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1 GUÍAS DE PRÁCTICA MÉDICA DE LA SOCIEDAD MEXICANA DE ELECTROFISIOLOGÍA Y ESTIMULACIÓN CARDIACA A.C. MIEMBROS DE LA JUNTA DIRECTIVA 2007- 2009. Sociedad Mexicana de Electrofisiología y Estimulación Cardiaca A.C.

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GUÍAS DE PRÁCTICA MÉDICA DE LA SOCIEDAD MEXICANA DE ELECTROFISIOLOGÍA Y ESTIMULACIÓN CARDIACA A.C.

MIEMBROS DE LA JUNTA DIRECTIVA 2007- 2009.

Sociedad Mexicana de Electrofi siología y Estimulación Cardiaca A.C.

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COLABORADORES:

DRA. ARGELIA MEDEIROS DOMINGOInstituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, México D.F.

DR. BENITO ALVAREZ MOSQUERAHospital Español I.A.P. México D.F.

DR. CARLOS ENRIQUE GUZMAN RODRÍGUEZHospital La Concepción, Saltillo, Coahuila.

DR. CELSO MENDOZA GONZÁLEZInstituto Nacional de Cardiología “Ignacio Chávez”, México D.F.

DR. EDUARDO RUÍZ HERNÁNDEZChristus Muguerza. Monterrey, Nuevo León.

DR. ENRIQUE ASENSIO LA FUENTEInstituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, México D.F.

DR. ENRIQUE LOZANO DÍAZ Hospital Español I.A.P. México D.F.

DR. ENRIQUE VELÁZQUEZ RODRÍGUEZHospital de Cardiología Centro Médico Nacional Siglo XXI del Instituto Mexicano del Seguro Social, México D.F.

DR. ERIC NOEL GONZÁLEZ ACEVESHospital de Cardiología UMAE34, Monterrey, Nuevo León.

DR. GERARDO POZAS RODRIGUEZHospital San José, Monterrey, Nuevo León.

DR. GERARDO RODRÍGUEZ DIEZ Hospital Militar. México D.F.

DR. IGNACIO RODRÍGUEZ BRIONESHospital de la Salud, San Luis Potosí, San Luis Potosí.

DR. JUAN ALEJANDRO CORDERO CABRACentro Médico Nacional de Occidente del Instituto Mexicano del Seguro Social, Guadalajara, Jalisco.

DRA. LAURA RODRÍGUEZ CHÁVEZInstituto Nacional de Cardiología “Ignacio Chávez”, México D.F.

DR. LUIS MOLINA FERNÁNDEZHospital General de México, México D.F.

DR. MILTON ERNESTO GUEVARA VALDIVIAHospital de Especialidades Centro Médico La Raza del Instituto Mexicano del Seguro Social, México D.F.

DR. ROGELIO ROBLEDO NOLASCOCentro Médico Nacional 20 de Noviembre. ISSSTE, México D.F.

DR. SUSANO LARA VACAUnidad Médica de Alta Especialidad T-1 del Instituto Mexicano del Seguro Social, León Guanajuato.

DR. ULISES ROJEL MARTÍNEZInstituto Mexicano del Seguro Social, Puebla, Puebla.

PresidenteDr. Pedro Iturralde TorresInstituto Nacional de Cardiología “Ignacio Chávez”, México D.F.

SecretarioDr. Juan Alejandro Cordero CabraCentro Médico Nacional de Occidente del Instituto Mexicano del Seguro Social, Guadalajara, Jalisco.

TesoreroDr. Santiago Nava TownsendInstituto Nacional de Cardiología “Ignacio Chávez”, México D.F.

VocalesDra. Argelia Medeiros DomingoInstituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, México D.F.

Dr. Celso Mendoza GonzálezInstituto Nacional de Cardiología “Ignacio Chávez”, México D.F.

VicepresidenteDr. Susano Lara VacaUnidad Médica de Alta Especialidad T-1 del Instituto Mexicano del Seguro Social, León Guanajuato.

COORDINADORES DE CAPITULO DE FIBRILACIÓN AURICULARDR. LUIS DE JESÚS COLIN LIZALDE.Instituto Nacional de Cardiología “Ignacio Chávez”, México D.F.

DR. MANLIO FABIO MÁRQUEZ MURILLO.Instituto Nacional de Cardiología “Ignacio Chávez”, México D.F.

COORDINADOR DE CAPITULO DE DESFIBRILADORES AUTOMATICOS IMPLANTABLESDR. SANTIAGO NAVA TOWNSEND.Instituto Nacional de Cardiología “Ignacio Chávez”, México D.F.

COORDINADOR DE CAPITULO DE RESINCRONIZADOR VENTRICULARDR. PEDRO ITURRALDE TORRES.

Instituto Nacional de Cardiología “Ignacio Chávez”, México D.F.DR. JORGE GOMEZ FLORES.Instituto Nacional de Cardiología “Ignacio Chávez”, México D.F.

COORDINADOR DE CAPITULO DE SÍNCOPEDR. JESÚS ANTONIO GONZÁLEZ HERMOSILLO.Instituto Nacional de Cardiología “Ignacio Chávez”, México D.F.

MIEMBROS DE LA JUNTA DIRECTIVA 2007- 2009.

GUÍAS DE PRÁCTICA MÉDICA

DIRECTORIO

Sociedad Mexicana de Electrofi siología y Estimulación Cardiaca A.C.

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Sociedad Mexicana de Electrofi siología y Estimulación Cardiaca A.C.

GUÍAS DE PRÁCTICA MÉDICA

INDICE

DIRECTORIO

INTRODUCCIÓN

Tratamiento de la Fibrilación Auricular I. Generalidades

II. Aspectos del Diagnóstico

III. Pro� laxis del Trombolismo en la Fibrilación Auricular. Anticoagulación oral y

Antiagregación plaquetaria.

IV. Cardioversión Farmacológica y Mantenimiento del ritmo sinusal

V. Cardioversión eléctrica

VI. Papel del marcapasos de� nitivo para prevenir la � brilación auricular

VII. Procedimientos de ablación con catéter

VIII.Tratamiento quirurgico para la fa

El desfi brilador automático implantable (DAI) para la prevención de la muerte súbita I. Cardiopatía isquémica con y sin insu� ciencia cardiaca.

II. Insu� ciencia cardiaca y miocardiopatia dilatada no isquémica.

III. Insu� ciencia cardiaca congestiva secundaria cardiopatías congénitas,

hipertensión arterial pulmonar y cardiopatías valvulares.

IV. Cardiopatia estructural sin insu� ciencia cardiaca.

V. Miocardiopatia hipertró� ca.

VI. Sindrome de qt largo.

VII. Sindrome de qt corto.

VIII. Taquicardia ventricular polimor� ca catecolaminergica.

IX. Sindrome de brugada.

Uso del resincronizador ventricular solo o en combinación con el desfi brilador ventricular implantable en el tratamiento de la insufi ciencia cardiaca refractaria I. Introduccion a la terapia de resincronizacion cardiaca y terapia combinada con

des� brilador automatico implantable

II. Recomendaciones para la terapia de resincronización cardiaca

III. Indicaciones para la terapia de resincronizacion en combinación con des� brilador

automático implantable

El manejo del síncope I. Epidemiología, � siopatología y clasi� cación

II. Diagnostico del síncope

III. Tratamiento del sincope neuralmente mediado

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De forma reciente y en todo el mundo, hay avances en la publicación de guías de práctica médica que

establecen criterios de actualización propuestos para hacer uniforme lo que podría llamarse la mejor práctica médica, de acuerdo a los lineamientos de la literatura existente y de un grupo de expertos en cada área que

se trata por esas guías. Sin embargo, muchas preguntas surgen al enfrentar la realidad de nuestra práctica

diaria contra lo publicado en aquéllas. Siempre se ha dejado al médico la responsabilidad de la elección de

las terapias, y éste ha respondido a tal obligación � duciaria prácticamente sin evaluación de los resultados.

La complejidad para evaluar y tratar de manera justa cada caso incluye que en ciertas circunstancias son

únicos, complejos e irrepetibles.

La buena práctica médica utiliza tanto la experiencia directa del médico, como la experiencia publicada en

la literatura mundial, y ninguna de las dos, por sí sola, es su� ciente para una buena actuación clínica. Hay

procedimientos que han demostrado irrefutablemente su e� ciencia; hay otros que están en duda, o que han

cambiado, y existe también espacio para la libertad personal en la elección o el consejo al paciente.

Las guías clínicas son sugerencia en el manejo de los pacientes. Están hechas por expertos en los diferentes

temas, convocados especí� camente por sociedades o gobiernos para publicar los documentos con base en

una extensa revisión bibliográ� ca. Las recomendaciones de práctica clínica tienen como objetivo ayudar a los

profesionales de la salud en la toma de decisiones clínicas presentando una serie de opciones generalmente

aceptadas para el diagnóstico, el manejo y la prevención de enfermedades especí� cas.

El grupo de trabajo para la elaboración de recomendaciones de práctica clínica de la Sociedad Mexicana

de Electro� siología y Estimulación Cardiaca (SOMEEC) directiva 2007-2009, dirigió este proyecto y es

responsable del desarrollo, la actualización y la revisión de las guías sobre:

a) Fibrilación auricular

b) Prevención primaria y secundaria de la muerte súbita, mediante la implantación de des� briladores

ventriculares.

c)Terapia de resincronización biventricular en el tratamiento coadyuvante de la insu� ciencia cardiaca refractaria

al manejo médico.

d) Síncope vasovagal.

Se seleccionó a electro� siólogos mexicanos expertos en los temas pertenecientes a diferentes Instituciones

del sector salud y privadas con la � nalidad de examinar los datos especí� cos de cada área y redactar así estas

recomendaciones, que re� ejan la opinión consensuada de expertos y que han sido elaboradas tras la revisión

rigurosa de la evidencia cientí� ca disponible en las guías de la American College of Cardiology Foundation

(ACCF), la American Heart Association (AHA) y la Sociedad Europea de Cardiología (ESC), con el objeto de

mejorar los cuidados del paciente. La revisión de los datos, supervisada por un coordinador de cada capítulo,

está basada en la e� cacia y resultados clínicos que son la base de las recomendaciones de las presentes

guías. Incluyo la colaboración de representantes de la industria farmaceútica y de electroterapia médica.

Estas guías pretenden de� nir pautas de actuación clínica aplicables a las necesidades de la mayoría de los

pacientes mexicanos.

INTRODUCCIÓN

Sociedad Mexicana de Electrofi siología y Estimulación Cardiaca A.C.

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Las clases de recomendaciones y los niveles de evidencia se expresan de acuerdo con el formato de ACC/

AHA/ESC y en general publican sus sugerencias conforme a tres grupos o clases. Las recomendaciones se

basan en la evidencia y se derivan fundamentalmente de datos publicados

CLASES DE RECOMENDACIONES

Clase IEvidencia y/o acuerdo general de que un determinado procedimiento diagnóstico/tratamiento es bene� cioso,

útil y efectivo.

Clase II Evidencia con� ictiva y/o divergencia de opinión acerca de la utilidad/e� cacia del tratamiento.

Clase IIa El peso de la evidencia/opinión está a favor de la utilidad/e� cacia.

Clase IIbLa utilidad/e� cacia está menos establecida por la evidencia/opinión.

Clase IIIEvidencia o acuerdo general de que el tratamiento no es útil/efectivo y en algunos casos puede ser

perjudicial.

NIVELES DE EVIDENCIA

El nivel de evidencia se clasi� có de mayor (A) a menor (C) como sigue:

Nivel de evidencia A Datos procedentes de múltiples ensayos clínicos aleatorizados o metaanálisis

Nivel de evidencia B Datos procedentes de un único ensayo clínico aleatorizado o de grandes estudios no aleatorizados.

Nivel de evidencia C Consenso de opinión de expertos y/o pequeños estudios, práctica convencional.

Estas guías de la práctica clínica representan el punto de vista del grupo de trabajo de la Sociedad Mexicana

de Electro� siología y Estimulación Cardiaca. Se establecen las recomendaciones de práctica clínica y se ha

llegado a ellas después de un cuidadoso análisis de la evidencia disponible. Se espera que los profesionales

de la salud las tengan en cuenta en el momento de emitir su juicio clínico. No obstante, estas guías no pueden

predominar sobre la responsabilidad individual de cada médico en la toma de la decisión más adecuada, de

acuerdo a las circunstancias individuales de cada paciente.

Es de resaltar la valiosa participación de cada uno de los médicos expertos en cada uno de los temas que en

este trabajo han participado, mostrando un genuino interés que permitió su elaboración; a todos ellos, la junta

directiva agradece cumplidamente todo su apoyo.

Dr. Pedro Iturralde Torres

Presidente

I. INTRODUCCIÓN.La � brilación auricular (FA) no es una arritmia benigna,

y es la arritmia sostenida más común, como tal, es

motivo frecuente de consulta en los servicios de

Urgencia y también en la consulta clínica electiva. La

FA no ha escapado a la evolución de los avances en

el tratamiento. Por lo que consideramos conveniente

actualizar algunos conceptos del diagnóstico y

del tratamiento, así como aspectos relativos a la

prevención de sus complicaciones.

Los miembros de la Sociedad Mexicana de

Electro� siología y Estimulación Cardiaca hemos

formado un grupo de trabajo, para expresar las pautas

sobre terapéutica, diagnóstico, adecuada a nuestra

realidad, de forma muy sencilla y sintetizada. La idea

ha sido plasmar las recomendaciones generales para

las principales situaciones clínicas, con lineamientos

que pueden ayudar a los profesionales de la salud, en

la evaluación del problema y aplicar la mejor opción

terapéutica, en el entendido de que debe prevalecer

el juicio clínico del médico tratante, para bene� ciar al

máximo a los pacientes.

Las guías servirán para tomar decisiones de una

manera más acorde con el conocimiento actual de

la � siopatología de la enfermedad, así como de

las opciones de tratamiento, sin perder de vista

la disponibilidad de los distintos fármacos, tanto

antiarrítmicos aquellos empleados para el control de la

frecuencia cardiaca en la FA crónica, de los estudios

diagnósticos, y de los diferentes procedimientos a

nuestro alcance. Las guías publicadas por las diferentes

sociedades (ACC, AHA, ESC)1 representan una base

sólida de consulta y permiten ampliar de la información,

que aquí se presentan. Así como la FA engendra FA, un

buen juicio clínico redundará una buena decisión para el

manejo del paciente con FA.

I. 1. GENERALIDADES.

I. 1. A. ¿Qué es la fi brilación auricular?Es la arritmia sostenida más común y que se caracteriza

por un ritmo auricular rápido que oscila entre 400 y

700 ciclos por minuto, activación auricular irregular

(en apariencia caótica), con una respuesta ventricular

variable y también irregular.

I. 1. B. ¿Cuál es su expresión electrocardiográfi ca?Electrocardiográ� camente se mani� esta por la ausencia

de ondas “P”, y de la línea isoeléctrica la cual es

sustituida por las ondas “f” que pueden variar en sus

características. Dos son las principales variedades

electrocardiográ� cas, la FA de ondas gruesas, en

ocasiones puede mostrarse con voltaje su� cientemente

alto y ondas f ordenadas que obligan a diferenciar del

� úter o aleteo auricular y la de ondas � nas, que puede

hacer difícil su identi� cación, y que la irregularidad

misma de los intervalos de los complejos QRS ofrece

un dato que orienta al diagnóstico, así, la irregularidad

de los complejos R-R es característica de la respuesta

ventricular en la FA, depende de las propiedades de

la conducción auriculo-ventricular, por ello también se

le conoce como la “arritmia completa”, ya que existe

irregularidad tanto de la activación auricular como

de la ventricular. Esta irregularidad reviste especial

importancia en los casos en los que la FA se asocia

con el del síndrome de Wolff-Parkinson-White, que se

Tratamiento de la Fibrilación auricular.

Sociedad Mexicana de Electrofi siología y Estimulación Cardiaca A.C.

COORDINADORES:DR. LUIS DE JESÚS COLIN LIZALDE., DR. MANLIO FABIO MÁRQUEZ MURILLO.

GRUPO DE TRABAJO:Drs. Luis Colin Lizalde, Manlio F. Marquez Murillo, Alejandro Cordero Cabra, Enrique Lozano Díaz, Gerardo Pozas Rodríguez,Enrique Velazquez Rodríguez.

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muestra como una taquicardia de QRS ancho (> 0.12

seg.) sumamente irregular, a diferencia de la taquicardia

ventricular, que es solo ligeramente irregular. En

los pacientes con periodo refractario corto del haz

anómalo (< 220 ms.), la morfología electrocardiográ� ca

y la frecuencia de los complejos QRS, pudiera semejar

una � brilación ventricular, (en algunos casos se puede

realmente tratar de una � brilación ventricular) y su

reconocimiento es relevante ya que estos pacientes

representan un grupo de alto riesgo de fallecer

súbitamente.

I. 2. EPIDEMIOLOGÍA. PRONÓSTICO Y ASPECTOS GENERALES.La FA se presenta entre el 1 y el 2% de la población

general y su prevalencia se incrementa con la edad.

Esta es la arritmia más común en la práctica clínica,

responsable del 35% de todas las arritmias. Afecta a mas

del 5% de las personas mayores a 65 años.(1-3) y en la

década pasada se duplicó el número de cardioversiones

eléctricas por dicha arritmia. (4)

La FA tiene enorme importancia en la clínica, debido

a que puede ser la causa o consecuencia de algunas

cardiopatías, asociada con frecuencia a insu� ciencia

cardiaca. La prevalencia de la FA se incrementa con

la gravedad de la IC. Como lo muestran los estudios

SOLVD (6), DIAMOND-CHF (9), CHF-STAT (14) y

CONSENSUS (8), a medida que disminuye la clase

funcional, aumenta la prevalencia de la FA.

Su detección puede signi� car un factor de riesgo

adicional de morbi-mortalidad.

En el Instituto Nacional de Cardiología “Ignacio Chávez”,

del trabajo prospectivo de arritmias en urgencias del 1°

de enero al 30 de junio del 2007, se obtuvieron los

siguientes datos: (5) de 5,083 pacientes que acudieron

al Servicio de Urgencias, hubo 561 pacientes (11 %)

cuyo motivo de consulta fue algún tipo de arritmia, de

éstos 126 (22.45 %) tuvieron FA crónica y 29 (5 %) FA

de reciente inicio. En el mismo Instituto, la frecuencia

de FA en la consulta externa de la Clínica de Arritmias

representa el 6.35 % de los pacientes y está incluido

como diagnóstico en el 14 % de los pacientes que

egresan del hospital, ya sea como diagnóstico primario

o asociado a algún tipo de cardiopatía.

A diferencia de otros países, en los que predominan

los problemas degenerativos de la valvulopatía mitral,

en nuestro medio la prevalencia de la FA asociada a

la cardiopatía mitral reumática, sigue siendo alta. Este

grupo merece especial atención, debido a que en los

casos quirúrgicos, la realización de la técnica de laberinto

(versión III), representa una oportunidad para resolver el

problema arritmico.

La FA puede ser complicación de in� nidad de cardiopatías,

puede ser la causa de inestabilidad hemodinámica

y empeorar la clase funcional del cardiópata; de su

resolución o control dependerá la evolución del paciente.

I. 3. CONSIDERACIONES DE LA FISIOPATOLOGÍA DE LA FIBRILACIÓN AURICULAR. Mucho se desconoce acerca de la � siopatología de la

� brilación, se empiezan a publicar algunos datos que

pudieran explicar la parte genética de esta entidad,

aún hoy, no hay una explicación clara de la � brilación

auricular primaria, solitaria o criptogénica, hay mucho

camino por recorrer.

Existen varios modelos animales que han sido desa-

rrollados para el estudio de la FA, pero quizá el más

ampliamente empleado es el de la estimulación

auricular rápida que mantenida por algunas semanas

lleva a la � brilación sostenida, una posible conclusión

de este modelo experimental, supondría un mecanismo

de un foco automático de alta frecuencia como

desencadenante de la arritmia, en su traducción

clínica, se trataría de un foco localizado en las venas

pulmonares, que actúa como disparador de la arritmia,

la cual su vez, el remodelado eléctrico auricular, el

cual de manera sencilla se puede explicar como el

acortamiento de los periodos refractarios auriculares,

de ahí, que la � brilación se auto perpetúa, � nalmente,

la FA engendra FA.

El enfoque clínico para cada tipo de � brilación está en

relación son su � siopatología. Desde MacKenzie hasta

la actualidad han sido diversas las teorías de le génesis y

perpetuación de la FA, para ello se ha utilizado modelos

animales de FA aguda y crónica. En la búsqueda de la

explicación de cuales son los mecanismos de inicio y de

mantenimiento de la FA, han habido al menos tres líneas

de investigación: 1) múltiples ondillas propagadas al

azar; 2) descargas eléctricas focales; y 3) una reentrada

localizada que tenga conducción � brilatoria.

La hipótesis de las ondillas múltiples fue desarrollada por

Moe y colaboradores y posteriormente con� rmada en el

laboratorio, el acortamiento de los periodos refractarios,

el número de ondillas y el aumento de la masa auricular

son los factores que perpetúan la FA.

Son relevantes los estudios del grupo del Dr. Jalife y

col, que con su modelo experimental, estudian como

mediante un sustrato heterogéneo, un disparador focal,

se genera un mecanismo de rotor, que pudiera tener

conducción � brilatoria y se desarrolle FA. La conducción

intra e interauricular es distinta y puede condicionar

activación auricular fragmentada, y que puede dar lugar

a dicha conducción � brilatoria. Con el estudio del dominio

de las frecuencias a través de la transformada rápida de

Fourier, se han se han podido identi� car diversas zonas

de actividad automática en de la aurícula izquierda,

las cuales serían susceptibles de ablación. Cuando la

activación auricular de alta frecuencia se mantiene por

periodos prolongados, da lugar a cambios de los canales

iónicos y condiciona la remodelación eléctrica del

sustrato. 13-15. Tanto la alta frecuencia auricular como

la cardiopatía contribuyen a la remodelación estructural

y la perpetuación de la FA. Lo anterior explica como la

FA evoluciona a la cronicidad.

Sin duda un parteaguas en la � siopatología de

la � brilación, fue la descripción de Häisaguerre y

colaboradores de que un foco de descarga puede actuar

como desencadenante de la arritmia y que en estos

casos, su eliminación se traduce en la posible curación,

este tipo de FA “focal”, centró la atención en las venas

pulmonares (VVPP) y en la pared posterior de la aurícula

izquierda (AI), y además, en la inervación autonómica de

esa región, este mecanismo explica el comportamiento

de los paroxismos de la FA, lo anterior se relaciona con

lo escrito por MacKenzie en 1914: “he estudiado cientos

de casos y visto iniciar esta condición bajo una variedad

de circunstancias, particularmente en individuos con

extrasístoles frecuentes”, seguramente originadas en

las venas pulmonares. Se pudo documentar que había

� bras musculares en la parte proximal de las venas

que daban asiento a estos focos. También se reforzó el

concepto de que para el desarrollo de la FA se requiere

de un “disparador” y un sustrato anatómico capaz de

dar iniciar y perpetuar la � brilación. La estenosis de las

venas pulmonares fue la complicación de la ablación

realizada directamente sobre estos focos, por lo que la

técnica tuvo que ser cambiada.

Es importante considerar el posible mecanismo básico,

pues de este conocimiento derivan las acciones

terapéuticas, desde el empleo de los fármacos

antiarrítmicos, la cardioversión eléctrica en casos

seleccionados, el empleo de técnicas de estimulación

eléctrica cardiaca, hasta la eliminación de los focos

de las venas pulmonares o de estructuras adyacentes

(seno coronario, ligamento de Marshall, venas cavas)

en la � brilación paroxística o la ablación más extensa

del tejido auricular, primordialmente izquierdo, como en

la técnica de Pappone con el empleo de la cartografía

electroanatómica, la búsqueda y erradicación de

potenciales fragmentados (Nademanee), o aquellos de

alta frecuencia de la FA “focal” (Häissaguerre), que no

están solamente limitados a la aurícula izquierda, ya

que también en la aurícula derecha existen zonas de

activación de alta frecuencia, cuya ablación es parte

fundamental en la terminación de la � brilación auricular

crónica. A lo anterior se añade la técnica quirúrgica

descrita por Cox, que en nuestro medio se emplea

de manera ocasional, principalmente para algunos

pacientes que son sometidos a cambio valvular mitral,

cuando debiera ser ya una práctica regular, no solo para

el paciente valvular, sino también para el isquémico.

Como parte de las modalidades no farmacológicas

está la estimulación eléctrica, con diferentes abordajes

o algoritmos, diseñados para sincronizar las aurículas

o proporcionar las terapias de estimulación o sobre

estimulación para prevenir o terminar un episodio de FA

paroxística, respectivamente.

Una preocupación inherente, ante la FA principalmente

crónica, es la enfermedad cardio-tromboembólica

sistémica, debida a la ine� ciencia contráctil auricular,

la formación de trombos es una consecuencia natural,

principalmente en los pacientes de alto riesgo, por tal

motivo hay que identi� car este grupo para establecer la

terapia anticoagulante mas adecuada, y considerar las

recomendaciones para aquellos pacientes que han de

someterse a la cardioversión eléctrica o farmacológica.

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II. ASPECTOS DEL DIAGNÓSTICO.

II. 1. CLASIFICACION. (Tabla 1)I. Según la frecuencia ventricular. Dependiendo de

la frecuencia ventricular media, la FA puede ser rápida

(> 120/min) o lenta (<50/min); la FVM se considera

“adecuada” entre 50 lpm (en reposo) y 120 lpm (con

ejercicio).

II. Según su etiología puede ser primaria (idiopática

o “solitaria”) o secundaria (a un síndrome coronario

agudo, cirugía cardíaca, miocarditis, embolia pulmonar,

neumonía, hipertiroidismo, uso de fármacos beta-

adrenérgicos [salbutamol], etc.).

III. Según su presentación clínica se puede clasi� car

como: paroxística (auto-limitada), persistente (cuando

se requiere una intervención para terminar el episodio,

duración de 2 días a semanas) y permanente (crónica,

duración de meses a años). Aunque la presentación

más común de la FA en nuestro medio sigue siendo la

FA crónica asociada a valvulopatía reumática inactiva

(secundaria, y permanente), en la práctica diaria cada

vez son más frecuentes los enfermos con FA paroxística

e idiopática (primaria).

IV. Según la sintomatología que provoque: asintomática

o sintomática.

II. 2. SINTOMATOLOGIA. (Tabla 2)La sintomatología depende de tres factores, la

frecuencia, la irregularidad del ritmo ventricular y

el daño miocárdico o patología subyacente (p.e.

síndrome de Wolff-Parkinson-White). En pacientes

sin daño miocárdico (FA primaria) el ritmo ventricular

es el único responsable de los síntomas. El paciente

se queja de palpitaciones irregulares, pueden o no

ser rápidas dependiendo de la conducción en el

nodo AV hacia los ventrículos; si la FA es paroxística

serán de principio y � nal súbitos. En un paciente sin

cardiopatía, una frecuencia ventricular rápida durante

un tiempo prolongado puede condicionar un tipo de

insu� ciencia cardíaca (“taquimiocardiopatía”), que

característicamente es reversible si se controla la

frecuencia ventricular. Si existe cardiopatía isquémica,

la FA podrá desencadenar angina o equivalentes

anginosos. En un paciente con insu� ciencia cardíaca

podrá provocar deterioro de la clase funcional (por

disminución de la contribución auricular al gasto

cardíaco); en un paciente con estenosis aórtica o

miocardiopatía hipertró� ca puede precipitar síncope;

incluso se asocia con muerte súbita en enfermos con

síndrome de Wolff-Parkinson-White debido a que la

conducción hacia los ventrículos a través de un haz

anómalo es mucho más rápida que por el nodo AV, por

lo que se comporta eléctrica y hemodinámicamente

como una arritmia ventricular maligna.

II. 3. COMPLICACIONES. (Tabla 3)Las principales complicaciones que puede inducir la FA

son: embolismo cerebral, embolismo periférico, choque

cardiogénico (en sujetos con cardiopatía estructural

severa), síncope (en sujetos susceptibles) y muerte súbita

(en presencia de síndrome de Wolff-Parkinson-White).

Independientemente de la enfermedad subyacente,

una de las complicaciones más temidas en la FA son

las embolias por coágulos cerebrales, pulmonares

o periféricos. En ausencia de anticoagulación oral

el embolismo cerebral ocurre en un 5 a 7% de los

pacientes por año. Los factores de riesgo para el

desarrollo de complicaciones tromboembólicas en

la FA son (Tabla 4): la edad > 65 años, la disfunción

ventricular izquierda, la valvulopatía mitral reumática,

las prótesis valvulares cardíacas, la diabetes mellitus,

la hipertensión arterial sistémica, el hipertiroidismo,

los antecedentes de embolismo cerebral (con infarto o

ataque isquémico transitorio). De acuerdo al número

y tipo de factores de riesgo la FA se clasi� ca de bajo,

intermedio y alto riesgo tromboembólico.

II. 4. ESTUDIOS DIAGNOSTICOS

II. 4. A. Electrocardiograma.El ECG es la base del diagnóstico objetivo de la

FA. Se observa un registro auricular generalmente

desorganizado y de muy alta frecuencia (más de 400 lpm)

que característicamente da origen a las denominadas

ondas “f”. Por lo irregular del ritmo se originó el término

“arritmia completa”. La única excepción a esta regla es

cuando existe bloqueo AV completo, en cuyo caso el ritmo

ventricular será regular y lento (la frecuencia dependerá

del marcapaso de rescate: el nodo AV o el miocardio

ventricular). Los complejos ventriculares generalmente

son de duración normal. Las excepciones son: cuando

existe aberrancia de conducción, bloqueo de rama o

síndrome de preexcitación.

II. 4. B. Holter.El monitoreo ECG continuo y ambulatorio (estudio

Holter) puede ser útil para documentar episodios de

FA paroxística y en los casos de FA crónica sirve para

valorar la frecuencia ventricular. Esta información puede

servir para hacer ajustes al tratamiento cuando se realiza

la terapia de “control de la frecuencia”.

II. 4. C. Prueba de esfuerzo.La prueba de esfuerzo se puede realizar cuando se

desea conocer la respuesta ventricular al ejercicio. Esta

información también puede servir para hacer ajustes al

tratamiento cuando se realiza la terapia de “control de la

frecuencia”. La prueba de esfuerzo no es un método útil

en la investigación de isquemia miocárdica en aquellos

pacientes bajo tratamiento con digital, debido al efecto de

éste fármaco sobre el segmento ST (“efecto digitálico”).

II. 4. D. Ecocardiografía.Son dos las indicaciones para realizar un

ecocardiograma en la FA: para valorar la presencia

de patología cardíaca estructural y para valorar la

presencia de trombos intracavitarios. En el primer caso,

puede ser su� ciente un ecocardiograma transtorácico,

mientras que para descartar trombos es necesaria

la valoración con el estudio transesofágico (ETE).

Siempre es conveniente contar con un ETE cuando se

quiere cardiovertir un enfermo. Actualmente se acepta

incluso cardiovertir a un enfermo con FA de reciente

instalación (menos de 48 horas), aunque no este

anticoagulado, siempre y cuando un ETE demuestre la

ausencia de trombos intracavitarios. Son indicadores

ecocardiográ� cos de riesgo tromboembólico (Tabla

5): una fracción de expulsión < 45%, la presencia

de contraste espontáneo en aurícula izquierda, un

tamaño de aurícula izquierda > 45 mm.

III. PROFILAXIS DEL TROMBOEMBOLISMO EN LA FIBRILACIÓN AURICULAR. ANTICOAGULACIÓN

ORAL Y ANTIAGREGACIÓN PLAQUETARIA

III. 1. INTRODUCCIÓN.Probablemente la complicación mas devastadora de la

� brilación auricular (FA) son los eventos tromboembólicos

particularmente el cerebral. Aunque la patogénesis del

tromboembolismo es compleja y no bien determinada,

se estima que más del 25% de los eventos vasculares

cerebrales (EVC) pueden ser debidos a enfermedad

cerebrovascular intrínseca ó enfermedad ateromatosa

de la aorta y de sus vasos. (1) La incidencia y prevalencia

va directamente de la mano con la edad y la asociación a

otras factores de riesgo o no. En pacientes entre los 80 y

90 años de edad, el 36% de los EVC ocurren en aquellos

que tienen FA. El riesgo anual de EVC en octogenarios

es del 3 al 8 % y depende de los factores de riesgo

que tengan asociados. (2) Un análisis de 5 estudios en

pacientes con FA, demuestran claramente la relación

directa de la FA con la edad, la cual alcanza hasta un

8% de incidencia anual en mayores de 75 años. (3)

III. 2. ¿CUÁLES SON LOS FACTORES DE RIESGO DE TROMBOEMBOLISMO EN INDIVIDUOS CON FA Y VALVULOPATÍA?El principal factor de riesgo es la anticoagulación

subóptima (INR < 2.0), en presencia de estenosis mitral

reumática y de prótesis valvulares cardíacas mecánicas.

III.3. ¿CUÁLES SON LOS FACTORES DE RIESGO PARA TROMBOEMBOLISMO EN INDIVIDUOS CON FA “NO-VALVULAR”?La presencia de FA solitaria (“lone atrial � brillation”),

de� nida como aquella que se presenta en pacientes

menores de 60 años sin antecedentes clínicos o

ecocardiográ� cos de enfermedad cardiopulmonar, fue

de 1.3% en el estudio Olmsted Country, Minnesota en

un seguimiento de 15 años, (4) contrasta con el 28.2%

en el estudio Framingham, este último incluye a estos

pacientes con cardiopatía de fondo principalmente

asociados a hipertensión arterial o cardiomegalia en una

radiografía de tórax. (5).Se han identi� cado factores de

riesgo independiente para tromboembolismo sistémico

o cerebral en pacientes con FA no valvular, con un

incremento de riesgo relativo de 1.4 a 2.5 y en pacientes

que ya sufrieron un EVC o una isquemia cerebral

transitoria (ICT) el riesgo relativo se incrementa a 3.0

Tabla 1(4)

III.4. ¿EXISTE ALGÚN ÍNDICE PARA ESTRATIFICAR EL RIESGO DE TROMBOEMBOLISMO EN INDIVIDUOS CON FA “NO-VALVULAR”?Un esquema para la estrati� cación de riesgo de EVC,

es la clasi� cación conocida como CHADS2, del inglés:

Cardiac Failure, Hypertension, Age, Diabetes, Stroke

2 (2: por resultar del análisis de dos estudios), integra

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14 15

elementos de varios esquemas anteriores. Este

esquema le asigna una puntuación a cada uno de los

factores de riesgo independientes relacionados con

EVC, involucró el análisis de 1733 pacientes con FA

no valvular con edad entre 65 y 95 años que fueron

egresados del hospital sin terapia antitrombótica.

Tabla 2. (6,7). Este índice es válido para la población

de pacientes estudiada y permite identi� car al grupo

de mayor bene� cio para la anticoagulación (riesgo

mayor del 5%/año), también al grupo en el que la

anticoagulación no con� ere bene� cios (riesgo menor

3%/año), es motivo de controversia, el bene� cio

para el grupo de riesgo intermedio (3 – 5%/año) en

cuanto a la indicación para la anticoagulación, en este

grupo la decisión deberá ser individualizada, deberá

tomarse en forma conjunta con el paciente y su

médico, obviamente se deberán considerar entre otros

factores la posibilidad de llevar un control periódico

de los tiempos de protrombina (INR), para evitar

riesgos de eventos tromboembólicos o de sangrados

innecesarios.

En la tabla 3 se describe una guía práctica que resume

las indicaciones antes descritas.

III. 5. ¿EXISTEN OTROS FACTORES DE RIESGO DE TROMBOEMBOLISMO EN INDIVIDUOS CON FA?Entre otros factores que se han relacionado con el

tromboembolismo se incluyen: la disfunción endotelial,

los niveles elevados de factor de von Willebrand y los

niveles de � brinógeno elevados. Sin embargo, para

ninguno de estos factores hay evidencia su� cientemente

contundente para recomendar su medición rutinaria.

Un factor que se relaciona con la incidencia de FA

postoperatoria es la detección de niveles elevados de

proteína C reactiva.

III. 6. ANTICOAGULACION ORAL CON ANTAGONISTAS DE LA VITAMINA K.Los antagonistas de la vitamina K, como la warfarina

y la acenocumarina, son el tratamiento de elección

para la pro� laxis tromboembólica sistémica o central

para los pacientes con riesgo alto e intermedio. Cabe

aclarar que aunque la mayoría de los estudios se han

realizado con warfarina, los resultados son igualmente

aplicables a la acenocumarina que tiene propiedades

farmacológicas similares.

III. 6. A. ¿Cuál es el benefi cio de la anticoagulación oral?Un meta-análisis de 5 estudios de prevención primaria

y uno de secundaria demostraron una disminución de

riesgo del 62% (95% IC 48 – 72%) comparado con

placebo, a 2 años de seguimiento. (8-12)

III. 6. B. ¿Cuál es la dosis recomendada?La dosis de los anticoagulantes debe ser la necesaria

para que el tiempo de protrombina tenga un INR entre

2 y 3, que es el límite que brinda la mayor protección

contra la embolia y la menor frecuencia de sangrados

mayores o intracraneales. Sin embargo, la intensidad de

anticoagulación deberá individualizarse, de tal manera

que en los pacientes con menos factores de riesgo,

con di� cultad para llevar un seguimiento estrecho de la

anticoagulación, o quienes tienen riesgo de sangrado,

el nivel de anticoagulación puede ser menor (quizá

INR 2.0), ó bien, en los pacientes que tienen además

de la � brilación auricular, insu� ciencia cardiaca o son

portadores de prótesis valvulares mecánicas, el nivel

de anticoagulación posiblemente deberá ser mayor

(INR 3.0).

III. 6. C. ¿Cuáles son sus limitaciones?Aunque la anticoagulación oral hoy en día es la mejor

opción de tratamiento en la prevención de EVC en

pacientes con FA, tiene como limitaciones la necesidad

de realizar de forma periódica el tiempo de protrombina

con su índice normalizado (INR), durante el tiempo que

dure el tratamiento, que en la mayoría de los casos es

inde� nido, de la misma manera un fuerte inconveniente

es la interacción que tiene con diversos medicamentos

y algunos alimentos, que pueden hacer necesario el

ajuste de la dosis.

III. 7. ANTIAGREGACIÓN PLAQUETARIA

III. 7. A. Ácido acetil-salicílico (aspirina).Este antiagregante plaquetario ofrece solo una modesta

protección en contra del EVC en pacientes con FA. Un

meta-análisis de 5 estudios aleatorizados mostraron

una reducción del 19% (95% IC 2 a 34%). El efecto

de la aspirina en el EVC en estos estudios fue menos

consistente que la anticoagulación oral. Sin embargo,

la aspirina reduce el EVC en un 33% en estudios de

prevención primaria ( en los cuales la tasa de EVC

es del 5% por años en promedio) contra un 11% en

estudios de prevención secundaria ( en donde la tasa

de EVC es del 14% por años en promedio) (13).

La aspirina puede ser más e� caz en pacientes con FA e

hipertensión o diabetes y para la reducción de EVC no

cardioembólicos contra los cardioembólicos. (14)

Lineamiento SOMEEC:

Sólo se recomienda el uso de aspirina en pacientes de

bajo riesgo tromboembólico, para aquellos en quienes

la anticoagulación está contraindicada, o en los que

no se considera segura (por motivo de su profesión o

exposición laboral, etc). Tablas 3 y 4.

III. 7. B. Otros agentes antiplaquetariosOtros agentes antiplaquetarios como el indubufeno en

el estudio “Studio Italiano Fibrillaziones Atriale” (SIFA)

(15) y el tri� usal en el estudio Spanish National Study for

Prevention of Embolism in Atrial Fibrillation (NASPEAF)

(16) han sido comparados contra la warfarina en la

prevención de eventos tromboembólicos, los resultados

muestran mayor frecuencia de EVC en el brazo

de tratamiento antiagregante que en el brazo de la

warfarina. Cabe señalar que estos dos antiagregantes

no han sido comparados contra la aspirina.

El dipiridamol ha sido estudiado en este grupo de

enfermos. En el estudio EPS II, se reclutaron 221

pacientes, de los cuales 100 fueron incluidos para

prevención secundaria, se comparó el dipiridamol con

placebo, se reportó una disminución del RR (95% IC)

de 22% y RA del 5%. (17).

III. 7. C. ¿Es útil la combinación de antiagregantes plaquetarios?En el estudio Atrial Fibrillation Clipidogrel Trial with

Irbersartan for Prevention of Vascular Events (ACTIVE

W), que comparó la combinación de clopidogrel 75 mg

diarios y aspirina 75 – 100 mg al día contra warfarina

con INR 2 a 3, fue detenido tempranamente por

presentar mas eventos tromboembólicos en el brazo

de la combinación de antiagregantes que en el de

warfarina. (18).

Lineamiento SOMEEC:

No se recomienda la combinación de antiagregantes

plaquetarios en pacientes con riesgo tromboembólico

moderado o alto que puedan recibir anticoagulación

oral. En pacientes que no puedan ser anticoagulados,

está en marcha un estudio multicéntrico (ACTIVE) que

utiliza la combinación de antiagregantes plaquetarios

(clopidrogrel y aspirina) en comparación de aspirina

sola. No hay resultados todavía de este estudio para

hacer una recomendación.

III.8. UTILIDAD DE LA COMBINACIÓN DE UN ANTIAGREGANTE PLAQUETARIO CON DOSIS BAJAS DE UN ANTICOAGULANTE.La combinación de anticoagulantes a dosis bajas con

antiagregantes plaquetarios han sido ampliamente

estudiados, se planteo como una opción de tratamiento,

en principio en pacientes con riesgo de sangrado a

dosis plenas de los anticoagulantes, o en quienes

tenían incapacidad de seguimiento seguro con los

anticoagulantes, pensando que el uso de dosis bajas de

antagonistas de la vitamina K disminuiría la incidencia

de sangrados y que al añadir un antiagregante como

la aspirina disminuiría la incidencia de EVC en forma

segura.Sin embargo, los resultados demostraron que

la combinación de los medicamentos no es mejor que

la anticoagulación sola, y además, cuando se llevó la

anticoagulación a dosis plenas y se agrega aspirina, la

incidencia de hemorragias intracraneales se incrementa

en forma signi� cativa. (19,20)

Lineamiento SOMEEC:

No se recomienda la administración de un antiagregante

plaquetario con dosis baja (subóptimas, INR < 2.0) de

warfarina/acenocumarina.

III. 9. NUEVOS FARMACOS ANTITROMBÓTICOS.La inhibición directa de la trombina (Factor Xa)

representa una alternativa atractiva en el tratamiento

de estos enfermos, pues previene la formación

de � brinógeno a partir de la � brina, inhibiendo en

consecuencia los factores de coagulación V, VIII, XI,

XIII y la activación de las plaquetas. La gran ventaja

de estos medicamentos es que, al parecer, no tienen

muchas interacciones con medicamentos y no requieren

revisión periódica del tiempo de protrombina. Sin

embargo, sí requieren revisión periódica con exámenes

de laboratorio (pruebas de función hepática) ya que

tienen como inconveniente el producir grados variables

de hepatotoxicidad.

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16 17

El medicamento más estudiado de este grupo es el

ximelagratan, que demostró en los estudios SPORTIF,

SPORTIF-III y SPORTIF-V la no inferioridad comparado

con warfarina.

En la actualidad se realizan varios estudios con

moléculas similares como el dabigatrán y epixabán, al

parecer con expectativas muy favorables. (21,22)

IV. CARDIOVERSIÓN FARMACOLÓGICA Y MANTENIMIENTO DEL RITMO SINUSAL

IV. 1. GeneralidadesLa restauración y mantenimiento del ritmo sinusal

mediante el uso de fármacos en los pacientes que

padecen de � brilación auricular es una opción de

tratamiento para aquellos pacientes cuya � brilación es

de presentación paroxística y persistente. La � brilación

permanente, en el contexto del tratamiento farmacológico,

no es susceptible de la restauración del ritmo sinusal sino

del control de la frecuencia ventricular. En este apartado

se revisará el uso de fármacos para la cardioversión

farmacológica y para el mantenimiento del ritmo sinusal.

Se analizarán solamente los medicamentos disponibles

en nuestro país, de forma que el uso de los fármacos se

aproxime a la realidad de nuestra práctica clínica.

IV. 2. Cardioversión farmacológica

IV. 2. A. Selección de candidatosEl primer paso en el abordaje terapéutico de un episodio

de � brilación auricular consiste en determinar si el

paciente es candidato a la cardioversión. La decisión

depende de una serie de variables clínicas tales como

la edad, la presencia de cardiopatía subyacente, el

compromiso hemodinámico, las dimensiones auriculares

y la duración del episodio. En general, la cardioversión se

sugiere en pacientes jóvenes con � brilación sintomática,

cuya aurícula izquierda sea de dimensiones normales y

en quienes la estabilidad hemodinámica dependa de la

contribución auricular al gasto cardiaco (1). Sin embargo,

como regla general, ante un primer episodio de � brilación,

se recomienda siempre intentar la cardioversión. Para

los casos recurrentes, particularmente si han recaído

bajo tratamiento médico, se puede optar por la estrategia

del control de la frecuencia en contraposición con la

estrategia del control del ritmo (2).

IV. 2. B. Valoración previa a la cardioversiónSi se ha decidido la cardioversión farmacológica es de

suma importancia determinar la evolución cronológica

del episodio. Cuando el paroxismo tiene menos de 48

horas de evolución se puede proceder a la cardioversión

sin la necesidad de descartar la presencia de trombos

intracavitarios. Si el paroxismo tiene más de 48 horas

de evolución o si se desconoce la duración del mismo

existen dos alternativas de abordaje. Una es realizar un

ecocardiograma transesofágico previo a la cardioversión

y la otra es anticoagular al paciente durante dos a tres

semanas y posteriormente realizar la cardioversión (3).

Sin embargo, debido a que la � brilación auricular puede

cursar asintomática se recomienda tener cautela con el

punto de corte de 48 horas. La sugerencia sobre el uso

de anticoagulantes es la misma independientemente de

la estrategia elegida para la cardioversión ya sea eléctrica

o farmacológica (4).

La efectividad de la cardioversión farmacológica disminuye

cuando han transcurrido más de siete días de iniciada la

� brilación.

IV. 2. C. Selección de fármacosLos antiarrítmicos de las clases IA, IC y III de la

clasi� cación de Vaughan Williams son los que tienen

propiedades anti� brilatorias (5). La clase I corresponde

a fármacos que bloquean los canales de sodio y está

representada por la disopiramida, la � ecainida y la

propafenona. La clase III se compone de medicamentos

que prolongan la repolarización y está conformada por

el sotalol y la amiodarona (6). Es conveniente señalar

que tanto la disopiramida como el sotalol, si bien tiene

propiedades anti� brilatorias, son poco útiles para lograr

la cardioversión y más bien su uso es para favorecer

el mantenimiento del ritmo sinusal. Por lo tanto, en la

práctica, se dispone solamente de tres fármacos para la

cardioversión: � ecainida, propafenona y amiodarona.

IV. 2. D. Farmacología clínicaLa disopiramida es un antiarrítmico de la clase IA que

bloquea los canales de sodio y prolonga en forma

importante la repolarización (7). Además tiene un efecto

vagolítico porque bloquea los receptores colinérgicos

muscarínicos. Su efecto sobre el electrocardiograma se

re� eja en una prolongación en la duración del complejo

QRS y el intervalo QT.

La propafenona es un antiarrítmico de la clase IC que

bloquea los canales de sodio en forma potente con una

constante de disociación lenta (8). Esto último hace que

su efecto bloqueador sea mayor conforme aumenta la

frecuencia cardiaca (efecto de dependencia de uso),

y por ende su potencial para convertir la � brilación a

ritmo sinusal. La propafenona tiene también un efecto

beta-bloqueador no selectivo de potencia moderada.

Su efecto sobre el electrocardiograma consiste en una

prolongación del intervalo PR y del complejo QRS sin

modi� cación del intervalo QT.

La � ecainida es un antiarrítmico de la clase IC que

comparte con la propafenona su potencial bloqueador,

su lenta disociación y su efectividad anti� brilatoria

(9). Su efecto de dependencia de uso, al prolongar la

duración del potencial de acción y el período refractario

efectivo auricular, le con� ere propiedades de clase III

cuando la frecuencia cardiaca es alta. Al igual que con

la propafenona, se puede observar una prolongación del

intervalo PR y un ensanchamiento del complejo QRS

sobre todo en presencia de taquicardia.

El sotalol es un antiarrítmico de la clase III que bloquea la

corriente de potasio Ikr responsable de la repolarización

celular (10). Dicha corriente contribuye en mayor

proporción a la repolarización cuando la frecuencia

es lenta. Por ello, la potencia de bloqueo del sotalol

es mayor cuanto más lenta sea la frecuencia cardiaca

(efecto de dependencia de uso reverso) y por ende su

efecto para la cardioversión es bajo. El sotalol induce

una prolongación del intervalo QT más acusada en

presencia de bradicardia. Su efecto sobre la prolongación

de la refractariedad ventricular se acompaña de un

incremento en la dispersión de los periodos refractarios.

Este fenómeno se asocia a un aumento en la incidencia

de taquicardia ventricular polimór� ca (“Torsade de

pointes”, TdP). Además, el sotalol ejerce un efecto beta-

bloqueador no selectivo.

La amiodarona tiene efectos farmacológicos relacionados

con las cuatro clases de Vaughan Williams: bloquea

canales de sodio, calcio y potasio, además de su efecto

beta-bloqueador (11). Su acción di� ere, sin embargo,

dependiendo de la vía de administración. Cuando se

administra por la vía oral, en forma crónica, su efecto

es fundamentalmente de clase III (bloqueador de los

canales de potasio, tanto IKr

como IKs

) prolongando la

repolarización. Cuando se da por la vía intravenosa,

en forma aguda, su efecto es predominantemente de

clase I (bloqueador de los canales de sodio) (12). Las

alteraciones electrocardiográ� cas secundarias al uso

de amiodarona se re� ejan en una prolongación de los

intervalos PR y QT. El efecto de la amiodarona en la

repolarización no depende de la frecuencia cardiaca por

lo que no presenta el fenómeno de dependencia de uso

reverso. Además, la prolongación en la refractariedad

no se acompaña de un aumento en la dispersión

de los periodos refractarios por lo que su potencial

arritmogénico y riesgo de TdP es muy bajo (13).

IV. 2. E. Mecanismo de acciónEl Gambito Siciliano es un modelo de abordaje

diagnóstico y terapéutico de las arritmias que propone el

análisis de los mecanismos de acción de los fármacos,

la � siopatología de la arritmia y el parámetro vulnerable

en el que el fármaco puede incidir en la � siopatología de

la arritmia (14). El parámetro vulnerable terapéutico en

la � brilación auricular es obtener una prolongación en la

duración del período refractario auricular.

IV. 2. E. 1. Antiarrítmicos de la clase ICLos agentes de la clase IC retardan la fase 0 del potencial

de acción, disminuyen la velocidad de conducción y la

excitabilidad celular. De acuerdo a la � siopatología de la

arritmia cabría esperar que el empleo de agentes de la

clase I favorecieran la � brilación al acortar la duración de

la longitud de onda, circunstancia que no se observa en

la clínica (15). Se alude que el potencial anti� brilatorio

de los antiarrítmicos de la clase IC depende de su

interacción con los rotores. El bloqueo de los canales de

sodio y la disminución en la excitabilidad enlentecen la

velocidad de propagación de los rotores y ensanchan su

radio de giro lo que se acompaña de una prolongación

en el período de rotación y/o un menor espacio para

albergar un número crítico de rotores necesario para

mantener la � brilación (16).

IV. 2. E. 2. Antiarrítmicos de la clase IIIEn general, los bloqueadores de los canales de potasio

incrementan la duración del potencial de acción, retardan

el proceso de repolarización y prolongan la duración del

período refractario. La prolongación de la refractariedad

conlleva un incremento en la duración de la longitud de

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18 19

onda que, para una masa de tejido dada, disminuye el

número de ondillas necesarias para el mantenimiento de

la � brilación (17).

IV. 2. F. Vía de administración y posologíaPara realizar la cardioversión los antiarrítmicos podrán

ser administrados por la vía oral o la vía intravenosa.

Se recomienda la hospitalización para realizar el

procedimiento en ambos casos, particularmente

cuando se requiera descartar la presencia de trombosis

intracavitaria y cuando los fármacos serán administrados

por primera vez. En la tabla 1 se muestra una relación

de la e� cacia de los fármacos para la cardioversión oral

o intravenosa de acuerdo a la evolución temporal del

episodio. Se señala también el nivel de recomendación

sugerido por la AHA / ACC / ESC.

IV. 2. F.1. Cardioversión farmacológica por vía oralPara la cardioversión por la vía oral los fármacos de

elección son la propafenona y la � ecainida. Antes de

su administración es importante descartar la presencia

de cardiopatía debido a la posibilidad de proarritmia

ventricular secundario a su uso (18). Los medicamentos

se administran en una sola dosis: propafenona 600 mgs,

� ecainida 200-300 mgs. Cuando se usan antiarrítmicos

de la clase IC se debe administrar en forma concomitante

un beta-bloqueador de acción corta (propranolol 20-

40 mgs) o un calcio antagonista no dihidropiridínico

(verapamil 40 mgs) con el propósito de evitar una

respuesta ventricular rápida en caso de que la � brilación

pase a un ritmo de � úter auricular con conducción AV

1:1. Conviene señalar que la propafenona incrementa

los niveles séricos de digital, warfarina y metoprolol. Se

puede emplear también la amiodarona para realizar la

cardioversión oral. Primero se realiza la impregnación

con una dosis de 1.2 a 1.8 gr. por día hasta completar

10 gramos en total y posteriormente seguir con la dosis

de mantenimiento de 200 mgs. al día. Existe un retraso

temporal entre el inicio de la terapia con amiodarona oral

y sus efectos electro� siológicos (19).

El efecto clase I tiene su efecto máximo a las dos

semanas, mientras que el efecto clase III se veri� ca

entre las seis y diez semanas. La amiodarona es menos

efectiva que los agentes IC para la cardioversión de una

� brilación de corta evolución, pero es más e� caz para

lograr la cardioversión en una � brilación persistente.

IV. 2. F. 2. Cardioversión oral farmacológica extrahospitalariaLa estrategia de la autoadministración extrahospitalaria

de antiarrítmicos sólo por razón necesaria (“llevar la

píldora en el bolsillo”) en lugar de la administración

continua del fármaco, es una opción para los casos de

� brilación de presentación recurrente (20).

Los antiarrítmicos a elegir son la � ecainida (200-300

mgs) o la propafenona (600 mgs) en una sola dosis

por la vía oral. Se recomienda seguir ésta técnica una

vez que se ha comprobado su efectividad y la ausencia

de efectos secundarios en el medio hospitalario. La

tasa de conversión se aproxima al 80% dentro de las

primeras ocho horas.

IV. 2. F. 3. Cardioversión farmacológica por la vía intravenosaLos fármacos disponibles en nuestro medio son la

propafenona y la amiodarona. La propafenona se puede

administrar por la vía intravenosa a una dosis de 1-2 mg/

kg en 10-20 min. La tasa de conversión a ritmo sinusal

es cercana al 90% para los casos de � brilación auricular

paroxística con una evolución menor a 24 horas (21).

La amiodarona es el fármaco de elección para la

cardioversión en casos de insu� ciencia cardiaca,

cardiopatía isquémica y en el post-operatorio de la cirugía

cardiaca. La administración intravenosa se da en una

dosis de carga inicial de 5-7 mg/kg en 30 a 60 minutos

seguida de 1.2 a 1.8 gr. por día en infusión IV continua

o en dosis divididas por la vía oral hasta completar 10

gr. en total (22). Una vez realizada la impregnación se

continúa con la dosis de mantenimiento de 200 mgs/

día. El efecto adverso más frecuentemente observado

secundario al uso de amiodarona intravenosa es la

hipotensión arterial. Se deben disminuir las dosis

de digoxina y warfarina cuando se usan en forma

concomitante con la amiodarona.

IV. 2. F. 4. Empleo de otros fármacos por la vía oral o intravenosaEl sotalol no está recomendado para la cardioversión

farmacológica debido a que su e� cacia no es superior a

la de utilizar un placebo. Además, debido a su efecto de

dependencia de uso reverso, el sotalol es poco efectivo

en presencia de taquicardia.

La digoxina tampoco está indicada para la cardioversión

farmacológica. De hecho, la digoxina puede favorecer el

sostenimiento de la � brilación al producir un acortamiento

en el período refractario auricular mediante un efecto

parasimpático (23).

IV. 3. Mantenimiento del ritmo sinusal

IV. 3. A. GeneralidadesLa piedra angular para el mantenimiento del ritmo sinusal

consiste en el uso de antiarrítmicos. Desafortunadamente,

la prescripción pro� láctica debe ser cotidiana y, a

semejanza de lo ocurrido en la prevención de otras

entidades de presentación paroxística, frecuentemente

el tratamiento no evita el episodio. Además de su baja

e� cacia, existe preocupación respecto al desarrollo de

efectos secundarios relacionados con el uso crónico de

antiarrítmicos. El problema principal es que, no obstante

el antiarrítmico utilizado, la posibilidad de mantener el

ritmo sinusal a un año es alrededor del 50%, con la

probable excepción de la amiodarona (24).

IV. 3. B. Antiarrítmicos de las clases IA, IC y IIILos fármacos que se emplean para mantener el ritmo

sinusal son los antiarrítmicos de las clases IA, IC y III.

Los antiarrítmicos de la clase IA se utilizan poco debido

a su toxicidad y su pobre efectividad. La disopiramida

pudiera ser de ayuda en la � brilación auricular de origen

vagal debido a sus propiedades vagolíticas (25).

Los fármacos de clase IC (propafenona y � ecainida)

si bien tienen un mejor per� l de seguridad no parecen

mejorar la sobrevida libre de arritmia. Su efecto

inotrópico negativo y la posibilidad de proarritmia

restringe su uso a pacientes sin enfermedad cardiaca

estructural con función ventricular normal.

El antiarrítmico más e� caz para mantener el ritmo

sinusal es la amiodarona. El estudio CTAF (Canadian

Trial of Atrial Fibrillation) mostró que la manutención del

ritmo sinusal con amiodarona fue de 65% mientras que

el sotalol o la propafenona lo lograron en un 37% (26).

En un reporte reciente del estudio AFFIRM se encontró

que la amiodarona fue más efectiva que el sotalol y

los antiarrítmicos IC para mantener el ritmo sinusal a

un año (27). En el estudio SAFE T se observó que la

amiodarona fue superior al sotalol para el mantenimiento

del ritmo sinusal en pacientes con � brilación auricular

persistente a más de un año de seguimiento (28). Sin

embargo, el potencial terapéutico de la amiodarona está

limitado por la alta incidencia de efectos colaterales

secundarios a su uso crónico (29). Los más frecuentes

son el hipo e hipertiroidismo, la � brosis pulmonar, los

depósitos corneales, los síntomas neurológicos y la

hipersensibilidad cutánea.

El sotalol es una alternativa razonable para el

mantenimiento del ritmo sinusal considerando una baja

incidencia de efectos secundarios. Se recomienda iniciar

el tratamiento cuando el episodio de � brilación se haya

resuelto y el paciente se encuentre en ritmo sinusal.

IV. 3. C. Mecanismo de acciónEl mecanismo de acción de los fármacos antiarrítmicos

para el mantenimiento del ritmo sinusal es similar al

descrito para lograr la cardioversión, particularmente la

prolongación del período refractario. Se ha observado

que la efectividad clínica de la amiodarona correlaciona

con un efecto distintivo. La amiodarona no solo previene

el desarrollo de la remodelación eléctrica auricular

evitando la regulación a la baja de la corriente de calcio

y el acortamiento del periodo refractario auricular, sino

también favorece el remodelado reverso una vez que

éste se ha desarrollado (30). Este remodelado reverso

es tiempo-dependiente y pudiera contribuir al retraso

en la cardioversión farmacológica mediante el uso de

amiodarona oral.

IV. 3. D. Combinaciones de fármacosSe pueden utilizar combinaciones de fármacos para

lograr el control del ritmo. Las combinaciones de un beta-

bloqueador, sotalol o amiodarona más un antiarrítmico

de la clase IC han mostrado ser útiles. De esta forma

se pueden emplear dosis individuales de antiarrítmicos

más bajas y evitar la aparición de efectos colaterales.

IV. 3. E. Uso de beta-bloqueadoresEstos fármacos se pueden emplear para el

mantenimiento del ritmo sinusal sobre todo en pacientes

con historia de infarto de miocardio, insu� ciencia

cardiaca, hipertensión arterial y en el post-operatorio

de la cirugía de revascularización coronaria. También

están indicados en la � brilación auricular solitaria, sobre

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20 21

todo si existe la posibilidad de un origen adrenérgico.

Además, como ya fue descrito, se pueden prescribir

en conjunto con un antiarrítmico de la clase IC para

mejorar el control del ritmo. En general, tienen un efecto

moderado para mantener el ritmo sinusal (superior al

placebo) y una tasa de recaídas comparable con los

antiarrítmicos de las clases I y III (31).

IV. 3. F. Fármacos no antiarrítmicosEl bloqueo del sistema renina-angiotensina-aldosterona

mediante bloqueadores de la ECA o antagonistas de

los receptores AT1 puede reducir la incidencia y la

recurrencia de la � brilación auricular (32). En pacientes

con � brilación auricular persistente sometidos a una

cardioversión eléctrica, el enalapril, en conjunto con la

amiodarona, aumentó el tiempo a la recurrencia y facilitó

el mantenimiento del ritmo sinusal (33). El enalapril atenúa

la remodelación estructural y disminuye la incidencia

de extrasístoles auriculares reduciendo las recaídas

inmediatas y tempranas. En un estudio reciente, el uso

de irbesartán, en conjunto con la amiodarona, resultó en

una disminución en la incidencia de � brilación auricular

comparado con la amiodarona sola (34). Se postula que

su mecanismo de acción es evitando la remodelación

eléctrica auricular mediada por la angiotensina, así como

una disminución en la � brosis intersticial.

Se ha reportado que el uso de atorvastatina previene la

recurrencia de la � brilación posterior a una cardioversión

eléctrica (35). Se alude a un efecto anti-in� amatorio de

las estatinas como causal del bene� cio.

El uso de ácidos grasos omega-3 ha mostrado disminuir

la incidencia de FA en el post-operatorio de la cirugía

de revascularización coronaria (36). La reducción

observada es comparable a la obtenida con beta-

bloqueadores, sotalol y amiodarona. Nuevamente se

invoca a un efecto anti-in� amatorio, y probablemente

antiarrítmico, de los ácidos grasos omega-3 como

responsables del efecto bené� co.

IV. 3. G. Selección del tratamiento antiarrítmico de acuerdo a la patología de baseExisten ciertas recomendaciones generales que pueden

ayudar en la selección del tratamiento antiarrítmico

para mantener el ritmo sinusal (37). Para los casos de

� brilación auricular solitaria los fármacos de elección

son la � ecainida y la propafenona. Para la � brilación

asociada a la insu� ciencia cardiaca el fármaco de

elección es la amiodarona (38). En caso de cardiopatía

isquémica se recomienda también la amiodarona o el

sotalol. Si se trata de una cardiopatía hipertensiva se

recomienda de� nir si existe o no hipertro� a ventricular

(> 1.4 cm). En presencia de hipertro� a se sugiere el uso

de amiodarona; en caso contrario se pueden emplear

� ecainida o propafenona.

IV. 3. H. Lineamientos generales de abordaje de tratamientoCon el propósito de establecer la estrategia de tratamiento

es importante de� nir si se trata de una FA paroxística o

persistente, y se ésta es de carácter recurrente (39). Si se

trata de una � brilación paroxística detectada por primera

vez no se requiere, en general, tratamiento antiarrítmico.

Ya fue descrita la forma de abordaje de una � brilación

persistente detectada por primera vez. Se debe optar

por la cardioversión, considerando que la alternativa

de control de la frecuencia también es aceptable. En

general se recomienda emplear tratamiento antiarrítmico

y anticoagulante antes y después (uno a tres meses) de

la cardioversión anticipando que las recurrencias ocurren

en esta ventana de tiempo.

Para los casos recurrentes, tanto paroxísticos como

persistentes, la estrategia terapéutica dependerá de

la gravedad de los síntomas. Si no existen síntomas

o éstos son mínimos se puede optar por el control de

la frecuencia y la anticoagulación. En caso de existir

sintomatología signi� cativa también se sugiere el control

de la frecuencia y la anticoagulación, recomendando

emplear el control del ritmo mediante cardioversión toda

vez que sea necesario.

IV. 3. I. Comentarios a la estrategia de “control del ritmo”La tendencia terapéutica más aceptada históricamente

ha favorecido el control del ritmo sobre el control de la

frecuencia bajo la premisa de que la primera disminuye

la sintomatología, mejora la tolerancia al ejercicio,

evita el uso de anticoagulantes y se asocia a una

menor incidencia de embolismo y taquicardiomiopatía.

Recientemente varios estudios aleatorizados han

comparado las estrategias de control de ritmo versus

control de la frecuencia brindando nueva información

acerca de esta dicotomía terapéutica. Los dos estudios

más grandes son el AFFIRM (Atrial � brillation follow-up

investigation of rhythm management) y el RACE (Rate

control versus electrical cardioversion for persistent atrial

� brillation)(40, 41).

El estudio AFFIRM valoró 4060 pacientes con edad

promedio de 70 años y que padecían FA persistente

(69%) o paroxística (31%). El objetivo primario fue la

incidencia de muerte. Los antiarrítmicos utilizados

fueron amiodarona (la mayoría), sotalol y propafenona

(40). El estudio RACE analizó a 522 pacientes con FA

persistente y una edad promedio de 68 años. El objetivo

primario fue un combinado de eventos clínicos (muerte,

ICC, complicaciones tromboembólicas y sangrado).

Los antiarrítmicos usados fueron sotalol, � ecainida,

propafenona y amiodarona (41). En ambos estudios se

concluyó que no existe una diferencia estadísticamente

signi� cativa entre ambas estrategias con respecto

a la tasa de mortalidad. Además se observó mayor

incidencia de TdP, bradiarritmias y necesidad de

hospitalización en la estrategia de control de ritmo. Es

importante enfatizar que dichos estudios se realizaron

en una población de adultos mayores con cardiopatía

y factores de riesgo para embolismo. Por ello, se debe

tener cautela al extrapolar ésta información a otros

grupos de población (� brilación auricular paroxística en

jóvenes sin cardiopatía) (42).

IV. 3. J. Efectos proarrítmicosEl efecto adverso más serio de los antiarrítmicos es

el desarrollo de una arritmia nueva o el agravamiento

de otra preexistente (proarritmia) (43). Los factores

predisponentes para la proarritmia son la enfermedad

cardiaca estructural y el deterioro en la función ventricular

sistólica. Otros factores de riesgo relacionados con el

uso de antiarrítmicos IA / III son el género femenino, la

presencia de bradicardia, la hipokalemia/hipomagnesemia

y la prolongación del intervalo QT (previa o secundaria al

antiarrítmico) (44).

El desarrollo de TdP se observa con el uso de

antiarrítmicos IA y con el sotalol (la amiodarona

raramente produce TdP) (45). Los antiarrítmicos IC

pueden convertir una � brilación en un � úter con una

respuesta ventricular 1:1. Los fármacos que bloquean el

nodo AV (digital, verapamil, beta-bloqueadores) pueden

favorecer la conducción anterógrada a través de un

haz anómalo (preexcitación ventricular) agravando el

cuadro de la � brilación auricular. Prácticamente todos

los antiarrítmicos pueden producir disfunción del nodo

sinusal o favorecer el desarrollo de bloqueo AV.

V. CARDIOVERSION ELECTRICA

V.1 INTRODUCCIÓNLa FA altera la función hemodinámica del corazón por

dos mecanismos principales: la pérdida de la función

sistólica auricular y la respuesta ventricular rápida e

irregular con la consecuente disminución del volumen

latido y del gasto cardiaco. La conversión a ritmo sinusal

puede esperarse que reduzca o suprima los síntomas

y morbimortalidad asociadas con la FA. La función

sistólica auricular regresa en algunas semanas después

de la cardioversieon y se hace evidente por un retorno

gradual de la onda A en el Doppler transmitral. Desde la

primera experiencia clínica en humanos en un caso de

� brilación ventricular en 19561, la des� brilación eléctrica

transtorácica ha sido objeto de múltiples estudios

experimentales y clínicos.

La cardioversión eléctrica (CVE) para el tratamiento de la

FA se introdujo en la década de los 1960s y se mantiene

todavía como el tratamiento más efectivo y seguro para

la conversión a ritmo sinusal.2

V.2 Factores determinantes de la cardioversión en FA.Los factores que han sido implicados en el éxito de

la CVE transtorácica incluyen: (1) la presencia de

cardiopatía, la duración de la FA, el diámetro de la

aurícula izquierda, la presión auricular izquierda, la

velocidad del � ujo sanguíneo en la orejuela izquierda y

en las venas pulmonares;3-5 (2) aquellos relacionados

con el habitus corporal del paciente: el peso total en

kg o el índice de masa corporal, la amplitud del tórax;6,7

(3) los relacionados con la energía proporcionada: el

tamaño, tipo (palas metálicas o parches adhesivos),

posición (antero-lateral vs antero-posterior) y presión de

contacto de las palas-electrodos, la selección del nivel

inicial de energía y el número de choques consecutivos

con energía creciente,8,9 (4) los relacionados con la

forma de onda eléctrica proporcionada: pulsos de onda

monofásica10, vs bifásica;11-14 y (5) misceláneas: la

in� uencia de la fase respiratoria y en algunos casos la

edad del paciente.15,16 (Cuadro I).

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22 23

Todos estos factores � nalmente tendrán in� uencia en la

aplicación de un � ujo de corriente eléctrica su� ciente; se

sabe que el � ujo de corriente a través del tórax describe

de manera más precisa el umbral de des� brilación.17

Entonces, el � ujo de corriente estará determinado por

la energía real emitida (no la energía seleccionada o

acumulada). A su vez, el principal determinante del � ujo

de corriente es la resistencia o impedancia transtorácica

(ITT).

Por lo tanto, una densidad de corriente eléctrica

su� ciente que atraviese la masa auricular es el factor

crítico más importante para que la cardioversión sea

e� caz.

V.3 FORMAS DE ONDA ELÉCTRICA PARA CARDIOVERSIÓN CON CORRIENTE DIRECTA.Los cardiodes� briladores son clasi� cados de acuerdo a

los 2 tipos de formas de onda que emiten: monofásica

y bifásica. Los niveles de energía varían según el tipo

de cardiodes� brilador.

V.3.A. Desfi briladores de Onda Monofásica. La forma de onda monofásica (OM) aplica corriente de

una sola polaridad (en la dirección del � ujo de corriente),

se caracteriza por la rapidez a la cual el pulso de corriente

disminuye al valor cero. La OM sinusoidal amortiguada

regresa al valor de base gradualmente, y es muy sensible

a cambios en la impedancia transtorácica.18

V.3.B. Desfi briladores de Onda Bifásica.Estos des� briladores usan corriente de dos polaridades:

onda bifásica exponencial truncada19 u onda bifásica

rectilínea. En contraste con la OM, la onda bifásica (OB)

es relativamente insensible a cambios en la impedancia

transtorácica debido a su capacidad de compensación

(adaptación automática), lo que asegura una corriente

constante en la primera fase. El resultado es una

importante disminución de aproximadamente un tercio

del umbral de des� brilación.

¿En qué sitio se puede llevar a cabo la CVE?El lugar se selecciona de acuerdo con las facilidades de

cada hospital, puede ser en urgencias, terapia intensiva,

Cuadro I. Factores que determinan el éxito de la cardioversión.

La enfermedad

Presencia de cardiopatía y etiología.

Duración de la FA.

Diámetro y presión de la AI, velocidad del � ujo sanguíneo de las VPs y orejuela.

Habitus corporal

Impedancia transtorácica: Obesidad, IMC, amplitud tórax, neumopatía.

Energía proporcionada

Tamaño, tipo (palas metálicas o electrodos adhesivos).

Posición (antero-lateral, antero-posterior), presión de contacto.

Selección del nivel de energía inicial, número de choques consecutivos.

Polaridad del choque (anódico vs catódico)

Forma de onda eléctrica

Monofásica, bifásica.

Misceláneas

Ciclo respiratorio, edad.

FA=� brilación auricular; AI= aurícula izquierda, VP= venas pulmonares; IMC= índice de masa corporal.

o en alguna unidad dedicada expresa para estos casos.

El sitio elegido debe ontar con un “carro rojo”.

V.4.Técnica de Cardioversión Eléctrica.En la cardioversión, el choque se sincroniza con el

pico de la onda R (activación ventricular), se selecciona

alguna derivación del ECG, � ltrada que tenga una

amplitud mínima de 0.5 mV para lograr la aplicación

segura de los choques disparados por la onda R y que

elimine la detección de las ondas T de gran amplitud

(� 1 mV). Previo consentimiento informado y en ayuno

de al menos 6 horas (excepto casos urgentes) los

pacientes recibirán anestesia-sedación endovenosa

con asistencia ventilatoria.

El des� brilador debe ser evaluado antes de la

cardioversión con un choque de prueba (carga/descarga) dentro del resistor � jo del mismo equipo. En

caso de falla del primer choque o de los subsecuentes,

se recomienda esperar un mínimo de un minuto entre

cada choque. los choques son aplicados con un retardo

en la transferencia del impulso a 40 ms (monofásico),

60 ms (bifásico) después del impulso disparado con el

pico de la onda R y a 25 ms del pulso de sincronización

externo.

La tasa de éxito global de la CVE es del 90% a 95% en

FA de menos de 48 horas de evolución y disminuye a 72

y 78% si la FA ha durado mas de un año.20

V.4.A. Colocación de los electrodos.Los electrodos se colocan en el pecho del paciente en

la posición convencional antero-lateral (esternal-apical).

En la mujer, se recomienda la colocación del electrodo

apical en la región axilar anterior o inferior al seno,

no se debe colocar el electrodo apical sobre la mama,

ya que ello condiciona alta impedancia transtorácica,

lo que reduce el � ujo de corriente. 21 Otra variante

ampliamente aceptada es la posición antero-posterior,

con los electrodos en la posición del borde esternal

derecho bajo y la región infraescapular izquierda cerca

del borde para-espinal. Otra variante incluye, la región

apical y subescapular derecha para-espinal.

En teoría la posición antero-posterior coloca una

masa auricular más grande entre los electrodos que la

posición convencional, sin embargo, estudios al azar

comparativos han mostrado resultados diferentes.22-25

Sugiriendo que más que la posición de los electrodos,

la impedancia transtorácica sigue siendo el principal

factor que afecta signi� cativamente el éxito de la

cardioversión y se correlaciona con los requerimientos

de energía.

Independientemente de la falta de consenso, en casos

en que la CVE ha fallado en una de las dos posiciones,

se sugiere considerar un intento � nal en la posición

alternativa antes de admitir la falla.

El uso de electrodos auto-adhesivos reducirá el

riesgo de arcos eléctricos pueden remplazar a las

palas metálicas de mano y resultan más prácticos en

la posición antero-posterior. Cuando se utilizan palas

metálicas debe asegurarse que estén en total contacto

to con la piel con una presión sobre el tórax de alrededor

de 10 kg por pala. Estas deberán estar ampliamente

separadas entre sí, y el gel conductor utilizado para la

interfase entre las palas y la piel no deberá disiparse

sobre el pecho ya que esto puede favorecer que el

gel conductor haga que el � ujo de corriente siga un

camino super� cial (arco eléctrico) a lo largo de la pared

torácica, desviando el � ujo de corriente.

V.4.B ¿Qué precauciones debo tener durante la CVE?1)No colocar los electrodos encima o cerca del

generador. Un dispositivo electrónico implantado

(marcapaso, des� brilador, resincronizador). localizado

en el área donde un electrodo sería normalmente

posicionado, que puede bloquear parcialmente el

� ujo de corriente, o bien el choque puede causar

disfunción temporal o permanente del dispositivo por lo

que se deben colocar las palas al menos a 10 cm del

dispositivo. Una estrategia es la aplicación del choque

con la técnica antero-posterior (para-esternal derecho

bajo y subescapular izquierdo). El dispositivo implantado

deberá ser evaluado antes y después del choque.

2)Los electrodos no deberán colocarse directamente

sobre cualquier tipo de medicación en forma de parches

cutáneos (ej. parches de nitroglicerina, de reemplazo

hormonal, nicotina o antiin� amatorios), debido a que el

parche puede bloquear la aplicación de energía desde

el electrodo y puede causar pequeñas quemaduras de

la piel. Remueva el parche y limpie el área antes de

colocar los electrodos.26

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24 25

V.4.C Tipos y tamaño de los electrodos. Las diferencias en el tipo de electrodo (incluyendo

el tamaño y el uso de electrodos auto-adhesivos

versus electrodos metálicos) pueden ser relevantes

debido a que la impedancia transtorácica puede ser

minimizada por electrodos más grandes y con mejor

contacto cutáneo.

Los electrodos de palas metálicas alcanzaron un éxito

total del 96% vs 88% con electrodos auto-adhesivos

(p=0.04).27-29

V.4.C. Energía de corriente directa.Un método con dosis de energía progresivamente

crecientes iniciando con 100J ha sido utilizado para la

CVE de la FA, con un éxito del 40 a 67%, dependiente

del grado de impedancia transtorácica y del 21 a 62%,

con un choque inicial de 200J, aún en casos de FA de

larga duración.9, 30

El uso inicial de alta energía con choques monofásicos

de 360J en pacientes con FA persistente comparado

con choques iniciales de baja energía (200J). Se

asocia con un éxito signi� cativamente mayor (96.0%

vs 75.4%, p=0.003). El número promedio de choques

aplicados (1.84 vs 2.56, p = 0.006) es menor con 360 J

que con 200 J, aunque los requerimientos de energía

total son similares para los dos grupos (662.4 J vs

762.4 J, p= 0.67).31, 32

En un estudio el éxito fue mayor para los choques

bifásicos que los monofásicos a cada uno de los tres

niveles de energía empleados (100J: 60% vs 22%,

p<0.0001; 150J: 77% vs 44%, p<0.0001; 200J: 90% vs

53%, p<0.001). Cuando se requiere un cuarto choque, a

200J, el éxito con onda bifásica es similar que con onda

monofásica a 360J (91% vs 85%, p=0.29)33.

V.4.E. Anestesia y sedaciónLa CVE electiva se realiza bajo la supervisión de

anestesiólogo, con anestesia general o sedación

profunda. La selección del agente es importante ya

que se requiere asegurar un efecto de corta duración

y al mismo tiempo estabilidad hemodinámica. En la

actualidad no hay consenso sobre la forma óptima para

la anestesia o sedación del paciente que será sometido

a CVE. No obstante, diversos agentes han demostrado

e� cacia y seguridad.

En un estudio comparativo de los cuatro agentes

proporcionaron anestesia satisfactoria y sin

complicaciones mayores, aunque sus diferencias

farmacológicas sugieren indicaciones especí� cas para

el paciente individual.34-35

Debido a que el efecto anestésico o sedante de los

agentes disponibles tienen características similares

en e� cacia y seguridad, la frecuencia y tipo de efectos

adversos in� uye en la elección del fármaco. No debe

pasarse por alto que en todos los casos deberá estar

disponible un monitoreo ECG, oximetría de pulso,

equipo para ventilación asistida y � umazenil (para

la reversión rápida de la depresión respiratoria inducida

por benzodiazepinas).

V.4.F. Recomendaciones para la cardioversión eléctrica inmediata o urgente.36

1. Cuando la respuesta ventricular rápida no responde

pronto a medidas farmacológicas en pacientes con FA e

isquemia miocárdica, hipotensión sintomática, angina, o

insu� ciencia cardiaca. (Nivel de Evidencia: C)2. En pacientes con FA y preexcitación asociada con

frecuencia cardiaca rápida o inestabilidad hemodinámica

(Nivel de Evidencia: B)

V.4.G. Recomendaciones para la cardioversión eléctrica electiva 1. Para los pacientes con estabilidad hemodinámica

cuando los síntomas de la FA son inaceptables para

el paciente. En caso de recurrencia temprana de la

FA postcardioversión, puede repetirse después de la

administración de medicación antiarrítmica (Nivel de Evidencia: C) 2. La CVE puede ser útil para restaurar ritmo sinusal

como parte de la estrategia del tratamiento prolongado

en pacientes con FA (Nivel de Evidencia: B)3. La preferencia del paciente es una consideración

razonable en la selección de cardioversión repetida

ocasional para el manejo de la FA sintomática o

recurrente. (Nivel de Evidencia: C)

V.4.H. No está indicada o está contraindicada.1. No está indicada para los pacientes que tienen

periodos relativamente cortos de ritmo sinusal entre las

recurrencias de FA después de varios procedimientos

de cardioversión a pesar de medicación antiarrítmica.

(Nivel de Evidencia: C). 2. La CVE está contraindicada en pacientes con

intoxicación digitálica o hipokalemia (Nivel de Evidencia: C).

V.5. ¿Qué fármacos antiarrítmicos se utilizan antes y después de la cardioversión eléctrica?En algunos casos, hay una falla absoluta de la CVE, en

otros, la FA recurre minutos después de un periodo corto

de ritmo sinusal (recurrencia inmediata); la recurrencia

temprana sucede entre los días 1 y 14, y en ocasiones

ocurre después de 2 semanas (recurrencia tardía). El

fracaso de la CVE inmediata o tardía se estima que ocurre

aproximadamente en el 25% de los casos.37 En algunos

pacientes la CVE repetida, puede aumentar la tasa de

éxito general y mantener el ritmo sinusal, especialmente

si se aplica con tratamiento antiarrítmico concomitante,

el cual puede aumentar el éxito inmediato y suprimir

las recurrencias tempranas. Una de las explicaciones

de las diferencias en el porcentaje de éxito de la CVE

podría ser el uso de fármacos antiarrítmicos antes o

en el momento de la cardioversión (pre-medicación).

Varios fármacos antiarrítmicos han demostrado mejorar

el éxito de la CVE, así como el mantenimiento del ritmo

sinusal postcardioversión.

V.5.A Remodelamiento eléctrico de la aurícula postcardioversión eléctrica.La FA paroxística puede progresar a FA permanente

y el mantenimiento del ritmo sinusal es más alto en

pacientes con FA de reciente inicio. Estudios en animales

y humanos han demostrado que la FA condiciona FA, y

que esto se debe a cambios electro� siológicos que llevan

al remodelamiento eléctrico de la aurícula asoociado con

la sobrecarga intracelular de calcio.38-41 La disminución

del proceso de remodelación eléctrica puede evitar o

disminuir los efectos negativos de la duración de la FA

sobre el éxito de la cardioversión y puede reducir las

recurrencias tempranas postcardioversión. De Simone y

cols42 observaron en los pacientes con FA persistente,

un efecto sinérgico del pre tratamiento con verapamil y

la propafenona que se debe posiblemente a los efectos

favorables sobre la remodelación auricular más que a

la modi� cación de las propiedades electro� siológicas de

la arritmia per se. En el estudio VEPARAF el verapamil

(240 mg/día 3 días antes de la cardioversión) disminuyó

la recurrencia primaria de FA cuando se adicionó con

un antiarrítmico clase III (amiodarona, 400 mg/día 4

semanas antes) o clase IC (� ecainida, 200 mg/día 3 días

antes) del 35% al 20%, p=0.004. 43

Los antiarrítmicos clase III (amiodarona y sotalol)

aumentan la posibilidad de CVE exitosa al prolongar la

refractariedad auricular, lo que puede revertir el efecto

electro� siológico de la remodelación eléctrica. En un

estudio el pre-tratamiento con amiodarona (400 mg/

día VO un mes antes y 200 mg/día durante dos meses

postcardioversión) comparado con diltiazem, (180 mg/

día VO + solución polarizante (glucosa-insulina-potasio))

o diltiazem solo, provoco un porcentaje signi� cativamente

más alto de conversión espontánea (25%, 6% y 3%

respectivamente, p<0.005), CVE e� caz (88%, 56%

y 65% respectivamente, p<0.05) y de una taza de

menor recurrencia (32%, 56% y 52% respectivamente,

p<0.01).44 La e� cacia de la disopiramida, antiarrítmico

clase IA para prevenir la recurrencia de la FA, de manera

semejante que para las otras clases de antiarrítmicos,

el éxito depende de la duración previa de los episodios

de FA. Con disopiramida (300 mg/día) inmediatamente

después de CVE o farmacológica, la frecuencia actuarial

para mantener el ritmo sinusal a 1, 6, 18 y 24 meses fue

88.6%, 57%, 42.9% y 37% respectivamente, en la FA de

menos de 48 h de evolución vs 72%, 28%, 12% y 8%

respectivamente en la FA mayor de 48 h de evolución.45

El uso de propafenona (750 mg/día VO), 2 días antes

de CVE para FA permanente, no afectó el umbral medio

de des� brilación o la frecuencia de conversión exitosa

pero, si disminuyó la recurrencia inmediata de FA

postcardioversión (73.5% vs. 52.9%, p < 0.05).46

De manera general, en un seguimiento de 15 meses,

la propafenona es superior a placebo para mantener

el ritmo sinusal en casos de FA paroxística de reciente

inicio o persistente. Estudios experimentales han

señalado el posible papel de los inhibidores de la

angiotensina II en la prevención de la remodelación

eléctrica auricular.47, 48 Madrid y cols.49 en un estudio

prospectivo, mostraron que los pacientes tratados con

irbesartan tuvieron mayor posibilidad de permanecer

sin recurrencias de FA (79.52% vs 55.91%, p=0.007).

En resumen, los estudios clínicos indican que la tasa

de recurrencia inmediata y tardía postcardioversión es

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26 27

alta y se requiere del uso de antiarrítmicos, ya que la

recurrencia a un año es hasta del 50%, especialmente

en presencia de co-morbilidad como valvulopatía mitral,

insu� ciencia cardiaca o hipertensión descontrolada.50-52

Debe tenerse precaución hoy en el pre tratamiento con

antiarrítmicos alta sospecha de disfunción del nodo sinusal

ya que pueden favorecerse bradiarrítmias signi� cativas

o pro-arritmia ventricular en casos de cardiopatía con

fracción de expulsión baja. El pre tratamiento es más

apropiado en la falla CVE y en la fallida recurrencia

inmediata o temprana, en la tardía y en aquellos que serán

sometidos a CVE, por primera vez por FA persistente el

pre tratamiento es opcional. (Tabla II).

V.5.B Recomendaciones de premedicación antiarrítmica.36

1. La amiodarona, la � ecainida, la propafenona o el sotalol

pueden ser útiles para aumentar el éxito de la CVE y

prevenir la recurrencia de FA (Nivel de Evidencia: B).2. En pacientes con recurrencia de FA post CVE exitosa

puede ser útil repetir el procedimiento después de

medicación antiarrítmica. (Nivel de Evidencia: C). 3. En pacientes con FA persistente, puede considerarse

la administración de betabloqueadores, disopiramida,

diltiazem o verapamil, aunque su e� cacia para mejorar

el éxito de la CVE o prevenir recurrencia temprana es

incierta. (Nivel de Evidencia: C). 4. La medicación puede ser considerada para aumentar

el éxito de cardioversión fuera del hospital en pacientes

sin cardiopatía y en pacientes con ciertas formas de

cardiopatía una vez que la seguridad del medicamento

ha sido veri� cada (Nivel de Evidencia: C)

V.6 Complicaciones y efectos de la cardioversión. Las complicaciones asociadas con la CVE

están relacionadas principalmente con eventos

tromboembólicos y los efectos con diversos trastornos

del ritmo y posiblemente con aturdimiento miocárdico.

V.6.A. Riesgo tromboembólico.La función mecánica de la aurícula no regresa

inmediatamente después de una CVE , se habla del

“aturdimiento” auricular, sobre todo, en los casos de FA

de larga evolución. Con ecocardiografía Doppler se ha

demostrado que la función sistólica de la aurícula puede

regresar hasta después de 3 semanas post CVE y se

hace evidente por el retorno gradual de la onda A en

el Doppler transmitral. Este fenómeno parece estar

relacionado con la duración de la FA más que con

el procedimiento de cardioversión per se y puede

obedecer a la remodelación eléctrica.53 Un estudio

reportó una serie de 437 pacientes tratados con CVE:

228 pacientes recibieron anticoagulación oral tiempo

prolongado, mientras 209 no la recibieron. En el grupo

con cardioversión exitosa y anticoagulados solo 2 de 186

pacientes (1.1%) tuvieron eventos tromboembólicos,

comparados con 11 de 162 pacientes (6.8%) de los que

no recibieron anticoagulantes. En otros dos estudios

clínicos más recientes se mantiene la misma frecuencia

de tromboembolismo (1.3% a 8%) entre los pacientes

anticoagulados vs no anticoagulados.54-56

El tromboembolismo puede resultar del retorno de la

función mecánica auricular y la liberación de trombos pre

existentes en la aurícula y su orejuela. En otros casos se

ha documentado un estado protrombótico condicionado

por la misma FA57 o favorecido por padecimientos co-

mórbidos (diabetes, tabaquismo). Para minimizar el

riesgo de tromboembolismo, la anticoagulación es

recomendada convencionalmente por un mínimo de 4

semanas antes (3 semanas con INR terapéutico) y por

un mínimo de 4 semanas postcardioversión en pacientes

con FA de más de 48 horas de evolución. O bien que la

CVE se realice posterior a que en un ecocardiograma

transesofágico (ETE), se evidencie la ausencia de

trombos, se administra heparina y se procede con la

CVE. Se debe continuar la anticoagulación oral al menos

durante 4 semanas. (Tabla II). Aún cuando en el ETE no

se demuestren trombos en la aurícula izquierda, se debe

constar que existe el riesgo de una tromboembolia.58

Cuadro II. Cardioversión eléctrica y anticoagulación.

FA corta duración, <48 h sin anticoagulación.

FA >48h (ante la urgencia) ETE (sin trombos) Heparina IV.

FA >48h (electiva) Warfarin 4 semanas antes (RIN terapéutico).

Warfarin postcardioversión; 4 semanas mínimo.

Anticoagulación a largo plazo en cardiopatía estructural.

FA= fibrilación auricular; ETE= eco transesofágico;

RIN= relación internacional normalizada.

V.6.B. Trastornos del ritmo.El ritmo ventricular post CVE puede ser irregular,

manifestado con: bradicardia sinusal, periodos cortos

de ritmo de la unión AV o paros sinusales que pueden

traducir disfunción sinusal extrínseca por la inhibición

competitiva que ocasiona la FA sobre el nodo SA, los

paros pueden estar relacionados con el efecto depresor

de los fármacos utilizados como pre tratamiento, son

usualmente transitorios y no requieren tratamiento

especí� co. En casos de FA de larga duración y sin efecto

de antiarrítmicos, los trastornos del ritmo pueden traducir

disfunción intrínseca del nodo SA. También son frecuentes

las extrasístoles auriculares o colgajos de taquiarritmias

auriculares, y pueden precipitar la recurrencia de la FA.

Puede haber arritmias ventriculares en pacientes con

cardiopatía estructural signi� cativa, por desequilibrio

electrolítico (hipokalemia, hipomagnesemia), o bien,

en casos de intoxicación digitálica. Aunque las dosis y

niveles terapéuticos de digoxina no excluyen toxicidad,

en general, la CVE no se contraindica.

V.6.C. Efectos misceláneos.Se pueden observar cambios del ECG como la elevación

ocasional y transitoria del segmento ST que no están

asociados con daño miocárdico.59-60 . La creatincinasa

(CK) se puede incrementar en aproximadamente la mitad

de los pacientes, con un incremento moderado de la

isoenzima CK-MB, ésta representa menos de 1 a 3% de la

actividad de CK total del músculo normal, después de una

lesión muscular, la CK-MB puede alcanzar hasta el 15 a

20%. Por lo tanto, la asociación del incremento de CK total

y CK-MB que aumenta después de cardioversión con alta

energía es consistente con lesión musculo-esquelética y

no miocárdica, y sobre todo está directamente relacionada

con la energía acumulada (choques múltiples). No se han

demostrado aumentos en los niveles de cTnT o cTnI,

por lo que no hay evidencia de lesión miocárdica aún

después de cardioversión con choques de alta energía.60-

68 Las lesiones cutáneas se minimizan con la aplicación

su� ciente de gel entre los electrodos y el tórax69 o el uso

de electrodos autoadhesivos.Ocasionalmente puede

haber depresión miocárdica post CVE, y ser necesario

el empleo de aminas simpaticomiméticas para mantener

un gasto cardiaco adecuado, sobretodo en pacientes

con cardiopatías graves, eventualmente la depresión

miocárdica puede ser irreversible.

V.7 Fibrilación auricular refractaria a la cardioversión eléctrica convencional.Como se ha mencionado los predictores de refractariedad

a la CVE convencional incluyen principalmente la FA

de larga evolución (mayor de 3 meses), presencia de

cardiomiopatía e insu� ciencia cardiaca, enfermedad

valvular (mitral, aórtica). Los efectos del tamaño de la

aurícula izquierda (AI) son menos claros. En un estudio

con pocos pacientes, el diámetro de la AI de >45 mm

se consideró que tuvo un valor predictivo positivo, sin

embargo, es mas importante la duración de la FA como

predictor, y se considera que el tamaño de la AI no in� uye

tan fuertemente sobre el éxito de la CVE, los pacientes

no deberían ser excluidos solo por este parámetro, ya

que se ha demostrado éxito y mantenimiento de RS aún

con AI dilatada con diámetros < 65 mm.59, 70-72

Se ha mencionado a la resistencia transtorácica

(impedancia) como uno de los factores responsables de

las fallas que se observan entre el 8 y el 33% de los

pacientes.3, 6, 8, 73-75 (Tabla I).

La impedancia transtorácica en el hombre adulto es de

70 a 80 �. Cuando la impedancia es demasiado alta,

un choque de baja o aún de alta energía (300-360J),

no generará la corriente su� ciente para des� brilar. Para

reducir la impedancia transtorácica se recomienda una

presión de contacto su� ciente, el uso del gel conductor

para lograr que la interfase electrodo-tórax sea adecuada,

que los choques sean bifásicos y la con� guración antero-

posterior de los electrodos puede ayudar. Existen casos

bien documentados de FA refractaria en cuyo caso estará

indicado el uso de CVE con choques de alta energía,

bajo la hipótesis de favorecer y asegurar la penetración

adecuada del � ujo de corriente a la aurícula. (Tabla III).

Cuadro III. Estrategias para fi brilación auricular refractaria.

Pre- tratamiento con fármacos antiarrítmicos.

Choque de onda bifásica.

Electrodos en posición antero-posterior.

Cardioversión externa con choques secuenciales de alta energía.

Cardioversión interna.

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28 29

V.7.A. Cardioversión eléctrica externa de alta energía.Cuando múltiples choques convencionales fallan

para restaurar el RS la técnica con doble choque

secuencial transtorácico puede ser una alternativa

segura y con éxito hasta del 90.4% aplicando 720J

mediante dos des� briladores simultáneos (360 J c/

uno).76 Otros autores con� rman un éxito del 67 al

84%.77-80 La cardioversión de alta energía no causa

daño miocárdico evidenciado por estimación normal

con Troponina T.60-68,76 El mecanismo de la e� cacia es

múltiple, a saber, se asegura el paso de un � ujo de

corriente óptimo superando la limitación que impone

la impedancia transtorácica y se disminuye el umbral

de des� brilación a través de la aplicación de choques

secuenciales que son facilitadores.81-85

V.7.B. Cardioversión eléctrica interna.La CVE interna con choques de alta o baja energía, se

ha utilizado como alternativa para el tratamiento de la

FA resistente a la CVE externa convencional, tiene un

éxito que va del 78 al 91% por las diferencias entre la

selección de los pacientes.86-88 Es e� caz en pacientes

con FA persistente o permanente (o crónica, >1 año),

obesos, enfermedad pulmonar obstructiva severa y

probablemente en aquellos con cardiodes� briladores.

VI. PAPEL DEL MARCAPASOS DEFINITIVO PARA PREVENIR LA FIBRILACIÓN AURICULAR

VI. 1. Introducción.La terapia eléctrica es una alternativa para el manejo

de la � brilación auricular (FA), en pacientes seleccio-

nados, como se ha tratado previamente, de acuerdo

con las condiciones clínicas, un paciente puede requerir

diversas terapias, así, un mismo paciente puede en una

etapa aguda ser sujeto a cardioversión farmacológica o

eléctrica y en su seguimiento puede ser sometido a otro

tipo de terapia o manifestar condiciones concomitantes

con la FA.

Varios estudios han examinado el papel de la

estimulación, ya sea en un solo sitio de la aurícula

derecha, o en mas de una localización, e incluso se han

buscado sitios diversos con el propósito de estimular la

aurícula izquierda, con el � n de prevenir la recurrencia

de la � brilación auricular paroxística la � brilación

auricular (FA), e incluso se han desarrollado marcapasos

con funciones especiales para prevenir y tratar la

� brilación, con protocolos especí� cos de estimulación

antitaquicardia en presencia de extrasistolia auricular

y de sobre estimulación en el caso de que la FA sea

detectada por el marcapasos. La evidencia acerca de

su e� cacia es limitada, aunque al parecer los algoritmos

son seguros y no añaden un costo gravoso.

VI. 2. AntecedentesSe parte del concepto hipotético de que a diferencia de

la estimulación ventricular, se asocia con una mayor

frecuencia de FA en la disfunción sinusal. Entre los

pacientes con enfermedad del nodo sinusal, de� nida

como alteraciones del automatismo del nodo sinusal en

la formación o conducción del impulso a las aurículas,

existen pacientes que muestran la combinación de

períodos de bradicardia o pausas que alternan con

paroxismos de taquiarritmias auriculares principalmente

� brilación, � utter o taquicardias auriculares, denominado

síndrome de taquicardia- bradicardia.

Para los pacientes con bradicardia y ante-cedente

de � brilación auricular, no hay grandes estudios

aleatorizados que apoyen la estimulación en un solo

sitio, multisitio en la aurícula derecha estimulación

biauricular, sobre estimulación o estimulación auricular

antitaquicardia, sin embargo algunos estudios están en

marcha. Se ha sugerido que la incidencia de FA puede

disminuir con la estimulación del septum interauricular

o la estimulación auricular multisitio, comparada con la

estimulación en la orejuela derecha. (8) La estimulación

en el septum interauricular resulta en una conducción

preferencial hacia la aurícula izquierda, la estimulación

desde este sitio acorta la duración de la onda “P” y el

tiempo de conducción interauricular.

El mecanismo sugerido de la estimulación auricular

derecha, es que la prevención de la bradicardia evita

la dispersión de la repolarización causada por los

ritmos lentos, de tal manera que puede suprimir las

extrasístoles auriculares.

Con respecto a la relación entre el mecanismo de

la FA (previamente tratados) y el papel potencial

de la estimulación para terminar con la FA, dicha

terminación con estimulación rápida tendría sentido

si en al génesis de esa � brilación la estimulación

fuese capaz de interrumpirla, en el caso de que los

estímulos interrumpan el circuito de reentrada o los

disparadores. La clave pudiera estar en el modelo

canino de FA en el que un circuito con longitud de ciclo

corto, aparentemente estable puede ser capturado e

interrumpido mediante la estimulación en ráfagas, de

tal manera que la FA termine.

VI.3 Estimulación auricular o bicameral.A diferencia de la estimulación ventricular en el

tratamiento de las bradiarritmias, se considera que la

estimulación auricular o bicameral mantiene la sincronía

aurículo-ventricular previene la retro-conducción

ventrículo auricular, limita la regurgitación valvular AV.,

el aumento del estrés en la pared auricular y los cambios

en la electro� siología auricular.

La estimulación auricular desde el punto de vista eléctrico

y mecánico, previene la acción de los disparadores

potenciales de la FA, mediados por episodios de

bradicardia, y las alteraciones de la pared auricular por

estiramiento debido al aumento de presión, que se asocia

con la disincronía AV. Estudios observacionales sugieren

que la frecuencia de FA en los pacientes con estimulación

bicameral es de 0 a 3 % anual y del 6 al 15 % en

aquellos estimulación unicameral ventricular. En estudios

prospectivos, la evidencia muestra que la estimulación

auricular con la conducción AV conservada, es superior a

la ventricular en la prevención de la FA.

Los estudios sugieren que la estimulación en el septum

alto o bajo es factible y pudiera prevenir la FA, con la

ventaja de ser mas sencilla la colocación de un solo

electrodo a diferencia de la estimulación multisitio,

aunque su e� cacia aún se desconoce.

VI.4 Estimulación Multisitio. El hallazgo de trastornos de la conducción

interauricular, no es infrecuente en los pacientes con

taquiarritmias auriculares y se hayan considerado

algunas alternativas para disminuir los tiempos de

conducción intra e interauriculares.

Se ha empleado al estimulación biauricular con

electrodos en aurícula derecha y en la os del seno

coronario o la estimulación en dos sitios de la aurícula

derecha. En el único estudio prospectivo realizado, la

estimulación biauricular no mostró un claro bene� cio

cuando se comparó con la estimulación septal, algo que

limita su utilidad es el inconveniente de que se requiere

un conectador en “Y”.

El estudio comparativo de evaluación de estimulación

biauricular (seno coronario distal y orejuela derecha),

estimulación en aurícula y sin estimulación en pacientes

con � brilación auricular refractaria al tratamiento

farmacológico, no encontró ningún bene� cio comparado

con la estimulación auricular convencional (12),

La estimulación en 2 sitios dentro de una misma aurícula

(orejuela derecha y ostium del seno coronario) reveló

que no existe un mayor bene� cio con la estimulación

dual, comparado con la estimulación en un sitio único,

excepto en ciertos subgrupos de pacientes( 013)

VI.5 Sitios alternativos de estimulación.En el estudio PA3 (Atrial Pacing Peri Ablation for the

Prevention of AF) la estimulación auricular resultó

ser efectiva en la prevención del desarrollo de FA,

su utilidad como tratamiento para la FA paroxística

en pacientes sin indicaciones convencionales para

implantar un marcapasos, aun no ha sido probada

(6). En el estudio los pacientes considerados para

ablación del nodo AV, recibieron marcapasos de doble

cámara y fueron aleatorizados en 2 grupos: el grupo

A) recibiría estimulación auricular y el B) quedaría sin

estimulación auricular, no hubo diferencia entre ambos

grupos al tiempo de la primera aparición de FA, se

comparó la estimulación auricular programada contra la

estimulación AV sincronizada, los pacientes se dividieron

al azar en dos grupos: a) estimulación en modo DDDR

y b) estimulación en modo VDD, ambos grupos fueron

sometidos a ablación de nodo AV, no hubo diferencia

signi� cativa en el tiempo de detección de la primera

recurrencia de FA (7).

Lineamientos SOMEEC. La estimulación auricular está

asociada con un menor riesgo de desarrollar FA cuando

se compara con la estimulación ventricular aislada, en

pacientes que requieren la colocación de un marcapasos

para el tratamiento de las bradiarritmias. El valor de la

estimulación como terapia inicial para la prevención de FA

recurrente no ha sido aprobado, se sigue la investigación

con diferentes dispositivos, diferentes algoritmos para la

prevención y tratamiento de la FA.

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VII. PROCEDIMIENTOS DE ABLACIÓN CON CATÉTER.

VII. 1. ¿QUÉ PROCEDIMIENTOS INTERVENCIONISTAS SE PUEDEN REALIZAR EN UN PACIENTE CON FA?Básicamente existen tres tipos de intervenciones en la

FA (Tabla 1), una que sólo busca controlar la FVM (la

ablación del nodo AV con implante de un marcapaso

de� nitivo), aquellas que eliminan las arritmias que

inducen la FA y los procedimientos que intentan terminar

en forma de� nitiva con la FA. Dentro de éstos últimos

existen varias técnicas, las cuales hemos agrupado con

� nes únicamente didácticos en: ablación de disparadores,

ablación del sustrato y ablación de moduladores. A

continuación se describirán cada una de ellas.

VII. 2. Ablación/modifi cación del nodo AV. ¿Cuáles son las principales desventajas de la ablación

del nodo AV para controlar la FVM en la FA crónica? Una

de las maneras de controlar la frecuencia ventricular

en forma de� nitiva en los sujetos con FA establecida

y con una respuesta ventricular rápida y sintomática,

es mediante la ablación del nodo AV, provocando

así un bloqueo AV completo, y colocar un marcapaso

permanente ventricular o biventricular (si existe falla

cardíaca). Con ello se consigue en forma de� nitiva el

control de la FVM, la cual dependerá de la estimulación

ventricular programada.(1) Sin embargo, no resuelve el

problema de fondo ya que las aurículas permanecen en

� brilación y por lo tanto, no se restaura la función mecánica

auricular ni se evita el riesgo de las tromboembolias, por

lo que el paciente debe seguir anticoagulado.

¿Cuál es la utilidad de la modi� cación del nodo AV? Una

variante de la técnica antes descrita es la ablación parcial

de la región del nodo AV para disminuir la conducción

a través del mismo y con ello, disminuir la FVM, sin

llegar al bloqueo AV completo y por lo tanto, en teoría,

sin requerir el implante de un marcapaso de� nitivo. Sin

embargo, esta técnica no ha probado ser muy e� caz

a largo plazo y siempre se corre el riesgo de provocar

bloqueo AV completo, con la necesidad de requerir el

implante de un marcapaso de� nitivo.

VII. 3. Ablación de disparadores.(2) ¿Cuáles son los factores “disparadores” de la FA? Se

consideran como los disparadores de la FA a los focos

de actividad eléctrica anormal dentro de las aurículas

o estructuras conectadas a las mismas, que son

responsables de inducir la FA. Como las estructuras

frecuentemente involucradas en este mecanismo son

la venas pulmonares (VVPP), una de las técnicas más

empleadas en la actualidad es la denominada “ablación

de VVPP”.

¿Qué es la ablación de las VVPP? Es el término

empleado para traducir la eliminación de la actividad

eléctrica de las VVPP. En realidad, son aquellas

técnicas de ablación que buscan (1) eliminar la actividad

eléctrica (“potenciales de VVPP”) al interior de las

VVPP (“ablación focal”) o (2) evitar que dicha actividad

se propague hacia la AI (“aislamiento” o “pulmonary

vein isolation” en inglés).(3)

El método consiste en (1) seleccionar al paciente

ideal para el procedimiento; (2) estudiar la anatomía

(existe una gran variabilidad en la anatomía de

la AI y de la desembocadura de las VVPP) y

simultáneamente descartar trombos intracavitarios

mediante ecocardiografía y/o resonancia magnética;

(3) el procedimiento intervencionista en sí.(4, 5)

¿Quiénes son candidatos a ablación de VVPP? Se

debe considerar candidato a todo individuo con FA y

corazón estructuralmente sano, con AI no muy dilatada

(< 45 mm), aunque los grupos con más experiencia

cada vez son más laxos en sus criterios, se permite la

inclusión de enfermos con algunos tipos de cardiopatía

o con aurículas más dilatadas. Es importante tener

documentada la FA y que el enfermo se encuentre

muy sintomático (crisis de palpitaciones frecuentes

o que inter� eran con la calidad del vida del sujeto).

Un ecocardiograma transtorácico es de suma utilidad

para conocer la anatomía cardíaca, incluyendo

el tamaño de las cavidades y un ecocardiograma

transesofágico siempre se debe realizar antes del

procedimiento para descartar la presencia de trombos

intracavitarios. Una imagen con resonancia magnética

o tomografía computada puede resultar muy útil para

“pre-visualizar” la anatomía de las VVPP y descartar

trombos intracavitarios. Siempre que sea posible

es conveniente contar con evidencia de que la FA

comienza en extrasístoles auriculares y si se cuenta

con un ECG de 12 derivaciones con las extrasístoles

es aún mejor ya que esto permite identi� car si se tratan

de extrasístoles provenientes de VVPP derechas

o izquierdas, superiores o inferiores. Se realiza un

abordaje transeptal para alcanzar la AI, se puede pasar

a través de un foramen oval permeable o se realiza

una punción transeptal.(6) Se identi� can los ostia de

las VVPP mediante angiografía (aunque ya casi no

es necesaria) o ultrasonido intracardíaco. Éste último

tiene la ventaja de que no requiere medio de contraste,

facilita la colocación de los catéteres, se previene la

estenosis de VVPP(al visualizar la colocación de la punta

del catéter de ablación), titular la energía (mediante

la vigilancia de la formación de microburbujas) y

permite diagnosticar potenciales complicaciones tales

derrame pericárdico o tamponade.(7) Para el mapeo

electro� siológico convencional se utilizan catéteres

deca o duodecapolares (p.e. “Lasso”) que terminan en

una espiral y que se colocan al interior de la VP.(8) Con

dicho catéter se identi� ca si existe actividad eléctrica

en las VVPP. Posteriormente se avanza un catéter de

ablación al ostium o al antro de las VVPP en las que

se halle actividad eléctrica anormal para eliminarla

mediante una ablación segmentaria (“focal ablation”

en inglés) que consiste en aplicar radiofrecuencia sólo

en los sitios de “contacto eléctrico” que conectan la

VP con la AI o alternativamente se puede realizar el

“aislamiento” de la vena pulmonar (“PV isolation” en

inglés) mediante la ablación circunferencial es decir,

la aplicación de radiofrecuencia en todo el ostium

o antro de la VP. Así, se consigue un “aislamiento

eléctrico” de una o más VVPP (“aislamiento global”).

La “ablación focal” se realiza en la región periostial

(incluso epicárdica percutánea para tratar aquellos

casos que no responden por vía endocárdica).(9)

En cualquier caso, cuando sólo se “tratan” aquellas

VPs que presenten actividad eléctrica se habla de

un “abordaje electro� siológico”, cuando se tratan las

cuatro VVPP en forma conjunta (p. e. aislamiento

global con o sin mapeo electroanatómico) se habla

de un “abordaje anatómico”. Es muy importante y

necesaria una adecuada anticoagulación para prevenir

el desarrollo de trombos que podrían acceder a la

circulación pulmonar, cerebral o periférica debido al

abordaje transeptal. Las tasas de éxito informadas

para esta técnica son variables y dependen mucho

de los recursos empleados (ultrasonido intracardíaco,

mapeo electroanatómico, catéteres de mapeo

de� ectables, etc.) y de la experiencia del centro. En el

grupo de Burdeos, el porcentaje de éxito “primario” (sin

necesidad de emplear posteriormente anti-arrítmicos),

es del 66%. Sin embargo, en el 44% restante existe

la posibilidad de que con anti-arrítmicos no vuelvan a

presentar la arritmia (éxito secundario) lo que eleva el

porcentaje de éxito del procedimiento aumenta hasta un

86%. También se deben tratar otros focos de actividad

eléctrica anormal que puedan existir, tanto en las

aurículas como en las denominadas “venas torácicas”

que incluyen, además de las VVPP, las venas cavas,

la vena de Marshall, el seno coronario, etc.

A pesar de los avances, el procedimiento no esta

libre de complicaciones, destacan: perforación, riesgo

tromboembólico y estenosis de VVPP. La incidencia de

estenosis de VVPP es del 4 al 10% según el centro y

depende de varios factores: técnica empleada (ablación

segmentaria vs circunferencial), tipo y cantidad

de energía utilizada (radiofrecuencia, ultrasonido,

crioablación), visualización de los ostia mediante

ultrasonido, entre otros. En los casos graves, asociados

con la estenosis de tres o más venas, se produce un

cuadro veno-oclusivo pulmonar, con un cuadro clínico

característico, que requiere de angioplastía. (10)

Casos menos graves pueden inclusive evolucionar sin

síntomas y aún ser reversibles. Otro punto importante

en el aspecto de seguridad es la posibilidad de generar

nuevas arritmias (� utter auricular izquierdo y taquicardias

auriculares incluso incesantes). Esto se debe comparar

con el riesgo de arritmias ventriculares provocadas por

los fármacos antiarrítmicos.

VII.4. Ablación del sustrato. Varios grupos preconizan la necesidad de hacer líneas

de ablación en las aurículas provocando lesiones

semejantes a las que se hacen quirúrgicamente en la

operación del laberinto (del inglés “maze”), empleado

preferentemente en la FA permanente. Para ello se utiliza

el mapeo electroanatómico o se emplean dos catéteres

espiral simultáneos. Es un procedimiento complejo que

requiere equipo so� sticado y un entrenamiento especial.

Recientemente se ha informado de la utilidad de la

ablación del sustrato por tres grupos de investigadores,

Pachon en Brasil, Nademanee en EU y Haïssaguerre

en Francia. Este último se basa en los trabajos del Dr.

José Jalife. (11)

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VII. 5. Ablación de moduladores. El grupo de Pappone en Italia ha descrito la ablación

de los moduladores (terminaciones nerviosas vagales

de la AI) para provocar una denervación cardíaca

parcial local. En ambos casos los resultados son muy

prometedores con tasas de éxito superiores al 90%.

VIII. TRATAMIENTO QUIRÚRGICO PARA LA FA

VIII.1. Introducción.Actualmente existe una amplia variedad de alternativas

no farmacológicas para el tratamiento de la � brilación

auricular (FA). Una de las alternativas es la ablación

transquirúrgica, inicialmente realizadas con corte y sutura,

lo que implicaba tiempos prolongados, y complicaciones

graves. Han habido algunas técnicas quirúrgicas

principalmente, la del “corredor”, que comenzó a utilizarse

en 1985, descrita por Guiraudon. Paralelamente surgió

la técnica del laberinto desarrollada por Cox, que a la

postre, con sus modi� caciones es la más empleada, por

sus buenos resultados, diversos autores reportan que

a largo plazo 90 % o mas de los pacientes están libres

de la FA. Los objetivos de la ablación quirúrgica son:

restablecer y mantener a largo plazo el ritmo sinusal,

restablecer la función de transporte auriculo-ventricular

y evitar el tromboembolismo sistémico. Con la técnica

de laberinto, si se logra restaurar el ritmo sinusal, hasta

el momento la técnica de Cox ha sido el estándar de

oro para la cirugía de la FA. Es conveniente incluir este

aspecto en las guías, con el � n de dar a conocer que es

posible llevar a cabo la cirugía de laberinto en nuestro

medio, el difundir este conocimiento, dará un impulso para

el empleo de esta técnica en los casos seleccionados,

así, el paciente se bene� ciará doblemente de una

intervención quirúrgica bien planeada, se da solución al

aspecto hemodinámico y al trastorno del ritmo.

En 1985, Guiraudon desarrolló la operación de

“corredor”, para tratar de crear una franja de tejido

entre el nodo sinusal y el nodo AV, aislado del resto de

la aurícula derecha. El estímulo eléctrico se transmite

desde el nodo sinusal hacia el nodo AV sin la in� uencia

del la actividad auricular vecina. El resultado logrado

es solo parcial, se lograría regularizar la frecuencia

ventricular, sin embargo, las aurículas continuarían

en � brilación, sin contribuir activamente en el llenado

ventricular y con la potencial formación de trombos

latente. Cox y col., desarrollaron el procedimiento de

laberinto para restablecer el ritmo sinusal y la sincronía

de la contracción auriculo-ventricular efectiva. El

procedimiento consiste en la resección de ambas

orejuelas, el aislamiento de las venas pulmonares y

múltiples incisiones (corte y sutura) para crear vías que

permitan la conducción del impulso eléctrico a través

del tejido auricular derecho e izquierdo, con esta técnica

se favorecen serias complicaciones tales como:

sangrado, requerimiento de marcapasos postoperatorio

por trastornos de generación y transmisión del impulso

(disfunción del nodo sinusal y del nodo AV), tiempos

prolongados de circulación extracorpórea, etc.

Sin embargo evolucionó y actualmente se realiza el

laberinto en su versión IV, en la que varios cortes han

sido sustituidos por líneas de ablación bipolar con

energía de radiofrecuencia, el tiempo requerido es

corto y en centros experimentados, se realiza durante

la etapa de recuperación de la hipotermia, para abreviar

los tiempos.

El procedimiento de laberinto divide a las aurículas de

tal manera que:

1. Ninguna porción es lo su� cientemente grande para

sostener la FA

2. Mantiene la conducción del impulso sinusal hacia el

nodo AV y la mayor parte del tejido auricular

3. Se restablece la contracción auricular normal.

VIII.2. Operación de laberinto con el uso de críoablación o ablación con radiofrecuencia.Una alternativa a las incisiones quirúrgicas es la creación

de lesiones transmurales mediante la aplicación de

radiofrecuencia o de la crío ablación, en lugar del corte y

sutura. Sie y colaboradores modi� caron el procedimiento

Cox III, utilizan un dispositivo de radiofrecuencia en

lugar de los cortes quirúrgicos para hacer las lesiones

auriculares.

Con la ablación con sonda de crío o catéter de

radiofrecuencia se ha pasado de un procedimiento

experimental a una terapia rutinaria curativa de una gran

variedad de arritmias cardíacas. El interés de desarrollar

procedimientos de ablación con catéter es el resultado

exitoso de los procedimientos de ablación quirúrgica.

VIII.3. Procedimiento intraoperatorio:Se realizarán los procedimientos habituales para la

exposición e inicio de la circulación extracorpórea.

El procedimiento Cox III modi� cado se lleva a cabo

utilizando algún dispositivo de ablación (radiofrecuencia

o crío). El cirujano tiene la libertad de realizar pequeñas

modi� caciones en el procedimiento siempre y cuando

se documente y justi� que cualquier modi� cación.

Se debe realizar un ecocardiograma transesofágico

transoperatorio siempre que sea posible.

El abordaje es por esternotomía media longitudinal.

Se canula la aorta ascendente y ambas cavas para

la conexión al circuito extracorpóreo, se inicia la el

proceso para llevar al paciente a hipotermia moderada

(28 ºC). Se incluyen todas las incisiones propuestas en

el procedimiento de Cox III, algunas son reemplazadas

por lesiones de ablación por crío o radiofrecuencia.

Abordaje derecho: Se realiza una atriotomía derecha

a través de una incisión longitudinal posterior, se inicia

caudal al sitio de canulación superior y se extiende

en todo el borde del septum interauricular terminando

en el surco auriculo-ventricular opuesto al sitio de

canulación inferior. Se reseca la orejuela derecha y

se realiza una incisión de aproximadamente 4 cm de

la porción media de la cara anterolateral de la base

de la orejuela hacia el ori� cio de la vena cava inferior.

Se extiende esta incisión con una línea de ablación en

dirección craneal tan lejos como sea posible del sitio

de canulación superior. Se trazan líneas adicionales

de ablación, de la porción medial de la base hacia el

anillo tricuspídeo y de la porción caudal de la primera

incisión hacia el surco AV hacia la parte posterior del

anillo tricuspídeo.

La parte septal del procedimiento se realiza

posteriormente, justo antes de cerrar la aurícula izquierda

para prevenir desgarros del septum. Abordaje izquierdo:

En la aurícula izquierda se realiza una atriotomía en

el surco interauricular. Se reseca la orejuela izquierda

y se sutura el sitio de amputación. Se realizan líneas

de ablación aislando las venas pulmonares derechas

y las venas pulmonares izquierdas por separado y

posteriormente se traza una línea de conexión que

una a ambas islas. Se trazan líneas de ablación de las

venas pulmonares izquierdas a la base de la orejuela

y hacia la valva posterior de la mitral. Se completa el

procedimiento con una línea en la cara derecha del

septum interauricular que inicia de la porción media

de la atriotomía derecha cruzando el septum hasta la

porción caudal del ostium del seno coronario. Se cierran

las atriotomías izquierda y derecha, se purga el corazón

y se despinza la aorta. En la mayoría de los casos se

restablece el ritmo sinusal; ocasionalmente se requerirá

de apoyo con marcapaso auricular o ventricular.

VIII.4. ¿Cuáles son los criterios de inclusión de los pacientes para realizar un abordaje quirúrgico?FA paroxística, persistente o crónica con indicación de

cirugía cardíaca para corrección de alguna cardiopatía

(cambio valvular, cirugía de revascularización, etc.) que

permita el abordaje endocárdico.

Aurícula izquierda menor de 60 mm.

¿Cuáles son los criterios de exclusión?1) Necesidad de cirugía cardíaca de urgencia (ej. Choque

cardiogénico)

2) Embarazo al momento de elegibilidad

3) Contraindicación para terapia anticoagulante

4) Diagnóstico de endocarditis activa

VIII.5. ¿Cómo debe ser el seguimiento de los pacientes postoperados de ablación quirúrgica?A corto y a mediano plazo existe el riesgo de recurrencia

de la � brilación, por lo que los pacientes deben tener un

seguimiento electrocardiográ� co y con Holter al menos

trimestral, para de� nir la suspensión del tratamiento

antiarrítmico (3 a 6 meses), los pacientes que requieran

anticoagulación oral permanente deberán continuar con

su esquema habitual, para aquellos que no requieran

anticoagulación oral permanente, como los casos

en los que los pacientes portadores de una prótesis

biológica o hayan sido sometidos a revascularización

coronaria, deben recibir anticoagulación oral, la cual

solo podrá suspenderse cuando de manera fehaciente,

se documente que el paciente se mantiene en ritmo

sinusal, ya sin requerimiento de antiarrítmicos., de

no ser así, el paciente quedará expuesto al riesgo de

tromboembolismo cardiaco sistémico. El seguimiento

posterior deberá incluir un estudio de ECG dinámico

de 24 horas, semestral o anual, para vigilancia del

ritmo, además de las visitas requeridas de acuerdo

con la cardiopatía de base.

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ABREVIATURAS:

AA= Antiarrítmico

ACO= Anticoagulación oral

AI= Aurícula izquierda

AV= Aurículo- ventricular

CV= Cardioversión

CVE= Cardioversión eléctrica

ECG= Electrocardiograma

EGM= Electrograma

ESA= Extrasístole auricular

ETE= Ecocardiograma transesofágico

FA= Fibrilación auricular

FVM= Frecuencia ventricular media

LPM= Latidos por minuto

MP= Marcapaso

US= Ultrasonido

VP= Vena pulmonar

VVPP= Venas pulmonares

BIBLIOGRAFIAI.- INTRODUCCIÓN1.Fuster V, Ryden LE, Cannom DS, Crijns HJ, Curtis AB, Ellenbogen KA, Halperin JL, Le Heuzey JY, Kay GN, Lowe JE, et al. ACC/AHA/ESC 2006 guidelines for the management of patients with atrial � brillation—a report of the American College of Cardiology/American Heart Association Task Force on Practice Guidelines and the European Society of Cardiology Committee for Practice Guidelines (Writing Committee to Revise the 2001 Guidelines for the Management of Patients With Atrial Fibrillation). J Am Coll Cardiol 2006;48: e149–246.2.Márquez MF, González Hermosillo JA, Cárdenas M. Guías para el diagnóstico y tratamiento de la � brilación auricular. Arch Cardiol Mex. 2006 Apr-Jun;76(2):231-6.3.Kannel WB, Abbott RD, Savage DD, McNamara PDl. Epidemiologic features of chronic atrial � brillation: the Framingham study. N Engl J Med. 1982;306:1018–1022.4.Krahn AD, Manfreda J, Tate RB, Mathewson FA, Cuddy TE. The natural history of atrial � brillation: incidence, risk factors, and prognosis in the Manitoba Follow-Up Study. Am J Med. 1995;98:476–484.5.Kannel WB, Wolf PA, Benjamin EJ, y col. Prevalence, incidence, prognosis, and predisposing conditions for atrial � brillation: population-based estimates. Am J Cardiol. 1998;82:2N–9N.6.Braunwald E. Shattuck lecture—cardiovascular medicine at the turn of the millennium: triumphs, concerns, and opportunities. N Engl J Med. 1997;337:1360–1369.7.Benjamin EJ, Wolf PA, D´Agostino RB, Silbershatz H, Kannel WB, Levy D. Impact of atrial � brillation on the risk of death: the Framingham Heart Study. Circulation. 1998;98:946–952.8.Rosso D, Albina G,. Sanmartino MV, Montecchio, Barja L, Laiño R, Ortega D, Giniger A. E� cacia y seguridad de la cardioversión eléctrica ambulatoria en la � brilación auricular persistente. Rev Argent Cardiol 2005;73:433-438.9.García J, Almendral J, Arenal A, Villacastín J, Osende J, Martínez JL, Ortiz M Delcán JL. Cardioversión interna con choques de baja energía en � brilación auricular resistente a cardioversión eléctrica externa. Rev Esp Cardiol 1999; 52: 105-1129. 10.The SOLVD Investigators. Effect of enalapril on mortality and the development of heart failure in asymptomatic patients with reduced left ventricular ejection fractions. N Engl J Med. 1992;327:685–691.11.Christian Torp-Pedersen, M.D., Mogens Møller, M.D., Poul Erik Bloch-Thomsen, M.D., Lars Køber, M.D., Erik Sandøe, M.D., Kenneth Egstrup, M.D., Erik Agner, M.D., Jan Carlsen, M.D., Jørgen Videbæk, M.D., Bradley Marchant, M.D., A. John Camm, M.D., for The Danish Investigations of Arrhythmia and Mortality on Dofetilide Study Group. Dofetilide in patients with congestive heart failure and left ventricular dysfunction. Danish Investigations of Arrhythmia and Mortality on Dofetilide Study Group. N Engl J Med. 1999;341:857–865.12.Singh SN, Fletcher RD, Fisher SG, y col. Amiodarone in patients with congestive heart failure and asymptomatic ventricular arrhythmia. Survival Trial of Antiarrhythmic Therapy in Congestive Heart Failure. N Engl J Med. 1995;333:77–82.13.The CONSENSUS Trial Study Group. Effects of enalapril on mortality in severe congestive heart failure. Results of the Cooperative North Scandinavian Enalapril Survival Study. N Engl J Med. 1987;316:1429–1435.14.Crijns HJ, Tjeerdsma G, de Kam PJ, y col. Prognostic value of the presence and development of atrial � brillation in patients with advanced chronic heart failure. Eur Heart J. 2000;21:1238–1245.15.Gallagher MM, Owen AO, Camm AJ . Tachycardia-induced atrial myopathy: an important mechanism in the pathophysiology of atrial � brillation? J Cardiovasc Electrophysiol 1997; 8: 1065-1074.16.Morillo CA, Klein GJ, Jones DL, Guiraudon CM. Chronic rapid atrial pacing. Structural, functional, and electrophysiological characteristics of a new model of sustained atrial � brillation. Circulation. 1995 Mar 1;91(5):1588-95.17.Moe GK, Abildskov JA: Atrial � brillation as a self sustaining arrhythmia

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40 41

Clin Electrophysiol 2003; 26 (1 Pt 1): 8-15.5.Márquez MF: Ablación con catéter del � utter auricular y de la � brilación auricular paroxística. Arch Cardiol Mex 2003; 73 (Supl. 1): S88-S92.6.Márquez MF, Colín L, Guevara-Valdivia M, Iturralde P, Castañeda R. Villavicencio R, González-hermosillo JA, Martínez-Ríos MA, Frank R, Cárdenas M: Ablación segmentaria del ostium de la vena pulmonar superior izquierda para eliminar actividad eléctrica anormal generadora de � brilación auricular paroxística idiopática. Arch Cardiol Mex 2003; 73 (2): 124-8.7.Saad EB, Cole CR, Marrouche NF, Dresing TJ, Perez-Lugones A, Saliba WI, Schweikert RA, Klein A, Rodriguez L, Grimm R, Tchou P, Natale A. Use of intracardiac echocardiography for prediction of chronic pulmonary vein stenosis after ablation of auricular � brillation. J Cardiovasc Electrophysiol 2002; 13: 986-9.8.Macle L, Jais P, Scavee C, Weerasooriya R, Shah DC, Hocini M, Choi KJ, Raybaud F, Clementy J, Haissaguerre M. Electrophysiologically guided pulmonary vein isolation during sustained auricular � brillation. J Cardiovasc Electrophysiol 2003; 14: 255-60.9.Reddy VY, Neuzil P, Ruskin JN. Extra-ostial pulmonary venous isolation: use of epicardial ablation to eliminate a point of conduction breakthrough. J Cardiovasc Electrophysiol 2003; 14: 663-6.10.P Jaïs, Shah DC, Haïssaguerre M, Hocini M, Peng JT, Clémenty J: Catheter ablation for auricular � brillation. Annu Rev Med 2000; 51: 431-41.11.Jalife J. Los rotores y la � brilación. Arch Cardiol Méx 2004; 74 (Supl. 2): S289-S292.VIII. ABLACIÓN QUIRÚRGICA DE LA FIBRILACIÓN AURICULAR1. Sie H T, Beukema W P, Ramdat Misier A R, Elvan A, Ennema J J, Wellens HK .The radiofrequency modi� ed maze procedure. A less invasive surgical approach to atrial � brillation during pen-heart surgery. Eur. J. Cardiothorac. Surg., April 1, 2001; 19(4): 443 - 447. 2. Defauw JJ, Guiraudon GM, van Hemel NM, Vermeulen FE, Kingma JH,

de Bakker JM. Surgical herapy of paroxysmal atrial � brillation with the “corridor” operation. Ann Thorac Surg. 1992 Apr;53(4):564-70. 3.van Hemel NM, Defauw JJ, Kingma JH, Jaarsma W, Vermeulen FE, de Bakker JM, Guiraudon GM. Long-term results of the corridor operation for atrial � brillation. Br Heart J. 1994 Feb;71(2):170-6.4. Cox JL, Canavan TE, Schuessler RB, et al. The surgical treatment of atrial � brillation. II. Intraoperative electrophysiologic mapping and description of the electrophysiologic basis of atrial � utter and atrial � brillation. J Thorac Cardiovasc Surg. 1991; 101:406-26. 5.Cox JL, Schuessler RB, Lappas DG, et al. An 8 1/2-year clinical experience with surgery for atrial � brillation. Ann Surg. 1996;224:267-73.6.Cox JL. Cardiac surgery for arrhythmias. J Cardiovasc Electrophysiol.204;15:250-62.7.Cox JL, Boineau JP, Schuessler RB, et al. Modi� cation of the maze procedure for atrial � utter and atrial � brillation. I. Rationale and surgical results. J Thorac Cardiovasc Surg. 1995;110:473-84.8.Damiano RJ Jr, Gaynor SL, Bailey M, et al. The long-term outcome of patients with coronary disease and atrial � brillation undergoing the Cox maze procedure. J Thorac Cardiovasc Surg. 2003;126:2016-21.9.Gillinov AM, McCarthy PM. Advances in the surgical treatment of atrial � brillation. Cardiol Clin. 2004;22:147-57. Melby SJ, Zierer A, Bailey MS, Cox JL, MD, Lawton JS, Munfakh N, Crabtree TD, Moazami N, Huddleston ChB, Moon MR, Damiano RJ Jr. A New Era in the Surgical Treatment of Atrial Fibrillation. The Impact of Ablation Technology and Lesion Set on Procedural Ef� cacy. Ann Surg. 2006; 244(4): 583–592.10.Richard J. Shemin, MDa,*, James L. Cox, MDb, A. Marc Gillinov, MDc, Eugene H. Blackstone, MDc, Charles R. Bridges, MDd Report From the Workforce on Evidence-Based Surgery Guidelines for Reporting Data and Outcomes for the Surgical Treatment of Atrial Fibrillation. Ann Thorac Surg 2007;83:1225-1230.

El des� brilador automático implantable (DAI) se introdujo

en la medicina clínica en 1980, cuando Mirowski publicó

la terminación con éxito de taquiarrítmias ventriculares

potencialmente malignas con el dispositivo implantado

en tres pacientes con cardiopatía estructural. De

entonces a la fecha, las indicaciones de éste se han

ido ampliando y el numero de implantes ha crecido

enormemente sobre todo en países desarrollados.

En sentido amplio el DAI estaría indicado en todos

los pacientes que tuvieran un riesgo alto de presentar

taquiarrítmias ventriculares potencialmente malignas no

corregibles y cuya supervivencia no se vea gravemente

comprometida por otras enfermedades concomitantes.

Al ser una terapia costosa, en nuestro país hemos

observado un rezago importante en la implementación

de esta terapia. Es por esta razón, que la Sociedad

Mexicana de Electro� siología y Estimulación Cardiaca

(SOMEEC) ha decidido reunir a un panel de expertos

en la materia para discutir ampliamente las indicaciones

actuales para la utilización de esta terapia, hacer una

breve revisión de las enfermedades relacionadas con

muerte súbita y el porque de esta, y como el DAI ha

demostrado un bene� cio en dichos pacientes. El lector

observara que hemos intentado desglosar al máximo los

diferentes grupos de riesgo en donde actualmente se

utiliza el dispositivo a � n de evitar confusiones al momento

de realizar una indicación de DAI para un paciente. Así

iniciamos con la Insu� ciencia Cardiaca como entidad

particular, ya que en este grupo de pacientes el grave

deterioro de la función ventricular es el factor de riesgo más

signi� cativo para arritmias ventriculares potencialmente

letales, dividiendo la indicación en dos grupos. Aquellos

con cardiopatía Isquémica y sin cardiopatía isquémica

ya que en este ultimo grupo entran diversas etiologías

de insu� ciencia cardiaca pero que no se han analizado

por separado en ningún estudio. Posteriormente se

abordan el grupo de pacientes que tienen cardiopatía

estructural (Miocardiopatías, cardiopatía isquémica

e.t.c. con riesgo de muerte súbita) pero que NO tienen

disfunción ventricular izquierda. Finalmente se revisan de

forma general las cardiopatías genéticas o canalopatías

relacionadas con riesgo de muerte súbita y la indicación

de DAI en estos pacientes.

La utilización del DAI esta orientada, como punto

primordial a la prevención de la muerte súbita arrítmica.

Esta prevención se divide en dos rubros fundamentales:

La prevención primaria y la prevención secundaria.

Prevención Primaria: El paciente NUNCA HA SUFRIDO un episodio de:

Muerte Súbita Recuperada, � brilación ventricular

documentada o taquicardia ventricular con colapso

circulatorio (ausencia de pulso, estado de choque

o edema pulmonar agudo) o Taquicardia ventricular

monomór� ca sostenida con datos de inestabilidad

hemodinámica (hipotensión, angina, diaforesis, e.t.c)

sin llegar al colapso circulatorio.

Prevención Secundaria: El paciente fue recuperado de un episodio de muerte

súbita, tuvo � brilación ventricular documentada que

requirió cardioversión eléctrica o se autolimitó de

forma espontánea, presento Taquicardia ventricular

El Des� brilador Automático Implantable (DAI) para la prevención de la muerte súbita.

COORDINADOR:

DR. SANTIAGO NAVA TOWNSEND.GRUPO DE TRABAJO:Drs. Santiago Nava Townsend , Ignacio Rodriguez Briones, Celso Mendoza Gonzalez, Ulises Rojel Martínez, Susano Lara Vaca, Luís Molina Fernandez, Benito Álvarez Mosquera, Eric Gonzalez Aceves, Argelia Medeiros Domingo, Gerardo Rodriguez Diez.

Sociedad Mexicana de Electrofi siología y Estimulación Cardiaca A.C.

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monomór� ca sostenida con colapso circulatorio o

presento Taquicardia ventricular monomór� ca sostenida,

con deterioro hemodinámico pero sin llegar al colapso

circulatorio.

Muerte Súbita Recuperada: Paciente con colapso circulatorio súbito de origen

cardiaco, requiriendo maniobras de reanimación

cardiopulmonar avanzadas, gracias a las cuales se

reestableció el ritmo y función cardiaca.

DESFIBRILADOR AUTOMÁTICO IMPLANTABLE PARA LA PREVENCIÓN PRIMARIA Y SECUNDARIA DE MUERTE SÚBITA EN PACIENTES CON INSUFICIENCIA CARDIACA SECUNDARIA A

CARDIOPATÍA ISQUÉMICA.

La muerte súbita es la causa de mortalidad hasta en un 50% de los casos en pacientes con insufi ciencia cardiaca. La isquemia miocárdica aguda y el infarto son causas importantes de MSC en pacientes con

insufi ciencia cardiaca. La evidencia de infarto agudo al miocardio o lesiones en las arterias coronarias fueron identifi cadas en 42% de autopsias en víctimas de MS

en un estudio de insufi ciencia cardiaca. 1-2

Para pacientes con insu� ciencia cardiaca crónica

y función sistólica deprimida, la incidencia de MSC

incrementa con la severidad de la insu� ciencia cardiaca

re� ejada en la clase funcional según la New York

Heart Association (NYHA) y la fracción de eyección.2-3

Pacientes con síntomas mínimos a moderados (clase

I-II) tienen riesgo de muerte súbita de un 2 a 6% por año.

Con síntomas mas avanzados (clase III-IV), el riesgo se

incrementa a un 5 a 12% por año.

La fracción de eyección del ventrículo izquierdo, la

dilatación del ventrículo izquierdo y el péptido natriurético

que son marcadores de severidad de IC, disfunción

ventricular y mortalidad, también predicen MSC. 2-5 La

taquicardia ventricular (TV) y la � brilación ventricular

(FV), son las arritmias mas frecuentes que causan MSC

en pacientes insu� ciencia cardiaca.

PREVENCIÓN PRIMARIA DE MUERTE SÚBITA CARDIACAEl des� brilador automático implantable (DAI) ofrece la

protección más efectiva para MSC y reduce la mortalidad

previniéndola en pacientes seleccionados con función

ventricular disminuida. En pacientes con enfermedad

coronaria los estudios MADIT y MUSTT demostraron

que el DAI mejora la sobrevida de pacientes con

función ventricular deprimida, taquicardia ventricular no

sostenida y taquicardia ventricular inducible durante el

estudio electro� siológico.6-8

El estudio MADIT II9 demostró mayor bene� cio en

la sobrevida con el uso del DAI en pacientes con

enfermedad arterial coronaria y fracción de eyección

de 30% o menos. Aunque los estudios de prevención

primaria MADIT II y MUSTT incluyeron solo pacientes

con disminución signi� cativa de la función ventricular,

muchos de ellos no se encontraban con datos clínicos

de insu� ciencia cardiaca (75% en clase funcional I o II).

Tanto en pacientes de los estudios MADIT II como en

SCD-HeFT10, el bene� cio de la sobrevida no fue aparente

hasta después del primer año de tratamiento con DAI.

Estos estudios sugieren que el bene� cio de pacientes

con DAI que tienen capacidad funcional razonablemente

adecuada a pesar de la función ventricular deteriorada,

sobrevivían mas de un año sin morir por falla de bomba.

La magnitud del bene� cio está en el rango de 6 a 8% de

incremento absoluto (reducción del riesgo relativo de 28

a 31%) con seguimientos a 20 meses en el MADIT II y

de 5 años en el SCD-HeFT, por lo tanto por cada 12 a 16

pacientes que reciben el DAI una vida es salvada.

En falla cardiaca avanzada y riesgo de muerte por

falla de bomba las opciones de dispositivos de

asistencia ventricular, transplante cardiaco, y el uso de

resincronizadores son consideraciones importantes.

Las indicaciones concretas para la utilización de estos

últimos dispositivos se discuten en otra sección de estas

recomendaciones.

Aunque los pacientes con insu� ciencia cardiaca severa

clase IV, tienen alto riesgo de muerte súbita, el bene� cio

del DAI es limitado ya que la causa principal de mortalidad

es la falla de bomba, no siendo la terapia apropiada para

muchos de ellos. Este grupo ha sido excluido de todos

los estudios.

Aunque el riesgo del implante del DAI es bajo, en estudios

como el MADIT II se observo que algunos pacientes con

insu� ciencia cardiaca experimentaron deterioro de la

función ventricular en el primer año posterior a la implante

del dispositivo incrementando la mortalidad por falla de

bomba. Subanálisis de este grupo, han demostrado que

existe un efecto deletéreo en la función ventricular por

la estimulación en ápex del VD, debido a cambios en la

activación ventricular, similares a aquellos observados

en el bloqueo de rama izquierda, es decir asincronía

intra e interventricular. Este efecto se demostró de forma

especí� ca en el estudio DAVID donde se observo un

exceso de mortalidad en pacientes que recibieron un

DAI doble cámara (DDD) comparados contra aquellos

que recibieron un DAI VVI programado con estimulación

de reserva (frecuencia en 40 lpm); el DAI DDD al producir

un mayor porcentaje de estimulación ventricular derecha

que el VVI, genera asincronia y por ende deterioro de la

función ventricular11

El implante de un DAI con estimulación biventricular

es una consideración razonable para pacientes con

insu� ciencia cardiaca clase III o IV y asincronia, ya que

existe un bene� cio hemodinámico con la resincronización.

Esto quedo demostrado en el estudio COMPANION que

aleatorizó 1520 pacientes con clase funcional III o IV y

con QRS mayor de 120mseg en un esquema 1:2:2 a

terapia médica, terapia de resincronización biventricular

y a terapia de resincronización biventricular mas DAI

respectivamente12. Después de un seguimiento por 15 a

16 meses, la mortalidad en el grupo de manejo médico

fue del 25% comparada con 18% para el grupo con

resincronizador mas des� brilador (HR=0.64, p=.004). La

mortalidad en el grupo de resincronizador sin DAI fue

del 21%, mostrando una tendencia favorable a reducir la

mortalidad pero sin alcanzar una diferencia estadística

signi� cativa. Aunque el impacto de muerte súbita no

fue evaluado, el bene� cio en el grupo DAI apoya la

reducción en la muerte por arritmias como algo adicional.

El resincronizador ha sugerido tener un efecto bené� co

sobre las arritmias al mejorar la insu� ciencia cardiaca

y reducir el tono simpático, pero también algunos

autores han sugerido un potencial efecto proarrítmico

debido al gradiente de despolarización entre epicardio

y endocardio inducido por el electrodo del ventrículo

izquierdo, sin embargo esto no se ha corroborado en

otros estudios13.

La mejoría en el manejo médico de la insu� ciencia

cardiaca ha reducido tanto mortalidad total como

muerte súbita. Así también las terapias que impactan

favorablemente sobre la hipertro� a y la remodelación

eléctrica son avances importantes. La tecnología

del DAI provee protección contra muerte súbita por

arritmias y al combinar ésta tecnología con la terapia

de resincronización, se logra un resultado bené� co en

pacientes con insu� ciencia cardiaca avanzada.

PREVENCIÓN SECUNDARIA DE MUERTE SÚBITA CARDIACANo ha pasado más de una década desde que surgieron

las primeras evidencias a favor de la superioridad del DAI

frente a los fármacos antiarrítmicos al reducir la mortalidad

en pacientes supervivientes de un paro cardiaco o

en aquellos que han tenido arrítmias ventriculares

sostenidas. Fueron los estudios AVID14 (Antiarrhytmics

versus Implantable De� brillator Study), CIDS15 (Canadian

Implantable De� brillator Study) y CASH (Cradiac Arrest

Study Hamburg) publicados entre 1997 y 2000, los que

aportaron los datos que indicaban que el DAI era la mejor

opción en prevención secundaria.

El estudio AVID14 fue el primer estudio controlado que

demostró que el DAI comparado con el manejo antiarrítmico

(sotalol o amiodarona), mejora la supervivencia global

en pacientes con arritmias ventriculares malignas. Se

incluyeron 1016 pacientes: a) resucitados de FV; b)

TV con síncope; c) TV con compromiso hemodinámico

y FEVI menor o igual al 40%. El 55% de los pacientes

tenían TV y el resto FV. Durante un seguimiento medio

de ±12 meses la mortalidad total fue del 15.8% en el

grupo tratado con DAI y del 24% en el grupo tratado con

fármacos antiarrítmicos. La reducción de la mortalidad en

el grupo tratado con DAI fue aproximadamente del 40%

en el primer año (mortalidad 10.7% con DAI y del 17.7%

sin éste). Esta reducción estadísticamente signi� cativa de

la mortalidad se mantuvo en torno del 30% al segundo

año (mortalidad del 18.4% con DAI y del 25.3% sin éste) y

también durante el tercer año de seguimiento (mortalidad

del 24.6% con DAI y del 35.9% sin DAI). El estudio al igual

que el MADIT también recibió críticas por la distribución

no proporcional de BB a favor del grupo del DAI.

El estudio CIDS15 comparó dos estrategias terapéuticas:

el DAI frente al tratamiento inicial con amiodarona en

pacientes con: a) FV o paro cardíaco; b) TV con síncope;

c) TVMS a más de 150 por minuto con presíncope o

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angina y FEVI menor o igual al 35%, y d) síncope de

causa desconocida con posterior documentación de

TV espontánea o inducida en EEF. La mayoría de los

pacientes incluidos tenían cardiopatía isquémica y

antecedente de infarto de miocardio. A los tres años

de seguimiento se observó una mortalidad del 25%

en el grupo del des� brilador y del 30% en el grupo de

tratamiento con amiodarona. La diferencia no resultó ser

estadísticamente signi� cativa (p=0.072). Sin embargo,

sí existió diferencia en cuanto a mortalidad arrítmica: en

el grupo tratado con amiodarona se observó una tasa de

eventos/año del 4.5%, y en el grupo tratado con DAI del

3% (reducción del riesgo del 32.8%; p=0.047).

El estudio CASH16 incluyó pacientes reanimados de

un paro cardiaco. El estudio incluyó 349 pacientes

aleatorizados en cuatro grupos donde se comparó el

DAI frente al metoprolol, amiodarona o propafenona.

El grupo de la propafenona tuvo que ser suspendido

prematuramente por incremento en la mortalidad

comparado con los otros tres. La mortalidad a dos años

de los pacientes con DAI fue del 12.6% (teniendo en

cuenta los dos grupos de amiodarona y metoprolol)

y con fármacos del 19.6% (P=0.04). Se obtuvo una

reducción de la mortalidad del 37% en el grupo tratado

con DAI. No se observaron diferencias signi� cativas en la

mortalidad total entre los dos grupos de tratamiento. En

un meta-análisis17 de estos tres estudios se comunicó

una reducción de la mortalidad del 28% con DAI frente

a amiodarona. El mayor bene� cio se obtuvo en los

pacientes con FEVI menor al 35% con una reducción de

la mortalidad global del 34%.

RECOMENDACIONES PARA EL USO DE DAI EN PACIENTES CON INSUFICIENCIA CARDIACA SECUNDARIA A CARDIOPATÍA ISQUÉMICA.

Clase I1.- Todo paciente en este grupo que cuente con

las especi� caciones mencionadas de prevención

secundaria y cumpla con los requerimientos

generales para el implante de un DAI (vide supra),

debe recibir el dispositivo. En caso de que el

evento arrítmico este relacionado con un síndrome

coronario agudo, se considerara cuando el evento

arrítmico haya sido al menos 48 hors después

del evento y este no se relacione a otras causas

desencadenantes susceptibles de corrección, como:

isquemia persistente susceptible a revascularización

coronaria, alteraciones electrolíticas, bradiarritmias,

etc (Nivel de evidencia A)

2.- Se debe realizar prevención primaria de muerte

súbita mediante el implante de DAI a todo paciente

que tenga insu� ciencia cardiaca sintomática, de

etiología isquémica o infarto previo de al menos 40

días de antigüedad, con una fracción de expulsión

menor del 35% y que con el tratamiento médico

optimo se mantenga en clase funcional II o III de la

NYHA. (Nivel de evidencia A). En aquellos pacientes

cuya fracción de expulsión se encuentre entre el 35 y

el 40%, se requiere además la demostración de otros

factores de riesgo para muerte súbita, entre los que

debemos considerar: Extrasístoles ventriculares

frecuentes, morfologías complejas y/o rachas de

taquicardia ventricular no sostenida en Holter de 24

horas, taquicardia ventricular hemodinamicamente

estable o inducción de Taquicardia ventricular

durante un estudio electro� siológico. (Nivel de

Evidencia A).

Clase IIaLos pacientes asintomáticos, es decir clase I de

la NYHA, deberan tener una función ventricular

severamente deprimida (<30%) para ser candidatos

al implante de un DAI como prevención primaria. Por

el contrario aquellos pacientes en donde la fracción

de expulsión sea menor al 35% y la clase funcional

de la NYHA sea entre III y IV la combinación de un

DAI con un sistema de resincronización cardiaca

es una mejor estrategia de tratamiento, siempre y

cuando se demuestre asincronia auriculo-ventricular

o intraventricular (Nivel de evidencia B)

PAPEL DEL DAI EN LA PREVENCIÓN DE LA MUERTE SUBITA EN PACIENTES CON INSUFICIENCIA CARDIACA Y MIOCARDIOPATIA DILATADA NO ISQUEMICA.

La cardiomiopatía dilatada es una enfermedad

genéticamente y clínicamente heterogénea que puede

afectar desde neonatos hasta ancianos18. Tiene una

incidencia anual de 7.5 casos por 100,000 habitantes19

y es un síndrome de disfunción sistólica caracterizado

por alteraciones eléctricas, hemodinámicas y

neurohormonales. Como es sabido, muchas muertes son

secundarias a la falla progresiva de bomba, pero una

gran porción de pacientes muere súbitamente alcanzando

hasta un 30% de la mortalidad total, la mayoría secundario

a arritmias ventriculares y una pequeña porción a

bradiarritmias20. El mecanismo de estas arritmias puede

variar dependiendo del estadio de la enfermedad.

Estudios experimentales:Las alteraciones de la mecánica ventricular

producen cambios electro� siólicos (retroalimentación

electromecánica) lo cual puede incrementar la

vulnerabilidad para arritmias ventriculares sostenidas21 ya

que el estiramiento del ventrículo produce el acortamiento

del potencial de acción y despolarizaciones tempranas.

La dilatación ventricular y las altas presiones de llenado

producen estiramiento de los miocitos, abriendo los

canales mecánicos que no son selectivos para iones

de sodio y potasio22. En modelos experimentales se

ha encontrado alteraciones de la función del retículo

sarcoplásmico, la actividad del transportador Na+/Ca++

durante el potencial de reposo provoca una corriente de

despolarización alterada23. En otros modelos animales

de cardiomiopatías determinadas genéticamente se ha

demostrado alteraciones de la ICaT que sugieren que

tiene un papel importante en la sobrecarga y actividad

arritmogénica en este tipo de cardiomiopatía24.

Factores estructurales, humorales, electro� siológicos y

genéticos en la cardiomiopatía dilatada idiopática (CDI):

Mecanismos de muerte súbita en la cardiomiopatía

dilatada idiopática

Las arritmias ventriculares espontáneas o inducidas

pueden emerger del subendocardio y subepicardio por

un mecanismo focal y mas comunmente microreentrada

alrededor de las zonas � broticas o cicatrizales,

embebidas en el tejido sano25 La macroreentrada a

través de las ramas del haz de His, es un mecanismo

raro en las taquicardias ventriculares en los pacientes

con cardiopatía isquémica, pero se logra detectar

frecuentemente en la CDI principalmente asociada a

trastornos de conducción (bloqueo AV y/o de alguna

rama del haz de His)26.

Hallazgos clínicosLos mecanismos de muerte súbita son diferentes

dependiendo del estadio de la clasi� cación de la New

York Heart Association (NYHA). Las taquiarritmias

ventriculares desempeñan un papel predominante

en la muerte súbita de los pacientes con un estado

hemodinámicamente estable, y que se encuentran en

los estadios I y II de la clasi� cación. En los estadios III

y IV, las arritmias ventriculares solo son un referente

del grado de disfunción ventricular, y la muerte súbita

puede sobrevenir por bradiarritmias y disociación

electromecánica.

Hay que considerar que algunos factores clínicos nos

permiten determinar que pacientes tiene alto riesgo

de presentar muerte súbita. La forma familiar de la

enfermedad se puede considerar como un factor de

riesgo.La presentación familiar de la CDI es la forma mas

maligna de la enfermedad; ocurre a edades tempranas

y progresa mas rápido que a forma no-familiar de la

cardiomiopatía dilatada idiopática27. La historia natural

de la CDI en los niños no esta bien caracterizada, pero

se ha comprobado un riesgo latente de muerte súbita

en aquellos pacientes que persisten con dimensiones

ecocardiográ� cas anormales28. En la población adulta,

la edad no es un predictor adverso importante; sin

embargo, Fuster reportó un incremento de la incidencia

en los pacientes mayores de 55 años29. Por otra parte,

Stewart30 menciona que la mortalidad acumulada por

muerte súbita en el grupo de pacientes en clase III fue

signi� cativamente mayor que en los grupos con pacientes

en clase I y II; pero ni Romeo 31 ni Hoffman,32 encontraron

una relación signi� cativa entra la clase funcional de

la NYHA y el riesgo de muerte súbita. En contraste, la

presencia de síncope es un hallazgo importante. El riesgo

de muerte súbita a un año en los pacientes con historia de

síncope, es alto. El síncope puede identi� car a pacientes

que sufren de arritmias o quienes tienen impedimento

para mantener una adecuada perfusión cerebral en

respuesta al esfuerzo � siológico. Acerca de la función de

los ventrículos derecho e izquierdo y de los parámetros

hemodinámicos, en los pacientes con CDI; aquellos

que presentaron taquicardias ventriculares tuvieron

fracciones de expulsión bajas y presiones diastólicas

� nales altas33,34. Un parámetro importante para la muerte

súbita es la función del ventrículo derecho, ya que se ha

asociado la muerte súbita con la insu� ciencia cardiaca

derecha. La presencia de dilatación severa del ventrículo

derecho incrementa la mortalidad 3 veces durante un

periodo de observación de 4 años, en comparación con

los pacientes con dilataciones ligeras31.

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46 47

En suma, con excepción del síncope y de la disfunción

severa del ventrículo derecho, los hallazgos físicos e

históricos aportan pocas pistas al los clínicos acerca de

que pacientes se encuentran con in riesgo importante de

sufrir muerte súbita.

Pruebas no-invasivas1.Electrocardiograma:No se ha asociados a los trastornos de la conducción

intraventricular con el riesgo de padecer muerte súbita30,

31. En contraste, en un estudio de 94 pacientes seguidos

durante 49 ± 37 meses, se encontró que la presencia de

bloqueo AV de primer o segundo grado es un factor de

riesgo independiente para muerte súbita en los pacientes

con CDI35

Acerca de la � brilación auricular, algunos estudios la

mencionan como un factor de riesgo, mientras que otros

dicen que no tiene in� uencia en la muerte súbita36, 37.

2.Monitoreo Holter:a.Actividad Ectópica Ventricular

Muchos pacientes tienen actividad ectópica ventricular

compleja, y aproximadamente la mitad de ellos han

tenido por lo menos un episodio de taquicardia ventricular

no sostenida durante registros de 24 horas, siendo un

marcador sensible pero no especí� co de muerte súbita.

No se puede considerar como un factor independiente

de riesgo, pero si lo sumamos a otros como la fracción

de expulsión baja, nos permite detectar una población

en riesgo de muerte súbita con CDI30, 31.

b.Variabilidad de la Frecuencia Cardiaca

En un estudio de 72 pacientes con CDI y un seguimiento

corto (15 ± 5 meses), Hoffman38 no encontró una relación

signi� cante entre la variabilidad de la frecuencia

cardiaca y eventos arrítmicos mayores (taquicardia

ventricular sostenida, � brilación ventricular y muerte

súbita). Por el contrario, Fauchier, 39 en un estudio que

abarcó 116 pacientes con CDI y un seguimiento de 53 ±

39 meses, encontró que la variabilidad de la frecuencia

cardiaca es un predictor de eventos arrítmicos mayores

y muerte súbita.

3.Sensibilidad Barorrefl eja y alternancia de la onda T:En un estudio de Grimm con un seguimiento de 5 años,

no se logró concluir que estos métodos se pueden utilizar

como predictores de riesgo para muerte súbita.40

4.Electrocardiograma por promedio de señales:Debido a la gran incidencia del bloqueo de la rama

izquierda del haz de His en los pacientes con CDI,

hace que la determinación de potenciales ventriculares

tardíos sea muy poco certera, a pesar que se emplee

el análisis espectral41, 42.

5.Estimulación ventricular programadaEn varios estudios con estimulación ventricular

programada no se logró evidenciar una relación

signi� cante entre los pacientes con CDI, a pesar de

que se evaluaron grupos con o sin historia de arritmias

ventriculares, pacientes con función ventricular

deteriorada y los pacientes con arritmias ventriculares

espontáneas. El estudio electro� siológico tiene

limitaciones para guiar la terapia en los casos con CDI

y arritmias ventriculares43-45.

Existen otras cardiopatías estructurales que cursan con

insu� ciencia cardiaca y riesgo de muerte súbita y que vale

la pena se haga una breve mención. En nuestro medio

la cardiomiopatía chagásica aunque poco frecuente

representa un grupo de pacientes con alteraciones

estructurales cardiacas importantes y que frecuentemente

desarrollan arritmias ventriculares, relacionadas con

extensas áreas de � brosis, y que tienen un riesgo

incrementado de morir súbitamente. Son limitados los

estudios al respecto y la mayoría de ellos proviene de Brasil

y Argentina donde la enfermedad tiene carácter endémico.

Los factores de riesgo asociados son prácticamente los

mismos que para otro tipo de cardiopatias (isquémica,

hipertensiva, idiopatica etc) siendo la función ventricular

el principal determinante de riesgo. En aquellos en los

cuales la función ventricular es normal o limítrofe, se

aplican principalmente recomendaciones para prevención

secundaria de muerte súbita.

El des� brilador automático implantable (DAI) previene la

muerte súbita (MS) en pacientes que han tenido un episodio

de arritmias ventriculares –prevención secundaria- así

como en aquellos pacientes que sin haber sufrido un

evento previo de muerte súbita son considerados como

portadores de un riesgo elevado de sufrir alguna arritmia

potencialmente letal –prevención primaria.

La mortalidad a 5 años en con MCD es del 20%;

las arritmias representan la causa de estas muertes

aproximadamente en un 30% (8-51%) 46-49. La incidencia

de la MS es mayor en aquellos pacientes en etapas mas

avanzadas de la cardiopatía. Luego de la muerte por

arritmias ventriculares como TV y/o FV, la bradicardia, la

embolia pulmonar, la disociación electromecánica entre

algunas otras, son causa de hasta el 50% de la MS en

aquellos pacientes con IC avanzada.19, 50, 51

La amiodarona ha reducido la incidencia de MS en

pacientes con MCD predominantemente no isquémica,52,

53 a pesar de ello, el DAI ha demostrado ser superior para

la prevención secundaria de la TV y la FV en estudios en

los que predominó la enfermedad coronaria como causa

de la cardiopatía.14-17

En la actualidad, los bene� cios del implante del

des� brilador en la prevención de la muerte súbita han sido

demostrados no solo como herramienta de prevención

secundaria, sino también en la prevención primaria. Los

estudios clínicos AVID, CIDS y CASH, diseñados para

evaluar al des� brilador en la prevención secundaria

y ya ampliamente comentados, mostraron mejoría de

la sobrevida al compararlo con el grupo que recibió

tratamiento farmacológico. En cuanto a prevención

primaria, en el estudio AMIOVERT, se incluyeron 103

pacientes con CDI, fracción de expulsión (FE) menor del

35%, y taquicardias ventriculares no sostenidas (TVNS),

los cuales fueron distribuidos en dos grupos, un grupo

que recibió amiodarona y a otro con DAI.

El objetivo � nal del estudio fue evaluar la mortalidad total,

aunque se terminó prematuramente debido a su utilidad54.

El estudio DEFINITE (The De� brillators in Nonischemic

Cardiomyopathy Trial) se distribuyeron en forma aleatoria

a 458 pacientes con cardiomiopatía no-isquémica, FE

menor del 35% y extrasístoles ventriculares frecuentes

o TVNS, recibieron terapia médica adecuada con o sin

implante de des� brilador automático. Se observó una

tendencia hacia la reducción de la mortalidad en el

grupo con DAI, pero sin impacto estadístico 55, 56. En

los pacientes de este estudio el objetivo � nal fue la

mortalidad global. Después de un seguimiento de dos

años, la mortalidad en el grupo control fue del 13.8%

contra el 8.1% entre aquellos pacientes con des� brilador,

obteniendo una reducción total del 5.7% y del 35.5% de

reducción del riesgo relativo en los pacientes con DAI56.

En el estudio SCD-HeFT10 se comparó amiodarona,

el implante de DAI y la mejor terapia posible en 2521

pacientes con cardiomiopatía isquémica y no-isquémica,

que estaban en clase funcional II o III para falla cardiaca

con FE del 35%. El brazo farmacológico (amiodarona)

fue placebo controlado y doble ciego, la media del

seguimiento fue de 45.5 meses. La mortalidad total en

el grupo de tratamiento médico fue del 7.2% por año

durante 5 años, con una reducción el riesgo del 23%

en el grupo con DAI contra el grupo placebo (IC 0.62

a 0.96, p = 0.007). La reducción del riesgo relativo fue

comparable en los grupos con disfunción del ventrículo

izquierdo secundaria a cardiopatía isquémica como

no-isquémica, pero la mortalidad total fue menor en el

grupo de los no-isquémicos, resultando en un mayor

número de pacientes a tratar para salvar una vida. No

hubo diferencias en la mortalidad entre los grupos de

amiodarona y placebo.

RECOMENDACIONES

Clase I1.- Como prevención secundaria de muerte subita

(Nivel de evidencia A).

2.- Como prevención primaria en pacientes

sintomaticos (clase NYHA II-III sostenida a pesar de

tratamiento optimo durante al menos 3 meses), con

FE menor del 35% (Nivel de evidencia B)

Clase IIaComo prevención primaria en pacientes con FE

entre 35 y 40% pero con datos de alto riesgo para

muerte súbita como sincope de causa no explicada,

arritmias ventriculares en Holter de 24 horas o

inducción de taquicardia ventricular durante un estudio

electro� siológico (Nivel de evidencia C).

Clase IIbLos pacientes asintomáticos cuyo único factor de

riesgo sea una FE menor o igual al 30% deben de

ser considerados como posibles candidatos para

prevención primaria (Nivel de evidencia C).

INDICACIONES CLÍNICAS PARA EL IMPLANTE DE UN DESFIBRILADOR AUTOMÁTICO IMPLANTABLE (DAI) EN PACIENTES CON INSUFICIENCIA CARDIACA CONGESTIVA Y CARDIOPATÍAS CONGÉNITAS, HIPERTENSIÓN ARTERIAL PULMONAR Y CARDIOPATÍAS VALVULARES.

Introducción:Con el advenimiento de nuevas y mejores estrategias

para el control de pacientes con enfermedades

congénitas, valvulares e hipertensión pulmonar, la

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48 49

mortalidad en etapas tempranas de este tipo de

padecimientos se ha reducido; sin embargo, esto ha

traído como consecuencia un aumento importante de

pacientes que tardíamente sufren función ventricular

deteriorada e insu� ciencia cardiaca, lo que a su vez

ha aumentado el riesgo de sufrir arritmias ventriculares

malignas y muerte súbita. La incidencia y prevalencia

en nuestro medio continúa siendo alta. La utilidad del

des� brilador automático implantable (DAI) ha sido

reportada en múltiples estudios, demostrando su e� cacia

y utilidad, siendo cada día más las recomendaciones

para su uso.

CARDIOPATÍAS CONGÉNITAS:Las cardiopatías congénitas representan un espectro

diverso de defectos estructurales y � siológicos

con múltiples diferencias en su historia natural, su

� siología preoperatorio y posquirúrgica, tratamiento,

riesgo de arritmias y muerte súbita 57. A partir de

los 20 años de edad, existe un aumento progresivo

de la incidencia de muerte súbita y total durante el

postoperatorio 58. El estudio electro� siológico y

una evaluación hemodinámica puede identi� car a

aquellos pacientes con riesgo elevado de muerte

súbita independientemente de la situación clínica,

siendo la disfunción ventricular izquierda un factor

pronóstico 59. La tetralogía de Fallot, la transposición

de grandes vasos, la estenosis aórtica y la existencia

de un ventrículo único funcional se asocian a un

mayor riesgo de muerte súbita. El número de adultos

con cardiopatía congénita operados o no operados

aumenta rápidamente rebasando la cifra de niños

con cardiopatía congénita existiendo en México,

aproximadamente 300 mil adultos en esta categoría

con un incremento anual de 15 mil casos 60, 61. En

países desarrollados, se estima que el 85% de los

niños que nacen con alguna cardiopatía congénita

alcanzaran la vida adulta 62. El sustrato � siopatológico

de las arritmias ventriculares y muerte súbita en

estos pacientes es complejo y se ha asociado a la

hipertro� a y � brosis causado por cianosis, sobrecarga

hemodinámica crónica y cicatrices derivadas de

tratamientos quirúrgicos63; la estrati� cación adecuada

considerando las variables clínicas y de estudios de

gabinete ayudan a establecer aquellos pacientes con

alto riesgo derivando en la correcta indicación para el

implante de un DAI 64.

RECOMENDACIONES:

Clase IA cualquier paciente como prevención secundaria.

(Nivel de evidencia B).

Clase IIaComo prevención primaria a quellos pacientes de

este grupo cuya FE sea menor del 35% en clase

funcional de la NYHA II o III (nivel de evidencia B).

Clase IIb Como prevención primaria a los pacientes con Clase

funcional II o III de la NYHA y FE menor a 35% con

marcadores de riesgo como arritmias complejas

en Holter de 24 horas, TV no sostenida o inducción

de TV en un estudio electro� siológico (Nivel de

evidencia C).

DESFIBRILADOR AUTOMÁTICO IMPLANTABLE EN LA PREVENCIÓN PRIMARIA Y SECUNDARIA DE MUERTE SÚBITA EN PACIENTE CON CARDIOPATÍA ISQUÉMICA SIN INSUFICIENCIA CARDIACA.

Los pacientes con cardiopatía isquémica sin insu� ciencia

cardiaca o bien fracción de expulsión conservada

representan un grupo poco estudiado con respecto

al bene� cio del implante de un DAI para prevenir

muerte súbita. Hasta la fecha la función ventricular

es el predictor independiente más importante para la

estrati� cación de riesgo y esto se ha visto re� ejado

con claridad en los estudios realizados tanto para

prevención primaria como para prevención secundaria.

En el primer caso simplemente no existe ningún estudio

de prevención primaria que incluyera pacientes con

fracción de expulsión normal. En el caso de la prevención

secundaria, es decir TV o FV previa con inestabilidad

hemodinámica o sincopal, los estudios AVID y CASH si

incluyeron pacientes con función ventricular limítrofes

o conservadas, por lo que en estos pacientes es clara

la indicación de prevención secundaria con un DAI.

Estudios de estrati� cación de riesgo han mostrado

que tanto la FV/TV inestable así como la TVMS

estable en el paciente con enfermedad coronaria son

predictores de mortalidad durante el seguimiento,

independientemente de la FE, incluyendo aquellos que

el evento se presentan al menos 48 hrs posterior a

un evento coronario agudo 65, 66. En un subanálisis del

estudio AVID, se vio que pacientes con TVMS tenían

un pronóstico desfavorable al seguimiento incluso con

mayor mortalidad que aquellos con TV inestable67, 68.

El sincope en este grupo de pacientes es un marcador

importante de muerte súbita arrítmica. La evidencia en

cuanto al mal pronostico y especialmente a la muerte

arrítmica hace que hoy día se considere seriamente al

DAI como terapia de prevención secundaria en aquellos

pacientes con infarto del miocardio previo, taquicardia

ventricular sostenida tolerada, sincope no explicado

por otras causas y otros factores de riesgo positivos

(FE, Variabilidad de la FC alterada, e.t.c.).

Grupos de interés y de análisis cuidadoso incluirían

aquellos pacientes que sin cumplir los criterios estrictos

de los grandes estudios multicéntricos cuentan con otros

factores de riesgo independientes de la función ventricular,

por ejemplo, cardiopatía isquémica, potenciales tardíos

positivos, variabilidad de la frecuencia cardiaca alterada,

dispersión de la onda T, sensibilidad varore� eja, así como

la presencia de arritmias ventriculares no sostenidas en

Holter de 24 horas o bien inducibilidad durante el estudio

electro� siológico69- 77 y que podrían ser candidatos al

implante de un DAI para prevención primaria. Sería poco

prudente excluir por completo de la indicación de un

DAI a un paciente con tales factores de mal pronóstico

como los anteriores, simplemente por tener una función

ventricular limítrofe, p.e 45%. Una estrati� cación de

riesgo profunda en este tipo de pacientes ayudara al

cínico a tomar una decisión apropiada para cada caso.

Es necesaria la realización de estudios que orienten

hacia grupos intermedios, diferentes a los incluidos en

los estudios multicéntricos. Desgraciadamente el número

de pacientes necesarios en subgrupos tan especí� cos

para demostrar un bene� cio en mortalidad total sería

enorme y prácticamente imposible de reclutar.

RECOMENDACIONES

Clase I

Para la prevención secundaria en cualquier paciente

de este grupo. En el caso de que el evento se

presente en relación a un evento coronario agudo, se

considerara cuando el evento arrítmico haya sido al

menos 48 hors después del evento y no se relacione

a otras causas desencadenantes susceptibles de

corrección como: isquemia persistente susceptible

a revascularización coronaria, alteraciones

electrolíticas o metabólicas, bradiarritmias, choque

cardiogénico, etc.(Nivel de evidencia A)

Clase II a

Como prevención primaria de muerte súbita en

pacientes con cardiopatía isquémica y taquicardia

ventricular estable, una vez que todos los posibles

desencadenantes se han estudiado y/o resuelto, y

tengan factores de riesgo para muerte súbita como

son: Sincope de causa no demostrable, alteraciones

del balance autonómico, arritmias no sostenidas en

Holter de 24 hors, inducibilidad de otras morfologías

inestables durante EEF. (nivel de evidencia C)

Clase II b

Como prevención primaria de muerte súbita en

pacientes con cardiopatía isquémica sin datos de

insu� ciencia cardiaca y fracción de expulsión limítrofe

(40 a 45%), que presenten múltiples factores de

riesgo para muerte súbita (VFC alterada, potenciales

tardíos positivos, inducibilidad de TV-FV en estudio

electro� siológico, etc) (nivel de evidencia C).

EL DESFIBRILADOR AUTOMATICO IMPLANTABLE PARA LA PREVENCION PRIMARIA Y SECUNDARIA DE LA MUERTE SUBITA EN PACIENTES CON CARDIOPATIA ESTRUCTURAL SIN INSUFICIENCIA CARDIACA.

Al igual que en el rubro anterior, el paciente con cardiopatia

estructural sin insu� ciencia cardiaca, representa un grupo

poco estudiado. La gran mayoría de los pacientes tienen

Miocardiopatía dilatada con severa disminución de la función

ventricular y las etiologías son diversas (hipertensiva,

chagásica, familiar, idiopatica, e.t.c). El número de pacientes

con Miocardiopatía dilatada pero con cifras de FE limítrofes

o asintomáticos (CF I NYHA) es limitado y al igual que en

el rubro anterior, todos los estudios de prevención primaria

realizados han incluido básicamente pacientes con

función ventricular severamente deprimida por lo que no

hay información para poder establecer recomendaciones

claras. Nuevamente este panel considera que una

exhaustiva estrati� cación de riesgo es fundamental y que

en base a esta se podría considerar la prevención primaria

de muerte súbita en pacientes con múltiples factores de

riesgo, aun cuando la función ventricular sea limítrofe.

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50 51

RECOMENDACIONES

Clase I

Como prevención secundaria en cualquier paciente

de este grupo (Nivel de evidencia A).

Clase IIa

Como prevención primaria de muerte súbita en

pacientes con taquicardia ventricular estable, una

vez que todos los posibles desencadenantes se han

estudiado y/o resuelto, que no sean susceptibles a

ablación con radiofrecuencia o que durante la misma

se observe la inducibilidad de otras morfologías

inestables o rechacen la posibilidad de ablación

(nivel de evidencia C).

Clase IIb

Se puede considerar el implante de un DAI en

pacientes con cardiopatía estructural no isquémica

con función ventricular limítrofe (40 a 45%) sin datos

de insu� ciencia cardiaca, cuando existan otros

factores de riesgo para muerte súbita. (Sincope no

explicado por otras causas, marcadores del estado

autonómico alterados, inducibilidad en estudio

electro� siológico, etc). (Nivel de evidencia C).

INDICACIONES DE DESFIBRILADOR AUTOMÁTICO IMPLANTABLE (DAI) PARA LA PREVENCIÓN PRIMARIA Y SECUNDARIA DE MUERTE SÚBITA EN PACIENTES CON MIOCARDIOPATÍA HIPERTRÓFICA.

La Miocardiopatía Hipertró� ca (MCH) es una

enfermedad hereditaria del músculo cardíaco que

afecta las proteínas de la sarcómera, lo que resulta

en desorganización de las células miocárdicas y

mio� brillas; así como enfermedad de pequeños vasos

y � brosis miocárdica, generalmente acompañada (80%

de los casos) de hipertro� a miocárdica en ausencia de

una etiología secundaria.

Estas alteraciones constituyen un sustrato potencial

para el desarrollo de arritmias ventriculares malignas,

que son el mecanismo más común de muerte súbita

cardíaca (MSC) en éstos pacientes. En la actualidad,

el uso del DAI es el modo de tratamiento más efectivo

para prevención de MSC en pacientes con MCH

considerados de alto riesgo, principalmente como

prevención secundaria, y en casos seleccionados, como

prevención primaria. Todo paciente (en particular, menor

de 60 años) con diagnóstico de MCH, así como sus

familiares en primer grado, deben ser sometidos a una

valoración clínica inicial y periódica para estrati� cación

de riesgo. 57, 78, 79

RECOMENDACIONES PARA IMPLANTE DE DAI

Clase I

1.- Como prevención secundaria para cualquier

paciente de este grupo. ( nivel de evidencia: B ).

2.- Como prevención primaria para pacientes con

diagnóstico de MCH y la presencia de 2 ó más

factores de riesgo principales (Tabla I), ( nivel de

evidencia: C ).

Clase IIa

Como prevención primaria para pacientes con

diagnóstico de MCH y la presencia de un solo factor

de riesgo principal (Tabla I), se deberá considerar

el uso del DAI como prevención primaria de MSC

en base al juicio clínico individual y la magnitud de

riesgo del factor involucrado. 80

( nivel de evidencia: C ) :

a) Antecedente familiar de muerte súbita relacionada

con MCH, en 1 ó más familiares de primer grado,

menores de 40 años; potente predictor de MSC

cuando se asocia con síncope: ( RR = 5.3; IC del

95%, 1.9 - 14.9; p < 0.002 ).

b) Síncope de etiología no determinada, 1 ó más

episodios, en especial si es recurrente, durante

el esfuerzo ó en pacientes jóvenes, y/o asociado

con la inducción de arritmias ventriculares en el

EEF.

c) TV no sostenida, documentada en más de un

monitoreo Holter ambulatorio, en particular si es

sintomática, repetitiva ó prolongada, y especialmente

en pacientes menores de 30 años ( RR = 1.9; IC del

95%, 0.7 - 5.0; p = 0.18 )

d) Hipertro� a severa del septum interventricular,

igual ó mayor a 30 mm, particularmente en

adolescentes y adultos jóvenes ( RR = 2.9; IC del

95%, 1.1 - 7.1; p = 0.03 ). (&)

e) Respuesta presora anormal durante la prueba de

esfuerzo, particularmente en pacientes menores de 40

años ( RR = 1.8; IC del 95%, 0.7 - 4.4; p = 0.22 ). ( * )

________________________________________

RR: riesgo relativo, IC: intervalo de confi anza. RR > 1 indica una asociación positiva con

muerte súbita. P < 0.05 (signifi cancia estadística).

EEF: estudio electrofi siológico.

( * ): La presencia de solo éste factor de riesgo, no representa por si mismo, una

justifi cación para tratamiento profi láctico, a diferencia de los factores anteriores.

(&): Se identifi ca en el 12% de los pacientes con MCH, la mayoría de eventos de MSC

suceden con menor grado de hipertrofi a (20 a 30 mm).

La muerte súbita cardíaca (MSC) es la forma más común

de muerte en pacientes con MCH, y es la complicación

más letal e impredecible. Puede ser la primera

manifestación de la enfermedad, principalmente en

individuos jóvenes (menores de 35 años) asintomáticos

ó con síntomas leves. 81

La incidencia de MSC varía según las series publicadas,

3 a 6% / año en centros especializados de referencia,

mientras que en poblaciones no seleccionadas la

tasa reportada es menor, cercana al 1.5 % / año. El

grupo de pacientes de alto riesgo constituye solo una

pequeña proporción (10 a 20%) del total de pacientes

con MCH, pero su correcta identi� cación representa un

reto diagnóstico 81, 82.

La evidencia que conduce a las recomendaciones

propuestas para la utilización del DAI en pacientes con

MCH de alto riesgo para MSC, se basa primordialmente en

estudios multicéntricos retrospectivos no aleatorizados,

así como en la opinión de expertos. Se ha reportado en

éstos pacientes una tasa de tratamientos apropiados de

un 20% en un período de seguimiento promedio de 4

años, con una tasa anual de intervención apropiada de

11% / año en prevención secundaria, y de 4% / año en

prevención primaria. Asimismo se observó que el tiempo

para la primera intervención post-implante fué de 4 a 9

años en 21% de los pacientes, lo que sugiere que en

algunos enfermos se puede observar un largo período

de riesgo potencial para la aparición de arritmias

ventriculares80-83.

Actualmente no existe controversia respecto a la

justi� cación del implante de un des� brilador en pacientes

con MCH y antecedente de arritmias ventriculares

malignas (prevención secundaria), independientemente

de la presencia de otros factores, debido a que se ha

reportado un riesgo signi� cativamente mayor de MSC

(RR = 13.3; IC del 95%, 1.7 - 106.0; p = 0.014), con una

tasa de recurrencia de arritmias ventriculares de hasta

un 40% en un período de 3 años84.

Por otro lado, y en base a los resultados y al tipo

de estudios clínicos actuales, no existe información

apropiada que sustente un aumento en el nivel

de recomendación respecto al uso del DAI como

prevención primaria.

El criterio actual se basa en la estrati� cacón de riesgo de

MSC de acuerdo a la identi� cación de factores clínicos,

derivados primordialmente de estudios observacionales

retrospectivos, no controlados, realizados en centros

hospitalarios de referencia. Sin embargo, se ha

demostrado que la presencia de múltiples factores

de riesgo en un mismo paciente conlleva una mayor

probabilidad de muerte súbita cardíaca, a pesar del bajo

valor predictivo positivo reportado para cada factor ( 10

a 28%), y de que no se ha observado una correlación

directa entre la presencia de múltiples factores y una

mayor tasa de intervenciones apropiadas en pacientes

con DAI como prevención primaria80, 81, 85.

Un estudio reportó la frecuencia de los factores de riesgo

principales para MSC en una población de pacientes

con MCH de centros hospitalarios de referencia, donde

en un 33% de los pacientes se identi� có un solo factor,

mientras que en un 10 y 2% se identi� caron dos y tres

factores, respectivamente86.

Pacientes con diagnóstico de MCH y la presencia

de 2 ó más factores de riesgo principales, tienen

signi� cativamente una menor sobrevida estimada a 6

años, en comparación de pacientes con 1 ó ausencia de

factores (72% vs 94%, p = 0.0001), con un riesgo mayor

de MSC ( RR = 5.6; IC del 95%, 2.4 -13.1; p = 0.002) y

una tasa de mortalidad anual estimada de un 3 a 6% ,

por lo que estaría justi� cado el implante del des� brilador

como prevención primaria de MSC80.

Los pacientes con diagnóstico de MCH y un solo factor

de riesgo principal de MSC constituyen un reto, debido

a las limitaciones del esquema de estrati� cación actual

para identi� car al candidato más apropiado y que más

se bene� cie de la utilización del DAI; por el momento la

decisión terapeútica dependerá de la magnitud de riesgo

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52 53

y pronóstico del factor involucrado, edad del paciente,

nivel de aceptación de riesgo por parte del paciente y

su familia, y el balance de las posibles complicaciones

del implante y las relacionadas con el dispositivo ( se

ha reportado una incidencia de hasta 25% de descargas

inapropiadas en pacientes portadores de DAI). La tasa

de sobrevida libre de eventos a 6 años en éstos pacientes

se ha estimado en un 93% (87-99%), con una incidencia

anual de muerte súbita del 1 al 1.5 % 80, 84, 87

Los resultados respecto a la signi� cancia estadística

para MSC y la magnitud de riesgo para cada factor

han sido variables en los estudios clínicos realizados,

lo anterior probablemente se relacione por lo

heterogéneo de la MCH y de la población estudiada,

la baja prevalencia de la enfermedad, así como la

baja tasa de mortalidad global en éstos pacientes.

Sin embargo, algunos de los factores previamente

mencionados se han asociado con un mayor riesgo de

MSC, y si tomamos en cuenta que el subgrupo de mayor

vulnerabilidad son pacientes jóvenes, y que además

podrían estar expuestos a un largo período de riesgo,

su identi� cación en forma aislada, podría ser su� ciente

para considerar el uso del DAI como tratamiento

pro� láctico primario. De acuerdo a la incidencia anual

reportada de intervenciones apropiadas en éstos

pacientes ( 3 a 5% ), se podría predecir que en un

período de 10 años, aproximadamente del 30 al 50%

de los des� briladores implantados pro� lácticamente

en pacientes jóvenes de alto riesgo podrían intervenir

y abortar un evento de muerte súbita cardíaca. 84, 88

Conclusiones:

Las taquiarritmias ventriculares primarias que se

originan en un sustrato de miocardio eléctricamente

inestable constituyen la base fisiopatológica de la

muerte súbita en pacientes con MCH. La prevención

de ésta letal complicación se ha logrado en algunos

casos mediante la utilización del DAI, que ha

demostrado su eficacia en prevención secundaria y

en casos seleccionados de prevención primaria. Sin

embargo, su utilización solo deberá estar reservada

para este subgrupo de pacientes considerados de

alto riesgo de MSC en base a la estratificación de

riesgo actual.

TABLA I Factores de riesgo de muerte súbita cardíaca en la

miocardiopatía hipertrófi ca

________________________________________

Factores de riesgo principales Posibles en pacientes

individuales________________________________________

Paro cardíaco previo ( FV)

Taquiarritmias supraventriculares (FA)

TV sostenida espontánea

Isquemia miocárdica

Historia familiar de MS prematura

Obstrucción del tracto de salida del

Síncope de causa desconocida V.I.

Grosor del SIV � 30 mm

Esfuerzo físico intenso

RP anormal durante el ejercicio

Diámetro de A.I. mayor de 50 mm.

TV espontánea no sostenida

Genotipo de alto riesgo (?).

MCH en estadio terminal.

Ablación septal con alcohol (?).

F.E.V.I. < 45 %

Enfermedad arterial coronaria.

Aneurisma apical del V.I.

________________________________________

FA: fibrilación auricular; FV: fibrilación ventricular documentada;

RP: respuesta presora; TV: taquicardia ventricular; MS: muerte

súbita; SIV: septum interventricular; V.I.: ventrículo izquierdo.

MCH: Miocardiopatía Hipertrófica. F.E.V.I. : fracción de eyección

del ventrículo izquierdo. A.I.: aurícula izquierda.

Modificado de Maron BJ, McKenna WJ, Danielson GK, et al. American

College of Cardiology/European Society of Cardiology Clinical Expert

Consensus Document on Hypertrophic Cardiomyopathy. Eur Heart J

2003;24:1965-1991.

DESFIBRILADOR AUTOMATICO IMPLANTABLE (DAI) EN EL SINDROME DE QT LARGO

DEFINICION DE LA ENFERMEDADEl síndrome de QT largo (SQTL) es una canalopatía

arritmogénica caracterizada por grave alteración en la

repolarización ventricular, traducida electrocardiográ� ca

mente por prolongación del intervalo QT; predispone a

muerte súbita (MS) por arritmias ventriculares malignas

del tipo de torsade de pointes. Se han descrito 10 subtipos

genéticos de SQTL, los primeros tres subtipos son los

mas frecuentes y por ende, los mejor estudiados, estos

son: SQTL1 (afección en canal de potasio IKs

), SQTL2

(afección en canal de potasio IKr

) y SQTL3 (afección

en canal de sodio). En este texto nos referiremos

principalmente a estos 3 primeros subtipos.

Los pacientes con SQTL1 suelen desarrollar

arritmias durante el ejercicio89 y en particular durante

la natación90, 91 los pacientes con SQTL2 suelen

presentar arritmias durante el descanso, emociones y

característicamente en respuesta a estímulos auditivos

súbitos91, 92 � nalmente los pacientes con SQTL3 suelen

presentar arritmias durante, el descanso89 o frecuencias

cardíacas bajas.

ESTRATIFICACION DE RIESGOLa evolución en el SQTL es muy variable, siendo

in� uenciada por la duración del intervalo QTc, factores

ambientales, edad, genotipo y respuesta al tratamiento.93,

94 Las arritmias ventriculares son más frecuentes en

SQTL1 y SQTL2, pero más letales en SQTL395.

La duración del intervalo QT es el predictor de riesgo

mas importante en el SQTL, incluso sin conocer el

diagnóstico genético preciso96. Un intervalo QT normal

en un familiar en el que se desconoce el genotipo,

será de buen pronóstico97. Un intervalo QT corregido

(QTc) mayor o igual a 500ms, identi� ca pacientes con

alto riesgo de desarrollar síntomas93. Aquellos casos

con Jervell Lange-Nielssen u otras presentaciones

homocigotas de la enfermedad, así como aquellos que

se acompañan de sindactilia, son considerados de alto

riesgo98, 99

El antecedente familiar de MS no ha probado ser un

factor individual para MS100. Los casos diagnosticados

incidentalmente o porque son familiares de un caso

sintomático, tienden a tener mejor pronóstico.

Los pacientes con SQTL presentan un espectro de

síntomas que van del pre-síncope, síncope a MS. Los

casos que sobreviven a un evento de MS, tienen en

particular alto riesgo de presentar otro evento cardiaco

fatal100. El SQTL tipo 3 tiene un riesgo de MS en

particular mayor que los otros subtipos95.

En el SQTL2, aquellos con mutaciones en el poro del

canal, también tienen un riesgo en particular mayor de

presentar arritmias malignas101.

INDICACIONES DEL DAI EN EL SQTLLos pacientes sintomáticos que no reciben tratamiento

tienen una mortalidad del 20% al año y del 50% a

10 años después de un primer evento de arritmia

ventricular. Si bien es claro que en presencia de

síntomas hay que otorgar tratamiento, la conducta a

seguir en los pacientes asintomáticos es aún motivo de

debate; la muerte puede ser la primera manifestación

de la enfermedad en el 9% de los casos,102 12% de los

casos asintomáticos desarrollarán síntomas, incluso

muerte súbita.

El tratamiento inicial serán los fármacos betabloqueadores

y deben iniciarse en todo paciente con SQTL como

medida inicial. El DAI es una herramienta crucial en la

prevención de MS en el SQTL, debe considerarse su

implante en los casos catalogados de alto riesgo.

RECOMENDACIONES

Clase IPara la prevención secundaria. (nivel de evidencia

A).

Clase IIaEl implante de DAI es recomendado en pacientes

con SQTL que han experimentado síncope o arritmia

ventricular no sostenida a pesar del tratamiento con

beta-bloqueadores (nivel de evidencia B).

Clase IIbEl implante de DAI aunado a terapia con beta-

bloqueador debe considerarse como pro� laxis de

MS en pacientes considerados de alto riesgo (nivel

de evidencia B).

Clase IIIPacientes asintomáticos, con indicadores clínicos y

genéticos de bajo riesgo (nivel de evidencia B).

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54 55

PROGRAMACION DEL DAIEs importante recordar que la terapia con DAI debe ir

acompañada tratamiento con beta-bloqueador, dicha

combinación disminuye en forma importante la incidencia

de muerte súbita103, 104.

La programación del dispositivo variará según las

necesidades del caso pero en general hay que

evitar adiministrar terapias a eventos autolimitados

asintomáticos; para este � n, se sugiere un tiempo de

detección mayor a 15 seg. Una complicación de la

terapia con DAI es la tormenta arrítmica; se ha reportado

que cerca del 15% de los pacientes pueden presentarla

y se debe, en buena parte, al incremento del tono

simpático después de la descarga del DAI103- 105 este

problema puede manejarse incrementando la dosis de

betabloqueadores, de no ser útil esta medida se debe

considerar realizar resección de la cadena ganglionar

simpática.

Los electrodos con espiral de choque único son preferibles

pues simpli� can los remplazos y reducen el riesgo en

subsecuentes extracciones del sistema, especialmente

considerando que estos pacientes tendrán multiples

remplazos del DAI durante su seguimiento.

Se ha reportado en población pediátrica la colocación

de electrodos de uso transvenoso en forma epicárdica

o incluso subcutánea, con el � n de preservar el

acceso subclavio màs tiempo106. Se debe valorar el

implante concomitante de marcapaso bicameral, este

será particularmente útil para prevenir las arritmias

dependiente de pausa107, 108. Aquellos con SQTL3 suelen

bene� ciarse más de esta terapéutica pues la prevalencia

de bradicardia es mayor. Los casos en los que no se ha

documentado arritmia dependiente de pausa, pueden

manejarse con estimulación unicameral. Frecuencias

programadas por debajo de 70 lpm109 no son útiles

para prevenir arritmias ventriculares. Se recomienda

programar el sensor a una respuesta rápida pues estos

pacientes suelen tener una aceleración inapropiada

de la frecuencia cardiaca en respuesta al ejercicio.

Todas aquellas funciones que impliquen la presencia

de pausas, deben ser apagadas como histéresis y la

función nocturna. El PVARP (periodo refractario auricular

postventricular), debe ser lo mas corto posible. La función

de regulación de frecuencia debe ser encendida para

prevenir pausa post-extrasistólica. Hay que recordar que

el sobresensado de la onda T y las fallas en la captura,

también pueden dar lugar a pausas.

DESFIBRILADOR AUTOMÁTICO IMPLANTABLE EN EL SÍNDROME DE QT CORTO (SQTc)El síndrome de QT corto (SQTc) es un nuevo síndrome

genético que fue descrito por primera vez en el año

2000 por Gussak y cols.110 Se caracteriza por QT

corto (< 320 ms) asociado a síncope, � brilación atrial

y muerte súbita por arritmias ventriculares malignas;

frecuentemente en pacientes jóvenes sin patología

cardiovascular conocida111. El SQTc es genéticamente

heterogéneo con alteraciones en los canales que

intervienen en la repolarización miocárdica y con

diversas manifestaciones clínicas112. Hasta el momento

se han descrito 3 genes involucrados que codi� can

a diferentes canales iónicos de potasio: KCNH2

también conocido como HERG que expresa una

proteína responsable de la activación de las corrientes

recti� cadoras de salida de potasio (IKR

), KCNQ1 que

codi� ca una proteína responsable de la activación

lenta de las corrientes de salida de potasio (IKS

), y el

KCNJ2 que codi� ca una proteína responsable de las

corrientes recti� cadoras de entrada de potasio (IK1

) 113.

Idealmente se debe realizar estudio genético a todos

los pacientes afectados y a los familiares directos con

� nes diagnósticos y de enseñanza, ya que se sabe aún

poco de la enfermedad siendo, hasta el 2006, tan solo

23 casos los reportados en 6 familias diferentes114.

La manifestación clínica mas frecuente de la enfermedad

es la muerte súbita, que incluso se puede presentar en

el primer año de vida; seguido de síncopes a cualquier

edad y palpitaciones debidas a � brilación atrial y/o

extrasístoles ventriculares115.

Eletrocardiogra� camente el intervalo QT está por debajo

de 320 ms y el intervalo QTc por debajo de 340 ms;

con el incremento de la FC el intervalo QT se mantiene

siempre por debajo de los valores normales para la edad

y genero 115. Además del QT la onda T también se altera

observándose alta, picuda y estrecha, particularmente

en las derivaciones precordiales 57, 116.

En el estudio electro� siológico (EEF) los periodos

refractarios efectivos se encuentran cortos tanto en el

atrio como en el ventrículo, lo que puede explicar en

parte la vulnerabilidad cardiaca. En la mayoría de los

pacientes se induce � brilación ventricular, sin embargo,

debido a la poca sensibilidad del EEF el valor para

predecir muerte súbita es desconocido, y el hecho de no

inducir � brilación ventricular no nos permite objetivar un

mejor pronóstico para los pacientes 115.

El único fármaco que puede ser efectivo en el síndrome

es la hidroxiquinidina ya que ha demostrado prolongar

el intervalo QT y los periodos refractarios efectivos

ventriculares, además de evitar la inducción tanto de

� brilación atrial como ventricular en estos pacientes;

otros antiarrítmicos como los clase IC y III que incluyen

a la � ecainida, sotalol e ibutilida no han demostrado

este efecto 115, 116. La administración de quinidina o

hidroxiquinidina puede ser una estrategia razonable en

aquellos pacientes que no son candidatos al implante

del dispositivo por su expectativa de vida, o en los cuales

el implante no es posible; y en aquellos pacientes con

múltiples descargas por episodios frecuentes de TV/FV.

En el caso de los niños la colocación del DAI puede

ser particularmente difícil razón por la cual el uso de

quinidina puede ser una terapia alternativa hasta que el

implante del des� brilador sea viable 115, 116, 117.

Dado el pronóstico adverso asociado a la enfermedad y

la falta de información en los factores predisponentes

para las arritmias ventriculares malignas, se debe

considerar el síndrome de QT corto como de alto

riesgo para muerte súbita, siendo el DAI la primera

terapia de elección 57, 114, 115, independientemente si se

han documentado o no mutaciones genéticas, ya que

en nuestro país no se cuenta con la infraestructura

necesaria para realizar un diagnóstico genético preciso.

Este riesgo está presente durante toda la vida del

individuo, ya que se ha documentado muerte súbita tanto

en niños menores de 1 año como en adultos mayores

de 60 años 118. Por lo tanto la pronta identi� cación del

síndrome, particularmente en familiares de individuos

ya diagnosticados es fundamental para el seguimiento

y tratamiento posterior.

RECOMENDACIONES

Clase IComo prevencion secundaria (Nivel de evidencia: C)

Clase IIaComo prevención primaria en pacientes con

episodios documentados de taquicardia ventricular

polimór� ca no sostenida o en pacientes en los cuales

se induce FV o TVP en el estudio electro� siológico

(Nivel de evidencia: C)

RECOMENDACIONES EN LA TAQUICARDIA VENTRICULAR POLIMÓRFICA CATECOLAMINÉRGICA (TVPC)La taquicardia ventricular polimór� ca catecolaminérgica

(TVPC) es un síndrome genético que fue descrito

por primera vez por Coumel y cols en 1978 119. Se

caracteriza por taquicardia ventricular (TV) polimór� ca

mediada por descarga adrenérgica; principalmente

durante estrés emocional o actividad física, con ECG

prácticamente normal.

La transmisión genética puede tener dos variantes;

autosómica dominante causada por alteraciones en

el receptor cardiaco de ryanodina (RyR2) que es el

responsable de la liberación de calcio del retículo

sarcoplásmico 57, 120; y autosómica recesiva causada por

mutaciones en el gen que codi� ca a la calsequestrina

(CASQ2) que es una proteína amortiguadora de calcio

en el retículo sarcoplásmico 57, 121.

La presentación clínica se caracteriza por episodios

sincopales desencadenados por esfuerzo físico o

estrés emocional, que ocurren frecuentemente en la

niñez alrededor de los 8 años 122. La TV que mani� estan

típicamente estos pacientes es bidireccional con rotación

del eje del QRS en 180º latido a latido 123.

No existen su� cientes casos reportados para poder

de� nir un esquema de estrati� cación de riesgo 57, pero

la TVPC debe ser considerada como una enfermedad

altamente letal si no es tratada 123, con una mortalidad

a los 40 años que varia entre el 30-50% 124. Los

betabloqueadores deben ser considerados como la

terapia inicial, y no deben ser descontinuados aún a

pesar de la colocación del DAI debido a la gran in� uencia

que tiene el tono adrenérgico en esta patología. A

pesar de la terapia farmacológica hasta en un 30% de

los pacientes es necesaria la colocación de DAI por

persistencia de los síntomas 123.

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56 57

Los pacientes que deben considerarse como de alto

riesgo son aquellos que a pesar de la terapia máxima

con betabloqueadores persistan con sintomatología

ya sea por TV sostenida durante el ejercicio o estrés

emocional o continúen presentado episodios sincopales 123. Es importante remarcar que en aquellos pacientes

ya portadores de DAI la terapia con betabloqueadores

no debe ser descontinuada.. El EF en esta patología no

es útil ya que la TV no es inducible con estimulación

programada; no así la prueba de esfuerzo (PE), ya que

usualmente puede inducir arritmias supraventriculares

y ventriculares con umbrales superiores a 120 lpm 122.

Al inicio de la PE se presentan complejos ventriculares

prematuros seguidos de carreras de TV, si el paciente

continua ejercitándose la TV se vuelve sostenida,

mostrando la TV bidireccional, que puede autolimitarse

al parar el ejercicio 57, 123 . Por lo tanto la PE es útil como

herramienta diagnóstica pero también como herramienta

para estrati� car el riesgo y valorar la respuesta a

tratamiento con betabloqueadores.

RECOMENDACIONES

Clase IComo prevención secundaria. (Nivel de evidencia: C)

Clase IIaComo prevención primaria en aquellos pacientes

sintomáticos (sincope o TV no sostenida

documentada) a pesar de estar en tratamiento

optimo con bloqueadores B adrenèrgicos. (Nivel

de evidencia: C)

Clase IIIColocación de DAI en pacientes con TVPC que fueron

diagnosticados genéticamente en la edad adulta y

que nunca han tenido manifestaciones clínicas ni

han recibido tratamiento. (Nivel de evidencia: C)

RECOMENDACIONES PARA EL USO DEL DESFIBRILADOR AUTOMATICO IMPLANTABLE (DAI) EN PACIENTES CON SINDROME DE BRUGADA.El Síndrome de Brugada, se caracteriza por: (1)

alteraciones en el ECG de 12 derivaciones, en el

cual se observa un QRS en V1 y V2 con morfología

similar a la del bloqueo de rama derecha del haz de

His (BRDHH) y alteraciones de la repolarización de

dichas derivaciones, especí� camente un punto J con

supradesnivel positivo de al menos 2mm, un segmento

ST de morfología convexa (en ingles llamado “Coved”)

con la onda T negativa. (2) La segunda condición

del síndrome es que no exista enfermedad cardiaca

estructural demostrable y � nalmente (3) la sospecha

o demostración clínica de arritmias ventriculares

polimorfas que se mani� estan como síncope o muerte

súbita. Sin embargo uno de los principales problemas

diagnósticos del síndrome, radica precisamente en el

ECG ya que se ha observado que en el mismo individuo

puede haber variaciones muy signi� cativas. Dentro de

este espectro, se han descrito diferentes variaciones,

actualmente se reconocen tres tipos diferentes.

Tipo 1: Es el descrito originalmente por los hermanos

Brugada en 1992 y se caracteriza por presencia o no de

imagen de bloqueo de rama derecha en V1, V2 o V3,

elevación del punto J > 2mm, segmento ST convexo,

con onda T negativa sin separación isoeléctrica con el

segmento ST .

Tipo 2: Llamado también en silla de montar, ya que en

este característicamente se observa un punto J > 2mm,

a partir del cual el segmento ST desciende de forma

gradual y se mantiene al menos 1mm por arriba de la

isoeléctrica, seguido de una onda T positiva o bifásica.

Tipo 3: Tiene un punto J y un segmento ST con un

supradesnivel menor de 1mm con cualquiera de las

morfologías de ST, en silla de montar o convexa.

Es importante comentar que solo se considera diagnóstico

el tipo 1, y los otros solo se deberán considerar como

sospechosos.

El síncope y/o la muerte súbita son los únicos síntomas

relacionados con la enfermedad, causados por eventos

de taquicardia ventricular polimór� ca (TVP) o � brilación

ventricular (FV). Habitualmente existe historia familiar

directa de muerte súbita a edades tempranas y la

edad media de presentación de los síntomas es entre

la tercera y cuarta décadas de la vida. Chen et al en

1998, fueron los primeros en relacionar el síndrome con

la subunidad alfa del gen que codi� ca el canal de sodio

SCN5A. Esta alteración en el canal de Na tiene como

resultante una pérdida de la función del canal, ya sea

por: 1) falla en su expresión, 2) cambio en la activación-

inactivación y reactivación mediada por voltaje y tiempo,

3) inactivación lenta del canal, 4) inactivación acelerada;

esta ultima relacionada con los incrementos en la

temperatura corporal o � ebre.

Para hacer diagnóstico de Síndrome de Brugada, es

obligatorio: 1) Un ECG típico o tipo 1 ya sea basal o tras

la administración de fármacos clase I; 2) Documentar

una o más de las siguientes: Fibrilación ventricular, TV

polimór� ca, historia familiar de muerte súbita (menor

a 45 años), familiares con ECG tipo 1, inducibilidad

de TVP o FV en el estudio electro� siológico, sincope

y/o respiración agónica nocturna y haber descartado

cualquier otro factor relacionado con la alteración

electrocardiográ� ca.

Pacientes con datos electrocardiográ� cos sospechosos

sin las características clínicas deberán ser referidos

como “ECG con patrón idiopático de Brugada”.

Hasta la fecha la única terapéutica probada y aprobada

para el tratamiento del síndrome es el DAI. La decisión

sobre el implante del mismo radica en la estrati� cación

de riesgo de muerte súbita; sin embargo aun existe

controversia en cuanto a los puntos cardinales en

los que esta estrati� cación de riesgo debe estar

basada. De manera general todos los autores aceptan

como los factores de mas alto riesgo la alteración

electrocardiográ� ca típica (ECG tipo 1) espontánea

y antecedentes de paro cardiaco previo resucitado o

la documentación de TV polimór� ca o FV 125, 126. La

presencia síntomas, principalmente síncope, crisis

convulsivas o respiración nocturna agónica que no

han podido ser explicadas por causas extra cardiacas

debe considerarse como de alto riesgo principalmente

cuando están asociados a un ECG tipo 1 espontáneo.

La presencia los cambios en el ECG típicos (ECG

tipo 1) pero tras la administración de fármacos

antiarrítmicos de clase 1C, no parece tener mayor

implicación pronostica de manera independiente, sin

embargo al asociarse a otro factor de riesgo como

muerte súbita recuperada o síntomas deberá tomarse

en cuenta como de alto riesgo.

Así mismo la historia familiar de muerte súbita parece no

conferir mayor riesgo por si misma pero puede servir de

ayuda para determinar la necesidad del dispositivo en

casos de decisión difícil.

Por último el estudio electro� siológico, buscando la

inducción de TV polimór� ca o FV como factor de riesgo,

es apoyado enfáticamente en el reporte de Brugada et

al127 que estudia la serie mas grande de pacientes hasta

la fecha con síndrome de Brugada (547 pst) sin historia

previa de muerte súbita, en donde la inducción de TV/FV

en el EEF fue el factor de riesgo mas importante asociado

con un incremento de 8 veces en el riesgo de un evento

futuro. El reporte de Priori et al así como publicaciones

de otros autores no han logrado obtener los mismos

resultados 128, 129. La posibilidad de que la selección de

los pacientes, diagnostico poco preciso, y un sesgo de

referencia jueguen un papel importante en estos puntos

de desacuerdo es alta.

Por lo anterior consideramos que no se debe descartar

al EEF como método de estrati� cación y que aunado con

otros factores importantes debe ayudar para la toma de

decisiones.

A la fecha no se ha logrado establecer un consenso

general en cuales son los factores de riesgo más

signi� cativos existiendo discrepancias en las

recomendaciones publicadas por diferentes grupos

pertenecientes a las mismas asociaciones 57, 130 En

esta recomendaciones hemos tomando en cuenta las

series con diagnostico mas estricto y mayor numero de

pacientes y años de seguimiento.

RECOMENDACIONES

Clase I1.- Como prevención secundaria (EVIDENCIA B).

2.- Como prevención primaria para los pacientes con

síndrome de Brugada y ECG tipo 1 espontáneo, con

síntomas como sincope, convulsiones, y respiración

nocturna agónica, no explicados por otras causas

diferentes al síndrome. (EVIDENCIA B).

Clase IIaComo prevención primaria en pacientes con ECG

tipo 1 posterior a la administración de fármacos

bloqueadores del canal de sodio (propafenona y

� ecainida) que presentan síntomas como síncope,

convulsiones o respiración nocturna agónica, no

explicados por causas diferentes al síndrome.

(EVIDENCIA C)

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58 59

Clase II BComo prevención primaria para pacientes con

síndrome de Brugada y ECG tipo 1 espontáneo o

posterior a fármacos, asintomáticos, en los que el

estudio electro� siológico demostró inducibilidad

de TV polimor� ca o FV.

Clase IIIActualmente no esta indicado el implante de un

DAI en pacientes con Síndrome de Brugada y

ECG tipo 1 tras la administración de fármacos

bloqueadores de los canales de Na (propafenona

o � ecainida) asintomáticos, sin historia familiar de

muerte súbita.

RECOMENDACIONES PARA LA PROGRAMACIÓN DE DISPOSITIVO EN PACIENTES CON SÍNDROME DE BRUGADA:Se recomienda en la mayoría de estos pacientes la

utilización de dispositivos VVI; en aquellos pacientes

con arritmias supraventriculares documentadas

un dispositivo doble camara puede ser deseable.

Sin embargo se deberán ajustar los parámetros de

estimulación para evitar un estimulación auricular y

ventricular innecesaria.

Es preferible seleccionar dispositivos que tengan

capacidad de entregar una energía de descarga mayor

a 20 J. Es recomendable programar solamente una

zona de detección de FV a una frecuencia de 200 a

220 lpm.

Es recomendable tener una sensibilidad de R al

momento del implante mayor de 5 mv para disminuir la

posibilidad de sobresensado de la onda T. Se deberá al

momento del implante, revisar y ajustar los parámetros

de caída de la sensibilidad para evitar sobresensado

de la onda T (para dispositivos con algoritmos para

dicho problema).

BIBLIOGRAFIA

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INTRODUCCIÓN:Con la esperanza de lograr revertir la evolución natural

de la insu� ciencia cardiaca y mejorar tanto la calidad

de vida como la expectativa de supervivencia, se han

desarrollado dispositivos de estimulación eléctrica con

capacidad de proporcionar terapia de resincronización

cardiaca (TRC), des� briladores automáticos implantables

(DAI) y equipos con ambas terapias.

Terapia de resincronización cardiaca y terapia combinada con desfi brilador.Los pacientes con IC en clase funcional III-IV de la NYHA

tanto de etiología isquémica como por miocardiopatía

dilatada (MCD), presentan un fenómeno de remodelado

ventricular por la progresión de la enfermedad que al

� nal condiciona una contracción ventricular asincrónica,

principalmente en pacientes con bloqueo de rama

izquierda del haz de His (BRIHH). Se ha demostrado

que volver a sincronizar los ventrículos mejora la función

ventricular y por ende, el sujeto presenta mejoría clínica

importante. Estudios multicéntricos recientes demuestran

que el bene� cio no solo es funcional (incremento de

la fracción de expulsión y la dP/dT, disminución de

volúmenes ventriculares y disminución de la Insu� ciencia

Mitral) y clínica (mejoría en la clase funcional y en la

capacidad de ejercicio), sino que la TRC por si sola

incrementa la supervivencia (estudio CARE-HF(1)) o

en combinación con un DAI (estudio COMPANION(2)).

Siempre es recomendable tomar la decisión de implantar

este tipo de dispositivos en conjunto con un especialista

en electro� siología.

La terapia de resincronización cardiaca (TRC) en

pacientes con insu� ciencia cardiaca es novedosa

pero sus efectos bené� cos solo se han demostrado en

estudios clínicos controlados, aleatorizados con tiempo

de seguimiento relativamente corto.(3) La TRC es una

intervención efectiva en pacientes con falla cardiaca,

pues mejora los síntomas y reduce la mortalidad

mediante el reestablecimiento de la sincronía cardíaca.

Es deseable identi� car pacientes con gran disincronía

mecánica pues es más probable que ellos sean

buenos respondedores a la TRC.(4) Por ello, los datos

observacionales son de gran importancia para estimar

los bene� cios en la sobrevida conferidos por la TRC

y determinar si dicho bene� cio se sostiene a largo

plazo. Recientemente se ha publicado(5) un registro

multicéntrico de pacientes en falla cardiaca severa,

sintomáticos tratado con TRC o en combinación con

DAI (des� brilador automático implatable (TRC-DAI)).

Los resultados fueron muy favorables sobre mortalidad,

pues se demostró sobrevida libre de eventos a 1 año de

92% y 56% a 5 años en el grupo de pacientes tratados

solo con TRC. Cuando se usó la TRC-DAI, el bene� cio

en la sobrevida se incrementó en 20% asociado con

la abolición de la muerte súbita de origen cardiaco, en

tanto que la muerte por otras causas no se modi� ca,

tomando en cuenta variables conocidas como de

buen pronóstico demostradas en estudios previos.(6-

7) La muerte súbita cardiaca (MSC) es responsable

del 30 a 50% de todas las muertes en los pacientes

con ICC moderada a severa,(8) el riesgo de presentar

MSC se incrementa signi� cativamente en pacientes

COORDINADORES:

DR. PEDRO ITURRALDE TORRES, DR. JORGE RAFAEL GÓMEZ FLORESGRUPO DE TRABAJO:Drs. Pedro Iturralde Torres, Jorge Rafael Gómez Flores, Milton Guevara Valdivia, Rogelio Robledo Nolasco, Carlos Enrique Guzmán Rodriguez.

Uso del resincronizador ventricular solo o en combinación con el des� brilador ventricular implantable en el tratamiento de la insu� ciencia cardíaca refractaria.

Sociedad Mexicana de Electrofi siología y Estimulación Cardiaca A.C.

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se bene� ciará un paciente en clase funcional IV de la

NYHA con TRC o TRC+DAI. Se argumenta que el solo

hecho de realizar el procedimiento de implante del

dispositivo en este tipo de pacientes “muy enfermos”

puede descompensar la ICC y por ello prolongar la

hospitalización e incrementar la mortalidad. Además, en

estos pacientes el hecho de implantar un des� brilador

no garantiza que el paciente no muera por la progresión

de la ICC. Sin embargo, el número absoluto de vidas

salvadas y de disminución en las hospitalizaciones es

mucho menor que en poblaciones menos enfermas.

Por lo anterior en estas guías se ha decidido incluir a

los pacientes en clase funcional IV de la NYHA como

candidatos a recibir TRC+DAI.

En la actualidad existen algunas controversias

con respecto a quién indicar la TRC y que tengan

probabilidades de responder.(14) Los pacientes con

ensanchamiento del intervalo QRS pero sin asincronia

demostrada mediante ecocardiografía es menos

probable que respondan a la TRC. La de� nición de

asincronía basándose en la duración del intervalo QRS

también puede limitar incluir a pacientes que podrían

bene� ciarse de la TRC, pues se ha demostrado que

algunos pacientes con duración del QRS <120 ms

presentan asincronía.(15) Otro tema controversial

es la presencia de bloqueo de rama derecha del haz

de His (BRDHH) en el electrocardiograma (ECG) de

super� cie pues la mayoría de los pacientes con ICC

y ensanchamiento del QRS tienen patrón de BRIHH

de tal forma que se activa tardíamente la pared

lateral con respecto al septum y al ventrículo derecho.

Basados en la premisa que el bene� cio de la TRC

está dado mediante la activación más sincrónica de

la pared lateral con el septum, entonces el retraso

en la activación del ventrículo derecho con un tiempo

de activación de la pared lateral intacto es menos

probable que puede existir bene� cio con este tipo de

estimulación.(16) Algunos estudios han demostrado que

los pacientes con BRDHH tienen menos posibilidades

de bene� ciarse de la TRC; sin embargo, en los estudios

originales se incluían pacientes con BRDHH.(17,18)

Otra consideración es que independientemente que

el paciente presente BRIHH o BRDHH este patrón no

representa verdaderamente la conducción, pues estos

pacientes tienen otras alteraciones de la conduccion

independientes al tipo de bloqueo de rama.(19) Lo

con retraso de la conducción ventricular(9) y puede

prevenirse de forma efectiva con el solo implante del

DAI.(10-12) Cuando se compara la reducción de la

mortalidad por cualquier causa con TRC-DAI vs TRC

sola, en el grupo de TRC-DAI es signi� cativamente

menor, pero cuando se analiza la muerte por falla

cardiaca, la reducción en ambos grupos es similar y

sostenida a lo largo del tiempo. Se considera que el

incremento en la disminución de la mortalidad (aprox

8%/año) con la terapia combinada TRC+DAI es debido

al efecto sinérgico de la administración de fármacos

antagonistas de la respuesta neurohumoral, el DAI y

la TRC.(5)

La TRC sola o combinada con DAI ha demostrado que

mejora la capacidad para el ejercicio, la calidad de vida y

reduce las hospitalizaciones y la mortalidad en pacientes

con falla cardiaca en clase funcional III y IV de la NYHA.

Sin embargo, frecuentemente los pacientes en clase

funcional IV tienen muy poca reserva miocardica y la

sobrevida es muy corta, por lo cual se ha sugerido que

los pacientes en clase funcional IV pueden presentar

descompensación de la falla cardiaca al ser intervenidos

y podrían no bene� ciarse de la terapia combinada.

Recientemente se ha publicado un análisis del estudio

COMPANION en el que se demuestra que tanto la TRC

sola como la TRC+DAI disminuyen la mortalidad y el

número de hospitalizaciones en pacientes en CF IV

de la NYHA, aunque se puede criticar que el número

de pacientes analizados es limitado, sin embargo

claramente se demuestra que en la TRC+DAI en los

pacientes en CF IV de la NYHA el número absoluto de

vidas salvadas y de prevención de hospitalizaciones es

mucho mayor que en población con menor grado de la

enfermedad.(13)

En conclusión, en estudios multicéntricos y en particular

en el estudio COMPANION se ha demostrado que tanto

la TRC con TRC+DAI disminuyen todas las causas

de mortalidad y disminuyen las hospitalizaciones en

pacientes con falla cardiaca en clase funcional IV de

la NYHA. En un análisis covariado, se observó que la

TRC tiene un bene� cio signi� cativo a través del tiempo

para disminuir todas las causas de mortalidad en

tanto que TRC+DAI se asocian con una disminución

signi� cativa de la mortalidad y hospitalizaciones

debidas a falla cardiaca. A la fecha es incierto cuándo

anterior puede fácilmente deducirse pues habitualmente

el BRDHH incrementa la duración del QRS alrededor

de 120 ms, el BRIHH lo incrementa alrededor de 150

ms, mientras que los pacientes con ICC tienen duración

del QRS >200 ms. El retraso restante es debido a

alteraciones en la conducción intra e interventricular,

por lo cual la clasi� cación del paciente en BRDHH o

BRIHH no representa verdaderamente el patrón de

asincronía, por lo cual sugerimos que en los pacientes

con BRDHH e ICC se tomen en cuenta otros parámetros

para de� nir asincronía y evaluar la posibilidad de

bene� ciarlo con TRC.

RECOMENDACIONES DEL RESINCRONIZACIÓN VENTRICULAR.

INDICACIÓN CLASE I

Se requieren reunir los siguientes criterios:

1. Insu� ciencia cardiaca por más de 3 meses y sin

causa potencialmente reversible.

2. Es recomendable considerar pacientes en espera

de trasplante cardiaco.

3. Clase funcional III-IV (NYHA) a pesar de tratamiento

médico óptimo (IECA, diurético, beta-bloqueador y

digoxina).

4. Ritmo sinusal con bloqueo de rama izquierda del

haz de His con duración del complejo QRS mayor de

150 ms.

5. En presencia de ritmo sinusal con BRIHH con

duración del intervalo QRS entre 120 y 150 ms se

requiere demostrar asincronía por los siguientes

métodos:

a) Ecocardiograma convencional demostrando

fracción de expulsión del VI igual o menor de 35%,

diámetro diastólico � nal del VI igual o mayor de 55

mm con por lo menos 2 de los siguientes 3 criterios

de asincronía.

Retraso pre-expulsivo aórtico de más de 140 ms.

Retraso mecánico interventricular de más de

40 ms.

Retraso en la activación de la pared posterolateral

del ventrículo izquierdo.

b) Medicina Nuclear (Ventriculografía radiosotópica

de equilibrio con análisis de fase)

INDICACIÓN CLASE II

1. Clase funcional II (NYHA) a pesar de tratamiento

médico óptimo.

2. Duración complejo QRS mayor de 150 ms en

pacientes con � brilación auricular demostrando

asincronía por los siguientes métodos:

a) Ecocardiograma convencional demostrando

fracción de expulsión del VI igual o menor de 35%

diámetro diastólico � nal del VI igual o mayor de 55

mm con por lo menos 2 de los siguientes 3 criterios

de asincronía.

Retraso pre-expulsivo aórtico de más de 140 ms.

Retraso mecánico interventricular de más de 40 ms.

Retraso en la activación de la pared posterolateral

del ventrículo izquierdo.

b) Eco doppler tisular (TDI)

c) Medicina Nuclear (Ventriculografía radioisotópica

de equilibrio con análisis de fase)

3. QRS normal o con BRDHH (bloqueo de rama

derecha del haz de His) que reúnan criterios

ecocardiográ� cos de medicina nuclear para

asincronía.

INDICACIÓN CLASE III

1. Insu� ciencia cardiáca de causa potencialmente

reversible.

2. Clase funcional I de la NYHA

3. Ausencia de asincronía de la contracción intra e

interventricular demostrada por cualquier método

(eco, medicina nuclear, resonancia magnética).

INDICACIONES DE RESINCRONIZACIÓN VENTRICULAR EN COMBINACIÓN CON DESFIBRILADOR AUTOMÁTICO

IMPLANTABLE.

INDICACIÓN CLASE I

Se requieren reunir los siguientes criterios como

prevención secundaria de muerte súbita (taquicardia

ventricular monomór� ca sostenida documentada)

en pacientes con insu� ciencia cardiaca:

1. Insu� ciencia cardiaca por más de 3 meses y sin

causa potencialmente reversible. Es recomendable

considerar pacientes en espera de trasplante

cardiaco.

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3. Ritmo sinusal con QRS angosto o con bloqueo

de rama derecha del haz de His con duración del

complejo QRS mayor de 150 ms, aunado a criterios

de asincronía intraventricular e interventricular.

4. Pacientes con miocardiopatía no isquémica en

clase funcional II-IV y FEVI menor de 35%

5. Pacientes con miocardiopatía isquémica

condicionada por infarto del miocardio previo, con

revascularización coronaria en por lo menos 3 meses,

disfunción ventricular izquierda con FEVI menor de

35% aún sin inducción de taquicardia ventricular/

� brilación ventricular en el estudio electro� siológico

o sin estudio electro� siológico.

En los pacientes candidatos a resincronización

cardiaca de acuerdo con los criterios señalados,

se requieren reunir los siguientes criterios para

considerar el uso de TRC con DAI como prevención

primaria de muerte súbita:

1. Fracción de expulsión menor de 35%

2. Clase funcional III-IV (NYHA) a pesar de tratamiento

médico óptimo

3. Ritmo sinusal con criterios de asincronía intra e

interventricular

4. Duración del complejo QRS mayor de 120 ms

5. Duración del intervalo PR mayor de 150 ms

INDICACIÓN CLASE III

1. Infarto del miocardio de menos de 1 mes de

evolución.

2. Miocardiopatía isquémica con disfunción

ventricular izquierda que van a ser sometidos a

cirugía de revascularización coronaria.

3. Taquicardia o � brilación ventricular incesante.

4. Trastornos psiquiátricos que puedan ser agravados

por la colocación del dispositivo.

5. Comorbilidades que pongan en riesgo la vida del

paciente a corto plazo.

2. Pacientes en clase funcional II-IV de la NYHA a

pesar de tratamiento médico óptimo

3. Ritmo sinusal con bloqueo de rama izquierda del

haz de His con duración del complejo QRS mayor

de 150 ms.

4. En presencia de ritmo sinusal con BRIHH con

duración del intervalo QRS entre 120 y 150 ms se

requiere demostrar asincronía por los siguientes

métodos:

a) Ecocardiograma convencional demostrando

por lo menos 2 de los siguientes 3 criterios de

asincronía:

Retraso pre-expulsivo aórtico de más de 140 ms.

Retraso mecánico interventricular de más de

40 ms.

Retraso en la activación de la pared posterolateral

del ventrículo izquierdo.

b) Eco Doppler tisular

c) Medicina Nuclear (Ventriculografía radioisotópica

de equilibrio con análisis de fase)

5. Fracción de expulsión � 35% medida por lo menos

1 mes posterior al evento isquémico agudo y por

lo menos 3 meses posterior a la revascularización

con taquicardia ventricular no sostenida (TVNS) o

inducción de taquicardia ventricular monomór� ca

sostenida (TVMS) o � brilación ventricular (FV) en

el EEF.

6. Pacientes con miocardiopatía no isquémica en

clase funcional II-IV y FEVI � 35%

INDICACIÓN CLASE II

Se requieren reunir los siguientes criterios como

prevención primaria de muerte súbita en pacientes

con insu� ciencia cardiaca:

1. Insu� ciencia cardiaca por más de 3 meses y sin

causa potencialmente reversible

2. Pacientes en clase funcional II-IV de la NYHA a

pesar de tratamiento médico óptimo

BIBLIOGRAFÍA

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Presíncope o casi síncope se re� ere a una condición

en la que los pacientes sienten que el síncope es

inminente. Los síntomas y signos del presíncope son los

mismos pródromos descritos para la fase premonitoria

del síncope.

I:2 Fisiopatología. En el ser humano, el � ujo sanguíneo cerebral, 50-60 ml

por 100 g de tejido/min. representa el 12-15 % del gasto

cardiaco. Un � ujo de esta magnitud cubre fácilmente los

requerimientos mínimos de oxigeno del cerebro para

mantener la conciencia (aproximadamente 3.0-3.5 ml

O2/100 g de tejido/min). La presión de perfusión cerebral

depende de la presión arterial sistémica. Así, cualquier

factor que reduce el gasto cardiaco o las resistencias

vasculares periféricas totales disminuye la presión

arterial sistémica y el � ujo sanguíneo cerebral. El llenado

venoso del corazón (precarga), es el determinante

� siológico más importante del gasto cardiaco, por lo que

una reducción del volumen sanguíneo o el secuestro

de sangre en las venas del abdomen y de las piernas,

pueden predisponer al síncope. Por otra parte, una

vasodilatación arterial excesiva puede jugar un papel

crítico para disminuir la presión arterial y producir

síncope, como sucede en los síncopes re� ejos, las

neuropatías autonómicas, durante el estrés térmico y

con el uso de drogas vasoactívas. Una hipoperfusión

cerebral también puede ser el resultado de un aumento

de las resistencias vasculares cerebrales como sucede

en la hipocapnia.

Una interrupción súbita del � ujo sanguíneo cerebral

por 6-8 seg. es su� ciente para producir la perdida de

la conciencia.2 Una disminución de la presión arterial

Solo si se conocen las causas del síncope es posible tratarlo. Maimonides (1135-1204 dc)

I.- EPIDEMIOLOGIA, FISIOPATOLOGIA Y CLASIFICACION

I:1 Defi niciónSíncope, derivado del griego: “syn” que signi� ca “con”

y el verbo “kopto” que signi� ca “ interrumpir”, es un

síntoma que puede tener múltiples causas, de� nido

como la interrupción de la conciencia en forma transitoria

y autolimitada, que se acompaña de la perdida del tono

muscular voluntario con caída al suelo y una completa

recuperación espontánea. El mecanismo subyacente

es una hipoperfusión cerebral global y transitoria. Este

elemento de la � siopatología permite diferenciar el “síncope

verdadero” de una pérdida de la conciencia debido a un

traumatismo (concusión cerebral) o epilepsia. Aunque

puede ocurrir sin aviso, en algunas forma de síncope

suele haber un periodo premonitorio de síntomas (mareo,

debilidad, náusea, palidez, sudor y alteraciones visuales y

auditivas) que preceden a la perdida de la conciencia. La

recuperación de la orientación es rápida, aunque puede

haber un periodo de amnesia retrograda, principalmente

en los ancianos. En ocasiones, puede quedar cefalea y

una sensación de fatiga durante varias horas.

Los episodios sincopales suelen ser breves (5 a 25

seg.), aunque en raras ocasiones pueden durar varios

minutos, lo que di� culta el diagnóstico diferencial

con otras causas de perdida de la conciencia. 1 Los

movimientos mioclónicos y las convulsiones tónicas

con extensión de las extremidades no son raras y

re� ejan una profunda hipoperfusión del tallo cerebral.

El manejo del Síncope: Diagnóstico y tratamiento.

Sociedad Mexicana de Electrofi siología y Estimulación Cardiaca A.C.

COORDINADOR:DR. JESÚS ANTONIO GONZÁLEZ HERMOSILLO.COLABORADORES:Dres. Enrique Asensio Lafuente, Jesús Antonio González Hermosillo, Laura Leticia Rodríguez Chávez.

a 60 mmHg o una caída del 20 % en el aporte de

oxigeno al cerebro, también lo producen.

La integridad de un número de mecanismos de control

es crucial para mantener un adecuado aporte de oxigeno

al cerebro, entre los que destacan:

a) La capacidad de autorregulación cerebral, que permite

mantener el � ujo sanguíneo cerebral dentro de ciertos

limites a pesar de � uctuaciones en la presión arterial

sistémica..

b) El control metabólico y químico local, que permite que

ocurra una vasodilatación cerebral en presencia de una

disminución del pO2 o una elevación del pCO2.

c) Los ajustes del barore� ejo que permiten modi� car la

dinámica circulatoria sistémica para proteger la irrigación

cerebral.

d) La regulación del volumen vascular, que gracias a

in� uencias hormonales y renales permite mantener el

volumen circulante cerebral.

Cualquiera que sea el mecanismo operante, una

hipoperfusión cerebral global transitoria que alcanza

valores críticos, es capaz de producir un episodio

síncopal. Este riesgo es mayor en los ancianos y en

los enfermos en estado crítico. Ciertas enfermedades

como la hipertensión arterial que produce desviación

de la autorregulación cerebral a presiones mayores,

o la diabetes que altera la respuesta de los

quimiorreceptores del lecho cerebrovascular, son

también capaces de disminuir la protección del � ujo

sanguíneo cerebral.

I:3 Clasifi cación.El síncope debe ser diferenciado de otras condiciones

“no sincopales” que se caracterizan por una pèrdida real

o aparente de la conciencia. Entre estas se encuentran

las alteraciones sin pérdida de la conciencia como las

caídas, la cataplexia, los conocidos como “drop attacks”,

el seudosíncope psicogénico y los ataques isquémicos

transitorios de origen carotídeo. Otra serie de alteraciones

muestran pérdida parcial o completa de la consciencia,

como los trastornos metabólicos (hipoglucemia, hipoxia,

hiperventilación con hipocapnia), la epilepsia, las

intoxicaciones y los ataques isquémicos transitorios

vertebro-basilares. La clasi� cación del síncope esta

basada en su � siopatología. Tabla I

Sincope Neuralmente MediadoEn el que una respuesta re� eja a un estimulo ocasiona

vasodilatación arterial periférica con o sin bradicardia;

sin embargo, la contribución de cada uno de estos

dos factores a la hipotensión arterial e hipoperfusión

cerebral puede variar considerablemente. Varias son las

condiciones que pueden resultar en síncope neuralmente

mediado: 3

Síncope VasovagalEl síncope vasovagal (SVV) clásico, también conocido

como síncope neurocardiogénico es mediado por

estrés emocional u ortostático y puede habitualmente

ser diagnosticado por una buena historia clínica. Es

el más común de los síncopes y se ha estimado que

es responsable del 50-80 % de todos los episodios

sincopales. 4 Numerosos factores pueden precipitar

un SVV: Estado posprandial, ortostatismo y ejercicio

prolongados con exposición al calor, dolor intenso,

emociones, consumo de alcohol, deshidratación, empleo

de diuréticos y vasodilatadores etc.

Los eventos sincopales de esta naturaleza tienen tres

fases:

1- Una fase prodrómica o aura que precede a la perdida de la consciencia y que el paciente califica como “sensación inminente de desmayo”, la cual se caracteriza por algunas de las siguientes manifestaciones las que pueden durar de pocos segundos a varios minutos y que en muchas ocasiones le permiten al paciente acostarse y abortar así el síncope: Mareo, debilidad, malestar epigástrico, náusea, vómito, cefalea, palpitaciones, ahogo, visión tuneliforme, visión borrosa, fotopsias, audición lejana y sudoración fría. 2- La pérdida de la consciencia propiamente dicha. Esta habitualmente no es recordada por el paciente. Los testigos de un episodio sincopal, generalmente relatan que el paciente se pone pálido y sudoroso, con la piel fría, pupilas dilatadas y con ocasional incontinencia fecal o urinaria. No son raros los movimientos tónicos y / o clónicos, que son producidos al alcanzarse el umbral anóxico del cerebro. Estos movimientos habitualmente consisten en contracciones tónicas de las piernas y de los brazos en extensión con abducción de estos últimos y opistótonos de la cabeza. Son

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de fatiga crónica y la � bromialgia se acompañan de

hipotensión neurocardiogénica. 6

Aunque los procesos exactos que participan en la

producción de un SVV son objeto de extensos debates,

algunos mecanismos básicos han sido propuestos. 7 Se

considera que un secuestro venoso excesivo asociado

con el ortostatismo resulta en hipovolemia central por

reducción del retorno venoso al corazón. La disminución

súbita del volumen ventricular ocasiona un aumento de

la contractilidad del corazón, la que a su vez provoca la

activación de mecanoreceptores ventriculares (� bras C

vagales) que normalmente responden al estiramiento.

El trá� co parasimpático aferente aumentado hacia el

tallo cerebral ocasiona una “retirada” de la actividad

simpática eferente con bradicardia e hipotensión arterial.

Sin embargo, la activación de estos mecanoreceptores

no parece ser el único mecanismo responsable del

SVV. En un modelo en gatos, Lofring 8, encontró que la

estimulación directa del sistema límbico puede provocar

una reacción vasovagal. El síncope en humanos pede ser

provocado por una emoción intensa o estímulos como la

visión de sangre y la epilepsia del lóbulo temporal. Todo

ello sugiere que centros nerviosos en el cerebro pueden

participar en la provocación de este tipo de síncope.

Aunque el término vasovagal fue empleado inicialmente

para explicar este tipo de desmayos bajo la percepción

de que la actividad parasimpática era la predominante

durante el síncope y la responsable de la bradicardia,

el principal mecanismo responsable del síncope es la

vasodilatación que resulta en hipotensión arterial, por lo

que la administración de atropina o un marcapasos rara

vez previenen el síncope. Estudios recientes utilizando

registros directos de la actividad del sistema nervioso

autónomo periférico han demostrado que antes del

síncope, la actividad simpática aumenta, seguido de una

disminución dramática al comienzo del síncope. 9

La serotonina es una amina biológica ampliamente

distribuida en el tejido nervioso que juega un papel

muy importante en la regulación de la presión arterial

y que parece intervenir en la � siopatología del SVV. La

aplicación de serotonina directamente al cerebro resulta

en una inhibición de la actividad eferente simpática,

mientras que su administración dentro del núcleo del

distintos de los movimientos tónico-clónicos de la epilepsia que ocurren en secuencia o con frecuencia decreciente.3- Periodo pos-sincopal. La perdida del conocimiento es usualmente breve (aunque puede durar hasta 15 min) y autolimitada, con recuperación completa y prácticamente sin confusión posictal. Al recuperar la consciencia, los pacientes se quejan de ansiedad, náusea, cefalea y cansancio que puede durar varias horas. Aunque ésta es la presentación típica, algunos pacientes, especialmente los ancianos, tienen manifestaciones clínicas atípicas, con desorientación y disartria que se confunden con los síntomas de un ataque cerebral isquémico. Muchos no relatan una historia de pródromos. Lo abrupto del episodio puede ocasionar caídas o accidentes automovilísticos con traumatismos graves.

Aunque existe controversia sobre si un SVV puede

ser letal, el término “maligno” se aplica a los episodios

sincopales que ocurren “sin aviso”, que ocasionan

daño corporal y que se acompañan de una asistolia

prolongada (durante una prueba de inclinación se han

informado asistolias de hasta 73 segundos). Engle, 5

y otros han postulado que una asistolia prolongada

puede degenerar en una � brilación ventricular y ser

mortal, particularmente en individuos con cardiopatía

coronaria o disfunción miocárdica. En el Colegio

Médico de Ohio, 3 se han recuperado de episodios

de aparente muerte súbita pacientes en los que la

única anormalidad encontrada ha sido una asistolia

prolongada durante una prueba de inclinación.

Nosotros, al igual que otros autores, hemos observado

episodios de taquicardia ventricular no sostenida

durante las pruebas de inclinación. En general los

pacientes más jóvenes tienen las presentaciones más

típicas, en ellos los episodios son frecuentes durante

la adolescencia para inclusive llegar a desaparecer

después. No es raro que estos síncopes ocurran en

varios miembros de la familia, por lo que una trasmisión

hereditaria es factible. Los pacientes con SVV pueden

tener manifestaciones clínicas psiquiátricas, como

depresión, crisis de pánico y somatización o quejarse

de síntomas neurosomáticos como migrañas,

trastornos gastrointestinales como gastritis, ulcera

péptica, colón irritable e indigestión. Recientemente

se ha señalado que padecimientos como el síndrome

tracto solitario en el tallo cerebral produce estimulación

parasimpática con retirada simpática. 10

El síncope vasovagal no clásico puede presentarse en

otras entidades como son; el síncope situacional, el

síndrome del seno carotídeo, el síndrome de taquicardia

postural ortostática (POTS por sus siglas en inglés) y

el síncope disautonómico con hipotensión ortostática

temprana.

2. Síncope SituacionalSe de� ne como el síncope que ocurre en condiciones

especi� cas: pos micción, tos, estornudo, risa, defecación,

pos ejercicio, deglución, tocar instrumentos musicales

de viento o haltero� lia, que aumentan la presión

intratorácica. El síncope glosofaríngeo es precipitado

por un dolor intenso en el canal auditivo externo o en la

faringe posterior y se piensa que ocurre por estimulación

vagal por vía de impulsos aferentes originados en el

nervio glosofaríngeo. El espasmo del sollozo (con o sin

cianosis) que ocurre en niños, es también un síncope

mediado por el vago.

3. Hipersensibilidad del Seno CarotídeoAl igual que el SVV, se caracteriza por bradicardia e

hipotensión y su mecanismo es neuralmente re� ejo.

Aunque responsable de sólo el 1 % de los síncopes es

prevalente en la población adulta. Cuando se mani� esta

espontáneamente ocurre precipitado por movilización

del cuello o su manipulación. La hipersensibilidad

del seno carotídeo inducida por el masaje carotídeo

ocurre en el 20-60 % de los pacientes que sufren

síncope de origen inexplicado y se caracteriza por una

pausa asistólica de � 3 seg (subtipo cardioinhibitorio),

caída de la presión arterial � 50 mm de Hg (subtipo

vasodepresor), o ambas (subtipo mixto).

4. Síndrome de Taquicardia Postural Ortostática.También conocido como Intolerancia Ortostática crónica

o POTS (Postural Orthostatic Tachycardia Syndrome),

ha sido objeto de mucha atención en los últimos años,

pero es conocido desde el siglo XIX y a lo largo de ese

tiempo se le ha denominado Síndrome de Da Costa,

síndrome del corazón irritable, síndrome del corazón del

soldado, astenia neuroregulatoria etc. El impacto de este

padecimiento es considerable, se ha estimado que hay

500,000 a 1,000,000 de pacientes con este padecimiento

sólo en los Estados Unidos de América, de los que el 25

% esta incapacitado para trabajar. 11

POTS es de� nido como el desarrollo de síntomas de

intolerancia ortostática durante cuando menos 6 meses,

acompañados de un aumento de la frecuencia cardiaca

de cuando menos 30 lpm (o que exceda 120 lpm) dentro

de los primeros 10 minutos del ortostatismo activo

(bipedestación) o pasivo (prueba de inclinación), en

ausencia de otros padecimientos debilitantes crónicos,

reposo en cama prolongado, deshidratación, hemorragia

o medicaciones que alteren los re� ejos autonómicos.

Estos pacientes no tienen hipotensión ortostática al

ponerse de píe. En ellos la presión arterial en ortostatismo

no disminuye, cae solo modestamente y en forma tardía

o inclusive puede elevarse al adoptar la bipedestación.

Aunque la taquicardia forma parte de la de� nición, hay

pacientes con manifestaciones clínicas de intolerancia

ortostática crónica en donde no se cumplen los valores

señalados para el incremento de la frecuencia cardiaca.

En los pacientes con POTS, la mayoría de las

manifestaciones clínicas están presentes aún en

decúbito y son exacerbadas en el ortostatismo. Estas

son el resultado de una excesiva actividad simpática

(diaforesis, temblores, sudoración fría, precordalgias

atípicas de angor) y de hipoperfusión cerebral (mareo,

fatiga, debilidad, confusión mental, visión borrosa). El

POTS se mani� esta generalmente en la adolescencia

y es más común en mujeres con una relación de 5:1. El

síncope ocurre solo en la minoría de los casos (alrededor

del 30 %), pero el presíncope sí es frecuente. Al examen

físico algunos pacientes tienen signos de prolapso mitral

y en el ortostatismo es evidente la acrocianosis en los

pies.

El POTS, es un síndrome compuesto por un grupo

heterogéneo de padecimientos con manifestaciones

clínicas similares. Actualmente se le clasi� ca como

primario o secundario. El primario es idiopático y no

asociado a otras enfermedades y a su vez se subclasi� ca

en: a) Neuropático, una forma de disautonomía

parcial, 10caracterizado por una denervación simpática

periférica manifestada por una incapacidad de los

vasos en los miembros inferiores para reducir su calibre

(vasoconstricción) en respuesta al estrés ortostático y

b) la variedad hiperadrenérgica, en donde el estado

hiperadrenérgico es central, con origen en el cerebro.

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El POTS se considera secundario cuando ocurre

en padecimientos como la diabetes, sarcoidosis,

amiloidosis, síndrome de Sjögren, lupus, alcoholismo,

envenenamientos con metales pesados y alcaloides

derivados de la Vinca, los que se caracterizan por una

denervación autonómica periférica pero con inervación

cardiaca preservada. Otra causa frecuente del POTS

secundario es un padecimiento hereditario del tejido

conectivo que se caracteriza por hipermovilidad de las

extremidades e hiperelasticidad de la piel (síndrome de

Ehlers-Danlos). El POTS puede también coexistir con

mastocitosis y los pacientes afectados tienen episodios

de enrojecimiento facial y elevaciones anormales en la

orina de metilhistamina.

Ocasionalmente, el POTS puede ser la manifestación

inicial de padecimientos del sistema nervioso autónomo

más graves, como son la Falla Autonómica Pura y la

Atro� a de Sistemas Múltiples, o puede ocurrir como

un síndrome paraneoplásico visto en asociación con

adenocarcinoma del pulmón, mama, páncreas y ovario,

capaces de producir anticuerpos contra los receptores

de acetilcolina en los ganglios autonómicos.

El pronóstico del POTS es variable. En los pacientes

en los que se desencadena después de una aparente

infección viral, la recuperación después de 2 a 5 años es

la regla. Una minoría (alrededor del 20 %) permanece

muy sintomática con periodos de remisión y exacerbación

espontáneos.

En relación con el embarazo, las mujeres con POTS

pueden sufrir un incremento en sus síntomas durante el

primer trimestre como consecuencia de la disminución

en las resistencias vasculares periféricas, seguido de

mejoría en el segundo trimestre al aumentar el volumen

sanguíneo. La severidad de los síntomas en el tercer

trimestre es variable y dependiente del grado de

compresión de la vena cava inferior por el útero.

5. Síncope DisautonómicoEs el que ocurre en padecimientos con disfunción del

sistema nervioso autónomo o secundario a drogas

simpaticolíticas o vasodilatadoras, y que es precedido

por hipotensión ortostática temprana. Esta variedad

de síncope obedece a la falla del sistema nervioso

simpático para realizar el ajuste compensatorio de la

presión arterial en el ortostátismo.

En la forma neuropática, la taquicardia y el inotropismo

aumentado representan un mecanismo compensador

para mantener la presión arterial y la perfusión cerebral

en niveles adecuados. A medida que el padecimiento

progresa, el secuestro venoso en las venas de las

piernas va en aumento (hipovolemia relativa), y los

pacientes quedan dependientes sólo de los músculos

esqueléticos para poder mantener un adecuado

retorno venoso. El encharcamiento venoso reduce la

precarga del corazón y la disminución de la actividad

de los baroreceptores produce un aumento del trá� co

simpático eferente que afecta al corazón.

Muchos de los pacientes señalan que sus síntomas

comenzaron después de una enfermedad febril aguda

(presumiblemente de origen viral), un embarazo, una

cirugía mayor etc y en la actualidad se considera que

en algunos de los pacientes con esta forma parcial de

disautonomía puede existir un problema inmunológico.

Verdino 12 identi� co autoanticuerpos contra los receptores

�3 de la acetilcolina de los ganglios autonómicos

periféricos.

La forma hiperadrenérgica del POTS (mucho menos

frecuente < 10 %) se acompaña de hipersensibilidad

de los receptores ß adrenérgicos a las catecolaminas.

Los pacientes afectados relatan que el comienzo de

su enfermedad fue insidioso. Se quejan de ansiedad,

temblores, frialdad y excesiva sudoración de manos y

píes. También son frecuentes las cefaleas migrañosas,

a menudo con fotofobia y náusea. La hipertensión

arterial ortostática no es rara. Hasta ahora, no esta

claro si la hipersensibilidad adrenérgica es primaria

o es una manifestación de sensibilidad aumentada

pos denervación. A diferencia de lo encontrado en los

pacientes con la forma disautonómica parcial, en la

modalidad hiperadrenérgica los niveles de noradrenalina

plasmática se encuentran elevados (> 600 ng/ml) en el

ortostátismo).

En un grupo de pacientes con la variedad

hiperadrenérgica del POTS, se ha documentado una

alteración genética (una mutación que resulta en la

disfunción de la proteína encargada de la recaptura

de noradrenalina en la hendidura sináptica) que

resulta en incapacidad para controlar la depuración

de ésta catecolamina.

La hipotensión ortostática o postural se de� ne como la

disminución de la presión arterial sistólica de cuando

menos 20 mm Hg, y/o una reducción de la presión

diastólica de 10 mm Hg dentro de los primeros 3

minutos del ortostatismo activo (ponerse de píe) o

pasivo (prueba de inclinación, en la que el criterio es

menos especi� co). 13

La hipotensión postural se asocia a una mayor

morbilidad y mortalidad, especialmente en los ancianos.

La hipotensión postural se mani� esta por síntomas

de hipoperfusión: cerebral (mareo, alteraciones

visuales, alteraciones cognitivas y síncope), muscular

(dolor suboccipital, paracervical, lumbar bajo o en

glúteos), cardiaca (angina de pecho), renal (oliguria)

o manifestaciones inespecí� cas como debilidad,

somnolencia diurna y fatiga.

La historia clínica puede proporcionar información sobre la

existencia de factores que pueden agravar la hipotensión

postural: empeoramiento por las mañanas al levantarse,

en lugares cálidos, baños calientes, aumento de la presión

intratorácica (micción, defecación, toser). 14

II.- DIAGNOSTICO DEL SÍNCOPE

II:1.- La estrategia diagnósticaLa historia clínica y la exploración física con medición de

la presión arterial ortostática tienen un peso especí� co

muy importante en la evaluación inicial del síncope. En

ésta fase debe incluirse también un electrocardiograma,

y es que esta información inicial debería poder responder

tres preguntas importantes:

1.- ¿Se puede atribuir la pérdida del estado de alerta a

un episodio de síncope o no?

2.- ¿ Hay o no enfermedad cardiaca?

3.- ¿Hay hallazgos clínicos importantes sugestivos del

diagnóstico?

En la tabla II se mencionan algunos de los aspectos

clínicos importantes que deben obtenerse en la historia.

Los hallazgos mencionados en la tabla III resumen las

posibilidades diagnósticas asociadas al evento clínico.

Esta evaluación inicial puede en la mayoría de los

casos, si no dar un diagnóstico preciso, sí por lo menos

orientar los estudios especí� cos subsecuentes para

de� nir la causa del síncope (Algoritmo de diagnóstico).

Los sincopes de origen desconocido requieren de un

interrogatorio más acucioso y re-evaluación del caso. 15

La historia clínica por sí sola es capaz de identi� car una

causa potencial de síncope hasta en un 45% de los

casos. El electrocardiograma puede sugerir un origen

entre el 1 y el 11% de los casos (el 7% en promedio), las

más de las veces, taquicardia ventricular, bradiarritmias

e infarto de miocardio.

Las pruebas de laboratorio de rutina pocas veces ayudan

salvo para con� rmar hipoglucemia cuando el cuadro

clínico es sugestivo, o en casos de anemia aguda, en

dónde sólo se con� rmarán los hallazgos clínicos.

Un porcentaje signi� cativo de pacientes (entre el 34 y

el 20%) tendrá síncope de origen desconocido. Muchos

de estos casos son del tipo neuralmente mediado, que

por otro lado, es la principal causa de síncope. Después

vienen los síncopes de origen cardiaco, especialmente

los arrítmicos, y � nalmente los de origen neurológico y

psiquiátrico.

II:2.- Evaluación inicialComo ya se ha mencionado, la historia clínica y

la exploración física pueden ser su� cientes para

diagnosticar algunos casos de síncope y en la mayoría,

permiten dirigir la estrategia de diagnóstico (Tabla IV).

Un estudio de nuestro país mostró, por ejemplo, que

la presencia de una combinación de náusea, mareo

y diaforesis entre los síntomas asociados al evento

sincopal, se asocia con un riesgo 25 veces mayor para

tener una prueba de inclinación positiva. 16

Sin embargo, cuando el mecanismo del síncope no es

evidente, pero de acuerdo a los hallazgos de la tabla II

y III, se sospecha enfermedad cardiaca, que se asocia

con mayores tasas de mortalidad a un año, se requiere

de una evaluación cardiológica más precisa. Este tipo

de evaluación debe comprender un ecocardiograma

si se sospecha de cardiopatía estructural, y es

especialmente útil en el caso de la estenosis aórtica, los

mixomas atriales y la hipertensión arterial pulmonar. La

prueba de esfuerzo es útil si el síncope ocurre durante

el esfuerzo o en el pos-esfuerzo inmediato ya que

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puede desenmascarar bloqueos aurículo-ventriculares

o taquiarritmias asociadas al esfuerzo. El monitoreo

prolongado (Holter ECG, monitoreo de asa) está

indicado si hay historia de palpitaciones o sospecha

de arritmia. Se considera como indicación de Holter

clase II la sospecha de síncope neuralmente mediado,

de hipotensión ortostática, cardiopatía estructural

ó cerebrovascular. Si no se sospecha ninguna de

estas, está contraindicado. La coronariografía se

indica únicamente en pacientes con sospecha de

cardiopatía isquémica. Finalmente se puede realizar

estudio electro� siológico si la sospecha de arritmia es

importante. Si este protocolo de estudio no muestra

evidencia de una causa arrítmica, entonces se

recomienda realizar estudio para síncope neuralmente

mediado en los pacientes con síncope recurrente o

maligno. Este último se de� ne como un episodio que

ocurre sin pródromos o con mínimos pródromos y que

resulta en lesiones graves o daño a la propiedad, y

además, en una reducción signi� cativa de la calidad

de vida del paciente por los síntomas asociados,

como se mencionó en la primera parte de éstas guías.

Si el paciente no tiene evidencia de cardiopatía, se

recomienda buscar directamente un origen neuralmente

mediado si el síncope es recurrente o maligno. Las

pruebas recomendadas son la prueba de inclinación

o de mesa basculante, el masaje carotídeo y si son

negativas, monitoreo ECG prolongado o grabadora

de asa implantable. La mayor parte de los enfermos

con episodios únicos o aislados, posiblemente tienen

síncope neuralmente mediado y no requieren de más

estudios.

II:3.- ElectrocardiogramaEl electrocardiograma de base suele ser normal en

pacientes con síncope. Si es anormal, puede presentar

algún tipo de arritmia asociada al síncope, o algún otro

tipo de anomalía que predisponga al desarrollo de

arritmias. Las anomalías electrocardiográ� cas son un

factor de riesgo independiente para síncope de origen

cardiaco o incremento en la mortalidad.

II:4.- Ecocardiograma El ecocardiograma se emplea con frecuencia como

prueba de escrutinio para detectar cardiopatías en

enfermos con síncope (Tabla I). Su capacidad de

diagnóstico es baja en ausencia de hallazgos clínicos,

físicos o electrocardiográ� cos sugestivos, aunque hay

reportes de casos que ensalzan su relevancia.

En un 4.6 a 18.5% de los casos con exploración física

normal, el hallazgo más frecuente es un prolapso mitral,

que puede a su vez ser coincidental, dada la frecuencia

de ambas condiciones.

Otros hallazgos frecuentes son las valvulopatías,

especialmente la estenosis aórtica, las cardiomiopatías,

las anomalías de movilidad segmentaria sugestivas

de isquemia miocárdica, las enfermedades in� ltrativas

del miocardio (tumores cardiacos, amiloidosis), los

embolismos atriales, los aneurismas y otras. Una de

las ventajas del eco es que además, es parte de la

estrati� cación de riesgo en estas enfermedades.

II:5.- Masaje del seno carotídeo Se sabe desde hace mucho tiempo que la presión en

la bifurcación de las carótidas puede asociarse con

una disminución re� eja de la frecuencia cardiaca y de

la tensión arterial. La respuesta cardiaca anormal es

más frecuente en personas mayores de 40 años. Esta

respuesta anormal al masaje del seno carotídeo consiste

en una disminución de la TA sistólica mayor a 50 mmHg

ó una pausa ventricular de 3 segundos o más, como ya

se mencionó.

El arco re� ejo es bien conocido, con una rama aferente

que se origina en los mecanoreceptores carotídeos y

termina en el mesencéfalo, especí� camente en el núcleo

del vago y centros vasomotores, y una rama eferente

por medio del nervio vago y los ganglios parasimpáticos

a los nodos sinusal y atrioventricular, y por el simpático

al corazón y vasos sanguíneos. El sitio especí� co de la

disfunción no se puede establecer con precisión aún.

Para tener resultados reproducibles, es necesario

realizar un protocolo especí� co de masaje. Se debe

contar con monitoreo electrocardiográ� co y de la presión

arterial continuos, y se puede realizar en posición

supina o en ortostatismo inclinación (Durante la prueba

de inclinación). Sería deseable contar con monitoreo

de presión continua no invasiva para poder detectar

cambios instantáneos que podrían omitirse con otros

equipos. Una vez realizadas las mediciones basales de

frecuencia cardiaca y tensión arterial, se realiza presión

� rme por 5 a 10 segundos en la carótida derecha sobre

el borde anterior del músculo esternocleidomastoideo

al nivel del cartílago cricoides. Se debe esperar uno o

dos minutos, y se repite la maniobra del lado izquierdo

si es que en el derecho fue negativa. Si se provoca

una respuesta cardioinhibitoria, se sugiere administrar

atropina intravenosa (1 mg ó dosis calculada de 0.02

mg/kg) para evaluar la importancia del componente

vasodepresor en la sintomatología. Se puede emplear

estimulación doble cámara pero ésta es invasiva y tiene

mayor riesgo asociado al procedimiento.

Las respuestas al masaje se clasi� can como

vasodepresoras, cardioinhibitorias o mixtas, que se

consideran como una asistolia mayor a tres segundos

con una caída de más de 50 mmHg al recuperar el ritmo

basal.

La respuesta anormal se puede observar en sujetos sin

síncope, en aproximadamente el 20% de los pacientes

con varias formas de enfermedad cardiovascular y

en el 38% de los pacientes con estenosis carotídea

severa. Por otro lado, si sólo se realiza la presión en

posición supina, se puede dejar de diagnosticar la

hipersensibilidad hasta en un tercio de los pacientes. El

protocolo propuesto reprodujo el síncope en el 49% de

los sujetos con síncope de origen desconocido y en el

60% de los sujetos con bradicardia y síncope, mientras

que solamente el 4% de los sujetos del grupo control

tuvieron alguna respuesta anormal. Por otro lado, la

reproducibilidad de los hallazgos es de entre el 93 y

100% de los casos, de acuerdo a diferentes estudios. 15

El tipo de respuesta más frecuente es la cardioinhibitoria

(46%), seguida de la mixta (40%) y � nalmente, la

vasodepresora (14%). Es necesario considerar también

que la tasa de positividad se incrementa con la edad, con

lo que los sujetos menores de 40 años sólo presentan

una prueba positiva en el 4% de los casos, mientras que

los mayores de 80 lo hacen en el 41%.

La razón por la que se ha enfatizado recientemente la

importancia de realizar el masaje del seno carotídeo

y especialmente en posición supina e inclinada, es

que la caracterización del componente vasodepresor

es relevante en la elección del tratamiento. Se ha

corroborado que la estimulación con marcapasos

carece de utilidad cuando predomina el componente

vasodepresor sobre el cardioinhibitorio.

El masaje del seno carotídeo tiene complicaciones

potenciales entre las que destacan las de tipo neurológico,

que ocurren entre el 0.45 y 0.17% de los casos. Debido

a esto, se debe evitar el masaje del seno carotídeo en

sujetos que han tenido eventos de isquemia cerebral

transitoria en los 3 meses previos. En escasos sujetos, el

masaje puede inducir � brilación auricular, habitualmente

autolimitada, y las asistolias se corrigen al interrumpir el

masaje. Debido a éste potencial de complicaciones, el

protocolo de masaje debe ser realizado por un médico

consciente de las mismas.

Finalmente, se ha observado correlación entre el

síncope de origen desconocido y la hipersensibilidad

del seno carotídeo. Esta correlación se ha veri� cado

en estudios con seguimiento en pacientes con

marcapasos en quiénes se ha demostrado la baja tasa

de recurrencias del síncope comparados contra los

grupos control.

II:6 Diagnóstico del Síncope Neuralmente MediadoLa historia clínica por si sola puede ser diagnóstica de la

causa del síncope o cuando menos sugerir la estrategia

para evaluarlo.

Las características clínicas del episodio son muy

importantes, especialmente los factores que lo

precipitaron y sus secuelas. Tablas III y IV muestran

como la historia y el examen físico pueden sugerir

distintas etiologías del síncope.

La Prueba de Inclinación en Mesa Basculante.En 1986, Kenny, 17 observò una respuesta a anormal

(hipotensión y bradicardia) en la prueba de inclinación

(60 minutos con una inclinación de 60°) en 10 de 15

pacientes con síncope de origen desconocido, mientras

que en controles sin historia previa de sincope, la

prueba fue anormal solo en uno. Desde entonces,

la prueba de inclinación en mesa basculante se ha

utilizado extensivamente por muchos autores quienes

han propuesto distintos protocolos para el diagnóstico

o la investigación. Estos protocolos han variado con

respecto a varios factores, como el ángulo de la

inclinación, duración del estudio, y el uso de diferentes

agentes provocativos utilizados para aumentar la

sensibilidad del método. En 1989, Almquist, 18 utilizó

isoproterenol endovenoso a una dosis creciente de 1 a

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5 μg/ min después de una fase pasiva negativa (sin reto

farmacológico) de 10 minutos de duración.

En 1994, Raviele, 19 propuso el uso de una infusión

endovenosa de nitroglicerina con lo que 21 de 40 (53

%) de los pacientes con síncope de origen desconocido

tuvieron una respuesta positiva, con una especi� cidad

de 92 %. Diez de los 40 pacientes (25 %) tuvieron

progresiva hipotensión, sin bradicardia. Esta respuesta

fue clasi� cada como una reacción exagerada a la

droga. Más recientemente, el mismo Raviele, 20 utilizó

nitroglicerina sublingual en lugar de una infusión

endovenosa. Con este protocolo, las respuestas

positivas en los pacientes con síncope de origen

desconocido fue de 51 % (25% en la etapa basal y

26% con nitroglicerina), con una especi� cidad de 94 %.

Una respuesta exagerada se observo en 14% de los

pacientes y en 15% de los controles. Ammirati 21 utilizó el

dinitrato de isosorbide como reto farmacológico durante

una prueba de inclinación.

Hermosillo 22, comparó los resultados del isoproterenol

con el dinitrato de isosorbide sublingal, concluyendo que

este último es igualmente efectivo pero mejor tolerado.

Otras drogas, como la clomipramina, el edrofonio

y la adenosina han sido utilizadas como agentes

provocadores.

La di� cultad para distinguir una respuesta hipotensiva

exagerada a los nitritos (más común en el adulto) de

una verdadera reacción vasodepresora es parcialmente

responsable de la baja especi� cidad de la prueba

informada por algunos autores. 23 Independientemente

del protocolo utilizado, hay una serie de medidas que

deben utilizarse para poder realizar con seguridad una

prueba de inclinación. 24 Tabla V y VI.

Respuestas a la Prueba de Inclinación La experiencia obtenida con la prueba de inclinación

ha mostrado que en general la reacción vasovagal

dura 3 minutos o menos antes de causar la pérdida de

la consciencia. Una disminución de la presión arterial

sistólica por debajo de 90 mm de Hg se asocia con

síntomas de síncope inminente, el cual ocurre cuando

la presión alcanza los 60 mm de Hg. Los síntomas

prodromicos (bostezo, mareo, debilidad, sudor,

nausea, polipnea y visión borrosa o fotopsias) ocurren

habitualmente 1 minuto antes del síncope. Durante la

fase prodrómica, la presión arterial cae importantemente,

esta caída precede a la disminución de la frecuencia

cardiaca, la que en ocasiones puede estar ausente.

En 1992, 25 se propuso una clasi� cación de las

respuestas hemodinámicas a la prueba de inclinación,

la que ha sido recientemente modi� cada. 26 Esta

clasi� cación se muestra en la Tabla VII.

Dado que la decisión para terminar la prueba de inclinación

in� uye sobre el tipo de respuesta, algunos autores han

propuesto interrumpir la prueba en el momento precíso de

la perdida de la consciencia acompañada de perdida del

tono postural. Una interrupción prematura subestima, y

una retrasada sobreestima la respuesta cardioinhibitoria

y expone al paciente a las consecuencias de una

perdida de la consciencia prolongada. Sin embargo, no

existe un consenso a este respecto y muchos autores

consideran que una caída progresiva de la presión

arterial acompañada de síntomas es su� ciente para

detener el estudio. 27

Recientemente, Hermosillo, 22 informo de la utilidad del

monitoreo continuo de la velocidad del � ujo cerebral con

un Doppler transcraneal para diferenciar los distintos

tipos de respuesta que de acuerdo a la clasi� cación

de VASIS modi� cada, 21 pueden ocurrir durante una

prueba de inclinación.

La reproducibilidad de una respuesta negativa a la

prueba de inclinación es de un 85-94% y la de una

positiva de 31-92%. Por otro lado, los mecanismos de

un síncope inducido durante la prueba de inclinación

pueden ser distintos a los documentados durante un

síncope espontáneo demostrado con un monitor de

asa, que es útil en pacientes con epilepsia resistente a

tratamiento, síncope recurrente, bloqueo de rama con

probable BAV paroxístico, arritmias ventriculares no

sostenidas y en pacientes con caídas inexplicables. 28

Estos dos argumentos limitan la utilidad de la prueba

de inclinación para la evaluación de la efectividad del

tratamiento del sincope neuralmente mediado.

La prueba de inclinación es un procedimiento seguro y las

complicaciones son bajas. Sin embargo, se ha informado

de la aparición de pausas por asistolia de hasta 73

segundos, 29 lo que en realidad no puede considerarse

una complicación por ser el punto � nal del estudio. El

regresar los más rápido posible al paciente a la posición

supina e iniciar la infusión rápida por vía endovenosa de

500-1000 ml de solución salina, son su� cientes para que

éste recupere la consciencia, aunque a veces puede

ayudar el elevarle las piernas. En casos excepcionales,

en presencia de asistolia prolongada, hay necesidad

de administrar 1 mg de atropina IV. Las maniobras

de reanimación cardiopulmonar son muy rara vez

requeridas. En la literatura se han informado de algunos

casos de arritmias ventriculares con isoproterenol en

pacientes con cardiopatía isquemica. 30 Una � brilación

auricular puede ser inducida durante o después de

una prueba de inclinación positiva, pero es usualmente

autolimitada. 31

II: 7 ESTUDIO ELECTROFISIOLOGICO Puede realizarse ya sea de manera transesofágica

en el servicio de Urgencias o en el Laboratorio

de Electro� siología de manera invasiva, para lo

cual preferentemente debe existir un alto grado de

sospecha de la arritmia como causa del síncope y en

la que los estudios de Holter y prueba de esfuerzo no

nos han aportado información alguna. Debe seguirse

un protocolo dirigido al estudio de la función sinusal

mediante la determinación del tiempo de recuperación

del nodo sinusal corregido (TRNSC), tiempo de

conducción sinoatrial, así como la estimulación auricular

auricular y/o ventricular con el � n de investigar la

existencia de taquicardia supraventricular o ventricular.

Por otra parte, el estudio eslectro� siológico se puede

realizar ya de manera dirigida para aplicar ablación

con radiofrecuencia en caso de tener ya documentada

una taquiarritmia que sea susceptible de ablación.

Más abajo se mencionan las indicaciones del estudio

electro� siológico en el contexto de un paciente con

historia de síncope. 32-37

Clase I

Síncope de causa desconocida con función ventricular

deprimida o con cardiopatía estructural

Clase IIa

Síncope con sospecha de bradiarritmias o taquiarritmias

que se sospechan en los estudios no invasivos pero que

no son concluyentes.

Clase III

En pacientes con ECG normal sin cardiopatía ni

palpitaciones

Casos de Síncope en los que es Diagnostico el Estudio

Electro� siológico

Clase I

• Bradicardia sinusal y TRNSC prolongado

• Bloqueo bifascicular y HV � 100 ms

• Bloqueo His-Purkinje de 2º o 3er grado demostrado

durante estimulación atrial rápida

• Bloqueo His-Purkinje de alto grao provocado

por administración iv de ajmalina, procainamida o

disapiramida

• Indcucción de TVMS

• Inducción de TSV

Clase II

El valor diagostico del EEF está menos claro en caso

de:

• Intervalo HV > 70 ms pero < 100 ms

• Inducción de TVP o FV en pacientes con síndrome de

Brugada, displasia arritmogénica del VD y en pacientes

resucitados de paro cardiaco.

Clase III

La inducción de TVP o FV en pacientes con cardiopatía

isquémica o miocardiopatía dilatada tiene bajo valor

predictivo. 32-37

III.- TRATAMIENTO DEL SÍNCOPE NEURALMENTE MEDIADO

El tratamiento del síncope neuralmente mediado

debe dirigirse a prevenir las recurrencias y reducir la

mortalidad o las lesiones asociadas al síncope, además

de mejorar la calidad de vida.15 Conocer el origen

etiológico con certeza permite establecer un estimado

de las recurrencias y del riesgo asociado a lesiones

emocionales o físicas, especialmente si su origen es

cardiaco o arrítmico. En algunos casos, tanto el síncope

como su tratamiento pueden tener implicaciones

personales sobre la profesión del enfermo, en otros

casos, puede suponer un cierto riesgo de salud pública

derivada de la ocupación de la persona en cuestión

(pilotos, choferes, operarios de maquinaria pesada).

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Las cardiopatías o arritmias que producen síncope

deben recibir el tratamiento especí� co para esas

condiciones. Esto incluye el empleo de todas las

maniobras disponibles, desde los dispositivos de

estimulación (marcapasos) y tratamiento antitaquicardia

(Des� briladores automáticos implantables, DAI) hasta la

ablación por radiofrecuencia de determinadas arritmias

como se menciona en la sección anterior. Será necesario

revisar las guías pertinentes para conocer los aspectos

puntuales en éstos casos.

La educación, por otro lado, es la piedra angular en

el tratamiento de los enfermos con síncope. Esta

educación debe incluir un conocimiento elemental de la

enfermedad, como evitar los factores desencadenantes

y disparadores especí� cos, debe enseñar a reconocer

los síntomas premonitorios y � nalmente, se deben

enseñar las maniobras necesarias para la prevención e

interrupción de los episodios.

Cuando el síncope es frecuente, recurrente e

impredecible y ocurre durante actividades de alto riesgo,

es necesario considerar tratamiento adicional porque

hay modi� caciones en la calidad de vida, alto riesgo

de traumatismos, como en el atletismo competitivo, y/

o riesgo para otras personas, como en el caso de los

choferes, pilotos u operarios de maquinaria pesada.

Por otro lado, si el síncope es único u ocurre fuera de

ámbitos de alto riesgo, no es necesario un tratamiento

adicional.

Síncope vasovagalEn el caso del síncope vasovagal o neurocardiogenico, es

necesario considerar que no se conoce su � siopatología

completa38,39,40,41,42,43

y que es una variedad benigna,

cosa que debe quedar muy clara al enfermo. El médico

debe tranquilizar y educar al paciente al respecto de su

problema, informar sobre las posibilidades de recurrencia

y � nalmente, revisar con el enfermo los síntomas

premonitorios para realizar acciones de prevención o

interrupción del episodio.

Es importante educar al paciente para evitar

los disparadores del síncope, por ejemplo, las

venopunciones,44,45 así como interrumpir la administración

de fármacos vasodilatadores,46 y medidas que podrían

denominarse como de “sentido común”, es decir, evitar

la deshidratación, los sitios calurosos y cerrados o la

bipedestación prolongada. Dentro de la educación

es necesario considerar el desacondicionamiento

psicológico.

Las medidas generales son de gran importancia,

especialmente las maniobras que permiten una cierta

expansión de volumen, como el incremento en la ingestión

de agua y sal y el ejercicio aeróbico moderado.47,48,49,50,51

,52Un complemento a estas medidas higiénico-dietéticas

son las medidas físicas como los ejercicios de inclinación

y las maniobras de contra-presión isométricas53,54,55,56,57,5

8,59 que generan una descarga simpática y provocan el

aumento de las resistencias periféricas. En éste sentido

hay pocos estudios controlados que apoyen estas

medidas como forma única de tratamiento, y por ello

se colocan en la clase IIa, sin embargo la experiencia

clínica es muy favorable.

La utilización de marcapasos es adecuada en

condiciones como el síncope cardioinhibitorio maligno

(asociado a trauma, episodios repetitivos que implican

deterioro de la calidad de vida y limitación funcional). El

modo de estimulación debe ser de doble cámara (DDD)

con respuesta a la caída de frecuencia (RDR por sus

siglas en inglés: Rate Drop Response) o estimulación de

asa cerrada (CLS por sus siglas en inglés: Closed Loop

Stimulation).60,61,62,63

Recientes estudios, sin embargo, siguen promoviendo

el papel controvertido de los marcapasos en el síncope

vasovagal, ya que aunque prolonga el periodo de

pródromos, no modi� ca sustancialmente la tasa de

recurrencia. El estudio SYDIT por ejemplo mostró que

el marcapasos era mejor que atenolol para prevenir

recurrencias, sin embargo VPS II y el SYNPACE no

encontraron mejorías signi� cativas. Es posible que los

modos de estimulación mencionados cambien ese per� l,

sin embargo se requiere de seguimientos a mayor plazo

para establecer la utilidad especí� ca de los marcapasos

en el síncope vasovagal.64,65,66,67,68,69,70,71

El tratamiento farmacológico (tabla VIII) en el síncope

vasovagal es un rubro especialmente controvertido y

en ocasiones frustrante tanto para el paciente como

para el médico. Son múltiples los fármacos que se han

empleado en el tratamiento del síncope basándose

en un conocimiento incompleto de su � siopatología,

y esto explica los resultados disímbolos. El principal

problema radica en que los estudios realizados tienen

metodologías muy variables con criterios de éxito

también heterogéneos y es por ello que la mayor parte

de los estudios pequeños, no controlados, o controlados

a corto plazo muestran resultados satisfactorios con la

mayoría de los medicamentos, sin embargo los estudios

prospectivos, controlados y a largo plazo no muestran

diferencias signi� cativas cuando se compara al agente

activo contra placebo.

En nuestro país hay múltiples fármacos disponibles de

los diferentes grupos de medicamentos empleados para

el tratamiento del síncope, aunque se carece de otros.

Los �-bloqueadores se emplean para lograr que la

adrenalina circulante no pueda interactuar con sus

receptores. De ésta forma se obtiene un efecto

inotrópico negativo que previene la estimulación

de las fibras C endocárdicas. Este grupo está

contraindicado en el síncope del seno carotídeo

y en otros síncopes disautonómicos como la falla

autonómica pura o las disautonomías asociadas a

diabetes o Parkinson. Los estudios controlados a

largo plazo no muestran diferencia significativa al

compararlos contra placebo.72,73,74,75,76,77,78,79.80,81,82,83

Otro grupo de medicamentos que se antoja de utilidad

son los vasoconstrictores, y son potencialmente más

útiles en la hipotensión ortostática asociada a las

disautonomías diferentes del síncope vasovagal. Estos

medicamentos, sin embargo, tienen efectos colaterales

serios (anfetaminas, metilfenidato, catecolaminas), y

particularmente en el caso de la etilefrina, el estudio

VASIS mostró que no es mejor que placebo.84,85

En éste grupo, midodrine ha mostrado utilidad en varios

estudios, porque reduce los síntomas y mejora la calidad

de vida en los pacientes con hipotensión ortostática, pero

no es fácilmente asequible en nuestro país.86,87,88,89

Se han empleado antidepresivos inhibidores de la

recaptura de serotonina justamente por su efecto a

nivel central en la modulación de los re� ejos vagales.

En un estudio controlado con placebo se encontró que

la paroxetina es útil y se emplea con frecuencia en

variedades como el síndrome de taquicardia ortostática

postural ortostática ( POTS).90,91,92

En nuestro país se emplea con frecuencia la

disopiramida a dosis entre 100 y 300 mg/día por su efecto

anticolinérgico. Como en el caso de los otros fármacos,

los resultados de los estudios son variables, sin ventajas

sobre placebo con el uso prolongado. Un estudio

realizado en México mostró que en pacientes con síncope

vasovagal, las mayores tasas de recurrencia en esa

población se daban con la combinación de disopiramida

y � uoxetina comparado contra betabloqueadores u otras

combinaciones de fármacos.93,94,95,57

Se emplea también � udrocortisona con éxito por su efecto

mineralocorticoide, sin embargo, el potencial de efectos

colaterales por tratarse de un esteroide que puede

requerirse por tiempo prolongado debe considerarse en

su elección.96,97

Finalmente, se pueden emplear combinaciones de

medicamentos, considerando los efectos colaterales de

cada uno de ellos y el mecanismo de acción por el cual

de pueden potenciar sus efectos. También es necesario

considerar que muchos enfermos son jóvenes y su

apego al tratamiento farmacológico es muy variable, por

lo que se debe intentar lograr una posología sencilla.

Una opción de tratamiento que está en desarrollo es la

posibilidad de realizar ablación por radiofrecuencia de las

conexiones autonómicas de los tres ganglios cardiacos

principales. Los resultados son prometedores pero la

técnica es compleja y requiere de más investigación. 98

Síndrome del seno carotídeoEl síndrome del seno carotídeo, puede ser

espontáneo ó inducido. En ambos casos, la

educación nuevamente es importante, las medidas

generales, que también consisten en un incremento

de la ingestión de líquidos y sal, pero aquí, la utilidad

del marcapasos doble cámara es más clara para la

prevención de recurrencias.99,100,101,102

Síncope situacionalLos síncopes situacionales se tratan evitando la situación

especí� ca, cosa que depende de una buena educación

al paciente. Hay recomendaciones generales, como

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82 83

mantener un buen volumen intravascular, adoptar una

posición de seguridad (posición de sentado) y promover

los cambios lentos de posición. Pero aquí se deben hacer

recomendaciones especí� cas como usar laxantes, evitar

la ingestión abundante de líquidos antes de acostarse y

evitar bebidas muy frías o bolos grandes de alimento o

tratar condiciones que puedan provocar accesos de tos,

entre otros.15

Síncope Disautonómico (Hipotensión ortostática)En éste caso es necesario igualmente prevenir las

recurrencias y mejorar la calidad de vida. Muchas

veces, estos pacientes tienen un origen identi� cable

del ortostatismo, que puede ir desde deshidratación

hasta uso de fármacos, que muchas veces son los

responsables de éstos síntomas. Entre las primeras

medidas de tratamiento está entonces eliminar los

fármacos que pueden provocar la hipotensión como los

diuréticos, los vasodilatadores o el alcohol.103

Como en los casos previos, la educación es importante

y por ello se debe informar al paciente sobre los factores

que modi� can la tensión arterial sistémica. Entre estos

se encuentran los cambios bruscos de postura, la

permanencia prolongada en bipedestación, el decúbito

prolongado, la hiperventilación, los esfuerzos para

defecar u orinar, las altas temperaturas ambientales,

el ejercicio extenuante y las comidas opíparas,

especialmente aquellas con muchos carbohidratos

simples. En muchos casos debe hacerse un monitoreo

ambulatorio de la presión arterial con la � nalidad de

documentar los episodios de hipotensión y evaluar la

respuesta al tratamiento. En éste grupo de pacientes

se debe lograr una expansión crónica de volumen,

cosa que se logra con medidas tales como aumentar la

ingestión de agua y sal, elevar la cabecera de la cama y

medicamentos como la � udrocortisona, que tiene efecto

mineralocorticoide. También es importante reducir el

volumen secuestrado en los lechos venosos, de ahí la

utilidad de medias de compresión y fajas abdominales

que ejerzan una presión moderada en dichas zonas (40-

60 mmHg en las piernas, 20 mmHg en el abdomen). Hay

medidas generales como el empleo de sillas portátiles,

ejercicios que favorezcan el uso de la musculatura de

las piernas y abdomen (natación por ejemplo), hacer

frecuentes comidas frugales y bajas en carbohidratos

simples y � nalmente, maniobras como cruzar las piernas

o encuclillarse pueden tener utilidad en la prevención de

la hipotensión ortostática. 104,105,106,107,108

Como en los otros rubros, los medicamentos deben

emplearse si las medidas generales no son su� cientes,

aunque en sitios cálidos o en personas habituadas a

hacer ejercicio, estos pierden e� cacia. Los fármacos

más empleados son la � udrocortisona a dosis de 01. a

0.2 mg/día y la midodrina entre 10 y 40 mg/día. Ambos

medicamentos son difíciles de encontrar en nuestro país,

por lo que a veces los vasoconstrictores pueden llegar

a emplearse en casos seleccionados. Otras opciones

incluyen a la desmopresina, cuando hay además poliuria

nocturna, octreótido, especialmente si hay hipotensión

pos-prandial, y eritropoyetina si hay anemia asociada.

Los marcapasos no han demostrado su utilidad en

éste rubro. Finalmente, se sugiere referir al paciente

a un centro especializado cuando no hay respuesta al

tratamiento.15

Síndrome de Taquicardia Ortostática PosturalComo en los casos anteriores, es necesario identi� car

y tratar las causas reversibles, esto es, evitar la

deshidratación, los ambientes calientes y la ingestión de

alcohol.

Las medidas generales incluyen el aumento en la

ingestión de líquidos y sal, elevar la cabecera de la

cama y el ejercicio aeróbico. Como en el caso del

síncope vasovagal, se han empleado numerosos

medicamentos cuando las medidas generales no

son su� cientes, nuevamente, los resultados son

muy variables. Hay trabajos dónde se ha empleado

� udrocortisona, vasopresina, midodrine, metilfenidato,

octreótido, eritropoyetina, beta-bloqueadores, clonidina

e inhibidores de la recaptura de serotonina. Todos ellos

muestran las mismas limitaciones que en los casos de

síncope vasovagal.109,110,11,112

En éstas guías se incluye un esquema de tratamiento

basándose en la clasi� cación VASIS modi� cada en el

año 2000 como resumen de lo expresado hasta ahora

(Tablas IX a XIII).

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Síncope Neuralmente Mediado (Re� ejo)

• Síncope vasovagal o neurocardiogénico (desmayo común):

ClásicoNo clásico

• Síncope del seno carotideo

• Síncope situacional:• Hemorragia aguda• Tos, estornudo• Estimulación GI (deglución, defecación, dolor visceral)• Micción• Pos-ejercicio• Pos-prandial• Otros: (Haltero� lia, instrumentos musicales de viento)

• Neuralgia Glosofaríngea

Hipotensión Ortostática:

• Falla Autonómica• Síndromes de Falla Autonómica Primaria

• Falla autonómica pura• Atro� a de múltiples sistemas • Enfermedad de Parkinson

• Síndromes de Falla Autonómica Secundaria• Neuropatía diabética• Neuropatía por amiloidosis

• Pos ejercicio• Posprandial

• Síncope ortostático inducido x Drogas ( y alcohol)

• Depleción de Volumén• Hemorragia, diarrea, Enfermedad de Addison

Arritmias Cardíacas como causa primaria

• Disfunción del nodo SA (incluyendo síndrome bradicar-dia-taquicardia)• Enfermedad del sistema de conducción AV• Taquicardias Paroxísticas Supraventriculares y Ventricu-lares• Síndromes hereditarios (QT largo, Brugada, QT corto, Displasia arritmogénica del VD, Taquicardia Ventricular Catecolaminergica)• Malfunción de dispositivos (Marcapaso, DAI)• Proarritmias inducidas x drogas

Cardiopatía Estructural o Enfermedad Cardiopulmonar

• Valvulopatías• Infarto Agudo del Miocardio / Isquemia• Miocardiopatía Obstructiva• Mixoma Auricular• Disección Aórtica aguda• Enfermedad Pericárdica /Tamponamíento• Embolia Pulmonar /Hipertensión Pulmonar

Cerebrovascular

• Síndromes de Robo Vascular

TABLA I : CAUSAS DE SÍNCOPE

Preguntas sobre las circunstacias previas al síncope:• Positición del paciente:Supino, sentado, de pie• Actividad: Descanso, cambio de postura, durante o después del ejercicio, durante o justo después de orinar, defecar, tragar, toser entre otros• Factores predisponentes: Sitios cerrados y calientes, bipedestación prolongada, post-prandio

Preguntas sobre el inicio del síncope:• Presencia de náusea, vómito, molestias abdominales, sensación de frío, sudoración, aura, dolor en el cuello u hombros, visión borrosa, mareo, debilidad, somnolencia

Preguntas sobre el episodio de síncope (Si hay testigos):• Forma de caer (lenta o brusca, caer de espaldas o ar-rodillándose)• Color de la piel (Palidez, cianosis, enrojecimiento)• Duración de la pérdida de alerta• Patrón respiratorio (Apnea, ronquido)• Movimientos anormales y su duración (crisis tónico-clónicas, mioclonías, automatismo, atonía)• Aparición de los movimientos anormales en relación al síncope• ¿Hay mordedura de la lengua?

TABLA II : ASPECTOS CLÍNICOS IMPORTANTES

Preguntas sobre el � nal del episodio de síncope:• Presencia de náusea, vomito, diaforesis, sensación de frío, coloración de la piel• Presencia de Dolores musculares, dolor torácico, con-fusión, incontinencia urinaria o fecal• Lesiones• Palpitaciones

Preguntas sobre los antecedentes• Historia familiar de muerte súbta, enfermedades arritmo-génicas cardiacas o desmayos• Enfermedad cardiaca conocida• Historia neurológica (Parkinson, epilepsia, narcolepsia)• Trastornos metabólicos (Diabetes u otros)• Uso de medicamentos: Antihipertensivos, antianginosos, antidepresivos, antiarrítmicos, diuréticos, medicamentos que prolonguen el QT.• Si el síncope es recurrente: tiempo de evolución desde el primer episodio, número de episodios, características similares de todos los episodios (o no), frecuencia relativa (se han hecho más o menos frecuentes, número de episo-dios en un lapso de tiempo determinado: mes, año).

Síncope neuralmente mediado

• Historia prolongada de síncope• Ausencia de enfermedad cardiaca• Ocurre después de ver, oir u oler algo desagradable, asociado a dolor. • Asociado a bipedestaión prolongada o permanencia en sitios calientes y con mucha gente• Hay náusea o vómito asociados• Ocurre después de las comidas o en el post-prandio• Ocurre después del ejercicio• Asociado a rotación de la cabeza o presión en el seno carotídeo (Nudo de corbata o cuellos apretados, afeitado, presencia de tumoraciones)

Síncope secundario a hipotensión ortostática• Después de ponerse de pie• Relación temporal con inicio de uso o cambio de dosis de medicamentos que inducen hipotensiónBipedestación prolongada en sitios caliente o con mucha gente• Presencia de neuropatía autonómica o Parkinsonismo• Ocurre después del ejercicio

TABLA III: HALLAZGOS CLÍNICOS SUGESTIVOS DE CAUSAS ESPECÍFICAS DE LA PÉRDIDA DEL ESTADO DE ALERTA

Síncope de origen cardiaco

• Hay enfermedad cardiaca estrucutral• Durante el ejercicio o en posición supina• Precedido por palpitaciones• Historia familiar de muerte súbita

Síncope cerebro-vascular

• Asociado a ejercicios o movim ientos de brazos• Presiones arteriales diferenciales entre ambos brazos

Alteraciones similares al síncope

• Crisis cnovulsivas• Hipoglucemia• Hipoxia/hipercapnia• Cataplexia, • Síndromes de caída• Isquemia cerebral transitoria• Intoxicaciones

• Algoritmo de diagnóstico del síncope

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TABLA IV: CRITERIO DIAGNÓSTICO BASADO EN LA EVALUACIÓN INICIAL

• Síncope Vasovagal: Se acompaña de prodromos y es pre-cipitado por: miedo, dolor intenso, estrés emocional, ortostátismo prolongado.

• Síncope Situacional: Ocurre durante o pos micción, defeca-ción, tos o deglución.

Síncope Ortostático: Documentación de hipotensión or-tostática ( 3 min pos ortostátismo, caída de la PA sistólica � 20 mm Hg) asíntomática o con síncope o presíncope

• Síncope secundario a isquemia cardiaca: En el ECG hay evidencia de isquemia con o sin infarto, independientemente de su mecanismo.

• Síncope secundario a arritmia cuando hay:

• Bradicardia sinusal <40 lpm, bloqueo sinoatrial repetitivo o pausas sinusales mayores a 3 segundos.• BAV de 2° tipo Mobitz II o BAV 3°• Bloqueos Bi-fasciculares

BRDHH + BFASRIHHBRDHH + BFPIRIHH

• BRDHH que alterna co BRIHH• TPSV o TV• Disfunción de marcapasoso DAI con pausas.

Clase I: La evaluación inicial (historia, examen físico normal, medición de la PA en ortostátismo) es diagnostica de la causa del síncope en las siguientes situaciones:

Clase I

• Antes de la prueba mantener al sujeto en posición supina un mínimo de 20 min

• Mantener vena permeable

• Monitoreo continuo de la PA, ECG y deseable de la velocidad del � ujo cerebral (Doppler transcraneal)

• Angulo de inclinación de 70°

• Fase pasiva de 10 a 45 min

• Si negativa la fase pasiva, reto farmacólogico en ortostátismo con duración de 10-30 min:• Dinitrato de isosorbide. 1.25-5 mg sublingual o spray• NTG. 400 μg sublingual• Isoprenalina. 1-3 μg/min IV para aumentar la FC 20-25 %• ATP 20 mg IV, adenosina 12 mg IV en posición supina ( positiva si asistolía > 6 seg o bloqueo AV de cuando menos 10 seg)

• Prueba positiva si se induce síncope o presíncope con caída de la PA � 80 mm Hg con o sin bradicardia concomitante.

TABLA V: PRUEBA DE INCLINACIÓN

IndicacionesClase I

• La PI está indicada para el Dx de síncope único inexpli-cado en condiciones de alto riesgo (lesiones serias, am-biente ocupacional) o recurrente en ausencia de cardiopatía, o en presencia de cardiopatía si otras causas de síncope han sido excluidas• Cuando es de valor clínico el demostrar la susceptibilidad a SNM

DiagnósticoClase I

• En ptes sin cardiopatía, la PI puede ser considerada diag-nóstica y no hay necesidad de otros estudios si se repro-duce el síncope espontáneo• En pts con cardiopatía, deben excluirse arritmias u otras causas cardiacas de síncope antes de considerar a una PI positiva como causa del síncope.

IndicacionesClase II

La PI está indicada para propósitos diagnósticos:• Cuando conocer las características hemodinámicas del síncope es útil para seleccionar el Tx• Para diferenciar síncope de epilepsia• Para evaluar pts con caídas inexplicadas• Para evaluar presíncope, mareos recurrentes o fatiga crónica inexplicada

Clase III• Evaluación del Tx• Síncope único sin lesiones o en condiciones de bajo riesgo• Historia clínica característica de SNM, cuando la de-mostración de susceptibilidad a un SNM no alteraría el Tx.

DiagnósticoClase II

• El sígni� cado clínico de otro tipo de respuestas dis-tintas a la inducción de síncope o presíncope con hipo-tensión no están bien establecidas.

TABLA VI: PRUEBA DE INCLINACIÓN

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• Síncope Vasovagal Clásico. • Con la inclinación, la PA sistólica no cambia o disminuye ligeramente, sin cambio o ligero aumento de 10 mm de Hg en la diastólica. Aumento de la FC. Caída abrupta de la PA con disminución de la FC acompañadas de síncope.• Tipo I. Respuesta mixta: FC no disminuye > 40 lpm, o si disminuye > 40 lpm no dura > 10 seg con o sin asistolía de < 3 seg.La PA cae antes de la PA.• Tipo 2A Cardioinhibición sin asistolia. FC disminuye a < 40 lpm por más de 10 seg, pero no hay asistolía mayor de 3 seg. La PA cae antes de disminuír la FC.• Tipo 2B Cardioinhibición con asistolia. Asistolia > 3 seg. La caída de la PA coincide o precede a la de la FC.• Tipo 3 Vasodepresor. La FC no cae > 10 % de la maxima alcanzada en la inclinación.

• Taquicardia Postural Ortostática (POTS). La FC aumenta a � 120 lpm, en forma sosténida,sin caída de la PA en los primeros 10 min de la inclinación.

• Síncope Diasutonómico. En forma inmediata a la inclinación hay una ligera pero progresiva caída en la PA sistólica y diastolica, con disminución de la diferencial acompañadas de aumento de la FC. La reacción vasovagal (hipotensión + bradicardia) ocurre gradualmente.

• Intolerancia Ortostática o Hipotensión ortostática progresiva. En forma inmediata a la inclinación disminuyen la PA sistolica, diastolica y diferencial, sin disminución de la FC. Aunque durante toda la prueba hay sintomas (mareo, visión borrosa, ansiedad, sudor) no hay síncope ni reacción vasovagal.

TABLA VII: CLASIFICACIÓN DE RESPUESTAS POSITIVAS A LA PRUEBA DE INCLINACIÓN.VASIS 2000

• Drogas que aumentan el volumen sanguineo• Fludrocortisona 0.05 a 0.5 mg en 24 hs PO• Desmopresina 0.2 mg al dormir PO, spray nasal

• Agonistas de los adrenoreceptores _1• Midodrina 2.5 a 10 mg c/ 2-4 hs PO. Maximo 40 mg/día• Efedrina. 12.5-25 mg PO c/ 8 hs• Seudoefedrina. 30-60 mg PO c/ 8 hs

• Betabloqueadores Adrenergicos• Pindolol 2.5-5.0 mg c/8 hs PO• Metoprolol 25-50 mg c/12 hs PO

• Bloqueadores de Recaptura de Serotonina• Fluoxetina 10-20 mg c/24 hs PO• Citalopram 10-20 mg c/24 hs PO• Paroxetina 20 mg c/24 hs PO

• Disopiramida 100 a 300 mg/día PO• Octreotido. 25 μg c/12 hs, maximo 200 μg c/8 hs• Eritropoyetina. 10,000 UI cada semana• Clonidina. 0.1-0.3 mg c/12 hs PO• Piridostigmina. 60 mg c/12 hs PO• Droxidopa. 200 mg PO

TABLA VIII: MEDICAMENTOS EMPLEADOS EN EL TRATAMIENTO DE DIFERENTES VARIEDADES DE SÍNCOPE NEURALMENTE MEDIADO

• Tipo 1: Mixto

• Medidas generales (clase I)• Educar, tranquilizar• Evitar disparadores• Expansión de volumen• Medidas físicas (Clase II a)

• Medicamentos• Beta-bloqueadores, Midodrine, disopiramida (Clase II b)

• Dispositivos• Casos muy seleccionados, sin utilidad franca (clase II b)

TABLA IX: TRATAMIENTO DEL SÍNCOPE NC

TABLA X: TRATAMIENTO DEL SÍNCOPE NC

• Tipo 2 A: Cardioinhibitorio sin asistolia

• Medidas generales (Clase I)• Educar, tranquilizar• Evitar disparadores• Expansión de volumenMedidas físicas (Clase II a)

• Medicamentos• Fludrocortisona, Midodrine, Disopiramida, Fluoxetina (II b)

• Dispositivos• Marcapasos doble cámara Casos seleccionados (II b)

• Tipo 2 B: Cardioinhibitorio con asistolia

• Medidas generales (Clase I)• Educar, tranquilizar• Evitar disparadores• Expansión de volumen• Medidas físicas (clase II a)

TABLA XI: TRATAMIENTO DEL SÍNCOPE NC

• Medicamentos• Anticolinérgicos (Clase II b)

Dispositivos• Marcapasos doble cámara(Clase II a)

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•Tipo 3: vasodepresor puro

•Medidas generales (Clase I)•Educar, tranquilizar•Evitar disparadores•Expansión de volumen•Medidas físicas (Clase II a)

•Medicamentos•Midodrine, � udrocortisona, Beta-bloqueadores (Clase II b)

• Dispositivos (Clase III)• No indicados

TABLA XII: TRATAMIENTO DEL SÍNCOPE NC

TABLA XIII: TRATAMIENTO DEL SÍNCOPE NC

• Síndrome de Taquicardia Ortostática Postural

• Medidas generales (Clase I)• Educar, tranquilizar• Evitar disparadores• Expansión de volumen• Medidas físicas (Clase II a)

• Medicamentos (Clase II b)• Midodrina, � uoxetina, _-bloqueadores, � udrocortisona, otros

• Dispositivos • Marcapasos No indicados