5
Instituto de Historia Historia Antigua 2015 Taller: Fuentes para el estudio del rol de las sacerdotisas en la polis Eurípides, Las Troyanas. Editorial Gredos. 640- 678. Escrito en 415 a. C (clásico), pero transcurre en el periodo homérico la historia. Andrómaca: […] Quien ha sido feliz y cae en la desgracia, se aleja con el alma de su anterior felicidad. En cambio Políxena está muerta y no conoce ninguno de sus propios males como quien no contempla la luz. Yo que me propuse como objetivo una gran reputación, después de obtener una parte mayor de la normal, perdí la suerte que había conseguido. Cuantas virtudes se han descubierto propias de las mujeres, todas las he practicado en casa de Héctor. En primer lugar abandoné el deseo de no quedarme en casa, lo cual -haya o no haya motivo de reproche para las mujeres- arrastra por sí solo mala fama. No permitía a las mujeres dentro del palacio palabras altaneras. Me bastaba con tener en mí misma un maestro honesto, la inteligencia. A mi esposo siempre le ofrecía una lengua silenciosa y un aspecto sereno. Conocía aquello en lo que tenía que prevalecer sobre mi marido y sabía concederle la victoria en lo que debía. La fama de esto llegó al campamento de los aqueos y es lo que me ha perdido. Pues apenas fui capturada, el hijo de Aquiles quiso tomarme por esposa. Y voy a ser esclava en casa de nuestros asesinos. Si rechazo la querida imagen de Héctor y abro las puertas de mi corazón al esposo actual, pareceré malvada para con el muerto. Y si, por el contrario, me muestro despectiva con éste, me haré odiosa a mis propios señores. Dicen que una sola noche hace ceder la aversión de una mujer hacia el lecho de un hombre; yo escupo a aquella que rechaza con una nueva unión a su antiguo esposo y llama a otro. Ni siquiera una potra que es separada de su compañero lleva con facilidad el yugo. Y eso que los animales son

Fuentes+Taller+Sacerdotisas

Embed Size (px)

DESCRIPTION

sacerdotisas

Citation preview

Page 1: Fuentes+Taller+Sacerdotisas

Instituto de HistoriaHistoria Antigua 2015

Taller: Fuentes para el estudio del rol de las sacerdotisas en la polis

Eurípides, Las Troyanas. Editorial Gredos.640- 678. Escrito en 415 a. C (clásico), pero transcurre en el periodo homérico la historia.

Andrómaca: […] Quien ha sido feliz y cae en la desgracia, se aleja con el alma de su anterior felicidad. En cambio Políxena está muerta y no conoce ninguno de sus propios males como quien no contempla la luz. Yo que me propuse como objetivo una gran reputación, después de obtener una parte mayor de la normal, perdí la suerte que había conseguido. Cuantas virtudes se han descubierto propias de las mujeres, todas las he practicado en casa de Héctor. En primer lugar abandoné el deseo de no quedarme en casa, lo cual -haya o no haya motivo de reproche para las mujeres- arrastra por sí solo mala fama. No permitía a las mujeres dentro del palacio palabras altaneras. Me bastaba con tener en mí misma un maestro honesto, la inteligencia. A mi esposo siempre le ofrecía una lengua silenciosa y un aspecto sereno. Conocía aquello en lo que tenía que prevalecer sobre mi marido y sabía concederle la victoria en lo que debía.

La fama de esto llegó al campamento de los aqueos y es lo que me ha perdido. Pues apenas fui capturada, el hijo de Aquiles quiso tomarme por esposa. Y voy a ser esclava en casa de nuestros asesinos. Si rechazo la querida imagen de Héctor y abro las puertas de mi corazón al esposo actual, pareceré malvada para con el muerto. Y si, por el contrario, me muestro despectiva con éste, me haré odiosa a mis propios señores. Dicen que una sola noche hace ceder la aversión de una mujer hacia el lecho de un hombre; yo escupo a aquella que rechaza con una nueva unión a su antiguo esposo y llama a otro. Ni siquiera una potra que es separada de su compañero lleva con facilidad el yugo. Y eso que los animales son mudos, carecen de inteligencia y son inferiores por naturaleza.

¡Oh querido Héctor, como marido me bastabas en inteligencia, cuna y riqueza, y por grande te tenía en valor! Tú me tomaste pura de casa de mi padre y fuiste el primero en unirte a mi lecho de virgen. Ahora tú estás muerto y yo navego como prisionera hacia un yugo de esclava en Grecia.

Eurípides, Ifigenia entre los Tauros. Editorial Gredos125-135. Escrita en la Grecia clásica pero transcurre en el periodo Homérico.

Coro: Oh hija de Díctina1 montaraz, hacia tu patio, hacia las cornisas de oro de tu templo porticado encamino mi pie consagrado de virgen como esclava de la clavera consagrada, ahora que he abandonado las torres de Grecia, de hermosos potros, y sus muros, y Europa de huertos arbolados, sede de mi casa paterna.

1 Diosa cretense identificada con Artemis.

Page 2: Fuentes+Taller+Sacerdotisas

Instituto de HistoriaHistoria Antigua 2015

Tucídides, Historia de la Guerra del Peloponeso. Discurso Fúnebre. Traducción de Antonio Arbea.2.45.4. Transcurre en el periodo clásico griego (499-323)

Y si, para aquellas esposas que ahora quedan viudas, debo también decir algo acerca de las virtudes propias de la mujer, lo resumiré todo en un breve consejo: grande será vuestra gloria si no desmerecéis vuestra condición natural de mujeres y si conseguís que vuestro nombre ande lo menos posible en boca de los hombres, ni para bien ni para mal.

Homero, Ilíada, Editorial Gredos. 297-310 Transcurre en el Periodo Homérico

Al llegar al templo de Atenea en lo alto de la ciudadela,les abrió las puertas la de bellas mejillas, Teano Ciseide, esposa de Antenor, domador de caballos,a quien los troyanos habían nombrado sacerdotisa de Atenea.Todas extendieron los brazos a Atenea entre gemidos,y Teano, la de bellas mejillas, cogiendo el manto,lo depositó sobre las rodillas de Atenea, de hermosos cabellos,y elevó esta plegaria, rogando a la nacida del excelso Zeus.“¡Augusta Atenea, protectora de la ciudad, nacida de Zeus entre las diosas! Quiebra ya la pica de Diomedes y concédeme que caiga de bruces ante las puertas Esceas.En tu honor sacrificaremos ahora en el templo doce ternerasaflojas y no sometidas a aguijada, a ver si te apiadasde la ciudad, de las esposas de los troyanos y de sus tiernos hijos.”

Heródoto, Los Nueve Libros de la Historia, Editorial Gredos. V. 72 Narra el periodo Arcaico (776-500) pero es escrita en el periodo clásico (499-323)

Cuando Cleomenes, por medio del heraldo que envió, exigió el destierro de Clístenes y el de “los sacrílegos”, Clístenes decidió abandonar la ciudad sin ofrecer resistencia; pero no por ello dejó Cleomenes de presentarse en Atenas poco después, aunque no con muchas tropas. Y, a su llegada, expulsó, acusándolas de sacrílegas, a setecientas familias atenienses (todas aquellas que Isagoras le fue indicando).Hecho esto, intentó acto seguido disolver la bule y poner las magistraturas en manos de trescientos partidarios de Isagoras. Pero, en vista de que la bule se resistía y se negaba a obedecer, Cleomenes, Isagoras, y los partidarios de este último se apoderaron de la acrópolis. Entonces los demás atenienses se solidarizaron con la bule y los sitiaron por espacio de dos días; no obstante, a los tres días, todos los lacedemonios que figuraban entre los sitiados salieron del país al amparo de una tregua, con lo que se cumplía la premonitoria advertencia que recibiera Cleomenes. Resulta que, cuando subió a la acrópolis -naturalmente, con el propósito de ocuparla-, se dirigió al sagrario de la diosa, con ánimo de

Page 3: Fuentes+Taller+Sacerdotisas

Instituto de HistoriaHistoria Antigua 2015

dirigirle una plegaria. Sin embargo, la sacerdotisa se levantó de su trono y, antes de que Cleomenes hubiera franqueado las puertas, le dijo: “Extranjero lacedemonio, vuélvete atrás y no entres en el santuario, pues, por voluntad divina, ningún dorio puede penetrar en este lugar”. “Pero, mujer -respondió él-, es que yo no soy dorio, sino aqueo”. Pues bien, sin prestar la menor atención a la profética frase, llevó a cabo la tentativa, y de ahí que se viera expulsado de la acrópolis en compañía de los lacedemonios. Por lo que se refiere a los demás sitiados, los atenienses los encarcelaron para ejecutarlos; y por cierto que, entre ellos, figuraba el delfio Timesiteo, de cuya fuerza y bravura podría contar grandiosas hazañas. Esos individuos, en suma, murieron en prisión.

Plutarco, Vida de Alcibíades, Editorial Gredos. Periodo de la Grecia clásica (500-400ac) y escrita entre siglo primero y segundo DC)

Pues bien, en cuanto partió, Alcibíades evitó que Mesina se pasara a los atenienses; pues había algunos que iban a entregar la ciudad y aquel, que los conocía bien, los denunció a los amigos de los siracusanos, con lo que hizo fracasar el plan. Al llegar a Turios, bajando del trirreme; se ocultó y escapó de los que lo buscaban. Como quiera que alguien lo reconoció y le dijo: “¿No confías, oh Alcibíades, en la patria?”, respondió: “En las demás cosas, totalmente; pero tratándose de mi vida, ni siquiera en mi madre, no sea que por ignorancia deposite el voto negro en vez del blanco”. Más tarde, cuando se enteró de que el pueblo había decidido su muerte, dijo: “Entonces yo les demostraré que sigo vivo”. La denuncia la presentaron en estos términos: “Tésalo, hijo de Cimon, del demo laciada, acusó a Alcibíades, hijo de Clinias, del demo escambonida, de cometer un delito contra las dos diosas, Deméter y Core, al imitar sus Misterios y revelarlos a sus compañeros en su propia casa, vestido como se viste el hierofante cuando revela los secretos sagrados, y llamándose a si mismo hierofante, a Pulicion, daduco y heraldo, a Teodoro del demo fegeo, considerando a sus compañeros iniciados y espectadores, en contra de las normas y de lo establecido por los eumolpidas, los heraldos y los sacerdotes de Eleusis”. Lo condenaron en ausencia y declararon propiedad pública sus bienes; además decretaron que todos los sacerdotes y sacerdotisas lanzaran imprecaciones contra él; según dicen, solo Teano, hija de Menón, de Agrilas, se opuso al decreto, diciendo que era sacerdotisa de bendiciones, no de imprecaciones