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González Casanova, Pablo - Las Nuevas Ciencias y Las Humanidades

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Pablo Gonzalez Casnova realiza uno de los más grandes aportes en español a la teoría de sistemas y a la teoría de la complejidad donde aborda estos temas desde la parte epistemológica, pero lo lleva al terreno de la práctica a través de la transdisciplinareidad

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    Las N u e vas Ciencias v las Humanidades "'

    De la Academia a la Poltica

    BIBLIOTECA UAM

    C UA.II MALPA

    AG e 1 oe.c: 73 aea 2CKJ8 Las nuevo el! el al y 1a1

    n umar..id:adet ~ de ta ac:!demla t ls poi. Uc:a 1 Bsrr;: etont ; Arlth.rcpa:el :2.004

    ANTH~OPOS

    ~~ L~ ~s~

    LaloLnea ondulada

  • AUTORES, TEXTOS Y TEMAS

    CIENCIAS SOCIALES

    Dirigid< por J OSE TX O BE RIAI K (Universidad Pblica de Navarra)

    Conocer e m.-t>stigu la realidad soci.-Tas. hlptesis. tericas ~e inve.s.ti g.acin; textos clsicos que pcrm itan emroncir e o n h tradicin de anlisis s.ocial; y obras gcnera1ts de consulta y de metodologla en las cie-ncias socia[es.

    Al\\ UNIVERSIDAD AIITNOMA METROPOUTANA ,__,_ 818UOJECI\ UAM

  • ~

    S\$ -21.00_.

    Las Nue-m:;. Ciend:ls vlas Humanidades : })e la Academia .a la Politica l Pablo Gom...lez Casan~a. -l.a-ed.- Rub{Barc-elona): .o\nthropos Editorial ; Mxico : Instituto- de Inve-stigaciones Socii'll-es (UNAfl..l), 2005

    4 78 p. ; 20 cm. (Autores, Textos y Temas-. Cienc:fls &ci.ales ; 37)

    EibHoyal"ta p. 439-458. L:'!:-:::ico ISI3:"1 M-165&-676-0

    ! . Cmnple-jiCad (filO!';o.fia) 2. Tccnc-loga- Filoso[.a 3. C:icnc:ia ~FilJ;

  • El ojo que ves no es ojo porque t 1o veas;

    es. ojo porque te '\-'e.

    ANTO~IO ,\-IACHADO

    La ciencia e.s un arma, un arma que puede utilizarse

    bien o mal, y que se utiliza bien cuando est en manos del pueblo,

    y se utiliza mal cuando no pertenece al pueblo.

    CHE G C EW

  • ESTE LIBRO

    La Revolucin Cientfica de nuestro tiempo ha sido equi-parada a la que ocurri en. ti e m pos de Newton. Hoy ya no podemos pensar sobre la naturaleza, la 'ida y la humanidad, sin tomar en cuenta los descubrimientos que se iniciaron con la ciberntica, la epistemologfa gentica, la compu !acin, los sistemas autorregulados, adaptativos y a u topoiticos, las cien-cias de la comunicacin, ]as ciencias de la organizacin, las del caos determinista, los atractores y los fractales. La pro-fundidad de esos descubrimientos va ms all de sus claras manifestaciones cientificas y tcnicas; in el uye nuevas fonnas de pensar y actuar que comprenden las llamadas ciencias de la complejidad y las tecnociencias.

    El impacto de la nueva Revolucin Cientfica al ter a pro-fundamente nuestra divisin y articulacin del trabajo inte-lectual, de las humanidad~s, las ciencias, las tcnicas y las artes. Obliga a replantear, en estos inicios del siglo XXI, una nueva cultura general, y nuevas formas de cultura especiali-zada con intersecciones y campos acotados, que rompen ]as fronteras tradicionales del sistema educativo y de la investi-gacin cientfica y humanstica, as como del pensar y el ha-cer en el arte y la poltica. Quien no se acerque con inquietud a la comprehensin y el dominio de las -nuevas ciencias:& como ciencias de la complejidad no slo no entender {y practicar mal) el quehacer tecnocientfico sino el artfstico y el poltico.

    Este Ji bro es una introduccin a las Nuevas Ciencias y Humanidades. In el u y e la forma de acercarse a ellas desde la academia hasta la poltica, desde la cultura general hasta

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  • la especializada. ~o es un libro de dhu]gacin. En l se ana~ hzan los cambios de la dialctica que provienen de Jas tecnociencias, y la forma en que la dialctica alterada opera en un capitalismo complejo. Es un libro para cientficos y humanistas que han terminado sus estudios escolares, y taro~ bin para quienes los. inician. En el terreno de Ias cienc as hu manas busca abrir el camino a una comprehensi n ms profunda de 1os conocimientos fundamentales sobre la trans-formacin de la soCiedad contempornea actual y virtual, do-minante y alternativa.

    El Jibro es resultado de una investigacin que me Hev casi diez aos. Tiene anteceden tes en algunos de mis primeros tra ~ bajos. En ella logr por momentos entrar en una zona prohi~ bid a del conoci miento parecida a la que Jehov le ocult 6 a P..loiss en el il.lonte Sina, y ms parecida al prrafo que Jos escribas del ma.TO'l LEER ESTE LIBRO?

    De corrido e omo se acostumbra, o yendo al lxico y leyen-do los conceptos que contiene desde la A hasta la Z, para des-pus ir a1 eplogo -que tambin es una sntesis- y de all hacer un recorrido de principio a fin. En todo caso, aprender que unos conceptos se enriquecen con otros que los comple-mentan y precisan, y recurrir cuanto se necesite al J xico y a las fuentes que se citan.

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  • INTERDISCIPLTNA Y COMPLEJIDAD

    Interdisciplina y totalidad

    En el momento actual, la interdisciplina genera nuevos >in-culos entre las ciencias y las humanidades. Los vnculos ante-riores -algunos muy antiguos- tambin se renuevan. Am-bos represen tan contribuciones de enorme importancia para los trabajadores simblicos, intelectuales y manuales, para los ciudadanos y para todos aquellos que, como profesores, in-vestigadores, estudiantes y egresados del sistema escola-r afron-tan el problema de la cultura general y de la especializacin. Todos -aunque muchos no Jo sepan- se encuentran en la nox;esidad de rehacer las relaciones entre ciencias y humani dades, dos reas cuyos encuentros y desencuentros facilitan o dificultan la capacidad intelectual y moral de comprender y cambiar el mundo.

    Para precisare! problema de la interdisciplina, primero es necesario preguntarse: qu es la dsd plina? Curiosamente, e] trmino no a parece en muchos diccionarios especializados. Sin embargo, de recurrir al tan criticado Diccionario de la Recl Academm Espm1ola y buscar el trmino

  • Juego, e] trmino di.i-ciplhu1 est.:i. relacionado con e] de instruc-cin en una facultad; tambin con la disciplina que le trans mi ten a uno, o que ad~uiere uno mismo en el trabajo intelec. tual. Se trata, pues, de una especie de red semntica en que los conceptos. se definen mutuamente.

    Si al pensar en el tnnino facultad se va de nuevo a1 diccio nario~ se encuentran varias definicione-S, deJas cuaJes desta can la J,la 4, la 5 y la 6. Dice el diccionario: "Facultad: UKO. Aptitud, potencia fsica u moral (habra que aadir imelec-tual) ... CUATRO. En las universidades, cuerpo de doctores y maestros de una ciencia v. gr. Facultad de lll edicina, Facultad de Filosofa ... CL"'CO. Cada una de las grandes divisiones de una universidad, correspondiente a una rama de saber ... SEIS. Local y conjunto de locales en que funciona dicha divisin de una universidad.

    De las definiciones. anteriores, de uso comn en la lengua castellana y en muchas. ]en guas ms, vale la pena des-tacar que si el trmino disciplina est relacionado con el verbo discipli-nar o disciplinarse~ y por all vienen varios problemas de do. minacin o imposicin, en el terreno de las humanidades o de Jas. ciencias est relacionado con los prob]emas del rigor y ]a exactitud. El trmino tambin se refiere a la di visin de] tra. bajo intelectual, puesto que cada dacul tad corresponde a las divisiones del saber en la universidad.

    As, tanto el trmino disciplina cDmo e] trmino facul-tad. oorresponden a propsitos de rigor o exactitud que se iden-tifican con la posesin de Un saber o el dominio de un arte o tcnica y tambin a divisiones de] traba jo intelectual en cam-pos, reas o aspectos de un fenmeno. Al mismo tiempo, disci-plina y facultad evocan los problemas del poder en las ciencias y ]as humanidades, en los gremios y las profesiones. Evocan los problemas del poder establecido y del poder alternativo.

    Lo opuesto a la dis ci pli na no es nec es aria m en te la interdisdpHna. Es ms bien la indisciplina. Hacia media dos de los aos cincuenta, Kenneth Boulding; uno de los cl sicos de la interdisdplina, seal claramente dos alternativas a la disciplina, la indisciplina y la in terd isciplina, ambas i m-portantes para la ciencia, e] arte y ]a conducta. Alent, desde entonces, el trabajo interdisciplinario y alert, desde entonces, sobre los peligros que implica romper el trabajo disdpJina-

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    rio)) y caer en un trabajo indisciplinado. Usaba este trmino en el sen tj do de poco riguroso x: .

    El problema es real, y guarda estrecha relacin con Ja ne-ces]dad de una disciplina inte1ectual que _permita adquirir un oficio, el dominio de una tcnica, el conocimiento profundo de un fenmeno o de un texto. La disdplina intelectual es fun clamen tal en tanto busque el rigor, la exactitud, la daridad. No se debe renunciar a la disciplina ]ntelectual aunque se pueda trabajar a distintos ni veles de rigor, exactitud y clari-dad, segn 1os requerimientos tericos y prcticos de la comprehensin y solucin de problemas. El pensamiento cr ti e o de las actuales disciplinas in te] ectuales y m orales habr de .ser tan discipHnado como pueda respecto a sus objetivos prcticos y a sus propias normas epistemolgicas .V ticas. S u enfrentamiento a ] as disciplinas)) opresivas; o su in di scip li na frente la opresin terica y metodolgica implicar la construccin de disciplinas)) liberadoras, uno de cuyos obje-tivos consjsti r en a:rti cuJar las distintas especialidades del saber para ver qu escapa al saber hegemnico que sea signi-ficativo cuando se quiere conocer algo, por ejemp1o, las races de ]a injusticia sociaL o construir aJgo, como Un mundo me nos injusto.

    En efecto, a la necesidad de dividir y articular ]a investiga-cin y la enseanza del conocimiento sobre e1 mundo y las circunstancias en que uno vive, lucha y constru.ye, se aade Ja de comprender al conjunto)), a la totalidad :a- o al -o: universo en que se insertan las distintas disciplinas, especialidades o facultades y sus esfuerzos interdisciplinarios.

    La interdisciplina, como relacin entre 'i.arias disciplinas en las que se di vide el saber-hacer hu m a no, es una de las sol u. ci ones que se dan a un problema mucho ms profundo como es el de la un dad del ser y el saber, o la unidad de las ci encas, las tcnicas, las arfes y las humanidades con el conjunto cog-noscib1e y construible de la \'da y del universo.

    Las distintas teoras generales de tipo cientfico, y los dis tintos sistemas filosficos contemporneos, no slo buscan las re]aciones y articulaciones de unas disciplinas con otras sino las re]aciones de ]as partes con el todo, de lo particu]ar con lo universal. Por supuesto, buscan necesariamente un todo ms o menos relativo a los sujetos cognitivos y activos que se

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  • luego, el trmino disciplina est relacionado con el de instruc-cin en una facultad; tambin con la disciplina que Ie trans-miten a tmo, o que adqujere ww mismo en el trabajo inte1ec~ tuaL Se trata, pues, de una especie de red semntica en que los conceptos se denen mutuamente.

    Sial pensar en el trmino fac,/tad se va de nuevo al diccio-nario, se encuentran varas definiciones, de las cuales desta-can la 1, Ja 4, Ja 5 y la 6. Dice e] diccionario: Facultad: UNO. Aptitud, potenda fsica o moral (habra que aadir h1telec-111a[) ... CUATRO. En las urversidades, cuerpo de doctores y maestros de una ciencia v.gr. Facultad de .\Iedicina, Facultad de Filosofa ... CL'I CO. Cada 1m a de las grandes divisiones de una uni\'ersidad~ correspondiente a una rama de saber ... SEIS. Local y conjunto de locales en que funciona dicha divisin de una universidad.

    De las definiciones anteriores, de uso comn en la 1engua castellana y en muchas lenguas ms, vale ]a pena destacar que si el trmino disciplina est relacionado con el verbo discipli~ nar o disciplinarse, y por all vienen varios problemas de do~ minacin o imposicin, en el terreno de las humanidades o de las ciencias est relacionado con los problemas del rigor y la exactitud. El trmino tambin se refiere a 1 a divisin del tra-bajo intelectual, puesto que cada , facultad" corresponde a las divisiones del saber en la universidad.

    As, tanto e1 tnnino disciplina como el trmino -o: facul ~ tad , corresponden a propsitos de rigor o exactitud que se iden-tifican con la posesin de un saber o e] dornini o de un arte o tcnica y tambin a divisiones del trabajo intelectual en ca m-pos, reas o aspectos de un fenmeno. Al mismo tiempo, disci~ plina y facultad evocan los problemas del poder en las ciencias y las humanidades, en los gremios y las profesiones. Evocan los problemas del poder establecido y del poder alternativo.

    Lo opuesto a la -o: disciplina no es n e e es aria m en te la dnterdisdplina)). Es ms bien la indisciplina. Hacia -media~ dos de los aos cincuenta, Kenneth Boulding, uno de los d~ sicos de la interdiscipHna, seal daramente dos alternativas a la disciplina, la indisciplina :r la interdisciplina, ambas im-portantes para la ciencia, el arte y la conducta. Alent, desde entonces, el trc.hajo interdisciplhwrio y alert, desde entonces, sobre los peligros que implica romper el trabajo disciplina-

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    rio y caer en -un trabajo indisciplinado. Lsaba este trmino en el sentido de poco riguroso.

    El problema es real, y guarda estrecha relacin con la ne~ cesidad de una disciplina i nt electu aJ que permita adquirir un oficio, e] dominio de una tcnica, el conocimiento profundo de un fenmeno o de un texto. La disciplina intelectual es fun-damental en tanto busque el rigor, la exactitud, la claridad. i-Jo se debe renunciar a la disciplina intelectual aunque se pueda trabajar a distintos ni ve1 es de rj gor, exactitud y dari-dad, segn los re-querimientos. tericos y prcticos de la cornprehens.in y solucin de problemas. El pensamiento cr~ U e o de las a e tu al es disciplinas intelectuales y m orales habr de ser tan disciplinado como pueda respecto a sus objetivos prcticos y a sus propias norn-ws epistemolgicas y ticas. Su enfrentamiento a ]as disciplinas opresivas; o su indiscipli~ na frente a ]a opresin terica y metodolgica implicar la construccin de .:-:discip1inas liberadoras, uno de cuyos obje-tivos consistir en articular las distintas especialidades del saber para ver qu escapa al saber hegemnico que sea signi-ficativo cuando se quiere conocer algo, por ejemplo, ]as races de la injusticia sociat o construir a1go, como un mundo me~ nos injusto.

    En efecto, a la necesidad de dividir y articular ]a investiga~ cin y la enseanza del conocimiento sobre e] mundo y las circunstancias en que uno ;,rive, ]ucha y construye, se aade la de comprender al conjunto, a la tota1j dad o al universo en que se insertan las distintas disciplinas. especialidades o facultades y sus esfuerzos in terdisci plinari os.

    La interdisciplina, como relacin entre \'arias disciplinas en las que se divide el saber-hacer humano, es una de las sol u~ ciones. que se dan a un prob]ema mucho ms profundo como es el de la unidad del ser y el saber, o la unidad de las ciencias, las tcnicas, las artes y las humanidades con e] conjunto cog~ nosci ble y cons trui ble de la vida y del u ni verso.

    Las distintas teorias generales de tipo cientfico, y los dis-tintos sistemas filosficos contemporneos, no slo buscan las relaciones y articulaciones de -unas disciplinas con otras sino las relaciones de las partes con el todo, de Jo particular con lo universal. Por supuesto, buscan necesar-i.ament e un todo ms o menos relativo a los sujeto.s cognitivos y activos que se

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  • interesan o 1 aboran en L es decir, deswen traan -u ni versales hechos de simpa tas y diferencias -particulares.

    lDgrar a la vez ]as virtudes de las especializaciones discipH-narias con temas y problemas bien demarcados. y la fuerza de una perspectiva integradora, de conjunto, lle'i.-'a a la interdis-ciplina de nuestro tiempo a buscar nuevas formas de especialiw zacin y. en relacin a ellas, nue\'as formas de rigor y profun-didad. La especializacin del conocimiento cientifico no s]o tiende a determinar las combinaciones e intersecciones de dos o ms disciplinas, y a distinguirlas de las viejas divisiones del trabajo inte]ectual, sjno busca nuevos sentidos al conjunto, a la totalidad. sobre todo en relacin a sistemas complejos orien-tados a objetivos y a sistemas dinmicos en que el caos y la organizacin no evo]ucionan en formas separadas entre s o deswarticu1adas una de otra. La bsqueda se realiza a distintos niveles de concrecin y en las ciencias humanas se topa con las mega worganizadones y el caos en que se mueven.

    Las combinaciones e intersecciones de dos o ms discipli-nas plantean as grandes retos a la reestructuracin de la cul-tura general y la especializacin. Esos retos se acentan con la ere ci ente irnport anci a que en- la sociedad contempornea tienen los sistemas complejos orientados a objetivos~ y con las organizaciones que suceden y preceden a fenmenos cati-e os. no deseados ni construidos deliberadamente.

    El valor y los lmites de las ciencias,las humanidades y las tcni e as se reformul an con la in terdisci plina de los Sistemas complejos, que plantean nuevas exigencias y posibilidades a la epistemologa de la organizacin y de los efectos de las ac-ciones organizadas.

    Visin general y especializacin: sus orgenes

    Las enormes posibilidades y limitaciones de las arti~laciones de conocimientos tienen notables antecedentes en la cultura cientfica occidental. Entre sus legados, el primero y ms importan te viene de Aristteles. Detenerse en l a:yuda, incluso ahora, a entender los problemas de la especializacin y de la sistematizacin del conocimiento den tfico ms avan-zado en la regin hegemnica del mundo actual No obstante

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    las enormes diferencias que existen con (.'S~: precursor casi mtico, su obra expresa -claramente algunos problemas de arti-culacin, dhrisin y especializacin del traba jo intelectual que naci-eron en el mundo griego y que nos siguen preocu panda.

    La primera gran divisin del trabajo intelectual en la cul-tura de Ocd den te, a pareci cuando Aristteles escribi su obra monumental conocida como e] Organn. El Otgann no es slo importante como legado seminal para el traba jo en fi 1 r J-sofa sino para e] trabajo en ciencias naturales y en ciendas humanas.

    Los variados conocirnien tos de] saber organizado que al-canz Aristteles no le impidieron ser riguroso en cada una de las disciplinas en que trabaj, desde luego con mayor xito en aquellas cuy os marcos tericos y metodolgicos no se vinieron abajo con los descubrimientos cientficos de la Edad Moderna.

    Por supuesto, en fsica nada qued de Aristteles. Newton hizo la revolucin ms devastadora en la- historia de las cien w cias, y la ms creadora. Pero en aquellas contribuciones, descu w brimientos y conocimientos especficos que siguen siendo vw lidos~ se ad-vierte hasta hoy algo muy importante: cuando Aristte]es se pona a investigar un problema detenninado. se volva un especia1ista en ese problema. As. por ejemplo, para una historia de los animales -en la que se refiri a 540 aniw males- estudi directamente muchas especies mientras a otras las identific por Jos libros de los viajeros~ o por ]as narraciow nes. personales que los viajeros le hicieron r hasta que logr describir, de la mejor manera posible, a sus 540 animales. (Darv.rin observara varios siglos despus: o:o:Ga1ileo y .Ne\.,ton fueron mis dioses pero, frente a1 viejo Aristte]es, eran como nios hurfanos>.) Cuando Aristteles prepar su libro acer-ca de La poltica estudi 158 constituciones. Esa obra sigue siendo fundamental. Es parte de la cultura clsica en ciencias sociales y en humanidades.

    Al formular un proyecto de enorme alcance, base de la lla-mada Cultura Occidental, Aristteles plante, con una discipli-na intelectual ejemplar, tanto el problema de lo que hoy llama-mos el especialista, como el de la cultt~ra general. Ambos problemas .se replantean constantemente: corno profesores. e o m o alumnos. investigadores o trabajadores intelectuales. cmo aprender y ensear a ser especialista en algo, o cmo

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  • a prende-r y ensear a can 1bia r de especididad? El problema de la cultura general tambin se plantea: Qu tipo de culmra ge4

    neral aprender o ensear y qu tipo de temas, de tcnicas, de mtodos lograr que domine cualquier hombre o mujer para que su participa-cin en el trabajo y la palis y, sobre todo, para que sus. vidas se desenvuelvan plenamente? Qu conoci4

    mi en tos. tiene que dominar o .aprender e] profesor o el investiga4

    dorcuando ]o que aprendi en la escuela ha "'\.'ariado tanto en los ltimos tiempos o aos? O ha brj de relegar el aprendizaje de la cultura general a 1 a enseanza media y a esa edad en que term i 4

    na la niez y ]a ado]escencia? Por supuesto -que no. Y hoy menos que nunca, en que ha cambiado tanto la cultura humanstica y cientfica que aprendi en ]a escuela 10, 15 o 20 aos antes.

    Pero, volviendo a Aristteles, no podemos olvidar que en el IVledievo represent, con el pensamiento escolstico, una filosofa que se impone en forma autoritaria. El aristotelismo forj el dogma de que los sabios estn por encima de los. ]egos y que la sabidura est por encima de los sabios. Es ms, iden4

    tific ]a disciplina con un saber-decir pleno (discitur plena) en que slo -:-:lo que se razona con argumentos indiscutibles per4

    ten e ce al campo de la disd p lina . El concepto de (~sabio, de ~{sabjdura ')'de razonanllen4

    to indiscutible) fue ms all del siglo \11, cuando lo defini San Isidoro de Se'i.-'illa en sus EtimologWs.L Lleg hasta nues. 4

    tros das a modo de enseanza monalgica, de -:-:-ciencia ni-ca, que frente al dilogo y frente a do opinable privilegia los. argumentos indiscutibles, y presenta a los. cientficos y a la ciencia corno dechados de sabidura acumulada, exhaustiva, exacta. Los sabios aprenden enteramente un determina-do saber y transmiten slo parte de la -:-:.s.abiduria. Son {l_ad4

    mirables por lo que expresan y por lo Que callan. Son parte del poder a que se debe respeto: el de los princi pes a quien es los sabios asesoran.

    Con e] elogio a Aristteles por su bsqueda de una _visin de conjunto que se combine con conocimientos especializa4

    dos, cabe la crtica a1 aristotelismo como ejemplo de un estilo autoritario que hace de ]a disciplina una forma de domina4

    cin de] conocimiento. Esa fonna no slo corresponde a ex4

    :. Cf. &v ilb ( 1981-19.53).

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    pr~siones religiosas o filosficas contra las que lucharan, des 4

    de la Edad 1\:ledia, un Guillermo de Ockam y un Roger Bacon. El autoritarismo en la dh1sin y articulacin del conocimien4

    to se da entre muchos otros. filsofos y filosofas. Conespon4

    de al uso de la ciencia por el Estado y por ]as fuerzas domi-narites y es, hasta hoy, el mayor obstculo para el desanoHo del razonamiento constructivo terko4 ex_perimental, inter4

    subjetivo, crtico, histrlco, y creador de alternativas fom1a 4

    les, virtuales y reales frente a un mundo opresivo e in_iusto, inequitativo. Corresponde a todo un sistema inslitucional que rechaza los Conocimientos dJfciles de aceptar y que se en-frenta a lo que considera un peligro: -::rs.aher demasiado y de-masiado pronto}), porque de hecho tampoco quiere que los. jvenes de secundaria aprendan todo lo que deberan apren-der de matemticas y ciencias. naturales nl del lenguaje y b literatura que les sirven para expresarse ni de las. ciencias his-tricas, polticas y sociales, que les sirven para comprender y construir un mundo mejor, otro mundo posible.

    La disd pUna e o m o a u tori taris m o puede convertirse en un -u aprendizaje de la ignorancia, y en un freno al enriquecimiento Ce ]as. especialidades y de la cultura general. Es ms., a menu4 do con el pretexto de luchar con~ra la indisciplina y por el ri 4

    gor, se 1 ucha contra la in terdiscip Tina y contra las especial id a 4

    des. interdisciplinarias que penniten akan7.ar un mayor rigor en el conocimiento de relaciones. opresoras y una mayor efica4 cia en la accin y activadn de las relaciones y los \o'ncuJos liberadores.

    La dil:isin del trabajo en disciplinas! algunas consecuencias

    En Ja Edad .:\ioderna se dieron cada vez menos esfuerzos por ,..-incular los conocimientos acerca de la Katuraleza y de la Humanidad. Los humanistas practicaron las letras, las artes y las ciencias.. Leonardo de Vinci y Goethe fueron sus arqueti 4

    pos. E:-dstieron filsofos e investigadores como Francis Ba4

    con. Herbert Spencer, Auguste Comte y Augustin Cournot que buscaron la unidad y las diferencias del saber cienUfico y humanst[co en reflexiones y clasificaciones variadas. Pero

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  • tendi a prevalecer-en forma creciente Ja especializacin por disciplinas. A partir de la Revolucin Industrial, de la vin-culacin cada vez mayor de las ciencias y las ingenierias con la produccin, y de la di visin progresiva del trabajo manual e intelectual, fueron surgiendo nuevas disciplinas en prc-ticamente todas las especialidades.2 Se crearon discip1inas incluso dentro de cada especialidad, fenmeno que se acen-tu a fines del siglo XIX y durante el siglo XX. As, por ejemplo, dentro de la medicina surgieron gran cantidad de disciplinas: la pediatra, la cardiologa, la neumologa ... Algo semejante ocurri en las humanidades, donde .se formaron economis-tas, socilogos, -o:politlogos, etnlogos, orientalistas, lingistas, muchos de ellos especializados slo en un aspec-to de un problema que ocurra en un determinado lugar y en un tiempo determinado. La dhisin del trabajo intelectual tuvo algunos efectos positivos. Permiti alcanzar un mayor rigor y precisin en el conocimiento de los fenmenos X o Z, da-ramente delimitados. El avance de las ciencias ocurri en for-ma exponencial; el conocimiento cientfico creci como nun-ca antes en la historia hUm
  • l. il

    mente-- que fueran efectos buscados. Incluso durante la Se gunda Guerra 1\rlundial. para legitimar su autoengao, olvid los vnculos de sus jnvestigaciones con el complejo cientfico-militar-empresarial organizado _para ganar la guerra, domi-nar a1 mundo e incrementar la acumu]acin de capitales.3

    iU aislamiento de ]a ciencia econmicax:- respecto de las dems ciendas. sociales contribuyeron elementos ideolgicos vinc-ulados a la lucha por el poder y a los. intereses domjnan~ ~es. E1 .aislamiento no slo obedeci al legtimo deseo de co~ nocer con ma:yor rigor y exactitud un problema. Fue produc to de una -:xdocta ignorancia, de -(run sabio pecado que, con la Inatemtica como retrica, impidi comprender fenme~ nos. que el pensamiento dsico)) s comprend a, y que las fuer~ zas domh1antes. no queran que se comprendieran ms.

    La Riqueza de las Naciones, obra maestra de Adam Srnith, no slo haba logrado una gran profundidad en el e.studio de los fenmenos econmicos; haba alcanzado tambin una gran profundidad en el planteamiento de los problemas polticos, en especia] para ]a dominacin de los mercados por los ingle ses, y en e1 p1anteamjento de los propios problemas sociales que apuntaban a las causas de la pobreza. De hecho, La Ri-queza de las l'Y.'aciones fue la base que lle'i.-' a Ricardo y a 1.-larx a des tacar el trabajo huma no como fu en te de] valor de las mercancas y de ]a acumulacin del capital. En La Riqueza de las l~o~.'acianes, Adam Smith hizo una propuesta poltica para ]a so]udn de los problemas sociales muy contraria al pensa-miento conservador de JV!althus y de Burke, y al fu !uro pen-samiento neoconservador de Von Hayek, de los neoclsicos -:-:o y del neoli beralismo . 4

    La economa dominan te, e o m o ciencia, se volvi el eje m-plo ms drarn tic o de una disciplina que, te ni end o en su ori ~ gen fuertes vnculos con las denci as polticas y sociales, cort esos vnculos. con 1 a supuesta p-retensin de parecerse a la fsi ~ ca mecnica, y as perdi todo rigor. El premio que recibi. por su automuti]adn vino precisamente de aquellas. fuerzas

    3. Para .ar".:Jliur el ocultamiento por el propio inves:igado:-- de ~La investigr~cin c:ent~:'l:::;:t tal corc.o H! r.r~ce~. ';:r:se: Steogers (1997), en esp.;od;J.] pp. 9~-1 Lf.

    4. Para L:::'l snlisis sobre -el problema. sedal ef'. Aclam Smlth vase Ro~sC::.ild, en Hev.-itt Ce /ntar.a (cor..p.) (199), pp. 1191.:::0.

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    que, al ver los verdaderos efectos que los. modelos neoclsicos tenan en el aumento de sus intereses y utilidades, declararon que sus autores eran unos Cientficos)} rigurosos, modernos, excelentes, dignos de ser tenidos como ejemplo por las co-munidades acadmicas del mundo.

    La disconfinnacin de esa econona como teora cient-fica no impidi que continuara siendo un paradigma de la investigacin cientfica en las human]dades. A la economla po1tica se ]e quit el carcter de ciencia poltica en una reinterpretacin del concepto medieval de la Ley de ]a Na tu~ raleza. i\.S tambin se mistificaron otras ciencias de la vida, la materia y la sociedad. La mistificacin "ument con el uso inadecuado de modelos matemticos para el estudio de los fenmenos econmicos. La econmna fue ceJebrada por el pensamiento conservador como la nica ciencia social que mereca ser considerada entre 1 as ciencias.

    Desde 1911 muchos economistas encabezados por Joseph Schumpeter (Tlleory ofEconomic Development) criticaron con S1idos argumentos las bases tericas. y metodolgicas de ~~' disciplina ms mutilada entre todas las. disciplinas. A me(l i dos del sig]o x.x J. R. Hicks, y con 1 muchos investigado:~;~ realmente serios demostraron que ]a propia modelacin maLL'-rntica haba comprobado, con toda claridad, que la asigna-cin ptima de recursos, ms que un problema matemtico, es un problema poltico. Concluyeron, con base en ecuaciones diferenciales lineales y no lineales que, de hecho, las posibili-dades de lograr una opcin ptima de recursos depende, ms que de los modelos matemticos, de las opciones polticas y de los objetivos bsicos a los que sirve una economa, ya sean los pblicos y sociales, de acuerdo con e] humanismo que viene del si g] o XVIH y deriva en el proyecto socialista y democrtico de nuestro tiempo, ya sean los del rationaJ choice y de] inte rs jndhr:idual que con tanta elegancia se expresa en la teora de los juegos. Comprobaron, sin lugar a dudas, que ]as planeadones. de los gobiernos democrticos o las p] aneaciones gerenciales de las grandes corporaciones y complejos milita res industriales dependen de la correlacin de fuerzas en que operan. Con las m a temticas demostraron que la economa es una cienda poltica a la que las matemticas pueden servir bajo ciertos lmites: los del poder y las metas de quienes tienen

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  • el poder.' Si se quiere cambiar un modelo de desarrollo se tie-ne que cambiar el poder que lo sustenta.

    En todo caso la economa como disciplina no se desarroll siempre p::~ra alcanzar un mayor rigor, sino como parte de un proceso de enajenacin intelectual y de mistificacin ideol-gica, al que se quiso legitimar con una orgullosa exactitud en e1 anlisis de conjuntos inexactos. Sus autores aparecieron como investigadores parsimoniosos, serios, con un sentido del humor que ocultaba sus dogmas, y con una supuesta prepara-cin cientfica para el anlisis de la verdadera dinmica de la economa dominan te. Poco a poco -observa Eric RoH-el anlisis dsico fue liberado de sus implicaciones po1ticas directas caractersticas de la teora econmica liberal. El pro ceso comenz con las dificultades que planteaba la teora del valor de Adam Smith. La teoria del valor trnbajo, no poda mantenerse sin la introduccin de algunos postulados no-econmicos, como la doctrina de ]a e.xplotacin. En vez de continuar analizando ]a teora del valor trabajo a travs de las complicaciones de un sistema capitalista desarrollado, nume-rosos economistas de Francia,-Alemania e Inglaterra escogie-ron otros caminos. ... Gradualmente abandonaron la teora del valor trabajo en favor de un principio diferente de explicacin que eliminaba la idea del excedente, en tanto ste implicaba una teora de la explotacin. En trminos tcnicos el cambio consisti en postular una teoria de la utilidad del valor (utility theory of value) y, como corolario, la aceptacin de la produc-cin del capital.'

    La jn terdisci plina y da unidad de 1 conocimiento

    A la postre, la excesiva compartimentacin disciplinaria produjo, como contra partida, un mq~;i miento a favor del es tu-di o de una cierta totalidad en ciencias naturales y hu manas_ E,I mo'i.;imiento aument durante las primeras dcadas de] siglO X.."'\.. La teoria de la Ges talt en _psico1oga fu e una de las corrien-tes que pugnaron por no perderse en las partes y por profundi-

    5. :\100m~, en Fromm ( 19 65 L pp. 3 70~38 l. 6. Ro-U (1"992), P- 285.

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    zar en la conciencia del todo. Sus .autores sostuvieron que el todo es algo distinto a la mera suma de las partes, y que penni-te aclarar relaciones y tendencias que de otra manera son inex-plicables. En 19 2 O W. Kohler plante la imposibilidad de ex10li-car las estructuras psicolgicas por su origen microfsico. Su contribucin se inscribi en una amplia lucha. Estuvieron en ella tanto ]as filosofas crticas, marxistas e historicistas como Jas empiristas y analticas. Los nuevos planteamientos abarca-ron las ms diversas posiciones tericas y filosficas en las pro-pias instituciones de docencia y de investigacin.

    En la dcada de los treinta del siglo ~Y. surgi un amplio movimiento por acercar o in el uso por demoler las disci-p1inas. -La palabra interdisciplna apareci por primera vez en 19 3 7, en un escrito del socilogo Louis \Virtz. Antes, la Academia de Ciencias de Estados Unidos haba empleado la expresin cruce de disciplinas, y e] Instituto de Relaciones Humanas de la Universidad de Y ale haba pugnado por una demolicin de las fronteras disdp linarias.~

    Des de entonces, se replante la necesidad de alcanzar una cuhura genera1 que permitiera al estudioso cambiar de espe-cialidad en el curso de su vida intelectual. Se propuso una solucin que contina siendo vlida: volverse especialista en el estudio de un problema, independientemente de que la es-pecializacin signifique manejar disciplinas que se ensean en distintas facultades. En la Universidad misma surgieron especialidades interdisciplinarias para el estudio de un periodo determinado, como en e1 caso de los prehistoriadores o de los medievalistas; o especialidades i nterdiscipl inarias para el es tu-dio de w1 espacio, corno en el caso de los gelogos y los ge-grafos. Esas y otras especialidades interdisciplinarias encarga-das de investigar fenmenos rn ultid ime f1Sianales, se ajustaban segn los tiempos y espacios a estudiar, y surgan asf especia-lizaciones ms y ms ricas en reas acotadas. Otras especiali-dades interdisciplinarias correspondieron a la geofsica, a la epidemio1og a, a la pedagoga, etctera. En todos esos casos se trat de acercamientos "'lidos, que en la investigacin y la docencia exploraban y afinnaban los vnculos entre la cultura bsica y la especializacin, entre el tratado general y la mono-

    7_ sm~ (198f)_

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  • grafa, entre el libro y e] articulo dentfko. La vinculadn creadora de ]a cultura general y ]a especiaJizacin se reafirm a lo largo del sig] o XX, aunque no siempre logr mantener el equilibrio entre una y otra.

    En el terreno de la cultura genera] se replantearon pregun-tas que hoy estn ms vi vas que nunca sobre: qu cultura general debernos adquirir y en consideracin a qu objetivos epistemolgicos, estticos, ticos, polticos, tcnicos, prcti-cos, histricos debemos forjarla? Qu autores y libros debe-mos leer y conocer? O qu captulos de un libro? O qu mtodos y tcnicas? O qu lenguajes y formas de expresin, de comunicacin, de accin? Y si no se es especialista en un a disciplina determinada, por ejemplo, si no se es matemtico, qu se debe estudiar de las matemticas? Y para integrar una cultura general que 1 e permita a uno e sp eciali zarse, qu debe uno aprender o qu conocimientos es necesario domi-nar en el propio idioma, en las matemticas, en el conoci-miento histrico, en las ciencias naturales y las tecnologas? El asunto consiste en determinar qu aprender y qu ensear, y se re-suelve en gran medida cuando se da prioridad al apren-der que perm i1 e aprender y l'...CU m u lar nuevos cor-wcimie n tos y destrezas, que a su vez permiten la capacitacin mxima de uno mismo como profesional, como. trabajador manual e in-telectual, como ciudadano o como persona.

    La expresin aprender a aprender no es. una mera fra-se. Corresponde a una necesidad cada vez mayor de domi-nar los mtodos de aprendizaje en un mundo en que el cono-cimiento se acumula a una velocidad creciente. Ah,.in Toffler, en Power Shift (New York, Bantam, 1990), ha calculado que cuando un chico nacido a fines del siglo xx termine la es-cuela profesiona] deber adquirir un conocimiento acumu-lado 4 veces mayor. Aun entonces no podr quedar s_~tisfecho con lo que ha aprendido, pues al cumplir SO aos el conocimiento acumulado en el mundo ser 32 veces wayor, que cuando naci. Estos clculos son aproxima(fpS y pretenciosos; pero dan idea del orden de magnitud en que s plantean los problemas del aprendizaje. Para afrontarlos.ha surgido lo que se Hama el aprendizaje de segundo grad,o, que consiste en -o: aprender a aprender. Tambin han apa;pe-d do los programas de educacin e onti n u a, que son el e~-.

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    bozo de una educacin general que actualiza los conocimien-tos adquiridos en la escuela, o de una educacin que actuali-za los conocimientos en la propia especialidad, o de aquella -que permite adquirir nuevas especialidades. Pero todmrfa no se han institucionalizado cursos de post grado sobre cuhura genera] cientfica y human s tic a que pongan al d a a espe-cialistas cuyo conocimiento de antiguos bachilleres es ya obsoleto. En la mayor parte de los sistemas educativos. y de investjgacin, la cu]tura genera] se sigue quedando al ni ve] del Bachillerato o como mera -divulgacin. En cuanto a la difusin de la cultura_, tampoco se ha planteado como actua-Jizacin informa ti"\. a y formativa de conocimientos cientfi-cos y humansticos.

    Por otra parte, cada vez ms, se vive la necesidad de par-ticipar en trabajos colectivos -trabajos en equipos multi-disdplinarios-, esto es con especialistas. que, r:iniendo de distintas disciplinas, deben acercarse entre si y aprender un lenguaje comn e incluso especializarse en un rea comn, interdisciplinaria. Esa tambin es otra meta y otra solucin: la integracin y preparacin de grupos multidisciplinarios e interdisciplinar_ios. Ambos tipos de estudios se realizan al con-vocar a socilogos, a mdicos, a ingenieros, que con un len-guaje franco y con la adquisicin de hbitos de comunica-cin real, es decir, no inhibitoria, y apta para una colaboracin cada vez ms eficaz para disear investigaciones y proyectos en los cuales ]as intersecciones de las varias discipHnas sean analizadas en equipo. Los obstculos para lograr la coopera-d n entre distintos especialistas son enormes: los chistes y gestos des.calificadores, e] manejo deliberado de expresiones a bs tru.sa s que bloquean ] a e o m u ni ca ci n. e in el uso la aplica-cin injustHicada de la crtica de -o: sabelotodos a quienes slo se interesan en saber algo ms que su especialidad, rara-vez derivan en la necesidad de plantear una educacin cientfica de los humanistas y una educacin humanista de los cientfi-cos en todos los niveles, incluido el postdoctorado o el del trabajo en el campo, en la o:poHs. Por Jo comn los acerca-mientos se quedan en la frustracin y slo operan entre rete-nes y o bs. tculos al genuino dilogo ] n te rdi s d plinari o carac-terstico de la investigacin ms ne-cesaria y ms a\'anzada de nuestro tiempo.

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  • Apoyos y resistencias a la interdisci plina

    La interdisciplina parece un fenmeno acadmico y es mu-cho ms que eso. En realidad se encuentra ligada a la tecno-ciencia que, de por s, corresponde al vnculo de las discipli-nas cientficas y tecnolgicas. Interdiscip1ina y tecnociencia han recibid o el mximo apoyo del complejo politico-empre-sarial o militar-industrial que ha dominado en Estados Uni-d os. y en el mundo por lo menos desde la Segunda Guerra ,\Iundial.

    Desde entonces los trabajos en grupos de especialistas pro-venientes de distintas disd plinas, y a los que se conoce como mul tidisciplinarios, cobraron una gran importancia sobre todo en la investigacin destinada a ganar la guerra. Algunos de esos traba jos acentuaron los ca m pos de con tacto permanente entre dos o ms dis.ci plinas y se les llam interdisciplinarios. Otros ms dieron el nombre a sus n ue'i.:as disd plinas. El trmino interdisci plinario se aplic de una manera ms estricta a los estudios sobre sistemas auto-regulados en que la inte ... -seccin o integracin de conocimientos provenientes de distintas disci-plinas es constan te. Pero el trmino in terdisd plinario tam-bin se aplic en forma genrica para referirse a las nue\-as divisiones y cooperaciones de las especialidades y ]os especia-listas, y es as como vamos a usarlo salvo cuando expresamente queramos. referirnos a su connotacin ms profunda en el cam-po de los sistemas auto-regulados y complejos.

    En cuanto al trmino tecnoci encia )3- a punta a una vincu-lacin de las. tcnicas y de las ciencias que \'a ms a11 de los vnculos de ]as. tcnicas y ellogos, o que precisa a ste como razn instt-umental. Tecnociencia es un trmino que denota la ciencia que se hace con la tcnica y la tcnica que se hace con la ciencia por investigadores que son a la vez tcnicos y cien-tficos o cientficos y tcnicos, y que trabajan a los ms. distin-tos nive1es de abstraccin y concrecin, tomando en cuepta sus mismos o parecidos mtodos de plantear y resolver problemas. La- tecnociencia corresponde al trabajo intetdis-ciplinario por excelencia. Como se realiza en grupos de inves-tigadores cientfico-tcnicos, que trabajan para adquirir, pre-cisar y enriquecer de~erminados conodmien tos y la apJi cacin de los mismos al ]ogro de objetivos, la tecnociencia est muy

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    vinculada tambin a las ciencias y tcnicas de la administra-C-in, de la comunicacin y de la informacin, que a su yez se relacionan con la psicologa de grupos., con la pedagoga, con la Hngstica y con las ms distintas. ciencias, ingenierias, ar-tes y polticas.

    E] auge de la interdisciplina y la tecnociencia se halla tam-bin vinculado a un gran cambio en la historia del sistema global capitalista que se manifest en dos terrenos principa-les: el de la tecnologla, que a partir de la Segunda Guerra 1\.'lunclial empez a usarse en forma creciente para la 1 u e ha y el trabajo, y el de las mediaciones de las luchas y el trabajo, que pasaron de las polticas de estratificacin y movilidad social del Estado Benefactor y el Estado Desarrollista, llama-do neocolonial o postcolonial, a polticas. en que oper cada vez ms 1a tecnociencia de los. grupos y sistemas organizados y dominantes y la Construc-cin de sistemas Colonizados y -a:escla vizados con sociedades desarticuladas, desreguladas, inform alizadas, reprimidas y mediadas a bajo coste.

    Interdisciplina y teCnociencia recibieron el apoyo crecien-te de los grandes. lderes intelectuales de los paises ms a"\o'an-zados, de sus empresarios y de sus cientficos, investigadores y profesores.. Los. propios Hderes, empresarios e investigado-res o tcnicos se hicieron de una cultura interdisciplinaria y empezaron a trasmitirla en sus centros de investigacin, ex-perimentacin, simulacin, produccin, seD,.ricios~ y en otros que fundaron mediante un nuevo tipo de trabajo presencial y a distancia facilitado enormemente por las computadoras.

    A los nuevos trabajadores de esos centros, ms que como a trabajadores intelectuales o de cuello blanco-, se les cono-ce como trabajadores si m bJicos . A sus jefes se 1 es conoce como tecn6cratas, megaempresarios, investigadores de pun-ta, gerentes-polticos y administradores tecnocientficos. Son ellos los que mayor apoyo dieron y dan al desarrollo de la interdisciplina y las tecnociencias. MacKamara y Kissinger destacan como figuras seeras entre los polticos tecno-cientificos. y los gerentes tecncratas que dirigen el actual pro-ceso de gbbalizacin, aunque hay muchos ms, europeos y japoneses, a los que siguen sus contrapartes, discpulos y aso-ciados de laS viejas :y nuevas Periferias del ~iundo.

    La cmnbinacin y articulacin de disciplinas que ejem-

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  • plifica il,:lac)J"arnara -con su conodmienw de Ja economa, deJa ciencia, deJa pohtka y la guerra- se realiz al mismo tiempo que la Segunda Revolucin Cientfica combinaba an ~ lisis y sntesis, pragmatismo y constructivi:s-mo, re-gistro y ex~ pJkacin de tendencias y diseo de modelos _y escenarios. En la nueva -,.rfncuJacin de conocimientos estuvieron presentes la cuhura dska del poder y la cultura tecnocientfica, ambas enlazadas para construir la realidc..d deseada por los hombres de Esta do y por las megacorporaciones en sistemas. tecn ofactos y tecnodesregulados, donde las posibilidades de dominar y ganar son mayores, tanto en los. negocios como en la guerra. E] reconocimiento de esas combinaciones por Henry Kiss.l nger Jo Uev a en sal zar .al s.a ber tecnoci entfi e o que se su m a a 1 as h.abBidades gerenciales y produce aparatos inteligentes y armas inte]igentes.~

    El apO.)'O que gobiernos y corporaciones dan a la inter~ disciplina y a la tecnociencia es impresionante. Proyectos mi-llonarios de investigaciones interdisciplinarias y tecnocien-tfkas se suceden desde la Segunda Guerra :rviundial hasta hoy. L"na im/ers.in que el director de The l'{n.tional Hesearch consider modesta en 1999 corresponde a 10 grandes pro~ yectos interdjsdplinarjos con equipos de in';.:estigadores a los que se asigna un milln y me di o de d] ares anual es por equi-po durante cinco aos.9 Pero el apoyo no se queda en mensa~ jes. favorabJes de los grandes poHticos. ni en apoyos financie-ros que no tienen precedente en Ia h.istoria deJa jnvestigacin cientfica y tecnolgica, acordados a las universidades. y cen~ tros autnomos o empresariales y gubernamentaJes. El apo-yo se manifiesta en todos Jos medios, en la prensa, en Ja ra~ dio, en el cine, en los gobiernos mismos y en Jas empresas que dan un gran lliiento idico, reverencial o prctico al nue-';.:o tipo de culttJra y conocimientos de ].a revolucin tecnocientfica y la interdiscipBna. Anne Keatty Salomen, en un artculo publicado en Science a fines del 98, sostien;e que todo el personal del Departamento de Estado de Estad os U ni-dos debe estar alfabetizado en Ciencia y Tecnologa. y debe probar para su ingreso o ejerdcio un conocimiento bsko

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    S. Va.s8 Gi~son (19%); y Kis:nger (197~). 9. _.._le-tzger ~Zar::: (1999}, pp. 642-643.

    en los conceptos fundamentales de la ciencia y la investiga-cin cientfica .10

    Los investigadores de punta tambin se encue~1tran entre los principales promotores de una revolucin cientfica y tec~ nolgica, cuyos vinculos con la cultura humanstica son parti~ culannente slidos y crecientes. J\luchos de ellos escriben li~ bros y anfculos para colegas de otras discipljnas. No se trata de trabajos de dhulgacin de la ciencia, expresin que entre los cientficos es peyorativa . ..:.:Popularizar es un trmino peyorati-vo entre los cientficos;:. aclara Daniel Dennet. Son trabajos de fisicos para bilogos, de bilogos. para matemticos y fsicos con pmblem a:s que anal iza 1 a in tercl isci p]jn a a partir de un n ~ el e o disci p]inario que va al encuentro de otro en comunicacin jmeractiva de in';.:estigadores, o de profesores y estudiantes.

    Dilogo y pedagoga interdisciplinaria se fomentan a] ms alto ni-,..el. Piensan los nuevos inte]ectuales, segn afirma Stern Jobes, que todo hombre ch1lizado debe ser capaz de hablar en tr.mjnos genera]es sobre ]as alternativas. cient6ca.s y no dentGcas. Otros investigadores de punta luchan por acabar con 1a supuesta envidia hacia los fsicos o para que se pjerda el miedo a la fsica, el miedo a ]as matemticas, el miedo aJas ciencias en general. O para que no se desca:Hfi-que a 1os mate~ mticos y a ]os fsicos que reflexionan sobre las ciencias, di~ ciendo que ya no son cientficos sino filsofos. O a los den~ tficos que escriben sobre ciendas diciendo que ya no son cientficos sino escritores, o di-vulgadores o, en el mejor de los. casos, docentes. Los nuevos. cientficos luchan por hab]ar y escdbir bien, por dominar el idioma materno, y otros. idiomas ms como Jenguas francas; en especial el ingls y e] francs. Un nmero e red ente de esped alistas no slo rehace su cultura de ese ri tores que saben ni at em ti cas si no de ma~e~ mticos que saben escribir. Los Vall)'S y ]os Poincars se multiplican, como los Borges y los 1\.laraones. 11 Tan1bin au~ mentan los pedagogos que precisan los puentes psicolgicos, cognitivos, coloquiales, para acercarse o acercar a especialis-tas de distintas disciplinas; para salir de una disciplina e ir a otra u otras; para in"\'t.ar a quienes tienen una e:spedalidad

    1 O . .KeaL~e~ &Jlomon ( 199 S). 11. Ercx:b,an {1995).

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    distinta de 1 a propia a adentrarse en la que uno doml na. Los problemas no slo se plantean como algo til y agradable, menos an como un espectculo o una recreacin al estilo del siglo XIX en que la divulgacin de la fsicoquimica y de la magia todava se juntaban como fsica recrea ti va )l y se presentaban al lego con espritu fantaseoso, distante, y para seducirlo y regocijarlo con experimentos cuyos mecanismos y tcnicas de pensar no comprendan Y

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    pasar la frontera de una esped aliJad a otra implica entrar en zonas desconocidas. Slo e1 conocedor, experto en ias mjs~ mas, puede llevar a puerto la nave. Los derechos raciona~ les.- del ejercicio profesional excluyente se fortalecen con las j e gisJ adanes u ni versi tarias y con el derecho pos.i tivo. Las. in-terseccione.s, o zonas de contacto entre varias dis.cipHnas, que-dan a cargo deJ profes1ona~ ms. o menos culto dentro de cada profesin. O se imparten como cursos generales, com-plementarios, cuya expresin superfidal confirma la superio-ridad del conocimiento disciplinario slidamente establecido, y de los monopoJios profesionales que se ejercen sobre l.

    Las res.i;s. ten ci as tambin vienen de las autoridades a ca d-micas v de Jos crculos dominantes. Hacia los. aos cincuenta, precis~mente el rector de la L'ruversidad de Chicago -famo-sa por sus boy.s economistas- se escandaliz con la cre-ciente erosin de "las fronteras entre bs disdpHnas, y hasta Ja declar ajarman~e. 1 a Hoj~ cuando en las grandes escuelas de administracin de empresas, o escuelas de negocios- (bu-siness schools ), se fo1n1a a los gerentes polticos y tecncra-tas con ]as nuevas esped alidades in terdisci plin arias y con al-gunas disciplinas. tradicionales. actualizadas, y cuando en los proyectos ms avanzados. de las urti versidades 'i.rirtua1 es y a distancia se producen rndu1os. interdis.ciplinarios de excelente e aH dad, sorprende ver cmo se trazan lmites. conscientes., o ideolgicos, tecnolgicos y econmicos aJa difusin general deJa jnterdis.dphna. Esos hmites no abarcan slo las redes e instituciones slno los conterudos de la interdisciplina.

    La rnutibcin de que fue objeto la ciencia econmica no es. una excepcin, ni han cambiad o de ruta los m vjJ es y fuer-zas que la provocaron. Todo 1o contrario. La enseanza de li tes sigue asten tando diferencias y ausencias enormes en ej interior de cada nacin del propio Grupo de los Siete, y por supues. to esas diferencias y ausencias se acen t( a n en los p a-ses de la periferia mundiaL

    La capacidad indudable de extender Ja cultura supetior a la inmensa mayora de la poblacin; recurriendo a los. actua-les medios de comunicacin _y a los nuevos mtodos de ense-anza, se refuerza con ]a expansin de los. merc:ltlos de .Ubros,

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    de material didctico y de sen.ricios educativos, pero encuen-tra serios Ji mi tes en el mercado por falta de capacidad de com-pra. En la organizacin empresarial ms avanzada el trabajo interdisciplinario y el dilogo se 'i.Uelven necesarios para el xito en la produccin y la acumulacin. Los cornpl e jos y u ni-dades empresariales del capital corporativo combinan los modelos dialogales de organizacin con los que son termi-nantemente autmitarios., jerrquicos. A cada uno de ellos co-rresponden distintos tipos de preparacin, adiestramiento y educacin. Las formas de contra] consensual y compartido e in terdisci plinario contrastan con los mode] os predominan tes para las cuatro qtJintas partes de la humanidad, que viven toda ]a gama de modos de produccin expoliadores y opresivos y bajo todas las fonnas de degradacin de la cultura y la con-ciencia. Eso no s]o ocurre en ]a periferia del mundo sino en los pases centrales. A mediados del siglo X."X G eorges Fried man estimaba que slo e] 1 O % de] personal de una empresa mo-derna requiere inicia ti va y de be educar su criterio y enrique-cer s.s conocim]entos. 19

    Si ]as .:.::relaciones humanas de las escuelas de !\1cGregor, :..laslow y Herberg, o las de Edv.mrds Deming, que motivan a alcanzar una gran .:.::calidad, y el toyotismo o modelo di ala-gado, tienden a predominar en las empresas de punta y en ]as unidades dominantes de los complejos empresaria1es, en las dems unidades se usan todos los mtodos necesarios y posi-bles para el uso ptimo del tiempo del trabajador por cada empresa, desde Jos ~tayloristas., que hacen migas al trabajo y cuentan los minutos de cada operacin, combinados con los -xfordistas del ensamblaje en lnea, hasta los que usan ]as inti-midades y motivos psico]gicos que mueven al trabajador e osificado de El ton III a yo. Todos transforman al trabajador en un apndice de la mquina. A los modelos del capitalismo cor-porativo central se aaden las mltiples fonnas de trabajo pe-rifrico de los neo-si en' os, los neo-esd a vos, los neo-trabajado-res endeudados, los neo-encasiHados, los nuevos trabajadores libres-:-:., que escogen la explotacin para no caer en la exclu-sin. Lo que es ms, en trmjnos generales los mercados financieros. estn emp11jando a los. empresarios a que sigan el

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    modelo global en que los ejecutivos no deben preocuparse mucho de lo que piensan Jos trabajadores .2c

    Los trabajadores que no reaJizan trabajos simp]es siguen siendo minora en los propios pases centrales.. La degrada-cin del traba jo en el siglo x.x , a que se refiri Bra 'i/erman en su famoso libro,2-l se acenta en el siglo xxr con el neoli-beralismo y la desregulacin. Al mismo tiempo, y para lograr una acumulacin ptima, crecen 1os ncleos o centros de pro-duccin focalizada en que los trabajadores simblicos parti-cipan de los conocimientos, de los dilogos, de la toma de decisiones, en las reas de trabajo de ]as e m presas ms a van-zadas. La generalizacin del trabajo elemental del hombre mquina y de] hombre es da vizado se oculta con el en tusia:S-mo natural y genuino que provoca Ja nueva organizacin focalizaw del conocimiento multidisciplinario y el trabajo dia-logado, simblico, 'i.irtual y actuaJ, material. Esa .ufocalizacin est lejos de formar parte de algo as como el Pro gres o de la Humanidad. Al contrario, ms bien es un modelo que tiende a optimizar las. diferencias y a articular las a nivel mundial en subsistemas y complejos conservadores que se preservan.

    A las resistencias sealadas se aade la baja demanda del trabajo caJificado en tiempos. y zonas criticas, con una ten-dencia general: la exportacin de empleos calificados de la periferia al Centro. Esa tendencia aumenta las presiones con-tra Jas. tecnociencias y la interdisciplina en las regiones y pa-ses perifricos. Por si fuera poco, razones de equiJibrio- como las que se aducen al hablar de un exceso de demanda insa tis-fecha de empleos en el nivel profesional (exceso que, por cierto, aumenta con las privatizaciones de Jos servicios socia-les), se asocian con peHgros de -o:ingoberna bi1idad y de ame-naza a la seguridad nacional que se usan como argumentos para reducir la oferta de Educacin Superior, limitndola a quienes puedan pagar por ella o tengan los mritos necesa-rios para recibir becas y prstamos que los habiliten y ~o m-prometan. As se unen los ne godos de los sistemas educa ti vos privatizados y la bsqueda de equilihri os es tab il iz adores des-tinados a frenar no slo el desarrollo de 1a interdis cip1ina y

    20. B-eer y N-ohri38

    las tecnociendas, sino del trabajo tcnico y profesional de las disciplinas en las distintas etapas de la industrializacin y el Estado Desarrollista o Benefactor.

    Paradjicamente, la etapa en que el complejo militar-em-presarial ha desarrollado e impulsado ms los proyectos de investigacin interdiscplinaria, se encuentra con serios. lmi-tes para la expansin de la misma, y no slo tiende a controlar la cantidad de trabajadores simblicos de alta calidad, sino los contenidos de la interdisciplina, con redoblados aisla-mientos de la economa respecto de ]a pol U ca y de la historia, tanto en la educacin general como en las investigaciones so-bre el Estado, la sociedad y el !1-!ercado.

    Uno dira que en esas condiciones los partidos y movimien-tos progresistas y de izquierda hacen de la in terdis ci plina y la tecnodencia una de sus banderas principales. Pero eso no es as f. A n tores como Vctor Wallis, que piden que 1 as tecno-ciencias sean promovidas en todos y cada uno de los niveles de la sociedad, son excepciones. 21 Las resistencias a ]a inter-disci plina vienen tambin -por paradjico que parezca- del pensamiento critico y de la propia izquierda. La crtica a las tecnociencias, como formas de explotacin~ de destru.ccin y de enajenacin, se cultiva y profundiza mucho ms que el es-tudio de sus teoras y mtodos y de las fonnas concretas. en que cambian a las fuerzas productivas. y a las propias relacio-nes de produccin. U na parte importante del pensamiento cr-tico considera que el problema de la in terdisci plina es ms bien acadmico, o corresponde a una transaccin a-cadmi-ca, como dira Terr~/ Eagleton . .No ve que la interdisci plina y las tecnociendas estn relacionadas con la sociedad, con los negocios y el mercado, con e] gobierno y el Estado. Y que en la sociedad contempornea muchas de las transacciones a ca-dmicas son transacciones sociales.

    La critica a 1a tecnologa como ideologia se basa~ por lo general, en los Hmites de ]a racionalidad tecno1gica y en ]as contradicciones que la razn instrumental no comprende. Afronta la reificacin de los seres humanos y Ja humanizacin de las mquinas. Denuncia la visin tecnocientifica, en "que los seres humanos son vistos como objetos, targets o -o:blan-

    22. \oVallis (2000\ p . .54.

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    cos y ]as tecnociendas como -:..-aparatos inteligentesx:-, Desen mascara el uso de la tecnologa para la explotacin o _para la guerra, o _para la expansin de [as empresas corporativ:::Js. Todo eso es perfectamente comprensible; pero es insuficiente.

    El pensamiento crtico repite sus rechazos al mismo tiem po que se ha dado un cambio en la prctica de las ciencias y tcnicas dominantes y en su aniculacn a ]a pohtica, a Ja guerra y a ~a economa para b construccin de sistemas interactivos en que se [ncremen tan las proba biHdade s de triun-fo de quienes. Jos dse.an e implantan. Y ese cambio tan n portante del podero tecnolgico y su alteradn deJ modo de produccin, dominadn y apropiacin en el capitalismo no merece 1a atencin prioritaria dei pensamiento crtco.

    J.\V. Gibson, en La guenaperfecta ola tecnoguerra en Viet nan 1, 13 hace ver que las nuevas ciend as, las t en icas y las humanidades y su anicu~acin interdisdplinarja cambia. ron al capitalismo. EJ pmpio autor aade queJa nueva unin de la pohtica, ]a economa y ]a ciencia transform la prctj. ca de la ciencia, de la economi a, de J a pol tic.a y Ja guerra. Pero al.H se detiene. Y all se detienen muchos otros pensadores que, viniendo de la izquierda y del m arxisrno, ejercen la crtica del pensar y actuar propio~ y tambin de las fuerzas dominantes, del sistema dominante. En general, su crtica no los lleva a plantear problemas que nos perm i ti ri an ver por qu la nueva articulacin de ciencias y humanidades con tribu y e a ca m bj ar al sistema capitalista, y en qu forma contribuye a camb.br 1a lucha de clases,la lucha de liberacin, la lucha por la demo-cracia y el socialismo, b Guerra Fra, la hegemona de las grandes potencias y de la dominacin imperialista, neocolonia] (o post colonial como hoy se le llama), la lucha corpora~iva trans.naciona~. el neoliberalismo globalizador. La mayor parte de la critica que viene del pensamiento revolu cionarj O~ o:radi cal, ..: crtico, no permite acercarse a un pro blema fundamental: qu signH:kan los cambios dnter-disciplinarios y tecnocientfkos para quienes luchan por un mundo ms justo y ms Ubre? Y en qu consisten esos cam-bios del pensar y el hacer del sistema dominante, del para digma dominante?

    23. V'.

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    Los. nue';.:os planteamientos tericos. y metodolgicos llevaron a la reformulacin del trabajo disciplinario y de la investiga cin de avanzada en ciencias y humanidades.

    En una re .. ;mJucin cientfica que se ha comparado por su fuerza con la que illici Ne\vton, hay varios intentos que parecen de.stacar y que se complementan mutuamente entre xitos y fracasos superados: uno es el fa.Hido intento de bus-car -o:la verdad nka en todas ]as ciencias naturales y huma-nas, intento que como contrapartida creadora suscit una re~ voludn contra ta idea de la verdad, la objetividad y la razn en abstracto. Autores como Piaget, Khn, Gadamer, Aus.tin, propusieron nuevos planteamientos sobre la construc-cin de conceptos y rea1idades. sobre los paradigmas cientfi-cos hegemnicos y altemati'i.:Os, sobre los conceptos. dialoga-dos y sobre las relaciones definidoras de las palabras y los actos. Esos planteamientos deri'i.:aron a su vez en nuevos "'n culos y fusiones de Ja filosofa, la lingstica, la semiologa, las matemticas, la lgica, ]a comunicacin y la computacin. Acercaron la temia y la experimentacin y reconocieron ai propio objeto como sujeto cognitivo. De manera complemen taria, y no menos importante, formularon Ja nueva definicin de] caos como antecedente y sucesor de la organizacin. Con ]a integracin de las matemticas, de la fsica, la qumica, la biologa. condujeron a nuevos conceptos de] determinismo, del tiempo irreversible, de la incertidumbre, de la historia, de la naturaleza y del hombre. El cambio no slo se expres en la teora que viene de las ciencias. naturales y que da una visin general sobre las ciencias y los conocimientos. Tambin se ex-pres en la filosofa de la verdad vinculada al poder, a la tica como prctica moral, a la retrjca como persuasin, a la co municacin,la informacin y la organizacin de sistemas com. p]ejo.s con planteamientos no reduccionistas ni lineales.

    La revolucin cientifica de] siglo :x:x cont entre sus precur-sores fracasados a quienes buscaron encontrar un nico 111to do cientfico y una nica actitud cientfica, desde los p]antea mientos. de ia Repblica de \Veimar hasta e1 movirnient por la Enciclopedia de l-ina Ciencia Unificada. Ese objetivo fue perse-guido por nota b1es investigadores como Gottlo b Frege, Bertrand Rusell, Rudolph Carnap. En un movimiento por la 1engua idea1, sus partidpantes quisieron unir a todas ]as disciplinas

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    en torno a un mtodo y a una actitud que estu'i,.ieran por enci ma de todas las ideologas. AJgunos de ellos partieron de un red uc-ci onismo q_ue vena de la fsica, -o:ciencia por excelencia, a la que pretendieron imponer en una fom1a que ellos mismos temieron fuera calificada como expresin del imperialismo de la fsica, Otros lo hicieron con una creencia ms ben rincu] a-da al concepto metafsico de verdad y objetividad. una creencia que vena de ]a filosofa griega y que haba subsistido hasta en las refonnulaciones del cartesianismo y del baconismo. Otros ms Jo hicieron como parte de la bsqueda de la predsin y difusin estandarizada de un mtodo cien tfico que acabara -como quiso John De\ve:y-- con cualquier obstruccin prove-niente de prejuicios. dogmas., intereses de dase, nacionalismos, racismos o autoridades y poderes externos.

    El amplio mo'\'imiento unificador mostr lastres que no pudo superar. Toda bsqueda de una sola lgica, de una sola matemtica, de un solo lenguaje, de un solo mtodo, llev a sus autores al fracaso, y no slo en el terreno cientfico y filo sfico, sino en el poltico. El movimiento de la ciencia unifica.. da, que quiso -o: dejar la poltica a las puertas de la investiga-cin cientfica, no advirti que esa era 1a mejor forma de dejar abierta la puerta de la investigacin cienUfica a la polti-ca del slatu qua. Pretender dejar la poltica a las puertas del todo result un a contradiccin en sus trminos.

    La mayor aportacin del movimiento unificador fue in voluntaria e indirecta. Fu e la respuesta concreta a que di o lugar. De esa respuesta, no slo crtica sino creadora, surgie ron nuevas forro as de pensar: unas. tendientes a las concep dones tecnocientficas. que abandonaron los proyectos _reduccionistas y aceptaron la complejidad como variedad de relaciones articuladas; otras que reconocieron el derecho a ]as diferencias y a la autonoma frente a las fuerzas dominan-tes, jerrquicas y horno geneizadoras..

    A finales del siglo X. X ninguna de las Grandes Teoras Un i-ficadas haba alcanzado aceptad n general. La idea predo-minante cons1stia en reconocer ]a multiplicidad de mundos ledos en formc.s diferentes por diferentes gn1pos y con dife-rentes propsitos. 25 Esa posicin fue adoptada incluso por la

    .2.5. V:iise Galison y Smmp- ( L S"96), pp. 7 .g.

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    tecnodencia dominante, que privilegi su propjo v:estilo de razonar y de investigar con un variado respeto a la plurali-dad y autonoma de otros es tiJas de pensar e in'i.restigar. Slo la economia neoclsica, con sus dogmas cientficos neolibe-rales y sus polticas fundamentalistas, sigui ostentndose como la nica ciencia que hace de las 1eyes naturales y de Jos modelos reducconis tas. los himos remanentes de los mi tos ne\.,1onianos a que se enfrent el propio ).lev.1:on.

    Un n U e\' O camino result parti culannente rico: la bsque-da de interfases. Esta se dio a] principio, tanto en el interior de una csciplina que rompa sus Jmites, como entre unas disciplinas y otras. Las interfases se fundan o forjaban en relacin a problemas tericos puntuales.

    Las posiciones de avanzada surgieron al principio en la fsica y las matemticas; ms tarde en la biologa y la compu-tacin. Prmrini e ron del anlisis de sistemas genera] es y auto-regulados, de una nueva ciencia conocida como cibernti-ca, de una nueva epistemologa genti-ca e:xperj m en tal, y de 1a revolucin de las ciencias de la comunicacin y de la organizacin. AJteraciones profundas echaron abajo tabs milenarios, y deshicieron las perspectivas que sobre ]a cien-cia haban predominado en la Edad Moderna.

    El perfil del cambio se esboz cuando el austriaco Ludv .. ;jg Boltzmann hizo una conexin, en el interior de 1a propia fsi-ca~ entre el microcosmos de ]as molculas y el macrocosmos de la termodinmica clsica y sus leyes. Su descubrimiento tuvo un efecto en cadena con ramificaciones que dieron pie, por lo menos, a tres importan tes cambios enlazados: 1 ) el del determinismo, las probabilidades y la informacin; 2) el de los sistemas cerrados y abiertos; 3) el de una visin nueva en los grados de libertad de los sistemas y en el desarrollo de 1 as medidas matemticas para la transformacin del conocimiento y del mundo.

    En todos los cambios, al cruce de conceptos se aadi el de creencias. Este ltimo resuh ms difcil de ser aceptado o cornprendJdo. De hecho, el investigador se estaba moviendo de una ciencia de lo creado a una ciencia de la creacin. Al hacedo estaba des-cubriendo secretos profundos, o:-: misterios inconscientes que los cientficos haban in ternalizado y que no querian o no podan reconocer ni ante su propia conciencia.

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    El paso de la epistemologa de lo creado a la heurstica de ]a creacin, curiosamente, surgi desde los saberes ms sa-grados de la ciencia moderna y el saber clsico, esto es, desde la fsica y las matemticas. Consisti en asumir plenamente los lmites de las ecuaciones de evolucin determinista y en aceptar la probabilidad, en toda su plenitud, como un conoci-miento plenamente vlido y que con la informacin permita conocer y participar en la creacin, en e] cambio reversible o irreversible deseado.

    Duran te mucho tiempo, el no poder despejar ]as ecuaciones de evolucin invariante se interpret como ignorancia :o. Por aos y aos se sostuvo que cuando el sujeto cognitiYO y la ciencia llegaran a un nivel realmente aho, podran alcanzar un clculo exacto en todos los campos de las ciencias fsicas, de las ciencias biolgicas y de las h~1manas. Slo mucho tiem-po despus la teora de la ig--wancia cambi por 1a de la infor-nuuin. Tambin por la de un mundo fsico, qumico, biolgi-co y social al que es imposible conocer -corno dira Prigogine- cuando slo se busca precisar las variables y es-cribir las ecuaciones. Se redescubri un mundo al que nece-sariamente se tiene que caracterizar en ciertos momentos y fenmenos de manera cualitativa. Los conceptos de lo cuanti-tativo y lo cualitativo sufrieron tambin cambios muy impor-tantes, as como la relacin de las matemticas con la tecno-loga, con la historia y con la evolucin irreversible". El gran paso no se dio nada ms en el campo de la fsica, de las m a te-mticas y otras disciplinas, sino en la concepcin misma del objeto como parte de la construccin, o de ]a creacin.

    La probabilidad dej de entenderse como mera ignorancia de] sujeto cognitivo. Se identific tambin con cambios reversi b] es e irreversi b]es en un sistema. De all que en los ca m-bios .se distinguieran dos: aquellos en que se poda controlar la probabilidad o la desinformacin medjante infonnacin, y aquellos en que no se poda lograr ese control por haberse in-troducido la flecha del tiempo :o, que en muchos fenmenos de la materia y de la vida hace imposible regresar al pasado.

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  • La interdisciplina y las nuevas matemticas

    En 1949 Cla u de Shannon defini la "entropa - el des. orden y la desin te gradn- en forma m a te m tica y la llev de la termodinmica a los sistemas de informacin. Logr expl-car y construir los comportamientos de sistemas macroscpicos al vincular la probabilidad no slo a la desinformacin sino a la informacin, y a] sentar las bases para comprender que a la entropa como desfnfonnacin se opone la -aneguentropa como informad n; que a los .::~.sistemas cerrados :o- que pierden informacin se oponen los sistemas abiertos capaces de con-senrar o adquirir ms informacin. Encontr que el orden y el desorden" estn vinculados entre s, con posibilidades variables de poner orden mediante ]a informacin en lo que se desordena, o de contener el desorden del orden establecido". La revolucin de ia informacin se convirti en una revolu-cin del conocimiento y en una revolucin del concepto de la creacin. De lo creado y lo determinista en la mecnica celes te o terrestre, y de Jo probable como ignorancia de las. leyes deterministas, se pas a Jo posible de crear.

    Otro camino que abarc a todas las disciplinas y que dio lugar a un nlle\'O y permanente cru.ce de disciplinas, fue el que dio prioridad a los modelos matemticos para la creacin fren-te a los modelos matemticos de lo creado. A las m a temticas del determinismo ya no slo se aadieron las m a temticas de la probabilidad sino las matemticas del control, que no inclu-yen slo las de 1a infonnacin sino las de una retroalimenta-cin que pennita corregir rulas para alcanzar objetivos. Se pas de los modelos newtonianos del movimiento de los planetas, con leyes deterministas y reversibles, a modelos en que los con-juntos de ecuaciones m a temticas, o las estructuras fonnaliza ~ das, son objeto de manipulaciones experimentales capaces de precisar y ade1antar generalizaciones 1 efectos e implicaciones. Las matemticas de la retroalimentacin y de los mensajes C't)-dificados se hermanaron con la investigacin de operacioneS. y con la teora de los juegos a fin de precisar las nuevas pOSi-bilidades de la informacin para el control. para la lucha, para la construccin de dispositivos inteligentes, idneos para al~ canzar objetivos.

    Slo unos aos despus, el nuevo sentido creador de las rna-

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    temticas de la informacin y el con trollle"-ara despus. a re-pJantear los lmites de la creacin en los sistemas. consen'ado-res y en los sistemas emergen tes. Replan teman as el problema de E picteto sobre ,]o que depende de nosotros y lo que eCapa a nuestro controL Pero a mediados del siglo XX, las matemticas de] control y la informacin cobraron un peso tal que influye-ron en el propio desarrollo de la teora sobre el caos detenninista.

    Las nuevas matemticas se ocuparon por lo pronto de la ignorancia, de la desinformacin, de] azar, y lo hicieron para aumentar el conoci miento, la informacin y las pro babilida-des de alcanzar objetivos. A diferencia de las matemticas anteriores, destinadas a resolver un problema o a probar un teorema como o bj e ti vos ltimos, las nuevas matemticas, o e] nuevo uso de las matemticas, condujeron a estudiar alterna-th-as de prediccin, generalizacin y accin en condiciones de incertidumbre. En el terreno lgico contribuyeron a enri-quecer y mejorar las corazonadas, las intenciones, las con j e-turas e incluso las hiptesis. JI.Iej oraron las posibilidades de proteger, de acrecentar las propias fuerzas y de debilitar al mximo a las opositoras.

    El nuevo diseo o uso de las m a temticas no en vano fue impulsado por el complejo militar-industrial de Estados Uni-dos y por las fuerzas aliadas en la Segunda Guerra .Mundial. La investigacin de operaciones sirvi para hacer el mxi-mo dao posible a las fuerzas enemigas en condiciones en que la desinformacin sobre sus posiciones fuera muy grande. La teora de los juegos sinri para imponer prdidas ins.osteni bles a1 enemigo antes de que l se las impusiera al jugador. La bsqueda de buenas supDsidones o corazonadas por e] jugador combin la matemtica de la infonnacin, con la matemtica de los senomecanismos, con las inferencias esta-dsticas, con la teora de las probabilidades, con la for-malizacin m a te m tic a para la computacin, y con toda una disciplina lgico-matemtica reforzada emocional e intelectual mente por quienes se sentan involucrados en el campo de ba ~ talla: contra los. horrores del nazismo, y que en e] campo eco-nmico recibieron los mximos apoyos jams logrados por investigador cien ti fico alguno en toda la hl stmia. 26

    26. CL Mot.zy Hane We:;wen (1995), pp-. 295 ~' ss.

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  • Las reacciones de 1os matemticos tradicionales e incluso 4e algunos inno';/adores a medias pusieron una cortina de humo al gran cambio ocurrido en Jas propias matemcas y en ]as intuiciones o corazonadas. Algunos dijeron que no ha-ba tal cosa como -u] as matemticas modemas)} y que en los hechos slo se trataba de la aplicacin de las matemticas clsicas aJa solucin de problemas prcticos. Otros exaltaron y difundieron e] llamado -:-:-hardysmo, la adstocd.ti-ca y- en-cantadora doctrina de Godfrey Harold Hardy, quien en su Apologia del m.atemtico 27 glorific por endma de todo cono-cimiento -o: la m a te m tic a j n ti 1 _ Es a doctrina fue secundad a por una cultura de la alegria intelectual. contenida y acadmi-ca, que aadi algunos. argumentos, muy legtimos por cierto, acerca de la libertad intelectual y en defensa de }a investiga-cin bsica_ Pocas veces como entonces., 1a doble y ligera in-terpretacin de los hechos por las propias clases dominantes eng
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    autosemejanza, a distintas escalas, crea patrones similares de relaciones y de formas. Enriquecieron estudios que haban iniciado grandes matemticos como Cantor en los ochenta del siglo XIX, Kosch y Handsdorff en los primeros aos y en la tercera dcada del siglo XX.

    Lorenz descubri Jos distintos trazos de un sistema, pare-ciclos a1 conjunto del sistema . .!viandelbrot acu el tnnino .:-::fractal y desarroH el concepto de una geometria mvH, no euclidiana, de configurad ones emergentes. stas se encon ~ traron en todos los campos y se estudiaron en todas ]as disci~ plinas, en el cosmos, en la tierra, en los \'ientos y las olas, en las estructuras social es, en J a geografa, en las ciencias huma~ nas . .L\1ostraron corresponder a fenmenos de imitacin, de m mi ca, o a comportamientos corporativos, comunales, m a-sivos. Como generadores de nuevas metforas, Jos fractales a:yudaron a encontrar semejanzas y diferencias entre la na tu-raleza y e1 hombre, o en el conocimiento, la memoria, ]a co-municacin y la vo]untad de individuos y de organizaciones. Contribuyeron a comprender-hacer la estru.cturacin del po-der a distintas escalas, global, nacional, local. Llevaron ms all de las asociaciones automticas hacia formas prcticas de plantear problemas de sinergia, expansin articulada, in-cremento de fuerzas.

    I..a interdisciplina: el anlisis general de sistemas y de organizaciones

    La revolucin terica y metodo1gica correspondi a una contluencia que acerc a distintas disciplinas haciendo de ellas nuevas especialidades. Entre las disciplinas que se acoplaron e integraron~ adems de ]as matemticas y la fsica, destaca-ron la biologa, la psicologa, ]a epistemologa y ]a informti-ca -sta, con base en ]a ingeniera de la computacin y ~e la comunicacin-, y todas asociadas a otra gran corrientE; que es la ciencia de la mga nizaci6n, la cual vena a su vez de la ingeniera, de la fisiologa, de la administracin, de la econo-ma, de 1a sociologa.

    Entre los grandes autores de una revolucin que alter los paradigmas de la inve..stigacin cientfica de nuestro tiempo,

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    destacaron \'arios que desarrollaron e] nuevo concepto de los sistemas y de los modelos desde distintas especialidades. En-tre el1os se cuentan Lud .... dng von Bertalanff~l. Kenneth E'i.vart Boulding, Jean Piaget. Norbert \Viener. J ohn von )leumann, Alan Turing, \Varren \Vea ver.

    Lud\ving von Bertalanffy, bilogo, en los aos cincuenta public un artculo acerca de la teora general de sistemas.25

    Es un clsico del nuevo enfoque. La interdisciplina apareci desde esos aos como anJisis de sistemas, con un acercamien-to a1 concepto de sistema distinto al de 1a filosofa, o a los de la ciencia econmica, la ciencia poltica, la historia y ]a socio-loga que venan del siglo XIX.

    La nueva definicin de ] os sistemas entra posibi1idades. de manejo metodolgico y tcni e o que perm:it en pasar del todo a 1 as partes y de J as partes))- al todo::,:. mediante pro-cedimientos de tipo cualitativo y cuantitativo, con elementos. de reflexin terica, experimental y emprica que cambian de ni'i.:e]es de abstraccin en Jos procesos de investigacin, anli-sis, reflexin y accin. Representa as una novedad frente a] tipo de sistema de la filosofa tradicional que se maneja gene~ ralmente en un mismo plano de abstraccin, y sin un -control riguroso y constante de los cambios de niveles o de es-calas de generalizacin.

    Claude Bemard haba observado, en una de sus premoni ~ dones, que mientras las teoras estaban formadas de hipte~ sis. sometidas a mtodos experimentales, los sistemas slo se sometan a Jos mtodos de la lgica. Los nuevos sistemas -e u m-pliran ambos requisitos. Darian una nueva 'ilida a los mto~ dos experimentales y a la construccin de teoras de conjun~ tos y subconjuntos articulados. La constn1ccin de modelos y escenarios cumplira ambos papeles.

    Von BertaJanffy escribi: .a: Es necesario estudiar no slo las partes aisladas y los procesos aislados, sino los problemas esenciales, que son problemas de relaciones organizadas, que resultan de la interaccin dinmica, y que hacen del compor~ tamiento de las partes un comportamiento diferente de aquel que se advierte cuando se les estudia por separado .25

    2.8. B-erta~arilly{193l). :.p. 303

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    Van Bertalanff::lllev a un terreno muy novedoso la rela-cin entre disciphna e interdisciplina. Al "\incu]ar la parte con el todo, al buscar objetivos que se aplican a los sistemas en general, esto es, al estudiar los conjuntos de elementos que se encuentran en interaccin, las dh'isiones discip]jnarias pier-den el significado que tenan. Es ms, a] estudiar sistemas las divisiones bsicas de las ciencias pierden gran parte de su va-lor. la teora y el anlisis. de sistemas se refieren a totalidades y elementos en in[eraccin. En el proceso mismo de elabora-cin terica aparecen analogas entre las ciencias de la mate-ria, las ciencias de ]a vida y las ciencias humanas; se descu-bren isomorfisnws o formas pare.cidc..s que se dan en la matelia, en la vida, en la sociedad. Surgen fenmenos de conceptuali-zacin, anlisis y observacin, que son analgicos e isom rficos en los estudios de la materia, la vida y la humanidad. !lls all de ]a Gestalt y sus limites filosficos o psicolgicos se plan-tean problemas: 1) de la organizacin; 2) de la totalidad; 3) de la direccin; 4) de la semiologa; 5) del control; 6) de la autorregulacin; 7) de la diferenciacin.

    La organizacin aparece en un ser vivo o social, pero tam-bin en el mundo fsico. En toda organizacin destacan nocio-nes como: 1) totalidad (]a organizacin constituye una tota1i-dad y pertenece a otra); 2) crecimiento; 3) diferenciacin; 4) orden jerrquico; 5) dominio; 6) control; 7) competencia.

    Esos conceptos. revelan ser tiJes para ]as nuevas ciencias de la materia, de la vida y del hombre. Con ellos la tremenda separacin entre ciencias naturales y ciencias sodales, que tanto destacaran los filsofos a fines del sig1o XIX y principios del XX, no resulta infranqueable ni es tan profunda como muchos haban supuesto. Si existen diferencias en las cien-cias humanas~ hay tambin muchos puntos comunes c:on las ciencias naturales, y no slo con la biologa, sino con la qu-rnl ca y con la fi sic a.

    Esos puntos comunes son tantos que uno se preguniafsi es vJido el trmino -interdisciplina. K o ha surgido ms. bie~ una redefinicin y reconstruccin del concepto de unidad eti la di-versidad? Van Bertalanffy ve en la organizacin un principio unificador que aparece en todos los niveles.. No hace depender la definicin de la ciencia del modelo de la fsica, menos an del paradigma de la fsica mecnica. 1 definicin depende de

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    las re ladones entre partes que se estruc 1 ur an de mane r::t isomrfica en distintos ca m _pos. Von Bert.aJanffy critica -la vi-sin mecanicista del mundo. aquella que considera el juego de las partculas e]ernentales como la Jtima rea]jdad. Segn ob-serva: En esa visin se expresa una civilizacin que glorifica la tecnolo gf a fsica que eventualmente produjo las catstrofes de nuestro tiempo. Y sostiene que posiblemente el n-wdelo del mundo conw w-w grc-Wl organizacin a y u de a recordar e 1 sen-ti do de respeto por ]a vida que casj hemos olvidado.

    Von Bertalanffy escribi al trmino de la Segunda Guerra llil und ial y de 1 o que l !la m las "ltimas dcadas sanguina-rias de la historia humana. Critic a la economa, por haber-se ais]ado y sujetado a1 modelo detenninista y reduccionista de la fsica mecnica. Descubri al mismo tiempo que en toda Ja naturaleza y la sociedad hay algo que se est ocu1tando: la organizacin de estructuras articuladas y complejas. Para l ese es el problema cientfico nmero uno y abarca al conjunto de las reas de la fsica, la biologa y la sociedad.

    El mis m o tipo de p] an teamien to fue hecho por otros a uta-res. Kenneth Eo;.vart Boulding public un artculo muy impor-tante en abril de 1956: se titulaba La Teora General del Sis-[ema: V n Esqueleto de la Ciencj a. ~ 3 Boulding no vena de J a bio! o gia, corno Von Bertalanffy, sino de ]a economa y las. cien-cias de la administracin, de la organizacin. Vena de 1as. managemen t s ci ences , que ya haban alcanzado en es ~ m o-mento un papel primordjal.

    ~unca ]as. mega-empresas y los complejos de organizacio-nes empresariales y esta tales tuvieron una pres.enci a tan grande como ] a que oc u pan en el m un do en que vi vimos. El artculo de Boulding se referia a la gran revolucin de los sistemas organizados que van ms aH de lo mecnico en su organiza-

    . cin y en e] contra] de sus mo"'irnientos. Se refera a sistemas que p]antean problemas de decisin en situaciones de incerti-dwnbre. Esos sistemas combinan la informacin con el cono-cimiento de sentidos globales, estratgicos, tcticos y prcti-cos., lo que les pennite a su vez transfonnarse en sistemas an ms. poderosos y eficientes.

    El autor analizaba disUntos tipos de sistemas con nheles

    30. Bouldir.g (1936). :.p. 197-208.

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    'i 1:

    crecientes de complejidad, control y autocontrol; de adapta-cin y de reestructurad n.

    Su clasificacin de los distintos pos de sistemas sigue sien-do muy ilustrativa y en gran medida vlida: 1} En un primer nve1 coloc a las estructuras estticas de los sistemas. Se tra-ta de imgenes, mapas, patrones m arcos de referencia :o-. A ese nivel se dan revoluciones en la descripcin, como la de Coprnico cuando puso el sol al centro. 2} El segundo nivel, que es el de los sistemas dinmicos simples, aparece en la des-cripcin de electrones y tomos, en la de molculas, en la del sistema solar, en la anatoma humana, en la geografa terres-tre, en la morfologa social. En este segundo ni ve] Boulding coloc a los sistemas dinmicos simples, que corresponden a un buen nmero de estrategias tericas, fsicas, qumicas y de la economa neoclsica. El reloj, las mquinas sencillas, for-man parte de es te tipo de sistemas. A ese nivel ocurri otra revol ud n cuando el hombre puso los sa tHtes en rbita y combin su uso con ]a micro informacin. 3) En el tercer nivel Boulding puso a los sistemas cibernticos o de autocontrol ( sistemas con termostato) en que el equilibrio del sistema no slo se logra por las ecuaciones del sistema sino por la in-formacin de los valores observados y los valores deseables; en que el sistema busca siempre el punto cero para no enfriar-se o calentarse demasiado {como sostienen tambin los eco-nomistas en desafortunada metfora}. 4} El cuarto ni ve! es el de los sistemas abiertos o de estru.cturas auto~sostenidas, que corresponden a una escala ms alta en la complejidad de la organizacin. En los organismos \'vos estos sistemas abier-tos muestran procesos de ingestin, excrecin, e intercam-bio metablico, y, en ]os econmicos, transferencias de insumas-productos que penniten el desarrollo sostenido del beneficiario, al menos por un largo tiempo. 5} El quinto nivel es el gentico-social con divisin del trabajo en las clulas; corresponde al reino de las plan las. 6) llils arriba a pareqe un tipo de sistemas en los que surge la vida animal con compor-tamientos teleolgicos o teleonmicos, que obedecen a fines y en que las relaciones de causa a efecto se usan para alean zar esos fines. Se expresan en fenmenos de auto-id en ti dad y de mo;.:ilidad. Estos sistemas cuentan con receptores especiali-zados biolgicos (odos, ojos) y en ellos se manifiesta un enor-

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    me consumo de lo que en biologa se llama -informacin. Se uata de sistemas que no slo procesan lo actual e inmediato; confonne ms complejos y eficaces son ms desarroU an SU visin del contexto como totalidad}). La informacin se es~ tructura en algo distinto a lo informado. A menudo, ante un estimulo, se producen rcorgani zaciones que cambian la res~ puesta esperada y acostumbrada. 7} El sigui en te nh/el es el humano_. un sistema que {(no slo sabe sino sabe que sabe~ y usa un lenguaje simblico que le pennite acumular expe~ riencias en el tiempo y compararlas en distintas drcunstan~ cias. 8) Otro nivel ms, que destaca del anterior; es el de las organizaciones sociales, con relaciones funcionales articula-das, y papeles de personas y actores integrantes que varan y se perfeccionan en las ms complejas relaciones :y simbo-lizaciones, propias de la 'i.;rariada cultura humana. 9) En fin. Boulding forja un ltimo nivel al que llama de ((sistemas tras-cendentes, ca paces de ir ms all de los sistemas conocidos. Son sistemas -que nunca se pueden descartar como hiptesis de prcticas futuras. Su planteamiento es el de los sistemas alternativos, utpicos, virtuales~ emergentes, motivo actual de in'i/estigaciones avanzadas que combinan los mtodos histri-cos y los ci bemticos.

    El estudio de sistemas requiere una nueva forma de espe-cializacin, un nuevo tipo de rigor que ms tarde va a derh;rar en el dominio de la teora y en los mtodos de los Sistemas com _piejos, organizados, auto-regulados, y auto-p oiticos o creadores. Los lmites de esa investigacin de sistemas se van a encontrar en el campo de la evolucin y de la historia no controlada ni deliberadamente creada y que tampoco es nece-sariamente incierta, o en todo incierta. Aparecen sistemas di-nmicos en que el caos sucede y precede a la organizacin, con lo que el concepto de organizacin es redefinido por el concepto de caos y