Góngora de Fondo

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  • 8/19/2019 Góngora de Fondo

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    G ÓNGORA DE FONDO . E LEMENTOS POÉTICOS COMUNES . C ATEGORÍAS ESTÉTICASGONGORINAS .

    • María Zambrano como diosa Iris, le hace llegar a Valente la figura del cubano

    Lezama Lima, con el que queda deslumbrado. Lo llamará Maestro Cantor.• “La alabra o!tica como metáfora de la resurrecci"n, rofunda matriz de la

    obra lezamiana, fue, #a entonces, la ense$a que lle%" a &os! 'ngel Valente aldomicilio habanero de &os! Lezama Lima( ) . *+

    • Mural del -al"n de ma#o, La abana /012 ) or 3duardo 4rro#o # 4ntonio

    -aura . Congreso Cultural en enero de /015.• Zambrano )sobre el encuentro entre Lezama # Valente 6 “3staba #o cierta de que

    %uestra amistad se haría en un instante, como sucede con lo que es ara siem re(

    )Corres ondencia /+0 .• Inter!s com7n de los tres or el místico Miguel Molinos )/1*58/101 ,Guía

    espiritual . 3studio de los iluminados se%illanos. 9iblioteca de heterodo:os.• Lezama;C< =rocadero n> /1* )La abana %ie?a . Librerías C< @bis o #

    @ABeill#.• Lezama Lima gustaba de definirse como un “centinela de la oesía, sin asado

    durante el día, milenario or la noche(.• Valente6 “Maestro, usted di?o que en el orbe de lo o!tico las alabras quedan

    retenidas or una re entina a rehensi"n, destruidas, es decir, sumergidas en unamanecer en el que ellas mismas no se reconocen. a#, en efecto, una red quesobre%uela el á?aro im osible, ero la sombra de !ste queda, al fin, h7meda # al itante, ez8 á?aro, a resada en la red. no se reconoce la alabra. Dalabraque habit" entre nosotros. Dalabra de tal naturaleza que, más que alo?ar elsentido, alo?a la totalidad del des ertar(. ) Mandorla

    • Be%ista Ensula, n> ?ulio8agosto de /015, dedicada a Cuba, en la que a arece

    Lezama. ) . 5F• Lezama a Valente “GH -us áginas me han gustado # alegrado, re%elan una

    agudeza en la ca taci"n # un de urado instinto ara hacer %isible locon%ersado.( ) . 55 “3sto# mu# metido en la continuaci"n de Paradiso # noquiero des%iar los o?os de mi cristal de refracci"n.( ) . 0J “Ku! buena tríada itag"rica María, sted # #o.( ) . 0/

    • Lezama a Valente6 “4lgo mu# mío, que me es connatural, ud. ha sabido ca tar

    en ese oema tan enigmático, tan lleno de luces misteriosas.( ) . 0* “47n losque estamos en la tradici"n de la “%ía contem lati%a( tenemos que re%estirnos dela aciencia de un bonzo budista.( ) . /J

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    • Valente a Lezama6 “4sí, cuando leo sus te:tos, distancia # tiem o no son tan

    reales como la %i%iente ro:imidad que ellos engendran(. ) . //*• Valente6 “Maestro, la distancia es un cuer o trans arente, un animal transl7cido,

    que no odría o onerse a la luz. Be%iste al fin de menos bruma la mirada que ladifunta realidad. Nuardemos ues cla%e del atio más secreto. Crasa la estu idezen%uel%e en torno los residuos de la tierra erdida. OP"nde encontrar sentidoQOP"nde encontrar al fin sentidoQ La distancia es un o?o con alas. Maestro en%erdad le digo la alabra salud(. ) Interior con figuras

    • Valente a María Luisa 9autista6 “4 comienzos del a$o r":imo, la editorial

    4lfaguara de Madrid %a a iniciar una colecci"n de oesía que estaráe:tremadamente cuidada # que, a ro uesta mía, lle%ará or nombre P4P@B,

    en homena?e al inol%idable maestro(. ) . /*1 “Ro sabe sted hasta qu! untoLezama S ersona # obra, tan inse arables8 fue ara mi %ida una absolutare%elaci"n. a esa re%elaci"n # a la mucha luz que me tra?o debo #o un nomenos absoluto reconocimiento(. ) . /+J

    • Valente a María Luisa6 “Ro sabe cuánto agradecí su bellísimo regalo, que me

    acom a$ará como cosa mu# r":ima siem re. 3l coral está muchas %ecesmencionado en la obra de Lezama. 3s, seg7n antigua tradici"n, el árbol de la%ida sumergido. es, además, el nombre de una ersona ho# central en mi%ida(. ) . /+1

    • Valente a María Luisa6 “María tu%o la mucha bondad de darme a conocer la

    carta que usted le escribi" en el tercer ani%ersario de Lezama. -entí, o#!ndoselaleer a María, mu# %i%a emoci"n. Me la le#" or tel!fono. Cuando el tel!fonoson", #o tenía abierto sobre mi mesa el %olumen segundo de @bras Com letas,uno de cu#os ensa#os anotaba en esos mismos momentos. Vea hasta qu! untoel Lezama resurrecto nos une a todos6 a usted, a María, a mí # a esos ?"%enes que

    lo leen # la buscan a usted en esa casa donde #o mismo fui tan generosamenterecibido(. ) . /+2

    • Valente )sobre Diez poetas cubanos )/0+28/0 2 de Cintio Vitier Diez poetas

    en diez años de poesía cubana 6 “3ntre oesía ura, o caracoleante oensimismada # oesía menos ura o más entra$ablemente # sin ad?eti%os oesía,Cintio Vitier nos alumbra, a tra%!s de diez figuras bien contadas, un laborioso #mu# nutrido o!tico. -on diez a$os de oesía cubana, cu#o arranque one Vitier,

    tal %ez con e:cesi%a radicalidad, en la obra de &@-T L3Z4M4 LIM4, quien, or“afinidad o rechazos(, habría originado las distintas direcciones del gru o

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    antologado. GH Dasi"n or los nombres, oficio bautismal de la oesía, aradecir con BilUe, ara e: resar la ines erada intimidad de las cosas. GH 3l oetacamina así hacia esa enetrante certidumbre de las cosas que suceden, que hansucedido # que se torna un sencillo narrar todo esto con la melancolía dequien redacta un documentoWW. GH escuchad esta cosa tremenda6 X e%i%idoYWW. Dorque la oesía es eso, testimonio ardentísimo de la %ida, %idainteriorizada # e: rimida luego hasta el má:imo, ara sernos así definiti%amenteentregada(. ) . /11

    • R@=4- 4 P ARADISO6 “3l crecimiento de &os! 3ugenio Cemí6 =ienes la base

    como una raíz. Cuando estás arado Gde ie arece que estás creciendo, erohacia adentro, hacia el sue$o. Radie se uede dar cuenta de ese crecimientoWW

    ág. //2( ) ./15 “La in%enci"n de lengua?e es imagen desorbitada( “La te:turairreal de lo con%ersado( “La imaginaci"n ?ugando caricaturescamente con lahistoria( “4 arici"n de las eras imaginarias6 del Inca Narcilaso a N"ngora() ./10 “Cer%antes # N"ngoraHhacen una literatura ) r"nesis S-anta =eresa #Kue%edo tienen otra, res ondi" Cemí( “ Iba re asando las cosas que ronesis# oci"n habían dicho con a arente ob?eti%idad. Densaba tambi!n en la no%elaque #acía oculta detrás de aquellas alabrasWW +1*[( “Rarciso6 la imagen de

    la imagen, la nadaWW +0/( ) . /2J “3l mundo no tiene bordes, la imagen seenlaza con la imagen # la realidad queda abrazada en la %isi"n( “Lastransformaciones de 4nubis. La anastráfora[enemigo rumor 2/( “La roliferaci"n generadora de la alabra( “@tro retrato interior de Cemí6 HLalentitud de la naturaleza, frente a la cual t7 colocas una lentitud de obser%aci"nque es tambi!n naturaleza )H acom a$ada de una memoria hi erb"licaWW 0+() ./2/

    • Carta 4bierta &os! Lezama Lima6 GH “Dorque qu! difícil, qu! im enetrable #

    misteriosa, en%uelta en tanta luz, La abana. 3n las entra$as de esa luz ha#recintos ?amás sometidos. Dor eso, tal %ez, se sienten ustedes risioneros de su ro ia luz, or la que están cercados, a la que están su?etos, igual que un alma asu naturaleza. 4caso fuera de Cuba un cubano s"lo ueda sentirse at!ticamentedesnaturalizado de la luz de ese indisoluble elemento que usted cant" en suhermoso imno ara la luz nuestraWW6

    4unque el oído me da la fe,

    La %isi"n como un mastín rastreaLo que el 4rcángel flamea

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    3n el unto donde no se %e.3l unto donde no se %e es el unto donde la %isi"n no es necesaria or ser el unto del que la %isi"n emana # en que la %isi"n con%erge. O3s La abana unade las grandes ciudades de la tierra que guardan el secreto acceso a la in%isible

    inmo%ilidad del unto, a la infinita quietud de lo %ertiginosamente giratorio, a lagerminaci"n central de lo solarQ Cada re%erberaci"n de lo luminoso, comocírculos en agua quieta, se des liega hasta lo inaccesible # abre nue%osterritorios de la luz que el reci!n llegado nunca tendría %idas bastantes araalcanzar. sted, ben!%olo, me hablo de la naturaleza misteriosa de esa osesi"nsolar # entonces com rendí que era en %ano seguir tantas se$ales de la luz a untiem o, como can ine: erto, fatigado hasta que el ?adeo se hace es uma, entre

    innumerables rastros que se cruzan. G odría seguir co iando toda la carta entera,deberías leerla entera. Ves al gordo de Lezama en las alabras de Valente“Gsobre Daradiso O a# en el centro de ese libro un árbolQ Drobablemente sí6 unárbol c"smico, es decir, un árbol # su in%ertido doble, un árbol de la muerte # dela %ida, que tambi!n ha de estar cercado o oseído or la luz # ser, ara quetodos los atributos concurran, de naturaleza ígnea. a de haber un árbol, orqueen el centro de todo Daradiso o Dardes ha# un árbol # cuatro ríos o cuatro

    ersona?es que, con destinos distintos, tienen acceso al Dardes )como en su Paradiso , Cemí, oci"n, ronesis # Licario . G # sigue la carta # termina deforma magistral

    a#, en -ier e de don Luis de N"ngora, además de una brillante lectura del oeta,una honda lectura, sumergida or un ?uego de ni%eles de agua mu# característico deLezama, sobre -an &uan de la Cruz.