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Alfons Martinell – 2001 - 1 LA GESTION CULTURAL : SINGULARIDAD PROFESIONAL Y PERSPECTIVAS DE FUTURO (Recopilación de textos) Alfons Martinell Sempere Titular de la Cátedra Unesco Presidente de Interarts 2001

Gestion Cultural Alfons Martinell

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  • Alfons Martinell 2001 - 1

    LA GESTION CULTURAL : SINGULARIDAD PROFESIONAL Y

    PERSPECTIVAS DE FUTURO (Recopilacin de textos)

    Alfons Martinell Sempere Titular de la Ctedra Unesco

    Presidente de Interarts 2001

  • Alfons Martinell 2001 - 2

    INDICE

    1. Antecedentes entre la bsqueda de identidad profesional y la

    consolidacin de una oferta formativa

    3

    2. Una aproximacin al porqu del concepto de gestin cultural

    9

    3. Competencias y perfiles del gestor cultural

    13

    4. Sectores, mbitos y campos de actuacin de la gestin cultural

    19

    5. La formacin en gestin cultural: nuevos contenidos para

    nuevas capacidades.

    22

    6. Adaptabilidad de la formacin de gestores culturales a nuevos

    escenarios.

    25

    7. Gestin Cultural: Formacin y Empleo. Una apuesta hacia su

    Internacionalizacin (Proyecto Format)

    29

  • Alfons Martinell 2001 - 3

    1. Antecedentes entre la bsqueda de identidad profesional y la consolidacin de una oferta formativa

    A pesar que la cultura siempre ha reclamado algn tipo de organizacin por parte de la

    comunidad, la gestin cultural, como la entendemos hoy en da, es un campo de

    actuacin muy reciente. Podramos afirmar que a pesar de su rpido crecimiento en los

    ltimos aos an est en fase de estructuracin y definicin.

    Como en otros aspectos de la vida social, la realidad de nuestros pases ha obligado a

    realizar unos procesos de configuracin de estas nuevas profesiones en unos perodos

    de tiempo muy cortos. Estos procesos no se han podido desarrollar de la forma ms

    gradual como se han generado en otros pases ms desarrollados o ms estables

    polticamente.

    De pronto aparecen en el espectro de una realidad social concreta, casi por generacin

    espontnea, un conjunto de ofertas y demandas de empleo y formacin que evidencian

    la emergencia de un nuevo sector profesional . En estas formaciones se encubre la

    bsqueda de una identidad de los agentes que han recibido el encargo de desarrollar e

    institucionalizar estos nuevos servicios de la sociedad, como un anhelo a un

    reconocimiento social de su funcin.

    El campo de la cultura no presenta, en este aspecto, muchas diferencias de otros que se

    han realizado en el desarrollo de los principios del estado del bienestar en los ltimos

    aos y el desarrollo de nuevas polticas pblicas.

    Para presentar la realidad de la gestin cultural es necesario enmarcar el concepto de

    formacin y profesionalidad en el referente ms amplio de los procesos de configuracin

    de las nuevas profesiones. stas no se desarrollan y configuran a partir de un proceso

    planificado en el que las instituciones formativas se dedican a preparar las nuevas figuras

    profesionales que la sociedad necesitar en el futuro. Sino que emergen, en el mercado

    laboral, de forma rpida generando, a su alrededor, un campo de necesidades y

    demandas que provocan la existencia de unos procesos de profesionalizacin y una

    oferta de empleo.

    Los procesos de democratizacin, la descentralizacin del Estado y el desarrollo de un

    mercado cultural, han producido un crecimiento significativo de profesionales tanto en el

    sector pblico, el ms importante, como en otros mbitos de los agentes que intervienen

    en el campo cultural.

  • Alfons Martinell 2001 - 4

    En ese sentido, hemos de entender que la formacin de gestores culturales es un

    elemento ms del amplio y transversal anlisis necesario para conocer cmo se han

    desarrollado las polticas culturales en nuestros pases.

    Desde una posicin terica consideraramos que toda poltica cultural ha de desarrollar

    unos objetivos y unas estrategias incorporando una accin formativa dirigida a la

    capacitacin las personas que han de desarrollar estos objetivos. Pero la realidad de

    cmo se han desarrollado las polticas culturales territoriales, nos evidencia que a pesar

    de no contemplar entre los objetivos de las mismas su funcin formativa, sta se

    desarrolla fruto de un proceso complejo en el que tienen un papel predominante los

    mismos gestores y las instituciones en las que ejercen su profesin .

    A continuacin presentamos un esquema sobre el proceso que ha generado en nuestro

    pas esta demanda de formacin que ms adelante estudiaremos en detalle:

    REALIDAD SOCIAL/ ENTORNOPROBLEMTICAS SOCIALES

    CREACIN DE SERVICIOSINSTITUCIONALIZACIN

    AGENTES SOCIALES

    PROFESIONALIZACIN

    MERCADO DE TRABAJO

    ENCARGO SOCIAL

    ACOMODACININEFICACIA

    DESINTERES

    PERDIDASFUGAS

    TANTEOS

    DEMANDA / NECESIDADDE FORMACIN

    Como se puede observar en el grfico anterior la realidad territorial y el entorno generan

    unas necesidades, unas demandas que, unidas a unas voluntades de los agentes

    sociales que acceden a la direccin de las organizaciones culturales, originan un proceso

    de desarrollo de polticas de accin cultural territorial. El sistema poltico prximo, a la

    accin cultural, es el que incide de forma ms directa en la institucionalizacin de

  • Alfons Martinell 2001 - 5

    servicios, equipamientos, actividades, etc. que van creando un campo de actuacin que

    no exista hasta estos momentos.

    Estos procesos se realizan, de forma muy intensa, en Espaa en las dcadas de los

    ochenta noventa como resultado de la interpretacin de las nuevas administraciones de

    las demandas que los ciudadanos haban desarrollado durante muchos aos. En otros

    pases de Latinoamrica estos procesos se han desarrollado de forma muy diversa y de

    acuerdo con sus particularidades, pero se puede afirmar, a pesar de las distancias, que

    existen algunos factores comunes.

    De esta manera el agente Estado interviene en nuestro contexto social de forma enrgica

    y contundente con procesos de legitimacin de demandas y necesidades de la poblacin

    y la institucionalizacin de organizaciones culturales. Que ira extendindose con un

    crecimiento significativo del tercer sector asociativo y las empresas e industrias privadas.

    Este proceso se realiza gracias a la aprobacin de polticas pblicas aportando unos

    recursos y generando una necesidad de profesionales que desarrollen estos programas.

    Por otro lado los procesos de comercializacin cultural, el aumento de demanda de

    servicios culturales y el desarrollo de un mercado incide en el desarrollo de unas

    iniciativas privadas muy significativas.

    En estos procesos se va construyendo lo que se conoce como un encargo social a unos

    colectivos indefinidos que abandonan otras dedicaciones y se profesionalizan en el sector

    cultural. Esta profesionalizacin se produce sin ningn referente conceptual previo, ni

    concrecin del perfil profesional deseado. En resumen se necesita una mano de obra que

    desarrolle estos nuevos objetivos y sta se va a buscar en los marcos sociales ms

    prximos, tanto a nivel poltico como conceptual (educacin, asociacionismo, trabajo

    social, actividad creativa, etc.).

    Estas incorporaciones se realizan sin la definicin de perfiles claros ni las exigencias de

    formacin especficas. La urgencia de la intervencin reclama, de alguna manera, una

    mano de obra activista que sea capaz de realizar rpidamente unas acciones e

    institucionalizaciones que permitan visualizar los cambios que se estn produciendo en la

    sociedad.

    Pero esta profesionalizacin urgente, rpidamente se encuentra con los lmites propios

    de su realidad contextual, con unas problemticas que por su complejidad creciente y

    dificultades tcnicas no se dominan por falta de formacin y experiencia.

    De esta manera aparece un primer impulso de demanda de formacin para dar

    respuesta a las preocupaciones de estos nuevos agentes y a neutralizar las tensiones

    que aparecen ante dificultades no practicadas anteriormente.

    Esta primera demanda de formacin obliga a dar una respuesta desde diferentes niveles

    sociales, como ms adelante detallaremos. Pero tambin evidencia un estancamiento e

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    ineficacia en estos nuevos puestos de trabajo sin una preocupacin por el mejoramiento

    de la tarea y una acomodacin burocrtica a nuevos puestos que se generan

    bsicamente en la administracin.

    Por otro lado estos procesos de profesionalizacin tambin se convierten en unas

    situaciones de tanteo entre un encargo social y el profesional continuado o una

    permanencia temporal en la funcin. La vivencia de una experiencia pasajera en el

    encargo recibido, o fugas de retorno a la funcin de origen, o a otras funciones, da un

    cierto carcter de trabajo experimental y por tanto de no consolidacin profesional.

    En este sentido observamos, durante algunos aos, una gran movilidad laboral de estos

    profesionales de la gestin cultural y una consideracin de funcin de paso o temporal sin

    que se consolide como una accin profesional estable.1

    Por esta razn, en los primeros aos de encargo profesional en ese sector se desarrollan

    una serie de actividades que las podramos denominar como de encuentro-formacin, a

    travs de jornadas, congresos, seminarios que no tienen un componente formativo, en el

    sentido estricto, en su diseo pero que ejercen una funcin capacitadora clara y explcita

    de estos nuevos profesionales de la gestin cultural. Muchas de estas actividades se

    orientan ms al intercambio de experiencias que a la constitucin de un corpus formativo

    o un programa de contenidos explcito y, en muchas ocasiones, sirven para descubrir,

    desde posiciones de un cierto aislamiento, como la existencia de otros profesionales, que

    han recibido encargos similares y que poco a poco constituyen una representacin social,

    estn configurando un sector y una profesin especfica.

    En la medida que los procesos de formacin y configuracin profesional se van

    desarrollando y normalizando, aparecen otros factores que inciden en la complejidad de

    las relaciones e interdependencias en la construccin de un sector social propio y de

    unas figuras profesionales especficas.

    La gestin cultural no la podemos definir como una ciencia, ni se puede contemplar

    dentro de un marco epistemolgico propio, sino que es fruto de un encargo social que

    profesionaliza a un nmero considerable de personas en respuesta a unas necesidades

    de una sociedad compleja. Esto le da una perspectiva pluridisciplinar muy importante que

    no podemos olvidar, pero reclama que el propio sector realice las aproximaciones

    necesarias para la construccin de un marco terico y conceptual de acuerdo con las

    necesidades propias de esta funcin. En ese sentido, creemos que los escasos procesos

    de investigacin y reflexin en el campo de la gestin cultural representan un aspecto

    negativo en el panorama actual. Podemos afirmar, con cierta tristeza, que la edicin de

    1 En este sentido la realidad de Amrica Latina es ms evidente ya que la mayora de estructuras de las administraciones cambian con las alternancias polticas.

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    trabajos y reflexiones en este campo y la recopilacin de datos que permitan estudiar con

    profundidad ciertos aspectos del sector cultural, no disponen de una suficiente

    consideracin de acuerdo con lo que representa el sector en la actualidad. Nos referimos

    a la ausencia de un nivel de investigacin y de documentacin serio que complemente

    estas relaciones de forma ms complejas que las que se han desarrollado en los ltimos

    aos.

    El diseo y desarrollo de nuevas polticas culturales para este siglo reclamar un nivel de

    toma de decisiones mucho ms fundamentadas y rigurosas que las que se han tomado

    hasta este momento. De esta manera el mismo sector necesita disear proyectos

    basados en estudios ms profundos que la intuicin de los representantes polticos o de

    los tcnicos con ms o menos experiencia.

    De acuerdo con las reflexiones anteriores y considerando algunos datos del sector

    cultural, podemos aventurarnos a realizar algn tipo de propuestas en relacin con la

    formacin de gestores culturales que se fundamentan en nuestra experiencia y en una

    lectura del panorama de la actualidad:

    a) En primer lugar hemos de aclarar que cuando hablamos de gestores culturales

    nos estamos refiriendo a unos perfiles muy concretos y que no abarcan todas las

    profesiones del sector cultural que es mucho ms amplio y con muchos ms

    niveles de los presentados en esta reflexin.

    Por esta razn, hemos de tener presente que se han realizado ya algunas

    investigaciones apuntan a la recopilacin y ordenacin de las profesiones o la

    familia de profesiones alrededor del sector cultural que es mucho ms amplio que

    el concepto de gestor cultural.

    b) Las formaciones que se han desarrollado durante los ltimos quince aos,

    tienen su valor en haber generado un proceso amplio en una sociedad que no

    tena estructurado un nivel profesional en el campo de la gestin cultural, pero

    tambin tienen un cierto componente de tanteo experimental y de apertura del

    sector que est evolucionando constantemente fruto de esta relacin entre accin

    formativa y estructuracin profesional.

    c) Desde la experiencia que disponemos, consideramos que no sera conveniente

    la estructuracin de unos estudios de grado universitario (diplomado y licenciado) 2en este sector y mantenemos, de acuerdo con la concepcin pluridisciplinar del

    sector cultural, la existencia de estudios de tercer ciclo (postgrados y master)

    dedicados a diferentes aspectos de la gestin cultural. Con esta posicin

    entendemos que a estos niveles de especializacin se podra acceder desde una

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    diversidad de disciplinas3 que, de alguna manera, mantuvieran el sector de la

    gestin cultural dentro de esta visin amplia y transversal que fomenta la relacin

    entre diferentes formaciones bsicas disciplinares.

    d) Por otro lado, tambin observamos que la existencia de formaciones, que

    podemos denominar gestores culturales genricos, han ido evolucionando con la

    necesidad de la existencia de cursos de especializacin mucho ms concretos en

    sectores que, por sus caractersticas, han construido un referente propio. Nos

    estamos refiriendo a sectores como el patrimonio, artes visuales, comunicacin,

    cooperacin internacional, etc.

    e) Finalmente, proponemps la necesidad que los contenidos dela gestin cultural

    se incorporen y se relacionen en dos niveles totalmente diferentes. Por un lado la

    incorporacin de algunas asignaturas optativas e introductorias para los alumnos

    que estn realizando estudios de grado en diferentes disciplinas, y por otro lado la

    necesidad de incorporar la perspectiva y gestin cultural dentro de otras

    especialidades que hasta este momento se consideraban lejanos de la gestin

    cultural pero que realidad est demostrando su ntima relacin con ella. Nos

    referimos a sectores como pueden ser turismo, ocio, comunicacin, relaciones

    internacionales, economa, derecho, etc.

    2 Sin desvalorizar algunas iniciativas que pueden tener su razn de acuerdo con necesidades contextuales. 3 La diversidad de la gestin de la cultura reclama aportes de todas las disciplinas y un anlisis del empleo en este mbito nos evidencia la necesidad de perfiles con una formacin de base en disciplinas tan dispares como la economa, la historia, la antropologa, la ingeniera, etc. Solo hemos de realizar una encuesta entre los profesionales de la gestin cultural actual para apreciar esta diversidad. Considero que esta pluridisciplinariedad se convierte en un gran valor de este sector

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    2. Una aproximacin al porqu del concepto de gestin cultural

    El mundo actual esta en constantes cambios. En estos desordenes gestionar significa reaccionar a este cambio continuo, percibirlo y evaluarlo, decidir acciones para ponerse en marcha y actuar. Esta accin se convierte ella misma en una parte del flujo de los acontecimientos, ideas y cambios que conllevan nuevas percepciones, evaluaciones y futuras acciones. (Checkland,P.B)

    Sin pretender definir el concepto de gestin, en sus diferentes interpretaciones,

    podemos afirmar que surge como contraposicin, en el mundo empresarial, a un

    nuevo modelo y finalidad del sistema productivo. Drucker estableci tres grandes

    periodos de la evolucin de las organizaciones :

    En esta ltima etapa se abandona el inters desde los modelos tayloristas y

    mecanicistas a una mayor preocupacin por los procesos y los objetivos ms amplios

    que la produccin. En estas nuevas tendencias influyen reflexiones ms cercanas a la

    corriente de las relaciones humanas y los procesos de toma de decisiones , como de

    las crticas de los neo estructuralistas y las nuevas reflexiones a las teoras de las

    organizaciones.

    Existe una adecuacin a un nuevo modelo de sociedad que reclama algo ms que la

    transposicin de la ingeniera a las organizaciones. Poco a poco la sociedad compleja

    reclama atencin a nuevos enfoques a las polticas del Estado del Bienestar y la

    ampliacin de los campos de actuacin de las polticas pblicas exigen la

    incorporacin de nuevas formas y conceptos de direccin y administracin a los

    amplios recursos que se ponen a disposicin de estos nuevos campos.

    En este sentido se empiezan a poner en duda las posibilidades de las corrientes

    burocrticas para dar respuesta a estas nuevas necesidades y formas de llevar a cabo

    nuevos objetivos en el sector pblico y privado. La crtica a los modelos weberianos

    Drucker Drucker (1993)(1993) establece tres establece tresperiodos del modelo capitalista:periodos del modelo capitalista:

    Revolucin industrial1750-1850

    Revolucin de la productividad1850 - 1950

    Revolucin de la gestin1950 -1980

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    de administracin 4 clsica del Estado empiezan a introducir, con mayor o menor

    fortuna, algunas de las corrientes y reflexiones procedentes del sector productivo. Este

    proceso va unido a un desarrollo del sector terciario y los servicios como al valor

    aadido de los intangibles en el campo de los negocios.

    Desde la perspectiva de estos cambios podemos situarnos ms cerca de los

    planteamientos que consideran las organizaciones culturales como estructuras

    intensivas en complejidad. En el esquema siguiente podemos observar tres tipos de

    organizaciones que pueden representar tres etapas o niveles superpuestos, Su

    anlisis se realiza desde el lenguaje a utilizar y los modelos de actuar ante sus

    finalidades.

    A pesar de la coexistencia de estos tres niveles el sector cultural tiende a polticas ms

    cercanas a las organizaciones de la complejidad que a las burocrticas ( aunque estas

    permanezcan en algunos campos). Los proyectos significativos e innovadores se

    configuran a partir en marcos de gestin ubicados en nuevas legitimidades y en

    sistemas de organizacin mixtos, donde lo privado, lo pblico colaboran y establecen

    sinergias. A este fin la gestin, como nos dice Laufer, es el lenguaje ms apropiado.

    En estos contextos, las nuevas ideas de gestin llegan al sector social, educativo y

    cultural como exigencia a una mayor eficacia y eficiencia de sus fines y por la

    importancia econmica de sus polticas. Los modelos de administracin clsicos se

    ven desbordados por las nuevas necesidades y polticas y entran en una crisis

    profunda de rendimiento ( situacin que en la actualidad se sigue viviendo en lo

    cotidiano de la vida cultural).

    4 No podemos olvidar que la palabra administracin tiene un sentido muy diferentes en los pases anglosajones y en algunas traducciones de autores de esta procedencia

    LAS INSTITUCIONES CULTURALES COMO LAS INSTITUCIONES CULTURALES COMO ORGANIZACIONES DE LA COMPLEJIDAD ORGANIZACIONES DE LA COMPLEJIDAD

    ORGANIZACIONES BUROCRTICAS

    ORGANIZACIONES ESPECIALIZADAS

    ORGANIZACIONES DE LA COMPLEJIDAD

    Principio de sumisin jerrquica. Respeto a la regla jurdica.Lenguaje administrativo / legal

    Principio de especializacin. Respeto a los principio tcnicos.Lenguaje tcnico - administrativo

    Principio de dificultad de lmites entre lo pblico y privado.Ambigedad legitimidad. Lenguaje de la gestin

    ( Sobre una idea de LAUFER (1985)

  • Alfons Martinell 2001 - 11

    La realidad contempornea reclama una mayor exigencia en todos los campos para

    justificar y evidenciar la necesidad de la inversin pblica como para conseguir los

    nuevos objetivos que se plantean. Tambin para exigir un mayor compromiso en los

    resultados y los procesos de definicin de responsabilidades profesionales.

    El concepto de gestin se incorpora a nuevos sectores de la vida social, como

    expresin de una necesidad de dar respuesta cualificada a unos nuevos retos de la

    sociedad. Observamos como se desarrollan nuevos campos: gestin del turismo,

    gestin del medio ambiente, gestin de la calidad de vida, etc

    En el campo social y cultural, donde su actividad ha estado muy unida a las

    posiciones ideolgicas o filantrpicas, existe la necesidad de diferenciar estas

    posiciones de las surgidas por estos nuevos encargos sociales. A los profesionales de

    este campo, sin pretender una neutralidad falsa, se les reclama un rigor profesional sin

    el peso ideolgico de su intervencin como actores sociales.

    El concepto de gestor es un concepto de profesionalidad que se puede caracterizar

    por los siguientes capacidades genricas:

    Capacidad de establecer una estrategia y poltica de desarrollo de una

    organizacin

    Capacidad de definir unos objetivos y finalidades a desarrollar

    Capacidad de proyecto

    Capacidad de visin

    Capacidad de combinar los recursos disponibles: humanos, econmicos,

    materiales, etc

    Capacidad de aprovechar las oportunidades de su entorno

    Capacidad de desarrollar un conjunto de tcnicas para el buen funcionamiento

    de una organizacin

    Capacidad de relacin con el exterior

    Capacidad de adaptarse a las caractersticas del contenido y sector profesional

    de su encargo

    Estas capacidades se diferencian considerablemente de los antecedentes del trabajo

    voluntario en el sector cultural y se aproximan a un compromiso y responsabilidad

    profesional.

    Por otro lado adquieren un contenido distinto de las particularidades de la

    administracin clsica a partir del debate de las nuevas tendencias de la gestin

    pblica y la crtica a las estructuras burocrticas para adaptarse a las nuevas

    necesidades sociales. En este contexto emerge el concepto de gestin fruto de unas

  • Alfons Martinell 2001 - 12

    demandas ms especializadas y la necesidad de garantizar un buen uso de los

    recursos disponibles. Podemos realizar un aproximacin a partir de esta comparacin

    ADMINISTRACIN GESTIN

    Administrar significa mandar sobre una estructura jerarquizada

    Administrar est sujeto a los procedimientos, normas controles que garantizan la correcta utilizacin de los recursos

    Administrar es un acto ms mecnico

    Administrar se centra en el funcionamiento tradicional y piramidal

    Administrar se evala sobre el procedimiento ms que sobre el resultado

    En la administracin la responsabilidad es pblica, sujeta a los procedimientos, normas y legislaciones que han de prever todas las posibles situaciones

    Gestionar significa conducir los asuntos de alguien y ejercer autoridad sobre una organizacin

    Gestionar significa utilizar el conocimiento como mecanismos de mejora continua

    Gestionar no se centra en la jerarqua sino a la capacidad de promover innovacin sistemtica del saber y su aplicacin a la produccin o el resultado

    En la gestin la responsabilidad es ms privada e individual

    Gestionar reclama ms autonoma a cambio de auto responsabilizacin de los resultados

    El derecho a dirigir y el deber a rendir cuentas

    En este sentido consideramos que la gestin es una forma de entender la accin

    dentro de la complejidad. Un lenguaje complejo que nos aleja de la estricta casualidad

    de los hechos o la rutina del mantenimiento y nos acerca mucho ms al concepto de

    poltica ( entendida como opcin). La gestin reclama una capacidad de definir

    objetivos y disear el proyecto como eje y metodologa de la accin. La gestin exige

    un cierto gusto por la autonoma para decidir el curso de la accin y libertad para

    resolver los problemas que emergen en la ejecucin. La gestin se aproxima a una

    cierta creatividad en la bsqueda de alternativas e innovacin con una gran

    sensibilidad de atencin al exterior y a los procesos de su contexto.

    Y especficamente en el sector cultural, gestionar significa una sensibilidad de

    comprensin, anlisis y respeto de los procesos sociales en los cuales la cultura

    mantiene sinergias importantes. La diferencia entre la gestin genrica de cualquier

    sector productivo se encunetra en la necesaria capacidad de entender los procesos

    creativos y establecer relaciones de cooperacin con el mundo artstico y sus

    diversidades expresivas. La gestin de la cultura implica una valoracin de los

    intangibles y asumir la gestin de lo opinable y subjetivo circulando entre la necesaria

    evaluacin de sus resultados y la visibilidad de sus aspectos cualitativos. La gestin de

    la cultura ha de encontrar unos referentes propios de su accin adaptndose a sus

  • Alfons Martinell 2001 - 13

    particularidades y encontrar una forma de evidenciar, de forma muy diferente, los

    criterios de eficacia, eficiencia y evaluacin

    En este marco de reflexin, cuando tuvimos que definir nuestra accin como

    profesionales del campo de la cultura, en el mbito de las administraciones pblicas

    como en el desarrollo de un sector privado y asociativo cada vez ms potente, nos

    identificamos ms en el concepto de gestin.

    Entendemos que este referente se aproxima ms al encargo social de una sociedad

    en cambio, y a una profesionalidad mucho ms de acorde con los tiempos actuales. La

    gestin cultural se construye sobre una opcin de entender la funcin del profesional si

    entrar en otros aspectos del mundo cultural que han de quedar en manos de sus

    verdaderos protagonistas ( creadores, polticos, ciudadanos, etc)

    La gestin cultural no construye un campo disciplinario propio, aunque le falta y ha de

    conseguir una mayor reflexin especfica, sino que se articula o nutre de las

    aportaciones de otras disiciplinas , etc.. Construyendo un nuevo campo de accin que

    reclama de una visin muy amplia y global. Por esta razn los sectores ms

    avanzados de este sector se estn construyendo a partir de trabajos pluridisciplinares

    y en centros de estudios culturales que permiten articular una participacin diversa y

    variada que la cultura contempornea reclama.

    La gestin cultural como campo profesional es la expresin de la necesidad de capital

    humano en el marco de las polticas culturales , tanto de mbito pblico, privado como

    del tercer sistema. Tambin se puede interpretar como una necesidad de

    mejoramiento de la accin de los diferentes agentes culturales en la bsqueda de la

    excelencia y la calidad de sus proyectos.

    3 . Competencias y perfiles del gestor cultural

    Las competencias y capacidades del gestor cultural presentan un campo muy diverso

    y no disponemos de suficientes estudios sobre las competencias claves de esta

    profesin. Quizs su juventud, como campo profesional, no nos permite encontrar

    unos referentes claros. Tambin podemos atribuir esta dificultad al amplio campo de la

    cultura y a sus diferentes sectores y profesiones que ms adelante plantearemos.

  • Alfons Martinell 2001 - 14

    En un reciente proyecto del Observatorio Interarts de Barcelona, auspiciado por la

    Unin Europea 5 realizamos una reflexin sobre este campo con la intencin de

    aportar nuevos datos sobre los aspectos diferenciadores de la gestin cultural del

    gerencialismo genrico, a la bsqueda de la singularidad profesional. Presentadas en

    sus dos primeros niveles : Las competencias bsicas y las competencias especficas.

    Competencias clave de la gestin cultural en general

    Competencias bsicas: Como competencias bsicas, entendemos un conjunto de aptitudes que la

    especificidad de la gestin de la cultura reclama a un nivel fundamental y ms all

    de las tcnicas o habilidades especializadas. Su formacin se encuentra entre

    aspectos personales y el desarrollo de actitudes y sensibilidades para las

    caractersticas de esa funcin

    A. Competencia de situar su accin profesional a escala local y global

    Entendemos esta competencia como el conjunto de saberes, prcticas y

    actitudes que permuten situar una accin profesional en un contexto

    determinado y adaptarse a su realidad. En este sentido el gestor cultural

    ha de manifestar una alta sensibilidad por los procesos sociales de su

    entorno como un conocimiento amplio de los factores universales que

    afectan a su prctica. La dimensin global adquiere mucho ms

    importancia en los cambios en nuestra sociedad y sus efectos sobre

    nuestras culturas.

    B. Competencia de diagnstico y de modelizar informacin para su accin profesional

    La prctica de la gestin cultural requiere el tratamiento de diferentes

    niveles de informacin que permitan una interpretacin del contexto y de

    los efectos de nuestra intervencin. La gestin cultural reclama una

    adaptabilidad de las propuestas a los diferentes contextos donde estos

    han de desarrollarse, por esta razn la competencia de diagnstico es

    imprescindible al margen de otras habilidades o tcnicas. Esta

    competencia ha de permitir el dominio de las informaciones necesarias 5 INTERARTS : Proyecto: FORMAT Gestin Cultural: Formacin y Empleo. Una apuesta hacia su Internacionalizacin El proyecto Format tiene como objetivo reflexionar sobre la experiencia de formacin en gestores culturales en Espaa en clave de prospectiva y estimular el cambio de perspectiva de los agentes culturales hacia una mayor internacionalizacin de los proyectos creativos y de gestin

  • Alfons Martinell 2001 - 15

    desde la proximidad como la capacidad de bsqueda y tratamiento de

    las informaciones a escala global que pueden integrarse en la prctica

    profesional.

    C. Competencia de mediacin entre diferentes actores de su campo profesional

    La gestin cultural requiere un alto nivel de relaciones e interlocuciones

    con un amplio abanico de agentes y actores para llevar a cabo el

    encargo social de nuestra funcin. En este sentido la capacidad de

    mediacin, contacto y negociacin es imprescindible para asumir

    responsabilidades en el sector de la cultura. Estas habilidades se han

    de extender a nuevas formas de trabajo en red y a sistemas de

    cooperacin internacional mucho ms amplios que los canales

    tradicionalmente utilizados

    D. Competencia de transferir informacin, conocimiento y sistemas

    La prctica profesional reclama procesos de tratamiento de informacin

    compartida, de trabajo en grupo y acciones de fomento y ayuda a

    procesos culturales. A este fin es necesario disponer de capacidades de

    transferencia, ayuda, educacin, formacin, etc para crear equipos

    humanos y promover procesos de circulacin de informacin ms

    amplios. Esta necesidad es ms evidente en los sectores culturales ms

    activos y en los procesos de desarrollo

    E. Competencia de innovacin en el propio sector

    Toda accin cultural reclama un equilibrio entre los procesos de

    recuperacin y mantenimiento de la memoria colectiva como de

    favorecer el cambio, la innovacin y la ruptura. En la gestin de la

    cultura es imprescindible disponer de capacidades para desarrollar

    nuevos proyectos y asumir el riesgo de nuevas formas expresivas.

    Competencias especificas: 1. Competencia en la comprensin de los procesos culturales y tendencias que se

    desarrollan en el mundo de la cultura y el arte y los nuevos enfoques de los estudios culturales a escala internacional.

    2. Competencia en objetivar su actividad y diferenciarla de otros sectores con los que

    la cultura est relacionada y de establecer puentes entre sus diferentes lgicas de actuacin: turismo, empleo, medio ambiente, cohesin social, educacin, etc.

    3. Competencia de prospectiva y anticipacin a los escenarios cambiantes de

    nuestra sociedad y concretamente de los procesos culturales y de adaptacin a Website: http://www.interarts.net/format

  • Alfons Martinell 2001 - 16

    los nuevos contextos de mundializacin a partir del conocimiento de nuevos lenguajes y nuevas formas expresivas

    4. Competencia en gestionar y ejercer funciones directivas y de liderazgo a partir de

    nuevos modelos organizativos mixtos. 5. Competencia de negociacin entre agentes de diferentes iniciativas y posibilidad

    de mediacin en procesos de confluencia y congestin. 6. Competencia de disear sistemas propios e identificables de sus tareas

    profesionales. 7. Competencia de aprender a trabajar en sistemas complejos de toma de decisiones

    y aplicacin de nuevos modelos organizativos. 8. Capacidad de desarrollar un proyecto emprendedor ( o empresarial) a diferentes

    niveles de contenido. 9. Competencia en el diseo y elaboracin de un proyecto de gestin en todos sus

    elementos, fases y proyecciones. 10. Capacidad de trabajar en sistemas mixtos de cooperacin entre el sector pblico,

    privado y tercer sistema 11. Competencia en conocer diferentes marcos jurdicos y constitucionales y las

    diferentes realidades jurdicas de la propiedad intelectual a escala local e internacional

    12. Competencia de comunicacin y utilizacin de todos los recursos para la

    proyeccin de proyecto cultura 13. Competencia en la utilizacin de las nuevas tecnologas de la informacin y la

    comunicacin 14. Competencia en la comprensin de los procesos de construccin de la identidad

    cultural en diferentes contextos

    Para este debate me parece significativo las propuestas sobre este asunto nos

    presentan las definiciones los propios profesionales6:

    a) Tener capacidad de interpretar el territorio para detectar sus

    singularidades y sus potencialidades y, a partir de aqu, tener una

    visin estratgica desde la globalidad para poder determinar

    prioridades. Slo conociendo muy bien las particularidades

    6 Asociacin de Profesionales de la Gestin Cultural de Catalua (1996) : La gestin Cultural: Una Nueva Profesin en debate, Barcelona, (pg 19)

  • Alfons Martinell 2001 - 17

    territoriales es posible jugar la carta de accin concertada entre los

    sectores pblicos y privados y las iniciativas ciudadanas. Para

    disponer de esta visin gerencial es imprescindible poseer un mapa

    de referencias e indicadores culturales completo de territorio y luego

    establecer el criterio para poder determinar prioridades. El

    conocimiento del ordenamiento territorial y de los principios que

    regulan las relaciones administrativas es un aspecto clave para

    plantear las diferentes intervenciones culturales en un marco

    competencial determinado.

    b) Tener conocimiento de los diferentes sectores culturales y artsticos

    en los cuales se desarrolla la accin. Es necesario conocer los

    agentes que intervienen en cada sector para poder establecer las

    oportunidades y amenazas que presentan. Es necesario saber

    tambin, quines son los operadores que intervienen en las

    diferentes cadenas productivas, sobretodo en los sectores culturales

    especializados.

    c) Disponer de instrumentos de planificacin para poder programar y

    evaluar. El anlisis del entorno, el anlisis de organizaciones, la

    definicin de objetivos, la elaboracin de lneas estratgicas y los

    mecanismos para ejecutarlas, son aspectos concurrentes al

    momento de planificar y programar.

    d) Conocer los principios jurdicos y de economa de la cultura que

    regulan los diferentes sectores y las industrias culturales y de la

    comunicacin. Por un lado, orientaciones relativas al entorno jurdico,

    las formas de contratacin, los modelos organizativos, los aspectos

    fiscales y los problemas relativos a la propiedad intelectual y , por

    otro lado, el conocimiento de la estructura y al dimensin econmica

    de los mercados culturales; las caractersticas econmicas de la

    produccin cultural, las estrategias empresariales y de la

    administracin en funcin de la oferta y la demanda, etc.

    e) Conocer las particularidades de la comunicacin cultural, la difusin

    o la divulgacin. La comunicacin cultural en tanto que parte de unas

    intenciones culturales y pedaggicas, conlleva unas especificidades

    determinadas de trabajo con los pblicos. El conocimiento de los

    usuarios y de sus necesidades, intereses, hbitos, interrelacin con

    el entorno, capacidades receptivas y expresivas.

  • Alfons Martinell 2001 - 18

    f) Conocer el pensamiento esttico en las artes, las nuevas tendencias

    o los nuevos paradigmas artsticos para incluir la dimensin

    expresiva y creativa en una dinmica de desarrollo cultural. Para que

    ello se pueda producir en estos trminos, y para que el dilogo entre

    el mundo de la creacin y el de los gestores culturales debe de ser

    un trabajo intelectual con creadores reflexivos que, pensando desde

    la perspectiva de la produccin cultural, planteen estmulos relativos

    a la comunidad y a las identidades territoriales y contemporneas.

  • Alfons Martinell 2001 - 19

    4 . Sectores, mbitos y campos de actuacin de la gestin cultural

    Cada vez es ms difcil definir los mbitos de actuacin de una profesin porque

    excepto, unas profesiones muy especificas, la mayora estn abiertas a participaciones

    pluriprofesionales de acuerdo con sus finalidades. La evolucin del mercado de

    trabajo, las formaciones bsicas, etc permiten una gran variedad de posibilidades de

    intervencin.

    Por esta razn evitamos definir los mbitos del gestor cultural desde una posicin

    corporativista y restringida, sino como una presentacin de los sectores culturales en

    los cuales la figura del gestor cultural tiene una funcin determinada de acuerdo con

    algunos referentes actuales

    Sector del Patrimonio

    Museos Archivos Bibliotecas Hemerotecas Filmotecas Espacios expositivos Etc

    Sector de las Artes Escnicas

    Teatros pera Danza Circo

    Sector de las Artes Visuales

    Galeras Exposiciones Crtica Museos Artesana

    Sector de la Msica y Fonogrfica

    Auditorios Festivales Circuitos Industria fonogrfica Salas especializadas

    Sector de la Literatura y la edicin

    Festivales Premios Editoriales Difusin y venta

  • Alfons Martinell 2001 - 20

    Sector de las Artes del Audiovisual

    Radios Cine Televisin Produccin audiovisual Multimedia

    mbito de la gestin cultural territorial de carcter generalista

    Gestin municipal Centros culturales Centros cvicos Programaciones locales Servicios generales Participacin social

    mbito de la gestin cultural en empresas de prestacin de servicios generalistas

    Empresas de infraestructuras Gestin delegada Prestacin de servicios

    especializados

    mbito de gestin cultural en el sector de la participacin, cultura popular y tradicional

    Fiestas populares Folklore Asociacionismo tradicional

    mbito de sectores emergentes que tienen relaciones con la cultura

    Turismo Empleo Desarrollo territorial Cohesin social Multiculturalidad

    mbito de las relaciones y la cooperacin cultural internacional

    Proyectos europeos Cooperacin internacional Internacionalizacin de proyectos Gestin de redes culturales y

    artsticas

    Los perfiles profesionales demuestran la variedad y complejidad de esta campo

    profesional sin nimo de agotar las enormes posibilidades podemos presentar el

    resultado de una investigacin sobre el tema 7

    7 MARC, X.,; MARTINELL, A., (1995) : Perfil y Formacin de Gestores Culturales en Espaa, Madrid, Ministerio de Cultura.

  • Alfons Martinell 2001 - 21

    Altos directivos de las grandes polticas culturales

    Directores y altos ejecutivos de los servicios de cultura de grandes Administraciones Pblicas

    Gerentes de organismos y consorcios autnomos de cultura

    Altos directivos de Fundaciones y empresas culturales

    Responsables de procesos administrativos, econmicos y laborales

    Directores administrativos y econmicos de servicios culturales

    Gerentes administrativos de grandes instituciones culturales

    Especialistas en comercializacin y gestin de ingresos

    Responsables de recursos humanos de grandes organizaciones culturales

    Responsables de imagen, comunicacin y marketing

    Responsables de imagen, publicaciones y campaas de difusin

    Relaciones pblicas y prensa Servicios de atencin al pblico,

    programaciones a grupos especiales, etc.. Venta de entradas y comercializacin de

    productos Responsables de grandes instituciones culturales temticas

    Directores de grandes instituciones; Museos, Teatros , Centros artsticos,

    Responsables de centro de produccin e investigacin

    Directores artsticos con responsabilidad de gestin

    Programados Planificador de eventos culturales

    Responsables sectoriales Responsables de campaas y

    programaciones Responsables de equipamientos y

    proyectos artsticos Gerentes de organizaciones de tamao

    medio Tcnicos generalistas de gestin cultural

    Responsables culturales de pequeos y mediamos municipios

    Responsables de equipamientos polivalentes

    Gestores de programas y servicios diversos

    Tcnicos / animadores de programas y servicios culturales

    Responsable tcnico de acciones de una equipamiento, programa o servicio

    Responsable de proyectos de accin territorial

    Responsable de dinamizacin de colectivos especficos

  • Alfons Martinell 2001 - 22

    Con todo esto no agotamos el tema ya que para entender el sector cultural en toda su

    complejidad sera necesario incorporar lo que hemos denominado las profesiones de

    la cultura como un amplio conjunto de profesionales de diferentes niveles y tcnicas.8

    5. La formacin en gestin cultural: nuevos contenidos para nuevas capacidades.

    Los procesos de adecuacin del sector cultural a las realidades de su contexto es un

    hacer permanente en la sociedad contempornea.

    La necesidad de gestionar adecuadamente los nuevos recursos y posibilidades, que

    los diferentes sectores sociales depositan en la cultura, han ido adquiriendo, en los

    ltimos aos, unos perfiles profesionales y unas formas de actuar identificables.

    La gestin cultural profesional, como emergencia de un encargo social creciente, ha

    sido poco estudiada como para extraer datos contrastables sobre sus capacidades y

    habilidades especficas, en relacin con otros sectores. En los captulos anteriores

    hemos presentado nuestras reflexiones al respecto y agradeceramos un amplio

    debate sobre estos temas.

    De la misma manera, se considera que la gestin cultural ha de dar respuestas a sus

    situaciones coyunturales con una cierta mentalidad que entiende la cultura como

    actividad ( preferentemente difusin) y con pocas exigencias tcnicas y conceptuales.

    Predominando una percepcin que considera el simple hecho de realizarse una

    actividad cultural es una valor en s mismo. Sin otras exigencias que la ausencia de

    conflicto y una aceptacin razonable.

    En este pacfico contexto despus de unas etapas de crecimiento econmico,

    institucional y expansin de servicios e infraestructuras, estamos entrando en una

    nueva era de la gestin cultural que se puede caracterizar por las tensiones y

    contradicciones entre unas tendencias posibles:

    a) Tendencia a la burocratizacin de los servicios culturales ( pblicos o

    privados) entrando en dinmicas exclusivamente procedimentales, de control y

    de falta de riesgo o innovacin. En este sentido las organizaciones,

    principalmente las pblicas, se orientarn a la defensa de sus funcin por

    medio de estructuras administrativas potentes pero con poca creatividad e

    iniciativa. Se propone administrar lo existente considerando las estructuras y

    grandes equipamientos disponibles como la accin prioritaria y con financiacin

    asegurada. 8 Para este tema ver Incanop (1997) . Les professions de la cultura, Barcelona, Generalitat de Catalunya

  • Alfons Martinell 2001 - 23

    b) Por otro lado, principalmente los proyectos menos consolidados o con ms

    inters en la innovacin, se situaran en unos modelos de gestin orientados en

    aciones paralelas y complementarias entre proyecto y generacin de recursos.

    Los esfuerzos profesionales se orientaran a una buena gestin del proyecto y a

    disear estructuras que respondan a los recursos disponibles. Pero tambin, a

    la bsqueda de contactos, cooperaciones y sinergas que les permitan situarse

    en posiciones favorables al financiamiento exterior o a la captacin de recursos

    indirectos, por medio de introducir estrategias culturales en otras rea de

    inters prioritario.

    Aunque puedan presentarse como dos modelos o actitudes diferentes se

    complementaran e interrelacionarn. Desde una u otra posicin es evidente que la

    gestin cultural ha de situarse en un nuevo contexto muy diferente al de los ltimos

    quince aos.

    Las organizaciones y proyectos culturales contemporneos se inscriben en el marco

    de lo que algunos autores han denominado organizaciones de complejidad. Entendida

    como estructuras que han de gestionar a partir de procesos complejos de toma de

    decisiones sobre el terreno y con las dificultades de no disponer de elementos

    estandars, normativos o legislativos que resuelvan todas las variadas situaciones de

    su sector. La toma de decisiones adquiere una importancia muy significativa y,

    sobretodo, la justificacin de su funcin pblica, cuando es el caso.

    En este sentido consideramos que, en clave de desarrollo cultural e innovacin, no

    podemos avanzar por el camino de la estructuracin de una administracin cultural

    que pretenda establecer todos los procedimientos preestablecidos y que nicamente

    se convierta en un observador - controlador de estas tramitaciones. ( veiller de nuit).

    Convencidos de la comodidad y tranquilidad de estas posiciones consideramos que

    entraran en conflicto negativo con los agentes culturales activos y con capacidad de

    introducir nuevos significados y propuestas en la vida cultural.

    En el debate sobre el posicionamiento de las administraciones pblicas como agentes

    culturales hemos de seguir profundizando con tranquilidad, y sin interferencias, los

    aspectos concretos de la gestin cultural, tal y como hemos presentado

    anteriormente. Pero es evidente la necesidad de un cierto cambio de mentalidad en

    las posiciones habituales de los gestores culturales pblicos, asociativos o privados.

    Sin entrar en el absurdo retrico de que el estado, en sus diferentes niveles, no ha de

    intervenir en cultura, podemos observar la existencia de un nuevo contexto para las

    polticas culturales y para el papel de las polticas pblicas en l.

  • Alfons Martinell 2001 - 24

    En este nuevo marco de relaciones y tensiones la gestin de la cultura ha de afrontar

    nuevos retos y demostrar nuevas habilidades para su adecuacin a la realidad actual y

    futura. La formacin ha de convertirse en un vehculo de innovacin y reflexin

    aportando espacios para la transmisin de nuevos conocimientos, el contacto con

    experiencias, prcticas novedosas y la existencia de nuevos canales de informacin y

    conocimiento del nuevo marco geopoltico a nivel europeo e internacional.

    Estos nuevos retos formativos han de convivir con otras propuestas de especializacin

    ms bsica para tratar aspectos de capacitacin continuada en campos especficos

    que se puede orientar por estas cuatro calidades:

    a) Fomento de mentalidades activas a la bsqueda de recursos que puedan

    incidir directa o indirectamente en proyectos culturales. Con capacidad de

    interlocucin con otros sectores y polticas prioritarias, aportando posiciones

    sobre el papel de la cultura como estrategia de desarrollo.

    b) Capacidad de tratamiento de la informacin como elemento esencial en las

    polticas de anticipacin y prevencin y en los procesos de interlocucin social.

    Incidiendo en un mayors rigor en las tomas de decisiones.

    c) Apertura a nuevas relaciones, contactos, etc.. y a la incorporacin de las

    perspectivas de cooperacin con otros pases y zonas. La gestin cultural ha

    de incorporar la perspectiva territorial europea e internacional en el marco de

    su accin de proximidad

    d) Dominio de nuevas habilidades y capacidades en la gestin cultural

    adatados a las nuevas realidades a partir de procesos de formacin continuada

    y reciclaje principalmente en los siguientes campos:

    - Relaciones culturales internacionales y europeas

    - Gestin de proyectos de cooperacin en contacto con redes o grupos

    especializados

    - Capacitacin de formulacin de nuevos objetivos en las polticas

    culturales territoriales

    - Capacitacin de contacto e integracin con otras polticas prioritarias o

    prximas

    - Incorporacin de modelos de gestin de organizaciones adaptadas a

    sus caractersticas especificas y al desarrollo del tercer sector en la

    sociedad de futuro.

    - Capacitacin para la participacin en los procesos complejos de

    mediacin y negociacin con otros subsistemas de la vida social

  • Alfons Martinell 2001 - 25

    - etc

    El sector cultural ha de diversificar su oferta formativa, incorporando estos nuevos

    elementos que se consideran imprescindibles en un anlisis prospectivo del papel de

    la cultura en nuestra sociedad.

    Estas iniciativas han de incidir en una estrategia de cambio que Crozier denomina

    otro mtodo intelectual, logrando cambiar la racionalidad de las lites administrativas,

    tanto del sector pblico como privado, y la creacin de clulas de preparacin de las

    grandes decisiones. Un cambio de mentalidad capaz de desarrollar nuevas prcticas

    profesionales y situar el sector cultural dentro de su complejidad objetiva.

    En este sentido la apertura a la cooperacin y a la bsqueda de recursos

    diversificados ha de convertirse en una herramienta bsica de la gestin cultural a

    nivel local como internacional.

    6. Adaptabilidad de la formacin de gestores culturales a nuevos escenarios.

    Como todas las nuevas profesiones, que han surgido fruto de los cambios en la

    sociedad contempornea, la gestin cultural se ha encontrado con la necesidad de

    demostrar su especificidad y proveer de suficientes recursos para su reconocimiento

    social. Me sera difcil afirmar con contundencia que la gestin cultural ha llegado a su

    plenitud como profesin con suficiente diferenciacin con otras funciones

    profesionales. Pero podemos evidenciar su evolucin y extensin desde los primeros

    cursos formativos de la dcada de los ochenta.

    La formacin en gestin cultural se configura como respuesta a una demanda de

    capacitacin de un gran nmero de profesionales que se incorporaron

    profesionalmente a las organizaciones e instituciones pblicas culturales. En un primer

    perodo la formacin responda a las necesidades de un amplio sector de personas

    que haban llegado a la cultura desde funciones y disciplinas muy variadas. En esta

    fase la mayora de empleos en la gestin cultural procedan de las nuevas estructuras

    de las administraciones pblicas en sus diferentes niveles.

    En la dcada de los noventa se produce una mayor diversificacin del mercado laboral

    de la gestin cultural. Existe una demanda de mayor especializacin, se desarrollan

    otros agentes ( privados y asociativos) y empiezan a observarse cambios en las

    tendencias habituales en la lnea de un mayor crecimiento y diversificacin. Pero el

    aspecto ms destacable se observa en el lento proceso de visualizacin del mundo de

  • Alfons Martinell 2001 - 26

    la cultura como un sector en todas sus dimensiones. La cultura adquiere una

    dimensin econmica, genera empleo, aporta plusvalas a otras actividades ( turismo,

    ocio, etc) y crece la percepcin de su importancia como de la necesidad de no

    abandonarla a una actividad marginal u ornamental. Estas tendencias,

    desgraciadamente poco asumidas por los poderes pblicos, presentan una nueva

    visin de la gestin cultural evidenciando la importancia de una capacitacin de

    acuerdo con estos nuevos escenarios. Algunas investigaciones, estadsticas y datos

    permiten evidenciar que nos encontramos ante un sector de difcil delimitacin, con

    grandes interacciones con otras actividades y con un potencial social considerable. El

    cual adquiere ms significado en los procesos de globalizacin y ante los cambios de

    la sociedad de la informacin.

    En este contexto la formacin en gestin cultural sigue con sus planteamientos y va

    generando, en Espaa, una oferta que se puede caracterizar por:

    Tendencia un aumento de ofertas formativas dentro del nivel de formacin

    de postgrado universitario

    Predominio de las especialidades en el mbito del patrimonio y poca oferta

    en otros sectores de la cultura

    La formacin genrica en gestin cultural sigue con sus orientaciones poco

    definidas entre una formacin bsicamente tcnica con poca diferenciacin

    de otros campos de la gestin

    Falta de un reconocimiento u homologacin de la formacin que permita

    ayudar a estructurar el sector

    Cambio de los perfiles de los alumnos; de una mayora de profesionales en

    ejercicio en bsqueda de capacitacin a un aumento considerable de

    postgraduados jvenes en disciplinas de las ciencias sociales que buscan

    el sector cultural una posibilidad de empleo afn a sus aspiraciones.

    Ausencia de sistemas de interlocucin, redes de centros de formacin,

    encuentros que sirvan para ayudar a una mayor consolidacin de la

    formacin y unos acuerdos mnimos entre todas las ofertas de formacin.

    As como la definicin de unos mnimos identificables de las titulaciones

    propuestas.

    Nos atreveramos a afirmar que el sector de la cultura se encuentra en buen momento

    si lo relacionamos con su situacin de hace unos aos. Su centralidad y atencin ha

    aumentado considerablemente en los ltimos aos y encontramos que la mayora de

  • Alfons Martinell 2001 - 27

    organismos internacionales ( Banco Mundial, Unin Europea, OEI, etc) empiezan a

    tratar el tema de la cultura en el marco de sus reflexiones. Aunque la preocupacin

    poltica por el campo an se mueve en planteamientos denostados y muy clsicos.

    Ante estos escenarios nos animamos a proponer algunas reflexiones sobre el futuro

    de la formacin de gestores culturales 9:

    a) A pesar de la necesidad de incorporar contenidos y tcnicas empresariales en la

    formacin de gestores culturales observamos con cierta preocupacin un exceso

    de gerencialismo genrico sin adaptarse a las particularidades de la gestin de la

    cultura. Esta se mueve entre la eficacia y eficiencia de los medios y recursos como

    de la sensibilidad de relacin con el sector creativo y la realidad social. Una parte

    importante de la cultura se mueve en el campo de las tendencias puras de la

    produccin de bienes y adaptacin al mercado, pero otro campo se encuentra en

    la gestin de intangibles y valores sociales y polticos, difcilmente adaptables a

    las lgicas clsicas de las aportaciones de la teoras de las organizaciones

    productivas. En este sentido abogamos por la bsqueda de unos contenidos

    propios que diferencien la gestin de la cultura de la gestin de otros mbitos.

    b) La gestin de la cultura requiere una capacidad de entender las tendencias y

    prospectivas de las nuevas fundamentaciones de las polticas culturales. En este

    sentido es importante incorporar las investigaciones sobre polticas culturales

    como un contenido bsico en la formacin de gestores culturales. Esta dimensin

    ha de encontrar su orientacin en las nuevas reflexiones de los estudios culturales,

    las repercusiones de los cambios de la sociedad de la informacin, las

    aportaciones de los organismos internacionales ( Consejo de Europa, Unesco,

    BID, etc.) en las que proponen nuevos objetivos para las polticas culturales de

    los diferentes agentes culturales

    c) Proponer una formacin con ms contenidos en el desarrollo de proyectos

    emprendedores en el campo de la microempresa, la iniciativa social y el trabajo de

    profesionales autnomos. Es decir una perspectiva empresarial adaptada a los

    contenidos y trabajos creativos, por ser este un sector de crecimiento y creacin de

    empleo muy importante.

    d) La gestin de la cultura ya no se puede entender sino es en relacin con otros

    sectores ( educacin, desarrollo local, turismo, ocio, etc.). La capacidad de

    interlocucin con las lgicas multisectoriales ha de convertirse en una de las

    9 Se basan en el trabajo realizado en el Programa Format de la Inicitiva Adap por el Observatorio Interarts y la Diputacin de Barcelona. http://www.interarts.net/format

  • Alfons Martinell 2001 - 28

    competencias claves de los profesionales de la cultura. En este sentido hemos de

    trabajar en una formacin abierta al dilogo multidisciplinar y con capacidad de

    mediacin y negociacin con otros sectores sociales.

    e) Y por ltimo, en el marco de los cambios de la era de la informacin, la formacin

    ha de promover la adaptabilidad a la necesaria internacionalizacin de la gestin y

    el funcionamiento de las organizaciones culturales. Es imprescindible una nueva

    mentalidad o metodologa de trabajo en la gestin cultural para el abordaje de una

    mayor interdependencia entre contextos que nos obliga a la cooperacin cultural

    internacional y a la concurrencia en los nuevos espacios geopolticos.

    Esperamos que las nuevas oportunidades del sector cultural nos estimulen a los

    formadores a un cambio de perspectiva evitando caer en situaciones inmovilistas tan

    corrientes en el mbito acadmico. De esta manera vamos a intentar situar la

    formacin de gestores culturales en una buena sintona con la realidad profesional y

    social, condicin indispensable para mantenerse activo en el campo de la cultura.

    Dr. Alfons Martinell Sempere Profesor Titular de la Ctedra Unesco: Polticas culturales y cooperacin Universidad de Girona ( Espaa) Presidente de la Fundacin Interarts BIBLIOGRAFA ASOCIACIN DE PROFESIONALES DE LA GESTIN CULTURAL DE CATALUA (1996) : La gestin Cultural: Una Nueva Profesin en debate, Barcelona. DRUCKER, P.F.,; (1993): La sociedad postcapitalista,Barcelona, Apostrofe. INCANOP (1997) . Les professions de la cultura, Barcelona, Generalitat de Catalunya. INTERARTS ( 2000) : Proyecto: FORMAT Gestin Cultural: Formacin y Empleo. Una apuesta hacia su Internacionalizacin, Barcelona, Fundacin Interarts. LAUFER, R.,; (1989):; Direccin pblica: gestin y legitimidad,; Madrid,; INAP, MARC, X.,; MARTINELL, A., (1995) : Perfil y Formacin de Gestores Culturales en Espaa, Madrid, Ministerio de Cultura. MARTINELL, A.,; (1996):; "Las organizaciones en la gerencia cultural" en VV.AA. Memorias del I Curso de Gerencia de Proyectos en Artes Visuales,; Caracas,; Fundacin Polar,

  • Alfons Martinell 2001 - 29

    Proyecto: FORMAT

    Gestin Cultural: Formacin y Empleo. Una apuesta hacia su

    Internacionalizacin

    El proyecto Format tiene como objetivo reflexionar sobre la experiencia de formacin en gestores culturales en Espaa en clave de prospectiva y estimular el cambio de perspectiva de los agentes culturales hacia una mayor internacionalizacin de los proyectos creativos y de gestin

    DOCUMENTO DE TRABAJO

    Relator : Alfons Martinell

  • Alfons Martinell 2001 - 30

    GESTIN CULTURAL: UNA APUESTA HACIA SU INTERNACIONALIZACIN

    1.- Anlisis de la funcin de los programas de formacin de gestores culturales en el desarrollo de las polticas culturales en Espaa a partir de la dcada de los ochenta 1.1. Despus de ms de 20 aos de los primeros encuentros entre responsables

    culturales en Espaa y del inicio de procesos de formacin especializada, el grupo de expertos considera necesario hacerse algunas preguntas que ayuden a analizar el trayecto realizado y las perspectivas de futuro. En este sentido la primeros encuentros del programa Format se ha dedicado a compartir estas reflexiones en una aproximacin a un diagnostico sobre este mbito.

    A la pregunta Qu resultados se han conseguido hasta ahora con la formacin de gestores culturales en Espaa? Se presentan diferentes interpretaciones:

    Por un lado se constata que se han formado centenares de personas que han ocupado diferentes funciones en la gestin de la cultura, principalmente en los cuadros de las administraciones locales y regionales que surgieron de la recuperacin democrtica. Sus responsabilidades se han situado en el campo de mandos intermedios y algunos directivos

    Se constata la poca incidencia de los procesos de formacin especializada en los lderes y altos directivos que han influido en la toma de decisiones en el campo cultural en los ltimos aos. Se advierte como la "carrera" profesional para la toma de decisiones en el campo cultural, no se ha realizado, durante este periodo, a partir de los procesos e instancias de formacin en gestin cultural sino por otros conductos.

    Teniendo en cuenta la amplitud del perfil y la nula regulacin de la profesin, la formacin no se ha convertido, hasta este momento, en un requisito de acceso a los puestos de trabajo en el sector de la gestin cultural. En este sentido los procedimientos de seleccin a altos directivos del sector cultural se han realizado a partir de la valoracin de otros parmetros diferentes a la disponibilidad de formacin en el currculum formativo. Aspectos coincidentes con los nuevos sectores y profesiones innovadoras que se construyen sin una formacin e identidad profesional propio

    El perfil de muchos de los gestores culturales, ingresados en la administracin pblica, ha ido derivando a funciones ms administrativas que a verdaderos lderes de proyectos culturales innovadores y avanzados. Sus funciones han quedado sujetas al funcionamiento ms burocrtico de las estructuras de las administraciones pblicas que al perfil de directivo emprendedor que se ha decantado hacia el sector privado y tercer sistema, evidenciando la progresiva prdida de protagonismo y liderazgo de las administraciones locales y regionales. Aspecto que permite resituar su funcin, de agente pblico, teniendo en cuenta el momento histrico de los primeros aos de la democracia.

    Nos preguntamos Qu parte de la elaboracin o puesta en prctica de las polticas culturales de este pas pueda atribuirse a este proceso de reflexin conjunta y de formacin?. Analizando el panorama de las personas que, en estos momentos o a lo largo de estos aos, han tenido responsabilidad en la decisin de las polticas culturales. La formacin de gestores culturales en Espaa ha influido notablemente en el proceso de normalizacin

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    institucional y es un factor al crecimiento de estructuras en diferentes administraciones pblicas y otros agentes culturales.

    Contestando a las anteriores preguntas, se aprecia que los procesos de formacin de gestores culturales han tenido unos resultados significativos sin conseguir un alto nivel de influencia en los procesos de la gestin cultural a partir de los aos noventa. Existe una suficiente representatividad, de personas formadas en los postgrados y msters, entre las personas que estn activamente en la profesin, en ciertos niveles de alta direccin. En ese sentido, se aprecia que los profesionales formados en estos programas han ocupado, por regla general, niveles intermedios, pero no aquellos puestos de alta direccin, que en estos momentos, inciden en la toma de decisiones ms importantes. Este aspecto se puede considerar normal, si tenemos en cuenta la poca tradicin de formacin especfica. Tambin hemos de valorar la poca diferenciacin, en el sector cultural, entre el nivel tcnico y poltico, producindose decisiones ms cercanas a la afinidad poltica que a los requerimientos de la gerencia institucional.

    Es evidente que en el nivel dnde la formacin de gestores culturales ha tenido ms impacto es en los servicios culturales de proximidad del mbito local. Capacitacin con incidencia real en la creacin y estructuracin de nuevos servicios inexistentes. Consiguiendo un nivel de eficacia en sus resultados a corto y medio plazo.

    1.2. Exceptuando algunos aos de la dcada de los ochenta la atencin de las estructuras con ms responsabilidad en la Administracin Pblica; Ministerio, Gobiernos autnomos, grandes ayuntamientos, federacin de Municipios, Diputaciones, etc.. ( salvo algunas honrosas excepciones) no han demostrado un gran inters por la formacin de especialistas en el campo de la cultura ni a nivel de contenido como de aportacin presupostaria. Su poca implicacin no se corresponde al gran esfuerzo y crecimiento realizado. Prefiriendo un proceso de integracin en el mercado laboral del sector cultural a partir de otras instancias que de una formacin especializada.

    1.3. La formacin de gestores culturales ha favorecido, el contacto entre

    profesionales de diferentes realidades territoriales del Estado Espaol, Latinoamrica y Europa. Permitiendo una relacin ms amplia de las estructuras locales de procedencia con otras realidades.

    1.4. Se constata la ausencia de un encargo social claro a la formacin de gestores

    culturales de los ocupadores. Por esta razn se encuentran ms dificultades por definir los perfiles, valorar la formacin como requisito de acceso a la profesin, favorecer una verdadera profesionalizacin del sector y un reconocimiento social emergente. Teniendo en cuenta que uno de los empleadores ms importantes de estos aos han sido las administraciones pblicas no han actuado como agentes definitorios de los perfiles necesarios. No ejerciendo su funcin para determinar la demanda profesional del mercado de trabajo emergente.

    1.5. En la actualidad una generacin distinta accede a la profesin con elementos

    que poco tienen que ver con los parmetros que se han ido manejando durante estos aos. El gestor cultural tradicional y generalista se encuentra ahora, en cierto modo, desfasado por su nivel superior e inferior. La adaptacin a los nuevos retos de la cultura en nuestra sociedad, reclama un cambio radical en algunos de los objetivos y contenidos de la formacin de gestores culturales. Y una necesidad de formacin continuada para los profesionales en ejercicio que contraste con la poca demanda del sector profesional institucional.

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    1.6. En la actualidad las reflexiones sobre nuevas profesiones y nuevas formaciones dan un valor a la Competencia de cambio y adaptacin de estos nuevos perfiles a la evolucin de la sociedad y sus escenarios de futuro. Las nuevas formaciones, surgidas ms de un encargo social nuevo que de unas disciplinas bsicas, han de encontrar su funcin en el nivel de competitividad en un momento y un territorio determinado. Realizando un anlisis al proceso de formacin de gestores culturales en Espaa se constata la influencia de los procesos histricos y polticos de este periodo, como de los referentes conceptuales disponibles en un momento determinado. Por esta razn se evidencian los siguientes aspectos: La formacin de gestores culturales, respondiendo a los propios

    antecedentes de los formadores, se ha fundamentado ms en las reflexiones sobre el papel del asociacionismo cultural y el sector pblico que en el sector empresarial

    Por otro lado, teniendo en cuenta el gran poder de empleo de las nuevas instituciones democrticas en la dcada de los ochenta, su orientacin ha sido ms cercana adaptando la gestin cultural a los planteamientos de la administracin pblica que a la bsqueda de modelos de gestin especializados a las caractersticas de las polticas culturales en su sentido ms amplio. En la actualidad, se evidencia ms este aspecto ante la crisis de la accin pblica y la forma de gestin del inters general ante las grandes corrientes de privatizacin

    La formacin de gestores culturales ha encontrado grandes dificultades de conexin con los nuevos lenguajes de la comunicacin, las nuevas tecnologas de la informacin y de los crculos de creadores innovadores de los ltimos aos, los cules transcienden los sectores tradicionalmente aceptadas del mundo artstico.

    Los valores subyacentes a la formacin se orientan a una gestin con una gran dependencia de los presupuestos pblicos y con poca tendencia a la independencia y a la cultura de proyecto propio y emprendedor.

    1.7. Se constata, no obstante, que a este anlisis se han de integrar otras variables,

    como es la territorialidad. Lo dicho anteriormente refleja un estado de la cuestin de ciertas zonas especialmente realidades metropolitanas. Otras zonas, con una morfologa ms rural, el proceso durante estos aos ha sido de otra manera, viven en la actualidad en plena efervescencia el proceso de formacin de gestores culturales. (ejemplo: Extremadura, en donde desde 1993/94 se han incorporado a la profesin 150 personas nuevas). En ese sentido, se apunta que no hay una homogeneidad en la situacin, desde un punto de vista territorial, encontrndose algunas zonas rurales en situaciones muy cercanas a los planteamientos de los aos 80 en comparacin con los espacios ms metropolitanos de Espaa.

    1.8. En este proceso la demanda de gestores culturales, en el mbito local, ha

    decantado hacia una perspectiva de las polticas culturales como polticas de servicios. Este enfoque no es tan til para ciertos productos culturales y para un sector privado creciente en el campo de la industria. Tambin se observa en una nueva oferta cultural emergente, sobretodo por la iniciativa de un sector privado con nuevas perspectivas que aporta una visin ms amplia al enfoque de una administracin capaz de responder a toda la demanda cultural. Este factor es fruto del propio desarrollo cultural de las polticas culturales territoriales reclamando un amplio tejido de aspectos para la diversificacin de la accin y produccin cultural.

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    1.9. A partir de una cierta valoracin subjetiva los participantes manifiestan una actitud crtica sobre el perfil de los gestores culturales ante los nuevos retos de la cultura. La cual se puede observar en los siguientes puntos: Se evidencia que la gestin y operatividad de las organizaciones culturales

    ha mejorado mucho desde posiciones muy deficitarias (carencia de estructura profesional, falta de servicios, etc..) hacia una modernidad necesaria. Pero este mejoramiento se percibe como un proceso muy tcnico que refleja un cierto desconcierto y una falta de ideas y perspectivas de futuro. Ante estas incertidumbres la gestin cultural se encierra en prcticas mas dominadas por la inercia y en el seguimiento de procesos que en compromisos de ruptura e innovacin. La gestin del riesgo, tan necesaria en cultura, se ha substituido por unas actitudes de mantenimiento que han provocado un freno a procesos creativos y a la adecuacin de la cultura a los nuevos contextos

    Se evidencia la falta de un debate profundo a nivel intelectual sobre el campo cultural, y concretamente sobre la gestin de la cultura. A pesar de ciertos avances se observa la necesidad de un saber ms estructurado y unos contenidos que integren diferentes disciplinas. La formacin terica de base no encuentra una relacin profunda con las disciplinas de gestin operativa, ni con la adecuacin de las mismas a las particularidades de la cultura. El enfoque terico de la cultura es ms cercano a una accin social de la cultura que a las amplias dimensiones que la cultura aporta a la realidad contempornea. Olvidando la importancia de la participacin de los creadores artsticos y la dimensin cientfico-tcnica de la cultura.

    Por otro lado se observa la falta de adaptacin a los nuevos escenarios de una sociedad globalizada, compleja, interdependiente y multicultural. En este sentido, la reflexin, en nuestro pas, sobre gestin cultural procedente del mbito local ha de resituarse en un escenario donde los procesos de mundializacin van a situar lo prximo como un gran valor fundamental para el ciudadano y desde donde se han de abordar los nuevos retos de la globalizacin.

    1.10. Analizando los ltimos aos y la evolucin del sector, algunos de los

    participantes indican que probablemente se est en un momento estratgico, por lo que habra que tomar algunas decisiones bastante radicales.

    2. Una oferta formativa con una indefinicin sobre los perfiles profesionales en el

    sector cultural 2.1. La falta de estudios, materiales y literatura especializada evidencia la necesidad de investigar ms sobre el perfil acadmico de la oferta formativa y de los itinerarios profesionales de los alumnos para evaluar su trayectoria laboral y poder analizar objetivamente el campo de trabajo de este programa 2.2. Se constata, despus de un proceso de debate, que el perfil del gestor cultural no es un perfil nico y que es importante profundizar en caractersticas especificas de acuerdo con los diferentes niveles de responsabilidad. En muchas formaciones se da a entender que la formacin impartida es para ejercer cargos directivos y por otro lado la exigencia formativa no va de acuerdo con esta imagen. 2.3. En el marco de la formacin actual, que se imparte en nuestro pas es necesario fomentar acuerdos sobre los niveles de la formacin. Existen diferentes ofertas formativas que bajo el epgrafe gestin cultural estn impartiendo formaciones muy diferentes provocando una cierta confusin en el sector. Diferenciamos la formacin

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    inicial para la especialidad que hasta este momento se est impartiendo en un tercer ciclo universitario. Tambin existen, cada vez ms, formaciones especializadas en diferentes sectores de la cultura ( patrimonio, artes plsticas, edicin, etc) como en aspectos especficos de la gestin cultural ( gestin local, cooperacin internacional, etc). Aunque se ve necesario una formacin muy amplia de base para algunos itinerarios formativos. Este perfil todo terreno an es necesario en algunas realidades territoriales ms pequeas que no pueden especializarse como en las grandes concentraciones urbanas. No podemos olvidar que en estas pequeas localidades o comarcas existe un aumento de preocupacin y contratacin de gestores culturales 2.4. La falta de relacin entre las organizaciones formativas y los ocupadores evidencia la falta de estructuracin del sector a nivel ocupacional. La pregunta clsica sobre las relaciones entre la formacin y la empresa no encuentra posibilidad en el sector cultural. No existe una plataforma patronal del sector cultural que se pueda convertir en un interlocutor y agentes activo de la offerta formativa. 2.5. No podemos olvidar que la formacin especializada de los graduados en gestin cultural es un mercado donde la demanda esta ms motivada por la ilusin de encontrar un lugar de trabajo o de integrarse en un empleo creativo que a una oferta real de las posibilidades de insercin laboral. La formacin actual se nutre de una demanda que no esta siempre relacionada con una realidad en el mercado de trabajo. Este hecho ha estado muy condicionado por la demanda de las estructuras de la administracin pblica, dinmica que ya se ha modificado con la presencia de nuevos operadores culturales Por esta razn es muy importante profundizar en la formacin para nuevos emprendedores capaces de llevar a termino un buen proyecto cultural a partir de nuevos campos e ideas. 2.6. La universidad se incorpora a este proceso de formacin, dando respuesta a esta demanda de capacitacin, a partir de las iniciativas de las estructuras profesionales de la administracin local que estaban realizando tmidamente una oferta formativa. En ningn caso las universidades, que acreditan en esta nueva formacin, invierten en investigacin, diseo de programas, estudios de mercado, etc Unicamente utilizan la formacin de gestores culturales como herramienta de ocupar posiciones en el mercado de la formacin continuada reglada. Por otro lado el sector profesional acepta esta posicin por la necesaria legitimacin que la profesin necesita. A pesar de estos acuerdos de conveniencia no se observa una dedicacin de la universidad a los temas de la gestin de la cultura. 2.7. Otro aspecto a tener en cuenta son los niveles de los perfiles profesionales a formar. No podemos olvidar que las profesiones de la gestin cultural son muy amplias y existe un potencial yacimiento de empleo en niveles de formacin ms intermedios y tcnicos 3.- Sobre los sectores a los que va dirigida o desde los que se promueve la formacin: Pblico-Privado-Tercer sistema 3.1 Se pone de manifiesto la necesidad de avanzar en la formacin de otros agentes que no se muevan en el estricto mbito de la administracin pblica. 3.2 Los perfiles profesionales de la formacin de gestores culturales, a pesar de las observaciones que hemos constatado en el anterior captulo, no diferencian su oferta entre sector pblico, privado o tercer sector. Quizs no es necesario hacerlo para una mejor articulacin de los diferentes agentes que intervienen en la realidad social. A pesar de esto es necesario presentar diferentes itinerarios que permitan adquirir una

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    formacin completa y adecuar los curriculums formativos a una visin amplia de las diferentes organizaciones que interviene en el sector cultural. 3.3 Por otro lado, no ha habido una voluntad de compartir con otros mbitos todo el conocimiento acumulado sobre la gestin cultural, creciendo el colectivo de profesionales como una especie de gueto. Sin embargo, todo este conocimiento acumulado es algo que sorprende por no conocer su existencia a profesionales que han accedido desde estos otros mbitos externos a la administracin, especialmente local. A pesar que el conocimiento sobre gestin cultural se ha transferido a diversos sectores, hemos de constatar la falta de visibilidad de la profesin y su formacin. 3.4 El debate en nuestro pas sobre la funcin de lo privado en la cultura ha cambiado en los ltimos aos. En los primeros aos de la democracia haba sido denostado mientras que en la actualidad se identifica como uno de los mbitos de crecimiento de empleo importantes. 3.5 Por otro lado, no slo hay que tener en cuenta la necesidad de una formacin abierta a todos los agentes, sino que tambin se promueve formacin no slo desde la administracin pblica, sino tambin desde los mbitos de lo privado y el tercer sector 4.- Tipologas de la formacin de gestores. Niveles educativos 4.1 Se identifica la necesidad de clarificar los tipos de formacin que se estn ofreciendo para evitar ms confusiones: A los niveles: bsica, especializada... A los mbitos (pblico, privado, no lucrativo...) A las temticas 4.2 Se plantea la necesidad de segmentar el pblico destinatario de la formacin. As, debera definirse ms concretamente los perfiles de los gestores y su tipologa. Hay que tener en cuenta que los equipos multidisciplinares cada vez son ms comunes y la implicacin de los gestores en procesos que van ms all de lo cultural es da a da ms frecuente. 4.3 Esta necesidad de segmentacin de la formacin se evidencia en la imposibilidad de trabajar, a la vez, en orientaciones globales y muy especializadas. Donde la formacin del gestor cultural no se sabe muy bien a que nivel se orienta. Como ya hemos dicho es importante una adecuacin a los perfiles profesionales concretos del mercado laboral. 4.4 Las tipologas de la formacin pueden orientarse a los campos de intervencin profesional que cada vez pueden ser ms temticos. Aspecto que puede condicionar la formacin provocando una oferta formativa muy puntual y esquemtica sin una base conceptual amplia. 4.5 Con relacin al papel de la universidad en la formacin. Por un lado, se entiende que si la formacin en el futuro se plantea en un segundo ciclo, es probable que ello suponga una prdida de contenidos de la misma. Por otro lado, parece que la formacin de tercer ciclo responde ms a una realidad de la profesin. Hemos de diferenciar entre las formaciones de segundo ciclo con especialidad, a la incorporacin de asignaturas introductorias u optativas que permitan al alumno de diplomatura o licenciatura disponer de datos para su posible especialidad.

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    4.6 Otras opiniones apuntan, sin embargo, que en la actualidad en el tercer ciclo se han estado formando generalistas, mientras que ello correspondera a un segundo ciclo y que en ese tercero, la formacin debera ir encaminada hacia la especializacin. La formacin bsica a partir de conceptos y bases generales de la gestin cultural y una especializacin sobre sectores o aspectos puntuales del sector profesional. 4.7 Segn un reciente estudio llevado a cabo por la Associaci de Gestors Culturals de Catalua, los profesionales demandan unas tcnicas concretas por una parte, y por otro, unos espacios de encuentro para formacin muy especializada, de una forma puntual e incluso informal. Ello nos llevara a que debera convivir una formacin de tercer ciclo universitaria con una formacin puntual ms especializada, tcnica o instrumental. Pero no podemos olvidar las diferencias entre formacin bsica y formacin continuada ya que en su confusin podemos ofrecer unos productos formativos no adecuados a los destinatarios 4.8 Algunas aportaciones entienden que debe haber un proceso formativo formal, con una formacin inicial universitaria(segundo ciclo), algo que pudo haberse tenido ya a principios de la dcada de los 90 cuando se revisaron las ofertas de titulacin universitaria en Espaa. Esta formacin, a juicio de otros se va a materializar con programas de segundo ciclo, como algo inevitable. Esta tendencia presenta algunas reflexiones a tener en cuenta debido a la especificidad de la funcin y la realidad de la formacin universitaria de grado 4.9 Otra aproximacin apunta que la formacin del gestor cultural debe estar condicionada por conceptos relacionados con la variable tiempo, como los de la urgencia y densidad del territorio en el que debe trabajar Otras profesiones han ido ocupando el espacio de los gestores culturales por dejadez por parte de stos. La urgencia sera consustancial con territorios poco densos como los rurales, mientras que en los otros, ms densos existe una mayor competencia. 4.10 Se apuntan tres posibles tipologas de formacin que pueden orientar este debate. Una formacin orientada hacia la: Gestin de productos o servicios culturales, en la que se englobaran disciplinas

    como Economa de la cultura, evaluacin, anlisis de demandas, planificacin... Gestin de polticas culturales, que incluira materias como sociologia,

    antropologa, psicologa social, planificacin, ciencias polticas... Gestin de la perspectiva cultural, en otros sectores sociales ( empleo, turismo,

    media ambiente, etc) 4.11 Las necesidades formativas no son uniformes y se presentan, cada vez ms, desde la diversidad de las realidades sociales y contextuales. Por esta razn se han de desarrollar proyecto formativos diseados "ad hoc" de acuerdo con los objetivos de un proyecto, organizacin o poltica. En esta nueva lnea se han de realizar algunos cambios en las formas de diseo curricular, as como en el perfil de los formadores ms idneos para estos nuevos enfoques. 5.- Sobre los contenidos, ideolgicos, polticos o instrumentales que han imperado en la mayora de programas formativos 5.1 En la actualidad, observando organismos intergubernamentales como la UNESCO, en su conferencia ltima celebrada en Abril del 98 en Estocolmo, el Consejo de Europa, Banco Mundial, BID, OEI, u otros organismos transnacionales estn volviendo

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    a reflexionar sobre el tema de las Polticas Culturales por su importancia en el mbito local como en su relacin con todos los procesos de globalizacin. 5.2 En ese sentido, se cree importante plantear un debate ms ideolgico y conceptual sobre el papel de la cultura en nuestra sociedad, abandonado en los ltimos aos en la formacin en vas de objetivos ms instrumentales. 5.3 Por otro lado, la variable territorio, siendo importante todava para intervenir desde la administracin, no es ya prioritaria en algunos mbitos de trabajo. La formacin, en ese sentido no slo se puede hacer nicamente sobre la clave del territorio. As pues, se ve que existen otras perspectivas ms tangibles que tienen que ver con nuevos temas que se podran ir enumerando (ocio, productos culturales...) 6.- La necesidad de un cuerpo terico que sirva de base a la formacin en Gestin Cultural: Marco conceptual, investigacin.. 6.1 Este programa recoge una necesidad identificada y sentida por la totalidad de los participantes de realizar un esfuerzo en la publicacin de materiales, estudios y manuales que creen un corpus terico profesional. 6.2 La creacin de este marco conceptual ha de ser fruto de un mayor rigor y exigencia por parte de los profesionales de la gestin cultural, pero especialmente los relacionados con la formacin. En este proceso es necesario una mayor investigacin aplicada y un esfuerzo en reflexionar sobre las realidades sociales y en la prctica profesional. 6.3 Por otro lado, la diversidad institucional respecto a la formacin que se est manifestando en los ltimos tiempos marca un entorno