Fueron otorgados los “PREMIOS ANA MARIA AGÜERO MELNYCZUK A LA … · 2014-06-16 · con la boca abierta. ... Un muchacho grita en la puerta del edificio. La puerta del baño se

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GACETILLA DE PRENSA: Limaclara, Junio de 2014

Fueron otorgados los

“PREMIOS ANA MARIA AGÜERO MELNYCZUK A LA INVESTIGACION -2014”.

Los galardonados son:

(-Por orden alfabético-)

Autor/a País

— Antonio Rolando Arenas Argentina — Daniel Birrell Rodríguez Chile — Jorge A. Colombo Argentina — Guillermo A. Enríquez Torres Colombia — Cecilia Fernández Taladríz Chile

Autor/a País — María Florencia Guerrero Argentina — Karen Julia Milessi Argentina — Candela Sialle Argentina — Andrés Pérez Barreto España — Aitana Vargas Martínez EEUU

Se recibieron obras remitidas desde América y Europa. Adjuntamos diplomas y obras premiadas.

LIMACLARA agradece a los entusiastas participantes por las consistentes y formidables obras enviadas; por tanto esfuerzo y aplicación dedicados a la superación del ser humano.

-Dra. Cilia Lissel Romero Sosa. - Editora y Directora Ejecutiva. -Prof. Lic. Tamara Portnova Deikoun. - Editora Asociada. -Prof. Lic. Cecilia Durán Mena. - Editora Asociada -Prof. Dr. Ing. Pablo Reali Cestaro. - Editor Asociado -Raúl Silverio López Ortego. - Presidente de LIMACLARA EDICIONES:

[email protected]; www.limaclara-ediciones.com; [email protected];

º

— 2014 —

A Antonio Rolando Arenas

Por su obra: “El diario de una villa”

JURADO INTERNACIONAL

—Lic. Y Mtro. José Luis Castillejos Ambrocio –UNAM. México. University of Texas. EEUU.

Departamento de Redacción de Limaclara Ediciones

— Dra. Cilia Lissel Romero Sosa —Lic. Tamara Portnova Deikoun —Prof. Lic. Cecilia Durán Mena Editora y Directora Ejecutiva Editora Asociada Editora Asociada

—Prof. Dr. e Ing. Pablo Reali Cestaro —Raúl Silverio López Ortego Editor Asociado Presidente Editorial

Limaclara, Argentina, Junio de 2014

Sabido es que periodismo cierto

trae problemas; toda lucha heroica los trae. Un verdadero héroe es aquel que lucha por la raza humana y por sus derechos,

tan pisoteados”

Ana María Agüero Melnyczuk

—“Periodismo es más que profesión o medio de vida; es vocación

y mandato de conciencia ético y

moral, indeclinables. El cierto busca verdad

libertaria aunque se desplomen los cielos.

EL DIARIO DE UNA VILLA MENSAJE DE TEXTO Hay ruidos en el baño...fui a ver. Parece que es en el inodoro. Encendí la luz. Tengo miedo. LLAMADA DESDE UN TELEFONO PUBLICO Bajé a la mañana temprano, luego de haber pernoctado en mi departamento del tercer piso toda la noche. La escalera estaba sucia. Nadie había limpiado desde hace varios días. Bajé y caminé hacia la cabina telefónica. Descolgué el teléfono y marqué un número, corté. Saqué unas cuantas monedas del bolsillo de mi pantalón y las coloqué en la rendija. Pronto me devolvió una. La tomé y la guardé. Volví a marcar el número de teléfono de mi madre. Llamé una y otra vez. Llamé una y otra vez...y otra vez. Colgué el teléfono, pues nadie me había atendido. EN MI DEPARTAMENTO Regresé luego de caminar un rato a mi departamento. Allí me quedé leyendo un libro, creo que "La ciudad ausente" de un tal Piglia. No sé. No me acuerdo bien. Sin embargo sentí unos pasos en la escalera, pero nadie llamó a mi puerta. El celular se desconectó ese día. APARECE UNA CHICA RUBIA Luego de haber leído varias páginas del libro de Piglia decidí ir a caminar un rato y distraerme. Caminé unos cuantos metros cuando el aire frío me insinuó que regresara. Un auto se paró y el conductor me preguntó dónde estábamos.

-Esta es la villa Los Penitentes. - Le dije mientras él rápidamente miró hacia los alrededores edificados con la boca abierta. Luego se despidió y de atrás apareció una chica rubia.

—¿Dónde es Ayelén? -dijo con voz suave. Yo me di vuelta un poco sorprendido y dije: —Allí. —Necesito tomar el colectivo. —Ah! Claro -le dije. —Yo vengo de Plaza de Mulas y me advirtieron que no bajara, ya que estaba nevando, luego llovió un

poco y al fin llegué. Ahora, necesito tomar el colectivo que va a la ciudad. —Sí, sí, es aquí -le dije- y... ¿vos sos guardaparques? —No. Yo no. Mi prima. Yo solo vine a visitarla. —Ah!, qué bien! —Yo saqué el permiso para hacer un trekking largo y aproveché para verla a ella. —Bien, aquí es. Aquí adentro en la hostería te venden el pasaje. —Gracias... y yo que hago...¿Salgo a la ruta para tomar el colectivo? —No. No hace falta. El colectivo ingresa hasta aquí. —Ah! Gracias. —Chau!

Yo seguí caminando y subí las escaleras hasta mi departamento. Encendí la hornalla y coloqué la tetera al fuego. Salí al balcón y la miré desde arriba. Volví hacia adentro y luego de unos minutos divisé al colectivo que se acercaba sobre la ruta. Pensé en ella. Salí al balcón y el colectivo ingresó y abrió su puerta. Ella subió y el chofer emprendió el viaje. Solo me quedé por un instante en el balcón. APARECE UN SER NO VISIBLE Comenzó a llover y desde los pisos inferiores se sentían voces y silbidos. Los autos transitaban la ruta 7 con sus luces encendidas. La lluvia era persistente. Una puerta se cerró. Se sintió su golpe. En la estación de servicio un automovilista descendió de su vehículo y ensució sus zapatillas blancas en un

charco de agua. Llueve!

Un rumor penetra a través de la ventana. La cortina se mueve. La luz se enciende sola, yo miro a mi alrededor, luego se apaga. No hay nadie más que yo. Vuelve a sentirse nuevamente un ronco rumor. La lluvia amaina. Afuera alguien corre hacia su auto. Un muchacho grita en la puerta del edificio. La puerta del baño se cierra sola. Se siente un ruido. Es en el inodoro. Yo me acerco y se siente salir el agua. ¿Tengo miedo? No sé. Estoy solo aquí, sin embargo parece como si un ser no visible me acompañara. Afuera alguien habla. Dice si yo no estoy, no estoy solo. ¿Y la Elsa? ¿La Elsa? Ah! Bueno. Bueno. Bueno. Cualquier cosa llamame mañana. Bueno. ¿Están bien? ¿Cuánto tenías de presión ayer? Bueno. ¿Eso dijo el médico? Bueno. Chau. Bueno. ¿Y la otra? Está bien. Bueno... Luego no se escuchó más nada y la heladera estremeció el silencio de la sala al encenderse su motor. Afuera, a la orilla de la ruta un colectivo de la EUSA se detuvo un rato. Su motor encendido interrumpía los silencios aún no percibidos. Luego siguió su destino. Una acelerada fuerte, excesiva, lo alejó de mi vista.

TERMINABA LA TARDE La lluvia se debilitaba por momentos y hacia las cumbres las nubes se alejaban dejando un manto blanco sobre los cerros. Algunos pájaros comenzaban a sentirse con sus trinos. Alguien se acercó por las escaleras hablando inglés. Era una mujer. Un camión cisterna quebró el silencio sobre la ruta. Iba hacia Cuevas, a la frontera.

HACIA LA MADRUGADA Todo está oscuro y se sienten pasos apresurados en la escalera. Alguien abre mi puerta y me ilumina con una linterna.

—Siéntese. -Me dice mientras tantea unas prendas de vestir. —Tome. Póngase esto. También sus borceguíes.

Yo por un instante pensé que era López. Pensé en los abogados, en el juicio, pensé...

—Rápido. No tenemos mucho tiempo. Entonces vi las llaves de bronce sobre el mueble desayunador. Eran tres llaves unidas por una argolla. Yo no dije nada y me vestí. Salimos de mi departamento y me subieron a una traffic 4x4 de color oscuro. Adentro un conductor fumaba tranquilo. Luego subieron tres hombres más.

—Vamos a hacer un viaje. -Me dijo mi interlocutor- Sabemos que usted es escritor y queremos que escriba sobre esta acometida sin precedentes en la historia del país.

—¡Qué bien! -Dije y solo recibí una mirada silenciosa de los acompañantes como respuesta. —Usted escuche y no emita opiniones. No diga nada. Solo observe y luego cuando lo liberemos

escriba lo que vio. Para eso lo invitamos. —Gracias. -Alcancé a decir cuando el chofer dijo:

—Aquí es.

Descendimos de la traffic no muy lejos de mi departamento en Penitentes. Todo estaba oscuro. La traffic también. Cada uno de los hombres cargó una mochila. Hacía un poco de frío allí. En silencio comenzamos a caminar, mientras el conductor de la traffic dio la vuelta en U y se alejó tranquilamente y ya no pude distinguirla. Caminamos a orillas de un arroyo. Se trataba del Puquios. Una mula suelta se nos cruzó por delante sin inconvenientes. Uno de los hombres me alcanzó un par de bastones para trekking. Yo los extendí hasta caminar cómodos con ellos. Ninguno hablaba. Trepamos por los senderos pedregosos casi unos cinco minutos y subimos una loma. Luego el camino fue un poco más escarpado hasta que llegamos al arroyo. Allí hablamos en voz baja, solo para recibir indicaciones de cómo cruzar el arroyo por encima de las piedras. Al cruzar seguimos caminando por un sendero pedregoso durante treinta o más minutos hasta que arribamos otra vez al arroyo. Volvimos a cruzar. Ascendimos caminando casi mil metros y descansamos una hora. Bebimos un té caliente que uno de los hombres llevaba en un termo en su mochila...

Intempestivamente mi cuerpo se estremece y me sobresalté sobre mi cama. Entonces vi que a mi alrededor todo estaba oscuro, y entendí que los pasos apresurados que sentí sobre la escalera estaban dentro de mi sueño y me percaté también que los hombres de la traffic no existían en la realidad de mi departamento, ni tampoco entre la oscuridad de la madrugada. Solo recordaba débilmente al chofer fumando tranquilamente en la traffic. Era López. Sí. Ahora pensaba yo en los abogados y en el juicio. Sí. Era López que daba la vuelta en U en la traffic y se alejaba despaciosamente hasta no verlo más. Me incorporé de mi cama y encendí la luz. Estaba solo. Solo. Sobre el mueble desayunador, tres llaves de bronce unidas a una argolla. Miré hacia mi alrededor. Miré la cama. Apagué la luz y me acosté a dormir. OTRO DIA Era viernes o jueves. No sé. El tiempo que transcurre aquí hace que mi mente olvide el tiempo anterior. Estoy tranquilo y más delgado. Camino y poco pienso en mí. Encendí la tetera esa mañana. Bebí té. Luego salí y estuve un rato en la hostería. Allí llegó alguien del ejército. Lo supe por su uniforme. Saludó a una mujer joven de cabello negro y le preguntó sobre un espía.

—¡Un espía! -Se sintió desde el comedor y todos se largaron a reir. El militar también y se retiró. Yo lo vi salir. Quise hacer su identikit sobre una servilleta de papel pero resultó una frustración. PARO EL COLECTIVO Yo me alejé de la hostería y luego de caminar un rato volví a mi departamento. Desde la ventana vi la cumbre blanca del Tolosa. Impresionante. En el edificio los chicos de los departamentos de abajo gritaban. Volví a mirar la nieve blanca de esa punta increíble. Llegó el micro de la EUSA. Paró un rato. Dos o tres pasajeros descendieron con sus mochilas. Alguien desde adentro del colectivo abrió una ventanilla y gritó:

—¡Schobinger!, ¡Schobinger!

Un hombre de lentes, con una pequeña barba blanca, que ocasionalmente caminaba por el playón se percató del grito, se volvió y saludó levantando su mano con una leve sonrisa. Luego la ventanilla se cerró y el colectivo siguió. HABLE CON GONZALEZ Miré por la ventana y lo vi hablando por teléfono en la cabina pública. Bajé rápido ya que quería encontrarme con él disimuladamente. Me puse a caminar. El sol estaba un poco fuerte. Una norteamericana se acercó y me miró extrañada. Yo la miré y caminé unos metros de espalda hacia la cabina telefónica. Mario estaba allí. Yo quería hablar con él. Al salir de la cabina caminó con su maletín gris hacia el edificio pasando por delante de la hostería. Alguien le habló y él saludó. Yo, poco a poco, me fui dando vuelta hasta encontrarme con él. El al verme me reconoció y me saludó. Yo estreché su mano y me puse a conversar con él. Le pregunté sobre sus actividades y él me contó sobre un parque de nieve que iba a construir antes de llegar a Puente de Inca y así se iría de aquí, ya que estaba harto de los problemas en el edificio. Me prometió unas fotografías y después se despidió. Yo para disimular caminé hacia el oeste y crucé la ruta. Después volví. UN BRITANICO TOMA SOL Está sentado con su banderita tricolor en su cabeza. Se ha sacado la remera y descansa con su cuerpo al sol. Sus piernas están sobre la baranda de madera en la terraza de la hostería. Yo lo veo desde arriba. A su lado sobre la mesa, una botella de birra. Lo veo una vez más, apoyado en la baranda de hierro de mi balcón. LUCES ENCENDIDAS Bebo un vaso de agua mientras observo a través de la ventana. Es de noche. Luces encendidas se ven a la distancia. Es Puente de Inca y titilan sus luces como estrellas improvisadas en la noche. Pero hay otras luces encendidas que no se desvanecen y se mueven, y se acercan, y me estremecen, y me

invaden. Son luces que descienden desde la ruta 7. Se deslizan como antorchas en la montaña. Son las luces de los autos. Son las luces de los camiones que yo veo acercarse desde mi ventana. UN PAPEL ESCRITO Luego del desayuno bajé a caminar y encontré sobre una puerta del edificio vecino un papel escrito. "Don González no se olvide de las mulas para la expedición. Son siete y deben llegar a Confluencia a las 9.ºº de la mañana". UNA EMPLEADA EN LA HOSTERÍA Rubia, alta, vestida de jeans y remera blanca, la empleada de la hostería salió con unas toallas hacia la lavandería del hotel que está pasando el edificio de departamentos. Al salir se encontró con uno de los prestadores de Plaza de Mulas y le dijo:

—¿Te parece bonito lo que hiciste anoche? Me dejaste tirada la lapicera cerca de la cama. El prestador delgado, canoso y sin afeitarse, fumando la miró compungido. Aspiró una bocanada de humo del cigarrillo y le contestó:

—No te digo nada, no te digo nada. Ella giró su rostro sonriendo y se marchó. GRITOS EN LA DESPEDIDA Salí de mi departamento. Cerré las ventanas y eché llave a la puerta. Tomé mi mochila y la coloqué sobre mi hombro derecho. Bajé los treinta escalones de la escalera sucia y llena de tierra. Salí a la puerta del

edificio y caminé hacia la hostería. Abrí la puerta y escuché:

—¡Me quiero casar! ¡Me quiero casar! Una de las empleadas de pelo negro gritaba efusivamente.

—Señor...! Pídame! Yo la miré mientras ella sonreía y me mostraba ingenuamente sus dientes. La miré a los ojos y le dije:

—¿Me da un pasaje? —Sí ! -Me contestó, mientras procedió a cortar el boleto del colectivo del talonario amarillo de la

EUSA. —¿Cuánto es? —Diez y seis con sesenta y cinco.

Le di mi dinero y me fui. El micro me llevó de regreso a la ciudad. Una ciudad inmunda, poblada por parásitos que hacen de oficinistas en los municipios, en los ministerios, en las oficinas ocultas de la legislatura, mientras en los llanos estrujan gota a gota el agua negra y pegadiza que surge de los pozos perforados por los ingenieros de la YPF-Repsol. Una ciudad invadida por los turistas que vienen de Chile y de la Europa también. Una ciudad de cemento, pero una ciudad al fin. Regresé a casa de mi madre y allí mi hermano menor decidió ir el fin de semana a San Carlos. Subimos al auto y tomó hacia el Valle de Uco por el acceso Sur. Paramos en Capiz. Luego Eugenio Bustos y después El Rincón. Fuimos hasta los campos de Viluco y volvimos a Chilecito. Pasamos una noche en El Rincón, en la casa de Marta Mondini, la misma casa que perteneciera a la tía Florencia Arenas Lorca. Al otro día, después

del desayuno fuimos a Eugenio Bustos. Almorzamos en la casa de Pico Guevara y viajamos al Manzano Histórico, pasamos por La Riojita y paramos un rato para visitar el refugio “La Cruz” que mi padre hizo construir en un terreno cedido al padre Perez Burgoa. Luego bajamos a Tupungato por Los Cerrillos y desde allí regresamos a Mendoza.

Sin embargo, yo decidí volver al departamento. Regresé e inmediatamente revisé las instalaciones eléctricas que me hiciera hace cuatro años un sargento del ejército. Busqué micrófonos ocultos, chips y otras escoreaciones que me indicaran que alguien me estaba espiando. Pero no encontré nada de eso. Desarmé las camas y levanté los colchones. Di vuelta la mesa y desatornillé los tornillos. Baldié el piso del departamento con abundante agua, lavandina y detergente. No tuve suerte. Me faltaba el techo de machimbre y hasta allí no podía llegar por falta de una escalera. A diferencia del Chilecito de San Carlos donde los habitantes son en su mayoría familiares entre sí: primos, hermanos, medio hermanos, tíos, padres, esposos, cuñados, suegros, yernos, consuegros, nueras, aquí en la alta montaña los pobladores durante los 365 días del año han enviado una encomienda por lo menos una vez. Y lo curioso aquí no es la encomienda sino el tamaño que tiene y el papel y el color del papel con la que se lo envuelve que resulta similar a la de Polvareda, a la de Penitentes, a la de Puente de Inca, a la de Cuevas. Hay una versión poco difundida que dice que cuando los cerros se cubren de nieve durante el invierno un grupo de esquiadores cruza por los pasos fronterizos no vigilados transportando mercaderías que pasan inadvertidas por su color blanco: harina, azúcar, también cocaína. Dice que en los meses estivales se hace necesario cubrir la mercadería con envoltorios color tierra para protegerla de los rayos solares y para que sea inadvertida a los ojos de los turistas. Dice que utilizan el envío de las encomiendas, trabajo de hormiga, porque es una práctica que los pobladores de las montañas heredaron de los días anteriores a la guerra de la independencia, y la reviven y la reivindican como si se tratara de una cábala en cada envoltorio que envían, como si se tratara de una comunión cosmogónica que viene asumida de generación en generación.

Y así transcurren los días. Dice una versión que también hay un ser no visible y superior que habita entre las montañas. Los antiguos pobladores le denominaban Hunuc-Huar y que su presencia omnipotente se aprecia en las avalanchas de nieve de Puente de Inca, en las caídas inadvertidas de los escaladores del Aconcagua, en los accidentes automovilísticos. Y no es los enanitos verdes de la fotografía de Cacheuta, ni las invenciones fantásticas de Bioy Casares. Hunuc Huar aparece inesperadamente como una nube rastrera sobre las cumbres nevadas, solo que no es visible, desde Las Cuevas hasta las Avispas. Hunuc Huar está aquí y aparece en silencio. No se lo presiente con movimientos telúricos y embriaga con una somnolencia inexplicable a quienes se acerca. Hunuc Huar es Bien, Hunuc Huar es Mal, Hunuc Huar es Advertencia, Hunuc Huar es Dios. Los hijos del Sol me transmitieron esta información telepáticamente. Es el mensaje oculto de los jeroglíficos del Tundunkeral. Los hijos del Sol es la única civilización que ha podido revelar el misterio. Uno de sus miembros se acercó a mí para transmitirme esta verdad pagando con su muerte. Sus consanguíneos, miembros irrenunciables, suelen protegerme en mis viajes. Se acercan a mí, me dan una señal. Nos comunicamos por un instante mirándonos fijamente a los ojos. Ellos están en cada uno de los lugares que yo visito. Si ellos no están, otros se encargan de dar aviso de mi presencia. Escucho un golpe seco. En mi mente se activa la idea de un choque. Miro por la ventana. Veo un camión y escucho otro golpe. Salga al balcón de mi departamento. Veo la escena de un accidente y un camión girando sobre sí en el playón de tierra circundante al edificio una polvareda se levanta como cortina de baño entre mis ojos y lo que sucede en la ruta. Atino a sacar mi celular del estuche del cinturón. Marco el 101. Llama.

—Comisaría 23...? –escucho casi en estado de somnolencia. —Estoy en Penitentes. —¿En Penitentes?

—Sí, un camión embistió una camioneta. Se trata de una Isuzu 4x4. —¿Hay heridos? —No sé, porque estoy en un balcón y hay gente corriendo. —¿En un balcón? —Sí. —Bueno, ya vamos a movilizar personal.

—Gracias –dije y corté la comunicación. Guardé mi celular mientras pensaba por un instante que la comunicación entró, que la llamada que hice logró ser recibida y que los días anteriores había permanecido sin poder comunicarme por capricho de alguien.

¿Veía clara la advertencia? El accidente sucedía justo ahí, a pocos metros de mi departamento. Pensé si el policía que me atendió tendría la misma disposición servicial que tuve yo al llamar. Me cuestioné por un instante que la tarea de un periodista es informar como lo hice yo, pero no a la policía. Dejé de escribir para ir al baño. Sentí el deseo de orinar pero apenas me incorporé, un poco de risa me atrapó porque me imaginé paranoicamente que yo en el momento del accidente no quería dejar de estar en el balcón, que la gente corría y que el choque del camión con su cuota de espectacularidad girando sobre sí en el playón de tierra vecino al edificio no era más que una excusa, un invento creado por los pobladores de la zona, para que yo dejara el departamento y ellos, o algún jefe de ellos, pudiera ingresar, como ingresaron en la noche del sueño pero sin linternas, y llevarse mis manuscritos. ¿Por qué? ¿Qué los comprometía? ¿Qué sabían ellos que yo escribía? ¿Las breves menciones al envío de la cocaína a través de la encomienda? Para mí, solo eran escenas de una película que se imitaban de la realidad siguiendo los principios aristotélicos de la Poética. Pero para ellos ¿qué sería? Yo me reía cuando al ingresar al baño encendí la luz y comenzó a chispear. Me puse serio y la apagué. La volví a encender y no funcionó. Sabía yo que Hunuc – Huar advertía y ahora sabía bien que su advertencia no es cosa de risa. Volví del baño, un poco serio y me senté a escribir. Afuera, todo se veía normal. Los

turistas desayunando en la terraza de la hostería. Los vehículos cargando combustible en la estación de servicio y los camiones quebrando la rutina y el silencio con sus motores por la ruta 7. Un policía apareció en una camioneta (683) del destacamento Puente de Inca para hacer un acta entre el camión patente EOC 390 y la 4x4 Isuzu DJO 326. Llegó mucho tiempo después de que la gendarmería se hiciera cargo. No sé si demoraron mucho. Lo cierto es que yo tuve tiempo para tomar un vaso grande de leche. Luego llegó una ambulancia y solo al estacionar hizo funcionar su sirena que se escuchó nítidamente. No hubo peleas ni discusiones. Tampoco heridos. Ni víctimas fatales. Seguí cuestionándome en silencio el deber de informar. El accidente resultó un buen ejemplo para trabajar en laboratorio. Yo tenía una vista excepcional y transmití la información tal cual sucedía pero lo hacía a una comisaría y eso no estaba bien para un periodista. ¿Qué iba yo hacer, entonces? Si los diarios no me dan lugar y trabajo. Aparte mi noticia se perdería entre las rotativas y las páginas policiales. Tal vez un lector despreocupado leería lo sucedido. ¿Y la radio? Nunca tuve oportunidades en la radio pero la audiencia me escucharía y seguiría atento mis noticias. ¿La televisión? ¿Existe aquí la televisión o es un invento de Thomas Edison? La realidad comienza a bifurcarse y en cada camino aparece un destino. …. Es preciso no volver la vista atrás y caminar hasta llegar. A la mañana, un camión del ejército circuló despaciosamente por la ruta 7. Vi a los soldados con uniforme. Vi sus rostros alegres e ingenuos y pensé qué estoy haciendo aquí ...

------------------------------------ Autor: Antonio Rolando Arenas Guaymallén, Mendoza, Argentina. CV Académico:

Master of Arts with a Major in Modern Languages, Almeda University. USA. 2010.

Postgrado: Diplomado en Gestión Pública de la Provincia de Mendoza. Escuela de Gobierno-Facultad de Ciencias Políticas y Sociales. UN de Cuyo. Mendoza. Argentina. 2012. Profesor de Lengua y Literatura para el tercer ciclo de la EGB de la Educación Polimodal. Instituto Superior del Profesorado PT-14 Escuela Italiana, Mendoza, Argentina. 2013. Es docente titular en Lengua y Literatura II, nivel Polimodal, del Cens Nº 3-401 “Félix Dardo Palorma” (jóvenes y adultos). Libros publicados: Interrogantes. Buenos Aires. American International Publishers/Dunken. 1999.

La Página del Buffet; una publicación literaria diferente(Compilador). Buenos Aires. Editorial Dunken. 2012.

Otras actividades: 1) Voluntario del área Servicios al Espectador – Sede Mendoza. Copa América 2011. AFA, C. S. F.

Seminarios: "Movimientos Sociales: Introducción al debate contemproráneo", dictado por la Dra. Angela Alonso (Universidad de San Paulo, Brasil), en Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Universidad Nacional de Cuyo. 2010.

"Sociología de la Ciudad", dictado por la Dra. Fraya Frehse (Universidad de San Paulo, Brasil), en Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Universidad Nacional de Cuyo. 2012.

"Seminario Internacional", organizado por la Cámara de comercio Italiana de Mendoza. 2012.

— 2014 —

A Daniel Birrell Rodríguez

Por su obra: “Chile: Arauco en llamas”


— Prof. Dr. Víctor Hugo Agüero Chaparro –Universidad Nacional de Paraguay







tan pisoteados”






— 2014 —

A Cecilia Fernández Taladríz

Por su obra: “Chile: Arauco en llamas”









tan pisoteados”






Chile: Arauco en Llamas

La región de la Araucanía viene mostrando, desde el retorno de la democracia en 1990, un creciente volumen de actos violentistas, de atentados contra la propiedad y la vida de personas. En consecuencia innumerables chilenos cuyos derechos han sido violentados no son noticia salvo un esporádico minuto en televisión. Se va consagrando en algunos sectores radicalizados, por otra parte, una ideología violenta y extremista, apoyada desde el extranjero por elementos anárquicos, por organizaciones terroristas y por ONG’s que financian a agrupaciones indígenas en una exaltación de la irracionalidad de lo exótico1. Se propugna por parte de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM) el establecimiento de una nación araucana y la destrucción del “sistema capitalista”, y no solo la recuperación de tierras ancestrales.

‹Por eso nuestra lucha no es solamente de resistir y buscar un reacomodo. Nosotros lo que proponemos es destruir las estructuras de dominación, principalmente aquellas que dañan a nuestro Pueblo; destruirlas y de ahí re-instalar las nuestras. No se trata tan sólo de resistir, sino de disputar

1 Citado de Ariel Corbat, en referencia a un romanticismo que lleva a organizaciones europeas a financiar cualquier movimiento indígena, en una reedición del mito del “Emilio” de Rousseau.

territorialmente al enemigo para que al menos las forestales dejen de existir en nuestros espacios. Es lo que llamamos transformar, desde aquello que es depredador y capitalista, que es estructura de dominación que sustenta otras estructuras de dominación, hacia un espacio territorial nuevo, para el desarrollo de otros aspectos sociales, económicos, culturales y políticos nuestros, donde el tema de la justicia y la dignidad se restablezcan, sean un hecho.›2

Durante el gobierno de Aylwin, en 1993 se promulgó la denominada Ley de Desarrollo Indígena, que entre otras provisiones establece que el Estado puede entregar, a título gratuito, tierras a las denominadas comunidades indígenas. Dichas tierras, y cito:

‹por exigirlo el interés nacional, gozarán de la protección de esta ley y no podrán ser enajenadas, embargadas, gravadas, ni adquiridas por prescripción, salvo entre comunidades o personas indígenas de una misma etnia. No obstante, se permitirá gravarlas, previa autorización de la Corporación. (…) Igualmente las tierras cuyos titulares sean Comunidades Indígenas no podrán ser arrendadas, dadas en comodato, ni cedidas a terceros en uso, goce o administración.› (Artículo 13).

A la fecha se han transferido del orden de 660 mil hectáreas a las comunidades mapuches. Se trata de una superficie casi equivalente a la redistribución de tierras efectuada en la región durante la denominada “reforma agraria”, iniciada a finales de los años 60 en el gobierno de Frei Montalva e intensificada a partir de 1970 durante el gobierno de Salvador Allende. Se podría pensar que, con el transcurso de los años, las tierras adquiridas nuevamente terminarán en manos de quien mayor valor extraiga de ellas, en un proceso análogo de consolidación al ya experimentado en todo Chile a 50 años de la reforma agraria. Pero esta ley rompe con la base de un estado de derecho, ya que establece limitaciones al dominio a sus nuevos propietarios, como si se tratara de menores de edad, dejando de ser para estos efectos ciudadanos chilenos. Argentina es un poderoso actor en el mercado de cereales. Los propietarios de la tierra, los prestadores de servicios de maquinaria y explotación, los capitalistas y los empresarios agrícolas pactan libremente, constituyendo un excelente ejemplo de división del trabajo determinado por la extensión del mercado, el que opera con total independencia de la capacidad técnica o económica del propietario titular de la tierra.

2 http://weftun.org/ANALISIS/proyectopolitico.html

Uno de los objetivos explícitos de la denominada Ley de Desarrollo Indígena es, según su texto: ‹velar por su adecuada explotación, por su equilibrio ecológico y propender a su ampliación›3.

Si hay algo que se puede constatar es la degradación progresiva de los campos que han sido traspasados. Por supuesto, la solución propuesta ha sido más intervención del Estado, por medio de iniciativas de apoyo a la explotación de los mismos. Adivine el lector los resultados de dichas iniciativas. Las estadísticas económicas, en un amplio rango de indicadores, exhiben cómo la región de la Araucanía ha ido quedando comparativamente rezagada en el contexto del notable desarrollo experimentado en estos años por todo el país. Creemos que la citada ley y la dinámica por ella desatada explican en un alto grado el progresivo deterioro de la región. La región de la Araucanía fue la última en incorporarse al dominio del Estado chileno, concluyéndose la denominada “pacificación” con la recuperación de Villarrica en 1883. Es muy notorio que por espacio de trescientos años, desde 1552 hasta 1852, Arauco dividió la geografía del Estado chileno, cortando el territorio en dos. No por nada en 1569 Alonso de Ercilla publica la primera parte de su poema épico La Araucana, dando cuenta de este “Arauco indómito”. Hacia 1850 se hizo evidente la necesidad de asumir el control de la Araucanía, ya que España aún suponía un riesgo para la independencia del país. No faltaron aventureros, como Orélie Antoine de Tourens, quien en 1860 se proclamó rey de la Araucanía y la Patagonia con el apoyo de diversos caciques. Debemos recordar que en 1641 España reconoció la independencia de la región en el Tratado de Quillín, y por tanto este denominado reino constituía un real peligro en un país cortado en dos partes, con Valdivia como frontera sur y el río Bío-Bío como frontera norte. La estrategia seguida durante la pacificación de los territorios se basó en establecer fortificaciones militares, alternando la política de dividir para vencer, de negociar y garantizar la paz a las diversas agrupaciones indígenas, e incluyó algunas campañas militares limitadas con objeto de apaciguar. El factor común y el objetivo inequívoco de los sucesivos gobiernos fue establecer las bases de un estado de derecho. Se podría objetar que éste fue impuesto con violencia, pero basta observar los exiguos destacamentos militares para corroborar que se buscó la cooperación e integración de sus líderes. Los gobiernos de la época buscaron en

3 Ley 19253 denominada “de desarrollo indígena”.

forma explícita asegurar el comercio y la explotación pacífica de los campos.4 Antes de 1920 la zona de Traiguén, en el corazón de Arauco, ya se conocía como “el granero de Chile”, beneficiándose ―entre otros factores― de la fiebre del oro californiana.5 Es, como siempre, un extremo simplismo hablar de pueblos indígenas sometidos, ya que muchos de los dirigentes del pueblo mapuche entendieron la conveniencia de colaborar con el gobierno central. Un alto porcentaje de sus descendientes se ha integrado pacíficamente a la nación, sin mayor distinción de sus orígenes étnicos.6 Desde 1860 el desarrollo experimentado en la región, producto de la denominada pacificación, se vio impulsado por una activa política de asignación de tierras a colonos venidos de Chile y especialmente de Europa. Con increíble tesón pusieron a producir vastos territorios que permanecían inexplotados en manos de los pueblos originarios, debiendo luchar también contra gran cantidad de delincuentes que encontraban refugio en este territorio al margen de las leyes de la República. Hoy parece olvidado el activo rol que el Estado chileno tuvo en esta inmigración, por medio de agentes en Europa que en forma proactiva compitieron por atraer a colonos, en competencia con otros países americanos. Sus descendientes hoy sufren y experimentan la desprotección del Estado chileno. Desde 1993 el Estado ha destinado ingentes recursos a la compra de tierras en la región de la Araucanía, lo que ha desatado, al igual que hace 150 años atrás, el juego de especuladores que han sabido enriquecerse revendiendo tierras bajo el amparo de esta ley. Por otra parte, los grupos violentistas han ido focalizando sus ataques en las casas de agricultores que, forzados por el miedo y la evidente desprotección, han preferido vender al Estado sus tierras y emigrar. Por último, algunos agricultores han debido pagar con su vida su negativa a vender su herencia y patrimonio familiar. Reviste especial gravedad corroborar que la ahora Presidenta electa haya declarado expresamente que el asesinato de un matrimonio de agricultores ancianos no constituye un acto terrorista.7

4 http://www.memoriachilena.cl/archivos2/pdfs/MC0033386.pdf 5 http://es.wikipedia.org/wiki/Traigu%C3%A9n 6 http://www.corparaucania.cl/usuarios/admin3/imagen/201208021824200.Emprendedores%20mapuche%20Austral%2027%20julio.pdf 7 http://www.latercera.com/noticia/politica/2013/10/674-547649-9-bachelet-rechaza-aplicacion-de-ley-antiterrorista-en-asesinato-de-matrimonio.shtml

La riqueza forestal de Chile es indudablemente uno de los pilares del desarrollo de los últimos decenios. Sustantivamente concentrada en esta zona, hoy se ve amenazada y las grandes empresas van en retirada. Las compañías de seguros, desde hace varios años, ya no están dispuestas a asegurar los predios forestales de la región. Las compañías de bomberos han sufrido ataques en sus labores de extinción de incendios, habiéndose disparado en contra, quemado y destruido varios helicópteros destinados al combate de éstos. Las empresas de transporte, ante los sucesivos y ya innumerables atentados incendiarios contra sus máquinas, están solicitando la declaración del estado de excepción. 8 Incluso el turismo se ha visto incipientemente afectado por ataques a buses con turistas. Las grandes empresas forestales hace ya tiempo han diversificado sus inversiones hacia otros países de la región incluyendo Estados Unidos. Sin embargo los pequeños empresarios y agricultores se ven reducidos a la impotencia. Entre otros motivos, podemos apuntar al trauma que sufren los gobiernos de todos los signos en hacer valer el estado de derecho, so temor al anatema de las organizaciones de derechos humanos. A ello debemos agregar una generación de jueces “garantistas” que hacen sumamente improbable la condena de actos violentistas de toda índole.9 Ludwig von Mises aporta luz a este análisis:

‹La economía exige la paz y la exclusión de cualquier violencia.› ‹El derecho, precisamente en la protección de la propiedad, reviste claramente el carácter de un instrumento de paz.› ‹La esencia del derecho es crear la paz a toda costa.› ‹Se cree poder combatir la propiedad, tal como está hoy repartida, denunciando su origen, nacido de injusticia, de usurpación, de violencia y robo. De manera que el derecho sería solo una injusticia para la cual ha corrido la prescripción. Como consecuencia de esto, la organización actual del derecho (…) se debe abatir y sustituirse por una nueva organización conforme a las exigencias de una idea de justicia.›10

Dicha concepción nace de pensar que el derecho público es de una naturaleza diferente al derecho privado. Un gran jurista y estadista como Patricio Aylwin, por medio de una ley y en pos de una supuesta “reparación histórica”, sentó las bases para la degradación de la región y para el no-desarrollo de los 8 http://www.eleconomistaamerica.cl/sociedad-eAm/noticias/5450541/01/14/Chile-Un-nuevo-ataque-incendiario-se-suma-a-la-ola-de-atentados-en-La-Araucania.html 9 http://www.biobiochile.cl/2014/01/12/asociacion-de-victimas-de-violencia-rural-ataques-continuaran-por-actitud-garantista-de-jueces.shtml 10 Citas tomadas de “El socialismo” de Ludwig von Mises, capítulo I, “La propiedad”. 1922.

pueblos indígenas, malogrando así el legado de sus antecesores. Aunque se intentó una discriminación positiva, la ley ha resultado un elemento desestabilizador. Establece una distinción de raza, haciendo recaer la prueba de pertenencia a un pueblo originario en el funcionario autorizado por ésta. Así se incentiva un sentimiento xenófobo y de alguna manera se deslegitima a los actuales propietarios de tierras. Todo ello ha desembocado en una probable justificación de la violencia en contra de personas y de bienes. Las limitaciones al dominio de la tierra que impone dicha ley ―al trabar su integración en el sistema económico― son instrumentales a la estrategia de los grupos más radicales, que solo por temor a los grupos de presión no son calificados de terroristas. Reviste especial gravedad que, a la fecha, los partidos de raigambre liberal no han levantado su voz para expresar lo que von Mises explica magistralmente en pocas líneas. Tal vez porque en un país marcadamente centralista, en lo político y económico, el problema se ve muy lejano.

--------------------------- Publicado en medios electrónicos regionales, tales como independent Institute y Fundación Hacer, entre otros.

Autores: M Cecilia Fernandez Taladriz ver http://fernandezcecilia.wordpress.com/

Daniel Birrell Rodríguez ver http://cl.linkedin.com/pub/daniel-birrell-rodriguez/2b/42a/117/

Título: "Chile: Arauco en Llamas" Relaciona la ley de desarrollo indígena de 1993 con el actual conflicto con algunas agrupaciones mapuches. A partir de la concepción de von Mises acerca del derecho y el estado de derecho como instrumento de paz, postula que dicha ley ha contribuido a exacerbar el conflicto, al buscar introducir un elemento de reparación histórica a partir de la distinción entre el derecho público y privado.

— 2014 —

A Jorge A. Colombo

Por su obra: “¿Globalizados, o Segmentados?”


—Dr. Alejandro Adán Pascual -Universidad de Zaragoza, España.







tan pisoteados”






¿Globalizados, o Segmentados?

-¿Darwinismo social y cultural,

o Construcción social y multiculturalidad?-

Los formadores de opinión, basados en las nuevas tecnologías informáticas, han intentado

sintetizar la “nueva” realidad mundial acuñando el término globalización para definir la posibilidad de

comunicación más eficiente de los acontecimientos mundiales. Ese término –junto al de mercado– ha

reemplazado al de humanidad y al hacerlo ha redefinido las relaciones de la comunidad mundial con

prescindencia de cualquier inclusión humana. Lo global –como el concepto de mercado– es anómico,

omite al sujeto, que queda relegado –colectivamente- a un mero término de intercambio. Se afirma que la

globalización es un proceso económico, tecnológico, social y cultural a gran escala, que consiste en la

creciente comunicación e interdependencia de los distintos países del mundo, unificando sus mercados,

sociedades y culturas. En realidad, desde que el hombre anatómicamente moderno terminó de invadir

todos los nichos ecológicos se ha desatado una creciente, progresiva, interacción (expansión) entre

comunidades o países –sea de índole comercial o guerrera: conquistas, colonizaciones, imperios–, por

lograr algún rédito, sea por conveniencia comercial o por las ventajas del predominio. Hoy esa interacción

está dominada por intereses corporativos cuyo objetivo es expandir su cuota de participación en ese

“mercado”. El “bien público” suele ser un valor agregado circunstancial, en todo caso condicionado al

rédito. Reconozcamos el factor que significa la velocidad de información para la toma y comunicación de

decisiones para determinados segmentos de la comunidad mundial. Pero aceptemos también que las

grandes decisiones a nivel planetario –por ejemplo, alquimias financieras y bancarias, los satélites espías y

el “corsé” a la no proliferación de las armas nucleares– son temas manejados por un pequeño grupo de

dirigentes de corporaciones/naciones que –supuestamente– pugnan por sostener la “paz” mundial, o sus

propios intereses –todas ellas son poseedoras de armas nucleares–. A su alrededor se mueve el resto de

las comunidades, consciente de la inequidad, pero muchas veces incapaces o temerosas de enfrentarla

para iniciar un cambio.

Ello se proyecta a las políticas de intercambio económico. La tesis de este ensayo es que los elementos que

motorizan la llamada “globalización” corren el riesgo de profundizar la segmentación de la humanidad.

Cuando las velocidades de cambio (social, científico-tecnológico) no son parejas, lo que ocurre es que –

como en una carrera deportiva– empiezan a formarse pelotones, algunos de ellos muy retrasados. Los de

vanguardia imponen el ritmo. Los demás son seguidores o constituyen futuros abandonos (marginados), o

bien toman otros rumbos que pueden entrar en conflicto con el grupo de vanguardia. Claro que como esta

no es una competencia deportiva sino que atañe al bienestar y progreso de las personas, las tensiones

entre esos grupos tienden a producir interacciones en muchos casos conflictivas o destructivas.

Es importante que el conocimiento fluya. Sin embargo, en lo que respecta a su impacto en la gente, la

significativa e inocultable asimetría económica, educativa y productiva existente entre los ciudadanos de

esos países –y entre segmentos poblacionales dentro de ellos–, así como las fuertes condiciones o

tendencias de predominio –territorial, comercial, cultural–, torna condicional este concepto de

“conocimiento” y susceptible de transformarse en penetración informática –cultural, comercial y política.

La tesis aquí expuesta sostiene que el desarrollo informático es marcadamente asimétrico en lo que hace a

la oferta y también a la demanda, y a la condición de “lectura e interpretación” por parte del receptor

potencial. No solo la información llega –sea por los medios tradicionales o la web– a un segmento acotado

de la población mundial interesada en ella, sino que además el interés, la lectura, comprensión y respuesta

a esa información está afectada por las condiciones locales –comunitarias e individuales– del receptor, por

su preparación para analizar la información, en una gran mayoría alejada de la posibilidad –o el interés por

realizar- de un análisis crítico de la misma, o de motivaciones dispares. En todo caso esa accesibilidad

informativa solamente involucra algunas comunidades e individuos dentro de ellas. Si bien en ellos tiene el

potencial de generar nuevos vínculos, nuevas ligazones de objetivos, de intereses o de compartir

sensibilidades, sigue siendo un sector minoritario de esa población quien tiene acceso a los medios de

información, con cierta capacidad para analizarla e incorporarla –o no- a su comportamiento social. Esa

minoría, claro está, puede movilizar otros estamentos de su comunidad –como vemos en nuestros días–.

Pero no deja de ser básicamente un segmento de la población el que maneja un nivel enriquecido de

información, y que está “sincronizada” por códigos o necesidades comunes.

Podría construirse el imaginario de que la gente habita “territorios socio-culturales” con la configuración

de “burbujas” (para resaltar su carácter autocontenido en cuanto a vínculos -“social bonding”- físicos y

emocionales) con distintos grados de penetración informática, desde las cuales puede o no acceder, o

interactuar con otras en forma limitada. Pues bien, desde esas “burbujas” cada uno construye su visión de

la “realidad”. Los que están “globalizados” cohabitan un grupo determinado de ellas. Sin darnos cuenta –o

con plena conciencia de ello– estamos segregados de aquellos que habitan otras “burbujas informáticas”:

como la de los que viven con menos de 1 ó 2 U$S diarios, los que carecen de atención primaria, los que no

tienen oportunidad de acceder a la educación, los que no tienen internet, los que no fueron criados en

condiciones óptimas para su desarrollo, los que viven afectados por “la moda” –sean de alto o bajo

consumo socioeconómico-cultural–, los “independientes”, los que comparten códigos y prioridades de

grupos musicales, los que usan internet con fines de distracción, educativos o culturales, etc.

Volvamos entonces a la noción básica de que el planeta no está distribuido igualitariamente entre

comunidades –tampoco en cuanto al acceso y uso de la información–, ni la mayoría de estas son

intrínsecamente igualitarias, y consideremos también que las nociones de predominio y maximización de

las ventajas comparativas, y de identidad nacional, son centrales en la relación entre naciones.

No puede haber “globalización” –en un sentido real– en una comunidad planetaria tan segmentada, tan

inigualitaria, tan asimétrica y donde el flujo de información significativa –en cuanto a políticas o eventos

que hacen al desarrollo o al bienestar– se da dentro de ciertos nichos. Y, también, donde –respecto de los

contenidos de ella– subsiste la eterna pregunta: ¿Qué validez o credibilidad tiene la información

suministrada por los medios nacionales o internacionales? ¿Cómo someterla a escrutinio por lectores

ocasionales y fugaces, con disímiles sesgos culturales inerciales, con significativas diferencias en la

capacidad de análisis?

El concepto de “globalización” surge como el resultado de un sobredimensionamiento de los

alcances de un instrumento, más que como un concepto de su utilización por una humanidad que resulta

integrada por ese instrumento. Un instrumento de muy desigual penetración en las diversas naciones y

comunidades (ver tablas 1 y 2 adjuntadas). Un instrumento que servirá para la interacción de mercados

busátiles y transacciones financieras entre grandes compañías, o movilizar segmentos sociales

determinados, detrás de consignas comerciales o políticas de turno, o de proyección de ciertas

manifestaciones culturales a ciertos segmentos de la sociedad.

Tabla 1. Penetración de internet Banda Ancha1.

Surcorea 24,66 %, Hong Kong 23,35 %,

Holanda 23,34 %, Dinamarca 22,55 %,

Suiza 20,7 %, Turquía 1,62 % ,

Brasil 1,56 %, Rusia 1,0 % ,

México 0,9, %, India 0,06 % ,

Según otra fuente 2, los porcentajes promedio de población con penetración de internet, por regiones

(con su rango por países), son los siguientes (Tabla 2):

1 http://www.nationmaster.com/graph/int_bro_acc_percap-internet-broadband-access-per-capita. 2 http://www.internetworldstats.com/stats.htm

Tabla 2. Penetración de internet por regiones (según Internet World Stats News)(2011).

Región Porcentaje Rango

Africa 11,4% 0,3 – 34,0%

Asia 23,8% 0,2 – 80,7%

Europa 58,3% 11,2 - 97,6%

Oriente Medio 31,7% 1,1 – 88,0%

América del Norte 78,3% 77,3 - 90,2%

Latinoamérica y Caribe 36,2% 10,2 - 50,7%

Oceanía /Australia 60,1% 1,7 - 85,4%

Total Mundial promedio 30,2% (Año 2011). Para el año 2013: 38,8%.

Pero pensemos en más de siete mil millones de habitantes distribuidos en las más abismales diferencias

económicas y culturales. Para “globalizar la humanidad” sería necesario reducir ciertas asimetrías, de otro

modo la utilización de las ventajas informáticas y el desarrollo científico-tecnológico acelerarán las

distancias en el desarrollo comparativo de las naciones y de segmentos de la población, dentro de ellas. Es

decir, para fundamentar el concepto de la existencia de una humanidad “globalizada” se debieran

satisfacer ciertos requisitos, hoy caracterizados por profundas asimetrías.

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AUTOR: Jorge A. Colombo Argentina.

Profesión, Actividad Académica, Actividad Científica

MD, PhD Director Unidad de Neurobiología Aplicada Investigador Principal (CONICET) Cdad. Buenos Aires - Argentina Científico. Médico, Doctor en Medicina (UBA), Investigador Principal (CONICET). Trabajos científicos en neurociencia publicados en revistas especializadas nacionales y extranjeras. Subsidios para investigación, nacionales e internacionales.

Becario : Ford Foundation, Foundation´s Fund for Research in Psychiatry (en el Brain Research Institute, U.C.L.A., Los Angeles, USA, 1971- 1974). Profesor Visitante (trabajos en colaboración con instituciones extranjeras): NIH (en Lund, Suecia), A.von Humboldt Foundation (Alemania), DAAD (Alemania) (en Leipzig, Dusseldorf, Hannover, Kiel, Gottingen), INSERM (en Paris, Francia), Royal British Society (en Londres, Inglaterra), Universidad Autónoma (en Madrid, España). Associate y Full Professor (tenured) en U.S.F. (Florida, U.S.A.) (1977-1987), Profesor Titular (Psicofisiopatología, Facultad de Psicología, U. Belgrano, 1991-1994), Profesor Titular Interino (Neurofisiología, Facultad Psicología, UBA, 1993, 1994). Director, Unidad de Neurobiología Aplicada (CEMIC), Presidente y Director Científico de Fundación Conectar (para el desarrollo de la neurociencia). Publicaciones en libros científicos, ensayos: “Endocrinology of sex”, Ed. Leipzig J. Barth, 1974. “Biorhythms and Human Reproduction”. Ed. NY: J. Wiley & Sons, 1974. “El Cerebro Modular”. Ed. U.CAECE, Bs. As, 1994. “Fundamentos de Psicofisiopatología”, Ed. F. Conectar, Bs. As, 1994 “Bases para un Programa Público de Estimulación Cognitiva Infanti” l (con S. Lipina), Ed. Paidos, Bs. As, 2005. “Pobreza y Desarrollo Infantil” (Editor Responsable), Ed. Paidos, Bs. As, 2007. “Poverty and Brain development during childhood” (con S. Lipina), Ed. APA, USA, 2009. “¿Somos la Especie Equivocada?”, Ed. EUDEBA, Bs. As., 2010. (Ensayo)

— 2014 —

A Guillermo Antonio Enríquez Torres

Por su obra: “Ciénaga en las claves de Cien Años de Soledad”









tan pisoteados”






CIÉNAGA EN LAS CLAVES DE CIEN AÑOS DE SOLEDAD: EL PALACIO AZUL

Por: Guillermo Henríquez

“Ciénaga también es Macondo”. -Esta frase la soltó García Márquez en Barcelona cuando le pedí me dedicara un ejemplar de su novela en una edición española. Entonces él escribió debajo del título “Cien años de Soledad, “Para Guillermo, en memoria de la ciudad fantasma, de los pianos de cola, del galeón de embuste-embuste, con un abrazo de su paisano, y la firma. Barcelona, 1972”. Una dedicatoria con intención y significado. Un mensaje estaba dando. ¿Contenía alguna referencia a Ciénaga mi tierra natal?...Si. No obstante el mismo en otra ocasión durante una de mis frecuentes visitas a su apartamento de la calle Caponata, 6 del barrio de Sarriá, antigua población de la Ciudad Condal transformada en área

metropolitana de estrato 6, dijo algo insólito: “A Ciénaga sólo he pasado de largo.” Esta afirmación es falsa, él vivió unas largas temporadas en Ciénaga cuando era un joven pobre y desconocido, buscando ayudas. Lo que contrasta con su frase inicial en el momento en que su amigo, su colega y rival literario Alvaro Cepeda Samudio publica en 1954 su primer libro de cuentos “Todos estábamos a la espera”: “Todo comenzó en Ciénaga”, porque así fue. Ayudas económicas, ayudas literarias y ayudas anecdóticas. Que Ciénaga generosamente le dio. Particularmente de mi familia. Y como veremos esta ciudad aledaña a su natal Aracataca es tan importante, o tal vez más en el trascurso de su novela más famosa, que su tierra natal. ¿Por qué dijo esto? Ya lo sabremos, pero antes no. Sin embargo en otra ocasión me dijo al socaire: “Ciénaga también es Macondo”. Y entonces fue más coherente.

La enigmática dedicatoria de García Márquez.

Digamos algo sobre nuestra amistad y como lo conocí. Porque antes lo fue de mi padre, Félix, un empedernido gallero,-¿sería acaso el ´cándido’ “Félix Babilonia” de un frustrado guión para cine en 1966?- una tradición secular de mi familia, donde un tío bisabuelo-Diógenes Henríquez- fue propietario de una gallera, y un hijo de éste -Juan- fue considerado el “más sabio gallero de la región”. Y los gallos son tema recurrente de un cuento largo suyo, bastante conocido. ”El coronel no tiene quien le escriba”.

Él vivía en Barcelona en 1970 cuando yo arribé muy ilusionado a esa ciudad condal después de una corta temporada en Alemania. Era un apartamento moderno con pisos de mármol, paredes blancas y muebles muy sobrios, contemporáneos, recuerdo un sofá en cuero también blanco, un aparato de sonido y una mesa de comer escandinava y una puerta que comunicaba con las habitaciones internas que nunca traspasé. Como tampoco traspasé los pensamientos manifestados por sus dueños, esquivos y con prevenciones y respuestas no solicitadas por mí. Pero él y ella su mujer supieron por mí muchas cosas que el escritor aprovechó exitosamente: mis visitas eran para mi persona un abrir al mundo de la literatura y aprender de alguien que había encontrado antes que yo el camino. Y nada más. Para el exitoso autor de Aracataca yo significaba otra cosa. Una valiosa fuente de información. Eran visitas concertadas los viernes, ”Vienes después de las tres de la tarde, o sea luego de las comidas –almuerzos de él con su mujer Mercedes y su hijo Gonzalo, entonces un adolescente de piel trigueña amerindia y un mechón de pelo cayendo perenne sobre su frente-como su padre en la niñez-y unos ojos grandes heredados de ella, mujer atractiva de cálida personalidad, ya que su hijo mayor Rodrigo estaba en el extranjero estudiando-“me llamas antes pues podría estar viajando y no le des mi teléfono a nadie”. Sabía que los García-Barcha recibían en esas horas previas a mis visitas a amigos particularmente escritores, periodistas o editores, gente importante, con quienes nunca me tropecé excepto cuando conocí y traté brevemente a Mario Vargas Llosa su vecino, según él me indicó. Vargas estuvo molesto en esa ocasión. Pero esto es otro tema. Él, más beduino que nunca, iba y venía cadenciosamente sobre la superficie tersa del mármol del piso llevando puesto un overol, que tal vez le hubiese regalado la empresa que fabricaba pinturas en Medellín. (Es una broma que ahora me permito). Antes no. Yo lo vi desde entonces como un ser superior, al que veneré. Ninguna de las afirmaciones que la crítica universal hacía sobre su novela, me produjo interés porque yo me hallaba estudiando teatro de la Escuela de Arte Dramático “Adriá Gual” en esa amada ciudad, y mis preocupaciones iban de lograr un trabajo mejor que el que tenía como caddy en el Club de Golf de la población de San Cugat del Vallés, donde había una iglesia y un convento de la época románica, que me

gustaba visitar, continuar escribiendo cuentos y teatro, dentro de una vocación truncada al abandonar dramáticamente mis estudios de Sociología en la Universidad Nacional en 1964, forzado casi por sus directivas: nunca pude aprobar matemáticas y ya debía entrar a Tercer año con materias aprobadas pero ésa no. Fueron injustos conmigo esos catedráticos en especial el que sería célebre sociólogo. Le era antipático. Aunque contaba con las simpatías y anuencias de otros, como uno que luego sería también famoso cura guerrillero. A quien evoco con afecto. Camilo Torres Restrepo. Hoy pienso que la decisión de ese sociólogo fue la mejor, pero resentí entonces no terminar mis estudios. Puesto que accedí a la Universidad Nacional con muchos méritos, fui el segundo mejor y un título me faltó siempre para todo, menos para escribir. Pues bien me convertí en anticuario de mucho éxito en Barranquilla, oficio que allí adquirí con unos italianos, pareja de esposos, Pietro y Luisa Votto. Y tuve un capital al cabo de pocos años, capital que perdí en Santa Marta al hacer una sociedad con una dama cuyo esposo era gobernador del Magdalena. Y debí empezar de nuevo en Ciénaga. Todo provocado por la cuasi ruina y decadencia de Ciénaga mi tierra natal, la ruina de la ”Zona bananera de Santa Marta”, territorio del municipio de ella, cuando en 1966 la poderosa trasnacional United Fruit Company se mudó por conveniencias propias y un empeño ejercido por inversionistas antioqueños y del gobierno nacional en cabeza de Alberto Lleras Camargo,-1958-1962-proyecto de traslado a Turbo, Antioquia, dirigido por un consuegro del presidente Lleras Camargo, y otros capitalistas, iniciativa que recogía los propósitos de anteriores inversionistas paisas desde 1900. Anhelo que no tuvo ningún éxito entonces porque Rafael Reyes Presidente de Colombia-1904-1909-, jugaba en patio propio con la trasnacional, y ella no quería saber de una región selvática donde había que hacer todas las infraestructuras que ya tenía la región del Magdalena: puerto habilitado, ferrocarril, pueblos civilizados y fincas mecanizadas con anterioridad, por una empresa agrícola de Francia. Pero los paisas testarudos lo lograron en dicha fecha con la consecuente ruina de nuestra riqueza agrícola, y la riqueza de los bananeros y del pueblo en general. Era 1960 cuando estaba asistiendo a la coronación de reina del carnaval, una linda parienta Rosa de los Ángeles Fernández de Castro Henríquez en el Club Campestre de Ciénaga y me ponía por vez primera un

esmoquin tropical-existen unas gráficas-me acerqué un momento a la mesa principal para felicitar a la prima, pero ella bailaba y allí se hallaban en cambio el Gerente de la trasnacional Mr. Jack Strange acompañado de un personaje que mi padre describió luego como importante: Eduardo Zuleta Ángel y lo asistía el tío Cleto, Anacreonte González Padilla ex -gerente de una compañía independiente de banano,” La Sueca”, que años anteriores le hizo competencia a la United. Afiné mis oídos y escuché la frase “Nos vamos para Urabá”. Nadie lo creía entonces. Y se fue la United. Mr. Strange era un rubicundo gringo simpático, bonachón, casado con señora samaria de clase alta, de apellido Guerrero. Lo que valía millones en los años anteriores, valió menos que una vaca en 1966. Eso fue lo que nos ofrecieron por “Monte Alberne Sur“, la próspera finca de bananos situada cerca de Sevilla, Zona Bananera, un año después. Era la porción cultivada del lote colonial de “San José de Sevilla”, 22.500 hectáreas, adjudicada a la familia en el siglo XVIII, de las cuales nuestra bisabuela Ramona Díaz Granados Fernández de Castro de Henríquez recibió de su padre 2250 hectáreas y de una sobrina célibe -María Concepción de Vengoechea- en 1908 otras 2250. Pero que en 1966 se redujeron a 1.700 hts. Primero ella vendió a unos inversionistas samarios el lote inicial y ellos a unos franceses en 1872, y luego más tarde cuando llegó la United Fruit Company en 1900, el abuelo Manuel Antonio y mi tío Adolfo Ramón Henríquez, generosos con sus amigos vendieron sucesivamente valiosas porciones a bajos precios. Con este lote y otro del coronel español Basilio García que tenía 10.000 hts en Santísima Trinidad de Aracataca la United Fruit Company instala en 1900 su particular “Zona Bananera de Santa Marta,” de la cual la capital departamental no poseía un solo centímetro de tierra como jurisdicción. Aunque sus nativos si eran propietarios de ella. Pero en este lote colonial nació Gabo en 1927. Y ello lo inmortalizó, como cuna de un Premio Nobel en literatura. Factores internos de la United Fruit Company, menos emocionales que los míos, ocasionaron el traslado a Turbo, Antioquia, a partir de 1963 y concluido en 1966: frecuentes huracanes que derribaban las plantaciones de banano, provocados por la deforestación de las estribaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta por los colonos andinos que luego sembrarían masivamente café. Lluvias escasas, lo que en contraste empobrecía más la tierra ya cansada por una agricultura intensiva y que daba una fruta de mala

calidad, amén de otras razones de orden social-varias huelgas -entre ellas la sangrienta del 28- que otorgaban al territorio del Urabá antioqueño casi virgen, ventajas que tuvo la primera zona bananera antes del 28, cuando la gran huelga y masacre. (Buchelli, 1994). Por estas circunstancias adversas para mi familia que desde los inicios de la industria había vivido holgadamente de la producción del banano y un ventajoso contrato con el Estado, para emitir billetes, un joven que anhelaba surgir como dramaturgo y como escritor se enrumbó a Europa pagando él su pasaje y manutención en Diciembre de 1969, en el vapor “Virginia de Churruca”, saliendo de Cartagena sin recibir ayuda alguna de su familia. Sometiéndose a ser en adelante un asalariado de ínfima categoría. Lo que fue su sino: siempre ha viajado con su peculio. Así, se hallaba en Barcelona recomponiendo su destino. Como un futuro escritor. Viviendo en forma menos que en holgura. Pero muy feliz. Aquellas memorables visitas a Gabo que fueron para mi históricas, de pronto insignificantes para la crítica colombiana, venían sucediéndose desde mediados de 1971 y concluyeron en Diciembre de 1972, cuando estrené en aquella ciudad mi obra de teatro “El Cuadrado de Astromelias”, con gran éxito de público y crítica, y nada de compensación económica. Nunca me pagaron los derechos de autor. La censura franquista dio permiso de presentación para cuatro días en funciones dobles y en la última el 4 de Noviembre de dicho año Gabo, su esposa Mercedes y su hijo Gonzalo asistieron conmigo al Teatro de Estudios Norteamericanos, Vía Augusta, 123. Obra montada por GOGO, Grupo de Teatro Experimental, dirigido por un promisorio joven llamado Juan Manuel Gisbert. Datos que recuerda el afiche donde se ve a la armoniosa silueta de Carmen Elías, famosa actriz hoy ganadora de varios Premios Goya, pero que en dicha fecha era apenas una estudiante del “Institut del Teatre” de Barcelona.Ella fue una recomendación del crítico de teatro, y mi maestro en la “Escola de Art Dramatic Adriá Gual”, Xavier Fábregas. Funcionario estatal. Busqué como un tributo a mi padre Félix Dionisio Henríquez Álvarez la dirección del escritor ya consagrado. Pero en el Consulado de Colombia en Barcelona negaron entregar sus señas. Pero hubo una coyuntura feliz, para acceder a la residencia del afamado escritor. Y esta última vez había sido concertada la visita por un viejo amigo y colega de Gabo, Avelí Artís Gener, un escenógrafo español que laboró con él

en filmes en México de Luis Alcoriza y Ripstein, y que al retornar a su tierra en 1970 se convirtió en profesor de su especialidad en la susodicha escuela de teatro. Él me acompañó a la primera visita, ya que ante mi intención de llegar hasta la habitación del célebre escritor, averiguando la dirección o el teléfono en el Consulado de Colombia, una dama hispana me dijo tajantemente: ”Él ha prohibido dar sus señas”. Obedecía mi visita a que mi padre un próspero bananero de los años 50 y 60 antes de partir me aconsejó: ”Si vas a Barcelona ve donde García Márquez, estoy seguro que te ayudará Es mi amigo”. No le pregunté más detalles. Error grave. En clase un compañero de origen aragonés, un maño, me vendió el ejemplar de “Cien años de soledad” que conservo dedicado. Pero no leí entonces el libro, ya que al ojearlo, y leer algunas páginas me disgustó. No supe el porqué. Solamente en Ciénaga, en 1978 y al despedir y asesorar a un periodista suizo Werner Herzog que laboraba en “El país” de Madrid- un homónimo del cineasta alemán-quien vino a Ciénaga, Magdalena, acompañado de su bella mujer francesa Nicole, descubrí lo que luego fueron las claves de la novela y en donde encontramos a Ciénaga vertida en esas claves que se convertirían primero en un reportaje que me hizo en 1979 Magda Cleves para El Tiempo y luego en el libro “El Misterio de los Buendia”-Bogotá, 2003 y 2006. El suizo buscaba los personajes reales de dicha novela, apoyado en una frase misteriosa de un amigo íntimo de Gabo en Barranquilla Alfonso Fuenmayor: “Si quieren conocer al coronel Aureliano Buendía vayan a Ciénaga y averigüen la biografía del general Ramón Demetrio Morán”, amigo de campaña bélica del abuelo de Gabo y primo hermano de mi abuelo-lado materno de Morán- Manuel Antonio Henríquez Díaz Granados. En la investigación ayudé a Herzog, quien posteriormente publicó su trabajo sobre Macondo en una revista alemana y me convertí en autor de un ensayo muy comentado- en voz baja- y en el motivo de una ruptura de amistad con Gabo, y que parecía ser para mi promisoria. Pudo ser una gran colaboración entre el novelista, que alistaba maletas para Estocolmo y el novato que lo visitaba. Mi colaboración con Gabo dio buenos frutos- como lo muestro en mis memorias inéditas- pero el futuro Nobel nunca me apreció entonces como escritor sino como informante. El cuento de la señora Forbes y los chicos ingleses en la

costa azul francesa, por ejemplo, es una anécdota mía narrada al escritor. Y hubo más. El chico holandés que aparece en “la cándida Eréndira” era un conocido mío en la frontera de Francia con España. Hallo en Gerald Martin, “Vivir para contarla”, que pudo existir en nuestra corta amistad un factor perturbador: la filiación política de Gabo, un socialista sentimental y defensor a ultranza del régimen cubano y yo era y soy un liberal a la izquierda, desafecto con los Castro. Y en alguna ocasión debí manifestarlo. Pero, ¿`por qué a Gabo no le molestaba el monarquismo de su amigo Alvaro Mutis?... Martin muestra como en una oportunidad el reconocido novelista catalán Juan Marsé, jurado en 1968 de un Premio de las Américas en La Habana -concurso bastante sospechoso- sostuvo en contra del parecer del régimen el nombre del poeta Heberto Padilla como ganador en poesía del mismo premio literario, fue recriminado por Gabo en Barcelona: ”Se puso furioso conmigo, enfadado de verdad. Dijo que yo era un idiota, que no sabía nada de literatura y menos de política, que la política era lo primero, no importaba si a nosotros los escritores nos ahorcaban a todos. Padilla era un cabrón que trabajaba para la CIA y nunca le hubiéramos tenido que dar el premio. Seguimos de amigos pero la amistad no fue igual”. (Sic). “Cien Años de Soledad” es una novela en clave, en francés “roman a clef”, donde un autor da pistas para que se reconozcan en la realidad situaciones, sicologías y personas, que por motivos obvios no se pueden revelar directamente. Y Gabo acucioso lo hace, situaciones, maneras de ser, sucesos y personajes de Ciénaga y no de Aracataca están encubiertos por claves, revueltos con datos de su familia y de su tierra natal. Y todo mundo cree que esos personajes son de Aracataca o pertenecen a la familia García Márquez…Los personajes rurales y las anécdotas y sicologías de los Buendía sí son en parte de ellos, pero otras cosas más de sociedades urbanas pertenecen a Ciénaga, como a Barranquilla. Retornemos a las claves de la popular novela: En “Cien Años de Soledad” las referencias a Ciénaga algunas están encubiertas, hay otras explicitas, son numerosas y escojo las más importantes: Una geográfica: ”Pero José Arcadio Buendía no se planteó esa inquietud cuando encontró el mar, al cabo de otros cuatro días de viaje a doce kilómetros de distancia del galeón. Sus sueños terminaban frente a ese mar color de ceniza espumoso y sucio, que no merecía los riesgos y sacrificios de su aventura.”

Entonces el galeón estaba en Ciénaga o en su vecino Puebloviejo, localidad dentro de una isla continental, la isla de Pestagua o Salamanca, en la vía hacia Barranquilla. El mar al norte y la Ciénaga Grande al sur. -¡Carajo!-gritó-Macondo está rodeado de agua por todas partes” (Pág. 18). Aracataca está al norte de la Ciénaga Grande y sólo la cerca un rio. Pero veamos cómo: Están bajando los Buendía de la Sierra Nevada en su viaje desde la Guajira, un símil de ficción con el viaje real de sus abuelos maternos a la Zona bananera en 1910. Él un Márquez y ella una Cotes, llegan a las orillas de un “rio de vidrio helado”-el Riofrío real de la Zona Bananera,- luego descansan en un playón semidesértico (Guacoca antecito de Ciénaga), encuentran varado un galeón colonial, para arribar a una costa marítima donde ven en sueños una ciudad de paredes de espejo-“la ciudad fantasma”- situada al pie del mar, mas, ¿cuál es esta costa marítima? La descripción no corresponde a Santa Marta, un mar azul y profundo, ni a Riohacha de donde salieron. Desde un paraje alto han visto una larga franja costera, donde también se divisa el verde de una gran laguna la Ciénaga Grande, los pueblos palafíticos de Nueva Venecia y Trojas de Cataca, y la gran población de Ciénaga-“el pueblo más grande del mundo”, como él la describe en sus conversaciones habituales- situada al pie de un mar, entonces apenas el más grande del Magdalena Grande y el tercero o cuarto en población del Caribe colombiano. Gabo utiliza el ditirambo para referirse a cosas características de la Zona Bananera de Santa Marta como esta: ”Pero en esa frase de la novela yo necesitaba el hielo, porque en un pueblo-Aracataca- el más caliente del mundo” (“La memoria de Gabriel,La Nación, Guadalajara,1996. Cita de Gerald Martin, 2009). Luego veremos que lo utiliza para detallar a una mujer de Ciénaga que tal vez conoció en un avión. Deslumbrado con su belleza perenne dice que es “la mujer más bella del mundo”. La crónica está en un libro que no encuentro ahora. Observemos la dedicatoria antes detallada. ”El galeón de embuste-embuste, y la ciudad fantasma” Y veamos lo que Gabo dice en sus memorias sobre esta región donde los Buendía encontraron el galeón.: “Estábamos en la Ciénaga Grande, otro de los mitos de mi infancia. La había navegado varias veces, cuando mi abuelo el coronel Nicolás Márquez Mejía me llevaba de Aracataca a Barranquilla para visitar a mis padres” “Vivir para Contarla”, Bogotá, 2002. (Pág. 18)

Y aclara un detalle importante de este viaje: ”La única manera de llegar a Aracataca desde Barranquilla- y en viceversa agregaría yo-era una destartalada lancha de motor por un caño excavado a brazo de esclavo durante la colonia, y luego a través de una vasta ciénaga de aguas turbias y desoladas hasta la misteriosa población de Ciénaga, apuntando que ella fue “envilecida por el banano”. Ob. Cit. ¿Y Aracataca no? ¿Será por mi libro “El Misterio de los Buendía” Bogotá, 2003 y 2006, que la llama misteriosa? ¿O por los atributos de misterio que posee esta vieja aldea india? Él adquirió este libro mío por intermedio de su prima Margarita Márquez Caballero, a quien lo vendí en Bogotá. Pero no, él usa este término misterioso varias veces en su novela para referirse a este pueblo grande. Que es Ciénaga. La conoce bien. Ciénaga per se es misteriosa. Como lo comprueban los viajeros actuales al arribar a su insólita Plaza del Centenario con su disposición en estrella, su bello templete ecléctico, su iglesia neobarroca y su Palacio Municipal, como si estuviese escapándose de Italia. Continuemos leyendo a Gabo: “En otra madrugada como ésa, mientras atravesábamos la Ciénaga Grande Papalelo me dejó dormido en el camarote y se fue a la cantina,… cuando me despertó una bullaranga” Unos tipos Iban a matar a su abuelo. Después de una partida de póker. Gabo en el jardín de las Castillo Cotes de Ciénaga, 1933. Es el niño con el bastoncito. (Pág. 19)”. El recuerdo de ese episodio, me sorprendió aquella madrugada en que iba a con mi madre a vender la casa, mientras contemplaba las nieves de la sierra. (Se entiende que iban para Ciénaga, para abordar un tren y dirigirse a Aracataca).

“La venta de la casa de los abuelos fue el 18 de Febrero de 1950, vísperas de carnaval. Describe nuestro autor como en esa destartalada lancha iban unas meretrices “disfrazadas de manolas españolas y de hombres”, que ejercían su viejo oficio en los camarotes del buquecito o en la lancha destartalada” Pero no era cierto; los buquecitos no lanchas, eran hermosos y tenían una gran rueda atrás que borbotaba agua espumosa, y lo dice un niño que hizo idéntico viaje en 1949 y un adolescente en 1957.El “Iris”, “Alnac”, y otros son imágenes hermosas que regresan en constante vibración sensorial a mi memoria. “Iban a ser las siete cuando atracamos en un pantano pestilente a poca distancia de la población de Ciénaga. (Pág. 20).Y ahora vienen unas desapacibles referencias al mar de Ciénaga, ese mar que tanto favoreció sin duda a esta familia: “Fuimos a la Estación del ferrocarril en un coche victoria de un solo caballo, tal vez el último de una estirpe legendaria ya extinguida en el resto del mundo. Mi madre iba absorta, mirando la árida llanura calcinada por el salitre que empezaba en el lodazal del puerto y se confundía con el horizonte. Para mí era un lugar histórico: a mis tres o cuatro años en el curso de mi primer viaje a Barranquilla… “Y de pronto nos encontramos frente a una vasta extensión de aguas verdes con eructos de espuma, donde flotaba todo un mundo de gallinas ahogadas” Haciendo un alarde de oficio narrativo, veamos como Gabo mezcla viajes, sitios y cronologías cometiendo anacronismos válidos en ficción: ambos viajes el de un niño y el de un joven adulto, parecen confundirse aquí. (Como buen alumno de la genial Virginia Woolf). Lo que ve el niño, esa vasta extensión de aguas verdes antes de llegar a la Ciénaga Grande no es otra cosa que el playón de Ciénaga inundado por los maremotos de 1937. -¿Qué es eso?- preguntó el niño: -Es el mar- me dijo. “Desencantado, le pregunté que había en la otra orilla, y él-el abuelo- me contestó: -Del otro lado no hay orilla” (Pág. 21, ob. Cit). “Mi madre debía pensar lo mismo del mar de Ciénaga, pues tan pronto como lo vio aparecer a la izquierda del coche, suspiró: “- ¡No hay mar como el de Riohacha!

Ahora siguen las imprecisiones de lugares y los anacronismos aprendidos con Faulkner y Woolf: “Pasamos frente al barrio de tolerancia al otro lado de la línea del tren, con casitas de colores con techos oxidados y los viejos loros de Panamaribo que llamaban a los clientes de las locomotoras, con la inmensa bóveda de hierros en la cual se refugiaban para dormir los pájaros migratorios… “Bordeamos la ciudad sin entrar-sic-, algo insólito como veremos- pero vimos las calles anchas y desoladas, y las casas del antiguo esplendor-¿Cómo ello es posible sin entrar?-de un solo piso con ventanas de cuerpo entero, donde los ejercicios de piano se repetían sin descanso desde el amanecer.”(Imágenes que ya había descrito para referirse a Ciénaga en su novela: cuando Fernanda del Carpio lleva a su hija Meme a un convento, desde Macondo-Aracataca o Zona Bananera-para seguir a Ciénaga y abordar un buquecito que las llevará a Barranquilla donde harán trasbordo y tomarán un barco más grande hacia la fría meseta andina de Bogotá. Luego en “El amor en los tiempos del cólera”, repite la misma imagen de los pianos cuando Fermina Daza regresa a su tierra natal San Juan de la Ciénaga, que no es otra cosa que Ciénaga, una ciudad poblada de pianos. “De pronto, mi madre señaló con el dedo. “-Mira- me dijo. Allí fue donde se acabó el mundo. “Yo seguí la dirección de su índice y vi la estación: un edificio de maderas descascaradas, con techos de cinc de dos aguas y balcones corridos, y enfrente una plazoleta árida en la cual no podían caber más de doscientas personas. Fue allí, según me precisó mi madre aquel día, donde el ejército había matado en 1928 un número nunca establecido de jornaleros del banano.” (Pág. 22). En primera instancia esa descripción de la estación del tren en Ciénaga se acepta en narrativa de ficción, pero en una memoria no; esa descripción corresponde a 1928 pero en 1950, cuando él asegura fue el viaje a Aracataca para vender la casa del abuelo, no. Ya había sido demolida y remodelada dicha estación en 1930.Y el playón de Ciénaga aledaño a la estación del tren, según lo describen testigos idóneos y como yo lo conocí, podría haber albergado en dicha fecha, alrededor de cuatro o cinco mil personas, que fueron las que estaban esa fatídica noche.

En cuanto a la fecha del viaje, Dasso Saldívar lo contradice: según el periodista colombiano, este viaje a Aracataca fue en 1952, pero alega que el caprichoso autor no quiere que se sepa que “La Hojarasca” su primera novela, fue escrita en 1949 o 1950 en Cartagena sino en Barranquilla”. (Cita de Martin, ob. Cit.) Regresaremos sobre estos textos. Volvamos a la novela. Y a las referencias a Ciénaga explícitas, que se producen cuando él desea que se sepa que es a ella a quien él hace referencia y no a otro sitio. Referencias que el narrador no puede adjudicar a su pueblo natal. Como esta cita que tiene lugar en la bonanza bananera de 1920 y a las nuevas construcciones con grandes dimensiones, y algunas exclusivas y con pretensiones de palacetes europeos que aún conserva Ciénaga y que le valieron ser declarados Patrimonio Nacional en 1992.Y que yo en la petición original de 1988 a Colcultura, participé como su gestor y director de la Casa de la Cultura de Ciénaga,en compañía de Javier Moscarella Rector del INFOTEP, hoy asesor del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo. Quien declaró a Ciénaga como “Pueblo Patrimonio Cultural y Turístico” de Colombia en 2013.Proyecto en el que también participaron otras personas afines a Ciénaga como el escritor Elías Eslait, el pintor y escultor Haime A-Correa, el diseñador de interiores Alonso A-Correa,el arquitecto Carlos Guillermo Morán y el pintor cartagenero y admirador de su arquitectura Enrique Grau. Hay una noticia en “Cien años de Soledad” que informa que los Buendía han construido una casa nueva, y aquí si no nos equivoquemos porque estos Buendía no viven en Aracataca, ni son los Márquez Iguarán. Personas de medianos recursos económicos. Lo que pasa es que Gabo siguiendo lecciones de Balzac y Proust hace mezclas de personajes reales para confeccionar con soltura los suyos de ficción. Un truco viejo: los Buendía son una fusión de muchos personajes reales que Gabo conoció o le contaron como fueron. Y como manifestó su hermano Gustavo (1935) en Barranquilla en 1997 durante la celebración de los 30 años de la publicación de “Cien Años de Soledad”, en un conversatorio en la Universidad del Norte: estaba sentado yo a su lado en una mesa del comedor del Hotel Dann, cuando dijo textualmente: ”En Cien Años de Soledad nosotros-los García Márquez-somos la parte corroncha y ustedes -me señaló- la parte sofisticada”. Él debe saberlo mejor que yo.

¿Son cienagueros estos personajes? ¿Los mismos que ordenan la “casa nueva de los Buendía”? Sí. Y es en Ciénaga donde se halla la nueva casa de los Buendía ricos, ya que su autor lo dice tajantemente. Y con asombro. Veamos lo que afirma el narrador; ”La nueva casa estaba casi terminada cuando Ursula lo sacó de su mundo quimérico para informarle que había orden de pintar la fachada de azul” (pág. 54) “La casa nueva, blanca como una paloma fue estrenada con un baile. (pág. 58) Y: “Nadie entendió muy bien cómo fue surgiendo de las entrañas de la tierra no solo la casa más grande sino la más hospitalaria que hubo jamás en el ámbito de la ciénaga “(pág. 54) . Después veremos cómo en la realidad al estar habitando en Ciénaga esta casa nueva, se siente que hay una conexión entre su familia y la propietaria de esta casa que causa asombro. Porque la casa suya natal en Aracataca no es nada extraordinaria. Es evidente que se trata del llamado por mi persona “Palacio Azul” en mi novela inédita. “Agotadas las localidades”, bella construcción de estilo italiano que ordenó construir el único hermano de padre y madre de mi abuelo paterno Adolfo Henríquez Díaz Granados en 1924, con cartones traídos de Europa y realizados en Ciénaga en su calle principal la de los cines, el salón de baile, la cárcel y la cancha de básquetbol, calle Bolívar o 7 por un maestro criollo el notable constructor Ernesto Bernal, y que abarca dos carreras terminadas en esquinas y se adentra en la calle como una proa de barco. Es de dos plantas, con un extraordinario balcón corrido decorado con guirnaldas de flores caladas, cenefas y columnas eclécticas que rematan arcos de medio punto como pequeñas ventanas, algo que pareciera estar suspirando por el Adriático, pero está en el Caribe. Y que de lejos asemejan ser unas palomas. “Tío Adolfo era alcalde de Ciénaga en 1924, y la casa costó 60.000 dólares que le facilitó en préstamo el Banco “H A- Correa Hermanos”, suma que él devolvió con sus intereses”. (Juan Modesto Henríquez Álvarez, Ciénaga, 1978). Lo anterior afirmado lo confirma una noticia del diario vespertino “El País”, de Ciénaga de la fecha, dirigido por el médico conservador Franco García Navarro, porque Ciénaga aunque hoy parezca inverosímil tenía dos diarios: uno liberal por la mañana- “Diario del Córdoba”, de Mario y Julio Charris”.y otro conservador en la tarde. El diario vespertino registra la orden del alcalde Adolfo Henríquez de quitar la feria mecánica instalada en el parque principal por su primo hermano Juan Henríquez

Castañeda –símil de uno de los gitanos de Macondo, empresario de circos, burdel instalado en un barco y ciudades de hierro. (Archivo privado).El Palacio Azul estaba inicialmente pintado de cal y fue estrenado en 1926 con un baile de carnaval. Como lo dije en mi crónica sobre el carnaval de Ciénaga en Septiembre de 1959, “Historia de los carnavales de Ciénaga.1886-1956” Aparecida en “El Informador de Santa Marta”. Año en que Gabo es descubierto en la capital del Magdalena por un antiguo amigo y colega en “El Heraldo” de Barranquilla, el poeta y periodista cienaguero Armando “Barrameda” Morán –Aureliano Babilonia-, quien me dio los datos esenciales para elaborar dicha crónica. Armando me dijo que lo vio llegar detrás de la catedral entablando con él el siguiente diálogo: -Gabito, ¿qué haces por aquí? -Buscando datos para mí novela. ¿Y de dónde vienes? -De la Notaría Primera. (Se hallaba a pocos pasos de la catedral). (Armando “Barrameda” Moran, Bogotá, 1979). (Gabo no dijo una novela sino “mi novela” porque sus amigos de vieja data-sus colegas de “El Heraldo”- en Barranquilla ya sabían que él gestaba una novela desde 1950 aproximadamente y Armando en esas calendas era el cronista estrella de ese diario. Y un amigo constante que lo ayudó económicamente. Según mi investigación él es “Aureliano Babilonia” (Ver: “El Misterio de los Buendía”, Bogotá, 2003 y 2006). Armando no me reveló más información pero yo deduzco que esta Notaría era importante para su novela sobre el mundo de “Macondo” o Zona Bananera, puesto que también la investigué y se que contiene las escrituras originales de los territorios que conformaron en 1900 la futura “Zona Bananera de Santa Marta. San José de Sevilla y Santísima Trinidad de Aracataca.” Del primer territorio me corresponden según escritura del siglo XVIII algunas hectáreas, aún vigentes, ya que estos territorios eran de adjudicación colonial. Y tenemos los descendientes de los Henríquez Díaz Granados, un pleito contra el antiguo INCORA. Sé que anda por el Consejo de Estado.

¿Leyó en esos días mi crónica? Rotundamente digo que sí. Y me ciño a lo afirmado en Barcelona por su esposa Mercedes Barcha el mismo día que los visité, sin que yo se lo preguntase: “Gabito destruyó los documentos que tenía para escribir “Cien Años de Soledad” para que no se descubriese cómo la escribió”. “El Palacio Azul” fue estrenado con un baile, el de coronación de la reina del carnaval de 1926. Un 19 de Enero víspera de San Sebastián “cumpleaños Tomasita”, la que se llevó el caimán. Danza ritual del carnaval cienaguero. Estaba desocupado aún, pero como en un rito la orquesta jazz-band de Rafael Vélez debió interpretar el tema alusivo a la leyenda, bajo la autoría de Eulalio Meléndez (Ver: “Música del Magdalena Grande, siglo XIX”, Por: Guillermo Henríquez, Boletín Cultural y Bibliográfico Biblioteca Luis Ángel Arango, No 53). Su propietario lo arrendó al Club Social Córdoba, donde él era socio, al no estrenarlo su familia ya que su esposa doña Emelina Ruiz Amador, de estirpes tunjana y cartagenera, no quería abandonar su vieja casa materna de un solo piso. Lo que sucedió esa noche de carnaval lo narró un jovencito de 19 años en un diario de Santa Marta en 1959, y pienso que su lectura provocó en Gabo un pasaje de su novela: la disputa de dos reinas por un título real, el de Momo y Arlequín, algo que ocurrió en el Palacio Azul, en donde como veremos mas adelante pernoctó varias veces nuestro celebrado autor. Otro testimonio lo da el periodista de Ciénaga Alejandro Mancilla Peña en su revista “Antena”: Le brindé un sancocho a Gabriel García Márquez cuando publicó su primera novela “La Hojarasca” (Esto ocurrió en 1955). Está certificado que Gabo andaba por Ciénaga y Santa Marta en 1959 revisando viejos papeles, y preguntando a personas mayores sobre sucesos de Ciénaga y la Zona Bananera y su visita a la Notaría Primera de Santa Marta fue registrada por el viejo amigo. Hijo de Gregorio Castañeda Aragón, el poeta del mar. Intimo amigo del “Sabio catalán”. Un testigo ocular, un niño ya despierto de mi familia, mi hermano Alfredo dice lo siguiente: ”Yo tenía como algo más de diez años -nacido en Septiembre de 1948- cuando iba para la escuela del Profesor Hincapié y veía a un tipo cabellón, con un bigotón y vestido con una camisa caqui que vivía cerca de ese colegio”. ¿Es Gabo o su hermano Luis Enrique?...

Armando entabló conmigo en dicho año, una acendrada amistad y en esa ocasión me dio los datos cruciales de la batalla campal a que dio lugar la disputa de la corona del carnaval, por dos primas, bellas mujeres: Lola Riascos Morán reina oficial y Ana María Henríquez Ruiz reina disidente de un sector de la clase alta de Ciénaga que trataba de seguir pautas dinásticas, ya que una hija del clan Fernández de Castro, Ana Isabel, fue reina en 1925,pretenciones representadas ahora en la hija del dueño del Palacio Azul, arrendado al Club Social Córdoba y futura cuñada de la anterior. Lo irónico es que Ana María la disidente, iba a ser coronada en otra bella mansión de dos pisos de propiedad de su futuro suegro, José Antonio Fernández de Castro Daza, aquella una construcción de 1911, cuando furiosos partidarios de Lola- entre ellos uno que se destacó durante la huelga de 1928 César Riascos- irrumpen en el ámbito contrario, entran en la mansión real y le quitan la corona a Ana María, armándose la discusión y dando lugar a una turbamulta que dejó heridos y contusionados. Cicatrices que nunca resanaron. Todo eso contado por un jovencito de 19 años en “El Informador” de Santa Marta. Y que le valió una censura familiar. Ahora digamos que además Gabo conocía intríngulis de aquella mansión azul por haber residido allí en corta temporada en el apartamento de su hermano Luis Enrique, casado con la dama cienaguera Clara Manjarrés del Castillo, sobrina de un gobernador del Magdalena Manuel J. del Castillo nativo de Fonseca .Luis Enrique arrendó un apartamento del primer piso del Palacio Azul, cuando trabajaba como funcionario del municipio de Ciénaga en 1952. ¿Cómo logró habitar en tan importante casa de familia? ..Mis investigaciones conducen a afirmar que el coronel Nicolás Márquez, abuelo del autor mantenía vínculos de amistad y comercio con los hermanos Henríquez Díaz Granados, por varias razones: la esposa de Manuel Antonio, Ana Dolores Álvarez Laiseca– de ilustres orígenes bogotanos y limeños- era amiga de los Márquez desde su estadía en Ciénaga en 1910, puesto que su padre era joyero como el coronel Márquez, y una hermana de ella Rosario fallecida de parto en 1919 como una de las Moscote de ficción, fue la esposa de un hijastro del coronel, Rafael Glen Ruiz. Además doña Isabel Ruiz, la amante del coronel Márquez,es parienta cercana de doña Emelina Ruiz de Henríquez.(Información de su bisnieto Camilo Barreneche, Ciénaga, 2011).

Del coronel Márquez registra “El País” de 1924 una visita al pueblo grande y lo describe “como muy apreciado de la sociedad de Ciénaga”, entonces es real que mantenía estrechos vínculos con este pueblo, así como tuvo amistad con ambos hermanos Henríquez, el mayor, conservador y el menor, liberal. Tener estos vínculos con bananeros en los años 20, es como tenerlos ahora con el Sindicato Antioqueño. Así debió ser fácil que un joven foráneo ¿recién casado?, pudiese arrendar un apartamento de los bajos del Palacio Azul. Sobre todo con una propietaria tan estricta y severa como la viuda de tío Adolfo Henríquez. Y así acceder a la amistad de la numerosa familia que allí habitaba en 1951 o 52: Emelina,la viuda, sus hijos AdolfoIII, su esposa Amalia Creus, sus hijos Adolfo IV y María Concepción, y Rafael David, el matrimonio de su hija Rita con su primo Juan Modesto Henríquez Alvarez, los siete hijos de ellos, dos nietos Alfonso y Rafael David II, (retoños de sus hijos José Hilario y Rafael David), y en el otro apartamento el mismo Rafael David, empedernido enamorado, apuesto, y criador de gallos. Pero su hija soltera Eme, rubia y reina del carnaval de 1940, ella en ese año de 1951,se hallaba de viaje por Europa con su hermana Ramona de González, su cuñado el empresario bananero Anacreonte González,sus hijos y una sobrina, Ana Cecilia. Estaba servido el plato para el futuro novelista. Mi padre asiduo visitante de la mansión, entre otros motivos para buscar la bonificación por los embarques de banano que recibía su hermano Juan Modesto, habitante del Palacio Azul, compañero constante de su primo Rafael David, era igualmente mujeriego y gallero. ¿Por esta razón mi padre dijo que era amigo de Gabo? ¿Hicieron amistad en esas calendas en la gallera “Cantaclaro” de propiedad del gobernador del Magdalena médico Manuel J. del Castillo, Primo de doña Luisa, madre de Gabo? Sobre la casa de los Márquez Iguarán dice el biógrafo oficial y tolerado de Gabo: ”Tampoco era la casa de los Márquez la mansión que García Márquez a veces ha dado a entender”. De hecho en 1927, más que una casa eran tres construcciones distintas de madera con algunos muros de adobe.” (Martin, Ob. Cit.). Dije que era blanca la casona cienaguera de los Buendía pero en fecha incierta su dueño ya viviendo con su familia en ella, perdió una apuesta con un amigo sobre el triunfo de un candidato liberal a la Presidencia de la República, ganó el conservador y don Adolfo mi tío pintó de azul su casa pero le dejó los balcones en

blanco. Orden de pintar de azul las casas se dio en algunos pueblos del Magdalena. Durante el régimen conservador. Veamos ahora como Gabo sabe mucho sobre esta mansión: “La casa nueva, blanca como una paloma. Fue estrenada con un baile”. Agrega Gabo-“Nadie entendió muy bien cómo fue surgiendo de las entrañas de la tierra no sólo la casa más grande sino la más hospitalaria que hubo jamás en el ámbito de la ciénaga”. (“Cien años de soledad”, Pág. 54). Esta afirmación se hace comprensible si nos atenemos a lo manifestado por el periodista Jaime Torregroza Pérez quien dijo: ”García Márquez vivió en Ciénaga y trabajo en el Municipio como empleado.” De repente si se entiende la noticia del narrador macondino: en Aracataca no hubo ni hay una casa que pueda compararse con el Palacio Azul-veáse “Ciénaga”. Pueblos Patrimonio de Colombia. El Tiempo, 2013.- ni con muchas más que contiene Ciénaga en su seno, ni siquiera en Santa Marta, donde hay otras de mismo estilo, pero no tan destacadas como el Palacio Azul. Busquemos las pruebas de lo afirmado anteriormente: en efecto Gabo pernoctó y vivió una temporada en el Palacio Azul entre 1952 y 1953. ”Del lado oriental o del callejón, no el que va a la plaza sino el otro, ahí lo vi”, asegura una dama que me dará valiosa información. O sea en la carrera 11b. Y ahí encontramos las casas de personajes que también le inspiraron algo al futuro novelista: los Mazzilli, el viejo José Arcadio y sus hijos, orfebres de origen italiano, también músicos, cantantes y magos y armeros, modelos reales para los Buendía músicos y alquimistas. Uno muy amigo de Gabo en Barranquilla, vecino del “Rascacielos”, donde vivieron las hetairas de San Nicolás, la familia Campo Serge, de donde sale una Santa Sofía de la Piedad, y el hogar del historiador Demetrio Daniel Henríquez Castañeda, Presidente de la Asociación de Veteranos de la Guerra de los Mil Días, a la cual perteneció el abuelo Nicolás. ¿Se dirige el coronel Márquez ese día de 1924 a su casa? Es probable. ¿O va a la alcaldía a conversar algún asunto con el tío Adolfo Henríquez?...De pronto el personaje de “El coronel no tiene quien le escriba”, si, pero ¿qué dice una hermana de Gabo al respecto? ”Gabito vivía pegadito al abuelo oyendo todas las historias. Una vez vino un amigo de Ciénaga, de esos viejos que estuvieron en la guerra de los Mil Días con el abuelo. Gabito siempre con las orejas bien paradas, se hizo al lado del señor y resulta que la pata de la silla que le pusieron al señor le cogió el zapato

a Gabito. Calladito se aguantó, quietico, hasta que terminó la visita” (Su hermana menor Margoth, en Martin, 2009). ¿Fue Demetrio Daniel Henríquez esa visita? ...No lo sabemos. Mis pasos de investigador me conducen a la casa de doña Albertina Locarno Pumarejo, viuda del estupendo narrador oral don Pedro Bonett Camargo, padres del Ex general Manuel José y del Ex Superintendente de Notariado y Registro Pedro Bonett Locarno. Amiga entrañable de los Márquez Iguarán desde su juventud en la vecina población de San Carlos de la Fundación del Rey, situada a escasos metros de Aracataca. Allí en su casa de Ciénaga se entabla entre ella y mi persona esta conversación: -¿Doña Albertina, quién le dio empleo en Ciénaga a Luis Enrique, hermano de Gabo? -Manuel Armella Locarno, mi primo que era alcalde Municipal en 1952. (Pero es el gobernador del Magdalena Manuel j. del Castillo, quien hace el cruce administrativo para favorecer al pariente de Aracataca, según asegura el mismo Luis Enrique, en Galvis, Bogotá, 1996.) ¡Ah! ahora recuerdo que en 1952 o 1953 yo estaba embarazada y fui a visitar a Luisa que había venido a Ciénaga a una diligencia acompañada de Gabito y se bajaba donde su hijo Luis Enrique, que vivía en los bajos de esa casa azul, la que tiene dos pisos… -¿La Casa Azul de los Fuzcaldo? Esa casa es de un solo piso. (Me estaba refiriendo a una importante casa comercial italiana cerca de la iglesia de San Juan Bautista). -No niño, la casa azul de los Henríquez. -¡Ah el Palacio Azul! Con razón Gabo recoge tantas intimidades de los Henríquez en “Cien años de soledad”, sin que los críticos las descubran De esta manera Gerald Martin dice acerca de mi libro “El Misterio de los Buendía”, que “dificilmente los lectores van a creer que los Henríquez son modelos para los Buendía”, como lo afirmo hipotéticamente en éste, pero que de todos modos es una valiosa investigación histórica sobre la Zona bananera. Entonces el viaje de doña Luisa con Gabito debió ser en 1952 para vender en Aracataca la casa paterna. Lo confirma esta dama. Ahora veamos que dice el aludido Luis Enrique hermano de Gabo nacido en Aracataca en 1928 y vinculado a Ciénaga por labor y matrimonio.” El 24 de Noviembre de 1951 fui nombrado Secretario de visitación especial de bosques en Ciénaga, no quería ir, pero mi mamá me dijo que el

Gobernador del Magdalena era Manuel J. del Castillo y él es su pariente, y me fui para Ciénaga. (Silvia Gálviz, “Los García Márquez”, Bogotá, 1996). Se alojó en casa de una hermana del Gobernador Josefa del Castillo de Manjarrés, el marido era de Puebloviejo y se casó con su hija Clara”, nos informa doña Emilcia “Mimi” Schiller en Santa Marta, 16de Septiembre de 2013.Ella es cienaguera, primera esposa de Jaime otro hermano de Gabo, nacido en 1940. Mi coetáneo, a quien conocí en Santa Marta, acompañado de un pariente de la rama Morán, Ramón Demetrio Revollo. “En Octubre de 1952 me casé con Clara Manjarrés del Castillo pero no tuvimos hijos.” (Gálviz, ob. Cit) En esa calendas iba yo a recibir clases de inglés donde las hijas de Isabel Ruiz, ese perenne amor del coronal Márquez en Ciénaga, en la calle Tenerife, o 5 entre carreras 10 y 11, clases que me daba Mercedes, deduzco que fue el año que Gabo aprovechó para obtener datos de Ciénaga de boca de ellas, pues Gregoria, esta si hija del coronel me lo confirmó en 1978:”Gabito mi sobrino venía a mi casa y me preguntaba así como lo haces tú”. “Él -Luis Enrique- vivió en Ciénaga en varias casas hasta 1967 cuando compró casa en Santa Marta”, continúa doña Emilcia. Pero Gabo confirma su estadía de 1953 en Ciénaga -¿de paso? para dirigirse a Barranquilla, regresando de Valledupar donde vivió en el Hotel Welcome de don Víctor Cohen: “El 13 de Junio muy temprano iba en el autobús hacia no sé dónde cuando me enteré que las Fuerzas Armadas se habían tomado el poder” (“Vivir para contarla”). El golpe de Estado lo dio el General Gustavo Rojas Pinilla, 1953-1957.

Parranda en Valledupar, 1984: Gabo con don Víctor Cohen, izquierda, y los compositores Rafael Escalona y

Emiliano Zuleta, derecha. Mercedes Barcha, de pie.

Luis Enrique estuvo casado también con Rosa Schiller, otra cienaguera y finalmente con Graciela Morelli, que sin confirmarlo, debe ser igualmente cienaguera o vinculada con la familia italiana que tuvo su gran casa de dos pisos enfrente de la mía, antiguo escenario del “Teatro Barcelona-1922-1926- de propiedad de mi abuelo Manuel Antonio, y donde en esos años de bonanza bananera arribaban las compañías de teatro españolas, argentinas y mexicanas. Si en Macondo hay un tal Bruno Crespi que lo imita, es mera coincidencia perodon Pepe Morelli, si es italiano, como los empresarios del cine Di Doménico que llegaron a Ciénaga en 1917 y como la gran colonia peninsular arribada a la región desde fines del siglo XIX. En Ciénaga también hay Cotes, rama materna de Gabo. Apellido del Caribe colombiano, que tiene como antecedente a un pirata francés del siglo XVII Martin Cote. Familia destacada a la que pertenecen Gabo y algunas figuras de la política y la industria, destacada además por la prestancia física de sus miembros, entre quienes fue Maruja Cotes Blanco, “Señorita Magdalena” en 1951. En esa calle Bolìvar vivían dos familias emparentadas muy de cerca con doña Tranquillina Iguarán Cotes, abuela de Gabo. Una era la Noguera Cotes, de origen samario y fonsequero, troncos de las familias Moscarella Noguera (Ana Elvira), Rovira Noguera (Remedios) y Araujo Noguera (Blanca), cuyo hogar se estableció en Valledupar. Vecinas del Teatro Ryalto y del Palacio Azul, y un tanto más lejos las dos casas de los Castillo Cotes, cuyas señoritas Remedios “Meme”, Dolores “Lola” y Magdalena “Malena”, conocí y aprecié. Sus hermanos fueron Manuel, Luis Carlos y Rafael. Los varones se casaron, se mudaron, y ellas se quedaron viviendo la casa solariega: adelante en la calle había una típica construcción caribeña: adobe y techo de palma, dos ventanitas de barrotes torneados, con canceles donde ellas veían pasar la vida plácidamente y detallaban lo acontecido en el mundo. En las noches su puerta era un sitio de recreo de vecinos y amistades, y sus casas se cerraban al compás de las luces fenecidas de los teatros Ryalto y Barcelona. Por el lado del callejón Popayán o carrera 11, hay todavía una sólida casona pintada de rojo oscuro, estilo republicano, cuyas arcadas se unen con la casita de adobe por medio de un umbroso jardín sembrado de begonias y helechos, ellas poseían una rara especie de helecho llamado cilantrillo, que se reproduce por esporas y es de difícil reproducción. Poseo donado por una prima un hijo o nieto de aquella cepa que ellas regalaron a mi abuela paterna. Allí estaban ellas custodiando la niñez y la juventud de sobrinos que habían quedado huérfanos. Aún tenían

ganas y voluntad para criar a niños de extracción pobre como Mañe Caro, hermano menor del genial tamborero Carlin, y buen jugador de fútbol. La casa poseía buena dotación en muebles de Viena, esquineras de cobre con arecas, lámpara de cristal en araña, floreros de murano azul, y un lujo para la época: el teléfono de manigueta, que convertía aquella amable casa en un moderno café internet. Los vecinos usaban a discreción aquel aparato mágico. Decía mi madre:”Guille ve donde las Castillo Cotes y dile a Malena que te preste el teléfono para llamar a mi prima Lilia, para que mande a Jaimito a almorzar el domingo”. Tenía que pedirle a Malena ayuda para operarlo. -Male, ¿cómo se usa este aparato? Era algo complicado, se daba vuelta a la manigueta y se escuchaba la voz femenina de la señorita Montalvo o Huguett: -¿Aló?-Comunícame con la casa de los Correa. -¿Cuál Correa, el esposo de Lilia Brodmier o el esposo de María de Lourdes Glen? -Donde Lili. -¿Quién habla Malena? -No. Salí despavorido. En varios años las interrogué sobre este tema, sus vínculos de familia con los Márquez Iguarán. ”Somos primas de Tranquilina, ellos su marido y el nieto, nos visitaron muchas veces, dormían aquí, mira aquí tengo una fotografía de Luisa cuando se casó en Santa Marta, y otra de Gabito de pocos años en mi patio, él es contemporáneo de mi sobrino José Luis. Ellos vinieron a Ciénaga en 1910 y se fueron en 1913.” Es Malena, pequeña de voz cantarina, y Meme la escucha y asiente. Malena sale a la calle y desde su esquina me señala el sitio donde estuvo la casita de techo de zinc rojo y las paredes de adobe que perteneció a los Armenta Reverend, descendientes del médico francés Alejandro Próspero Reverend, que atendió en Santa Marta a Bolívar en 1830.” Allí estaba la casa donde vivieron el coronel y Tranquilina”. Es en diagonal a mi casa natal de estilo neoclásico, con elevadas columnas y balaustrada en las dos terrazas, dos pisos y antejardín enrejado, antiguo escenario del “Teatro Barcelona”, convertido en casa-quinta de habitación, al

lado de la casa de los Morelli, inolvidable familia italiana amigos de mis padres. En el callejón de “la Piccola Italia”, llamada así por la numerosa presencia de peninsulares que tenían una importante fábrica de calzado “La Renaciente”, almacenes de víveres, talleres de reparación de calzado y sus casas de habitación. Pero esto era en 1950 y aquello sucedió en 1910. Veo entonces la fotografía que me acerca Malena, de un niño de aproximadamente 6 o 7 años de edad, rodeado de otros niños de ambos sexos. Gabo lleva en sus manos un palito que usaba como bastón-dice Malena. Debe ser 1933, 1934. Hoy poseo dicha foto. Y en ese primer año comienzan los preparativos para escoger en el Magdalena la candidata de este departamento al primer concurso nacional de belleza, a celebrarse en Cartagena, con motivo de sus 400 años de fundada. La noticia la da el periódico de Barranquilla “La Prensa”. La lista de candidatas es la siguiente: Rosario Barranco Fajardo, María Teresa Díaz Granados Galindo, Matilde Álvarez-Correa Díaz Granados y Rosita Henríquez Álvarez. Descendientes las tres últimas del dueño original de “San José de Sevilla”, José Francisco Díaz Granados Fernández de Castro. Glosemos esta noticia: María Teresa y Rosita vivieron en Bruselas, la primera en casa de los Henríquez Álvarez, Rosario vivía enfrente de Rosita y su padre administraba un teatro, Matilde es la nieta de un banquero de nacionalidad holandesa. Me cortaba Mati mi cabellera rubia y le dediqué un cuento. Rosario fue condiscípula en Ciénaga de Luisa Márquez, en el colegio de la señorita Julia Candanoza. El cura párroco y hermano del obispo Joaquín García Benítez, Padre Luis, tíos del escritor Héctor Abad-Facciolince, les ha prohibido a las señoritas samarias que participen en dicho concurso. Y por algún inconveniente en la Heroica, el concurso se aplaza hasta 1934, obteniendo el título Rosario Barranco, en una eliminatoria efectuada en el Teatro Ryalto de Ciénaga, administrado por el padre de ella. Los soldados del cuartel vecino a la iglesia de San Juan, votaron en masa por Rosario, contó su hermana Dilia. Una desagradable leyenda acompañaba a ella teniendo que ver con un suceso de “voyerismo” por parte de un condiscípulo, y es más o menos como lo narra el autor cuando se refiere a Remedios la bella, sólo que aumentándole la edad. En Cartagena inventaron que ella Rosario, desconocía el buen uso del tenedor-según me contó en 1965 el diseñador de carrozas cartagenero Víctor Araujo Grau. Y el perverso narrador

macondino repite el cuento adjudicándole a Remedios la bella la primitiva costumbre de comer con las manos. Es cuando Gabo acomete el poético personaje de Remedios la bella”. Ver mi libro “El Misterio de los Buendía”. Pero otros atributos de la singular ninfa no son suyos. Sino que les pertenecen a figuras femeninas que tuvieron que ver con el Teatro Barcelona-sito también en la calle Bolívar- convertido en mansión para el regreso desde Bruselas de los Henríquez Álvarez en 1932, cuya construcción en 1922 costó algo aproximado al del Palacio Azul Es donde ahora vivo. En su vieja taquilla, convertida en apartamento, y donde he colgado una araña de bronce y cristal, un espejo de marco dorado sobre una consola de palo de rosa francesa y cuadros antiguos. Al lado de la quinta neoclásica donde nací en 1940. Leamos que dice de este evento el cronista de Macondo: “Remedios le bella fue proclamada reina. Ursula, que se estremecía ante la belleza inquietante de la bisnieta, no pudo impedir la elección……Los hombres menos piadosos,…..asistían a la iglesia con el único propósito de ver aunque fuera un instante el rostro de Remedios la bella, de cuya hermosura legendaria se hablaba con un fervor sobrecogido en todo el ámbito de la ciénaga” (Pág. 168). Bien, Remedios la bella, lo afirma su autor, no es de Aracataca sino de Ciénaga. Y no se diga que allá no había mujeres bellas, que las hubo a no dudar pero Remedios no es de allá. Y es una mujer que en la realidad estuvo participando en un concurso de belleza. Unida a otras que fueron bellas pero no ostentaron el título honorífico de reinas de un sueño. Otro dato que da el cronista es un forastero que vino desde muy lejos, de una remota ciudad del exterior, atraído por la fascinación mágica de Remedios, y “era tan hermoso, tan gallardo y reposado, de una prestancia tan bien llevada, que Pietro Crespi junto a él habría parecido un sietemesino”. (Pág. 171) “Era tal poder el poder de su presencia, que desde la primera vez que se le vio en la iglesia todo el mundo dio por sentado que entre él y Remedios, le bella, se había establecido un duelo callado”. Además añade el cronista que la ninfa gusta de estar siempre desnuda por su casa. Pero de seguido como un corresponsal de prensa da la chiva: ”La noticia de que Remedios Buendía iba a ser la soberana del festival, rebasó en pocas horas los límites de la ciénaga, llegó hasta lejanos territorios donde se ignoraba el inmenso prestigio

de su belleza, y suscitó la inquietud de quienes todavía consideraban su apellido como un símbolo de la subversión” (Pág. 173).Los Henríquez de origen sefardita portugués-holandés fueron considerados por España unos subversivos. ”Piratas holandeses”, decían ellos los hispanos. Está comprobado, señor Gerald Martin. Glosemos: Estas noticias no le corresponden a Rosario Barranco, poseedora de dulce y apacible belleza, y aunque luego de su participación en Cartagena le llovieron los pretendientes, ninguno era extranjero. En cambio esto le corresponde a la biografía particular de una jovencita que en 1934 tenía 14 años, pero que en un lugar indeterminado de Europa durante su segunda estadía en el viejo continente-1954-1957- conoció y enamoró a un hermoso muchacho menor que ella de nacionalidad alemana y vino a Ciénaga en dicha fecha última, pidiéndola en matrimonio, lo cual se iba a dar pero en última hora ella desistió y el jovencito regresó a su tierra muy deprimido. Esa escena de la iglesia la presencié yo, entonces un adolescente, que acompañaba a la bella Ramona Henríquez Álvarez a misa de 9 de la mañana, ya su enamorado el teutón, rubio como los héroes de las óperas de Wagner. A quien los gais gringos le silbaban admirados en Miami, donde vivía su beldad.-según ha contado una prima. Otra clave secreta es la desnudez de Remedios le bella, y la tía Ramo no es este personaje sino una familiar también bella, la cual aún en edad senil, siente los rigores del calor y deambula por su gran casa desnuda. Pero que apareció su efigie como candidata a “Señorita Magdalena”, en la revista “Cromos” de Bogotá, en 1959.Cuando el propio Gabo publicaba sus crónicas sobre las naciones allende la “cortina de Hierro”. ¿Quién proporcionó estos datos a Gabo? ...Un misterio, pero son reales. Otra glosa es que esta característica de Remedios la bella tiene su similitud con otra bella de ficción, y es un personaje de la novela “El Villorrio” de Faulkner, quien también anda como la cienaguera desnuda por su casa. Otra información del cronista tiene que ver con la irrupción de una caravana de forasteros que traen en palanquín a una mujer “tan fascinante que hubiera podido concebir la imaginación.” Esta mujer de extraña belleza igualmente viene por el camino de la ciénaga. (Pág. 174).Pero es de una lejana tierra, y se llama Fernanda del Carpio.” Pero Aureliano Segundo se sobrepuso a de inmediato a la perplejidad, declaró

huéspedes de honor a los recién llegados, y sentó salomónicamente a Remedios la bella, y a la reina intrusa en el mismo pedestal”. (Pág. 175). Como ocurrió en la realidad. Luego vendrá una batalla campal entre los lugareños partidarios de Remedios y los intrusos, partidarios de Fernanda .Esta por la descripción del cronista es bogotana. Lo cual encaja con la realidad: en 1963 por gestión de un chico de 22 años se realiza por primera vez el Reinado del banano, siendo alcalde mi primo Joaquín Fernández de Castro Henríquez. Recuerdo y cito los nombres de las candidatas .Por Ciénaga Berta Henríquez Torres, Santa Marta Margarita Sánchez, Aracataca Marlene Escamilla y Fundación Carmen Retrepo, hermosa por cierto Quien ganó el título. “Yo vine a Colombia en el año de 1963, a un festival de cine en Cartagena. Tenía 7 años que de no venir a Colombia. Escalona me dijo muchas cosas y me invitó a Aracataca”. (“Cuando García Márquez vendía Enciclopedias en la Guajira y el Maestro Escalona daba de comer”, Marco Antonio Contreras, “Antología de Grandes Entrevistas, Daniel Samper Pizano, Bogotá, 2002). En 1964 solo recuerdo que ganó por Ciénaga, Inés Pinto Elías. En 1965 por Ciénaga María Cristina Álvarez-Correa Díaz Granados, por Barranquilla Marta Glen Díaz Granados y por Aracataca Esther Yáñez, quien fue la tercera reina del banano. En 1966 hubo cambio de alcalde y es nombrado por Jacobo Tovar Daza de Fonseca, el abogado Alfonso Castillo Nigrinis, quien organiza el evento. No participé en este último festival, en los anteriores desempeñé el cargo de Coordinador. Fue candidata de Ciénaga Judith Castañeda del Gordo. Obtuvo el título de Reina del Banano una joven de Bogotá Pilar Hinestroza. Y aquí las piezas del mosaico se juntan. Ella presta su origen para la creación de Fernanda del Carpio, como bogotana. No tengo más datos de ella. No sé si se ajusta a la descripción de ser perteneciente a una familia señorial, dueña de propiedades aunque arruinada, pero estas minucias son parte del imaginario del escritor, un fabulador singular desde niño. Lo que sé es que es familiar del rector de la Universidad Externado de Colombia en Bogotá. Fernando Hinestroza Daza. Quien asume este cargo en 1963. (Datos de Wikipedia). Por esta razón periodística Gabo bautiza a su personaje andino como “Fernanda del Carpio”. El apellido corresponde a una famosa entonces actriz de televisión española Alicia del Carpio.

Pilar Hinestroza, candidata de Bogotá es coronada como Reina Nacional del Banano en Ciénaga, 1966. Hay una foto del viaje de Gabo a Aracataca en 1966, reproducida por Martin en su biografía, y otra del Festival de la música vallenata en Valledupar en 1967, con una juvenil Consuelo Araujo de Molina, organizadora del festival, e hija de doña Blanca Noguera de Araujo, cienaguera, parienta de Gabo. Así, que tengamos en el novelista a un acucioso observador de su realidad circundante. Y él lo ha dicho, que todo lo que ficciona viene de la realidad. Para ir a Aracataca como a Valledupar hay que pasar por Ciénaga, ¿pero solo de paso? ¿No se arrimó a la casa de Luis Enrique su hermano menor? Ahora bien: el matrimonio de Fernanda -cachaca- y Aureliano Segundo -macondino-, obedece en la realidad a un hecho histórico: importantes familias de Santa Marta y Valledupar, como de Ciénaga y Zona Bananera tienen un ancestro andino. Tanto de Bogotá, como de Antioquia, Tunja como de Honda, Ocaña o de Bucaramanga. Pero, ¿Qué sucedió en el año de 1951 durante un reinado del carnaval en Ciénaga? Ya lo explicaremos. Un sonado revuelo social, una historia que fue repetida muchas veces en el ámbito del “pueblo más grande del mundo”, suceso protagonizado por una mujer de estatura elevada, de porte majestuoso, portando una larga cabellera negra, ojos color ónix, bordeados por pestañas sombrías, talle fino y cuerpo delgado y cimbreante: luce un modelo francés que vendía la Casa “Saks”, Quinta Avenida de New York, en “peau de soie” claro de luna, falda amplia en sesgo con dos aletas que concluyen en el hombro izquierdo, sin ninguna joya que su espléndida belleza se dirige acompañada de sus hermanas Lucila y Cecilia, y hermanos Juan Modesto, Esteban y Félix, mi madre Helena Torres, más bella que nunca vestida de azul en falda amplia, escote redondo, con lunares negros de excelente confección local-Aurita García-Marchena-, y otros familiares, al baile de coronación de la reina del carnaval de 1951, en los salones del Hotel Tobiexe, situado al costado de la iglesia de San Juan, en estilo colonial caribeño dado por su autor el arquitecto cubano Manuel Carrerá. Esa noche me escabullí del carro donde iban mi padre y mi mamá, y me monté en el de las tías, era el 19 de Enero, víspera del caimán, y se hallaban las calles aledañas al hotel plenas de público expectante y en los corrillos de mirones esperan la aparición de la soberana. Ramona se baja del automóvil que la conduce y es escoltada por una rubia que va en tul rosa con estola, menuda y sonriente.

mi tía Cecilia, que si lleva joyas. Sus hermanos y sus cuñados van en “smokings” de chaqueta blanca y pantalón negro, están algo rezagados. Pero un niño de diez años ágilmente se adelanta y observa que el público apostado en la gran puerta tallada del hotel aplaude con frenesí al paso de Ramona. Que entra al salón en medio de dos hileras de invitados elegantes, cuando uno de ellos rápido y fugaz toma a Ramona del brazo enguantado y la conduce al trono, como cualquier Buendía, pero ella sumida en un éxtasis no reacciona sino tardíamente cuando ya casi está sentada en el trono real que ha decorado la maestra de ceremonias Berta Díaz Granados. Es el momento en que ella devolviéndose de un ensueño dice al galante ujier-el gran bailarín Juan Barranco- que no cede en su propósito: -¡No Juan, yo no soy la reina, sino mi prima Lolita! Gracias por tanta gentileza. Foto de pasaporte para viajar a Italia, Ramona Henríquez Álvarez, 1954. Y entre mejores aplausos se dirigió al patio andaluz del hotel y se sienta en la mesa que está señalada para la familia: allí hay una gran profusión de frutas de clima templado, que ha traído del extranjero el tío Cleto: uvas, manzanas y peras que hacen las delicias de ese niño que se hace esa noche la promesa de ser un escritor. Acto seguido hace aparición la juvenil Lolita Fernández de Castro Henríquez, también elegante, pero desprevenida de lo que había acontecido. ¿Estuvo allí observando esta escena el futuro Premio Nobel de literatura 1982, empeñado en escribir una zaga que aún no le salía bien? Es probable: es 1951, año en que vuelve por confesión propia a la Zona

Bananera el escritor. ”Así que le caí sin anunciarme a mi amigo de la infancia Luis Carmelo Correa, en la finca de banano de Sevilla, a pocas leguas de Cataca” (“Vivir para contarla,” pág. 492). Lo cierto es que esta noticia de la confusión de reinas, la dio un muchacho de 19 años, pero esto ya lo dije. ¿Es Ramona Henríquez Alvarez esa mujer que Gabo evoca como la bella durmiente del avión, o la mujer más bella del mundo” con la cual el admirado tuvo un escarceo o “flirt” en alguna ciudad de Europa? Sólo podemos decir que en 1955 él andaba en Roma y ella también, acompañando a su hermana y sobrinos cuando era Embajador de Colombia en Italia Antonio Escobar Camargo (1954-1957), esposo de su hermana Rosa, además ella hizo un viaje a Ginebra en 1955, el mismo año que Gabo estaba en esa ciudad. (CFS: “El Misterio de los Buendía”, Bogotá, 2003) Le pregunté a tía Ramo en Ciénaga: -Tía, ¿tu conociste en Roma a Gabriel García Márquez? -No lo recuerdo. Ciénaga, Septiembre 2013, Valledupar Noviembre de 2013.

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GUILLERMO ANTONIO HENRIQUEZ TORRES

Ciénaga, Magdalena. Colombia.

BIOGRAFÍA

Nació el 10 de julio de 1940, en Ciénaga, Magdalena, centro de la “Zona Bananera de Santa Marta”. Hijo

de Félix D. Henríquez Álvarez y Helena Esther Torres Guerrero. Empresarios bananeros.

Bachiller del Colegio De La Esperanza, de Cartagena. Estudió dos años de Sociología, en la Universidad

Nacional, Bogotá. Teatro en la Escola D`art Dramatic “Adriá Gual”, y el Institut del Teatre, de Barcelona,

España. Producción de TV, en la Universidad del Norte de Barranquilla.

Gestor Cultural desde muy joven, ejerció como periodista aficionado y sin remuneración, desde 1957,

escribiendo en medios de Ciénaga, Santa Marta, Cartagena, Barranquilla, Bogotá y Valledupar.

Autor teatral, con 17 obras registradas, cinco publicadas: “El Cuadrado de Astromelias”, Bogotá, 1980.

Estrenada con éxito de público y crítica en 1972, Barcelona. “Marta Cibelina”, Bogotá, 1982, finalista como

la anterior en “I Premio de Teatro de Alcoy”, España, 1972. “Escarpín de Señora”, Barranquilla, 1984.

“Detrás del Abanico”, Barranquilla, 1984. “Academia de Baile”, Barranquilla, 1986.

Aparece “El Cuadrado de Astromelias”, en “Teatro Colombiano Contemporáneo Antología”. 500 años de

América, F. D. E. Madrid, 1992. Figura como uno de los cinco dramaturgos colombianos, reseñados por

Rosalina Perales, en “Teatro Latinoamericano Contemporáneo”, México, 1989. Reseñado como autor de

teatro en Boletín Bibliográfico y Cultural, Biblioteca Luis Angel Arango, Dic, 1999, fin de siglo. Como

narrador ha publicado tres libros de cuentos: “Historia de un piano de cola”, Medellín, 1989. “Sin Brujas ni

espantos”, Bogotá, 1996. “Ayer solo Ayer”, Barranquilla, 2003. Tiene un libro de cuentos inédito: “Set para

un filme oculto”.

Como novelista: “Agotadas las localidades”, “El Eje Z”, y “La Perla Barroca”, novela “ready-made”. Todas

registradas. Es autor de “El Misterio de los Buendía”. Verdadero Trasfondo Histórico de Cien Años de

Soledad”. Una edición incompleta, en Barranquilla, 1996, y dos completa en Bogotá, 2003 y 2006.

Además es autor de un libro sobre música regional del Magdalena, una historia del teatro costeño, y varios

ensayos sobre historia regional, carnaval, música popular y otros.

Ha publicado artículos en diarios nacionales y extranjeros; fue colaborador esporádico de “El Tiempo” y “El

Espectador”, de Bogotá, sobre temas culturales, de “El País” de Madrid, en 1984, con fotografías de

Aracataca y Zona Bananera, para un artículo de Dasso Zaldívar. Publicó un artículo sobre música del

Magdalena en el siglo XIX, Boletín Bibliográfico y Cultural, Biblioteca Luis Angel Arango, No. 53.

Fué Co-fundador en unión de varias personalidades, de la Casa de la Cultura de Ciénaga, 1975. Siendo

subdirector varias veces. Como director de la Casa de la Cultura de Ciénaga, en 1986, en unión de Javier

Moscarella, rector del INFOTEP, instituto superior de Ciénaga, postuló el centro histórico de Ciénaga, como

Monumento Nacional, lo que se obtuvo en 1992. Ha sido profesor de teatro desde 1974 hasta la fecha.

En Valledupar, Ciénaga, Santa Marta, Barranquilla y Bogotá.

Vivió dos años en Santa Marta, dos en Cartagena, cuatro años en Europa, dos en Valledupar, cinco en

Bogotá y doce en Barranquilla. El resto, en su amada tierra.

— 2014 —

A María Florencia Guerrero

Por su obra: “El cuerpo humano, peligrosa obsesión”


— Prof. Dr. Víctor Hugo Agüero Chaparro –Universidad Nacional de Paraguay. —Lic. Y Mtro. José Luis Castillejos Ambrocio –UNAM. México. University of Texas. EEUU.







tan pisoteados”






EL CUERPO HUMANO, PELIGROSA OBSESIÓN Una cuarentona rubia espera boca abajo sobre la camilla. Está casi desnuda. Casi, a no ser por una remera que le cubre el pecho. La cuarentona espera dos cosas: terminarse el cigarrillo que la obligará a volver a blanquearse la dentadura a fin de mes, y a la chica del guardapolvo que prometió volver no bien la colilla se estrelle contra el cenicero. La mujer termina y avisa apurada:

—Listo, pasalo nomás. La del guardapolvo vuelve. La unta con un gel que en cuanto roza su piel le provoca un frío enorme. La chica explica, con rictus de juramento hipocrático, que todo es seguro, que no pasa nada. Podría ser doctora, piensa la cuarentona. Podría pero no lo es. De hecho, terminó hace dos años el secundario y como no sabía qué hacer, compró un par de máquinas y se montó un “Centro de Estética”, con guardapolvo y todo, para que se note la seriedad. En minutos, la mujer será cavitada, esperando recuperar una figura que el invierno modificó. Podría ser cualquiera, porque cada vez son más las mujeres que se someten a radiofrecuencia, depilación láser, electrodos y toda una batería de intervenciones que apuntan a la belleza. La moda de las cuponeras digitales y las ofertas que se multiplican todos los días prometiendo dejar todo cuerpo como el de la modelo de turno con bajo presupuesto, empujan a las mujeres a los consultorios. Este año la vedette es la ultracavitación. Si bien la infinidad de tratamientos no invasivos se orientan a mejorar aspectos estéticos, el término y la intención no significan que sean inofensivos. “Las mujeres no lo saben, pero existe un alto riesgo sanitario por el mal uso de la tecnología láser; la medicina antes que un negocio debe ser medicina”, dispara Raúl Banegas, miembro de la Sociedad de Cirugía Plástica de Bs. As. La polémica no es simple: sin ningún organismo que los regule, los centros de estética crecen a pasos de Goliat, impulsados por la tendencia de la clase media a incorporar todo lo que represente rejuvenecer. El problema es qué se hace y con quién.

Virginia Urban es esteticista y hace años regentea el centro de estética montado en el fondo de su casa. Está preocupada porque la escalada en la adopción de aparatología no parece proporcional a la preparación. “La de esteticista no es una carrera profesionalizada –explica–. Yo no hago nada con láser porque considero que con un curso de pocos días no estoy capacitada para prevenir daños severos como los que puede generar la ultracavitación”. Es un sistema que produce ondas de choque que rompen los tejidos adiposos. Lo que pocos saben es que si ese procedimiento es mal aplicado, puede llegar a los huesos produciendo reabsorción ósea, o inflamación abdominal, o quemadura de los órganos, en tanto que a nivel sanguíneo, como libera grasas pesadas que deberían eliminarse por la orina, puede provocar trombosis. “Pocas mujeres saben que los diez litros de agua que toman antes de someterse a una cavitación no son garantía de eliminar toda esa grasa. Se la vende como la nueva lipoescultura sin agujas pero nadie dice que esa grasa pasa a la sangre y a mediano plazo podrían presentarse problemas en el intestino o el hígado, o deficiencias cardíacas”, asegura Urban. Banegas suma un dato que mete miedo: “Si no se toman recaudos, algunos de estos aparatos tienen tanta potencia que si se los aplica directamente sobre la paciente pueden hasta quemar vísceras, con la consecuente peritonitis y la posibilidad de morir”. La preocupación es razonable. Aquí, donde un ascensor debe ser inspeccionado debidamente, no existe un organismo que fiscalice el funcionamiento correcto de los aparatos, aunque la resolución 1271/01 del Ministerio de Salud determina que únicamente pueden ser manejados por profesionales de la medicina. Algo que no sucede en la mayoría de los casos. El de la depilación definitiva, también de moda por estos días, es un buen ejemplo porque la utilización incorrecta del láser puede desde manchar la piel hasta quemarla. Todas iguales. Después de Brasil, la Argentina ocupa el segundo lugar en cantidad de tratamientos de belleza no invasivos, con 166 mil intervenciones realizadas al año. El dato lo provee el informe de la International Society of Aesthetic Plastic Surgery (ISAPS), que ubica a nuestro país en el 13º puesto mundial, teniendo en cuenta los números absolutos de procedimientos quirúrgicos y no quirúrgicos. Aunque en base a las comparaciones relativas de las cifras versus la cantidad de habitantes por país, la Argentina asciende al 7º lugar del ranking mundial. El psiquiatra Daniel Fabián Klotzman es además médico especialista en estética no invasiva: “Acá nada está regulado, no hay una ley ni organismo que garantice la seguridad de las pacientes, que desde hace cinco

años crecieron exponencialmente. Hay peluquerías en las que se inyecta medicación a las clientas, son remedios que la gente compra en Mercado Libre, sin fijarse si son adecuados para hipertensos o hipotiroideos, lo cual es un peligro”. ¿Por qué si los gimnasios deben exigir un apto médico, los spa o centros de estética no tienen esa obligación? Silencio de radio. “Esto sigue funcionando y va a seguir pasando hasta que aparezca una muerte o una desfiguración. El médico tendría que estar obligatoriamente porque cualquier persona no puede hacer un diagnóstico”, advierte el psiquiatra. La diferencia entre las disciplinas estéticas y la cirugía plástica es lo que más interesa a la paciente. La primera no traspasa el cuerpo y la segunda utiliza esquemas terapéuticos quirúrgicos o invasivos. Los especialistas no anteponen una sobre otra, ambas se complementan. La diferenciación en el acceso, como en casi todo, parece social. No son muchas las mujeres que pueden pagar hasta 10 mil pesos por un tratamiento médico, entonces aparecen las opciones menos costosas. “Vienen mamás con sus hijas pidiendo que les haga cualquier cosa porque lo vieron en la televisión. Hay mucha información pero mal dada y eso termina es cuestiones muy peligrosas”, señala Urban, quien menciona pérdidas de embarazos o aceleración en el desarrollo del cáncer de piel. Liberté, pero con límites. Desde 2011, en el país de la Torre Eiffel una ley prohíbe los tratamientos no invasivos. Ese año un informe del Ministerio de Trabajo y Sanidad francés demostraba que 23 pacientes habían sufrido complicaciones graves durante el año 2009. Necrosis cutánea, hematomas, lesiones subcutáneas y trombosis fueron algunos de los trastornos sufridos por las denunciantes. “En Francia el descuido médico se les fue de las manos. Al ver las caras de algunas mujeres o sus cuerpos, se comprenden muchas cosas”, analiza Banegas. Los franceses fueron pioneros en cuestiones estéticas: allí el cirujano Gerard Yves Illouz practicó la primera liposucción en 1977. También a fines de los ’90, España prohibió por cuatro años la aplicación de botox, una medida que el año pasado decidió adoptar Venezuela para toda sustancia que se aplique con el fin de corregir arrugas, aumentar pómulos, labios o glúteos; en tanto Colombia no permite la aplicación de terapias de ningún tipo sin supervisión médica. “En cinco años tripliqué la cantidad de pacientes y por cuadra se ven dos o tres centros de estética”, señala Klotzman, un dato para nada menor en un país donde no hay estadísticas locales. Si bien existen la

Asociación Argentina de Medicina Estética y la Sociedad Argentina de Medicina Estética, curiosamente ninguna cuenta con relevamientos de un sector que crece con la velocidad de la luz. “Hay un millón de aparatos que están viniendo y muchos de ellos no tienen la aprobación de ANMAT –denuncia Banegas–. Aun así se venden a cualquiera, porque tampoco es necesario ser médico o tener un título para comprar un láser, por ejemplo”. Esos equipos lograron reconocimiento en los años ’70, aunque una década después ocuparon el espectro de aplicaciones en los tratamientos estéticos. Vos qué sabés. Si el Estado no regula, y por supuesto no inspecciona, parte de la responsabilidad queda en manos de quien aplica los tratamientos. Pero no toda. Hay una pata casi invisible en el proceso: los usuarios. “En este punto es interesante porque son muy pocas las personas que preguntan qué les están haciendo. Los riesgos parecen no importar”, señala la esteticista. Muchas mujeres llegan impulsadas por la propaganda infernal que durante todo el día se emite en los medios audiovisuales, con modelos y actrices reconocidas a la cabeza. Aunque pocas veces se saben las consecuencias. Tal vez el caso más resonante sea el de la actriz Silvina Luna, que el verano pasado sorprendió a todos con una enorme, enorme cola. Todo muy lindo hasta la semana pasada, cuando trascendió que estaba siendo atendida porque el metacrilato que se habría inyectado es un producto prohibido. “Hay que tener mucho cuidado en su uso porque puede traer consecuencias como amputaciones en los miembros inferiores”, avivó la hoguera el mediático cirujano Cristian Pérez Latorre. Algo similar ocurrió con la reaparición de la conocida Lara Flynn Boyle –Serleena en Hombres de negro II–, cuya bella imagen de los ’90 quedó en la historia tras aplicarse cantidades indiscriminadas de toxina botulínica. Una imagen que bien podría ser bizarra, si no expusiera lo real. Desconociendo los datos, miles de mujeres siguen adoptando sistemas que prometen más de lo que ofrecen. A cavitar que arranca el verano y se acaba el mundo, parece proclamar la publicidad. Y, ya se sabe, en un mundo que reclama siluetas y culos perfectos en tiempo express, las técnicas no invasivas parecen una respuesta rápida, barata y sin dolor. El paraíso de la belleza, si es que dios existe. RECUADRO La legislación no se cumple

La resolución 1271/01 del Ministerio de Salud de la Nación establece que para hacerse responsable del uso de equipos láser se debe presentar el título profesional y matrícula, además de un currículum que deje constancia de los cursos realizados sobre el tema. Pero los especialistas confirman que en la práctica es diferente. “La legislación no se cumple, porque las empresas venden aparatos a mansalva. No hay diferenciación entre profesionales y no profesionales, además de que al no existir un organismo que inspeccione los equipos y los salones, queda a criterio de cada uno lo que hace y quién aplica los tratamientos”, explica la esteticista Virginia Urban. La ANMAT, a través de su Dirección de Tecnología Médica, es el único ente que regula y fiscaliza los productos médicos, entre los que se encuentran los que se aplican mediante inyección, aguja u otro sistema que tienda a mejorar la imagen; utilizados con fines plásticos, reconstructivos o estéticos. Ante la noticia sobre los problemas de salud que sufrió Silvina Luna, una controversia se originó en el uso de la sustancia conocida como Metacrill, empleada frecuentemente como relleno facial. Si bien para esas aplicaciones el producto está autorizado, no estaría permitido para aumentar el volumen de los glúteos.

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Nota publicada el 06.11.2013 en el semanario Veintitrés.

Autora.

María Florencia Guerrero,

Argentina. 35 años. Residente en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

CV.

Licenciada en Comunicación. UBA. Actualmente se desempeña como subeditora en Revista Veintitrés. Trabajó en posiciones similares en revistas 7 Días, y Susana. Es Free Lance para Viva, Gourmet, y Pagina 12.

— 2014 —

A Karen Julia Milessi

Por su obra: “Paremos las Antenas”


— Prof. Dr. Víctor Hugo Agüero Chaparro –Universidad Nacional de Paraguay. —Lic. y Mtro. José Luis Castillejos Ambrocio –UNAM. México. University of Texas. EEUU.







tan pisoteados”






Paremos las antenas

Mitos y Verdades sobre Telefonía Móvil

Todo el mundo quiere ser Erin Brockovich. O al menos eso pareciera desde que Julia Roberts se

encargó de interpretar este personaje en la pantalla grande. Lo cierto, es que desde la década pasada el

derecho ambiental ha cobrado un lugar en la agenda y, con ello, los profesionales del ámbito de la

ecología buscan ganarse su lugar en la vitrina del reconocimiento social y, por qué no, algunos cuantos

dólares.

Sin embargo, esto nos conduce, a veces, a establecer vínculos donde no los hay o resulta muy difícil

demostrarlo. Se trata de una carrera de denuncias -o quizá de una paranoia colectiva- que nos distorsiona

la mirada y nos hace ver contaminación en territorios en los que aún no se ha llegado a ese límite. En este

caso, será la contaminación electromagnética a la que pondremos bajo la lupa.

Estemos alertas entonces para lograr separar las verdades científicas de los mitos urbanos, para

impedir que el miedo nos cierre el camino hacia el desarrollo tecnológico, para no esparcir la duda sobre

problemáticas incomprobables; o, dicho en lenguaje coloquial, paremos las antenas.

LA CONTAMINACIÓN ELECTROMAGNÉTICA Y SUS DAÑOS EN LA SALUD

¿Qué sucede cuando una persona vive, trabaja, juega o estudia, mes a mes y año tras año cerca de una

antena de telefonía móvil? Difícil resulta responderlo con certeza debido a que la proliferación de antenas

de telefonía móvil, instaladas de manera irregular en el Área Metropolitana de Buenos Aires, aún es

demasiado reciente como para arrojar resultados concluyentes.

Sin embargo, esta incertidumbre ha traspasado nuestras fronteras para convertirse en una

preocupación a escala global: la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) ha

descubierto que existe una vinculación moderada entre las radiaciones emitidas a corta distancia por estas

antenas y ciertos tipos de cáncer, así como también existen organismos representantes de las empresas de

telefonía que se encargan de desmentirlo. Mientras tanto, la cobertura en la Ciudad Autónoma y el Gran

Buenos Aires resulta ineficiente debido a los atrasos en la autorización de instalación de nuevos

dispositivos.

Navegamos en un escenario de aguas divididas entre lo científicamente probable y el sentido común,

donde intereses y actores diversos se disputan por llevarse el lugar más privilegiado del campo. ¿Cuánto

hay de cierto, entonces, en esta creencia popular de la contaminación electromagnética?

El mito comienza con la propagación de las ondas electromagnéticas. Estas ondas son generadas por

equipos electrónicos en funcionamiento y circulan de la misma manera que las ondas de luz, de radio y de

televisión. Todos los electrodomésticos las emiten, pero la mayoría son de baja frecuencia. Los teléfonos

celulares, en cambio, emanan radiaciones que han sido vinculadas con ciertos tipos de cáncer. No

obstante, éste no es el único problema.

Eduardo Legaspe, bioquímico egresado de la Universidad de Buenos Aires y miembro del Instituto de

Investigación e Ingeniería Ambiental de la Universidad de San Martín, lleva varios años dedicado al estudio

de los efectos que producen las radiaciones en el cuerpo humano y reconoce sus impactos negativos en la

salud.

“Los efectos del sistema de telefonía celular se dividen en efectos térmicos y efectos no térmicos o

biológicos. Los efectos térmicos son conocidos y constan de un aumento de temperatura. Son en los que

se basa la Organización Mundial de la Salud (OMS) para determinar los valores guía límites a los que la

gente se puede exponer a radiación de antenas y teléfonos celulares”, afirma Legaspe. “Lo que ocurre” –

prosigue– “es que hay un montón de evidencia que se ha venido acumulando sobre los efectos no

térmicos, como alteraciones en la conducta del ADN, la barrera hematoencefálica y una serie muy grande

de alteraciones en el sistema nervioso, sobre los que actualmente se está investigando”.

Respecto a esta afirmación, debemos recordar que recientemente la Organización Mundial de la Salud

(OMS) y la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) han decidido clasificar a las

radiaciones electromagnéticas provenientes de la telefonía celular dentro del llamado Grupo 2B, en el que

se hallan los agentes “posiblemente cancerígenos”, es decir, aquellos de los que se sospecha

fundadamente que pueden provocar cáncer pero de los que aún no hay suficientes pruebas científicas.

De acuerdo con un estudio realizado por la Sociedad Internacional para la Investigación de la

Contaminación Electromagnética (IGEF), del total de la población sometida a radiaciones de alta frecuencia

un tercio sufre severos trastornos de salud, otro tercio padece problemas de carácter leve, mientras que

sólo el último tercio no se ve afectado. El riesgo depende de la distancia a la que viva la persona de la

instalación, de la potencia de la emisora y de la orientación de la antena, y, en menor medida, de sus

condiciones físicas y de edad, ya que es mayor el riesgo para los niños, los ancianos y los enfermos del

corazón.

Por este motivo, vecinos de Quilmes, Lomas de Zamora, Esteban Echeverría, Lanús y Almirante Brown

que viven en zonas aledañas a las antenas de telefonía móvil, han emprendido acciones para impedir que

el fenómeno avance, sobre todo en lugares cercanos a hospitales, colegios y donde reside la población

más vulnerable.

La organización no gubernamental ecológica “No a la Antena”, dedicada a difundir las problemáticas

vinculadas con la instalación de antenas irregulares en la Zona Sur del conurbano bonaerense, ha tenido

un importante papel en esta campaña. Gracias al apoyo que recibieron sus miembros por parte del

intendente Darío Giustozzi, lograron frenar la instalación de seis antenas en el municipio de Almirante

Brown.

Para pedir la remoción de las antenas, los vecinos apelan al Principio Precautorio, una herramienta del

derecho ambiental que se aplica en casos de incertidumbre científica, cuando aún no existe una certeza

sobre los efectos potencialmente nocivos que puede producir una sustancia o un agente físico sobre el ser

humano o el medio ambiente.

Por su parte, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, los edificios de propiedad horizontal son el

blanco principal de la instalación irregular de antenas. Según lo afirma el Vicepresidente de la Federación

de Asociaciones de Consorcios (FEDECO), Ricardo Braulio Geler, el alojamiento de estos dispositivos en las

azoteas no debería permitirse.

“Normalmente, se trata de un acuerdo con las Administraciones, con contratos que no reflejan el

monto total de lo que la empresa paga, ocultándose los efectos perniciosos para la salud. Si los

consorcistas lo supieran, no permitirían el acuerdo”, especula Geler.

Debemos recordar que los consorcistas tienen un papel importante en esta decisión. La presidenta de

la Unión de Consorcistas de la República Argentina (UCRA), Alicia Giménez, certifica que en la Ciudad de

Buenos Aires una resolución de la Defensoría del Pueblo exige que para instalar antenas en un edificio

sometido a la Ley Nacional de Propiedad Horizontal se debe tener la aceptación fehaciente de la

unanimidad de todos los copropietarios

Hasta aquí la hazaña parece exitosa, sin embargo no es del todo efectiva: según sostiene Rodolfo

Andreani, coordinador del Servicio de Asesoramiento Técnico de la Federación Argentina de Municipios

(SATFAM), las campañas ecológicas contra la instalación de las antenas han empeorado la situación, ya

que debido a estas los intendentes de los municipios promulgaron ordenanzas para la instalación muy

engorrosas y de difícil cumplimiento.

En tal sentido, ante la imposibilidad de cumplir con los requisitos impuestos y las demoras que se

generan en los trámites administrativos para autorizar su instalación, los Operadores de Comunicaciones

Móviles (OCM) comienzan a instalar sin ningún tipo de autorización, propiciando a su vez más clamor de la

población y generando un círculo vicioso.

En relación a este punto, Andreani sostiene que “cualquier instalación de estructuras soporte de

antenas, sea de la índole que sea, debe estar autorizada por el municipio respectivo a través de la

habilitación pertinente, como cualquier obra civil, tal cual lo indica la Resolución 795/1992 de la Comisión

Nacional de Comunicaciones”. Esto significa que el único organismo que tiene habilidad para autorizar o

no una instalación de esta naturaleza es el propio municipio a través de sus oficinas de obras particulares.

No obstante, cuando se trata de antenas ya instaladas la situación es diferente, ya que el municipio

deja de ser el único actor social capaz de intervenir. La Dra. Marta Juliá, integrante del Instituto Superior

de Estudios Ambientales de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), afirma que cualquier vecino puede

y tiene el derecho de exigir una evaluación del impacto ambiental que producen estos equipos.

“El camino ideal a seguir al momento de iniciar una demanda legal por instalaciones irregulares es

recurrir al Organismo Provincial para el Desarrollo Sustentable (OPDS) y ver si una antena ha cumplido o

no con dicho trámite. Ante esa última situación, cualquier vecino puede actuar judicialmente contra la

empresa, sea cual fuere”, sugiere Juliá.

DESMITIFICANDO MITOS

La pregunta que surge a esta altura es inminente: ¿dónde reside el mito de la contaminación

electromagnética? La respuesta es sencilla: existe una gran dificultad para encontrar a los damnificados.

Juan Luis Peri, miembro de la Asociación Argentina de Periodistas Ambientales, confirma que en la

Argentina no existen casos comprobados de víctimas de la contaminación electromagnética que hayan

sido difundidos por la organización en la última década.

Por su parte, la Comisión Nacional de Comunicaciones (CNC) sostiene que en nuestro país existe una

extensa experiencia de mediciones de radiaciones de antenas de sistemas de telefonía móvil, realizadas

por organismos oficiales e instituciones académicas, que han dado como resultado la verificación de

valores muy por debajo de los máximos permitidos en las regulaciones vigentes.

Del mismo modo, la empresa de prestación de servicio de telefonía celular Personal asegura en su

portal web que la telefonía móvil cumple con una rigurosa observación de los límites de exposición a las

emisiones radioeléctricas establecidos por la OMS. Estos límites incorporan amplios márgenes de

seguridad y las mediciones de control demuestran que las antenas emiten ondas habitualmente

centenares de veces por debajo de los límites establecidos en las normativas internacionales.

La conclusión, entonces, parece definitiva: no existe vínculo comprobable entre las radiaciones no

ionizantes y afecciones tales como el cáncer y la leucemia. Se trata simplemente de un mito implantado en

la sociedad que ha venido para quedarse, pues cada día son más los especialistas que se dedican a

apadrinar la lucha ambiental esperando obtener un beneficio económico a través de un fallo judicial.

Ahora bien, ¿cuáles son sus consecuencias? Más allá de los reclamos que infieren una relación directa

entre las antenas móviles y ciertas enfermedades, lo cierto es que hoy día es imposible concebir la realidad

sin tener al alcance de nuestras manos este tipo de tecnologías.

Esta premisa nos remite a analizar el estado actual de la infraestructura, que en nuestro país pareciera

estar desbordada. Según datos de la Unión Internacional de Telecomunicaciones, organismo que depende

de la ONU, circulan en la Argentina 134 celulares por cada 100 personas. Si se cruza este dato contra las

4220 antenas existentes en la Ciudad Autónoma y el Gran Buenos Aires tendríamos como resultado un

número escaso para dar un servicio eficiente a los más de 17 millones de teléfonos celulares.

El ingeniero Roberto González, coordinador técnico del Consejo Profesional de Ingeniería de

Telecomunicaciones, Electrónica y Computación (COPITEC), asegura que la falta de cobertura se debe a

dos causas: atrasos en la autorización de nuevos sitios y falta de inversión de las empresas que deberían

instalar muchas más radiobases.

Pero es en el problema en donde radica la solución: “cuantas más antenas se instalen, menor será la

potencia de emisión electromagnética, ya que si no se producirían interferencias entre antenas

adyacentes. El problema –opina González- es que las empresas no han sabido informar esto como

corresponde a la población”.

Por último, el biólogo especializado en Ingeniería Ambiental Roberto Bertona propone correr la

mirada hacia otro aspecto que podría generar una futura alerta: las antenas parabólicas de televisión

digital por aire que están instaladas irregularmente en la mayoría de los barrios conocidos sin ningún tipo

de regulación. Investigar cuánta cantidad de ondas recibe un hogar con estos receptores se convertirá en

la nueva lucha entre tecnología y medio ambiente.

“Resultan muy complicadas estas dicotomías en la sociedad: queremos usar el coche pero no

queremos más autopistas ni contaminación del aire; queremos electricidad pero no queremos centrales

nucleares que las generen; queremos telefonía celular para navegar por internet perdiendo el tiempo,

poniendo en Facebook que estamos caminando por la calle o twitear que vimos a Justin Bieber rascándose

la oreja en el balcón del hotel, y eso demanda equipos más sofisticados que requieren más energía. Por

ende, queremos más servicios de telefonía celular pero no queremos más antenas. Es para pensar”,

reflexiona Bertona.

¿Cuál será, entonces, el devenir en materia de regulación de la telefonía celular? Imposible saberlo.

Por lo pronto, nos mantendremos comunicados.

PRINCIPALES FUENTES:

DOCUMENTALES:

- GARDERES, J. e INZAURRALDE, M. (2009). Tesis sobre la telefonía celular. Facultad de

Ingeniería de la Universidad de Montevideo. Uruguay.

- “Código de Buenas Prácticas Tecnológicas”. Acuerdo firmado entre la Federación Argentina de

Municipios (FAM) y operadores de comunicaciones móviles (Movistar, Claro, Personal y Nextel).

- “Ley General del Ambiente”. Ley sancionada por el Congreso de la Nación en el año 2002, que

incluye el Principio Precautorio aprobado en la Cumbre Ambiental de Río de Janeiro de 1992.

- Responsabilidad Corporativa de Movistar (Información institucional). Link:

http://www.movistar.com.ar/institucional/responsabilidad-corporativa/como-funciona-la-telefonia-movil/

- Denuncias por instalación irregular de antenas de telefonía móvil publicadas en la Defensoría del

Pueblo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Link:

http://www.defensoria.org.ar/areastematicas/consumidores10.php

- “Declaración de la Organización Mundial de la Salud y la Agencia Internacional sobre la

Investigación del Cáncer (IARC) sobre los campos electromagnéticos y los posibles riesgos para la salud”.

Comunicado enviado por la IARC en el que se clasifica a los Campos Electromagnéticos de

Radiofrecuencias en la categoría 2B, estableciendo vinculaciones limitadas con ciertos tipos de cáncer.

- “Instalación de antenas de telefonía celular: consejos para consorcistas”. Informe sobre los requisitos

que deben observarse para la instalación de antenas de telefonía móvil celular en las terrazas de los edificios

de propiedad horizontal, elaborado por la Defensoría del Pueblo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

- “Seminario: Antenas, infraestructura necesaria para las telecomunicaciones”. Versión digital del

seminario dictado en Buenos Aires en noviembre de 2004, organizado por la Cámara de Informática y

Comunicaciones de la República Argentina (CICOMRA); el Consejo Profesional de Ingeniería de

Telecomunicaciones, Electrónica y Computación (COPITEC) y el Instituto de Ingenieros en Electricidad y

Electrónica de Argentina (IEEE Argentina). Su objetivo fue informar y difundir aspectos vinculados con las

normas que rigen la instalación de antenas de telecomunicaciones y la verificación de su cumplimiento.

- “Resolución 3690/2004 (Boletín Oficial N°32.524, Fecha 10/11/2004)”. Ley que establece que los

titulares de autorizaciones de estaciones radioeléctricas y los licenciatarios de estaciones de radiodifusión

deberán demostrar que las radiaciones generadas por las antenas de sus estaciones no afectan a la población

en el espacio circundante a las mismas.

- “Resolución 795/1992”. Ley mediante la que se propone modificar la normativa vigente sobre las

estructuras soporte de antenas.

TESTIMONIALES:

- Rodolfo Héctor Andreani, coordinador del Servicio de Asesoramiento Técnico de la Federación

Argentina de Municipios (SATFAM), organismo encargado de asesorar a los municipios en cuestiones

vinculadas a la instalación de las antenas.

- Dra. Marta Juliá, abogada y miembro del Instituto Superior de Estudios Ambientales de la Universidad

Nacional de Córdoba (UNC).

- “No a la antena”, organización no gubernamental ecológica dedicada a difundir problemáticas

vinculadas a la instalación de antenas en el conurbano bonaerense.

- Juan Luis Peri, miembro de la Asociación Argentina de Periodistas Ambientales.

- Lic. Alberto M. Bertona, biólogo con especialización en ingeniería ambiental.

- Lic. Eduardo Legaspe, abogado y bioquímico egresado de la UBA, miembro del Instituto de

Investigación e Ingeniería Ambiental de la Universidad de San Martín.

- Dra. Rita Lidia Sessa, miembro de la Liga del Consorcista.

- Alicia Giménez, presidenta de la Unión de Consorcistas de la República Argentina (UCRA).

- Ing. Roberto A. González, coordinador técnico del Consejo Profesional de Ingeniería de

Telecomunicaciones, Electrónica y Computación (COPITEC).

- Dr. Ricardo Braulio Geler, vicepresidente de la Federación de Asociaciones de Consorcios

(FEDECO).

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Autora:

Lic. Karen Julia Milessi

Resumen: Esta investigación se propone desmitificar la leyenda urbana que gira en torno a la contaminación electromagnética provocada por las antenas de telefonía celular. Mediante el repaso de nociones del derecho ambiental y ciudadano, este informe pretende despejar dudas científicas y brindar consejos para mejorar la calidad de vida sin alterar el medio ambiente

— 2014 —

A Candela Sialle

Por su obra: “Consumo Tóxico, y Salud Mental”









tan pisoteados”






Consumo tóxico y Salud Mental

El caso del Hospital Psiquiátrico

Agudo Ávila de Rosario

Diagnóstico

La hipótesis que encuentra en el desánimo, en el consumo de sustancias tóxicas y en la violencia de los

vínculos los semblantes contemporáneos del sufrimiento psíquico no es novedosa. Quizás, este

acostumbramiento al malestar cultural contribuya a explicar la desafectación con que los estamentos

decisorios de la provincia de Santa Fe perciben la problemática de las adicciones. A diferencia de épocas

pasadas, la falta de información específica ya no puede utilizarse como el atajo de funcionarios distraídos.

Junto a los aciertos del sentido común con el que a estas alturas cualquier sujeto que salga a la calle acredita

la proliferación del mercado de sustancias psicoactivas, se suman las alertas de los expertos y los distintos

relevamientos cognitivos sistematizados. Con extrema rigurosidad científica por ejemplo, del OAD

(observatorio Argentino de Drogas de SEDRONAR) al menos en los últimos cinco años viene

notificándonos no solo de las variaciones en el mapa del consumo si no también, en la intrínseca relación de

estas con la violencia urbana. Finalmente, el informe de Naciones Unidas sobre drogas en el mundo emitido

en el pasado mes de julio reconfirmó la complejidad del diagnóstico global signado por la prolijidad de los

poderes asociados al narcotráfico para redistribuir roles y tareas a fin de doblegar la resistencia que puedan

oponer los gobiernos populares de la Región. Se engaña quien considere que la barbarie de sus crímenes es

el herramental metodológico más efectivo.

Las dificultades que evidencian los conflictos de dimensiones estructurales como el consumo y venta de

drogas ilícitas no pueden justificar sin embargo, la opción por “la retirada de la política”. En nuestra

provincia no se observan indicadores que nos hagan dudar acerca de esta elección por la no intervención

estatal. El alza exponencial de la ingesta de psicofármacos, la irrupción de nuevos mercados de sustancias

sintéticas sumados a la merma estrepitosa en la franja etaria de iniciación al consumo no constituyen un

problema de agenda gubernamental. En ello coinciden diversos especialistas

El problema.

La falta de voluntad política puede constatarse en la carencia de políticas públicas de asistencia, en la

inexistencia de intervención estratégica sobre la instancia preventiva, en la ausencia de presupuesto

específico real pero fundamentalmente, en la incapacidad para otorgar al problema el encuadre pertinente.

Nos referimos a la negación de su carácter eminentemente sanitario. Ya nuestra Ley provincial de Salud

Mental (10.772) del año 1991 inscribía a las adicciones dentro de los objetivos de las políticas sanitarias.

Veinte años han pasado de aquella innovación jurídica amasada al calor de las gestas

desmanicomializadoras de la década del 80” que supieron colocar a Santa Fe junto a Río Negro a la

vanguardia de la reforma psiquiátrica latinoamericana Dos décadas mas tarde en franco retroceso y a

contramano de un escenario nacional que consolida estos antecedentes normativos en la sanción de la

primera legislación marco en salud mental (ley 26.657/2010) en las fértiles praderas locales la problemática

de las adicciones se dirime dentro de lo que los politólogos con ascendencia liberal llaman la “sociedad

civil”. En este reino de lo privado los consumidores detentan libertad para elegir la clínica médica donde

realizar posibles tratamientos.

Las consecuencias del desencuentro entre drogas y salud pública una vez más, son costeadas por los pobres.

¿Dónde van aquellos que carecen de cobertura médica? ¿Dónde tratan sus episodios agudos en el que se les

juega la vida? ¿Dónde se desintoxican?

Al respecto y por citar solo parte de los datos de uno de los referentes seleccionados en nuestra

investigación informamos que de acuerdo a nuestro relevamiento estadístico a lo largo de los meses de

enero, febrero, marzo y abril del corriente, en el Centro Regional de Salud Mental Agudo Ávila de

Rosario el 71% sobre el total de los pacientes que han acudido al servicio de guardia y que luego han sido

alojados en el sector de Tránsito fueron diagnosticados mediante el CIE 10 con “Trastornos Mentales

debido al uso de múltiples drogas”

La magnitud de los datos debería al menos inducir a la reflexión de los funcionarios del área sanitaria

provincial. Con un presupuesto mensual de $ 130.000 se financia una Dirección Provincial de Salud Mental

que abiertamente declara “no poseer ningún programa específico para el tema “consumo problemático”. Las

razones de esta ausencia intentan justificarse sobre la base del argumento que propone evitar la posible

superposición de funciones entre las agencias públicas dado que existiría por ejemplo, una Dirección

Provincial de Prevención y Asistencia de las Adicciones dependiente de la Secretaría de Promoción

Comunitaria. Pero dicha secretaría adolece de espacios asistenciales genuinamente públicos. Como se

recordará, las Casas del Sol fueron cerradas hacia el año 2008 y uno de los postulados que movilizaron

dicha decisión apelaba a la no manicomialización del consumidor. La práctica ha demostrado lo hipócrita

del argumento dado que ante la inexistencia de políticas el parche adquiere la forma de “becas”. Un sistema

tercerizado mediante el cual el fisco en sus dos niveles (municipal y provincial) eroga dinero para que los

centros privados se encarguen de la instancia de tratamiento y rehabilitación. Los montos oscilan entre los

$900 y los $1500 pesos mensuales por chico, sus variaciones obedecerían al tipo de tratamiento que se lleve

a cabo (concurrencia “de día” o bien, con internación completa). Pero en cualquiera de los dos casos, las

becas que se entregan en términos individuales tienen topes irrisorios y si el sujeto ha cumplido su mayoría

de edad el gobierno provincial se desentiende. En tanto, los chicos con intenciones y en edad de acceder a

este subsidio quedan a merced de un nada rápido proceso burocrático donde debe acreditarse y evaluarse la

insolvencia material del grupo familiar.

Finalmente la realidad de los números indica que los jóvenes no poseen instancias de asistencia más o

menos prolongadas y que sus crisis por toxicidad terminan siendo abarajadas por la red sanitaria pública.

En buena medida por los hospitales psiquiátricos, como acertadamente lo prevé nuestra legislación

provincial y nacional. El problema es que la inadecuación de la institución monovalente para resolver esta

problemática como bien lo atestiguan las propias autoridades hospitalarias obliga a la rápida externación de

estos pacientes una vez que se ha logrado resolver el trance agudo. Signados por la falta de recursos

materiales pero también, por la ausencia de recursos humanos formados en la materia los hospitales

psiquiátricos de la provincia son completamente inermes frente a los desórdenes psíquicos más relevantes

en la actualidad.

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Publicado en Diario La Capital de Rosario. 12 de septiembre 2012

Actualmente disponible electrónicamente en:

http://www.lacapital.com.ar/ed_impresa/2012/9/edicion_1407/contenidos/noticia_5000.htm Autora:

Candela Sialle Rosario, Santa fe, Argentina.

Breve reseña CV

Grado académico: Lic. C. Política. Fac. C. Política y Relaciones Internacionales. Universidad Nacional de Rosario. Título de Postgrado: Doctorado en Ciencia Política. Fac. C. Política y Relaciones Internacionales. Universidad Nacional de Rosario. •Especialización en Historia y Políticas de Salud Mental

Algunas Publicaciones de su autoría

Libros. Autoría individual “Política y Subjetividad en el Rió de la Plata en el siglo diecinueve”.2008. U.N.R Editora. ISBN: 978-950-

673-674-3 Disciplina: Ciencia Política/ Filosofía

“¿Desmanicomialización? La reforma Psiquiátrica en la Provincia de Santa Fe” (1984-1989). 2008. UNR

Editora. ISBN: 978-950-673-6 Disciplina: C. Política/ Análisis de Política Publica

“La Locura asumida por una política de Estado. Una experiencia Argentina”. (Tesis Doctoral. En prensa

UNR Editora)

Artículos Académicos.

La analítica de la Finitud. Notas sobre Spinoza y Michel Foucault. (2011) Micropolíticas. ISSN. 1852-5881 Estado y Locura. Notas para comprender una relación histórica. (octubre2012) (2011) Micro políticas. ISSN. 1852-5881

Artículos de divulgación científico- periodística

“La ausencia de lo femenino en el discurso político”. (Abril 2007) Política y Psicoanálisis. EOL. Buenos Aires. “Consumo Tóxico y Salud Mental. El caso del Hospital Agudo Ávila de Rosario” (Septiembre 2012). Diario La Capital. Rosario. Sección Opinión. •Colaboraciones para el Diario Página 12 A la Salud de las Araña. (Abril, 2010). Diario Página 12. Contratapa .Rosario 12. Federico. (Mayo, 2010) Diario Página 12. Contratapa. Rosario 12. Jirones. (Julio 2010) Diario Página 12. Contratapa. Rosario 12. Ahora. (Octubre 2010) Diario Página 12. Opinión Política. Rosario 12. Cuanto más inteligente se es, más entupido. Últimos pensamientos de Witold Gombrowicz (Enero 2011) Diario Página12. Contratapa. Rosario 12 Juan Ferrero, cantor con destino (septiembre 2012) Diario Página12. Contratapa Rosario 12.

Diálogos franco-argentino (15 octubre, 2012) Diario Página12. Contratapa Rosario 12. Algunos peligros del verano en la ciudad. Informe para Mujeres. (15enero, 2013) Diario Página12. Contratapa Rosario 12. Dios se encarna en el verbo. (12 de marzo de 2013) Diario Página12. Contratapa Rosario 12. César Vallejo, el amor por las crisálidas. (Martes, 2 de abril de 2013) Diario Página12. Contratapa Rosario 12. Praga días antes de la primavera (Martes, 21 de mayo de 2013) Diario Página12. Contratapa Rosario 12. Nietzsche y Elizabeth (Martes, 1 de octubre de 2013) Diario Página12. Contratapa Rosario 12 • Desempeño en la formación de Recursos Humanos • Docencia Nivel Universitario (2008-2009) Docente Adscripta. Cátedra. Análisis Político. Fac. Ciencia Política. UNR. Fac. Ciencia Política. UNR. (2009-2011) Docente Adscripta. Cátedra Trabajo Social 2. Facultad Ciencia Política. (2010 y continúa) Docente JTP. Cátedra. Historia de la Medicina. Fac. Medicina. UNR (2013) Docente. Seminario de Pensamiento Francés. UNR. Adultos Mayores. • Docencia Nivel de Postgrado (2008 y continúa) Docente titular. Concurrencia de Postgrado en Salud Mental. Cátedra: Instituciones. Colegio de Médicos 2º Circ. Santa Fe. Rosario. • Nivel Terciario (2007). ISEP (Instituto de Seguridad Pública de la Provincia de Santa Fe) Asignaturas: Estado y Sociedad 1. Historia sociopolítica 1. (2010 y continúa). Docente Titular. Cátedra: Ética de la Prevención en Salud Mental. Tecnicatura Superior en Prevención Comunitaria. Vinculo. Instituto Superior Nº 4091 de Estudios Comunitarios

HOSPITAL: AGUDO ÁVILA DE ROSARIO - SERVICIO: GUARDIAS Período relevado: 1º cuatrimestre 2012. Meses: Enero, Febrero Marzo Abril.

Base de datos: Documentación interna. Registro de “Movimiento pacientes en tránsito ingresados por guardias”. Objeto: Relevamiento de la cantidad y tipo de paciente ingresado por guardia y ubicado en el sector tránsito. Método médico de diagnóstico: CIE 10. Clasificación de trastornos mentales. Criterios de la OMS.

— 2014 —

A Andrés Pérez Barrero

Por su obra: “CSI Toulouse. El Caso Anza”









tan pisoteados”






CSI TOULOUSE: EL CASO ANZA

Uno, que ha visto tantos CSI, Caso Abierto, Sin Rastro, o The Closer, encuentra tanta información discordante en el Caso Anza que se le ocurre analizarlo como un caso policiaco de cualquier serial. HECHOS - 18 de abril de 2009. Jon Anza coge un tren a Bayona en dirección a Toulouse para reunirse con miembros de ETA a los que debía entregarles más de 300 mil euros procedentes de extorsiones. Según se publicó después en un Comunicado de la banda armada no acudió a la cita ni a otras dos establecidas para caso de necesidad en el centro de la ciudad el mismo día 18 y el siguiente día 19. - 20 de abril. Jon Anza tenía billete de tren para regresar de Toulouse, pero no lo utiliza. - 24 de abril. Jon Anza, enfermo de cáncer, tenía cita médica prevista pero no se presenta a la misma. La familia comienza a buscarle en varios hospitales incluyendo el Hospital Purpan de Toulouse. - 29 de abril. De noche es encontrado inconsciente y con la cabeza en una jardinera de flores en el boulevard de Estrasburgo, Toulouse, un hombre sin identificar. Los servicios de emergencia le encuentran en parada cardiorrespiratoria, le reaniman y es ingresado en el

Hospital Purpan, pero no recupera la consciencia. Llevaba encima dos billetes de tren (ida y vuelta Bayona-Toulouse) y 500 euros en metálico. Según el atestado policial, no tenía signos aparentes de violencia. Es ingresado como Monsieur X. - 11 de mayo. El desconocido muere. Al no llevar ningún documento de identificación, guardan su cadáver en una cámara frigorífica del depósito del hospital de Toulouse con una X en el apartado de su nombre. No se dio aviso a la policía tras su fallecimiento, tal y como indica el procedimiento establecido para cadáveres no identificados. - 15 de mayo. La familia de Anza denuncia públicamente su desaparición. - 18 de mayo. La abogada de la familia Anza, Maritxu Paulus-Basurko, deposita en Bayona una denuncia por la «desaparición inquietante» de Jon. - 19 de mayo. ETA denuncia en un comunicado al diario Gara que Anza no acudió al encuentro previsto con la banda terrorista, para la que llevaba una importante cantidad de dinero. Culpa a la policía de su desaparición. - 20 de mayo. La policía francesa envía una circular a todos los hospitales del país para saber si tienen un paciente o un cuerpo con las características de Anza. Dos guardias civiles, abandonan un hotel de Toulouse y se dejan olvidadas sus armas debajo de un colchón del mismo. - 4 de junio. El Hospital de Toulouse comunica que no tiene a nadie en su depósito con el perfil de Jon Anza, a pesar de que se supone que la autoridad que hace la comunicación debía conocer que tenían o habían tenido un cadáver sin identificar en su morgue desde hacía más de tres semanas.

- 16 de junio. Rubalcaba sospecha de que ETA revelara que Anza no acudió a una cita en la que iba a entregarles dinero y sugiere que puede haber desaparecido con la cantidad. Exculpa totalmente a las fuerzas de seguridad. - 2 de octubre. El diario GARA publica que Anza habría sido interceptado por agentes de un cuerpo policial español en el trayecto ferroviario de Bayona a Toulouse y tras hacerle descender del mismo, habría sido secuestrado por los policías y, acto seguido, sometido a interrogatorios ilegales, en cuyo transcurso falleció, siendo enterrado en algún punto del Estado francés. - 3 de octubre. La fiscal del Tribunal de Bayona Anne Kanayakis interrogada al respecto afirma: «No puedo creer a pies juntillas lo afirmado por el diario GARA, porque no dispongo de datos objetivos que avalen la explicación publicada, pero del mismo modo digo que esta fiscal está a disposición de todo aquel que pueda aportar informaciones fidedignas en relación al caso y a poner de nuestra parte todos los medios necesarios para proceder, si ello es posible, a la verificación de tales informaciones», y negó cualquier vínculo de la policía francesa con dichas afirmaciones. A las 16 horas el fiscal adjunto, Marc Mariée, reune a un nutrido grupo de periodistas en su despacho del Tribunal de Justicia de Baiona para hacer una declaración en la que remarcaba la idea de que, al igual que el 18 de mayo, cuando se presentó la denuncia por la desaparición de Anza, «hoy seguimos sin disponer de datos fehacientes sobre lo ocurrido a esta persona». - 8 de febrero de 2010. El juez Andreu, tras una solicitud de la fiscalía francesa para quela Audiencia Nacional recabe datos sobre el presunto etarra, pide a la policía que informe de si existe algún cadáver no identificado en fechas cercanas a la desaparición de Jon Anza sin resultados.

- Principios de marzo. Un funcionario del instituto médico-legal de Toulouse se pone en contacto con un policía de la localidad y le habla del cuerpo sin identificar. -11 de marzo. El agente llama a la comisaría de Bayona preguntando si buscaban a un hombre corpulento y la respuesta afirmativa induce a pensar que pudiera ser Jon Anza. Se cruzan las bases de datos de desaparecidos en Francia con el listado de cadáveres sin identificar y se confirma la identidad por las huellas dactilares y la ropa, que coincide con la que llevaba cuando desapareció. -15 de marzo. El director del Instituto de Medicina Legal de Toulouse y el segundo responsable de dicho centro realizan la autopsia de Anza y a priori atribuyen la muerte a parada o colapso "polivisceral neurológico, cardíaco y pulmonar", que la fiscal ha vinculado con su "precario estado de salud". La autopsia ha descartado la existencia de lesiones, golpes o intervenciones externas en extremidades y cuerpo, y tampoco se ha detectado ninguna hemorragia interna. A falta de los análisis de otras pruebas toxicológicas que se le han realizado, los resultados definitivos no se conocerán hasta la próxima semana. La fiscal Anne Kanayakis ha señalado que "no hay ningún elemento" que haga pensar que el cuerpo de Jon Anza no haya estado fuera de la morgue durante los once meses transcurridos desde su muerte y ha dicho que el cadáver estaba "seriamente" deteriorado, lo que ha atribuido a largo periodo en el que supuestamente ha permanecido en el depósito y a que la situación para su conservación no ha sido la "óptima". La fiscal Kanayakis ha confirmado también que se ha constatado la presencia de dos guardias civiles en el aparthotel Adagio de Toulouse el 20 de mayo de 2009, quienes se dejaron sus armas olvidadas debajo del colchón, pero ha afirmado que no se puede establecer una relación directa con la desaparición de Anza, encontrado 20 días antes, ya que, según ha dicho,

es "conocida" la presencia de agentes del Instituto Armado en el sur de Francia en tareas antiterroristas. -16 de marzo. El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha anunciado que "hoy mismo" su departamento va a iniciar acciones legales para que respondan ante la Justicia "todos aquellos que han injuriado o calumniado a las Fuerzas de Seguridad sin ningún tipo de prueba y siguiendo las mentiras de ETA" en el caso de la desaparición y muerte del etarra Jon Anza. DUDAS

Ayer publicábamos en este blog el post CSI TOULOUSE: EL CASO ANZA, LOS HECHOS, hoy hablaremos de algunas dudas en razón de los hechos conocidos antes de formular hipótesis.

1. ¿Llegó Anza a Toulouse o descendió en algún punto del trayecto de alrededor de 300 kilómetros entre Bayona y esa ciudad?

2. ¿Qué hechos impidieron a Anza ir a las reuniones con los miembros de ETA para entregar el dinero de las extorsiones si es que no acudió a ellas?

3. ¿Dónde está el resto de los más de 300 mil euros que llevaba?

4. ¿Por qué conservaba sólo 500 euros cuando se le recogió en la vía pública si no había entregado el resto?

5. ¿Por qué no se puso en contacto con su familia para comunicarle que no llegaría el día 20 si decidió voluntariamente no viajar de regreso ese día?

6. ¿Por qué no informó a su familia que no asistiría a la consulta programada cuando estaba enfermo de cancer y se suponía que esta se preocuparía por ello?

7. ¿Dónde estuvo viviendo esos 10 días? ¿Dónde comió?

8. ¿Anza fue por sus propios medios al Boulevard Estrasburgo o fue conducido allí?

9. ¿Si se le llevó allí contra su voluntad estaba inconsciente o esto ocurrió posteriormente?

10. ¿Por qué carecía de identificación si se suponía que la llevaba consigo?

11. ¿Cómo es posible que pasara más de 10 días con la misma ropa por su propia voluntad si tenía dinero para comprar otra?

12. ¿Cómo es posible que en un boulevard concurrido del centro de Toulouse nadie recuerde el desvanecimiento de un individuo de sus características físicas?

13. ¿Por qué nadie del restaurante Hippopotamus, frente al cual se supone que se desvaneció, recuerda nada del episodio si acudieron los bomberos a atenderlo y le dieron reanimación cardiopulmonar?

14. ¿Por qué si existía un atestado policial en el que se dice que consta que no tenía signos aparentes de violencia y que se encontraba indocumentado no se hizo nada por identificarlo posteriormente?

15. ¿Por qué si el hospital informó el 30 de abril a la policía que se encontraba en el centro una persona gravemente enferma y sin identificar no se hicieron gestiones en Bayona ante el hallazgo de los billetes de tren?

16. ¿Cómo es posible que nadie en el Hospital Purpán recuerde a Anza, según publican los medios?

17. ¿Por qué no se dio aviso a la policía tras su fallecimiento, tal y como indica el procedimiento establecido para cadáveres no identificados?

18. ¿Cómo es posible que desde el 18 de mayo existiera una denuncia en Bayona de su desaparición en el viaje a Toulouse y no se le buscara por la policía de esa ciudad en el Hospital Purpan, que según ha informado en un Comunicado, dio parte a la policía de que una persona sin identificar se encontraba grave en ese centro el 30 de abril?

19. ¿Cómo es posible que la Dirección del Hospital Purpán comunicara que no tenía en su depósito de cadáveres a nadie con unas características poco comunes como las de Anza cuando respondió la circular de la policía francesa solicitando esa información a petición de la fiscal que envió una foto del desaparecido, si llevaba en su morgue más de tres semanas?

20. ¿Cómo es posible que permanezca el cadáver más de 10 meses en la morgue del Hospital sin identificar y una simple llamada a Bayona permita atar cabos para identificarlo?

21. ¿Por qué un cadáver sin identificar no se mantuvo en buen estado de conservación al extremo de hablarse de estar “seriamente deteriorado” en el momento de la autopsia?

22. ¿Por qué la Fiscal Kanayakis se refiere a la no existencia de elementos que hagan pensar que el cuerpo de Jon Anza no haya estado fuera de la morgue durante los once meses transcurridos desde su muerte? ¿Es que se sospecha que pudo estar fuera de ella?

23. ¿Cómo es posible que un miembro de ETA activo y excarcelado después de 20 años no estuviera fichado en la policía francesa según refiere la fiscal?

Estas son algunas interrogantes a priori.

ALGUNOS ELEMENTOS SOBRE LA ATENCIÓN MÉDICA Y LA AUTOPSIA. En el caso Anza hay dos elementos de importancia que merecen ser destacados y que pueden influir en las hipótesis planteadas respecto a su muerte. Una es la atención médica recibida y otra los hallazgos de la autopsia como veremos a continuación. ATENCIÓN MÉDICA Anza estaba enfermo de cáncer, casi ciego de un ojo por un tumor cerebral benigno y bajo atención médica con cortisona en dosis no precisadas, pero indudablemente en grandes cantidades y durante mucho tiempo para que le hubiera producido lo que según las últimas fotos divulgadas era un Síndrome de Cushing importante. Se conoce que la cortisona en altas dósis además de esta alteración puede producir otras manifestaciones tales como adelgazamiento de la piel con tendencia a hematomas frecuentes, hipertensión arterial y cambios mentales tales como irritación, depresión, ansiedad o cambios en el comportamiento pudiendo llegar a cuadros de desorientación y psicosis. Por otra parte la supresión brusca del

tratamiento puede provocar insuficiencia suprarrenal aguda con la aparición de diversos síntomas tales como confusión mental, hipotensión, perdida del conocimiento, dificultad respiratoria y cardiaca, shock y coma. Habría que preguntarse si Anza seguía tomando la Cortisona y en caso de ser así si tenía el tratamiento suficiente para los días que estuvo desaparecido pues esto pudo influir en su situación y desenlace. Por otra parte, si bien no tenía documentación acreditativa, su aspecto es casi seguro que alertara al personal facultativo que le atendió en el Hospital Purpan para dosificarle hormonas e imponerle el tratamiento correspondiente con las mismas o se habría agravado su estado. Pero existen otros aspectos a destacar que deben ser valorados, no en el atestado policial del momento en que se encontró desvanecido, sino en el examen inicial al llegar al Hospital y en la Historia Clínica. Anza tenía que presentar obligatoriamente manifestaciones cutáneas dado su tratamiento con cortisona que no necesariamente obedecerían a violencia sino a la fragilidad capilar propia del tratamiento. Otras cuestiones a tener en cuenta son que si estaba infartado e inconsciente al llegar al Hospital su tratamiento tendría que incluir soporte vital avanzado e hidratación y en los días que duró el ingreso la mayoría de las drogas ilegales que se pudieron haber administrado previamente habrían desaparecido del organismo. Habría sido interesante conocer si se tomaron muestras para búsqueda de tóxicos en el momento del ingreso, aunque parece poco probable. Basado en estos antecedentes no se puede descartar que esto tuviera implicación en su evolución durante los días que se desconoce que hizo y donde estuvo. AUTOPSIA

La autopsia de Anza fue realizada 10 meses después de morir y ya se ha señalado por la fiscal Anne Kanayakis que el cadáver estaba "seriamente" deteriorado, lo que ha atribuido al largo periodo en el que supuestamente ha permanecido en el depósito y a que la situación para su conservación no ha sido la "óptima", sin poder descartar que no hubiera estado fuera de la morgue. A priori atribuyeron la muerte a parada o colapso "polivisceral neurológico, cardíaco y pulmonar", que la fiscal ha vinculado con su "precario estado de salud". En la autopsia se “ha descartado la existencia de lesiones, golpes o intervenciones externas en extremidades y cuerpo, y tampoco se ha detectado ninguna hemorragia interna.” Faltaban los análisis de otras pruebas toxicológicas que se le realizaron. Al margen de la mala conservación del cadáver que puede interferir en la valoración del mismo, hay que recordar que la muerte se produce después de 12 días en el hospital bajo tratamiento médico por lo cual la mayoría de los hematomas y equimosis previos al ingreso habrían desaparecido y dado el tiempo desde su fallecimiento se le habrían superpuesto las livideces cadavéricas, lo cual dificulta confirmar al cabo de más de 10 meses si el fallecido tenía lesiones hemorrágicas cutáneas o no. Igual ocurre con las punturas cutáneas para administrar drogas previo al ingreso, sobre todo si se tiene en cuenta que estuvo ingresado en un hospital, gravemente enfermo, donde una venipuntura resulta algo habitual. La búsqueda de otros signos de maltrato o violencia realizados antes del ingreso en el Hospital, al cabo de tantos meses en un cadáver mal conservado (salvo que produjeran hemorragias internas importantes, quemaduras extensas o fracturas óseas) no es un hallazgo fácil, pues

hubo desvanecimiento en la calle, maniobras de resucitación y la propia movilización por el personal sanitario para su atención hospitalaria. Ya nos referimos a los tóxicos y drogas y su permanencia en el cuerpo, además del uso de muchas de ellas en la atención de enfermos graves y que desde luego pueden compartir principios farmacológicos y químicos con otras usadas con fines distintos, amén de aquellas que no dejan rastro o que pudieron haber desaparecido del cuerpo cuando aún Anza vivía. Otro elemento buscado en las autopsias como son los restos de alimentos que pudieran encontrarse ya no tienen valor alguno dada la permanencia hospitalaria. De cualquier forma, muchos de los posibles hallazgos pueden estar enmascarados por la atención hospitalaria, el tiempo transcurrido y la mala conservación del cadáver. Finalmente las conclusiones preliminares de la autopsia publicadas sólo hablan de las causas finales de la muerte después del tiempo de estancia en el hospital pero no esclarecen del todo la secuencia que pudo llevarlo a ellas ni lo ocurrido en los días previos a su desvanecimiento, pues estos hallazgos pueden ocurrir por un infarto cardiaco, por su propia enfermedad de base, por abandono del tratamiento y por otras causas no relacionadas. Aún faltan elementos aclaratorios de importancia para establecer hipótesis, algunas de las cuales analizaremos en otro post, como ya hicimos con los hechos y las dudas. HIPÓTESIS He publicado respecto al Caso Anza artículos referidos a los hechos, las dudas y los aspectos médicos. Hoy me referiré a algunas hipótesis y haré las mías.

Hubo dos hipótesis que circularon por los medios, la de Rubalcaba, que se supone fuera la del gobierno y la de GARA, que se supone fuera la de ETA. Veámoslas y analicémoslas. - 16 de junio 2009. Rubalcaba sospecha de que ETA revelara que Anza no acudió a una cita en la que iba a entregarles dinero y sugiere que puede haber desaparecido con la cantidad. Exculpa totalmente a las fuerzas de seguridad. Indudablemente Anza no desapareció con el dinero que debía entregar, pero el dinero si ha desaparecido y si ETA no lo tiene, como dicen (algo aún no probado) debe estar en otro sitio, ¿Pero dónde? ¿Están exculpadas totalmente las fuerzas de seguridad? Hablaremos de eso más adelante. - 2 de octubre de 2009. El diario GARA publica que Anza habría sido interceptado por agentes de un cuerpo policial español en el trayecto ferroviario de Bayona a Toulouse y tras hacerle descender del mismo, habría sido secuestrado por los policías y, acto seguido, sometido a interrogatorios ilegales, en cuyo transcurso falleció, siendo enterrado en algún punto del Estado francés. Desde luego que Anza no falleció en el curso de interrogatorios ilegales y que no estaba enterrado en ningún punto del estado francés, aunque sí pudo haber sido secuestrado (no necesariamente por un cuerpo policial español), sometido a ellos y fallecer después. Tal cual fueron presentadas las hipótesis del gobierno y los terroristas esas hipótesis son falsas. Ni Anza estaba con Curro en el Caribe, ni falleció durante un secuestro antes de ser enterrado en Francia, pero algunas suposiciones de ambas hipótesis no pueden ser descartadas del todo, porque Anza pudo quedarse con el dinero y no entregarlo a ETA o pudo haber sido secuestrado y sometido a interrogatorios ilegales y no necesariamente por cuerpos policiales

españoles (aunque también) o simplemente no llevar esa cantidad de dinero como se ha publicado e ir a visitar amigos como se dijo inicialmente. Hagamos conjeturas, incluso políticamente incorrectas y susceptibles de acusaciones como las que amenaza Rubalcaba, para intentar averiguar qué sucedió. 1. Anza sale de Bayona a Toulouse con una gran cantidad de dinero que debía entregar a ETA y es secuestrado por: a) cuerpos de seguridad españoles, quienes le quitan el dinero y le someten a interrogatorios ilegales hasta que su estado se agrava y deciden liberarlo en el centro de Toulouse sin darle su medicación por lo que sufre un agravamiento de su estado de salud y muere tras el ingreso hospitalario. No parece creíble que se haga esto, cuando en última instancia podría mejorar de su estado y denunciar los hechos, ni explica por qué conservaba los billetes de tren ni 500 euros, aunque bien pudieron dejarse en su poder para desorientar las investigaciones, ya me referí antes a lo que podía encontrarse en la autopsia o no. b) delincuentes comunes que le quitan el dinero y de los cuales escapa. Tampoco explica por qué conservaba los 500 euros o los billetes de tren y en caso de escapar, sin haber tomado su medicación, se supone que no podría ir demasiado lejos por lo que el sitio del secuestro debe estar localizado cerca de donde apareció. 2. Anza sale de Bayona a Toulouse con una gran cantidad de dinero que debía entregar a ETA y en lugar de hacerlo decide robarlo, lo oculta o lo deposita en un banco para usarlo posteriormente en beneficio personal y se oculta por temor a la banda terrorista.

Esto explica la ausencia del dinero, la presencia de los 500 euros y los billetes de tren pero no la falta de documentación ni el estado y lugar en que se encontró o la ausencia de información a la familia o de lugares en que estuvo. 3. Anza sale de Bayona a Toulouse con una gran cantidad de dinero que debía entregar a ETA pero como consecuencia de su enfermedad y tratamiento sufre un cuadro de desorientación por lo que no entrega el dinero ni informa a la familia, vaga por Toulouse y es robado por delincuentes comunes y al estar sin tratamiento tiene el cuadro de desvanecimiento y lo que conocemos posteriormente. Esto no explica la presencia de los 500 euros si es que le robaron. 4. Anza sale de Bayona a Toulouse a entrevistarse con ETA sin llevar el dinero de las extorsiones, sufre cuadro de desorientación o psicosis y vaga por la ciudad perdiendo la documentación personal pero no los 500 euros que llevaba en otro lugar ni los billetes de tren. No se aloja en ningún hotel o pensión, come lo que encuentra y duerme en cualquier lugar hasta que la falta de la medicación le hace desvanecerse en el Paseo de Estrasburgo. Esto explica por qué estaba con la misma ropa con que salió, por qué no fue a la reunión con ETA ni se comunicó con la familia, por qué no aparece alojado en ningún lugar, por qué no estaba documentado ni aparece el dinero pero si los 500 euros y los billetes de tren. Resumiendo, y sin entrar en teorías de superconspiraciones que no tengo por qué creerlos y a falta de más elementos, mi hipótesis es la cuarta (reforzada con el hecho de que hay una secuencia de errores de las autoridades judiciales, policiales y sanitarias francesas que podían ocurrir en cualquier otro caso pero que ocurrieron en este): Anza salió de Bayona a Toulouse a entrevistarse con ETA sin llevar el dinero de las extorsiones, sufrió un cuadro de desorientación o psicosis por su enfermedad y tratamiento, vagó por la

ciudad perdiendo la documentación personal pero no los 500 euros que llevaba en otro lugar ni los billetes de tren, por lo que no se alojó en ningún establecimiento, comió lo que encontraba y durmió en cualquier lugar hasta que la falta de la medicación le hizo desvanecerse en el Paseo de Estrasburgo. Fue solo la víctima de la invisibilidad de los más desfavorecidos y eso explica que nadie lo recuerde, al margen de suspicacias, conspiraciones e ineficiencias hospitalarias y policiales o judiciales. Esperemos las investigaciones posteriores y ya se aclararán las cosas. O no.

……..

PUBLICADO EN: http://lacomunidad.elpais.com DEL 16 AL 19 DE MARZO DE 2010 EN LA PEREZTROIKA DE PÉREZ http://lacomunidad.elpais.com/pereztroika/posts AUTOR:

ANDRÉS PÉREZ BARRERO

SANTA CRUZ DE TENERIFE, 38008. ESPAÑA

— 2014 —

A Aitana Vargas Martínez

Por su obra: “España: las Tumbas de la Vergüenza”


— Prof. Dr. Víctor Hugo Agüero Chaparro –Universidad Nacional de Paraguay.



—Prof. Dr. e Ing. Pablo Reali Cestaro —Raúl Silverio López Ortego Editor Asociado Presidente Editorial Limaclara, Argentina, Junio de 2014



tan pisoteados”






España: Las tumbas de la vergüenza

Después de Camboya, España es el segundo país del mundo con más fosas comunes repartidas por su territorio. Hasta la fecha se han localizado 2.246, donde se estima que yacen los restos mortales de más de 88.000 personas. Este es el trágico legado de la Guerra Civil española (1936-1939) y de la dictadura del General Francisco Franco, que se prolongó desde 1939 hasta el año de su muerte, 1975. De aquella época de represión y asesinatos sistemáticos, se calcula que hay en total 114.000 desaparecidos y 30.000 niños robados. Pese a los infinitos reclamos de las víctimas, los responsables de los crímenes jamás han respondido ante la justicia española. Arguyéndose en la polémica Ley de la Amnistía de 1977 (firmada en dicho año para facilitar la transición de la dictadura a la democracia), España se niega a investigar los crímenes y a sentar en el banquillo a los responsables de las matanzas. Han sido 37 años de impunidad. Pero, finalmente, una ranura de esperanza se ha abierto en el corazón de las víctimas y de sus familiares: una magistrada argentina ha invocado el Principio de la Justicia Universal para iniciar una causa contra el Franquismo impulsada en Buenos Aires. Este es mi modesto legado a quienes apoyan y secundan esta causa. “La historia no es más que el registro de los crímenes y de las desgracias”. – Voltaire (1964-1778), filósofo y escritor francés. Una noche de otoño el sol se apagó sobre el inmenso manto estelar. Detrás del mosaico universal, opaco y mudo, sólo el desgarrador dolor de una niña de 13 años, Ascensión Mendieta, encendía el firmamento lejano.

Ese 15 de noviembre de 1939, “el año de la victoria”, como reza la diligencia de ejecución de Timoteo Mendieta Alcalá, este padre de siete hijos y bisabuelo mío, fue fusilado en La Rambla, en las inmediaciones del cementerio de Guadalajara. Fue uno de los 822 republicanos ejecutados por las fuerzas franquistas en este panteón entre 1939 y 1944. Su cuerpo perforado fue enterrado en el patio cuarto, fosa número 2, junto a 18 compañeros más. Sobre sus huesos carcomidos descansa el peso de 16 cadáveres. Pero tuvieron que pasar 35 años para que sus familiares supieran dónde yacían. Aquel sangriento día de noviembre marcó el destino para su familia y, en particular, para dos de sus hijas, Paz y Ascensión – mi abuela–, quienes se llevan a la tumba el deseo insaciable de rescatar los restos de su progenitor. "Me pregunto cómo caería. ¿Boca arriba, boca abajo? ¿Qué pensaría al dejar siete hijos sin padre?" "¿Estaría aún con vida cuando lo enterraron?", apuntilla mi abuela mientras me esfuerzo por contener el llanto frente a su mirada atenta y cristalina. En los surcos que cincelan su rostro anciano se perfilan estratos de sentimientos inconsolables que acompañan irremediablemente ese recuerdo de su padre fusilado y del profundo desamparo que su ejecución causó a sus siete hijos y a su viuda, María Ibarra. “La situación en la que quedaron…fue de una precariedad tal…que sorprende que hayan podido sobrevivir”, matiza el texto presentado como base de la querella interpuesta en Buenos Aires. Incluso antes de la Guerra Civil, cuenta mi abuela, “había días que no comíamos. Íbamos a las familias más cercanas para que nos dieran pan”. Ella, sus padres y hermanos vivían en Sacedón. Su padre, Timoteo, fue Presidente de la UGT en esta localidad. Carnicero de profesión, sus ideas de izquierdas le costaron el pan de cada día – también la vida. En abril de 1939, los tambores de guerra habían dejado de sonar y, mi

bisabuelo, confiando en la promesa de Franco de que “perdonaría” a todos aquellos que no tuvieran las manos manchadas de sangre, emprendió la vuelta a Sacedón. Pero el camino de regreso a casa se convertiría, sin él saberlo, en su sentencia de muerte. En abril de 1939, dos o tres días después de haber sentido de nuevo el calor del seno familiar, un fuerte golpe de nudillos sobre la puerta de madera color café se propagó rápidamente por toda la casa. Mi abuela y uno de sus hermanos abrieron la puerta, sólo para toparse cara a cara con un cargo del régimen a quien le acompañaba un vecino del pueblo. “Cuando vinieron a por mi padre él estaba arriba durmiendo. “Bajó al salón y le dijeron «¡Manos arriba!»”. “Yo vi cómo se lo llevaban”. Esa sería la última vez que mi abuela vería a su padre. Mi bisabuelo Timoteo estuvo primero encarcelado en Sacedón. Días después sería trasladado a la cárcel de Guadalajara, donde permanecería varios meses antes de ser condenado por vía sumarísima a la pena de muerte. En el acta de defunción dice que “falleció…a consecuencia de «Orden del Juzgado Especial de Ejecuciones»”. Mis tías y mi padre, los hijos de mi abuela, tuvieron acceso al sumario completo de dicho Juzgado en diciembre de 2012, pudiendo deducir del texto que las actuaciones mencionadas fueron ‘simulacros de juicios’. Tras el encarcelamiento de mi bisabuelo, su esposa le vendió por 200 pesetas una burrita negra a Doña Paula, una vecina pudiente de Sacedón. Con ese capital y un saco de ropa, mi bisabuela y sus hijos se trasladaron a casa de la madre de Timoteo, Elvira, en el Puente de Vallecas. “Vivíamos diez personas en una habitación – nosotros ocho, mi abuela y mi tío”, relata mi abuela.

En las paredes de aquella modesta casa de dos plantas que abandonaron en Sacedón, ahora sólo habitan los recuerdos de una niña que, siete décadas después, a los 88 años, por fin ha encontrado la voz que le fue arrebatada por una sociedad española que mira hacia el infinito cuando se abordan los crímenes del Franquismo. Para mi abuela ha sido una vida entera de lucha que convergió el 4 de diciembre de 2013 a 10.000 kilómetros de distancia de su Sacedón natal, en ese lugar de la capital argentina donde la magistrada María Romilda Servini de Cubría escuchó de su boca su relato. “Sólo quiero un hueso de mi padre para llevármelo conmigo a la tumba, porque mi hermana [Paz] se murió sin poder hacerlo”, suplica en Buenos Aires con dolor incurable en el alma – ese dolor que sólo quienes son víctimas del Franquismo – como ella – pueden llegar a comprender y sentir bajo su corazón malherido. Sus súplicas fueron finalmente articuladas en público en un foro internacional. Para lograrlo, tuvo que recorrer, fatigada y anciana, el camino de la desgracia en el que muchos perecieron: primero debió sobrevivir el maratón de una vida de inclemencias y, luego, recorrer esos 10.000 kilómetros de sprint final que no impidieron que llegara a su destino y pronunciara las palabras que muchos españoles querrían no escuchar. Ni en su más remota imaginación habría podido soñar mi abuela con un recibimiento en tierras extranjeras como el que protagonizó. Arropada y escuchada por el Congreso de los Diputados de Buenos Aires, el Senado, y por las Madres de la Plaza de Mayo, logró luego sobreponerse a una terca fiebre y a la vejez incómoda para declarar en el Juzgado de la magistrada Servini, que amablemente prestó sus oídos a la causa de mi abuela. “Los gobiernos [españoles] no han hecho nada. Nadie se ha acordado de ellos [los muertos]. Solamente Suárez les dio la pensión a las viudas y la cartilla de la seguridad social”.

Entre frase y frase, suspira, coge aire y continúa su relato. “Mi madre, con la pensión que les concede a todas las viudas el gobierno de Adolfo Suárez, le pone una lápida que dice «Timoteo Mendieta, muerto por la democracia y la libertad». Y la pone en la parte de arriba para que los familiares del resto de los ejecutados que estaban ahí con mi padre pudieran poner sus nombres”. “Mi madre, por lo que ha hecho por sus hijos, se merece un altar”, apostilla. Con un gesto que denota un profundo malestar, prosigue su denuncia destacando los insalvables obstáculos y la falta de ayudas para exhumar los cadáveres en España. “Hemos hecho gestiones administrativas iniciales, porque no te dejan llegar a más. Empezamos en el año 2000 para exhumar a mi padre, pero ni pública ni privadamente nos lo permiten”. “Las víctimas del terrorismo tienen ayuda de la administración. Y nosotros exigimos un estatuto jurídico similar al de las víctimas del terrorismo. Nosotros también somos víctimas de terrorismo”. Cuando concluye su testimonio en el Juzgado, mi tía, Chon Vargas, acompaña a mi abuela al hospital para que un médico examine esa bronquitis que apenas le deja respirar. “Tu tía, Aitana, me ha ayudado tanto...”, agradece mi abuela ya desde su casa en García Noblejas. “Me preguntó si quería ir a Argentina. Y yo le dije que sí”. El empeño de mi tía Chon por satisfacer el infinito deseo de mi abuela no cesó un instante desde que adquirió consciencia del dolor desgarrador que carcomía el espíritu de su madre. También, el apoyo incondicional de mi padre, Francisco, y de mi otra tía, Pilar, a su madre se hacen constar en la tranquilidad final que refleja el rostro de mi abuela tras sus declaraciones en Buenos Aires. Los tres hijos son querellantes en la causa abierta en Argentina; Un

triángulo familiar que ha servido para aliviar el canto desesperado de una mujer que tejió la vida de sus hijos con alfileres y punzadas de punto y lana desde su hogar en un modesto barrio madrileño. “A lo mejor me muero y no les han sacado [a los muertos], pero me quedo tranquila porque hemos hecho todo lo que hemos podido”. Mis sentimientos gravitan entre el alborozo y la pesadumbre al clavar la vista en una fotografía de mi abuela junto a Darío Rivas, dos de los querellantes más longevos que tuvieron la oportunidad de conocerse en Buenos Aires. Con la sombra de la muerte sobre sus espaldas ancianas, llegan al final de sus días como la gran mayoría de nosotros nunca lo hará, luchando por aquello en lo que durante décadas creyeron. Se llevan su lucha hasta la tumba. Pero aún en la antesala de la muerte, son iconos en una España turbia y descompuesta donde los valores e ideales pesan poco y escasean. Más allá de señalar culpables – que sí debe hacerse – los reclamos de mi abuela son los reclamos que trascienden agendas políticas e intereses subrepticios, porque son los reclamos básicos de cualquier ser humano: rescatar "al menos un hueso de la fosa y llevármelo conmigo a la tumba”. Como le dijo a la magistrada Servini, “en mi casa lloro. Me da pena…tantos años sin haber hecho nada”. Creo que tal vez el luto de mi abuela sea de esos que conviven en los confines de la eternidad. No hay consuelo para una anciana cuyo padre fue acribillado a balazos cuando era una niña, acribillado a sangre fría como a miles de españoles que compartieron la misma desgracia. A quienes apretaron el gatillo no les tembló el pulso, ni les falló la puntería. Sistemáticamente mataron, asesinaron, torturaron, arrebataron niños de los brazos de sus padres. No hay consuelo ni para ella, ni para los familiares de quienes compartieron semejante destino. Porque no olvidemos que la causa de mi abuela es la causa de cientos de miles de españoles. Y esa causa, en una España democrática, no se puede olvidar ni sepultar bajo toneladas de tierra, piedra, escombros y presiones políticas – jamás.

El caprichoso destino ha querido que yo asista a este episodio familiar – e histórico– a medio camino entre mi destierro angelino y mi Mediterráneo natal. Y mientras surco las nubes del océano Atlántico para abrazar a mis seres queridos, adquiero conciencia del vacío generacional, de la desconexión entre el momento histórico que vivió mi abuela y el que me ha tocado vivir a mí, resultado directo de la tiranía de silencio que se ha impuesto desde las altas esferas en España para evitar destapar las vergüenzas de nuestro país. Nadie quiere hablar de Franco ni de sus crímenes. Pero el dolor descomunal que llevan apuntalado las víctimas en el pecho es imposible de acallar. Y ese pesar inconmensurable está empezando a emerger a la superficie de la conciencia nacional. Ese terrible dolor que nadie puede taponar se encuentra ya en flor en las mesetas ibéricas y en los campos de olivo, en las crestas de las olas del Mediterráneo, en el Juzgado Número 1 de la Cámara Federal de Buenos Aires, y en su día en el Juzgado Central de Instrucción Número 5 de la Audiencia Nacional de Madrid. “Hemos sufrido mucho antes y después de la guerra”. “Esto va por vosotros, que vamos por buen camino”, le canta mi abuela a sus hermanos y padres fallecidos sobre la sombra de sus tumbas mientras coloca un ramo de flores con sus manos arrugadas.

------------------ Publicado el 21 de enero de 2014 en el periódico Hoy Autora: Aitana Vargas Martínez Dirección: Los Angeles, CA 90015, USA Columbia Edu. Website: http://www.aitanavargas.com

— 2014 —

A Aitana Vargas Martínez

Por sus obras: “El Público Televisivo al Desnudo”


—Lic. José Luis Castillejos Ambrocio –UNAM. México. University of Texas. EEUU.



—Prof. Dr. e Ing. Pablo Reali Cestaro —Raúl Silverio López Ortego Editor Asociado Presidente Editorial Limaclara, Argentina, Junio de 2014



tan pisoteados”






El público televisivo al desnudo

(Part I)

Aquel caluroso día de otoño una rubia treintañera vestida con una blusa fucsia llegaba apresuradamente y se sumaba a la interminable fila que se había formado frente a los estudios Sunset & Bronson, en pleno corazón de Hollywood, para trabajar como público en el programa televisivo del popular presentador estadounidense Jeff Probst. Con gotas de sudor deslizándose por su rostro espetaba un honesto “Menos mal que he llegado a tiempo, porque cuando no tienes dinero como yo, $30 suponen una gran diferencia”. La joven – y quienes formaban la fila ese 7 de noviembre de 2012 – acudía a los estudios contratada por Elite Audiences, una compañía gestionada por Karen Needle, y cuyo asistente Scott Durr coopera también con ella en la contratación de personal para acudir a otros programas como Judge Judy y Judge Joe Brown, que se ruedan en otro estudio unos metros más abajo. Justo detrás y en paralelo al grupo de Karen, se iban formando otras filas asociadas a Standing Room Only y Background Talent, así como otras agencias e individuos que se dedican a la contratación de personal que trabaja en calidad de público en diversos programas de televisión.

Estos empleadores contribuyen con su labor de reclutamiento al desarrollo y enriquecimiento económico de una industria del entretenimiento que anualmente genera $43 billones en salarios en el Condado de Los Ángeles, algo que en el año 2011 supuso un 8.4% del PIB de esta región ($558 billones). Pero en la meca mundial del cine y del entretenimiento, el trabajo de público, a diferencia de otros empleos, no está debidamente regulado y se presta a una amplia gama de situaciones laborales irregulares y prácticas legalmente cuestionables.

Durante los dos meses que duró mi investigación, recorrí los estudios de televisión de Los Ángeles, mezclándome con el público que plaga las gradas y descubriendo un mundo desconocido para muchos, pero que refleja la precariedad laboral a la que cientos de trabajadores están sometidos. Fue así como en varias ocasiones acudí de la mano de varios empleadores al The Jeff Probst Show, un programa que se ha posicionado como favorito indiscutible entre quienes realizan este tipo de trabajo. Una vez dentro del estudio, el público recibe snacks y refrescos gratuitos, pudiendo disfrutar de otros servicios como masajes, maquillaje, y acceso a internet a través de ordenadores instalados en la sala de espera – un trato que dista notablemente del que recibe el público en otros programas, y que está disponible para las más de 200 personas que estimo acuden al rodaje – eso sí, algunas pagadas y otras no. Pero aquel 7 de noviembre, al igual que semanas atrás, alguna queja había llegado hasta el equipo de producción del programa, desatando de nuevo la ira de una de las coordinadoras que trabaja en el show. “No quiero volver a escuchar una puta palabra más de dinero. El próximo que oiga hablando de dinero, no vuelve más a este programa. Ustedes reciben dinero. Hay gente que viene y que no recibe ni eso. Compórtense de manera profesional y dejen de hablar del puto dinero”, gritaba enfurecida en plena vía pública mientras una ola de silencio se propagaba rápidamente entre nosotros – una imagen que contrastaba con la que yo me había formado de esta joven empleada en ocasiones anteriores en las que me había saludado con gran amabilidad al acudir al programa. Tras la reprimenda pública, entramos como una manada de corderitos al interior de los estudios. La jornada aquel día concluyó tras cinco horas y cuarto de rodaje, a cuyo transcurso cada grupo buscó fuera de las instalaciones a su empleador para recibir la compensación monetaria. Karen Needle le extendió un cheque por valor de $38 a cada trabajador de su grupo – incluyéndome a mí – en plena vía pública y a la vista de los transeúntes, que es como acostumbra a efectuar estas transacciones. Días antes, el 24 de octubre de 2012, había acudido al rodaje del programa Take it All contratada por la agencia Background Talent, la compañía de gestión de público con mejor reputación en este sector de la

industria porque, aparentemente, es la única o de las pocas cuya compensación económica cumple la ley laboral de California, pagando $8 por hora trabajada y remunerando además las horas extras. La agencia, gestionada por Debby Cohen, me embolsó $128 en efectivo por una jornada laboral que había comenzado a las 10.30AM y que se prolongó hasta las 12AM. Aquel día se rodaron tres programas y, alrededor de las 10PM, el equipo de producción del show anunció que también se grabarían los vídeos promocionales pese al cansancio evidente de los cientos de miembros del público, el frío gélido que hacía en los estudios, y habiendo soportado con estoicidad horas con el estómago vacío y sin acudir al lavabo. El equipo de producción no facilitó información sobre la hora de salida, lo que generó preocupación entre el público. El grueso de los trabajadores se desplazaba en transporte público, y debía salir antes de las 12 de la madrugada para subirse al último tren de metro. Pero abandonar la grabación sin que ésta hubiera concluido implicaba no recibir ninguna compensación económica, ni siquiera tras haber trabajado una jornada que, ya a las 10PM, superaba las 8 horas laborales. El principio aplicado por las agencias es que, para recibir la compensación, uno debe quedarse hasta el final – sea la hora que sea. La agencia fue contactada para solicitar información sobre sus prácticas y, a día de hoy, no ha respondido. El perfil de la persona que trabaja como público es variado, aunque suele existir un denominador común: una necesidad económica acusada. Por lo general, el público suele estar integrado por estudiantes, desempleados crónicos, inmigrantes indocumentados de diversas nacionalidades y aspirantes a actor o actriz. A este último grupo pertenece Dynnette, que jamás ha acudido a uno de estos programas por diversión o con el firme propósito de ser descubierta por un caza-talentos, pero sí como medio para pagar las facturas mensuales y sobrevivir mientras encuentra la oportunidad cinematográfica que anhela. Cuenta Dynnette que los devastadores estragos que la crisis económica causaron en su bolsillo la obligaron a recurrir a esta forma de ingresos. “Me moriría de vergüenza si mis amigos me vieran en Judge Judy”, comenta con arrepentimiento. Pero ahora no tiene una mejor opción. En el mes de octubre de 2012, Dynnette fue contratada por Elite Audiences para acudir al programa Judge Joe Brown. Y el cheque de $46 que recibió por 7 horas de trabajo le supo a poco. “Karen lo sabe mejor que nadie. Es un abuso.

Alguien debería denunciarlo al departamento de trabajo. Nos pagan menos que a los indocumentados”, aseguraba con un gesto que vacilaba entre la indignación y la resignación de aquel que sabe que necesita ese dinero para sobrevivir. Se acercó al asistente de Karen, a Scott Durr, para reclamarle esos $6 que le faltaban al cheque para completar la diferencia y llegar así a los $8 por hora que con merecimiento Dynnette sentía que se había ganado. “Sólo pagamos $8 a partir de la novena hora”, sentenció Durr, quien hasta la fecha no ha respondido al correo electrónico que se le envió preguntando sobre la política laboral de Elite Audiences. Por su parte, Karen Needle, que está al frente de la compañía, rehusó participar en una entrevista y negó su relación con algunos programas para los que provee miembros del público. “Desde hace un año no gestiono Judge Judy y Judge Joe Brown”, añadiendo que “son muchos los factores que determinan cuánto le pago a mis empleados”. Según la Comisión del Trabajo de California, entre 1999 y 2011, sólo 21 miembros del público y extras presentaron quejas “por impago salarial y multas por retrasos en pagos”. Tres de los casos implican a Background Talent y a SRO, y uno de éstos culminó en acciones judiciales. En California, los derechos laborales varían en función de la clasificación que recibe el trabajador. Branigan Robertson, abogado con oficina en el Condado de Orange, explica que los ‘empleados’ tienen derecho a un salario mínimo, descansos y otros beneficios, pero que esos mismos derechos no están garantizados para los ‘trabajadores independientes’. “Los empresarios a menudo rompen la ley y abusan de los trabajadores al clasificarlos como ‘trabajadores independientes’ cuando en realidad deberían ser ‘empleados’”, señala el experto. “Los miembros del público están sujetos al completo control del empresario, no hacen uso de habilidades especiales, no invierten en equipamiento o herramientas, y su oportunidad de lucro o pérdida monetaria no depende de sus habilidades. Por lo tanto, deberían ser ‘empleados’ y estar sujetos a todas las protecciones de salario mínimo, comidas, descansos, horas extras remuneradas, etc”, sentencia. Como apunta Robertson, “los ‘miembros del público’ ocupan un área gris entre ambas clasificaciones”, una conclusión que también puede extraerse de un informe elaborado por Los Angeles County Economic Development Corporation titulado The Entertainment Industry and the Los Angeles County Economy. En

dicho informe no hay rastro alguno ni datos concretos sobre el sector del público en toda la industria angelina. El documento, sin embargo, sí reconoce la existencia de los ‘empleados’ y ‘trabajadores autónomos’ de la industria del entretenimiento en LA (tales como actores, guionistas, productores, periodistas, etc) que suelen pertenecer a sindicatos y asociaciones (i.e. SAG-AFTRA, etc.) que protegen sus derechos. En el caso de los miembros del público, ni hay sindicatos de por medio, ni constancia de su existencia, porque ellos trabajan en las sombras. Es difícil también argumentar que acudir a estos programas pueda considerarse una forma de diversión. Cuando las compañías de producción requieren decenas o cientos de personas durante jornadas que a veces son interminables, cuando no se puede ir al lavabo o comer durante varias horas, cuesta creer que un individuo se preste a acudir a estos programas por mero placer. Y sobre todo sin una compensación económica de por medio. Es ahí cuando entonces esta 'presunta forma de diversión' se convierte en un 'trabajo'. Y como tal, debería estar debidamente regulado y remunerado.

El público televisivo al desnudo

(Parte II)

Mi andadura periodística arranca bajo el asfixiante sol del verano californiano en el barrio latino de Van Nuys, en pleno Valle de San Fernando, en un estudio situado detrás del aeropuerto de esta localidad y donde se rueda el programa titulado 12 Corazones que se emite por la cadena Telemundo desde hace varias temporadas. La ejecución del show se rige por un planteamiento sencillo: cuatro hombres ‘compiten’ por el corazón de ocho mujeres (aunque a veces también se observa el escenario opuesto). Y resalto la palabra ‘compiten’ porque todo está prácticamente descrito en el guión. Ocupo mi asiento como un miembro más del público desconociendo que, como tal, uno se expone a que le saquen a concursar si uno de los participantes no aparece o tiene un ataque de arrepentimiento y miedo escénico en el último minuto. En un momento de lucidez me replanteo seguir adelante con mi reportaje ante el temor y la vergüenza que me embriagaban – y supongo que entendible – ante la posibilidad de que me saquen al

escenario y alguien reconozca mi rostro en las gradas. Mis dudas, sin embargo, se disipan cuando escucho a la coordinadora del público, llamada Adriana, pedir un documento que acredite la identidad de cada uno de los presentes. “No importa que el ID o el social sea de la Placita Olvera”, comenta en referencia directa a McArthur Park, uno de los lugares por excelencia al que acuden los inmigrantes para obtener un carné de identidad o una tarjeta de la seguridad social falsa o robada con la que poder trabajar. El rodaje de este espectáculo comienza con la presentadora irrumpiendo en el escenario con un baile de caderas desbocadas. Con simpatía desbordada y una sonrisa de oreja a oreja, saluda a los participantes ante un público que le dedica una acalorada ovación y que está metido por completo en su papel. Y digo ‘metido’ porque en las gradas nadie se sienta sin que le suelten dinero. El público lo conforman unos 20 hombres y 20 mujeres de entre 18 y 30 años aunque hay quien claramente rebasa la barrera de los 30 y se ha ‘colado’ con un ID falso o porque la coordinadora de la audiencia ha hecho la vista gorda. Entre los ‘elegidos’ a ocupar un asiento en las gradas hay estudiantes, inmigrantes indocumentados hispanos con estudios universitarios, aspirantes a actor o actriz, alguna que otra rusa que no habla una palabra de español, y un buen puñado de madres latinas (principalmente mexicanas y centroamericanas) cuya edad media ronda los 25 años. Durante la grabación no salgo de mi asombro al escuchar los improperios con los que hombres y mujeres deben conquistar el corazón ajeno. Pero como el desenlace está prácticamente pactado de antemano, da igual que en vez de halagos los concursantes se dediquen insultos. Algunos participantes acabarán sellando su ‘amor’ con un glorioso beso, a pesar de haberle dedicado al sexo opuesto ofensas enmascaradas en burdos ‘intentos de conquista’. “Me pagan entre $150.00 y $175.00 dependiendo de lo que dure en el concurso”, me explica una de las participantes llamada Natalie mientras se retoca el maquillaje frente al espejo del lavabo media hora antes de que comience el rodaje. Esta joven jaliciense, que cubre su cabellera castaña con una brillante peluca de color púrpura, ni siquiera puede precisar la temática del programa en el que participará en unos minutos.

“Creo que el show es de go-gós”, comenta con cierta indiferencia. “Me recogieron a las once de la mañana y luego me llevarán a casa. Me dijeron qué zapatos ponerme, me dieron un vestido y un guión. Nos dicen [a los participantes] qué decir y cómo actuar”, relata mientras se ajusta la peluca. “Conforme avanza el show, los productores nos dicen qué comentarios hacer y van decidiendo quiénes se quedan y quiénes se van”, prosigue. “Voy a intentar salirme de aquí tan rápido como pueda”, puntualiza. Aunque hay casos como el de Natalie donde el participante viene empujado por la curiosidad de ver de qué trata el programa, la gran mayoría de concursantes y miembros del público sólo busca el dinero en efectivo. Durante las semanas que acudí al rodaje, ni unos ni otros se atrevieron a identificarse en nombre y apellido ante mí, porque el temor a perder esta forma de ingreso (única para muchos) y la vergüenza a ser reconocido van implícitos en esta clase de ‘trabajo’. “No me quiero meter en problemas. No tengo nada bueno que decir”, comenta un músico mexicano sin permiso de trabajo que accede a hablar conmigo si mantengo su identidad en el anonimato. El artista denuncia que la coordinadora tenga un trato preferente con quienes le caen mejor, permitiendo que estas personas acudan a los rodajes cuatro días a la semana, e intercalando los días de trabajo para aquellos excluidos de la lista de ‘favoritos’. “Me llaman en el último minuto cuando alguna persona de la audiencia no viene. Y el otro día que sí estaba registrado y confirmado, casi me quedo fuera”, explica indignado mientras aclara que recurre al transporte público para llegar hasta los estudios situados frente al aeropuerto de Van Nuys. Las jornadas en 12 Corazones son interminablemente agotadoras, algo que se evidencia en el rostro de los miembros del público conforme van pasando las horas. De media, se tardan unas nueve horas en rodar tres programas. Hay dos descansos de entre 30 y 45 minutos cada uno, durante los cuales se alimenta a los miembros del público. En el primero, se reparte un snack (generalmente un perrito caliente o fruta) acompañado de una botella de agua o un refresco. En el segundo distribuyen la cena. A lo largo del día se va acumulando el calor en el estudio porque mantienen el aire acondicionado apagado y sólo lo encienden durante las interrupciones, lo que hace que la temperatura resulte insoportable durante el último programa del día. Una hora antes de que concluya el rodaje, la coordinadora se acerca a las gradas y le

extiende un billete de $50.00 a cada miembro del público – menos del salario mínimo estipulado por la ley de California, que fija el mínimo en $8 por hora trabajada. “No sé si $50 es un trato justo o no, pero me lo pasaba muy bien”, comenta Brenda Estrada, una tapatía de 29 años que lleva más de nueve viviendo en Estados Unidos y que admite ignorar la legislación laboral. “No sé realmente cuál es ese documento. No sé a qué te refieres”, contesta cuando le pregunto por los formularios W9 y el 1099 – documentos que todo trabajador autónomo debe rellenar para cumplir con sus obligaciones de cara al IRS (la hacienda estadounidense), y que la misma Brenda confirma que ni 12 Corazones ni otros programas anglosajones a los que asiste lo distribuyen entre los miembros del público. De la misma manera, las agencias Elite Audiences y Standing Room Only tampoco exigen un carné de identidad ni un número de la seguridad social. Background Talent, aunque sí los exige, no comprueba – al igual que 12 Corazones – la autenticidad de los documentos o la información personal facilitada por el empleado. En el caso concreto de 12 Corazones, la gestión del público corre a cargo de la coordinadora, Adriana, quien solicita trabajadores a través de la página Audiencia Doce Corazones de Facebook. Además, Adriana suele sentarse a varios metros de las gradas durante los rodajes, acercándose en varias ocasiones a los miembros del público para pedirles que griten con más pasión, aplaudan intensamente, sonrían y, si es necesario, que las mujeres se apliquen “el lipstick”. Y aquel que no rinde de la manera esperada, no vuelve a las gradas, tal y como ella misma lo advierte. Hasta el día de hoy, Adriana no ha contestado a la petición de entrevista solicitada en marzo de 2013 para responder preguntas relacionadas con las prácticas y condiciones laborales del público durante los rodajes del programa. Telemundo y NBC tampoco dieron información tras ser contactados via correo electrónico. Pero con tan solo leer el informe The Entertainment Industry and the Los Angeles County Economy, uno puede extraer respuestas contundentes. La industria del entretenimiento en Los Ángeles genera directa e indirectamente 586.000 puestos de trabajo, con un salario medio en el año 2011 que asciende a $117.000 – una cifra que duplica la media salarial ($53.300) en todo el sector privado, y que nada tiene que ver con esos $38 que

Elite Audiences paga por más de 5 horas de trabajo, o esos $50 que 12 Corazones entrega tras una jornada laboral que asciende por lo general a 9 o más horas. Aunque para muchos miembros del público, como señala Dynnete, la naturaleza de este 'trabajo' es categóricamente “denigrante”, para esa madre que tiene que alimentar dos bocas hambrientas, para el desempleado crónico sin esperanzas de reincorporarse al mercado laboral o para ese indocumentado que no habla inglés y se desvive por sacar a su empobrecida familia adelante, $50.00 representan una tabla de salvación y, quizá, la diferencia entre llegar o no a fin de mes. Uno no entiende las dificultades que estos sectores desprotegidos y vulnerables de la población atraviesan hasta que no se pone en su situación y es sometido al mismo trato, a la misma injusticia, a la misma explotación.

---------------- Publicación: Periódico Hoy, Noviembre 19, 2013

Autora:

Aitana Vargas Martínez

Los Angeles, CA 90015, USA Columbia Edu. Website: http://www.aitanavargas.com

JURADO INTERNACIONAL 2014

Premios Ana María Agüero Melnyczuk a la Investigación

Prof. Dr. Víctor Hugo Agüero Chaparro -Luque. Paraguay. CV Académico: -Dr. en Bioquímica. Facultad de Ciencias Químicas. Universidad Nacional de Asunción. (U.N.A.). Paraguay. -Docente titular de Química General en UPAP. Universidad Politécnica y Artística del Paraguay. Cursos Post Grado: -Didáctica Superior. Universidad Autónoma de Luque. Paraguay. -Master en Salud Pública. Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Asunción. (U.N.A.). Paraguay.

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IIINNNTTTEEERRRNNNAAACCCIIIOOONNNAAALLL ———222000111444———

Al Prof. Dr. Víctor Hugo Agüero Chaparro

Por su valioso aporte como

JURADO INTERNACIONAL de PREMIOS ANA MARIA AGÜERO MELNYCZUK

A LA INVESTIGACION —2014



www.limaclara-ediciones.com




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Lic. y Mtro. José Luis Castillejos Ambrocio

Catedrático, Periodista y Poeta mexicano. Conferencista internacional con estudios en Ciencias Políticas en la Universidad Nacional Autónoma de México y en estudios en el Centro Knight para las Américas. Universidad de Texas. Austin, EEUU. Imparte cátedra y conferencias en instituciones de México y Perú. En este último país ha capacitado a personal del Ministerio del Interior, Policía Nacional, Universidades e instituciones como el Instituto Nacional de Salud (INS), la Universidad Las Américas, Universidad San Marcos, Universidad Tecnológica del Perú, entre otros y en México en la Universidad Autónoma de Chiapas y Universidad del Soconusco. Ha dictado conferencias a personal de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito de la ONU, a periodistas que cubren zonas de conflicto armado. Ha participado como ponente en múltiples foros en Latinoamérica y se ha especializado en temas como narcotráfico, terrorismo, guerrilla, redacción periodística y crónica. Su formación académica lo ha llevado a diversos países del mundo como expositor o periodista y escribe constantemente crónicas para diversas publicaciones de Latinoamérica y además de trabajar en la agencia de Noticias Notimex como corresponsal jefe para Perú, Brasil y Bolivia, escribe una columna semanal en el portal La Silla Rota del diario El Universal. Radica actualmente en Lima, Perú. Ha escrito reportajes y crónicas sobre migrantes, narcotráfico, indigenismo, guerrilla y ha entrevistado a 30 jefes de Estado de América Latina. Sus textos que aparecen en los buscadores de Google y Yahoo han sido difundidos además en los diarios mexicanos El Universal, Excélsior, El Nacional, Revista Siempre, Revista Impacto, El Orbe, Diario del Sur y en las agencias Reuters, Associated Press y actualmente es el corresponsal de Notimex para Perú y Bolivia. Participó en los libros: Antología "Voces online" (poesía), tercera edición, del Club de Escritores de Chile y la UNESCO; "Chiapas, mosaico de riquezas" (turismo y literatura); "Agencias de noticias: periodismo con precisión y rapidez" (periodismo) y ¡A mí me encanta!, Espagnol Seconde, de la editorial francesa Hachette Éducation (enseñanza media superior).

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Al Prof. Lic. y Mtro. José Luis Castillejos Ambrocio



A LA INVESTIGACION —2014 — Dra. Cilia Lissel Romero Sosa —Lic. Tamara Portnova Deikoun —Prof. Lic. Cecilia Durán Mena Editora y Directora Ejecutiva Editora Asociada Editora Asociada






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Prof. Dr. Alejandro Adán Pascual

Quel. La Rioja (España)

Breve CV: Licenciado en historia por la Universidad de Zaragoza. Doctorado en “Conflictos, Seguridad y Solidaridad”. Finalista en el Concurso Internacional “Los Servicios de Inteligencia y la Guerra Cultural” realizado por Latin Heritage Foundation, Washington D.C.; USA. Celebrado en Abril de 2001. Actualmente Docente en la plataforma Universitaria del Campus Internacional de Seguridad y Defensa (CFICD), “Curso Introducción al análisis estratégico del Mundo Islámico” y “Master Internacional en Seguridad, Defensa y Geoestrategia”.

Ha publicado sobre diversos artículos académicos, entre ellos: “PREJUICIOS Y MISIONES DE PAZ, ANÁLISIS ACADÉMICO Y COMUNICACIÓN EN LAS MISIONES DE PAZ” Artículo aparecido en el libro “XVIII Curso Internacional de Defensa con título Medios de Comunicación y Operaciones Militares”, Editado por la Cátedra Miguel de Cervantes; Ministerio de Defensa de España; abril 2011, páginas 277 a 284.


Al Prof. Dr. Alejandro Adán Pascual



A LA INVESTIGACION —2014







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Fueron otorgados los “PREMIOS ANA MARIA AGÜERO MELNYCZUK A LA … · 2014-06-16 · con la boca abierta. ... Un muchacho grita en la puerta del edificio. La puerta del baño se