Upload
others
View
9
Download
0
Embed Size (px)
Citation preview
Fuente de los dragones o el monstruo de LeganésLeganés, Madrid
El monstruo está situado en la glorieta Puerta de Carabanchel, en el lago del
parque de Polvaranca, al lado del Parque Comercial “Plaza Nueva” y el estadio
Butarque, emergiendo de una rotonda de 65 metros de diámetro.
El artista ha querido simbolizar
con esta pieza la
peculiar “leyenda” de la
existencia del “monstruo de
Leganés”.
La simpática escultura,
representa a una mamá
monstruo con su bebé dentro
de un lago que se ilumina por la
noche consta de cinco piezas de
distintas medidas, llegando a
alcanzar los 10 metros de altura,
siendo la mayor escultura de
toda la ciudad.
Las piezas están construidas con resinas de poliéster, fibra de vidrio y acero
inoxidable.
Sus colores reflejan el arco iris a modo de teselas siguiendo el estilo de Gaudí.
La fuente tiene forma de riñón como las tortugueras, pero con las palmeras
fuera del agua y dos dinosaurios prehistóricos en el centro: Nensi y su cría.
La obra ha sido creada por dEmo, Eladio de Mora (nacido en Toledo en 1960), que
propuso a la corporación municipal la idea del monstruo de Leganés, por el juego con el
nombre de la ciudad y del lago Ness. Al igual que en el resto de sus obras, el objetivo del
autor es captar la atención del público.
Las Relaciones de Lorenzana de 1784 recogen la descripción del nombre del pueblo: “Responden y
declaran que este pueblo tiene por nombre Leganés, el cual nombre dixeron proceder, según noticias por los
antiguos de él, por razón de que el sitio de él, al tiempo que se fundó, había una laguna, do se hacía mucho
légamo, y entonces, cuando se fundó le llamaba Legamar, y después de aqueste vocablo (Legamar) se tomó nombre
Leganés, por corrupción de dicho vocablo”.
Los colores puros y brillantes atraen como un imán a los más pequeños.
El nombre de “Nensi”, es un
homenaje al protagonista de una
tira infantil en la revista que edita
el Ayuntamiento de Leganés
elegida como mascota para los
niños.
El arte de dEmo se sitúa a
medio camino entre el pop y el
expresionismo. Bajo la
apariencia casi infantil de sus
obras se esconden significados
críticos. Confiesa buscar en sus
obras el equilibrio entre el rigor
y la sonrisa. Intenta que el arte
contemporáneo también sea
popular, que el público al verlo
disfrute y que sea utilizado
como gancho para que la
sociedad desarrollo el hábito
de visitar los museos.