Gallegos Shibya Dissertation

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Nominalizacin y registro tcnico. Algunas relaciones entre morfopragmtica, tradiciones discursivas y desarrollo de la lengua en espaol.

Inaugural-Dissertation zur Erlangung der Doktorwrde der Philologischen Fakultt der Albert-Ludwigs-Universitt Freiburg i. Br.

vorgelegt von

Alfonso Gallegos Shibya aus Guadalajara (Mexiko)November 2003

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Erstgutachter: Prof. Dr. Wolfgang Raible. Zweitgutachter: Prof. Dr. Wulf Oesterreicher. Drittgutachterin: Prof. Dr. Eva Tichy. Vorsitzender des Promotionsauschusses der Gemeinsamen Kommission der Philologischen, Philosophischen und Wirtschaftsund Verhaltenswissenschaftlichen Fakultt: Prof. Dr. Elisabeth Cheaur Datum der Disputation: 28.05.04

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CONTENIDO

Pgs. Agradecimientos ..... Introduccin .... I. ASPECTO SINCRNICO 1. Marco terico-metodolgico .. 1.1 Teoras actuales de la derivacin ...... 1.2 Derivacin y nominalizacin .... 2. Sobre la derivacin nominal en espaol . 3. El repertorio de sufijos deverbonominales . 4. Lenguajes especializados y registros discursivos ... 4.1 El estatuto lingstico de los lenguajes especializados . 4.2 Los registros discursivos ... 5. Las alternancias o copresencias sufijales en el marco de un estndar regional ...... 6. La marcacin discursiva morfolgica . 7. Nominalizacin y progresin semntica . 8. Conclusiones parciales .... II. TRANSICIN 9. Lenguajes especializados y tradiciones discursivas ... 10. Puntos de contacto entre norma sincrnica y aspecto diacrnico . 11. Acercamientos a la marcacin deverbonominal en registros especficos . 11.1 El sufijo cin y el registro cientfico . 11.2 El sufijo do y el registro tcnico ....... 12. Alternancias deverbonominales y tradiciones discursivas ... 13. Conclusiones parciales .. III. ASPECTO DIACRNICO 14. El corpus ... 15. Significados del sufijo deverbonominal do .... 16. La evolucin de do en el registro tcnico ... 16.1 Nivel semntico .. 16.1.1 Desarrollo nomen acti vs. nomen actionis ... 16.1.2 Interpretadores + do .... 16.2 Aspectos gramaticales ..... 16.2.1 NOMinalizacin ....... 111 119 126 128 128 135 141 141 81 83 84 84 95 101 109 11 11 16 23 26 34 35 38 41 46 65 79 5 7

4 16.2.2 Pluralizacin ..... 16.2.3 DETerminacin .... 16.3 Dimensin textual ... 17. Conclusiones parciales . IV. ASPECTOS SOCIOHISTRICOS E INTRALINGSTICOS 18. Transfondo sociohistrico de la evolucin del registro tcnico en espaol . 18.1 Aspectos generales: la situacin de la tcnica en Espaa entre los siglos XVII y XIX ..... 18.2 La evolucin de la nominalizacin en el registro tcnico espaol .. 19. La investigacin de los lenguajes especializados en otras lenguas .. 19.1 Sobre el desarrollo de los lenguajes tcnicos a partir del siglo XVIII 19.2 La nominalizacin desde una perspectiva diacrnica ..... 19.3 La influencia de los lenguajes especializados sobre la lengua comn ... V. CONCLUSIONES FINALES .... VI. ZUSAMMENFASSUNG ......... VII. BIBLIOGRAFA ..... 179 179 181 188 188 190 193 195 199 211 152 156 165 176

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AGRADECIMIENTOS

La investigacin que aqu presentamos fue realizada gracias al apoyo del Deutscher Akademischer Austauschdienst (DAAD) para realizar estudios de doctorado en la AlbertLudwigs-Universitt Freiburg. No quisiera sin embargo dejar de sealar, an con el riesgo de alguna omisin siempre involuntaria, la ayuda recibida por otras personas e instituciones. En primer lugar, vaya una mencin muy especial a mi asesor, Prof. Dr. Wolfgang Raible, por su invaluable apoyo durante todas las etapas del proyecto doctoral: su orientacin y comentarios crticos fueron determinantes para que esta investigacin llegara a buen trmino. Agradezco asimismo a Jos Luis Iturrioz Leza (Universidad de Guadalajara) y Wulf Oesterreicher (Ludwig-Maximilians-Universitt Mnchen) por sus comentarios y sugerencias puntuales, as como a los asistentes del Linguistisches Montagskolloquium del Romanisches Seminar de la Albert-Ludwigs-Universitt Freiburg por las siempre estimulantes discusiones sobre los resultados preliminares de este trabajo. Finalmente, quisiera expresar mi agradecimiento a la Bayerische Staatsbibliothek, la Biblioteca Nacional de Espaa y la Biblioteca Pblica del Estado de Jalisco (Guadalajara/Mxico) por las facilidades otorgadas para la formacin del corpus necesario para esta investigacin.

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INTRODUCCIN

Quisiera comenzar con un pequeo excurso que aparentemente no tiene nada que ver con el tema de nuestra investigacin. Seguramente es de todos sabido que los diccionarios son sistemas altamente complejos de registro de informacin lingstica (y extralingstica), cuya seccin principal est formada por una serie de artculos, es decir, una lista ordenada de entradas lxicas y sus respectivas trascodificaciones. La informacin que proporcionan los artculos del diccionario va ms all de las simples ecuaciones de equivalencia, ya que tales explicaciones estn vinculadas en mayor o menor medida a otros niveles de descripcin lingstica como el estatus sintctico de los lexemas, el rol de unidades menores a la palabra (por ej., algunas formas de abreviacin como el acortamiento o clipping) o mayores a ella (sintagmas fijos o fraseologismos); la relacin entre lengua y dialectos; la concepcin de la lengua (en el casos como el ingls, el francs o el espaol) como monocntrica o policntrica, etc. No obstante, existen algunos fenmenos lingsticos relacionados directamente con la formacin de palabras en espaol especialmente con la derivacin nominal deverbal que, a juzgar por las indicaciones semnticas ofrecidas por los diccionarios, podran parecer carentes de regularidad, impredecibles o bien homofuncionales. Consideremos por ejemplo las definiciones que para enlace/enlazamiento y centrifugacin/centrifugado ofrece la edicin ms reciente del Diccionario de la lengua espaola, editado por la Real Academia Espaola (2001):enlace. m. Accin de enlazar. 2. Unin, conexin de algo con otra cosa. 3. Conjunto de dos o ms letras bordadas o grabadas en objetos de uso normal, generalmente las iniciales de los nombres de los propietarios. 4. En los trenes, empalme. 5. Casamiento. 6. Persona que establece o mantiene relacin entre otras, especialmente dentro de alguna organizacin. 7. Qum. Unin de dos tomos de un compuesto qumico, debida a la inexistencia de fuerzas de atraccin entre ellos. enlazamiento. m. enlace. centrifugacin. f. Accin de centrifugar. centrifugado. (Del part. de centrifugar). m. Accin y efecto de centrifugar.

8 A partir de la informacin proporcionada, los derivados anteriores deberan ser sinnimos y por tanto intercambiables en todos los contextos. Sin embargo, los contraejemplos a esta suposicin son evidentes: en el espaol de Mxico es posible decir un enlace matrimonial, pero la frase un enlazamiento matrimonial resultara pragmticamente dudosa e incluso rechazada. No resulta fcil admitir que dos rdenes de derivacin nominal como los anteriores puedan permutarse a voluntad y exhibir variacin libre, o bien que representen simples variantes estilsticas. Cules son entonces los criterios que rigen la eleccin de los sufijos deverbonominales? Por qu es posible encontrar diferentes derivados que compiten al individualizar una misma accin en el marco de un espacio diasistmico determinado, y ms an, al interior de un mismo texto? Cmo se manifiestan estos aspectos en la lengua desde una perspectiva diacrnica? La ausencia de una explicacin satisfactoria para este problema se debe no tanto a la falta de exhaustividad de las investigaciones existentes, sino a la concepcin misma de la morfologa como un componente lingstico ajeno a condiciones pragmticas y textuales. En el presente trabajo intentaremos llenar este vaco analizando dicho fenmeno morfolgico a partir otros niveles de descripcin lingstica, especialmente la pragmtica textual y las tradiciones discursivas. Debido a la enorme productividad que muestra la derivacin en espaol, hemos limitado este estudio a la nominalizacin deverbonominal con significado accin (tanto del tipo nomen acti como nomen actionis: cortar > cortado, corte) y dejar de lado la agentiva (cantar > cantante, cantador, cantor). En la primera parte de esta investigacin (I. ASPECTOSINCRNICO)

nos ocupamos de la alternancia de deverbonominales a partir de la hiptesis de

que ciertos sufijos estn parcialmente asignados a determinados registros discursivos. Mediante numerosos ejemplos demostramos (a) que los sufijos deverbonominales pueden funcionar como elementos de marcacin discursiva, y (b) que la relacin entre los diferentes formativos que admite un item verbal conduce a neutralizaciones sufijales, es decir, contextos que aceptan nombres deverbales con el mismo significado a partir de sufijos distintos, mientras que en otros mbitos las elecciones se restringen de manera que algunos de esos formativos no pueden ser actualizados. Asimismo, hemos recurrido a parmetros textuales para explicar la alternancia de nombres deverbales al interior de un mismo texto. Los antecedentes de esta concepcin se remontan a las investigaciones de Jos Luis Iturrioz Leza acerca de la funcin de ciertos morfemas derivativos en euskara como exponentes de complejas operaciones textuales como la condensacin de la informacin y la constitucin de objetos de segundo orden realizadas a travs de la nominalizacin. En este trabajo demostramos que tales alternancias desempean una funcin como elementos de cohesin

9 textual, por lo que su actualizacin al interior de un texto responde a necesidades bien definidas. En la segunda parte de este trabajo (II. TRANSICIN) explicamos que los fenmenos morfolgicos arriba mencionados no se presentan de manera aleatoria, sino que son el resultado de la tradicin discursiva en la cual se inscribe el texto. As, es posible apreciar que el registro cientfico ha evolucionado de manera tal que generalmente evita la copresencia de deverbonominales en el mismo texto, mientras que el registro tcnico ha favorecido esta posibilidad. Con el fin de analizar este fenmeno morfolgico de manera integral, en la tercera seccin (III. ASPECTODIACRNICO)

abordamos el surgimiento y consolidacin de un patrn

derivativo especfico asociado al registro tcnico (do). Los resultados del anlisis demuestran que el desarrollo de este modelo nominalizador est caracterizado por la adquisicin paulatina de propiedades nominales como la pluralizacin y la determinacin, lo cual representa un proceso de expansin de la lengua gestado en el interior de una tradicin discursiva determinada. En la cuarta parte (IV. ASPECTOSSOCIOHISTRICOS E INTERLIGSTICOS)

se expone que el incremento en la productividad del formativo do en el

registro tcnico es una consecuencia del acoplamiento estructural de la lengua ante las nuevas necesidades de individualizacin de objetos y descripcin de procesos tcnicos originadas por la Revolucin Industrial. Asimismo, se demuestra que el surgimiento de este modelo derivativo constituye un desarrollo exclusivamente interno del espaol que no puede ser atribuido a influencias externas, a pesar de la abundancia de traducciones de textos tcnicos (particularmente del francs) a lo largo del siglo XVIII. Los captulos siguientes abarcan las conclusiones finales (V) y un resumen en alemn de la investigacin (VI). Si bien el trabajo que aqu presentamos constituye, en primer lugar, una contribucin a la descripcin de ciertos fenmenos morfolgicos del espaol, sus conclusiones tambin tienen relevancia para la morfopragmtica y la lingstica de los lenguajes especializados. Por otra parte, esta disertacin se inscribe en una de las tendencias de la romanstica alemana actual, en particular la que concibe la historia de la lengua como historia de las tradiciones discursivas, con lo cual se abren nuevas perspectivas para la investigacin de la comunicacin lingstica y las condiciones de su cambio histrico.Guadalajara, Mxico, septiembre de 2006.

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11 I. ASPECTO SINCRNICO1 1. Marco terico-metodolgico 1.1 Teoras actuales de la derivacin La derivacin representa junto con la composicin, la conversin y la abreviacin2 una de las tcnicas principales de formacin de palabras. Estos procedimientos permiten designar un estado de cosas mediante la modificacin de un significante preexistente, confiriendo al nuevo lexema una capacidad semntica y/o sintctica anteriormente slo realizable mediante una enunciacin perifrstica. La derivacin, por tanto, no puede ser concebida de manera aislada, sino ms bien como un mecanismo de la lengua que permite la reduccin o simplificacin sintctica mediante el paso del sintagma a la palabra. La naturaleza de la derivacin es bastante clara en trminos intuitivos, pero se muestra muy complicada de definir en trminos formales y explcitos. La derivacin consiste bsicamente en la incorporacin de un afijo a un radical o base3, y se distingue de la flexin a partir de los siguientes criterios: (a) formacin de un nuevo item lxico, no de una forma de palabra (Wortform); (b) cambio de significado en el morfema radical; (c) cambio de categora sintctica; (d) menor grado de productividad para la derivacin con respecto a la flexin, y (e) obligatoriedad de las categoras flexivas frente a las derivativas (cf. Bloomfield 1933; Nida 1946; Greenberg 1954; Kurylowicz 1964). No obstante, la distincin entre morfologa flexiva y derivativa debe ser vista como gradual ms que como una distincin discreta, ya que la totalidad de estos criterios no se cumple siempre simultneamente (Bybee 1985). El deslinde de la derivacin frente a las dems tcnicas de formacin de palabras se muestra igualmente complejo. El estatus de la conversin frente a la derivacin ha sido objeto de numerosas discusiones4, ya que mientras algunos investigadores la han descrito como una forma de derivacin a partir del morfo cero (Marchand 1964), otros la conciben como direkte Umkategorisierung (Olsen 1986: 124 ss.) o bien como una tcnica que parte de racesTodas las citas en este trabajo han sido transcritas en su lengua original. Slo para el caso del alemn ofrecemos una traduccin de las mismas a pie de pgina. 2 Bajo el trmino abreviacin hemos agrupado los fenmenos de acronimia (por ejemplo ONU, OVNI), as como el acortamiento de formas coloquiales (televisin > tele, colegio > cole) e hipocorsticas (Antonio > Too, Alejandra > Ale). 3 Los trminos radical o base (ing. stem, base; ale. Wortstamm, Stamm), aunque no estn del todo estandarizados, hacen referencia generalmente a aquella unidad a la cual se aade algn elemento morfolgico (perro-s, seor-ial, solid-ificar). En ocasiones su uso se confunde con el trmino raz (ing. root, ale. Wurzel, fr. racine), el cual designa el ncleo lexical en una combinacin de morfemas (Glck 2000: 802). De acuerdo con estos criterios, en el adjetivo nacionalizable tenemos la base nacionalizar y la raz nacin. 4 Dressler (1982, 1985) estudia las diferentes tcnicas de formacin de palabras bajo el marco de la morfologa natural y propone una escala de naturalidad a partir de la iconicidad construccional: I. Afijacin (Sg. perro Pl. perros) > II. Afijacin y modificacin (ale. Sg. Dorf pueblo Pl. Drfer pueblos) > III. Modificacin (ale. Sg. Bruder hermano Pl. Brder hermanos) > IV. Conversin (amanecerV el amanecerN), > V. Sustraccin (rus. matematika matemtica matematik matemtico). Mientras ms diagramtica es una tcnica, mayor productividad tiene en una lengua y con mayor frecuencia se presenta en las lenguas del mundo.1

12 indeterminadas (Bergenholtz/Mugdan 1979)5. Por otra parte, la transicin entre el compuesto y el derivado tambin forma un gradiente con diferentes grados de acercamiento a los respectivos prototipos, ya que la decisin de si un elemento de un compuesto es una unidad mnima potencial (siguiendo la definicin de Bloomfield) depende del grado en que la podamos identificar con la palabra libre homfona [...] En la medida en que se vaya disociando semnticamente, se desplazar en direccin de la derivacin, y el progresivo grado de sntesis tender a reflejarse en la segunda articulacin (Iturrioz 1986a: 18-9). La aparicin de la teora gramtico-generativa facilit una serie de trabajos en los cuales se aplicaron los mismos principios de la sintaxis al estudio de la palabra compleja. Especial atencin recibieron los nombres abstractos, es decir, derivados verbales que permiten la insercin lxica del tipo Juan captur al fugitivo La captura del fugitivo por Juan, los cuales fueron explicados como resultado de reglas de transformacin a partir de oraciones subyacentes6. La tesis general fue revisada y rechazada por Chomsky (1970) debido a las irregularidades morfolgicas y a los cambios semnticos incontrolables de la derivacin. Los tericos generativistas abandonaron consecuentemente el anlisis transformacional del proceso de formacin de palabras y reconocieron en la morfologa lxica un componente esencial y autnomo de la gramtica (Halle 1973; Aronoff 1981; Selkirk 1982; Scalise 1984 etc.). En estas investigaciones se intenta identificar todos aquellos aspectos que determinan la forma y significado de los eductos resultantes como las condiciones fonolgicas que determinan el enlace de los morfos constituyentes, los rasgos semnticos de la base y del derivado resultante (animado, abstracto), los aspectos sintcticos involucrados en el proceso morfolgico etc., los cuales tendran que dar cuenta del problema planteado por las irregularidades de la formacin de palabras. Los procesos morfolgicos as entendidos pueden ser resumidos en detalladas reglas de formacin de palabras que permiten, en principio, derivar un conjunto (potencialmente) infinito de unidades a partir de los morfemas registrados en el diccionario-base. Para ejemplificar estos procesos, exponemos a continuacin el funcionamiento de la regla de formacin de palabras que deriva unidades a partir del sufijo ble en espaol (vendible, lavable, exportable, soportable etc.)7:Regla de formacin de palabras: [X]V [Xble]Adj Condicin: [X]V sea transitivo (i.e., [+___NP]) Sintaxis: El objeto argumento de [X]V corresponde al sujeto de [Xble]Adj Semntica: (Verbo) susceptible de ser XdoPara una discusin sistemtica sobre la relacin entre conversin y derivacin, vase Olsen 1990. Para un anlisis de los nombres deverbales en espaol desde una perspectiva generativista, vase Falk 1986. 7 La sistematizacin de esta regla de formacin de palabras est basada en los trabajos de Akmajian/Demers/Harnish (1984[1979]: 155-63) y Anderson (1992: 186).6 5

13 El punto de partida para este tipo de anlisis se encuentra en Morris Halle (1973), quien, como reaccin a los trabajos transformacionalistas (nominalistas), presenta un modelo basado en el morfema. De acuerdo con esta propuesta, los hablantes nativos de una lengua tienen acceso a un repertorio de morfemas tanto radicales (lexemas) como ligados (afijos) que se relacionan de forma totalmente regular de acuerdo con ciertas reglas de formacin de palabras. Estas reglas especifican qu categora(s) lxica(s) exige cada morfema, as como su orden secuencial, a partir de lo cual se excluiran las malas formaciones. El ltimo componente es un filtro que desempeara varias funciones: la primera de ellas es prcticamente idntica a la que cumple la norma de Coseriu, es decir, la distincin entre palabras potenciales (virtuales) de las efectivamente existentes (reales) y los morfemas productivos de los no productivos. La segunda misin del filtro es especificar los rasgos idiosincrticos de cada combinacin. La tercera sera dar cuenta de las irregularidades fonolgicas, esto es, de todos aquellos procesos morfofonolgicos adecuados para reajustar las formaciones obtenidas (y convertir, por ejemplo, *adelgar en adelgazar). Finalmente, las construcciones que han pasado a travs del filtro iran a parar a un diccionario con el que operara la sintaxis. La propuesta de Halle fue relevante en la medida que, por primera vez, se aplicaba al lexicn una teora morfolgica, y al mismo tiempo se proponan mtodos para abordar el problema de estructuras morfolgicas posibles, pero no existentes. La aplicacin prctica de sus principios puso de manifiesto sin embargo las inconsistencias de esta teora en varios aspectos: las reglas eran demasiado poderosas, la funcin del filtro no estaba suficientemente definida, se otrogaba demasiada importancia al lexicn al estipular el fundamento de las reglas, etc. En lo que al espaol se refiere, el problema principal consiste en que las unidades bsicas en el sistema de Halle son los morfemas hiptesis claramente determinada por el ingls, mientras que en espaol, a pesar de que se dan muchos casos en los que morfema y palabra coinciden (sol, mujer, rbol, azul etc.), por lo general no existe tal correspondencia (como en la series derivativas diente > dentista > dentfrico o leche > lcteo). Mark Aronoff (1981) propone un modelo diferente de derivacin basado en la palabra y no en el morfema, debido a que no acepta este ltimo como unidad de significacin8. El modelo de Aronoff renuncia a considerar el morfema como unidad significativa porque el significado de la palabra derivada no puede deducirse a partir del significado de sus

Aronoff (1981: 10-5) afirma que, aun cuando exista el morfema, este presentara las siguientes caractersticas: (1) ausencia de significado independiente (por ej., cran en cranberry); (2) inconsistencia semntica (straw en strawberry o straw hat), y (3) referencia a distintos sentidos (como el prefijo re en renegar, repartir o reimprimir, que posee los significados intensificador, distribucional o reiterativo de acuerdo con su contexto lxico). Por estas razones, Aronoff lo descarta como unidad bsica de la morfologa derivativa, la cual debe estar fundamentada en la palabra como unidad lingstica semnticamente transparente.

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14 componentes (por ejemplo glorieta, Nochebuena, redada, luneta). Su hiptesis central es que toda la derivacin regular est basada en la palabra, es decir, las unidades lxicas se forman aplicando una regla totalmente regular a otra palabra ya existente, y tanto el aducto como el educto de la regla han de ser necesariamente miembros de una categora lxica principal. Estas reglas de formacin de palabras poseen las siguientes propiedades: (a) siempre son facultativas; (b) especifican (tal como en el modelo de Halle) la categora lxica tanto de la base como de la palabra derivada tras el proceso de sufijacin; (c) realizan las operaciones morfofonolgicas; (d) son sensibles a informacin sintctica y no slo lxica; e) preceden a todas las transformaciones, y (e) no operan con morfemas flexivos (1981: 46-86). En la propuesta de Aronoff, las palabras quedan recogidas en el diccionario y los afijos se sitan en el nivel inferior del componente de las reglas de formacin de palabras; las primeras son portadoras de informacin categorial, mientras que los segundos de informacin relacional. Puesto que las reglas de Halle fueron blanco de crticas por su carcter excesivamente global, Aronoff estableci reglas de restriccin (positivas y negativas) tanto para la base como para el educto de la derivacin. Para Aronoff toda palabra derivada es regular o irregular9: en el primer caso las reglas predicen adecuadamente su significado; en el segundo, ha de ser memorizada individualmente. En este sentido ya no se habla de productividad de los sufijos, sino de regularidad de palabras derivadas. As, un mismo afijo puede producir una unidad con significado predecible en unos casos (lenta-mente, vileza) e impredecible en otros (buena-mente, alt-eza). La existencia en el lexicn de innumerables particularidades no debera suponer una barrera para la formulacin de reglas, dado que incluso las palabras que presentan irregularidades poseen una estructura morfmica que es susceptible de formalizacin. La propuesta de Aronoff sin embargo ha sido objeto de crticas en varios aspectos. Las ms exhaustivas se han dirigido contra el carcter no significativo de los morfemas, ya que los ejemplos propuestos por el autor (prefer, confer, commit, remit, submit, receive, conceive, perceive etc.) no corresponden realmente a palabras sincrnicamente compuestas. Otro problema de este modelo es que considera todos los procesos de formacin de palabras como word-based, lo cual resulta inadecuado para explicar una serie de fenmenos morfolgicos

El fenmeno de la irregularidad de la formacin de palabras ya haba sido reconocido desde la antigedad por Marcus T. Varrn en De lingua latina (libro X, 14-17). En esta obra, Varrn expone su sistema de partes del habla y distingue entre declinatio voluntaria y declinatio naturalis, o bien morfologa derivativa (formacin de palabras) y morfologa flexiva respectivamente. El punto importante para Varrn era que De his duabus partibus voluntaria declinatio referetur ad consuetudinem, naturalis ad [o]rationem (X, 15). Es decir, mientras que la declinatio voluntaria representa un proceso relativamente arbitario, la declinatio naturalis es sistemtica.

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15 incluso del ingls10. Tambin han sido objeto de crtica las condiciones fonolgicas universales sealadas por Aronoff, que no podran explicar nominalizaciones como resolver > resoluble11, o bien la distincin entre lexemas de base autctona y latina, relevante para al anlisis del ingls, que tampoco resulta pertinente para los procesos derivativos del espaol. Ray Jackendoff (1975) propone un modelo an ms radical, en tanto que concede menos importancia a las formas productivas que Halle o Aronoff. Para Jackendoff, tanto la base como la palabra derivada deben aparecer en el lxico como unidades independientes y la relacin que existe entre ambas se establece mediante reglas de redundancia. Desde el momento en que la derivacin se considera el terreno de la irregularidad, la imprevisibilidad y la contingencia, las formas productivas absolutamente regulares vienen a ser una excepcin. Es exactamente el extremo opuesto de la semntica generativa: mientras sta se ve obligada a suponer formas inexistentes (por ejemplo diletar para obtener diletante), Jackendoff slo se ve en la necesidad una relacin formal cuando la regularidad semntica es absoluta. Las dificultades ms importantes de los modelos generativistas de la derivacin pueden resumirse en que han sido generalmente concebidos en el marco del ingls, por lo que su aplicacin encuentra numerosas dificultades en los sistemas morfolgicos de otras lenguas, y que la naturaleza de la competencia lxica es radicalmente distinta de la naturaleza de la competencia sintctica: aqulla es siempre parcial, nunca se adquiere de forma absoluta, cambia incluso con cierta frecuencia, est sujeta a influencias externas y es ms difcil de contrastar que la sintctica. Este carcter fundamentalmente mutable del lxico es la primera gran dificultad de una teora basada en el corte sincrnico de la lengua y que incluye, por razones metodolgicas, un importante componente de idealizacin. Ahora bien, mientras los trabajos de morflogos lexicalistas como Halle, Aronoff y Jackendoff han demostrado un progresivo alejamiento del tratamiento transformacional de las reglas de formacin de palabras, otros investigadores han resaltado la importancia de la interaccin entre los procesos derivativos y la sintaxis. Algunos han afirmado incluso que las teoras referentes a la estructura sintctica pueden ser aplicables a la estructura de la palabra. Elisabeth Selkirk (1982) aplica por ejemplo la teora sintctica de la X-barra a las reglas de formacin de palabras, explicando la unin de constituyentes (bases y afijos) a travs de una estructuraEn este sentido, Aronoff afirma que all regular word-formation processes are word-based. A new word is formed by applying a regular rule to a single already existing word. Both the new word and the existing one are members of major lexical categories (1981: 21). No obstante, ya muy pronto se demostr que an en ingls existen ejemplos de formacin de palabras cuyos componentes no a aparecen como lexemas: Francophone, homophilie etc. que podran considerarse como estructuras [RAZ] +[RAZ] (cf. Bauer 1979). Por otra parte, la identificacin de la base de derivacin con la palabra est fuertemente influenciada por los modelos correspondientes del ingls, pero resulta inadecuado para lenguas como el espaol. 11 Este problema ha llevado a algunos autores como Heinz (1982, cit. en Lang 1990: 48) a aadir algunos otros principios fonolgicos al modelo de Aronoff.10

16 jerrquica de tipo sintagmtico; al mismo tiempo, acepta la premisa en virtud de la cual la morfologa derivativa junto con la flexiva constituyen un componente autnomo de la gramtica y coincide en la necesidad de un diccionario ampliado en el que estaran recogidos tanto afijos y morfemas lxicos como palabras existentes, con toda la informacin lingstica necesaria para combinarlos adecuadamente. Esta teora, sin embargo, muestra en ocasiones algunos defectos, especialmente cuando se trata de justificar las buenas o malas formaciones procedentes de procesos particulares12.

1.2 Derivacin y nominalizacin Bajo el trmino nominalizacin las escuelas lingsticas pueden hacer referencia a fenmenos distintos. Las gramticas tradicionales la entienden en sentido estricto como nur die deverbative Derivation von Substantiven13 (Lehmann 1982a: 68) o bien en un sentido ms amplio como Bildung eines Substantives, aus einem Wort einer anderen Wortart14 (Fries/Glck 2000: 477) ya sea mediante conversin (ale. das Laufen, das Blau, das Ich) o derivacin (grande > grandeza). Desde una perspectiva funcional, en cambio, bajo nominalizacin se designa una operacin lingstica que tiene como finalidad la transicin de la proposicin al concepto (Porzig 1930; Seiler 1982; Lehmann 1982a) o, dicho de otra manera, la abstraccin sustantiva (es decir, la reificacin de contenidos proposicionales; vid. Iturrioz 1985a; 1985b) que permite transiciones del tipo Los romanos destruyeron la ciudad La destruccin de la ciudad por los romanos. Los esfuerzos ms importantes para dilucidar la naturaleza sintctica y semntica de la nominalizacin (NOM) provienen del Proyecto de Universales y Tipologa de la Universidad de Colonia (UNITYP)15, en donde se concibe como una dimensin o plan operacional de la lengua a lado de otras como individuacin (IND), determinacin (DET), posesividad (POS), participacin (PART) etc. Estas dimensiones son universales en tanto que representan tareas o problemas fundamentales a los que cada lengua debe dar respuesta mediante la eleccin de ciertas tcnicas, alguna de las cuales siempre tiende a ser generalizada al interior de cada sistema lingstico, y constituyen asimismo el tertium comparationis en cuyo marco puede realizarse la comparacin intralingstica (cf. Raible 2001: 4-10). Cada una de estas dimensiones comprende todas aquellas estructuras que sirven a una misma funcin, las cualesSobre los problemas de la aplicacin de la teora de la X-barra a la estuctura de la palabra vase Scalise 1984: 185-98 (con ejemplos del ingls y el italiano). 13 solamente la derivacin deverbativa de sustantivos. 14 la formacin de un sustantivo a partir de una palabra de otra clase. 15 Para mayores referencias acerca del proyecto UNITYP vase Seiler 1986a, 1988, 1990 y 2001; Iturrioz 1986a, 1986d, as como la amplia bibliografa de la produccin cientfica de UNITYP que aparece en Funcin (I) 1986: 27-33.12

17 se distinguen unas de otras gradualmente por el modo especfico de interaccin de dos principios contrapuestos y complementarios que pueden reducirse a una correlacin negativa entre predicatividad e indicatividad (Raible 1992: 25-7): caracterizacin/especificacin en el caso de DETerminacin, inherente/establecido para POSesividad, agregacin/integracin para YUNcin etc. Los principios que subyacen una dimensin constituyen un continuo, en el cual la presencia de uno de ellos decrece en la medida en que el otro se incrementa (aunque en cada punto del continuo, y en diferente medida, ambos principios permanecen activos). En el lugar en donde ambos principios influyen de la misma manera se ubica el punto de inflexin del continuo o dimensin. Ahora bien, dentro del marco terico de UNITYP, el programa de NOMinalizacin constituye objetos a partir de la interaccin de los principios de generalizacin e individualizacin. Esta dimensin se compone de una serie de instancias que van desde oraciones (completivas, introducidas por medio de un subordinador) hasta substantivaciones (nombres derivados del tipo accin, compra, entrada, etc.), pasando por construcciones semipredicativas como gerundios, infinitivos, etc. (Iturrioz 1986a: 27-8). Dicho programa se puede representar a partir del siguiente esquema (de Iturrioz 1986a: 30):

jerarqua sintctica medios de nominalizacin

ORACIONES SUSTANTIVAS

CONSTRUCCIONES SEMIPREDICATIVAS

PALABRAS

(lxico)

(clusulas) subordinadores

(sintagmas) sufijos derivativos

Verbalidad mxima Mxima obligatoriedad de las categoras verbales Sntesis de nominalidad y verbalidad Mxima libertad en las operaciones de seleccin y combinacin

ESQUEMA 1 Escala de nominalizacin

El mtodo de nominalizacin as concebido bezieht sich zunchst rein formal auf die verschiedenen Ebenen der Konstituentenstruktur, auf denen sie operiert. Die Gre der nominalisierten Einheiten nimmt von links nach rechts ab; am linken Ende der Skala hat man mit Substantivstzen, in der Mitte mit Nominalisierungen von Syntagmenumfang, am rechten

18 Ende mit Verbalabstrakta, insbesondere Nomen Actionis, zu tun (Lehmann 1982a: 74)16. Ahora bien, no todas las lenguas actualizan el mismo haz de posibilidades, ni las actualizadas en diferentes lenguas poseen necesariamente el mismo grado de productividad y variabilidad sintctica comprense las diferencias entre el infinitivo y el gerundio en lenguas an cercanas. Todos estos aspectos han sido estudiados exhaustivamente por Lehmann (1982a) e Iturrioz (1985a y 1985b), por lo que me limitar a plantear algunos de los principales puntos ah expuestos. Los exponentes estructurales que posee cada lengua representan pasos sucesivos del programa de NOMinalizacin dirigido a la individuacin de contenidos proposicionales que culmina con la tcnica de abstraccin. Por ejemplo, en los siguientes paradigmas (Iturrioz 1985b: 397)1) a. El nio vio cmo el gato saltaba desde el tejado b. El nio vio que el gato saltaba desde el tejado c. El nio vio al gato saltar desde el tejado d. El nio vio el salto del gato desde el tejado17 a. Es macht Spa, die Sterne zu beobachten b. Die Sterne zu beobachten macht Spa c. Das Beobachten der Sterne macht Spa d. Die Beobachtung der Sterne macht Spa

2)

encontramos instancias encaminadas a la aprehensin de enunciados como objetos, lo cual es definido por Iturrioz como reificacin de contenidos proposicionales o abstraccin sustantiva18. Ya Porzig (1930) haba afirmado que Das echte Abstraktum stellt sich sprachlich-deskriptiv immer dar als Vergegenstndlichung eines Satzinhaltes vom Prdikat aus (Porzig 1930: 72)19 y se fundamenta en la capacidad de construir pensamientos complejos al tratar el contenido de enunciados como objetos.

se relaciona formalmente con los diferentes niveles de la estructura de constituyentes sobre los cuales opera. La magnitud de las unidades nominalizadas disminuye de izquierda a derecha: en el extremo izquierdo de la escala se ubican las oraciones sustantivas; en el centro, las nominalizaciones de estructuras sintagmticas; en el extremo derecho, los nombres abstractos, especialmente nomen actionis. 17 Desde una perspectiva diacrnica, es posible encontrar otra instancia de nominalizacin en espaol a partir del gerundio, la cual ha desaparecido como recurso productivo: Sera malsimo mtodo hacer el arriendo de un tallar, difiriendo para el ao siguiente el de los resalvos, pues adems de que resultara un arriendo por pies de rboles, escarabajeando; lo qual est prohibido por las Ordenanzas, que establezcan se haga la corta hecho (Duhamel 1773: 137-8). Las nominalizaciones gerundiales sobreviven solamente en algunas formas fosilizadas, como en los considerandos del discurso jurdico. 18 La abstraccin sustantiva es un trmino introducido histricamente por Iturrioz (1985a) a partir de investigaciones sobre tipos de abstractividad, en donde tambin distingue la abstraccin formal y la abstraccin clasificativa. 19 el verdadero abstracto se presenta siempre desde un punto de vista lingstico descriptivo como la reificacin de un contenido oracional desde el predicado.

16

19 Como es posible apreciar en los ejemplos, la abstraccin sustantiva implica una desconexin del discurso, es decir, una paulatina sustitucin en el texto de factores exgenos por condiciones endgenas. Consiste en una paulatina prdida de las categoras que vinculan el enunciado con situaciones especficas, as como de otras propiedades inherentemente verbales: fuerza ilocutiva; tiempo, modo y aspecto; relacionalidad; capacidad de expansin; progresiva adopcin de categoras nominales; reccin verbal, etc.20 Con estas formaciones se introducen en el universo del discurso un nuevo tipo de referentes: objetos procesuales o entidades que constituyen las figuras en un lenguaje de segundo orden (abstracto). Iturrioz (1985b) demuestra adems que la eleccin y el uso de los diferentes sufijos deverbonominales reificativos depende de manera regular de la estructura comunicativa del texto: grado de topicalidad, constancia temtica, progresin semntica, etc. Recapitulemos un poco. Los deverbonominales accionales constituyen la tcnica ms gramaticalizada de nominalizacin dirigida a la individuacin de contenidos proposicionales, esto es, la aprehensin de enunciados como objetos21. En espaol este programa se cierra con la creacin de nombres deverbales a partir de los sufijos do, da, cin, miento, dura, (a)je, , e, o, anza etc. y sus respectivos alomorfos. Por ejemplo:(1) Despus cogan el hacha con unas tenazas sin gancho y la calentaban otra vez en la fragua. Este calentado tena como objeto forjar el ojo en el yunque, y para esto se han valido de un molde de hierro en forma de mango. (Garmendia 1980: 133)

Ahora bien, desde un punto de vista funcional los nombres deverbales no pueden ser considerados globalmente, sino que es preciso distinguir varios grados de objetividad. Iturrioz (1985b) ejemplifica detalladamente este fenmeno por medio de los derivativos en alemn:[] por ejemplo en alemn desde los infinitivos nominalizados hasta los masculinos sin sufijo (Schu disparo, Laut sonido, Schluck trago, Schritt paso, Ruf llamada, etc.); aqullos estn todava muy cerca de las construcciones verbales de infinitivo, son de una productividad casi ilimitada y de una casi total transparencia semntica, mientras que los masculinos se caracterizan por todo lo contrario: en ellos la accin se representa como temporalmente delimitada y singularizada, aunque el verbo subyacente sea durativo, frecuentemente cosificada y desprovistos de valor predicativo-oracional; entre estos dos extremos se hallan los femeninos, especialmente los formados con e o sin sufijo, que expresan conceptos a menudo20

Vase Lehmann 1982a (73-6) e Iturrioz 1985b (398-9). Para una perspectiva textual de tales procesos de nominalizacin, Iturrioz 2004. 21 Los abstractivos representan asimismo la menos gramaticalizada de las tcnicas de INDividuacin encaminadas a la aprehensin lingstica de objetos (frente a colectivos, mensurativos, clasificadores temporales, gnero y nmero etc.). Vase Seiler 1986b; Seiler/Lehmann 1982; Iturrioz 1986a: 30-51.

20imperfectivos, carentes de delimitacin temporal, no individualizados y con frecuencia no pluralizables (Lage situacin, Reue arrepentimiento, Ruhe tranquilidad, etc.). Frente a todos estos las formaciones femeninas productivas (especialmente en ung) suministran los abstractivos por excelencia, los conceptos predicativos [...] caracterizados por la sntesis de dos principios contrapuestos y el ms alto grado de operatividad, mientras que los neutros tienen una gran afinidad con el principio de generalizacin y los masculinos son esencialmente individuativos. (1985b: 404-5)

Por otra parte, cuando en alemn existen varias formaciones para una misma raz, stas se distribuyen siempre en un determinado orden:El menor grado de reificacin, y por tanto el mayor en cuanto a relacionalidad, corresponde siempre al infinitivo; en la oposicin proceso-resultado de la accin el infinitivo aparece asociado al concepto de proceso: das Bestellen die Bestellung, das Erscheinen die Erscheinung, das Auftreten der Auftritt, etc. En la contraposicin de un nombre en ung con uno sin afijo ser aqul el asociado al concepto de proceso (nomen actionis) y ste al de estado o resultado (nomen acti): Abtretung Abtritt, Durchbrechung Durchbruch, bertretung bertritt, etc. Cuando un verbo puede ser tanto transitivo como intransitivo, el nombre masculino corresponde siempre al segundo uso, el femenino al primero. (Iturrioz 1985b: 405)

En espaol sin embargo no es tan sencillo establecer un ordenamiento cannico semejante, ya que el grado de objetividad de los deverbonominales no est determinado de una manera unvoca. Las construcciones de infinitivo, por ejemplo, si bien muestran un menor grado de reificacin y por tanto mayor en cuanto a relacionalidad, no se oponen per se a los derivativos en tanto que estos ltimos tambin pueden estar asociados al concepto de proceso (nomen actionis):(2) Pero el aqu someramente descrito sistema no ha sido el nico modo de hilar. En l, entre otros detalles, se habr podido echar de menos el empleo del huso. De ese huso o ardatza que se nos presenta tan vinculado con la antoana labor del hilado. [...] En Izal, pueblecito de catorce casas (1970), pudimos observar asimismo que, al igual de lo que ocurre con muchos quehaceres de artesana, han seguido una tcnica de hilado, aunque muy simple, algo ms evolucionada que las anteriormente mentadas. (Garmendia 1980: 47, 49)

Por otra parte, en la contraposicin de nombres deverbales tampoco se manifiesta una asignacin definitiva de grados de objetividad a determinados sufijos, sino ms bien se producen todas las combinaciones posibles, tal como se muestra en el siguiente esquema:

21NOMEN NOMEN ACTIONIS ACTI INFINITIVO DERIVADO editar edicin pintar pintura tejer tejido sembrar siembra correr corrimiento corrida brotar brotacin brote escribir escritura escrito armar armado armadura ligar ligamiento ligado liga ligadura

ESQUEMA 2

Ni siquiera es posible afirmar que en espaol los derivados femeninos estn absolutamente ligados al concepto de proceso, mientras que los masculinos al de estado o resultado (a pesar de la fuerte afinidad que existe entre el femenino y el principio de generalizacin, as como el masculino y el principio de individualizacin)22. Considrese en este sentido el corrimiento (nomen actionis) vs. la corrida (nomen acti). En los casos de deverbonominales como pintura, tejido, siembra, armadura o ligamiento es el texto quien finalmente determina la interpretacin sobre su grado de objetividad ya sea como nomina actionis o nomina acti23. No obstante, y a pesar de esta particularidad de la derivacin deverbonominal en espaol, es posible apreciar una cierta tendencia: en la oposicin de derivados de un mismo item verbal a partir de los sufijos o, y e frente a sus correspondientes con cin, miento, do etc. suele atribuirse (aunque no necesariamente) a los primeros el significado de nomen acti y a los segundos el de nomen actionis. Vase a manera de ejemplo algunas oposiciones deverbonominales encontradas en algunos textos del corpus de esta investigacin:

En los pares la madera/el madero, la lea/el leo, la polica/el polica, la guardia/el guardia etc. el femenino sirve de exponente al principio de generalizacin, mientras que el masculino es esencialmente individualizante y especfico: la madera est cara vs. el madero est caro (vase Iturrioz 1987: 120-37). 23 Kolde atribuye que los deverbonominales puedan hacer referencia tanto al significado de proceso como de resultado a un semantischen Mehrwert vieler nomina actionis gegenber den zu ihnen zugrunde liegenden Verballexemen (1972: 194) [una polivalencia semntica de muchos nomina actionis frente a los lexemas verbales que les subyacen].

22

22DERIVACIONES NOMEN ACTI VS. NOMEN ACTIONIS carda cardado corte cortado forma formacin galga galgado peso pesado lija lijado, lijada pegamento pegado producto produccin quemada, quemadura quemado raya (da, dura) rayado (dura) relleno rellenado salpicadura salpicado sello sellado tapa tapado forma formacin lija lijado preparado preparacin rayadura rayado alimento alimentacin cura curacin forma formacin manifiesto manifestacin alimento alimentacin desvo desviacin experimento experimentacin forma formacin medida medicin producto produccin programa programacin refuerzo reforzamiento suma sumacin alimento alimentacin sustituto sustitucin

TTULO TEXTOS TCNICOS 1991. Juan Pedro de Larraaga. Hilatura. (Mxico)

1992. Luis Lesur. Manual de barniz y pintura de muebles: una gua paso a paso. (Mxico)

1999. Mara Teresa de la Lastra. Cmo restaurar muebles antiguos. (Espaa) 1982. Jos Mara Moreno. Hgase Vd. mismo su chequeo mdico. (Espaa) 1991. Jorge Cibeira/ Eduardo A. Zancolli/ Eduardo R. Zancolli. Parlisis Cerebral. Clnica y ciruga del aparato locomotor. (Argentina)

TEXTOS CIENTFICOS

2001. Jos Antonio Izazola Licea. Lactancia materna y transmisin del virus de la inmunodeficiencia humana. (Mxico)

ESQUEMA 3

Ahora bien, la posibilidad de que algunos deverbonominales asociados al concepto de proceso (nomen actionis) puedan ser contados por ejemplo, dos trenzados de cierre (Garmendia 1980: 189) con el sentido dos diferentes tipos de trenzado es una prueba ms de la transicin o indistincin entre las dimensiones de NOMinalizacin e INDividuacin, sin que pueda establecerse una delimitacin absoluta entre ellas (Iturrioz 1985b: 400). Desde la perspectiva de UNITYP, las dimensiones lingsticas no son independientes unas de otras, sino que se coordinan en programas complejos como NOMINALIDAD, en la cual participan las dimensiones de NOMinalizacin, INDividuacin y DETerminacin. Por ello los abstractivos,

23 si bien representan la tcnica ms gramaticalizada para la reificacin de contenidos proposicionales, constituyen asimismo la tcnica menos gramaticalizada para la aprehensin de objetos (vid. Seiler 1986b).

2. Sobre la derivacin nominal en espaol No nos proponemos aqu llevar a cabo un anlisis exhaustivo sobre los estudios de la formacin de palabras en espaol hasta ahora realizados24, sino tan slo sealar las principales tendencias que es posible observar en este campo. Los trabajos de carcter diacrnico, especialmente los anteriores al siglo XX, hacan referencia sobre todo a los orgenes etimolgicos de la formacin de palabras y a la manera en que las unidades que constituyen las palabras evolucionaron significativa y funcionalmente en el desarrollo de la lengua (cf. Menndez Pidal 1925; Gramtica de la Lengua Espaola 1931; Alvar/Pottier 1983). Las huellas de esta concepcin son perceptibles en todas las gramticas tradicionales, que abordan tales procesos morfolgicos a partir de una clasificacin de palabras en primitivas25 y derivadas (Nebrija 1492/1992; Bello 1847: 59-60; Salv 1847: 180; Esbozo de una nueva gramtica de la lengua espaola 1973: 165-7). Algunos lingistas sin embargo rechazan expresa o tcitamente el hecho de que tales estudios deban ser necesariamente diacrnicos, por lo que evitan hacer referencia a palabras primitivas y derivadas y se valen del trmino palabras relacionadas (Kvavik 1975, Moreno de Alba 1986: 9-19). De tal manera podemos encontrar en espaol palabras sufijadas que se relacionan slo con palabras flexionadas (por ej. escas-ez/escas-o); otras, con palabras tanto sufijadas como flexionadas (analog-a/anlog-o/analg-ico); o bien, slo con otra palabra sufijada (capit-al/capit-acin). Este enfoque no est exento de problemas, ya que mientras para algunos autores trminos como capital y capitacin deben ser considerados en un estudio de sufijos nominales basndose en el simple hecho de que estn sufijados y relacionados fonolgica y semnticamente aunque no tengan una unidad primitiva en espaol, o se desconozca si una de las dos palabras relacionadas procede o no de la otra, para otros dichas palabras, por carecer precisamente de primitiva, no podran juzgarse como derivadas y por ende tampoco como sufijadas. Ahora bien, el concepto de palabras relacionadas no impide reconocer que en espaol lo normal es que en una familia de palabras exista un item lxico (ya sea sufijado o no) que deriva sincrnicamente las dems, y que los hablantes pueden reconocer a partir de reglas de formacin de palabras sin necesidad de recurrir a informacin diacrnica.24 25

En este sentido, vase los panoramas presentados por Jens Ldtke 1978 (258-63) y Lang 1990 (21-5). Nebrija utiliza en su Gramtica la denominacin palabra primognita.

24 En general, los estudios descriptivos sobre la derivacin nominal en espaol han abordado este complejo proceso morfolgico desde diferentes perspectivas: (1) la determinacin del repertorio de sufijos y de sus caractersticas formales; (2) su segmentacin; (3) la morfofonologa de la derivacin; (4) su semntica general y especfica; (5) las restricciones y alternancias entre sufijos de significado general, y (6) la variacin dialectal26. Sin embargo, basta repasar la bibliografa fundamental sobre este tema para percibir profundas divergencias incluso desde la determinacin de la nmina de sufijos, lo cual parece responder a tres razones principales: en primer lugar, a la existencia de sufijos que permiten tanto derivacin denominal como deadjetival (por ejemplo dor, ura, ero, ario, etc.); en segundo lugar, a la dificultad de determinar si dos elementos nominalizadores representan alomorfos del mismo sufijo o se trata de sufijos diferentes; por ltimo, al problema que representan aquellos casos en los que existe una palabra que puede interpretarse como base de derivacin de otra, pero que se caracterizan por su casi nula productividad (por ejemplo cieno > cinaga). Al igual que en la determinacin del repertorio de sufijos derivativos, el anlisis semntico de los derivados nominales presenta mltiples dificultades. Los trabajos recientes sobre derivacin nominal distinguen el contenido semntico-gramatical asignado a los sufijos derivativos, esto es el conjunto de propiedades semnticas que aparecen asociadas a la nominalizacin, y que pueden ser interpretadas en trminos argumentales o lgicosemnticos (Santiago Lacuesta/Bustos 1999: 4511). En este nivel podemos distinguir los contenidos accin como en cin, da, do, m(i)ento, ncia, dura, ido, , o, (a)je,anza, e, etc.; cualidad como en dad, eza, era, or, ura, a, itud, icia, umbre, etc.;

agente como en ero, dor, ista, (a/e)nte, etc., a partir de los cuales se pueden actualizar ciertos desplazamientos o topicalizaciones metonmicas. As, es normal que los derivados que indican acciones puedan tambin referir al resultado de esas acciones (nomen acti: herida, navajazo, pintura) y en ocasiones tambin a agentes (la organizacin, la poblacin, etc., en este caso siempre con un valor colectivo que refleja el carcter indeterminado del agente); de la designacin de una accin tambin puede pasarse a la de un estado duradero como consecuencia de ella (aburrimiento, estancamiento, apoltronamiento); del efecto o resultado de la accin inicial (adorno, tejido) al objeto o instrumento que sirve para realizarla (armadura, cerradura, envase, marcador, pico). En otros derivados se ha pasado de nombrar la accin a designar el lugar relacionado con la accin (asentamiento, atajo,26

Vase, entre otros, los trabajos de Alemany 1920; Kvavik 1975; Martnez Celdrn 1975; Jens Ldtke 1978; Pena 1980; Fernndez Ramrez 1986; Moreno de Alba 1986; Lang 1990; Franz Rainer 1993; Alvar 1996; Bajo Prez 1997 y Santiago Lacuesta/Bustos 1999.

25 desembocadura, habitacin, elevacin), o bien la poca en que se efecta (cosecha, siembra, floracin), etc. Sin embargo, no es posible atribuir de manera absoluta estas topicalizaciones semnticas al significado de dichos nombres deverbales, ya que existen cantidad de ejemplos que actualizan exclusivamente el significado bsico accin de x (nomen actionis) sin desviaciones metonmicas:(3) Herramientas de la seccin de tejido son el martillo, las tijeras de poda zeketorrak, con las que cortan las tiretas, y el punzn puntzoia, empleado para facilitar la labor de tejido y alineado de los montantes. Diremos que el arte del tejido, al igual que otras industrias similares, es un menester reservado a la mujer. (Garmendia 1980: 221-5) (4) De la seccin de tejido, el mueble, como a su debido tiempo veremos, pasa a la de armadura. Aqu, el artesano armador comienza por cortar las patas del mueble, a la medida conveniente. Pero antes, stas habrn sido sometidas a un necesario proceso de preparado. (Garmendia 1980: 225) (5) En un antiguo taller del carpintero ezkiotarra encontramos un apero tiempo ha hecho por este artesano. Se trata de un zazpiortza, besabea, besagea o burdinarea, como es conocido en la zona de Anzuola. Si bien en Ezquioga ha cado hoy en desuso, se empleaba en preparar la tierra para la siembra del maz, nabo y patata, principalmente. (Garmendia 1980: 95)

Es decir, si bien algunos derivados muestran ciertos desplazamientos metonmicos o topicalizaciones semnticas, es finalmente el texto quien gua la interpretacin dentro del haz de posibilidades. As, en el ejemplo (3) la coherencia textual permite elegir entre los significados accin de tejer (nomen actionis) o bien resultado de la accin de tejer (nomen acti). Existen no obstante ciertos aspectos de la derivacin nominal en espaol sobre los que no se ha ofrecido una explicacin satisfactoria, debido no tanto a la falta de exhaustividad de las investigaciones sino a la concepcin misma de la morfologa como un componente lingstico ajeno a condiciones pragmticas y textuales. Uno de ellos es el de la alternancia, competencia o concurrencia entre sufijos para individualizar la misma accin, ya sea al interior de un espacio diasistmico determinado o de un mismo texto. Esta particularidad morfolgica ha sido abordada por las investigaciones sobre derivacin nominal en espaol a partir de tres perspectivas fundamentales: i. La primera sugiere una aparente homofuncionalidad en los sufijos derivativos al afirmar que stos simplemente se integran en conjuntos de morfos que comparten el mismo significado semntico. As, los sufijos do (jabonado), da (recogida), cin (emulsificacin), miento (desprendimiento), dura (bronceadura), (a)je (peinaje),

26 (trasquila), e (avance), o (maltrato) etc. formaran un inventario morfmico cuya regla sera la creacin de nombres deverbales con el significado bsico accin de x, y las alternancias sufijales seran concebidas como elecciones irregulares e impredecibles y por sinnimas incluso innecesarias (cf. Alvar 1996: 54-5) que permite un input en una regla morfolgica determinada (criar > cra, crianza, criado) (vid. tambin Moreno de Alba 1986: 156; Lang 1990: 58). ii. Otros trabajos afirman que las alternancias sufijales pueden reflejar diferencias con respecto a los diferentes estndares regionales (Oesterreicher 2001), sobre todo entre las variantes espaola y americanas: baile/bailada, canto-e/cantada, afeitada/afeitado, cuidada/cuidado, cortanza/corte, etc. Estas diferencias se observan especialmente: (a) cuando se produce una distinta seleccin sufijal; (b) cuando un sufijo derivativo resulta improductivo en un estndar regional, mientras que en otro(s) permite la creacin de nuevos derivados, y (c) cuando el tipo de significado que actualizan los sufijos es diferente (Moreno de Alba 1986; Bajo Prez 1997; Santiago Lacuesta/Bustos 1999). No obstante, muchos de estas investigaciones ofrecen descripciones tan genricas que incluso llegan a ser inconsistentes. Considrese en este sentido el ejemplo propuesto por Franz Rainer (1993: 53), quien sostiene que las variedades americanas del espaol prefieren cin a costa de miento (entretencin/entretenimiento, agrupacin/agrupamiento, aburricin/aburrimiento etc.), tendencia que no se confirma en el Diccionario del espaol usual en Mxico (1996). iii. Finalmente algunos estudios sealan que ciertos sufijos estn parcial o totalmente asignados a determinados registros, por lo que resultan especialmente frecuentes en ellos. De tal manera, se atribuye a do y (a)je una alta productividad en el registro tcnico moderno; a cin en cambio en los registros cientfico y tcnico (Lang 1990: 140-3; Rainer 1993: 444), y a zn en el mbito de la agricultura y la navegacin (Ldtke 1978: 329-30). En esta ltima propuesta nos apoyaremos para investigar la concurrencia entre sufijos deverbonominales en el marco de un estndar regional o bien al interior de un mismo texto.

3. El repertorio de sufijos deverbonominales Hemos comentado anteriormente que los trabajos sobre morfologa derivativa en espaol presentan profundas divergencias en el establecimiento de la nmina de los sufijos debido, entre otras cosas, a la dificultad de determinar si dos elementos derivativos representan

27 alomorfos del mismo sufijo o se trata de sufijos diferentes. En lneas generales existen dos polos interpretativos: (1) considerar sufijos distintos o al menos tratarlos como tales todos aquellos casos en los que se producen alteraciones formales o fonolgicas en la estructura del derivado (cf. Fernndez Ramrez 1986)27, o (2) reducir la nmina al interpretar como variantes alomrficas aquellos morfos en los que existe distribucin complementaria, parecido formal y significado semejante. En el caso del paradigma deverbonominal de contenido semntico-gramatical accin se enlistan como mayormente productivos los siguientes sufijos, agrupados por alomorfos segn su identidad fonolgica y distribucin28:

ESQUEMA 4 El paradigma de sufijos deverbonominales con significado accin de x ms productivos en espaolSUFIJOS A (A)JE CIN SIN STIN IN ZN DA DERA DO DURA TURA URA E IDO MENTO MIENTO27

EJEMPLOS danza, quema, tala contienda, ria almacenaje, doblaje, patinaje creacin, recopilacin alusin, invasin, impresin, digestin, sugestin anexin, opinin, revisin quemazn, tragazn llamada, escapada lloradera, chingadera llamado, procesado, curtido atadura, torcedura, hendidura, hilatura, envoltura hechura arranque, debate ronquido, taido, crujido, berrido juramento, salvamento reclutamiento, aislamiento

Otros investigadores, sin llegar a este extremo, tan slo presentan un repertorio de sufijos derivativos sin preocuparse por la cuestin de la alomorfa. Vase en este sentido Alemany 1920 y Rainer 1993. 28 El repertorio aqu expuesto est basado en los trabajos de Jens Ldtke 1978, Pena 1980, Moreno de Alba 1986, Cartagena/Gauger 1989, Seco 1989, Lang 1990, Alvar 1996, Franz Rainer 1993, Bajo Prez 1997, as como Santos Lacuesta/Bustos 1999. No hemos considerado en principio aquellos sufijos caracterizados por una productividad muy limitada y en ocasiones eminentemente dialectal: (a)jas (desposar > desposajas), ajo (espantar > espantajo), cio (bullir > bullicio, servir > servicio), cro (simular > simulacro), dero (chupar > chupadero), dero (hervir > hervidero), dilla (en algunos sintagmas fijos como a sentadillas), ela (pelar > pelarela), en (resumir > resumen), enda (moler > molienda), era (gritar > gritera), ero (gritar > gritero), ero (sementar > sementero), ez (doblar > doblez), eza (limpiar > limpieza), ijo (amasar > amasijo), ina (tremolar > tremolina), ia (rascar > rasquia), ismo (exorcizar > exorcismo), ndurria (mamar > mamandurria), or (temblar > temblor, arder > ardor), orio (velar > velorio), siva/tiva (ofender > ofensiva, tentar > tentativa), tina (fregar > fregatina), torio (velar > velatorio), toria (indagar > indagatoria) y zgo (hallar > hallazgo) entre otros. Permanece adems abierta la pregunta si algunos de estos elementos derivativos deben ser considerados sufijos diferentes o alomorfos. Para una presentacin sistemtica de estos formativos, vase Jens Ldtke 1978 (352-5) y Franz Rainer 1993 (212-3).

28NCIA NZA O (E/I)O N TA TO ganancia, abstinencia enseanza, labranza destrozo, manipuleo, exterminio arrancn, calentn, raspn cabalgata, caminata mandato, alegato, asesinato

No pretendemos en este trabajo realizar un anlisis exhaustivo de las particularidades morfofonolgicas cada uno de los sufijos deverbonominales arriba mencionados. No obstante, creemos conveniente sealar en especial algunos aspectos de difcil tratamiento para las descripciones de la morfologa derivativa del espaol: a) A pesar de que existe generalmente consenso al considerar como variantes alomrficas los sufijos [cin, sin, tin, in, zn]29, [dura, tura], [ncia, nza], [mento, miento] y [o, eo, io], algunos otros plantean la cuestin de si deben ser analizados como variantes alomrficas o como sufijos diferentes. Tal es el caso por ejemplo de do y da, los cuales han sido estudiados algunas veces en secciones distintas30, mientras que otros trabajos sealan que tal opcin no est plenamente justificada, ya que los derivados mediante do y da presentan idnticos problemas derivativos, restricciones combinatorias y contenidos semnticos, adems de que pueden resultar sinnimos y que la presencia de uno puede bloquear la derivacin del otro (Santos Lacuesta/Bustos 1999: 4590). No obstante es posible apreciar que cuando un input verbal permite la derivacin nominal con ambos sufijos, los eductos muestran generalmente diferencias de significado (secada/secado, cortada/cortado, llamada/llamado), lo que hablara a favor de la primera opcin31. Un problema semejante se presenta entre do y to, estudiados en ocasiones como variantes alomrficas, pero que pueden originan derivados con diferente significado (por ej. mandado/mandato).

Algunos autores consideran el sufijo n como una variante alomrfica de este subconjunto (Santiago Lacuesta/Bustos 1999: 4530 ss.). Para otros, en cambio, n constituye un sufijo independiente debido a que su significado de intensidad vermittelt der bezeichneten Handlung Heftigkeit, Geschwindigkeit oder allgemein berma: apagn, apretn, calentn, empujn, envin, tirn, tropezn [] Diese Suffixbedeutung in verbalen Derivation nhert sich in starkem Mae der der Appreziativsuffixe (Thiele 1992: 31) [proporciona a la accin designada impetuosidad, velocidad o en general exceso: apagn, apretn, calentn, empujn, envin, tirn, tropezn [...] Este significado sufijal en la derivacin verbal se acerca en gran medida a los sufijos apreciativos]. Siguiendo esta ltima propuesta, consideraremos el formativon como un sufijo autnomo. 30 Vase los trabajos de Jens Ldtke (1978: 333-40); Pena (1980: 225-35); Fernndez Ramrez (1986: 27-8); Moreno de Alba (1986: 45-50); Rainer (1993: 437-40 y 444-6) y Bajo Prez (1997: 23). 31 En este sentido vase especialmente Gauger (1971: 30), quien seala ada ist keinesfalls, wie bei Alemany angegeben, nur eben die Femininform von ado: es handelt sich hier koprsentisch um zwei eindeutig geschiedene Suffixe [ada no es por ningn motivo, a diferencia de lo que sostiene Alemany, la forma femenina de ado; se trata aqu de dos sufijos derivativos claramente diferenciados y copresentes].

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29 b) Otra dificultad consiste en la segmentacin de los sufijos deverbonominales con respecto a la vocal temtica de la base verbal, sobre todo en la llamada derivacin regresiva de la primera clase flexiva. Los trabajos sobre derivacin nominal en espaol interpretan generalmente los deverbonominales del tipo ayuda, quema, siembra, etc. como resultado de la afijacin del sufijo a en las respectivas bases verbales. Sin embargo, ya que la /a/ es la marca de clase flexiva con contenido exclusivamente metalingstico, parece ms coherente hablar de derivacin cero: trasquilar trasquila. El problema es que el segmento a tambin puede derivar nombres a partir de inputs verbales de la segunda clase flexiva (contender > contienda) y de la tercera (reir > ria), por lo que las descripciones prefieren hacen referencia a un nico sufijo a que se aplica a verbos de todas las conjugaciones. Tal solucin, aplicada sistemticamente en los trabajos sobre derivacin nominal del espaol, resulta sin embargo engaosa, ya que la derivacin a partir de a es productiva fundamentalmente en inputs de la primera clase flexiva (de la segunda slo se ha registrado hienda y contienda, y de la tercera bulla, esgrima, ria, tunda y tupa). Debido a que slo la productividad proporciona la transparencia morfotctica y morfosemntica necesaria para la segmentacin, es posible determinar la derivacin cero en la primera clase flexiva. La explicacin que rechazamos implicara la interpretacin de trasquil-a- en trasquil-[a]-a, donde un proceso morfofonolgico determinara la cada de la marca flexiva (vocal temtica) ante el sufijo derivativo homfono. Con respecto a los ejemplos de las conjugaciones er e ir, es posible que el material fonolgico /a/ haya sido reinterpretado no como vocal temtica sino como sufijo derivativo32, con lo que estaramos ante un caso de especializacin regresiva, es decir, un elemento flexivo que origina uno derivativo33.Respecto al valor derivativo, las marcas flexivas estaran a mitad del camino entre la derivacin y la flexin, en la zona de inflexin o de indistincin. Ahora bien, considerando que la primera flexin es la nica verdaderamente (irrestrictamente) productiva, solamente a la vocal temtica a es posible atribuir un significado y estatus gramatical ms o menos definido. Entre las otras dos hay una diferencia de grado con respecto a la productividad: la tercera conjugacin est en trance de desaparecer por indistincin creciente (corras/partas, corras/partas), y en algunos dialectos de Mxico parece haber desaparecido, fundindose con la segunda (recibemos:recibimos al igual que corremos:corrimos), sirviendo aqu la oposicin e:i como un recurso flexivo para distinguir tiempos gramaticales. Este fenmeno morfolgico es congruente con el proceso diacrnico, ya que no hay derivados verbales en i, pero s en e (por ej. corte, ligue etc.). S hay de todos modos reanlisis en la medida en que, al salir del mbito verbal, las marcas flexivas (fundamentalmente a y e) pierden su funcin de sealar la pertenencia a una clase flexiva determinada y pueden aplicarse a items lxicos de otras conjugaciones, aunque sobre todo de la primera. As, el sufijo deverbonominal e muestra una fuerte preferencia por bases de la primera clase flexiva, mientras que de la segunda slo se han registrado cabe (Ldtke 1978: 309) y cierne (Rainer 1993: 457). 33 Un argumento ms en favor de nuestra propuesta de mantener la marca flexiva son algunos estudios sobre la conversin o derivacin cero en espaol, que describen este proceso derivativo no tanto a partir del infinitivo (comprar > compra o bien comprar > compr-[a]-a), sino mediante la transposicin de la tercera persona del32

30 c) Un problema semejante ofrece la segmentacin de deverbonominales como hospedaje o rodaje. En opinin de Pena (1980: 212-4) el sufijo es je y no aje, ya que la /a/ correspondera a la vocal temtica de la raz verbal. No obstante, debido a la especializacin de este sufijo con verbos de la primera clase flexiva, otros lingistas afirman que la vocal temtica pasa prcticamente a formar parte del sufijo y que la idea de considerar je como un verdadero sufijo es indemostrable, ya que faltaran derivados de las dems clases flexivas para poder justificar esta segmentacin (cf. Martnez Celdrn 1975: 108). Sin embargo, un anlisis de los derivados nominales a partir de verbos de la primera conjugacin demuestra que la vocal temtica se conserva generalmente las excepciones corresponden a los sufijos ido (ronquido, ladrido), n (jaln, arrancn), as como e y o (arranque, destrozo), por lo que se ha preferido dejar constancia del estado de la cuestin sin dar por resuelto el problema. En algunos trabajos se ha optado por presentar este sufijo como (a)je, (Martnez Celdrn 1975; Ldtke 1978) propuesta que seguiremos en este trabajo. d) Algunos autores han sealado la existencia del sufijo no en el sentido que en este trabajo le hemos dado (pelar > pela), sino en tanto que formativo de derivados como ovacionar > ovacin , perdonar > perdn o sostener > sostn (Monge 1970: 961; Ldtke 1978: 316-7; Pena 1980: 191-211; Thiele 1992: 31). No obstante, el estatus de este sufijo en estos casos resulta controvertido ya que (1) in erster Linie sind die entsprechenden Verben desubstantivisch und nicht die Substantive deverbal, d.h. primr ist das Ableitungsverhltnis z.B. confeccin > confeccionar, sekundr ist aber confeccin auch Nomen actionis zu confeccionar34 (Ldtke 1978: 316), y (2) los pocos nombres primariamente deverbales de este tipo (tos, don, son, afn, sostn, desdn, pregn etc.) pueden ser entendidos ms satisfactoriamente a partir del proceso de sustraccin (Dressler 1984; 1985), lo cual explicara la eliminacin del correspondiente material fonolgico, incluida la vocal temtica, sin que su lugar sea ocupado por contenido morfmico alguno35.

presente de indicativo (compraV3.SG. > compraN). De esta manera se podran explicar con mayor coherencia (1) derivados como cuenta, quiebra, siega, huelga, muestra etc., cuyas formas no coinciden con el infinitivo de los verbos correspondientes, y (2) ciertos compuestos panromnicos de verbo ms complemento del tipo cuentagotas o sacacorchos (vid. Gonzlez Oll/Casado 1992: 101-3). 34 en primera lnea nos enfrentamos a verbos denominales y no a nombres deverbales, es decir, la relacin derivativa de confeccin > confeccionar es primaria, aunque de manera secundaria confeccin es tambin nomen actionis de confeccionar. 35 Comprese esta particularidad de la sustraccin con los dems casos de derivacin deverbonominal que implican la cada de la vocal temtica, en los cuales se incorpora sistemticamente algn contenido fonolgico a la base: dominar > dominio, ligar > ligue etc.

31 e) Igualmente difcil resulta establecer un proceso derivativo cuando su direccionalidad no est cabalmente determinada, es decir en aquellos casos en los que ciertos lexemas podran ser tanto aductos o eductos del proceso derivativo (por ej. muerte > morir o morir > muerte?) Para ello sera necesario elaborar todo un mtodo adecuado regido por criterios especficos (cf. Coseriu 1977: 139). Todos los sufijos sealados en el esquema 4 (pp. 25-6) actualizan el contenido bsico accin de x y permiten una serie de desplazamientos metonmicos o topicalizaciones semnticas: resultado de la accin, agente, instrumento, lugar, perodo, etc. Dentro de este paradigma deverbonominal accional, el sistema de la lengua asocia a cada input verbal un conjunto x de posibilidades de derivacin que posteriormente la norma escoge, fija y opone de acuerdo con ciertas restricciones: templar permite la derivacin de temple o templado, pero no de *templamiento o *templacin. Esta selectividad sufijal es mnima para ciertos verbos de estado (existir > existencia, creer > creencia), mientras que algunos verbos de accin cuyo marco de casos exige objeto o paciente pueden admitir numerosas posibilidades de derivacin (por ej. lavar > lava, lavacin, lavada, lavado, lavadura, lavaje, lavamiento, lavatorio, lave36). Dichas restricciones selectivas son motivadas por tres causas principales:a) Por las caractersticas sintctico-semnticas de los sufijos derivativos. En no pocas ocasiones algunos sufijos derivativos presentan o carecen de rasgos sintcticos que impiden su presencia en determinados procesos derivativos [...] podra quizs interpretarse de esta manera la inexistencia de derivaciones con miento de verbos intransitivos. b) Tambin pueden existir restricciones lxico-semnticas en el sentido de que la derivacin puede exigir un grado de especializacin lxica que excluya la presencia de determinados sufijos y, paralelamente, exija la de otros. As sucede, por ejemplo, en el caso de los nombres de accin que designan acciones bruscas o violentas realizadas {con/por/en} X-{base de derivacin}, que seleccionan azo y, en menor medida, ada. c) Por ltimo, no resultan menos evidentes las restricciones morfolgicas, en la medida en que determinados sufijos bloquean o exigen la presencia de ulteriores cadenas derivativas. Esto es lo que parece suceder con los verbos espaoles en izar o ificar, que exigen cin y excluyen do/da; o en el caso de los verbos en ecer que exigen miento y excluyen cin o do/da. (Santiago Lacuesta/Bustos 1999: 4513)

No obstante, es posible encontrar casos de deverbonominales accionales que escapan a tales restricciones selectivas, a las cuales suele darse en ocasiones un valor absoluto (cf. Pena 1976: 196 ss.; 1980: 166, 233). Los siguientes fragmentos contradicen los bloqueos morfolgicos

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Ejemplos citados por Jens Ldtke (1978: 9).

32 arriba sealados para verbos en izar, ificar y ecer, ya que los deverbonominales correspondientes no se ajustan a las cadenas derivativas previstos por tales restricciones:(6) izar + miento El trasplante se realiza cuando ya las plantitas tienen cuatro hojas. Se contina el riego hasta su enraizamiento. Despus de un mes se trasplantan y se colocan cada 50 o 60 cm por todos lados. (Lpez Torres 1994)37 (7) izar + do Aunque como se ha mencionado, no se trata de una mezcla, se emplea un convertidor en la misma forma que para el polister de la mezcla con lana y tambin sigue despus el mismo proceso que para la lana peinada. Adicionalmente para las fibras acrlicas se tiene un texturizado. (Larraaga 1991: 13) (8) ificar + miento Y hay en los altos puestos administrativos de la enseanza quienes se entusiasman de esta vana pedagoga manjoniana, en la que todo el viejo vicio del clasificamiento escurrieja de las postrimeras de la escolstica, lejos de corregirse, se agrava. (Unamuno 1918: 66) (9) ificar + do Los aceites se obtienen al prensar frutos y semillas ricos en contenido graso. Inicialmente se obtiene un jugo formado por aceite, agua y diversas impurezas. Estas ltimas se eliminan por medio de distintos procedimientos, que reciben en general el nombre de clarificado y refinado, hasta conseguir el llamado aceite virgen, libre de partculas slidas y otros elementos extraos. (http://www.poemasyrelatos.net/gastronomia/principales/propieda des_de/006_aceite.htm) (10) ecer + miento Raquitismo. Es una enfermedad que se caracteriza por el reblandecimiento seo, con disminucin de las materias slidas, es decir, las sales calcreas. Se produce durante la poca de crecimiento de los huesos. (http://www.directoriomedico.com.ve/enfermedades/nino/r/raquitis mo.php) (11) ecer + do A pocos metros del horno vemos que de unos listones penden veinte moldes destinados a otros tantos tipos de aros de respaldo, patas y refuerzos. Y en posicin algo inferior a estas plantillas, colocados a presin, entre dos tablas, tenemos unos arcos de castao que, despus de su reblandecido en el horno, se dejan de esta manera hasta que puedan conservar su nueva lnea. (Garmendia 1980: 227)38

Considrense otros derivados de verbos en izar a partir del sufijo miento que contradicen dichas restricciones selectivas: agudizamiento, amacizamiento, amestizamiento, atemorizamiento, aterrizamiento, atizamiento, balizamiento, canonizamiento, desbornizamiento, descenizamiento, descuartizamiento, desenraizamiento, deslizamiento, desnaturalizamiento, desrizamiento, embariquizamiento, empalizamiento, empapizamiento, encarnizamiento, enhechizamiento, entronizamiento, erizamiento, hechizamiento, izamiento, macizamiento, profetizamiento ralentizamiento, revigorizamiento, suavizamiento, rizamiento, vigorizamiento. Todos estos ejemplos han sido localizados en textos del siglo XX de los corpora CREA y CORDE de la Real Academia Espaola. 38 Tambin hemos encontrado paralelizado (Larraaga 1991), as como barnizado, deslizado y realizado (Garmendia 1980).

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33 Algunas restricciones selectivas deben entonces ser matizadas o revisadas, ya que determinados textos permiten derivaciones deverbonominales que no seran las esperables de acuerdo a dichas reglas restrictivas. Por tal motivo, el texto debe ser visto como el signo lingstico primitivo (Hartmann 1968: 213) al interior del cual se actualizan las reglas de los diferentes niveles lingsticos y que, en caso de la nominalizacin deverbal, permite la creacin de palabras que no existen en la norma, pero existen de alguna manera en el sistema, en el conjunto de estructuras, posibilidades y oposiciones funcionales de la lengua espaola (Coseriu 1973: 78), y que por ello no forman parte del lexicn (general o especializado) de una lengua, sino del lxico original del texto39. Ahora bien, a pesar de que un input verbal puede seleccionar diferentes sufijos para derivar nombres que actualizan el contenido bsico accin de x, no es posible considerar a priori como sufijos alternantes todos aquellos que admite un item verbal debido a que tales elecciones sufijales no siempre actualizan las mismas especificidades metonmicas y/o idiosincrticas. Algunos deverbonominales estn inherentemente asociados a ciertos contenidos metonmicos: estacionamiento muestra una topicalizacin metonmica lugar que no se encuentra en estacionado en tanto que accin; as, los sufijos miento y do no pueden ser vistos como alternantes para el input estacionar. Algo semejante ocurre con abrigo y envase (instrumento) con respecto a abrigada y envasado (accin) respectivamente. Otros deverbonominales han acuado ciertos rasgos idiosincrticos que no son compartidos por los dems derivados del mismo input. Tal es el caso de conservatorio, ordenanza y armada frente a conserva/conservacin, ordenamiento y armadura/armado; o bien, en la variante mexicana del espaol, de entre, ligue, llegue y embotellamiento40 en comparacin con entrada, ligado, llegada y embotellado. En estos casos, tal como lo mencionamos anteriormente, no sera posible hablar de alternancias sufijales, ya que los derivados muestran diferencias con respecto al contenido lxico-semntico (metonmico e idiosincrtico) actualizado. Por el contrario, ciertas elecciones sufijales, a pesar de que pueden presentar ciertos desplazamientos metonmicos, no estn inherentemente vinculadas a ellos. Hemos comentadoLa creacin de trminos vinculados al propio texto es ms evidente en lenguas de carcter tpicamente compositivo. Para el caso prototpico del alemn, vase Bene 1973; Wildgen 1982 y Gruevaja 1992. 40 Ninguna de estas palabras est registrada en el Diccionario del espaol usual en Mxico dirigido por Luis Fernando Lara (El Colegio de Mxico, 1996). Sin embargo, en la variante mexicana tanto entre como llegue tiene el significado idiosincrtico de golpe, por ej. Vamos a darnos un entre o Le dieron un llegue a mi coche. En cuanto a ligue, podemos remitirnos a algunas de las acepciones que el Diccionario del espaol usual en Mxico propone para ligar: 1. Manifestar inters por entablar relaciones amorosas mediante miradas, gestos o palabras. Este maestro se la pasa ligando con las estudiantes. 2. Entablar una relacin amorosa. Lig con el vecino del 602. 3. Ligarse a alguien. Lograr una persona que otra se interese en ella o establezca con ella una relacin amorosa. Se la lig durante las vacaciones. (pg. 556). Por ltimo, para embotellamiento, el Diccionario de la lengua espaola (2001) seala Accin y efecto de embotellar o Congestin de vehculos.39

34 por ejemplo que en la contraposicin de deverbonominales sufijados con , e y o con otros derivados del mismo item a partir de cin, miento o do suele atribuirse a aqullos el concepto de estado o resultado (nomen acti) y a stos el de proceso (nomen actionis): voto/votacin, mezcla/mezclado, roce/rozamiento etc. No obstante, algunos de estos nombres deverbales pueden ser interpretados de ambas maneras segn el contexto, por lo que no es posible atribuir especializaciones metonmicas de manera absoluta para determiandos sufijos. En los siguientes fragmentos podemos apreciar este fenmeno: la accin individualizada por el deverbonominal hilado es presentada en el primer caso estado/resultado y en el segundo como proceso:(12) 360 yardas de hilado de lino pesan 15 gramos. Calcular: a) el ttulo de este hilado, en sistema de lino, camo y yute; b) su equivalencia a sistema ingls de algodn; c) su equivalencia a sistema de seda. (Larraaga 1991: 29) (13) En el hilado se da al material textil, su estructura definitiva mediante la torsin y el ltimo estiraje. [...] En el caso del hilado con turbina se suprime el veloz, debido a que este tipo de hiladora proporciona a la mecha un estiraje elevado [...] El hilado se efecta en una continua o en una selfactina. Aunque esta mquina se emplea cada vez menos, todava su empleo es bastante comn. (Larraaga 1991: 2, 4, 15)

En este trabajo tomaremos en cuenta los significados de proceso (nomen actionis) y resultado (nomen acti) como los nicos relevantes para los nombres deverbales que actualizan el contenido general accin de x (cf. Pena 1976: 26), mientras que los desplazamientos metonmicos o lexicalizaciones idiosincrticas sern vistos como derivados de aqullos. Asimismo, consideraremos alternancias41, competencias o concurrencias sufijales slo aquellas elecciones sufijales de un item verbal cuyas derivaciones actualicen el mismo contenido semntico (ya sea del tipo nomen actionis o nomen acti).

4. Lenguajes especializados y registros discursivos Hemos sealado anteriormente que los estudios sobre la derivacin nominal en espaol han abordado el problema de las alternancias o concurrencias sufijales a partir de diferentes perspectivas. En esta investigacin nos apoyaremos en la propuesta de que ciertos sufijos estn parcialmente asignados a determinados registros discursivos y/o lenguajes especializados con el fin de analizar su copresencia en el marco de un estndar regional (Oesterreicher 2001) o bien al interior de un mismo texto.

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El trmino alternancia sufijal ya haba sido utilizado por Monge (1970).

35 4.1 El estatuto lingstico de los lenguajes especializados Los trminos lenguajes especializados (tambin llamados tecnolectos) y registros discursivos son utilizados en ocasiones de manera poco sistemtica o diferenciada; aqu reconoceremos, sin embargo, una diferencia en la intensionalidad de ambos conceptos. A pesar de que no existe un consenso definitivo en la determinacin de los lenguajes especializados42, tomaremos como punto de partida que hacen referencia a die Gesamheit aller sprachlichen Mittel, die in einem fachlich begrenzbaren Kommunikationsbereich verwendet werden, um die Verstndigung zwischen den in diesen Bereich ttigen Menschen zu gewhrleisten43 (Hoffmann 1987: 92). Estas variantes de lengua Vermutlich lassen sich allen Fachgebieten zuordnen, so da Berufsprachen mit Fachsprachen extensional identisch wren44 (Ammon 2000: 203). En este caso estaramos hablando de las diferentes ramas cientficas y tcnicas, oficios y profesiones, cuyos tecnolectos se caracterizan sobre todo por un lxico particular que domina el paso del lenguaje comn al especializado. Este deslinde sin embargo no est exento de dificultades, ya que entre los diferentes lenguajes especializados (interfachliche Kommunikation) y entre stos y la lengua comn (fachexterne Kommunikation) existen interferencias y zonas de transicin, por lo que no parece posible establecer una delimitacin absoluta para los tecnolectos sin considerar que las muestras de habla pueden mostrar una pertenencia gradual de acuerdo con criterios tanto epistemolgicos como pragmticos. Por tanto, es ms conveniente aceptar que el dominio de los lenguajes especializados no es privativo y que el uso que de ellos hacen los hablantes puede variar de acuerdo con los diferentes contextos comunicativos. Las investigaciones sobre lenguajes especializados han demostrado que stos no pueden aislarse, al menos no completamente, de la lengua comn45. Los trabajos de variacin lingstica conciben la lengua comn como el cdigo primario de una comunidad lingstica y siguen generalmente dos parmetros para definirla: la pragmtica comunicativa y la estilstica funcional. La primera entiende la lengua comn como die Variante der Gesamtsprache, ber die mehr oder weniger aller Sprachteilhaber in glicher Weise verfgen und deren schriftlicher oder mndlicher Gebrauch in offentlichen wie privaten Situationen primr der Kommunikation bzw. Verstndigung ber allgemein Inhalte des tglichen, gesellschaftlichen und privaten Lebens dient. Entsprechend der Vielzahl und Vielfalt42 43

Vase los diferentes conceptos de lenguajes especializados expuestos y discutidos en Mhn/Pelka 1984: 27. la totalidad de los recursos lingsticos utilizados en un contexto comunicativo especializado, con el objetivo de garantizar el entendimiento de las personas involucradas en dicho campo. 44 presumiblemente coinciden con todas las reas especializadas, por lo que los trminos lenguaje de profesin y lenguaje especializado tendran la misma extensionalidad. 45 Vase Goffin 1982: 29-32; Mhn/Pelka 1984: 13-28; Hoffmann 1984: 34-71 y 1987: 92-3; Fluck 1991: 160 ss.

36 ffentlicher wie privater Sprachverwendungssituationen, die man mehr oder weniger genau nach Typen klassifizieren und unterscheiden kann, sowie unter Bercksichtigung sozialer, medialer und funktionaler Kriterien ist die Variante Gemeinsprache in zahlreichen mehr oder weniger exakt abgegrenzbaren Erscheinungsformen realisiert, die im einzelnen als Umgangssprache oder Alltagssprache oder ffentliche Verkehrssprache oder Bildungssprache oder Hochsprache oder Standarsprache oder Schriftsprache oder Pressesprache usw. bezeichnet werden (Mhn/Pelka 1984: 141)46. Por otra parte, la estilstica funcional entiende la lengua comn no como la suma de todos los recursos lingsticos comprensibles para todo el mundo, sino die Summe der stilistisch neutralen Sprachmitteln, ber die eine Sprache potentiell verfgt, die aber in verschiedenen Stilen und Texten (in verschiedenem Umfang und auf verschiedene Weise) realisiert werden47 (Bene 1971: 126). Desde esta ltima perspectiva, los lenguajes especializados forman un conglomerado de subsistemas que se caracterizan por estar marcados debido a que pertenecen a un estilo funcional determinado, lo cual es percibido intuitivamente por los receptores del texto gracias a sus competencias lingsticas (vid. Bene 1971: 126-7). De acuerdo con la estilstica funcional, la seleccin y disposicin de recursos lingsticos de prosa especializada wird primr durch den fachlichen Inhalt und sekundr durch die kommunikative Funktion bzw. den Zweck der Aussage sowie durch eine Reihe anderer subjektiver und objektiver Faktoren im Kommunikationspoze bestimmt48 (Hoffmann 1987: 92). Generalmente se ha considerado que los rasgos distintivos de los lenguajes especializados son en primera lnea de naturaleza cuantitativa, por lo que la aplicacin de mtodos estadsticos resulta especialmente relevante, mientras que los aspectos cualitativos han permanecido en un segundo plano. En este sentido es evidente que, debido a las necesidades especficas de la comunicacin especializada, los tecnolectos actualizan ciertos elementos morfolgicos, sintcticos y sobre todo lxicos con una frecuencia distinta a la de otros subsistemas de la lengua, es decir, constituyen para aqullos una marcacin cuantitativa. Sin embargo, hay que admitir (al menos como hiptesis) que algunos elementos46

la variante de la lengua general de que disponen, en mayor o menor medida, todos los miembros de la comunidad lingstica y cuyo uso tanto oral como escrito, en situaciones pblicas y privadas es primario para la comunicacin o el entendimiento de los contenidos generales de la vida cotidiana. De acuerdo con la cantidad y la diversidad de situaciones pblicas y privadas, la variante lengua comn puede ser actualizada en numerosas formas ms o menos delimitables, que son designadas bajo los trminos lenguaje cotidiano, lenguaje de relaciones pblicas, lenguaje de enseanza, lengua culta, lengua estndar, lenguaje escrito, lenguaje de la prensa etc. 47 la suma de los recursos estilsticos neutrales con los que cuenta potencialmente una lengua, pero que se actualizan de manera distinta dependiendo de los diferentes estilos y textos. 48 est determinada en primer lugar por el contenido especializado; y en segundo, por la funcin comunicativa (o finalidad expresiva), as como por un conjunto de factores objetivos y subjetivos en el proceso de la comunicacin.

37 lingsticos pueden desempear en los lenguajes especializados una funcin de marcacin cualitativa, no tanto porque su utilizacin se limite a dichas variantes de lengua, sino porque en ellas muestran un comportamiento particular o porque su aparicin fue especialmente motivada por el desarrollo diacrnico de tales tecnolectos. En esta investigacin demostraremos que algunos tipos de nominalizacin pueden ser entendidos, de acuerdo con esta perspectiva, como atributos tpicos de los lenguajes especializados. Otro aspecto relevante es el posicionamiento que los lenguajes especializados muestran frente a la lengua comn. En este sentido existen asimismo dos posturas principales: a) Como un subsistema secundario: die Fachsprache [ist] nicht autonom, sondern ein sekundres, parasitres syntaktisches und lexikalisches System, genauer ein SubSystem, das aus dem lexikalischen und syntaktischen Ausdruckspotential der Gemeinsprache diejenigen Ausdrucksmittel auswhlt, die fr die Lsung fachsprachlicher Benennungsprobleme und fr die Erreichung der kommunikative Ziele expositorischer Texte die beste Voraussetzungen mitbringen49 (Wilss 1979: 179; vid. tambin Fluck 1991: 175). b) Como un inventario de recursos lingsticos (Hoffmann 1987: 92) o un sistema parcial (Mhn/Pelka 1984: 14) de un sistema lingstico integral, con lo cual tanto