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geografias literarias

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  • ConversacionesLiterariasen Formentor25, 26 y 27 de septiembreGeografas literariaswww.conversesformentor.com

  • ORGANIZAGovern de les Illes Balears

    DIRECCIN DEL PROYECTO Gabinete de la Presidencia

    DISEO Y MAQUETACIN hastalastantas

    FOTOGRAFASCarles Domnech y Dami Prohens

    IMPRESINamadip.esment

    AGRADECIMIENTOSGuillermo Altares, Kurdo Baksi, Basilio Baltasar,

    Simn Pedro Barcel, Joan Barril, Manolo Borrs, Kica Cnaves,

    Jordi Carrin, Mercedes Casanovas, Joan Cerd, Juan Cruz,

    Perfecto Cuadrado, Miguel Dalmau, Flix de Aza,

    Raquel de la Concha, Giselle Etcheverry, Gian Luigi Epis,

    Javier Fernndez de Castro, Guillem Frontera, Paquita Gimnez,

    Enric Gonzlez, Juan Goytisolo, Eduardo Jord, Sharon Keefe,

    Bartomeu Llins, Jos Carlos Llop, Emili Manzano,

    Jacobo Martnez de Irujo, Pere Joan Martorell, Josep Massot,

    Araceli Matas, Biel Mesquida, Francesc Moll, Vicente Luis Mora,

    Lleonard Muntaner, Malcolm Otero, Maria Payeras, Sebasti Perell,

    Ignacio Polanco, Pon Pons, Jaume C. Pons, Llucia Ramis,

    Sandra Riba, Carme Riera, Manuel Rodrguez, Santiago Roncagliolo,

    Jos Saramago, Luis Solano, Andrea Torrens, Julia Uceda

    y Diana Zaforteza

    DIPSIT LEGALPM-442-2010

    FundaciRotger Villalonga

    Organitzadors

    Collaboradors

    ndice

    9 Conversaciones Literarias en Formentor. Acto de apertura Participantes: Basilio Baltasar y Pere Joan Martorell

    13 Caf Bellver: Cartografas literarias Moderador: Biel Mesquida Participantes: Flix de Aza, Javier Fernndez de Castro, Sebasti Perell, Pon Pons y Llucia Ramis

    41 Lectura potica: La generacin de los 50. Cincuenta aniversario Intervienen: Maria Payeras, Sharon Keefe Ugalde y Julia Uceda

    55 Inauguracin oficial de las Conversaciones Literarias de Formentor Intervienen: el Consejero de Educacin y Cultura, Bartomeu Llins; el presidente de la Fundacin Santillana, Ignacio Polanco, y el alcalde de Pollena, Joan Cerd

    61 Primera conversacin: Vagabundos y cosmopolitas Moderador: Jordi Carrin Intervienen: Enric Gonzlez, Eduardo Jord, Jaume C. Pons Alorda, Vicente Luis Mora y Manuel Rodrguez Rivero

    85 Segunda conversacin: Dictadores, hroes y canallas. El pathos americano Moderador: Juan Cruz Intervienen: Santiago Rocangliolo y Patricio Pron

    107 Entrevista de Emili Manzano a Kurdo Baksi

    119 Caf Babelia: Espacios virtuales, el libro electrnico y los derechos de autor Moderador: Guillermo Altares Intervienen: Diana Zaforteza, Manolo Borrs, Mercedes Casanovas, Francesc Moll, Raquel de la Concha, Jacobo Martnez de Irujo, Malcom Otero Barral, Lleonard Muntaner y Luis Solano

    143 Tercera conversacin: Historia, memoria e invencin Moderadora: Carme Riera Intervienen: Miguel Dalmau, Guillem Frontera, Jos Carlos Llop y Josep Massot i Ramis de Ayreflor

    163 Cuarta conversacin: Literatura y disidencia Moderador: Basilio Baltasar Participantes: Juan Goytisolo y Perfecto Cuadrado

  • PrembuloMe complace presentar este libro que recoge lo que fueron las segundas Conversaciones Literarias en Formentor que, en torno al tema de Geografas literarias, tuvieron lugar los das 25, 26 y 27 de septiembre de 2009, en el Hotel Barcel Formentor de Pollena, Mallorca.

    La lectora o lector que se adentre en sus pginas revivir los dilogos, debates y mesas redondas acerca de lugares, ideas, gneros y cronotopos que, de sus obras, de su cartografa li-teraria, de sus incursiones en los parajes de la imaginacin y de la memoria, hicieron significados autores del mundo lite-rario. Asistir de nuevo al debate que mantuvieron editores y agentes literarios sobre la permanencia o reinvencin del libro en el nuevo espacio virtual globalizado.

    Este marco sirvi, asimismo, para rendir un sentido home-naje a uno de los partcipes de la primera edicin de este encuentro literario, Baltasar Porcel, cuyo recuerdo se con-virti en presencia sin formar parte de las Conversaciones propiamente dichas. Es muy posible que las intervenciones que configuraron este merecido tributo formen parte de una publicacin especial y especfica, razn por la que no han sido incluidas en este volumen.

    Con todo, justo es reconocer el mrito del nuevo Consejero de Educacin y Cultura, el seor Bartomeu Llins, que tuvo que enfrentarse con entusiasmo e ilusin, a diez das de su nombramiento, al reto de que esta cita literaria se saldase con el xito que tuvo. Personalmente debo agradecerle que haya delegado en mi persona para que, desde Presidencia del Gobierno de las Illes Balears, organice las prximas Con-versaciones Literarias en Formentor que tendrn lugar los das 10, 11 y 12 de septiembre de este ao.

    Agradezco tambin que en esta misin me acompae el se-or Basilio Baltasar, director de la Fundacin Santillana, y espero y deseo que, dado el inters del proyecto, colaboren de nuevo el Ministerio de Cultura, Diario de Mallorca y la Fundacin Rotger Villalonga.

    Ni que decir tiene que nada de esto sera posible sin el apo-yo y la confianza que nos ha depositado el seor Simn Pedro Barcel, co-presidente del Grupo y de la Fundacin Barcel, sin cuya implicacin directa este foro literario hu-biese permanecido como mero proyecto.

    Por supuesto, la organizacin mantiene abierta la posibi-lidad de que otras entidades e instituciones se adhieran a esta iniciativa personal del Muy Honorable Presidente del Gobierno de las Illes Balears que, animado por el ilustre Carlos Fuentes, crey que Mallorca y las Illes Balears deban recuperar el protagonismo cultural internacional que tuvie-ron en otro tiempo.

    Brbara GalmsDirectora de la Oficina de Anlisis y ProspectivaGabinete de la Presidencia

    Alcalde de Pollena, Simn Pedro Barcel y Consejero de Educacin y Cultura

  • 9 | Converses Literries a Formentor 2009 | Transcripcions

    Conversaciones Literarias en FormentorActo de aperturaPARTICIPANTES: BASILIO BALTASAR y PERE JOAN MARTORELL

    BASILIO BALTASAR Hola, bueno, pues si nuestros invitados me lo permiten, voy a cumplir el requisito imprescindible de inaugurar estas jor-nadas con unas palabras escritas y, con vuestro permiso, voy a leerlas.

    Dilemas a la luz Del sOlAntes de inaugurar estas conversaciones literarias y no poda elegirse ttulo ms modesto para una reunin como la nuestra dediquemos un breve recuerdo a los episodios anteriores.Primero al visionario Adan Diel, que levant este hotel con tantos ladrillos como ideas.Luego, al Conde de Keyserling, que presidi un cnclave para convocar a la sabidura. Luego, Tomeu Buadas, Carlos Barral y Camilo Jos Cela, res-ponsables del encuentro celebrado en este lugar hace cin-cuenta aos.y ahora, con nuestro anfitrin Simn Pedro Barcel, los aqu presentes, dando continuidad a esta historia de fragmen-tos, esbozos ms bien, pero enlazada por un curioso cordn umbilical.Supongo que ser inevitable conmemorar estos cincuenta aos con ciertos aires de nostalgia. Pero hay que decir que de este ejercicio de melancola no siempre se sale bien pa-rado. La confrontacin con el tiempo que no vivimos o con

    el hombre que fuimos puede resultar una pesada carga. A veces, porque el contraste nos somete a los espejismos pro-pios del tiempo. Quin podr compararse con los mons-truos del pasado, con su majestuosa ausencia, amplificada por la envergadura de una obra sacramentada ya por sus lectores? y quin podr siquiera compararse consigo mis-mo, con el que fue entonces, esa extraa invencin bautiza-da con nuestro mismo nombre?Celebramos los cincuenta aos de aquella reunin de escri-tores y editores en Formentor y para hacerlo, como deca-mos, sin excesos nostlgicos, hagamos una ltima pregunta:Se crea entonces en el presente tanto como hoy se cree en el pasado?ConsideremosLa memoria cultural, que todo lo embellece.La evocacin pica, que todo lo corrige.La ausencia de los bien amados, que todo lo magnifica.Las Conversaciones de Formentor sern hoy mucho ms modestas de lo que fueron entonces. y no porque hayamos perdido algo de ese atrevimiento, sino por el principio de re-latividad e incertidumbre que desde la fsica ha impregnado todos los mbitos de la actividad humana. A quin se le ocurrira hoy usar el prestigio la Sabidura para convocarse junto a sus colegas? A quin se le ocurrira anunciar el juicio final de la literatura o su definitiva redencin?No, no podemos imitar la autoridad de nuestros antepasados.

    Pere Joan Martorell y Basilio Baltasar

  • 10 | Converses Literries a Formentor 2009 | Transcripcions 11 | Converses Literries a Formentor 2009 | Transcripcions

    Por lo tanto, y aceptando las tendencias que impone el paso del tiempo a la cultura, avisados de la corriente que confun-de al mundo con su incertidumbre, sabedores de cmo son precisamente nuestros conocimientos los que nos impiden creer en nosotros con la misma ingenuidad de nuestros an-tecesores, nos conformamos. Nos conformamos con unas conversaciones literarias que no quieren ir ms all de lo que constata su propio enunciado. Hombres y mujeres ha-blando de lo que les interesa.y lo que nos interesa es la literatura.Pero antes de iniciar una conversacin que adivinamos tan prolfica como presumida, hace falta admitir que si bien ca-recemos de las presunciones del pasado, no por ello hemos renunciado a nuestras propias pretensiones.Las conversaciones mantienen un tenso vnculo con las per-turbaciones culturales de nuestra poca.La educacin, en su doble acepcin, la de la enseanza de los jvenes y la de los buenos modales, con su progresivo deterioro, nos tiene alarmados.La responsabilidad moral de los intelectuales, a veces com-placidos, a veces anestesiados. Eso tambin nos alarma.La dbil influencia del pensamiento crtico, la tradicin de los librepensadores europeos, de tan difcil ubicacin en el mapa geoestratgico de las doctrinas ibricas. Eso tambin nos preocupa.Por lo tanto, las conversaciones literarias de Formentor se convocan con una conciencia modesta pero no tanto. En rea-lidad, establecen un estado de la cuestin y se proponen con-tribuir a las exigencias de la alta cultura. Divulgar la pasin de la lectura, como recurso de urgencia contra la satisfecha banalidad de nuestra poca. Subrayar la responsabilidad de los intelectuales en la reflexin moral que da forma al mun-do. y ensayar estos ejercicios regionales de pensamiento cr-tico (que no tiene por qu ser mordaz o sarcstico).

    En este paisaje, en esta geografa, alterada por nuestra conciencia y por nuestra modesta ambicin, tendrn lugar unas conversaciones dedicadas a moldear interrogaciones de muy diverso signo.Los dilemas que nos hemos acostumbrado a manejar sin inclinarnos nunca por una respuesta definitiva.La literatura como enfermedad o la literatura como medicina.La literatura como realidad o como universal de la imaginacin.La literatura como experiencia o la literatura como invencin.La literatura como tradicin o como vanguardia.La literatura como entretenimiento o como conocimiento.Literatura hermtica o literatura didctica.Literatura como esttica o como apresurado aliento brutal.La literatura como derecho del espritu, de la razn o del estmago.Literatura de lite o literatura popular.La literatura del autor o la literatura del redactor.Sern verdaderos o falsos estos dilemas?ya lo veremos.Nos rene en Formentor una doble condicin: la pretensin de atrapar el pasado que se fue, que se fue ms all de todo lmite, y la voluntad de ser, de ser lo que se debe ser, en este momento y en este lugar, sin reticencia alguna. Escritores, profesores, editores y lectores:Sed bienvenidos a Formentor.

    PERE JOAN MARTORELLBuenos das a todos.Bienvenidos escritores, editores, periodistas... amigos y amigas, amantes de la literatura.

    En nombre de la Consejera de Educacin y Cultura, deseo daros este cordial recibimiento, al tiempo que agradecer la colaboracin de las entidades aqu representadas: Fundacin Santillana, Diario de Mallorca, Fundacin Rotger Villalonga que, en mayor o menor medida, han hecho posible este en-cuentro, estas Conversaciones Literarias. Verdaderamente el esfuerzo realizado es loable y de agradecer. Como ya sabis, el ao pasado reemprendimos este proyecto para revivir el es-pritu de aquellos aos cincuenta, como nos recordaba hace apenas unos minutos Juan Goytisolo en rueda de prensa.

    Iniciamos una nueva convocatoria. Siempre he pensado que la geografa, el lugar en el que uno nace, se crea, se forma, vive, se realiza como persona... deja huella en el carcter y, evidentemente, en el modo de escribir. Con este lema, por tanto, hemos pretendido acercar realidades viven-ciales y literarias procedentes de diferentes lugares -de las Islas, de la Pennsula, de Sudamrica-, de diversos mbitos lingsticos, geogrficos y creativos, a modo de encuentro, como una forma de hermandad, para poner sobre la mesa la diversidad que impera actualmente, en un mundo -como decamos presidido por las nuevas tecnologas, y debatir sobre lo que realmente nos interesa, que no es otra cosa que nuestra pasin por la literatura, por escribir, por compartir todas estas experiencias y por vivir...

    Esperemos, pues, que estos das sean provechosos a nivel literario y personal. Un extremo que a buen seguro se cum-plir al encontrarnos, como todos sabis, en un reducto, en un espacio paradisaco, cuna de un insigne de nuestra lite-ratura -me atrevera a decir, de un revolucionario de la len-gua o de la poesa de aquellos tiempos-, que nos ha dejado un legado importantsimo.

    Por tanto, en este espacio brotarn seguramente imagina-cin y creacin, nuevas propuestas y nuevas intenciones, para mirar el futuro y compartir la literatura desde diferen-tes perspectivas...

    Por mi parte, por nuestra parte, nada ms. Como ya sabis, esta tarde tendr lugar la inauguracin oficial de las jorna-das. yo espero que estos das os sintis realmente a gusto aqu.

    Para acabar, he dejado el agradecimiento final al Hotel For-mentor, a todo el esfuerzo que ha hecho por colaborar con la organizacin del evento, fruto del convenio firmado, para hacer realidad estas segundas Conversaciones Literarias.

    A todos ellos, pues, un sincero agradecimiento y el deseo de que estos das pasis unas jornadas agradables de convi-vencia, creacin y literatura.

    Muchas gracias.

  • 13 | Converses Literries a Formentor 2009 | Transcripcions

    Caf Bellver: Cartografas literariasMODERADOR: BIEL MESQUIDA PARTICIPANTES: FLIx DE AZA, JAVIER FERNNDEZ DE CASTRO, SEBASTI PERELL, PON PONS y LLUCIA RAMIS

    BIEL MESQUIDA Buena, santa, magnfica, excelente, gozosa y humorosa con-versacin. Caf Bellver.

    Tres exordios de aperitivo.

    Primero. Juan Goytisolo. Formentor, septiembre 2009. Decla-racin exclusiva. Dice: En aquellas conversaciones de hace cincuenta aos, todos bamos todo el tiempo borrachos. Se produce un silencio. Despus aade: yo tambin.

    Segundo exordio. Un pequeo texto... (que no s dnde he metido)... de Enric Casasses, que es un canto a la palabra y a la expresin: El modo ms salvaje, selvtico y salvador de mover el cuerpo; el modo ms sutil y muscular, ms cercano a la materia hecha fuente, porque fuente es; el mo-vimiento del cuerpo ms insultante de todos y, si se quiere, el ms amoroso, es la palabra y hablar.

    Tercer exordio. Nos encontramos en el centro, en el cerebro, en una especie de tejo de la cartografa literaria, patrimonio cataln de la humanidad de Miquel Costa i Llobera. Todos los escritores constituyen una cartografa literaria: el peor y el mejor; el mediocre y el eterno; el ms desgraciado y el ms exitoso... Costa i Llobera representa la cartografa en la que discurren las conversaciones. Precisamente por eso, yo creo que le debemos recordar con alguno de sus versos, realmente geogrfico, realmente cartogrfico... y he escogi-do un par de estrofas (un par mallorqun, que significa ms de dos, concretamente tres estrofas) de Cala Gentil:

    Sobre la cinta de blanca arena,que besa una aigua de clic blau,grans pins hi vessen a copa plenaolor de blsam, ombra serena,remor suau

    Oh, dol estatge de bellesa i pau!

    Un aqu troba la llum ms clara,les colors vries de to ms viu;pura delcia de tot shi empara,i sol o lluna mostrant la cara,tot hi somriu

    Oh, de mos cntics, inefable niu!

    Per puigs i serres sacaramullafronds boscatge de verd etern,que eixa floresta de vria fullala tardor trista mai la despulla,ni el fred hivern

    Oh Parads que apar al mn extern!

    Esta conversacin se titula Caf Bellver. Por qu? Porque existe un suplemento, el suplemento Bellver de Diario de Mallorca, que fue creado en 1996 por Pedro Pablo Alonso, director del peridico. El primer nmero se public el da 1 de noviembre de 1996. Han salido 533 nmeros, a lo largo de

    Flix de Aza, Javier Fernndez de Castro y Biel Mesquida

  • 14 | Converses Literries a Formentor 2009 | Transcripcions 15 | Converses Literries a Formentor 2009 | Transcripcions

    casi trece aos. Este hecho yo creo que constituye una tra-dicin en el seno de una sociedad que domestica, anestesia el espritu y que pretende convertirnos a todos en robticos y de pensamiento nico. Un suplemento como Bellver, un suplemento en el que han escrito Francisco Daz de Castro, Mara Jess Dez, Miquel Cardell, Luis Iberni, Biel Amer, Ca-milo Jos Cela Conde, Jorge Mart, Francisco Javier Snchez Cuenca, Eduardo Jord, Jos Carlos Llop, Antoni Piz, Carles Cabrera, Carlota Vicens, Dami Cap, Mara Elena Valls, Eli-senda Farr, Jean Shalekamp, Jeroni Salom, Jos Luis de Juan, Josep Maria Nadal Suau, Miquel Ray, Jos Vidal Valicourt etctera, etctera, etctera

    Creo que es un verdadero milagro, una figura tutelar de la literatura en los medios de comunicacin, eso que va hacia la desaparicin -la literatura, como sabis, va hacia la des-aparicin en los medios de comunicacin, en Primaria, en Secundaria, en la enseanza universitaria, en Europa...

    y nosotros estamos aqu, en Formentor, en plena cartografa de Costa i Llobera, un patrimonio cultural literario cataln universal y en Europa. y Europa, como deca el maestro Stei-ner, son los cafs. Vivan los cafs! ya sabis que los cafs desaparecen. Fijaos aqu, en Mallorca. Recordemos el Miami, el Formentor, la Granja Royal, etctera Todos esos cafs, que eran lugares de conversacin, en los que se conjugaba la tesis con el placer; la alegra del encuentro y la historia de amor... Los cafs, que son un tema, un tema y un laboratorio del escritor, van desapareciendo y Europa tambin pierde vida y pierde energa con la prdida de sus cafs.

    Entonces esto ser una especie de caf. Pese a que, por un error sobre el que debemos pensar en el futuro, deberamos ofrecer un servicio de caf, en lugar de tener estas maravi-llosas aguas Soln de Cabras y veo que, adems, vuestras mesas estn vacas sin que nadie pueda consumir nada.

    En ciertos momentos, deberais poder hablar y chismo-rrear: Fjate en Llucia, no se ha maquillado nada; Mira el hoyuelo de la barbilla de Flix de Aza; Fernndez de Castro no se parece en absoluto a la foto de la solapa de su libro; Sebasti Perell, que es aquel de Pelos y seales [en referencia al ttulo del libro del propio autor Pls i senyals]; Pon Pons, aquel menorqun de la higuera que escribe a mano.

    Poder cotillear, beber. Esta situacin de desorden de la que tambin nos hablaba hoy el maestro Juan Goytisolo. Toda-va nos mantenemos un poco ordenados, demasiado, de-masiado

    Pero espero que nuestros conversadores sean muy singula-res todo escritor, de hecho, es un lenguaje singular y no sean en absoluto acadmicos.

    No los describir individualmente. Os explico la dinmica: cada uno de ellos hablar de diez a quince minutos y nos contar su cartografa literaria.

    Flix de Aza nos hablar del Macondo de Garca Mrquez, del Santa Mara de Onetti, de esas cartografas de escritor por las que l siente una especial estima.

    Fernndez de Castro nos hablar de su casa ideal, hecha de todas las casas en las que l ha vivido.

    Pon Pons nos hablar de la isla y de la escritura.

    Sebasti Perell nos teorizar sobre la geografa literaria propiamente dicha.

    y Llucia Ramis nos construir una autoficcin en primera persona.

    Tambin he pedido a cada uno de ellos que redactasen un pequeo texto en primera persona, que es como un Ave-crem, como una concentracin de s mismos.

    y para dar la palabra a Flix de Aza, me dispongo a leer su texto:

    Despus de cuarenta aos de trabajo y una veintena de libros, he llegado a la conclusin de que todo es vanidad y perseguir viento. He vivido la ltima generacin de la pgina y ha sido muy estimulante.

    El mundo que viene no es un mundo de papel. En una cle-bre novela Vctor Hugo narr cmo el papel haba vencido a la piedra. El papel ha sido el mundo entre el Renacimiento y el siglo XX. El mundo que viene, el que ya tiene ahora el poder, no es de papel.

    Resulta muy satisfactorio largarse justo cuando ha termi-nado la obra. La siguiente, segn la programacin, es para otro tipo de pblico.

    Flix de Aza, tienes la palabra.

    FLIx DE AZAComo les ha explicado Biel, esto es un caf y nosotros ocu-pamos este lugar por pura casualidad. Tenemos slo diez minutitos para hablar y luego lo interesante ser que se abra una tertulia.

    Cuando me propusieron como tema el de la territorialidad de la literatura, o literatura y territorio, se me ocurri pen-s inmediatamente en los territorios propiamente litera-rios. Los ms conocidos son los que construy Faulkner (El condado de yoknapatawpha), que los que hayan ledo a Faulkner ya saben de qu estoy hablando; los que no, pues

    es realmente el condado donde tiene lugar toda una serie de novelas de Faulkner y que, indiscutiblemente, se parece mucho al sur de Estados Unidos. Posiblemente para los aqu presentes el ms conocido sea Macondo, el pas inventado por Garca Mrquez y que tiene bastante vamos, se parece bastante a Colombia. y el caso espaol arquetpico es el de Juan Benet, que invent Regin. Tiene tambin una carto-grafa, con su orografa Pens en estos lugares, en relacin con un tipo de problema literario que se ha presentado ltimamente que yo creo que tiene mucho inters que es el de esas novelas que uti-lizan elementos reales para construir ficciones. Recuerdan ustedes, por ejemplo, en Soldados de Salamina de Javier Cercas, que aparecen personajes reales Snchez Mazas en un hecho autntico. Todo el mundo sabe que sucedi, que fue cierto, la huida de Snchez Mazas, etctera, etcteraPero, en realidad, es una novela.

    Hay muchos ms casos. Desde luego, de una manera quiz un poco ms tangencial, la cosa empieza a partir de A san-gre fra de Truman Capote, que utiliza un hecho real, el de los asesinatos aqullos y los dos condenados a muerte, para escribir algo que l dice que no es ficcin pero, en realidad, tiene mucho de ficcin. Es decir, esa ambigedad

    Traa los dos casos, los dos niveles, las dos paralelas porque creo que iluminan bastante, por una parte, un debilitamien-to fuerte, un debilitamiento fuerte de la verdad, sobre todo a partir de la enseanza de la escuela francesa relativista de Foucault y de Derrida y de la adaptacin de esa escuela a las de Estados Unidos. Un relativismo que hace que el concepto de verdad se debilite enormemente.

    Recuerdan ustedes que Mario Vargas Llosa, con su ingenio habitual, llama a la novela la verdad de las mentiras. Creo

  • 16 | Converses Literries a Formentor 2009 | Transcripcions 17 | Converses Literries a Formentor 2009 | Transcripcions

    que es muy exacto. Si somos serios, si la literatura existe, la realidad o la verdad literaria no han de tener absolutamente ninguna relacin con la realidad comprobable. Comprobable, desde luego, por las ciencias duras pero tambin, incluso, por las ciencias o las cuasi ciencias humanas: sociologa, antro-pologa yo aadira historia creo que incluso la historia no debera formar parte del asunto-, porque lo interesante del arte cuando es arte, y la literatura es un arte, es que produce su pro-pia verdad. Quiero decir que el campo de la verdad artstica es un campo propio. y es un campo propio que no tiene absolu-tamente la menor relacin, incluso se contrapone al campo de la verdad habitual, comn y corriente, sea la verdad cientfica sea la verdad tica, no?; lo que se resuelve en los tribunales de justicia o en los tratados de tica o de moral y lo que se resuelve en la representacin cientfica del mundo.

    Bueno pues la verdad literaria, si la literatura es literatura, no ha de tener la menor relacinObligatorio, es un principio.

    Les hablaba de los espacios stos de yoknapatawpha, de Macondo, de Regin, como un caso arquetpico. Evidente-mente se parecen mucho a Colombia, a Castilla La Vieja, etctera pero, en realidad, es mucho ms fuerte que eso. No es que cuando entramos en esos territorios entremos gracias a que conocemos o tenemos la experiencia de un territorio determinado. Es al revs. Esos territorios para lo que sirven es justamente para que los reconozcamos en la exterioridad. Slo despus de leer los libros de Benet, uno puede pasearse por los poblachones castellanos medio de-rruidos, por aquellas barrancas, por aquellos montes pela-dos, por aquellos lugares espantososLo que pasa es que aparece una Castilla, por decirlo as, una realidad que antes no exista. y eso es la verdad artstica, la verdad literaria.

    Es el mismo caso con la yoknapatawpha de Faulkner que, de repente, apareci cuando absolutamente nadie poda hacer

    una distincin real en aquellos condados del sur de los Esta-dos Unidos, una distincin real en tanto que territorio signifi-cativo. Bueno, pues Faulkner le ha dado significado. y esa es la verdad de las mentiras que corresponde.

    Este fenmeno, porque realmente es un fenmeno, es muy reciente. La clebre frase de Oscar Wilde la naturaleza imi-ta al arte, que pretenda ser muy agresiva, en realidad ha-ba empezado a funcionar bastante antes.

    Les voy a explicar en qu momento apareci esta posibilidad de que fuera realmente el arte el inventor de lo real; de que hubiera una verdad artstica, por decirlo as, perfectamente independiente de la verdad cientfica o de la verdad tica.

    y ello sucedi en 1765 cuando Diderot, el director de la Enciclopedia, acudi a uno de los salones (los salones re-cuerdan ustedes que eran unas grandes exposiciones que organizaba la Corona francesa para mostrar a los mejores pintores de la Corte etctera, etctera) y Diderot, que para ganarse la vida escriba a mano, por cierto unos resmenes que se llamaban La Correspondance littraire, que iban a las coronas europeas, informando de las nove-dades de Pars ya entonces los soberanos queran saber qu es lo que pasaba en Pars para copiarlo.

    Acude a esa exposicin y se pone a redactar por la noche el informe y dice que todo muy bonito y demspero aade que slo he tenido un disgusto. Un amigo suyo, un pintor amigo suyo, Jean-Paul Lavigne, un pintor de paisajes, sobre todo de paisajes martimos, y tal y cual aquel ao, haba presentado una pintura que era una vista nocturna de Pars. Entonces l comienza a redactar y dice: Este ao, la pintu-ra de Jean-Paul no me ha gustado mucho, es un color muy falso, Pars de noche no es as. Se ven los tejados, se ve la luna, esa luna nunca ha existido no s quEntonces se

    interrumpe el texto, hay unos puntos y sigue: Hace mucho calor. Me he levantado, he abierto la ventana y ante mis ojos ha aparecido exactamente el Pars que he visto pintado esta maana. Entonces hay otra vez una lnea de puntos, y dice: Sera algo espantoso, sera algo espantoso que ese Pa-rs nocturno no existiera antes de la pintura de Jean-Paul.

    Primero se da cuenta de una posibilidad que hasta enton-ces no haba tenido lugar. y es que las artes pueden estar construyendo la realidad con tanta fuerza como las otras actividades empricas, no?: la ingeniera, los polticos De repente aparece esa posibilidad extraa de que el arte crea realidad. Es decir, dicho de otra manera, que haya una ver-dad del arte que sea slo del arte y que no sea, no pertenez-ca, a los rdenes de la verdad tica y de la verdad cientfica.

    Bien, se es el primer momento. Es un momento emocionante porque, a rengln seguido, pone otros tres puntos y dice: Per-donen ustedes. Les dejo este pensamiento que es, sin duda, un pensamiento satnico. No hagan ustedes ningn caso de lo que acabo de decir. Porque, evidentemente, para una mentalidad ilustrada como la de Diderot que el arte tuviera una capacidad de verdad, de construccin de realidad, era algo espantoso. Es decir, se hundan todas las instituciones que constituan el po-der y la seguridad de aquella sociedad.

    Claro, va a ser el Romanticismo, despus de la Revolucin fran-cesa, el que d carta de naturaleza a esta posibilidad. No slo eso, sino que prcticamente afirma que es el arte el que cons-truye una verdad ms verdadera que todas las otras verdades.

    Eso acabar en el mundo de las vanguardias, y las vanguar-dias lo que harn justamente es presentar mundos propios que son incontestablemente verdaderos porque no tienen correspondencia externa. Un Mondrian, un Kandinsky o Finnegans Wake no tienen absolutamente ninguna corres-

    pondencia externa. Por lo tanto, son una verdad absoluta. Claro ah donde, por decirlo as, termina el Romanticismo. yo creo que las vanguardias son, por decirlo as, la verdad ms verdadera del Romanticismo; creo que son el ltimo y definitivo paso romntico, es decir burgus, que se da en la historia de la cultura europea.

    Pero lo que ahora estamos viendo que aparece, fjense uste-des, no es lo mismo. Lo que ahora aparece no es la construc-cin de una verdad de mentira que nos permite conocer la realidad, sino la invencin, la ficcin que se presenta como verdadera a partir de elementos reales. Dicho de otra manera y con esto termino porque me parece que ya he consumido mis diez minutos ampliamente-, lo que ahora est sucedien-do es la utilizacin de elementos, por decirlo as, ticos que se ponen al servicio de la esttica, verdad? Es decir, una de dos: o esto es literatura o no lo es. Si no es literatura da igual, porque entonces es un informe, puede ser un reportaje no?... El ltimo libro de Cercas, por ejemplo, el de Tejero, pues es un reportaje, pero el anterior no, Soldados de Salamina no; A sangre fra, no y tantos otros

    Recuerdo ahora simplemente dos coincidentes novelas, no-velas, fiction, que eran dos biografas (Deban estar des-esperados sus dos autores), coincidieron en el tiempo dos biografas de la ltima etapa de Henry James. Las dos muy buenas, por cierto. y, adems, se pueden leer una y otra pero que utilizan el nombre de Henry James, personajes de la vida de Henry James con finalidad de ficcin. Pero o es ficcin o no es ficcin. Si no es ficcin no es problema, es una falsa biografa Pero si es ficcin, los elementos ti-cos se han puesto al servicio de la esttica. y cuando los elementos ticos se ponen al servicio de la esttica, a mi entender, eso es una inmoralidad.

    y ya est.

  • 18 | Converses Literries a Formentor 2009 | Transcripcions 19 | Converses Literries a Formentor 2009 | Transcripcions

    BIEL MESQUIDAMuchas gracias, Flix.

    y ahora pasamos a Javier Fernndez de Castro.

    Javier es de Aranda de Duero (Burgos). Estudi Ciencias de la Informacin en la Universidad Autnoma de Barcelona. Fue corresponsal de la agencia Europa Press en Londres; ha colaborado en El Pas y en La Vanguardia; ha trabajado de editor en Seix Barral, Barral Editores, Edhasa y en Difusora Internacional, y, entre 1982 y 1985, fue profesor de la Facul-tad de Zorroaga, en Donostia.

    Ha publicado La guerra de los trofeos, As en la tierra, La tierra prometida, Crnica de la mucha muerte, Tres cuentos de otooy, actualmente, ejerce de crtico literario en El Boomeran(g) de donde tambin os recomiendo los textos de Flix de Aza.

    Javier Fernndez de Castro ha escrito:

    Me llamo Javier Fernndez de Castro y soy hijo de un cons-tructor de azucareras itinerante. En trminos prcticos, ello ha implicado que, durante los veintitantos primeros aos de mi vida, he estado cambiando de ciudad, casa, colegio, amigos, clima y dems sntomas de la cotidianeidad. Siem-pre haba atribuido a esa formacin itinerante daos colate-rales tan decisivos como el carecer por completo del sentido de pertenencia, lase carencia radical de patria. Pero con el tiempo, he aprendido que aquella clase de educacin sen-timental no era de hecho tan distinta a la del proceso de creacin literaria. La cartografa personal es, en definitiva, palabra, o sea, literatura.

    Javier tienes la palabra.

    JAVIER FERNNDEZ DE CASTROBueno, eso del constructor de azucareras significa que mi pa-dre llegaba a un pueblo, donde no haba absolutamente nada, y trazaba con cal unas lneas en el suelo y deca: Aqu estar la puerta, aqu estarn las tolvas que recibirn la remolacha, Lo haca. Al cabo de dos o tres aos, la fbrica ya funcionaba y, entonces, recogamos los trastos y nos bamos a otro pueblo donde no haba nada y donde empezaba desde cero.

    Como las azucareras ponan a disposicin del director de la azucarera unos camiones para hacer los traslados, mi ma-dre ya se iba hasta con las macetas, lo llevaba todo. Pero cada vez haba que reconstruir una casa.

    Entonces yo siempre haba credobueno, en mi casa nadie es de ningn sitio, nadie piensa que es aragons, que es de Valladolid Todo el mundo, ms o menos, se las apaa con lo que hay. Por ejemplo hay gente queramos, en el mo-mento de mximo esplendor de la familia: ocho hermanos, ms cuatro primos, ms otros dos primos que sus padres vivan en Filipinas y se educaron en casa de mis padres. y entonces, por ejemplo, nadie es del mismo equipo de ft-bol: hay dos o tres que son del Valladolid; dos o tres que son del Zaragoza, otros que son del Bara Una cosa curiosa, en ese sentido. Nadie pertenece demasiado

    Cuando, de repente, se muri Franco y sali lo de las au-tonomas hubo una especie de necesidad de ser de algn sitio. Haba naciones que queran ser naciones; otras que su mayor sntoma, o sea, su mayor signo era que no eran de tal sitio; haba autonomas de primera categora, de segunda yo me tena que haber preocupado porque a m era una cosa que me tena un poco sin cuidado.

    Entonces ahora, cuando me han invitado aqu y me han dicho lo de la cartografa, de repente me he acordado de

    que s, una vez me preocup de eso e hice una reflexin. Entonces creo que estoy en condiciones de hablar un poco de aquella reflexin.

    La cosa est en que me encontr una vez con un tipo con el que haba coincidido en los Jesuitas de Zaragoza, luego habamos vuelto a coincidir en la Escuela de Periodismo de Pamplona y, por tercera vez, habamos coincidido trabajan-do en el Alerta de Santander.

    O sea que, mira t, qu trayectoria: Jesuitas de Zaragoza, Opus Dei en Pamplona y prensa del Movimiento en Santander.

    Nos hicimos bastante amigos y el to, un cacereo acrri-mo, pero absolutamente acrrimo de su Cceres natal, no se crea que a m no me llamase la atencin ningn sitio en especial. No se lo crea.

    Aos despus, me encontr que lo haban hecho director al equivalente de lo que podra ser aqu Muebles La Fbrica o El Mueble o, a lo mejor, era El Corte Ingls y que haba he-cho una revista de muebles, o algo as. y entonces me dice: Oye, te encargo un artculo que se llame Mi casa ideal. T seguro que de todas las casas en las que has vivido hay una con la que te has identificado ms, que sentimentalmente te ha dejado ms huellaA lo mejor el piso que montaste con tu primera mujer Qu s yo! Lo que t quieras.

    Me ofreci una cantidad de dinero totalmente irrechazable y, entonces, le dije que s.

    Entonces, pues soy lentsimo escribiendo, entre que me puse, empec y tal y cual, al to lo haban echado. Probable-mente porque haba encargado tres o cuatro artculos tan descabellados como el mo ylo echaron.

    Entonces me pasa que, igual que soy muy lento en empezar, una vez que he empezado no s parar. y, entonces, ya que tena aquello saba que nadie me iba a comprar un artcu-lo que se llamara Mi casa ideal. Pero dije, bueno, voy a seguir. Entonces, tranquilos, no lo voy a leer, lo tengo pero no lo voy a leer.

    Pero lo que s hice es desarrollar una serie de ideas. Por ejemplo dije: a ver, dnde se desayuna de verdad, cul es el protodesayuno. Inmediatamente me vino una imagen de una terraza con un emparrado. Entonces, a la derecha se ve Marechiare, se ve un trocito de la Baha de Npoles y, en frente, el Vesubio echando humo. Entonces, qu es lo que se come en el desayuno: un spresso de esos maravillosos y luego un chucho, una cosa asun frito, que tenas la sen-sacin de que, al morderlo, te iba a estallar en la boca ese sabor a la cremay era carne a la jardineray entonces, claro, ests esperando la crema y de repente sale un bocado de carnepero, bueno, uno es fiel a sus sentimientos y se desayunaba eso.

    Siguiente estancia, el cuarto de trabajo. El cuarto de trabajo tiene una mesa en la que tengo todos mis objetos. Entonces, por la derecha cuando miro, tengo una ventana en la que se ve La Concha; se ve La Concha, la Isla de Santa Clara, detrs lo Viejo, detrs el Monte Urgully tiene una cosa que le pasa a la Conchay es que, de repente, miras y est lleno de gente, de perros, de gentos haciendo surfTe vas a lo tuyo, vuelves a mirar y ya ha cambiado absolutamente. De repente, ha entrado una tormenta, no hay nadie en la playa, las olas estn saltando por encimaTe quedas all completamente extasiado. Vuelves otra vez a trabajar un rato, vuelves a mirar y vuelve a haber sol, vuelve a haber toda la gente con los perros, con el surfingEso se ve por la derecha.

  • 20 | Converses Literries a Formentor 2009 | Transcripcions 21 | Converses Literries a Formentor 2009 | Transcripcions

    Cuando levanto la mirada as, al frente, veo el Valle de Ca-burniga, casi visto desde el Puerto Tajahierro. yo estaba escribiendo en aquel momento una novela que me estaba entusiasmando, iba deprissima, me estaba saliendo estu-pendamente. Tena la sensacin de que cada rato tena que contenerme para no salir al pasillo y hacer la ola (Risas)de lo entusiasmado que estaba, con lo bien que me estaba saliendo la novela. Entonces, cada vez que miraba, vea el Valle de Caburniga.

    Lo que pasa es que, a la derecha, en la ladera derecha, en vez de ser la Reserva del Saja, como es en realidad, haba una ladera en la que pastaban unos caballos, as, peludos. y me fijo y estn vigilados por unos mastines que no slo llevan un collar con unos pinchos terribles, sino que el collar les va por detrs casi hasta la cola y lo llevan sujeto all. Entonces paro la moto, porque estaba yendo en moto a ver a los caba-llos, a ver a los mastinesEntonces viene un to con un Land Rover y viene de all, de la parte de los caballos. Entonces empiezo a preguntarle por los caballos, por los mastinesyo lo que quera es que me contara historietas de los lobos, los mastinesy el to interesadsimo con mi Kawasaki, porque haba visto que haba unas modificaciones: un escape de dos en uno, los carburadores no eran los mismosTenamos una conversacin absolutamente surrealista, porque yo le pregun-taba por los lobos y l me preguntaba a m por la KawasakiNo nos ponamos de acuerdo.

    Siguiente nota que tengo tomada. Viene del jardn. En esta casa que yo iba fabricando pues hay en el cuarto de estar una terraza, una escalinata que sube al jardn. El jardn, por supuesto, ingls: rboles enormes, tiene sus veredas, sus senderosy tal y cualEso, de repente, se convierte en una carretera. Qu jardn bueno, donde uno se siente a gusto, no tiene una carretera? Con sus badenes, as, muy pronunciados, que te permiten lanzar la moto hacia abajo.

    Vas a toda velocidad coge una velocidad fantstica-, sube toda la cuesta acelerando todava porque llevo un impulso tremendo y, entonces, cuando llega el cambio de rasante siempre te entra la duda de si cortar el gas o no, porque no sabes si vas para la derecha, para la izquierday entonces dices: Bah, vamos!porque es una carretera como debe ser, con unas curvas muy bien peraltadasEntonces, pues, en el jardn y en esa carretera pues pasa que, en el momen-to en que ests cogiendo la curva, as, hacia la derecha de repente miras y el sol est entrando as por la derecha, est entrando ese momento de la tarde en que el sol da as, y est dando sobre el Pen de Ifach. Hay mala mar, est toda la base del Penhay espuma y est saliendo el Pen como si un carajo que saliera as, en aquel momento fan-tstico! Con lo cual da gusto salir a pasear con la moto por un jardnTe encuentras con el Pen de Ifach all

    Bueno, por supuesto, que aquello iba creciendo. Llega un momento en el que suban las tabernas, en las que te en-cuentras con los amigos, que te emborrachas plcidamente. Bueno, entonces de lo que me estoy dando cuenta es de que, en todo momento, cada vez que tengo una de esas es un momento de exaltacin absoluto. Cuando estoy desayu-nando, no la veo, pero hay una presencia femenina por all que me pone muchoCuando estoy trabajando, pues tam-bin estoy escribiendo algo que me estCuando estoy en el jardn con las motos, me est exaltando y estoy haciendo tal cosa que s que, al final, va a salir el Pen de Ifach.

    Es decir, de alguna manera, estoy creando toda una serie de mbitos que en s mismos no tienen ninguna conexin y que slo tienen significacin en relacin con el que viene antes o con el que viene despus. Si pueden ustedes hacer el dcalage necesario, para que se note la diferencia que hay entre Faulkner y yoes cuando Faulkner en Las palme-ras salvajes, en aquel momento en que aquel mdico cala-

    mitoso ha abortado a su amante, la ha destrozado, se est desangrando all encima la mesa de la cocina, y sale a bus-car ayuda y, entonces, est en plena oscuridad, abrumado se le ha cado el mundo encima. No sabe lo que ha hecho, ha matado a la otray entonces habla del instante atnito en el que, de repente, aparece una luz en la oscuridad.

    Claro, un instante atnito no tiene ningn sentidoO se va a quedar atnito el tiempo. Sin embargo, si leen ustedes Las palmeras salvajes, se lee cones absolutamente natu-rales una verdad incontrovertible que, en ese momento, el tiempo se queda atnito, que de repente aparezca esa luz, indicadora de que hay alguien, indicadora de que le va a dar una

    Entonces, para m, un poco hablo del dcalage de antes me pasa lo mismo. Cuando estoy diciendo que en mi mesa de trabajo, que est en una calle al lado de la Plaza Lesseps de Barcelona, si miro por la derecha veo la Concha, y si miro de frente estoy viendo el Valle de Caburniga, estoy diciendo una verdad tan incontrovertible como la de Faulk-ner, cuando est diciendo que hay un instante atnito.

    Entonces y con esto enlazo con la cosa de la patria esa sucesin de momentos de exaltacin, en la que yo me he identificado totalmente con aquel instante, eso, a medida en que se va convirtiendo en un discurso, est contando una verdad. Est contando una verdad ma y entonces, de algu-na manera, se est creando pues lo que Flix llamaba estos espacios literarios que se parecen, pero no son, y que ah es donde la palabra adquiere su mxima significacin y es donde la palabra se convierte en verdad. y todo lo dems, como realmente deca aqul, es literatura.

    y esta era mi reflexin sobre el asunto y les doy las gracias por haberme escuchado. Les estoy muy agradecido.

    BIEL MESQUIDAMuchas gracias, Javier Fernndez de Castro.

    Ahora pasaremos a escuchar la palabra de Sebasti Perell.

    Sebasti Perell Arrom es profesor de Lengua catalana y Li-teratura; forma parte de la Junta del PEN Cataln; ha impar-tido cursos sobre literatura de viajesy yo creo que es uno de los grandes tericos del estudio de la insularidad en la literaturaHa estudiado tambin a los viajeros europeos a las Islas Baleares; ha impartido cursos sobre escritores con-temporneos y tiene obras de gran valor como: Ejercicios de desaparicin (Exercicis de desaparici); De brazos cruzados (Mans plegades); el libro de poesa La Sed (La Set), y la novela Pelos y seales (Pls i senyals).

    l ha escrito:

    El territorio de un hurnPara m, escribir no es como llegar a casa y que huela a domicilio, o no es exclusivamente eso. Escribir, es cierto, puede ser un placer, un descanso, divertirse, sobre todo en el sentido ms genuino de esta palabra. Escribir es un ejer-cicio doble: de ausencia, por una parte, y de aparicin, por otra; te esfumas y te escondes... y asomas siempre esquivo a la sombra y al margen, justo en medio de un eclipse. Escribir no es un momento, un instante donde quedar; es como leer una expresin de la curiosidad tal como ha di-cho Pascal Quignard, de la disipacin y de la prdida.

    La escritura, la metfora que descarra. El mismo Quignard habla de leer, y quien dice leer dice escribir, como un modo de errar, un rastro que dejas, los ojos que recorren la le-tra... en la divagacin, no llegar a ningn sitio, vivir entre aqu y all... ir pasando. Una forma de deambulacin y

  • 23 | Converses Literries a Formentor 2009 | Transcripcions

    Llucia Ramis y Sebasti Perell

    una manera de perder la compostura. Como lector no pre-tendo ser un oficiante; como lector no deseo convertirme en un aclito, ni en un custodio del sentido. El espacio de escritura como lugar de desahucio, deshacerme en los textos, reconstruirme. De la escritura no sales nunca in-demne. En los libros no busco una zona fuera de peligro, sino exponerme, dejar que me toquen; y no se trata de escapar del mundo y de la esfera, precisamente, sino de escabullirme de las maneras ms probables de ser el de siempre, el mismo de siempre.

    Calvino afirmaba que leer era ir al encuentro de algo que tiene que existir, que existir. Y tambin escribes yendo ms all, hasta donde puedes empear aquello que ya crees sa-ber. Escribir es hipotecarse en el texto y saber, de antemano, que no percibirs nada a cambio, que nunca acabars de pagar las deudas porque cruzas por la tierra firme de la condonacin; porque, a la larga, y tal como deca JABS, slo el lector es real. Escribir es una forma de vitalidad, de no tener obstculo; estar permanentemente en obras, no poder esperar... Una espera que no busca ir a parar a nin-gn lado o poner remedio. Slo esa fluidez, el territorio de un hurn.

    Sebasti, tienes la palabra.

    SEBASTI PERELLBuenas tardes.

    yo s leer, he preparado un texto y lo leer. y el texto ver-sar sobre Geografas literarias.

    Prec, en su libro Especes despaces, citaba a Michaux: Es-cribo para circularme. Leer es tambin una forma de ir y venir, de recorrer el texto y acudir a los textos con el fin de ver cul es el papel de la literatura en la configuracin de

    los lugares; de qu modo los textos literarios generan una obra, construyen los lugares y la imagen de esos lugarese incluso en su colaboracin en el vestimento del entorno, cabe averiguar, si se da la circunstancia, la existencia de un sentido de la responsabilidad.

    Lela Sebbar deca que qu cualidad aadida tiene un pai-saje si no est habitado por una lengua y unas voces. y es a travs de estas voces de la literatura que intentamos explicar el mundo.

    La Cecla afirma que el modo en que vivimos los lugares quiz explica el resto. Qu explica, en este sentido, la li-teratura? Probablemente se trata de llevar a cabo una reco-pilacin de cmo se ha escrito el territorio, en letra; cmo se ha reescrito y replicado, en la biblioteca... Cul es la relacin establecida entre los lugares y la biblioteca? No podemos olvidar que el sistema literario tiene un peso es-pecfico en la creacin imaginaria de los espacios, nunca de manera exclusiva, pero s muy importante a lo largo de los tiempos modernos -sobre todo desde el siglo xVIII-, aunque en la actualidad, en el presente inmediato, y en el marco de las nuevas formas de circulacin cultural ocupa un segundo plano. Extremo que no lo invalida a la hora de buscar aque-llo que, en muchos casos, el mismo sistema quiere que nos pase por alto.

    y tampoco debemos olvidar que la imagen de los lugares, en muchos casos, procede de otra generada previamente. Incluso el paisaje es una construccin cultural que se asienta en esta alteridad. Claudio Guilln afirmaba que el paisaje nos interesa en la medida en que nos aleja de nosotros mismos. La tradi-cin romntica ya concibe el paisajismo partiendo de un exilio espacial y temporal, en el sentido de que para captar la esen-cia de un paisaje hay que observarlo desde fuera. y eso no ha hecho ms que generar mayores distancias, si atendemos

  • 24 | Converses Literries a Formentor 2009 | Transcripcions 25 | Converses Literries a Formentor 2009 | Transcripcions

    a las voces del siglo xxI, que hablan de la desaparicin del esprit de lieu en el marco de la mutacin contempornea en esta fragmentacin socioespacial en territorios heterogneos, en los que se impone la multilocalidad y la multipertenencia.

    En este contexto, tambin entiendo la afirmacin de Kenneth White cuando dice que un lugar no es una identidad, sino un lugar de energas, una red de posibilidades. y el paisaje resultante es aqul que cambia constantemente, que amon-tona restos, residuos. y es desde este remanente, desde este mosaico, que se deben abordar los discursos literarios y su relacin con esos entornos.

    Pese a ello, parece que un escritor, la escritura, la cadena in-tertextual, puede cambiar un territorio, su visin o, al menos hasta hace poco, ha tenido capacidad de transfigurarla... As como la capacidad de inmovilizarlo cuando el geosmbolo reemplaza o esconde los paisajes que Nogu califica de in-visibles, y cuando el paisaje ya es postal y la literatura lo reproduce o lo replica -o se replica con la lamentacin.

    Tampoco eso es novedad. Los artistas romnticos ingleses ya cerraban los ojos y se negaban a ver el proceso de indus-trializacin. Posiblemente seamos todava un eslabn de esa cadena textual. y era el mismo Prec, gran maestro de obras, que afirmaba, en este diario del que utiliza espacios, que vi-vir era pasar de un espacio a otro tratando de no golpearse.

    Dicen que el porvenir es geogrfico. y podemos imaginar la literatura como un atlas semejante a los que suele elaborar Franco Moretti, que sea capaz de analizar cmo es la pre-sentacin del espacio a travs de las voces de los diferentes lugares. yo, incluso, dira que una editorial tambin podra ser una geografa en vez de ser un catlogo.

    Bertrand Westphal, en su tratado de geocrtica, seala que el papel de la literatura en la geografa cultural dista mucho de ser insignificante. No tan slo desde la perspectiva que consi-dera el texto literario como un documento o como un instru-mento para captar la experiencia de los lugares, sino como un modo de vestirlos, de explicar el mundo como generador de su propio estilo de representar el espacio.

    La literatura se apropia de los lugares, los explora, los revela, los inventa... en una participacin activa los construye, lejos de con-siderar la simple reproduccin de lo existente, al margen de la di-ficultad de poder hablar de un sistema descriptivo que sea capaz de reproducir la realidad. y no en la lnea de generar el espacio homogneo y uniforme que acompaa al discurso del poder, sino con el fin de explicarlo desde la heterogeneidad, desde sus propias estras y desde sus propios pliegues, pese a que tampoco se debe descartar que tiene el poder de asumir, precisamente, el discurso totalizador y nivelador del poder... Incluso tiene el poder de colaborar en su conformacin, sobre todo en la contem-poraneidad globalizadora, en un momento en el que todo tiende a dejarse seducir por la pantopa, por el espacio total, en el que cualquier sitio es un lugar cualquiera: todo lugar, de hecho.

    Por propia naturaleza, el espacio es heterogneo; el espacio habitado suele tender a conformarse en entorno y en las representaciones que de l se hacen los humanos. Porque, a pesar de que el espacio siempre es concebido desde una perspectiva de estabilidad, debe ser pensado como perpetuo mobile, en una representacin dinmica. No tan slo porque se reproducen y producen cambios de manera continua...

    Si optamos pensar en el paisaje como una de las represen-taciones ms pluridimensionales del espacio, -Carlo Tosco como Historia, por ejemplo-, nos daremos cuenta de que no se puede estabilizar la representacin del territorio, porque se conforma la heterogeneidad, desde la multiplicidad.

    y es desde esta fluidez de los lugares desde la que podemos intentar reflexionar sobre cul ha sido el papel de la lite-ratura en las interacciones y en las fuerzas dinmicas que conforman los lugares, lejos de la identidad espacial, esta-ble y unvoca, en una territorializacin evolutiva y en su desmantelamiento. Es necesario reflexionar en este presen-te flotante y fugitivo, entre simulacros imprevisibles y repre-sentaciones esclerticas, sobre qu son los lugares literarios en los marcos de los mundos posibles, de la virtualidad y de su relacin con el mundo de referencia.

    Cmo se ha escrito el espacio, el entorno, el territorio y las zonas limtrofes... ? Una bsqueda estetigrfica a travs de la cadena intertextual, que ha declinado el lugar, el territo-rio, en ese ir y venir que lo conforma, lo rehace, lo deshace, lo reescribe y lo borra e incluso, lo niega sin obstculo, en un proceso plural y archipelgico. y si bien las construccio-nes del espacio del territorio son sobre todo tiempo conso-lidado, acumulacin, pliegues y sedimentacin, no pode-mos evitar tener la sospecha de que asistimos al descalabro homogeneizador en el marco de la globalizacin, que nos convierte en un lugar comn... Eso si queda algo.

    Utilizando interesadamente las palabras de Calvino, si el lugar deja de producir texto, deja de existir y, no hay que olvidarlo, desde puntos de vista muy diversos vivimos esta inminencia. Pero los espacios humanos, deca Michel Butor, nunca estn en un estado de virginidad textual.

    Geografa literaria. En definitiva, es una mirada propia sobre el sistema... que el sistema se crea, o somete a lgicas espa-ciales o territoriales. Algunos afirman que, incluso, la historia de la literatura es ms una geografa que una cronologa. y es esta base la que, de algn modo, sirve para construir concep-tos como geografa literaria, ciudad literaria, itinerarios litera-rios, espacios escritos, espacios urbanos literarios...

    Hacia finales del siglo xx, hay un cambio de paradigma del tiempo hacia el espacio. La perspectiva geocultural se impo-ne. La geoliteratura, esa interrogacin dialctica de territorio, espacios culturales y literaturas se percibe desde la lectura. Cierto es que el peso del territorio sobre la identidad literaria cultural es relevante, pero tambin hay que considerar las huellas de la literatura en la construccin del paisaje, y en el paisaje contemporneo de las nuevas configuraciones, donde se impone la transcultura, la dispora y la migracin.

    Echenoz dice y cree que el papel del hombre en este territo-rio queda marcado por las figuras del vaco y el vrtigo. Una especie de geografa desterritorializada que reenva el vaco a la fragmentacin y el pasaje. Porque desde la literatura tambin podemos preguntarnos por qu los humanos crean los lugares en el espacio y cmo les dan sentido.

    Joan Nogu afirma que cuando creamos lugares, cuando vi-vimos en los sitios, creamos identidades. y podemos aadir que eso se produce, incluso, en el decorado difuso de la satu-racin contempornea y de la homogeneizacin que padece el territorio; y desde la discontinuidad archipielgica que la replica, a veces desde una posicin extremadamente local... sobre todo cuando describe al mismo tiempo una alergia con localismo. y es en este contexto, posiblemente, que se debe revisar la confrontacin clsica entre rural y urbano; es po-sible que en la literatura haya que hacer esta reflexin, sin dejar que acten las reticencias, de reubicar esta confronta-cin rural-urbano por centro y periferia. La metfora espacial se impone, a lo mejor, ante la prdida de credibilidad de los metarelatos universalizados y de tiempo continuo.

    La ecocrtica, por una parte, investiga la historia de la per-cepcin de la naturaleza en el hecho literario. La geocrtica, segn Bertrand Westphal, presenta el mtodo como una potica, cuyo objeto sera el anlisis de la interaccin en-

  • 26 | Converses Literries a Formentor 2009 | Transcripcions 27 | Converses Literries a Formentor 2009 | Transcripcions

    tre espacios humanos y el hecho literario. Las interacciones entre estos espacios, estos paisajes, y la actividad humana. Aqu, la correlacin entre el mundo y la biblioteca no es una simple metfora. y eso, por otra parte, no es una no-vedad dentro de la literatura de viajes. Los lugares pueden considerarse como un texto y, en este sentido, una ciudad, por ejemplo, puede ser un espacio intertextual en el que se superponen miradas autctonas, familiares, viajeras, si-mulacros exticos y no slo miradas, porque hay que rei-vindicar una posicin multisensorial, adems de examinar el impacto del tiempo y de los diversos extractos que se superponen y se reactivan a travs de la percepcin.

    Se trata tambin de meditar sobre los vnculos entre topogra-fa urbana y rural; revisar la idea de la metrpoli como un espacio de referencia privilegiado, cuando todava relaciona-mos ciudad y modernidad Desde 1850, Balzac y Baudelaire. Se imponen perspectivas que dificultan mantener la dualidad entre rural y urbano al modo tradicional. y eso nos obliga a considerar fenmenos periurbanos; la naturaleza transitoria en la ciudad; figuras mticas como el flneur, la mitologa moderna, las vanguardias histricas, etctera.

    Walace Stevens afirmaba que los grandes poemas del cielo y del infierno ya se han escrito... queda pendiente crear el poema de la tierra. Esto servira perfectamente para definir la propuesta geopotica de Kenneth White, en un intento de dirigir las lneas del mundo, en un afn de restablecer y enri-quecer las relaciones entre el hombre y la tierra.

    En definitiva, rehuir el juego de palabras en busca de la escritura de la realidad, reencontrarnos con todo lo que nos rodea; explicar el mundo, utilizar a Prec aqu para ir a nuestro aire, o creerlo cuando dice que escribir es intentar, meticulosamente, retener algo; arrebatar, despojar callejo-nes en el vaco que se escapa e intentar dejar marcasy

    desde la cuneta, un lugar de desguace, al margen y, en ningn caso, se debe comprender la cultura de la queja. Es posible que haya que entenderlo como un espacio privile-giado de creacin, entre la exigidad resistente y la globa-lizacin. Una posicin insobornable desde la precariedad, desde una identidad quebradiza y difusa...

    En este espacio amorfo, informal, espacio eventual de con-tinuas explosiones mutantes, la literatura ocupation des oisives, que deca Flaubert-, segn los ms apocalpticos, toma la forma de un contenedor sin tributos, donde casi todo es puro acontecimiento espectacular, residual en el pa-norama de las audiencias...

    Intentar explicar, en definitiva, este mundo soluble. En esta turbulencia, en esta inestabilidad, se escribe la literatura que menciona los lugares, en una situacin hipercompleja entre desplazamientos e inmigraciones; en la que lo local se articula, de manera precipitada, con lo globalen perma-nente descomposicin y recomposicin; en una situacin de desmantelamientos identitarios y de nuevas formas de sociedad, nuevas formas translocalizadas, donde lo que se impone es la fluidez.

    Un espacio de conflicto y de controversia en el que sobrevi-ve lo que Claudio Magris ha venido a denominar politesmo de valores. y en este espacio multiplicado, escaramuza de voces, la literatura se mantiene en alerta entre el anacronis-mo, el despropsito, la ambigedad agresiva y la presencia discordante; entre estticas del colapso y la urgencia; entre la desazn de ser reemplazable y la resistencia de dejar de creer en Italo Calvino: que hay cosas que slo puede decir y ofrecer, precisamente, la literatura.

    Gracias.

    BIEL MESQUIDAMuchas gracias, Sebasti Perell.

    y, a continuacin, nos hablar Pon Pons.

    Es poeta. Naci en Menorca. Se gana la vida como cate-drtico de Literatura. y ha publicado toda clase de textos: narraciones Vora un balc sota un mar inaudible; libros de poemas como Al Marge, Lira de Bova; traducciones como Quatre poetes portuguesos, El Salobre, Abissnia, Nura l-timamente, ha publicado una antologa castellana, Llamas escritas, y el primer volumen del Dillatari. Escribe a mano y entre velas en la caseta de guijarros de un terreno en el campo, que es el campo de Sa Figuera Verda.

    Pon Pons dice:

    Soy un poeta menorqun que ama la literatura y escribir es su forma de compromiso con el mundo.

    Pon Pons tiene la palabra.

    PON PONSBuenas tardes a todo el mundo, y muchas gracias.

    Estoy muy contento de estar aqu porque, despus de 34 aos, he vuelto ver a Basilio Baltasar, que era un lder mitinero y carismtico de la Universidad; he conocido a Eduardo Jord; he conocido a Flix de Aza, que es un hombre a quien yo haba ledo mucho; he conocido a uno de mis maestros, que es Juan Goytisolo Ahora slo me queda Perfecto Cuadrado, para acabar de ser feliz, eh? Supongo que Perfe vendr

    Pero bueno, yo antes que poeta soy una persona. y me gus-tara poder decir que intento -y siempre he querido ser una buena persona, que yo creo que es muy importante y que,

    a veces, es una cuestin que los escritores dejamos en un segundo plano.

    Antes que poeta... (yo siempre digo que cuando sea mayor quiero ser poeta) soy lector. Sobre todo soy un lector pasio-nal y un lector que, en ocasiones, escribe.

    Me han pedido que hable y lo har brevemente. Slo llevo una hoja de estas Cartografas literarias.

    Mirad, hay un asunto que es la geografa fsica, que es el paisaje. y a m el paisaje me interesa y me preocupa mu-cho. Aqu, el de Formentor, es exuberante, es una maravilla, y lo deben conservar. Es el territorio.

    yo cuando era nio viva en Menorca... S, yo soy menorqun, lo digo y lo dir siempre, estoy muy contento de ser menor-qun. Todo me gusta pero, sinceramente, yo soy de Menorca. y ustedes no lo saben, pero Dios es menorqun (Risas)

    Cuando yo era un cro le Robinson Crusoe. y a m me sor-prendi -yo era un chavaln, fui un lector precoz-, y cuando le aquella novela dije: ste es como yo. ste vive en una isla y yo tambin estoy en una isla! ... y empec a tener conciencia de que viva en una isla.

    Despus crec (fsicamente no demasiado, pero bueno, es igual), crec intelectualmente y le a lawrence durrell y Justine, por ejemplo. Me acuerdo de un fragmento que deca: Somos hijos de nuestro paisaje; nos dicta la conducta e incluso nues-tros pensamientos, en la medida que armonizamos con l. Toda mi vida he tratado de vivir en armona con mi paisaje, en consonancia con el paisaje.

    Ms adelante podramos hablar de la geografa humana, porque siempre hablamos de salvar el paisaje, el paisaje

  • 29 | Converses Literries a Formentor 2009 | Transcripcions

    fsico, pero lo que me encantara es que salvramos el pai-saje humano, que es el paisaje de las personas con las que yo convivo... Usted, yo, todos... y el paisaje humano lo de-jamos de lado... y es muy importante.

    Despus ya entraramos, para acelerar la intervencin y para que ustedes puedan hacer preguntas y todo eso, en la geografa literaria que aqu, bueno, est conformada por dos lenguas, que eso a veces crea conflicto... pese a que no debera crear ninguno. yo adoro las dos lenguas, since-ramente. Hablo cataln pero amo el castellano. y no estoy diciendo nada grosero, no es ninguna hereja. Por favor, la prensa que no me meta ah titulares de esos, porque me pueden crucificar eh?... Que yo s cmo funciona esto. Pero es verdad, yo amo profundamente el castellano tam-bin. Que lo sepan.

    Lo triste de la geografa literaria es que nosotros mismos, a veces, la convertimos en la geografa de los Balcanes, por-que hay cada batalla, cada guerra, cada envidia, cada zan-cadilla y cada miseria entre escritores... que si queris un titular la gente que estis haciendo los deberes lo podis poner: Pon Pons dijo: Mi mundo no es de este reino ... (Risas) ... Mi mundo no es de este reino, no me interesa nada de todo esto, no quiero saber nada.

    Miren, hay un concepto que me gusta mucho, es el concepto de Illomana [Islomana], de Illoman [conciencia de isle-o]. yo soy un Illoman y, sinceramente, no podra ser otra cosa. yo no s aqu vosotros en Mallorca, pero en Menorca estn obsesionados con promocionar la isla. y yo siempre les digo, en lugar de promocionar Menorca lo que deberais hacer es mantenerla en secreto (Risas)y sera el nico modo de mantenerla estamos muy bien los que estamos! Pero no, venga a promocionar!... tienen que acabar fasti-diando el paisaje.

    Veamos, vivir en una isla pequea y en un pueblo pequeo bueno, pequeo, yo vivo en un pueblo de aproximada-mente ocho mil habitantes, que ya est bienque ha crecido mucho no significa vivir cerrado. A m vivir en un pueblo pequeo me ha aportado dos cosas: me ha dado tiempo yo no necesito coger un metro para ir a trabajar; voy en cinco minutos y me ha dado identidad, en un pueblo pequeo eres alguien. Todo el mundo en mi pueblo sabe que yo soy el mejor poeta de mi calle, que es una calle pequea donde hay tres casas, de momento. Si empieza a crecer a lo mejor ya lo tengo ms complicado. Sin embargo, de momento.

    En muchas ocasiones hay gente que me ha dicho, ahora ya no porque me conocen: Pon-Huy! Ah est Elisenda. Hola, Elisendaahora se ha avergonzadoLa gente se aver-genza)Bueno, me decan: si vinieses a Barcelona te ira genial para hacer carrera literaria. Claro, y mi pregunta es: y qu significa hacer carrera literaria? Queris que deje todo lo que tengo para ir a Barcelona y empezar a meter codazos y a pegar zancadillas, y cosas raras, para llegar no s muy bien dnde? Es decir, yo lo que quiero es escrivivir, lo que quiero hacer es escrivivir en casa, en Menorca, en compaa de los amigos, de los animales, de toda la gente a la que quiero.

    El hecho de que viva en un pueblo pequeo quiero que que-de claro que es una opcin propia, pero yo vivo abierto al mundo, no vivo cerrado. Porque mi pueblo ah va otra fra-se de peridico-, mi pueblo es el mundo sta queda bien eh? Mi pueblo es el mundo. Voy dando titulares eh?, as les ahorro trabajo a estos chavales. Bueno, veamos, una novela ambientada en un lugar pequeo puede ser tan buena o me-jor que una novela con un ambiente tipo El Cdigo da Vinci. Comala, soy fan de Juan Rulfo, soy un gran fan de Juan Rulfo. Comala no es muy grande, es un lugar bastante pequeo. y es que no se necesita un gran espacio para escribir una gran

    Pon Pons

  • 30 | Converses Literries a Formentor 2009 | Transcripcions 31 | Converses Literries a Formentor 2009 | Transcripcions

    novela. Lo que deben intentar poesa y novela es trascender los lmites geogrficos. Es decir, que lo que est pasando en ese pueblecito pequeo pueda interesar a un to de Rusia o de la Conchinchina.

    Hoy en da los urbanitasyo s que aqu dentro hay gente que es de ciudad y yo lo respeto que adoran Barcelona y Ma-dridTodo eso est muy bien y yo lo respeto, pero que me respeten tambin a m. yo amo a mi pueblo, que es el mundo, pero encarnado en Menorca. Lo que deben hacer los urbanitas es trascender los lmites geogrficos y convertirse en universa-les. El problema es que, hoy en da, nos estamos alejando de la naturaleza, nos estamos apartando. yo la necesito, la reivindi-co. Soy un hombre de contacto diario con la naturaleza; adoro profundamente a la naturaleza, y lo que me preocupa es que novelas de Jean Giono, francs, y novelas de Delibes y aqu aprovecho para reivindicar a Delibes, un hombre que a m me parece una buena persona. yo lo reivindico-, este tipo de nove-las, deca, llegarn a ser ciencia-ficcin, porque no s ... yo, a veces, veo a nios que vienen de fuera, que van a Menorca, y ven una gallina iah, pap!... y esto qu es?... y t piensas, ni ms ni menos que una gallina, de toda la vida... No hay un contacto. Ven un escarabajo y se sorprenden... Noooo, cuida-do, no vaya a ser Kafka!

    A ver, ustedes no lo creern, porque ustedes no me creen, pero yo charlo con los animales. yo hablo con los animales, con Mesquida tambin, a veces (Risas) Tengo un perro, Gnter, que habla tres idiomas: sabe alemn, sabe caste-llano y sabe cataln... y el otro da estaba sentado junto a Gnter -es un perro viejo, pobre, medio ciego-, pero me deca dos cosas importantes. Me dijo: Pon, fjate bien. Los humanos habis inventado dos cosas terribles... yo le dije: Joer, Gnter, no me asustes!. Dice: S, s, s... habis in-ventado la tortura y la crueldad. y tiene razn. y es ms, yo me he fijado que los animales con los que convivo cada

    da no contaminan ni deterioran el espacio donde viven. Nosotros s.

    Vamos a la geografa, y con esto acabo. Mi geografa est hecha de lecturas. yo cuando leo a Basho o a Kobayashi soy japons; cuando leo a Tolstoi, soy ruso; cuando leo a Pessoa, soy portugus, y cuando leo, volver a Delibes, soy de Valladolid... y cuando leo a Machado, tambin, porque Machado me ha marcado mucho.

    Veamos, el concepto de patria. yo hice un poema por en-cargo de la Generalitat, o no s quin me lo encarg, para celebrar el Da de la Poesa. Lo hice a conciencia. S que el poema, que a alguien le gust, acababa diciendo: ... no hay ms patria que la vida. Es decir, desengaaos, la nica patria que tenemos es la vida, no tenemos ninguna ms.

    Con todo, a m me gustara reivindicar tambin una patria, la biblioteca, mi patria. El concepto de patria es muy peligroso, porque si entramos en nacionalismos de estos terroristas y talya no me interesa. Nacionalismos excluyentes, naciona-lismos de stos que patean a la gente por la calle... eso no es para m. Quiero decir, mi nacionalismo es aglutinador, es de tratar bien a todo el mundo, de vivir todos juntos...

    El problema de la geografa son las fronteras que ponemos, los muros que alzamosy eso es lo que rompe y destroza. Por eso a m me gustara dejar y es el ltimo titular que os doy un concepto que es el de la geografa de la conviven-cia. A m me gustara crear un espacio, una geografa de la convivencia donde todo el mundo tenga cabida, donde que-pan todas las lenguas, donde todas las lenguas se respeten, convivan, interaccionen...

    y os citar a Ortega y Gasset, un pensador de quien ya nadie habla, pobre. Ortega y Gasset, que saba bastante, dice: La

    forma soberana de vivir es convivir. y yo creo que lo de-beramos aprender. Por lo tanto, lo que propone aqu es un intercambio de ideas y, si alguien se anima, de fluidos... Lo que pasa es que yo he venido con mi esposa y no s cmo lo tendr, pero bueno, dejo la idea sobre la mesa.

    Mirad, aqu se citaba a Steiner quin de vosotros ha-ba citado a Steiner? No s. Bien, Steiner y Harold Bloom, que a m me parece uno de los mximos exponentes de los pensadores europeos, dicen, y, eso, me preocupa: La cultura no nos hace mejoresy yo no les quiero dar crdi-to, pero temo que tengan razn. y os pondr un ejemplo Voy bien de tiempo? S? Tres minutos y acabo, BielBien pues Hitler quera ser artista, quera ser pintor. y es una ls-tima que no lo hubiera conseguido, porque nos habramos ahorrado una cantidad enorme de muertes y, sobre todo, una frase terrible, terrible... Hitler dijo y nadie se acuerda-: La conciencia es un invento judoLa conciencia es un invento judo... yo creo que si perdemos la conciencia lo podemos perder todo... y la cultura no nos hace mejores, porque eso lo vemos en el mundo literario, que yo lo defi-nira con aquella frase de Kurtz que dice en El corazn de las tinieblas, al exclamar aquello de el horror, el horror... ! y aadira ms cosas al respecto, pero no me extender ms en este tema...

    El otro da le una entrevista. Un autor de teatro deca: Shakespeare es aburrido y slo escriba culebrones. A ver, por favor, a m no me toquis los huevos, que leo desde hace muchsimos aos (Risas)Eso no se puede hacer, no se puede decirFrente a tanta arrogancia y tanta imbeci-lidad debera existir una especie de guillotina simblicasimblica eh?... y ya est, por favor!

    El problema de las geografas es que hay iconoclastas de stos, de stos que querran dinamitar la cultura y hundir

    todos los pedestales para plantarse ellos mismos en lo alto. No seor, cabemos todos aqu, tenemos que vivir todos, tenemos que respirar todos, tenemos que convivir todos

    Otro problema que perciboZygmunt Bauman, un socilo-go muy famoso, afirma que la cultura se ha convertido en un producto comercial de consumo. y el peligro, para m, es el de la banalizacin de la cultura, la estamos banalizan-doy eso duele mucho a quien ama a la literatura.

    Para acabar, os dar una mala noticia. S, me gusta mucho la fsica, en cambio la qumica me cuesta un poco ms. Pero yo leo revistas de fsica, me apasiona... y le un estudio en el que se aseguraba que el mundo, dentro de cinco mil mi-llones de aos, se acabar. (Risas)... No, no os no riis... que veinte aos no es nada... Quiero decir que la cosa... Claro dentro de cinco mil millones de aos el sol se apagar, ni Shakespeare, ni Dante, ni Cervantestodo se acabar. Es decir, que la posteridad, la posteridad que soamos todos los que estamos hoy aqu dentro, tiene fecha de caducidad.

    Mientras tanto y con esto acabo y podis aplaudir si que-ris creo que nosotros debemos mantener viva, abierta y apasionada nuestra propia y personal geografa literaria.

    Muchas gracias. (Aplausos)

    BIEL MESQUIDAMuchas gracias, Pon Pons.

    y, a continuacin, tenemos a la nica mujer de la mesa. ya habris notado que es una mesa muy misgina, porque dominan los hombres, no hay paridad, no hay cuotas, no hay nada... Pero tenemos a una mujer, ha cado una mujer. y es una mujer que conjuga juventud, impertinencia, lucha y una gran conciencia del lenguaje. Eso es importante. Esta

  • 32 | Converses Literries a Formentor 2009 | Transcripcions 33 | Converses Literries a Formentor 2009 | Transcripcions

    mujer se llama Llucia Ramis, Lalu, e ir directamente a su propia voz.

    Eso lo dice ella, Llucia Ramis dixit:

    Llucia Ramis es prostituta cultural. Se ve en la televisin, en la radio y en los diarios para ganarse la vida y poder escribir novelas y relatos cortos. Adems de otros textos re-partidos en diversas revistas y antologas, ha publicado el libro Cosas que te pasan en Barcelona cuando tienes trein-ta aosTuvo un xito brutal, supongo que lo habis le-do, si no ah queda el spot publicitario. Y ha participado en las recopilaciones Odio Barcelona y Matar Barcelona. A pesar de que ha llegado a odiarla y llamarla asesina, no hay manera de sacar a Llucia de esa ciudad, donde vive desde hace catorce aos.

    Dice que ya est harta porque Barcelona siempre se est poniendo bonita, como una ratita presumida y, en realidad, est ms fea que nunca.

    Llucia, no obstante, aguanta (traga quinina, dira yo), pre-fiere ver, amar y aorar Mallorca desde la distancia.

    Tiene la palabra Llucia Ramis (Lalu)

    LLUCIA RAMISBien, llegados a este punto, pasar por alto el recorrido que han hecho estos seores, porque me he fijado en una cosa en la que no haba cado hasta ahora y es que geo, tierra, es un anagrama de ego, yo. y, precisamente yo os hablar de mi vida o, incluso, de mi vida antes de que yo existiera, es decir, mucho antes de que yo existiera.

    El 7 de septiembre de 1950, mis abuelos, que son belgas -los padres de mi madre-, se casaron y vinieron de viaje de

    novios al Hotel Formentor. Estuvieron un mes aqu y, bue-no, es algo que todava recuerdan bastante. y debo decir, antes de continuar, que no son ni Grace Kelly ni el Prncipe Rainiero, que tambin estuvieron de viaje de novios en el Hotel FormentorDurante en estos cincuenta nueve aos me parece que este Hotel Formentor ya se ha reformado dos veces, pero cuando ellos llegaron a Mallorca, slo haba un taxi e hicieron un viaje bastante largo: hicieron Bruselas-Pars, en tren; despus, en Pars, cogieron un avin hasta Barcelona; en Barcelona cogieron un barco hasta Mallorca... En aquel barco se dieron cuenta de que no haban reser-vado camarote para dormir, mi abuela estaba hecha polvo porque era el da de su boda y no poda dormir con su ma-rido. Al final encontraron una cama para ella -para l, no-, y mi abuelo se pas toda la noche paseando por el barco. Estuvo muy contento porque al da siguiente vio salir el sol en Mallorca, y eso result ser una especie de premonicin de lo que sera el resto de su vida.

    La cuestin es que llegaron a la isla, donde encontraron un nico taxi que los traslad hasta el hotel, y aqu haba un barco -estaban completamente incomunicados-, durante el mes que estuvieron aqu slo haba un barco, que iba de un lado al otro de la Baha, en la que ellos dicen que se vean delfines (yo no lo s, podra ser).

    La cuestin es que se encontraban tan a gusto, tan bien, que ellos me explican que un da, por la noche, bajaron un mo-mento a recepcin y dijeron: Maana queremos ir a misa de domingo. A qu hora sale el primer barco para ir a misa?. y el recepcionista se puso a rer y les dijo: Seores, hoy es domingo. y, bueno, as de a gusto estuvieron. En alguna oca-sin les he preguntado si conocieron a gente importante, de sta que pasaba por el hotel. y, evidentemente, mi abuela se parte de risa y me dice: Llucia, era nuestro viaje de novios y, como comprenders, no conocimos a nadie.

    Bueno, la cuestin es que mis abuelos volvieron a Blgica; tuvieron dos o tres hijos; despus se fueron a vivir a Astu-rias, estuvieron una temporada... tuvieron... en total tuvie-ron cinco hijos, entre ellos mi madre; despus se fueron a vivir a Madrid; mi madre se fue a vivir a Pars, de Pars fue a vivir a Asturias; en Asturias conoci a un mallorqun; ha acabado viviendo en Mallorca ... y mis abuelos, que haban venido slo de viaje de novios, al final, acabaron compran-do una casa en Mallorca, y ahora viven en Mallorca, que era un lugar con el que no tenan ningn vnculo, ms all de aquella luna de miel.

    Justo antes hablbamos de El Hacedor de Borges, que reali-za un trayecto, o sea, perfila un viaje que, al final, da como resultado el rostro de una persona, que sera una cartografa literaria. yo he hecho mi dibujo y no sale mi cara pero, bue-no, podra haber sido la ma perfectamente.

    En cualquier caso, me hace mucha gracia esta historia por-que Mallorca se supone que es uno de esos lugares, preci-samente, a los que no puedes volver. Hay sitios que van desapareciendo, a los que t vas y a los que sabes que, en una serie de aos... yo, por ejemplo, este verano he estado en Sri Lanka. y ves que en cuestin de 10 aos ese lugar ya no existir. Mallorca es uno de esos sitios que notas que poco a poco ha ido dejando de existir y, probablemente, dejar de existir.

    Antes nos referamos a Barcelona. yo me he fijado ms en Barcelona porque esta desaparicin es una desaparicin brutal, violenta... Cada maana, cuando veo las tripas de Barcelona, flipo por el hecho de que me est mostrando sus vergenzas sin ningn pudor y pienso: Por qu estoy aguantando eso? Por qu estoy viendo esta ciudad, de la cual me enamor hace catorce aos, que cada vez se parece menos a la ciudad de la que me enamor?... y por qu

    sigo viviendo aqu? Me lo pregunto prcticamente a diario. Es como muchas parejas, que te levantas a su lado y dices: hostia, ya huele, es una marrana, no se ducha, no puedo con ella o con l, pero como nos referimos a una ciudadPero no puedo hacer nada al respecto porque ya me he acostumbrado a su presencia. yo le pongo los cuernos a Madrid, que me parece una ciudad ms apasionada y, de vez en cuando, vuelvo a Mallorca, que no es una ciudad que yo haya elegido, sino que es como si fuera mi madre, con lo que no puedo hacer nada.

    Pero veo que est desapareciendo. y, de hecho, yo creo que la literatura consiste en ir a buscar estos pases o estos luga-res que estn desapareciendo, ya sea en la memoria ya sea fsicamente, para intentar recuperarlos de algn modo, no?

    Lo que pudo haber sido es material literario. Lo que fue tam-bin es material literario, pero le llaman Historia. Lo que ser yo creo que es literatura de ciencia-ficcin o discurso poltico. Pero este retorno, ya no memorstico -yo no estoy hablando de memoria este retornar constante a un lugar que ya no existe, o que cada vez existe menos, para m conforma la literatura, para m es la literatura.

    Claro, cuando a m me dijeron que estas Conversaciones se titulaban Geografas literarias pens: Qu tontera, porque ya no existen estas Geografas literarias. Lo que aparece en Internet est haciendo que podamos llegar a cualquier lugar -yo puedo ir por una calle de Singapur con el GeoMaps o me puedo meter en cualquier blog de los Esta-dos Unidos, que estar escrito de la misma manera que un blog de Francia... Puedo viajar por todo el mundo a travs de la escritura, empricamente, puedo encontrar informa-cin absolutadel mismo modo que se ha hecho crnica de Barcelona, desde Domnec De Bellmunt, Segarra, Merc Rodoreda, etctera

  • 34 | Converses Literries a Formentor 2009 | Transcripcions 35 | Converses Literries a Formentor 2009 | Transcripcions

    Todo el mundo que escribe de Barcelona, escribe desde el presente, pero son crnicas que, en breve, creo que dejarn de ser reales, sern crnicas de un pasado que nos parece-rn eso, lo que deca antes Pon Pons, qu es una gaviota? ...

    y tengo la impresin de que Mallorca, siempre est expli-cada ya desde el pasado. No se ha explicado una crnica presente, siempre se ha explicado pensando en el pasado.

    Entonces, claro, yo pensaba que lo que a m me ha hecho ms ilusin de venir aqu es que, a parte de aprovechar la oportunidad de poder ir a cualquier sitio, acabamos vol-viendo todos aqu que, en el fondo, s que resulta ser un lugar al que podemos volver y eso es algo que todava me consuela.

    Soy as de breve porque soy periodista y s que el tiempo apremia.

    BIEL MESQUIDAMuchas gracias, Llucia.

    Los organizadores nos deberais decir algo, porque son las seis menos tres minutos y Cunto tiempo tenemos? Quince minutos? Bien, pues ahora creo que es el momento de hablar con el pblico. De todos modos, yo deseara citar, que es una fiesta para el gran cartgrafo literario, para el gran maestro Borges, con esta frase que es del eplogo de El Hacedor, cuando dice: Un hombre se propone la tarea de dibujar el mundo a lo largo de los aos, puebla un espacio con imgenes de provincias, de reinos, de montaas, de ba-has, de naves, de islas, de peces, de habitaciones, de ins-trumentos, de astros, de caballos y de personas. Poco antes de morir descubre que ese paciente laberinto de lneas traza

    la imagen en su cara.y ahora tenis vosotros la palabra. Lo que queris decir, preguntar, discursear, predicar, etctera. ...

    La primera pregunta es siempre como un misterioNoso-tros tambin formamos parte del pblico, eh?

    Flix, no quieres decir algo, no quieres preguntar algo, no tienes ninguna curiosidad?

    FLIx DE AZAEeeehMe parece que no (Risas).

    BIEL MESQUIDANo tenis... ? Os ha provocado como una especie de relaja-cin, de afasia, de alejamiento del pensamiento... Os habis quedado medio aletargados y aturdidos, medio adormila-dos Estos discursos os han amodorrado... Os veo muy tranquilos... No os han provocado cotilleo alguno. No nos queris preguntar algo? Tenis aqu a cinco personas con muchas historias.

    PREGUNTA PARA FLIx (de una persona del pblico)Pequea pregunta. T comentabas algo relacionado con el lmite tico que hay en algunos procesos narrativos, si son estrictamente basados en la realidad o si son ficcin... Ha habido un momento que me ha parecido entender que t introducas un elemento tico, es decir, si la manipulacin llega a determinado momento, entonces ese gesto del autor no me parece tico, sino que me parece una inmoralidad, entre comillas (No recuerdo que hayas dicho esta palabra, la utilizo yo para entendernos).

    Entonces para m, la pregunta sera: En qu momento si-tas t un lmite en el cual un autor incurre, o no, en esa falta de tica a la hora de manipular un determinado mate-

    rial literario? Pienso, concretamente, o bien en lo biogrfico, que t apuntabas, o bien en lo que es estrictamente factual, es decir, lo que se inspira. En el caso de Cercas, por ejemplo, bueno Soldados de Salamina es una novela... Bueno, eso es un tema sobre el que podramos hablar largo, porque para m no lo es, en absoluto, pero lo que yo opine a la gente no le interesa nada... Pero t lo contraponas al ltimo libro Anatoma de un instante, creo que se llama no? Entonces, en qu momento existe esa libertad del autor y en qu mo-mento se incurre o no en una falta, digamos, deontolgica o de tica del autor, a la hora de manipular o no un material.

    FLIx DE AZACreo que entiendo la pregunta.

    S que he usado la palabra inmoral. He dicho que s, que es inmoral, pero no lo deca en contra. O sea, creo que hoy, cada vez ms se produce ese tipo de manipulacin y que es inmoral, pero que, por otra parte, da lo mismo porque ese proceso de debilitacin de la verdad se est produciendo en todos los rdenes, no slo en la novela, no?

    Es como si se hubiera invertido cuando Rojas, o cualquier escritor renacentista o medieval, tena que sacar escenas obs-cenas... Deca que lo haca para que la gente se moralizara, o sea, ahora es todo lo contrario, es una cosa muy curiosa: se invierte la figura y, entonces, se presentan acciones per-fectamente morales para desmoralizar, para acabar con una posibilidad de que todava exista una verdad tica, no?

    Pero eso es un efecto general. La debilitacin de la verdad, por ejemplo, donde es absolutamente desastrosa es en la ciencia y, a pesar de todos los esfuerzos, sobre todo anglosajones, por poner de manifiesto la catstrofe que ha significado la in-determinacin de la verdad, sobre todo de la escuela france-sa, sobre todo de Foucault y Derrida... sobre todo de Foucault

    y Derrida en Estados Unidos lo que ha producido no?A pesar de todo yo creo que, en este momento, esa es la posicin ms fuerte... Esa posicin es, a mi entender, abso-lutamente inmoral. y, entonces, en la literatura se produce una especie de permeabilidad o de smosis, en la que pa-rece como si tambin fuese posible construir una verdad o una tica cuando, en realidad, lo que se est construyendo es una esttica y, claro, es muy peligroso. Recuerda lo que deca Benjamin sobre los nazis no? El momento en que la tica se convierte en una esttica.

    PON PONSPuedo aadir un comentario a lo que estbais diciendo? yo os escuchaba. Mira, lo que decas de la tica, que creo que es una palabra importante o, por lo menos para m, es importante. Oscar Wilde deca que la esttica es superior a la tica. yo recuerdo que conoc al profesor de literatura Jos Mara Valverde, que dijo aquello famoso de nulla este-tica sine etica.

    y, por alusionesA m lo que me preocupa es el desfase que hay entre vida y literatura. y os pondr un ejemplo. De jovencillo fui a Francia a trabajar. Tena 18 aos y me quera ir de Espaa... y fui a vender gasolina all todo un verano, doce horas de trabajo, domingos incluidos. Descubr a Cli-ne y Cline me entusiasm. yo no haba ledo nunca algo parecido, en francs... Voyage au bout de la nuit y pen-s: Aaah, qu escritor!Claro, fui buscando cosas sobre Cline y, despus, descubr, en fin, su mundo antisemita, pronaziy eso me cre una gran incomodidad.

    y otro autor que a m me gusta mucho, lo digo pblicamente, tiene dos obras extraordinarias: una se llama Hambre (Fam-me) y la otra es Bendicin de la tierra, lo le en castellano... Knut Hamsun. A m estas dos obras me deslumbraron, sobre todo Bendicin de la tierra, y dije: Quin es el Hamsun ste?

  • 36 | Converses Literries a Formentor 2009 | Transcripcions 37 | Converses Literries a Formentor 2009 | Transcripcions

    Busqu cosas sobre l y resulta que es un tipo descaradamente nazi y tal... Eso tiene que ver con la tica tambin... No s, claro, una cosa es el autor y la otra es la obra.

    De todos modos, y ahora acabo y podis decir lo que que-ris, hay una frase terrible tambin... Molire, Molire era un puetero Os he dicho antes que deberamos intentar ser buena gente, buenas personas, pero Molire dijo: Se puede ser buena persona y hacer los versos mal...

    LLUCIA RAMISyo, al contrario, creo no en la propia persona, no en el autor, sino dentro de la misma obra, el concepto de ficcin pro-porciona -en mi opinin muchas excusas y muchas justifi-caciones para reescribir la historia o para escribir historias con nombres muchas veces reales, o fechas reales... y con la excusa, con la justificacin de que eso es ficcin, puedo hacer lo que me d la gana

    Aqu s creo que falta, a menudo, un poco de tica, porque se hace con esa excusa. ya no entramos en el propio autor eh?, sino dentro de la misma obra. y eso empieza a ser bastante habitual y es una tendencia que est creciendo bastante.

    BIEL MESQUIDAPodras poner ejemplos?

    LLUCIA RAMISNo (Risas)Podra, pero no.

    BIEL MESQUIDAQu desastre! Tan joven y tan tmida.

    JUAN CRUZA m me ha alegrado que Pon Pons haya citado a Hamsun, porque cuando yo era jovencito lea mucho a Knut Hamsun,

    sobre todo Hambre, que me pareca un libro fantstico. Pero no saba que era nazi ni nada. y lo lea con mucha delec-tacin y fue uno de los autores que ms quise en aquel tiempo.

    y hace unos aos, casi veinte aos, me parece, fui a ver a Carlos Barral a Barcelona, para ofrecerle la posibilidad de escribir sobre libros ya publicados u otros que l eligiera... en El Pas, en el suplemento literario... que, por cierto,