Grignos- Passeron- Lo Culto y Lo Popular

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  • 5/13/2018 Grignos- Passeron- Lo Culto y Lo Popular

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    ISIMBOLISMO DOMINANTE

    Y S IM B OL IS MO D OM IN AD O

    I .C . Pa ss e ronPunto de partida: iLa investigaci6n acerca de las cuJturas popularesque la sociologta de la cultura se procure interrogaciones, conceptos 0nones metodol6gicas especfficas? No hay que alarmarse demasiado pante una pregunta que, formulada ingenuamente, pareceria atentar counidad de la sociologfa, y resultana induso chocante para las clases 0 lpos dominados. i.No deja suponer 1 0 penr: por ejemplo, que elanallsis16gieose aprestarfa, cuando penetra en el terreno de las cultures popua redimensionar sus instrumentos ala medida de su "pobreza" 0 su psimbolica?La preocupaci6n por particularizar el dispositivo permite en realisospecha contraria: la sociologia de la cultura, euyo lenguaje te6ricoestabllizado ciertos coneeptos e identificado numerosos "rasgos pertineque, irnplicitamente, reivindican lageneralidad social, dado su compropoder de descripci6n, ino defini6 sus inst rumentos y regul6 sus miacuerdo con figuras cuyosjuegos simb61icos obtienen su sentido y susdel hecho de producirse en situacion dominante? i.Los mismos instrume descripci6n y de inteligibilidad no corren eJ riesgo, si se Jos aplimodificaciones a practices eulturales muy distantes, de imponer, al mtlempo que sus ajustes construidos sobre la 16gicade las cultures dominalgo de la mirada etnocentrica que toda cultura dominante dirige sobreultura dominada, desde tiempos inmemorialcs?

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    Relatlvlsmo cultural: una repatriBd6n pellgrnsa

    Circunscribamos de entrada el problema a las formas de dominaci6n que seejercen en el seno de una misma sociedad, EI problema de la dominacionsimb6lica podrla en declo extenderse tambien a las rclacioncs de~igu~~esque se establecen entre sociedades globalcs, ya s~ l~~te,de colonizacion,satelizaci6n, 0 simplemente hegem~nfa cullu~a! 0 hngufstlca, ,Inc1usoenlas relaciones entre sociedadcs dlstimas, el esquema dela domi-naci6n cultural (0 del intercambio simb6lictl desigual) permite, en declo,comprender numerosos rasgos que alectan tanto a los intelectuales como alas masas, a las comunidades cienHficas 0a las corrientes artlsticas, a las cos-tumbres 0a las formas de pensar, en sintesis, atodos los fen6menos que pro-vienen de lasituaci6n de sometimiento de una perifcria a un centro: hemdia-Rislno} Pero la restricci6n del problema a las rclaciones desigualcs que aso-cianIntimamente grupos yclases dentro deuna misma socicdad bastar' paraocuparnos ya que nos enfrenta a una dilicultad especffica que es nccesarioevaluar, Es ladificultad de toda sociologta de las culturas populares, a las queel principio te6ricodel"relativismo cultural" -conccbido para enmendar loserrores cometidos contra sociedadcs Icjanas- no proporciona la clave ana-l6gica. _, I d ., d i d d I A t' .. d d h tEI relatjvismo cultura puc c reivm lear, cs e a n Igue a as a nues-tros dias numerosos antecedentes liIos6licos. En la epoca moderna, en Mon-taigne, Pascal 0Montesquieu, la reflexi6n acerca de 10arbitrario y la luerzade la "COGlumbre aliment6 y sistematiz6 ta .s pr imeras e u r io s id ad cs e tno log i ea s ,Sibien la disposici6n ala escucha de la divcrsidad cultural que implica esterelativismo liIos6fico ha perdido a menudo su runci6n heurlstica para subor-dinarse ala ilustraci6n de una crltica "moralista" de laRa7.6ny defa Natura-leza, 0 especializarse en un usn "esceptico"; no es sino ya en el siglo de ~asLuces y sobre todo en el siglo XIX que la liIosoffa del progreso del esplntubumanoy luego lainlluencia delevolucionismo biol6gicosobre las incipientesciendas sociales pasaron a ocupar una posici6n antro-pol6gica central. Como puede v ers e a un en Uvy-Bruhlcon la noci6n de "mentalidad primitiva" e incluso enMauss con laidea de"forma arcaica", el relativismo ope-ratorio, que toda dcscripci6n atenta a la alteridad cultural. , .instruments. se ha servido largamente del modelo ecolucionista, En Francia,Claude Uvi-Strauss popularize, sin duda, al relativismo cultural. transfor-mAndolo en principio y herramicnta de todo lrabajo etnol6gico y scfialandola rupture que instaura respccto del "evolucionismo social". Pe,TOesta opo-sici6n figuraba ya entre los t6picos de la antropologia anglo-sajona.!

    I Como dken con satis(ardon, r iendose de 51mlsmos. los inlekrtuales sudamer icanos,ellando com pa T1 I n laact itud de IIerodes. principe orient~Ique vivi. imaginll riame nteen Roma,con su propension IIvivir de"3 t es ymodas en reladOn (on laseorrientes intele (I118es ell ropeas,lVease E.Westermarr! ThC'Oriptlnnd IXl"l!lcpmemoffhMoralldeas- 1-~.l.ondn:s. 19(1(,..

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    . . .\. ,'

    EI rlativjsmo--'lWluElI es, por ende, hoy. quien presenta primcrocredenclaJeS,-ctJ~naose----n:!I.lae desc~ibir sin prejuicio~ una c~/~~ !~las recomeadaciones etlcas y te6ncas que puede mvoeaf por-serviciprestados a cultures lejanas, no10dispensan del examen atento de los efecque produce desde el memento en que se 10apfica, sinprocesamiento algua las cultures de los grupos dominados dentro del hJncionamiento deorden social. En este caso, hay dos principios de interpretacion que puedinvocar relaciones que asocian las realidades simbolicas a las realidadsociales(fj)o importa en que condici6n-social Iuncione una cultura, tiena organizarse como sistema simb6lico; (2}]una dominaci6n social tis iempre credos simb6licos sobre los grupos dominantes y dominados qasocia . i .Es_n~~rio, entonces, para com~~nj.er una cultura popular encoherencia simb6lica, tratarla CO!110 un.u[lIver~0_dSig~lfll;aa6n autollomolvidando todo 10 que estAde15iifoy por fuera de ella, en especial lo s efeesimb6lieos de la dominaci6n que sufren quienes lapractican, aun a riesgovolver adestiempo sobre el asunto? iO, por el contrario, es neccsario pade la dorninaci6n social que Ia constituye como culture dominada pinterpretar de entrada respecto de esle principio de heteronomia todospasos y sus producciones simbolicas?Siempre es posible, cuando de naciones 0 de etnias puestas en relaci6ninteracci6n desigual se habla, partir de un balance cultural fundado sobreidea de una autonomta previa para lIegar luegoa interpretar todoscambios de sentido y de equilibrio , . los aportes y las amputaciones,alteraeiones y las re- interpretaciones que produce la instauraci6n derefacion desigual, por referencia a ese primer est ado de iaocencia simb6liUno se encuentra t6modamente instalado en una problematica de "aculracion" 0 de "contaclo entre civillzaciones". Existe asf un mds aed dedominaciOn, de donde proviene un cierto confort metodolOgico: el caminterpretativo puede comparar dos configuraciones reales para determinpor difcrencia los efectos producidos por la instauraci6n de la dominaci6N~ I t . l . Y . pqr _elcoutrario, un mAs acAhist-6rico de las relaciones desigua-eDt!~_las-~S'y g.._u pO Sdeuna i n i s m a . s o o e d a d ; liby solamente, euando use intern18a sabre su pasado ysu eonstituden, una eonligiiiaci6n anteriorlas relaciones de dominaci6n, siempre estrueturadas, incluso cuando se trde grupos constituidos de diferente modo.EI principio del relativ ismo cultural se presta a una aplicacion sin pblemas s610en elcaso llmite en que ladiferencia cullural es almismo tiemq / l e r i d tl4 . J ! . ! J _ 1 1 1 , y no como en el caso de las culturas populares, una !!l!.eri~iUli1!-los efectos directos (explotaclon, exclusion), 0 indirectos (presentaelones de legit imidad 0 de conDictualidad), de una relacion

    1 9 0 8 ;Y tam tt ie n D . B i dn ey , "T Il e Concept of Value in Modern Anth ropotogy", enAnthropoioTo.Day (A. K. Kroeber , eomp.], Chicago, 1953: R. Redfield, TM Primif;'"e World u"dTransfomtalirm, I thaca (Nueva York) . 1953; M. Herskovits, Some Fur ther COInme ntsCultural Relativism", Ammmn AllfhmpologUr. 60. 2, 1960_

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    ~~-------------..;.,,--------------------".,---. ----".-- .._-dominad6n que asocia, en todo tipo de practicas, a dominanles y dominadoscomo contra partes de una interacci6n desigual. E I relalivismo cultural serfaevidente s610en elcaso abstracto en que eletn61ogo tuviera que describir unasociedad radicalmente extraiia a la suya, tan extraDa que la l Jegada deletnologo fuera eI unico law entre elias. En esc caso, es cierto,la de.scripci6ndel one con las categorfas del Uno seria elcolmo de l e tn o cent rl smo ; e s de ei r,racismo puro, evaluaci6n despotica de la alteridad en nombre de unaidentidad arbitraria, yaque instaurarta para cada una de sus imposiciones desentido una relaci6n hermeneutica desigual, desprovista de toda correspon-dencia tanto en las re lac iones soeia les C?mo en las,repreacnt~onC5 de lacultura descrita Saber. par otra pane, 51 esta exterlorldad radical de unosgrupos humanos respecto de olros existi6 aunca, es otra historia: la historiade Ia etnologfa y de 10 que tsla debe a las relaciones desiguales entresociedades, puesto que la colonizaci6n s610esuno de sus ejemplos,

    '-lHeteronomfa 0 aufonomfa?

    Un balance de la cultura popular basado en la hip6tesis de su autonomfasimb61ica, puede sentirse autorizado, sin duda, por la tendencia que todogrupo social t iene a organizar sus experiencias en un universe coherente;ninguna condicion social, por n i ' a s desgraciada 0dependiente que sea, puedeirnpedir completamente el trabajo de organizaci6n simb6lica: aun dominada,una cultura funciona como cultura. Nos hallamos aquf frente aI efecto delderecho imprescriptible al simbolismo que la tesis weheriana (segun la cualtoda condici6n sociales almismo tiempo lugar yprincipio de una organizaci6nde la percepcion del mundo en un "cosmos de relaciones dotadas desentido"),' concede a todo grupo social. Pero en elcaso de una cultura domi-nada, e s ne ce sar io saber que, para que funcioae este principio de interpretaci6n,nos condenamos a transformar una autonomizaci6n metodol6gica en una au-lonomizaci6n de principio, Esta es una opci6n interpretativa con el proposi-to de no descartar ninguna interpretaci6n de sus rasgos respecto de losefectos de la domlnacion.Una y otra opci6n conciernen a la cuestion de saber quees 1 0 que ladescripci6n del sentido de una cultura popular gana 0pierde ante la elecci6nte6rica de ignorar alguna cosa de su realidad simb6lica, a fin de aprehendermejor aqucllo que intenta despejar construyendolo sis tematicamente ya

    1 M. Wel ler , "Die Whucha ft selhik der Wel tre ligiol len, Gesamnlell~AuftiJlze ZurReligions.sozi%gie; Iraduccion iLlgles.a."The Social Pskhology of the World Religions, FromMaf Weber,Londres, Routledge & Kegall, p. 281;" (Ihe demand) Ihal the world order in i lstotalny i s. cou ld and should some how be a meaningfu l 'cOI;n\O&'"; y, en gener al , score Ianecesidad simh61ica en las dtterenres clases 0estratos, vease Db-cit. pp. 282-285.

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    como a~tosuficieDci~,ya C Q R J . 2 _4~~~~,i~~J~~~~videntemen~e,dmcillfiild'radica en que la pCrataa~aganancra de cada.una d~ la~O~lonedescriptivas no constituyc una reahdad unf~oca: h\{mJblvalenc1Q~ede una cultura dominada la hara confesar slempre&rguna verda~)la someta a ~uaIquiera de ambos interrog~torios, 1 .0 que pierde unprincipde descripa6n no puede confrontarse smo can 1 0 que el otro gana, Lsociologfa de las culturas populares noes ~ ~uego donde lassumas se anulapuesto que los balances respecrivos se equilibran, Y,~da una d~ las estrateg ia s de se ri pt iv a s p u ede cobrar.sD gan~nc~a SIR percibir 5U p~rdlda. q~e s6es contabilizada po r la gananCia descriptive de la estrategta alternetiva, ~bablar de otras dif icultades: la perdida 0 la ganancia que una u otra opclr eg is tr a va ri an s eg u n las clases dominadas elegidas para el an"isis, segun sestratos 0 SDbgrUPOS, tambien segun sus practices. Vale entonces la pedetenerse en esta dificullad te6rica que compromete a todos los problemade descripcion empfrica planteados a la sociologfa po~el usa de un ~~cepttal como elde "dQmina~i6n&imb6lica" euando se aphca a ladescripcionlas clases popularesj de su universe cultural. .Cuando mira haeia las culturas populares, lasociologia de lacultura yaes inocente: se encuentra munida de teortas, a menudo implfcitas,acerca dsimbolismo social, y de la idea de que todas tienen alga ~n comun.sociologta de la cultura, como cualquier otra rama de la sociologfa 0 dehistoria, comenz6 por aposrar a aquello que s~ m~estra como "importantecomo "significativo", en el campo de la ~Istona. de las formas, enmecanismos de su demarcaci6n 0 en las manifestaciones de supoder socDe ese modo regul6 su doctrina de las estructuras y de las f~n~ionsimb6licas. Tanto las eleceiones conceptuales que ordenan ladescripcionlas conductas simb6liciiS;ComoliSele'ccion'es metod(_':l{lgicasque determinala tecnica de observaci6n [seleccion ' t i e los -ca-mos-de practices, categorizci6n de las diferencias,Iocalizaci6n de las co-ocurrencias),lIevan siempremarca de los "objet os", es decir de los "rasgos pertinentes", a los que .einsidiosamente acostumbrada una sociologia de la cultura que - par dileci6n a animadversi6n- se centra sobre las praeticas mas valorizadas degrupos dominantes 0 de los grupos intermediarios. q~e refieren su~ ~i"?blismos exclusivamente al reconocimiento 0 al conocmuento de la legitimidcultural. i.Estas elecciones podrian, milagrosamente, ser atin pertinentepara la descripcion de todo 1 0 que hay que descri~ir en una,cultu~a p?pulai.No corren el riesgo, al imponer el usa de un registro de S1mbohzac~6n-1legjtimamenre simb6I~C?p~ra ~asclases d~~inanles- y?~ U,nalgorumointerpretacion -Ia relVlndlcacl6n compenuva de la Jegitimidad culturalconcebidos para olros procesos simb6licos, no 0 0 1 0 ~e descu~dar Ia descric i6n de simbolismos valorados de otra manera, SIOO de mterpretarsimbolismos mismos dctectados con instrumentos rcgulados para otrobjetos, con referenda a un principio dist in to de aquel a que se refieren?No basta can responder que evaluar una cultura dominada aunada acultura que la domina es necesario para resti tu ir al an"isis so~iol~~co lfuerzas que actuan en la realidad social, argumentando, con todajusticia, q

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    los que praetlcan una cuhura popular se eneucntran -10 quicran 0 ~o, 10sepan 0 no- objetivamente evaluados en ,Ia , realida~ de ~s, relacionessociales, tanto en las escuelas como en eualquier mteraca6n cottdlana, seg(tnloscriterios dela culture dominante, Una respuesta tal&610irve para redueirlailusi6n de quicnes imaginan, ingenuamente, que, al no tener en cuenta lasrelaciones de fuerza y de sentido que vinculan a los grupos que practican unacultura (como silas clues de una misma sociedad fueran tan ajcnas entre slcomo pucdcn serlo socicdades distintas cuyo encuestro desigual es siempreun poco resultado de la coyuntura), no pierden nada de la descripci6n de las

    ICblturas populares y de las c~1turas dominante.s. EI relativismo cult~ral quehaee justicia a los eontrasentidos.sobre el sentido de culturas colonizadas 0lejanas inspirados al colonizado~ 0 "civili7..ador" por su ignoran~~ d~ !arealtdad de las sociedades ex1ranJeras, cometerfa en este caso un IIIJustlc,aillletprefali~'tl respeeto de las clases populares si optara por ign?r,ar en T ~descripcien de su cultura algo que no puede scr nunca re~attvlza~o nrrelalivizablc: la exi.stencia sicmpre pr6xima, Intima, de la relacion social dedominaci6n, que, incluso cuando no opera de continuo sobre todos los adosde simbolizaci6n efcctuados en posicion dominada, los marca cultural mente,aunque mas no sea mediante eI estatuto que una sociedad estratilicada, 'reserva para las produceiones de un simbolismo do~~nado,~ EI__~ a ~ l ! ~ Q . _ _ _ _

    !I social de un~~j~to,,~~~i;'6~_~~_r?_r~_~,p'_~.r_l_e_l!c_la_defiRlcllf;'Il_~~rlelae ,suI ~mi(J'9~cU1rural.l,.a opcl(jn _pop~h~!~puede ~rra~_e:sle_dcsagraaa1JktpJttn--_!pio-desus descnpciones.pero no, de-Iareahd~d":,, .- - Una V cZ adarado esto -que obliga a dar tesumomo de las caracterls ticasque una cultora popular ache a lacondicion de dominaci6n denlro de la cualesta condenada a expresarse, yque llcva a dcscribir las actiludcs y a cvaluarlas posibilidades negativas que, eo toda confrontaci6n- con las exigencias delacultura legltima,los miembros de las clases populares dcben a su culturavernacula- j ,ya dij imos todo acerea de 1 0 que significa ~na ~ul~u~~poyular,cn particular, de 1 0 que significa para 5 1 misma cuando S~!I.!!~~onaTes~c1o__:!l_e\~;I'iutonomia? 1,1_yjlu5Km-que-seorganiza en un sistema, de practlcas._~~I gua~desfmbOl05J~roJR?ne-~it Objetote~l_ a_I_~~6~is~~~lI~r:l., U~ica~m~trnl(ie6rico raCJonallsta del error eoHccbldo OOltio nada) lebastaba con decir la nada enunciativa para enunciar todo 1 0 que clio impiica,a l soci61oso no: Durkheim no se equivocaba !espccto d~ la r~ligi6n, otra"ilusi6n bien rundada" cuyos efectos estan lejos de ser IlusOrt~ cuandoescribi6 us Formes elimell to;rts de /0 vie religiellse. yna ilusi6n,':admitau_moslo, no p~~t:?_.ser compr_~n_didaenlcra~enle si no ~s con tdcre.ncia alprinclfSlod e realidad i jUe-etude, pero tambien esnecesano tamar al PIC de la _~etijJ_alQi_g_::ppii:enle..de un (uncion_amien!o simbOlico -inclu!!Q. ~ i _ ~ ~reivindicaci6n de autosuflciencia c~ ilusoria- paft.-daf cUeilta de 1adlversl:.., _ _ i . lJiaaela co~~nci~~es~ producciones, E1t? ! \, idot je /Q_dO/!l i/ !_o~~l ._~_~J.e. Pa~roo., "Le sens ella dominalion", Prefaeio a F. C1te"aldonn~.lA t'tHIlllnicafWn

    inlga/e, Paris. CNRS, 1981, pp. 12-14.

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    ~~_d~_~ _ ( M l!_n_9e 1O!__p_rin~plos~e ! ! ' _ ~ct_iyida4de simbolizaci6n l !Qpefo es un pri~!=ipioqu~olOgfa--no puede~hiidirJl (Conf ijndJ.r,embargo, cO O el de la denegaci6n 0 de Ii ooiilestilci6n y,menos todavel de laaceptaci6n 0 de la resignaci6n, principios que se refierendiredamenle a las relaciones de dominaci6n . .tmdiJU!!.~ g~ las pp~4gicas.-deJosdon;ti.nados puede.decretar; eyident~~e.~te,JoS mOIecundos de este- alviSO:-Menos aCinsuponerlo constante y omnipocome 1 0 quiere elpopulismo. Peru estarea de lasociologla ira mirar quahf.~Jall~~ lapregunta.se l '_I"e?saen otra, que al mismo tiempo dta una curiosiaiid"semiiiHCii: LOut quieren decir los calilicativos "dom~.dQmlnado~.~iidose l o s aplicaa. !iiml:i:otisirios{ii:leas,i.ilturasq u e en su concepci6n mlirxfsiii{eXplolaci6n econ6mica 0hegemoi i fa po en su concepci6n weberiana (relaci6n de mando, es decir "posibilKque una orden sea obedecida "'), la relaci6n de dominaci6n que se estentre grupos0ndividuos nos sea mas0menus clara, -e indique con eal sociologo los hechos soeiales que describe y eval6a- se deducpodamos utilizar sin mas precauciones el concepto de "dominaci6n"decimos que "una cullura domina a otra"? i.La relacion de "domisimb6lica puede aprehenderse con los mismos criterios? j,Produceigualmenle unfvoco.s? iTenemos los mismos puntos de referendaestablecer el"mando"1 j,Las "ideas" mandan a las ideas como los hoa otros hombres, incluso cuando unas son las ideas de los hombremandan y las otras ideas de los hombres que obedecen? Resumiendo.relaeiones entre sfmbolos funcionan con la misma 16gicaqiie las relaentre grupos 0 in_dlvHJuOs? .. ,

    Reladones de fuen.a y domlnaclon slmb6lka

    Para adarar esla pregunta, partamos de un esquema que, creo, obsestoda descripci6n de las relaciones entre culturas dominantes y cdominadas. Es, por supuesto, eI esQ1!S!.ma.__dc..M.anr:.ueconserve en esta materiaalgo de supoder persuasive,ineluso entre quienes menos marxistas se consider an. Eriefecto, sugicre una soluci6n c6moda del problema alborrar toda diferencia susceptible de separar las relacionesde Iuerza entre grupos y las relaciones de Iuerza entre ideas,.E~L~esquema radica en laeconomfa de traba]o empfrico que permite: no h......:_--_.'--,--- ,._-_----- - -- -- -.,--"--" , '" --". .--.. " .--J -Domin_ariOn s ig n ir n :a . ; posibiUdad de eneontrar determinadas personas ! isobedecer una orden de eontenido detenninado I...I eoneepro sociologleo de 'dorn

    e xi ge s er m e jo r pred$8do (que dde 'poder']: no puede sino s i gn i fi c ar 1 8po s i b il l dad deorden encuenlre un a docilidad" (M. Wet>er. EcOilornie tt !Weihl. Paris, Pion. 191 1 , I.

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    necesidad de descnbir los mecanismos de impo5ic:i6n simb6lica ni de iaterrogarsu s eventu ales desfasajes con relacion a lo s mecanismos de domlnac ionso cial, y a q u e u na ve z qu e se conocen las relaciones entre los grupos q ue so nlo s soportes de la s c ultu ra s, u no se encuentra dispensado de d es crib ir lasrelacioaes entre las cultures. Vemos qu e el empleo de este e squema seeniende m ucho m as alia de la filiacion m arxista: prueba de esto es lau tilization de expresiones " en bruto" c om o " dis cu rs o d om i na nte ", C lC r ef er id as t an s ol o a l a c om p ro b ac io n de l a f ue rza (social 0 econ 6m ica) d e u nainstitucion.T odos tenem os en la cab eza el parrafo decisive de La ideoJogfa o/emonoen la qu e M arx recalca la correspondencia entre " po de r m a te ri al d om i na nt e"y " po de r e sp iritu al d om i na nte ": " La s i de as d e la e la se d om i na nt e s on t am b i enl as i de as dominantes de cada e po ca [ ... J Las ideas ('de lo s in divid uo s qu econsutuyen la clase dominante') son las ideas dom inantes de su tiempo","Pero, lnos dam es su ficiente cu enta de qu e las frases de Marx n os d es li zan-al m ism o tiem po qu e u na com prob aci6n historica poco discu tiole eft esenivel de generalidad- u na hom ologia que clerra m as qu e ab re un debate_8pital?~-~.Esquema I

    lI!Las id ea s dominanres [solcmos l ee r) s on a las i de as d om in ad a s c omo l as etasesdominarues a l as clases duminadas. EI e squema obdene t am b i en s u fuerza delheche de poder desplegarse p ar a s up lir a l os rerminos qu e faltan:

    c : d : : a : b;D' es hom610go de Da es a b com o c es a d , es decir q u e l a r el ac l6 n e nn e las ideas de las dasesdominantes y l as i de as d e l a s ' la se s d om in ad a s es d el m i sm o l ip o q u e la relaci6n

    (

    s oc ia l d e d om i nac i6 n q ue v in cu la u na clase dominanle IIuna dase dominada .Lo p ro pi o d e esse e squema es qu e al convertl r l a r el ac io n s im b 6 li ca e n u n arelacion de euelioridad, b o rr a c o n esla o p er ac i6 n f orma l todos los Cenomenosque, e n u n a r el ac io n s imbo li ea s on , p or e l comrario, del o rd en d e Ja eomposicion,d e la iurer-penetracion 0 de l a amb iv a le ncl a .6K Marx , L'ldl%gic allemande, I.~FeuerbachM, 3, Paris, Edilions sociales, 1%8, p. 75.

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    ~ hom ologfa entre dom inacl6n social y dom inacion sim bolica, entrerelaciones de fuerza y relacio nes de sentido, fizura es verdad s6 1 0 por"v d "_ t -0- , a.o en e J parrefo m .~o: no se dice nunca qu e las ideas y clasesdom mad!" no son m s !q Ule ra R ?J 'lb r~ da s. S in e m ba rg ~, este e squemah om o l6 g ic o se h alla a m pb am e nle d if un dld o, m a s p or comodidad enunciativasin du da, q ue por s u s ig n if ic ac io n l e6 r ic a, imp id ie n do 0d is u ad ie n do a n. 6 li s~s oc io l6 gie os q ue tr ate n s ab re la Jllgiea 0 la s p ar tic ula rid ad es d e la relaeion ded om i na cio n s im b olic a, i nc lu so f ue ra d e la tra dic io n m a rx is ta .M arxistas y no m arxistas olvidan algo qu e sin du da interesab a m ucho a]Ma r x s o c!O . lo g o: el C ? ~ ju n to d e relaeiones expl!~tivas entre l a s i d ea s fuertesy l a c on dl ci 6n 0 posicion de quienes las estab ilizan y dan peso social com o" id ea s d e l a d om i n~ d on ", es dcc! r ,l a func i6 n d~ac i6 n . .q ue .. ope ra. .! J o

    1"!!"SQJ!e l . t ramhonzonta l ~m~nQ rd !; ~ ! ! ~t ro e sq u em ! l kTe st imo n ia estad eso ciolog iz acion d el texto m arx ian o (po slb le,' h ay q ue adm itirlo ,p or su sc on ce pro s iillim o s) e l u so v ert ic al d el e sq ue m a m a rx is ta " do m in an tc -d om i -nado" ,E ste u so se encu entra casi siem pre separado de la argu mentaci6n desa-rro llada en "Feu etb ach: la polem ica -natu ral para u n historiador m ate-r ia l~ ta ( ",h is to r! ad ~r s oc io ~o go .d irf am o s h oy )- c on tra el heg el ia ni smo , e sd ecir, co ntra la lIu slo n qu e co ns tste en creer qu e la do m inaeio n de u na clasees C in icam en te la d om in acio n d e ciertas id eas" ,' y , d e m o do gen eral con trala h is to ri a f il 0 s6 fi ca " qu e c re e 1 0q ue u na epoca d ic e d e s f m is m a y la s ilu sio ne squ e sobre sf mi sma se hace'" M arx: d eploraba en S tirner su s " tres esfu erzos"po r establecer l a sobe ran Ia de u na jerarqula d e la s ideas: s ep ar ac i6 n e ntre la sideas de qu ienes "dom inan por razones em ptricas" y de esos " ind iv idu osdom inantes m ism os" ; estab lecim iento de u na " trab azO n m fstica entre laside~s sucesivamente ~ om i na nte s j e nc ar na cic n d e la historia de l concepto enlos iatelectu ates, lo s p ens ado res ", los " fiI6 so fo s" , " co nceb ido s a su v ez co -m o.lo s f~ bri~ ~n les d e la h isto ria {... J com o lo s d om in ado res v," H oy esro ess oc io lo gia tr iv ia l, E I a to lla de ro p ro pia m en re m a rx is ta p ar a la s oci olo gia n oe sta a qu f. Y a v olv er em o s sobre el asunto.Resumiendo, el conocimiento d e l as relaciones de fuerza e ntre lo s g ru

    y c1 ase~ n o n os sirv e en b and ej~ la clav e d e sU S r elacion es sim b O licas y de lcon ten ido de su s cu ltu ras y su s id eo lo gfas, In sis to u n poco porque vem os am enu do o po ner u !l~ leetu ra m a~ ta (y r ed u cc io ni st a) d e La Reproduc tion ,ala tarea de deseribir lo s eomplejos m e ea nis m os d e la d om i na ci6 n s im b 6 Iic ao de las relaciones que u nen de m odo indirecto el fu ncionam iento de lascu ltu ras do m inan tes y do m inad as a la d om inacio n so cial." -.J"? I efecto p r9 l? if ,! m en te s im b 4 li co " d e t od o p od er social d e: l m p os ic lc n d esenrido est! definido, en el paradig m a conceptual de L a R e pro au c tl o )como

    -- _ ...

    7 Ibid. p. 77.8 Ibid. p. 79 .~Ibid. p. 78 .IU P. Bourdieu, I.-C. Passeron, La lhprod''' lion: Hlmems jKJUI" une IIorie du syfltmed'enseigllement, Paris, Minuil, 1970, propuesras 0, r.i, 1.2,2, pp. 1S-26.

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    "Ilel conjunto de efeetos producidos por el reconocimiento de su legitimidad, -t eapaz de imponer un poder al imponer el desconocimiento de las rclacionesdefuena que Iepermiten ejcrcer su aeci6n: este axioma antropol6gico noesmAs que un poco de Pascal , despues de todo . . rero el "incremento" de lasrelaciones de Iuerza que la Iuerza de un sim60tismo asegura gracias aldisimulo de las relaciones de luerza que es capaz de impaner, n() prejuzga.p.!!~ nada acerca _de las operaciones eulturales y los operadores 5oc'ia~-~ueilesm6ir yq u e flo sonfjunc.i'equiviilentes;::; que i'ealll,ane~laconstante transmutacion social: de "cadenas de necesidad" a "cadenas deimaginaci6n", si preferimos nombrar en 5U principio ia"mueca" social con laspalabras de Pascal. 11 Del mismo modo, "_1_9arb_itr.ario..cl:!I~" .de todosimbolisrno, dominante 0 dominado, solameiUe-apareceCOlfi8' lal -k.'inecesario recordarlo1- en la comparaci6n con otTOS, Y.a t revelar la impo-sibilidad de deducir las "opciones" de una cultura de un principio universalcualquiera (16gico 0 biol6gico), nos haee comprcnder que su reproducci6nimpone un "trabajo pedag6gico" para imponer algo que no es nunca evi-dente, en lasocializacion, la educaci6n 0 la legitimaci6n. Pero las opciones deun simbolismo revelan siempre una necesidad cuando se las refiere -en elanalisis hist6rico 0 sociol6gico- ala condici6n y posicion social de quiencslas practican y de quienes las reproducen (sin 10cual lahistoria y la sodologiade la cultura no hubieran jamas tenido oportunidad de balbucir). La arbi-trariedad cultural no es por 1 0 tanto del mismo orden que la arbitrariedadIingutst ica: no basta con plantearlo como principio, tal como 10 hace elrelativismo cultural. para inaugurar un campo de descripci6n y oonocimientoempfricos, Dicho de otro modo, el esquema - q l k podrfamos extractar de LaRepmtiuclioncon el finde localizar las tireas de descripci6n y de explicaci6nque incumbcn ala sociologfa de lacultura es un poco difercnte del esquema

    , 1 d e l a v ul ga ta m ar xi st a q ue examinabamos hace un instante:

    IIr~scal,PmshJ,ed. Brunschvlcg, Paris, Hacnette. 1912.raraelcon~plodem ..eca" vease11 , ft. Sl , p. 366: pal'. cadenas de necesidad" ycadcnas dcimaginadonw. vease V, fr. 304. pp.,411-472, Ytambien fr. 310, 315, 31'1,325, pp. 413480.

    24 ;~[I

    Esquema 2

    l.O~ deeir? Primero y principal que, Icjos de poseer por adelantadorespuesta, cuando nos preguntamos., en una configuraci6n dada, auil eslalacibn de dominacl6n simb6lica entre una elase dominante y una cdorninada, la descripci6n deberfa haber recorrido 1 0 mAs ampliamenposible las relaclones A , A ', B , B ' (con 10 que esto supone de conocimiensocioecon6mico de D) para dar un contenido a 0'.No podemos transponel conocimiento de Den D';no estamos frente a Una flecha homol6gica sante un punto de interrogaci6n. Una sociologfa de la cultura que quiintegrar los ados de la dorninaci6n en sus analisis tiene siempre quecuenta de Uncircuito complete de interacclones simb61icas y de constitucide simbolism05. Las descripciones de t l p o A 0B que ponen en relaci6n ucultura de dase-oon-.la.J~ondici6n social de quienes la practican (1 0 qlIamamas a!i~/isiscultural) etacuentran necesariamente propiedades quetambien propiedlde& deposici6n y en las que interviene D. Si nos negama dejar es

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    --------. ---~=-=-= ==---- ---- ,..... ---- --- -,-,.,.,~~. ,...........,,~ . ..,.......,.dominados, hasta 1 a complacencia populista, pasando po e todos losgradas dereconocimiento bajo condiciones 0 del paternalismo. Estas relaeloaes Ymuchas otras componen en D un sistema de relaciones cuyo efecto propia-mente simb6lico debe al olvido de los recorridos que lIevan de D' a D el

    ,Ii' ~~~ ~!?10 gu e !!!!!!elac!6o_deJuerza no R!-9d~ j~4s dir.c:ctaalCnlc:_un~I I I ~~~!Jl_!.de yal~res y d.~ rel~cio___DCi_COQs o s - - v a l Q r e s . . _ _ q u e fS - jer6 t q l l i C Q . . . X .

    t. 1 Jerarwzante.m rcduclfse, SIdemba~_! ser uncalco~Jm'Lrgllfl~, EI esquema sugiere evidentemente la sparituaa engaiiosa de una redcaminera que el inves tigador podr ta r ece rr e r sin problemas, Es soIamenle unopdmismo gratico. Vimos c6mo 1 & apuesta te6rica del relativismo cultural yde la legitimidad cultural -es decir la descripci6n que autODomlza lasculturas dominantes 0 dominadas de 1 0 que elias deben directamente a 1 arelaci6n de dominaci6n para ceutrarse en su coherencia cultural (relaeionesdel tipoA 0 B), Y la descripci6n que interpreta su estructura trasladando susjunC(OIIes a la relaci6n de dominaci6n (relaclones de tipo A 0 B')- noagregan ni se acomodan tan facilmeute a sus experienclas de descripeion,Veremos, por ejemplo, c6mo B y B' no comparten una cuhura dominada de_~,gossubconjuntos de rasgos -unos "culturalcs", otros "ideol6gicos"-:- y-.::como, por el contra rio el mismo rasgo lorna un sentido diferente en lossistemas de interpretacioa definidos por las relaciones de tipo Byde tipo B'.IZ} R ec ap il ul emo s rapidamente, para abrir Ia d i s c u s i 6 n . l a s opciones bennentuticas

    J 0 los principios te6ricos que guian 0 que han guiado la mirada dirigida a las\ clases dominadas, porque tendremos que vernosla, mas de una vel, con sus' oposiciones y con sus complicldadessublerraneas.

    Poalclooe&e Innrslones

    (PAl co!D~enzo5e.extiende sill_co.mp~2L.en todo grupo a clase que ocupa. -----\:-na posicion dominante, el el!fQfelltnsmt! ~DO consideramos este"comienzo" como un estadio arcaico 0 superado de Is ideologia 0 de Iacultura de las clases dominantes, puesto que se 'rata. en toda epoca y lugardel primer movimiento de toda percepcion de la alteridad cultural, del gest~m a s tenaz puesto que es el mas simple de la autolegitimaci6n13 y aI queninguna historia logr6 nunca hacer pasar completamcnte de moda en 5U

    12 cr . Infra, pp. 1 1 - 7 2 .. 13AI comenla~ el reversode Ia lcoria del cri.lianlsmopropLICSla pot Nleluchc flilldamcn-tada en~nhIop de Ia MoroJe sobn el anAlbis del "re.cnlimienIO )'de ladeali(lCacWn de

    los "mejorcs", Marx Webc,' slibraYIlel canicler hisl6ricamcnle exccpciOllal de CS l a "recalitlca-ci6n r e l i ll io s a. d e l Slit rimienro, del in fon-u~io , de .. IIUSCneia de preat I Ji o, d e Ia pobl"Cl.a,respectc de la rmpor tancia Yde II recur rencia del fen6nlcllo inycrso; ~'I'"M j'flnwrau is Jd40msalified wit h 1Mfacl afbring {otumate. Beyond this, heMeib la}qj1)JVhal hehas a rilhllO hisgoodfOl1Une. He wants to bt convinced thm he 'deurvu' U . and abaw all, thallw rUsvo>ts Il in

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    evidencia atemporal. EI etnocentrismo de clast; ingenuidad originaria detod~ ,pensamiento acerca del priviJegio formulado por los privilegiados,~ti6 ~menudo sus (orm~ extr .emas, 0en todo caso mas lIamacivas ymejorraCJonalizadas en las fraCClODesntelectuales de las elases dominantes 0enlos grupos eultos asociados 0aspirantes aJpoder, Sin hablar del horror baciaIa "incultura" de las masas sentido por las burocracias letradas de los Estadostradicionales 0 del t ra nq u il o d es pr ec io b a ci a la "Irracionalldad" de lascoaduetas populares praeticado por las capas tecnocraticas que sirvcn a losEstados modernos, sciiaJaremos como ejemplo que ni el hidalglielo ni el gransenor hablaron nunca con tanta vehemencia como BaJ-28 C de la extra 0 de 1 a i nf ra -human idad deb;campesinos.Ajenos al humor negro de Balzac, ya que comparHan Balmc. Tews n O Je l . Teao nO 17los notables que respondieron ala encuesta del abate~regoire en el siglo xvm , bajo la 6ptica del siglo de las Luces, estaban19ualmente seguros de que el estado de inmediatez natural que definemantiene el campesino sin lIegar a lacivilizaci6n, la abundancia mon6tona deinconvenientes que 10 encierran en su medio ambienteanimal y vegetal, 10descalifican como ser hist6rico 0 serr acional , Resam iendo , Iamirada qu e las clases dominantesdirigen a las dominadas no difiere en nada, en su Iranquilacerteza de denegacion de cuhura -es decir, de negaci6nde humanidad, taJ como 1 0 describe Levi-Strauss en Race e t H i st o ir e -: de lamirada que una sociedad, "pruniriva" 0 "civilizada", otorga a otra es;ont~.neamente en su barbaric primera.Sabemos que cI etnocentrismo lIeg6 a desbordar todo control moral y serevel6 a toda observacion de los hechos despues de que la historia, con lafacilidades de la conquista colonial, dio libre curso a sus racionalizaciones yIe ~comod6 una funci6n engafiadora con la designaci6n de un chivo-expia-tono: reconocemos al racismo en su negrura total. Pero Europa del siglo XIX,en elmomento de su expansion mundial, no afi rm6 nipens6 peor acerca delas culturas colonizadas 0 satelizadas de 10 que una burguesla, grande 0pequefia, pudo decir 0 piensa aun hoy ill peuo acerca de sus "clasespeli-grosas" 0 de un "pueblo bueno y simple", En nuestras sociedades de clast-incluso en lasque la relaci6n de clase csl' mas pacificada ydisimulada- e.mrit1!J~ d e c lg se , entendido como la certeza que tiene una clase de mono-poliza; a deflniCi6ncultural del ser humane y par 1 0 tanto de quienes pueden

    comparison wi.h others {..} Good {onUM thm..ants 10be "legilimate" fOl1Une.lf l ite gmer~/lmll"fonune" covers ~lIlhe "good" af lionat', power, posseskm and pleasure, il is tM "'WI generalJoTmula for the snvic~ of legilimalion, whiCh religion has had toacconlplish Df1M external and'!'! inner ;JII~n. ofall, rulillg men, . 'M propenied, 1M viCtonliS and lhe llcahhy f... ThU tkodicyts anchonr Inhighly WOOS !rPha rl S a ic a l" , n e e d s of ma a n d i s l h e re fo r e e a s il y u n dm la o d. e v enif sulJic~nt all~ntion is often not paid /0 ifS elft'Cts" (M IK We be r, Fra/ ll Max Weber, o b . c it . p : 271 )_

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    ser reconocidos plenamente como hombres, anima todavia a vastos seetoresde las c1asesdominantes y no necesariamente a los mas "lradicionales" y"clilistas"; en cuanto pasamos por alto las proclamas politicas 0 las decla-maciones tticas, y empezamos a registrar el discurso silencioso de los gestos,de:laspeque:iias decisiones cotidianas (sociabilidad), sinhablar de lasgr~ndes(matrimonio). En todo caso, en cuanto tiene espacio por falta de atencl6n 0por complicidad de su interlocutor, el discurso etnocentrico de clase retomar6.pidamente sus formulaciones m as abruptas: las que r ee nv ta n a las clasespopulares ala "barbarie", a la"naturaleta", 0 ala incultura": son homb~"(por citar a La Bruyere] pero con todo un poco de ot ro modo, es d~lr,siempre un poco menos que nosotros. 1 ? U ! ! ~ , ! ; ! I ! lJ~!!p~la,res comprendidaespontaneamente -incluso por quienes saben, en sus momentos cultos, que-deben controlar ese "sentimiento linplstico"- como un "dialecto social",migaja de lenguajes recogidos por una escucha 10rpe~s!"1da 0 perver.sa d~lverdadero lenguaje; las costumbres populates proporcsonan la expenenciaprimera y el paradigma de la "vulgarldad", 0 sea, la ausencia de modales, 0,como mueho, modales que noson sino la irrisoria 0patibularia imitaci6n delos "buenos", patetlca 0incluso divertida si el coraron se siente generoso.Basta con escucbar a las buenas burguesas -10 que hoy quiere decir egre-sadas de la ensef ianza superior- hablar de sus mueamas 0como dice Hog-gart, una duefia.d~ casa de lasmiddle-classes hablar de su plomero, prototipo

    '< de "esa gentef:u,;.:~'4 1 ----t:> ! ( i ) e L , : _ e i ~ i j , i ; " ~cili ti t~nnstaura, a partir de la constatacl6n de que todo

    : :0 ; : , grupo sodalposee S U simbolismn irreductible 0,si se quiere, su arhitrariedadcultural, el principio de que las cuhuras deben ser descriptas y nojcrarqui-zadas 0, mis bien, que no puede jeratquitArselas mM yaque se las describescg6n sus propios c6digos y valores, De este modo reclama para s(la tarea,nunca completamente term inada, de reducir las ilusiones etnoeentricas, AIhaber engendrado la etnologfa lil"cu It1,lralismo"como tecnologla profesionalque ha prodamado y practic::ido, bien 0mal , desde hace ya un siglo," ladeontologla del relativ ismo cultural , se haefa di(cil r io benefic iar a lasculturas populates con esta generosidad te6riea: l.por qu6 privarlas de estecredito en humanidad, es decir, en autosuficiencia cultural, que e I relativismoetnol6gico otorgsba a todas las culturas de oikollmtllt7

    t~~.oggart, La ",Inn d~pmnTt ; Imde Sf" It .JIyI~ dt t it tits ckrsstr populoirts tnAflg/tttm. Paris, Minuit, 1970 , pp. 337-339, cuando I labla del plomero, yen general , Ie. CI-pltulos II (Le d

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    La rehabilitaci6n de las culturas populates prolong6, aunque con retra la de las eulturas lejanas. Este c ul tu ra l l og en la aplicaci6n del relativiscultural a los grupos sociales con los que la antropologfa se codea en sucotidiana explica sin duda, desde una l6giea de la emulaci6n, querelativismo haya adoptado siempre fonnas mAsexacerbadas que el revismo etnol6gioo, y que hays vinculado Ian estrechamente sus program~~::-:i~~:1~~oj::1:=i:-I1~~su cukura es m's nea que la nuestra; es, enefllmlte, la 6nica cUltura "nralmente cultural" (Volkskunde, loistoismo, folklorismo, Prolerlcult).primeros intereses cul tos que se coinprometieron en el inveatarlo decultures populares europeas negaron de entrada todaslas observaciones que les hubieran revelado los efectosincong,uentes de duRiaaci6n, dependeocia, y hetcronomfa,p o rq u e e I popuI ismo rmnant ioo que los lnspiraba confundiacon fervor plebe y pueblo,plebs ypopulUS. 16 Del mismomodo, el relativismo cultural aplicado alconocimiento de las culturas plares se manifesl6 en las ciencias sociales como continuad6n del camtrazado por las conversiones de la ideologfa polftica de los it~telectupopulismo revolucionario y proletarismo minaron asf ideOlllgicamentedominios que abrlan a la invesligad6n. Las lenta,ivas de uso directrunepolfti~ por parte de los inlelectuales (y a sea bajo la forma cInicahebertismo del Pert Duc hes n; 0bajo la forma milenarista del babuvismde los earbonarismos) sucedieron a una larga historia de manipulaci6nPueblo mediante discursos que 1 0 constitufan como sujeto privilegiado denfrentamientos entre lracciones de iit~leduales.n MAs proximo a nosotel"rompafieri;mo de rota" ronsentido pa r los inteJectua1esa lasorganizacioobrer~stas complic6 aun ',fib I,asces.as.Resumiendo, en el registro polfticpopuhsmo precede al anurracismo, mcluso se acompaiia, a veces,de racis"los mas humildes de nosotros son mAsvaliosm que el mejor detodos el~a_cOnftgtJr_a.~Q_~ como p:u:a gye_d~1;a~o..-cultural_.apljgl~~_a~~ares p u e d a relatiVizarsus P~~__1.!~~r ~~r!~__se.namen

    16 B.ajo e l signo del r omant ici smo nmona l, exp lici t amente, eI Volkskimt/e (t~ntransformadoen foIkIon porThoms en JS46)lnid6 mllylempranamente esta IdentiFicationBrenlano y A. Y C i f t Armin, DnKMIxn Wlindemom, Heildert>erg, 1806-18(9) qlle participla mod. del prefi .iO -Vcra {d , Herder Stimmm. VoAtrhi Utdtfl, 1801) , A traves dnumerosos a....t.res de sus rontenidosi

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    ; '~ ~ j I O S efectos soo.a1es r simb6_~~_ ~!a _relaci6n~, d o l l ! ! n a _ : ! . ~ ;}'_a,qye.~~ -eiCiiCgM!!! y ~ lausface _gmMOCll!~ __!~~~rs~~~~It~,- .-~.-. _ ; ;. _ .. . .. . . 1 , /

    3,"'Si queremos relalivizar las descripciones q~c p~ocura e l rela~i~ocultural cuando apl ica s in o tr as p re ca u ci on es s u pnnaplO de autonomizaciena las cu lturas populares, o lv idando describ irl~ con refer~nc,ia a la cultu r~ ~elas c lases dominaple$, --debem~ pasar a otro npo de descr jpci en, que explic lteIa teoria de la l~iit;~;dp4ut/wid, Por su principia constitutivo =restituir elsentido de l a s " ' d i f e r e n c l a S cu(ll1-raies al sistema de difereneias de fuerza entrel os g ru p os de una mi sma s oc ie dad - csta toma en cuenta la relacl6n ~dominaci6n, es decir el complejo sistema de mecanismos y de efeetos de Jerarqu izacion que, en una sociedad de clases, constil~ye una realidad . socialrespecto de la cual nad ie podr@ formular la h ipotesis de que esta milagro-samente desprovista de todo efecto cultural: hip6tesis i~pllcita .en u.nadescripci6n in teg ral men te relativista, Elite lIamado al realismo SOCfO/OgiCOune seguramenre la teo ria de Ia legilimidad cu~tural a ul_Iprincipia racil~entereconocib le de la t~orfa marxista (10 que exphca la facilidad con que ctertoslectores 0 utilizadores reducen la teorta a esc principio), pero prolongatambien una opci6n te6r ica de l a sociologfa weber iana ;cI de res ti tuir a una descr ipci6n compJe ta de las relacionesde fuerza l a fuerza simb6lica que otorga eI rcconocimicntode un "orden" como "orden legitimo" par eI conjun lo delos grupos sociales 'Iue ese orden distribuye sin emb~rgo. ". ..de modo desigual en Mrminos~ mando y obediencia, de posibilidadespositives" y de "posibil idades negativas" , Dicho de otro modo , esta teo rlabasa sus h ipotesis en la transposicion al orden cu ltu ral de l os conceptus queWeber utiliz6 para describir efectos de orden como los de la legilimidadreligiosa, polilica y jurIdica y para clasificar en "tipos" (carislMtico, l radiciona~legal),las d iferen res 6 rdenes leg Itimos. I;lllnal~Jas _~~!!~~~e c~~_e-be l!M~rcy a ~!:~L!!_n_adobl~ ~!Umpara re_t!!a~elemJ?I~~J!!~'co .del~i~mo ~rsoci6logo no puede escamol~ar, en Ja.descfJpCJ6n ~e las dUe-rentes cu~s de grupo 0 de c lase , las relaciones socia les que los vinculan endesigualdad de fuerza y jerarquia d & posiciones, ya que los efecto s de esasrelaciones estan inscriptos en la sign ificaci6n misma del objeto descrito. Eneste sentido, decir de una cultura qIJc;~_~!~gfljm~ es evidentemente unaascrci6n axiol6gicamenfe i ieti tra"(inCJusoeuariaovemos a veces perderse porel camino, segua el animo de los utilizadores, a esa "neulralidad"), pero esuna aserci6n doblemente complicada, No 5610obliga a demcstrar que la cui-tura legftima es la de los dominadores: y toda cullu ra de I?S do~inadores .nopresenta necesar iamente los aspec tos de una cul lura l egitlmaj SIRO que CXlgcdemostrar (10 que s610 ocu rre mccAnicamenle en cl esquema rnarxi&ta) quees impuesta a los dom!nados; hay que p~~r idenlificar empiri~mente en losexcluidos comportamlentos de reconOCImlento de los valores mlSmos que losexcluyen: cul lura alta. escolarizaci6n. eostumbres, etcetera; La te~r !a del or-den cultu rallegftimo asigna claramen te un campo al trabaJo emplrlco : el deuna socio logia de las (o rmas y gradas de consentimiento 0 to dominaci6n.

    Weba '

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    Asl formulado, el principio descriptive de Ia teorfa de la leg itimidadcul tural deja ve r c6mo no proporciona una lIave universal para l a s oe io lo -g{ a de las cul tures populates ni const it uye e l "saber absolut e" , eI "puntoomega" de toda socio log ta de .l a cultura Posee, como el relativismo cultural,p ero d e modo invertido , su fuerza y sus limi taciones, las que var ian s cg an e lobjeto de descripci6n: culturas populares 0cultures domlnantes, Su fuerzaradica ev identemente en que no subordina roda descripci6n de las cul turas degrupo 0de clase a un rCiativ ismo cultu ral que esos grupos no pracrican, y paralos que esa falta de praetlca com pone su propia cultura, Radica por 10 t antoen rt5tituir -forma plena de Ia gesti6n socioJ6gica que traiciona el cuituraJismocl6sico- elsentido cul tural de las praet icas a las condiciones ya las posicionessocia les ent re l as queese sentido se diseute , se negoc ia y concluye; es decir ,en referir todo 1 0 que describe e interpreta a los mstrumentos sociales dedescripci6n "en uso" en la sociedad a la que pertenece. Ellfmite de la teorfade Ia legitimidad consiste en que no puede, desde el momento mismo en queob jetiva la arbitrariedad de la cultu ra de las clases dominantes al descrlbir lasrel ac iones de fuerza que fundan su legitimidad en la transmutac ion de las re-laciones de fuerza de quienes son capaces de imponerse, describir positi-vamente la arbitrariedad de las culturas dominadas; es decir, describir entodas sus dimensiones simbolicas aquello que es y funciona todav fa comocukura incluso cuando se trata de culturas dominadas. Un paso m6s en lareivindieac i6n del monopol io descr ipti ve , y l a t eorfa de la l egil imidad cul tura lcae a su turno en una denegaci6n de sentido; las praeticas y los rasgosculturales de las clases populates se encuentran privados del senrido queposeen por su pertenencia a un sistema simb6lico cuando C t. sOO6108oenuncia como exclusive el sentido que poseen por su referenda a un ordensociallegftimo : in fracci6n, erro r, rorpeza, privaci6n de c6digos, distancia,concienci a culposa 0 desgraciada de esa dist anci a 0 de esas p rivaciones. Delmismo modo que las cegueras sociol6g icas del relativismo cu ltural ap licadoa las .culturas populares incitan ~!.P.q~E1~9~_PJlra quien el senti~ de laspracticas populares se cumple fntegramente en la felicidad monadica de Iaautosuficlencia simb6lica;'8Ia teorfa de la legitimidad cultural co rre el riesgo ,par su integrismo enunciativo, de conducir_~Uegil imisnlQ Que, bajo Ia formaextrema de m . i J s l r l l 2 ! l i Jmf?, JlO puede sino compu tar, con aire aflig ido, todaslas diferencias como (alt as, todas l as a lte ridades como defectos , ya adopte eIt one del rec ita ti ve e lit is ta 0 e l tono del pate rnal ismo.

    (t~asta con recorrer los trabajos ~e los a~trop61~os y de los s~61'?8os de. la s clases populares para percibir ta rmsma dlficultad te6nca, siemprerecurren te: cada uno de los dos tipos de descripci6n (2 y 3 ) logra sob,e lodohacer resallar 10 que el oIro pierde del sen lido de las p ractica. s populares.Pareceria que no pudieran hacerse las dos casas al mismo liempo, sino pormedio de Ia precauci6n verbal que es accesible a todos en eltrabajo de

    II vtlli

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    c on slr ucc i6 n d e lo s h ech os y d e lo s e n u n ci a do s iete rp reta tiv os , N o p od em o s,po e ejem pJo, aprehender los v alores d e la vid a popu lar com o h cchos eu ltu -rales d otado s de tod os los aspectos d e u n sim b olism o, sin pon er en cu estionlos enu nciados descrlp tivos qu e im ponen a la legitim idad cu ltu ral com opalr6n de todo valor sim b6lico . D el m ism o m odo no podem os em prender ela ni'ilis is d el f un cio nam ie nlo d e u na m aq uin ar ia s im b olica ta l c om o u n o rd enc ultu ra llcg ftim o s in d ilu ir a lo s v alo re s populates en no-valores, g rac ias a lanalisis mismo, P ero ta m p oco p od em o s acompanar b asta su s 6 1tim as con -secu enciasla coh erencia ex presiva de u na cu ltu ra po pu lar sin com eter al fin.de cuentas la in ju sticia in le rp re ta tiv a d e es ca m otea r la h eter on om f a s im b 6- 'lic a q u e s ocio l6 gic am e nte Ie m ar ca o tr o s en tid o, ig ualm e nte ex plica tiv e. Y a sfdeseguido.iD i ab lo sl s e n os d irA : " iH ay e nto nc es sobre l a s c u lt u r as populares inves-tigaciones e investigadores, unos r el at iv is ta s ( in d us o popu I is ta s) , o tr osle gitim is ta s (in ctu so m is era bilis tas )1 D ig an no s q uie n e s q ui~ n" . D i llc il: 1 af ro nt e ra d e la qu e hab lamos corre sinuosamcnte po r toda d es crip ci6 n d e lascuhuras populares, a la s q ue d iv id e s iem p re co n m o vim icn to s alte rn ativ os d ei nt er pr et ac i6 n, c on balanceos sucesivos.con f ra sc ol og fa s d e d ir ec ci 6n d ob le ,,i Y a veces de doo le sen tid o. L a osci lae iOld:nI_~ed ~ m an ~(a s_ de _d es crib ir u na, '- (" c u lt u ra p op u la r se observa en una mlsma--obi!i,cn unmismo aiitor, porquc.-, ,c_ se encu entra en toda sociologl'a, en toda descripci6 n novelesca u n pocod ela lla da d e las cosas de la vida popu lar. Hay , por su-puesto, i nt eg ri sm o s d el d og m a populista 0del dogm a m i-s er ab i li st a, s is tema ti za do re s d e Iavida devota del IIorodllik ... Ba~~_ s .WOSII J..'Y de lo s profetas d e la salvacion c ultu ra l d e la s masas: po ru n l ad ov emo s a los monjes =entomologos que consagransus ma ravi ll ad a s vigilias al repertorio de "riquezas" de la cuhura popu lar, yqu e cierran su s ordos a todo ru ido qu e provenga del m u ndo de la dom inacionsim b6lica; por otro, a los prcdicadores sin picdad de una polu ica de losvalores de la vida cu lta, y qu e lu stigan co n su s cifras de n o-Irecu entacion d em u s eo s, c on ci er to s, t ea tr os 0 b ib lio tec as , a lo s p ag an os n o c on ver tid os to da-v fa a la s d elic ias d e u na c ult u ra le gftim a . P er o en lo s s oc io lo go s - pru dcn ciaprofesional ob liga- la o sc il ac ie n p ar ee e s er e l c as o m o da l: t od o m o vi m ic nto

    un poco vivo en un sentido r ed am a u n m o vim ie nto de arrepentimlento qu ese lee en la leve e xa ge ra ci 6n d el recurso a l a t eo ri a c on lr ar ia ( Ie gi ti m is ta 0r el ati vis ta ) q ue se im pone la frase d es crip tiv a c om o pequefia expiaci6ne nu nc ia ti va d e s us e xc es os d e c oh cr en ci a, L le ga m os , i l l Ji l le, ala pregu nta qu el a os servira d e p un to d e p artid a: iJ a ~ cila cl6 n teorica entre I~A~- estilos_dl;o ' : . f d~sq_ipci6n (2 y 3) es UI1~m i_ ~ o i ne lu d i6 Je pa ri i e l s o ci 6t i: 'i o? P od em o s d ud ar -- -- -- -e que sea un a estrategia eficazpara el irabejo de interpretacion d csde elm om ento en qu e nos dam os cuenta de que se redu ce a corregir cadaembest ida po r o tr a d e s en ti do opuesto: u n n av eg an te sabe q ue l os s u ce si vo sgolpes de tim 6n -uno a la derecha, otro a la izqu ierda- no hate nunca UnaU ne a. iL a s oc io lo gf a d e l as c ul tu ra s populates no pu ede conccb ir u na teortade la descrip ci6 n de su ob jeto ? 0, al m en os, Lu na tcorta de Ia articulaci6nc on sc ie nt e d e a m b os e st il os d e d es cr ip ci6 n1

    C. Grig1lO1IMe guslarfa ejemplificar 1 0 q ue a ca ba de d ec irs e a po yan do m e en u n tra baq ue a ctu alm e nte d es arr ollo s ob re la . a lim el' lta ci6 n .p op ular . S olam e nte Pdemos hacer un uso excnto de populismo de la nocien de cuhura popularla definim os com o cu ltu ra de las clases dom inadas y no com o cu ltu ra.P ueb lo ". E sta p ref er en cia d e p rin cip io a co rd ad a a l c riter io s ocio l6 gi~ o ps ob re l os c ri te ri os c ul t u t ol 6g ic os , tales co mo el can \eter oral 0 el anommsde la tradici6n, m as (am iliares para los etnologos 0 los especialistasf ol kl or e, n o d eb e im p ed ir no s tomar igu alm ente en serio las tareas a qu eob liga el t~ rm ino eu ltu ra: el m ejor m ed io es, s in d u da , realizar e l inventarde los "rasgos" qu e constitu yen u na cu ltu ra 'popu lar,1 9 sin esperar de eejercicio prelim inar qu e constru ya el ob jeto" de u na vez por todas. Hayver en ~Ien todo c as o l a o ca si 6n .d e someter a u na primera pru eba y aprim er interrog atorio los esqu e?,as por m ed~ o d e los co ates u na apro~ mc i6 n e xter na , m 's 0m enos innU ida por la sociologla de los gu stos legfb minterroga a las cultures dominadas.

    E I e sp ac lo d e las c ultu ra !' ! p op ula re !' !

    E n prim er hsgar, parece ser qu ~.Ij{iii~ :n~ ~:~ ~ s~ a en el polo fe.m ende la cu ltu ra popu lar, de ladod.J~ ~1 Illrti-dom e5 1Ico por oposicionwlturo del.rabojo. Practice familiar, forma parte de la cultura instltuida,o m enos integradora, de los m atrim ~nios, por oposici6n a las formpop ulares de la el l i turtt adoleseente . marginal, contestataria, no integradopraetiea dom tstica, se opo ne tanto a la eultura d e ta call com o a la culturataller 0 a la cul tura de l cofe; pr6ctica privada, form a parte de ese secprotegido de la cu ltu ra popu lar qu e escapa, al menos m aterialm ente,acci6 n directa de los m ecan ism os de dom inaci6 n sim b 6lica. E n u n esqu eeonstruido segUn este p ri nc ip io , l as p ra ct ic as a lim en ta ri as se sltuartan, c oconju nto de las (areas d om esticas, en ellu gar opuesto de las practicascom peten a la eultura p olilita d e la s clases populares. Notemos, s i n emba rqu e la alimentacion pop ular no es, co mo la alim entacion de las clases medta n C 'c ilm en te cla sific ab le a lla do d e 18eeonomta domestica 0 del consup uro; en tanto consu m o reparad or" m ira: hacia sfuera, hacia el tra ba jo yv alores m ascu linos; eu alq uiera sea el grade de desm anu alizaci6 n"trab ajo ob rero y cam pesin o, los g ustos p opu lates reflejan au n u na sim b 6lcorporalligada al esfu erzoy a los ofici~ m anu ales. N o se ve m u y b ien, en

    1 9Sobre la distinciOn entre erite riels soclol6gkos y criterios cullIIoIogicos, d. M. M.Ethnog raph~ eu rope enne" , c n Effmologit gblbalt. Paris. Gal limard . -Encydopc!dicPI.eiadc. 1968, pp. 1280 Ysill

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    esquema, d6nde ubicar ~ rasg06 distintivos de Ia alimentaci6n popular comoeJ autooonsumo campesmo, expresi6n de la iodivisi6n entre ofieio y familiao la "fi~brera, objeto de continu8;5querellas domi5sticU, intermediari~desgra~ado entre. el lugar ~e trabaJo y la c as a. E n -Iamedida en que I asep~raa6n entre VIdaprofesional y vida privada es uno de los privilegios deIa VJd.aburguesa, que las clases populares tienen lodavfa que conqulstarnecesuamos r~rtar sus praclicas alimenticias en el punto de cruee entr~cultura domestica y cultura dellrabajo. -Podemos lambi6n panir de la oposici6n entre los elementos de fa cukurapopul: r qu~ ~ pueden con:iderar "nat ivos" en la medida en que s e apo yansobr~ t ra di ci on es d e c la se y reenvf~n al funcionamil;nlo interne de gruposrelallVamente cerrados, coD_loa (am"ia a el pueblo, pe r una parte, y,por laotra, los consumes y gustos lmportados puestos redenlemenle alalcance de

    las clases populares gracias al desarrollo de laproducci6n yde ladistribucionde masas, Del lad? de las tradiciones populares, encontramos la herencia dela c~ltura ~pes1Da y de las cuhuras regionales, que se muestra, en 10queatane a I a ahmeI_lt~ci6n,'en I a persistencla de plates tradicionales (como lasopa), en la oposieion entre menus de lasemana ydel domingo, en elrecursoal a~tocoDSl:Imo y al autoaprovisionamicnto direeto, etcetera. A esta herenciase vinculan, de ~odo ~as general , no s610rasgos de cultura "folkI6ricos.-ac:entos, supemvenclas de modismos y costumbres locales- sino tambienh~bltos actuales que. se manifiestan tanto en opciones del iberadas (porejemplo, la preferencia por el alojamiento individual en lugar del departs-mento), como en rutinas incQPscienles que regulan la vida cotidiana (hora-nos p~a lc;,vantarscy acostarse, ritmo de las comidas, etc.) 0 en el "conser-vadu~tsmo de algunas representaciones (por ejemplo, en 10que alane a lasrela~':lDes en.tre los sexes y entre las diferentes edades), A este conjunto detradiciones, sm duda mas vivaees en 10que queda del pequefio campesinadoyen los obre!os.de origen c,ampesino que en los obreros de origen obrero,habrfa que anadlCla herencia de las culturas de trabajo deorigen artesanaJy, a pesar de Van Gennep, el conjunlo de las tradiciones obreras, del~foll:lore" del taller a I a cultura ~indicaJ a polftica.lUDellado de los fIUSIOSm!PO~4dosencontra~emos en pr~~er lugar todo 10que tiene que ver con ladifusion del autom6vi1, de la television (y,para los j6venes, laradio yel disco)eldcsa~r~llo de los lugares de esparcimienlo,la propiedad yel equipamient~de la vivienda, y,en 10que respeeta a la alimentaci6n, la frecuentaci6n desupe~mercados, el usc de conservas y sucedaneos.la biisqucda de productospractices y baratos a 18vez, etcetera.G?~demonos de rein!roducir. a traves del sesgo inlroducido por laoposicion entre rasgos nanvos y rasgos exogenos, la oposici6n ingenua entre

    20 S e gU ll V a IIG entle p. q u e se niega Ienconfar l in folk lore obre ro a IIle Iico. cI folklores e o c- u pa e sp ef ;l al m cl Il e d e l as f ;O $ lum b r es umpc:iillilS y de I Oq ue s ul~ js le d e elia s ell 1 0$med iOISIIlduSlrlales y IIl"banos~M. M age l. 0 0 - cil.. p. 1285)_

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    "aulentico" y "artificial" que obsesiona tanto a las restauraciones animadaspoe el "espfritu de anticuario" como a las recoastituciones simplificadoras detendencies que ponen directamente en relaci6n l a supues ta liquidaci6n delgusto popular y el desarrollo de la "dislribuci6n de masas". EI soci61ogonotiene evidentemenre mucho para decir de la cukura popular coutemporaneadesde eI memento en que la considera como una supeevivencia 0 comosimple reflejo de la "producci6n", y construye concepros "bulldozers" talescomo "urbanizaci6n", "induslrializaci6n", "cullura de masas", "sociedad deconsumo", etc., que despejan de modo tan energico el terrene, que nopodemos distinguir nada mas despues de su paso. Por el eontrarlo, bay queprocurarse los medios empfricos para e st u di ar l a relaci6n entre los consumosy los gustos, para Iratar de reconstruir la l6gica, diferente segun los grupos ysegUnlas epocas, de los prestamos y de las retraducciones, para examiner enque medida las diferentes capas de las elases populares llegan a apropiarse,no s610materialmente, sino tambien simb6licamente, de los bienes de granconsumo, etcetera. En himedida en que sesituan en elcruce entre las rapid~\transformaciones de la teenica y de la economfa yla" lentitud" de los habitosarraigados en las culturas nacionales, regionales 0propias de las diferentesclases, las practicas alirnenli, ias consti tuyen un objeto privilcgiado paraestudiar las triUiirormaciones de ese gusto precario e inveterado a lavez quees el gusto popular.

    Cullura pnicllca yeslilistica popular

    Podemos disli~_g!!!rann, como hideron los folklorisras ingleses, entre los as -pectos _' ! l .11~t: iE lesde la culturapopiilar (obje-loClc'la-einagiaffayYlosaspecissimM/icos (objefo-del-felklore-propiamenle dicho). Esra vez, en nuestroe s i j ii e m a imaginario, las practicas alimenticias se encontrarfan clasificadasjunto al consume de bienes mareriales, como la vivienda, eI equipamientodomestico 0 el auromovil; en la otra punta, encontrarfamos las practicas quecorresponden aI consume de bienes culturales destinados al "gran p6blico"e a las "masas": literature, peri6dicos ("prensa del corazon", prensaespecializada en sucesos, 0 pron6sticos htpicos), radio (como ruido de fondosobre la radio del autom6vil, 0 la radio a transistores de lafabrica, el taller 0la cocina), emisiones de television (variedades, deportes), canciones, etc.;~00s, ~~rarCamos a las pr~cticas c"!turales .ligad~ a t esparcimi~o,tales cofiUn:lcampmg, la frecuentaeion debailes, ferias, asistencia a partidosde fUlbol,etcetera. Siempre de acuerdo con este principio, c1asificariamos laspracticas alimenticias -Ia cocina, la vajiJIa y la preparacion de conservasfamiliares situados a la par de la hmpieza 0 los traba]os menudos y ~noposici6n al conjunto de las aetividades inteleetuales y todo 1 0 que tiene quever con ellenguaje en particular-. Un paso mas, y podrfamos clasif icar Ja~practicas alimenticias entre Ias aClividades utililarias y obligatorias, junto a II I

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    jardinerfa, la costura y eI lejido; y en la otra extremidad del esquemaeneontrartamos los juegos y los deportes, naipes, bolos, nipper, apuestas,

    f 6tOOI,etcetera, Vemos que este esquema, apl icado al caso Umite de laalimentaci6n, recuerda fuertemente a la oposici6n entre la base material(aquf biol6gica) de la vida social y las variaciones -los "

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    las condiciones de vida y de los m odos de vida.22 S i Ia produ cci6 n de masaspudo, en cl siglo X I X . suscitar las clases y la lucha de clases, el consum o dem asas las confu ndir6 y las ab olirA .AsI, para Henri M endras, que pretende m ir ar la s " de sd e eI punto de vista

    de Ja cuhura y l a c iv il iz a ti 6n- , es d cc ir , d e a rr ib a, "las clascs no son 10 quceran", " la s s ep ar ac io ne s t ra di ci on al cs " se desdibujan. "L a opo~id6n burgues-popular-campesino ya no es fundam ental ( ..) No ha y mas c iv il iz aci onescampesinas. La c iv ili za ci 6n p op ul ar , la ' cuhura del pobre', de Haggart yde losescr i to res na tu ra li st as d el s ig lo XIX, n o e xisle sin o en a lg un os lugares aisladosq ue n o su bsiS lira n p or m uc ho tlempo y q ue n ad ie piensa conservar, com o lasr es er v es i nd ia s de A m6 rica del N orte. La c iv iliza ci6 n b urg ue sa b a resistidom ejor porque era y p e rma n ec e d om in a nt e, al tiem po qu e se t ra n s fo rma h as t ael pu nto de perder su o rig in alid ad y s e d if u ad e al conjunto de la pobJaci6nhast a el punto de no se r ya burguesa ," Por un lado, el siglo XIX, p or o tr o, elalio 2 . 0 0 0 : vamos hacia u n " nu ev o contrato social", u n " co ns en so b u rg ue s" ,con solam ente un 10 % d e " ex clu id os" (m as pobres qu e p roletarios), u n 3%de p ri vi le gi ad o s f u na enorme m i dd l e c la ss hedon i st a , a t ra v esad a p or e l " bri-1 1 0 d e la s " nu ev as s oc ia bil id ad cs " rransversales."

    En e sta p er sp eet iv a.I a al im e nta cio a e s, e n todo el sentido del ternuno, uno bje lo triv ial, resp ecto d el cual sena vano, por no decir fu era de l ug ar , b u sc ardiferencias sociales y , s ob re todo, d ife re ncias en tre las elases." P ara H en riM endras, la evolu ci6 n de las -O midas es un ejem plo " mu y eloeuente" qu eilustra particularmeate bien elfin de la burguesfa 0, al menos, del m odo devida burgees:

    E I rito de la c om id a d e l as f am ilia s b ur gu es as reproducfa en el comedor lasseparaciones fundamentales de la sociedad: 1 0 5 p ad re s e n eJ centro con 1 05invitados, l u ego l 05 lam i li ar e s ( par ien le& pobres, gobernanres y preceptores) enla p un ta d e l a m e sa c on lo s n i ii os , y , p ara do s, I Q . S sirvientes, mi r ando y s ilV iendoe l e spCC lA cu lo q u e d ab a , y se daba, J a fami lia burguesa. Clase burguesa, c1asem edia y clase prcletaria estaban situaaos r itu alm e nlc e n su posi ci on soci al ,tanto en el eomedor com o en el conjunlo de l a sociedad. Esle rito no puedeperpetuarse si 105ct iados desaparecen y Ii ise renuncia a a pr ov ec ha r to da s l as

    22 EI salano anual del oorero mmero se t r ipl ic6 de 1820-184oa 1931-1938 ;el salario aoualdel jornalero de l compose dup ti c6de 18 01 - 181001931 - 1938 .En cambio,el salaric de l personalde alro range , iejos de mejo ra r , s e v ino ab ai o e n e lm i sm openodo [... elpoderde eompra de lsueldo de los consejeros de B s ta do s e r ed u jo a Ia mi lad en tr e 18 01 - 1810Y 1938-1939"(JeanFourasue, MQcJUnisme et Bien-EtnI, Paris , Minuil , 19 .51,pp. 87 ,91).23 Henr i Mend~ , LD SQge ss e et k Dhotdn, F ra nc e / 9 80 , Paris, Gallimard, 1980 . pp . 33,36.24De esta situacion da resumonio 10 i ronia que d e se n ca de n a e l ami l is i sde lasvar iaciones

    sociales d e l as pract ieasalim e n lariillien el IIuror del aTliculoBI ile( Ii)de lDiclionnairtcrilil}Utde Ia socitJlogie de R. Boud on y F. 8ou rr icaud : u na e ienci ade l oonsumo de l a pcra Ieprovocae l m i sm o e fe cto q ue u n COIlClIl"5O por antecedent" y oposkiOn II la panaderia; 0 l acond"-cendenci acan que Henr iMendfiliiIal IIde insignif icameslasdi ferenelasdemasiada modeSlas :Por supueslO , hay peTrosiLiardianes,de eaza,&ul lu -,uau de depaJ1amenlo y , a lgas afganos,. . . ]." pero 10 im p oJ 1a nt e e s q ue " m as d e la m ila d d e 10 $ mal rimoniO$aca ri dan a iU perro"(Henri Mendr as , ob . eil. p p. 3 3 y 3iI).

    ocas iones de j cr ar qui za r II C U i i nd lv iduo&: e l ag rupam ien to f am i li ar a lr cdedo tdel asado d e fin desemana es un r it o en te ramen te opuesto a 18 comida fami liar.Lo s d om& l iCO i d es ap ar ec ie ro n, e l g u S iO po r lasjerarqufas es r cem pl az ad o porla arumacion de i gu al da d y , e n c on se cu e nc ia la rC l ipetab i lidad burgucsa l ' S l Amuena, al haber perd ido IiU fundl!rnenlo y sus atrilutos. t .COmo vivir burguesamcnlesino hay mas crlados para serviryobservar a q u ie ne s s ir ve n? ( 'C 6m o ser burgu6as i y a n o h ay p ro le ta ri 0 5? 1 5Lo s " Fr ~r es J ac qu e s" 1 0 c an ta ban con m ucho m As hu mor:IIn 'y a p lu s d e b on ne s, q ue Ue s o ci et e , . . .]Tout ~ c'esr l a f aul e la gaucheA ux Soviets! 1 1 Blum e t consort s! , . ..JSans elles ( out s 'C c rou le a l a f o isL'offlce, Ie s al on , l a couronneL'ordre, I ' au lori lc, 1 0 loiY' a p lu s d 'B on D ie u, y 'a p lu s p erso nn eQ uan d y 'a p lu s d 'b on ne s, y 'a p lu s d'bourgeois!"

    Ademas, yo tema a mano, por decirlo d e a lg un m od o, la s h erra mie nta ste6ricas propuestas p or P ie rr e Bourd ieu en las prolongaciones de los tra-bajos d el C en tr o d e s oc io lo gfa europea sob re edu caci6 n y arte, para el esru diode los gustos cu lt os .l (i Todo, entonces, me incitaba a " c on s ! .I .u ir . m i ~u "seleccionando las p ra et ic as m a s " desin teres ad as" y m as t ar as , n f as s e1e c( iva s,me!los excentricas en relaci6n con Ia " esfe ra d .e leg ilim id ad ~,. y ~ ejan dodeliberadamente d e l ad o lo s aspectos mas "ma t e ri a le s " y mas utilitarios de laalim en tac i6 n; n o tenta m as que centrar m i in vestig ac i6 n so bre la g astro no -mla, es decir sobre el consume ostentatorio de b ienes de Illjo y no s ob re l a a l i-lmentaci6n domestica, 0. m e jo r a Un , s ab re Ia d if us i6 n d e las normas dominaa tesen m ateria de higiene y de estetica corporal.

    Pero esta ab stra cci6 n tan c 6m od a im plic ab a u na dob le exclu si6 n: por u n).lado los aspectos de la a l i rnenracion ligados mAs direetamente a las resrric-clones econ6m icas y m ateriales; por otro, la cultura "nativa" de las clasespopulares, M e parecia u na IA stim a centrar 1 0 e sencial de u n lem a sem ejanteen aquello qu e sucede "arriba" de la jerarqufa s oc ia l, y consentir en que Iad es c: ri pc i6 n p er di er a riqueza y l a d em o str ac i6 n fuerza , a medida qu e seale ja ra n d e 1 0 m a s alto de l a " p ir amid e" social; e s d eel r, to m ar u na vez m as.exclusivamente, un punto de vista obsesionsdo por el punto de vista y la

    INo hay I l l a s sirvienras, qu e sociedad f . . . ]Todo esio es CUlpa de Ia i~quierd~De 106ooY i cl si de B l um YiUS compinchesl [...,S i n e ll as , 5< : derrumba rodo a la v

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    iL'jI

    eu ltu ra d om in an tes.j.O eb ertam os , cu and o partim os de la co mp ro baci6 n delas desventa jas y d e lo s s ub co ns um o s d e q ue s on v kti m as la s c la se s p op ula te s,a Un e n ese terrene, lim i ta rn os a transponer ala s ocio log fa del o on su m o losesquemas de la sociologia d e l a e du ca ci 6n y d e la c ultu ra " alia ", y conten-ta rn os c on interpretar las practicas alimenticias de lasd a s e s p op u la re s en te rminus de eliminaci6n, de retegaci6n, Hoibwachsde r et ra s o w l tu r aI , d e d is ta nc ia de l a n o rma , de "imitaci6n" Te .Uo , , ~ 18y d e " al od ox ia "1 i .H ab la que resolverse u na vez m as ah ac er c om p ar ec er la c ultu ra d e la s c la se s d om in ad as por "de/ecto, y retraerse, c om o d e c os tu m b re , detras de la F ro ntera q ue, desdeHalbwaehs, pasa e nt re l as c la se s m e di as y las clases populates y s epara a estasal lim a s d e la " so cie da d" 1E va cu ar d e ta l s ue rte lo s as pe cto s p rac tic es d e la s p ra ctic as a lim e ntic iasera contrib uir a au mentar au n m as la distancia entre la piram idcde los b e-c ho s s ocia le s y la p ir am i de d e lo s h ee ho s s oc io lo gic os , a l m e no s d e lo s b ec ho sreconocidos y r et en id os p or l a s oc io lo gf a d e l os g u st os a di os . D e l a a li m en ta ci 6ncom u n d e lagente com u n y , e n gen eral, d e la eu ltu ra p ractice, pu ede decirsepoco m as 0 m enos 1 0 qu e Lab ov , al qu erer ju su ficar su s opciones, dice de lalen gu a vernacu la d el proletariado neg ro cn o po sici6 n a 1 0 que eillam a eld ia lc cto d e la s c la se s d om in an te s" : e lla c on stitu ye " Ia c orr ie nle p rin cip al d el a h is to ri a l in g uf st ic a" y " toea de m anera m as Inlim a u n nnmero ma s g ra nd ed e l oc u to re s" , La socio log fa tien e po r cierto im prescrip tib le dereeh o a laab stracci6 n cu lta an te es te genero d e a rg ume nt o, siempre s osp echo so d econceder dem asiado a las expectativas del senti do cornu n y de no estarcompletarnente exento de populismo, P ero , en caso de con stru ir m i ob jeto(so bre el m odelo u sado para el estu dio de lo s gu stos legltim os , corrfa el ries go

    ide dejar escaper l a r el ac i6 n esencial ~_l~u:st . r .kc i~e~,

    ~

    Iigadas al nivel de vida y a las condiciones de vida (tra6 aJo, r~ a,a lo jam i en to , e tc .), y -la dim . e~ si6 ~_ itll~ Jj~ d e lo s c om p orta m ie nto s q ue , p orm as directamente determ inados qu eestcn por esas r es tric cio ne s, p ue den yd eb en , a l i gu al q ue la s p ra ctic es " de sin te res ad as ", s er d e_ s.! =L it Q5 _ ej~ ~ ~.! 'P re tados en t~ rm inos de actitudes, de h ab ito s, d e relaci6 n con las practicas , de" es irm e gia s" , d e opciones -en conc1u si6 n-, de gustos, A sf, para tom ar u nejem plo ex trem o, las " co mp ras d e cercania", b estia n egra d e lo s estudios dem ercad o, n o s on tan s6 10 ru tin as inscriptas e n la s d i sp os ic io ne s m a tcr ia le s d elm edio; no se comprenden comple tamente si no es com o elem entos de u nco nju nto sistem atico de op cion es, m as 0men os l or z ad as , m a s 0 m enos deacu erdo co n el sis tem a de d isp osicio nes lig adas al o rigcn y a la t ra y ec lo ri aso cial d e los agentes ; co ntrib uy en en cam b io a o rm ar hab itos g enerado res d en u ev as d is p os ic io n es , e tc et er a.N o podem os tener la expeclativa de realmente m ostrar qu e la cu ltu rap rB c li ca n o es el producto r ne cl ni co d e l a N ec es id ad ", si no consentimos enhaeer u n ro deo por el estudio d et al la do d e l as r es tr ic ci on es m a te ri al es : 5610a condici6n de ir 1 0 m as 1ejos p os ib le e n e sta d ir ec ci6 n p od rem o s mostrarc6 m o los d iF eren tes g ru po s aco nd icion an el m ed io en el q ue viv cn en un ci6 nde su s "gustos" -y viceversa-. Pero bay qu e sefialar desde ahora a!gu -40

    nas de las pregu ntas qu e provoca este c am in o. ~ Pu ed e autoaomlzarsestudio de las condiciones d e v id a s i s e hare abstracci6n, i n c 1 u s o transitoriamed e las relacio nes q ue es tas con dicio nes tienen co n la po sici6 n de claselo s mecanismos de d om inaci6 n sim h6 lica (to do 10 qu e se sit6a sab rflechas D'yB'd e los esq uem as de P as sero n)'? ~ No se c on e e l rie sg o d e pel aeento en las res triecio nes d el m ed io, m as [B ciles de eom prend er, ylas m an eras com o los agen tes resu elv en esas con tradiccion es, y c on du irde cu entas con u na suerte d e in fo rm e d es cr ip tiv o, b as ta nte s im i la r III qbuen inf'ormante, organizado y desemuel to . estj en condiciones de propordol.No se C O rT e el r ie sg o d e ser c on du ci do a e xp lic ar la s p ra ctic as y lo s gm aleriales po r factores m ateriales ., y a reconocer i m pl fc it am e nt e, a l mtiem po, q ue el esp acio so cial es discontinuo y qu e hay que buscar tipinterpretacion diferentes, segun se Irate de la cu ltu ra alta 0 de 1& c :pr6c:tk:a, de Ia cullura de la s c la ses dominan t es 0 de la cu ltu ra de lasd om inad as ? i.N o es v olv er, de otro m odo , a la o po sici6 n entre 1 8 n ec ey la l ib e rt ad , 1 0 s u rr ld o y 1 0 d eseado, la necesidad y el gu sto , y adm itid ef in it iv a, q u e l as p rB c ti ca s ut il it ar ia s" t ie ne n sentido p ar a lo s ag en te s,n o p ara e l s oc i6 10 g0 '?

    Un eJemplo de Inyerslon populists

    EIetnocentrismo de c Iase , q u e a m en az a de o o nt in u o a l a s oc io lo g fa l eg it imasom a com o nu nca la nariz, euando ehoci61ogo pretende , con una o s te n lac on de se en dien te , c on ce de r u na f orm a d e au to no m la e i nc lu s o d e e xc ela l as das es po pu lates , a con dici6 n q ue sea den lro d el o rd en d om inad o,e xa ct am e nte , e xt ra cu ltu ral , d e lo s consumes materia Its y ~e Iiisatisfacciol a s ne ce s id ad es "primaries", Desde este punto de vista, l1 t4. limentac i6npU~@ I' ~ ~ -p re st a, es p e ia lm e n te p ar a la a l te rnanei a d e l mi se ra h ll is t ri o -y~~ lllism OrM e he eslorzado ademas en m ostr~ c6m o uno podrfatentad o po i hacer cones po nder las cu alid ades su pu estas de la alim en tap op ula r - gr os er a" p er o g en ero sa ", " su sla nc ial ", " au tc nlic a" j etc.- coc ua lid ad es s up ue sta s d el Pu eb lo "; r ac ile s d e d cs ar ro lla r a partir de e l emed es co nte xtu aliz ad os , to rn ad os d e e po ca s y d e cap as so cialcs d lfercntcsc ele br ac io n d el g us to d e la s c la se s p op ular es p or la a tim e nta cio n, eI temIa a bu nd an cia d e la ali m en ta ci6 n p op ula r, d e la lr an ca ch ela y d e l a c or n-s fm b olo d e los b uen os lad os de la " vu lgaridad " - eon stltu ycn u n co ntrapp op ulis ta n atu ral a la represen tac_ i6 n m iserab ilis ta d e la cu ltu ra p opredu eida po r 1 0 d em as a u n sistem a d e d csven tajas y de exclu sion es,"

    n C.yCh . Grignon, Sty~sd'aHmentltion et gortu popuiaires,Rtlvt ft'anfaisl-dt sodoXXI, 1980, p.531 .569; C. Grignon, SocioJogyofTaste and the Realist Novel: Representaof Popular Eating in E. lola" , FtxXfand Foodwap, 1986, \ '01. I, pp , 117 .160 .

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    Volveremos sin duda sobre estas preguntas en la discusi6n; perc, paratermiaar, querrfa mostrar c6mo se pJantearoD de modo praclic o a 1 0 largo demi trabYo. lC6mo, por ejemplo, habfa que interpretar las vartacioeesestadtstices entre los consumes de los diferentes grupos? lOebfa considerarlos sub-conswnos (y los super-consumes) caractertstlcos de Ia alimentacWnpopular (yde las diferentes variantes de esta) como desigualdades y priva-clones ligadas a desvcntajas econ6micas y culturales, 0 como "diferencias",'_ que cxpresan hahilos emanados de culturas y de sub-cultures rclativamenler aut6nomas? lUna puede dislinguir do s calegorfas de consumos, unos ligadosa las dcsveotajas, otros a 106bjbilos cultura1ea? lC6mo intcrpretar esos noI cou um 06 0 csaa D OprAetieas, q ue p uc de n s er conaidcradas, seg6n el punto

    - : ' 1 de vista que se adopte, yasea como exclusi6n 0, a la inversa, como rechazos

    ~(y sin duda no solamente, 0 no siempre, como reehazos condidonados, 0como exclusiones inleriorizadas, probibiciones transformadas en no gustos/0disgustos)? lQuc hacer, por ejemplo, con el caso de un sucedaneo de lujocomo el cafe soluble, m a s caro que eI "verdadero" cafe, pero, en general,juzgado "menos bueno"? lNo poder frecuentar a los anticuarios, no estambien no tener que atestarse de "antiguallas"; no leer Le Monde 0U,.". Nouvel Observateur, no mirar las emisiones "cullurales" de la lelevisi6n, no. -~ .~- es tambien "no romperse Ja cabeza", no "perder el tiempo" con cosasjuzgadas a la v ez como aburridas y sin importancia? lPuede uno darse uncriteria que permi ta je ra rqu izar las praeticas y l os g u st os en una escala unica,a se debe admitir una pluralidad de esealas de valores y de clasificaciones,relatlvamente diferen(es segllQ1 0 5 grupos? lC6mo r ein tr od uc lr 1 0 1 1puntas de(vista populares nativos sin retroceder de esre lado de la ruptura con el, relativ ismo cultural "generalizado? lHay que admitir que los agentes son"relativislas" en el interior de una estructura objetiva "legitimista"?Es sin duda a partir de las diflcultades que encuerara la ieterpretaclon delos datos empiricos que podemos esperar reformular y superar lasparadojasy las apodas a las que conduce el punto de vista legitimista sobre los gustosp op u la te s , A s i, la cuestioa de los determinantes negativos de los gustos, la sl imjtaciones materia les -de dinero, de tiempo, de distanda- que tienen elpapel de oondici6n necesaria y de umbral antes del cual la libertad de elegirdesaparece 0 parece desaparecer, adquiere otro sentido cuando desembo-camos enel estudio empfrico siSlemjlico delas reiaciones entre nivel de vida,condicion de vida ymodo de vida. Por ejempia, Unabuena manera de rompercon los estereoaipos relativos a la inclinacl6n popular por la a1imentaciOnesbuscar por debajo de que nivel de lngresos, en que condiciones. para quegrupos la alimentaci6n es0deviene efectivamente un consume refugio, unconsume revanche, compensaci6n y sustituto de consumes inaccesibles y, aIa inversa , en quc condiciones y par que se la sacrifica; eSludiando laeslruclura de las presupuestos familiares, esfonAndonos por establecer enque medida yen que condiciones (disminuci6n 0aumento de los ingresos) losgastos alimenticios pasan eventualmente despues de olros gaslos, que co -rresponden sin embargo a necesidades reputadas como menos esenciales ymenos "vilales" (como eI aulo 0 los cambios de aparatos de lelevisi6n, elc.),4 2

    ri es que podemos esperar aclarar de veras I~ efectos subterraneos de Ja"",creencla en una jerarqufa "natural" de necesidades, ~

    l,-C . Posseron , de lenauaiQuerrfa plantear una pregunta en relaci6n con, las opaones . e ,nguaJeligadas a las opciones de metoda: ante todo material de observaCl6n e inclusoante las resultados de un tratamiento de datos que conslruy6 y controJ6 elmi smo, e ls oc lo lo go co rr e siempre un riesgo enunciativo yaque el.cuadro m usimple no di~ mas, fina.lmente, que 1 0 que uno es ~paz d~d~r en Jengua~natura). La Interpretw6n que pasa por la ele~6n. ~labt:as caconstitutiva de toda en?I!ciaci6n soe lo log ica , AI ; Iegu - u p . ~aBte6t1co en:lugar de otro, nodescnblmos "las m is m as c osa s ..CuaniJo:ustease pregunta jsi hay que considerar los sub-consumes de la ahmenlaCl6n popul~r comodesigualdades entre laselaseso coI_'lodifere"n~ e~lr~ las cult~r~, sr~ayqu~describir esas practicas en terminos de prlvacl6.n a de. dlSp~rlda~esi.quiere usted decir que esas opciones apelan al mismo estilo de mvesuga-ci6n?C.Grisnon .lNo hay en esta pregunta una teoda implicita de la d!visl6n de tarea: ' y decampos entre las tecnicas de invesligaci6n? En la medida en que CO~I~ra-mas que hay que autonomizar las cultures populares para p;wJer~escnblflas,cuando privilegiamos, ala manera de los antrop6logos,las Slt~aclones prote-gidas e "insulares", corremos en efecto el nesgo de encasiflarnos en I~tecnicas etnogrjficas, usando como maximo la entrevista y de preferenCialas teenicas de observaci6n directa y continua. No es por easualidad que elestudio de i a . s culluras populares se encuentra relegado a la vertlenteetnol6gica de la obra de algunos sociologos, 0que una descripci6n que::t omapor objeto e xc lu si ve l a c u ku ra popular, como laque se encuentra. en RichardHoggatt. sea de inspiraci6n exclusivamente elnografica, Re~unclar, ~esdeelmomento en que s'?_t~ala,~:: d a s ; e s ~pular~, .a ~ tCc~lca proplamentesociol6gica del t;lIestion~!I!.l1.no implica admitir, ~plfcltamente, que. sepuede yse debe haeer abstraccion, al men~ pr';Msonamente, de la rclaci6nde dominad6n entre las culturas? En eI llmite lonOes postular de entrada Iaheterogeneidad del espacio social de los ~t06 y de las pniclic:as! Par otraparte, slbien es cierto que no estan m,uybien ad.aptadas al ~slud~omterno delas culturas populares,las mvestigaciones mediante cuesuonarto (co~o lasque hicimos en elINRA 0 como laencuesta dell!"lSEE" s~re I~a1lmen-taci6n de los franceses, permhen aI menos bosquejar el espacl~ social de laspractieas alimentarias ycomp~ender, ~grandes rasgos.Ias relaciones entre J8alimentaci6n popular y las alimentaciones burguesa y pequeno burguesa.

    INRA: Insti lu ' Nat iona l de RecheKhes Agronomiqu~ (!t lSli IUIONaciona l de Invesli -gaciones Agron6micas) IN . de la T.) _.. INSEE: Insti lu l Nal ionaJ de Sla liSl iques e l Eludes &ononuquCl (In 'l lI lI lo Naaonal deEsladislicas y Esludi05 &on6mk05) [N. de laT .J

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    J .-C Passe ron

    (No estoy totalmente de acuerdo con 1 0 que se sobreentiende en su respuesta,que lIevaa pensar que todo instrumento deobservaci6n sodol6gica debe sery permanerer =correctamente empleado por quien sabe harerlo-. uninstrumento "para todos los campos". Estoy de acuerdo con el cler episte-mologico, pero hay que saber retomar contacto con el rustico suclo de lasociologfa del trahajo sociol6gico. No podemos separar un instrumento deinvesligaci6n de los habilos mentales ysociales que constituy6 su uso y que,aI precisar su modo de empleo, han terminado por incorporarse ., 1 8definici6n praetlca del instrumento. Para ser justos , nada impide que uncuestlonario se ponga al servicio de Una reeoleccion de datos sobre la v idacotidiana de las clases populares, ya que ellenguaje de las preguntas podrfahacerse en 1enguanativa (los dialect ossoeialcs tienen hoy sus lingiiistas) y los(tems de descripci6n ser repensados seg6n las catcgorlas de una etnograffainlormada de su objeto. Del mismo modo, nada impide en principio aplicarel metodo etnogralico ala observaci6n ill vil'O dela vida cot idiana de las clasesdominantes para comprender de mas cerca el vernaculo de su dialecto y desu estilo de vida. De hecho, tenemos sumo interes en elegir los instrumentosde observaci6n por 1 0 que son,es decir, por 1 0 que haeen yhan hecho observarentre las manos de cada uno. En una problematica y sobre un objctodeterminado, es prudente elcgir los instrumentos de trabajo euyo usnhabitual vehicula la menor cantidad de posibilidades de volatilizar 0desviarel objeto, a menos que hagamos la apuesta heroics de obligarnos a unaumento devigllancla para haeerlo funcionar en sentido inverso a susfunciones aeostumbradas. Los instrumenlos le haren hacer al soci61ogo almenos tanto 10 que estaR acostumbrados a hacer como 10 que el sociologocree que haec haeer: es mejor elegir siempre los instrumentos que hancon6rmado su aptilud para facilitar el trabajo de rupture 0 de construcci6nque estimamos mas urgente , y, para ser totalmente realist as, aconsejar elinstrumentO=eaM.uI~hacer una parte dcltrabajo. automatismos eompren-didos. El~~_estionari , por ejemplo, Ileva consigo una invitaci6n iosistente apreguntMJ_lormul iones que su pasado yaha estabilizado, aunque mas nosea porque las seiial6 (podemos olvidarlas), pero sobre todo, conllevaausencias de preguntas que ha constituido progresivamente en no-hechossociales: y esto es mas diUcil de improviser ." Hay que saber aproximada-mente 10 que saben hacer los inslrumentos para no pedirles un trabajo pordebajo de sus fuerzas, Se sobreentiende, 1 0 s6 (pero prefiero no contardemasiado con eso) que 1 8 ruena metodol6gica deun instrumcnto no es otracosa que la fuerza de la que puede estar seguro eptstcmologieamcnte suutili zador. Darle su parte a la Iuerza de inercia de los instrumentos, es

    Pe IlSCm05 en e1aporte ;nterrretati YO que d~l>em05.en eIcaw de I ra"ajos que se ref ie renIl lS dasc l populates. a chriS alipic3s pm 13lil>ertad que lienen en relad';'" con los melodoscanoniros de una disdplina: R,Hoggart. por sIIpueslo y. para la hisloria. E. P.Thompson. La[Onna.ion de'lf (/lfsY Ofn7'im IfngtaiM. Paris. EI-IESS. Gallimard. le Selin, 1988.

    44

    tambien, para el soci6logo, no presumir demasiado aeerca de sus propfuerzas.c. GrignonPienso tambien que uno es eonducido a menudo, en la practice, a aeorpreferencia a las Menicas de observacion etnograficas wando seestudianclases populares; ti enen al menos la ventaja de ayudar a los soeielogofamil iarizarse con un universo social que a la mayor parte de ellos leextraiio. Ademas, hay que poner todavta en el debe de los datos reeogimediante euestionario 1 0 que secede mas alia del lenguaje propiamedicho: cuando se comienza atrabajar con un cuadro, se opera con esqueimplfcitos de clasificaci6n y dejerarquizaci6n (orden de las columnas, dfilas) que preeeden a las opciones lingi.ifslicas[titulado del cuadro, de lalumnas, de las Irneas). Sin embargo, la~~!6nes~oonse~a.el caso de las practieas populares, sus ve6fajaS haGtuales' tle precisioeconomia; permite, aca y alia, distinguir entre los grupos y compararponer en relaci6n las variaciones de practicas y la estratificaci6n so:ial.esta manera, puede ayudar a la sociologfa de las clases populares a salir dmonograffas y de los estudios de caso; y, sobre todo, es un medio de romcon la ilusi6n tenaz de la homogeneidad de las clases y de las cultpopulates." Ademas, uno puede adapter las pregunlas, las formulaciones,tecnieas de entrega, etcetera. Novemos tampoeo por que privarse en esede los bencficios de tomar en prestamo y de transponer t6cnicas habitualmeutilizadas para el estudio delas clases dominanles; altratarse de pasar dterreno a un terrene vecino, los riesgos son con todo mas limitados quetratara, como muehas voces se hare,' de importar los metodos dedisciplina.Habrfa que hablar tambien de los sesgos que no dejarla de introducirusn demasiado exclusivo de las t6cnieas de la investigaci6n etnografica,tecnieas haeen hacer al soci61ogo 1 0 que acostumbran hacer elias mismaseJemPio de l o s e s t u d i o s - - ruralCs--muesiii'que"eJ etiiogr"ifismo"'-UeVprivilegiar los aspectos mas tradlcionalcs, mas folklerizantes, mas cerramas ex6ticos de las cultures eampesinas. No es que pongamos en cuestiolas t6enicas en sf:del mismo modo que nada nos impide plantear pregupor escrito acerca de las apuestas , la bekne" 0 el Iutbol, nada nos imlampoco la observaci6n directa del transporte escolar, de las eonsuhas dconsejero agricola 0del Sal6n de agricultura; pero la tradici6n de la disciptiene todas las posibilidades de condecira quien se apropia de sus bemientas a abandonar los rasgos "demasiado" modernos y'a omitirlransormaciones de las eulturas campesinas u obreras. LNopodemos tem

    J . . .. . .;> de naipes. IN. de la T . I _19!:;sla ilusi6n partkularmente lena! pan ta b;quietda, qllk' por el deseo de ereerunidad de la clase wren. la encontrames en HaltlwaeM ((f. infM' pero no en Le Playd isdpu los que ins ist en . por el WIItnlW, en la dive tsidad de la rondkion y modes deooreros.

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    por ultimo, que el etnocc:ntrismo se introduzca gracias ala inquietud legitima_de proporcionarse los mstrumentos apropiados a J caso particular de lasj_:elase;;popul~res1 C~mbiar de instrumcntos cuando pasamos dellado til' los( L dominado, lon? equivale a reconocer la exisrencla de una Ifnea de demarea-. . ~on, de esc limes que ~ evocaba haec un rato? mlDir por princ ipio a Jmstr~ento por e~lencla de Iii investigaci6n sociologica lno e s u n mododeadmitir que los miembros de las clases popula res "acampan fuera de lasociedad", que son los "natives de una cultura natural"?J .-C P (l Ss eronDejein.os para mas tarde la resfuest~ que solicit~n sus 611imassospechas,Pero dlg~mos desde ya que la exrstencra de la relacl6n de dominaci6n obligaa lasoclOl.ogfa de las cultures populares a un aumenro de la a tend6nmelodoJ6gtca cu~ndo toma como i~formanles a individu05 sabre 105que pesad~ manera multffo rme esta re lacion : la relaci6n socia