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Nociones Geográfico-Político-Administrativas. Cuba no es solamente una isla, sino un archipiélago integrado por más de 1600 cayos e islas. De estas últimas, las dos principales son Cuba, propiamente dicha, e Isla de la Juventud, que hasta 1978 se conocía como Isla de Pinos. El archipiélago cubano se halla en la zona tórrida o tropical del planeta, muy cerca del Trópico de Cáncer. Está situado en el Mar Caribe o Mar de las Antillas, a la entrada del Golfo de México, razón por la cual se le ha llamado a Cuba «La Llave del Golfo». Los países más próximos son: Haití y Santo Domingo, por el Este, a 77 kilómetros de distancia; Jamaica, por el Sur, a 140 km; Estados Unidos (Península de La Florida), por el Norte, a 180 km; y México, por el Oeste, a 210_km. La superficie del archipiélago es de unos 111,000 km 2 . La isla principal, Cuba, tiene en el mapa la forma de un cocodrilo, mide unos 1200 km de largo y su anchura es variable: 32 km por su parte más estrecha y 190 km por la más ancha. El territorio del país está dividido administrativamente en 14 provincias y 169 municipios, uno de los cuales, Isla de la Juventud, tiene categoría especial, ya que es atendido directamente por el poder central. Las provincias son: Pinar del Río (la más occidental), La Habana, Ciudad de La Habana, Matanzas, Cienfuegos, Villa Clara, Sancti Spíritus, Ciego de Avila, Camagüey, Las Tunas, Holguín, Granma, Santiago de Cuba y Guantánamo (la más oriental). La población absoluta de Cuba asciende a 11,000,000 de habitantes (en enero de 1996), un 59% de ellos en la parte urbana. Su densidad demográfica es de 99 habitantes por km 2 . Aproximadamente, el 66% de los cubanos son blancos, el 12% negros, el 21.9% mestizos y el 0.1% de rasgos asiáticos. Cuba tiene diez ciudades que sobrepasan los 100,000 habitantes. En primer lugar La Habana, capital de la República, con 2'172,400 habitantes. Las demás son: Santiago de Cuba, Camagüey, Holguín, Santa Clara, Guantánamo, Pinar del Río, Matanzas, Cienfuegos y Bayamo. La Habana es, de hecho, capital de dos provincias: La Habana y Ciudad de La Habana. Constituye el centro político, administrativo y científico del país. El Clima.- Uno de los factores geográficos más estimados por los visitantes que proceden de zonas frías o templadas, es el clima semitropical de la isla. Aunque las condiciones climáticas varían algo en las distintas regiones del país, existiendo microclimas particulares en las montañas y en las costas, las diferencias no son notables. Puede decirse que existe un verano permanente, con una temperatura más alta y estable en los meses intermedios del año (que puede sobrepasar los 35 grados Celsius en julio y agosto) y más baja y variable en los finales y principios de año, cuando resulta fría a intervalos, aunque casi nunca es inferior a los 61 (meses de enero o febrero). La temperatura media anual es de 25,4 o C, siendo de 271 en verano y de 23 en invierno. En la zona oriental del país, los termómetros suelen marcar uno o dos grados más que en Occidente. Flora y Fauna.- Cuba es uno de los pocos países del mundo cuya flora es esencialmente autóctona. Posee más de 8 000 especies de plantas, que comprenden desde el cactus de las regiones áridas hasta las orquídeas de las zonas húmedas. Hay una rica variedad de árboles de maderas preciosas. La vegetación cubre valles y llanuras, litoral y montañas. El árbol más representativo de los bellos paisajes cubanos, es la palma real, de prestancia y belleza deslumbrantes, que crece en todas las regiones del país y en todo tipo de terrenos. La flor nacional es la mariposa, de color blanco y perfume delicado, que debe el nombre a su forma amariposada.

Historia de Cuba

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  • Nociones Geogrfico-Poltico-Administrativas. Cuba no es solamente una isla, sino un archipilago integrado por ms de 1600 cayos e islas. De estas ltimas, las dos principales son Cuba, propiamente dicha, e Isla de la Juventud, que hasta 1978 se conoca como Isla de Pinos. El archipilago cubano se halla en la zona trrida o tropical del planeta, muy cerca del Trpico de Cncer. Est situado en el Mar Caribe o Mar de las Antillas, a la entrada del Golfo de Mxico, razn por la cual se le ha llamado a Cuba La Llave del Golfo. Los pases ms prximos son: Hait y Santo Domingo, por el Este, a 77 kilmetros de distancia; Jamaica, por el Sur, a 140 km; Estados Unidos (Pennsula de La Florida), por el Norte, a 180 km; y Mxico, por el Oeste, a 210_km. La superficie del archipilago es de unos 111,000 km2. La isla principal, Cuba, tiene en el mapa la forma de un cocodrilo, mide unos 1200 km de largo y su anchura es variable: 32 km por su parte ms estrecha y 190 km por la ms ancha. El territorio del pas est dividido administrativamente en 14 provincias y 169 municipios, uno de los cuales, Isla de la Juventud, tiene categora especial, ya que es atendido directamente por el poder central. Las provincias son: Pinar del Ro (la ms occidental), La Habana, Ciudad de La Habana, Matanzas, Cienfuegos, Villa Clara, Sancti Spritus, Ciego de Avila, Camagey, Las Tunas, Holgun, Granma, Santiago de Cuba y Guantnamo (la ms oriental). La poblacin absoluta de Cuba asciende a 11,000,000 de habitantes (en enero de 1996), un 59% de ellos en la parte urbana. Su densidad demogrfica es de 99 habitantes por km2. Aproximadamente, el 66% de los cubanos son blancos, el 12% negros, el 21.9% mestizos y el 0.1% de rasgos asiticos. Cuba tiene diez ciudades que sobrepasan los 100,000 habitantes. En primer lugar La Habana, capital de la Repblica, con 2'172,400 habitantes. Las dems son: Santiago de Cuba, Camagey, Holgun, Santa Clara, Guantnamo, Pinar del Ro, Matanzas, Cienfuegos y Bayamo. La Habana es, de hecho, capital de dos provincias: La Habana y Ciudad de La Habana. Constituye el centro poltico, administrativo y cientfico del pas. El Clima.- Uno de los factores geogrficos ms estimados por los visitantes que proceden de zonas fras o templadas, es el clima semitropical de la isla. Aunque las condiciones climticas varan algo en las distintas regiones del pas, existiendo microclimas particulares en las montaas y en las costas, las diferencias no son notables. Puede decirse que existe un verano permanente, con una temperatura ms alta y estable en los meses intermedios del ao (que puede sobrepasar los 35 grados Celsius en julio y agosto) y ms baja y variable en los finales y principios de ao, cuando resulta fra a intervalos, aunque casi nunca es inferior a los 61 (meses de enero o febrero). La temperatura media anual es de 25,4 oC, siendo de 271 en verano y de 23 en invierno. En la zona oriental del pas, los termmetros suelen marcar uno o dos grados ms que en Occidente. Flora y Fauna.- Cuba es uno de los pocos pases del mundo cuya flora es esencialmente autctona. Posee ms de 8 000 especies de plantas, que comprenden desde el cactus de las regiones ridas hasta las orqudeas de las zonas hmedas. Hay una rica variedad de rboles de maderas preciosas. La vegetacin cubre valles y llanuras, litoral y montaas. El rbol ms representativo de los bellos paisajes cubanos, es la palma real, de prestancia y belleza deslumbrantes, que crece en todas las regiones del pas y en todo tipo de terrenos. La flor nacional es la mariposa, de color blanco y perfume delicado, que debe el nombre a su forma amariposada.

  • Entre las especies exticas que se han adaptado mejor al suelo cubano, se hallan la caa de azcar y el caf, de suma utilidad para el pas. A diferencia de la flora, la fauna cubana es generalmente importada. No obstante, se conservan algunas especies de mamferos indgenas como la juta, el manat y el almiqu, y peces como el manjuar, del que se conservan muy pocos especmenes en Cuba. Se han tomado medidas para conservar estas especies en peligro de extincin. No cuenta Cuba con temibles fieras ni otros grandes mamferos, ni con animales cuyo veneno resulte mortal para el hombre. Tiene, en cambio, miles de especies de insectos, moluscos, peces comestibles, aves y reptiles. Entre estos ltimos, se halla el cocodrilo, pero confinado a algunas cinagas cosieras, y tanto su carne como su piel son altamente apreciadas. En Cuba habita el ave ms pequea del mundo, el zun-zn o pjaro mosca, al que se ve volando sin cesar con un zumbido peculiar, de donde viene su nombre. El tocororo es el ave nacional de Cuba, muy vistoso con sus colores azul, verde, rojo, gris, blanco, negro y bermelln. Estado y Gobierno.- La Constitucin de la Repblica, que rige desde 1976, establece que Cuba es un Estado socialista de obreros, campesinos y dems trabajadores manuales e intelectuales. Dicha Carta es la base jurdica en que descansa la organizacin econmica, poltica, social y cultural del pas, incluidas la preservacin de la independencia y soberana de la nacin cubana; la igualdad de derechos y deberes de todos los cubanos, sin distincin de raza, sexo, credo, etc.; el pleno ejercicio de los derechos democrticos, entre ellos el de profesar cualquier creencia religiosa y practicar, dentro del respeto a la ley, el culto que cada cual prefiera. El sistema del Poder Popular est integrado por las Asambleas Municipales y Provinciales as como por la Asamblea Nacional, que es el rgano supremo del poder del Estado y la encargada de fiscalizar a todos los rganos estatales y de gobierno. La funcin de impartir justicia corresponde al Tribunal Supremo Popular y dems tribunales creados por la ley, todos los cuales se subordinan jerrquicamente a la Asamblea Nacional y al Consejo de Estado. Este ltimo representa a la Asamblea Nacional entre uno y otro perodo de sesiones de la misma, es elegido por la propia Asamblea y ostenta la representacin del Estado. El Consejo de Ministros es el mximo rgano ejecutivo y administrativo, y constituye el Gobierno de la Repblica. Todos los rganos del Estado, incluyendo los ejecutivos y los tribunales, son electivos y renovables peridicamente. Los delegados a las Asambleas Municipales y los diputados a la Asamblea Nacional son elegidos tambin peridicamente (cada dos aos y medio los primeros y cada cinco aos los diputados), mediante sufragio universal, directo y secreto. En Cuba tienen derecho a votar todos los cubanos, hombres y mujeres, mayores de 16 aos; slo se exceptan los incapacitados mentales y los que cumplen sancin judicial por delitos cometidos. Para que cualquier candidato resulte electo, es indispensable que alcance ms del 50% de los votos emitidos; y puede ser revocado en cualquier momento por decisin mayoritaria de quienes lo eligieron.

  • Los smbolos de la Patria.- Los smbolos nacionales de Cuba son los mismos que presidieron durante ms de un siglo las luchas por la independencia, los derechos del pueblo y el progreso social: la bandera de la estrella solitaria, el himno de Bayamo y el escudo de la palma real. La bandera y el escudo fueron diseados por el poeta matancero Miguel Teurbe Toln en 1849. El Himno Nacional fue compuesto por el poeta bayams y mrtir independentista Pedro Figueredo en 1867, cuando los cubanos preparaban la gesta liberadora, y entonado pblicamente por primera vez al iniciarse la guerra en 1868. Su letra es un ardiente llamado a los bayameses, y de hecho a todos los cubanos, para empuar las armas por la independencia de Cuba. He aqu su letra: Al combate corred, bayameses, que la patria os contempla orgullosa. No temis una muerte gloriosa, que morir por la patria es vivir. En cadenas vivir, es vivir en afrenta y oprobio sumido. Del clarn escuchad el sonido. A las armas, valientes, corred! Algunas conmemoraciones Notables 1ro. de enero: Da de la Liberacin. Aniversario del triunfo de la Revolucin (1959). 28 de enero: Nacimiento de Jos Mart, Hroe Nacional de Cuba (1853). 24 de febrero: Grito de Baire o Grito de Calicito. Aniversario del reinicio de las guerras por la Independencia (1895). 13 de marzo: Ataque al Palacio Presidencial, La Habana (1957). 16 de abril: Da del Miliciano. Entierro de los cados a causa de los ataques areos que preludiaron la invasin mercenaria a Playa Girn. Declaracin del carcter socialista de la Revolucin (1961). 19 de abril: Victoria de Playa Girn (1961). 17 de mayo: Da del Campesino. Promulgacin de la primera Ley de Refonna Agraria (1959). 26 de julio: Da de la Rebelda Nacional. Aniversario del asalto a los cuarteles Moncada, de Santiago de Cuba, y Carlos Manuel de Cspedes, de Bayamo (1953). 30 de julio: Da de los Mrtires de la Revolucin. Asesinato del dirigente revolucionario Frank Pas (1957). 12 de agosto: Derrocamiento de la tirana de Gerardo Machado (1933). 8 de octubre: Da del Guerrillero Heroico. Captura de Ernesto Che Guevara (1967). 10 de octubre: Grito de Yara o Grito de La Dernajagua. Inicio de las guerras de independencia (1868). 20 de octubre: Da de la Cultura Cubana. Se enton pblicamente por primera vez el Himno Nacional cubano (1868). 28 de octubre: Desaparicin del Comandante Camilo Cienfuegos (1959). 27 de noviembre: Brbaro e injustificado fusilamiento de ocho estudiantes de Medicina por las autoridades espaolas (1871). 2 de diciembre: Da de las Fuerzas Armadas Revolucionarias. Desembarco de la expedicin del Gramna, organizada y conducida por Fidel Castro (1956). 7 de diciembre: Da de los cados en las guerras de Independencia. Muerte en combate del Lugarteniente General Antonio Maceo, el Titn de Bronce (1896).

  • Un nuevo mundo y una civilizacin desconocida.

    Coln y el nuevo inundo. La existencia de Cuba, como la del continente americano en general, era prcticamente desconocida por los europeos hasta finales del siglo XV. Es cierto que se contaban leyendas sobre incursiones de los normandos a tierras situadas al occidente de Europa, cruzando los helados mares del norte, y que se mencionaban los nombres de Erico el Rojo y su hijo Leif como protagonistas de esas aventuras. Pero en realidad, nada se saba a ciencia cierta sobre esas tierras, y mucho menos sobre sus habitantes. De ah que cuando el experimentado navegante genovs Cristbal Coln ide un viaje hacia el oeste a travs del Atlntico, no pensaba en el descubrimiento de un nuevo mundo, sino en la manera de encontrar un camino ms corto y menos azaroso hacia la India, importantsimo mercado de especias y otros productos muy apreciados por los pases de Europa Occidental. En esa ruta poda encontrar, desde luego, tierras no ocupadas an por las potencias europeas. Por esa razn, cuando los Reyes Catlicos de Espaa, Fernando e Isabel, aceptaron el proyecto de Coln, no slo se comprometan a compartir con ste los beneficios comerciales derivados de la gran empresa, sino que lo nombraban Almirante, Virrey y Gobernador General de las tierras que descubriese. As, amparado por las Capitulaciones de Santa Fe y con recursos suministrados por la Corona espaola, prepar el marino genovs su expedicin de tres carabelas (Santa Mara, La Nia y La Pinta), y se hizo a la mar desde el puerto de Palos de Moguer, en la surea provincia espaola de Huelva, el 3 de agosto de 1492. Naveg durante 72 das, debiendo vencer las dificultades de un viaje ms largo de lo que esperaba y enfrentando las crecientes protestas de una tripulacin presa del pnico, que lleg a considerarlo demente y a emplazarlo para que regresara a Espaa. Pero antes de cumplirse el plazo acordado de tres das, en la madrugada del 12 de octubre de 1492, el marinero andaluz Rodrigo de Triana dio la voz de Tierra!. La intrepidez, la voluntad y los conocimientos de Coln haban vencido. Llegaban as a la isla que los indgenas llamaban Guanahan (actualmente Watling), del grupo de las Lucayas o Bahamas, y que el almirante llam San Salvador, por ser la que lo haba salvado del desastre. Sin saberlo an, haban descubierto, para los espaoles, un nuevo continente. Informado en lenguaje mmico por los naturales de que haba otras tierras cercanas, sigui navegando hacia el sudoeste, y 15 das despus, en la noche del 27 de octubre, llegaba a las costas de Cuba, a la que llam Juana en honor al prncipe Juan, primognito de los Reyes Catlicos. Poco ms tarde, en 1515, sera llamada Fernandina, por decisin del rey Fernando; pero incluso desde aquella poca se impuso el nombre primitivo de Cuba. Fue as como el hombre europeo lleg a la que Coln calificara, prendado de sus paisajes y de su gente, la tierra ms hermosa que ojos humanos vieran. Y fue as como encontr una civilizacin aborigen hospitalaria, laboriosa y pacfica, a cuyos integrantes llam indios, por considerar que haba llegado a la legendaria pennsula asitica en busca de la cual haba salido. Esta civilizacin se encontraba en muy bajos niveles de desarrollo: no haba rebasado an la Edad de Piedra. Y sus representantes constituan los habitantes ms antiguos del archipilago cubano. Con el inicio de la conquista y colonizacin de la isla en el ao 1510 (muerto ya Cristbal Coln, el descubridor), los representantes de la Corona espaola comenzaron tambin el aplastamiento brutal de la incipiente civilizacin que haban encontrado. En su sed de enriquecimiento, llegaron ms lejos que los conquistadores de otras regiones del globo: no slo sustituyeron las primitivas relaciones de produccin por otras nuevas, ms avanzadas, sino que, con el viejo modo de produccin, tambin eliminaron fsicamente a los hombres que lo representaban. Con ello cortaron el natural proceso de desarrollo que hubiera dado probablemente a la nacionalidad cubana caracteres muy distintos a los que hoy ostenta. De ah que la influencia de la cultura primitiva en el desarrollo posterior de la sociedad cubana haya sido

  • sumamente pobre, a diferencia del papel que desempearon las comunidades indgenas de Mxico, Amrica Central y Sudamrica en la formacin de las nacionalidades que hoy habitan esos territorios. El tajo violento asestado a la comunidad primitiva en Cuba durante el siglo XVI, que la desvincul de las formaciones econmico-sociales que le siguieron, es tambin un obstculo serio para el estudio de aquella sociedad. El hecho de que nuestros aborgenes no hubieran rebasado an la Edad de Piedra, impidi que nos legaran testimonios escritos de su vida. Aunque es posible que algn da nos ayuden a conocer un tanto detalles de la misma las inscripciones, no descifradas todava, que se han encontrado en cavernas de Oriente, Isla de la Juventud y otros sitios del archipilago cubano. Los descubrimientos arqueolgicos hechos hasta el triunfo de la Revolucin, que han prestado una valiosa ayuda para conocer la poca inmediatamente anterior al descubrimiento, arrojan poca luz acerca del origen y evolucin social de los indocubanos. Adems, la fuente preciosa que constituye el testimonio de los descubridores y colonizadores se encuentra limitada por varias razones. La mayor parte de los escritos de Coln se han perdido; las obras de Bartolom de las Casas y de otros cronistas e historiadores de la conquista son, en parte, contradictorias: las de las Casas, por favorecer a los aborgenes; las de Oviedo y otros, por ensaarse contra ellos. No obstante esas limitaciones, se han podido esclarecer aspectos importantes sobre la vida de los indios cubanos, lo que nos permite ofrecer un cuadro general de la sociedad en que vivieron. Hay lagunas, desde luego, pero ellas no nos impiden penetrar en la esencia de los fenmenos socio-econmicos de la prehistoria cubana. Origen de los primeros habitantes. A la llegada de los espaoles, habitaban el territorio de la isla no menos de tres grupos indgenas de diferentes niveles de desarrollo, que han sido designados por algunos historiadores con los nombres de tanos, siboneyes (o ciboneyes) y guanajatabeyes. La procedencia de estos dos ltimos grupos de indgenas est an en duda; mas no se vacila en desechar la teora del origen autctono. Las investigaciones arqueolgicas no han aportado ni un vestigio siquiera de que nuestra isla fuera su cuna: ni huellas de hombres anteriores a nuestros indios, ni restos de especie alguna de mamferos que hubieran podido ser los predecesores del aborigen cubano. Por otra parte, Cuba surgi del fondo de los mares y estuvo sumergida en ellos durante miles o millones de aos, a intervalos quizs. De los animales marinos que vivieron en pocas tan remotas s se han hallado restos petrificados o fosilizados en nuestro suelo. Y de la misma manera, se hubieran encontrado indicios de los antecesores del indio cubano si stos hubieran surgido en nuestro territorio. Ahora bien, no se ha podido determinar con exactitud el tronco tnico del que proceden ni el lugar exacto desde donde emigraron a Cuba. Se estima que slo pudieron haber partido de La Florida, Yucatn o Amrica del Sur. La mayor parte de los investigadores coinciden en sealar este ltimo sitio. El origen del grupo de los tanos aparece ms claro. Los historiadores estn hoy de acuerdo en que descienden de los aruacos, pueblo indio de la Amrica del Sur, y en que proceden de la costa noroccidental de Venezuela, especficamente de la cuenca del Orinoco, pues el carcter, modo de vida y costumbres de dicho pueblo son semejantes a las de los tanos. Y como ese grupo aborigen tena similar cultura que ciertos indios de Santo Domingo y de las Antillas Menores, parece evidente que las emigraciones indias vinieron en oleadas ascendiendo de isla en isla por el arco de las pequeas Antillas, huyendo quizs de las belicosas tribus caribes. Cuando Coln arrib a Cuba, una gran parte de los tanos llevaban decenas de aos, siglos tal vez, viviendo en nuestras tierras. Fueron ellos posiblemente los que empujaron a los guanajatabeyes hacia la pennsula de Guanahacabibes, donde fueron hallados por los espaoles. Desigualdad de las culturas primitivas. La diversidad de criterios sobre el nmero de culturas aborgenes de

  • Cuba y dems Antillas, as como la falta de coordinacin en cuanto a la terminologa arqueolgica, hizo surgir la necesidad de un esfuerzo unificador. Por eso, la Junta Nacional de Arqueloga de Cuba propuso la celebracin de una Mesa Redonda de arquelogos del Caribe, la que se llev a cabo en 1950. En ella se acord agrupar a los indios de Cuba en tres complejos culturales que se indentificaran con los nmeros I, II y III. Corresponden, respectivamente, a los que conocemos como guanajatabeyes, siboneyes y tanos. Los guanajatabeyes, los ms atrasados, no construan viviendas. Eran prcticamente nmadas, vivian en cavernas y su ocupacin era la pesca. No cultivaban la tierra, no tallaban ni pulimentaban la piedra. Su cultura corresponda, pues, al perodo paleoltico. El alimento fundamental de los guanajatabeyes eran los peces y moluscos, y su instrumento caracterstico, la gubia de concha. Los inmensos conchales que dejaron a lo largo del litoral y en sus enterramientos le han dado nombre a su cultura: cultura de la concha. Segn Las Casas, los siboneyes (complejo cultural II), vivan junto a los tanos en calidad de sirvientes, no de esclavos. Ms que una cultura particular, la suya puede considerarse como pre-tana. Tallaban la piedra de manera muy tosca y no dominaban an la simetra con la perfeccin de los tanos. Hacan hachas bastas de piedra blanda y vasijas de barro muy toscas, sin motivos ornamentales. En los cementerios de los tanos se han encontrado, junto a muestras de su cultura relativamente avanzada, objetos toscos e imperfectos, que corresponden indudablemente a una cultura inferior, pero superior a la de los guanajatabeyes: es la cultura siboney. Segn el historiador Fernando Portuondo, los residuarios que se atribuyen a la cultura pretana, a diferencia de los entierros de los guanajatabeyes, se encuentran en terrenos frtiles. Esto inclina a pensar que los indios que formaron aquellos montculos practicaron algn gnero de agricultura. En ellos no abunda la concha y en cambio son variados los desperdicios de cocina, que incluyen restos de tortugas, peces, aves y moluscos, testimonio de una alimentacin ms rica que la de los guanajatabeyes. Los tanos (complejo cultural III) constituyen, por su grado de desarrollo, el grupo ms representativo de nuestra prehistoria. Tenan la cultura ms avanzada: tallaban y pulimentaban la piedra, cultivaban la tierra y tenan una organizacin social superior a la de los dems grupos. Ellos nos legaron una fuente de informacin ms completa que los dos grupos culturales anteriores. Nivel de desarrollo. Segn todo parece indicar, cuando los primeros grupos indgenas se establecieron en la isla de Cuba ya haca mucho tiempo que haban comenzado a crear sus instrumentos de trabajo; ya no eran animales sino hombres. Haban dejado atrs su vida en hordas o manadas, e incluso los ms atrasados no slo se dedicaban a las que fueron histricamente las primeras ocupaciones del hombre (la recoleccin de frutos y la caza), sino tambin a la pesca. Ya dominaban el fuego, haban dejado de vivir en los rboles y se refugiaban en cavernas. A la llegada de los espaoles, las principales ocupaciones de los tanos eran: la pesca, la caza, el cultivo de la tierra y las labores domsticas. Los instrumentos utilizados en cada una de esas ocupaciones eran todos manuales y sumamente rudimentarios. A excepcin de unos supuestos perros mudos que utilizaban para la caza, no conocieron mamferos domesticables. En este sentido, tuvieron una caracterstica que los distingue de los dems pueblos primitivos de Europa, Asia y frica: mientras en esos pueblos el desarrollo de la produccin lleva de la caza al pastoreo y, despus de ste, a la agricultura, en el continente americano, debido a las condiciones naturales, se salta de la caza a la agricultura sin pasar por el pastoreo. Esa peculiaridad se plante claramente en Cuba, donde ni siquiera la llama se conoca. As pues, la poca de la barbarie, cuyo inicio est marcado en los pueblos del Este por la domesticacin y cra de animales, comienza en Cuba con el cultivo de hortalizas y de otras plantas. La presencia de perros mudos no resta importancia a la actividad agrcola, ya que estos animales, de haber existido realmente, se habran utilizado

  • en una labor casi nicamente recolectora (la caza) y no propiamente productiva. Otra peculiaridad del desarrollo de las fuerzas productivas en aquellos tiempos, es la que se relaciona con el conocimiento y uso de los metales. Los indios cubanos conocan el oro, mas no lo trabajaban. No saban tampoco cmo obtener el cobre, el estao, el hierro, ni por tanto el bronce. Es posible que ello se debiera a que no exista en nuestro suelo carbn de piedra y a que los tanos no conocieron otra fuente que produjera suficiente calor para trabajar con esos metales. El principal instrumento de los indios era la coa, palo al que hacan la punta endurecida al fuego y con la cual removan la tierra para sus cultivos. Describe Coln en su diario el esmero con que cultivaban la tierra los tanos y la hermosura de sus cultivos (yuca o mandioca, maz, aj, calabaza, boniato, batata o camote, man, tabaco, etc.). A los tanos se les debe el primer maz y el primer tabaco que se conocieron en Espaa. Para pescar utilizaban anzuelos de espinas de pescado, redes tejidas de algodn, nasas, canoas de una sola pieza movidas a remo. Adems, utilizaban ingeniosamente el guaicn o pez pega para pescar animales marinos de mayor tamao. Sus anzuelos no podan ser de hierro, cobre, etc., porque desconocan totalmente la elaboracin de los metales. Nuestros aborgenes pescaban una gran diversidad de animales: tortugas, ma-nates, sbalos, lisas, mojarras, moluscos, etc. Cuando se trataba de animales muy grandes los mataban a golpe de macana (palo grueso usado como arma). La caza era otra de sus actividades predilectas, aunque tambin la practicaban en forma rudimentaria. Las jutas eran generalmente cazadas con perros mudos y matadas a macanazos. Apelaban, adems, a procedimientos ingeniosos para atrapar aves acuticas y pjaros. No tenemos referencias de fuentes directas sobre el uso del arco y la flecha en sus caceras, aunque s sabemos que los utilizaron como armas, despus del arribo del cacique Hatuey, para impedir la llegada de Diego Velzquez: Pusironse, pues, su defensa cuenta Las Casas con sus barrigas desnudas, y pocas y dbiles armas, que eran los arcos y flechas, que poco ms son que arcos de nio. Los instrumentos, utensilios y otros objetos de madera fueron caractersticos de nuestros indios. Con ella construan en primer lugar sus viviendas, que eran espaciosas, pulcras y sencillas. Adems, fabricaban asientos (dujos), instrumentos de labranza, canoas, remos, azagayas (palos terminados en punta fina que podan usar como armas), objetos de adorno, etc. La mayor parte del ajuar casero era fabricado por las mujeres. El algodn era trabajado con maestra. Con l hacan hamacas, donde dorman; as como naguas, telas con que las mujeres casadas se cubran desde la cintura hasta medio muslo. Con hojas de yarey trenzadas hacan jabas y jabucos (especie de bolsas) para guardar y llevar comestibles. Con pita de corojo hacan cabuyas (cuerdas), que tenan varios usos, y con bejucos y ariques de yagua amarraban las tablas de palmas a los horcones de sus viviendas para levantar las paredes. Una actividad de gran importancia en la que estos indios alcanzaron altos niveles de desarrollo en comparacin con otros pueblos de las Antillas, fue la construccin de objetos de piedra tallados y pulimentados, propios del carcter neoltico de su cultura. Es admirable la simetra de sus esculturas. Una buena muestra de su habilidad en el tallado de la piedra son sus hachas petaloides, que utilizaban ya como armas o instrumentos de trabajo, ya con fines litrgicos o ceremoniales. A estas ltimas solan esculpirles rostros, cuerpos humanos o figuras de animales. Tambin se han encontrado dolos y otras figuras tallados en las estalagmitas de algunas cavernas. Adems de hachas, tallaron y pulimentaron dolos de piedra, cuentas para collares y pendientes, bruidores, morteros y otros objetos. Llama la atencin que en muchos de esos trabajos utilizaron rocas de gran dureza: prfido, granito, diorita, serpentina. En alfarera lograron tambin muchos adelantos, si bien no alcanzaron la destreza de otros indios de las Antillas y mucho menos la de los aztecas y los incas. Los tanos supieron amasar el barro, darle forma y cocerlo para hacer vasijas. En sus asientos y cementerios se han encontrado muchas de esas vasijas (cazuelas, bandejas) decoradas con figuras grotescas.

  • Como puede apreciarse, el nivel de desarrollo de los instrumentos de trabajo era muy bajo todava entre los indios cubanos. No obstante, bastaba para que resolvieran sus necesidades esenciales. Cuba era un bosque inmenso; prcticamente se poda atravesar la isla de un extremo a otro sin que faltara la sombra de los rboles. Y como si esas prodigalidades no fueran suficientes, la isla estaba libre de animales feroces o de serpientes venenosas y sus pacficos habitantes trabajaban tranquilamente, sin temor a las constantes acometidas de los caribes, que diezmaban a la poblacin en Santo Domingo y otras Antillas. Es por eso que a la llegada de los espaoles, los indios cubanos no haban creado armas eficaces con que enfrentar a sus enemigos. Tambin es lgico pensar que, gracias a la riqueza de la flora y la fauna cubanas, as como a la feracidad de sus tierras, los aborgenes cubanos no conocieran las crisis de subconsumo que lanzaron a otros pueblos primitivos del mundo a la conquista de nuevas tierras y a la prctica de la antropofagia. Adems, ya haban aprendido a hacer ciertas reservas para el futuro, como demuestra el hecho de que los viveros de lisas que tenan en las bahas hoy llamadas Cienfuegos y Santiago de Cuba, alimentaron durante largas temporadas a los conquistadores espaoles: Estaban cuenta Las Casas abundantsimos de comida y de todas las cosas necesarias a la vida; tenan labranzas, muchas y muy ordenadas, de lo cual todo tener de sobra y habernos con ello matado el hambre somos oculares testigos. Otra consecuencia de esa relativa abundancia de productos y de la facilidad de nuestro clima y de nuestras tierras para producirlos en aquellas condiciones histricas primitivas es, a nuestro juicio, el hecho de que los tanos no fueron hombres fsicamente fuertes y resistentes. Nunca tuvieron la necesidad del trabajo fsico rudo, y no lo habran de soportar tampoco, por regla general, cuando se lo impusieron los conquistadores. Entre los aborgenes el trabajo tena carcter colectivo. Era necesario el concurso de muchos individuos para remover extensiones considerables de tierra por medio de la coa; para dar muerte a animales grandes, como las tortugas, etc. Los indios realizaban estos trabajos sobre la base de la cooperacin simple. A propiedad colectiva y trabajo colectivo corresponda tambin la distribucin igualitaria de los productos: Me pareci ver contaba Coln que de aquello que uno tena, todos hacan parte, en especial de las cosas comederas. En tan bajo nivel de desarrollo de las fuerzas productivas, el carcter social de la produccin se limitaba al permetro de cada comunidad india, independientemente de las dems. Los tanos dependan necesariamente de una economa natural, es decir, producan slo para consumo interno de la pequea comunidad y no para el cambio. Slo de manera ocasional los grupos indgenas intercambiaban lo que producan. Desconocan por completo el valor de lo producido. Esa categora econmica, la de valor, no exista para ellos. Eran capaces de entregar a los espaoles, por ejemplo, objetos de mucha utilidad en cantidades apreciables (arrobas de algodn hilado, cestas de frutas, etc.) a cambio de cualquier baratija. Cuenta Coln que le fue preciso defender a los indios de la mala fe de muchos espaoles que adquiran productos indgenas a cambio de trozos de escudillas rotas, pedazos de vidrio, arcos de barril rotos, etc. De todo lo dicho se infiere que, al igual que todos los pueblos primitivos del mundo, la ley econmica fundamental de aquella sociedad india consista en producir los medios fundamentales para su existencia, con ayuda de instrumentos de produccin rudimentarios y sobre la base del trabajo colectivo. La propiedad comn de las tierras y de los instrumentos de produccin, as como el carcter colectivo del trabajo, no eran el producto consciente del dominio de las leyes del desarrollo social. Todava el hombre se encontraba ciegamente atado a las fuerzas, para l desconocidas, de la naturaleza. Y aunque ya, a diferencia de perodos anteriores, tena conciencia, sta slo reflejaba muy confusamente, aquellas ataduras. Quizs donde se muestra con mayor evidencia la deformacin de esa realidad por lo que se refiere a los tanos, es en sus creencias religiosas.

  • Los guanajatabeyes no nos dejaron elementos religiosos para juzgarlos en este aspecto; lo ms probable es que no tuvieran tales creencias. Si as fuera, se confirmara tambin en Cuba la tesis planteada por Mortillet en 1903 y abrazada por los dems cientficos materialistas de que los primeros escalones paleolticos carecan de religiosidad. No sucede lo mismo con los tanos. Creadores de una cultura neoltica, haban avanzado lo suficiente en el terreno de la produccin material como para pensar, sentir y reflejar de alguna manera en su conciencia, el lugar dependiente que ocupaban con respecto a la naturaleza. Todava, las races de la religin eran puramente gnoseolgicas; no haban surgido an las condiciones para que sta adquiriera esencia de clase. Los huracanes que asolaban las costas del Caribe, las plagas que arrasaban las cosechas, las inundaciones, las sequas, el rayo, la luz del sol, la oscuridad de la noche y muchos otros fenmenos naturales que afectaban las actividades econmicas de los tanos y su vida toda, debieron reflejar en la conciencia de stos, en forma fantstica y tergiversada, la impotencia del hombre ante la naturaleza. De ah que las fuerzas naturales se convirtieran, a sus ojos, en todopoderosas, originadas en lo desconocido y dotadas de carcter sobrenatural. En la explicacin de esas fuerzas, los aborgenes tambin crearon sus mitos. Segn el cronista Romn Pan, los tanos de La Espaola crean que el sol, la luna y el hombre surgieron de las cuevas; contaban sobre conversiones de hombres en otros seres por el poder del sol; narraban las aventuras de los fundadores de la raza, y trataban de explicar el origen de ciertos ritos, del sexo femenino, de las castas sociales y de los principales cultivos. Como en otros pueblos primitivos, la religin de los tanos era compleja. Crean en los poderes mgicos del behque o sacerdote para conversar con los muertos, conocer los designios del cem poder sobrenatural y misterioso y adivinar el porvenir. Todo parece indicar que, a la llegada de los conquistadores espaoles, la sociedad tana presentaba algunos sntomas de descomposicin. Parecen confirmarlo, el paso del matriarcado al patriarcado, la jerarquizacin de la sociedad, la posible servidumbre de los siboneyes, la existencia de una mitologa y otros factores. Pero ese estado de descomposicin no condujo gradual y naturalmente a la sustitucin de la comunidad primitiva por el rgimen esclavista o por formas de transicin. Como afirm Engels, la conquista espaola cort en redondo todo ulterior desarrollo independiente.

    De la servidumbre indgena a la esclavitud africana. Conquista y Colonizacin. Tras el descubrimiento, la primera tierra americana colonizada fue La Espaola, nombre que haba dado Coln a la isla que actualmente ocupan Hait y Santo Domingo. Cuba permaneci prcticamente abandonada hasta 1510, pese al inters de la Corona espaola en que fuera explorada para saber si en ella haba oro. Salvo algunas visitas incidentales, el nico viaje importante que se hizo a la Isla en esos aos fue el de Sebastin de Ocampo, quien sali de La Espaola con la misin oficial de explorar las costas cubanas, labor que realiz en ocho meses. Se efectu as el primer bojeo de Cuba, el cual confirm la idea de que sta no era tierra firme como haba credo Coln. Adems, Ocampo descubri dos de las bahas ms notables de Cuba: La Habana a la que llam Carenas, en la costa norte, y Cienfuegos que llam Jagua, en la costa sur. La informacin recogida sobre la Isla en cuanto a la feracidad de su tierra, la bondad de los indios y las magnficas cualidades de sus costas, aviv en las clases dominantes espaolas el deseo de conquistarla y colonizarla. Esta misin fue encomendada al influyente militar y encomendero Diego Velzquez, el hombre ms rico de La Espaola, que ya tena experiencia como pacificador de indios y fundador de villas. Con l vinieron algunos hombres que ms tarde haban de ser muy conocidos en Amrica: Pnfilo de Narvez, Hernn

  • Corts, Juan de Grijalba, Pedro de Alvarado, Diego de Ordaz y otros. Velzquez deba apoderarse de todo el territorio de la Isla, subyugar a los indios y convertirlos a la religin catlica sin causarles daos, averiguar si realmente haba oro en Cuba y fundar pueblos para darle sentido de permanencia a la dominacin espaola. Los expedicionarios llegaron a la costa sur de la regin ms oriental de Cuba a mediados de 15 10, y desde all comenzaron la ocupacin de la Isla. Pese al carcter pacfico de los aborgenes, la conquista se inici con violencia. Los indios orientales tenan conocimiento de las crueldades a que eran sometidos sus hermanos de La Espaola, porque muchos de stos haban llegado a Cuba huyendo de los conquistadores y tambin porque algunos aventureros espaoles haban hecho incursiones en el extremo oriental de Cuba para robar indios y llevarlos a la isla cercana. Uno de los aborgenes que vinieron huyendo de La Espaola fue Hatuey, antiguo cacique de la regin haitiana de Guahab. Al llegar, reuni a un grupo de indios orientales con el propsito de hacer resistencia armada a los espaoles. Lucharon durante varios meses en una zona montaosa; pero sus armas y su organizacin no podan competir con las de los conquistadores, y finalmente fue aplastada la resistencia y capturado vivo el cacique Hatuey, quien muri quemado vivo en una hoguera. Cuenta el cura Bartolom de las Casas que, amarrado Hatuey a un rbol para ser quemado, y cuando ya las llamas le laman el cuerpo, un fraile trat de convertirlo al cristianismo. El indio pregunt para qu deba hacerse cristiano y el fraile contest: para ir al cielo. El cacique quiso saber si los espaoles, cuando moran, iban tambin al cielo, a lo que el cura respondi afirmativamente. Entonces Hatuey ripost: no quiero ir al cielo, para no encontrarme all con ellos. Aplastada la resistencia inicial, el proceso de la conquista se continu primeramente por toda la regin oriental. All se fund en 1512 la primera villa: Nuestra Seora de la Asuncin de Baracoa, que fue tambin la primera capital de Cuba. Despus, divididos los conquistadores en tres grupos, avanzaron haca el occidente: uno por la costa norte, otro por el sur y otro por el centro de la Isla. La conquista se caracteriz por inhumanos abusos y crmenes injustificados contra los aborgenes. Ejemplo de ello fue lo que se conoce como la matanza de Caonao. Cuando los conquistadores llegaron a este pueblo situado cerca de la ciudad de Camagey, muchos naturales se agruparon asombrados para ver la novedad. Cuando ms tranquilos se encontraban, un soldado sac la espada y, como si fuera una seal convenida, todos los dems hicieron lo mismo, asesinando framente a hombres, mujeres y nios indefensos. De nada valieron las splicas, amenazas y gritos del Padre Las Casas. Narvez, jefe de la expedicin, permaneci impvido ante la matanza. El sacerdote calific aquel crimen como acto intil de brbara crueldad, imputable al hbito de derramar sangre humana por los colonos en La Espaola. Pero si la conquista se caracteriz por estos actos de barbarie, ms nefasto an para la poblacin aborigen fue el proceso de colonizacin de la isla. Este proceso comenz conjuntamente con la conquista. Al llegar a cada lugar se haca un requerimiento, que consista en la lectura a viva voz de un documento por el que se les comunicaba a los indios que el Soberano Pontfice, vicario de Cristo, haba donado las Indias a los Reyes Catlicos y a sus sucesores, por lo que deban rendir obediencia a dichos Reyes y a sus representantes. Desde luego que los indios no comprendan lo que se les comunicaba; pero los espaoles se lo haran entender por la fuerza. Durante ese proceso de conquista y colonizacin se iban fundando las primeras poblaciones o villas, a la vez que se iniciaban los repartimientos de tierras y encomiendas de indios. Las villas fundadas en aquellos primeros tiempos que constituyen hoy importantes ciudades fueron siete: Baracoa ya citada Trinidad, Sancti Spritus, Puerto Prncipe, Santiago de Cuba, Bayamo y La Habana. Casi todas se ubicaron a orillas de la costa para facilitar las relaciones con el exterior, particularmente con Espaa. Tambin se tena en cuenta que cerca de las villas hubiera ncleos importantes de indios, la fuerza de trabajo fundamental en los primeros tiempos. Algunas de ellas sufrieron, ms tarde, cambios de lugar. Todas estas villas siguieron un mismo sistema: se comenzaba por construir una plaza abierta, la Plaza de Armas, y a sus lados se erigan la iglesia, el cuartel y el Ayuntamiento. Las calles, muy estrechas, convergan

  • hacia dicha plaza, y en ellas se levantaban las casas particulares, cuyas condiciones variaban segn la fortuna de sus dueos. Cada villa tena su Ayuntamiento o Cabildo, integrado por dos alcaldes (primero y segundo) y tres regidores o concejales. Los alcaldes ejercan funciones administrativas y judiciales. La autoridad suprema de la Isla era el Gobernador, a su vez Vicepatrono de la Iglesia y Repartidor de indios. Por encima de la autoridad del Gobernador estaba la Audiencia de La Espaola y, en ltima instancia, el Rey de Espaa. El repartimiento de tierras segua criterios feudales y se haca generalmente as: terrenos para la plaza de armas, la iglesia, el ayuntamiento y el cuartel; parcelas para los pobladores, en las que stos deban construir rpidamente sus casas; tierras de propios, que los vecinos deban cultivar como tributo al Consejo, y tierras comunales, consistentes en pastos, bosques y agua para el aprovechamiento comn. El resto fue distribuido entre los conquistadores, ahora colonos, en mayor o menor extensin segn la categora e influencia del beneficiado. Esta distribucin se haca generalmente en tres tipos de haciendas de forma circular: hato, terreno de unas dos leguas de radio, que se utilizaba para criar ganado mayor; corral, de una legua de radio, para criar puercos, y la estancia o sitio de labor, ms pequeo y de tamao variable, dedicado a siembras diversas. A las tierras repartidas entre los colonos se les llam mercedes, porque slo se posean en usufructo. El propietario de las mismas, y quien poda mercederlas, era el Rey, aunque con determinadas condiciones los colonos podan llegar a ser sus dueos. En un tiempo se dio a los Cabildos la facultad de mercedar las tierras no repartidas an. La servidumbre de los indios se llev a cabo mediante el sistema de encomiendas. A cada colono encomendero se le entreg cierto nmero de indios encomendados, que variaba segn la categora de dicho colono. Formalmente, la encomienda tena como fines la conversin de los indios a la fe cristiana, su adiestramiento en el trabajo y en las prcticas civilizadas. Los reyes ordenaron que se les tratara bien, se les alimentara y vistiera adecuadamente y se les reconocieran todos los derechos como sbditos de Espaa.

    IV Hostilidad exterior y conflictos sociales.

    Corsarios y Piratas. Las potencias colonialistas de Europa (Inglaterra, Francia, Espaa, Holanda, Portugal) se hallaban continuamente enfrascadas en la lucha por el dominio de las dems tierras y mercados del mundo. Despus de la conquista de Amrica, Espaa ejerca un monopolio comercial absoluto sobre las tierras conquistadas, las que slo podan realizar sus exportaciones e importaciones con la Pennsula, y a travs de un solo puerto: el de Sevilla. Este frreo monopolio aument los conilictos de las otras naciones europeas con Espaa y contribuy a que el corso y la piratera se extendieran tambin al Nuevo Mundo, a fin de disputarle a Espaa no slo el comercio con Amrica, sino tambin posesiones importantes en el continente. A partir de la tercera dcada del siglo XVI, Cuba comenz a sentir el asedio de los ingleses, franceses y holandeses. Otro factor que estimul el corso y la piratera fue el disgusto que tambin provocaba en muchos productores de la Isla, sobre todo entre los ganaderos, el monopolio ejercido por la metrpoli, ya que no slo los obligaba a vender a un solo comprador sino que les impona precios muy bajos por sus productos. De ah que se estableciera un floreciente "comercio de rescate" o de contrabando entre estos sectores y los corsarios que visitaban las costas cubanas. En esta actividad ilegal llegaron a involucrarse autoridades espaolas y otras altas personalidades en varias regiones de Cuba. Pero no slo se produjeron estas relaciones pacficas con los bandidos del mar. Tambin sufri la isla numerosos ataques de los piratas a sus ciudades principales (La Habana, Santiago de Cuba, Puerto Prncipe, Baracoa, Crdenas, Mariel, etc.), algunas de las cuales fueron saqueadas impunemente. Entre los principales

  • atacantes de la Isla y sus mares adyacentes se encuentran: Francisco Nau (El Olons), Henry Morgan, Jacques de Sores, Francis Drake y Gilberto Girn. Hubo tambin piratas espaoles y uno cubano, Diego Grillo. El ataque de Gilberto Girn a Manzanillo en 1604 tiene una significacn especial para la cultura cubana. En la pelea, un negro esclavo, Salvador Golomn, dio muerte al pirata y rescat al obispo Juan de las Cabezas Altamirano, que haba sido secuestrado. En honor a ese hecho, el poeta canario Silvestre de Balboa, vecino de Puerto Prncipe, compuso el primer poema escrito en Cuba de que se tiene noticias, Espejo de paciencia, del cual citamos un fragmento: un etope digno de alabanza llamado Salvador, negro valiente de los que tiene Yara en su labranza, hijo de Golomn, viejo prudente ... Ante estos constantes ataques, el gobierno espaol tom numerosas medidas: fuertes sanciones a los habitantes de la Isla que ejercan el contrabando, mayor vigilancia de las costas, organizacin del sistema de flotas de modo que los buques cargados de mercancas no viajaran solos e indefensos, y sobre todo, la construccin de fortalezas para proteger las ciudades. Surgieron as los castillos de La Fuerza, La Punta y El Morro; el Torren de Cojrnar y el Torren de la Chorrera (todas en La Habana), y el Morro de Santiago de Cuba. Con razn ha dicho una historiadora que los castillos de El Morro y La Punta son monumentos a Sir Francis Drake Contradicciones internas. A lo largo del siglo XVII fueron agudizndose las diferencias entre distintas clases y sectores sociales. Los indios en liquidacin y los negros esclavos en ascenso, constituan las clases ms explotadas y maltratadas entre los habitantes de la Isla y ya nos hemos referido a su descontento y a sus luchas. Pero entre los espaoles y sus descendientes nacidos en Cuba (criollos), se ahondaban tambin las contradicciones clasistas. Los ricos esclavistas que posean plantaciones azucareras, grandes cantidades de tierras o ganado mayor e industrias importantes, as como los traficantes de esclavos y los comerciantes importadores, integraban una poderosa oligarqua, duea de las ms grandes riquezas y detentadora de abusivos privilegios. Las autoridades espaolas, encabezadas por el Gobernador de la Colonia, se preocupaban generalmente por enriquecerse con rapidez y, aunque con frecuencia entraban en conflicto con la oligarqua, siempre llegaban a un acuerdo. Otra muy distinta era la situacin de los pequeos y medianos productores (sitieros, artesanos, comerciantes al detalle, profesionales modestos, etc.), sobre los cuales recaa el peso principal de las contribuciones fiscales y religiosas y de las exacciones de los funcionarios venales, adems de sufrir los bajos precios a que tenan que vender sus productos o servicios y las dificultades para adquirir los recursos necesarios para su trabajo. Largas y costosas fueron, por ejemplo, las luchas que debieron librar los vegueros (cultivadores de tabaco) contra el afn expansionista de los grandes terratenientes que pretendan desalojarlos de sus sitios, estancias o realengos. Esas luchas se iniciaron con el incremento de la produccin azucarera o ganadera, se prolongaron durante todo el perodo colonial y continuaran luego a lo largo de la Repblica dominada por burgueses y latifundistas. Los pequeos y medianos productores tuvieron que batirse contra la expoliacin de los gobernantes y contra el monopolio comercial ejercido por la Metrpoli. Como se vean obligados a vender sus productos a un solo comprador el gobierno colonial estaban supeditados a las condiciones impuestas por ste, generalmente

  • abusivas. Una de las vas que seguan para mejorar su situacin era la del comercio de contrabando, actividad a la que hicimos referencia antes, exponindose a sufrir severas sanciones si eran descubiertos. Tambin se decidan en algunos casos a realizar acciones de protesta, a veces vigorosas. As ocurri, por ejemplo, con los vegueros de las cercanas de La Habana (Santiago de las Vegas, San Miguel del Padrn y Jess del Monte), a fines de la segunda dcada y principios de la tercera del siglo XVIII. En 1717, teniendo en cuenta la gran aceptacin que tena en Europa el tabaco cubano, el gobierno decret el estanco de este producto, lo que significaba el monopolio de su comercializacin. Los vegueros slo podan vender sus cosechas a una factora establecida en La Habana, con sucursales en el interior del pas, al precio fijado por el gobierno. Esta medida empeor notablemente la situacin de los vegueros: los compradores solan desechar la parte del tabaco que no les convena, fijaban precios muy bajos, demoraban demasiado los pagos y cometan otros abusos. Los vegueros se disgustaron mucho con el estanco, y se quejaron reiteradamente a las autoridades de La Habana, pero no les hicieron caso, Entonces, en el propio ao 1717, unos 500 vegueros de Jess del Monte se armaron de machetes, picos y otros instrumentos agrcolas, marcharon hacia la capital y rodearon el castillo de La Fuerza, donde radicaba el gobernador, exigiendo el cese del monopolio. Para calmarlos, se les prometi que las condiciones del estanco seran modificadas. El Gobernador y los funcionarios de la factora huyeron a Espaa. Pero las promesas no se cumplieron y hubo una segunda rebelin en 1720, cuando los amotinados quemaron las casas y cosechas de algunos partidarios del estanco. Nuevas promesas aplacaron la protesta y nuevos engaos exacerbaron a los vegueros. En 1723 acordaron no vender el tabaco si no se les pagaba en efectivo, y cerca de 900 vegueros armados se dispusieron a quemar las casas y cosechas de algunos que no acataron el acuerdo. Conociendo esto las autoridades, prepararon una tropa selecta que los esper y carg contra ellos, ocasionndoles varios muertos y heridos. Once vegueros apresados por la tropa fueron ahorcados, y sus cadveres quedaron colgados en los rboles, como escarmiento, en el camino de Jess del Monte. La rebelin, sin embargo, no fue intil. Ella repercuti en la Metrpoli y el Rey orden que se permitiera a los vegueros la venta libre de su tabaco. Este fue el primer gran levantamiento campesino ocurrido en Cuba. Aunque estas luchas no eran todava manifestaciones de una conciencia nacional cubana, empezaban a marcar diferencias importantes entre el gobierno colonial y los productores de la Isla.

  • V La nacin en cierne. Corrientes y vas.La nacin en cierne. Corrientes y vas.

    A finales del siglo XVIII se acentuaron las contradicciones existentes en el seno de la sociedad cubana. El

    gobierno espaol volvi a prohibir el comercio libre de los productos cubanos; pero la oposicin a esta medida era tan fuerte, que a los gobernadores de la Isla les fue imposible aplicarla con todo rigor. El crecimiento de la poblacin negra, debido principalmente a la importacin masiva de esclavos, y el ascenso de las luchas de stos por su emancipacin, acentu el temor de los esclavistas y de la poblacin blanca en general a una sublevacin de los negros como la ocurrida en Hait, la que indudablemente deba ejercer influencia entre los esclavos y libertos de Cuba.

    Se acentu tambin la contradiccin entre los hacendados criollos (hijos de espaoles, nacidos en Cuba) y los comerciantes peninsulares, ya que estos ltimos cobraban intereses abusivos por el dinero que prestaban a los productores; obtenan ganancias exageradas en la compraventa de azcar, tabaco, caf, etc. a costa de los hacendados y vegueros, y se oponan al comercio directo entre productores criollos y comerciantes extranjeros, ya que con esta operacin resultaban eliminados como intermediarios.

    La semilla de la libertad se vera abonada, adems, por importantes, acontecimientos internacionales como la conquista de la independencia por las 13 Colonias inglesas de Norteamrica, la victoria de la Gran Revolucin Francesa de 1789 y la ya mencionada sublevacin triunfante de los esclavos negros de Hait. Y en las primeras dcadas del siglo XIX, las ideas de independencia y libertad recibiran el poderoso impulso de las guerras que las dems colonias espaolas de Amrica iniciaron por su emancipacin nacional.

    Primeras sublevaciones. Dominio del reformismo. En 1795 se fragu una conspiracin conjunta de

    blancos y negros, encabezada por un negro libre, Nicols Morales. Tuvo su centro en Bayamo, con ramificaciones en varios lugares de la regin oriental. El movimiento no tena carcter separatista; sus principales demandas perseguan la igualdad entre los pardos y los blancos y la abolicin de las alcabalas y otras cargas que oprimen a los pobres. Descubierta antes de estallar, fueron encarcelados sus promotores.

    La primera revolucin separatista, cuyos preparativos se hicieron en 1809 y 1810, fue organizada por la capa ms rica de la aristocracia criolla. Entre sus dirigentes se hallaban: Romn de la Luz Silveira y Joaqun Infante. Este ltimo elabor una Carta Magna la primera Constitucin cubana basada en la independencia que consideraba a Cuba como un Estado soberano, prevea el dominio de los sectores acaudalados del pas, mantena la esclavitud mientras fuera necesaria para la agricultura, estableca una clasificacin social basada en el color de la piel y dispona que el catolicismo fuera la religin oficial.

    El gobierno hizo abortar la conspiracin, y sus principales lderes fueron condenados a presidio y deportacin perpetua a Espaa.

    La derrota de estos intentos se debi principalmente a que la gran mayora de los criollos, sobre todo los hacendados, no vean la solucin del problema de Cuba en la independencia y, por consiguiente, rechazaban cualquier accin separatista. Pensaban que el poder de Espaa era indispensable para mantener el sistema esclavista e impedir una sublevacin de los negros. Ni en el sector de los criollos ricos ni en los esclavos negros se haba desarrollado una conciencia nacional. Estos ltimos slo aspiraban entonces a su emancipacin, y los criollos confiaban en que Espaa podra conceder las reformas polticas, econmicas y sociales necesarias para garantizar el progreso del pas: mantenimiento de la esclavitud y de la trata de esclavos, cese del monopolio comercial ejercido por la Metrpoli y concesin a Cuba de los derechos que tenan las provincias espaolas (asimilacin a Espaa) o establecimiento de un rgimen autonmico en la Isla.

    Precisamente en los primeros aos del siglo XIX van adquiriendo perfiles propios las tres corrientes que habran de caracterizar las luchas polticas de toda la centuria: el reformismo, el anexionismo y el

  • independentismo. Adems, es en estos aos cuando las acciones espontneas y aisladas que venan protagonizando los esclavos desde mucho tiempo atrs, van adquiriendo organizacin y conforman una bien definida corriente de carcter social: el abolicionismo.

    Todas estas corrientes existirn paralelamente a lo largo del siglo; pero su contenido y peso variarn en las diferentes etapas.

    El independentismo es sumamente dbil hasta 1820, y el anexionismo (corriente que aboga por la anexin de Cuba a Estados Unidos) da sus primeros pasos en esos aos, alentado por pronunciamientos y gestiones de varios presidentes norteamericanos. En esta etapa, el predominio casi absoluto lo tiene el reformismo.

    La confianza de los productores criollos en la poltica de reformas se consolid en los primeros lustros del siglo, cuando el gobierno colonial administr la isla inteligentemente, protegiendo los intereses de los criollos, manejando eficazmente la hacienda pblica, promoviendo la cultura y situando en posiciones destacadas a algunos representantes de los terratenientes nativos. Francisco de Arango y Parreo, el ms relevante de stos, fue nombrado Consejero de Indias; se logr el desestanco del tabaco y se autoriz el comercio libre de Cuba con las dems naciones. En una situacin internacional tambin favorable, el azcar y el tabaco cubanos alcanzaron una gran demanda, sus precios se elevaron, las rentas pblicas se incrementaron notablemente y Cuba entr en una nueva etapa de prosperidad. En esas condiciones, muy poco habran de influir en el nimo de los criollos las luchas de las otras colonias de Amrica por su independencia.

    Dos dcadas de separatismo. Varela y Heredia. La influencia de las guerras sudamericanas empezara a

    sentirse con fuerza a partir de 1820. Al restablecerse en la Isla la Constitucin espaola de 1812, se desat la lucha poltica entre dos partidos.

    Uno de ellos responda a los espaoles ms reaccionarios, los llamados integristas, sobre todo los grandes comerciantes importadores, enemigos no slo de la independencia de Cuba, sino tambin de toda reforma que beneficiara a los productores nativos. El otro partido representaba los intereses de la sociedad criolla, defenda las reformas liberales y tena entre sus seguidores a muchos jvenes influidos ya por las ideas de la Revolucin Francesa y por el ejemplo de las colonias espaolas que conquistaban su independencia.

    La lucha entre integristas y criollos se hizo tan agresiva, que empezaron a escucharse gritos de Viva la independencia! y aparecieron carteles separatistas. Las logias masnicas empezaron a convertirse, gracias a su carcter cerrado, en centros de conspiraciones por la independencia. Tambin surgieron numerosas sociedades secretas: la ms importante de ellas fue la llamada Soles y Rayos de Bolvar, fundada en 1821 con el fin de emancipar a Cuba y crear la Repblica de Cubanacn. El movimiento estaba dirigido por Jos Francisco Lemus, un miembro del partido de los criollos que haba sido nombrado aos atrs coronel del ejrcito colombiano. Tambin se destac un argentino, Jos Antonio Miralla. Su conexin con los patriotas sudamericanos era evidente. La organizacin tena ramificaciones en cinco provincias y los conspiradores conocidos eran ms de seiscientos. En 1823, a los dos aos de creada la organizacin y cuando estaba cercano el estallido insurreccional, sus promotores fueron detenidos y condenados a penas de destierro.

    El aborto de esta conspiracin coincidi con el restablecimiento del absolutismo en Espaa, despus de casi tres aos de perodo constitucional. En Cuba, al gobernador espaol se le confieren facultades omnmodas, y ste dispone la disolucin de las milicias nacionales, crea la Comisin Militar Ejecutiva Permanente sometida a su total autoridad, cierra peridicos, suspende las diputaciones provinciales y suprime otras libertades. La Isla regresa a los peores mtodos de la arbitrariedad y el despotismo.

    Durante la tercera y cuarta dcadas se produce un gran nmero de conspiraciones independentistas: la que dirigi el alfrez Gaspar Antonio Rodrguez, que uni a cubanos separatistas y espaoles constitucionalistas (1824); la que encabezaron los jvenes camageyanos Francisco Agero y Andrs Manuel Snchez, quienes se vincularon con revolucionarios colombianos en el extranjero y desembarcaron en Cuba en 1826; la Expedicin de los Trece (1826), que despus de tocar en distintos puertos de Cuba sin poder desembarcar, regres a Jamaica; la Gran Legin del Aguila Negra, vinculada a revolucionarios mexicanos e integrada por

  • elementos de distintas clases sociales, incluyendo a obreros y artesanos (1829); y la Cadena Triangular y Soles de la Libertad (1837). Todas estas conspiraciones fracasaron y muchos de sus jefes pagaron con la vida sus intentos emancipadores.

    En esta primera etapa de luchas independentistas sobresalen dos figuras que desempearon un papel de primer orden en la gestacin de la nacionalidad cubana: el presbtero Flix Varela y el poeta Jos Mara Heredia.

    Varela revolucion los mtodos de enseanza, dando un golpe demoledor al escolasticismo desde su ctedra en el Seminario de San Carlos; adopt posiciones reformistas, pero pronto comprendi la imposibilidad de algn progreso bajo el rgimen colonial y abog por la independencia. Como diputado a Cortes en 1823, present un Proyecto de gobierno autonmico de las provincias de ultramar, para que stas no fueran gobernadas al arbitrio de los jefes militares; reclam la erradicacin de la esclavitud en Cuba, y al favorecer el reconocimiento de la independencia de las naciones hispanoamericanas, defendi el derecho de los pueblos a la libertad. Debido a estas posiciones fue condenado a muerte, por lo que se vio obligado a huir de Espaa, y se radic en Estados Unidos.

    Jos Mara Heredia fue el primer poeta revolucionario de Cuba y, al decir de los crticos, el ms grande poeta hispanoamericano de su tiempo. A los 18 aos de edad, conspir por la independencia de su patria en la sociedad Soles y Rayos de Bolvar, y al ser descubierta la misma tuvo que huir de Cuba y radicarse en Mxico. Sobresalen entre sus obras cimeras el poema Al Nigara y el Himno del Desterrado. De este ltimo son los siguientes versos:

    Vale ms a la espada enemiga presentar el impvido pecho, que yacer de dolor en un lecho y mil muertes muriendo sufrir.

    .................... Cuba! al fin te vers libre y pura como el aire de luz que respiras, cual las ondas hirvientes que miras de tus playas la arena besar. Aunque viles traidores le sirvan, del tirano es intil la saa, que no en vano entre Cuba y Espaa tiende inmenso sus olas el mar.

    Segunda etapa reformista. Saco, Luz y Del Monte. A partir de 1830 se produce un nuevo auge del

    reformismo, pero sus demandas han variado en relacin con los primeros lustros. Lograda ya la libertad de comercio desde 1818, el principal reclamo econmico es la rebaja de los aranceles de aduana sobre las importaciones que no procedan de Espaa. Los artculos espaoles entraban con aranceles muy bajos, pero los de otros pases eran excesivamente altos, lo que limitaba las ventajas que poda ofrecer el comercio libre.

    En lo poltico, los reformistas seguan pidiendo que Cuba fuera asimilada como una provincia de Espaa o que se le concediera plena autonoma. Sin embargo, ante el rgimen desptico que prevaleca en Cuba, sus esfuerzos principales se dirigan a lograr la suspensin de las facultades omnmodas que tenan los gobernadores.

    En lo social, los reformistas de esta etapa seguan apoyando el mantenimiento de la esclavitud, pero ahora reclamaban el cese de la trata de esclavos, que vena realizndose clandestinamente desde 1820, cuando Inglaterra y Espaa acordaron suprimirla. Desde 1819 haba comenzado a introducirse la mquina de vapor en los ingenios cubanos y muchos hacendados azucareros se daban cuenta de que las nuevas tcnicas

  • requeran la utilizacin de obreros calificados, por lo que muy pronto stos tenan que ir sustituyendo a los esclavos. De otra parte, por miedo a una sublevacin racista, se trataba de detener el incremento de la poblacin negra, mayoritaria en el pas.

    No obstante, los hacendados cafetaleros y una parte de los azucareros que seguan con las viejas tcnicas en sus fbricas, se oponan a la supresin de la trata, pues ellos necesitaban la fuerza de trabajo esclava,

    Estas divergencias entre los productores criollos debilitaron la necesaria unidad de los reformistas y contribuyeron, como se ver ms adelante, al auge del Anexionismo.

    Chocaban tambin con los reformistas en el asunto de la trata, los traficantes de esclavos, que obtenan pinges ganancias de este comercio ilcito, as como los funcionarios del gobierno colonial, pues los capitanes generales reciban cierta cantidad de dinero por cada esclavo introducido clandestinamente en la Isla.

    El principal lder del movimiento reformista en esta etapa fue el bayams Jos Antonio Saco, brillante ensayista, historiador y poltico, que defenda los intereses de los poderosos hacendados cubanos junto a otros dos intelectuales descollantes: Jos de la Luz y Caballero y Domingo del Monte. Los tres se destacaron por sus crticas al despotismo espaol y por sus posiciones contra el trfico negrero.

    Saco denunci que se estaba realizando la trata ilegal al amparo de los gobernadores espaoles, polemiz con idelogos del Integrismo, se opuso a la corriente anexionista y no disimulaba que aluda a Cuba cuando hablaba sobre la patria. Uno de los gobernadores ms despticos que tuvo Cuba colonial, el general Miguel Tacn, lo desterr a Trinidad, ciudad del interior de la Isla, y despus a Espaa. Cuando en 1836 un motn oblig a la Reina de Espaa a restablecer el rgimen constitucional en ese pas no en Cuba, y se dio a la Isla la posibilidad de elegir cuatro diputados a las Cortes, los cuatro elegidos eran cubanos y tres de ellos, conocidos reformistas. Uno de los delegados fue Saco, pero ante la derrota sufrida por los colonialistas, las Cortes se negaron a aceptar a los diputados cubanos.

    Jos de la Luz y Caballero alcanz su mayor celebridad como educador de varias generaciones de criollos acaudalados. Varios de sus discpulos se destacaran, aos ms tarde, como combatientes independentistas. Fue amigo de los abolicionistas y se le implic, sin pruebas de ello, en conspiraciones antiesclavistas.

    Domingo del Monte perteneca a una familia de ricos hacendados, pero se destac principalmente como escritor y como maestro de intelectuales cubanos. Contribuy a la emancipacin y al desarrollo literario del poeta negro Juan Francisco Manzano, y al auge de la cultura cubana. Enemigo de los regmenes despticos, fue perseguido y tuvo que emigrar.

    La ofensiva reformista de los aos 30 termin en un rotundo fracaso. Espaa no accedi a ninguna de las demandas planteadas, y no slo eso, priv a los cubanos el derecho que tuvieron todos los espaoles de enviar sus diputados a las Cortes y descarg el peso de la represin contra los que clamaban por reformas. Las contradicciones entre la colonia y la Metrpoli se agravaban sensiblemente.

    Auge del Abolicionismo. La Conspiracin de la Escalera. Mientras las esperanzas del reformismo se

    frustraban en esta etapa, se inici, en cambio, un apreciable auge de las luchas por la abolicin de la esclavitud. Dos factores principales favorecieron este incremento: primero, el desarrollo de una conciencia de lucha entre los esclavos y en muchos negros emancipados con el apoyo de un pequeo sector de criollos blancos; y segundo, el aliento que significaban las presiones del gobierno ingls sobre el espaol para que suprimiera el comercio de esclavos.

    Ya desde 1817 Espaa haba tenido que firmar un tratado que la comprometa a suspender definitivamente la entrada de esclavos en sus colonias. Pero como no cumpli, Inglaterra la oblig en 1835 a firmar otro acuerdo que ampliaba el derecho de los buques ingleses a apresar en alta mar a los barcos negreros espaoles. Inglaterra haba abolido la esclavitud en sus colonias en 1838, y tema que la competencia comercial de Espaa arruinara a los productores de dichas colonias, pues el azcar elaborado en Cuba con manos esclavas sala ms barato que el que fabricaban sus colonias con obreros asalariados.

  • En 1837 se cre en La Habana un tribunal mixto de ingleses y espaoles para juzgar a los traficantes que fueran sorprendidos con cargamentos de negros y darles a stos la libertad. Adems, Inglaterra nombr un cnsul abolicionista en la capital de la Isla para garantizar el cumplimiento de los compromisos contrados por Espaa.

    En 1843 la situacin se torna muy peligrosa para el dominio espaol, por lo que las sublevaciones eran sofocadas realizando masivas matanzas y ejecuciones de negros. Pero las acciones abolicionistas se repetan y la situacin lleg a su clmax en 1844, al descubrirse una vasta conspiracin que comprenda negros libres y esclavos, y en la que estaban implicados tambin intelectuales y profesionales blancos de distintas clases sociales. Se trata de la conspiracin de La Escalera, as llamada posteriormente porque a los negros se les amarraba a una escalera y all se les azotaba con ltigos hasta que confesaban o moran. Segn el balance hecho por el destacado profesor cubano Sergio Aguirre, ms de trescientos negros y mulatos murieron por las torturas; setenta y ocho fueron condenados a muerte y ejecutados; ms de seiscientos, condenados a prisin en Cuba y ms de cuatrocientos, expulsados de la Isla. Entre los ejecutados haba conocidos intelectuales y profesionales mulatos como el clebre poeta Gabriel de la Concepcin Valds (Plcido), el msico Jos Miguel Romn, el dentista Andrs Dodge y el hacendado Santiago Pimienta, todos de la ciudad de Matanzas. Tambin fueron involucrados sin que se probara su participacin Jos de la Luz y Caballero y Domingo del Monte.

    La feroz represin contuvo las luchas abolicionistas en los aos siguientes; pero Espaa se vio obligada a tomar medidas para disminuir la introduccin de negros esclavos. Los esclavistas comenzaron a buscar mano de obra barata en otras fuentes (colonos chinos e indios yucatecos), prcticamente en condiciones de esclavitud.

    El camino de la anexin. La teora de la fruta madura. La cadena de sublevaciones abolicionistas en

    una poca en que los negros constituan el 58% de la poblacin y la manifiesta debilidad de Espaa para resistir las presiones antiesclavistas de Inglaterra, impulsaron a muchos criollos acaudalados, acrrimos defensores de la esclavitud, a abogar por la anexin de Cuba a los Estados Unidos. En los estados del sur norteamericano se mantena este rgimen, y si Cuba se integraba a ese pas habra de constituir tambin, por hallarse al sur, un estado esclavista. Adems, los anexionistas cubanos pensaban que el podero de Estados Unidos era suficiente para proteger al rgimen esclavista contra las pretensiones de Inglaterra, cosa que no podan esperar de Espaa.

    Esta era la base fundamental del Anexionismo en los aos 40. Sin embargo, haba anexionistas de otro tipo: los que vean al norte industrial de Estados Unidos en desarrollo, con un rgimen de libertades democrticas, y pensaban que la anexin unira la Isla al carro de la democracia poltica y el progreso econmico-social. Ellos no podan esperar esto de la Espaa expoliadora, atrasada y absolutista, y no tenan fe en que Cuba pudiera conquistar su independencia. De ah este anexionismo ingenuo.

    Los gobernantes norteamericanos alentaron siempre a los anexionistas cubanos. Desde 1805, Jefferson expres sus intenciones de aduearse de Cuba por razones estratgicas y en 1809 envi agentes confidenciales a la Isla para negociar con el Gobernador Someruelos. Lo mismo ocurri con los mandatarios que le sucedieron. En abril de 1823, el Secretario de Estado de EE.UU., John Quincy Adams, enuncia su teora de la fruta madura: hay leyes de gravitacin poltica, como las hay de gravitacin fsica, y Cuba, separada de Espaa, caer necesariamente en el regazo de EE.UU., de la misma manera que una fruta madura desprendida del rbol tiene que caer obligatoriamente al suelo. En diciembre del mismo ao se enuncia la Doctrina Monroe, Amrica para los americanos, que tiene una relacin directa con Cuba, Puerto Rico y otras colonias europeas. Pero en 1826, con motivo del Congreso de Panam, el gobierno yanqui impide que las naciones hispanoamericanas se unan para apoyar la independencia de Cuba. Es que EE.UU. prefiere que la Isla siga siendo colonia de Espaa antes de que caiga en manos de los ingleses o conquiste su independencia. Por eso expresa oficialmente su oposicin a posibles acuerdos de Espaa con Inglaterra

  • amenazando incluso con utilizar la fuerza para impedirlos y desaprueba, tambin de manera oficial, la preparacin de expediciones militares hacia Cuba desde territorio estadounidense.

    Entre 1845 y 1855 se crearon algunas organizaciones secretas con fines anexionistas, la ms destacada de las cuales fue el Club de La Habana; se publicaron peridicos del mismo carcter en Cuba y en Estados Unidos y se produjeron conspiraciones y alzamientos infructuosos en varias provincias. Pero las acciones ms resonantes de signo anexionista fueron las que realiz el general del ejrcito espaol Narciso Lpez nativo de Caracas, donde haba peleado contra los patriotas venezolanos, quien conspir en la isla a partir de 1847 y prepar en Estados Unidos cuatro expediciones hacia Cuba. Su anexionismo era de factura esclavista.

    Lpez se lig a militares y colonos norteamericanos, entre ellos al coronel John Anthony Quitman, gobernador del estado de Mississipi, que tena vasta experiencia en estas lides, pues haba participado en la invasin a Mxico en 1847 y all haba sido gobernador militar.

    Las dos primeras expediciones organizadas por Lpez se frustraron antes de salir (en 1848 y 1849), debido a la oposicin del gobierno yanqui. La tercera, integrada por ms de seiscientos hombres, de los cuales slo cinco eran cubanos, desembarc en las playas de Crdenas, ciudad que fue tomada. Pero, faltos de apoyo popular, los expedicionarios regresaron a su punto de partida.

    En su cuarta y ltima tentativa, Lpez reuni a 400 hombres, la mayora extranjeros, que desembarcaron en la provincia de Pinar del Ro en agosto de 1851. Despus de algunos encuentros victoriosos, fueron derrotados por las tropas espaolas. Hecho prisionero, Lpez muri en garrote en septiembre del mismo ao.

    Fracaso del reformismo. La Junta de Informacin. De los aplastantes reveses sufridos en la etapa

    examinada, el anexionismo no pudo reponerse. Muy pocos seguidores quedaron, y el nmero se redujo an ms a partir de 1865, cuando fue abolida la esclavitud en los estados del sur de EE.UU., como resultado de la victoria del Norte en la Guerra de Secesin. Los anexionistas posteriores no estaran ya movidos por objetivos esclavistas.

    Con las derrotas sufridas por reformistas, abolicionistas y anexionistas en las seis primeras dcadas del siglo XIX, se fortaleca el criterio de que ni los criollos blancos ni los negros (esclavos o libres) podan lograr sus aspiraciones bajo la dominacin espaola. Sin embargo, hubo entre los hacendados criollos una ltima esperanza en la concesin de reformas por parte de Espaa. Entre 1859 y 1866, Cuba tuvo dos gobernadores de ideas liberales que se granjearon la simpata de la poblacin criolla: los generales Francisco Serrano (casado con una cubana) y Domingo Dulce. Ellos comenzaron por atraer a los cubanos, que permanecan alejados de la administracin colonial desde el gobierno de Tacn en los aos 30; les consultaron sobre problemas importantes de la isla, expresaron respeto por sus opiniones y les permitieron ciertas libertades que les estaban vedadas en las dcadas anteriores. En esa etapa (1865) se inici la tradicin de la lectura en las tabaqueras. Serrano prepar un proyecto de ley orgnica para la Isla que no lleg a materializarse, por el que se estableca la representacin de Cuba en las Cortes y se creaban varios organismos insulares con participacin de los criollos a fin de elaborar los presupuestos y estudiar el sistema de contribuciones. Y lo que era ms sorprendente, ambos gobernadores estimularon la creacin de un Partido Reformista, a pesar de que en Cuba estaba prohibida la existencia de partidos polticos.

    Los principales lderes de ese partido fueron el gran economista y poltico Francisco de Fras, Conde de Pozos Dulces; el prominente abogado Jos Morales Lemus, y Miguel Aldama, uno de los hacendados ms ricos de Cuba. Los tres tenan antecedentes anexionistas, y los dos primeros haban sido perseguidos como conspiradores por las autoridades coloniales. Tambin se les permiti la publicacin de un peridico, El Siglo, dirigido por el Conde de Pozos Dulces, que desempe un papel de primer orden en las luchas polticas de la poca.

    Las aspiraciones bsicas del nuevo partido eran ms ambiciosas que las del movimiento reformista de etapas anteriores. En lo econmico, reclamaban que se implantara en Cuba el libre cambio, suprimiendo los derechos de aduana a todas las importaciones de todos los pases, y que se eliminaran los impuestos indirectos

  • que pesaban sobre la poblacin, sustituyndolos por un impuesto directo nico del 6% sobre las ganancias de todos los capitales invertidos en Cuba.

    En lo poltico, pedan que se separara el mando civil del militar; que se crearan corporaciones insulares para tratar los principales asuntos de inters para la Isla, y que se respetaran las libertades, derechos y garantas constitucionales, incluso la eleccin de diputados cubanos a las Cortes espaolas. Algunos reformistas como Jos Antonio Saco, eran contrarios a esta diputacin a Cortes y demandaban un rgimen autonmico para Cuba, similar al de Canad.

    En lo social, los reformistas daban un sealado paso de avance: no slo clamaban por la supresin total de la trata, eliminando el trfico clandestino, sino que apoyaban la abolicin de la esclavitud, de manera gradual y mediante indemnizacin a los dueos de esclavos.

    Espaa respondi al clamor del pueblo cubano convocando a una asamblea que se llam Junta de Informacin, integrada por personas conocedoras de los problemas de ultramar, a fin de discutir las vas para solucionarlos. Se concedi a Cuba el derecho a elegir 16 delegados que la representaran en la Junta. La eleccin de esos delegados se efectu en mayo de 1866, y constituy una aplastante victoria del Partido Reformista sobre los espaoles integristas y reaccionarios: de los 16 elegidos, 14 eran reformistas.

    La actuacin de esos delegados en la Junta de Informacin fue brillante: sostuvieron sus demandas con un arsenal de argumentos irrebatibles. Sin embargo, la respuesta de la Metrpoli constituy una burla escandalosa. El gobierno espaol, en lugar de establecer el libre cambio y suprimir los impuestos indirectos como se peda, lo que hizo fue crear un nuevo impuesto del 10% sobre los capitales invertidos. En lugar de garantizar los derechos constitucionales y dar participacin a los cubanos en los asuntos de su pas, mantuvo las facultades omnmodas de los gobernadores, desestim las demandas de asimilacin y autonoma, y envi a Cuba un nuevo gobernador desptico y reaccionario, el general Francisco Lersundi. Este suprimi las libertades concedidas por Serrano y Dulce, prohibi las reuniones de carcter poltico, as como la lectura de libros y peridicos en las tabaqueras, y desat la represin contra personas de pensamiento liberal. Por otra parte, el gobierno colonial mantuvo con todo su rigor el rgimen esclavista.

    Este fracaso del Reformismo era definitivo. La masa fundamental de la poblacin cubana comprendi al fin que slo le quedaba un camino: la lucha armada por la independencia.

    Por otra parte, creca tambin la resistencia de los esclavos. Adems de las fugas y el aumento del nmero

    de cimarrones y palenques, empezaron a producirse algunas acciones ms resueltas. En 1727, ms de 300 esclavos se sublevaron en el ingenio Quiebra Hacha, al oeste de la provincia de La Habana. Mucha resonancia tuvo tambin el alzamiento de los que trabajaban en las minas de El Cobre, en Santiago de Cuba en 1731, quienes durante un mes se mantuvieron en las montaas con la ayuda de 50 negros apalencados, y slo desistieron de su actitud con la promesa de un mejor trato y de que no habra represalias. Tambin se produjeron varias revueltas de esclavos finalizando el siglo XVIII en haciendas de Mariel, La Habana, Gines, Trinidad y Puerto Prncipe. Sin embargo, la ms importante y mejor organizada de estas rebeliones iniciales estall en 1812. La diriga Jos Antonio Aponte, un negro libre, carpintero de oficio, que haba recibido alguna instruccin y estaba al tanto de los problemas polticos de su poca. Su propsito era el de unir la negrada y hacer una revolucin que aboliera la esclavitud. Se libraron acciones en distintos lugares de Oriente y Camagey, as como en Jaruco y Guanabacoa (provincia de La Habana); pero la revolucin fue derrotada. Los negros llenaron las crceles y fueron sometidos a fuertes torturas; Aponte y sus principales colaboradores murieron en la horca. Toma de La Habana por los ingleses. Los ingleses desearon siempre apoderarse de algunos importantes enclaves espaoles en Amrica, entre ellos La Habana. En 1740, el almirante Vernon, al frente de una poderosa escuadra, se present ante esta ciudad, pero al comprobar que se hallaba bien defendida, no la atac. Se dirigi entonces a la costa sur de Oriente y desembarc en Guantnamo, donde comenz a fundar

  • una colonia nombrada Cumberland. Su propsito era el de avanzar sobre Santiago de Cuba. Pero despus de cinco meses, asediados por las guerrillas criollas y las enfermedades, los ingleses se vieron obligados a reembarcarse y desistir del intento. Aos ms tarde, en 1761, estando Francia en guerra contra Inglaterra, Espaa se vio involucrada en el conflicto, cuando Carlos III firm con su pariente, el Rey de Francia, el llamado Pacto de Familia. Respondiendo a este pacto, Inglaterra declar la guerra a Espaa, y se decidi a atacar a La Habana. Una poderosa escuadra inglesa se present en la baha habanera en junio de 1762, la siti y tom despus de combatir durante ms de un mes. Los ingleses no ocuparon toda la Isla, sino la porcin de ella que se extiende desde el puerto del Mariel, 55 km al oeste de la capital, hasta la ciudad de Matanzas, 105 km al este. En el resto del territorio continu la administracin espaola, la que adopt nuevamente como capital a Santiago de Cuba, que ya lo haba sido en el siglo XVI. La toma de La Habana por los ingleses puso en evidencia que los nativos de Cuba se sentan an espaoles; que no hacan distingos entre criollos y peninsulares. Precisamente fueron los nativos quienes mostraron una mayor decisin de lucha contra los ingleses, pese a que las ideas de libertad de comercio pregonadas por stos coincidan plenamente con los productores criollos. Fue un criollo, Jos Antonio Gmez, ms conocido como Pepe Antonio, quien organiz la lucha guerrillera contra los ingleses. Otra particularidad de estos sucesos, fue el gran nmero de colonos norteamericanos que vinieron a apoyar a las tropas inglesas en su asedio contra La Habana. Esto constitua una nueva demostracin del inters de las 13 Colonias en desarrollar las relaciones econmicas con la Isla. Pero quizs el hecho ms destacado de la dominacin inglesa fue el impulso que dio al comercio de Cuba con otros pases, sobre todo con la propia Inglaterra y con sus colonias norteamericanas. El monopolio de la Real Compaa de Comercio, espaola, ces de inmediato. La baha habanera se vio llena de naves comerciales: en los once meses que dur la dominacin inglesa, unos mil barcos descargaron en el puerto capitalino. A la vez, se multiplic la exportacin de azcar, tabaco y otros productos del pas. Progreso econmico y cultural. Amor a la tierra nativa. Al restaurarse el dominio espaol sobre La Habana a principios de julio de 1763, como resultado del Tratado de Versalles, volvieron las restricciones al comercio de la Isla, pero ya se haban echado las bases de una necesaria apertura. Comenz para Cuba una poca de cierto progreso con el llamado despotismo ilustrado que represent Carlos III en Espaa. Los gobernadores que vinieron a Cuba en esos aos suprimieron monopolios comerciales, disminuyeron impuestos y tomaron una serie de medidas para el fomento de la agricultura, el comercio y la enseanza. Se inici un plan para reconstruir El Morro y construir otras fortalezas a fin de robustecer las defensas del pas. Se iniciaron relaciones comerciales con empresarios norteamericanos. De esa poca data el primer peridico editado en Cuba, La Gaceta, de 1764. En 1773 se fund el Seminario de San Carlos, colegio religioso y aristocrtico, que con la Universidad de La Habana, fundada en 1728, constituan los ms altos centros de estudios del pas. Desde 1776, fecha en que se inici la guerra de independencia de las 13 Colonias norteamericanas, Cuba dio ayuda a los insurrectos. Les envi armas y municiones, brind proteccin a sus embarcaciones y sostuvo un contrabando favorable a los independentistas. Cuando se desat una nueva guerra de Francia contra Inglaterra en 1778, Cuba se convirti en centro del que salan expediciones con destino a La Florida, Jamaica y otros territorios, y goz de una situacin privilegiada. Esa prosperidad se ampli notablemente a partir de 1790, bajo la gobernacin de Don Luis de Las Casas. Para realizar su obra de gobierno, ste se rode de eminentes personalidades, muchas de ellas criollas: Francisco de Arango y Parreo, estadista, abog por la libertad de comercio e hizo importantes aportes al desarrollo de la agricultura; Jos Pablo Valiente, especialista en asuntos fiscales, puso en orden y robusteci

  • las finanzas del pas; el Dr. Toms Romay, mdico y hombre pblico, introdujo y aplic por primera vez en Cuba la vacuna antivariolosa; y el presbtero Jos Agustn Caballero, profesor y orador, hombre de ideas liberales, contribuy a reformar las atrasadas concepciones y mtodos escolsticos en la enseanza. Todos ellos pusieron sus conocimientos y encaminaron sus esfuerzos al progreso de la tierra en la que haban nacido. En este perodo se crearon varias instituciones que promovieron grandemente la agricultura, la industria, el comercio, la educacin, y la ilustracin del pas en general. Entre ellas se destacan la Sociedad Econmica de Amigos del Pas; el Real Consulado de Agricultura, Industria y Comercio; la Casa de Beneficiencia, y el Papel Peridico de La Habana. Tambin comenzaron a modernizarse los mtodos de enseanza en el Seminario de San Carlos. Al auge econmico de la isla contribuy mucho la sublevacin de los esclavos negros en Hait, ocurrida en 1791. La destruccin de ingenios y cafetales por los sublevados y el abandono de otros por los colonos franceses que huyeron y muchos de los cuales se refugiaron en Cuba, hizo decaer bruscamente la produccin azucarera y cafetalera en aquel pas. Con ese motivo, Cuba pas a cubrir la demanda de azcar y caf que antes corresponda a la isla hermana, y se benefici asimismo con la apreciable subida de los precios de esos productos. El gobernador de Cuba acogi muy bien a los colonos haitianos, les reparti tierras y en la regin oriental y les facilit dinero para empezar a cultivarlas; dichos colonos, a su vez, aportaron su vasta experiencia en el fomento de cafetales, en la produccin azucarera, en la creacin de pequeas industrias y hasta en la difusin de la cultura artstica y literaria (academias de idioma, teatros y otras actividades). Estos colonos cambiaron el aspecto de algunas regiones que apenas haba pisado el hombre civilizado. El nmero de ingenios y de cafetales se increment notablemente en el pas, lo que acarre un importante aumento en la introduccin de esclavos negros en los ltimos aos del siglo XVIII. Entre 1770 y 1800, llegaron a Cuba ms negros que en los tres siglos anteriores. Al igual que en la ciencia y la tcnica, en el campo de la literatura aparece la tierra nativa como el tema principal de esta generacin. Aunque el concepto de patria no tiene todava en estos hombres una connotacin poltica y an cantan a menudo las glorias de Espaa, ellos van expresando ya el amor y el orgullo que sienten por el suelo en que nacieron, y muchas veces lo consideran superior al de otros pases en riquezas y bellezas naturales. Ese es el caso del habanero Manuel de Zequeira y Arango y del santiaguero Manuel Justo de Rubalcava, militares ambos, que en sus versos empezaban a ser ya, sin tener conciencia de ello, representantes de una nacin en cierne.

    VI La Guerra de los Diez AosLa Guerra de los Diez Aos

    La ampliacin de las medidas abusivas adoptadas por el gobierno de Madrid contra los cubanos al terminar

    la Junta de Informacin, se entrelazaba con otros factores que hacan insostenible la situacin de la poblacin criolla, como la crisis econmica de 1866-67. Sigui en estado crtico la produccin cafetalera, y los precios del azcar sufrieron un descenso notable. Las deudas de los hacendados crecieron y muchos obreros, artesanos y empresarios se vieron obligados a emigrar del pas. Gran parte de ellos se establecieron en el sur de los EE.UU., en Tampa y Cayo Hueso.

    En contraste, la administracin colonial extraa de Cuba pinges ganancias, sin revertir una parte razonable de ellas en el desarrollo del pas. En el ao 1862, por ejemplo, slo se dedic el 3% del presupuesto insular a obras de fomento nacional. En cambio, el 44 % se emple en gastos de guerra y marina, y el 41% en atenciones a la gobernacin del pas, todo lo cual beneficiaba casi exclusivamente a los

  • espaoles. Por si esto fuera poco, se envi a Espaa y a Fernando Poo el 12% de lo recaudado. Este cuadro se repeta ao tras ao, con pocas variaciones. De modo que los espaoles, que slo constituan el 8% de la poblacin islea se apropiaban directamente de ms del 90% de los ingresos del pas.

    Por otra parte, la abrumadora mayora nativa careca de derechos polticos, mientras la insignificante minora peninsular manejaba la Isla a su capricho. De ah que la frustracin de las ltimas esperanzas reformistas vino a ser el detonante de esta situacin.

    La Demajagua. Carlos Manuel de Cspedes. Tras el fracaso de la Junta de Informacin, se iniciaban las

    actividades conspirativas. Ellas tenan como centro la regin oriental del pas, donde la crisis era ms aguda. En julio de 1867 se constitua un Comit Revolucionario en la ciudad de Bayamo, dirigido por uno de los hacendados ms ricos de Cuba, Francisco Vicente Aguilera.

    Este era un hombre culto, de carcter generoso y con un acendrado espritu de sacrificio. Fue despus jefe militar de Oriente y Vicepresidente de la Repblica. Enviado a EE.UU., para buscar la unidad de los emigrados en discordia, desempe su cometido sin dinero, andando a pie y semidescalzo por las calles de Nueva York. Muri en la miseria (1877), pero admirado y querido por todos los patriotas cubanos.

    La conspiracin se extendi con rapidez a las principales localidades de Oriente, sobre todo a Manzanillo. All se destacaba el hacendado azucarero y abogado Carlos Manuel de Cspedes y del Castillo, que habra de convertirse en el protagonista principal de la insurreccin.

    Cspedes haba nacido en Bayamo, en el seno de una familia acomodada. Se gradu de ahogado en Barcelona, viaj por Europa y alcanz una vasta cultura. Aficionado a la msica y a la poesa, fue tambin magnfico jinete y esgrimista. Desde 1851 manifest su repulsa al rgimen colonial, se solidariz con cubanos sublevados contra Espaa e hizo versos satricos contra el gobierno espaol, actitud por la que estuvo preso y fue desterrado dos veces. Su situacin se hizo difcil en Bayamo y se traslad a Manzanillo, donde ejerci la abogaca y adquiri una finca azucarera: La Demajagua. Pronto fue reconocido como el dirigente de la conspiracin independentista en ese territorio.

    Su intransigencia revolucionaria pas todas la