Gastronomia en El Monasterio

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  • Resumen

    Anlisis de la alimentacin a travs de los libros de gastos de un convento a fines del siglo XVII.Valoraciy tabaco. como resu

    Palabras

    Resum. segle XVII

    Anlisi dValoracii el tabac.resultat dParaules

    Abstract

    This articof expensused in thecologicaKey word

    Manuscrits 20, 2002 133-155

    Buen alimento, mejor pensamiento:el consumo en un convento almeriense a fines del siglo XVII

    Donato Gmez DazUniversidad de AlmeraLa Caada de San Urbano, s/n.04120 [email protected] de los utensilios utilizados en la cocina; los productos y especias; las bebidas, dulcesSe evala la alimentacin como jerarqua, en las fiestas y con los enfermos. Y tambinltado del medio ecolgico.

    clave: siglo XVII, historia de la alimentacin, ecologa, convento franciscano.

    Mens sana in corpore sano: el consum en un convent dAlmeria a la darreria del

    e lalimentaci a travs dels llibres de despeses dun convent al final del segle XVII. de les eines utilitzades en la cuina; els productes i les espcies; les begudes, els dolos Savalua lalimentaci com a jerarquia, en les festes i amb els malalts. I tamb com ael medi ecolgic. clau: segle XVII, histria de lalimentaci, ecologia, convent francisc.

    . Good food, better th ought. Diet in a Franciscan convent at the end of XVIIth century

    le is an analysis of a XVIIth century Franciscan convent diet through some of its bookses. The author describes the utensils, products, spices, beverages, sweet and tobaccoe coenobiums kitchen and he classifies the food according to hierarchies, festivities,l and sanitary patterns.s: XVIIth century, history of food, Franciscan convent, Spain.

    SumarioIntroduccin

    Medio ambiente y produccinUna colonizacin conventual

    en el sudeste almeriense?La alimentacin en el convento

    franciscano de Cuevas

    Alimentacin especial: fiestas, jerarquay enfermosConclusiones

  • 1. IntroduccinA lo largo de la historia de Espaa, el clero ha sido fuente de refranes, proverbiosy ancdotas que han llenado el habla popular de dichos burlones, mordaces y, fre-cuentemente, sabias razones extradas del comportamiento observado. Muchosde estos refranes muestran la relacin que los clrigos tuvieron con el yantar: Enla casa del cura siempre hay hartura, Para comer bien, desayunar con el carni-cero, comer con el cura y cenar con el carretero, En casa del abad, comer yllevar, El abad lo que canta, yanta, Orates frates nunca supo lo que es el ham-bre, Fraile merendn, no pierde ocasin; Fraile que pide pan, toma carne sile dan.

    Los contemporneos vean que las rentas de la Iglesia podan sostener unamayor calidad de vida que la de los trabajadores de la tierra y de las ciudades, raznque se vuelve para muchos incomprensible, dado que algunas eran rdenes men-dicantes y vivan de la caridad.

    La creencia generalizada sobre el buen comer de frailes y curas ha sido lugarcomn para literatos e historiadores. Nuestro objetivo va a ser evaluar la alimentacinen un convento franciscano durante el ltimo cuarto del siglo XVII en Cuevas deAlmanzora (Almera), utilizando su contabilidad; lo que permite formar una ima-gen de sus hbitos alimenticios, de la calidad de vida y de la abundancia, o al con-trario, en la que vivan los frailes. Todo ello en un contexto que para la mayorade los espaoles fue trgico, ya que las epidemias dominaron el sudeste espaoldura

    2. M

    El mmosconcces yratuclimtiem

    Aductra dameddes neosaceit

    134 Manuscrits 20, 2002 Donato Gmez Daznte la poca, llegando a su hilo el resto de los jinetes del Apocalipsis.

    edio ambiente y produccinbito propio de un hbitat rige las posibilidades alimenticias. El que estudia-

    se corresponde a una pluviometra de 300 a 900 mm3, con precipitacionesentradas de septiembre a marzo a veces torrenciales que desbordan los cau- barrancos provocando inundaciones, veranos calurosos y secos, y tempe-

    ras medias de 17 grados centgrados. Todo ello, en medio de una igualdadatolgica y edafolgica que permite hablar de un espacio que a lo largo delpo ha mantenido la unidad. esta situacin le corresponde un tipo de agricultura caracterstica, cuyos pro-

    os principales son trigo, vid y olivo (Braudel, 1981, le aade al Sur la palme-tilera) y permite hablar de un rea de expansin natural de la llamada triloga

    iterrnea a todo lo largo de la costa del Mare Nostrum latino. Esas son las gran-invenciones alimenticias y tres de los cultivos ms estrictamente mediterr-. Un mbito que un refrn espaol recoga de la siguiente forma: Pan de trigo,e de olivo y de parra el vino.

  • sa ser la zona que estudiemos, aunque el proceso de globalizacin histricaque desde hace miles de aos se ha ido produciendo en el mundo, tambin acercaotros prod

    Cuadro 1.

    Europa RemolachaAchicoriaColColinaboEsprragosAmricaMazJudasPatatasTomatesPimientosCalabacineCalabazas

    Fuente: Gariy Romero S

    Buen alimento, mejor pensamiento Manuscrits 20, 2002 135uctos a los paladares occidentales, tal y como el cuadro 1 muestra.

    Origen de las principales plantas mediterrneas.

    Mediterrneo Prximo Oriente India y Asia del NorteMijo Espelta Mijo de IndiaLentejas Escanda GarbanzosHabas Trigo blando SsamoChufas Cebada PepinoCenteno Centeno BerenjenaAlcauciles Avena MostazaRbanos Zanahorias AlbahacaNabos Cebollas CtricosApios AjosChirivas Vias Asia del Sur y OceanaLechugas Ciruelas Arroz

    s Olivos Melocotones Caa de azcarHigueras Cerezos RomeroAlmendros Albaricoques

    Manzanos fricaPerales SandaCastaos PalmeraNogalesAvellanos

    ne La dieta mediterrnea en el conjunto de los sistemas alimentarios, en Gonzlez Turmools (1993).

  • La transferencia de alimentos entre continentes es abrumadora. Bien se puededecir que gran parte de nuestro gusto se ha construido con productos no autc-tonos.

    El consumo, adems de las posibilidades del medio, tambin est condiciona-do por la cultura material de un pueblo. En l se puede apreciar los contactos entrecontinentes y las relaciones entre los estados. La cronologa de entrada y uso delos alimentos indica las influencias coloniales, e incluso las necesidades coyuntu-rales cuando se adelanta el uso de uno u otro producto. Al final, los intereses sevuelven exigencia en la produccin alimentaria y los ciclos demogrficos o gana-deros se convierten en esenciales.

    3. Una colonizacin conventual en el sudeste almeriense?Es difcil seguir la evolucin del proceso de diseminacin de las rdenes religiosasen Espaa, dado que las fuentes son poco regulares y, sobre todo, porque estnescritas con fines piadosos antes que materiales. Pero lo que s conocemos a cien-cia cierta, es que la Orden Franciscana de la Antigua Provincia Serfica deCartagena va a vivir un ciclo expansivo durante los siglos XVI y XVII, que afectaal s

    MuCarto fren 1Alb

    Cua

    Ao15215415615615715715816021651

    1685Ante

    Fuen

    136 Manuscrits 20, 2002 Donato Gmez DazVlez Blanco San LuisCuevas de Almanzora San Antonio(antes Cuevas de Vera)Vlez Rubio La Concepcin

    s de 1752 Albox (hospicio) La Concepcinte: Ortega (1746; 1981: vol. I).udeste almeriense.El cuadro 2 muestra este proceso expansivo que comienza en la provincia dercia, y contina en la nuestra, lmite occidental de la Provincia Franciscana detagena. Lo que permite confirmar que en 1602 hay establecido ya un conven-anciscano en Vlez Blanco, otro en Cuevas en 1651, un tercero en Vlez Rubio685, y un cuarto en este caso de menor entidad pues es un hospicio, enox a comienzos del siglo XVIII.

    dro 2. Fundaciones en la Provincia Franciscana de Cartagena, siglos XVI-XVIII.

    Municipio Convento4 Helln9 Cartagena1 Lorca6 Cehegin1 Caravaca4 Moratalla1 Mula

  • No son los nicos. La provincia franciscana que acoge las Alpujarras estableceen 1691 un convento en Laujar de Andarax llamado de San Pascual Bailn a pesardel monopolio que el Convento Franciscano de Ugjar tena. Ese ao llegan dos frai-les desde Granada, que quedan asentados en la poblacin. Una fundacin que se jus-tifica por la falta de clero que atendiera las necesidades espirituales de los vecinos(Puertas Garca 1998). En la ciudad de Almera se funda las Claras en 1756.

    Por lo que respecta al Convento de Franciscanos Recoletos de Nuestro PadreSan Antonio de Cuevas, fue fundado en 1651 para ser disuelta la comunidad en1836. Momento en que el Ayuntamiento de Cuevas de Almanzora compra la huer-ta, y la Iglesia se queda con el templo y el convento, en el que en 1878 se instala uncolegio a cargo de los Padres Dominicos.

    La fundacin tiene que ver tambin con la existencia de una nica parroquiacuyos sacerdotes no podan atender una feligresa que contaba con 1.000 vecinosen Cuevas. As, se pens poner primero un Hospicio de San Francisco, para lo quese contacta con los Fajardo y la gente principal del municipio, efectuando la solici-tud a la viuda del marqus de los Vlez doa Mariana Engracia de Toledo, y Portugal,que lo cel 18 de

    Se toDiego dde CuevconstrucreligiosoEn el tra

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    Buen alimento, mejor pensamiento Manuscrits 20, 2002 137

    1. Archide la da, moncede. Asimismo, sta pide la licencia al obispo de Almera que la daenero de 1651, y a la Orden y al Consejo Real, que lo tenan que aprobar.ma posesin el 31 de enero de 1651 de una pequea ermita (Nuestro San

    e Alcal, al oeste del pueblo), asistiendo innumerable gento de los pueblosas y alrededores. All permanecen casi un ao. A partir de aqu se inicia lacin material del nuevo hospicio, que en pocos aos pudieron habitar varioss. Por fin, el obispo de Almera lo eleva a convento el 8 de enero de 1653.yecto se haban resuelto tanto problemas materiales como especiales, pues:

    lgunas personas Eclesisticas [] comenzaron a poner varias dificultades, con elotivo, o pretexto de jurisdiccin pero al fin, con algunas diligencias, y precau-

    iones [] se vinieron todas a vencer (Ortega 1747: III/ 336).

    almente estaba habitado por 12 14 frailes, ms donados y legos, quee la limosna, siendo los marqueses de los Vlez los patronos; estando bajoacin de san Antonio de Padua (Tapia Garrido 1993: 326 y 333).onocemos su evolucin ms all del periodo del que tenemos libros de con-, aunque Ortega (1747: III/ 336), que public una obra magna sobre la acti-nventual de la Provincia Franciscana de Cartagena, manifiesta que ha uno de los mas pulidos Conventos, en linea de pequeos, que tiene laa, con nueva, y hermosa planta; y da habitacin, ordinariamente, a veinte yeligiosos, pocos mas, o menos. Respecto al resto de los bienes del Convento,

    uchos en 1752: una tierra de riego de 12 celemines de sembrado de segun-d que produca cebada y 38 plantones de morera; lo que supona 230 reales

    n de renta anual1. Pensamos que tambin varios frailes tenan bienes aparte.

    vo Histrico Provincial de Almera (AHPAL), Catastro de Ensenada (E-57), Vecindario EclesisticoVilla de Cuevas. Los productos tpicos recogidos a mediados del XVIII en Cuevas son trigo, ceba-az blanco y negro, garbanzos, linaza y camo. La presencia de vias est asegurada.

  • 4. La alimentacin en el convento franciscano de CuevasLa riqueza de la Iglesia y su poder econmico sirve como punto de partida paracomprender el funcionamiento de los elementos materiales de su actividad. Desdela constructiva, hasta en el arte, en la propiedad, y por supuesto en su nivel de vida.

    Se estima que a mediados del siglo XVI ascendan a cinco millones de ducadoslas entradas de la Iglesia espaola; cantidad que significaba la mitad de las rentasdel Reino. En algn caso, como los monasterios, esta riqueza era proverbial.Monasterios cuyas despensas y graneros sorprendan al visitante. Un ejemplo lotenemos en Yuste, lugar al que se retira el emperador Carlos V cuando abdica en1556; su hijo Felipe II, ordena que no le falte nada. Efectivamente, el monasteriose convierte en lugar de recepcin, cocina y bodega de una segunda Corte, en laque destaca el propio emperador por su inmenso apetito. Los acompaantes delmonarca son muchos. El lugar tiene que moverse para conseguir la provisin delas cocinas monacales. Los correos van y vienen con mensajes, adems de apetitosasviandas solicitadas de una u otra parte de la Monarqua imperial. Una situacinque t

    OMonNues1543bas d1989dacio

    Tza sepadolas redo eslos 3024.00

    Apobretraci

    Lcos. Lnos ien elseis vtodossaceren la

    138 Manuscrits 20, 2002 Donato Gmez Daz

    2. AAermina con el fallecimiento del emperador en 1558.tros monasterios que pueden citarse son los de Alcntara y Guadalupe,

    tserrat y Ripoll, las Huelgas, Silos, Samos, etc. Respecto al Monasterio detra Seora de Guadalupe, daba normalmente mil quinientas raciones diarias en. Al ao poda gastar diez o doce mil fanegas de trigo, casi veinte mil arro-e vino, seis o siete mil cabezas de todo tipo de ganado, aves, etc. (Martnez). Imaginemos la situacin si extendemos el tema al resto de conventos y fun-nes del pas.rasladando la cuestin de las rentas a contextos regionales, tambin esta rique- desgrana de manera desigual. No todos los espacios son lo mismo. Habr obis-s y arzobispados riqusimos; otros son pobres. Vicens Vives (1974: III/64), sitantas del Obispado de Almera en 10.000 ducados en el siglo XVI, consideran-a dicesis como una de las ms pobres de Espaa. Frente a esto, se encuentran.000 ducados de Mlaga o los 20.000 de Jan, o el Arzobispado de Granada con0 ducados; aunque quedamos por encima de los 7.000 ducados de Guadix. mediados del siglo XVIII Almera sigue siendo uno de los obispados mss. Ahora el principal problema tiene que ver ms con la deficiente adminis-n de las rentas y su desigual reparto, antes que por la estricta pobreza2.a desigual distribucin de riqueza genera un paralelo reparto de los eclesisti-a actual provincia de Almera perteneca a cuatro dicesis. Lo que a nosotros

    nteresa es el Obispado de Almera, que mantuvo lmites imprecisos hasta que siglo XVIII alcanza 6.245 km2. A efectos de divisin interna, se estructura enicaras centradas en Almera, Los Vlez, Vera, Purchena, Sern y Tahal. No los espacios son iguales. En principio, el clero se compone slo del 15% dedotes (75), un 40% eran clrigos de rdenes religiosas (la posibilidad de actuars actividades espirituales de la dicesis era obvia) que poblaban la provincia,

    rchivo Histrico Nacional, Consejos, leg. 15.532, d.4, s.f., citado en Garca Campra y Gillbarracn (1993: 20).

  • Buen alimento, mejor pensamiento Manuscrits 20, 2002 139

    hasta llegar a un total de 500 eclesisticos. Pero la distribucin geogrfica era tre-mendamente desigual. Los lugares con rentas superiores y/o urbanos acogan a unmayor nmero; en el resto de la provincia y obispado poda darse el caso de no exis-tir atencin religiosa. Por ejemplo, en Almera se concentra el 40% del clero, otro20% se ubica en Vera, los dems (40%) se reparten en las otras cuatro vicaras.

    4.1. En la mesa de San Francisco, donde comen cuatro comen cincoPara efectuar el anlisis del Convento de Cuevas, la principal fuente de informacines sus libros de cuentas, conservados en el periodo 1670-1693. La informacin hasido publicada en E. Pezzi (1993), Libro de cuentas del Convento Franciscano deCuevas de Almanzora (1670-1693), donde se recogen las partidas de gastos e ingre-sos a las que a partir de ahora nos vamos a referir sin otro tipo de anotacin comono sea la fecha.

    Las partidas ms interesantes se encuentran en los gastos, donde se inscribe elconsumo efectuado por los frailes; parte de l se completa a partir de una huertaque posslo unaque porpara recto. Dichles hubi

    Dichefecto, eda a quiabre, Dios, pi

    Tamte pedigapreciarser tan enes detrmeses ddicantesde los atral la pinviernocit queotras dipos msblemas ser de b

    3. Otroreligiean. De todas formas, la alimentacin o el mantenimiento de los frailes es parte del gasto, otra principal es la construccin del recinto conventual

    entonces se lleva a cabo. Circunstancia que manifiesta cmo su capacidadolectar renta limosnera es muy superior al consumo alimenticio inmedia-o de otra manera, de haber querido mantenerse con ms medios, los frai-eran podido hacerlo utilizando los fondos de la construccin del Convento.o esto, debo recordar que nos encontramos en una orden mendicante. A tall refranero popular espaol se encuentra poblado de proverbios que recuer-

    enes recorran los caminos pidiendo limosna: Boca de fraile, slo al pedir laFraile que su regla guarda, toma de todo y no da nada, Fraile que pide porde para dos, Fraile franciscano, el papo abierto y el saco cerrado, etc.poco aqu el pueblo los juzga muy bien, pues los considera excesivamen-eos (Fraile y pedigeo, lo mesmo). Pero el problema no se puede slo en el contexto local. El nmero de frailes existentes en el pas debalevado que se corre el peligro de saturar la geografa espaola con quie-aan parte de la renta nacional sin producir nada a cambio. Llegados losel verano y la poca de la vendimia, los conventos y monasterios de men- se organizaban enviando la mayora de sus frailes a pedir por los puebloslrededores. Al tener las diversas ramas franciscanas como principio cen-obreza, se vean obligadas a efectuar peticiones para poder subsistir en el. Por ejemplo, en este siglo XVII el obispo de Almera, dicesis pobre, soli- no se autorizase a mendigar en su jurisdiccin a los frailes procedentes decesis. Igualmente las ordenanzas de Lorca no permiten pedir en los cam- que a los frailes de San Francisco (Pezzi 1993: 308). Aparte de los pro-de saturacin, haba otros de orden social. Se achacaba a los mendicantesaja extraccin, de donde naca el menosprecio en que muchos les tenan3.

    s refranes de la poca son peores, y muestran comportamientos bien alejados de la prcticaosa: No fes mujer al fraile, ni barajes con el alcalde, etc.

  • La falta de otras fuentes de aprovisionamiento obligaba a una continuada relacincon la poblacin: la demasa de andar por las calles, las visitas, las devociones ycomadreras, todo lo qual dicen es forzoso porque sin ello no comeran4.

    El nmero de los inquilinos de nuestro convento poco a poco va subiendo.

    4.2. No hay mejor vecina que tu cocinaEn el Convento de Cuevas haba un cocinero. Desconocemos hasta qu punto sulabor era desarrollada siempre por el mismo fraile. Aunque es probable que el pues-to fuera ocupado de manera permanente, pues la cocina exige de prctica conti-nua. Algunas compras realizadas iban dirigidas directamente a l. Una partida degasto de noviembre de 1679 adquiere para el cocinero y dos frailes, tres pares dealpargatas y Media onza de hilo para el cozinero.

    No slo es interesante el cocinero, la dimensin y atencin a la cocina esimportante. La construccin del convento exige su ampliacin conforme van lle-gando frailes, y reparacin; en diciembre de 1688 estaban dando los ltimos toquesa lunacocentococ

    desotrogas

    lizagraparcomtos

    partten adqilumgrualimce epor

    nec

    140 Manuscrits 20, 2002 Donato Gmez Daz

    4.a obra de la cocina. Bien por necesidad de cerrar un espacio privilegiado en comunidad compuesta de diez a quince personas Ni para mozo hay malinero, ni para viejo fiel despensero, bien porque la medida se toma en unrno epidmico, en junio de 1675 se compra un candado del armario de la

    ina.Los libros de cuentas informan de la adquisicin de mobiliario. El cuadro 3cribe los elementos que componen la cocina. No obstante, suponemos que varioss pudieron conseguirse por caminos que no exigieran entrar en las partidas del

    to comunitario.Lo ms habitual es la compra de cazuelas, ollas, calderos, perolas y cazos, uti-das en alimentos cocidos; las sartenes estn presentes, pero menos (sartenesndes y chicas). Existen otros instrumentos como un almirez, cntaros, tenaxaa el agua, cestos, pellejos para vino y aceite. Tambin hay mobiliario para eledor: mesas, sillas, cuchillos, tenedores, vinajeras, bedriados, y tazas y pla-

    de diversa calidad.Por los elementos para cocinar que hemos recogido, la comida se elabora air de productos cocidos en pucheros y como mximo asados, dado que no exis-demasiados instrumentos para frer y stos se reponen poco. El aceite, que seuiere de manera prolija, tiene ms bien que ver con un elemento usado en lainacin Una vieja y un candil, la perdicin de una casa; la vieja por lo que

    e, el candil por lo que gasta y la devocin religiosa, que como componenteenticio diario. Tambin hemos encontrado referencia a escabeches, que pare-ra un mtodo usual para evitar la corrupcin de los alimentos cuando se trans-taban, y a confituras.Las compras de lea para cocinar y calentarse, completan los fundamentosesarios en la cocina.

    B.N. ms. 17.502, hojas 123-127, citado en Domnguez Ortiz (1973: 277).

  • Cuadro 3. Herramientas y elementos de la cocina conventual, 1670-1693.aguaderas cestos escudillas perola tenedoresalmirez cocinero manteles platillo tinajas para el aguacntaros corbilln* mesas platos blancos, trebedes grandes**

    finos, medianoscazo criba ollas romana, romanilla vidriados, blanco,

    de Lorcacazuelas cuchillos de mesa orza sartenes, grande y vidrios

    pequeacaldero cuchilla pellejo de aceite servilletas vinajerascaldereta chocolatera pellejo de vino tazas* Corbilln o corvillo: cuchillo de forma curva que se emplea para podar; en Aragn es una especiede espuerta.** Trebedes: aro de hierro con tres pies, a veces con un asidero largo, que se emplea para poner lasvasijas sobre el fuego del hogar.Fuente: El

    4.3. La

    En princblo llanoreferencLa cita dLa vida (Amber(1605),

    A pede los alsiderarlona o la des descominadasconsum

    El cLa c

    gioso redesarrolla consamediterrLos dos

    Buen alimento, mejor pensamiento Manuscrits 20, 2002 141

    5. A vec(princca relaborado a partir de Pezzi (1993).

    mesa es para rezar y comer

    ipio la alimentacin parece ms rica de la que usualmente dispone el pue- (Cipolla 1987). La literatura del Siglo de Oro se encuentra atravesada de

    ias a la cocina, que no se acerca mucho a la carne (el tocino era ms usual).e pasajes del Lazarillo de Tormes (1554), el Guzmn de Alfarache (1599),del Buscn llamado Pablos (1626), Vida y hechos de Estebanillo Gonzlezes 1646), La Lozana Andaluza (Venecia 1528), el Quijote de Cervantesu otros, corrobora esta situacin (Martnez 1998).sar de encontrarnos en un convento que vive de la limosna, la mayor parteimentos conocidos se encuentran presentes; algunos de ellos podemos con-s de lujo en la poca. No obstante, las cantidades consumidas por perso-ieta exacta para un claustro compuesto de 12 a 24 personas, segn autores,nocida. Dado que muchos o todos los frailes deban salir a pedir en deter- pocas del ao, viviendo en la calle, no podemos establecer las calorasidas por persona o ser ms precisos en la cantidad per cpita5.uadro 4 muestra la variedad de los productos adquiridos en el periodo.ompra ms usual es vino debemos tener en cuenta que el ejercicio reli-quiere de ese elemento para la consagracin, materia prima con la quelar la actividad (en algunas partidas de vino blanco se advierte que es paragracin); otro es el trigo; el tercero, el aceite. Se completa la triloganea, espacio en el que el cristianismo tiene su primer mbito de expansin. primeros artculos son mayoritarios.

    es, aparecen cuentas de alimentos utilizados por los trabajadores que edifican el conventoipalmente vino) y tambin se adquieren productos para celebraciones o para tal o cual jerar-

    igioso que viene de visita o a revisar las cuentas del Convento.

  • dos viejVle

    cerdgall

    indebonye esentochms

    142 Manuscrits 20, 2002 Donato Gmez Daz

    Cuadro 4. Relacin de alimentos extrados de los libros conventuales, 1670-1693.abadejo borregos chocolate lechugas pimienta, (bacalao) pimienta negraaceite brazos de cebollas chotos lentejas pimientosaceitunas cabro dulces limones pionesaguamiel canela escabeche melones pollosaguardiente caracoles esprragos miel puercosajos carne especias mosto quesoalmendras carne de buey espetones nabos romeroalubias carneros fruta nieve salanises castaas gallinas nueces sardinasarroz caza garbanzos organo tpanas (alcaparras)atn cebada jengibre ovejas tabacoavellanas cebollas habas pan tocinoazafazcy canbacabebibelloberebizcboni

    FuenConsecuentemente, las compras hacen referencia a trigo, cebada y panizo (esos

    rn clavo higos panizo trigoar blanca coles hijada pasas turrnde

    lao coliflor hortalizas pepinos vacasdas comino huevos peras de Aragn vinagretas conejos jamn perdices vino

    njenas confitura lechas pernilochos corderos leche pescadotos criadilla lechones pesoles (frijoles

    o judas)te: Elaborado a partir de Pezzi (1993).o

    PoinEttne

    ltimos para alimentacin animal), arroz, garbanzos, judas y lentejas; vino, nuevo, mosto, tinto, blanco, de Tjola, Baza, Tabernas, Taberno, Cehegin,z, Huercal-Overa, etc.or lo que respecta a la carne, se consume preferentemente de cabra, oveja, (jamn, tocino, criadillas, lechn), e incluso Baca (poca); por otro lado,as, perdices, conejos y caracoles.l pescado fresco o seco tambin est presente, normalmente bajo el nombreerminado de pescado fresco, aunque existen datos precisos de atn fresco,oles (quiz bonito), sardinas y abadejo o bacalao. Aqu, la religiosidad influ- el rgimen alimenticio. La prescripcin de no comer carne los viernes est pre- en todo el pas. Nosotros hemos recogido este hecho en las partidas de gasto:o reales y medio del atn para viernes y svado. Adems, en varias fiestastampoco se poda comer carne.

  • La dieta se complementa con hortalizas como esprragos, nabos, cebollas,ajos, berenjenas, habas y pimientos; otras partidas son huevos, leche (poca) y queso.Igualmente se consume fruta en general y, en particular, melones, higos, limones,fruta de Aragn y frutos secos como avellanas, castaas y bellotas.

    Por lo que respecta al postre dulce, los religiosos siempre han tenido fama deser vidos consumidores de dulces, y stos no estn ausentes bajo ese nombre gen-rico o como pasas, miel, bizcocho, azcar y turrn durante la Pascua. El tabaco yel chocolate tambin hacen acto de presencia, aunque de eso y de los condimen-tos hablaremos en otro apartado.

    No todo el consumo se puede obtener de las partidas de gastos. Puesto que esuna orden mendicante, los ingresos recogen la entrada de las limosnas, o entrega-dos directamente al Convento por algn vecino como contraprestacin a los ser-vicios religiosos prestados (misas de nimas, cantadas, rezadas, de capilla, decuerpo presente, de gozos, votivas, particulares, comunes). Podemos citar igual-mente, la entrada de trigo, cebada, panizo o maz y carne. Las cantidades puedenllegar a ser muy importantes, 20 fanegas de golpe, 15 fanegas de cereal o en elcaso de ocasinComuniesos ingalguna pmulada

    En rvino, caconsumnecesariB6 (pesctales), E ales), hifsforo tacin (L

    4.4. ElLos conterrnealimn, lamiel. Lopimentnen que

    Comdonde elten los dtantes qde ahora

    Buen alimento, mejor pensamiento Manuscrits 20, 2002 143la carne ocho chotos que se llegaron de limosna, 13 borregos en otra; tambin existe un pago por trasquilar 50 borregos propiedad de ladad. Desconocemos si la contabilidad conventual poda distraer parte deresos dirigindolos al propio consumo. S es cierto que a veces se indica enartida que no hubo ese mes compra de carne porque se tom de la acu-

    mediante limosna.esumen, casi todos los meses la alimentacin recoge la presencia de trigo,rne, pescado fresco o seco, legumbres, verdura y algo de fruta, sin olvidaros regalados como los dulces, o incluso algn vicio como el tabaco. Lasas protenas (carne, pescado, judas, cereales), vitaminas A (quesos, carne),ados, carne), C (fruta, verdura), D (grasas animales como tocino y vege-(varios alimentos vegetales), tiamina (arroz, vino), calcio (leche, judas, cere-erro (vegetales, vino), magnesio (vino), e imaginamos que vitamina B12,(incluidas en una vasta gama de alimentos), se encontraban en la alimen-ivi-Bacci 1987: 53).

    comer y el casar a gusto; el vestir y el calzar al usodimentos sirven para sazonar la comida y darle buen gusto. La dieta medi- est dotada de un sentido de lo cido del que forman parte el vinagre, el naranja amarga y que a veces se combina con el dulzor del azcar o de la mismo cabe decir de la comida caliente, sazonada con mucha pimienta,n, ajo y cebolla. Otros sabores mediterrneos que encontramos aqu, tie- ver con aromas como el ans y el azafrn (Garine 1993: 25-26).o dice el refrn con el que encabezamos el apartado, comer es un asunto paladar participa y por eso hay que interesarlo. En nuestro Convento exis-os tipos de condimentos considerados, el vinagre en cantidades impor-uatro arrobas de vinagre a razn de diez reales el arroba (Gasto a partir G. septiembre 1675) y limones, cebollas y ajos como elementos de

  • consumo, que creemos sirven de condimento. Aqu sera interesante conocer ques lo que haba sembrado en el huerto que los frailes compraron y disfrutaban ya en1681: dos peonadas en la guerta, sobre el que penda un censo de 55 reales eseao, y al que en agosto de 1683 se le cierra el acceso: trece reales que tubo decosto de hacer la puerta de la huerta.

    Por otra parte, elementos ms tradicionales, en muchos casos tan antiguos comolos primeros, enriquecen el paladar conventual. Me refiero a las especias, un con-junto de condimentos (aparecen en muchos casos sin especificar), entre los quepodemos encontrar los utilizados por griegos y romanos como jengibre y pimien-ta, o las especias cultivadas de manera autctona por toda la poblacin: romero,organo, tomillo, ans, o azafrn, entre otras.

    Las adquisiciones de pimienta a secas y pimienta negra cantidades que vandesde una a seis libras se producen a todo lo largo del ao. Braudel (1986: I/183)muestra la prdida de importancia de este producto despus de 1650, hasta el puntode que el descenso del precio permiti su uso en todas las mesas. Igualmente haymuchas compras de azafrn, de una onza a media libra; el clavo y el clavillo tam-binperipimdos tas (un

    larg

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    144 Manuscrits 20, 2002 Donato Gmez Daz. A nadie le amarga un dulce: chocolate, dulces, bebidas y tabaco dulce, ms que los dulces, va a ser un consumo relativamente habitual en nues- Convento, bien en productos tradicionales, vase pasas, bien bajo la forma deel, aguamiel o azcar pura.Las compras de miel llegan a ser importantes, pues cuando se trata de momen-

    festivos se toma por arrobas: dos arrobas de miel para fiestas de Nr. p. S. estn presentes, y cantidades menores de canela aunque a lo largo de todo elodo. Se escribe en una partida de gastos de marzo de 1692: una libra deienta para la Comunidad; Mas catorze Reales de dos onzas de clabillos, y otrasde canela para la Comunidad. Sabemos que el romero se utilizaba en las fies-como planta olorosa?), e imaginamos que tambin tena usos gastronmicos:a carga de romero para la fiesta de San Antonio (G. junio 1675).El cuadro que insertamos incluye las especias tradicionales encontradas a loo del libro de ingresos y gastos de Cuevas:

    dro 5. Especias utilizadas en el Convento, s. XVII.s jengibre

    rn pimienta

    ela organoo romeroino tpanas (alcaparras)

    nte: Elaborado a partir de Pezzi (1993).

    Entre todas esas hay varias partidas de tpanas, una especie de alcaparras cuyosumo es interesante: dos arrobas de tapanas (G. julio 1675).

  • Francisco y S. Antonio de Padua (G. septiembre 1686). No ocurre lo mismo conel azcar que se adquiere en pequeas cantidades, e incluso a veces acompaadodel nombre de la persona a la que va dirigida; smbolo de necesidad o jerarqua.Tambin es frecuente comprarla para fiestas concretas: polvora, arroz y azcarpara la fiesta de Nr. P. S. Francisco (G. octubre 1686), complementada de otrasvarias adquisiciones: guebos y canela que se compraron para dicha fiesta (G.octubre 1686). El conjunto permite imaginar una elaboracin festiva de dulces obebidas.

    Existe una poca del ao especialmente proclive al uso del dulce, la Navidad,o como la denominaban los frailes: Pascua. En ese momento son frecuentes lascompras de turrones que, a veces, tiene la denominacin de Alicante. Las partidasde gastos de los meses de noviembre, diciembre, enero y hasta febrero, incluyentodos los aos compras de turrn: una caxa de turron (G. febrero de 1673); qua-tro cajas de turron para las Pasquas (G. diciembre 1675); quatro cajas de turronpara la colacin de las Pasquas (G. diciembre 1685); turron nuezes y castaaspara las Pasquas (G. diciembre 1688), que a veces se alarga al 6 de enero y ms:una cax

    Compaan degasto de

    Estecolate, cEspaa hman queao 152dos de pdio origeinicialm

    Paretravs devento decon poneconsum(Fournie

    En vcon la vnoviembcoincidede calidaEsas comPadre Ppersonajreales deperiodo libras de

    Buen alimento, mejor pensamiento Manuscrits 20, 2002 145a de turron para el da de los Reyes (G. enero 1677).o la Pascua es poca de gasto sobresaliente, las partidas de turrn se acom- otras del mismo gusto: guebos, pescado, espezias y piones todo para el la Comunidad (G. diciembre 1692). siglo XVII es una poca en la que se va a generalizar el consumo de cho-onsiderado como una especie de tnico. Se cree que el chocolate lleg aacia 1520, en forma de barras y tabletas (Braudel 1986: I/207). Otros afir- fue Hernn Corts quien lo introdujo en Espaa por primera vez en el

    8. Posteriormente se fundaron fbricas que utilizaban sofisticados mto-reparacin, as como mejoras en la mezcla de especias. Su semilla tostadan al chocolate, que constitua una bebida propia de aristcratas, aunque

    ente era considerado tambin como medicamento.ce que la difusin de la bebida a Europa se efectu por va eclesistica, a los monjes espaoles. Se da el caso curioso de que los monjes de un con- Guadalajara en el siglo XVII se quejaron e incluso llegaron a amenazarrse en huelga, hartos como estaban de soportar la regla que reservaba el

    o del chocolate a los padres superiores y a los invitados del Conventor 1993: 98).arios momentos hemos encontrado compras de chocolate, coincidiendoenida de alguna jerarqua de la Orden Franciscana o del Obispado. Enre de 1677 se produce la adquisicin de media libra de chocolate, en

    ncia con la llegada de Nro. Padre Comisario, junto con otros consumosd: vizcochos y chocolate [] miel, canela y clavos (G. enero 1686).pras son smbolo de jerarqua: trece reales de una chocolatera para el

    or. Conventual (G. junio 1692); esta otra que indica la relevancia del

    e enfermo: dos libras de chocolate a trece reales cada libra [] siete vizcochos para el enfermo de S. Jines (G. febrero 1692). Al final del

    se impone cierta igualdad ya que se efecta para todo el Convento: dos chocolate para el gasto de la Comunidad (G. septiembre 93). En momen-

  • tos sealados del ao tambin hay adquisicin de dulces: Dos libras de vizco-chos, y dos de chocolate y una de almendoln para la Semana Santa (G. marzo1687).

    Aparte del importante consumo de vino que a todo lo largo del periodo se rea-liza, haba bebidas basadas en alcohol o no, ms diversas especias y hierbas aro-mticas como canela, clavo, nuez, ans6, romero, etc., cuyo uso no est muy claro.Martnez Llopis (1998) describe varias de las bebidas consumidas en Espaa duran-te el siglo XVII y actualmente desaparecidas, como el hipcritas, la carraspadaun vino tinto aguado, cocido y adobado con miel y especias; la garnacha,compuesta por tres clases de uvas diferentes, azcar, canela, pimienta y algn otroingrediente. Aunque el brebaje ms popular fue la llamada aloja, conocida en laantigedad con el nombre de hidromiel, fabricada con agua y miel a la que algunosaadan especias aromticas7. Lope de Vega da una receta de la aloja compuestade miel, canela y especias. En el verano se refrescaba dando lugar a la aloja denieve, o dicho de otra manera, el aguamiel se enfriaba con hielo.

    En nuestro caso, encontramos entradas de aguamiel de forma repetida duran-te tAdM(G.meapl

    el vdasde [sen167denfra

    Cap

    146 Manuscrits 20, 2002 Donato Gmez Daz

    6.

    7.odo el periodo, siempre en pequeas cantidades, como si fuera un capricho.ems, parece que se mezcla con jengibre: aguamiel y un poco de gengibre;as un real para otra libra de aguamiel [] Mas real y medio para gengibre diciembre 1677). Dada la facilidad con la que poda elaborarse, probable-nte muchas de las compras de miel realizadas en el Convento tuvieron esaicacin.Esta consideracin puede dar paso a las compras de nieve realizadas duranteerano. Efectivamente, las entradas de nieve en el Convento vienen acompaa- con partidas en las que se adquiere especias y azcar: quarenta libras y medianiebe para la Comunidad []. Mas quatro onzas de clavillo treinta y dos reales]. Mas sinquenta reales de diez libras de asucar (G. agosto 1675). Suelen pre-tarse en asociacin a gastos de fiestas como la de San Antonio de Padua en8; o esta otra de nieve para la porcincula (G. agosto 1691). Con indepen-cia de que existi en el Siglo de Oro una monomana por consumir las cosass, que condujo a intentar tomar todas las bebidas refrigeradas.El aguardiente est presente en una partida para gasto de la fiesta de San Juanistrano.

    Andrs Laguna, mdico del siglo XVI, resea algunas propiedades del ans de la siguiente manera:Es admirable el ans contra las frialdades del estmago, restituye el apetito perdido, ataja el vmi-to, resuelve los importunos sollipos y los regeldos acedos, provoca muy dulce sueo, y, metido enla funda de la almohada, conforta el celebro y hace que no se sueen cosas turbulentas ni horri-bles. De ms desto tiene muy gran virtud contra la gota coral, principalmente contra la que afligea los nios, despide los vaguedos de cabeza, deshace la piedra, y, bebido con vino, desopila y pro-voca sudor.El Diccionario de Autoridades de 1726 hace distincin entre hidromiel, que considera bebidaalcohlica, mezcla de agua y miel fermentada, y el aguamiel, simplemente una bebida de miely agua sin fermentar. La primera es realmente antigua, pues aparece en el tratado latinoAgricultura del espaol Columena, aunque existen citas anteriores en Homero, y despus entrelos pueblos germanos y escandinavos que consideraban la hidromiel como el licor prometidoa los hroes.

  • Finalmente, en este itinerario por el consumo conventual, el tabaco est acep-tablemente generalizado, al igual que en la Espaa del siglo XVII8. Como sabemosera una planta originaria de Amrica, y habr que esperar a que los espaoles latraigan de all para que su consumo comience a extenderse. La prctica originaldist de ser tan placentera como en Europa, ya que los indios y los chamanes ame-ricanos la empleaban con usos mgicos y religiosos. Aparte, los indios, adems detomarlo molido por la nariz, se purgaban con l; cosa que los espaoles imitaron.

    Durante el siglo XVI el producto llega a Espaa como droga, aunque no comien-za a gastarse realmente hasta mediados el siglo XVII y con carcter medicinal.Probablemente en este ciclo pestilente en el que se embarca nuestro pas durante elltimo cuarto de ese siglo, el consumo de tabaco fuera visto como elemento deprevencin farmacutico (Garca-Badell y Abada, 1963: 92-7). Sea as o no, elconsumo de tabaco de los frailes almerienses del Convento de Cuevas es un hecho.

    Su gasto se va a incrementar a lo largo del periodo 1670-93, bien a causa de quelas entradas del Convento fueran mayores, bien como mtodo preventivo ante esteciclo de enfermedad que inunda el ltimo tercio del siglo XVII. Los datos que posee-mos infoparte de partidas pco vlancmontadoFr. Gregolimosnerco de podencia drepartirlobin, cosbres propguardin

    Nolimosnerros (G.tiembre quatro diciembrde polbolibras deMiguel Btores u o

    Buen alimento, mejor pensamiento Manuscrits 20, 2002 147

    8. En 15dujo e1585 inici damenrman de variaciones en su consumo; en el sentido de que aunque la mayorlas compras se realizan simplemente con el nombre de tabaco, varias de lasuntualizan el tipo: blanco que serva para los cigarrillos (dos libras de taba-

    o al limosnero, G. marzo 1691), desmontado (tres libras de tabaco des- a nuebe reales cada libra, las dos para los religiosos y la otra para el Pe. Por.rio Martnez, G. febrero 1692), de hoja (una libra de tabaco de oja para el

    o, G. septiembre 1689), de humo, de manojos, de polvo (una libra de taba-lbo, G. diciembre 1690), y en algunas partidas incluso se anota su proce-e la Real Fbrica de Tabacos de Sevilla: una libra de tabaco de Sevilla para a los Religiosos (G. septiembre 1686). Es un consumo de calidad tam-a que se muestra en la asociacin de las partidas compradas con los nom-ios de la jerarqua del Convento, desde padres predicadores hasta el padre: dos libras de tabaco para el Pe. Gan y el Presidente (G. marzo 1681).

    le falte tabaco ni vino a quien hace camino. El tabaco acompaa a losos que piden por la comarca: quatro libras de tabaco para los limosne- junio 1672), o una libra de tabaco para el que pide el panizo (G. sep-1672), o tres libras de tabaco para el Agosto (G. marzo y abril 1679), olibras de tabaco para los limosneros, que fueron a pedir los borregos (G.e 1685), o esta ltima ms amplia: dos libras de tabaco de humo y media blanco [] todo para el limosnero de la carne []. Mas ocho reales de dos tabaco blanco para los P. Predicadores Fr. Francisco Salmern y Pe. Fr.astida (G. febrero 1692). A quienes trabajan en el convento, como pas-

    tros mozos, se les provee de tabaco tambin (G. diciembre 1680).

    10, Francisco Hernndez de Toledo llev la semilla a Espaa, cincuenta aos despus lo intro-n Francia el diplomtico Jean Nicot, al que la planta debe el nombre genrico (Nicotiana). Enlo llev a Inglaterra el navegante Sir Francis Drake; el explorador ingls Sir Walter Raleighen la corte isabelina la costumbre de fumar el tabaco en pipa. El nuevo producto se difundi rpi-te por Europa y Rusia, y en el siglo XVII lleg a China, Japn y la costa occidental de frica.

  • En resumen, las partidas de gastos para tabaco se hacen muy numerosas.Consumo que en algunos casos es de rape, en otros de cigarros; algunas comprascreemos que pueden efectuarse por razones diurticas y farmacuticas tal y comolos primeros tericos mdicos o no conocedores del tabaco indicaban (AAVV1968: 122-170).

    5. Alimentacin especial: fiestas, jerarqua y enfermosAlgunas alimentaciones merecen un apartado especial. En primera instancia,todo el cmulo de fiestas religiosas a las que los frailes asisten por razn de sumagisterio; por otro lado, hay productos que slo consumen o lo hacen preferen-temente durante la visita de altos cargos y jerarquas franciscanas; finalmente,hay una alimentacin que muestra el inters con el que se intenta recuperar alenfermo.

    5.1. En la fiesta del patrn, repiques, cohetes, msica y sermnDonde est el santo, est la fiesta. Efectivamente, las fiestas religiosas y popu-lares estaban a la orden del da. En ellas se celebraba a tal o cual varn, se con-memoraba al patrono de la parroquia, con asistencias y predicaciones y (cmono!, las recepciones [colaciones] que los frailes hacan a los feligreses o algunosinvitados especiales).

    Lel cu

    Cuad1670

    Las f(199ordenesta oFuen

    148 Manuscrits 20, 2002 Donato Gmez Daz

    nim(2 novConce(8 dicCorpu

    Cruz

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    Discip

    Dolode Seechas que aparecen junto a interrogantes indican el mes en el que aparecen anotadas en Pezzi3), ya que no hemos encontrado ubicacin exacta. La Porcincula es el primer convento de la de San Francisco de que toma nombre el jubileo que se gana el da 2 de agosto en las iglesias derden.

    te: Elaborado a partir de Pezzi (1993).

    res (viernes antesmana Santa)

    San Antonio (13 junio) San Roque (16 agosto)San Sebastin (20 enero)as fiestas de las que nosotros tenemos conocimiento aparecen reflejadas enadro siguiente:

    ro 6. Fiestas en las que participan los frailes del Convento Franciscano de Cuevas,-1693.as o difuntos iembre)pcin (Pursima)

    iembre)s (junio)

    (3 mayo)nta Horas (julio)lina (abril?)

    Gozos de Ntra. Seora(marzo?)Jubileo de la Porcincula(2 de agosto)Nio Perdido (enero?)Oes (Esperanza, enero?)Reyes (6 enero)Rosario (1 octubre)

    San Diego (13 noviembre)San Esteban (26 diciembre)San Francisco (4 octubre)San Juan Capistrano (25 de octubre)San Luis (21 junio o 25 de agosto)

    Santa Ana (26 julio)Santa Catalina(29 abril)Santo Cristo (febrero)Semana Santa (marzo o abril)Soledad (febrero?)Asuncin (15 agosto)

  • Los principales eventos son las celebraciones de San Antonio, la de San Fran-cisco de Ass y la de Pascua. Respecto a la primera, la de San Antonio de Padua,deba ser una fiesta realmente estruendosa pues el gasto de plvora siempre estpresente: Quince reales de la plvora que se gast en la fiesta de S. Antonio(G. junio, julio y agosto de 1671), a este gasto hay que aadir compras de hilo bra-mante para los cohetes de caa, moldes para hacerlos, etc. Tambin suele convo-carse en el evento una fiesta: Mas quince Reales y medio que se an gastado encolacin para la fiesta de nuestro Padre S. Antonio (G. junio 1677), en la que seincluye adquisiciones de calidad: un pernil, azcar y huebos, cinco pollos(G. junio 1690), almendras y media arroba de miel para la fiesta de S. Anto-nio (G. abril 1693).

    La segunda de las grandes fiestas de la comunidad es la de San Francisco.Igualmente aqu el gasto de plvora es importante. El consumo est presente y esincluso superior a la fiesta anterior: quatro perdices, un Real de cominos,unos dulces, quatro libras de confitura y ocho libras de plvora (G. sep-tiembre 1672). Otras compras localizadas en los libros incluyen gallinas y perdicesy baca y lechn y conejos y arroz y garbanzos y huevos y leche y melones ymosto ysin com

    La Navidaazcar, to, el tu

    A referencde Reye(G. enede nievechocolase compbres de

    5.2. El En la alveinte ato. Los alimentdel actosuponeObispoEl regrese traen(G. may

    Buen alimento, mejor pensamiento Manuscrits 20, 2002 149 dulces y miel y canela y clavos y romero e hilo palomar, etc. Pues, Fiestaida, no es fiesta cumplida.

    Pascua conoce una celebracin con los aadidos propios del periodo ded y Reyes. Las compras son reincidentes, conejos, jamn, azafrn, pasas,turrn nuezes y castaas para las Pasquas (G. diciembre 1688); por cier-rrn suele ser de Alicante.cada santo le llega su fiesta. Otras fiestas de las que hemos encontradoia son las del Santo Cristo, celebrada con cohetes (G. febrero de 1675); las, para la que se compran conejos y turrn; la del da de la Congregacin

    ro 1677); la Porcincula del 2 de agosto, para la que se encarga una carga (G. agosto de 1685); Semana Santa con Dos libras de vizcochos, y dos dete y una de almendolon (G. marzo de 1687). En la de San Joan Capistranora azcar, plvora, nieve, perdices, un azumbre de aguardiente, seis azum-

    leche, etc. (G. mayo 1692).

    seor obispo a la mesa, y las jerarquas franciscanasimentacin existen jerarquas, que se adivinan en las compras de ms deos. Cuando el obispo realiza una visita, la cocina conventual toca a reba-meses que se corresponden a esta llegada son fecha en la que el gasto deacin se incrementa. Las partidas son variopintas, y muestran la jerarqua, la calidad del suceso, la importancia del visitante. En 1675 las compras

    n la adquisicin de un carnero, diecisis gallinas que se trajeron para el dulces que se trajeron, para el ospedaje del Obispo (G. diciembre).so del obispo seis aos despus pone en marcha de nuevo el gasto, ahora dos libras de biscochos, y coetes para la fiesta de Sr. San Antonioo 1682).

  • Fuent

    Ameloalqseptiy po

    Pcinlegioello,y, de

    Egobide la

    Jerarqua del Convento Franciscano de Cuevas de Almanzora

    Obispode Almera

    Vicario

    Padreguardin

    DiscretorioGastos

    por conceptode manutencin

    Padrevisitador

    Secretariode lavisita

    Padreprovincial

    Ingresospor concepto

    de misas, entierros,

    150 Manuscrits 20, 2002 Donato Gmez Daz

    Jerarqua del Convento Franciscano de Cuevas de Almanzorae: Elaborado por el autor a partir de Pezzi (1993).

    Resto de padres discretosy predicadores

    Legos y donados

    Orden Tercera y resto de la Villa de Cuevas

    y servicioseclesisticos.Inversin en

    el recintoconventual

    ventas deproductosagrcolas,limosnasl obispo debieron gustarle los melones. Existe una partida de compra de unosnes, para el Sr. Obispo de Almera (G. julio 1686), que se completa con eluiler de un pollino para llebar unos melones al Sr. Obispo de Almera (G.embre 1686). Al padre vicario se le lleva miel para unos jarabes (abril 1676),co despus una gallina y una libra de azcar (G. agosto 1676).ero esa no es la nica jerarqua a la que hay que atender. La propia organiza-

    de la Provincia Franciscana, o la interna del Convento de Cuevas, crea privi-s que se aprecian cuando se citan los individuos a los que va dirigidos. Por

    no estara de ms comprender el sistema jerrquico de la Provincia Franciscanaspus, el conventual.n el nivel jerrquico ms alto tenemos al padre provincial, responsable del

    erno de todas las Casas y Conventos de la Provincia. Despus, en el mbito Provincia Franciscana aparece el padre visitador, que velaba por el cumpli-

  • miento de las obligaciones religiosas y materiales entre ellas la buena adminis-tracin de los bienes de la comunidad, asistido por un secretario de la visita.Con una periodicidad variable, el padre provincial y, en otros momentos, el padrevisitador, acompaados de sus correspondientes secretarios, visitan el Conventocontrolando el estado de las cuentas y dando fe de la bondad de los registros ano-tados, de los ingresos recibidos y de los gastos efectuados (Gmez Daz y SierraCapel 1999).

    La llegada a Cuevas de Nuestro Padre Provincial, pone en marcha la adqui-sicin de viandas para festejarlo. Se le da una fiesta y se compra vino; seys galli-nas, tres perdices para la venida de Nro. Padre Comisario, media libra dechocolate, un poco de aguamiel, un real de gengibre. Tambin se le hacenregalos que deben ser remitidos a su Convento: unos melones que se llebaron aLorca a Nro. Padre Provincial y pescado [] del que se embio a Nro. PadreProvincial a Helln para la junta (G. noviembre 1677). Otras anotaciones se rea-lizan a favor del padre visitador, cuya misin es controlar peridicamente los librosde gasto.

    Al frente de la comunidad conventual de Cuevas se halla el padre guardin,segn lorio del CLos padrlos miemcadores muchas dcompra (G. mayouna chotienen sudel discrres se llebin el dipara algujerarqua

    5.3. La a

    El periodte espaotatado cuVera y 16se desarrconocidoLos datolos aos co adjun

    Buen alimento, mejor pensamiento Manuscrits 20, 2002 151 denominan las rdenes Franciscanas, padre presidente o prelado ordina-onvento; responsable tanto de la vida espiritual como de la vida material.es predicadores constituyen el grupo ms numeroso de frailes. Entre todosbros del Convento se elega a los padres discretos, que solan ser predi-

    y actuaban como consejeros del superior en las Juntas. En esta divisin,e las partidas informan del cuidado tenido con el padre guardin al que seconejos, tabaco, gallinas, azcar y canela, etc. en distintos momentos 1678; G. de marzo 1681; G. noviembre 1681; G. junio 1675), e inclusocolatera (G. junio 1692). Debajo de ste hay otros frailes que tambins privilegios, pero sin duda no llegan al nivel del primero. Al padre Solana,etorio, se le permite consumos de azcar (G. junio 1677). Los predicado-van su parte, en forma de carne, gallinas, etc. (G. marzo 1680). Aqu tam-nero es signo, los frailes tienen una asignacin anual para gastos personales;nos es casi nada. El grfico anterior muestra la estructura anterior las

    s de la comunidad.

    limentacin del enfermo: el poder de la gallina y el bizcochoo que estamos comentando es una poca de calamidades, que en el sudes-l toma la forma de epidemias. Bernard Vicent (1981: 358) as lo ha cons-ando advierte que son aos malos en Mojcar en 1676, como 1675 en81 en esa ltima y Albox. El mismo autor confirma que la epidemia que

    olla entre 1676 y 1681 es la mayor catstrofe que el Reino de Granada ha en el siglo XVII, y durante enero-febrero de 1676 para Vera y Mojcar.s demogrficos que hemos manejado confirman todo eso para Cuevas en1673, 1676 y 1683-84. Aunque, como podemos corroborar por el grfi-to, las puntas de fallecimientos catastrficos son ms numerosas.

  • Fuen

    de lmedque hilo vhan enfejunicund

    co, ude V(G. nuesrentfinaoctu

    menbizcfacttaci

    152 Manuscrits 20, 2002 Donato Gmez Daz

    Entierros mensuales en Cuevas de Almanzora, 1670-1692

    20

    15

    10

    5

    0te: Elaborado por el autor a partir de los libros parroquiales del Archivo de Cuevas de Vera.

    Quin gasta y no gana de qu vivir maana? Dada la actividad limosneraos frailes, que les obliga a salir del convento para ganar el sustento, la enfer-ad les afecta tanto como a sus feligreses. Por eso, establecen una enfermeraen varios momentos debi estar llena de frailes. Los gastos confirman el uso:o para echar mangas a cinco camissas de la enfermera (G. noviembre 1680),einte y seis reales de las costuras de seis camisas, y ocho almohadas que seecho para la enfermera (G. marzo 1684), u ocho reales de bidrios para larmera (G. marzo 1689), o dos reales de ylo bramante para colchones (G.o 1688). No se advierte que dentro del convento se atienda a la poblacin cir-ante.

    Existe asistencia mdica profesional, con la presencia y cuidados de un mdi-n cirujano y un boticario: setenta Reales para pagar al Doctor y al Boticarioera la asistencia y medicinas que se gastaron en el Pe. Fr. Christobal Bernavejulio y agosto de 1679), o veinte reales de perdices y conejos para el dia detro Pe. para cumplir con el mdico curujano (G. septiembre 1682), o qua-

    a reales que se dieron al Cirujano a quenta de su salario (G. junio 1686), o,lmente, una medicina que se trujo de Granada veinte y quatro reales (G. debre 1680).La mejor medicina es la buena cocina. Puesto que nuestro tema es la ali-

    1670

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    1690

    1691

    1692tacin le prestaremos ms caso. Es lo que llamo El poder de la gallina y elocho, pues existen numerosas anotaciones que muestran cmo uno de losores bsicos de la recuperacin de los enfermos tiene que ver con la alimen-n.

  • Reza un refrn Olla con gallina, la mejor medicina. Por eso, hay peridicasdisposiciones de compra de Carne para enfermos (G. de octubre 1680), o msespecfica de aves. Es una tradicin curar al enfermo con caldo de ave que durahasta hoy: nuebe gallinas que se gastaron con los Padres Fr. Luis de Alarcon elPe. Cantos y el hermano Juan estando enfermos (G. julio 1683), o tres gallinaspara los enfermos (G. agosto 1684), o una gallina para un enfermo Religioso (G.diciembre 1686), tres reales de una gallina para la enfermedad del P. Por Sola(G. octubre 1693).

    Tambin los bizcochos se encuentran presentes en la alimentacin, creo quems como una delicadeza para con quien se encuentra enfermo, que por su capa-cidad para actuar en el proceso de recuperacin: dos libras de vicochos para losenfermos (G. diciembre 1690) o tres docenas y media de vizcochos lustradosque se trajeron de Lorca para los enfermos (G. marzo 1692), o dos dozenas de viz-cochos para el gasto de los enfermos (G. julio1693).

    La sobrealimentacin incluye alimentos como huebos y azcar para los enfer-mos (G. abril 1686), utilizada tambin para endulzorar las medicinas: once onzasde azca

    6. ConcUna hisproducidcon el mtan all. respectoque el pia cultu

    En nterrneacarne, pest preshumanteel gasto.con su clanar.

    Comviernes sos remos concarne delos das

    El Imnos: las Otros prciones m

    Buen alimento, mejor pensamiento Manuscrits 20, 2002 153r cande para los jarabes de el chorista (G. marzo 1691).

    lusionestoria de la alimentacin no debera ser slo la relacin de los productosos y consumidos. Ms que nada es una imagen cultural que tiene que veredio productivo en el que se vive o la evolucin mental de quienes habi-Tambin es posible describir la estructura de la sociedad y sus creencias a ritos sociales, valores religiosos o la psicologa existente. Recordemoshombre come lo que es: sus propios valores, sus propias acciones, su pro-ra (Montanari 1993: 25).uestro caso, encontramos una cultura de la alimentacin tpicamente medi-: trigo, aceite, vino, aunque no podemos despreciar la importancia de larincipalmente de cabra y borrego para los enfermos gallina. El cerdoente cmo olvidar los corrales domsticos y alguna que otra piara tras- que nos debi visitar, pero su consumo no aparece prcticamente en Aqu el mbito ecolgico no es el bosque como en el Norte de Europaultura del cerdo, sino el bajo monte y los pastos del ganado cabro y

    o hay que tener en cuenta la prescripcin catlica de no comer carne losy das de guardar, el pescado es comn. Se refuerzan los intereses religio-cordemos que nos encontramos hablando de frailes, dado que los mxi-sumos son los dos alimentos eucarsticos, pan y vino, a los que se aade la oveja borrego, la carne del sacrificio en el Antiguo Testamento. Salvode guardar.perio cmo no! Tambin existen importaciones de elementos america-

    judas o el panizo (maz); en este segundo caso dirigido al consumo animal.oductos de la misma procedencia, el chocolate y el tabaco, cumplen fun-s sociales que alimenticias. La jerarqua sostiene el primero. La salud

  • irnicamente sustenta el segundo. El tabaco, aparte de jerarqua en este perio-do de pestilencia, debi ser objeto de culto por quienes se vean obligados a con-seguir el alimento en los caminos, pues contra algunos males slo existe el fuego,y el indicador esencial del fuego es el humo. Qu mejor antdoto para estos frai-les ante la peste que el fuego que todo lo quema y todo lo purifica.

    Esta imagen, quizs un tanto reducida respecto a lo que son las recetas, perorica dado el escaso conocimiento que tenemos sobre la alimentacin en la provin-cia de Almera, contrasta vivamente con lo que sabemos del pueblo llano cuyashambrunas y desgracias son normales, incluso en periodos de bonanza. Fijmonosen la villa de Lubrn (Almera), donde en la fiesta del patrn, San Sebastin, el 20de enero, se lanzan roscos desde las ventanas. El origen de tan generosa tradicinse sita hace cuatro siglos, cuando los ricos del pueblo con el sacerdote al frentecomenzaron a entregar roscos de pan a los pobres; pero puesto que la situacinusual de hambruna se ala con la enfermedad, para evitar el contagio los hacenda-dos los lanzaban desde las ventanas9.

    Un refrn de la poca reza: Lbrete Dios de la enfermedad que baja de Castillay dcoCo

    BiAA

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    154 Manuscrits 20, 2002 Donato Gmez Daz

    9.el hambre que sube de Andaluca. Comparemos, pues, nuestra alimentacinnventual con eso, bsicamente el pueblo llano, y obtendremos el nivel de vida delnvento Franciscano de Cuevas de Almanzora (Almera) a fines del siglo XVII.

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    Buen alimento, mejor pensamiento: el consumo en un convento almeriense a fines del siglo XVIIResumenResumAbstract

    Sumario1. Introduccin2. Medio ambiente y produccinCuadro 1. Origen de las principales plantas mediterrneas.

    3. Una colonizacin conventual en el sudeste almeriense?Cuadro 2. Fundaciones en la Provincia Franciscana de Cartagena, siglos XVI-XVIII.

    4. La alimentacin en el convento franciscano de Cuevas4.1. En la mesa de San Francisco, donde comen cuatro comen cinco4.2. No hay mejor vecina que tu cocinaCuadro 3. Herramientas y elementos de la cocina conventual, 1670-1693.

    4.3. La mesa es para rezar y comerCuadro 4. Relacin de alimentos extrados de los libros conventuales, 1670-1693.

    4.4. El comer y el casar a gusto; el vestir y el calzar al usoCuadro 5. Especias utilizadas en el Convento, s. XVII.

    4.5. A nadie le amarga un dulce: chocolate, dulces, bebidas y tabaco

    5. Alimentacin especial: fiestas, jerarqua y enfermos5.1. En la fiesta del patrn, repiques, cohetes, msica y sermnCuadro 6. Fiestas en las que participan los frailes del Convento Franciscano de Cuevas, 1670-1693.

    5.2. El seor obispo a la mesa, y las jerarquas franciscanasFigura 1. Jerarqua del Convento Franciscano de Cuevas de Almanzora

    5.3. La alimentacin del enfermo: el poder de la gallina y el bizcochoFigura 2. Entierros mensuales en Cuevas de Almanzora,

    6. ConclusionesBibliografa