Gombrowicz Witold - Ivona Princesa De Borgoña

Embed Size (px)

Citation preview

IVONA, PRINCESA DE BORGOAPersonajes Ivona El Rey Ignacio La Reina Margarita El Prncipe Felipe, heredero del trono El Chambeln El Canciller Isa, una dama de la Corte Cirilo, un amigo del prncipe Cipriano Las dos tas de Ivona Inocencio, un cortesano Valentn, un criado Dignatarios, la Corte, el mendigo

Nota: esta versin espaola se ha traducido a partir del francs. Los corchetes que aparecen son del autor, se trata de una segunda versin de la obra. As pues, el texto entre corchetes se puede eliminar si se cree necesario.

1

ACTO I Un parque. rboles. Al fondo, bancos; un pblico vestido de gala. Al son de las trompetas entran el Rey Ignacio, la reina Margarita, el prncipe Felipe, el Chambeln, Cirilo,Cipriano, y los cortesanos. LA REINA Qu puesta de sol ms divina! EL CHAMBELN Divina, Majestad. LA REINA Hay espectculos que ennoblecen al hombre. EL CHAMBELN Lo ennoblecen, sin duda. EL REY Y esta noche una partidita de bridge. EL CHAMBELN Vuestra Majestad posee el don de aunar su gusto por lo bello con una aficin innata por el bridge. Se acerca un mendigo. MENDIGO Una pequea inversin. EL REY Chambeln, dale cinco cntimos. As sabr el pueblo que no somos indiferentes a sus problemas! LA REINA Que sean diez! (Se vuelve hacia el sol poniente.) Qu puesta de sol! LAS DAMAS Aaah! EL REY Pues que sean quince! La avaricia es un defecto muy feo! CORTESANOS Aaah! MENDIGO Que Dios Todopoderoso bendiga a Vuestra Majestad el Rey y que Vuestra Majestad el Rey bendiga a Dios todopoderoso! Se aleja cantando una cancin de mendigo. EL REY Ea, vamos, que se nos hace tarde para la cena. Hoy es la fiesta nacional: estamos obligados a dar la vuelta al parque. Hay que confraternizar con el pueblo. (Todos salen excepto el prncipe) No vienes, Felipe? EL PRNCIPE cogiendo un peridico del suelo. Un momento. EL REY Ja, ja, ja! Bueno! Ja, ja, ja! Tienes una cita, eh? Este muchacho es mi vivo retrato! Ea, vamos, ja, ja, ja!

2

LA REINA con reproche. Ignacio! Trompetas. Todos salen menos el prncipe Felipe y Cirilo. CIRILO y CIPRIANO Qu pesados! EL PRNCIPE Veamos, el horscopo del da. (Lee.) "Entre las doce y las dos..." No... Aqu est! "Entre las siete y las nueve de la noche, se liberarn sus fuerzas vitales, sentir como su personalidad se dilata, tomar excelentes decisiones aunque arriesgadas. Estas horas le sern propicias para proyectos atrevidos, para empresas de envergadura..." CIPRIANO Bueno, y qu ms? EL PRNCIPE "Horas favorables a las intrigas amorosas." CIRILO Estupendo! Eso ya es otra cosa Mira qu monadas! CIPRIANO Adelante, no perdamos tiempo. Cumplamos con nuestro deber! EL PRNCIPE Cmo? Qu deber? De qu hablas? CIPRIANO Funcionar! Funcionar! Funcionar con delectacin, eso es todo! Somos jvenes! Somos hombres! Somos hombres jvenes! Funcionemos como hombres jvenes! Hay que dar trabajo a los curas para que a su vez funcionen! se es el principio de la divisin del trabajo. CIRILO Mira qu dama tan elegante y atractiva. Qu par de piernas! EL PRNCIPE No y no! Siempre la misma cantinela... El mismo rollo... Vuelta a empezar... CIPRIANO Cmo? Qu va a pensar de nosotros? Pues claro que volvemos a empezar! Una y otra vez! EL PRNCIPE No quiero. CIRILO No quieres? Pero, cmo? Te niegas! CIPRIANO (Con extraeza.) El Prncipe no se siente deliciosamente colmado cuando unos dulces labios le murmuran "s"? Siempre la misma cantinela? EL PRNCIPE S, s, claro... (Lee.) "Propicias a empresas de envergadura. Le ayudarn a desarrollar su personalidad y a aguzar sus sentidos. Horas peligrosas para quien demuestre poseer una ambicin desmedida y un amor propio exagerado. Todo lo que emprenda durante estas horas estar abocado al xito o al fracaso..." Bueno, al menos est claro. Entra Isa.

3

Mira quin est aqu! CIPRIANO Qu placer para la vista! ISA Hola! Qu trama el Prncipe en este rincn perdido? EL PRNCIPE Cumplo con mi deber. La presencia de mi padre engrandece a los sbditos, la ma derrite a las sbditas. Y usted, seorita, por qu no est en el cortejo de la Reina? ISA Me he retrasado. Ahora mismo voy. Paseaba. EL PRNCIPE Ahora mismo? Adnde? ISA En qu est pensando su Alteza? Por qu esa melancola en la voz de su Alteza? La vida no os sonre, Alteza? A m me sonre. EL PRNCIPE A m tambin. Precisamente por eso... TODOS Por eso? EL PRNCIPE Mmm... (Los observa.) TODOS Por eso qu? EL PRNCIPE Nada. ISA Nada. Su Alteza se encuentra mal? CIRILO Un catarro? CIPRIANO Una jaqueca? EL PRNCIPE No, al contrario, reboso de salud Reboso! Algo me hierve aqu dentro y est a punto de desbordarse! CIPRIANO (Girndose.) Eh, eh, una rubita. No est mal... pero que nada mal... EL PRNCIPE Una rubita? Rubia o morena, qu ms da? (Mira a su alrededor, desconsolado.) rboles y ms rboles... Si por lo menos pasara algo. CIRILO Eh, eh, ah viene otra. CIPRIANO Escoltada por sus tas! Entran Ivona y sus dos tas. ISA Y qu? CIPRIANO Has visto, Prncipe, has visto, es pasa morirse de risa!

4

CIRILO Shhhh, shhhh. Cllate, a ver qu dicen. PRIMERA TA Sentmonos en el banco. Te has fijado en esos jvenes, hija ma? IVONA Guarda silencio. PRIMERA TA Anda, sonre, sonre de una vez, nia. IVONA Guarda silencio. SEGUNDA TA Qu poca gracia! Por qu sonres con tan poca gracia, hija? IVONA Guarda silencio. SEGUNDA TA Ayer no tuviste xito y hoy tampoco tienes xito. Y maana tampoco tendrs xito. Por qu eres tan poco atractiva, querida? Cmo se explica que no tengas ni pizca de sex appeal? Nunca te mira nadie. Qu cruz! PRIMERA TA Nos hemos gastado hasta el ltimo cntimo para comprarte este vestido floreado. No tienes nada que reprocharnos. CIPRIANO Qu adefesio! ISA (Mosqueada.) Enseguida insultis. CIRILO Parece una rata mojada! Una mosca de mierda! CIPRIANO Llorona! Caca de vaca! Venga, mostrmosle nuestro desprecio, para que aprenda! CIRILO S, s! Aplastemos a esa miserable cucaracha! Es nuestro deber! Pasa delante, yo te sigo. Pasan delante de Ivona con aire sarcstico y luego se echa a rer. CIPRIANO Ja, ja, ja! En sus narices! En sus narices! ISA Dejadla, es una locura! PRIMERA TA (A Ivona.) Ves a lo que nos expones? SEGUNDA TA Nos expone al ridculo! Qu cruz! Yo crea que a mi edad ya no tendra que hacer ms el ridculo, ahora que mi feminidad se ha jubilado. Pero qu va, incluso vieja, tengo que soportar estos sarcasmos, y la culpa es tuya. CIPRIANO Oyes? Le estn pegando la bronca. Ja, ja, ja, se lo merece! Bien hecho! SEGUNDA TA Ya se estn burlando otra vez. Si nos vamos se pitorrearn a nuestras espaldas... Pero si nos quedamos... lo harn en nuestras narices!

5

PRIMERA TA (A Ivona.) Anoche, en la fiesta, pareca que te arrastrabas, por qu? SEGUNDA TA Por qu nadie se interesa por ti? Crees que todo esto nos divierte? Hemos depositado en ti todas nuestras ambiciones de mujer, y t, y t, nada... Por qu no practicas el esqu? PRIMERA TA O el salto de prtiga? Como las otras chicas. CIPRIANO Pero de dnde la han sacado! Me exaspera! Me exaspera! Es increble cmo puede sacarme de quicio esa golfa! A que la echo del banco, eh! CIRILO No, no, para qu molestarse tanto? Basta con levantar el meique, o la mano, o cualquier otra cosa. Para ese espantapjaros cualquier gesto es una burla. (Estornuda.) SEGUNDA TA Lo ves? Ahora nos estornudan encima! ISA Dejadla tranquila. CIPRIANO No, no, vamos a gastarle una broma. Ya s, voy a ponerme a maullar y creer que significa: ni los gatos se me acercan. (Se dirige hacia el banco.) EL PRNCIPE Espera, se me ocurre algo mejor! CIPRIANO Aj! Est bien, toda tuya! CIRILO Qu ests planeando? Seguro que es una broma estupenda! EL PRNCIPE (Aguantndose la risa.) Una broma. Ja, ja, ja, una broma! (Se acerca a las tas.) Permitan que me presente, seoras. Soy Su Alteza el prncipe Felipe, el hijo del Rey. LAS TAS Aaah! EL PRNCIPE He observado que esta seorita les causa muchas preocupaciones. Pero, por qu es tan aptica? PRIMERA TA Es una desgracia! Una tara orgnica: tiene la sangre demasiado perezosa. SEGUNDA TA En invierno se hincha, en verano supura, en otoo se congestiona y en primavera meningita. EL PRNCIPE Disculpen, pero, entonces qu estacin se puede escoger? No tiene remedio? PRIMERA TA Segn los mdicos, si se animara un poco, si fuera ms viva, la sangre circulara ms rpido y las molestias desapareceran.

6

EL PRNCIPE Y qu le impide animarse? PRIMERA TA Pues su sangre, que es demasiado perezosa. EL PRNCIPE A ver si lo entiendo, si se animara la sangre circulara ms rpido, y si la sangre circulara ms rpido, se animara. Curioso! Un verdadero Circulus vitiosus. Mmm... s... ver, seora...

[SEGUNDA TA Ya, su Alteza se burla de nosotras. Su Alteza tiene derecho aburlarse. EL PRNCIPE Burlarme? No, no me burlo. No es hora propicia para burlas. No sienten ustedes como una dilatacin, como una proliferacin de la personalidad de la personalidad, como una brisa embriagadora? PRIMERA TA No, no sentimos nada. Si acaso un poquito de fro. EL PRNCIPE Qu extrao!] (A Ivona.) Y usted, seorita, usted tampoco siente nada? IVONA Guarda silencio. SEGUNDA TA Bah, qu quiere que sienta? EL PRNCIPE Porque slo con verla, le vienen a uno unas ganas... ganas de utilizarla. De atarla con una cuerda y llevarla a pacer, de atarla a un carro, de pincharla con un alfiler, o de parodiarla. Porque es usted irritante, entiende?, slo con verla uno se pone furioso, es una provocacin. Ja! Los hay que nacen para provocar, acosar, irritar, enloquecer. Esos seres existen, cada uno de nosotros est condenado a encontrar el suyo. Ja! Y aqu est usted, con las piernas que le cuelgan, tocndose las narices Es inaudito! Es fabuloso! Es sensacional! Cmo lo consigue? IVONA Guarda silencio. EL PRNCIPE Ah, qu manera de callarse! Qu manera! Y esa mirada arrogante! [Qu estilo... cual reina ofendida! Y adems gruona, irascible.] Ah, qu orgullo ms desabrido! No, me vuelvo loco! Cada uno tiene predestinado un ser que le volver loco, y para m, ese ser eres t! Sers ma! Cirilo! Cirilo! Cirilo se acerca. Permite que te presente a esta reina ofendida, a esta mema orgullosa. Ves, remueve los labios... Le encantara soltar un exabrupto, pero al parecer, le falta la inspiracin. ISA (Acercndose.) Basta! Dejadla! Empieza a ser de mal gusto. EL PRNCIPE (Con dureza.) Por qu antes era de buen gusto?

7

CIPRIANO Seorita, permita que me presente... El conde de Meafro... Ja, ja, ja! CIRILO Ja, ja, ja! barn Blandengue ! La palabra es un poco debilucha... pero le va que ni pintada a la ocasin. ISA Basta ya! Dejad tranquila a esa pobre chica. EL PRNCIPE Pobre chica? Calma! Calma, a lo mejor me caso con ella. CIRILO y CIPRIANO - Ja, ja, ja! EL PRNCIPE - Os digo que calma! A lo mejor me caso con ella! CIRILO y CIPRIANO - Ja, ja, ja! EL PRNCIPE - Est bien, me caso con ella! Ja, me saca tanto de quicio que voy a casarme con ella! (A las tas.) Si me dan su permiso, seoras, claro est. CIRILO - Llevas la broma demasiado lejos. Te harn chantaje. EL PRNCIPE - La broma? Y esto qu, no te parece una broma? Ella tiene derecho a bromear y yo no? Si yo soy un prncipe, ella es una reina, una reina orgullosa, una reina ofendida. Pero mrala! Seorita, seorita! Me concede su mano? PRIMERA TA - Qu? SEGUNDA TA - Qu? (Entendiendo lo que est sucediendo.) Su Alteza el Prncipe es todo un caballero! PRIMERA TA - Su Alteza el Prncipe es un filntropo! CIPRIANO - Inaudito! CIRILO Alucinante! Te lo ruego, acurdate de tus antepasados! CIPRIANO Te lo ruego, imagina a tus descendientes! EL PRNCIPE - Basta, seores! (Coge a Ivona de la mano.) ISA - Silencio, aqu llega el Rey! CIPRIANO - El Rey! CIRILO El Rey! Suenan las trompetas. Entran el Rey, la Reina, el Chambeln, la Corte. LAS TAS - Pies para que os quiero, esto se pone feo! Las tas se escapan.

8

EL REY - Ah! Felipe! Ya veo que te ests divirtiendo! Qu os deca! No es horchata lo que le corre por sus venas! LA REINA - Ignacio! EL REY - No es horchata, os digo! Tiene a quien parecerse! (Aparte.) Me estoy volviendo bizco o esa ninfa es un poco... hum... Quin es ese espantapjaros, hijo? EL PRNCIPE - Disculpe, Majestad, es mi prometida. REY - Qu? ISA - Bromea! EL REY - Ja, ja, ja! Una broma! Bromista empedernido! Lo has heredado de m, hijo! Adems, es lo nico que me queda. Es curioso, ni yo mismo lo entiendo, cuanto ms estpida, cuanto ms vulgar es la broma, ms me divierte. Me siento rejuvenecer. EL CHAMBELN - Comparto del todo la opinin de Vuestra Majestad, experto en el tema. Nada rejuvenece tanto como una broma completamente inepta. LA REINA - (Harta.) Felipe... EL PRNCIPE - No es una broma. LA REINA - Cmo? No es una broma? Entonces qu es? EL PRNCIPE - Es mi prometida! EL REY - Qu? Los cortesanos huyen, aterrados. LA REINA - (Agitada.) Por favor, ante todo, tacto! (A Ivona.) Seorita, podra mirar ese rbol? (Al Prncipe.) Felipe, te das cuenta (de) en qu situacin la pones? En que situacin nos pones? En qu situacin te pones? (Al Rey.) Calma, Ignacio! EL PRNCIPE - Majestades, puedo leerlo en sus ojos, les escandaliza la idea de que yo, el prncipe heredero, pueda unirme, aunque slo sea por un instante, a una criatura como sta. EL REY - As se habla! EL PRNCIPE - Si me he prometido a ella, no es por defecto sino por exceso; as pues, estoy en mi derecho, no hay nada humillante en mi decisin. EL REY - Por exceso?

9

EL PRNCIPE - S! Soy lo bastante rico como para prometerme a la ms pauprrima indigente. O es que slo puede agradarme la belleza? Por qu no un adefesio? Est prohibido? Dnde est esa ley que pretende esclavizarme? Y dnde est el hombre libre? EL REY - Veamos, Felipe[, van en serio tus paradojas? El orgullo se te ha subido a la cabeza, muchacho!] Para qu complicarse la vida? Si la chica es guapa, te gusta, si te gusta, lnzate, muchacho! Pero si es fea, entonces adis y muy buenas, pies para qu os quiero. Es sencillo! Es la ley de la naturaleza. Yo mismo, que quede entre nosotros, (Echa una mirada de reojo a la Reina.) me someto a ella con placer. EL PRNCIPE - Precisamente, me parece una ley estpida y retorcida, salvajemente vulgar, ridculamente injusta! EL CHAMBELN - Retorcida, s, tal vez, pero... cmo dira yo... las leyes de la naturaleza cuanto ms retorcidas ms exquisitas.

[EL REY - Ests harto de tus estudios, Felipe? No ser la opcin "Construccin dealtos hornos" en la Escuela Politcnica? Te has cansado de tu actividad ideolgica en el mbito cvico-social? LA REINA - Tus juegos juveniles ya no te divierten? El tenis te cansa? El bridge te aburre, el polo tambin? Pero, hijo mo, an te queda el ftbol y el domin. EL CHAMBELN - Su Alteza se siente desmotivado por la... cmo dira yo... la dejadez que reina hoy en da en las relaciones ertico-sentimentales? Apenas puedo creerlo. No ser yo quin me canse de una cosa semejante.] EL PRNCIPE - [Me ro de los juegos erticos,] todo eso me deja fro. Me caso y ya est! EL REY - Qu? Qu? Que se casa? Te atreves a decirme eso a la cara? Este niato insolente nos toma el pelo! Nos toma el pelo! No me queda ms remedio que lanzarle el anatema! LA REINA - El anatema no, Ignacio! EL REY - [S, el anatema! Pues claro que le voy a lanzar el anatema! Lo voy a meter en chirona!] Ja! Voy a poner a este granuja de patitas en la calle! LA REINA - Sera un escndalo, Ignacio! Un escndalo! Lo hace de buen corazn, Ignacio! EL REY - Destroza el corazn de su padre a golpes de buen corazn? LA REINA - [Lo hace por piedad! Por piedad!] Le ha conmovido la suerte de esta desgraciada, [siempre ha tenido tan buen corazn! Sera un escndalo, Ignacio!]

10

EL REY - (Desconfiado.) Le conmueve la desgracia, eh? EL CHAMBELN - Majestad, su Majestad tiene razn. Su Alteza acta con la nobleza que le caracteriza (Aparte.) Majestad, se trata de un gesto noble, sino ser un escndalo, como dos y dos son cuatro. Es un testarudo Evitemos el escndalo! EL REY - Vale, vale, vale! (Al Prncipe.) Felipe, pensndolo bien, apreciamos la nobleza... algo impetuosa... de tu gesto. EL PRNCIPE - No se trata de nobleza! LA REINA - (Rpido.) Nobleza, nobleza, Felipito! No nos interrumpas, que de eso sabemos ms que t. Y en consideracin a la nobleza de tus intenciones, te autorizamos a presentarnos a tu novia, esa joven cuya desgracia lacnica conmueve nuestros instintos ms elevados y suscita nuestra magnanimidad. La recibiremos en Palacio con los mismos honores que se tributan a una gran dama, y nuestra majestad, no slo no se ver empaada sino que se enaltecer! EL PRNCIPE - (Retrocede al fondo de la escena.) Cirilo, trela, el Rey consiente! LA REINA - (Aparte, al Rey.) Calma, Ignacio, calma. EL REY - Est bien, est bien! El Prncipe se acerca llevando a Ivona de la mano. Lo que faltaba! Los cortesanos, que estaban espiando desde detrs de los rboles, se acercan. Suenan las trompetas. EL PRNCIPE Majestad! Le presento a mi novia! EL CHAMBELN - (En voz baja.) Inclinarse... inclnese... inclinarse... IVONA - No dice nada. EL CHAMBELN - La reverencia, la reverencia... EL PRNCIPE - (Murmurando.) La reverencia! LA REINA - (En voz baja.) Vamos, vamos... (Hace un amago de reverencia para que Ivona comprenda.) Vamos, vamos... El rey tambin hace un amago de reverencia. IVONA - Guarda silencio.

11

EL PRNCIPE - (Un poco molesto, a Ivona.) Aqu tienes al Rey, mi padre, Su Majestad el Rey. Y aqu a mi madre, Su majestad la Reina... La reverencia, la reverencia! IVONA - Guarda silencio. LA REINA - (Rpido.) Felipe, estamos emocionados... Qu criatura ms dulce. (La abraza.) Hija ma, de ahora en adelante seremos unos padres para ti. La caridad evanglica que anima a nuestro hijo nos colma de felicidad, y respetamos su eleccin. Felipe, por lo alto, siempre por lo alto, por lo bajo, nunca! EL CHAMBELN - (Hace una sea a los cortesanos.) Aaah! CORTESANOS - Aaah! EL REY - (Estupefacto.) S, s... eh... s. LA REINA - (Rpido.) Y ahora, llvatela y haz que preparen sus aposentos. (Generosa.) Qu no le falte nada! EL CHAMBELN - (Haciendo una sea a los cortesanos.) Aaah! CORTESANOS - Aaah! Salen el Prncipe, Ivona, Cirilo, la Corte. EL REY - Lo que faltaba! Increble!... Sujetadme! Habis visto? Habais visto [alguna vez cosa semejante]? No ha sido ella a nosotros, sino nosotros a ella... no ella a nosotros, hemos sido nosotros los que le hemos hecho la reverencia! (Estupefacto.) Qu monstruo ms espantoso! LA REINA - Espantoso, pero el gesto hermoso! EL CHAMBELN - Cunto ms fea es la novia, ms hermoso es el gesto. Majestad, este capricho se le pasar en pocos das, no forcemos las cosas, hoy mismo le hablar y le sonsacar sus verdaderas intenciones. Es un capricho, sobre todo no hay que contradecirle, no hay que echar lea al fuego. Por el momento conservemos la calma. LA REINA - Y tacto! Salen.

12

ACTO II

Los aposentos del Prncipe. Por una puerta entran el Prncipe, Cirilo e Ivona; por la otra, Valentn, el criado, con un trapo. EL PRNCIPE - (A Valentn.) Valentn, haz el favor de salir! Valentn sale. Ponla ah, ah. Tengo miedo de que se escape. Y si la atamos a una pata de la mesa? CIRILO - Est ms muerta que viva. No se escapar. Felipe... EL PRNCIPE - Eh? CIRILO - (Con desaprobacin.) A qu viene todo esto? EL PRNCIPE - A qu viene? A qu viene? Este adefesio en libertad es como un obstculo que es preciso vencer, entiendes? Hay cazadores que salen solos, de noche, para cazar el bfalo... Los hay que cogen el toro por los cuernos... Cirilo... CIRILO - Hoy no se puede hablar contigo. EL PRNCIPE - Debe ser insoportable, como la curiosidad que te empuja a observar un gusano y a triturarlo con un palito. CIRILO - Puedo darte mi opinin? EL PRNCIPE - Por supuesto. CIRILO - Dejmosla en paz. Dentro de media hora no sabremos qu hacer con ella... Adems, es desagradable, muy desagradable, sin contar... que es una falta de respeto.

[EL PRNCIPE - Mira quin habla de respeto.CIRILO - S, es cierto! Pero una cosa es una bromita al aire libre y otra muy distinta traerla aqu, a tus aposentos. Felipe, hazme caso, dejmoslo!] EL PRNCIPE - Mira cmo se revuelca! Es inaudito! Qu descaro! Te das cuenta? Por ser esta chica como es no tiene derecho a gustarle a nadie? Es inaceptable! Cun brbaro es el tributo que le exige la naturaleza! (Observa a Ivona.). Bah! Sabes? Slo ahora que la miro me siento real hasta la mdula de los huesos. [Hasta ahora me senta barn todo lo ms, y an as por alianza!

13

CIRILO - A juzgar por la manera como te comportas con ella se dira que eres ms barn que prncipe. Curioso, no? EL PRNCIPE - Curioso, s, sabes qu nunca me he sentido tan seguro de m mismo, tan entero, en fin tan ingenioso. Tralal... (Hace girar la caperuza de un bolgrafo entre los dedos) Mira, nunca lo haba conseguido y ahora s] No hay como la desgracia ajena para ennoblecernos, ahora lo entiendo. Lo importante no es que te llamen prncipe, sino serlo, eso es lo que cuenta. Jovialidad, euforia... (Baila.) Alegra... Bueno, examinemos a nuestra chalada, (luntica) Seorita, sera tan amable de decir algo? IVONA - Guarda silencio. EL PRNCIPE - Sabes?, no est tan mal hecha como parece. Es su consistencia lo que tiene algo de... fastidioso, enojoso, cargante. CIRILO - Eso es lo malo. EL PRNCIPE - Por qu es usted as, seorita? IVONA - Guarda silencio. EL PRNCIPE - No dice nada. Por qu es usted as? CIRILO - No contesta. Est ofendida. EL PRNCIPE - Ofendida. CIRILO - Ofendida, no, yo dira que atemorizada.

[EL PRNCIPE - Yo dira que intimidada.IVONA - (Muy bajito, esforzndose.) En absoluto, para nada. Djenme en paz, por favor.] EL PRNCIPE - Ah! No se ha ofendido? Entonces, por qu no contesta? IVONA - Guarda silencio. EL PRNCIPE - Eh? IVONA - Guarda silencio. EL PRNCIPE - No puede? Por qu? IVONA - Guarda silencio.

14

CIRILO - Ja, ja, ja! No puede! Se ha ofendido!

[EL PRNCIPE - Seorita, tendra la amabilidad de desvelarme su mecanismo? No estan tonta como parece, y lo sabe. Por qu la gente la utiliza como un punching-ball? Por qu se meten tanto con ella? CIRILO] - No es que sea boba, es un conjunto de cosas. EL PRNCIPE - Sea! Pero hay algo que no entiendo. Mira, su nariz es ms bien proporcionada. Y de tonta no tiene un pelo. Total, que no me parece peor que la mayora. Sin embargo, a las otras, nunca las torturamos, por qu? Por qu, seorita? Por qu le ha tocado a usted ser el chivo... en fin, la chiva expiatoria? Es... algo innato?

[IVONA - (muy bajito) Es como un crculo. Como un crculo.CIRILO Un crculo? EL PRNCIPE Cmo... un crculo? No la interrumpas. Un crculo? IVONA Es como un crculo, cada uno, siempre, todo siempre... siempre igual.] EL PRNCIPE [Un crculo? Un crculo? Por qu un crculo? Me huele a misticismo.] Aaaah, ya entiendo. Claro, la historia del crculo: por qu es aptica? Porque no est de humor. Y por qu no est de humor? Porque es aptica. Captas lo del crculo? No es un crculo, sino un infierno! CIRILO Es culpa tuya, babosa! Vamos, un poco de energa! IVONA (Se calla) EL PRNCIPE Ja, te mira de arriba a abajo! CIRILO Puaj! chale valor! Lnzate! Un poco de buen humor! nimo! Ests amargada? Te dar un consejo: sonre y todo se arreglar. EL PRNCIPE Vamos, una sonrisita. Vamos! IVONA (Se calla.) EL PRNCIPE No quiere. Tiene razn, si sonriera [, parecera artificial.] Sera an ms irritante, molesto, excitante, provocante, exasperante. Es evidente. Qu prodigio, Cirilo! Fabuloso! Lo nunca visto. Y si sonremos nosotros primero? CIRILO No servira de nada, sera una sonrisa piadosa. EL PRNCIPE Presiento que detrs de todo esto se esconde una maquinacin infernal. [Una dialctica monstruosa. Esta claro que ella lo sabe. Aunque permanezca muda como una tumba, se le nota.] Imagnate un sistema cerrado, la pesadilla del

15

movimiento perpetuo: un perro y un gato atados a un mismo palo. El perro persigue al asustado gato, y el gato persigue al perro aterrorizado, un crculo infernal [; pero visto desde fuera, la calma chicha]. CIRILO S, es un sistema completamente cerrado, hermtico. EL PRNCIPE [Bien! Pero y antes? Quin ha empezado? Al principio, no era as. Por qu tienes miedo? Porque eres tmida. Y por qu eres tmida? Porque tienes un poco de miedo. Pero y antes, cuando comenz la cosa? IVONA (Se calla.) EL PRNCIPE Bueno, vamos a ver, no sers t la culpable en parte? No ser culpa tuya? No puedes ser un amasijo de defectos. Debes tener algo, una cualidad, un don, un resorte... algo slido, algo que te guste de ti misma. Ya vers, vamos a alimentar esa llamita, y recobrars los colores. IVONA (Se calla.) EL PRNCIPE ]Espera, no he terminado! Escucha esto, es muy importante: imagina que alguien viene y te dice que eres as, que eres as, cosas que te duelen, las peores cosas, cosas que matan, que te hunden, que te dejan sin voz, sin vida. Y t contestas: "S, es verdad, soy as, pero... Pero qu? IVONA (Se calla.) CIRILO (Qu, eh?) Pero qu? Qu? Habla sin miedo. EL PRNCIPE Por ejemplo: "...tengo buen corazn, soy buena." Lo captas? Te anotaras un buen punto, sera un elemento positivo! CIRILO (Con brutalidad.) Vamos, contesta! Habla de una vez! EL PRNCIPE A lo mejor escribes poemas, no? Endechas, elegas... qu s yo... oh, y aunque tus versos sean malsimos, los recitar con ardor, te lo juro. Pero tindeme una mano, la que t quieras! Verdad que escribes poemas? IVONA (Se calla.) CIRILO Desprecio, nada ms. EL PRNCIPE Crees en Dios? Le rezas? De rodillas? Crees que Cristo muri en la cruz por ti? IVONA (Orgullosa.) S. EL PRNCIPE Milagro! Por fin! Gracias Padre Nuestro que ests en los cielos! Pero, por qu lo dice... con ese tono... con un tono... de desprecio? Habla de Dios con desprecio! Decir que cree en Dios con un deje de desprecio! CIRILO Eso supera mi comprensin. EL PRNCIPE Escucha, Cirilo. Si cree en Dios, se debe a sus imperfecciones, y ella lo sabe. Si no las tuviera, no creera. Dios? No es ms que una tirita para sus dolencias psicosomticas. (A Ivona.) No es as? IVONA (Se calla.)

16

EL PRNCIPE Brrr... esta filosofa tiene un no s qu de horrible... ataraxia catalptica...

[CIRILO Eso se cura! Se cura!... Pastillas y un tratamiento a largo plazo. Una buena higiene: paseos matinales, deporte, croisans rellenos de mantequilla...EL PRNCIPE Me temo que te olvidas de algo: su organismo no asimila los medicamentos. No los asimila porque es demasiado aptico. Es un hecho: no asimila los medicamentos contra la apata porque es demasiado aptico. Te has olvidado del crculo mstico. Es cierto que los paseos matinales y el deporte mejoraran su circulacin, pero no hay nada que hacer, tiene la sangre demasiado perezosa.] Seores, no, nada de seores, quiero decir, Cirilo, habas visto alguna vez algo as? Provoca la compasin, s, pero una compasin... una cierta compasin...

[CIRILO Seguro que es un castigo por sus pecados. Debes haber pecado mucho depequea. Felipe, estoy seguro que detrs de todo esto se esconde un gran pecado. Seguro que has pecado mucho. IVONA (Se calla.) EL PRNCIPE Ja! Ya lo tengo! Escchame con atencin: como eres dbil, sientes el sufrimiento dbilmentedbil, dbilmente-- lo captas? El crculo se cierra y t sales ganando, todo se equilibra. Sientes las seducciones, las tentaciones, pero muy dbilmente; as que sufres muy dbilmente. IVONA (Se calla.) EL PRNCIPE Qu dices?] IVONA (Se calla, pero observa al Prncipe de soslayo.) CIRILO (Que se ha dado cuenta.) A qu viene esa mir...? EL PRNCIPE El qu? CIRILO A priori, nada! Y sin embargo... EL PRNCIPE (Inquieto) A qu viene qu? CIRILO Felipe! Es por ti! EL PRNCIPE Por m? Cmo?! CIRILO Increble... te est... comiendo con los ojos... Rayos, con gula! No puedo creerlo, con gula! Te busca... a su modo... Es por ti! Es por ti! [ndate con ojo, su flojera es ansiosa, de lo ms libidinosa!] EL PRNCIPE Es... es perversa! Esto es pura perversidad! Un tipo especial de perversidad! Osas pegarte a m, molusco repugnante! La cocinamos? Enciende la lumbre, que vamos a frerla! Vamos a convertirla en pinchito moruno! CIRILO Qu cosas tienes, Felipe! EL PRNCIPE Tiene algo de indigesto! No te puedo tragar! Tu sola presencia me ofende! Me ofende enormemente! No me interesan tus problemas, sers pesimista... sers... sers... sers realista...

17

CIRILO Felipe! EL PRNCIPE Mira cmo se acurruca. CIRILO Ya se levantar. EL PRNCIPE Entonces ser peor. [Mrala cmo exige...] exige, s... Siempre anda exigiendo algo... y me lo exige a m. Cirilo, tenemos que liquidar a esta criatura. Dame un cuchillo, voy a cortarle el cuello y asunto concluido. CIRILO Por amor de Dios! EL PRNCIPE No, hombre, era broma! Pero le he metido miedo, mira, tiene miedo de verdad. Est muerta de miedo, qu pattico. Por qu tienes miedo? Estaba bromeando... Era una broma! No hay que tener miedo, te digo que estaba bromeando...

[CIRILO Payaso!EL PRNCIPE Qu? Vaya! Te parece que hago payasadas? Tal vez.] Pero es culpa suya y no ma! Es ella la que me, no yo el que la... Llaman, entra Valentn. CIRILO Quin ser? (Mira por la ventana.) Creo que tenemos visitas... el Chambeln, unas damas. VALENTN Abro? EL PRNCIPE Han olfateado a la fiera. Vamos a ponernos guapos. El Prncipe, Cirilo e Ivona salen. Valentn abre la puerta. Entran el Chambeln, dos cortesanos, cuatro damas e Inocencio. PRIMERA DAMA No hay nadie. (Mirando a su alrededor.) SEGUNDA DAMA No puedo ms! (Re, presa de los nervios). PRIMERA DAMA Y si fuera en serio? EL CHAMBELN Calma, seoras, calma!... Hganme el favor de no rerse. Las damas se ren. Basta de risas, por favor! Las damas se ren. Pasbamos por aqu, por casualidad, al azar, slo para saludar. PRIMERA DAMA Y si fuera en serio? Ja, ja, ja! Valiente idea! Mirad su sombrero! El sombrero! Es para troncharse! SEGUNDA DAMA Me muero de la risa! EL CHAMBELN Seoras, comprtense, hganme el favor, comprtense! LAS VISITAS Ji, ji, ji... Es imposible! Ji, ji, ji! Djalo ya, t! Me muero de risa! Me va a dar algo! Es la monda! (Ren todos por lo bajines. Se provocan los unos a los otros. La risa aumenta y disminuye. El nico que no re es Inocencio.)

18

Entran el Prncipe, Cirilo e Ivona. Su Alteza! Se inclinan. EL CHAMBELN Estooo... pasbamos por aqu, y no hemos podido resistir... (Se frota las manos.), y aqu estamos! EL PRNCIPE Ivona, querida... Tengo el honor de presentarles a mi prometida. LAS VISITAS Aaaah! (Se inclinan.) Enhorabuena, enhorabuena! EL PRNCIPE Querida, supera tu timidez y di algo. Querida, estas personas son la crema y nata de la sociedad, por qu te asustas como si se tratara de una banda de canbales o de chimpancs de la isla de Borneo? Les pido disculpas, mi prometida es excesivamente delicada, orgullosa y tmida. Su trato no es nada fcil (A Ivona.) Anda, sintate, no vamos a quedarnos de pie eternamente. IVONA (Hace ademn de sentarse en el suelo.) CIRILO Ah no! LAS VISITAS Ja, ja, ja! SEGUNDA DAMA Hubiera dicho que ah haba una silla. PRIMERA DAMA S, pero se ha esfumado. LAS VISITAS Ja, ja, ja! Es increble! No da una! EL CHAMBELN Calma, por favor. (Acercando una silla.) Les ruego tengan cuidado! CIRILO Sujetadla bien, no vaya a escaparse otra vez! EL CHAMBELN Procure apuntar bien esta vez, seorita! EL PRNCIPE Apunta bien, querida. Ivona se sienta. Muy bien! Todos se sientan, menos el Prncipe. PRIMERA DAMA (Aparte, al Prncipe, en confianza.) Es para morirse de risa, Prncipe! Me mondo! Yo me mondo! SEGUNDA DAMA (Aparte, al Prncipe.) Es para reventar de risa! Divertidsima, esta broma, puro mopsing joke, verdad? No saba yo de ese talento suyo por el mopsing, Prncipe. Es increble! Ja, ja, ja! EL PRNCIPE (Riendo, como para animar a los otros a imitarle) Ja, ja, ja! LAS VISITAS Ja, ja, ja! EL PRNCIPE (Ms fuerte.) Ja, ja, ja! LAS VISITAS (Ms fuerte.) Ja, ja, ja!

19

EL PRNCIPE (Ms fuerte.) Ja, ja, ja! LAS VISITAS (Indecisos.) Ja, ja, ja! Las risas se apagan, silencio. El Chambeln carraspea. PRIMERA DAMA Disclpenme, pero debo retirarme... Haba olvidado que tengo una cita... Prncipe, le ruego que me disculpe. SEGUNDA DAMA Yo tambin tengo que irme... Prncipe, os presento mis excusas... Me estn esperando. (Ms bajo, al Prncipe.) Ahora lo entiendo todo. Estaba preparado de antemano! Es una broma, verdad? Estis de guasa, Prncipe! Su Alteza se promete con esta pobre chica con la sola intencin de ridiculizarnos. Es una prfida alusin a los vicios escondidos y a las imperfecciones de... ciertas damas de la Corte. Ah, ya lo entiendo! Es por Yolanda con su ciruga esttica y sus masajes... Su Alteza habr odo algo y se casa con esta fregona para darle una leccin. Ja, ja! La virtud irnica de esta maquinacin salta a la vista! Adis! EL PRNCIPE La virtud irnica? PRIMERA DAMA (Que lo ha odo todo.) T lo has dicho: salta a la vista: hablemos de tu prtesis dental, todo el mundo est al corriente! Ja, ja! No seis tan cruel, Prncipe. Ja, ja! Adis, tengo que irme. SEGUNDA DAMA Mi prtesis dental? Y qu me dices de tus pechos postizos? PRIMERA DAMA Y de tu joroba de dromedario? SEGUNDA DAMA Pues anda que los dedos de tus pies! LAS VISITAS Vamos! Hay que salir corriendo! EL PRNCIPE No corran, por favor. LAS VISITAS Tenemos que irnos! Adis! Se hace tarde! Los invitados se van corriendo, menos el Chambeln e Inocencio. (Se oyen entre bastidores las palabras: "piernas", "dientes", "masaje", "esttica" , acompaadas de risas burlonas. EL CHAMBELN Disculpe Su Alteza, con el permiso de Su Alteza, mil perdones, Alteza, pero debo hablarle de un asunto que no puede esperar. Le ruego que me conceda un momento. Su Alteza ha soliviantado al sexo dbil! EL PRNCIPE No soy yo el que lo solivianta, sino sus vicios ocultos. No hay nada peor. Ja! Qu es la guerra, la peste y todo lo dems comparado al horror de un pequeo defecto, banal, oculto... o sea una imperfeccin? INOCENCIO Cmo dice? EL PRNCIPE Pero bueno! Sigue usted aqu? INOCENCIO S. Ver. Disculpe. Slo quera aadir que es innoble. EL PRNCIPE Qu? INOCENCIO Es innoble. Disculpe... Me siento. (Se sienta y respira con dificultad.) Me cuesta respirar: es la emocin...

20

EL PRNCIPE Qu dice que le parece innoble? INOCENCIO Disculpe. He perdido los nervios... Ruego a Su Alteza que me disculpe. No he dicho nada. Con permiso. (Hace ademn de irse.) EL PRNCIPE Un momento, espere, deca usted que hay algo innoble. No se vaya, un momento. INOCENCIO (Que se expresa o bien con frialdad o bien presa de una gran irritacin.) No, no creo poder estar a la altura. EL CHAMBELN A la altura? Qu altura? Qu expresin ms estpida... a la altura? INOCENCIO A la altura de mis aspiraciones. (Quiere irse.) Con permiso. EL PRNCIPE Espere, acabemos con este misterio... INOCENCIO Es que yo la amo. As que no he podido soportarlo y he protestado. Ahora, retiro mi protesta y le ruego d por concluido el incidente. EL PRNCIPE Usted? Usted la ama? CIRILO Lo que faltaba! EL CHAMBELN Qu co-me-dia! EL PRNCIPE Me parte usted el corazn. De golpe, todo se ha vuelto mucho ms serio. No s si habr pasado usted por ... esos cambios bruscos que van de lo risible a lo grave. Es como algo sagrado. Se debera inscribir en los frontispicios de los templos ese refrn popular que dice: Cada oveja con su pareja. INOCENCIO No soy un gran hombre. EL PRNCIPE Ivona, te presento mis disculpas. Alabado sea Dios, as que a ti tambin pueden... a pesar de todo, pueden... As que te pueden... Tambin t tienes alguien que... Qu alivio! Lo que pasa es que no poda soportarte... El slo pensar en ti me era insoportable. Te pido perdn de corazn, sinceramente. Benditos seis, hijos mos. Ahora iros. Dejadme solo. CIRILO (Viendo que Ivona ha bajado la cabeza.) Est llorando... EL PRNCIPE Llorando? De alegra. CIRILO No me fiara de esta llorona. Slo la desgracia la hace llorar. Le quiere usted, seorita? IVONA (Se calla.) CIRILO No dice nada. Malo. EL PRNCIPE Oh! No importa! Al menos uno te quiere, no est mal. (A Inocencio.) Es usted una persona de mrito, un hombre de verdad. Haberse enamorado de ella... es sublime! Ha salvado al mundo entero de la hecatombe. Permita que le rindamos el homenaje de nuestra admiracin! INOCENCIO Mis amor propio me obliga a confesar que tambin ella me ama. Pero seguramente se avergenza de confesarlo a Su Alteza, porque hay que reconocer que

21

mi amor no la honra precisamente. (A Ivona.) A qu negarlo?... Con la de veces que me has confesado tu amor... IVONA (Se calla.) INOCENCIO (Irritado.) Venga, no te hagas la orgullosa! Adems me atraes tanto como yo te atraigo, si acaso un poquito menos. EL PRNCIPE Qu quiere decir? INOCENCIO (Con frialdad.) Permita que me explique, Su Alteza. Cuando digo que la amo, es... digamos, a falta de algo mejor (por no saber expresarlo mejor), o sea por defecto, s, digamos que por defecto... EL CHAMBELN My goodness! Qu horror! INOCENCIO Hgase cargo, las chicas guapas, e incluso las otras, son difciles y ariscas, mientras que con ella, todo va como la seda, al menos uno est tranquilo, al menos, tranquilo, ms bajo no se puede caer, ni yo ni ella. Nos hemos ahorrado las subastas, todo ese universo circense. Nos amamos porque ella me desagrada tanto como yo la desagrado a ella. Estamos empatados. EL PRNCIPE Admiro su sinceridad! INOCENCIO Preferira mentir, pero hoy en da es imposible, nuestra poca es harto perspicaz, ha desgarrado el ltimo velo. Slo queda la sinceridad. No escondo a nadie que es un amor... de consolacin... porque yo tengo tanto xito con las mujeres como ella con los hombres. Pero por otro lado, tampoco escondo que soy celoso... no, no escondo mis celos, sino que los proclamo bien alto y a los cuatro vientos, estoy en mi derecho! (A Ivona, con apasionamiento repentino.) Ests enamorada de l? De l? Dilo! Dilo! IVONA [(Gritando.) Fuera! Fuera! Lrgate!] INOCENCIO Est enamorada! IVONA (Cerrndose) Lrgate! EL PRNCIPE [Ha hablado. Pero entonces es que... Ha hablado. Ha abierto la boca. La habis odo?] Pero entonces... eso quiere decir que... [si ha hablado...] es que... de verdad... a m... INOCENCIO Salta a la vista. He perdido, como de costumbre. No me queda sino irme. Me voy. (Se va.) EL PRNCIPE En vez de odiarme... se ha enamorado La martirizo. La humillo. Y ella se enamora de m. Resulta que... me ama. Porque no la soporto, por eso me ama. La situacin se complica. Entra Valentn. Fuera, Valentn! Qu voy a hacer ahora?

22

EL CHAMBELN Lo mejor que puede hacer Su Alteza es resolver la situacin con su juvenil irresponsabilidad. EL PRNCIPE (A Ivona.) No. Dime que no. A que no me amas? IVONA (Se calla.) EL PRNCIPE S, me ama, a m...o sea soy amado por ella. Y si soy amado por ella, es que soy su amado... Soy de ella Me tiene atrapado, ahora no puedo despreciarla... si me ama. No puedo mostrarme despreciativo aqu, en la superficie, si resulta que en su interior soy su amado. Ah, yo que crea estar aqu, aqu, en m mismo, y de golpe... zas! Me ha atrapado, y estoy en ella, como en una trampa (A Ivona.) Si soy tu amado, no puedo no amarte. Voy a tener que amarte y te amar. CIRILO Qu piensas hacer? EL PRNCIPE Amarla. CIRILO Es empresa desesperada! No lo conseguirs! EL PRNCIPE Ivona, ponte el sombrero. CIRILO y EL CHAMBELN Dnde vais? Dnde vais? EL PRNCIPE De paseo. Los dos. A solas, para enamorarnos. El Prncipe e Ivona salen. CIRILO Bueno, y ahora... qu? EL CHAMBELN Lo ha trastornado. CIRILO Trastornado por... la fealdad? Por la fealdad? EL CHAMBELN Si te le acercas mucho, la fea se te sube a la cabeza an ms que la guapa. CIRILO Voy a perder la razn. EL CHAMBELN Te digo que no hay nada ms peligroso... En general, se cree que las mujeres agradables son peligrosas, pero una mujer desagradable, verdaderamente desagradable para los hombres -como por otra parte un hombre verdaderamente desagradable para las mujeres- Brrr! Ms vale no ahondar demasiado en ese misterio! Es el sexo opuesto el que nos pone en peligro! Ese tipo de mujer desagradable, sobre todo si es joven y sus defectos son evidentes, Uy, uy! Y sobre todo si el hombre es joven y se acerca confiado, lleno de entusiasmo, ay, ay!... Se va a topar... de sopetn... con cosas horribles... CIRILO Qu cosas? EL CHAMBELN Joven, usted no las conoce, y yo mismo, que me jacto de gran experiencia, tampoco las conozco. Existe una categora de fenmenos que un caballero no puede conocer por la sencilla razn de que, si los conociera, dejara de ser un caballero. Llaman. Quin ser ahora?

23

Entra Valentn. Abro? Entran el Rey y la Reina. LA REINA Dnde est Felipe? No estn aqu? EL CHAMBELN Han salido. EL REY Nos hemos desplazado en persona para... maldita sea... Seguro que ha hecho otra de las suyas! Las damas han irrumpido en tromba en los aposentos de la Reina para quejarse de nuestro hijo, que al parecer se prometi con ese adefesio para gastar una broma y burlarse de sus... de no s qu imperfeccin de sus bellezas... Ja, ja, ja! Qu sinvergenza! En fin, si slo es eso, la cosa no es grave! LA REINA No es razn para cerrar los ojos. Todo mi squito est patas arriba, y el gnero masculino se permite gastar unas bromas de muy mal gusto. EL CHAMBELN Ay, si no fuera ms que eso! Prudencia! EL REY Qu ha pasado? EL CHAMBELN Ha pasado que... que ahora ella le ama... y l la ama. No encuentro palabras para...! El asunto huele a... azufre!. Majestades! Prudencia... estamos sentados sobre un polvorn! EL REY y LA REINA Y qu vamos a hacer?

24

ACTO III

Una sala del palacio. Cirilo est sentado en una silla. Dos damas pasan sofocando las risas. Tras ellas entra el Prncipe. EL PRNCIPE - Qu haces aqu? CIRILO - Estoy sentado. EL PRNCIPE - Y qu ms? CIRILO - Nada ms. EL PRNCIPE - De qu hablaban? De qu se rean esas dos cursilonas? De qu se rean ese par de pcoras? No has llegado a orlo? CIRILO - Las mujeres siempre se ren. La hilaridad es el estado natural de la mujer, le sienta de maravilla. EL PRNCIPE - Se rean de m? CIRILO - Y por qu tendran que rerse precisamente de ti? Normalmente se ren unas de otras. EL PRNCIPE - Si no rean de m, rean de ella... mi prometida. Pero he notado que su risa ha cambiado. Si no me equivoco, su risa ha pasado de ella... a m. De hombre a hombre, de mujer a mujer, todos cuchichean y ren. Acaso lo imagino? Lo dudo... te lo ruego... Hazme el favor, me gustara saber de qu tratan esos rumores. Me traen sin cuidado, pero me gustara saberlo. Y de paso, diles a esas damas que si siguen burlndose a mis espaldas... CIRILO - Qu te pasa, Felipe? Te has vuelto susceptible e irascible, pareces tu prometida. EL PRNCIPE - Cirilo, contnte, contnte. Basta. No tolero que se burlen de m, ni de mis actos o de mis sentimientos. Di a esa chusma que como se permitan la ms leve insinuacin, la sombra de una insinuacin... Se abre la puerta del fondo. Entran, al son de trompetas, el Rey, la Reina, el Chambeln, Ivona, Isa y los cortesanos. LA REINA - Hemos disfrutado del banquete? A que hemos disfrutado del banquete? Ha comido bien mi pequea? (Sonre, besando a Ivona) Quieres una perita? Una perita en dulce? Una perita confitada? Ivona se calla.

25

LA REINA - Una perita siempre sienta bien. (Se re) Es buena! Es la mar de buena! EL REY - Es la mar de buena, ena, ena, ena! Silencio. LA REINA - O un poquito de nata? La nata es un reconstituyente. Excelente para la salud. Qu? Un poco de nata? Un vasito de leche? Leche azucarada? Silencio. Qu pasa? No tienes apetito? Eso no est bien. Qu vamos a hacer? Di! Qu vamos a hacer? IVONA - Se calla. EL CHAMBELN - Nada? (Re de buena gana) Nada? EL REY - Nada? (Re de buena gana, luego irritado) Nada? (Al chambeln) Nada? LA REINA - Nada... EL CHAMBELN - Nada de nada, Majestad, lo que se dice... nada. Silencio. LA REINA - Es tan tmida... tan amable, tan tranquila. Lo nico que le falta es abrir la boca de vez en cuando. (A Ivona) Abre la boca de vez en cuando, angelito mo. No es difcil. A veces uno tiene que obligarse, mi nia, as lo quiere la educacin, la ms elemental educacin. No querrs que piensen que eres una maleducada... Cmo dices? Bueno, entonces, qu hacemos ahora? En qu vamos a ocuparnos? Cmo dices? EL REY - Qu dice? EL CHAMBELN - Eh? IVONA - Se calla. EL REY - Bueno, qu dice? Nada? No podemos quedarnos aqu pasmados sin hacer nada! No podemos andar deambulando por la casa todo el da, y nada... y nada! Es aburrido. Muy aburrido. (Mira a los otros, boquiabierto) Es para morirse de aburrimiento! Por el amor del Cielo! EL CHAMBELN - Qu aburrimiento! LA REINA - Dios mo!

26

VALENTN - (Entrando) Su Alteza, el doctor ha llegado, est esperando en el vestbulo. EL PRNCIPE - (A Ivona) Ven, te van a examinar. Con permiso. El Prncipe e Ivona salen. LA REINA - Felipe! Un momento, por favor! Felipe! (El Prncipe vuelve. La reina, a los cortesanos) Damas, caballeros, les ruego se retiren, tenemos que hablar con nuestro hijo. Los cortesanos salen Felipe, no puedes reprocharnos que no respetemos tus sentimientos. Somos como un padre y una madre para este ngel. Pero, qu ms podemos hacer para que se abra un poquito? Hoy tampoco ha abierto la boca a la hora de merendar. Durante la comida, ni po. En el desayuno ni po. En fin, un mutismo total. Qu est pasando y qu pintamos nosotros en todo esto? Felipe, Felipe, lo primero son las buenas maneras. EL PRNCIPE - (Sarcstico) Las buenas maneras! LA REINA - Felipe, hijo mo, acaso no le hemos abierto de par en par nuestro corazn maternal? Pasamos por alto todos sus defectos y la queremos porque ella te quiere a ti. EL PRNCIPE - (Amenazador) La queris! La queris! Os advierto que no os conviene no quererla! (Sale) LA REINA - Seor, ilumname, Seor, guame! Ignacio, a lo mejor no la quieres bastante. Te tiene miedo. EL REY - Tiene miedo... Ja, te has fijado cmo se pega a las paredes y cmo mira por las ventanas, ahora por sta, luego por aqulla. Y nada (Boquiabierto) Y nada! Va a acabar gastndonos las ventanas. Tiene miedo... (Al chambeln) Psame los informes! Ah, otra revuelta en Francia (Para s mismo) Tiene miedo, pero de qu? Miedo de m? (A la reina) Y t que te pasas el da mimndola? (Imitndola) Una perita, un pastelito... Pareces la duea de una pensin. LA REINA - S, y t te portas con ella con tanta naturalidad, eres incapaz de pronunciar una palabra sin tragar saliva antes. Si crees que no se oye... Cuando le hablas, parece que le tengas miedo. EL REY - Miedo yo? Es ella la que tiene miedo. (Bajito) La muy sinvergenza. EL CHAMBELN - A lo mejor la intimida la majestad de Vuestra Majestad, no me sorprendera nada, yo mismo frente a tanta majestad siento una especie de escalofro sagrado. Si Vuestra Majestad me permite una sugerencia, le aconsejo que tenga a bien charlar con ella a solas... para ganarse su nimo.

27

EL REY - Hablar a solas con ella? Con la Pavitonta? LA REINA - Es una idea excelente. Hay que domesticarla un poquito, primero aparte, a solas, que se vaya acostumbrando a nosotros, acabemos de una vez con esta insoportable miedica y su pinta de alelada. Ignacio, no seas cro. Te la mando lo ms pronto posible con cualquier pretexto. Ahora que Felipe conversa con el mdico, la enviar a buscar mi ovillo de lana, y t, comprtate con ella como un padre. La reina sale. EL REY - Chambeln, a veces me pregunto de dnde sacas esas ideas, y ahora qu le digo yo? EL CHAMBELN - Pero, Majestad, es pura rutina: acercarse, sonrer, preguntar algo, contar un chiste, y entonces se ver obligada a sonrer o incluso a rer abiertamente... luego Vuestra Majestad le devuelve la sonrisa... y todo ese vaivn de risas acabar por tejer poco a poco eso que comnmente se llama una atmsfera de buen tono. EL REY - Bueno, le sonreir, le sonreir... Y por qu no distraerla haciendo cabriolas? Sabes qu, chambeln?, apatelas t solo. El Rey hace amago de salir. EL CHAMBELN - Vuestra Majestad, por favor! Conceder o rehusar sus favores, no es lo que suele hacer Vuestra Majestad da por da? EL REY - S, pero ella tiene miedo... verdad?... eh... tiene miedo, la muy sinvergenza. EL CHAMBELN - Como todo el mundo. EL REY - S, pero ella tiene un miedo... fofo, un miedo fofo. (Asustado) Chambeln, un miedo fofo. Ay, ah viene. Qudate, no quiero hacer el imbcil yo solo. No te vayas, no te muevas. Ay, ay, ay (Pone cara afectuosa) Ivona entra. Ah, ah, ah, ven aqu. Ivona se acerca y mira a su alrededor. El Rey, con bondad (con amabilidad). Bueno, bueno, qu tal? Cmo va eso? IVONA - [La lana...] EL REY - La lana?

28

IVONA - [La lana...] EL REY - Oh, oh! Aqu est el ovillo de lana. (Se re) IVONA - Coge el ovillo. EL REY - Je, je, je! IVONA - Se calla. EL REY - Habas perdido el ovillo de lana? IVONA - Se calla. EL REY - Ejem, ejem! (Acercndose a Ivona) Vaya, vaya... Qu tal? Cmo va eso? Bueno, bueno. (Se re) Qu? Se dira que tienes un poco, eh... un poco de canguelo... Cmo? No hay razn. Bueno! No hay razn! (Impaciente) Te digo que no hay razn! IVONA - Retrocede un poquito. EL REY - Veamos, soy el padre... el padre de Felipito, El pap! Puff! No tu papa, sino el suyo! En fin... no soy un desconocido precisamente. (Se acerca a Ivona que retrocede) No te pongas as... soy un hombre como los dems, no soy el rey Herodes! Nunca me he comido a nadie. No hay por qu tener miedo! No soy un ogro. Te digo que no soy un ogro! No soy un ogro! (Exasperado) No hay por qu tener miedo! No soy un ogro, diantre! (Se acerca, Ivona retrocede bruscamente y deja caer el ovillo de lana, el rey grita) Te digo que no hay por qu tener miedo! No soy un ogro!!! EL CHAMBELN - No, no, Shhhh, Shhhh No! EL REY - La muy pcora! IVONA - Retrocede y sale. EL CHAMBELN - Chitn! Pueden orle! EL REY - Tiene un canguelo... Chambeln, te acuerdas de aquella... que, eh... la miedosa... a... i... e... EL CHAMBELN - Yo incluso dira que no sabe cmo tener miedo. Algunas de nuestras damas poseen el arte de tener miedo: es algo sublime, embriagador. Lo tienen con gracia, le echan picante. Pero el de sta es como un miedo desnudo. (Con asco) Desnudo! EL REY - Ja! Ahora me acuerdo. EL CHAMBELN - Se acuerda?

29

EL REY - Es una miedosa. Chambeln, te acuerdas de aquella que... que, eh... que nosotros...? Ha pasado tanto tiempo. Todo se olvida. EL CHAMBELN - De quin, Majestad? EL REY - Hace mucho tiempo. Lo haba olvidado completamente. Ha pasado tanto tiempo. Por aquel entonces yo era el prncipe heredero, y t un embrin de chambeln. Aquella chica que, eh... que nosotros... aqu mismo, en el divn. Era costurera, no? EL CHAMBELN - Ah, s, la costurera, el divn... Ah, juventud, juventud, divino tesoro! (Entra Valentn) Qu hay, Valentn? No quiero que nos molesten. Valentn sale. EL REY - Luego se muri, verdad? Ahogada, no? EL CHAMBELN - Ya lo creo! Lo recuerdo como si fuera ayer. Se subi al puente, y del puente al ro... Ah, juventud, juventud, divino tesoro. EL REY - No tena un cierto parecido con la Pavitonta? EL CHAMBELN - Pero, Majestad, sta es una morena que da pena, la otra era una rubita mona y retozona. EL REY - Bah! Era tan miedica como sta. a, e. Un pnico cerval. Tena una mieditis que tiraba de espaldas, la muy tunanta! EL CHAMBELN - Si ese recuerdo incomoda lo ms mnimo a Vuestra Majestad, lo mejor es que lo olvide. Ms vale no recordar a las mujeres muertas. La mujer muerta no es mujer. EL REY - Tena un miedo, y adems a ella tambin la... maltratamos un poco. Ah, en el divn. En cuanto hay algo, hay alguien dispuesto a... Puf, puf! Me ha vuelto con una fuerza de todos los diablos. Chambeln, con una fuerza de todos los diablos. Entra la reina. LA REINA - Enhorabuena! La has animado muchsimo! Mejor, imposible! Es un milagro que an respire la pobrecilla! Qu mosca te ha picado Ignacio? Lo has estropeado todo! EL REY - Al diablo! Al diablo! No me os acerquis, seora! LA REINA - Qu te pasa? Por qu no puedo acercarme? EL REY - Por qu? Por qu? Siempre por qu! No tengo derecho a mis propias fantasas? Se me pone bajo tutela? Ya no mando yo en mi casa? Tengo que rendir cuentas? Por qu me miras as? Se puede saber qu miras? Eh? Qu pasa? Le he soltado un rapapolvo porque me ha recordado algo!

30

EL CHAMBELN - No tiene importancia! Majestad, no hay que darle ms vueltas! EL REY - Me recuerda algo que tiene que ver contigo! Contigo, querida! LA REINA - Conmigo? EL REY - Ja, ja, ja, por qu me miras as? Por todos los diablos, Margarita, he perdido los estribos, lo reconozco, pero sabes qu? Por extrao que parezca en cuanto miro a ese angelito no puedo evitar pensar en ti. No quera decirlo, me molesta confesarlo, pero ya que me lo preguntas, ser sincero. S, seor. Sucede a veces que una persona te recuerda a otra, pero como si dijramos... en venida a menos. Y cuando veo a esa boba, cuando la veo agitarse... temblar, arrastrarse... Ya sabes, esa forma de rumiar con las mandbulas... no puedo por menos de pensar en ti, en una cierta dejadez... muy tuya... LA REINA - Que te recuerda mi... qu? Mi dejadez? EL REY - Eso es! Justamente en lo que ests pensando ahora mismo! Dmelo! Dmelo y veremos si estamos pensando los dos en la misma cosa! Dmelo al odo. LA REINA - Ignacio! De qu ests hablando? EL REY - Ah, ya, claro! La seora tambin tiene sus secretitos! LA REINA - Olvidas quin eres! EL REY - Al contrario, me acuerdo! Me acuerdo! Y voy a acordarme de todo! aa! e! El rey sale precipitadamente. LA REINA - Qu significa todo esto? El chambeln corre detrs del Rey. La Reina se queda pensativa, se toca la frente con un dedo. Entra Isa, que hace muecas delante de un espejo. Deja de hacer muecas. ISA - (Avergonzada) Majestad... LA REINA - A qu vienen esas muecas? Desde que esa... esa... desgraciada ha venido a la Corte, no dejis de hacer muecas, todas sin excepcin. Acrquese, seorita. Tengo que preguntarle una cosa. ISA - Seora... LA REINA - Mrame a los ojos. Confiesa que le has hablado a alguien de... de mis poemas, que te has ido de la lengua. No has podido aguantarte y has hablado, confisalo!

31

ISA - Majestad! LA REINA - De verdad que no has dicho nada? A nadie? Pero entonces, cmo ha podido enterarse? Ha debido encontrar mi cuaderno debajo del colchn. ISA - Quin, Majestad? LA REINA - Claro, debe ser eso. Seguro que estaba pensando en eso! Espera un momento... hblame con entera franqueza, olvida que soy la Reina, te libero momentneamente de todo el respeto que me debes. Dime la verdad: Cuando miras a Ivona, qu es lo primero que se te ocurre? No te recuerda nada? No le ves un parecido...? Su forma de caminar por ejemplo? Su nariz? Su mirada o su forma de ser en general? No te recuerda... nada? Crees que un espritu malfico pueda imaginar una asociacin entre eso y... y... y... mis poesas o ser que le he puesto demasiada poesa... demasiada poesa ma... una poesa demasiado ma?... Ah! ISA - Cmo? Sus poesas, seora?... Sus poesas y...? REINA - Maldita sea mi poesa! El mundo es tan vulgar! Malditas sean las grandezas, los xtasis, las ensoaciones, las confidencias! No me dices la verdad! Ja... "dejadez", dice... por qu "dejadez"? Si lo dice, es porque ha ledo mis poesas, No encajarn las rimas? Qu palabra ms horrible! No me dices la verdad! Jrame ahora mismo que no contars a nadie lo que te acabo de decir. Jralo! No estoy para bromas. Jralo! Y no me vengas con falsas modestias. Vamos, rpido, de rodillas... y repite conmigo: juro... Entra el Prncipe. Detrs el Rey y el Chambeln. EL PRNCIPE - Madre, quisiera hablar contigo. Oh, perdn. He interrumpido un rito secreto. REINA - No, no, me estaba arreglando el zapato. He comprado unos zapatos que me estn grandes. EL PRNCIPE - Cmo es que el Rey se permite asustar a mi prometida? REINA - Felipe, no te tolero ese tono! EL PRNCIPE - Ah, no? Qu tono he de usar cuando mi padre se arroja sobre mi prometida sin mediar razn, brutalmente? Cuando mi prometida se encuentra prcticamente paralizada por el miedo. Cuando no puedo alejarme ni un instante sin que la atormente a su antojo. Harto tranquilo estoy teniendo en cuenta lo sucedido. Entra Valentn. Sal, Valentn. Madre, quisiera hablarte a solas. REINA - Como gustes, pero antes dime de qu quieres que hablemos.

32

EL PRNCIPE - A lo que veo, seora, os ponis en guardia. Madre, disclpame, es que... lo que voy a decirte te parecer sin duda disparatado, grotesco. No s cmo decirlo... Al parecer, mi prometida recuerda al Rey algunos de tus pecados. REINA - Quin ha dicho eso? EL PRNCIPE - Mi padre! Me ha dicho que se meti con ella porque le record ciertos pecados ntimos de la Reina. REINA - Ignacio, se puede saber qu le has dicho a Felipe? REY - Dicho? No le he dicho nada. Se estaba poniendo pesado y le he dicho una cosa. Y qu? Qu pasa? Qu importa? He dicho la verdad. Prefiero que se ponga pesado contigo antes que conmigo. REINA - Ignacio! EL PRNCIPE - Un momento... un momento... Os percatis de la situacin en que me he de ver por vuestra culpa? Mi padre, sin razn aparente, se arroja sobre mi prometida. Se le arroja encima, y cuando le pido explicaciones... estoy en mi perfecto derecho, no?... Me decs cosas... cosas que no vienen a cuento y que me dejan patidifuso. Qu significa todo esto? Mi madre tiene pecados sobre la conciencia, y eso da pie para que mi padre se lance sobre mi prometida? REY - S, me lanzo. Soy un padre muy lanzado. Y qu, a ver, qu crees t que qu? Que es debido a mis propios pecados? Margarita, por qu me miras as? Si me miras as, tambin yo voy a ponerme a mirarte. EL PRNCIPE - Mis padres se miran a causa de mi prometida. Mi madre mi padre y mi padre mi madre, se miran a causa de mi prometida. REY - Bueno, bueno, Felipito, no hagas el payaso. Clmate... REINA - Felipe, tu padre se ha puesto nervioso y te ha salido por peteneras para que dejaras de acosarle con tus preguntas. Dejemos esta aberracin. Cambiemos de tema. EL PRNCIPE - Seora, reconozco que es una aberracin. REINA - Dejmoslo. Es de lo ms aberrante! EL PRNCIPE - El colmo de las aberraciones. Bah, es estpido, incluso idiota. Se inclina. REINA - Por qu te inclinas? EL PRNCIPE - (Confidencialmente) Porque yo tambin me comporto como un idiota... con ella...

33

REINA - T, un idiota? EL PRNCIPE - Cmo llamarlo de otra manera? No la quiero. Estoy completamente convencido de que si vosotros os comportis de esa forma idiota y absurda con ella, es porque yo mismo lo hago. REY - No te permito que nos hables de esa manera. El Prncipe se inclina. Por qu te inclinas, burro? Qu significa esto? EL PRNCIPE - (Confidencialmente) Con ella, uno puede permitrselo todo. REY - Qu? Cmo? Yo no me permito nada. Qu quieres de m? Chambeln... (Retrocede) Eh... hum... Pero a qu viene todo esto? REINA - Felipe, por qu te ha entrado esa mana de saludar? Basta ya de saludos! REY - (Aparte) Demonios! Demonios! CHAMBELN - Que uno pueda permitrselo todo con ella no es razn para creer que Su Alteza se lo puede permitir todo con nosotros. El Prncipe se inclina ante el Chambeln, que retrocede de un salto. A m no! Por qu a m? Yo no tengo nada que ver con todo esto? Por favor, no os acerquis! EL PRNCIPE - (Confidencialmente) A ella, todo el mundo puede acercrsele, empuarla por el pelo. Por la oreja! REY (Rindose de pronto) Ja, ja, ja! (Se calla, avergonzado) Eh... eh... hum... CHAMBELN - Alteza, como a Su alteza se le ocurra tocarme, siquiera sea un pelo... EL PRNCIPE - A ella todos pueden tocarla! Creedme, podis hacer con ella lo que os plazca! A ese tipo de chicas se le puede hacer... de todo! Es tmida, no se defender. Es antiptica, todo lo que os apetezca (le podis hacer de todo). Con ella se puede ser idiota, grosero, estpido, torpe, cnico... como gustis, lo que os apetezca! (Se inclina ante el Chambeln) Como gustis... como gustis... CHAMBELN - (Dando un salto hacia atrs) Esto no es asunto mo! Me da igual (Se inclina ante el Prncipe) Adis... adis... (Sale). REY - Demonios. Demonios. Bueno, bueno, Felipe... Se puede saber por qu me miras as? Adis (Se inclina) Adis. Lrgate! Lrgate! Sale.

34

REINA - A qu viene todo esto? Quiero saber a qu viene todo esto, por qu dices esas cosas... Adis, adis! (Sale) EL PRNCIPE - (Dirigindose a los que han salido) Todo est permitido! Todo! A vuestro antojo. (A s mismo) Est all, sentada, sentada junto a la lumbre y me ama, me ama! Me ama! Todo est permitido! Todo es posible! Lo que ms os guste! Todo! (Descubre, al fondo, a Isa, que se ha levantado de la silla en la que ha estado sentada durante toda la escena y que hace ademn de salir. Se acerca a ella y la besa en el cuello) Con ella no hay que preocuparse!) ISA - Por favor, soltadme! EL PRNCIPE - Ah! No os preocupis! Todo est permitido (La besa en la boca) Ah, qu delicia! ISA - (forcejeando) Voy a gritar! EL PRNCIPE - Os digo que no os preocupis! Con ella, todo est permitido Perdn! No era mi intencin... No s qu me ha cogido... Perdn. Pero, qu he hecho? Me he comportado como un imbcil. ISA - Qu falta de delicadeza! EL PRNCIPE - No se lo digas a nadie, te lo ruego, si mi prometida se enterara, sufrira lo indecible... Sufrira! Sufrira, sufrira, sufrira! ISA - Soltadme de una vez, Prncipe! EL PRNCIPE - (Retenindola en sus brazos) Un momento, un momento... Sufrir (La besa) Qu naricita tan preciosa, qu boquita tan adorable! No te vayas! Creo que la he engaado. Es horrible! Y maravilloso a la vez! Ah, cun fcil es! (Llama) Valentn! Valentn! ISA - (Debatindose) No llamis a nadie, os lo ruego... EL PRNCIPE - Al contrario, al contrario, cario mo... Entra Valentn. Valentn, ve a decirle a Cirilo que traiga a Ivona inmediatamente! Corre! Valentn sale. No pienso soltarte. Slo ahora, estando contigo, me siento yo mismo. Ah, qu maravilla tener en los brazos a una criatura que... que no te repugna. Har que te enven flores. Ah, qu fcil es. Tengo que sacar provecho de esta facilidad. He recuperado la facilidad! Te quiero! Entran Cirilo e Ivona.

35

Cirilo, te presento a mi nueva prometida! CIRILO - Cmo? EL PRNCIPE - Ivona, tengo que confesarte algo. Acabo de engaarte con Isa. Ya no eres mi prometida. Lo lamento, pero no puedo hacer nada. No tienes el ms mnimo sex-appeal, mientras que a Isa le sobra. No te ofendas si te lo comunico as, con tanta ligereza, pero he decidido sacar partido de la facilidad, de que rebosa la naturaleza toda gracias a ti... gracias a ti, cario. (Besa la mano de Isa. A Ivona) Por qu te quedas ah parada? En fin, t misma, qudate ah si te place, me da igual! Adis! Me voy, levo anclas, me hago a la mar, ahueco el ala, rompo contigo! Nada ganars quedndote ah parada! CIRILO - Nada ganars! No ganar nada aunque se qued ah parada durante diez aos! Qu feliz me siento! EL PRNCIPE - (A Isa.) Perdona, tesoro mo, ni siquiera te he preguntado si estabas de acuerdo. No me rechaces. (Le besa la mano) Ah, cada uno de estos gestos, por mnimo que sea, me hace vibrar. Voy a ordenar que lo dispongan todo inmediatamente. El mundo entero ha de saber de nuestros esponsales. Mis padres estarn encantados. El Chambeln... qu gran hombre, este Chambeln! La Corte... A todo el mundo se le va a quitar un peso de encima. La atmsfera se haba vuelto irrespirable. (A Ivona) Sigues ah, t? Ya no tenemos nada ms que decirnos. A qu ests esperando, querida?) CIRILO - Para que se mueva, hay que moverla. EL PRNCIPE Ve a buscar al pretendiente de la seorita y que se la lleve y la deje en su lugar acostumbrado. CIRILO - Voy a buscarlo para acabar con esto de una vez. Voy corriendo, Felipe! Pero ojo..., no vaya a ser que de tanto quedarse ah plantada, te vaya a sacar algo. EL PRNCIPE - No temas! Cirilo sale. Qudate ah plantada si es tu gusto, no conseguirs desconcertarme. He cambiado. He cambiado de tono y, de golpe, todo ha cambiado! [Por ms que te quedes ah parada como un reproche viviente, a m no me afecta! Qudate ah todo lo que quieras! Ja, ja, ja. Adems te gusta que te hagamos sufrir por tu falta de sex-appeal. No te quieres a ti misma y eres tu propia enemiga, as que provocas a la gente, y enfrentas a unos contra otros. Resultado: En tu presencia, cada cual se siente un cerdo y un canalla. Por m te puedes quedar un ao si te place, empalagosa y desconsolada (fastidiosa y melanclica), no podrs con mi optimismo y ganas de vivir.] (despreocupacin y euforia) (Se echa a rer con una risa endiablada (traviesa) y se pone a dar vueltas con Isa.)

36

ISA - Sera preferible no decirle ciertas cosas... Apiadaos de ella, Felipe. EL PRNCIPE - No, no, nada de piedad. Seamos frvolos! Ahora la conozco... he aprendido a conocerla. Para empezar, mientras se quede ah, hay que hablar, de lo que sea, de cualquier cosa, luego, en tono ligero y jocoso, ponerla de vuelta y media. Se trata de decirle las cosas ms obscenas con tono inocente y desenvuelto. Es lo nico que le impide vivir, deja sin habla a su silencio, le arranca las races. La deja en una posicin que la neutraliza. No te preocupes por m, ahora ya no puede hacerme dao. Es tan fcil cortar amarras con los otros, basta con cambiar de tono. Que se quede ah, que se quede a mirarnos... Adems, nos vamos. Claro, vmonos, con lo sencillo que es y no se me haba ocurrido. Si ella se queda ah, nosotros nos vamos. Ivona se agacha. No te inclines! IVONA - [No me inclino.] EL PRNCIPE - Deja eso! Qu has cogido? Qu es eso? Un pelo? Por qu lo has cogido? Un pelo de quin? Un pelo de Isa. Djalo, para qu lo quieres? Qu vas a hacer con l? Ivona se calla. Entran Cirilo e Inocencio. INOCENCIO - Perdonad, pero esa no es forma de comportarse! Su Alteza ha enamorado locamente a esta seorita y ahora la rechaza! Caprichos de gran seor! Su Alteza la ha sumido en la desgracia! Protesto! EL PRNCIPE - Qu? Cmo? Protestis? INOCENCIO - Perdn, no puedo por menos de protestar. Bajo la mirada seria del Prncipe, se sienta) EL PRNCIPE - Para protestar, este hombre va y se sienta. CIRILO - Como un perro sobre su cola. Vamos, fuera! Y llvate a tu hermosa doncella! EL PRNCIPE - Un momento! Primero que me devuelva el pelo! CIRILO - Qu pelo, Prncipe? EL PRNCIPE - Ivona, devulveme el pelo! Quiero ese pelo! ISA - Tengo pelos de sobra, Felipe ...

37

EL PRNCIPE - No, no, quiero se! No soporto pensar que se queda... con ese pelo! Devulvelo! (Se lo quita) Se lo he quitado! Y qu cambia que se lo haya quitado? No es el pelo lo que ha cogido... sino a nosotros! (A Isa) Estamos all, en ella. Ella nos tiene. En su poder. Iros todos! Cirilo! Salen todos menos Cirilo. Retnla un poco en Palacio. No la dejes salir. Diles que no anuncien todava nuestra ruptura. Por el momento, seguimos en el statu quo. CIRILO - Ya saba yo que acabara por conseguir algo quedndose ah parada. Has vuelto a caer! EL PRNCIPE - Quiero acabar con esto de una vez por todas. Reine la calma... Voy a tener que... Mima el gesto de cortarle el cuello. CIRILO - Qu?! A quin?! EL PRNCIPE - A Ivona. CIRILO - Por lo ms sagrado, te lo ruego, no pierdas la cabeza. Ahora el asunto ya est arreglado. Has roto con ella. La mandamos a su casa. Y ya no estar aqu. EL PRNCIPE - No estar aqu, pero estar en otra parte. Est donde est, siempre estar ah. Yo aqu y ella all... Brrr... No quiero. Prefiero matarla y acabar de una vez. CIRILO - Pero si ya te has curado! EL PRNCIPE - Y que lo digas, estoy completamente curado. Me he enamorado de Isa. Me he librado de los sufrimientos de esta sufrida. Pero, Cirilo, ella nos posee, a m y a Isa, estamos en ella y como nos tiene en ella, ella va... va a hacer lo que le plazca con nosotros... a su manera, entiendes? Pfft, pfft! No quiero. Voy a matarla. Qu cambia que no est aqu? No estar, pero nos llevar consigo... Bah, ya s que normalmente no se debe matar... Pero te aseguro que tengo la cabeza despejada, s lo que me digo, mido el alcance de mis palabras, no hablo por hablar... (Algo inquieto) Me notas algo raro, verdad? CIRILO - Quieres matarla de verdad, matarla as, por las buenas? Es un crimen. EL PRNCIPE - Una ltima locura, la ltima pirueta, para que no haya ms en el futuro. Adems, todo saldr bien, ser fcil, la mar de fcil, ya vers. Puede parecer algo terrible, pero en realidad, es una operacin sencilla, sin ms. Matar a una invlida como sta no es problema, lo est pidiendo a gritos. Puedo contar con tu ayuda? CIRILO - Hay que ver en lo que te ha convertida esa... maldita!

38

EL PRNCIPE - Nos enredamos en ella, hay que desenredarse. Mientras, guardemos el secreto de mis esponsales con Isa. Ni una palabra a nadie. Dejemos todo como est hasta maana. De aqu a maana ya dar con el modo ms conveniente de eliminarla. Pero tienes que ayudarme, porque yo solo... solo no quiero, tengo que hacerlo con alguien, yo solo no me veo capaz.

39

ACTO IV

Una sala del palacio. Al son de las trompetas entra el Rey, seguido de tres dignatarios. EL REY - (Distrado) Est bien, est bien. Mira que sois pesados. Tengo cosas que hacer. Qu ms? EL CANCILLER - Majestad, se trata de la indumentaria de nuestro enviado extraordinario y ministro plenipotenciario para su viaje a Francia. Debe vestir traje o uniforme? EL REY - (Taciturno) Que vaya desnudo. Asombro de los dignatarios. Perdn, hoy estoy algo distrado. Que se ponga lo que quiera, con tal de que pague de su bolsillo. LOS DIGNATARIOS.- No esperbamos otra decisin de la profunda sabidura de Vuestra Majestad. EL MARISCAL - Majestad, esta noche se va a dar un gran banquete para celebrar los esponsales hiperdemocrticos del prncipe Felipe con la flor y nata de nuestra ms humilde capa social, la seorita Ivona Ruiz. Vuestra Majestad tiene alguna preferencia en cuanto al men? EL REY - Ratas y vboras... Asombro de los dignatarios. Eh, quera decir... huevos duros a la cerveza, eso, a la cerveza... Y haga el favor de meterse los ojos en los bolsillos. LOS DIGNATARIOS - No esperbamos otra decisin de la profunda sabidura de Vuestra Majestad. EL JUEZ SUPREMO - Otra cosa, Majestad... Esta es la peticin de gracia para el viejo Bartolom, con la ratificacin de las doce instancias. EL REY - Cmo? Indultarlo? Que lo maten! LOS DIGNATARIOS - Majestad! EL REY - Que lo maten, digo. Por qu me miris as? El derecho de gracia me corresponde, no? Pues bien, no lo indulto! Que reviente! Que muera ese perverso, no por su perversidad, sino por mi... Hum... Eh... Qu estaba diciendo? Todos somos

40

perversos. Usted tambin. No me mire de esa manera. Ponga sus ojos donde quiera, pero no sobre m. Estoy harto de que me observen. A partir de hoy est prohibido observarme. No quiero que me miren ms. LOS DIGNATARIOS - No esperbamos otra decisin de la profunda sabidura de Vuestra Majestad. EL REY - Vamos, fuera. Basta de chchara. Y no quiero ver caras de asombro. Aqu no se asombra nadie. Demasiado os he consentido! A partir de ahora, mano dura, os vais a enterar. Los dignatarios hacen la reverencia. Basta, basta de reverencias! Quedan prohibidas las reverencias! Os pasis la vida haciendo reverencias! Fuera! Fuera! Los dignatarios salen, aterrorizados. El Rey mira a su alrededor, desconfiado, luego se esconde detrs del divn. Entra el Chambeln. Echa una ojeada a su alrededor, con desconfianza, y se pone, como por casualidad, sin hacerlo adrede, a su pesar, a cambiar los muebles de sitio con saa: da un empujn a una silla, enrolla la punta de una alfombra, coloca los libros al revs en el estante, tira un hueso de ciruela al suelo, etc. Ve al Rey. EL CHAMBELN - Oh! EL REY - Hum... hum... EL CHAMBELN - Majestad! EL REY - S, soy yo. Qu pueta ests haciendo? EL CHAMBELN - Yo? Nada. EL REY - (Taciturno) Te sorprende encontrarme aqu. (Se pone de pie con dificultad) Ests asombrado... por lo visto se ha puesto de moda: se pasan el da asombrndose... Qu pasa? Estoy al acecho. Me he escondido. EL CHAMBELN - Vuestra Majestad est al acecho? De quin? EL REY - De nadie. De nadie en particular. Acecho para divertirme. (Se re) Mira, esta sala est junto a los aposentos de la Pavitonta. Y Margarita siempre pasa por aqu, a veces incluso viene a descansar un rato. Desde aqu se pueden ver muchas cosas. Quiero verlo todo. Quiero ver de visu. EL CHAMBELN - Qu? EL REY - Margarita. EL CHAMBELN - Su Majestad la Reina?

41

EL REY - Su Majestad la Reina. Vers, me gustara ver qu hace, qu hace cuando cree que nadie la ve. Tantos aos de vida en comn, y en el fondo, no la conozco. Lleva un peso sobre su consciencia. Hum... tal vez ella... tal vez ella...tal vez ella... Bah, bah, de qu no es capaz esta mujer? Con ella, todo es posible. Slo de pensarlo, la cabeza me da vueltas. Y si me engaa? Seguro que me engaa. A no ser que sea otra cosa. Todo! Todo! Me gustara saber sus pecados... EL CHAMBELN - Vuestra Majestad detrs de un divn... EL REY - Calla, borrico. Me escondo aposta detrs del divn para que no me vean. Tengo derecho a estar detrs de un divn! (Se re) Tengo derecho! Y t qu pueta haces aqu, Chambeln? Por qu cambias los muebles de sitio y a qu viene ese inters por la naturaleza muerta? EL CHAMBELN - Eso? No tiene importancia... EL REY - No tiene importancia? Si no tiene importancia, explcamelo! Lo mo tampoco tiene importancia. EL CHAMBELN - Me paseaba por el palacio y me he puesto a... EL REY - A qu? EL CHAMBELN - A dificultar. EL REY - Dificultar? EL CHAMBELN - Sentarse, por ejemplo. Es ms difcil sentarse en una silla que est en esta posicin. (Se re) Se puede apuntar mal... El REY - Y por qu tiras huesos de ciruela al suelo, Chambeln? EL CHAMBELN - Dificulta el andar. EL REY - El andar? (Taciturno) Ah, t tampoco la tragas... a la Pavitonta. Bueno, bueno, vaya, vaya. EL CHAMBELN - [Majestad, pertenezco a la alta sociedad, soy un hombre de mundo, no tolero ciertas...] Majestad, si la cosa contina as, no s hasta dnde nos llevar tanto descaro, tanta insolencia... tanto desenfreno... EL REY - S, s, la insolencia gana terreno. El desenfreno, ja, ja! Te acuerdas, amigo? (Le da un codazo) EL CHAMBELN - No quiero acordarme de nada! EL REY - Bah, bah, a ti tambin te ha hecho la reverencia. Bueno, bueno, vaya, vaya. El desenfreno gana terreno, la insolencia... Bueno, bueno. Y si cuando pase por aqu... me lanzo sobre ella, Chambeln? Me lanzo y le doy un susto de muerte, ja, ja!

42

Doy miedo! Con ella todo est permitido! (Se re) Permitido! Le doy un susto y... y... la estrangulo, por ejemplo! La matar! Al fin y al cabo, ya nos hemos cargado a una antes. EL CHAMBELN - Majestad, my goodness! EL REY - Te digo que con ella todo est permitido! Se le puede hacer de todo. EL CHAMBELN - Ni hablar, Majestad, faltara ms! En nombre del Cielo [...ya nos causan bastantes estragos los chismes y cotilleos de la Corte . La majestad de Vuestra Majestad saltando desde detrs del divn]... No, no! En el actual estado de cosas, nunca fue tan necesario preservar a cualquier precio el tacto [y otros imponderables de las good manners]. Pero he pensado una cosa, (Se re) se me ha ocurrido una idea. Se re. EL REY - A qu viene esa risa idiota? EL CHAMBELN - Es por la idea. (Se re) Vuestras Majestades dan hoy un solemne banquete para celebrar esos horribles esponsales. Pues bien, podramos servir pescado, un pescado lleno de espinas, percas por ejemplo, justamente ahora es la temporada de las percas, podramos servir percas a la crema. Entra Valentn. Haga el favor de salir! EL REY - (Taciturno) Largo... Percas? EL CHAMBELN - Percas. (Se re) EL REY - Por qu percas? EL CHAMBELN - Majestad, percas para una cena solemne, de etiqueta... No s si Vuestra Majestad se ha percatado de que cuanta ms gente hay, ms perdida se siente. Ayer mismo, la observaba, sin ms... con desprecio, con desprecio... y a punto estuvo de ahogarse con una patata, una simple patata. Majestad, sirvamos percas... sin piedad, por lo alto. (Se re) Es un pescado difcil... lleno de espinas... Durante una recepcin oficial, delante de tantos desconocidos, es normal ahogarse. EL REY - Chambeln... (Le mira) es un poco... un poco tonto... Percas? EL CHAMBELN - (Ofendido) Ya s que es un poco tonto. Si no fuera tonto no lo propondra. EL REY - (Asustado) Chambeln, pero... ser capaz... ser capaz... de ahogarse de verdad?

43

EL CHAMBELN - (Altivo) Lo cree de veras Vuestra Majestad? Pues es un poco tonto... Adems, si por casualidad ocurriera un accidente... pues bien, quin nos iba a relacionar... con una cosa tan tonta? EL REY - Ya, pero... qu se comenta en la Corte? EL CHAMBELN Oh, corren rumores... Nada importante... (Se mira las uas). EL REY - Nada, eh? Ja! Ya veremos! [Si la tratamos despiadadamente, por todo lo alto, podemos hacer lo que queramos... aunque sea una tontera, incluso la ms tonta de las tonteras, nadie sospechar] Percas Por qu no carpas? Pregunto que por qu no carpas, Chambeln? EL CHAMBELN - Percas, percas... EL REY - Por qu no carpas? O anguilas? Por qu? Por qu? Bueno, va por las percas. Hum... (Asustado) Sin piedad? Por todo lo alto? EL CHAMBELN - Eso es! Vuestra Majestad en toda su majestad. EL REY - S, s, yo en toda mi majestad. Necesitaremos mucha luz, mucha gente, muchos perifollos... Fasto, esplendor... Gritarle con desprecio y se ahogar... Seguro. Se atragantar mortalmente. Y nadie se dar cuenta, de lo tonto que es... por todo lo alto, por todo lo alto, por lo bajo no, con majestad, con fasto. Vamos a matarla por todo lo alto. Eh? Hum... Ven, escondmonos, que llega la Reina. EL CHAMBELN - Pero... EL REY - Escondmonos, quiero ver a la Reina. Se esconden detrs del divn. Entra la Reina, mira a su alrededor, lleva un frasquito. EL REY - (Aparte) Qu lleva? (Se levanta) EL CHAMBELN - Shhhh, Shhhh... La Reina avanza hacia la habitacin de Ivona, se detiene, saca de su escote un cuadernito, suspira, se cubre el rostro con una mano. EL REY - (Aparte) Qu es eso? El libro de reclamaciones? EL CHAMBELN - (Aparte) Shhhshhhh... LA REINA - (Lee) Solitaria soy (Repite) Soy de natural solitario, de natural solitario soy, solitaria soy... (Lee) Nadie sabe de los secretos que oculta mi seno. (Habla) Nadie sabe de mi seno. Nadie sabe, Oh, ooh! (Lee) A ti, cuadernito mo. Mis sueos te confio

44

A ti, mis pensamientos A ti yo no te miento mi melancola desgarrada de la que nadie sabe nada (Habla) De la que nadie sabe nada, nada de nada. Ooh! (Se cubre la cara) Es terrible... terrible... Matar, matar... (Levanta el frasco) El veneno, el veneno... EL REY - (Aparte) Veneno? LA REINA - (Con una mueca de dolor) Nadie sabe lo que pienso. (Agita la mano) Sigamos leyendo! Leamos! Ojal que esta lectura nos anime a llevar a cabo la terrible accin (Lee) Mirad, buenas gentes, mi rostro venerable Mi testa coronada Quin sospecha que tras esa faz amable vuestra reina amada abriga un pensamiento miserable? Yo, que slo aspiro a flexibilidad. (Habla) Flexibilidad, oooh! Oooh! Flexibilidad. Y lo he escrito yo! Yo misma! Yo misma! Matar, matar! (Lee) Quiero la flexibilidad del lamo, La del pramo, La del camo, Doblegarse como la rama del rbol Retorcerse como la brisa de mayo Quiero ser flexibilidad y no Majestad! Slo aspiro a la flexibilidad! Flexibilidad, oooh! Flexibilidad! Aaaah! Ah! Quemar, destruir! Pramo, camo, lamo... Es terrible! Y lo he escrito yo! Es mo, mo, y pase lo que pase, siempre ser mo! Oh, ahora lo entiendo: es sencillamente monstruoso! Ignacio... lo ha ledo! Oooh! Hay un cierto parecido... un cierto parecido... su forma de retorcerse, como rumia para sus adentros... Oh, por medio de ella se alude de forma odiosa a mi poesa! Es la prueba de que esa mema me traiciona! Soy yo! Soy yo! Soy totalmente yo! Entre ella y yo hay cierto parecido. Oh, ha descubierto mis secretos y los muestra en pblico! Los que la miran notan su parecido con Margarita. Y al mirarla ven a su travs mi alma desnuda como si hubieran ledo mis obras. Basta! Debe morir! Oh, Margarita, tienes que matarla! Vamos, frasco asesino! Tiene que desaparecer de la superficie de la tierra, ya es hora, ya va siendo hora... estn todos ah, al acecho de ese parecido venenoso. Esa chivata me expone a la mofa, a los chismes, a la irona, a la agresividad humana. Eliminarla! Vamos, vamos... entremos discretamente en su habitacin y derramemos unas gotitas de este frasquito en su jarabe... Quin ha de saberlo? Nadie. Es tan debilucha que pensarn que se ha muerto as, sin ms... Quin

45

pensar que he sido yo? Soy la Reina! (Avanza) No, no, espera. No puedo ir as. Como voy cada da, no puedo envenenar con esta pinta. No, tengo que cambiar algo. Al menos el peinado... los pelos... as, sin exagerar... que no se note demasiado... justo lo necesario para cambiar el aspecto. Oh, eso es.. S, s!... EL REY - (Aparte) Shhhh, Shhhh! LA REINA - Debo ir as, despeinada? Oh, oh, oh! Eso puede traicionarte! Si te cogen con estos pelos... Deja de hablar sola. Ests hablando sola. Margarita, deja de hablar sola, que te traicionas. (Se mira en el espejo) Oh, ese espejo ha captado mi verdadera imagen. Mis rasgos tienen que reflejar toda mi fealdad interior, entonces y slo entonces, podr hacerlo. Deja de hablar sola. Te van a or. No puedo dejar de hablar sola. Hablan solos los asesinos antes de cometer el crimen? Qu pasa aqu? Qu pasa que... no cuadra? (Mira a su alrededor) Un desorden sumamente retorcido. Tuerce el gesto, Margarita, tuerce el gesto! Oh, s, ahora, vamos all!... ir sola. Tuerce el gesto! Vamos! T conmigo, yo contigo. Cmo que t conmigo? Cmo que yo contigo? Lo har sola... Tuerce el gesto! Vamos! Piensa en tus poemas y adelante! Piensa en todos tus sueos de flexibilidad y adelante! Piensa en los lamos, en los pramos y adelante! Oh, oh, oh, ya voy, ya voy! Ah, no puedo... es una locura! Espera un momento... eso, ntate un poco... (Se unta de tinta). S, ahora, con estas manchas, ser ms fcil... Ahora soy otra. Calla, que te traicionas! Vamos! Matemos a esa chivata! No puedo! Sigamos leyendo! Tengo que leer un poco ms. (Saca sus poesas) Leamos, eso estimular y excitar nuestra sed de sangre. EL REY - (Saliendo de golpe de detrs del divn) Ja! Margarita! LA REINA - Ignacio! EL REY - Te he pillado! Dame! (Intenta quitarle los poemas). LA REINA - Sultame! EL REY - Dame! Dame! Ah, asesina! Dame! Me encantan tus pecados! Dame, viviremos una segunda luna de miel! Vamos, envenenadora, djame ver! LA REINA - Ah! (Se desmaya) EL CHAMBELN - Agua! Se ha desmayado! EL REY - Ja, ya lo tengo! Suea con la flexibilidad y para ello quiere envenenar a la Pavitonta! No importa. De todos modos ya la he matado. LA REINA - (Al borde del desmayo) La has matado? A quin has...? LE REY - La he ahogado! Con el Chambeln. El Chambeln y yo la hemos ahogado... EL CHAMBELN - Agua! Aqu est el agua!

46

LA REINA - La has ahogado? A Ivona, la has... EL REY - Idiota. A Ivona no, en fin, qu ms da. A Ivona no, a la otra. Hace mucho tiempo. Ahora ya sabes quin soy. Ya lo sabes. Al lado de mis pecados, tus miserables poemitas dejan mucho que desear. La he matado, y ahora voy a matar a la Pavitonta. Tambin matar a la Pavitonta. LA REINA - Vas a matar a la Pavi... EL REY - S, a la Pavitonta. A ella tambin... si la cosa funciona. [Ahora le toca a la Pavitonta, y despus... Siempre habr alguien en alguna otra parte... La rueda sigue girando... Si no es ste ser quel, y si no es sta, aquella otra, y sigue... sin piedad, por todo lo alto... hay que echarle cara, tener sangre fra.] Intimidarla, y hala!... (Al Chambeln) Dame agua. (Bebe) Soy un viejo... estoy envejeciendo... LA REINA - No lo permitir! Ignacio, no lo permitir! EL REY - Permitirs, permitirs, amiga ma... permitirs porque t tambin, te permites. [Todo el mundo se permite ms o menos, as que hay que permitir a los dems...] Entra Ivona. Al verlos, hace por retroceder, pero no puede. Atraviesa la sala para ir a su habitacin. A partir de ahora hablarn en voz baja. Ja! LA REINA - Ignacio, no estoy de acuerdo, no quiero, no lo permito, Ignacio! EL CHAMBELN - Ms bajo, por el amor de Dios! EL REY - Cllate, imbcil. Lo haremos... Crees que voy a hacerlo por lo bajo, como t... No, no, yo lo har por todo lo alto, la asesinar por todo lo alto... por todo lo alto, con clase, con majestad... y tan estpidamente que nadie sospechar nada. Ja, ja, Margarita, se asesina por todo lo alto, no por lo bajo. Para empezar, lvate, tienes pinta de loca. Y luego ve a ocuparte del banquete que damos hoy, que ya va siendo hora... Sabes qu? Haz que sirvan percas como entrems. Me apetece zamparme una perca, me apetece una perquita a la crema. Es un buen pescado. Rafinado. LA REINA - Percas? Percas? (Al Chambeln, divertida) Se ha vuelto loco! Gracias a Dios, se ha vuelto loco! EL REY - Cllate, no estoy loco. Sirve percas. EL CHAMBELN - (A la Reina) Majestad, percas a la crema me parece excelente como entrems. [No veo razn para no servirlas.] LA REINA - No servir percas! Ignacio, me ests volviendo loca. [, no servir ni una sola perca. Lo que faltaba, percas, es el colmo! Os digo que no servir percas.

47

Por qu percas, por qu percas, por qu tienen que ser precisamente percas? No servir percas!] EL REY - A qu vienen estos caprichos? (Al Chambeln) Psame la corona. A qu vienen? El Chambeln le pasa la corona. LA REINA - (Aterrorizada) Ignacio[, qu vas a hacer? Qutatela. Qu vas a hacer, Ignacio? Ignacio!]! EL REY - Margarita, si te digo que sirvas percas, sirves percas. [Y no me discutas o te pego... y puedo pegarte si quiero, puedo pegarte, soy un revoltijo de pecados... te digo que puedo hacer lo que quiera, mujer, tiembla ante m, rezumo negros pecados por todas partes!] Soy el rey de los pecados, oyes, el rey de la tontera, de los pecados, de las violaciones, de los suspiros! LA REINA - (Aterrorizada) Ignacio! EL REY - (Ms calmado) Bueno, bueno, bueno... haz que sirvan percas. E invita a los dignatarios ms exquisitos, ms insoportables, a esos viejos snobs, a esos profesionales de la elegancia que tienen el talento de intimidarte, que paralizan con solo mirarte. (Ms bajito) Margarita, basta de timidez, de angustias, de pudores, estoy harto, comprendes? Estoy harto de la poesa, de la flexibilidad, de los pramos, de los lamos... No eres una pava, eres una dama, eres la Reina, bueno, bueno. No tienes que inclinante; son los otros quienes deben inclinarse ante ti... bueno, bueno. Y lvate, fregona, pareces un murcilago! Ponte el vestido de damasco... y muestra de lo que eres capaz, mujer! Al galope! Recupera tu elegancia, tus gracias, tus distinciones, tu tacto, tus buenas maneras, que para eso te quiero, y di a tus gallinas que se pongan las plumas. Bueno, bueno, qu?... has entendido? A toda pompa! Una recepcin a toda pompa, con damas, nada de fregonas. Invita a los invitados, manda que preparen las mesas, y deja lo dems en mis manos! Por lo alto, por lo alto... con majestad! Ve, ve... fregona! (La Reina que se haba tapado la cara al or estas ltimas frases, sale) Chambeln... EL CHAMBELN - Majestad? EL REY - (Ms bajito, taciturno) La reverencia... Tienes que hacerme la reverencia... EL CHAMBELN - (Escuchando) Alguien se acerca. EL REY - (Con dificultad) Vamos, escondmonos. Se esconden detrs del divn. El Prncipe, con un cuchillo en la mano, irrumpe en la escena,, seguido de Cirilo que lleva un cesto. EL PRNCIPE - Dnde se ha metido?

48

CIRILO - (Mirando por la puerta del fondo) Shhhh, aqu. EL PRNCIPE - Qu hace? CIRILO - Caza moscas. EL PRNCIPE - Y las pilla? CIRILO Ahora bosteza. EL PRNCIPE - (Apretando el cuchillo) Bueno, intentmoslo... A la una, a las dos, y a las tres... Ojo avizor... prepara el cesto... Cirilo abre el cesto, el Prncipe da vueltas en torno a la puerta. EL REY - (Aparte, al Chambeln) Oh, tambin ese granuja...! EL CHAMBELN - Shhhh, Shhhh! CIRILO - (Mirando de reojo al Prncipe) Felipe, no... detente! Detente... o grito y les hago venir! EL PRNCIPE - Los nervios? CIRILO - No es posible! T, con ese cuchillo, rondando en torno a esa quejica! (Lanza una risa apagada) No saldr bien... no saldr bien!... Asesinar, asesinar a eso?... Y este cesto! Este cesto! EL PRNCIPE - Basta! (Deja el cuchillo) Desde un punto de vista puramente tcnico, el cesto es indispensable. CIRILO - No te das cuenta... si te vieras. EL PRNCIPE - Cllate de una vez! CIRILO - (Mirando por la puerta del fondo) Duerme. Parece que se ha dormido... EL PRNCIPE - Dormido? CIRILO - Shhhh, Shhhh. Parece como si... se estuviera meciendo... en el silln... EL PRNCIPE - (Mirando por la puerta del fondo) Ahora o nunca! Ahora no le sera doloroso... Intntalo t! CIRILO - Yo? EL PRNCIPE A ti te ser ms fcil... eres un desconocido para ella, estis en igualdad de condiciones, no eres su amado, no te quiere. Cirilo, hazlo por m. Slo ser un momento... Es como una operacin, una intervencin sencilla... no sentir nada... Ni cuenta se dar... piensa que en el instante en que lo hagas ella ya no estar,

49

todo suceder sin ella... es sencillo... un gesto nuestro, un gesto unilateral, que no la concierne... CIRILO Precisamente, cuanto ms simple ms complicado. (Coge el cuchillo). EL PRNCIPE - No, no, no! CIRILO - No? EL PRNCIPE Parece que vayas a degollar a un pollo. CIRILO - No podemos? [... Creemos... que podemos y no podemos. Por qu, maldita sea? Es demasiado enclenque... demasiado achacosa...] bah, si al menos fuera una zagala sana de mejillas sonrosadas... pero es tan paliducha... Con una paliducha no se puede... EL PRNCIPE Alquien est mirando. CIRILO Yo estoy mirando. EL PRNCIPE No, hay alguien que ve... que lo ve todo. CIRILO Yo veo. EL PRNCIPE S, t me miras, yo te miro. Vete, prefiero estar solo. Actuar solo. Es una accin horrible, cierto, pero no es ms que una accin. Prefiero ser horrible un instante que toda mi vida. Qudate detrs de la puerta, yo solo... (Cirilo sale) Solo. Para ella ser una liberacin... El fin de sus desgracias... y de las mas tambin... Es una intervencin racional, racional.... Hum... (Mira a su alrededor, coge el cuchillo, lo vuelve a dejar) Cirilo... EL REY (Aparte, muy excitado) Ah, ser gallina! CIRILO Qu pasa? (Vuelve) EL PRNCIPE Solo es mucho peor. [Estar solo es agrandarse, dilatarse, alcanzar... proporciones...] (Escuchando) Qu es eso? CIRILO Su respiracin. (Los dos escuchan) EL PRNCIPE Respira... (Mira por la puerta) Bah! Cmo respira... cmo vive en s misma... ensimismada hasta las orejas...[sumergida, replegada en s misma... No podremos hacerlo...] (Coge el cuchillo) La nica solucin es hundirlo en su cuerpo... Pero es horriblemente difcil... Es de una facilidad terrible, pero en esa facilidad, precisamente, reside una dificultad terrible. Entra Isa.

50

ISA (Viendo el cuchillo) Qu es esto? (Mira por la puerta) Un crimen! EL PRNCIPE y CIRILO Shhhtshhhht... ISA Un asesinato... [Te vas a convertir en un asesino?] EL PRNCIPE- Calla! No es asunto tuyo! Estoy arreglando un asunto personal. [En cuanto lo haya solucionado, vendr. Vete!] ISA (A Cirilo) T tambin? Te prestas a ser su cmplice? CIRILO - Es una tontera! Felipe, vmonos, es una tontera! Dejmoslo! EL REY (Aparte) Una