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INDICE PAG. Editorial................................................................................................ 3 La Globalización y el Desarrollo Sustentable....................................... Anibal Rosales. 5 Agricultura y el Desarrollo Rural.......................................................... Rafael Isidro Quevedo. 12 Estrategias de Multiplicación de Sistemas Sostenibles de producción Agropecuaria. Propuesta para la construcción de Granjas Integrales y el Ordenamiento territorial Participativo del Sector Rural en el Trópico................................................................................................ Rubén Espinel M., Enrique Murgueitio R. 48 El Potencial de las Excretas Porcinas para Uso Múltiple y los Sistemas de Descontaminación Productiva......................................... Julián David Chará O. 72 Manejo Integrado de Plagas (MIP) en el Contexto de una Granja Integral Sostenible............................................................................... Carlos Ruiz Silvera. 86 Manejo de cultivos y Suelos Tropicales............................................... Adriana Florentino de Andreu. 98 Esquemas de Comercialización y el Financiamiento de Granjas Integrales............................................................................................. Julio Navas. 115 Importancia de las Tecnologías Apropiadas y Apropiables para el Pequeño Productor.............................................................................. Adolfo F. Cardozo B. 123 Producción de Peces con Alimentos no tradicionales......................... Fernando Madrid Dolande. 132

Granjas

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INDICE

PAG. Editorial................................................................................................

3

La Globalización y el Desarrollo Sustentable....................................... Anibal Rosales.

5

Agricultura y el Desarrollo Rural.......................................................... Rafael Isidro Quevedo.

12

Estrategias de Multiplicación de Sistemas Sostenibles de producción Agropecuaria. Propuesta para la construcción de Granjas Integrales y el Ordenamiento territorial Participativo del Sector Rural en el Trópico.................................................................................................Rubén Espinel M., Enrique Murgueitio R.

48

El Potencial de las Excretas Porcinas para Uso Múltiple y los Sistemas de Descontaminación Productiva......................................... Julián David Chará O.

72

Manejo Integrado de Plagas (MIP) en el Contexto de una Granja Integral Sostenible............................................................................... Carlos Ruiz Silvera.

86

Manejo de cultivos y Suelos Tropicales............................................... Adriana Florentino de Andreu.

98

Esquemas de Comercialización y el Financiamiento de Granjas Integrales............................................................................................. Julio Navas.

115

Importancia de las Tecnologías Apropiadas y Apropiables para el Pequeño Productor.............................................................................. Adolfo F. Cardozo B.

123

Producción de Peces con Alimentos no tradicionales......................... Fernando Madrid Dolande.

132

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Planificación Apícola............................................................................ Eugenio Huapaya Rivas.

151

Sistemas Agroforestales para la Producción de Rumiantes................ Héctor Fabio Messa A.

163

El Agua en la Producción Agropecuaria.............................................. Saulo Olavarrieta Albano.

185

Alternativas Tecnológicas para la Actividad Agrícola en el Estado Amazonas: La Granja Integral............................................................. Iñigo Narbaiza & R Royero.

191

La Biodiversidad en la Granja Integral................................................. Eduardo González Jiménez.

218

La Investigación Participativa en Contextos Rurales: Implicaciones para la Construcción de Programas de Granjas Integrales................. María Elena Morros y Leonardo Salazar.

230

Análisis Situacional.............................................................................. Omaira Lozano.

239

Las Cajas Rurales. Organizaciones Locales....................................... Omaira Lozano.

243

Uso de Sistemas Automatizados para el Registro de Información, Control y Mejoramiento Continuo......................................................... Jhonny R. Demey.

249

La Matriz FODA, Instrumento para Establecer Línea Base de Identificación de Prioridades y Opciones de Intervención................... Valmore Toledo.

257

Matriz de Indicadores para la Evaluación a Partir de la Línea Base.... Alvaro Guerra

273

Las Instituciones Financieras............................................................... Juan Moreno.

286

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LA GLOBALIZACION Y EL DESARROLLO SUSTENTABLE

Anibal Rosales 1

Las granjas integrales como una modalidad agrícola alternativa a otros métodos más especializados de producción de alimentos ha comenzado a abrirse un espacio -en este momento limitado- pero que ya traspasa los límites de las meras ideas de los grupos de “soñadores o revolucionarios” del desarrollo rural. A ello ha contribuido decididamente el hecho de que es cada vez más evidente que los sistemas agrícolas especializados, poco integrados y de alta intensidad en uso de recursos, aun cuando parecieran ofrecer indicadores de alta productividad económica en el corto y mediano plazo, revelan una baja y poca “durabilidad”, por cuanto entre otras razones: i. Son poco eficientes en términos energéticos, con una alta

generación de residuos no aprovechados. ii. Requieren de conocimientos y habilidades sólo disponibles en un

segmento estrecho de productores. iii. Exigen altas inversiones de capital, excluyendo una base social

amplia e importante, disminuyendo el empleo rural y prácticamente erradicando la pequeña y mediana empresa agrícola, usualmente implementada con mano de obra con alto valor social como lo es la familiar, y promoviendo las migraciones hacia los centros urbanos.

iv. Conducen a una degradación ambiental, que en el mediano y largo plazo comprometen la misma base de recursos naturales necesaria para la producción agrícola.

1 Universidad Central de Venezuela. Ecology & Enviroment. E-mail: [email protected]

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Durabilidad hace referencia a la permanencia en el tiempo de las relaciones básicas entre los componentes y procesos del sistema de producción, sin manifestar deterioro o degrada- ción. Sustentabilidad en el término que desde hace unos pocos años ocupa el escenario con una mayor aceptación, y desarrollo sustentable es el concepto que la vincula con el crecimiento económico y el avance social. El concepto de desarrollo sustentable, tal como fue originalmente propuesto en “Nuestro Futuro Común”2, se refiere a una estrategia de desarrollo que satisfaga las necesidades presentes, sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer las propias. El desarrollo sustentable surge como un fresco aliento conceptual ante el fracaso evidente de los postulados del desarrollo concebido como una única consecuencia del creci- miento económico. Muchos ejemplos, a diferentes escalas de percepción, han permitido mostrar las inconsistencias de

2The World Commission on Environment and Development. Our Common Future. Oxford University Press. Oxford-New York. 1987 40p.

ese desarrollo con la perdura- bilidad de la base de recursos naturales que le da soporte, e incluso con los procesos naturales que hacen posible la supervivencia misma de la especie humana. Los avances sin precedentes en el conocimiento de los sistemas que sustentan la vida en el planeta, logrados especialmente durante las últimas décadas, han permitido evaluar la capacidad de asimilación y fragilidad de los sistemas ecológicos ante las múltiples formas de intervención del hombre. Esto ha revelado los efectos e impactos ambientales de los diversos modos de comportamiento o actuación de las sociedades. Además, el conocimiento científico avanzado ha desarrollado modelos mediante los cuales se puede anticipar el agravamiento de los problemas ambientales y sus consecuencias, al persistir las causas generadoras. Aun cuando varios intentos formales fueron realizados previamente, no es sino el adelantado en 1987 por la Comisión Brundland, en Nuestro Futuro Común, el que logra introducir con éxito (mediático) la dimensión ambiental en las cuestiones del desarrollo; el desarrollo susten- table se convierte en un nuevo paradigma internacional, adqui-

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riendo “legitimidad” en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo (Cumbre de la Tierra), efectuada en Río de Janeiro en 1992. Un componente central en el que se fundamenta el desarrollo sustentable es el ambiente (duradero). Es su esencia y contenido vital. Sin embargo, el desarrollo sustentable para ser posible requiere ser económi- camente beneficioso, socialmente comprendido y aceptado, y políticamente factible. De aquí que se visualice y perciba como una enorme y compleja tarea, la de movilizar una sociedad y colocarla en una trayectoria de desarrollo muy diferente de la transitada anteriormente. A la escala de una nación, los cambios en las actitudes individuales y colectivas de sus ciudadanos serían tan profundos que se requeriría una verdadera revolución para sólo situarse en el inicio del recorrido. La sustentabilidad hace refe- rencia a la calidad de respuesta de un sistema (p.e. una granja integral) a través del tiempo. Lograr cambios signifi- cativos en el uso de un espacio o en la forma de aprovechar la base de

sus recursos naturales, definitivamente no es un asunto de corto plazo. Las experiencias señalan las complejas relaciones (culturales, sociales, económicas y políticas) que establece el hombre productor con el ambiente, que en muchos casos actúan de forma tal, que retardan, o incluso impiden, hasta las transformaciones más sencillas. Por lo tanto, es reconocida la importancia de la transición hacia el desarrollo sustentable como una etapa de un proceso sociopolítico en el cual se promueve una serie de cambios estructurales interme- medios en los modos de producción de bienes y servicios y en los patrones de consumo de la sociedad. Así mismo, el proceso impulsa modificaciones sustantivas en las formas y funcionamiento de las institucio- nes públicas y privadas, responsables de tomar las decisiones y de formular las políticas requeridas. En este sentido el desarrollo sustentable es un objetivo referencial hacia el cual se dirigen los esfuerzos individuales y colectivos de una sociedad, alcanzable usualmente en el largo plazo, aunque evaluable como proceso en lapsos más cortos a través de los denominados indicadores de

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sustentabilidad. Gabaldón3, refi- riéndose a la América Latina señala que el desarrollo sustentable encontrará a su paso escollos cuyo origen están fuera de nuestras fronteras. Del autor hemos tomado algunos elemen- tos que siguen a continuación. La creciente interdependencia, no siempre enmarcada dentro de conceptos de justicia social internacional, ha ido produciendo asimetrías que se interponen en su curso. Además de problemas de connotaciones directamente am- bientales, se agregan otros de naturaleza económica-tecnológica. Es el caso, por ejemplo, de las situaciones que se derivan de: i. la deuda externa. ii. el proteccionismo comercial. iii. los términos de intercambio

económico. iv. la insuficiencia de recursos

para la cooperación inter- nacional.

Además se agregan: el narco- tráfico con incidencias econó micas y ambientales severas, y la paz mundial, por lo que significaría desmontar el arsenal de armas convencionales, nucleares y

3Gabaldón, A. J., Dialéctica del Desarrollo

Sustentable: Una Perspectiva Latinoamericana. Fundación Polar. Caracas. 1996. 213p.

químicas en términos de evitar las consecuencias del mayor holocausto ambiental posible: la extinción de la especie humana, y de liberar recursos para promover el desarrollo susten- table. Sin un contexto internacional favorable que traiga como consecuencia un crecimiento sostenido para los países en desarrollo, el desarrollo susten- table constituye un objetivo inalcanzable. No hay duda de que el desarrollo sustentable constituye un obje- tivo global y no de un grupo de países exclusivamente. Los fenómenos de degradación ambiental tienen indudablemente una magnitud planetaria. El cambio climático, la destrucción de la capa de ozono o las lluvias ácidas, la degradación de mares y océanos, no son problemas cuya responsabilidad puede imputársele a los países del Tercer Mundo. La responsabilidad de estos últimos es insignificante cuando la comparamos en términos cuantitativos con las contribuciones que hacen las naciones altamente industriali- zadas. Obviamente debemos estar en la mejor disposición para inducir una actitud constructiva y favorable a la solución de los problemas

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ambientales globales. Ninguno de los grandes temas del mundo industrializado dejan de ser preocupantes, pero la super- vivencia de la región latino- americana como sociedad libre capaz de planificar un futuro mejor y hacerlo viable tiene además muchas otras dimen- siones. Por ello se requiere que se nos permita discutir en la mesa de las negociaciones internacionales nuestra agenda ambiental, respetándosenos prio- ridades que no son negociables, en el marco de lo que sería nuestra propia agenda para la globalización. Globalización constituye el término de los años 90 que mejor describe esa intención. No obs- tante, vale la pena referirse a él por cuanto significa diferentes cosas para diferentes personas. Con una perspectiva económica, para unas personas globali- zación es un término bien intencionado, que describe un mundo en el cual las tecnologías en muy corto tiempo han reducido el costo de las distancias (por ejemplo, a través de Internet), de forma que los bienes y servicios pueden ser producidos y distribuidos en una escala global, donde todos tendremos acceso a todo lo que es posible de ser puesto a

disposición de los demás. Añadiríamos en ese todo, el “conocimiento” como un bien igualmente susceptible de ser producido y distribuido sin menoscabo de la geografía que separa los centros de generación y recepción de ese conocimiento. Para otros, globalización significa el costo económico global creado por las compañías multinacionales de manera de satisfacer sus necesidades de: i. producción, donde sea que

los costos sean los mas bajos posibles, y

ii. mercado, al incrementar sus- tancialmente la base de consumidores de bienes, servicios e información.

La percepción “adversa” de esta postura radica en que la satisfacción de ambas necesidades de las multinacionales se sucede en algunos casos aun a costa de la destrucción ambiental (por ejemplo: deforestaciones, degrada- ción de hábitats y extinción de especies amenazadas, conta- minación de cuerpos de agua, etc.) y la desaparición de estilos de vida tradicionales, y aun de lenguas locales. Para muchas personas, especial- mente de fuera de los Estados Unidos, globalización simplemente

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significa “americanización”, median- te el cual el globo sigue una trayectoria de homogeneización cultural donde los valores (por ejemplo, gustos y modos de vida) son impuestos por las grandes compañías americanas. Tal sería el caso de la globalización de las hamburgue- guesas en contra de la “localización” de nuestras arepas o tostadas. Uno de los principios de la globalización -especialmente en su perspectiva económica- es el libre comercio, el cual es una especie de orden económico global en que los países deben especializarse en producir y exportar unos pocos bienes y/o servicios que pueden producir particularmente bien, e importar casi todas las otras cosas desde los otros países sin barreras o interferencias comerciales. Esta es una estrategia que en principio conspira contra el modelo más amplio y de mayor integralidad de las granjas sustentables que nos ocupan en este taller. Es claro que la globalización -dependiendo como se le visualice- ofrece amenazas y oportunidades para alcanzar los objetivos del desarrollo susten- table. No hay duda que la biosfera es incapaz de soportar una población de 6 millardos de

personas a los niveles de consumo actual de los países desarrollados, objetivo más o menos explícito en la visión “perversa” de la globalización. El impacto ambiental de un patrón global como éste, probablemente comprometería seriamente la viabilidad de los procesos esenciales que sostienen la vida del planeta. Sin embargo, mantener una buena porción de la población mundial en condiciones de pobreza crítica (>1 millardo de personas), y una porción mayor en situación de subconsumo de bienes y servicios básicos, igualmente coloca a la biosfera en condiciones comprometidas de sustentabilidad. No obstante, la globalización ha traído consigo oportunidades de comunicación y transferencia de conocimientos e información -prácticamente instantánea- como nunca antes había sucedido. Por otro lado, el incremento del mercado, no necesariamente tiene un efecto detrimental sobre el ambiente y los valores de las sociedades en desarrollo, si se consideran las medidas ambien- tales, sociales y económicas apropiadas. Es en el contexto referido anteriormente que se inscribe el desafío de promover la agri-

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cultura nacional a través del programa de granjas integrales. No tenemos dudas que el enfoque de granjas integrales se corresponde con los postulados básicos del desarrollo sustentable. Revertir la insustentabilidad de los sistemas agrícolas altamente especializados es la tarea que tenemos enfrente de nosotros. Ello requiere mejores definiciones de la integralidad y quizás de las mismas granjas, para acomodar cosas como granjas de bio- diversidad, granjas de produc- ción de agua de calidad, u otra innovación que aun no visualizamos, pero que en un taller como éste, seguramente podrán salir a la luz.

La globalización, en su acepción benigna ofrece múltiples opor- tunidades para promover la “localización” de actividades productivas y generadoras de riqueza para una distribución más equitativa y un mayor desarrollo con sustentabilidad.

Bibliografia Consultada.

The World Commission on Environment and Development. Our Common Future. Oxford University Press. Oxford-New York. 1987 40p.

GABALDÓN, A. J., Dialéctica del Desarrollo Sustentable: Una Perspectiva Latinoamericana. Fundación Polar. Caracas. 1996. 213p.

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AGRICULTURA Y EL DESARROLLO RURAL

Rafael Isidro Quevedo C.4

Resumen En el presente trabajo se presenta un perfil general de la situación venezolana a fines del siglo XX mediante un conjunto de indicadores ambientales, económicos, sociales, educacionales y agrarios que constituyen un cuadro de referencia para ubicar las transformaciones ocurridas en la agricultura venezolana en los últimos cincuenta años; a través de los cuales se puede observar que en un país con 24 millones de habitantes y 30 millones de hectáreas en tierras agrícolas, esta actividad contribuye a la mayor parte del abastecimiento nacional, quedando un monto de importaciones de 800 millones de dólares y una balanza comercial cuya relación es menor de 3 a 1, un aporte al PIB del 5 %; otorgando ocupación a cerca de 900.000 personas, un incremento en la productividad de 580 veces entre 1.920 y 1.995, con potencialidades y ventajas comparativas en rubros como el café, cacao, frutales, cultivos forestales, semipermanentes como la caña de azúcar, yuca y musáceas, cereales como el arroz, leguminosas como el frijol y oleaginosas como la palma aceitera, el ajonjolí y el girasol; hortícolas y especialmente la ganadería de pastoreo. En el marco de la apertura y la globalización se analizan los nuevos escenarios del mercado mundial y se destacan los cambios que se consideran pertinentes en los sistemas de producción agrícola. Se plantea un nuevo enfoque del desarrollo rural, una estrategia para alcanzar tal propósito y finalmente se indican algunas conclusiones y recomendaciones asociadas a la conveniencia de visualizar la agricultura en el contexto de la ruralidad. Palabras claves: agricultura, desarrollo rural, globalizacion, transformaciones, cambios.

4 Ingeniero Agrónomo, Magister en Economía Agraria, Doctor en Ciencias Agrícolas, Secretario Ejecutivo del Sistema Hemisférico de Capacitación para el Desarrollo Agrícola (SIHCA). E-mail – [email protected]

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Introducción 1. Un Marco de Referencia

Nacional. Venezuela es un país con veinticuatro millones de habitantes, 916.445 kilómetros cuadrados de superficie terrestre y 500.000 kilómetros de territorio marítimo, con un espacio conformado por veintitrés Estados o Entidades Federales, un Distrito Federal, sede de la capital de la República y las llamadas Dependencias Federales consti- tuidas por 264 islas. La Nación Venezolana posee 4.006 kilo- metros de costas marítimas sobre el Mar Caribe y el Océano Atlántico, con amplios recursos naturales marítimos, lacustres y fluviales (OCEI, 1996). En esa superficie existen (vi censo agricola nacional, 1.998) 500.097 predios o unidades de producción registradas, con una superficie, principalmente agropecuaria de 30.071.192 ha. Una visión amplia, permitiría estimar que el 94 % de la población nacional se encuentra ubicada al norte del río Orinoco, área en la cual se encuentra el mayor desarrollo de infraestructura física y el mayor grado de desarrollo productivo del país. En este escenario se localizan alrededor de 11 millones de hectáreas con alto potencial para el

desarrollo agrícola, 22 millones de hectáreas de superficies con moderada aptitud para el desarrollo agrícola y alto potencial para el desarrollo pecuario y 12 millones de hectáreas con severas limitaciones para el uso agrícola o pecuario. Al sur del Orinoco, donde apenas habita el 6% de la población, se ubican las tierras que conforman el Macizo Guayanés, antiquísima formación rocosa de naturaleza granítica, de la cual el 44 % ha sido declarada Area Bajo Régimen de Administración Especial, cuyo desarrollo actual es principalmente minero (Machado, 1997). El territorio nacional se caracteriza por un relieve muy variado y numerosas formas geomorfológicas, que comprenden los llanos planos y ondulados, las montañas andinas, con elevacio- nes de hasta 5.000 metros, altiplanos guayaneses y selvas amazónicas. Las temperaturas medias varían desde 0°C hasta 27 °C, las precipitaciones oscilan desde 300 hasta 4.000 mm al año, con diversos biomas representa- tivos de una gran diversidad de ambientes, con bosques, saba- nas, matorrales, bosques de galería, espinares, manglares, herbazales y páramos; todo lo cual determina una gran riqueza y variedad en recursos naturales renovables, cuya variedad

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paisajística se puede resumir en seis grandes regiones fisiográ- ficas: a) plataforma continental, islas y litoral costero; b) sistema montañoso del Caribe o de la Costa; c) valles y serranías de Falcón, Lara y Yaracuy; d) cordillera de Los Andes; e) los llanos y f) La región de Guayana, ( MARNR, 1.992 ) En el transcurrir del siglo veinte, el país pasó de ser esencialmente rural, con el 70 % de su población en el campo y dependiente de exportaciones agrícolas tradi- cionales como el café, el cacao y la carne de res, a constituirse en una nación urbana, con apenas un 15 % de su población en el medio rural y una dependencia de las exportaciones petroleras que representan cerca del 80 % de las divisas generadas (OCEI. 1992; BCV, 1.996) En este espacio de tiempo han ocurrido grandes avances en su desarrollo, reflejados especialmente en el aumento de la expectativa de vida del venezolano, que hoy supera los setenta años; altos niveles de escolaridad, con 6.794091 niños y jóvenes en las aulas, lo cual representa un 29,82 % de la población bajo régimen de escolarización. De ellos, 844.915, es decir, el 12 % se encuentra en educación pre- escolar, con una tasa bruta de

escolaridad del 31,80%; 4.262.221 es educación básica en escuelas de nueve agrados, es decir, un 62,73 % de la población estudiantil total, con una tasa bruta de escolaridad de 91 %; de la cual 952.821, es decir el 22 % se trata de población rural; 377.984 alumnos en el ciclo diversificado que comprende el décimo y undécimo grado, de los cuales apenas 15.676, es decir el 4,4 % son rurales y 362.308 son de procedencia urbana. La educación superior, que se refiere a la universitaria, en todos sus niveles alcanza la cifra de 717.192 estudiantes, lo cual significa el 10,55 % del total, en tanto que la educación de adultos alcanza a 307.497 personas con un 4,52 %; la educación especial se sitúa en 50.149 individuos o sea el 1,07 % y la extraescolar a 234.133 personas con el 3,44 %. Estos índices (Ministerio de Educacion, 1.997), si bien reflejan en su conjunto, cifras alentadoras para algunos tramos poblacionales como la educación básica y la universitaria, implican una situación bien dramática en cuanto a la educación preparatoria, base de la formación del ciudadano y en general de la educación rural, especialmente diversificada y profesional, donde se observa una proporción muy baja con respecto a la población total.

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2. Indicadores, Contrastes y desequilibrios

Un cambio tan drástico, especialmente como el ocurrido en Venezuela en los últimos cincuenta años, (Funes, 1.999) donde el analfabetismo cayó de mas del 50 % a menos del 9 %, la esperanza de vida subió de 52 años a mas de 71, la mortalidad bajó de 13 por mil a menos de 5, el consumo interno de energía fósil creció mas de 30 veces, la población rural pasó de mas del 60 % a menos del 15 %, a lo cual cabe agregar que el país se electrificó y ha logrado capa- cidad instalada para exportar energía a Brasil y Colombia, se ha interconectado telefónicamente y dispone de una de las mejores redes de carreteras de América Latina, ha generado grandes contrastes y profundos desequili- librios que inciden en su desarrollo actual y exigen de la sociedad venezolana un replanteamiento de su modelo de desarrollo, afectado por una crisis, en cuyo epicentro también se encuentran grandes potencialidades y cuyos elemen- tos relevantes se pueden resumir así: a. En lo social, un índice de desarrollo humano (OCEI-PNUD-FNUD.1.995), de 0,8210, el cual es considerado alto si se toma en cuenta el conjunto de América Latina y que se descompone en

una esperanza de vida de 71,20 años, un alfabetismo de 90,90; una mediana de educación de 5,59; un logro educativo de 0,7302 y una paridad de poder adquisitivo de 5.192 US$; sin embargo, niveles de pobreza crítica que afectan a más del 43% de la población; un nivel de analfabetismo, que en el medio rural alcanza el 16%, a pesar de los esfuerzos educativos realizados; un déficit de alrededor de un millón de viviendas, que asociado al crecimiento incon- trolado del cordón urbano central, ha provocado una crisis en la prestación de los servicios básicos a la población y un cierto deterioro de la calidad de vida no sólo en el campo, sino también en la ciudad, son elementos que están en el epicentro del problema social contemporáneo del país. b. En lo económico (BCV, 1.997 y 1.998), La tasa de inflación se situó para 1.997 en un 38 % se redujo para 1.998 a un 30 %, lo cual se explica por una importante caída de la demanda interna, contracción del gasto público y el incremento de las tasas de interés; el tipo de cambio ha mantenido un crecimiento moderado al pasar de 500 a 570 entre 1.997 y 1.998, posibilitando un abarata- miento relativo de los bienes y servicios importados en tanto en cuento se ha mantenido una

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cierta sobrevaluación del Bolívar respecto del dólar, lo cual ha permitido reorientar la demanda hacia el gasto en el sector externo, que si bien favorece al consumidor de bienes externos, desfavorece a los exportadores, entre ellos los de productos de carácter agro- pecuario. El producto interno bruto que fue para 1.997 de 5,1 % con un fuerte impulso del sector petrolero (8,8 %), mientras que el sector no petrolero mostró para ese año un crecimiento real de 3,3%, es un hecho que contrasta con la contracción del año precedente; pero también con la del 98 en el cual se ha producido una relativa contrac- ción del PIB tanto petrolero como no petrolero al ubicarse en -0,7%, reflejándose esta caída tanto en el sector petrolero (1%) como en el no petrolero (0,8%), como con- secuencia de la caída de los precios del petróleo, de la reducción de la cuota de exportación y la paralización de actividades vinculadas a la mencionada industria. La inver- sión bruta fija del país durante 1.998 tuvo un decrecimiento de 4,9 % y las reservas inter- nacionales de Venezuela que para 1.997 se ubicaron en 17.700 millones sufrieron un moderado descenso al colocarse en 14.385 millones de bolívares al cierre de 1.998, cuyo desempeño obedeció a los déficit simultáneos en la cuenta corriente (1.715 millones de

dólares americanos) y de capital (354 millones de dólares) y a otras transacciones relacionadas con la salida de capitales. El mercado laboral se incrementó en 2,5% y si se toma en cuenta que la ocupación aumentó el 1,1 % el desempleo se incrementó en un 1,2; para ubicarse en un 11 % global; todo lo cual refleja un panorama al inicio de 1.999 con unas expectativas económicas que ameritan grandes esfuerzos tanto del sector público como privado para fortalecer la economía nacional creando un clima favorable para la inversión y el ingreso de capitales externos que dinamicen el proceso y compensen la depresión en la actividad petrolera, cuya sobre oferta se mantiene en el mercado mundial y donde la reducción acordada por la OPEP que determinó una caída en el precio del petróleo de 34,1 % en promedio no se espera que pueda mejorar las medidas de ajuste adoptadas por el Gobierno Nacional, en los últimos 10 años, a fin de restablecer los equilibrios macroeconómicos, provocaron una significativa caída del ingreso y del nivel de vida del venezolano, todo lo cual ha generado tensiones sociales y políticas que han tratado de ser aliviadas por el Gobierno Nacional, mediante un conjunto de políticas sociales, fundamentalmente,

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Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

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mediante transferencias directas a la población de menores recursos. Estas tensiones se han canalizado políticamente y expresado como una voluntad general de cambios, con motivo de la realización del reciente proceso electoral de diciembre de 1.998, alrededor del cual se ha manifestado una voluntad generalizada de trans- formaciones en todo el seno de la sociedad venezolana que ameritan el establecimiento de un gran diálogo nacional pluralista, amplio y democrático para establecer nuevas bases estructurales en el largo plazo para consolidar lo que debe ser la sociedad venezolana del siglo XXI. c. En lo ambiental. El desarrollo físico del país se ha caracterizado por la modernización creciente, tanto en las infraestructuras como en los procesos productivos, con lo cual se han generado impactos ambientales importantes. La frontera agrícola se ha ampliado considerablemente a expensas de las zonas boscosas, la deforestación en las cuencas altas de los ríos se ha reflejado en el caudal de los mismos y el uso creciente de pesticidas en la agricultura y la emisión de afluentes de las industrias está incidiendo notablemente en la calidad de las aguas, con efectos importantes en

la fauna silvestre. La creación del Ministerio del Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables, la promulgación de una Ley Penal del Ambiente y el decreto de grandes áreas como reservas forestales, parques nacionales y zonas bajo régimen especial de manejo, así como la implementación de medidas de control para los desechos tóxicos y procesa- miento de aguas servidas, han contribuido a frenar, en cierta medida, el deterioro ambiental (MARNR, 1992) d. En lo productivo agrícola. El desarrollo rural ha sido objeto de atención a través de diversos programas dentro de las ten- dencias prevalecientes en cada década, algunos de ellos con cierto grado de estabilidad; mientras que otros han resultado afectados especialmente por la falta de continuidad administrativa y de políticas, con la alternabilidad de los distintos gobiernos. Sin embargo, un proceso de Reforma Agraria que tiene ya cuarenta años de acciones, con unos 11 millones de hectáreas distribuidas entre cerca de 140.000 productores; la educación rural, la cual ha facilitado que un 66 % de la juventud rural haya alcanzado primaria completa o grados superiores; un cierto grado de desarrollo de la vialidad y vivienda rural, donde aún persiste

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un 17 % de “ranchos” o viviendas inadecuadas; el impulso de la electrificación pública, la cual llega prácticamente a todas las aldeas y caseríos del país; programas de salubridad y prevención de la salud, especialmente en lo relacionado con enfermedades endémicas de carácter tropical, que han permitido alargar la expectativa de vida a 70 años; cierto estímulo a la agricultura bajo riego, que ha permitido irrigar 1.435.000 hectáreas; la liquidación de una importante proporción del latifundio tradicional; la modernización de los sistemas de producción agrícola; el establecimiento de una red de agroindustrias; el funcionamiento de una diversidad de organismos públicos, entes no guberna- mentales y corporaciones vincula- das al desarrollo rural y una red de Centros de Investigación, de Institutos Tecnológicos Universi- tarios y de Facultades de Ciencias del Agro, constituyen iniciativas importantes en la transformación del sector rural venezolano (MAC, IAN, IICA, 1995). No obstante, el desarrollo rural se está viendo drásticamente afectado en los últimos años por las políticas de apertura total al comercio mundial y la eliminación de toda medida de protección interna a la producción agrícola nacional. El aumento del precio de los insumos; las elevadas tasas activas de interés; la caída de la demanda, fruto de la reducción

de los niveles de ingreso y de consumo, están creando una situación difícil por las frecuentes confrontaciones entre los diversos componentes de las cadenas agroalimentarias y el inicio de un proceso de reajustes internos que plantean la necesidad de un programa de reconversión de los sectores productivos nacionales frente a la nueva situación de apertura y globalización en la relaciones internacionales; pero también la necesidad de que el país, esencialmente petrolero, minero, industrial y urbano de fin de siglo vuelva sus ojos al campo, tanto como el espacio para la ocupación territorial, para el florecimiento de una sociedad rural como para la local iza- zación de actividades produc- tivas en todas las áreas de la vida humana. e. En lo agrario. Se destaca una estructura de tenencia de la tierra con grandes desigualdades en el acceso a la misma. En efecto, de las 500.979 explotaciones agro- pecuarias (MAC, Censo agrope- pecuario, Caracas, 1.998), existen 317.524 explotaciones que constituyen el 63,38 % del total, con menos de diez hectáreas, ocupando una superficie de apenas 959.337 hectáreas, es decir el 3,19 % de la superficie agrícola total; 138.331 explota ciones, que representan el 27,61 entre diez y cien hectáreas con

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una superficie de 4.075.893 hectáreas que representa el 13,55 del total; 34.152 explotaciones que constituyen el 6,81 con 7.079.812 hectáreas, es decir el 23,55% de la superficie total; 6.027 explotaciones entre quinientas y mil hectáreas, o sea el 1,2 % con una superficie de 3.989.406 hectáreas o sea el 13,26 % y finalmente 4.945 unidades de producción con mas de mil hectáreas de tamaño que ocupan una superficie de 13.966.744 hectáreas. Como podrá observarse, en el transcurso de las últimas décadas la pequeña propie- dad ha aumentado en números absolutos y relativos y en todo caso continúa existiendo una distribución muy desigual de la tenencia de la tierra, puesto que 455.855 productores que representan el 91 % del total tienen menos de cien hectáreas y ocupan una superficie de 5.035.230 hectáreas, apenas el 16,74 % de la superficie total, mientras que el 9% de las explotaciones restante ocupa el 83 % de la superficie agrícola nacional. Esta situación, que era aún más desigual antes del año 1960, mejoró en alguna medida con el advenimiento de la Reforma Agraria, la cual ha logrado adjudicar un poco más de 11 millones de hectáreas, de las

cuales el 81,8 %, es decir 9.085.524 hectáreas, eran de propiedad pública y apenas un 18,3 %, correspondiente a 2.028.463 hectáreas, eran de origen privado (Soto, 1993). Estas tierras, ocupadas por beneficiarios de la Reforma Agraria, tampoco guardan tamaños equitativos entre todos los productores, ya que dentro de ellos existen los asentados convencionales dotados por el IAN con título (provisional o definitivo) y los ocupantes de tierras baldías que de manera espontánea se asentaron en áreas de frontera agrícola o mediante la adqui- sición de parcelas por la vía del traspaso informal. Es así como dentro de esta población el 52.6 % tiene menos de diez hectáreas de terreno; el 27.7 % posee superficies entre 10 y 50 hectáreas; el 6.9 % dispone de superficies entre 50 y 100 hectáreas y el 10.1 % se ubica en lotes de terreno superiores a las 100 hectáreas. (MAC, IAN, IICA. 1,995 )

En todo caso este perfil de la tenencia de la tierra, dada la naturaleza social, además de productiva de la agricultura, debe conducir a dirigir la atención hacia ese gran conjun- to de 455.000 pequeños y medianos productores que a pesar de las dificultades

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prevalecientes en el campo, continúan allí garantizando al país una proporción importante de su seguridad alimentaria.

a) Diseñar y efectuar un plan de trabajo para impulsar las organizaciones de productores orientadas hacia la comerciali- zación.

b) Apoyar a FONDAPFA, mediante convenios formales, en la elaboración de proyectos dirigidos a organizaciones de productores que tengan que ver con las inversiones requeridas para mejorar el proceso de comercialización. c) Diseñar y efectuar un plan de trabajo para impulsar las organizaciones de productores orientadas hacia la comerciali- zación. De la agricultura tradicional a la modernizacion. 1. La dimensión de nuestra

Agricultura.

Según el reciente VI Censo Nacional Agrícola, de acuerdo con sus resultados preliminares, el aprovechamiento de la tierra se distribuye de la siguiente manera: cultivos de ciclo corto: 1.335.398 Has, es decir el 4,44 %, tierras en barbecho 445.649 ha con un 1,48 %, y tierras en descanso

657.919 Has con un 2,18, todo lo cual, si se supone destinado a cultivos de ciclo corto, alcanza a 2.438.965 hectáreas con un 8,10 % del total; a cultivos permanentes y semipermanentes están desti- nadas 974.373 hectáreas con 3,24 % y a pastos y forrajes están destinadas 17.079.070 Has., que representan un 56,78 % del total y el resto se puede considerar indirectamente pro- ductivas ya que se destinan a Montes y Bosques 8.988.976 que son el 29,90 %, a Lagunas y Ciénagas 238.595 con el 0,79; a Edificaciones e instalaciones 110.295 con 0,36 % y Tierras con Otros Usos 240.916 con un 0,80 %.

En estas tierras se siembran, de acuerdo con las cifras del mencionado VI Censo, 150.571 hectáreas de arroz, 651.775 has de maíz, 177.277 has de sorgo, 155.370 has de caña de azúcar, 174.713 has de café; 51.725 has de cacao; 72.670 has de plátanos, además de los 17 millones de hectáreas en pastos, por citar los cultivos más importantes de acuerdo con las cifras del mencionado censo igualmente, se crían 95 millones de aves, 1,7 millones de cerdos, 13 millones de bovinos; 1,13 millones de caprinos; 59 mil búfalos y se producen nueve millones de huevos y 6,5 millones de litros de leche

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diarios, por citar los rubros más importantes. La agricultura venezolana, después de la crisis de la década de los treinta, de la cual se fue reponiendo en la década de los cuarenta con las medidas de fomento que durante ese lapso se adoptaron, ha mantenido en términos históricos un crecimiento en la segunda mitad del presente siglo que ha estado casi siempre por encima del crecimiento demográfico y ha permitido, a pesar de la estrategia petrolera y minera de la nación venezolana y de las cada vez menores inversiones en el sector, producir cerca del 70 % del consumo nacional, concentrando los déficits en algunos rubros como los aceites y en menor proporción leche, azúcar y granos y productos exóticos especialmente para la fabricación de alimentos con- centrados para animales. La balanza comercial negativa para la agricultura venezolana, por ser las importaciones mayores que las exportaciones (González, 1.998, Venezuela, Agricultura 2.010) ha oscilado en los últimos años en unos 800 millones de dólares, una relación menor de tres, todo lo cual permite desmentir una afirmación que constituye un lugar común de que "importamos todo lo que consumimos" y lo cual está

ligado igualmente a una "leyenda negra" sobre nuestra agricultura, la cual a pesar de que la inversión bruta en la misma es decreciente desde hace mas de veinte años, continúa respondiendo y dando trabajo en la producción primaria a cerca de 900.000 personas, a pesar de representar alrededor del 5 % del PIB de la nación y de la descapitalización financiera, física y humana a la cual ha estado constantemente some-tida, (Quevedo, 1.998) ya que a partir de 1.976 tanto la inversión pública, como la privada han sido progresivamente decrecientes, para colocarse a partir de 1.984, antes de iniciarse la política de ajustes, en 90 y 39 mi l lones de bolívares respectivamente, lo cual es una cifra irrisoria, convirtiéndose en los últimos años en negativa, como conse- cuencia de la crisis en la agricultura venezolana debido a la política de ajustes, todo lo cual se ha evidenciado no solo en una reducción de inversiones, sino también en la venta de activos. Sin embargo, los resul- tados productivos han demos- trado un incremento notable de la productividad si se tiene en cuenta que el Producto Interno Bruto se ha incremen- tado 580 veces desde 1.920 a 1.995; un crecimiento interanual en la producción de alimentos (IICA-CREA 1.997, La agricultura

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andina en cifras) entre un 2 y un 3 % desde 1.980 y un índice físico de producción de alimentos por habitante de 107, que es superior al de Bolivia (81), Colombia (94), Ecuador (92) y casi similar al de Perú (113), para compararlo con los países de la subregión Andina. Las actividades agrícolas de alto potencial de rendimiento, de acuerdo con las especificaciones agroecológias (Arias y otros, 1.997) del país son: los cultivos permanentes como el café, el cacao, la palma aceitera, los frutales y cultivos forestales, semipermanentes como la caña de azúcar, la yuca y las musáceas; cereales como el arroz, leguminosas como el frijol y oleaginosas como el ajonjolí y el girasol; los cultivos hortícolas, la ganadería, especialmente la de doble propósito, producción avícola y porcina basada en la producción de alimento para animales, con la utilización de la yuca, la canavalia y la soya. Existe también un potencial para los recursos pesqueros en áreas marinas y continentales, en razón de los recursos ictiológicos y la posición geográfica del país respecto a los mercados internacionales, a lo cual hay que agregar un potencial forestal, con áreas y especies de rápido crecimiento.

Una evaluación reciente (Arias y otros., 1.997), del potencial de tierras clasificadas por sistemas agrícolas, indica que se disponen de 2,2 millones de has. Para cultivos anuales mecanizados; 2,4 millones de hectáreas para fruticultura y horticultura de piso bajo, 1,4 millones para plantaciones tropicales; un millón de hectáreas para café; 100.000 hectáreas para horticultura de piso alto y unos seis millones de hectáreas para una actividad combinada de agricultura con ganadería; tres millones para ganadería de subsistencia; y unas 6,5 millones en las cuales es posible sostener una ganadería semi-intensiva y 1,3 millones de hectáreas para una ganadería intensiva; todo lo cual refleja un extraordinario potencial para la agricultura venezolana y sin embargo se estima que apenas se utiliza el 16 % del total de tierras agrícolas. En 1.995 se cosecharon 818 m2 por habi- tante, que si comparan con los 4.994 m2 por habitante del potencial para la población actual, resulta muy pequeña la proporción que se está utilizando, por lo cual cabría afirmar que en Venezuela no existe actualmente escasez de tierras, sino de agricultores que la aprovechen eficientemente y de sistemas de producción modernos y competitivos que garanticen una producción rentable, todo lo

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cual exige un verdadero esfuerzo nacional tanto en inversión de capital físico y financiero como en capital humano mediante la capacitación del productor para convertirlo en el gerente de una empresa eficiente y competitiva. 2. Apertura y globalización: el

reto de los nuevos escenarios.

En el marco de esta situación, cabe plantear que la agricultura venezolana enfrenta nuevos retos ante el panorama de apertura, globalización y crecientes exigencias de una explotación ambientalmente segura que constituyen las tendencias prevalecientes en los albores del nuevo milenio. La globalización constituye la tendencia postmoderna de la humanidad, (Quevedo, 1.996) en la cual el mundo se empieza a visualizar como una gran sociedad, donde la interacción y la interdependencia determinan la conducta de las naciones y se va produciendo una progresiva ruptura de barreras, una apertura de fronteras, un efecto en unos países de lo que suele acontecer en los otros y en general una influencia generalizada sobre todas las naciones de los fenómenos y tendencias que

logran consolidarse en la corriente del progreso humano. Las comunicaciones, los trans- portes, los intercambios econó- micos, financieros, culturales, políticos, sociales y religiosos, han permitido que aun contra la voluntad de gobiernos y de sistemas, esas corrientes se vayan imponiendo y las sociedades al interior de los países no puedan escapar a tal influencia.

Progresivamente el desarrollo tecnológico y la necesidad de complementación ha ido provo- cando una estandarización de los diseños y de los componentes de sistemas y equipos en el campo de la ciencia y de la técnica. Los insumos requeridos para la fabricación de los bienes de capital y de consumo que demanda la humanidad cada día son requeridos con una mayor calidad y un menor costo y a la vez en cantidades masivas para un mercado que se acerca a los 6.000 millones de personas. Las nuevas exigencias de los procesos creativos y productivos en las empresas de bienes y servicios, requieren de una mayor calificación del personal para trabajos más exigentes en conocimientos, destrezas y habilidades. Al desarrollo de una capacitación mas profunda y especializada, se agrega una

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nueva dimensión en la velocidad de todos los procesos con la aparición masificada de la computación, de la informática y la telemática, todo lo cual ha permitido establecer sistemas comunes de información a la cual tienen acceso de manera democrática y universal las personas capacitadas para ello. La Internet o autopista internacional de la información permite acceder a cualquier tipo de información e incorporar a ella nuevos conocimientos e infor- maciones propias de cada usuario. Los países y las regiones dentro de los países se han ido especializando de acuerdo con sus ventajas comparativas para realizar aquellas actividades que resulten más eficaces y rentables en un escenario de amplia competitividad para colocar los productos en mercados abiertos, en los cuales existen sistemas y mecanismos de comercialización comunes, con normas de estandarización de necesario cumplimiento para poder llegar a consumidores ubicados en las más diversas partes del mundo, en medio de nuevos escenarios y alter- nativas de mercado, en los cuales tanto la presentación como la forma de transar las negociaciones tienen requisitos específicos y ritmos muy

acelerados de acción. Los capitales se mueven de un lugar a otro con la misma rapidez con la cual las transacciones financieras son posibles de manera casi instantánea a través de los mecanismos de la comunicación electrónica, del teléfono, del fax y de muchos otros instrumentos de inter- cambio que permiten el desarrollo de procesos de inversión con una rapidez asombrosa. En este marco de referencia, los procesos de integración se han acelerado y las naciones han logrado acuerdos generales que establecen el marco para regular la conducta de los países y de sus nacionales. Así como Europa, del aislacionismo y confrontación de sus naciones ha pasado a constituir, primero una comunidad y ahora, una Unión Europea, con una Comisión Administrativa, semejante a un Gobierno transnacional, con un Parlamento que establece normas generales y un Tribunal cuyos fallos son de obligatorio cumplimiento en los quince países que la constituyen; así también en América Latina, progresivamente, se ha ido avanzado en esta línea de integración. Primero con el Pacto Andino, con un arancel externo máximo común del 20% entre países como Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y

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Venezuela; el Grupo de los Tres o G-3 que ha establecido una zona de libre comercio entre Colombia, México y Venezuela; el máximo común de 15% aplicable al 95% de los productos para El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua; el MERCOSUR, que ha establecido una unión aduanera entre los países de Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay y Chile, y que contempla la próxima incorporación de Bolivia, Venezuela y eventualmente Colombia, Perú y Ecuador, con lo cual este gigantesco mercado pasa a constituir un bloque equiparable a la Unión Europea o al NAFTA que constituyen Canadá, Estados Unidos y México. Mas allá de estos acuerdos regionales en el Mundo Occidental, las naciones han logrado, luego de siete años de negociaciones, en la Ronda Uruguay del GATT, la creación de la Organización Mundial de Comercio, en 1993. En esta octava ronda de negociaciones se logró incorporar el tema agrícola y en el Acuerdo Agrícola de Marrakech, ciento veinte países se pusieron de acuerdo para eliminar aranceles y barreras de acceso de los productos, en tres actos dirigidos a convertir en arancel todos los impuestos, cargos y barreras establecidos a

las importaciones; establecer mediante negociación un ritmo a velocidad de desmontaje y a eliminar las protecciones sanitarias, principalmente y las de la llamada Caja Ambar que comprende apoyos cuya eliminación gradual no debe pasar de diez años, tales como precios de sustentación, bandas de precios, subsidios a insumos y maquinarias, a obras de infraestructura, a combustibles y otros rubros similares. Pero también se eliminan las subvenciones y protecciones a las exportaciones tales como los pagos y premios por volumen exportado, colocación de productos en los puertos a precios inferiores al del mercado, deducciones de impues- tos, subvenciones a productos asociados a las exportaciones como empaques, etiquetas, maderas, etc., tarifas preferenciales de transporte público y subvenciones a la conservación, seguros y otros servicios de apoyo.

Este cambio tan profundo, trae como consecuencia impactos muy signi f icat ivos en el mercado mundial que afectaran de diversas formas manera a los países por diversas como un aumento generalizado de los precios al consumidor, por traslado de costos, aumento de las exportaciones hacia los

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países desarrollados, por la eliminación de barreras, la identificación de nuevos espa- cios de demanda de consumidores de alto nivel de ingreso como frutas, productos orgánicos libres de contaminación, verduras, flores, delicateses, etc.; mayores requerimientos del consumidor demandante en higiene, sanidad, presentación, calidad de los productos, empaquetado, estandarización, alta elaboración del producto primario, y en general niveles de caracterización, que permitirán llegarle al consumidor para que satisfaga sus gustos y exigencias. Pero también se abrirán nichos de producción privilegiados debido a especiales condiciones agro- ecológicas de regiones y microregiones para determinados rubros y altos requerimientos de inversión de capital en explotaciones intensivas en rubros como vinos, flores, frutas, especias, etc. En general la comercialización de los productos se globalizará y los países a su interior, se verán en la obligación de fortalecer la producción y la productividad de aquellos rubros en los cuales tengan ventajas comparativas por razones naturales, de localización, de mano de obra, etc., y sacrificar la producción de aquellos otros que no logran competir favorablemente en el mercado con los de otros países, como

por ejemplo el duraznito de la Colonia Tovar frente al hermoso melocotón de los países templados o aún, cultivos masivos como el maíz, con rendimientos tropicales que nunca pasarán de unos tres a cinco mil kilos en promedio, frente a las diez y más toneladas de las zonas templadas ecológicamente más aptas para ofrecer estos rendimientos.

Todos estos efectos, obligan a los países a un esfuerzo especial de investigación, capacitación y desarrollo para conquistar mercados, para visualizar la agricultura no como un proceso primario sino como una cadena que hay que atender hasta el consumidor final y requiere de nuevos enfoques en el papel de los centros de investigación, enseñanza y extensión de los países, para establecer una nueva estrategia de desarrollo de la agricultura ampliada, con una visión renovada técnica y gerencialmente y con un enfoque de planificación y participación local, donde la cuenca agro- ecológica y los niveles des- centralizados de decisión cobran protagonismo frente al viejo modelo estatístico, centralista y burocratizado que ha caracte- rizado esta larga etapa de proteccionismo y de barreras que está haciendo añicos la globalización.

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También es necesario evaluar los resultados que estos procesos globalizantes han logrado y los efectos e impactos desiguales que han tenido en países con grados de desarrollo diferentes y con tamaños de sus economías muy desiguales. No cabe duda, de que junto con los efectos positivos logrados en muchos campos de la actividad humana, también es un hecho que en las últimas décadas se ha incrementado la pobreza, se han producido crisis económicas recurrentes en muchos países y olas de crisis financieras que han afectan la estabilidad y la confianza en los signos monetarios nacionales, provocan la salida de capitales, la fuga de divisas, la devaluación de las monedas y con ello, el empobrecimiento de la población, desempleo creciente y turbulencias políticas y sociales. Los impactos de la globalización sobre el agro latinoamericano se han constituido en motivo de preocupación de los organismos internacionales. Es así como en una reciente reunión de reflexión celebrada en Washington (Escudero y Pensado. 1.998) se consideró "que durante los años noventa, se ha abierto una fase de recuperación del crecimiento del sector silvoagropecuario y agro- industrial de la región (América Latina y El Caribe). Sin embargo,

la presencia de profundas desigualdades, en términos de la dotación de capitales y recursos entre localidades, zonas, países y regiones en América Latina y el Caribe, representa un gran desafío para elevar la competitividad, con miras a alcanzar un real desarrollo eco- nómico y social de la agricultura y el medio rural”, Para compensar esas desigualdades recomiendan "ofrecer acceso a mejores niveles de desarrollo humano" con "una política sectorial indispensable para reforzar el aprovechamiento de las oportunidades que emergen y para hacer frente a las modificaciones que se presentan por la acción y los efectos de múltiples variables económicas, sociales y naturales, tanto de carácter endógeno, como de carácter exógeno, que inciden en el devenir del medio rural" Tales políticas "deben ser de un nuevo tipo y en ellas las dimensiones espacial-regional y político-social deben cobrar mayor relevancia." y agregan: "no es posible establecer recetas exclusivas, razón por la cual el diseño de políticas y el combate contra la pobreza ahora se inscriben en propuestas específicas y apro- piadas a las circunstancias y modalidades de cada país y región" y agregan que "la acumulación de capital social es

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fundamental para garantizar un desarrollo sustentable, basado en el aprovechamiento de la experiencia cultural y las formas sociales organizativas de los productores rurales para elevar la participación de los actores sociales rurales en el diseño, discusión y toma de decisiones; para potenciar la innovac ión tecno lóg ica apropiada a las necesidades locales; para resolver problemas relativos al bienestar social; para cambiar instituciones de manera que lleguen a ser más eficientes, descentralizadas; y sobre todo para generar oportunidades de desarrollo sustentado en el incremento de la productividad y la competitividad requerido por el contexto predominante de globalización, integración y libre comercio". Tales expresiones entrecomilladas, reflejan la síntesis de un conjunto amplio de documentos presentados por los organismos internacionales citados, las cuales expresan la magnitud de su preocupación e interés por darle a estos procesos un rostro humano y por corregir las profundas desigualdades que en vez de reducirse, se han venido agrandando, entre pobres y ricos y entre países en vías de desarrollo y desarrollados, todo lo cual debe conducir a una segunda genera- ción de medidas de política agrícola que compensen y

equilibre el desarrollo agrícola y rural de los países. 3. Cambios y transformaciones

de la agricultura. En esta perspectiva, es necesario tener una visión integrada de la agricultura y de la ruralidad, pues es necesario visualizar la actividad agropecuaria dentro de un marco ampliado. Ella no es una actividad aislada en el campo; por el contrario, su destino depende tanto del entorno internacional que se ha sintetizado, como del entorno nacional que afecta directamente la actividad sectorial a través de las políticas macroeconómicas, tecno- ógicas, sociales, ambientales, laborales, etc., y en un marco mas restringido con la sociedad rural dentro de la cual la agricultura es una actividad principal; pero no exclusiva. Muchas personas suelen asociar erradamente, agricultura como campo y medio rural, sin tener en cuenta que así como existen las áreas urbanas con las ciudades en las cuales tienen lugar un sin fin de actividades de la más diversa naturaleza, eso mismo ocurre en el medio rural, en donde lo agrícola se extiende a lo largo de la cadena productiva, agroindustrial y comercial, pero donde también se ubican actividades industriales no agríco- las, de transporte, servicios,

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comercio, gobierno, turismo, cultura, deportes, etc., como corresponde a toda sociedad integrada y es dentro de esta visión integral que debe visualizarse la actividad agrícola. Dentro de esta visión (IICA, 1.996) es necesario tener en cuenta que están ocurriendo cambios muy acelerados que obligan a las unidades productivas a modificar el énfasis de los enfoques de desarrollo y de las políticas para visualizar la agricultura mas que como un conjunto de unidades productivas, como sistemas de producción en los cuales se articulan en una cadena interdependiente las diversas actividades económicas que generan valor agregado a la producción primaria en procesos de transformación y distribución; de tal manera que el destino de los distintos componentes está íntimamente relacionado y donde la eficiencia, el éxito y la competitividad del conjunto depende, de acuerdo con la Ley del Mínimo, del eslabón mas débil y dentro de éste de aquellos componentes identificables que afectan la eficiencia del sistema en su conjunto. De tal manera, que tanto el diagnóstico como las políticas y los programas para la competitividad ya no se pueden tratar como de un rubro

determinado sino en el marco del "circuito" o "cadena" que contempla todas los pasos de ese producto o conjunto de ellos hasta llegar como producto elaborado al consumidor final. Ello obliga a repensar los llamados "gremios" y "asociaciones" por rubro que muchas veces contraponen los intereses de productores primarios, agro industriales y comerciantes en una línea determinada en cicuns- tancias que su destino final está íntimamente ligado y fatalmente dependiente. Tampoco se puede concebir la actividad agrícola como de unidades de producción aisladas, de pequeños y medianos productores que independientemente acceden al mercado puesto que este esquema conduce inexorablemente a la quiebra ya que la finca depende de tantos factores que individualmente es vulnerable y requiere de vínculos organizacionales con la industria, con corporaciones, em- presas y organizaciones de comercio e incluso empresas transnacionales que le garanticen la segura colocación de sus productos y un suministro oportuno de insumos de la calidad apropiada. Pero también la explotación tiene que asumir su proceso productivo desde la perspectiva del mercado, pues

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no puede caprichosamente decidir que producir, cómo producir y cuánto producir sin tener en cuenta quién le comprará la producción, cuáles condiciones de calidad, peso, tamaño, grado de maduración y o t ras especificaciones de textura, olor, sabor, humedad relativa, etc., son requeridas de su producto para garantizar un cupo seguro, una oferta estable de una materia prima que está destinada a un proceso industrial con caracterizaciones determina- nadas. Este requisito, supone la selección de las semillas apropiadas, de un arreglo técnológico que conduzca a ese resultado, de un control del proceso de producción, de un "momento" de cosecha, y de labores de limpieza, clasificación, desinfección, empacado y trans- porte con "estándares" de calidad que están asociados con el precio. Es necesario, igualmente, concebir el proceso productivo, en el marco no tanto ni sólo de una demanda local, regional o nacional, donde el productor decide, sin consultar y negociar el destino final de su producto, producir un bien determinado. Hoy por hoy, la producción de la finca está asociada de muchas formas al mercado mundial, a la oferta y a la demanda inter-

nacional. Aun cuando el agricultor no lo perciba, su producto puede ser objeto de un proceso de exportación y ser colocado a miles de millas de su finca; pero también puede ocurrir que un producto de mejor calidad que el suyo, compita venta- josamente en la localidad inmediata a la finca, siendo desplazado del mercado que parecía seguro y natural, por aquel rubro que llegó igualmente de miles de millas de distancia, de otro país o aun de otro continente. Se trata ahora, con base en los acuerdos de la OMC, de que ya los mercados dejaron de ser domésticos y exclusivos de los productores nacionales y forman parte de un mercado inter- nacional en el cual no hay barreras o hay aranceles muy bajos y donde las restricciones para arancelarias han sido reducidas y las restricciones sanitarias están sujetas a determinadas regulaciones jurí- dicas internacionales, que obligan a los países a aceptar la competitividad de los bienes y donde éstos, mas que materias primas básicas, llegan de un país a otro como al imentos y productos manufacturados con especificaciones de calidad, de acuerdo con estudios de demanda y preferencias de los consumidores.

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En estos nuevos escenarios, las materias primas que se demandan llevan el signo de la diferenciación, tamaño, peso, color, sabor, consistencia, grado de maduración, densidad, humedad, porcentaje de determinados componentes activos, todo lo cual define la calidad del producto final que constituye la imagen de mercado con el cual se coloca y ello conduce a tener este perfil cuando se programa el proceso productivo. En muchos casos, se trata de "capturar un nicho de mercado", en un país, en un sector de consumidores que tienen una demanda especial determinada por sus gustos y preferencias y con quienes es necesario concertar previamente el suministro en cantidad y tiempo oportuno. Dentro de este nuevo enfoque de las unidades productivas, han surgido nuevos conceptos sobre la composición del capital. Tradicionalmente se ha hablado de que los factores de producción son la tierra, el trabajo y el capital. Una estrategia apropiada para combinar estos recursos, es justamente orientar el énfasis en aquellos factores que el productor tiene en mayor abundancia, como en el caso de Venezuela: la tierra y la mano de obra, que en muchas regiones constituye un factor

abundante, pero la combinación de estos factores y su manejo para lograr los productos apropiados requieren cada día de un grado mayor de capacitación humana. Es la persona humana, como centro del qué hacer de la unidad de producción, el elemento estratégico para lograr los productos que cumplan con las nuevas exigencias. Por eso hoy día se habla de capital humano en el sentido de que lo esencial para insertarse en los nuevos procesos productivos no es tanto ni sólo el capital financiero, el crédito, o el capital en activos fijos, como la maquinaria y los equipos, a los cuales estamos tradicionalmente acostumbrados. Muchas veces el endeudamiento de la unidad de producción, que se hace para ser invertido en obras que no influyen decisivamente en el proceso productivo y el sobre equipamiento de las fincas, más bien suele provocar la quiebra del agricultor. Es por ello que, cuando se habla de capital humano se refiere a gestión, a gerencia, a conocimiento técnico de los procesos productivos, habilidades y destrezas para manejarse, conocimiento de los mercados y de los mecanismos de comercialización, al dominio de la información y muy especialmente

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de la información "en tiempo real", la información sobre hechos y tendencias que van surgiendo casi instantáneamente en los grandes centros de tráfico comercial, de control del comercio, de poder económico y político. Se trata de que el nuevo productor debe ser un hombre profundamente informado y capaz de analizar tal información y de reaccionar frente a la información que recibe con inteligencia en un ambiente signado por el riesgo y la incertidumbre; pero también se trata de que los trabajadores vinculados al proceso estén capacitados y sean hábiles para comprender sus roles y responsabilidades pues el nuevo concepto de competitividad involucra el esfuerzo conjunto de quienes generan el producto tanto a nivel de finca como de agroindustria y distribución final; todo lo cual supone que la mentalidad de los agricultores- empresarios-trabajadores debe ser muy abierta, muy flexible, muy negociadora y con una propensión al diálogo y a la búsqueda de soluciones conjuntas entre todos los miembros de la cadena productiva y muy dispuestos a capacitarse para comprender la complejidad de los procesos de producción ampliados. Finalmente, es necesario destacar que el agricultor debe hacer un énfasis especial en la conservación

del medio ambiente. Este requisito, constituye hoy día, uno de los retos de la agricultura moderna. El impacto ambiental causado por la llamada "revolución verde", donde se usó y abusó de los productos químicos, de la mecanización y de muchas otras técnicas expoliadoras de los recursos naturales para lograr las máximas productividades con miras a satisfacer el hambre de un mundo en crecimiento acelerado, ha sido tan profundo y ha provocado un deterioro tan grande en el largo plazo, de los recursos naturales y de las propias potencialidades produc- tivas de la tierra, que ha obligado a la humanidad a un cambio en la orientación de esta tendencia para dar énfasis al uso de tecnologías ambientalmente seguras, que convivan con la naturaleza, que conserven el recurso para las generaciones futuras y que reduzcan en lo posible el gasto de energía fósil, que por ser cara y escasa, eleva los costos de producción. Muchos desequilibrios ecológicos están generando deterioros, como la degradación de los suelos, la deforestación de grandes masas de bosques, la perdida de biodiversidad, con la desapa- rición (para siempre) de miles de especies de flora y fauna, la destrucción de cuencas y paisajes bióticos, contaminación

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de la atmósfera, de suelos y aguas con desechos químicos; todo lo cual está provocando impactos globales irreversibles, como la destrucción de la capa de ozono, lo cual permite el ingreso de radiaciones nocivas para la vida en la tierra, el recalentamiento de la misma, el progresivo elevamiento del nivel del mar ocupando tierras continentales, cambios climáticos que afectan la vida de muchas especies cuyos nichos ecológicos se han visto seriamente dañados, la reducción y aun desaparición de especies piscícolas, todo lo cual ha puesto en riesgo no solo la producción de alimentos, sino también la vida del mundo futuro y la propia condición humana. Esta dramática situación obliga a realizar cambios en los sistemas de producción, a modificar la tradicional intervención de los ecosistemas e introducir técnicas y métodos que garanticen seguridad ambiental. La mínima labranza, el control biológico de plagas, la combinación apropiada de cultivos y animales, la rotación, la programación de siembras y cosechas en armonía con los cambios climáticos, la maxi- mización del aprovechamiento de la energía radiante, base esencial de la fotosíntesis, la cobertura vegetal durante todo el año en nuestras condiciones tropicales,

para mejorar la productividad por superficie y por año, el uso de material genético apropiado y muchas otras prácticas, muchas de ellas tan viejas como la humanidad, por estar en el origen mismo de la civilización, desde que el hombre inventó la agricultura, son posibles de combinar con otras tan contemporáneas como esas que se asocian con la electrónica, la informática, la telemática, etc., las cuales pueden constituir una combinación recomendable para mejorar la producción y la rentabilidad del agricultor sin agredir al ambiente. Como podemos ver, en los albores del siglo XXI el agricultor está enfrentado a la necesidad de cambios profundos en su comportamiento, en sus actitudes y aun en su estado emocional para asumir transformaciones muy profundas que requieren de la presencia de un "hombre nuevo", que asuma estos retos con confianza, con propensión al riesgo, con disposición para integrar esfuerzos en un mundo que por haberse globalizado ha replanteado el concepto de la competitividad como el esfuerzo del país en su conjunto, desde el enfoque de un proceso integral, estructural, sistémico y dinámico que fortalezca todo el aparato productivo del país en su

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conjunto, mejorando las cadenas productivas de cada rubro para conservar los mercados exis- tentes y lograr otros nuevos, elevando el bienestar de la sociedad en un ambiente de equidad, de libertad, de paz y de justicia. Este enfoque amplio de la agricultura, conduce, como ya se indicó, a asociar los cambios y las transformaciones en la misma con los requeridos en el medio rural en la cual esta actividad humana tiene lugar. Una estrategia de desarrollo rural. 1. Un concepto integral. El espacio rural constituye un sistema integrado por compo nentes naturales, sociales, culturales, económicos y políticos en una dimensión histórica y geográfica, que en su conjunto permiten explicar la evolución de los hechos y definir una estrategia coherente para impulsar un programa de acción. Es en esta perspectiva (Quevedo, 1.994) en la cual puede ubicarse una estrategia que tiende a mejorar la agricultura y las condiciones de vida en el campo, que debe ordenarse dentro de un amplio programa de desarrollo rural que

involucre al país en su conjunto y que abarque una gama de líneas de acción complementaria que facilite la transformación de la sociedad rural para poder erradicar los factores deter- minantes de la situación actual de marginalidad y depresión. 2. Nuevo enfoque del

desarrollo rural. En esta perspectiva, es posible diseñar una estrategia que, si bien puede resultar más compleja y amplia en su ejecución, pudiera también obtener resultados más contun- dentes y sostenibles en el largo plazo. A tal fin, es necesario tener en cuenta los nuevos enfoques, que a la luz de la experiencia obtenida en las últimas décadas, se han ido estableciendo a fin de evitar el fracaso o la frecuente regresión que han evidenciado muchos proyectos con enfoques lineales o unilaterales para abordar situaciones complejas, que, como los de la agricultura y el desarrollo rural, tienen variables históricas, sociales, económicas, políticas y culturales. A este respecto se recomienda adoptar una estrategia que considere aspectos como los siguientes: a) Un concepto integral de desarrollo, con una visión global del mundo y de la vida en la sociedad rural, considerando sus

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valores culturales, la condición integral de la persona humana que para realizar su dignidad requiere satisfacer plenamente sus necesidades de alimentación, vestido, vivienda, educación, capacitación, salud, recreación y crecimiento personal en un ambiente de bienestar general donde la convivencia social se base en la paz, en la solidaridad, en la justicia y en la búsqueda del bien. Se trata, por lo tanto de lograr un ambiente en el cual las comunidades rurales y las personas dentro de ellas tomen consciencia de su condición humana, de sus valores, de sus aspiraciones y objetivos y se organicen para buscarlos teniendo en cuenta sus posibilidades, sus recursos y sus propias vías de realización de acuerdo con las condiciones que caracterizan los ambientes donde se desenvuelven sus vidas y su interacción con otros ambientes urbanos en una relación que ya no es separada, ni aislada, sino interdependiente e interactuante. b) Un enfoque participativo de todos los procesos de tal manera que los proyectos y actividades a desarrollar surjan del diálogo, de la consulta y negociación entre los participantes de las comunidades. Se trata de garantizar que las iniciativas del

desarrollo rural reflejen la deman- da generada por la población y la definición de prioridades, las formas de realizar los proyectos, la organización de la población para echarlos a andar, los métodos y técnicas, la asig- nación de recursos, el seguimiento de la ejecución y la evaluación de resultados formen parte del quehacer de la población. No se trata de un proceso de participación para la ejecución de un proyecto específico, sino más bien de una forma de vida y de trabajo que trascienda las actividades particulares y constituya parte del sistema de relaciones, de liderazgo y de toma de decisiones a fin de que los compromisos adquiridos por la población rural constituyan una base segura y estable del quehacer social. c) Un esfuerzo por desencadenar un proceso de auto gestión mediante la incorporación de un programa de capacitación que facilite la adopción de conoci- mientos, habilidades y destrezas en la población que contribuyan a reforzar su aptitud para asumir responsabilidades, tomar deci- siones y realizar actividades productivas que consoliden el auto estima de la gente, la superación de la ignorancia, el respeto por sus tradiciones,

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costumbres, valores y en general su cultura, de tal manera que se fortalezca la identidad personal en su entorno histórico y su grupo social. d) Una concepción del medio rural como parte de la sociedad, en la cual pueden tener lugar todas las manifestaciones de la naturaleza humana, superando el estrecho enfoque de asociar al hombre del campo con la condición de agricultor, que en definitiva es una de sus posibles vocaciones, pero donde, al igual que en la ciudad, las personas tienen aspiraciones de realización muy diversas, tanto en el campo de la producción, donde no todos deben ni pueden ser agricultores, sino también agentes de desarrollo en la industria, el comercio, los servicios, el turismo, etc., así como también en actividades de carácter social, cultural, político, recreacional, y de cualquier otra índole lícita que permita complementar la actividad agrícola y fortalecer las condiciones de vida, mejorar el ingreso de la población y crear alternativas de trabajo y organización que por sí mismas constituyan un estímulo al desarrollo personal y también un control social a la realización de actividades ilícitas.

e) Una visión del desarrollo rural desde la perspectiva de la familia, incorporando en el tratamiento de las acciones de desarrollo rural al niño, al joven, al adulto y al anciano y dentro de ellos, en sus dos géneros: masculino y femenino, a fin de superar la frecuente y muy común actitud de trabajar con algunos sectores y actores, con lo cual se limita el impacto de los programas y el compromiso de todos, especialmente en el largo plazo, cuando niños y jóvenes se convierten en los nuevos actores del medio rural y cuando, además del hombre, la mujer logra un papel protagónico en el quehacer económico y social. f) Una actitud que facilite el comprender que no existe enfoques o fórmulas únicas generalizables para el desarrollo rural de un país y menos de una región, ya que la población rural, como ocurre en toda sociedad, no es homogénea sino heterogénea y no es unívoca sino plural, diversa y variada en su forma de ser, en sus concepciones, vocaciones y actitudes frente al mundo y a su propia vida. Esta situación también ocurre con los paisajes fisiográficos, con los eco- sistemas, con las cuencas agroecológicas que caracterizan el medio rural y del mismo modo suelen ser diversas sus

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costumbres, valores, manifes-taciones culturales y artísticas, todo lo cual requiere la necesidad de comprender esta diversidad como parte de la realidad, a fin de otorgar un tratamiento diferencial a los programas y acciones que se vayan a emprender, de tal manera que consideren esta variante realidad de un área a otra, de una zona a otra y de un país a otro. Esta condición del medio rural conduce igualmente a la necesidad de descentralizar los programas y las acciones a fin de que los mismos puedan tener la autonomía necesaria como para generar, dentro de un objetivo general común, iniciativas adaptadas a las propias condiciones en las cuales se desenvuelve la acción, con la agilidad administrativa que se deriva de la existencia de centros locales de decisión y de una dinámica propia que permita la sostenibilidad del desarrollo mas allá de las dificultades y obstáculos que puedan surgir en otros lugares, manteniendo en vez de líneas de mando verticales, líneas de coordinación, información y seguimiento que faciliten el apoyo requerido para fortalecer un desarrollo con un grado importante de autonomía.

g) La voluntad política de los Gobiernos para evitar la dispersión del funcionariado que realiza el apoyo técnico y administrativo en el campo. Es muy común la existencia de un numeroso y muchas veces calificado personal profesional, dependiendo de diversos entes públicos, con visiones y misiones muy diferentes, estrategias de acción y programas que se suelen yuxtaponer y hasta contrariar y competir y en muchos casos enfrentar, generando tensiones, contradicciones y resultados mas bien negativos a los propuestos y en todo caso fuentes de ineficiencia y altos costos en la ejecución de las acciones de desarrollo. Es necesario concentrar esfuerzos y recursos para lograr su mejor aprovechamiento y para canalizar de manera coordinada los apoyos profesionales y técnicos que el desarrollo rural requiere, todo lo cual plantea la conveniencia de integrar los equipos humanos que trabajan en una misma zona, cuenca o área agroecológica, no tanto mediante la unificación de las líneas de mando, lo cual suele resultar difícil de lograr debido a las restricciones administrativas y jurídicas que muchas veces existen, pero sí mediante líneas unificadas de programación, coordinación, evaluación y seguimiento así como meca-

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nismos de negociación, conve- nimiento e información que faciliten la compatibilización de las acciones, la cooperación y el trabajo en común en las tareas del desarrollo. 3. Una estrategia de desarrollo

rural. En la perspectiva ya señalada, se impone la necesidad, igualmente, de resolver un conjunto de prerequisitos que permitan dinamizar el desarrollo rural y crear condiciones positivas para inducir los cambios. Tal intervención, en la cual tienen que participar los factores de poder de carácter nacional parecen indispensables para poder impulsar un nuevo orden en la sociedad rural en el cual existan condiciones para lograr su modernización y competiti- vidad. En esta línea estratégica se pueden destacar aspectos como los siguientes: a) Liberar el mercado de las tierras, a fin de garantizar al productor la propiedad plena, pura y simple de su explotación, ampliando en cuanto sea posible el acceso a la misma a los pequeños productores y otor- gando la seguridad jurídica e institucional necesaria, para que esta constituya la base de la estabilidad económica y social del productor, estimule la inver-

sión privada en el medio rural y supere el alto grado de conflictualidad y de tensión social que ocurre en el campo como consecuencia de litigios y confrontaciones por un pedazo de tierra. b) Fortalecer la actividad económica fuera de la actividad agrícola, para promover el empleo y mejorar el ingreso de la población otorgando acceso al trabajo remunerado a quienes no son dueños de tierra ni se dedican al trabajo agrícola o bien que pueden complementar el trabajo agrícola con otra fuente de ingreso mediante el trabajo fuera de la actividad agrícola en los períodos de baja utilización de la mano de obra en la agricultura. El aprovechamiento de la mano de obra en programas de instalación de la infraestructura rural, además de generar empleo permite la creación de una positiva atmósfera de opinión y una actitud favorable de la población a los cambios, en la medida en la cual, las obras que se acometan con inversión pública respondan a la demanda mas sentida de la población y se ejecuten respetando los criterios y nuevos enfoques ya señalados. Un programa negociado con las comunidades para obras de viali- dad y transporte, riego y drenajes, vivienda, equipamiento para la

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salud y la educación y la recreación de la población son indispensables. c) La principal inversión debe concentrarse en la calidad de vida de las personas que viven en el campo. Uno de los nuevos paradigmas del desarrollo empresarial destaca la impor- tancia de la inversión en recursos humanos. Para que el hombre viva dignamente y de manera utilitaria. Para que el hombre pueda expresar su capacidad productiva, es indispensable que goce de buena salud, que reciba una alimentación balanceada y que tenga acceso a una educación que le permita acceder a las fuentes modernas del conoci- miento mediante el aprovecha- miento eficaz de los medios de comunicación e información a su disposición. Este es un requisito para la competitividad de la población rural en un mundo signado por la apertura y la globalización. El mejoramiento de la calidad de vida de la familia rural, implica un esfuerzo tremendo de sanea- miento ambiental, de dotación de servicios básicos de salubridad como servicios de acueducto, eliminación de aguas servidas, protección frente a plagas y enfermedades endémicas y electricidad, todo ello ligado a una

vivienda decente; pero también supone un acceso de los niños y de los jóvenes a la escuela y la alfabetización de aquellos adul- tos que no tuvieron acceso a la misma. Implica la vinculación de la educación con el trabajo y la capacitación para promover conocimientos, habilidades y destrezas que mejoren el desem- peño laboral. d) Fortalecer los esfuerzos de los países en aquellos rubros que presenten ventajas comparativas y competitivas de acuerdo con la dotación de recursos, condi- ciones agroecológicas y cultu- rales del país, especialmente hacia el mediano y pequeño productor que constituye la base social de la población rural, en aquellos cultivos que tienen una tradición histórica en el país y que por sus características tienden a maximizar el aprovechamiento de los recursos disponibles en abundancia, tales como energía radiante durante todo el año, tierra, mano de obra, experiencia del agricultor, tradición cultural y conocimiento tecnológico, y en general una actitud del productor en la cual el mismo está en condiciones de participar en todo el proceso, tomar sus propias decisiones e incorporarse a un sistema integrado de producción y mercadeo. En este contexto, el

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esfuerzo del Estado tiene un efecto multiplicador de la economía agrícola y el productor tiene una mayor garantía de poder competir con éxito y lograr una rentabilidad para cubrir sus costos de producción, sus gastos familiares y ahorrar o capitalizar en su propia explotación. e) Promover la diversificación de actividades agrícolas consti- tuye una orientación esencial para reducir riesgos y facilitar el aprovechamiento pleno de los recursos disponibles por el poblador rural. El agricultor generalmente dispone de su mano de obra durante todo el año y de limitados espacios de tierra en los cuales una agricultura especializada no siempre tiene la mayor garantía de éxito porque sus índices de rentabilidad se asocian también a la escala o dimensión de la explotación y a determinadas tecnologías muchas veces altamente costosas; por lo cual, para muchos productores la alternativa de una granja ampliamente diversificada donde se aproveche al máximo la energía radiante mediante una cobertura vegetal durante todo el año, con diversos cultivos que puedan convivir en una complementariedad de espacios y épocas del año, puede contribuir a generar una mayor productividad global por año, por

superficie y una variada fuente de alimentos para el consumo familiar y local, tal como lo practican poblaciones indígenas y de campesinos en muchas regiones de América. La agricultura diversificada consti- tuye una base más sostenible para la conservación de los recursos naturales y para sostener también la alimentación de la población campesina, logrando un mayor arraigo del hombre con la tierra, por lo cual esta alternativa debe ser considerada y consultada con la población local como parte de una nueva estrategia de desarrollo. f) Se requiere una nueva estrategia de investigación dirigida a identificar las limitaciones que frenan la competitividad de los cultivos, pecuarios y especies forestales que pueden ser explotadas económicamente por los productores, a desarrollar programas que permitan ofrecer soluciones propias, probadas en el campo bajo condiciones reales, respondiendo a prioridades surgidas del diálogo permanente entre productores; e investigadores y realizada en las propias unidades de producción de los interesados. Todo lo cual supone también, una nueva relación de compromiso entre productores e investiga- dores que no sea meramente declarativa, sino donde los

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investigadores y productores se consideren asociados en el interés y el esfuerzo propuesto, con incentivos económicos y una real participación en los beneficios obtenidos. g) La extensión agrícola, como programa estructurado de capacitación y transferencia tecnológica al productor agropecuario, debe ser igualmente descentralizada y contratada por las comunidades, sus organizaciones locales y municipales y referida a la cuenca agroecológica dentro de la cual tiene lugar la actividad productiva. Esta actividad debe constituir, al igual que la investigación, una labor comprometida con los propios productores, en la cual éstos puedan ejercer una acción de supervisión mediante sus instancias civiles locales y donde los extensionistas estén conscientes de que el mejora- miento de las condiciones productivas y de la rentabilidad también se vincula con su remuneración. Este concepto de extensión descen- tralizada, en funcionamiento en países como Colombia y Venezuela, se vincula a la gestión de los municipios como instancias administrativas de carácter público más cercanas al productor, a las cuales se le

delegan todas aquellas atribu- ciones o competencias del poder ejecutivo nacional requeridas para que se puedan concentrar en el Municipio las funciones de planificación y control que suelen corresponder a las instancias nacionales y que resultan mas eficientemente ejecutadas desde el nivel local, en los propios escenarios donde tiene lugar la producción agropecuaria. Una red de coordinación, comuni- cación, información y capacita- tación en el ámbito nacional es necesaria para dar apoyo al esfuerzo local y fortalecer la capacidad científica y tecnoló- lógica de los profesionales que trabajan directamente en el campo. h) La promoción de las actividades económicas no agrícolas constituye la base fundamental del desarrollo rural moderno. La concepción de que quien vive en el campo debe ser necesariamente un agricultor, ha dado paso a un nuevo enfoque de ruralidad donde se concibe la actividad agropecuaria como una cadena productiva que incluye la producción primaria, el procesa- miento o transformación de las materias primas y su distribución hacia los consu- midores en el marco de sistemas agroali- mentarios y rurales vinculados entre sí, donde la actividad

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económica generada en el circuito agroalimentario se complementa y articula con las actividades económicas de otros sectores en la industria, el comercio y los servicios y estas a su vez, con la dimensión social, cultural, política y ambiental. En esta visión globalista de lo rural, las actividades de pequeña escala juegan un papel excep- cional ya que pueden ser realizadas con limitadas disponibilidades de capital, utilizar plenamente la mano de obra familiar, aumentar el valor agregado de las materias primas, diversificar y mejorar las fuentes de ingreso de la familia rural, diversificar la actividad económica de los productores agropecuarios, ampliar su participación en el mercado, generando empleos indirectos en el comercio local y en la comercialización nacional y exportadora hacia nichos de mercado donde lo artesanal y lo hecho a mano, lo natural, lo orgánico y en general aquellos productos con una calidad diferenciada, logran excelentes precios y pueden constituir la base de la vida económica en una aldea o grupo de ellas en una cuenca agroecológica determinada. i) En este enfoque el mejoramiento del acceso a los mercados constituye un aspecto vital de la estrategia, ya que es la base para asegurar la colocación

de los productos locales de manera sostenida, todo lo cual supone un gran esfuerzo de capacitación de la población para dotarla de los conocimientos sobre las nuevas condiciones de mercado y los retos que se presentan con la apertura y la globalización en el marco de la Organización Mundial de Comercio, de los Acuerdo Multilaterales entre países y bloques de países, así como de las normas, procedimientos y reglas que rigen las nuevas relaciones económicas interna- cionales, así como las alternativas que ellas plantean para la colocación de mercan- cías. El pequeño productor rural necesita ser informado y entrenado en aspectos como la normalización de los productos, su control sanitario, la pre- sentación y empaque de los mismos así como el manejo de información de mercado para que pueda insertarse con alguna probabilidad de éxito en esta corriente de competitividad que moviliza al mundo de hoy. j) Diseñar y poner en práctica mecanismos de financiamiento rural que, como las cajas agrarias y otros instrumentos locales con la participación del ahorro de los propios productores, constituyan la base de un sistema de apoyo financiero que permita a gente de bajos ingresos iniciar pequeñas

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empresas y desencadenar el esfuerzo imaginativo y perse- verante del hombre del campo en la gestión de actividades que le generen empleo y riqueza local. Estos mecanismos de finan- ciamiento local permiten reciclar los fondos generados por el valor de la producción y delegar en la propia gente, en dirigentes locales seleccionados por los propios productores por su honestidad y buen criterio administrativo, la responsabilidad de manejar tales recursos, de decidir a quién y cuánto conceder de crédito, qué líneas, rubros o actividades financiar y realizar la supervisión y recuperación de lo prestado, frente a lo cual la autoridad moral y la ascendencia derivada del liderazgo, garantizan el uso adecuado y la recuperación de la cartera prestada. Tales meca- nismos por su flexibilidad, oportunidad y desburocratización tienen un éxito que ya ha sido comprobado en diversos pro- gramas y experiencias. k) La intensificación de los programas de alivio a la pobreza rural, deben formar parte del nuevo enfoque. En algunos países existen subsidios y transferencias directas a la población, los cuales muchas veces se limitan a las zonas urbanas, logrando un efecto contrario en las rurales, pues

mas bien estimulan una mayor migración a la ciudad y casi nunca llegan plenamente a las personas mas necesitadas del medio rural, quienes pueden ser, por ese estado de precariedad extrema, las primeras víctimas de quienes le ofrezcan vías ilícitas para superar el estado de necesidad en el cual se encuentran. l) Complementariamente con las actividades económicas es necesario adelantar programas de carácter social, cultural, recrea- tivos, religiosos y en general de todos aquellos que propendan a consolidar un ambiente de convivencia, de interrelación, de comunicación, de solidaridad, de organización y participación que conformen una trama social consustancial con valores y compromisos que sirvan de soporte a una participación y motivación conductual de la población en el seno de una sociedad integrada, con nexos y compromisos que orienten la conducta de sus miembros. m) El uso de tecnologías seguras desde el punto de vista ecológico y conocidas por el agricultor o bien innovaciones cuya naturaleza e impacto sobre el proceso productivo haya sido evaluado y discutido con los productores a objeto de que las

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mismas no vayan a constituirse en un mecanismo de distorsión y ruptura cultural o provocar un impacto negativo en el empleo de la mano de obra local o por sus costos, en la rentabilidad del cultivo. Este aspecto, que muchas veces ha sido desestimado en los programas de modernización o de promoción de la producción en áreas rurales, ha sido el responsable de grandes impactos de carácter negativo en la estabilidad de comunidades enteras, que se han visto afectadas por el cambio tecnológico y de amplias zonas que han resultado contaminadas en sus tierras y aguas por el uso de insumos agresivos al medio ambiente. La falta de una estrategia clara de los efectos e impactos de la tecnología en la agricultura ha sido responsable de grandes desastres en el equilibrio de la sociedad rural y responsable de grandes migraciones hacia las áreas urbanas, generando en la población rural una “disonancia cognitiva” que suele colocar a los productores al margen de las decisiones de su propia explotación, por desconocimiento del manejo de técnicas, métodos e insumos cuya operación resulta delegada en los especialistas, profesionales y técnicos de agencias públicas o privadas de desarrollo, que han sugerido o impuesto su implantación, con lo cual el

productor se margina del proceso productivo y termina en la quiebra de su negocio, la pobreza y la migración del campo donde se pretendía beneficiar. Conclusiones y Recomendaciones 1. Durante el presente siglo XX la agricultura se ha visto sometida a profundos cambios en sus sistemas productivos, en lo económico, político y social, que han afectado la estructura de la sociedad rural. 2. La actual concepción urbana, petrolera y minera de Venezuela ha conducido a una considerable reducción en la asignación de recursos para la agricultura y el desarrollo rural. 3. Una concepción restringida de lo rural como aquellas poblaciones de menos de 2.500 habitantes, todo lo cual se traduce en afirmar que apenas existe en el campo un 15 % de la población, ha generado igualmente una minusvalía de lo rural y una creciente reducción de los recursos y servicios asignados. 4. Las cifras más recientes revelan la importancia y trascendencia que la agricultura y la ruralidad continúan teniendo en el país y la fundamental participación en la producción de alimentos y materias primas de

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origen agropecuario que asegu- ran una proporción importante de la seguridad alimentaria del país. 5. Venezuela debe afianzar su desarrollo agropecuario en aquellos rubros para los cuales tiene ventajas comparativas, cuya identificación y potencialidades ha sido claramente formulada no solo por los agrólogos sino también por la experiencia y evolución histórica de los mismos: café, cacao, palma africana, coco, arboles frutales, caña de azúcar, arroz, ajonjolí, girasol, hortalizas, raíces y tubérculos, plátanos y cambures, frijol, pastos y ganadería, aves y algunos otros que maximizan las potencialidades tropicales de suelo y clima y aprovechan la energía radiante durante todo el año. 6. Los cambios que están ocurriendo en el mundo como consecuencia del fenómeno globalizante, implican transfor- maciones en la agricultura para adaptarse a esos nuevos escenarios en condiciones de productividad y competitividad; sin embargo, con base a las evaluaciones de los organismos internacionales, tal fenómeno requiere de una segunda generación de políticas agrícolas y rurales que tengan rostro humano y contribuyan a reducir la pobreza.

7. La agricultura debe ser vista en el concepto ampliado de cadena agroalimentaria, en cuyo marco no cabe ninguna duda que en vez del reducido 15 % al cual se refieren las estadísticas oficiales, esta sobrepasa el 40 % tanto de la población como de la actividad económica no petro- lera. 8. Un intenso programa de Desarrollo Rural es indispensable para restablecer el equilibrio en el ordenamiento del territorio nacional, que frene la continua migración rural urbana y que permita la consolidación de la sociedad rural; todo lo cual requiere de una gran voluntad política y de un plan de inversiones en armonía con la estrategia señalada. 9. A fin de garantizar la continuidad administrativa y de ejecución de un Programa a largo plazo de Desarrollo Rural, este debería formularse con el respaldo de una Ley Especial que garantice su realización más allá de las quinquenales alternabilidades gubernamentales. 10. El profundo impacto ecológico, económico y social, que está generando la explotación petrolera en grandes áreas rurales del país debería, como contrapartida, requerir de

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PDVSA una importante partici- pación en inversión y desarrollo en el campo venezolano. Bibliografia citada ARIAS, A; ALONSO, C; RODRIGUEZ, G. Y KRIÉS R. 1.997. Marco Global para el Desarrollo Agropecuario. El Caso Venezuela. II Foro Iberoamericano de Agricultura. Ed. MAC. 42 p. Maturín, Venezuela. BANCO CENTRAL DE VENEZUELA. (BCV). 1990. Series Estadísticas de Venezuela durante los últimos cincuenta años. Ed. Banco Central de Venezuela. Caracas. BANCO CENTRAL DE VENEZUELA. (BCV). 1.998. Mensaje de fin de año del Presidente del Banco Central de Venezuela. Ed. Página Web BCV (bcv.org.ve) Caracas, Venezuela. BANCO CENTRAL DE VENEZUELA. (BCV). 1997. Mensaje de fin de año del Presidente del Banco Central de Venezuela. Ed. Página Web BCV (bcv.org.ve) Caracas, Venezuela. BANCO MUNDIAL. 1.997. Venezuela: Selected Issues in Agriculture. Draft Ed. By David Nilson. WB. Caracas, Venezuela. ESCUDERO, G. y PENSADO, M. Reunión de Reflexión sobre el Agro Latinoamericano. BID-

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ESTRATEGIAS DE MULTIPLICACIÓN DE SISTEMAS SOSTENIBLES DE PRODUCCIÓN AGROPECUARIA.

PROPUESTA PARA LA CONSTRUCCIÓN DE GRANJAS INTEGRALES Y EL ORDENAMIENTO TERRITORIAL PARTICIPATIVO DEL SECTOR

RURAL EN EL TRÓPICO

Rubén Espinel M., Enrique Murgueitio R.5

Resumen Las estrategias de multiplicación de sistemas sostenibles de producción agropecuaria, que aplica la Fundación CIPAV, como propuesta para la construcción de granjas integrales y el ordenamiento territorial del sector rural en el trópico, son producto de la experiencia institucional adquirida durante más de doce años de investigación directa con productores medianos y pequeños, la asesoría brindada a diferentes entidades y comunidades campesinas e indígenas de Centro y Sur América, y el contacto permanente con entidades dedicadas a la investigación y desarrollo rural en el mundo. El deterioro ambiental y su efecto en la producción agropecuaria, unido a los errores en las políticas aplicadas para el crecimiento agropecuario de los países tropicales del tercer mundo, han dificultado el desarrollo adecuado de los Planes de Ordenamiento Territorial con la participación directa de las comunidades rurales.

5 Fundación Centro para la Investigación en Sistemas Sostenibles de Producción Agropecuaria -CIPAV- A.A. 20591 Cali, Colombia. Correos Electrónicos: [email protected] - [email protected]

Las tradiciones socioeconómicas y culturales de los pueblos campesinos, han permitido a éstos tener gran cantidad de saberes, que unidos a los conocimientos técnico- científicos de la cultura

occidental, generan otro nivel de conocimiento, que incrementa en las comunidades su capacidad de liderar los procesos de desarrollo sostenible de sus regiones, desde otro enfoque de manejo

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de sus sistemas productivos y de conservación de los recursos naturales, y desde otra óptica del crecimiento socioeconómico de su sociedad. Este anhelo se convierte en realidad, a partir de la aplicación de un sinnúmero de estrategias que se inician con la aplicación de algunos funda- mentos para la sostenibilidad en el ordenamiento territorial, basados en alternativas agroecológicas, el diálogo de saberes como base del proceso de capacitación-acción, un perfil de los agentes externos, adecuado al trabajo con comunidades rurales, y la aplicación de otras estrategias que induzcan la difusión de sistemas sostenibles de produc- ción, a partir de propuestas amplias y flexibles de educación, dirigida a profesionales del agro y a comunidades rurales, sin exclusión de género ni edad; y el impulso de proyectos piloto compuestos por ensayos, adapta- ciones e investigación aplicada. La viabilidad de la propuesta de estrategias para el desarrollo de Planes de Ordenamiento Territorial, depende de la claridad que haya sobre la necesidad de formular mecanismos de financiación apropiados a las condiciones locales. Palabras claves

Deterioro ambiental, fundamentos para la sostenibilidad, dialogo de

saberes, educación, proyectos piloto, mecanismos de finan- ciación. Presentación Institucional de la Fundación CIPAV La Fundación CIPAV - Centro para la Investigación en Sistemas Sostenibles de Pro- ducción Agropecuaria -es una Organización no Gubernamental colombiana conformada por una red de empresas agropecuarias, un grupo de 20 familias campesinas, en contacto per- manente con numerosos grupos de investigación en Colombia, América Latina, Europa y Asia, asociados con investigadores calificados que generan conoci- miento para solucionar problemas concretos.

CIPAV nació en 1986 ante la necesidad de generar alterna- tivas para el uso de la caña de azúcar, que enfrentaba entonces una grave crisis de precios en el mercado internacional. Un consorcio formado por siete entidades privadas y una estatal creó el Convenio Interins- titucional para la Producción Agropecuaria del Valle del Cauca, que desde sus comienzos busca alternativas productivas basadas en las ventajas ambientales y sociales y en los recursos que existen en los países tropicales. En 1992 fue

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constituida en Fundación, conser- vando sus tres ejes de acción: investigación, capacitación y divul- gación en sistemas agropecuarios sostenibles. La Fundación presta asesoría, capacita e investiga con campe- sinos e indígenas, y ofrece sus servicios a organizaciones e instituciones comprometidas con el desarrollo rural sostenible, en diferentes regiones de Colombia y otros países entre los que se destacan Ecuador, Venezuela, Costa Rica, Nicaragua, El Salvador, Guatemala, Honduras, República Dominicana, Cuba, México, Vietnam y Camboya. Mil personas por año se capacitan en CIPAV en distintas actividades docentes desde Maestrías hasta la modalidad de formación Campesino - Campesino que en la actualidad es la más exitosa. Así, en 1998 cerca de 300 líderes campesinos, 400 campesinos y 550 profesionales recibieron conocimientos de CIPAV en 21 departamentos de Colombia, que representan las cinco grandes regiones geográficas: Andes, Orinoquia, Caribe, Amazonia y Pacífico. Los principios que sustentan la oferta tecnológica y la cons- trucción de conocimientos nuevos necesarios para modi- ficar los sistemas de producción

sobre la base de utilizar las ventajas de los recursos locales del trópico, llegan cada vez más lejos y con mayor interés son aplicados para fortalecer la seguridad alimentaria local, abastecimiento de energía reno- vable, descontaminación de las aguas servidas, planificación y ordenamiento territorial, así como la generación de ingresos, empleos rurales a través de la producción de bienes primarios y servicios ambientales por parte de las comunidades campesinas e indígenas, y de empresarios agropecuarios medianos y grandes. El deterioro ambiental y su efecto en la producción agropecuaria Las acciones antrópicas que impulsan el crecimiento econó- mico del planeta han generado impactos ambientales negativos de gran trascendencia mundial, con efectos colaterales nocivos en constante creci- miento, incluso, en detrimento de las estructuras sociopolíticas tradicionales y los ecosistemas de los países del tercer mundo, que basan sus economías en la producción agropecuaria y la explotación de recursos naturales. Un ejemplo concreto de los impactos se refleja en la continua degra- dación de suelos que presenta el planeta, expresada en pérdidas por agua, por viento, por

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extracción de nutrientes con monocultivos sin rotación de suelos, cambio de pH, pérdida de materia orgánica, cambios

físicos del suelo incluida la compactación con maquinaria agrícola y sobre-pastoreo.

Cuadro 1. Degradación de suelos a nivel mundial

Tipo de degradación Hectáreas afectadas (millones) % afectado

Total de suelos degradados a nivel mundial.

1,965 15

Erosión por lavado 1,094 56

Erosión eólica 548 28

Pérdida de nutrientes 138 7

Salinización 79 4

Compactación 68 3

Otros daños 20 2

Fuente: Adaptado de (GLASOD PNUMA/ISRIC, 1991) En: Producción de alimentos e impacto ambiental t11-s.htm. FAO 1996. Documentos técnicos de referencia

La pérdida de 1 cm/ha/año de sustrato equivale a la desa- parición de 100 a 150 toneladas de suelo, factor que puede reducir hasta un 34% de rendi- miento productivo agropecuario. En el continente africano la erosión causa un menoscabo permanente estimado en el 9% del rendimiento de la producción agrícola, al tiempo que la desaparición de

vegetación por tala, sobre-pastoreo y sequías ha extendido el desierto otros 100 km. hacia el sur en Sudán. Mientras que la merma de nutrientes a nivel mundial abarca más de 135 millones de hectáreas, con África y América del Sur como los continentes más afectados (encuesta GLASOD PNUMA/ISRIC, 1991. En: FAO 1996).

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Figura 1: Historia Agropecuaria del Trópico Americano (Post-conquista) Bajo condiciones de manejo inadecuado de los recursos no hay duda que persisten el impacto ambiental, la inseguri- dad alimentaria y la pobreza; y es necesario enten- der que la pobreza se expresa en carencias ambientales, políticas, sociales o económicas, o en la mezcla de estos factores (FAO 1996) y que el adecuado desarrollo depende del equilibrio entre los componentes requeridos, sin olvidar el bienestar de las generaciones futuras. La transformación del sector rural a actividades compatibles con el desarrollo socioeconómico y la

protección ambiental, debe partir del reconocimiento de la diversidad de situaciones, actores involucrados e impactos sociales y ambientales, coincidiendo en forma total con la reconversión ambiental. La eficiencia econó- mica puede llegar a ser equivalente a la social y ambiental si las estrategias son ajustadas a cada situación particular y a cada región. También deben contribuir a atenuar los impactos generados sobre el agua, suelo, aire, energía y biodiversidad, y a la par, ampliar los beneficios sociales como capacitación,

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generación de empleo, oferta alimentaria y distribución de riqueza (Murgueitio E. 1998). Fundamentos para la sostenibilidad en el ordenamiento territorial. Alternativas ecológicas propuestas por CIPAV. Principios generales para la producción agropecuaria soste- nible en los trópicos, base estratégica utilizada por CIPAV para la construcción de sistemas integrales en diversos eco- sistemas. • Cerrar los ciclos de nutrientes al interior de los sistemas finca -granjas integrales-. Se da un fuerte énfasis a la conservación y el reciclaje eficiente de la materia orgánica como medio para estimular la actividad biológica del suelo. • Preferir los cultivos perennes mixtos frente a los cultivos de ciclo corto y a las plantaciones homogéneas. En todos los subsistemas de producción, desde la horticultura hasta la ganadería, son incorporados árboles, incluyendo varias espe- cies fijadoras de nitrógeno. • Incrementar la producción de biomasa. Una proporción de los pastos es reemplazada en forma gradual por cultivos para la nutrición humana y forrajes de

alta productividad. Los residuos de cosecha son empleados para proteger los suelos contra la escorrentía y para mejorar su estructura. • Fomentar la biodiversidad en los sistemas de producción. La diversidad estructural y taxo- nómica de las plantas en los agroecosistemas se promueve como medio para incrementar la producción combinada de los cultivos y estimular el control biológico de las plagas. Las plantas herbáceas, arbustos y árboles en múltiples estratos a través del ciclo de nutrientes contribuyen también a la estabilidad del suelo y a la vez soportan aves y artrópodos diversos. • Reducir el uso de insumos externos tales como pesticidas, fertilizantes y alimentos comer- ciales para animales. Poco a poco los insumos son reemplazados por recursos locales o regionales, disminu- yendo así los costos de producción y el impacto ambien- tal. • Eliminar la práctica de quemar la vegetación -cultivos, pastos, residuos de cosecha- porque toda la biomasa se usa para mantener la cobertura del suelo y evitar las emisiones de carbono a la atmósfera. Utilizar

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con eficiencia, reciclar y descontaminar el agua en las fincas a través de medios biológicos. Las plantas acuáticas cultivadas en pequeños canales se emplean para remover la contaminación orgánica, en un sistema que genera sub- productos útiles como abono verde, lodos de alta fertilidad y alimentos para animales. • Disminuir el costo de las actividades agrícolas y la dependencia hacia el crédito y aprovechar la mano de obra familiar local o regional. • Reducir el área requerida por las actividades productivas. Con la intensificación de la agricultura y la producción pecuaria en áreas pequeñas, las tierras frágiles se liberan para conservación o la restauración de los ecosistemas naturales. • Usar fuentes renovables de energía-biogás, tracción animal y leña- y disminuir la dependencia frente a los combustibles fósiles. • Integrar la producción vegetal y animal a través del cultivo de forrajes y el uso del estiércol. • Fortalecer la seguridad alimentaria familiar y la venta de productos sanos en mercados locales. Las alternativas agroecológicas para la reconversión ambiental y

social del sector rural tropical son cada vez mejor conocidas. Muchas fueron discutidas en la reciente teleconferencia electrónica Agroforestería para la producción animal en Latinoamérica organi- zada por la FAO con la colaboración de CIPAV. En el foro internacional fueron presentados 24 trabajos escritos y casi un centenar de intervenciones realizadas por numerosos investigadores y docentes de más de 40 países de la región y de otras partes del mundo. Las conclusiones son un avance significativo para tratar los temas ambientales relacionados con el desafío de transformar las actividades agropecuarias domi- nantes en el trópico de América, cuestionadas por otros sectores de la comunidad internacional y por esta razón se listan a continuación: • Los principios generales para la reconversión ambiental de la producción agropecuaria deben tener aplicaciones en cada región y mejor en cada localidad. Estos principios se pueden resumir en: § Incremento de la diversidad vegetal involucrada en los distintos sistemas pro- ductivos, dominados en América Latina tropical por modelos de monoproducción. El Incremento

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debe ser hecho sobre el propio sistema existente y sobre las áreas adyacentes como una aplicación micro-regional de la ecología del paisaje (corredores biológicos, cercas vivas, setos, barreras de vegetación multi- propósito, bordes de bosque, orillas de ríos y cursos de agua). Reducción de los impactos negativos sobre los suelos ocasionados por la disminución de la biomasa vegetal debida a cambios estacionales, quemas, aplicación de herbicidas, cosecha excesiva por parte de los animales, plagas y enfermedades de los vegetales. § Mitigación de los efectos negativos sobre el suelo

(compactación, reducción en la infiltración hídrica, deterioro de la estructura original y pérdida de nutrientes) causados por el pisoteo de los animales y el uso de maquinaria pesada, mediante la rotación e introducción de árboles y arbustos en los sistemas de pastoreo, la estabulación total o parcial en los sistemas de corte y acarreo, reemplazo parcial o total de la maquinaria pesada por otras livianas o por tracción animal. § Aumento de la complejidad estructural de la vegetación a través de dos o más estratos regulados mediante podas selectivas.

Fgura 2. Ordenamiento Territorial desde la Reconversión Ambiental Agropecuaria (CIPAV 1999).

PASTURAS

SUCESIÓN NATURAL VEGETAL

ÁREA DE CONSERVACIÓN

Bosques Cuencas

hidrográficas Humedales

GANADO DOBLE

PROPÓSITO BÚFALOS

AGROFORESTERIA

Educación, Agua

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• Incremento del reciclaje de nutrientes a través de la optimización del pastoreo, la introducción de árboles y arbustos que fijen nitrógeno, movilicen el fósforo, incrementen la circulación de otros elementos de las capas más profundas del suelo y mejoren la actividad biológica a través de los aportes de hojarasca. En los sistemas de corte y acarreo, la distribución de excretas animales, ojalá con algún proceso previo de tratamiento (compostaje, lombri- cultura, biodigestión) permite no sólo mantener sino incrementar la fertilidad de los suelos. • Reducción de los extremos de • temperatura ambiental duran- te las épocas secas y/o del efecto desecante del viento a través de la propia vegetación

arbórea y arbustiva, lo que contribuye al bienestar vegetal y animal, y a la actividad biológica de los suelos. • Disminución del impacto erosivo de la lluvia y regulación del ciclo hídrico local. • En lo posible, integrar varios sistemas de producción que puedan ofrecer subproductos para alimentar a los animales y/o aportar nutrientes al suelo: plantaciones forestales, avicultura, porcicultura, cultivos agroindustriales (caña de azúcar, banano, palma de aceite, cacao, soya, cítricos), alimentarios (yuca, camote, maíz, fríjol, arroz, frutales, plátano) o frutales. • Estudio y control permanente de la penetración de la luz solar que permita obtener un balance adecuado entre los diferentes estratos de vegetación.

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Figura 3: Sistemas Sostenibles de Producción Agropecuaria para el Trópico (CIPAV)

• Mediante una combinación adecuada de los principios anteriores es posible incrementar en forma notable la eficiencia biológica y económica de los sistemas de producción agro- pecuaria del Trópico, con ventajas ambientales adicionales de interés global como la reducción de la deforestación, captación de ingentes cantidades de C02, incremento de la cobertura vegetal, reducción de la erosión en las cuencas hidrográficas y disminución en el uso de cereales importados, energía fósil y pesticidas. Tanto en los sistemas de silvopastoreo como

en los de corte y acarreo, la eficiencia se puede traducir en disminución del área ocupada por la ganadería para destinarla a otros fines (bosques, agricultura, restauración, con- servación, turismo) y contribuir en forma significativa a evitar los conflictos de uso que caracterizan a las actividades pecuarias en la actualidad. • Aunque existe ya en el

trópico una base de conoci- cimiento creciente sobre el papel de muchos elementos necesa- sarios en los sistemas sostenibles de producción agro-pecuaria y el ordenamiento territorial, y es indudable que buena

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parte de este conocimiento puede aplicarse en una variada gama de agroecosistemas que caracterizan al trópico, la investigación y desarrollo requiere mucho apoyo, trabajo inter- disciplinario e interinstitucional. Es claro que todas las investigaciones necesitan un mayor esfuerzo por evidenciar los componentes y aportes ambienta- ambientales (Murgueitio E. 1998). La reconversión ambiental y social del sector rural implica un proceso de prioridades tanto temáticas como territoriales. Por ejemplo, la reducción de la frontera agropecuaria puede lograrse mediante la combinación de estrategias y programas como los

mencionados antes. Sin embargo, frente a la magnitud del problema y el estado de los sistemas naturales, es claro que se debe actuar en principio sobre regiones que tengan los biomas y ecosistemas más amenazados como los bosques secos y subhúmedos, los bosques andinos y los humedales, donde la situación es tan dramática que ya no permite esperar más tiempo para salvar lo que queda. En el siguiente cuadro se propone una asignación de prioridades que contempla las principales soluciones en relación con los biomas más intervenidos por la ganadería en Colombia (Murgueitio E. 1998).

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Cuadro 2. Estrategias y prioridades para reducir el impacto negativo sobre la diversidad biológica en los biomas más afectados por sistemas de ganadería bovina.

Estrategias y programas

Bosques

Páramos

Sabanas: Orinoquia y

Caribe

Vegas de ríos

Humedales, microcuencas

húmedo Tropical

seco a Sub-húmedo

tropical

Andinos

Reducción de la frontera agropecuaria

1 1 1 1 2 3 1

Estímulo a las Reservas Campesinas

1 3 2 3 2 1

Disminución o eliminación de quemas

1 1 1 1 2 2 1

Sistemas integrados agrícolas, forestales y ganaderos

1 2 1 3 3 2 1

Bancos mixtos de biomasa para corte y amoneo

1 1 1 3 3 2 1

Restauración ecológica de áreas degradadas

2 1 1 1 2 3 1

Manejo de la sucesión vegetal en los potreros

1 1 1 3 3 2 1

Corredores de hábitat y unión de fragmentos de bosques

2 1 1 1 2 1 1

Reemplazo de herbicidas por control físico y sucesión vegetal

1 1 2 3 2 1 1

Reducción de plaguicidas – Control biológico

1 1 1 3 2 1 1

Control de efluentes de mataderos y procesadores de leche y de pieles

1 1 1 1 1 1 1

Dialogo de saberes, herramienta básica en el proceso de capacitación - acción para el desarrollo sostenible Con este documento no se pretende desconocer la validez del método científico clásico, sólo se intenta ubicarlo en los procesos requeridos en el medio rural, ya que se considera que no es la única forma de trabajo sino otra herramienta disponible y acertada para ampliar el conoci-

miento, pues acceder al desarrollo eficiente del campo depende de la interacción de expertos en diferentes áreas del saber y a la capacidad de interlocución entre ellos. Pero el éxito real se logra con la comunicación horizontal entre todos los actores. Al evaluar los resultados de las políticas de transferencia tecno- lógica agropecuaria en los países del tercer mundo, basadas

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en el grado de mecanización, la monoproducción, cantidad de agroquímicos consumidos y volumen de infraestructura, donde se asume que esto redunda en el mejoramiento de la calidad de vida (Espinosa J. En: CHASQUI 1988), se observa que en pocas oportunidades representan un verdadero éxito técnico o económico (Preston et al. 1990. En: Espinel R. 1994), puesto que han dejado fuera del contexto la realidad socioeconómica de la población rural, que ha recibido todo el choque negativo del proceso. Algunas de las causas del rotundo e irreversible fracaso están dadas por los siguientes hechos: • Las tecnologías importadas de países industrializados son exageradamente especializadas, con elevadas tasas de productividad que se acercan al potencial genético de los seres vivos involucrados.

• La cercanía al límite del potencial genético exige gran cantidad de nutrientes a partir de fuentes abundantes y de óptima calidad.

• Obtener un rendimiento financiero acorde requiere producción a gran escala, con optimización del uso de capital, mano de obra (que debe ser especializada) y alimentos (Preston et al. 1990. En: Espinel

R. 1994).

• Son necesarias instalaciones sofisticadas y elevados subsidios ambientales para cubrir los altos requerimientos de combustibles fósiles en todos los procesos (Preston T, Murgueitio E. 1992. En: Gómez M. et al. 1994).

• Las condiciones biofísicas y socioeconómicas de los países del trópico no son apropiadas para este tipo de explotaciones, puesto que no logran siquiera producir la cantidad de granos y cereales para consumo humano (Gómez M. et al. 1994).

• En el promedio de los países latinoamericanos, aún en las mejores épocas, sólo el 10% de los agricultores tuvo acceso a este tipo de tecnologías (Lacki P. 1995).

• No se tiene en cuenta que la no aceptación (por parte del productor) de la nueva tecnología, puede estar también en lo inapropiado de la misma o en la forma de enseñarla, y no en la resistencia hacia la innovación técnica (Bunch R. 1985). De otra parte, los métodos convencionales propuestos para generar conocimientos acerca del sector rural, separan los componentes de la unidad productiva y su entorno y aíslan cada uno de sus elementos en diferentes áreas y niveles de

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estudio. Se “simplifica” con la intención de maximizar la profundidad de análisis de cada parte por medio de medidas precisas y el rigor del método científico (Chambers y Higgins. 1986. En: Dolberg F. 1992). Separación que implica adelantar el trabajo, en forma independiente, desde diferentes disciplinas donde se da mayor importancia a lo técnico-biológico y en la mayoría de los casos se subestiman o desconocen otras áreas del conocimiento. Cuando se les reconoce su importancia son analizadas con otros conceptos y es común que no sean integradas en forma apropiada al estudio general. Los profesionales que laboramos con unidades de producción agraria, en particular en la parte técnica, decimos que trabajamos con animales, vegetales, o en diversificación; grave error, porque trabajamos con y para personas que generan esos elementos en sus fincas, y olvidamos que éstas son el resultado de un sinnúmero de interacciones que suceden desde que el hombre existe, e incorporan una maraña de relaciones socioculturales, econó- micas, políticas y biogeográficas, fruto de procesos en constante evolución (Rietbergen–McCracken J. 1991).

Aunque la formación ofrecida por la academia convencional tiende a la especialización del individuo, la realidad del campo demuestra que el buen profe- sional debe manejar aspectos de diferentes áreas del conoci- miento, sin perder la excelencia de su formación técnica básica, pues sin entender los vínculos que hay entre los diferentes factores existentes no logrará resultados positivos en las actividades técnicas.

“Ustedes son personas muy instruidas, son titulados, deben entender que yo soy un campesino analfabeto. Son Ustedes los que tienen que entenderme y no yo quien tiene que entenderles”. Intervención del campesino Jair Londoño durante un seminario latinoamericano sobre la Reforma Agraria, Chiclayo, Perú, Dic. 1971. Copiado de la tarjeta de saludo navideño 1996, de Veterinarios Sin Fronteras, El Salvador, C. A. Los logros alcanzados en la investigación para desarrollar tecnologías con los productores están basados en un continuo ejercicio de diálogo de saberes y la discusión horizontal entre ellos y los profesionales, planteado desde el interrogante ¿dónde está el conocimiento?. Esta pregunta debe

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ser analizada dentro de los siguientes conceptos:

Figura 4: Diálogo de Saberes, Herramienta Básica para el Ordenamiento Territorial Participativo.

• Siempre habrá conocimiento local (sabiduría popular) y conocimiento de los agentes externos; la fusión de éstos abrirá las rutas hacia lo que falta por descubrir e investigar, hacia lo que los dos desconocen. Allí está el proceso de construcción del nuevo conocimiento (Chambers 1992). • Es común que con los métodos convencionales de trabajo rural se ignore el “conocimiento técnico local” (Chambers R, 1992), que nosotros llamamos “saber popular”, pues esos métodos se

ven limitados, entre otros factores, por las herramientas disponibles para evaluar en forma integrada parámetros de diferentes áreas del conoci- miento, los costos que esto implica y el tiempo requerido para recolectar y analizar la información. • Uno de los objetivos que deben buscar quienes trabajan por el sector rural es generar propuestas metodológicas de investigación en las cuales participen a un mismo nivel el Conocimiento Técnico– Científico y la Sabiduría Popular, por medio de herramientas de

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múltiples áreas del conocimiento que permitan construir las bases de información pertinentes a cada caso de trabajo.

Estrategias de multiplicación de sistemas sostenibles de producción aplicadas por CIPAV. La experiencia adquirida por CIPAV en su proceso de generación de conocimientos, desde sus tres ejes de acción, investigación, capacitación y divulgación en sistemas agro- pecuarios sostenibles, le ha dado oportunidad a la entidad para aportar propuestas de capaci- tación-acción directa en el campo, en pro del desarrollo sostenible del sector rural de los países tropicales. Las estrategias de multiplicación de Sistemas Sostenibles de Pro- ducción Agropecuaria, enfoca das al diseño y establecimiento de Planes de Ordenamiento terri- torial, que aplica CIPAV, están circunscritas en propues- tas flexibles en su aplicación, surgidas desde la aplicación de los siguientes pasos: • Conocimiento del espacio geográfico comunitario por parte de los facilitadores y el reconocimiento por parte de los locales. El espacio es la región donde se forja el tejido de interacciones ambientales, socio-

culturales, económicas y polí- ticas del núcleo familiar, la familia extensa y la comunidad.

• Diagnóstico Participativo que es el análisis individual y colectivo, de las fortalezas y dificultades, de las necesidades y satisfactores no cubiertos, de los sueños y las posibilidades de hacerlos realidad.

• Planificación Predial y terri- torial de actividades y terrenos, a partir del consenso general obtenido con el diagnóstico.

• Establecimiento gradual de Proyectos Piloto (ensayos, adap- taciones e investigación aplica- da).

• Análisis de resultados éxitos y fracasos).

• Multiplicación de resultados exitosos y nuevos conocimientos.

• Diseño y ejecución de Planes de Ordenamiento Territorial.

El desarrollo permanente y paralelo de estos pasos ha permitido a CIPAV definir las siguientes estrategias generales de multiplicación. Educación Las relaciones establecidas entre los facilitadores y los benefi- ciarios permiten definir las formas de capacitación que deben ser empleadas, sin olvidar

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el contexto cultural y el nivel de escolaridad de los usuarios. CIPAV brinda capacitación formal y no formal dirigida no sólo a los productores, sino también a los estudiantes,

tecnólogos y profesionales, todos ellos responsables del desarrollo adecuado de los espacios geográficos en que realizan sus laborales.

Cuadro 3. Estrategias de educación formal y no formal, aplicadas por CIPAV Profesionales Duración Costo/persona (U$)

Cursos cortos 5 -10 días 500 - 1,000

Pasantías 1 - 3 meses 420 - 1,300

Maestría 24 meses 8,500

Diplomado 3 meses 850

Seminarios Internacionales 3 días 350

Teleconferencias 3 - 4 meses 50

Educación a distancia (correo electrónico) 18 - 24 meses 1,700

Campesinos

Talleres 5 días 350

Cursos cortos 10 días 600

Educación a distancia (jóvenes) 18 meses 1,300

Licenciatura 5 años 3,000

Fuente: CIPAV, 1999. Precio del dolar: $1,800 pesos colombianos (VII-15-99)

La capacitación para profesionales está enfocada a generar discusión basada en la experiencia técnico-científica y de otras ciencias, de cada participante, y en los avances obtenidos en las investigaciones realizadas por CIPAV. Se busca acrecentar el campo de información y la sensibilidad requeridos para facilitar los procesos de recon- versión ambiental de los siste- mas de producción agrope- cuaria, a partir de un amplio

marco teórico, prácticas, visitas al campo e intercambio de conocimientos con los produc- tores y profesionales que trabajan con CIPAV, según la modalidad de capacitación aplicada (ver cuadro anterior). Para las comunidades campe- sinas, CIPAV desarrolla progra- mas de capacitación sólo con grupos que tengan el acompañamiento constante de facilitadores, pues se considera

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que con campesinos la educación es parte integral del proceso social, y debe ser impartida en forma permanente, gradual, y acorde con la disposición de los partícipes locales. La capacitación para campesinos ofrecida por CIPAV recoge las experiencias obtenidas en el proceso vivido durante los últimos 12 años con dos comunidades campesinas (vereda La Virgen, municipio de Dagua, y vereda Bellavista, municipio de El Dovio) en el Departamento del Valle del Cauca, Colombia y los conocimientos adquiridos, durante el mismo período, en la asesoría y el intercambio permanente con otras entidades y comunidades nacionales y extranjeras. Los talleres y cursos cortos son desarrollados bajo la propuesta de aprender haciendo y capacitación campesino a campesino. Se busca que la comunicación directa entre productores permita el máximo de intercambio de información con el lenguaje propio de las comunidades (expresión corporal, léxico y cultura). La participación de los profesionales está enfocada a fortalecer el intercambio con

aportes técnico-científicos, cuya terminología es de difícil manejo por parte de los campesinos. La formación a distancia y la licenciatura, semi-presencial, son espacios surgidos de la necesidad sentida por las propias comunidades y los profesionales que les acompa- ñan, al ver que los campesinos jóvenes no cuentan con oportunidades asequibles para continuar su educación pos-secundaria, sin abandonar sus sitios de origen y sus quehaceres cotidianos, ni cuentan con los recursos monetarios, ni la capacitación adecuada para sufragar los costos que implica alejarse del hogar. Estas dos modalidades dan a los jóvenes del sector rural la oportunidad de acrecentar sus conocimientos técnico-científicos, unidos al trabajo práctico en sus propios espacios geográficos, como una opción para eludir la migración hacia los centros urbanos, y como aporte al fortalecimiento local, pues les permite asumir funciones que por regla general han desempeñado personas ajenas a su medio.

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Cuadro Nº 4. Proyectos piloto

Etapas Costo U$ Duración (años)

1 2 3 4 5

Diagnósticos participativos 1,700

Proyectos piloto en fincas de innovadores 4,200

Expansión local (10 - 30 fincas) -Fondos de Inversión-

8,300 - 25,000

Capacitación de promotores 500

Giras y talleres 2,500

Impacto regional (500 fincas) 416,700

Fuente: CIPAV, 1999

El establecimiento de proyectos piloto con ensayos, adaptaciones e investigación aplicada, permite:

• Intensificar en la comunidad local su potencial de observación e investigación.

• Tener el ambiente correcto para detectar y orientar las capacidades de los lideres y promotores locales.

• Construir el espacio ideal para discusión y análisis de las fortalezas y debilidades locales, y generar nuevos conocimientos que son básicos para dar continuidad a la capacitación.

• Agilizar la expansión local y regional de las propuestas que las comunidades consideran apropiadas.

En forma paralela, el esta- blecimiento gradual de proyectos piloto permite concentrar los esfuerzos requeridos para el desarrollo de las tecnologías, disminuir los riesgos y costos inherentes al proceso inicial, y crear los espacios apropiados para ofrecer giras y talleres de capacitación dirigida a otros usuarios (profesionales y produc- tores) que expandirán en forma ágil y con buen margen de seguridad, las propuestas en otros espacios geográficos (locales, regionales, nacionales y del exterior). Sin perder del contexto que cada componente del proceso general es un proceso en si que tiene su tiempo lógico de ejecución, acorde con las expectativas y particular.

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Figura 5: Distribución de los Fondos Locales para financiación de Sistemas Sostenibles

Mecanismos de financiación

Con base en el conocimiento de las innumerables experiencias negati- vas que han dejado los programas de desarrollo rural centrados en el paternalismo financiero, y bajo las condiciones actuales de la economía mundial que dificultan la consecución de recursos monetarios, en los países desarrollados, para finan- ciar programas de desarrollo rural, es primordial la formulación de mecanismos de financiación acordes con las realidades

económicas de nuestros países, y con las pautas impuestas por las entidades crediticias inter-nacionales. CIPAV ha diseñado sus mecanismos de financiación para la multiplicación de Sistemas Sostenibles de Producción Agro- pecuaria, enfocados al diseño y establecimiento de Planes de Ordenamiento Terri- torial, dentro de un modelo dirigido al apoyo de la capacitación y los proyectos piloto. Se busca la inversión equitativa, en especie y dinero, de todos los interesados

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en el proceso -organizaciones de base y no gubernamentales, personas jurídicas y naturales, entidades del estado - en Fondos Locales para Financiación de Sistemas Sostenibles de Producción Agropecuaria. Distribución y manejo de los fondos locales para sistemas sostenibles. El manejo de los Fondos Locales es regido por dos comités conformados por representantes, profesionales y campesinos, de CIPAV y de las demás entidades partícipes de los procesos. El primer comité define las políticas de manejo, vela por el cumplimiento de las mismas y designa y supervisa a la entidad social del convenio, que administra los recursos moneta- rios de los Fondos Locales. El comité técnico es el responsable de convocar, dos veces por año, a los campesinos y propietarios de reservas naturales, a la presentación de proyectos. los analiza y selecciona de acuerdo a la calidad de las contribuciones que puedan hacer a la construcción de sistemas sostenibles de producción. Este comité también responde por la supervisión y evaluación de los resultados. La entidad administradora de los activos de los Fondos, se

encarga de estudiar y hacer la mejor inversión en la banca; calcula los intereses, según la Tasa Interna de Retorno -TIR- que pagarán los beneficiarios; efectúa los desembolsos; emite los documentos de cobro, y actualiza los estados financieros que deben ser supervisados por los comités. Los activos de los Fondos son invertidos en papeles negociables de entidades bancarias, para el caso en Certificados a Término Fijo. El rendimiento financiero, neto, es distribuido de la siguiente forma: • 70% para financiación, como

aporte o crédito, de los proyectos y capacitación de los beneficiarios.

• 30% para recapitalización de los activos.

El retorno del capital asignado a los proyectos beneficiados por los Fondos, es negociado de ante- mano con los directos respon- sables, según la factibilidad económica y el tiempo requerido para obtener los productos esperados. Cuando los beneficios son tangibles (ingresos monetarios) los intereses al capital son calculados de acuerdo al TIR. La devolución de capital e intereses de los productos con ingresos no monetarios (capacitación entre otros) se negocia con el canje por servicios.

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Figura 6: Manejo de los recursos de los Fondos locales de Financiación. Planes de ordenamiento territorial participativos Los esbozos de los Planes de Ordenamiento Territorial surgen con la aplicación de las herramientas del Diagnóstico Rural Participativo, de donde hay que destacar los mapas parlantes del estado actual de las fincas y microcuencas, y el diseño a futuro de los mismos espacios. Los avances son

ajustados y pulidos con la aplicación de herramientas y conocimientos de diferentes áreas del saber: • De las ciencias exactas: aerofotografías, fotointerpretación, mapas territoriales a escala, Sistemas de Información Geográ- gráfica -SIG-, estadística, climatolo- gía. • De las ciencias biológicas: conocimientos adquiridos con las estrategias de educación y los

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proyectos piloto (ensayos, adaptaciones e investigación aplicada).

• De las ciencias sociales y administrativas: el conocimiento de los derechos y deberes ciudada- nos, las formas organizativas, normas y leyes que rigen las políticas locales, regionales y nacionales.

La conjugación de estos conocimientos con los saberes locales permiten, a mediano plazo, el diseño adecuado a las condiciones locales, de los Planes de Ordenamiento Territorial, su gestión, ejecución y administración, acordes con los estatutos oficiales, y enriquecidos con las críticas constructivas aportadas por las comunidades.

Bibliografía

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EL POTENCIAL DE LAS EXCRETAS PORCINAS PARA USO

MÚLTIPLE Y LOS SISTEMAS DE DESCONTAMINACIÓN PRODUCTIVA

Julian David Chará O6

6 Centro para la Investigación en Sistemas Sostenibles de Producción Agropecuaria (CIPAV). Cra 35 A oeste No 3-66. Tejares de San Fernando, Santiago de Cali. Colombia. E-mail: [email protected] Tel: (57) (2) 5542294 - 5542307

Introducción Las explotaciones porcinas son criticadas por los impactos ambientales negativos que causan sobre las fuentes de agua, por lo cual son tal vez las producciones agropecuarias más vigiladas por las autoridades ambientales. Con la promulgación del decreto 901 del Ministerio del Medio Ambiente se reglamentó el cobro de las tasas retributivas por el vertimiento de contaminantes y algunas corporaciones están empezando a hacer efectivo este cobro para producciones agropecuarias, incluyendo las porcinas.

Para evitar el cobro de las tasas retributivas, los productores deben realizar el tratamiento de las aguas residuales porcinas lo cual puede hacerse por diferentes medios. Algunos métodos posibles consisten en tratamientos costosos para los productores, que en muchos casos no aprovechan los recursos presentes en las

excretas. De esta forma, la descontaminación se convierte en un egreso más de la producción porcina.

Sin embargo, existen sistemas de descontaminación que a través del tratamiento, pueden obtener productos útiles en la granja. Los tratamientos anae- róbicos, por ejemplo, permiten la

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obtención de biogás, importante producto energético, a la vez que mejoran o mantienen el poder fertilizante de las excretas. La integración de la producción porcícola a cultivos agrícolas o pasturas permite aprovechar de manera eficiente dicho poder fertilizante. El presente artículo ofrece una revisión del potencial productivo de las aguas residuales de explotaciones porcinas y la posibilidad de aprovechar ese potencial mediante sistemas de descontaminación productiva y la integración de la actividad porcina a la agricultura. Contaminación hídrica La contaminación del agua puede definirse según Lloyd (1982) como “cualquier carga adicional de sustancias o energía (calor) como resultado de la actividad humana”. Esta defini- ción que es aceptada en términos generales en todo el mundo lleva implícitos dos condicionantes importantes:

• No tiene en cuenta o no tiene relación con el sistema productivo o fuente de la que provenga la contaminación y los aspectos que la promueven o determinan.

• Como se refiere directamente al cuerpo de agua y a evitar cualquier carga adicional, la solución implícita debe ser el realizar el tratamiento de los desechos a cualquier precio para evitar la adición a los cuerpos de agua. Se considera que a nivel mundial se vierten diariamente más de 800 millones de metros cúbicos de aguas residuales, basuras y desperdicios orgánicos e inorgánicos a los cuerpos de agua. Esto ocasiona un deterioro y disminución de la productividad de ríos y océanos y limita los usos que se pueden dar al recurso. En Colombia se calcula que los vertimientos ascienden a cuatro millones de metros cúbicos por día sin incluir sectores importantes como el azucarero y el caficultor. En la tabla 1 se puede observar la distribución de las aguas residuales vertidas tanto en metros cúbicos como en toneladas de Demanda Bioquí- mica de Oxígeno (DBO5) por día. Se puede notar que, en cuanto a la cantidad de aguas residuales, el sector doméstico tiene gran importancia mientras que en cuanto a la cantidad de carga orgánica (medida en kg. de DBO5) el mayor aportante es el sector agrope- cuario.

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Tabla 1. Caudales vertidos y DBO5 generada por sectores productivos en Colombia.

Sector Caudal (miles de m3/día)

DBO5

miles de ton/día Doméstico 3036 1035

Industrial 677 519

Agropecuario 223 7208

Agroindustrial1 151 45

Minero-Petrolero 75 11

Fuente. IDEAM – MINAMBIENTE, 1996.

Aunque no están incluidos en la tabla, son de gran importancia el sector azucarero y el sector caficultor. A pesar de que para los dos casos se han hecho importantes avances para reducir la cantidad de agua usada y la cantidad de contaminantes vertidos, la alta producción en el primer caso y la gran dispersión de los productores en el segundo, hacen que estos sectores causen importantes

impactos. Efectos de la producción porcina y potencial de las aguas residuales En cuanto a las producciones pecuarias no se tienen estudios sistemáticos que permitan definir el problema. La ganadería vacuna de carne y/o leche se realiza en su mayoría en pastoreo extensivo o

semi-intensivo con poca genera- ción de aguas residuales, aunque debe considerarse el efecto que las excretas depositadas en los potreros causan a través de la escorrentía y la gran erosión que se produce. Por el momento se está dando más importancia a las producciones que se realizan en confinamiento y emplean el agua para el aseo de sus instala- ciones. Tal es el caso de las producción porcina y del ganado de leche que se confina temporalmente para el ordeño. También generan una importante cantidad de contaminantes el sacrificio de ganado y de aves. La contaminación producida por una explotación porcina puede variar de acuerdo al estado fisiológico de los animales y al tipo de alimentación utilizada. El grado en que esta contaminación

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afecta las fuentes de agua depende de la cantidad de agua usada, de si se hace separación de sólidos o no y del manejo dado a los residuos. La tabla 2 muestra la contaminación promedio

producida por día en una explotación porcina de levante y ceba con 100 animales de 50 kg. de peso promedio.

Tabla 2. Contaminación producida en explotaciones porcinas.

Parámetro Por 100 kg de peso vivo 100 cerdos en ceba/día Por año Demanda Bioquímica de Oxígeno (kg) 0.25 12.5 4562 Demanda Química de Oxígeno (kg) 0.75 37.5 13687 Sólidos Suspendidos Totales (kg) 0.6 30 10950 Sólidos Totales (kg) 0.75 2.25 13687 Nitrógeno (kg) 0.045 1.5 547.5

Fuente: (adaptado de ACP, Cornare, Corantioquia (1997). Se generan entonces 4.5 ton de DBO5 y 10.9 ton de Sólidos Suspendidos Totales (SST), además de otros elementos también contaminantes entre los que se incluyen el nitrógeno, el fósforo, coliformes y trazas de metales pesados, entre otros. Estos contaminantes en muchos casos, al menos en explotaciones porcinas tradicionales, es común que sean vertidas a algún río, quebrada o canal de drenaje cercano. Vale la pena examinar entonces algunas características de la producción porcina, en particular, y de los sistemas productivos agropecuarios en general que estimulan la generación y vertimiento de residuos al Ambiente.

Algunas de estas características se enumeran a continuación: • Producción especializada con poca o nula integración. La existencia de producciones de una sola especie vegetal (monocultivos) o animal hace que la mayoría de los insumos necesarios en el proceso productivo sean importados y que los desechos producidos deban ser exportados al ambiente. Se estimula entonces la entrada y salida de recursos con poco o nulo reciclaje dentro del sistema. • No hay reutilización de las aguas servidas por la falta de integración. Como consecuencia de lo expuesto en el punto anterior, los residuos líquidos y sólidos, en especial las excretas, no

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pueden ser usadas en actividades de fertilización o producción de energía y por tanto no se puede ver su verdadero valor. • Pérdida de energía y nutrientes en el proceso. Los residuos que salen de la explotación poseen energía, materia orgánica y nutrientes, entre otros recursos, que pueden ser utilizados y se pierden en el proceso. Estos recursos deben obtenerse en el mercado, lo que a su vez tiene implicaciones económicas. • Se privilegia el rendimiento financiero en el corto plazo. La preocupación por los efectos ambientales negativos de la producción han sido generalmente olvidados o relegados a un segundo plano. Sólo recientemente ha crecido la conciencia hacia dichos efectos o simplemente éstos han sido impuestos mediante regulaciones ambienta- les. En este orden de ideas tradicionalmente lo más importante era la posibilidad de un rendimiento económico en el corto plazo. Con estos puntos en mente se puede determinar que la contaminación aparece como resultado de un proceso

ineficiente o incompleto que no utiliza de manera apropiada los recursos que posee o que genera. Un contaminante, desde esta perspectiva, es un recurso en el lugar equivocado (Living Water, 1996). De esta forma, en lugar de considerar los desechos porcinos como un problema, se pueden mirar como una fuente de recursos útiles en la producción agropecuaria. Retomando el caso de la explotación porcina con 100 animales de 50 kg de peso promedio, en la tabla 3 se muestran los productos que se podrían obtener si el estiércol es adecuadamente utilizado. Estos productos pueden ser empleados en el sistema productivo siempre que haya una adecuada integración. Tal es el caso del tipo de porcicultura que se presenta en algunas zonas del departamento de Antioquia en el cual los cerdos generan el abono necesario para los pastos usados en la producción lechera. De esta forma se recuperan recursos que generan con- taminación y se ponen al servicio del sistema productivo, lo cual genera también beneficios económicos.

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Tabla 3. Recursos presentes en los desechos porcinos de una explotación de levante y ceba.

Producto Tasa de producción Producción

diaria

por 100 cerdos

Producción anual por

100 cerdos Equivalente

Biogás (m3) 0.69 – 1.02 m3/kg de MS1

25.9-38.2 9400 a 13900 990 a 1460 gal de diesel2

Nitrógeno (kg)

0.045 kg/100 kilos de peso

2.25 821 1784 kg de urea

P2O5 (kg) 0.031 kg/100 kilos de peso

1.5 547 1190 kg de super-fosfato triple

1 Producción de materia seca: 0.75 kg por 100 kpv. (ACP, Cornare, Corantioquia, 1997). 2 Un m3 de biogás = 0.1 galones de diesel. (Polprasert, 1989).

Sistemas de tratamiento de aguas residuales Con el fortalecimiento que se está dando a las leyes sobre vertimiento de aguas residuales, es necesario que todas las producciones “contaminadoras” establezcan sistemas de descontaminación, so pena de pagar grandes sumas de dinero de acuerdo a la contaminación que causen. Desafortunadamente, en el país se ha investigado relativamente poco sobre sistemas de descontaminación de aguas residuales porcinas. En éste, como en muchos casos se han copiado las soluciones que se han desarrollado en otros sitios o para otro tipo de aguas residuales.

Entre las características de estos sistemas convencionales de descontaminación tenemos: • Han sido desarrollados en

medios no tropicales. • La tecnología ha partido de

países industrializados que han alcanzado un desarrollo económico avanzado.

• Tienen altos costos energéticos y de insumos.

• Poseen buena eficiencia en la descontaminación pero generalmente no aprovechan los residuos generados.

• Han sido desarrolladas por ingenieros.

Existen muchos tipos de tratamiento de aguas residuales que generalmente se utilizan de manera combinada. Los tratamientos pueden ser físicos como la filtración, la sedimentación y la evaporación; químicos, entre los que se

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cuentan la neutralización y la precipitación y biológicos que se dividen a su vez en aeróbicos y anaeróbicos: al primer grupo pertenecen las lagunas de oxidación y los lodos activados; y al segundo, los reactores UASB y los biodigestores. Generalmente, algunos de los sistemas físicos mencionados anteriormente se emplean para “acondicionar” los residuos para un posterior tratamiento.

Entre los sistemas biológicos, los tratamientos aeróbicos han sido los más empleados hasta el momento. Sin embargo, éstos presentan ciertas características que los hacen más dependientes de insumos y energía para su funcionamiento. La siguiente tabla presenta una comparación entre los sistemas aeróbicos y anaeróbicos.

Tabla 4. Comparación entre sistemas aeróbios y anaeróbios de tratamiento de aguas servidas

Parámetro Aerobio Anaerobio

Reacción química C6H12O6 ÷ 6CO2 + 6H2O C6H12O6 ÷ 3CO2 + 3CH4

Generación de calor 2840 KJ/mol de glucosa 393 KJ/mol de glucosa

Destino del carbono 50% se convierte en CO2 40-50% se incorpora a biomasa bacteriana

95% se convierte en CH4 5% se convierte en biomasa bacteriana

Destino de la energía 60% se almacena en nueva biomasa 40% se pierde como calor

90% retenida en CH4 3-5% perdida en calor 5-7% almacenada en biomasa

Consumo de energía Alto Nulo

Adición de nutrientes Alta, especialmente Nitrógeno Mínima a nula

Tiempo de arranque Corto Largo

Avance de la tecnología Tecnología establecida Reciente, en investigación

Tolerancia a la temperatura

Amplio rango Mayores de 15° CIPAV

Fuente. Gijzen, 1996; Couchon, 1996.

Como se deduce de la tabla, los sistemas anaeróbicos presentan notables ventajas frente a los aeróbicos en cuanto a consumo de insumos y generación de

energía, lo cual tiene implica- ciones económicas importan- tes.

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Sistemas de descontaminación productiva Los sistemas de descontaminación productiva tienen como principal característica el que tratan de extraer al máximo la energía, materia orgánica y nutrientes presentes en las aguas residuales, mediante diferentes procesos físicos y biológicos. Al extraer estos recursos se logra que en cada paso, el agua vaya recuperando paulatinamente su calidad. Uno de los pasos finales posibles es el uso de las aguas parcialmente procesadas para el abonamiento de cultivos y/o praderas. Componentes de los sistemas de descontaminación productiva desarrollados por CIPAV Los sistemas de descontaminación productiva desarrolladas por CIPAV pueden tener uno o varios de los siguientes elementos: Biodigestores Los biodigestores hacen parte de los sistemas anaeróbicos enunciados en la tabla 4. En ellos los residuos son sometidos a una fermentación anaeróbia y como fruto de ella se obtiene un gas que posee 66% de metano y

puede ser empleado como combustible para cocción de alimentos, calefacción de instalaciones y funcionamiento de motores y calderas. Además, el efluente resultante del proceso no pierde sus propiedades como fertilizante pues los nutrientes no disminuyen su disponibilidad o ésta aumenta como en el caso del nitrógeno. Los biodigestores incluidos en los sistemas de descontaminación productiva tipo CIPAV, tienen como principales ventajas su bajo costo, su facilidad de instalación, su fácil manejo y su mínimo mantenimiento. El tamaño de los biodigestores puede ajustarse de acuerdo a la cantidad de aguas a tratar. En el paso a través de los biodigestores la contaminación se reduce hasta en un 80% en las condiciones colombianas (Pedraza y Chará, 1997). El efluente resultante del proceso de biodigestión puede ser empleado en el abonamiento de cultivos o pasturas, si no existe el área para irrigar, se debe tratar mediante el cultivo de plantas acuáticas.

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Canales de plantas acuáticas Los canales de plantas acuáticas son un paso complementario del tratamiento de las aguas residuales que se da en los biodigestores. En ellos operan factores físicos de filtración, sedimentación y adsor- ción y biológicos, de degradación y absorción de los nutrientes que quedan disponibles. Las plantas actúan creando un ambiente apropiado para que las bacterias y otros microorganismos actúen sobre los desechos, degradando la materia orgánica en elementos asimilables por las plantas (Polpraset 1989). El tamaño de los canales depende de la cantidad de aguas residuales a tratar, y su forma y distribución pueden adaptarse a las condiciones topográficas de la explotación. El tiempo de retención en los canales, al igual que en los biodigestores, varía de acuerdo a la temperatura y debe ser mayor en clima frío. Se estima que la temperatura de retención, tanto para los biodigestores como para los canales debe ser de 10 días en clima cálido, 15 días en clima medio y 20 días en clima frío, aunque algunos factores pueden modificar este parámetro gene- ral.

En los canales, la reducción respecto del residuo inicial puede llegar hasta un 95 a 97%, a la vez que se obtiene una biomasa importante de plantas acuáticas que puede usarse como abono o alimento animal (CIPAV, 1998). Al comienzo de los canales la planta más apropiada a sembrar es el buchón de agua (Eichhornia crassipes) que, por los sedimentos que capta en sus raíces y los nutrientes que absorbe, es un buen abono. En los canales finales, cuando se ha logrado un buen nivel de descontaminación, se puede producir lemna (Lemna minor) la cual absorbe bien el nitrógeno y alcanza niveles de proteína de hasta un 38% (Chará et al, 1997). Este contenido proteico, junto con su alta palatabilidad y su facilidad de suministro la hacen ideal para alimentación de cerdos, aves o ganado. Cultivos agrícolas asociados

Los cultivos agrícolas asociados a los sistemas de descontaminación son importantes porque pueden aprovechar los abonos genera- dos en los canales, tales como los lodos y la biomasa de las plantas acuáticas. Para tal efecto se pueden tener cultivos en hileras entre los canales tales como el plátano, el

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banano y la papaya, entre otros, los cuales toleran relativamente bien la humedad y aprovechan muy bien la materia orgánica que se les adiciona. Las pasturas y otros cultivos que se irrigan con los efluentes de los biodigestores o los canales, se pueden también considerar como asociados pues aprovechan los nutrientes, la materia orgánica y la humedad de los residuos para la producción. Se evita así el uso de las fuentes de agua para disponer estos residuos y se obtiene un pasto de buena calidad para la producción bovina de leche o de carne. Policultivo de peces

Las aguas resultantes de los canales, o aun de los biodigestores, puede emplearse también en el abonamiento de estanques de peces para estimular la productividad primaria y aumentar la producción. El efluente de los canales puede aplicarse en mayor cantidad que el de los biodigestores, por tener mucho menor contenido de materia orgánica. En los dos casos es

necesario tener agua limpia para adicionar al estanque. Se recomienda sembrar ejemplares de distintas especies que se complementen entre si y aprovechen más el alimento disponible. Resultados obtenidos con sistemas de descontaminación productiva A continuación se presentan los resultados obtenidos con los sistemas de descontaminación productiva en explotaciones porcinas. El sistema de descon- taminación ha demostrado su efectividad tanto en explotaciones pequeñas como grandes. En la siguiente tabla se presentan los resultados encon- trados en un sistema de descontaminación instalado en una granja con 3 a 5 cerdos y una generación de 70 litros de aguas residuales por día. El sistema consta de 2 biodigestores de 3 m3, 2 canales de sedimentación, tres canales con Eichhornia crassipes y un estanque con Lemna minor.

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Tabla 5. Remoción de contaminantes de aguas residuales porcinas en la finca El Vergel. El Dovio, Valle. Demanda

Bioquímica de Oxígeno

(mg/l)

Sólidos Suspendidos Totales (mg/l)

Sólidos sedimentables

1h (mg/l)

Agua residual sin tratar 5573 25002 336

Salida biodigestor 2913 14168 327

Salida canal de sedimentación 1447 5347 64

Salida canal con Eichhornia crassipes

247 214 0.62

Salida estanque con Lemna minor 149 58 0,18

Fuente: Pedraza, 1997

En otro sistema establecido en la reserva Pozo Verde, en el municipio de Jamundí en el Valle del Cauca, se trata el agua de la sección de gestación con un número aproximado de 100 cerdas y una generación de 2.9 m3 de aguas residuales por día. El sistema cuenta con dos biodigestores de 14 m3 y un canal de 64 m2 sembrado con Eichhornia crassipes. Como se puede observar, en este caso se presenta remociones superiores al 95% en la DBO5 y los SST. Además, en los dos casos se está obteniendo biogás y plantas acuáticas que son empleadas en el abonamiento de cultivos y alimentación animal.

Anotaciones sobre aspectos económicos Con el cobro de las tasas retributivas por el vertimiento de contaminantes, el análisis económico debe hacerse teniendo en cuenta que, por un lado, la efectividad de los sistemas en la descontaminación ahorra o reduce significa- tivamente el pago de la tasa, y por otro lado, los productos obtenidos generan unos beneficios económicos. A diferencia de otros sistemas de descontaminación más costosos y/o que no generan productos útiles, estos sistemas de descontaminación productiva pueden llegar a pagarse por sí solos gracias, principalmente, a que los productos como el

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biogás y los abonos reemplazan insumos que normalmente tendrían que ser comprados

tales como electricidad, gas propano, diesel y fertilizantes.

Tabla 6. Valor de la tasa retributiva a ser pagada por una explotación de 100 cerdos en levante y ceba. 1 dólar = 1350 pesos colombianos.

Parámetro Tasa por Kg. (Pesos Col)

Kg Vertidos Por Año Valor a Pagar por Año

Pesos Dólares

DBO5 46.9 4562 213957 158.4

SST 19.9 10950 217905 161.4

TOTAL 431862 319.8

Valor En 5 años

2’159310 1599

En la tabla 7 se presenta el valor a pagar por año en tasas retributivas por una explotación de levante y ceba con 100 animales sin ningún sistema de tratamiento. Un sistema de descontaminación productiva para dicha explotación en clima cálido tiene un costo de instalación, incluyendo los

materiales, de aproximadamente U$ 807 y un mantenimiento de U$ 222 por año, para un costo total en cinco años de U$1918. En la siguiente tabla se muestra la cantidad estimada de productos obtenidos del sistema y su valor de acuerdo a los insumos que reemplazan según la información presentada en la tabla 3.

Tabla 7. Generación de productos y valor estimado de los mismos en un sistema de descontaminación de aguas residuales porcinas.

Producto Cantidad producida

por año Valor por unidad de producto (pesos col)

Valor total por año

(pesos col)

Biogás (m3) 9400 147 1381800

Plantas acuáticas (kg)

2400 6 14400

TOTAL 1396200 1 Galón de combustible diesel = $1470; cada m3 de biogás reemplaza 0.1 gal de diesel. 2 Valor otorgado de acuerdo al contenido de nitrógeno aportado al suelo.

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Vale la pena aclarar que los valores dados al biogás se han logrado en términos reales, al reemplazar toda la energía eléctrica usada en la calefacción de lechones en lactancia y precebo, y que esto puede ser logrado en la medida en que el biogás sea empleado de manera eficiente. Conclusiones El problema de la contaminación causada por las excretas porcinas puede convertirse en una oportunidad, en la medida en que deje de considerarse a las excretas como un estorbo y se valoren en su justa dimensión de acuerdo al contenido de energía, materia orgánica y nutrientes que poseen. Esto podrá ser logrado sólo en la medida en que la producción porcina se integre a otro tipo de producción agropecuaria que permita el uso de dichos productos. La contaminación implica no sólo un deterioro del ambiente sino una fuga de energía y nutrientes, lo cual a la postre significa una fuga de dinero. En las actuales circunstancias, en las que se hace muy importante el ser eficiente y competitivo en la industria, juega

un papel muy importante el que se aprovechen al máximo el valor de los, hasta ahora considerados, “residuos líquidos”. En el aprovechamiento máximo de esos residuos puede soportarse una producción que permita sostenerse en épocas de bajos precios del cerdo en pie. Los sistemas de descontami- nación productiva y los elemen- tos que los conforman pueden ser empleados estratégicamente para cerrar ciclos, disminuir las fugas y disminuir la necesidad de insumos. Desde el punto de vista económico permitiría no sólo evitar o reducir el pago de tasas retributivas, sino el generar un ingreso y/o evitar un egreso del presupuesto.

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El Manejo Integrado de Plagas (MIP) en el contexto de una granja integral sostenible.

Carlos Ruiz-Silvera7

Introducción La visión de sistemas, que permite hacer abstracción de los límites, componentes, estructura y función de cualquier elemento, realiza un enfoque de un ecosistema agrícola o agroecosistema, como un complejo de organismos en un área de cultivo, en relación con las condiciones del medio modificado por las actividades del hombre (Hart 1985). En un sentido estricto, todo cultivo es una plaga en sí, ya que se encuentra fuera del balance biológico. Por tal razón, considerando esta definición y las relaciones que ocurren, se hace necesario disponer de un conocimiento adecuado de los factores que componen el agroecosistema para lograr su mejor manejo.

7Investigador, Programa ATS, Fundación Danac, Yaracuy, Venezuela. E- mail: [email protected]/

El término Manejo Integrado de Plagas (MIP) surge en sus inicios como una herramienta contra- puesta al uso unilateral de plaguicidas para el control de plagas en cultivos (STERN et al. 1959). A partir de su propuesta, el MIP fue sentando sus bases teóricas sobre sólidos principios ecológicos, que lo convirtieron en una propuesta de manejo integrado del cultivo, enfatizando la diversificación en los agroecosistemas, la conserva- ción de los agentes bióticos

benéficos, y una visión de las plagas como componente omni- presente en los cultivos, con el cual, los principios de convivencia deben tener lugar, complemen- tados con los criterios de manejo. En resumen, el MIP considera objetivos económicos, sociales, de protección al ambiente y la salud, y no tiene únicamente la meta de prevenir pérdidas en cantidad o calidad.

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La agricultura sostenible ha sido definida como la gestión satisfac- toria de los recursos para que la agricultura cubra unas necesidades humanas cambiantes, al propio tiempo que mantiene o refuerza la calidad del entorno y conserva los recursos naturales (FAO 1991). El MIP en el contexto de la sostenibilidad, se constituye en un elemento beneficioso para cumplir con las metas, a través de la conservación de la biodiversidad, de su conocimiento, valoración y utilización en forma sostenible; así como también, de los recursos naturales y del conocimiento. Este documento, recoge algunos de los principios derivados de los fundamentos del MIP, y su aplicación práctica en proyectos de desarrollo que involucren el manejo de cultivos. Criterios y definiciones básicas asociadas con el MIP. Plaga: plaga es un concepto antropocéntrico. En este contexto, es todo organismo que puede aumentar su densidad hasta niveles suficientes para afectar las actividades del ser humano en forma importante.

Manejo Integrado de Plagas: es una noción (filosofía) y una estrategia (visión del problema), de carácter preventivo y perdurable, que combina tácticas compatibles para reducir las poblaciones de organismos plaga, a niveles que no causen pérdidas económicamente impor- tantes, con efectos negativos mínimos sobre el ambiente y la salud humana (Hilje 1994). Fundamentos conceptuales del MIP: la estructura conceptual del MIP, se soporta sobre bases teóricas, que en forma integrada caracterizan la noción del Manejo Integrado de Plagas. La estructura conceptual del MIP la representan el diagnóstico, la selección de estrategias y tácticas de manejo, y los criterios de decisión o umbrales (Bustamante 1998). Diagnóstico fitosanitario: arte científico de reconocer por observaciones, estudio y/o experimentación, la naturaleza de la causa de un problema en un cultivo, y los factores que inciden sobre su desarrollo. Involucra la identificación del agente causal y el efecto de los factores ambientales y de manejo sobre el problema.

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Estrategias y tácticas de manejo: la estrategia se refiere a la concepción, planificación y conducción global del problema (el qué hacer). Se define con base en la biología de la plaga, sus enemigos naturales, y la diversidad y estabilidad del ecosistema agrícola. Las tácticas se corresponden con el conjunto de reglas o técnicas aplicadas para lograr los objetivos propuestos en la estrategia (el cómo hacer). Las tácticas se seleccionan por su eficacia en el cumplimiento de la estrategia, su costo y el riesgo mínimo al ambiente. Criterios de decisión o umbrales: los umbrales se refieren a límites de tolerancia de una densidad poblacional de un organismo plaga o de sus efectos sobre el cultivo, a partir del cual se toman decisiones sobre su manejo. Los umbrales responden a conocimientos de la plaga, relación de daño, costo de

aplicación de las tácticas, beneficio económico y salud humana. Aplicación operativa de los principios del MIP (¿Hasta dónde puede llegar el MIP?). Un ejemplo práctico de la aplicación de los principios MIP, es cuando podemos visualizar el ciclo ontogenético del cultivo y los períodos de incidencia de las plagas (momentos en los que debe concentrarse la atención sobre determinadas plagas), estableciendo la consideración general de las relaciones plaga-cultivo con una alta especificidad. Sin embargo, no siempre este es el caso, por lo cual se puede partir de modelos de relación un poco más genéricos (Fig. 1), que luego, y de acuerdo a las condiciones ecológicas de la zona pueden dilucidarse con mayor detalle.

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Figura 1.- Epocas de aparición y mayor actividad de las principales plagas insectiles de la caraota y el frijol en América Latina.(Tomado de Cardona et.)

Los aspectos operativos relacio- nados con el diagnóstico fito- sanitario, incluyen básicamente la definición de las plagas clave del cultivo (que tal vez no sean más de cinco), y sus enemigos naturales, los niveles de efectividad del control natural, y las estrategias para potenciarlo.

La aplicación asociada con las estrategias y tácticas, se hace de la mano con el arsenal de opciones disponibles (control biológico, mejoramiento genético, control cultural, etc.), seleccionando y aprovechando aquellas que guarden concordancia con los principios de la ATS. La aplicación de los principios de los criterios de decisión o umbrales, tiene que ver con el monitoreo de

V0 V1 V2 V3 V4 R5 R6 R7 R8 R9

Fase vegetativa Fase reproductiva

Grillos, gallinaciegas, tierreros

Lepidópteros defoliadores

Babosas, mosca blanca, áfidos

Crisomélidos, minadores

Acaros, perforadores de vainas

Etapas de desarrollo del cultivo Almacenamiento

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90 Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

la plaga o su efecto, la posible participación de las condiciones climáticas (si está disponible la información) o de manejo, sobre los efectos de las plagas en los cultivos, y una referencia inicial del umbral de acción para las plagas clave. Este conocimiento permitirá sistematizar las actividades de seguimiento o monitoreo del componente plaga, las prácticas de manejo susceptibles de ser aplicadas (en concordancia con las dimensiones ecológicas, económicas y sociales del productor) y los costos implícitos del manejo de plagas en comparación con prácticas de manejo no sostenibles (aplica- ción unilateral de plaguicidas, por ej.) Proceso para definir o construir un Plan MIP en cultivos. El proceso para la definición de un plan MIP en cultivos, va a depender de las condiciones en las cuales se encuentre el proyecto de desarrollo. En este sentido, se pueden definir procesos con un proyecto en ejecución o en proceso de formulación. 1. Con base en un estudio sistemático del problema: este proceso incluye estrategias de

investigación, documentación y consulta, asociadas con los fundamentos del MIP. Es propio de centros de investigación y/o enseñanza. Mediante procesos de investigación participativa y capacitación, el productor se convierte en el principal agente de seguimiento y evaluación de las plagas. 2. Con base en información existente del problema: la principal estrategia es la consulta (bibliográfica, interpersonal, etc.), que permita definir las bases del plan para su inclusión en un proyecto a ser iniciado. 3. Con base en la observación, registro y experiencia: cuando un proyecto se encuentra en ejecución sin haber previsto el componente plagas, se debe definir un proceso sistematizado de registro de la información observada en campo, que permita caracterizar in situ el problema de plagas existente (si es importante). Consideraciones para el desarrollo de un plan MIP durante la ejecución de un proyecto de granja integral. En este caso, el productor está trabajando con un nivel de incertidumbre más alto, al tener el cultivo en proceso de producción, por lo cual se debe

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trabajar con mayores niveles de tolerancia de plagas hasta que haya una caracterización del problema. Al igual que para la formulación de un proyecto, los elementos importantes son: la determinación de plagas clave del (los) cultivo (s), definición y conocimiento de prácticas de manejo, y la identificación del comportamiento

de los factores climáticos (no siempre disponibles). Todo esto definirá un flujo que partirá del reconocimiento inicial de la situación (estado inicial), para luego pasar a una fase de monitoreo (seguimiento periódico) de la plaga y/o el hospedante (el cultivo), y los enemigos naturales (si los hay) (Ver Fig. 2).

Figura 2. Esquema de decisión (flujograma) relacionado con el diagnóstico y monitoreo de taladradores en caña de azúcar.

Diagnóstico o estado inicial

Monitoreo o seguimiento continuo

Determinación de: -Intensidad de infestación por taladradores -Distribución porcentual de taladradores -Parasitismo natural en campo

Muestreo en cañas de 4-7 m y 10-12 m

Recolección de datos

Procesamiento de datos

Interpretación de los resultados

II > 2% II < 2%

Decisión

Liberación de parasitoides

Decisión

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92 Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

Consideraciones para el desarrollo de un plan MIP en el contexto de la formulación de un proyecto de granja integral. Para la construcción de un plan MIP dentro de un proyecto, se parte de la idea de que no se cuenta con información en la zona de establecimiento del proyecto, por lo cual se aplicará un principio de extrapolación basada en evidencias documentales o no. En este orden, se debe recurrir a diferentes fuentes, a los fines de determinar: 1. En el (los) cultivo(s) a desarrollar: los períodos críticos o de mayor susceptibilidad a cada plaga clave, con el objetivo de definir los períodos de concentración de la atención

sobre las plagas y las prácticas de manejo. 2. En las prácticas de manejo a aplicar: Identificación de posibles efectos sobre el cultivo, predisponentes de éste al ataque de plagas o a afectar la acción de los enemigos naturales. Es importante hacer notar que al MIP no solo le interesa el manejo de las plagas, sino el manejo del cultivo como agente integrador de todas las acciones. 3. En las plagas clave del(los) cultivo(s): Identificar las plagas a considerar, método de monitoreo de la plaga y/o enemigo natural, y umbrales de acción de las plagas. Algunos ejemplos de umbrales se ilustran en los Cuadros 1, 2 y 3

Cuadro 1. Ejemplos de umbrales de acción para algunos insectos plaga en tomate*.

Especie plaga Umbral de acción

Gusanos cortadores

3 plantas cortadas

Liriomyza sp. 10 minas activas

Crisomélidos 20% de defoliación

Keiferia lycopersicella 12 larvas

Spodoptera sp 1 masa de huevos

Heliothis spp. 4 huevos o larvas

*Basados en el muestreo de 30 plantas. Fuente: Calvo et al.(1994).

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Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

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Cuadro 2. Umbrales de acción para plagas insectiles del arroz en Venezuela. Especie plaga Nombre común Umbral de acción

Spodoptera

frugiperda

Barredor

8 larvas por pase doble de red

Tagosodes

oryzicolus

Sogata 30 adultos por pase doble de red

Lissorhoptrus sp Gorgojo acuático 4 adultos por pase doble de red

Rupella albinella Novia del arroz

Dyscinetus sp Coco jui-juao 1 adulto por m2

Oebalus ypsilon Chinche de la espiga 5 adultos o ninfas por pase doble de red

Cuadro 3. Ejemplos de umbrales de acción para plagas de la caraota en América Latina.

Plaga Nombre común o grupo

Umbral de acción

Acrosternum sp. Chinches hediondas 2 ninfas de último instar/m2

Babosa 1 babosa/m2 o trampa

Cerotoma sp y Diabrotica sp. Crisomélidos 2-4 adultos/planta

Empoasca sp. Saltahojas 2-3 ninfas/hoja,

2 adultos/planta

Heliothis sp. Heliothis 8 larvas/m2

Liriomyza sp. Minadores 1-2 larvas/hoja

Omiodes indicata Pega-pega 33% defoliación

Spodoptera sp y Agrotis sp. Tierreros, cortadores 10% plantas cortadas

Fuente: Cardona et al. (1995).

4. En los momentos de aplicación y costos relacionados con el manejo de plagas: para incluir en los costos de producción previstos para el cultivo, los costos de aplicación de las prácticas de manejo de las

plagas; y en el plan de manejo del cultivo, incluir la descripción del procedimiento a aplicar relacionado con la práctica de manejo.

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94 Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

Ejemplos de lo comentado en los puntos anteriores, podemos visualizarlo en los Cuadros 4 y 5,

aplicados a los cultivos caña de azúcar (cultivo permanente) y maíz (cultivo anual).

Cuadro 4. Costos de producción de caña de azúcar en Venezuela.

Labor Costo (Bs/ha)

Preparación de tierras (en plantilla) 120.000,00

Siembra (en plantilla) 227.050,00

Riego 474.300,00

Control de malezas (1) - 2 aplicaciones de herbicida (4) - Limpieza manual - Mantenimiento de campo TOTAL

74.664,00 13.000,00 7.125,00

94.799,00

Fertilización 106.619,00

Prácticas de cultivo (1) - Cultivadora-aporque-reabono

13.000,00

Control de candelilla Aeneolamia sp. (2):

- 30 bolsas/ha a 35 Bs/cu x 3 veces - 1 L pega a Bs 2.110/L x 3 veces - 200 g M. anisoplae a 12.693,00 Bs/ha - Aplicación aérea

3.150,00 6.330,00

12.693,00 10.395,00

Control de taladradores (2): - 1 g de Cotesia flavipes/ha - 50 unid de Lydella minense

3.313,00 6.330,00

Mantenimiento y reparación de maquinariasy equipos

20.000,00

Administración y asistencia técnica 23.980,00

Utiles y herramientas 2.000,00

Combustible y lubricantes 13.000,00

Contabilidad 10.000,00

Cosecha (estimado de 60 TM/ha) 240.000,00

(1) Costos directos de control de malezas (2) Costos directos de control de plagas insectiles (3) Los costos de control de patógenos están implícitos (4) en la siembra (semilla de variedad seleccionada y tratamiento hidrotérmico presiembra) (5) Opción de control utilizada en la actualidad para el establecimiento de la plantilla. En aras de una ATS, deben explorarse nuevas opciones.

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Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

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Cuadro 5. Costos de producción de maíz en Venezuela

Labor Costo (Bs/ha)

Preparación de tierras 51.000,00

Siembra y fertilización

Labor completa

Tratamiento semilla (3)

89.500,00

7.560,00

Riego (no considerado)

Control de malezas (1)

Accent y triazol + aplicación

31.289,00

Control de lepidópteras (2)

Insecticida Mach + aplicación

Liberación de Telenomus sp.

24.686,00 3.000,00

Fertilización (reabonamiento) 30.000,00

Prácticas de cultivo

Mantenimiento (1)

16.000,00

Cosecha (estimado de 3.000 kg./ha)

30.000,00

(1) Costos directos de control de malezas (2) Costos directos de control de plagas insectiles (3) Costos directos de control de patógenos Fuente: Zocco, J.L., 1999, Fundación Danac, com. pers. Reflexiones finales al tema. La dicotomía entre el desarrollo económico y la conservación ambiental ha perdido vigencia. Las consecuencias de esta visión parcial anterior en el ámbito agrícola, han represen- tado en lo económico: incrementos insostenibles en los costos de producción; en lo

ambiental: resistencia a plagui- cidas, surgimiento de nuevas plagas, degradación de suelos, contaminación de aguas y mortalidad de fauna silvestre; en lo social: reducidas perspectivas de desarrollo, migraciones del campo a la ciudad e intoxicaciones agudas o crónicas en obreros del campo y consumidores (Hilje y Hanson 1998).

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96 Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

En el área agrícola con énfasis en la fitoprotección, el ¨capital natural¨ lo representan los suelos, el agua y los enemigos naturales de las plagas. El conocimiento y su sistematización, nos permitirán hacer un uso eficiente de estos recursos. Las tres áreas consideradas clave para el diseño de sistemas agrícolas sostenibles son el manejo y conservación de la fertilidad de los suelos, la sustitución de subsidios ener- géticos por otros insumos menos propensos a la dependencia, y la fitoprotección (Arauz 1996). En este sentido, el manejo de plagas mantiene su vigencia y relevancia como herramienta para el logro de la sostenibilidad en la agricultura. Las plagas forman parte del conjunto de componentes que interactúan en el agroecosistema. Cualquier acción del hombre sobre una parte del sistema puede causar alteraciones sobre diferentes procesos ecológicos, agronómicos o silvoculturales. Debe aceptarse el criterio de que los agentes plaga tienden a ser nocivos, cuando las densidades de estos o sus efectos en los cultivos alcanzan densidades importantes.

Así como para el desarrollo de granjas integrales, el desarrollo de un plan MIP no involucra la formulación de una ¨receta¨, esto es, cada propuesta tecnológica (sea un cultivar, práctica de manejo, etc.) es un instrumento que debe tomar en cuenta las circunstancias (económicas, eco- lógicas y sociales) de aquellos a quienes se dirigen los avances. Referencias bibliográficas. APONTE, O. 1990. Manejo Integrado de Plagas en Arroz. FONAIAP, Maracay, Venezuela. Serie B No. 13. 36 p. ARAUZ, L. 1996. La protección de cultivos en la agricultura sostenible: perspectivas para Costa Rica. Manejo Integrado de Plagas, 41:29-36. BUSTAMANTE, E. 1997. Manejo integrado del cultivo: Fundamento del control de enfermedades. In Curso Internacional sobre Manejo Integrado de Plagas (Universidad de Nariño, Nariño, Colombia). memorias. p. 22-31. CALVO, G.; BARRANTES, L.; HILJE, L.; SEGURA, L.; RAMIREZ, O.; KOOPER, N.; RAMIREZ, A.; CAMPOS, J. 1994. Un esquema comprensivo y funcional para el manejo integrado de plagas en tomate. In Lecturas sobre manejo

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Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

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integrado de plagas. Hilje, L. (comp.). Colección Temas de Fitoprotección para Extensio- nistas. Serie Técnica. Informe Técnico No. 237. CATIE, Turrialba, Costa Rica. p. 58-73. CARDONA, C.; FLOR, C.; MORALES, F.; PASTOR, M. 1995. Problemas de campo en los cultivos de frijol en el trópico. CIAT, Cali, Colombia. 220 p. HART, R. 1986. Conceptos básicos sobre agroecosistemas. CATIE, Turrialba, Costa Rica. SME/ CATIE no. 1. 160 p. HILJE, L. 1995. Siete preguntas de actualidad sobre el manejo integrado de plagas en América Central. Agronomía Mesoameri- cana, 6:169-178.

HILJE, L.; HANSON, P. 1998. La biodiversidad tropical y el manejo integrado de plagas. Manejo Integrado de Plagas, 48:1-10. ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS PARA LA AGRICULTURA Y LA ALIMENTACIÓN (FAO). 1991. Producción agrícola sostenible: consecuencias para la Investi- gación agraria internacional. FAO, Roma, Italia. Estudio FAO Investigación y Tecnología No. 4. 131 p. STERN, W.; SMITH, R.; VAN DEN BOSH, R.; HAGEN, K. 1959. The integrated control concept. Hildgardia, 29(2):81-101.

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98 Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

MANEJO DE CULTIVOS Y DE SUELOS TROPICALES

Adriana Florentino de Andreu8

Introducción El manejo de los sistemas agrícolas tropicales debe tener como principal objetivo la integración de la agricultura y de la tecnología agrícola utilizada para producir alimentos y fibra de calidad, mientras se mantiene o incrementa la productividad, la rentabilidad, la calidad de vida del agricultor y la calidad ambiental. Ante la situación precaria que vive el medio rural venezolano, hablar en estos momentos de Sostenibilidad Agrícola pareciera ser una utopía. Sin embargo, si nos ponemos de acuerdo en algunos conceptos básicos y entendemos y aceptamos que este paso no sucederá espontáneamente, sino que necesita de la participación de todos nosotros y que se requiere tiempo para alcanzar la sostenibilidad agrícola (transición), podemos estar seguros que esa utopía se transformará en una realidad.

8 Instituto de Edafología. Facultad de Agronomía. Universidad Central de Venezuela. Maracay – Edo. Aragua. e-mail: [email protected]

La sostenibilidad agrícola está influenciada por diferentes factores: agronómicos, económicos, sociales y ambientales, los cuales deben armonizarse para lograr un nuevo equilibrio en el comportamiento de esos sistemas. Alcanzar la sostenibilidad en climas áridos o semiáridos es más difícil que en climas sub-húmedos o húmedos.

La erosión del suelo, la degradación estructural, la com- pactación, el sellado y encos- tramiento, la salinización o sodificación, la contaminación, son síntomas de un inadecuado manejo del suelo, del uso de los fertilizantes o de los sistemas de producción. Por ello, las buenas prácticas de uso y manejo del suelo son fundamentales para lograr un uso sostenible de la

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Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

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tierra y, a la vez, son esenciales para la alcanzar la sostenibilidad de estos sistemas de producción. Conceptualización y marco referencial para el desarrollo agrícola y el manejo sostenible de la tierra La agricultura sostenible es un enfoque o modo de pensar que integra ideas y metodologías de varias disciplinas y que se plantea como un desafío al enfoque convencional, ya que establece las pautas y los elementos referenciales para un manejo adecuado de los agroecosistemas. Plantea como premisa que la biodiversificación es la base para restaurar o lograr la autorregulación y la sostenibilidad de los mismos. Preserva la diversidad cultural que nutre a los agricultores locales; disminuye la brecha tecnológica entre pequeños y grandes productores y plantea diversas alternativas o vías para lograr la sostenibilidad. En este sentido, cuando la agricultura convencional se ha vuelto muy compleja y no responde a una época con graves problemas ambientales y energéticos, ya que los rendimientos dependen del manejo intensivo y de la disponibilidad ininterrumpida de

recursos y de energía, se plantea que la agricultura sostenible debe tener como características fundamentales que sea una agricultura: autosuficiente, econó- micamente viable, energéti- camente eficiente, conserva- dora de los recursos y socialmente aceptable. Manejo del suelo y sistemas de producción de cultivos

El principal objetivo de cualquier programa de manejo de suelo y cultivo es lograr una producción sostenible. Las prácticas de manejo que contribuyen o no evitan la degradación del suelo reducirán también su productividad e interfieren en el progreso hacia la Sostenibilidad de los Sistemas de Producción. Algunos criterios para evaluar los sistemas agrícolas sostenibles • Viabilidad, a corto plazo,

económica y rentabilidad. • Mantenimiento o incremento de la

Productividad. • Producción de Calidad Am-

biental. • Alta eficiencia en el Uso de

los Recursos.

Page 98: Granjas

100 Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

• Capacidad de proveer de alimentos a la población y de mejorar su Calidad de Vida.

Algunos elementos como marco de referencia para el desarrollo agrícola sustentable en zonas tropicales • Diversificación de los

sistemas de producción (mantenimiento de la bio- diversidad).

• Asociación de cultivos. • Rotación de cultivos. • Labranza reducida o mínima. • Siembra directa. • Uso de leguminosas como

componente esencial de los sistemas sustentables.

• Cobertura del suelo. • Incorporación de diferentes

tipos de materia orgánica al suelo (cantidad y calidad).

• Reciclaje de nutrientes dentro del propio sistema.

• Bajo uso de agroquímicos.

• Uso eficiente de la energía (reciclaje dentro del sistema).

• Control biológico de plagas. • Incorporación de los árboles en

los sistemas de producción (agroforestería; agrosilvopasto- ril).

• Incorporación de animales al sistema de producción.

• Uso de recursos locales. • Uso y rescate de conocimiento

y tecnologías autóctonas. Se plantea que, en la medida en que un sistema de producción vaya incorporando más elementos de sostenibilidad, en esa medida será considerado más sostenible o alcanzará más rápidamente la sostenibilidad. Es importante resaltar que los principios éticos deben estar considerados en todas las dimensiones tanto ecológica, como ambiental, tecnológica, política, económica y social.

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Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

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Figura 1. Relación entre los objetivos básicos de la actividad agrícola y los diferentes tipos de agricultura. Fuente: Adaptado de COIACYC, 1996.

CALIDAD DE LOS PRODUCTOS

REDUCCIÓN DE LOS IMPACTOS AMBIENTALES

REDUCCIÓN DE LOS COSTOS DE PRODUCCIÓN

CONSERVACIÓN DE LOS CICLOS NATURALES

TIPOS DE AGRICULTURA

Agricultura Ecocompatible

Agricultura Sostenible

Agricultura Alternativa

Agricultura Biológica

OBJETIVOS BÁSICOS

Agricultura Integrada

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102 Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

Tabla 1. Integración ambiental de la agricultura

OBJETIVO(S) ASPECTOS CONSIDERADOS PARA ALCANZARLOS

GLOBAL

• INTEGRACIÓN AMBIENTAL DE LA AGRICULTURA

GENERALES

1. Utilizar racionalmente los insumos y

recursos necesarios para la actividad

agrícola.

• Conservar el suelo como recurso agrícola básico.

• Utilizar eficientemente el agua.

• Optimizar la utilización de la energía.

• Racionalizar el uso de fertilizantes.

• Utilizar racional y cuidadosamente los productos fitosanitarios.

• Conservar la diversidad biológica y los recursos genéticos

agrícolas y ganaderos.

• Adoptar sistemas de cultivos ambientalmente integrados..

2. Reducir la contaminación de origen

agrícola. • Reducir o limitar las emisiones a la atmósfera.

• Reducir la producción de residuos sólidos.

• Minimizar la producción de efluentes líquidos.

• Reciclar.

3. Conservar o mejorar el medio

ambiente rural. • Conservar y mejorar los paisajes agrarios.

• Conservar y mejorar los ecosistemas.

• Conservar los procesos ecológicos.

• Conservar o mejorar las infraestructuras rurales tradicionales.

4. Mantener unas buenas condiciones

de seguridad e higiene del agricultor.

• Mejorar las condiciones en las cuales el agricultor realiza sus

tareas.

• Aumentar y controlar la sanidad de los alimentos.

5. Mejorar o mantener la Calidad de Vida

de la población. • Integración de todos los objetivos anteriores.

Fuente: Adaptado de COIACYC, 1996

Prácticas de manejo de suelo, agua y cultivos

Muchas de las prácticas de manejo consideradas en este documento tienen carácter multifuncional y multidimensional, pues pueden contribuir a obtener diferentes objetivos de acuerdo a la problemática planteada.

Consideramos que, buenas prácticas agrícolas son todas aquellas dirigidas a corregir los posibles efectos negativos de las propias actividades agrícolas, especialmente de la agricultura más intensiva, con la finalidad última de maximizar su compatibilidad con el medio.

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Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

103

Incluye también todas aquellas actividades o prácticas que contribuyan a la restauración, mejora y conservación de los agroecosistemas. Por otro lado, se entiende por prácticas agrícolas tradicionales aquellas adaptadas a las condiciones del medio, que han contribuido históricamente a la formación de ecosistemas y paisajes de calidad y que han demostrado ser sostenibles. Para establecer sistemas agrícolas integrales y sostenibles se deben identificar y conocer primero las características de los componentes de los sistemas naturales, así como los procesos y relaciones que se dan entre los mismos, a fin de poder diseñar y proponer sistemas agrícolas alternativos que imiten, lo más parecido posible, la estructura y función de los ecosistemas naturales locales. En este sentido, tal como se refirió anteriormente, debe considerar- se la mayor biodiversidad posible, cultivos asociados, de tal manera que incrementen el uso equivalente de la tierra, con

suelos biológicamente activos y protegidos para que prevalezca el reciclaje de nutrientes y energía dentro del propio ecosistema; la incorporación de árboles y animales en sistemas integrados de producción, que favorece el reciclaje de nutrientes y mejora la eficiencia del sistema de producción, su estabilidad y la sostenibilidad del mismo. A continuación se establece una serie de prácticas de manejo de suelo, agua y cultivos, que se agrupan de acuerdo a las funciones que cumplen en el sistema de producción; y donde destaca que una misma práctica puede cumplir varias funciones, de manera que, con una visión sistémica, se debe establecer un programa integral de manejo del suelo y cultivo que integre el mínimo posible de prácticas de manejo que, en forma conjunta pueda resolver varios problemas o limitaciones a la vez (por ejemplo: problemas físicos; químicos y biológicos del suelo; conservación de suelos y aguas).

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104 Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

Tabla 2. Agrupación de prácticas de manejo de acuerdo a sus funciones en el sistema de producción.

FUNCIONES DE LAS PRÁCTICAS

DE MANEJO DE SUELOS Y

CULTIVOS:

PRÁCTICAS PRINCIPALES PRÁCTICAS RELACIONADAS

• Mantener la estabilidad del

sistema de producción

• Cultivos múltiples asociados.

• Cultivos en rotación.

• Incorporación de árboles.

• Incorporación de animales.

• Cultivos intercalados.

• Cultivos asociados en franjas.

• Cultivos asociados en hileras simples o

dobles.

• Rotación de cultivos de relevo.

• Rotación de cultivos con períodos de

descanso.

• Sistemas forestales.

• Sistemas agroforestales.

• Sistemas agrosilvopastoriles.

• Preparación del suelo para el

desarrollo de los cultivos.

• Labranza reducida.

• Labranza mínima.

• Siembra directa.

• Labranza conservacionista.

• Cero labranza.

• Labranza en contorno.

• Labranza profunda.

• Siembra del cultivo.

• Siembra directa.

• Siembra convencional mecanizada.

• Siembra a “coa”.

• Siembra sobre suelo nivelado.

• Siembra en camellones.

• Siembra en sentido perpendicular a la

pendiente.

• Siembra en plataformas.

• Siembra en hileras simples o dobles.

• Siembra al voleo.

• Manejo de la fertilidad química

del suelo.

• Incorporación de residuos vegetales

(Materia orgánica).

• Abonos verdes de baja a mediana

relación C/N (leguminosas).

• Fertilización orgánica.

• Fertilización química.

• Enmiendas.

• Cultivos de cobertura.

• Barreras vegetativas (vivas) en

parcelas con altas pendientes.

• Rotación con leguminosas.

• Uso de fertilizantes de baja solubilidad (Roca

fosfórica).

• Uso de fertilizantes líquidos.

• Fertirrigación.

• Reabono.

• Fertilización foliar.

• Uso de estiércol.

• Fertilización organo-mineral.

• Uso de compost.

• Uso de residuos urbanos e industriales.

• Manejo de la fertilidad física y

del agua del suelo.

• Incorporación de residuos vegetales

(Materia orgánica).

• Abonos verdes de baja a mediana

relación C/N (leguminosas).

• Fertilización orgánica.

• Cultivos de cobertura.

• “Mulch”.

• Labranza profunda (subsolado,

arado de cincel, rastra de púas).

• Siembra directa.

• Acondicionadores de la estructura

del suelo.

• Bancales.

• Canales de drenaje.

• Emulsiones de asfalto.

• Acondicionadores naturales.

• Riego

• Microcuencas para la cosecha de agua.

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Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

105

Continuación...

FUNCIONES DE LAS PRÁCTICAS

DE MANEJO DE SUELOS Y

CULTIVOS:

PRÁCTICAS PRINCIPALES PRÁCTICAS RELACIONADAS

• Manejo de la fertilidad

biológica del suelo.

• Todas aquellas prácticas que

incorporen diferentes tipos de materia

orgánica al suelo en forma sostenida.

• Todas aquellas prácticas que

mejoren las condiciones de fertilidad

integral del suelo (física y química).

• Controlar la erosión del suelo.

• Cultivos de cobertura.

• Mulch.

• Labranza reducida y siembra directa

(labranza conservacionista).

• Rotación y asociación de cultivos.

• Cultivos de enraizamiento profundo.

• Barreras vivas (Vetiver).

• Cultivos en contorno o en franjas.

• Prácticas mecánicas de soporte

para controlar la erosión del suelo.

• Canales de desviación.

• Acequias de ladera.

• Terrazas: de banco; de riego; con

canal; individuales.

Las leguminosas como elemento esencial de la sostenibilidad agrícola en zonas tropicales Las leguminosas tropicales pueden cumplir múltiples funciones en los sistemas de producción agrícola: • Para consumo humano. • Para consumo animal. • Para el manejo de la fertilidad

del suelo. • Para la protección del suelo. • En la conservación del agua. • En el control de plagas y

enfermedades.

• En el control de malezas. • Como cultivo asociado a otros

cultivos. • Como cultivo intersiembra. • Como cultivo asociado parcial

y mulch. • Como cultivo de cobertura

para la siembra directa. • Como componente fundamental

en los sistemas agroforestales o agrosilvopastoriles

• Otros.

Page 104: Granjas

106 Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

Papel de las leguminosas como cultivos de cobertura y abonos verdes en la conservación de los suelos y en el uso sostenible de la tierra Dentro de un plan de manejo sostenible de la tierra, las leguminosas tropicales ofrecen una gran potencialidad, ya sea como abonos verdes o cultivos de cobertura junto a otras prácticas de manejo conservacionista del suelo, tales como labranza reducida, siembra directa, cultivos asociados o en rotación. Las leguminosas como cultivos de cobertura y abonos verdes: Cultivos de cobertura: Son cultivos que se siembran con la finalidad de generar una buena cobertura del suelo en el período entre la cosecha de un cultivo y la siembra del próximo, para reducir el escurrimiento superficial y la erosión. Características de las plantas de cobertura: • Crecimiento rápido y vigoroso. • Porte rastrero. • Al asociarse con otros cultivos

pueden servir para el pasto- reo o heno.

• Puede establecerse en plantaciones arbóreas o en cultivos anuales.

Tanto el cultivo de cobertura como el abono verde, mientras están desarrollándose, en zonas semiáridas coinciden con el período de mayor erosividad de las lluvias, por lo que cumplen tanto una función protectora contra el impacto de las gotas de lluvia, como en la reducción del escurrimiento y la erosión y una función en la mejora de las propiedades químicas, físicas y biológicas al ser incorporados al suelo. Abonos verdes: Consiste en la incorporación al suelo de una masa vegetal proveniente de un cultivo sembrado exclusivamente para este fin. La incorporación al suelo puede ser mecánica (incorporación con rastra en la capa superficial del suelo), por la actividad biológica (cuando los residuos se dejan sobre la superficie del suelo) o por procesos físico - químicos (lixiviación, formación de complejos órgano-minerales, etc). Características de las plantas para su selección como abonos verdes: • Rápido crecimiento y un

desarrollo vigoroso en las primeras etapas.

• Alta eficiencia en el uso de agua y nutrientes, es decir, con bajos requerimientos de los mismos.

Page 105: Granjas

Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

107

• Alta resistencia a plagas y enfermedades.

• No leñosa. • Preferiblemente con baja a

mediana relación carbono/nitró- geno.

• Con porte bajo para facilitar su incorporación con maquinaria.

Para una mayor efectividad y menor costo se recomienda: • Siembra al voleo. • Sembrarlo al caer las

primeras lluvias. • Incorporarlo o cortarlo antes

de la floración. • Enterrarlo con rastra o arado

de disco, ya que a la vez que tritura las plantas, facilita su incorporación al suelo.

• La cantidad a enterrar puede ser de 10 - 30 Mg/ha (peso

verde), dependiendo del tipo de planta.

• El intervalo de tiempo al cual debe realizarse esta práctica es variable según las condiciones climáticas. Para zonas tropicales es necesario hacerlo cada año debido a la alta velocidad de minerali- zación; en zonas templadas podría ser cada 2 ó 3 años.

Especies que pueden ser recomendadas como abonos verdes o cultivos de cobertura. Existe una gran cantidad de especies leguminosas tropicales que pueden ser utilizadas como abonos verdes; entre ellas cabe destacar:

Tabla 3. Especies recomendadas como abonos verdes o cultivos de cobertura

Crotalaria Crotalaria spp Tropical

Canavalia Canavalia ensiformis Tropical

Kudzú Pueraria spp Tropical

Centrosema Centrosema pubescens Tropical

Frijol Vigna sinensis Tropical

Zapatico de la reina Clitoria ternatea Tropical y Subtropical

Trébol Melilotus spp Templado

Lupino Lupinus spp Templado

Alfalfa Medicago sativa Templado

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108 Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

Las leguminosas como parte esencial de los sistemas integrados para el manejo y conservación de suelos. Abonos verdes - cultivos de cobertura (leguminosas) - siembra directa - rotación de cultivos: cabe destacar que, generalmente, la recuperación de los suelos degradados necesita de la combinación de diferentes prácticas de manejo y que una sola práctica puede cumplir varias funciones. Por ejemplo, en la mayoría de los suelos degradados bajo pro- ducción agrícola en Venezuela es conveniente iniciar la siembra directa con el uso de abonos verdes - cultivo de cobertura. Esto no solo aumenta la materia orgánica del suelo sino que ayuda a controlar las malezas o a reducir su diversidad (efecto alelopático), mayor protección contra la erosión, mayor fertilidad, menor escurrimiento de agua. También es muy efectiva la siembra de una leguminosa como cobertura en plantaciones de cultivos permanentes. En este sentido, las leguminosas no solamente actúan mitigando el impacto de las gotas de lluvia en la estructura del suelo, sino también en el reciclaje de nutrientes desde capas profundas del suelo, en el

aporte de materia orgánica al suelo con una baja relación C/N y en la reducción de las pérdidas violentas de nitrógeno por lixiviación o por escurrimiento superficial, ya que éstas actúan como reservorios de nutrientes que van liberando a menor tasa los nutrientes esenciales para las plantas. Por otro lado, la actividad biológica del suelo incrementa y se diversifica, actuando positivamente sobre la degradación de la materia orgánica del suelo e indirec- tamente mejorando las propie- dades físicas, químicas y biológicas del suelo. Estas prácticas integradas deben ser bien planificadas y ejecutadas adecuadamente de acuerdo al calendario agrícola. En Venezuela, el conocimiento que se tiene de las poten- cialidades de ciertas legumi- nosas para su uso como cultivos de cobertura o abonos verdes es relativamente muy escaso. Una de las investigaciones realizadas se llevó a cabo en un suelo franco arenoso, ubicado en la Finca Las Guacamayas, El Sombrero, Edo. Guárico, cuya finalidad fué la de evaluar el desarrollo de tres leguminosas, clitoria (Clitoria ternatea), capica (Stylosanthes capitata) y centrosema (Centrosema rotundifolium); la biomasa producida a través del

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Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

109

tiempo; el nivel de cobertura y el contenido de nitrógeno, fósforo, potasio, calcio, magnesio, azufre y carbono en el tejido vegetal. Los resultados obtenidos muestran que la clitoria tiene una mayor potencialidad para su uso como abono verde y como cultivo de cobertura, ya que a los 40 días después de la siembra (dds) muestra su máximo desarrollo y producción de biomasa (floración), en relación a la capica cuya floración sucedió a los 65 dds y al centrosema cuyo desarrollo inicial es muy lento y la floración ocurrió a los 70 dds. En relación a los cambios en su composición química (Cuadro 1) se encontró que a los 29 días el contenido de N fué de 3.75% y el de P de 0.44 %, disminuyendo a los 67 días hasta 2.75 % y 0.26% respectivamente. El stilosantes presentó 3.39% de N y 0.25% de P, mientras que en el centrosema fué de 2.25 para N y 0.34% de P. La relación C/N más alta (17) en clitoria se encontró a los 52 días en relación a la del stilosantes (16) y a la del centrosema (15) que se encontró a los 67 días. Como referencia se tomaron dos gramíneas: sorgo (Sorghum bicolor) con 0.80% de N; 0.25% de P y una relación C/N de 45 y brachiaria (Brachiaria humidícola) con 1.16 % de N; 0.23 % de P y una

relación C/N de 30; ambos a los 52 días después de la siembra. A la vez, la clitoria produjo hasta 24 Mg.ha-1 de masa vegetal con un 77 % de humedad, comparado con el stilosantes, 1,60 Mg.ha-1 (73% de humedad) y con el centrosema, 1,30 Mg.ha-1 y 70 % de humedad. El profundo desarrollo radicular de las tres leguminosas las hacen resistentes a la sequía después que éstas logran establecerse. Otros tipos de leguminosas fueron evaluadas y utilizadas en diferentes regiones del pais tanto como abonos verdes como cultivos de coberturas. Entre ellas la crotalaria (Crotalaria juncea) y el tapiramo analizadas a los 35 dds, cuya composición química se muestra en el Cuadro 2, junto a los resultados de una gramínea (pasto elefante a los 40 dds) como referencia. Puede observarse que la crotalaria presenta una gran potencialidad como cultivo para abono verde o como cobertura, tanto por su alto contenido de nitrógeno (superior al de tapiramo) como por su alta tasa de crecimiento, llegando a los 35 dds a producir un promedio de 27 Mg/ha (TM/ha) de materia verde y un 100 % de cobertura del suelo.

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110 Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

En numerosos ensayos realizados en diferentes regiones del país la crotalaria fué utilizada dentro de un plan integral de manejo del suelo, como cultivo de cobertura en unos casos y como abonos verdes en otros; además, la crotalaria fué sembrada paralelamente y en la misma fecha que el maíz en Turén, mostrando excelentes resultados en el control de las malezas, principalmente las gramíneas, debido a su efecto alelopático con esas plantas; luego fué cortada y dejada como “mulch” (cobertura muerta) sobre

el suelo. Los rendimientos del maíz en este tratamiento fueron un 25 % mayor que el testigo aunque no se aplicó fertilizantes químicos. En los Cuadros 3 y 4 se puede observar la producción de biomasa y el contenido total de nutrientes de la crotalaria y el tapiramo, destacando la crotalaria tanto por la mayor producción de masa vegetal como por el contenido total de nitrógeno, estimándose la tasa de mineralización del N en un 75%.

Cuadro 1. Resultados de los análisis de tejido vegetal de tres leguminosas y dos gramíneas a diferentes días después de la siembra

%

LEGUMINOSA

CO

N

P

S

Ca

Mg

K

C/N

Centrosema rotundifolium (67 dds)

34.89

2.25

0.34

0.16

1.86

0.26

1.71

15.25

Stylosanthes capitata (67 dds)

32.58

3.39

0.25

0.18

1.66

0.25

2.15

16.42

Clitoria ternatea (30 dds) (67 dds)

12.54

35.90

3.75

2.75

0.44

0.26

0.26

0.21

0.97

0.84

0.55

0.44

2.72

2.21

3.32

12.00

Sorghum bicolor (52 dds) Brachiaria decumbens (52 dds)

36.30

35.64

0.80

1.16

0.21

0.23

0.12

0.16

0.61

0.70

0.22

0.43

1.75

2.61

45.38

30.72

CO= Carbono orgánico; dds = Días después de la siembra. Fuente: Florentino et al., 1998

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Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

111

Cuadro 2. Resultados de los análisis de tejido vegetal de dos leguminosas y una gramíneas a los 35 días después de la siembra.

%

LEGUMINOSA

CO

N

P

S

Ca

Mg

K

C/N

Crotalaria juncea

(Crotalaria, 35 dds)

47.10

3.43

0.33

-

3.10

0.44

1.63

13.73

Phaseolus lanatus

(Tapiramo, 35 dds)

52.92

2.07

0.25

-

1.75

0.19

1.69

25.57

Pennisetum purpureum

(Pasto elefante, 40 dds)

57.42

0.95

0.11

-

1.05

0.21

1.51

60.44

Cuadro 3: Producción de biomasa de crotalaria y tapiramo como cultivos de cobertura Yaritagua - Edo. Yaracuy.

LEGUMINOSA

PESO HÚMEDO

(kg/ha)

PESO SECO

(kg/ha)

PESO TOTAL

(kg/ha)

Maleza Leguminosa Maleza Leguminosa Húmedo Seco

CROTALARIA

4.900

15.000

900

3.500

19.900

4.400

TAPIRAMO

14.100

3.000

3.030

920

17.130

3.950

BARBECHO NATURAL 20.000

-

4.200

-

20.000

4.200

Fuente. León, 1993

Page 110: Granjas

112 Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

Cuadro 4. Contenido total de nutrientes en la biomasa de crotalaria y de tapiramo como cultivos de cobertura Yaritagua - Edo. Yaracuy.

LEGUMINOSA

(kg/ha)

CROTALARIA

N = 112,35

P = 10,50

K = 50,40

CO =1628,20

TAPIRAMO

N = 17,02

P = 2,67

K = 16,00

CO =498,82

BARBECHO NATURAL

N = 53,34

P = 9,06

K = 96,48

CO = 1917,50

Fuente. León, 1993

Entre la gran gama de alternativas tecnológicas que se proponen para un uso sostenible de la tierra, destacan las prácticas que incorporan materia orgánica al suelo, siendo los cultivos de cobertura o los abonos verdes con leguminosas o una mezcla de leguminosas y gramíneas, prácticas que se recomiendan para cumplir muchas funciones y efectos en las propiedades físicas, químicas y biológicas del suelo. Podríamos decir que son práctica multifuncionales y que,

junto a la siembra directa y al buen manejo de los residuos de los cultivos anteriores, son los elementos claves para alcanzar la sostenibilidad de los sistemas de producción agrícola en Venezuela. Referencias Bibliográficas: ALTIERI, M. 1997. Agroecología: Bases científicas para una agricultura sustentable. CLADES, Lima, Perú, CIED, Secretaría Rural Perú-Bolivia, 512 p. ASOCIACIÓN ESPAÑOLA LABO- REO DE CONSERVACIÓN

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Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

113

(AELC). 1998. Guía de agricultura de conservación en cultivos anuales. AELC/SV – CTIC, Córdoba, españa, 35 p. BRAVO C. y A. FLORENTINO DE A. 1992. Effects of differents soil tillage practices and legumes cover crops on cotton (Gossypium hirsutum) yield. “7a Conferencia Internacional de Conservación de Suelos (ISCO). Sydney - Australia. COLEGIO OFICIAL DE INGENIEROS AGRÓNOMOS DE CENTRO Y CANARIAS (COIACC). 1996. Manual de prácticas y actuaciones agroambientales. Edit. Mundi-Prensa, Madrid, España, 310 p FLORENTINO de A., A.; E. ANDREU y A. BALDIZÁN. 1998. Caracterización de leguminosas y su potencialidad como abonos verdes y cultivos de cobertura. Memorias de las Jornadas de Investigación del Instituto de Edafología, Facultad de agronomía, UCV, Maracay. FLORENTINO DE A., A. 1996. Suelos Tropicales. Características y potencialidad para un desarrollo agrícola sostenible. Memorias Curso “Agricultura y Silvicultura en áreas Tropicales”. ONG-Ingenieros Sin Fronteras. Universidad Politécnica de Madrid. pp 50-77.

FLORENTINO, A.; M.L. PAÉZ, O.F. RODRÍGUEZ, J. DÍAZ, CARLOS BRAVO, M. LEÓN. M. PÉREZ Y E. RIVAS. 1995, Soil Conservation Technology using legumes and minimum tillage in tropical agriculture production Systems. Meeting on “The Soil as a Strategic resources: Degradation processes and conservation measures. - European Society for Soil Conservation (ESSC) -Tenerife-Islas Canarias, España, 11/15 July. FLORENTINO de A.,A.; M.L. PAEZ; O.F. RODRÍGUEZ y O. MORA 1991. Efecto de tres sistemas de labranza sobre las pérdidas de suelo en un Alfisol-Yaritagua- Edo. Yaracuy. XI Congreso Venezolano de la Ciencia del Suelo. Coro. Edo. Falcón. FLORENTINO de A.,A.; M.L. PAEZ; O.F. RODRÍGUEZ. 1991. Evaluación de sistemas de labranza y su efecto en la productividad del maíz y ajonjolí en Turén- Edo. Portuguesa. XI Congreso Venezolano de la Ciencia del Suelo. Coro. IICA. 11980. Tecnología para el pequeño agricultor. Ediciones del IICA. Serie: Desarrollo Institucional Nº 9. San JJosé, Costa Rica, 499 p.

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LAL, R. y T.J. SMITH. 1992. Myths and Sciences of Soils of the tropics. SSSA Special Publication Nº 29, Wisconsin, USA, 185 p. LEÓN, M. 1993. Uso de dos le- guminosas como cobertura y abono verde y su efecto sobre las propiedades físicas del suelo, la erosión y el rendimiento del maíz”. Tesis Maestría en Ciencia del Suelo. Facultad de Agronomía - UCV. MÁRQUEZ, L. 1995. La tecnología apropiada: Introducción y Objeti- vos. En “Curso de Tecnologías apropiadas para la Cooperación al Desarrollo en Áreas Rurales”. Organizado por la ONG “Ingenieros Sin Fronteras” y la E.T.S.I. Agrónomos. UPM. Madrid, España. pp 1-19. MONEGAT, C. 1991. Plantas de cobertura do solo: Caracterís- ticas e manejo em pequenas propiedaddes. Chapeco, Brasil, 337 p. PÉREZ, M. 1992. Uso de canavalia como cultivo de cobertura en sistemas de labranza mínima. Tesis Maestría en Ciencia del Suelo. Facultad de Agronomía - UCV.

RESTREPO, M.; D. I. ANGEL Y M. PRAGER. 1999. Manual de Agroecología: El enfoque agro- ecológico: una estrategia en la búsqueda de la sostenibilidad de los sistemas de producción. Fundación para la Investigación y el desarrollo agrícola (FIDAR), GTZ –TOB – Universidad de Hohenheim, Cali, Colombia, 180 p. RIVAS, E. 1993. Efecto de la labranza mínima y practicas agronómicas asociadas sobre las propiedades físicas del suelo y el rendimiento de maíz en los llanos altos del estado Monagas. Tesis Maestría en Ciencia del Suelo. Facultad de Agronomía – UCV. 120 p. SAÑA, J.; J. C. MORÉ y A. COHÍ. 1996. La gestión de la fertilidad del suelo. Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimenta- ción, Secretaría General Técnica, Madrid, España, 277 p. SOIL AND WATER CONSERVA- TION SOCIETY (SWCS). 1995. Farming for a better environment. SWCS Editions. Ankeny, Iowa, USA. 67 p. Conferencia- granjas integrales 4

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Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

115

ESQUEMAS DE COMERCIALIZACIÓN Y EL FINANCIAMIENTO DE GRANJAS INTEGRALES

Julio Navas9 Introducción 1. El Ejecutivo Nacional, a través de FONDAPFA, ha resuelto establecer un programa especial agrícola (de interés social) para la fundación y/o consolidación de Granjas Integrales.

9 Asesor Programa de Extensión Agrícola. Fundación CIARA. E- mail: [email protected]

2. Atendiendo al diseño metodológico del programa se dará prioridad a grupos de pequeños y medianos productores que generen o tengan la potencialidad de generar productos agrícolas primarios con factibilidad técnica y de mercado, de ser transformados en productos derivados en agroindustrias rurales locales. 3. Ahora bien, sea que se trate de producción corriente o de producción potencial, siempre será necesario contar con el financiamiento pertinente que apoye el proceso de producción agrícola primaria. 4. El propósito de este documento de trabajo consiste en presentar las condiciones básicas a las cuales es conveniente atender, para que los pequeños y medianos productores tengan acceso a fuentes de financiamiento formales, así como delinear esquemas de comercialización que permitan disminuir los riesgos de recuperación del crédito.

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116 Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

Créditos para pequeños y s medianos productores. Condiciones Básicas: 1. Las condiciones básicas para formular programas crediticios dirigidos a pequeños y medianos productores pueden ser enviadas así: • Tasas de interés positivas • Suficiencia de garantías • Bajo costo por créditos otorgados

• Bajo riesgo de recuperación Para que las condiciones básicas puedan expresarse en la realidad y jueguen el papel que le corresponde, es indispensable que se cumpla con las acciones pertinentes y se cuente con los servicios que garanticen su funcionamiento. Estas acciones y servicios se presentan en el gráfico N° 1.

CONDICIONES BÁSICAS:

1. TASAS DE INTERÉS REALES Y POSITIVAS

2. SUFICIENCIA DE GARANTIAS

REGULARIZACIÓN DE LA TENENCIA DE LA TIERRA CREACIÓN DE FONDOS DE GARANTÍAS

3. BAJO COSTO ADMINISTRATIVO POR CRÉDITO OTORGADO

ESTABLECIMIENTO Y OPERACIÓN DE ORGANIZACIONES ECONÓMICAS

4. BAJO RIESGO DE RECUPERABILIDAD DEL CRÉDITO

SEGURO AGRÍCOLA ASISTENCIA TÉCNICA

COMERCIALIZACIÓN ORDENADA CON MECANISMOS DE RETENCIÓN

GRÁFICO Nº 1: CRÉDITO PARA PEQUEÑOS PRODUCTORES

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Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

117

2. Del contenido del gráfico, se considera de interés destacar los aspectos siguientes: a) Con relación a las tasas de interés que estarían sujetas a la modificación del articulo 127 de la Ley de Reforma Agraria, es conveniente indicar que la modificación ya ha sido aplicada de hecho en la ejecución del programa crediticio para pequeños productores IAN-ICAP-FCA.

b) El papel que juegan las organizaciones económicas. Nótese: • Aseguran que el costo

administrativo del otorgamien- to de los créditos disminuya.

• Apoyan la constitución y operación de fondos de garantías mutuas.

• Facilitan la contratación y supervisión del servicio de asistencia técnica.

• Contribuyen a ordenar el servicio de comercialización de las producciones individuales y facilitan la aplicación de mecanismos de retención del crédito, disminuyendo los riesgos de baja recuperación de los créditos.

Esquemas de Comercialización: 1. En el gráfico N° 2 se puede apreciar la integración de la comercialización dentro de la actividad de financiamiento. Se estima conveniente puntualizar lo siguiente:

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118 Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

a) La comercialización debe proceder de tal manera que disminuya los riesgos de mercado evitables. b) Sin embargo para que la producción comercializada contribuya a la recuperación del crédito debe existir un mecanismo de retención confiable.

c) La actividad de financiamiento genera una demanda de servicios dentro de los cuales está la comercialización; esto quiere decir que un programa de financiamiento debe contemplar lo referente a esos servicios, tal como se muestra en el gráfico N° 3.

OFERTA DE

SERVICIOS

DEMANDA DE

SERVICIOS

BANCA FINANCIAMIENTO

GRAFICO Nº 2: SISTEMA FINANCIAMIENTO - ASISTENCIA TÉCNICA - COMERCIALIZACIÓN -

SEGURO AGRÍCOLA (FATECSA)

EMPRESAS DE SERVICIOS

(ASISTENCIA TÉCNICA Y COMERCIALIZACIÓN)

SEGURO AGRÍCOLA (RIESGO

CLIMÁTICO)

INSUMOS Y BIENES DE

CAPITAL

RECUPERACIÓN DEL

CRÉDITO

MECANISMO DE RETENCIÓN

AGROINDUSTRIA Y/O AGROCOMERCIO

MERCADOS

COMERCIALIZACIÓN (RIESGO DE MERCADO)

ASISTENCIA TÉCNICA (RIESGO

TECNOLÓGICO)

PRODUCCIÓN Primaria PRODUCTOR

FLUJO DE DINERO

FLUJO DE PRODUCTO

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Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

119

2. Cuando se trata de los mecanismos de retención del crédito, se puede afirmar que constituyen una limitación tal que restringen la actividad crediticia ocasionando que esta se oriente, con pocas excepciones, a rubros agroindustriales (ejemplo cereales) cuya comercialización se lleva a cabo a través de las empresas

agroindustriales, las cuales actúan como agentes de retención del crédito garantizándose así la recuperación del crédito. 3. Lo anterior quiere decir que para ampliar la cobertura en términos de rubros elegibles, en otras palabras, para que productores de productos de

GRÁFICO Nº 3: DESMINUCIÓN DEL RIESGO DE RECUPERABILIDAD DE CRÉDITO

INCREMENTO DEMANDA DE

SERVICIOS

ADECUACIÓN OFERTA DE SERVICIOS

EMPRESAS DE SERVICIOS Y

ORGANIZACIONES DE PRODUCTORES

INCREMENTO RECUPERACIÓN DEL CREDITO (DISMINUCIÓN DEL RIESGO DE RECUPERABILIDAD)

FINANCIAMIENTO PARA FORMACIÓN Y/O FORTALECIMIENTO DE EMPORESAS DE SERVICIOS - ASISITENCIA TÉCNICA - COMERCIALIZACIÓN

ENTIDADES FINANCIERAS

FINANCIAMIENTO PARA PAGO DE SERVICIOS -ASISTENCIA TÉCNICA -COMERCIALIZACIÓN -SEGURO AGRÍCOLA

PRODUCTORES

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120 Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

consumo directo puedan ser sujetos del crédito ofrecido para apoyar el Programa de Granjas Integrales, se hace necesario establecer esquemas de comercialización que permitan institucionalizar mecanismos de retención confiables. 4. De manera preliminar se

puede identificar los esque- mas de comercialización siguientes:

a) Constitución de empresas de

comercialización propiedad de los pequeños productores con capacidad de comercili- zar la producción de los sujetos de crédito.

b) Convenimientos entre la entidad financiera y empresas privadas que comercializan con cadenas nacionales de supermercados e hipermerca dos y los productores organizados que le sumi- nistran productos a esas empresas.

5. Ahora bien, para el

establecimiento de esos esquemas se debe partir de la constitución de organizaciones de productores orientadas hacia la comercialización con el objeto de promover un sistema coordinado producción – comercialización, que contem- ple aspectos tales como:

• Planificación de la producción para ajustarla a los volúmenes que puedan absorber el mercado en cada periodo de tiempo.

• Asistencia técnica en comer- cialización para impulsar la introducción de innovaciones tecnológicas que mejoren la presentación de los productos para la venta:

• Prácticas de cultivo y cosecha • Prácticas de selección de los

productos • Mejoramiento de los empaques. • Concentración de la oferta

para obtener volúmenes agregados de producto para comercializar en cada unidad de tiempo.

• Vinculación con los compradores para apoyar la programación de los periodos de siembra – cosecha y además para promover la figura de compra- venta bajo contrato.

Se debe señalar que los aspectos anteriores cumplen la función de disminuir los riesgos de mercado evitables, lo cual debe ser tomado en cuenta ya que la disminución de esos riesgos esta asociada al fortalecimiento del poder de negociación de los productores y consecuentemente con la captación de mejores ingresos por ventas. Lo anterior conduce a concluir algo muy importante: si bien

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Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

121

la recuperabilidad del crédito depende de la institucionalización de mecanismos de retención confiables, esos mecanismos no cumplirían con su función dentro de los esquemas de financiamiento si no se aplican acciones para garantizar la capacidad de pago de los productores. 6. Finalmente, se ha considerado conveniente comentar algunos aspectos relacionados con el financiamiento y la comercialización que pueden ser de interés para el programa de granjas integrales. a) Ha sido mencionado que para ampliar la cobertura del financiamiento para pequeños productores en términos de rubros elegibles, es condición necesaria la presencia de mecanismos de retención confiables. Sin embargo, aún cuando se institucionalicen los mecanismos de retención puede presentarse la limitación que tiene que ver con los títulos sobre la tierra que sean aceptados como garantía suficiente. Hasta ahora, según los títulos aceptados sólo se puede otorgar créditos a productores asentados en tierras del IAN que posean los títulos siguientes10: 10 Información verbal suministrada por el Ing° Agr° Juan Moreno del Programa de

• Definitivo • Provisional • Uso, goce y disfrute

A los fines de ampliar la cobertura se ha propuesto incluir como ofertas de crédito a productores que presenten las modalidades siguientes10: • Propietarios de sus tierras (caso de pequeños productores de las zonas altas de los andes). • Productores con contratos de arrendamiento con duración de cinco (5) años mínimo. • Productores asentados en tierras municipales (elegidos).

b) En el diseño del Programa de Granjas Integrales1010, en el capitulo referido a los componentes del Programa se prevee: • Dotación de infraestructura y equipamiento básico para la adecuación de la producción del mercado. • Generación del proceso de inducción, iniciación y organización de los productores. Tomando en cuenta lo anterior se recomienda al CIARA: Pequeños Productores de FONDAPFA-Nov,1999.

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122 Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

a) Actualizar el registro de las modalidades de tenencia de la tierra de los pequeños productores usuarios del Programa de Extensión Agrícola. b) Diseñar y efectuar un plan de trabajo para impulsar las organizaciones de productores orientadas hacia la comerciali- zación.

c) Apoyar a FONDAPFA, mediante convenios formales, en la elaboración de proyectos dirigidos a organizaciones de productores que tengan que ver con las inversiones requeridas para mejorar el proceso de comercialización.

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Importancia de las Tecnologías Apropiadas y Apropiables Para el Pequeño Agricultor

Adolfo F. Cardozo B.11

Dimensión del Problema: Los sistemas de producción agropecuarios que desarrollan los pequeños agricultores están delineados por las características socioeconómicas y ambientales de este importante sector del medio rural. Se estima que en América Latina, cerca del 80 % de la población que habita en las zonas rurales posee minifundios cuya superficie, en la mayoría de los casos, es inferior a las ocho hectáreas (Lacki, 1995). A esta escasa disponibilidad de tierras, se suma que una fracción importante de ellas muestra limitaciones naturales de fertilidad, pendiente, drenaje, disponibilidad de agua, entre otras restricciones. También, a este estado de adversidad natural, se agrega el bajo acceso equitativo a los servicios oficiales de apoyo al desarrollo tales como educación, salud, vivienda apropiada, vialidad, electricidad y créditos. Todo este panorama conforma una especie de drama social rural, el cual a su vez, alimenta un deterioro progresivo de los ecosistemas naturales donde se asienta la actividad agropecuaria de esta importante población. Otra consecuencia palpable del deterioro socioeconómico y ambiental del pequeño agricultor es el éxodo rural hacia las ciudades, lugar donde al estado le cuesta 22 veces más caro dotarles de los servicios públicos (Schlotfeld, 1983).

11 CENDIGRANJA. E-Mail: [email protected]

La creciente pobreza rural en la región y su inevitable impacto en las ciudades por la vía de formación de cordones de miseria con costos elevados para

el estado, unido a la reducción del suministro de recursos naturales de carácter estratégico como el agua, vienen impulsan- do toda una corriente de desarro-

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124 Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

llo rural que, en definitiva, busca una mayor EQUIDAD socio- económica y ambiental (CEREC-ECOFONDO. 1996 y Murgueitio 1998). Las consecuencias finales de estos desajustes en Venezuela, se refleja en un valioso estudio conducido por la

Fundación Escuela para la Gerencia Social, la cual condujo recientemente un estudio (Martel 1996) donde se revela la verdadera forma como se distribuye la pobreza en nuestro país. Como se muestra en la Figura 1, el estudio deja claramente establecido que la pobreza total de los venezolanos que habitan en las zonas rurales, no sólo es elevada, sino que es mayor a la de las zonas urbanas (72 % vs. 83 %). Además de esto, la pobreza extrema en las zonas rurales de Venezuela es todavía un 40 % mayor que en

las zonas urbanas (37 % vs. 54 %). En consecuencia, puede entonces decirse que el éxito de unos pocos en la agricultura venezolana viene sucediendo paralelo al fracaso de unos muchos. Democratizar el Conocimiento: otra de las distorsiones importantes que muestra el modelo de desarrollo agrícola convencional es la forma como se concibe le generación y distribución del conocimiento para abordar la solución de los problemas en la agricultura. Este enfoque convencional se basó en que estas tareas conforman un proceso complejo que debe ser entregado a manos de expertos; y éstos, una vez encuentran las causas de los problemas, entonces recomiendan soluciones para que los extensionistas rurales se los entreguen a los agricultores y estos últimos las apliquen. El resultado de este enfoque eslabonado pero no integrado, es la acumulación de un gran caudal de datos obtenidos en parcelas experimentales o laboratorios con condiciones controladas, lo cual ha estado unido a un esquema de divulgación en un lenguaje especializado para colegas científicos, generando una enorme brecha que discrimina cada vez mas a los supuestos usuarios finales del conocimiento,

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Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

125

en este caso, los agricultores que padecen los problemas, quienes para este enfoque son simples receptores pasivos. Reconociendo esta distorsión, el principal organismo oficial del estado en materia de ciencia y tecnología (CONICIT-97), resolvió generar una política de investigación en la cual se establece que la tarea mas urgente del país es construir la sociedad del conocimiento. En esta política se deja claramente establecido que a diferencia del modelo de desarrollo que se apoyó en la explotación intensiva de las materias primas, energía y la mano de obra, hoy en día se consolida un nuevo modelo que, por encima de los factores tradicionales de producción (tierra, capital y trabajo), privilegia la capacidad para producir y utilizar conocimiento como factor clave que explica la calidad de vida y el grado de bienestar que es capaz de alcanzar una nación. Bajo estas premisas, Gutiérrez (1999) sostiene que en esta nueva sociedad del conocimiento, los procesos de generación, distribución, transformación y utilización del conocimiento no son latifundios exclusivos de un sector privilegiado de la socie- dad, sino que por el contrario son derechos y deberes de TODOS los ámbitos que la conforman, especialmente cuando ésta se

traza la meta de acometer de una manera inteligente su propio desarrollo.

Las Tecnologías Apropiadas y Apropiables: sin querer entrar a profundizar sobre las bases conceptuales o filosóficas, podríamos más bien describir algunas características mas resaltantes de lo que en la última década ha venido siendo denominado como “tecnologías apropiadas y apropiables para el pequeño agricultor”: 1) “Ser Apropiado” al contexto del pequeño agricultor. Para comprender el significado de “ser apropiado a” quizás un buen ejemplo es analizar la sabiduría popular que dice: “peor fue el remedio que la enfermedad”. Justamente, el error que no debe seguir cometiéndose es intentar corregir problemas en la parcela de producción del pequeño agricultor, con aparentes soluciones que mas bien generan problemas mayores. Por ello, un primer criterio a la hora de pensar en desarrollar o aplicar una tecnología en particular, es tener como punto de partida la realidad socioeconómica, cultural y ambiental del pequeño agricultor y su familia. Como puede verse, este enfoque pone a la tecnología en sí en un segundo plano, y al hombre y su racionalidad en un primer orden.

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2) Son para que se “Apropien” de ellas. Otro criterio muy impor- tante es que la clase de tecnología antes descrita, se crea y difunde para que los usuarios sean libres de “apropiarse” de ellas; es decir, una vez la conozcan y la apliquen, puedan quedar igualmente libres de dependen- cias futuras de la fuente que la proporcionó. Ahora bien, el criterio de apropiación incluye también transformación, redifu- sión, independencia de patentes o créditos de autor, todo esto sin que el usuario se vea condicionado a establecer un vinculo con la fuente de la tecnología; es decir, una vez conocida y aplicada, los beneficios que se deriven de ella pasan a ser de su exclusiva propiedad. 3) Son de sencilla aplicación: está suficientemente documentado en la literatura (Lacki, 1995) que las causas que ocasionan los principales problemas que se le presentan a los pequeños agricultores son de naturaleza “obvia”, como por ejemplo: erosión y disminución de fertilidad natural de suelos en ladera por siembra en sentido de la pendiente, monocultivos y ausencia casi total de prácticas de manejo conservacionista de suelos, tales como: coberturas naturales, barreras vivas o

muertas, siembras en curvas a nivel, asociación, rotación de cultivos, etc. También es común observar que ellos experimentan gastos a lo largo de todo el año, mientras que sus ingresos se concentran en un reducido período, entre otros problemas obvios. Pues bien, el tipo de tecnologías que problemas obvios son justamente conocimientos demandan estos “sencillos” como por ejemplo: la autoconstrucción y manejo del Nivel en A para trazar curvas a nivel, la diversificación de ingresos a lo largo del año para balancear el flujo de caja, entre otros. 4) Responden más a procesos (el cómo hacer..?): ya dijimos que una de las limitaciones que siempre vamos a encontrar en comunidades de pequeños agricultores en situación de fragilidad socioeconómica (más del 85 % de ellos), es justamente la carencia de recursos físicos para la producción (el con qué hacer?) tales como financiamiento, equipos, instalaciones, infra- estructura básica, insumos para la producción (fertilizantes, semillas, biocidas) entre otros. De hecho, todos los intentos que hace el estado para proporcionarle estos recursos a los pequeños agricultores a través de créditos o subsidios, rara vez alcanza una cobertura social del 10% de la población. Por ello, las

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tecnologías de “proceso”, es decir, aquellas que se plantean el ¿qué hacer y cómo hacerlo?, a partir de lo que ya tenemos, juegan un papel preponderante como factor de desarrollo, endógeno, autogestionado y sostenible. A este nivel uno podría preguntarse: ¿cuáles son entonces esas cosas que los pequeños agricultores pobres ya tienen?. Pues bien, paralelo a todos sus carencias los pequeños agricultores tienen: 4.a.) Mano de obra familiar subutilizada 4.b) A pesar de poseer parcelas pequeñas, el potencial produc- tivo de muchos de sus espacios está siendo desaprovechado. 4.c) Residuos, desperdicios y subproductos de cosecha que por no aprovecharse actúan como estorbos, contaminantes o pérdidas del sistema. 4.d) Un gran caudal de conocimiento ancestral estimulado por la adversidad con potencial para ser la piedra angular para impulsar un desarrollo local endógeno y autogestionado. 4.e) Una valiosa y estratégica tendencia cultural a “compartir el conocimiento con el vecino”.

4.f) Una valiosa tendencia a la innovación permanente, estimulada ésta por la adversidad, del medio y condiciones de vida. Todas estos “recursos” localmente disponibles, y otros que no alcanzan a ser mencionados, tienen el potencial de ser verdaderos “semilleros” de tecnologías apropiadas y apropiables cuya aplicación sería el factor determinante para que los pequeños agricultores alcancen un verdadero desarrollo protagónico, endógeno y sostenible. En consecuencia, la escasez de los deseables insumos materiales del desarro- llo (el con que hacer?) podría ser compensado por la posible abundancia de los insumos intelectuales (el cómo hacer ?). 5) Responden a enfoque de género: Habiendo dicho ya que uno de los recursos subutilizados en el contexto socioeconómico del pequeño agricultor es la disponibilidad de mano de obra familiar, esta afirmación toma rasgos más relevantes si se mira desde una perspectiva de género, especialmente en los género mujer, niño, joven y anciano. No resulta nada nuevo hablar de “enfoque de género” en los nuevos escenarios del desarrollo rural sostenible, ya que casi todos los proyectos de

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investigación y capacitación tienen este “enfoque” incluido en sus planes. No obstante, lo que si resulta muy novedoso y raro de encontrar es suficientes casos documentados donde estas “teorías” se estén aplicando con resultados palpables, de allí el importante rol que jugarían aquellas tecnologías apropiadas que puedan ser apropiables por estos géneros de la familia rural. 6) Dejan margen para Innovación: nada más lejano de la realidad que observar el éxito inmediato de una tecnología apropiada y apropiable en un proceso determinado y creer que todo termina allí, pensando que ya no se requieren modifica- ciones en su aplicación. En realidad, es a partir de ese momento cuando debe esperarse y, mas aun, estimularse modificaciones graduales en su aplicación; claro está, no para satisfacer la simple curiosidad humana, sino conforme a una búsqueda coherente y racional de mejoramiento continuo en el proceso. En nuestro campo conocemos de dos ejemplos muy ilustrativos, los cuales son: 6a) Luego de haber capacitado a muchas amas de casa campe- sinas en la fabricación de “Cera Casera” a partir de plástico reciclado y kerosen, veíamos

como las protagonistas del proceso se motivaban cada vez mas de disfrutar de los beneficios de este proceso dominado, tales como ahorro de dinero del presupuesto para limpieza del piso de la casa, generación de ingresos adicio- nales por su venta, y autoestima elevada por ser “pioneras” en su comunidad. No obstante, al cabo de cierto tiempo comenzó a escasear el principal recurso plástico local para fabricar esta cera, el cual eran los envases de cloro de color blanco. Esta tendencia a la escasez, pudo ser compensada con una investi- gación participativa cuyo propó- sito fue encontrar sustitutos alternativos de este insumo. La investigación arrojó que en el mercado había aparecido recien- temente una nueva presentación de los aceites para motores de vehículos, la cual suplantó el envase de hierro por envase plástico, y este último, ahora mucho mas disponible que el envase de cloro, resultó ser tan “apropiado” como éste para fabricar una excelente cera casera. 6.b) Luego de haber capacitado a varios centenares de familias campesinas en el proceso de “Fabricación de crema medicinal a partir de plantas locales, cebo de res refinado en la casa y cajetas de chimó recicladas”, se

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estimuló un incremento notable en el autoconsumo, trueque y comercialización incipiente de este producto nuevo. Pues bien, sucede que los facilitadores iniciales de este proceso vimos con beneplácito que al cabo de cierto tiempo muchas amas de casa comenzaron a mostrarnos su “formula personal”. Así, combinando la amplia gama de plantas medicinales comenzaron a aparecer cremas para los uñeros de los pies, crema para la piel, cremas para el acné, cremas con aromatizantes naturales, cremas mas suaves con mezclas de sebo, aceite de gallina y glicerina, entre otras. Esta variedad de fórmulas apareció como consecuencia de la flexibilidad inicial con la que se cedió la tecnología apropiada, ofreciendo los principios mas que la receta única. 7) Reducen dependencias externas: del mismo modo como el desarrollo de tecnologías apropiadas y apropiables por el pequeño agricultor debe priorizar el uso racional de los recursos localmente disponibles, debe también siempre “tener la mira puesta” en la reducción progresiva de muchos insumos externos, especialmente aquellos que no siendo indispensables se convierten en prescindible en

cualquier etapa del desarrollo de la unidad de producción. Aquí es importante destacar que en la mayoría de los casos, lo viable y deseable es lograr una reducción en la dependencia, mas que una eliminación total del insumo externo. Un ejemplo de esto son los fertilizantes fósiles. Nadie niega los beneficios fitoquímicos de este insumo ensamblado en al industria, pero, posiblemente aplicando técnicas de manejo conservacionista de suelos en ladera (barreras vivas, curvas a nivel, barreras muertas, cobertu- turas naturales, etc), este recurso externo podría reducirse hasta más de un 50%, lo cual traería consecuencias económicas y ambientales muy deseables para la parcela, sus propietarios y los consumidores finales de sus productos. 8) Son ambientalmente amigables. Para nadie es un secreto que uno de los mayores desafíos que enfrenta el ya naciente período de reconversión del modelo convencional de agricultura tropical, es lo concerniente a los impactos que genera o pueda generar esta estratégica actividad productiva del hombre. Por ello, la creación, distribución y aplicación de tecnologías apropiables de este tipo tendrá cada vez una mayor importancia económica y política.

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9) Promueven la integralidad en el sistema: este punto es muy importante, ya que si lo que se desea es progresar continuamente en la sostenibilidad socio- económica y ambiental de los sistemas de producción que manejan los pequeños agri- cultores, uno de los mayores beneficios buscados o derivados del desarrollo de tecnologías apropiadas para este fin son aquellos que favorecen la integración de componentes o subsistemas, que por falta de visión no holística de los procesos permanecían desconectados, ge- nerando pérdidas, retrasos, desper- dicios y sobrecostos en el sistema de producción. Un ejemplo didáctico de esta clase de tecnología son aquellas promo- movidas originalmente por CIPAV-Colombia y conocidas como Sistema de Descon- taminación Productiva Con Biodigestor Plástico de Flujo Continuo, Plantas Acuáticas y Cultivos Asociados. Este juego de tecnologías apropiadas y apropiables está permitiendo establecer múltiples conexiones entre subsistemas de una finca o parcela, a partir de tratar el estiércol porcino o bovino en un biodigestor plástico de flujo continuo. Algunos ejemplos de estas conexiones o integraciones de subsistemas son:

1) Gracias el biodigestor los cuerpos de agua naturales o artificiales que originalmente recibían la descarga del estiércol, ahora tienen posibilidad de funcionar en mayor armonía con el ambiente. 2) El proceso que ocurre dentro del biodigestor permite disponer ahora de una fuente biore- novable de energía en la cocina, la cual además ahorra leña y combustibles fósiles. 3) Ahora el nuevo sistema genera bioabono, recurso localmente disponible que aumenta el potencial productivo de los subsistemas suelos y cultivos de la parcela. 10) Promueven la incorporación de valor agregado local: es bien sabido que una de las mayores distorsiones que padecen los sistemas productivos que aplican los pequeños agricultores, es su crónica tendencia a recibir bajos precios por sus productos cosechados. Por ello, la incorporación de valor agregado local a sus cosechas es una de las mayores urgencias en la generación, distribución y aplicación de tecnologías apro- piadas y apropiables para el procesamiento de cosechas y sus subproductos a nivel familiar y comunitario rural. Estos procesos van desde la clasificación,

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fraccionamiento, trasformación, envasado, conservación y comer-cialización directa o en grupos. De esta manera, las tecnologías apropiadas desarrolladas hacia este objetivo tendrán un notable impacto socioeconómico, redu- ciendo así la enorme cadena de comercialización de sus pro- ductos, lo cual casi siempre se traduce en reducción de costos unitarios, mejoramiento de la variedad y calidad de productos-servicios y mejores precios para los consumidores finales. Bibliografía CEREC-ECOFONDO. 1996. La gallina de los huevos de oro. Debate sobre el concepto de desarrollo sostenible. Cerec. Serie ecologica no. 009 CONICIT. 1997. Construir la sociedad del conocimiento: Hoja Divulgativa de Comunicación Pública Acordada Por Resolución del Consejo Superior del

CONICIT, Sesión Ordinaria No.123.

MARTEL, ARMANDO. 1996. Los componentes de una estrategia para reducir la pobreza rural en venezuela. Serie Cuadernos de Investigación No. 7. Fundación Escuela De Gerencia Social. MURGUEITIO, E. 1998. Reconversión ambiental y social de la ganadería en colombia. En: Taller Internacional de Agricultura Tropical Sostenible: Experiencias y Desafíos Para el Tercer Milenio. San Javier, Fundación Polar.

LACKI, P. 1995. Buscando Soluciones Para La Crisis Del Agro: ¿ En La Ventanilla Del Banco O En El Pupitre De La Escuela ? (Fao) SCHLOTFELT, C. 1983. Papel Da Agricultura Em Una Politica De Emprago Para O Brasil. Embrater (Ed.).

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PRODUCCIÓN DE PECES CON ALIMENTOS NO TRADICIONALES

Fernando Madrid Dolande12

Introducción Al igual que en otras actividades zootécnicas, la alimentación representa uno de los costos de producción más importantes a tomar en cuenta en las explotaciones piscícolas comerciales. Por ello, en forma permanente se trata de buscar alternativas para abaratar costos y poder ofertar pescado de buena calidad y bajo precio ante un mercado que en la actualidad se ha tornado altamente competitivo (Pellegrini, 1999; Rujano, 1999; Darryl et al., 1999; Siegert, 1999). Es innegable que el uso de las dietas concentradas ha contribuido al incremento de la producción acuícola en nuestro país (SARPA, 1996), pero estos alimentos son costosos y pueden representar hasta dos tercios del costo de producción (Akiyama, 1992), lo cual se considera que es una limitante (Useche, 1999).

12 Universidad Centroccidental “Lisandro Alvarado” . Decanato de Agronomía - Estación de Piscicultura. Apdo. 400 , Barquisimeto. [email protected]

Con el auge de la piscicultura, la industria de los alimentos concentrados cada vez se especializa en la elaboración de raciones peletizadas para peces, en cuya elaboración se deben incorporar ciertas harinas para cubrir los requerimientos nutricionales de estos organismos (Lovell, 1989). Es el caso de la harina de pescado, cuyas fracciones a nivel de calidad y cantidad de proteínas, minerales y vitaminas satisfacen estas necesidades, pero, por lo general este ingrediente es

importado y costoso lo cual eleva el precio de los alimentos concentrados. No obstante, siempre existe la inquietud de realizar investigaciones para tratar de sustituir esta harina por otros subproductos o utilizar alimentos alternos (Valencia, 1989;Gutierrez et al., 1996; Bautista et al.,1999; Bolasina y Fenucci, 1999; González et al, 1999; Furuya et al ., 1999). Hasta los momentos, el uso de alimentos concentrados podría calificarse como la solución

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tradicional e inmediata para los productores de peces con pretensiones de participar en los mercados regionales, nacionales e internacionales. Sin embargo, existen alternativas de alimentación suplementaria (Ramos, 1979), donde generalmente se merma la intensificación del cultivo y completo manejo de la producción, muy particularmente en lo que se refiere al rendimiento esperado, es decir, que el engorde de los peces no se estandariza y ésta condicio- nado a factores particulares de cada granja. La forma no tradicional de alimentación en piscicultura esta representada por la utilización de productos orgánicos e inorgáni- nicos y subproductos agrope- cuarios, con miras a sustituir total o parcialmente los alimentos concentrados a los fines de bajar los costos. La sistematización y aprovechamiento de estas mate- rias sustitutivas esta supeditado

a varios factores como son: tipo de piscicultura, ubicación geo- gráfica, especie cultivada, tipo y cantidad de producto o sub- producto, cantidad y calidad de agua, sistema de cultivo, posibilidades de mercado, y calidad del pescado, organiza- zación y cooperativismo, aspec- tos ecológicos, entre otros. El consumo de los citados productos y subproductos por parte de los peces, puede ser de varias formas: 1) indirecta: cuando se utilizan materiales como fertilizantes y estiércol para incrementar la producción primaria o plancton y esta sea aprovechada por los peces con capacidad de filtrar (ver figura 1), y 2) directa: cuando el subproducto como granos, frutas, hojas, flores, tortas de oleaginosas, restos de mataderos y otros son consumidos directamente por peces clasificados como omnívoros o polívoros (Ramos, 1979; Vásquez, 1991).

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Figura Nº 1. - Cadenas alimentarias en piscinas de tilapia con excremento (Fuente: Boyd, 1996)

En el Programa Nacional de Granjas Integrales se contempla la producción de peces de una manera muy acertada, en virtud de los beneficios nutricionales, económicos y ecológicos que involucran su producción. Desde el punto de vista alimenticio, la carne de pescado es rica en proteínas, minerales y vitaminas indispensables para la buena salud humana. En este sentido, la mejor manera de consumir pescado fresco y barato es produciéndolo en su propia granja. Por otro lado, se generan ganancias por la venta del excedente de pescado mejoran-

dose el nivel de vida familiar. La simple construcción de una laguna, valoriza la granja y posiblemente se utilicen terrenos no aptos para agricultura; es probable que otras lagunas que anteriormente fueron construidas con fines agropecuarios (riego, abrevadero, otros) se aprove- chen para la explotación de peces, lo cual hace más eficiente la infraestructura existente. La presencia de agua en forma permanente permite diversificar y planificar en forma sostenida la producción de la granja. A existencia de peces como biosensores se contribuye al

Nutrientes Fitoplancton Zooplancton Insectos Tilapia

Excremento

Bentos

Detritos

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saneamiento ambiental y descar- tar contaminación. Por otra parte, es digno tomar en cuenta la seguridad alimentaria en áreas apartadas como son las regiones fronterizas. Existen numerosos cuerpos de agua susceptibles a ser utilizados en piscicultura, sin embargo, para el plan de las granjas integrales se contemplan dos alternativas: 1) los no drenables (abrevaderos, présta- tamos, microrepresas, sistemas de riego, otros) que ya existen y pueden ser aprovechados para explotación “extensiva” con subproductos y 2) los drenables o de propósito piscícola, por construir; este es el caso típico de pequeños productores en el Edo. Táchira que realizan cultivo en lagunas de 2.500 a 3.000 m2

con diseños previamente conce- bidos (Useche, 1999). Los aspectos biotecnológicos como son: densidad de siembra, ciclo de engorde, tamaño final del pez, estimación de rendi- miento y producción, manejo hídrico y otros, ya están definidos para piscicultura intensiva; no obstante, para piscicultura semintensiva son

muy variables en función de los alimentos utilizados y la especie cultivada. A continuación se analizan algunos aspectos relacionados con la factibilidad o condiciones necesarias para la producción de peces con productos no tradicionales. Tipo de piscicultura Rodríguez et al. (1993) señala que "La acuicultura se puede clasificar de acuerdo al tipo de producción, grado de manejo y tecnología aplicada en: extensiva, semintensiva, intensiva y super- intensiva”. En la figura 2 se puede apreciar que el uso de alimentos suplementarios tiene cabida cuando el cultivo de peces es semintensivo. A nivel intensivo y superintensivo es indispensable el uso de alimentos concentrados, se eleva la densidad de siembra y se descarta el alimento natural pues el flujo de agua no permite su permanencia. En cuanto a la piscicultura extensiva, está más orientada a la repoblación de cuerpos de agua, pesca deportiva, recreación, conservacionismo y otros fines.

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Figura Nº 2. - Papel del alimento natural y artificial en la acuicultura a nivel de cultivo extensivo, semiintensivo e intensivo (Fuente: Tacon, 1989 citado por Rodríguez et al., 1993)

La condición ideal sería que, fertilizando el agua y/o utilizando alimentos suplementarios o sustituyendo porcentajes de concentrados, se produjera suficiente cantidad de pescado para consumo familiar y quedara un excedente para la venta. El logro de esta modalidad esta sujeto a las características de cada granja, especialmente en lo relacionado a la cantidad y calidad de agua y características del cuerpo de agua como: lagunas, piscinas, tanques, abrevaderos y otros recintos acuáticos. Aunque los sistemas de producción en jaulas son considerados de tipo intensivos,

no se descarta su utilización cuando en las granjas existen reservorios de agua con cierta extensión y se dificulta el control del nivel del agua. En estos casos es factible el uso de jaulas para producción de peces y como sitio para mantenerlos y consumirles frescos (Mora et al., 1995). Especie cultivada La selección de la especie o híbrido de pez a ser cultivado en las granjas integrales debe tener un hábito alimentario que le permita aprovechar los productos o subproductos de la propia granja o aquellos de fácil adquisición en la localidad. La

ALIMENTO EXOGENA O

ARTIFICIAL

EXTENSIVO ALIMENTO NATURAL EN

EL ESTANQUE

DENSIDAD DE SIEMBRA PECES CRUSTACEOS

SEMIINTENSIVO

INTENSIVO

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forma en que se alimentan los peces son señaladas por algunas características anatómicas, tales como: posición de la boca (superior, ventral, terminal), tipo de dientes (caninos, molariformes, multicúspides, raspadores, inciso- res, cortantes y faríngeos), tamaño y conformación del tracto digestivo y presencia de aparato filtrador (Aderson y Gutreuter, 1983), entre otros. En tal sentido, los peces pueden ser clasificados en, 1) herbívoros que comen plantas terrestres y acuáticas, 2) omnívoros o polívoros que consumen variados alimentos, 3) carnívoros que ingieren materia orgánica animal; en este caso los hay insectívoros y piscívoros (Bowen, 1983), y 4) iliófagos que consumen materia orgánica de fondo, detritus y organismos del perifiton. Varias especies de peces, tanto autóctonas como exóticas introducidas, pueden ser utilizadas para su cultivo en las granjas integrales y otros tipos de producción. La elaboración de proyectos para su explotación y el marco legal para su aprovechamiento se tipifica y explica a través de resoluciones, decretos y otras publicaciones gubernamentales (MAC, 1992; SARPA, 1995; GACETA OFICIAL, 1997).

Entre las familias y especies ícticas que se pueden sugerir para ser utilizadas en el Programa de Granjas Integrales se destacan: FAMILIA CARACIDAE (todos autóctonos) 1. Cachama negra o Cherna, Colossoma macropomum La Cachama negra es un pez omnívoro y presenta un aparato filtrador bien desarrollado (Bermúdez, 1982). Esta especie esta catalogada como excelente para piscicultura dada su rusticidad y buen crecimiento. En sistemas intensivos acepta ávida mente alimentos concentrados logrando una conversión alimen- ticia alrededor de 1.6:1 (Hernández 1992; Mora et al., 1997). Por otro lado, el paquete tecnológico para su reproducción inducida (Bermúdez et al.,1979; Woynarovich y Horvath, 1880) se ha consolidado en nuestro país, razón por la cual es relativamente fácil la consecución de alevines para su siembra. En virtud de su capacidad filtradora, esta especie se adapta a sistemas semiintensivos donde se utilizan abonos inorgánicos (N-P-K) y/o orgánicos (estiércol y abonos verdes) con el propósito de incrementar en el estanque la

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producción primaria (plancton) y esta sea aprovechada por el pez. La incorporación de estos fertilizantes se debe realizar en forma racional para evitar el deterioro de la calidad de agua y mortalidad en los peces por disminuciones drásticas del oxígeno disuelto. Por otra parte, como efecto negativo existe la posibilidad que los peces filtren ciertas algas que presuntamente le confieren fuerte “sabor a tierra” a la carne, lo que se traduce en limitaciones para su consumo y más aun para cualquier proceso de comercialización. En este sentido, existen comentarios por parte de algunos productores que para subsanar gustos desagradables, antes del sacrificio trasladan los peces a recintos acuáticos con aguas cristalinas circulantes durante tres días y desaparecen tales sabores. No obstante, estas afirmaciones no han sido demostradas técnicamente y ahora existen otras tendencias que señalan un conjunto de factores (gases, materia orgánica en descomposición, lodos de fondo, algas y otros) existentes en las aguas estancadas como los causante del mal sabor en el pescado. En esto, lo más importante es detectar si el problema está presente y dar solución mediante el uso de

alimentos alternativos e incre- mentar el flujo de agua. El habito omnívoro de la Cachama negra le permite aprovechar una gama de productos naturales como son: guásimo, samán, mango, guaya- ba, lechosa, plátanos, otras frutas, diversas verduras y hortalizas, hojas y flores; algunos granos como el maíz sanco-chado, arroz y sorgo también han sido utilizados. Otras experiencias llevadas a cabo por productores en la región centroccidental de Venezuela (observaciones personales) permi- ten evidenciar que desechos en los mataderos de la industria aviar (vísceras y pollitos muertos) son consumidos con avidez por las cachamas negras. García et al. (1999) señala que los sub- productos de la molienda húmeda del maíz (germen, gluten y fibra) pueden ser utilizados con buenos resultados en el engorde conjunto de cachamas negras y tilapia. El uso de alimentos no tradicionales para engorde de peces requiere de cierta creatividad e iniciativa para probar la palatabilidad y diges- tibilidad del material disponible (Ramos, 1979). Por ello, con las cachamas negras, dada su amplia gama de alimentos en el

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ambiente natural (Honda, 1974; Goulding, 1980), presencia de dientes molariformes que permiten fraccionar los materiales, y conformación de su aparato digestivo, es muy probable que se tenga éxito en el uso de los alimentos no tradicionales para su ceba en las granjas integrales. En las pruebas iniciales también se debe determinar la cantidad de alimento a suministrar; por lo general se comienza ad libitum. 2. Cachama blanca o Morocoto, Piaractus brachipomus Es una especie omnívora, pero el aparato filtrador no esta desarrollado (Bermúdez, 1982), razón por la cual no existe consumo directo de plancton. Posiblemente las fertilizaciones en el estanque favorezcan la producción de insectos, molus- cos y otros invertebrados que sí son consumidos por las cachamas blancas. Ciertas frutas, en particular guásimo, samán y plátano son consumidas ávidamente por esta especie (Roa, com. Per.) . Valencia y Rey (1989) en Colombia, obtuvieron conversiones alimenticias de 3,38:1 utilizando un alimento suplementario peletizado de fabricación artesanal con las siguientes harinas: pescado, sangre, arroz y sorgo. En

piscicultura intensiva presenta conversiones alimenticias alre- dedor de 1.6:1 (Granado, 1996). La Cachama blanca es una especie digna de tomar en cuenta para su cultivo en las granjas integrales dada su rusticidad, excelente aspecto y buen crecimiento. Es posible que se requiera de algunas investigaciones prácticas con el objeto de fomentar su producción a nivel semintensivo en cada localidad. También es necesario incrementar la oferta de alevines por parte de las Estaciones de Piscicultura en nuestro país. 3. Híbrido Cachamay, Colossoma macropomum x Piaractus brachi- pomus Este pez se ha popularizado entre los productores de “Cachamas” debido a la expresión de su vigor híbrido, es decir, presentar mejor creci- miento que cualquiera de sus padres, aparte de exhibir un agradable color blanco-plateado. También tiene hábito omnívoro y su aparato filtrador es rudimentario (Bermúdez, op. Cit.), razón por la cual la fertilización de los estanques para que el consumo de plancton sea directo no tiene sentido. Bautista et al.(1999) realizó un

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ensayo sobre ceba con este híbrido alimentándolo con una dieta preparada en base a pulpa de café ensilada; obtuvo conversiones alimenticias alre- dedor de 5:1 y encontró resultados satisfactorios ante la posibilidad de sustituir los concentrados. Useche (1999) señala que de la producción nacional anual de alevines de “cachamas” (2.600.000 unidades), un 70% corresponde a híbridos Cachamay en virtud de sus excelentes características para su cultivo. No obstante, se requieren más investigaciones para evaluar el proceso de ceba con alimentos no tradicionales. 4. Coporo o bocachico, Prochilodus sp. Esta es una especie de gran interés debido a su hábito alimenticio iliófago (Mago, 1972). En el medio natural explota recursos existentes en 1) el fango donde existen comu- nidades asociadas de algas, protozooarios, bacterias, inver- tebrados, detritus y otras mate- rias orgánicas en descompo- sición y 2) el plancton (Roman, 1985; Taphorn, 1992). Por ello, resulta un pez ideal para que utilice la producción primaria generada en el estanque por efecto de la

fertilización. Fontaine (1997) realizó una experiencia de policultivo con Prochilodus mariae y Colossoma macropomum usando como alimento de engorde desechos de maíz y sorgo; los resultados arrojaron que la presencia de los coporos no afecta el crecimiento de las cachamas y que es posible el uso de estos desechos, obteniéndose márgenes de rentabilidad aceptables. Palencia (1997) señala que es posible el policultivo de cachamay, tilapia roja y bocachico (Prochilodus reticulatus) con resultados muy satisfactorios, mediante el sigui- te programa de alimentación: suministro de ración artesanal preparada con harina de carne y de maíz en igual proporción, aporte de auyama picada y fertilización del agua con “bosta de res”. Es importante destacar, que desde el punto de vista alimenticio para la población humana, Prochilodus sp. es una especie asociada a los hábitos tradicionales en un amplios sectores nacionales particular- mente en áreas rurales. Por ello, es muy probable que su cultivo tenga perspectivas comerciales a plazo inmediato.

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FAMILIA PIMELODIDAE (bagres autóctonos) Actualmente se realiza el fomento de estas especies nativas a partir de numerosas investigaciones realizadas en la Estación de Piscicultura de la UCLA (Kossowski y Madrid, 1985, 1991; Kossowski y Venero, 1997; Kossowski, 1986, 1991, 1992, 1994, 1996, 1998, 1998; Kossowski et al.,1999; Kossowski, 1999). En base a estas experiencias se realizan las siguientes sugerencias: Aunque se requiere más investigación, pudieran utilizarse las siguientes especies y sus híbridos mediante un proceso de entrenamiento para el consumo de dietas secas o húmedas preparadas en forma artesanal. No obstante, para efectos nutricionales se debe tener presente la condición carnívora de los bagres: Bagre rayado, Pseudoplatystoma fasciatum Bagre negro, Leiarius marmoratus Bagre blanco pobre, Pinirampus pirinampu Bagre cajaro, Phractocephalus hemiliopterus Bagre chorrosco, Pimelodus blochii Bagre marmoleado, Perrunichthyes perruno

Bagre zamurito, Calophysus macropterus Bagre sierra negra, Oxidora niger (hábito iliófago) Para iniciar actividades de piscicultura semintensiva se destaca el Bagre zamurito, C. macropterus. Alonso e Ibarra (1992) coinciden en afirmar que este pez exhibe excelentes características para su cultivo, como son: fácil adaptación a condiciones de cautiverio, ausencia de espinas punzantes en las aletas, acepta alimentos concentrados en cautiverio, talla mediana que facilita su manejo y carne de excelente calidad, entre otras. A diferencia de otros Pimelódidos posee dientes que están dispuestos en una sola hilera, que le permiten cortar y masticar los alimentos para ingerirlos (Goulding, 1980). Por ello, es muy probable que esta especie aproveche eficientemente los desechos frescos de matadero. Otra especie con buenas posibi- lidades es el Bagre sierra negra, dado su hábito iliófago. En la actualidad está en desarrollo un trabajo de investi- gación (Madrid y Kossowski) sobre crecimiento en policultivo de Cachama blanca y Bagre sierra negra, registrándose hasta los momentos resultados muy satisfactorios.

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Es imprescindible el reforza- miento de los centros de reproducción de alevinos de bagres pues en actualidad la demanda supera sustancialmente la oferta. FAMILIA CICHIDAE Especies autóctonas En forma general, existen algunas especies en nuestro país que pudieran tomarse en cuenta para realizar algún tipo de piscicultura como son: Pavón (Gen. Chicha), Oscar (Gen. Astronotus), Pico de frasco o San Pedro (Gen. Caquetaia), Cara de caballo (Gen. Geophagus) entre otros. No obstante, existen limitaciones para su cultivo debido a su crecimiento lento y dificultades para controlar su reproducción. El Pavón merece especial atención para ser utilizado en áreas de belleza escénica, en donde se puede explotar con propósitos de pesca deportiva, recreación o asociado al eco- turismo. Especies exóticas Tilapias La denominación de Tilapias incluye los géneros Tilapia, Sarotherodon, Oreochromis

(Trewavas, 1983) y los híbridos que de ellos se han logrado. A través de la Resolución Conjunta MAC No. 152 – MARNR No. 66 en Junio de 1992, se formalizó el cultivo de estos cíclidos africanos particularmente el de tilapia roja (tetrahíbrido) cuyas características le acreditan como una de las especies exóticas con mayor éxito en la piscicultura mundial (Castillo, 1992; Darryl et al., 1999). Esto es debido a su rápido crecimiento, color, sin espinas intramusculares, fácil reproducción, rusticidad y amplia adaptabilidad en diferentes condiciones ambientales. La alimentación de estas especies es muy variada pudiendo catalogarse como omnívoras y planctófagas (Philippart y Ruwet, 1982). En virtud de las características descritas, las tilapias presentan buenas posibilidades para su utilización en mono o policultivo con otras especies autóctonas. A nivel semintensivo, estos peces pueden aprovechar la producción primaria derivada de la fertilización en los estanques y aceptar las raciones elaboradas con subproductos. Es importante señalar que el cultivo de la tilapia requiere de un especial manejo, en particular el control de su reproducción para evitar tallas heterogéneas y sobrepoblación endogámica en las lagunas de ceba. Como

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solución, se ideó la reversión sexual (Guerrero y Guerrero, 1988; Popma y Green, 1990), que es la incorporación de pequeñas cantidades de ∝- metil testosterona en el alimento concentrado primario de las larvas a objeto de que todas se conviertan en machos. En este sentido, la explotación de estos peces se torna muy tecnificada debido al manejo particular a nivel de reproductores, larvas, alevines, alimento concentrado, estanques, flujo de agua, cosecha y otros aspectos que involucran la contratación de personal especializado, todo lo cual envuelve una gestión empresarial. Es importante destacar, que la introducción de especies exóticas, muy particularmente las tilapias, ha sido fuertemente criticada en base a los criterios establecidos por Pérez (1996) en relación a la pérdida de la biodiversidad en nuestros ambientes acuáticos. En consecuencia, todo proyecto relacionado con la producción de tilapia, especies afines y sus híbridos debe regirse por lo establecido en la GACETA OFICIAL DE LA REPUBLICA DE VENEZUELA (Mayo, 1997, No. 36.204 - 187° y 137°).

En relación a la ubicación geográfica, es importante consi- derar el piso altitudinal donde se localiza la granja, pues ello determina la productividad de las masas de agua y es un criterio para seleccionar la especie a cultivar. Las cachamas, bagres y tilapias señalados anteriormente presentan buen crecimiento cuando son manejados por debajo de los 500 metros sobre el nivel del mar (m.s.n.m.); a esta altitud hay temperaturas entre los 25 y 30 °C . Ramos (1979) define la temperatura mínima efectiva, a la temperatura más baja en la cual un organismo puede vivir en forma activa y prolongada. Por ello, este piso térmico propicia ambientes confortables para peces tropicales donde su sistema metabólico funciona satisfacto- riamente. Observaciones de campo permiten evidenciar que a 1000 m.s.n.m. las cachamas y bagres exhiben un crecimiento muy lento y se tornan susceptibles a enfermedades. No obstante, Useche (1993) señala que la cachama blanca, P. brachypomus puede cultivarse por debajo de los 1350 m.s.n.m. Por su parte, Terán (1997) indica que el cultivo de tilapia roja no es aconsejable a 1150 m.s.n.m. y temperatura de 20 ºC pues su crecimiento es muy lento.

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144 Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

Para granjas establecidas por encima de los 1800 m.s.n.m. se recomienda el cultivo de truchas (Familia. Salmonidae). En tal caso, los productores deben acudir a las Estaciones Pisci- colas establecidas en la región para la consecución de alevines. Cantidad y calidad de agua El caudal de agua disponible en la granja determina la intensificación del cultivo, pues a mayor flujo de agua se puede incrementar la densidad de siembra. Así, existen produc- ciones de peces en: 1) aguas estancadas, 2) reposición del agua que se pierde por infiltración y evaporación, y 3) renovación permanente. De esta manera pueden existir combinaciones en cuanto al uso de fertilizantes, subproductos y alimentos concentrados. El control de la calidad de agua es indispensable para el bienestar de los peces (Boyd, 1981). Por esta razón, es necesario realizar análisis de agua previos a la siembra, para conocer sus características y tomar las decisiones más acertadas en cuanto a las dosis de fertilizantes y evitar contaminación de los subpro- ductos cuando son incorporados en el estanque para consumo por parte de los peces. Varios

parámetros físico-químicos del agua se deben tomar en cuenta (pH, dureza, O2 disuelto, conductividad y otros), pero es muy recomendable que la alcalinad tenga un rango de 50 – 200 mg/l de CaCO3 (Boyd, 1996). De esta forma se garantiza que existirá amorti- guación (capacidad Buffer) de la posible generación de CO2 como consecuencia de la descom- posición de los fertilizantes y restos de subproductos. En la práctica, cuando el agua es poco alcalina se debe utilizar menos cantidad de fertilizantes y el uso de materiales suplementarios debe ser más controlado.

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Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

151

PLANIFICACION APICOLA

Eugenio Huapaya Rivas13

A continuación exponemos un ejemplo de planificación apícola que contiene algunos puntos que consideramos fundamentales para el desarrollo de esta actividad económica. Comenzaremos como punto principal con el movimiento del colmenar como columna vertebral para la planificación. En este movimiento trataremos de reflejar el crecimiento vegetativo de nuestro apiario, utilizando como índice técnico el porcentaje de incremento anual que puede variar de acuerdo a la disponibilidad de flora apícola y estabilizaremos en 50 colmenas durante el quinto año, en el caso que nos ocupa utilizaremos el 20%.

13 Especialista en Capacitación. Dirección de Capacitación. Fundación CIARA.

Para iniciar la explotación compraremos 20 núcleos, los cuales se depositarán en igual número de colmenas. Cada colmena consta de una cámara de cría y 3 alzas. El primer año se calcula de la siguiente manera: N° de colmenas x incremento anual = 20 x 0.20 = 4 N° de cámaras de cría = 20 N° de alzas = 60 Incremento: N° de colmenas = 4 N° de cámaras de cría = 4 N° de alzas = 12 Al final de año se tiene:20 + 4 = 24 colmenas 20 + 4 = 24 cámaras de cría 60 + 12 = 72 alzas

...y así sucesivamente (cuadro 1.)

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152 Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

Cuadro 1.Movimiento del colmenar

INCREMENTO ANUAL

20% FIN DE AÑO

Años Colmenas Cámaras de cría

Alzas Colmenas Cámaras de Crías

Alzas Cámaras de Cría

Alzas Colmenas

1

20 20 60 4 4 12 24 72 24

2

24 24 72 5 5 15 29 87 29

3

29 29 87 6 6 18 35 105 35

4

35 35 105 7 7 21 42 126 42

5

42 42 126 8 8 24 50 150 50

6

50 50 150 8 8 24 50 174 50

7

50 50 150 8 8 24 50 174 50

8

50 50 150 8 8 24 50 174 50

9

50 50 150 8 8 24 50 174 50

10 50 50 150 8 8 24 50 174 50

Producción de miel: Sobre la base del movimiento del colmenar establecemos los rendimientos de la colmena /kilo/año: • 1er año: 20 kg./colmena/año • 2do año y sucesivos: 45 kg./colmena/año Para establecer los rendimientos del apiario se multiplica el Nº de colmenas en producción por los rendimientos de cada colmena en el año respectivo y se obtiene la producción, en botellas, la cual se vende a nivel de finca en Bs. 2.000 cada una.

En este cuadro también se aprovecha para obtener algunos costos: como el requerimiento de envases necesarios para la venta de miel. 1er año: N° de docenas de botellas/año 400/12 = 34 docenas 2° año: N° de docenas de botellas /año = 1080/12 = 90 docenas. • Caja de cartón más 12 botellas vacias= Bs. 2.000,00. • A partir de estos datos se pueden calcular: Número de tapas, cintillos de seguridad, número de etiquetas, cajas de cartón necesarias, etc.

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Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

153

Cuadro 2. Producción de miel y requerimiento de envases

5

COLMENAS

EN PRODUCCIÓN

PRODUCCIÓN MIEL

BOTELLAS

PRECIO DE BOTELLA

Bs.

TOTAL Bs.

*BOTELLAS GRANDES docenas

TOTAL Bs.

1 20 400 2.000,oo 800.000,oo 34 68.000,oo

2 24 1080 2.000,oo 2.160.000,oo 90 180.000,oo

3 29 1305 2.000,oo 2.610.000,oo 109 218.000,oo

4 35 1575 2.000,oo 3.150.000,oo 132 264.000,oo

5 42 1890 2.000,oo 3.780.000,oo 158 316.000,oo

6 50 2250 2.000,oo 4.500.000,oo 188 376.000,oo

7 50 2250 2.000,oo 4.500.000,oo 188 376.000,oo

8 50 2250 2.000,oo 4.500.000,oo 188 376.000,oo

9 50 2250 2.000,oo 4.500.000,oo 188 376.000,oo

10 50 2250 2.000,oo 4.500.000,oo 188 376.000,oo

Plan de inversiones En el cuadro 3 se detallan todos los elemento mínimos necesarios, sus unidades, precio por unidad, precio por rubros requeridos para la puesta en marcha de la explotación, se suma luego todos los precios de los rubros necesarios, obteniéndose un gran

monto total en bolívares que representa el total de la inversión a realizar en el primer año (posiblemente la cantidad de dinero a solicitar a una entidad financiera). Las inversiones se valoran según cotizaciones y presupuestos de casas comerciales.

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154 Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

Cuadro 3. Plan de inversion RUBROS UNIDADES PRECIOS UNITARIOS TOTAL Bs.

Cámaras de cría

20 3.509,oo 70.180,oo

Alzas

60 2.057,oo 123.420,oo

Pisos

20 2.695,oo 53.900,oo

Tapas internas

20 1.573,oo 31.460,oo Cuadros de cría

200 250,oo 50.000,oo

Cuadros de alzas

600 212,oo 127,200,oo

Reductores

20 180,oo 3.600,oo

Alimentadores

20 800,oo 16.000,oo

Frascos aliment.

20 150,oo 3.000,oo

Lámina de cera

550 800,oo 440.000,oo

Atrapa reinas

2 5.000,oo 10.000,oo

Reinas F1 20 8.000,oo 160.000,oo

Azúcar 200 kg. 400,oo 80.000,oo

Porta núcleo

10 6.000,oo 60.000,oo

Bancos de metal 4 20.000,oo 80.000,oo

Bragas

2 20.000,oo 40.000,oo

Velos

2 15.000,oo 30.000,oo

Guantes

2 20.000,oo 40.000,oo

Cascos

2 15.000,oo 30.000,oo

Tapas externas

20 5.000,oo 100.000,oo

Palancas

2 3.000,oo 6.000,oo

Ahumadores

2 15.000,oo 30.000,oo

Sujeta cuadros

2 5.000,oo 10.000,oo

Pintura

20 1.500,oo 3.000,oo

Excluidores de reina 2 4.000,oo 8.000,oo

Rollos de alambre

2 10.000,oo 20.000,oo

Pipote metático para miel 1 35.000,oo 35.000,oo

Decantador 1 100.000,oo 100.000,oo

Extractor centrifugador 1 250.000,oo 250.000,oo

Sanidad 20 3.000,oo 60.000,oo

Cuchillo deseperculador

1 20.000,oo 20.000,oo

total

2.090.760,oo

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Requerimiento de reinas Las reinas tendrán una vida útil de dos (2) años, al termino de las cuales serán reemplazadas. Se consideró un precio de Bs. 800,oo por reina. En el Cuadro 4, de doble entrada, se aprecia que las reinas que se compraron el primer año (20 con el plan de inversiones y 4 con recursos propios=24), son reemplazadas

en el tercer año (columna 1 y fila 3), luego en el quinto año, (columna 1 y fila 5), y así sucesivamente. Lo mismo ocurre con los incrementos año a año. Las columnas nos indican cada cuanto tiempo se realizan los reemplazos y las filas el total de reinas a reemplazar por año, que al multiplicarlas por el precio de las reinas proporciona el costo anual por reinas.

Cuadro 4. Requerimiento de reinas

AÑOS 1 2 3 4 5 6 TOTAL REINAS

TOTAL Bs.

1

2

5 5 40.000,oo

3 24

6 30 240.000,oo

4

5 7 12 96.000,oo

5 24

6 8 38 304.000,oo

6

5 7 8 20 160.000,oo

7 24

6 8 38 304.000,oo

8

5 7 8 20 160.000,oo

9 24

6 8 38 304.000,oo

10 5 7 8 20 160.000,00

Requerimiento de pintura y azúcar (Cuadro 5) Según el cálculo de la superficie (metros cuadrados) de una colmena, se multiplica por el número de colmenas y se obtiene el número de metros cuadrados a pintar y los respectivos galones de pintura a emplear (depende del tipo de

madera y cuantas veces al año se va pintar); luego se obtiene el monto del costo en Bs. por pintura. Se consideró la utilización de azúcar como alimento artificial cuando falte flora apícola o se aplique insecticida, ya que en este último caso se necesita tener las abejas confinadas

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156 Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

hasta que pase el efecto residual del pesticida. Se considero 10

Kg. de azúcar por colmena por año y un precio de Bs. 400/ Kilo.

Cuadro 5. Requerimiento de pintura y azúcar

Años Nº

Colonias

Superficie Colonia

Nº Alzas

Superficie Alza m²

Total

Cantidad Galones

Total Bs.

Nº Colonias

*Azúcar Kg

Total Bs.

1 20 200 80.000,oo

2 24 240 96.000,oo

3 29 290 116.000,oo

4 35 350 140.000,oo

5 42 420 168.000,oo

6

50 500 200.000,oo

7

50 500 200.000,oo

8

50 500 200.000,oo

9

50 500 200.000,oo

10

50 500 200.000,oo

§ 10 kg. de azúcar por colmena año. § 1 cámara de cría tiene una superficie = 0,227 m2 § 1 alza tiene una superficie = 0,133 m2 § Por lo tanto 1 colmena ( 1 cámara de cría + alzas) tiene = 0,626 m2 § 1 gl de pintura cubre 15 m2

Cambio de cera: cámara de cría Se consideró cambiar la cera de la cámara de cría cada dos (2),años. El precio es de Bs. 800,oo c/u. El cuadro 6 de doble entrada para permite determinar exactamente cuantas y en qué años es necesario cambiar la lámina de cera. Las columnas indican los años de cambio de las láminas de cera y las filas el total por año de este rubro. En el ejemplo, el primer año se incluyo en el plan de inversiones y para el incremento con recursos propios (20 colmenas tienen 20

cámaras de cría y cada cámara de cría 10 cuadros, más, el incremento de 4 colmenas, que tienen 4 cámaras de cría y cada una tiene 10 cuadros = 200+40=240), se reemplaza en el tercer año (1,3), luego en el quinto año (1,5), en el séptimo año(1,7) y así sucesivamente; Igual ocurre con el incremento del segundo año (2,2) en el cuarto año (2,4) etc. En las filas se obtiene cada año el número total de láminas de ceras a cambiar que multiplicadas por el precio de Bs. 800,oo c/u proporciona el costo total en Bs./ año.

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Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

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Cuadro 6. Cambio de cera en camara de cría

AÑOS 1 2 3 4 5 6 TOTAL LÁMINAS

VÁLOR LÁMINA

Bs.

TOTAL Bs.

1

2

50 50 800,oo 40.000,oo

3 240

60 300 800,oo 240.000,oo

4

50 70 120 800,oo 96.000,oo

5 240

60 80 380 800,oo 304.000,oo

6

50 70 80 200 800,oo 160.000,oo

7 240

60 80 380 800,oo 304.000,oo

8

50 70 80 200 800,oo 160.000,oo

9 240

60 80 380 800,oo 304.000,oo

10 50 70 80 200 800,oo 160.000,oo

Cambio de cera: alzas Las láminas de cera de las alzas se cambiarán cada tres (3) años. De una lámina de cera cámara de cría se obtienen dos (2) láminas de cera para alza. Según el movimiento del colmenar, para el primer año se compran 600 láminas de cera para alzas mas 120 láminas de cera del incremento que se compra con recurso propio para

tener 720 láminas de cera; las cuales se van a reemplazar en el cuarto año (1,4) y luego en el séptimo año (1,7) y así sucesivamente. Lo mismo ocurre año a año con los incrementos. Ver Cuadro 7. Las filas proporcionan cada año el monto total en Bs. por láminas de cera de alzas a las cuales se multiplicó por Bs.400,00 que es la mitad del precio de una lámina de cera de cámara de cría.

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158 Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

Cuadro 7. Cambio de cera en alzas

Años 1 2 3 4 5 6 Total Láminas

*Válor Lámina Bs. Total Bs.

1

2

150 150 400,oo 60.000,oo

3

180 180 400,oo 72.000,oo

4 720

210 930 400,oo 372.000,oo

5

150 240 390 400,oo 156.000,oo

6

180 240 420 400,oo 168.000,oo

7 720

210 930 400,oo 372.000,oo

8

150 240 390 400,oo 156.000,oo

9

180 240 420 400,oo 168.000,oo

10 720 210 930 400,oo 372.000,oo

*La mitad del precio de una lámina de cera de cámara de cría.

Producción y requerimiento de cera estampada Se considera como producción de cera el 3% de la producción de miel, Si observamos el cuadro de producción, (cuadro 8) tenemos ésta, año tras año. En el primer año se produce 400 kilos de miel, el 3% es 12 kilos de cera. Para el segundo año es de 1080 kilos de miel, el 3% es 24 kilos de cera y así sucesivamente. Esta cera que se produce es llevada al lugar donde estampan cera. El costo

por estampar es la mitad de los kilos que se lleva; por ejemplo, en el apiario se produce el primer año 12 kilos de cera, el estampador se queda con 6 kilos y nos devuelve 6 kilos de cera estampada. Por cada kilo de cera estampada se obtiene 19 láminas de cera para cámara de cría ó 38 láminas para alzas. En el cuadro se muestra los kilos de cera producida año tras año, y sus respectivas láminas, además de las necesidades y excedentes de láminas en el apiario.

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Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

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Cuadro 8. Producción y requerimiento de cera estampada

Necesidades de cera laminada

Años Producción

Cera Kg. Costo Estampado

en Kg. de Cera

Producción de Cera en

Lámina

Cámara De Crías

Alzas * Total Excedente

para Venta Precio Lámina

Bs.

1 12 6 114 114 91.200,oo

2 32 16 304 50 150 125 179 143.200,oo

3 39 19 361 300 180 390 -29 -23.200,oo

4 47 23 437 120 930 585 -148 -118.400,oo

5 56 28 532 380 390 575 -43 -34.400,00

6 67 33 627 200 420 410 217 173.600,oo

7 67 33 627 380 930 845 -218 -174.400,oo

8 67 33 627 200 390 395 232 185.600,oo

9 67 33 627 380 420 590 37 29.600,oo

10 67 33 627 200 930 665 -38 -30.400,oo

Materiales y servicios En el Cuadro 9 se detallan algunos de los gastos directos en que se incurre en los apiarios, que ya fueron calculados con anterioridad.

Solamente es un vaciado de datos para sistematizar la información. Se calcularon los requerimientos de: botellas, caja de cartón, alambre, pintura, azúcar, bancos, luz, agua, entre otros.

Cuadro 9. Materiales y servicios Años

Rubros 1 2 3 4 5 6 7-10

Botellas

68.000,oo 180.000,oo 218.000,oo 264.000,oo 316.000,oo 376.000,oo 376.000,oo

Etiquetas

Cera Estampada 23.200,oo 118.400,oo 174.400,oo 30.400,oo

Alambre 30.000,oo 30.000,oo

Pintura y Azucar 96.000,oo 116.000,oo 140.000,oo 168.000,oo 200.000,oo 200.000,oo

Bancos 20.000,oo 20.000,oo 40.000,oo 40.000,oo

Cámara de Cría con Cera y Piso

160.000,oo 200.000,OO 240.000,oo 280.000,oo 320.000,oo

Luz, Agua 30.000,oo 30.000,oo 30.000,oo 30.000,oo 30.000,oo 30.000,oo 30.000,00

Sanidad*

72.000,oo 87.000,oo 105.000,oo 126.000,oo 150.000,oo 150.000,oo

Total 278.000,oo 598.000,oo 784.200,oo 977.400,oo 960.000,oo 960.400,oo 786.400,oo

*Bs. 3.000,oo por colmena

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160 Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

Gastos directos Son todos los gastos que se incurre para la produccion apícola (cuadro 10). Es necesario señalar que todos estos recursos fueron calculados

y se concreta en tres o cuatro grandes puntos. Los totales son utilizados en el análisis de flujo de fondos.

Cuadro 10. Gastos directos.

Años Compra de Reinas Materiales y Servicios Total Bs.

1

278.000,oo 278.000,oo

2

40.000,oo 598.000,oo 638.000,oo

3

240.000,oo 784.200,oo 1.024.200,oo

4

96.000,oo 977.400,oo 1.073.400,oo

5

304.000,oo 960.000,oo 1.264.000,oo

6

160.000,oo 960.400,oo 1.120.400,oo

7

304.000,oo 786.400,oo 1.090.400,oo

8

160.000,oo 786.400,oo 946.400,oo

9

304.000,oo 786.400,oo 1.090.400,oo

10

160.000,oo 786.400,oo 946.400,oo

Servicio de la deuda En el cuadro 11 se muestra un ejemplo de como se va a reintegrar el monto de crédito a solicitar, generalmente son las entidades financieras las encar-

gadas de proporcionar las condiciones de reembolso del dinero prestado. • Años para pagar • Años de gracia • Tasa de interés

Cuadro 11. Servicio de la deuda

Años Intereses Bs.

Amortización Bs

Cuota Anual Bs.

Saldo Deudor Bs.

0

2.090.760,oo 1

418.152,oo 2.090.760,oo 2

418.152,oo 289.485,79 807.637,79 1.701.274,20 3

340.254,84 467.382,95 807.637,79 1.233.891,24 4

246.778,24 560.859,55 807.637,79 673.031,69

5

134.606,33 673.031,46 807.637,79

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Entidad Financiera = Crédito a conceder = Bs. 2.090.760,oo Interés anual = 20% Período de gracia = 1 Factor de recuperación del capital = 0,3862891 Cuota anual = FRC. X Monto de crédito = Bs. 807.637,79 Años para pagar = 4 Flujo de fondos En el cuadro 12 se analiza la inversión de la finca con el fin de verificar las bondades de la misma.

En este cuadro se reflejan las condiciones financiera de la explotación y determina la capacidad de pago de la empresa. Si esta es negativa, se deben buscar condiciones más favorables para honrar deudas, buscar tecnologías apropiadas y de menor costos y/o reducir costos, etc. Los valores de las diferentes filas se obtienen de la manera siguiente: 1= 2+3 4= 5+6 7= 1-4 8= 9+10 11=7-8

Cuadro 12. Flujo de fondos Años

Indicadores 1 2 3 4 5 6

1.-Ingresos Total

2.890.760,oo 2.160.000,oo 2.610.000,oo 3.150.000,oo 3.780.000,oo 4.740.000,oo

2.-Ingreso por venta

800.000,oo 2.160.000,oo 2.610.000,oo 3.150.000,oo 3.780.000,oo 4.740.000,oo

3.-Monto del préstamo

2.090.760,oo

4.-Egresos Totales

2.368.760,oo 638.000,oo 1.024.200,oo 1.073.400,oo 1.264.000,oo 1.120.400,oo

5.-Gastos Directos

278.000,oo 638.000,oo 1.024.200,oo 1.073.400,oo 1.264.000,oo 1.120.400,oo

6.-Inversión del préstamo

2.090.760,oo

7.-Ingreso Antes De Pagar El Crédito

522.000,oo 1.522.000,oo 1.585.800,oo 2.076.600,oo 2.516.000,oo 3.619.600,oo

8.-Obligaciones Bancarias

807.637,79 807.637,79 807.637,79 807.637,79

9.-Intereses 418.152,oo 418.152,oo 340.254,84 246.778,24 134.606,33

10.-Amortización

389.485.79 467.382,95 560.859,55 673.031,46

11.- Ingresos Después de Pagar el Crédito

103.848,oo 714.362,21 778162.21 1.268.962,21 1.708.362,21 3.619.600,oo

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162 Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

Referencias Bibliográficas HENRIQUEZ, S, Miguel, PALACIOS, Nelson, HUAPAYA, Eugenio. Sub-proyecto de granja familiar tipo PIRA de Barlovento, Caracas, 1981. 255p

FUNDACIÓN CIARA. Estudio de factibilidad técnico económica de la empresa campesina apícola Cobalongo. Caracas (1979), 21p. KELLEY, W.T. Apicultura lucrativa. Primera edición española, 1967, 117p.

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SISTEMAS AGROFORESTALES PARA LA PRODUCCIÓN DE RUMIANTES

Héctor Fabio Messa A14.

Introducción La distribución actual de las tierras agrícolas de Venezuela, de acuerdo al VI Censo Agrícola Nacional (MAC 1998), con sus resultados preliminares, indica que se dispone de 30.071.192 hectáreas, las cuales se aprovechan de la siguiente manera: cultivos de ciclo corto un 8,10 % del total, cultivos permanentes y semi-permanentes un 3,24 % del total y producción de pastos y forrajes el 56,78 % del total. El resto por bosques con 29,9 %, lagunas y ciénagas con 0,79 %, edificaciones e instalaciones 0,36 % y tierras con otros usos con un 0,80%. También se crían 95 millones de aves, 1,7 millones de cerdos, 13 millones de bovinos, 1,13 millones de caprinos, 59 mil búfalos y se producen 9 millones de huevos y 6,5 millones de litros de leche diarios. Esta información evidencia el amplio predominio de los sistemas de producción con rumiantes en el país.

14 Investigador, Programa ATS, Fundación para la Investigación Agrícola Danac, Yaracuy, Venezuela E- mail: [email protected]/

Así mismo, Arias et al. (1997), analizan el potencial de las tierras agrícolas del país y destacan la vocación de uso pecuario de las mismas, con alto predominio en la producción de rumiantes. Sin embargo, el capital ecológico contrasta con la baja productividad por unidad de superficie, que presiona por la

ampliación de la frontera agrícola a expensas de áreas boscosas (Escobar 1998). Los bajos niveles productivos y reproduc- tivos de los rebaños de rumiantes en el país, son en gran medida consecuencia de las limitaciones climáticas, edáficas y nutricionales (Escobar 1998).

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164 Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

La adopción, en los países de áreas tropicales, de modelos de producción agrícola validados en las zonas templadas ha generado fuertes impactos ambientales, el agotamiento de los recursos naturales, la dependencia de un reducido número de especies vegetales y animales y el uso excesivo de insumos externos; limitando el desarrollo de nuestra agricultura. El reto es desarrollar una agricultura tropical, orientada a conocer y aprovechar las interacciones entre los compo- nentes de los sistemas de producción, con el fin de potenciar la producción agrícola, en términos de nuevos productos, mejora de la calidad de éstos, menores costos de producción por incremento en la eficiencia; mediante el conocimiento y control de los procesos y la reducción del uso de insumos externos; permitien- do la conservación de los recursos naturales y minimizan- do los impactos ambientales. En este sentido, la agroforestería pecuaria se presenta como una alternativa válida que contribuye al desarrollo de sistemas sostenibles de producción agrícola en Venezuela. En este trabajo se presenta una visión general de los sistemas agroforestales pecuarios orienta-

dos en la producción de rumiantes desarrollados en los últimos años en algunos países de América tropical; los cuales pueden ser adaptados para el desarrollo de sistemas de producción integrados en función de las diferentes zonas agroecológicas de nuestro país, considerando su contexto eco- nómico, social y cultural. Impacto de los sistemas convencionales de producción de rumiantes sobre los recursos naturales. Durante la segunda mitad del siglo XX se ha evidenciado en las regiones tropicales, un marcado incremento en el deterioro de los recursos naturales y el medio ambiente (Camero 1995), lo cual compromete la sostenibilidad de los ecosistemas que en esta área se encuentran. Entre las causas más importantes se destacan (Camero 1995): el crecimiento de la población, la situación económica, el endeudamiento internacional y la baja en la productividad per capita de alimentos, lo cual ha promovido una mayor demanda de tierras. Sus efectos se han traducido en el incremento de la deforestación de las áreas boscosas, el uso de agro- químicos, la producción marginal en zonas de laderas, la erosión

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Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

165

de los suelos y el deterioro de las cuencas hidrográficas. En este contexto, los sistemas de producción bovina bajo pastoreo extensivo, por su amplio predo- minio en las zonas tropicales, han causado un gran daño al medio ambiente y a la biodiversidad, han impedido un desarrollo rural y en conse- cuencia han contribuido con la emigración de la población rural hacia las ciudades en busca de mejores condiciones de vida (Howard- Borjas, citado por Sánchez 1998). Se considera que la principal causa de la deforestación en América Latina es el estableci- miento de fincas ganaderas (Rincón 1995). No obstante, los principales impactos de las actividades pecuarias, esencial- mente las actividades ganaderas no han sido aún estudiadas con profundidad (Murgueitio et al. 1999). Murgueitio et al. (1999), señalan que las actividades pecuarias, además de su conexión directa con la tala y quema de bosques, también genera otros impactos ambientales negativos, entre ellos la erosión y compactación del suelo, uniformidad genética de grandes extensiones del territorio al favorecerse el monocultivo de gramíneas, a través de quemas

estacionales y eliminación de la sucesión vegetal a través de medios químicos o físicos; desecación de humedales; cons- trucción de vías de penetración; demanda de madera para construcción de cercas, corrales de manejo, camiones ganaderos; contaminación del agua y el suelo por el uso de agro- químicos. La reconversión social y ambiental de la ganadería en los países de América Tropical es una necesidad, y puede lograrse en el mediano plazo. Es viable con la tecnología disponible, la organización de los productores y políticas de Estado que favorezcan el adecuado aprovechamiento de las tierras y los recursos disponibles (Murgeitio et al. 1999). En este sentido, los sistemas agrofo- restales constituyen una opción para los procesos de cambio (Murgueitio et al. 1999). Son una alternativa sostenible para aumentar la biodiversidad animal y vegetal, y para aumentar los niveles de producción animal, reduciendo la dependencia de insumos externos (Sánchez 1998). Los árboles multipropósito en los sistemas de producción pecuarios Las especies vegetales tropicales se caracterizan por su amplia

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166 Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

diversidad genética. Los árboles multipropósito son un claro ejemplo de la riqueza biológica de estas regiones (Gómez et al. 1997). Los árboles han sido usados por los agricultores durante miles de años, en todos los continentes y con diversos fines: material para construcción, leña, sombra, alimento, medicina, fibra y abonos verdes, entre otros. Es ampliamente reconocido el papel que juegan como fuente de alimento para los animales en las tierras de pastoreo del trópico (Escobar et al. 1996). El desarrollo de sistemas integrados de producción agro- pecuaria, tiene como una de sus ventajas la ampliación de las funciones y servicios de los componentes del sistema. En este contexto, la reforestación de las tierras de pastoreo con árboles multipropósito y su integración a la alimentación de los rumiantes es una opción válida para el desarrollo de sistemas de alimentación de éstos herbívoros. Según Burley y von Carlowitz (citados por Wood y Burley 1995), los árboles multipropósito se definen como todas aquellas plantas perennes leñosas culti- vadas con el objetivo de hacer más de un aporte significativo a las funciones de producción y/o de servicio de un sistema de uso de la tierra.

Los árboles multipropósito son elementos fundamentales para el desarrollo sostenible de los sistemas de producción animal, y sus atributos han sido ampliamente reseñados por Escobar et al. (1996), entre ellos tenemos: • Existe una gran diversidad de

especies adaptadas a las diferentes condiciones edafo- climáticas del trópico. Se han reportado más de 400 usadas por los productores.

• Son especies perennes y muchas de ellas fijan nitrógeno atmosférico.

• Son restauradores de la fertilidad del suelo.

• Son sumideros de CO2 y fuentes de energía renovable.

• Promueven o mantienen la biodiversidad.

• Son modificadores del micro- clima.

• Controlan la erosión del suelo y resultan útiles como cercas vivas.

• Presenta una gran diversidad bioquímica.

• Son fuentes de alimentos para los animales.

En diferentes regiones del país se evidencia la importancia de los árboles en los sistemas de producción pecuaria. Muchos de ellos son utilizados como cercas vivas, tutores, fuente de sombra y alimentos para los animales. En el estado Yaracuy y otras regiones del país, el uso de

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Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

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mata ratón (Gliricidia sepium) constituye un claro ejemplo de lo anterior. Bases biológicas para el desarrollo de sistemas agroforestales pecuarios. En los sistemas agroforestales se producen interacciones biológicas, ecológicas y económicas, las cuales pueden contribuir a lograr una producción sostenible (Botero y Russo 1998). Para el desarrollo de sistemas agroforestales pecuarios debe ser considerada una serie de principios ecológicos, con aplicaciones y desarrollos propios, de acuerdo con las condiciones específicas de cada agroecosistema, contextos sociales, culturales y económicos que estén en interacción con éstos (Murgueitio et al 1999). Estos principios han sido discutidos por Rosales et al. (1998) y Murgueitio et al. (1999), los mismos son: • Incremento de la diversidad vegetal involucrada en los distintos sistemas de producción pecuaria. Lo cual responde al constante crecimiento de extensas áreas con monocultivos de gramíneas de pastoreo. Este incremento se debe realizar sobre el sistema de forrajes y en las áreas adyacentes como una

aplicación de la ecología del paisaje, tales como corredores biológicos, cercas vivas, setos, barreras de vegetación multipro- pósito, bordes de bosque orillas de ríos y cursos de agua. • Reducción de los impactos negativos sobre los suelos ocasionados por la disminución de la biomasa vegetal. La alta eficiencia biológica de los ecosistemas tropicales es posible en gran parte al aprove- chamiento de la energía solar por las plantas. Las pérdidas de la biomasa vegetal disminuye la eficiencia de los sistemas; estas son ocasionadas principalmente por cambios estacionales, quemas, aplicación de herbicidas, sobre- pastoreo y plagas y enfermedades de los forrajes. Es posible minimizar las prácticas antrópicas que afectan la biomasa vegetal, mediante la cultura de no quemar, control mecánico y selectivo de las plantas no deseables y ajuste de la carga animal. • Reducción de los efectos del pisoteo de los animales en los suelos. El pisoteo de los animales sobre el suelo ocasiona compactación, reducción de la infiltración hídrica, deterioro de la estructura original y pérdida o exceso de algunos nutrimentos. Los árboles y arbustos pueden

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mejorar las condiciones físicas del suelo (porosidad y densidad aparente). Su efecto de descompactación es positivo y relevante en áreas degradadas a causa de la compactación del suelo, ocasionada por la meca- zación excesiva y/o por el pisoteo de los animales. • Aumento de la complejidad estructural de la vegetación a través de dos o más estratos regulados mediante podas selectivas. El aumento de la diversidad y complejidad estructural de especies permite incrementar la producción por unidad de área, maximizar los efectos benéficos sobre el suelo y obtener una mayor diversidad de productos con fines de forraje, medicina, madera y autoconsumo. • Incremento del reciclaje de nutrimentos a través de la introducción de árboles y arbustos. El incremento del reciclaje de nutrimentos puede realizarse a través de la optimización del pastoreo (mejor distribución de excretas en el terreno), la introducción de árboles y arbustos que fijen nitrógeno, movilicen el fósforo inmovilizado por aniones, incrementan la circulación de otros elementos de las capas más profundas del suelo y mejoran la actividad biológica a través de los aportes de

hojarasca. En los sistemas de corte y acarreo, la distribución de excretas animales, permite mante- ner y en algunos casos incrementar la fertilidad de los suelos. Si los árboles utilizados en el sistema son leguminosas o de otras especies que pueden fijar nitrógeno, contribuyen a mejorar la fertilidad del suelo, como también lo hacen las leguminosas forrajeras asociadas con pasturas en estos sistemas de producción. Así mismo, puede presentarse la posibilidad de incrementarse, a largo plazo, la fertilidad del suelo como resultado de la presencia de animales pastoreando gramíneas y leguminosas asociadas. • Reducción de los extremos de temperatura ambiental durante las épocas secas. La reducción de los extremos de temperatura ambiental durante las épocas secas y/o del efecto desecante del viento puede realizarse a través de la vegetación arbórea y arbustiva, lo cual contribuye al bienestar animal y a la actividad biológica de los suelos. • Disminución del impacto erosivo de las lluvias y regulación del ciclo hídrico local. El incremento de la cobertura del suelo con gramíneas o legumi- nosas estoloníferas y el mayor número de estratos en la vegetación en los sistemas agroforestales, disminuyen las

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pérdidas por lixiviación y conservan los nutrimentos y la materia orgánica en el suelo. Un beneficio directo es la prevención de impactos negativos en ecosistemas acuáticos, ya que se reduce la cantidad de sedimentos que fluyen hacia los ríos. La regulación del ciclo hídrico local se logrará en la medida en que se multipliquen los sistemas agroforestales a nivel de cuencas hidrográficas y micro- regiones. • Integración con otros sistemas de producción. La integración con otros sistemas de producción como plantaciones forestales, avicultura, porcicultura, culti- vos agroindustriales (caña de azúcar, musáceas, palmas aceiteras, cacao, soya, cítricos) o alimentarios (yuca, ocumo, maíz, frijol, frutales), incrementa la sostenibilidad del sistema; ya que se pueden obtener subproductos para alimentar a los animales y/o aportar nutrimentos al suelo, además de generar un ambiente más estable para los diferentes componentes biológicos. Mediante la combinación adecuada de los principios señalados, es posible incrementar en forma notable la eficiencia biológica y económica de los sistemas de producción animal del trópico americano, con ventajas

ambientales de interés global tales como: reducción de la deforestación, captura de CO2,

incremento de la cobertura vegetal, reducción de la erosión en las cuencas hidrográficas y disminución en el uso de cereales importados, energía fósil y pesticidas (Murgueitio et al. 1999). Sistemas agroforestales como alternativa para la producción sostenible de rumiantes. El desarrollo de alternativas productivas que lleven implícito la conservación de los bosques, el suelo y el agua, permite al sistema retomar su dinámica natural logrando su sostenibi- lidad. El desarrollo de estos sistemas debe llevar implícito el uso de recursos locales, uso de los árboles, manejo de los ciclos de nutrientes y energía y se debe lograr la complementariedad en el uso de los recursos, a fin de cerrar al máximo los diferentes ciclos dentro de la unidad productiva (Gómez 1998). 1. Sistemas agroforestales. Los sistemas agroforestales son definidos por Combe y Budowski (1979) como “un conjunto de técnicas de uso de la tierra que implica la combinación o asociación deliberada de un

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componente leñoso con ganade- ría y/o cultivos en el mismo terreno, con interacciones ecoló gicas y/o económicas significa- tivas entre sus componentes”. Las interacciones en los sistemas agroforestales pueden ser simultáneas o secuenciales, en un mismo sitio. Tienen como objetivo optimizar la producción del sistema y procurar un rendimiento soste- nido (Russo y Botero 1998). 2.-Sistemas silvopastoriles. La definición de sistemas agroforestales incluye los sistemas silvopastoriles. El sistema silvopastoril es una combinación natural o una asociación deliberada de uno o varios componentes leñosos (arbustivos y/o arbóreos) dentro de una pastura de especies de gramíneas y de leguminosas herbáceas nativas o cultivadas y su utilización con rumiantes y herbívoros en pastoreo (Combe y Budowsky 1979). 3. Clasificación de los sistemas agroforestales pecuarios Los sistemas agroforestales se clasifican tomando en cuenta su estructura espacial, su diseño a través del tiempo, la importancia relativa y la función de los diferentes componentes, los

objetivos de la producción y las características sociales y econó- micas prevalentes. Esto incluye sistemas de producción pecuarios que van desde el silvopastorismo nómada Exten- sivo hasta sistemas más intensivos como los sistemas de corte y acarreo (Escalante 1998). Murgueitio (1999), sugiere cinco grupos de clasificación pecuaria, los cuales serán considerados en el presente trabajo: i. Sistemas solvopastoriles en

ganadería extensiva. ii. Plantaciones forestales con

pastoreo de ganado. iii. Cercos vivos, barreras contra el

viento, linderos arborizados, corredores biológicos y espacios para el sombrío de animales.

iv. Sistemas silvopastoriles con uso de la sucesión vegetal dirigida.

v. Nuevos sistemas para ganadería intensiva y otras especies animales.

• Silvopastoriles de alta densidad arbórea.

• Sistemas de corte y acarreo: bancos de proteína puros, policultivos de corte, banco múltiple (huertos para la seguridad humana y animal), policultivos de varios estratos y múltiples usos.

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i. Silvopastoreo en ganadería extensiva. Son los sistemas silvopastoriles más antiguos en el mundo, se han practicado desde hace mucho tiempo en Europa, Africa y América (Sánchez 1998; Escalante 1998). Consiste en el silvopastoreo nómada basado principalmente en el ramoneo de especies de árboles cuyas hojas, flores y frutos son consumidos por ganado bovino, caprino, ovino y camellos. En Venezuela, el sistema silvopastoril que más se le parece es el pastoreo de caprinos en las zonas áridas y semi-áridas de Lara y Falcón (Escalante 1998). También se identifica en las llanuras de Venezuela, en áreas de sabana que han sido colonizadas por diferentes especies vegetales, en áreas boscosas con intervención antrópica y los bosques de galería que se forman en torno a los cauces de agua. En estas áreas se encuentra diversidad de espe- cies y en ellas forman un elemento de gran importancia los árboles y palmas productores de frutos. Murgueitio (1999), considera que en estos sistemas, en algunos casos, los parámetros productivos y la rentabilidad son bajos y los impactos ambientales son fuertes.

ii. Plantaciones forestales con pastoreo de ganado. La incorporación del componente ganadero en plantaciones fores- tales comerciales tiene interés creciente fundamentalmente por dos motivos: para proporcionar ingresos durante el tiempo que los árboles no se explotan y para la reducción de riesgos de incendios forestales (Kosarik y Polla, citados por Sánchez 1998). En Venezuela las experiencias sobre pastoreo en plantaciones forestales son pocas y recientes. En el oriente del país se han manejado rebaños de bovinos en plantaciones de pino Caribe. En la reserva forestal de Ticoporo ha habido experiencias en plantaciones de Teca (Tectona grandis) y melina (Gmelina arbórea); también en el sur del lago de Maracaibo y en el estado Portuguesa en plantaciones de caoba (Swietenia macrophylla) (Escalante 1998). Existen otros sistemas donde los animales pastorean plantaciones de frutales. El uso de animales dentro de las plantaciones permite hacer uso de la vegetación herbácea presente; lo cual facilita las labores de control de malezas, reduce el uso de

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herbicidas y de mano de obra, mejora la fertilidad de los suelos e interfiere en el ciclo de las plagas, contribuyendo a la reducción de los costos de producción. De igual forma, el aprovechamiento de los productos de estos animales (carne, leche, lana) permite incorporar otro tipo de ingresos en la finca (Rincón 1995). Benezra (1988), al trabajar con ovinos pastoreando el estrato inferior de un cafetal, demostró que la adopción de este manejo permitía reducir en un 60 % el número de jornales para el control de malezas, además de incrementar la producción de café por hectárea y permitió ingresos de hasta 450 kg de proteína animal por hectárea. En la granja El Hatico en el Valle del Cauca, Colombia, se manejan ovinos para el control dirigido de malezas en diferentes cultivos, tales como caña de azúcar, bancos de mata ratón, frutales; además de canales de riego y vías de acceso interno, lo cual ha hecho importantes contribuciones al uso de los recursos en la finca (Molina, C., comunicación personal).

iii. Cercas vivas, barreras contra el viento, linderos arborizados, corredores biológicos y espacios para el sombrío de animales. Las cercas vivas constituyen una o varias líneas de árboles o arbustos de una o varias especies, separado a cierta distancia que permiten delimitar una propiedad, potreros o áreas dentro de la misma. Las cercas vivas son rasgos característicos del paisaje de muchas regiones agropecuarias, desde el nivel del mar hasta 2000 msnm; desde ambientes secos hasta zonas muy húmedas (Rincón 1995). Las cercas pueden estar compuestas por una o más especies y pueden formar una línea densa estilo seto, con las plantas separadas 20 o 30 cm o una cerca abierta con una separación entre árboles de uno a dos metros (Murgueitio et al. 1999). Los beneficios de las cercas vivas han sido discutidos por varios autores (Rincón 1995, Escalante 1998, Murgueitio et al 1998, Simón 1998), y pueden ser resumidos en: • Cumplen la función de estantillos dentro de la unidad de pastoreo, producen leña, madera y estantillos para nuevas cercas.

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• Al ser podados producen forraje para los animales, además los protegen de los efectos climáticos adversos. • Tienen una larga vida útil (30 a 100 años) y reducen los costos de mantenimiento de las cercas. • Contribuyen con la estética del paisaje y permiten el establecimiento de diferentes especies de la fauna silvestre. Las cortinas rompevientos consisten en una o más hileras de árboles y arbustos, que pueden actuar como una cerca viva, un lindero, o un corredor biológico. Rincón (1995) señala que para el diseño de las cortinas rompevientos se requiere una orientación definida y es esencial que exista continuidad. La función básica de la cortina rompevientos es establecer una barrera que reduzca la velocidad del viento, de manera que provoque cambios importantes en la temperatura del aire, la humedad relativa, la humedad del suelo, la evaporación y transpiración de las plantas. El control de estos factores produce cambios que mejoran las condiciones de vida y reducen los daños causados a las plantas y a los animales (Rincón 1995). Cuando las cercas vivas están conformadas por varias hileras de árboles, palmas o con especies

producto de la regeneración natural se forman corredores biológicos que favorecen el desplazamiento de la fauna silvestre, incre- mentando la diversidad de plantas y el equilibrio ecológico en el sistema (Murgueitio et al. 1999). Los espacios para sombrío consisten en aquellas áreas de pastoreo en las que se mantiene la presencia de algunos árboles. Según Escalante (1998), es una práctica empírica, sin planes de manejo, que consistió en dejar algunos árboles que sobre- vivieron al pastoreo y pisoteo de los animales. Los productores que mantienen este sistema, lo hacen con el fin de producir alimento para los animales, sombra en las horas de mayor insolación y madera para uso en la finca o venta. Escalante (1998) señala algunos ejemplos en el país: a. Caoba (Swietenia macrophylla) y pasto estrella (Cynodon nlemfuensis) en ganadería de leche o doble propósito en el piedemonte de los llanos occidentales. b. Samán (Albizia saman) y guinea (Panicum maximun) en potreros de ganadería extensiva en el bosque seco tropical. c. Pardillo (Cordia alliodora) y pasto estrella (Cynodon

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nlemfuensis) en la zona baja del estado Trujillo y en la zona sur del lago de Maracaibo. d. Aliso (Alnus spp.) y pasto Kikuyo (Pennisetum clandestinum) en ganadería de leche en zonas altas. Las especies de uso actual y potencial para el establecimiento de los sistemas mencionados son diversas y van a depender fundamentalmente de las condiciones agroecológicas de la zona. Algunas de estas pueden ser: Gliricidia sepium, Trichantera gigantea, Tithonia diversifolia, Malvaviscus penduliflorus, Morus spp, Erithryna. edulis, E. fusca, E. poeppigiana, Leucaena leucocephala, Prosopis juliflora (Murgueitio et al. 1999); Croton niveus, Spondias purpurea, Guazuma ulmifolia, Hibiscus spp, Bursera simaruba, Albizia samán, Jatropa curcas, Tabebuia rosea, Gmelina arborea, Syzgium cominis, Clorophora tictoria (Rincón 1995). Murgueitio (1999), señala que mientras mayores sean la amplitud, la complejidad estruc- tural y la diversidad de especies en setos, cercas vivas y corredores biológicos, más importantes será su contribución a la biodiversidad local.

iv. Silvopastoriles con manejo de la sucesión vegetal dirigida. Los sistemas silvopastoriles donde se maneja la sucesión vegetal corresponden a áreas donde se permite la recuperación de la vegetación natural y la interacción con animales. En el manejo tradicional de la ganadería se trata de eliminar (evitar) la sucesión vegetal por diferentes medios (mecánicos-físicos-químicos) (Murgueitio et al. 1999). El manejo de la sucesión vegetal se realiza en diferentes agroecosistemas de América tropical. En áreas pastoriles se logra mediante la abolición de formas indiscriminadas de eliminar las plantas que aparecen invadiendo (recuperando) los potreros. La vegetación y los animales contribuyen con una primera etapa que puede durar varios años (3 a 6). Varias especies son diseminadas por el ganado después de ser consumidas. Posteriormente se realizan podas selectivas y entresacas de madera hasta conformar de dos a tres estratos de vegetación compatible con los pastos (Murgueitio et al. 1999). El sistema de manejo de la sucesión vegetal con componente pecuario permite al productor la reducción de los

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costos de mantenimiento y fertilizantes, se obtienen productos como estantillos, madera, varas delgadas y leña; el ganado consume frutos y follajes, además de la sombra que brindan los árboles; el suelo atenúa el impacto del pisoteo, reduce la erosión y la fauna silvestre encuentra nuevas oportunidades para su multiplicación. v. Nuevos sistemas para ganadería intensiva y otras especies animales. a. Silvopastoriles de alta densidad arbórea. Los sistemas silvopastoríles intensivos son una solución a la necesidad de intensificar la ganadería en forma más sostenible, con posibilidad de integrarse a esquemas de manejo más eficientes como la rotación con uso de la cerca eléctrica, cargas animales altas, y suplementación con sub- productos y sistemas de corte y acarreo (caña de azúcar, pastos de corte, arbustos forrajeros) (Murgueitio et al. 1999). Existen diferentes alternativas para el desarrollo de estos sistemas en función de las condiciones agroecológicas de la región. En Colombia, Cuba, Venezuela y otros países de América se ha avanzado en trabajos con varias especies. Algunos de ellos son:

- En Colombia: leucaena (Leucaena leucocephala) en asociaciones con cují (Prosopis juliflora) y pasto estrella (Cynodon plectostachyus). - En Cuba: leucaena. (Leucaena leucocephala). - En Venezuela: leucaena (Leucaena leucocephala) y mata ratón (Gliricidia sepium). En éste último se ha desarrollado un sistema en forma de bancos para ramoneo controlado y el de dobles hileras con callejones, con gramíneas, de ancho variable, utilizados para el pastoreo de bovinos de doble propósito (Escobar et al. 1996). En suelos con problemas de acidez y sequías fuertes, existen avances importantes del CIAT con Cratylia argentea y para laderas con problemas similares con Thitonia diversifolia. En suelos inundables o de alto nivel freático existe una gran experiencia con Erythrina fusca asociada a gramíneas, siendo una alternativa para sistemas de doble propósito y hatos bufalinos. Para zonas de alta montaña, donde el pasto kikuyo (Penisetum clandestinum) es la base de sistemas lecheros de mediana a alta intensidad, la asociación con aliso (Alnus acuminata) y acacia negra (Acacia decurrens) se muestran promisorias (Murgueitio 1999).

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b. Sistemas de corte y acarreo Son sistemas intensivamente manejados, donde por lo general las especies forrajeras crecen en parcelas a altas densidades con fines de corte en forma periódica, y suministro del forraje a los animales, suplementando la dieta de los mismos. Generalmente se cultivan leguminosas forrajeras u otras especies de alto valor nutritivo, reflejado fundamentalmente en su contenido proteico. En otros casos pueden ser fuentes importantes de energía, energía-proteína, minerales o vitaminas como productos principales o subproductos. En estos sistemas, al igual que en otros que se mencionan, es muy importante conocer la especie que mejor se adapta a las condiciones agroecológicas de la zona, la frecuencia y altura de corte, así como la producción y la calidad del follaje de cada una de las especies utilizadas (Escalante 1998). Los sistemas de corte y acarreo están difundidos por todo el mundo en desarrollo, en especial en condiciones de predios pequeños, regiones montañosas o con dominio de la agricultura, en especial en países con alta población humana (Murgueitio

1999). En ellos se identifican los siguientes sistemas: b.1. Bancos de proteína puros. Son cultivos intensivos formados por grupos de árboles ubicados en una misma área, sembrados a alta densidad (5000 a 30000 plantas/ha), los cuales son podados periódicamente para suministrar el forraje a los animales (Murgueitio et al. 1999). Las especies utilizadas son fundamentalmente fuentes de proteína, y en ellos las leguminosas cumplen un papel muy importante. b.2. Policultivos de corte. Los cultivos de corte obedecen a la tradición campesina de asociar cultivos con la inclusión de especies forrajeras para corte – acarreo y a la preocupación de los investigadores por evitar los riesgos de los monocultivos y probar las mezclas de forrajes en la alimentación (Rosales 1998). Las modalidades son heterogéneas, desde una simple asociación de dos arbustivas en un solo estrato (G. sepium + Morus alba); dos arbóreas en dos estratos (E. edulis + T. gigantea); una gramínea de corte con una arbórea (Axonopus scoparius + T. gigantea), hasta la combinación de varias especies de plantas para fines forrajeros (rastreras, trepadoras, arbustos y árboles) en diferentes formas y

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arreglos en el tiempo y el espacio (Murgueitio 1999). b.3. Banco múltiple o policultivo. Es un banco donde se combinan los bancos de proteína con otras plantas forrajeras asociadas a cultivos para la alimentación humana. Estos sistemas han sido denominados por los campesinos de las zonas montañosas del Valle del Cauca, Colombia, como huerto diversificado para la seguridad alimentaria y animal (Murgueitio. 1999). En esta zona un policultivo puede estar compuesto por varias especies que cumplen diferentes funciones: especies arbóreas para forraje (T. gigantea, E. Edulis, Morus sp, Urera), arbustivas(Boehmeria nivea, Malvaviscus sp, Tithonia diversifolia), suculentas o herbáceas (Musa sp, Alocassia xanthoriza) y frutales andinos (Solanum quitoense, Cyphomandra betacea, Rubus glaucus, Passiflora ligularis). Entre los cultivos para alimentación humana se tienen maíz, frijol, yuca, entre otros. Con el follaje de estas plantas, el de las especies forrajeras y seudotallos de musáceas se alimentan las diferentes especies animales de la finca (bovinos, cerdos, aves) En algunos lugares más de 20 especies comparten las parcelas forrajeras (Ríos, citado por Murgueitio 1999). En Venezuela este sistema podría

ser equivalente al tradicional conuco, pero combinado con diferentes especies arbóreas y arbustivas forrajeras, determinado esto por las condiciones agro- ecológicas de la zona donde se considere su establecimiento. b.4. Policultivos de varios estratos o sistemas multiestrato. Están confor- mados por diferentes especies vegetales que ocupan distintos niveles verticales, con requeri- mientos variables de luz imitando la estructura de los bosques tropicales (Murgueitio et al. 1999). Las combinaciones posibles son ilimitadas, dependiendo de las especies vegetales y animales involucradas y las condiciones de clima y suelo de la región. En este sistema pueden existir algunos de los siguientes estratos: estrato arbóreo alto, estrato medio arbóreo, estrato medio trepador y estrato herbáceo (Sánchez 1998). El nivel más alto o dosel está conformado por árboles que requieren radiación solar y pueden tener una altura entre 6 y 30 m. Estos árboles proporcionan sombra y hojarasca a los niveles más bajos en los que crecen especies adaptadas a esta condición y producen frutos y madera. Entre 1 y 3 m de altura se ubica el segundo estrato con plantas para corte

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continuo de biomasa forrajera. Un tercer estrato forrajero puede localizarse a ras del suelo (hasta 50 cm de éste), con plantas que requieren poca radiación. En forma opcional puede existir un estrato compuesto por especies trepadoras que atraviesa todos los estratos produciendo frutos, forrajes o fibras para cestería (Murgueitio et al. 1999). b.5. Banco de energía. Son cultivos que se caracterizan por su alta generación de fuentes energéticas (azúcares, almidones y aceites). Los más conocidos y utilizados son los bancos de caña de azúcar para la alimentación del ganado, en especial durante la época seca. En algunos casos se asocian con árboles y arbustos forrajeros (Murgueitio et al. 1999). En cuanto al uso de palmas aceiteras, existen especies con alto potencial por su capacidad de producción de energía en las regiones tropicales y el amplio uso de sus productos en la alimentación animal (Murgueitio 1999). 1. Experiencias en el modelo físico de agricultura tropical sostenible. Los sistemas silvopastoriles en general, pueden ser adaptados a sistemas integrados de

producción, lo cual aporta a los beneficios ecológicos, económi- micos y sociales de estos sistemas; contribuyendo así con el desarrollo rural de la región. En la Fundación para la Investigación Agrícola Danac, ubicada en San Javier estado Yaracuy, se ha desarrollado el Modelo Físico de Agricultura Tropical Sostenible, el cual es una unidad de producción, de investigación y demostrativa. Esta granja es manejada bajo los principios de integración de la producción vegetal y animal, diversificación de cultivos tropicales de alta productividad, el reciclaje de nutrimentos, el fraccionamiento de la biomasa vegetal para la alimentación animal y la incorporación de tecnologías compatibles con el capital ecológico (Messa et al. 1998). El Modelo Físico está conformado por cuatro subsistemas: bovinos doble propósito, cerdos, espacio doméstico rural y barbacoas (producción de hortalizas). En la producción de bovinos se integran el cultivo de caña de azúcar, mediante el suministro de cogollo a los animales, y el cultivo de yuca; cuya cosecha integral (raíz + follaje) es ensilada con 4 % de urea (en base a la materia seca), y luego

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se suministra como suplemento durante el ordeño, además de bloques multinutricionales elabora- dos en la granja. Los animales son manejados en un sistema silvopastoril compuesto por pasto estrella (Cynodon nlemfuensis), G. sepium y L. Leucocephala en hileras dobles distanciadas a 5 m y 1 m x 1 m entre hileras y plantas, en pastoreo rotativo, en áreas de 0,25 ha, 2 y 74 días de ocupación y descanso, respectivamente. Luego de la salida de los animales se realiza el control manual de malezas.

Periódicamente se realiza una poda correctiva de las leguminosas forrajeras a fin de mantener la altura de las plantas (1m) y facilitar el ramoneo por los animales La disponibilidad de biomasa vegetal del sistema silvopastoril se presenta en el Cuadro 1. Se aprecian bajos rendimientos para G. sepium, lo cual, está relacionado con las limitaciones de los suelos del área (Ruiz-Silvera et al. 1999).

Cuadro 1. Disponibilidad de Biomasa Vegetal del sistema Silvopastoril

Rendimiento (ton MS/ha/año)*

Componente

Población

Período de sequía

Período de lluvias

Gliricidia sepium 2.204 plantas/ha 0,567 + 0,111 1,429 + 0,816 Cynodon nlemfuensis ha 18,183 + 7,561 22,700 + 6,046 Total 18,750 24,129

*Media + desviación estándar Fuente: Ruiz-Silvera et al. (1999). Los resultados productivos obtenidos en vacas de doble propósito de primer parto son presentados en los Cuadros 2 y 3, y forman parte de un grupo de

indicadores biológicos evaluados, a objeto de validar la sostenibilidad de las propuestas tecnológicas del subsistema bovinos de doble propósito.

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Cuadro 2. Variación de peso vivo y condición corporal de vacas doble propósito de primer parto en el Modelo Físico. Período 1998-1999.

Intervalo de tiempo

Indicador

Estimación**

60 días antes del parto

30 días post-parto

30 - 120 días post-parto

Hasta 120 días post-parto

Peso vivo (kg)

Variación (kg/animal/día)

482 + 26

429 + 29

412 + 31

-0,250 + 0,2

60 días antes del parto

30 días post-parto

30-120 días post-parto

Hasta 120 días post-parto

Condición corporal

Variación

4,20 + 0,35

3,50 + 0,25

3,20 + 0,36

-0,06 + 0,004

Cuadro 3. Producción de leche en vacas doble propósito de primer parto en el Modelo Físico. Período 1998-1999.

Indicador Unidad de medida Estimación*

Leche vendible

Leche consumida por becerro

kg./animal/día

kg./animal/día

5,4 + 1,3

2,8 + 0,9

Producción total** kg./lactancia 1.424 + 517

Duración de la lactancia Días 257 + 54

Producción por hectárea al año Kg./ha/año

2656,20

*Media + desviación estándar n=18 **Total de leche vendible. Fuente: Ruiz- Silvera et al. (1999).

Los resultados evidencian el potencial de adopción de estas tecnologías a los sistemas de producción integrados. Por lo tanto, la incorporación de los árboles a los sistemas de producción con rumiantes se presenta como una opción a ser tomada en cuenta para el desarrollo de sistemas soste- nibles de producción animal; en este sentido se debe profundizar

en las investiga- ciones que contribuyan al desarrollo de tecnologías para el uso más eficiente de los árboles con fines de alimentación animal, conservación de aguas y suelos, fijación de nitrógeno, captación de CO2 y conservación de la diversidad biológica. Finalmente, podemos afirmar que existen diversas opciones

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para el desarrollo de los sistemas agroforestales pecua- rios; en los que se relacionan diferentes especies animales con las especies vegetales de los agroecosistemas secos, sub- húmedos, húmedos y de zonas montañosas. En Venezuela se debe promover la difusión de los conocimientos en sistemas integrados de producción, para lograr su adopción por los productores, de manera de contribuir a introducir los cambios requeridos para el reordenamiento de los sistemas de producción agrícola e incrementar la productividad de los mismos. Referencias Bibliográficas. ARIAS, A., ALONSO, C., RODRÍGUEZ, G., KRIES, R. 1997. Marco global para el desarrollo agropecuario: el caso Venezuela. In: II Foro Iberoamericano de Agricultura. Ministerio de Agricultura y Cría. Maturín, Venezuela. BENAVIDES, J. 1998. Árboles y arbustos forrajeros una alternativa agroforestal para la ganadería. In: Conferencia Electrónica FAO-CIPAV sobre Agroforestería para la producción animal en Latinoamérica. M. Rosales, M. Sánchez, E.

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EL AGUA EN LA PRODUCCIÓN AGROPECUARIA

Saulo Olavarrieta Albano. 15

Introducción Dentro de la responsabilidad compartida que presume la promoción de las granjas integrales, el hombre como espectador y actor requiere antes que todo de una visión integradora de una serie de prácticas agrícolas que permitan una producción sostenida. El manejo del agua, tanto la que la naturaleza brinda. Directamente es como la que sometida a embalses, conducida, distribuida y finalmente entregada como práctica de riego a los cultivos debe estar sometido a normas y principios que no solamente preserven el recurso líquido si-no las que prevean las consecuencias de su exceso promovido por un manejo ambiental mal concebido. Muy dura ha sido la lección que la naturaleza ha dado al país por irrespetar lo que parecía obvio. Todos esperamos que ese duro aprendizaje redunde en un manejo mas racional de nuestro ambiente para beneficio de todos y perpetuidad de horizontes.

15 Profesor Universidad Centro- Occidental Lisandro Alvarado. E- mail: [email protected]

Dado lo breve del tiempo disponible, en la intervención, tratare de resaltar los elementos y metodologías mas apropiadas para la solución del problema agrícola y a pesar de no estar incluido citaré la posibilidad de explotación agrícola de secano, con enfoque hacia el desarrollo de la tecnología de las microcuencas, de milenios de antigüedad pero vigente presencia en todos los semiáridos del mundo.

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El resumen desarrolla en primer lugar la dotación de agua de buena calidad para consumo humano, pues si este renglón no queda satisfecho todo lo demás fracasara. La dotación de agua para los animales o su equivalente acuoso, el consumo de raciones húmedas (ensilaje) y/o comple- mentadas con cactáceas suculentas es una práctica también muy antigua a nivel mundial e incluso utilizada en el país pero posteriormente desechada y olvidada al aparecer las "nuevas tecnologías", moderno tributo que los países tercer mundistas continuaremos pagan do hasta que tengamos la capacidad y voluntad de generar nuestra tecnología adaptada a nuestra realidad. Para la dotación de agua a la comunidad vegetal, antes de utilizar el riego como práctica agrícola presentó la Tecnología de las Microcuencas, como un elemento que debe anteceder al riego por la economía que representa y el hecho sobresaliente de presentar como complemento conservacionista de la unidad agua-suelo. Aunque ciertamente no es adaptable a todos los cultivos y es adaptable por todos los agricultores y permite ampliar la frontera agrícola cuando la limitación es la humedad.

Manejo eficiente del agua: consumo humano - consumo animal - consumo vegetal La integración de conocimientos para el diseño de granjas integrales estará sometido desde el inicio al paisaje donde se pretenda formar y desarrollar la granja integral. Para los fines de la presente exposición el documento de apoyo básico es el instructivo generado por los organizadores para la presentación de las ponencias. Para el caso "Manejo eficiente del agua para riego y consumo en el contexto de Granjas Integrales". El modelo a desarrollar se ubicará en una región típica del semiárido Centro Occidental, con pluviometrías del orden de 600 mm anuales con modelo de distribución bimodal con aportes pluviométricos distribuidos en un 30% en el primer ciclo (Mayo-Junio) y su complemento 70% en el segundo ciclo Septiembre-Octubre-Noviembre. Dotación de agua para consumo humano Es el elemento fundamental que debe tener una garantía muy fuerte pues su colapso o ausencia impide el éxito en cualquier renglón de explotación que se pretenda desarrollar.

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Dado que estas son explotaciones básicamente unifamiliares, el método recomendado son las cisternas rurales a partir de la información de pluviometría mensual promedio, composición familiar y número de miembros sus elementos principales son: el área de captación, generalmente es el techo de la vivienda, cuya área en muchos casos no es suficiente, requiriendose imper- meabilizadas artificialmente (manto plástico con capa protectora de granzón); tanque de almacenamiento y obras de recolección como filtros, colocadas a la entrada del tanque y en la succión para extraer el agua. Para dar una idea del rendimiento de las cisternas, las construidas aprovechando sola- mente el techo de la vivienda rural, en las zonas de 600 mm anuales de precipitación, permiten utilizar aproximadamente 80 lts/día durante todo el año. En términos prácticos, cada m2 de área impermeable puedae dar 1 lt. de agua por día todos los días del año. Se anexa "Guía para el diseño y cálculo de cisternas rurales" que permite focalizar mejor y cuantificar soluciones.

Dotación de agua para consumo Animal La dotación de agua para consumo animal ha sido considerada como una de las mas graves limitaciones para el desarrollo de los rebaños; sin embargo, el consumo es variable dependiendo de la especie explotada y del número de animales del rebaño. La cría menor tiene la mejor expresión para el ambiente semiárido, siendo recomendable la combinación de cría intensiva de ciclo corto (pollos de engorde, ceba de lechones) con ciclos mas largos, (ponedoras, cabras de leche) etc.

Para la dotación de agua pueden utilizarse las cisternas conven- cionales, con área de captación el propio suelo revestido de plástico protegido con grava. Tanques enterrados, con paredes de concreto salpicado con malla o con plástico se comportan muy aceptablemente y son económicos. Pero la mayor oportunidad, y eso es válido especialmente para los rebaños de rumiantes (mayores y menores), se encuentra en la utilización de plantas suculentas, especialmente las cactáceas (Opuntias y Nopaleas) con rendimientos en la zona

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semiárida centro occidental (Est.Exp. del Semiárido San Francisco-UCLA, la otra Banda Municipio Torres Estado Lara) de entre 270 y 300 Ton/Ha con corte cada dos años, o con rendimiento de 100 Toneladas/Ha/Año de artejos (pencas). Ciertamente estas plantas son de poco valor nutritivo, pero con un contenido de agua entre 80 y 92%, que constituye la principal fuente de agua de los rebaños de todo el árido y semiárido mundial, exceptuando nuestro país. En términos prácticos, significa que una hectárea de cactáceas suculentas permite mantener entre 6 y 12 bovinos adultos durante un año, o el equivalente en caprinos a 30 unidades. Es de aclarar que la producción de gramíneas durante el corto ciclo de lluvias permite preparar ensilaje, alimento acuoso que minimiza el consumo de líquido. Ciertamente las poblaciones avícolas especialmente, de manejo intensivo requerirán la dotación de agua, pero ésta podría usarse de cisternas alimentadas con el propio techo de la instalación. En regiones tan secas como Bobare, donde la lluvia anual es apenas 370 mm, en los galpones de 110 x 11 mt. techados donde se crían 10.000 pollos por ciclo, es posible criar hasta 25.000 pollos (2.5 ciclos de 10.000 ó 3

ciclos de 8.330, con el agua que escurre del propio techo. Dotación del agua para Consumo Vegetal La dotación de agua para consumo vegetal no debe confundirse con el riego, este es una práctica agrícola que consiste en dotar de agua al vegetal en cantidades e intervalos tales que compense la lluvia existente durante su ciclo si es que la hubiere. La dotación de agua para el vegetal se refeere a la administración del agua almacenada en el perfil del suelo y proveniente exclusivamente de la pluviometría caída en el área considerada. Esto es el fundamento de una tecnología antiquísima, presente en todos los desarrollos agrícolas del Mediterráneo (básicamente sur de España, Argelia, Libia, Egipto, Israel, Líbano, Turquía), y todas las zonas áridas de Africa (aparentemente se origina de Etiopía y Sudan), especialmente los países Arabes, Irán, etc. Consiste en el almacenamiento en el perfil del suelo de la pluviometría caída en una determinada área, ésta es aislada de su entorno por intermedio de pequeños diques de tierra lo cual permite en esa área llamada Microcuencas reducir el ciclo hidrológico a su mínima expresión, o sea la

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pluviometría recibida se trans- forma en infiltración, evaporación y transpiración si se permite la presencia de vegetación. Esa estructura confinante se puede preparar dentro del área de la microcuenca y de hecho la construcción de los diques se hace generalmente entre dos curvas de nivel consecutivas y transversalmente se aislan las áreas elementales con diques. Luego de ello, el funcionamiento del conjunto es fácilmente comprensible. Al ocurrir la precipitación el agua escurre de la parte alta de la microcuenca hacia la parte mas baja donde se almacena; ello genera una infiltración mientras dura el aguacero en la parte alta, pero en la parte baja de la microcuenca el agua caída directamente mas el agua proveniente de la parte superior permanece allí para infiltrar y evaporarse. Ello permite una recarga en el perfil del suelo que incrementa notablemente la cantidad de agua en el perfil en la parte baja de la microcuenca. Se anexa una guía " Huertos Forrajeros para la Región Centro-Occidental- Aplicación a Microcuencas” donde aclara conceptos y modela un ejemplo. Otras tecnologías más sofisti- cadas pueden emplearse en la

zona semiárida. La producción de materia verde a partir de granos (maíz, sorgo) germinados en bandejas plás- ticas regadas con solución nutritiva puede ser una solución, especialmente donde la dotación de agua sea mínima.

Para el caso de la agricultura de riego, para las zonas semiárida y Aridas, el modelo ciertamente será el riego localizado por goteo. Este ofrece grandes limitaciones por su elevado costo, aunque han hecho ensayos con modelos artesa- nales que indican una notable reducción en los mismos y un aumento en el rendimiento del agua en términos económicos (kg. de producto por m3 de agua empleada). Se anexa guía de "Riego Localizado" donde se dan detalles del método de riego y su posibilidad de automatización. Ciertamente se pueden citar mas y posiblemente mejores tecnologías, pero como afirmo en la introducción la barrera mas importante va a ser la preparación del usuario y sobre todo la definición de una política oficial de protección a la agricultura. No existe reciprocidad en el tratamiento para la producción agrícola entre el mundo industrializado (más de 300.000 millones de dólares en subsidios)

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y la misma producción en los países en vías de desarrollo, sin subsidios en aras de una globalización que lo que genera es desempleo y la lógica depauperación. Es una falta de reciprocidad que raya en el cinismo. Finalmente, creo que es conveniente destacar como renglón de explotación la presencia de cultivos adaptados a nuestra ecología y con posibilidades muy amplias. Ellos son los cultivos forestales, en los cuales algunas compañías transnacionales han logrado un desarrollo notable en un tiempo relativamente corto. La inserción del productor mediano, que no encuentra rentabilidad en la agricultura convencional y pronto

no la tendrá en la pecuaria, pudiera en la explotación agroforestal obtener beneficio en una actividad que además de comercial es en esencia conservacionista, y esto es la mayor deficiencia que presenta el país como unidad de explotación agropecuaria. Aparentemente la inseguridad jurídica es la mayor barrera para incrementar un renglón en el cual el país tiene notable condición de desarrollo Pero eso son decisiones políticas que escapan del ámbito del técnico, pero que deben citarse esperando el correctivo necesario antes que sea demasiado tarde y a la erosión de nuestros suelos continúe la erosión humana, no sólo en cantidad si no en calidad.

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ALTERNATIVAS TECNOLÓGICAS PARA LA ACTIVIDAD AGRÍCOLA EN EL ESTADO AMAZONAS: LA GRANJA

INTEGRAL

Íñigo Narbaiza* & R. Royero 16 Resumen Las alternativas tecnológicas para la actividad agrícola implican sistemas de producción sostenibles en el proceso de aprovechamiento del recurso suelo, que respondan a la nueva realidad de poblaciones humanas sedentarias en contraste con las tecnologías adaptadas al llamado seminomadismo, y en contraste también con tecnologías traídas por la sociedad criolla y que ponen en peligro la sostenibilidad de la misma actividad agrícola. La experiencia nacional e internacional sobre la agricultura en el trópico indica que ésta debe basarse en los siguientes principios de manejo: 1) mantener la diversidad biológica del entorno, 2) diversificar la explotación agrícola, 3) mantener cubierto el suelo de manera permanente, 4) incorporar materia orgánica, 5) integrar el barbecho y 6) aumentar el tamaño de las unidades de explotación de acuerdo con la diversificación de la producción. A estas normas generales, añadimos para nuestro caso en particular: a) garantizar el riego en regiones de marcada estacionalidad, b) combinar la producción vegetal y animal, c) desarrollar el auto-consumo para mejorar las condiciones en la nutrición del productor, d) no desarraigar u olvidar el método tradicional de cultivo, sino repotenciarlo e incorporarlo al nuevo sistema de producción, e) incorporar recursos genéticos autóctonos tanto del conuco tradicional como del bosque, f) asociar estos sistemas con el extractivismo sostenible y g) dar prioridad al uso de las sabanas para la constitución de cultivos.

16 Fundación para el Desarrollo de las Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales (FUDECI). Instituto de ZoologíaTropical, Facultad de Ciencias, UCV. E- mail: [email protected]

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Los sistemas alternos que se proponen pueden resumirse en: 1) la granja integral, 2) la agroforestería, 3) sistemas agrosilvopastoriles, y 4) estos mismos sistemas complementados con el extractivismo sustentable. El mantenimiento del potencial productivo del suelo debe ser la prioridad del sistema. Experiencias en la Amazonía peruana han logrado un uso continuo del suelo por más de ocho años utilizando enmiendas químicas, pero aparentemente éstas, con el tiempo, aumentan los costos y crean problemas químicos cada vez más difíciles de resolver. Una experiencia regional se viene implementando en el estado Amazonas con la constitución de una granja integral experimental y demostrativa que ha permitido promover la idea en diferentes comunidades indígenas que están incorporando, no sin dificultades, la cría intensiva de animales y aplicando abono orgánico obtenido de las incipientes granjas en las siembras del conuco. La experiencia llevada por FUDECI en la Estación Experimental del FONAIAP, en sabana de suelos de muy baja calidad, ha logrado establecer en pequeñas áreas, sistemas de agroforestería, cría intensiva de

animales (cuyes, patos, cabras y báquiros), siembra de hortalizas, siembra de pastos y forrajes, y la lombricultura como parte del sistema para reciclar nutrientes. Se han identificado además, plantas autóctonas con gran potencial para la alimentación animal e incluso humana. La guama por ejemplo, presentó rendimientos de hasta 5 ton de semilla seca ha-1 año-1, cuyo contenido de carbohidratos resultó en un 65,16%, y 20,13% de proteínas, mientras el follaje presentó 19% de proteínas. Entre los frutales nativos, la granja permitió la siembra del túpiro (Solanum sessiliflorum) en los suelos de sabana, donde abonado con fertilizante orgánico mostró un mayor rendimiento en sistema bajo sombra de Leucaena leucocephala (árbol forrajero de Centro América) en comparación con testigos sembrados a pleno sol (0,7 ton ha-1 mes-1 y 0,14 ton ha-1 mes-1). El pato real (Cairina moschata) y el cuy (Cavia aperea porcellus) se incorporaron como una forma de rescate de animales domesticados por indígenas americanos; ambas especies presentan poblaciones silvestres en el estado Amazonas; del pato real se crían animales domésticos y silvestres en la granja, resultando en una muy buena producción de un ave de excelente carne, apreciada a

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nivel internacional pero marginada en el país. Mostró una alta conversión de alimentos que lo hace rentable incluso con concentrados comerciales (2,12) y rápido crecimiento, con pesos de 3,2 kg. los machos a las 10 semanas. El acure doméstico de origen peruano logró adaptarse a nuestras condiciones climáticas mediante cruces con animales criollos y actualmente se obtienen rendimientos en peso similares a las zonas de cría de esta especie en los andes. Introducción: Hablar de alternativas es hablar de opciones frente a tecnologías que se están implementando en la actualidad y, en relación con ello, en el estado Amazonas se tiene un desarrollo agrícola desigual donde coexisten diferentes tecnologías. Por un lado se tienen tecnologías propias de las diferentes culturas indígenas de la región y, por el otro, una serie de tecnologías introducidas por la sociedad criolla a través de inmigrantes, misioneros, y organismos públicos y privados. Estas tecnologías abarcan diferentes aspectos del proceso productivo que van desde las fuentes de energía para el trabajo, hasta las técnicas de almacenamiento, procesamiento, transporte, y comercialización de

los productos. Pero el aspecto más importante, donde se requiere innovar y brindar verdaderas alternativas, es en el desarrollo de sistemas capaces de hacer un uso continuo del suelo, manteniendo su potencial productivo y colaborando así con la conservación de los bosques y selvas y con el mejoramiento del nivel de vida de las poblaciones humanas. El problema de la producción agrícola en el Estado Amazonas La principal limitante que existe para el desarrollo agrícola regional son las características fisicoquímicas de los suelos. En general, gran parte de los suelos amazónicos son ultisoles y oxisoles, resultantes de un largo proceso evolutivo, arenosos, ácidos, tóxicos por aluminio donde la mayor parte de los nutrientes que soportan a las selvas y sabanas reside en su propia biomasa. De ahí que muchas de las técnicas agrícolas exitosas para otras regiones del país terminan en grandes fracasos cuando se intentan implementarlas. Sin embargo, las culturas indígenas han mantenido una actividad agrícola por siglos en esta región y se ha afirmado que su tecnología de cultivos, basada en el conuco itinerante, es la forma más

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eficiente y ecológicamente aceptable; entonces, ¿porqué plantear otras alternativas?. Los indígenas son los productores agrícolas más importantes del estado Amazonas, pero una de las características de estas culturas es la de haber desarrollado una agricultura basada únicamente en la producción vegetal, quedando el aprovisionamiento de proteína animal garantizado por la diversa fauna silvestre a través de técnicas de caza, pesca, y recolección. Actualmente sin embargo, resulta ya repetitivo, pero sin una respuesta satisfactoria, el planteamiento de los problemas ocasionados por los procesos de aculturación, sedentarización de los poblados indígenas y acceso de colonos y mineros en territorios ancestrales de dichas culturas. En el pasado las poblaciones humanas de los diferentes grupos étnicos estaban regula- das en su número y distribución por la presión del ambiente (capacidad de carga, enferme- dades, etc.), la competencia intra e inter-étnica, el desarrollo tecnoló- gico y su cosmovisión. Debido a la relativa baja capacidad de carga del ecosistema, determinada princi- palmente por las características de sus suelos, pequeñas poblaciones humanas debían hacer uso de

grandes espacios físicos mediante el seminomadismo e incluso del nomadismo. Los desplazamientos y áreas de influencia de las comunidades estuvieron deter- minados por el agotamiento del suelo, reproducción de ecto- parásitos, enfermedades, la inversión de esfuerzo en actividades de caza y pesca, y los conflictos inter e intraétnicos, además de las creencias religiosas. En la actualidad la situación es diferente, aún los más apartados grupos indígenas reciben directa o indirectamente influencias de la sociedad criolla que modifican o han modificado su interacción tradicional con el ambiente. Los cambios han sido de fuerte impacto, iniciados en algunos casos en la época de exploración y conquista de España, Portugal, Inglaterra y Holanda, y continuados posteriormente por las misiones católicas y evangélicas, así como en los períodos de auge de actividades económicas entre las que destaca la época del caucho que duró aproximadamente 66 años entre 1880 y 1946. Uno de los cambios más importantes lo constituye la transformación de los productos del conuco y de la extracción de bosques y selvas en mercancía canjeable por dinero, lo que influye significativamente en

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los volúmenes de producción perseguidos. En definitiva, las comunidades indígenas no son las mismas de antes. Su visión del mundo ha cambiado, al igual que sus patrones de asentamiento, relaciones con el ambiente y técnicas y herramientas para modificar dicho ambiente. El estado venezolano promueve el asentamiento permanente de comunidades indígenas, al igual que lo hacen directa o indirectamente los grupos misioneros de las diferentes iglesias. Este sedentarismo “forzado”, con la ayuda de herramientas, motosierras, moto- res para navegación, escopetas, etc., y la creciente demanda que muchos productos silvestres poseen en el comercio local, regional, nacional e inter- nacional, trae como conse- cuencia el agotamiento de recursos circundantes, en especial las fuentes de proteína animal, ocasionando problemas de malnutrición cada vez más frecuentes. En el Alto Orinoco, concretamente en el área de influencia de la población de La Esmeralda, un recorrido por el Casiquiare demostró que los nativos de la zona hacen un uso excesivo de la fauna, en especial de las tortugas, saqueando en 1998 casi el 100% de los nidos

de tortuga arrau (Podocnemis expansa) y más del 90% de las otras especies; por otro lado, los habitantes de La Esmeralda se quejan de la escasez de la pesca en el Orinoco, antes abundante, al igual que de la cada vez más difícil actividad de cacería de presas grandes como el danto (Tapirus terrestris), venado (Odocoileus virginianus, y Mazama spp), y el báquiro (Tayassu tajacu y T. pecari). Las cifras de desnutrición infantil, incluyendo los niños indígenas, son alarmantes, según Informe del Tratado de Cooperación Amazónica (1997). Los niños indígenas con déficit nutricional, en un estado donde más del 90% de la población indígena (41% de la población total) se dedica a la agricultura, es del 9,78%, y la desnutrición grave alcanzó un 0,80% sobre la base de datos que debieron ajustarse a la talla promedio de las diferentes etnias. Según datos “no corregidos”, en 1986 41% de la población presentó retardo en el crecimiento, y en 1992 en el grupo de 2 – 6 años 60,96% presentaron problemas de desnutrición y retardo en el crecimiento. A esto puede estar contribuyendo que la mayor parte del esfuerzo productivo en la agricultura se concentra en productos de alto valor

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energético pero bajos en proteínas y vitaminas, especial- mente la yuca y sus derivados producidos en buena parte para su venta en centros poblados; y al hecho de que se han disminuido las actividades del extractivismo, distraídas por las labores asalaridas, escolares, religiosas, deportivas, políticas, etc. y a que sus productos no logran cubrir las necesidades de poblaciones cada vez más densas. De ahí que se hace necesario brindar alternativas tecnológicas sostenibles en el proceso de aprovechamiento del recurso suelo para la actividad agrícola y que respondan a la nueva realidad de poblaciones humanas sedentarias. Si antes el patrón de asentamiento y la tecnología de apropiación de los recursos silvestres se desarrolló en interacción con el medio, ahora se requiere de una nueva realidad tecnológica que resuelva aceptablemente los problemas que se han generado y se están agravando a consecuencia de los cambios ocurridos a través de la interacción entre las culturas indígenas con la sociedad criolla, y las nuevas relaciones interétnicas.

Alternativas energéticas Las actividades agrícolas utilizan las diferentes formas de energía transformándolas y transmitiéndola para realizar trabajos orientados básicamente al transporte de personal, equipos, insumos, preparación del suelo, manteni- miento de plantaciones y crianzas, cosecha y procesos postcosecha, sin olvidar el uso de la energía para crear condiciones ambien- tales con el fin de mantener un nivel de vida aceptable para el agricultor. Indudablemente la primera fuente de energía para el trabajo utilizada por el ser humano proviene de su propio cuerpo, mediante el aprovechamiento de la energía solar almacenada en los enlaces químicos de biomoléculas obtenidas a través de los alimentos, siendo la mayor parte del trabajo rudo ejecutado por las mujeres. Junto a esta fuente de bioenergía, las culturas indígenas del estado Amazonas utilizaron y utilizan la combustión de biomasa vegetal para la preparación de alimentos, ilumi- nación, construcción de herra- mientas, curiaras, objetos ceremoniales y de adorno y en la actividad propiamente agrícola, para el despeje de terrenos y preparación de suelos. En el Imperio Inca, la bionergía de origen animal, concretamente la

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de los camélidos como la llama, se utilizaron para el transporte de cargas. Las fuentes de energía tradicionalmente utilizadas por las culturas indígenas del estado Amazonas son básicas y han acompañado al hombre desde su aparición como especie, pues se encuentran cada vez más indicios del uso del fuego por parte de especies predecesoras. Sin embargo se habla con insistencia de fuentes alternativas de energía para la actividad agrícola en el estado Amazonas e indudablemente se trata de opciones a las fuentes de energía introducidas por la sociedad criolla. Las principales fuentes de energía introducidas han sido los combustibles fósiles y la energía eléctrica derivada de la energía hidráulica y del mismo combustible. Las razones para proponer energías alternativas se resumen en: a) los costos de combustibles, las maquinarias que accionan, y su manteni- miento, b) los problemas ambientales que ocasiona la energía producida por la quema de combustibles fósiles, y c) las condiciones de acceso a las áreas de producción agrícola en el estado que dificultan el suministro de combustibles y lubricantes fósiles, el manteni-

miento de equipos y el tendido eléctrico. Hay que hacer notar que la mayoría de las alternativas energéticas de tipo renovable, de una u otra forma se han ensayado en nuestra región: la energía solar fotovoltaica (caso Cacurí, San Pedro del Cataniapo, Caño Veneno del Sipapo, misiones evangélicas y católicas, puestos militares); la energía solar térmica (secadores solares experimentales del FONAIAP); la eólica (bombas de agua); la hidráulica en micro- centrales (Raudal del Danto, municipio Autana, hoy abandonada); y la tracción animal para el acarreo de la yuca en la vía a Alto Carinagua, sin olvidar que ésta fue una de las más importantes en el pasado, quedando por probarse en el Amazonas, la producción de biogas a través del uso de biodigestores. Sin embargo, este uso de fuentes alternativas de energía ha carecido del enfoque integral y ha respondido más al hecho de no tener otra opción más económica que a una visión ecológica o de sostenibilidad de la actividad agrícola en la región. Los sistemas de aprovechamiento de energía solar tienen amplias posibilidades de desarrollo, tanto los fotovoltaicos destinados a

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proveer de energía eléctrica limpia para la iluminación, telecomu- nicaciones, refrigeración, y acciona- miento de motores para las microempresas, como los térmicos, destinados a la deshidratación de productos vegetales y animales resultantes de la producción agrícola y del extractivismo. La experiencia indica que el uso de estos secadores debe estar sincronizado con una planificación de siembras que permita la mayor producción en la época seca, y su diseño debe contemplar al mismo tiempo un buen flujo de aire a través del material a deshidratar y una cubierta que lo proteja de la lluvia. La energía hidráulica puede ser también de gran utilidad, usando pequeñas turbinas en las corrientes de los ríos y pequeños saltos, para producir energía eléctrica o para bombear agua hacia depósitos para consumo humano o uso agrícola. Por último, es importante experimentar con el biogas resultante de los procesos de fermentación anaeróbica de materia orgánica, pues disminuye la dependencia de la biomasa vegetal como combustible y permite elaborar abono orgánico con los residuos del biodigestor. Sistemas agrícolas alternativos Según la FAO (1978), entre 1980 y el año 2000 deben haberse

incorporado cerca de 200 millones de hectáreas a la producción agrícola para mantener la misma deficiente producción de alimentos acorde con el crecimiento poblacional, y las tierras de las regiones tropicales húmedas están haciendo el mayor aporte. Estas regiones presentan importantes limitaciones como son: la baja fertilidad de los suelos, mala o inexistente infraestructura de transporte y mercadeo, y, falta de tecnologías agrícolas apropia- das. En la década de los años setenta se propusieron los siguientes principios generales sobre los cuales debería sustentarse la agricultura en los trópicos, los cuales mantienen plena vigencia: 1) mantener la diversidad biológica del entorno; 2) diversificar la explotación agrícola, 3) mantener cubierto el suelo de manera permanente, 4) incorporar materia orgánica, 5) integrar el barbecho, y 6) aumentar el tamaño de las unidades de explotación de acuerdo con la diversificación de la producción. A estas normas generales, nosotros añadiríamos para nuestro caso particular, a) garantizar el riego en regiones de marcada estacionalidad, b) combinar la producción vegetal y animal ante la necesidad de producir proteína animal y

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desarrollar un sistema de reciclaje de nutrientes, c) incorporar recursos genéticos autóctonos tanto del conuco tradicional como del bosque, y d) crear bancos de proteínas asociados a la unidad de producción. Por otra parte, en función de proteger el alto potencial genético del bosque, dar prioridad al uso de las sabanas sin que esto signifique convertir estos ecosistemas en su totalidad en sistemas agrícolas. En términos generales, la alternativa a los sistemas agrícolas indígenas y a los sistemas agrícolas desarrollados para otras regiones del país y del mundo que amenazan el ecosistema amazónico y la propia sostenibilidad de la actividad agrícola, es la misma alternativa que se propone a la gran mayoría de los sistemas agrícolas industriales del planeta: sistemas integrales de producción, con un eficiente reciclado de nutrientes, alta diversidad, y en la medida de lo posible, utilizando fuentes de energía renovables. A nivel mundial, el 75% del consumo de carbohidratos se basa en apenas nueve cultivos cuya diversidad genética, además, está en alarmante deterioro; sólo en la India, se

calcula que en pocos años 10 variedades de arroz cubrirán más del 70% de la superficie total cultivada, donde antes existían numerosas variedades. Esta erosión genética ocasionada por la selección de determinadas características productivas im- uestas por la agroindustria, pone en peligro la alimentación del hombre al disminuir la capacidad de respuesta de los cultivos genéticamente homogé neos a los cambios ambientales (enfermeda- (dades, plagas, y clima). La agroindustria promueve el uso de grandes extensiones de tierras para dedicarlas al monocultivo con un fuerte subsidio energético, enfatiza en la homogeneidad genética por exigencia de los costos de empacado, transporte, o de los procesos industriales, y las riquezas obtenidas de esas grandes extensiones de tierras se acumula en general en pocas manos. Los agricultores poseedores de pequeñas y medianas parcelas actualmente buscan una alta eficiencia en el uso de insumos que amortigüe los costos, una alta diversidad de productos que disminuya los riesgos por cambios en el mercado o aparición de enfermedades, y la adición de valor agregado a sus productos para hacer la actividad más rentable. En definitiva, buscan

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sistemas agrícolas alternativos que aprovechen además, la toma de conciencia de gran parte de los consumidores de los países desarrollados sobre las ventajas nutritivas de muchos productos vegetales o animales no indus- triales y la necesidad de apoyar alternativas ecológicamente acep- tables que minimicen el uso de agroquímicos y disminuyan el impacto ambiental negativo. Sin embargo, en regiones como la nuestra, no es necesaria la toma de conciencia ecológica, ni pensar en especializar la producción para un determinado consumidor; la realidad cotidiana de la actividad agrícola, marcada por las condiciones agroecológicas y sociales y la experiencia de vecinos como Brasil, con una problemática similar, empuja sólidamente a implementar sistemas alternativos que apunten a la sostenibilidad, lo cual en nuestro caso, está más estrechamente ligada al aumento y mantenimiento del potencial productivo del suelo. Los principales sistemas agrícolas alternativos propuestos para la región amazónica se pueden resumir en: Sistemas de producción continua con técnicas agroquímicas, sistemas de pro- ducción continua con fertilización orgánica, agroforestería, silvicul-

tura, sistemas agrosilvopastoriles, y extractivismo sostenible. El empleo de estos sistemas en forma única no representa garantía de sostenibilidad. El extractivismo empleando técnicas para el mantenimiento del potencial productivo de las especies utilizadas, puede llegar a ser no sustentable y abiertamente una amenaza ecológica, si se implementa en forma aislada; en el caso del caucho, por ejemplo, la actividad extractivista puede ser muy conservacionista con los árboles del caucho, aplicando técnicas que minimicen daños a las plantas a fin de obtener una alta producción sostenida. Sin embargo, la actividad de extracción del caucho consume mano de obra y puede generar un aumento de la población en las zonas de producción. Entonces, ¿cómo alimentar esa población? La caza y pesca han demostrado ser un recurso limitado y si no se contemplan actividades agrícolas productivas asociadas a la extracción del caucho, el extractivismo puede dar lugar a un uso destructivo de la fauna, ya que el dinero producto del extractivismo de recursos silvestres por sí solo, a través de la compra de alimentos, no es garantía de una alimentación balanceada para los pobladores de la selva.

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Sistema de producción continua de yurimaguas, perú. Sanchez y Bandy (1982) llevaron a cabo una producción continua

en suelos de la Amazonía peruana por más de ocho años. El sistema se basa en el seguimiento de los cambios de fertilidad del suelo durante la

actividad agrícola y en la stauración de nutrientes por métodos de fertilización principalmente química. Durante el período posterior a la tala y la quema, en los primeros días se produce un lógico aumento de la fertilidad del suelo; posteriormente, a los ocho meses se presentan las primeras deficiencias de nitrogeno aprovechable, azufre, cobre y boro, y la materia orgánica se descompone a una velocidad superior a lo esperado, liberando hidronio ((H3O

+) y contrarestando la acción del encalado inicial. A partir del segundo año, el suelo muestra deficiencias en fósforo y magnesio y continúa un proceso en el cual se hace deficiente en todos los nutrientes excepto en hierro y cloro. Estos cambios de fertilidad y pH son compensados con abonos químicos. Los autores concluyen que es posible una producción sostenida y que aunque las necesidades de fertilizante son importantes, son similares a los requerimientos de ultisoles no amazónicos. Sin embargo, algunos autores cuestionan este sistema señalando que el

reabonado se hace cada vez más costoso y se producen interacciones químicas cada vez más complejas y difíciles de resolver. La granja integral El sistema de producción llamado granja integral, reune una serie de subsistemas y técnicas orientadas a mantener el potencial productivo del suelo, disminuyendo el impacto negativo al ambiente y evitando la erosión de la diversidad genética; además, este sistema es propicio para implementarlo incorporando las fuentes renovables de energía. Se ha presentado a la granja integral como la alternativa para el pequeño productor, pero una granja de este tipo puede ser una alternativa también a las exigencias de nuestro medio y no necesariamente destinada a pequeñas parcelas. He aquí uno de los grandes problemas para la implementación de los sistemas agrícolas alternativos que se proponen; pareciera que se promueven como una forma de sostenibilidad de la pobreza,

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dando la impresión de ser un culto a ella. Sistemas alternativos que parecen una forma de permitir la sobrevivencia a duras penas del pobre, no es un atractivo para nadie, ni siquiera para los más pobres, quienes solo las aceptan ante la falta de otras opciones. Es necesario demostrar que ellas son capaces de elevar aceptablemente el nivel de vida del agricultor, que son una verdadera opción económica. En el pasado, el concepto de integralidad de la granja estaba orientado principalmente hacia la producción de una dieta integral para el agricultor (autosuficiencia alimentaria) y de excedentes para la comercialización directa o a través de procesos artesanales para la producción de derivados. Es el caso de la propuesta de Briceño en 1942, donde la granja de este tipo era la llamada a garantizar la seguridad alimen- taria para la nueva ciudad de Puerto Ayacucho, propuesta basada en el modelo de las granjas integrales argentinas de la época y que lamentablemente nunca se intentó. El concepto actual, y en especial en esta propuesta para el estado Amazonas, tiene como centro el potencial productivo del suelo y su integralidad se basa en un flujo dirigido de los nutrientes a

través de los diferentes componentes, para maximizar su aprovechamiento y elevar y mantener el potencial productivo del suelo, tratando de llevar a un mínimo la dependencia de fertilizantes, productos farmacéu ticos, alimentos concentrados y recursos genéticos no autóctonos. Diferentes subsistemas de producción vegetal y animal, así como procesos artesanales de elaboración de derivados pueden integrarse. El tipo de componente y su peso específico en el sistema, dependerá de la ubicación geográfica, del grupo étnico, de las posibilidades económicas de inversión, y de la historia misma de cada proceso de constitución de la granja integral. ¿Cuáles son los aspectos básicos, fundamentales, de la granja integral? Podemos pensar, por ejemplo, en una granja productora de diferentes especies animales para el consumo, basada en alimentos y productos veterinarios adquiridos en el mercado. El volumen principal de alimento comercial se suministraría a una de las especies y con su estiércol y productos de su beneficio, alimentaríamos, en parte, a las otras disminuyendo los costos. Se podría pensar, por ejemplo, en la cría de pollos de engorde, y con sus excretas y vísceras

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complementar la dieta de cerdos para, a su vez, las excretas y las vísceras de éstos y otros restos de su sacrificio, utilizarlas en la alimentación de peces en forma directa o a través de la producción de fitoplancton y zooplancton. En este caso se cumplen algunos de los aspectos básicos de la granja integral: el flujo dirigido de nutrientes, su reutilización a partir de productos no aprovechables por el agricultor, y la búsqueda de la eficiencia en el uso de los recursos para la producción. Se puede notar además, que al hablar de sacrificio de los animales producidos, éstos no son vendidos directamente y que existe un procesamiento previo que permite darle valor agregado y disponer de sus partes no aprovechables. Este sistema de granja, sin embargo, está claro que no se sustenta en la producción de nuestros suelos, y es dependiente de la producción de los agricultores de otros estados, e incluso de otros países a través del alimento concentrado. Se podría pensar también en un sistema de producción vegetal que maximice el uso de fertilizantes reincorporando direc- tamente al suelo los restos no aprovechables de las plantas o a

través de procesos que aceleren la descomposición orgánica, la quema, o la lombricultura; pero nuevamente estamos ante un sistema que por incompleto no podría llamarse granja. La granja implica dos principales subsistemas: las unidades de producción vegetal y las unidades de producción animal; y la granja integral implica, a su vez, unidades para la integración de los mencionados subsistemas a través del flujo dirigido de nutrientes y energía, intentando cerrar un ciclo de la forma más eficiente posible, es decir, con un mínimo de pérdidas y un mínimo de dependencia de la importación de insumos a la granja. La reintroducción al sistema de los nutrientes no incorporados a la biomasa de los productos agrícolas o incor- porados en formas o partes no aprovechables por el hombre, constituye el objeto del flujo planificado. Entendiendo que el sistema también necesita incorporar nutrientes a medida que estos son extraídos. Pero la granja integral que se propone para el estado Amazonas debe tener sus propias características distintivas: es posible y aconsejable una alta diversidad de especies animales y vegetales incorporando recursos

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genéticos autóctonos, el extractivismo y subsistemas de producción animal semiintensivos en áreas de bosque o sabana, y la inclusión del conuco indígena “mejorado” como componente del sistema para la producción vegetal. Una característica que marca las granjas integrales en Amazonas es el hecho de que los subsistemas intensivos de producción animal son nuevos para la mayoría de las comunidades indígenas y el factor antropológico juega un papel muy acentuado por la gran diversidad étnica de nuestra región. Dadas las características de nuestros suelos, especialmente en las sabanas, la puesta en marcha de la granja debe comenzar con un fuerte subsidio inicial para elevar el potencial productivo del suelo. Posterior- mente, las entradas de nutrientes al sistema, a través de la compra de fertilizantes y alimentos, debe disminuir en la medida que el reciclaje se vaya consolidando y se haga más eficiente. En el conuco tradicional, la fertilidad inicial del suelo proviene principalmente de la biomasa original del bosque, la cual es quemada y de esta forma son liberados sus minerales. Gran parte de estos nutrientes salen del sistema por el lavado

de las cenizas depositadas en el suelo arenoso a través de las fuertes lluvias, otra parte sale en las cosechas, y otra se vuelve inaprovechable por las plantas cultivadas por problemas de interacción química con el sustrato o por la asimilación de los nutrientes por las malezas. Una vez disminuida la capacidad productiva del suelo, el conuco es abandonado y la flora y fauna circundante, a través de la recolonización, después de un largo proceso de sucesión vegetal y animal, restituye el potencial productivo del área. Lo que se pretende es que el sistema de granja integral minimice las pérdidas de nutrientes, aumente la produc- ción vegetal por unidad de área, haga un uso continuo del suelo y sea capaz además de proveer de proteína animal a la población. Dadas las carac- terísticas de la mayoría de nuestros suelos y la necesidad de proteger el gran potencial de la biodiversidad, seguramente siempre dependere- mos de la importación de fertilizantes, pero de las tecnologías que desarrollemos dependerá que esa dependencia sea mínima y que, cuando restemos a los beneficios obtenidos, la inversión en insumos agrícolas y las pérdidas por impacto ambiental, el saldo sea positivo.

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El uso exclusivo o predominante del abonado químico presenta la desventaja de ser rápidamente lavado por las fuertes lluvias de la región, debido a las características físicas de la mayoría de nuestros suelos. Por otra parte, sólo actúan corrigiendo deficiencias especí- ficas y a veces crean problemas de toxicidad por interacciones químicas difíciles de resolver. La experiencia de granja integral en sabana que está llevando FUDECI en la Estación Experimental Amazonas (Convenio FONAIAP – FUDECI), sugiere el abonado del suelo a partir de excretas de animales. La ventaja de este sistema reside en que la producción animal paga el costo de los alimentos, quedando el estiércol y los restos del beneficio de los animales disponibles para ser incorpo- rados al suelo a manera de abono orgánico y humus de lombriz. Este abono no sólo permite aumentar los nutrientes, sino que además, promueve el desarrollo de la microflora y macrofauna del suelo y mejora sus propiedades físicas. La aplicación del abono orgánico puede asociarse con un fertilizante natural como es la roca fosfórica, la cual ayuda a controlar el pH y enriquece principalmente con fósforo y

calcio en procesos de liberación lenta de estos elementos, siendo también fuente de otros nutrientes necesarios para las plantas; estos aportes dependen del tipo y origen de la roca. Desde luego, los abonos químicos no están prohibidos en la granja integral, pero su uso debe restringirse al estrictamente necesario. Subsistemas de la granja integral Una gran variedad de sistemas de producción y especies animales y vegetales pueden integrarse en la granja. Cuanto mayor sea la diversidad de cultivos y crianzas, mayor será la seguridad ante los cambios del mercado, y de forma pre- meditada o no, se establecerá un intercambio de nutrientes con la sabana, bosque o selva circundante por diferentes vías. Las lluvias que pueden producir grandes pérdidas en los suelos, pueden también hacer algunos aportes, aunque seguramente no significativos, a través del lavado de partículas en suspensión en el aire. La cantidad y calidad de los nutrientes que las lluvias aportan dependen en buena parte de las características y actividades de las áreas vecinas a la granja (quemas, industrias, erosión eólica, etc.); en

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plantaciones de caña de azúcar en el estado Yaracuy, por ejemplo, se reportan retenciones en el follaje de la caña de 396,8 g. de Zn, 7 g de Cu, 89 g de Mn, y 83,5 g. de Fe ha-1 año-1 provenientes del agua de lluvia (Vallejo y Col. 1998). Es posible incorporar a la granja especies de la fauna y flora local con miras a la producción, y se podrán asociar sistemas que en algunos casos no parecerán aportar directamente nada al reciclaje de nutrientes, pero lo harán indirectamente a través de las relaciones de mercado, toda vez que el verdadero eje integrador de la granja es el hombre y su actividad productiva. Así, por ejemplo, un subsistema de apicultura podrá incorporar nutrientes a la granja a través de la comercialización de la miel cuyo producto en dinero permitirá la compra de insumos como fertilizantes o alimentos concentrados; de esta forma, los néctares y polen aportados por la vegetación silvestre (extractivismo indirecto) y los cultivos, intervienen en el proceso de mantenimiento de la fertilidad del suelo. Igualmente, excedentes comercializables o partes no aprovechables de la actividad de extractivismo en el bosque circundante, pueden incorporarse en la alimentación animal o al proceso de

descomposición orgánica y ser utilizados en la fertilización del suelo. Es interesante e ilustrativo en este caso la experiencia que llevan los habitantes de la comunidad de Caño Veneno en el río Sipapo, donde una cría experimental de lapas (Agouti paca) asesorada por el FONAIAP, recibe como principal fuente de alimentos frutas y hojas extraídas del bosque, alimentos que también se suministran a otras crianzas como los cuyes y patos. El conuco indígena, de dimensiones moderadas, podrá coexistir con la granja y asociarse a ésta a través del flujo de nutrientes, constituyendo un subsistema de producción de la granja, pues la constitución de ésta, no impedirá que el indígena continúe con su tradición del conuco, al cual podrá aplicar fertilizantes orgánicos provenien- tes de la granja. Igualmente la silvicultura, la siembra, por ejemplo, de cacao, copoasú, y otras especies compatibles con el bosque, pueden estar asociadas a la granja. En este sentido podríamos decir que este modelo de granja es un modelo de granja integral abierta. Recursos genéticos Existe en el estado un gran potencial de recursos genéticos

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subutilizados que deben ser incorporados a la producción y fomentarse su mercado. Se trata de especies silvestres, especies cultivadas marginalmente, y especies cuya utilidad espera ser descubierta. Los recursos autóctonos factibles de ser incorporados a la granja y que tienen un gran potencial en el mercado nacional e internacional incluyen frutales, raíces y tubérculos y leguminosas, así como una gran diversidad de plantas medicinales y aromáticas. Es interesante el caso de la guama (Inga edulis) cuya semilla es desechada después de consumir el arilo o pulpa. Esta semilla seca posee un 23% de proteínas con una producción de 5 Ton ha-1 año-1 (tablas 1, 2 y 3), y tiene buena aceptación por los animales (Narbaiza, 1999), mientras el follaje presenta un 19% de proteínas y puede combinarse con el matarratón (Gliricidia sepium) y el naranjillo (Trichanthera gigantea) en sistemas de mezclas de árboles productores de follaje para alimentación animal.

Algunos autores, en el caso de árboles forrajeros en granjas integrales sostienen la necesidad de no depender de unas pocas especies en función de disminuir los riesgos por plagas y enfermedades, colocando los ejemplos de Nigeria donde se vieron seriamente afectadas las plantaciones de Leucaena y desapareció otra especie productora de forraje (Terminalia avicennioides). Por otra parte, la combinación de forrajes permite la elaboración de dietas más completas en aminoácidos, vitaminas y minerales. Otro ejemplo de los recursos genéticos que podemos mencio- nar lo constituyen las variedades de ají encontradas en los alrededores de Puerto Ayacucho, donde en sólo tres comunidades se hallaron más variedades de ají (16) que todas las reportadas (12) para la región oriental del país, donde ocurre la mayor producción nacional (Fermín, 1999). Esta alta variedad tiene gran potencial en la diversificación de la incipiente industria regional de salsas picantes y encurtidos, y su producción en el sistema de granja integral está mostrando altos rendimientos.

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Cuadro 1. Valores promedio de parámetros productivos de la guama (Inga edulis) en los alrededores de Puerto Ayacucho. Número de vainas por árbol 164 Largo de la vaina (cm) 60,0 Número de semillas por vaina 18,0 Peso de la semilla fresca (g) 5,8 Peso de semillas frescas por planta (g) 19 390 Distancia de siembra (m) 6 x 6 Número de plantas por hectárea 256 Número de cosechas al año Producción de semillas por hectárea (Ton) 10

Cuadro 2. Contenidos de proteínas y carbohidratos en semillas secas, raíz, o tubérculo.

Cultivo %Proteínas %Carbohidratos Guama 20,13 65,16 Maíz 9,50 69,00 Arroz 6,70 77,60 Sorgo 10,10 71,20 Yuca 0,80 35,50 Papa 2,00 19,80 Ocumo 1,70 23,80 Ñame 1,90 22,80 Caraota 23,00 54,90 Frijol 26,70 51,90 Soya 33,40 33,30

Cuadro 3. Producción por hectárea de la guama y su comparación con otros cultivos Cultivo Producción

Ton/ha Proteínas

Kg./ha Carbohidratos

Kg./ha Guama 5,00 1006,5 3258,0 Maíz 2,20 209,0 1518,0 Arroz 3,60 241,2 2793,6 Sorgo 2,10 212,1 1495,2 Yuca 8,40 67,20 2982,0 Frijol 0,60 178,8 347,73 Soya 2,20 734,8 666,0

El túpiro (Solanum sessiliflorum) en su variedad grande redonda, incorporado en la granja y asociado con leucaena (bajo su sombra) presentó rendimientos de 3.525,4 kg/ha durante cinco meses de cosechas quincenales,

en comparación con las plantaciones en sombra temporal no asociadas que fue de 987,7 kg/ha y siembras a pleno sol que apenas rindieron 178,6 kg/ha. (Contreras, 1999). El túpiro es un fruto con alto potencial industrial

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para la fabricación de jugos, mermeladas, helados y yogures combinados con frutas en almíbar; las variedades grandes se cultivan en los conucos de tierras fértiles y con períodos de sequía no muy largos. Su producción en suelos de sabana arenosa, donde se realizó el ensayo, solo es posible bajo sistemas como el de la granja integral. Hortalizas no autóctonas como el pimentón y la berenjena pueden dar también altos rendimientos. Ensayos de siembra de berenjena a plena exposición solar, abonada con materia orgánica proveniente de la cría

de acures y con la ayuda de riego en la época seca, generó altos rendimientos; así como el pimentón asociado a la leucaena y en canteros con humus de lombriz; que alcanzó una producción de 5 kg m-2 con la aplicación de 5% de humus en mezclas con el suelo arenoso del área (Contreras, información no publicada). En la tabla 4 se muestran algunos de los recursos vegetales autóctonos considerados prioritarios para la investigación y su incorporación a la producción agrícola e industrial (Flores, 1997; Mendiola, 1996) y que pueden incorporarse al sistema de granja integral.

Cuadro 4.Recursos vegetales autoctonos.

Especies autóctonas con gran potencial para ser incorporadas a la granja o a sistemas agroforestales o silviculturales asociados. Familia

Especies Nombre criollo

Annonaceae Annona spp. Rollinia mucosa

Guanábanas, riñón, anones anona

Apocynaceae Macoubea guianensis Fruto de miel Bromeliaceae Annanas comosus

Bromelia humilis Piñas Maya

Leguminosae Mimosoidae Inga edulis Guama Leguminosae Papilonaceae Canavalia spp Tody, haba de burro Moraceae Pourouma cecropiaefolia Cocura Arecaceae Bactris gasipaes

Euterpe spp. Pijiguao Manacas

Passifloraceae Passiflora spp. Parchas, parchita, parchitas de monte. Sapotaceae Pouteria caimito Temare Solanaceae Solanum sessiliflorum Túpiros Sterculiaceae Theobroma grandiflorum Copoasú

Junto a ellas existe una gran diversidad de raíces y tubérculos y plantas medicinales, aromáticas y ornamentales, además de las

variedades nativas de maíz y las variedades de caña introducidas durante la colonia. En cuanto a la producción animal en la granja,

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ésta se basa por lo general en pequeños y medianos animales domésticos y eventualmente algunas cabezas de ganado bovino de leche y equinos para trabajos de carga y transporte de personal; sin embargo, se puede asociar a la granja, en regiones que así lo permitan, la ganadería bovina y bufalina. La avicultura juega un papel importante generalmente de doble propósito con la producción de carne y huevos. Las cabras lecheras y los ovinos bien manejados pueden ser de gran utilidad. La cabra fue en el pasado la principal fuente de leche para el hombre, hoy en retroceso ante la industrialización de la leche de bovinos; aunque por unidad de superficie, una unidad animal de cabra es capaz de producir hasta 3 veces más leche que una unidad animal de vaca lechera promedio. Además de leche y carne, la cabra permite la producción de quesos y cueros. Un ejemplo del potencial de nuestros recursos ha sido el pato real (Cairina moschata). De esta especie contamos en el estado con poblaciones silvestres, semidomésticas y domésticas, con una gran diversidad genética. El pato real, también conocido en su forma doméstica como pato criollo, ha estado marginado de los programas de investigación a nivel nacional,

mientras a nivel internacional se ha convertido en el pato más apreciado. Se considera una de las carnes más finas de ave, baja en grasa y de buen sabor, alcanzando precios similares, en Estados Unidos, a la carne de avestruz. La población de patos reales que se cría en nuestro estado, posee un alto mestizaje con la forma silvestre y el comportamiento productivo de los ejemplares es muy variable (se encuentran extremos de hembras con no más de seis huevos por nido y hembras con 42 huevos por nido), lo que significa un alto potencial para los trabajos de selección genética. La tabla 5 muestra los valores promedio de las variables zootécnicas estudiadas en la granja integral experimental de la Estación Experimental de Amazonas. Entre los pequeños mamíferos a ser criados en la granja están los conejos y los cuyes (Cavia aperea porcellus). Los primeros han presentado muchos problemas sanitarios en la región con alta mortalidad. El cuy doméstico, originario de América tropical, estuvo presente en buena parte de la geografía nacional y llegó hasta las islas del Caribe (Caycedo, 1997). En el estado Amazonas, se encuentra la forma silvestre (Cavia aperea aperea) antes muy abundante en algunas sabanas como las de Isla Ratón.

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Una de las ventajas de esta especie, aparte de la alta calidad de su carne y grasas para el consumo humano, es su alimentación vegetariana a base de pastos y forrajes, y su estiércol rico en vitaminas y aminoácidos como producto de su flora intestinal. El estiércol del cuy puede ser utilizado directamente como alimento para cabras, ovinos y patos, o empleado junto a las camas de las aves, como componente de las mezclas alimenticias para animales. En condiciones óptimas se espera destetar un cuy por hembra reproductora por mes, lo que representa unos 20 Kg. de carne de cuy al mes a partir de cinco unidades reproductivas formadas por 5 hembras y un macho cada una. Actualmente se dispone de

animales de producción de carne producto del cruce de hembras criollas con machos peruanos y colombianos, resultando en mestizos adaptados a las temperaturas y humedad del estado. La cuyicultura dentro de la granja permite además el uso de un estiércol de buena calidad para la lombricultura, facilitando la producción de humus. Aunque se sigue en el intento de incorporar especies autóctonas de lombrices, por ahora sólo la Lombriz Roja Californiana (Eisenia foetida) ha sido mantenida con éxito, obteniéndose, en promedio, duplicaciones de la biomasa de lombriz a los tres meses, aunque se comprobó que la reproducción de la lombriz es más rápida a menor densidad de individuos por peso de sustrato.

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Cuadro 5. Valores zootécnicos obtenidos durante el ensayo con el pato real alimentado con raciones comerciales para pollos de engorde. Nº de huevos por hembra 17

Mínimo Nº huevos/hembra/nido 8 Máximo Nº huevos/hembra/nido 42 Éxito de eclosión (%) 68,70 Patos BB/nido 11,90 Relación macho/ hembra/camada 1,70 Mortalidad patos BB en criadora (%) 0,75 Máximo Nº nidos/hembra/año 5 Mínimo Nº nidos/hembra/año 4 Huevos/hembra/año (con clueques) 85

Peso de huevos (g) 71,00 Largo de los huevos (mm) 63,30 Ancho de los huevos (mm) 44,96 Peso al nacer (g) 42,80 Peso a las tres semanas (g) 410,0 Peso machos a las 8 semanas (g) 2 260 Peso machos a las 10 semanas (g) 3 120 Peso machos a las 12 semanas (g) 3 670 Peso hembras a las 8 semanas (g) 1 400 Peso hembras a las10 semanas (g) 1 805 Patos BB /unidad reproductores/mes 30-40 Temperatura mínima ambiental (ºC) 18 Temperatura máxima ambiental (ºC) 41

Nota: los promedios de producción y tamaño de huevos incluyen hembras primerizas. Cuadro 6. Indices reproductivos y productivos del Cuy Número de partos hembra/año 4-5 Número de crías por parto 3-4 Porcentaje de fertilidad 80-90% Edad de destete (días) 14 Vida productiva de la hembra (meses) 18 Vida productiva del macho (meses) 24 Nº de cuyes destetados hembra/año 12 Mortalidad en crías 10-12% Mortalidad en levante y adultos 4% Peso de crías al nacimiento (g) 90-120 Peso de crías a 14 días de edad (g) 180-250 Peso animal adulto (g) 1200-1500 Consumo pasto verde en crías (g) 50-100 Consumo pasto verde de levante (g) 350 Consumo pasto verde hembras con cuatro crías (g) 600-650 Consumo pasto verde animal adulto (g) 400-500 Consumo de suplemento crías y levante (g) 5-20 Consumo de suplemento adulto (g) 30 Conversión alimenticia: consumo/aumento/peso 7-12

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Debemos mencionar aquí que la granja experimental que desarrollamos tiene asociado un programa de conservación de la tortuga arrau. En cinco tanques australianos de 110 m3 se crían todos los años 10.000 tortuguillos, cantidad que se espera elevar a 20.000, y las aguas que se descargan durante los cambios periódicos se utilizan para riego en caña de azúcar y cambures (banano) sembrados en la sabana, obteniendo en variedades “Piaroa” de caña, 75Ton ha-1 en su primera cosecha (no se ha iniciado aún la producción del cambur). La tortuga arrau fue un importante recurso en el pasado como fuente de proteínas para las poblaciones ribereñas del Orinoco y hoy día se encuentra en serio peligro por la excesiva explotación del recurso. En el sistema de tanques, alimentados con concentrados para peces, los tortuguillos rescatados de los nidos próximos a inundarse en las playas de reproducción, alcanzan tallas de 12 cm al año momento en que son liberados en las mismas playas donde nacieron. Actualmente se estudia la posibilidad de la cría comercial en cautiverio, comprobándose que una tortuga de talla comercial mínima de 30 cm se logra al tercer año.

La granja también sirve para la constitución de pequeñas parcelas de germoplasma de especies y variedades de la biodiversidad local donde se estudia su comportamiento productivo y sus posibilidades. La agroindustria integrada a los sistemas de producción agrícola La granja integral no está completa sin la inclusión de tecnologías capaces de dar valor agregado al producto de la actividad agrícola. Ya para 1942, Briceño previó en su modelo de granja la fabricación de quesos, salmueras, ahumados, jamones, y jabones en forma artesanal con el fin de conservar los alimentos producidos y vender excedentes en el mercado a fin de obtener mejores ganancias. La gran diversidad de productos vegetales y animales que se podrían producir en el estado, es un gran atractivo para el mercado nacional e internacional que otros países como Perú y Brasil ya están aprovechando; por otra parte, el gran atractivo de los mercados populares para el público en general no está sólo en sus precios, a veces superiores al de grandes compañías comercializadoras, sino en la gran diversidad de productos que el consumidor

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puede encontrar, convirtiéndose muchas veces en centros de atractivo turístico. Una micro- empresa incluida en una granja integral, tal vez no logre grandes volúmenes de producción de un producto en particular, pero podrá realizar una alta producción con la suma de diversos productos. Son compatibles con la granja la elaboración de mermeladas, frutas en almíbar, concentrados de pulpa, jugos, carnes ahumadas, quesos, salsas picantes, animales beneficiados y empacados, patés de hígado, mañoco, casabe, etc. Para ello, existen tecnologías apropiadas que en múltiples oportunidades han sido propuestas con poco éxito y muchas de ellas pueden estar basadas en el uso de energías alternativas utilizables en comunidades apartadas. Insistimos en que una ventaja adicional de realizar estos procesos industriales en la granja es la de utilizar los “desperdicios” para producir abonos orgánicos o alimentos para las crianzas. De esta forma los procesos industriales impiden que parte de los nutrientes salgan del sistema incorporados a biomasa no aprovechable por el consumidor.

Un proceso importante que debe implementarse en la granja es la elaboración de raciones alimen-ticias para los animales a partir de materia prima local. Es posible, por ejemplo, emplear la cama de los patos junto al estiércol del cuy, follaje de pasto elefante, caña de azúcar, leucaena, guama, crotalaria, y semillas de canavalia y guama (molidos y mezclados) pueden producir alimento para aves recién nacidas; y aglutinados con melaza o cemento para elaborar cubos nutricionales y pastas. Propagación masiva de plantas en un sistema integral donde se pretende mínimos gastos en insumos o mínima dependencia, deben implementarse mecanismos para la reproducción animal y vegetal que garanticen la reposición del material genético o su rápida propagación en un momento dado. Un problema que se repite con frecuencia en la granja es la falta de semillas u otro tipo de propágulos para propagación rápida de las plantas de interés. En la granja experimental se han ensayado algunos métodos como el de “una hoja una yema” y el de microesquejes empleando mínimos insumos. En Perú, las técnicas de mínimos costos ha llegado a desarrollar sistemas de cultivo de tejidos que pueden ser empleados por el agricultor con

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equipos y reactivos baratos y un mínimo de conocimientos en pesas y medidas. Nuestra experiencia se ha basado en escasas pruebas pero con algunos éxitos que nos llevan a implementar un proyecto más ambicioso de desarrollo de sistemas de propagación masiva de plantas para el agricultor en su granja. El sistema “una hoja una yema” se probó con esquejes de yuca de tres cm de largo compuestos por una sección de tallo, una hoja y su respectiva yema. Estos esquejes son desinfectados con solución 0,15 ml de cloro comercial (4% de hipoclorito de sodio) en un litro de agua, y lavados en agua hervida. El sustrato de arena lavada fue desinfectado con agua hirviente. Los esquejes fueron colocados en la arena en bandejas con fondo permeable para evitar aguachinamiento y sometidos a nebulización continua hasta el brote de las yemas. El éxito de este ensayo preliminar fue del 61%; la principal desventaja fue la necesidad de implementar el nebulizado del agua que requiere de un suministro continuo del líquido con cierta presión y libre de partículas que puedan obstruir los nebulizadores. Un segundo sistema probado arrojó un resultado de un 42% de

éxito y consistió en la propagación de microesquejes de naranjillo. Como sustrato se empleó humus de lombriz colocado en vasos de precipitado y fiolas, y calentados al baño María por 20 minutos. Los microesquejes de 1 cm de longitud y dos yemas (hojas opuestas) fueron desinfectados con cloro como se indica arriba y colocados en el sustrato de los vasos y fiolas; fueron tapados con plástico comercial de envolver alimentos y colocados en el exterior en un lugar con iluminación solar indirecta. Aunque un resultado de un 42% de éxito no parece bueno, tomando en cuenta que se trató de un ensayo de exploración técnica, que la granja provee de humus abundante de lombriz y que no se requiere nebulizadores, la investigación que se propone iniciar se concentrará en poner a punto este sistema de propagación con la idea de que pueda emplearse en cualquier vivero o granja. Conclusiones El concepto de granjas integrales implica el manejo de procesos agronómicos y biológicos que conlleven la diversificación de la producción y el manejo de la energía en el sistema de una manera eficiente y con sentido

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que garantice y dirija el reciclaje de la energía del sistema. Adicionalmente para el caso de medianos y pequeños produc- tores, ya sean indígenas y campesinos, tiene que incluir al individuo (la unidad familiar) dentro del proceso que induzca a mejorar su calidad de vida incidiendo la granja como tal en el mejoramiento nutricional. Sin embargo, en los procesos postcosecha y otras actividades como la compra de insumos, pudiesen desarrollarse programas comunitarios entre varios productores. El programa de granjas integrales surge como una alternativa para los pequeños productores que desarrollaban monocultivos con esquemas de métodos agrícolas exógenos y manejo de la energía de forma lineal con la consecuente pérdida de ésta en el proceso productivo. Sobre la granja integral, al igual que otros sistemas de producción, inciden factores sociales y económicos que tienen que ver con los procesos de mercadeo, por lo cual debe hacerse de la actividad agrícola un negocio rentable que conduzca al éxito económico del productor. No se puede ver al productor de la granja integral como un indigente, sino como un elemento potencial, que con la asistencia técnica y los programas de extensión se

desarrolle como un productor que genere insumos para su propia familia y los excedentes para el mercado, en un negocio privado rentable. No quiere decir que el simple hecho de la asociación de los productores en programas comunitarios, ya sea como cooperativas o asocia- ciones civiles, permita mejorar las condiciones para la obtención de insumos. El manejo postcosecha, mercadeo y la integración de la microempresa al sistema de las granjas integrales son actividades necesarias para el éxito de la misma. Cuando un término se pone de moda, como el de “Granjas Integrales”, se convierte como especie de panacea y se desarrollan las más diversas teorías y aplicaciones. Muchas veces el término se corrompe y su aplicación es mal interpretada. Abstrayendo de la realidad económica y social la producción de granjas integrales, se encuentra que ésta es regulada por factores fisiológicos y agroecológicos, además de los factores genéticos de la diversidad animal y vegetal que se utiliza en la producción. Cuando se cuenta con factores genéticos favorables, los factores agroecologicos (temperatura,

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suelo, pluviosidad altitud etc) juegan un papel importante. Por ello, es primordial indicar que la granja integral no tendrá las mismas características en cada región. Bibliografia BRICEÑO RAMÓN. 1942 El Territorio Amazonas. Contribución para la Historia del Territorio Federal Amazonas. Corporación de artes gráficas, Caracas. CONTRERAS José. 1999. Potencial de la Biodiversidad Amazónica: Utilización de dos variedades de Túpiro (Solanum sessiliflorum, dunal) por comunidades Indígenas. Fenología y potencial productivo. Memorias de Instituto de Biología Experimental Vol.2: 111-114. FERMÍN Juan. 1999. Cultivares de Ají (capsicum spp) en conucos Indígenas en los alrededores de

Puerto Ayacucho, Estado Amazonas. Memorias de Instituto de Biología Experimental Vol.2: 57-60. NARVAIZA Iñigo. 1999. La Guama (Inja edulis) un recurso etnobotánico con potencial en la producción animal. Memorias de Instituto de Biología Experimental Vol.2: 69-72. TRATADO DE COOPERACIÓN AMAZÓNICA. 1997. Situación y perspectivas de la seguridad alimentaria en la Amazonas. Secretaría Pro Tempore, Caracas.Flores, S. P. 1997. Cultivo de frutales nativos Amazónicos SPT-TCA Nº 51. Lima –Perú. 307 pp. MENDIOLA, P.A. 1996. Frutales y hortalizas nativas y naturalizados promisorios de la Cuenca Orinoco-Amazónica de Venezuela SPT-TCA Nº 50. Lima-Perú. pp 245-260.

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La Biodiversidad en la Granja Integral

Eduardo. González Jiménez17

Históricamente, la agricultura se ha basado en la familia, la granja; el campesino ha sido a la vez propietario, director y gerente de la explotación agrícola a su modo; siendo propietario de la tierra, o alquilada. Los otros recursos, no han sido la preocupación principal, ni del productor, ni del dueño de la tierra y ni mucho menos de quienes han hecho las reformas agrarias. Se considera hoy, que además del capital tierra, el capital humano y sobre todo el capital ambiental son tan importantes como el primero. Conjugar estos factores de la producción ha sido la base del negocio agrícola mediante una integración de los diferentes conocimientos que posee el productor para hacer rentable el negocio agrícola. Sin embargo, dado el deterioro de los factores de la producción tanto el ambiental, como el económico y el humano mas del 35% de los habitantes rurales se encuentra por debajo del limite de la pobreza. Para salir de allí es importante conjugar la eficiencia económica (hasta ahora llamada productividad) con la integridad ecológica y la equidad social del sistema agrícola. Veamos a lo largo de esta exposición como el uso adecuado de la biodiversidad puede permitir una agricultura sustentable, con una eficiencia económica adecuada y un desarrollo social justo.

17 Profesor Jubilado de la U.C.V. Agronomía. Asesor de Fundacite Aragua

Agricultura actual En la actualidad los planes de desarrollo agrícola generan un alto grado de dependencia del agricultor, una injusta distribución de los beneficios, disponer de

recursos limitados y producir un deterioro de los recursos naturales y por ende disminuye la productividad, Neugebauer (1993).

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¿Cómo revertir esta realidad?. Para ello se requiere de una nueva orientación del proceso agrícola, donde el agricultor sea el verdadero actor del proceso, con su propia racionalidad, dentro de su ambiente tanto natural como modificado (vivienda, enseres e instalaciones) más amigable y constituirse éste en la base de todo el proceso de desarrollo rural integrado. La eficiencia económica debe ser orientada a la minimización de los gastos (sobre todo los costosos como los agroquímicos, fundamentalmente fertilizantes), combinado ésto con la búsqueda de la integridad ecológica del sistema, para asegurarse que la mayor producción no degrada irreversiblemente los recursos naturales o capital ambiental dentro de un determinado ecosistema y permita mayor equidad social para los campesinos sin perjudicar a los consumidores ahora y en el futuro. El reto mayor que tiene la agricultura en la actualidad es el de reenfocar los esfuerzos con los campesinos, con los agroecosistemas y asumir la responsabilidad de conseguir una producción agrícola sana y

sostenida. Las metas deben estar orientadas a: - Disminuir la pobreza. - Incrementar la seguridad

alimentaria. - Manejo ecológico de los

recursos ambientales. - Fortalecer las comunidades

rurales. - Establecer políticas sólidas y a

largo plazo para la agricultura. Según Altierí (1999) el desarrollo rural ambientalmente factible debe poder aplicarse en ambientes muy diferentes, diversos y heterogéneos donde viven productores campesinos pequeños y medianos, debe ser ambientalmente sostenible y basado en el uso de los recursos locales generalmente depen- dientes del conocimiento autóc- tono ó indígena; para ello es necesario disponer de algunos requerimientos tecnológicos cuyas características de innovación deben estar orientadas a: + mejorar el ahorro y reducir los costos. + reducir los riesgos. + expansión hacia áreas marginales. + congruencia con los sistemas

actuales. + mejorar la alimentación y por ende la salud.

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Los criterios para desarrollar estas tecnologías deben estar basados en: + el conocimiento indígena o

propio.

+ económicamente viable,acce- sible y basado en recursos locales (Biodiversidad).

+ ambientalmente factible, so-cialmente y culturalmente sensible.

+ de poco riesgo y basado en las circunstancias del pro- ductor agrícola y sobre todo de la estabilidad de la granja.

Agroecología La agroecología nos provee de un marco metodológico para comprender la naturaleza de los sistemas agrícolas y de los principios fundamentales que los rigen. Es la ciencia que nos provee de los principios fundamentales para el diseño y el manejo sostenible de los recursos ambientales trans- formando la agricultura en un proceso productivo–conservador de los recursos, permitiendo el desarrollo de tecnologías ami- gables tanto para el ambiente como para el productor. Veamos los principios que rigen la agroecología.

1) La agroecología relaciona el conocimiento de los sistemas agrícolas primigenios con las tecnologías modernas y permiten manejar la diversidad biológica, tanto de los recursos genéticos de la producción, como de los ecosistemas involucrados, incorporando principios y recursos biológicos a la granja (o sistemas agrícolas) intensi- ficando y mejorando la pro- ducción. 2) Ofrece la única vía expedita para la restauración del campo, de la fertilidad del suelo e introduce tecnologías de mejoramiento de suelos y su fauna. 3) Provee al agricultor de una vía económica y ambientalmente amigable para que las pequeñas empresas intensifiquen su producción. 4) Disminuye drásticamente la dependencia de insumos externos a la granja e incrementa la factibilidad de incorporación de mano de obra familiar al proceso productivo. 5) Según Altierí (ya citado) esta optimización del sistema agrícola esta dado por una mayor acumulación de materia orgánica en el suelo y ciclo de nutrientes mejorado, es decir, que los conceptos ecológicos que la rigen favorecen los procesos naturales, las interacciones biológicas que optimizan sinergias que permiten

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una diversificación en la finca que lleva a un incremento de la fertilidad de los suelos, de la protección de las cosechas y por ende del incremento de la producción; todo esto mediante el uso de cultivos varios, animales de diferentes especies, arboles muy diversos, en una distribución espacial y temporal más amplia donde el rasgo fundamental es un mayor y mejor uso de la diversidad biológica existente, conducente a: + una mayor actividad biológica en los suelos. + al desarrollo de mecanismos de control como, biocontrol de insectos, eliminación de en- fermedades e interferencia de malas hierbas. + conservación de los recursos ambientales y regeneración de agua, suelos y germo- plasma (recursos genéticos). + mejoramiento de la agrodiver- sidad. En este caso específico podemos decir que estas tecnologías promueven, la bio-diversidad funcional del agro- sistema además de conservar los recursos propios de la finca o granja. Podemos citar algunas de estas técnicas: - Abonos verdes, cultivos de barbecho y abono con estier-

col. - Siembra intercalada (arbustos y herbáceos, arboles frutales y cultivos) - Rotaciones (cereales - legumi - nosas). - Fertilización orgánica (reciclaje). - Sistema agrosilvopastoriles. Estos sistemas según Pretty (1995) demuestran la factibilidad de estabilización de las cosechas, regeneran suelos y conservan agua, preservan la agrobiodiversidad y mejoran la producción de alimentos, todo basado en las tecnologías agroecológicas y el conocimiento sobre los recursos locales (tanto de plantas, animales, como del comportamiento de los ecosis- temas). Biodiversidad En la actualidad están descritas unas 1.6 millones de especies, pero podrían existir diez veces más, cada año se describen, unas 20.000 nuevas especies. A este ritmo faltarían 665 años para “completar” el conocimiento de la diversidad de especies exis- tentes. Como biota al fin la diversidad nace, crece y muere, la diversidad también se extingue y aumenta. La Convención o Convenio de Diversidad Biológica define

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Biodiversidad de la manera la siguiente: “se entiende por Diversidad Biológica la variabilidad entre los diversos organismos vivos de todo origen, incluidos los terrestres, marinos y otros sistemas acuáticos, así como los complejos ecológicos de los que dichos sistemas forman parte”. Se incluyen en ellos la diversidad dentro de una misma especie, la diversidad entre las distintas especies y la de los ecosistemas. Estos tres niveles se conocen como: - diversidad genética.

- diversidad de organismos. - diversidad ecológica. La utilización del concepto de diversidad de organismos, como de especies, es fundamental para que no se ignore la variedad de la clasificación taxonómica así como la interrelación entre los organismos. Venezuela es uno de los primeros países con mega- diversidad y poco utilizamos este atributo natural.

Cuadro No. 1 Número aproximado de especies por país

PAIS PLANTAS ANIMALES

Mamíferos Aves Reptiles Anfibios

Brasil 55000 423 1622 468 517

Colombia 50000 359 1754 386 450

Bolivia 20000 280 1257 250 106

Ecuador 20000 320 1550 350 375

Perú 35000 450 1701 296 304

Venezuela 25000 351 1360 341 284

Fuente: UICN. Doc. Paraty 1993, y libro “Biodiversidad en Venezuela”. Aguilera et al 2000). Biodiversidad y Agricultura Muchos piensan que gran parte de la crisis ambiental, es decir, desertificación, erosión genética, contaminación de los cursos de agua, esterilización y conta- minación y salinización de los suelos, es culpa de la agricultura,

por lo tanto de los agricultores. Sin embargo debemos culpar mas bien al sistema espoliativo de la agricultura imperante. Parte es en verdad de la agricultura monoespecífica, intensiva y altamente dependiente del subsidio energético, también en

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descargo de ella debemos puntualizar que ha sido fuente de diversidad. La domesticación de plantas y animales condujo al hombre a dramáticas escogen- cias. Por ejemplo, de cinco especies silvestres de Ovis, solo el Ovis aries, la oveja doméstica, ha permitido “crear” mas de tres mil razas tan diversas como especies, pues las hay de lana o pelo, para producir leche, pieles, carne, de tan variado peso y tasa reproductiva como nunca fue la gama de animales silvestres. Así que el hombre domesticó el Ovis para satisfacer sus necesidades de productos tanto alimenticios como de materiales, “creando” una gran diversidad de animales dentro de la especie: Ovis aries. Otro caso aun más interesante es el del maíz, de éste no se conoce un antecesor silvestre, parece haber sido una mutación, pero el más cercano de ellos el teosintle, está en la península de Yucatán. Cuando Colón arribó a América mas de 300 razas de maíz eran utilizadas por los indígenas, sin conocer la genética ni mucho menos las bases científicas del mejora- miento. Ya habían maíces de múltiples colores: rojos amarillos, negros, blancos, etc. con

diferentes usos, para hacer chicha, tortillas, cotufas, para usos religiosos y curativos, etc. El hombre occidental solo aportó el “Corn Flakes” para consumo directo y hacer cerveza. La determinación del mapa genético del maíz al final de la década de los 20, permitió el auge de la genética del maíz;existiendo en la actualidad mas de 100.000 variedades o cultivares. Hay adaptadas hasta al circulo polar ártico, con usos muy diversos y múltiples productos industriales, González Jiménez (1996). Así los geneticistas han creado la más fabulosa diversidad intraespecífica jamás vista. Hoy la ingeniería genética, las técnicas para la creación de organismos transgénicos permiti- rán sin duda ir aun más lejos para seguir produciendo alimentos para la humanidad, acrecentando las fronteras de la diversidad intraespecífica. La gran debilidad de los sistemas actuales de producción es que el 80% de los alimentos que consumimos depende de quince especies vegetales y siete especies animales solamente, Spedding (1979).

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Cuadro No. 2. Especies (Vegetales y Animales) utilizadas en la Agricultura

PLANTAS ANIMALES

Mamíferas Aves

No. Especies Existentes 40000-50000 300-450 1070-1750

No. Especies Utilizadas 1000-2000 30-40 10-15

No. Especies de Mayor Uso 100-200 10 3

No. Especies que proveen el 90% de los alimentos

15 5 2

Modificado de: Spedding (1979)

Es ínfimo el uso que se hace de la diversidad de especies existentes y organismos sobre los cuales se concentra la alimentación de los habitantes del planeta, de allí la vulnerabilidad tanto del abastecimiento como de la alimentación y producción. Una escasa ecobase hace altamente aleatoria la producción de alimentos. Preservar la diversidad biológica agrícola (agrobiodiversidad) es un reto mayúsculo, pero será la vía de hacer mas estable tanto la producción como más fácil de conformar una nutrición adecuada. Cuando se dijo que la biodiversidad es el sistema de mantenimiento de la humanidad, sin duda se refería en gran parte a este aspecto crucial para la supervivencia del hombre en el planeta tierra.

Agrobiodiversidad La diversidad biológica de nuestro planeta es el cimiento de la agricultura y la producción de alimentos. Variedades, razas y sus parientes silvestres son los depositarios más ricos de la diversidad genética agrícola. La elaboración de una estrategia de conservación a nivel nacional amerita tanto el conocimiento de su flora y fauna, mediante inventarios, como su distribución y estado de amenaza actual y potencial de las especies, resaltando aquellas con mayor riesgo de extinción. Por otra parte, distintas instituciones científicas del país distribuidas en todo el territorio desarrollan proyectos orientados a la realización de inventarios de bodiversidad, muchos florísticos, en un ámbito local que aportan información bastante detallada sobre las especies vegetales de potencial agrícola. Las granjas

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integrales propuestas, podrían jugar un papel muy importante en la conservación de la agrobiodiversidad, pues nuestra región (norte de Sudamérica), es un centro de diversificación y origen de especies cultivadas; veamos algunos ejemplos: • Cacao: la planta de cacao es

originaria del norte de mesoamérica, la cual fue domesticada y utilizada por los indios centroamericanos funda- mentalmente Mayas. Los viajes por el caribe de los indígenas precolombinos fueron los que dispersaron el cultivo.

Actualmente, por los métodos

más sofisticados de análisis genéticos se propone al Guasare (Sierra de Perijá) como centro de diversificación y origen de los cacaos Criollos finos aromáticos, que permiten producir buenos chocolates.

• Piña: llamada anana por los

indígenas del Orinoco. La piña actualmente cultivada es originaria de la cuenca orinoquense específicamente la cuenca del río Parguasa, con un centro secundario de dispersión en el sureste de Brasil.

• Yuca: nombre proveniente de la voz caribe, asignada a un producto que se elabora con la

yuca molida y secada por indios de la cuenca amazonense que llaman "mañoco", le confiere su nombre científico: Manihot. Se consideran las sabanas del Orinoco como su centro de origen, teniendo en conside- ración las evidencias etnológicas y botánicas.

• Frutas américanas: El agua-

cate, originario de América del sur, fundamentalmente de la cuenca del caribe, de muy amplia distribución es mundial- mente conocido y apreciado.

• Lechosa: actualmente de

distribución universal fue sacada de Sudamérica hacia las islas del Caribe y se encuentra en todos los mercados del mundo.

• Guayaba: de la familia psidium

tiene una amplia distribución en Sudamérica y sobre todo el Caribe. Encontrada por los españoles en el Caribe hoy constituye una fruta cuyo consumo es universal.

• Las Passifloras: llamada

parchita, sin embargo en el mundo se le conoce como fruta de la pasión por su nombre en francés, actualmente se le consigue en todos los mercados pues ha ganado con

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su sabor, fragancia y color los mercados mundiales.

• Las anonas: existen muchas

especies, las chirimoyas, las guanábanas, los anones, fue una de las primeras en llegar a España. También llegó a China, Malasia, Indonesia y Australia donde hoy se le cultiva.

• Pijigüao: palma de mayor

importancia en la América precolombina, constituyó el principal cultivo de los indios americanos del trópico. Se consumen tanto sus frutos como sus tallos tiernos en forma de palmito.

• Nueces: Merey originario de la

amazonia-orinoquia, al norte de suramérica. Se consume preferentemente la almendra aunque en muchos países también la pulpa o seudofruto.

• Maní: originario de la vertiente

oriental del norte andino, los españoles lo encontraron en las Antillas y México, siendo hoy cultivado mundialmente principalmente en Africa.

• El "Inchi": (Caryodendrun

orinocense), representa una oleaginosa de gran potencial, es un árbol que puede cultivarse en plantaciones, su aceite es de gran calidad.

• Hortalizas: muchas son originarias del norte de suramérica, como el tomate, los ajíes, la calabaza, donde abundan sus parientes silvestres y una gran variedad de cultivadas.

• Fibras: el algodón es originario

de suramérica y su proyección al Caribe lo hizo conocer a los españoles. Cristobal Colón en sus relatos de viaje calculó cuantas fanegas podían sembrar para producir y llevar a la Península esta fibra dada su bondad como cultivo. Actual- mente también se usa como oleaginosa.

• Curagua: de origen cercano a

la piña, que solo se consigue de forma cultivada, se usa con fines domésticos en el tejido de Chinchorros.

• Chiqui-Chique: fibra de una

palma orinoquense se saca esta fibra de los peciolos, conocida en el comercio mundial como piasaba, es exportada de Venezuela, Colombia, abunda en el Rio Negro y sobre todo en el Orinoco.

Muchas otras especies son importantes como la Bija, colorante de los indígenas americanos llamado Onoto. La Sarrapia, como odorante para

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perfumes, tabacos y otros que utilizan la Cumarina que de unas nueces se extrae. Sin olvidar la gran cantidad de plantas medicinales, que contribuyen con la etnomedicina de nuestros

aborígenes. En el cuadro No. 3 podemos apreciar un listado de estos recursos agrobiológicos origi- narios de mesoamérica.

Cuadro 3.- Listado de los Recursos Agrobiológicos cuyo origen se encuentra en el norte de Suramérica (Orinoquia, Amazonia, Caribe y Andes) Nombre Común Nombre Científico Area de Distribución Producto

Cacao

Piña

Yuca

Aguacate

Lechoza

Guayaba

Passifloras

Chirimoya

Theobroma cacao

Ananas comosus

Manihot utilisima

Persea americana

Carica papaya

Psidium guajava

Passiflora s.p.

Anona s.p.

Orinoquia/Amazonia

Orinoquia

Orinoquia

Caribe

Caribe

Caribe

Orinoquia/Amazonia

Caribe

Estimulante

Fruta

Alimento

Fruta

Fruta

Fruta

Fruta

Fruta

Pijiguao

Merey

Maní

Tomate

Ajies

Calabazas

Algodón

Curagua

Chiqui-Chique

Medicinales

Bactris gasipaes

Anacardium

occidentale

Arachis hipogea

Lycopersicum

esculentum

Capsicum sp

Curcubita sp

Gossypium sp

Ananas lucidos

Leopoldina piassaba

Varios

Caribe/Orinoquia

Caribe/Orinoquia

Caribe/Orinoquia

Andes/Orinoquia

Andes/Orinoquia

Orinoquia/Amazonia

Orinoquia/Caribe

Orinoquia

Orinoquia

orinoquia

Fruta

Fruta

Alimento

Hortaliza

Hortaliza

Hortaliza

Fibra

Fibra

Fibra

Fuente: CNCRF (1995) y otros. Leal, y Antoni (1981)

La perdida de biodiversidad se presenta frecuentemente como un problema ecológico, pero las causas subyacentes son funda-

mentalmente de orden social, económico y político.

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La erosión genética, considerada como la reducción de diversidad dentro de una especie, es la causa principal de la extinción de la misma, constituye una amenaza global para la agricultura. La mayor perdida de recursos fitogenéticos deriva de la introducción de variedades vegetales modernas y uniformes en lugar de una combinación de variedades tradicionales también llamadas comunes. Lo mismo es valido para los recursos zoogenéticos, donde la introducción de poquísimas razas modernas ha desplazado la diversidad de razas de ganado autóctonas o indígenas, generalmente en procura de altos rendimientos dependientes de costosos insumos propios de una agricultura industrial. Revertir esta realidad sin duda es el objetivo fundamental de las granjas integrales que permiten utilizar de manera mas ecológica los recursos que la diversidad biológica nos ofrece, localmente, regionalmente o a nivel universal. Bibliografía 1) NEUGEBAWER, B. (1993) ,

“Agricultura, ecologicamente apropiada”Fundacion Alemana para el Desarrollo Internacional ZEL. Alemania 159pp. 2) ALTIERI, M.A. (119) “Designing a natural resource managenrent strategy for poor farmers in marginal environments “ University California, Berkeley U.S.A. 3) PRETTY, J. (1995) “ Regene- rating agriculture” World Resources Institute. Whashigton D.C. 4) AGUILERA, M. A. AZOCAR y E. GONZALEZ JIMENEZ (2000), en el Libro “Biodiver- sidad en Venezuela” Conicit, Edición Fundacion Polar (en prensa). 5) SPEDDING C.R.W. (1979) “An introduction to agricultural systems”Libro editado por: Applied Sience Publishers ltd. Londor U.K. 6) C.N.C.R.F (1995) “Informe nacional sobre la conservacion de recursos fitogeneticos”M.A.R.N. Centro Nacional de Recursos Fitogeneticos Maracay. Aragua. 7) Leal F. Y M.L. Antoni (1981ª) “Especies del genero ananas: origenes, distribucion Geografica” Rev. Fac. Agronomia, U.C.V. Alcance 24: 5-12, Maracay. 8) GONZALEZ JIMENEZ, E.

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(1996) “La conservacion de la diversidad Biologica y el desarrollo sostenible”en el libro “Jornada sobre desarrollo sostenible: en

busca de un mejor camino ”MARN, MAC, Editciones por la Fundacion Polar

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LA INVESTIGACIÓN PARTICIPATIVA EN CONTEXTOS RURALES: IMPLICACIONES PARA LA CONSTRUCCIÓN DE

PROGRAMAS DE GRANJAS INTEGRALES

María Elena Morros18, Leonardo Salazar19

Introducción Investigación Participativa (I/P) surge de las implicaciones metodológicas contenidas en las teorías desarrolladas en la filosofía, por los pensadores de las áreas de la pragmática, la lingüística y los llamados filósofos críticos; los más conocidos dentro de este último campo están mayoritariamente representados en la Escuela de Frankfurt. En la sociología se han realizado importantes aportes teóricos y metodológicos en las llamadas Investigación Participativa para el desarrollo comunitario; Investigación Acción tanto en educación como en organizaciones y en las diversas teorías y metodologías relacionadas con la profundización de la democracia. En el área rural, la I/P enfatiza el trabajo cooperativo entre investigadores, extensionistas, agricultores y otros actores, en la generación, validación y evaluación de tecnologías originadas en investigaciones en el ámbito rural, con la finalidad de contribuir a un desarrollo sostenible (Salazar y col, 1999).

18 Inv. del FONAIAP, MSc en Agronomía, [email protected] 19 Inv. del FONAIAP, PhD en Comunicación, [email protected], [email protected]

La I/P busca promover y facilitar un entendimiento recíproco de las prácticas culturales, sociales y tecnológicas de la gente rural y de la urbana con miras a lograr acuerdos que permitan un

trabajo colaborativo para superar limitaciones de carácter cultural, social y tecnológico de los diferentes actores y comuni- dades involucradas. La I/P con agricultores, en los términos que

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está representada en este trabajo, busca contribuir al desarrollo sostenible de las comunidades rurales, orientada por los principios de sosteni- bilidad, esbozados en autores tales como Bojanic y col, (1994); Salazar, (1995). En ese sentido, Bojanic y col (1994), discuten cuatro aspectos de la Sostenibilidad: • Sostenibilidad social, la cual está ligada a la equidad entendida: (a) en lo económico, como el acceso equitativo a los bienes y servicios producidos por la sociedad y el acceso y control de los medios de producción y recursos naturales; (b) en lo político como la posibilidad de democratizar el acceso y control de los procesos de toma de decisiones; (c) en lo social como la igualdad de acceso y oportunidades para todos los integrantes de la sociedad y (d) en lo cultural, representado por el respeto recíproco a todas las manifestaciones culturales y a sus áreas territoriales. • Sostenibilidad económica, expresada en la satisfacción de las necesidades humanas a través del crecimiento de la producción, productividad y eficiencia, así como la garantía

de un mejor acceso a los productos de la economía. • Sostenibilidad ecológica, determinada por la utilización de los recursos naturales a fin de satisfacer las necesidades de la población actual, sin perjudicar la de las generaciones futuras. • Sostenibilidad técnica, ligada a la posibilidad de tener acceso y control de la tecnología, lo cual requiere de su apropiación y de la capacidad de innovaciones, por parte de todos los actores involucrados en el desarrollo. 1. Tipologia de participación Salazar y col (1999), plantean una tipología de participación basada en una gradación desde la no participación hasta la participación más comprometida con los procesos sociales; en ese sentido, describen cada tipo o forma de participación: a) La no Participación. Caracterizada por el cumplimiento de tareas de manera automática y aislada, sin que la mayoría de la gente involucrada tenga la posibilidad de actuar en la definición de los factores que originaron las mismas, ni conocimiento de la contribución al

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producto a obtener con su acción. b) La Pseudo-participación. práctica donde la definición de qué y como hacer las cosas para dar solución a los problemas detectados, está en manos de pocos, quienes, en muchos casos, no son los afectados principales. Sin embargo, se convoca a participar a los afectados o involucrados bajo normas o procedimientos previa- mente definidas. En este sentido, los límites de la participación son muy restrin- gidos. c) La Participación Liberal. espacios construidos cooperati- ivamente en interacción no abiertos a la participación de todos los afectados, en los cuales, bajo la premisa de la neutralidad o imparcialidad, no se analizan las causas ni las consecuencias de los problemas. Estos escenarios no permiten definir ni entender las implicaciones políticas, ni influir en la toma de decisiones que facilitan la generación de equilibrios sociales, ni mucho menos construir compromisos para el seguimiento y evaluación de acciones. d) La Participación Crítica. espacios construidos cooperati- vamente a través de la interacción, principalmente de los involucrados en procesos, que

de alguna manera, tienen implicación directa para sus vidas o comportamientos futuros. Por lo tanto, esos espacios demandan, por un lado, el análisis de los efectos de poder relacionados con causas e implicaciones actuales y futuras y, por el otro, el ejercicio de poder influir en la toma de decisiones para transformar la realidad y contribuir con la construcción perdurable del desarrollo de sus vidas, proyectos y comunidades. En el anexo 1, se detalla una tipología de participación donde se describen, para cada caso, las diferentes formas de participación de los agricultores y las tendencias crecientes hacia la participación deseable, donde éstos actúan como socios de los procesos de desarrollo y tienen la posibilidad de tomar decisiones y desarrollar procesos autogestionarios. Quirós y Ashby (mimeo), discuten diferentes tipos de participación de los agricultores en el diseño de tecnologías, señalando: § La Participación Nominal, la cual ocurre cuando la función del agricultor es pasiva, por ejemplo al responder encuestas diseñadas, estructuradas, administradas y analizadas por los técnicos. En

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otros casos, el agricultor actúa como colaborador que contribuye con la tierra o la mano de obra en los ensayos. § La Participación Consultiva, es el caso de los diagnósticos mediante encuestas informales que involucran interacciones entre técnicos y agricultores para identificar los problemas; sin embargo, las prioridades y la planificación posterior de los ensayos, son decididas por los técnicos. § La Participación del Agricultor como Colega, considerada como la práctica donde el agricultor participa en la toma de decisiones, de una manera de igual a igual con el técnico en el proceso de Investigación. El Proyecto IPRA del CIAT define la I/P, como el proceso relacionado con poder tomar decisiones por parte de los agricultores, incluyendo aquellas más importantes. Se habla de una participación efectiva de los agricultores en oposición con

otro tipo de participación en menor grado. Ejemplo de ello tenemos la Participación infor- mativa, donde el agricultor se limita a dar información y no decide nada, o lo que ocurre con la llamada Participación Colaborativa, en la cual el agricultor facilita su terreno, trabajo y tiempo, para obtener lo que el técnico desea. Para IPRA, participación significa que los agricultores puedan probar, observar, ensayar, buscar, proponer, comparar, seleccionar, descartar y priorizar, las tecnologías útiles de acuerdo a sus necesidades o potenciali- dades. 2. Expectativas frecuentes en la relación técnico- agricultor. El técnico puede tener conceptos o expectativas muy arraigadas de su relación con el agricultor, las cuales pueden ser causales de sesgos e impedir una verdadera comunicación con el productor. En el Cuadro 1, se señalan algunas expectativas en la relación técnico- agricultor.

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Cuadro 1. Expectativas frecuentes en la relación productor- investigador.

DEFINICIÓN DE LOS PAPELES DEL INVESTIGADOR

DEFINICIÓN DE LOS PAPELES DE LOS PRODUCTORES

El investigador es un especialista El productor es un lego El investigador proviene de un estrato social más alto

El productor de un estrato social bajo

El investigador representa la agricultura moderna El productor representa la agricultura tradicional atrasada El investigador merece trato preferencial por parte de los productores

El productor debe dar trato preferencial a los investigadores

El investigador hace preguntas El productor responde

El investigador toma decisiones El productor ejecuta las decisiones del investigador

El investigador controla recursos estratégicos El productor le falta control, no tiene poder de influir en la investigación.

El investigador debe enseñar y convencer al productor de la nueva tecnología

El productor debe aprender de la sabiduría recibida del investigador

Fuente: Tomado de Ashby, 1991.

Ashby (1991), señala las expectativas claves para lograr un trabajo efectivo con los productores: • Investigadores y productores son expertos en sus respecti- tivos campos de conocimien - to y experiencia. • Ambos tipos de conocimiento merecen ser respetados. • Las prácticas agrícolas del productor, lo mismo que toda toda su forma de vida, son estimadas y respetadas por el investigador. • El productor necesita enten- der la tecnología en prueba y por esto tiene derecho a for- mular preguntas; tiene dere- cho a explicaciones y a la justificación de la investiga- ción. • El investigador está motivado para aprender del productor, quién, por lo tanto, enseñará y aprenderá.

• El productor será responsa- sable de las decisiones que permitan lograr o impedir el éxito del programa de investi- gación y está, por lo tanto, controlando actividades im- portantes. 3. Principios que rigen el trabajo en investigación participativa con agricultores. El Proyecto IPRA propone los principios siguientes para la investigación con productores: • El agricultor es un investi- tigador natural, por lo tanto es capaz de identificar priori- prioridades de investigación, planificar, observar, compa- parar, analizar y sacar resul- resultados de sus ensayos. • Los agricultores deben parti- cipar activamente y desde inicio, en todas las decisio- decisiones relacionadas con

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la investigación. • Los agricultores tienen dere- cho a conocer y evaluar to- das las alternativas posibles antes de tomar decisiones frente a la tecnología. • La relación técnico- agricultor determina significativamente el éxito en el trabajo de I/P. • Los agricultores deben poder pensar libremente. • Los técnicos son responsables de poner a disposición de los agricultores, alternativas tec- nológicas, lo más amplias po- sibles, y proporcionar de manera neutral información sobre las mismas. 4. Orientaciones de la metodología de investigación participativa con agricultores En realidad, no podemos hablar de una sola metodología de I/P, ya que existe una cesta de posibilidades de herramientas metodológicas, que permiten orientar un trabajo participativo con los productores y comunidades rurales. De manera general, el principio que sustenta la formulación de estas formas de interacción, está regido por el establecimiento de una relación democrática efectiva entre los actores involucrados en el desarrollo rural.

Como ilustración vamos a describir algunas etapas meto- dológicas usadas por algunos enfoques de I/P con agricultores. Estas etapas se plantean en forma cíclica, iniciándose con un diagnóstico, donde los agricultores incorporan sus criterios y formas de intervención de acuerdo a sus condicionantes, a fin de definir y priorizar sus problemas; segundo, el ofrecimiento de alternativas tecnológicas y el rescate de tecnologías locales, que permitan evaluar las alternativas, desde la etapa de planificación y la escogencia de las mejores, para iniciar los ensayos; tercero, la instalación y evaluación de los ensayos, donde se incorporan los criterios de selección o rechazo de los agricultores y se seleccionan aquellas tecnologías promisorias de acuerdo a su opinión. Por último, la etapa de validación y discusión de los resultados de los ensayos, cuando los agricultores definen o ajustan elementos de manejo de la nueva tecnología. 5. Discusión general Los enfoques tradicionales de Investigación y Extensión, se han basado principalmente en actividades de tipo técnicas, controladas por los criterios de

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los profesionales involucrados, dejando a un lado las consideraciones de tipo social, cultural y político y, princi- palmente, los criterios de los productores y sus comunidades. Bajo esta óptica, la Investigación ha generado cantidad de resultados que, en muchos casos, han sido inadecuados o inaccesibles para las comunida- des rurales. La situación resulta preocupante cuando nos perca- tamos del sin número de problemas, aún sin resolver, y de la marginalidad que enfrentan los pobladores rurales. El sistema de Generación Tecnológica se ha orientado por un modelo de oferta; en el de Extensión, el técnico cumple el papel de puente entre la Investigación y el Agricultor y éste último ha venido desem- peñando un papel pasivo, convirtiéndose en receptor de información, la cual en la mayoría de los casos, es desestimada por no adecuarse a sus necesidades ni circuns- tancias. Estos modelos en la actualidad están siendo fuertemente cuestionados, por lo que se plantean orientaciones para la gestión tecnológica, basadas en el análisis del entorno, donde la I/P con agricultores gana espacio, tratando de entender posiciones y lograr coincidencias, entre las

necesidades y objetivos de agricultores y técnicos. Este debe ser un proceso cooperativo, caracterizado por la construcción participativa de referenciales tecnológicos a nivel de comunidades rurales. Cada día somos más los técnicos que pensamos que la investigación debe originarse en la realidad rural y actuar para mejorarla, integrando el conocimiento científico y el local; para lo cual se deben promover prácticas de interacción, que permitan un entendimiento recíproco entre la lógica técnica de los investigadores y la lógica pragmática de los productores, e ir construyendo e incorporando a través, de un proceso reflexivo, una serie de herramientas para fomentar y mejorar las capacidades tanto de técnicos como de productores, a fin de para producir soluciones apropia- das a los problemas encontrados al nivel de las comunidades rurales. Dentro de las perspectivas de la I/P, un Programa de Desarrollo de Granjas Integrales, implicaría estudiar el conocimiento local y reforzar sus iniciativas, basán- dose en el principio de que los agricultores conocen por la práctica y la experiencia, y como consecuencia, representan una fuente importante de información; por otra parte, una estrategia

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exitosa requiere que los propios agricultores participen en la formulación, planificación, ejecución y evaluación de las acciones a seguir. Para poder reforzar las iniciativas locales, se requieren nuevas destrezas de los diferentes actores profesionales (extensionistas, investigadores, y otros actores). Entre ellas, cambios de aptitud y actitud para lograr una comunicación democrática con los agricultores, a fin de que puedan elaborar planes de acción conjuntos, donde el objetivo de la intervención sea la construcción colectiva participa- tiva y no la imposición. Se requiere tener habilidad para identificar correctamente iniciati- vas potenciales y apoyar a los grupos locales, intercambiando conocimientos y experiencias; se necesita ayudar a facilitar el desarrollo de procesos soste- nibles, así como manejar metodologías participativas para priorizar y construir coope- rativamente, diagnósticos y priorizaciones de problemas que afectan a los agricultores y sus comunidades, para poder generar soluciones apropiadas. Bibliografía consultada ARCE, R. 1996. Investigación Campesina Participativa. Bosques,

Árboles y Comunidades Rurales. Rev. Nº 27. ASHBY, J. A. 1991. Manual para la evaluación de Tecnologías con Productores. Proyecto de Investigación Participativa en Agricultura (IPRA), Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT), Cali, Colombia.102 p. BOJANIC, A; M, CANEDO; V, GIANOTTEN; M, MORALES; C, RANABOLDO Y W, RIJSSENBEEK.1994. Demandas Campesinas. Manual para un Análisis Participativo. La Paz, Embajada Real de los Países Bajos.138 p. LAMMERINK, M.P Y G. PRINSEN. 1995. Herramientas participativas para reforzar las iniciativas locales. Bosques, Árboles y Comunidades Rurales. Rev. Nº 25. MORROS, M; D de MARCANO y L, SALAZAR. 1993. La evaluación participativa de materiales genéticos avanzados de papa y caraota: Experiencias en un Proyecto de Investigación Integral. Revista de Investigación/Desarrollo para América Latina (Ven) Nº3: 51-61. PROYECTO de Investigación Participativa, IPRA-CIAT. Motiva-

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vación y Formación de CIAL. Primer módulo. Documento de trabajo. CIAT. QUIRÓS, C. y J, ASHBY. Metodología para la Investigación Participativa en Agricultura. Proyecto IPRA. CIAT (mimeo). SALAZAR, L. 1995. Desarrollo Sustentable/Sostenible, Poder y

Comunidad de Diálogo, ESPACIOS, V 16, 1, pp 61-69.

SALAZAR, L. 1999. Praxeología de la Participación. Tomado del material de trabajo del Proyecto Nuevo Paradigma, en coautoría con S. TORRES y J. De SOUZA (mimeo).

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ANALISIS SITUACIONAL

Omaira Lozano20

Desarrollo Humano Sostenible Para desarrollar el tema que asumimos trabajar en este Taller sobre “Granjas Integrales”, se ha decidido partir de la plataforma que conforma la base del trabajo en el sector rural: el Desarrollo Humano Sostenible Local. Esperamos que el intercambio que se genere durante las exposiciones y deliberaciones le permita al país nacional avanzar en la búsqueda de alternativas a la situación planteada para el sector rural.

20 Directora Proyecto de Desarrollo de Comunidades Rurales Pobres (PRODECOP). Fundación CIARA.

Para la Fundación CIARA la lucha contra la pobreza tiene una doble cara: por una parte, la insatisfacción de las necesidades básicas y, por otra, las pocas oportunidades de desarrollo económico y de bienestar social; para lo cual su estrategia de desarrollo es el humano sostenible local. Su Implementación se da en las direcciones de abajo hacia arriba y de arriba hacia abajo, mediante la participación de las poblaciones organizadas, los gobiernos municipales y regionales, las ONGs, organismos gubernamentales y el Gobierno Nacional. I. Introducción: En virtud de que la estrategia de desarrollo está orientada a abordar simultáneamente los planos sociales, políticos y económicos, a saber: i) el alivio

de la pobreza rural; ii) la transferencia del poder político a las poblaciones rurales, en el marco democrático; y iii) el desarrollo de servicios sosteni-

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bles en las áreas financieras y productivas, con participación de los actores locales, municipales y estadales, se tiene como pilares fundamentales del proceso: la capacitación, la organización, la participación, el enfoque de género, la descentralización, la sustentabili- dad, la sostenibilidad y la equidad. Con la capacitación y la organización se logra inducir conocimientos técnicos y socio - organizativos a los diferentes usuarios, integrantes y ejecutores, de modo que puedan ser sujetos activos del desarrollo económico y social de los espacios comunales, municipales y estadales y coetáneamente, mejorar la calidad de vida de los mismos. A través de la participación los usuarios se involucran en la búsqueda de mejorar el acceso a los bienes y servicios sociales, en la medida en que forman parte de su transformación, siendo sujeto activo en el proceso de toma de decisiones en los diferentes espacios: productivo, económico y sociopolítico. El enfoque de género permite planificar las acciones de cambio no sólo a partir de las deficiencias y carencias tecno- lógicas y de recursos que tiene el conjunto de los potenciales

usuarios, sino que también pone énfasis respecto a las diferencias que existen al interior de los usuarios (entre los hombres y las mujeres) con relación al acceso a los recursos necesarios para emprender un proceso de desarrollo sostenible al nivel de las familias. La descentralización parte del proceso de transferencias de competencias del nivel central hacia los niveles estadales y municipales, enmarcándola den- tro de la estrategia de llevar la toma de decisiones más cerca de la comunidad, a fin de obtener su participación para conocer las necesidades y dar solución a los problemas. II. Ciclo del proyecto Partiendo de la premisa de la necesidad de ejecutar el Proyecto de Granjas Integrales, de una manera sistémica, ordenada y coordinada, se requiere entonces una estrategia de trabajo que nos permita obtener este resultado. Por lo antes expuesto, la información que se presenta a continuación está dirigida a proporcionarle a los participantes un material base para que a partir de él se comiencen a gestar los proyectos de Granjas

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Integrales en cada uno de los estados del país nacional. Todo Proyecto y, en este caso las Granjas integrales, requiere de por lo menos tres (3) pasos primarios para su ejecución (Ciclo de los Proyectos): A.- Planificación: parte de un Análisis Situacional, en el cual se estudian y evalúan: • Las instituciones participantes: aquí se determinan las potencialidades y/o debilidades de cada una de las instituciones involucradas en la formulación, Implementación y seguimiento y evaluación del proyecto. Entre las instituciones involu- cradas tenemos: Ministerio de la Producción y el Comercio; Ministerio de Finanzas; Minis- terio de Planificación y Desarrollo; Instituto Agrario Nacional; Fondo de Desarrollo Agrícola, Pesquero, Forestal, Pe- cuario y Afines; Gobernaciones; Alcaldías; Fundación para la Capacitación, Investigación Apli- cada a la Reforma Agraria; Centros de Investigación (FONAIAP), Universidades y otras. • Areas Geográficas: en este

caso hablamos de Microregiones, que son zonas de potencial similar, que nos permiten definir

propuestas de desarrollo, basándose en la zonificación, que no es más que un nivel de identificación de tendencias globales del funcionamiento de los sistemas productivos y sus posibles amenazas y fortalezas para la producción misma. • Los sistemas productivos,

generalmente, son heterogéneos, por ende el ordenamiento de esa heterogeneidad en grupos o tipos de explotación (Tipología de las Explotaciones) coadyuva a una descripción más idónea del entorno. • El sistema Agrario: definido como un “modo de explotación del medio históricamente consti- tuido, duradero; sistema de fuerzas de producción adaptado a las condiciones bioclimáticas de un espacio dado y que responde a las condiciones y necesidades sociales del momento”21. • Las comunidades, asentamien- tos y/o núcleos participantes: corresponde a la identificación y caracterización de las unidades básicas de trabajo, considerando la participación de los miembros de la familia, como individuos y como grupo.

21 Mayozer,1985

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B.- Implementación: momento de ejecución del proyecto C.- Evaluación: evento continuo que permite el monitoreo y seguimiento de las actividades y determinación de los impactos y efectos del proyecto. III.- Metodología Para la formulación y ejecución del proyecto de Granjas Integrales se proponen los siguiente pasos metodológicos: Fase 1: • Diagnóstico preliminar

• entorno • Abordaje • Diagnóstico Participativo

• de la unidad de producción • variables técnicas, • rubros

• Roles del grupo familiar y comunal

Fase 2: • Proyectos/ usuarios Fase 3: • Proyecto de todos los actores Fase 4 • Intervención en campo IV.- Criterios de seleccion de usuarios Aunque pueda ser visto como un atrevimiento intentar identificar

las condiciones mínimas para ser considerado un posible usuario del proyecto de Granjas Integrales, existe una serie de factores a considerar, entre los cuales tenemos: Criterios de Política de Estado e Institucionales: • Areas prioritarias, emergencias nacionales, población vulnerable Criterios Técnicos: • Habitante rural • Productor(a) activo(a) • Unidad de producción • Disponibilidad de mano de

obra • Rubros adecuados a las

condiciones agroecológicas • Otras. Bibliografía Consultada FIDA-PROCASUR- PRODERNEA: Trabajo de Campo con Pequeños Productores enfoque de Sistemas de Producción y Género. Buenos Aires. FUNDACIÓN CIARA, MAC, (1997) Alternativas Estratégicas de Cooperación, Financiamiento y Negocios en el Sector Agropecuario. FIDA/CIARA. PRODAR. (1999) Retos de la Agricultura Rural Andina en el Contexto de la Globalización. Lima.

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LAS CAJAS RURALES ORGANIZACIONES LOCALES

Omaira Lozano22

Las Cajas Rurales A nivel mundial, la necesidad de buscar mecanismos de créditos alternos a los sistemas tradicionales, ha conllevado a la creación de las llamadas Instituciones Financieras Rurales (IFR).23 Los sistemas formales de crédito dirigidos a las zonas rurales, en los países en desarrollo, tienen una marcada tendencia a apoyar rubros agrícolas en el sentido estricto, ignorando la diversidad de actividades productivas y de servicios que se realizan en el sector. Los programas implementados han partido de las creencias generalizadas, aunque injustificadas, de que los pequeños productores rurales representan un alto riesgo en lo referente a la recuperabilidad de los créditos. De igual forma, se parte de las premisas de que i) el habitante rural posee escasa capacidad de ahorro, ii) las unidades económicas de producción son monoproductoras, iii) los créditos otorgados deben ser altamente subsidiados; y iv) las decisiones sobre los tipos de créditos , los plazos, las garantías, las formas de pago, son de carácter extralocal. Todo esto ha conllevado a que se carezca de un mercado de crédito sólido y formal.

22 Directora Proyecto de Desarrollo de Comunidades Rurales Pobres (PRODECOP). Fundación CIARA. 23 Yaron, Jacob. Asesor de Finanzas Rurales en el Dpto. De Agricultura del Banco Mundial.

Esto ha traído como consecuencia el resurgimiento de los mercados informales de créditos, los cuales se caracterizan por los bajos costos de transacción, rápido desembolso de fondos, eficientes mecanismos de cobranza y altas tasas de interés.

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Es por ello que en países tales como Tailandia, Bangladesh, Indonesia, Nicaragua, Bolivia, Colombia, Perú, República Dominicana y Costa Rica24, han desarrollado nuevas experiencias para el financiamiento rural cuyos resultados demuestran que este tipo de instituciones puede ser eficaz prestando servicios finan- cieros. Estos modelos, con las variaciones aplicadas en cada país, poseen elementos comunes que identifican las estrategias tecno- lógicas financieras: • Realizacion de aportes: los aportes constituyen la base fundamental para la formación del sentido de propiedad de los miembros de la organización. El monto a establecer lo definen los propios socios, dependiendo de las posibilidades económicas y de la confianza que tengan en su organización. • Captación de ahorro local: la movilización del ahorro local de los habitantes rurales, contribuye a i) buscar mecanismos que permitan el acceso al servicio del ahorro, ii) movilizar recursos que de otra forma estarían ociosos y iii) incrementar el monto de la cartera de préstamos.

24 En estos países se conocen con el nombre Bancos Locales, Bancos Comunales , Bancos de los Pobres, etc.

Este último factor contribuye a remplazar los fondos prove- nientes del Estado. • Créditos vinculados al aporte: con este procedimiento se busca la capacitación del cliente y de la organización, aumentando los fondos a financiar en proporción a los montos del aporte. • Préstamos pequeños inicial- mente: Con esto se busca conocer al cliente, garantizar el retorno del crédito, reducir los costos y crear una relación cultural de pago. • Plazos cortos: los préstamos iniciales se otorgan a plazos cortos con la finalidad de lograr la capitalización y el flujo de dinero de la organización. Los plazos no están necesariamente ligados a la actividad financiada, sino a la capacidad de pago del prestatario. • Diversificación de la cartera: el financiamiento de actividades agrícolas, pecuarias, pesqueras, forestales, artesanales, agro- industriales y de servicios contri- buyen a reducir los riesgos en la cartera y a incrementar el apoyo a actividades adicionales que pro- dan a aumentar los ingresos. • Periodicidad y regularidad en los pagos: la gestión de cobro es de carácter local. Esto permite

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establecer una relación constante entre la institución financiera rural y el cliente, reduciendo la morosidad y contribuyendo a crear una cultura de pago. • Utilización de mecanismos locales para reducir los riesgos, la morosidad y los costos: los usuarios de la organización deciden sobre la admisión de los socios; ejercen la presión del cobro, a través de la responsabilidad solidaria colecti- va y mantienen el control y supervisión del crédito. A estos usuarios se les transfiere, a través de la capacitación, el conocimiento para realizar los análisis técnico- financieros de las operaciones de créditos y el manejo total de la organización. De esta manera se reducen los riesgos de pérdida, morosidad y los costos. Tasas de interés reales: las tasas de interés cobradas en los créditos otorgados por el Estado, son altamente subsidiadas, ya que se estima que los préstamos, al estar dirigido a los más necesitados, deben cobrar- se a un costo menor. Sin embargo, las tasas pagadas por los créditos suministrados por el sistema informal de crédito, son significativamente superiores, lo cual demuestra, o por lo menos

sugiere, que para la población rural el aspecto más importante en el financiamiento, es la oportunidad del crédito y no las bajas tasas de interés. La aplicabilidad de una tasa real positiva está estrechamente ligada a la estabilidad económica de los países y contribuye a mantener el valor del dinero, evitando así la descapitalización de los recursos.

§ Utilizacion del otorgamiento de Creditos con recursos internos: el manejo de créditos con recursos internos (aportes), a través del cual se transfieren, acompañado de la capacitación a los usuarios, las herramientas para el desenvolvimiento efectivo de las operaciones, permite crear una plataforma para que los potenciales usuarios de los recursos externos comprendan y acepten las condiciones de los créditos a otorgar con esta fuente de recursos. Experiencia en Venezuela. En Venezuela, el modelo de Institución Financiera Rural (IFR) utilizado es la Caja Rural. La Caja Rural es una organización de desarrollo socio- económico, de carácter finan- ciero, local, propiedad de los usuarios miembros de una

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comunidad, cuya finalidad es captar recursos, otorgar préstamos e incentivar el ahorro en los productores rurales, artesanos, comerciantes y prestadores de servicios, apoyando las actividades que desempeñan. Su estrategia se dirige a fomentar el desarrollo local que sugieran los socios y las organizaciones cooperantes. La implementación del modelo de Cajas Rurales tiene como objetivos. • Contribuir al desarrollo de una

cultura local de participación y competencias para razonar y promover el desarrollo.

• Promover la organización de los miembros de las comu- nidades.

• Desarrollar el sentido de propiedad y pertenencia.

• Mejorar el conocimiento local sobre las alternativas de financiamiento.

• Procurar los recursos reque- ridos, tanto de origen interno como externo, para cubrir las necesidades de financia- miento.

• Promover el ahorro de los miembros de la comunidad y áreas de influencia.

• Crear una conciencia de pago en la población.

Metodología de la caja rural Las Cajas Rurales son grupos de individuos que se organizan

localmente para manejar recursos externos e internos. Los miembros de las organizaciones deben vivir en la comunidad, desarrollar actividades productivas, de servicios y/o comerciales, ser de reconocida solvencia moral, compartir intere- ses comunes y tenerse confianza mutuamente. Su participación esta definida por la aceptación del grupo. La participación de los socios se manifiesta a través del aporte que realizan, desarrollando de esta manera el sentido de propiedad de los mismos. La metodología de Cajas Rurales pone especial énfasis en la capacitación, siendo éste el pilar sobre el cual se fundamenta la organización, y los reglamentos que la regirán. La capacitación está orientada a desarrollar tanto los aspectos de carácter financiero como los que contri-buyen a estimular el cambio de actividades y valores (autocon- fianza, ampliación del horizonte de aspiraciones, receptividad al cambio, deseo de superación, asunción de responsabilidades y participación) ante el desarrollo personal, familiar y comunal. La estrategia de capacitación con mecanismos claros y

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sencillos, está orientada para que sean los propios socios, contando para ello con el acompañamiento de un Promotor Financiero, quienes seleccionan a los usuarios, desarrollan sus propios reglamentos y establecen las normas y procedimientos para el trabajo interno, contribuyendo a fomentar y crear una conciencia de propiedad y respeto hacia su propio producto. Una primera etapa de capacitación está dirigida a la formación de la Caja, la cual contempla. • Visitas de reconocimiento. • Elaboración del Reglamento

Interno: en él se determinan los perfiles de los socios, condiciones de ingresos, sanciones y estructura organi- zativa.

• Elaboración del Reglamento de Contribución Patrimonial: En éste se definen los montos de las acciones, uso que se da al capital y términos de distribución de las ganancias.

• Elaboración del Reglamento de Ahorros: En esta etapa se define el tipo de ahorro para los socios tipo B, condiciones de ahorro (Plazo, montos, tasas de interés a cancelar), uso de los dineros ahorrados, etc.

• Elaboración del Reglamento de Crédito: en él se establecen los requisitos para solicitantes, condiciones de los créditos, montos y actividades que se financian con los recursos propios. La implementación de esta etapa permite a los usuarios entender las condiciones que le requieran los aportantes externos.

• Elección de la Junta Directiva y del Comité de Crédito.

La segunda etapa de capaci- tación está dirigida a la formación de la Junta Directiva, Comité de Crédito y a los Socios en: llenado de certificados (acciones), manejo del Libro de Accionistas, llenado de libreta de ahorro, llenado de solicitudes de crédito, ejecución del Comité de Crédito, elaboración de actas, flujo de caja, manejo contable, control de crédito por prestatarios, control de ahorros, etc. Bibliografía Consultada BALDIVIA José, MACHICAO Marcelo y CANEDO María E. Programa de Apoyo a Empresas Rurales. Centro de Información para el Desarrollo. La Paz, Bolivia. Abril 1996

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FONDO DE CRÉDITO AGROPECUARIO. Proyecto Sis- tema Nacional de Financiamiento Agrícola. (borrador). Caracas. Enero 1996. GONZÁLEZ Claudio y MILLER Tomás. Financiamiento y apoyo a la Microempresa. Proyecto de Servicios Financieros, Ohio State University. Academia Centro Americano. 1995.

LOZANO Omaira. Manual de Formación del Promotor Financiero. Fundación Ciara- PRODECOP.1999. Manual de Prácticas Optimas del WWB sobre conformación de Operaciones Sólidas de Ahorro y Crédito. Volumen I.

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USO DE SISTEMAS AUTOMATIZADOS PARA EL REGISTRO DE INFORMACIÓN, CONTROL Y

MEJORAMIENTO CONTINUO

Jhonny R. Demey25

Presentación Cuando fuimos invitados a participar de esta actividad, nuestra primera reacción fue expresar en que podríamos contribuir a esta iniciativa y sobre todo cuáles serían los aportes sustantivos que desde nuestra óptica y desempeño profesional podríamos ofrecer. Sólo fueron necesarios diez minutos de conversación con el Dr. Aquiles Escobar donde nos paseamos por las diferentes aplicaciones de las tecnologías y su utilidad en las sostenibilidad de los sistemas de producción. El reto consiste entonces en tratar de motivar a esta audiencia en el significado del uso de las tecnologías y enumerar diferentes alternativas que permitan administrar el recurso mas importante de nuestra era “la información” el cual desde nuestra perspectiva debe ser integrado como una práctica de manejo.

25 Consultor. E-mail: [email protected]

Información y mejoramiento continuo

En la definición de Granja Integral que nos fue presentada conjuntamente con la invitación a participar en este evento son resaltables dos aspectos: “ hacer el uso más eficiente de

los recursos no renovables y locales integrando los ciclos y controles naturales; sustentar la viabilidad económica de la granja” Desde el inicio de esta era las organizaciones han buscado

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mejorar su competitividad im- plantando programas y técnicas para el mejoramiento de la calidad de sus productos y servicios, y de la productividad de su operación. El control de la calidad se posesiona como una estrategia para asegurar el mejoramiento continuo de la calidad. Programa para asegurar la continua contribución al bienestar general. Esta relación que se introduce entre calidad y bienestar nos permitirá apropiarnos de la definición de control de calidad que nos permita hacer uso de sus herramientas en el mejoramiento del desempeño de los sistemas de producción integral. Por otro lado, el uso de sistemas automatizados se asocia a sistemas costosos, tecnología inalcanzable derroche de recursos, necesidad de expertos, y no son ubicados en su real dimensión como es su uso como herramienta que permite una mejor comprensión del sistema productivo. Esta pregunta parecerá atrevida pero ¿Qué es más importante el agua o la información?. Hace unos años, hacer esta pregunta podía haber sonado inapropiado, descabella- do y hasta ofensivo; sin embargo, hoy en día es demos- trable con mucha facilidad que la

información es un recurso tan importante como cualquiera de los componentes bióticos del sistema de producción. La recolección, organización y sistematización de la información se convierte entonces en una herramienta de aprendizaje y de planificación que garantiza la sostenibilidad en el tiempo de los sistemas de producción. El mejoramiento del bienestar estará asociado entonces al conjunto de métodos que permiten alcanzar los objetivos de calidad durante el proceso productivo.

El registro de la información es clave fundamental, es una poderosa tecnología con gran potencial para ayudar a concentrarse en la información más importante y poder predecir futuras tendencias y comporta- tamientos, permitiendo tomar decisiones proactivas y conducidas por un conocimiento acabado de la información.

Las técnicas de recolección de información pueden ser implementadas rápidamente en plataformas ya existentes de software, lo más importante de la técnica consiste en: • Elegir qué controlar. • Determinar las unidades de

medición.

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• Establecer el sistema de medición.

• Establecer los estándares de comportamiento.

• Medir el comportamiento actual.

• Interpretar la diferencia entre lo real y el estándar.

• Tomar acción sobre la diferencia.

Una buena estrategia de recolección de información, soportada por la conformación a priori de una base de datos de trabajo continuo, es la que transforma un simple dato en

información. ¿Cuán exactamente es capaz la información recogida en forma sistemática de decirle cosas importantes que usted desconoce o que van a pasar? El experto en calidad W. E. Deming desarrolló un modelo de mejoramiento continuo, basado en una estrategia cíclica donde la recolección y el mantenimiento de las bases de datos de información sobre los procesos productivos son de gran importancia en el mejoramiento de la calidad.

Ciclo Plan-Do-Check-Act.Tomado de: King, D. 1995. Statistical Quality Control Using the SAS System. Cary, NC. SAS Institute INC. 383 pp.

Act Toma de acciones

Plan Plan de mejoramiento

Check Análisis de la información

Do Implementación del plan de mejoramiento

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252 Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

Es fundamental aclarar que el proceso de recolección y análisis de la información requiere de tiempo, sin embargo las técnicas estadísticas disponibles garantizan

que con la recolección de pequeñas porciones de la población podemos inferir resultados con alto porcentaje de eficacia.

Algunos de los métodos disponibles para el estudio y mejoramiento de la calidad • Histogramas y gráficos de

capacidad. • Diagramas de dispersión. • Diagramas de paretos. • Diagramas de control.

• Medidas de tendencia

central y dispersión. • Ajuste de funciones locales. Es conveniente aclarar que en la actualidad existen herramientas casi de uso universal y disponibles por cualquier usuario como son las hojas de cálculos,

Inferencia

Población

Muestra

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Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

253

por ejemplo Microsoft Excel proporciona un conjunto de herramientas para el análisis de los datos que podrá utilizar para ahorrar pasos en el desarrollo de análisis estadísticos. Cuando utilice una de estas herramientas, deberá proporcionar los datos y parámetros para cada análisis; la herramienta utilizará las funciones de macros estadísticas o técnicas correspondientes y, a continuación, mostrará los resultados en una tabla de resultados y generará gráficos. Por ejemplo: Herramienta de análisis Histograma

Esta herramienta de análisis calcula las frecuencias indivi- duales y acumulativas de rangos de celdas de datos y de clases de datos. Esa herramienta genera datos acerca del número de apariciones de un valor en un conjunto de datos. Herramienta de análisis Jerarquía y percentil

Esta herramienta de análisis crea una tabla que contiene los rangos ordinales y porcentuales de cada valor de un conjunto de datos. Puede analizar la importancia relativa de los valores en un conjunto de datos.

Herramienta de análisis media móvil

Esta herramienta de análisis proyecta valores en el período de pronósticos, basándose en el valor promedio de la variable calculada durante un número específico de períodos anterio- res. Una media móvil propor- ciona información de tendencias que se vería enmascarada por una simple media de todos los datos históricos. Modelos Biológicos La técnica del Modelado es simplemente el acto de construir un modelo en una situación donde usted conoce la respuesta y luego la aplica en otra situación de la cual desconoce la respuesta. Este acto de construcción de un modelo es algo que la gente ha estado haciendo desde hace mucho tiempo, seguramente desde antes del auge de las computadoras. Lo que ocurre en las computadoras, no es muy diferente de la manera en que la gente construye modelos. Las computadoras son cargadas con mucha información acerca de una variedad de situaciones donde una respuesta es conocida y luego el software en la computadora debe correr a través de los datos y distinguir

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254 Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

las características de los datos que llevarán al modelo. Una vez que el modelo se construyó, puede ser usado en situaciones similares donde usted no conoce la respuesta.

Programación Lineal Primero que nada nótese que en este contexto la programación no se refiere a un sinónimo de computación sino más bien a uno de planificación, aunque para efectos prácticos se utilice mucho la computación. Luego surgen dos preguntas básicas sobre la programación lineal: • ¿Cúal es la naturaleza de la programación lineal?. • ¿A qué clase de problemas esta dirigida?.

Para responder a estas preguntas y dar un breve panorama Hiller y Liberman afirman que la programación lineal típicamente trata del problema de asignar recursos limitados entre actividades competidoras en la mejor forma posible (óptima). La naturaleza de los problemas que resuelve la programación lineal surge siempre que se deba seleccionar el nivel de ciertas actividades que compiten por recursos escasos pero necesarios para realizar esas actividades. Algunas variedades de aplica- ciones en la agricultura son:

• Planificación. • Selección de patrones de Consumo. • Elaboración de dietas • Asignación de medios de producción a productos. • Varianza mínima de riesgo en modelos de inversiones y finanzas. Por ejemplo: Supóngase, un molino agrícola produce alimento para pollos, éste se hace mezclando varios ingredientes como maíz, piedra caliza o alfalfa. La mezcla debe hacerse de tal manera que el alimento satisfaga ciertos niveles para diferentes tipos de nutrientes, como son: proteínas, calcio, carbohidratos y vitaminas. El problema consiste en mezclar los ingredientes de tal manera que el costo sea mínimo y las restricciones anteriores se satisfagan. A manera de conclusión Se han presentado en forma resumida algunos métodos útiles para el estudio de la información y que permiten establecer puntos críticos de nuestro sistema así como planificar actividades futuras. Existe numerosa biblio- grafía sobre el tema; al final del texto se recomienda la más relevante.

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Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

255

Información y mejoramiento continuo otro enfoque

Información es una palabra que se sigue escribiendo igual desde la historia misma de la humanidad; sin embargo, es una de las palabras cuyo alcance se ha ampliado de una manera increíble, Introducimos este tema porque no queremos desapro- vechar la oportunidad que nos brinda FIDA/CIARA de poder contarles nuestra experiencia en la generación de productos de información y como estos promueven un cambio sustancial en la racionalidad y manejo de la información, así como son

herramientas de gran utiliidad en el proceso de mejoramiento continuo. El desarrollo de Internet representa el mayor desafío que jamás ha experimentado la labor de los profesionales. La biblioteca sin muros ya está aquí, una biblioteca que no se encuadra dentro de unos límites arquitectónicos y que en todo caso transciende sus propios límites físicos, en la actualidad algunos usuarios bien equipados tecnológicamente no necesitan moverse de su casa o de su despacho para buscar y obtener la información que precisan.

Venezuela no ha estado a espaldas de este proceso, el Sistema de Información Agrícola Nacional (SIAN) www.sian.info.ve ofrece acceso en línea a información a través de las bases de datos sobre suelos, entomología, revistas científicas,

fuentes de información hasta ahora inaccesibles en línea. Con el desarrollo de la red de redes muchas entidades productoras de información han desarrollado bases de datos que han puesto a disposición de los miembros de sus organizaciones y usuarios

TransmisorModem Modem

Receptor

Medio

001110....10111Mensaje

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256 Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

externos. El futuro previsible de la computación es muy interesante, y se puede esperar que esta ciencia siga siendo objeto de atención prioritaria de gobiernos y de la sociedad en conjunto y esto es importante aclararlo porque existe una tendencia de negar los cambios asociados con el uso de nuevas tecnologías y esto es un error sistemático que se comete en nuestras organizaciones, democratizar el conocimiento es hacerlo de utilidad pública y las nuevas tecnologías han demostrado ser el medio más eficiente y económico de su difusión. Bibliografía • ABRAMOWITZ, MILTON; IRENE A. STEGUN. 1972. Handbook of Mathematical Functions, with formulas, graphs, and mathematical tables. Washington, D.C.: U.S. Government Printing Office. 786 pp.

• BOX, GEORGE E. P.; WILLIAM G. HUNTER; J. STUART HUNTER. 1978. Statistics for Experimenters: An Introduction to Design, Data Analysis, and Model Building. New York. John Wiley & Sons, Inc. 580 pp. • DEVORE, JAY L. 1995. Probability and Statistics for Engineering and the Sciences. New York. Wadsworth Publishing. 632 pp. • KING, D. 1995. Statistical Quality Control Using the SAS

System. Cary, NC. SAS Institute INC. 383 pp. • McCALL, ROBERT B. 1990. Fundamental Statistics for the Behavioral Sciences. New York. Harcourt Brace Jovanovich. • MONTGOMERY, DOUGLAS C. 1991. Introduction to statistical quality control. New York. John Wiley & Sons, Inc. 674p.p.

Page 255: Granjas

Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

257

LA MATRIZ FODA, INSTRUMENTO PARA ESTABLECER LINEA BASE DE IDENTIFICACIÒN DE PRIORIDADES Y

OPCIONES DE INTERVENCIÓN.

Valmore Toledo26 Presentación El desarrollo rural exige planificar estratégicamente en forma abierta, multidimencional y flexible. Esta óptica implica la capacidad de darse cuenta de lo que esta sucediendo a través del proceso de retroalimentación en forma sistémica, de modo que pueda expresarse la realidad en procesos y decisiones. La toma de decisiones a través de la Planificación Estratégica es toda una expresión filosófica que establece cambios en los estilos de planificación, estilos administrativos y gerenciales, que obliga a identificar los turbulentos cambios que se presentan en el contexto internacional que rodea el proceso interno y a su organización, así como definir situaciones de incertidumbres en el contexto de la producción agropecuaria; luego establecer acciones estratégicas para contrarrestarlos orientando hacia la multiplicidad de objetivos y a la organización, manejando el contexto en función de valores futuros sobre soluciones acertadas. Dicha óptica permitirá confrontar la visión burocrática con la información directa, por lo que esta actividad debe desarrollarse directamente en el campo, buscando el consenso con los involucrados.

26 Seguimiento y Evaluación -PRODECOP Fundación CIARA. E- mail: [email protected]

El alcance de la conceptualización de la planificación estratégica y el desarrollo rural se fundamenta en la evaluación de los factores

internos y externos del sistema de producción a través de la Matriz FODA, como medio para definir línea base de identificación

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258 Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

de prioridades y opciones de intervención, formulando las estrategias siguientes: Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas y finalmente, definición de Acciones Estratégicas, en correspondencia con la Visión. Formulación de estrategias La formulación de estrategias incluye: el establecimiento de la Visión, la identificación de las Debilidades, Fortalezas, Oportu- nidades y Amenazas, y las Acciones Estratégicas en correspondencia con la Visión del Sistema de Producción. Es importante señalar, que para la formulación de las estrategias es necesario la opinión de todos los involucrados utilizando el método del consenso. El Consenso: Es el consentimiento unánime y la palabra consentimiento como la acción y efecto de permitir, autorizar, tolerar y admitir. Es decir, la obtención del consentimiento o acuerdo mutuo, voluntariamente. El consenso requiere que todos los que van a participar en la toma de decisiones, discutan los puntos de vistas hasta que estén de acuerdo con la solución. Los objetivos del consenso son:

• Eliminación del sentido de nosotros contra ellos o nosotros nos beneficiamos, ellos no. • Alcanzar una decisión donde todos ganan o de que yo me beneficio tu te beneficias. • Que todos se sientan como dueños de su decisión. Por lo general la decisión tomada por consenso es mejor que la conseguida por votación, persua- sión (poder minoritario), concesión o compromiso. La aceptación de una decisión, y su ejecución por aquellos involucra- dos, siempre es mejor cuando se consigue por consenso. Formulación de la Visión. El alcance de las aspiraciones de las comunidades y organizaciones para transformar el futuro, identificando el proceso para alcanzar los productos, mercados, desarrollo organizacional y humano, hasta los estándares de vida de las comunidades, permite enmarcar el concepto de Visión de la manera siguiente: Visión: Es la percepción de los actores de una organización, comunidad o proyecto, de lo que aspiran y confían para el porvenir, considerando su viabilidad, identidad, compromiso y proyec- ción.

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Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

259

Una Visión debe guardar relación y coherencia con los valores de la gente. La Visión se transforma en fuerza viviente, cuando la gente cree de veras que puede transformar el futuro. Características generales: • Expresa una aspiración de la

comunidad, dando un sentido claro de lo que el equipo acuerde que la organización o el sistema de producción lleguen a ser.

• Describe un cambio en el sistema de producción o en la organización que motiva a la comunidad, en forma plausible y alcanzable, hacia el logro de los objetivos.

• Es obtenible en un espacio de tiempo especifico.

Elementos de la Visión: • Panorama de futuro: el

entorno regulatorio, económi- co y competitivo en el cual se competirá.

• Marco competitivo: lugares, procesos y rubros con los cuales se competirá.

• Objetivos fundamentales: descripción de lo que se espera lograr y con ello evaluar su éxito en el futuro.

• Fuentes de ventajas competitivas: descripción de las habilidades que se

desarrollarán para alcanzar la visión.

Impacto de una Visión efectiva: § Permite tomar decisiones

estratégicas coherentes y apunta a un objetivo común.

§ Rompe el pasado al establecer un nuevo fundamento competitivo

§ Cohesiona los equipos para generar motivación y sentido de urgencia

§ Enfoca los esfuerzos hacia una meta especifica y conocida.

Importancia de fijar una Visión La clave del éxito es poseer objetivos claros, saber lo que se quiere en el futuro, es tener la sensación de control del futuro y tener planes en un tiempo determinado. La clave es la visión clara y positiva para el futuro. Cuando visualizamos nuestro futuro en forma compartida, permitiendo que todos los estratos del proceso participen mediante el consenso, entendemos que debemos dar el todo por el todo, ya que nadie lo hará por nosotros. En este orden de ideas, se presenta un ejemplo de visión, para las unidades de producción del sistema de la región andina:

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260 Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

Sistema de producción de rubros hortofrutícolas ecológicos y competitivos, de alta eficiencia, productividad y rentabilidad, en armonía con las condiciones agroturísticas de la región, con tecnología de bajo impacto ambiental, que garantice el compromiso de su aplicación de todos los relacionados en el sistema y su entorno, para que se establezca la sostenibilidad y sustentabilidad; todo lo cual garantizará el mantenimiento del óptimo estándar de vida de la población con equidad y género, de las generaciones futuras. Análisis de los Factores que determinan el FODA: Los factores que determinan la situación del sistema de producción o de la organización para el momento del diagnóstico son: los Internos representados por las Fortalezas y Debilidades y los externos por las Oportunidades y Amenazas. Análisis de los Factores Internos: Los sistemas de producción y cualquier organización deben seguir estrategias apoyándose en las Fortalezas, sacándoles provecho.

Fortalezas: Se define a los aspectos positivos que existan al momento del diagnóstico dentro del sistema de producción ó de la organización, que pueden producir ventajas para su consolidación, si se utilizan adecuadamente. Como ejemplo del sistema de producción de la región andina, se presentan las Fortalezas siguientes: 1. Rotación de cultivos con

rubros de mediana perecibi- lidad (papa, ajo y zanahoria).

2. Alta capacidad financiera. 3. Sistema de riego propio y

adecuado. 4. Tradición agrícola. 5. Vías de comunicación. 6. Deseo de mantenerse en la

zona. 7. Buena ubicación de las

fincas. Formulación de Debilidades Dentro de los componentes de los sistemas de producción o de la organización deben seguirse estrategias que efectivamente mejoren las debilidades exis- tentes. Debilidades: Se define a las restricciones o deficiencias que existen dentro

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Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

261

del sistema de producción o de la organización, que pueden ser corregidas en función de sus objetivos. Continuando con el ejemplo del sistema de producción del área andina, se presenta las Debilidades, siguientes: 1. Falta de interés de las

comunidades en recibir extensión agrícola.

2. Sistemas de producción altamente contaminante.

3. Uso y manejo irracional de plaguicidas.

4. Incidencia de plagas y enfermedades en los cultivos horto-frutícolas.

5. Deficiente sistema contable. 6. Escasa participación de la

mujer en las decisiones de los procesos productivos.

Luego de lograr el consenso de las fortalezas y las debilidades, se establece la matriz de evaluación de los factores internos: Matriz de Evaluación de Factores Internos (MEFI) • Para estudiar y priorizar los factores involucrados, se plantea elaborar la matriz de evaluación de los factores internos de acuerdo a los pasos siguientes:

• Representación en la matriz, de las Debilidades y Fortalezas claves que se diagnosticaron por consenso. • Asignación de puntuaciones que vayan desde 0 hasta 1, el factor de menor importancia se coloca cero (0) y el de mayor importancia uno (1). Luego se distribuye la cuota de porcentajes de acuerdo a su importancia hasta llegar a 1. Los factores considerados como de mayor importancia en el rendimiento deben recibir ponderaciones altas. Luego se totalizan y el resultado se clasifica de acuerdo a la escala, que se muestra a continuación: • Clasificación de las Debilidades del 1 al 4 según su importancia: 1 más importante, 2 relativamente importante, 3 menos importante y 4 poco importante. Para las Fortalezas utilice la clasificación del 5 al 9: 5 poco importante, 6 medianamente importante, 7 importante, 8 muy importante y 9 demasiado impor- tante. • Obtenga el resultado total pon- derando de la siguiente manera: multiplique la ponderación de cada factor por la clasificación. • Sume todos los resultados del total ponderado e interpretelo de la manera siguiente:

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262 Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

Interpretación de los resultados de la Clasificación de los Factores Internos (Fortalezas y Debilidades). - Menor de 5 puntos, el sistema de producción o la organización tiene problemas y deben ser atacadas sus debilidades. Igual a 5 puntos o cerca de 5, el sistema de producción o la organización se encuentra en el promedio de su posición estratégica. - Mayor de 5 puntos y más cerca de 9, el sistema de producción o

la organización goza de buena salud. Se presenta un modelo continuando con el ejemplo anterior del sistema de pro- ducción del área andina. De acuerdo a la descripción metodológica MEFI, para priorizar debilidades y fortalezas, se asignará a las importantes la puntuación de uno (1) y a las menos importantes cero (0), como se presenta en la Matriz siguiente:

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Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

263

Cuadro 1. Matriz de prioridades simples internas

Factores

1 2 3

4

5 6 7 8 9 10 11 12 T C Clasificación

1.Rotación de cultivos (F)

1 x 1 1 1 1 1 1 1 0 0 0 1 8 8 Muy importante

2.Alta Capacidad fin anciera F)

2 0 x 1 1 0 0 1 1 1 1 1 1 8 8 Muy importante

3.Sistema de riego adecuado (F)

3 0 0 x 0 0 0 1 1 1 1 1 1 6 7 Importante

4.Tradición agrícola (F)

4 0 0 1 x 1 0 1 1 1 1 1 1 8 8 Muy importante

5.Vias de comunicación (F)

5 0 1 1 0 x 0 1 0 0 0 0 1 4 6

Medianamente importante

6.Arraigo en la zona (F)

6 0 1 1 1 0 x 1 1 0 0 0 1 6 7 Importante

7.Buena ubicación de la finca (F)

7 0 0 0 0 0 0 x 0 0 0 0 0 0 5 Poco importante

8.Falta de interés por la extensión agrícola (D)

8 0 0 0 0 1 0 1 x 1 1 1 1 6 2 Relativamente importante

9.Producción contaminante (D).

9 1 0 0 0 1 1 1 0 x 1 1 1 7 1 Más importante

10. Uso irracional de Plaguicidas (D)

10 1 0 0 0 1 1 1 0 0 x 1 1 6 2 Relativamente importante

11.Plaga y enfermedades en cultivos (D)

11 1 0 0 0 1 1 1 0 0 0 x 1 5 3 Menos importante

12. Deficiente sistema contable (D)

12 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 x 1 4 Poco importante

T= Total C= Clasificación: Debilidades: 1 Muy Importante, 2 relativamente importante, 3 menos importante, 4 poco importante. Fortalezas: 9 Demasiado Importante, 8 Muy importante, 7 importante, 6 medianamente importante, 5 poco importante.

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264 Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

Cuadro 2. Matriz de Evaluación de Factores Internos (MEFI)

Factor Ponderación Clasificación Resultado

1.Rotación de cultivos (F) 0.14 8 1.12

2.Alta Capacidad financiera (F) 0.14 8 1.12 3.Sistema de riego propio y adecuado (F) 0.11 7 0.77 4.Tradición agrícola (F) 0.14 8 0.12 5.Vias de comunicación (F) 0.11 6 0.77 6.Deseo de mantenerse en la zona (F) 0.08 7 0.56 7.Buena ubicación de la finca (F) 0.03 5 0.15 8.Falta de interés por la extensión agrícola (D) 0.05 2 0.10 9. Sistema de producción altamente contaminante (D). 0.02 1 0.02 10. Uso irracional de plaguicidas (D) 0.05 2 0.10 11. Incidencia de plagas y enfermedades (D) 0.05 3 0.15 12. Deficiente sistema contable (D) 0.08 4 0.32 Total 100 61 5.30

El resultado total ponderado de los factores internos (5.30) indica que su posición en general se encuentra en promedio de la posición estratégica. Análisis de los Factores Externos. Los factores externos que influyen en el sistema de producción o en la organización, se definen como oportunidades y amenazas, los cuales deben diagnosticarse para determinar sus efectos en el proceso de producción y en el bienestar de las comunidades. Formulación de Oportunidades. Las oportunidades hay que diagnosticarlas en consenso de todos los involucrados del sistema de producción y la organización, con la finalidad de

plantearse acciones estratégicas que permitan aprovechar las oportunidades y generar siner- gias en los procesos internos del sistema de producción y de la organización. Oportunidades: Definida como los elementos externos al sistema de producción o a la organización, los cuales están fuera de control e influencia, pero pueden ser aprovechados en función de sus objetivos. En este sentido se continúa con el ejemplo del sistema de producción de la región andina, para representar las oportuni- dades: 1. Condiciones climáticas ópti-

mas.

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Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

265

2. Fuente de agua en la finca suficiente, tanto para la comunidad como para la producción.

3. Presencia de servicios básicos comunitarios.

4. Zona turística. 5. Demanda de la producción. Formulación de Amenazas. Es importante también diag- nosticar las Amenazas en consenso con los involucrados del sistema de producción y la organización, con la finalidad de estudiar sus implicaciones en los procesos productivos y en el bienestar de la comunidad y luego definir las acciones estratégicas para minimizar las amenazas y aprovechar las oportunidades hacia el logro de los objetivos. Amenazas: Definida como los elementos externos adversos al sistema de producción y a la organización y sobre los cuales no se posee control alguno, pero pueden preverse. Continuando con el ejemplo del sistema de producción del área andina, se presenta las amenazas:

1. Deficiente servicio de extensión agrícola en la región.

2. Deficiencia del recurso de agua en el entorno.

3. Erradas políticas agrícolas del Estado.

4. Ausencia de transferencia de tecnologías alternativas.

5. Altos niveles de inflación encarecen costos de insumos y de producción.

6. Confrontación de las fuerzas vivas locales con los organismos para la aplicación de las leyes ambientales.

Luego de definida mediante consenso las oportunidades y amenazas, se jerarquizan utilizando la Matriz de Evaluación de Factores Externos (MEFE). Matriz de Evaluación de Factores Externos (MEFE). La Matriz de Evaluación de Factores Externos al sistema de producción y a la organización esta representada por las Oportunida- des y las Amenazas. Estas se analizan y jerarquizan en forma concertada siguiendo los pasos que se presentan a continuación: • Presentar en la matriz las

Oportunidades y las Amena- zas.

• Jerarquizar asignando una puntuación de cero (0) a los

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266 Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

de menor importancia y uno (1) a las de mayor importancia.

• Ponderar la sumatoria de las puntuaciones de las Oportunidades y Amenazas. Los factores considerados de mayor impacto e importancia deben corresponderse con ponderaciones altas. La suma de dichas ponderaciones debe totalizar 1.

• Clasificar las Amenazas del 1 al 4 según la importancia, 1 más importante, 2 relativamente importante, 3 menos importante, y 4 poco importante. Para las Oportunidades utilizar la clasificación del 5 al 9: 5 poco importante, 6 medianamente importante, 8 muy importante y 9 demasiado importante.

• Obtener el resultado total ponderado, multiplicando la ponderación por cada factor de la clasificación.

Sume el resultado total ponderado e interprételo de la siguiente manera: Interpretación de los resultados de la Clasificación de los Factores Externos (Oportunidades y Amenazas) • Menor de 5 puntos, el sistema

de producción o la organización tiene problemas y deben considerarse sus amenazas para minimizarlas

• Cerca de 5 puntos, el sistema de producción o la organización se encuentra en el promedio de su posición estratégica.

• Mayor de 5 puntos y cerca de 9, el sistema de producción o la organización goza de buena salud.

Continuando con el ejemplo del sistema de producción del área andina, se presenta un ejemplo de matriz de prioridades simples externas:

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Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

267

Cuadro 3. Matriz de Priorización de Factores Externos (MEFE)

Factores

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 T C

Clasificación

1. Condiciones climáticas optimas (O)

1 X 0 0 1 0 0 1 1 1 1 0 1 6 6 Medianamente importante

2. Fuente de agua disponible en la finca (O)

2 1 X 1 1 0 1 1 0 1 1 1 1 9 8 Bastante importante

3. Presencia de servicios comunitarios(O

3 1 0 X 1 0 1 1 1 1 1 0 1 8 7 Importante

4. Zona turística (O)

4 0 0 0 X 0 1 1 0 0 0 0 0 2 5 Poco importante

5. Demanda de producción (O) 5 1 1 1 1 X 1 1 1 1 1 0 1 10 9

Muy importante

6. Existencia de Instituciones de apoyo a la producción (O)

6 1 0 0 0 0 X 0 0 0 0 0 0 1 5 Poco importante

7. Deficiente servicio de extensión (A)

7 0 0 0 0 0 1 x 0 0 0 0 0 1 4 Poco importante

8. Deficiencia de servicio de agua en el entorno (A)

8 0 1 0 1 0 1 1 x 1 0 0 1 6 2 Relativamente importante

9. Erradas políticas del estado (A)

9 0 0 0 1 0 1 1 0 x 0 1 1 5 3 Menos importante

10. Ausencia de tecnologías alternativas (A)

10 0 0 0 0 0 1 1 1 1 x 0 0 4 3 Menos importante

11. Altos niveles de inflación encarecen costos de producción (A)

11 1 0 1 0 1 1 1 1 0 1 x 1 8 1 Muy importante

12.Confrontación entre las fuerzas vivas locales y los organismos para la aplicación de las leyes ambientales (A)

12 0 0 0 1 0 1 1 0 0 1 0 4 3 Menos importante

T= Total C= Clasificación Amenazas (A): 2 Muy importante, 2 relativamente importante, 3 menos importante, 4 poco importante Oportunidades (O): 5 Poco importante, 6 medianamente importante, 8 bastante importante y 9 muy importante.

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268 Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

Para evaluar las prioridades externas (Oportunidades y Amena- zas) se realiza la Evaluación de

Factores Externos (EFE) como se presenta en la matriz siguiente:

Cuadro 4. Matriz de Evaluación de Factores Externos (MEFE)

Factor Ponderación Clasificación Ponderación Total

1. Condiciones climáticas óptimas (O)

0.10 6 0.6

2. Fuente de agua disponible (O)

0.14 8 1.12

3 . Presencia de servicios básicos comunitarios(O)

0.13 7 0.91

4. Zona turística (O)

0.09 5 0.45

5. Demanda de producción (O)

0.16 9 1.44

6. Existencia de Instituciones de apoyo a la producción y extensión (O)

0.09 5 0.45

7. Deficiente servicio de extensión (A) 0.08 4 0.32

8. Deficiencia de servicio de agua en el entorno (A)

0.04 2 0.08

9. Erradas políticas del estado (A) 0.05 3 0.15

10. Ausencia de tecnologías alternativas (A)

0.05 3 0.15

11. Altos nivelen de inflación encarecen costos de producción (A)

0.02 1 0.02

12. Confrontación entre las fuerzas vivas locales y los organismos para la aplicación de las leyes ambientales (A)

0.05 3 0.15

Total 1.00 53 5.84

El valor ponderado (5.84) indica que el sistema de producción se encuentra en el promedio de la posición estratégica en los factores externos (Oportunidades y Amenazas).

Con los resultados de la evaluación de los factores internos y externos del sistema de producción o de la organización, se determina la situación en forma integral interno-externo (fortalezas y

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Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

269

oportunidades, además de las debilidades y las amenazas) mediante la elaboración de la Matriz interna-externa. Matriz Interna- Externa Se fundamenta en evaluar los factores internos y externos del sistema de producción o de la organización en una matriz donde se distingue: • En el eje horizontal (x), se plotea los resultados totales ponderados de los factores internos (MEFI), en una escala del 1 al 9, de derecha a izquierda, de tal forma que en el extremo derecho se ubica el menor valor (1) y en el extremo izquierdo el mayor (9). Esta escala se divide en tres (3) partes iguales, clasificadas en débil, promedio y fuerte. Así, de 1 al 2.99 débil, de 3 a 5.99 promedio y de 6 a 9.00 alto. • La matriz se divide en tres regiones de diferente significado: • La parte correspondiente a la esquina superior izquierda formada por los cuadriláteros I, II y IV, tiene como significado: crezca y desarróllese. Las acciones estratégicas intensivas

o de integración, son las recomendaciones para alcanzar los objetivos y productos, como serian: penetración en el mercado, desarrollo de mercados y desarrollo de productos; finalmente se recomienda la integración horizontal de todos los entes y sectores involucrados. • Una segunda región integrada por los cuadriláteros III, V y VII, ubicados diagonalmente cuyo significado es resista. Las acciones estratégicas serían: penetración en el mercado y desarrollo de productos. • La tercera región ubicada en la esquina inferior derecha, representada por los cuadri- láteros VI, VIII y IX, significando: coseche o elimine. • Para su comprensión se presenta el ejemplo del sistema de producción del área andina en la matriz que se muestra a continuación: • Al graficar los factores internos-externos, se ubica en el cuadrilátero V, que significa resista y las estrategias más apropiadas serian: penetración en el mercado y desarrollo de productos.

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270 Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

Cuadro 5. Matriz de Evaluación Interna – Externa

FACTORES INTERNOS

9 Fuerte 6

I

5.99 Promedio 3 II

2.99 Débil 1

III

5.99

M e d IV i o 3

(MEFI: 5.30 MEFE: 5.84 )

V

VI

2.99

B A j VII o 1

VIII

IX

Formulación de estrategias La formulación de estrategias se fundamenta en el análisis de los factores internos y externos del sistema de producción o de la organización, a través de la matriz DOFA (debilidades,

oportunidades, fortalezas y amenazas). Matriz FODA. Es una matriz de tres partes que entrecruza los factores externos por la parte vertical y los internos por la parte horizontal. Para

F A C T OR E S E X T E R N OS

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Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

271

generar las estrategias necesarias, se confrontan las debilidades con las amenazas resultando las estrategias (DA) que permitirán eliminar las debilidades y eludir las amenazas. Al confrontar las fortalezas con las amenazas resultan las estrategias (FA), que

permitirán hacerle frente a las amenazas soportándose en las fortalezas. Al relacionar las debilidades con las oportuni- dades resultan las estrategias (FO) para generar sinergias en el sistema de producción o en la organización.

Cuadro 6. La Matriz FODA

Debilidades

1. Falta de interés de las comunidades en recibir extensión agrícola. 2. Sistemas de producción altamente contaminante. 3. Uso y manejo irracional de plaguicidas 4. Incidencia de plagas y enfermedades en los cultivos horto-fruticolas. 5. Deficiente sistema contable.

6. Escaso participación de la mujer en las decisiones de los procesos

productivos

Fortalezas 1. Rotación de cultivos

con rubros de mediana perecibilidad (papa, ajo y zanahoria).

2. Alta capacidad financiera. 3. Sistema de riego propio y

adecuado 4. Tradición agrícola. 5. Vías de comunicación 6. Deseo de mantenerse en la zona 7. Buena ubicación de las fincas.

Amenazas

1. Deficiente servicio de extensión agrícola en la región. 2. Deficiencia

disponibilidad del recurso de agua en el entorno.

3. Erradas políticas agrícolas del Estado. 4. Ausencia de transferencia de tecnologías alternativas. 5. Altos niveles de inflación encarecen costos de insumos y de producción. 6. Confrontación de las fuerzas vivas locales con los organismos para la aplicación de las leyes ambientales.

Estrategias DA (1,2,3)-(1,3,6)Instalación de unidades demostrativas con el apoyo de los organismos involucrado con el sector para la demostración de paquetes tecnológicos de manejo integrado de cultivos y divulgación de los resultados por medios de comunicación masiva, para motivar a los productores de la zona. (2)-(5) Diversificación de la producción con criterio de sustentabilidad y sostenibilidad (1,2,3,4)-(1,2) Establecer acciones de capacitación y motivación, que fomenten la concientización de manejo de los sistemas de producción con criterio de sostenibilidad.

Estrategias FA

1,2,3,4)-(5,2) Extender tecnologías no contaminantes y diversificación de la producción para generar valor agregado aprovechando la tradición agrícola y la rotación de cultivos.

Oportunidades 1. Condiciones climáticas

óptimas 2. Fuente de agua suficiente

tanto para la comunidad como para la producción.

3. Presencia de servicios básicos comunitarios.

4. Zona turística. 5. Demanda de la producción.

Estrategias DO (2)-(1,2) Diversificar la producción utilizando prácticas agronómicas no contaminantes, aprovechando el agua disponible en la finca, las óptimas condiciones climáticas y la alta demanda de la producción.

Estrategias FO (1,2,3)-(1,2,3)Establecimiento del manejo integrado de plagas aprovechando la experiencia de los productores (2,3,4)-(1,2,4,5)Establecimiento de cultivos orgánicos diversificados, aprovechando la demanda de productos.

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272 Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

Desglose de Estratégias Las estrategias que resultaron de la Matriz FODA, se desglosan en planes operativos y se definen responsabilidades así como la forma de ejecución (tiempo, recursos y paquete tecnológico a ser desarrollado) con la finalidad de desarrollar el proceso que permitirá el logro de los productos, objetivos y beneficios.

Bibliografía FRED, David. La Gerencia Estratégica, Colombia. Editorial LEGIS, 1998. GONZALEZ, Caston. Curso de Planificación Estratégica y Tecnología de Información. IESA, Abril 1994. STEINER, George. Planificación Estratégica, Editorial Continental, Méjico. 1996. KOFMAN, FRED David. Alta Gerencia Estratégica para la Administración. Editorial Diana, Méjico, 1999.

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Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

273

Matriz de indicadores para la evaluación a partir de la línea base.

Alvaro Guerra27.

Introducción En términos generales, el proceso de evaluación consiste en un ejercicio de análisis de pertinencia, eficacia, eficiencia e impacto de un determinado programa, proyecto, política o actividad, a la luz de sus objetivos específicos. Así, la evaluación recopila la información relevante para el análisis desde la perspectiva de los distintos objetivos propuestos (ecológicos, sociales, económicos, sostenibilidad, competitividad, seguridad alimentaria, etc). UNICEF, 1991. En el caso de la evaluación de los proyectos de sostenibilidad agrícola, la meta consiste en cuantificar (medir) el impacto del manejo (tecnología) sobre el estado de los recursos naturales, de los procesos determinantes de la productividad agrícola y la calidad ambiental (Lal, 1994). La utilidad del uso del enfoque matricial en la selección de indicadores que permitan evaluar ese impacto o cambio ocasionado por los efectos de una determinada actividad o proyecto sobre el estado inicial o línea base de un agroecosistema (situación sin proyecto), radica en la capacidad de incluir o combinar todos los aspectos importantes a considerar en el análisis (multiplicidad de criterios) para su evaluación.

27 Investigador. Unidad de Economía. Fundación para la Investigación Agrícola Danac. San Javier, estado Yaracuy. E- mail: [email protected]

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274 Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

En este sentido, el propósito de esta presentación se centra en la construcción y evaluación de una matriz como herramienta para la selección de indicadores multi- dimensionales que permitan evaluar el impacto de proyectos, a partir una línea base, en el marco metodológico de la formulación y evaluación de proyectos o del ciclo de proyectos. A. El ciclo del proyecto. Proyecto Puede considerarse un paquete discreto de inversiones, insumos y actividades diseñado con el fin de eliminar o reducir varias restricciones al desarrollo, lograr uno o diversos productos, en términos del aumento de la productividad y del mejoramiento de la calidad de vida de un grupo de beneficiarios dentro de un determinado espacio de tiempo (Colin, 1982). Un proyecto surge de la identificación de necesidades. Su bondad depende de su eficiencia y efectividad en la satisfacción de tales necesidades, teniendo en cuenta el contexto social, económico, cultural, ambiental y político.

Elementos que delimitan un proyecto Objetivos: actividades a realizar para cumplir con los objetivos (metodología). Ubicación espacial. Ubicación temporal. Beneficiarios. Etapas del ciclo del proyecto La comprensión del ciclo de proyectos es fundamental para poder ubicar la evaluación dentro del conjunto de actividades a realizar (Mokate, 1998). Compren- de básicamente tres etapas: I. Formulación y evaluación ex - ante. Está comprendida entre el momento en que se tiene la idea del proyecto y la toma de decisión de iniciar la inversión. Comprende cuatro fases: Identificación: Conformada por la idea del proyecto; el diagnóstico de la situación sin proyecto; la definición u optimización de la situación base (línea base) y la definición de los objetivos específicos del proyecto.

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Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

275

Perfil (planteamiento de Alterna- tivas): Formulación de alternativas y análisis de viabilidad técnica, legal, institucional y organiza- cional. Prefactibilidad: Profundización del análisis y homogeneización del estudio de las alternativas identificadas. Como parte de las herramientas de decisión, en esta fase suele efectuarse la declaración de los efectos del proyecto sobre las variables ambientales y socio- económicas, así como la definición de los indicadores (matriz de indicadores) que permitan medir la magnitud de los cambios por dichos efectos. Con base en los diversos estudios, entonces se define la alternativa óptima. Factibilidad (anteproyecto definitivo): Definición detallada de los aspectos técnicos y cronograma de actividades. En caso necesario se podría recomendar la reprogramación de inversiones o el sobredimensionamiento del proyecto, sujeto a la revisión del cambio en los beneficios y costos cuantificados y no cuantificados.

Una vez definidos los posibles resultados, se elaborará el informe de evaluación que se presentará al inversionista para la toma de decisión. II. Ejecución y seguimiento. Está comprendida entre el momento en que se inicia la inversión y el momento en que se liquida o deja de operar el proyecto. Comprende dos fases: Diseño definitivo: Contratación de diseños definitivos y actualización de presupuestos. Elaboración de informes de presupuesto y de solicitud de financiamiento, acorde con el requerimiento de recursos. En esta fase los evaluadores técnicos simplemente revisan las bases del diseño y analizan los costos del proyecto con el apoyo de los evaluadores financieros. La evaluación económica, social, ecológica y agronómica se limitará a verificar que lo definido en el anteproyecto se cumpla.

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276 Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

Montaje y operación28: La evaluación en esta fase se caracteriza por trabajar con información verificable en el momento, por lo que se asocia con la evaluación ex - post; permite realizar pequeños ajustes al diseño y ejecución del proyecto, a fin de garantizar el cabal cumplimiento de las actividades programadas y el logro de los objetivos. Convencionalmente se divide en dos sub - fases: montaje - construcción y operación III. Evaluación ex - post. Evalúa hasta dónde el proyecto ha funcionado de acuerdo con lo programado y en qué medida ha cumplido sus objetivos. La evaluación busca cuantificar el impacto efectivo, positivo o negativo del proyecto; verificar la

28 En el proceso evaluativo durante esta etapa se distingue entre monitoreo y evaluación: Monitoreo o seguimiento: como la supervisión periódica de la ejecución de actividades que busca establecer el grado en el cual la entrega de insumos, horarios de trabajo, otras acciones requeridas y productos esperados cumple con lo anticipado, para tomar acciones oportunas que permitan rectificar las deficiencias detectadas (UNICEF, 1991). Evaluación: como un ejercicio de análisis de pertinencia, eficacia, eficiencia e impacto de un programa, proyecto, política o actividad en particular, a la luz de sus objetivos específicos. Así, la evaluación recopila la información relevante para el análisis desde la perspectiva de los objetivos ambientales, sociales, económicos, etc (UNICEF, 1991).

coincidencia de las labores ejecutadas con las programadas; identificar los aspectos fallidos y "explicar" las causas que los crearon; y también indaga sobre los aspectos exitosos, con el fin de reproducirlos en futuros proyectos. La aplicación sistemática de la evaluación ex - post agregaría mucho valor a la formulación y evaluación de proyectos futuros, tanto porque permite identificar las prácticas exitosas como también porque arroja información sobre causas, efectos, costos y beneficios que podría ser valiosa para las evaluaciones ex - ante de futuros proyectos. B. Matriz para la selección de indicadores Indicador En términos generales, un indicador es un instrumento de apoyo para la toma de decisiones; es decir, provee información sobre los impactos pasados y futuros derivados de las decisiones tomadas. Así mismo, un indicador puede consistir de una o varias variables o de un índice (Müller, 1996). Por qué el enfoque de los indicadores

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Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

277

En general, se acepta que la sostenibilidad de los agroecosistemas incluye el mantenimiento potencial de la producción del sistema. Sin embargo, no existe un consenso sobre el grado en el cual se deben mantener los recursos naturales básicos en relación con el suelo y la biodiversidad. En consecuencia los grandes esfuerzos, en la actualidad, están dirigidos a la necesidad de vigilar por el acervo de los recursos naturales (tasa de extracción < tasa de reposición). Algunas vías para llegar a ello pueden considerar el uso de: (1) inventarios de recursos; (2) análisis de impactos ambientales de las tecnologías, utilizando medidas cuantitativas o cualitativas; (3) uso de modelos ecológicos y económicos; y (4) uso de indicadores ambientales. El análisis de impactos cualitativos es útil cuando la atención se concentra en los aspectos ambientales relacionados con el desarrollo de nuevas tecnologías, proyectos o políticas. La aplicación de los modelos económicos y ecológicos está restringida, muchas veces, por la calidad y la cantidad de datos necesarios para su análisis. Mientras que, los indicadores tienen mayor aplicación, permitiendo la integración de las

dimensiones ecológica, económica y social a diferentes escalas o niveles jerárquicos (Kerridge, 1997). Pueden ser ajustados a las condiciones específicas de un sistema y al diseño de modelos para evaluar variables asociadas y predecir valor de los indicadores. También pueden utilizarse como base para el diseño de modelos ecológico - económicos y análisis de impacto ambiental. La evaluación del sistema y el diseño de la matriz de indicadores. La consideración de los recursos29 de un agroecosistema en términos de sus propiedades (productividad, estabilidad, resiliencia y equidad)30 y las dimensiones de la sostenibilidad (ecológica, econó- mica y social); y el comportamiento de dicho sistema en términos de indicadores que describan el cambio en el estado de los procesos, deben ser aspectos prioritarios a considerar en la

29

Incluyen elementos como el agua, el suelo, el aire, fauna, flora, capital humano, recursos financieros y aspectos estéticos del paisaje. 30 Productividad, por unidad de recurso empleado. Estabilidad, o variabilidad de producción en el tiempo. Resiliencia, o capacidad del sistema de mantener o recuperar la productividad después de una situación de estrés o shock. Equidad, o la forma como se comparten los beneficios y costos de producción.

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278 Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

formulación y evaluación de los proyectos agrícolas sostenibles. De estas propiedades, la productividad es la más importante en la dimensión económica, la resiliencia en la ecológica y la equidad en la social. Las interrelaciones entre estas propiedades y dimensiones pueden ser descritas a través de una matriz para la selección de los indicadores que permitan medir los impactos bajo estos criterios, a

distintos niveles jerárquicos como se muestra en el Cuadro 1. En este caso, sólo se evalúa el comportamiento del sistema como único elemento, sin embargo, en la evaluación pueden considerarse otros elementos como el suelo, el agua, la flora, la fauna, los recursos financieros y humanos (Kerridge, 1997). Algunos indicadores utilizados en estos casos se ilustran en la matriz del Cuadro 2.

Cuadro 1. Indicadores que pudieran utilizarse a nivel de finca y cuenca para evaluar el impacto de proyectos agrícolas sostenibles.

DIMENSIÓN ECOLÓGICA ECONÓMICA SOCIAL

PROPIEDAD/NIVEL

CUENCA FINCA CUENCA FINCA CUENCA

PRODUCTIVIDAD

Producción regional total. Producción/ha de cultivo o ganado.

Productividad agrícola: - leche y carne. - cultivos, frutos. - madera.

Margen bruto/ha en diferentes cultivos. Salarios de trabajadores.

Factor total de productividad. Margen bruto/ha. Ingreso/día de mano de obra familiar.

Ingreso del Productor en la finca.

ESTABILIDAD

Fluctuación anual de la producción de cultivos y ganado.

Fluctuación en la disponibilidad forrajera y producción: - mensual. - anual.

Fluctuación de los ingresos provenientes de productos agrícolas

Variación en el ingreso por cultivos, en relación con el precio de los productos e insumos.

Fluctuación del ingreso del productor en la finca.

RESILIENCIA

Relación entre capacidad de uso de la tierra y el uso actual. Porcentaje de tierra con medidas adecuadas de conservación de suelos.

Proporción de la finca sembrada con árboles y leguminosas. Perdida de especies útiles o invadidas por malezas después de un evento de estrés.

Insumos externos como proporción del total de insumos.

Insumos externos como proporción del total de insumos. Proporción de ingresos (animal, ganado), respecto al total de ingresos.

Gastos familiares por año en educación y salud.

EQUIDAD

Porcentaje de agricultores con acceso a caminos

Participación de ingresos entre agricultores e intermediarios.

Prioridad para uso de ingreso por diferentes miembros.

Coeficiente de ingresos generados por el productor en la propia finca.

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Cuadro 2. Algunos indicadores que pudieran utilizarse para medir el impacto de proyectos agrícolas sobre la sostenibilidad de los elementos suelo, recursos financieros y humanos a nivel de fincas.

PROPIEDAD

DIMENSIÓN

ECOLÓGICA ECONÓMICA SOCIAL

ELEMENTO

Suelo

Recurso

Financiero

Recurso humano Suelo

Recurso

Financiero

Recurso humano Suelo

Recurso

Financiero

Recurso Humano

PRODUCTIVIDAD

- % de Materia Orgánica.

Disponibilida de nutrientes (kg/ha)

Rendimiento por unidad de nutriente

Productividad física del trabajo (PFT).

Productividad monetaria por unidad de nutriente (PMS).

- Relación Benefico/costo (RBC). - Tasa interna de retorno.

Productividad monetaria del trabajo (PMT).

ESTABILIDAD

Variación en el contenido de materia orgánica (%).

Variación en la PFT

Variación de la PMS

Variación en la RBC

Variación en la PMT.

RESILIENCIA

Profundidad de la capa arable del suelo (cm)

Grado de degradación visible del suelo.

Grado de contaminación

Acumulación de capital (Bs/año). Deuda en Bs/ha de tierra cultivada. Deuda en Bs/ adulto miembro de la familia.

Nivel de educación del agricultor.

EQUIDAD

Fuente: Adaptado de Müller (1996). Al momento de iniciar el proyecto se debe disponer de información básica (evaluación e indicadores ex - ante) que permita, posteriormente, evaluar los cambios o el impacto del proyecto (evaluación e indicadores ex - post), ya sea a nivel de finca, agroecosistema, región o país. Esto, necesariamente, obliga a la recolección y sistematización de

la información en bases de datos; y a la evaluación de los indicadores relevantes, bajo los criterios seleccionados económicos, sociales y ecológicos). Entonces, a partir de la definición del estado inicial o línea base del sistema (situación sin proyecto), se podrán describir los cambios generados a diferentes escalas o niveles

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280 Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

jerárquico en una situación con proyecto. Es necesario elaborar la matriz para seleccionar los indicadores preliminares que serán evaluados en el tiempo, antes de iniciar la etapa de ejecución y seguimiento del proyecto o antes de introducir un cambio tecnológico en la finca. Cuya necesidad de cambio, debe ser un objetivo del diagnostico a fin de definir las estrategias de inversión, capacitación y transferencia de tecnologías que se requieran. Es claro que las evaluaciones de impacto (evaluación ex - post), en cualquier proyecto deben ser establecidas previamente y no esperar hasta el final del proyecto para realizarlas, o hacerlas cuando aparezca la solicitud de evaluación del impacto. Es necesario cerrar el ciclo del proyecto con la retroalimentación de la información y, reflexionar sobre los aspectos exitosos y fallidos. Se debe tener presente que este tipo de evaluación es un elemento clave en el mejoramiento continuo de proyectos.

Proceso para la determinación de indicadores: En el proceso de selección de indicadores, lo más importante es identificar los posibles impactos que se quieren alcan- zar con el proyecto, es decir, en lo ecológico, económico y social. Esto, necesariamente, implica conocer sobre qué factores internos se está o se pretende hacer presión, o identificar los factores o recursos que son limitantes para el desempeño optimo del sistema. En este sentido, a continuación se describe un procedimiento gene- ral para tal fin: 1. Realización de un análisis claro de los objetivos del programa, política o proyecto y formulación de las preguntas implícitas, considerando las causas y los efectos dentro del sistema: - ¿Cuáles son las presiones de

uso de la tierra en el sistema?. - ¿Qué característica o estado

del sistema es afectada por esta presión?

- ¿Cómo se puede reconocer un cambio en una característica?

- ¿Cómo se puede hacer seguimiento a tales cambios?.

2. Elaboración de recomenda- ciones ex - ante a partir del diagnóstico. 3. Elaboración de un sistema de monitoreo.

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Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

281

4. Realizar una evaluación ex - post para cuantificar el impacto del proyecto, a partir de los objetivos propuestos (en este caso se requieren de series de tiempo y de importantes criterios de selección de indicadores). El conjunto de indicadores seleccionados en la evaluación ex - ante no necesariamente debe ser igual a los indicadores de monitoreo. En este caso, la información disponible es el factor limitante, sin embargo la información adicional puede ser generada durante el monitoreo. De esta manera el conjunto de indicadores puede ir mejorando paso a paso. Criterios para la selección de indicadores. Los criterios deseables que se deben reunir para la selección de indicadores, de acuerdo con Kerridge (1997) y Müller (1996) son: 1. Factibles de medir y que

presenten una adecuada relación costo - efectividad.

2. Deben corresponderse con el nivel de agregación en consideración.

3. Sensibles a cambios en el estado de un elemento o componente.

4. Factibles de repetir en el tiempo.

5. Intercambiables en sus diferentes aspectos económi cos vs. ecológicos).

6. De amplia aceptación por la población local.

7. Posibilidad de integración con otros indicadores.

8. Predictibles. 9. De amplia aplicación. No obstante, en la selección de los indicadores se deben incluir todos los criterios que permitan conocer si el sistema es o no sostenible, por ejemplo. En este sentido, el desarrollo de proyectos sostenibles o el cambio tecnológico también debe considerar los beneficios económicos y sociales, así como la reducción en la degradación del ambiente. En este caso, los sistemas de uso o los tipos de utilización sostenible de la tierra deben ofrecer niveles suficientes de rentabilidad, de lo contrario no serán apropiados por los beneficiarios del proyecto. No obstante, debe existir un equilibrio entre lo económico, lo ecológico y lo social para definir la sostenibilidad. El supuesto de que las tecnologías deben satisfacer las necesidades de quienes actualmente utilizan la tierra (suelo, agua y biodiversidad), sin

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282 Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

amenazar su capacidad actual y futura de uso, revela una perspectiva ecológica. Mientras que la rentabilidad, sugiere un punto de vista económico. Por otra parte, los aspectos que hacen referencia a la conservación de los recursos naturales para el beneficio actual de la sociedad, considerando el uso potencial por las generaciones futuras, agrega la dimensión social en sus componentes intra- generacional e intergeneracional, respectivamente. En la selección de indicadores a nivel de fincas, es importante que éstos tengan algún significado para los agricultores y que puedan ser aplicados por ellos. En este sentido, puede ser preferible, p.e., seleccionar como medida de la fertilidad del suelo, la cantidad de forraje verde que rebrota después de la época seca, en lugar de seleccionar la cantidad de nitrógeno, que requiere de un análisis químico. Actualmente, muchos trabajos sobre identificación y medición de indicadores se desarrollan con los agricultores para conocer sus métodos originales de medición de la productividad y la sostenibilidad. Así mismo, se debe considerar la continuidad y la coherencia de los indicadores utilizados a través de las diferentes escalas o

niveles jerárquicos, los cuales deben ser fácilmente cuanti- ficados e incorporados en bases de datos, que permitan la realización de los estudios de tendencias en el tiempo y las predicciones para facilitar los trabajos de planificación, también a diferentes escalas. Pero se debe tener siempre presente que muchos indicadores pueden variar de una región a otra o de un sistema de producción a otro. Por ello, es preferible realizar la evaluación del impacto de los proyectos en agroecosistemas específicos o localmente. La selección final de los indicadores dependerá de la naturaleza del proyecto que se realiza o se desee hacer para superar algunas limitaciones en el sistema de producción, y de cómo éste afecta el compor- tamiento de los indicadores seleccionados a nivel de finca o región. En general, se sugiere considerar un conjunto mínimo de indicadores claves a nivel de finca, que refleje el desempeño del sistema. Quizá no sea necesario, o aún realista completar la matriz en su totalidad. Por ejemplo, para un sistema de producción pecuaria este conjunto de indicadores puede estar conformado por la disponibilidad de forraje en

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283

distintas épocas del año (estabilidad); la productividad pecuaria e ingreso de la finca (productividad); y la presión de pastoreo, la cobertura vegetal, calidad de agua en cuerpos superficiales cercanos y el flujo de nutrientes en el sistema (resiliencia). La factibilidad real de evaluar los cambios en el estado del sistema dependerá de que se identifiquen y cuantifiquen pocos, pero eficientes indicadores, que determinen en el tiempo el estado integral del sistema (Toledo, 1991). Interpretación de indicadores. La interpretación de los indi- cadores debe hacerse con respecto al nivel crítico del estado del sistema o de algún valor de referencia, tales como: umbrales, valores históricos o valores subjetivos (convenientes para la sociedad, por consenso). Cuando existen estándares de comparación, simplemente se describen las tendencias o se comparan con aquellos sistemas similares. Esto puede hacerse localmente, entre fincas o regiones. En algunos casos, pueden existir agricultores en las localidades cercanas que manejan sus recursos en forma

conservadora; tales fincas pueden tomarse como referencia para establecer normas en la selección de indicadores espe- cíficos. Riesgos en la definición de la matriz. Al evaluar el cambio en el estado del agroecosistema, puede presentarse la tentación de querer cuantificar todo el nivel del sistema (capital, mano de obra, insumos, etc.) y de sus componentes (animal, pastizal, suelos, biodiversidad, etc.), a través de un gran número de indicadores, sin saber como interpretar la información recopilada. Esto sin duda resulta en una actividad poco eficiente (altos costos) y de poca efectividad (Toledo, 1991). En otros casos, la matriz puede quedar con varios espacios vacíos por la falta de iden- tificación de indicadores adecua- dos. También algunos recuadros pueden llegar a contener los mismos indicadores (indicadores múltiples), los cuales son útiles cuando interactúan muchos procesos, para aproximarse a los diferentes efectos.

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284 Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

Escalas temporales. La escogencia de la escala de tiempo apropiada (Cuadro 3) depende de los objetivos del proyecto. La evaluación de los indicadores económicos, gene- ralmente, se puede realizar sobre la base del corto plazo, desde una a varias estaciones de cultivos o de períodos productivos. Mientras que, en el caso de los indicadores sociales y ecológicos más bien la

evaluación se realiza en el largo plazo, implicando varias déca das, generaciones o inclusive siglos (Lal, 1994). En este sentido, la formulación y evaluación ex - ante de los proyectos debe realizarse considerando un diseño flexible y una cuidadosa planificación, previendo los futuros cambios inesperados en los sistemas (distintos escenarios).

Cuadro 3. Escalas temporales para la cuantificación de diferentes aspectos de sostenibilidad. Aspecto Escala Temporal

Valoración económica y rentabilidad Uno a varios períodos de producción

Tendencia en rendimientos o productividad Cinco a veinte años

Propiedades del suelo Una o varias décadas

Características Hidrológicas Una o varias décadas

Parámetros ecológicos Varias décadas

Aspectos sociales y socioculturales Algunas generaciones

Fuente. Lal (1994) Otros indicadores Si el proyecto contempla entre sus objetivos la producción de alimentos para satisfacción de las necesidades alimenticias de la familia, a nivel de finca, entonces se debe considerar el uso de indicadores alimenticios, como los requerimientos míni- mos aceptables de vitaminas, carbohidratos, minera- les, etc., de acuerdo con la edad y el nivel

de actividad física de los individuos (Manyong y Degand, 1997). Por otro lado, si el proyecto contempla mejorar la competi- tividad de la actividad productiva, entendiendo la competitividad como la capacidad de las empresas, sectores, regiones o zonas geográficas para generar, en el contexto de la competencia internacional, niveles relativamente

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Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

285

altos de ingresos y de empleo de los factores de producción, en condiciones de sostenibilidad. Entonces se deben utilizar indicadores multidimensionales de competitividad, como el índice de cuasi - rentas deflactadas, que define la diferencia entre los ingresos brutos y el total de costos variables de la empresa como un índice dinámico, teóricamente válido, cuantificable, comprensible e integral (para mayor información en este tema ver, Hertford y García, 1999). Referencias Bibliográficas COLIN, B. F. (1982) The Project Cycle. An Introduction to the Stage of Project Planing and Implementation. World Bank. Institute of Economic Development. CN347a. May. HERTFORD, R. Y J. GARCÍA. (1999) Competitividad de la Agricultura en las Américas. Serie de Economía e Impacto. CIAT. Cali, Colombia. KERRIDGE, P. C. (1997) Indicadores Económicos y Ambientales en Sistemas de Doble Propósito: Principios para su Selección. 165-173 pp. En Lascano, C. E. y F. Holmann. Conceptos y Metodologías de Investigación en Fincas con Sistemas de Producción Animal

de Doble Propósito. CIAT. Cali, Colombia. 1997. LAL, R. (1994) Methods and Guidelines for Assessing Sustainable Use of Soil and Water Resources in The Tropics. Department of Agronomy. The Ohio State University. Ohio. 77 pag. MANYONG, V. M Y J. DEGAND (1997) Measurement of The Sustainability of African Smallholder Farming Systems: Case Study of A Systems Approach. IITA Research. Nº 14/15. 1-6 pp. MOKATE, K. M. (1998) Evaluación Financiera de Proyectos de Inversión. Ed. Uniandes. Santafé de Bogotá, D.C. MÜLLER, S. (1996) How To Measure Sustainability: An Approach for Agriculture and Natural Resources. Discussion Papers Series on Sustainable Agriculture and Natural Resources Nº 1. Inter-American Institute for Cooperation on Agriculture (IICA) / Deutsche Gesellschaft für Technische Zusammenarbeit (GTZ). Costa Rica. TOLEDO, J. M. (1991) Ganadería Bajo Pastoreo: Posibilidades y Parámetros de Sostenibilidad. FUNDEAGRO. Lima, Perú.

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286 Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

LAS INSTITUCIONES FINANCIERAS

Juan Moreno31

FONDAPFA ¿Quiénes somos? Instituto Autónomo con personalidad Jurídica y Patrimonio propio, adscrito al Ministerio de Finanzas, creado mediante Decreto con Rango y Fuerza de Ley, Nº 420 del 21/10/99, en la Gaceta Oficial N° 5.397 de fecha 25/10/99.

31 Coordinador Programa de Financiamiento a Pequeños Productores. E- mail: [email protected]

¿Cuáles son nuestros objetivos? • Promover y financiar la ejecución de proyectos orientados al

desarrollo de la producción y la productividad agrícola, pecuaria, forestal y afines.

• Canalizar recursos provenientes del Ejecutivo Nacional, destinados al financiamiento de programas de Carácter Social.

¿Cuáles son nuestras Funciones?

• Conceder y otorgar créditos y líneas de crédito. • Promover proyectos de carácter social. • Suscribir fideicomisos o contratos de provisión de fondos con la

banca comercial. • Actuar como fiduciario a los fines de canalizar recursos de terceros

a programas de carácter social.

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Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

287

Programas de créditos de inversión a mediano y largo plazo • Programa Ordinario a través

de líneas de crédito con las entidades financieras.

• Convenios de cofinanciamiento a través de fideicomisos con los fondos regionales.

Programas de créditos de inversión a corto plazo • Convenios de Cofinanciamiento

a través de Fideicomisos con los Fondos Regionales.

Créditos indirectos • Programa de Financiamiento

Agrícola para los Pequeños y Medianos Productores Benefi- ciarios de la Reforma Agraria.

• Proyecto de Desarrollo de Comunidades Rurales Pobres (PRODECOP).

• Programa de Granjas Integrales.

• Proyecto de Apoyo a Pequeños Productores y Pescadores Artesanales de la Zona Semiárida de los Estados Lara y Falcón (PROSALAFA).

Créditos indirectos • Programa de dotación y

financiamiento de maquinarias

e implementos agrícolas (Eximbank - Fedeagro- Banca- FONDAPFA).

Objetivos estratégicos de los programas de financiamiento • Incrementar la producción y

productividad del sector agrícola.

• Facilitar el acceso al financiamiento oportuno y eficiente.

• Establecer programas espe- ciales entre el ejecutivo, productores e instituciones financieras.

• Mejorar el nivel de vida de los productores agrícolas.

• Promover la capacitación técnica y financiera.

Programa ordinario a través de líneas de crédito con la banca comercial Objetivo especifico: Promover el desarrollo del sector agrícola, pecuario, pesquero, forestal y afines, a través de créditos de: • Fundación: dirigido a uni-

dades de producción de desarrollo incipiente.

• Consolidación: Dirigido a unidades de producción en funcionamient

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288 Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

Cuadro1. Líneas de crédito con la banca Comercial

BANESCO 2.691.005.172,00 1.162.000.000,00 1.529.005.172,00

BANFOANDES 1.900.000.000,00 942.550.000,00 957.450.000,00

CARACAS 2.850.671.591,25 245.706.750,00 2.604.964.841,25

DE OCCIDENTE 555.834.821,20 0,00 555.834.821,20

DEL CARIBE 475.000.000,00 0,00 475.000.000,00

FIVENEZ 2.000.000.000,00 0,00 2.000.000.000,00

INTERBANK 370.687.653,25 240.000.000,00 130.687.653,25

LARA 297.416.952,95 0,00 297.416.952,95

MERCANTIL 0,00 0,00 0,00

MONAGAS 674.000.000,00 0,00 674.000.000,00

OCCIDENTAL

144.476.582,50 0,00 144.476.582,50

PROVINCIAL 930.273.680,00 249.879.506,00 680.394.174,00

SOFITASA 1.722.542.114,00 141.152.125,00 1.581.389.989,00

UNION 2.400.000.000,00 350.000.000,00 2.050.000.000,00

VENEZOLANO DE CREDITO

2.000.000.000,00 0,00 2.000.000.000,00

VENEZUELA 1.853.332.950,00 0,00 1.853.332.950,00

TOTAL 20.865.241.517,15 3.331.288.381,00 17.533.953.136,15

Banco Monto Linea

(Bs.)

Monto Ejecutado

(Bs.) (Bs.)

Monto Actual

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Cuadro 2. Condiciones de Financiamiento Programa Ordinario

Convenio de cofinanciamiento con fondos regionales de desarrollo Objetivo especifico: Ofrecer una vía alterna de acceso al financiamiento, en promoción de créditos más ajustados a las características y beneficiarios de cada región. Beneficiarios: • Productores Agrícolas organi- zados en Asociaciones Gremia- les o Económicas.

Programa de financiamiento agrícola para pequeños y medianos productores beneficiarios de la reforma agraria. Objetivo especifico: Ofrecer fuentes de financia- miento oportuno y suficiente, distintas a las tradicionales, para productores beneficiarios de la reforma agraria. Beneficiarios: Pequeños y medianos produc- tores adjudicatarios de tierras de la reforma agraria.

Tasa de Interés

Plazo máximo

Plazo de gracia

Intereses diferidos

Garantías reales y/o personales Relación Garantía: Préstamo

Resolución 365, de la

Presidencia de la República

Hasta 15 años

Serán fijados por el Directorio de FONDAPFA en función de la naturaleza del proyecto a ser financiado 75% del monto del crédito 1,33:1,00

Concepto Aplicación

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290 Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

Proyecto de Desarrollo de Comunidades Rurales Pobres (Prodecop). Objetivo especifico: Proveer los recursos financieros con propósitos productivos, para promover las vinculaciones de las Organizaciones Financieras Rurales Locales, con el Sistema Bancario Nacional u otras Instituciones Financieras. Beneficiarios: Pobladores Rurales Pobres. Programa de Granjas Integrales Objetivo especifico: El desarrollo del espacio geográfico donde la producción agrícola esté basada, tanto en la diversificación de rubros y actividades con capacidad de agregar valor, así como por el esfuerzo colectivo que realicen las familias campesinas, indígenas y familias productoras del sector rural allí asentadas, para superar el límite de pobreza y acumular capital. Beneficiarios:: Familias campesinas y Familias Indígenas.

Proyecto de Apoyo a Pequeños Productores y Pescadores Artesanales de la Zona Semiárida de los Estados Lara y Falcon. (Prosalafa). Objetivo especifico: Ofrecer fuentes de financiamiento oportuno y suficiente, distintas a las tradicionales, para familias cuyos ingresos las ubican en la categoría de pobreza relativa, por lo que su propósito es elevar su ingreso y mejorar las condiciones socio- económicas y de vida. Beneficiarios: Familias rurales. Programa de Dotación y Financiamiento de Maquinarias e Implementos Agrícolas (EXIM- BANK - FEDEAGRO - BANCA-FONDAPFA). Objetivo especifico: Proveer de Maquinarias y Equipos Agrícolas al sector Agropecuario, a través del convenio entre la República de Venezuela y el Eximbank, utilizando como intermediario a las Entidades Financieras.

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Beneficiarios: Productores miembros de asocia- ciones afiliadas a FEDEAGRO. Fondos Regionales: ¿Qué son? Son Instituciones de carácter público creadas por la acción directa y el aporte presupuestario de los Ejecutivos Regionales, cuyo radio de acción se concreta a la Entidad Federal que le dio origen y que actuando bajo el marco legal que define el tipo de institución (Instituto autónomo, Fundación, etc..), realizan funciones especializadas de apoyo financiero (crediticio) a los productores agrícola. ¿Cuáles son sus funciones? • Elevar el nivel social de vida

del pequeño campesino, a través del financiamiento, la capacitación, la asistencia técnica y la promoción social.

• Promover negociaciones entre los pequeños y medianos productores a través del financiamiento y la asistencia técnica.

• Promover el desarrollo agrícola e incluso el de otros sectores económicos, combi- nando el financiamiento individual, con el desarrollo de programas sociales de infraestructura, capacitación, organización, etc., priorizando hacia el pequeño y mediano productor.

Programas de crédito de Inversión de Corto, Mediano y Largo Plazo. • Programas ordinarios de

adjudicación directa al productor, vía insumos, vía recursos.

• Convenios Interinstitucionales (Alcaldías, Fundaciones, coo- perativas, etc.).

• Convenios de cofinanciamiento (FONDAPFA-FONDO REGIONAL).

Recaudos generales de los Convenios de Cofinanciamiento • Solicitud escrita del convenio.

monto, rubro, plazo y N° beneficiarios.

• Presentación de la Ley de creación del Fondo Regional.

• Constancia de disponibilidad y apartado presupuestario.

• Aceptación de las relaciones de cofinanciamiento según el plazo (CP- hasta 2:1, LP- hasta 7:1).

• Presentación de los proyectos técnico económico-financiero.

• Presentación del Informe de inspección y avalúos.

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• Presentación del listado de los beneficiarios.

• Presentación de un balance general visado.

• Presentación de fianza de fiel cumplimiento

• Presentación de los documentos de garantía.

Cuadro 3. Fondos Regionales

ESTADO FONDO REGIONAL

ANZOATEGUI FANDAGEA

APURE INCREA

BARINAS FONFIAGRO

BOLÍVAR FONDAGRO

COJEDES FONDEAGRI

DELTA AMACURO FONDAGROIN

FALCON FONECRA

GUARICO FONDER

LARA FONDAEL

MONAGAS FONCRAMO

MERIDA IAAGRO

PORTUGUESA FONDACAM

SUCRE FONDADES

TACHIRA FONDATA

TRUJILLO CFAT

YARACUY FONDAY

ZULIA IDFA ZULIA

Estados que deben adaptar su ley de creación a las exigencias de la ley de FONDAPFA, para acceder a los programas de cofinaciamiento: Aragua; Carabobo; Miranda; Nueva Esparta; Vargas. Entidades financieras:

• Seguirán desempeñando un rol fundamental en la oferta de recursos a medianos y grandes productores y facilitarán conjunta- mente con el FONDAPFA, la incorporación de los pequeños productores. Proceso de tramitación de las solicitudes de crédito con recursos de FONDAPFA por

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Revista Latinoamericana de Desarrollo Rural

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parte de las entidades financieras. • Atienden a los productores y

los orientan. • Los productores presentan la

solicitud y recaudos. • Analiza solicitud y elabora

expediente y perfil del crédito, de conformidad con la ley y normas del FCA.

• La junta directiva considera la solicitud y decide sobre su vialidad, de ser aprobada la remite a Fondapfa.

Recaudos que deben consignar las entidades financieras. • Planilla de solicitud de crédito

(de la entidad financiera) • Inspección técnica (de la

entidad financiera) • Avalúo de la unidad de

producción donde se involucra el prestatario

• Registro de comercio • Fotocopia de la cédula de

identidad • Certificación de gravamen • Certificación de la aprobación

del crédito por la entidad financiera

• Certificación de la suficiencia de garantía y demás condiciones por parte de la entidad financiera

• Certificación de que la documentación complementa- ria de la solicitud de crédito reposa en la entidad financiera

• Estudio técnico-económico • Balance general y estado de

ganancias y perdidas Ley de Crédito para el Sector Agrícola; Decreto 365, fecha 05/10/99; Gaceta Oficial N° 5.395 de fecha 25/10/99. Aspectos mas resultantes: • El MPC concertara con los

bancos comerciales y universales dentro del primer mes de cada año, el porcentaje mínimo de la cartera de crédito agrícola. De no lograrse un acuerdo, por decisión del Ejecutivo se fijara dicho porcentaje el cual nunca excederá el 25%.

• La tasa de interés establecida se fijará en un monto igual o menor al 80% de la tasa activa promedio ponderada.

• Los intereses causados deberán ser cancelados al vencimiento de cada cuota de crédito y no por anticipado.