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Guia medioambiental

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Guía medioambiental para organizaciones juveniles

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GUÍA DE BUENAS PRÁCTICASPARA ASOCIACIONES JUVENILES

GUÍA MEDIOAMBIENTAL

Page 4: Guia medioambiental

1. INTRODUCCIÓN

2. ¿QUÉ SON LAS BUENAS PRÁCTICAS AMBIENTALES?

3. LISTADO DE BUENAS PRÁCTICAS AMBIENTALES3.1. Las energías

3.1.1. Iluminación y Electrodomésticos3.1.2. Aire acondicionado y calefacción3.1.3. Equipos informáticos y otros equipos electrónicos3.1.4. Transportes

3.2. Materias primas y residuos3.2.1. El agua3.2.2. Papel3.2.3. Material de oficina 3.2.4. Residuos3.2.5. Cocina/Área de café3.2.6. Vertidos líquidos3.2.7. Emisiones atmosféricas3.2.8. Ruido

3.3. Actividades propias del CJE y otras asociaciones juveniles3.3.1. Consideraciones generales3.3.2. Asambleas3.3.3. Encuentros y jornadas formativas3.3.4. Eventos lúdico-festivos

3.4. Consejos generales

4. REVISIÓN AMBIENTAL

5. PASANDO A LA ACCIÓN5.1. Para hacernos notar

Tarjetas postales reivindicativasDenuncias ambientalesParticipación pública en el proceso de evaluación ambiental

5.2. El derecho de libre acceso a la información ambiental

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Desde siempre, la especie humana ha interaccionado con el me-dio y lo ha modificado, los problemas ambientales no son nuevos. Sin embargo, lo que hace preocupante la situación actual es la aceleración de esas modificaciones, su carácter masivo y sus con-secuencias universales.

Los problemas ambientales no aparecen independientes unos de otros, sino que se relacionan entre sí. Por ello, podemos hablar de una auténtica crisis ambiental en vez de simples problemas am-bientales, especialmente cuando dicha crisis se manifiesta con un carácter global.

Actualmente la idea de medio ambiente se encuentra ligada ín-timamente a la idea de desarrollo, más concretamente a la idea de desarrollo sostenible, que garantice una adecuada calidad de vida para las generaciones actuales pero también para las gene-raciones futuras.

En el CONSEJO DE LA JUVENTUD DE ESPAÑA (CJE) el tra-

bajo en materia ambiental está integrado en la Comisión Espe-cializada de área de “Educación Integral”.

Las diferentes organizaciones sociales, las Entidades y Consejos que forman parte del CJE, están cada vez más interesados en alcanzar y demostrar una sólida actuación ambiental, controlan-do el impacto de sus actividades, materiales y servicios sobre el medio ambiente, teniendo en cuenta su política y objetivos am-bientales. Lo hacen en el contexto de un aumento general de la preocupación de las partes interesadas por las cuestiones am-bientales, incluyendo el desarrollo sostenible.

Esta guía tiene como finalidad proporcionar a las organizacio-nes juveniles una selección de Buenas Prácticas Ambientales para su puesta en práctica. La puesta a punto de estas medidas pretende conseguir un beneficio ambiental, pero también so-cial y económico. Además, su aplicación puede servir de prólo-go para la implantación por parte de la entidad de un Sistema de Gestión Ambiental.

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2. ¿QUÉ SON LAS BUENAS PRÁCTICAS AMBIENTALES?LAS BUENAS PRÁCTICAS AMBIENTALES (BPA) SON UNO DE LOS INSTRUMENTOS MÁS EFICACES PARA LA MEJO-RA AMBIENTAL DE UNA ORGANIZACIÓN. SE BASAN EN LA REALIZACIÓN DE UNA SERIE DE ACTUACIONES CUYA FI-NALIDAD ES LA MEJORA DEL MEDIO AMBIENTE EN EL LU-GAR DE TRABAJO, REDUCIENDO LAS PÉRDIDAS SISTEMÁ-TICAS O ACCIDENTALES DE MATERIALES, EN FORMA DE CONTAMINANTES (RESIDUOS, EMISIONES O VERTIDOS). DE ESTA MANERA AUMENTAMOS LA PRODUCTIVIDAD, SIN ACUDIR A CAMBIOS EN TECNOLOGÍAS, MATERIAS PRIMAS O PRODUCTOS, SINO CENTRÁNDONOS PRINCIPALMENTE EN FACTORES HUMANOS Y ORGANIZATIVOS.

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GUÍA DE BUENAS PRÁCTICAS PARA ASOCIACIONES JUVENILES

Las Buenas Prácticas Ambientales son el primer paso para implantar una sensibilización ambiental duradera en la or-ganización, e incluso como paso previo a la implantación de un Sistema de Gestión Ambiental.

La gestión ambiental, responde al “cómo hay que hacer” para conseguir lo planteado por el desarrollo sostenible, es decir, para conseguir un equilibrio adecuado para el desa-rrollo económico, crecimiento de la población, uso racional de los recursos y protección y conservación del entorno.

Un Sistema de Gestión Ambiental es la parte de la gestión de una organización empleada para desarrollar e imple-mentar su política ambiental (intenciones generales de la organización con respecto al medio ambiente) mediante la gestión de los aspectos ambientales, es decir, las activi-dades de la organización que pueden interaccionar con el medio ambiente.

El Sistema de Gestión Ambiental provee de métodos docu-mentales y organizativos que permiten el cumplimiento de los requisitos legislativos y de los objetivos ambientales y mantener su cumplimiento a lo largo del tiempo, al tiempo que promueve la mejora continua desde el punto de vista ambiental.

Para un primer acercamiento, sin embargo, sólo es necesa-rio aplicar el sentido común y tener en cuenta una serie de medidas que, llevadas a cabo de forma sistemática, pueden conseguir ahorrar materias primas y energía, así como re-ducir la contaminación y posibles riesgos que puedan afec-tar tanto al medio ambiente como a la salud de las personas.

Para comprender mejor los puntos a los que se refiere la presente guía es necesario tener claros una serie de con-ceptos que se utilizan de manera continuada a lo largo del documento. Estos conceptos son principalmente los de re-ducción, reutilización y reciclaje.

Reducción: La reducción supone la disminución de la utili-zación de materias en origen, lo cual consume menos recur-sos y genera menos residuos.

Reutilización: Esta práctica supone alargar el ciclo de vida de un producto mediante usos similares o alternativos de un material, es decir, una vez un producto ha cumplido la función a la que originalmente estaba destinado, puede que sea totalmente inservible o puede que se le pueda asignar una función alternativa que permita hacer un nuevo uso de él. Esta práctica puede ser útil tanto para reducir el consumo de recursos como para disminuir la generación de residuos.

Reciclaje: Esta práctica supone la recuperación de un recur-so ya utilizado para generar un nuevo producto. El reciclaje es una buena opción en la gestión de los recursos frente a la deposición y abandono en vertedero o la adquisición de mate-riales nuevos. Sin embargo, no hay que olvidar que el reciclaje debe ser la alternativa a la previa reducción y reutilización.

En todo caso, el orden metodológico de gestión de los re-cursos y de los residuos debería ser siempre el siguiente: reducir, reutilizar y reciclar, teniendo en cuenta, además, que cuanto más alto sea el punto jerárquico en el que se produce la reducción mayor será el ahorro de costes tanto ambientales como económicos.

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ELIMINAR

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REDUCIR

REUTILIZAR

RECICLAR

DEPOSICIÓN

PRODUCTOMATERIAL

SÓLORESIDUOS

ESQUEMA GENERAL DE GESTIÓNDE RESURSOS Y RESIDUOS

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3. LISTADO DE BUENAS PRÁCTICAS AMBIENTALES

DENTRO DEL ESPACIO FÍSICO QUE OCU-PAN LAS ASOCIACIONES Y ENTIDADES SE PUEDEN HACER UNA SERIE DE RECOMEN-DACIONES PARA AHORRAR Y ASÍ RESPE-TAR LAS CONDICIONES DEL MEDIO AM-BIENTE. ENTRE ÉSTAS PODEMOS INDICAR LAS SIGUIENTES:

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La necesidad de aumento productivo de las sociedades in-dustrializadas lleva parejo un incremento de los bienes de consumo y la creación de un mecanismo en el que se esta-blece una equivalencia entre el confort y el consumo. Ello ha supuesto en las últimas décadas una avidez consumista, en donde el consumo es una finalidad en sí misma.

La acumulación de bienes, útiles o no, el despilfarro como signo de poder adquisitivo y distinción social, la exigencia de gasto de elementos perecederos, son consecuencias del mecanismo de sostenimiento que el sistema económico de las sociedades desarrolladas ha establecido para mantener la capacidad productiva creciente que lo sustenta.

Así, la demanda de energía no sólo ha tenido que crecer en la industria, sino también en los consumidores de los pro-ductos manufacturados. Para satisfacer esta demanda de bienes y de exigencias de nuevas cotas de confort, se hace precisa una mayor generación y oferta de energía.

La energía ha pasado a lo largo de la historia, de ser un instrumento al servicio del ser humano para satisfacer sus necesidades básicas, a ser la gran amenaza-motor y eje de la problemática ambiental que se cierne sobre el planeta, hipotecando la existencia de las generaciones venideras.

Una de las aportaciones a la solución, o al menos paraliza-ción de esta problemática ambiental, es lograr que satisfa-ciendo las necesidades actuales de energía ésta sea produ-

cida sin alterar esos almacenes energéticos que cumplen una función de equilibrio ecológico, y que su uso, además de ser eficiente, no sea origen de fuentes de contaminación ni aumento del deterioro actual y futuro del entorno, evi-tando el derroche de energía y aprovechando al máximo la producción realizada.

En resumen, tres son los problemas a los que nos ha llevado el consumo desmedido de la energía: un deterioro del en-torno, un paulatino agotamiento de los recursos naturales y un desequilibrio irracional en el reparto del consumo y uso de la energía.

Ahorrar electricidad es algo verdaderamente importante en las asociaciones y entidades. Ahorrar una parte de electri-cidad en su destino final, equivale a ahorrar cuatro partes de carbón o de petróleo en su origen, disminuyendo así la contaminación atmosférica.

El objetivo perseguido con las medidas propuestas es do-ble: el primero ahorrar energía sin disminuir el confort y el segundo emplear las formas de energía con un coste am-biental más bajo.

El consumo de energía supone la mayor partida controlable de gasto en una oficina. La utilización cada vez más mayori-taria de aparatos eléctricos supone un aumento importante en los consumos y por tanto del gasto. Estableciendo una serie de prácticas de oficina se puede producir hasta un 50% de ahorro.

3.1.1. ILUMINACIÓN Y ELECTRODOMÉSTICOS Lo que podemos hacer es:

3.1. LAS ENERGÍAS

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• Aprovechar al máximo la luz natural. Utilizar las habita-ciones más iluminadas como lugar de trabajo y dejar las menos iluminadas como almacén. Abrir ventanas, persia-nas y cortinas antes de encender la luz.

• Intentar ir cambiando las bombillas habituales por bom-billas de bajo consumo que ya son de uso normal. Estas bombillas son algo más caras que las normales, pero duran mucho más y consumen mucha menos energía. Una bombi-lla compacta fluorescente de 25W ilumina tanto como una incandescente de 100W, reduciendo el consumo hasta un 75% y además duran diez veces más.

• Utilizar fluorescentes, especialmente en espacios que deban estar iluminados durante espacios prolongados de tiempo. No es cierto que apagarlos cuando no sean necesa-rios consuma más energía que dejarlos encendidos.

• Investigar la posibilidad de implantación de diodos de emisión de luz (LED), que requieren de una fuerte inversión

inicial pero presentan óptimas cualidades de longevidad y eficiencia energética. Debemos recordar que la ilumina-ción por sí sola puede representar hasta el 30% de la factura energética de una oficina.

• Poner carteles cerca de los interruptores y de las puertas para recordar que hay que apagar las luces.

• Instalar interruptores divididos. De esta manera, se tiene la posibilidad de encender únicamente las necesarias e im-prescindibles.

• Cuando se vaya a comprar el equipo de iluminación hay que tener en cuenta como factor decisivo para su adqui-sición la relación calidad-precio, el factor consumo y la longevidad de la luminaria, así como la categoría de efi-ciencia en el consumo de energía. Adquirir equipos de categoría “A”.

• Apagar los electrodomésticos que no se utilicen, como monitores, equipo de aire acondicionado, etc., no dejarlos en “stand-by” porque se llega a consumir hasta un quinto de su consumo habitual. No dejar transformadores o car-gadores conectados a la red eléctrica cuando no se estén usando. Nos aseguraremos de que los equipos quedan to-talmente desconectados mediante el uso de regletas con interruptor.

• Si se utilizan pilas, elegir modelos recargables siempre que sea posible.

• Cualquier persona que detecte una anomalía en el sistema eléctrico, deberá avisar a la persona o departamento res-ponsable (gerente, etc).

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• Revisar al abandonar el lugar de trabajo que ordenadores, fotocopiadoras, iluminación… quedan apagadas.

• Donde sea posible, sustituir los interruptores de luz nor-males por otros de apagado automático, o bien instalar de-tectores de presencia. Por ejemplo en las áreas de tránsito: pasillos, WC, fotocopiadora…

• Asegurarse de que las luces de las estancias queden apa-gadas cuando no haya nadie.

• Colocar sistemas de detección del nivel de iluminación para tener siempre la mínima intensidad de luz posible.

3.1.2. AIRE ACONDICIONADO Y CALEFACCIÓN

Tanto el sistema de aire acondicionado como el de calefac-ción generan un gran consumo eléctrico. Por ello, si en las asociaciones se realiza un manejo correcto ahorraremos di-nero y beneficiaremos mucho a la atmósfera.

Por ello, se pueden adoptar medidas como:

• Aprovechar al máximo la temperatura exterior y utilizar la calefacción y el aire acondicionado únicamente cuando sea necesario. Por ejemplo en verano abrir las ventanas puede hacer innecesario activar el aire acondicionado.

• Controlar la temperatura mediante termostatos siempre que se pueda, o cuando se alcance la temperatura ideal (20ºC en invierno, 24 ºC en verano) desconectar los sis-temas de ventilación o radiadores. Un grado de más o de menos puede incrementar el consumo de calefacción o aire acondicionado un 10%.

• Mantener los radiadores y las salidas de aire acondiciona-do libres de obstáculos para que no haya pérdidas de efica-cia en la climatización.

• Apagar los sistemas de calefacción o aire acondicionado en salas no ocupadas o fuera del horario laboral.

• Instalar un buen aislamiento, especialmente en puertas y ventanas, porque contribuye a un uso más eficaz de la ener-gía. Mientras funcionen los equipos de climatización cerrar puertas y ventanas para evitar pérdidas innecesarias.

• Revisar los equipos de calefacción y refrigeración perió-dicamente, así como enchufes, conductores, conexiones e instalaciones eléctricas para evitar fallos. Si se detecta al-guna avería en los sistemas de climatización, avisar a las personas responsables para solventar dicha situación.

• A la hora de instalar el aire acondicionado, elegir un sis-tema de climatización que consuma poca energía y además

evite los gases destructores de la capa de ozono, por ejem-plo: CFC (cloroflurorocarbono).

• En el baño, sustituir los secadores de mano eléctricos por rollos de papel higiénicos.

3.1.3. EQUIPOS INFORMÁTICOS Y OTROS EQUIPOS ELECTRÓNICOS

El ordenador merece especial atención. Hay que hacer un buen uso de él atendiendo a criterios ambientales de efi-ciencia energética y un uso correcto de su mantenimiento.

Además hay que tener en cuenta que el consumo respon-sable de productos informáticos debe ir ligado a la retirada selectiva de los residuos para su gestión.

Las medidas a adoptar para los equipos informáticos y de impresión incluyen:

• Apagar el ordenador si vamos a estar sin utilizarlo perio-dos de más de una hora.

• Cuando se abandone la entidad o la asociación desconec-tar los ordenadores, las impresoras y las fotocopiadoras. Como existe un consumo mínimo incluso con los aparatos apagados, se recomienda desconectar el alimentador de co-rriente al final de la jornada.

• Cuando el equipo se averíe avisar al responsable para que sea reparado.

• Configurar el ordenador, fotocopiadora, impresora, etc. en el modo de “ahorro de energía” siempre que sea posible. Ac-tivar el apagado automático tras un tiempo prudencial.

• Configurar el salvapantallas en el modo “Pantalla en ne-gro” y evitar las imágenes debido a que consumen mayor energía. Se aconseja un tiempo de 10 minutos para que en-tre en funcionamiento este modo. Es el único salvapanta-llas que ahorra energía además de proteger el monitor.

• Sustituir los monitores antiguos, que presentan consumos mucho mayores de energía, por monitores de pantalla plana.

• Considerar el consumo energético de los productos como criterio fundamental de compra. En este sentido, se elegi-rán aparatos cuya categoría de consumo sea al menos clase “A”, garantizando un consumo al menos un 55% inferior.

• Limitar el uso del teléfono móvil en oficinas.

3.1.4. TRANSPORTES

El transporte es una pieza clave en la economía moderna. Su actuación incide significativamente tanto en el consumo de energía como en la contaminación atmosférica.

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La contaminación atmosférica es el principal problema ambiental que provoca el tráfico, aunque también hay que tener en cuenta que afecta a la salud humana, porque producen emisiones contaminantes. Además es una de las fuentes principales de ruido (contaminación acústica).

La infraestructura vial afecta a grandes superficies de terre-no y durante todo el proceso de producción de los vehículos y al desecharlos se generan basura y residuos.

En cada momento hay que evaluar cuál es el medio de transporte más efectivo y más racional en función de nues-tras necesidades.

Para minimizar los efectos contaminantes lo que pode-mos hacer es:

• Utilizar el transporte público, en lugar del coche. Con ello, se reducirían las emisiones de CO y CO2, que son gases de efecto invernadero, y se reducirían los atascos sobre todo en horas punta. Si fuera posible realizar los desplazamien-tos a pie o en bicicleta.

• Promover el uso de la bicicleta como medio de transpor-te cotidiano, solicitando la instalación de aparcamientos adaptados en la zona.

• Utilizar las escaleras en lugar de los ascensores.

• Estudiar la posibilidad de compartir el vehículo con otros compañeros de trabajo.

• Mantener el vehículo siempre a punto y conducir con sua-vidad, evitando paradas y acelerones bruscos.

• Exigir a las autoridades competentes la prestación regular y eficiente del servicio de transporte público.

3.2.1. EL AGUA

El agua, a pesar de ser el elemento más abundante de la Tie-rra, presenta sin embargo grandes dificultades para su uso en muchos lugares. No debemos olvidar que el agua dulce potable supone solamente el 0,008% del agua terrestre.

Todo se podrían resumir en una frase: “existe un desajuste entre la demanda, en cantidad y en calidad, y las disponibi-lidades en un momento dado y en un lugar concreto”. Ade-más, la sucesiva construcción de diques, presas y demás infraestructuras hidráulicas ocasionan grandes impactos ambientales y no garantizan por sí solas la satisfacción de

3.2. MATERIAS PRIMAS Y RESIDUOS

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las demandas futuras. Si el dinero gastado en estas cons-trucciones se invirtiera en tecnología y cambios de hábitos en el consumo de agua industrial, agrícola y doméstica, se conseguirían mejores resultados para nuestro bienestar y evitaríamos el impacto ambiental de estas obras.

Además, hay que considerar que el coste real del agua es superior a los costes de suministro y depuración, de lo cual se deduce la importancia de realizar prácticas que reduz-can el consumo.

En las oficinas se produce un importante consumo de agua, destacando que más de dos tercios del gasto se produce en el cuarto de baño, por lo que la utilización de sistemas aho-rradores de agua no sólo reduciría dicho consumo, sino que serviría de ejemplo a las personas que trabajan en ellas o las visitan.

Las medidas que podemos adoptar entre otras son:

• Revisar y reparar los grifos para evitar goteos que su-pongan pérdida de agua. Cuando se detecte una fuga de agua se debe comunicar a la mayor brevedad posible a la persona correspondiente para su reparación, ya que el goteo continuo puede suponer la pérdida de unos 100 li-tros de agua al día.

• Cerrar los grifos mientras nos enjabonamos las manos o lavamos los dientes.

• Instalar grifos con temporizador (son los que se accionan pulsando un botón y dejan salir el agua durante un tiempo determinado, después se cierran automáticamente) o siste-mas de detector de presencia. Esto puede ahorrar entre un

20 y un 40% de agua. Si no están instalados, cerrar siempre los grifos tras su uso.

• Si es necesario instalar nuevas griferías con agua caliente y fría, mejor elegir el sistema monomando, que puede aho-rrar hasta el 50% de agua.

• Colocar en los grifos ya existentes aireadores: son filtros para reducir el consumo de agua que sustituyen a los ha-bituales de forma que mezclan aire con agua, reduciendo el consumo de la misma pero manteniendo la presión. Se pueden conseguir ahorros de entre el 30 y el 70%.

• Las cisternas deberán ser de doble descarga o de interrup-ción de descarga, en todo caso con limitador del volumen de descarga como máximo de seis litros. Esto puede supo-ner ahorros de hasta un 40%. Utilizar sistemas de detección de fugas en las cañerías enterradas u ocultas.

• No utilizar retretes ni desagües como sumideros. Aceites, compresas y preservativos, entre otros, reducen drástica-mente la calidad del recurso hídrico.

• Consumir agua del grifo en lugar de agua embotellada. Rellenar las botellas de plástico con agua del grifo.

3.2.2. PAPEL

El consumo de papel es uno de los más importantes que se producen en una oficina como las que conforman las sedes de las asociaciones juveniles, en las que hasta el 90% de los residuos pueden estar conformados por papel y cartón. Desde la recepción y envío de correos, elaboración de documentación de todo tipo, distribución de trípticos,

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cartelería… son múltiples las acciones que se pueden realizar para minimizar el consumo de papel:

• Usar el papel por las dos caras tanto al escribir, imprimir o fotocopiar.

• Utilizar papel reciclado siempre que se pueda.

• Evitar en lo posible la impresión de pruebas. Corregir los documentos desde el ordenador, usando por ejemplo la Vis-ta Previa.

• Reutilizar el papel que ha sido usado solo por una cara y los sobres usados para comunicaciones internas.

• Colocar el papel ya gastado por las dos caras en un conte-nedor específico para llevar a reciclar.

• Realizar los documentos con un tipo de letra de tamaño pequeño. Con márgenes y espacios entre líneas pequeños, ajustando párrafos cuando sea posible. No imprimir en co-lor a menos que sea estrictamente necesario. Si es necesario imprimir borradores es posible imprimir varias páginas en

una sola hoja, ahorrar tinta imprimiendo con menor calidad…

• Colocar un contenedor de papel cerca de impresoras y fo-tocopiadoras para facilitar y recordar el reciclaje del papel.

• Reutilizar el papel por el reverso para las pruebas de im-presión, así como los blocs de apuntes y borradores. Para ello, es recomendable tener a mano una bandeja de hojas para reutilizar, en los puestos de trabajo o bien cerca de las fotocopiadoras/impresoras.

• Contactar con recuperadores de papel. Muchas PYMES se dedican a la recogida de papel y cartón.

• Siempre que se pueda, utilizar el correo electrónico en vez del correo normal o del fax. No imprimir los correos electrónicos a menos que sea realmente necesario. Leer pu-blicaciones en internet en lugar de las versiones en papel.

• Rechazar el papel blanqueado con cloro. El sello TCF indica un papel totalmente libre de cloro en su proceso de blanquea-do, por lo que su impacto ambiental es mucho más reducido.

3.2.3. MATERIAL DE OFICINA

Si se trabaja por el Medio Ambiente, hay que prestar aten-ción a las cosas pequeñas modificando gradualmente nues-tras costumbres. Optimizando el uso del material de oficina se minimiza la generación de residuos.

Para ello, tomamos medidas como las siguientes:

• Reutilizar todo el material de oficina que sea posible (clips, canutillos de encuadernación…).

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• Utilizar el material hasta el final, y siempre que sea po-sible, material recargable (rotuladores, bolígrafos, portami-nas, etc).

• Utilizar carpetas, archivadores, bolsas y sobres a poder ser de papel o cartón reciclado.

• Para el envío del correo convencional utilizar materiales reciclados (papel, embalajes, sobres, etc.) y evitar el sobre-empaquetado, con un solo embalaje es suficiente.

• Utilizar las carpetas para guardar documentos hasta que se gasten. Escribir en lápiz y cuando el exterior esté muy estropeado darles la vuelta.

• Usar productos que no necesiten baterías o pilas, por ejem-plo: calculadoras solares.

• Sustituir las pilas convencionales por recargables.

• Para la renovación del mobiliario de oficina se tendrán en cuenta también criterios ambientales como los sistemas de certificación forestal (como los sellos FSC o PEFC) que ga-rantizan la procedencia de la madera a partir de una tala le-gal y sostenible, o bien adquirir muebles de segunda mano. Procurar alargar la vida del mobiliario todo lo posible. El mobiliario descartado puede ser donado a otras asociacio-nes juveniles o a organizaciones humanitarias. Esto puede ser aplicado también a equipos informáticos, etc.

3.2.4. RESIDUOS

Debido al hábito consumista de la sociedad actual, se generan cada vez más cantidad de residuos. Estos residuos son basura que no desaparece en el contenedor, todo va a parar a algún lugar: al agua, al aire o a la tierra. Todo este proceso de gene-ración de basura se está convirtiendo en un gran problema.

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3-11%VIDRIO

5-9%PLÁSTICOS 11-20%

PAPEL YCARTÓN

48-64%MATERIA

ORGÁNICA

1-4%TEXTILES2-4%

METALES

3-14%OTROS

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Este modo de actuar basado en el consumismo de usar y tirar es contrario a un progreso sostenible basado en pro-ductos duraderos, fáciles de reparar o reutilizar.

Uno de los retos más importantes al que el mundo se en-frenta es la reducción del consumo de recursos. En otras palabras, debemos dejar de pensar que los recursos natura-les de la Tierra, sean combustibles fósiles, agua, gases na-turales o árboles, provienen de fuentes inagotables. Aquí es donde el reciclaje juega un papel crucial.

Para evitar agotar el abastecimiento de recursos naturales, es necesario sustituir la cultura de consumo actual por otra en la que la recuperación, reutilización y el reciclaje formen parte fundamental. De esta manera se conseguirá:

• Minimizar y evitar mayores daños ambientales.

• Evitar el uso innecesario de recursos naturales.

• Conservar la energía y reducir los niveles de contaminación. Es importante el papel que puede jugar el reciclaje en la re-ducción de los residuos sólidos al reutilizarlos en la manu-factura de nuevos productos.

Algunas formas sencillas de reducir la cantidad de resi-duos que producimos en el lugar de trabajo pueden ser:

• Rechazar los embalajes innecesarios y fomentar el uso de los productos no sobre-envasados.

• Reparar las cosas en lugar de desecharlas, hay que inten-tar no tirar cosas que aún sirven.

• Contactar con un gestor de residuos autorizado para los residuos peligrosos (pinturas, pilas, barnices, pegamen-tos, tubos fluorescentes, etc), que deben ser tratados se-paradamente para evitar los problemas que puedan origi-nar.

• Contactar con recuperadores de papel para la gestión del papel usado.

• Asegurarse de que el resto de residuos asimilables a resi-duos urbanos sean gestionados de forma adecuada.

• Reducir al mínimo la generación de residuos.

• Utilizar productos reciclados o ecológicos, en la medida de lo posible.

• Aplicar la conducta de las 3 R: reducir, reutilizar y reciclar. Potenciar el reciclaje de papel, cartuchos de toner…

• Reducir el consumo de tinta activando el modo de “ahorro de toner”, de estar disponible. Proponer el uso de cartuchos de toner recargables.

• Separar el tipo de basuras en contenedores: papel, car-tón, vidrio, plásticos, materia orgánica, etc. para su reci-claje.

• Evitar los artículos de usar y tirar (platos y vasos desecha-bles, servilletas de papel, kleenex, etc). Es mejor usarlos duraderos.

• Comprar los productos en cantidades grandes para produ-cir menos basura.

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• Elegir envases retornables, las botellas de cristal son más ecológicas que las de plástico.

• Evitar productos con muchos embalajes.

• Utilizar contenedores específicos para pilas, o en su defec-to puntos limpios o retirada por gestor autorizado. Separar las pilas botón del resto de pilas.

• Prestar especial atención a los residuos tóxicos y peligro-sos: productos de limpieza, disolventes, aerosoles, tubos fluorescentes, pilas, baterías, etc. que se deberán colocar en contenedores específicos, correctamente identificados, para su posterior recogida por gestores autorizados.

• Los electrodomésticos, equipos informáticos y otros equi-pos electrónicos deben ser gestionados de manera adecua-da, por ejemplo mediante su depósito en un punto limpio.

• Otra alternativa válida es la gestión de residuos en los propios puntos de venta. Esto es aplicable por ejemplo a tubos fluorescentes, equipos informáticos, teléfonos móvi-

les y sus baterías o restos de medicamentos y sus envases. En el caso concreto de los teléfonos móviles debe incidirse en el consumo responsable, ya que a menudo se adquieren nuevos modelos de teléfono animados por ofertas de las operadoras y no por una verdadera necesidad.

3.2.5. COCINA/ÁREA DE CAFÉ

Algunas organizaciones disponen de una zona común donde se sitúan las máquinas de bebidas, café, frigorífico, microondas, etc. Suelen ser las áreas donde más cantidad de residuos orgánicos se generan, por eso, son de especial mención.

• Separar los residuos en dos cubos o bolsas de basura, uno para desperdicios orgánicos y otro para envases.

• Sustituir los vasos de plástico de usar y tirar por vasos y tazas de vidrio, cerámica...

• Comprar productos de alimentación envasados en forma-tos de gran capacidad ya que tienen menos envase.

• En caso de tener frigorífico, no meter cosas muy calientes porque se obliga al motor a hacer un esfuerzo extra. Des-congelarlo regularmente porque la capa de hielo disminuye la eficacia y aumenta el consumo.

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ORGÁNICO PAPEL CRISTALENVASES

Contendor para reciclar medicamentosy campaña para reciclar el móvil

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• Es recomendable adoptar una dieta “baja en CO2” selec-cionando alimentos producidos de manera ecológica y de manera local. De esta manera evitamos fomentar el uso de un exceso de fertilizantes, plaguicidas… así como el consu-mo de energía y emisión de CO2 asociada al transporte de alimentos desde zonas lejanas.

• Los residuos orgánicos deberán ser gestionados de mane-ra separada del resto de residuos asociados a la alimenta-ción tales como envases.

3.2.6. VERTIDOS LÍQUIDOS

La mayoría de los vertidos de aguas residuales que se hacen en el mundo no son tratados. Simplemente se descargan en el río, mar o lago más cercano y se deja que los sistemas na-turales, con mayor o menor eficacia y riesgo, degraden los desechos de forma natural. En los países desarrollados una proporción cada vez mayor de los vertidos es tratada antes de llegar a los ríos o mares en estaciones depuradoras de aguas residuales (EDAR).

Los vertidos urbanos o aguas negras están formados por materia orgánica (fecal) disuelta o suspendida. Además el

alcantarillado arrastra todo tipo de sustancias: emisiones de los automóviles (hidrocarburos, plomo y otros metales), sales, ácidos, etc. Su importancia es tal que requiere siste-mas de canalización, tratamiento y desalojo, sin los que se pueden generar graves problemas de contaminación. El impacto de los vertidos en el medio acuático lleva a un fenómeno denominado eutrofización, que consiste en un enriquecimiento excesivo de los nutrientes en el agua. De-bido a esto se produce un crecimiento muy abundante de plantas y de organismos (principalmente fotosintéticos), que cuando más tarde mueren y se pudren, llenan el agua de malos olores y le dan un aspecto malsano, disminuyen-do drásticamente su calidad. Este fenómeno se produce de forma natural de forma mucho más moderada.

El proceso de putrefacción consume una gran cantidad del oxígeno disuelto y las aguas dejan de ser aptas para la ma-yor parte de los seres vivos (provocando gran mortandad de peces). Además algunas de estas algas producen toxi-nas que pueden envenenar el agua.

De todos los nutrientes, los máximos responsables de este proceso son los nitratos y los fosfatos. Además cuando con-taminamos aguas subterráneas es muy difícil su recupera-ción porque al no estar en contacto directo con el oxígeno de la atmósfera tienen muy poca capacidad de autodepu-ración.

Para reducir los vertidos:

• Disminuir la cantidad de fosfatos y nitratos en los verti-dos, usando detergentes con baja proporción de fosfatos o detergentes biodegradables, o bien utilizando menos canti-

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dad de detergente. Normalmente, los fabricantes aconsejan utilizar más cantidad de la necesaria.

• Utilizar elementos naturales como alternativa a los pro-ductos químicos de limpieza. Es posible limpiar el fregade-ro con bicarbonato sódico y media taza de vinagre.

• Leer las etiquetas de los productos de limpieza para saber cómo manipularlos y qué contienen. Elegir, si es posible, los productos que contengan una etiqueta ecológica, o al menos productos de limpieza no tóxicos ni agresivos con el medio ambiente, que no contengan benzol, fosfatos, etc.

• Evitar el uso de aerosoles con CFCs o compuestos orgáni-cos volátiles que dañen la capa de ozono.

• No usar ambientadores, mejor abrir las ventanas para ven-tilar las salas.

• El aceite usado lo podemos entregar a un gestor autoriza-do para su correcto tratamiento ya que su presencia en el agua forma una película que impide la difusión del oxígeno, alterando la vida acuática.

3.2.7. EMISIONES ATMOSFÉRICAS

La contaminación atmosférica hace referencia a la altera-ción de la atmósfera terrestre susceptible de causar impac-to ambiental por la adición de gases o partículas sólidas o líquidas en suspensión en proporciones distintas a las na-turales que pueden poner en peligro la salud del hombre y la salud y bienestar de las plantas y animales, atacar a distintos materiales, reducir la visibilidad o producir olores desagradables.

El nombre de contaminación atmosférica se aplica por lo general a las alteraciones que tienen efectos perjudiciales sobre la salud de los seres vivos y los elementos materiales. Los principales mecanismos de contaminación atmosféri-ca son los procesos industriales que generan combustión tanto en industrias como en automóviles y calefacciones residenciales.

Las sustancias contaminantes más comunes en la atmósfe-ra son el dióxido de azufre (SO2), el monóxido de carbono (CO), y el dióxido de carbono (CO2), aunque hay muchas más que también son tanto o más peligrosas, aunque en cantidades más bajas y presentes con menor frecuencia, en-tre ellas hay derivados del azufre y del nitrógeno (óxidos), metales pesados (partículas diminutas), dioxinas, furanos, los clorofluorocarbonados (CFC), etc.

Para contribuir a la menor contaminación de la atmósfera:

• Sustituir los frigoríficos y aparatos de aire acondiciona-do antiguos que contengan CFC. Cuando se trasladen o se reparen los aparatos hay que tener cuidado para no dañar el serpentín ya que en el momento de la destrucción de es-tos aparatos viejos se pueden liberar a la atmósfera y esto

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contribuiría a la destrucción de la capa de ozono en la es-tratosfera.

• Almacenar los tubos fluorescentes en un lugar seguro has-ta ser retirados de forma adecuada. Hay que evitar su rotu-ra, que libera pequeñas cantidades de mercurio y argón. La gestión adecuada puede ser contratada a ciertas empresas o bien ser autogestionada mediante su depósito en punto limpio. Debe consultarse la posibilidad de que la misma empresa que proporciona los nuevos tubos se haga cargo de manera adecuada de los tubos gastados.

• Sustituir los viejos sistemas de calefacción de carbón por otros más modernos como los de gas. El carbón y los deri-vados del petróleo producen al quemarse enormes cantida-des de gases causantes del efecto invernadero y de la lluvia ácida que producen defoliaciones que matan la flora y acidi-fican suelos y agua a gran distancia del foco emisor.

• No utilizar sistemas de extinción de incendios basados en halones ya que destruyen la capa de ozono.

• No fumar cerca del área de actividad, solo en un lugar dis-ponible para ello y siempre que no se moleste al resto del personal.

3.2.8. RUIDO

El ruido (contaminación acústica) forma parte de la con-taminación atmosférica tanto como las emisiones atmos-féricas. El aumento de ruido puede provocar dolencias nerviosas, dificultades para conciliar el sueño y trastornos mentales varios, pérdida progresiva de audición, alteracio-nes de la presión arterial, del ritmo cardíaco, estrés, etc.

Los ruidos son más perjudiciales en los espacios cerrados, ya que las paredes, techos y suelo devuelven las vibracio-nes. Podemos evitarlos con acciones sencillas:

• Controlar el correcto funcionamiento de máquinas, foto-copiadoras, impresoras, aparatos de aire acondicionado, etc. y revisarlo regularmente, para minimizar el ruido pro-ducido.

• Evitar tener un volumen excesivo en el teléfono, móvil, etc.

• Colocar doble acristalamiento en la entidad, siempre que se disponga de medios económicos suficientes.

3.3.1. CONSIDERACIONES GENERALES

Debe tenerse en cuenta que el objetivo último de esta Guía es establecer un cambio de mentalidad, hacer de la concien-cia ecológica un modo de vida, una manera habitual de ac-tuar en todas las circunstancias más allá de actos puntuales realizados en circunstancias concretas.

En este sentido debe fomentarse la transversalidad de los contenidos ambientales en todas las actividades realizadas por las asociaciones juveniles, independientemente de la temática de los mismos. No resultaría coherente que en una conferencia sobre Inmigración, por ejemplo, dejemos las ventanas abiertas mientras funciona la calefacción.

Si conseguimos convertir las “buenas prácticas ambienta-

GUÍA DE BUENAS PRÁCTICAS PARA ASOCIACIONES JUVENILES

3.3. ACTIVIDADES PROPIAS DEL CJE Y OTRAS ASOCIACIONES JUVENILES

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les” en hábitos cotidianos, que realicemos incluso sin dar-nos cuenta, será cuando se conviertan en una herramienta realmente eficaz, que se extenderá de manera automática a todos los aspectos de nuestra vida diaria más allá del aso-ciacionismo. Además, cada persona con buenos hábitos am-bientales, especialmente si hace un esfuerzo para difundir los mismos, se convierte en un transmisor de los mismos hacia el resto de la sociedad.

Dicho esto, a continuación se ofrecen algunos de los aspectos ambientales que podemos tener en cuenta para mejorar nues-tro comportamiento ambiental al realizar algunas de las acti-vidades más habituales dentro de una asociación juvenil.

3.3.2. ASAMBLEAS

Documentación: de manera previa al desarrollo de cada Asamblea suele producirse un intercambio de información documental entre organizadores e invitados. A menudo este intercambio se produce de manera física, e incluso en algunas asociaciones está reglamentada la obligatoriedad de hacerlo así. Posteriormente, a lo largo del desarrollo de la Asamblea, la práctica habitual consiste en repartir una co-pia en papel entre todos los asistentes de un documento que en la mayoría de los casos no tiene ningún uso posterior.

En este sentido, proponemos:

• Realizar el intercambio de documentación de forma tele-mática. Modificar los reglamentos que hacen obligatoria la presencia de una copia física. En general, tratar de reducir la cantidad de documentación generada.

• Si fuera imprescindible el envío de documentación física,

se realizará con los criterios reservados a la documentación interna: no se usará color, se imprimirá a doble hoja, se usa-rá un tipo de letra pequeño (aunque legible) y se evitarán las encuadernaciones complejas como canutillos, cubier-tas plásticas y demás. No será necesaria la elaboración de portada. Dentro de lo posible, las convocatorias constarán de un solo folio. La documentación más extensa se enviará grapada.

• Dentro de la corriente de fomento de las nuevas tecnolo-gías, se estudiará para cada asamblea la posibilidad de usar proyectores para visualizar la información en lugar de en-tregar una copia en papel para cada uno de los asistentes. Esto se aplicará también al estudio del orden del día.

Energía: las técnicas a aplicar para el ahorro de recursos son las mismas que aplicaríamos en cualquier otra situa-ción. Con una salvedad, al tratarse de un grupo grande de personas, cualquier gesto ambientalmente favorable ve am-plificado su efecto. Entre las prácticas que podemos adop-tar encontramos:

• Se organizarán las asambleas en horarios que permitan el uso de luz natural.

• La climatización se usará sólo en caso necesario. 20 ºC en invierno o 24 ºC en verano son temperaturas consideradas óptimas. Pueden abrirse las ventanas en verano, y se man-tendrán cerradas en invierno, especialmente si la calefac-ción está en funcionamiento.

Manutención: el coste ambiental de la manutención de un grupo grande de personas puede ser reducido siguiendo unos consejos básicos:

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• La potabilidad del agua del grifo está garantizada por ley y su calidad es elevada en la mayor parte de la geografía española. El consumo de agua embotellada no debería ser superior a una botella por persona y día, pudiéndose relle-nar la botella con agua del grifo.

• Si se proporcionan alimentos a los asistentes se preferirán los alimentos frescos de producción local frente a otras al-ternativas como productos con exceso de envases o comida basura. Si se sirve café o refrescos se procurará usar vasos o tazas de cerámica o vidrio antes que vasos de plástico, o al menos reutilizar estos.

• Los residuos de envases (como botellas de plástico) serán gestionados de manera adecuada, depositándose en los contenedores correspondientes.

Transporte: es posible conseguir un gran ahorro econó-mico y una disminución del impacto ambiental debido al transporte aplicando medidas de sentido común:

• El coste del transporte hasta el lugar de celebración de la asamblea es asumido por el CJE, que está obligado a imponer criterios de sostenibilidad. En este aspecto, se costeará única-mente el transporte público terrestre, con las excepciones lógi-cas de las comunidades autónomas insulares, Ceuta y Melilla.

3.3.3. ENCUENTROS Y JORNADAS FORMATIVAS

Este tipo de eventos suelen realizarse en locales que no per-tenecen a las asociaciones juveniles, tales como albergues. Debemos tener en estos lugares la misma actitud de respeto ambiental que en nuestros locales, si no mayor, con especial énfasis en los pequeños detalles:

• No se descuidarán actos sencillos como apagado de interrup-tores, cerrado de grifos, uso moderado de climatización…

• La manutención suele estar incluida, en caso contrario procurar minimizar el impacto también en este aspecto.

• Se fomentará la realización de este tipo de jornadas en entornos rurales, preferentemente en zonas de reconocido valor paisajístico y ambiental. Se propondrán actividades al aire libre, o cuando menos se promoverán los paseos por la zona durante los descansos de la jornada. En estos entor-nos se pondrá un especial cuidado en minimizar el impacto producido, con especial énfasis en el tema del ruido y los residuos.

3.3.4. EVENTOS LÚDICO-FESTIVOS

En un ambiente lúdico y mucho más relajado de lo habitual existe el peligro de relajar nuestras precauciones ambien-tales, siendo habituales en estos casos el despilfarro gene-ralizado de recursos. Para evitarlo en lo posible podemos seguir estos sencillos consejos:

• En la alimentación, evita la comida basura o precocina-da, ya que suele contener muchos aditivos y conservantes y viene sobre-empaquetada. Procura consumir alimentos frescos, de temporada y de producción local.

• Rechaza los alimentos envasados en bandejas de polies-tireno expandido (corcho blanco), puesto que no son reci-clables y tardan muchos años en degradarse, permanecen mucho tiempo contaminando el entorno. Los productos no son mejores porque vengan envueltos en plástico ni ador-nados con bandejas.

GUÍA DE BUENAS PRÁCTICAS PARA ASOCIACIONES JUVENILES PÁGINA 31

• Procura guardar los alimentos en la clásica fiambrera o tarros de cristal en lugar de envolverlos o taparlos con pelí-cula de plástico o aluminio.

• Para las bebidas es preferible el uso de vasos de vidrio. Si se usan de plástico, al menos usar un solo vaso por persona, los vasos pueden ser “personalizados” con rotulador.

• Anima a que en los eventos los participantes traigan comi-da para compartir.

• Promueve en el caso que sea necesario los catering eco-lógicos.

• Facilita dispositivos para separar los residuos.

Consejos a tener en cuenta en todos los ámbitos y activi-dades:

• Realizar unas charlas de formación y concienciación di-rigidas a todos los que forma parte de las asociaciones y entidades.

• Distribuir la presente guía entre el personal de la asociación.

• Realizar campañas periódicas de concienciación ambien-tal: cartelería, trípticos informativos, correos electrónicos…

• Las anomalías en el sistema eléctrico, pérdida de agua en grifos y cisternas, averías en equipos informáticos… debe-rán ser comunicadas cuanto antes para su subsanación al

tratarse de fuentes potenciales de desperdicio energético o de recursos, o fuente de contaminación ambiental.

Uno de los objetivos de una adecuada política ambiental es ha-cer extensible la promoción de las buenas prácticas ambien-tales más allá del ámbito puramente laboral. Para ello, a conti-nuación se ofrece un decálogo que selecciona algunas acciones ambientales que podemos llevar a cabo en nuestra vida diaria:

DECÁLOGO DE BUENAS PRÁCTICASEN LA VIDA DIARIA

1. REDUCE, REUTILIZA y RECICLA lo máximo posible.

2. Consume la ENERGÍA necesaria SIN DESPILFARRAR.

3. SEPARA tus RESIDUOS y llévalos al contenedor o Punto Limpio adecuado, con especial atención para los residuos peligrosos.

4. NO utilices el AUTOMÓVIL cuando no sea necesario.

5. NO utilices los ELECTRODOMÉSTICOS a media carga.

6. NO utilices indiscriminadamente el DESAGÜE para deshacerte de tus desperdicios.

7. El RUIDO también es una forma de contaminación. Intenta minimizarlo.

8. Practica medidas de ahorro de AGUA.

9. NO utilices PRODUCTOS AGRESIVOS con el medio ambiente.

10. Utiliza CRITERIOS AMBIENTALES cuando necesites renovar luminarias, mobiliario, electrodomésticos…

3.4. CONSEJOS GENERALES

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PÁGINA 33GUÍA DE BUENAS PRÁCTICAS PARA ASOCIACIONES JUVENILES

4. REVISIÓN AMBIENTAL

LA REVISIÓN ES LA EVALUACIÓN DEL ESTADO DE LAS CO-SAS PARA DETERMINAR SI LAS ACTIVIDADES Y RESULTA-DOS RELATIVOS AL MEDIO AMBIENTE SATISFACEN LAS DISPOSICIONES ESTABLECIDAS, Y ADEMÁS COMPROBAR SI SE LLEVAN A CABO Y SON ADECUADAS PARA ALCAN-ZAR LOS OBJETIVOS PREVISTOS. ESTA “ECOAUDITORÍA” CONSISTE EN ENCONTRAR DE MODO PARTICIPATIVO LOS ELEMENTOS QUE SE HAN ESCAPADO A NUESTRO CON-TROL O QUE PUEDEN MEJORARSE, REVISANDO LAS IN-FRAESTRUCTURAS Y EL FUNCIONAMIENTO DE NUESTRO CENTRO, BUSCANDO LAS PÉRDIDAS DE ENERGÍA Y LOS CAUSANTES DE CONTAMINANTES. SE REALIZARÁ DE FOR-MA PERIÓDICA EN TODO EL CENTRO.

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En la revisión del nuevo procedimiento de trabajo pretendemos:

• Determinar si el programa se ha implantado y mantenido correctamente.

• Identificar áreas y métodos de posible mejora.

• Evaluar la capacidad del proceso de revisión de la gestión interna para garantizar una adecuación y eficacia continua.

Se haría una autoevaluación consistente en revisar los recursos proporcionados en la guía y un chequeo de los objetivos propuestos y alcanzados.

A modo de ejemplo podríamos plantear un cuestionario de autoevaluación ambiental como el siguiente:

Área Buenas Prácticas realizadas Objetivos de mejora Objetivos de mejora Comentarios propuestos en la anterior propuestos para la revisión y alcanzados siguiente revisión

GUÍA DE BUENAS PRÁCTICAS PARA ASOCIACIONES JUVENILES PÁGINA 35

TEST DE SOSTENIBILIDAD AMBIENTAL(extraído y adaptado de la Guía “Pequeños trucos, grandes logros” del Consejo de la Juventud de la Región de Murcia)El presente test es equivalente a una “ecoauditoría simplificada” que puede usarse para obtener una impresión inicial del grado de sostenibilidad así como para detectar los puntos débiles susceptibles de mejora.

El test puede ser aplicado a distintas escalas, desde el nivel individual al del total de las instalaciones de la entidad, o bien realizarse un análisis comparando el resultado obtenido en distintos departamentos.

La técnica de realización del test consiste en contestar una serie de afirmaciones con una respuesta numérica del 1 al 4 siendo (1: nunca, 2: raras veces, 3: a veces y 4: siempre). Las preguntas aparecen agrupadas por bloques temáticos. Al final del test aparece una escala que resume el total de la puntuación obtenida informando del grado de sostenibilidad.

OFICINA 1 2 3 4

Las persianas están subidas durante el día

Las luces se apagan cuando entra suficiente luz natural

Las luces se apagan cuando no se están usando

Hay un encargado de apagar luces al final de la jornada

Se utilizan bombillas de bajo consumo

Se desconectan los cargadores cuando finalizan las recargas de aparatos eléctricos

El modo de ahorro de energía del ordenador está activado

Se apagan los monitores cuando se dejan de usar un tiempo

Se establece como salvapantallas un fondo negro

Se usa el modo “ahorro de toner” al imprimir

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Se evita el uso de pilas botón

Se fomenta el uso de pilas recargables

En invierno, la calefacción está a 25ºC o menos

En verano, el aire acondicionado está a 20ºC o más

Las puertas y ventanas están cerradas cuando funciona la climatización

Como medio de transporte a la oficina se prefiere caminar, bicicleta,transporte público o se comparte un vehículo entre varias personas

Se utilizan las escaleras en vez del ascensor

Se usa papel por las dos caras siempre que es posible

Se utiliza papel reciclado y ecológico

Se utilizan contenedores específicos para determinados residuos

El mobiliario de madera proviene de explotaciones sostenibles

La oficina está adecuadamente aislada tanto térmica como acústicamente

El nivel de ruido en la propia oficina es moderado

ASEOS 1 2 3 4

Los grifos se cierran cuando no son necesarios

No se usa agua caliente si no es necesario

GUÍA DE BUENAS PRÁCTICAS PARA ASOCIACIONES JUVENILES PÁGINA 37

Se procura que ningún grifo pierda agua

Se procura que ninguna cisterna pierda agua

Se utilizan grifos con difusor

Se utilizan cisternas de doble descarga u otras medidas para ahorrar agua en la cisterna

No se usa el inodoro como papelera

No se usa más papel que el necesario

No se usa más jabón que el necesario

Los productos de limpieza se usan con moderación

COCINA 1 2 3 4

Los electrodomésticos son de clase A

Sólo se enciende la luz si es necesario

Se usan únicamente embalajes imprescindibles

Se separan los distintos tipos de residuos: orgánico, envases…

El aceite usado se retira de forma adecuada (punto limpio)

Se controla el consumo de agua en la cocina

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LAS TRES R 1 2 3 4

Siempre que sea posible se adquieren productos ecológicos

Se realizan las compras estrictamente necesarias

Se procura minimizar el uso de bolsas y embalajes

Se procura comprar productos en envases grandes o a granel

Se adquieren productos de limpieza respetuosos con el medio ambiente

Se recicla el papel producido en la oficina

Se retiran de modo adecuado los aparatos eléctricos y electrónicosobsoletos, pilas, fluorescentes (punto limpio, lugares de venta)

Se retiran los medicamentos caducados en los puntos SIGRE

DESPLAZAMIENTOS Y ESTANCIAS 1 2 3 4

En los desplazamientos cortos se procura caminar o usar la bicicleta

En los desplazamientos de media distancia se prefiere el transporte urbano

En los desplazamientos largos se prefiere el tren o el autobús

Sólo se usa el avión si resulta imprescindible

En el caso de usar coche procuro que sea de manera compartida

En las visitas a lugares naturales se pone especial cuidado enrespetar el entorno

GUÍA DE BUENAS PRÁCTICAS PARA ASOCIACIONES JUVENILES PÁGINA 39

Durante las estancias se procura utilizar parte del tiempo enconocer el entorno circundante

En el lugar de estancia se respetan las buenas prácticas ambientalesdel mismo modo que en el lugar habitual de trabajo

Las actividades realizadas fuera del lugar habitual de trabajo incluyenaspectos ambientales

Tras el recuento del total de puntos, se puede consultar a modo de referencia la siguiente escala el “efecto” que la actitud del individuo o grupo chequeado tiene sobre el Medio Ambiente:

• Entre 0 y 50 puntos:Nocivo. Se impone un cambio radical de actitud

• Entre 51 y 100 puntos:Regular. Se necesita mayor concienciación

• Entre 101 y 150 puntos:Neutro. En términos generales el Medio no se ve beneficiado por esta actitud pero tampoco especialmente dañado.

• Entre 151 y 200 puntos:Positivo. La actitud es correcta, pero se puede hacer más.

• Entre 201 y 250 puntos:Muy Beneficioso. Se mejora la calidad del Medio.

• Entre 251 y 300 puntos:Sostenible. Actitud óptima que debe ser mantenida y fomentada.

Se recuerda que en aplicación del concepto de mejora continua incluido en el compromiso ambiental, se espera que cada vez que se realice una nueva auditoría se obtenga un resultado cada vez mejor.

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PÁGINA 41GUÍA DE BUENAS PRÁCTICAS PARA ASOCIACIONES JUVENILES

5. PASANDOA LA ACCIÓN

AÚN SABIENDO QUE LA SITUACIÓN DEL MEDIO AMBIENTE EN ESPAÑA DEJA MU-CHO QUE DESEAR, DESDE EL MOVIMIENTO ASOCIATIVO JUVENIL APOSTAMOS POR:

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• El fomento de la participación, incorporando a la juventud en la toma de decisiones sobre cuestiones relativas al Me-dio Ambiente, creando nuevos cauces para la intervención desde el inicio del proceso de elaboración de decisiones.

• La transparencia y publicidad en las informaciones.

• El impulso y promoción del derecho a la educación am-biental, porque para participar hay conocer, pero para co-nocer, a su vez es necesario tener capacidad para integrar y valorar las informaciones recibidas.

Los jóvenes de las entidades juveniles deberíamos reclamar más la atención de los adultos que gobiernan ya que vivimos en una democracia y podemos exigir algunos derechos. El derecho de participación no se nos puede negar. Participar supone aportar ideas, presionar para que se escuche, pero respetando siempre que la decisión final les correspondea los que han sido elegidos democráticamente, por tanto la forma más efectiva de presión es quitar el apoyo durante las votaciones.

Además otras formas de acción serían:

Tarjetas postales reivindicativas.Éste es uno de los métodos más sencillos para favorecer desde el ámbito urbano la conservación del entorno. Se trata de enviar a los responsables de la resolución de al-gún problema ambiental algún tipo de reivindicación. Para ello es necesario solamente preparar una tarjeta pos-tal en la cual se argumenta nuestra demanda para que

las personas puedan simplemente firmarlas y enviarlas a la dirección del ente responsable. Es una técnica senci-lla parecida a la recogida de firmas, pero con mayor im-pacto. Durante unas semanas el ente al cual va dirigida la reivindicación pude llegar a recibir miles de tarjetas portales. Es importante que la entidad promotora haya enviado previamente un documento-propuesta con las ac-tuaciones o reivindicaciones argumentadas y concretas.

Denuncias ambientales.Las denuncias son la herramienta fundamental que el orde-namiento jurídico pone en nuestras manos para alertar so-bre las infracciones ambientales que detectemos. Presentar una denuncia es algo mucho más sencillo de lo que algunas personas piensan: no supone más que poner en conocimien-to de la autoridad competente unos hechos para que sean investigados y se tomen medidas oportunas si procede.

La autoridad receptora de la denuncia tiene el deber de in-vestigar los hechos denunciados y debe mantener informa-do al denunciante de los pasos que siga el procedimiento.Con carácter general una denuncia debe contener datos tales como: identificación completa del denunciante, iden-tificación del denunciado (si se conocen sus datos), hechos denunciados, lugar, fecha y firma.

Existen dos tipos básicos de denuncia:

• Denuncia penal: Cuando se intuye que la gravedad de los hechos puede ser motivo de delito ecológico o contra el medio ambiente recogido en el Código Penal. Puede pre-sentarse por escrito en las oficinas de la Policía Nacional, Autonómica, Guardia Civil, Juez o al Ministerio Fiscal. Por ejemplo, si en una de nuestras salidas o actividades al

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5.1. PARA HACERNOS NOTAR

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aire libre encontramos una fábrica vertiendo al cauce de un arroyo gran cantidad de agua notablemente contami-nada; o bien vemos a alguien cazando en una época que no está abierta la veda; en ambos casos debemos ponernos en contacto con el SEPRONA (Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil) y contarles lo que hemos visto, de modo que, con nuestras indicaciones, realicen las primeras averiguaciones o diligencias sobre los hechos que se denuncian. Puede interesar presentar la denuncia cuanto antes cuando: se estén produciendo los hechos delictivos, haya que tomar muestras con celeridad (ejemplo del verti-do) o cuando convenga tomar alguna medida preventiva especial (ejemplo del cazador).

• Denuncia Administrativa: se trata de buscar una sanción para cualquier posible infracción en el ámbito ambiental. Se dirigen al órgano administrativo con competencias en la materia (Consejerías de Medio Ambiente, Ayuntamientos, etc.) Podemos presentar estas denuncias por correo certifi-cado. En algunos casos existen impresos específicos para este tipo de denuncias.

Participación pública en el proceso de evaluación ambiental.El término de “impacto” indica la alteración que la eje-cución de un determinado proyecto introduce en el me-dio y se expresa por la diferencia entre la evolución del mismo sin y con proyecto. El concepto de impacto am-biental lleva consigo una modificación de las caracte-rísticas del medio y de su grado de conservación. Se entiende por Evaluación de Impacto Ambiental el con-junto de estudios y sistemas técnicos que permiten esti-mar los efectos que la ejecución de un determinado pro-yecto, obra o actividad causa sobre el Medio Ambiente.

La Evaluación del Impacto Ambiental constituye una téc-nica cuya operatividad y validez como instrumento para la preservación de los recursos naturales y defensa del Medio Ambiente está recomendada por organismos internaciona-les y viene avalada por la experiencia acumulada en países desarrollados que la han aplicado, incorporada a su ordena-miento jurídico desde hace años.

De estas experiencias se deduce que la Evaluación del Im-pacto Ambiental, lejos de ser un freno para el desarrollo y para el progreso, supone y garantiza una visión más com-pleta e integrada de las actuaciones sobre el medio en que vivimos, una mayor creatividad e ingenio, mayor responsa-bilidad social en los proyectos, la motivación para investi-gar en nuevas soluciones tecnológicas y, en definitiva, una mayor reflexión en los procesos de planificación y de toma de decisiones.

La Unión Europea ha regulado la forma y amplitud con que han de realizarse los estudios de Evaluación del Impacto Ambiental de ciertas obras públicas y privadas. Estable-ciendo que el estudio de impacto ha de realizarse sobre la base de una información exhaustiva de los efectos que los proyectos pueden tener sobre el Medio Ambiente; informa-ción que no sólo ha de ser proporcionada por el titular del proyecto sino que ha de ser completada por las autoridades y por el público susceptible de ser afectado por el proyecto.En el ordenamiento interno español, la Constitución, en su artículo 45, impone a los poderes públicos la defensa del Medio Ambiente, y en su artículo 9 le exige asimismo que faciliten y posibiliten la participación de todos los ciuda-danos en la vida económica, cultural y social; este doble mandato constitucional implica, en la línea expuesta por la Comunidad, que en materia de medio ambiente, se ha de

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prevenir como mejor defensa y los sistemas de prevención han de ser elaborados sobre la base de una amplia partici-pación.

La Evaluación del Impacto Ambiental debe comprender, al menos, la estimación de los efectos sobre la población hu-mana, la fauna, la flora, la vegetación, la geología, el suelo, el agua, el aire, el clima, el paisaje y la estructura y función de los ecosistemas presentes en el área previsiblemente afectada. Asimismo debe comprender la estimación de la incidencia que el proyecto, obra o actividad tiene sobre los elementos que componen el patrimonio histórico local, sobre las relaciones sociales y las condiciones de sosiego público, tales como ruidos, vibraciones, olores y emisiones luminosas, y la de cualquier otra incidencia ambiental deri-vada de su ejecución.

El estudio del Impacto Ambiental será sometido dentro del procedimiento aplicable para la autorización o realización del proyecto al que corresponda, y conjuntamente con éste, al trámite de información pública y demás informes que en aquel se establezcan.

El órgano administrativo de Medio Ambiente de la admi-nistración procederá directamente a someter al Estudio de Impacto Ambiental al trámite de información pública du-rante treinta días hábiles, y a recabar los informes que, en cada caso, considere oportunos. Los proyectos que salgan a trámite de información pública, son publicados usualmente en el boletín oficial de la Comunidad Autónoma correspon-diente. Cuando la autorización del proyecto sea competen-cia de la Administración del Estado, el estudio de impacto se expondrá al público en las oficinas correspondientes del Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo, previo anuncio

en el Boletín Oficial del Estado.

Participación desde las asociaciones.

Una vez que el estudio es presentado a la administración, debe someterse a información pública durante un plazo de treinta días. En este periodo cualquier ciudadano puede, si así lo solicita, consultar el estudio y así conocer las caracte-rísticas del proyecto y sus posibles efectos.

A veces localizar dónde se encuentra expuesto el estudio a información pública puede resultar un poco complicado, dado que no siempre se encuentran en el mismo departa-mento de la administración. El lugar donde hay más posi-bilidades de encontrarlo, es el organismo de nuestra Comu-nidad Autónoma que se encarga del medio ambiente. Lo mejor es empezar por ahí.

Puede ocurrir que, una vez consultado el estudio de impac-to, no estemos de acuerdo con algunos datos que se apor-tan o con las conclusiones. A lo mejor nosotros poseemos información o puntos de vista interesantes que no se han considerado. No hay que olvidar que el que paga el estudio es el interesado en realizar el proyecto y algunos no son del todo neutrales a la hora de elaborar ese documento.

Por eso, durante el período de información pública, pode-mos presentar alegaciones. Sencillamente se trata de entre-gar por escrito las opiniones o datos que consideremos que no han sido tratados adecuadamente en el estudio de im-pacto. Más adelante, el organismo público competente en la materia revisa las alegaciones y, sí las considera razona-bles, puede pedir al responsable del proyecto que complete el estudio o lo modifique.

GUÍA DE BUENAS PRÁCTICAS PARA ASOCIACIONES JUVENILES PÁGINA 45

Finalmente, a la vista del estudio, y de todas las alegacio-nes recibidas, el organismo administrativo encargado del Medio Ambiente hace una declaración en la que determina la conveniencia, o no, de realizar el proyecto. En caso de responder afirmativamente al promotor, fija las condiciones que se consideren necesarias para que ocasione el menor daño posible al medio.

Si nuestros puntos de vista no son aceptados, no debemos desanimarnos. La presentación de alegaciones a un deter-minado proyecto, independientemente de que al final sean tenidas en consideración o no, es una experiencia que tiene un enorme valor formativo para todos los participantes.

Según dicta la Ley 38/1995, de 12 de diciembre (y sus modi-ficaciones), se reconoce el Derecho de acceso a la informa-ción en materia de Medio Ambiente.

La Directiva 90/313/CEE, del Consejo, de 7 de junio de 1990, sobre libertad de acceso a la información en materia de Medio Ambiente obliga a que la Administración Pública proporcione en menos de dos meses a cualquiera que perte-nezca a la Unión Europea o que viva en ella la información que precise sobre Medio Ambiente.

A efectos de esta Directiva es toda información disponible en forma escrita, visual, oral o en forma de base de datos referida:

• Al estado de las aguas , el aire, el suelo, la fauna, la flora las

tierras y los espacios naturales, incluidas sus interacciones recíprocas, así como las actividades y medidas que hayan afectado o puedan afectar al estado de estos elementos del Medio Ambiente.

• A los planes o programas de gestión del Medio Ambiente y a las actuaciones o medidas de protección ambiental.

Las Administraciones Públicas suministrarán la informa-ción sobre Medio Ambiente que les haya sido requerida en el soporte que el solicitante haya elegido.

El suministro de la información en materia de medio am-biente en ciertos casos habrá que pagarlo de la forma esta-blecida en la normativa sobre tasas y precios públicos.

En cuanto a la difusión periódica de información ambiental, las Administraciones publicarán información de carácter general sobre el estado del medio ambiente de forma perió-dica, que tendrá carácter anual en el caso de la Administra-ción General del Estado.

5.2. EL DERECHO DE LIBRE ACCESO A LA INFORMACIÓN AMBIENTAL

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