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1 HIPERREALISMO 19672012 Del 22 de marzo al 9 de junio Comisario: Otto Letze A finales de los años 1960 surgió en Estados Unidos un grupo de artistas que pintaban con gran realismo objetos y escenas de la vida cotidiana utilizando la fotografía como base para la realización de sus obras. La consagración del movimiento tuvo lugar en la Documenta de Kassel en 1972. La exposición que presenta ahora el Museo ThyssenBornemisza plantea, por primera vez, una antología del Hiperrealismo desde los grandes maestros norteamericanos de la primera generación, como Richard Estes, John Baeder, Tom Blackwell, Don Eddy, Ralph Goings o Chuck Close, a su continuidad en Europa y al impacto en pintores de generaciones posteriores, hasta la actualidad. El Hiperrealismo no es un movimiento cerrado; hoy, más de cuarenta años después de su aparición, continúan en activo muchos de los pioneros del grupo y nuevos artistas utilizan la técnica fotorrealista en sus creaciones. Herramientas y motivos han evolucionado o cambiado con el tiempo pero, con su increíble definición y nitidez, las obras hiperrealistas continúan fascinando al público. Organizada por elInstitut für Kulturaustausch (Instituto para el Intercambio Cultural de Alemania) y comisariada por su director, Otto Letze, esta retrospectiva reúne 50 obras procedentes de diversos museos y colecciones particulares. La Kunsthalle de Tubinga (Alemania) ha sido la primera escala de un recorrido que llevará la muestra a varias ciudades europeas; en el Museo ThyssenBornemisza de Madrid podrá verse hasta el 9 de junio y, posteriormente, viajará al Birmingham Museum & Art Gallery (Reino Unido). Imágenes de izquierda a derecha: Tom Blackwell. Triumph Trumpet, 1977. Óleo sobre lienzo, 180 x 180 cm. Private Collection, New York. Audrey Flack.Reina, 1976. Pintura acrílica sobre lienzo, 203 x 203 cm. Collection of Susan P. and Louis K. Meisel, New York; Davis Cone. Cameo(detalle), 1988. Pintura acrílica sobre lienzo, 91 x 114 cm. Private Collection, New York Más información e imágenes contactar con: Museo ThyssenBornemisza –Oficina de Prensa. Paseo del Prado, 8. 28014 Madrid. Tel. +34 914203944 /913600236. Fax+34914202780. [email protected];www.museothyssen.org; http://www.museothyssen.org/microsites/prensa/2013/hiperrealismo/index.html

HIPERREALISMO 1967 2012 - museothyssen.org · diapositivas o el sistema de trama. Son obras generalmente de gran formato, pintadas con tal precisión y

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HIPERREALISMO 1967‐2012 

Del 22 de marzo al 9 de junio Comisario: Otto Letze 

 A  finales  de  los  años  1960  surgió  en   Estados Unidos  un  grupo  de  artistas  que  pintaban  con  gran 

realismo objetos y escenas de la vida cotidiana utilizando la fotografía como base para la realización de 

sus  obras.  La  consagración  del  movimiento  tuvo  lugar  en  la  Documenta  de  Kassel  en  1972.  La 

exposición que presenta ahora el Museo Thyssen‐Bornemisza plantea, por primera vez, una antología 

del  Hiperrealismo  desde  los  grandes  maestros  norteamericanos  de  la  primera  generación,  como 

Richard Estes, John Baeder, Tom Blackwell, Don Eddy, Ralph Goings o Chuck Close, a su continuidad en 

Europa y al impacto en pintores de generaciones posteriores, hasta la actualidad. El Hiperrealismo no 

es un movimiento cerrado; hoy, más de cuarenta años después de su aparición, continúan en activo 

muchos de  los pioneros del grupo y nuevos artistas utilizan  la técnica fotorrealista en sus creaciones. 

Herramientas y motivos han evolucionado o cambiado con el tiempo pero, con su increíble definición y 

nitidez, las obras hiperrealistas continúan fascinando al público. 

Organizada por elInstitut  für Kulturaustausch  (Instituto para el  Intercambio Cultural de Alemania)  y 

comisariada por  su director, Otto  Letze, esta  retrospectiva  reúne 50 obras procedentes de diversos 

museos y colecciones particulares. La Kunsthalle de Tubinga (Alemania) ha sido la primera escala de un 

recorrido  que  llevará  la muestra  a  varias  ciudades  europeas;  en  el Museo  Thyssen‐Bornemisza  de 

Madrid podrá verse hasta el 9 de junio y, posteriormente, viajará al Birmingham Museum & Art Gallery 

(Reino Unido).  

 

Imágenes de izquierda a derecha: Tom Blackwell. Triumph Trumpet, 1977. Óleo sobre lienzo, 180 x 180 cm. Private Collection, 

New York. Audrey Flack.Reina, 1976. Pintura acrílica sobre lienzo, 203 x 203 cm. Collection of Susan P. and Louis K. Meisel, New 

York; Davis Cone. Cameo(detalle), 1988. Pintura acrílica sobre lienzo, 91 x 114 cm. Private Collection, New York 

Más información e imágenes contactar con: Museo Thyssen‐Bornemisza –Oficina de 

Prensa. Paseo del Prado, 8. 28014 Madrid. Tel. +34 914203944 /913600236. 

Fax+34914202780. [email protected];www.museothyssen.org; 

http://www.museothyssen.org/microsites/prensa/2013/hiperrealismo/index.html 

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Paisajes urbanos, escaparates,  restaurantes de 

comida  rápida,  últimos  modelos  de  coches, 

relucientes motocicletas, máquinas  de  pinball, 

juguetes  de  hojalata,  botes  de  kétchup,… 

fragmentos  de  la  vida  cotidiana,  escenas 

banales y artículos de consumo convertidos en 

motivo  artístico.  Los  principales  asuntos  que 

ocupan el  interés de  los pintores hiperrealistas 

están tomados del mundo que les rodea, de su 

propio entorno personal, dando visibilidad a  lo 

cotidiano a través de su pintura. 

Motivos intrascendentes que captan primero a través de la fotografía y que después trasladan al lienzo 

mediante  un  laborioso  proceso,  utilizando  diversos  recursos  técnicos,  como  la  proyección  de 

diapositivas  o  el  sistema  de  trama.  Son  obras  generalmente  de  gran  formato,  pintadas  con  tal 

precisión  y  exactitud  que  los  propios  lienzos  producen  una  impresión  de  calidad  fotográfica,  pero 

realizadas mediante un proceso  creativo  completamente opuesto a  la  inmediatez de  la  instantánea 

fotográfica.  

Considerada  como  una  forma  objetiva  de  documentar  el mundo,  desde  su  invención,  el  uso  de  la 

fotografía como punto de partida de la pintura fue una práctica habitual de muchos pintores, aunque 

pocos  lo  reconocían. Tras  la utilización pionera de  la  serigrafía por  los artistas pop, como Warhol o 

Rauschenberg, fueron  los primeros hiperrealistas  los que empezaron a usar  la fotografía sin reparos, 

convirtiéndola así en un instrumento “legítimo”. Partían a veces de fotos de revistas o periódicos pero 

pronto  empezaron  a  captar  ellos mismos  las  imágenes,  una  o  varias  que  luego  fusionaban  en  el 

cuadro.  Las  escenas  tridimensionales  se  transforman  en  bidimensionales  y  quedan  privadas  de 

cualquier  emoción;  son  instantes  de  realidad  congelados  en  el  tiempo  y  a menudo  también  sin  la 

presencia de seres humanos. Les fascinan las superficies metálicas de cristales y espejos que permiten 

recrearse en las imágenes deformadas de sus reflejos. 

La  fotografía  como  punto  de  partida  y  como  aparente 

resultado final, pero no como objetivo; en ningún caso el 

pintor  hiperrealista  aspira  a  competir  con  ella,  su 

motivación  es  completamente  diferente.  Sus  obras 

parecen reproducir la realidad pero, de hecho, se trata de 

una nueva realidad gráfica creada por el pintor. A través 

de ella empezaron a plantearse determinados problemas 

en torno a la percepción de la realidad: se interrogan por 

cuestiones  como  la  objetividad  y  la  autenticidad  de  las 

imágenes,  o  sobre  cómo  la  fotografía  ha  cambiado  la 

forma de ver y de relacionarse con el mundo. 

 

Los pioneros del Hiperrealismo reflexionan sobre todo ello y lo convierten en el tema de sus cuadros, y 

lo hacen trabajando de forma más o menos aislada. A comienzos de los años 1960, en la Costa Oeste 

norteamericana,  Robert  Bechtle  empieza  a  producir  los  primeros  cuadros  auténticamente 

Charles Bell. Paragon, 1988. Óleo sobre lienzo, 127 x 244 cm. 

Courtesy of Louis K. Meisel Gallery, New York. 

Richard Estes.Nedick’s, 1970. Óleo sobre lienzo.  122 x 168 cm. Colección Carmen Thyssen‐ Bornemisza, en depósito en el Museo Thyssen‐Bornemisza 

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fotorrealistas;  casi  al  mismo  tiempo,  Richard  Estes  comienza  en  Nueva  York  a  trabajar  en  sus 

característicos escaparates y paisajes urbanos, Chuck Close pinta sus famosos retratos y, la única mujer 

de este grupo de pioneros, Audrey Flack, realiza sus primeros trabajos basados en fotografías.  

Fragmentos ampliados de la realidad, de objetos, personas o lugares 

Esta primera generación de hiperrealistas es casi exclusivamente norteamericana; trabajan unos en la 

Costa Este, básicamente en Nueva York, o en la costa de California. Con algunas particularidades, sus 

temas muestran el estilo de vida americano, “the american way of life”, imágenes de la vida cotidiana,  

artículos de consumo y vehículos son los temas más representativos. 

Automóviles, motocicletas,  camiones,  auto‐caravanas…, 

los vehículos  significan movilidad,  libertad y, por  tanto, 

son  una  parte  muy  representativa  de  la  sociedad 

estadounidense y de cómo se ve a sí misma. Además, los 

materiales  utilizados  en  carrocerías,  llantas  o 

parachoques y  los  reflejos que se producen al  recibir  la 

luz  les  resultan  fascinantes.  David  Parrish  resalta  sus 

relucientes superficies que reflejan los rayos del sol; para 

Tom  Blackwell  la motocicleta  es  un  objeto  de  culto  y 

pinta  detalles  y  fragmentos  concretos muy  ampliados; 

Ron Kleemann traslada su interés a los grandes vehículos 

agrícolas  y  camiones; Don  Eddy  se  interesa durante un 

tiempo  por  el  legendario  Escarabajo,  centrándose  en  representar  la  superficie  reflectante  de  su 

carrocería; Ralph Goings pinta  furgonetas y auto‐caravanas, además de sus  famosos restaurantes de 

comida rápida; Jonh Salt se concentra en desguaces de coches…. 

El  juego de  la  luz  incidiendo sobre  las superficies pulidas 

protagoniza  también  otro  de  sus  temas  predilectos,  el 

bodegón. Objetos cotidianos sin mayor relevancia, como 

juguetes y máquinas expendedoras  (Charles Bell),grupos 

de  alimentos  (Ben  Schonzeit),  artículos  de  consumo  y 

objetos personales (Audrey Flack). 

Reflejos también en fragmentos de la vida moderna en la 

ciudad: Robert Cottingham  se  interesa por  los  anuncios 

comerciales y  los rótulos  luminosos; Richad Estes por  los 

reflejos  en  escaparates,  cabinas  telefónicas  y 

automóviles;  John  Baeder  pinta  el  exterior  de  

restaurantes  de  comida  rápida,  mientras  que  Ralph 

Goings prefiere  las  imágenes de  su  interior. También el 

mundo rural de Estados Unidos está representado en  la 

obra  de  algunos  hiperrealistas,  principalmente  los  que  trabajan  en  la  Costa  Oeste;  como  Richard 

McLean,  que  pinta  a  los  cowboys  y  cowgirls modernos;  Jack Mendenhall  que  se  interesa  por  el 

ambiente  de  los  hogares  estadounidenses  de  los  sesenta;  o  Robert  Bechtle  centrado  en  plasmar 

instantáneas del día a día de la clase media estadounidense. 

Don Eddy. Sin título (4VWs, 1971).Pintura acrílica 

sobre lienzo. 167 x 241 cm F. Javier Elorza 

Ralph Goings. Los favoritos de América, 1989 Óleo sobre lienzo. 76 x 89 cm Collection of Susan P. and Louis K. Meisel, New York 

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Y de  la vida cotidiana al retrato, siempre de personas próximas al círculo del artista y autorretratos. 

Chuck Close es su mayor representante, se retrata a sí mismo y a amigos a tamaño superior al natural, 

utilizando un sistema de retícula; son rostros que miran al espectador sin ningún tipo de emoción ni 

movimiento. También al suizo Franz Gertsch, que trabaja aislado de sus colegas norteamericanos,  le 

atrajo el género del  retrato.  Junto al británico  John Salt,  son  los únicos hiperrealistas de  la primera 

generación no estadounidenses, aunque Salt se traslada en los años 1960 a Nueva York. Por su origen 

y  por  la  elección  de  motivos  ambos  contribuyeron  a  la  internacionalización  del  movimiento, 

característica que marcará el desarrollo de la segunda generación de pintores hiperrealistas, junto a la 

introducción de algunas innovaciones tecnológicas y compositivas. 

 

De lo personal al anonimato, paisajes urbanos de gran formato 

 

Atraídos  igualmente  por  plasmar  la  realidad 

cotidiana,  los artistas de  la  segunda  generación 

hiperrealista,  que  trabaja  en  los  años  1980  y 

1990, muestran un mayor interés por trasladar al 

lienzo  las  fotografías con el máximo  rigor en  los 

detalles,  incorporando a  su  trabajo  las enormes 

posibilidades  que  les  brindan  las  nuevas 

tecnologías digitales y  fotográficas. Se alejan de 

lo pequeño y  se  centran en paisajes urbanos de 

grandes  dimensiones,  uno  de  sus  temas 

preferidos y para el que utilizan  con  frecuencia el  formato panorámico. El  italiano Anthony Brunelli 

fotografía  los modelos con un objetivo gran angular, uniendo después varias  imágenes en el  lienzo; 

pinta así vistas urbanas de  los diversos países en  los que  trabaja. Robert Gnieweck se siente atraído 

por  los paisajes urbanos principalmente al atardecer o de noche,  le  fascinan  los espectáculos de  luz 

nocturnos; Davis Cone lo hace con las salas de cine, dentro y fuera de la ciudad; y el francés Bertrand 

Meniel, a pesar de su origen, se interesa de nuevo por las grandes ciudades estadounidenses. 

Los  avances  tecnológicos  se notan  en  el  resultado  final de  las obras,  con una  apariencia de mayor 

nitidez  y detallismo.  La escasa presencia de  la  figura humana,  característica por otro  lado bastante 

frecuente en el Hiperrealismo, aumenta la impresión de frialdad y distanciamiento. Rod Penner utiliza 

cámaras digitales de alta resolución y Don Jacot pinta plazas 

y lugares urbanos famosos por ser muy concurridos, pero él 

los  representa  sin  apenas  presencia  alguna  de  la  figura 

humana.   

Absoluta nitidez, mayor precisión que la del ojo humano 

Los artistas actuales, la tercera generación de hiperrealistas, 

trabajan  con  las  cámaras  digitales  más  modernas  y 

consiguen  llevar  la  pintura  realista  a  otra  dimensión, 

creando  experiencias  visuales  completamente  nuevas.  Las 

imágenes  digitales  aportan  más  información  que  las 

reveladas a partir de un negativo; en particular,  la nitidez 

de  los  contornos  y  la  alta  definición  convierten 

Anthony Brunelli. El Arno al atardecer, 2007. Óleo sobre lino. 91 x 183 cm. Privatsammlung Schweiz‐ Courtesy of Persterer Contemporary Fine Art Gallery

Roberto Bernardi. Reunión, 2012 Óleo sobre lienzo. 122 x 142 cm. Courtesy of    Bernarducci.Meisel.Gallery, New York      

5  

literalmente  la  imagen  representada  en  un  objeto  “hiperreal”.  Roberto  Bernardi  se  centra  en 

bodegones,  Raphaella  Spence  toma  fotografías  desde  helicópteros  o  rascacielos,  Peter  Maier  se 

interesa fundamentalmente por la representación de superficies y Ben Johnson por las arquitecturas, 

realizando después numerosos dibujos con la ayuda del ordenador. La ciudad y sus habitantes siguen 

centrando la atención de artistas, como el norteamericano Robert Neffson o el británico Clive Head. 

FICHA DE LA EXPOSICIÓN  Título: Hiperrealismo 1967‐2012  Organiza: The Institut für Kulturaustausch (Instituto para el Intercambio Cultural de Alemania).  Sedes y  fechas:Tubinga, Kunsthalle, del 8 de diciembre de 2012 al 10 de marzo de 2013; Madrid, Museo Thyssen‐Bornemisza, del 22 de marzo al 9 de junio de 2013; Birmingham Museum & Art Gallery, del 30 de noviembre de 2013 al 30 de marzo de 2014.  Comisario: Otto Letze, director del Institut für Kulturaustausch.  Coordinación: Blanca Uría, Área de Conservación del Museo Thyssen‐Bornemisza.   Número de obras: 50  Publicaciones: catálogo, ediciones en español e inglés  INFORMACIÓN PARA EL VISITANTE  Dirección:Museo Thyssen‐Bornemisza. Paseo del Prado 8. 28014, Madrid.   Horario: de martes a domingo, de 10.00 a 19.00 horas. Sábados, de 10.00 a 21.00 horas. Último pase una hora antes del cierre.   Tarifas:  Exposición temporal: ‐ Entrada general: 8 € ‐ Entrada  reducida:  5,50  €  para mayores  de  65  años,  pensionistas,  estudiantes  previa  acreditación  y familias numerosas. ‐ Entrada gratuita: Menores de 12 años y ciudadanos en situación legal de desempleo.  Exposición temporal + Colección Permanente: ‐ Entrada general: 12 € ‐ Entrada reducida: 7,5 € ‐ Entrada gratuita: menores de 12 años y ciudadanos en situación legal de desempleo.  Venta anticipada de entradas en taquillas, en la web del Museo y en el 902 760 511.  Más información:www.museothyssen.org  Audio‐guía, disponible en varios idiomas.  INFORMACIÓN PARA PRENSA  http://www.museothyssen.org/microsites/prensa/2013/hiperrealismo/index.html