ya en uno y a otfo actor y

echandr.ie en ¡os brazos de D o rv il.

gojndo por tantos motivos, no puedo arrancar de mi alma el puñal que a g r a - ba mis heridas. En toda mi vicia no he tenido mas qiie un solo instante de fe­licidad . «na ejiálacion ... esta ha desa­parecido al instantej y yo soy u n s des­graciado , que nunca^ .soy itno de aque­llos infelices á quienes se les suspende e l suplicio, unicamente con el objeto de haccrselo mas tormentoso y cruel.

D o rv . h ij. C r e e m e , querido F ta n v a l- la esperanza no está dW’ todo desvanecida;

Page 20: FRANYAL Y EMILIA.dadun.unav.edu/bitstream/10171/24067/1/FA.Foll.005.407.pdfOSADIA Y SUMISION. ó S E A FRANYAL Y EMILIA. DRAI\ÍA DE CINCO >CTOS EN PROSA.-Kefim diio del original Frances

mi faermai?a ha prometido conservar por ti los mismos stnrimientos, ¡y ya sa­bes q'ie su coraron, no es perjuro... pon á prueba tu valor; en este día solamente sufre la adversa suerte. Eso será tal vez lo primero que debe conducirte, a un porvenir mas dichoso, pudieado na­cer de un instante á otro. L o que Ja suerte te ha quitado, t e l o puede vol­ver e!Ju misma Y o te amo como un hermano el raas ti^j;io pero cree que tu propí?. desgracia hace siernpro mas activa , y ñrme !a amistad que nos une á los tres , y mi hermana te amará mas qua nunca,, si esto es posible.

F ia n v . ¡ 4 h hermano*! hermano mió! no­sotros h'dbieram^os podido refugiarnos al extrenjo dei mundo 5 y ailí en el asilo mas remoto v iv ir tánicamente para la amistad , la ternura, y e l amor... t ím i- Jia estarla sentada entre los dos. .. y ahora suspira, llora, y con voz dolorida nos llama, ¿ luando terminarán sus la - jTjsntos ? . U n Padre ayrado jamás lle­gará á enteruecerse ni á perdonar. A m i ­go Dorvii^ en mi no habla y a la pasión;- p ero seam e testigo el C ie lo de que si y o creyera que ella pudiese apartarme enteramente de su memoria, y que re­cobrara á este precio su tranquilidad, sufrirla resignado la dolorosa pérdida de su amor: l?aro que Emilia por mi

, causa se vea presa, oprimida , y co.7de- ' nada á una tan bárbara esclavitud , no

puedo consentirlo \ me es imposible el tolerar solaínente la otas remota idea! ¿ y no la ves? .. dlme ¿ n o la ves ? ella vuelve sus llorosos ojos ácla noso­tros.

jlnfeliz de mi!... T ú roda via puedes v e r- lir^Jtgrim as, y y o no. Mi muerte no esiá lejos : dentro de poco tiempo no existitá ya ta amigo: quisiera vencer­me , pero el excesivo dolor... .

Q ueda un rato como mudo ¡ y abando­nado a l sentimiento.

D ó r v íl hijo F r a n v a l , A lfo n so , Li<vi<t y A ndrés.

A ndrés. Con b o ta s , y látigo en la ma­no entra andando de p u n tilla s , y con

N sumo cuydado^

^ n d . Pronto pronto , retiraos , y no os dexeis ver... . á L iv ia y ^Jifvnso.

A l f . g P o r q u é ? sorprendidoL iv . g Q ué ha sucedido ?A n d . Despachad Señores, escondeos pron­

to,A l f . Has buelio muy presto.D o rv . ¿ M i heimana?...F fu n v . J¿stá y a encerrada ?

A n d . Q ue va y a a'guno á la puerta para acechar , y os lo diré todo.

L iv . Iré y o , iré yo.S e pi . ‘ j en la p a rte de enmedio.

A iiJ . Vosotros no sabéis , porque quise absolutamente ser yo el Posíillon del Padre dei Señor. Tenia también mis

Seríalando á D o rv il. designios en la cabeza j y he logra­do verificarlos felizmente.

D o rv . b ij. ¿ C ó m o ? ¿ q u é h ic is te?F ra n v . ¡ Dios mió !A n d . A quel Señor no es práctico del Paísj

le hize hacer un rodeo de mil D ia ­b l o s , conduciéndole siempre por estos a lrededores; la noche, está o b s c u r a , como boca de Lobo : en nna palabra^ él ni por sueño de figura que yo le baya vuelto á conducir aquí.

F ra n v . ¡ Y es posible !D o rv . b ij. f A q u i mi Padre '! aqui!A t d . S í , él mismo en p erso ra; ahora

cree el hallarse doce o catorce mi­llas lejos de este parage. Idos y es­condeos todos para que uo advierta el engaño : he tenido la precaución de hacerle entrar por la puerta del pra­do. A h o ra está gruñendo para que le den caballos ; y paqiáto , con quiera me er.tenili, le está alum brando, y le conducirá por el seg-;Hdo corredor sin que él conozca nada. N o se que de­c ir , aquella 'Señorita me ha enterne­cido 5 no q u U to la teaga entro

c[ua-

Page 21: FRANYAL Y EMILIA.dadun.unav.edu/bitstream/10171/24067/1/FA.Foll.005.407.pdfOSADIA Y SUMISION. ó S E A FRANYAL Y EMILIA. DRAI\ÍA DE CINCO >CTOS EN PROSA.-Kefim diio del original Frances

quatro paredes. Si su Padre uo gusta que se case , muy bien ; quede )ibrej pero no se encierran por esto ias po­bres muchachas.

L iv . ¡ Bien haya tu caracter !...F ra n v . A m ig o dime ¿es cierto qaanto

Con júbilo . d i c e s ? T ú la has, v u e i t o á con ducir? ¿ puedo creerlo ? ¿ á tanto te has a r­riesgado?... es la misma que viste aquí pc\co ánres ?

A n d . Bueno ! si es la misma ? ¿qué b e - con v iveza .

lia pregunta! la misma, la mismísima, al baxar de la Calesa y o propio la he t o i d o en brazos para que sus p ie- ceciios no se ensuciáran con él... ¡que hermosa e s! es ligera como una p l a ­ñía^ no pesa nada me parecía que llevaba u:.a madexa de seda. L a lle­varía asi aunque fuese hasta Roma.

Setíahrício que ¡a ¡levaría sobre la p a l­ma de ¡a muño.

Frar.v. ¡ Q ué regocijo! ¡qué consuelo inesperado.' ¡qué feüz instante!. .. por

^ bruzando á A ndrés, él daria mi sangre ... quanto,posáo es tu y o : pero quisiera v e rJ a , quisiera verla.

Con mucho Ímpetu.D o rv . b ij. Estamos perdidos sino te

moderas.^ n d . V o s decís muy bien j pero este

Señor no sabe lo que se habla , p o - brecito J ia cabeza le da vueltas. Idos, idüs. Despnes me daréis las gracias.-...

L iv . O igo ruido. con ati^itacion.^jnd. Les hago venir á este quarto j

porque como no lo vio acabará de creer que se halla en otra Hoste­ría.

A if . \ Q ué acaso tan p a rt ic u la r! Pero y o temo su furor....

A v d . \ Q ué h o m b r e ! eso es nada 5 lo mismo q u e ' f u e g o de paja que se vá todo en humo : retiraos y callad.

D o rv . b ij. Prudencia , amigo prudencia.

Tomando p or la mano á Franval^

ahora no es ocasion de arriesgar na­da : aguardéiuüs algún momeato apoiiu»

nd. Ea. Idos allá....

Señalando un quarto con inquietud mez^ d a d a de p la cer y dolor,

F ra n v . A h! si he de sufrir el tormen­to de no hablarla ; pudiese verla á lo ménos ? que la vea y o , que la vea ahora.

A n d s V a y a ¡que hombre tan in quieto! la v e r e is , si la vereis sin r ie s g o : Entrad todos allá dentro , y en­cerraos : por la rendija de la puerta podéis mirar.

A i f . Entremos tambíea ngsotros,£¿1;. V o y . . . .

Er.tran todos llevándose la L u z ,

A n d . S i ; en la escalera interior o y g o ruido... P e ro y o no tengo miedo j

L e s im pele para que entren en e l quar­to , y ello s cierran.

mi intención es buena , y mi engaño es digno del mas hombre d s bien : j qiie maravillado ha de quedar aquel furioso , quando sepa que todavía es­tá en el lugar mismo de donde sa­lió ! Y por lo contrarío , la .Señori­ta j que creia ir á un retiro ¡que gusto tendrá quando advierta que se encuentra aqui !... Q u é estruendo mue­v e aquel viejo para encontrar caba­llos i V o y á verlo j y á reír : h e y

H abiendo oído ios gritos de dentro» he y h ey .. . .

Chasquea e l lá tigo y ta se saltando.

A C -

Page 22: FRANYAL Y EMILIA.dadun.unav.edu/bitstream/10171/24067/1/FA.Foll.005.407.pdfOSADIA Y SUMISION. ó S E A FRANYAL Y EMILIA. DRAI\ÍA DE CINCO >CTOS EN PROSA.-Kefim diio del original Frances

ss

A C T O Q U I N T O .

E S C E N A P R I M E R A

¡Dorndl P a d r e , 'E'vilia , y un mucba~ cbo que trae luz.

E m ilia a s í que lle g a , vá á echarse enuna silla qu í está a r c a de ana m esú,y se cubre e l ro'str.y con e l pañuelo.

A n drés la sigue , pero se que­da algo atrás.

D o r v il Padre tenienio Ins p istolas de modo que vean, dice a l muchacho.

V o rv . B a s t a : dexa la íuz , y vete... . dirás que piensen eo lo qae he man­dado.... que Ilaaien á todas las puer­t a s , necesito caballos, y ios quiero pronto pronto.

muchacho se vá.A n d. N o se encontrarán, no se encon-

To'uando tabaco. trarán: ya os lo be dicho otra vez.

E-stornada.D orv. A h erss tu ? dime diine : ¿ q u é

maldito ca:nino nos hiciste tomar ? y o no p!i?do entenderlo.

A n J . Ni p j i r i i i í , aunque os 1o vol­viese á decir de .nuevo mil veces Y a os avisé >4ue el puente de Kenneford estaba roto por ios h ie lo s , y ha si­do preciso h.icar iirj rodeo .<le mil diiblos ? ¿ Qdé culpa tengo yo , st los caminos están tan escabrosos, y malos ? ücid gracias al CieJo que os «ncontrais en parage seguro , y á c u ­bierto ; quando yu tengo de volver­me atrás con la lluvia , el vienro, el f r i ó , y una obscuridad que amedren­ta.

D o rv , ¿ N o hubiera podido pror?guir el viage c'íii ios mismos caballos, pagán­doles aunque íuese tres veces mas de lo que v a l ia n , como yo fe habia ofre­cido?

A nd. O h! no hay paga que valga. He faltado y a á mi deber, siguiendo ata­jos para abreviar camino.

D o rv . j(¿ué maldito pais ! N o encon­

trarse cabaHos á estas horas ? aqui no se oie nadie : paraqne estamos en ua

, desierto.A n d . Pero no dixe y a , que A m os y

Encogicndose de hombros. Criados saÜsron utia hora h a c e , con todos ios ca b a lfb í , para conducir el equípage de un Prm eipe que habia v«- nido ántes ? ¿ Q u é . l o dud áis?

Con f u e r z a .^D o rv . Pad. T o m a : esto es lo que fe de­

bo. P a gando''e.¿4hí/. ' Gracias Sefior. fen dose,D o rv . Pad. O y e .A n d . Q u é ? volviéndose.D orv. Y a te he dicho que podías ga ­

nar una buena porcion de dinero, res­pondiéndome sinceramente sobre....

A n drés interrum piéndole y en acción de

A n d. ¡ Y a estamos otra vez í ¿ V a i s á hablarme del raptor de vuestra hija ? ¿ C ó m o quereis que y o le co n o z ca ? acaso nie crecis algún Espía de los camines públicos?... D ios os guarde : estoy cansadísimo , y no puedo per­der t i e m p o , si quiero volver á casa en rauta lobreguéz. T e m o , que esta noche vo y á romperme la cabiza. ¡Que vida tan desastrada es ia de un i ’ o s - tilion !

D orv. Cielos {que bárbara es mi suer­te í V a s e riendo-.

E S C E N A II,

D a r v il Padre , E m ilia ,

D o rv . Será preciso pasar aquí la noche..A E m ilio .

Y o no tengo la culpa si todavía no estamos separados.

Em il. C erca ó l é j o s , mi res^Hito, mi obediencia, y roi ainar ácia Vos se­rán siempre constantes.

Teniendo e l pañuelo en tos ojos.

D orv. ¿ Ocultas íus o jo s? . , ¿temes .^ue seSentándose á la $tro p a rte de la me~

sa*«in-

Page 23: FRANYAL Y EMILIA.dadun.unav.edu/bitstream/10171/24067/1/FA.Foll.005.407.pdfOSADIA Y SUMISION. ó S E A FRANYAL Y EMILIA. DRAI\ÍA DE CINCO >CTOS EN PROSA.-Kefim diio del original Frances

encuentren con lo mismo ? Esto* saben penetrar tu corazon. A quellas lá gri­mas , aquellos suspiros interrumpidos me descubren bascante lo que .estás proyectando.

E m il. A h 1 d e ja d m e á lo ménos el de­sahogo del llanto. ''

D orv. ¡ Q u e locura!., abre iQS ojos de una v e z , y conoce tu error : d estíer- ra aquel vil de tu m em oria , y que­dareis perdonada. N o hay remedio: tú me conoces.... Crees que y o janiás l le­garé á admitir por yerno á nn hom ­bre que quisiera ver muerto á mis píes ?

JEmiL En otro tiempo... } O Dios! fu­nesta me noria!... . V o s aprobasteis núes» ti'O a ñor ; ah íra os habéis mudado ; peco yo no he podido hacer otro t a n ­

to : eS'C ts mi deber...V o rv, F in g ció amarte para perderte: ha

insultado á ta P a d r e ; ha reñido la osadía de ponerme las manos encima... no , no te ama.

Umii. ¿ N o me am a? estoy c ierta de lo coiiírario , y lloro. ..

JJorv. Quien pudo Ikg^ r á tanta v io ­lencia , no es capaz de freno en nin­guna Gccion de su vida- T a r d e ó teuí- piano seras victima de aquella alma arr.:batada é iracuiidi.

Em il. También... V o s , Señor... él es v iv o , )o coníiesoj pero no conoce la venganza ni t i odio.

D ütv. M e ha robado tu corazon , que era todo m io , y ¿ fú pretendes que le perdon.'i ? no, jamas, hija: únete c o n - nvgo y te perdono.

•Kn-íí. ¡ 0 !i Dios!Acuérdate de quanto ha hecho

por ti tu Padre desde tu tierna edad. Pii-nsa que el amor , y la entrañable estimación que te he profesado , d e - bcn superar las seducciones pssageras

un... ¡ A h E n niia ! E m ilia!jítntl. L a ninyor pena, qiie puede sentir

cor£ion_,. es la de ofenderos. Pero dulce, y iaral pasión no me o c a -

s.v -na rpniürdinñiinto. iVli amoren So Origen mereció vuestro asenso, y no es dable él extij-guirio j ña­dí^ ama como FratavaM ¡Q u a n ta s v e * ccs le he visto quasi morir d e . dolori

Y o no seré d é b i l , ni perjura: tod# lo sufriré por é l ; y me será dulce por -SU cav ¿S «.¡ualquiera pena. E l re­tiro me h^.^Lrizabaj p 'r o ahora lo aceptaré gustosa : su imagen me se­guirá en todas partes. F ra n va l me amará en medio del mundo j y y o le adoraré desde el seno de m i sole­dad.

D orv. Y g á tanto extremo llega tu amor S

y o h ie n d o s e á mirar a Qtrá p o rte ,

Em il. N o debo ocultarlo: una simpatía inexplicable unió mutuamente nuestros corazones; y es m uy jasto el recom ­pensarle con mi cariño ele quastos u l - trages experimenta por vuestro odio , y persecución.

D o rv . Fueras menos c r u e l , si me c l a -• vases un pu5al en el pecho. ¡ D e s d i ­

ch a d a ! decíáraio to do : di que á vísta dü mi übsiinacion estás aguardando j y desbando mi muerte. Esta no tardará, no^ pues tú la apresuras con el aniar- gi) vtíueno , que has derramado en mi corazon.~

Er/:i¡. Y y o no muero despiies de h a - Díjndo un g rito éolorcso.

beros oÍdo! Padre mío., hacedme su- frii- quaiquier otro tormento , pero no sospechéis de mi una maldad semejan­te. L o profirió vuestro labio, pero no lo dictó vuestro corazon. ¿Padre m io l

¿•'e orrodil/a. decid , que no lo creeis asi^ ó no rae a l ia ré de vuestros pies. N o volváis

D e sp u e í de un breve silencio. los ojos á otra parte: fixadlos en vues­tra hija infeliz j y penetrad hasta el fondo de su corazon. Yo soy rea, lo ve o : pero nii Padre es tajiibien m uy inexorable, y cruel.

D o rv . ¿Qüiéii lo es mas que tú ? ¿ Quién lo es mas? f ú , p' r decirlo así, destru­iste tnteramsnte aquella hija que yo

• me babia ioo formando j á quien yo ama­ba con tanta ternurñ, y compiaccncía j la que yo v t ia crecer para m ayor g lo ­ria de mi non;brej y para consuelo de mis últimos dias. Y a eres deJ to­do diversa. A quella había nacido para amarine j y tti te arrancas de mis b r a -

ZOSj

Page 24: FRANYAL Y EMILIA.dadun.unav.edu/bitstream/10171/24067/1/FA.Foll.005.407.pdfOSADIA Y SUMISION. ó S E A FRANYAL Y EMILIA. DRAI\ÍA DE CINCO >CTOS EN PROSA.-Kefim diio del original Frances

EOS, para laiízarte en tas de m i ene­m igo : y o te reclamo , y continuas hu­yendo de uii. 3 Dondv. ^ . mi Emiüa? H az que vuelva á 'v e r .Tquella hija su­m is a , acariciada , y respetada de roda su casa p a te rn a , de la q u a l era la d e l i c i a , y oriunienro. Ri;stituidme m i , b i j a , t a l como era^ y o estoy pron­to á estrecharla entre mis brazos.

S m tlio asida de ¡a mano ds tu Padre, y bañándola con su llanto.

X m il A h !Seria acaso nú antigua EciiHia,

la que ahora tengo en mi presencia? A h ! ¡ quán trocada está ! Mas sin em­b a r g o , 1-1 voz de la sangre la v e n ­c e r á ; volvsrá por si misma al seno d e s j P a d r e , resarcirá sus p^sados «xtrayíüs ; su Madre la hablará al co­razon dísde el fondo de su sepulcro..^ T ü Mailre, bien ce acuerdas , fuá el m is vivo ex^^mpio de una constante ternu ra; fué toda de su Esposo has­ta los úitiroos instantes de su vida. T u M adre te diría q u e , debes ceder­lo todo á un P a d r e , qoe .ru"ga , y que te perdona. Vuelvem s qiianto he perdido p e ti. Vamos, vea á mis b r i -

Con exclamación, a o s , que se abrer. para recibirte; ven

li'ììu ìa está m ut agitada. y . haz qus y o triunfe de F ra n va l . . .

Xm ilia b a ie esfuerzan para h a h h r , pe- TO tien e co'no- embargada la vdz.¡ Nada me rtsponies ? g C allas? ¡V iií- chaza con fu ro r la muño de Em ilia',

»sta se. a lza , y se retira un poco. sima cr.iatara , que abosas de mi ex­cesiva &,)ndid! e i : 'apártate; y o te dv'sprecio. Prosigue, si q u ie re s , en la carrera de tu deshonor ; vuelve vuél­vete á sumergir en la infamia: c! opro­bio se halla gravad . en tu frente con carácteres indelebles. A quel pérltdo corr.iptor todavía es un sugeto di^ ao de t ’.i estimación : adquiero nuevos d e­rechos para detestarlo , é infam-ir s ü s

procedimientos. -‘?i; el cr{iiìen no (e h a ­brá causado horror alguno ; y el per­verso , aprovechándose de tu delirio...

E m ik j A h basta y a , basta... ¡ N o pue-

Interrum piéndole con v o z doloroso péro 'firme.

do resistir á la acerba amargura de vuestras palabras! F rrn v al es di,jno de m i ; su ternura fué siempre no­b l e , y respetuosa: en su pocitr es­taban igualmente seguras mi honesti­dad , y nü personAj^osotros corría­mos á refugiarnos z un país estrafio, Unicamente para podernos unir al pié de los altares. D e todos les momentos que he pasado con él conservaré siem­pre la mas p ura , y tranquila memo­ria ; yo os lo juro.

D tn v . A dm irab le juramento! es muy co- Con ironia amarga.

mun en tu s e x ó , bastante descar.ido para negar sus desvíos á pesar de las pruebas mas evidentes.... L a inocenciOf no es conocida. , S e ve acosada , a l- tr a j'id J .., pero estos temerarios cla­mores , no sirven mas , que pr.ra alu­cinar á los necios, y á los crédulos.

E S C E Iji A l U .

S e oye an grandé ettrépH o,

’B'rnnval d9batiéndote con violencia^ st escapa de D o r v il b i jo , que procura de­tenerlo^ y fu er .i de s í se presenta pre-

•cipitadamente en medio de la hscena.

D o r v il P udre, Em ilia, F runval y Dor­v il hijo.

F ranv. N ó , no permitiré que la insul- D esde dentro.

ten ; y mientras tenga aliento haré que todos la respeten como yo.

D orv. hi). Detente inconslderaio; no tearriesgues. ídem.

Em il. jQue voz es esra Cielósl Franval! A gítasísirna.

Dii hermano 1 D o r v il PaJy? dando un paso átras sor^

prebendiJo de \ ver á Fratjval. D o rv . Pad. E! temerario !Coge u)ui pistola la dispara ccnírr. Fran

vfi l j pero H6 ie a ciirta .}ir»il. í Oh Dios I y o fallezco !

Adundo un g r ito y cae desmayaSa,

E S -

Page 25: FRANYAL Y EMILIA.dadun.unav.edu/bitstream/10171/24067/1/FA.Foll.005.407.pdfOSADIA Y SUMISION. ó S E A FRANYAL Y EMILIA. DRAI\ÍA DE CINCO >CTOS EN PROSA.-Kefim diio del original Frances

E ' S C I E N A I V .

D o tv ìì hijo , L iv ia , A lfo n s o , algunos criados , v dichos.

»D o r v il h ijo entrando y apoderándose de

la otra P isto la ,

D o tv . hij. Deteneos Padre mio, d e z a d - mela.

L iv . Acudid todos, contenedle.A los criados,

A l f . A ta d á este furioso.

L o s criados con ím petu quieren hacerlo,

D o rv . E s mi Padre... atrás : respetadle, y o salgo garante de todo.

A l f . N o se le hará daño Señor.L iv ia i ue ha ido corriendo ó cuydar

de Entilia.Pero es preciso desarmarle , si quere­mos impedir una de&grcaia.

E l hijo respetuosamente quita e l paloó su Padre e l que está en profundo

silencio.D o rv , Pad. ^En donde e s jo y ? rodeado

A rdien do en cólera reprimida, de tantos infames ? ¿ Y el G efe de ellos respira todavia ? Bl ha segui­do mis pasos para insultarme hasta a q u í ? . . Tiembla! este brazo aunque desarm ado, sabrá derramar tu sangre.

F ra n v . Amigos dexadle en plena l íb e r - A d elá n ta se con intrepidez.

tad , y'" que me oiga. Sí ; de vos aguardo la m aeríe : ella no es mas que un momento. Sino por un pro­digio ( y rodaría ignoro si esto lia sido un beneficio para m i } , ahora que os hablo , y a deberla estar di­funto ¿ v u e s tro s pies i mi sangre, de la qual estabais tan sediento , debiera haberse vertido ya. Pues bien... oíd mi voz como si saliese de mis la­bios moribundos. D icese que el odio se extrague ea los umbrales de la muerte -, y que en ellos se disipan las venganzas* V ed la sombra de aquel á quien asesinasteis : ella os acusa an este momento } os cita ante el tribunal del J u e i supremo: ante su visca formidable eos preseatamos

2 5 'entrambos 5 y « con el puro y legí­timo a m o r , que el Cielo mismo y la naturaleza encendió en mi corazon; vos con aquel Odio y i l , y fiero , que degrada ai hombre hasia convertirle en un asesino.... Padre inhumaao ¡ res­ponded ahora... y o amé á vuestra bija; y ella me correspondía. Porqué fuis­teis bárbaro é injusto? porque me aborrecisteis ? Y o procuré aplacar vuestra enemistad^ y no he hecho mas que irritaría. Todos vuestros delitos, son hijos del orgullo ; y los mios del amor. Estáis aqui acompañado de vues­tro crimen , mientras yo puedo v iv ir c i e n o de que habrá millares de cora­zo n e s, enternecidos á vista de mi desa­gracia .... no h a y mas... yo- habia na­cido para ser^hijo vuestro. Pero ahora r o s en mi no veis si no un acusaijor.

Señala á Um ilia.M ira d á quien dais la muerte.. .. Mas

Ü esp aes de un breve silencio, puesto que Ja providencia me ba sal­vado , ¿qual es en este instante la voluntad del C ie lo , y la voz de la iiatu aleza ? abusando de vuestros de­rechos tiránicamente , ios habéis anu- “ lado: si hasta ahora vuestra unica ley ha sido la fuerza , ella con m ayor justicia será y a la m ia. Declaro pues en presencia de todos, y delante del C i e l o , que E m ilia es mi c o n s o r t e ; que me pertenece por su elección. M e ha querido por Esposo, y siendo nues­tra unión protegida por el C ie lo y a no temo cosa alguna, sino al C ie lo mismo, que me vé, que me o y e , y que en este dia me dará su fuerza, su asistencia, y su apoyo. Q uerida Em ilia disipa tu h ó r r i d a a g itació n , y animada por la virtud, dígnate ser mia enteramentej y t u , a m i g o , h e rm a n o , y consuelo

S eñ a la á D o r v il luego, nnestro, ven, ven á servirla de Padre, pues ella y a no le tiene, Pero no im ­porta : dos amantes unidos é infelices son dos seres sagrados p a r a . to d a la naturaleza. Vámonos , dirijámonos al asilo , que puede librarnos de tanta persecución... E n todas partes se hallan altares para recibir nuestros jora- mencos*

D E m ilia

Page 26: FRANYAL Y EMILIA.dadun.unav.edu/bitstream/10171/24067/1/FA.Foll.005.407.pdfOSADIA Y SUMISION. ó S E A FRANYAL Y EMILIA. DRAI\ÍA DE CINCO >CTOS EN PROSA.-Kefim diio del original Frances

£m¿/. Diitentft Franval: el corffzon de Li>v i>ii(f>H¿ose con

EinKa es rodo t^jyo , y la muerte no nos puede quitar mas que ¡a v i ­da... Si se hubiese derramaiio tu s a a - g r e , y o habría perecido ai lailo t u ­y o i tu vives, gracias ai A uto r de tan­to bien ; pero üemasiados horrores nos rodian. En es:e punco salgo de Hii engaño : he ofendido la mas sa­grada aucoridadj' y el cielo para n ues­tro escarmiento , nos ha hecho ver ua amago del castigo que nos está des­tinada tai V3Z. Si no puedo sc focar ini amor, por lo ménos sabré sug^tar- io. L loro y obedezco. E l deber me habla , y y o me rindo á su voz: ja­mas daré mi mano sìa el consenti­rá jento de mi Padre.

F ra n v . Tam bién E m ilia contra mí! ¡tam- djnd» un gr'ito

bien tu! A h ! este golpe imprevisto me quita la vida !

£ m i¡. M ira á mi P a d r e , y habla si- Señalándole e i Patire.

tienes que responder ; lee los carac­teres que están impresos en su res­petable rostro , y cii si tienes atre­vimiento para replicar : Faltó poco para que yo fuese ocasion de tu m u e r t e , haciendo hoinícida á mi Pa- d r e j tanto peor para tí ¡ si no me atiendes. E f amor ha combatido de­masiado confra la naturaleza , y es razón que squel ceda. E s preciso ha-

Pónese a l lado da su Padre. cer un sacrificio ile mi niismaj dis­poned de mí : el respeto , y mi o b e- diencja venc«n todo otro sentim iento; y tü que por ira del C ie lo naciste para turbar la paz de nuestra fami­lia ¡ recibe mi' último á Dios. V o y á üorar la- pérdida del amor Pa ter­no , por todo el resto de mis dias, procurando m erecer mi perdón; huye de m i , no me escribas... te amo si con todo ei vigor de mi alma ; pero te renuncio. A D ios para siempre... £ s t a es tu sentencia ; me costará la vida 5 siíi embargo la he pronuncia­do para no variarla jamas.

Franv. L a sentencia es de muerte,, ,. M uere "infeliz. Q u é quisieras hacer en

este mundo ? E m ilia te desecha! v o i -

Toma con rapidéz la p iste lá que está en las man'is de D o r v il hijo y le

presenta la pistola. ved á tomar este instrumento de m u e r- te , y no erreis el tiro. En rai de­sesperación , ella es un regalo. Q u i ­tadme , quitadme esta vida odiosa é insoportabU. Para salir de aqni, para abandonarme , es preciso que seáis primero testigos de mi muerte. En una palabra , sed mi Padre o mi asesino.

Con expresión viva.Y a he p idecido demasiado tiempo ; O aniquiladm e, ó que Emilia me sea- debueltri... T o m a d , ó siso mi mano toJavia mas pronta.. . L a muerte ó

^ u ^ lv s la p istola contrá s i mismo, y con e l úitinio esfu erzo del sentin:iento dice.

Emilia.'D orvii. Pad. T ente Joven infe liz , d e -

Conmevido deteniéndole e l brazo. tente Franval... .

F ra nv. ¿ Vos me deteneis ?D orv. T u su.nision te salva : y o te

concedo mi hija.

F ranva l arrojando la P istola se arro­dilla á los p ies de D o rv il P a d r e , y

abrazándole las rodillas'.

F ra n v . Dónde estoy ? | sueño ó deli­ro ?

D o rv . b ij. A h Padre ! de' este modo adquirís otro h i j o , os amaremos á porfía.

E m il. E l alma de mi Padre es genero­sa. Ju.sto D ios q c e conduxisteis á buen fin todos estos sucesos , recibe ahora de noáotros mil rendimientos de g r a ­cias.

L iv ia abrazando á Em ilia , y enjugán­dose los ojos.

L iv . ¡O h momento inesperado.!A l f . } Dichosa Joven ! no puedo coa­

tener mis lágrimas.

L o mis'ino e¡ue L iv ia : esta y A lfo n so se retiran aírñs,

D o rv . Pad. S i bija , y a eres Esposa : ■na ráfaga de luz ha disipado mi

enojo

Page 27: FRANYAL Y EMILIA.dadun.unav.edu/bitstream/10171/24067/1/FA.Foll.005.407.pdfOSADIA Y SUMISION. ó S E A FRANYAL Y EMILIA. DRAI\ÍA DE CINCO >CTOS EN PROSA.-Kefim diio del original Frances

enojo., pero acordaos todos dei ins- tafjre ds m i ' perííon.

frar.v. ¿ Y como podríafficá e!vÍdarlo? jamás se pasó con canta rapidez, del

'A Em ilia. exceso de la desgracia , al colmo de la dicha. Unios codos conmigo., p e r ­mitid que vuestro hijo os abrace. T a l es FranvaJ.

A D o r v il P u dre deteniendole con dul­zura.

D o w . Ambos sois dignos de mi ben- dicicu , p*iro íio q j ie r o q"ue me abra* z e is , hasta que haya resarcido los agravios que os he hecho.

F ranv. Y a Jo está todo.D orv. h ij } Q ue dichosos somos !E m il. ¡Taaibien lo sereis vos querido

Padre !D o rv . Callad : IWe lleno de rubor ; la

vergüenza , y lus remordimientos se han apoderado de mi. ¡ F e l iz yti, que liego á experimentar tales sentimien-

f^Olviéndose ó L iv ia y ó A lfo n so .

tos pero la sorpresa, y ¿1 furor me habían quitado Jas palabras. T o d av ía no puedo salir de mi confusíon. D s - cidnie ^Porque raro caso os he en­contrado en dos posidas diferentes ?

L iv . Señor imploramos de nuevo que nos perdoneis.

A l f . No limitéis vnestra bondad.L iv . Vos no os encontráis en el para-

ge que presumís.D orv. Pad. ¿ Cóm o ?A l f . Con la obscuridad de la noche os

han vuelto á conducir á mi Posada, sin que vos io hayais notado.

D orv. Pfli/. Quien ha tenido atreviuiien- t o , para engañarme a si? T a l vez n i bija 3

e s c e n a V. ''.y

A<<if?s , cus du-.-.:.r.i3 ,^!iíéiifír E s ^cena ss ba t-co^núdo dos ó tres v eces

j ’ los dichos.

A n d . Vamps, ahora entro y o . Pues se­ñores , ya que roño debe descubrir­se , v o y á confesar que fui yo. No os encclerizeis; yo lo encontré este be­llo arbitrio.

D orv. Pad. ¿ T ú ? Y nadie te lo acón—SíjÓ ?

A nd. Nadie , Señor , nadie.D orv. Pad. ¿ De veras ?A nd. Os Jo juro i todo salió de mi

cabeza ; no tuve valor para consen— tir , que esta señorita se viese e n ­cerrada entre quatro paredes. Etla lloraba , y yo la acompañaba en su llanto. Y a de ante mano habia co- jíocido á su amante por ua hombre de bien , generoso , noble, 'bizarro y sumamente apasionado por ia Seño­rita. Concebi la idea de hacer que volviesen a verse ántes de sq ù lt i­m i separación. Tenia dentro de mí un 'C ierto- 'presentimiento. Basta , yo se muy bien que no suelo equivo­carme , y efáctivamsnte no ha su­cedido daño a l g u n o »

D o rv . Púd. Br:bon , te arriesgaste mu­cho. Üi y o lo hjbi-ise a f iv er i 'd o , 3 buen seguro que en mi primer trans­porte te h a b ría -h e ch o saltar la ta­pa de los SC:50S.

A iid . Ob! N o habría sucedido , no.Riénd'ise.

D o rv , Fad. jC o m o ? Con que seguri­dad ?

A n d. Y a sabia v o , que aquellas pis­tolas no harian daño á nadie.

D j r v . Pad. I C o ü w ¡o sabias?A id . IVIe hieiscsis tanto miedo mirán­

dome,.,. quan:’ o una persona está en­colerizada Sí: desconoce á sí mi«T:o, no es así ? y o no hablé palabra j pero observaba. Os ^.ordais que en­trando en la Caballeriza y apresu­rando la gente , y ios cabaílos, d e- xasteis vuestras dos pistolas a mano derecha cerca del pesebre ? Y o en­

Page 28: FRANYAL Y EMILIA.dadun.unav.edu/bitstream/10171/24067/1/FA.Foll.005.407.pdfOSADIA Y SUMISION. ó S E A FRANYAL Y EMILIA. DRAI\ÍA DE CINCO >CTOS EN PROSA.-Kefim diio del original Frances

tonces callandito aproveché la oca— sioQ , y con destreza pude sacar las balas t desando la pólvora... Con qué

. y a veis quan seguro estaba de que todo habría parado en un poco de ruido y nada mas.

lE.mil. Q uerido Padre ! este hombre sal­vó la vida á los tres.

F ra n v . ¿ D e que ha pendido nuestro destino ?

D o rv , Pad. E l cielo , y a está v i s t o , el cielo , veló sobre uosorros, mien­tras que cada uno estaba fuera de sí. E l cielo quiso dignarse de im­pedir que y o cometiera un grave crimen. ¡ Quan despreciables son las pasiones furiosas en el instante que se liegan á conocer! Y o te premiaré

á A n d rés, y vosotros al extgnder el contrato de bodas señalad á este buen jovea

. una peosioo deceote.

A n d . Oh! quedo mas cotitento de verque se amaa con vuestro consentimien­to , q«e de todo quanto oro me po­dáis dar. N o quiero mas recompensa que, vuestra gratitud. Se hace atrás»

D crv . Pad. Queridos h i jo s , retiraos, ne- D espués de un rato de silencio.

cesito estar solo. Mañana al levan­tarnos no rehusaré estrecharos entre mis brazos j Pero no me será dable disfrutar del verdadero placer, y fe­licidad , hasta que mi conciencia que­de sosegada , y y o contento de mi propio, j Oh quan fácil es dexarse llevar de las pasiones , y ¡quan f u - □estas suelen ser sus resultas!

D o r v il Padre se v á p or ¡a porte que A ífo n so le señala-, un criódo le sigue: L o s demas se van por io opuesta, pre-

cediéndoles los criados' con luces»

F I N.

C O N L I C E S C í A .

Barcelona : E n la Oficina de JU A N FR A N C ISC O P IF E R R E R , impresor de S. M . ; véndese en su libr&ría admiaúcrada

por Juan Sellent.