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Tema 3: El lenguaje literario Características del lenguaje literario Para entender un texto y poder aprender y disfrutar con su lectura es necesario conocer el código. La literatura es un arte cuyo código es el lenguaje verbal. Por eso, delimitar la fron- tera entre lo literario y lo no literario es difícil, pues la literatura comparte todos los rasgos y elementos comunicativos con la comunicación verbal cotidiana. El concepto de “literariedad” nace del intento de caracterizar el arte literario. El manejo artificioso de la lengua es lo más característico del sistema de comunicación literaria, aunque el uso del código no es igual en todos los géneros literarios. La poesía es el género que más se aleja formalmente del uso cotidiano de la lengua y es, a su vez, un género muy popular con muchas posibilidades didácticas para el desarrollo de habilidades lingüísticas y para la iniciación en la educación literaria de los alumnos. Por este motivo, para poder educar e iniciar en el conocimiento y placer de la lectura, el maestro deberá conocer el lenguaje poético. Para manejar el lenguaje con fines estéticos o de otro tipo (también el lenguaje cotidiano hace uso de recursos literarios para provocar un efecto en el receptor), hay que conocer muy bien la lengua y todas las posibilidades expresivas y rítmicas. Los tratados de métrica y de recursos literarios existen desde la antigüedad con un fin analítico (de comprensión del texto literario) y creativo (como manual de estilo para los poetas). El conocimiento del lenguaje poético tiene igualmente este doble sentido: por una parte, poder acceder a los textos literarios (especialmente para la comprensión de la poesía) y, por otra, dominar el arte de la literatura en un determinado nivel para poder jugar con el lenguaje y crear textos poéticos. La poesía es un género cercano a los niños y muy útil desde el punto de vista didáctico para el desarrollo de la lengua, ya que el ritmo se basa en repeticiones y juegos silábicos, fonéticos, verbales y sintácticos, y su aprendizaje es una forma de adquirir el vocabulario y su combinatoria, y, en definitiva, de conocer las

Generos literarios

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Generos literarios. Didáctica de lengua y literatura II

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Tema 3: El lenguaje literario

Características del lenguaje literario

Para entender un texto y poder aprender y disfrutar con su lectura es necesario conocer el código. La literatura es un arte cuyo código es el lenguaje verbal. Por eso, delimitar la frontera entre lo literario y lo no literario es difícil, pues la literatura comparte todos los rasgos y elementos comunicativos con la comunicación verbal cotidiana. El concepto de “literariedad” nace del intento de caracterizar el arte literario. El manejo artificioso de la lengua es lo más característico del sistema de comunicación literaria, aunque el uso del código no es igual en todos los géneros literarios. La poesía es el género que más se aleja formalmente del uso cotidiano de la lengua y es, a su vez, un género muy popular con muchas posibilidades didácticas para el desarrollo de habilidades lingüísticas y para la iniciación en la educación literaria de los alumnos. Por este motivo, para poder educar e iniciar en el conocimiento y placer de la lectura, el maestro deberá conocer el lenguaje poético.

Para manejar el lenguaje con fines estéticos o de otro tipo (también el lenguaje cotidiano hace uso de recursos literarios para provocar un efecto en el receptor), hay que conocer muy bien la lengua y todas las posibilidades expresivas y rítmicas. Los tratados de métrica y de recursos literarios existen desde la antigüedad con un fin analítico (de comprensión del texto literario) y creativo (como manual de estilo para los poetas). El conocimiento del lenguaje poético tiene igualmente este doble sentido: por una parte, poder acceder a los textos literarios (especialmente para la comprensión de la poesía) y, por otra, dominar el arte de la literatura en un determinado nivel para poder jugar con el lenguaje y crear textos poéticos. La poesía es un género cercano a los niños y muy útil desde el punto de vista didáctico para el desarrollo de la lengua, ya que el ritmo se basa en repeticiones y juegos silábicos, fonéticos, verbales y sintácticos, y su aprendizaje es una forma de adquirir el vocabulario y su combinatoria, y, en definitiva, de conocer las posibilidades expresivas de la lengua. El lenguaje literario es una variedad de la lengua, un uso especial de la lengua común.

El texto literario es un acto de comunicación donde podemos determinar una serie de elementos diferenciadores:

• Emisor: es aquel que transmite la información, en este caso el autor de la obra literaria, puede crearla basándose en su experiencia personal o en la observación de la realidad. El autor real o el narrador (tipos de narrador: omnisciente, personaje, puntos de vista...). Será un autor anónimo en el caso de literatura popular o textos antiguos. Existe distancia temporal y espacial entre emisor y receptor. El emisor no conoce a sus receptores.

• Receptor: Pueden ser múltiples: Lector real, lector de ficción (personaje). Existe distancia temporal y espacial entre emisor y receptores. No todos son destinatarios del mensaje (especialmente cuando la distancia temporal entre la producción y la recepción es grande). La comunicación literaria es siempre un diálogo que el emisor imaginario. Para que haya una comunicación, el lector tiene que interpretar el texto y darle un sentido.

• Canal: Elemento físico por donde el emisor transmite la información, generalmente el soporte impreso, pero también hay literatura oral (popular, anónima). El canal condiciona la literatura: distancia temporal entre la producción y la recepción. La no presencia de los interlocutores delimita las posibilidades de solventar malentendidos. Así, el proceso de creación literaria es muy consciente, la configuración del mensaje (forma y contenido) está perfectamente pensada por parte del emisor, puesto que el canal de comunicación con los lectores no permite el intercambio de papeles conversacionales para solucionar problemas de comunicación.

• Código: Verbal. A veces icónico: libros ilustrados, importancia de la edición (disposición gráfica de la portada, tipo de papel, formato) como elemento motivador de la comunicación (la edición impulsa al lector a adquirir y leer el libro). Si la distancia temporal entre autor y lectores es grande, puede haber desfases en el código.

• Contexto: El contexto del autor y el de los lectores no tiene por qué ser compartido, puesto que puede existir una distancia temporal y espacial grande entre ellos o, incluso, siendo contemporáneos, las condiciones sociales pueden ser muy diversas. El contexto en que se produce la obra es importante porque condiciona el texto literario, el contexto de la obra completa su interpretación.

• Mensaje: En literatura, la forma del mensaje adquiere una relevancia semántica mayor que en la comunicación espontánea. La funcionalidad del mensaje reside en las relaciones sintagmáticas y paradigmáticas de los signos, cuyos significantes y significados han sido seleccionados no de forma azarosa, sino con el propósito de impactar o de comunicar más allá de lo aparentemente literal. El mensaje es opaco en la comunicación literaria. Esa opacidad se manifiesta mediante las recurrencias, que definen el ritmo de la llamada función poética. No tienen por tanto una finalidad práctica, su naturaleza es artística, estética, y se destina a producir un placer en el lector.

Géneros literarios:

Los géneros literarios son los distintos grupos o categorías en que podemos clasificar las obras literarias según su forma y el lenguaje poético, que define, en parte, su literariedad. Estos géneros evolucionan con el tiempo.

A continuación resumimos las principales características de los géneros tradicionales:

Lírica:

Discurso muy subjetivo con predominio de la función emotiva y poética Voz del “yo lírico”. Generalmente, cada texto lírico desarrolla un solo tema. Es el género con mayor acumulación de técnicas y recursos expresivos. Generalmente es en verso, pero también hay prosa lírica.

Algunas de las principales formas líricas son:

• Canción popular: tema amoroso o religioso, monólogos. Vocabulario y sintaxis sencillos. Verso de arte menor.

• Canción petrarquista o italiana: poesía culta, verso de arte mayor, siglo XVI. Muchos recursos expresivos, tema amoroso.

• Égloga: tema pastoril, tema amoroso. Diálogos de pastores.• Himno: canto de alabanza, temas de héroes o patrióticos, temas litúrgicos. Métrica

variada. De todas las épocas, pero muy comunes en el Romanticismo. • Epigrama: alabanza, distintas formas métricas, irónicas. (Sonetos burlescos de

Quevedo).• Elegía: generalmente de tema triste, fúnebre, sentimental. Métrica variada. Todas las

épocas. (Coplas de Manrique).• Oda: lenguaje culto y tema variado. Alabanza de personajes, paisajes hermosos, amor.

(Oda a la vida solitaria de Fray Luis de León).

Narrativa:

Desarrollan una historia, con predominio de la función representativa y poética.

Existencia de un narrador y personajes (discurso del narrador y discurso de los personajes), se desarrolla generalmente en prosa, y el lenguaje es menos artificioso que el de la lírica. Su cercanía al lenguaje cotidiano depende de la época literaria (“decoro”) y del personaje que hable. El discurso puede respetar o no el orden causal o cronológico (depende de la época; novela experimental siglo XX, innova las técnicas discursivas).

Algunas de las principales formas narrativas son:

• Poema épico: historia narrada en verso, larga extensión, género caballeresco, desarrollado en la Edad Media.

• Fabula: breve, en prosa y verso. Propósito moral, personajes animales o inanimados, con una moraleja. Común en todas la épocas, pero más en la Edad Media.

• Novela: género predominante desde el siglo XIX, extenso, en prosa. Lenguaje sencillo en función del estilo del escritor y de los personajes de la obra. Su origen se fecha con La Celestina o El lazarillo de Tormes, según interpretaciones.

• Cuento: Narración breve, un solo tema, estructura sencilla, argumento generalmente resuelto, lenguaje sencillo. Con un fin didáctico en muchos casos. Genero muy popular en todas las épocas.

• Romance: muy popular, temas sencillos (costumbristas o historias anecdóticas), con o sin moraleja, en verso (estrofa romance), procede formalmente del poema épico. Es de todas la épocas pero más frecuente en la Edad Media y el Siglo de Oro.

Teatro:

Texto escrito y representación teatral. Autor y director de la puesta en escena.

Es un diálogo de personajes y acotaciones. Predominio de la función apelativa, expresiva y poética.

Se desarrolla en prosa (en verso el teatro antiguo, Siglo de Oro). Diálogos, monólogos (soliloquios), apartes. Mucho dominio del lenguaje verbal y del lenguaje no verbal.

Éstos son los subgéneros dramáticos:

• Tragedia: lenguaje culto, tema serio, personajes de clase ilustre, héroes y antihéroes, catarsis. Si es en verso, estrofas cultas (arte mayor). (Romeo Y Julieta).

• Comedia: lenguaje popular, tema irrisorio, personajes de todo tipo, moraleja. Si es en verso, estrofas populares (arte menor, rima asonante)(El Impostor).

• Tragicomedia: mezcla rasgos de comedia y tragedia, estilo y lenguaje variado• Drama: realista y burgués, siglo XIX, lenguaje culto y popular.• Auto sacramental: breves, siglo XVII, temas bíblicos, evangélicos, hagiográficos y

litúrgicos.• Entremés: breve, Siglo de Oro, popular.• Farsa: popular, festivo y religioso.• Sainete: siglo XVIII, parecido al entremés, popular, cómico.

El comentario literario

Estudiar literatura no es solamente estudiar la Historia de la Literatura, como sucede en la práctica de muchos programas escolares. El estudio de esta materia consiste en la lectura de obras literarias, en aprender de ellas y disfrutar con ellas. La literatura es un acto/producto comunicativo que, como tal, está condicionado por todos los elementos que lo integran: el emisor, el receptor, el canal de comunicación, el código, el contexto y la forma, y el tema del mensaje. Por tanto, el conocimiento de todos estos elementos posibilita la mejor comprensión del texto y, consecuentemente, la comunicación óptima. Conocer la Historia de la Literatura (ligada a la historia social, antropológica y estética) ayuda a entender los textos literarios, que son, en realidad, el verdadero objeto de estudio. De esta forma, la educación literaria y la lectura de obras completas o fragmentos se complementan en la práctica del comentario de texto literario, que no es más que un método de acercamiento de la obra literaria al lector a través de ejercicios de desciframiento y reflexión para la comprensión total del texto.

Cuando se introdujo en la enseñanza de la literatura el comentario de texto, se pretendía combatir una situación en la que el niño aprendía listas interminables de autores y movimientos sin tener el menor contacto con las obras literarias. La memorización sin fundamento de términos vacíos debía ser sustituida por la lectura de los textos. A través de ellos, el estudiante se familiarizaría con el lenguaje literario, analizaría sus rasgos y deduciría las características esenciales de escuelas y movimientos. Se imponía, pues, una metodología que ayudaría a los alumnos (y a los profesores) a desmenuzar, estudiar y comentar un texto.

Función didáctica del comentario literario

La pregunta que pueden hacerse muchos escolares y también muchos maestros es qué sentido tiene realizar un comentario literario cuando lo importante es leer y disfrutar de la obra literaria. Ciertamente el objetivo es conocer la literatura a través de la lectura de sus obras y, del mismo modo que cuando vamos al cine a ver una película disfrutamos con ella sin

necesidad de comentarla a la salida, nos puede gustar leer, pero eso no nos lleva necesariamente a hacer comentarios de texto de las lecturas. El sentido del comentario literario es casi exclusivamente didáctico. Sólo cuando comprendemos un mensaje, hay comunicación; sólo cuando entendemos el texto y somos conscientes de por qué el escritor desarrolla un tema con un enfoque concreto y una forma determinada, comprendemos realmente el texto; y cuando comprendemos la literariedad del mismo, podemos disfrutar plenamente de él. Difícilmente nos gusta lo que no entendemos: así, nos puede gustar un cuadro abstracto por la combinación colorista y la mezcla de formas, pero si el cuadro nos transmite emociones que podemos verbalizar (coincidan o no con la intención del autor) y somos capaces de valorarlo frente a cuadros aparentemente similares porque reconocemos en él una parte creativa y otra técnica superior a la de otros cuadros, entonces comprenderemos el cuadro y el placer estético que experimentaremos será mayor que el de una persona que desconozca las claves del cuadro. Del mismo modo, conocer las claves de lenguaje poético, la historia literaria de donde surge el texto, ayuda al disfrute y valoración de la obra.

Puede resumirse la funcionalidad didáctica del comentario literario en varios puntos:

- Acercar el texto literario al alumno para que pueda comprenderlo, valorarlo y disfrutarlo (cualquier aprendizaje conlleva una satisfacción).

- Explicar el texto literario para su comprensión semántica, formal y referencial.- Facilitar la interpretación del texto.- Desarrollar la capacidad crítica de análisis y síntesis.- Desarrollar la capacidad de relación: coherencia y cohesión textual y conexión con su

contexto (historia, autor, otras obras, pensamiento de la época, proceso de recepción...).

- Potenciar diversos recursos intelectuales como la capacidad de abstracción, de observación, memorística...

- Desarrollar la expresión oral o escrita, pues el comentario es un ejercicio de expresión ligado al desarrollo de la comprensión del texto.

Junto a estos objetivos de carácter más general, podemos señalar otros más específicos para el conocimiento de la literatura:

- Conocer el código lingüístico: la relación entre la forma y el contenido de los signos, que cobran un valor “especial” en la creación artística.

- Conocer la gramática: la lengua es el instrumento de comunicación de la literatura; sus juegos artificiosos con el lenguaje para conseguir que el mensaje no pase desapercibido se basan en la estructura de la lengua (fonología, morfología, léxico, sintaxis y semántica). Por tanto, el comentario literario ayuda a conocer la estructura de la lengua, igual que el conocimiento de la gramática, que supone el conocimiento y dominio de la lengua, favorece el reconocimiento de los recursos literarios que caracterizan el lenguaje poético.

- Conocer la cultura: la obra literaria es fruto de una cultura concreta de la que es reflejo. Con el comentario literario, se analizan esas claves histórico-estéticas que caracterizan la obra y, así, se conoce la historia social, humana y artística. La literatura transmite mucha información sobre la cultura y sobre el ser humano; el comentario

literario ayuda a ser consciente de toda esa información que hay que procesar para que pase a formar parte de nuestro background.

- Conocer la historia de la literatura: el texto literario comentado tiene relación con otras obras del mismo autor, con otras obras contemporáneas, con otras obras de épocas distintas pero que reflejan las mismas preocupaciones... La teoría referida a la Historia de la Literatura que sitúa al texto en una época y en un espacio (real y literario), permite que el alumno relacione la obra con otras, amplíe sus intereses lectores y su educación literaria.

La funcionalidad didáctica del comentario literario es indiscutible en las etapas de formación educativa, en general, y de formación lectora, en particular, de cualquier escolar. Es una técnica de entrenamiento, es decir, el objetivo es que el alumno sea capaz de descifrar la literariedad del texto y comprender su significado. Este proceso logra sus resultados después del estudio del lenguaje poético y de una formación estético-literaria. La práctica del comentario puede graduarse metodológicamente en función de la edad y el nivel de los alumnos, pero, en cualquier caso, es recomendable y habitual para el desarrollo de todas las capacidades señaladas en los cuadros anteriores.

Los consejos más frecuentes para realizar un buen comentario literario son los siguientes:

- Leer despacio el texto intentando comprender las ideas principales y secundarias.- Buscar en el diccionario las palabras desconocidas o incomprensibles.- Interpretar el texto a partir de su lectura prescindiendo de juicios preconcebidos.- Fijarse en la forma del mensaje: en literatura es muy importante el cómo se dicen las

cosas.- Consultar datos sobre la época del texto, el autor, la corriente de pensamiento y

estética del momento de la producción del texto, la historia social, etc. El contexto en que se crea la obra lo condiciona de forma inevitable y es importante conocerlo para poder interpretar acertadamente el contenido o la historia desarrollada en la obra literaria.

- Concebir el texto como una unidad coherente donde todos los signos están rela-cionados (formal y semánticamente).

Recursos literarios

Los recursos del lenguaje poético se clasifican según los niveles del lenguaje. La función poética se caracteriza por las recurrencias que, a su vez, son el pilar de la coherencia y cohesión formal y temática del texto. El ritmo poético se debe a repeticiones de fonemas (rima, aliteración, etc.), morfemas, palabras, estructuras sintácticas y número de sílabas por verso (medida). Los recursos lingüísticos manejados intencionadamente en el texto literario constituyen la función poética. A continuación se resumen los recursos más frecuentes. El dominio de la terminología por parte del maestro es fundamental para la conceptualización de las técnicas literarias y su didáctica.

Recursos fónicos:

Aliteración: es la repetición o combinar varios sonidos para producir un efecto sonoro o

musical. Ej: Tres tristes tigres…

Onomatopeya: consiste en la utilización de palabras para imitar sonidos naturales. Ej: El tic-tac del reloj.

Cacofonía: Combinación de palabras que resulta desagradable al oído, por lo común a causa de la dificultad de pronunciación, de la repetición de sílabas o por la creación involuntaria de una palabra aborrecible al combinarse las sílabas de palabras distintas. Ej: Juan para para comer.

Rima: la repetición de una secuencia de fonemas o sonidos al final del verso, tomándose para ello la última vocal acentuada. Ej:

A un panal de rica mieldos mil moscas acudieronque por golosas murieronpresas de patas en él.

Paronomasia: consiste en emplear dos palabras con sonidos similares pero de distinto significado. Ej: Hombre, hombro

Exclamación: busca transmitir una emoción intensa. A menudo le acompañan los signos exclamativos. Ej: ¡Sorpresa!

Interrogación retórica: consiste en realizar una pregunta sin esperar una respuesta por estar ya contenida o por imposibilidad de encontrarla. Ej: ¿Cuándo acabará este calvario?

Recursos sintácticos:

Anáfora: Consiste en comenzar varios versos con la misma palabra. Ej:

¡Oh noche que guiaste!¡oh noche amable más que el alborada!¡oh noche que juntaste!(San Juan de la Cruz)

Perífrasis o circunloquio: la utilización de un lenguaje desmedido y de palabras sobrantes para transmitir un significado que de otra manera se podría transmitir con menos palabras y de manera más directa. Ej: El techo del mundo, el Everest.   

Encabalgamiento: consiste en no terminar las frases al final del verso sino en el siguiente. Ej:

Una tarde parda y fríade invierno. Los colegialesestudian. Monotoníade la lluvia en los cristales.

Hipérbaton: Consiste en la ruptura del orden habitual de la estructura sintáctica de la oración. Ej: Del salón en el ángulo oscuro. (Bécquer)

Paralelismo: Figura de repetición por antonomasia, consiste en la repetición de estructuras similares o idénticas. Ej: Que te amo con el alma, que te quiero con el corazón.

Recursos semánticos

Hipérbole: se trata de emplear expresiones que exageran la verdad. Se busca con ella la originalidad o el humor. Puede ser idealizadora o caricaturesca. Ej: Érase un hombre a una nariz pegado.

Epíteto: consiste en el uso de adjetivos innecesarios que no añaden ninguna información suplementaria. Ej: Las aguas azules y el bosque verde

Prosopopeya o personificación: Atribución de características o cualidades humanas a seres inanimados o entidades abstractas. Ej: Silla enana.

Ironía: Expresión de lo contrario a lo que se piensa de tal forma que por el contexto, el receptor puede reconocer la verdadera intención del emisor. Ej: Nunca oí algo tan certero, cuando realmente ha dicho una estupidez.

Paradoja: Unión de dos ideas contrapuestas. Tras la aparente contraposición, hay un sentido profundo. Ej: Vivo sin vivir en mí.

Antítesis: contraste de dos términos o ideas. Se unen dos contrarios: Yo velo cuando tú duermes.

- Los tropos: son figuras de carácter semántico mediante las cuales se hace tomar a una palabra una significación que no es su significación propia. Se trata, pues, de un fenómeno de sustitución con desplazamiento del valor semántico.• Metonimia: Sustitución de un término por otro por alguna relación de causalidad,

procedencia, etc. Ej: Jurar lealtad a la bandera por jurar lealtad a la patria. • Sinécdoque: Tipo de metonimia basada en una relación cuantitativa: el todo por la

parte, la parte por el todo, la materia por el objeto. Ej: El heredero al trono.• Metáfora: Sustitución de un término real por otro imaginario por una relación de

semejanza establecida entre los mismos. Ej: Tus cabellos son rubíes.• Alegoría: Consiste en traducir un plano real, a un plano imaginario, a través de una

serie ininterrumpida de metáforas. Ej: Ella giraba dentro de mi cabeza.• El símbolo: Como en la metáfora pura, un término imaginario, sustituye a uno real;

se refiere a una realidad de carácter espiritual. Ej: Ciprés, muerte.

Estos recursos estilísticos son más frecuentes en la poesía pero también existen en la lengua cotidiana. La publicidad hace uso de estos recursos para hacer mensajes llamativos que atrapen la atención del consumidor. La combinación de las técnicas retóricas con la imagen completa el mensaje “opaco” y “recurrente” de la publicidad.