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Distribución gratuita Publicación trimestral de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado – www.cear.es Nº 12 – Verano de 2010 Informe 2010 CEAR: “Somos los alumnos más distraídos” ¿Es Europa tierra de asilo para menores que necesitan protección internacional? El futuro del asilo en Europa en la mesa de negociaciones: ¿Qué está en juego? Día Mundial del Refugiado, las ciudades europeas bajo un mismo paraguas “Para acabar con la violencia contra los menores hay que combatir la impunidad, invertir en el cambio de actitud, ofrecer mejoras económicas y sociales y dar a los menores la capacidad de intervenir contra las violaciones de sus derechos”. Así de contundente se mostraba Marta Santos Pais, Representante Especial de la Secretaría General de las Naciones Unidas para la Violencia contra los Niños, en su intervención en el Congreso Infancia y Protección Internacional en Europa celebra- do en Madrid. En este encuentro, en el que se han dado cita diversos expertos, profesionales y representantes institucionales, se ha debatido sobre el futuro de la protección internacional de los menores que huyen de sus países por la violación de sus derechos humanos. Página 3 ¿Tendrán todos los solicitantes de asilo en la Unión Europea (UE) de- recho a una entrevista personal y a la asistencia de un abogado para explicar las razones que les han llevado a escapar de sus países? ¿Ten- drán la garantía de que no serán deportados a países de la UE donde los derechos de los refugiados no están garantizados? ¿Será más fácil para los solicitantes de asilo conseguir un permiso de trabajo? ¿Tendrán las personas con estatuto de refugiado y los beneficiarios de protección subsidiaria los mismos derechos? Cuestiones tan vitales como estas son las que están actualmente encima de la mesa en Bruselas y las que, en última instancia, se transformarán en legislación nacional. Página 7 Diez ciudades europeas se han unido el 20 de junio para celebrar el Día Mundial del Refugiado. En Madrid, Bruselas, Dublín, Londres, Lyon, Lisboa, Estambul, Van, Izmir y Berlín, y bajo la coordinación del Consejo Europeo para los Refugiados y Exiliados (ECRE), las organizaciones de defensa del derecho de asilo han marchado para recordarle a las auto- ridades y a la sociedad civil europea que este derecho es de obligatorio cumplimiento, y una práctica de solidaridad que no puede desaparecer. Páginas centrales Tres días antes del Día Mundial del Refugiado, CEAR presentaba ante los medios de comunicación los datos sobre protección internacional en España en 2009, y ha- cía públicos los contenidos de su informe anual 2010, “El asilo en tiempos de crisis”. En dicho informe se analizan las causas del grave descenso en las solicitudes de asilo en nuestro país, que no se corresponde ni con las cifras mundiales ni con las de la Unión Europea, y que pone en riesgo el cumplimiento en España del derecho de asilo, establecido en la Constitución española y en la legisla- ción nacional e internacional. El informe hace un recorri- do por datos, testimonios o sentencias, y se detiene en asuntos como las prácticas que deniegan la libertad de circulación de los solicitantes de asilo de Ceuta y Melilla, el acceso al asilo para los polizones o las personas inter- nadas en los CIE, las polémicas extradiciones de varios solicitantes de asilo rusos, o los discursos y la práctica en la protección de las víctimas de violencia de género. Asimismo, se hace balance de la nueva ley de asilo, y se presentan las 25 propuestas de CEAR para el reglamento de dicha ley. El informe 2010 de CEAR se acaba de hacer público en un momento de grave preocupación por el estado del asilo en España: mientras que cada vez hay más refugiados en el mundo, cada vez menos piden protección internacional en nuestro país. En 2009, 3.000 personas solicitaron asilo en España, un 33’6% menos que en 2008. Ésta es sin duda la cifra más baja en la historia del asilo en nuestro país. Un triste récord que durará poco, puesto que durante los cuatro primeros meses de 2010 el número de solicitudes ha caído otro 30%. Este descenso del número de solicitudes no se correspon- de con las cifras de asilo en el mundo. Según ACNUR, 43.3 millones de personas se han visto obligadas a abandonar su hogar a la fuerza, la cifra más alta desde mediados de los noventa. Los 27 países de la UE registraron 260.730 solici- tudes el año pasado, un 10% más que las 238.080 solicitu- des de 2008. Además, el bajo número de solicitantes de asilo en España tampoco se corresponde con el de los países de nuestro entorno. Francia recibió 47.625 solicitudes, un 35% más que en 2008. Grecia tramitó 15.925 peticiones de asilo, e Italia 17.470. Para Mauricio Valiente, coordinador del informe anual de CEAR, “Frontex, la externalización de fronteras y los acuerdos de cooperación con países de origen y tránsito de migrantes impiden que los refugiados lleguen a pedir asilo. Somos los alumnos más aventajados en el control de fronteras, pero los alumnos más distraídos a la hora de proteger a las personas perseguidas”. CEAR, recordaba en la rueda de prensa de presentación del informe anual que sólo 179 personas han obtenido es- tatuto de refugiado durante 2009. De ellas, 162 personas recibían protección subsidiaria, y a ocho personas se les autorizaba su permanencia en España por razones huma- nitarias. Apenas un 7% recibieron algún tipo de respuesta favorable. Los países de origen de la mayoría de los solici- tantes de asilo fueron Nigeria (459), Costa de Marfil (304), Colombia (247), Argelia (181), Guinea (130), R.D. Congo (113) y Camerún (112). Ante esta realidad, Mª Jesús Arsuaga, presidenta de CEAR hacía un llamamiento para poner rostro a los refu- giados, “porque existen, y están aquí”, y recordó la espe- cial situación vulnerable de las mujeres perseguidas por el sólo hecho de ser mujeres, y de los menores refugia- dos. En opinión de Arsuaga, la presidencia española de la Unión Europea no ha hecho mejorar la protección que se les debe en Europa, una protección que califica como “baja y escasa”, porque, según sus palabras, “el asilo no es precisamente un objetivo prioritario de la Unión Euro- pea”, y por tanto “es la sociedad civil la que tiene que mo- verse, porque ante la realidad de los nuevos refugiados, los avances políticos son pequeños y muy vagos. Y si la sociedad civil no se mueve, el derecho de asilo desapa- recerá del imaginario de la población, algo que no puede permitirse Europa”. El informe 2010 de CEAR, que este año ha contado con la colaboración de Forges para ilustrar la portada con una de sus viñetas, incluye las veinticinco propuestas que la organización ha entregado ya a la Administración para la elaboración del reglamento de la nueva ley de asilo aprobada el 30 de noviembre de 2009. Según explicó Mauricio Valiente durante la rueda de prensa, “el reglamento es esencial para reforzar las garantías, impedir que las prácticas administrativas no tengan un marco normativo claro y subsanar las deficiencias de la ley”. Entre otras propuestas, CEAR pide que se mantenga el plazo de 72 ho- ras para resolver las solicitudes de asilo en frontera y así no aumentar el tiempo de retención; que el reasentamiento de refugiados establezca mecanismos para que puedan ser trasladadas a España de forma urgente aquellas personas que lo necesiten, o que se especifique la colaboración de las organizaciones sociales especializadas en el proceso de selección, la acogida y la integración de los refugiados reasentados.

Frontera Cero

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Frontera Cero es el periódico trimestral de CEARSu objetivo es informar acerca de la situación de las personas refugiadas en España y en el mundo a través de noticias, reportajes, entrevistas y artículos de opición de reconocidos especialistas.

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Page 1: Frontera Cero

Distribución gratuita Publicación trimestral de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado – www.cear.es Nº 12 – Verano de 2010

Informe 2010 CEAR: “Somos los alumnos más distraídos”

¿Es Europa tierra de asilo para menores que necesitan protección internacional?

El futuro del asilo en Europa en la mesa de negociaciones:

¿Qué está en juego?

Día Mundial del Refugiado, las ciudades europeas bajo

un mismo paraguas

“Para acabar con la violencia contra los menores hay que combatir la impunidad, invertir en el cambio de actitud, ofrecer mejoras económicas y sociales y dar a los menores la capacidad de intervenir contra las violaciones de sus derechos”. Así de contundente se mostraba Marta Santos Pais, Representante Especial de la Secretaría General de las Naciones Unidas para la Violencia contra los Niños, en su intervención en el Congreso Infancia y Protección Internacional en Europa celebra-do en Madrid. En este encuentro, en el que se han dado cita diversos expertos, profesionales y representantes institucionales, se ha debatido sobre el futuro de la protección internacional de los menores que huyen de sus países por la violación de sus derechos humanos.

Página 3

¿Tendrán todos los solicitantes de asilo en la Unión Europea (UE) de-recho a una entrevista personal y a la asistencia de un abogado para explicar las razones que les han llevado a escapar de sus países? ¿Ten-drán la garantía de que no serán deportados a países de la UE donde los derechos de los refugiados no están garantizados? ¿Será más fácil para los solicitantes de asilo conseguir un permiso de trabajo? ¿Tendrán las personas con estatuto de refugiado y los beneficiarios de protección subsidiaria los mismos derechos? Cuestiones tan vitales como estas son las que están actualmente encima de la mesa en Bruselas y las que, en última instancia, se transformarán en legislación nacional.

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Diez ciudades europeas se han unido el 20 de junio para celebrar el Día Mundial del Refugiado. En Madrid, Bruselas, Dublín, Londres, Lyon, Lisboa, Estambul, Van, Izmir y Berlín, y bajo la coordinación del Consejo Europeo para los Refugiados y Exiliados (ECRE), las organizaciones de defensa del derecho de asilo han marchado para recordarle a las auto-ridades y a la sociedad civil europea que este derecho es de obligatorio cumplimiento, y una práctica de solidaridad que no puede desaparecer.

Páginas centrales

Tres días antes del Día Mundial del Refugiado, CEAR presentaba ante los medios de comunicación los datos sobre protección internacional en España en 2009, y ha-cía públicos los contenidos de su informe anual 2010, “El asilo en tiempos de crisis”. En dicho informe se analizan las causas del grave descenso en las solicitudes de asilo en nuestro país, que no se corresponde ni con las cifras mundiales ni con las de la Unión Europea, y que pone en riesgo el cumplimiento en España del derecho de asilo, establecido en la Constitución española y en la legisla-ción nacional e internacional. El informe hace un recorri-do por datos, testimonios o sentencias, y se detiene en asuntos como las prácticas que deniegan la libertad de circulación de los solicitantes de asilo de Ceuta y Melilla, el acceso al asilo para los polizones o las personas inter-nadas en los CIE, las polémicas extradiciones de varios solicitantes de asilo rusos, o los discursos y la práctica en la protección de las víctimas de violencia de género. Asimismo, se hace balance de la nueva ley de asilo, y se presentan las 25 propuestas de CEAR para el reglamento de dicha ley.

El informe 2010 de CEAR se acaba de hacer público en un momento de grave preocupación por el estado del asilo en España: mientras que cada vez hay más refugiados en el mundo, cada vez menos piden protección internacional en nuestro país.

En 2009, 3.000 personas solicitaron asilo en España, un 33’6% menos que en 2008. Ésta es sin duda la cifra más baja en la historia del asilo en nuestro país. Un triste récord que durará poco, puesto que durante los cuatro primeros meses de 2010 el número de solicitudes ha caído otro 30%.

Este descenso del número de solicitudes no se correspon-de con las cifras de asilo en el mundo. Según ACNUR, 43.3 millones de personas se han visto obligadas a abandonar su hogar a la fuerza, la cifra más alta desde mediados de los noventa. Los 27 países de la UE registraron 260.730 solici-tudes el año pasado, un 10% más que las 238.080 solicitu-des de 2008. Además, el bajo número de solicitantes de asilo en España tampoco se corresponde con el de los países de

nuestro entorno. Francia recibió 47.625 solicitudes, un 35% más que en 2008. Grecia tramitó 15.925 peticiones de asilo, e Italia 17.470.

Para Mauricio Valiente, coordinador del informe anual de CEAR, “Frontex, la externalización de fronteras y los acuerdos de cooperación con países de origen y tránsito de migrantes impiden que los refugiados lleguen a pedir asilo. Somos los alumnos más aventajados en el control de fronteras, pero los alumnos más distraídos a la hora de proteger a las personas perseguidas”.

CEAR, recordaba en la rueda de prensa de presentación del informe anual que sólo 179 personas han obtenido es-tatuto de refugiado durante 2009. De ellas, 162 personas recibían protección subsidiaria, y a ocho personas se les autorizaba su permanencia en España por razones huma-nitarias. Apenas un 7% recibieron algún tipo de respuesta favorable. Los países de origen de la mayoría de los solici-tantes de asilo fueron Nigeria (459), Costa de Marfil (304), Colombia (247), Argelia (181), Guinea (130), R.D. Congo (113) y Camerún (112).

Ante esta realidad, Mª Jesús Arsuaga, presidenta de CEAR hacía un llamamiento para poner rostro a los refu-giados, “porque existen, y están aquí”, y recordó la espe-cial situación vulnerable de las mujeres perseguidas por el sólo hecho de ser mujeres, y de los menores refugia-dos. En opinión de Arsuaga, la presidencia española de la Unión Europea no ha hecho mejorar la protección que se les debe en Europa, una protección que califica como “baja y escasa”, porque, según sus palabras, “el asilo no es precisamente un objetivo prioritario de la Unión Euro-pea”, y por tanto “es la sociedad civil la que tiene que mo-verse, porque ante la realidad de los nuevos refugiados, los avances políticos son pequeños y muy vagos. Y si la sociedad civil no se mueve, el derecho de asilo desapa-recerá del imaginario de la población, algo que no puede permitirse Europa”.

El informe 2010 de CEAR, que este año ha contado con la colaboración de Forges para ilustrar la portada con una

de sus viñetas, incluye las veinticinco propuestas que la organización ha entregado ya a la Administración para la elaboración del reglamento de la nueva ley de asilo aprobada el 30 de noviembre de 2009. Según explicó Mauricio Valiente durante la rueda de prensa, “el reglamento es esencial para reforzar las garantías, impedir que las prácticas administrativas no tengan un marco normativo claro y subsanar las deficiencias de la ley”. Entre otras propuestas, CEAR pide que se mantenga el plazo de 72 ho-ras para resolver las solicitudes de asilo en frontera y así no aumentar el tiempo de retención; que el reasentamiento de refugiados establezca mecanismos para que puedan ser trasladadas a España de forma urgente aquellas personas que lo necesiten, o que se especifique la colaboración de las organizaciones sociales especializadas en el proceso de selección, la acogida y la integración de los refugiados reasentados.

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Refugiados

Al baobab no dejan de salirle ramas

FRAN SEVILLA *CORRESPONSAL DE RADIO NACIONAL DE ESPAÑA EN AMÉRICA LATINA

PEPE NARANJO *PERIODISTA CANARIO, ESPECIALIZADO EN LA MIGRACIÓN AFRICANA

TRIBUNA

TRIBUNA

Es, probablemente, una de las experiencias más sobrecogedoras y difíciles de asumir: la de caminar junto a las largas filas de refugiados huyendo hacia ninguna parte. He caminado con ellos, con la ambigua culpabilidad de sa-ber que no compartía su destino. Los he acompañado en Centroamérica, en Oriente Próximo, en la Antigua Yugoslavia, en Afganistán, en Irak. He traza-do, a su lado, un trecho del camino, sabiendo que no podía ofrecerles nada. He sido testigo de su deambular sin esperanza, con el único horizonte del desarraigo. He constatado la incertidumbre en sus pasos, con la angustia de no saber hacia dónde encaminarlos. Famélicos, agotados, desahuciados. ¿Qué se le puede decir a alguien que lo ha perdido todo: hogar, trabajo, fa-milia? ¿Con qué palabras, con qué mirada se puede tratar de inculcarle un mínimo de esperanza? Una de las mayores frustraciones que he sentido a lo largo de más de un cuarto de siglo de asomarme al abismo de la guerra y de las catástrofes es la de no poder ofrecer una respuesta a la interrogante que plantean, sin enunciarla, los refugiados. He leído en sus rostros la pregunta, con gesto de incredulidad: ¿por qué?; incapaces de entender que no habían hecho nada erróneo, que su único error (¿será su error o el de todos noso-tros?) era haber nacido en el lugar equivocado, en el momento inapropiado; incapaces de decidir qué muerte prefieren, si la muerte rápida que infligen las armas y la hambruna, o la muerte lenta que imponen los campos de olvido que acostumbramos a llamar campos de refugiados. Desde hace ya mucho tiempo el mundo asiste indolente a la terrible realidad cotidiana de los refugiados. Desde hace mucho tiempo millones de seres humanos se ven abocados a dejarlo todo atrás, huyendo de una muerte previsible para tener que resignarse, a menudo, a una muerte lenta. No son sólo quienes huyen de las guerras, de los conflictos bélicos, de la violencia. Son también quienes huyen de la persecución política, de la persecución re-

ligiosa, de la violencia de género. Y son, también, quienes huyen de la miseria: los refugiados económicos. Abandonan sus lugares, expulsados a la fuerza, obligados a marcharse, para acabar en un limbo, como fantasmas a los que pocos quieren re-cordar porque incomoda su presencia. Son invisibilizados. En un mundo cada día más mediático, lo que no sale en los medios no existe. Y a los medios les importa poco esa información, resulta desagradable y poco comercial: los refugiados no “venden” salvo que puedan convertirse en espectáculo mediático.Y no importan a los gobiernos, ni de sus países ni de terceros; los re-fugiados no votan ni arrastran voto. Y no interesan a las grandes cor-poraciones; los refugiados no consumen ni abren cuentas bancarias. Y no preocupan a las sociedades desarrolladas; los refugiados están siempre lejos de la vista, en lugares acotados, sin posibilidad de que se mezclen y contaminen a la sociedad.Allí están, en Palestina, en el Sahara, en Pakistán, en Darfur, en la región de los Grandes Lagos, en tantos otros lugares. Son los refugiados, los millones de seres humanos a los que el mundo ha olvidado, a los que sigue olvidando cada día. Algunos llevan años, otros incluso décadas, prácticamente abandonados sin recibir poco más que la caridad espuria de quienes acallan con ella su conciencia y, a veces, el apoyo desintere-sado de gente anónima y solidaria, gente que no se conforma, que no se resigna a ser cómplice del olvido. No se dejan morir porque incluso para morirse hace falta un lugar digno; lo único que los mantiene vivos es el sueño de volver a la tierra que los vio nacer y que les arrebataron; ansían regresar, algún día, a su lugar y dejarse morir con dignidad. ¿Será mucho lo que piden?

Hace unos días publicábamos en GuinGuinBali la siguiente noticia: “Sin patria ni nación. Unos 15 millones de personas se encontraban en pro-cesos migratorios internos en África en 2009, mientras que en el mundo esta cantidad se elevaría hasta los 27 millones. Según un informe elabo-rado para Naciones Unidas, el aumento de desplazados se debe a los conflictos de larga duración. La cifra ha crecido un 38% en diez años y los peores pronósticos de la ONU se han superado”.

Para la inmensa mayoría de los lectores de Frontera Cero, revista espe-cializada en la cuestión, probablemente no represente ninguna novedad el hecho de que el continente africano sea uno de los lugares del mundo con más refugiados y desplazados forzosos junto con Asia. Y más en concreto, los países empobrecidos de estos dos continentes. Sin embar-

go, les aseguro que para buena parte de la población este dato sí que resulta novedoso. Dicho de otro modo, el mundo opulento vive de espaldas a una realidad donde millones de personas tienen que huir de sus países, ya sea por guerras, por hambrunas, por el cambio climático o por algún tipo de per-secución religiosa, étnica o de género.En mi condición de periodista canario, llevo más de trece años investigando y escribiendo sobre la inmigración clandestina que llega o pasa por el Archi-piélago procedente del continente africano. Desde los primeros momentos, varios compañeros tuvimos claro que la única manera de contar esta historia y hacerlo de una manera completa era dar el salto al otro lado, adentrarnos en los caminos de África y recorrerlos junto a los verdaderos protagonistas de este fenómeno. En definitiva, dar respuesta a esas preguntas que todos nos hacíamos: ¿De dónde vienen?, ¿cómo vienen? Y, sobre todo, ¿por qué vienen?

Y con cada reportaje, con cada viaje, con cada experiencia, me iba dando cuenta de que, en realidad, no teníamos ni idea de África, que teníamos la cabeza llena de prejuicios, clichés y estereotipos alimentados por los medios de comunicación y por la cultura oficial. Y si nosotros, periodistas supues-tamente bien informados, habíamos sido capaces de llegar a conclusiones totalmente equivocadas sobre este continente, ¿qué no sería de gentes con menos posibilidad de acceder a la información, a las fuentes de la noticia?

Hace ya un año, tres jóvenes periodistas canarios, Nayra Moreno, Laura Ga-llego y Txema Santana, me llamaron para involucrarme en un proyecto de comunicación en Internet sobre África. Superadas mis reticencias iniciales (realmente soy un inmigrante digital, más de la era Gutenberg que de la era Gates), ví en este proyecto la oportunidad de cumplir uno de mis deseos: informar más y mejor sobre África, que todos los lectores de esta nueva pá-gina tuvieran acceso a la realidad de un continente saltando por encima de los tópicos.

Y en ello estamos. De ahí nace www.guinguinbali.com Lo primero que con-viene es aclarar algunos conceptos. No somos sólo un periódico digital. Está claro que, como periodistas que somos, en la página habrá noticias sobre África (actualizadas a diario, por cierto). Pero nuestra vocación es ser lugar de encuentro, un espacio donde todo el que lo desee (españoles, africanos, sud-americanos, vengan de donde vengan) pueda participar. Para ello, por ejem-plo, estamos desarrollando una potente red social interna que facilite estos intercambios, además de estar en Facebook, en Twitter y otros espacios de intercomunicación que existen en Internet. Y de aquí viene nuestro nombre.

Para poder facilitar que se acerquen a GuinGuinBali las gentes de distintos países, teníamos que ser visibles en varios idiomas. Al final escogimos tres: inglés, francés y español. Somos un portal de comunicación especializado

en África en tres idiomas. No sé si hay muchos como nosotros, pero les aseguro que supone un esfuerzo añadido. Por eso no quisimos bau-tizarnos con un nombre en uno de estos tres idiomas. Y nos fuimos a una lengua africana. Tras revisar miles de palabras nos quedamos con GuinGuinBali, que es la transcripción de la expresión soninké “Sin Fronteras”.

Los soninké fueron un pueblo poderoso, fundadores del viejo imperio de Ghana o Wagadú. En la actualidad se les puede encontrar en buena parte de los países de África Occidental. Esperamos que a nosotros también, al menos a través de la red.

Además de los idiomas, nuestra segunda premisa era que tenían que ser los propios africanos quienes nos contaran su realidad. Por eso, enseguida nos pusimos manos a la obra en la búsqueda de corres-ponsales en los países del continente. Además de en La Haya, París y Barcelona, ya tenemos periodistas trabajando para GuinGuinBali en Mauritania, Senegal, Marruecos, Cabo Verde, Malí y Costa de Marfil. Periodistas africanos muy cualificados que han creído en este proyecto. Y seguimos creciendo. Al baobab (símbolo de nuestra página y árbol para el diálogo y la palabra en muchos pueblos africanos) no dejan de salirle ramas aquí y allá.

Y llegados a este punto enlazo con el principio. En GuinGuinBali vamos a contar, ya estamos contando, esa realidad africana tan dura, la de los refugiados, los niños malnutridos, las enfermedades, el hambre y la guerra. Allí donde se viole uno de los derechos humanos, nos gustaría estar para contarlo.

Pero al igual que pasa con la inmigración, esta no es toda la verdad. Hay una África que prospera, que lucha, que trabaja, que realiza conquis-tas sociales y económicas, mujeres cada vez más empoderadas, más libres, más independientes; gobiernos estables y democráticos que ge-neran en su entorno procesos de imitación; cultura, música, arte o cine de gran calidad, capaces de competir allí donde vayan; líderes fuertes, empresas, nuevas tecnologías...

No hay nada peor que una historia mutilada, que empezar un cuento y que acabe a la mitad sin tener la visión completa de lo que ocurre. Esto ocurre con África. Nos falta una parte de la fotografía que nos han mu-tilado durante años de colonialismo, explotación y visión eurocéntrica del mundo. Desde GuinGuinBali hacemos nuestra humilde aportación para completar el cuadro. Anímense. Pasen y lean. África es poliédrica, múltiple, compleja. Llena de contradicciones y también de esperanza. Escuchen su voz.

* Fran Sevilla es corresponsal de Radio Nacional de España en América Latina. Ha cubierto los principales conflictos armados desde los años ochenta. Es jurado del Premio Bandrés y ha recibido numerosos premios por su trabajo.

Es autor del blog “Vagamundo”: http://blogs.rtve.es/fransevilla/posts

* José Naranjo es periodista canario, especializado en la mi-gración africana. Autor de varios libros, el último de ellos Los invisibles de Koda. Ha recibido varios premios por su trabajo.

Es redactor jefe de GuinGuinBali: www.guinguinbali.com

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¿Es Europa tierra de asilo para menores que necesitan protección internacional?

ARASH ETESAMI, EX MENOR REFUGIADO

Llegué a España en las navidades de 1987-1988, a los trece años. Mi padre era un alto cargo del ejército iraní, y decidió sacarme de Irán para que no fuera a la guerra contra Irak, es decir, huí del reclutamiento forzoso, porque a los catorce años en Irán nos qui-taban el pasaporte. Me fui a Turquía, por-que no allí no se pedía visado, mientras mi familia conseguía un pasaporte falso de un chico de Canadá, adonde estaba previsto que llegara para que me recogieran los fa-miliares que vivían en Estados Unidos. Me compraron un billete de avión Estambul-Barcelona-Madrid-Montreal. Como habla-ba bien inglés, pasé todos los controles sin problemas, y ya en Madrid, cuando estaba en el pasillo de entrada al avión, me detu-vieron hablándome en francés. El fallo fue que el pasaporte era de un chico de Mon-treal, y yo no hablaba francés. Me metieron en una sala de Barajas donde meten a los que van a deportar. Les expliqué que yo era menor, que no me podían deportar, pero me dijo la policía que yo no tenía derecho de pedir asilo. Ahí conocí a otro iraní, un oficial del ejército, al que también iban a deportar a Estambul. Llamé a mi padre y me dijo que de ninguna manera podía volver, porque era desertor: “si hace falta, córtate las venas y así te llevan al hospital y sabrán que exis-tes”. Nos intentaron deportar y nos pusimos a gritar que queríamos asilo, que lo que es-taban haciendo era ilegal, y nos devolvieron a la sala. La segunda vez nos llevaron al avión por unos túneles, pero antes de que despegara el otro iraní entró en la cabina del piloto y le informó que éramos deser-tores iraníes y que no nos habían dejado pedir asilo. Así que nos volvieron a bajar del avión. A todo esto, ya varios estudiantes iraníes que estaban en Madrid se habían enterado y llamaron a periodistas, que fue-ron al aeropuerto para ver si era verdad que estábamos ahí. Al final, un juez ordenó que nos sacaran de allí. Mi padre me advirtió que no me podía ayudar económicamen-te, y que lo mejor era que intentáramos llegar a Estados Unidos. Pero yo, como un náufrago que llega a tierra firme, dije: “yo de aquí ya no me muevo”. Entré en el cole-gio de los Padres Mercedarios donde viví, aprendí español e hice BUP. Fueron años de adaptación pero estaba plenamente in-tegrado. Tan integrado que algún profesor, al ver mi nombre, decía: “¿y este nombre? ¿Tienes padres hippies?” y yo le tenía que explicar que es un nombre persa y que yo soy persa. Con una beca de CEAR, empe-cé a estudiar en la universidad, y más tarde, ya con la nacionalidad española, pedí otra beca para poder acabar ingeniería de obras públicas. Me fichó el grupo ACS Dragados, me casé con una chica española, y ahora he sido contratado como directivo por otra gran constructora. Y eso después de vivir con 300 euros al mes durante años. Mi his-toria es una historia de éxito, he triunfado en la vida. Aunque claro, la pregunta que me hago una y otra vez es qué hubiese sido de mí si no me acogen como me acogieron.

Pepo Rubio. “Para acabar con la violencia contra los menores hay que combatir la impunidad, invertir en el cambio de actitud, ofrecer mejoras económicas y sociales y dar a los menores la capacidad de intervenir contra las violaciones de sus derechos”.

Así de contundente se mostraba Marta Santos Pais, Representante Especial de la Secretaría General de las Naciones Unidas para la Violencia contra los Niños, en su intervención en el Congreso Infancia y Protección Internacional en Europa celebrado en Madrid. En este encuentro, en el que se han dado cita diversos expertos, profesionales y representan-tes institucionales, se ha debatido sobre el futuro de la protección internacional de los menores que hu-yen de sus países por la violación de sus derechos humanos.

Los menores son uno de los colectivos más vul-nerables de entre los 50 millones de refugiados y desplazados que hay en todo el mundo. Del total de refugiados, casi la mitad son niños y niñas. A conse-cuencia de los últimos conflictos y guerras más de dos millones de niños han muerto y seis millones de menores han resultado heridos. Otros muchos han perdido a sus padres o en la confusión de la huida se separaron de sus progenitores para no volverse a encontrar. Así es para un millón de huérfanos. A veces son secuestrados y obligados a luchar como niños soldados o a trabajar como esclavos sexuales. Alrededor de 300.000 niños y niñas se encuentran en esa situación. Algunos de estos menores logran llegar a nuestro país o a otros países europeos hu-yendo de tan dramático destino, pero son muy pocos los que consiguen protección en nuestro continente.

Son numerosos los obstáculos y dificultades que en-frentan los menores refugiados que llegan a Europa. Personas especialmente vulnerables por no haber alcanzado la madurez y depender de otras personas adultas que se responsabilicen de ellos, a lo que se añade el hecho de ser extranjeros y vivir con el temor a ser perseguidos si son devueltos a su país. Así lo han relatado en primera persona los verdaderos pro-tagonistas, jóvenes que llegaron a nuestro país sien-do menores, en busca de protección. Como Joao, an-tiguo niño soldado, secuestrado y obligado a combatir

forzosamente en la guerra civil que asoló Angola hasta el año 2002, o como Arash, quien con 12 años huyó de un reclutamiento forzoso a finales de los años 80, duran-te la cruenta guerra entre Irán e Irak.

“Mi padre me envió a Turquía con 12 años para librar-me del servicio militar, ya que a partir de los 14 te retira-ban el pasaporte y pasabas a ser ya un futuro soldado”, comentó Arash. “Desde Turquía me proporcionaron un pasaporte falso para viajar a Canadá, haciendo tránsi-to en Madrid”, añadió este joven iraní, quien tras varios intentos fallidos de solicitar asilo en el aeropuerto de Barajas, incluyendo una huelga de hambre y un conato de motín en el avión en el que había sido embarcado para retornarle, consiguió evitar su expulsión. En el caso de Arash, la movilización de medios de comuni-cación y la actuación de un abogado, permitió su salida del aeropuerto y la tramitación de su petición de asilo, que le fue otorgado unos años después.

“Yo tenía 12 años cuando yendo de viaje con mi tío nos sorprendió una emboscada de la guerrilla de UNITA, en la que ví cómo disparaban a quemarropa a mi tío. A mí me secuestraron”, explicaba Joao, quien fue obli-gado a servir como esclavo de guerra para este grupo rebelde hasta convertirlo en niño soldado. “Nos tortu-raban física y psicológicamente, hacían magia negra y sacrificios para intimidarnos y anular nuestra voluntad” comentó Joao “nos prohibían llorar, manifestar amistad o apego con nuestros compañeros, de manera que te-níamos que mantener todo en secreto. Así empecé a ser soldado”. Concluyó este joven angoleño.

Con el apoyo de diversas organizaciones y entidades especializadas en asilo, y grandes dosis de esfuerzo personal, ambos jóvenes lograron salir adelante en España y rehacer sus vidas con éxito.

No menos dura es la situación de las niñas obligadas a casarse a la fuerza, como ha quedado reflejado duran-te el Congreso. Una dura realidad que afectará a 100 millones de niñas que contraerán matrimonio antes de cumplir 18 años a nivel mundial.

Paloma Favieres, abogada de CEAR, se hizo eco del caso de una menor romaní, víctima de dos matrimo-nios forzosos con apenas 13 años, y de malos tratos en Rumanía. Su solicitud de asilo en España, sobre

la base de violencia de género, fue denegada por pro-ceder de un país de la Unión Europea. La abogada indicaba que el caso de esta niña pone de manifiesto el vacío de protección existente en la actual legislación de asilo española aprobada a finales de 2009, que ex-cluye a los ciudadanos comunitarios de ser reconoci-dos como refugiados.

Se calcula que el número de menores extranjeros no acompañados en España ronda los 5.500, de los cuales apenas 20 han llegado a solicitar asilo en 2009, mientras que en el resto de la Unión Europea y países industrializados lo hicieron 20.000 menores. “Aunque la legislación española y europea insistan en la impor-tancia de considerar el Interés Superior del Menor para orientar las decisiones respecto a este colectivo, en la práctica nos encontramos con muchos casos en los que este interés no parece haberse tenido en cuenta”, comentó Bartolomé José Martínez, Asesor de la Ofici-na del Defensor del Pueblo.

Los diferentes aspectos que afectan a los menores que buscan protección en Europa y España han sido abor-dados en el Congreso a través de mesas redondas, ponencias y presentaciones de estudios. Además de Marta Santos Pais, han participado diferentes repre-sentantes institucionales españoles como Julián Prieto Hergueta, Subdirector General de Asilo del Ministe-rio del Interior, Bartolomé José Martínez, asesor del Defensor del Pueblo, o Consuelo Madrigal Martínez, Fiscal de Sala Coordinador de Menores del Tribunal Supremo. A nivel europeo han participado Blanche Tax, de ACNUR en Bruselas, Jessica Blommaert, de Coordination et Initiatives Réfugiés et Étrangéres de Bélgica, o Carmen de la Viuda, de la Representación Permanente de España ante la UE en Bruselas.

El Congreso Infancia y Protección Internacional en Europa: Niños y Niñas refugiados y beneficiarios de protección subsidiaria forma parte del Proyecto Soli-daridad de Responsabilidades liderado por La Merced Migraciones, ACNUR y la Cátedra Santander de dere-cho y menores de la Universidad Pontificia Comillas, en colaboración con Save the Children, Baketik, CEAR y UNICEF. Este proyecto cuenta con la financiación del Fondo Europeo para los Refugiados y de la Dirección General de Integración de los Inmigrantes del Ministe-rio de Trabajo e Inmigración.

“Yo de aquí ya no me muevo”

Ex menores refugiados y representantes de CEAR durante su intervención en el congreso. FOTO: ACNUR/ Regina de la Portilla

Congreso Infancia y protección internacional en Europa

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El domingo 20 de junio la plaza de Callao de Madrid se llenaba de paraguas blancos que con el lema “Debemos proteger a los refugiados” se unían a los desplegados en varias ciudades europeas.

En Bruselas, a una gran escultura de paraguas diseñada y construida por solicitantes de asilo y refugiados se unían un concierto musical y una comida al aire libre. Lisboa pedía más protección para los refugiados con un concierto en el centro de la ciudad. En Londres, se marchaba bajo los paraguas en una manifestación que comenzó cerca del Parlamento y que acabó con un picnic. Dublín reunió a políticos, actores, escritores y refugiados, y varios actores leyeron monólogos con historias de refugiados, además de lanzarse públicamente un corto sobre el derecho de asilo. En Lyon, y acompañados de una batucada, los manifestantes marcharon durante dos horas antes de celebrar un gran picnic en uno de los principales parques de la ciudad francesa. Berlín vivió su marcha de los paraguas el 14 de junio, coincidiendo con el seminario de ACNUR sobre protección a los refugiados, y repetía en varias ciudades alemanas el 20 de junio. En Estambul, la marcha terminaba frente a las puertas del centro Kumkapi, donde permanecen detenidos durante largos periodos muchos solicitantes de asilo, mientras en las ciudades fronterizas de Van (una de las ciudades turcas con más refugiados, y desde la que muchos son deportados a Irán) e Izmir (ciudad portuaria a través de la que los refugiados intentan llegar a Europa), se repetían las marchas.

En Madrid se pedía protección para los refugiados que llegan a nuestro país, y para los que no pueden llegar debido a los controles de frontera. Pero también para que toda Europa cumpla con su obligación legal y haga realidad sus discursos

Día Mundial del Refugiado 2010

Las organizaciones europeas se unen bajo el mismo paraguas:

“Debemos proteger a los refugiados”

De izquierda a derecha y de arriba a abajo: Día Mundial del Refugiado en Londres, Bruselas, Madrid, Ankara y Lisboa.

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Pepo RubioMeterte en la piel de otra persona, sentir que calzas sus zapatos, que arrastras sus pesadas cargas, que compartes sus temores, que te oprimen sus mismos corsés, que gustas de sus mismos sueños, no es una sensación que cualquiera experimente dema-siadas veces a lo largo de su existencia. Es la na-turaleza del ser humano, la empatía no forma parte de nuestras virtudes. Por eso la experiencia vivida el 22 de junio en las Naves del Español del Matadero, experiencia comunitaria que envolvió a más de 400 personas, se puede catalogar como única. La obra teatral El Proyecto Youkali consiguió transportarnos al interior de los corazones de cuatro personas refu-giadas y hacernos comprender que su realidad no nos es tan lejana como pudiéramos pensar. La his-toria, al igual que la vida, da muchas vueltas, y una sociedad entera puede verse fácilmente coartada en sus libertades y sus individuos perseguidos por ser simplemente como son: libres. Ese es el mensaje que con una fuerza demoledora impactó desde el escenario. Que refugiado, si no cuidamos nuestra libertad ni la defendemos celosamente, podemos llegar a serlo cualquiera.

Con un talento, maestría y quehacer impecable, el director Miguel del Arco y su equipo técnico y ar-tístico nos hicieron soñar con la isla misteriosa que soñamos todos, aquella en cuyas fronteras se de-tuvo el dolor, la oscuridad el rayo de luz, la estrella a seguir, Youkali… Si queremos que Youkali deje de ser un sueño, debemos dejarnos guiar por el espíritu de las personas refugiadas, aquellas que tuvieron que huir de sus países por su amor a la libertad y la justicia.

El 22 de junio se presentaba en el Matadero, la nave del Teatro Español, El Proyecto Youkali, obra de

teatro con la que CEAR Madrid, con la colaboración de Amnistía Internacional y el Teatro Español, quiere hacer visibles a las personas refugiadas e impulsar la solidaridad hacia ellas. Miguel del Arco ha escrito y di-rigido esta obra, de la que habla así:

Comienza un programa de TV, de un país cualquiera, moderno, libre y solidario. Un país como cualquier otro por cortesía de la globalización. Un país que a través de sus programas informativos echa un vistazo con-cernido a la realidad de otros países que no son tan

modernos, libres y solidarios. El programa en cuestión lleva muchos años en antena y se puede permitir poner en marcha un reportaje sobre un grupo de refugiados recién llegados al país y hacerles un seguimiento en el tiempo: cada 20 de junio, Día Mundial del Refugiado, les dedicarán un nuevo reportaje para que los telees-pectadores sepan cómo les va en su nueva vida. Pero algo se va deteriorando a lo largo de esos cuatro años que pasan en el país libre, moderno y solidario que los acoge. La situación política y económica da un vuelco y se pervierten los valores que a todos parecían into-

Youkali, esa tierra en la que todos entrancables. Los valores que permitían a los espectadores mirar por televisión a la hora de cenar, con una cierta condescendencia afligida, la situación de otros países menos afortunados. Situaciones tan atroces que a ve-ces el público sentía la imperiosa necesidad de zapear para que la cena no se les indigestara.El Proyecto Youkali toma el nombre de una canción de Kurt Weill. Una canción que habla de una tierra en la que todos los seres humanos pueden entrar para aliviar su dolor, donde todo el mundo es acogido y don-de el amor es la moneda común. Pero dice también que un país así no es más que un sueño, una locura… como todas las utopías. Pero ¿no es acaso la utopía la base sobre las que se han apoyado todos los grandes cambios que han hecho mejorar a la humanidad?.

Cuando Estrella Galán, Coordinadora Territorial de CEAR Madrid me propuso hacer algo para la cele-bración del Día Mundial del Refugiado, pensé que haríamos algo sencillo, flor de un día. Pero la cosa fue creciendo hasta convertirse en un espectáculo grande, hay más de 20 personas en escena, con canciones en directo, proyecciones, y un texto dramático, una histo-ria escrita específicamente para la ocasión. Hay, sobre todo, un grupo de profesionales de la escena de gran nivel que han aportado de forma desinteresada su tiempo y su talento para sacar adelante este proyecto Youkali que a nadie dejará, estoy seguro, indiferente. Las utopías deben empezar con las cosas más próxi-mas, y este montaje, que lo parecía, es ahora una rea-lidad. Una realidad empujada, inspirada y sobrecogida por la realidad de las personas que hemos intentado retratar en nuestro espectáculo. Gracias a ellas por su continua lucha, una lucha impuesta pero aceptada, para demostrar al mundo que Youkali no es un sueño ni es una locura sino una tierra que todos debemos perseguir y ayudar a construir.

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50 millones de personas en el mundo emigrarán este año por causas ambientales

África emite solamente el 14% del CO2 pero es uno de los continentes que más sufre las consecuencias del cambio climático

Arantxa FreireCon motivo del Día Internacional de África Fundación CEAR-Habitáfrica, IPADE y Solidaridad Internacional han denunciado la situación de 50 millones de perso-nas que se ven forzadas a abandonar sus lugares de origen por causas ambientales.Esta “tragedia silenciosa” está provocada en gran me-dida por los “malos humos” del Norte, ya que África sólo emite el 14% de los gases de efecto invernadero.La irresponsabilidad de los países desarrollados re-percute en las poblaciones más pobres intensificando fenómenos como las sequías, las lluvias torrenciales, la salinización de las aguas dulces o la subida del ni-vel del mar. La degradación ambiental desplaza a más personas que las guerras, por eso las organizaciones de dere-chos humanos y de desarrollo llevan años reclaman-do protección internacional para estos migrantes.Las migraciones por razones ambientales se conver-tirán en uno de los principales problemas políticos de este siglo XXI: un fenómeno complejo que actualmen-te expulsa de su lugar de origen a más personas que las guerras, por su relación directa con la pobreza.

Fenómenos como el cambio climático, la deforesta-ción, la desertificación o el agotamiento de los recur-sos están provocando ya continuos desplazamientos de población, sobre todo en el continente africano, hacia los núcleos urbanos. Un goteo de población di-fícilmente cuantificable, aunque según estimaciones de Naciones Unidas el número de personas despla-zadas por causas ambientales en el mundo podría llegar a los 50 millones este año. Hasta el 60% de los movimientos migratorios podrían tener este origen.

“Ha habido un cambio en el clima. Cuando yo era niño, llovía mucho. Ahora he notado que el río, que es nuestra fuente de vida, está más salado y hay más sequía”, explica Mamadou, alcalde de Karcia (provincia de Kolda, la región más pobre de Senegal). El continente africa-no es uno de los más castigados, aunque es el que menos CO2 emite a la atmósfera. Los pronósticos del catedrático Norman Myers de la Universidad de Oxford apuntan a que en el 2050 habrá 200 millones de migrantes ambientales.

Aunque la mayoría de los desplazamientos son inter-nos (del campo a la ciudad), cuando ya no pueden so-brevivir en las grandes ciudades, el siguiente destino es Europa. Naciones Unidas estima que 60 millones de africanos se desplazarán al Norte de Africa y a Eu-ropa en 2020 por causa del cambio climático. De he-

cho, en España, algunas organizaciones atienden con el estatus de migrantes económicos a pesca-dores senegaleses cuyos bancos de pesca están agotados debido a la sobreexplotación por parte de empresas europeas, cuando realmente debe-rían ser tratados como desplazados ambientales.

Diversas organizaciones de derechos humanos vienen insistiendo en la necesidad de ampliar los criterios que definen quiénes son refugiados, partiendo de las transformaciones acontecidas en el panorama internacional y las nuevas formas de persecución. Actualmente, las personas que se ven obligadas a huir de su país porque ya no pueden cultivar sus tierras a causa de la extensión de la desertificación o por falta de agua, están consideradas por los gobiernos europeos como migrantes económicos. Dado que su migración no ha sido voluntaria y la causa es ambiental, debe-rían ser reconocidos como refugiados ambientales y poder optar a la protección internacional. Desde una perspectiva amplia de la institución del asilo, la ausencia de respeto a los derechos económicos y sociales básicos de la persona, la imposibilidad de llevar una vida digna en su país de origen, etc, serían también tipos de persecución que merecen protección internacional, mientras la comunidad internacional no sea capaz de hacer desaparecer las causas que provocan las tremendas desigual-dades entre el norte rico y el sur pobre. ¿Acaso la degradación ambiental que fomenta o agrava situaciones de pobreza, no debería estar recogida?

Solidaridad Internacional, IPADE y Fundación CEAR-Habitáfrica, trabajan en colaboración con numerosas organizaciones de la sociedad civil africanas para frenar la degradación ambiental en el continente, principalmente en la región natural de Sénégambie méridionale (Senegal, Gambia y Guinea Bissau). Promueven una cultura de con-servación y uso sostenible de los recursos y eco-sistemas, mediante la implantación de sistemas de energías alternativas y medidas de eficiencia energética, para contribuir al desarrollo de las po-blaciones pobres y vulnerables de la región.

Igualmente, las tres organizaciones han puesto en marcha la campaña de sensibilización “África Cuenta”, para acercar la desconocida realidad afri-cana a la sociedad española desde una perpectiva de corresponsabilidad Norte-Sur.

El próximo 1 de Julio la Comissió Catalana d’Ajuda al Refugiat organiza las Jornadas Europeas Sobre Programas de Reasentamiento: definición, claves, actores y retos. La nueva Ley de Asilo incluye un programa anual de establecimiento de reasentamiento. Para su puesta en funcionamiento es imprescindible generar un debate en profundidad sobre las distintas perspectivas y experiencias de esta herramienta de protección internacional. En estas jornadas participarán personas expertas en el ámbito catalán, estatal e internacional. Los aspec-tos que se abordarán son el marco conceptual y legal, casos concretos, así como la experiencia francesa y holandesa en programas de reasentamiento. Se ha invitado a participar a represen-tantes de todas las administraciones del estado para que expliquen cuál podría ser su función en el programa. Especialmente se invitará a las alcaldías comprometidas en acoger personas refugiadas. Las Jornadas se celebrarán en el Col.legi de Periodistes, en Barcelona. Jumon Erra.JUMON ERRA.

CEAR Extremadura y el acompañamiento del asociacionismo inmigrante. - Hace más de cinco años CEAR en Extremadura inició un proceso de fortalecimiento del asocia-cionismo. De esta iniciativa nació USANE (Unión y Solidaridad de los Africanos Negros de Ex-tremadura) que más tarde cambiaría su nombre por SAE (Solidaridad Africana de Extremadura) En este sentido compartimos experiencias en materia de gestión de entidades, marco normativo del asociacionismo, herramientas y dinámicas para la sensibilización, además de haber estado participando como observadores en sus asambleas. Solidaridad Africana de Extremadura ha organizado una serie de actos con motivo del Día Internacional de África. CEAR Extremadura acudió como invitada, lo que es motivo de alegría, pues hemos podido asistir a un proceso de construcción de ciudadanía, participación democrática y desarrollo comunitario pionero en la región. LUIS LÓPEZ-LAGO.

Programa de Referencia y Orientación para la Actividad laboral (PROA). - Desde los astilleros del Área de Formación y Empleo de CEAR-Euskadi se ha botado PROA, un nuevo centro de empleo en el que se invita a las personas refugiadas, migrantes y apátridas a tomar el timón de su propia búsqueda de trabajo y capitanear su itinerario de inserción socio-laboral. En dicho centro se ponen a su disposición ordenadores, teléfonos y diferentes periódicos con secciones laborales. De esta manera, desde PROA cada persona decide el rumbo de cursos y ofertas de empleo a los que dirigirse. Con una actitud autónoma (pro-activa y de predisposición a trabajar) y un proceder dinámico (de movimiento a los lugares emisores de ofertas de empleo), navega por el mercado de trabajo hasta alcanzar el destino laboral buscado. Este Punto de Referencia y Orientación para la Actividad laboral está disponible en la sede de CEAR-Euskadi los lunes y los miércoles en horario de mañana y tarde. ROSABEL ARGOTE, coordinadora del Área de Formación y Empleo de CEAR-Euskadi.

Caída de los solicitantes de Asilo en Canarias.- El área de la delegación de CEAR en Canarias ha constatado una disminución notable de las solicitudes de protección internacional que se tramitan a través del servicio jurídico de la organización, y que principalmente se detec-tan en los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE).Los refugiados que llegan a Canarias procedentes de África se mezclan, en su viaje de huida, con los emigrantes a través de los cayucos. Con los emigrantes que se trasladan a Canarias, y por ello esta reducción de solicitantes está relacionada con la reducción en un 75% de las llega-das de cayucos a Canarias en 2009, con respecto al año anterior, según datos de la Delegación de Gobierno. Esta reducción de personas que no pueden acceder al procedimiento debido de amparo de sus derechos como refugiados está relacionada con las diferentes iniciativas que el Estado y la Unión Europea desarrollan para blindar sus fronteras, entre las cuales está la ex-ternalización de fronteras (FRONTEX), la Directiva de retorno, las reformas de la Ley de Asilo y extranjería (en el ámbito legal), o el Plan África (en el ámbito político). JUAN MORENO.

Talleres de integración y participación social.- La Comissió d’Ajuda al Refugiat al País Valencià consolidamos nuestra iniciativa de ofrecer a las personas refugiadas y migrantes talle-res de “Integración y Participación Social”. Con estos talleres tenemos por objeto promocionar el acceso a la participación social de las personas participantes. Estos talleres proponen una reflexión sobre cómo implicarnos refugiados, migrantes y autóctonos juntos en la transformación de la sociedad e incide sobre las causas del refugio y de las migraciones forzadas. Han partici-pado ya más de 200 personas. SALVA LACRUZ.

Manual de buenas prácticas del Área de Formación y Empleo.- La próxima puesta en marcha de nuestro Plan Estratégico y la implantación de planes de calidad en la organización, nos ha llevado a elaborar un manual de buenas prácticas para la incorporación de nuevos/as voluntarios/as y trabajadores/as al área de Formación y Empleo de CEAR Madrid. El manual se complementa con un vídeo en el que se ofrecen recomendaciones de buenas prácticas en la atención a usuarios/as a todas aquellas personas que se van incorporando al área. Dicho material estará en breve a disposición de todas aquellas personas o delegaciones interesadas. JOSÉ ANTONIO RUBIO.

CEAR Sur en la XV Fiesta de la Interculturalidad. - Desde hace quince años, en Grana-da se celebra la Fiesta de la Interculturalidad al final de la primavera. Este año CEAR Granada, compuesta en un 90% por voluntarios/as, ha estado presente en la preparación de dicho evento y se ha sumado al colectivo que lo organiza. La Fiesta de la Interculturalidad contó con talleres para los más pequeños, una gymkana para jóvenes en la que también colaboró el Foro Infancia y Juventud, así como stands de las ONG con información de cada una de ellas, una merienda acompañada de charangas y bailes de calle y, al final de la jornada, un concierto de un grupo musical compuesto por inmigrantes. Hay que destacar la implicación de los voluntarios/as de CEAR en Granada, ya que sin ella la participación en este tipo de eventos sería imposible. RICARDO GARCÍA.

CATALUÑA

EXTREMADURA

EUSKADI

CANARIAS

ANDALUCÍA

PAÍS VALENCIANO

MADRID

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Ana López Fontal*¿Tendrán todos los solicitantes de asilo en la Unión Europea (UE) derecho a una entrevista personal y a la asistencia de un abogado para ex-plicar las razones que les han llevado a escapar de sus países? ¿Tendrán la garantía de que no serán deportados a países de la UE donde los de-rechos de los refugiados no están garantizados? ¿Será más fácil para los solicitantes de asilo con-seguir un permiso de trabajo? ¿Tendrán las perso-nas con estatuto de refugiado y los beneficiarios de protección subsidiaria los mismos derechos? Cuestiones tan vitales como estas son las que es-tán actualmente encima de la mesa en Bruselas y las que, en última instancia, se transformarán en legislación nacional. En 2004, el Consejo Europeo adoptó el Programa de la Haya, en el que los gobiernos de la UE se comprometieron a establecer un procedimiento común de asilo y un estatuto uniforme único para los beneficiarios del estatuto de refugiado y de la protección subsidiaria. En una primera fase, los gobiernos de la UE se dotaron de normas mí-nimas comunes que comenzarían a sentar las bases de un futuro Sistema Europeo Común de Asilo. En la mayor parte de los países de la UE, esta primera generación de normas jurídicas ha sido incorporada ya en a la legislación nacional. Por ejemplo, en su momento el gobierno español ejerció su influencia para que los ciudadanos de la UE no pudieran solicitar asilo en ningún otro país del club y esto ha marcado las legislaciones de asilo europeas, incluyendo la española. Sigue habiendo diferencias abismales en las posibilidades que un refugiado tiene de obtener protección internacional en los distintos países europeos. Sin embargo, la prioridad por el primer país de entrada marcada por el sistema de Dublín es lo que determina qué Estado será responsable

de examinar una solicitud de asilo en la UE Para ser capaces de cumplir las promesas de La Haya, una segunda fase más ambiciosa y con nue-vos actores era necesaria. En 2008 y 2009, la Comi-sión Europea presentó sus propuestas para modificar el reglamento de Dublín, así como las directivas de acogida, de procedimientos de asilo y de reconoci-miento del estatuto de refugiado. Será el Parlamento Europeo anterior a las elecciones de junio del 2009 - por primera vez en este campo, con el mismo poder de decisión que el Consejo de la UE - quien apoyará los elementos más positivos de las iniciativas de la Comisión, tales como la propues-ta para que los solicitantes de asilo no tengan que esperar más de seis meses para acceder al mercado laboral y las propuestas para que los niños que llegan solos a Europa buscando protección internacional nunca sean detenidos y, además, puedan reunirse con sus familiares en otros estados miembro. Un nuevo parlamento europeo, con mayoría conser-vadora, está negociando ahora estas reformas con un consejo de ministros reticente a avanzar hacia el cumplimiento de las promesas de sus gobiernos en La Haya. Las negociaciones para mejorar la legis-lación que traduce las obligaciones de los Estados europeos de cara a aquellos que llegan a nuestro territorio en busca de protección internacional no es-tán resultando sencillas pero sí se están dando otros pasos relevantes: una Oficina europea de apoyo en materia de asilo será establecida en Malta para con-tribuir, a través del fortalecimiento de la cooperación práctica entre Estados miembros, al progresivo esta-blecimiento de unas políticas de asilo consistentes y armonizadas en la UE. Entre otras cosas, la Oficina tendrá como objetivos facilitar el intercambio de in-formación sobre los países de origen, apoyar a los Estados que reciben un mayor número de solicitudes de asilo y recopilar información sobre la situación del asilo en Europa. Además, Parlamento y Consejo si-

El futuro del asilo en Europa en la mesa de negociaciones: ¿Qué está en juego?

guen intentando llegar a un acuerdo sobre un Progra-ma conjunto de la UE en materia de reasentamiento para incentivar a los Estados miembro que procedan al reasentamiento de refugiados con arreglo a priori-dades definidas conjuntamente. Tras una presidencia española en la que no se ha llegado a acuerdos para la adopción de ninguno de los cuatro instrumentos legislativos propuestos en esta área, el 1 de julio toma el relevo Bélgica, con voluntad política de avanzar en las negociaciones y, así, seguir dando pasos en la construcción de un sis-tema común de asilo en Europa. Los eurodiputados y

los gobiernos europeos tienen ahora en sus manos el diseño de las políticas que determinarán qué tipo de Europa se encontrarán aquellos que en los años a venir se vean obligados a buscar refugio en nuestra parte del mundo. Para más información, consulta Asilo en Europa. Ahora está en tus manos, en http://www.ecre.org/EP/Espanol

*Ana Fontal es responsable de prensa del ECRE, Consejo Europeo para los Refugiados y Exilia-dos. www.ecre.org

CEAR participa en Justicia sin Fronteras contra las violaciones de derechos en las expulsiones desde Europa hacia África

En la primera fase del proyecto, durante el año 2009 CEAR y las organizaciones que nos hemos unido a este reto hemos realizado once estudios que anali-zan las violaciones a los derechos humanos come-tidas contra las personas africanas expulsadas y los recursos jurídicos existentes en cada uno de los países y en los ámbitos regionales y subregionales en Europa y África, así como en Naciones Unidas. En una reunión en Mali en diciembre 2009 las organi-zaciones participantes contrastamos estos estudios y planificamos el trabajo de JWB para el año 2010, constituyéndonos en comités de trabajo en los temas jurídico, incidencia, búsqueda de documentación, re-fuerzo de capacidades, búsqueda de subvenciones y comunicación. En la actualidad estamos prepa-rando diversos informes para presentar a Comités especializados de Naciones Unidas: informe sobre Marruecos para el Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial de Naciones Unidas; informe

sobre los acuerdos bilaterales firmados por Senegal ante el Comité sobre los Trabajadores Migratorios de Naciones Unidas. Por otro lado, se van a presentar dos denuncias ante la Comisión Africana de Dere-chos Humanos y de los Pueblos, una contra Maurita-nia y otra contra Libia por las expulsiones colectivas y las violaciones a los derechos humanos cometidas en estos países.

Los informes realizados constatan la externalización de fronteras de la Unión Europea y vienen a confir-mar los estragos que ésta está produciendo en los derechos humanos de las personas migrantes. La deslocalización de las fronteras se lleva a cabo a tra-vés de varias medidas que atentan contra la sobera-nía de los estados africanos y el derecho al desarro-llo: los acuerdos de readmisión firmados con países africanos a los que se condiciona la ayuda al desarro-llo, las operaciones Frontex, los controles realizados

María EsparciaJusticia sin fronteras para los y las migrantes (JWB por sus siglas en Inglés Justice Without Borders for Migrants) es un proyecto cuyo objetivo principal es la protección de los derechos de las personas migrantes mediante el combate contra las violacio-nes producidas en las expulsiones y deportaciones desde Europa hacia África Subsahariana y entre países africanos.

Open Society Initiative for West Africa (OSIWA) y Migrants Right International (MRI) promueven este proyecto y a lo largo del año 2009 han identificado e incorporado organizaciones de defensa de los derechos humanos de los migrantes en Mauritania, Mali, Senegal, Nigeria, Francia, España y Marrue-cos.

Se distinguen dos objetivos específicos del proyec-to. El primero, en el campo jurídico, busca que se haga justicia contra las violaciones de los derechos humanos de los migrantes expulsados mediante la utilización de recursos jurídicos a través de litigios emblemáticos a nivel nacional, regional e interna-cional. El segundo entra de lleno en la incidencia política, emprendiendo acciones de lobby transna-cionales con vistas a cambiar las leyes, la política y las prácticas que promueven las violaciones de los derechos humanos de las personas expulsadas. Para conseguir esta transformación se han trazado otros dos objetivos igualmente necesarios: reforzar la capacidad de las organizaciones de la sociedad civil para brindar a los migrantes una asistencia ju-rídica transnacional, y documentar las violaciones de los derechos humanos en las expulsiones y es-grimir esta información ante los tribunales, los go-biernos y las organizaciones intergubernamentales así como los medios de comunicación y la opinión pública.

por agentes de policía europeos en los aeropuertos de países africanos, las patrullas comunes de países de la Unión Europea presentes en territorios fronte-rizos o la privatización del control migratorio por las compañías aéreas o compañías privadas subcontra-tadas por éstas. En todos estos casos los controles son totalmente discriminatorios por estar basados en el aspecto físico y la nacionalidad de las personas y no tener en consideración a potenciales solicitantes de asilo olvidando las obligaciones internacionales asumidas por los Estados, como la Convención de Ginebra de 1951. En Europa son una constante las detenciones arbitrarias de inmigrantes, la utilización de la fuerza física e insultos raciales y xenófobos en las detenciones, internamiento, traslado y embarque de inmigrantes en los aviones con destino a sus paí-ses de origen o de tránsito. Las torturas y los tratos inhumanos y degradantes se suceden en las fronte-ras africanas donde están proliferando zonas de no derecho (Oujda en Marruecos, Tamanrasset en Ar-gelia, Rosso en Senegal, Gogui en Mali, Tinzawaten en Mali y Argelia). En Mauritania, Libia o Argelia, las personas deportadas de Europa o expulsados por avión o por tierra de países africanos son detenidas sin previo juicio en campos ubicados no habilitados para estancias prolongadas durante periodos de 6 a 9 meses donde los malos tratos son habituales.

Ante estas violaciones la responsabilidad de los es-tados se diluye y existe un vacío legal tanto en el de-recho internacional como en las normativas naciona-les, que rara vez dan a los migrantes expulsados una adecuada reparación, lo que favorece la impunidad y la emergencia de políticas que violan de manera constante los derechos humanos de los migrantes africanos. JWB trata de llenar este vacío y hacer evo-lucionar la política actual fundada esencialmente so-bre la represión securitaria, hacia una política basada en el enfoque de derechos humanos.

DESDE BRUSELAS

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Participa en el blog del voluntariado de CEAR Un espacio únicamente para las personas voluntarias de la organización donde construir activismo y ciudadanía transformadora, donde intercambiar opiniones, trabajos, reflexionar y también facilitar el contacto entre si.

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Edita: Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR). Comité de redacción: Área de Sensibilización y Comunicación de CEAR. Coordinadora: Ma. Eugenia García Raya. Maquetación: Creatividad y Comunicación de Acción Social. Impresión: AFANIAS. Servicios Centrales de CEAR: Avda. General Perón, 32. 2º Dcha. 28020 Madrid. Tf.: 91 598 05 35. [email protected] Depósito legal: M-26266-2005.

Puedes leer los números anteriores de Frontera Cero en www.cear.es

Jonathan David Ponce: “…Y lo malo dejaré que el tiempo se encargue de borrarlo”

El documental “Volver a nacer” recoge los testimonios de los refugiados del genocidio de la UP

“El exilio es otra forma de lucha”

SOY REFUGIADO

Una madrugada de febrero tuve que salir de mi país, Honduras. Era un vuelo a lo desconocido, no sabía a qué tendría que enfrentarme en España, poco sabía de este país. Al llegar al aeropuerto de Barajas in-mediatamente busqué a un oficial para comunicarle mi intención de solicitar asilo político. Los trámites dieron inicio, estuve en una serie de entrevistas para justificar mi solicitud, y en 24 horas un abogado de CEAR y un oficial de la Oficina de Asilo y Refugio se presentaron en el recinto. El abogado me explicó el procedimiento que tendría lugar, la posible acep-tación o denegación de la solicitud de asilo. La se-gunda y última noche que estuve en el refugio del aeropuerto fue muy difícil, con las memorias de mi país, las heridas tan recientes y el mar de recuerdos de cosas muy buenas y escenas horrorosas en mi mente. Las personas que me atiendieron de Cruz Roja fueron de mucha ayuda para superar esa crisis. Increíblemente, sólo minutos más tarde, cuando yo me hacía a la idea de que tendría que regresar a mi país, se recibió la comunicación de que habían ad-mitido a trámite mi solicitud de asilo. La organización de derechos humanos a la que solicité protección en Honduras había construido una red de contactos pre-vios a mi llegada a España, y una de estas personas me esperaba en la puerta de salida de la Terminal cuatro donde llegan todos los vuelos de América del Sur. Aún no era consciente de que estaba en Europa, veía las autovías y algunas cosas que me recorda-ban a mi país, al fondo del paisaje de Madrid divisé las montañas cubiertas de nieve, y poco a poco fui entendiendo que ya estaba muy lejos, pero mucha parte de mí seguía aun perdida en algún lugar de Honduras, no lograba encontrarme. Entré en un le-targo del que pensé que no podría salir nunca, es-tuve en casa de personas impresionantes para mí,

Paco Simón*“Aquí es como volver a nacer, aquí se tiene otra vida en un lugar que no hemos pedido, donde no hemos querido, no es que estemos mal aquí, pero nuestro vida debería estar allá. Mis hijos nacieron aquí y quiero que sean unos niños normales, no como fui yo porque pien-so que no tuve una infancia normal; quiero que ellos ten-gan lo que yo no tuve”. Quien así describe su exilio en España, conteniendo la emoción, es Ángela, una de las hijas de Miguel Ángel Díaz, detenido y desaparecido en 1984 en Colombia por contribuir a crear un movimiento político en el cual los guerrilleros participarían cambian-do el fusil por el discurso: la Unión Patriótica (UP).

Pocos meses antes de la desaparición de Miguel Ángel, el Gobierno y la guerrilla de las FARC habían acorda-do el cese el fuego para iniciar conversaciones de paz. Numerosos guerrilleros bajaron del monte y se unieron a las principales fuerzas de la izquierda, a dirigente so-ciales e incluso a sectores liberales y conservadores para constituir en 1985 la UP. El nuevo partido planteó reformas políticas, económicas y sociales que calaron en una sociedad hastiada de la violencia y de la miseria. Pero el éxito electoral que comenzó a cosechar en las elecciones de 1986 fue el inicio de un genocidio político que se ha cobrado la vida de más de 4.000 militantes, incluidos dos candidatos a la Presidencia de la Repú-blica; aunque la UP ya no concurre a las elecciones, durante el Gobierno de Álvaro Uribe ha sufrido 136 ase-sinatos y 38 desapariciones. Los asesinos han sido los paramilitares, el Ejército y la Policía que recibieron las órdenes de los sectores políticos y económicos que han dominado el país y temían que la UP fuese una opción real de poder en Colombia.

Durante todos estos años de persecución, centenares de militantes de la UP abandonaron Colombia para es-capar de las balas. Muchos de ellos siguen viviendo en

¡una pareja gay y casados! Yo sólo sabía de eso por las noticias. Me dolía mucho recordar que esos eran mis sueños hasta hace unos meses atrás. Renán y yo llevábamos dos años viviendo juntos, vivíamos felices en un piso en una buena zona de la capital, hace dos años atrás nunca me hubiese imaginado que su vida tendría un final tan pronto, apenas tenía veintidós años y una de sus últimas frases fue “estoy

como nunca”. Después de marchar durante seis meses en contra del golpe de Estado, el precio que tuvimos que pagar fue ese, el régimen envió sicarios al piso y le asesinaron. Nuestros sueños se vieron mutilados, aún lucho porque el amor que siento hacia Renán no se vuelva resentimiento contra los que nos hicieron esto. Pronto después de su muerte tuve que asumir todas las consecuencias de tan doloroso hecho, afrontar la jus-

ticia del régimen, los sicarios, el duelo, la posible salida de Honduras para salvar la vida, una vida que había quedado sin propósito.

Cuando ingresé al CEMI de CEAR en Extremadu-ra encontré gente impresionante que poco a poco me ha ayudado a que no pierda el control de mi vida. Hasta el día de hoy resido en el centro y he podido comprobar que sí tengo las habilidades para llevar de mejor forma esta cruel herida que nos han causado. Cada una de las personas que trabajan en mi caso cumple una función funda-mental. Desde la forma en que me han ayudado a integrarme de manera tan rápida en la comunidad, poder defender nuestra causa, compartir mi dolor y tener quien me escuche, tener la asesoría de un grupo de abogados del mejor nivel, tener un abra-zo, un te quiero de gente que no sabía que existía hace unos meses atrás, y sí, es su trabajo, pero lo hacen con tanto compromiso que no puedo ne-gar el sentir una mano amiga entre ellos. Aún trato de sobrellevar de la mejor forma posible el hecho de que extraño muchísimo a mi pareja. La herida no sanará, simplemente cada día me vuelvo más fuerte para poderla llevar de mejor forma. Mi pre-sente ha cambiado sustancialmente, ahora camino por las calles sin temor, mi situación legal me per-mite sentirme libre y seguro, increíble. ¡El Estado español me protege! Y los golpistas en mi país nos buscan para asesinarnos por denunciar el golpe de Estado. Ahora veo un futuro distinto, retendré todo lo bueno y lo malo dejaré que el tiempo se encargue de borrarlo, de momento me siento muy protegido y sé que de ahora en adelante tengo ma-nos amigas que estarán ahí para recordarme que sí se puede seguir adelante, que el futuro aún en la adversidad es brillante.

España. Kolektiva Colombia -coordinadora vasca inte-grada por CEAR-Euskadi, Paz con Dignidad, Mundubat, La Posada de los Abrazos, Mugarik Gabe y el Colectivo Colombiano de Refugiados en Euskadi-Bachúe- abordó este caso paradigmático del asilo motivado por causas políticas mediante la proyección en Bilbao, el pasado 24 de junio, del documental Volver a nacer (Memoria desde el exilio del genocidio de la Unión Patriótica en Colom-bia). El acto contó con la presencia de algunos de sus protagonistas y generó un interesante debate sobre la situación en Colombia y el derecho al asilo en el Esta-do español. El documental, producido por la Fundación CEPS y financiado por la Agencia Catalana de Coope-ración al Desarrollo, ha recibido el premio de periodismo solidario -modalidad obras no inéditas- del IV Memorial Joan Gomis y fue seleccionado como mejor película de la sección Memoria y Justicia Universal del I Festival Internacional de Cine y Derechos Humanos de Santa Coloma de Gramenet (Barcelona).

Incomprensión del exilio colombianoVolver a nacer es el fruto de una investigación sobre el exilio de las y los militantes de la UP en España. El tra-bajo de la Fundación CEPS tiene su origen en la labor tan valiente como anónima de los hombres y mujeres de la ONG colombiana Reiniciar, que recorren Colom-bia arriesgando sus vidas para reconstruir la memoria histórica de este genocidio. Reiniciar es la impulsora del caso ante el Sistema Interamericano de Derechos Humanos para intentar que no quede en la impunidad. CEPS recogió el testimonio de 22 exiliados y exiliadas para aportarlos a Reiniciar y, al mismo tiempo, difundir lo que fue este genocidio que, a pesar de su magnitud, es casi desconocido. El objetivo del documental no es tanto centrarse en la trágica historia de la UP -existen obras magníficas como El Baile Rojo que describen el exter-minio- sino recoger el impacto del exilio en las víctimas, como el caso de la familia de Miguel Ángel Díaz.

“Me negaron el trabajo, el estudio, la salud y las liberta-des y cuando protesté me acusaron de guerrillero y me sacaron a tiros”, explica Fernando en la película mientras empuja su carro de barrendero. Ese estigma cuesta de borrar también en el país de asilo: “A los refugiados, la gente tiene la tendencia a pensar que ´por algo sería ,́ y sí, claro, era por algo, reivindicábamos la mejora de la situa-ción de los trabajadores y campesinos”, apunta Olgher. Su compañera, Eugenia, cree que el exilio aún es más duro para los colombianos “porque no hay un reconocimiento como existe hacia personas de otros países. Cuando un colombiano viene a España la gente no entiende por qué. Piensan que Colombia es un país democrático, no saben lo que ha pasado con la UP”.

Pero a pesar de la incomprensión y del desgarro que produce no poder volver a su tierra, en todos ellos y ellas prevalece un sentimiento: exterminaron un movi-miento político, pero no acabaron con sus ideas y el exilio es otra forma de lucha.

*Periodista. Codirector del documental “Volver a nacer”, que ha recibido el premio de periodismo solidario -modalidad obras no inéditas- del IV Me-morial Joan Gomis y fue seleccionado como mejor película de la sección Memoria y Justicia Universal del I Festival Internacional de Cine y Derechos Hu-manos de Santa Coloma de Gramenet (Barcelona).