LA

COMUNICACIÓN

CON LOS

MUERTOS

¿Mensajes del 'Más Allá'?

Por Gustavo Hasperué

INTRODUCCIÓN

Millones de seres humanos en todo el mundo están convencidos de que quienes ya han fallecido son capaces de intervenir en nuestro mundo de una manera perceptible. Piensan que las 'almas' o 'espíritus' de los muertos se aparecen en distintas circunstancias, ya sea para socorrer a alguien, revelar algún secreto, cumplir una promesa, vengarse, etc. A esto se suma la gran cantidad de asociaciones espiritistas que organizan reuniones con el fin de establecer contacto con los difuntos y recibir de ellos enseñanzas para conducirse en la vida.

Estas creencias y prácticas son ciertamente muy antiguas, pero han tenido épocas de auge y decadencia; su difusión y aceptación han ido variando. Por una parte, el espiritismo organizado tuvo hacia fines del siglo pasado y comienzos del presente, una extraordinaria propagación. En nuestros días, el florecimiento de la superstición y el pensamiento mágico en general, hacen que se acepten con excesiva facilidad las intervenciones del 'más allá', entre las cuales, por supuesto, se encuentran las apariciones de muertos.

El tema requiere un examen atento ya que la aceptación de tales creencias no es en absoluto indiferente para la vida de las personas y las sociedades. Las repercusiones van más allá del ámbito puramente religioso y moral, llegando a afectar incluso la salud mental.

Como muchas otras supersticiones, la creencia en la comunicación con los muertos, se ve reforzada por ciertos fenómenos que para el común de la gente resultan 'misteriosos' e inexplicables de acuerdo a sus conocimientos. Y existe una fuerte tendencia en muchas personas a suponer un origen sobrenatural u 'oculto' a cualquier cosa que no sepan explicar; y esto sin previo estudio y sin otro fundamento más que la ignorancia.

El objetivo fundamental que nos hemos propuesto en este libro, es discutir la validez de los fundamentos de la creencia en la comunicación con los muertos. Los espiritistas se enorgullecen de presentar 'pruebas' de la intervención de los difuntos en nuestro mundo, pero sus argumentaciones evidencian muy poca racionalidad y un gran fanatismo. Por otra parte, personas que, sin pertenecer a grupos espiritistas, creen en la intervención espontánea de los muertos -apariciones, 'almas en pena', etc.-, tienen también sus motivos. Y la razón fundamental en la mayoría de los casos parece ser,

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como ya dijimos, que ciertos fenómenos experimentados o que otros relatan, les parecen totalmente inexplicables desde un punto de vista natural.

Nos hemos detenido principalmente en el estudio de los 'argumentos' que pretenden probar la comunicación con los muertos. No obstante, también ha sido necesario hacer alguna referencia a las doctrinas que, según los espiritistas, fueron reveladas por los espíritus de los muertos, pues se dice que dichas enseñanazas son de tal naturaleza que por sí solas evidencian un origen sobrenatural. La respuesta a los 'argumentos' espiritistas, nos ha exigido hacer una breve exposición de la historia de la moderna parapsicología, y de sus principales resultados. Pues son precisamente los resultados de la investigación científica los que refutan de modo concluyente la creencia en la comunicación con los muertos.

Dedicamos un capítulo a advertir sobre las graves consecuencias para la salud mental que pueden acarrear las prácticas espiritistas. Son muchas las personas que por inadvertencia, curiosidad o imprudencia, han sufrido daños muchas veces irreparables.

Gran cantidad de espiritistas se autodenominan 'cristianos', y a su vez, muchos cristianos que carecen de una adecuada formación en su fe, creen que cristianismo y espiritismo son perfectamente compatibles. Incluso algunos suponen que la creencia cristiana en la vida después de muerte, de alguna manera implica la tesis de la comunicación. ¡Grave error! Para aclarar un poco tanta confusión, hemos incluido un capítulo sobre de la enseñanza de la Biblia y del Magisterio de la Iglesia acerca del espiritismo.

Muchos de los temas tratados en este libro merecen una mayor profundización y estudio. El lector interesado encontrará en las notas, referencias bibliográficas que pueden serle de gran utilidad para incrementar sus conocimientos. Pero de todas maneras, creemos que este pequeño libro es suficiente para mostrar que la creencia en la comunicación con los muertos carece de todo fundamento, y que, por lo tanto, es inaceptable.

Algunos de los temas explicados podrán servir al lector para analizar críticamente otras creencias similares, o supuestas manifestaciones 'ocultas'. Además, el esclarecimiento adecuado de ciertos fenómenos, puede contribuir en gran medida a la purificación de la auténtica fe cristiana, lamentablemente contaminada a veces por supersticiones.

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BREVE HISTORIA DEL ESPIRITISMO MODERNO

- Antecedentes: Emmanuel Swedenborg y Andrew Jackson Davis

Según parece, la creencia en la posibilidad de comunicarse con los muertos a través de la "evocación" utilizando un ritual apropiado, existe desde los primeros tiempos de la historia de la humanidad. La Odisea, poema genial atribuido a Homero junto con la Ilíada, constituye un antiguo testimonio literario sobre la evocación de muertos. 1 Y, por otra parte, las condenaciones bíblicas contra la nigromancia2 atestiguan cuan difundidas estaban estas prácticas.

Pero el llamado espiritismo moderno nació en los Estados Unidos a mediados del siglo pasado. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que tuvo importantes precursores, en especial Emmanuel Swedenborg (1688-1772) y Andrew Jackson Davis (1826-1910). El primero en Europa y el segundo en América del Norte, enseñaron que es posible establecer comunicación con los espíritus de quienes han fallecido, y sostenían que ellos mismos tenían semejantes experiencias.

Swedenborg, nacido en Estocolmo y fallecido en Londres, se interesó especialmente por las ciencias naturales y la filosofía; alcanzó prestigio y renombre como científico. Pero entre 1743 y 1744 comenzó a tener sueños, visiones y revelaciones del "más allá". Se creía un elegido de Dios para enseñar nuevas verdades a la humanidad. A partir de 1745 se dedicó exclusivamente al estudio del misticismo y del ocultismo. Afirmaba estar en contacto con espíritus y ángeles, decía haber conversado con Virgilio, Lutero y otros. Sus enseñanzas son una mezcla de doctrinas cristianas y creencias orientales.

1Cfr. Homero: "Odisea", canto XI.2Ver Cap. IX.

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Sus discípulos fundaron una iglesia que denominaron Nueva Jerusalén. Las ideas de Swedenborg ejercieron gran influencia entre sus contemporáneos y sucesores, traspasando incluso las fronteras de Europa.

Jackson Davis, conocido también como "el vidente de Poughkeepsie", nació y vivió en Nueva York. En 1845 concurrió a un espectáculo de hipnotismo y se ofreció como voluntario. Como entró rápidamente en trance, el hipnotizador le propuso que fuera su asistente y él aceptó. Creyó que en estado hipnótico podía diagnosticar y curar enfermedades, y entonces ejerció el curanderismo. Pero después de algún tiempo, comenzó a impartir enseñanzas sobre el origen, evolución y funcionamiento del universo mientras estaba hipnotizado. Su doctrina, que revela gran influencia del pensamiento de Swedenborg, se hizo popular en los Estados Unidos a partir de 1847, fecha en que se publicó su libro "Los principios de la Naturaleza". Afirmaba que podía comunicarse con los muertos, y describía conversaciones con habitantes del "más allá" (entre ellos, el mismo Swedenborg).

La obra del "vidente de Poughkeepsie" es el antecedente inmediato del espiritismo moderno. La gran difusión de sus ideas constituyó una auténtica preparación del ambiente, que hizo posible la aceptación y rápida difusión de los fenómenos de Hydesville, ocurridos un año después de la publicación de su libro.

- Catalina y Margarita Fox, las fundadoras

En diciembre 1847 se instalaron en Hydesville, condado de Wayne, Estado de Nueva York, el pastor metodista John Fox, su esposa y dos hijas pequeñas, Katherine y Margaret, que por aquel tiempo tenían siete y ocho años de edad respectivamente (estas edades son aproximadas).

Al poco tiempo la Sra. Fox comenzó a escuchar unos golpes o ruidos de origen desconocido para ella. Dichos ruidos se producían por las noches y parecía evidente que tenían alguna relación con las niñas, más aún, procedían de su cuarto y cuando aún estaban despiertas.

Lo acontecido una noche de febrero de 1848 puede considerarse como la primera sesión espiritista. Katie, delante de su madre, pidió al "ruido" que hiciera lo que hacía ella, y comenzó a dar palmadas; y se oyó que el "ruido" imitó el mismo ritmo. Luego pedía que contara "uno, dos, tres ...", y se oyeron uno, dos, tres golpes. A pesar de la tranquilidad de las niñas, la madre estaba asustada pues ignoraba la causa de semejante fenómeno. Entonces se decidió a intervenir y preguntó qué edad tenían sus hijas; se escucharon primero ocho golpes, luego siete y finalmente tres, que correspondían a la edad de una hija fallecida. Luego de esto la madre preguntó: "¿Eres algún ser viviente, que respondes tan correctamente a mis preguntas? En caso afirmativo da dos golpes". Ante esta pregunta no se oyó nada. Pero la Sra. Fox insistió: "¿Acaso eres un alma?". Y seguidamente se escucharon dos golpes. "¿Eres un alma del infierno?", volvió a preguntar, y nuevamente se oyeron dos golpes.

En el diálogo que mantuvo la Sra. Fox con los "misteriosos sonidos", puede verse claramente la influencia de las ideas de Jackson Davis sobre la comunicación con los

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muertos. La madre de las niñas, al desconocer el origen de los ruidos, pìensa que pueden ser la manifestación de algún espíritu ..., en lugar de buscar otra explicación.

Con el mismo código antes mencionado (dos golpes en caso afirmativo), continuó la sesión y se obtuvo permiso del "espíritu" para que viniesen los vecinos. Se estableció más tarde un código con un alfabeto, de tal manera que los "ruidos" indicaran letras determinadas, y así se entabló el diálogo con el agente "invisible". Éste manifestó ser el espíritu de un vendedor llamado Rosma o Ryan que había sido asesinado cinco años antes, mientras estaba de paso por Hydesville y pasaba la noche en esa casa. Informó también que había sido enterrado en el sótano y que había dejado viuda y cinco hijos.

Se realizaron las excavaciones correspondientes para encontrar el supuesto cadáver, pero sólo pudieron encontrar a más de cinco metros de profundidad, cabellos y unos pocos fragmentos de huesos que no se sabe si eran humanos. Tampoco se pudo ubicar a la esposa y los cinco hijos, ni se logró establecer datos más precisos sobre Charles Rosma o Ryan (fecha de nacimiento, domicilio, etc.). Nunca se encontró a la familia Rosma o Ryan ni se hizo la denuncia policial sobre la desaparición del supuesto Charles. Todo esto constituye un pésimo comienzo para el movimiento espiritista: las "pruebas de identidad" del pretendido espíritu carecen absolutamente de todo valor. - Se difunde el espiritismo

La noticia de los misteriosos fenómenos se difundió rápidamente entre los habitantes de aquel poblado sin que nadie pudiera descubrir la causa de los ruidos. Se creyó que en todo eso había algo de demoníaco y por tal motivo la familia Fox fue expulsada de la Iglesia Metodista. Abandonaron Hydesville y se instalaron en Rochester.

Allí también comenzaron a sentirse los "extraños golpes" en presencia de las niñas. Numerosas personas acudían a la casa de los Fox para presenciar estos fenómenos. Solían reunirse alrededor de una mesa sobre la cual apoyaban sus manos; a veces la mesa parecía moverse por sí sola y responder de modo inteligente a las preguntas. Algunos comenzaron a sentir que los ruidos y movimientos se producían también en su presencia, mientras que otras no percibían nada. De modo que otras personas compartían con las hermanitas Fox la capacidad de producir esos fenómenos; a estos individuos se los llamó médiums, queriendo significar con esta palabra que eran intermediarios entre nuestro mundo y el de los espíritus.

Las sesiones espiritistas se multiplicaron por todas partes. Los entusiastas de estas prácticas afirmaban que en sus reuniones se manifestaban importantes personalidades de la historia, incluso el mismo Jesús. Los "espíritus desencarnados" comenzaron a impartir enseñanzas sobre moral y religión, además de cuestiones científicas, y anunciaban que traían una nueva revelación a los hombres.

Con el tiempo fueron agregándose otros fenómenos a las sesiones espiritistas. Se decía que estando el médium en estado de trance, un espíritu podía incorporarse en él y hablar utilizando sus cuerdas vocales, o escribir sirviéndose de su mano sin que aquel tuviera conciencia de lo que sucedía. Y se relataban sucesos aún más espectaculares: movimientos de objetos sin contacto, ruidos y luces de origen desconocido, apariciones de fantasmas de los difuntos, etc. Según los practicantes del espiritismo, muchas veces

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los espíritus revelaban cosas que ninguna persona podía conocer, lo que para ellos constituía una prueba más de que realmente eran los muertos quienes se manifestaban en sus reuniones.

El espiritismo tuvo una extraordinaria propagación en Estados Unidos, y en 1851 un grupo de adeptos viajó a Europa para difundir el nuevo movimiento. En ese mismo año Stainton Moses fundó el primer grupo espiritista de Inglaterra. Al poco tiempo el espiritismo se convirtió en un auténtico fenómeno de masas que incluso llamó la atención de destacados científicos. - Allan Kardec, el codificador

Si el espiritismo pretendía ser la nueva revelación, era absolutamente necesario que se ordenara y sistematizara la doctrina de los espíritus, suponiendo que los innumerables mensajes atribuidos a los muertos tuvieran en realidad cierta unidad y coherencia. Dicha tarea la llevó a cabo un pedagogo francés llamado Hyppolite Leon Denizard Rivail (1804-1869), más conocido por su seudónimo de Allan Kardec.

Kardec al principio fue escéptico con respecto a los fenómenos que según se decía acontecían en las sesiones espiritistas. Estudió el fenómeno de las mesas que giraban y se movían, y estableció que manifestaban cierta intencionalidad o inteligencia, y que dicha inteligencia era independiente del médium. Por lo tanto según él la única explicación posible era la acción de los espíritus de los muertos. A partir de allí se convirtió en el gran propagador del espiritismo y se dedicó a sistematizar la doctrina.

Sus libros se basan en las respuestas que dan los "espíritus", a través de los médiums, a las preguntas que él formulaba. Se sirvió especialmente de médiums escritores (psicografía). Publicó "El libro de los Espíritus" (1857), "El libro de los Médiums" (1859), "El Evangelio según el Espiritismo" (1864), "El cielo y el infierno" (1865) y otros. Leon Denis, otro francés, fue el continuador de la obra de Kardec.

Como veremos más adelante, no todos los espiritistas tienen las mismas creencias. Allan Kardec es considerado como la máxima autoridad en el espiritismo "latino" que es esencialmente reencarnacionista. Los espiritistas anglosajones no son partidarios de la reencarnación. ¡Los 'espíritus', que traen una nueva revelación a los hombres, no están de acuerdo!.

- La retractación de las Fox

El lector atento habrá notado ya numerosos puntos oscuros en el surgimiento del moderno espiritismo, pero aún falta lo peor. En efecto, décadas más tarde las propias hermanas Fox confesaron que los misteriosos ruidos que asombraron a su madre y atrajeron la atención de tantas personas, eran puro fraude.

Todo comenzó con un simple juego de niños: Magie y Katie querían asustar a una prima suya que por entonces convivía con los Fox y compartía el cuarto de las niñas. Después de algunos intentos, las niñas comenzaron a especializarse en producir ruidos aparentando no tener nada que ver. Lo hacían mediante chasquidos de los dedos de los pies y llegaron a tener gran habilidad. La prima terminó por descubrir el truco, pero su

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madre, hermana mayor de Katie y Magie, decidió aprovecharse de la situación provocada entre los vecinos crédulos y explotar a las niñas para obtener beneficios económicos.

Por fin en 1888, cuatro décadas después de los fenómenos de Hydesville, las hermanas Fox, llenas de remordimientos, se retractaron públicamente. En su edición del 24 de septiembre de 1888, el periódico neoyorquino "New York Herald", publicó una entrevista con Margaret Fox en la cual ella confesaba el fraude y explicaba lo de los ruidos. A esto se sumó una declaración de Katherine Fox en el mismo sentido, que fue publicada en el mismo periódico el 10 de octubre de ese año.

Después de esto, el 21 de octubre de 1888, Margaret organizó una exhibición pública en el escenario de la Academia de Música de Nueva York. Allí frente a un numeroso público, hizo la demostración de los raps (nombre que reciben los ruidos o golpes sin causa aparente), y una comisión de tres médicos comprobó la rara habilidad de la fundadora del espiritismo. En efecto, los misteriosos sonidos eran producidos por la primera articulación del dedo grande del pie, utilizando un banco de madera como caja de resonancia. ¡Nada de espíritus de muertos!

- Los espiritistas continúan aferrados a sus creencias

Los espiritistas, cegados por su fanatismo, nunca admitieron el fraude de las hermanas Fox, y afirmaron que habían sido sobornadas para hacer una falsa confesión. Tanto es así que en el congreso Internacional de Espiritismo reunido en París en 1925, fue aprobada una propuesta de construir un monumento conmemorativo en Hydesville, que tiempo después se hizo realidad. En dicho monumento puede leerse: "Erigido el 4 de diciembre de 1927 por los espiritistas de todo el mundo, en conmemoración de la Revelación del Espiritismo Moderno en Hydesville, N. Y., el 31 de marzo de 1848, para homenajear a la mediumnidad, base de todas las demostraciones sobre las que se apoya el Espiritismo. La muerte no existe. No hay muertos."

En nuestro país, el espiritismo fue introducido por el español Justo De Spada en 1857. Y en 1900 se constituyó la Confederación Espiritista Argentina.

La denominada "Escuela Científica Basilio", es también una asociación espiritista, que fue fundada en Buenos Aires por Blanca Lambert y Eugenio Portal, y funciona desde 1917.. Desde aquí se difundió a otros países del mundo, contando incluso con varias filiales en Estados Unidos. Los miembros de la Escuela se consideran cristianos, pero niegan la divinidad de Jesucristo (!), y entre otras cosas son partidarios de la reencarnación.

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LAS "PRUEBAS" DE LA COMUNICACIÓN

El Espiritismo tiene la pretensión de ser la única religión científica. Esto significa que sus creencias se apoyan en fenómenos observables que por su propia naturaleza evidencian la intervención de agentes desencarnados. En el monumento conmemorativo de Hydesville, al cual ya hemos hecho referencia, se afirma que la mediumnidad es la "base de todas las demostraciones sobre las que se apoya el Espiritismo".

En pocas palabras, la "prueba" que dan los espiritistas de la comunicación con los muertos son los fenómenos mediúmnicos. Debemos, por lo tanto, detenernos un poco en la descripción de dichos fenómenos, y luego pasar a considerar si realmente son una prueba de la intervención de los espíritus de los muertos.3

- Las sesiones espiritistas

Para que un "espíritu" se comunique se requiere la presencia de un médium; que según los espiritistas es un individuo dotado de facultades especiales que lo hacen capaz de "intermediar" entre nuestro mundo y el de los muertos. De modo que si se cuenta con un médium, es posible llevar adelante una sesión espiritista, que no es otra cosa que un intento de entrar en contacto con "agentes desencarnados", hacerles preguntas, recibir sus mensajes, etc.

La "sesión" se realiza generalmente en una habitación a oscuras o con poca luz, en la cual los asistentes forman una cadena tomándose de las manos. A veces se utilizan cortinas negras para formar un "gabinete" especial en un rincón de la habitación y el médium se coloca allí dentro mientras los demás siguen unidos "en cadena", o el médium permanece fuera pero los fenómenos (ruidos, "apariciones", etc.) provienen del

3Recomendamos al lector que desee profundizar sobre los 'argumentos' espiritistas y su correspondiente refutación a la luz de la ciencia, la excelente obra de Quevedo, S.J., Oscar González-: "Os mortos interferem no mundo?", Tratado en 5 volúmenes, San Pablo, Loyola. Vol. 1: "Os espíritos e os fenômenos parafísicos", 1991. Vol. 2: "Há provas de que os mortos agem?", 1991. Vol. 3: "Identificaçâo de determinado morto?", 1992. Vol. 4: "As provas da ciência", 1993. Vol. 5: "Palavra de Iahweh", 1993. En adelante citaremos esta obra consignando sólo el nº de volúmen y la página correspondiente.- Hay traducción al castellano de los dos primeros volúmenes, publicada en Buenos Aires por la editorial Lumen.

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gabinete. Todos estos acontecimientos serán considerados como pruebas de la intervención de los muertos.

Si se dan las condiciones adecuadas el médium puede "incorporar" a diversos "espíritus", y comenzará a hablar con voz más aguda o más grave según la entidad que haya tomado posesión de su cuerpo. Una vez que se ha establecido la comunicación, los participantes pueden hacer preguntas y el "muerto" tratará de responder a través del médium. La mayor parte de las veces los "mensajes" son banalidades, cosas incoherentes, erróneas, que reflejan la mentalidad de los participantes, pero alguna vez el médium puede mencionar algún detalle de la vida de los difuntos o de los presentes, lo cual no dejará de estremecer a los ya crédulos participantes. Cada médium suele tener un espíritu guía; se trata de un desencarnado que a veces pone condiciones para la sesión (a menudo más oscuridad y menos control), y que va en busca de parientes y amigos para que se presenten en la reunión.

No todos los médiums presentan los mismos fenómenos; se de el caso por ejemplo de los "psicógrafos". Éstos con un lápiz en la mano y un papel dispuesto sobre la mesa, comienzan a escribir automáticamente, sin tener conciencia de lo que escriben, y por supuesto, dicen los espiritistas que su mano es guiada por un espíritu.

Otra manera de establecer contacto con el "más allá" es mediante la mesa giratoria o parlante. En este caso, los asistentes a la sesión colocan sus manos sobre la mesa y después de que el médium realiza las invocaciones de rigor, transcurre cierto tiempo hasta que la mesa comienza a oscilar o desplazarse, y luego se levanta sobre alguna de las patas y golpea el piso. Los espiritistas dicen que la mesa se mueve sola aunque sus manos no dejen de estar en contacto con ella...

Mencionaremos finalmente el método de la "planchuela" o "ouija board". Sobre la mesa se extiende una cartulina con las letras del alfabeto, los números del 0 al 9 y las palabras 'SÍ' y 'NO'; encima de ella se coloca una planchuela montada sobre pequeñas ruedas que permiten que se deslice fácilmente. El médium coloca su mano o sólo el dedo sobre dicho artefacto -las otras personas pueden hacer lo mismo- y éste comienza a señalar letras o números, según lo que el "muerto" pretenda revelar. El médium y los participantes suelen afirmar que no son ellos los que mueven la planchuela, y tal vez muchas veces sea cierto que no tienen conciencia de provocar el fenómeno; lo cual refuerza su creencia en la intervención de los desencarnados. La planchuela puede también ser reemplazada por una copa o un vaso colocado boca abajo sobre la mesa; a su alrededor, formando un círculo, se colocan también las letras del alfabeto, los números y las palabras 'SÍ' y 'NO'. Los participantes colocan un dedo sobre la copa y el resto es igual que en el caso de la planchuela. Muchas personas se dejan fascinar por esta práctica a la cual llaman "juego de la copa". - El "trance" y el entrenamiento de los médiums

Para que se produzcan fenómenos espiritistas se requiere en general que el médium entre en un estado psico-fisiológico especial llamado trance. Dicho estado puede ser leve o muy profundo, hasta la pérdida total de la conciencia. "Lo que produce el trance es una cierta disociación de la conciencia, respecto del conjunto, o de una parte, de las funciones que habitualmente se encuentra bajo el gobierno de ésta: los sentidos (vista,

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oído, tacto, etc.), la motricidad (movimiento de los brazos, del habla, etc.), la imaginación (eidética, kinestésica, cenestésica, etc.)."4 Según esto, podemos tener a una persona hablando o escribiendo sin conciencia de lo que hace; se ha disociado su conciencia de su motricidad. En otros casos menos profundos, la persona puede darse cuenta de que está escribiendo, pero con la sensación de que es 'otro' quien dirige su mano. Se puede adivinar desde ya que, en cualquiera de los dos casos, los espiritistas dirán que es algún 'espíritu' quien dirige las acciones del médium. El argumento fundamental es que el médium no tiene conciencia de ser él mismo quien produce los fenómenos. Veremos que este argumento no tiene ningún valor para la psicología moderna.

La palabra transe no debe confundirnos y llevarnos a creer que se trata de un estado del todo singular y exclusivo sólo de los médiums espiritistas. "Poco importa su nombre: sueño hipnótico, hipnosis, letargo, trance mediúmnico, éxtasis, auto-hipnosis, narco-hipnosis, 'incorporación de un espíritu': las características psicológicas y los estados fisiológicos serán siempre los mismos. Sólo hay diferencias y preferencias en los sujetos o pacientes. (...) Pero el electroencefalograma, las características psicológicas (sugestionabilidad, memoria alternante y amnesia al despertar) como también los estados fisiológicos (contracciones o relajaciones musculares, pérdida de reflejos) serán siempre los mismos."5

Tampoco existe una única manera de alcanzar el estado de transe o cualquier estado alterado de conciencia. Puede bastar la auto o hétero-sugestión -siendo muy importantes en este caso el tipo de personalidad, las propias creencias, el deseo y la espectativa, el ambiente, etc.-, pero también pueden provocarlo, por ejemplo, los ritmos monótonos y prolongados, las drogas y algunas enfermedades.

El ser capaz de ponerse en estado de transe o auto-hipnosis, no basta para ser un buen médium; pues para llegar a producir algunos fenómenos se requiere mucha ejercitación. Allan Kardec dedica todo el capítulo XVII del Libro de los médiums al tema del desarrollo de la mediumnidad; se refiere en especial a la mediumnidad escribiente (médiums psicógrafos), considerada por él como la más útil y ventajosa. Transcribimos algunas recomendaciones:

"Como disposición material recomendamos el evitar todo lo que pueda molestar el libre movimiento de la mano, siendo preferible que esta no descanse del todo sobre el papel. La punta del lápiz debe apoyarse suficientemente para trazar, pero no tanto que pruebe resistencia."6 "La evocación debe hacerse siempre en nombre de Dios, y se la puede hacer en los términos siguientes o parecidos: Ruego a Dios Todopoderoso permita a un buen Espíritu comunicarse conmigo y hacerme escribir; ruego también a mi ángel guardián tenga la bondad de asistirme y apartar a los malos. Se espera entonces que un espíritu se manifieste haciendo escribir alguna cosa."7

4Musso, J. Ricardo: "En los límite de la psicología", Buenos Aires, Paidós, 1965, p. 110.5Kloppenburg, Boaventura: "Fuerzas ocultas", Bogotá, Ed. Paulinas, 2ª ed., 1983, p. 31. 6Kardec, Allan: "El libro de los Médiums". Traducción revisada y corregida por Salvador Gentile, San Pablo, Instituto de Difusâo Espírita, 4ª ed., 1986, nº 201, p. 223.75Kardec, Allan: op. cit., nº 203, p. 224. Como veremos más adelante (cap. IX), rogar a Dios para evocar a un muerto es un acto sacrílego, ya que Él ha prohibido expresamente estas prácticas.

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"Todavía debe tenerse presente otra cosa más importante que el modo de hacer la evocación, y es la calma y el recogimiento unidos a un deseo ardiente y a una firme voluntad de obtener buen éxito (...). La soledad, el silencio y el alejamiento de todo lo que puede causar distracciones favorece el recogimiento. Entonces sólo queda una cosa por hacer, que es renovar todos los días las tentativas durante diez minutos o un cuarto de hora, todo lo más cada vez, por espacio de quince días, un mes, dos meses, y más si es necesario; conocemos médiums que no se han formado hasta después de seis meses de ejercicio, mientras que otros escriben corrientemente desde la primera vez."8

Todas estas recomendaciones facilitarán la entrada en un estado más o menos crepuscular, con pérdida leve o total de la conciencia. A partir de allí pueden desencadenarse acciones inconscientes, en este caso, la escritura de algunos garabatos, y más adelante palabras, frases y aún libros enteros.

Los consejos de Allan Kardec no son otra cosa que peligrosos ejercicios de autosugestión9 ("recogimiento", "deseo ardiente", "voluntad firme", "renovar todos los días las tentativas"). Si por fin después de algún tiempo se consigue el resultado esperado, ¿por qué, después de tantos ejercicios, atribuirlo a los espíritus de los muertos? ¿Sólo porque el médium no tiene conciencia de sus actos? El argumento es demasiado simplista. - Los fenómenos físicos

El espiritismo moderno nació en Hydesville con una sesión de 'efectos físicos'. En efecto, el supuesto espíritu se comunicaba mediante raps: dos golpes significaban 'sí', la ausencia de ruidos significaba 'no'; y más tarde dichos sonidos indicaban en qué letra del alfabeto detenerse para ir formando palabras y frases. Lo que llamaba la atención de los participantes era el carácter inteligente de estas manifestaciones. Pero ya sabemos que todos estos fenómenos eran puro fraude, y que los misteriosos ruidos eran producidos por los 'espíritus encarnados' de las hermanitas Fox.

Ya hemos mencionado otras variedades de efectos físicos. Por ejemplo, el movimiento de una copa sobre la cual los participantes apenas colocan un dedo; estos afirman que no son ellos (no tienen conciencia) los que provocan su deslizamiento. Otras veces, la que se mueve o da algún salto, es la mesa sobre la cual los evocadores de espíritus colocan sus manos.

Lo que llama la atención en estos fenómenos -y esto es precisamente lo que remarcan los espiritistas-, es que se trata de manifestaciones inteligentes, ya que mediante algún código que se establece, pueden dar mensajes y responder preguntas. 'Lógicamente, dicen ellos, un efecto inteligente ha de tener una causa inteligente; la inteligencia que allí se manifiesta no parece ser la de los participantes (recordemos que no tienen conciencia de producir los fenómenos), y más aún, cuando se interroga a esa inteligencia dice ser el espíritu de un muerto.' Este argumento lo encontraremos repetido una y otra vez; deberemos, pues, analizarlo a la luz de los conocimientos científicos actuales y ver si realmente es una prueba de la intervención de los desencarnados.

8Kardec, Allan: op. cit., nº 204, p. 225.9En el capítulo VII nos referiremos al peligro que todo esto implica para la salud mental.

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Pero hay más efectos físicos, y más espectaculares. Los espíritus se manifiestan moviendo objetos de la sala de sesiones, o tocando instrumentos musicales. A veces se producen luces, o incluso puede verse una suerte de neblina que llega a formar la figura de un difunto.

Los espiritistas pretenden que en sus sesiones también se han llegado a producir auténticas materializaciones, es decir, la aparición completa y perfecta de un muerto como si fuera un ser humano vivo de carne y hueso, que respira, le late el corazón, habla,...!?

Todos los fenómenos físicos que hoy llamamos parapsicológicos, según los espiritistas son producidos por los espíritus, aunque no tengan lugar dentro de sus sesiones. Así, por ejemplo, en los casos de poltergeist (etimológicamente 'espíritus burlones'), o también llamados de 'casas encantadas o embrujadas', el responsable es siempre algún desencarnado que tiene sus motivos para hacer ruidos, echar a volar objetos y romperlos, etc.

Lo que más valoran los espiritistas de todos estos hechos es que parecen manifestar una intencionalidad, algún tipo de inteligencia, una inteligencia independiente tanto del médium como de los participantes.

Todos estos fenómenos han sido ampliamente estudiados por científicos serios. Luego veremos si las conclusiones de los investigadores convalidan la teoría espiritista, o si en realidad estos hechos, cuando no son simples fraudes, tienen otra explicación.

- Los fenómenos intelectuales o de conocimiento Los 'fenómenos de conocimiento' o de 'efectos psíquicos', son todos aquellos en los cuales el contenido del mensaje o comunicación pretendidamente espiritista, parece superar considerablemente la capacidad intelectual e inclusive los conocimientos del médium. Si por ejemplo, se llegara al revelar algo que nadie sabía y luego se comprueba que es cierto, parecería evidente que efectivamente se ha comunicado un espíritu. A la misma conclusión llegan los espiritistas si el médium habla en un idioma que jamás aprendió, o escribe -siempre en transe- con una letra que no es la suya. Veremos algunos casos famosos para después analizarlos.

Dice Jacques Alexander, espiritista moderado:

"La revelación espiritista más incontestable que jamás se haya llevado a cabo parece la que mistress Talbot obtuvo de su marido difunto, por mediación de Feda, espíritu guía de mistress Leonard, el 19 de marzo de 1917 al mediodía. Tras los preliminares de rigor, Feda suministró, a indicación del difunto, una tediosa información (tan abrumadora resultó) sobre una vieja agenda, en la página 12 ó 13 de la cual había una importante nota. ¿Se trataba de una agenda roja? Tal vez..., más bien de color oscuro. Mistress Talbot sólo conservaba un vago recuerdo de aquel objeto; lo daba por perdido o imposible de recuperar. Pero, dada la insistencia de la entidad, prometió cumplir su deseo. Según el difunto había dos libretas como aquella, pero la mencionada contenía un diagrama, una tabla de lenguas semíticas y orientales dispuesta de un modo muy peculiar. Mistress Talbot, aunque sin gran convicción, prometió buscarla...

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Lo que encontró, al fondo de una alta estantería, fue una agenda de cuero negro y con aspecto de estar usada. Su mirada se posó inmediatamente en una hoja, doblada en varios pliegues, que parecía pegada a la libreta. La inscripción de la misma la hizo sobresaltarse: Tabla de lenguas semíticas y orientales... ¡Ese era el diagrama anunciado y dispuesto de una manera inusitada! En la página 13, escrito por la mano de su esposo, leyó lo siguiente: Llegué a la conclusión, por esos murmullos que los demás esperan que uno no oiga y por ciertas miradas curiosas o de compasión, de esas sobre las que se da por supuesto que uno no se entera, llegué, repito, a la conclusión de que iba a morir muy pronto... Entonces me puse a pensar no sólo en la felicidad venidera, sino también en la dicha de que ya disfrutaba al presente. Veía a amigos olvidados hacía mucho tiempo, camaradas de juegos o de escuela, compañeros de mi juventud y de mi edad madura, todos los cuales me sonreían. Y su sonrisa, lejos de reflejar compasión, me recordaba la de la gente feliz. Veía a mi padre, a mi madre y a mi hermana, a todos aquellos a quienes había sobrevivido. No me hablaban y, sin embargo, me hacían partícipe de su inmutable afecto de siempre. En el mismo momento en que se me aparecieron, tuve que hacer un gran esfuerzo para creerme aún vivo..., quiero decir que me esforzaba en mantener unida mi alma al cuerpo que descansaba sobre la cama de mi casa... Mis esfuerzos fueron inútiles. Estaba muerto... -Extracto de Post Mortem. Autor anónimo (Black & Sobs. 1881)-."10

Para los espiritistas -como lo afirma el propio Alexander- se trata de una incontestable revelación del fallecido esposo de la señora Talbot. 'Si no es así, dicen ellos, ¿cómo explicar los detalles proporcionados sobre una vieja agenda que la esposa del difunto casi ni recordaba? Más aún, ¿cómo explicar que justamente en la página 13, tal como lo había anunciado el espíritu, se encontrara esa significativa nota que la señora Talbot ni conocía?'

Veamos otro significativo caso tomado del mismo libro, en el cual el espíritu de Raymond, hijo de sir Oliver Lodge, habría atendido dos sesiones al mismo tiempo: "Lionel y Norah Lodge, que debían pasar por Londres el 26 de mayo de 1916, se las arreglaron para asistir a una breve sesión en casa de mistress Leonard, desde cinco minutos antes del mediodía hasta las 13,30. Por su parte, Alec (Lodge) organizó, de improviso, otra en Mariemont, casa solariega de la familia, que duró de las 12,10 hasta las 12,20. Como siempre, se trataba de una simple sesión de mesa giratoria. A Alec se le ocurrió pedir a Raymond que hiciera pronunciar a Feda, espíritu guía de mistress Leonard, la palabra "Honolulú", idea que aceptó con entusiasmo. En ese momento, cuando la sesión que tenía lugar en casa de mistress Leonard llegaba a su punto álgido, Raymond le espetó a Norah: -¿Puedes tocar algo? -¿Tocar qué? -replicó Norah. -Quiero decir que si puedes interpretar alguna composición musical. -Me temo que no, Raymond. Entonces, Feda musitó: -No, no puede hacerlo. Bueno, Raymond quería saber si usted podía interpretar Hulu-Honolulú. No puede, ¿verdad?"11

Aquí tenemos un caso ciertamente interesante. Alec estando en Mariemont, le pide al espíritu de Raymond que haga pronunciar una palabra al espíritu de Feda, que en ese momento dirigía una sesión en Londres. Y, según parece, la comunicación entre espíritus fue efectiva. Aquí lo llamativo es que ni el médium ni los participantes de la

10Alexander, Jacques: "Los enigmas de la supervivencia". Versión castellana de David Salazar, Barcelona, Brugera, 1973, p. 252-253.11Alexander, Jacques: op. cit. p. 259.

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sesión de Londres estaban enterados de la sesión que Alec organizó sin haberlo previsto. Y mucho menos podían saber lo de Honolulú. Es cierto, sin embargo, que hubo algunas diferencias con el pedido de Alec: él simplemente solicitó que el espíritu de Feda pronunciara la palabra 'Honolulú', y no que pidiera a Norah que cantase 'Hulu-Honolulú'. Alguien tal vez diga que somos demasiado exigentes con los espíritus...

¿Qué decir de estos relatos y de muchos otros semejantes? ¿La ciencia actual tiene alguna explicación? Con respecto a las sesiones simultáneas de Londres y Mariemont, Alexander arriesga su propio comentario: "Explicar por telepatía este caso sería una locura." En próximos capítulos veremos si explicar estos casos por 'telepatía', o en general cualquier explicación de la parapsicología, es una 'locura', o si en realidad la auténtica locura es la hipótesis espiritista.

- La psicografía Kardec no daba especial importancia a los fenómenos físicos. Le preocupaba más el contenido de los mensajes espiritistas y, en particular, las enseñanzas que los espíritus venían a traer a la humanidad.

Consideraba que el mejor medio para obtener sus comunicaciones era la escritura automática o inconsciente. Por tal motivo, la mayoría de las veces se sirvió de médiums psicógrafos, a través de los cuales obtenía las respuestas de los supuestos espíritus para componer sus libros.

Así explica Kardec su preferencia por este tipo de mediumnidad: "De todos los medios de comunicación, la escritura manual es el más sencillo, el más cómodo y, sobre todo, el más completo. Hacia ese deben dirigirse todos los esfuerzos, porque permite establecer con los espíritus relaciones tan seguidas y tan regulares como las que existen entre nosotros. (...) Por la facilidad que tienen de expresarse, nos hacen conocer sus pensamientos íntimos y nos ponen de este modo en disposición de juzgarles y de apreciar su valor. La facultad de escribir por un médium es también la más susceptible de desenvolverse con el ejercicio."12

Realmente, no se puede pedir más. Un método sencillo, con el cual podemos entablar contacto con el 'más allá' a nuestro gusto; un sistema mediante el cual los espíritus se expresan con toda facilidad y pueden transmitirnos todo lo que quieren. ¿Qué más podemos pedir? Si todo esto fuera cierto, la preferencia de Allan Kardec estaría plenamente justificada.

Pero, ¿qué es lo que llevó a Kardec a suponer que eran los espíritus quienes guiaban la mano del médium escribiente? Una descripción del fenómeno nos dará la clave: "La psicografía, para ser verdadera psicografía y no un truco más o menos irresponsable, tiene que surgir del inconsciente. El psicógrafo escribe sin saber lo que escribe, 'automáticamente'. Puede darse cuenta de que está escribiendo, pero no de lo que está escribiendo. El consciente del psicógrafo no asiste a la experiencia más íntimamente que las personas presentes."13

12Kadec, Allan: op. cit., nº 178, p. 197.13Quevedo, S.J., Oscar González-: "Revista de Parapsicología", publicación del CLAP, San Pablo, 1974, Nº 11.

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Una vez más, la clave está en el caracter inconsciente del fenómeno. Al respecto, el Padre Quevedo, a continuación de la cita anterior, realiza el siguiente comentario: "Esta simple característica de ser inconsciente, ya basta para que la superstición pretenda dar a la psicografía una trascendencia que no tiene en absoluto. La inconsciencia de la psicografía sólo prueba esto: que es inconsciente."

Pero Allan Kardec no opina de la misma manera. Para él, la inconsciencia de la psicografía prueba que no es el médium quien dirige el proceso. ¿Cómo se puede afirmar que el mensaje proviene del propio médium -dicen los espiritistas- sin él sólo se entera de lo que escribió cuando sale del estado de transe y lo lee? A esto se suma que a veces el psicógrafo revela cosas o acontecimientos de los cual ni él ni los participantes estaban enterados (o ya no recordaban), y luego se confirma que son ciertos. Lo cual constituirá para ellos una prueba más de la intervención de los desencarnados. Estos interrogantes quedan planteados. Discutiremos luego si la respuesta de los espiritistas es la correcta.

- La ciencia debe dictaminar

Recordemos que la verdad del espiritismo se basa en los fenómenos mediúmnicos. Es decir, dichos fenómenos serían una prueba de la comunicación con los muertos, porque de otra manera no tendrían explicación posible. Sin embargo, no podemos aceptar esto a la ligera. Reflexionemos. Todos los llamados 'fenómenos espiritistas', como los que hemos descripto hasta aquí, se pueden observar, estudiar, analizar. Y esta debe ser una tarea de la ciencia, ya que son las diversas ciencias las encargadas de buscar la explicación de los fenómenos que suceden en nuestro mundo. Antes de un serio estudio científico no es posible emitir un juicio razonable. Y menos aún en el tema que nos ocupa. ¡Es una creencia que afectaría toda nuestra vida! ¿Y si fuera un error? Que a primera vista no sepamos explicar algún fenómeno, no es argumento en favor del espiritismo, es simplemente 'no saber explicar'; ignorancia.

Antes de pasar al veredicto que la ciencia ha dado sobre este tema, recordemos brevemente, una vez más, cuáles son las cuestiones fundamentales. Nada mejor para esto que las palabras del 'sumo pontífice del espiritismo': "En todas partes se producen fenómenos que se substraen a las leyes de la ciencia común y que revelan en su causa la acción de una voluntad libre e inteligente. La razón dice que un efecto inteligente debe tener como causa una potencia inteligente y los hechos han probado que esta potencia puede ponerse en comunicación con los hombres por medio de signos materiales. Preguntada acerca de su naturaleza, declaró pertenecer al mundo de los seres espirituales que se han despojado de la envoltura corporal del hombre. Así fue revelada la doctrina espiritista."14

El estudio científico del espiritismo llevó varias décadas. Hoy todos aquellos que están al tanto de la cuestión consideran que el caso está resuelto: no hay comunicación

14Kardec, Allan: "El libro de los Espíritus", Buenos Aires, Constancia, 2ª ed., 1948, Prolegómenos, p. 51.

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con los muertos; el espiritismo es un lamentable error. De qué manera ha llegado la ciencia a tal conclusión, lo veremos en los próximos capítulos.

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LA CIENCIA INVESTIGA LOS FENÓMENOS "MEDIÚMNICOS"

- Historia de la investigación15

Algunos científicos deseaban saber qué había de cierto en todas estas cosas y cuál era la verdadera explicación de los fenómenos, si es que en realidad existían. Mencionaremos sólo los hitos más destacados de la historia de la investigación.

En 1854 se publica un importante libro del químico Chevreul, 16 en el cual se analizan los fenómenos de 'la varilla adivinatoria' (práctica llamada radiestesia o rabdomancia), del 'péndulo explorador' (también radiestesia), y de las 'mesas giratorias' (espiritismo). Según el sabio francés, en todos los casos los fenómenos se producían por pequeños movimientos inconscientes de quienes tenían contacto con los instrumentos (péndulo, mesa, etc.). Chevreul denominó a estos movimientos 'automatismos motores', es decir, movimientos automáticos, involuntarios, inconscientes. A partir del informe que había presentado Chevreul -que luego dio origen al mencionado libro-, la Academia de ciencias de París se pronunció contra el espiritismo y contra cualquier fenómeno parapsicológico. Pero el sabio francés había omitido analizar el aspecto intelectual de las manifestaciones espiritistas.

En 1869 la prestigiosa Sociedad Dialéctica de Londres, decide crear una comisión para la investigación de los fenómenos espiritistas. Después de dos años de estudio y experimentación, la comisión de treinta y tres miembros llegó a algunas conclusiones. Para resumir digamos que la Comisión admitió que se habían comprobado fenómenos que hoy llamamos parapsicológicos: ruidos sin causa aparente, movimiento de objetos sin contanto, 'lecturas del pensamiento', y otros. Sin ocultar su escepticismo, la Sociedad Dialéctica se negó a aceptar las conclusiones de la Comisión.

15Para este tema se puede ver el excelente libro de Fantoni, Bruno: "Magia y parapsicología", Buenos Aires, Troquel, 1974, cap. IX y ss.16Chevreul, M.-E.: "De la varilla adivinatoria, del péndulo llamado explorador y de las mesas giratorias". Versión castellana de Jorge Guerra, Barcelona, Humanitas, 1982.

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Por fin, en 1882, se fundó la Sociedad de Investigaciones Psíquicas de Londres (Society for Psychical Research). Puede ser considerada como la primera asociación dedicada al estudio de los fenómenos parapsicológicos. Surgió como resultado de la iniciativa de dos miembros de la Universidad de Cambridge, Frederic Myers y Henri Sidgwick. Luego se sumaron la propia esposa de Sidgwick, sus parientes Arthur Balfour, Gerald Balfour y Lord Rayleigh. Un poco más tarde se unieron William Barret y Edmund Gurney. En 1885 William Barret realizó una visita a los EE.UU., y a raíz de esto quedó constituida en dicho país la American Society for Psichical Research, con objetivos similares a los de su par inglesa. Entre sus primeros integrantes se destacan William James, Richard Hodgson, James Hyslop y Stanley Hall.

Otro hito importante en la historia de la investigación fue la creación del Instituto Metapsíquico Internacional de París en 1919. Aquí se destacaron Charles Richet y Eugène Osty. Toda esta primera etapa de la investigación hasta el primer tercio de nuestro siglo se denominó "Metapsíquica" -nombre acuñado por Richet-, que etimológicamente significa "más allá de lo psíquico". Durante todo este período fueron analizados miles de casos espontáneos con un criterio muy riguroso, y se realizaron muchas experiencias controladas con los médiums más famosos. Si bien las investigaciones de la S.P.R. le dieron la razón a la Comisión creada por la Sociedad Dialéctica en el sentido de admitir la existencia de los fenómenos parapsicológicos, al mismo tiempo, cada vez iba quedando más claro que la interpretación espiritista de tales hechos era equivocada.

Nace la Parapsicología17

Un norteamericano, el Sr. John Thomas, después del fallecimiento de su esposa intentó recibir mensajes de su "espíritu desencarnado". Para probar si era cierta la pretensión de los espiritistas, se presentó en diversas sesiones con nombres falsos, a otras envió a personas que no conocían a su esposa, etc. Después de todo esto creyó haber obtenido significativas "pruebas". En 1927 él asigna al Dr. Joseph Rhine y a su esposa una subvención para investigar todo esto, bajo la dirección de William McDougall.

Después de estudiar e investigar durante varios años, Rhine y su equipo llegan a la conclusión de que las "pruebas" presentadas por Thomas se explicaban por manifestaciones del psiquismo humano de los vivos, y ,por lo tanto, no se trataba de auténticas evidencias de la intervención de los muertos. El Dr. Rhine tuvo el mérito de haber aplicado el método estadístico a la investigación de los fenómenos psíquicos. La utilización de esta nueva metodología justificó un cambio de nombre para este campo de la investigación: comenzó a llamarse "parapsicología", nombre que ya había utilizado Max Dessoir a fines del siglo pasado.

17Lamentablemente es necesario aclarar, sobre todo en nuestro país, que 'parapsicología' no tiene nada que ver con la actividad de los autodenominados 'parapsicólogos' que publican sus avisos en diarios y revistas, atienden consultas y prometen la solución de múltiples problemas. En realidad, esos personajes se han apropiado del nombre 'parapsicólogo' para dar una apariencia científica a sus prácticas esotéricas e irracionales. La 'desmitificación' de la parapsicología merecería un estudio aparte y excede los límites de este libro. Pero valga la advertencia.

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En 1934 Rhine presentó sus trabajos, y en 1935 se creó el Laboratorio de Parapsicología de la Universidad de Duke, en Durham, Carolina del Norte.

Con el tiempo fueron surgiendo otros centros universitarios de investigación. Merecen destacarse el de la Universidad de Friburgo -Alemania-, a cargo del Dr. Hans Bender, y el de la Universidad Real de Utrecht -Holanda-, dirigido por el Dr. Tenhaeff.

En 1953 se realizó en Holanda el primer Congreso Internacional de Parapsicología. Allí se la reconoce "oficialmente" como ciencia.

Como vemos, el estudio sistemático del espiritismo dio origen a una ciencia nueva. Etimológicamente parapsicología significa "al margen -o al lado- de la psicología". Hay científicos que entienden de un modo restringido a esta ciencia y sólo se dedican a estudiar los fenómenos que se producen al margen de la psicología ordinaria y normal de las personas (telepatía, precognición, telequinesis, etc.).

Pero con un criterio más amplio, y conforme al espíritu que dio origen a la moderna investigación, podemos coincidir con la definición que da el Padre Quevedo: "La Parapsicología es la ciencia que tiene por objeto la comprobación y análisis de los fenómenos a primera vista inexplicables, pero que posiblemente son resultado de facultades humanas"18. Es decir, en primer lugar se debe comprobar la existencia y autenticidad de los fenómenos (que no se trate de simples trucos, fraudes o engaños, que lamentablemente abundan en la historia de la investigación), y en segundo lugar proceder al análisis y buscar una explicación para los mismos. Dijimos en la definición que estos hechos pueden ser resultado de facultades humanas, esto no significa que esta sea siempre la interpretación obligatoria, pero es una primera hipótesis de investigación, pues en medio de tales fenómenos siempre se encuentra algún hombre, al menos como testigo; y en el caso del espiritismo el médium es fundamental.

- Experiencias con los grandes médiums

Una manera de investigar el espiritismo era organizar sesiones lo más controladas posible, y así observar los fenómenos que se produjesen. Para tal fin los metapsíquicos realizaron experiencias con médiums que, según se decía, eran capaces de producir hechos espectaculares.

La experimentación era muy difícil, ya que una sesión espiritista no es un ambiente muy adecuado para un estudio sereno de los hechos. Recordemos que en general se hacían en la oscuridad o con iluminación deficiente, raras veces a plena luz. Pero a medida que adquirían experiencia, se iban ideando métodos de control. El principal enemigo era fraude consciente o inconsciente. Era preciso asegurar que se estaba en presencia de fenómenos auténticos y no de vulgares trucos. Y una vez establecida su existencia, había que darles una explicación.

Dejando aparte el tema del fraude -del cual hablaremos luego-, podemos decir que los investigadores, a partir de las experiencias con médiums, se convencieron de la

18Quevedo, S. J., Oscar González-: "A face oculta da mente", San Pablo, Loyola, 31ª ed., 1989, pág. 33.

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realidad de ciertos fenómenos de los cuales la ciencia tradicional nunca se había ocupado. Ellos los llamaron 'fenómenos metapsíquicos' (hoy parapsicológicos).

Esto quiere decir que casi todos los fenómenos con los cuales hacían propaganda los espiritistas, fueron alguna vez observados y garantizados por científicos serios. ¿Era el triunfo del espiritismo? De ninguna manera. Las hipótesis explicativas de los científicos no dejaban lugar para la intervención de los muertos, o al menos la ponían seriamente en duda. - Innumerables fraudes Pero incluso en materia de fenómenos, 'no todo lo que relucía era oro.' Que un médium incurriera alguna vez en fraude para simular un fenómeno parapsicológico, era una regla general. Y es preciso reconocer que aún eminentes científicos, han sido engañados, en alguna oportunidad, con trucos groseros. Poco a poco se fue admitiendo la necesidad de que en todas las experiencias participara algún ilusionista, que por su profesión estaba capacitado para detectar el engaño. Al respecto, dice el gran parapsicólogo y conocedor de ilusionismo Robert Tocquet: "... permítaseme expresar (...) la amargura que experimento al leer las obras de los grandes metapsiquistas. Efectivamente, en ellas encuentro, junto con admirables fenómenos paranormales, otros fenómenos evidentemente falsificados. Si esos autores hubieran conocido la prestidigitación, no hubieran dejado permanecer en su obra esas escorias que le empañan."19

Es comprensible y en cierto modo 'normal' que los médiums recurran a veces al fraude inconsciente e irresponsable. Cuando 'despierta' del transe, no recuerda lo que ha sucedido. "El gran público desconoce las características específicas de los fenómenos paranormales. Ignora ... que es imposible reproducirlos a voluntad."20 (El subrayado es del autor). Como los fenómenos son esencialmente involuntarios, puede suceder que el médium en transe recurra inconscientemente al fraude, si ante la expectativa de los hechos, éstos no se producen de modo natural.

Existe también, por supuesto, el fraude consciente. Aquí el pretendido médium es una persona inescrupulosa que busca aprovecharse de la credulidad de la gente. Para tal fin, simula el estado de transe y reproduce mediante trucos algunos fenómenos físicos. Con respecto a las 'revelaciones' que deben efectuar, por lo general posee una gran habilidad para engañar a los consultantes. Escuchemos la confesión que hace el ex-espiritista convertido al catolicismo, J. Huertas Lozado: "Otras veces yo tenía visiones. Juro que nunca vi cosa alguna. Es tan fácil engañar a los hombres! Si un espectador deseaba hablar con un muerto que yo no conocía, procuraba hábilmente averiguar su nombre, sin que el consultante lo percibiese. Después decía o escribía lo que me parecía más agradable al consultante, y al final declinaba el nombre del espíritu evocado. La primera vez que me pidieron que describiera la fisonomía y el aspecto de determinado espíritu, a fin de convencerse de la veracidad de los hechos, me vi en una seria dificultad. Después eso se volvió muy fácil. Generalmente la primera cosa que el consultante dice es el

19Tocquet, Robert: "Revelación del ocultismo". Versión castellana de Lía Ratto y Carlos Duval, Buenos Aires, La isla, 1955, p. 240.20Tocquet, Robert: op. cit. p. 239.

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nombre del espíritu que desea invocar. Si no lo dice hay formas de averiguarlo. Del nombre naturalmente se deduce el sexo. Y muchas veces hasta la edad, porque con mucha frecuencia emplean diminutivos al dar el nombre del muerto, si es un niño. Otras veces dicen: mi hijo, mi hermano, mi padre. De ahí se puede concluir aproximadamente la edad de quien murió. Esos datos, aparentemente inseguros, son suficientes para comenzar. Tratándose de hombre, es mejor decir que no se distinguen bien sus facciones. De lo contrario se puede devanear libremente, porque el rostro de las mujeres y los niños se prestan a descripciones generales. En la primera hipótesis, el consultante, al saber que ya se encuentra presente la persona que mucho ama, pero no se distingue bien, conmovido, abre el camino para proseguir, diciendo: vea si el usa bigote, barba. Es de notar que generalmente caracterizan al ser querido. Obtenidos los datos generales, se induce al consultante, sin que el lo perciba, a proporcionar detalles, que le son devueltos envueltos en misterio. Atendiendo a las palabras de asentimiento o negación que va diciendo, las actitudes que toma y los gestos que hace, es muy fácil obtener éxito."21

Sin dudas el fraude es una auténtica lacra en la historia de la investigación metapsíquica y parapsicológica. Esto hace que aún muchas personas sean totalmente escépticas con respecto a la realidad de estos fenómenos, pues creen que todo no pasa de puro truco. Nosotros creemos que esta opinión es exagerada, ya que, para hacer justicia, debemos decir que los propios metapsiquistas y parapsicólogos lucharon y luchan contra la falsificación, y fueron también ellos los que en innumerables circunstancias han descubierto los fraudes. ¿Muchos fraudes? Sí, ciertamente. ¿Científicos engañados con fenómenos falsos? También es cierto. Pero no es menos cierto que están bien comprobados muchos fenómenos auténticos. Nunca se insistirá bastante sobre el tema del fraude. Es que todos los fenómenos parapsicológicos pueden ser reproducidos por trucos. La experiencia nos dice que ante el relato de cualquier hecho 'misterioso' -y esto vale tanto dentro como fuera de espiritismo-, nuestra actitud inicial, hasta tanto personas competentes puedan estudiar bien el caso, debe ser de escepticismo. Debemos preguntarnos: ¿será cierto? ¿No habrán sido impresiones subjetivas producidas por sugestión, miedo, expectativa, etc.? ¿No habrá trucos?

Robert Amadou sintetiza de esta manera el resultado de las investigaciones: "El fraude, entre los grandes médiums es casi general: esa es la verdad, y esta proposición se aplica tanto a los dotados para la producción de fenómenos intelectuales paranormales, simulados o reales, como a los grandes médiums de efectos físicos".22

Volviendo a la hipótesis espiritista, digamos que el hecho de que la mediumnidad en general esté plagada de falsificaciones, la vuelve, por lo menos, altamente sospechosa. ¿Quién es el responsable de los fraudes cuando el médium está en transe? ¿Los espíritus? Suponiendo que así sea, ¿cómo aceptar enseñanzas de seres que emplean métodos tan indignos? Y si el responsable es el médium, aunque sin conciencia de lo que hace, ¿no será todo el espiritismo y sus fenómenos producto del inconsciente de los médiums? Probaremos que esta última es la verdadera explicación.

- Asombrosa credulidad

21Citado por Quevedo, S.J., Oscar González-: op. cit., Vol. 3, p. 7-8.22Amadou, Robert: "Os grandes médiuns". Versión portuguesa de Horvanir A. Silveira, San Pablo, Loyola, 1966, p. 190-191.

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Si nuestro único problema fueran los embaucadores y sus engaños, no sería tan grave. Lo que realmente asusta es la asombrosa credulidad de tantas personas, que a veces llega al fanatismo. Como decía el ex-espiritista J. Huertas Lozado citado más arriba: "!Es tan fácil engañar a los hombres!" Luego los hombres engañados hacen propaganda de las 'maravillas' que han presenciado. Así, los charlatanes y los farsantes adquieren fama, prestigio, y, al mismo tiempo, aumenta la credulidad del gran público.

La siguiente experiencia protagonizada por el psicólogo Gustav Jahoda puede ilustrarnos un poco: "... todos tomamos asiento en torno a una amplia mesa circular. La idea era plantear preguntas y que los espíritus contestasen golpeando una vez para significar la afirmativa, y dos en el caso de responder por la negativa. Se formuló la pregunta inicial, pero nada sucedió. Permanecimos sentados por espacio de varios minutos, en la semioscuridad, con la tensión en aumento. Como me estaba quedando yo francamente envarado, moví accidentalmente la silla y, sin quererlo, di un golpe a la mesa; quedé anonadado al encontrarme con que aquello era tomado por la respuesta esperada. Tras de una breve lucha con mi conciencia, el deseo de seguir experimentando ganó la partida. Me dije para mis adentros que, al cabo de un rato, revelaría el engaño, y lo haría pasar como una broma de mi parte. Durante otra media hora más o menos estuve golpeando la mesa, con no poco descaro, a base de hacerlo valiéndome de la puntera de mis zapatos. Ello no despertó la más mínima sospecha. Estaba a punto yo de armarme de valor, para aclarar la cosa, cuando una de las personas presentes pidió al espíritu que se materializara. Siguió otro período de tenso silencio y, de pronto, uno de los presentes susurró: '¡Ahí está, en el rincón! Es un hombrecillo grisáceo'. Aquello se dijo con tal convicción, que yo casi esperaba ver algo al mirar hacia dicha parte. Pero en realidad no había nada, excepto una débil sombra que arrojaba una cortina moviéndose en la ligera brisa nocturna. Otras dos personas pretendían estar viendo al hombrecillo, y se explicó al resto de los participantes que ellos carecían de la necesaria visión especial para el caso. En ese clímax dio fin la sesión, con lo cual el instante oportuno para formular una confesión por mi parte había pasado."23

Nótese que en el presente caso ni siquiera hubo intención de engañar; todo se inició por un simple accidente. ¿Nadie pensó que podía haber sido un simple golpe accidental contra la mesa? ¡Hasta dónde puede llegar el fanatismo!

Estos factores han influido decisivamente en la propagación del espiritismo. No olvidemos que las hermanas Fox -¡las fundadoras!- engañaron durante décadas a una multitud de personas. ¡Y con un truco muy sencillo! Ciertamente también algunos fenómenos auténticos reforzaban la creencia. Pero aún en esos casos, ¡con qué facilidad se admitió la interpretación espiritista! ¿No existía la posibilidad de otra explicación?

En fin, creemos que no vale la pena seguir insistiendo. El lector ya está advertido: en el 'mundo de lo oculto' los fraudes abundan. ¡No se deje engañar!

- Los fenómenos parapsicológicos

Antes de seguir adelante, se hace necesario que expliquemos, al menos brevemente, los principales fenómenos parapsicológicos. El tema requeriría todo un libro. 24 Nos limitaremos a explicar muy sintéticamente los fenómenos que consideremos relevantes 23Jahoda, Gustav: "Psicología de la superstición". Versión castellana de Agustín Gil Lasierra, Barcelona, Herder, 1976, p. 67-68.

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para el análisis del espiritismo. Y a la luz de la moderna parapsicología veremos si las 'pruebas' de la comunicación con los muertos que presentan los espiritistas tienen algún valor.

Sabemos que muchas personas niegan la existencia de fenómenos parapsicológicos. No discutiremos este tema porque excede la finalidad del presente libro, y, por otra parte, desde el punto de vista del problema que nos ocupa, sería un punto más en contra del espiritismo. Efectivamente, si tales hechos no existieran, no podrían ser prueba de la comunicación con los muertos. Y todos los fenómenos espiritistas serían un puro y simple fraude de principio a fin.

Todas las facultades parapsicológicas son inconscientes. Cuando hablamos del 'inconsciente' simplemente queremos referirnos a aquella parte de nuestro psiquismo cuya actividad, contenidos, etc., en general no percibimos, y que, sin embargo, es de una enorme riqueza según la ciencia actual. Dejamos deliberadamente de lado las diversas clasificaciones que distinguen entre preconsciente o subconsciente e inconsciente; a todo lo que no sea consciente lo denominaremos, para simplificar, inconsciente. De igual modo, no se trata de adherir a una escuela psicológica en particular para la interpretación de la naturaleza del inconsciente; nos limitamos a señalar su existencia y algunas de sus extraordinarias capacidades. a) Fenómenos de conocimiento25

Los fenómenos parapsicológicos de conocimiento se clasifican en 'extra-normales' y 'paranormales'. Los primeros se producen con la intervención de nuestros sentidos y demás facultades conocidas por la psicología tradicional, pero con un grado de manifestación fuera de lo común. En los paranormales, en cambio, el conocimiento se obtiene sin mediación sensorial.

1-Fenómenos extra-normales:

·Hiperestesia Indirecta del Pensamiento (HIP):

Para la explicación de este fenómeno hay que tener en cuenta dos cosas: la extraordinaria agudeza de nuestros sentidos, y la expresión fisiológica inconsciente de todos nuestros pensamientos. Vayamos por partes. Etimológicamente hiperestesia significa exageración o exaltación de la sensación. Se ha comprobado, por ejemplo mediante hipnotismo, que a nivel inconsciente nuestros sentidos tienen una agudeza extraordinaria; pueden captar detalles mínimos (sonidos, colores, movimientos, figuras, etc.).

24Recomendamos al lector interesado en parapsicología todas las obras del Padre Oscar González-Quevedo, S.J. Casi todas ellas tienen traducción al castellano.- Los institutos que en nuestro país ofrecen cursos de parapsicología, en general mezclan una pizca de ciencia con una enorme dosis de charlatanismo, esoterismo y pseudo-ciencia. Suelen ofrecer también cursos de 'astrología', 'tarot', 'control mental', etc. No vale la pena perder el tiempo y el dinero en dichos lugares.25Crf. Quevedo, S.J., Oscar González-: "El rostro oculto de la mente". Versión castellana de Antonio M. Sancho, Santander, Sal Terrae. También en castellano, Asución, Ñandutí-Intercontinental, 1990.

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Por otra parte, todos tenemos experiencia de que los estados de ánimo se expresan, por ejemplo, en el rostro de las personas. Es muy difícil disimular, en especial ante quien nos conoce bien, la tristeza o una gran preocupación. En muchas oportunidades, al hacerle una pregunta a un amigo, ya sabemos lo que nos va a responder con sólo 'mirarle la cara'. Pero la expresión corporal de nuestros pensamientos va mucho más lejos. En efecto, todo pensamiento, toda idea, todo acto psíquico en general, produce un reflejo fisiológico inevitable. Se trata de pequeños actos involuntarios (movimientos, gestos, sonidos, etc.) que en condiciones normales son imperceptibles. Pero si alguien fuera capaz de captar esa expresión fisiológica mínima, podría enterarse de todo lo que piensan o saben las personas que están a su alrededor. Si ahora tenemos en cuenta lo que dijimos al principio sobre la agudeza de nuestros sentidos, se comprende que, inconscientemente, todos nosotros nos enteramos de lo que piensan o saben las personas que nos rodean. Hemos dicho 'inconscientemente', o sea que en la práctica es como si esos conocimientos no existieran. Pero existen, y justamente decimos que hay HIP cuando algo de lo que se ha captado de esa manera 'pasa' a la conciencia, o se manifiesta de algún modo.

·Pantomnesia

La palabra significa etimológicamente 'memoria de todo', y significa que el inconsciente no olvida nada. Desde que el hombre posee un sistema nervioso lo suficientemente organizado -cosa que ocurre antes del nacimiento-, todas nuestras experiencias, todo lo que hemos oído o leído, e incluso, lo que hemos captado por vía parapsicológica -HIP, por ejemplo-, queda registrado y no se pierde. Esto explica que alguna persona en un ataque de histeria o en 'transe', diga frases o discursos en un idioma que nunca aprendió (fenómeno llamado xenoglosia). Lo que ha sucedido es que en algún momento de su vida -tal vez incluso antes de tener uso de razón- ha escuchado o leído tales cosas, y aunque ahora es incapaz de reproducirlas conscientemente, el inconsciente no las ha olvidado.

·Talento del Inconsciente

El inconsciente tiene una capacidad extraordinaria de elaboración de todos los conocimientos que posee. Esto puede dar lugar a producciones sorprendentes en materia de descubrimientos, resolución de problemas, creaciones artísticas. Por citar sólo un ejemplo, tenemos el caso del médico canadiense Federico Grant Banting, Premio Nobel de Medicina en 1923, quien descubrió la insulina. Una noche mientras dormía, se levantó sonámbulo y escribió las siguientes palabras: 'Atar el conducto principal del páncreas de un perro de laboratorio. Esperar unas semanas hasta que la glándula se atrofie. Cortar, lavar y filtrar la secreción.'Al día siguiente, al despertar, no recordaba nada de lo sucedido. Sin embargo, al ver lo que estaba escrito, decidió realizar la experiencia y así obtuvo la insulina.

2-Fenómenos paranormales

·ESP o PG

ESP es la sigla de 'Exra-Sensory Perception' (percepción extrasensorial). Como su nombre lo indica, es la capacidad de obtener conocimientos sin mediación de los

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sentidos, y por lo tanto, con una relativa independencia del espacio y del tiempo. Esto significa que el inconsciente puede captar lo que está sucediendo a miles de kilómetros de distancia, e incluso lo que sucederá en el futuro. PG o Psi-Gamma es otra manera de denominar a la misma facultad. Corresponde a dos letras griegas que son la iniciales de 'psico-gnosis', es decir, conocimiento psíquico o del alma. PG o ESP, según sea la apariencia del fenómeno, recibe diversos nombres que constituyen una clasificación práctica. Los más importantes son la Clarividencia, la Telepatía y la Precognición.

-Clarividencia: es el conocimiento de alguna cosa o acontecimiento del mundo material. Se puede adivinar dónde se encuentran objetos perdidos, aún en lugares lejanos. Y en general, el inconsciente puede llegar a conocer todo hecho objetivo de nuestro mundo.

-Telepatía: es el conocimiento de algún contenido psíquico o pensamiento de otra persona. Como siempre en PG, la persona puede encontrarse muy lejos del metagnomo o paragnosta (nombre que recibe quien manifiesta conocimientos paranormales). A esta capacidad se la suele llamar también 'adivinación del pensamiento' o 'transmisión del pensamiento'. Desde el punto de vista científico es más correcto el primer nombre, pues en realidad, el mérito de la captación es siempre del que percibe y no del agente. Es decir, propiamente hablando, nadie puede 'transmitir' un pensamiento -aunque lo intente-, pero sí, alguna vez, alguien puede 'adivinar' el pensamiento de otra persona -independientemente de que esta haya intentado transmitirlo o no-.

-Precognición: es el conocimiento directo del futuro. Después de millares de experiencias se ha determinado que PG o ESP es una facultad espiritual, que no obtiene sus conocimientos mediante los sentidos y, por lo tanto, no depende como éstos de que sus objetos estén relativamente próximos en el tiempo o en el espacio. Por ejemplo, nadie puede ver, a simple vista, algo que esté ubicado a tres mil kilómetros de distancia; pero puede llegar a conocerlo por clarividencia. Pero en el caso de la precognición, el fenómeno todavía es más sorprendente, pues se comprueba la independencia de PG con respecto al tiempo. Este fenómeno solo, de por sí, verifica que PG es una facultad espiritual, ya que un acontecimiento aún no sucedido, no puede emitir ningún tipo de energía que puedan captar los sentidos.

3-Generalidades sobre los fenómenos parapsicológicos de conocimiento:

Aunque todos los fenómenos parapsicológicos son raros y excepcionales, los extra-normales son más frecuentes que los paranormales. Muchos fenómenos debidos supuestamente a PG se explican por simple HIP. En cuanto a los fenómenos paranormales, su independencia con respecto al espacio o al tiempo no es absoluta. Son fenómenos humanos y, por lo tanto, limitados. Concretamente, PG puede captar cualquier cosa de nuestro mundo (limitación en la distancia), en un margen de aproximadamente dos siglos entre pasado y futuro (limitación en el tiempo). No hay evidencia sobre conocimientos directos referentes al espacio exterior que se hayan confirmado. Por otra parte, una precognición con más de cuatro o cinco siglos de

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anticipación supera claramente la capacidad humana.26 Tal es el caso de las profecías bíblicas sobre el Mesías.

Todos los fenómenos parapsicológicos son inconscientes, involuntarios e incontrolables. Nadie tiene la capacidad de dominarlos, ni existe técnica eficaz para desarollarlos.27 Pero sí hay personas, llamadas en general 'dotados'28, que manifiestan estos fenómenos con una frecuencia superior a la normal. Pero ni siquiera ellos adivinan lo que quieren y cuando quieren, simplemente alguna vez -muy rara pero con una frecuencia superior a la pura casualidad- captan algo. Hay personas que dan una importancia especial a ciertos sueños o presentimientos creyendo que pueden corresponder a algún tipo de conocimiento parapsicológico. Esto es un gran error. Según la parapsicología no existe ningún criterio para distinguir las auténticas captaciones de las fantasías del inconsciente.29 La única manera de estar seguro es la verificación posterior. Por lo tanto, en la práctica, lo único sensato es guiarse en la vida por la razón y no por sueños o pálpitos que pueden llevarnos a la ruina.

Terminemos este tema con una palabra sobre los adivinos. La ciencia moderna ciertamente ha descubierto y verificado estas facultades del inconsciente, pero eso no significa de ninguna manera avalar la 'profesión' de adivino; todo lo contrario. Nadie puede adivinar a voluntad, y si excepcionalmente adivina algo -por HIP o PG- no puede tener ninguna certeza de haber captado algo cierto. Se ve lo peligroso que puede ser que una persona oriente su vida en base a los consejos de estos charlatanes.

b) Fenómenos de efectos físicos30

Todos los fenómenos parapsicológicos de efectos físicos son extra-normales, no los hay paranormales. Es decir, no se deben a la acción directa de una facultad espiritual; no es la 'mente' la que actúa sobre la materia.31 Los fenómenos se deben a un tipo de energía

26Algunos pretenden que Nostradamus (1503-1566), ha realizado profecías referentes a nuestro siglo y aún hasta el fin del mundo!? No son auténticas precogniciones. En realidad Nostradamus ha escrito en el estilo llamado 'sibilino' que es muy ambiguo y se presta a mil interpretaciones distintas. Han sido, pues, los intérpretes quienes han hecho coincidir las supuestas profecías con algunos hechos históricos.27Esto lo aclaramos para advertir al lector ante ciertos cultores del 'control mental' que engañan a la gente prometiendo cosas imposibles.28Por comodidad adoptaremos esta denominación para referirnos a los que producen cualquier tipo de fenómenos parapsicológicos. Pero, en realidad, no se trata de un 'don' o algo deseable, sino de manifestaciones perjudiciales para la salud que deben ser oportunamente curadas.29Cfr. por ejemplo, Rhine, Joseph. B.: "The Reach of the Mind", New York, William Morrow and Company, Inc., 1975, Prefecio.30Cfr. Quevedo, S.J., Oscar González-: "Las fuerzas físicas de la mente", 2 tomos, Santander, Sal Terrae. Y también en castellano, en un sólo tomo, publicada en Asución por Ñandutí-Intercontinental.- Se puede consultar también, del mismo autor: "Antes que os demônios voltem", San Pablo, Loyola, 1989, cap. VII. Hay traducción al castellano: "Antes que los demonios vuelvan", publicada en Asunción por Ñandutí-Intercontinental.31Seguimos en esto la opinión del CLAP (Centro Latino-Americano de Parapsicología, con sede en San Pablo, Brasil), en contra de quienes admiten la facultad denominada PK (Psi-Kappa, letras griegas iniciales de 'Psico-Kinesis'), que sería inmaterial. Si fuera inmaterial, la distancia no la afectaría, como sucede con la ESP. Daría lo mismo unos pocos metros que miles de

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-y la energía es material, no espiritual- exteriorizada por el 'dotado' o persona que produce el hecho, y dirigida por su inconsciente. Por eso dichos fenómenos se dan siempre a una distancia relativamente corta del hombre que los produce: no más de 50 metros.

La energía que causa los fenómenos sale del propio organismo del dotado, es transformada y dirigida por su inconsciente. Se la llama telergía, y la mayoría de las veces es invisible. Pero a veces puede condensarse y adquirir diversas formas, en cuyo caso recibe el nombre de ectoplasma. Estas características permiten una clasificación básica de los fenómenos en telérgicos y ectoplasmáticos. Veremos algunos de ellos.

1-Fenómenos telérgicos

-Fotogénesis: es la producción de luminosidades que pueden ser más o menos brillantes. Puede ser que el propio dotado aparezca iluminado o la luz se forme a cierta distancia de él. Este fenómeno no tiene nada que ver con la llamada 'luz mala' que se produce en pantanos o cementerios. Dicho efecto lumínico se debe a la inflamación espontánea de ciertos gases que están presentes en la materia en descomposición.

-Tiptología o raps: son los golpes o ruidos sin causa aparente. A veces pueden llegar a sentirse fuertes 'choques' contra las puertas o paredes de una casa, o en general percusiones de las más variadas modalidades. El moderno espiritismo, como ya hemos visto, se inició con un caso de tiptología, pero fraudulenta.

-Telecinecia o telekinesis: etimológicamente significa 'movimiento a distancia'. Pero en realidad se trata de movimientos efectuados por el contacto de la telergía. Las telecinesias son muy variadas; los más diversos objetos -sillas, mesas, adornos, etc.- se mueven, se elevan por el aire, pasan cerca de las personas presentes; también algunos instrumentos musicales tocan aparentemente solos.

-Levitación: es la elevación por el aire del propio dotado. Se han relatado levitaciones de varios santos católicos; entre ellas, son célebres las de San José de Cupertino. Pero de ninguna manera es un fenómeno exclusivo del ambiente cristiano; también se ha observado, por ejemplo, en algunos médiums espiritistas. Entre otras explicaciones posibles, se puede admitir que el fenómeno es causado por la telergía que el propio dotado emite, la cual produce la elevación de su cuerpo. Puede considerarse como un caso especial de telecinesia.

-Aporte: este asombroso fenómeno consiste en que el inconsciente -mediante la telergía- 'desmaterializa' cualquier objeto sólido o líquido, hace que atraviese algún obstáculo, por ejemplo una pared, y aparezca de nuevo. Ha sido bastante observado en las llamadas 'casas encantadas'; allí a veces las piedras atraviesan el techo y las paredes estando las puertas y ventanas completamente cerradas. También se ha comprobado el aporte -y a veces lamentablemente el fraude!- en imágenes de Cristo o de la Virgen que lloran sangre o simplemente lágrimas. En estos casos, la sangre o las lágrimas de alguna persona presente, salen invisiblemente de su cuerpo y van a depositarse sobre la imagen en cuestión. En conformidad con los límites

kilómetros; y no es así.

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de todo fenómeno físico de la parapsicología, la imagen no 'llora' si todas las personas se alejan a más de cincuenta metros de distancia.

2-Fenómenos ectoplasmáticos

-Fantasmogénesis: el ectoplasma que el dotado exterioriza puede ser modelado por su inconsciente y reproducir el 'fantasma' de alguna persona, animal o cosa. Si lo reproducido, en lugar de ser un cuerpo entero, es sólo un miembro -por ejemplo una mano- el fenómeno recibe el nombre de ecto-colo-plamia. El fantasma así producido es visible -como ya lo hemos dicho sobre el ectoplasma en general-, y se presta muy fácilmente a interpretaciones supersticiosas sobre 'aparecidos'. De todas maneras, como veremos más adelante, la inmensa mayoría de las pretendidas apariciones no son fenómenos de fantasmogénesis sino simples alucinaciones.

- Conclusión

Los fenómenos parapsicológicos son naturales, humanos. Donde hay hombres, hay fenómenos parapsicológicos. No son sobrenaturales ni su causa se encuentra en el 'más allá'.32 Es por eso que ya desde la antigüedad -y procedentes de las más diversas culturas- tenemos testimonios sobre esta fenomenología. Los hechos que se relatan son fundamentalmente los mismos que hoy conocemos; lo que varía de una cultura a otra, y mucho, es la interpretación de los mismos. A menudo las interpretaciones eran 'sobrenaturalistas'; como no se sabía explicar los fenómenos, se los atribuía a supuestas entidades ajenas a nuestro mundo: espíritus, duendes, musas, dioses, etc. Es comprensible que se haya recurrido a ese tipo de explicaciones, pues como los fenómenos se originan en el inconsciente del hombre, éste no cree ser el responsable de los mismos. Precisamente porque no tiene conciencia de producirlos. Así, un simple caso de HIP o telepatía, fácilmente será interpretado como una suerte de revelación. De la misma manera, los fenómenos de una 'casa encantada' (telecinesias, aportes, etc.) serán interpretados de diversas maneras de acuerdo a las creencias y la cultura de la personas: se dirá que es un 'alma en pena', o el demonio, o una brujería... Todas estas pretendidas explicaciones están absolutamente equivocadas. Hoy no tienen ningún sentido. La ciencia ha probado sobradamente que se trata de fenómenos humanos, del 'más acá' y no del 'más allá'.

32De ninguna manera negamos la existencia de milagros, es decir, hechos auténticamente sobrenaturales. Pero el milagro divino es muy diferente del fenómeno parapsicológico; la acción de Dios supera clarísimamente a los más espectaculares fenómenos del inconsciente humano. Ha sido un gran mérito de la parapsicología haber distinguido, entre todo lo misterioso, lo que es natural de lo que es sobrenatural.

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EL VEREDICTO DE LA CIENCIA

- La "incorporación de espíritus": prosopopeya

La psicología conoce bien las llamadas personalidades alternantes o divisiones de la personalidad. Ciertas tendencias conflictivas, no aceptadas conscientemente, pueden dar lugar a desintegraciones de la síntesis psicológica; aparece entonces una segunda personalidad que obra por cuenta propia. No sólo se han dado casos de doble personalidad, sino incluso de personalidades múltiples. Son siempre manifestaciones del inconsciente que, entonces, dirige la actividad de la persona por períodos más o menos largos.

También por sugestión, en estado de hipnosis, se ha logrado que el sujeto asuma la personalidad de otro individuo. Y se ha observado que no sólo se comporta de acuerdo a la personalidad sugerida, sin también según sus opiniones y creencias sobre esa personalidad.

Los casos de división de la personalidad son, por supuesto, patológicos. Pero son tan naturales y humanos como cualquier otra enfermedad; no hay allí nada especialmente misterioso. El hecho de que puedan obtenerse cambios de personalidad por sugestión, es una prueba más del carácter natural de los fenómenos. A pesar de esto, las mentalidades supersticiosas suelen ver en las disociaciones de la personalidad, la incorporación de sutiles y extrañas entidades. Es lo que ocurre con el espiritismo: si, por ejemplo, una señora bien educada, al entrar en transe, comienza a proferir insultos y obscenidades, se dirá que sufre la incorporación de un espíritu inferior y perverso...!?

En parapsicología suele llamarse prosopopeya (del griego prosopon, máscara) a todo cambio brusco de la personalidad, sea espontáneo o provocado. Sucede que las facultades del inconsciente, al manifestarse, lo hacen enmascaradas o disfrazadas de otra personalidad que no es la oficial y consciente. Como el consciente no reconoce al inconsciente que aparece enmascarado, cree que el responsable de los hechos es otro ser, precisamente el representado por la máscara. Pero en realidad no es más que la manifestación de su propio inconsciente.

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Las prosopopeyas pueden ser de espíritus de muertos, de personajes ficticios o reales, musas, diversas deidades, y muchas otras. Existe también la prosopopeya de reencarnación: un sujeto en transe o hipnotizado, siguiendo las sugestiones del experimentador, habla y actúa como si recordara una encarnación anterior. Es, realidad pura máscara del inconsciente -que puede lograr identificaciones asombrosas gracias a sus facultades parapsicológicas, talento, etc.-, y de ninguna manera es evidencia de una 'vida anterior'. Se le puede sugerir al sujeto hipnotizado que se adelante hasta el año 2500, y en este caso también aparecerá la prosopopeya y nos contará una historia. ¿Será esta la prueba de una 'vida posterior'? Pretender fundamentar la reencarnación en este tipo de experiencias es totalmente absurdo.33

Las experiencias de los investigadores del espiritismo, permiten afirmar que "...la aptitud de los médiums para crear personificaciones ficticias en torno a ciertas captaciones metagnósicas (parapsicológicas), no es ya una hipótesis, sino un hecho comprobado."34

Se ha hecho famosa la experiencia del parapsicólogo S. G. Soal con la médium Blanche Cooper. En una sesión de 1922 obtuvo una comunicación del "espíritu" de Gordon Davis, un compañero a quien Soal no veía desde hacía seis años. Soal reconoció expresiones características de su viejo amigo. Éste le dijo que había fallecido y que tenía esposa y un pequeño hijo, Kiddie. Soal no sabía que Davis se hubiera casado y que hubiera tenido un hijo. El "espíritu" reveló ciertos detalles de la vida de ambos que parecían una absoluta prueba de identidad. Con respecto a la dirección de su viuda y su hijo, sólo indicó dos letras "E", sin más precisiones. Posteriormente, el espíritu guía de la médium Cooper, dio varios detalles de una casa que supuestamente sería de Gordon Davis. Años más tarde, Soal llegó a saber que Gordon Davis estaba vivo, y que su dirección era el nº 54 de la calle Eastern Esplanade (recordar las dos letras "E"). Decidió visitar a su viejo compañero y comprobó que se había casado y que a su pequeño hijo lo llamaban Kiddie. Los detalles de la casa coincidían sorprendentemente con lo que había dicho la médium Cooper, y lo más curioso es que en la fecha en que Soal recibió el mensaje, Davis aún no vivía en esa casa ni la conocía.

Tenemos aquí una extraordinaria prueba de identidad ¡de un vivo! Evidentemente este caso no admite interpretación espiritista. Se trata pura y simplemente de una prosopopeya. El inconsciente de la Sra. Cooper se disfrazó de Gordon Davis desencarnado para manifestar ciertos conocimientos adquiridos por vía parapsicológica. Lo más probable es que la médium Cooper haya captado estos datos por HIP del inconsciente de Soal35, pues seguramente éste conocía incoscientemente -por telepatía y precognición- las cosas referentes a su viejo amigo. En la manifestación de los fenómenos parapsicológicos es muy importante el vínculo afectivo; no suelen adivinarse cosas totalmente indiferentes y triviales.

33Cfr. por ejemplo: Solovey, Galina y Milechnin, Anatol: "El hipnotismo de hoy", Buenos Aires, Dyaus, 1957, p. 115-119.34Musso, J. Ricardo: op. cit., p. 225.35Es un gran error creer que la telepatía o la HIP sólo captan el pensamiento consciente. La captación de un contenido inconsciente, excitado por asociación de ideas u otra circunstancia, es aún más frecuente. El fenómeno recibe el nombre de 'telepatía sobre el inconsciente excitado' (TIE) e 'hiperestesia indirecta sobre el inconsciente excitado' (HIE) respectivamente. Cfr. Quevedo, S.J., Oscar González-: "A face...", op. cit., caps. 22 y 23.

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Parece mentira que aún hoy los espiritistas interpreten las simples prosopopeyas como incorporaciones de espíritus. Como dice Castellan: "El descubrimiento científico del inconsciente ha constituido la ruina de la mayor parte de los hechos espiritistas como tales. Desde ese momento, la disociación de la personalidad ya no era asimilada necesariamente a un desdoblamiento, con el descenso de un espíritu extraño en un cuerpo carnal: el hombre mismo es doble y eso basta."36 Es decir, el psiquismo humano puede disociarse, y el inconsciente, con sus cualidades, puede decir que es el espíritu de Fulano, porque ha adivinado que éste existió, su personalidad y algunos datos sobre su vida. Pero quien habla -o escribe, etc.- no es realmente Fulano, sino el inconsciente del médium.

Pero los espiritistas insisten diciendo que el espíritu que se manifiesta, muchas veces no se parece en nada a la personalidad del médium. Siendo así, ¿cómo se puede decir que todo procede de él? Al respecto, el P. Quevedo comenta: "Es claro que tiene que haber alguna diferencia entre las manifestaciones que el propio médium atribuye al espíritu guía (...) y las que el médium da como propias. Los parapsicólogos que afirman ser todo únicamente del médium, esperan, diferencias entre la personalidad 'oficial' y la prosopopeya. Caso contrario, nadie hubiera caído en el error espiritista."37

Un buen actor es capaz de identificarse hasta tal punto con el personaje que representa, que da la impresión de estar viviendo realmente su actuación. Pues bien, mucho más podemos esperar del inconsciente, cuyo talento y facultades superan ampliamente a las del psiquismo consciente.

- Los automatismos psicológicos

El inconsciente y sus prosopopeyas puede manifestarse por medio de los sueños, mediante diversas alucinaciones, o a través de distintos automatismos. De los sueños y las alucinaciones hablaremos más adelante.

Llamamos automatismos a las acciones de hablar, escribir, moverse, sin conciencia de lo que se está haciendo. Algunas veces la persona tiene conciencia de lo que sucede, pero con la sensación de no ser ella quien produce el fenómeno. La dirección del proceso está a cargo del inconsciente.

Las crisis de automatismos son fenómenos patológicos frente a los cuales los enfermos reaccionan de manera diversa. La mayoría de ellos, según Eugen Bleuler, "...ni siquiera se incomoda en pensar en la anormalidad; pero están bien conscientes de la pérdida de espontaneidad; siendo así, ellos ven esos procesos como algo extraño a ellos. Algunos pacientes, menos indiferentes, se consideran bajo la influencia del electromagnetismo o cualquier otra fuerza física. Las personas supersticiosas naturalmente están hechizadas o poseídas, en parte por buenos o malos espíritus, en parte también por hombres que se instalaron en el interior del paciente; ocasionalmente, hasta por varios tipos de animales."38

36Castellan, Yvonne: "La metapsíquica". Versión castellana de Carlos Duval, Buenos Aires, Paidós, 1960, p. 103.37Quevedo, S.J., Oscar González-: op. cit., vol. 4, p. 10.38Citado por Vidigal, Diaulas: "Revista de Parapsicología", publicación del CLAP, San Pablo, Nº 1, p. 30.

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Dentro de los automatismos se incluyen fenómenos clásicos del espiritismo. Las 'mesas giratorias', por ejemplo, fascinaron a multitudes en los albores del espiritismo y fueron también objeto de experimentación. Por otra parte, la psicografía o escritura automática, gozaba de la preferencia del propio Allan Kardec. ´

Los automatismos son fenómenos estudiados por la psicología y la fisiología. No son fenómenos parapsicológicos. Pero como los espiritistas le dan tanta importancia como medio de manifestación de los espíritus, es necesario que demos algunas explicaciones.

Las mesas giratorias

Hace ya casi un siglo y medio que el químico Chevreul publicó las conclusiones de sus estudios sobre las mesas giratorias. Sostenía que el fenómeno era provocado por movimientos involuntarios e inconscientes de los participantes. Años antes, Chevreul, había estudiado los fenómenos de la radiestesia o rabdomancia. Según se decía, algunas personas podían encontrar cosas ocultas, minerales o aguas subterráneas, utilizando un péndulo o una varilla que sostenían con sus manos y que 'se movían solos' al llegar al lugar indicado. El químico francés, después de varias experiencias, mostró que el péndulo no se movía sólo, sino que el rabdomante o zahorí, sin darse cuenta, le imprimía el movimiento. Llamó a esto 'principio del péndulo explorador', y más tarde mostró que el mismo se verificaba también en las mesas giratorias.

Muchas supersticiones, y también el espiritismo, parecen basarse en el siguiente principio: 'Si no soy consciente de producir un fenómeno, entonces no soy yo quien lo produce'. Pero a la luz de la ciencia actual, este pricipio es absolutamente falso y ridículo. El propio Chevreul ya señalaba que quienes mueven el péndulo o la mesa, no tienen conciencia de hacerlo: "Si nos imaginamos que un cierto número de personas tienen las manos puestas encima de una mesa, según mi forma de ver las cosas, se imaginan a la mesa girando de derecha a izquierda o de izquierda a derecha, puesto que están allí colocadas para ser testigos de ese movimiento; a partir de entonces, sin saberlo, actúan para imprimir a la mesa el movimiento que se imaginan."39 (El subrayado es nuestro).

Innumerables experiencias han confirmado las conclusiones de Chevreul. Veamos algunos testimonios que ilustran un poco más el fenómeno y su correcta explicación.

Uno de los pioneros de la metapsíquica, Charles Richet, señala acertadamente por qué muchos caen en la errónea interpretación espiritista. Realmente, para quien no está habituado, una simple sesión espiritista de mesa giratoria puede llegar a ser una experiencia desconcertante. ¡Parece que una inteligencia extraña mueve la mesa! Pero por poco que reflexionemos, nos damos cuenta de que no es así.

"Se percibe que sus músculos se contraen y como quiera que en una mesa con equilibrio inestable la menor presión determina un movimiento, razonablemente no se puede suponer otra cosa sino que se trata de un movimiento inconsciente, tanto en los balanceos de la mesa como en la escritura automática. Lo que impresiona y a veces pone en duda esta conclusión necesaria, es la expresividad de las respuesta que la mesa da... Parece que esa mesa inanimada tuviera un

39Chevreul, op. cit., p. 232.

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alma... Cuando no se ha asistido a esas sesiones, uno no se puede imaginar hasta qué punto, por la frecuencia o por la fuerza, por la lentitud o la vacilación, por el vigor o por la delicadeza de los movimientos, se pueden expresar diversos sentimientos. Es un verdadero lenguaje, a veces elocuente, siempre interesante, en el cual, por poco ingenuo que uno sea, llega a la conclusión de que hay una inteligencia extraña que mueve esa mesa. Sin embargo, esta sería una conclusión tonta. Las emociones que quisiéramos atribuir a la mesa, son las emociones que agitan el inconsciente del médium. Sus movimientos son los que le imprimen los músculos del médium."40 (Los subrayados son nuestros)

Pero los científicos no se han limitado simplemente a observar. Se han realizado distintos tipos de experiencias controladas que no dejan lugar a dudas. No hay que creer, sin embargo, que todos los hombres se rinden ante la evidencia; como se dice popularmente 'no hay peor ciego que el que no quiere ver'. Las experiencias que relata el Dr. Musso son altamente instructivas al respecto:

"Apoyando mis manos sobre la mesa, y pidiendo al médium que colocara las suyas sobre las mías, tuve repetidas veces la oportunidad de apreciar directamente la fuerza muscular que ejerce el sujeto, inconscientemente, para moverla. En otros casos, colocando entre sus manos y la mesa un delgado papel encerado, y pidiéndole que ensayara moverla en esas condiciones -movimiento de traslación-, pude comprobar cómo la fuerza muscular del médium movía el papel, que se deslizaba resbalando sobre la mesa, mientras ésta quedaba quieta al no poder la mano ejercer fricción sobre ella en tales condiciones. Pero, a pesar de éstas y otras comprobaciones, los supuestos médiums de efectos físicos que yo he visto, generalmente continuaban con su convicción de que la mesa o la copa se movían por 'fuerzas magnéticas' o 'fluídicas' y no aceptaban que se tratara de su propia acción muscular. Tal era el vigor de su lógica afectiva."41

Y por si todavía hay alguien que tiene dudas -seguramente un espiritista-, agreguemos que los mismos fenómenos se consiguen por simple sugestión. No hace falta invocar espíritus ni entidades extrañas. Alguien experimentado en técnicas de sugestión, puede lograr que un grupo de personas sentado alrededor de una mesa y con sus manos sobre la misma, mueva la mesa inconscientemente y sin señal del menor esfuerzo. Basta un poco de relajación, concentración y algunas sugestiones bien dirigidas, para que 'la mesa' comience a dar respuestas inteligentes. Entre quienes han realizado tales experiencias, citaremos al Obispo Boaventura Kloppenburg, especialista en cuestiones de espiritismo y ocultismo, cuyas conclusiones gozan de la mayor autoridad. "Personalmente hice la experiencia cientos de veces, siempre con grupos diferentes y ocasionales, como los encontraba, sin otras instrucciones que las dadas por Allan Kardec y ... conseguí respuestas inteligentes a las preguntas formuladas. Y no cabe duda de que se trata de movimientos inconscientes de los músculos de las personas que están con las manos sobre la mesa. Hice lo mismo con mesas muy pesadas. Para evitar sospechas, jamás participé personalmente poniendo mis manos sobre la mesa. Realizada la experiencia, todas las personas, absolutamente todas, declaraban no haber hecho ningún esfuerzo consciente para ayudar a levantar la mesa. Es que, de hecho, se trata de movimientos inconscientes o automáticos."42

La misma explicación que dimos al fenómeno de las mesas giratorias, vale también para la planchuela o la copa que se deslizan sobre un tablero que tiene impreso el

40Cit. por Kloppenburg, Boaventura: op. cit., p. 92.41Musso, J. Ricardo: op. cit., p. 100.42Kloppenburg, Boaventura: op. cit., p. 91.

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alfabeto, las palabras 'sí' y 'no' y los números del 0 al 9. Los participantes suelen colocar un dedo sobre la planchuela o la copa que está boca abajo; si todo resulta, las manos parecerán conducidas por uno u otro objeto hacia diferentes letras o números. De esta manera, se obtienen respuestas a diversas preguntas.

Obviamente, ni la planchuela ni la copa se mueven solas. Son movidas inconscientemente por los dedos de los participantes. Y también se pueden realizar pruebas para mostrar que se trata simplemente de automatismos motores. Efectivamente, si por ejemplo se coloca debajo de la copa algún tipo de sustancia que dificulte su deslizamiento, y sobre la misma un poco de aceite, podrá observarse como los dedos se deslizan sin que la copa se mueva.

Como ya hemos dicho, todas estas experiencias no hacen más que confirmar las conclusiones de Chevreul. Es verdaderamente lamentable que casi un siglo y medio después, todavía muchísimas personas crean que la copa es movida por algún espíritu desencarnado...

La psicografía

Allan Kardec describe la psicografía y destaca su importancia para la teoría espiritista en estos términos: "Cuando el Espíritu obra directamente sobre la mano, da a esta un impulso completamente independiente de la voluntad. Marcha sin interrupción y a pesar del médium, tanto como el Espíritu tiene alguna cosa que decir, deteniéndose cuando ha concluido. Lo que caracteriza el fenómeno en esta circunstancia es que el médium no tiene la menor conciencia de lo que escribe (...). Esta facultad es preciosa, porque no puede dejar ninguna duda sobre la independencia del pensamiento del que escribe."43

Nótese que el acento está puesto en que el fenómeno es espontáneo e involuntario y en que el médium no tiene conciencia de lo que escribe; puede, sin embargo, ser consciente de lo que sucede al modo de un espectador. Luego, al salir del transe, se enterará del contenido de lo que ha escrito.

En el capítulo anterior, hemos citado el caso del Dr. Banting, quien escribió completamente dormido las instrucciones para realizar el experimento con el cual obtuvo la insulina. Lo pusimos como ejemplo de talento del inconsciente; aquello que no se le ocurrió despierto, se le ocurrió dormido, en estado de inconsciencia. Pero constituye al mismo tiempo un notable ejemplo de escritura espontánea y fuera del comando de la voluntad consciente. Esto nos ayuda a entender un poco la psicografía. Aquí, sin pérdida total de la conciencia, el inconsciente se hace cargo de la función de escribir. Por lo tanto, el 'yo oficial' y consciente no se reconoce como autor de lo escrito.

La psicopatología y la psiquiatría conocen casos de personalidades sucesivas y alternantes. Una personalidad 'reemplaza' a la otra, y entonces el sujeto habla y actúa como si fuera realmente otro. En la psicografía, en cambio, normalmente el médium conserva cierta conciencia de lo que sucede. Así lo explica el P. Quevedo: "La única diferencia entre las personalidades sucesivas de los psicóticos o de los histéricos con

43Kardec, Allan: "El libro de los médiums", op. cit., nº 179, p. 198.

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respecto a las prosopopeyas de los psicógrafos es que en aquellos la segunda síntesis psicológica sucede a la primera y es atribuida a la propia persona, que equivocadamente se cree otra: 'yo soy Napoleón' dice el loco fulano de tal; al paso que en la prosopopeyas de la psicografía, las dos síntesis psicológicas, la consciente del psicógrafo y la inconsciente que se manifiesta, son simultáneas y fulano de tal no dice: 'yo soy Napoleón', sino 'Napoleón escribe con mi mano'."44

Según Kardec, la psicografía 'es preciosa porque no puede dejar ninguna duda sobre la independencia del pensamiento del que escribe'. Nosotros también creemos que no hay ninguna duda. El pensamiento consciente del médium es independiente de lo que está escribiendo, precisamente porque en ese momento la función de escribir es comandada por el inconsciente.

Ahora bien, si por el sólo hecho de ser inconsciente, alguien atribuye la psicografía a los espíritus de los muertos, merece el siguiente comentario:

"El 'argumento' espiritista hoy es de un simplismo y de una ignorancia asombrosos. ¿Quiere decir que cualquier acción inconsciente, de la cual la persona 'no tiene la menos conciencia', es 'sin la menor duda' acción de los espíritus de los muertos?! 'El que prueba demasiado, no prueba nada': es el abc de la lógica. Si el 'argumento' espiritista tuviese algún valor, aunque sea mínimo, sería necesario aceptar que todos los automatismos son realizados por los espíritus de los muertos!"45

Es indudable que el hombre realiza inconscientemente muchas cosas, pero sin embargo las produce él. Por ejemplo, casi nadie sabe todos los músculos que utiliza al hablar, ni piensa en ellos, pero los usa. Nos preguntamos, entonces, si los músculos de la fonación también son accionados por los espíritus de los muertos. Por otra parte, si al despertarnos en una fría noche de invierno, notamos que estamos destapados, ¿le echaremos la culpa a algún espíritu travieso que quiere que contraigamos un resfrío? Porque ciertamente nos hemos destapado sin darnos cuenta.

Hasta ahora hemos considerado a los automatismos independientemente del contenido que por ellos se expresa. Como fenómenos, en sí mismos, no tienen nada de extraordinario, ni siquiera de parapsicológico, pertenecen a la psicología. Sin embargo, no debemos olvidar que los automatismos son un medio de manifestación del inconsciente, con sus prosospopeyas y sus facultades parapsicológicas. Así pues, un mensaje psicografiado -u obtenido por medio de la mesa giratoria o de la copa-, alguna vez puede manifestar algo que el médium haya captado por HIP, telepatía, etc.

- ¿Quién produce y dirige los fenómenos físicos?

Nos referimos aquí a los fenómenos parapsicológicos de efectos físicos; pues aunque los casos de mesa giratoria y análogos, pertenecen a la mediumnidad física, hemos visto que se explican por simples automatismos motores, muy bien conocidos por la psicología. Por lo tanto, nada de parapsicológico; salvo alguna rara vez, el contenido de los mensajes. Pero esto ya pertenece a los fenómenos de conocimiento.

44Quevedo, S.J., Oscar González: "Revista de Parapsicología", publicación del CLAP, nº12, p. 17.45Quevedo, S.J., Oscar González: op. cit., vol. 2, p. 11.

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La teoría de Allan Kardec sobre las manifestaciones físicas dice que el supuesto espíritu, para obrar sobre un cuerpo sólido, "combina una parte del fluido universal (?) con el fluido que despide el médium propio a este efecto."46

Para que nos quede más claro, prestemos atención siguiente diálogo entre el codificador del espiritismo y el espíritu de San Luis (!?):

-(Kardec) "Si nosotros hemos comprendido bien lo que habeis dicho, el principio vital reside en el fluido universal; el Espíritu toma en ese fluido la envoltura semimaterial que constituye su periespíritu, y por medio de este fluido obra sobre la materia inerte." -(Espíritu de San Luis) "Sí; esto es, que él anima la materia de una especie de vida ficticia: la materia se anima de la vida animal. La mesa que se mueve bajo vuestras manos vive, como el animal; obedece por sí misma al ser inteligente. (...) cuando la mesa se levanta, no es que el Espíritu la levante a fuerza de brazos es la mesa animada la que obedece a la impulsión dada por el espíritu." - "¿Cuál es el papel del médium en este fenómeno?" - "Lo he dicho: el fluido propio del médium se combina con el fluido universal acumulado por el Espíritu; es menester la unión de estos dos fluidos (...) para dar vida a la mesa." 47

Parece que la credulidad humana no tiene límites. ¡Cuántos disparates juntos! Dejemos de lado que Kardec se equivoca al dar la misma explicación a los movimientos con contacto (automatismos) que a los que se producen sin conctacto (telekinesis). Se comprende que para un espiritista todo se deba a los espíritus de los muertos.

Es realmente admirable que en tan pocas líneas puedan expresarse tantas barbaridades. En primer lugar, nadie sabe qué es ese 'fluido universal' en el cual reside el principio vital. Puro invento de mentes fantasiosas. ¿Y qué decir del 'periespíritu' o envoltura semimaterial de los espíritus? No tiene ningún sentido hablar de algo 'semimaterial'; o tiene materia o no la tiene, no hay término medio. El concepto de periespíritu, llamado también 'doble etérico', 'cuerpo astral', etc., corresponde a una vieja creencia ocultista sobre la constitución del hombre que no tiene ningún sustento real.

Ahora bien, que alguien crea que una mesa puede cobrar vida y obedecer las órdenes de un espíritu, supera nuestra capacidad de asombro. ¿Es que los espiritistas están dispuestos a aceptar hasta las cosas más absurdas?

Con respecto a la voluntad del médium, esta puede secundar a los espíritus "en la impulsión dada al fluido." Sin embargo, "no es siempre necesaria, puesto que el movimiento puede tener lugar contra y a pesar de esta voluntad, y eso es una prueba de que hay una causa independiente del médium."48

Aún a riesgo de cansar al lector, insistamos una vez más sobre este punto. Que médium haga algo 'contra y a pesar de su voluntad' o 'sin conciencia' de lo que hace, sólo prueba que el inconsciente puede obrar en contra de los deseos conscientes. Nada más.

46Kardec, Allan: "El libro de los médiums", op. cit., nº 74, 8, p. 78.47Kardec, Allan: "El libro de los médiums", op. cit., nº 74, 13 y 14, p. 80.48Kardec, Allan: "El libro de los médiums", op. cit., nº 74, 18, p. 81.

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Después de tantos años de investigación parapsicológica, es completamente absurdo atribuir la telekinesis, los raps o cualquier otra manifestación análoga a los espíritus de los muertos. Hemos visto en el capítulo anterior, que estos fenómenos siempre son producidos por un ser humano vivo que se halla más o menos próximo a los mismos. Todos los casos de 'casas encantadas' que han sido observados confirman lo dicho. Al respecto, el parapsicólogo alemán Hans Bender, hace la siguiente síntesis:

"A partir de 1950 el Instituto de Friburgo estudio más de 40 casos de este género ('poltergeist'). Emile Tizanè, oficial de la policía francesa, analizó una centena, que constaban en los informes de la policía entre 1925-1950. Los investigadores norteamericanos observaron, dentro de toda una serie de casos, tales fenómenos en el momento mismo en que acontecían (...) Ante todo se constata generalmente que estos fenómenos dependen de personas jóvenes, en la edad de la pubertad."49

Por otra parte, no existe ningún fenómeno físico típicamente espiritista. "Todos los historiadores de la fenomenología concluyeron que todos los fenómenos son de todas las épocas, de todos los pueblos y de todos los ambientes. Por lo tanto, humanos. Donde hay hombres hay toda esa fenomenología. Y, lógicamente, las interpretaciones son muy diferentes, de acuerdo con las diversas civilizaciones."50

Justamente el espiritismo es una de las tantas interpretaciones erradas de los fenómenos parapsicológicos. La ciencia ha probado sobradamente que estas manifestaciones son producidas por el hombre. No hay, por lo tanto, ningún lugar para interpretaciones 'sobrenaturalistas' que buscan las causas en el 'más allá'.

El propio Jacques Alexander, espiritista, admite: "El ser humano puede actuar a distancia sobre los objetos." Y a propósito de esto nos refiere el siguiente caso protagonizado por Alfred de Musset (1810-1857):

"Las dos mujeres que le atendían, madame Martillet y madame Chaudet, nos cuentan que una tarde en que, muy postrado, el enfermo reposaba en su poltrona, le vieron despertar, mirar con fijeza la campanilla que había al lado de la chimenea y esforzarse, en vano, por incorporarse. En ese momento, según refiere Madame Martillet, se llevaron la mayor sorpresa de su vida: sonó la campanilla, que el enfermo no había logrado alcanzar, como si una mano invisible la hubiera agitado. Asustadas, ambas mujeres se cogieron de la mano, mientras, con la más ansiosa de las miradas se preguntaban una a otra: -¿Has oído? -¿Te has fijado? ¡No se ha movido de la poltrona...! Poco después entraba la criada; había oído la campanilla."51

Un caso de telekinesis sin ningún tipo de connotación espiritista. Ahora bien, si como reconoce el propio Alexander, el hombre tiene estas capacidades, no vemos qué lugar pueda quedar para la intervención de los muertos. En el capítulo anterior hemos hablado de algunos fenómenos parapsicológicos de efectos físicos; son todas manifestaciones dirigidas por el inconsciente que puede producir un ser humano en circunstancias

49Cit. por Quevedo, S.J., Oscar González: op. cit. vol. 1, p. 100.50Quevedo, S.J., Oscar González: op. cit. vol. 1, p. 106.51Alexander, Jacques: op. cit., p. 25.

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especiales. Pues bien, si uno de tales fenómenos se produce en una sesión espiritista, ¿por qué creer que lo producen los muertos?

La postura de Alexander nos parece contradictoria; si los fenómenos son humanos, entonces los producen los hombres y no los espíritus de los muertos.

¿Y la inteligencia que dirige los fenómenos? En el caso citado más arriba, es patente que era la del propio Alfred de Musset que deseaba hacer sonar la campanilla. Podemos decir que aquí su inconsciente -responsable de la telekinesis- se identificó con su voluntad consciente. Pero no tiene por qué suceder siempre de esa manera. Las prosopopeyas del inconsciente pueden actuar en forma autónoma y a menudo en oposición con la personalidad 'oficial'. Por lo tanto, afirmar que los fenómenos son producidos por el 'fluido' del médium, pero dirigidos por espíritus desencarnados, responde a un fanatismo que se niega a reconocer todo lo que la psicología nos enseña sobre el inconsciente. - ¿Cómo reveló el médium lo que "nadie" sabía?

Podemos decir que Allan Kardec presenta dos tipos de 'argumentos' para probar que los fenómenos intelectuales o al contenido de los mensajes espiritistas, se debe a los espíritus de los muertos. El primero es que el médium 'no tiene conciencia' de lo que escribe, dice, etc. Ya hemos respondido a esto al hablar de las prosopopeyas y los automatismos. Dicho argumento no vale nada.

En cuanto a la otra 'prueba', el codificador de la doctrina espiritista, dice que las respuestas de los espíritus no podían provenir de la mente del médium o de los participantes, puesto que "... se encontraban muy a menudo diametralmente opuestas con el pensamiento de los asistentes, fuera del alcance intelectual del médium, y aún en idiomas que no conocía, o relatando hechos ignorados de todos."52 ¿Qué valor pueden tener semejantes afirmaciones a la luz de la parapsicología actual? Vayamos por partes.

Es falso que las respuestas sean 'muy a menudo diametralmente opuestas con el pensamiento de los asistentes'. En general reflejan la mentalidad de los participantes, como veremos en el capítulo siguiente. Pero aún concediendo a Kardec esa afirmación, ¿qué probaría? Después de todo lo dicho sobre las prosopopeyas, el lector conoce la respuesta: no probaría absolutamente nada.

Se nos dice que algunos mensajes están 'fuera del alcance intelectual del médium'. Esto se explica por el Talento del inconsciente. Ya hemos dicho que a nivel inconscientes somos mucho más inteligentes y creativos que conscientemente. Cuando alguna de estas cualidades se manifiesta podemos asombrarnos, pero de ninguna manera pensar en la intervención de los desencarnados.

A veces el médium se expresa 'en un lenguaje que no conoce'. El fenómeno se llama xenoglosia y se debe normalmente a la pantomnesia o memoria total del inconsciente. Todas las palabras frases o discursos en otro idioma que hemos escuchado en nuestra

52Kardec, Allan: "El libro de los médiums", op. cit., III, nº 69, p. 74.

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vida, han quedado grabados en nuestro inconsciente. Mediante un esfuerzo voluntario no podremos recordar ni reproducir la inmensa mayoría de ellos; pero están allí y pueden llegar a aparecer en alguna circunstancia especial. Otros casos se explican por HIP o HIE (hiperestesia sobre el inconsciente excitado). Ante una pregunta en otro idioma, el médium puede captar por HIE la respuesta asociada en el inconsciente del consultante, y entonces reproducirla. Aparentemente hay un diálogo, pero el médium puede no comprender lo que dice.

Los supuestos espíritus 'relatan hechos ignorados de todos'. ¿Qué significa esta afirmación? Pues simplemente que algunos mensajes revelan cosas que conscientemente ninguno de los asistentes conoce. Pero, ¿y el inconsciente? No se puede desconocer la Pantomnesia, la HIP, la Telepatía, la Precognición, etc. Estas facultades explican sobradamente toda 'revelación de cosas ocultas' o 'desconocidas de todos'. Para analizar ejemplos concretos, nos serviremos de los dos casos citados por el espiritista Alexander que hemos reproducido en el capítulo 2.53

En el caso de la Sra. Talbot, se podría explicar como un fenómeno de clarividencia de la médium Leonard, que captó el objeto y alguna de sus características. Sin embargo, teniendo en cuenta ciertas características de los fenómenos parapsicológicos (importancia del vínculo afectivo, mayor frecuencia de los fenómenos extra-normales con respecto a los paranormales, etc.), lo más probable es que el fenómeno fundamental haya sido la HIP. En efecto, el autor de la nota era el propio esposo de la Sra. Talbot, con quien ella convivía. Por lo tanto, ella sabía inconscientemente, por HIP, todo lo referente al asunto. Agreguemos que -como dice Alexander- ella sabía de la existencia de la agenda, pues 'conservaba un vago recuerdo de aquel objeto'. Habiendo muerto su marido ella recurre a la médium Leonard; el deseo de comunicarse con su marido excita en su inconsciente, por asociación de ideas, lo referente a la agenda y a la significativa nota. Y precisamente, la médium capta ese contenido inconsciente por HIE. Por lo tanto, no es ninguna prueba de la comunicación del difunto. Y pensar que para Alexander esta parece ser 'la revelación espiritista más incontestable que jamás se halla llevado a cabo'! Si esta es la mejor, ¡cómo serán las otras!...

Nos queda el caso de las sesiones simultáneas de los hermanos Lodge. La explicación aquí es evidentemente telepatía. Recordemos, sin embargo, que según Alexander, esta explicación es una locura. ¿Por qué? Sinceramente no vemos la razón de semejante opinión, y el autor tampoco la explica. Simplemente afirma y punto.

Este autor espiritista ciertamente conoce algo de parapsicología. Estas son algunas de sus afiemaciones: "El ser humano puede ver lo que pasa a mucha distancia."54

"El ser humano puede ver lo que está oculto."55 "El ser humano puede conocer por adelantado el porvenir."56

53Recomendamos al lector releer ahora esos dos casos.54Alexander, Jacques: op. cit., p. 28.55Idem, p. 33.56Idem, p. 40.

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Pues bien, es muy curioso que alguien que conoce de parapsicología se niegue a aceptar que estamos frente a un simple caso de telepatía. ¿Qué es entonces la telepatía? Si 'el ser humano' puede hacer todo lo que dice Alexander, no vemos la necesidad de recurrir en este caso -y en ningún otro semejante- a los espíritus de los muertos. ¿No podían Lionel y Norah, o la propia médium Leonard, 'ver' lo que pasaba en la sesión organizada por Alec? Para quien conoce las facultades parapsicológicas, es realmente una locura explicar este caso al modo espiritista.

'¡Sólo el muerto lo sabía!', exclaman los espiritistas en casos análogos al de la agenda de Talbot. Y juzgan que ese tipo de 'revelaciones' constituyen una prueba irrefutable de la comunicación e identificación de determinado muerto. Pero tal 'prueba' -tal vez una de las mejores que presenta el espiritismo-, carece totalmente de valor a la luz de la parapsicología. La ciencia ha ido derribando uno a uno todos los argumentos en favor del espiritismo. Las presuntas 'pruebas de la comunicación con los muertos', no prueban absolutamente nada en ese sentido.

Pero los científicos no se han limitado simplemente a responder a los espiritistas, estudiando las 'pruebas' que estos presentaban; sino que también han ideado experiencias y desafíos cuyos resultados esclarecen aún más la cuestión. Como veremos en seguida, todas las conclusiones son desfavorables para el espiritismo.

- Los desafíos de los científicos

El Dr. Frederic Myers, uno de los fundadores de la S.P.R. de Londres, alentaba la experiencia de la 'seña' para poner a prueba la teoría espiritista. Un investigador, en absoluto secreto, debía colocar una frase-seña en un sobre cerrado y lacrado que quedaría bajo la vigilancia de la S.P.R. Una vez muerto dicho investigador intentaría comunicar, si fuera posible, el contenido de la seña a algunos médiums. Así podría probarse la comunicación de un modo más riguroso.

Es evidente que aunque el investigador no revele a nadie el contenido de la seña, todas las personas cercanas a él pueden captarla por HIP. Más aún, algún médium podría captar por clarividencia el contenido del sobre cerrado y lacrado. ¿Qué valor tiene pues la experiencia de la seña? Sirve simplemente para establecer comparaciones. En efecto, la adivinación de pocas señas no probaría nada. Pero si el porcentaje de adivinaciones que se produce una vez muertos los científicos es significativamente superior al que se daba mientras vivían, podríamos pensar que están colaborando desde el 'más allá'. Muy sintéticamente presentaremos algunos resultados de estas experiencias.57

El propio Myers guardó su seña en 1891 y falleció diez años después. Muchos médiums decían haber recibido comunicaciones de su espíritu. Por fin, casi cuatro años después de su muerte, en diciembre de 1904, la S.P.R. decidió abrir el sobre. En ninguno de los mensajes atribuidos a Myers apareció la seña. Fracaso total.

El Dr. Hodgson adhirió al espiritismo a causa de las experiencias con la médium Piper, con la cual había trabajado durante 18 años. Dejó una seña que fue guardada por al S.P.R. y prometió que se manifestaría a través de la Sra. Piper. Murió en diciembre de

57Para una exposición más amplia y documentada sobre la experiencia de la seña, cfr. Quevedo, S.J., Oscar González: op. cit., vol. 4, cap. 28.

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1905. Desde esa fecha hasta enero de 1908 se realizaron 69 sesiones en las cuales se manifestó el supuesto espíritu de Hodgson. Pero se abrió el sobre y pudo verificarse que la seña no había aparecido.

Sir Oliver Lodge, fanatizado por el espiritismo, estaba decepcionado por el fracaso de la experiencia de la seña. Decidió hacer él mismo la experiencia. En 1930 entregó el sobre a la S.P.R., pero en 1931 habló públicamente de la experiencia en la Universidad de Oxford. Esto ya invalida al experiencia pues debía guardarse el mayor secreto. No obstante, se siguió adelante. Lodge murió en 1940. El sobre fue abierto 14 años después, en 1954. La S.P.R. estudió las señas presentadas por 130 médiums, pero en ningún caso apareció la seña de Lodge.

Podríamos relatar varios casos más. La seña nunca apareció. Los espiritistas, sin embargo, persisten en sus creencias. Tal actitud es totalmente injustificable y evidencia un enorme fanatismo. Se producen cientos de discursos y mensajes de los desencarnados; los espiritistas quedan convencidos de que son auténticas comunicaciones, y ansiosamente aguardan la apertura de los sobres. Pero se abren los sobres y se comprueba que no hay ni rastros de la seña! ¿Qué excusa pueden dar? Recordemos que los propios investigadores, algunos de ellos espiritistas, se habían comprometido a revelar la seña después de muertos... si fuera posible. ¿Los espíritus no son capaces de revelar una simple seña entre tanto palabrerío? La conclusión es evidente: semejante palabrerío no proviene de los muertos sino del inconsciente de los médiums. Los muertos no se comunican nunca.

Para mejorar la experiencia de la seña, el Dr. Robert Thouless propuso utilizar frases cifradas. El experimentador, después de su muerte, intentaría comunicar la clave para descifrar las frases, que a primera vista parecen un montón de letras sin sentido. El Dr. Thouless falleció en 1984, y la S.P.R. dio a conocer a médiums de todo el mundo las 2 frases cifradas que él había elegido. En 1989 se publicaron los resultados. A pesar de la enorme correspondencia recibida, la clave para descifrar las señas de Thouless no apareció.

El Dr. Pratt propuso el método de los candados con combinación. Cada investigador cerraría un candado con una combinación elegida por él mismo, y no determinada de fábrica. Después de muertos, los investigadores intentarían comunicar la combinación a través de los médiums. Es muy sencillo comprobar el acierto: si la combinación es correcta, el candado se abre. El Dr. Pratt y el Dr. Thouless cerraron sus propios candados, y a pesar de tantas pretendidas comunicaciones de sus respectivos espíritus, nadie consiguió abrirlos.

A pesar de estos fracasos rotundos, los espiritistas justifican su postura diciendo que tal vez los espíritus desencarnados olvidaron la seña (?!), o tienen dificultades para comunicarse. No parece creíble que todos los espíritus se olviden de una simple seña, que, por otra parte, ellos mismos habían elegido para probar la comunicación con los muertos. Y en cuanto a las dificultades para comunicarse, no se justifican de ningún modo. Tantos mensajes, y algunos tan extensos, sugieren que los espíritus se comunican con una facilidad extraordinaria. Los espiritistas deberían concluir que los autores de tales 'comunicaciones' no son los espíritus de los muertos.

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- Experiencias aleccionadoras

Los espiritistas insisten mucho con las llamadas 'pruebas de identidad'. Es decir, cuando un desencarnado se manifiesta a través de un médium, a menudo no sólo dice su nombre, sino que también se expresan de acuerdo a su personalidad, utiliza sus expresiones típicas y se refiere a detalles de su vida o de sus familiares. La apariencia parece sugerir que efectivamente es tal espíritu quien se está comunicando. Pero ya sabemos que todos los casos se explican por prosopopeyas en base a captaciones parapsicológicas. Y esto ha sido corroborado por experiencias muy interesantes: los investigadores han logrado la 'comunicación' de seres inexistentes!

El psicólogo Stanley Hall diseñó una importantísima experiencia. La famosa médium Eleonora Piper, decía estar por aquel entonces bajo la guía del espíritu del Dr. Hodgson, ya fallecido. Stanley Hall inventó una personalidad totalmente artificial, juntando características y hechos reales o ficticios. Le dio el rango de sobrina suya, fallecida por supuesto, y le puso el nombre de Bessie Beals. Una vez creada en la mente del experimentador la inexistente Bessie Beals, Hall manifestó a Piper y a su espíritu guía Hodgson, su deseo de comunicarse con su querida sobrina fallecida. En sesiones posteriores, Bessie Beals conversaba en el más allá con el espíritu de Hodgson, y Piper logró dar muchos detalles de identificación. Efectivamente, la descripción que proporcionó la médium coincidía con lo que Stanley Hall había inventado.

Una experiencia similar realizó con la médium Mme. Angulana el Dr. Pascal. Este le manifestó su deseo de comunicarse con su hermana Yvonne, fallecida recientemente. Pero tal hermana, en realidad, jamás había existido. No obstante, en algunas sesiones, el espíritu-guía de la médium manifestó la presencia del espíritu de la falsa hermana. Hablaba de los parientes del Dr. Pascal e incluso hacía referencia a pequeños hechos que él había olvidado.

En ambos casos hubo HIP -telepatía dirán algunos- con prosopopeya espiritista. Gracias a la HIP, los detalles de identidad presentados por los supuestos espíritus fueron muy buenos. Pero es obvio que no son comunicaciones de espíritus de muertos. Son comunicaciones de ... nadie! Seres totalmente inexistentes. Pero, por otra parte, si Bessie Beals e Yvonne hubieran existido realmente, ¿cambiarían en algo las cosas? Evidentemente no. Si los médiums pueden crear prosopopeyas adivinando las características de personajes inventados, es lógico que también puedan hacerlo con seres reales, vivos58 o difuntos.

Un grupo de investigadores decidió experimentar, no ya con médiums profesionales, sino con ellos mismos. Tal vez por sugestión podrían lograr fenómenos similares a las 'comunicaciones' de los espiritistas. Eran plenamente conscientes de que no se comunicarían con ningún espíritu, sino que intentarían la manifestación de un personaje totalmente inventado por ellos.

Para llevar a cabo la experiencia, resolvieron crear un personaje ficticio y luego realizar encuentros al modo de las sesiones espiritistas para ver si este se comunicaba. El personaje inventado se llamaba 'Philip', y era un aristócrata inglés del siglo XVII. No se

58Al respecto puede servir de ejemplo la ya citada experiencia del Dr. Soal con la médium Blanche Cooper.

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pretendía que fuera sólo una creación imaginaria, sino que su existencia histórica haya sido realmente imposible. Para esto se incluyeron ciertos detalles en su biografía que eliminaran toda duda al respecto. Por ejemplo, apoyaba al rey y era católico (absurdo porque el rey era anticatólico); frecuentaba bares donde se servía chocolate (imposible porque en esa época el chocolate era desconocido).

En 1972 'Philip' comenzó a manifestarse en algunas sesiones. Y no sólo eso; también confirmó la absurda biografía inventada por los experimentadores! Aquí no cabe ninguna duda: tiene todas las características de la comunicación espiritista, pero no es la comunicación de un muerto. Sin embargo, algunos espiritistas insistían en que seguramente Philip había sido una persona real que coincidía con la creación de los investigadores! Sin comentarios.

Nada puede objetarse al siguiente razonamiento del P. Quevedo:

"O todas las identificaciones de espíritus son en realidad identificaciones con espíritus, o ninguna lo es. Porque son exactamente iguales. Ambos tipos de personificación tienen la misma consistencia psicológica.(...).

Ciertamente es imposible atribuirlas todas a los muertos... Por lo tanto, no son identificaciones de, son identificaciones con. No es espiritismo. Es parapsicología."59

Las 'pruebas de identidad' no tienen ningún valor en favor del espiritismo. Y por si quedaba alguna duda, las 'comunicaciones' de seres ficticios -imposible por lo tanto de atribuir a los muertos-, son por demás esclarecedoras.

- Conclusión La ciencia ha estudiado los fenómenos mediúmnicos y ha dado su veredicto: no hay fenómenos espiritistas; hay fraudes, fenómenos psicológicos y fenómenos parapsicológicos. Todo natural, humano, de este mundo. No existe, por lo tanto, ninguna razón para suponer la intervención de seres del 'más allá'.

Hasta ahora nos hemos detenido en el aspecto fenomenológico del espiritismo. Pero no debemos olvidar que los supuestos espíritus han hablado ¡y mucho!. Ya hemos dicho que Allan Kardec se ha encargado de sistematizar la doctrina espiritista. Aquí no haremos un estudio pormenorizado de las creencias espiritistas, porque no es nuestro objetivo. Pero resultará muy interesante examinar en general la naturaleza de los mensajes de los pretendidos desencarnados. Veremos si tales doctrinas son coherentes, si son creíbles, si los diversos espíritus son unánimes en sus afirmaciones, etc. Caso contrario, será un argumento más en contra del espiritismo. Es el tema del próximo capítulo.

59Quevedo, S.J., Oscar González: op. cit., vol. 3, p. 132.

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LAS DOCTRINAS "REVELADAS"

- La "tercera revelación" Según Allan Kardec la humanidad ha recibido tres grandes revelaciones. La primera tuvo como protagonista a Moisés; la segunda, a Jesucristo, y "...el Espiritismo es la tercera revelación de la ley de Dios."60

La nueva revelación tiene múltiples mensajeros, lo cual hace que sea más fácil su difusión por todo el mundo. "Dios ha querido que la nueva revelación llegase a los hombres por un camino más rápido y más auténtico; por esto ha encargado a los espítus el llevarla de uno a otro polo, manifestándose en todas partes..."61

En este capítulo veremos si es razonable aceptar y creer lo que dicen los supuestos espíritus 'en todas partes'. - La 'sabiduría' de los espíritus

Lo menos que se podría esperar de los autores de la 'tercera revelación' es que manifiesten una inteligencia superior a la de los hombres, o al menos igual. Sin embargo, y a pesar de creer en el espiritismo, Jacques Alexander reconoce: "¿Tenor de los mensajes espiritistas? Por lo menos, variable... La mayor parte de los que encontramos en Allan Kardec y compañeros, son indigestos discursos imbuidos de un gusto moralizante tan empalagoso como un jarabe. ¡Cuántos sermones insípidos, monótonos hasta la exasperación, bajo unas firmas ilustres!"62

¿No se le ocurre pensar a este autor espiritista que tal vez los responsables de los mensajes no son los supuestos ilustres personajes? Sudre tiene mucha razón al suponer que de tratarse verdaderamente de los espíritus de los muertos, los mensajes no deberían ser de tan baja calidad. "(Las sesiones espiritistas) consisten siempre en homilías insípidas, pláticas deshilvanadas y chanzas

60Kardec, Allan: "El Evangelio según el espiritismo", Buenos Aires, Kier, 8ª, 1986, p. 28. 61Kardec, Allan: "El Evangelio según el espiritismo", op. cit., p. 11.62Alexander, Jacques: op. cit., p. 240.

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infantiles y a veces bajas u obsenas. Aristóteles, Juana de Arco y Napoleón hablan como matronas de barrio ... Esta objeción es realmente terrible. Jamás, en el aspecto literario, se recibió de ultratumba nada equivalente a un pensamiento de Pascal o a una frase de Chateaubriand."63

El hecho de que los supuestos desencarnados parezcan a menudo haberse vuelto estúpidos, ha dado lugar a bromas e ironías por parte de los investigadores. El propio Richet afirmaba: "si la supervivencia debe consistir en tener la inteligencia que manifiestan estos desencarnados, yo prefiero no sobrevivir."64 Se ha hecho famosa la frase del Profesor Huxley, de la Sociedad Dialéctica de Londres, quien en 1869, después de analizar gran número de mensajes espiritistas, concluía: "La única ventaja que veo en la demostración de la verdad del espiritismo, es que suministra un argumento más contra el suicidio. Es mejor vivir como barrendero que morir para que un médium nos haga contar necedades."

Si todo proviene del inconsciente de los médiums es muy comprensible semejante naturaleza de los mensajes. El inconsciente es incontrolable, puede manifestar tendencias desordenadas, y cuando los mensajes son de mejor calidad, siempre están en relación con las capacidades del médium. Algún mensaje coherente, de buena calidad y con contenido significativo, a lo sumo probará el talento del inconsciente y sus facultades parapsicológicas. Pero, por otra parte, tantos mensajes triviales y disparatados, constituyen -como decía Sudre- una terrible objeción contra el espiritismo.

- ¿Son unánimes los espírtus?

Si los espíritus vienen traer una nueva revelación, se supone que todos estarán de acuerdo en enseñar lo mismo. Según Kardec, esta sería la única manera de asegurarnos de que las enseñanzas provienen verdaderamente de los espíritus: "La única garantía formal de la enseñanza de los espíritus reside en la concordancia que existe entre las revelaciones dadas espontáneamente, con la intervención de un gran número de médiums desconocidos los unos de los otros y en diversos países."65 Pero, en realidad, las enseñanzas de los diversos 'espíritus' no concuerdan entre sí! Y no se crea que las divergencias son menores. Con respecto a nuestro destino post mortem, el espiritismo internacional se halla escandalosamente dividido. Mientras los seguidores de Allan Kardec -espiritismo latino- son reencarnacionistas, los partidarios de Andrew Jackson Davis -espiritismo anglosajón- rechazan de plano la reencarnación. Lo peor es que unos y otros invocan en su favor 'las enseñanzas de los espíritus'. En las sesiones espiritistas de Inglaterra, Holanda o EUA, los 'espíritus' enseñan que no hay reencarnación. Y al mismo tiempo, en las sesiones de Francia, España, Brasil o Argentina, dicen que hay reencarnación. ¡Los espíritus no son unánimes!

63Sudre, René: "Tratado de parapsicología". Versión castellana de Mario Calés, Buenos Aires, Siglo veinte, 1991, p. 370.5Cit. por Grégoire, Fraçois: "El más allá". Versión castellana de Saúl Karsz, Buenos Aires, Paidós, 1973, p. 109.64

65Kardec, Allan: "El Evangelio según el espiritismo", op. cit., p. 13.

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Los propios espiritistas, en varios congresos internacionales, han admitido esta grave divergencia. Pero siguen creyendo en el espiritismo! ¿Y la 'garantía' exigida por Allan Kardec? Si no hay concordancia -según el codificador del espiritismo- no se puede aceptar que la enseñanza provenga de los espíritus. Pero, ¿por qué lo siguen aceptando? Semejante incoherencia debería hacerlos reflexionar... si no estuvieran fanatizados.

Y las divergencias no terminan allí. Si tenemos en cuenta que en muy diversos ambientes y culturas, se producen 'comunicaciones' al modo espiritista, las discrepancias son innumerables. Hasta hay 'comunicaciones' favorables al catolicismo, a pesar de que la Iglesia prohibe este tipo de prácticas. Todo proviene del inconsciente de los médiums y depende de su cultura, de sus creencias, de su ambiente. Es comprensible, pues, que los pretendidos mensajes del más allá sean tan distintos.

Es imposible hablar de una doctrina espiritista. El espiritismo en su conjunto, es una colección de las doctrinas más diversas y opuestas entre sí. Los espiritistas sólo están de acuerdo en creer en la comunicación con alguna entidad del 'más allá':

"Creyendo todos en la comunicación de espíritus -qué espíritus?- sólo en una cosa podrían estar de acuerdo todos los espiritistas del mundo: en que los 'espíritus superiores' no están de acuerdo en nada. La enorme diversidad de las doctrinas pretendidamente reveladas por los espíritus muestra irrefutablemente que no se trata de revelaciones de los espíritus de los muertos. Son efecto de la diversidad de tendencias y ambientes de este mundo. No es admisible que en el más allá los espíritus de los muertos, al menos los espíritus superiores, continúen con la total inexperiencia y desconocimiento directo que en este mundo hay de las verdades del más allá. La diversidad de las doctrinas espiritistas condena al espiritismo."66

No son, por lo tanto, los espíritus de los muertos quienes enseñan a los hombres tan diversas doctrinas; sino que son los hombres vivos de este mundo, con sus diferentes ideas, creencias y culturas, quienes se expresan mediante la prosopopeya espiritista. El tema de la reencarnación es altamente ilustrativo al respecto: Allan Kardec no recibió tal doctrina del 'más allá'; fue él mismo quien indujo a sus médiums a exponer esa creencia. - Allan Kardec y la reencarnación67

Para probar que la doctrina espiritista no es una invención humana, Kardec lanza el siguiente desafío: "...nosotros pedimos que se diga el lugar donde han ido a tomar los médiums una doctrina que no existía en el pensamiento de nadie en la tierra, y preguntamos también por qué extraña coincidencia millares de médiums diseminados por todo el globo, y que nunca se han visto, están conformes en decir lo mismo."68

Centrémonos en el tema de la reencarnación, y vayamos por partes. ¿De dónde tomaron tal doctrina los médiums? Pues bien, la reencarnación es una antigua creencia que ya antes de Cristo existía en la India, Egipto y Grecia. Y remontándonos directamente a la época del señor Kardec, en la Francia de los años 1830-48, surgieron ideas reencarnacionistas en ciertos ambientes socialistas influenciados por el

66Quevedo, S.J., Oscar González-: op. cit., vol. 2, p. 124.67Véase una prolija refutación de los argumentos en favor de la reencarnación en el excelente libro de Kloppenburg, Boaventura: "La reencarnación", Bogotá, Ed. Paulinas, 2ª ed., 1983.68Kardec, Allan: "El libro de los espíritus", op. cit., Introducción, XVI, p. 47.

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evolucionismo. Charles Fourier y Pierre Leroux recurrieron a esta doctrina para explicar las desigualdades sociales. De aquí sacó Allan Kardec la doctrina de la reencarnación. Por otra parte, él mismo confiesa: "Si nosotros, como otros muchos, hemos adoptado la opinión de la pluralidad de existencias, no es sólo porque procede de los espíritus, sino porque también nos ha parecido más lógica y porque únicamente ella resuelve cuestiones hasta ahora insolubles. Aunque nos hubiese sido sugerida por un simple mortal, la hubiéramos aceptado del mismo modo, sin vacilar mucho tiempo en renunciar a nuestras propias ideas.(...) De la misma manera y aunque procedente de los espíritus, la hubiésemos rechazado si nos hubiera parecido contraria a la razón, como lo hemos hecho con muchas otras, porque sabemos por experiencia que no debe aceptarse ciegamente todo lo que de ellos procede..."69 (Los subrayados son nuestros).

¡Sorprendente confesión! Al señor Kardec no le importan nada las enseñanzas de los espíritus: se queda con lo que le parece bien, y rechaza lo que le parece mal. Es evidente que él se sintió muy atraído por la ideas de los reencarnacionistas franceses de su época, y esto constituía una fuerte sugestión para los médiums con los cuales trabajaba. No obstante, recibió algunos mensajes contrarios a la reencarnación, como se pone de manifiesto en una pregunta que él mismo formula: "De todas las contradicciones que se notan en las comunicaciones de los espíritus, una de las más notables es al que hace relación a la reencarnación. Si la reencarnación es una necesidad de la vida de los espíritus, ¿en qué consiste que no todos los espíritus la enseñan?" (El subrayado es nuestro).

¿Cómo es posible tanta incoherencia?! El propio Kardec admite que no todos los espíritus hablan de reencarnación! Entonces la doctrina debe rechazarse por no existir concordancia entre los 'espíritus'. Y no se puede decir que los mensajes contrarios a la reencarnación son pocos; no olvidemos que el espiritismo llamado anglosajón es totalmente anti-reencarnacionista. Pero no importa, al señor Kardec le ha parecido 'razonable' la idea de reencarnación; eso es suficiente (?). En síntesis, y contra las 'pruebas' de Kardec, la conclusión es la siguiente: la idea de reencarnación ya 'existía en el pensamiento de muchos en la tierra'; y 'millares de médiums diseminados por todo el mundo, incluso conociéndose entre ellos, no están en absoluto conformes en decir lo mismo'.

- Errores injustificables Los mensajes espiritistas en los cuales se deslizan grandes errores y tonterías son muchísimos. Por lo tanto, los 'espíritus' carecen de total autoridad para enseñar a los hombres. A modo de ejemplo, veamos las siguientes citas referente al a la vida en otros planetas y en el sol:

"(Kardec)- ¿Están habitados todos los globos que circulan en el espacio? ('Espíritus')- "Sí, y el hombre dista de ser, como lo cree, el primero en inteligencia, en bondad y en perfección."70

69Kardec, Allan: "El libro de los espíritus", op. cit., nº 222, p. 143.70Kardec, Allan: "El libro de los espíritus", op. cit., nº 55, p. 71.

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"Según los espíritus, entre todos los globos que componen nuestro sistema planetario, la Tierra es uno de aquellos cuyos habitantes están menos adelantados física y moralmente, Marte es inferior y Júpiter mucho más superior en todos conceptos. El Sol no es un mundo habitado por seres corporales, sino un punto de reunión de los espíritus superiores, que desde allí irradian por medio del pensamiento a los otros mundo que dirigen por mediación de espíritus menos elevados, con los cuales comunican merced al fluido universal. Como constitución física, el sol es un foco de electricidad."71

¡Los planetas de nuestro sistema solar estarían habitados! ¡Qué tontería! Es un error totalmente imperdonable. Hay 'espíritus' que afirman incluso haberse reencarnado en alguno de esos planetas. Es comprensible que se admitieran esas ideas en la época de Kardec, cuando no se disponía de la tecnología actual para explorar el espacio; hoy estamos seguros de que dichos planetas están deshabitados.72 Pero no se puede justificar tal error si los mensajes son de los espíritus...

Para ahorrarnos comentarios, permítasenos comparar algo de lo que la ciencia actual sabe acerca del sol, con lo que afirman los 'espíritus superiores'. En la Enciclopedia temática Guinness, muy sintética, puede leerse:

"El sol se compone principalmente de los gases hidrógeno y helio. En su centro hay un gran reactor nuclear cuya temperatura es de por lo menos 14 millones de grados. El sol produce energía por fusión nuclear, proceso por el que el hidrógeno se convierte en helio."73

Pero según los 'espíritus superiores', que se reúnen en el propio astro rey (?), el sol 'es un foco de electricidad'...

¿Quién puede seguir creyendo en el espiritismo? Sólo un fanático. "Los pretendidos espíritus de los muertos, a pesar de afirmar que desean ardientemente convencer a los escépticos precisamente con esas revelaciones astronómicas, en realidad nunca revelaron nada de fuera de nuestro mundo, el mundo de ellos!, los planetas donde habitan, según los propios 'espíritus'. Nunca. Ni una sola vez. En toda la Historia."74

En la hipótesis espiritista son del todo inadmisibles las contradicciones, los errores y las tonterías tan frecuentes de los supuestos espíritus. Pero esto se comprende si todo proviene del inconsciente de los médiums, influidos por sus ideas, sus creencias, y su cultura.

- El condicionamiento de la creencia

'Condicionamiento de la creencia' significa que las creencias del médium, o las ideas que circulan en su ambiente, condicionan el tipo de prosopopeya que aparece y también

71Kardec, Allan: "El libro de los espíritus", op. cit., nota al nº 188, p. 121.72Nótese que nos estamos refiriendo a los planetas de nuestro sistema solar. No negamos la posibilidad de que en algún lugar del inmenso universo, en otro sistema planetario, existan seres inteligentes. Pero hasta el presente, y a pesar de todas las investigaciones que se han hecho, no hay ninguna evidencia al respecto. 73"Enciclopedia temática Guinness". Versión castellana, Barcelona, Folio, 1994, p. 10.74Quevedo, S.J., Oscar González-: op. cit., vol. 4, p. 264.

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sus expresiones verbales o escritas. Por eso se explica que haya tantas 'revelaciones' distintas y contrarias en el espiritismo; y esa también es la causa de muchos errores. El inconsciente se manifiesta condicionado por el ambiente, la cultura y las creencias. Otros errores y tonterías son simples fabulaciones del inconsciente.

Desde esta perspectiva queda muy claro por qué en medios kardecistas los médiums siguen afirmando que hay reencarnación, mientras que en otros ambientes espiritistas dicen lo contrario. Como dice el Dr. Musso: "... se comprobó que la palabra de los espíritus no hacía más que confirmar, la mayoría de las veces, las opiniones y creencias del ambiente en el que se presentaban. Así, (...), los 'espíritus' manifestados en ambientes latinos e hindúes sostienen que es un hecho la reencarnación. (...) En cambio los 'espíritus' que se manifiestan en medios escandinavos y sajones, donde se mantiene más la ortodoxia cristiana por influencia de Swedenborg, afirman generalmente que no existe reencarnación."75

También Flammarion, que había sido amigo y colaborador de Allan Kardec, admite: "Se observa que las comunicaciones dictadas por las mesas están en relación con las ideas, las opiniones, las creencias, el saber y también la literatura, de los experimentadores. Es como un reflejo de ese conjunto."76

Si los autores de los mensajes fueran los espíritus, no se ve por qué se acomodarían a los distintos ambientes y culturas. Más bien deberían transmitir las mismas enseñanzas a todos los hombres. Y, por otra parte, si los espíritus sólo vienen a decirnos lo que ya sabemos, mejor se hubieran ahorrado el trabajo...

- Los muertos nunca revelaron nada

Según Kardec no existen médiums perfectos sobre la Tierra, y los médiums simplemente 'buenos' son raros. "El médium perfecto sería aquel a quien los malos Espíritus no se hubieran atrevido jamás a hacer una tentativa para engañarle; el mejor es aquel que, no simpatizando, sino con buenos Espíritus, ha sido engañado menos veces."77

Todos los médiums que hay sobre la tierra -sin excepción!-, han sido engañados al menos alguna vez. De esta manera, diciendo que muchas veces se comunican espíritus burlones u obsesores, Kardec intentaba explicar las contradicciones, los errores y hasta las obscenidades de muchos mensajes.

Todos estos son inútiles esfuerzos para salvar del ridículo al conjunto de los mensajes espiritistas. Efectivamente, si admitimos las explicaciones de Kardec, surgen nuevos problemas. ¿Cuál sería la genuina 'tercera revelación'? ¿Qué garantías tenemos de que no es todo un engaño? Los criterios ensayados por Kardec para seleccionar sólo la doctrina de los 'espíritus superiores' -en especial la concordancia de los mensajes-, han fracasado. El espiritismo se halla escandalosamente dividido. Y no porque hay varias interpretaciones de una única revelación -como sucede con la diversas confesiones cristianas-, sino porque hay diversas 'revelaciones'!

75Musso, J. Ricardo: op. cit., p. 265.76Cit. por Musso, J. Ricardo: op. cit., p. 265.77Kardec, Allan: "El libro de los médiums", op. cit., nº 226, 9, p. 260.

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Todo procede de los vivos; sobran evidencias al respecto. Los muertos nunca revelaron nada.

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EL ESPIRITISMO, UN ERROR DE INTERPRETACIÓN

En el presente capítulo nos ocuparemos de cuestiones teóricas y filosóficas referentes al espiritismo. La comprensión de los problemas que trataremos y su correcta solución es de fundamental importancia, ya que la falta de rigor metodológico, la carencia de criterios epistemológicos y las argumentaciones deficientes pueden ocultar la verdad y llevar a confusión.

- Hechos e interpretaciones

Una de las principales causas que conducen a la superstición o la refuerzan es la no distinción entre hechos e interpretaciones. Un hecho es algo que simplemente sucede, 'está allí', se lo puede observar y describir. Cuando los fenómenos son auténticos, espiritistas y parapsicólogos, observan y describen los mismos hechos. Pero mientras unos dicen que se producen por la intervención de los espíritus de los muertos, los otros afirman que todo procede de los vivos. Frederic Myers, uno de los pioneros de la investigación, se expresaba en estos términos: "...si una mesa ejecuta ciertos movimientos sin que nadie la toque, no hay razón para atribuirlos a la intervención de mi abuelo, fallecido ha poco, más que a la mía, pues si no se ve de que manera he podido yo ponerla en movimiento, tampoco se comprende cómo puede producirse tal efecto por intervención de mi abuelo."78

Son muchas las personas que precipitadamente admiten un tipo de interpretación sin ningún tipo de crítica previa. Siguiendo con el ejemplo propuesto por Myers, hay quienes en lugar de decir: 'la mesa se mueve sin que nadie la toque', directamente afirmarán: 'el espíritu de mi abuelo fallecido está moviendo la mesa'.

También en las pretendidas identificaciones de espíritus, es necesaio hacer las mismas distinciones. "En los fenómenos de identificaciones el 'hecho' es que un sujeto (el médium), en un estado psicofísico especial (el trance), se comporta en ciertos momentos como si fuera otra persona que luego se comprueba que se trata de un

78Cit. por Alexander, Jacques: op. cit., p. 86-87.

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fallecido. Dentro de la concepción del mundo espiritista el hecho adquiere de inmediato una significación: que el fallecido vino a traernos un mensaje. Pero no es ese el único contexto posible en que cabe integrarlo, ni tampoco el mejor probado (...) los cientistas se inclinan, más bien, a interpretar estos fenómenos como de percepción extrasensorial expresada bajo una forma de personificación; para esto existe ya un contexto de fenómenos 'razonablemente' establecidos."79

Hechas ya estas distinciones, debemos ocuparnos ahora de discutir la legitimidad de las diversas interpretaciones. Tal vez algún lector juzgue superfluo discutir a esta altura la legitimidad del espiritismo, pues ya hemos presentado muchas evidencias de su falsedad. Sin embargo, es necesario hacerlo, aún a riesgo de ser reiterativos en algunos puntos, pues no faltan quienes sostienen que espiritismo y parapsicología pueden convivir armoniosamente.

- Animismo y espiritismo

El espiritista Aksakoff, que conocía los resultados de la entonces incipiente investigación, a fines del siglo pasado hacía la siguiente distinción: "propongo que se designe con la palabra animismo todos los fenómenos intelectuales y físicos que permiten suponer una acción extracorporal del organismo humano, y más especialmente todos los fenómenos mediúmnicos que pueden ser explicados por una acción que el cuerpo vivo ejerce más allá de los límites de su cuerpo. En cuanto a la palabra espiritismo, será únicamente aplicada a los fenómenos que, después de un detenido examen, no puedan ser explicados por ninguna de las teoría precedentes, y ofrezcan una base sólida donde asentar la hipótesis de una comunicación con los muertos."80

Es decir, la explicación parapsicológica se llamaría animismo -fenómenos producidos por los vivos-, y los fenómenos que no puedan ser explicados de esa manera, constituirían la base de la hipótesis espiritista. Pero, ¿existen tales fenómenos? ¿Hay acaso algún fenómeno mediúmnico que no pueda ser explicado por la parapsicología? Así responde uno de los grandes parapsicólogos de la actualidad: "Puedo afirmar, sin temor a errar, que hoy no hay ningún tipo de fenómeno espiritoide que la Parapsicología no haya investigado ampliamente y que no sepa explicar."81 La distinción establecida por Aksakoff no es necesaria; no hay fenómenos 'espiritistas'. En los capítulos 3 y 4 hemos discutido suficientemente la cuestión.

No faltan, sin embargo, quienes sostienen que aunque las facultades parapsicológicas sean humanas, ello no impide que los espíritus de los muertos puedan usarlas para manifestarse. A veces los fenómenos serían 'animistas' y otras veces 'espiritistas'. Por ejemplo, Allan Kardec dice que en las comunicaciones escritas o verbales "es cierto que el Espíritu del médium puede obrar por sí mismo; pero esta no es una razón para que otros no obren igualmente por su intermedio."82 (El subrayado es nuestro). Con el padre del espiritismo concuerda Alexander: "En todos los tiempos y países, los muertos se han manifestado (...). En tales casos han hecho uso de ciertas facultades que todos poseemos,

79Musso, J. Ricardo: op. cit., p. 236.80Cit. por Musso, J. Ricardo: op. cit., p. 220-221.81Quevedo, S.J., Oscar González-: op. cit., vol. 5, p. 19.82Kardec, Allan: "El libro de los médiums", op. cit., nº 223, 2, p. 244.

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pero que en la mayoría permanecen latentes en normal estado de vigilia."83 (El subrayado es del autor).

El médium con todas sus potencialidades sería un simple instrumento 'ejecutado' por los desencarnados. ¿Cómo debemos entender semejante afirmación? Pongamos como ejemplo el caso de la agenda de Talbot citado en el capítulo 2. Si todo se explica por HIP -o HIE- y prosopopeya de la médium, ¿qué lugar queda para la acción del difunto? Evidentemente ninguno. De todas maneras, discutiremos un poco más esta cuestión.

- La lección de los fraudes Ya que el médium es indispensable, podríamos entonces, plantear la cuestión en estos términos: ¿quién es el responsable último de los fenómenos mediúmnicos? ¿Es el propio médium o son los muertos? Antes de responder reflexionaremos un poco acerca de una lamentable lacra del espiritismo: el fraude.

Hemos visto ya que junto a algunos fenómenos auténticos, el fraude es una constante en las sesiones espiritistas. Dice Robert Amadou: "Ciertamente, muchísimos círculos, en Europa y en América, abundan en médiums pretendidamente capaces de producir los fenómenos principales de la mediumnidad física. Pero ninguno de ellos causa el menor problema al parapsicólogo que, si se aventura en esos círculos, revela de inmediato el fraude o la ilusión"84 (El subrayado es nuestro).

Pues bien, ¿quién es el responsable último de los fraudes? ¿El médium o los espíritus de los muertos? Obviamente el médium; y sería muy problemático para los espiritistas admitir que los espíritus -incluso a través de los mejores médiums!- intentan engañarnos con tantos fraudes. Es lógico concluir que el inconsciente de los médiums es también el responsable de los fenómenos auténticos. Así se expresa al respecto el P. Quevedo: "No son los espíritus de los muertos quienes hacen trucos: no es un truco trascendente por fuerza superior o diferente de la del médium. El truco es hecho por el vivo. La más importante lección de la realidad tan frecuente de los fenómenos fraudulentos, inclusive o precisamente en los mejores médiums, es mostrar con luz meridiana que quien dirige la telergía es la voluntad del médium, del vivo."85

Pero aún dejando de lado los fraudes, es claro que los fenómenos auténticos tienen también por responsable último al propio médium. Todos los fenómenos parapsicológicos son humanos, producidos por el inconsciente de los vivos, no de los muertos. Y los fenómenos más espectaculares del espiritismo son, a lo sumo, parapsicológicos; no tienen nada que ver con el 'más allá'.

Para completar lo ya dicho en otros capítulos, citaremos algunos testimonios y reflexiones importantes al respecto.

- Los fenómenos mediúmnicos son producidos y dirigidos por los vivos

83Alexander, Jacques: op. cit., p. 8.84Amadou, Robert: "Os grandes médiuns", op. cit., p. 214-215.85Quevedo, S.J., Oscar González-: op. cit., vol. 1, p. 90.

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¿Por qué creer en la acción de los 'espíritus'? No parece haber ningún fundamento para admitir tal cosa; más bien todo lo contrario:

"El análisis del hecho metapsíquico nos reveló que la mente de ciertos sujetos podía dividirse y crear personalidades múltiples, y asimismo que podía recibir conocimientos por otro canal distinto que el de los sentidos. Son dos propiedades independientes y ambas pueden encontrarse puras. La mayor parte de los fenómenos de clarividencia se producen sin la aparente intervención de los 'espíritus'. ¿Tenemos que creer que los espíritus desempeñan algún papel en los restantes, conociendo la tendencia de los sujetos a personificar individuos, reales o ficticios, y hasta sentimientos e ideas?"86 (Los subrayados son nuestros).

¿Por qué los espiritistas dan especial importancia a los fenómenos parapsicológicos -y aún a ciertos fenómenos psicológicos- para fundamentar su creencia? ¿Acaso creen que tales hechos sólo se producen en contexto espiritista? Tal suposición sería un error inexcusable. "El mismo estado, las mismas características y los mismos fenómenos que los espiritistas consideran debidos a la interferencia de un espíritu, los encontramos, fundamentalmente idénticos, en la auto-hipnosis, en el letargo, en el sonambulismo, en la división de la personalidad, en diversas enfermedades, en numerosos estados alterados de conciencia. Espontáneos o provocados por numerosísimos métodos: drogas, ruidos rítmicos, contagio ... Todo, estados y métodos sin ninguna connotación espiritoide, o pseudo-religiosa o religiosa (...) ¿Algún fenómeno es exclusivo del espiritismo? No habiendo nada exclusivo del ambiente espiritista, surgiendo todos los fenómenos en todos los ambientes, siendo la presencia del hombre la única condición; todo eso demuestra que son fenómenos humanos."87

Si todo es humano, la interpretación espiritista sobra. Ningún espíritu se incorpora o dirige los fenómenos; todo corre por cuenta de los médiums.

"En la división de la personalidad, o en la pretendida incorporación; en el pasajero cambio de personalidad o prosopopeya espiritista, el médium, los 'espíritus guías' y 'los espíritus-comunicantes' son partes o núcleos de misma persona: el médium. No hay real separación. (...) La interpretación espiritista, por lo tanto, es superstición."88

Antes de continuar, es necesario referirnos a un criterio epistemológico muy importante, que nos ayudará a clarificar aún más la cuestión. Se trata del principio de economía de hipótesis. Podríamos enunciarlo de la siguiente manera: entre dos teorías igualmente posibles debe adoptarse la más simple o económica. Cuando este principio se aplica al análisis de fenómenos supuestamente sobrenaturales, se suele formular así: 'no se debe explicar sobrenaturalmente lo que se pueda explicar naturalmente'. Dicho de otra manera: 'todo fenómeno que sucede en nuestro mundo es natural hasta que se pruebe lo contrario'. Por lo tanto, ante la duda, cualquier fenómeno misterioso deber ser considerado natural. Este es el criterio que utiliza la Iglesia para el estudio del milagro.

Pues bien, veremos que el espiritismo es totalmente opuesto al principio de economía de hipótesis, y por lo tanto, debe renunciar a su pretensión de ser un sistema científico o apoyado por la ciencia.

86Sudre, René: op. cit., p. 376.87Quevedo, S.J., Oscar González-: op. cit., vol. 4, p. 106.88Quevedo, S.J., Oscar González-: op. cit., vol.4, p. 57.

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- Una creencia sin fundamentos válidos Los descubrimientos de la parapsicología quitan todo fundamento cierto a la teoría espiritista. Ya no hay razón para suponer que un espíritu se está comunicando. El Dr. Pratt lo expresa de esta manera:

"Nos enfrentamos otra vez con el dilema del cual hasta el presente no hay medio de escapar. Si admitimos que un individuo, gracias a sus facultades psi, tiene acceso a informaciones fuera del alcance de sus sentidos, no estamos en condiciones de afirmar de modo concluyente que se trata de un ejemplo auténtico de comunicación de parte de la conciencia sobreviviente de una persona fallecida, nada más que por el sólo hecho de que las informaciones parezcan provenir de esa fuente."89

¿Por qué recurrir a la teoría espiritista para explicar los fenómenos mediúmnicos? ¿Acaso es imposible una explicación más económica, sin intervención de los muertos? Pues bien, bastaría sólo con que la explicación parapsicológica fuera posible para que el espiritismo deba ser rechazado. Es que lo sobrenatural no se debe presuponer, se debe probar. ¿Y quién puede dudar de que la interpretación natural es al menos posible? "La doctrina espiritista, lo mismo que toda interpretación 'sobrenaturalista', sólo se impondría para llenar el vacío dejado por el fracaso de toda tentativa científica de explicación. Su adopción implica dos cosas: en primer lugar, el establecimiento de la realidad de los fenómenos paranormales, y en segundo lugar la imposibilidad de constituir una ciencia de dichos fenómenos fundada por definición en la teoría general de su origen psíquico. (...) En cuanto a los hechos auténticamente parapsicológicos, los progresos constantes de la parapsicología bastan para demostrar la posibilidad de esta disciplina y para que sea cada vez menos verosímil una declaración de impotencia que dejaría el campo libre a la interpretación espiritista de los fenómenos paranormales ..."90

¿Por qué muchas personas frecuentemente caen en la interpretación espiritista? ¿Por qué les parece 'tan evidente', mientras la explicación natural les parece 'rebuscada'? Tal actitud se debe más a motivos psicológicos que a criterios epistemológicos. Es que la apariencia de los fenómenos muchas veces conmociona a los observadores; algunas buenas prosopopeyas pueden dar la impresión de que el espíritu realmente se ha hecho presente. Pero todo es pura ilusión; el fenómeno parece provenir de otra inteligencia, que en realidad es la inteligencia inconsciente del médium.

"El que tanto personas ingenuas como cultas atribuyan a efecto de los espíritus lo que la psiquis subconscientemente ha producido tiene su causa en la conmoción afectiva que arrastran estas expresiones ajenas al yo o sea desconocidas por el yo despierto. Pero también la forma con que con frecuencia aparecen estas expresiones conduce al error. Es que en sujetos, inclusive si no tienen relación con el espiritismo, se muestra, sobre todo al comienzo de los ensayos, lo que sigue: las producciones resultado del golpeteo automático de la mesa, las deletreadas con el vaso o las escritas a mano están redactadas como si procedieran de inteligencias extrañas. Se comportan como expresiones de otros seres. El término técnico habla de una 'tendencia a la personificación'."91 (Los subrayados son nuestros).

89Pratt, J. G.: "Los fenómenos parapsicológicos". Versión castellana de Emilio Sierra, Buenos Aires, Troquel, 3ª ed., 1976, p. 179.90Amadou, Robert: "La parapsicología". Versión castellana de Lía Ratto y Carlos Duval, Buenos Aires, Paidós, 4ª ed., 1974, p. 357-358.

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Si la explicación espiritista y la parapsicológica fueran igualmente posibles, deberíamos optar por la segunda, pues es mucho más simple, ya que explica los mismos hechos sin recurrir a entes ajenos a nuestro mundo. Pero no es cierto que una y otra interpretación sean igualmente posibles. A diferencia de la parapsicología, el espiritismo carece de pruebas; más aún, sus 'argumentos' evidencian una gran ignorancia de la psicología humana (parecen ignorar, por ej., la naturaleza del inconsciente); los supuestos 'espíritus superiores' no han hecho ningún aporte a la ciencia, y las veces que lo intentaron han dicho tonterías; no han sido capaces de revelar una simple seña a pesar de haberse comprometido a hacerlo antes de 'desencarnar'; cuando los hechos no los favorecen, los espiritistas recurren a explicaciones absurdas o contradictorias, como los 'espíritus burlones' y la supuesta dificultad de los espíritus para comunicarse. ¿No se dan cuenta los partidarios del espiritismo que su doctrina resulta absurda?

Estamos plenamente de acuerdo con Allan Kardec cuando afirma que una "...teoría en contradicción manifiesta con el buen sentido, con una lógica rigurosa, y con los datos positivos que se poseen, sea quienquiera el que la firme, el hombre más respetable, debe ser rechazada."92 Pero esa es precisamente la situación de la teoría espiritista, y entonces, debe ser rechazada. Cualquier persona que esté dispuesta a aceptar los resultados de la investigación científica deberá renunciar al espiritismo. Como dice el P. Quevedo: "Hoy la Parapsicología acumuló tan grande caudal de observaciones, análisis y pruebas de la existencia de los fenómenos, de la explicación plenamente natural de esos fenómenos, y aún - lo que no sería necesario! - de que no se pueden explicar de modo espiritista, que cualquier espiritista puede estudiar esas conquistas de la Ciencia. Y si no cayó aún en profundo fanatismo, podrá juzgar, entender y ... abandonar el Espiritismo."93

- ¿Sería posible la comunicación?

No hay ninguna prueba de la comunicación con los muertos, pero ¿acaso es imposible que los muertos se comuniquen? Si hay vida después de la muerte, ¿por qué los difuntos no podrían entrar en contacto con nosotros? Estas son preguntas que pueden confundir, por eso deberemos ser cuidadosos en la respuesta.

Algunos científicos se mantienen en una postura intermedia; por ejemplo, Hans Bender:

"Según mi opinión, no puede darse en ningún caso un experimento crucial para demostrar la concepción espiritista de que almas de difuntos se expresen a través de personas vivas. Por otro lado, hay que admitir que la hipótesis espiritista tampoco puede refutarse terminantemente."94

91Bender, Hans: "Parapsicología hoy". Versión castellana de Ana Luisa Fuchs de Romero, Buenos Aires, Lidium, 1993, p. 58.92Kardec, Allan: "El Evangelio según el espiritismo", op. cit., p. 12.93Quevedo, S.J., Oscar González-: op. cit., vol. 5, p. 7.94Bender, Hans: "Parapsicología hoy", op. cit., p. 62. Se puede ver también: Mulacz, Wilhelm Peter: "El denominado espiritismo científico como problema parapsicológico" en Schatz, Oskar: "Manual de parapsicología". Versión castellana de Claudio Gancho, Barcelona, Herder, 1980, p. 171-255.

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¿Qué puede significar semejante declaración? Si la parapsicología ha establecido que los fenómenos mediúmnicos son producidos por los vivos, ¿qué sentido tiene afirmar, al mismo tiempo, que tal vez se deban a los espíritus de los muertos? Ya hemos dicho que la intervención de los muertos -o de cualquier entidad del 'más allá'- no se debe presuponer, se debe probar. Ahora bien, el propio Bender reconoce que no hay pruebas; y si no hay pruebas, la creencia espiritista es sólo una afirmación gratuita, infundada, cuya aceptación es totalmente irracional. ¿Qué es, entonces, lo que sería necesario refutar?

Como dice el P. Quevedo: "El 'onus probandi' correspondería a los espiritistas. Son los espiritistas quienes deberían probar inapelablemente la comunicación de los muertos. (...) Si no demuestran expresa y directamente que un fenómeno es sobrenatural, se debe presuponer que sea natural. Aunque no se supiera explicar! La posición ambigua, relativista, presentada por Hans Bender, es completamente anticientífica."95 Pero volviendo a la cuestión inicial, ¿es legítimo discutir en un plano teórico acerca de la posibilidad de la comunicación con los muertos? Ciertamente sí; pero no debemos confundir posibilidad con realidad. Aunque la intervención de los muertos fuera posible, no por eso ya sería real y efectiva. A nadie se lo considera ladrón, por ejemplo, por el sólo hecho de que pueda robar, sino porque efectivamente roba.

Además los espiritistas no dicen que la comunicación con los muertos es simplemente posible, en un plano puramente teórico; afirman que es real, que efectivamente sucede. No están a la espera de una prueba de la intervención de los muertos; consideran que eso ya está probado en base a los fenómenos mediúmnicos. Aquí reside precisamente su error, y la ciencia ciertamente ha refutado dicha tesis. Grégoire afirma que en este nuevo campo de investigación (parapsicología) no hay "nada que permita suponer la actividad de 'espíritus' pertenecientes a un mundo diferente del nuestro."96 A esta altura, seguir realizando sesiones espiritistas con la esperanza de hallar una prueba en favor de la comunicación, es totalmente insensato. Pues aunque la parapsicología ignore aún muchas cosas, de algo estamos plenamente seguros: los fenómenos mediúmnicos no tienen nada que ver con los espíritus de los muertos. No entraremos aquí en la complicada discusión de si los muertos, por su propia naturaleza o por obra de Dios, podrían comunicarse con nosotros. Simplemente constatamos que de hecho no se comunican, y que todas las pretendidas pruebas de la intervención de difuntos en nuestro mundo, son en realidad fenómenos naturales mal interpretados.

95Quevedo, S.J., Oscar González-: op. cit., vol. 5, p. 247.96Grégoire, François: op. cit., p. 115.

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LA PRÁCTICA ESPIRITISTA Y LA SALUD MENTAL

El espiritismo no es solamente un error. Las prácticas que implica son perjudiciales para el equilibrio psíquico, ya que estimular las disociaciones de la personalidad, los automatismos, o cualquier manifestación del inconsciente, puede conducir a la locura.

- El "juego de la copa"

En el capítulo II hemos hecho una breve descripción del llamado 'juego de la copa'. Este es practicado por muchas personas que no pertenecen a grupos espiritistas, e incluso por cristianos -tal vez en su mayoría adolescentes- que son impulsados por la curiosidad y la fascinación de lo misterioso.

Pero en realidad no es ningún juego, sino una práctica que, como todas las del espiritismo, entraña un gran riesgo para la salud y el equilibrio mental. Y su peligrosidad se agrava por el hecho de ser tan popular. No queremos decir que todos los que participan alguna vez en este 'juego' se vuelven desequilibrados, pero ciertamente el riesgo aumenta si la práctica se hace muy frecuente. Más aún, en determinadas personalidades muy sensibles, una única sesión puede tener consecuencias desastrosas. Todo lo que digamos a continuación sobre las sesiones y prácticas espiritistas en general es aplicable al juego de la copa. - Ejercicios peligrosos

Ya en 1923, en el 2º Congreso Internacional de Ciencias Psíquicas, celebrado en Varsovia, se hacía el siguiente pedido: "... el Congreso emite un voto para que todas las producciones 'mediúmnicas', en salas de conferencias, así como las demostraciones públicas de los fenómenos dichos 'ocultos', sean prohibidos legalmente en todos los países, en virtud de la influencia nociva que pueden ejercer sobre el estado psíquico y nervioso de las personas más o menos sensibles que las presencian".

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El mismo Allan Kardec reconocía "inconvenientes y peligros de la mediumnidad"97, y aunque justificaba su práctica y desarrollo, establecía algunas limitaciones.

Los testimonios de varios investigadores del espiritismo no dejan lugar a dudas. El Dr. Osty señala algunas posibles consecuencias: "... practicar la falsa mediumnidad es entrenarse en aminorar progresivamente la síntesis funcional del psiquismo, es dejar poco a poco más activa la subconsciencia y, así, provocar ideas fijas, obsesiones, estados de ansiedad, de delirios sistematizados, etc. En resumen, es preparar la enfermedad mental"98

La manifestación de fenómenos parapsicológicos es signo de desequilibrio psicofísico, y a su vez afecta aún más la salud. Es verdad que muchas personas sueñan con dominar la telepatía, la telekinesis y otros fenómenos; pero además de que tal dominio es imposible, lo cierto es que la simple manifestación espontánea de los fenómenos deteriora la salud, y mucho más si -como proponen los espiritistas- se hacen tentativas para producirlos. Las palabras del parapsicólogo Robert Amadou constituyen una grave advertencia: "La excesiva curiosidad por lo paranormal y las prácticas espiritistas o adivinatorias -digámoslo con crudeza- han llevado rápidamente a los imprudentes a la locura."99

La estrecha vinculación entre enfermedad y mediumnidad ha sido ampliamente constatada, tal como lo señala Kloppenburg: "... se observa que la facultad mediúmnica generalmente se manifiesta en los grandes médiums después de un grave trauma psíquico. Así se dio en Palladino, Piper, Ossowiecki, Tomsky y otros. Uno tiene incluso la impresión de que los espíritus de más allá están en búsqueda de persona psíquicamente anormales."100

Hemos visto que las manifestaciones espiritoides implican cierta disociación de la personalidad. Ahora bien, según la psicología tales disociaciones son fenómenos patológicos que deben ser curados para que la persona recupere plenamente su autocontrol; cualquier tratamiento apuntará a volver a integrar la síntesis psicológica. Justamente lo contrario hacen los espiritistas con sus famosos ejercicios para el desarrollo de la mediumnidad; de ahí la peligrosidad de tales prácticas.

- Una "fábrica" de desequilibrados

Fray Boaventura Kloppenburg, de amplia experiencia pastoral en el Brasil, el país más espiritista del mundo, dirigió una carta a profesores de Psicología o Psiquiatría, Médicos psiquiatras y Directores de manicomios; transcribimos algunas conclusiones:

1- "Existe una impresionante unanimidad entre profesores de psiquiatría, médicos y directores de manicomios en denunciar las mencionadas prácticas como nocivas, perjudiciales, desaconsejables, perniciosísimas, etc."101

97Kardec, Allan: "El libro de los médiums", op. cit., cap. XVIII, p. 239-242.98Cit. por Musso, J. Ricardo: op. cit., p. 94.99Amadou, Robert: "La parapsicología", op. cit., p. 388.100Kloppenburg, Boaventura: "Fuerzas ocultas", op. cit., p. 135.101Idem, p. 120.

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2- "... todos están de acuerdo en afirmar que la sesión espiritista es la mejor oportunidad para desencadenar enfermedades mentales latentes."102

3- "No sólo los médiums sino también los asistentes o consultantes pueden ser víctimas de semejantes males."103

4- "Hay unanimidad casi absoluta en calificar la persona del médium como un tipo anormal, insano, neurótico, desequilibrado, degenerado, histérico, etc."104

5- "Con particular énfasis condenan unánimemente el ejercicio del desarrollo de la mediumnidad."105

Citaremos para finalizar el testimonio de Hans Bender, pionero de la moderna parapsicología en Alemania, cuya experiencia en el tema que nos ocupa es amplísima: "He visto toda una serie de pacientes que por el mal uso de estas prácticas sufrieron perturbaciones anímicas graves. (...) se convirtieron en personalidades desdobladas. Los espíritus que invocaron las confundieron. Cayeron víctimas de una 'psicosis mediumnística'. Quien trata de sondear la promesa del más allá mediante la superstición corre peligro de que el lado oscuro de su psique lo destruya."106

Después de todos estos testimonios, es evidente que la difusión del espiritismo y de las prácticas ocultistas en general, constituye una grave amenaza para la salud pública. Sería necesaria una importante campaña que alertara a la población sobre los peligros de la superstición y el esoterismo, que por otra parte, gozan de una lamentable popularidad en nuestros días.

102Idem, p. 121-122.103Idem, p. 123.104Idem, p. 124.105Idem, p. 125.106Bender, Hans: op. cit., p. 62.

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SOBRE "APARICIONES" DE MUERTOS107

Sin una vinculación necesaria con el espiritismo 'oficial', la creencia en las 'apariciones' espontáneas de personas ya fallecidas se halla muy difundida. Los testimonios, que originalmente provienen de los propios protagonistas, son innumerables. Pero, ¿son auténticas apariciones de muertos? Antes de responder citaremos algunos casos. - Miles de testimonios a lo largo de la historia

Para mayor comodidad y por tratarse de un autor espiritista, extraemos directamente del libro de Alexander tres casos que él toma de diversas fuentes:

Los aparecidos salvan vidas:

El poeta griego Simónides (556-467 a.C.) "en vísperas de un viaje por mar, encontró a la orilla del mismo un cadáver abandonado y lo enterró. En el transcurso de la noche siguiente, el hombre se le apareció y le pidió encarecidamente que no se embarcara, a lo que el poeta accedió. Su decisión le salvó la vida, pues aquel barco naufragó, causando la muerte a todos los pasajeros."108

Dante se aparece y revela dónde había escondido el final de 'La divina comedia':

"A la muerte de Dante (1265-1321), se descubrió que faltaba el final de su obra inmortal, los trece últimos cantos del Paraíso. Boccaccio cuenta que los dos hijos del poeta, Jacobo y Piero, concibieron el temerario proyecto de escribirlos ellos mismos para completar la obra maestra de su padre. Hacía ocho meses que había muerto Dante cuando Jacobo le vio en sueños, vestido de blanco, resplandeciente.

-Padre -le preguntó-, ¿vives bien? -Sí -le respondió la aparición-, vivo en la verdadera vida, no como vosotros.

107En este capítulo nos referiremos a la creencia en apariciones o visiones de muertos en general. La cuestión de las visiones de Cristo o de la Virgen, en especial las que son acompañadas por algún milagro confirmativo, requerirían un estudio especial que excede el marco de este libro.108Alexander, Jacques: op. cit., p. 68.

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Al preguntarle el joven si había terminado La divina comedia, le respondió que sí y, cogiéndole de la mano, le condujo a la habitación en la que solía escribir en vida. Luego mientras le mostraba un lugar en la pared, le dijo: "Aquí se encuentra lo que buscáis desde hace tanto tiempo." Impresionado, Jacobo corrió a despertar a Piero Giardino, un antiguo discípulo de su padre. Al amanecer, partieron hacia la casa en la que Dante había exhalado su último suspiro y encontraron, en el lugar indicado, un pequeño tapiz, detrás del cual, en un nicho ignorado, descubrieron los trece cantos que faltaban... La intervención del poeta difunto es difícil de admitir, pero parece innegable. ¿Qué otra explicación podría darse?"109

Los muertos se aparecen para comunicar su propio fallecimiento:

Caso protagonizado por la princesa Montarcy: "Mi abuela me decía siempre: "-Si no estás presente a la hora de mi muerte, iré a comunicártela."

En mayo de 1886, me encontraba en Montecarlo, cuando recibí un telegrama de mi prima en el que me comunicaba que la abuela estaba enferma y deseaba que me presentara en seguida. El telegrama lo recibí a la una y no podía salir hasta las seis. A las cuatro recibí noticias de que la abuela estaba mejor. Entonces decidí tomar el tren de las ocho de la mañana siguiente. Aquel día me acosté a las siete. Dos horas después mi perrito saltó de la cama aullando. Levanté la vista y vi frente a mí (la lámpara estaba encendida) a la abuela tal como la había encontrado la última vez, pero más pálida. Me echó un beso con la mano y desapareció. A las siete de la mañana recibí un nuevo telegrama en el que me anunciaban que la abuela había muerto entre las ocho y las nueve de la noche."110

Lo verdaderamente llamativo de estos tres casos es que parecen confirmarse por los hechos: Simónides hubiera naufragado si hubiera tomado el barco según sus planes; siguiendo las indicaciones del supuesto difunto, fueron hallados los últimos cantos de la obra de Dante; y por último, la abuela de la princesa se le aparece poco después de morir. Teniendo en cuenta estos significativos detalles, ¿qué explicación tienen semejantes casos?

Como último ejemplo relataremos un caso protagonizado por Don Bosco. Es muy conocido el 'pacto', tantas veces repetido a lo largo de la historia, que San Juan Bosco, siendo aún estudiante de teología, hizo con su compañero Luigi Comollo. Quien muriera primero, volvería para contarle al otro si se había salvado o no.

Falleció primero Comollo, en abril de 1839. Por la noche, después de haberlo sepultado, los estudiantes se encontraban ya en la habitación común. Juan Bosco aún no dormía y recordaba con gran inquietud el pacto que había hecho con su amigo. Según testimonio del propio santo, cuando dieron las doce de la noche, sintió un fuerte ruido que avanzaba desde el fondo del corredor; comenzaban a temblar las paredes, el piso. Los seminaristas saltaban de las camas, el propio Don Bosco sentía un gran miedo. Luego, se abrió violentamente la puerta del dormitorio y apareció una luz que brillaba cada vez más. Después de un silencio, don Bosco escuchó la voz de Comollo que repitió tres veces: 'Bosco, me salvé'. No todos oyeron la voz y sólo Don Bosco la entendió.

Lo interesante aquí es que el caso fue presenciado, si bien parcialmente, por varias personas. Si tales fenómenos no fueron provocados por Comollo, ¿quién los produjo?

109Idem, p. 71.110Idem, p. 154-155.

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No tiene sentido seguir agregando ejemplos; los ya citados son bastante buenos, y la explicación que demos para ellos orientará al lector en la interpretación de otros casos semejantes. Consideremos pues a la luz de la ciencia, si tales testimonios corresponden a verdaderas apariciones de muertos.

- Ilusiones y alucinaciones Se llama 'ilusión' a una percepción distorsionada de un objeto. Puede ser provocada por la intervención del pensamiento en el acto de percepción: el deseo, el temor, la ansiedad y la atención prolongada pueden hacer que nuestras percepciones se alteren.

En cambio, la 'alucinación' es una percepción a la cual no corresponde en la realidad ningún objeto. En estos casos, la imagen se impone a la persona y excluye el control consciente. Pueden darse alucinaciones de todas las sensaciones. Entre las causas que pueden provocarlas se destacan: enfermedades, drogas, hetero o autosugestión, expectación de algo extraordinario y ayunos prolongados.

Las alucinaciones son fenómenos perfectamente naturales, aunque patológicos, y muy conocidos por la psicología desde hace mucho tiempo. Parece mentira que aún hoy existan personas que se impresionen ante la vivencia de una simple alucinación, y fácilmente piensen -cuando las imágenes corresponden a un difunto- que se trata de verdaderas apariciones.

Como no podía ser de otra manera, Allan Kardec contribuye con la superstición al afirmar que los espíritus pueden hacerse visibles "...sobre todo durante el sueño; sin embargo ciertas personas los ven también durante la vigilia, pero es más raro." 111 Por supuesto que las alucinaciones son más raras que los sueños, pero ni en uno ni en otro caso se trata de espíritus que se hacen visibles. Es absurdo: soñamos con un amigo o pariente difunto, y los espiritistas nos dicen que en realidad él se nos ha hecho visible (?). Tal vez a algún lector, horrorizado por el simplismo del señor Kardec, se le haya ocurrido la siguiente objeción: muchas veces soñamos con personas que aún viven, o aún con personajes y circunstancias inverosímiles; todo lo cual muestra que 'los sueños, sueños son' y nada más. Sin embargo, no es esa la explicación que dan los 'espíritus superiores'. Veamos algunas citas que nos dan una idea de la 'ciencia' de los desencarnados:

"...el espíritu nunca está inactivo. Durante el sueño, los lazos que le unen al cuerpo se aflojan y no necesitándolo el cuerpo, recorre el espíritu el espacio y entra en relación más directa con los otros espíritus."112

"Tú dices con frecuencia: He tenido un sueño estrambótico, horrible, pero inverosímil. Te equivocas, pues a menudo es recuerdo de lugares y cosas que has visto o presentimiento de lo que verás en otra existencia o en otra época."113

111Kardec, Allan: "El libro de los médiums", op. cit., VI, n º 100, 1, p. 114.112Kardec, Allan: "El libro de los espíritus", op. cit., nº 401, p. 205.113Idem, nº 402, p. 206.

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"Sin sospecharlo, tú puedes tener amigos en otros países. El hecho de visitar, durante el sueño, a personas que pueden seros útiles, amigos, parientes y conocidos es tan frecuente, que casi todas las noches lo verificáis."114

Extraña psicología la de los espiritistas! ¿Alguien puede creer que mientras está durmiendo, su espíritu recorre el espacio y el tiempo, y visita amigos en otros países? ¿No es más fácil admitir que simplemente soñamos con todas esas cosas? Sostener que mientras dormimos el espíritu abandona el cuerpo es completamente absurdo. En los sueños simplemente vivimos un mundo de fantasía producido por nuestro inconsciente; el contenido de los mismos depende de varias causas y frecuentemente se relaciona con nuestras experiencias cotidianas, e incluso, hasta cierto punto, puede ser inducido desde el exterior por otra persona. Se han hecho varios experimentos en los cuales se pronuncian palabras o se producen algunos ruidos cerca de personas dormidas, y luego se comprueba que han influido en el contenido de sus sueños. Parece que en estos casos el espíritu se había olvidado de visitar a algún amigo lejano...

Volviendo a las alucinaciones, hay casos en los cuales se ve más claramente que son fenómenos puramente subjetivos y que no tienen nada que ver con apariciones. El P. Friderichs nos da un ejemplo:

"El 18-12-1972 estuvo en mi consultorio un señor con alucinaciones algo diversas. Además de un 'espíritu acostado' que lo molestaba de día y de noche, a punto de no darle sosiego ni siquiera para un sueño restaurador; de ver seguidamente a palomas entrar en su cuarto; de haber recibido visita de un médico del 'astral superior' que le curó el hígado, mediante una 'operación espiritual', con frecuencia tuvo alucinaciones de sí mismo.

Se veía a sí mismo en tres lugares simultáneamente. Por ejemplo, sentado en la sala, veía nítidamente tres personas, idénticas a él, en tres puntos distintos, saboreando esa fruta, repitiéndose el mismo fenómeno, innumerables veces, con otras acciones de cualquier especie."115

¿Qué dirán de este caso los espiritistas? ¿Cómo es que a una persona, estando despierta -y por lo tanto, según Kardec, con su espíritu unido a su cuerpo-, se le aparece tres veces (!) simultáneamente su propio espíritu? ¿Habrán sido tres espíritus burlones disfrazados? Tal vez esta última 'explicación' (?) sea del agrado de los espiritistas, pues parece que están dispuestos a aceptar cualquier cosa menos lo que dice la ciencia.

Suele ser difícil hacer entender a una persona que las apariciones que cree haber visto son simplemente alucinaciones. Como dice Fray Boaventura Kloppenburg: "El metagnomo o vidente tiene siempre la absoluta convicción de la realidad objetiva de sus imágenes alucinatorias. La aparición brusca en la conciencia de una imagen cuya fuente o causa es ignorada por el perceptor, lo lleva fácilmente a admitir la presencia real de un espíritu 'desencarnado', cayendo entonces en la interpretación espiritista de un fenómeno puramente subjetivo y muchas veces patológico. Lo mismo debe decirse de ciertas apariciones en el ambiente cristiano."116

114Idem, nº 414, p. 211.115Friderichs, S.J., Edvino: "Revista de parapsicología", publicación del CLAP, Nº 5, p. 23.116Kloppenburg, Boaventura: "Fuerzas ocultas", op. cit., p. 95-96.

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Las alucinaciones pueden surgir espontáneamente pero también se pueden obtener por sugestión,117 lo cual constituye una prueba más de que el fenómeno es puramente natural y nada tiene que ver con el 'más allá'. El ya citado P. Friderichs posee una amplia experiencia al respecto, y en varias conferencias logró que algunas personas experimentaran visiones mediante la sugestión. Citaremos solamente dos ejemplos:

"En diciembre de 1971 di una conferencia para un grupo aristocrático de la mejor sociedad de San Pablo. Temiendo yo no lograr gran éxito mediante mis sugestiones, quede sorprendido al verificar, después de cierto lapso de tiempo, que unas quince personas declararon estar viendo: unos, al Ángel de la Guarda, de diversas dimensiones; otras Nuestra Señora Auxiliadora; terceros, Nuestra Señora Aparecida; uno aseveró estar viendo al padre fallecido; otro, a un señor calvo que no conocía."118

"Un día provoqué la visión de platillos voladores en la Universidad del Río de los Sinos, en San Leopoldo, Río Grande del Sur. Dos universitarias vieron en el escenario, nítidamente los platillos, describiéndolos con riqueza de pormenores. Era de día y dentro de un gran salón de actos."119

Creemos que no hacen falta más evidencias. Lo fundamental de las pretendidas apariciones ya está explicado. No obstante, en los casos citados en el apartado anterior, había otros elementos que parecían confirmar el origen trascendente de los mensajes. Casos como esos son los que refuerzan de una manera extraordinaria la creencia en aparecidos; sin embargo, tampoco son apariciones reales. ¿Cómo se explican entonces esos aparentes 'mensajes de los muertos'? Creemos que el lector ya tiene elementos suficientes para hallar la respuesta correcta. De todas maneras, nos parece oportuno detenernos un poco a considerar la cuestión.

- ¿Mensajes de los muertos?

Allan Kardec no ignoraba la existencia de las alucinaciones y sin embargo, admitía apariciones reales. ¿Por qué? Escuchemos sus propias palabras:

"Cuando no hay ningún medio de comprobar las visiones o apariciones, se puede, sin duda, ponerlas en la cuenta de las alucinaciones; pero cuando son confirmadas por los acontecimientos, no podrán atribuirse a la imaginación; tales son por ejemplo, las apariciones en el momento de su muerte, en sueño o en el estado de vigilia, de personas con las cuales no se piense de ningún modo, y que por diversas señales vienen a revelar las circunstancias del todo inesperadas de su objeto."120

Los ejemplos que hemos citado más arriba -a excepción del caso de Don Bosco, que merece una consideración aparte- se ajustan al criterio establecido por Allan Kardec: fueron confirmados por los acontecimientos. ¿Pero es ese un criterio válido para atribuir origen trascendente a determinadas visiones? De ninguna manera.

Al igual que los automatismos, los sueños y las alucinaciones son también medios de expresión del inconsciente. Siendo productos de nuestro inconsciente, nada tiene de extraño que, alguna vez, se conviertan en vías de manifestación de fenómenos 117Cfr. Solovey, Galina y Milechnin, Anatol: op. cit., p. 104-111.118Friderichs, S.J., Edvino: "Revista de parapsicología", publicación del CLAP, Nº 5, p. 20.119Idem, p. 23.120Kardec, Allan: "El libro de los médiums", op. cit., VI, nº 100, 15, Obsevación, p. 118.

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parapsicológicos, con las correspondientes prosopopeyas. Así, por ejemplo, un contenido captado por HIP o telepatía, puede aparecer en un sueño disfrazado de un personaje que nos da un mensaje, o mediante una alucinación bajo la forma de un aparecido que nos habla; y luego los hechos lo confirmarán. Pero confirmarán que la captación parapsicológica era genuina, y no que la aparición era real.

Analicemos ahora los tres casos extraídos del libro de Alexander, centrándonos en el contenido parapsicológico de los mismos.121

El poeta Simónides podía conocer por precognición el naufragio del barco, y el resto no es más que prosopopeya. Podríamos discutir qué circunstancias favorecieron tal manifestación, aunque el problema no es muy relevante. Lo que más nos interesa es que todo tiene explicación natural; el muerto no se apareció.

Uno de los hijos de Dante soñó con su padre fallecido; si el difunto personaje del sueño no hubiera dicho nada importante, el hecho hubiera quedado seguramente en el olvido. Pero reveló nada menos que el lugar en el cual había escondido el final de su gran obra! Ahora bien, los hijos tenían contacto con Dante mientras éste escribía los últimos cantos de 'La divina comedia', entonces podían saber por HIP en qué lugar los iba guardando. Ese conocimiento se manifestó recién ocho meses después del fallecimiento del gran poeta, tal vez facilitado por la gran preocupación que seguramente embargaría a ambos hijos, ante la idea de completar ellos mismos la magistral obra de su padre. Tampoco aquí hubo, pues, ninguna aparición; simplemente HIP con manifestación retardada en el sueño de Jacobo.

Pasemos al caso de la princesa de Montarcy. La abuela moribunda seguramente tenía un fuerte anhelo de ver a su nieta. La princesa captó este deseo por telepatía, y luego lo proyectó en una imagen alucinatoria. Cualquier actitud extraña de la princesa pudo haber motivado el salto del perrito; algunos animales domésticos son extremadamente sensibles a los estados de ánimo de sus dueños. Hay que tener en cuenta, además, que la HIP, fenómeno sensorial, puede funcionar también en los animales; no así PG, que es espiritual. Según esto, el perrito pudo haber reaccionado ante los reflejos inconscientes que produjo en la princesa la triste noticia captada por telepatía. Todo el caso, por lo tanto, se explica muy bien sin necesidad de suponer la intervención real de los difuntos.

Después de estas consideraciones, es obvio que el 'criterio' planteado por Kardec a fin de distinguir las alucinaciones de las apariciones, no tiene ningún valor. Como dijimos antes, lo único que confirman los hechos es que las prosopopeyas correspondían a verdaderas captaciones parapsicológicas.

El caso de Don Bosco es bastante diferente de los anteriores, ya que hubo algunos fenómenos objetivos -físicos- presenciados por varias personas, lo cual indica que no fue una simple alucinación del santo. Pero tampoco hay aquí motivos para admitir que hubo una verdadera aparición.

De acuerdo a los testimonios hubo tiptologías, telecinesias, fotogénesis, pero también hubo mucho de subjetivo por parte de Don Bosco. Sólo él, por ejemplo, entendió la voz del supuesto aparecido. Y con respecto a los fenómenos físicos, no hay razón válida para

121Recomendamos al lector releer ahora esos casos.

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atribuirlos al difunto Luigi Comollo. Como ya hemos dicho, los fenómenos parapsicológicos son producidos por los vivos, y es precisamente el desconocimiento de esto lo que conduce a suponer una causa sobrenatural. Además, en el presente caso, todo parece indicar que fue el propio Juan Bosco, que experimentaba una gran tensión e inquietud por el recuerdo del 'pacto', quien produjo tales hechos. Habiendo posibilidad de explicación plenamente natural, nada autoriza entonces a suponer una intervención del 'más allá'.

Resulta evidente que la creencia en aparecidos se apoya siempre en el desconocimiento de la naturaleza propia de ciertos fenómenos del psiquismo humano, tanto psicológicos como parapsicológicos; por lo tanto, una vez conocidos los estudios científicos al respecto, es absurdo seguir creyendo en tales cosas. - Los muertos nunca vuelven

Hasta aquí hemos visto que no hay pruebas de que existan apariciones, pero ¿no sería posible que alguna aparición fuera real aunque no hubiera medio de comprobarlo? ¡Cuidado con las argumentaciones engañosas! Recordemos que todo fenómeno que sucede en nuestro mundo debe ser considerado natural, y no del 'más allá', hasta que se demuestre lo contrario. Y jamás ha sido demostrado el origen sobrenatural de un caso espiritoide: todos tienen explicación plenamente natural; los muertos 'sobran'.

Si la creencia en la intervención de los muertos en nuestro mundo se basa en las 'pruebas' presentadas por los espiritistas -y en realidad no hay otra clase de pruebas-, la conclusión entonces es evidente: los muertos nunca vuelven.

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LA BIBLIA Y EL MAGISTERIO DE LA IGLESIA

El presente capítulo es muy oportuno porque muchos espiritistas pretenden fundamentar en la Biblia algunas de sus creencias, e incluso se llaman a sí mismos 'critianos'. Todo lo cual conduce a graves confusiones.

- La Biblia contra la evocación

La evocación de muertos, práctica espiritista por excelencia, está expresamente condenada en varios pasajes de la Biblia. Se prohiben las prácticas adivinatorias y en particular la nigromancia o adivinación a través de la evocación de muertos. Veamos algunas citas:

"No os dirijáis a los nigromantes, ni consultéis a los adivinos haciéndoos impuros por su causa. Yo, Yahveh, vuestro Dios." (Lv 19, 31)

"Si alguien consulta a los nigromantes, y a los adivinos, prostituyéndose en pos de ellos, yo volveré mi rostro contra él y lo exterminaré de en medio de su pueblo." (Lv 20, 6)

"Cuando hayas entrado en la tierra que Yahveh tu Dios te da, no aprenderás a cometer abominaciones como las de esas naciones. No ha de haber en ti nadie que haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, que practique adivinación, astrología, hechicería o magia, ningún encantador ni consultor de espectros o adivinos, ni evocador de muertos. Porque todo el que hace estas cosas es una abominación para Yahveh tu Dios y por causa de estas abominaciones desaloja Yahveh tu Dios a esas naciones delante de ti." (Dt 18, 9-12)

La prohibición divina es clara y terminante; el espiritismo es formalmente una desobediencia al Creador, y evocar muertos 'en nombre de Dios' -como enseña Allan Kardec- constituye una aberración inadmisible. Por lo tanto, los cristianos que participan de prácticas espiritistas incurren claramente en pecado; entre tales prácticas debe incluirse también el 'juego de la copa' en la medida en que constituya un intento de evocar muertos. Es obvio que está permitido a los científicos investigar el espiritismo y

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sus prácticas; además, la intención del investigador será la de estudiar los fenómenos y no la de evocar espíritus.

Es asombroso que nunca falten espiritistas dispuestos a sacar provecho de cualquier situación. Con respecto a la condenación bíblica de la evocación de muertos, dicen ellos que si Dios la prohibe, eso mismo prueba que la comunicación con los muertos es real, ya que si no fuera así, ¿qué sentido tendrían tales prohibiciones? ¿Para qué prohibir lo que es imposible de realizar? Debemos pues responder a esta objeción.

- Sentido de las prohibiciones bíblicas

Primeramente citaremos un caso bíblico que parece dar la razón al 'argumento' espiritista. El rey Saúl, a pesar de haber prohibido por mandato divino la evocación de muertos, recurre a una nigromante para que le evoque al fallecido profeta Samuel, y parece que la comunicación fue exitosa.

"Vio Saúl el campamento de los filisteos y tuvo miedo, temblando sobremanera su corazón.(...). Dijo Saúl a sus servidores: 'Buscadme una nigromante para que vaya a consultarla.' Dijéronle sus servidores: 'Aquí mismo, en Endor, hay una nigromante.'

Se disfrazó Saúl poniéndose otras ropas y fue con dos de sus hombres; llegó donde la mujer de noche y dijo: 'Adivíname por un muerto y evócame el que yo te diga.' La mujer le respondió: 'Bien sabes lo que hizo Saúl, que suprimió de esta tierra a los nigromantes y adivinos. ¿Por qué tiendes un lazo a mi vida para hacerme morir?' Saúl juró por Yahveh diciendo: '¡Vive Yahveh! Ningún castigo te vendrá por este hecho.' La mujer dijo: '¿A quién debo invocar para ti?' Respondió: 'Evócame a Samuel.'

Vio entonces la mujer a Samuel y lanzó un gran grito. Dijo la mujer a Saúl: '¿Por qué me has engañado? ¡Tú eres Saúl!' El rey le dijo: 'No temas, pero ¿qué has visto?' La mujer respondió a Saúl: 'Veo un espectro que sube de la tierra.' Saúl le preguntó: '¿Qué aspecto tiene?' Ella respondió: 'Es un hombre anciano que sube envuelto en su manto.' Comprendió Saúl que era Samuel y cayendo rostro en tierra se postró.

Samuel dijo a Saúl: '¿por qué me perturbas evocándome?' Respondió Saúl: 'Estoy en grande angustia; los filisteos mueven guerra contra mí, Dios se ha apartado de mí y ya no me responde ni por los profetas ni en sueños. Te he llamado para que me indiques lo que debo hacer.' Dijo Samuel: '¿Para qué me consultas si Yahveh se ha separado de ti y se ha pasado a otro? Yahveh te ha cumplido lo que dijo por mi boca: ha arrancado Yahveh el reino de tu mano y se lo ha pasado a otro, a David, porque no oíste la voz de Yahveh y no llevaste a cabo la indignación de su ira contra Amalec. Por eso te trata hoy Yahveh de esta manera. También a Israel entregará Yahveh en manos de los filisteos. Mañana tú y tus hijos estaréis conmigo. Yahveh ha entregado también el ejército de Israel en manos de los filisteos.'

Al instante Saúl cayó en tierra cuan largo era. Estaba aterrado por las palabras de Samuel ..." (1Sam 28, 5-20)

¿La Biblia confirma que el espiritismo es efectivo? De ninguna manera, porque ni siquiera se ocupa de esa cuestión. En tanto Palabra de Dios, sólo se limita a prohibir determinadas prácticas porque son contrarias a la fe en el Señor; no intenta dar una explicación científica de los fenómenos. Ya sea que la comunicación con los muertos sea real o no, de todas maneras la sola pretensión de conseguirla se opone a la voluntad de Dios.

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Seguramente el rey Saúl y sus contemporáneos creían que efectivamente era posible comunicarse con los espíritus de los muertos. El relato antes citado da pruebas de ello. Pero esto no significa que la Palabra de Dios confirme tales creencias. Los autores humanos inspirados por Dios, al escribir los diversos libros de la Biblia, no se despojaban de su cultura ni de los conocimientos propios de la ciencia de su época. La Sagrada Escritura no es infalible en materia científica, sino en cuanto a la verdad que Dios quiso comunicarnos para nuestra salvación.122

El relato de Saúl y la nigromante de Endor debe ser analizado como cualquier caso espiritoide. Es muy probable, como han opinado algunos, que haya sido un truco, 'una actuación' de la propia pitonisa enterada de que Saúl recurriría a una evocadora de muertos. Si no fuera un truco, basta la HIP para explicar lo sucedido, pues todo lo que la adivina pone en boca del supuesto Samuel (alucinación), ya era conocido por el consultante Saúl. Las dos explicaciones posibles excluyen la aparición real del profeta.

Cabe aclarar una vez más que aunque no tuvo lugar una real aparición del profeta Samuel, no obstante, Saúl cometió un pecado por desobedecer una clara prohibición divina que él conocía. La ciencia no deroga la doctrina religiosa de las Sagradas Escrituras. Desde el punto de vista científico, el intento de comunicación con los muertos es algo totalmente inútil y además perjudicial para la salud; y desde el punto de vista religioso, es una práctica contraria a la fe y al amor a Dios.

- La doctrina del Magisterio de la Iglesia

En plena conformidad con la Sagrada Escritura, el Magisterio de la Iglesia, tanto a nivel universal como a nivel regional, se ha pronunciado varias veces en contra del espiritismo.

La Conferencia Episcopal Latinoamericana (CELAM) ha tratado la cuestión en distintas oportunidades. Ya en las 'Conclusiones' del encuentro de Río de Janeiro, realizado en 1955, se recomendaban varias medidas para alertar a los fieles , y se pedía a los sacerdotes cuyas parroquias estuvieran afectadas por la influencia del espiritismo, que explicaran la imposibilidad de ser católico y espiritista a la vez. 123 En la III Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, realizada en al ciudad de Puebla de los Ángeles en 1979, se señalaba la infiltración del espiritismo como uno de los aspectos negativos de la religiosidad popular.124 Y, por último, los obispos reunidos en Santo Domingo en 1992, incluían al espiritismo entre los movimientos pseudo-religiosos que minan la fe y causan desconcierto en las mentes dando soluciones falsas a los grandes interrogantes del hombre.125

122Cfr. Conc. Vat. II: Constitución dogmática "Dei Verbum" sobre la divina revelación, nros. 11 y 12.123Cfr. "Conclusiones" de la Conferencia Episcopal de Río de Janeiro, Título VII.124Cfr. Documento de Puebla, nº 914.125Cfr. Documento de Santo Domingo, nº 155.

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El Catecismo de la Iglesia Católica dice que el recurso a médiums, al igual que otras prácticas supersticiosas, está "en contradicción con el honor y el respeto, mezclados de temor amoroso, que debemos solamente a Dios."126

A fines del siglo pasado se puso a consideración del Santo Oficio el siguiente caso: "Tito, después de excluir cualquier comunicación con el espíritu malo, tiene la costumbre de evocar las almas de los fallecidos. Procede de esta manera: cuando está solo, sin otra preparación, hace una oración al príncipe de la milicia celeste con el fin de obtener de él el poder de comunicarse con determinado espíritu. Espera por algún tiempo; después, mientras conserva la mano lista para escribir, siente un impulso que le da la certeza de la presencia del espíritu. Expone entonces las cosas que desea saber y su mano escribe las respuestas a estas cuestiones. Tales respuestas concuerdan enteramente con la fe católica y la doctrina de la Iglesia sobre la vida futura. Generalmente hablan sobre el estado en que se encuentra el alma del fallecido, pide sufragios, etc. ¿Es lícito proceder de esta manera?"127

La respuesta oficial aprobada por el Papa León XIII y publicada en 1898, fue la siguiente: "Lo que fue expuesto no es permitido." Nótese que aquí los mensajes de los supuestos espíritus son favorables a la fe católica y no a la doctrina espiritista; pero a pesar de ello, la Iglesia no puede aprobar una práctica condenada por la Palabra de Dios.

El 1º de noviembre de 1954 el Episcopado argentino emitió una Carta Pastoral sobre el espiritismo, y mandó que fuera leída en todas las Misas del domingo siguiente. En dicho documento los obispos hacían sentir su preocupación: "... hemos señalado al espiritismo como peligro doblemente grave e insidioso, ya que entrañaba dos intentos vanos y perniciosos: el primero es el de evocar a los muertos y los espíritus, buscando una intercomunicación con ellos provocada sistemática y arbitrariamente, en reuniones destinadas a ese fin; el segundo es hacer del espiritismo una religión positiva con su culto propio, basada en el conocimiento experimental de la existencia de los espíritus y en una doctrina contenida en los mensajes transmitidos por ellos, de contenido filosófico espiritualista según sus fundadores y de contenido religioso que comienza negando rotundamente la divinidad de Nuestro Señor Jesucristo y la maternidad divina de María Santísima."128

Los distintos pronunciamientos eclesiásticos condenan unánimemente al espiritismo. Las prácticas espiritistas se oponen a una vivencia auténtica de la fe cristiana. Vemos que el Magisterio de la Iglesia se mantiene en su propio terreno doctrinal y no se detiene a considerar la naturaleza y las causas de los fenómenos espiritistas; esta tarea corresponde a los científicos.

- ¿Qué implican estos pronunciamientos?

Como ya lo hemos dicho con respecto a las prohibiciones bíblicas, estos pronunciamientos del Magisterio eclesiástico, no implican que realmente se produzcan comunicaciones con los muertos. Más aún, las prácticas espiritistas son calificadas en

126Cfr. Catecismo de la Iglesia Católica, nº 2116-2117.127Cit. por Kloppenburg, Boaventura: "Fuerzas ocultas", op. cit., p. 111-112.128Carta Pastoral Colectiva del Episcopado Argentino sobre el Espiritismo, 1/11/54. Por ejemplo en "Temas CIES 1: Demonología, Espiritismo y Sectas", Buenos Aires, CIES, 1990, p. 40.

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Carta Pastoral de la CEA de 1954 como 'intentos vanos', es decir, inútiles. De cualquier manera, el Magisterio eclesiástico no se ocupa de la explicación científica de los fenómenos mediúmnicos. Así lo expresaban los obispos argentinos: "Nosotros no entraremos a examinar tales hechos y menos a estudiar las diversas y múltiples hipótesis (...) con que, entre otros, se ha tratado de encontrar una explicación a tales hechos, admitidos como reales, con demasiada credulidad las más de las veces, y siempre sin un control científico riguroso."129

Si bien advierten contra el fraude tan generalizado dentro del espiritismo, sus pronunciamientos se encuadran en el plano moral y teológico, y siguen teniendo plena vigencia aunque sepamos gracias a la ciencia actual que no hay comunicación con los muertos. Quien por desconocimiento científico o cualquier otro motivo, intente evocar espíritus de muertos, no logrará ninguna comunicación, pero de todas maneras habrá incurrido en una grave desobediencia a Dios y a su Iglesia.

- ¿Espiritismo cristiano?

Aunque la doctrina y la práctica espiritista se oponen a la fe cristiana, no faltan espiritistas que se autodenominan 'cristianos'. Uno de los libros de Allan Kardec se titula "El Evangelio según el espiritismo", y pretende ser una interpretación auténtica de las enseñanzas de Jesucristo según los espíritus de los muertos. Además, en otro libro, el mismo señor Kardec afirma que los que practican la moral espiritista son "...los verdaderos espiritistas, o mejor dicho, los espiritistas cristianos."130 La 'Escuela Científica Basilio' también pretende guiarse por las enseñanzas de Jesús, aunque niega su divinidad.

Semejante situación no hace más que desorientar a gran parte de los cristianos que lamentablemente carecen de una adecuada formación religiosa. No podemos detenernos en consideraciones doctrinales que mostrarían claramente la oposición entre cristianismo y espiritismo, pero señalaremos algunas a modo de ejemplo. Los espiritistas niegan que Jesucristo sea realmente el Hijo de Dios y no aceptan que haya venido al mundo para redimir a los hombres. Rechazan por tanto, la divinidad de Cristo y el misterio de la Redención. Para ellos Jesús es a lo sumo un maestro, un 'espíritu superior', tal vez de los más evolucionados, cuya misión en este mundo se redujo a dar una doctrina moral para que los hombres 'evolucionen'. No admiten el orden sobrenatural de la Gracia, no tienen sacramentos y no creen en la Iglesia que el mismo Jesús fundó. Contrariamente al dogma cristiano de la resurrección, creen que el destino final del hombre es ser 'espíritu puro', y muchos de ellos -los partidarios de Allan Kardec- sostienen que antes de alcanzar el destino final el alma se reencarna una y otra vez en diversos cuerpos.

¿Es posible que personas con semejantes creencias se llamen cristianos? Además sería completamente absurdo suponer que un movimiento o grupo pueda ser cristiano cuando sus prácticas fundamentales están totalmente prohibidas por el cristianismo. Por lo tanto, quien afirma ser espiritista y cristiano al mismo tiempo, o es víctima de una terrible ignorancia o ha renunciado a toda lógica.

129Carta Pastoral Colectiva del Episcopado Argentino sobre el Espiritismo, 1/11/54. En "Temas CIES 1...", op. cit., p. 40-41.130Kardec, Allan: "El libro de los médiums", op. cit., III, nº28, 3º, p. 35.

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CONCLUSIÓN

El tema fundamental del presente libro ha sido la comunicación perceptible con los muertos, y no el tema de la sobrevivencia o vida después de la muerte. Muchos espiritistas confunden ambos temas o los ligan indisolublemente, lo cual es un grave error. Tal parece ser la postura de Jacques Alexander, pues él mismo dice que el propósito de su obra es intentar demostrar la supervivencia "con la aportación de las pruebas pertinentes."131 Pero hemos visto que tales 'pruebas' se reducen a fenómenos que intentan demostrar que los muertos actúan en nuestro mundo. Ahora bien, si los 'argumentos' espiritistas fueran la única garantía de la sobrevivencia, lo lógico sería concluir que no hay tal cosa, porque como hemos visto, los fenómenos mediúmnicos no tienen nada que ver con los muertos.

Es cierto que no puede haber comunicación con los muertos sin sobrevivencia, pero no es menos cierto que puede haber sobrevivencia sin comunicación. Esta última es la tesis correcta. Y si bien el espiritismo fracasa totalmente en su pretensión de probar la sobrevivencia mediante supuestas comunicaciones, eso no significa que no existan motivos de peso para creer que hay vida después de la muerte.

En primer lugar, la reflexión racional acerca del hombre, y en particular de su actividad inteligente y libre, ha llevado a muchos pensadores a sostener que el alma humana es espiritual, y por lo tanto, inmortal. Si bien no podemos exponer aquí las pruebas de esta tesis filosófica, es evidente que la corrupción de la muerte no puede afectar a lo que por naturaleza carece de materia. Muchos parapsicólogos plantean el tema de la sobrevivencia reflexionando a partir de la facultad denominada Psi-Gamma o ESP. Recordemos que esta facultad parapsicológica es independiente del espacio y del tiempo, dentro de ciertos límites. Por lo tanto no puede ser un sentido o facultad orgánica; es espiritual. Y lo que es espiritual, como ya hemos dicho, es por naturaleza incorruptible e inmortal.

A todas estas reflexiones puramente racionales, debemos agregar nuestra fe en la Resurrección de los muertos. Los cristianos, a diferencia de los espiritistas, creemos en una vida eterna como hombres íntegros, y no como simples espíritus. Resurrección significa el restablecimiento de nuestra propia vida corporal que se corrompe con la muerte, y nada tiene que ver con la reencarnación. Según esta última, el espíritu humano evoluciona viviendo diversas existencias corporales, o sea que se darían múltiples 'encarnaciones' (nacimiento o concepción), y otras tantas veces tocaría 'desencarnar' (muerte). En cambio la doctrina cristiana enseña que "está establecido que

131Alexander, Jacques: op. cit., p. 16.

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los hombres mueran una sola vez, y luego el juicio..." (Hebreos 9, 27). Nuestra vida en este mundo es única y decisiva para la eternidad. Esta aclaración resulta muy oportuna ya que Allan Kardec ha enseñado que resurrección debe entenderse en el sentido de reencarnación, lo cual es absolutamente disparatado. Baste lo dicho para dejar sentado que efectivamente hay vida después de la muerte. La muerte es sólo un paso a otra vida, en la que los cristianos esperamos el encuentro gozoso con nuestro Padre Dios, y también el reencuentro con quienes ya han abandonado este mundo, en especial, nuestros seres queridos. Además, según el dogma de la comunión de los santos, sabemos que permanecemos unidos a quienes ya se encuentran en la presencia de Dios . Porque "...todos los que son de Cristo y tienen su Espíritu, forman una sola Iglesia y con Él están mutuamente unidos. Así que la unión de los peregrinos con los hermanos que durmieron en la paz de Cristo, de ninguna manera se interrumpe, antes bien, según la constante fe de la Iglesia, se fortalece con la comunicación de los bienes espirituales."132 (Los subrayados son nuestros).

Son muchos los cristianos que olvidan o no meditan debidamente las verdades de la fe. Lo cual por una lado los priva de un gran consuelo ante la pérdida de un ser querido, y al mismo tiempo los hace vulnerables frente a la propaganda de los espiritistas. Estos prometen lo imposible y conducen a la gente a un mundo irreal, alienante. Es precisamente esto último lo que hemos querido mostrar en este libro.

132Concilio Vaticano II: Constitución dogmática 'Lumen Gentium', Nº 49. Cabe destacar que precisamente en este pasaje, el propio documento conciliar pone una nota recordando diversos pronuciamientos eclesiásticos que "prohiben cualquier forma de evocación de los espíritus".

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