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Fuentes documentales consultadas: -Perfiles de Sevilla - Isabel Fernández -Blog amodel castillo Adolfo Pastor Oct. - 2015

Fuentes documentales consultadas · notable ejemplo de la arquitectura de la época, ... simboliza las pasiones latentes, ... una simple torre con toda su belleza puede mostrarnos

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Fuentes documentales consultadas:

-Perfiles de Sevilla - Isabel Fernández

-Blog amodel castillo

Adolfo Pastor

Oct. - 2015

Iglesia de San Marcos

Simbología

Fue una de las 24 parroquias en que se dividió la ciudad tras su reconquista por Fernando III.

El templo original fue arrasado por el terremoto de 1356 con epicentro en el Cabo San Vicente que

produjo daños importantes en Sevilla.

Su reconstrucción fue ordenada por el rey don

Pedro, el cual dispuso que, como otros muchos,

fuera edificado según los cánones del gótico

mudéjar. Esto dio lugar a un templo de tres naves

con una torre de 22 metros de altura similar a la

de los minaretes árabes , a la cual se le añadió el

campanario en 1603, obra de Vermondo Resta.

En 1470, las luchas nobiliarias entre los Ponce de

León y los Guzmán produjeron un incendio.

El 24 de Julio de 1477 estuvo aquí la reina Isabel la

Católica en su primer viaje a Sevilla que llegó por

el camino Real atravesando la Puerta de la

Macarena.

La Portada

Data del siglo XV. Consta de una puerta ojival con nueve arquivoltas con la siguiente decoración: en la primera, tenemos diamantes. En la segunda, ondas. Y en la novena, pirámides. Los arcos se sustentan sobre capiteles con decoración vegetal en forma de hojas de parra.

A ambos lados se pueden ver dos imágenes sobre pedestales sustentados por ménsulas en forma de cabeza de león: a la izquierda, tenemos el arcángel Gabriel y a la derecha la Virgen María, ambas cubiertas por doseletes.

Sobre la puerta, una imagen de Dios sobre una peana con motivos vegetales y que sostiene en su mano izquierda el orbe terráqueo. Estas tres imágenes datan del siglo XVIII, ya que las originales estaban en un avanzado grado de deterioro. De hecho, tras las actuales se observan aún el alojamiento de las antiguas. Entre las tres figuras tenemos una franja decorada con sebka sobre falsas ventanas, elemento típico tanto de la arquitectura árabe como de la gótico mudéjar, y rematando el conjunto, un tejaroz sustentado por doce ménsulas con forma de cabeza de león.

La sebka es un elemento decorativo de origen almohade de forma romboidal entrecruzada. Al parecer, pretenden representar las formas de sal cristalizada propias de ciertos desiertos que en tiempos remotos estuvieron cubiertos de lagos salados y que, al secarse, dieron pie a esta peculiar forma geométrica. Como recuerdo de su tierra originaria, los almohades lo usaron con gran profusión, siendo quizás el ejemplo más conocido el sebka que decora la Giralda.

Vamos a analizar la simbología que podemos encontrar en la portada:

Los leones de las ménsulas: de los doce que aparecen en el tejaroz, no hay dos iguales. Los que flanquean a la imagen de Dios miran hacia el lado opuesto, como si no se atrevieran a depositar sus ojos en el Creador. En la foto inferior podemos ver una vista completa del tejaroz con la distribución de cada ménsula:

El arcángel Gabriel: Es el mensajero enviado por Dios a la Virgen para anunciarle la buena nueva. Como símbolo de pureza porta en la mano varios lirios. La mano derecha la apoya en el pecho. El lirio, o el lys heráldico, ha representado desde siempre la pureza. En su vertiente heráldica, la forman dos hojas laterales que se enrollan sobre sí mismas y una tercera, en el centro, que apunta al cielo. Además de lo dicho, simbolizaba en la Edad Media la iluminación y el atributo divino.

La Virgen María: Aparece en la típica pose con los brazos cruzados sobre el pecho, en actitud sumisa y obediente ante el enviado divino y su mandato. Por lo demás, su posición en la fachada obedece al simbolismo habitual: los varones a la derecha y las hembras a la izquierda. Obviamente, esta posición hay que considerarla de espaldas a la fachada.

Dios: Aparece en el centro de la escena y a un nivel superior, ya que es el centro del universo y está por

encima de todos. En su mano izquierda sujeta un orbe como

representación del Universo por Él creado. Su mano derecha,

inexistente, debía estar en actitud de bendecir por la posición de la

toga que viste.

Sobre su cabeza vemos, fabricado con bronce, el triángulo que simboliza la Trinidad. En este caso, la peana sobre la que se sustenta la imagen son motivos florales que son símbolo de fecundidad y abundancia.

Las arquivoltas: Tenemos tres símbolos diferentes. Empecemos por la interior, en forma de pirámides. Esta figura geométrica contiene dos significados: por un lado, tenemos la dualidad de vida y muerte. Por otro, su base cuadrada simboliza la tierra, mientras el vértice, que mira al cielo, es el punto de partida y llegada de todo. Sus caras, de forma triangular, representan al mismo tiempo la Trinidad. Así pues, la pirámide representa la totalidad de la obra creadora del cielo y la tierra. Podemos considerar el punto más alto de las arquivoltas como la "punta del diamante".

En las exteriores tenemos otros dos símbolos: el diamante y las ondas. Empecemos por

la más externa de todas, el diamante. Esta palabra es de origen sánscrito,

concretamente del término dyu, que significa ser brillante, por lo que es aplicable a la

divinidad. Es pues el símbolo de la luz y el resplandor que emana de Dios y, además,

como todas las piedras preciosas, es símbolo de conocimientos morales e intelectuales

de los que Dios es la quintaesencia. Pero además, su disposición en la arquivolta

exterior puede obedecer además al hecho de que el diamante se asimila a la clave de

bóveda, o sea, la piedra que da término a una construcción. De ahí quizás colocarla en la

parte externa, que es la última que se fabrica de una puerta.

La segunda arquivolta podría representar una versión estilizada del símbolo románico del agua, basado en un zig-zag que, en este caso, se transforman en ondas. El agua, como creo que es de todos sabido, representa la fertilidad, así como la purificación. Es un elemento muy ligado al cristianismo y a otras religiones: bautismo, abluciones, etc.

Los capiteles: Como ya se comentó anteriormente, las arquivoltas se sustentan sobre unos capiteles

decorados con hojas de vid o parra. Es uno de los más importantes símbolos cristianos tanto en cuanto

su fruto es la Sangre de Cristo. Además, es símbolo de fecundidad y renovación, así como de la vida

eterna. De hecho, las hojas de vid son uno de los símbolos más frecuentes en el cristianismo debido a

que, además de lo mencionado, es el símbolo de la Eucaristía, siendo Jesucristo la verdadera cepa.

Puede que, tras esta lectura, más de uno mire con otros ojos este tipo de monumentos.

Como nos ha hecho ver Isabel en su itinerario de Perfiles de Sevilla, todos y cada uno de los

elementos que componen esta portada, recordar también la portada de la Iglesia de los

Terceros que en este caso es barroco hispano colonial única en Sevilla, obedecen a una

simbología muy concreta, no representando en ningún momento unas meras formas

decorativas producto del capricho del que la diseñó, o que buscaban una simple armonía de

formas geométricas para que quedase bonita sin más. Nada quedaba al azar, y en todo

momento se buscaba, mediante los símbolos que hemos ido contemplando, dejar patente

las incuestionables virtudes de la divinidad.

La Torre

La torre de la iglesia de San Marcos es de planta cuadrada, muy esbelta. Al exterior presenta ventanas

geminadas enmarcadas por alfiz, y decoración de paños de sebka, similares a los que existen en otras

torres de iglesia, como en Omnium Sanctorum, o en la propia Giralda.

Hay cierta controversia entre algunos historiadores acerca de su origen, Gestoso indica que se trata del

minarete de la antigua mezquita sobre cuyo solar se edificó la iglesia. En cualquier caso, se trata de un

notable ejemplo de la arquitectura de la época, armoniosamente conjuntado y con la particularidad de

que no tiene dos ventanas iguales.

Está coronada por un campanario de 1603 atribuido a Vermondo Resta. Esta torre fue restaurada en

1916 por el arquitecto sevillano Aníbal González.

En la foto tenemos la fachada oeste de la misma. Como vemos, dispone de cuatro ventanas, más

complejas a medida que ascendemos. En la zona superior, rematada por una sebka, tiene en la parte

central un tragaluz abierto en uno de los arcos ciegos de la misma.

Pero las ventanas no albergan ningún tipo de simbología. Sus arcos lobulados y decorados con acantos

son debidos a meras cuestiones decorativas. Así pues, nos tenemos que ir a la zona más alta de sus 22

metros de altura para buscar lo que nos interesa: los canecillos. Cada fachada cuenta con diez canecillos

más dos esquineros que sustentan la cornisa de la torre. Su fábrica es de piedra caliza, lo que ha hecho

que, con el paso del tiempo, algunos de ellos estén prácticamente irreconocibles debido a la erosión.

Pero, en todo caso, quedan bastantes para sacar algunas cosas en claro. Vamos a ello:

Como podéis contemplar tenemos una vista de toda la cornisa con sus canecillos. Así pues, de izquierda

a derecha tenemos:

Cabeza humana con la boca abierta. Suele representar la mentira y la blasfemia. Aunque

no se aprecia en la foto, tiene las orejas puntiagudas, por lo que podría tratarse de un

demonio o un duende. Además, por el tamaño y la profundidad de la misma creo que la

debieron aprovechar para desaguar el tejado a modo de gárgola.

Cabeza posiblemente de animal vacuno. Teniendo en cuenta que la intención de estos canecillos es

advertir al personal sobre lo bueno y lo malo, me inclinaría a pensar que se trata

de un buey, animal éste que simboliza la calma, la fuerza apacible, la laboriosidad

y el sacrificio. El mal estado en que se encuentra la talla no permite afinar más.

Cabeza humana en actitud de mesarse el cabello. Es una representación bastante

frecuente en el románico y el gótico, y simboliza el pesar y la angustia por haber pecado.

Es pues un aviso de lo mal que se pasa cuando la conciencia lo martillea a uno por haber contravenido las leyes divinas.

Cabeza de león. En este caso, en el que se intenta prevenir sobre el pecado y sus consecuencias, el león

simboliza las pasiones latentes, que pueden inducir al pecado. Además, vemos que

su gesto no es fiero, sino que muestra cierta tristeza quizás por el temor a que

dichas pasiones afloren e induzcan a pecar.

Motivo vegetal que podría representar una hoja de hiedra, si bien su mal estado no

permite asegurarlo. La hiedra, por su longevidad y su apariencia siempre verde

independientemente de la época del año, simboliza la inmortalidad y la eternidad,

premio a los puros de espíritu que parten de éste mundo libres de pecado.

Cabeza de animal o monstruo. Por su rictus, en apariencia sonriente, podría tratarse de un sátiro o pan,

ser mitológico identificado en el cristianismo con Satán y la vida en su aspecto

involutivo.

Los diferentes motivos representados en las otras fachadas, son repeticiones de los anteriores:

palmas, cabezas mesándose el cabello, monstruos, animales, etc., por lo que no es necesario

enumerarlas de nuevo.

Como hemos visto, una simple torre con toda su belleza puede mostrarnos infinidad de cosas,

advertencias que en el pasado servían para explicar de forma gráfica, pero concisa, al personal

que no sabía de letras, qué era lo bueno y qué lo malo, y que Dios, desde las alturas, los

vigilaba a todos para que nadie se pasara de la raya.