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HISTOLOGIA DE LAS GLANDULAS ENDOCRINAS CAPÍTULO I GENERALIDADES Son las que estas desprovistas de conducto excretor y vierten sus secreciones directamente a la sangre , a nivel de los vasos capilares, las secreciones de las glándulas endocrinas son de diferente naturaleza química pero en general se denominan hormonas. Las hormonas son mensajeros químicos que se encargan de coordinar, integrar y regular el funcionamiento de diversas células y órganos de la economía . Esta función de regulación e integración es parecida a la que cumple el sistema nervioso, solo que es más lenta, más persistente y se manifiesta solo por determinados tejidos u órganos llamados "órganos blancos", utilizando la terminología castrense. Las glándulas endocrinas, segregan sus productos (hormonas) al espacio extracelular que rodea las células secretotas en lugar de un conducto. Posteriormente, la secreción difunde a los capilares y es transportada a distancia en la sangre. Las glándulas endocrinas forman el sistema endocrino, son las siguientes: La hipófisis (Glándula pituitaria). Tiroides. Paratiroides. Suprarrenales (adrenales). Pineal (Epífisis cerebral). Además, diversos órganos contienen tejido endocrino aunque no sean glándulas endocrinas exclusivamente. Estos órganos son: Hipotálamo. Timo. Páncreas. Ovarios. Testículos. Riñones. Estómago. Hígado.

Glándulas endocrinas

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Salud y glándulas endocrinas

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Page 1: Glándulas endocrinas

HISTOLOGIA DE LAS GLANDULAS ENDOCRINAS

CAPÍTULO I

GENERALIDADES

Son las que estas desprovistas de conducto excretor y vierten sus secreciones directamente a la sangre, a nivel de los vasos capilares, las secreciones de las glándulas endocrinas son de diferente naturaleza química pero en general se denominan hormonas.

Las hormonas son mensajeros químicos que se encargan de coordinar, integrar y regular el funcionamiento de diversas células y órganos de la economía.

Esta función de regulación e integración es parecida a la que cumple el sistema nervioso, solo que es más lenta, más persistente y se manifiesta solo por determinados tejidos u órganos llamados "órganos blancos", utilizando la terminología castrense.

Las glándulas endocrinas, segregan sus productos (hormonas) al espacio extracelular que rodea las células secretotas en lugar de un conducto. Posteriormente, la secreción difunde a los capilares y es transportada a distancia en la sangre. Las glándulas endocrinas forman el sistema endocrino, son las siguientes:

La hipófisis (Glándula pituitaria). Tiroides. Paratiroides. Suprarrenales (adrenales). Pineal (Epífisis cerebral).

Además, diversos órganos contienen tejido endocrino aunque no sean glándulas endocrinas exclusivamente. Estos órganos son:

Hipotálamo. Timo. Páncreas. Ovarios. Testículos. Riñones. Estómago. Hígado. Intestino delgado. Piel Corazón Placenta

Aunque los efectos de las hormonas son muy numerosos y variados, sus acciones se pueden dividir en 7 amplias áreas. Las hormonas:

Regulan la composición química y el volumen del medio interno (Liquido extracelular). Participan en la regulación del metabolismo y el equilibrio energético.

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Participan en la regulación de la contracción de las fibras musculares lisas y cardiacas y de la secreción glandular.

Intervienen en el mantenimiento de la Homeostasis ante alteraciones de urgencia de los medios tales como infecciones, traumatismos, estrés emocional, deshidratación, inanición, hemorragia y temperaturas extremas.

Regulan determinadas actividades del mismo sistema inmunologico. Participan en la integración fina y secuencial del crecimiento y el desarrollo. Contribuyen a los procesos básicos de reproducción, que incluyen la producción de gametos (ovulo y

espermatozoide), la fertilización, la nutrición del embrión y el feto, el parto y la nutrición del recién nacido.

Aunque una determinada hormona sea transportada en la sangre por todo el cuerpo, se afecta a células específicas denominadas células diana. Las hormonas, al igual que los neurotransmisores, actúan sobre sus células dianas uniéndose químicamente a grandes proteínas o moléculas glucoproteicas, denominadas receptores. Solo las células diana de una hormona determinada tienen receptores que se unen a esa hormona y la reconocen. Por ejemplo, la hormona estimulante del tiroides (TSH), interacciona con receptores localizados en la superficie de las células de la glándula tiroides, pero no se unen a las células ováricas porque estas no tienen receptores TSH.

Los receptores, al igual que otras proteínas celulares, se sintetizan y degradan constantemente. En general, una célula diana tiene de dos mil a cien mil receptores para una hormona específica. Cuando existe un exceso de una hormona o neurotransmisor pueden disminuir el numero de receptores. Este efecto recibe el nombre de regulación negativa. Por ejemplo, cuando las células de los testículos se exponen a una concentración alta de hormona luteinizante (LH), el número de receptores de LH, disminuye. La regulación negativa reduce de esta forma la sensibililidad de las células dianas a la hormona.

Por el contrario, cuando existe el déficit de una hormona o neurotransmisor el número de receptores puede aumentar, proceso conocido como regulación positiva, la regulación positiva aumenta la sensibilidad de un tejido diana a una hormona o neurotransmisor.

1. Estructura Histológica:

La organización histológica de estas glándulas es simple y se adecua a la necesidad de eliminar sus secreciones hacia los capilares, por esta razón los capilares en las glándulas endocrinas son abundantes y muchos de ellos son anchos y tortuosos (capilares sinusoides), las células epiteliales de las glándulas endocrinas están agrupadas u ordenadas en forma de racimos, de cordones y de folículos.

El folículo en realidad es una esferita en cuyo interior se acumula la secreción que en este caso se denomina coloide, teniendo en consideración consistencia y aspecto.

De acuerdo al predominio de una u otra de estas disposiciones de la célula, las glándulas endocrinas pueden clasificarse en:

a. Arracimadas: Ej.: La hipófisis (adenohipòfisis).b. Condónales: Ej.: La corteza suprarrenal, el cuerpo amarillo.c. Foliculares: Ej.: La tiroides

Hacemos hincapié en que esta clasificación se basa en la estructura predominante, lo que quiere decir que en algunas glándulas se encontraran diferentes aspectos, como en la hipófisis, en donde también se observan cordones y algunos folículos pequeños.

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Las glándulas endocrinas poseen una extensa irrigación sanguínea, particularmente rica en capilares fenestrados. Dado que alguna hormona son proteínas, no atraviesan el plasmalema de las células blanco; en cambio, se adosan a receptores específicos sobre la membrana plasmática de la célula blanca y así activan el sistema intracelular, para así ejercer su influencia. Otras hormonas son liposolubles y, después de ingresar en la célula blanca, se fijan a los receptores intracelulares, para así ejercer su influencia. Otras hormonas tienen la función de modificar la diferencia de potencial eléctrico a través del plasmalema de ciertas células, como células musculares o neuronas. Por lo tanto, la actividad de la hormona depende, en gran parte, de los receptores de la célula blanca a las que se fijan. La mayoría de las hormas producen una respuesta de retroalimentación negativa mediada por componentes vasculares, dado que después de una respuesta esperada, se inhibe la posterior producción o liberación de esa hormona particular.

1. La ultra estructura de estas celular esta de acuerdo por la naturaleza química de la hormona que labora, así pues, las células que producen hormonas químicamente son proteínas, glucoproteinas o polipéptidos, tienen bien desarrollo el RER y el aparato de golgi.

En cambio las células que laboran hormonas esteroides tienen desarrollado el REL.

Para terminar, queremos referirnos a una variedad de células aisladas muchas de las cuales se ubican en el epitelio del tubo digestivo y elaboran sustancias con actividad hormonal que químicamente son polipéptidos.

Se las consideran como integrantes del sistema denominado APUD (siglas de amine precursor uptake and decarbixilation).

Últimamente se esta teniendo a reemplazar este nombre por el sistema neuroendocrino difuso, teniendo en cuenta la diversidad y la amplia distribución de las mencionadas células.

2. Ultraestructura de las Células Endocrinas:

Las hormonas son moléculas que actúan en el organismo como señales químicas. Son liberadas por células especializadas denominas células endocrinas por las secreta "hacia adentro", a diferencia de las células de las glándulas exocrinas, cuyas secreción se transporta a una cavidad o a la superficie corporal. Las células endocrinas se unen habitualmente formando las glándulas endocrinas, donde se organizan en forma de cordones celulares.

Una excreción notable en las glándulas tiroides cuyas células ser organizan en pequeñas llamadas folículos. Además de las glándulas endocrinas hay muchas células endocrinas aisladas, como las células endocrinas que se encuentra en el tracto digestivo. Las células endocrinas están muy próximas a los capilares sanguíneos, que reciben las hormonas secretadas y las distribuyen por el organismo diluido en el plasma. Por consiguiente, muchas hormonas actúan lejos de su lugar de secreción no obstante, hay células endocrinas que actúan a poca distancia, lo que supone un tipo de control llamado paracrino. Estas hormonas pueden llegar a su lugar de acción por medio de tractos cortos de vasos sanguíneos. Un buen ejemplo del control paracrino es el de la gastrina, liberadas por las células G localizadas principalmente en el píloro. La gastrina llena las glándulas fundidas del estomago por vasos sanguíneos, estimulando la producción de acido clorhídrico. Otro sistema de control es el yuxtacrino, en el cual se libera una molécula ala matriz extracelular, se difunde por esa matriz y actúa en las células situadas muy cerca de donde se ha liberado. La inhibición de la secreción de insulina en los Islotes de Langerhans, que ejerce la somatostatina producidas por células de ese mismo Islote, constituye un ejemplo de control yuxtacrino.

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En el control denominado autocrino las células pueden producir moléculas que actúan en las propias células o en otras células del mismo tipo. El factor de crecimiento similar ala insulina (IGF) sintetizado por diversos tipos celulares puede actuar en las mismas células que la producirán.

Los tejidos y los órganos en los que actúa las hormonas se denominan tejidos u órganos diana. Reaccionan frente a las hormonas por que sus células poseen receptores que reconocen específicamente determinadas hormonas y solo responden a estas. Como consecuencia de ello, las hormonas pueden circular por la sangre sin influir indiscriminadamente en todas las células del organismo. Otra ventaja de la existencia de receptores es la capacidad d e respuesta de las células diana a las respectivas hormonas incluso si estuvieran presentes en la sangre en concentraciones muy bajas, como suele suceder. Las propias células endocrinas también puedes ser cellas diana de otras glándulas endocrinas. De este modo, el organismo puede controlar la secreción de hormonas a través de un mecanismo de retroalimentación y mantener niveles hormonales plasmáticos adecuados dentro de límites muy estrictos.

o Clasificación de las Hormonas :

De acuerdo a su estructura química las hormonas pueden ser:

A. Proteínas y polipéptidos

i. Hormonas Hipotalámicas.

o H.L de corticotropinao H.L de Hormona de crecimientoo H.L de gonadotropinaso H.L tirotropinao Somatostatina

i. Hormonas Hipofisiarias

o ACTHo TSHo GHo MSHo ADHo Oxitocinao Prolactinao Gonadotropinas: LH y FSHo

i. Hormonas pancreáticas (Islotes de Langergans)o Glucagono Insulinao Somatostatinao Tirocalcitoninaso PTH

A. Esteroides

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i. Hormonas de la corteza adrenal

o Mineralocorticoides : Aldosteronao Glucocorticoides: Cortisolo Hormonas Sexualeso

ii. Hormonas ováricaso Estrógenoso Progesteronao Testosteronao Esteroides Placentarios

A. Aminas

i. Hipotalámicas

o Dopaminao

ii. Hormonas tiroideaso T3 (Triyodotironina)o T4 (Tiroxina)

i. Hormonas de la medula adrenal

o Catecolamina

CAPÍTULO II

HISTOLOGÍA DE LAS GLÁNDULAS ENDOCRINAS

Las células endocrinas se caracterizan por la ausencia de conductos y la presencia de una rica red vascular. Las células del parénquima de las glándulas endocrinas suelen distribuirse en cortos cordones, foliculos o cúmulos, si bien también son comunes otras disposiciones.

I. HIPOTÁLAMO E HIPÓFISIS (Glándula Pituitaria):

Es una pequeña glándula unida al hipotálamo mediante el tallo hipofisiario y situado en la silla turca del esfenoides, de forma casi esférica de 1,3 cm. de diámetro y alrededor de 600 mg de peso, es responsable de un gran numero de hormonas de las que dependen muchos procesos vitales, existe dos lóbulos: uno anterior adenohipófisis y otra posterior mas pequeña o neurohipofisis.

Origen:

Su origen embriológico es doble: nervioso y ectodérmico. La porción de origen nerviosa se desarrolla a través del crecimiento del suelo del diencéfalo en dirección caudal sin perder el contacto con el encéfalo, de manera que forma un pedicuro. La porción ectodérmica de la hipófisis de desarrolla a partir de un tracto de

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ectodermis del techo de la boca primitiva que crece en dirección craneal formando la bolsa de Rathke. Posteriormente, una constricción de la base de esta cavidad la separa de la cavidad bucal. Al mismo tiempo la pared anterior aumenta de grosos disminuyendo el tamaño de la cavidad de la bolsa de rathke, que queda reducida a una pequeña hendidura.

Debido a su origen embriológico consta en realidad de dos glándulas: la neurohipófisis y la adenohipòfisis, unidas anatómicamente, aunque desempeñan funciones distintas. La neurohipofisis, que es la porción de origen nervioso, consta de una parte voluminosa, la pars nerviosa y de su pediculo el infundíbulo, que se continúa con el hipotálamo.

La porción originada del ectodermo se denomina adenohipòfisis y se divide en tres partes. La primera y más voluminosa es la pars distalis, o lóbulo anterior; la segunda es la porción craneal que envuelve el infundíbulo, denominada pars tuberalis; la tercera, llamada pars intermedia, es una región intermedia entre la neurohipòfisis y la pars distalis, separada de este último por la hendidura restante de la bolsa de Rathke. El conjunto de pars nervosa y pars intermedia también recibe el nombre de lóbulo posterior de la hipófisis.

La glándula esta recubierta por una capsula de tejido conjuntivo que se continúa con la red de fibras reticulares que actúan como soporte de células del órgano.

I. HIPOTÁLAMO E HIPÓFISIS (Glándula Pituitaria):

Es una pequeña glándula unida al hipotálamo mediante el tallo hipofisiario y situado en la silla turca del esfenoides, de forma casi esférica de 1,3 cm. de diámetro y alrededor de 600 mg de peso, es responsable de un gran numero de hormonas de las que dependen muchos procesos vitales, existe dos lóbulos: uno anterior adenohipófisis y otra posterior mas pequeña o neurohipofisis.

Origen:

Su origen embriológico es doble: nervioso y ectodérmico. La porción de origen nerviosa se desarrolla a través del crecimiento del suelo del diencéfalo en dirección caudal sin perder el contacto con el encéfalo, de manera que forma un pedicuro. La porción ectodérmica de la hipófisis de desarrolla a partir de un tracto de ectodermis del techo de la boca primitiva que crece en dirección craneal formando la bolsa de Rathke. Posteriormente, una constricción de la base de esta cavidad la separa de la cavidad bucal. Al mismo tiempo la pared anterior aumenta de grosos disminuyendo el tamaño de la cavidad de la bolsa de rathke, que queda reducida a una pequeña hendidura.

Debido a su origen embriológico consta en realidad de dos glándulas: la neurohipófisis y la adenohipòfisis, unidas anatómicamente, aunque desempeñan funciones distintas. La neurohipofisis, que es la porción de origen nervioso, consta de una parte voluminosa, la pars nerviosa y de su pediculo el infundíbulo, que se continúa con el hipotálamo.

La porción originada del ectodermo se denomina adenohipòfisis y se divide en tres partes. La primera y más voluminosa es la pars distalis, o lóbulo anterior; la segunda es la porción craneal que envuelve el infundíbulo, denominada pars tuberalis; la tercera, llamada pars intermedia, es una región intermedia entre la neurohipòfisis y la pars distalis, separada de este último por la hendidura restante de la bolsa de Rathke. El conjunto de pars nervosa y pars intermedia también recibe el nombre de lóbulo posterior de la hipófisis.

La glándula esta recubierta por una capsula de tejido conjuntivo que se continúa con la red de fibras reticulares que actúan como soporte de células del órgano.

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La Glándula Hipófisis

Glándula Hipófisis

La Hipófisis tal vez sea la glándula endocrina más importante: regula la mayor parte de los procesos biológicos del organismo, es el centro alrededor del cual gira buena parte del metabolismo a pesar de que no es mas que un pequeño órgano que pesa poco más de medio gramo.

Situación y estructura.

La Hipófisis esta situada sobre la base del cráneo. En el esfenoides, existe una pequeña cavidad denominada "silla turca" en la que se encuentra la hipófisis. La silla esta constituida por un fondo y dos vertientes: una anterior y una posterior. Por su parte lateral y superior no hay paredes óseas; la duramadre se encarga de cerrar el habitáculo de la hipófisis: la envuelve completamente por el interior a la silla turca y forma una especie de saquito, abierto por arriba, en el que esta contenida la hipófisis.

La hipófisis está directamente comunicada con el hipotálamo por medio de un pedúnculo denominado "hipofisario". A los lados de la hipófisis se encuentran los dos senos cavernosos (pequeñas lagunas de sangre venosa aisladas de la duramadre).

La hipófisis tiene medio cm de altura, 1cm de longitud y 1.5cm de anchura.

Esta constituida por dos partes completamente distintas una de otra: el lóbulo anterior y el lóbulo posterior. Entre ambos existe otro lóbulo pequeño, el intermedio. El lóbulo posterior es más chico que el anterior y se continúa hacia arriba para formar el infundíbulo, la parte del pedúnculo hipofisario que esta en comunicación directa con el hipotálamo. Este esta constituido por células nerviosas. El infundíbulo a su vez esta constituido por las prolongaciones de las células nerviosas que constituyen algunos de los núcleos hipotalámicos. El infundíbulo desciende del hipotálamo a la hipófisis.

El lóbulo posterior esta formado por tejido nervioso que se denomina neurohipófisis. Durante la vida intrauterina, del suelo del tercer ventrículo desciende una porción que formara el lóbulo posterior de la hipófisis. El lóbulo anterior es de origen epitelial, es independiente del sistema nervioso y tiene una estructura típicamente glandular y se denomina adenohipófisis (hipófisis glandular).

El lóbulo anterior se continua también hacia arriba en su parte denominada "infundibular" -que envuelve por su parte anterior y por los lados al infundíbulo, constituyendo el pedúnculo hipofisario.

El lóbulo anterior esta conectado con el resto solo a través de la circulación sanguínea.

El sistema portal, con las redes de capilares , tiene una importancia capital en la fisiología de la hipófisis, ya que es el puente de unión entre el hipotálamo y la hipófisis, y a través de este los "releasing factors" producidos por los núcleos hipotalámicos, llegan a la hipófisis estimulándola para que segregue hormonas.

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La sangre venosa que procede de la hipófisis se vierte, a través del seno coronario, en los senos cavernosos vecinos.

La hipófisis anterior esta constituida por células de sostén, que no segregan. Las células formadoras de las hormonas son hipotalámicas.

Se sabe que las hormonas de la Hipófisis posterior, la oxitocina y la adiuretina, están producidas por las células de los núcleos hipotalamicos supraóptico y paraventricular.

La hipófisis anterior esta constituida por cordones de células que se cruzan entre si, en contacto directo con los capilares sanguíneos, en los que son vertidas las hormonas secretadas.

En base a fenómenos observados en la patología humana y a experimentos con animales, se ha tratado de establecer que hormonas son producidas por los diferentes tipos de células.

Al parecer las células alfa y épsilon producen la hormona somatotropa (STH), que mantiene en actividad el cuerpo luteo y estimula la producción de leche en la mujer; hormona adrenocorticotropa (ACTH), que estimula el funcionamiento de la glándula suprarrenal.

Las células beta producirían la hormona tireotropa (TSH) que regula el funcionamiento de la tiroides; la hormona foliculoestimulante (FSH), que induce en la mujer la maduración de los folículos en los que liberara el óvulo , la célula germinal femenina, y en el hombre la producción de espermatozoides; por ultimo, la hormona exoftalmizante (EPH) que induce un aumento de la grasa retrobulbar del ojo.

Las células delta producirían la hormona luteoestimulante (LH) que induce la formación del cuerpo luteo en la mujer y estimula la producción de testosterona en el hombre (la principal hormona masculina).

El lóbulo intermedio, localizado entre la Hipófisis anterior y la posterior, produce una sola hormona: la intermedia. Esta hormona de escasa importancia actúa acentuando la pigmentación de la piel.

Hormonas de la hipófisis posterior.

Las hormonas de la neurohipófisis: la oxitocina y la antidiurética o adeuretina, ambas tienen una estructura química bastante sencilla y similar, y están constituidas cada una por ocho aminoácidos.

Oxitocina:

Su función principal es la de estimular las contracciones del útero durante el parto.

La oxitocina, además, estimula la expulsión de leche de las mamas. La mama esta constituida por alvéolos de células que segregan la leche por pequeños conductos llamados galactoforos, la oxitocina actúa sobre las células de actividad contráctil contenidos en las paredes de estos conductos, estimulándolos a contraerse.

A pesar de que esta hormona también es segregada en el hombre se ignora si existen acciones biológicas y cuales son.

Adiuretina:

Es de importancia secundaria, actúa sobre la regulación del tono arterial, es decir, sobre el mantenimiento de la presión a niveles suficientemente elevados.

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Pero su acción mas importante es sin duda, la disminución de la eliminación de agua con la orina. La ADH determinaría un "enrarecimiento" de la materia conjuntiva que esta entre célula y célula, dando al agua la posibilidad de filtrarse a través de ella y de escapar así de su eliminación en la orina. La ADH induciría el efecto del enrarecimiento de la sustancia intercelular, que cementa las células de los túbulos dístales y colectores mediante la activación de la hialuronidasa.

Sistemas reguladores.

La ADH como todas las demás hormonas, no es secretada en cantidad constante e invariable, sino que se sincroniza continuamente con las necesidades del organismo. Son muchas las vías a través de las cuales reciben la información del hipotálamo y la hipófisis sobre las necesidades de su intervención por parte del organismo. Evidentemente en líneas generales, se necesitara ADH cuando el agua contenida en el organismo tienda a escasear. Dado que en el agua se hallan disueltas algunas sales, un aumento de estas últimas indicará, en proporción, una disminución de agua y viceversa. Existen, en la pared de las carótidas, células (osmorreceptores) que son capaces de advertir variaciones mínimas de la osmoralidad (relación agua-sales) de la sangre y de transmitir inmediatamente las noticias captadas al hipotálamo. En el interior de las células que producen ADH no hay formaciones vacuolares dotadas de esta propiedad. Las células de los núcleos supraóptico y paraventricular están así continuamente al corriente de la osmolaridad, tanto de la sangre como de los líquidos intracelulares. Obviamente, un exceso de sales respecto al agua provocara una disminución o un bloqueo de la secreción de ADH en el torrente sanguíneo, mientras que un exceso de agua estimulara su liberación. La respuesta es inmediata: desde la llegada de la información hasta la respuesta del hipotálamo no transcurre apenas un minuto.

Existen otros medios de información para el hipotálamo: son los receptores de volumen. Para que la circulación sanguina sea eficiente y, por consiguiente, la llegada de oxígeno y otras sustancias nutritivas a los tejidos quede garantizada, es necesario que el volumen de la sangre que circula sea, dentro de ciertos limites, constante. Los receptores de volumen sirven precisamente para esto: son células localizadas en la aurícula izquierda del corazón, que detectan el grado de distensión a que se ven sometidas. Cuanto mayor es el volumen de sangre circulante, mayor es la afluencia de sangre a la aurícula y mas intensa la distensión de los receptores de volumen. Informaciones de este tipo llegan al hipotálamo, el cual, cuando disminuye el volumen sanguíneo, segrega ADH para retener agua a través del riñón y enviarla a la sangre; si el volumen sanguíneo aumenta, bloquea la secreción de ADH hasta que no se retorne a condiciones de normalidad.

Por ultimo, el tercer sistema de regulación es el sistema nervioso, que es capaz de actuar directamente sobre el hipotálamo. Las emociones y el dolor físico aumentan la secreción de ADH. El significado de este proceder es claro: en dichas circunstancias, la sudoración y el aumento de la frecuencia respiratoria provocan una perdida de agua, que el organismo trata de retener a través del riñón; por la misma razón, un aumento de la temperatura ambiental o un esfuerzo muscular estimulan la secreción de ADH, mientras que el frío la bloquea.

La ADH no es la única hormona encargada del mantenimiento del equilibrio hidricosalino, intervienen también la cortisona, la hormona tiroidea, la hormona somatrotropa y, sobre todo, la aldosterona, secretada por las glándulas suprarrenales. Para la aldosterona, existe otra red de información y de reguladores.

Hormonas de la Hipófisis Anterior.

Las hormonas secretadas por la adenohipófisis son seis: La hormona ACTH, TSH, FSH, LH, LTH, STH.

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Las primeras cinco hormonas se llaman glandulotropas por su especial tipo de acción. No actúan directamente sobre el organismo sino que estimulan a las glándulas endocrinas para que produzcan y pongan en circulación sus hormonas.

Aquí radica la enorme importancia de la Hipófisis: regula el funcionamiento de las glándulas endocrinas más importantes; un mal funcionamiento de la hipófisis conduce a un desequilibrio grave y total de todo el sistema endocrino. De forma especial , la ACTH estimula el funcionamiento de las cápsulas suprarrenales, la TH el de la tiroides, mientras que la FSH, la LH y la LTH actúan regulando el funcionamiento de las glándulas sexuales. Solo la STH actúa directamente sobre el organismo.

Hormona adrenocorticotropa (ACTH):

Es una proteína secretada por las células acidófilas de la hipófisis y esta constituida por un conjunto de aminoácidos en el cual hay un grupo de 24 que es la parte activa (realiza las acciones biológicas de la hormona). De los demás algunos sirven para unir la hormona a las proteínas de la sangre, otros unen la hormona a la glándula donde tiene que actuar.

La ACTH, favorece el trofismo, el crecimiento, el estado de actividad normal de las cápsulas suprarrenales y provoca la formación y la liberación de una parte de sus hormonas.

Las suprarrenales forman varias hormonas de distinta acción como la cortisona (metabolismo de los azúcares, actividad sexual tanto masculinizante como feminizante, en menor medida) y la aldosterona (equilibrio de las sales y el agua).

La ACTH induce la liberación por parte de las cápsulas suprarrenales de los primeros grupos de hormonas.

La ACTH posee otras acciones, aunque menos importantes: favorece la escincion de las grasas y su liberación de los lugares de acumulación; favorece la coagulación sanguínea; aumenta la formación de acetilcolina facilitando así las contracciones musculares; regula además la formación por parte del riñón de un factor que actúa activando la eritropoyetina, que estimula la medula ósea para que produzca glóbulos rojos; también posee una ligera acción pigmentante sobre la piel.

Hormona tireotropa (TSH):

Su acción especifica se ejerce sobre el tropismo de la tiroides, (favorece su desarrollo) y sobre la formación y liberación de la hormona tiroidea (conjunto de sustancias de características y acciones muy similares).

Cuando el organismo necesita de la hormona tiroidea, esta se escinde de la proteína a la que esta ligada y se pone en circulación. La TSH actúa facilitando todos estos procesos, de forma especial, la liberación en el torrente circulatorio de la hormona tiroidea. También actúa inhibiendo, aunque no de forma absoluta, la coagulación de la sangre, acelera la erupción dentaría e influye sobre el tejido conectivo ; induce una inhibición excesiva de la capa de grasa retrotubular y causa la emergencia hacia fuera del globo ocular (exoftalmia).

Hormona exoftalmizante:

Posee acciones sobre el tejido conjuntivo que habían sido atribuidas a la TSH. La hormona se llamo por este motivo exoftalmizante (provocadora de exoftalmos).

La TSH posee el mismo tipo de acción, aunque en menor medida.

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Hormonas foliculoestimulante, luteoestimulante y luteotropa en la mujer:

La FSH, la LH y la LTH son hormonas que actúan sobre las gónadas (glándulas que desempeñan la función sexual: los testículos en el hombre y los ovarios en la mujer). La acción de estas hormonas consideradas por separado, no tiene ningún efecto útil sobre el funcionamiento de las gónadas, solo la integración de todas ellas, y por consiguiente un equilibrio adecuado de las distintas hormonas estimulantes, conduce a un funcionamiento normal de las glándulas sexuales.

La vida sexual de la mujer se caracteriza por el ciclo menstrual, que dura 28 días, de los cuales los primeros 14 se dedican a la formación del folículo en los ovarios; se trata de una vesícula que sobresale de la superficie del ovario que contiene estrógenos (hormonas sexuales femeninas) y el óvulo, la célula germinal femenina. Al décimo cuarto día se rompe el folículo, y el óvulo emigra al útero, donde, si es fecundado por el espermatozoide (célula germinal masculina), comenzara el proceso que conducirá a la formación de un nuevo individuo.

Mientras tanto, el folículo roto se transforma en cuerpo luteo, es decir en una nueva glándula que segrega progesterona, la hormona que junto con los estrógenos prepara al útero para que reciba al óvulo, en caso de que este sea fecundado. Si el óvulo no es fecundado, al día numero 28 se produce la menstruación y el cuerpo luteo se degenera hasta desaparecer. Si por el contrario se produce la fecundación, el cuerpo luteo crece, aumenta la cantidad de progesterona secretada por el y la vida de la nueva glándula dura hasta el final del embarazo.

La FSH, o gonadotropina folicular, interviene en la primera fase del proceso, estimulando la formación del folículo, y mantiene su intervención, aunque de forma reducida, en la segunda mitad del ciclo; además esta hormona favorece el tropismo del ovario.

La LH, o gonadotropina luteoformadora, interviene en un segundo tiempo y solo cuando la FSH ha actuado y continua actuando. La LH induce la formación y la secreción de estrógenos por parte del ovario y provoca la rotura del folículo, con la consecuente liberación del óvulo; estimula, además, la transformación del folículo en el cuerpo luteo.

Llegados a este punto es necesaria la presencia de la tercera hormona, la luteotropa (LTH o gonadotropina luteosecretora), que estimula la secreción de progesterona por el cuerpo luteo recién formado.

No solo son necesarias todas ellas para que se complete el ciclo menstrual sino que cada una de ellas no actúa si no se encuentran en circulación al mismo tiempo las otras.

La LTH tiene otro efecto sobre la mujer, la prolactina: durante el puerperio, estimula la mama para la secreción de leche, su acción es solo eficaz si actúan las tres hormonas.

Hormonas foliculoestimulante, luteoestimulante y luteotropa en el hombre:

La FSH estimula las células germinales de los tubulos seminiferos que constituyen buenas partes de los testículos, para que produzcan espermatozoides. El proceso de formación de estos no puede completarse sino interviene la LTH. Esta actúa sobre las denominadas células "intersticiales" del testículo; estas células se localizan entre los tubulos seminiferos y se encargan de la formación y secreción de testosterona ( hormona sexual masculina).

Sistemas Reguladores.

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Se ha dicho que las hormonas glandotropas, secretadas por la hipófisis estimulan el funcionamiento de las glándulas blanco correspondiente: sabemos que la ACTH estimula las cápsulas suprarrenales y en especial la secreción de cortisona por parte de estas; es precisamente la cantidad de cortisona presente en la sangre lo que regula la cantidad de ACTH secretada por la hipófisis; esta libera ACTH en proporción inversa a la tasa de cortisona en circulación (si hay mucha cortisona en la sangre la hipófisis bloquea la secreción de ACTH, mientras que si la cantidad de cortisona presente en la sangre baja, la hipófisis libera ACTH, estimulando las cápsulas suprarrenales para que acelere su ritmo de trabajo). Este mecanismo se denomina retroalimentacion e indica cualquier mecanismo que, introducido en un sistema es capaz de regular su actividad, otorgando al mismo sistema la capacidad de autorregularse.

Sin embargo si se someten a un examen cuidadoso los diversos fenómenos de tipo endocrino que se llevan a cabo en el organismo, se llega a la conclusión de que este mecanismo no basta por si solo para explicarlos.

En el hipotálamo una formación nerviosa situada sobre la hipófisis, con la que se halla íntimamente comunicado y que a su vez esta conectada con las demás parte del cerebro, existen grupos de células nerviosas que segregan sustancias de acción especifica sobre la hipófisis: los factores liberadores (releasing factors).

Cada una de las hormonas glandulotropas esta bajo el control liberador que, al llegar a la hipófisis desde el hipotálamo estimula su liberación en la sangre. Los factores liberadores constituyen el punto de conexión entre el sistema nervioso y el endocrino. Este hecho ha quedado completamente aclarado en lo que se refiere a la ASTH cuyo factor liberador se denomina CRF, y para la tireotropa TRF.

Para las hormonas gonadotropas: su factor liberador no ha sido descubierto, en cualquier caso parece que existe un factor liberador para la hormona folículo estimulante (FSHRF) y para la luteoestimulante (LRH), mientras que el hipotálamo segrega un factor inhibidor con la secreción de la hormona luteotropa o prolactina (PIF).

Para terminar, parece desprenderse que la melatolina forma una hormona secretada por la epífisis (en el interior del cráneo) que tiene también una acción inhibidora sobre la secreción de las gonadotropinas y se cree que el ritmo de secreción de la melatolina esta regulado por la cantidad de luz presente en el medio en el que vive el individuo. En la oscuridad la secreción de la melatolina aumenta y la actividad de las glándulas sexuales disminuye; en presencia de luz la secreción de melatolina disminuye y las glándulas sexuales son estimuladas en mayor medida.

Hormona Somatotropa

La STH es una hormona hipofisiaria que se diferencia en forma clara de todas la restantes; su acción se desarrolla directamente sobre los tejidos del organismo y no a través de la mediación de otras glándulas, como sucede en las otras hormonas.

Se denomina también "hormona de crecimiento" ya que induce y regula el crecimiento corporal. Se trata de una proteína constituida por una serie compleja de aminoácidos, que actúan sobre todo los tejidos del organismo estimulando su desarrollo. Es la hormona mas importante en la fase inicial de cualquier individuo.

La acción de la somatotropa no se limita al periodo de crecimiento. Las estructuras que lo constituyen a nivel molecular, se gastan, se transforman continuamente y debe producirse sin cesar nuevo material orgánico. Además del agua y las sales, las sustancias básicas de las que se compone el organismo son los azucares, las grasas y las proteínas. La STH debe actuar sobre estos compuestos.

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El constituyente estructural fundamental del organismo lo constituyen las proteínas; los azucares y las grasas sirven para proporcionar energía. La STH, para inducir el crecimiento corporal y estimular al organismo a fabricar las estructuras moleculares de recambio para la sustitución de las que se han gastado debe orientar el metabolismo corporal hacia la síntesis de las nuevas proteínas, en especial del nucleoproteínas, sustancia que son esenciales para la vida de la célula (es más importante en la etapa de crecimiento). Si tratamos de comprobar cuales son las acciones metabólicas de las hormonas veremos que ellas corresponden perfectamente a todas estas necesidades teóricas.

La STH favorece la entrada de los aminoácidos en la célula, primer paso fundamental para la constitución de las proteínas. Las hormonas sexuales, pero sobre todo los andrógenos (masculinos), favorecen la incorporación de estos a las proteínas. A nivel de los azúcares, la STH se opone a la acción de la insulina, favoreciendo la transformación realizada precisamente por la insulina de los azúcares en aminoácidos; se produce así nuevo material para la síntesis de la proteína.

Con referencia a las grasas la STH estimula su catabolismo; proporciona así a las cadenas enzimáticas celulares, encargadas del montaje de las proteínas, un material que ellas pueden aprovechar.

Además la STH actúa también sobre los minerales que son constituyentes fundamentales del protoplasma celular, en especial sobre el sodio, el potasio y el calcio, favoreciendo su retención (el calcio solo durante el periodo de crecimiento óseo).

Teniendo en cuenta las acciones que la STH lleva a cabo en el organismo, se pueden deducir la consecuencias que derivan de una secreción de esta hormona en defecto o en exceso. En el primer caso se produce el enanismo y en el segundo el gigantismo, que también aparece durante la infancia y sobre todo durante la adolescencia, siempre antes de la pubertad.

La razón es sencilla : la diferencia de estatura se debe principalmente a un desarrollo diferente del sistema óseo y en particular de los huesos largos (esqueleto de los miembros) . Estos están constituido por la diáfesis, que es el cuerpo del hueso, y la epífisis, las dos cabezas. Entre la diáfesis y cada una de las dos epífisis, durante el periodo de crecimiento, existen dos capas delgadas de cartílagos, el cual da origen a la formación de nuevo tejido óseo que, superponiéndose a la ya existente, que constituye la diáfesis provoca un alargamiento del hueso.

Gigantismo

La STH regula la función de los cartílagos de crecimiento: si aumenta, estos aceleran su ritmo de trabajo y aparece el gigantismo.

Se habla del gigantismo cuando la estructura de los hombres sobrepasa el metro noventa y cinco, en la mujer el metro ochenta y cinco.

El gigantismo hipofisario es una flexión muy rara: sobre 3190 endocrinopatías infantiles observada por Wilkins, noto solo dos casos de gigantismo.

Según la edad de desarrollo del hipersomatotropismo, puede observarse un gigantismo puro armónico cuando la enfermedad empieza en la infancia, y una giganto-acromegalia cuando se manifiesta en la adolescencia. El tratamiento, dependiente de la existencia o no de un tumor hipofisario , deberá ser quirúrgico u hormonal, con el objeto de bloquear la hipófisis hiperfuncionante en ese sector.

Acromegalia

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Cuando los cartílagos de crecimiento desaparecen los huesos largos no pueden seguir creciendo en longitud; por consiguiente, si la producción excesiva de STH se realiza cuando ha terminado el desarrollo óseo, el individuo no padecerá ya un gigantismo sino de Acromegalia. Aquí, los huesos largos crecen solo en anchura, pero no se alargan, por lo que la estatura del individuo permanece invariable. Se produce, no obstante, un desarrollo excesivo, sobre todo donde todavía existen cartílagos, en especial en el rostro; las arcadas orbitarias y sigomáticas sobresalen; la nariz se hace gruesa y la mandíbula prominente. Todos los órganos aumentan de volumen: la lengua se engrosa hasta el punto de que, en los casos mas graves no permite cerrar la boca, las manos y los pies no se alargan pero se hacen mas gruesos; las cuerdas vocales que están constituidas por cartílagos se hacen mas gruesas, provocando un cambio en la voz, que se hace profunda y masculina, incluso en las mujeres; la piel es pastosa, gruesa, rugosa y aumenta la cantidad de bello corporal. Si se estudia el metabolismo de estos sujetos, se ponen en evidencia los signos típicos del trabajo que esta realizando la STH: aumenta los azucares en la sangre (dado que como sabemos, queda obstaculizada su utilización por parte de las células), mientras que es posible observar una eliminación reducida de la sustancia proteicas, que son utilizadas desmedidamente. Las grasas, escindidas y movilizadas de los lugares de almacenamiento, están presentes en la sangre en cantidad ligeramente superior a la normal.

Otras interferencias debido al desequilibrio de las hormonas, tienen efectos en el comportamiento sexual (desaparición del apetito sexual).

La funcionalidad reducida de la hipófisis

La funcionalidad reducida de la hipófisis se denomina hipopituarismo. La hipófisis, a través de diversas hormonas secretadas por ella, controla el funcionamiento de las glándulas endocrinas mas importantes : tiroides, las cápsulas suprarrenales, las glándulas sexuales y además el crecimiento corporal ; queda claro, entonces, que una reducción de las capacidades de la hipófisis se manifestará con síntomas que derivan de una carencia de las hormonas secretadas que esta suele estimular. Si esto sucede en el niño, en el que es muy importante la presencia de la hormona somatotropa del crecimiento, se producirá el denominado "enanismo hipofisario". Por esto se entiende un síndrome clínico caracterizado por la detención del crecimiento debido a una reducida secreción de la hormona somatotropa hipofisiaria. Por lo general los enanos hipofisarios miden menos de 1.50mts, presentan un desarrollo sexual reducido, con infantilismo en los genitales y ausencia de caracteres sexuales secundarios. La inteligencia es normal. El tratamiento medico se basa en dosis altas de hormona somatotropa.

La capacidad secretora reducida de la hipófisis puede limitarse a una sola de las hormonas sin afectar a la glándula en su conjunto, pero cuando se produce un "hipopituarismo total", los síntomas se encuadran en un conjunto característico que recibe el nombre de enfermedad de Simmonds. Se trata de un decaimiento progresivo de todo el organismo, el enfermo adelgaza de forma rápida y progresiva, tanto el tejido adiposo como los músculos sufren una atrofia progresiva para llegar a desaparecer casi por completo en las fases mas avanzadas. Los órganos internos (corazón e hígado) disminuyen su volumen. Este estado de deterioro gravisimo (llamado caquexia hipofisiaria) esta inducido por la falta de la hormona somatotropa, que controla el mantenimiento del estado de nutrición del organismo y estimula la formación de células que sustituyen a las que se destruyen por vejez u otros motivos.

El defecto metabólico de fondo, es una reducción en la formación de proteínas. Otro fenómeno responsable en parte de esta caquexia es la falta de apetito, asociada a una digestión difícil y, por tanto, a una absorción reducida de los alimentos a causa de la ausencia o secreción deficitaria de HCl por parte de la mucosa gástrica.

Causas

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El hipopituarismo puede ser causado por una destrucción de la glándula o por una alteración orgánica de la misma.

Hay un caso de alteración orgánica de la hipófisis que es considerado como una enfermedad independiente llamada necrosis hipofisaria pospartum o enfermedad de Sheehan.

Existe, por ultimo, un hipopituarismo funcional, ello significa que la hipófisis no esta afectada por ninguna enfermedad especifica, la escasa producción de las hormonas se debe a causas extrahipofisarias que disminuyen su funcionalidad. Puede tratarse de una enfermedad metabólica que causa la desnutrición de la hipófisis ; puede ser una lesión hipotalámica capaz de inducir una secreción escasa de los llamados "releasing factors" ; o sino de un defecto o un exceso de funcionamiento de una glándula endocrina satélite (tiroides, cápsulas suprarrenales o gónadas). Un trabajo excesivo por parte de estas puede conducir a un reposo de la hipófisis que deja de estimular a la glándula hiperfuncionante y a todas las demás.

También pude producirse el mecanismo inverso, si una glándula satélite trabaja poco, la hipófisis acentúa su actividad estimulante sobre ella y puede pasar que este esfuerzo hipofisario llegue a agotar la capacidad funcional de la glándula.

 

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INTRODUCCIÓN

El sistema endocrino está formado por todos aquellos órganos que se encargan de producir y secretar sustancias, denominadas hormonas, hacia al torrente sanguíneo; con la finalidad de actuar como mensajeros, de forma que se regulen las actividades de diferentes partes del organismo.

Los órganos principales del sistema endocrino son: el hipotálamo, la hipófisis, la glándula tiroides, las paratiroides, los islotes del páncreas, las glándulas suprarrenales, las gónadas ( testículos y ovarios) y la placenta que actúa durante el embarazo como una glándula de este grupo además de cumplir con sus funciones específicas.

El hipotálamo es la glándula que, a través de hormonas, estimula a la hipófisis para que secrete hormonas y pueda estimular otras glándulas o inhibirlas. Esta glándula es conocida como "glándula principal" ya que como se explica anteriormente, regula el funcionamiento de varias glándulas endocrinas.

La hipófisis controla su secreción a través de un mecanismo llamado "retroalimentación" en donde los valores en la sangre de otras hormonas indican a esta glándula si debe aumentar o disminuir su producción.

Hay otras glándulas que su producción de hormonas no dependen de la hipófisis sino que responden de forma directa o indirecta a las concentraciones de sustancias en la sangre, como son: los islotes del páncreas, las glándulas paratiroides y la secreción de la médula suprarrenal que responde a la estimulación del sistema nervioso parasimpático.

A continuación se especificará cada una de las funciones de las glándulas que componen este sistema y la acción de cada hormona segregadas al flujo sanguíneo.

SISTEMA ENDOCRINO

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El Sistema Endocrino se refiere al conjunto de órganos que tienen como función producir y secretar hormonas al torrente sanguíneo. Las hormonas, en su defecto, son sustancias liberadas por una glándula u órgano que tienen como finalidad regular las actividades de la célula en otras zonas del organismo. 1 Luego de ser liberadas en el medio interno, actúan en él provocado una respuesta fisiológica a cierta distancia de donde fueron segregadas.

Para que las hormonas provoquen una respuesta fisiológica, se unen a unos receptores que se encuentran en la superficie o dentro de las células, a las cuales se les denominan células blanco o dianas.

Las hormonas, según su composición bioquímica y mecanismo de acción, se clasifican en:

Proteicas: las cuales están compuestas por cadenas de aminoácidos y derivan de la hipófisis, paratiroides y páncreas. Por su composición bioquímica, sus receptores se encuentran en la membrana donde comienza a producirse una serie de reacciones que dan lugar a unos productos bioquímicos que actúan como segundo mensajeros.

Esteroideas: son derivadas del colesterol y por ende, pueden atravesar la célula y unirse con su receptor que se encuentra en el citoplasma de la célula blanco o diana. Este tipo de hormona es secretado por la corteza suprarrenal y las gónadas.

Aminas: las cuales son secretadas por la glándula tiroides y de la médula suprarrenal, y su receptor se encuentra en el núcleo de la célula.

Las Glándulas son órganos cuya función es la de fabricar productos especiales expensas de los materiales de la sangre2. Según su función se dividen en:

Glándulas endocrinas: son aquellas que producen mensajeros químicos llamados hormonas que ayudan a controlar como a regular partes, sistemas, aparatos y hasta órganos individuales del cuerpo. Los órganos endocrinos también se denominan glándulas sin conducto o glándulas endocrinas, debido a que sus secreciones se liberan directamente en el torrente sanguíneo.

Estas glándulas forman el sistema endocrino que no tiene una localización anatómica única, sino que está disperso en todo el organismo en glándulas endocrinas y en células asociadas al tubo digestivo.

Glándulas exocrinas: Se refiere a las que no poseen mensajeros químicos sino que estos envían sus secreciones por conductos o tubos -que son receptores específicos- como por ejemplo los lagrimales, axilas o tejidos cutáneos.

Glándulas holocrinas: son aquellas donde los productos de secreción se acumulan en los cuerpos de las células, luego las células mueren y son excretadas como la secreción de la glándula. Constantemente se forman nuevas células para reponer alas perdidas. Las glándulas sebáceas pertenecen a este grupo.

Glándulas epocrinas: Sus secreciones se reúnen en los extremos de las células glandulares. Luego estos extremos de las células se desprenden para formar la secreción. El núcleo y el citoplasma restante se regeneran luego en un corto período de recuperación. Las glándulas mamarias pertenecen a este grupo.

Glándulas unicelulares: las glándulas unicelulares ( una célula) están representadas por células mucosas o coliformes que se encuentran en el epitelio de recubrimiento de los sistemas digestivos, respiratorio y urogenital. La forma de las células mucosas es como una copa y de ahí el nombre de células caliciformes. El extremo interno o basal es delgado y contiene el núcleo. Una célula caliciforme puede verter su contenido poco a poco y retener su forma, o vaciarse rápidamente y colapsarse. Otra vez se llena y se repite el ciclo. Periódicamente estas células mueren y son remplazadas.

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Glándulas multicelulares: las glándulas multicelulares presentan formas variadas. Las más simples tienen forma de platos aplanados de células secretoras o son grupos de células secretoras que constituyen un pequeño hueco dentro del epitelio y secretan a través de una abertura común.3

Las glándulas que componen el sistema endocrino del cuerpo humano son:

La Hipófisis. Es una glándula que tiene forma de pera y se encuentra en una estructura ósea llamada "silla turca", localizada debajo del cerebro. Esta glándula es la encargada de producir muchas hormonas que controlan a la mayoría de las glándulas endocrinas del organismo, recibiendo el nombre de "hormona principal".

La hipófisis es controlada a su vez por el hipotálamo, que es una región que se encuentra por encima de la hipófisis. La misma está formada por dos lóbulos: el anterior (adenohipófisis) que es controlada por el hipotálamo mediante la segregación de sustancias parecidas a las hormonas, que llegan hasta los vasos sanguíneos que conectan a las dos zonas; y el lóbulo posterior (neurohipófisis) que igualmente es controlado por el hipotálamo mediante impulsos nerviosos.

El lóbulo anterior o adenohipófisis produce hormonas que estimulan la función de otras glándulas endocrinas, por ejemplo, la adrenocorticotropina, hormona adrenocorticotropa o ACTH, que estimula la corteza suprarrenal; la hormona estimulante de la glándula tiroides o tirotropina (TSH) que controla el tiroides; la hormona estimulante de los folículos o foliculoestimulante (FSH) y la hormona luteinizante (LH), que estimulan las glándulas sexuales; la prolactina, que, al igual que otras hormonas especiales, influye en la producción de leche por las glándulas mamarias; la hormona somatotropa (STH), que mantiene en actividad el cuerpo lúteo y estimula la producción de leche en la mujer; también actúa en la producción de la hormona del crecimiento o somatotropina, que favorece el desarrollo de los tejidos del organismo, en particular la matriz ósea y el músculo; y una hormona denominada estimuladora de los melanocitos, que estimula la síntesis de melanina en las células pigmentadas o melanocitos.

El lóbulo posterior de la hipófisis o neurohipófisis, secreta las hormonas oxitocina y antidiurética, ambas secretadas por el hipotálamo y almacenadas en la hipófisis. La primera se encarga de las contracciones uterinas durante el parto y estimula la expulsión de leche de las mamas; y la segunda controla el agua excretada por los riñones y ayuda a mantener la presión arterial elevada.

Tiroides. Es una glándula que se encuentra por debajo del cartílago tiroides, tiene forma de mariposa y ambos lóbulos están unidos por una estructura llamada istmo. Esta glándula secreta las hormonas tiroxina y la Triyodotironina que influyen en la maduración y el desarrollo de los tejidos, en la producción de energía y de calor, en el metabolismo (transformación) de nutrientes, en las funciones mentales, cardíacas, respiratorias, sexuales y reproductivas4 . También secreta una hormona denominada calcitonina, que disminuye los niveles de calcio en la sangre e inhibe su reabsorción ósea.

Paratiroides. Son dos pares de glándulas que se encuentran al lado de los lóbulos del tiroides y su función consiste en regula los niveles sanguíneos de calcio y fósforo y estimula la reabsorción de hueso.

Páncreas. Es un órgano que cumple con funciones exocrinas, ya que secreta enzimas hacia al duodeno en el proceso digestivo; y funciones endocrinas porque libera insulina y glucagón. Ambas provienen específicamente de los islotes del páncreas o islotes de Langerhans de las células y . La primera actúa sobre el metabolismo de los hidratos de carbono, proteínas y grasas, aumentando la tasa de utilización de la glucosa y favoreciendo la formación de proteínas y el almacenamiento de grasas; y el segundo aumenta de forma transitoria los niveles de azúcar en la sangre mediante la liberación de glucosa procedente del hígado.

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Suprarrenales. Cada una de estas glándulas está formada por una zona interna denominada médula y una zona externa que recibe el nombre de corteza. Ambas se localizan sobre los riñones. La médula suprarrenal produce adrenalina, llamada también epinefrina, y noradrenalina, que afecta a un gran número de funciones del organismo. Estas sustancias estimulan la actividad del corazón, aumentan la tensión arterial, y actúan sobre la contracción y dilatación de los vasos sanguíneos y la musculatura. La adrenalina eleva los niveles de glucosa en sangre (glucemia). Todas estas acciones ayudan al organismo a enfrentarse a situaciones de urgencia de forma más eficaz. La corteza suprarrenal elabora un grupo de hormonas denominadas glucocorticoides, que incluyen la corticosterona y el cortisol, y los mineralocorticoides, que incluyen la aldosterona y otras sustancias hormonales esenciales para el mantenimiento de la vida y la adaptación al estrés. Las secreciones suprarrenales regulan el equilibrio de agua y sal del organismo, influyen sobre la tensión arterial, actúan sobre el sistema linfático, influyen sobre los mecanismos del sistema inmunológico y regulan el metabolismo de los glúcidos y de las proteínas. Además, las glándulas suprarrenales también producen pequeñas cantidades de hormonas masculinas y femeninas.

Gónadas. Se refiere a los testículos y ovarios o glándulas sexuales como se les conoce comúnmente. Específicamente, los ovarios son los órganos de la reproducción femenina Son estructuras pares con

forma de almendra situadas a ambos lados del útero. Los folículos ováricos producen óvulos, o huevos, y también segregan un grupo de hormonas denominadas estrógenos, necesarias para el desarrollo de los órganos reproductores y de las características sexuales secundarias, como distribución de la grasa, amplitud de la pelvis, crecimiento de las mamas y vello púbico y axilar. Otra hormona segregada por los ovarios es la progesterona que ejerce su acción principal sobre la mucosa uterina en el mantenimiento del embarazo. También actúa junto a los estrógenos favoreciendo el crecimiento y la elasticidad de la vagina. Los ovarios también elaboran una hormona llamada relaxina, que actúa sobre los ligamentos de la pelvis y el cuello del útero y provoca su relajación durante el parto, facilitando de esta forma el alumbramiento.

Por otra parte, los testículos son cuerpos ovoideos pares que se encuentran suspendidos en el escroto. Las células de Leydig de los testículos producen una o más hormonas masculinas, denominadas andrógenos. La más importante es la testosterona, que estimula el desarrollo de los caracteres sexuales secundarios, influye sobre el crecimiento de la próstata y vesículas seminales, y estimula la actividad secretora de estas estructuras. Los testículos también contienen células que producen gametos masculinos o espermatozoides5 .

Metabolismo Hormonal

La liberación de las hormonas depende de los niveles en sangre de otras hormonas y de ciertos productos metabólicos bajo influencia hormonal, así como de la estimulación nerviosa. La producción de las hormonas de la hipófisis anterior se inhibe cuando las producidas por la glándula diana particular, la corteza suprarrenal, el tiroides o las gónadas circulan en la sangre. Por ejemplo, cuando hay una cierta cantidad de hormona tiroidea en el torrente sanguíneo la hipófisis interrumpe la producción de hormona estimulante del tiroides hasta que el nivel de hormona tiroidea descienda. Por lo tanto, los niveles de hormonas circulantes se mantienen en un equilibrio constante. Este mecanismo, que se conoce como homeostasis o realimentación negativa, es similar al sistema de activación de un termostato por la temperatura de una habitación para encender o apagar una caldera.

La administración prolongada procedente del exterior de hormonas adrenocorticales, tiroideas o sexuales interrumpe casi por completo la producción de las correspondientes hormonas estimulantes de la hipófisis, y provoca la atrofia temporal de las glándulas diana. Por el contrario, si la producción de las glándulas diana es muy inferior al nivel normal, la producción continua de hormona estimulante por la hipófisis produce una hipertrofia de la glándula, como en el bocio por déficit de yodo.

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La liberación de hormonas está regulada también por la cantidad de sustancias circulantes en sangre, cuya presencia o utilización queda bajo control hormonal. Los altos niveles de glucosa en la sangre estimulan la producción y liberación de insulina mientras que los niveles reducidos estimulan a las glándulas suprarrenales para producir adrenalina y glucagón; así se mantiene el equilibrio en el metabolismo de los hidratos de carbono. De igual manera, un déficit de calcio en la sangre estimula la secreción de hormona paratiroidea, mientras que los niveles elevados estimulan la liberación de calcitonina por el tiroides.

La función endocrina está regulada también por el sistema nervioso, como le demuestra la respuesta suprarrenal al estrés. Los distintos órganos endocrinos están sometidos a diversas formas de control nervioso. La médula suprarrenal y la hipófisis posterior son glándulas con rica inervación y controladas de modo directo por el sistema nervioso. Sin embargo, la corteza suprarrenal, el tiroides y las gónadas, aunque responden a varios estímulos nerviosos, carecen de inervación específica y mantienen su función cuando se trasplantan a otras partes del organismo. La hipófisis anterior tiene inervación escasa, pero no puede funcionar si se trasplanta.

Se desconoce la forma en que las hormonas ejercen muchos de sus efectos metabólicos y morfológicos. Sin embargo, se piensa que los efectos sobre la función de las células se deben a su acción sobre las membranas celulares o enzimas, mediante la regulación de la expresión de los genes o mediante el control de la liberación de iones u otras moléculas pequeñas. Aunque en apariencia no se consumen o se modifican en el proceso metabólico, las hormonas pueden ser destruidas en gran parte por degradación química. Los productos hormonales finales se excretan con rapidez y se encuentran en la orina en grandes cantidades, y también en las heces y el sudor.

Trastornos de la Función Endocrina

Las alteraciones en la producción endocrina se pueden clasificar como de hiperfunción (exceso de actividad) o hipofunción (actividad insuficiente). La hiperfunción de una glándula puede estar causada por un tumor productor de hormonas que es benigno o, con menos frecuencia, maligno. La hipofunción puede deberse a defectos congénitos, cáncer, lesiones inflamatorias, degeneración, trastornos de la hipófisis que afectan a los órganos diana, traumatismos, o, en el caso de enfermedad tiroidea, déficit de yodo. La hipofunción puede ser también resultado de la extirpación quirúrgica de una glándula o de la destrucción por radioterapia.

La hiperfunción de la hipófisis anterior con sobreproducción de hormona del crecimiento provoca en ocasiones gigantismo o acromegalia , o si se produce un exceso de producción de hormona estimulante de la corteza suprarrenal, puede resultar un grupo de síntomas conocidos como síndrome de Cushing que incluye hipertensión, debilidad, policitemia, estrías cutáneas purpúreas, y un tipo especial de obesidad. La deficiencia de la hipófisis anterior conduce a enanismo (sí aparece al principio de la vida), ausencia de desarrollo sexual, debilidad, y en algunas ocasiones desnutrición grave. Una disminución de la actividad de la corteza suprarrenal origina la enfermedad de Addison, mientras que la actividad excesiva puede provocar el síndrome de Cushing u originar virilismo, aparición de caracteres sexuales secundarios masculinos en mujeres y niños. Las alteraciones de la función de las gónadas afectan sobre todo al desarrollo de los caracteres sexuales primarios y secundarios. Las deficiencias tiroideas producen cretinismo y enanismo en el lactante, y mixedema, caracterizado por rasgos toscos y disminución de las reacciones físicas y mentales, en el adulto. La hiperfunción tiroidea (enfermedad de Graves, bocio tóxico) se caracteriza por abultamiento de los ojos, temblor y sudoración, aumento de la frecuencia del pulso, palpitaciones cardiacas e irritabilidad nerviosa. La diabetes insípida se debe al déficit de hormona antidiurética, y la diabetes mellitus, a un defecto en la producción de la hormona pancreática insulina, o puede ser consecuencia de una respuesta inadecuada del organismo.

CONCLUSIÓN

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Las funciones de crecimiento, regulación de excreción de agua, regulación de la temperatura corporal, de control de la acción y respuesta inmediata tanto física y mental de una persona, las funciones sexuales y de reproducción de los seres humanos y muchas otras están regidas por las glándulas endocrinas que a su vez están bajo la acción de la hipófisis y previamente, del hipotálamo. Pero todas estas funciones pueden verse afectadas por algún desequilibrio tanto hormonal como glandular, originando serias patologías que pueden ser hasta irreversibles.

Algunas de estas patologías son: enanismo, gigantismo, Síndrome de Cushing, enfermedad de Addison, virilismo, diabetes, hipertiroidismo, hipotiroidismo y muchas otras que alteran nuestro funcionamiento general como gran sistema.

BIBLIOGRAFÍA

1.Manual Merck de Información Médica para el Hogar. Editorial Océano. 1997. Madrid, España. Pág. 741.

2. Enciclopedia Multimedia de la Anatomía Humana. 2003

3. Sistema Endocrino. www.personales.ya.com. 2004

4. Función de la Glándula Tiroides. www.saludhoy.com . 2004

5. Aguirre, Ricardo. Sistema Endocrino. www.ilustrados.com . 2004

Sistema Endocrino. http://es.encarta.msn.com . 2004.

Glándulas Endocrinas. www.monografias.com. 2004