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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA UNIVERSIDAD DE LOS ANDES ESCUELA DE COMUNICACIÓN SOCIAL SAN CRISTÓBAL – TÁCHIRA Grupo Raíces de Venezuela: Vigencia de la música popular venezolana. Autores: Castro Zambrano, Asia Johana. Galviz Lozada, Juan Pablo. Mosqueda Sierralta, Yubisay Omaira. Tutor: Prof. Gustavo Villamizar Durán. Asesor: Prof. Domingo Moret. San Cristóbal, junio de 2003

Grupo Raíces de Venezuela

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Page 1: Grupo Raíces de Venezuela

REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA UNIVERSIDAD DE LOS ANDES

ESCUELA DE COMUNICACIÓN SOCIAL SAN CRISTÓBAL – TÁCHIRA

Grupo Raíces de Venezuela: Vigencia de la música popular venezolana.

Autores: Castro Zambrano, Asia Johana.

Galviz Lozada, Juan Pablo. Mosqueda Sierralta, Yubisay Omaira.

Tutor: Prof. Gustavo Villamizar Durán. Asesor: Prof. Domingo Moret.

San Cristóbal, junio de 2003

Page 2: Grupo Raíces de Venezuela

I N T R O D U C C I Ó N

“Estamos cumpliendo con un deber nacional” Grupo Raíces de Venezuela

Uno de los placeres que tenemos los seres humanos, lo ofrece la

música, un arte hecho para el goce y disfrute del alma, un arte que parte

de la divinidad que posee cada ser humano, y que, fue donado como

regalo del altísimo.

Nuestra investigación musical, está enmarcada en una agrupación

instrumental, formada por cinco hombres, dedicados a ofrecer lo más

puro y sabio de sus experiencias, de sus sensibilidades y de su gran amor

por Venezuela. Esta agrupación por más de 26 años de vida artística ha

comprendido el valor de su gente y de su pueblo, mediante la música,

hablamos del Grupo Raíces de Venezuela.

Por tal motivo, el objetivo general de esta investigación es dar a

conocer el trabajo artístico y humano; familiar y laboral, del Grupo

Raíces de Venezuela, dado a que su fin no ha sido el lucro, sino el arte de

hacer música para ofrecer un excelente trabajo, con el cual ellos y

nosotros disfrutamos de su calidad.

En el capítulo III de la investigación, conoceremos de cerca su

filosofía, las características de su música, la sensibilidad de cada uno de

los integrantes del quinteto, además de las piezas que ellos han

compuesto durante los 26 años de vida artística.

Otro objetivo de nuestra investigación, lo encontraremos en el

capítulo II, de esta Memoria de Grado, en el cual se darán a conocer los

tres géneros musicales que más ha trabajado del Grupo Raíces de

Page 3: Grupo Raíces de Venezuela

Venezuela, y que a su vez, han sido, los que llegados de otras tierras se

han acriollado, para formar parte de nuestra cultura, de nuestra identidad

y de nuestro pueblo, estos son: el valse, la habanera y el merengue.

En el capítulo I, y para entender mucho más los procesos por los

cuales ha tenido que pasar nuestra música, se darán a conocer los

movimientos culturales que se produjeron desde la colonia, liderizados

por el padre Sojo, hasta el nacionalismo, liderizado por el maestro

Vicente Emilio Sojo, ya bien entrado el siglo XX, y con esto sustentar la

base, que esos dos grandes movimientos, además de tener muchas cosas

en común, dieron el aporte cultural desde el punto de vista musical más

importante a nuestro país.

Para nosotros, haber escogido como protagonistas de esta

investigación al Grupo Raíces de Venezuela, representa un orgullo y

honor, porque nunca nadie, ni ninguna institución, durante el cuarto de

siglo de existencia de esta agrupación, han realizado un trabajo sobre su

música, las causas las desconocemos, pero nuestro propósito mucho más

que un simple conocimiento de su trabajo; es que dentro de este grupo se

encuentran los compositores y arreglistas más importantes del país, como

lo son el cuatrista Pablo Camacaro, el guitarrista y flautista Domingo

Moret, y el contrabajista Héctor Valero.

Aunado a ellos los mandolinistas Orlando Moret y David Medina,

que son quienes le dan vida, a todo el trabajo musical y técnico que sus

compañeros realizan, por el acoplamiento perfecto de estos dos

instrumentos.

Page 4: Grupo Raíces de Venezuela

Nuestro interés es darle a conocer a quienes lean este trabajo, que

el Grupo Raíces de Venezuela, ha realizado durante tantos años de vida,

un trabajo de investigación de cada una de sus piezas, en los cuales la

sensibilidad brota y hace que unos acordes se conviertan en arte.

Por tal motivo, esta investigación se propone demostrar el arte y el

virtuosismo que posee esta insigne agrupación de nuestro país, la cual

siempre se ha preocupado por el rescate de nuestros valores; nuestra

misión como comunicadores es presentar su trabajo para que la

comunidad lo conozca.

De igual manera, dar a conocer los tres géneros musicales que

llegaron de otras latitudes como el valse, la habanera y el merengue, y

que agrupaciones como Raíces de Venezuela se han dedicado al rescate y

composición de obras; además de conocer como estos ritmos se hicieron

parte de nuestra cultura venezolana.

Para recabar la información, la metodología a utilizar fue de tipo

cualitativa etnográfica con entrevistas a sus protagonistas, en este caso

los cinco integrantes de “El Grupo Raíces de Venezuela”; también se

realizó la revisión bibliográfica, virtuográfica y hemerográfica, la

observación participativa y notas de campo, las grabaciones sonoras y

visuales y el análisis de documentos de referencia.

La razón por la cual se utilizó este tipo de metodología es porque la

información recabada fue de tipo documental - participativa, tomando en

cuenta cada una de las entrevistas de los músicos y las observaciones así

como las revisiones, las cuales ayudaron a la consolidación de los temas

propuestos.

Page 5: Grupo Raíces de Venezuela

Su sensibilidad y pasión le dieron vida a esta Memoria de

Grado. Si conocerlos fue un honor, hacer el primer trabajo

sobre El Grupo Raíces de Venezuela en el país, no existen las

palabras para expresarlo.

Los Autores

Page 6: Grupo Raíces de Venezuela

A Dios, quien en todas las facetas de mi corta vida me ha acompañado,

fortalecido, escuchado, amado y ha sido el norte de mi existencia.

A mis padres, quienes han sido ejemplo de trabajo, mucho amor y solidaridad,

a ellos les debo mi vida y quien soy hasta ahora.

A mi esposo Juan Luis y a nuestra hija Valentina, con quienes conformo

ahora una nueva y hermosa familia, a ellos les debo parte de mis alegrías, anhelos y

expectativas.

A mis hermanos Gorgy, Luis Alfonso, Mariana y Oriana, ejemplo de

hermandad, paciencia y comprensión. Gracias por existir y estar siempre a mi lado.

A Juan Pablo y Yubisay - cinco años no bastaron para conocernos- AMIGOS,

gracias por acompañarme en las buenas y sobre todo en las malas, por ser ejemplo de

constancia y lucha frente a todo lo que juntos atravesamos.

A mis queridos profesores: Domingo Moret y Gustavo Villamizar,

ejemplo de enseñanza, amistad, paciencia y perseverancia, para quienes la música

representa parte esencial en las diferentes actividades de sus vidas.

Lo mejor está en camino. Lo sé y lo siento.

Anhelo la vida. Anónimo

Asia Castro.

Page 7: Grupo Raíces de Venezuela

In memorian Elvira Galviz. Flor Lozada.

Isidro Chacón.

A Dios y a la Virgen, por darme la energía necesaria para la culminación de

este trabajo.

A mis padres, quienes han sido el ejemplo vivo de fortaleza y tenacidad, a

ellos le ofrezco este trabajo; y les agradezco en lo más profundo de mi alma su

formación.

A mis hermanos, de quienes recibí su aliento y su fuerza.

Al padre Carlos Álvarez por ser ese personaje que siempre llenó mi vida con

una palabra amiga y una mano siempre dispuesta a dar.

Al profesor Domingo Moret, gracias por tanta confianza, paciencia y

sensibilidad; sus sabios consejos y sus enseñanzas han hecho posible que este trabajo

llegue a su final.

A mis compañeras y amigas Asia y Yubisay, este trabajo es parte de nuestras

entrañas, gracias a ustedes por confiar en esta idea y en llevarla hasta el final para

hacerla realidad.

Al profesor Gustavo, gracias por su tiempo y dedicación, sin eso este trabajo no

hubiera culminado.

Juan Pablo Galviz L.

Page 8: Grupo Raíces de Venezuela

A Dios Todopoderoso por darme las fuerzas necesarias para seguir adelante...

A mi madre y hermanas por su amor, su amistad y solidaridad…

A Juan Carlos por su amor y su apoyo incondicional…

Al Profesor Gustavo Villamizar, mi tutor, quien con sus enseñanzas no solo

me guió en esta investigación, sino que también me ayudó a descubrir la magia de la

radio…

A mis sobrinos Angely Valentina y Jesús Antonio, por contagiarme su

energía y sus ganas de vivir…

Y muy especialmente a la memoria de dos grandes hombres, mi padre Héctor y

mi tío Martin, quienes me enseñaron que la constancia, el optimismo y el esfuerzo son

las verdaderas armas para luchar en la vida, y quienes desde el cielo me bendicen…

Yubisay Mosqueda

Page 9: Grupo Raíces de Venezuela

I N D I C E

ε Introducción ε Capítulo I: La Música el alma sonora de la humanidad 13

o Elementos de la Música 17 o Música Instrumental 21 o Evolución histórica de la música instrumental 23 o Experiencias de música instrumental en

América y Venezuela 24 o Referencia histórica de la música

Instrumental en Venezuela 26 o La música nace en la Colonia 28 o Nuestro Gloria al Bravo Pueblo 33 o El legado musical de la Colonia 45 o Aires románticos 47 o Santa Capilla emprendedora 50 o Después de los cincuenta 53 o Movimiento Coral Venezolano 56

ε Capítulo II: La Música popular 62

o Características de un músico popular 64 o Géneros musicales de Raíces de Venezuela 65

ε El Valse 67

o Una historia que empieza con una panadera 68 o De Europa a Venezuela 70 o Cómo se escribe un valse 75 o El valse de Raíces de Venezuela 87

ε El Bambuco 88

o Creación musical 89 o El sonido de las montañas 90 o Mucho más que letras 91 o El Táchira cuna del Bambuco 98 o Origen de un ritmo llamado habanera 101 o Como es el Bambuco – Habanera 110 o El bambuco de Raíces 113

ε El Merengue 117

o Génesis de un género contagioso 118 o Danza Merengue…Merengue Venezolano 121 o Mabiles…guasa y merengue venezolano 126 o Canciones bailables-comienzos de

la época de oro 129

Page 10: Grupo Raíces de Venezuela

o Los Cañoneros 131 o Merengue…época de oro...1930-1940 135 o Años cuarenta 139 o Merengue y sus diferentes formas de ejecutarlo 143 o Merengue…intérpretes 144 o El merengue de Raíces 148

ε Otros géneros adoptados por Raíces 150 ε Capítulo III:

o Grupo Raíces de Venezuela: “Estimulo de Autenticidad” 154

o Poesía a Raíces 156 o Herederos de las tradiciones musicales 157 o “Estamos cumpliendo con un Deber Nacional” 159 o Raíces significa 160 o Antecedentes de Raíces 161 o Génesis del Grupo 162 o Evolución de Raíces 164 o Raíces…policromía del folklore venezolano 166 o Características de su música 168 o Metodología de composición 171 o Piezas más destacadas 173 o Músicos de verdad 175 o Personalidad de los instrumentos 177 o Orlando Moret “Somos el aporte musical que le

hacemos al acervo” 179 o David Medina “Raíces es un motivo para soñar” 183 o Domingo Moret “Raíces es la realización de un

proyecto” 186 o Pablo Camacaro “Raíces significa amor por la

música venezolana” 192 o Giras Internacionales 198 o Héctor Valero “Raíces representa un sueño

realizado” 199 o Nuevas producciones 203 o Raíces identificación de nuestro pueblo 204 o Anexos 208 o Partituras 218

ε Bibliografía 254

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Capitulo I

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“El hombre esta ligado desde que nace hasta que se muere al arte musical,

el hombre es un instrumento” Domingo Moret.

Page 13: Grupo Raíces de Venezuela

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Grupo Raíces de Venezuela. Vigencia de la música popular venezolana

¯ La música …el alma sonora de la humanidad

La música es la expresión más amable de la humanidad, es la

comunicación más completa de sentimientos y sensaciones que todo ser

humano puede tener, es parte de nuestro vocabulario, de nuestra mente y de

nuestra alma.

Es un arte lleno de identidad propia, e incluso es considerado como la

fuente de todas las artes, y al mismo tiempo como el germen de todas las

virtudes. Para el músico alemán, Hermann Scherchen dice

“La música es el arte que más

influencia tiene sobre el hombre y que más

lo conmueve. Crearla es dar forma al

hombre mismo; ejecutarla es influir al ser

que escucha; y comprenderla es

engrandecerse como ser humano”.

(Willems 1989:178).

La música es definida como el movimiento organizado de sonidos a

través de un continuo de tiempo, el escritor francés Louis Fournier

considera que “la música es el arte de combinar los sonidos”, esta idea

también la sostiene el teólogo y arzobispo español, Isidoro De Sevilla,

quien señala que “la música es la danza de los sonidos”. (Willems,

1989:170-171)

Page 14: Grupo Raíces de Venezuela

14

Otro concepto de música, lo aporta el musicógrafo alemán Hugo

Riemann, quien dice:

“la música es, al mismo tiempo, un

arte y una ciencia. Como arte, no es sino

la manifestación de lo bello por medio de

los sonidos; pero esta manifestación

descansa en una ciencia exacta, formada

por el conjunto de leyes que rigen la

producción de los sonidos, al mismo

tiempo que sus relaciones de altura y de

duración”. (Willems, 1989:172)

Por su parte, el profesor de la Universidad de los Andes Táchira, y

director de la Radio Universitaria de la ciudad de San Cristóbal, Gustavo

Villamizar, expresó durante una conferencia titulada “Los Medios y la

Música”, “que este arte es un elemento absolutamente ligado a la vida y a

la experiencia vital de los seres humanos”.

Villamizar explicó, que la música fue el producto del ser humano en

su deseo de comunicarse y de enriquecer su vivencia, que nació de los

sonidos de la fauna y de la naturaleza, los cuales fueron acompañados por

sonidos que quiso producir el hombre cuando puso un pie sobre la tierra, a

través de cosas sencillas como el tarareo y el silbido, que más tarde dieron

paso a los instrumentos y piezas musicales.

Es posible imaginar, que la música se originó en las épocas

primitivas, cuando los hombres vivían en cavernas, y sólo percibían el canto

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de los pájaros, el salpicar de la lluvia, el silbido del viento entre los Árboles,

todos estos sonidos producían una especie de música.

En aquellos tiempos remotos del hombre, éste le atribuía a los dioses

la explicación de los fenómenos naturales, por lo que le pedían a través de

murmuraciones, gritos, cantos o simplemente imitaciones de sonidos, lo que

ellos anhelaban, entonces cuando el hombre comenzó a expresar sus

sentimientos y deseos de esta forma, se podría asegurar que se estaban

dando los primeros pasos, y las primeras ideas de lo que se llamaría más

tarde, la música.

Gertrude Norman (1961), reseña en su libro “Mis primeros

Conocimientos de Música”, que los primeros instrumentos que existieron

sobre la faz de la tierra, fueron los naturales: la voz humana, las manos y

los pies, luego el hombre en su deseo de explorar el mundo golpeó las

piedras para marcar el ritmo de sus danzas, abrió un hueco en un tronco para

golpearlo y hacer sonidos, abrió huecos en una vara y la sopló, de todas

estas iniciativas se originarían los instrumentos musicales.

Como podemos observar, la música no sólo ha permitido la

comunicación entre la naturaleza y el hombre, entre la naturaleza y el

ingenio creador, sino también ha sido símbolo de la relación entre el hombre

y lo divino. En algunos pueblos indígenas americanos, la música la

utilizaban para comunicarse con los espíritus, mientras que para los

asiáticos simbolizaba el lazo entre el cielo y la tierra; los árabes también la

consideraron como el cuarto don del cielo, el don supremo.

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El director de Orquesta, de origen alemán, Bruno Walter, quien es

citado por Edgar Willems (1989), en su trabajo “El Valor Humano de la

Educación Musical”, se refiere en la siguiente cita a la relación de la

música con la naturaleza, con lo divino, y con el más allá:

“Así pues nuestra música, cuya

expresión corporal devela la naturaleza

eterna, no sólo es un arte que enriquece

muchísimo nuestra vida cultural, sino el

mensaje de mundos superiores, que

recuerda a cada uno de nosotros sus

lazos con el más allá, que nos exhorta y

nos exalta”.(169)

La música es más que vivencia, es espíritu, es sentimiento, su

lenguaje universal le habla al alma, y le permite desempeñar un papel

importante en la historia del hombre, pues cada pueblo, cada época

desarrolla sus propios estilos, ritmos y melodías musicales.

En este sentido, podemos apreciar que la evolución de la música está

ligada a la evolución de la humanidad, por lo que ciertos sucesos serían

inconcebibles sin ella. La música ha jugado un papel trascendental dentro de

la sociedad, en un proceso cultural, siendo parte de su tradición, su folclor,

sus costumbres y sus historias, un arte que manifiesta el pensar y el sentir

de cada pueblo, como lo indica José Antonio Calcaño (1985) “La música es

un arte esencialmente social”. (s/d)

Page 17: Grupo Raíces de Venezuela

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Es fácil enumerar rápidamente, las épocas de la humanidad en donde

la música ha jugado un papel protagónico, en las iglesias de la edad media;

en las polifonías y motetes renacentistas, en el nacimiento de la ópera en la

época barroca; en las composiciones de los grandes maestros de la sinfonía

como: Haydn, Mozart y Beethoven, músicos del llamado clasicismo.

También la música ha sido fuente de inspiración para los grandes

compositores románticos de la última época cultural y artística de Europa, y

en los cambios y evoluciones del periodo moderno, todas estas épocas

arrojan un sin número de compositores, artistas, aficionados, cultores y

estudiosos que encontraron en la música lo mejor de sí mismos.

La música es un elemento esencial en la cultura humana, es el alma

sonora que le canta al amor, a la vida, a la naturaleza, a la historia y a las

tradiciones de un pueblo. Los grandes maestros de la música como Mozart,

Beethoven, Bach, y Vivaldi, nunca se imaginaron que sus vidas la

dedicarían a cultivar un arte por excelencia, que tendría como musa a la

expresión más sublime de la humanidad: la música, capaz de evocar un

mundo perfecto, como dice el poeta y filósofo alemán, Goethe “la música es

simplemente el presentimiento de un mundo perfecto” (Willems, 1989:168)

Elementos de la música…

Dentro del universo creativo que envuelve a la música, es importante

que el hombre reconozca que existen tres puntos fundamentales por los

cuales este arte tiene razón de ser.

Page 18: Grupo Raíces de Venezuela

18

En cada pieza se reconoce una célula musical, y viene siendo el punto

de partida para toda composición. Esta célula musical se llama melodía, y

es la voz principal en toda canción, porque es lo que más se escucha, y lo

que el oído capta con mayor rapidez.

Como toda creación humana, la melodía, como elemento primordial

en la música, se hace parte de quien la escucha y la canta, es un tipo de

lenguaje que el compositor crea y que deja de ser de su propiedad cuando la

exterioriza. Como dice Adolfo Salazar (1950)

“Es el lenguaje mismo del músico

y patrimonio suyo, merced al cual nos

trasmite su pensamiento. El músico está

entendido como un simple agente, que

utiliza el lenguaje de la música para

expresar un sentimiento plural, común

al grupo social al que pertenece. Este

lenguaje, por lo tanto, estará lejos de

ser propiedad suya. Por el contrario, al

ser un modo de exteriorización de ideas

tradicionales y convenidas, el músico no

puede intervenir en lo esencial de

ellas.” (32)

La melodía es la voz cantante, es la cara de toda obra musical, sea

cantada o sea tocada por instrumentos musicales. También es como especie

Page 19: Grupo Raíces de Venezuela

19

de juego de notas en la escala musical, separados por intervalos, que

evocan un tema.

Como cita, Edgar Williams (1993), en su trabajo “El ritmo musical”,

“la melodía depende,

materialmente hablando, de la altura de

los sonidos, elemento que no puede ser

reducido al del movimiento rítmico;

desde el punto de vista psicológico,

aquélla existe gracias a la sensibilidad

emotiva, principio esencialmente

distinto del dinamismo humano, propio

del ritmo o de la inteligencia que

preside la conciencia de la

simultaneidad de los sonidos” (56),

Es decir, que cuando un músico escribe una célula musical que se desarrolla en su cabeza, todo lo que está creando tiene una relación armónica con la escala musical.

Otro de los elementos de la música, pero que en este caso tiene que

ver con los tiempos y las secuencias, es el ritmo. Su unión con la melodía, da forma a la composición y define el estilo de la obra.

“El ritmo es la configuración de

la música en relación al tiempo. Tiene

dos aspectos principales: la posición de

las notas en el tiempo, y sus duraciones

Page 20: Grupo Raíces de Venezuela

20

longitudes relativas”. Ardley y otros

(1979:14)

Para todo músico es importante poder manejar los tiempos en cada

una de las canciones. El ritmo es tan fundamental que su exacta ejecución

en el momento de la interpretación, hace que todas las notas que acompañan

la melodía cumplan su tiempo en el espacio.

Williams, autor del libro antes mencionado, explica que la palabra

ritmo viene del griego, rhuthmos, cuya raíz es rheó (yo corro)”, sostiene que

el hombre ha querido tomar conciencia del movimiento y ha intentado

medirlo, por lo que ha recurrido a otros elementos como los números, la

duración, y la intensidad.

El último elemento de la música es la armonía, es el aditivo que

faltaba para completar la composición. La armonía es la unión y la

combinación de diferentes notas que tienen una estrecha relación con la

melodía, y que juntas dan el acorde que necesita la música.

La Enciclopedia Salvat (2000) menciona que “La armonía tiene su

origen en las escalas musicales, es decir, en una serie limitada de sonidos

escogidos previamente de acuerdo con un criterio determinado”. (318)

Es importante destacar que la armonía brinda la fuerza necesaria a la

música, la melodía - energía y centro de la obra-, y el ritmo ofrece el orden

que se necesita la composición.

Page 21: Grupo Raíces de Venezuela

21

Música Instrumental.

La música instrumental, son todas aquellas obras que se interpretan

sin la utilización de la voz humana, donde los instrumentos musicales son

los protagonistas, y son los capaces de evocar e interpretar sin palabras, lo

que el compositor quiere dar a conocer.

La música instrumental nació para acompañar a la voz humana en el

canto de melodías, y además, porque con la ayuda de la instrumentación,

nuevos caracteres expresivos se originarían, colocando en la imaginación

del compositor un sin fin de efectos, y muchas maneras de hacer música, y

así, traspasar la barrera de la expresión para conmovernos.

El único instrumento natural por excelencia, y así lo afirma Juan

Bautista Plaza (1991) en su libro el “Lenguaje de la Música” es la voz

humana; y ya el hombre en su afán de evolucionar y poder perfeccionar el

universo de los sonidos, comenzó desde tiempos antiguos a imitarlos con

instrumentos rudimentarios que se han ido perfeccionando, hasta llegar a los

que tenemos en la actualidad.

La grandeza de la música instrumental se produce en la belleza y en la

pureza de los sonidos que posee cada instrumento, y en la facultad de poder

imitar y evocar los sonidos de la naturaleza. Cada uno de estos tiene una

personalidad y un carácter que cada individuo puede interpretar a su gusto,

ya que como lo explicó el profesor, Rafael Saavedra, en una conferencia

dada en la Universidad del Táchira, sobre la Cantata Criolla de Antonio

Page 22: Grupo Raíces de Venezuela

22

Estévez, en julio del 2002, “La música es la más popular de las artes y es el

lenguaje más abstracto”.

Saavedra, en esta misma conferencia, define a la música instrumental

como la música más abstracta de todas las artes, es decir, como la música

sin palabras, pero que tiene implícito un discurso, una retórica transmitida a

través de sonidos y ruidos.

Es indudable que la conexión que se origina entre la obra, y el

intérprete hacen vibrar tanto o mas que la voz humana, eso sin embargo, va

a estar condicionado por el arte y talento que posea la persona, y la

sensibilidad que le impregne al determinado instrumento.

Según el maestro Juan Bautista Plaza (1991) dice:

“Uno de los primeros

compositores que supieron crear efectos

muy bellos y nuevos al tratar la canción

instrumentalmente fue el clavecinista

italiano del siglo XVIII, Doménico

Scarlatti” (42)

El clave, llamado también clavecín, era junto con el clavicordio, el

instrumento de salón más difundido en Europa, antes de que fuera inventado

el piano, por lo que Scarlatti escribió centenares de piezas, muchas de las

cuales son obras maestras de este género.

Sí este gran compositor pudo componer obras tan magníficas con tan

pocos recursos como un clavecín ¿Qué cosas no lograrían en la actualidad

Page 23: Grupo Raíces de Venezuela

23

con la tecnología de ahora?, esto lo comenta Plaza refiriéndose al tema de la

música instrumental.

Evolución histórica de la música instrumental

La música instrumental se desarrollo en tres períodos fundamentales

que se explican a continuación:

Períodos

Florecimiento

Descripción

Representantes

Países

y ciudades

Barroco

Se desarrolló

entre los siglos XVII y XVIII.

Fue el período más rico y creativo para la música. Aquí todo alcanzó su máxima expresión.

Bach.

Vivaldi.

Italia.

Alemania.

Clasicismo

Nace en

Alemania en el siglo XVIII, y

de allí, se expande a todo

el centro de Europa.

Fue una transición entre el barroco y el renacimiento. Donde se mejoró la técnica y se creó un equilibrio entre el sentimiento y la razón.

Gluck. Haydn. Mozart.

Berlín.

Hamburgo París. Viena.

Romanticismo

Se desarrollo

en el siglo XIX.

Fue el período, en donde los elementos subjetivos se impusieron a la razón, y se democratizó la música.

Rossini. Schubert.

Beethoven.

Alemania.

Italia. Francia.

Fuente: www.terra.es . y Enciclopedia Salvat (2000).

Page 24: Grupo Raíces de Venezuela

24

Experiencias de música instrumental en América y Venezuela.

En la Revista Musical de la sociedad venezolana de Musicología,

editada en Caracas en los meses de enero y febrero de 2002, Hugo Quintana,

explica en su artículo “Música europea y música latinoamericana del

siglo XVIII”, algunos casos sobre experiencias y trabajos realizados en el

continente, sobre música instrumental.

En Centro América, específicamente en Guatemala, investigaciones

realizadas en 1980 por Alfred Lemmon y Fernando Horcaditas, dan a

conocer la existencia en el Museo Nacional de Historia de este país

centroamericano, una copia manuscrita de “Arte y puntual explicación del

modo de tocar el violín”, de Joseph Herrando.

Otro caso se produjo en Brasil, gracias a los trabajos de un compositor

de origen mulato llamado Manoel de Almeida Botelho quien nació en 1721,

y entre sus trabajos tenemos sonatas, y tocatas para teclado y para guitarra.

En Venezuela, tenemos obras tales como: Dúo para dos violines, de

Juan Manuel Olivares, y la 8º sinfonía de Juan Meserón, compuesta en

1822, la cual según este artículo, se destaca como la obra más importante,

escrita por los compositores de la “Escuela de Chacao”.

Caracas se convirtió para el siglo XVIII, en la capital mundial de

música instrumental, esto debido a la existencia de trabajos de compositores

como Haydn, así lo asegura Robert Stevenson (1982: 20), quien es citado

por Quintana en su artículo.

Page 25: Grupo Raíces de Venezuela

25

“De los centros coloniales

latinoamericanos el más rico en

ediciones tempranas y copias

manuscritas de música de Haydn, se

encuentra apropiadamente en Caracas,

lugar de nacimiento de Miranda. En

"National Library Publication in Brazil,

Perú, and Venezuela", en Inter-

American Music Review, III7I (otoño

1980), 46-47, se indica la existencia de

partes orquestales de veintiuna

sinfonías de Haydn editadas por Sieber

antes de 1813”. (Quintana, 2002).

En este artículo “Música europea y música latinoamericana del

siglo XVIII”, también se menciona que un sin numero de sinfonías escritas

a mediados y a finales del siglo XVIII, han sido preservadas en el archivo

de la Escuela de Música “José Ángel Lamas”, en la ciudad de Caracas,

como el dueto "Dunque, oh Dio, quando speri", de Il Ritorno de Tobia,

arreglado como “Salve Regina” por un compositor local, y la adaptación a

un texto castellano, de un trío de la segunda parte de “La Creación”, hecha

por José Francisco Velásquez hijo.

Page 26: Grupo Raíces de Venezuela

26

Referencia Histórica de la Música en Venezuela.

La historia de la música en Venezuela comienza, como en otros

pueblos, en la iglesia, con la llegada del órgano de Quinttela, en ella

hicieron vida cantantes, organistas y maestros de capilla. Luego la música

pasa con el correr de los años a los palacios y a los grandes salones de la

aristocracia de la época, en plena madurez, llega al teatro y a las salas de

conciertos.

En medio de la pequeña sociedad caraqueña que se constituía a

mediados del siglo XVI, sus habitantes ya comenzaban a identificarse con

sus propias tradiciones criollas, alejándose un poco del mundo de los indios,

allí la música iba creciendo por sí sola, como lo describe José Antonio

Calcaño, en su obra “la Ciudad y su Música”.

Calcaño explica que durante esta época la música popular y callejera

de la ciudad había crecido de modo extraordinario, en los negros de las

haciendas que cantaban y bailaban en los días festivos; en la música que

cantaban los domingos, los señores y las damas sentados en las puertas de

los corrales y casas.

“…toda esa música que el viento

revolvía, se iba fundiendo al paso

nivelador del tiempo, para dar origen a

una música criolla nueva, que tenía esa

misma alma diferente que se le estaba

Page 27: Grupo Raíces de Venezuela

27

formando a la ciudad: su alma propia

su alma caraqueña”. ( Calcaño, 1985:28)

Desde el siglo XVI hasta mediados del siglo XVIII, la música de

Caracas tenía su asiento en las iglesias, principalmente en la catedral, donde

se celebraba el Corpus Christi, con conjuntos musicales compuestos por

trompetistas, violinistas, clarinetistas, flautas y tambores, estos músicos

comenzaron a multiplicarse, y es entonces cuando la música forma parte de

las reuniones sociales.

Sin embargo, antes del año 1770, no se registró en Venezuela ninguna

manifestación musical digna de tomarse en cuenta, pues la población

venezolana era una de las colonias más pobres y descuidadas del continente

Americano, durante la dominación española, así lo asegura Juan Bautista

Plaza, musicólogo venezolano y autor del libro “Temas de Música

Colonial Venezolana”“…no era factible que se desarrollasen entre

nosotros las bellas artes, a menos que un conjunto excepcional de

circunstancias favorecieran su inesperado florecimiento”. (1990:29,30)

De la misma forma, Rafael Saavedra, Director de la Escuela de

Música Miguel Ángel Espinel, de la ciudad de San Cristóbal, en su

conferencia: “El fenómeno musical desde la colonia y su trascendencia”,

realizada en la Universidad de los Andes-Táchira, en el año 2001, señaló

que en nuestro país existieron dos épocas de luces realmente importantes de

intelectualidad y creatividad en el arte musical, dos momentos pre-

revolucionarios, el primero que se dio a finales del siglo XVIII hasta

Page 28: Grupo Raíces de Venezuela

28

principios del siglo XIX, con la escuela del Padre Sojo, mejor conocida

como “La Escuela de Chacao”, y el segundo en el siglo XX, en la década

de los 50, con “La Escuela de la Santa Capilla”, estos dos momentos

marcarían el inicio, de dos movimientos fundamentales para el desarrollo

musical venezolano.

La música nace en la Colonia…

Para mediados del siglo XVIII, la capital del país tenía una población

alrededor de 26.000 habitantes, lo que significaba que la ciudad había

crecido, y junto a este crecimiento se asomaba una época económica más

próspera, gracias a los intercambios comerciales impulsados por la

Compañía Guipuzcoana.

Fue en medio de estos aires de progreso, exactamente en 1770,

cuando se inició el desarrollo de nuestra música, con la escuela del Padre

Sojo, mejor conocida como la “Escuela de Chacao”. El Padre Sojo,

considerado patriarca de la música venezolana, había regresado de Europa

con partituras, libros y con conocimientos sobre el género de composición

musical, que nace con la ópera, llamado “Oratorio” -género que canta las

tragedias griegas, interpretadas sin una puesta en escena teatral completa-,

lo que lo movió a establecer en Caracas actividades semejantes en el

Oratorio San Felipe Neri.

Page 29: Grupo Raíces de Venezuela

29

Oratorio San Felipe Neri.

“La Escuela de Chacao” nace de aquellas reuniones musicales que

solían hacer los aficionados caraqueños en la hacienda del Padre Sojo,

llamada “La Floresta”. Juan Manuel Olivares, José Francisco Velásquez y

José Antonio Caro de Boesi, fueron los músicos más destacados que

formaron la primera generación de esta escuela.

Estos músicos bajo la tutela del Padre Sojo, eran contemporáneos de

Haydn, Mozart y Bethoven, músicos del llamado clasicismo, el cual se

caracterizó por un perfecto equilibrio entre forma y contenido musical,

todos ellos músicos de iglesia, por lo que el repertorio de la música colonial

venezolana era religioso, la mayoría de las obras de la primera generación

de la “Escuela de Chacao” pertenecen al género litúrgico, como misas,

graduales, secuencias, responsorios de Semana Santa y Oratorios. Esta

música era vocal-instrumental, es decir, los solistas alternaban con un coro,

Page 30: Grupo Raíces de Venezuela

30

y algunas veces habían trozos instrumentales puros: preludios,

introducciones e interludios.

Los músicos de la época colonial dejaron escritas muchas obras

profundamente religiosas, obras que por su belleza y contenido han pasado

gloriosamente a la posteridad, estos compositores alcanzaron a escribir

música para misas, motetes a varias voces con acompañamiento de pequeña

orquesta, con el único propósito de prestarle a la iglesia su fiel colaboración.

Page 31: Grupo Raíces de Venezuela

31

Ofertorio de Jueves Santo de Caro de Boesi. Tomado de Moreira Sergio (1985)

Page 32: Grupo Raíces de Venezuela

32

La segunda generación de la “Escuela de Chacao”, abarca desde

fines del siglo XVIII hasta alrededor del año 1814, estuvo formada por

músicos como Cayetano Carreño, José Ángel Lamas, Pedro Nolasco Colón,

José Francisco Velásquez (hijo), Juan José Landaeta, y Lino Gallardo.

En esta época el más profundo deseo de los venezolanos era alcanzar

la libertad, por lo que los músicos se salen de las iglesias y se lanzan a las

calles, para crear composiciones breves y entusiastas que evocaban nuevos

ideales, que sólo se podían expresar a través de una música revolucionaria,

rebelde, como lo fue la canción patriótica, cantos dispuestos a exaltar los

sentimientos populares oprimidos en la sociedad venezolana de aquellos

años.

Una sociedad en la cual la imprenta no se había masificado, y además

existían pocos vehículos de difusión, se produce una línea divisoria bien

marcada entre las clases sociales -entre blancos y pardos-, todos estas

circunstancias dieron pie para que las canciones patrióticas se convirtieran

en la actividad musical de mayor importancia histórica durante la colonia,

importancia que fue aprovechada muy bien por los conspiradores

venezolanos en los movimientos revolucionarios, quienes prepararon la

letras de las canciones como: “La Carmañola Americana”, “Soneto

Americano”, y “ La Canción Americana”, a esta última le pondría música

Lino Gallardo, la cual consta de diez estrofas y un estribillo que dice así:

“Viva tan sólo el pueblo, el pueblo soberano, mueran los opresores, mueran

sus partidarios”. (Calcaño, 1985:97)

Page 33: Grupo Raíces de Venezuela

33

Dos de los patrimonios de esta época patriótica son: el “Gloria al

Bravo Pueblo” de Juan José Landaeta y el “Popule Meus” de José Ángel

Lamas, obras que cristalizaron los sentimientos colectivos del

pueblo venezolano. Los compositores de este último período colonial también

realizaron arreglos de música instrumental, como oberturas y sinfonías, en

las que se advierte la renovación estilista de sus obras.

Nuestro Gloria al Bravo Pueblo…

Una de las primeras canciones patrióticas populares, compuesta

después del 19 de abril de 1810, día de la declaración de la independencia,

fue el “Gloria al Bravo Pueblo”, escrita por el poeta Vicente Salías, en tres

estrofas y un coro.

“Gloria Al Bravo Pueblo” es el más vivo testimonio de la exaltación

patriótica que se apoderó de los venezolanos en aquellos tiempos, fue

ampliamente difundida y venerada como canción nacional hasta el 25 de

mayo de 1881, cuando Antonio Guzmán Blanco, Presidente de la República,

decreta como Himno Nacional al “Gloria Al Bravo Pueblo”, donde

se coloca como autor de su música a Juan José Landaeta; sin embargo desde

esa fecha existen dudas sobre la autoría de esta canción patriótica, muchos

considera que la música es de Juan José Landaeta, mientras que otros se la

atribuyen al compositor mirandino Lino Gallardo.

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34

Parte Melódica de la versión de 1883. (Extraída de Luis Felipe Ramón y Rivera. 1987)

Juan Bautista Plaza, musicólogo, a quien le fue entregada la versión

oficial del himno publicada en 1947, y quien realizó un trabajo crítico

documental sobre éste, reseña en su obra “Temas de Música Colonial

Venezolana”, un análisis de la música de Juan José Landaeta, en éste

compara ciertas cadencias y giros melódicos del “Gloria Al Bravo Pueblo”,

Page 35: Grupo Raíces de Venezuela

35

con otras canciones de Landaeta, como “Salve Regina”, examina los

compases del 6º al 10º, que aparecen en el allegro central de esta

composición, y concluye que ambas obras compartes cadencias y giros

melódicos característicos del estilo musical de un mismo compositor.

Salve Regina de Juan José Landaeta. Tomado de Moreira Sergio (1985)

Page 36: Grupo Raíces de Venezuela

36

En este sentido, Plaza considera que la autoría de nuestro himno

nacional le corresponde a Juan José Landaeta;

“La tradición, por una parte; el

estilo musical característico del autor,

por otra. Nos obligan pues, a afirmar,

mientras no se tengan mejores

fundamentos para sostener lo contrario,

que es a Juan José Landaeta a quién le

corresponde la gloria de ser el autor de

la música del Himno Nacional de

Venezuela”. (1990:221)

Sin embargo, José Antonio Calcaño en “La Ciudad y su Música”

considera que el análisis realizado por Plaza, no representa nada definitivo,

porque se muestran giros melódicos y cadencias que son comunes en las

composiciones de la época, y que se pueden conseguir en muchas obras de

autores diferentes.

Calcaño hace referencia sobre las dudas y divergencias del autor de la

música del himno nacional, él explica que dos años después de haber sido

decretado el “Gloria Al Bravo Pueblo” como himno nacional, Don Ramón

de la Plaza, escritor de la primera historia musical publicada en el

continente latinoamericano, menciona en su libro que el autor del “Gloria

Al Bravo Pueblo” es Juan José Landaeta, y ese mismo año Don Salvador

Llamozas publica en la “Lira Venezolana” -revista de música y literatura-

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37

un artículo sobre el himno nacional, donde también le atribuye la autoría a

Juan José Landaeta, aunque coloca una nota de pie que dice así : “Atribuyen

algunos la paternidad del Gloria al Bravo Pueblo a Lino Gallardo,

contemporáneo de Landaeta; pero existen más fundamentos para creer que

fuera de éste”.(Calcaño,1985:160)

Primera publicación de Llamozas. Extraída de Luis Felipe Ramón y Rivera. “Sobre el autor del Himno

Nacional”)

Posteriormente, Calcaño (1985) vuelve a hacer referencia al problema

de la autoría del himno nacional, menciona de nuevo a Don Salvador

Llamozas, esta vez con la publicación de su noticia histórica, en

conmemoración del primer centenario de independencia (1911), donde es

modificada la nota en la cual se menciona a Lino Gallardo:

“Sin fundamentos han atribuido

algunos la paternidad del Gloria Al

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38

Bravo Pueblo al compositor Lino

Gallardo; autor también en la misma

época de varias canciones patrióticas;

pero el testimonio de los

contemporáneos de Landaeta,

transmitido hasta nuestros días deponen

en su favor. En cuanto a la alusión del

Señor González parece más bien

referirse al director de orquesta que al

compositor”. (161)

Noticia Histórica de 1911. Extraída de Luis Felipe Ramón y Rivera. “Sobre el autor del

Himno Nacional”)

Con relación a las publicaciones de Llamozas antes mencionadas,

Calcaño señala que existen diferencias, en la primera Llamozas considera

Page 39: Grupo Raíces de Venezuela

39

que existen más fundamentos a favor de Landaeta, mientras que en la

segunda Llamozas reconoce que la paternidad ha sido atribuida a Lino

Gallardo, esta vez también sin fundamentos.

Por otro lado, Calcaño (1985), cita también a Juan Vicente González,

quien menciona a Gallardo en su biografía de José Félix Ribas:

“Nosotros nos complacimos en

esos días de regocijo y esperanzas, de

música, de interminables fiestas, en que

transportes de alegrías cubrían la

agitación de la plaza pública, y

saludaban a los magistrados nuevos, y

cada noche la dulce y melodiosa voz de

Carreño animaba los sublimes versos de

Bello; y el inspirado Gallardo hacia

visionar las calles con la Marsellesa

venezolana”. (159)

Para Calcaño, el sólo hecho de que González mencione a Gallardo

como músico y no a Juan José Landaeta, da mucho que pensar, ya que el

testimonio de Juan Vicente González, según Calcaño, es un aporte

valiosísimo, porque éste personaje conoció particularmente a muchas

personalidades de la primera república.

Otro de los aspectos recalcados por este musicólogo, es la tradición

familiar de los descendientes de Gallardo, quienes cuentan que en 1810 se

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40

planteó en el seno de la junta patriótica la necesidad de una canción

nacional, entonces el poeta Vicente Salías improvisó la letra y le confió la

música a Lino Gallardo, cuando estuvieron listos los versos y melodías, los

miembros de la junta entusiasmados entonaron el coro, mas tarde, Gallardo

terminaría la composición y la instrumentación, ejecutando en su orquesta el

himno durante muchas noches, para el júbilo de todos.

Para José Antonio Calcaño (1985), no existen pruebas que permitan

concluir quién es el autor de la música del “Gloria al Bravo Pueblo”,

aunque defiende más la idea de que sea de Lino Gallardo,

“… no hay pruebas de que el

compositor haya sido Juan José

Landaeta; ni de que lo fuera Gallardo.

Pero es también innegable que las

presunciones resultan mucho más

fuertes, a favor de Lino Gallardo.” (166)

Como se puede notar, existen contradicciones entre los musicólogos

José Antonio Calcaño y Juan Bautista Plaza, el primero le atribuye aunque

no abiertamente a Lino Gallardo la autoría del himno, y el segundo asegura

que pertenece a Juan José Landaeta.

Otro estudio importante en cuanto a la autoría de la música del

“Gloria Al Bravo Pueblo”, lo aporta para el año 1987, el músico tachirense

Luis Felipe Ramón y Rivera en su libro titulado: “Sobre el Autor del

Himno Nacional”, en este trabajo Rivera analiza las versiones de Plaza y

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41

Calcaño, aunque agrega un nuevo elemento: la partitura del himno nacional,

donde aparece como autor de la letra el maestro Andrés Bello y de la música

Lino Gallardo, encontrado por el investigador Alberto Calzavara en la

Biblioteca “Netie Lee Benson”, adscrita a la Universidad de Texas, Estados

Unidos.

Este nuevo elemento arrojado por Calzavara plantea la necesidad de

reconsiderar la paternidad del himno, tanto en lo que concierne a la música,

como al texto poético que la acompaña.

Luis Felipe Ramón y Rivera explica en su libro que existen dos

ediciones del himno nacional, la de 1883 y la de 1874, esta última

encontrada por Calzavara, donde el autor se inclinó por una expresión

marcial, muy diferente a la versión sencilla y tradicional, carente de ímpetu

militar de 1883, la cual se le atribuye a Vicente Salias y a Landaeta.

Page 42: Grupo Raíces de Venezuela

42

Edición de 1874, encontrada por Alberto Calzavara. Extraída de Luis Felipe Ramón y Rivera. 1987

Page 43: Grupo Raíces de Venezuela

43

Asimismo, Ramón y Rivera expresa que sus investigaciones sobre el

folklore nacional le permitieron deducir que los ocho primeros compases del

coro del himno, proceden de un antigua canción de cuna, ya que este tipo de

melodía era muy antigua en Europa, y luego se convirtieron en parte de las

canciones de cuna de nuestros pueblos americanos, las cuales son parecidas

estructural y estilísticamente; por lo que existe la posibilidad de que la

melodía de una de ellas, paso a ser la base del coro del himno, el cual,

cuenta la tradición, fue improvisado. Un ejemplo de esta melodía es la

canción “Duérmete mi niño”, de la cantora Doña Petra Bolívar.

Aún cuando se consiguió la partitura del Himno Nacional del año

1874, todavía se mantiene la incógnita de la paternidad no sólo de la música,

sino también de la letra de esta canción patriótica.

Por su parte, Luis Felipe Ramón Rivera (1987), concluye su trabajo

señalando

“el himno nacional es el

resultado de la fusión de varias

vertientes populares. Es una obra

efectivamente colectiva así: la

introducción sería de Gallardo; la

melodía del coro, es una canción de

cuna tradicional; la melodía de las

estrofas bien podrían ser de Landaeta y

Guzmán… En consecuencia, debe

enorgullecernos que esa canción sea

Page 44: Grupo Raíces de Venezuela

44

efectivamente “del bravo pueblo”, el

autor no sólo de un himno sino, de toda

una gesta heroica que nos dio

independencia.”(36)

A pesar de toda la polémica que ha generado el problema de la

autoría de la música del “Gloria Al Bravo Pueblo”, este himno como

menciona Plaza (1990), es aún en nuestros días la canción que canta el

sentir del pueblo venezolano.

“Para la Venezuela de hoy se ha

llegado a revestir un carácter tan

nacional como el himno patrio, a pesar

de que su bella música no es ni puede

ser otra cosa que un canto doloroso de

alma cristiana universal. Pero los

inconfundibles acentos de ese canto tan

hondamente sentido, despiertan

profundas resonancias en nuestro

interior, como si expresaran modos

ancestrales del sentir de la raza; como

si misteriosamente removieran lo más

íntimo de la conciencia y la afectividad

del venezolano”. (49)

Page 45: Grupo Raíces de Venezuela

45

El legado musical de la colonia….

En la Colonia se produce en Venezuela un fenómeno sumamente

importante, los músicos venezolanos a pesar de haberse formado en el país,

estaban completamente al día con la música que se creaba en el viejo

continente, este fenómeno de actualidad permitió que los compositores de la

colonia no fueran simples imitadores de esta música, sino grandes artitas

capaces de crear obras geniales; estos supieron aprovechar el aporte musical

de otros países como los de Europa, siguiendo la técnica y el estilo, pero

creando su propia sustancia musical y expresiva.

En la colonia, todo el impulso expresivo de sus hombres se vio

reflejado en la música, en muy pocos sitios se practicaron la artes plásticas y

la poesía. José Antonio Calcaño en su libro “la Ciudad y su Música”, dice

que con lo único que puede compararse el florecimiento y desarrollo de la

música colonial, es con la prodigiosa actividad militar de aquellos tiempos,

ya que los ejércitos venezolanos eran considerados los más poderosos en

toda América Latina.

De la Colonia, Juan José Landaeta y José Ángel Lamas son los

nombres que se mantienen vivo en el corazón de todos los venezolanos, y

quienes gozan de la veneración y la gloria de esta tierra. Al primero de ellos

se le atribuye la música de la universal canción patriótica “Gloria al Bravo

Pueblo”, convertida más tarde en Himno Nacional de la República; y al

segundo por su “Popule Meus”, única obra musical de la colonia que no ha

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46

dejado de ejecutarse ni un solo año en la Semana Mayor en todo el país,

como especie del himno del alma venezolana.

“Al oír esta obra puede afirmarse

que no hay un solo venezolano, que no

se sienta por un momento como unido

por extraños lazos espirituales con

todos sus compatriotas”. (Plaza,

1990:39)

En este sentido, las palabras de Plaza parecen ser las más acertadas,

porque el “Popule Meus” de José Ángel Lamas refleja el espíritu místico

de este compositor, sus vivencias, las series de calamidades provocadas por

fenómenos naturales, las luchas políticas, las convulsiones sociales y las

angustias económicas consecuentes que acosaron a Lamas junto a su

pueblo. Esta obra esta compuesta con un perfecto equilibrio entre forma y

contenido, sus melodías expresan el más profundo sentimiento a Cristo, por

lo que el “Popule Meus” se ha convertido en la única obra del período

colonial que se ha popularizado, al punto de que anualmente es interpretada

en las iglesias católicas durante la Semana Santa.

También cabe mencionar otras obras como “La Oración en el

Huerto” (motete: In Monte Oliveti) de Cayetano Carreño, y “Pésame a la

Virgen” de Pedro Nolasco Colón, compositores que junto a Landaeta y

Lamas, entre otros, formaron parte del legado y de la trascendencia de la

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47

escuela colonial venezolana, escuela que creó su propio lenguaje personal, orientado por

una inspiración estética, religiosa y con tradición artística patria.

Extraída del archivo musical de la Escuela Miguel Ángel Espinel. San Cristóbal.

Aires románticos…

En el año 1808 llega a Caracas, la primera compañía de ópera Italiana.

A partir de entonces las composiciones sufren una transformación, se

vuelven cada vez más teatrales y profanas, pierden ese equilibrio formal

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48

típico del clasicismo, y anuncian así las nuevas tendencias pre-románticas.

Se comienzan a componer Tonos, Villancicos y Pésames, es decir, se

comienza a crear una música más sencilla, de inspiración popular, con letra

en castellano.

Ya para la segunda mitad del siglo XIX, cuando la presidencia de la

república pasaba violentamente de una mano a otra, se desarrollaban en

Venezuela los géneros musicales de salón, entonces surgieron las danzas

para pianos. En la ciudad capital, el vals se popularizó y adquirió su propia

personalidad, para pasar de vals europeo a valse venezolano.

En medio de este clima de inestabilidad política y social, surgió entre

los venezolanos la canción romántica, una forma musical apta para la

expresión del sentimentalismo, la cual reflejaba el espíritu de la época.

Esporádicamente también aparecieron las fantasías, rapsodias y zarzuelas –

género musical dramático en el que se mezclan partes instrumentales,

vocales y habladas- para piano sobre piezas de óperas.

En esta época el desarrollo musical en Venezuela estaría signado por

dos acontecimientos, el primero fue la inauguración del Teatro de Caracas,

durante el gobierno de José Tadeo Monagas en 1854, en éste se llevó a cabo

todo tipo de eventos públicos, lo que estimuló el desplazamiento de los

venezolanos de las iglesias hacia un centro cultural.

El segundo, la creación de La Academia Nacional de Bellas Artes,

por Antonio Guzmán Blanco en 1887, en ella se incluía la enseñanza

especial de dibujo artístico, pintura, arquitectura, música y declamación.

Page 49: Grupo Raíces de Venezuela

49

Un año antes de la creación de la Academia de Bellas Artes, se creó

“la Unión Filarmónica”, agrupación que formó una orquesta de concierto

y emprendió una larga serie de veladas musicales, ofreciendo obras

sinfónicas de la más alta categoría, en comparación con los valses, zarzuelas

y óperas, géneros más escuchados por el público de aquellos tiempos. Sin

embargo, “la Unión Filarmónica” sólo duró tres años, siendo sus

promotores Ramón de la Plaza, Eduardo Calcaño, Charles Werner y José

Antonio Mosquera.

En la época romántica, el teatro se convirtió en el centro de las

expresiones dramáticas y musicales de aquella sociedad, al igual que las

canciones patrióticas lo fueron para el pueblo oprimido de la colonia. Fue en

el teatro donde por primera vez, se puso en escena una ópera con música de

un compositor venezolano: “Virginia”, de José Ángel Montero.

Y fue en el “Teatro de la Zarzuela”, en donde muchos músicos

criollos crearon sus mejores composiciones, estrenaron zarzuelas nacidas de

su propia inspiración, en este lugar, los músicos románticos realizaron

nacimientos, representaciones de carácter popular, mientras que la sociedad

pudiente y acomodada de la capital del país disfrutaba de la ópera.

Los compositores románticos fueron José Ángel Montero, José

Gabriel Núñez Romberg, Sebastián Díaz Peña, Teresa Carreño- una de las

grandes pianistas-, Ramón Delgado Palacios, Augusto Brandt, Pedro Elías

Gutiérrez y Salvador Llamozas; este último con su obra “Noches de

Cumaná”, sería uno de los precursores de los autores nacionalistas

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50

venezolanos, que conformarían en el siglo XX el movimiento de renovación

musical.

Santa Capilla emprendedora…

En los primeros años del siglo XX, la vida musical venezolana se

había apagado, el país mostraba una imagen desoladora de este arte, sólo se

escuchaban algunas representaciones de óperas, zarzuelas y ciertas

iniciativas particulares de música de cámara.

Venezuela, necesitaba de una renovación musical, entonces comenzó

a germinar uno de los movimientos musicales considerado como el más

coherente y completo desplegado en el país, desde la “Escuela de Chacao”,

la “Escuela de la Santa Capilla”, en ella participaron compositores

venezolanos que no sólo se destacaron por su gran talento, sino también por

su fuerza emprendedora, motivada por un ideal nacionalista, estos

compositores fundaron instituciones que han sido decisivas en la vida

musical venezolana.

Fueron parte de este novedoso movimiento musical, Juan Bautista

Plaza, Vicente Emilio Sojo– pilar fundamental-, Juan Vicente Lecuna,

Miguel y José Antonio Calcaño, entre otros. Todos ellos estudiantes de la

Escuela de Música y Declamación, hoy Escuela de Música “José Ángel

Lamas”, quienes se dedicaron al rescate de la institución de la enseñanza

musical, así como a la recopilación del acervo musical y folklórico, a través

de ritmos y melodías nacionales impresos en sus obras.

Page 51: Grupo Raíces de Venezuela

51

En aquellos tiempos ya comenzaban las iniciativas, por parte del

maestro Vicente Martucci, para crear una orquesta sinfónica en el país. En

el año 1922 se constituye “La Orquesta de la Unión Filarmónica de

Caracas”, germen que serviría para fundar ocho años después “La

Sociedad Orquesta Sinfónica de Venezuela”, la cual continuó vinculada a

la Iglesia católica.

No es hasta 1947, cuando gracias a las influencias políticas de Vicente

Emilio Sojo, “La Sociedad Orquesta Sinfónica de Venezuela” fue

incluida en el presupuesto del Ministerio de Educación, logrando una

asignación económica, lo que sirvió para contratar un total de 32 profesores

ejecutantes extranjeros. Fue en este momento, cuando “La Orquesta

Sinfónica de Venezuela” se enfrentó con fidelidad a partituras de gran

exigencia, alcanzando así su madurez, y convirtiéndose en una de las

instituciones centrales de la actividad musical venezolana, durante las

décadas de los treinta y los cuarenta.

Otra de las fundaciones que revivieron la actividad musical de la

nación, y que comenzaban a desarrollar el movimiento musical moderno fue

“El Orfeón Lamas”, con el que también se inicia el grupo de corales

venezolanas.

Para ese entonces, no existía en Venezuela ninguna agrupación coral

estable. El movimiento coral venezolano tuvo su origen en los carnavales de

1928, cuando un grupo de músicos, entre estos Vicente Emilio Sojo, Juan

Bautista Plaza y los hermanos Calcaño, salieron por las calles caraqueñas

cantando y disfrazados de ucranianos. Esta idea de cantar a coro se les había

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52

ocurrido después de haber estado en contacto con una agrupación vocal de

Ucrania, que se había presentado en el Teatro Municipal de Caracas, a

finales de los años veinte.

“El Orfeón Lamas” al igual que “La Escuela de Chacao” surgen de

las tertulias de músicos aficionados, esta vez no en la hacienda “La

Floresta”, sino en la casa de José Antonio Calcaño, donde se ensayaban

piezas de compositores venezolanos, grupo al que se le agregaron voces

femeninas, para constituirse en todo un Orfeón, ofreciendo su primera

presentación en el Teatro Nacional el 15 de Julio de 1930.

El repertorio del “Orfeón Lamas” era una fusión de las

composiciones venezolanas de los músicos de “la Escuela de La Santa

Capilla”, y de la música sacra de los compositores de la colonia. “El

Orfeón Lamas” se dio a la tarea de rescatar, reconstruir y difundir la

música colonial, la cual se encontraba abandonada en antiguos manuscritos,

está música fue ejecutada en conciertos sacros todos los viernes de concilio

en el Teatro Municipal de Caracas.

En la historia de “Orfeón Lamas” y de “La Orquesta Sinfónica de

Venezuela”, hizo vida el maestro de la “Escuela de la Santa Capilla”,

Vicente Emilio Sojo, considerado el pilar fundamental de la labor de estas

dos agrupaciones, y la columna vertebral de la enseñanza musical en el país.

También formaron parte de la Escuela Nacional Moderna los

compositores venezolanos como: Antonio Estévez con su “Cantata Criolla”,

Evencio Castellanos, Antonio Lauro, Luis Felipe Ramón y Rivera, Inocente

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53

Carreño con su “Margariteña” y José Clemente Laya, autores de grandes

composiciones consideradas hoy patrimonio espiritual de la nación.

Después de los cincuenta…

Para el año 1949, Vicente Emilio Sojo se separa definitivamente de

“La Orquesta Sinfónica de Venezuela”, agrupación que dos años más

tarde realiza su primera gira al exterior; viajó a la ciudad de Lima para

participar en las festividades conmemorativas del Cuarto Centenario de la

Universidad de San Marcos, en aquel evento se ejecutaron obras de

compositores venezolanos, como Antonio Estévez y Evencio Castellanos.

Después de realizar su viaje a la Habana, “La Orquesta Sinfónica de

Venezuela”, participa en dos Festivales de Música Latinoamericana,

realizados en Caracas, en los años 1954 y 1957, allí se reunieron por

primera vez los mejores compositores latinoamericanos de la época, como

Antonio Estévez con su “Cantata Criolla” y el maestro Villalobos con sus

conciertos de guitarra. Alejo Carpentier, fue el encargado del trabajo

periodístico de estos eventos, lo cuales convertirían a Caracas, en la capital

musical de América Latina, en la década de los 50.

Hasta 1964, dominaron la escena musical caraqueña los músicos de la

“Escuela de la Santa Capilla”, con estos compositores el nacionalismo

musical venezolano alcanzaría su máxima expresión, con lo que

demostraron su fidelidad a los valores espirituales de su pueblo.

Page 54: Grupo Raíces de Venezuela

54

La elevada calidad de las composiciones de los músicos del

“Nacionalismo” alcanzaron gran popularidad, de la misma forma que lo

hicieron los compositores de “La Escuela de Chacao”.

“El Orfeón Lamas”, por otro lado, experimentó un proceso de

decadencia que lo condujo a su total desaparición, afortunadamente esta

agrupación había incentivado la creación de otros grupos similares como

“El Orfeón de la Universidad Central de Venezuela”, iniciativa de

Antonio Estévez, “El Orfeón Juan Manuel Olivares”, coral obrera

auspiciada por el Ministerio de Educación y de la cual surgió después “La

Coral de Venezuela”, todas estas agrupaciones todavía trabajan en pro de

la cultura nacional.

Hasta la década de los ochenta, la actividad musical del país se centró

fundamentalmente en la orquesta sinfónica. Luego han surgido numerosas

agrupaciones orquestales en Caracas y en el resto del país, muchas de ellas

gracias al proyecto de Orquestas Juveniles, de José Antonio Abreu -

compositor de numerosas obras de piano, cámara y vocales-, siendo “La

Orquesta Sinfónica Simón Bolívar, su mayor fruto.

José Antonio Calcaño, pionero de “La Escuela de la Santa Capilla”,

considera que la historia de la música en Venezuela, no puede escribirse hoy

con propiedad, sino hasta el año 1919, cuando comenzó el movimiento que

está todavía desarrollándose.

Actualmente, en Venezuela existen un sin numero de agrupaciones

orquestales, corales, estudiantinas y grupos musicales, que con talentosos

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55

artistas, interpretan en las salas de conciertos, en los centros culturales, en

las universidades y en las iglesias del país, la música de la colonia, la

música de la “Escuela de la Santa Capilla”, los valses y zarzuelas de la era

del romanticismo.

Hoy el país cuenta con instituciones que se encargan de impartir la

enseñanza musical, y de preservar las obras más memorables de la historia

musical venezolana, algunas de estas instituciones llevan el nombre de los

compositores más destacados, como: Las Fundaciones Vicente Emilio Sojo,

José Ángel Lamas, Calcaño, Juan Bautista Plaza.

Este recuento por la historia de la música en Venezuela, nos permite

apreciar que nuestro país no es más que un complejo tesoro musical. Los

músicos de esta tierra no se han conformado con imitar la música

proveniente de otros países, sino que han puesto lo mejor de sí, y le han

inyectado el sabor venezolano.

La mayoría de nuestros músicos han viajado desde los años de la

Colonia –como el Padre Sojo- a otros horizontes, en busca de nuevos

conocimientos, para perfeccionar la música que hoy forma parte del

patrimonio de nuestro país.

En la historia musical venezolana marcaron historia, dos escuelas, dos

grupos de hombres, bajo la tutela de dos personajes de apellido Sojo, pilares

fundamentales de un grupo de intérpretes, aficionados y admiradores del

arte musical, quienes se dedicaron a valorar, a cuidar y a perfeccionar la

música, que hoy es el legado más revelador del talento musical venezolano.

Page 56: Grupo Raíces de Venezuela

56

Movimiento Coral Venezolano

El movimiento coral en Venezuela comenzó en el año 1929, de la

mano del maestro Vicente Emilio Sojo, con la formación del “Orfeón

Lamas”, institución que llegó con la finalidad de formar voces mixtas a

capella, para la interpretación de obras de su propio fundador y de igual

manera de los maestros, Juan Bautista Plaza, Moisés Moleiro, José Antonio

Calcaño, Eduardo Plaza y Miguel Ángel Calcaño.

A partir de de la conformación de este ensamble de voces, se

generaría en Venezuela la formación del movimiento coral que ha

perdurado hasta nuestros días. Uno de estos han sido: el Orfeón Carabobo

nació en 1930, el Orfeón Universitario de la UCV en el año 1943, Shola

Cantorum de Caracas, La Cantoría de Caracas, La Cantoría de Mérida, La

Camerata de Caracas, entre otros.

Todo este movimiento musical – vocal, que se logra gestar es nuestro

país, inicia la formación de coros liceístas, universitarios, además de los

coros infantiles como los Niños Cantores de Táchira, La Voces Blancas de

Elisa Soteldo, Los Niños Cantores de Villa de Cura, y muchos más.

“Unas mil agrupaciones corales

a todo lo largo y ancho de nuestro país

cultivan y ofrecen al público un amplio

repertorio, que incluyen diversos

géneros y estilos musicales que parten

desde la polifonía antigua hasta las

Page 57: Grupo Raíces de Venezuela

57

obras contemporáneas y las diferentes

danzas que actualmente se cultivan en

los países latinoamericanos”. Peñín

(1998:422)

Toda la historia de nuestras corales tienen una gran comienzo

promovidos desde los atrios de la iglesia, sitios en donde la fe de un pueblo

era elevada a lo más divino gracias a las bellas voces de los coros que se

formaron en aquellos lugares con el fin de cantar la música religiosa

venezolana más destacada de la época como: Las siete Palabras y Pésame a

la Virgen, de José María Osorio; Jaculatoria de Dolores y Plegaria a la Santa

Cruz de Jermán Lira; Quiero tu Cruz y Pater Noster de José Ángel Montero,

entre otros.

Todo este movimiento fue evolucionando hasta crearse en 1927 el

Orfeón Lamas por el maestro Vicente Emilio Sojo; sin embargo, vale la

pena acotar que se crearon en el país otras agrupaciones con el fin de

interpretar música antigua de otras latitudes del continente. Esta agrupación

es la Camerana de Caracas y según el Diccionario de la Bigott (1998) “Fue

concebida para la investigación, estudio y divulgación de la música

antigua” (259)

Uno de los coros venezolanos más importantes y que a su vez ha

contribuido a la formación de otras agrupaciones es Schola Cantorum de

Caracas, fundada en 1967 por el maestro Alberto Grau. De igual manera en

1975 la Cantoría de Mérida fundada por el maestro Rubén Rivas, resaltaba

el comienzo de la actividad polifónica en los Andes, también vale la pena

Page 58: Grupo Raíces de Venezuela

58

Mencionar el gran trabajo artístico que ha realizado Modesta Bor al

movimiento coral de nuestro país.

En el estado Táchira contamos con dos agrupaciones que han servido

de símbolo para los nuevos coros que el talento joven emprende. Estos son:

La Coral de Táchira, agrupación que desde sus inicios, en 1976, se ha

caracterizado por su estilo e interpretación representado a Venezuela en

diferentes festivales internacionales, ganándose el aplauso y la admiración

del público y el jurado. Este coro en la actualidad es dirigido por el maestro

Alexander Carrillo y la técnica vocal está a cargo de la profesora Janice

Williams.

El Coro Universitario de la UNET, es otro de los símbolos de nuestro

estado, dirigido por el maestro Rubén Rivas, se ha destacado en diferentes

partes del mundo como Cuba, Ecuador, Italia, entre otros países. Para

celebrar su aniversario 25º, lo hizo con la interpretación de la obra del

maestro Antonio Estévez y Alberto Arvelo Torrealba “Cantata Criolla”,

concierto al que invitaron a nuevas agrupaciones corales tachirenses a

participar, como es el caso, del Coro San Cristóbal del Ateneo del Táchira,

entre otros.

Con esta situación, el movimiento coral de Venezuela, se ha nutrido

de toda la música que desde la colonia y tomando vertientes del exterior ha

engrandecido el trabajo de cada una de estas instituciones, contando por

supuesto con el talento de quienes la integran y de la gran responsabilidad

de quienes la dirigen. El movimiento coral de Venezuela mantiene viva la

Page 59: Grupo Raíces de Venezuela

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llama musical del país, incentivando en jóvenes el amor por la música y por

sus valores propios de venezolanidad.

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Capitulo II

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“La vocación del artista y el sentido de su vida, consisten en brindar alegría

a los hombres, enriquecerlos espiritualmente, despertar aquellos elevados sentimientos.”

Dimitri Shostakovitch. Compositor soviético

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Grupo Raíces de Venezuela. Vigencia de la música popular venezolana

¯ La música popular…

La música popular, son todas aquellas interpretaciones que tienen una

fuerte carga de sentimientos de un pueblo, es aquella que escuchamos en las

celebraciones populares, en la radio y disfrutamos de sus letras y de toda la

composición musical.

El compositor e investigador del folklore Luis Felipe Ramón y Rivera

define a la música popular, como aquella música de factura relativamente

moderna, de raíz tradicional, como los joropos, los merengues, valses y

bambucos.

La música popular venezolana parte de las cuatro o cinco primeras

décadas del siglo antepasado y llega hasta nuestros días con la carga del

repertorio tradicional.

Ramón y Rivera también considera que la música popular es toda

aquella que se baila hoy en día, la cual muchas veces proviene del extranjero

y es de autor conocido.

De esta manera, Luis Felipe Ramón y Rivera explica que cuando la

música popular es nacional, y no foránea-moderna, estamos hablando

entonces de música popular de raíz tradicional, la cual es el fruto de la

creación de artistas que basan sus obras en los modelos tradicionales, que

con el pasar del tiempo sufren cambios menores, no necesariamente de

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transmisión oral, pues la música popular se produce en su mayor parte

escrita.

En este renglón de música popular de raíz tradicional, vamos a ubicar

al Grupo Raíces de Venezuela, protagonistas de esta investigación.

El Grupo Raíces de Venezuela es un quinteto de música instrumental,

que por más de un cuarto de siglo se ha dedicado a resaltar y a rescatar los

ritmos populares de nuestro país, convirtiéndose en punto de referencia

para otras agrupaciones. Este grupo lo integran Orlando Moret y David

Medina en las mandolinas, Domingo Moret, en la guitarra, flauta y mandola,

Pablo Camacaro en el cuatro y Héctor Valero en el contrabajo.

El repertorio del Grupo Raíces de Venezuela está compuesto por

bambucos, valses, merengues, danzas zulianas, contradanzas, joropos,

pasajes, tonadas y otros géneros, reuniendo más de 130 obras originales

(grabadas), con un repertorio de 230 obras (no grabadas), y 36 obras por

grabar.

El profesor Rafael Saavedra explica que la música de Raíces de

Venezuela, ha sido el producto del movimiento popular que se dio en el país

en las décadas de los sesenta y setenta. Según Saavedra la música de los

años 60 en Venezuela, estuvo marcada por las influencias políticas y por las

músicas de los países del Cono Sur, conformado por Chile, Argentina,

Bolivia, Paraguay, Uruguay y Brasil.

Asimismo, Saavedra señala que en los años 70 este gran movimiento

de música popular logró reemplazar a los cantantes populares de la música

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llanera, entonces nacen grupos como “Un Solo Pueblo”, “Grupo Madera”,

“Serenata Guyanesa” y “Quinteto Contrapunto”, entre otros.

En la música popular tradicional venezolana también se destacan

agrupaciones como Ensamble Gurrufío, los Antaños del Stadium y Los

Anaucos, entre otros.

Características de un músico popular…

Los integrantes del Grupo Raíces de Venezuela consideran que un

músico popular es aquel que hace y escribe música para el pueblo, la cual

debe ser recibida y aceptada por su gente.

Para el director de la Estudiantina de la Universidad de los Andes

Táchira, y miembro fundador del Grupo Raíces de Venezuela, Domingo

Moret:

“un músico popular debe tener en

primer lugar, “carisma”, debe saber

transmitir, recitar la música, llegar al

corazón de la gente -no todos lo pueden

lograr-, “tener ángel”, afecto, que

sientan que estoy cantando para la

gente, por ejemplo, Alí Primera y Simón

Díaz, son interpretes que transmiten

sensaciones al pueblo”.

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Otro de los integrantes de Raíces, David Medina, quien también se

desempeña como director de la Estudiantina de la Universidad del Táchira,

considera que el músico popular es el más ingenuo y espontáneo interprete,

“el músico popular es aquel

músico ingenuo que realiza o hace

música sin saber que está haciendo, pero

que tiene el valor de interpretar

espontáneamente y le resulta más

agradable, pues no hay nada forzado,

nada sometido a la academia sino que

resulta espontánea, es más rico, dice

más lo que es de nosotros y es más

representativo para una región. Ese es

el valor de un músico popular. Y el

músico se hace al calor de las

informaciones que recibe de generación

en generación, y lo que le da la región

de donde él viene o ha nacido.”

Géneros musicales de Raíces de Venezuela…

Los géneros musicales son el resultado de un largo proceso de

búsquedas expresivas, procesos marcados por momentos históricos y climas

musicales, que han ido adquiriendo una forma y hasta un sentido funcional.

Page 66: Grupo Raíces de Venezuela

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Venezuela cuenta con una gran diversidad de géneros musicales, los

cuales están caracterizados por múltiples colores y timbres sonoros,

autóctonos de cada región. No obstante, en esta investigación ahondaremos

en los principales géneros adoptados por el Grupo Raíces de Venezuela,

como lo son: el Vals, la habanera o bambuco y el Merengue, tres formas

musicales consideradas como las iniciadoras del desarrollo musical popular.

Estas tres formas han sido fundamentales en el nacimiento y

fortalecimiento de nuestras raíces musicales, y a la vez, en la formación de

grandes talentos nacionales.

Para el Grupo Raíces de Venezuela, estos tres géneros tradicionales

son los progenitores de toda nuestra música venezolana, ellos explican que

del vals, por ejemplo, se genera un tipo de joropo, y nace entonces el pasaje

y el golpe. Mientras que de la habanera surge el bambuco, la danza, la

contradanza y la canción serenata.

En esta parte de la investigación presentaremos el origen, la

evolución, los principales intérpretes, las características rítmicas y la

trascendencia de cada uno de los géneros antes mencionados.

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El Valse “Valses venezolanos, valses del ayer,

pasión creadora de un pueblo por más de un siglo, valses que posibilitaron el

nacimiento de un estilo nacional, surgidos del venero de una tradición”

Rafael Salazar

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Una historia que comienza con una panadera…

Al estilo de la película “Titanic” de James Cameron, y de una de las

tragedias más conocidas de Shakespeare, como lo es “Romeo y Julieta”; el

valse encuentra su significado y esencia, en una historia de amor única.

Parece que a través del amor y de todo lo que puede encerrar este

sentimiento, la vida misma se hace parte de una aventura que no remedia ni

controla el alma humana, al contrario, la descontrola y la satisface.

Mucho se ha dicho, mucho se ha hablado sobre este tema; pero nada

es más definitivo que saber que por medio del amor, las cosas tienen razón

de ser y nacemos y renacemos de nuevo a la vida.

Esta es la historia de un joven de apellido Strauss; un joven

talentoso y lleno de vida, con un apellido reconocido por la sociedad

vienesa del siglo XIX, que consiguió el amor en una hermosa joven, según

cuenta la leyenda, y que su oficio era el de panadera de la ciudad.

Al parecer fue amor a primera vista, esta muchacha vivía en una

población campesina en la que conocían y practicaban danzas folclóricas de

la cultura germánica, y Strauss al relacionarse con ellos, en ocasiones

festivas, fue aprendiendo y entendiendo nuevos pasos que permitían a los

ejecutantes tomarse de la cintura y bailar pegados, acto que era muy mal

visto por las sociedades monárquicas de aquellos años.

Por eso es la relación con la película “Titanic”, mientras que la

sociedad adinerada y diplomática soportaban una fiesta por puro interés,

mientras tanto, en los camarotes de los trabajadores del barco tenían una

gran fiesta en donde la protagonista, quien pertenecía a una familia

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69

adinerada, pero que tenía un corazón humilde, se relacionó con los plebeyos,

y así, aprendió un nuevo baile, lleno de soltura y pasión.

Esta joven panadera, al igual que en la película, motivó al músico y

despertó en él, un interés por aquel sonido que tanto alegraba y hacía mover

a la gente. Esta música que viene de la voz del “Walzen”, originaria de la

lengua alemana, según lo dice Rafael Salazar (1991):

“traduce ‘dar vueltas bailando’ y

describe de manera precisa los

movimientos de esta danza popular

centroeuropea, que nació en los campos

de Alsacia, para expresar una forma

musical propia de la cultura

austrogermana”. (07)

Por su parte, Johann Strauss padre, junto con el austriaco Josef Lanner,

fueron los encargados de difundir los valses que ellos componían, para así

llevarlos a los palacios y enamorar a aquella sociedad aristocrática, que no

salían del minué. Según la gran enciclopedia Salvat (2000) explica al minué

como:

“Baile francés antiguo. Se le cree

originario del Poitou. Su nombre parece

derivar de los pasos breves (menus) que

en él se dan. Se ejecuta entre dos o

cuatro personas con diversas figuras”.

(2617)

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70

Claro, como reza el dicho popular, “de tal palo tal astilla”, Johann

Strauss, hijo, dotado de un gran talento y musicalidad, además inspirado por

el clamor de una panadera campesina, quien lo llevó a conocer el alma de la

música y le dio sentido a la creación artística a partir de una relación que, tal

vez, tenía que vivir en la clandestinidad de una sociedad que señalaba y

criticaba.

Este gran músico, según datos del Rafael Salazar, compuso alrededor

de 479 valses, y su gran estreno con el “Danubio Azul”, dejó un 15 de

octubre de 1844, a todos los hombres engalanados y mujeres vestidas de

copa, con la boca abierta, ya que su música originaria de una danza plebeya,

logró obtener el título de cortesana, cuando en una gran fiesta de la

aristocracia de la época, invita a bailar a la duquesa, quien era a anfitriona, y

provocando en los atónitos espectadores una ganas inmensas de bailar esta

música, que para ellos tenía algo que no habían percibido nunca en otra

música, tenía alma.

De Europa a Venezuela

La llegada de este contagioso ritmo a nuestro país, según autores

como el maestro Luis Felipe Ramón y Rivera (1976), es después de la

guerra de independencia, tal vez porque sería en esta época cuando el

venezolano libre comenzaría a escuchar música que ha había llegado de

Europa,

“el vals, derivado de un tipo de

laendler, popular baile austriaco, debe

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71

haber llegado a nuestro país unos años

antes de 1830. Esta nada recomendable

conjetura se hace necesaria, por cuanto

ni los periódicos, ni los libros de la

época arrojan luz precisa sobre el

tema”. (11)

Sin embargo, podemos acotar que a la par de la aparición o llegada

del valse, a nuestro país surgen cambios a nivel morfológico que el

Diccionario de la Fundación Bigott (1998) llama como “Acriollamiento”,

“en esta transformación,

acriollamiento, ya no se le diría vals,

sino valse, por la fuente influencia

francesa que tuvimos desde finales del

siglo XVIII, pasando la [e] muda final

de la escritura francesa valse (así lo

escribieron nuestros compositores) a

pronunciarse también”. (705)

El valse, llegó a convertirse en una referencia musical, que todavía ha

perdurado; claro, en aquella época su furor fue en los salones en donde la

aristocracia caraqueña disfrutaba de fiestas y bailes, ahora con una nueva

música y con un nuevo baile, llamado valse.

Aunado a la aparición del valse, y su proceso de adopción por parte de

la sociedad, con la llegada del piano en 1845, a Caracas, le da una fuerza social

a esta música, ya que este instrumento era el predilecto en los grandes

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salones de la alta sociedad, “la otra corriente, la que hemos llamado

aristocrática porque ese era el vocablo que gustaba usarse, tiene en el

piano, como dijimos, su instrumento expresivo predilecto”. Ramón y Rivera

(1976:15).

El tener un piano en casa, aunque fuese como adorno, siempre

significó en la sociedad, que esa familia tenía muy buena posición

económica. Los valses para piano que tenemos son unos publicados en el

libro de Luis Felipe Ramón y Rivera llamado: “La música popular de

Venezuela”, entre ellos tenemos un valse de José Mármol y Muñoz llamado

“Paz y Pascua”, dedicado al General Antonio Guzmán Blanco.

Esta obra de Mármol, entre otras, como la de la destacada pianista

venezolana Teresa Carreño, reconocida como la mejor de América, y su

valse llamado “La corbeille de fleurs” fueron publicados en una edición

denominada “Valses Venezolanos”, hacia el año 1900, todo un álbum para

piano.

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Extraído de Ramón y Rivera (1976)

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Valse demostrativo de la moda francesa. Ramón y Rivera (1976)

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Cómo se escribe un valse La estructura del valse venezolano, consta de 16 compases por parte y

casi un 80% de nuestros valses están hechos a dos partes, una en tono mayor

o en tono menor, o viceversa, sin embargo existen algunas modalidades a

tres partes y otras a cuatro partes. Los valses que compuso el maestro Pedro

Elías Gutiérrez, son de cuatro y seis partes a la manera de los valses

realizados por Johann Strauss.

Según el profesor Domingo Moret “los compositores de principio de

siglo XX, trataban de realizar valses tipo suite, es decir, a cuatro partes”,

esto dependerá en la medida creativa que tenga el compositor.

El integrante el Grupo Raíces de Venezuela dice que es importante

destacar que algunos compositores han hecho valses hasta de 24 compases

por parte, y aunque, afirma, que no es la tradición, se puede hacer.

El valse se escribe a un tiempo ¾, y según el Diccionario de la

Fundación Bigott (1998) dice:

“Desde el punto de vista formal,

el valse criollo de salón es

preferiblemente bipartito, por lo menos

hasta la Primera Guerra Mundial,

cuando el valse en Venezuela vuelve a

europeizarse en su melodía, métrica y

forma. De las dos partes del valse

criollo de salón a que nos referimos, la

primera con frecuencia es más de tipo

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europeo, mientras que la segunda es

más criolla”. (707)

El profesor Domingo Moret ha compuesto un valse que destaca la

belleza y pureza de todo lo que encierra el color azul. En una pieza logra

contarnos no solo con palabras, sino con acordes la fuerza del azul en la

vida.

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Todas las piezas de nuestro argot venezolano, tiene una inexplicable

relación con el sentimiento del amor, y es que el valse y su ritmo lento, ha

hecho posible que durante décadas autores y compositores venezolanos sean

los encargados de revestir con sus poemas acordes llenos de dulzura, y

mucho color.

Entre los valses venezolanos que son clásicos se encuentran:

Conticinio de Laudeliano Mejías, Dama Antañona de Francisco de Paula

Aguirre, Quinta Anauco de Aldemaro Romero, Besos en mis sueños de

Augusto Brandt, entre muchos otros más.

Mucho se podrá escribir y cantar del amor, tal vez, porque es el

sentimiento más puro y noble que todos tenemos, y el valse se ha

universalizado para enamorar con un ritmo lento a todos aquellos que

esperan ser hechizados en la vida.

El integrante-fundador del Grupo Raíces de Venezuela, es además un

músico dedicado a enarbolar la bandera del amor con sus propias

interpretaciones, una de ellas “Juego Azul” y su más reciente trabajo para

piano y voz, un valse medido a tiempo de 3/4, llamado “Llovizna”. Vale la

pena acotar que para la fecha todavía no ha sido estrenado.

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Parte vocal del valse “Llovizna”. Archivo personal de Domingo Moret

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Parte del piano del valse “Llovizna”. Archivo personal de Domingo Moret

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Parte del piano de la pieza “Llovizna”. Archivo personal de Domingo Moret.

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El valse de Raíces Evocar mediante la música instrumental, ha sido el trabajo que el

Grupo Raíces de Venezuela, ha realizado durante más de 26 años de vida

artística.

Valses como “Cuando duerme Caracas”, “Diálogo” y “María

Doménica”, todos del compositor tachirense Domingo Moret, son una clara

expresión de sensibilidad y sentimientos; una mezcla de melancolía, tristeza,

pero al mismo tiempo de amor y dulzura, que le cantan a sus seres más

queridos, demuestran que el valse de Raíces de Venezuela es uno de los

géneros más armónicos y expresivos.

Sus matices, sus colores y su fuerza interpretativa constituyen un

grado diferencial con otros valses de diferentes autores, como Dame un

Beso de Francisco J. Marciales, Lluvia de Luis Guillermo Sánchez, Alegrías

y tristezas de Marco Antonio Rivera Useche, entre otros, maestros que

dejaron sus legados para que agrupaciones como Raíces de Venezuela,

respetaran su esencia y la autenticidad de la composición.

Otros de los valses de Raíces de Venezuela, compuestos por Héctor

Valero y Pablo Camacaro son: “Te sueño pueblo mio” y “Pico de Águila”,

respectivamente; aunque ellos se han dedicado más a la tonada, danza y

merengue.

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El Bambuco

“El bambuco, nació de la gente, es un ritmo popular al que le

asignaron distintas raíces, pero su formación se encuentra en la improvisación de versos, en las letras nostálgicas, románticas y

los instrumentos que la acompañan desde sus inicios”

María Teresa Amaya

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Creación musical…

Entre las cosas que nos identifican como nación, se encuentran todas

una serie de tradiciones que con el pasar de los años crean y forman una

homogeneidad, en temas de cultura.

La música, sin duda alguna, es parte de esas tradiciones que todos

compartimos, vivimos y realizamos, es una manera de comunicar tan

esencial que sin ella, sería imposible vivir. La música es una necesidad del

hombre de imitar los sonidos de la naturaleza, de poder explorar sus fuerzas

interiores para conocerse mucho más; es dejar brotar toda la sensibilidad y

toda la divinidad que pueda salir.

Cómo llegar a entender la música, sin entender cómo funciona nuestra

vida, nuestras relaciones humanas; sin saber como late el corazón, cuando

algo nos conmueve; sin saber cómo nuestro cerebro utiliza su esencia para

crear. Entender la música es un proceso esencialmente humano, diríamos

que hasta terrenal, pero es un regalo divino capaz de elevar; que fácil puede

ser tocar un instrumento o cantar, pero que difícil es sentir y hace sentir lo

que se interpreta.

Todo arte exige una comunicación, una interacción de cuerpo y mente,

alma y corazón, fuerzas interiores y exteriores, para que cada proceso de

creación dé un resultado que todos podamos disfrutar.

Todo lo que nos rodea influye en la capacidad artística del ser. Cada

color, forma, sonido y energía es absorbido por el artista para dejarse llevar

y poder interpretar.

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El sonido de las montañas

A manera de crónica, en Hispanoamérica existen y conviven

innumerables formas musicales, todas producto de un mestizaje y un

“acriollamiento”, de muchas culturas entre ellas: los africanos, los árabes, y

con gran fuerza la española.

Uno de estos ritmos es la habanera, la cual se extendió por toda Sur

América, especialmente por todos los países de la cordillera andina, como:

Ecuador, Colombia, Perú, Chile y Venezuela, y cada una de estas naciones

le fue dando a la habanera, el color de sus paisajes y el sabor de su gente.

“La Cueca Chilena” es una habanera con sabor austral, así lo afirma el

profesor Domingo Moret.

Los paisajes creados por la cordillera andina, en toda sur América,

desde Cabo de los Hornos, ubicado en Tierra del Fuego, hasta las

proximidades de Panamá, han inspirado a quienes viven en las diferentes

poblaciones para ir creando y fusionando ritmos y melodías de su propia

inspiración.

En Venezuela, la cadena montañosa de los Andes, ha creado todo un

sin fin de paisajes que cautivan la mirada de propios, y extraños.

Los agraciados paisajes de nuestra tierra tachirense, han sido los

responsables para que durante más de un siglo, se esté escribiendo una

historia musical, autóctona, tradicional, llamada: bambuco.

Una de estas formas y colores, están representados por la belleza de

nuestros paisajes, en la flora siempre verde y en el frío de nuestros climas de

montaña. Es difícil no dejarse llevar por cada una de las siluetas que

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podemos disfrutar desde poblaciones lejanas a la capital como Queniquea,

Pregonero, El Cobre, La Grita.

Ir de paseo por cada uno de estos sitios, no es más que un espectáculo

visual, disfrutar de los páramos, del olor a eucaliptos y pomarrosas; y del

agua fría y cristalina, es algo que todavía podemos contemplar, y que son

paisajes que han enamorado a tantos compositores como: José María Rivera,

Marco Antonio Rivera Useche, Francisco J. Marciales, Luis Felipe Ramón y

Rivera, Juan de Dios Galavis, Pánfilo Medina, Domingo Moret, Luis Flores,

entre otros, para componer temas con el ritmo de bambuco que le da el sello

de nuestra tierra y de nuestra manera de ser.

Mucho más que letras…

Bambucos tan inolvidables como “Tierra tachirense” de Jesús

“Chucho” Corrales y Brisas del Torbes de Luis Felipe Ramón y Rivera,

explican con sus poemas cómo es la tierra y el campo; su gente y su manera

de vivir, por ejemplo:

“Tierra tachirense con sus montañas

y sus riberas, con tus cafetales en flor,

con tus sinfonías de verdor,

yo quiero cantarle al mágico

hechizo de tus paisajes,

tierra tachirense puesto

de hinojos te canto yo”

Jesús “Chucho”Corrales

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Signo y emblema de una tierra que los vio nacer, crecer y morir,

enamorados de los detalles de un pueblo, de las pequeñez y sencillez de su

gente, nada más que leer y poder cantar piezas como estas, que evocan el

sentimiento más andino de cada uno de nosotros pueda tener.

“En las noches cantan las brisas sobre el torbes,

es como flor de los Andes,

es como el café de aquí,

vengan todos cantando,

vengan todos riendo,

sobre colinas verdes

la paz del alma vuelve a mi,

brisas del torbes verdes colinas dulce vivir”.

Luis Felipe Ramón y Rivera

Letras descriptivas, llenas de imágenes y color, dibujando no solo con

un ritmo lento y cadencioso, sino que toda la construcción de un poema

hace posible apreciar la belleza de las montañas andinas.

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También podemos observar, letras de otros bambucos tachirenses

realizados a mitad de siglo pasado, por compositores tan importantes para

nuestra música como Jesús “Chucho” Corrales, el maestro Luis Felipe

Ramón y Rivera y Marco Antonio Rivera Useche. Este último escribió dos

bambucos que sellan a la cordillera andina del Táchira, como es “Canto al

Uribante” y “Mañanitas navideñas”, y describen con el sonido de los

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acordes y la armonía, el correr del agua por los cauces o el celebrar una

época como la navidad.

El destacado maestro Marco Antonio Rivera Useche, comienza su

producción de bambucos con “Brisas del Chiriri”, pieza que no llegó a

terminar. Sin embargo escribió para 1961 “Mañanitas Navideñas” para

piano, y como él mismo lo dijo esta pieza la dedicó a sus amigos Rafael y

Hernán Rosales, y al Señor Juan Agustín Chacón, creadores de la revista

radial “El Táchira Geográfico y Humano”.

Extraído de Ramón y Rivera (1976)

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También escribió “Racimo de Pomarrosas”, la cual dedicó a esta

fruta tropical. El ambiente que le sirvió de inspiración para crear esta pieza

fue revelado por el mismo maestro Rivera Useche, en una entrevista

sostenida con el musicólogo y compositor José Peñín (2001),

“Este bambuco fue escrito en San

Cristóbal para esta época de 1960.

Pueblo Nuevo era una aldea distinta,

sustentada por clase media, motivado a

que sus encantos, eran muy cordiales. A

esta condición se agregaba un clima

delicioso y pintoresco del paisaje. Los

caminos que conducían a los conucos,

estaban bordeados por frondosos

árboles de pomarrosa. Las cosechas

anuales coincidían con las vacaciones

escolares decembrinas y los muchachos

eufóricos organizaban paseos a Pueblo

Nuevo a darse su vidón, atacando las

pomarrosas cuya cosecha desaparecía

como por encanto. Camino a la

montaña se hacía un túnel de

pomarrosas... en las noches iba uno allá

por lo bonito y lo tranquilo".

www.jpeñin.tuportal.com

Page 96: Grupo Raíces de Venezuela

96

Marco Antonio Rivera Useche compone “Canto al Uribante, El Río

de la Esperanza”, esta canción en aire de bambuco, fue escrita para

orquesta de cámara en homenaje a la Represa Uribante - Caparo, obra donde

según el musicólogo José Peñín, fue plasmada la belleza inmensa de los

riscos tachirenses, motivo hoy de atracción turística y de gran provecho para

la región.

Peñín cuenta que la obra fue realizada durante el gobierno de

Jaime Lusinchi y siendo gobernadora del estado Luisa Pacheco, a ellos el

músico tachirense Marco Antonio Rivera Useche les dedica esta

composición, escrita especialmente para la inauguración de la represa, como

un acto de agradecimiento por una buena obra para su pequeña patria.

El musicólogo José Peñín explica la estructura de esta canción con

aire de bambuco:

“De nuevo las tres partes (en este

caso con una corta introducción y coda),

la cuadratura en ocho compases, la

frase melódica comenzando en forma

anacrúsica, la armonía consonante muy

fluida sobre el re menor y todo en un

marco de un cierto dejo lánguido,

dejativo y cadencioso”.

www.jpeñin.tuportal.com 2001

Page 97: Grupo Raíces de Venezuela

97

La letra de esta composición dice así:

Por peñascos y hondonadas, por entre lianas y matorrales entre espumas llevas al valle

tu fresco y gran caudal.

A tu encuentro salen Río Frío, el Chururú y el Doradas,

y demás hermanos en tu seno van hacia el profundo mar.

De esta tierra eres el río,

Río Grande de la Esperanza, de Barinas viene a tu alianza,

el torrentoso Río Caparo, con el Sarare, con el Arauca

y con el Apure, sigues por el Llano inmenso,

hacia el regazo del Río Padre.

Uribante! Uribante! Uribante!

(extraído de Peñín: 2001)

Y es que nuestra música se parece a lo que somos y a cómo vivimos,

y esto se ha demostrado gracias al talento y sensibilidad de cada uno de los

autores, que han dedicado parte de sus vidas a dar a conocer este ritmo, al

cual se le ha dado muchas nacionalidades y muchos procesos de adopción,

pero cada uno tan personal como la huella digital.

Hasta nuestro propio nombre de Táchira lo dice “…Táchira, en los

dialectos arawak, es una palabra tierna, evocadora del turgente seno

cobrizo…” Briceño (s/f:15)

Al parecer un bambuco del año 1940, recoge la anterior afirmación,

de la dulzura de nuestro estado, rodeado de montañas. El maestro Luis

Page 98: Grupo Raíces de Venezuela

98

Felipe Ramón y Rivera, y su ingenio, fueron capaces de crear un bambuco

al modo antiguo de 6/8, compás ternario, denominado “El Regreso”

Extraído de Ramón y Rivera (1983)

El Táchira, cuna del bambuco

En el Táchira, toda la gama de formas y colores mencionados

anteriormente, unido a la cordialidad con la que se conoce a su gente, el

sabor autóctono de nuestra artesanía, de nuestra industria cafetera y de la

caña de azúcar hace posible que durante la hora de faena, los propios

campesinos crearan sus cantos de labranza y molienda como lo explicó

Page 99: Grupo Raíces de Venezuela

99

María Teresa Amaya en su trabajo “El bambuco: Comunicación poética de

la tierra tachirense”,

“En nuestro medio rural

especialmente en las haciendas

organizadas floreció al igual que los

cafetos un movimiento folclórico,

muchos cantos de trabajo y por

supuesto, muchos cantos de amor. En

las recolecciones de café, hombres y

mujeres cargados de cestas y rústicos

aparecen donde vaciaban el fruto rojo,

cantaban coplas que hoy día aún

se escuchan”. (1996: 94)

“y en la cogida e`café mucha plata si se gana

pero también echa vaina y el ‘rocio’ por la montaña”

Según cuentan investigadores de estos cantos, recopilados por Amaya,

dicen que en las noches, en estas haciendas los campesinos después de su

dura y larga jornada de trabajo, y como no existía la televisión ni la radio;

pues para su diversión entonaban y tocaban música con aires de bambuco o

valse.

La agricultura y actividades del campo, dieron pie a que todas estas

tradiciones que ahora conocemos en las diferentes poblaciones de nuestro

Page 100: Grupo Raíces de Venezuela

100

estado Táchira, se fueran desarrollando, como medio de poder expresar el

amor a su trabajo, y todo quedara como poesía musical de todo lo que estas

personas hacían y veían.

Julio Febres Cordero escribió el prólogo para una edición del Libro

“El Táchira en 1876” de la Biblioteca de Autores y Temas Tachirenses y

dice:

“Del Táchira antiguo, recoleto,

trabajador, va quedando poco y a ese

poco lo hallamos en los pueblos

pequeños y remotos, escondidos entre

los pliegues de la cordillera, pueblos

adormidos adonde aún no ha llegado la

trepetera inquietud que siembran

nuevos modos de vida”. Briceño (s/f:12).

Es importante destacar que la actividad económica del estado, no solo

fomentó un mejoramiento de los servicios y de la cultura folclórica, sino

que el Táchira tenía la capacidad de autoabastecerse, como lo indica el

escritor tachirense Tulio Chiossone, y que a pesar de que era muy alejado de

la capital, esto no impidió el comercio, al contrario se desarrollo una

integración binacional con Colombia.

Sin embargo, una corriente europea, se hospedó en el Táchira desde

finales del siglo XIX “Estos inmigrantes de nacionalidad italiana, francesa,

alemana, libanesa y árabe fueron factores de progreso” Chiossone

(1981:146)

Page 101: Grupo Raíces de Venezuela

101

Toda esa transmisión cultural y comercial de aquellos años, dio como

origen un caldo de cultivo importante para la creación de una identidad

musical mucho más fuerte. Sin embargo, el bambuco, fue ritmo musical

nacido en el espacio rural del Táchira, que se fue fusionando y dándole

características propias de la región.

Es por eso, que el bambuco, es la expresión de su pueblo, es el suave

verdor de la flora, es el hermoso rocío mañanero, es el despuntar del

amanecer, es el sabor de su gente trabajadora, y es el sello de pertenecer a

un pueblo rodeado de montañas, en donde la naturaleza reina es su basta

inmensidad.

Origen de un ritmo llamado habanera

Hablar de habanera, es pensar inmediatamente en Cuba; y aunque esta

concepción es cierta, es necesario analizar y conocer diferentes hipótesis

sobre el origen de este nombre.

Para Antonio José Restrepo, citado en el diccionario de la Fundación

Bigott (1998), dice:

“le llegan a dar hasta un origen

africano. Sin embargo, como sucede con

otros muchos términos del folclore

americano, asentados en valles,

llanuras y montañas, en la timidez de un

tiempo lento y confluencias de

Page 102: Grupo Raíces de Venezuela

102

diferentes culturas, no tenemos una

opinión definitiva al respecto. (145).

Luis Hernández músico e historiador de nuestro estado, es citado en la

memoria de grado de María Teresa Amaya (1996) y aclara:

“existen diferentes tipos de

habaneras una que se parece al danzón

que llegó a América Latina, luego pasa

a Cuba y es allí donde se mezcla con los

ritmos afrolatinos y esa combinación

origina el danzón. Según el profesor

Luis Hernández este ritmo entre

habanera y danzón desciende de

Centroamérica a Sur-América y lo que

deja entre Venezuela y Colombia es lo

que conocemos como bambuco”. (67)

Según nuestras investigaciones el bambuco es una danza con un

origen peculiar y hasta diríamos complejo, porque tiene influencias de

varias culturas que le han aportado valor a su ritmo, melodía, e

instrumentación. Sin embargo, el bambuco o habanera tiene un carácter

eminentemente poético, inspirado en la naturaleza, en su gente y en todo lo

que lo rodea.

Entre los hechos culturales los cuales han aportado a la habanera

tenemos que existe una historia en Haití, fechada en 1794, y en unos

movimientos independentistas liderizados por Toussaint Louverture, quien

Page 103: Grupo Raíces de Venezuela

103

ayudó a la liberación de los esclavos y a la expulsión de los británicos de

este territorio en el año 1798.

Este suceso significó para la región del Mar Caribe, una ola

migratoria de diferentes nacionalidades como lo destaca Nicolás Ramos

Gandía en su artículo publicado en la web sobre

“El Danzón y sus variantes”, y

explica: “La mayoría de los

musicólogos coinciden en que el

Danzón proviene de la Contradanza

Cubana y de la primera expresión vocal

autóctona de Cuba, la

Habanera. Estos le adjudican a la ola

migratoria del 1798 de hacendados

franceses -que huían de la revolución

haitiana, con sus sirvientes africanos y

criollos hacia Santiago de Cuba- la casi

paternidad de la Contradanza Cubana

gracias a su música la Contradanza

Francesa y el Minué”. (www.noti-

salsa.com)

Estos acontecimientos de finales de siglo XVIII, dieron a Cuba un

aporte cultural en el campo musical mucho más interesante, porque

comienza a gestarse la creación de música popular, y además llega el piano

a la isla. Con la llegada de los colonos a estas tierras, el desarrollo cultural

Page 104: Grupo Raíces de Venezuela

104

de Cuba se fortaleció en ciudades como Santiago de Cuba y Guantánamo,

lugares en donde surge el sentimiento nacionalista cubano.

Este nuevo factor de cambio cultural generado por las migraciones,

provocó que la aristocracia de Santiago de Cuba aprendiera nuevos bailes,

que venían con el sabor de África, ya que muchos de los inmigrantes

quienes eran personas adineradas tenían de esclavos a negros africanos.

La anterior afirmación salió publicada en un articulo en la web

llamado “El siglo XIX: El nacimiento de la música popular cubana” y dice:

“Cuando los colonos franceses de

Haití llegan a Santiago de Cuba en

1802 y 1803, la aristocracia

santiaguera aprende nuevos bailes, que

creen puramente europeos pero ya

llevan el sabor africano incorporado. El

que más gusta y afinca es, irónicamente,

de raíz inglesa, se trata del country

dance inglés, llevado a Holanda y

Francia a fines del siglo XVII, donde

forma la contredance francesa que,

finalmente, tras la fusión con la

tradición africana en las islas de Santo

Domingo y Cuba, genera la

Contradanza Cubana, un baile social de

figuras. Tanto a la Contradanza como a

Page 105: Grupo Raíces de Venezuela

105

su posterior evolución, la Danza, se le

denominará, fuera de Cuba, Habanera,

hecho que crea bastantes problemas a

la hora de investigar el nacimiento de la

Habanera, tal y como hoy, la

entendemos en España”.

(www.radiorabel.com)

Otro artículo de la misma página de www.radiorabel.com, afirma

sobre el origen de la palabra habanera;

“El término no sólo se utilizó

para definir un tipo de canción popular

cubana, sino que, además también se

llamaría así, fuera de Cuba, a la

Contradanza y la Danza que bailaba la

burguesía y la aristocracia cubana. Por

último fue también el término que, con

el paso del tiempo, se le dio a la

canción culta para voz y piano que

Iradier definiría en su partitura como

Danza lenta, un género que quedaría

definido gracias a la publicación de "La

Paloma", primera partitura de autor

conocido que existe”.

Page 106: Grupo Raíces de Venezuela

106

En el trabajo de investigación realizado por María Teresa Amaya

(1996) “El bambuco: Comunicación poética de la tierra tachirense” dice que

la habanera, en la novela “María” de Jorge Isaac, se le otorgan un

origen africano y dice:

“…y se afirma que es procedente

de la localidad de Bambuck, en la

senegambia francesa, África

Occidental. Este trabajo fue discutido

por varios musicólogos para desecharlo

finalmente, debido a que la localidad

o vecindario de Bambuck nunca se pudo

hallar tradición de música, canto o

danza; en pocas palabras nada está

desarrollado con el bambuco”. (73)

Sin embargo, siguiendo con la investigación de Amaya sobre la

Habanera, explica que en Colombia existió una tribu indígena llamada

“Bambas”, quienes interpretaban música y que según el nombre de

Bambuco se derivaría de esta comunidad,

“a la palabra bamba, se le

otorga también una posible ascendencia

africana y la misma fue utilizada en

Cuba, años después de la conquista. De

esta recopilación se puede expresar que

tal vez los cantos y gritos de los indios

Page 107: Grupo Raíces de Venezuela

107

bambas poseían en su estructura una

melodía tenue y cadenciosa” (1996:74).

Según nuestras investigaciones, hablar de bambuco o habanera, en

Colombia, es referirse al baile y música que representa el folclor de este país,

esto según un artículo publicado en la web denominado: “Origen,

historia, coreografía, y pasos básicos del bambuco”, en el cual se destaca a

este ritmo musical como una danza que nació en estas tierras y que fue

producto de una gran mezcla racial con la llegada de los españoles a nuestro

continente “Aunque en realidad en esta danza predominaron elementos de

tipo indígena en sus primeros orígenes luego le fueron aportando varios

elementos los demás grupos raciales”.(www.boards1.melodysoft.com)

Este trabajo del bambuco destaca que este tipo de música que podía

ser instrumental o cantada, era lo que el libertador Simón Bolívar escuchaba

mientras libertaba las tierras andinas de Venezuela, Colombia, Ecuador,

Perú y Panamá, país que para ese tiempo era departamento de Colombia con

el nombre de Istmo, y el cual logra su separación en el año 1840.

En un artículo de la web, la habanera, tiene una fuerte influencia

africana que llega a Cuba y de allí fue llevada a Europa, entrando por

España,

“Esta versión que otorga a la

habanera partida de nacimiento en Cuba

en el siglo XIX como un ritmo

descendiente de la contradanza

europea, adaptada y llevada por los

Page 108: Grupo Raíces de Venezuela

108

españoles a la isla en el siglo XVII, es la

mas afinada y aproximada de las

teorías sobre su procedencia, según

defienden muchos investigadores y

estudiosos de la habanera”.

(www.produccionesdelmar.com)

La navegación fluvial fue el medio por el cual, la habanera entra a

Europa, para quedarse en tierras murcianas, especialmente en la ciudad de

Totana, lugar donde este ritmo musical encontró raíces y se fortaleció para

convertirse en identidad de este pueblo. Allí la habanera se refugió de nuevo

en los paisajes, en la naturaleza y en el furor de su gente, para ser un canto

cadencioso y con gran nostalgia.

El artículo de www.produccionesdelmar.com, dice que la habanera es

hija de la contradanza que los criollos cubanos reformaron y convirtieron en

lo que conocemos en la actualidad como habanera, ritmo que cuenta la vida

de los marineros venidos del viejo continente, de los mercaderes y de los

comerciantes.

El músico y compositor tachirense e integrante del Grupo Raíces de

Venezuela, Profesor Domingo Moret dice que, la habanera es una danza

española que llegó a Cuba, allí toma las raíces latinas y viaja por toda sur-

América, para hospedarse en los Andes. Esta afirmación es la que siempre

encontramos al momento de buscar información sobre este género. Sin

embargo, en Venezuela, la llegada de la habanera, o mejor dicho su entrada

al país se conoce de dos maneras: según el Profesor Moret entró por el Lago

Page 109: Grupo Raíces de Venezuela

109

de Maracaibo y de allí pasa al Táchira; y según un artículo de la web

llamado “La música en Venezuela”, este ritmo entró a través de la frontera

tachirense hasta llegar al estado Lara.

Como podemos notar, hablar de la habanera o bambuco es un trabajo

que se necesita mirar desde muchos puntos de vista, al parecer no existe

ningún lugar que se dé como la cuna de este género, son muchas las mezclas.

Es un ritmo viajero por lo que hemos notado, va y viene desde América a

Europa y viceversa, es una danza lenta que le canta a la naturaleza y que es

en lo único en que todas estas fuentes se han puesto de acuerdo.

María Teresa Amaya (1996) en su trabajo “El bambuco:

Comunicación poética de la tierra tachirense”, destaca que esa mezcla del

bambuco-habanera tiene algo de cada cultura a la que los anteriores autores

han hecho referencia: de la indígena

“otorgó el aire melancólico y

pastoril”; de la europea “contribuyó

con la armonía convencional, algunos

giros melódicos y la estructura

particular del bambuco: parte A – parte

B”; de la africana “legó al bambuco, el

ritmo particular que en él, a pesar de la

cadencia, es marcado y definido” (68-

69-70).

Page 110: Grupo Raíces de Venezuela

110

Dentro de estas características particulares de cada cultura, podemos

colocar la cubana que le dio el carácter y la personalidad latina; y la cultura

suramericana le brindó sus paisajes y el sabor autóctono de tierra y gente.

Cómo es el bambuco-habanera

El Bambuco colombiano, llegó a nuestro país con una estructura de ¾,

con un ritmo alegre, y según el músico y profesor Domingo Moret, dice que

este tipo de música es utilizada como música de protesta, sin embargo

afirma “es muy descriptivo, porque ellos son muy costumbristas”.

En un artículo de la web denominado: “Origen, Historia, coreografía y

pasos básicos del bambuco”, destaca la importancia del bambuco como

danza y música más representativa del folclor de Colombia y dice

“Danza de ritmo moderado en un

compás de 3/4 o de 6/8 (o alternados)

letra escrita en octosílabos que resiste a

su traducción rítmica y de la estructura

musical a raíz de su sincopa cíclica que

aparece en cada 2 compases, las

melodías constan de una o dos o tres

partes de acuerdo al poema, su paso en

la forma de baile es colocando un pie

delante del otro que esta apoyado en la

puntera haciéndolo resbalar en esa

Page 111: Grupo Raíces de Venezuela

111

posición y retrocediendo en un pequeño

salto” (www.boards1.melodysoft.com)

La estructura del bambuco, ha presentado dificultad para su

interpretación, esto debido fundamentalmente al merengue que se escribe en

un tiempo de 2/4 y 5/8, y muchos de los acompañantes confunden sus

tiempos y no le dan la medida exacta al bambuco, por eso es que muchas

veces escuchamos un bambuco pero a la vez parece merengue, esto es lo

que destaca el Diccionario de la Bigott como “Expresión amerengada en la

música criolla”.

El bambuco tachirense, es un tipo de música que se escribe a 6/8, y es

mucho más lento que el bambuco colombiano. María Teresa Amaya (1996),

dice al respecto: “Con este figuraje se escribieron muchas danzas antiguas

y por lo tanto con esta estructura y ritmo escribieron bambucos hasta

nuestros días” (96-97)

Algunos compositores venezolanos han escrito bambucos y los han

denominado danza zuliana. El profesor Domingo Moret asegura que la

danza zuliana es el mismo bambuco, porque está escrito en tiempo de 6/8, lo

que lo hace diferente es “el acompañamiento del cuatro y la guitarra,

porque le dan ese “trancaíto” que ellos acostumbran a darle, y que es el

mismo golpe de gaita”.

Para el diccionario de la Fundación Bigott, el resurgimiento del

bambuco en el Táchira estuvo ligado fundamentalmente a dos grandes

maestros de la música: Luis Felipe Ramón y Rivera y Marco Antonio

Rivera Useche. Este nuevo tipo de bambuco alternaba compases de 6/8 y

Page 112: Grupo Raíces de Venezuela

112

3/4, y según esta fuente la tendencia amerengada que poseía este ritmo se

acabaría. Con este cambio el bambuco se convierte en un ritmo mucho más

lento y cadencioso.

Para el músico Domingo Moret, estos cambios se producen gracias al

ingenio de los músicos, y a la circunstancia que cada autor tenga para con

la música.

Para el Grupo Raíces de Venezuela es de suma importancia, respetar y

mantener la estructura de estas formas musicales que con el tiempo van

cambiando, esto debido fundamentalmente a las influencias que los nuevos

músicos están adquiriendo, y a todo lo que ellos absorben de otros ritmos

latinoamericanos como el bosanova y el merengue dominicano.

Dentro del repertorio del Grupo Raíces de Venezuela, Pablo

Camacaro es el compositor de la gran mayoría de danzas zulianas, él le ha

dado sabor y melodía y mucha riqueza a este ritmo musical, convirtiéndolo

en un estilo propio, de hecho la pieza más importante a nivel internacional

que posee esta agrupación, la cual tiene el mayor número de versiones en

varios países es “Señor Jou”, una danza zuliana, dedicada a Jesús Omar

Uribe, amigo personal de la agrupación, y a quien Camacaro honró con una

hermosa pieza, que músicos como los integrantes del Ensamble Gurrufío, en

un encuentro privado que tuvo lugar en la ciudad de Mérida en el año 2001,

decían: “de donde Pablo creó esta pieza tan hermosa”.

Page 113: Grupo Raíces de Venezuela

113

El bambuco de Raíces… El bambuco deriva de la danza habanera que era muy popular en Cuba;

este llegó a nuestro país por Colombia, pasó a través del estado Táchira, y

más tarde terminó en Lara, donde ha mantenido su forma original de

habanera.

En el estado Táchira se combinó con otros ritmos, adquiriendo un

sonido similar al merengue venezolano. El bambuco se canta y se acompaña

con guitarra, cuatro, flauta, tiple y mandolina; este se toca en los estados:

Lara y Táchira, pero se interpreta de un modo muy diferente en cada uno.

Algunos bambucos son “Hendrina”, bambuco Larense de Napoleón Lucena

y, “Brisas del Torbes”, bambuco tachirense del compositor Luis Felipe

Ramón y Rivera.

La letra del bambuco larense “Hendrina” dice:

Ay, siendo tanto mi amor, tú, tú lo quieres matar, mujer

¿por qué tiendes dolor, aquel

que te ha sabido amar adiós, mujer, adiós, la ausencia

y el pesar me seguirán la dicha de los dos

el sueño de los dos fenecerá

adónde iré, adónde iré proscrito de tu

pasión, si ayer no más con santa fe me

diste tu corazón. Mas si el desdén con su impiedad

me hiere sin más perdón, yo, yo con piedad perdonaré tu traición

Page 114: Grupo Raíces de Venezuela

114

Extraído del Ramón y Rivera (1976)

Page 115: Grupo Raíces de Venezuela

115

El Grupo Raíces de Venezuela se ha preocupado por conservar la

tradición musical del bambuco tachirense, respetando sus parámetros y sus

condiciones técnicas. Los bambucos que interpreta Raíces son de 2 y 3

partes, cada parte de 8 compases, escritas en tiempo de 6x8.

El profesor Domingo Moret, fundador de Raíces de Venezuela

define el bambuco tachirense de la siguiente manera: “Nuestro bambuco

tachirense es una habanera, una canción de serenata, una canción de noche

de luna, expresión de alegría, pero también de nostalgia.”

El bambuco destaca en sus tiempos la fuerza de cada compás, y luego

destaca la suavidad del segundo tiempo, de manera de conservar el ritmo

Page 116: Grupo Raíces de Venezuela

116

cadencioso de esta forma musical; la cual en años pasados era una pieza

obligatoria de baile.

En el repertorio de bambucos del Grupo Raíces de Venezuela se

encuentra una versión muy especial de “Mañanitas Navideñas”, que es uno

de los bambucos más representativos de la cultura andina, el cual pertenece

al insigne maestro Marco Antonio Rivera Useche.

Raíces de Venezuela también tiene en su repertorio otros bambucos

de grandes compositores tachirenses, los cuales son interpretados por el

grupo en sus conciertos, en los auditorios nacionales e internacionales.

Page 117: Grupo Raíces de Venezuela

117

El Merengue

“El merengue ha llegado a animar y a enriquecer las vidas de la gente en el mundo entero … el merengue

es un virus curativo”. Darío Tejada

(Santo Domingo)

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Génesis de un género contagioso… El merengue es más que movimiento, es bailar con ánimo, es

simplemente abrazar a nuestra pareja y dar vueltas, ¡claro! siempre con el

ritmo en las caderas. El merengue como expresión lingüística, tiene su

origen en la voz galo-haitiana “méringue”, que traduce melindre o suspiro,

popular dulce venezolano, hecho con clara de huevo, batido con azúcar, y

cocido en el horno, cuya preparación es asociada por Rafael Salazar en su

obra “Venezuela es Música”, con el batir de las parejas que se desplazan de

un lado a otro bailando merengue.

El merengue surge como una transformación afro-americana de la

contradanza europea, la historia cuenta que España fue parte del mundo

cosmopolitano islámico hasta la reconquista, por lo que las culturas

españolas, asiáticas y africanas estaban ligadas en el mundo. Un estimado

de 150 mil africanos -mayormente esclavos- residieron en España, en la

antigua isla “La Española”, -hoy territorio haitiano y dominicano- y se dio

la fusión de las culturas africana-española, la cual creció en Santo Domingo,

en donde la cultura negra creó su propia música “afro-criolla”.

Como nos cuenta Rafael Salazar, fue a partir de la revolución de los

negros haitianos en el año 1791, cuando el merengue cruza la frontera y

llega a Santo Domingo, lugar donde se va a convertir en su música nacional.

De Santo Domingo se extiende por toda la cuenca del Caribe y se da a

conocer con el nombre de “upa” en la isla del encanto, Puerto Rico.

El músico tachirense, Luis Felipe Ramón y Rivera en su libro

“Danzas Tradicionales de Venezuela”, asegura que culturalmente el

Page 119: Grupo Raíces de Venezuela

119

merengue proviene de dos corrientes: la europea y la africana. Ramón y

Rivera explica que el merengue tiene de la cultura europea, los modelos

armónicos, estribillos y compases de 5x8; mientras que de la cultura

africana son característicos no sólo la mezcla de compases 2x4 y 5x8, sino

la mezcla de ritmos, timbres, libertad melódica, y la alternancia entre solista

y coro.

Es importante recalcar, que el merengue se dio a conocer en la

América mestiza a través de los “tambos” o “tangos”, nombre que se le

designa a las danzas africanas que llegaron a América durante la esclavitud.

Los “tambos” o “tangos” representaban diversas manifestaciones de formas

festivas llamadas “rochelas de negros”, estos adquirieron su propia forma

musical en los diferentes países: en Perú se convirtió en “tango- landó”, hoy

“Marinera” danza nacional peruana; en la costa caribeña colombiana se

convirtió en“tango- cumbé”, que dio origen a la “cumbiana”, madre de la

“cumbia”; en Argentina y Uruguay se convierte en “tango-orillero” y

“tango-milonga”; mientras que en Venezuela se le llamó con el nombre de

“tango-merengue”.

La onda “tango-merengue” se da a conocer en Venezuela a través del

teatro, éste “tango” se representaba con la narración de hechos cotidianos en

forma pícara y humorística, con música alegre y cadenciosa, el “tango-

merengue”, también era llamado, “tango criollo”, “tango

venezolano”, ”guasa” y “guasa criolla”, denominaciones que se reconocen

hoy en todo el país con el nombre de merengue.

Page 120: Grupo Raíces de Venezuela

120

Con respecto al “tango - merengue”, denominación que se le dio por

muchos años al merengue venezolano, el músico tachirense, Luis Felipe

Ramón y Rivera, quien además es investigador del folklore, aclarar que el

“tango- merengue” no tiene ninguna relación con el “tango argentino”, sino

con el “tango español”, o el “tango gaditano”.

Sin embargo, Ramón y Rivera (1976), trata de explicar el porque el

merengue fue asociado para los años 20 con el “tango argentino” y fue

llamado “tango –merengue”,

“Pero el nombre de merengue se

juntó con otro, el del tango, y así como

antaño, unido al de la danza significaba

un sandungueo criollo dado por la

mezcla de ritmos ternarios y binarios,

ahora, hacia 1920, tango- merengue

significaba en el país la idea de bailarlo

y escribirlo tal vez, con un poco del

estilo de la pieza argentina de ese

nombre, entonces favorecida por la

moda.” (95)

Es oportuno comentar, que el “tango-merengue” se utilizaba en el

teatro musical de nuestro país, en los tiempos del General Gómez, en las

tonadillas escénicas y entremeses dramatizados, que tenían como función

divertir al público durante las pausas de las piezas.

Page 121: Grupo Raíces de Venezuela

121

Ya para finalizar esta parte, es importante recalcar como ya lo

mencionamos, que el merengue surge como una transformación afro-

americana de la contradanza europea, que se manifiesta además en el

“danzón cubano” y el “ragtime” estadounidense. El merengue llega a Santo

Domingo, donde conserva rasgos de la herencia musical africana, y se

convierte en su música nacional. Luego se extiende por todo el Caribe, en

donde cada pueblo lo transforma a su manera, le inyecta los rasgos de cada

una de sus culturas, y adopta distintas denominaciones, diferentes estilos

musicales en cuanto a la estructura y al ritmo se refiere, y se convierte,

como en el caso de Venezuela, en símbolo de identidad nacional impresa en

su música popular.

Danza –merengue… merengue venezolano

Los inicios del merengue en Venezuela se asocian con la llamada

“danza -merengue”, la cual era la mezcla criolla de la elegante, distinguida y

ya conocida danza; estas eran unas piezas cadenciosas de ocho o diez

compases, que melódicamente tenían cierta elegancia en el uso de las notas

largas, grupetos y otros adornos.

Es importante agregar, que el merengue venezolano aparece a

comienzos del siglo XX, mezclado con varios ritmos, nombres de piezas

populares, como la polca, la danza y el tango; aunque sus primeras noticias

en tierra venezolana datan desde mitad del siglo XIX, a través de partituras

encontradas de “danzas merengue”.

Page 122: Grupo Raíces de Venezuela

122

Ejemplos de “danzas- merengue” del siglo XIX, específicamente del

año 1880, se pueden encontrar en las ediciones de “El Zancudo”, semanario

de literatura y bellas artes, donde Don Salvador Llamozas publica su

“danza-merengue” “La Borinqueña”, e Isidoro Balderrama Renjifo publica

su “6 de enero”.

Extraído del libro de Ramón y Rivera (1976)

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Extraído del libro de Ramón y Rivera (1976)

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Para ese tiempo también, Don Ramón de la Plaza, musicólogo de la

época pública en el “Museo Venezolano”, otro semanario de fines de siglo,

una danza con las mismas características rítmicas y melódicas de la “danza-

merengue”. Y más antigua que esta publicación, se encuentra un documento

musical que contiene una breve danza, con el nombre de “Cuando”, de José

Ángel Montero – de fecha desconocida-, la cual según el compositor

tachirense Luis Felipe Ramón y Rivera, alude a un baile antiguo que llegó

por el sur del continente hasta Argentina, cuyo estribillo dice así :

Cuando mi vida, cuando, cuando será ese cuando de aquella feliz mañana, que nos lleven a los dos el chocolate en la cama.

(Ramón y Rivera, 1976:87)

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Extraído del libro de Ramón y Rivera (1976)

Asimismo, Luis Felipe Ramón y Rivera (1976) explica que

genéticamente la “danza- merengue” está relacionada con la escritura

corriente del merengue venezolano,

“Mis indagaciones, en efecto,

demuestran una línea genética en la que

desprendiéndose de la contradanza

criolla a dos partes, la danza, pieza

elegante de baile, añade el ritmo de

tresillos en el primer tiempo de el

acompañamiento; y este elemento

rítmico más las dos corcheas finales del

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compás 2x4, van a constituir la

escritura corriente del merengue desde

comienzos del presente siglo, hasta que

se advierte la incorrección de tal

escritura” (85)

De igual manera, señala el compositor tachirense que el merengue

llega muy tarde a la escritura musical y a la literatura venezolana, según sus

investigaciones no existe mención alguna del merengue como género

musical en el país, en ninguna de las revistas, libros o periódicos anteriores a

1900, sólo se encuentran alusiones del merengue como pieza bailable

excepcionalmente.

Mabiles…guasa y merengue venezolano…

El carabobeño, Víctor Manuel Marín amenizaba con sus composiciones

la selecta concurrencia en un célebre mabil de Puerto Cabello, llamado “La

Tanda Roja”, en una de sus acostumbradas veladas nocturnas, le compuso a

una de las señoritas mabileras un “tango-merengue”, con la única intención

de lograr de ella su amorosa entrega, así nace entonces “Cocoita”, nombre

de batalla de la dama, y nombre de un merengue que recorre hoy el país en

las bandas populares, así nos cuenta Rafael Salazar, compositor venezolano,

como el merengue se comenzó a popularizar en nuestro país.

El destacado músico venezolano, Vicente Emilio Sojo atribuye a la

ciudad de Puerto Cabello el privilegio de ser el lugar originario de la

“guasa”, nombre con el que es llamado también el merengue, de allí este

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contagioso género partiría para quedarse en el caraqueño barrio “Guarataro”

y extenderse luego por todo el país.

Según Rafael Salazar (1991), autor de “Venezuela es Música” la

hipótesis de Vicente Emilio Sojo, de que Puerto Cabello es el lugar de

origen del merengue puede tener fundamento, por el hecho de que en este

lugar

“como puerto al fin, fueron

establecidos los primeros mabiles o

casas de cita con música en vivo. En

estos lugares, donde se rentaba el amor

por algunos pesos, se bailaba al son de

los ritmos portuarios, históricamente

prohibidos en la cuenca del caribe.” (33)

En este sentido, Salazar sostiene que el fundamento de Sojo esta

apoyado en una guasa recopilada por él mismo, que narra los orígenes de

esta pícara forma musical. Su letra dice así:

La guasa tiene gracia mestiza, Puerto Cabello le ha dado el ser;

llegó a Caracas de forastera, y el Guarataro la vio crecer.

Los otros barrios de la sultana.

la convidaron para admirar. Los donairosos porteños ritmos como encrespadas olas del mar.

Los cantadores se la llevaron,

hacia otros pueblos del interior, y se extendieron sus simpatías, como vejucos del cundeamor.

Bella criatura venezolana

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dichosa reina de la canción, embajadora de la alegría

guasa del cielo y del corazón.

(Extraída de Rafael Salazar, 1991:34)

La palabra “guasa”, nombre con el que es también llamado el

merengue, proviene del Caribe y significa burla, es un ritmo musical

tradicional de nuestro país, Rafael Salazar explica que guasa, mabil y

merengue son tres maneras populares para designar una misma forma

musical, este compositor y también investigador del folklore señala que la

guasa en el lenguaje popular significa broma, burla, fiesta, y que por

extensión se traslada a la música para referirnos a un contenido musical

burlesco.

Con respecto al lugar de origen de la “guasa”, la cual se la atribuyen

a la zona centro costera del país, el compositor Luis Felipe Ramón y Rivera

señala que es imposible atribuirle a un solo lugar el origen de una

determinada manifestación popular, por lo que considera necesario

conectarlo con el folklore, según este compositor la guasa y la fulía -pieza

barloventeña- fueron dos ritmos populares que antecedieron al merengue,

los cuales comparten similitudes en cuanto al ritmo, a la alternancia de

estrofa , coro o estribillo.

Las investigaciones de Luis Felipe Ramón y Rivera arrojan un

parentesco muy cercano entre estos dos ritmos populares;ambas comparten

los mismos caracteres rítmicos y estructurales, la guasa en su

acompañamiento presenta un compás de 5x8, mientras que en la melodía se

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alternan breves síncopas (acortamientos) de pies binarios sencillos de

corcheas, elementos que también se presentan en la fulía.

Asimismo, la “guasa” y la “fulía” son piezas folklóricas que poseen

elementos afroides; aunque la fulía se ha utilizado únicamente para una

función de carácter religioso – el velorio de la cruz-, mientras que la guasa

se ha utilizado para alegrar el ambiente picaresco y mundano de las fiestas

populares.

Canciones bailables… comienzos de la época de oro…

Al principio del gobierno del General Juan Vicente Gómez, Caracas

era una ciudad apacible de gente amable, a pesar del ambiente político, el

humor se había convertido en un arma eficaz para combatir los gobiernos

autocráticos, a través del humor el mensaje contestatario se divulgaba en

sentido poético. La literatura y la música no sólo representaban la expresión

“cultísima” de poetas y compositores, sino que estaban integradas al mundo

cotidiano.

Las diversiones de los caraqueños tenían mucho que ver con el

coplerío, con la difusión de parodias musicales sobre hechos de la vida

diaria, de los tropiezos en la vida familiar, los amoríos y las injusticias

políticas de aquella época, hechos que sirvieron de inspiración para una

“bolera” –creaciones musicales picarescas-, una “guasa”, un “vals” y hasta

un “tango-merengue”.

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Ya para los años 20, el merengue adquiere popularidad en Caracas

como género de canciones bailables, desde este año comienza la época de

oro para este género en nuestro país. El merengue había adquirido en la

capital su espacio propio; éste era el baile favorito en los mabiles, sitios

donde se bailaba “a locha” en la tierra, y “a medio” en el piso de cemento.

Al baile del merengue tradicional caraqueño se le llamaba

comúnmente merengue “rucaneao”, era un baile de parejas, que con saltos

rítmicos y brinquitos, en un espacio muy reducido, le otorgaban un sentido

erótico a la danza.

El músico tachirense Luis Felipe Ramón y Rivera en su trabajo

“Danzas Tradicionales de Venezuela” explica que el merengue es un baile

de pareja independientemente abrazada, quienes llevan el ritmo más con las

caderas que con los pies, con movimientos hacia delante y hacia atrás, baile

al que se le llama “rucaneo” o “rucaniao”, donde la pareja casi no sale de su

sitio, y permanecen meneando las caderas.

El corte erótico del baile del merengue, fue considerado un baile

vulgar, por lo que fue prohibido por los gobiernos de aquellos años, así nos

cuenta el profesor Domingo Moret:

“el merengue a principios del

siglo pasado llegó a ser una pieza

prohibida, porque era un pieza

interpretada por bailarines de corte

muy erótico, entonces, la iglesia logró

con los gobiernos de aquellos años, que

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este ritmo se prohibiera, por ser una

pieza vulgar, que solamente se bailaba

en los burdeles, en los mabiles de

Puerto Cabello y la Guaira”.

Y es que las contagiosas canciones del merengue eran utilizadas en

los carnavales de la capital del país, donde las orquestas montadas en un

camión, encabezaban al son del merengue y del pasodoble, el desfile de

carrozas y reinas, para luego proseguir en los templetes, donde el pueblo

bailaba y se divertía hasta la madrugada.

Los Cañoneros…

Otras de las celebraciones de los años 20, en donde el merengue

también era el protagonista, eran las fiestas caseras, las cuales eran

amenizadas por “los cañoneros”, músicos populares que sin previo aviso,

entraban dentro de las casas de familia,haciendo explotar un pequeño cañón

de bambú lleno de carburo, interpretaban merengues, joropos, pasodobles,

valses cantados, acompañados con instrumentos como guitarra, cuatro,

mandolina, flauta, violín, clarinete, saxofón y hasta rallo o charrasca, todo

por el pago de algunas monedas y de un platico de dulce criollo.

Por ser “los cañoneros” uno de los primeros grupos que logró

popularizar el merengue en los sectores más humildes de la sociedad

caraqueña -es por esto que al merengue se le atribuye un origen humilde-,

es importante mencionar las características de su música, la cual con su

forma “bullanguera” y estridente, unida a la picardía, y doble sentido de las

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letras de sus canciones, rompían con la paz ciudadana de la sociedad de los

años 20, es por eso que la música cañonera se distanció de la música que se

estilaba en los salones de la clase alta caraqueña.

Desde el punto de vista musical, como ya lo mencionamos “los

cañoneros” abarcaban en su repertorio distintos géneros como: la guasa, el

merengue, el joropo, el pasodoble y el vals. El tratamiento estilístico que

recibían estos géneros se caracteriza por la impostación vocal nasal,-que es

fijar la voz en las cuerdas vocales para producir un timbre característico,

que refuerza la contraposición de este estilo al canto lírico-académico-. La

música cañonera se caracterizaba también por el uso de silbidos y voces

onomatopéyicas; ataques vocales e instrumentales bruscos, apoyados con

juegos de tonos.

Otra de las características de esta música es la improvisación y

ejecución contrapuntística entre los instrumentos melódicos y el vocal

solista, esta práctica es llamada por algunos músicos venezolanos “dixieland

criollo” -ritmo “rucaneo”que se refiere al baile del merengue con sentido

erótico- fue traducida musicalmente por “los cañoneros” como el

cabalgamiento de distintas formas rítmicas, y juegos de contratiempos y

paradas.

Estos grupos espontáneos estaban integrados por tres o cuatro

músicos; “los cañoneros” prepararon numerosas composiciones de carácter

popular, convirtiendo a algunos músicos en autores de piezas de merengue,

como Francisco Pacheco, autor del famoso merengue “El Cumaco de San

Juan” -haciendo alusión a la fiesta del santo-, el Maestro Carlos Bonnet

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compositor de los merengues “Julito”, “La Bola Demoledora”, “La Majagua

Criolla”, y el clarinetista Francisco Lagonel.

No obstante, muchas de las composiciones populares interpretadas

por “los cañoneros” eran anónimas, pues, en aquellos tiempos no se

preocupaban mucho por el nombre de autor, un ejemplo de estas piezas de

indiscutible sabor es la célebre “Carmen”.

También se encuentran los merengues: “El Catre”, “El Novio

Pollero”, “El Norte es una Quimera” de Luis Fragachán, “Saliendo de

Maracay” de Martín Rodríguez y “La Negra Mazamorrera”, cuya letra es

de autor anónimo, interpretada por “los cañoneros”, la cual tiene una

escritura de 5x8, con acento especial en la última corchea de cada compás.

En esta pieza la estructura del merengue se somete a la del texto, que consta

de estrofa y estribillo coreado, que dice así:

La negra mazamorrera se la pasa en el mercado, vendiendo la mazamorra con el papelón raspado.

Coro

Majarete le pedía majarete ella me daba, era el tequiche caliente

er que a mí más me gustaba.

Vendía la mazamorra y aquer tequiche caliente. y er que arroz con seresere como le gusta a la gente.

Majarete le pedía…

(Extraída de Ramón y Rivera, 1980:22)

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Según Luis Felipe Ramón y Rivera, investigador del folklore

venezolano, estos versos de “La Negra Mazamorrera” tienen la estructura

que generalmente tienen todos los merengues, además de que estos expresan

la vena “guasona” –chistosa- y popular que hacían alusión a las granjerías

de la época, al majarete y al tequiche, que eran dulces criollos que gustaban

a grandes y a chicos.

En general, las letras de los merengues interpretados por “los

cañoneros” se refieren a temas diversos que reflejan la cotidianidad, la

mujer, el amor y los grandes acontecimientos del país. Los merengues de

aquellos años, acompañados con una alegre melodía se adueñaron del

ambiente musical popular, expresando como pocos la chispa y alegría de

vivir de los caraqueños.

Fue de tal magnitud la popularización que le dieron “los cañoneros”

al merengue, que la prensa de aquellos años hacía eco de la importancia de

este género, haciendo comentarios sobre su moda, citando sus letras en

caricaturas y chistes.

“Los cañoneros fueron los propagadores, insuperables interpretes del

merengue, o del tango-merengue, como también llamaban a esas piezas.

Desaparecieron en la década de los años 40, en que todavía veíamos a un

viejo arpista y a su compañero cuatrista por las calles de la ya congestionada

ciudad”. (Ramón y Rivera, 1980:22)

Sin embargo, cuarenta años más tarde surgirían nuevos seguidores de

la música cañonera, un grupo con el mismo nombre “Los Cañoneros”, el

cual nace en 1982, luego de que varios de sus integrantes participaran en la

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obra de teatro "La Verdadera Historia de Alma Llanera", ambientada en la

época de los años 20, con música cañonera.

Estos nuevos “cañoneros” graban su primer disco de larga duración

"El Besaor", donde además del repertorio clásico cañonero, se incluyen dos

temas compuestos por Ylich Orsini, como un intento por buscar actualizar el

lenguaje del estilo.

A partir de ese momento, “Los Cañoneros” se convierte en referencia

obligatoria dentro de la música venezolana; y en el grupo predilecto de

Amador Bendayán, en Sábado Sensacional, como símbolo de caraqueñidad

en las fiestas y celebraciones de la ciudad, presentándose en los más v

ariados lugares de concurrencia masiva.

Actualmente, existen en Caracas agrupaciones que incluyen en su

repertorio la música cañonera, algunas agrupaciones como “Los Antaños del

Stadium”, quienes procuran mantener aunque con pocas modificaciones la

tradición de esta música, mientras que otros grupos como “Cañón Contigo”,

buscan redimensionar estéticamente los elementos característicos de la

música cañonera, moldeándola en el contexto contemporáneo.

Merengue… época de oro… 1930-1940.

Con el comienzo de la radiodifusión en Venezuela, en los años 30, el

merengue se populariza aún más en las voces de Francisco Pacheco con “El

Trío Muro”, “La Orquesta Venezolana” dirigida por Carlos Bonnet,

Balbino García y “El Trío Nacional”, El grupo “Los Criollos”, “La

Estudiantina de Caracas”, “El dúo Espín Guanipa” con César del Ávila y

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Lorenzo Herrera, “El Trío Cantaclaro”, “Los Cantores del Trópico”- grupo

donde Antonio Lauro asumía la primera guitarra y la voz de bajo-, “La

Orquesta de Luis Alfonso Larrain” y “La Banda Marcial de Caracas”.

La aparición de la radiodifusión comercial en el país, cambia

prácticamente la vida de los venezolanos, quienes para los años 30, pasaban

horas acompañados de la radio, no sólo escuchando sus programas

dramáticos, sino a los artistas del momento, entonces se organizaban bailes

con la música que la radio difundía, y se armaban agrupaciones para

ejecutar los temas de moda.

También en estos mismos años el merengue fue motivo de inspiración

para los músicos académicos y populares, que se formaron en las bandas de

los pueblos y en las escuelas de música, entre estos se destacan el Maestro

Sojo, Juan Bautista Plaza, Miguel Ángel y José Antonio Calcaño con el

Orfeón Lamas.

Posteriormente, para finales de la década de los años 30, el

tropicalísimo se impone en las orquestas de baile y nace la Orquesta de Luis

Alfonso Larrain, a quien debemos la introducción de nuestro merengue en

los salones de bailes de la alta sociedad. Larrain logró derribar las barreras

sociales, y alcanzó la aceptación del merengue venezolano en los grandes

salones de bailes y clubes de renombre de la época.

“Su merengue, << El Cigarrillo>> se convierte en el tema obligado

de los <<bailes de escote>> y de toda fiesta de prestigio, sin que ello

causase el menor escándalo por su picante ritmo.”(Salazar, 1991:29)

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Fue gracias al Mago de la música bailable -como lo bautizó un

locutor de la época- que el merengue se populariza en la alta sociedad

caraqueña, pues este género, años atrás, tenía un significado de baile erótico

y hasta de vulgar, a tal punto que fue prohibido por la iglesia y por los

gobiernos de turno.

Lo que comenzó como reuniones familiares se convertiría más tarde

en la orquesta pionera de música bailable, Luis Alfonso Larrain, quien

ejerció como director de la orquesta de planta de Radio Caracas Radio,

constituye su primera agrupación musical junto al pianista Raúl Briceño, el

baterista y compositor del célebre merengue “Barlovento”, Eduardo Serrano,

el violinista Rafael Lizcátegui, y el saxofonista Alberto Muñoz.

La Orquesta de Luis Alfonso Larrain se distinguió por ser una de las

pocas en interpretar un nutrido número de géneros musicales, su repertorio

estuvo compuesto básicamente por guarachas, boleros, mambos, pasodobles,

sambas y “fox trots”, y reforzado por géneros venezolanos como guasas,

valses, joropos y merengues, agregándoles características sonoras únicas, y

una notable distinción protagónica en el campo de la música bailable.

Asimismo, la orquesta de Larrain se caracterizó por contar entre sus

filas con un personal calificado, capaz de asimilar las rígidas normas

musicales y de conducta impuesta por su propio director; entre sus

vocalistas se destacaron: Leo Rodríguez, Luisin Landaéz, Rafa Robles, y

entre sus pianistas Aldemaro Romero y Jesús Sanoja.

El integrante del Grupo Raíces de Venezuela, Domingo Moret nos

cuenta que el merengue en estos tiempos fue tomando gran popularidad al

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punto, que las orquestas más famosas del siglo pasado, Luis Alfonso Larrain

y Billo`s Caracas Boys, interpretaban en sus sets bailables obligatoriamente

un merengue venezolano.

El profesor Domingo Moret trae a colación el nombre de otra

orquesta como lo es la de Billo`s Caracas Boys, la cual se mantuvo en la

actividad musical luego de la salida de Larrain en 1960. La orquesta del

dominicano Luis María Frometa, mejor conocido como “Billo”, impuso el

merengue dominicano, pues su repertorio giró en torno a la vieja guaracha

cubana, el bolero, el pasodoble, el merecumbé con una especial atracción de

mosaicos – géneros musicales de diferentes ritmos dispuestos en forma

alternada-.

Es importante destacar que “Billo” ha sido uno de los músicos que

más temas le ha compuesto a la ciudad de Caracas, a sus personajes y a sus

costumbres, como muestra de agradecimiento hacia la hospitalidad que le

brindará la capital del país desde el momento de de su llegada. La orquesta

de este músico de origen dominicano se convierte en la orquesta más

popular del país, con la cual bailaron varias generaciones venezolanas,

compitiendo y disputándose, durante los años 40 y 50, con la Orquesta de

Luis Alfonso Larrain, la preferencia de los bailadores.

También es importante resaltar, que para el año 1989 el Grupo Raíces

de Venezuela grabó junto con otras agrupaciones musicales del país, un Disco

de Larga Duración titulado “Homenaje a Billo”, con temas originales

de Simón Díaz.

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Como se ha mostrado, 1930 a 1940 fue una década de gran

popularización del merengue, a este momento se le llamó “la época de oro”,

esto debido a la importancia e influencia de este género en la vida de la

ciudad, y porque en ese entonces, quedan fijadas las que son todavía sus

normas estilísticas más resaltantes, aquellas que han perdurado a las

innovaciones sucesivas, que lo han transformado y adaptado a otros

momentos históricos.

Años cuarenta…

En los años 40 encontramos dos fenómenos que influyeron

fuertemente sobre el ambiente musical venezolano: el nacionalismo y el

desarrollo de la radiodifusión. El primero se generaría a consecuencia de los

cambios políticos propiciados por los gobiernos civiles y militares, los

cuales buscaban símbolos y arquetipos de lo nacional. Fueron los años en

que declararon al joropo como baile nacional y al cuatro como instrumento

musical nacional.

El desarrollo de la radiodifusión, otro de los fenómenos, abrió las

puertas a los diversos tipos de música regional, gracias a la realización de

programas en vivo, permitiendo la integración del merengue y la diversión

oriental al repertorio de éxitos bailables.

Los grandes intérpretes del merengue fueron Rafael Montaño,

Magdalena Sánchez, y Eduardo Serrano, este último director de la Orquesta

Broadcasting Caracas, y ex integrantes de famosos grupos de música

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popular,fue uno de los grandes compositores del merengue venezolano, con

su célebre “Barlovento”.

Extraído de Ramón y Rivera (1976)

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Extraído de Ramón y Rivera (1976)

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El merengue durante estos años marcados por el nacionalismo cultural,

pasó a ser una expresión de la nueva música nacional, al igual que el joropo

y el vals. Aunque por estos tiempos se daría la invasión de música

extranjera, apoyada por la industria disquera y cinematográfica,

destacándose la ranchera mexicana, el tango rioplatense, la música

comercial norteamericana y el son cubano. Venezuela, por no contar con

empresas semejantes pasó a ser un simple país receptor, entonces

comenzaría la época de disminución del merengue venezolano.

El compositor tachirense, Luis Felipe Ramón y Rivera (1980) explica

que para los años 40 se impone la música cubana en el país, la rumba, la

guaracha, el danzón, el son, el bolero y se convierten en los ritmos más

populares.

“La difusión de nuevos ritmos

cubanos introducidos por el disco y la

radiodifusión apagó por un tiempo el

interés por el merengue, pero éste ha

vuelto a renacer últimamente al

desarrollarse el gusto por la música

nacional.”(s/d)

El nacionalismo de estos años no permitió que el merengue

venezolano desapareciera del todo, este género fue incorporado a la

educación formal siendo parte del repertorio de corales y estudiantinas en

el país.

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Merengue y sus diferentes formas de ejecutarlo….

En cuanto al ritmo del merengue se distinguen dos estructuras: la de

2x4 especialmente ejecutado por estudiantinas y bandas de retretas, y la de

5x8 preferida por grupos populares y músicos caraqueños de tradición oral.

En esta última estructura se impone un sello muy particular, de síncopas -

enlaces- y ritmos cruzados que diferencian a nuestro merengue de su

homónimo el dominicano.

El merengue no solo se ha cultivado en Caracas, sino en muchas

regiones del país, donde adquiere características propias, por ejemplo, en el

estado Lara, el ritmo es de 6x8 y se semeja al golpe. Esta misma estructura

también se utiliza en la ciudad de Cumaná, es decir, en el oriente del país,

pero con la diferencia de que le agregan un particular golpe de maracas que

hace a este ritmo emparentarse con la guaracha cubana.

El merengue venezolano según la región del país ha sido trascrito en

diferentes tiempos, lo que ha generado innumerables discusiones entre

musicólogos y folkloristas. Existen como ya lo mencionamos merengues de

estructura de 2x8, con la particularidad de que el esquema rítmico esta

representado por un tresillo de corcheas en su primer tiempo,y dos corcheas

en el segundo.

El maestro Vicente Emilio Sojo transcribió varios merengues en el

tiempo de 2x4, pero también lo hizo con la otra estructura de 5x8. Según

Rafael Salazar el maestro Sojo buscaría con esta última estructura expresar

un tiempo más rápido, con notas destacadas para representar un tipo de baile

“picaíto”.

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Con respecto a la estructura del merengue 6x8, Aldemaro Romero,

compositor carabobeño, sostiene la tesis de que esta estructura, por la

manera que se alarga la quinta nota, busca darle la verdadera cadencia

rítmica a la forma musical propia del merengue caraqueño “rucaneao”.

Por su parte, el profesor Domingo Moret nos explica que “el

merengue se hacía antiguamente a dos tiempo (2x4), igual al tiempo con el

que se hace el merengue antillano, pero el maestro Vicente Emilio Sojo, era

de la opinión que el merengue venezolano auténticamente había que tocarlo

en 5x8, utilizando 8 corcheas por compás, y no como tradicionalmente se

hacía en tres corcheas abrazadas por un tresillo, y dos corcheas aparte solas”.

Es importante recalcar que existen y han existido géneros venezolanos

en los cuales se presenta el patrón rítmico (estructura 5x8) del merengue,

como el aguinaldo, la guasa, la fulía, la parranda, la diversión oriental.

La diversidad de estructuras en las que se puede ejecutar el

merengue venezolano ha hecho de éste un género poco común, ya que no

puede ser definido por su estructura rítmica, generando polémicas que lo

han acompañado en distintas épocas y lugares.

Los compositores actuales han dado cierta importancia al merengue y

han conservado sus características rítmicas, su acompañamiento melódico

notándose cierta preferencia por el uso de la estructura 5x8.

Merengue… Interpretes…

El merengue venezolano se ha distanciado de su primitiva función

dancística, debido a que este género ha sido incorporado al repertorio de

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nuevas agrupaciones instrumentales, con excelentes arreglos y modernas

armonías.

En esta renovación es importante destacar el trabajo de Aldemaro

Romero, compositor carabobeño, quien con su orquesta de salón realizó

arreglos orquestales de gran factura.

También en la década de los setenta, se destaca el músico maracayero

Luis Laguna, quien hace del merengue una pieza para ser escuchada, a partir

de arreglos con armonías inspiradas en ritmos brasileros contemporáneos,

especialmente con la bossa nova. Laguna logra a través de una secuencia

armónica definir el ritmo del merengue, pero conservando una línea

melódica que se asemeja a la canción romántica tradicional.

En esta época se populariza, con el maestro Laguna, el merengue

escrito en 5x8, o sea, 5 corcheas por compás, llevando los tiempos fuertes,

en la corchea número 2 y la 4 respectivamente. El compositor Luis Laguna

inicia esta nueva fase del merengue a través de su grupo “Venezuela 4”, con

un repertorio de merengues que se convirtieron en clásicos nacionales como:

“Un Heladero con Clase”, “Miriñaque”, “El Saltarín”, “Mi Merengue”, “El Chévere”, “El

Padrino”, “La Comadre Joaquina”, “Golosinas Criollas”, “El Tramao” y “El

Negro Eliézer”. Estos merengues se refieren a temas de

cotidianidad, sobre costumbres y tradiciones de la forma de ser de los

venezolanos.

La corriente tradicionalista del merengue caraqueño está representada

en la actualidad por Rafael Salazar, Iván Pérez Rossi, Efraín Arteagas y

Adeliz Freites, entre otros. También se ha creado una generación de jóvenes

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compositores de este género entre los que destacan: Juan Carlos Núñez,

Vinicio Ludovic, Federico Ruiz, Raúl Delgado Estévez, y Alberto Naranjo,

cuya formación académica la realizaron en los conservatorios, escuelas de

música del país y del extranjero.

La generación de los setenta está representada por Pablo Camacaro

Integrante y miembro fundador del Grupo Raíces de Venezuela, Henry

Martínez, compositor maracayero, y el compositor caraqueño Gilberto

Simoza; todos ellos han creado propuestas armónicas y melódicas, las

cuales derivan en parte de la escuela del Maestro Luis Laguna, y también de

la influencia de Jazz, del “son” y del “guaguanco” cubano.

Con respecto a la generación de los ochenta está formada por

Aquiles Báez, Ignacio Izcaray, y Luis Julio Toro, todos ellos han realizado

un trabajo experimental donde aseguran la calidad de sus arreglos

concebidos por ensambles orquestales.

“La tendencia contemporánea del

Merengue debido a la concepción

melódica nueva y arreglos no

convencionales, lo han alejado de su

origen picaresco y festivo, por lo que se

ha creado una atmósfera más bien

hacia el disfrute de esta forma musical

venezolana, más por su valor

instrumental que como pieza de baile”.

(Salazar, 1991:46)

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Entre los interpretes del merengue venezolano se encuentran los

“Antaños del Stadium”, el grupo “Cañón Contigo”, con estilo del merengue

oriental está Gualberto Ibarreto con sus merengues: “El Sancocho”, “María

Antonia”, “Presagio”, “La Carta”, “La Guacara”, “El Calamar”. También en

este género se destaca Nancy Ramos con “El Guanaguanare”. Con un estilo

tradicional encontramos a los siguientes cantantes: Jesús Sevillano con “la

Suegra”, Cecilia Todd con “El Novio Pollero”, Serenata Guyanesa con “El

Káiser” y “La Pulga y el Piojo”.

En cuanto a los interpretes del merengue con diferentes estilos, se

destacan Lilia Vera con “Las Coplas”, “El Becerrito”, “La Culebra”,

Simón Díaz con su merengue “Cristal”, “El Becerrito” y el Dúo Tres por

Cuatro, con su merengue “El Cafecito”.

Entre los grupos solistas instrumentales se encuentran: El Cuarteto,

El Grupo Raíces de Venezuela, Ensamble Gurrufío, Los Anaucos, Saúl

Vera y su Ensamble, Grupo Onkora (vocablo indígena que significa seis),

Opus 4 (de Margarita), Serenata Guayanesa, Cuatro Cantos de Punto Fijo, y

actualmente la revelación flautística Huáscar Barradas (de Maracaibo),

quien se ha destacado con una singular fusión musical en la que destaca el

merengue.

También se destacan algunos grupos de jazz, de salsa, fusión o de

música contemporánea, los cuales están interpretando merengues con su

propio estilo, como son el caso del Grupo Maroa y el Quinteto de Paul

Desenne (compositor caraqueño).

Page 148: Grupo Raíces de Venezuela

148

Por otro lado, se encuentran los coros y grupos vocales que han

incorporado a su repertorio merengues recientes de los compositores Luis

Laguna, Henry Martínez y Pablo Camacaro.

La importancia que le han otorgado algunos músicos al merengue ha

permitido que este género haya influido en la vida musical del país durante

más de un siglo, y que hoy siga siendo un género vivo, contagioso y abierto

a múltiples propuestas de actualización. Muestra de ello fue el concierto

dedicado al merengue venezolano que se ofreció en la sede de la Embajada

de Venezuela en Washington, durante el mes de octubre del año 2002, por

el trío conformado por Aquiles Báez, en la guitarra; Gonzalo Grau, en el

piano y David Peña, en el contrabajo, logrando a través de la originalidad

de los arreglos y la calidad de los intérpretes, una gran receptividad por

parte del público estadounidense.

El merengue de Raíces…

Desde hace más de 25 años el Grupo Raíces de Venezuela le ha

aportado al acervo musical más de 50 merengues, muchos de ellos

interpretados por otras agrupaciones del país y estudiantinas.

Algunos merengues del Grupo Raíces son: “Don Luis”, “La Negra

Atilia”, “La Negra Cachumba”, “La Negra Tina”, ”El Tristón”, “Patatín

Patatán” ,”Un Regalo Fino“, “Vivencias”, “Nostalgia Oriental”, ”Ojos de

Color Dátil”, cuyo compositor es Pablo Camacaro.

Domingo Moret, integrante y miembro fundador de Raíces explica

que el merengue de esta agrupación tiene como punto de referencia al

Page 149: Grupo Raíces de Venezuela

149

compositor y maestro Luis Laguna, por lo que la estructura utilizada por el

grupo es la de 5x8.

Moret señala que el Grupo Raíces de Venezuela ha perfeccionado

este género, el cual, según este músico ha tomado gran presencia y

aceptación, a tal punto que las orquestas sinfónicas del país están

incluyendo en su repertorio merengues venezolanos, con arreglos del

cuatrista caroreño Pablo Camacaro.

En estos tiempos, el merengue de pieza bailable se ha convertido en

música para oír, es decir, en música instrumental, interpretada por

numerosos grupos populares, entre los que se destaca Raíces de Venezuela.

Los merengues de Raíces le cantan de una forma graciosa a las

tradiciones, a las costumbres, y a la gente del pueblo venezolano. La

temática del merengue de este grupo e incluso el título de estas piezas llevan

impresa la pircadía, la jocosidad, recogen en su esencia el modo de ser del

criollo venezolano, quien es insinuante, enamorado y hasta bromista.

Los merengues de Pablo Camacaro expresan cierta preferencia por la

raza negra, como una forma de llevar a este género a sus raíces, a su

herencia africana. “La Negra Atilia”, “La Negra Tina” y “La Negra

Cachumba” conforma lo que el mismo ha denominado “la trilogía de la

negras”.

La trilogía de las negras de Pablo Camacaro junto al “El Negro

Eliézer”- de Luis laguna- y “La Negra Mazamorrera”, merengue anónimo

interpretado por el famoso grupo “Los Cañoneros” nos permiten apreciar

Page 150: Grupo Raíces de Venezuela

150

que el merengue es un ritmo contagioso que remueve, recuerda y vuelve a

sus raíces afro-criollas.

Para finalizar esta parte, citamos a Cristóbal Soto, mandolinista

compositor, miembro fundador de grupos populares entre los que se

destacan “Los Anaucos”, “Cañón Contigo” y “Ensamble Gurrufío”, además

colaborador de la realización de la Enciclopedia de la Música en Venezuela,

de la Fundación Bigott, “El merengue por más que pueda considerarse un

género actualmente marginal, nunca ha dejado de existir y de renovarse”.

(1998:223)

Otros géneros adoptados por Raíces…

Uno de los géneros musicales que también interpreta el Grupo Raíces

de Venezuela es la danza zuliana, la cual comparte la misma estructura

musical que el bambuco andino, está escrita en el tiempo de 6x8 y se

utilizan las misma seis corcheas por compás. La danza zuliana es una forma

musical típica del estado Zulia, originalmente se interpretaba con cuatro,

maracas y charrasca, su ritmo vivo y alegre invita a bailarla y cantarla.

La primera pieza de este género interpretada por el Grupo Raíces de

Venezuela fue “La Linda Zuliana”, del famoso compositor zuliano Luis

Guillermo Sánchez, a quien Raíces le grabó un disco de larga duración con

las obras más completas de este compositor.

La danza zuliana es definida por el profesor Domingo Moret como

una pieza rítmica muy representativa del carácter jocoso y alegre del zuliano.

Moret nos explica que el cuatrista Caroreño Pablo Camacaro, es quien se ha

Page 151: Grupo Raíces de Venezuela

151

encargado de rescatar esta forma musical, ya que este compositor se ha

nutrido de la tradición de las tierras zulianas, por haber vivido

específicamente en la ciudad de Maracaibo y en la Costa Oriental del Lago,

donde aprendió de los músicos típicos de esta tierra, la manera de interpretar

este género musical.

Moret señala que hoy en día el compositor más autóctono de danza

zuliana y a quien el Grupo Raíces le ha llamado, con mucho respeto “el

último juglar del Zulia”, es el maestro Rafael Rincón Rosales; aunque

asegura que Pablo Camacaro, es actualmente el compositor más prolífico de

la danza zuliana.

Agrega el Profesor Moret, que este género ha marcado

“tremendamente” al Grupo Raíces de Venezuela, a tal punto que esta

agrupación está siendo utilizada como una referencia para otros grupos

instrumentales, que han venido creciendo en el país. El Grupo Raíces de

Venezuela cuenta alrededor con 30 obras en tiempo de danza zuliana, una de

las piezas de mayor trascendencia de este grupo ha sido el “Señor Jou”,

danza zuliana de Pablo Camacaro.

Otro de los géneros adoptados por el Grupo Raíces es el joropo

venezolano, interpretado por esta agrupación en todas sus formas. Raíces

reúne varios mosaicos en una sola obra “Raíces Llaneras”, grabados en

pequeñas suites, existen Raíces Llaneras I, II, III y pronto grabaran en

número IV, el cual asegura el grupo será el gran atractivo de su próximo

trabajo disquero para el mes de julio de este año.

Page 152: Grupo Raíces de Venezuela

152

El joropo es el más célebre de todos los géneros nacionales, nacido

originalmente en los llanos, éste se toca con arpa, cuatro, guitarra, mandola

y maracas, se canta y se baila en las reuniones familiares, donde la gente se

divierte durante la noche. Cuando se interpreta el joropo y hay más de un

cantante, se alternan, e intercambian versos en una competición de

creatividad e improvisación. El tiempo rápido del joropo es muy exigente y

permite a los ejecutantes demostrar su virtuosismo e imaginación.

Domingo Moret explica que el joropo venezolano que interpreta el

Grupo Raíces de Venezuela cuida minuciosamente todas sus variaciones

“hemos tratado con muchísimo

cuidado casi todas las variaciones que

tiene el joropo, que ya van por un

número bastante alto, de acuerdo al

maestro Rafael Salazar, investigador de

música venezolana, quien piensa que

existen 36 esquemas que representan el

joropo venezolano”.

También el Grupo Raíces de Venezuela interpreta los géneros: la

tonada y el pasaje, las cuales son formas musicales que tienen el

reconocimiento y admiración de muchos compositores venezolanos. Estas

piezas no son más que unos valses con estructura de 3x4, es decir, un valse

lento, con una gran carga romántica y expresiva.

Es importante destacar, que el bajista de Raíces, Héctor Valero, de

origen barinés, es quien se ha encargado de resaltar la riqueza musical de

Page 153: Grupo Raíces de Venezuela

153

estos géneros, por lo que ha realizado una producción magistral de la tonada

y del pasaje, dándole un toque y una personalidad especial, es decir, más

descriptiva, una muestra es “Tonada al Atardecer”, pieza que evoca el

hermoso paisaje llanero, lleno de luz y de colores.

Antes de finalizar esta parte, es importante destacar que la única

diferencia de todos los ritmos que interpreta Raíces, sus valses, bambucos,

danzas, merengues, joropos, pasajes, tonadas…son los instrumentos que

utiliza esta agrupación, ya que las mandolinas, la guitarra, la flauta, el bajo y

el cuatro le otorgan a esta música una personalidad única.

Page 154: Grupo Raíces de Venezuela

Capitulo III

“La misión del artista es arrojar luz en lo más profundo del corazón humano”

Robert Schumann compositor alemán

Grupo Raíces de Venezuela

Page 155: Grupo Raíces de Venezuela

Grupo Raíces de Venezuela

“Estímulo de Autenticidad”

Page 156: Grupo Raíces de Venezuela

Raíces de Venezuela

Grupo Raíces, alma de mi tierracon músicos de todos los caminos,senderos luminosos, por divinos,

llevan la esencia de la hermosa sierra;

Sus pasajes, sus valses, sus cancionescuerdas de suavidad y de ternuravibrando en ellas mágica dulzura,

al deleitarnos, sus ejecuciones.

Bardos en pulsaciones del cordajela emoción, la desbordan con coraje

sus manos atinadas y precisas.

Con orgullo te escucha Venezuelaporque ha sido «Raíces» una escuelaque hace surgir aplausos y sonrisas.

(Autor: Carlos Rodríguez Sánchez)

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Page 157: Grupo Raíces de Venezuela

“Herederos de las tradiciones musicales”

El Grupo Raíces de Venezuela es una muestrade amor por la música popular venezolana, soncinco hombres que durante más de un cuarto desiglo se han dedicado a lo nuestro, a dar a la gen-te, a través de sus composiciones, el verdaderorostro de la cultura, las bellezas naturales, lascostumbres y la historia de esta maravillosa tie-rra.

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Page 158: Grupo Raíces de Venezuela

“Estamos cumpliendo con un deber venezolano”

“Ignoro que exista un grupo tan bueno como Raíces”. Luis Felipe Ramón y Rivera.

“Fieles exponentes de nuestra música Instrumental. Ejemplo de originalidad y estilo para nues-tras futuras generaciones”. Ulises Acosta.

“Tenemos que colocar en un lugar muy especial al Grupo Raíces de Venezuela, ciertamente seescapa a los patrones normales, dentro de los artistas dedicados a lo nuestro”. Diario El Nacional.

“El Grupo Raíces de Venezuela, nació para interpretar con estilo muy propio, la verdaderamúsica venezolana. Se afincaron en el corazón de la tierra venezolana y floreció un estilo musi-cal”. Diario El Universal.

“Una versión limpia, moderna y creadora dentro de la música Típica”. Diario de Caracas.

“El Grupo Raíces es el nuevo murmullo creador del arte musical venezolano”. Ali Medina Machado.

“El más extraordinario quinteto de cuerdas que con inigualable técnica ejecutoria y brillanteconcepción musical, obliga a que cada melodía venezolana interpretada, sea seguida por larga ynutrida manifestación de alegría y admiración, por parte de quienes tienen el privilegio de escu-charla”. Hildebrando Rodríguez.

“En este país donde se suele sentir una cierta pena por lo que es auténtico. Dónde preferimos lasnotas foráneas, en un excesivo pudor hacia lo que nos pertenece. Los integrantes del GrupoRaíces de Venezuela, sentados en el filo de su nostalgia, entregados a la maravilla ventura deperfilar el sonoro metal del alma del pueblo, nos dan una lección bien sencilla: Aman lo nuestro”. Antonio Ruiz Sánchez. Diario La Nación.

“Raíces es sacrificio y frustraciones muy venezolanas; pero asimismo plenitud y realización”. José Valerio Vázquez.

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Page 159: Grupo Raíces de Venezuela

“Raíces de Venezuela ha alimentado su fe del sueño y del ideal, pero de un ideal real, concreto, yviviente, encarnado: Venezuela y la música que ha sido siempre inspiradora de amor”. Pedro Raúl Villasmil Soulés. Diario La Nación.

“La selección del material, la interpretación impecable de cada una de sus piezas, la maravillosacoordinación vocal e instrumental y el entusiasmo demostrado en cada una de las presentaciones,han permitido comprobar que se trata de un grupo musical que está en capacidad de representara Venezuela en cualquier país del mundo y dejar muy en alto la ya conocida inspiración artísticade nuestra patria”. Embajada Venezolana ante la OEA. Washington, 1989.

“Raíces de Venezuela demostró, a través de sus interpretaciones, su alta calidad musical, reafir-mándose así su reconocida trayectoria que los exhibe como digna representación de los valoresculturales de Venezuela”.

Embajada de Venezuela. Barbados, 1993.

“Los 25 años de Raíces de Venezuela son impagables en el pentagrama nacional, por lo quesignifican en el rescate de tradiciones, de calor de pueblo, de ancestros, de historia, y todo aquelloque engloba la enjundia de un país y una región”. XXVII Aniversario de la UNET. Táchira, 2002.

“Estamos cumpliendo con un deber venezolano”

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Page 160: Grupo Raíces de Venezuela

Raíces significa:

“El aporte musical que le hacemos al acervo”Orlando Moret.Primera Mandolina.

“Un motivo para soñar”David Medina

Segunda Mandolina

“Parte de mi vida, la realización de un proyecto”Domingo Moret.Guitarra, Flauta y Mandola.

“Amor por la música venezolana”Pablo Camacaro.

Cuatro.

“Un sueño realizado”Héctor Valero.Contrabajo.

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Page 161: Grupo Raíces de Venezuela

Antecedentes de Raíces…

Las tertulias musicales eran costumbres en la San Cristóbal de los años 60, o al

menos eso era lo que se acostumbraba en la casa de los Moret y los Medina, donde los

viejos amigos se reunían y formaban tertulias de músicos en vivo, tocaban instru-

mentos de viento y cuerdas, e interpretaban la música venezolana.

En estas reuniones se conocieron Orlando Moret y David Medina, niños que a

su temprana edad ya eran unos virtuosos mandolinistas, ambos hijos de músicos

tachirenses, de Domingo Moret Valbuena, mandolinista y de Eufrasio Medina, fun-

dador de la Orquesta Típica del Táchira.

A la edad de 15 años, tanto Orlando Moret como David Medina ya pertene-

cían a varios grupos musicales de la ciudad como la “Estudiantina del Liceo Simón

Bolívar”, “La Estudiantina LI-UNI” (combinación de liceo y universidad) y el Coro

“Rafael Isaza”, fundado por el padre de David, Eufrasio Medina.

Esta última agrupación, surge a raíz de la idea de participar en un concurso de

aguinaldos y parrandas, que organizaban todos los años para la época decembrina la

emisora Radio Junín, dirigida por un sacerdote revolucionario, conocido como el

161

Page 162: Grupo Raíces de Venezuela

padre Edmundo Vivas Arellano.

Años más tarde se uniría a este coro el hermano de Orlando, Domingo Moret,

fundador junto al destacado músico Onofre Moreno Vargas de la “Lira del Táchira”.

Fue entonces, cuando se creó un trío musical que interpretaba piezas de música po-

pular venezolana y colombiana, especialmente pasillos.

La vida de estos jóvenes transcurría entre tertulias, música y parrandas, tocan-

do y cantando en las casas, donde se organizaban coros de aguinaldos y estudianti-

nas. La música de cuerda fue muy bien explotada en los hogares de los Moret y los

Medina, este ambiente fue propicio para dar pie a la creación de una de las agrupa-

ciones instrumentales de música popular más autóctona del país: El Grupo Raíces

de Venezuela.

Génesis del grupo…

Las reuniones musicales de los Moret y los Medina marcarían el comienzo de un

sueño anhelado por David Medina, Domingo y Orlando Moret, frutos de estas fami-

lias, consideradas hoy verdaderas escuelas de la música, nacería la inquietud de for-

mar un quinteto que más tarde se llamaría Raíces de Venezuela.

Todo partió de la idea de grabar un disco de larga duración para que quedaran

como testimonio musical, los trabajos que realizaba el trío formado por David Medina,

Orlando y Domingo Moret. Entonces realizaron contactos con las diferentes disqueras

nacionales, en donde encontraron un productor que les recomendó agregar al trío, un

cuatro venezolano y un contrabajo.

Seis meses duraron las audiciones realizadas a músicos de diferentes partes del

país, pero la mayoría de ellos no llenaban las expectativas del trío, ni cumplían con

los objetivos del proyecto.

Sin embargo, no fue hasta el año 1976, cuando en la ciudad de Mérida, en

medio de parrandas y serenatas que alegraban los románticos tiempos de adolescen-

162

Page 163: Grupo Raíces de Venezuela

cia, Pablo Camacaro, cuatrista caroreño y Orlando Moret se conocieron y quedaron

de acuerdo para re-

unirse la semana si-

guiente en la ciudad

de San Cristóbal.

Ya entonces el

grupo había conse-

guido a un extraordi-

nario cuatrista, sólo le

faltaba un buen con-

trabajo, razón por la

que estos ingenios

musicales viajaron a

Barinas a buscar a Héctor Valero, a quien convirtieron en el último integrante de este

quinteto de cuerdas.

Entonces nace así, en medio de ensayos desordenados y parrandas, Raíces de

Venezuela, el 12 de Noviembre de 1976, fecha en la que se reúnen en la ciudad de

Caracas, para grabar exactamente a las 10 de la mañana su primer disco de larga

duración, titulado “Entre Amigos”.

Para ese momento este quinteto de cuerdas todavía no tenía nombre, Kiko

Contreras, quien fue su productor les dio la libertad para escogerlo, entonces Domin-

go Moret, quien era para ese tiempo jefe de relaciones públicas en la revista “Siem-

pre Firmes”, escribía una columna llamada “Raíces”, la cual trataba sobre temas de

folklore, de allí el quinteto combinaría y asociarían las palabras para llamarse “Gru-

po Raíces de Venezuela”.

Desde 1976 esta agrupación se comprometió a dar al público lo mejor del

acervo nacional, mostrando el verdadero rostro de la cultura del país, como sinónimo

163

Page 164: Grupo Raíces de Venezuela

de autenticidad y autonomía nacional.

El Grupo Raíces de Venezuela convencidos de la necesidad de identificarse

con su gente, sus costumbres, sus bellezas naturales y su historia, se traza como obje-

tivo fundamental hacer creaciones musicales dentro de un estilo novedoso, de allí su

lema: “Estamos cumpliendo con un deber venezolano”

Evolución de Raíces…

A pesar de que cada uno de los integrantes del Grupo Raíces de Venezuela

residían en diferentes partes del país, esto no significó ningún obstáculo para que

crearán más de 100 composicio-

nes.

Raíces de Venezuela con

su excelente repertorio de val-

ses, merengues, danzas,

bambucos, tonadas, pasajes y

joropos se lanzaron a la difícil

tarea de darse a conocer a tra-

vés de recitales, y más de 300

conciertos, recorriendo diferen-

tes lugares de la geografía na-

cional.

Para el año 1979 graban su segundo LP con valses, danzas y merengues origi-

nales. Un año después, exactamente el 7 de marzo, el Grupo Raíces de Venezuela se

constituye como sociedad civil ante el Registro Subalterno del estado Mérida.

Entre los años 1980 y 1983, contando con el sello Palacio de la Música graban

alrededor de cuatro LP. Ese mismo año también graban un LP, con temas originales

del compositor zuliano, Luis Guillermo Sánchez.

Artículo de Prensa. El diario de Caracas. 24 de enero 1984

164

Page 165: Grupo Raíces de Venezuela

Para 1985, El Grupo Raíces de Venezuela tiene la oportunidad de grabar un

LP de aguinaldos tradicionales venezolanos, con la cantante María Teresa Chacín, y

de grabar otro

disco con arre-

glos y direc-

ción de las

canciones ori-

ginales del

canta utor

tachirense Je-

sús (Chucho)

Corrales.

Con el

auspicio de la

Fundación Pampero, un año después, Raíces de Venezuela junto con otros grupos

graban un disco de valses, con temas originales del maestro Luis Laguna, y tres años

más tardes graban “Canto a Mérida y “Homenaje a Billo”, con temas originales de

Simón Díaz.

No es sino hasta el año 1992, cuando el Grupo Raíces de Venezuela graba su

primer Disco Compacto, con temas originales del maestro Marco Antonio Rivera

Useche, para luego grabar en 1995 el disco institucional con los Niños Cantores del

Táchira, y otro con sus mejores composiciones originales.

El Grupo Raíces de Venezuela desde sus inicios ha participado en diferentes

programas de televisión por todo el país como: “Así es mi tierra” de Venezolana de

Televisión, “Viaje a los Nevados” de Venevisión, “Clásicos Dominicales”, de RCTV,

“Especial Aniversario” de TELEBOCONO, y de la Televisora Regional del Táchira.

Raíces de Venezuela además de haberse presentado en universidades, teatros,

165

Page 166: Grupo Raíces de Venezuela

Raíces… policromía del folklore venezolano…

Raíces de Venezuela es un grupo integral, es la muestra más fiel de la policromía

del folklore venezolano, porque es la unión de compositores andinos, llaneros, larenses

con aires zulianos, culturas dotadas de ingredientes netamente nacionalistas.

Es necesario destacar,

la conexión que existe entre

la riqueza musical de nuestro

país y El Grupo Raíces de Ve-

nezuela. Todo esto ha provo-

cado un esfuerzo por rescatar

los valores musicales de Ve-

nezuela tomando en cuenta,

bque los integrantes de esta

agrupación pertenecen a dife-

rentes estados como: Lara,

considerado la región musical

de Venezuela, al Táchira todo

un emporio musical, y al Lla-

no, región de músicos y poe-

tas.

Todas estas regiones han arrojado a lo largo de la historia un sin numero de

destacados y virtuosos compositores, la naturaleza, la geografía, la mezcla de los

llanos con los andes, las diferencias de sus climas, fríos y calientes, hacen que los

Artículo de Prensa. diario El Nacional. 19 de marzo de 1984

museos, ateneos y auditorios en las principales ciudades del país, también se han

dado a conocer más allá de nuestras fronteras, en presentaciones en países como

Barbados, en la Sala de las América en Washington, y en Santa Fe de Bogota, en el

vecino país de Colombia.

166

Page 167: Grupo Raíces de Venezuela

maravillosos y coloridos paisajes de estas tierras sirvan de fuente de inspiración para

crear composiciones de gran expresividad, como la de Raíces de Venezuela.

Las tradiciones familiares, las reuniones, las tertulias, las parrandas de músi-

cos que realizan los venezolanos como parte de sus costumbres, no solo en los andes,

en los llanos, sino también en las tierras larenses y zulianas, han permitido crear una

plataforma propicia para que surjan grupos populares de música como Raíces, cuyos

integrantes aprendieron desde temprana edad a ejecutar instrumentos populares como

el cuatro, la mandolina y la guitarra.

La mayoría de los músicos populares tradicionales de las regiones llaneras,

andinas y larenses del país, son autodidactas, como es el caso del cuatrista caroreño,

Pablo Camacaro, quien aprendió a manejar la lectura y la escritura musical a raíz de

su incorporación al Grupo Raíces.

Por ejemplo en el Táchira -tierra natal de tres de los integrantes de Raíces de

Venezuela-, la música no ha sido obra exclusiva de profesionales, los intérpretes

populares son personas de las más diversas condiciones sociales, e incluso muchos

de los músi-

cos de esta

tierra son hu-

mildes agri-

cultores,

q u i e n e s

aprendieron a

tocar los ins-

trumentos tí-

picos de esta

región como

el bandolín,

167

Page 168: Grupo Raíces de Venezuela

el tiple, el requinto, las maracas, de mano de sus padres, tíos y abuelos, demostrando

así la herencia musical que se transmite en esta zona andina.

David Medina, segunda mandolina de Raíces define al Táchira como una can-

tera musical muy grande, “Decía el maestro caraqueño Teófilo León, que en el Táchira

había tanta música que era difícil escogerla para las estudiantinas de Venezuela.

Hoy en el Táchira, con la creación de las Orquestas Sinfónicas Infantiles, la cantera

ha crecido, se han descubierto muchos valores, no solamente en San Cristóbal, sino

en todos los sectores de la provincia, donde hay muy buenos músicos y compositores

-quizás dormidos muchos de ellos-Nosotros que hemos recorrido el territorio nos

hemos dado cuenta que existe una riqueza musical muy grande”.

Y es que no sólo el Táchira es muestra de la riqueza de talentos venezolanos,

sino también las tierras larenses, llaneras y zulianas, representadas por el Grupo Raí-

ces de Venezuela en una mezcla cultural. “Somos un híbrido, tenemos la influencia

de Pablo Camacaro, cuatrista caroreño, quien vivió en el Zulia, y tiene conocimien-

tos sobre la danza zuliana y el merengue venezolano, formas musicales que interpre-

ta con propiedad. De Héctor Valero, llanero, tenemos las tonadas y pasajes, conoce

muy bien a los músicos de su región, y está al día con este tipo de música. Bueno, y

nosotros tachirenses, que tenemos conocimientos sobre el bambuco y el vals. Esto

hace que en la musicalidad del Grupo Raíces se detecte la unión de diversas formas

musicales”. (Medina, 2002)

Característica de su música…

Raíces de Venezuela es en un grupo novedoso de música venezolana instru-

mental, su principio es original, y es hacer música venezolana de una forma diferente

con un estilo directo y sencillo, el cual le ha otorgado a esta música una personalidad

capaz de representar a las raíces autóctonas de diferentes partes del país.

La característica fundamental de esta agrupación es el ensamble de sus instru-

mentos en el tratamiento armónico de sus piezas, el cual es liderizado por el diálogo

168

Page 169: Grupo Raíces de Venezuela

entre las dos mandolinas. En este sentido, la esencia, el alma de Raíces son las dos

mandolinas, llegar a establecer ese diálogo armónico entre estos dos instrumentos,

se podría decir que es único en el país.

El integrante y fundador de Raíces Domingo Moret describe como se armoniza

este ensamble: “David Medina, por ejemplo, tiene un oído armónico tan perfecto que

parece que está tocando su segunda mandolina, y a la vez tocando tres mandolinas

más. Y eso lo hace a través de la combinación de los sonidos, siguiendo la línea que

le traza la primera mandolina de Orlando, los demás vamos detrás de ellos en una

persecución, el cuatro, la guitarra y el bajo. Es muy emocionante, los músicos que

siguen nuestro trabajo lo ven así”.

La música instrumental es como lo dijo el Profesor Rafael Saavedra, la música

más abstracta de todas, que lleva implícita un discurso, esta apreciación coincide con

la definición que le da a la música el profesor español, Mariano Cebrían Herreros.

Cebrián Herreros (1978) define a la música como un lenguaje armónico que

evoca una imagen acústica abstracta, es decir, como una imagen que no transmite

ideas, ni refleja realidades concretas, sino sugestión de sentimientos o estados de

ánimo. “La música es lo no discursivo, lo no figurativo, su modo de significación es

169

Page 170: Grupo Raíces de Venezuela

precisamente pansémico, es decir, admite tantos significados posibles cuantos oyen-

tes la perciban”. (103)

Este docente asegura que la música no es sólo armonía de sonidos, sino tam-

bién de ritmos, por lo que sin ritmo no puede concebirse la música. Él explica que la

raíz de una obra musical hay que buscarla siempre en los sonidos que forman la

llamada célula rítmica, es decir, “la combinación de sonidos mediante un determina-

do ritmo que al variar, invertirse, contrastarse, desarrollan y elaboran la obra unita-

ria”. (1978:103)

Todo este proceso para alcanzar una obra unitaria, de la cual habla Cebrián

Herreros, se cumple minuciosamente en Raíces, este grupo investiga, estudia y crea

sus propias piezas, es decir, tiene una técnica de composición, la dominan, la combi-

nan con sus instrumentos, con su inspiración, su creatividad, para dar origen a la

célula musical de su próxima composición.

Para el profesor Rafael Saavedra, Director de Escuela Miguel Ángel Espinel

de la ciudad de San Cristóbal, el trabajo de composición del Grupo Raíces es de

carácter “metamusical”, porque hay un trabajo de investigación, un trabajo de crea-

ción de arreglos y de ejecución, donde se involucra toda una industria de ideas artís-

170

Page 171: Grupo Raíces de Venezuela

ticas que se van trabajando desde el aspecto creativo hasta la meta final.

“El Grupo Raíces hace una investigación, esto ya es una actividad científica,

entonces estamos haciendo ciencia y al hacer ciencia estamos haciendo arte, y den-

tro de éste hay creación e interpretación, en este sentido, el Grupo Raíces es bastan-

te completo”. (Saavedra, 2002)

Rafael Saavedra define la música de Raíces, como una música de corte popular

dentro del ámbito profesional, es decir, esta agrupación lleva la música popular a un

plano concertista, la forma de arreglarla, de organizarla, las características de su for-

mato le otorgan un signo muy profesional y completo.

Saavedra considera que la música de Raíces de Venezuela tiene como misión

principal crear “placer estético”, transmitir la belleza a través de la sencillez, es de-

cir, ser vehículos de géneros y ritmos populares que evocan paisajes naturales, cos-

tumbres e historia.

Asimismo, el profesor Saavedra señala que las obras del Grupo Raíces tienen

un carácter pedagógico, porque son obras explicativas y representativas de las cultu-

ras de diferentes partes del país, que sirven como un vínculo de unión amistoso de

pueblos, por lo que se convierten en embajadores de música venezolana en todos los

rincones de Venezuela y en cualquier parte del mundo.

“Raíces tiene una profunda inquietud artística, este grupo es catalogado como

profesional, por su gran desarrollo artístico y técnico, es música para ser escuchada

en una sala de conciertos, su principal característica es la espontaneidad con que

propagan las manifestaciones de los pueblos”. (Saavedra, 2002)

Metodología de composición…

Los integrantes del Grupo Raíces siguen una misma metodología, primero se ponen

de acuerdo con el estilo o tipo de música que van a incluir en el programa, llevan la

melodía y el esquema de lo que quieren realizar, luego estudian y analizan los arre-

glos cambiando la armonía, colocándole la segunda mandolina, después los montan,

171

Page 172: Grupo Raíces de Venezuela

los ejecutan, los revisan detalladamente y finalmente lo graban.

Orlando Moret, la primera mandolina de Raíces, nos cuenta que cuando co-

menzaron con el grupo el proceso de creación de las obras era totalmente manual.

“Nosotros empezamos con la forma manual, porque la mú-

sica hasta hace diez años se hacía de esa manera, escribién-

dola, y esa ha sido una de las causas por las cuales el grupo

raíces se mantiene vigente, porque nosotros no tocamos nada

de memoria, ni de oído ni nada, todo está escrito”. (2002)

Al principio, la música manuscrita, los arreglos y las

composiciones de esta agrupación era como lo llama Orlando Moret “una labor de

hormiguitas”. Los integrantes de Raíces montaban la segunda mandolina a la pieza,

compás por compás, y luego pasaban estos arreglos al guión, donde escribían la obra

completa, papel por papel, todo a mano. Después, para poder ensayar, cada integran-

te intercambiaba sus casetes y se los llevaban para sus casas, luego se reunían y

ensamblaban las piezas.

Afortunadamente hoy con el advenimiento de los programas musicales a las

computadoras, es posible hacer más rápido el proceso de creación de las obras de

Raíces de Venezuela.

La Primera mandolina del Grupo Raíces, Orlando Moret explica que actual-

mente el grupo realiza arreglos y corrige partituras “se puede oír lo que se está ha-

ciendo a través de los tipos de sonido que se le adaptan a la computadora, de igual

forma transmitir toda esta información a distancia a través de Internet, e incluso

imprimir las partituras, papel por papel cada instrumento, no solo para grupos pe-

queños, sino para una sinfónica, y esto ha sido pues la evolución de la parte musical

propiamente del grupo”.

Una de las características principales que ha acompañado a Raíces durante su

trayectoria, es que todas sus composiciones están escritas, por lo que Orlando Moret

asegura que Raíces no tiene que inventar a la hora de interpretar su repertorio musi-

172

Page 173: Grupo Raíces de Venezuela

cal. “Cuando nos reunimos para ensayar resulta sencillo acoplar el grupo, porque la

música está toda escrita, otros grupos por ejemplo que han nacido en el país y que

tocan así tipo guataca, o sea, sin ninguna concertación de tipo musical, siempre

tocan las obras diferentes, y con el tiempo, esos grupos terminan diluyéndose porque

se olvidan.”

Escribir su propia música para Raíces es verdaderamente una ventaja, pues

en los momentos en que algunos de los integrantes falta a un concierto, puede ser

sustituido fácilmente por otro músico, quien simplemente interpretará la música im-

presa en la partitura.

“En una oportunidad por razones de fuerza mayor, no pude asistir a un con-

cierto del grupo, y tocó por mí Jhony Mendoza, esa vez hizo perfecta la primera

mandolina, y probablemente no como yo lo hago, porque él tiene su estilo, pero ahí

estaba la partitura, la cual tocó y el grupo Raíces salió adelante; igualmente ha

pasado con David, con Pablo, con Héctor, de tal manera que eso permite que haya

sobrevivencia en el grupo, el día que ya no existamos, aspiramos que otros músicos

nos sigan con las obras que tenemos realizadas ya que para eso están escritas”.

(Orlando Moret, 2002)

Piezas más destacadas…

Las obras más célebres del Grupo Raíces de Venezuela las podemos dividir en dos

épocas. La época vieja encabezada por el “Señor Jou” de Pablo Camacaro, composi-

ción que le ha dado la vuelta al mundo, con 18 versiones, ha sido grabada en Los

Estados Unidos y Europa, hoy la interpretan las orquestas sinfónicas, ensambles,

cuartetos y grupos de cámaras.

“Señor Jou” es una obra que dedicó el cuatrista Pablo Camacaro a un amigo de

toda la vida, que por cierto era editor, al señor Jesús Omar Uribe, de San Cristóbal. El

Señor Uribe se hizo compadre en ese tiempo de Camacaro, y éste entonces le compu-

so la danza zuliana, “Señor Jou”.

173

Page 174: Grupo Raíces de Venezuela

Cuenta Domingo Moret, que cuando Camacaro terminó de componer esta

danza zuliana le preguntó a él que nombre le ponía, y Moret – le dijo: “pues muy

fácil, utilicemos las iniciales del nombre de tu compadre, Jesús Omar Uribe, y así

quedó “Señor Jou”.

La segunda composición es “Cuando

Duerme Caracas”, fue una de las primeras

piezas que impactaron a la audiencia, es un

vals que escribió Domingo Moret, cuando

se mudo de Caracas a Maracaibo, fue como

una especie de despedida a la tierra caraque-

ña donde vivió durante 14 años.

“Tonada al Atardecer”, es otra de las com-

posiciones que también ha causado impacto,

compuesta por el bajista Héctor Valero, en

la cual se describe un paisaje hermoso lleno

de luz y colores. El Grupo Raíces expresa que

a la hora de interpretar esta pieza el grupo se

une y se llenan de emoción.

Entre las piezas más destacadas de la

nueva generación se encuentran: “Pasaje de la Esperanza” de Héctor Valero, “El

Tristón” de Pablo Camacaro, los valses “Silvamar” y “María Doménica” de Domin-

go Moret.

Domingo Moret, integrante de Raíces y director de la Estudiantina de la Uni-

versidad de los Andes Táchira señala que la magia que envuelve a estas piezas, las

cuales se han destacado tanto en tierra venezolana como en otros horizontes, se debe

a que estas composiciones son piezas muy descriptivas, cada una de ellas define un

territorio, define a su gente. “Tonada del Atardecer rememora el paisaje llanero. Mis

valses siguen los parámetros del valse andino, a pesar del nombre, como por ejem-

174

Page 175: Grupo Raíces de Venezuela

plo: “Cuando Duerme Caracas”, es un valse andino, porque aquí describo el paisa-

je, las luces y las sombras, el canto de los pájaros, la belleza de nuestras mujeres

andinas. El “Señor Jou”, es una danza zuliana que tiene -¡oye que alegría!- el ca-

rácter festivo, alegre, dicharachero y maracucho.”

Todas estas piezas han sido aplaudidas y admiradas por la sencillez, elegancia

y expresividad de sus arreglos musicales. El “Señor Jou”, “Tonada al Atardecer”,

“Cuando Duerme Caracas”, “El Tristón”, “Pasaje de la Esperanza”, Silvamar”, y

“María Doménica” son solo algunas de las piezas del repertorio de más de 200 com-

posiciones que Raíces de Venezuela ha aportado al acervo musical del país.

Músicos de verdad…

Los integrantes de El Grupo Raíces de Venezuela son: Orlando Moret, quien

ejecuta la primera mandolina, David Medina, en la segunda mandolina, Domingo

Moret en la guitarra, flauta y mandolina, Pablo Camacaro en el cuatro y Héctor Valero

en el Contrabajo.

La pureza de estos cultores de la música no se ciñe a intereses comerciales,

ellos son considerados músicos de verdad, porque plasman en sus composiciones su

amor por la música venezolana, y la hacen llegar al público sin pedir algo a cambio,

ya que no viven comercialmente de su música.

Cada uno de ellos tienen diferente profesiones, Orlando Moret es médico ciru-

jano Gineco-obstetra en la ciudad de Mérida, su hermano Domingo es Director de la

Estudiantina de la Universidad de los Andes Táchira. David Medina también es Di-

rector de la Estudiantina de la Universidad del Táchira. Pablo Camacaro se desen-

vuelve como especialista en las empresas petroleras del país y Héctor Valero como

parte de la Directuva de la Fundación Cultural «Orlando Araujo».

“A nosotros lo que nos ha salvado ha sido el hecho de que somos cinco profe-

sionales que no vivimos de la música. En Raíces hay un médico que es Orlando, que

más bien pierde dinero cuando tiene que movilizarse a una gira, y a veces asistimos

175

Page 176: Grupo Raíces de Venezuela

a una gira y no ganamos nada”. (Domingo Moret, 2002)

La filosofía de los integrantes de Raíces ha sido alcanzar metas durante estos

casi 27 años de trayectoria, realizando un aporte al acervo cultural del país, a través

de los discos, de la música escrita, las melodías, las armonías, sirviendo como punto

de referencia para otras agrupaciones.

“En la historia musical de Venezuela no se registra otra agrupación que con

más de 26 años haya hecho tantos aportes al acervo cultural. Esto nos llena de pro-

fundo orgullo y pretensión, porque hay una cantidad de agrupaciones que resultan

ser de referencia en otras cosas, pero que por motivos de conveniencia económica

dejan de existir. Pero este grupo lo tenemos como parte de nuestras vidas, es un

compromiso, un proyecto para realizarlo, que cuesta sacrificio, tiempo y aceptación

hacerlo”. (Domingo Moret, 2002)

Homenajes que el Grupo Raíces deVenezuela ofrecieron a el poeta:Alberto Arvelo Torrealba, y a DonDomingo Moret y Don EufrasioMedina.

176

Page 177: Grupo Raíces de Venezuela

Personalidad de los instrumentos de Raíces

Contrabajo: pertenece a la familia delos cordófonos, y desciendeespecíficamente de la viola de gamba,del violone, también llamado contraba-jo de viola o contrabajo de violón.

El contrabajo en el Grupo Raícesde Venezuela, le da carácter a la inter-pretación de las piezas venezolanas.

Flauta: es un instrumento antiguo,en la Edad media era utilizado en lamilicia, esto sucedía antes de ser in-corporado a las orquestas sinfónicas.

Las flautas pueden ser de me-tal, de ébano y en el caso del GrupoRaíces de Venezuela, en las piezasque es utilizada, le da personalidada la música y es el instrumento queconversa con las mandolinas duran-te la interpretación.

Guitarra: La guitarra esparte de la familia de loscordófonos, proveniente de lacultura musulmana y cristiana,que vivían en la Península ibéri-ca en el siglo VIII, y que desarro-llaron instrumentos como: el laúdy la vihuela que antecedieron loque conocemos, hoy, como gui-tarra.

Adquiere sus seis cuerdasen 1780, y desde ese momento laguitarra ha desarrollado su dise-ño. La guitarra es símbolo de no-bleza y elegancia.

La guitarra del Grupo Raí-ces de Venezuela, es sentir quese pueden hacer con seis cuerdasseis millones de maravillas.

177

Page 178: Grupo Raíces de Venezuela

Personalidad de los instrumentos de Raíces

Mandolina: Proviene del laúd anti-guo que los árabes llevaron a España en elsiglo XII, sin embargo, por su tamaño e in-comodidad fue casi olvidado por las per-sonas de la época; pero no es sino hasta hacecincuenta años cuando el trabajo de unluthier alemán cambia y realiza la mando-lina que hoy conocemos. Es un instrumen-to armónico que produce cuatro sonidos ala vez

Para el Grupo Raíces de Venezuela,la mandolina es el instrumento más impor-tante, su personalidad es muy noble y sepresta para realizar matices, para ellos hacelas veces de un violín. Su ejecución dentrodel quinteto es algo original, porque hanaprovechado el virtuosismo de sus intérpre-tes y los recursos técnicos del instrumentopara armonizar. Las mandolinas son el se-llo del Grupo Raíces de Venezuela.

Cuatro: “La guitarritavenezolana”, así llama el maes-tro Alirio Díaz al instrumentoque lleva en su sonido el sabordel pueblo venezolano.

Con un nombre caracte-rístico, diríamos que hasta sim-ple, el cuatro venezolano, decuatro cuerdas, forma de peray pequeño tamaño, ha sabido

consolidarse como el instrumento folklórico deVenezuela.

Proviene de la antigua guitarra renacentistadel siglo 16 que se tocaba rasgando sus cuerdas paraproducir el sonido. La guitarra renacentista llegó aAmérica como parte del equipaje de los coloniza-dores, misioneros y soldados, por mandato de losReyes católicos de España, de aquella época.

El cuatro del Grupo Raíces de Venezuela, leimprime el sabor más criollo a nuestra música ve-nezolana.

178

Page 179: Grupo Raíces de Venezuela

Orlando Moret

“Somos el aporte musicalque le hacemos al acervo”

“Humildemente creo que tenemos un mérito que nos haenaltecido y nos hace sentir orgullosos realmente, y esaes la satisfacción más grande que tenemos en nuestrasvidas”.

Cuidar la vida de un

bebe desde el vientre de su

madre no es tarea fácil, la vida

de un gineco-obstetra transcu-

rre entre consultas, emergen-

cias y quirófanos, donde en

un día ayuda con sus propias

manos, a traer muchas vidas

al mundo; pero esta situación

se complica aún más, si ade-

más de ser médico se es mú-

sico, como es el caso de

Orlando Moret, integrante del

Grupo Raíces de Venezuela,

quien no sólo le concede a sus

manos la satisfacción de traer

vidas al mundo, sino de eje-

cutar la primera mandolina de

uno de los quintetos

instrumentales más

desatacados en la música po-

pular venezolana.

Orlando Moret se de-

dicó a la música desde muy

niño, su juguete preferido era

la mandolina, pues desde tem-

prana edad era un virtuoso

mandolinista, al igual que su

padre Domingo Moret

Valbuena. Este integrante de

Raíces realizó estudios en la

Escuela Miguel Ángel

Espinel de la ciudad de San

Cristóbal, donde también re-

cibió clases de piano.

A los 15 años de edad,

este mandolinista ya pertene-

cía a varias agrupaciones mu-

sicales de la ciudad, como “la

Estudiantina LI-UNI”, “La

Estudiantina del Liceo Simón

Bolívar”, y el Coro “Rafael

Isaza”, dirigido por Eufrasio

Medina, padre de su mejor

amigo David Medina, quien

es hoy la segunda mandolina

de Raíces de Venezuela.

Del Coro “Rafael

Isaza” surgiría no sólo la

amistad entre David Medina

y Orlando Moret, sino el dúo

“Moret- Medina” encargado

de interpretar la música vene-

zolana en las tertulias musi-

179

Page 180: Grupo Raíces de Venezuela

cales, que acostumbraban rea-

lizar ambas familias, sobre

todo en la época decembrina.

Luego de fundar jun-

to a sus compañeros Raíces de

Venezuela, Orlando Moret

funda años más tarde la estu-

diantina de la Universidad de

los Andes en

Mérida, -donde rea-

liza estudios de me-

dicina- bajo la direc-

ción de Eleazar

Longart, agrupación

que en poco tiempo

adquirió un respeta-

ble nivel musical.

Orlando

Moret confiesa ser muy es-

pontáneo a la hora de ejecu-

tar la mandolina, ya que él re-

presenta la primera del grupo,

es decir, la cara de Raíces, y

uno de los instrumentos que

le brinda personalidad a esta

agrupación “Bueno, mi in-

terpretación es una cuestión

innata, yo lo hago de una

manera instintiva, muy es-

pontánea, sin estar fijándo-

me si lo hago bien o mal, yo

procuro hacerlo con una de-

puración, pero como eso

está enmarcado dentro de

un estilo, dentro de una for-

ma de tocar la mandolina,

pues pienso que eso nace es-

pontáneamente en mí.”

Asimismo, este

mandolinista manifiesta que

todo artista debe tener una

sensibilidad innata y debe sa-

ber trasmitirla al público “La

sensibilidad del músico es

algo totalmente innato, pro-

bablemente uno cuando

está tocando es totalmente

expresivo y otras veces no;

también depende de la mo-

tivación y del público que

uno tenga, sí es buen públi-

co, uno se crece, por el con-

trario, sí es apático, uno no

se emociona, ni expresa sen-

timientos al mo-

mento de tocar.

Es cuestión

vivencial, lo que

sí es cierto, es

que cualquier

músico o perso-

na que se presen-

ta en un escena-

rio siente ner-

vios, y hasta a nosotros nos

sucede cuando vamos a to-

car, a pesar de que tenemos

tantos años en esto ¡Increí-

ble no!”

Además de la mando-

lina, el doctor Orlando Moret,

nacido el 2 de septiembre del

año 1947, también sabe to-

car el cuatro, el teclado y un

Page 181: Grupo Raíces de Venezuela

poco de guitarra, aunque ex-

presa que profesionalmente

sólo sabe ejecutar la mando-

lina.

-¿Cómo define Orlando

Moret la mandolina?

-Es un instrumento bellísi-

mo, la mandolina es la hija

de los violines, es un instru-

mento que se afina y se toca

igual que el violín, la dife-

rencia está en que primero

tiene una cuerda más en

cada orden, en segundo lu-

gar, que no se toca con arco

sino con plectro, y en tercer

lugar, que la mandolina tie-

ne trastes, los violines no,

pero en afinación son exac-

tamente igual.

En cuanto al estilo de

Raíces de Venezuela,

Orlando Moret considera que

este grupo tiene una forma

única de interpretar la música

venezolana “Raíces de Ve-

nezuela tiene un estilo ori-

ginal, propio, tenemos sello,

y un signo importante den-

tro del grupo, las dos

mandolinas, así como las

tocamos nosotros.”

-¿Cuál ha sido el papel del

Grupo Raíces de Venezuela

en el entorno cultural del

país?

-Lo puedo resumir así: So-

mos el aporte musical que

le hacemos al acervo.

Con respecto a las pie-

zas más célebres del grupo

Raíces, el doctor Moret expli-

có: “Existen tres obras mu-

sicales muy importantes

para el grupo, yo las dividi-

Page 182: Grupo Raíces de Venezuela

ría en dos épocas. De la vie-

ja guardia del grupo, la pri-

meras de ellas una compo-

sición de Pablo Camacaro,

“Señor Jou”, la segunda

pieza hecha por Domingo

Moret, “Cuando Duerme

Caracas”, que es una belle-

za, y la tercera, una pieza de

Héctor Valero, que es una

tonada que se llama “Tona-

da del Atardecer”, eso es ca-

lidad de pieza. De la Gene-

ración nueva tenemos mu-

chas piezas musicales de

Pablo Camacaro, una de

ellas se llama “El Tristón”,

que es un merengue bellísi-

mo, que tiene una estructu-

ra musical muy linda; de

Valero hay una pieza nue-

va que se titula “Pasaje de

la Esperanza”, y de Domin-

go una pequeña suite que él

le compuso a su hija, y se

llama “María Doménica”.

-¿Qué sería de nuestra músi-

ca sin Raíces de Venezuela?

- Yo pienso que le faltaría

un poquito, esto sin menos-

preciar a los demás grupos

que también lo realizan

muy bien, incluso existen

agrupaciones que lo hacen

mejor que nosotros, son

músicos virtuosos que nos

han tomado como referen-

cia, como estímulo, y eso es

lo más satisfactorio del gru-

po, y quizás eso ha hecho

que nosotros tengamos vi-

vencias muy bellas, como

por ejemplo, estar reciente-

mente en un concierto de

“Ensamble Gurrufío” en

Mérida, y escuchar de uno

de sus integrantes, que ellos

están allí tocando esa músi-

ca gracias a nosotros, así

como del “Cuarteto

Arkano”, ellos también tie-

nen esas expresiones de so-

lidaridad; de tal manera

pienso que nosotros somos

la semilla, y eso es lo más

significativo. Humildemen-

te creo que tenemos un mé-

rito que nos ha enaltecido y

nos hace sentir orgullosos

realmente, y esa es la satis-

facción más grande que te-

nemos en nuestras vidas.

Programas de dife-rentes presentaciones

Page 183: Grupo Raíces de Venezuela

David Medina

“Raíces es un motivo para soñar”

“Raíces de Venezuela es una escuela, es una insignia,pues todos siguen este grupo, quizá por sus arreglos,por su estilo y originalidad, el aporte ha sido biengrande, hasta el punto de que niños tocan en su escue-la música del grupo”

El Táchira es una tierra de

paisajes maravillosos, de exu-

berantes montañas, muchos

poetas dicen que quien se

atreva a llegar al corazón de

esta tierra pueden sentir su

palpitar. La Naturaleza de esta

tierra ha demostrado ser la

principal fuente de inspira-

ción para todos aquellos mú-

sicos que se han aferrado al

“terruño”, ella ha sido madre

de grandes compositores y

músicos como el maestro

Marco Antonio Rivera

Useche, Luis Felipe Ramón y

Rivera, y Jesús (Chucho) Co-

rrales.

El Táchira es la madre

de todo un emporio musical,

riqueza que se ha trasmitido

de generación en generación,

un ejemplo de esta riqueza es

la familia Medina, escuela de

grandes músicos que han

marcado historia en nuestra

región, a quien pertenece la

Segunda Mandolina del Gru-

po Raíces de Venezuela, Da-

vid Medina, Educador y Di-

rector de la Estudiantina de la

Universidad del Táchira.

David Medina, desde

muy pequeño cambió sus ju-

guetes por instrumentos mu-

sicales, pues la música era el

centro de atracción en su ho-

gar, su padre, Eufrasio

Medina se convirtió en su más

fiel maestro “Mi padre y el

grupo musical que lo acom-

pañaba representaron una

gran influencia, estos eran

músicos de la banda de con-

ciertos del Estado Táchira,

ellos se reunían en la casa

muy eventualmente a ensa-

yar sus piezas, y eso marcó

mucho mi apego por la mú-

sica venezolana”.

En la casa de los

Medina las tertulias y parran-

das musicales eran las prota-

gonista, entonces esto creó

183

Page 184: Grupo Raíces de Venezuela

una plataforma para que Da-

vid Medina se convirtiera

muy temprano en un virtuo-

so mandolinista “El ambien-

te en el que vivimos noso-

tros fue muy propicio, muy

abonado como para este

tipo de actividad, la cual

seguimos y por la cual va-

mos a morir, porque cada

vez nos gusta más”.

La influencia musical

que recibió Medina fue pieza

clave para convertirse en el

talentoso músico que es hoy,

pues este mandolinista reci-

bió enseñazas de su padre y

de su tío Eufrasio y Pánfilo

Medina. Además, también in-

fluyeron otros músicos desta-

cados de la época como

Abraham Colmenares, Marco

Antonio Rivera Useche, el

maestro Luis Flores, Ezequiel

Vivas, Apolinar Cantor y J.J

Marciales.

Este mandolinista co-

menzó organizando estudian-

tinas en la región, la primera

que organizó fue la del Liceo

Simón Bolívar, La Estudian-

tina LI-UNI, luego La Estu-

diantina del Colegio de

Táriba, la cual fundó, La Es-

tudiantina del Colegio María

Auxiliadora, Colegio Andrés

Bello, e incluso llegó a traba-

jar unos semestres en la Es-

tudiantina de la Universidad

de los Andes.

Con el tiempo, tam-

bién trabajó en la Estudianti-

na del Instituto Alberto

Adriani, y luego se encargó

de la Estudiantina de la Uni-

versidad del Táchira UNET,

donde ha desarrollado una

gran actividad musical, acti-

vidad apoyada por las autori-

dades universitarias.

Medina ha formado

parte de otras agrupaciones

musicales, como La Orques-

ta Alma del Táchira, con el

maestro Luis Flores, La or-

questa dirigida por Luis Feli-

pe Ramón y Rivera, La Coral

Rafael Isaza, La Orquesta Tí-

pica Nacional, la Orquesta

Pequeña Mavares, la Banda

de Conciertos del Estado, la

Lira del Táchira, y otros gru-

pos regionales y nacionales.

Este mandolinista ex-

presa que todos sus trabajos

le han traído satisfacción,

aunque se ha dedicado más al

grupo Raíces “Todos mis

trabajos me han traído sa-

tisfacción, quizás al que he-

mos dedicado más tiempo es

al Grupo Raíces de Vene-

zuela, pero todo trabajo que

se hace es muy creativo y da

buenos resultados, y deja en

el alma espíritu y experien-

cia, cosas gratas y positivas.

Raíces lo hemos asumido

con mucha seriedad, como

dice Domingo <<como un

deber de venezolanos de

crear música para las nue-

vas generaciones>>”.

-¿En qué se parece el David

Page 185: Grupo Raíces de Venezuela

Medina de hace 25 años atrás

al de ahora?

-En que sigo gozando de las

cosas bellas, de las monta-

ñas, de los paseos al aire li-

bre, de las reuniones fami-

liares, porque así he sido

desde niño, y creo que se ha

ido acentuando con el Gru-

po Raíces y la escuela de Je-

sús David, (hijo) ha sido el

Grupo Raíces de Venezue-

la, él conoce todas las com-

posiciones de nosotros, sa-

len discos y el los toca, es

compositor y violinista. Re-

cientemente aportó una de

sus piezas al grupo, está

muy marcado especialmen-

te por Pablo Camacaro, si-

gue sus pasos, y lógicamen-

te los de Raíces, tiene un

estilo especial.

Este Mandolinista

siente que ha crecido con el

Grupo Raíces de Venezuela,

con esta agrupación ha apren-

dido a estudiar, a investigar,

a progresar y a difundir la

música venezolana. Dice que

una de las mayores satisfac-

ciones del grupo, es el estímu-

lo y calor del público de jó-

venes que los siguen.

-¿Qué significa en su vida el

Grupo Raíces?

- Raíces es como visionarme

a mi vida profesional, y a

mí trayectoria humana

como una alegría más, Raí-

ces es un motivo para soñar,

una posibilidad de vivir

otro mundo, de transitar, de

conocer música y de ejerci-

tarla para que no muera,

para que siga adelante.

-¿Cuál ha sido el aporte de

este grupo al acervo musical

venezolano?

- Raíces de Venezuela es una

escuela, es una insignia,

pues todos siguen este gru-

po, quizá por sus arreglos,

por su estilo y originalidad,

el aporte ha sido bien gran-

de, hasta el punto de que

niños tocan en su escuela la

música del grupo.

-¿Qué sería de nuestra músi-

ca sin Raíces de Venezuela?

- Eso suena pretencioso.

Pero nosotros no podemos

desmayar, ya es un compro-

miso, y sabemos que si no

lo hacemos pues sufre un

descalabro, es un paso

atrás, como un desmayar en

esa idea de luchar contra

esas otras influencias que

nos rodean, y que le hacen

daño a la cultura venezola-

na, y que no podemos caer

en eso, debemos seguir ade-

lante haciendo lo que sabe-

mos.

Page 186: Grupo Raíces de Venezuela

Domingo Moret

“Raíces es la realización de un proyecto”

… “El cumplimiento de un deber; esa es lafilosofía del grupo, tomar las formas tradicio-nales puras, aportarlas al acervo musical ve-nezolano, eso tiene gran significación”

A lo lejos, en un salón

se escuchaba una voz agrada-

ble y apacible que buscaba en

la mirada de sus alumnos un

poco de entendimiento, sus

manos tratando de afinar su

guitarra reflejaban la constan-

cia y el amor por la música,

pero al mismo tiempo, sus

palabras y sus ojos expresa-

ban la satisfacción que produ-

ce el deber cumplido. Un per-

sonaje que desde muy joven

ha entregado su vida a la esen-

cia del alma, la educación

musical, el Profesor Domin-

go Moret, es un tachirense

que lleva en su sangre el sen-

timiento por su país.

Nació un 7 de sep-

tiembre del año 1934 en la

ciudad de la Grita. Domingo

Moret es quien ejecuta la gui-

tarra, la flauta y la bandola del

Grupo Raíces de Venezuela,

y también es el Director de la

Estudiantina de la Universi-

dad de los Andes Táchira.

Desde niño fue forma-

do en un ambiente lleno de

música, empezó tocando gui-

tarra; con su padre Domingo

Moret Valbuena aprendió a

tocar la mandolina. Inició sus

estudios musicales en la Aca-

demia de Música del Táchira

con los profesores Evelia Rey

Cubillos y Luis Vera Cote, y

con los flautistas Pedro Del-

gado y Onofre Moreno

Vargas con quien fundó la

“Lira del Táchira” en el año

1949.

Este músico fue

acompañante de la guitarra en

diferentes radios tachirenses,

como en la Orquesta de Plan-

ta de la emisora “La Voz del

Táchira”, dirigida por Vera

Cote y la Orquesta Típica de

Ecos del Torbes, conducida

por Oscar Morales.

En 1954 ingresa a la

Academia Militar de Vene-

186

Page 187: Grupo Raíces de Venezuela

zuela y forma una estudianti-

na integrada por Cadetes, lue-

go renuncia a la vida militar

y tiene que salir exiliado por

cuestiones de pensamiento

político; entonces, viaja por

Europa, a Italia y a España

donde su tabla de salvación

fue la guitarra, con la que im-

partió clases en las colonias

venezolanas. También traba-

jó en programas de radio y

televisión.

En 1965, regresa a la

ciudad de San Cristóbal y se

desempeña como profesor de

música de diferentes institu-

ciones educativas y forma

parte en 1966, del “Sexteto

Fantasía”, liderizado por

Virgilio Armas.

Antes de fundar el

Grupo Raíces de Venezuela el

Profesor Domingo Moret per-

teneció a varios grupos mu-

sicales de la región, formó

una agrupación dedicada al

cultivo de la música latina, el

jazz y la Onda Nueva, género

de mucha popularidad en esa

época.

Regresa a la Acade-

mia militar en 1970 y funda

la Estudiantina con la cual

graba más tarde un disco de

larga duración. En esos mis-

mos años se inscribe junto a

su hermano Orlando y su

amigo David Medina, en las

filas del Coro “Rafael Isaza,

dirigido por otro músico

tachirense Eufrasio Medina.

Ni él ni su hermano

menor, Orlando, se imagina-

rían que por gracia del desti-

no iban a ser los fundadores

de la agrupación más repre-

sentativa del argot venezola-

no, El Grupo Raíces de Ve-

nezuela. “Más que un grupo

es una familia, es el centro que

mueve todas las actividades

familiares de nuestras vidas,

no somos cinco familias, so-

mos una sola, gracias a la

música”

-¿Cuándo están en escena,

qué es lo primero que pien-

san?

-Lo primero que pienso es

Domingo Moret junto al Prof. Eleazar Ontiveros

Page 188: Grupo Raíces de Venezuela

que estoy haciendo lo que

me gusta y lo que siento, lo

que me da vida, lo que me

tiene aquí. Pienso que así

como soy feliz en ese mo-

mento, el interlocutor tam-

bién lo es. Es una acción de

entrega casi total. Somos

cinco personas con distinto

temperamento que hace-

mos música para un públi-

co y, que coincidamos con

el mismo sentir es porque la

música requiere de todo:

estudio, entendimiento,

comprensión, y sobre todo

ponerse de acuerdo.

-¿Qué es para usted la sensi-

bilidad y cómo logra transmi-

tirla?

-Es una parte del conoci-

miento cargado de afecto, es

amor, expresión, belleza,

química. En cuanto a amor

se refiere es, perdonar, en-

tender, tolerar, pero sobre

todas las cosas es amar in-

tensamente. Un gran escri-

tor como Shakespeare decía

“Los músicos somos los ver-

daderos espías de Dios”

-¿En qué se parece Domingo

Moret de ahora al de hace

años atrás?

-Yo sigo siendo igual,

aprendí de mi padre la pa-

ciencia y también a ser ló-

gico, porque es inevitable en

la vida tener lógica. A los

pequeños, debiera

enseñárseles desde el pre-

escolar la lógica, y no utili-

zar la ciencia, sino la lógica

para determinar profesio-

nes universitarias. Uno debe

aprender lógica de la vida,

de las circunstancias que le

toca vivir.

Es imposible no dejar-

se llevar por los paisajes y los

sitios que encierran al viejo

continente, su cultura, su for-

ma de vivir, y su historia cau-

tivaron al profesor Domingo

Moret, mientras estuvo vi-

viendo en Europa, no solo

para la composición, sino por-

que en ese contacto cercano

con el arte pudo engrandecer

su alma y su espíritu.

-¿Sí tuviera la oportunidad de

retroceder tres momentos es-

peciales en su vida, cuáles

serían éstos?

-El único que añoro con

fuerza y emoción fue mi

vida en Europa, viví un año

en Italia y cuatro en Espa-

ña, era muy joven, viví mi

juventud con mucha eufo-

ria, mucha música, arte,

muchos amores, aprendiza-

jes, eso añoro yo, cómo qui-

siera regresar.

-¿Qué asuntos o situaciones le

quitan el sueño?

-La vida es un camino lleno

de problemas, que cual-

quier problema te puede

quitar el sueño. Inteligente

es saber enfrentar los pro-

blemas y tener conciencia

de que la vida misma es un

Page 189: Grupo Raíces de Venezuela

problema… mucha gente

muere por un problema,

pero no hay problema sin

solución… A mi edad, yo no

me amargo ni dejo de dor-

mir por un problema, he

aprendido a tener pacien-

cia, a buscar una, dos o tres

solucio-

nes… en

la casa,

con los hi-

jos, como

cónyuge,

con los

amigos, en

el trabajo,

y en el

a r t e …

Hay que ser comedido, te-

ner mucha paciencia, cuan-

do se ha vivido como yo, hay

que ser tranquilo.

-¿Como es la relación con sus

instrumentos?

-Yo toco tres instrumentos

armónicos, son instrumen-

tos que pueden ocasionar

varios sonidos a la vez. La

guitarra, la mandolina –que

se utiliza para dibujar me-

lodías- esa fue mi primera

experiencia, mi segunda fue

aprender el color musical, y

para eso requería aprender

otro instrumento que era la

guitarra. Mi padre, tocaba

saxofón y flauta, se empeñó

en inscribirme en una es-

cuela de música para que

fuera flautista, y así fue, a

medida que adquirí conoci-

mientos me enamoré del

instrumento, aunque me

faltó por estudiar, ese es el

arte de la música, nunca se

termina de aprender, es ab-

solutamente infinito. De los

cuatro instrumentos, inclu-

yendo la Bandola, yo expre-

so toda mi vida, hablo con

ellos. Quién conoce el soni-

do de mi flauta sin estarme

viendo, sabe

que, allí está

D o m i n g o

Moret. El

mayor éxito

de un músi-

co es cuando

logra darle

su nombre

al instru-

m e n t o ,

cuando logra identificarse a

través del instrumento y su

música.

Más que una pieza es una hija

Es muy común escu-

char piezas de algunos músi-

cos que dedican algún traba-

jo a sus hijos, pero para no-

sotros lo nuevo era escuchar

Page 190: Grupo Raíces de Venezuela

como un padre habla de una

pieza que encierra un secreto

especial, el secreto de un hijo,

verlo y sentirlo desde esa

perspectiva, es algo absoluta-

mente sorprendente.

“Yo quería hacer

una pieza en donde inter-

pretara a la niña en toda su

expresión”. María Doménica

es el nombre de su hija me-

nor y quien a la vez goza de

un regalo hermoso de su pa-

dre, tal vez el gesto más puro,

más que un beso, o una cari-

cia, es una pieza musical que

encierra el sentimiento pater-

nal y que al escuchar la pie-

za, podemos conocer a su hija

María Doménica está

compuesta de tres partes, la

primera parte comienza con

un ritmo alegre y rápido refi-

riéndose a María Doménica

corriendo y jugando. En la

segunda parte a María

Doménica la invade el sueño

y se va a dormir la siesta, el

profesor Domingo Moret nos

explica que esta parte “es una

canción de cuna donde yo

trato de interpretar lo que

es mi niña, me imaginó que

estará soñando, yo se que es

imposible, pero son cosas

del corazón de un padre

que se trata de imaginar

que si puede hacerlo”.

En la tercera parte se

da una supuesta conversación

entre María Doménica y sus

muñecas, donde la niña esta-

blece un diálogo con sus mu-

ñecas, a través de ella misma,

entonces la flauta hace el pa-

pel de la niña, mientras que

las mandolinas representan a

las muñecas.

- ¿Qué significa para usted el

Grupo Raíces de Venezuela?

- Mucho, parte de mi vida.

Raíces es la realización de

un proyecto, idea, el cum-

plimiento de un deber, esa

es la filosofía del grupo, to-

mar las formas tradiciona-

les puras, aportarlas al

acervo musical venezolano,

eso tiene gran significación.

Por eso mis compañeros y

yo hemos emprendido este

deber, tenemos los conoci-

mientos musicales, maneja-

mos los instrumentos, crea-

mos el ensamble, ahora va-

mos aportarle al país lo que

nosotros estamos creando.

-¿Qué sería de nuestra músi-

ca sin Raíces de Venezuela?

- Pienso que existirían otras

agrupaciones que difundie-

ran los ritmos populares,

porque yo creo que el vene-

zolano es muy musical, con-

sidero que Venezuela es uno

de los pueblos más musica-

les de Latinoamérica, y eso

lo demuestra el hecho de

que nuestro país es el que

tiene más formas musicales.

Page 191: Grupo Raíces de Venezuela

Composiciones musica-les de Domingo Moret

Valses

1960-1970VariacionesDorelisaMaria Gracia

1970-1980ChuaoCuando duerme CaracasEl cuatro de mi hijoMariclaudiaPasaje IndioEl MochoTema RaícesLos tres Reyes (polka)

1980-1990DiàlogoCanción para RitaMaestro DavidQuintanillaLlegada del amorSilvamarSalud amigo (danza)Las Rosas de la abuelaMadre, ùnica

1990-2002OrbitandoTrovadorJuglarLos RamírezAvanti PabloJuego AzùlCuatro PalosPiedemonte andinoMarìa DomènicaLloviznaSalve, Rey (aguinaldo)Pesebre andino (aguinal-do)

Estudiantina ULA-Táchira

Fue en los comienzos del año 1996; cuando se

llamó a un concurso para un profesor de la cátedra de

música de nuestra universidad. A dicho concurso par-

ticiparon ocho aspirantes de la ciudad, y finalmente

ganó el profesor Domingo Moret.

El 15 de febrero de 1996 se estrena como agru-

pación en un concierto en el teatro César Renjifo de

Mérida. La estudiantina de la ULA-Táchira se ha nu-

trido de jóvenes talentos de las diferentes orquestas y

bandas del estado.

El variado repertorio cuenta con piezas españo-

las, pasodobles, brasileñas, choros y bosanova, de igual

manera, tangos, bambucos colombianos, obras latinoa-

mericanas, obras académicas de Mozart y por supues-

to obras venezolanas entre ellas del Grupo Raíces de

Venezuela.

Sala de las Américas. Washington. E.E.U.U. 1989

Page 192: Grupo Raíces de Venezuela

Pablo Camacaro

“Raíces significa amorpor la música venezolana”

“Lo que ha hecho Raíces es aportar unaparte de lo que nosotros hemos creído esnuestro deber y responsabilidad”

Muchos compositores,

músicos y cantantes latinoa-

mericanos han sido atrapados

por el encanto de la raza ne-

gra, la cual les ha servido

como fuente de inspiración

para crear las mas contagio-

sas piezas, la misma Celia

Cruz con su “Negra tiene

Tumbao”demuestra que la

jocosidad de estos ritmos

afro- criollos son increíble-

mente contagiosos, al punto

de no sólo atrapar a la

guarachera más famosa del

mundo, sino también al com-

positor de merengues venezo-

lanos más prolífico de estos

tiempos, al cuatrista caroreño,

Pablo Camacaro, quien con

su “Negra Atilia”, su “Negra

Cachumba”, y su “Negra

Tina” ha creado su propia

trilogía de las negras.

Pablo Camacaro, es el

cuatrista del Grupo Raíces de

Venezuela, quien además de

crear su propia trilogía de las

negras, es el compositor de

una de las piezas que le ha

dado la vuelta al mundo, el

“Señor Jou”, pieza que dedi-

có a su compadre Jesús Omar

Uribe, cuyas iniciales repre-

sentan el título de esta com-

posición.

Sin embargo, este

compositor asegura que no

tiene preferencias por ningu-

na de sus piezas; para él to-

das son realmente importan-

tes “Las composiciones son

como los hijos, uno los quie-

re a cada uno por igual, y a

cada hijo le tiene un afecto

muy especial, y probable-

mente hay unas composicio-

nes que resaltan más que

otras, como es el caso de el

“Señor Jou”, y otras piezas

que a la gente le han gusta-

do muchísimo, pero a mi me

192

Page 193: Grupo Raíces de Venezuela

gustan todas las que com-

pongo.”

-¿Cuál es su fuente de inspi-

ración?

-Son múltiples e infinitas,

pero siempre son los medios

afectivos que tiene uno a su

alrededor: la novia, la espo-

sa, los hijos, los amigos, la

ciudad donde vives, la gen-

te que conoces, los momen-

tos gratos y tristes de la

vida, eso lo vuelca a uno a

la inspiración y da como

resultado una inspiración

musical.

Camacaro asegura

que su sensibilidad para com-

poner tantas piezas es innata,

aunque también sostiene que

ha tenido influencia del am-

biente donde ha vivido “la

sensibilidad nace con la per-

sona, pero también influye

el ambiente donde uno está

desenvolviéndose. Yo empe-

cé a componer desde el año

1962, pero no fue sino has-

ta el año 1976 que empecé

con el Grupo Raíces. Eso

me motivó muchísimo, y fue

como una chispa

motivadora de ese volcán

que llevaba por dentro, con

deseos de sacar esa música

que llevaba internamente y

que afortunadamente con la

escuela de Raíces pude en-

causarla. En la actualidad

dio como resultado las com-

posiciones que tenemos.”

Las obras de este com-

positor han recibido influen-

cia básicamente de la música

del Estado Lara, ya que este

músico nació en Carora un 2

de mayo de 1947. Desde niño

llegó a formar parte de diver-

sos grupos de música popu-

lar venezolana, Camacaro fue

iniciado en el arte de tocar el

cuatro cuando tan sólo

contaba con 6 años de

edad, por su padre Pablo

Lameda, hábil cuatrista

de la región.

¿Cómo define Pablo

Camacaro al Cuatro?

-Es el punto más impor-

tante de apoyo que ten-

go dentro de la música,

es la extensión a través

Page 194: Grupo Raíces de Venezuela

de la cual puedo transmitir

esa musicalidad que llevo

por dentro, y que a la vez

me sirve de maestro, de doc-

tor en la parte armónica,

melódica y rítmica, pero

armónicamente hablando

es un sostén bastante impor-

tante en el momento de la

composición.

En su pueblo natal,

Carora, sólo vivió los prime-

ros 10 años, pues luego resi-

diría en diferentes partes del

país, entre las que se destacan

Trujillo, San Cristóbal, y los

campos petroleros del estado

Zulia y Punto Fijo.

De formación musical

autodidacta, Camacaro apren-

dió a manejar la lectura y la

escritura musical a raíz de su

incorporación al Grupo Raí-

ces, desde entonces ha apor-

tado al acervo musical nacio-

nal más de 300 obras, abar-

cando casi todos los géneros

de la música popular. Pablo

Camacaro es considerado por

la Enciclopedia de La Músi-

ca, de La Fundación Bigott,

como un compositor popular

de propuestas modernistas

dentro de la diversidad de gé-

neros musicales.

También es conside-

rado por Eleazar Torres, Di-

rector de la Estudiantina del

Conservatorio Nacional de

Música Juan José Landaeta,

como un compositor que

enmarca sus obras originales

dentro de la estructura

organológica de las estudian-

tinas venezolana, con su me-

rengue “La Negra Tina”.

“Entre los jóvenes compo-

sitores de música popular

que se han destacado en la

actualidad en Venezuela, fi-

gura Pablo Camacaro, sus

obras ya están siendo incor-

poradas al repertorio de al-

gunas estudiantinas. Este

músico quien además es in-

terprete y miembro funda-

dor del Grupo Raíces de

Venezuela, ha desarrollado

su vena compositiva inte-

grando esta agrupación ins-

trumental”.

Las composiciones de

Pablo Camacaro están

enmarcadas dentro de los gé-

neros de la danza zuliana, el

vals, el merengue y bossa

nova, y aunque han tenido

poca difusión comercial, sus

piezas han sido incluidas en

numerosas corales y grupos

instrumentales, logrando una

presencia muy importante

dentro de la producción de los

músicos de su generación.

¿Cómo definiría su estilo de

composición?

-Mi estilo es música popu-

lar venezolana, solo que he

sido inquieto ante las for-

mas musicales y siempre

quiero ponerle un toque di-

ferente a lo que está estable-

cido, pero básicamente

compongo música popular

Page 195: Grupo Raíces de Venezuela

venezolana.

-¿Cuáles son los métodos que

utiliza para la composición y

los arreglos?

-El filtro es uno mismo, qui-

zá en la primera etapa uno

está temeroso de que lo he-

cho no tiene mucho valor, y

uno acude a un amigo de

confianza a preguntar-

le como le parece, pero

después que uno se

mete en serio hacer

este trabajo, ya tiene

puntos de referencia

para decir: esta pieza

no me termina de gus-

tar, y por lo tanto no

saldrá a la luz pública,

se queda ahí, y voy a

ver que hago con ella más

adelante. Por lo general, el

filtro es uno, y en mi caso

muy particular uno de los

primeros filtros es mi espo-

sa, si ella llora un poquito,

ya se que la canción va a

gustar.

Además de fundar el

Grupo Raíces de Venezuela,

Camacaro también fundó y se

convirtió en el Director del

“El Grupo Optimus de

Trujillo”, agrupación que

obtuvo en el año 1988, el pri-

mer Premio Nacional de Mú-

sica Tradicional, en el teatro

Teresa Carreño de Caracas.

Pablo Camacaro se

considera dentro Raíces como

un integrante más que ha te-

nido la oportunidad de entrar

a una agrupación que le ha

brindado un enriquecimiento

musical trascendente.

Desde sus inicios en

Raíces, Camacaro ha demos-

trado su amistad incondicio-

nal. Un gesto muy hermoso

de su parte, que sus compa-

ñeros recuerdan como si fue-

ra ayer, fue el bambuco que

le compuso a Domingo Moret

Balbuena, padre de Orlando

y Domingo, en su lecho

de muerte, eso significó

para esta familia y para

el Grupo Raíces un com-

promiso con Camacaro,

demostrado hasta hoy

con afecto, admiración y

apoyo moral.

-¿En qué se parece Pa-

blo Camacaro de hace

26 años al de ahora?

-Yo creo que sigo siendo

igual, solo que la experien-

cia ha moldeado mi perso-

nalidad como músico, he

aprendido a ser más tole-

rante, a trabajar en equipo,

a ser más humilde. Por lo

tanto, seguimos siendo los

Page 196: Grupo Raíces de Venezuela

mismos pero con un poqui-

to más de experiencia.

-¿Qué es lo más difícil que ha

tenido que vivir en su profe-

sión?

-Yo pienso que no hay co-

sas difíciles en la música, lo

que pienso es que hay que

alcanzar objetivos impor-

tantes, el bien se consigue

con “escollos”, cosas que

rebasar, pero pienso que

todos son necesarios que

pasen, para poder salir ai-

rosos.

Los integrantes del

Grupo Raíces catalogan a Pa-

blo Camacaro como el com-

positor más prolífico de la

actualidad en cualquiera de

los géneros musicales

autóctonos. David Medina,

segunda mandolina de Raíces

considera a Camacaro como

todo un fenómeno musical

“Pablo ha sido un fenóme-

no, porque era él quien sa-

bía menos de música en el

grupo, ¡eso sí! siempre ta-

lentoso. Es una de las pocas

personas que tiene oído ab-

soluto, entonces el te agarra

en el aire todos los acordes

y las notas, se las sabe de

memoria. Pablo no conocía

una redonda, una blanca,

una negra... y se puso a es-

tudiar, creó un método de

aprendizaje de cifrado mu-

sical. Ahora está haciendo

arreglos para sinfónicas y

cuartetos, el hace maravi-

llas desde el punto de vista

armónico para los arreglos,

se ha convertido en el

arreglista del grupo. En

Venezuela, la persona más

reconocida como músico

talentoso es Pablo

Camacaro”.

Pablo Camacaro se ha

ganado también el título de

Maestro, gracias al aporte de

sus valiosas obras, que han

contribuido al cultivo de la

música venezolana, razón por

la que el 02 de mayo del año

1999, Camacaro fue homena-

jeado por la Estudiantina de

la Universidad Central de

Venezuela, la cual interpretó

16 obras de este compositor

en el Aula Magna, de esta

casa de estudio.

Actualmente ofrece

sus servicios como músico en

la web (www.catuche.com),

en una página dedicada a la

difusión de la música venezo-

lana y a sus protagonistas. En

la página, Camacaro comuni-

ca lo siguiente “Un atento

saludo a todos mis amigos

y colegas músicos de Vene-

zuela y de otros países. He

creído oportuno poner a la

orden mis servicios como

músico profesional, a todas

aquellas personas e institu-

ciones que estén interesadas

en mi música y en mis ser-

vicios como creativo y expo-

sitor de la música popular

venezolana, y como coordi-

Page 197: Grupo Raíces de Venezuela

nador de espectáculos artís-

ticos. Pongo a la orden mi

experiencia de más de cua-

renta años en el manejo de

la música venezolana, espe-

rando poder rendir una ges-

tión que satisfaga las exi-

gencias del mercado actual,

y que me permita seguir

sembrando huellas positi-

vas, a mi paso por este mun-

do”.

-¿Qué significa para usted

Raíces de Venezuela?

- Raíces significa amor por

la música venezolana, ade-

más ha sido una escuela

para nosotros los integran-

tes, pienso que hemos for-

mado una gran familia y

hemos aprendido el uno del

otro, nos hemos fortalecido

y tenido una gran retroali-

mentación.

-¿Qué sería de nuestra músi-

ca sin Raíces de Venezuela?

-Yo creo que seguiría sien-

do la misma música, lo que

ha hecho Raíces es aportar

una parte de lo que nosotros

hemos creído es nuestro de-

ber y responsabilidad, pero

si no estuviera Raíces lo

hubiese hecho otra agrupa-

ción para llenar ese vacío,

de eso estoy seguro porque

en Venezuela tenemos muy

buenas agrupaciones.

Sus composiciones BoleroSinónimo de Amor.

Bossa NovasBossa Nova Nº 1, Después deCarnaval, Francis, Improvisa-do, Sentimental, Siempre elMaestro, Surcando el Paso.

Contradanza ZulianaSeñorial.

Danzas ZulianaAñoranzas, Enunciación,Bienvenida, Cascada de Pla-ta, Volver al Lago NuestrasVoces, Ojos Color de dátil,Señor Jou.

JoroposMastranto, La Totuviola. Ca-pricho Llanero.

Onda NuevaCatedral, Onda Romántica.

PasajesAguallanero, Amanecer. SeisPaseao.

Bambuco Siempre Hermanos.

Ritmo OrquídeaEntre Compadres.

SambasA mi estilo, Sarao Tropical,Samba Para una FlautistaPrincipiante,

ValsesCanto al Morere, Laberinto,melodía, momento Sublime,Oro Latente, Pico de Águila,Pinceladas Venezolanas, Re-cuerdos de la Villa, SéptimoAmigo, Temas Para DosAmigos, El Viejito, Guayana.

ChoroSatisfacción.

MerenguesDon Luis, La Negra Atilia, LaNegra Cachumba, La NegraTina, El Tristón, PatatínPatatán ,Un Regalo Fino, Vi-vencias, Nostalgia Oriental

Otras composiciones

Dulce y melancólico,Frankbeana, NocturnalAndino, Saludo a Barinas, UnPájaro en Reyerta.

Sus PublicacionesMétodo de Aprendizaje de Ci-frado Musical. Para cuatro,guitarra, y mandolina e instru-mentos afines. Mérida. Univer-sidad de los Andes. Edicionesde la Secretaría 1990.

Page 198: Grupo Raíces de Venezuela

Viajes al exterior delGrupo Raíces de Venezuela

Concierto en la ciudad deWashington D.C. 1989

Concierto en la ciudad deSanta Fe de Bogota,Colombia.

Concierto en la ciudadde Brigetown, Barba-dos. 1993

198

Page 199: Grupo Raíces de Venezuela

Héctor Valero

“Raíces representa un sueño realizado”

“Nosotros estamos dejando una matica para que nuestros seguidores lasigan regando en un futuro”.

El sol se esconde en el

horizonte y anuncia el final de

la faena, el paisano en su ca-

ballo regresa arreando la últi-

ma manada de ganados,

los caballos vienen y

van, y los rebaños retor-

nan a sus corrales,

mientras que las garzas

se van volando a los

ríos, y de los ríos a los

árboles, este es el pai-

saje llanero que descri-

be Héctor Valero,

contrabajista del Grupo

Raíces de Venezuela,

en su “Tonada al Atar-

decer”, pieza célebre de este

quinteto de cuerdas.

Héctor Valero, bajista,

compositor, músico

autodidacta, se inició en el

campo de la música cuando

sólo tenía siete años de edad,

tocando y cantando en los

grupos de las escuelas de

Barinitas, su lugar de origen,

el cuál según nos cuenta el

mismo Valero es su mayor

fuente de inspiración “Esa

música me ha nacido del lla-

no mismo, lo que pasa es

que yo soy de una zona don-

de termina la cordillera y

empieza el llano

(piedemonte) en

Barinitas, pueblo tradi-

cional de poetas, músi-

cos, existe una mezcla

de la música andina con

la del llano, yo trato a

través de la música ins-

trumental de describir

al llano, allí influyen: el

pueblo, los amigos, las

costumbres, la mujer, el

amor, la naturaleza con

esto he querido contri-

buir y mejorar la músi-

ca llanera. Para componer

observo, discuto con algu-

nos compañeros de Barinas,

escucho y comparto con

ellos mis ideas. No hay una

investigación, ni métodos, ni

199

Page 200: Grupo Raíces de Venezuela

estadística, soy muy con-

vencional, sólo utilizó la des-

cripción para componer.”

El primer instrumen-

to de este compositor fue el

cuatro, reemplazando así sus

juguetes “Desde muy pe-

queño me han gustado los

actos culturales, la música,

el teatro, en la escuela tuve

el primer cuatro a los siete

años, y fui con los años

aprendiendo sobre todo

aguinaldos, en mi pueblo los

tocaba mucho, me metía a

los cantos de angelito… me

llamaban la atención”.

El haber nacido con la-

bio leporino abierto no repre-

sentó mayor obstáculo para

este destacado compositor,

más bien lo motivo a seguir

acercándose al mundo de la

música.

Este Contrabajista se

ha formado musicalmente de

las experiencias de sus com-

pañeros, oyendo y viendo a

músicos destacados de su ciu-

dad natal, en Barinitas, nun-

ca tuvo un maestro formal-

mente, pues sólo se dedicó a

observar el trabajo de maes-

tros como Juan Rafael, quien

tocaba el violín, el cuatro y las

maracas en las plazas y en las

iglesias de Barinitas, en don-

de Valero observaba la tena-

cidad con que este interprete

llanero ejecutaba su cuatro.

En la época de la ado-

lescencia, en el liceo Héctor

Valero conoce el instrumen-

to que considera hoy parte de

su vida , el contrabajo “yo lo

afinaba a mi manera e im-

provisaba para que sonara

de forma que me pareciera

bien, a mí me llamaba la

atención desde los ocho

años las retretas en Barinas,

y el contrabajo lo tocaba un

señor gordito, muy peque-

ñito y el instrumento lo ta-

paba, la gente se burlaba,

eso me llamaba mucho la

atención, yo no toco el arco,

soy autodidacta, además de

zurdo, pero tenía la capaci-

dad. Y con Raíces impongo

mi estilo, y memorizo todas

las obras, y trato de respon-

derlas lo más que puedo”.

El contrabajo es un instru-

mento muy especial, y cuan-

do hablo de él me refiero a

sus variedades como: el gui-

tarrón mexicano, los bajos

eléctricos, y la guitarra

acústica”.

-¿Cómo define Héctor Valero

el contrabajo?

- Parte de mi vida, como el

cuatro. Cuando salió el li-

bro del cuatro yo lo compré,

y al contrabajo lo deje de

ver como aquel instrumen-

to arrinconado, grande y

vacío, y conocí la importan-

cia que tiene en una orques-

ta, y lo tengo dentro de mi

persona como el compañe-

ro de mi vida. Lo tengo des-

de que estudiaba en el liceo,

Page 201: Grupo Raíces de Venezuela

me lo regalaron, es un ins-

trumento muy bueno. Yo

no puedo desistir de él ni él

de mí.

Valero nos cuenta,

que cuando tuvo por primera

vez contacto con el contraba-

jo, ¡esto fue impresionante!,

aprendió que

este instrumento

tan grande, que

se asemejaba a

la familia del

violín, represen-

ta musicalmente

para una agrupa-

ción, la parte ar-

mónica, melódi-

ca, y rítmica, y

que representa ese comple-

mento homogéneo, más pre-

ciso, ya que en Barinas se

acostumbraba escuchar solo

arpa, cuatro y maracas. “En-

tonces, entra este instru-

mento que te llena, así como

el arpa, los bajos del arpa

son muy importantes en la

música llanera, porque no

choca con lo que hace el

contrabajo, que da apoyo y

cuerpo al arpista”.

Valero fue estudiante

de economía en la Universi-

dad de los Andes Mérida, en

donde formó parte de su Es-

tudiantina. Este bajista tam-

bién se ha desempeñado

como Director de Cultura del

estado Barinas, integró junto

al reconocido cantante,

Reinaldo Armas, una agrupa-

ción de música llanera, y ac-

tualmente forma parte de una

fundación cultural llamada

“Orlando Araujo”.

Familia de políticos,

Héctor Valero es considerado

además de una persona muy

inteligente y cordial, como un

ser muy creativo, ya que ha

compuesto tonadas con un

estilo muy particular, muy

diferente a la ori-

ginaria tonada

llanera, él ha via-

jado dentro y fue-

ra del país, a Eu-

ropa y Alemania

difundiendo su

música, atendien-

do invitaciones

de los mejores

grupos de Vene-

zuela.

-¿Qué ha sido lo más difícil

que ha tenido que vivir a lo

largo de su carrera?

-La incomprensión de mu-

cha gente que no lo ve a uno

como tal, cuando no entien-

den el idioma que uno le

imprime a la música. Pero

Page 202: Grupo Raíces de Venezuela

esto es difícil, y cuando hay

madurez lo entiendes, y a

medida que vas tocando no

hay necesidad de más pala-

bras. De un concierto de

cien personas, que diez se

identifiquen, eso para mí es

importante.

Este contrabajista ha

marcado un nuevo estilo en

la música llanera,

influenciado por el movi-

miento de música popular de

los años 70, compone una

música de poemas, una mú-

sica que se ha nutrido con el

trabajo de Raíces de Venezue-

la.

Los compañeros de

Raíces definen a Héctor

Valero, como un músico cu-

rioso e inquieto “Héctor es

un compositor inquieto, no

sólo hace música venezola-

na, tiene su grupo de arpa,

cuatro y maracas, al igual

que su grupo de música la-

tinoamericana, de “trova

cubana”, es cantante, ha

hecho todo tipo de música,

realizó una pieza en el últi-

mo disco compacto, titula-

da Amor Mío, a la cual le

arregló no sólo la música

sino que le colocó letra, pie-

za con la que participó en

el Festival Los Andes de

Pampero”.

-¿Qué representa el Grupo

Raíces de Venezuela?

- Raíces representa un sue-

ño realizado, porque desde

que tuve conciencia de que

podía llegar a impartir un

papel como músico, yo me

dije que algún día: voy a

tener o crear un grupo don-

de yo me sienta satisfecho,

y no tenga reproches de

nada y entiendan lo que

pienso, y yo entenderlos a

ellos. Y eso fue una cuestión

natural, nosotros nos que-

remos como hermanos,

como amigos nos apoyamos

a nivel personal y musical,

nuestras familias se quieren.

Hay amor, y hay una prue-

ba de que si se puede convi-

vir sin intereses de ninguna

especie.

-¿Qué sería de nuestra músi-

ca sin Raíces de Venezuela?

-Si no está raíces, yo creo

que nosotros los que poda-

mos sobrevivir, podemos

seguir cosechando y sem-

brando, mientras aparez-

can grupos iguales o mejo-

res a Raíces, donde se pro-

yecten música y trabajo he-

cho con sacrificio y amor, y

donde nos dejen satisfaccio-

nes de riqueza personal,

humana y espiritual. Noso-

tros estamos dejando una

matica, para que nuestros

seguidores la sigan regando

en un futuro. Sus Composiciones TonadasTonada al AtardecerNostalgia por Mi Llano. PasajesRío Caipe.Pasaje de la Esperanza. ValsTe Sueño Pueblo Mío.

Page 203: Grupo Raíces de Venezuela

Nuevas producciones…

El Grupo Raíces de Venezuela grabará los primeros días del mes de julio de

este año la Suite número IV de Raíces Llaneras, en la ciudad de Barquisimeto.

Raíces Llaneras IV es una recopilación de obras folklóricas y populares que

Encuentro de Estudiantinas. ULA.

realizaron Héctor Valero y Pablo Camacaro, quien también diseño el arreglo instru-

mental para el grupo.

Esta nueva producción esta compuesta por cinco partes, por cinco variacio-

nes del joropo, cuatro de estas son auténticamente folklóricas y populares, muy

bien reseñadas por los arpegios de los mejores arpistas venezolanos. En esta se

incluyen piezas tituladas: “Los Merecures”, «Flor Sabanera», “San Rafael”,

“Quirpa”, “El Maraquero”, esta última de Ernesto Torrealba.

También en este mes de julio esta previsto que el Grupo Raíces grabe un

disco compacto de música tachirense con el Coro de la Universidad del Táchira

UNET, dirigido por el maestro Rubén Rivas Dugarte, y un disco institucional con el

orfeón universitario, financiado por la Universidad de “Yacambu” de Barquisimeto.

Es importante destacar, que El Grupo Raíces de Venezuela fue escogido

entre cinco grupos de música venezolana para viajar a mediados del mes de julio a

los Estados Unidos, esto atendiendo a una invitación de la embajada de Venezuela

ante Organización de Estados Americanos (OEA), en Washington.

203

Page 204: Grupo Raíces de Venezuela

Raíces identificación de nuestro pueblo

Cuando utilizamos el término identificación, hablamos de un proceso que es

complejo y que por sus características no se produce de la noche a la mañana. Cuan-

do hablamos que nos identificamos con cierto tipo de música o agrupación, es porque

se ha producido un proceso de adopción, es decir, empezamos a entender su trabajo y

lo vamos siguiendo y valorizando.

El profesor Emilio Mendoza, es un músico y destacado investigador del folclor

en la Universidad Simón Bolívar en la ciudad de Caracas. Él fue invitado a un Ciclo

de Conferencias denominado “Situación actual de la música venezolana en los me-

dios de comunicación”, en julio de 2001, a la Universidad de los Andes-Táchira, en

su charla titulada “Los medios de comunicación y la degradación cultural”, explicó

“La identidad no es lo que nosotros queremos ser, sino lo que somos en este momen-

to”, es decir existen una serie de factores que denominan y marcan nuestra manera de

ser y nuestra forma de actuar.

El Grupo Raíces de Venezuela, es una agrupación que ha marcado pauta den-

tro de la música venezolana, no solo por el talento de sus integrantes sino por el gran

respeto que han tenido al realizar trabajos de tan buena calidad y por rescatar nues-

tros valores musicales.

Sin embargo, su trabajo no ha sido conocido por la mayor parte de la población

venezolana, esto se debe fundamentalmente a que los medios de comunicación no lo

han difundido, y no les han prestado el apoyo que todo artista nacional debería tener.

En cambio su trabajo ha sido destacado por organismos internacionales como

la Organización de Estados Americanos OEA, al invitarlos a ofrecer, en el año 1989,

un concierto de gala como dignos representantes del arte venezolano y en su agrade-

cimiento le refieren “Es para mí una profunda satisfacción, como venezolano y como

representante permanente de Venezuela ante la OEA… …la selección del material,

la interpretación impecable de cada una de sus piezas, la maravillosa coordinación

204

Page 205: Grupo Raíces de Venezuela

vocal e instrumental y el entusiasmo demostrado, en cada una de las presentaciones,

a nivel oficial y en las reuniones de compatriotas, han permitido comprobar que se

trata de un grupo musical que está en capacidad de representar a Venezuela en

cualquier país del mundo y dejar muy en alto la ya conocida inspiración artística de

nuestra patria”, ésta es parte de una carta que el embajador de aquella época Edilberto

Moreno, envió desde la ciudad de Washington D.C. a los integrantes del Grupo Raí-

ces de Venezuela.

Foto de la Fundación Bigott. Programa «Encuentro con»

No es difícil dejarse cautivar por la magia de Raíces de Venezuela, solo es

necesario escuchar sus piezas y dejar que nuestra imaginación se llene de color, tex-

tura y sabor que como venezolanos todos tenemos. Escuchar un bambuco, una danza,

inclusive la recopilación de música llanera folclórica que ellos han tomado la tarea

de hacer, como es el caso de “Raíces llaneras”, que para su próxima producción van

Page 206: Grupo Raíces de Venezuela

por las cuatro, y en las cuales ellos interpretan obras pertenecientes a poblaciones

que solo han quedado grabadas por maestros arpistas y que la genialidad de Pablo

Camacaro junto al sabor llanero y la experiencia de Héctor Valero, hacen posible que

podamos disfrutar con un arreglo musical magistral, cargado de imágenes, y formas,

de piezas que han quedado en el olvido.

En su trabajo “Raíces Llaneras IV”, podemos disfrutar de cinco variaciones

del joropo y las piezas que podemos disfrutar son “Los Merecures”, “Flor Sabanera”,

“San Rafael”, “Quirpa” y “El Maraquero de Ernesto”. Según nos cuenta el profesor

Domingo Moret en el proceso de investigación de esta música afirma “Héctor es un

gran contrabajista que ha tocado con muchas agrupaciones llaneras, y en las cuales

ha aprendido algunas de las piezas que hemos recopilado, después junto a Pablo

hacen el montaje y la obra queda lista”.

La embajada de Venezuela en Barbados también se dio el gusto de invitar a

esta agrupación en el año 1993, con motivo de la celebración de nuestra independen-

cia, de una serie de conciertos, y las conclusiones fueron estas “Raíces de Venezuela

demostró, a través de sus interpretaciones, su alta calidad musical, reafirmándose

así, su reconocida trayectoria que los exhibe como digna representación de los valo-

res culturales de Venezuela”, carta de agradecimiento emitida por el embajador Emry

Lugo.

Nada más que echar un vistazo por las producciones discográficas, y tenemos

música de artistas como Jesús “Chucho” Corrales, Luis Felipe Ramón y Rivera, Marco

Antonio Rivera, Luis Guillermo Sánchez, Francisco J. Marciales, Rafael Rincón

González, entre otros, en las cuales respetan su estructura y forma.

Sin duda alguna, al trabajo de raíces no se le ha dado la difusión necesaria por

los medios de comunicación, porque no es un producto que para ellos vende como

otro que puedan traer de otros países, y hemos caído en el error de no apoyar la

calidad interpretativa de diferentes agrupaciones como Raíces de Venezuela, y de no

Page 207: Grupo Raíces de Venezuela

darle a conocer a nuestra gente el excelente trabajo que ellos han venido haciendo.

El músico Juan Bautista Plaza se refiere a esto “La atrofia de la sensibilidad

estética es uno de los perjuicios más grandes que pueda acarrear la incompleta o

deficiente educación de la persona. El niño espontáneamente, se muestra casi siem-

pre sensible a la belleza artística y sobre todo a la belleza de la música. Por lo

general, el niño, lejos de desarrollar esta sensibilidad, va perdiéndola poco a poco a

medida que crece y que aprende lo que le enseñan en la escuela o en el medio frívolo

y apático que lo rodea”. (1991: 11).

A pesar de todo esto ellos satisfechos dicen “Nosotros nos hemos nutrido de

muchos afectos en todo el país, porque lo que nosotros hacemos no es para competir

con nadie, sino para que con nuestra música se nutran otras agrupaciones y las

personas que les gusta su música venezolana. Nuestra mayor felicidad es oír estu-

diantinas o diferentes agrupaciones instrumentales tocando nuestra música, eso sig-

nifica que sí hemos sembrado en buen terreno”.

“Estamos cumpliendo con un deber nacional”. Esta es la finalidad de una agru-

pación que durante más de 26 años de vida ha trabajado en pro de un ideal. Cinco

hombres, cinco maneras de pensar diferentes, cinco estilos, cinco instrumentos, una

sola fuerza y razón, Venezuela.

“…entonces, ahí está la gran diferencia, porque nosotros hemos establecido

unas características, normas, formas nuevas, en el tratamiento armónico de nuestra

música, hemos trabajado profundamente en esto, y por eso Raíces de Venezuela, hoy

día, es quizá en la historia musical de Venezuela la agrupación que ha aportado al

acervo musical de nuestro país, muchísimas más obras en toda la historia musical de

la nación, y eso nos llena de orgullo y cada día nos compromete muchísimo más con

nuestro pueblo. Raíces de Venezuela ya es un patrimonio nacional”.

Page 208: Grupo Raíces de Venezuela

Anexos

Ciudad de Mérida

208

Page 209: Grupo Raíces de Venezuela

Carta de agradecimiento de la Embajada de Venezuela en la OEA

Page 210: Grupo Raíces de Venezuela

Carta de agradecimiento de la Embajada de Venezuela en Barbados

Page 211: Grupo Raíces de Venezuela

Carta de agradecimiento de la Embajada de Venezuela en Barbados

Page 212: Grupo Raíces de Venezuela
Page 213: Grupo Raíces de Venezuela

Programas de algunas presentaciones hechas en el país

Page 214: Grupo Raíces de Venezuela

Artículo de prensa de Diaro La Nación, San Cristóbal

Page 215: Grupo Raíces de Venezuela

Artículo de Prensa. diario Panorama de Maracaibo. 17 de enero 1984

Page 216: Grupo Raíces de Venezuela

Programa del concierto ofrecido en la UNET en sus 25 años

Page 217: Grupo Raíces de Venezuela

Programa del concierto ofrecido en la Universidad del Táchira en Noviembre de 2002

Page 218: Grupo Raíces de Venezuela

Partituras

218

Page 219: Grupo Raíces de Venezuela

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