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Arizona Journal of Hispanic Cultural Studies
Fronteras líquidas: Agua y bio-política de la territorialidad en EspañaAuthor(s): Tatjana GajicSource: Arizona Journal of Hispanic Cultural Studies, Vol. 11 (2007), pp. 25-41Published by: Arizona Journal of Hispanic Cultural StudiesStable URL: http://www.jstor.org/stable/20641846 .
Accessed: 10/06/2014 21:56
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Fronte ras liquidos:
Agua y bio-politica de la territorialidad en Espaha
Tatjana Gajic is an Assis tant Professor in the De
partment of Spanish and
Portuguese at Emory Uni
versity. She is completing a book manuscript entitled
^Defeated Thought: Legacy of Spanish Liberalism in
the Making and Unmaking ofFrancoism." This article is the first step in the deve
lopment of her new project about modern Spain and
bio-politics
El agua brota como el mayor conflicto geopolftico del
sigloXXI" reza una fr?se de la sinopsis de la pelicula Sed.
Invasiongota agota (2004).1 No hay que ir demasiado
lejos para encontrar datos que justifiquen tal afirmacion. La
misma informaci?n publicitaria para la pelicula informa que "se espera que en el ano 2025, la demanda de este elemento
tan necesario para la vida humana sera un 56% superior que el suministro." A su vez, Barlow y Clark, autores de Oro azul.
Las multinacionalesy el robo organizado de agua en el mundo,
especifican que "el consumo mundial del agua se dobla cada
veinte anos, mas del doble de la proporcion del crecimiento
de la poblacion humana"(28). Un estremecedor documento
visual, la fotografia de Desiree Martin "Cayuco en las costas
de Tenerife," ganadora del Premio Ortega y Gasset de Perio
dismo Digital en 2007, muestra un grupo de inmigrantes cuyo
primer contacto con la tierra espanola
es una botella de agua
lanzada hacia ellos desde un barco de salvamento marino. La
fotografa logra captar el momento en que la botella, brillante
contra el trasfondo azul de un cielo sin nubes, parece vacilar
antes de caer en manos oscuras que en un gesto de maxima
tension se extienden hacia ella.
Por razones que tienen que ver tanto con su geografia como con su historia, Espana es el caso paradigmatico de un
pais cuyo desarrollo econ?mico, politico y social se ha visto
condicionado por los problemas asociados con la falta y la
desigual distribution del agua. Desde los albores de la epoca moderna en el siglo XVIII hasta hoy, Espana ha vinculado la
promesa de su modernidad y su europeizaci?n a la necesidad
de mayor control y mejor uso de sus caudales acu?ticos. Si
Arizona Journal of Hispanic Cultural Studies Volume 11, 2007
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a eso se anade la proverbial dedicaci?n a la
construction de grandes obras hidr?ulicas
de todos los gobiernos espanoles durante el
siglo XX?con el franquista a la cabeza?se
comprender? la rotundidad de la siguiente afirmacion de Eric Swingedouw:
Hardly any river basin, hydrological cycle, or water flow [in Spain] has not been subjected to some form of human intervention or use; not a
single form of social change can be understood without simultaneously
addressing and understanding the transformation of and in the hydro logical process. (95)
Dada la relevancia (y ocasional vehemencia)
que han adquirido los debates sobre el agua en Espana tanto en los medios de comunica
cion masiva como en el campo academico y entre los movimientos sociales, es llamativa
la ausencia de una reflexion sobre estos de
bates en el ?mbito de los estudios culturales
espanoles. Esto es aun mas sorprendente por tratarse de un tema en el que se juntan
la actualidad mas absoluta con una proyec ci?n historica que hace diflcil imagin?r una
discusion sobre la modernidad espanola sin
analizar el papel que ha jugado el agua en
el imaginario cultural y politico del pais. Ademas, los problemas relacionados con el
agua posibilitan y hasta requieren un estudio
interdisciplinario cuya ubicacion "natural"
deberfan ser los estudios culturales. En otras
palabras, de la misma forma en que las cau
sas y las implicaciones de la escasez del agua
traspasan las fronteras politicas existentes, el an?lisis critico del discurso de la escasez
tambien requiere hacer menos rigidas, mas
fluidas, las fronteras entre las ciencias socia
les, la literatura y la teoria critica.
Este ensayo se propone examinar dos
configuraciones del discurso de la escasez del
agua en Espana que pertenecen a coyunturas
hist?ricas precisas: el movimiento regenera cionista a finales del siglo XIX, y los debates en torno al Plan Hidrol?gico Nacional
promulgado en los albores del siglo XXI. El marco interpretativo del ensayo esta organi zado en torno a dos propuestas de lectura.
La primera indica que en ambas ocasiones se debate el papel del estado en la creaci?n
de una nueva politica del agua. En el caso
de Joaquin Costa, se trata de examinar el rol
del estado en fomentar un nuevo modelo
de agricultura, mientras que en los debates
actuales se trata de vislumbrar las conse
cuencias politicas de un nuevo concepto del
agua definida como un bien econ?mico o
una mercancia que se puede separar de su
medio natural (no). La segunda propuesta es que tanto la politica hidr?ulica de Costa, como la actual politica del agua representan dos formas de bio-politica orientadas hacia
la regulaci?n de la vida de la poblacion por medio del control del agua y del terri
torio. Por ultimo, la figura del novelista e
ingeniero hidr?ulico Juan Benet, clausura el articulo por ser el el que, en el contexto
cultural del siglo XX, representa el eslabon
perdido que permite vincular las discusiones
politico-econ?micas sobre el agua con una
fabulaci?n literaria sobre el papel que juegan la politica y la tecnica en la empresa belica
de la conquista territorial.
Joaquin Costa: Reducir las fronteras
del reino de la miseria
Hemos perdido el sentido del espacio, como
ya antes habiamos perdido el sentido del
tiempo.
Joaquin Costa
Junto con el "cirujano de hierro," el
concepto de "politica hidr?ulica" ofrece la
expresion mas emblematica del programa
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Tatjana Gajic 27
de regeneration nacional propuesto por
Joaquin Costa. En el marco de la politica hidr?ulica costiana, la necesidad de una
reforma economica, social y politica de Es
pana partia de la b?squeda de unasolucion
a los problemas que aquejaban al campo y la agricultura. La clave de esos problemas,
cuyas manifestaciones mas evidentes eran
escasa productividad agraria y la despo blaci?n del campo bajo los efectos de la
urbanization e industrialization, se encon
traba en la escasez y desigual distribution
del agua en la peninsula. Asi, para Costa,
el agua se convierte en el factor clave para
regular la relation entre los distintos polos del desarrollo: la agricultura y la industria, el campo y la ciudad, la libertad economica
y la politica, la iniciativa privada y el interes
nacional.2
El problema del agua y la agricultura se relacionaba en la Espana decimononica
con otro fenomeno importante: el cambio
en el regimen de la propiedad de la tierra es
timulado por el proceso de desamortizacion, llevado a cabo en oleadas sucesivas a partir de finales del siglo dieciocho, y de modo
mas significativo en 1820,1836 y 1855.3
Pieza clave en la desintegracion del Antiguo
Regimen, la desamortizacion desmantelo
el sistema traditional de la propiedad, en
el que la tierra pertenecia a la nobleza, la
Iglesia, o al tipo de propiedad comunal
conocido como "bienes de propios," gene ralmente municipios. En el caso de Espa na, desmembrar las grandes propiedades feudales y disminuir el poder de las fuerzas
sociales tradicionales, era una necesidad
perentoria para el fragil estado liberal. Un
estado cuya legitimidad e integridad terri
torial eran constantemente cuestionadas,
tanto por las fuerzas politicas reaccionarias
(el absolutismo de Fernando VII, seguido por la rebeli?n carlista), como en el arnbito
econ?mico, donde a las dificultades de una
economia de guerra, se juntaron los efectos
de la ola de luchas por la independencia en
las colonias latinoamericanas y los inicios
de la industrialization. La guerra, la im
plantation del regimen capitalista y la crisis
social, estos son los factores que en el siglo diecinueve suscitan el problema de la tierra
vinculado, directa e indirectamente, con la
territorialidad.
En sus resultados, la desamortizacion
fue mas que una medida politico-adminis trativa y menos que una radical reforma
agraria. Visto en retrospectiva y a largo
plazo, el proceso de la desamortizacion da
prueba, en la opinion de muchos historia
dores, de la existencia de un circulo vicioso
en la actuation economica y politica del
estado liberal espanol. La primera gran ola
desamortizadora del estado liberal, en la
que se pusieron en venta las propiedades eclesi?sticas, obedecia a razones politicas
respaldadas por la racionalidad economica.
El proposito de la venta de las propiedades eclesi?sticas era multiple: asestar un golpe a la Iglesia que, en el contexto de la guerra civil, ofrecia apoyo a las fuerzas enemigas del estado liberal (carlistas), y crear una
nueva clase de propietarios fieles al regimen, llenando de paso las areas del estado de
los fondos necesarios para ganar la guerra contra los carlistas. La propiedad privada de la tierra ofrecia la base economica para la consolidation politico-territorial del
estado liberal, a la vez que prometfa una
identification simbolica entre la nueva clase
de propietarios y el estado.
La otra cara de la moneda de la rees
tructuracion de la propiedad al amparo de
una politica estatal, fue el modo en que se
hizo la industrialization del pais. La indus
trialization de Espana, cuyo emblema era
el ferrocarril y la construction de una red
ferroviaria, fue uno de los proyectos fun
damentales del estado liberal que en 1855,
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un ano despues de retomar el poder, aprobo dos leyes: la Ley de Desamortizacion (una
ampliation de la ley desamortizadora de
1836, suspendida por los conservadores),
y la Ley de Ferrocarriles. Los historiadores
Josep Fontana y Gabriel Tortella han escrito
sobre una verdadera fiebre de inversiones en la red ferroviaria espanola, liderada por la banca francesa. A ese influjo del capital
privado se sumo el estado con importantes subvenciones a las companias constructoras
de la red ferroviaria. Pero el mismo retraso
economico espanol, que debia haber sido
compensado por el r?pido crecimiento en
la construction de la red, llev? a la empresa constructora a un desenlace parad?jico. El escaso desarrollo industrial del pais arruino
la rentabilidad del proyecto: habia vias y rie
les, pero apenas habia bienes que transpor tar. La promesa del progreso indirectamente
confirmo el atraso espanol representado por el desfase temporal entre el desarrollo
industrial del pais y la construction de la
red ferroviaria:
[E]l establecimiento de ferrocarriles,
que en otras partes habia sido con
secuencia de un estado elevado de
riqueza y adelanto, debia aqui nec
esariamente precederlo y producirlo.
(Fontana 179)
El pensamiento regeneracionista de Joaquin Costa se levanta sobre una critica del sistema
economico de la Restauration basado en dos
principios mencionados: la desamortizacion
de la tierra y el empuje estatal a la indus
trialization por medio de la construction
de la red ferroviaria. Igual que el liberalismo
decimononico, el regeneracionismo cos
tiano defiende la intervention estatal en el
desarrollo economico, pero a diferencia de
los liberales, en Costa, el papel del Estado no se reduce a una politica de inversion
industrial compaginada con la apertura
agraria a los mecanismos del mercado, sino
que depende de una regeneration de la
agricultura. En su obra mas famosa, Oligar
quia y caciquismo, Costa definio la politica hidr?ulica como "una expresion sublimada
de la politica agraria "
(204). El prop?sito de mi lectura de Costa es desglosar y analizar
las implicaciones politicas y bio-poh'ticas de esa aproximacion, para demostrar que la importancia de la agricultura reside en el
hecho de concebirla como la clave de la pre servation no solo del estado sino, en ultima
instantia, de la vida biologica y social.
El programa costiano de la regenera tion de la agricultura, basado en la politica hidr?ulica, parte de una conception con
junta de la vida:
[E]l modo de hacer vivir a los dem?s es disminuir la cantidad de muerte, esto es, del dolor [...], es
principal mente, reducir las fronteras del reino
de la miseria. (Costa, Politica 125)
En esta frase se entiende la vida en un sen
tido biol?gico, econ?mico y territorial, ya
que es en el ?mbito de lo territorial donde las
condiciones de la production se cruzan con
las condiciones de la reproduction de la vida
biologica y social. Para Costa, el fomento de la vida es el rol por excelencia del estado
al que le incumbe vincular el desarrollo
agricola a la reforma social, y la riqueza del
suelo al sostenimiento de la poblaci?n. A esa
ligazon entre la vida y la economia national
y, en ultimo termino, entre la bio-politica y la politica, apunta Costa cuando amonesta
en tono profetico que:
como dijo [...] el sabio por excelen
cia, Salomon [...] melius es enim mori
quam indigere, vale m?s estar muerto
que ser pobre. (Costa, Politica 125)
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Tatjana Gajic 29
Las fronteras de la miseria no son tanto
politico-administrativas como territoriales
y bio-polfticas. Se trata de fronteras que al
marcar la tierra en su condition de produc tiva o no-productiva, rentable o no rentable, tambien marcan a los que la habitan como
productores o como poblacion no-produc tiva, siendo esta ultima de la que surgfan huestes de emigrantes y proletariado urbano
en la Espana finisecular. En el vocabulario
actual, cuyo uso no es incompatible con los
analisis de Costa, diriamos que las fronteras
de la miseria son las que dividen a los ciuda
danos de los no-ciudadanos. Las fronteras de
la miseria son trazadas por el hambre o por la sed, y la ?nica postura critico-intelectual
que alguien como Costa puede asumir frente
a ellas, es que aquel, lease tierra o estado, que no da la vida, la quita.
Para Costa, son dos los argumentos
principales que indicaban que el estado
deberia tener la competencia linica y exclu
siva en asuntos relacionados con la politica del agua: primero, porque el estado era el
?nico sujeto politico al que se podia confiar
la empresa de construction de los canales
de riego (a diferencia de la empresa de la
construction ferroviaria cuyo motor era el
capital privado); segundo, por el valor que tiene el agua para la vida. En otras palabras, la importancia de la regulation y el control
del abastecimiento de agua no se reduce a la
tarea tecnica de mejorar la distribution de
los caudales, sino que implica la posibilidad de aliviar la miseria y remediar la escasez.
A diferencia de otros recursos, como es la %
riqueza minera, el agua en Espana funciona
como un indice de la escasez. La amenaza
constante de la escasez y la miseria que,
seg?n Costa, definia la vida del campesino
espanol y lo subordinaba a la tierra, se hizo
aun m?s patente a causa de la crisis del
campo y la agricultura en la segunda mitad
del siglo diecinueve. Los sintomas amplia
mente discutidos de esa crisis mundial y no
solo espanola, eran los cambios radicales en
el mercado de cereales, la inflation de los
precios de alimentos que, a su vez, produjo una crisis de subsistencias y una oleada de
disturbios sociales.4
En el contexto de esa crisis agricola mundial, desarrollar un nuevo modelo de
agricultura pasaba por humanizar y hacer
mas productiva la tierra por medio del pleno
aprovechamiento del recurso-agua. De la
posibilidad de crear una nueva agricultura, a la que Costa denominaba arm?nica, cons
ciente o racional, dependia no solo el futuro
de la agricultura como tal, sino tambien la
suerte del agricultor. Para poder sobrevivir, este ultimo deberia distinguirse tanto del
obrero, atrapado por la industria y la ciu
dad, como de los campesinos pobres cuya esclavitud a la tierra infertil Costa iguala una
y otra vez a la muerte:
[E] se surco fementido que abris, eter
no, inacabable [...], m?s que surco
para sembrar simiente agradecida, es
la sepultura donde enterrais el porve
nir de vuestros hijos y vuestra propia vida. (Costa, Politica 59-60)
Con su doble enfasis en la transformation
del agua de un bien escaso en portador de
vida y riqueza, y en la transformation del
campesino de un esclavo de la tierra a un
regante, la politica hidr?ulica aboga por una
superacion del sistema politico basado en el
parlamento y los partidos para conformar
una nueva misi?n propia y exclusiva del
estado: la mision de gobernar la poblaci?n
por medio del uso y el control del agua. El control de la poblaci?n, o la pre
ocupacion por ella, es lo que para Foucault
diferencia la conception de poder que el
llama "gubernamentalidad" (governmentali
ty) de las articulaciones del poder centradas
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30 Arizona Journal of Hispanic Cultural Studies
en la figura del soberano.5 A diferencia de
la soberama, que emana del poder personal del principe consagrado por las leyes que todos deben obedecer, la gubernamentali dad concierne saberes y tacticas dirigidas a
la organization y preservation del bienestar
de la poblacion. La primacia del control
militar y politico que definia el ejercicio del poder en cuanto poder soberano, est?
aqui sustituida por la primacia de saberes
de gobernaci?n, siendo la economia el m?s
importante de ellos.
Dentro del marco de la gubernamen talidad, la relation entre el gobierno y la
poblacion se concibe no como una relation
dictada desde el poder, sino como un des
pliegue de saberes, estrategias y pr?cticas necesarias para que el gobierno pueda cum
plir con la funcion que le es propia; funcion
cuyo arte consiste precisamente en auto-li
mitar, encauzar y moderar racionalmente su
actuation para responder a las necesidades
y caracteristicas de una poblacion concreta.
En una entrevista, Foucault caracteriza de
forma sucinta esa nueva conception del
poder que surge junto con una toma de
conciencia del car?cter complejo y en cierto
sentido aut?nomo de la sociedad:
It seems to me that at that very moment [cuando se descubre la
naturaleza propia de la sociedad] it became apparent that if one governed too much, one did not govern at all.
(352, enfasis mio)
Con sus iniciativas para sustituir la politica "a secas" por la politica hidr?ulica, Costa
introduce un cambio en la conception del
poder que va de la idea del poder como
mero hecho de su ejercicio, al desarrollo
de estrategias y saberes que constituyen la practica de gobernar. Eso conlleva un
cambio de enfoque en la action politica
que se traslada del arnbito parlamentario de la Restauration, acechado de constantes
crisis, a la organization de la agricultura y la economia, entendidas como modelos
privilegiados de relation entre el estado y la poblaci?n.
<;Por que la agricultura, m?s que
cualquier otro saber o rama de la economia
nacional, proveeria el modelo de actuation
estatal para Costa? Lei'da en clave foucaul
tiana, la respuesta que ofrecen sus ensayos,
recogidos en dos vol?menes titulados La
formula de la agricultura espanola (1911), seria que, transformada por la politica hi
dr?ulica, la agricultura ofreceria un ejemplo de gubernamentalidad.6 La agricultura seria
un modelo de equilibrio entre las fuerzas
naturales (fundamentalmente, el calor y la humedad); un ejemplo de colaboraci?n entre la materia inorg?nica y org?nica que se distribuyen y circulan entre las plantas, los animales y los cuerpos humanos; final
mente, seria un ejemplo de reconciliation
entre las demandas de la geografia (clima,
suelo) y la historia (poblaci?n, forma de go bierno) que, juntas, determinan el car?cter
y el destino historico de una poblaci?n y un
territorio concretos.
Pero, tanto o m?s que el arte o la
tecnica que busca establecer un equilibrio entre los elementos naturales y la sociedad,
para Costa, la agricultura es un repertorio de estrategias para regular el desequilibrio. Es una pr?ctica correctiva, reguladora, que
proyecta y planifica un equilibrio ideal como
meta final de la actuation del agricultor,
ayudado por el estado. En este segundo sentido, hablariamos de la "agricultura rational" (Costa, La formula 8), aquella que depende del modo en que el agricultor hace uso de diferentes tecnicas y saberes para aumentar la production y su propio bien
estar. El modelo opuesto de la agricultura, a la que Costa llama "perturbadora" {La
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Tatjana Gajic 31
formula 8), se encuentra condicionada por el
objetivo contrario de extremar el uso de los
recursos humanos para alcanzar un domi
nio ?nicamente mec?nico de la naturaleza.
Ejemplificada por la orientation exclusiva de
la agricultura espanola hacia la domination
del suelo por medio del arado, la agricultura
perturbadora constituye un ejemplo de la
abdication del poder al ejercicio mismo de
la domination. Parafraseando el foucaul
tiano "if one governed too much, one did
not govern at all," diriamos que en el caso
de la agricultura perturbadora, su practica se reduce al ejercicio del excesivo gobierno del arado, y la fuerza viva (el trabajo del
agricultor) se agota en su transformation
en fuerza mecanica (el arado aplicado a la
tierra). La agricultura del arado, concluye Costa, es la que, finalmente, convierte al
agricultor en un esclavo de la tierra.
En proximidad con la formula foucaul
tiana de la gobernaci?n moderna, donde
gobernar demasiado viene a ser lo mismo
que no gobernar, la formula costiana de la
modernization de la agricultura espanola afirma que trabajar demasiado en la tierra
significa, para el campesino, convertir el tra
bajo en castigo, y para la tierra, desgastarla y robarle su potencial de productividad, que viene a ser lo mismo que despoblarla en
el futuro. La situation casi catastr?fica del
campo espanol, sugiere Costa, surge a causa
de privar de trabajo a aquellosseres (plantas
y animales) que existen para sustituir al
hombre en su funcion de trabajador en la
tierra. Trabajando para y por el hombre,
las plantas y los animales tambien trabajan incesantemente por y para la tierra:
Esos ?rboles que alargan en derredor
suyo sus cien brazos para ofrecernos
liberalmente los ricos y sustanciosos
frutos que han elaborado en los invisibles talleres de su corteza, son
para nosotros a modo de obreros gra
tuitos, cuyo salario paga el cielo, que no descansa [sic] nunca [...] que no
piden reduction de horas de trabajo, como los obreros en general [...] ni
profieren gritos subversivos [...] ni
infunden pavor en el ?nimo de clases
conservadoras. {La formula 45)
El trabajo de los ?rboles, animales, peces, frutas y hortalizas puede compensar por la escasa fertilidad del suelo y prolongar el
ciclo de la productividad de la tierra m?s
alia de la estricta temporada de la cosecha
que caracteriza, por ejemplo, al trigo, esa
"funesta planta" {Politica 45), hacia la que Costa profesa un autentico y no disimulado
odio.
Lo que representa la clave de la agri cultura como forma de bio-politica es que el trabajo en la tierra no sea un castigo
auto-infligido para el agricultor, castigo cuya realization plena llevaria a la desaparicion del agricultor, transformado en emigrante o
en un fantasma infrahumano y hambriento
que puebla campos deserticos. El contrapeso necesario de la emancipation del agricultor se encuentra en las iniciativas de Costa de
hacer la tierra m?s productiva por medio del
trabajo entendido como sacrificio volunta
rio de "trabajadores no-humanos," plantas y animales, que trabajando por si solos, dia
y noche, hacen que la tierra trabaje y rinda
m?s.7 En otras palabras, para asegurar el
futuro de la tierra, y de ahi el de la nation, es
necesario fomentar el trabajo de las plantas y los animales cuya funci?n es la de suplantar al agricultor en su "funci?n mec?nica" y liberarlo para que pueda ejercer su "funci?n
dirigente" del mundo natural, sentando
las bases para un aumento constante de la
poblaci?n, beneficiada por la existencia de
un ciclo ininterrumpido de production y consumo cada vez mayores. Por medio del
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control de la tierra y el dominio de su pro ductividad, el control del trabajo?quien
trabaja, por y para quien?llega a ser la
forma principal de bio-poder para Costa. Es
precisamente en ese punto, en haber puesto de relieve la conexion entre el dominio de la
tierra, el control del agua y de la poblacion, y en haber vislumbrado el vinculo entre el
trabajo de los sujetos humanos y los no
humanos, donde reside la relevancia de
los planteamientos de Costa para nuestra
situation contempor?nea.
La lectura que se propone aqui mues
tra como todo el paradigma hidraulico de
Costa consiste en concebir el riego como
el vehfculo que posibilita la sustituci?n
del arado, un instrumento de opresion del
campesino, por el trabajo de los agentes naturales no-humanos. El programa de
Costa busca sustituir el trabajo humano por la action beneficiosa de la planta y la labor
del animal, para alcanzar la emancipation econ?mica del campesinado y la eventual
traducci?n de la misma en el crecimiento y la mejora de la poblacion. Base y garantia de este proceso imparable de transformation de
la agricultura en bio-politica, el agua asume
en el pensamiento de Costa la funcion que tradicionalmente desempenaba el concepto del territorio: la de formar un contenedor, una frontera lfquida por medio de la que la
actividad beneficiosa de la production sea
revertida hacia dentro del territorio national en forma de la riqueza y el aumento de la
poblacion, y vertida hacia fuera en forma
de exportaciones, exploraciones y misiones
colonizadoras. No permitir que se pierda una sola gota del agua peninsular en el
Mediterr?neo, ese es el grito de guerra de
Costa, y de tantos otros antes y despues de
el.8 Esa es la fantasia tecno-ideologica de tantos autores espanoles, en la que el control
del agua sirve para compensar por las faltas
del territorio peninsular y para redimir a
Espana de su proximidad y su fatal seme
janza con Africa.9 Saber regar para poder
gobernar requiere convertir el agua en clave
de una politica que procede de la necesidad
de la recreation y reconquista del propio territorio para avanzar hacia la creation de una eficiente m?quina de la domination
bio-poh'tica, dentro y fuera de las fronteras
nationales.
Sobre la patria y los rios, o como
hacer la politica por otros medios
El espectro de Costa ha reaparecido en
los debates sobre la actual politica del agua en Espana, que han sido desencadenados
por la propuesta del ultimo Plan Hidrologi co National. Las posiciones antag?nicas que se han desplegado en esos debates parecen coincidir en un solo punto: que es el mo
mento de poner siete Haves al sepulcro, no
del Cid, sino de Costa, y clausurar una vez
por todas, el ciclo de la politica hidr?ulica.10 El agua y la politica hidr?ulica aparecen asi como una metonimia de la postura politica
global de Costa y los regeneracionistas a los
que Tierno Galv?n, en un famoso libro pu blicado en los anos sesenta, ha fijado como
precedentes intelectuales del franquismo y otras corrientes totalitarias y autoritarias
espanolas.11
En este articulo, no se trata tanto de
relacionar el control del agua con una poli tica poco o anti-democr?tica, algo que otros
han hecho y siguen haciendo con exito, sino
de analizar la manera en que el agua como
factor bio-politico ejemplifica, por un lado, la pervivencia de la fantasia politica de raiz
costiana sobre el control total de los recur
sos tanto acu?ticos como humanos y, por otro, la existencia de una frontera siempre
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Tatjana Gajic 33
inestable entre la vida biol?gica y la vida po litica.12 Es precisamente esa inestabilidad de
la frontera entre la vida humana, entendida como vida desnuda ("bare life"), y la figura del ciudadano como la unica representation
legi'tima de la vida humana en la esfera poli tica, la que, para Giorgio Agamben, define
el concepto de la bio-politica:
The novelty of modern bio-politics lies in the fact that the biological given is as such immediately political, and the political is as such immediately the biological given. (148, enfasis del autor)
El proceso que para Agamben constituye el umbral del control bio-politico es el
sometimiento de la vida desnuda a la figu ration politica del ciudadano. Ese proceso tiene paralelismos claros con los discursos
recientes sobre el agua. El doble estatus del
agua como un don natural, identificado con
la vida misma, y como un bien escaso que se debe regular y someter al control politico y del mercado, evoca el sometimiento de la
vida humana a la bio-politica. En Espana, los debates recientes so
bre el Plan Hidrologico Nacional (PHN) ofrecen un buen ejemplo del impase al que
llegan los intentos de formular una nueva
politica estatal del agua. Las polemicas si
guen proliferando desde que el gobierno del
Partido Popular (PP) hiciera una nueva pro
puesta del plan, convertida en ley en 2001.
Esa ley, fuertemente debatida, fue revocada
por el nuevo gobierno del Partido Socialista
(PSOE) pocos meses despues de llegar al
poder, en marzo de 2004. El 7 de junio de
2004, el diario El Pais proporciono el foro
para un debate sobre el Plan Hidrologico cu
yos protagonistas fueron Francisco Camps y Marcelino Iglesias, representantes de dos sectores econ?micos, territoriales y polfticos
enfrentados en torno al PHN. Camps es el
presidente del PP en la Comunidad Valen
ciana y presidente de la Generalit?t Valen
ciana, una de las comunidades autonomas
mas desarrolladas en Espana. Valencia seria
receptora del agua del polemico trasvase
del Ebro que, si se realizara, seria la pieza clave del ultimo PHN. Iglesias es socialista
y presidente de Aragon, la patria no solo
de Joaquin Costa sino del Ebro (si es que los rios tienen patria), y una de las regiones
menos pobladas de Espana que todavia ve
en el Ebro su promesa de desarrollo.
A partir de ese contexto ideol?gico claramente marcado, el debate Camps-Igle sias sobre el Plan Hidrologico evoca no solo
los desacuerdos evidentes sino las divisiones
aparentemente superadas. Entre las ultimas
cabe mencionar la endemica desigualdad del desarrollo economico espanol, el des
equilibrio entre la Espana seca y la h?meda,
que ya fue tematizado indirectamente en
las apelaciones de Costa a favor de una
agricultura basada en el equilibrio entre la
humedad y el calor, y la cuesti?n del papel del estado en el contexto de la nueva politica del agua. En este caso concreto, el agua es
la del rio Ebro, el que le dio el nombre a
la peninsula y que, en vez de unir la patria
espanola como hubiera querido Costa, una
vez m?s vuelve a dividirla.
De una manera u otra, movilizando
argumentos economicos, ecologicos y politi cos, el debate Iglesias-Camps gira alrededor
de los topoi de una patria y un rio, donde tanto "patria" como "rio" funcionan como
met?foras de la vida. Podemos decir que la
"patria" funciona como una met?fora de la
vida social en su contexto natural, y es por esa identification de la patria con el entorno
natural, y del entorno natural con la patria,
que Marcelino Iglesias aflrma que el Ebro es
el rio de Aragon del mismo modo que los
aragoneses son riberenos del Ebro. A su vez,
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el no funciona como una met?fora de la vida
por su fluir ininterrumpido que va del naci
miento/origen a la muerte/desembocadura.
Es por ser el flujo su propiedad principal,
por lo que se puede decir que el no lleva agua al mar y no la tira, como solian argumentar los defensores de la l?gica hidr?ulica, antes y
despues de Costa.13 A partir de las interpre tations divergentes de las dos met?foras, el
polemico trasvase del Ebro llega a significar dos cosas diferentes. Para Camps, el trasvase
es un simple medio de sustraer una cantidad
determinada del agua al rio para llevarla
alli donde hace falta o donde se puede usar
mejor. Para Iglesias, hacer eso significant alterar el curso del rio, es decir, "sacar un no
de su cuenca" (Dfaz 25). A esa formulation,
Camps responde indignado con un "Pero,
jc?mo sacar un rio de su cuenca! Espero que sea una met?fora '(Diaz 25).
Sustraer agua al rio por medio del
trasvase altera su curso, no solo en el sentido
fisico de cambiar los caudales en diferentes
tramos del cauce, sino en el sentido de llevar
agua y riqueza a otra parte, introduciendo un desequilibrio en la ecuacion costiana
seg?n la cual el agua es igual a la riqueza que es igual a la vida. Identificando el rio con
su curso y este con el flujo de los caudales,
Iglesias ve el trasvase como un Camino sin
retorno por el que la riqueza, y con ella la
vida, la poblacion, se va de Aragon. "No
existimos demogr?ficamente" (Diaz 25)
argumenta Iglesias en sus apelaciones por re
organizar la vida econ?mica de la region en
torno al rio, en vez de subyugar los caudales
del rio a los flujos econ?micos que deman
dan desviar el agua cada vez mas lejos de la cuenca. Mientras Camps defiende el trasvase
como una solution tecnica, una apuesta por el desarrollo economico pujante como una
manera de corregir el desequilibrio estruc
tural espanol entre la riqueza acu?tica y el
potencial econ?mico, Iglesias se opone al trasvase en cuanto impediria que la ecua
cion "agua es desarrollo" fuera aplicable al
lugar natural del nacimiento, a la patria del rio. Para este ultimo, llevarse mas agua del
Ebro significant, literal y metaforicamente, llevarse el rio de Aragon.
Nos encontramos aqui frente a una
inversion de la celebre met?fora de Jorge
Manrique que veia nuestras vidas como los
rios que dan al mar. (Dicho sea de paso, en
algo tiene razon Camps; aqui si se trata de
met?foras, particularmente si recordamos
que el significado etimologico de la palabra "met?fora" es "llevar fuera." De lo que no
se percata es que el trasvase es una met?fora tanto como lo es el rio). Al sustituirse en el
debate espanol sobre el agua la met?fora del
rio por la met?fora del trasvase, se alteran
radicalmente los dos polos de la met?fora
original manriquena, el rio y la vida. En el
contexto actual, el rio ya no lleva agua al mar de modo manriqueno donde el mar, o la muerte, es simult?neamente el punto de llegada y el final del trayecto. Segiin la
met?fora manriquena, es en la llegada del rio al mar donde se funden la riqueza de lo
que el rio lleva y su finitud, su movimiento
y su finalidad, su potencia y el limite de
la misma. Es justo en el punto de llegada donde el rio adquiere su car?cter metaf?rico
basado en la identification final con la vida
y su fluir hacia la muerte. Por otro lado, el trasvase es
precisamente ese cauce que no
lleva agua al mar sino lejos del mar. Si lo que identifica la vida y el rio es el "fluir hacia"
el mar, el trasvase indica lo contrario. AI
introducirse un elemento de arbitrariedad en el tipo de relation natural entre el origen y el destino del rio, al fabricarse un nuevo
cauce que corrige el ya existente, el rio se
desvia del mar para llegar allf donde antes
no habia (suficiente) rio. Mientras el rio
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Tatjana Gajic 35
fluye, el trasvase dirige el agua de un punto a otro.14 El trasvase sirve para establecer una relation abstracta entre los lugares que no tienen una relation concreta; es mas, la
establece precisamente porque no la hay. En
contraste con la red ferroviaria mencionada antes en este articulo, diriamos que el trasva
se no existe tanto para posibilitar el trafico y el intercambio entre lugares distintos, sino
para cambiar la direction y la naturaleza del
flujo. A diferencia del trafico que requiere la
existencia de personas, bienes y vehi'culos, el trasvase mismo es el vehiculo que mueve
personas y bienes, a la vez que fija espacial mente su relation. En vez de una relation
directa y mutua, el trasvase crea otra relation
reticular en la que se multiplica el n?mero
de destinos a los que llega un mismo rio, con la consecuencia de que el rio mismo
depende del movimiento que constituye la red.
En el debate Camps-Iglesias, el agua
aparece como elemento com?n usado para
apoyar dos logicas mutuamente excluyentes: la de Camps, basada en razones cientificas
y econ?micas que supuestamente justifican el aprovechamiento del potential del rio
para llevarlo lo mas lejos posible de su ruta
natural, y la de Iglesias que aplica las mismas
razones cientificas y economicas en el senti
do contrario, ya que encuentra la razon de su
oposici?n al trasvase en la existencia de una
relation simetrica entre la riqueza de los cau
dales del Ebro y la riqueza de los habitantes
de su cuenca. Lo que une las dos posiciones es que el agua del Ebro aparece como la
clave de un razonamiento ideologico que consiste en confundir la causa y el efecto, encontrando la racionalidad de cada una de
las posturas en el beneficio que resultarfa de su aplicacion. La seriedad de esta afirma
cion se hace patente si pensamos, en clave
foucaultiana, que de la racionalidad de estas
medidas de gubernamentalidad depende no
solo el exito de las mismas, sino tambien la
existencia y el bienestar de los gobernados, que en este caso son el rio Ebro y todos los
que trabajan a causa de el o en torno a el. No
solo el desarrollo economico regional, sino
el futuro del no depende de la aplicacion de sus respectivas tecnicas de gobernaci?n. Para
el representante de Valencia, la actividad que
justifica sus razones es la economia boyante de la region que se beneficiaria del trasvase.
En el caso de Aragon, esa conception de la economia aparece como la enemiga de lo
mismo que pretende regular: el agua y, con
ella, el fluir del desarrollo a partir del lugar del nacimiento del rio. El agua, entonces, marca el limite entre un asunto hidrico y otros asuntos politicos no-hidricos, como
son, la solidaridad, la igualdad, el desarrollo
y el control de la vida.
El dilema que este debate plantea es claro aunque no simple. <;Que hacer?
,;Proteger el derecho al agua que se basa en
la procedencia del rio y usarla para los fines
del desarrollo propio, o re-distribuir el agua del rio para elevar los beneficios economicos
existentes por medio de una intensification
de su uso? Lo que subyace a ese dilema es la cuestion del valor del agua, no solo su valor
economico, aunque este es crucial, sino el
valor simb?lico del agua como met?fora
para la vida humana y para la solidaridad
social. <;C6mo ser solidarios con el agua sin
serlo con el rio? ,;Es la solidaridad una simple cuestion de redistribution de cantidades, lo
cual implica que son solo los fuertes los que
pueden ser verdaderamente solidarios?des
pues de que sus propias demandas hayan sido satisfechas, claro est??o es que la
solidaridad presupone regresar a la fuente
de la demanda de la solidaridad, que es la
existencia misma de la desigualdad, aquel punto en el que la sociedad se enfrenta con la
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escasez y con la debilidad que forman parte de la vida humana y social, sea en forma de
enfermedad, sed o pobreza?15 Hablando de
la solidaridad, es interesante observar que
ninguno de los participantes en el debate
menciona las vidas de los trabajadores in
migrantes, muchos de ellos ilegales, cuyas manos haran el trabajo agricola creado
por el mayor aprovechamiento tecnico del
agua del Ebro. Costa, por lo menos, tenia
cristalinamente clara la funcion de la planta y el animal como sustitutos de las manos
humanas. En cambio, ni Camps ni Iglesias conciben el trabajo de las manos de los
inmigrantes como complemento necesario
del trabajo del rio, ni tampoco endenden la
escasez que existe en un polo de la relation
(Aragon, agricultura de subsistencia) como
la condition misma para la existencia de
la riqueza en el otro (Valencia, agricultura intensiva).
Este ejemplo de relaci?n antagonica entre dos intereses enfrentados que persis ten en la lucha a costa de alterar en el curso
de la misma el estatus y la naturaleza del
objeto por el que luchan, evoca el origen
etimologico del termino ' ovales," que es la
palabra "rio." Esto no debe extranarnos dado
que en un contexto hist?rico m?s amplio el control del agua evoca cada vez m?s el
fantasma de la guerra: las guerras de agua de las que ha escrito Vandana Shiva, entre
otros, o las guerras de conquista territorial,
cuyo ejemplo paradigm?tico fue la Guerra
Civil espanola, tal y como la describi? con
contundente precision el novelista e inge niero hidr?ulico Juan Benet.
A modo de epilogo: Juan Benet
Seria una imprudencia intentar resu
mir en pocas p?ginas la relaci?n entre los
ensayos de Benet dedicados al tema de la
ingenieria (hidr?ulica u otra), y sus novelas
sobre la Guerra Civil. Sin embargo, hay dos razones que justifican esta referenda, inevitablemente insuficiente, a la figura de
Benet. Primero, porque todo lo que se ha
dicho en este articulo sobre la relaci?n con
flictiva entre el agua, el territorio y la vida
ha sido inspirado en la creacion noveh'stica
benetiana de un territorio, llamado Region, cuyas caracteristicas naturales, humanas y
poh'tico-estrategicas lo convierten en una re
presentacion fisica de la dinamica de la Gue rra Civil. Segundo, porque la doble carrera
profesional del Benet, ingeniero y novelista,
ejemplifica la misma dinamica compleja entre la tecnica y la creacion, tejne y geno
que se problematiza en sus ensayos. Por
eso, los ensayos de Benet sobre la relaci?n
entre la ingenieria y la vida social servir?n
para clausurar este articulo con la propuesta de que los debates sobre el control del agua deben ser entendidos dentro de un marco
analitico que cuestiona el impacto de la tec
nica sobre la vida, y, relacionado con esto, el
papel del estado en el control del territorio
y los recursos naturales y humanos.
En el ensayo "Ingenieria y conducta
social," Juan Benet describe la relaci?n entre la tecnica y la ingenieria en terminos
del desarrollo hist?rico del dilema sobre el
papel que la tecnica ocupa o debe ocupar en la vida humana. El ensayo contrasta el
concepto de tejne, definido como "un arte
establecido, que goza de tradici?n y reglas," y el de geno "que remite a la acci?n de en
gendrar, producir algo nuevo, causar"(80). "Y a ese tenor," prosigue Benet,
cabe decir que la ingenieria se incor
pora a la tecnica en cuanto introduce
un elemento nuevo, concebido en el
espiritu [...] en el proceso de elabo
racion del objeto. (80)
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Tatjana Gajic 37
Se trata del contraste entre el fluir imper
ceptible de tejne que de vez en cuando se ve
alterado por la irruption del geno de la inge nieria, destinada a transformar las practicas establecidas y crear nuevas. Cuando existe
una relation armonica entre la tecnica y la
ingeniena, el paso de la historia se asemeja a lo que Benet llama el "pacifico devenir
filogenetico de la historia'(81), aquel en el
que los cambios tecnol?gicos son apenas
perceptibles, o son perceptibles solo con el
paso de las generaciones. Pero, a partir de la Ilustraci?n, la Revo
lution Francesa y la invention de la m?quina de vapor, la relation entre la sociedad y la
tecnologia cambia radicalmente. Ese cam
bio, a juicio de Benet, tumba la conception de la cultura entendida como: "una creation
del hombre extraida de la naturaleza, pero en cierto modo externa e independiente de
ella (82). Lo que hace inviable esa concep tion traditional de la cultura, es el hecho
de que en nuestra epoca el medio natural
ha sido hasta tal punto transformado por la
tecnologia que nos resulta imposible marcar
nitidamente la frontera entre la tecnologia
y la cultura. AI senalar las consecuencias
de esa alteration de las relaciones entre la
naturaleza, la cultura y la tecnologia, Benet
llega a la siguiente conclusion:
[S]e puede decir [...] que la tec
nologia ha dejado de ser un accesorio
de la cultura para dividirse en dos
grandes actividades colindantes
pero diferentes: la recreation del
medio, la primera, y la adaptation del hombre a ese medio recreado, la
segunda. Y de esa suerte cabe definir la tecnologia por la via tautologica: una actividad del hombre para llevar a cabo y dominar esa misma
actividad; la tecnologia empieza a no ser otra cosa que el gobierno de
la tecnologia. (82)
Tomando como ejemplo el quehacer de
Benet mismo, ;no es la combinaci?n entre
su praxis de ingeniero y la labor del novelista
un ejemplo paradigm?tico de lo que indica
el ensayo, es decir, que con el avance de
la tecnica, se difumina la diferencia entre
el geno y el tejne, y el ingenio creativo se
hace preso de la demanda de controlar la
tecnica? La labor del novelista ,;no era ella
misma un testimonio de que el ingenio se
ha convertido en un ejemplo de lo que la
tecnica requiere hacer pero deja sin hacer:
controlar la tecnica?
La representacion geo-politica de esta
pregunta se encuentra en la descripci?n del
mecanismo de la Guerra Civil espanola en
el primer volumen de Herrumbrosas lanzas, el monumental ciclo novelistico dedicado a la contienda. La accion de la novela se
desarrolla en Region, un territorio que es
producto de la invenci?n de Benet. Region fue no solo inventada, sino tambien repre sentada en forma de un mapa, de modo
que podemos decir que no solo existe en
un mapa, sino que solo existe en UN mapa, creado por el ingeniero Benet. En la novela,
Region cumple dos papeles antag?nicos. Por un lado, se puede ver como una bolsa terri
torial, un ultimo baluarte de la resistencia
republicana incrustado en el territorio ya casi completamente conquistado por los
nacionales. Desde un punto de vista mas
afifn a la perspectiva del narrador, Region es
la representacion flsica de un agujero negro en la estrategia militar tanto republicana como nacionalista. Ese agujero negro sirve
no para llevar la guerra a su solucion final (la
conquista nacionalista de Madrid, o una paz
pactada), sino para alejar el cumplimiento de esa meta final un paso m?s.
La conquista o la defensa de Region, irrelevante desde el punto de vista de su
racionalidad, se convierte asi en el objetivo
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deseado por los dos ejercitos. Sin embargo, solo lo es en la medida en que las estrategias de los dos bandos son presas de sus intencio
nes conscientes o inconscientes de postergar la victoria y prolongar la guerra m?s de lo
necesario. En cuanto un objetivo militar,
Region existe para hacer patente hasta que
punto las intenciones abiertas de los dos
lados son presas de sus intenciones ocultas
e inconfesables, hasta que punto la victoria
de uno u otro bando es pensable solo como
consecuencia de la domination total del m?s
debil por el m?s fuerte.
Esa constelaci?n de fuerzas, esa com
patibilidad de las dos estrategias que hizo
que los propositos evidentes de los com
batientes (ganar la guerra) dependieran de
sus propositos ocultos (prolongar la guerra), fue la raz?n principal por la que la Guerra
Civil espanola evoluciono de una guerra
ideologica a una guerra de conquista terri
torial, encaminada hacia un control total
del vencido por el vencedor.16 A causa de
la superioridad tecnica de los nacionalistas, o quiz? a pesar de ella, el resultado final de
la guerra podia ser solo la domination total
del enemigo. M?s que con la paz, la Guerra
Civil espanola termino con una afirmacion
de la victoria final, de la que la guerra misma
parecfa ser una prefiguraci?n o un ensayo
general. La guerra, entonces, era un avance
implacable por conquistar lo que despues de la victoria careceria de valor propio: en
Herrumbrosas lanzas el territorio de Region,
y en la historia espanola la vida de la pobla cion sometida al franquismo.
Si partimos de la idea de que la fabula
cion novelistica de Juan Benet complementa la meditation sobre la tecnica del ingeniero con el mismo nombre; si entendemos los
proyectos hidr?ulicos del ingeniero Benet
como un complemento de su contempla tion desenganada del desierto de la Espana
franquista, producto de una implacable victoria militar, ,;seria posible juntar esas
tramas, la hidr?ulica, la literaria y la politica,
para decir que las actuales guerras de agua son tambien guerras de conquista, pero no
de la conquista territorial, sino de la con
quista de un bien escaso? Como en el caso
de la Region, la victoria final de uno de los
lados en la guerra del agua llevar? a una
alteration profunda del estatus fisico y del
valor simbolico del objeto de la lucha. Ese
valor es la designation de su vida desnuda, su misma existencia como tal bien.17
Notas 1 Lasinopsisseencuentraen: <htm://w\vw.p2p.
ldnold.org/<iisplayimage.php?album=27&pos=0>. 2 El analisis m?s completo del programa costiano de regeneration de la agricultura
se
encuentra en Alfonso Orti (1984). 3 Vease: Tomas y Valiente, 1971. 4 La crisis de la agricultura espanola de la epo
ca estaba plenamente insertada dentro del con
texto global en el que el desarrollo del transporte
posibilito la intensification de las exportaciones de los grandes productores de cereales: EEUU, Rusia, Argentina. Espana, junto con otros paises
mediterr?neos, se vio obligada a reorientar su
production agricola hacia la fruta y las horta lizas. En ese sentido, la propuesta de Costa de
sustituir la production de cereales por la de fruta
y hortalizas representaba una respuesta logica a
la situation de la economia mundial. La colec
cion The Mediterranean Response to Globalization
before 1950 documenta el boom economico del mercado de frutos secos en EEUU:
According to R.L. Adams' 1921 farm manual, the market value of
'good' wheat land in the state was
approximately $ 100 per acre in the
period immediately before World War I. 'Good' land for prune pro
duction was worth $350 even before
planting and valued at $800 when
bearing. (209)
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Tatjana Gajic 39
5 "Governmentality" en Foucault, 2000
(201-222). 6 En palabras de Erik Swyngedouw: The hydraulic Utopia of abun dant waters for all would not only produce
an ecological harmony,'
but would also contribute to the formation of a socially harmonious order. The production of a new hy draulic geography would reconcile the growing social tensions in the
Spanish countryside, tensions that were taking acute class forms and resulted from the adverse and con
flictual conditions of water scarcity and inequality. (102)
7 Costa se refiere a los peces como:
recursos gratuitos, li obreros que
require [n] para trabajar el minimum
posible de direction y ayuda por parte del hombre. {La formula, 24)
Los arboles son:
obreros que se brindan ? trabajar casi gratuitamente para la emanci
pation del agricultor. Son dociles y poco gravosos. Jamas se entregan al
descanso. {La formula, 12) 8 En sus demandas de evitar que el agua de
los rios espanoles se pierda en el Mediterr?neo, Costa sigue una tradition venerable, cuya ex
presion m?s emblem?tica es la siguiente frase
atribuida a uno de los arquitectos de la desamor
tizacion, Melquiades Mendiz?bal: "Espana no sera rica mientras los rios desemboquen en el
mar" (Ramos Gorostiza 9). 9 Sobre la conception costiana de la mision
colonizadora de Espana en Africa, vease: Eloy Fernandez Clemente.
10 La declaration oficial de la clausura del pa
radigma de la politica hidraulica y la exposition de las bases de la nueva politica estatal del agua se encuentran en el Libro bianco del agua en Espana, publicado en el ano 2000 bajo los auspicios del entonces
gobernante Partido Popular. 11 Tierno Galv?n, 1961. 12 Ejemplos relevantes de estudios que analizan
el Plan Hidrologico National en el marco de una trama politica que sirve de respaldo a la creation
de una economia del agua y la liberalization del mercado de energia en Espana y Europa son: la coleccion Agua ^mercancia o bien com?n?, y los
ensayos que componen la section tematica de la revista Archipielago titulada "El Agua: un despilfa rro interesado."
13 A pesar de que Tierno ha identificado a
Costa como uno de los precursores del fran
quismo, hay que senalar que las iniciativas que
abogan por el maximo aprovechamiento de los recursos hidricos espanoles
no han sido un pri
vilegio de las derechas. La defensa de las grandes obras hidr?ulicas en el franquismo es una conti nuation de la politica hidr?ulica de la Segunda Repiiblica, cuya formulation se encuentra en
plan de Lorenzo Pardo de 1933. Ingenieros y escritores de las izquierdas que han escrito sobre el problema del agua en Espana, compartian la
esperanza de Julio Senador Gomez de que:
jalg?n dia los espanoles empren deran la tarea de cortar la enorme
sangria de agua, de limo, de tierra
que por millones de toneladas se
pierda (sie) anualmente en el mar!
(Diaz-Marta 20) A su vez, Ramos Gorostiza recuerda que:
el objetivo de 'cruzar el pafs con un sistema arterial hidraulico' que
consiga 'crear' Naturaleza...seguia siendo un sueno vigente al final del
siglo XX. Asi Boreil [ministro de
obras p?blicas entre 1993 y 1996]
apelaba en 1993 a la razon para evi
tar que la Naturaleza, mientras siga existiendo ley de la gravedad, le de al
mar el agua que en Aragon no somos
todavia capaces de usar.' (18) 14 Dice Juan Benet de la profesion de in
geniero: Por lo general el ingeniero, tras unos
cuantos anos de ejercicio con la
tecnica, se convierte en director; de
lo que sea pero director, pues ,;que otra cosa puede hacer sino dirigir? ("Ingenieria e intimidad," 75)
15 Vandana Shiva ha dejado patente la fal sedad de la tendencia de pensar sobre el agua exclusivamente en terminos de cantidad:
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Equitable use theory treats rivers as
static resources to be apportioned at
will. When it comes to rivers, what
is in fact appropriated is the flow; and because water is a flow and not
a stock, its distribution has nonlocal
impact. (80) 16 Para un analisis de Guerra Civil como gue
rra de conquista territorial vease Benet, 1976. 17 Este artfculo se ha nutrido del apoyo y
la inteligencia de Cristina Vega, Carlos Garcia
Santa Cecilia, Marta Hernandez y Carmen
Pereira Muro. Roxani Margariti y Fabricio
Forastelli lo han seguido desde la otra orilla, mientras que Steve Marsh ha estado y esta en la
desembocadura.
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