24
Ebre 38. - N´ um. 2, pp. 61-84 Revista Internacional de la Guerra Civil (1936-1939) DESEMBRE 2004 61 EBRE 38 GUERRA CIVIL ESPA ˜ NOLA. A ˜ NO 1936. HECHOS ACAECIDOS EN ZAMORA Y PROVINCIA Memorias de ´ Angel Esp´ ıas Berm ´ udez Gabriel Jackson Profesor em ´ erito. Universidad de CA en San Diego (USA) ´ Angel Esp´ ıas Berm ´ udez Resum El doctor ´ Angel Esp´ ıas, n ´ et de ´ Angel Esp´ ıas Berm ´ udez, ens proporciona la biografia de l’autor d’aquestes emocionants mem ` ories sobre les primeres setmanes de la guerra civil a Zamora. Les publiquem com les hem rebut i l’autor del present article, com a historiador, es limita a fer alguns comentaris sobre el valor del manuscrit. Paraules clau: Guerra Civil, Mem ` ories, repressi ´ o a Zamora, rebeli ´ o, Consell de Guerra, pena de mort. Abstract The Doctor ´ Angel Esp´ ıas, grandson of ´ Angel Esp´ ıas Berm´ udez, provides us the biography of the author of these exciting memo- ries on the first weeks of the Spanish Civil War in Zamora. We publish it as we have received it and the author of this article, like historian, only gives some brief comments on the value that possesses the manuscript. Keywords: Spanish Civil War, Memories, Repression in Zamora, Rebellion, Counsel of War, Deathpenalty.

GUERRA CIVIL ESPANOLA. A˜ NO 1936.˜ HECHOS …Ebre 38. -N´um. 2, pp. 61-84 Revista Internacional de la Guerra Civil (1936-1939) DESEMBRE 2004 61 EBRE 38 GUERRA CIVIL ESPANOLA. A˜

  • Upload
    others

  • View
    1

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: GUERRA CIVIL ESPANOLA. A˜ NO 1936.˜ HECHOS …Ebre 38. -N´um. 2, pp. 61-84 Revista Internacional de la Guerra Civil (1936-1939) DESEMBRE 2004 61 EBRE 38 GUERRA CIVIL ESPANOLA. A˜

Ebre 38. - Num. 2, pp. 61-84

Revista Internacional de la Guerra Civil (1936-1939)

DE

SE

MB

RE

2004

61

EB

RE

38

GUERRA CIVIL ESPANOLA. ANO 1936.HECHOS ACAECIDOS EN ZAMORA Y PROVINCIA

Memorias de Angel Espıas Bermudez

Gabriel JacksonProfesor emerito. Universidad de CA en San Diego (USA)

Angel Espıas Bermudez

Resum

El doctor Angel Espıas, net de Angel Espıas Bermudez, ens proporciona la biografia de l’autor d’aquestes emocionants memoriessobre les primeres setmanes de la guerra civil a Zamora. Les publiquem com les hem rebut i l’autor del present article, com ahistoriador, es limita a fer alguns comentaris sobre el valor del manuscrit.

Paraules clau: Guerra Civil, Memories, repressio a Zamora, rebelio, Consell de Guerra, pena de mort.

Abstract

The Doctor Angel Espıas, grandson of Angel Espıas Bermudez, provides us the biography of the author of these exciting memo-ries on the first weeks of the Spanish Civil War in Zamora. We publish it as we have received it and the author of this article, likehistorian, only gives some brief comments on the value that possesses the manuscript.

Keywords: Spanish Civil War, Memories, Repression in Zamora, Rebellion, Counsel of War, Death penalty.

Page 2: GUERRA CIVIL ESPANOLA. A˜ NO 1936.˜ HECHOS …Ebre 38. -N´um. 2, pp. 61-84 Revista Internacional de la Guerra Civil (1936-1939) DESEMBRE 2004 61 EBRE 38 GUERRA CIVIL ESPANOLA. A˜

DE

SE

MB

RE

2004

62

EB

RE

38

Introduccion

Con frecuencia se olvida que en el momento deestallar la guerra civil, mucha gente, tal vez lamayorıa, no fue libre para elegir el bando en elque iba a actuar. Estaban en un lugar, tenıan res-ponsabilidades profesionales y familiares, y si noiban a suicidarse tenıan que llegar a una espe-cie de arreglo con quienes habıan asumido, atraves de la fuerza o del engano, el poder local.El capitan Espıas, con una familia joven, esta-ba destinado como oficial de carabineros en laciudad de Zamora, cerca de la frontera portu-guesa.En la ola de arrestos inmediatos de docenasde sindicalistas, socialistas, comunistas, maso-nes, profesores no ortodoxos en sus opiniones,etc., muchos pidieron la actuacion del capitanEspıas, como defensor en sus breves consejosde guerra. La primera virtud de sus paginas esla exactitud, el cuidado con que describe las cir-cunstancias, las personas y los papeles de estaspersonas. Es un hombre de precision —ayudabaa sus hijos y a su nieto en los ejercicios dematematicas—. Hay claridad sobre los hechos,arropado en el vocabulario legal apropiado al te-ma. Hay honestidad total en cuanto a sus pro-pios motivos. No hay ningun protagonismo. Enuna situacion de tragedia y de sorpresa, asumesus deberes como una obligacion moral y huma-na.Para el lector de hoy, que vive en una sociedaddemocratica —con todas sus imperfecciones—importa mucho, creo yo, leer con atencion, pen-sar con humildad sobre el hecho de que los se-res humanos somos capaces de crueldades einjusticias terribles –los fiscales que piden penade muerte para alguien que ha permitido a unvecino escapar a Portugal, o los falangistas quecon camiones han sacado de la carcel a perso-nas condenadas a 10 o 12 anos de reclusion, ylos han fusilado sin mas. ¿Como ha aguantadosu situacion un hombre con el sentido de justiciadel capitan Espıas? Manteniendo la simpatıa yla esperanza en el trato con sus clientes y susfamilias, cumpliendo con los ultimos deseos devıctimas que no se fiaron de la Iglesia compro-metida con la dictadura militar, guardando en sufuero interior la etica de libertad y tolerancia que

habıa desarrollado durante toda su vida, previaa la tragedia.Despues de la guerra el capitan Espıasbusco destinos en ciudades universitarias, paraque sus seis hijos pudiesen seleccionar carrerasvariadas segun sus gustos. Y escribio, para le-gar al futuro, el respeto a la vida, la simpatıa y elsentido etico que impregnan estas paginas.

Gabriel Jackson

Prologo

Hoy en el transcurso de los anos, cuando a dis-tancia se vislumbren mejor los aciertos, y se des-cubren con mas exactitud los errores, me pro-pongo a escribir la historia de los sucesos acae-cidos en una capital de Espana, Zamora, dondedesde el primer momento se impuso la RebelionMilitar. El pueblo sorprendido, en silencio y sinlucha la acepto.La mentira oficial ha pretendido durante cuaren-ta anos oscurecer la verdad, sendero de la vir-tud otorgada por la providencia, para descubrirel engano. Constituirıa una traicion a la inocen-cia y honorabilidad de mis defendidos, si hoy enlas cuspide de mis anos, otorgados por los cie-los, no diera a la generacion presente y principal-mente a la venidera, narracion exacta y verıdi-ca de los hechos acaecidos de los que fui testi-go, con el fin de que sirva de aleccionadora en-senanza, y la humanidad no vuelva a caer enla voragine de la Guerra Civil. Recordemos consentimiento los muertos de uno y otro bando,elevemosles al nivel social, que en justicia lescorresponde, y digamos la inmortal frase “Gemidhumanos”...Serıa injusto y odioso, que la patria no coloca-ra a los dos bandos sobre el mismo plano y lesgrite: Volvio el amor a la Patria y se ha alberga-do en todos los corazones cristianos. Ya no exis-ten vencedores ni vencidos que la locura tragicacreo. El angel de la Paz ha tocado la trompeta.La concordia ha hecho su aparicion. Todas lasestatuas, todos los nombres de calles, plazas ypaseos han desaparecido y borrado los rotulos.La historia de Espana unicamente ha recogidoen sus paginas los tristes episodios y efemeri-

Page 3: GUERRA CIVIL ESPANOLA. A˜ NO 1936.˜ HECHOS …Ebre 38. -N´um. 2, pp. 61-84 Revista Internacional de la Guerra Civil (1936-1939) DESEMBRE 2004 61 EBRE 38 GUERRA CIVIL ESPANOLA. A˜

DE

SE

MB

RE

2004

63

EB

RE

38

des de los cuarenta anos de dictadura, dondela libertad ciudadana estuvo desterrada. En to-do el territorio nacional han florecido unos obe-liscos, reemplazando a los sımbolos desapare-cidos, en ellos senorean dos manos apretadasen estrecho saludo, representan la reconcilia-cion, la hermandad de los espanoles. Pretenderque los promotores de la guerra civil continuencon las aureolas, que ellos mismos crearon yque unos a otros otorgaron, serıa opuesto a larazon y a la justicia. La concordia ha hecho ta-bla rasa haciendo desaparecer los vestigios quela vehemencia quiso perpetuar como Gloria dela Guerra Civil Espanola, que en realidad fue unsangriento crimen que ellos provocaron.

Datos para la Historia y ensenanza para elmundo

Los acontecimientos ocurridos en la Historia delos pueblos nunca surgen espontaneos, fuerzasinvisibles de pasiones latentes, nacidos general-mente de injusticias o que la perfidia consideracomo tales, y a las que siempre se unen des-contentos de distinta naturaleza, son los factoresfrecuentes que ocurren, para causar el desaso-siego y perturbaciones en la sociedad, poco apoco van tomando cuerpo, en momentos crıticoshacen presente su existencia. Los Estados parala fortaleza y longevidad necesitan desde el na-cimiento, ir cimentando, sobre conceptos firmes,que responden y sean conformes a la salud delpueblo y esten saturados del desinteres y honra-dez, que junto a la libertad y justicia velen por elbien comun y del ideal del partido.Cuando la nobleza de miras, que siempre debepresidir en los asuntos importantes de la Patria,se anula, cuando la convivencia ciudadana sequebranta, por conseguir el triunfo del Partido ode la idea a toda costa y a cualquier precio sobreel adversario, es inevitable que las pasiones de-senfrenadas no reinen, y en el remolino impetuo-so no arrastra sentimientos de odios y mentiras,que alteran atrozmente la paz de los pueblos.Cuando los partidos logran los triunfos al ampa-ro de promesas, que a todas luces se aprecianirrealizables, por ser panaceas de leyendas deensuenos, que no contienen la verdad, que la

realidad niega y lo confirma el estado de cultu-ra, polıtico y economico de la Nacion, que ellapresenta; son partidarios sin existencia real, susprogramas son letra frıa. Al no conseguir los ciu-dadanos las promesas que ansiaban, pierde lafe la muchedumbre y pasa cuenta a los repre-sentantes que los enganaron.Las elecciones de 1936 se verificaron en un mar-co de legalidad, hubo pequenas irregularidadesque no variaron el verdadero estado de opinion,pues sin ellas tambien hubieran alcanzado eltriunfo los partidarios de la izquierda. El grantriunfo electoral ensoberbecio a las masas tra-bajadoras. Las Casas del Pueblo creadas, pa-ra unidad y defensa de los derechos del prole-tariado, no se cenıan con rigor a su significa-do, en las huelgas, alteraban la paz, cometıantropelıas, con rupturas de escaparates y otrosexcesos, hechos que debieron ser castigados ycondenados por sus representantes. Desde lacelebracion de las elecciones, hasta la iniciacionde la guerra civil el 18 de julio de 1936, Espanaaparecıa con vida normal, unicamente algunasveces la alteraban los desmanes entre los quese llamaban Falangistas y los Comunistas, huel-gas de obreros y algun atentado terrorista.En el Parlamento los partidos de izquierdas yderechas se enfrentaban apasionadamente; de-biendo ser modelo de correccion y ensenanzapara el Pueblo, los insultos, amenazas y provo-caciones se producıan con frecuencia, no obs-tante, dado el respeto a la libertad ciudadanasalıan a la luz los hechos, ası aparecieron loscasos de STRAPERLO y NOMBELA. Nada que-daba en silencio.

Zamora ante la Historia en el ano 1936

El relato de los hechos que se van a historiar,se circunscriben a los acaecidos desde las elec-ciones hasta meses despues de la triste fechadel 18 de julio. Expuestos sin apasionamiento ycircunscritos a la verdad, seran fiel reflejo de lasacciones acaecidas en otras regiones, caıdas enpoder de los rebeldes. Cuando el Poder se ejer-ce absoluto y autoritario, el patron es el mismoen todo el termino de influencia.Zamora gemıa silenciosa al susurro de las aguas

Page 4: GUERRA CIVIL ESPANOLA. A˜ NO 1936.˜ HECHOS …Ebre 38. -N´um. 2, pp. 61-84 Revista Internacional de la Guerra Civil (1936-1939) DESEMBRE 2004 61 EBRE 38 GUERRA CIVIL ESPANOLA. A˜

DE

SE

MB

RE

2004

64

EB

RE

38

del caudaloso Duero, su seno contenıa mayorcantidad que los anos anteriores; las abundan-tes lluvias del invierno y las primaverales fue-ron presagio de las abundantes lagrimas, que laNacion iba a derramar en la gran tragedia de laGuerra Civil. Cuando el Sol se oscurece por car-gadas nubes negras y el calor abruma, se pre-sagia la tormenta, ası sucedıa con las ideas enpugna. Cuando no se busca la convivencia, nipuntos afines y las diferencias que desunen, nose liman con buen tacto y por el contrario se agu-dizan, la lucha estalla y en todos los casos, lasconsecuencias son perversas.El poder Gubernamental se encontraba prisio-nero de las masas populares, habıa nacido deun FRENTE POPULAR al que habıan halaga-do y prometido. La democracia mal entendida nocorregıa con la energıa necesaria las alteracio-nes del orden publico, originadas por pequenosgrupos llamados comunistas o falangistas. Enlos oıdos de los zamoranos sonaban estos insig-nificantes nucleos, formados en su mayorıa porjovenes, que se llamaban Flechas y Pioneros.Para su campo de enfrentamiento habıan elegi-do el paseo BOSQUE de VALORIO, allı dirimıansus asuntos de forma violenta sin respeto a losconvecinos, al orden ni a la ley y precisamentelo hacıan los domingos, cuando el lugar estabaconcurrido de tranquilos ciudadanos a los que in-quietaban. Los agentes de la autoridad encarga-dos del orden, estaban remisos a la ejecucion desu cometido. No olvidaban que las autoridadesrepresentativas del poder eran mas transigentescon los partidos de izquierdas que debiles conlos falangistas o derechas.De estas algaradas callejeras surgio la deten-cion del falangista Prieto Cereceda, que maltre-cho por los golpes propinados por los llamadoscomunistas, fue conducido por los agentes de laautoridad a su domicilio. No hubo castigo ni pa-ra unos ni para los otros. La cobardıa y el te-mor invadıan el ambiente. Otro domingo del mesde Marzo grupos de ambos bandos en total deunos veinte se encontraron en el bar de los TresHermanos sobre las nueve de la noche. Enzar-zados en sus cuestiones salieron desafiados ala Plaza de la Carcel. Ante la reyerta, el publicotransitaba por la calle de Santa Clara y en francahuida corrio amedrentado. Acertaron a pasar por

el lugar los oficiales de Carabineros Sres. Cas-ted, Espıas y Bahamonde Romero; procediendoa separar a los contendientes y los condujeron ala comisarıa. La debilidad del Gobernador LavınGautier en sancionar estas alteraciones, no em-pleando la dureza que merecıan, fueron aumen-tando las faltas, para aumento de males mayores.No habıa transcurrido mucho tiempo, cuando seprodujo el crimen en la persona del FalangistaFrancisco Gutierrez en la Plaza Mayor de la ca-pital. A los pocos dıas de esta muerte, en revan-cha se llevo a cabo el crimen de un joven comu-nista. Los asistentes al sepelio al regreso inten-taron provocar el incendio de la imprenta, dondese editaba el Heraldo de Zamora, sita en la calleSanta Clara.Los desmanes continuaron y dieron por resulta-do el maltrato de dos paisanos y un sacerdo-te, los hechos ocurrieron frente al cuartel de laGuardia Civil en la calle de San Torcuato. Lafuerza solo se limito a hacer acto de presenciay a recomendar calma. Estos acontecimientoscausaban intranquilidad a las personas de or-den. La justificacion del delito se atribuıa a losfalangistas, cuando en realidad los provocado-res habıan sido derechas e izquierdas y la causaprincipal la impunidad en la que movıan ambosbandos. La masa neutra del Pueblo, que sin du-da era la mayor, se inhibıa.Tanto los falangistas como los comunistas erandos pequenos brotes o grupos de escasa signifi-cacion polıtica. No se conocıan personas de sol-vencia y representacion social distinguidas quefigurasen afiliados a ellos. Dıas antes de los su-cesos mencionados llego a la Capital el Jefe deFalange Jose Antonio, la concentracion de losafiliados al partido y la concurrencia al mitin fueescasa y sin resonancia. Las perturbaciones ori-ginadas por los sucesos expuestos, la autoridaddebio corregirlas sin templanza, haciendo cum-plir la ley y salvaguardar el orden. Tomar esa re-solucion energica era el camino acertado y sal-vador de la Republica.

La Rebelion

El dıa 13 de Julio con la muerte de Calvo So-telo aparecio la tormenta. Algunos dirigentes re-

Page 5: GUERRA CIVIL ESPANOLA. A˜ NO 1936.˜ HECHOS …Ebre 38. -N´um. 2, pp. 61-84 Revista Internacional de la Guerra Civil (1936-1939) DESEMBRE 2004 61 EBRE 38 GUERRA CIVIL ESPANOLA. A˜

DE

SE

MB

RE

2004

65

EB

RE

38

publicanos pretendieron en las sesiones de Par-lamento recoger el principio de autoridad, el Sr.Gil Robles en un brioso discurso increpo al Go-bierno por el sangriento hecho, aunque el mis-mo era responsable, pues estaba encuadrado enla Rebelion, al tener contacto con los generalesinsurrectos. El hecho se comenta solo: Un ex-ministro del Ejercito (cargo que habıa ejercido)conocıa la rebelion Militar contra el Poder legal-mente constituido, nunca tiene justificacion, ni enel orden social, ni en el orden espiritual. El Poderrepresenta a la Patria por la voluntad de la ma-yorıa de los ciudadanos; para la buena conviven-cia humana debe ser respetado por la minorıa.Unicamente el pueblo en consulta popular tienela facultad de cambiar a sus representantes. Elejercito, brazo armado de la Nacion tiene comodeber defender la integridad de la Patria, velarpor el orden y las libertades cıvicas, debiendo re-cabar de los poderes ordenes, para ejercer conautoridad y dignidad el sagrado cometido. Sien-do garantıa del gobierno para restablecer el or-den y los ciudadanos vivir en paz, cumpliendolos deberes.Los poderes dictatoriales surgidos siempre enmomentos convulsivos, parecen salvar la situa-cion momentaneamente. Suprimiendo el pen-samiento del pueblo, este camina por estrechosendero, que lo conduce a la desesperacion, aldarse cuenta de la tiranıa en la que ha quedadoenvuelto donde los derechos inherentes a la per-sona humana, que tanto la dignifican, le han si-do arrebatados en un combate lleno de lagrimas,sudor y luto, ruge la indignacion, la tiranıa man-chada con el crimen intenta perpetuar la obra.La sublevacion de los generales fue la mayorcontumelia que pudieron hacer a la Patria. El es-tado social de la Nacion no era de tal gravedad,que exigiera salir a los militares de los cuarteles,en contra de los dictados de la ley.Con la rebelion de Franco y los otros generales,en los sectores donde desde el primer momen-to prendio la rebelion, murio un poder elegidopor la mayorıa del pueblo Soberano y se insti-tuyo otro despotico inhumano; la sangre corrio atorrente y la Nacion empobrecida y triste, per-dio los mejores bienes otorgados por los Cielosa los hombres, la Paz y la Libertad. El golpe fueilegal, para mitigar el delito, los insurrectos de-

bieron mostrar liberalidad y perdonar a todos losciudadanos de izquierda, que no hicieron oposi-cion, al declarar el Estado de Guerra; estos nocometieron el delito de Rebelion, no obstante elacatamiento, fueron perversos con ellos.Desde el primer momento las carceles se llena-ron de personas de todas las clases sociales,principalmente las que estaban ejerciendo car-gos publicos de representacion de la Republica,sin tener consideracion de que ellos tambien loshabıan ejercido. El terror desencadenante, erala consigna de los jefes insurrectos. Mola, al ob-servar que la mayorıa de los companeros no sehabıan sublevado contra la Republica, dijo: Esnecesario dar sensacion de dominacion y pa-ra ello hay que propagar una ola de terror. Es-tas manifestaciones las comenta en su obra LaGuerra Civil Espanola Hugh Thomas.El miedo y el terror cundieron en Zamora, pue-blos y aldeas. En la capital se procedio a hacerinfinidad de detenciones. Los falangistas comochacales eran los buscadores de las presas. Laconsigna estaba en marcha. La verdadera res-ponsable era la Autoridad Militar, ninguna accionse verificaba sin su permiso. En realidad era laautora de todos los excesos. Al presenciar tantabarbarie en una Zona donde el orden mas per-fecto reinaba, la razon indica que el objeto y finesta determinado por la exigencia de conseguiradictos a la causa. Ası consiguieron comprome-ter a gentes sin conciencia, verdugos irreflexi-vos, para contar con una fuerza que los apoyase.Cuando el mirar es bajo, el polvo y lodo hieren laretina. Elevar el pensamiento, para no rastrearsobre las cosas mundanas, es imprescindible yde cristianos. La inmensa mayorıa miraron comoanimales inmundos.

Hechos fehacientes. Los muertoslo testifican

El dıa 14 de julio aparecio el alma nacional entrecrespones de luto y un ambiente de sentimien-to. La alevosa muerte del tribuno Don Jose Cal-vo Sotelo dejo un vacıo y lleno de indignaciona muchos espanoles, se necesitaba ser un mal-vado para no deplorar el hecho y condenarlo. Elpoder publico inconsciente lo comento. Espana

Page 6: GUERRA CIVIL ESPANOLA. A˜ NO 1936.˜ HECHOS …Ebre 38. -N´um. 2, pp. 61-84 Revista Internacional de la Guerra Civil (1936-1939) DESEMBRE 2004 61 EBRE 38 GUERRA CIVIL ESPANOLA. A˜

DE

SE

MB

RE

2004

66

EB

RE

38

perdio un hombre de talento, el odio alcanzo sufin. El ciudadano imparcial se lleno de ira y deverguenza. El hecho no dio origen a la rebelionMilitar, que estaban fraguando algunos Genera-les. Algun impulsivo se adelanto al considerar elmomento adecuado.El autor de la presente Historia mandaba la 3a

Companıa de la Comandancia de Carabineroscon residencia en Zamora. El dıa 16 de Julio alas tres de la manana fue llamado por el Co-mandante don Emilio Ortega Jefe accidental dela Comandancia. En virtud de ordenes recibi-das salio seguidamente en un automovil paralas secciones de su Companıa, que cubrıan elservicio de la Frontera Portuguesa. En la sec-cion de Fariza y sobre la misma lınea del servi-cio, transmitio ordenes para la concentracion de20 Carabineros en Zamora. El auto fue facilitadopor el Sr. Gobernador Civil. El Jefe Accidental dela Comandancia tambien comunico tal orden deconcentracion a los capitanes de la 1a y 2a com-panıas. El total de individuos concentrados enZamora fueron cincuenta Carabineros con susrespectivas clases; estas fuerzas en union a lasdel puesto de la Capital se dedicaron a cubrirel servicio en los puestos avanzados, que seestablecieron, con el fin de vigilar las principa-les arterias de entrada en Zamora procedentesde las carreteras de Valladolid, Salamanca, Al-canices y Puebla de Sanabria, ademas cubrıanlos servicios importantes de telegrafos, telefonosy correos. Un peloton al mando del Brigada DonCipriano Santos vigilaba el Gobierno Civil. So-bre las veintidos horas recibio el Comandante enJefe Accidental de la Comandancia un aviso delGobernador Civil, lo esperaba en su despacho;seguidamente ordeno al capitan de la 3a Com-panıa que le acompanara.Al entrar en el Gobierno Civil, la antesala deldespacho del gobernador estaba rebosante depersonas, entre ellas se encontraba el Sr. Cruza la sazon Alcalde de Zamora, Don Antonio Mo-reno Jover registrador de la propiedad de Bermi-llo de Sayago y diputado a Cortes por el PartidoRadical Socialista. El Sr. Saso Jefe de la Aduanade Alcanices, Don Genaro Alonso Salvador Pre-sidente de la Diputacion, Don Alberto Belmontey otros funcionarios significados pertenecientesa los partidos de izquierdas.

El Comandante se introdujo solo en el despachode la primera Autoridad de la Provincia. Sobrelas 23 horas termino la entrevista de la que nadacomento. En silencio se regreso al cuartel, don-de pernoctaron. Amanecio el dıa 17; a las diezde la manana el Capitan se retiro a descansara su domicilio regresando a la comandancia alas 21 horas. A las 23.30 el Comandante le or-deno lo acompanara al Gobierno Civil, donde ledio la orden para que con una pareja de los ca-rabineros allı de servicio, acompanara al diputa-do don Angel Galarza, quien indicarıa el recorri-do a efectuar en automovil. El itinerario segui-do se limito a visitar los puestos avanzados delservicio establecido a las entradas de la Capi-tal. El primer puesto visitado fue el situado enfrente del Cementerio enclavado en la proximi-dad de la carretera de Salamanca. Al llegar ydescender el capitan del automovil, el sargentoDon Jose Gonzalez Castano le dio las noveda-des. Con el Sr. Galarza anduve unos metros porla carretera llegando a situarse frente al deposi-to de cadaveres, parecıa que la casualidad colo-caba al Sr. Galarza en el lugar a proposito, pa-ra recordar el vil asesinato del Sr. Calvo Sotelo.El diputado Zamorano mientras fumaban un ci-garrillo, hablo de la sublevacion de los capitanesGalan y Garcıa Hernandez y de la trama de per-sonas importantes comprometidas en la misma;despues, la charla la derivo sobre Franco, le hi-zo la semblanza; siempre se habıa mostrado di-ligente y servicial a la Republica, no delatandoel menor signo de agravio o desagrado, lo consi-deraba adicto. Seguidamente volvieron a ocuparel auto, y emprendieron la marcha con direccional Puente de Hierro. Al llegar a la altura, dondese encuentra el cruce con la carretera de Mora-leja, al Sr. Galarza le parecio ver unas sombrasen un prado cercano, se detuvo la marcha pororden del capitan y la pareja reconocio el terre-no, no advirtiendo anormalidad. De nuevo conti-nuo el servicio por la Avenida del Mengue Valo-rio, para seguir a la Puerta de la Feria, carreterade circunvalacion y carretera de Valladolid has-ta el alto de la Avenida, donde se encontraba elultimo destacamento, recogiendo todos los par-tes sin novedad. Al regresar al Gobierno Civil, alrayar el dıa, se obsequio al capitan y fuerza conchocolate con churros de desayuno, el Sr. Galar-

Page 7: GUERRA CIVIL ESPANOLA. A˜ NO 1936.˜ HECHOS …Ebre 38. -N´um. 2, pp. 61-84 Revista Internacional de la Guerra Civil (1936-1939) DESEMBRE 2004 61 EBRE 38 GUERRA CIVIL ESPANOLA. A˜

DE

SE

MB

RE

2004

67

EB

RE

38

za se quedo en las dependencias del Gobierno.No muy tranquilo,1 era sabado.

Dıa 18

El Capitan despues de dar las novedades al Je-fe de la Comandancia, se retiro a su domicilioa descansar. Al regresar nuevamente sobre lasveinte horas para impulsar el servicio, observo lafalta del Teniente Jefe de la Seccion. Al hacer elrecorrido a los destacamentos, se entero, al lle-gar al establecido en la carretera de Alcanices,lugar Bosque de Valorio, que el oficial acom-panado por una pareja de carabineros habıa pa-sado en un auto dando escolta a otro, donde ibael Sr. Galarza y agentes de la policıa.Sobre las seis de la manana del Domingo dıa19 regreso el Teniente, dando cuenta al Capitandel servicio realizado por orden del Jefe de laComandancia para cumplimentar orden del go-bernador Civil. El Sr. Galarza y la Policıa que leacompanaba, cruzo la frontera portuguesa por elPuente Internacional de San Martın del Pedroso,iban provistos de los pasaportes y documenta-cion correspondiente.Al llegar a Alcanices se entrevisto con el Capitande la 2a Companıa Sr. Flores Figueroa, dandoleconocimiento del servicio encomendado. El ca-pitan al cerciorarse de que la documentacion delDiputado y acompanantes estaba en regla con-forme a la ley, ordeno, que continuaran al lu-gar habilitado por el Puente Internacional de SanMartın para el paso de la frontera. Nuevamentela fuerza de servicio en la Aduana intervino ladocumentacion, y hallandola bien, espanoles yportugueses los dejaron continuar la marcha. Eloficial despues de dar las novedades se retiro asu domicilio.

Dıa 19

Las primeras horas de la manana del domingocorrıan veloces, Zamora estaba silenciosa, noobstante, el paseo de San Martın estaba anima-do por la concurrencia de los obreros de la Casadel Pueblo. La entrada del edificio daba frentea dicho paseo, formaba pared medianera con la

Comandancia de Carabineros. Las conversacio-nes de los trabajadores en grupos algo presa-giaban, era el Pueblo vigilante ante la sospechade traicion. Las vicisitudes acaecidas el dıa 19de julio se dejan de consignar para dar cabidaal acta que las describe con precision. Al SenorGalarza, la duda debio quitarle el sueno.

ACTA

En la ciudad de Zamora a los diecinueve dıas delmes de Julio de mil novecientos treinta y seis,reunidos en el despacho del Primer Jefe de laComandancia el Comandante Jefe Accidental deella y Oficiales que subscriben este acta; hacien-do constar al citado Jefe y al Capitan Sr. Espıas,que sobre las doce horas del dıa de hoy fue lla-mado el Jefe de la Comandancia por penultimavez, ademas de muchas otras anteriores, por elExcelentısimo Sr. Gobernador de esta Provincia,acudiendo a esta llamada el Comandante men-cionado, Primer Jefe accidental de la misma enunion del Capitan de la tercera companıa (Za-mora) Don Angel Espıas Bermudez, los cualesal entrar en el despacho del Sr. Gobernador ycomenzada la entrevista, esta autoridad mani-festo al Sr. Comandante Primer Jefe Accidentalde la Comandancia si contaba con su lealtad y lade la fuerza a sus ordenes, a lo que contesto es-te jefe que era la misma de siempre y que le ex-tranaba esta pregunta, lo cual repitio dirigiendo-se al capitan que le acompanaba asintiendo estetambien; manifestando el Sr. Gobernador, que elsospechaba que no contaba con la lealtad de lasfuerzas de Infanterıa del Regimiento de guarni-cion de esta Plaza, fundando esta sospecha enque al hablar por telefono con el coronel del cita-do Cuerpo y preguntarle por un radiograma quehabıa recibido, colgo inopinadamente el auricu-lar, no obteniendo contestacion alguna, lo que lehizo creer, que no seguıan adictos a su autori-dad. En esta entrevista se hallaban presentes eldiputado a cortes Sr. Moreno Jover y el Teniente

1. Le inquietaba la situacion creada y temıa que Zamorafuera visitada por los Falangistas de las capitales vecinas yno se consideraba seguro en Zamora, por ello sin duda de-cidio atravesar la frontera portuguesa y llegar a Madrid.

Page 8: GUERRA CIVIL ESPANOLA. A˜ NO 1936.˜ HECHOS …Ebre 38. -N´um. 2, pp. 61-84 Revista Internacional de la Guerra Civil (1936-1939) DESEMBRE 2004 61 EBRE 38 GUERRA CIVIL ESPANOLA. A˜

DE

SE

MB

RE

2004

68

EB

RE

38

de Asalto jefe de las Fuerzas de Seguridad condestino en la capital.En vista de la actitud adoptada por el Coronelde Infanterıa de Toledo num. 26, manifesto, quehabıa llamado al Teniente Coronel Primer Jefede la Guardia Civil, el cual dijo, que le habıa he-cho las mismas manifestaciones con referenciaa la lealtad, y que le habıa contestado el Jefe dela Guardia Civil que defenderıa la causa hastadonde fuera posible y que iba a conferenciar conel Coronel del citado Regimiento, determinando-se entonces aguardar en el despacho del Go-bernador a que respondiese el Teniente Coronelde la Guardia Civil que se hallaba con el Coroneldel Regimiento de Infanterıa num. 26, y en vistade que no respondıa por telefono habıa conveni-do, determinaron el Jefe y el Capitan citado re-gresar a la Comandancia, comunicando todo loexpuesto anteriormente al resto de la oficialidadpresente en la comandancia.Nuevamente y al poco rato fueron llamados porel Gobernador el Jefe citado y el Capitan Sr.Espıas, y al personarse en el despacho del Go-bernador encontraron allı el Teniente CoronelPrimer Jefe de la Comandancia de la GuardiaCivil, manifestando este Jefe que de la entrevis-ta con el Coronel del Regimiento de Infanterıa, lehabıa dicho esta Autoridad que si las masas nocometıan desmanes, el no echarıa las fuerzasa la calle o no declararıa el Estado de Guerra,y entonces el Gobernador dijo, que ante todono querıa luchas fraticidas sin resultado practi-co alguno. Salieron a continuacion del despachodel mismo, Jefe de la Guardia Civil, el PrimerJefe accidental de Carabineros y el Capitan Sr.Espıas a disposicion de los cuales puso la Pri-mera Autoridad Gubernativa de la Provincia losautomoviles que se precisasen para replegar lasfuerzas al cuartel en el momento preciso que ello ordenase, para hacer la defensa del cuartelen donde se hallaba instalada la comandancia ypoder transportar al mismo tiempo al Goberna-dor Civil, un grupo de quince hombres cuando lorequiriese.Al salir del despacho del Gobernador Civil, en elportal del mismo edificio, el Jefe de la Coman-dancia de la Guardia Civil dijo al Jefe y Oficial deCarabineros citados, que le acompanaban quesi salıa la companıa de Infanterıa a declarar el

Estado de Guerra, ellos ocuparıan las bocaca-lles y harıan disparos para contener el avance dela Companıa aludida anteriormente, pero en ca-so de que esta no se dispersase, el considerabainutil el hacer frente al Regimiento de Infanterıa.Regresados al cuartel y enterados de todas es-tas manifestaciones el resto de la Oficialidad,suscribieron un escrito en el que para caso deataque al cuartel por la Companıa de Infanterıa,consideraban cumplidos de sus deberes de leal-tad para el Regimen, su dignidad como militaresy a la vez el cumplimiento de la orden del Go-bernador, Representante del Poder Legal Cons-titutivo evitando una lucha fraticida y cuyo textoıntegro se copia a continuacion:

LEALES AL PODER.- APRESTARSE A LA DE-FENSA

NO PARLAMENTAR.- Por cumplir esa lealtad

DEFENSA NACIONAL.- Por lealtad y honor mili-tar

DEFENSA A BASE DE CUMPLIR La Orden delPoder y del Sr. Gobernador.

LEALTAD Y HUMANIDAD.- No realizar una luchafraticida.

Firman este escrito.- Simon Garcıa, AngelEspıas, Juan Seisdedos, Rafael

Bahamonde, Eduardo Albarca, Emilio Ortega,todos rubricados-

En este estado y siendo aproximadamente las15 horas de este dıa, se recibio un aviso te-lefonico de la Central de Telegrafos diciendo quelas fuerzas de Infanterıa pasaban por las inme-diaciones de Telegrafos con rumbo desconocido,ordenandose inmediatamente por el Comandan-te Primer Jefe Accidental de la Comandancia elrepliegue de las fuerzas en el interior de la mis-ma.Acto seguido y antes de que llegase la fuerzade Infanterıa llamo al Jefe de la Comandancia alGobernador Civil, poniendose al aparato el Ca-pitan Sr. Espıas, dandole cuenta de que se apro-ximaban fuerzas de Infanterıa a la Comandan-cia, que la fuerza del Cuerpo estaba aprestadaa la defensa del edificio contestando el Sr. Go-bernador que era inutil toda resistencia. Segui-

Page 9: GUERRA CIVIL ESPANOLA. A˜ NO 1936.˜ HECHOS …Ebre 38. -N´um. 2, pp. 61-84 Revista Internacional de la Guerra Civil (1936-1939) DESEMBRE 2004 61 EBRE 38 GUERRA CIVIL ESPANOLA. A˜

DE

SE

MB

RE

2004

69

EB

RE

38

damente se puso al aparato el Jefe Accidentalde la Comandancia al cual el Sr. Gobernador lerepitio tambien que toda resistencia era inutil yque resignaba el mando en la autoridad militar; acontinuacion tomo el articular el Capitan Seisde-dos repitiendole al Gobernador exactamente losmismos conceptos que el primer Jefe Acciden-tal de la Comandancia. A continuacion y sucesi-vamente tomaron el auricular los alfereces DonEduardo Alberca Pascual y don Simon GarcıaFernandez, a cuyos oficiales les repitio el Sr. Go-bernador los mismos conceptos que a los ante-riores, disponiendo entonces el Primer Jefe de laComandancia que sucesivamente se pusieran alaparato una clase (Sargento Don Jose GonzalezCastano) y varios individuos entre ellos los cara-bineros Dionisio Palomino Vega y Jose GarcıaEdreso (?) a los cuales hizo dicha Autoridadanalogas manifestaciones (no se puso al hablael Teniente Sr. Bahamonde por hallarse en aque-llos momentos en la parte baja del edificio dandoinstrucciones a la fuerza), y como consecuencia,como acatamiento de esta ultima orden del Sr.Gobernador representante unico en la Plaza enaquellos momentos del poder Legal Constituido,en perfecto acuerdo a su vez de su orden ante-rior, de evitar el entablar luchas fraticidas, ago-tando todos los extremos de acatamiento e su-bordinacion. De lealtad y por unanimidad de pa-recer de la Oficialidad y asentimiento general dela tropa aunque sin pedırselo, y creyendo cum-plidos todos los extremos que abarca el cumpli-miento de los deberes militares, no se opuso re-sistencia a la representacion de las fuerzas mi-litares de Infanterıa, las cuales solamente se li-mitaron a tomar la denominada Casa del Pue-blo, colindante con el Cuartel y a cuyo principaldan varias ventanas (algunas de ellas sin rejasde hierro) de la citada Casa del Pueblo; consi-derandose por todos los reunidos, una vez mas,haberse cumplido leal y fielmente hasta el ultimomomento con sus sagrados deberes. Y dandosepor terminado el acto para el que actua de Se-cretario el Alferez Auxiliar del Mando Don SimonGarcıa Fernandez, se dio lectura de la presenteacta a los reunidos, que la encontraron comple-tamente conforme y en prueba de ello, la firmapor sextuplicado (un ejemplar para cada uno) enel lugar y fecha del encabezamiento.-

Simon Garcıa.- Eduardo Alberca.- RafaelBahamonde.- Juan Seisdedos.- Angel Espıas.-Emilio Ortega.- todos rubricados.

Desarrollo de los acontecimientos

Los acontecimientos se desarrollaron de la ma-nera descrita en el acta que antecede. Despuesde la conversacion sostenida por telefono conel Sr. Gobernador, todos nos dirigimos al des-pacho del Sr. Comandante Primer Jefe Acciden-tal, el balcon que daba al paseo de San Martınse encontraba abierto y en suelo junto a loshierros estaban unos legajos formando parape-to, se habıan colocado para que sirvieran de de-fensa al edificio en el caso de oponerse a la Re-belion.Al observar el Comandante Ortega que el paseode San Martın, se encontraba lleno de obreros yse agrupaban cada vez mas a medida que ibansaliendo de la Casa del Pueblo, subitamente or-deno al Capitan de la Companıa Sr. Espıas, lesdirigiera la palabra. Como los actos espontaneosson psıquicos las palabras salieron sin doblez,diciendo: “Obreros Zamoranos se nos ha comu-nicado que las fuerzas del Regimiento de Infan-terıa han salido del Cuartel, para declarar el Es-tado de Guerra. Hemos hablado por telefono conel Sr. Gobernador Civil y se lo hemos hecho pre-sente, al mismo tiempo le recabamos sus ins-trucciones, nos ha manifestado, que toda resis-tencia es inutil. Con el fin de ensangrentar lascalles de Zamora hemos de acatar dicha ordeny Vds. Disolverse pacıficamente”.Algunos obreros empezaron a ausentarse otroscontinuaron hasta la llegada de las fuerzas, en-tonces desaparecieron. Las puertas de la Co-mandancia se abrieron. Las fuerzas de Infan-terıa, frente al cuartel, colocaron un grupo com-puesto por un sargento y varios soldados, alservicio de un pequeno canon. Seguidamen-te, el Comandante ordeno al Capitan le acom-panara al Gobierno Civil, de dicha dependen-cia se habıa hecho cargo el Teniente Coronel deInfanterıa don Raimundo Hernandez Gomez (?)En la entrevista con el Jefe de Carabineros dis-puso, que la fuerza siguiera prestando los mis-mos servicios que venıa desempenando.

Page 10: GUERRA CIVIL ESPANOLA. A˜ NO 1936.˜ HECHOS …Ebre 38. -N´um. 2, pp. 61-84 Revista Internacional de la Guerra Civil (1936-1939) DESEMBRE 2004 61 EBRE 38 GUERRA CIVIL ESPANOLA. A˜

DE

SE

MB

RE

2004

70

EB

RE

38

Tanto a la ida como al regreso del Gobierno,las calles se encontraban acordonadas, paisa-nos armados de trecho en trecho vigilaban. Enla puerta de la diputacion un grupo de falangis-tas con gorros y fusiles del Ejercito custodiabanel edificio: eran los cobardes conspirados, quea la sombra, habıan fraguado, la REBELION,salıan de los escondrijos, para enfrentarse ar-mados contra el pueblo indefenso.La Patria avergonzada contemplaba el marida-je del Ejercito con la idea Falangista, que nohabıa tenido asiento en el Parlamento Nacional.El Pueblo humillado miraba con lastima la Ins-titucion Armada que tenıa la obligacion de de-fender la Constitucion y con ella las libertades yahora acababa de envilecerse.Cual hervidero humano todo reaccionaba a im-pulso de las Fuerzas de la Capital. El orden eracompleto, los falangistas y otros pescadores derıos revueltos, con desparpajo bullıan por las ca-lles. Las radios entonaban himnos Patrioticos yal terminar gritaban ¡Viva la Republica! El gritode Sangre y Fuego no se hizo esperar, aunqueel acatamiento a la rebelion fue completo; los co-razones cargados de odio y sed de venganzapresentaron la miseria y crueldad, el ambientese impregno de materialismo, la maldad triunfo ycon ella el crimen y la rapina. Nunca los princi-pios cristianos fueron mas escarnecidos.En la capital enseguida empezaron las detencio-nes, antes de las setenta y dos horas de haber-se declarado el Estado de Guerra, la carcel selleno de personas que tenıan distintas clases so-ciales. Las primeras detenciones fueron ordena-das por la Autoridad Militar, que transmitio pode-res a los Falangistas, fueron canes buscadoresde las presas, los chacales verdugos, con impie-dad se ensanaban con las vıctimas, las arreba-taban de sus domicilios o las cazaban por loscampos, cuando estaban huidas por miedo decaer en las garras de tan piadosos catolicos.Los del Yugo y las Flechas con el canto Cara alSol llenaron de lagrimas, sangre, llanto y luto a laCapital y pueblos de la Provincia. Hombres, mu-jeres y jovenes por haber pertenecido a partidosde izquierda o haber ejercido algun cargo duran-te el periodo republicano, eran perseguidos. LosFalangistas en grupos recorrıan la comarca, sinoconocıan en los pueblos al personal de izquier-

das, se entrevistaban con el cura y recababaninformes al ser desfavorables, llevaban de inme-diato la detencion o la muerte. Cuando el sacer-dote por su sagrado ministerio extendıa el mantomisericordioso, ponıa una coraza aislante e im-pedıa el crimen. He aquı un sucedido. Los Fa-langistas, un dıa se acercaron al pueblo de Villa-rino. Tras la Sierra, se entrevistaron con el cura,que a la sazon era don Fabriciano Sandoval e in-quirieron informes. El sacerdote con voz fuerte yreposada contesto: - El pero de todos es el cura,aquı nada hay que hacer, vuelvanse por el cami-no que han venido. En el pueblo habıa personasde izquierdas y ejercidos cargos durante el pe-riodo republicano ¿Como el sacerdote iba a serdelator de sus feligreses? Con ese gesto, algu-nos remisos conociendo la generosidad de donFabriciano se acercaron al Templo de Dios delque estaban distanciados ¡Santa labor del curaprodigando amor! ¡Que distinta de otras! Fue mi-nistro de Dios.Las vıctimas hechas por los Falangistas se cuen-tan por millares, en la Capital entre algunas delas muchısimas asesinadas estan los siguientesmartires: Don Antonio Moreno, joven diputado aCortes por el partido Radical-Socialista, habıaobtenido el acta por primera vez en las eleccio-nes del 14 de Febrero, ejercıa el cargo de Re-gistrador de la Propiedad de Bermillo de Saya-zo; era caballero honorable. Don Felipe Ancio-nes, medico del Hospital Provincial 1, especia-lista de pulmon y corazon, clasificado entre losmejores de la capital; Don Isaac Vega Paniagua,abogado y oficial de Correos de costumbres sen-cillas y afable trato, era amigo de Galarza, esefue su delito. Esta enterrado en el Cementeriode San Atilano en el Cuartel de Santiago. DonGerardo Alonso Salvador, Presidente de la Di-putacion Provincial. Don Ramon Prada, abogadoy Secretario del Ayuntamiento, excelente funcio-nario y ciudadano, Don Higinio Merino, relojeroy concejal del Ayuntamiento. Don Arturo Alonso,administrador del Hospital Provincial. Don PedroBallesteros, practicante y barbero, Alberto Bel-monte, rentista y amigo de Galarza, ese fue sudelito. Don Manuel y don Tomas Manjon, sastrescon establecimiento en la plaza Santiago esqui-na a Santa Clara, excelentes personas, estabanafiliadas al partido socialista, Don Julio Alvarez

Page 11: GUERRA CIVIL ESPANOLA. A˜ NO 1936.˜ HECHOS …Ebre 38. -N´um. 2, pp. 61-84 Revista Internacional de la Guerra Civil (1936-1939) DESEMBRE 2004 61 EBRE 38 GUERRA CIVIL ESPANOLA. A˜

DE

SE

MB

RE

2004

71

EB

RE

38

del Pozo, obrero afiliado a la Casa del Pueblo.Don Eusebio Fernandez y su hijo, este habıaterminado de obtener el tıtulo de medico; estosdignısimos ciudadanos se les unieron otros mu-chos que corrieron la misma suerte.De sadicos se conceptuan los crımenes llevadosa efecto en jovenes de ambos sexos, entre ellosse cuentan a Julio Luıs Sanchez, enterrado enel cuartel de San Benigno y las ninas de 15 y 17anos Angelita y Magdalena Fechoso (?) enterra-das en el cuartel de Nuestra Senora de Lour-des en el cementerio de San Atilano. A ningunase les instruyo diligencias sumariales, la muer-te solo y unicamente era decretada por los fa-cinerosos que con el gobernador militar consti-tuıan el tribunal hipocrita y fariseo, que a diarioconfeccionaban las listas de las vıctimas desti-nadas al sacrificio. Los ciudadanos indefensossuspiraban en silencio. El mundo exterior eraun desierto. Las autoridades, militares, civiles yeclesiasticas consentıan al genocidio autorizadopor el Gobernador Civil Teniente Coronel de In-fanterıa Raimundo Hernandez Gomez, quien noharıa mas que cumplimentar ordenes de los in-surrectos iniciadores de la Guerra Civil.Llegada la lista a la carcel se hacıa por el funcio-nario correspondiente la seleccion bien de hom-bres o de mujeres. A altas horas de la noche elcamion de la muerte esperaba en la plaza dela carcel, los falangistas encargados de la eje-cucion las ayudaban a subir, al llegar al cemen-terio las conducıan hasta al mismo borde de lafosa que habıa sido excavada, allı se les dispa-raba un tiro en la nuca. Algunas veces antes dela ejecucion se desarrollaron escenas violentasentre vıctimas y verdugos, estos oyeron el verda-dero calificativo, traidores, cobardes y asesinos.En el interior del Cementerio, con el fin de llevarcon claridad las ejecuciones se instalaron variospostes de la luz electrica.Cuando los esbirros falangistas hacıan presa enpueblos de la Provincia, el procedimiento em-pleado era distinto. A los detenidos se les hacıacreer que iban a ser interrogados para aclararalgun punto necesario y los subıan al automovil,en el trayecto y bajo algun pretexto se les hacıadescender del vehıculo y se les acribillaba a ba-lazos, dejando abandonados los cuerpos en lacuneta. En esta forma y procedimiento en Torres

del Carrizal asesinaron a los vecinos del PuebloFelipe Lorenzo Manzano, Aurelio Sastre Perez,Aurelio de la Iglesia Lopez, Agapito Fernandez,Juan Gonzalez Hidalgo, Gabino Vara Pena, Ca-yetano Prieto Medina, por pertenecer a la Casadel Pueblo y ser afiliados a los partidos de iz-quierdas; algun cadaver fue arrojado al rıo Val-deraduey. De igual forma fueron arrebatados desus domicilios, en el pueblo de Fariza de Saya-zo los vecinos Don Anselmo Silva, teniente deCarabineros retirado y su hijo polıtico que eraMaestro Nacional. Los cadaveres aparecieron ti-rados en la cuneta de la carretera que une a lospueblos de Muga de Sayago y Bermillo.Si las ansias de ejecutar el crimen eran grandes,con el mayor descaro lo cometıan en la claridaddel dıa. Uno de estos casos lo constituyo la tragi-ca muerte del senor Saso Administrador de laAduana de Alcanices (Zamora). Los buitres pro-cedentes de Zamora llegaron a las once de lamanana a la fonda de Don Manuel Gallego don-de se hospedaban. Dıas antes ya habıan mero-deado sobre el olor a carne. Debido a la habili-dad del fondista por los buenos informes desis-tieron de momento, ahora iban a perpetrar la ha-zana. Enganado sacaron al Sr. Saso de la Fon-da con el fin de carearlo, con un paisano, paraaclarar ciertas dudas. En las afueras del Pue-blo y al lado de la carretera que conduce a Za-mora, esta enclavado el cementerio. Al observarel Administrador (que) se dirigıan a el, se diocuenta de la suerte que le esperaba; agarradoa las puertas metalicas del sagrado recinto, for-cejeo con los asesinos. Un tiro a boca de jarro oquema ropa acabo con la vida del Sr. Saso. Elpueblo de Alcanices oyo los disparos y se entris-tecio al conocer el crimen, pero ninguna auto-ridad se rasgo las vestiduras, cobardes unas ycomplices otras guardaron silencio.A los fariseos del Cristianismo no les interesa-ba que las vıctimas en los ultimos momentos sereconciliaran con Dios. El fin principal consistıaen ejecutar el crimen sin reparar en los medios yeliminar el contrario cobardemente.Al principio las muertes no las escribieron en elRegistro Civil. Al ser advertidos de los gravesperjuicios que se podıan derivar de tan inicuoproceder empezaron a inscribirlas empleando lamentira mas refinada; el asesinato lo justificaban

Page 12: GUERRA CIVIL ESPANOLA. A˜ NO 1936.˜ HECHOS …Ebre 38. -N´um. 2, pp. 61-84 Revista Internacional de la Guerra Civil (1936-1939) DESEMBRE 2004 61 EBRE 38 GUERRA CIVIL ESPANOLA. A˜

DE

SE

MB

RE

2004

72

EB

RE

38

bajo el pretexto de haber pretendido la vıctimahuir.Como el cementerio civil de Zamora era pe-queno y en su superficie cabıan pocas sepul-turas, se llenarıa rapidamente y delatarıa lasmatanzas, los cristianısimos fascistas no tuvie-ron escrupulos, los inhumaban en el cementeriocatolico a pesar de no haber dado a la vıctima,la oportunidad de confesarse. Las autoridadesciviles y el clero conocedores de estos crımenesenmudecieron, lo que equivalıa a otorgar.Cuando la Republica ordeno la secularizacion delos cementerios y fueron derribados los murosde separacion del civil y catolico, muchos curasy beatos se rasgaron las vestiduras, con fuerzalevantaron gritos de protesta, por considerar elhecho como un atentado a la Fe, ahora el si-lencio hablaba con elocuencia descubriendo lahipocresıa y el acontecimiento al crimen.Por el asesinato pretendieron exterminar lasideas contrarias. Eran unos insensatos, no com-prendıan que las ideas nobles reverdecen con lasangre inocente que injustamente es derrama-da. El Cristianismo iluminando da testimonio.La Patria defensora de las libertades ciudada-nas se condolıa de los crımenes. Los ejecutoresy mandatarios del Poder se corrompıan. Los gri-tos de Dios y patria en sus labios sonaban a pro-fanacion. El mando superior del Ejercito nuncadebio consentir el crimen y menos autorizarlo.

Los primeros Consejos de Guerra

Desde los primeros momentos despues de de-clarado el Estado de Guerra, los insurrectos sincausa justificada, y como consigna de la suble-vacion, procedieron a la detencion de numero-sas personas, pertenecientes a distintos parti-dos de la izquierda, y seguidamente, en algunasse iniciaron la instruccion por jueces militares decausas sumarısimas.El primer Consejo de Guerra se celebro en elcuartel de Infanterıa de Viriato, para ver y fallarla causa seguida contra el paisano Sr. Pertejo,afiliado al partido Comunista, al Sr. Anton, Se-cretario de la Casa del Pueblo y cuatro jovenesmas.A los senores Pertejo y Anton se les imputaba

ser autores de unas hojas clandestinas, llaman-do a la huelga general, que a raız de la declara-cion del Estado de Guerra, aparecieron en algu-nas calles de la Capital y fueron distribuidas porlos jovenes encartados en el sumario.El defensor de los dos primeros fue el coman-dante Don Teodoro Arredondo. El defensor delos restantes el Capitan de Carabineros DonAngel Espıas Bermudez. El nombramiento seles comunico por el Juez Instructor comandantede Infanterıa. D. Jose Mora Requejo en el des-pacho del Director de la Carcel, donde se encon-traban presente los encartados.El procesado Pertejo al conocer la grave penaque estaba incurso, con valentıa y serenidad di-jo a su defensor, ECHEME A MI TODA LA CUL-PA CON EL FIN DE QUE SE SALVE EL COM-PANERO ANTON.La causa le fue entregada al Sr. Redonda. Paraun breve estudio, despues paso al capitan con elmismo fin. Tan breve era el tiempo, que apenashabıa lugar de leer el sumario.La vista de la causa, se celebro en el salon deactos del cuartel de Infanterıa. El fiscal solicito lapena de muerte para Pertejo y Anton como auto-res de un delito de rebelion militar. Los restantesencartados fueron considerados como reos deauxilio a la rebelion.A los pocos dıas las sentencias fueron firmes ydevuelta la causa al Juez Instructor por Capi-tanıa General de Valladolid. Seguidamente, losreos Pertejo y Anton entraron en capilla y la sen-tencia fue cumplida. Los otros reos condenadosa presidio, seguramente siguieron igual suerte,al ser incluidos en alguna de las muchas sacasde presos, que con autorizacion de la autoridadmilitar Gubernativa recogıan de la carcel, casi adiario, los falangistas.

Segundo Consejo de Guerra

En la sala de Oficiales del cuartel de Carabine-ros se encontraba el Teniente Coronel primer Je-fe de la Comandancia, cuando sono el telefono,el ordenanza Cipriano Riesco Mayado se pusoal aparato, ya al momento dirigiendose al Te-niente Coronel, dijo: El Coronel del Regimientode Infanterıa llama a V.S. La conversacion oıda

Page 13: GUERRA CIVIL ESPANOLA. A˜ NO 1936.˜ HECHOS …Ebre 38. -N´um. 2, pp. 61-84 Revista Internacional de la Guerra Civil (1936-1939) DESEMBRE 2004 61 EBRE 38 GUERRA CIVIL ESPANOLA. A˜

DE

SE

MB

RE

2004

73

EB

RE

38

fue la siguiente: le agradecerıa mi coronel quenombrara a otro, tengo en estos momentos mu-cho trabajo y me falta tiempo. Colgo el auriculary al momento volvio a coger el auricular, y diri-giendose al capitan Espıas, le dijo: mi capitan,el coronel del Regimiento de Infanterıa le llama.Puesto al habla, le comunico, que un cabo deCarabineros le acababa de nombrarlo defensor.Lo mismo que el Teniente Coronel hizo, alego elmucho servicio que gravitaba sobre el. El coro-nel le replico, que inmediatamente emprendierala marcha al cuartel, donde iba a dar comienzoel Consejo de Guerra. El teniente Coronel muycondescendiente, le ofrecio la motocicleta considecar, para trasladarse al cuartel de Infanterıaque estaba a dos kilometros de distancia. A sullegada se encontro con algunos capitanes queiban a ser vocales del Consejo de Guerra. Pi-dio al Juez, que en breves palabras le informaradel asunto del sumario pues dado los escasosminutos para verse publico la causa no era posi-ble leerla.El defensor expuso su disconformidad con la pe-ticion fiscal su patrocinado no habıa cometido eldelito de rebelion militar. El cabo Gallego habıasido nombrado ilegalmente, para desempenar elcometido que le designaron los Falangistas, so-lo sus superiores podıan tener atribuciones, paranombrarle servicio, en el caso presente ni aunestos, por hallarse respaldado, por el dictamende un Tribunal medico, lo tenıa rebajado de to-do servicio, y disfruta licencia por enfermo, parareponerse de su resentida salud.Con relacion a oır la radio roja, en el caso pre-sente no puede fijar significacion malevola, ysı un deseo, la curiosidad de conocer, un esta-do de lo que puede interesar. El cabo Gallegoadherido desde el primer momento al Movimien-to Nacional, esta definido, era natural que qui-siera conocer los exitos o los fracasos Nacio-nales, oyendo al bando contrario. Por las razo-nes expuestas, el defensor solicito del Tribunalla absolucion. El Consejo de Guerra dicto la sen-tencia conforme a la peticion del Fiscal. Cuandoel Juez Instructor dio conocimiento al reo, estese lamento de que la Justicia hubiera sufridotan gran desvarıo. Nunca creyo que podıa sercastigado, en su conciencia en ningun momentohabıa tenido albergue delito alguno. El defensor,

le abrigo esperanza con los indultos. Acogidos alos mismos, pronto tendrıa la libertad.LA MALDAD, LA INIQUIDAD Y EL ANTICRIS-TIANISMO DE LOS FEROCES CHACALES HI-CIERON EL PRESAGIO ILUSORIO. El crimentriunfo en los momentos de barbarie.El cabo Gallego fue trasladado la Carcel paraseguir cumpliendo la condena a los anos de pri-sion. Los Falangistas a las pocas noches, lo sa-caron de la carcel y lo montaron en el fatıdico ca-mion bien maniatado y escoltado por los cobar-des asesinos, que con autorizacion de las Auto-ridades insurrectas, llevaban a efecto el acto. Enel Cementerio y junto a la fosa, le hicieron el dis-paro en la nuca. El cadaver lo dejaron al borde,para que el sepulturero realizara sus funciones,mientras ellos insolentes coreaban a gritos DIOSY PATRIA.Del relato, se deducıa que el encartado en el su-mario era cabo de Carabineros con destino enla Comandancia de La Coruna, se llamaba Anto-nio Gallego Salvador, se encontraba disfrutandopermiso por enfermo en el pueblo de Perdigon.Los hechos que aparecieron en el sumario eranlos siguientes: Dıas despues del 18 de Julio lle-garon al Pueblo unos falangistas, al enterarseque estaba residiendo el cabo, lo llamaron le de-jaron encargado de los servicios que pudieranderivarse de las ordenes que recibiera. El caboles hizo presente su delicado estado de salud,por lo que se encontraba disfrutando licencia porenfermo, no obstante, le dejaron encargado dellocal de Falange.A los pocos dıas, los rumores por el Pueblo seextendieron, y corriendo voces de que iban a lle-gar los comunistas, el cabo ante los ruegos desu hija se fue al pueblo de Tardobispo situado aunos siete kilometros de distancia. Por este he-cho y ademas imputarle que oıa las emisionesde la radio roja en casa de la farmaceutica, fuedetenido y procesado.Durante la vista de la causa y antes de empe-zar el Fiscal la acusacion, este solicito del Pre-sidente del Consejo que se suspendiera el acto.Por unos momentos, la vista fue suspendida. Pu-so de manifiesto, la conveniencia de que el reono estuviera presente en la peticion de la pena,siendo esta elevada y dada la grave lesion decorazon que padecıa, se podıa producir un acto

Page 14: GUERRA CIVIL ESPANOLA. A˜ NO 1936.˜ HECHOS …Ebre 38. -N´um. 2, pp. 61-84 Revista Internacional de la Guerra Civil (1936-1939) DESEMBRE 2004 61 EBRE 38 GUERRA CIVIL ESPANOLA. A˜

DE

SE

MB

RE

2004

74

EB

RE

38

desagradable. Conforme el Tribunal con las ma-nifestaciones del Fiscal, el defensor salio de lasala y se entrevisto con su patrocinado y le con-vencio para que no volviera al banquillo, por lolargo que iba a resultar el acto, y dado su delica-do estado de salud, no le era conveniente. Es-coltado se reintegro al calabozo. El Fiscal en suinforme califico los hechos como delito de auxi-lio a la rebelion militar y pidio doce anos y un dıapara el procesado.

Tercer Consejo de Guerra

Fue de Oficiales Generales por estar procesadoun Oficial. Se celebro en un salon del HospitalProvincial, sito en la Plaza de Casanovas don-de esta la estatua de Viriato. El alferez encau-sado Don Ricardo Lopez Fabian se encontrabahospitalizado, por las heridas recibidas en actode servicio. No estuvo presente durante la vistade la causa por impedırselo su estado de salud.Ademas del Alferez estaban sumariados, el sar-gento Don Andres Lopez Pichel y los carabine-ros Indalecio Cano Lobo, Juan Alonso Calvo yAmbrosio Alejo Vizan.El Alferez pertenecıa a la Comandancia de Ca-rabineros de Saleares, se encontraba en Lubian(Zamora), disfrutando permiso por asuntos pro-pios, al lado de una hermana. Desconociendoel Alferez que en Zamora se habıa declarado elEstado de Guerra; es informado que los FALAN-GISTAS en el Campamento de Santa Barbara,donde se trabaja en las obras del FerrocarrilZamora-Orense, estan en actitud levantisca, de-cide con el sargento Pichel, Comandante delPuesto de Padornelo y tres carabineros libres deservicio, personarse en el lugar de los sucesos;allı comprueban los hechos. Los obreros esta(n)revolucionados y quieren asaltar el cuartel de laGuardia Civil, la fuerza por la pared del edificioque da al monte, ha huido para mejor defensa,lo que enardece los animos de los asaltantes.El Alferez Lopez Fabian los exhorta a la calma,del grupo salen unos disparos que hieren grave-mente al Oficial en una pierna, provisionalmentees curado y trasladado a Zamora donde quedaingresado en el Hospital Provincial.Ante los hechos ocurridos y al conocerse con se-

guridad, que en la Capital se ha declarado el Es-tado de Guerra haciendo el Ejercito de la guar-nicion causa comun con los Generales rebeldes,el sargento y carabineros se atemorizan ante eltriunfo FALANGISTA y se internan en la vecinanacion Portuguesa, por la que vagaron variosdıas; seguramente, como la estancia en ella lesresultarıa poco grata, al imperar el gobierno fas-cista de Salazar, que devolvıa a los espanolesque se internaban huyendo del terror franquista,o bien por haber tenido conocimiento de la en-ganosa proclama del general Mola que fue pu-blicada en el Correo de Zamora num. 12398 deldıa primero de Agosto que decıa: El ejercito delNorte, ante los triunfos que obtiene en todas laspartes, el ejercito de Espana. La Junta de Defen-sa Nacional y en su nombre el general Mola quemanda el Ejercito del Norte, ha acordado res-petar la vida de los soldados que se entreguena las fuerzas de su mando. Pensadlo bien, quepodeis salvar las vidas y vivir tranquilos, en unaEspana Grande, libre de Dictadores rojos, quehasta ahora estabamos sufriendo.Tambien pudo influenciar en el animo de los Ca-rabineros el regreso a Espana, al considerar,que la accion realizada no era delictiva. Por losmotivos que fueran, atravesaron la frontera porla Demarcacion de Alcanices y se presentaron alCapitan de la Companıa de Carabineros, quienal dar conocimiento al Jefe de la Comandancia,le ordeno el traslado a Zamora y a su llegadael ingreso en los calabozos del cuartel de In-fanterıa de Toledo. Rapidamente el Comandantede Infanterıa Don Jose Mora Requejo nombra-do Juez Instructor empezo a incoar la causa y acontinuacion nombraron defensor al capitan deCarabineros Don Angel Espıas Bermudez.El Consejo de Guerra de Oficiales Generales secelebro en un salon del Hospital Provincial. Elalferez don Ricardo Lopez por encontrarse heri-do en cama no estuvo presente en la vista dela causa. El fiscal encuadro los hechos en undelito de Rebelion Militar, considero autores alAlferez y Sargento y solicito para ellos la penade muerte; a los Carabineros como auxiliares lareclusion perpetua. Hizo elogio de la conductade la Guardia Civil, que para defender mejor elcuartel se fueron al monte. Conducta distinta ala de los Carabineros. El Defensor nego que sus

Page 15: GUERRA CIVIL ESPANOLA. A˜ NO 1936.˜ HECHOS …Ebre 38. -N´um. 2, pp. 61-84 Revista Internacional de la Guerra Civil (1936-1939) DESEMBRE 2004 61 EBRE 38 GUERRA CIVIL ESPANOLA. A˜

DE

SE

MB

RE

2004

75

EB

RE

38

defendidos hubieran cometido la rebelion militar.La confusion de los Carabineros, fue motivadaal desconocimiento de haberse declarado el Es-tado de Guerra en Zamora y que los fascistastomasen parte activa en el mismo. Demostrarongran celo, pues saliendose de su peculiar servi-cio, pretendieron preservar el orden y defendera los poderes constituidos. Hizo constar su sen-timiento por las palabras del Fiscal al manifestarque la conducta de Carabineros fue distinta de laseguida por la Guardia Civil. El Cuerpo de Cara-bineros siempre se distinguio por el cumplimien-to exacto del deber, como lo atestigua su glorio-so historial. Por todo lo expuesto, solicito la ab-solucion para sus patrocinados. El Comandantefiscal pidio la palabra; concedida, manifesto, queen su animo nunca estuvo desmerecer al cuerpode Carabineros del que conocıa sus virtudes mi-litares y para satisfaccion del defensor lo hacıapatente.Mientras el Tribunal deliberaba para imponer ydictar la sentencia a los reos, el fiscal y defensorabandonaron la sala. El Fiscal volvio hacer pre-sente al defensor, que sus palabras no quisieronmolestar a los Carabineros de los que tenıa unalto concepto.Mas de una hora tardo el tribunal en dictar sen-tencia. Fueron llamados para la lectura el fiscaly el defensor. El Consejo de Guerra de OficialesGenerales impuso la pena de muerte al alferezDon Ricardo Lopez Fabian y al sargento don An-dres Lopez Pichel y la de reclusion perpetua alos Carabineros Indalecio Cano Lobo, Juan Alon-so Calvo y Ambrosio Alejo Vizan. La sentenciano serıa firme, hasta que fuera firmada por elCapitan General. A los pocos dıas la sentenciafue aprobada y devuelta al Juez Instructor.A los Carabineros condenados a reclusion per-petua, el juez en presencia del defensor les dioa conocer la pena. Al conocerla, Ambrosio Alejole dijo: por Dios mi Comandante: si no hemos co-metido ningun delito, obedecimos a los superio-res, contuvimos a los levantiscos. El Juez le re-plico: en estos momentos bastante bien han sa-lido ustedes, con indultos y amnistıa, pronto sal-dran, seran puestos en libertad. Al atardecer deldıa 15 de Agosto, el alferez Don Ricardo LopezFabian y el sargento don Andres Lopez Pichelentraron en capilla, el defensor por encontrarse

ausente en servicio fuera de la Capital, no estu-vo presente. El Jefe de la Comandancia al regre-sar el defensor, le dio conocimiento y fue a visitara los reos.El Alferez habıa sido trasladado de la sala ge-neral de enfermos a una habitacion de la plantabaja. Se encontraba sentado en la cama, escri-biendo una carta, a su lado tenıa una Hermanade la Caridad que le atendıa. Al ver entrar al de-fensor, con expresion aspera le dijo:— Le expreso mi sentimiento por no habermevisitado despues de celebrado el consejo deGuerra,— Muy bien mi capitan, muchas gracias.El capitan dolorido, le hizo presente que no lehabıa visitado, por rehuir comunicarle la senten-cia impuesta, no se la podıa comunicar, hastadespues de firmada por el Capitan General. Noencontrandose muy conforme con la aclaracion,le manifesto el deseo de hacer testamento.El Capitan ordeno a un carabinero fuera a bus-car a un notario (...) el se ausentaba, para visitaral sargento Pichel, se encontraba en el calabozodel cuartel Viriato, donde habıa entrado en capi-lla. El defensor al llegar al calabozo, el sargen-to se encontraba con el carabinero Cano Lobo,quien se ausento para recluirse en su calabozo.Al quedar solos, el sargento dijo: - Le expreso migratitud por la defensa y quisiera pedirle el ulti-mo favor. El Capitan le manifesto, que si estabaa su alcance podıa contar con el. La peticion sereducıa a que pasara la noche de charla en sucompanıa. El defensor le advirtio de las ausen-cias que tendrıa que hacer, para visitar algunavez al alferez, que habıa entrado en capilla.La conversacion se desarrollo sobre asuntos delservicio en el Cuerpo y los relaciono con los quehabıa prestado en Africa. La conversacion fueinterrumpida, al anunciar un centinela, la llegadade un sacerdote, por si necesitaba los auxiliosespirituales. El defensor hizo ademan de levan-tarse. Al momento Pichel dijo: - No se ausentemi capitan, “estos son los del quinto no matar”no tienen que hacer nada conmigo.El defensor le replico, haga lo mas convenien-te, yo voy a enterarme si el Alferez ha hecho eltestamento.Sobre las tres de la manana volvio al calabozoy le manifesto, no habıa recibido espirituales. El

Page 16: GUERRA CIVIL ESPANOLA. A˜ NO 1936.˜ HECHOS …Ebre 38. -N´um. 2, pp. 61-84 Revista Internacional de la Guerra Civil (1936-1939) DESEMBRE 2004 61 EBRE 38 GUERRA CIVIL ESPANOLA. A˜

DE

SE

MB

RE

2004

76

EB

RE

38

animo era de la mayor entereza, unicamente ma-nifesto una pequena emocion, al hablar de la si-tuacion economica en que dejaba a su esposae hijos, le inquietaba el porvenir, al desapare-cer su sombra, (la) veıa al desamparo. Cambian-do de pensamiento dirigio la conversacion haciala muerte que se avecinaba, la consideraba tanhonrosa como la de los comuneros Bravo, Padi-lla y Maldonado. Pretender oscurecer la libertadera robustecer la injusticia y por tanto contrarioal espıritu militar, y a los grandes ideales de loshombres.Cuando casi despuntaban las primeras clarasdel dıa se recibieron noticias del Hospital, infor-mando que, el Alferez habıa intentado suicidarsecon una pequena navaja, dıas atras la habıa es-camoteado a un chiquillo, que con sus familiareshabıa estado en la sala de enfermos en su visita.Curado de las heridas producidas en la gargantay brazo y bien vendado, fue colocado en una ca-milla, para transportarlo al cementerio, no obs-tante estar prohibido por la Ley llevar a efecto laejecucion al encontrarse el reo en tal estado.El defensor salio del cuartel de infanterıa en mo-tocicleta detras del camion ocupado por solda-dos, que custodiaban al Sargento Pichel. Iba sinprenda alguna en la cabeza, llevaba calzon cor-to sin polainas, cazaba alpargatas. Erguido y enactitud arrogante llego a la explanada del Ce-menterio, lugar donde se iba a realizar la ejecu-cion. El sol empezaba a lanzar los primeros ra-yos, para iluminar y presidir el triste espectaculo.Al otro lado de la carretera, que va a Salamancay bordea el frente del triste recinto, habıa unoscuantos curiosos. Al bajar del camion el sargen-to Pichel, el defensor le estrecho la mano, en esemomento llego el comandante Juez Instructor dela causa. El sargento con mirada arrebatadora ledijo: - Ha sido para mı un tirano. El defensor lepidio se moderase y cogiendolo del brazo se di-rigieron a donde estaba el Alferez tendido en lacamilla, al verlos dijo: - Por Dios mi capitan ¡es-to es terrible Dios mıo!. El defensor le invito aserenarse dirigiendole palabras de consuelo. Elcuadro dentro de lo humano era tragico, en el reoera sublime, suplicando a Dios y entregandose ala piedad y justicia.Colocado el sargento en el lugar de la ejecuciondijo:

— Que palido esta el teniente Bahamonde. Elcapitan le contesto:— La escena es bastante infausta y angustiosa.Piche seguidamente dirigio la palabra al pique-te de ejecucion, formado por carabineros. Convoz fuerte y serena, senalando con la mano alcorazon dijo:— Companeros apuntad aquı. Viva el Cuerpode Carabineros! Viva la Republica! Viva Espana!A la voz de fuego del oficial se produjo la descar-ga. El cuerpo del sargento Pichel cayo a tierracon un fuerte quejido ronco, a los dos minu-tos se extinguio la vida, todos los disparos hi-rieron el corazon cumpliendo su ultima voluntad.El Alferez tendido en la camilla, parecıa estardormido, las balas habıan perforado el craneo.Ası murieron estos dos honrados y valientes ca-rabineros, que creyeron cumplir con el deber y laterrible fatalidad de la epoca los envolvio. La Jus-ticia Eterna en compensacion les darıa el premiocorrespondiente.Los Carabineros condenados a reclusion perpe-tua, desde los calabozos del regimiento de infan-terıa fueron trasladados a la carcel. En una delas “sacas” que casi a diario se hacıa de los pre-sos decretada por el Gobernador civil que era elTeniente Coronel Hernandez Gomez, fueron sa-cados por los Falangistas y montados en el ca-mion de la muerte. Los llevaron al cementerio enaltas horas de la noche (sic) y al lado de la fosafueron vilmente asesinados.El sumario con este hecho quedo ultrajado y elConsejo de Guerra de Oficiales Generales pros-tituido. Fue una farsa donde se refugiaba la hipo-cresıa de la Autoridad, consentidora del crimen.Los reos fueron entregados a los tigres falangis-tas, para que los despedazaran en la oscuridadcubierta con los gritos de falsos defensores deCristo.Despues del fusilamiento el Juez envio al de-fensor 2 cartas, transcritas literalmente, la delAlferez Lopez Fabian dice: Hospital de Zamora15 de Agosto de 1936.- Querida esposa e hijosde mi corazon: El dıa 21 del pasado creyendo ira cumplir un deber con la Patria, fui herido concuatro proyectiles, de los que me estoy curandoen este hospital, pero al triunfar la idea fascis-ta, han tomado mi actitud no como un deber dedefensa de la Patria, si no como un delito de Re-

Page 17: GUERRA CIVIL ESPANOLA. A˜ NO 1936.˜ HECHOS …Ebre 38. -N´um. 2, pp. 61-84 Revista Internacional de la Guerra Civil (1936-1939) DESEMBRE 2004 61 EBRE 38 GUERRA CIVIL ESPANOLA. A˜

DE

SE

MB

RE

2004

77

EB

RE

38

belion Militar, por lo que manana dıa 16 sere eje-cutado. Te ruego con toda mi alma, recibas la no-ticia con serenidad y valentıa, que no derrameistu y los ninos una sola lagrima por mı, y que ten-gas en cuenta que el deber que tenıamos anteslos dos de mirar por los ninos, ahora pesa y que-da sobre ti sola, por lo cual espero sabras des-velarte, para saber cumplirlo. Procura inmedia-tamente arreglar los papeles, para que Lucianopueda entrar en el Colegio de Huerfanos y ense-guida los de Demetrio y Ricardın. Marce, vea sipuede terminar el Bachiller en el curso que va aentrar, advirtiendole, que el debe llenar el huecoque yo dejo, puesto que es mayorcito.Mi ultimo adios, un millon de besos a Marce, Lu-ci, Demetrio y Ricardın que reciban como mi ulti-mo Adios, el que transmitiras a todas mis amis-tades, ası como, a tus hermanos y toda la fami-lia. Tu esposo que os dedicar el ultimo aliento.-Ricardo Lopez ... Esta mi ultima firma.La carta del sargento Pichel dice: Zamora-Agosto 1936. no 9.-A mi defensor. Gracias miCapitan. Solo la espontaneidad con que se ofre-cio a ser mi defensor, me lleva con valor a la fo-sa, que se encargara de mis despojos. A usted lecupo la suerte de mandarme, jamas falte al de-ber. . . La historia en su dıa nos ha de juzgar a to-dos. Oriente desde los albores de la civilizacionEgipcia nos oriente a los pueblos. Los necios ydesconocedores de esto piensan lo contrario.Ideas heterodoxas, Jesucristo, Confucio y Maho-ma nos quedan demostrado lo que sera el nuevomundo; en Oriente de Europa un Pueblo y en elOriente de Oceanıa otro se encargaran de decir-lo, America avizor para ir al lado del gananciosoy mas con las ganas que tiene de una posicionen Africa.Yo estoy fuerte y al ejemplo de Padilla ante el ha-cha que iba a descargar su verdugo, la cabezaen alto y el pecho fuera sera segada mi existen-cia.Queda encargado de darle un abrazo a mi espo-sa e hijos y a todo el Cuerpo de Carabineros de-fensor de las libertades de Espana. ¿Que dirıande esto Espartero, Serrano y Topete amantes dela constitucion? El que esto relata tienen tantode traidor, como lo cometido por los Comune-ros, por eso no me intimida la muerte. Sin ho-gar ni pan queda mi esposa en union de cuatro

hijos, pida una limosna a mis superiores, com-paneros y carabineros, para que el hambre y elfrıo no les mate. Muero laico como veis, pero nopor eso dejo de perdonar a todos, hasta el ma-yor de mis enemigos, hincado de rodillas os loesta agradeciendo. Si tomais parte en el cuadrode mi ejecucion, tomad nota.Nada mas mi capitan que la suerte le sea favo-rable, como igualmente deseo a todo el personaldel honroso Instituto, adios a todos y cuando veami fosa poner una flor en ella, que de veras os loagradecere.- Andres Lopez Pichel.Su cadaver esta enterrado en el cuartel Ntra.Sra. de Lourdes.Los Consejos de Guerra se sucedıan, variosJueces instructores actuaban. En una de lascausas, fue encartado Don Manuel Fabregat an-ciano medico del pueblo de Lubian y con el Rei-naldo Cortes de profesion obrero. Al primero sele acusaba de haber albergado en su casa al Ge-neral Caminero, que desde Calabor por dondeiba a pasar a Portugal, fue llevado por obrerosde dicho pueblo y por allı atraveso la frontera yse interno en la vecina Nacion. La actuacion deReinaldo fue estar en Lubian hasta que el Gene-ral se ausento. El medico albergo a Caminero ensu domicilio a peticion de su sobrino Ovidio. Porlo humilde del pueblo no habıa hospedaje ade-cuado para el General y accedio a la peticion. Elsobrino pertenecıa a la Junta del Sindicato, queen realidad mandaba en Lubian y lo exigıa.El obrero Reinaldo se encontraba en Requejo ensu casa, varios companeros le hicieron levantary le obligaron acompanar al General, hasta supaso a Portugal, despues regreso a su domicilio.Para no actuar con las masas obreras se escon-dio en el tunel numero cuatro, donde permane-cio hasta la llegada de las fuerzas del Regimien-to de Infanterıa Toledo, a las que se presento yayudo a trasladar la dinamita que habıa en lasobras del ferrocarril.El Consejo de Guerra califico los hechos incur-sos en el delito de rebelion militar e impuso almedico Don Manuel Fabregat la pena de muertey a Reinaldo Cortes la de reclusion perpetua. Alos pocos dıas las sentencias fueron confirma-das.Al entrar en capilla el reo Sr. Fabregat, le fueleıda la sentencia delante del defensor y cono-

Page 18: GUERRA CIVIL ESPANOLA. A˜ NO 1936.˜ HECHOS …Ebre 38. -N´um. 2, pp. 61-84 Revista Internacional de la Guerra Civil (1936-1939) DESEMBRE 2004 61 EBRE 38 GUERRA CIVIL ESPANOLA. A˜

DE

SE

MB

RE

2004

78

EB

RE

38

cida la pena, dijo:— Me alegro me hayan impuesto la pena demuerte y no la de reclusion perpetua, dada miedad no podrıa abrigar la esperanza de libertad.Lamento se me condene por rojo. No se lo quees eso. Mis ideas son y fueron siempre de or-den y de derechas. Ahora solo quiero avisen aun sacerdote, deseo confesarme.El fusilamiento, con cinco reos mas pertenecien-tes a otra causa, se llevo a efecto, en las tapiasdel cementerio. El piquete de ejecucion estabaformado por falangistas, en la primera descargahecha a pocos pasos de distancia de los reos,no hicieron blanco en el cuerpo del medico. A ladetonacion encogio los hombros y quedo de pie.La segunda descarga le arrebato la vida. Reinal-do Cortes tuvo una reclusion perpetua efımera,a las pocas semanas siguio la misma suerte. Enlas “sacas” que hacıan en la carcel, fue llevado alcementerio por los catolicos falangistas, y juntoa la fosa asesinado.

Otro Consejo de Guerra

Las determinaciones del coronel Aranda enOviedo, dieron origen a un proceso en el pue-blo de Benavente, donde quedo encartado el al-calde Don Alfredo Rodrıguez, y los vecinos En-rique Villarino, Venancio Alonso, Domingo Pe-dreo, Alejandro Paramio, Eutiquio Altier, MoisesEgido, Vıctor Garcıa, Buenaventura Gonzalez,Jose Barrios, Honorio Gutierrez, Teofilo Infies-ta, Francisco Fernandez, Felix Vara, Jose Parra,Francisco Cortijo, Miguel Colinas, Policarpo Prie-to, Alejandro Hidalgo, Leonor Martinez (alias Pi-co de oro) y Marıa Garea. A todos se les consi-dero incurso en el delito de rebelion militar.El alcalde en la noche del dıa 19 de julio reci-bio telegramas de Astorga y La Baneza del Je-fe de las milicias mineras, procedentes de Ovie-do. El coronel Aranda les habıa entregado DOS-CIENTOS Fusiles Mauser del almacen del Regi-miento de Infanterıa. En los despachos telegrafi-cos le manifestaba tuviera a su llegada prepara-das quinientas raciones de pan. El alcalde ense-guida llamo al capitan de la Guardia Civil y le dioconocimiento del caso. Le contesto que el asun-to no era de su incumbencia, y salio de servicio

fuera de Benavente. Con el fin de evitar malesmayores, llamo a los panaderos y les dijo:— ¿Quieren y pueden hacer Vds. quinientas ra-ciones de pan para unos mineros, que llegaranen el tren de la madrugada procedentes de As-torga?Ante la contestacion afirmativa se hizo la elabo-racion. El alcalde bajo a recibirlos y pidio a losdirigentes que no molestasen a persona alguna.Benavente era un pueblo pacıfico. Los demasencartados en el sumario, ası como las muchaspersonas que bajaron a la estacion, lo hicieroncon el fin de enterarse de lo que pasaba y curio-sear. Los mineros durante su corta estancia enBenavente cogieron de una armerıa dos escope-tas y registraron alguna casa. Al conocer que enZamora se habıa declarado el Estado de Guerra,decidieron variar de direccion y se dirigieron aMadrid. Un oficial de telegrafos llamado Almoi-na se unio a ellos. Todos los procesados per-tenecıan a los partidos de izquierda y algunosejercıan cargos oficiales. En eso estaba encua-drado el delito cometido. La trivialidad de los su-cesos no merecıa haber hecho apreciacion, me-nos aun, formar proceso alguno.El alcalde aparecıa en las declaraciones de tes-tigos de personas de relieve con matiz polıticoderechista, como persona dignısima, celoso delorden y la justicia y mirando siempre por el bien-estar del vecindario. Algunos de los procesadosejercıan el cargo de concejal, no se les conocıairregularidades, ni distinguidos en conflictos. Noobstante, todos estos antecedentes, el Juez bus-cando acusacion, hizo con la llegada de los mi-neros delito para la incoacion del sumario. El Fis-cal en su informe solicito veinte anos y un dıapara el alcalde. Once de los procesados fueroncondenados a pena de muerte y el resto a re-clusion perpetua. La defensa hizo constar su de-sacuerdo con la peticion del fiscal, considerandoel hecho de bajar a la estacion, un acto sin im-portancia, impuesto por la curiosidad, que ocurrecon frecuencia en pueblos de vida monotona ysencilla. Hizo resaltar la brava actuacion del pro-cesado Francisco Fernandez, que evito que elJefe de la estacion don Jesus Urzaiz fuera agre-dido por un minero llamado Polledo durante unadiscusion violenta sostenida. El hecho consta-ba en el folio 33 del sumario. Tambien puso de

Page 19: GUERRA CIVIL ESPANOLA. A˜ NO 1936.˜ HECHOS …Ebre 38. -N´um. 2, pp. 61-84 Revista Internacional de la Guerra Civil (1936-1939) DESEMBRE 2004 61 EBRE 38 GUERRA CIVIL ESPANOLA. A˜

DE

SE

MB

RE

2004

79

EB

RE

38

manifiesto para que se tomase en consideracionque su patrocinada Leonor Martınez Robles seencontraba embarazada de cuatro meses. Cir-cunstancia por la que no fue fusilada.Expuso la brillante gestion de Don Alfredo Ro-drıguez como alcalde. La llegada de los mine-ros a Benavente fue circunstancial y la curiosi-dad de un vecindario sin caracter delictivo. Las500 raciones de pan, las entrego para evitar re-presalias. No existiendo realizado el delito de re-belion militar solicito al tribunal un fallo absolu-torio.La sentencia dictada por el consejo de guerrafue la de veinte anos y un dıa para el alcal-de. A once de los procesados, pena de muerteen la que estaban incluidas las dos mujeres, sehabıan distinguido en alardear de estar afiliadasen Partido de izquierda, pero no habıan cometi-do acto delictivo alguno. Los restantes procesa-dos lo fueron a reclusion perpetua.Cuando los condenados a la pena de muerteentraron en capilla, oyeron impasible la senten-cia. Unicamente Marıa Garea empezo a lloraramargamente, implorando caridad para sus hi-jitos que eran ninos pequenos y necesitaban desus cuidados, quedaban huerfanitos, al estar enel mismo proceso el esposo tambien condena-do a muerte. Por ignorar la circunstancia, el de-fensor no lo hizo patente al Tribunal. Los demasprocesados pidieron una cena distinta del ran-cho de la carcel. El defensor transmitio la peti-cion al Juez Instructor Sr. Prada, y juntos fue-ron a encargarla al Hotel Antonio, quien dio elservicio. La habitacion era grande y lobrega, si-tuada en la planta baja. Mientras cenaban en laantesala de la muerte, charlaban animados, pa-recıa una posada donde a la hora de la comi-da se reunen los viajeros, solamente desento-naba el colorido. Marıa Garea, que tendida so-bre el pavimento, lanzaba “ays” desgarradores,resonaban angustiosos en el frıo calabozo, im-plorando piedad, querıa vivir para sus hijitos queiban a quedar desamparados. Las conversacio-nes y los llantos de la madre se ahogaban entrelos fuertes muros.En una de las frecuentes visitas del defensor,algunos reos le expresaron el deseo de hablarcon el Obispo de la Diocesis Don Manuel ArceOchotorena. Para complacerles en la peticion, el

defensor la transmitio al Juez. Ambos se trasla-daron a las veinticuatro horas, al palacio obis-pal: al portero le hicieron presente, el objeto dela visita. A pesar de lo avanzado de la hora, elprelado se encontraba levantado. Al salir del pa-lacio tomo asiento en el automovil. El defensor leinformo del caso. Al llegar a la carcel e introduci-dos en el lobrego salon, un frıo de tristeza se ad-vertıa, al contemplar el grupo de hombres rebo-santes de salud y jovenes envueltos en las som-bras de la fatalidad y colocados al borde de lavida terrenal. La cena habıa terminado, algunosparecıan meditabundos. Al darse conocimientode la presencia del obispo se pusieron en piey lo rodearon. El que le dirigio la palabra, soli-cito de su bondad intercediera para conseguir elindulto de todos o al menos, para la madre tendi-da y de bruces en el suelo, anegada en lagrimasy destrozada por el dolor materno suplicaba pie-dad y misericordia para sus hijitos. La Autoridadeclesiastica prometio hacerlo.Al salir de la carcel el Obispo mostraba gran sen-timiento, por el cuadro que acababa de contem-plar le habıa impresionado mucho, sobre todo elde la madre que lloraba orfandad de sus hijitos.Acto seguido nos dirigimos al Gobierno Civil, nosrecibio el Teniente de Asalto Sr. Prada Canillas.Le hizo presente sus deseos de peticion de in-dulto. El Sr. Prada le informo que hacıa mediahora que el Teniente Coronel Sr. Hernandez sehabıa ausentado. Le expreso la inutilidad de lagestion, ya no habıa tiempo. En aquellos mo-mentos se ignoraba donde estaba Franco, y lashoras eran contadas, para llevar a efecto la eje-cucion. Triste y cabizbajo regreso el Obispo a supalacio, mas triste se quedo el defensor, debıacomunicar a sus patrocinados el resultado de lagestion, como la verdad destruıa la ilusion de laesperanza en los postreros momentos de la vi-da, opto por mentir, los dejo morir con el anhe-lo esperanzados de conseguir el indulto hasta elultimo momento.El indulto era imposible de conseguir en unajaurıa de chacales, hienas con sed insaciable desangre. Constantemente ofendıan a la Misericor-dia Divina. A las seis de la manana los conde-nados fueron trasladados en un camion al ce-menterio. Colocados en el lugar de la ejecucionprocedieron a vendarles los ojos, dos de ellos se

Page 20: GUERRA CIVIL ESPANOLA. A˜ NO 1936.˜ HECHOS …Ebre 38. -N´um. 2, pp. 61-84 Revista Internacional de la Guerra Civil (1936-1939) DESEMBRE 2004 61 EBRE 38 GUERRA CIVIL ESPANOLA. A˜

DE

SE

MB

RE

2004

80

EB

RE

38

negaron a que se lo hicieran. Marıa Garea y elesposo murieron juntos esposados.La ejecucion abominable se habıa realizado.Cuando los reos de este y otros inicuos proce-sos pasaban sobre las aguas del DUERO, sumurmullo gritaba ASESINOS: la PATRIA se con-duele de tantos crımenes.Si maldicientes eran estas ejecuciones decre-tadas por los Consejos de Guerra, mas aun loeran, las llevadas en las altas horas de la no-che por los llamados Falangistas. Los procesa-dos que fueron condenados a reclusion perpe-tua, en los dıas siguientes, fueron sacados dela carcel y llevados al Cementerio, allı junto a lafosa con el ritual de siempre los asesinaron.Para dar una idea de la persona de uno delos procesados, a continuacion se transcribe lacarta que dirigio al defensor Don Angel EspıasBermudez, donde se refleja la conducta y senti-mientos. Dice ası:

Zamora.-Muy senor mıo y de mi mayor conside-racion; estando incluido en el proceso instruidoen Benavente con motivo de los hechos ocurri-dos los dıas 20 y 21 de Julio y siendo Vd. la per-sona designada por unanimidad entre nosotros,para encargarse de nuestra defensa, me tomo lalibertad de dirigirle la presente, para saludarle yexplicarle a la vez, algunos antecedentes sobremi personalidad, que le sirva de orientacion a sugeneroso cometido.Nadie en Benavente Sr. Espıas podra disputar-se conmigo el tıtulo de vecino honrado y traba-jador. Sin principio alguno, por mis propios me-dios y mi trabajo constante, he logrado sobre unsolar alzar una casa y detras he formado en lastierras mas pobres y esteriles una fertil pradera yhuerta. Sin la menor duda, por estas cualidadesmıas, otros meritos no poseo, por hacendososy buen administrador de mi casa, fue mi nombrepropuesto por las Organizaciones de la Casa delPueblo Sindicales, no polıtico para Concejal delAyuntamiento.Mi triunfo fue rotundo, votaron mi humilde nom-bre no solo los trabajadores si no otras cla-ses sociales. En mala hora! Cuantos disgustosy amargura me ha producido! Durante los cua-tro anos que he desempenado el cargo, pues acontribucion lo poco que significo en pro de los

intereses de mi querido Pueblo, pero era naturalque defendiera con preferencia a los que repre-sentaba, y esto como es logico me creo algunasenemistades.Harto de amarguras y desenganos por unaparte, no existiendo vanidad por otra y perju-dicandome enormemente mis intereses, habıatomado la resolucion inquebrantable de retirar-me a mi casa, empezando por dimitir el cargo deConcejal como ya lo habıa hecho. En estos ulti-mos acontecimientos que todos conocemos, enel sumario leera Vd. mi declaracion y vera la par-ticipacion que he tomado en los hechos, que fueen todos los momentos para recomendar cordu-ra y sensatez, pues yo le confieso sinceramenteque me hacıa la ilusion que al igual que otrosmovimientos, en Benavente no llegarıa a ocurrirnada, ya que en este Pueblo hemos tenido lafortuna de no tener que lamentar hechos desa-gradables desarrollandose las cuestiones entrecapital y trabajo dentro siempre de la mayor ar-monıa, para bien de todos.Ahora lo que tengo gran interes de manifestar,para Vd. lo tenga en cuenta en mi defensa, es losiguiente:1a- Que ignoro que en Benavente se formo unComite en aquellos momentos, lo que afirmo esque (si) existio, yo no pertenecı a el, pues cuan-tas veces intervine, para recomendar respeto, lohice exclusivamente, con la autoridad moral queme daba el cargo de Concejal.2a- Que no soy miembro del Comite Comunis-ta y que siempre actue en el Ayuntamiento re-presentando a las organizaciones sindicales queme habıan elegido.3a- Que si bien es cierto que baje a la estacion,no fue por recibir a los mineros, si no por simplecuriosidad, como hice en Octubre al paso de untren militar para Asturias.4a- Que las obligaciones de mi profesion de hor-telano no me permitıan ocuparme de otras cosasmas que las del cargo de Concejal.5a- Que no he sido nunca dirigente ni propagan-dista, jamas ocupe una tribuna polıtica.6a- Que jamas he manejado un arma exceptocuando estuve en el servicio militar.7a- Cuando me entere de los desmanes come-tidos por los mineros, era ya tarde para poder-lo evitar, por otra parte significaba yo bien poco

Page 21: GUERRA CIVIL ESPANOLA. A˜ NO 1936.˜ HECHOS …Ebre 38. -N´um. 2, pp. 61-84 Revista Internacional de la Guerra Civil (1936-1939) DESEMBRE 2004 61 EBRE 38 GUERRA CIVIL ESPANOLA. A˜

DE

SE

MB

RE

2004

81

EB

RE

38

en aquellos momentos y ante aquellos hombres.No obstante, manifeste publicamente mi disgus-to por lo que sucedıa, condenando los hechos.Por ultimo, hago juramento solemne por mi ho-nor, por mis padres difuntos, por mi esposa ehijos queridos, que sea cual fuere el resultadode la contienda actual vivire al margen de todasla cuestiones polıticas; el hogar, el trabajo hon-rado y la prosperidad de Espana seran mi uni-co ideal, abrigo la esperanza, casi la seguridad,que desde el senor Alcalde hasta el senor curaparroco han de informar favorablemente sobremi conducta, ası como no han de faltar senoresque den buenas referencias de mi persona si Vd.las necesita. Que el Cielo premie accion tan ge-nerosa y humanitaria, como es la de defender aun padre de familia, cuyo hogar risueno y felizhasta hoy podrıa destruirse por algun tiempo, yDios ilumine su esclarecida inteligencia para lle-var a los senores del tribunal el convencimientode mi inocencia. Por todo ello, le estare altamen-te agradecida y reconocida mi familia mientrasviva, que se ponen incondicionalmente a su dis-posicion en todo y para todo. Que sea muy felizy le desea de todo corazon su humilde y afectısi-mo Domingo Pedrero —rubricado— prision deZamora.- 9 Septiembre 1936.

La carta que antecede es la expresion sincera delas ideas, sentimientos y humanidad, exponenteclaro de la personalidad del ciudadano Pedre-ro, cuando injustos barrotes de la carcel lo apri-sionan. Nacido en una humilde cuna, donde lanecesidad inclemente sacude los hogares, co-nocio los rigores que angustian la vida. Cuandoen el angosto camino a fuerza de privaciones ytrabajo logra un pequeno bienestar, cae abatido,y cual inocente pajarillo queda aprisionado entrelas redes de un sumario, y envuelto en un proce-so, por un delito que no cometio. ¿Era delictivo elcargo de Concejal? ¿Era delictivo el estar afilia-do a algun partido de izquierda? Los generalesinsurrectos tambien habıan ejercido cargos du-rante el periodo republicano. ¿Consideraron de-lictiva su actuacion?El defensor debio decir al tribunal. He aquı midefensa. Ante lo imposible dejo a la historia ya la posteridad dictaran el veredicto acusando alos jueces. Principalmente a las Autoridades que

ejercıan el mando supremo de la Nacion, patro-cinadora del terror desatado.

Otros procesos

Con iguales caracterısticas que los anterioresconsignados, se incoan y sustancian las restan-tes causas. Los encartados son hijos del Pue-blo, conciudadanos. La bandera del delito queenvolvio a estos compatriotas, fue la bordadacon mentiras. Los Judas avisaron a los esbirrosFalangistas. Las perfidas delaciones, enmasca-rando la verdad, les hicieron aparecer como ele-mentos peligrosos. La realidad transparentabael odio al que argumentaba la calumnia. Se lasacusaba de actos que no habıan realizado o ex-presiones no manifestadas. La comprobacion dehechos no existıa.En Consejo de Guerra Sumarısimo, fue vis-ta la causa seguida a Cayetano de la Fuente,por haber sido Presidente de la Casa del Pue-blo. A Francisco Ramos por poseer una pistola,que la poseıa hacia bastante tiempo, a UrbanoMartınez por tener en su poder cuatro cartuchosde dinamita, un poco de polvora y dos rollos demecha procedentes de obras que realizaba, ycuyos explosivos necesitaba para su trabajo co-tidiano. Jose Velasco, Juan de la Fuente y Ani-ceto Gonzalez por ser considerados elementospeligrosos.En el sumario no aparecıa confirmada la afilia-cion polıtica de los encartados, ni existıan los an-tecedentes de haber ejecutado actos que pudie-ran encuadrarlos en el delito de rebelion militar,ni existıan indicios que los encartados tuvieranrelacion entre sı y pudieran dar sospecha a lacomision de un acto delictivo. No obstante, porpertenecer como afiliados a la Casa del Pueblo,le anadieron la peligrosidad. El Consejo les im-puso a todos la pena de muerte. El derecho ala vida, ante la sentencia del General Mola “hayque ser terribles” no tenıa significacion.OTRA SENTENCIA MONSTRUOSA dictada porun Tribunal militar, fue la recaıda en la causa ins-truida contra Don Julian Cestero y su esposa. Enlos tribunales donde se ven y juzgan las causasen Juicios Sumarısimos, el defensor tiene queejercer el cometido verbalmente sin escrito algu-

Page 22: GUERRA CIVIL ESPANOLA. A˜ NO 1936.˜ HECHOS …Ebre 38. -N´um. 2, pp. 61-84 Revista Internacional de la Guerra Civil (1936-1939) DESEMBRE 2004 61 EBRE 38 GUERRA CIVIL ESPANOLA. A˜

DE

SE

MB

RE

2004

82

EB

RE

38

no, no obstante, por el estudio ligero que hizo dela causa, recogio datos para poder formular ladefensa. Esta se deslizo en la siguiente forma.

Senores del Consejo:Del resumen leıdo por el Sr. Juez se deducen so-mera los hechos, estos tienen entre sı una rela-cion ıntima estan unidos estrechamente. Para elesclarecimiento completo de la verdad, se hacepreciso ir analizando imparcialmente uno a uno,detalle a detalle, hecho por hecho, ası lograre-mos ver con claridad toda la actuacion de losencartados en este proceso, obscurecidas porlas sombras del rencor e imputaciones sin con-firmacion.Organizando logicamente el sumario, para con-seguir el analisis perfecto, se llegara a conclusio-nes exactas, que son precisamente la conexionexistente en informes y declaraciones prestadaspor autoridades y testigos; todas forman un con-junto que dan unidad al sumario. Dividiendolo endos etapas, reflejaran la ideologıa, conducta so-cial, profesional y religiosa de mis defendidos, esdecir, investigacion en este aspecto. Antes delmovimiento Nacional y despues.Los antecedentes de los encartados se compen-dian desde el ano 1926 a la fecha. Todos losinformes recabados en los pueblos de Camar-zana de Tera y Tagarabuena, donde han ejerci-do su profesion de maestros durante bastantesanos, son inmejorables en todos los aspectosy los consideraron como defensores de la Dic-tadura de Primo de Rivera. Los informes estanavalados por los senores sacerdotes de los Pue-blos citados, Jefe de Falange actuales, alcaldesy Jueces.Donde empieza la nebulosa que quiere envolverla inocencia de mis patrocinados, es desde me-ses antes del Movimiento Nacional, que ejercie-ron su profesion en el pueblo de Manganeses dela Lampreana. Ciertas declaraciones que apare-cen en el sumario, para averiguar la actuacionde los encartados durante ese tiempo, si se exa-minan profundamente, y haciendo eco a las quecon mayor rigor acusan a Don Julian Cestero y asu esposa, se observa, que los cargos se limitana poner de relieve unicamente que mi defendidoejercio el cargo de gestor, se opuso a la cons-truccion del Cuartel de la Guardia Civil, que in-

culcaba el laicismo, tuvo reuniones con elemen-tos extremistas y asistio al mitin del diputado Sr.Galarza.A todas estas declaraciones aun dandolas elmaximo valor, constituirıan un indicio leve, porser hechos anteriores al 14 de Julio; peroademas senores del Consejo, hay que tener pre-sente que toda prueba testifical no es unanimey carece de fundamento, como la del testigo Ga-briel Salvador, quien razona al laicismo del senorMaestro por haber dicho a los ninos “no traigaisel catecismo, pues no hace falta” ¿Es que nonos acordamos todos, de las ordenes dictadaspor la Republica, cuando se retiro el crucifijo delas escuelas? Los maestros se limitaron acatarlos mandatos del Gobierno de la Nacion como lohacıan los demas ciudadanos.Los testigos Sergio Barrios, Aureliano Vega,Ceferino Temprano manifiestan que no fue deningun partido polıtico, que defendio la proposi-cion para la construccion del cuartel de la Guar-dia Civil. No cometio ningun atropello. No hizopropaganda en contra de la religion, al contrariola profesaban y los vieron cumplir con los pre-ceptos de la Iglesia. Cuando la supresion de lasfiestas tradicionales por la Republica, el testigoCeferino Temprano manifiesta, que le oyo decira los ninos, manana si Dios quiere, la escuelase abre, el que quiera ir a misa que vaya, otrotestigo al folio 17, manifiesta, que en la escuelase representaron pelıculas sobre asuntos religio-sos, como la Semana Santa en Sevilla, pasajesdel evangelio, el Hijo prodigo, etc., etc. Es notorioque en el pueblo de Manganeses de la Lamprea-na se representaban en la escuela esas pelıcu-las de educacion y forjadores de corazones sen-sibles y piadosos, sin embargo los testigos quemas acusan no han indicado ese extremo, heahı su parcialidad y como queda desvirtuado ellaicismo de mis defendidos.Las declaraciones del Testigo Jose Fuentes, noes posible que hagan fe en juicio, pues el mis-mo dice, que el Sr. Cestero fue el causante dela destitucion de su cargo, motivo por el que tie-ne que abrigar animosidad contra mi defendido,sus manifestaciones y conceptos carecen de va-lor, son parciales. Por habermelo manifestado midefendido es hecho comprobado que hasta quese ausento del Pueblo el 14 de Julio, dio clases

Page 23: GUERRA CIVIL ESPANOLA. A˜ NO 1936.˜ HECHOS …Ebre 38. -N´um. 2, pp. 61-84 Revista Internacional de la Guerra Civil (1936-1939) DESEMBRE 2004 61 EBRE 38 GUERRA CIVIL ESPANOLA. A˜

DE

SE

MB

RE

2004

83

EB

RE

38

particulares a los hijos de las personas visiblesde derecha y a los de la Guardia Civil. ¿Que pa-dre entrega la conciencia infantil del hijo a pro-fesores de ideas derrotistas y laicismo refinado?El procesado fue profesor de esa juventud.En las actuaciones se pone de relieve que tuvoreuniones con elementos de izquierda, pero nose concreta algo acerca de ello, ni se citan per-sonas. Es cierto que tuvo reuniones relativas a laensenanza de la que es ferviente defensor. Conrelacion de la asistencia al mitin del Sr. Galarza,asistio, como lo hizo todo el Pueblo.Ved senores como han desaparecido los indiciosacusatorios y nos encontramos de lleno en el es-tudio importante de su actuacion, desde que seinicio el movimiento Nacional hasta que fueronprocesados.Se encontraba en La Felguera (Asturias) de va-caciones al lado de unos familiares, allı les sor-prendio la guerra civil. Los altavoces republica-nos llamaban a todos los desplazados de susresidencias, para que se presentaran. En situa-cion tan difıcil y con escasos recursos se pre-sentaron al Comite. Segun manifiestan los testi-gos de (Sama de Langreo (folios 30 y 31) ejer-citaron el cargo de profesores en La Felguera.Algun testigo manifiesta que hablo varias vecescon los procesados y observaron no se inclina-ban a ideologıa alguna, ni se mezclaron en asun-tos polıticos, considerandolos gente de orden,con respecto al Movimiento Nacional nada ob-servaron. Los familiares eran personas de ordeny afiliados a los partidos de la derecha. El testi-go Emiliano Alonso oyo a otro companero, queera comunista, ¿es que por esta manifestaciongratuita sin prueba alguna se puede imputar fi-liacion comunista a Julian Cestero. Otro testigoEugenio Miguel lo considera simpatizante conla izquierda, por el solo hecho de haberle oıdodecir, que habıa que acatar, las ordenes de laRepublica, pero cree que desempenaron el car-go de maestros por necesidad, por hacerles faltamas no por simpatıa. ¿No resultan estos silogis-mos extravagantes, para deducir la idea polıticade la persona? Por ultimo senores del Consejo,se hace preciso antes que formuleis vuestro fa-llo, tengais presente que en los folios 5 y 6 exis-ten dos pases expedidos por el ComandantesMilitar de Sama de Langreo (Asturias) a favor de

los encartados, a fin de que puedan trasladarsea Moraleja del Vino (Zamora), hecho que indicaevidentemente, que al ser liberada La Felguerapor las tropas Nacionales, serıan objeto de in-vestigacion y depuracion, al serles expedida laautorizacion, no cabe duda que no les hallaroncargo alguno en contra del Movimiento Nacionaly fueron considerados como elementos de or-den. No estan por tanto incursos en el articulo246 del codigo de Justicia Militar.Para terminar, esta defensa solicita del dignoTribunal, que antes que formuleis vuestro fallo,como siempre basado en la conviccion de queseran absueltos, y ademas que tengais presen-te, que llevareis la alegrıa al hogar de ese matri-monio que ahora ocupa el banquillo, y son doshonorables maestros, cuyas hojas de serviciosestan llenas de votos de gracia y premios a sutrabajo.Hoy la fatalidad ha hecho que las sencillas ymiserias humanas, se encuentren con el hogardestrozado y distanciados de sus hijos. Teniendoen su haber que el mayor de ellos, se encuentra,luchando en las filas de nuestro Ejercito.

La sentencia dictada por el consejo de Guerrapara los dos fue la de pena de muerte. El defen-sor les hizo la instancia de solicitud, para conse-guir el indulto y les fue concedido.

Otro consejo de guerra

Fue el que vio y fallo la causa instruida contra elFuncionario de Hacienda Don Jose Berrocal deplantilla en la Delegacion de Hacienda de Zamo-ra. El sumario se inicio en virtud de denuncia he-cha contra el procesado, por confidencia reser-vada del personal de Investigacion y Vigilancia.Fue dado de baja por sus ideas comunistas.En las declaraciones del sumario aparece comoautor de ciertas frases despectivas en contra delMovimiento Nacional. En ninguna parte del pro-ceso aparecıa estuviera afiliado al partido comu-nista, unicamente el Sr. Sevilla, Jefe del negocia-do consideraba al senor Berrocal como simpati-zante, porque en un libro que todos los funciona-rios dedicaron al presidente de la Republica Sr.Azana, el Sr. Berrocal habıa puesto “viva el co-

Page 24: GUERRA CIVIL ESPANOLA. A˜ NO 1936.˜ HECHOS …Ebre 38. -N´um. 2, pp. 61-84 Revista Internacional de la Guerra Civil (1936-1939) DESEMBRE 2004 61 EBRE 38 GUERRA CIVIL ESPANOLA. A˜

DE

SE

MB

RE

2004

84

EB

RE

38

munismo”. La letra no fue examinada por peritosen la materia. Otro testigo que lo tiene por comu-nista es el Sr. Galindo, por ciertas expresionesque le oyo. En los informes dados por el alcal-de de la ciudad y las investigaciones practicadassobre su conducta son buenas; otros testigos hi-cieron iguales manifestaciones y no le oyeron ex-presiones en contra del Movimiento. La acusa-cion fiscal encuadro los hechos calificandolos deauxilio a la rebelion. La defensa discrepo y ana-lizo lo que era adhesion, auxilio y conspiraciona la rebelion. No estando probados los hechos,ni incurso en ningun delito, solicito la absolucion.Don Jose Berrocal fue condenado a la pena dedoce anos y un dıa. Al serle comunicada la sen-tencia hizo protesta, por la pena impuesta dicien-do: - No es extrano que ante la injusticia salgauno del calabozo mordiendo. Era la juventud delfuncionario que se rebelaba ante la tiranıa im-puesta por los insurrectos.Una vez llevado a la carcel, si el Sr. Berrocal si-guio con expresiones similares, dado el espio-naje existente, difıcilmente cumplirıa la senten-cia. Ente era el clima de terror que se vivıa en laEspana de Franco. La santidad del llamado Glo-rioso Movimiento Nacional era un mito. Los cris-tianısimos insurrectos no cumplıan con la obliga-cion que les imponıa el PADRENUESTRO PER-DONA NUESTRAS DEUDAS ASI COMO NO-SOTROS PERDONAMOS A NUESTROS DEU-DORES...

Otro Consejo de Guerra

En el mes de Marzo de 1938, en el llamado AnoTriunfal, se celebro en la Audiencia provincial elConsejo de Guerra, para juzgar la causa incoa-da contra los Jovenes Platon y Espana, por con-siderarlos autores de la muerte del FalangistaFrancisco Gutierrez y estar tildados de elemen-tos peligrosos y ademas pudieron ser los que fa-cilitaron las notas para la confeccion de las ho-jas, que se distribuyeron por la Capital en los ulti-mos dıas de Julio excitando a la Huelga General.En el sumario la acusacion no estaba confirma-da. Los hermanos del Falangista asesinado Ce-cilio e Inocente indicaban, como matador a unatal Bernardo (a) “El Gaita”. La defensa formulo el

alegato, haciendo constar la imposibilidad de serel Platon y el Espana, los autores del crimen y dela confeccion de las hojas que se distribuyeron,por estar demostrado en el sumario, que al esta-llar la rebelion de los generales, los encartadosse encontraban en la vecina Republica de Por-tugal. El defensor solicito la absolucion. La sen-tencia impuesta por el tribunal fue la de pena demuerte. El defensor no llego a tener conocimien-to si se llevo a efecto, por haber sido destinadoa Salamanca a donde se traslado.

Epılogo

Unicamente las ideas grandes tienen origen porla revelacion Divina, que iluminando la concien-cia del hombre hace que germine y se difun-da entre los humanos, y sirviendo de guıa, seaorientacion de la que nos hallamos aun distan-tes.La vida no tendrıa significacion si no se lucha-ra por un ideal dentro de los principios morales;este concepto de lucha excluye toda violencia yse circunscribe unicamente, a la lucha de ideas,que en franca y noble lid pueden purificar susesencias. Dios doto al hombre de las facultadesdel alma para darle libertad al pensamiento, pa-ra que estos fueran buenos, dicto la Ley Moraly Cristiana, senalo las virtudes e indico los vi-cios, para no enganaros ni ser enganados. Pre-tender anular esa libertad de conciencia, resultauna insensatez de los dictadores, por ir contralos principios Divinos, que Dios en su portento-sa Creacion ası lo ordeno, conduce al error y alhorror. Eso fue nuestra GUERRA CIVIL.