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Fruhling Et Al. Estado y Fuerzas Armadas

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El libro trata del rol de las Fuerzas Armadas en las funciones de gobierno en los países de américa latina.

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  • .....Hu~ FrlUmg;.~:i~dJ~~i~~:~~~~~':~ ~;o~~~o~~:;::~~~:i:~'~:;:'Carlos Portales,' Licenciado en Ciencias Jurdicas y Socales.Universidad de Chile. I

    Mastery Candidato al Doctoradoen Ciencias Polticas, Standford, Universit y. ' "

    Augusto Varas, Licenciado en Sociologa, Universidad Catlica de Chile. Master yDoctor en Sociologa, 'Washington University (St. Louis).

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    ~.

    Diseo de Portada: Vesna SekuloviEscultura: "La Esquina de la Democracia" I de Mario lrarrzaval

    . Foro: Bob Borowicz

    @ HUgQ FrOhtlngCarlos Portales

    . Augusto Varas

    Inscrlpcl6n NO 56.368 del 14 de diciembre de 1982.

    Ejemplar no comerclaHzable. editado con e' exclusivoprop6.lto de difundir las ciencias sociales en el pas(Ley NO 16.211).I,rnpreso en Taller uEI Gr'flco"caUche 806. Santiago de Chile.

  • (;

    Agradecemos en forma especial a los profesoresPieter van Dijk y Fred van Hoof de. la Stkbtin&Recbtsbulp ChiJi por la insustitqible colaboracinacadmica que proporcionaron en este estudio, ascomo la solidaria ayudafinanciera que ha permitidoesta publicacin.

    3

  • INDlCE

    PRESENTACION ~7

    INSTITUaONES POLITICAS y FUERZAS ARMADAS EN CHILE 11Carlos Portales

    Las FFAA en los comienzos del estado nacionalSubordinacin militar en la Constitucin de 1925Segregacin y desarrollo profesionalGobierno de las FFAA YmilitarizainLa Constitucin de la seguridad nacional X'Profesionalismo, corporativizacin y relaciones cvico -miltares

    iFUERZAS ARMADAS, ORDEN INTERNO Y DERECHOS HUMANOS: '. 35Hugo Frhling

    La restriccin de las garantas constitucionales en el marco de la Consti-tucin de 1925 .

    Las nuevas necesidades de la seguridad nacional 1(:La expansin del concepto de soberana exteriorEl establecimiento del estado autoritario y la militarizacin del orden

    social .La etapa de la institucionalizacin

    LA INTERVENCION CIVIL DE LAS FUERZAS ARMADASAugusto Varas .

    Un nuevo sistema de relaciones cvico-militaresLa subordinacin poltica de las FFAA en la sociedad chilenaLa reinsercin de las FFAALa "intervencin civil"Crisis del nuevo sistema de relaciones cvico-militaresLa poltica hacia las FFAA entre 19691973El papel de las FFAA durante el gobierno militarConclusiones

    S9

    5

  • SELECCION DE TEXTOS JURIDICOS

    I.. Militares y Rgimen P~lticoA. Militares dentro del rgimen constitucionalB.Estructura institucional de las FF AAC. Rol de las FFAA en la defensa nacionalD. Militares y garantas constitucionales

    n. Poder Ejecutivo y Fuerzas-Armadas

    III. Militares y Justicia

    IV. Atribuciones No Militares de las Fuerzas Armadas

    REFERENCIAS LEGAIeES

    I. Militares y Rgimen Poltico

    A. Militares dentro del rgimen constitucionalB. Rol de las FF AA en la defensa nacional y en la mantencin

    del orden pblicoC. FFAA y estados de excepcinD. Militares y garantas constitucionales

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    .85

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    137,

  • PRESENTACION

    La confusa imagen que la opinin pblca, yamplios crculos intelectuales,tuvieron durante dcadas sobre las caractersticas ideolgicas, polticas y profe-sionales de las instituciones armadas chilenas se ha ido aclarando progresivamen-te. En parte sta ha sido una de, las consecuencias de la gestin de gobierno desus altos mandos institucionales, pero tambin ha sido el producto de un' soste-nido trabajo de investigaci6n acadmica sobre ellas;

    Es ya un lugar comn el mencionar el abrumador desconocimiento de la ciu-dadana por la naturaleza y los procesos de las fuerzas armadas nacionales, porsu papel y funcin tanto en el estado intervencionista como en el pas. Tal des-conocimiento de alguna manera nos lleva a una evaluaci6n de la funcin crtica 'del trabajo acadmico observado en ese perodo, especialmente en nuestras uni-versidades. Por contraste se destaca el nuevo vigor de las ciencias sociales queparadojalmente se re- crean bajo condiciones no siempre favorables en los lti-mos nueve aos en el pas. '

    Al interior de esta actividad intelectual se comienza a desplegar una cada vezms diversificada investigacin sobre los orgenes, desarrollo y estado actual delos ms importantes procesos polticos y del papel que tienen en ellos los secto-res sociales ms relevantes en la sociedad chilena. As, l estudio de las fuerzasarmadas se "nacionaliza" en el medio intelectual chileno y la poblacin en suconjunto comienza a escrutar en forma ms crtica e nformada esta aparente-mente nueva realidad. '

    Aun cuando no es nuestro propsito .hacer una exhaustivadescripcin de losestudios relativos a las fuerzas armadas chlenas, quisiramos ilustrar estos desa-rrollos puesto que ellos contemplarn aspectos conceptuales de primera impor-tancia para el anlisis de nuestra sociedad y su poltica.

    Los primeros trabajos caracterizan y someten a crtica las formulaciones di-vulgadas bajo el rtulo de "seguridad nacional". En la medida que estos concep-tos se erigen en bases de legitimacin de la intervencin militar de 1973 .la aten-cin' recae especialmente sobre la formulacin que las instituciones armadas rea-lizan al respectos. Igualmente, se profundizan las consideraciones sobre los con-tenidos geopolticos que inspiran a muchas de estas versiones 2. Tales trabajospermiten proyectar nuevos esfuerzos que recuperan el proceso hist6rico que ex-plica el cmo y el por qu las fuerzas armadas terminan aceptando ese conjuntode afrrnacones s, El anlisis de las principales influencias, germanas primero yestadounidenses despus, completan este tipo de estudios proporcionando unprimer acercamiento a la ideologa de este nuevo elemento de la poltica local.

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  • 8, . -

    SunutiheamebteconJapreocupacin prIosconteridosideo16gicoS de las~. instituciones armadas se establecen los principales vnculos que las relacionan'

    con.la poltica chlena en el presente siglo4. As,se pone de manifiesto el earc-ter crecenternente debilitado del consttuconalsmo y del ideal democrtico en' .las instituciones armadas, y la despreocupacin 'por el terna' castrense y, en con-secuencia, por el problema de la fuerza en el estado por parte de la civilidad.

    Al interior de este conjunto de investigaciones acadmicas que avanzan en lacomprensn de la 'sociedad chilena se insertael trabajo que presentamos en estaoportunidad. . .

    Estado y Fuerzas Armadas-en el Proceso'Poltico Chileno, contiene tresmo-nografas relacionadas que profundizan'el estudio sobre este sector de lasociie-dad chilena que actualmente se ubica en el centro de la poltica y del desarrollonacional.

    En primer trmino, "Instituciones Polticas y Fuerzas Armadas en Chile"muestra cmo los ordenamientos constitucionales de 1833,1925 Y1980 fueronponindose en prctica en la historia socio-poltica del pas, as como la evolu-cin de las propias instituciones castrenses en ellas. Se distingue un perodo de"control civil subjetivo" de unas Fuerzas Armadas con bajos niveles de profeslo-nalzacn, marcado por el poder del Presidente de la Repblica en el ordena.miento constitucional de 1833 y que est vigente hasta la guerra civil de 1891;un perodo de desarrollo profesional que toma cuerpo desde la ltima dcadadel siglo pasado y que al confluir con la decadencia del Estado oligrquico y delas estructuras polticas de seudoparlamentarismo, culminan enla crisis polticoinstitucional que' va desde 1924 hasta 1932. La vigencia efectiva de la Constitu-cin de 1925- en 1932- marca el inicio del perodo de "control cvlobjetvo"en que las. Fuerzas Armadas ocupan un roldefndo y circunscrito dentro delaparato jurdico-institucional de la Repblica. La crisis socio.poltica querom-pe los marcos institucionales en 1973 iba a confluir con nuevas formas de profe-sonalzacin e internacionalizaci6n de las FF AA que se expresaran en el rgi- ..'men militar. La Constitucin. de 1980 representa un intento de institucionaliza-ci6n de este rgimen en el cual las Fuerzas Armadas son dotadas de un poder tu-telar por el cual las instituciones civiles quedaran subordinadas a valores y pa-trones castrenses que deberan modelar la organzacin y la vida' poltica delpas ..

    Por su parte, el trabajo sobre "Fuerzas Armadas, Orden Interno y Derechos'Humanos", indaga en torno a las funciones asignadas a las instituciones castren-

    .ses en tedas aquellas actividades de orden interno que se van definiendo al mis-mo tiempo que se ampla el concepto de defensa pOI' el de seguridad nacional, elcual termina por subsumir a la casi totalidad de las actividades civiles internas.

    En tercer trmino, "La Intervencin Civil de las Fuerzas Armadas", muestrala rensercin de las instituciones castrenses con posterioridad a la reaccin cv-'Usta de ls afias treinta y describe ci,fpapefcada vez ms activo de laS nstftucones

  • armadas en lagestin de algunas actividades estatales tradconalmentereservadasa la civilidad. Esta "invasin" .castrense del estado es expresiva de la crisis dedi-reccin socialque se agudiza lentamente en el pas y,al mismo tiempo, muestrala forma como las fuerzas armadas conciben en la prctica su papel en la socie-dad chilena.

    Los tres anlisis brevemente reseados se complementan con un conjunto dereferencias legales, ordenadas temticamente, que fonnalizan los vnculos insti-tucionales de las corporaciones castrenses con el estado nacional. Igualmente, laseleccin de textos con que fnalza este volumen trata de ilustrar y-dar a cono-cer los principales cuerpos legales que conformaron este tipo particular de fuer-zas armadas, '

    JUnto con presentar este trabajo quisiramos' mencionar algunos de los prin-cipales temasque de l se derivan y que se ponen en el centro de la discusin aca-'dmico-polca, tales son las diversas concepciones del estado (y del papel decada sector y grupo dentro de l) que se han generado histricamente en el pas.

    Indudablemente, uno de los aspectos bsicos en torno al cual se estructura-unacuerdo social es el papel y funcin del estado nacional. En la medida que se par-

    . ticularizan los intereses sociales y se trata de'marcar al estado con una determina-da huella dactilar, cada grupo, sector, partido o clase social defne su papel y fun-cin al nteror de ese estado "privatizado". Esta aproximacin al problema esta-tal tiene dos consecuencias de importancia. la primera, es la desvalorizacin delestudis> de las funciones integrativas de ese estado democrtico representativo es-pecfico (parlamento, judicatura, fuerzas armadas/o Sistemas electorales). En lamedida que para esa aproximacin instrumental 19 fundamental es obtener el.control del ente estatal, cualquier conocimiento de las funciones consensualesde ste es visto como irrelevante e innecesario. La segunda consecuencia, ntima-mente ligada con la anterior, es el desprecio intelectual por otras concepcionesdel estado y del papel y funcin que otros grupos, sectores, partidos o clases so-ciales tienen respecto de l. Dado que en el caso de lograrse el objetivo de "apro-piacin" del estado, el resto de los intereses sociales tienen poca cabida, se tiendea formular una teora del estado que tiene tantos sesgos particuIaristas que slopuede terminar en un alto nivel de ideologizacin. De esta forma, las ideologasde apropiacin del estado se refuerzan con la desvalorizacin. del conocimientode sus estructuras y procesos particulares, todo 10 cual tiene como producto unaagudizacin del enfrentamiento. poltico y la reproduccin de la crisis de' direc-cin social producto de la particularizacin de "10 nacional" y, en definitiva, delestado. '

    En la medida que exista una. nocin del estado nacional como un tinglado ar-mable de acuerdo a la voluntad de quienes detentan el poder del Ejecutivo en unperodo determinado, se sepulta todo esfuerzo por comprender ms a fondo su

    . compleja realidad. El reduccionismo clasista del estado, el cual se puede encon-trar en la mayora de las ideologas polticas chilenas, se enfrenta en el ltimotiempo con una corporacin castrense que piensa, define y funciona dentro delestado chileno de manera muy diversa.

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    Se cometera el mismo error antes denunciado si se considerara que la concep-cin del estado que tienen las fuerzas armadas se reduce a los conceptos expresa-dos en la doctrina de la seguridad nacional. El sesgo organicista de su concepcindel estado como sistema auto-regulado slo muestra el carcter insuficiente,a-cientfico, de la conceptualizacin castrense sobre. l. Sin embargo, a partirdel estudio de la insercin y de la prctica de las instituciones armadas en el es-tado post-1973 sera posible avanzar por terreno firme en un anlisis que com-prenda los elementos tericos y polticos de gobierno militar. As, simultnea-mente se podr tener un conocimiento ms a fondo del propio estado chileno,junto con una mayor comprensin de una de sus instituciones constitutivas, taoreas ambas que recin comienzan a ser sistemticamente tratadas en el pas.

    Estado y Fuerzas Armadas en el Proceso Poltico CI1eno, permite continuarcon el estudio del papel del estado en las ideologas polticas chilenas, reubican-do el problema castrense al interior de la inseparable dualidad hegemona/fuerzaque cualquier proyecto poltico alternativo debe resolver terica y polticamen-te.

    Santiago, agosto de 1982.

    NOTAS:

    1 Augusto Varas, "Las Doctrinas' de Seguridad Nacional en Amrica Latina", FLACSO,Santiago, 1977 .

    . Manuel Antonio Garretn y Genaro Arriagada, "Doctrina de Seguridad Nacional y Rgi-men Militar", Estudios Sociales Centroamericanos, N~ 20, 1978.Joseph Cornbln, Dos Ensayos sobre Seguridad Nacional, Vicara de la Solidaridad, San-tiago,1977.

    2 Jorge Chateau, "Caractersticas principales del pensamiento geopoltico chileno", FLAC-SO, Santiago, 1977; y "Geopoltica y Regionalizaci6n: algunas relaciones", FLACSO,Santiago, 1978.Genaro Arriagada, El pensamiento poltico de los militares, Centro de InvestigacionesSocioeconmicas (CISEC), Santiago, '1981.Augusto Varas, Carlos Portales y Felipe Agero: "The national and international dy-namics of South American Armamentism" , Current Research on Peace and Violence,1980-1.

    3 Augusto Varas y Felipe Agero, El Desarrollo Doctrinario de las Fuerzas Armadas Chi-lenas. FLACSO, Santiago, 1978.

    4 Augusto Varas, Felipe Agero y Fernando Bustamante, Chile, Democracia, Fuerzas Ar-madas. FLACSO, Santiago, 1980.

  • INSTITUCIONES POLITICASY FUERZAS ARMADASEN CHILE

    Carlos Portales

    Una de las caractersticas del Estado moderno es la monopolizacin del usode la fuerza. De ah que uno de los problemas ms importantes de su organiza-ci6n sea el estatuto de aquellos aparatos especializados en las funciones coerc-tvas, Esto no slo por la necesidad de hacer efectivo tal monopolio para dar es-tabilidad a las institucones polticas, sino que por el tipo de poder con que que.dan premundos esos aparatos especalizados frente a dichas instituciones.

    La formaci6n de las Fuerzas Armadas profesionales, que junto con la policason los aparatos coercitivos del Estado moderno, es un fenmeno relativamentereciente, posterior a las guerras napole6nicas. Desde esa poca se ha venido gene"rando en cada pas una corporaci6n especializada, con valores propios y con pa-trones de reclutamiento, de socializacin y de Conductas muy caractersticos.El crecimiento y desarrollo profesional de estas instituciones castrenses hadadoorigen al problema de cmo el Estado moderno las subordina al cumplimiento desus funciones propias, esto es a su control civil.

    Como lo seala Huntngtonr, el control civil de los militares, puede consistiren la maximizaci6n del poder de instituciones gubernamentales particulares, declases sociales especficas o de determinadas formas constitucionales de maneratal que no dejen una "esfera militar independiente" o en la maxmzacn delprofesionalismo militar en que las instituciones castrenses se convierten en uninstrumento del. Estado. El primero, llamado control subjetivo, corresponde alpredominio explcito de cierta clase o grupo civil en el Estado; mientras que elsegundo, el control objetivo, corresponde a una distribucin funcional del poderentre civiles y militares que da a stos una esfera profesional aut6noma.

    Las formas de control subjetivo u objetivo se expresan en las institucionesjurdico-polticas del Estado y deben transformarse en patrones de conductaestable de los actores involucrados. . .

    Si se observa el estado de las relaciones cvico-militares tanto desde una pers-pectiva histrica como desde un punto de vista comparativo se encuentra que el

    . control civil sobre las FFAA no es la regla general. Dos dinmicas tienden a romoper las formas de control civil. La primera es societal y tiene su origen en las si-tuaciones en que el sistema de relaciones sociales no ha logrado producir un blo-que claramente dominante y, por lo tanto, los cambios en el gobierno suelen im-plicar una alteracin de la organizacin poltica del Estado que sobrepasa las re-glas establecidas. Este mal funcionamiento del sistema poltico abre paso a la re-currente intervencin de los aparatos coercitivos del Estado que ms all de susatribuciones tienden a regular de hecho las relaciones de poder interno. La se-

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    ." . -

    gundadinnlica es organzaconal y proviene de cierto tipo dedesarroUo de las'FFAA COmO corporacin profesional asociado al perfeccionamiento tcnico delos armamentos, al tipo de organizacin de las Fuerzas Armadas que dichas nno-:vaciones conllevan y, particularmente; a las nuevas doctrinas sobre la guerra queimplican globalmente a la sociedad y se proponen condicionar sus formas de or-ganizacin. .

    La falta de establecimiento de un sistema de control civil sobre las FuerzasArmadas o la quiebra del existente debido a las dinmicas societales y organiza-cionales puede conducir a un "proceso por el cual los valores, la ideologa y lospatrones de conducta militares adquieren una influencia .dominante en los asun-tos polticos, sociales, econmicos e internacionales del Estado" 2, esto es a lamilitarizacin de la sociedad.

    El trabajo que sigue analizar brevemente las relaciones cvico-militares enCMe en las Constituciones de1833,1925 y 1980. Estos sistemas de organiza-cin poltica formalizan el tipo de respuestas dado por los grupos sociales quellegaron a ser dominantes a las crisis sociales y polticas 'que las precedieron: lade 1833 al perodo de la formacin del Estado-Nacin y los ensayos constitu-cionales; la de 1925 a la crisis del modelo de desarrollo de crecimiento haciaafuera. y los problemas del sistema poltico parlamentario imperante desde 1891;y la. de 1980 a la crisis del modelo de desarrollo de crecimiento hacia dentro, elproyecto de transformacin socialista y la ruptura constitucional de septiembrede 1973.

    El estudio de las instituciones jurdico-polticas, acompaado de referenciasa los patrones de comportamiento poltico generado entre los actores relevantes,pennitir caracterizar el tipo de relaciones cvico-militares que se estableci Qse pretende establecer. .

    La consideracin de la naturaleza y profundidad de los procesos de militari-zacin a que condujeron las crisis sociopolticas precedentes al establecimientode las Constituciones servir para evaluar la propiedad de stas para lograr unpatrn ms permanente de relaciones cvico-militares.

    Finalmente, el anlisis del funcionamiento de las propias estructuras polti-cas constitucionales y del desarrollo de las Fuerzas Armadas como corporacinprofesional permitir hacer luz sobre las tendencias que inciden en la modifica-cin del sistema de relaciones entre civiles y militares. .,

    LAS FUERZAS ARMADASEN LOS COMIENZOS DEL ESTADO NACIONAL.

    La larga tradicin chilena de subordinacin militar al poder civil no puede sercomprendida sin referencias al rgimen conservador oligrquico establecido des-pus de la guerra civil de 1830 que culmin con la derrota de los.grupos liberales

  • r- yel establecimiento de una repblica con fuertes rasgos autoritarios, pero bajoelcontrol civil. Contrariamente a lo sucedido en otras repblicas latinoamerica-nas, el perodo de luchas faccionales y de intervencin poltica de los caudillosmltares surgidos de la lucha emancipadora termin en Chile en forma relativa-mente rpida: el predominio conservador se institucionaliz en la Constitucinde 1833 que estableci una estricta subordinacin militar al fortsimo poder delPresidente de la Repblica.

    El texto constitucional prescriba la no participacin de las Fuerzas Armadasen la poltica nacional: "La fuerza pblica es esencialmente obediente. Ningncuerpo armado puede deliberar" (art.157); "toda resolucin que acordare elPresidente de la Repblica, el Senado o la Cmara de Diputados a presencia orequisicin de un ejercito, de un "general a la frente de fuerza armada, o de algunareunin de pueblo, que, ya sea con armas o sin ellas, desobedeciere a Isautori-dades, es nula de derecho, y no puede producir efecto alguno" (art. 158). .

    El Presidente de la Repblica quedaba premunido de amplios poderes en rel"cin a las Fuerzas Armadas: se le otorgaba la facultad de proveer los empleos mi-litares, procediendo de acuerdo con el Senado para conferir los empleos o gradosde coroneles, capitanes de navo, y dems oficiales superiores del ejrcito y arma-da (art. 82 NO 9); el de disponer de la fuerza de mar y tierra, organizarla y distri-burla, segn lo hallare conveniente (art. 82-No 16); el.de mandar personalmentelas fuerzas, con acuerdo del Senado (art. 82 NO 17); Yel de declarar la guerra con .previa aprobacin del Congreso (art, 82 NO 18). En relacin al manejo del ordenpblico interno se le otorgaban al Presdente.amplfsimas facultades para decretarestados de excepcin. .

    Al Congreso, por su parte, se le entregaba la facultad de aprobar o reprobar ladeclaracin de guerra (art. 36 NO 2); la de fijar anualmente, por ley, las fuerzasde mar y de tierra que han de mantenerse en pie tanto en tiempos de ~z COmOde guerra (art, 36 NO 3); la de permitir la introduccin de tropas extranjelas~1} ~lterritorio de la Repblica, determinando el tiempo de su permanencia e~f(art.36 N0 7); la de permitir la salida de tropas nacionales fuera del territorio "de laRepblica, sealando el tiempo de su regreso (art. 36 N09); y la de permitir queresidan cuerpos del ejrcito permanente en el lugar de las sesiones del Congreso,y a diez leguas a su circunferencia (art. 36 NO 7).

    La nica participacin directa de un alto oficial de las FFAA en los rganoscreados por la Constitucin era la de un general de ejrcito o armada design;1dopor el Presidente de la Repblica-entre los miembros del Consejo de Estado, r- .

    .gano principalmente consultivo del Presidente. .

    Este sistema normativo tena por objeto poner fln a las sucesivas intervencio-nes de los militares en las luchas de los diversos grupos que pugnaban por la di-reccin del naciente Estado, acentuadas despus de la renuncia de O' Higginsen1823. No se trataba de la accin de un Ejrcito profesional, sino ms bien deluso que hacan jefes y caudillos militares de su poder,en un perodo en que an

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    no se estableca una direccin hegemnica en la repblica ni, consecuentemente,se consolidaban instituciones polticas. Situaciones similares en otras nacionesdel continente iban a prolongarse durante el siglo XIX y en algunas hasta el sigloXX.

    En Chile despus de 1830 los grupos terratenientes encabezados por el mins-tro Portales se erigieron en poder hegemnico dentro del Estado. El estableci-miento de un sistema poltico con poderes casi absolutos para el Presidente y lasubordinacin militar al poder civil tuvo expresiones ms all de los textos cons-ttuconales: el poder presidencial fue fortalecido por el control que el gobiernoaplic a las elecciones del Congreso donde por muchos aos resultaron siempreelegidas mayoras adictas al Presidente. En relacin con el poder militar, Portalesdio de baja del Ejrcito a los oficiales veteranos de la guerra de Independencia yque haban simpatizado con los grupos liberales, a la vez que reorganiz la guar-dia cvica como verdadero brazo armado de los sectores terratenientes. "La ju-ventud de la clase dirigente formara la oficialidad de las milicias y el pueblo ser-vira en ellas como soldado" 3. Este contrapoder armado sera instrumental en laneutralizacin de la influencia poltica de los militares. No obstante, el podercentralizado en el Presidente iba a ser ejercido durante veinte aos por jefes mi-litares: los generales Joaqun Prieto (1831-1841) YManuel Bulnes (184}-1851),pero no como resultado de la aplicacin de fuerza, sino como representantes del

    . poder civil. Se estableca de esta manera un sistema de control civil (subjetivo)de-los militares basado en el predominio social de los terratenientes yen un siste-ma poltico basado de derecho y de hecho en la institucin del Presidente de laRepblica. Este control fue eficaz pues aun cuando las instituciones polticas dela naciente repblica eran todava precarias, el nivel de desarrollo profesional de .las Fuerzas Armadas era mnimo. .

    El sistema de relaciones cvico-militares iba a mantenerse casi un siglo, a pe-sar de los cambios polticos y sociales internos, de la activa poltica exterior delpas y de los cambios en la organizacin de las Fuerzas Armadas, La alteracindel Sistema poltico ocurrida en 1891 y la profesonalizacin de las FFAA a par-tir de esa fecha, sin embargo, sern factores que influirn en la irrupcn polticade los militares en 1924.

    El orden autoritario instaurado en los aos 30 no estuvo exento de conmocio-nes. Las tensiones provocadas por la emergencia de nuevos grupos sociales se ex-presaron en el terreno poltico incluso bajo la forma de luchas armadas, como en1851'y 1859, pero no dieron por tierra con el marco de subordinacin militar alpoder civil. Est evolucion junto con la progresiva liberalizacin de las institu-ciones polcas- prevaleciendo la continuidad del poder civil.

    La activa poltica exterior seguida por el pas en ese mismo perodo 5 lo lleva tomar parte en varias guerras, con el consiguiente aumento de importancia desus Fuerzas Armadas, Pero, tampoco la Guerra contra la ConfederacnPer-bo-liviana (1836-1839), ni la Guerra del Pacfico (1879-1883) culminaron con unadrstica alteracin de las relaciones cvico- militares; El general Manuel Bulnes,

  • comandante de los ejrcitos que derrotaron a la Confederacin, fue elegido parala Presidencia de la Repblica en 1841 como sucesor constitucional del generalPrieto yen 1881, el general Manuel Baquedano, jefe de las Fuerzas que acababande conquistar Lima, rnunc a su candidatura a la Presidencia.que haba levanta-do el Partido Conservador, cuando an no terminaba la guerra.

    La tradicin de subordinacin castrense no se alter tampoco con la GuerraCivil de 1891 puesto que las divididas FF AA tomaron los partidos del Presidente

    ~el Ejrcito- o de la mayora del Congreso -laMarina- en una lucha cuyocontenido poltico y econmico fue dado por los dirigentes civiles de ambos ban-dos en pugna. Luego de la victoria de los partidarios del Congreso fue elegidoPresidente de la Repblica el Almirante Jorge Montt, quien gobern dentro delmarco de interpretacin constitucional que restringa los poderes presidenciales.

    El establecimiento de un rgimen parlamentario "su geners" desde 1891 me- 'diantela interpretacin de la Constitucin que entregaba al Congreso la facultadde aprobar y censurar los ministerios, pero no dotaba al Presidente de la Rep-blica de atribuciones para disolver el Parlamento, min una de las bases del siste-ma de control civil de los militares.

    La GUerra Civil de 1891 tambin marc el cambio cualitativo enel proceso deprofesionalizacin castrense. La preparacin militar durante el siglo XIX habasi

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    los militares no slo toman parte en contiendas entre los civiles, sino quedes-rrollan un movimiento propio que desplegar su actividad por cerca de un deee-no.

    La nueva Constitucin aprobada en 1925 no iba a poner fin a la militarizacinde la poltica chilena. Esta fue controlada slo en 1932.

    La principal reforma a las instituciones polticas contenida en la nueva CartaFundamental restableca la separacin de los poderes del Presidente y del Con-greso, entregando al primero la conduccin del gobierno, al dotarlo de la facul-tad de designar los Ministros de Estado sin la necesidad de aprobacin parlamen-tariav, En lo relativo a las relaciones entre los militares y las autoridades estable-cidas en la Constitucin 10, sta segua los mismos preceptos de la de 1833: sus'artculos 22 y 23 repetan casi textualmente los textos de los artculos 157 y158 de 1833, que establecan la obediencia absoluta de la fuerza pblica al podercivil, la no deliberacin y 1a.nulidad de las resoluciones adoptadas bajo la presinde la fuerza..

    Estableca igualmente que "ningn cuerpo armado puede hacer requisiciones,. ni exigir clase alguna de auxilios, sino por medio de las autoridades civiles y pordecreto de stas" (art. lONa 9 inciso 40 ) (art. 150 de laConstitucin de 1833).

    Al Presidente de la Repblica se le entregaba la autoridad para "la conserva-cin del orden pblico en el interior, y la seguridad exterior de la Repblica, deacuerdo con la Constitucin y las leyes" (art. 71). Estaba prernunido de vastospoderes en relacin a las Fuerzas Armadas: "disponer de las fuerzas de mar ytierra, organizarlas y distribuirlas segn lo hallare por conveniente" (art. 72 NO13), "proveer los.... empleos... militares que determinen las leyes, conforme alEstatuto Administrativo, y conferir, con acuerdo del Senado, los empleos ogrados de coroneles, capitanes de navo y dems oficiales superiores del Ejrcitoy Armada..." (art. 72 NO 7), "mandar personalmente las fuerzas de mar y tierra,con acuerdo del Senado" (art. 72 NO 14), "declarar la guerra, previa autoriza-cin por ley" (art. 72 NO 1S) Y "declarar en estado de asamblea una o ms pro-vincias invadidas o amenazadas en caso de guerra externa, y en estado de sitiouno o varios puntos de la Repblica, en caso de ataque exterior" (art. 72 NO17).Adems poda declarar el estado de sitio en caso de conmocin interior conacuerdo del Congreso o por s mismo si no se hallare reunido aqul, pero eneste caso slo por un tiempo determinado (art. 72 NO 17). Finalmente, el Pres-dente estaba autorizado para excederse en hasta un dos por ciento de las autori-zaciones presupuestarias en caso de agresin exterior (art. 72 NO 10).

    Al Congreso le corresponda "fijar las fuerzas de mar y tierra que han de manotenerse en pie en tiempos de paz o de guerra" (art. 44 N09), suprimindose asla periodicidad de esta ley establecida en la Constitucin de 1833; "permitirlaintroduccin de tropas extranjeras en el territorio de la Repblica, confijaci6ndel tiempo de su permanencia en l" (art. 44 .~o 10); "permitir la salida de tro-pas nacionalesfuera del territorio de la Repblica, sealando el tiempo de su

  • regreso" (art, 44 NO 11);"aprobar o reprobar la declaracin de guerra a propues-tadel Presidente de la Repblica" (art. 44 NO12).

    La Constituci6n estableca la carga pblica de servicio militar que deba regu-larse por ley (art. 10 NO9 incisos 50 y 60). Finalmente, la Constitucin hacasusceptibles de juicio poltico a los generales y almirantes de las Fuerzas Arma-das por haber comprometido gravemente la seguridad o el honor de la Nacin(art. 39 NO1 d).

    El texto constitucional votado a menos de un afio de la irrupcin castrenseen la vida poltica no fue suficiente para detener el proceso de militarizacin. Elmovimiento que se haba ido desarrollando en lasFFAA desde los primeros aosdel siglo combinaba la crtica antparlarnentarsta con una ideologa ndustrals-tao Sus postulados contenan las reivindicaciones' corporativas de independenciaprofesional frente a las influencias del Congreso en las' promociones y otros as-pectos. de la vida interna de las FFAA, Y las de desarrollo de la capacidad blica~ del pas en un perodo en que los escasos recursos externos hacan ms evidente

    la debilidad de la base industrial como fuente de apertrechamiento de lasFuer-zas Armadas. .

    Una Constitucin poda satisfacer las aspiraciones de un Ejecutivo ms vigo-roso, mas no alterara el peso relativo de los emergentes, pero an dbiles, sec-tores industriales frente a la oligarqua en descenso, pero todava poderosa. Lasposibilidades de aplicaci6n por los civiles del proyecto de desarrollo del mov-miento militar eran tambin precarias, ms an si se tiene en cuenta la descon-fianza castrense al emergente movimiento popular 11.

    En esta situacin asumi el poder el general Ibfiez (1927-1931), quien pusoen prctica una poltica industrialista -estableciendo protecciones arancelarias eincentivos tributarios-, reorganiz6 el aparato estatal y ampli el mercado interno,como consecuencia del aumento de la burocracia, de la redistribci6ndel ingiesogenerada por la aplicacin de las leyes sociales y del gasto en obras pblicas1;! .La aplicacin de esa poltica no logr6 mejorar la situaci6n econ6mica debido ala gran crisis mundial. En el plano poltico la-gestin gubernamental tuvo un ca-rcter dctatoral que le enajen los ms diversos sectores, los que se uniran, enun movimiento civilista que cubri un amplsimo espectro poltico.

    La reimplantacin del rgimen de subordinaci6n castrense al poder civil esta-blecido en la Constitucin de 1~25 no se hizo efectiva sino a fnes de 1932. Laelecci6n de Arturo Alessandri a la Presidencia de la Repblica, el antiguo refor-mstade los aos 20, signific ahora la reconstituci6n del cvlismo bajo el pre-domiro de la derecha: En el plano de la fuerza organizada no fuJ despeciableel papel que jug6 la Milicia Republicana, cuerpo armado civil de evidente carc-ter extra-consttuconal que aparece como reaccin a las intervenciones militaresde 1932, una de las cuales haba dado origen a la efmera Repblica Socialista13

    Las nuevas relaciones cvico-militares adquirieron estabilidad despus de 1938

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    cuando el acceso al poder del Frente Popular, coalicin poltica de centro-da-querda, signific6 el impulso desde el Estado de una poltica industriaJistaquecontribuy a desarrollar una burguesa industrial muy dependiente del aparatoestatal, el que actuara de elemento forjador de un compromso con sectores me-dios y obreros urbanos que fortaleci el sistema.

    En este contexto de rearticulaci6n del bloque en el poder y de rechazo gene-ralizado a la intervenci6n poltica de los militares, las FFAA encuentran su per-fl institucional en un desarrollo profesional aut6nomo pero sometido al poderconstitucional 14, conformando un sistema de control civil objetivo de los ml- -tares.

    Si comparamos los procesos de militarizacin de la poltica chilena en los al-bores de la vida independiente con el de los aos 1920-1930, encontraremos queambos se dan en medio de una crisis del sistema poltico -expresiva de crisisms profundas de articulaci6n de un poder socio-econmico dominante-o Pero,mientras la primera es producida por jefes y caudillos de un ejrcito de incipientedesarrollo profesional, la segunda es producto de un movimiento militar queemerge de una institucin profesionalizada con marcados rasgos corporativos.En el primer caso no Se haba desarrollado un proyecto de gobierno propiamentecastrense, en el segundo ste se puso en prctica y.s610 su fracaso permiti lavuelta a la subordinaci6n de las FF AA al poder civil.

    SEGREGACION y DESARROLWPROFESIONAL

    Si se analiza la aplicacin de los preceptos constitucionales de 1925 despusde 1932 se encuentra que las FFAA quedaron efectivamente supeditadas al Presi-dente de la Repblica, pero su actividad tendi6 & quedar slo muy parcialmentebajo el control democrtico, particularmente del que deba efectuar el CongresoNa.cional.En la prctica se les crea un espacio para su desarrollo corporativo enel marco del reconocimiento formal de su subordinacin a los poderes consttu-cionales. .

    En la aplicacin de las competencias establecidas en la Constitucin, el Con-greso deleg en varias oportunidades en el Presidente facultades para alterar re-gmenes legales de ascenso y promociones, plantas o normas de retiro (v. gr. en1944, 1948, 1961 y 1971). Un hito significativo en la lnea de interpretacinrestrictiva de los poderes del Congreso se dio en 1966 cuando la Comisin deDefensa del Senado pretend examinar la conducta de varios oficiales superioresdurante la aplicacin de regmenes deemergencia previo aprestar su acuerdopara otorgarles el ascenso a grados superiores. El propio Senado finalmente acep-t la posici6n del Ejecutivo que sealaba que la investigaci6n de la conducta fun-cionaria de los oficiales corresponda a la Justicia Militar y no al Parlamento,puesto que esto importara menoscabar el principio de la obediencia absolutade los institutos armados 15.

  • En t~rminQS ms generales, las grandes definiciones de la poltica de defensaquedaren al margen del debate nacional, con la consiguiente introducci6n deconcepciones que ms adelante tendran efectos disruptivos del sistema. La ley7.144 de 1942 haba creado el Consejo Superior de la Defensa Nacional a fin de"asesorar al Goberno en el estudio y resoluci6n de los problemas que se refierena la defensa nacional relacionados con la seguridad exterior del pas". Este orga-nismo estaba compuesto por los Ministros de Defensa Nacional: de Hacienda yde. Relaciones' Exteriores :y por los Comandantes en Jefe y por los Jefes de losEstados Mayores de las Fuerzas de la Defensa Nacional. En 1960 el Presidentede la Repblica, de acuerdo a facultades delegadas por el Congreso, lo substituy6por el Consejo Superior "de Seguridad Nacional (Decreto con Fuerza de Ley NO181 de 23 de marzo) al cual le otorgaba una amplia competencia en todo lo quese refiere a la seg'......idad de la Nacin y al mantenimiento de su integridad terrto-.rial. Al concepto de defensa nacional se haba agregado el de seguridad nacional,que, como veremos ms adelante, haba llegado a incorporarse a la ideologa casotrense. El nuevo organismo era presidido por, el propio Presidente de la Repbl-ca e integrado por los Ministros del Interior, Defensa Nacional, Relaciones Exte-riores, Economa, Hacienda y los Comandantes en Jefe del Ejrcito, la Armaday la Fuerza Area, adems del Jefe del Estado Mayor de la Defensa Nacional.

    El progresivo desdibujamiento de las distinciones entre seguridad ntema.y .externa es otro fenmeno importante de considerar en el anlisis de las relacio-nes cvco-mlitares durante el perodo. Es necesario recordar que en 1927, duorante el gobierno. del general Ibez, se haban unificado los cuerpos de policaexistentes en el pas en el Cuerpo de. Carabineros de Chile. Esta polica mltar-zada sera desde esa fecha la encargada del orden pblico interno. Su dependen-cia jerrquica con el Presidente era a travs del Ministerio del Interior. En ello Al-gunos autores han visto el propsito de un contrapeso a las Fuerzas Almadd16.

    La creacin de un cuerpo policial de caracterstcas'tan peculiares, y cuya mi-litarizacin fue hacindose progresiva durante el perodo, no fue bice para quelos diversos gobiernos recurrieran en muchos casos a las Fuerzas Armadas para elcontrol del orden interno. El procedimiento legal que se usara importaba unatransgresin de la propia Consttucn. De acuerdo a la Crta de 1925 las normasrestrictivas de las garantas constitucionales en caso de conmocin interior de-ban ser aplicadas slo despus de la declaracin del estado de sitio por el Con-greso y en casos excepcionales, cuando ste no estuviere funcionando, por el Pre-sidente de la Repblica. El Congreso tambin tena poderes para dictar una leyespecial que facultara al Presidente de la Repblica para restringir la libertad perosonal y la de imprenta y suspender o restringir el derecho de reunin. Para eludirla aprobacin parlamentaria que tales estados de excepcin mplicaban, los dver-sos gobiernos usaron la declaracin, de zonas de emergencia. Esta figura jurdicafue concebida originalmente para colocar bajo jursdiccin militar aquellas partesdel territorio nacional sealadas por el Presidente en los casos de ataque exterior,o de invasin o actos de sabotaje contra la seguridad naconal.La extensin ex-traconsttucional de estas disposiciones a las situaciones de conmocin interna sedesarroll por etapas: en 1947 y 1948 (leyes NOs.8837,8940 y 8960) las zonas

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    de emergencia fueron establecidas en leyes de facultades especiales diCtadas porel Congreso, pero desde nes de 1948. (ley NO 9261) se empezaron a decretarcon independencia de dichas leyes. La ley de Seguridad Interior del Estado (leyNO 12.927 de 1958) incorpor a las facultades presidenciales la de decretar zo-nas de emergencia sin necesidad de aprobacin previa por el Congreso. An ms,en 1960 (ley No 13.959) se dispuso que las zonas de emergencia seran aplicablesa los casos de calamidad pblica (como los terremotos). De esta manera el Ejecu-tivo quedaba con amplias facultades para establecerestados de excepcin sin elcontrol parlamentario. En ese marco, las FFAA fueron recurrentemente llama-das a cumplir funciones de polica del orden interno 17.

    Por otra parte, las Fuerzas Armadas fueron dotadas progresivamente de atri-buciones para participar institucionalmente en diversos aspectos de la vida nacio-nal: produccin de armas y materiales de equipamiento castrense, cartografa,aerofotogrametra, control del trfico areo, martimo y fluvial, deportes, edu-cacin laboral, telecomunicaciones, meteorologa, etc. lB Se trata de una insttu-cin que permea las actividades' estatales al margen de una direccin civil demo-crtica 1lil

    El propsito de la reforma constitucional de 1971 fue precisamente reforzaresa corporativizacin a fin de evitar la influencia del nuevo gobierno. Uno delos requisitos impuestos por el Partido Demcrata Cristiano para votar por Allen-de en la eleccin del Congreso Pleno fue la de incorporar a la Constituci6n una .norma ms especfica sobre el carcter de las FFAA. El.texto aprobado sealabaque "la fuerza pblica est constituida nica y exclusivamente por las FuerzasArmadas y' el Cuerpo de Carabineros, instituciones esencialmente profesiOnales,jerarquizadas, disciplinadas, obedientes y no deliberantes. Slo en virtud de unaley podr fijarse .ladotacin de estas instituciones. La incorporaci6n de estas do-taciones a las Fuerzas Armadas y a Carabineros slo podr hacerse a travs desus propias escuelas institucionales especializadas, salvo la del personal que debacumplir funciones exclusivamente civiles" (art. 22).

    El propsito de garantizar el cierre corporativo de los militares,en 1971 nopuede ser analizado en el vaco: debe tenerse en cuenta, por una parte, quejasFuerzas Armadas haban desarrollado lazos internacionales que les habansigni-fcado niveles ms altos de organizacin y profesionalizacin, y, por otra parte,que la sociedad chilena estaba entrando en 'un perodo de aguda polarizacin'como consecuencia 'del agotamiento del modelo de desarrollo va substituci6nde importaciones y del proyecto socialista para superarlo.

    Las FFAA chilenas, al' igual que sus congneres latinoamericanas, haban en-trado en un tipo de relacin especial con las FFAA norteamericanas. Ya en 1936los pases de la regin haban adherido a la poltica de .segurdad hemisfrica delos Estados Unidos y con posterioridad a la Segunda Guerra Mundial se habaninstitucionalizado las relaciones poltico-militares a travs del Tratado Interame-ricano de Asistencia Recproca y de los Pactos de Ayuda Militar estadouniden-ses. Es as como durante el-perodo que va desde 1950 hasta 1970 las Fuerzas

  • Aunadas chilenas recibieron ayuda militar por un valor total de 172,7 millonesde dlares entre 1946 y 1977 20 Y entre 1950 y 1977 6.883 militares chilenosfueron entrenados bajo el Programa Internacional de Educaci6n y Entrenamien-to Militar de los Estados UnidoS21 El resultado fue el aumento de los niveles deprofesonalzacn de las FFAA chilenas junto con la transmisi6n de elementosideolgicos especialmente vinculados al enfrentamiento global con la Uni6n So-vitica.El'desarrollo doctrinario de los militares chilenos iba a unir estos elemen-tos con conceptos castrenses con una raz geopoltica de antigua data en el pen-samiento militar chileno para formar su concepcin de seguridad nacional22 Elrol poltico que se deriva de esta concepcin se iba a proyectar en la arena poJ{tica en el momento en que la sociedad sufra una nueva crisis hegemnica.

    Los intentos del gobierno de poner en prctica un proyecto socialista provo-caron la polarizacin social y se encontraron con una resistencia que lleg al en-frentamiento. La insurrecci6n de la derecha - y de las fuerzas del centro que lehaban quedado supeditadas estratgicamente- condujo al golpe de estado deseptiembre de ] 973. . ,

    El trmino del sistema de control civil objetivo de las Fuerzas Armadas fueproducido por la dinmica social desatada en el pas unida al particular tipo dedesarrollo castrense segregado del m,undo civil.

    GOBIERNO DE LAS FFAA,Y MILITARIZACION

    Las relaciones entre civiles y militares durante el rgimen surgido en 1973 nohan sido de subordinacin castrense, sino de afrmacnde la supremaca militardentro de la organizacin poltica. El Acta de Constituci6n de la Junta de Go-bierno (Decreto Ley NO 1 de 11 de septiembre de 1973) asign a las Fuerzas Armadas un rol supraconsttuconal al sefialar que "la Fuerza Pblica representa laorganizacin que el Estado se ha dado para el resguardo y defensa en su integr-dad fsica y moral y de su identidad histrico- cultural", imponindose el como

    , promiso de "restaurar la chilenidad, la justicia y la institucionalidad quebranta-da". En consecuencia, la Junta de Gobierno, compuesta por los Comandantes enJefe del Ejrcito, la Marina y la Fuerza Areay el General Director de Carabne-ros asumi los poderes constituyente, legislativo y ejecutivo (art.1 o del DecretoLey NO 257 de 17 de junio de 1974). Slo se mantuvo el antiguo Poder Judicial,que en la prctica, tanto por la accin del gobierno como por su autolimitacin,dej de ser un poder del Estado en el sentido consttuconales.

    Este cambio del papel de las instituciones castrenses dentro del sistema pol-tico chileno ha ido adquiriendo permanencia debido a factores de militarizacinvinculados con el nuevo proyecto soco-econmco interno, con el desarrolloprofesional de las propias Fuerzas Armadas y con las condiciones polftico-ml-tares internacionales en Amrica Latina.

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    El quiebre del rgimen constitucional de 1925 y del sistema de relaciones cv-ce-militares de subordinacin de las FFAA al poder civil se dio en el contextode una crisis hegemnica y de' una crisis del modelo de desarrollo nacional. LasFFAA en 1973, a .diferencia de 1925, no tenan formulado un proyecto alterna-tivo, sino que reaccionaron, contra un movimiento y contra un gobierno que per-ciban como contrarios a su concepcin de seguridad nacional. La "extirpacin"del proyecto socialista y de las fuerzas que lo impulsaban requiri la destruccinde las formas polticas del Estado de compromiso y la desarticulacin de sus so-portes sociales 24 En esa situacin cobraba sentido para los militares la adopcindel proyecto de desarrollo de los sectores ligados al capital financiero que basa-dos en una ideologa liberal se proponan insertar a la economa cllena en la co-rriente transnacional. El dinamismo del nuevo modelo estata dado por sus rela-ciones con el mercado internacional y no ya por el mercado intern0 25 Este nue-vo proyecto supone una profunda transformaci6n no slo del Estado y de la eco-noma sino que de la sociedad chilena, para lo cual se hace necesario un uso mspermanente y sistemtico de la fuerza 2 6 . La uni6n de las concepciones castren-ses de la seguridad nacional con el proyecto de transnacionalizaci6n en este red-seo de la sociedad es el primer factor de refuerzo de la militarizaci6n 27.

    El proceso de profesonalzacn.nducido en la post-guerra por el contactocon las FFAA norteamericanas produjo cambios no slo en las formas de organi-zacin de las FFAA latinoamericanas y de las chilenas en particular, sino que im-plic cambios cualitativos en la demanda de armas. Durante los aos 50 dichasdemandas fueron satisfechas principalmente a travs de la transferencia de mate-rial excedente de la Segunda Guerra Mundial y de la Guerra de Corea; durantelos aos 60, el nfasis en la seguridad interna puesto por Washington llev a latransferencia de material blico antsubversvo. Sin embargo, a mediados de esedecenio se empez a producir una ruptura entre los objetivos de EEUU y las de-mandas de equipamiento de varias Fuerzas Arrnadas latinoamericanas, las quemuchas veces contrariando la poltica de transferencia de armas de Washingtonempiezan a adquirir armamentos sofisticados de uso externo. El nfasis en laseguridad interna no haba hecho olvidar sus preocupaciones de defensa externaa las FFAA latinoamericanas y sus concepciones de seguridad nacional integra-ron ambas dimensiones. Los nuevos niveles de profesionalizacin alcanzados seconvierten as en factor de demanda de armamentos ms sofisticados, y de losrecursos para obtenerlos. Estas demandas, surgidas del desarrollo institucional,se han convertido en el segundo factor de militarizacin.

    El nuevo carcter de la transferencia de armas hacia Amrica Latina slo fueposible en el contexto poltico y militar internacional de descongelamiento dela poltica de bloques y de diversificacin de proveedores y en medio de la decli-nacin de Jos lazos interamericanos. En estas condiciones internacionales y enun continente con establecimientos militares de creciente poder y las ms de lasveces en el gobierno, han resurgido viejos conflictos interestatales. El recurso dediversos pases de la 'regin al armamentismo como respuesta a los conflictos po-tenciales ha llegado a ser un tercer factor de reforzamiento del proceso de milita-rizacin 28 .

  • Los factores de militarizacin que se han enunciado sumariamente son mspermanentes que aquellos expresados en perodos anteriores. Por una parte, elproyecto de insercin de la economa chilena en el mundo transnacional suponeuna alteracin tan profunda de las relaciones sociales que la presencia activa delas Fuerzas Armadas en el sistema poltico aparece como un factor sine qua nonde su permanencia. Por otra parte, el logro de nuevos niveles de profesionaliza-cin, comunes a varias de las FFAA de Amrica Latina, y la dinmica arrnamen-tista que se empieza a tener vigencia en la poltica internacional de la regin sonfactores que facilitan la presencia activa de la corporacin militar en los asuntosde Estado. Ello se expresa en el intento de crear una estructura jurfdico- poltica,como la Constitucin de 1980, que realza la influencia dominante en los asuntospolticos, sociales, eccumcos e internacionales del Estadode los valores, la ideologa y los patrones de conducta castrenses.

    LA CONSTITUCION DE LA SEGURIDAO NACIONAL

    La Constitucin de 1980 prev su vigencia integral slo para 1989 -1990. Demanera que el papel que asigna a 'las FFAA dicho ordenamiento jurdico est su-jeto a la eventualidad del proyecto de institucionalizacin que debera seguir alactual rgimen militar que es considerado como transitorio. Su estudio con todoes iluminador del nuevo tipo de relaciones cvico-militares que caracterizara alnuevo rgmeru-el establecimiento de un poder de seguridad tutelar de una seriede valores considerados fundamentales y de las formas de organizacin polticaque la propia constitucin establece. Este poder de seguridad materalzara lasubordinacin de los civiles a los valores y patrones castrenses que modelaranla organizacin y la vida poltica del pas. Nuestro anlisis se referir a la defin-cin y' alcance que la Constitucin hace de tales valores y a las formas constitu-cionales que crea para mantenerlos.

    a) La Seguridad Nacional como concepto eje. La Constitucin no defne pro-piamente el concepto de "seguridad nacional" y en varias ocasiones utiliza tr-minos afines tales como "seguridad del Estado", "seguridad de la Nacin" yotros. Les daremos un significado equivalente aun cuando una interpretacinjurdico-constitucional ms fna puede aportar contenidos y matices significa-tivos2 9

    El texto constitueonal la establece como una de las bases de la institucionali-dad sealando en su artculo 10 que es deber del Estado resguardar la seguridad'nacional. Esta ubicacin en el texto de la Carta demuestra la importancia que sele asigna dentro del ordenamiento normativo que se propone ir poniendo en vi-gencia. Esto resulta reforzado pues el captulo sobre "Bases de la Instituconali-dad" (1) -al igual que aquellos sobre el "Tribunal Constitucional" (Vil), sobre"Fuerzas Armadas, de Orden y de Seguridad Pblica" (X) y sobre "Consejo deSeguridad Nacional" (XI)- requiere para ser modificado la aprobacin de dosCongresos consecutivos con mayoras calificadas (art. 118), lo que prcticamen-te lo hace nmodiflcable.

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    Ms all de esta obligacin genrica del Estado, la seguridad nacional aparececomo un deber de los ciudadanos, como lmite a varios derechos consagrados enel texto constitucional y como causal de estados de excepcin a derechos ciuda-danos.

    El deber de "contribuir a preservar la' seguridad nacional" es una obligacinciudadana junto con el de "honrar a la patria.. de defender su soberana y de con-tribuir a preservar... los valores esenciales de la tradicin chilena" (art. f2 inciso20 ) , de manera que no slo el Estado, sino cada uno de los chilenos, est const-tucionalmente obligado a conservarla. De aqu deriva la obligaci6n del serviciomilitar (art. 22 NO3).

    Por otra parte, el texto constitucional ha establecido una serie de limitacionesa los derechos que asegura. La seguridad nacional es fuente de numerosas' de esaslimitaciones como a la libertad de enseanza (art.19 NO11 nc. 20) 30, a la liberotad de asociacin (art. 19, NO 15, inc. 40)31, a la libertad de trabajo (art.19 NO16 ine. 30)32, al derecho de huelga (ar1.19 NO16 inc. fmal)33, al derecho a desa-rrollar cualquier actividad econmica (art. 19 NO 21 inc, 10)34, al derecho depropiedad pues ha sido incluida como elemento de su funci6n social (art.19 NO24 inc. 20 ) 35, Y como limitacin especfica a la propiedad minera (art, 19 NO,24inc. 100 ) 36 , al derecho de autor y a la propiedad industrial (art. 19 NO 25 inc.40 ) 37 .

    Finalmente varios de los estados de excepcin consttuconal, que consagranseveras limitaciones a los derechos ciudadanos 38, tienen como causal peligrospara la seguridad nacional. Estos pueden ser casos de amenaza calificada como.elde "guerra externa" que permite la declaracin del "estado de asamblea" (art.40NO 1) o la "guerra interna o conmocin interna" que puede dar origen al "estadode sitio" (art. 40 NO2), aunque la constitucin tambin contempla el "estado deemergencia, en casos de grave alteracin del orden pblico, dao o peligro para laseguridad nacional, sea por causa de origen interno o externo" (art. 40 NO3).

    b) El Poder de Seguridad. En el nuevo esquema constitucional, la defnicnoperativa del concepto de seguridad nacional va a recaer principalmente en lasFuerzas Armadas. Estas FFAA,como se explicar a continuacin, son conceb-das con un alto grado de autonoma que proviene del estatuto corporativo que laConstitucin les asigna y les permite adquirir efectivamente el carcter de autori-dad tutelar del ordenamentonsttucional,

    El punto de partida de la compleja mecnica constitucional que establece laautonoma de las FFAA se encuentra en la concepcin de soberana de la CartaFundamental. Esta, de acuerdo al texto del artculo 50, "reside esencialmente enla Nacin" y "su ejercicio se realiza por el pueblo a travs del plebiscito y deelecciones peridicas y tambin, por las autoridades que esta Constitucin esta-blece ..." 311 , .

    Slo en algunos casos el pueblo ejerce la soberana, ya sea directamente a tra-

  • . vs del plebiscito o mediante sus mandatarios elegidos por elecciones peridicas.En otros, la propia Constitucin entrega directamente su ejercicio a ciertas auto-ridades, como la obligacin de garantizar "el orden institucional de la Repbl-ca" que la Carta Fundamental. asigna a las Fuerzas Armadas y Carabineros, Estatutela del funcionamiento del sistema es atribuida a instituciones dotadas de unaautonoma casi absoluta respecto de las otras autoridades establecidas en la Cons-titucin.

    "e) El Estatuto de las FFAA. El artculo 90 seala que "las Fuerzas Armadas

    estn integradas slo por el Ejrcito, la Armada y la Fuerza Area, existen para ladefensa.de la patria, son esenciales para la seguridad nacional y garantizan el or-den institucional de la Repblica" (inciso 20 ) y agrega que ''Carabineros se nte-grar, adems, con ,las Fuerzas Armadas en la misi6n de garantizar el orden nst-tuconal de la Repblica" (inciso 30 parte final). La funcin de defensa esem-nentemente profesional; la preservacin de la seguridad nacional, dado el conte-nido que dicho concepto ha adquirido en la doctrina castrense chilena40, tras-ciende los parmetros profesionales tradicionales para adentrarse en aspectos dela organizacin social, econmica y poltica interna; y, finalmente, la garantadel orden institucional de la Repblica, tiene un evidente carcter de supervg-lancia poltica sobre el funcionamiento del sistema constitucional.

    El estatuto constitucional establece que "las Fuerzas Armadas y Carabineros,como cuerpos armados, son esencialmente obedientesy-no deliberantes. Lasfuerzas dependientes del Ministerio encargado de la Defensa Nacional son ade-ms, profesionales, jerarquizadas y disciplinadas" (art. 90 inciso 40 ) . Este pro-fesionalismo es asegurado por las normas sobre ingreso .a las Fuerzas Armadas yCarabineros (art. 91) y las relativas a nombramientos, ascensos y retiros de susoficiales (art. 94).

    ...

    La [erarquzacin y disciplina llega hasta una limitacin del derecho de defen-sa jurdica, pues para "los integrantes de las Fuerzas Armadas y de Orden y Segu-

    . rdad Pblica, este derecho se regir, en lo concerniente a lo administrativo y dis-ciplinario, por las normas pertinentes de sus respectivos estatutos" (art. 19 NO3).

    La jerarquizacin, obediencia y no deliberacin, valores caractersticos de unatradici6n militar profesional que haba sidomuy desarrollada en las FFAA chile-nas, se transformaran en el instrumento que, evitando la politizaci6n de las insti-tuciones castrenses y su eventual fragmentacin, permitira a sus Altos Mandosy, ms especficamente, a sus Comandantes en Jefe el ejercicio del poder de tute-la que la Constituci6n asigna a las FF AA. La semi-autarqua corporativa, que sir-ve de base de este poder poltico eminente, se asegura por la severa limitacinque el Presidente de la Repblica, autoridad poltica de generaci6n democrtica,tendra para designar a los Comandantes en Jefe del Ejrcito, de la Armada y dela Fuerza Area, y al General Director de Carabineros que "sern designados porel Presidente de la Repblica de entre los cinco generales de mayor antigedad,que renan las calidades que los respectivos estatutos institucionales exijan paratales cargos; durarn cuatro aos en sus funciones, no podrn ser nombrados

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    para un nuevo perodo y gozarn de inamovilidad en su cargo" (art. 93 inciso 10)agregando que slo "en casos calificados, el Presidente de la Repblica con acuer-do del Consejo de Seguridad Nacional, podr llamar a retiro a los Comandantesen Jefe del Ejrcito, de la Armada, de la Fuerza Area o al General Director deCarabineros, en su caso" (art. 93 inciso 20 ) . Si tiene en cuenta que la mayorade los miembros del Consejo de Seguridad Nacional son precisamente los Coman-dantes en Jefe de las FFAA Y el General Director de Carabineros se puede apre-ciar lo.excepcionalfsrno que puede ser la aplicacin de este mecansrnoy la im-posibilidad de usarlo frente auna accin concertada de los cuatro Comandantesen Jefe.

    De esta manera se configura un "profesionalismo desvirtuado" 41 en el que laantigua tradicin de profesionalizacin que constituy durante el perodo de v-gencia de la Constitucin de 1925 el sostn de la subordinacin de los militaresal poder civil, se transformar en el punto de apoyo de la subordinacin de l so-ciedad y de sus instituciones a los patrones castrenses tales como sean entendidospor sus Comandantes en Jefe.

    d) El Coasejo de Seguridad Nacional. El canal establecido por la Constitu-cin para que se manifieste la voluntad de los Comandantes en Jefe es el Consejode Seguridad Nacional (captulo XI). Este rgano est integrado adems por elPresidente de la Repblica, que lo preside, y por los Presidentes del Senado y dela Corte Suprema (art. 95 inc. 10). Para sesionar requiere de la mayora absolutade sus miembros de manera que necesita de la presencia de al menos uno de lostres Comandantes en Jefe de las Fuerzas Armadas o del General Director de Ca-rabineros, adems de sus tres integrantes civiles (art. 95 inc. 30 ) .

    Su principal atribucin es la de "representar, a cualquiera autoridad estableci-da por la Constitucin, su opinin frente a algn hecho, acto o materia, que a sujuicio atente en contra de las bases de la institucionalidad o pueda comprometerla seguridad nacional" (art. 96 letra b). Estos acuerdos u opiniones podrn serpblicos o reservados, segn lo determine para cada caso particular el Consejo(art.96 inciso 20 ) .

    Esta amplsima facultad tutelar del Consejo est acompaada de la de aseso-rar al Presidente de la Repblica en cualquier materia vinculada a la seguridad

    . nacional. en que ste lo solicite (art. 96 letra a); de la de informar, previamente,respecto de las materias que la Constitucin seale como leyes de ncativa ex-clusiva del Presidente de la Repblica (art. 96 letra b y arto 60 NO .14); de la derecabar de las autoridades y funcionarios de la administracin todos los antece-dentes relacionados con la seguridad exterior e interior del Estado (art.P letrad), adems de otras atribuciones que la Constitucin le encomienda (art. 96 le-tra e). Entre stas est la de prestar su acuerdo al Presidente de la Repblicapara que decrete el estado de asamblea, el estado de sitio, mientras pende laaprobacin por el Congreso, el estado de emergencia y el estado de .catstrofe,lo que hace depender la puesta en vigencia de los estados de excepcin constitu-cional del acuerdo de las FFAA, salvo el caso del estado de sitio que debe' ser

  • aprobado por el Congreso (art. 40). Tambin el Consejo debe calificar la existen-cia de peligro de guerra a fn de que el Banco Central, institucin autnoma den-tro del ordenamiento constitucional, pueda obtener, otorgar o financiar crditosal Estado y entidades pblicas o privadas (art. 98 inc. 30 ) .

    El Consejo debe elegir a "un ex Comandante en Jefe del Ejrcito, uno de laArmada, otro de la Fuerza Area y un ex General Director de Carabineros quehayan desempeado el cargo a lo menos por dos aos", como senadores por unperodo de ocho aos (art. 45 inciso 30 letra d). Adems debe designar a dos delos siete abogados que integran el Tribunal Constitucional (art. 81 letra e), rga-no jurdico de control constitucional del sistema.

    Con Jas atribuciones sealadas, el Consejo de Seguridad Nacional, constituidomayoritariamente por los Comandantes en Jefe de las tres ramas de las FuerzasArmadas y por el General Director de Carabineros, puede llegar a intervenir encualquier materia de orden poltico y de gobierno.

    e) Las FFAA Y los otros poderes del Estado. El estatuto de las relaciones deestas Fuerzas Armadas con las dems autoridades establecidasen la Constitucinfortalece su gran autonoma y su poder independiente. .

    Si bien el Presidente de la Repblica est dotado de una autoridad que "se ex-tiende a todo cuanto tiene por objeto la conservacin del orden pblico en el in-terior y la seguridad externa de la Repblica. de acuerdo con la Constitucin ylas leyes" (art. 24 iric. 20 ) y su poder ha sido fortalecido frente al Congreso Na-cional, las normas del texto lo sujetan a un acuerdo con Jos Comandantes enJefe de las FFAA-y el General Director de Carabineros: ya se seal que el Con-sejo de Seguridad Nacional debe prestar su acuerdo para el establecimiento decasi todos los estados de excepcin constitucional, que puede informar previa-mente sobre las materias de ley que son de iniciativa exclusiva del Presidente dela Repblica y que puede representarle - como a cualquiera autoridad estableci-da por la Constitucin- su opinin frente a algn hecho, acto o materia que asu juicio atente gravemente en contra de las bases de la institucionalidad o puedacomprometer la seguridad nacional. Adems, sus atribuciones respecto a designa-ciones y remociones en las FFAA y Carabineros son limitadas (art. 32 NO 18), sufacultad de disponer de las fuerzas de aire, mar y tierra, organizarlas y distribuir-las debe ceirse a las necesidades de la seguridad nacional (art. 32 NO 19), paradeclarar la guerra, adems de la autorizacin previa por ley, debe or alConsejode Seguridad Nacional (art.32 N021).

    El Congreso Nacional conserva la atribucin de someter a juicio poltico a"los generales o almirantes de las instituciones pertenecientes a las Fuerzas de laDefensa Nacional por haber comprometido gravemente el honor o la seguridadde la Nacin" {arto 48 NO 2 letra d y art. 49 NO 1)42 Y le corresponde fijar "lasfuerzas de aire, mar y tierra que han de mantenerse en pie en tiempo de paz o deguerra, y las normas para permitir la entrada de tropas extranjeras en el territo-rio de la Repblica, como, asimismo, la salida de tropas nacionales fuera de l"

    27

  • 28

    (art.60 NO 13) as como autorizar "la declaracin de guerra, a propuesta del Pre-sidente de la Repblica" (art. 60 No 15). Sin embargo, adems de la limitacinque surge del derecho de representacin del Consejo de Seguridad'Nacional, unode sus cuerpos, el Senado, ha perdido la atribucin de pronunciarse sobre losascensos de oficiales a los grados superiores de las Fuerzas Armadas. Ademslos

    . parlamentarios estn sujetos a la causal de inhabilidad sobreviniente por la cualcesar "en sus funciones el diputado o senador que de palabra o por escrito in-cite a la alteracin-del orden pblico o propicie el cambio del orden jurdico ins- .titucional por medios distintos de los que establece esta Constitucin, o quecomprometa gravemente la seguridad o el honor de la Nacin" (art. 57 inc.5{).

    Finalmente, la Corte Suprema ve limitada su superintendencia directiva, co-rreccional y econmica sobre los tribunales militares de tiempo de guerra (art, 79inc. 10), as como tambin est sujeta al derecho de representacin del Consejode Seguridad Nacional.

    Las Fuerzas Armadas y Carabineros adems tienen una presencia directa en elgobierno regional mediante representantes en los Consejos regionales de desarro-llo (art. 101), ya travs de esos consejos participan en la designacin de los alcal-des encargados de la administracin comunal (art. 108).

    El sistema constitucional que se pretende poner en plena vigencia a fines delactual decenio revierte la tradicin de subordinacin militar al poder civil y en-trega a las Fuerzas Armadas y Carabineros un papel poltico de supervigilanciade las bases institcionales con las que se fundara el nuevo rgimen consttuco-nal.

    PROFESIONALISMO, CORPORATMZACION yRELACIONES CNICO-MILITARES

    El examen de las Constituciones de 1833, 1925 Y 1980 ha mostrado tres res-puestas jurdico-constitucionales diferentes que se han dado en el pas a las crisisdel sistema de relaciones de poder y a la irrupcin consecuente de las Fuerzas Ar-madas en el plano de la accin poltica cotidiana. En los 1830 se hizo frente a lasdificultades para estructurar polticamente el nuevo Estado Nacional; en los1920 y 1930 se encar la crisis del modelo de desarrollo de crecimiento haciaafuera y del sistema parlamentario sui generis de gobierno; J en los 1980 se haenfrentado la crss d,el modelo de desarrollo de crecimiento hacia adentro, losproyectos por superarlo y el prolongado perodo de gobierno militar subsecuen-te.

    El funcionamiento de los sistemas jurdico. constitucionales de 1833 y 1925no fue automtico, sino que se logr cuando se hizo efectivo el predominio en elnivel poltico de grupos sociales con capacidad para ejercer un poder hegemnicodentro de la sociedad: los terratenientes a comienzos del siglo pasado y la alianzamesocrtica desde los 1930. La continuidad del sistema se obtuvo por la fluidez

  • :..}:,,: - ::~.'., ,-;',

    "~,,1'.;:.~6'~td~arr01l0 ;d~;n0Cic>ile~/~@rio'l,;~~~den.verslono~.qu.$sU1~~',~tittibascon los v~ores .d~mocrticOs~lSj$teina constitucional y qe$e!11~'feJtllron 'en plenitud conposterordad-a 1973. D~te el rgimenmilitarsq~dbmcinyprofesnalsmo han perrntdo evitar la poltizacn de los institutOsoasuensesy han permtdoel control deJos Altos Mandos y particularmente de

    susComan~tes en Jefe sobre la corporacin. Este "profesionalismo desvirtua-do" es el que se institucionaliza en la frmula del pode~ tutelar militar de la.Constitucin de 1980.

    El bteveanlisis histrico realizado permite concluir que la remplantacn'deun sistema de relaciones cvco-militares.que subordine las FFAA al poder cvilrequ!ere la recomposicin del sistema poltico en armonfa .con las fuerzas socia~.Ie$ mayoritarias del pas, pero tambin implica tener en cuenta unas Fuerzas Armadas con peculiares concepciones de su papel corporatvaDe ah que las fr-mulas del control civil objetivo no parecen ser suficientes para restablecer la tra-dicin de subordinacin al poder civil, sino que sea preciso buscar frmulas decontrol civil subjetivo como la adhesin a los principios constituconalesdemo- ..cratcos y un controlms estrecho de los rganos del Estado de directa legitllni-dad democrtica. De esta manera se podra evitar que el desarrollo profesionalcada.vez ms elevado que requieren las funciones de defensa externa no genereuna segregacin corporativa que eventualmente vuelva a ampliar sus mbitos deaccin sobr~ la sociedad.:

    '30

  • 1 Sampel P.. Hunrington, rhe Soldier ~rtd the Sta~e;VintaieBooks, Nueva York, 1957,pp,'80y ss.

    ,2 Es la definicin de militarizacin del Grupo de Trabajo sobre Militarismo del ConsejoMundial de Tglesias, Ver Ulrich Albrecht, "MiJiF1rism' and Undervelopment", trabajopresentado al Taller-Conferencia sobre "Militari$mo y Desarme en elTercer Mundo",

    ~nstitute ofDevelopment Studies at the Univ~rsiliY of Sussex, Inglaterra, abril de.1979,~~ .

    ;J ~beJ:toEdwllds, La organizacin poltica de Chile, Editorial del Pacfico, Sanriagoc-se-gundaedicin, 1955, p. 111.

    .4 Toms Moulian y Carlc, Portales, "Crisis de la Democracia?", Mensaje, noviembre de1978, Santiago, r-t'. 720-721.

    5 Robert N. Burr, By Reason or Force. Chile and the Balancing of Power inSourh Ame-rin 1830-1905. Univenity ofCaliforna Press, Berkeley, California, 1974.

    6 Cabe recordar la influencia decisiva que en la cnduccin estratgica de la Guerra. delPacfico tuvieron los Ministros de Guerra civiles R!a:fael Sotornayor y Jos Francisco Ver.

    . gara.

    1 FredercNunn, "Emil Koerner and the prussial\lzation ofthe Chilean Army: Orlgins,procesa and consequences, 1885 -1920" Hispanic.'American Historical Review, mayo de1970.

    S. Augusto Varas, Felipe Agero y Fernando Bustamante, Chile, Democracia, Fuerzas I.madu,Faculrad Latinoamericana de Ciencias Sociales, FLAC.SO, Santiago, 1980.

    . 9AIe.iandro Silva Bascun, Tratado de Derecho qmstitucional. La Constitucin de.1925l. Editorial Jurdic de Chile, Santiago, 1963, pp. ;4963.'

    10 ' Tratado de Derecho Con-ritucional. LaConstituci6n de 1925 ILEditorial Jurdica de Chile, Santiago, 1963, pp. 33c'9 - 360. ..

    11 Genaro Arriagada, El pensamiento pohricodeIes militares, Centro de InvestigacionesSocioeconmicas (CISEC), Santiago, 1981, pp. 71:-107.

    12 Augusto Varas, Felipe Agero y Fernando Bustamanee, op, cit., pp. 6667.

    13 Alejandro Silva Bascun, op, ct., U, pp. 35135~.14 AugultoVarn Felipe Agero y Fernando Buscamante, op.dt., pp. 7184.

    15 Carmen Undurraga M. y Arturo Frei B, Bases Coqstitucionales de la Fuerza Pblica. Edi-tor1alJurdica de Chile, Santiago, 1967, pp. 70-84. .

    1.6 Alain Jox; Las Fuerzas Armadas en el Sistema Polrico Chileno, Editorial Universitaria,Santiago, 1970. .

    17 Carmen Undurraba M. y Arturo Frei B., op, cit., pP; 167 185.18Yer el trabajo de Augusto Varas en este volumen.19 Ver: Augusto Varas, Felipe Agero y Fernando Bustamante, op, cit.

    20 U:S. Agency for-lnternatonal Development, Ovcrseas Loans and Grantsand Asestancefrom Interoational Organizations. Obligatons anl Loan Authorizations Ju1y 1945 -Sep-tember 1977, A.LD. Washington, D.C., 1978, p. :43. .

    21 U.S. Departmene ofDefense, Securty Assista~ce:Agency,Foregn Military Sales andMilitary AssistllnceFacts, Data Management Divson, Comptroller, DSAA, 1977, p. 32.

    31

  • ",' "".-:- ,:,-~',; r'

    32

    33\'No podrn declararse ~nhuelga los funcionarios de1E~tado ni de las'l\1ncipfil:l.ad~s:Tampoco podrn hacerlo las personas que trabajen en corporaciones o empresas, cual-quiera que sea su naturaleza, finalidad o funcin, que atiendan servicios de utilidadPM'blica o cu ya paralizacin cause grave dao a la salud. a la economa del pas, a):l'uteci~,miento de la poblacin o a la segurid~ nacionaL" (el subrayado es mo). '

    34 "El derecho, a desarrollar cualquiera actvdadeconmca que ,no sea contrara ala moral., al orden. pblico o ;t la ~eguridad nacional, respetando las normas legales que lal'e,~len"

    (el subrayado es mo).35 "Slo la 1eY. puede establecer el modo de adquirirla propiedad, de usar,gozar ydis.\'Qn~r

    de ella.y las limitaciones y oblgaccnesque deriven de su funcin soclal.Estacomprenc:\ecuanto exijan los intereses generales de la Nacin, la seguridad nacional, la ufUid~dy sa,lubridad pblicas y la conservacin del patrimonio ambiental" (el subrayado es mo). '.

    36 "La explcracn.Jaexplotacin o l beneflco.de los yacimientos que contengao5UbSttn(' .cas no susceptibles de cencesi6n,podrn ejecutarse l.irectamente por el Estado 0I'QUUI

  • /empresas, el p~r'medio de concesiones administrativas o de Contratos especiales de opera-cin, con los tequisitos y bajo las condiciones que el Presidente de la Repblica fije, paracada caso, por decreto supremo. Bsta nonna se aplicar tambiM a los yacimientos decualquier especie existente en lasaguas martimas sometidas a la jurisdiccin nacional ya los situados, en todo o en parte, en zonas que, conforme a la ley, se determinen comode importancia paza la seguridad nacional. El Presidente de la Repblica podr poner t~mino, en cualquier tiempo, sin expresi6n de causa y con la Indemnizacin que correspon-da,a las concesiones administrativas o a los contratos de operacin relativos a explotacio-nes ubicadas en zonas declaradas de importancia para la seguridad nacional". (Los subra-yados son mos).

    37 "Ser aplicable a la propiedad de las creaciones intelectuales y artstics y a la propiedadindustrial lo prescrito en los incisos segundo... del nmero anterior". (Esto es la funcinsocial de la propiedad que comprende la seguridad nacional):

    38 Esto aparece claro de la lectura del prrafo sobre "Estado de excepcin constitucional"compuesto por los artculos 39 a 41 del texto de la Constituci6n. Ver tambin: Francis-co Cumplido, "El Estado de Derecho en la Constitucin de 1980", Documento dellnsti-tuto Chileno de Estudios Humansticos. Mayo de 1981.

    39 El subrayado es mo.

    40 Sobre el contenido del concepto de la seguridad nacional en la doctrina castrense chUenaver Genaro Arriagada, op. cr.; Augusto Varas y Felipe Agero, "El desarrollo doctrina-rio de las Fuerzas Armadas chilenas", Documento de Trabajo FLACSO, Facultad Latino-americana de Ciencias Sociales, Santiago, 1979; Augusto Varas, Felipe Agero y Fernaa-do Bustamante, op, cit.

    41 El concepto ha sido propuesto por Genaro Arriagada al estudiar la evolucin del marcoinstitucional de las FFAA chilenas, '

    33

  • FUERZAS ARMADAS, ORDEN INTERNOY DERECHOS HUMANOS

    Hugo Frhling

    Ningn conocedor de las funciones propias de las Fuerzas Armadas ignora questas cumplen - y no slo en Chle- dos roles definidos y fundamentales quepor supuesto no excluyen diversos otros: el primero puede describirse como el .de la mantencin de la soberana externa del Estado, o sea, la defensa del Estado-Nacin en el contexto del sistema internacional. El segundo, siguiendo la con-ceptualizacin tradicional, consiste en la conservacin de la soberana internadel Estado, o sea, en la preservacin de la forma del Estado ante posibles sucesosinternos que pudieran alterar el orden jurdico vigente.

    Desde el punto de vista de las Fuerzas Armadas, la distincin entresot)C,illlexterna e interna es propia del establecmento del Estado burgus y de la eitn-sn de los derechos ciudadanos. En la Francia absolutista deLs KIV el ejr-cito dependa del monarca y constitua su instrumento de poder en lo nacionaly lo ntemaconalt. Es con el reconocinento progresivo de los derechos deleilf-Jdadano que las Fuerzas Armadas se integran jurdicamente al EStado y que su Ifuncin se distingue con mayor precisin de la propia de la fuerza pblica desti..Jnada a la conservacin del orden interno. Esta mayor integracin jurdica al Bs-tado supone una atenuacin del fuero militar como corolario ndspensable delprincipio de igualdad ante la ley que restringe progresivamente los estatutos par.ticulares de las diversas corporaciones y por lo mismo las acercan a la vida so-ial2 '

    En segundo lugar, declamos que los militares pasan a tener un rol ms restrn-gido en la conservacin del orden pblico.. Ello proviene del respeto crecientea la calidad de ciudadano. que exige mtodos especficos y organizacionesespe-cializadas para conservarlo. La intervenci6n de los militares en resguardo de laestabilidad del Estado pasa a ser espordica'y s610 en casos de emergenea'ens-titucional.

    Estas afirmaciones de carcter muy general y que dan cuenta de cambios quehistricamente se producen en el rol militar a partir 'de la extensin de los dere-chos ciudadanos se traen a colacin para ilustrar la rlacinexistente entre la de-fincin del rol especfico ,de las Fuerzas Armadas y el tipo de Estadoen que seencUentran irtliettas;Ensociedades donde-la soberana interior y-extener pasanaidntificarse, la potestad del Estado en Iosdversosaspectos de la vida SOWse ejerce de la misma manera, y son los militares los quetoman a su cargo en foroma principal la defensa exterior y la preservacin del orden interno. la experien-cia sugiere que cuando la conservacin del orden pblico se militariza, lasgaran-tas del individuo y de la sociedad civil en su conjunto, se ven afectadas. Estamodalidad de conservacin del orden interno con directa participacin militar.

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  • tiende a producirse all donde el Estado es dbil, donde las fuerzassociales quela sustentan requieren de dosis crecientes de fuerza para sostenerlo.

    Desde el punto de vista'de la normativa legal, es posible sostener que en Chlela legislacin le otorga a los militares creciente participacin en la mantencindel orden pblico interno desde que se comienza a aplicar plenamente la Consti-tucin de 1925. Esta mayor participacin es el fruto de una situacin social ypoltica conflictiva ante la cual los gobiernos recurren a instrumentos legales decarcter extraordinario que no se encontraban consultados en. dicha Consttu-cn. . .

    Este proceso que mencionamos, es el producto de la entrega de atribucionesal Presidente de la Repblica en materia de libertades 'pblicas que ste puedeejercer sin necesidad de autorizacin previa por parte del Congreso. El uso de ~estas atribuciones -derivadas del llamado estado de emergencia- paramantenerel orden pbhco interno, liga de hecho ias dificultades para mantener el consen~so poltico interno con las nuevas funciones 'de las Fuerzas Armadas en la manotencn de ese orden. I ,.

    El awnento de. la participacin de las Fuerzas Armadas en el ejercicio de lasoberana interna del Estado se consolida mediante normas legales y una prc-

    .,. tca de hecho que obedece en lo esencial a la intencin de evitar el aumento dela,influencia de partidos de Izquierda. Ello, ms all que su propsito otigirialhaya sido la contencin del nacsmo, De esta misma.realidad poltica deriva elambiente ideolgico propicio para recibir al interior de los cuerpos armados unaconcepcin de la Seguridad Nacional muy/distinta de la defensa nac\9nal queprimaba con anterioridad. Esta nueva doctrina dentora del rol-de las FuerzasArmadas en la sociedad, tambin se expresa en algunas .normasjurdicas. De estamanera, todo parece confluir hea un similar: la consagracin de las Fuerzas Ar-madas como garantes principales de la subsistencia del orden poltico frente auna posible subversin interna,

    Esta aceptacin a nivel del Estado de que las Fuerzas Armadas deben jugar.unrol en la preservacin del orden poltico no surge, pues, en los das pre'?osalGolpe de Estado de-1973. Se haba asentado progresivamente en las concencas,transformando ciertamente la concepcin original respecto del papel de las insti

    . tuconescastrenses que se haba hecho carne en la Constitucin de 1925.

    Lo que decimos no sgnfca, por cierto, que el rol de las Fuerzs Amadas apartir de la instauracilm del Batado autoritario cOhStituya una mera prolonpci6ndel que stas tuvieron durante la vigencia del Estado tiberal-democrticQ.Si duorante las ltimas dcadas de existencia de ste los institutos armados pasan acumplir espordicamente con funciones de orden interno, a partir de 1973 talfuncin es permanente. La preservacin del orden interno pasa a ser una funcinnetamente militar con obvias y lamentables consecuencias para la vigencia de losDerechos Humanos3.

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  • LA RESTRICCION DE LAS GARANTIAS CONSTITUCIONALESEN EL MARCO DE LA CONSTITUCION DE 1925

    La Constitucin de 1925 fijaba marcos muy estrechos para el uso de atribu-ciones extraordinarias destinadas a afrontar situaciones difciles para el Estado.En ese sentido era heredera de la progresiva limitacin a las facultades presiden-ciales que culminara con la reforma constitucional de 1874.

    Tres son las instituciones jurdicas destinadas a enfrentar situaciones extraor-dinarias para la integridad territorial o la estabilidad del Estado: el llamado Esta-do. de Asamblea, el Estado de Sitio y la Ley de Facultades Especiales.De stas,slo el Estado de Sitio y la Ley de Facultades Especiales otorgan atribuciones ala autoridad restrictivas de las garantas constitucionales cuando se producen he-chos internos. En efecto, el Estado de Asamblea puede ser declarado slo encaso de guerra externa. Su efecto ms tpico, reglamentado por elCdigo de Jus-ticia Militar, es la cesacin de competencia de los tribunales militares de tiempode paz y su reemplazo por los tribunales militares de tiempo de guerra.

    El caso del Estado de Sitio y del de emergencia es diferente: el Estado de Si-tio puede declararse por conmocin interior o en caso de ataque exterior. Valedecir, procede tambin en situaciones que alteran el orden interno.. Algo similarsucede con la Ley de Facultades Especiales, que de acuerdo al NO 13 del artculo44 de la Constitucin, procede "cuando lo reclamare la necesidad imperiosa de .la defensa del Estado, de la conservacin del rgimen constitucionai o de la pazinterior". Los. supuestos de procedencia de la Ley de Facultades Espe~ia1es, sontambin hechos que dicen relacin con la seguridad exterior o interna del ESta-do.

    En caso de ataque exterior, la declaracin de Estado de Sitio "en mio o variospuntos de la Repblica" constituye una facultad especial del Presidente, facultadque adems era exclusiva. No suceda lo mismo en el caso en que el Estado deSitio se fundamentara en una conmocin interior. En dicho caso era declaradopor el Congreso, a menos que ste no se encontrare reunido. -Si el Congreso seencontraba en receso, el Presidente poda decretar el Estado de Sitio por s solo.Si la reunin del Congreso siguiera vigente, el Estado de Sitio declarado por elPresidente, se entendera que constitua una proposicin de ley. Latamente sediscuti en conflictos polticos de carcter constitucional, si la declaracin deEstado de Sitio se mantena en vigencia una vez que el Congreso se reunieras.Tendi a prevalecer la opinin afirmativa al respecto. Asimismo, se consider

    . que el Congreso se pronunciaba respecto del Estado de Sitio mediante un acuer-do, no considerndose sta materia de una ley5. La cuestin tena gran impor-tancia poltica, puesto que si se trataba de un mero acuerdo, el Congreso decidaexclusiva y soberanamente respecto del problema planteado, mientras que si setrataba de una ley se requera la participacin conjunta de los poderes colegsla-dores (Ejecutivo y Legislativo). .

    La Constitucin de 1925 otorgaba plenos poderes al Presidente de la Rep-

    31

  • 38

    blea para declararel Estado de Sitio cuando concurra un.a circunstancia objeti-va relacion.ada con la seguridad externa del Estado: existencia de un ataque ex-terior. Cuando el Estado de Sitio se fundaba en razones de' conmocin interna,proceda en forma mucho ms cauta y s610por excepci6n y temporalmenteper-rnita que el Presidente decretara el Estado de Sitio por s mismo. La Ley de Fa-cultades Especiales, a su vez y como su nombre lo indica, constitua un.a normaemanada de los poderes colegisladores, ya sea que se fundara en razones de segu-ridad externa ("cuando lo' reclamare la necesidad imperiosa de la defensa del Es-,tado") o de seguridad interna ("cuando lo reclamare la necesidad imperiosa.. dela conservacin del rgimen constitucional o de la paz interior"). Su duracinera limitada por la Constituci6n al plazo de seis meses como mximo.

    Los efectos que produca el Estado de Sitio estaban fijados por la Constitu-cin de 1925 en trminos semejantes a la reforma constitucional liberal de 1874.ElEstado de Sitio conceda al Presidente de la Repblica la facultad de trasladarpersonas de un departamento a otro y la de arrestarlas en sus propias casas yenlugares.que no fueran crceles J otros que estuvieran destinados a la detencino prsin de reos comunes. La Ley de Facultades Especiales, a su vez, permitaafectar ms derechos de los garantidos por la Constituci6n que el Estado de Si-tio. Las medidas que se adoptaran podan tener los objetivos de "restringir lalibertad personal y la de imprenta o suspender o restringir el ejercicio del dere-cho a reunin",

    ...Siguiendo paso a paso Jas ,facultades coaceddas por las instituciones jurdi-easquesedescriben 'Ylas llutoridades .autorizadas para ,decretarlas,es~leconcluir 10 que sigue:

    a) cuando la restriccin de las garantas individuales obedeca a un motivoobjetivo y fcilmente verificable que amenazaba la segundad exterior del pasla Constitucin autorizaba al Presidente de -la Repblica para decretar dicha res-triccin por s solo (caso del Estado de Sitio decretado "en caso de ataque ex-terior" o del Estado de Asamblea decretado en "una o ms provincias invadidaso amenazadas en caso de guerra extranjera").

    b) si dicha restriccin obedeca a fundamentos ms difcilmente apreciables. como amenaza objetiva a la segurddexteror del Estado y adems comprendaa una variedad de los derechos constitucionales garantidos, la Constitucin ex-ga la actuacin conjunta de los poderes colegisladores (caso de la ley de facul-tades especiales dictada "cuando lo reclamare la necesidad imperiosa de la de-fensa del Estado"). '

    e) las amenazas a la soberana interna, en cambio, exigan -de acuerdo conla Constitucin- una participacin del Congreso (exclusivamente en el caso delEstado de Sitio declarado por conmocin interna, o en armona con el Ejecutivo'en la dictacin de la Ley de Facultades Especiales) a fin de restringir los derechosciudadanos. Es cierto que el Estado de Sto por conmocin interna poda ser de-clarado por el Presidente, pero slo cuando el Congreso se encontraba en recesoy deba ser ratificado posteriormente por ste.

  • Estos resguardos que tomaba la Constitucin, tenan por objeto evidente im-pedir la dictadura presidencial, haciendo solidarias a las mayoras polticas conrestrccones a los derechos individuales cuyo fundamento era la amenaza internaal orden poltico. No se deseaba de manera alguna que pudiera confundirse lacrtica o movilizacin en contra de una determinada poltica gubernamental conuna "conmocin interior" que sirviera de pretexto para restringir los derechosciudadanos de la oposicin.

    La Constitucin, producida en momentos de aguda crisis poltica y bajo el im-pulso de fuerte presin del ejrcito, partidario de robustecer el Ejecutivo y la in-tervencineconrnica del Estado, refleja, sin embargo, un clima poltico lberals.Es la expresin concertada de un esfuerzo por restablecer un sistema poltico de-mocrtico en momentos en que el conjunto del Estado oligrquico se hadesplo-mado.

    En los aos que transcurren entre 1925 y 1932, sin embargo, la Constity.cinno recibe ms que espordicamente una aplicacin plena. La p