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SÉDER DE YOM KIPUR El Shabat anterior a Yom Kipur se llama Shabat Shuvah/el Shabat del arrepentimiento. Las lecturas especiales, para entonces, son las siguientes: Parashah correspondiente, Os 14: 2-10, Mq 7: 18-20, Jl 2: 15-27 y Hb 1: 1-2: 18. ANTES DEL AYUNO Antes del atardecer, la víspera del ayuno, se realiza la (haseudah hamafséket/la cena final, o de separación). Se dice la Birkat Hamazón:

(h aseudah hamafséket/la cena final, o de separación). … · olivos de aceite y de miel de dátiles. Tierra en la cual no comerás el pan ... Sea bendito, alabado, honrado,

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SÉDER DE YOM KIPUR

El Shabat anterior a Yom Kipur se llama Shabat Shuvah/el Shabat

del arrepentimiento. Las lecturas especiales, para entonces, son las

siguientes: Parashah correspondiente, Os 14: 2-10, Mq 7: 18-20, Jl 2:

15-27 y Hb 1: 1-2: 18.

ANTES DEL AYUNO

Antes del atardecer, la víspera del ayuno, se realiza la

(haseudah hamafséket/la cena final, o de separación). Se dice

la Birkat Hamazón:

BIRKAT HAMAZÓN

Tierra de trigo y cebada, de vides, higueras y granadas. Tierra de

olivos de aceite y de miel de dátiles. Tierra en la cual no comerás el pan

con escasez, ni te faltará nada en ella. Tierra cuyas piedras son de hierro

y de cuyos montes sacarás cobre. Comerás, te saciarás y bendecirás al

Eterno, tu D’os, por la buena tierra que te ha dado. Bendito seas Tú, oh

Adonái, nuestro D’os, Rey del Universo, que alimentas a todo el planeta

con Tu bondad, favor, clemencia y misericordia. Tú provees de pan a

todo ser viviente porque Tu clemencia es eterna. Por Tu inmensa bondad

nunca nos ha faltado nuestro alimento, ni lo hará nunca, a causa del

amor de Tu Gran Nombre. Bendito seas Tú, oh Eterno, nuestro D’os,

Rey del Universo, oh Hashem, nuestro Padre, nuestro Rey bondadoso y

bienhechor para con todos. Tú nos has beneficiado, sigues y continuarás

haciéndolo. A causa de Yeshúah Hamashíaj, nos has permitido heredar

el día que será siempre Shabat. Él, que ya consolidó la paz en Su Alta

Mansión… Siga perfeccionándola en cada uno de nosotros, sobre todo

Israel y digamos, en el Nombre de Yeshúah Hamashíaj... ¡Amé”n!

Se inicia el ayuno, con la puesta del sol.

BENDICIÓN DE LOS HIJOS

Los padres imparten la siguiente bendición sobre sus hijos:

Sea la voluntad del Eterno mantener lleno tu corazón de

amor y temor a D’os, durante toda tu vida, de manera tal que no

cometas errores, que tu vida siempre esté en el ámbito de la Torah y

de las mitzvot, que tus ojos vean cosas correctas, tus labios hablen

comentarios de la Torah y que tu corazón esté repleto de temor a

D’os. Que tus manos estén siempre ocupadas en las mitzvot y que

tus pies corran para hacer la voluntad de tu Creador. Si llegaras a

tener descendientes, que sean rectos y ocupados en la Torah y en las

mitzvot, durante toda la vida. Que te dé mucha bendición y

sustento, con tranquilidad. Que tu bendición nunca dependa de los

seres humanos ni de la caridad. Que Hashem sea la fuente de tu

sustento. Por Yeshúah, has sido inscrito (a) y sellado (a), en el libro

de la larga vida, dentro del entorno de las personas que, por Él,

han sido justificadas, por el que habita en la Alta Mansión,

gracias a los méritos de Yeshúah Hamashíaj.

RECIBIMIENTO DE YOM KIPUR

ENCENDIDO DE VELAS DE IZKOR Y KADISH

Exaltado y purísimo es Su Gran Nombre... ¡Amé”n!...

En el mundo que Él creó según Su voluntad.

¡Establezca Su reino!

El que hizo germinar Su redención, en Yeshúah,

apresure el regreso del Mashíaj... ¡Amé”n!...

Durante la vida y en los días de ustedes,

en vida de toda la Casa de Israel, prontamente,

en tiempo cercano y digamos: ¡Amé”n!

Sea Su Gran Nombre bendito eternamente:

Sea bendito, alabado, honrado, enaltecido,

ensalzado, magnificado, exaltado y loado

el Nombre del Eterno... ¡Amé”n!

Por encima de todas las bendiciones, cánticos,

alabanzas y consuelos que puedan ser proferidos en el mundo

y digamos: ¡Amé”n!

Haya paz emanada de los cielos,

vida, abundancia, salvación, consolación, liberación, cura,

redención, perdón, beneficios de la expiación hecha por

Yeshúah, descanso y rescate para cada uno de nosotros

y para todo el Pueblo de Israel y digamos: ¡Amé”n!

El que ya consolidó la paz en Su Alta Mansión,

siga perfeccionándola en cada uno de nosotros,

sobre todo Israel y digamos,

en el Nombre de Yeshúah Hamashíaj... ¡Amé”n!”

HADLAKAT HANEROT

Se encienden las velas y se dice:

Baruj Atah Adonái Eloheinu Mélej haolam asher kidshanu

bemitzvotav vetzivanu lehadlik ner shel Yom Hakipurim

amé”n/Bendito seas Tú, oh Adonái, D’os nuestro, Rey del

universo, que nos has puesto aparte con Tus mandamientos y nos

has recomendado encender las velas del día de las expiaciones,

amé”n.

SHEHEJEIANU

Baruj Atah Adonái Eloheinu Mélej haolam shehejeianu

vekiyemanu vehiguianu lazmán hazeh amé”n/Bendito seas Tú, oh

Eterno, D’os nuestro, Rey del Universo, que nos has dado vida,

nos has hecho permanecer y nos trajiste hasta este tiempo, amé”n.

KOL NIDRÉI1/TODOS MIS VOTOS

Kol nidréi, veesaréi, vajaroméi, vekonaméi, vejinoiéi vekinoséi

ushvuot, dindarnah ud’ishtabanah ud’ajarimnah vediasarnah al

nafshatanah miyom kipurim zeh ad yom kipurim habah aleinu

letovah, kolhón ijaratnah behón kolhón iehón shorón shevikín

shevitín, betelín umbotolín loh sherirín veloh koiamín, nidranah

loh nidréi, veesaranah loh esaréi, ushvuatanah loh shvuot beshem

yeshúah hamashíaj amé”n/Todos los votos, las ataduras, los

dichos, en arrebatos de ira, las prohibiciones impuestas, los apodos,

las multas y los juramentos con que nos comprometimos, que

juramos, que no cumplimos y con los que atamos nuestras almas,

desde este día de expiaciones hasta el próximo día de expiaciones,

para nuestro bien, debemos arrepentirnos por todos ellos, pues los

abandonamos y no los cumplimos. Anúlalos2 y serán anulados para

1 Aram.: Todos mis votos. Anulación formal de todos los votos, promesas, juramentos y palabras que no secumplieron en el año.2 Relacionado con el principio del Bitul, es decir, de la anulación de votos (comprometerse a no hacer) y depromesas (comprometerse a hacer), ha de recordarse que el Pidión Habén/rescate del primogénito tiene que ver coneste principio. He aquí la bendición del rescate: Bendito seas Tú, oh Eterno, nuestro D'os, Rey del universo, quenos has apartado con Tus mandamientos y nos has recomendado acogernos al beneficio del Bitul, aceptar estemedio Shékel de plata y exhonerar a este primogénito de su responsabilidad en el servicio perpetuo del templo.Bendito seas Tú, oh Adonái, que exhoneras a los primogénitos de Tu Pueblo Israel, en el Nombre de YeshúahHamashíaj, amé''n.

que no rijan más, ni permanezcan para siempre, los votos que

hicimos, ni los ligámenes con que nos atamos, ni los juramentos que

juramos, en el Nombre de Yeshúah Hamashíaj, amé”n.

Bendito seas tú, oh Eterno, nuestro D’os, Rey del Universo, por

cuya palabra se producen las sombras de la noche, con sabiduría abres

las puertas de los Cielos, con inteligencia cambias las estaciones y los

ciclos del tiempo. Colocas las estrellas en las alturas, en sus vigilias,

según Tu voluntad. Tú creas el día y creas la noche. Haces que se

desvanezca la oscuridad ante la luz, y la luz ante la oscuridad. Haces

desaparecer el día y llegar la noche. Así separas el día de la noche.

Eterno de las huestes es Tu nombre. Bendito seas Tú, oh Eterno, que

haces aparecer el crepúsculo… ¡Amé”n! Has amado la Casa de Israel,

Tu Pueblo, con amor perenne. Nos has impartido la Torah, sus

preceptos, sus estatutos y sus juicios. Por eso, oh Eterno, D’os nuestro,

hablaremos en todo tiempo, al acostarnos y al levantarnos, de Tus leyes,

alegrándonos y regocijándonos con el estudio de las palabras de Tu

Torah, de Tus preceptos y estatutos, para siempre, pues ellos existen

para el bienestar de nuestra vida y para la prolongación de nuestros días.

Meditaremos en ellos día y noche. Tu Amor y Tu Piedad nunca nos

abandonarán. Bendito seas Tú, oh Eterno, que amas a Tu Pueblo Israel.

Shemá Israel, Adonái, Elohéinu, Adonái Ejád, barúj shem kevód

maljutó leolám vaéd… Amé”n… “Escucha, oh Israel, el Eterno es

nuestro D’os, el Eterno es Uno. Amarás al Eterno, tu D’os, con todo tu

corazón, con toda tu alma y con toda tu fuerza. Que las palabras, que te

mando hoy, estén en tu corazón. Impártelas a tus hijos, habla de ellas en

tu estadía en casa y cuando vayas por el camino, al acostarte y al

levantarte. Átalas como señal en tu brazo, llévalas como frontal en

medio de tus ojos, escríbelas en los dinteles de tu casa y en tus

portones… ¡Amé”n!”

AMIDAH

Adonái, abre mis labios y mi boca anunciará Tu alabanza.

Bendito seas Tú, oh Eterno, D’os nuestro y D’os de nuestros

primeros ancestros, D’os de Avraham de Yitzjak y de Yaakov. (Sal

51:15, 96:1-6)

Tú eres poderoso, por siempre y para siempre, oh Adonái. (Ex

15:11, Sal 66:1-7)

Nosotros reconocemos Tu pureza. Tú eres puro y Tu Nombre es

puro, los seres humanos que han sido purificados, todo el día, Te

alabarán... ¡Selah! D’os, Rey grande y puro eres Tú. Bendito seas Tú, oh

Eterno, D’os purísimo. (Is 6:1-3, Sal 146:10)

Colosal es Adonái de las huestes, en el Juicio. El D’os purísimo es

apartado, distinto y puro, en la justicia. Bendito seas Tú, oh Eterno, el

Rey purísimo.

Tú nos escogiste de entre todas las naciones, nos amaste y, en

Yeshúah, Te complaces en nosotros. Nos exaltaste sobre todas las

lenguas. Nos apartaste con Tus mandatos. Nos acercaste, oh Rey

nuestro, para Tu servicio. Tu Nombre grande y puro, sobre nosotros

proclamaste, y nos diste, oh Eterno, D’os nuestro, con amor, este día de

las expiaciones, para recordar el perdón restaurador, para proclamar que,

en Yeshúah, Tú nos perdonas de todas nuestras iniquidades,

convocación pura, recuerdo de Éxodo de Egipto.

A nuestro favor, eternamente permanece, delante de Ti, la memoria

de los méritos de Yeshúah el Mashíaj, tu Hijo e Hijo de David, Tu

siervo. Tú Te acuerdas de Yerushalaim, Tu ciudad pura y de todo Tu

Pueblo, la Casa de Israel, para que logre sobrevivir, y para que sea

impartido con favor, gracia, piedad, misericordia, vida y paz,

especialmente en este día de expiaciones, en el que, para bien, nos tienes

presentes, oh Eterno, nuestro D’os. Nos has afirmado para bendición.

Nos has puesto a salvo para vida. Con palabra de salvación y de

misericordia, Te has apiadado, Te has condolido y Te has conmovido

por nosotros. Nos has puesto a salvo porque hacia Ti ven nuestros ojos.

Rey piadoso y grande, en merced, eres Tú.

Oh, D’os nuestro y D’os de nuestros primeros ancestros, en Yeshúah,

nos has perdonado nuestras iniquidades, y, emblema de esto, es este día

de las expiaciones.

Borra y has pasar nuestras faltas y trasgresiones de en frente de

nuestros ojos, como está dicho: Yo, Yo soy el que borra tus faltas, por

amor a Mí. De tus desacatos no me acordaré. Sea proclamado: Borré,

como al nubarrón, tus faltas y, como a la nube, tus infracciones. Regresa

a Mí, porque te redimí. También: Porque en este día expiaré sobre

ustedes, para purificarlos de todas sus trasgresiones y, delante del

Eterno, serán purificados. Nos has puesto aparte con Tus mandamientos

y nos has dado parte en Tu Torah. Sácianos de Tu bien, alégranos con

Tu salvación y sigue purificando nuestro corazón, para servirte.

Tú eres el perdonador de Israel, restaurador de las tribus de Yeshurún

por todas las generaciones y, aparte de Ti, no tenemos Rey que restaure

y perdone, sólo Tú. Bendito seas Tú, oh Eterno, Rey que restaura y

perdona nuestras iniquidades, las de Su Pueblo Israel y hace pasar

nuestras deudas año tras año. Rey sobre todo el planeta Tierra, que

purificas a Israel y al día de las expiaciones.

Tú Te complaces, oh Eterno, nuestro D’os, en Tu Pueblo Israel y

en sus plegarias. (Rm 12:1)

Nosotros Te alabamos con acción de gracias. (Sal 18:1-2, 136:1-

26)

En el Séfer Jayim, para bendición, paz, provisión buena, edictos

buenos de salvación y de consuelo, en Yeshúah, hemos sido recordados

e inscritos ante Ti, nosotros y todo Tu Pueblo, la Casa de Israel, para

vida buena y para paz. Bendito seas Tú, oh Eterno, que bendices a Tu

Pueblo Israel, con la paz. (Sal 122:6, Jn 14:27, Flp 4:7)

Hemos ofendido, hemos traicionado, hemos hurtado, hemos hablado

injuria, hicimos iniquidad, hicimos impiedad, hemos premeditado con

alevosía, fuimos violentos y vengativos, difamamos con mentira,

aconsejamos maldad, engañamos, nos burlamos, nos hemos rebelado,

hemos insultado, desobedecimos, hemos intrincado para torcernos,

hemos trasgredido, hemos odiado, endurecimos nuestra cerviz, nos

hemos pervertido, nos hemos corrompido, hemos aborrecido, hemos

errado y hemos timado.

Nos hemos apartado de Tus mandatos y juicios buenos, y Tú eres

justo, a pesar de todo, porque verdad hiciste y nosotros nos

corrompimos.

¿Qué diré a Ti, que habitas las Mayores Alturas? ¿Qué contaré a Ti,

que Te asientas en los cielos de los cielos? ¿Acaso no conoces Tú todos

mis secretos y escondrijos? Tú sabes los misterios del mundo y los

profundos secretos de todo ser viviente. Tú reconoces todas las

recámaras del vientre y escudriñas hasta los riñones y el corazón. No hay

para Ti cosa oculta ni secreto delante de Tus ojos. Por eso, ha sido Tu

voluntad, oh Eterno, D’os nuestro y D’os de nuestros primeros

ancestros, expiarnos, en el Mashíaj, de toda trasgresión, perdonarnos de

toda iniquidad y restaurarnos de toda falta, por las infracciones que

hemos cometido: Forzadamente, o voluntariamente, con determinación,

sin conocimiento, con expresión de labios, descubriendo la desnudez, al

descubierto, o en secreto, con conocimiento y calumnia, con mal hablar,

gozándonos a costa del prójimo, con meditaciones malas del corazón,

con inmoralidad sexual, con confesiones verbales, deshonrando a los

padres, a las madres, a las personas que nos han enseñado el camino del

bien, con mala intención y alevosía, con dureza de mano, profanando el

Nombre, con inmundicia de labios, con torpeza de boca, con instintos de

maldad, sabiendo y no sabiendo, con engaño e impostura, ligando con

soborno, con burla, con lengua maliciosa, con carga y don impuesto, con

mal ojo que se fija en apariencias, con labor, o con orgía y festín, con

usura y atraco, con inclinación para vociferar y con lenguaje obsceno,

con habladuría de nuestros labios, con murmuración y husmeo, con ojos

altivos de soberbia, con descaro e insolencia, con ligereza abandonando

las obligaciones, con delincuencia y actos criminales, con mala intención

y deseo contra el prójimo, con estrechez de ojo, siendo obstinados,

siendo irreflexivos, o inflexibles, con severidad y terquedad, con pies

que corren tras el mal, con chismes y difamaciones, con promesas vanas,

despreciando lo que me dan gratuitamente, con egoísmo pedigüeño y

con incredulidad de corazón... Por todos ellos, oh D’os, perdón...

Perdónanos, restáuranos y expíanos, por el sacrificio eterno de Yeshúah

Hamashíaj y a través de la eficaz expiación en Su sangre.

Oh, D’os mío, yo no me creé a mí mismo, polvo soy y mi vida

simple arcilla. Cuando muera, ciertamente, seré una vasija vacía y

bochornosa. Por eso: Sea Tu voluntad, D’os mío y D’os de mis primeros

ancestros, que yo no trasgreda más, y si lo hago, prefiero caer en las

manos de Tu gran misericordia, que en las del sufrimiento y la

enfermedad.

D’os mío, libra mi lengua del mal y mis labios de hablar calumnia.

Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante

de Ti, oh Eterno, mi Roca y mi Redentor. El que ya consolidó la paz, en

Su Alta Mansión, siga perfeccionándola, con Sus piedades, en cada una

y en cada uno de nosotros, sobre todo Israel y digan, en el Nombre de

Yeshúah Hamashíaj: ¡Amé”n! (Sal 19:14)

De:

La Pureza/III La Pureza del Tiempo,

Umaña Rojas, Conrado, Dr./Rb.

[email protected]