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Breve presentación sobre la historia de la jurisdicción de Iztapalapa, DF contemplando sus comunidades, barrios y haciendas, desde el s. XVI hasta el s. XX
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Breve historia de Iztapalapa(Comunidades, pueblos, barrios y haciendas de
la jurisdicción de Iztapalapa, DF, del S. XVI a 1930-40)
por
Mtro. José Antonio González G.
Programa de Postgrado en Historia-Etnohistoria
de la Escuela Nacional de Antropología e Historia
ENAH – INAH - SEP
1.-El escenario geográfico
La actual jurisdicción de Iztapalapa se encuentra localizada en la parte oriental de la Cuenca de México, alrededor de las formaciones montañosas
denominadas Cerro de la Estrella y Sierra de Santa Catarina
Por el efecto de la expansión de la Ciudad de México, la jurisdicción de Iztapalapa es actualmente una parte conurbada de la capital, tal y
como se aprecia en esta vista aérea
2.- Época prehispánica
Sin embargo, para la época prehispánica, la
jurisdicción de Iztapalapa se podía apreciar claramente,
pues esta estaba comprendía todas las
poblaciones establecidas en la denominada como
“Península de Iztapalapa ”, formada
por una pequeña cadena montañosa
que entra a la Cuenca de México, dividiendo a este en dos lagos, el
de México y el de Chalco-Xochimilco.
Aquí podemos apreciar la península de Iztapalapa en los últimos tiempos prehispánicos
En este diagrama podemos observar los dos grandes centros prehispánicos de la localidad, Culhuacan e Iztapalapa
En estos últimos tiempos, se han encontrado abundantes vestigios arqueológicos de lo que fueron los importantes centros políticos
ceremoniales de Iztapalapa y Culhuacan
Pero todas los grandes centros de la península lacustre, tanto Iztapalapa como Culhuacán, así como los pueblos y aldeas menores
que dependían de ellos, centraban su vida religiosa en torno al templo que se erguía en el Cerro de la Estrella
El templo que coronaba el cerro de la Estrella había sido construido desde el tiempo de Teotihuacan, ocupado luego por los toltecas
chichimecas para adorar a Mixcoatl para luego ser utilizados por los acolhuas y mexicas para los ritos de renovación del mundo, la
ceremonia del Fuego Nuevo cada 52 años.
Pero independientemente de los
rituales religiosos, las poblaciones indígenas que
vivían en la localidad de Iztapalapa y Culhuacan, se
dedicaban fundamentalmente a la agricultura de chinampas para cultivar flores, hortalizas y maíz,
la pesca, la cacería de aves acuáticas como patos y garzas, la explotación de canteras de
tezontle y basalto en los cráteres volcánicos, el aprovechamiento
de la sal disuelta en la parte salada del lago de México-Texcoco y otras artesanías
menores, como la cerámica, la cestería de tule, la manufactura
de útiles de obsidiana, etc.
Debemos recordar que la localidad de Iztapalapa practicaba la agricultura de chinampas porque estaba rodeada de aguas y canales, desde la época
prehispánica hasta principios del siglo XX
Antes de la hegemonía mexica, Iztapalapa era un altepetl o señorío independiente de chinampanecas (habitantes de las chinampas) pero los mexicas de Tenochtitlán les conquistaron y dispusieron que el territorio fuera ocupado por nuevas familias mexicas que provinieran de la ciudad
de México-Tenochtitlán
También dispusieron que el antiguo centro de poder local
(Culhuacan) perdiera importancia y que un nuevo
centro rector surgiera, que fue Mexicaltzingo ( que en náhuatl
significa En el pequeño México). De esta forma, en el S. XVI, Iztapalapa ( que en náhuatl significa En el agua de las lajas
o En el agua atravesada) se convirtió en un asentamiento
enteramente mexica que contaba con ocho barrios
dependientes o calpullis con calles y canales, con varios
pueblos sujetos como los de Meyehualco, Acahualtepec y
Acatitla
Sin embargo, el poder mexica terminó cuando el poder español acabó con México-Tenochtitlán entre 1519-1521. Iztapalapa fue atacada durante el sitio de Tenochtitlán por el Capitán Gonzalo de
Sandoval y sus fuerzas españolas e indígenas,
por considerar que era el principal baluarte y apoyo de los mexicas sitiados.
Sandoval arrasó con Iztapalapa, muriendo así
cerca de cinco mil habitantes, durante la guerra y las epidemias
subsiguientes.
Una vez vencidos los mexicas y tomada
México-Tenochtitlán en 1519, se comenzó a
repoblar Iztapalapa, bajo una nueva
administración política, la española. Esta
organizó los pueblos sobrevivientes de la
localidad de Iztapalapa subordinándolos a un nuevo centro, que fue
San Marcos Mexicaltzingo, que fue
sede de la unidad política territorial de la
Alcaldía Mayor de Mexicaltzingo-Iztapalapa
3.- Época Colonial
Bajo el dominio de los funcionarios indígenas y
españoles radicados en San Marcos Mexicaltzingo, la
localidad de Iztapalapa siguió siendo una zona
eminentemente lacustre y de chinampas agrícolas, donde Iztapalapa era un pueblecillo con sus propios gobernantes indígenas (descendientes de
antiguos nobles emparentados con los tlatoanis mexicas de
Tenochtitlán) que tenían la obligación de entregar un
tributo periódico de dinero y servicios personales, primera a la Ciudad de México y luego
a la Corona Española.
Aquí podemos apreciar la jurisdicción de la Alcaldía Mayor de
Mexicaltzingo en la llamada “Pintura de Culhuacan” que fue
hecha aproximadamente por 1580, mostrando los
pueblos, barrios, tierras, caminos y
canales presentes, así como el cerro de la
Estrella y la Sierra de Santa Catarina que se muestran en la parte
superior izquierda. Los pueblos y barrios se señalan a partir del
dibujo de una iglesia o capilla
Como parte de la “Pintura de Culhuacán” se anexo la pintura de Iztapalapa, que fue realizada
por el pintor indígena Martín Cano. En la pintura se muestra la orilla del lago de México, el palacio de gobierno (Tecpan),
la iglesia de San Lucas Evangelista, las capillas de los cuatro barrios del pueblo, dos
caminos secundarios y el camino principal que venía de San Marcos Mexicaltzingo en
dirección a Santa Marta Acatitla y Santiago
Acahualtepec. También se ve un canal de agua potable que desembocaba en una fuente o caja de agua en el centro del pueblo, simbolizado por el
glifo indígena.
Tratando de recomponer su poder sobre la localidad de Iztapalapa, los dirigentes indígenas de San Juan
Evangelista Culhuacán en alianza con los frailes
agustinos, iniciaron en 1552 la construcción de un convento
de esa orden, con la esperanza de administrar espiritualmente
no solo a los ocho barrios y pueblos que tradicionalmente
dependían de San Juan Culhuacán, sino extender su
poder e influencia sobre todos los pueblos y barrios locales,
atendidos precariamente por la orden franciscana
Sin embargo, la orden franciscana en alianza con
los nobles indígenas de Mexicaltzingo e Iztapalapa,
agilizaron los trabajo de construcción de los
conventos de San Marcos Mexicaltzingo por 1560, al igual que las capillas de
visitas que los franciscanos atendían regularmente en los
pueblos de San Lucas Iztapalapa, La Asunción
Aculco, Santa Marta Acatitla, Santa María
Aztahuacan, etc.
El templo de San Lucas Evangelista Iztapalapa fue
fundado como capilla de visita franciscana sobre una serie de
antiguos edificios prehispánicos y era en 1570 el centro espiritual
y administrativo de la vida religiosa de 15 pueblos y barrios circunvecinos. La importancia de
la construcción religiosa aumento al paso del tiempo y
hubo la necesidad de ampliarlo, por lo que en 1664 se reedifico.
En esa etapa se construyeron sus actuales puertas, que muestran en tallas de madera símbolos de
origen prehispánico
Durante los siglos XVI, XVII y XVIII, el pueblo de San Lucas
Iztapalapa siguieron desarrollando su vida en
torno a la laguna a través de la agricultura chinampera, la caza de aves acuáticas y la
pesca, la explotación de tezontle y basalto. Al
aumentar lentamente la población, los indios y
mestizos asentados en el pueblo y sus barrios,
comenzaron a practicar la arriería, el comercio en
pequeño, la explotación de magueyes en los terrenos de monte, la explotación y venta de salitre para hacer pólvora
y hasta recoger y vender boñiga seca de ganado.
4.- Época Independiente
Al terminar la época colonial y formarse la República
Mexicana, se creó el Distrito Federal. Sede de los poderes federales también se dedicó a administrar la vida económica
y política de las localidades vecinas. Sin embargo la
disposición de su territorio original, trajo como consecuencia que
poblaciones como Iztapalapa, quedaran en una situación
extraña, ya que la mitad de su jurisdicción tradicional había
quedado en el Distrito Federal y la otra parte, en el vecino Estado de México.
Fuera de estos incidentes administrativos, la vida cotidiana seguía como en los últimos tiempos coloniales, salvo por el resurgimiento del fervor
religioso entre las poblaciones de Iztapalapa y Culhuacan, al comenzar a reocupar antiguas grutas y construir en ellas capillas e iglesias para el
culto a Cristos yacentes o Negros y a la Pasión, durante el S. XIX.
De esta forma, para mediados del S. XIX, las ceremonias y ritual de la Pasión en Iztapalapa y otros pueblos, se presento como parte de este fenómeno de reactivación religiosa, en una época llena de conflictos, epidemias, crímenes, guerras y peligros constantes de todas clases
Luego de azarosas décadas de sucesivos cambios políticos, donde la localidad de Iztapalapa fue parte de administraciones conservadores,
liberales, republicanas, imperiales, centralistas y conservadoras, Iztapalapa se había separado de la autoridad de Mexicaltzingo y
Culhuacan y para segunda mitad del siglo XIX era un municipio que dependía en lo político y económico de la Ciudad de México y que
comprendía los siguientes asentamientos:
-El pueblo de San Lucas Iztapalapa, donde residía el ayuntamiento
-Los barrios de San Miguel, Xomulco, Ticoman, Santa Bárbara, Huitzilac, Cuautla, Toquilac
-El rancho llamado de Don José Tenorio
De acuerdo con la información disponible, los iztapalapenses se dedicaban al cultivo del maíz, hortalizas, flores y legumbres en sus
numerosas chinampas, que se extendían desde Iztapalapa hasta unirse con las chinampas de Mexicaltzingo. Todos estos productos se transportaban a la Ciudad de México, para su comercialización y
consumo. La población del municipio se calculaba para 1848 en 2616 habitantes y para 1894, la población censada fue de 5,825 habitantes
Sin embargo, para esa época el desecamiento de los lagos existentes en la Cuenca era ya una realidad innegable, pues la deforestación de los
bosques cercanos y las obras de desagüe para evitar las inundaciones en la Ciudad de México. Este desecamiento trajo consigo cambios
económicos, sociales y políticos en la vida de la población del pueblo de Iztapalapa y sus barrios.
5.- Fines del S. XIX
Para fines del siglo XIX, durante el prolongado
régimen del Gral. Porfirio Díaz, Iztapalapa no solo
seguía siendo un ayuntamiento de la
Cuenca de México, sino que se había
transformado en la cabecera de una nueva unidad política llamada
“Prefectura de Iztapalapa”. Esto se debía a la presencia de nuevos
actores en la vida económica y política de la jurisdicción: rancheros, hacendados y caciques.
Rancheros y hacendados habían aparecido en la
localidad de Iztapalapa a fines del S. XIX, cuando por el desecamiento del lago de
México, cambió el paisaje y las condiciones del suelo. El
paisaje que había sido lago, cambió a ser pantanoso y luego
a ser terrenos planos que podían ser utilizados como potreros o explotaciones agrícolas. Esos terrenos
“lacustres” eran propiedad comunal, municipal o federal,
pero fueron adquiridos de forma ilegal o legal por
propietarios que instalaron en ellos, empresas agropecuarias
con suficiente tecnología y capital: las haciendas y
ranchos porfirianos.
Si bien es cierto algunas haciendas y ranchos ya existían en la jurisdicción de Iztapalapa desde los tiempos coloniales, la expansión de
ranchos y haciendas tales como San Nicolás Tolentino, del Peñón, La Purísima y otras, determinó la concentración de recursos como tierras, minas y canteras, agua y canales en manos de las haciendas, perdiendo las comunidades locales el control sobre su economía, teniendo así los vecinos que buscar trabajo en las haciendas cercanas o salir a buscarlo
a poblaciones cercanas como la ciudad de México
Naturalmente que para cuidar que los campesinos y habitantes locales
impidieran a las haciendas hacer uso de su poder para controlar tierras, aguas y
canteras, fue necesario que los hacendados y rancheros junto con los inversionistas porfirianos cuidaran de
evitar disturbios y conflictos que lesionaran sus intereses.
De tal forma, escogieron intermediarios (los caciques y sus familias) para evitar desordenes, confiándoles el gobierno
local a través del control del ayuntamiento de Iztapalapa y de la
Prefectura Política.
Solo así las haciendas y ranchos privados, pudieron producir abundantes productos agropecuarios destinados a los mercados de la Ciudad de México
El control de las haciendas sobre los recursos de Iztapalapa, se puede
apreciar en esta fotografía de principios del S. XX.
Podemos ver la existencia de agua en canales (en
este caso, el de Tezontle y su continuación, el del Moral). Estos canales
irrigan chinampas secas que son propiedad de
haciendas privadas. Estas consideran que los
recursos existentes en ellas (como los patos) son
de su propiedad, por lo que solo con permiso del
hacendado, se pueden cazar, sean por deporte
(como se muestra aquí) o para alimento o venta.
Otra muestra es esta imagen que nos muestra
un grupo familiar pudiente, emparentado
con los políticos locales del ayuntamiento de Iztapalapa, en día de campo visitando las
chinampas de su propiedad, conducidos
por trabajadores contratados para que les lleven en chalupas entre
los canales y árboles ahuejotes, similares a los que actualmente existen en Xochimilco y Mixquic.
5.- Primera mitad del S. XX
De hecho, en Iztapalapa el periodo porfiriano solo acabó
cuando el huertismo fue derrotado en 1914 por las
fuerzas de la Revolución. En ese año, tropas zapatistas
llegaron a Iztapalapa y junto con los campesinos indígenas
atacaron y saquearon las haciendas existentes en la jurisdicción de Iztapalapa. Luego, en 1920 la tierra de
ranchos y haciendas de Iztapalapa fue expropiada por
los gobiernos de la Revolución para formar varios ejidos en la
localidad. A pesar de estos cambios, iztapalapa y sus
barrios y pueblos siguió su vida rural y campesina
Sin embargo esa vida rural y campesina, no era tan tranquila
como se hubiera querido, ya que los conflictos por el control
de los ejidos y sus recursos, enfrento nuevamente a las
familias principales locales (ya acostumbradas desde el
porfiriato a dominar) y a la mayoría de la población o
ejidatarios. En este contexto, la presencia de los nuevos
poderes radicados en la Ciudad de México se intensificó al
comenzarse a extender nuevos servicios, comunicaciones
modernas y nuevas reorganizaciones político-
administrativas al extinguirse el ayuntamiento y crearse la
Delegación Política de Iztapalapa.
Claras muestras de paulatinos cambios en la vida de Iztapalapa y sus
pueblos fueron la instalación de mercados
higiénicos, la organización de ejidatarios en
organizaciones campesinas pro-gubernamentales, el surgimiento de nuevos o mejorados servicios de
transporte como los tranvías eléctricos, la
construcción de carreteras asfaltadas, las campañas de vacunación e higiene y la instalación de nuevas
esuelas primarias en toda la jurisdicción de Iztapalapa
De tal forma, la localidad de Iztapalapa entre 1930 y 1940 seguía siendo una serie de asentamientos poco numerosos, de origen claramente campesino e indígena, que paulatinamente se integraban a la vida
urbana y moderna de la vecina Ciudad de México.