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Historia e interpretación: Sobre la dimensión filosófica de la noción de posmodernidad 1. INTRODUCCION: CRISIS DE LA IDEA DE PROGRESO Desde el momento en que el presente trabajo está concebido como una de- terminada profundización en un estado de cosas de general reconocimiento, su punto de partida habrá de fijarse por fuerza en el nivel de la mera historio- grafía de las ideas. Se trataría, en concreto, de la idea de progreso, al parecer de numerosos historiadores de la cultura la más importante de nuestra civiliza- ción, determinante desde su efectividad de todas las demás ~. Porque, sin du- da, la posmodernidad aparece en principio caracterizada en la nutrida literatura del presente como la experiencia de la disolución de lo nuevo y del fin de la historia, entendida esta última en el sentido de un proceso unitario. De dar crédito a sus numerosos divulgadores, ya no sería posible una historia univer- sal, puesto que la lógica misma de la secularización, al haber privado al pro- greso de su hacia dónde, habría terminado por liquidar la creencia en el avance progresivo de la humanidad. Haber abandonado una lógica semejante: tal es el sentido inicial de lo pos- moderno para autores como Vattimo, quien recurre en este punto a la noción de post-histoire, introducida por Geblen en la discusión actual 2 Para expre- 1. Cfr., a este respecto, la obra de NIsBET, R: Historia de la idea del progreso( 1980). Trad. E. Hegewicz. Oedisa, 1981. Especialmente, la introducción de la primera parte y cl epilogo. Pero mucho menos ingenua en su fundamentación filosófica, sobre todo en re- lación con lo referido en la (10) dc este trabajo, se nos aparece la reflexión de BiUMEN- CF.R(i, H. en The Legitimacy ofthe Modern Age (1966). Trad. inglesa de R. M. Wallace. The MIT Press, Cambridge (Massj. 1983, cuando es capaz dc distinguir entre el progreso como experiencia localizada de la Modernidad y la «reocupación» de la idea por parte de la Filosofía de la Historia, que en todo caso cumple cl papel securalizado de la Historia medieval de la Salvación (1, 4, p. 49). 2. dr. VATTIMO, O.: El fin dc la Modernidad. Nihilismo y hermenéutica en la cultu- ra posmoderna. Trad. A. L. Bixio. Gedisa, Barcelona, 1987. En relación con esta primera ~<definición» de lo posmoderno¿ son de interés, sobre todo las pp. 11-17 y 93-97. Anales del Seminario de Metafisica, N. o 26-1 992. Ed. Universidad Complutense. Madrid

Historia e interpretación: Sobre la dimensión filosófica ... · Por lo demás, la seguridad en la plenitud y en la continuidad de lo ente contribuiría a apuntalar sólidamente

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Historia e interpretación: Sobre la dimensiónfilosófica de la noción deposmodernidad

1. INTRODUCCION: CRISIS DE LA IDEA DE PROGRESO

Desdeel momentoen queel presentetrabajoestáconcebidocomounade-terminada profundización en un estadode cosasde general reconocimiento,su punto de partida habrá de fijarse por fuerza en el nivel de la mera historio-grafía de las ideas. Se trataría, en concreto,de la idea de progreso, al parecerde numerososhistoriadoresde laculturalamásimportantede nuestraciviliza-ción, determinantedesdesuefectividadde todas las demás~. Porque,sin du-da, laposmodernidadapareceenprincipio caracterizadaenla nutridaliteraturadel presentecomo la experienciade la disoluciónde lo nuevoy del fin delahistoria,entendidaestaúltima en el sentidode un procesounitario. De darcréditoa susnumerososdivulgadores,ya no seríaposibleunahistoria univer-sal, puestoquela lógicamisma de la secularización,al haberprivadoal pro-gresodesuhaciadónde,habríaterminadopor liquidar la creenciaen el avanceprogresivode la humanidad.

Haberabandonadounalógicasemejante:tal es el sentidoinicial de lo pos-modernoparaautorescomoVattimo, quien recurreen estepunto a la nociónde post-histoire, introducidapor Geblenen la discusiónactual2 Para expre-

1. Cfr., a este respecto, la obra de NIsBET, R: Historia de la ideadelprogreso(1980).Trad. E. Hegewicz. Oedisa, 1981. Especialmente, la introducción de la primera parte ycl epilogo. Pero mucho menos ingenua en su fundamentación filosófica, sobre todo en re-lación con lo referido en la (10) dc este trabajo, se nos aparece la reflexión de BiUMEN-CF.R(i, H. en The Legitimacyofthe ModernAge (1966). Trad. inglesa de R. M. Wallace.The MIT Press, Cambridge (Massj. 1983, cuando es capaz dc distinguir entre el progresocomo experiencia localizada de la Modernidad y la «reocupación» de la ideapor partedela Filosofía de la Historia, que en todo casocumplecl papel securalizadode la Historiamedievalde la Salvación (1, 4, p. 49).

2. dr. VATTIMO, O.: El fin dc la Modernidad. Nihilismo y hermenéuticaen la cultu-raposmoderna.Trad. A. L. Bixio. Gedisa,Barcelona,1987. En relaciónconestaprimera~<definición»de lo posmoderno¿ son de interés, sobre todo las pp. 11-17 y 93-97.

Anales del Seminariode Metafisica, N. o 26-1992. Ed. Universidad Complutense. Madrid

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sarlo de otro modo: la ideadel avanceprogresivoya no seríacapazde organi-zarla infinidad deacontecimientosquenos vienedel mundo.Sobretodoporqueal final nos percatamosdequeel desarrollotecnológicoposeeun ritmo propio,absolutamenteindependientede las necesidadesde los hombres.Conpalabrasde Lyotard, hoy se ha hecho imposibleseguir legitimandoel desarrollome-diantela apelaciónala emancipaciónde lahumanidad~. y ni siquieraimportaque, en cierto sentido,la concienciade la crisis vengaprecisamenteconstitu-yendo la certezabásicadel orden moderno‘%

Tenemosquerepararen lo inaudito del suceso.Puesla idea centralde Oc-cidentemantienejustamentequela humanidaden suconjuntoha avanzadoenel pasadoy seguiráavanzandoen el futuro, en una concepciónque hacedeltiempotluencialineal ~. De Hesíodoa Séneca,la AntigUedadya supoenten-der el progreso,por encimade todo, comoacumulacióngradualde conoci-miento susceptiblede seraplicadoen el aumentodel bienestargeneralde laespeciehumana(contrael prejuicio inmemorial,al parecerla concepcióncí-clica de la historiajamáslogró hacerolvidar del todo la del avancepaulatinoy lineal). En el magníficopoemade Lucrecio,por ejemplo, se advertiríanlosrasgosesencialesde esta fe en el progresocomo procesopuramentenaturalen que sólo intervienenla decisióny el ingenio de los humanos.Pero fue elCristianismoel queacertóaentregarnoslosotroselementosfundamentalesdela modernaideadeprogreso:unidadesencialde la especiehumana,necesidadineluctabledel avancehistórico,carácterespiritualdel mismo...Todoello so-bre la basedela defensaagustinianadel tiempocomofluir lineal y único, do-tadode realidadobjetivaen tanto creadopor Dios, contra la doctrina paganade los ciclos. Por lo demás,la seguridaden la plenitud y en la continuidadde lo entecontribuiríaa apuntalarsólidamenteel dogmadel progresohistórico.

En sectascomola de los puritanosse habríapreparadoel tránsito ala Mo-dernidady el triunfo condicionadode la ideasecularizadade progreso,al dar-se en ellas cita el componenteclásicode la idea (la relevanciade los avancestécnicosy científicos)conel ingredientemilenaristahebreoqueseponede ma-nifiesto en modalidadescomola representadapor Joachimde flore (hincapiéen la felicidadespiritualdequegozaráel génerohumanoantesdel Juicio Finaly de la vida eterna)6, Sólo duranteel Renacimientoparecióperdersu empujela fe en el avanceinconteniblede la humanidad.Sin embargo,desdeel siglode las luces tanto los sistemasfilosóficos imperantescomolas construcciones

3. Cfr. LYOTARD, J.-F.: La condiciónpostmoderna.Informe sobre el saber. Trad.M. A. Rato. Cátedra.Madrid, 1984, p. líO.

4. Cfr TRíAs, E.: Los límites del mundo, Ariel, Barcelona. 1985. p. 125.5. Cfr. NISBRÍ, R.: op. ch., p. 19. FI autor mantendrá una actitud muy crítica hacia

la en otro tiempo célebre obra de Buuv. 1.: Idea of Progres> Ami lnquiry imito its Origimisand Growth, publicada en Londres en 1920.

6. Cfr. NisBET, R.: (43. cd., pp. 27-77. para todo lo referentea la Edad Antigua, ypp. 78-145 para el tema de la decisivaaportacióndcl Cristianismo.

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teóricasde índole sociológicase aplicaránsobretodoa la tareade demostrarla realidadcientíficadel progreso.Es decir, la de especificarlas leyesquelohacennecesario.En adelante,estaparadójicafe en el progresose haríaya in-separabledel entusiasmopor el crecimientoeconómico.De Turgota AdamSmith, deCondorcetaKant, dio el progresoenentendersecomo avancenece-sariode la libertad en el mundode los hombres,pasándoseasíde interpretarla Providenciacomo progresoa considerarel progresocomoProvidencia7.Por cierto que se siguiópor lo generalel camino señaladopor SanAgustín,al situarseen el conflicto y el antagonismoel motor del avancehistórico. Asílo haríaKant, sin ir más lejos, con lo quellamabala insociablesociabilidadhumana.Tambiénparamuchosconstituíael requisitoprevio del progresolatransformacióndelaconcienciade loshombres:éstaes la líneaqueva de Rous-seaua Saint-Simony Comte, y de Fichte y. Hegel a Marx.

En definitiva, la realidaddel progresollegó aconvertirseen la evidenciabásicaparaloshombresdel XIX, evidenciaqueen gran medidahabríacondi-cionadoparatodosellos la mismapercepcióndel mundosocial. Y es que laempresacientíficaexigeen todo casoestetipo de temporalidadlineal, estape-culiar tensiónentrememoriay proyecto:El modocaracterísticodc la Moder-nidad es precisamenteel proyecto8. En la épocade Occidentea que nosreferimosunavez trasotra ha asumidoel papelcentraly rectorla idea de su-peración,haciéndosefinalmenteequivalentes,con laobviedadpropia de lo ja-máscuestionado,los conceptosde nuevoy valioso. En tanto secularizaciónde la tradiciónjudeo-cristiana,laModernidadconfierealahistoria unadimen-sión ontológicaen sentidoestricto,puestoque no es sino «aquellaépocaenla cual el ser modernose convierteenun valor, másaún, en el valor funda-

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mental al que todoslos demásvaloresse refieren»Perolo decisivoradicaaquíen que, si reparamosen ello, la condiciónde

posibilidadde todasestas«definiciones»tienepor fuerzaquesituarseenel acon-tecimientosiguiente:estamossaliendoo hemossalidoya dela épocamoder-na. En todo caso,por primeravez nos distanciamosde ella. La concienciadequela Modernidad,enefecto,y siempreen el doblesentido,subjetivoy obje-tivo, del genitivo,exige estarsituadosya de antemanoen un terrenoexteriora ella... A unaescalasimplementesociológica,síntomasde semejantesalida,entremuchísimosotros, seriantal vez reseñableslos siguientes:¡a debilitaciónde la creenciaen la superioridadde la llamadacivilización occidental,la pues-ta en teladejuicio del valordel crecimientoeconómicoincondicionado,el po-co entusiasmoante los adelantostecnológicos,ladecepciónantelaexplotacióndel conocimientocientífico...Tal vez hayaquebuscaraquíel sentidoprofun-do del interroganteconqueun autorcomoNisbetconcluyesu exhaustivoestu-

7. cfi-. Ni5BETR.: op. cii., P.257.8. Cfi. LYOrARD, J,-F.:Lii Postínodernidad(Explicadaa los niños). Trad. E. Lynch.

Gedisa, Barcelona, 1987, p. 30.9. VÁTTíMO. O.: op. <it., p. 91

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dio de la idea de progreso,la ideaeurocéntricapor excelencia.«¿Quéfuturotieneen Occidentela ideade progreso?Paracontestara estapregunta,hacefalta antescontestarotra: ¿quéfuturo tiene en Occidenteel ¡udeo-cristianis-mo?»

2. EL ASPECTO SOCIO-EPISTEMOLOGICO: CRISIS DELEGITIMACION

En íntimarelacióncon lo expuestoen tornoa la crisisde la fe en el progre-so.otro núcleotemáticodecisivoparalacaracterizaciónde ladenominadacul-tura posmodernalo constituyesin duda alguna la cuestiónde la legitimidad.cuestiónquehamerecidoen fechasaúnno lejanasunade las discusionesinter-nacionalesmás seriase intensasquepodamosrecordar.Desdela perspectivade nuestrosintereses,habríaquerecordarla forma enque Lyotard añadió,ala escuetadefinición habermasianaquesituabael problemade la legitimaciónen un contextoexclusivamentepolítico “, todo un ámbito de capital relevan-cia, el de la reflexiónepistemológica.Porqueel derechoa decidir lo queesjustoenmodo algunopuedesepararsehoy del derechoadecidir lo quees ver-dadero,cienciay políticaquedanhermanadas.~«lacuestióndel saberenlaedadde la informáticaes, másquenunca,la cuestióndel gobierno» i2 En la luchamundial por el poder,comotodosen el fondo sabemos,es hoy endía el saberla bazadecisiva.

Y desdeelpunto devistapolítico-social,la ¿pocaposmoderenavendríase-ñaladapor la descomposiciónde los grandesrelatoslegitimantes.Si éstossehantornado,en general,poco fiables, la consecuenciacruciale inevitable noseríaotra que la disolucióndel lazo social en sentidofuertecaracterísticodela EdadModerna. Paraseguircon la terminologíadel polifacéticopensadorfrancés,hoy nos hallaríamosen mediodeunamasadeátomos«lanzadosa unmovimiento browniano»,una masaqueno obstantesiguecumpliendocon elrequisitomínimo detodasociedad:que se deny se mantenganjuegosde len-guaje. Frenteal funcionalismoo el criticismode todasociologíamoderna,ennuestrosdíassólo una teoría de los juegosde lenguajepodrá hacernoscom-prenderel entramadode las relacionessociales.

El mismo sujetosocial estádiseminado:desmintiendoel cosmopolitismoconsustanciala los metarrelatosmodernos,pareceindiscutiblequeen laactua-lidad se refuerzancadavez máslas identidadeslocales.De ahíqueparaLyo-

— IQ. N¡sBi-:T. it: op. cf!., p A(¿7

II. Para HABERMAS, como es sabido. «legitimidad significa el hecho del merecmmiemi-

to dc reconocimiento por parte de un orden político» («Problemas de Legitimación del Es-tado Moderno», en Lii reconstruccióndtd Marerialixrno Histórico. Erad. J. Nicolás, Taurus.Madrid, 1981. p. 243).

12. LSoTARD, 1. —F. La condiciónposteindeina,p. 24.

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tard pueday debahablarsede un fracasoy una extinciónde la Modernidad.Y es quese nos evaporórepentinamenteelhorizontede sentidoa cuyo cargocorríala legitimaciónde las institucionesmodernas,tantoen la modalidadquenos hablabadel pueblocomo «héroedel conocimiento»como en la que nospresentabaa semejantesujetoabstractoen el papelde «héroede la libertad».Pocosse siguencreyendohoy, en el fondo de su corazón,los relatosteóricoy prácticodistintivamentemodernos~. Un ingenteesfuerzose habíavenidoaplicandoa la tareade desalojarel relato mítico, el que retornaal origen,yde poner en su lugar el que nos hacemirar en cambioal final del camino, elde laemancipación.Precisamentelo quecaracterizaal totalitarismoes el des-quite del relato vencido. Pero no nos quedala másmínima dudade que nopiensaLyotardparanadaenéstecuandoescribeque«estosideales(deprogre-soy libertad)estánen decliveenla opinióngeneralde lospaísesllamadosde-sarrollados.La clasepolítica continúadiscurriendode acuerdoconla retóricade la emancipación.Pero no consiguecicatrizarlas heridasinfligidas al idealmodernodurantecasidos siglosde historia» 4 Ciertamentese tratade unade-claraciónconel efectoprovocadorde laambigúedadqueincita apensar,sobretodo si recordamosque figura en un informe encargadoprecisamentepor lamencionadaclasepolítica.Perode lo quesetrataes deasumirel reto del pen-samtento,no de seguiragazapadoen lacomodidadculpabledel intelectualor-gánico, siempreobstinadaen engrosarla lista de los demonios.

Tambiénserála diferenciaenla estrategiade legitimación,en un ordendecosasperfectamentesimétrico,la que en último término aporteel adecuadopunto de vistadesdeel queconsiderarel fenómenocultural quelacienciamo-dernarepresenta.Así queéstaquedarádefinida comoel conocimientoque re-curreal granrelato paralegitimarse(frenteal sabertradicional, queadoptabaen su formulaciónla forma narrativa,legitimanteensímisma).Lo queimpor-ta ahoraesrepararen lacontradicciónqueseencierraenprocedimientoseme-jante:al recurriral relatoparalegitimarse,el nuevosaberpretendeen definitivaobtenersuscredencialesculturalesde manosdel sabernarrativo,es decir, siloconsideramosdesdesusmismospresupuestosbásicos,del no saber.Contra-dicción queseponíade manifiesto,agudizándose,en el instanteen quelacien-cia modernadeterminabasuscondicionesdeverdadcomoinmanentesalpropiojuegode lenguajequenacióconella. Puestoque ello significabael reconoci-mientode quelos criteriosde lo científico nadatienenquever conlos quesonpropiosde la forma narrativa.Por esose consideraLyotard en el derechodeafirmar quela crisis de la cienciamoderna,interpretadajustamentecomode-clive de la legitimaciónnarrativa,esa la vezefectoy presupuestodel progresocientífico de los últimos siglos i5~

Tancontradictorioeraparala cienciael recursoal relato de las libertades

13. LYOTARD. J.-F.: op. cit. p. 61.14. LYOTARD, J.-F.: La Posínzodernidad.p. 97.5. l.,YOTARD, J.-F.: Lii condición postmoderna,p. lo.

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comoel recursoal relato idealistade laBildung, en el queel saberencuentraen sí mismoel principio de legitimidad (pasandoen consecuenciaa diseñarla estructuradel Estadoy de la sociedaden su conjunto).Estacontradicciónhacia posibleun progresoqueno erasino su mismaagudización.De ahíque,tradicionalmente,el científico representaseel ámbito por excelenciadel pro-gresode la humanidad(y de la siempreposibleregresión),apareciendotodoslos demásterritoriosde la culturacomosometidosa la necesidadde serinte-gradosen él. Una exigencianadafácil de cumplir, por lo demás.Con la revo-lución científica, sólo en su virtud, los hombresse hicieron en su conjuntoconscientesdel Progreso,conscientesdel fluir dela historiay, desdeestepun-to de vista, ningún acontecimientohistórico ha tenido tanta importancia,ha-ciendoexcepciónde la irrupción del Cristianismoen el mundoantiguo <~. Porotraparte,y comoseadvierteen laconcepcióndelacienciaen generalsusten-tadapor los paladinesde la TeoríaCrítica, no cabedudade queel Marxismoharíasuyaslasdos modalidadesespecíficamentemodernasde legitimacióndela empresacientífica ‘~.

En todocaso,unavezhabiéndosedesgastadoel modernoprincipio de legi-timidad,cuandolacultura ingresaen la épocaposmoderna,cambiael estatutodel saber.Lo queen primer lugar significaque se ha hechodel todo visiblela crisisde lacienciaen cuantocrisisdedeslegitimación.La concienciade uncambio tan crucial quedapatente,por ejemplo, en la afirmación de Vattimoquetomasu condiciónde posibilidadde la obrade Kuhn: la lógicacientíficahaterminadoporreducirsea la retórica,disolviéndoseasí la modernacontra-posición de tecnocienciay arte ~. En una palabra, la ciencia no es capazyade legitimar a los demásjuegosde lenguaje.

Y la dudageneralizadarespectode los metarrelatosproduceen principiola impresiónpesimistaquehoy pareceteñir nuestrapercepciónde la realidadsocial. La legitimaciónpareceen efectodadapor lasimpleeficacia,por la per-formatividadentendidacomodisminucióndel input y aumentodel output. Hayuna sensacióngeneralizadadepérdida desentido, sobretodo en el descubri-mientode queno existeya relaciónalgunaefectivaentreadquisicióndel sabery formacióndel espíritu. La verdadretrocedeanteel podercuandoel conoci-miento se producepara ser vendido, despojadopor completode su valor deuso, y laenseñanzase reduce,en consecuencia,a un merosubsistemadel sis-temasocial. En el espíritutecnocráticode laperformatividadgeneralizada,la

lb. Cfi-. BUTTERFII±D, H .:«EI lugar que ocupa la revolución cientílica en la historiade la civil izac iómi occidental», en Los orígenesde la Cienciamoderna, liad. L. Castro.Taurus. Madrid, 1985, pp. 177-192.

17. En este sentido, es reveladora la lectura del ensayo «¿Ciencia como cmancipaciómit<,que APEL- incluye en Lo Transformacióndc la Filosofía U. El a priori de la comunidadde comunicación. Trad. A. Cortina. Taurus. Madrid, 1985. 121-145 PP.

18. Cfi-. VATTIMO. 6.:» Ia estructura dejas revoluciones cientdicas», en El fin dc laModernidad, pp. 83-99.

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pregunta«¿esesoverdad?»seríasustituida,conla mayorde las desenvolturas,por lade «¿yesoparaquésirve?».No se haconseguidomáslibertado mejoreducación,tal seríaelprimer apresuradodiagnóstico,sino, en todo caso,ma-yor seguridadrespectode los hechos.

Pero,contodo, elpaxhosdel ya-no-modernoalentaríaen la decisiónde re-montarsemásallá del diagnóstico«superficial».He aquílo decisivoen el te-rrenoqueahorapisamos:en el fondo, Lyotardcreyóverlo, la pragmáticadela cienciaposmodernapocoo nadatiene quever con la eficienciadel ganartiempo(por cierto quetal seríaelobjetivo supremodelas sociedadesmoder-nas, la administraciónde lamuerte,comoinsisteAgustín GarcíaCalvo). «La

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expansiónde la ciencia no se hacepor mediodel positivismode la eficacia»Y es que, con la consumaciónde la internalizaciónde las reglasque lo vali-dan, el saberde la era postindustrialse acogeríaen realidada un modelodelegitimaciónque no es el de la performatividad,sino el de la diferencia (eldiferendo)comoparalogía. En el saberposmoderno,comojuegode informa-ción completa, lo decisivoes la imaginación que se permite realizarjuga-dasnuevaso queinclusollega acambiarlas mismasreglasdejuego. Poreso,de ahoraen adelantelo deseablees ladisensión,no el consenso(hay un com-ponentesubversivoevidente en toda esta línea de pensamiento:como Ja-cobo Muñoz tituló su introducción a la reciente edición castellanade lascuatroconferenciaslyotardianasde los sesenta,nos hallamosverdaderamenteante«la alternativadel disenso»).Tambiénen el terrenopolítico: «la actividaddiferenciadora,o de imaginación,o de paralogía,en la pragmáticacientíficaactual, tieneporfunción hacerapareceresosmetaprescriptivos(los «presupues-tos»), y exigir quelos «compañeros»aceptenotros.La únicalegitimaciónque,a fin decuentas,haceconcebibleunademandatal es: daránacimientoa ideas,es decir, a nuevosenunciados»20

Paraterminar,no sepuedepasarpor alto la semejanzadetodaestatemáti-caepistemológico-culturalconla tancomentadasustitucióndela teoríaclásicadel conocimientopor la hermenéuticaen el pensamientocontemporáneo:nohay, no es en absolutodeseabletampoco,un metalenguajeuniversaly unifica-dor, sólo lenguajesinconmensurables.No se trata en efectode simples liti-gios, comole gustaríaseguirhaciéndonoscreeraunadeterminadaconcepciónde la razón, sino de d¿fférends:«No se trata deque los humanosseanmalosni de quesus intereseso pasionesseanantagónicos.Comolos sereshumanosestánsituados(.•.) en regímenesde enunciacionesheterogéneasy atrapadospor fines vinculadoscon génerosde discursoheterogéneos,el juicio que seformulasobrela naturalezadel sersocial sólo puederealizarsesegúnunodeesosregímeneso por lo menossegúnunodeesosgénerosdediscurso,desuer-tequeel tribunal haceprevalecereserégimeny/o esegénerosobrelos demásy, al transcribir en su propio idioma la heterogeneidadde las enunciaciones

19. LYoTARD. it.: op. <it., pp. 99-lOO.

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queentranenjuegoen lo socialy en su comentario,el tribunal infiere necesa-riamenteuna sinrazóna los demás»21

No hay un tribunal, hay muchísimos.El pensadordeberíadar fe de ello,correspondiendoasía su «misión»,quees ladedenunciary ponerdemanifies-to en toda su incomodidada la sinrazón(das Unrecht: la injusticia, el agra-vio). Todo actode conocimientose entiendeaquítambiéncomouna posibleinterpretacióndesdeun previo horizontehistóricode familiaridadconel mun-do. En estoradicala razón,de la queseríacircularpedir el fundamento.Secomprendeentoncesperfectamentepor quélahermenéuticaconstituyeel pilarpoderosode laobraqueVattimo dedicaraa la posmodernidad(podríamosde-cir queel ligiiisticismo de Lyotard, la herenciakantiano-wittgensteinianaquepenetrasu obrade caboa rabo,terminaasimismopor ponerseen sintoníaconla filiación nietzscheano-heideggerianadel popularpensadoritaliano): «(...) loslimites propiosde la metodologíacientíficamodernase conviertenen los «li-mites» (...) del pensamientoen la épocade la metafísica»-~ -

3. EL ASPECTOONTOLOGICO: CRISIS DE LA METAFíSICA

Nihilismo y Hermenéutica

En último término,el pensamientodébil comopensamientode la pietasque seríaconstitutivode la posmodernidad23, toma su específicotalantedelacontecimientoque ha determinadoradicalmentela experienciade la verdadque nos corresponde,y que filósofos comoNietzschey Heidegger,sobreto-do, acertarona reconoceren sus rasgosmás relevantes.(Por otro lado, esaexperienciade la verdadconfiguraríaen su sentidomás básicola vivencia delo cotidianopropia delos occidentalesdefinalesde siglo, presentándosedesdeestepunto devistael «nuevo»pensarcomola asunciónde esteretoquela radi-cal mutaciónde semejantevivencia vienesuponiendo).Por esono encontra-mos sólo enelnihilismo consumado,tal seríaelacontecimiento,unaposibilidadentreotrasdel pensaractual, sino su posibilidadmáspropia,la quese le impo-ne. Ante todo, y en tanto suceso,afectaal sermismo, a diferenciade esenihi-lismo reactivocaracterístico,porejemplo,de las críticasde la alienación.guiadasen todo casopor la nostalgiaplatónicadel ontoson, es decir,presastodavíade la ilusión metafísica.

Vistas las cosas,en el casode Vattimo, desdesu persistentey decisivapo-lémicacon la dialéctica,el nihilismo consumadose despliegacomoreducción

21. LYOTARD. i.-F.: La DI/trencia (LeDifiérend. 1983). Imifarne iraducción dc A. L.Bixio. Gjedisa, Barcelona. t988. Parg 196, p. 163.

22. VATTIMO, 6.: Los aventurasdr la diferencia.Trad. i. C. Gentile. Península,Bar-cetona, [986, p. 27.

23. Qfit VATTIMO. (1: El fin dc la Modernidad. pp. 24-25 y 105.

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del sera valor, entendidaenel sentidoprecisode generalizadatransformacióndel valor de uso en valor de cambio.Triunfo cotidianodel simulacroquehaceposiblepor fin, y estavez deunamaneratotal, atodoslos niveles,el reconoci-mientodequees la ausenciade fundamentolo queconstituyenuestracon-dición 24 Y el descubrimientoposmodernoconsistiríaen queestamuertedelser como fundamentoencierrauna posibilidaddiferentede existencia,hacialaquedeberáencaminarsecualquierconsideraciónno meramentenegativadeldesarrollode laculturapresente.Y comoenseguidaveremos,elmundode pen-samientoquecorresponderíacon mayor propiedadal nihilismo realizadonoes otro queel de la ontologíahermenéutica:el ámbitode ésta,en efecto,vaadelimitar lo queha de serexploradoen el esclarecimientode la experienciade laverdadquedefinenuestrodestinohistórico(«destino»siempreenel sen-tido del alemánBestimmung).

Recapitulemos,llegadosaestepunto,laapropiaciónde la tradición herme-néuticaporpartedel pensadoritaliano,apropiaciónquesindudaalgunaenten-deremosa condiciónde asentir,por nuestraparte,al pasoinicial queconsisteen atribuir a [a filosofía heideggeriana,en especial[a más tardía,el protago-nismoabsolutoa la horade constituir tal ontología. La importanciadecisivade Heideggerprovieneenestecasode su identificacióndesery lenguaje.Puesconestose hacedel hombreunatotalidad hermenéutica,y se caracterizaelpensarultrametafísicoen lo quetienede máspropiocomo rememoraciónqueatiendea la tradición25,estoes, queyano se sigue obstinandoen interpretarla historia, como WalterBenjamindenunciara,en el sentidode la historia delos vencedores,en el sentidodel «progreso».Todo ello en el interior de unmareoconceptualdenominadopor la noción,asimismoheideggeriana,de Ereig-nis, quemientaantetodo esaconstitutivacarenciade fundamentoa queantesaludimos.

Desdeaquí,y a partirde laobrade Gadamer,y de losdesarrollosquede-bemosapensadorescomoApel, Jauss,Pareysone inclusoRorty, desarrollosque sin embargosuponenen ocasionesun lamentabledistanciamientode lasposturasmáscríticasde Heidegger(el mismomaestrode Vattimo, enpalabrasde Habermas,se habríadedicadoen cierto modo a «urbanizar»al Heideggermásintratable),la ontologíahermenéuticase iría configurandoen la actuali-daden tornosiempreatres posicionesbásicas:en primer lugar, y recogiendola herenciaquele correspondeen la viejapolémicadel Erklaren y el Verste-ben,habríaquereseñarel decididorechazodel métodopropiodelas cienciaspositivascomométodogeneraldepensamiento(destitucióndela«objetividad»,en suma,como ideal de conocimientohistórico); generalizacióndel modelohermenéutico,en segundotérmino, a toda modalidadcognoscitiva,incluidala quees característicade las cienciasnaturales;por último, y revelandocon

24. VATTIMO, 6.: op. cit. , . p. 103.25. Cfr. GADAMER, 1-1-6.: WahrheitundMeihode. Grundzúgeciner philosophischen

Hermeneutic. .1. C. B. Mohr, Tiibingemi. 1965, p. 450.

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estoel sentidonuclearde todala operación,afirmaciónde la «lingiiisticidad»del ser, segúnel célebredictum de Gadamer,enel queVattimo introducelasdos comas: «Sein,das verstandenwerdenkann, ¿st Sprache»~

Tres posicionesbásicasque se condensanen la noción capital de círculohermenéutico:eneseprocesoindefinidoquees la interpretación,quese poneen marchasiemprea partir de la extrañezae inclusoel malentendido,lo quese vienea dares unapertenenciarecíprocade sujetoy objeto. A laaperturadesentidooriginariapertenecenpor igual el cognoscentey lo conocido27.Y en vis-tadeque, repitámoslo,lacondiciónnaturalde quepartetodainterpretacióneselMissverstehen,la extrañezaante la ateralidadradical, se puededecir que enel cursodel procesohermenéuticoasistimossiemprea un auténtico«aumentode ser», si bien, comoel mismo Heideggerse encargóde poner de relieve,no puedehaberdiálogo,desplieguede la diferenciaontológicaen la comunt-cación social,sino sedaen todocasolo mismo,dasSelbe,comolo no-pensadoque quedaen reservaen todo pensar.

Vattimo espera,por otra parte,queconel consentimientode «entregarnos>’a la fieberlieferungrecuperela Hermenéuticasu pujanzacríticay su potencialdeliberación. Y es quedeestamanera,al configurarseun pensarya no metafí-sico comorecuerdodel sentidodel ser, se haceen definitiva fluido el horizon-te históricoen que nos encontramosy que nos constituye,resquebrajándosepor fin su asfixianteaparienciadenecesidad:«el serno esotra cosaquela trans-misiónde las aperturashistóricasy de destinoqueconstituyen,en el casodecadahumanidadhistórica,je undje, suposibilidadespecíficadeaccesoal mun-do» 28

Historia y sujeto

Si convenimosen denominaral acontecimientoculminantey final de laMe-tafísica,al modonietzscheano,«nihilismoconsumado»,«muertede Dios», en-tonces tendremos que estar también de acuerdo en considerar,heideggerianamente,queunade las implicacionesmásfundamentalesde estepunto y apartehistóricotan decisivono seríaotra que la crisis del Humanis-mo, es decir, de la doctrinaqueasignaal hombreel papelde sujeto. Muertede Diosy muertedel hombreson unay la mismacosa.Puesel hombrepuedesituarseen el centrode la realidadde lo que es sólo si se da un fundamentoque lo asegureen esepuestode privilegio. Cuandola estrategiade ladesfun-damentaciónalcanzasu máxima radicalidadnos percatamosde que,precisa-mente,la vocaciónconstitutivade lahermenéuticano es sino la de poneren

26. Cfr. VATTIMO, 6.: Las aventurasde la diferencia, pp. 24-25.27. VATTíMO, 6.: loc. cii., p. 27.28. VATTiMO, 6.: El fin de la Modernidad,p. 155.

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crisis la nociónde fundamentación,cuestionamientoqueen esteterrenoseha-cedefinitivo e irrevocableatravésde lapeculiar«centralidad»del círculoher-menéutico29

Es justamenteen el rechazodetodo intentodereconquistarparael serhu-manoel papelde sujetodondese sitúala clavequenos permitirácomprenderel sentidode laactitudbeligerantequelos teóricosde la posmodernidadacos-tumbranaadoptarfrentealosdiversosmarxismos.A su parecer,losdeFrankfurty susdescendientes,por referirnosaquíal ejemplosin dudamásilustrativo,se hanobstinadoen ignorarquehayalgo quenoflincionaen la estructuramis-ma del sujeto. Los contenidosdel ideal humanísticohande serhoy másquenuncapuestosbajo el foco de la sospecha.Porqueel sujeto-autoconcienciadelaModernidadesevidentementeel elementocorrektivodel serentendidocomoobjetividad,estabilidady dominación.Esdecir, el sujetoquecontanto ahíncose defiendequela enajenaciónque la tecnocraciapropicia no es sino la raízy la condiciónde posibilidadmismasdetodaalienación.De ahí quesepuedaafirmar, tal vezcargandoun pocolas tintas,queel Humanismoocultasiempreun núcleo represivoy ascético30, Desdeestepunto de vista, lo mismo ocurreconel sujetotrascendental,la autenticidadexistencialistao el sujetotradicio7nal cristiano-burgués.Vattimo creever, precisamente,en la Kehreheidegge-nanaeldescubrimientode quela nociónmodernade sujetoresultaabsolutamenteinsuficienteparadar cuentadel tipo de existenciahistórica quecorrespondeal hombreen la actualidad3i~ En estepunto,a su parecer,Heideggerhabríacoincidido,en la potenciacrítica de sus resultados,con la crítica radical quedel conceptode sujetohicieraNietzscbe,al terminarentendiéndolocomoplu-ralidadhermenéutica(centrada,básicamenteinconsciente)de Trieben de po-der. Y ello a pesarde la torcida interpretaciónque aquélhiciera de éste.

Pareceevidente,entonces,que los discursosde la alienacióncarecendesentidoal margendel ideal metafísicodel Humanismo,y unavez desfunda-

29. (Sfr., a este respecto.la interesantediscusiónque Vattimo mantienecon Apel yHabermasen «Resultadosde la Hermenéutica»,último de los capítulosde suMósalló delsujeto. Niet,sche, Heidegger y la Hermenéutica.‘Erad. dei. (Y Gemitile. Paidós,Barcelo-mia, 1989. 85-104 PP.

Aún rebasandolos objetivos de estetrabajo, no nos cabe duda, por lo demás,de laurgentenecesidadde discutir, al hilo de todo estedesarrollo.los argumentosde la «partecontraria», tal y como se despliegan,poderosay triunfalmente,demasiadotriunfalmente.en HABERMAs: El discursofilosófico de la Modernidad(1985). Trad, M. Jiménez.Tau-rus, Madrid, 1989. Asimismo, RichardRorty. en la mejor tradicióndel pragmatismoja-mesiano. propone en sus últimas reflexiones una especiede componendaentre loscontendientesque, sin embargo,nosharía pagarel preciode la definitiva escisiónde loprivado y lo público ((Sfr. Contingencia,ironía y solidaridad(1989). Paidós, Barcelona.1991). Es posible que semejante divorcio sea hoy positivo, en contra de lo que denunciaraNietzscheen 1874 en la segundade susIntempestivas.

30. (Sfr. VATTIMO. 6.: El fin de la Modernidad, pp. 42-43.31. Cfi-. VAITíMo, 6.: Las aventurasde la diferencia, pp. 54-55.

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mentadoel tradicionalprincipium individuationis. Con todo, no podemosolvi-dar sin caerconello en la simplificación másgroseraqueel mismo Vattimoha creídodescubriren Marx la ideacapitalde los teóricosde la interpretación.la de círculo hermenéutico,poniendode manifiestoel rechazode la concep-ción objetivistadel serqueha de estarnecesariamentea la basede la nociónde praxisrevolucionaria.Asimismo, se haceprecisodejarconstanciaaquídela brillante recuperaciónde Marx a queasistimosen los parágrafosfinalesdela obramásambiciosadel propio Lyotard: El Marxismo no ha terminadoencuantosentimientode la diferencia.En efecto, la lecturade nuestraépocacomoaquéllaen laque«el tiempoalcanzasu plenitud comocapital»no puedeseren absolutopasadapor alto por todaesta línea de pensamientosin quesupotencialcritico, el quees característicode lo que seriaposible llamar resis-tenciahermenéutica,resulteasfixiadopor losdiversosoportunismosque,comosiempre,tienenla costumbrede proliferar en los periodosde confusión 2~

Paradecirlocon las palabrasde Vattimo, tanprovocadorascomoindicado-rasde un estiloqueha empezadoa generalizarse,senos proponeaquí unacu-ra de adelgazamientodel sujeto, muy lejos sin embargo,a pesar de lasconfusionesa quese hapodidodar lugar, decualquierontologíaimpersonalis-ta. Cura que habráde ir acompañada,además,de la efectivasuperacióndeesaenfermedadhistóricaqueNietzschediagnosticaraenla segundade suscé-lebresconsideracionesintempestivas.Porquesemejantedolenciaestáesencial-menteligada a la separaciónde teoríay praxis, uno de los rasgostípicosdela mentalidadmetafísica,y lanociónmodernadesujetoforma parteintegrantede estaúltima. De estemodo serirá afianzandomásy máslacertezadel carác-ter constitutivoqueparael individuo tiene la pertenenciaa un mundohistóri-co. Es decir, no podremoshablarya másde la Historia, conel característicotono mortecinodel que se sabeepígono, sino de las pequeñashistorias: «lapreguntaque seplanteaes si esenosotroses o no independientede la idea deuna historia de la humanidad»~.

Arte y verdad

Trayéndonosalamemoriala tesisschellingianaquehizodel arteelórganode la filosofía, aludiendotambiénal proyectadotítulo nietzscheanode «la vo-luntadde podercomoarte»,Vattimo no vacila en señalarla centralidadde loestéticoen la Modernidad,creyendoreconoceren estesentidouna corrienteprofunday continuaquefluye desdeel Renacimientohastala fuerzacrecientede los mediosdecomunicaciónde masas.Sindudaes audaz,paramuchosopor-tunista, la decisióndeaproximarsehermenéuticamenteal mundo«mediático»

32. (Sfr. VArTíMO. 6.: op. cii.. pp. 57-59y LYOFARD. i.-F.: La Diferencia <Le DÚ1

J¿rend. 1983),pargs. 236 y ss.33. I,yoTARo, ].-F.: Posímodernidad,p. 37.

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quees nuestromundo,parabien o paramal, jugandoa rastrearen él la tandebatidaexplosióndel artemásalláde suslímitestradicionalmentefijadosporla Estética.La enmarañadacomplejidaddetodaestacuestiónseponede relie-ve en las diferentesy contradictoriasrecepcionesviscerales,como muy biense podríadecir, del diagnósticode Benjamínrespectode la caídade la tradi-cional definiciónmetafísicadel artecomo lugar de la conciliación, diagnósti-co, sinembargo,de cuyotino nadieduda. En la«transestética»quenosanunciaBaudrillard, por ejemplo, el Arte comotal, conmayúscula,ha desaparecido:las imágenessólo serviríanparahacemossospecharquealgoha desaparecidotras ellas definitivamente~. En el casode Vattimo, la muertedel Arte es leí-daen cambiocomogeneralizacióndel «deleitedistraído»,del «artedelaoscila-ción», queconfiguranuestraexperienciaposmodemacomoabsolutapenetraciónestéticade laexistenciaindividual y social. El mundoposmetafísicodescubre«la heterotopiade la experienciaestética»,lo cual no significaríaotracosaquela definitiva revelaciónde la sustanciahermenéuticadeesoquehabíamosve-nido llamando«realidad».En lo bello no se hacesensiblelaVerdad: la bellezaes ornamento,y ello «enel sentidode quesusignificadoexistencial,el interésal queresponde,es ladilatacióndel mundode lavidaenun procesode reenvíoa otros posiblesmundosde vida, que no son sólo imaginarios,marginales,ocomplementariosdel mundo real, sino los que componen,constituyenen sujuego recíprocoo en su residuo,lo que llamamosel mundo real»~.

Relevanciadelo artísticoparatodaontologíahermenéuticadela actualidad(esetérmino,«ietztheit»,quelevantabala cólerade Schopenhauer),es decir,paratodainterpretaciónfilosóficade lahistoria (o de las historias):en el terre-no privilegiadodelarteencontraríamosunaanticipación,heideggerianamenteexpresado,del modode darseel ser característicono sólo desdeluegode laModernidad(el sercomovoluntaddedominio,puesno en vano laestéticame-tafísicatradicional nos datestimoniodel mismoen tanto fuerza,permanencia,grandiosidad),sino sobretodo, desdeel punto de vistadel interésdel presente,característicode la salidade la Modernidadquesegúnestacorrientedepensa-miento estamosviviendo en todoslos órdenes36~ Y a buen seguro que estediagnósticotieneuna relacióndirectay esencial,paradecirlo una vez más,conel descubrimientoque fue entreotras muchascosascondiciónde posibilidadde la «modernidad»artística,el descubrimientode que la realidad tiene muypocode realidad.Quenadase resistea la «invención»de otras realidades,endefinitiva. Es la ruptura nihilista de la creenciala quedefineel arte«moder-no», eseartede lo sublimey de la nostalgiaque intentapresentarjustoaquelloquehayde impresentable,y que,comoel pensamientogenealógicode Nietz-

34. (Sfr. BAUDRJLLARD. J.: Li transparenciadelmal. Ensayo sobre los fenómenos ex-tremos (1990). Trad. J. Jordá. Anagrama. Barcelona, 1991.

35. VATT[MO. O.: U¡ sociedadtransparente(1989). Trad. e Intr. de TeresaOñate.Paidós/l.(S.E.-U.A.H., Barcelona, 1990, p. 169.

36. Cfr. VATTtMO, (3.: El fin <le 1« Modernidad, pp. 87-91 y 55-56

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sche, culminaen el reconocimientode que la realidad tampocoes otra cosaquefábula~.

Si entendemos,de estamanera,la«muertedel arte»en el sentidode la ex-plosiónde lo estéticofuerade sus límites tradicionales,no es de extrañaren-toncesqueéstaconstituyaun aspectocentraldelaépocadel fmaldelaMetafísica.Esaexperienciadel deleitedistraido, libre de todoénfasis,seríapuestaen re-lación,dentrode la obrade Vattimo, nadamenosqueconla ambivalenciadela Wille zurMac/it nietzscheana.Experienciapanestéticaque,comola inciertay aventuradaexistenciacotidianadel animalurbano,no sólo no «fortalece»laidentidaddel sujetoque la acoge,sino que inclusoconlíevasu desestructura-ción (hay una WzMquedisloca, en vez de reafirmarías,las relacionesjerár-quicasvigentes,unaWzMdiferentede lasimplevoluntadde formay dedominio).Seríael posmoderno,en suma,el mundode las interpretacionessin hechos,másallá o másacáde la supuestaracionalidadtecnocrática,esemundodel de-lirio bienentendidoenelqueel artistacreainvestigandoreglasnuevas,en lu-gar de gobernarsepor las ya establecidas(nueva«sutura»,por lo demás,dela filosofía al arte, al menossi atendemosa la caracterizaciónlyotardianadela actividad filosofante).

Frenteal cientifismonaturalistaconfiguradorde la Modernidad,por lo tanto,se hacede nuevoprecisorecuperarel arte en tanto experienciade la verdad,llevar a la superficie la corriente oculta que mana desdeel Renacimiento, yello porque la experienciade lo verdadero sería ante todo la experienciade pertenecera un lenguaje.Despedirsede la Modernidad viene a significarla patentizaciónde que la verdades eventoy no estructuraestable.Precisa-menteen estatransformacióndel sentidode la verdadque hoy nos compete.o, mejordicho, a la quepertenecemos,y quees hechavisible por el arte,ha-bría queintegrarlas reflexionesde Vattimo en torno a la «estética»heidegge-nana.Como ponerse-en-obrade la verdad,el arte, y en especiallapoesía,senos aparececomo acontecimientoinauguralen el que se instituyenlos hori-zonteshistóricos38~ Si el acaecerde la verdad,o la verdadcomo acaecer,sereconocepor la mismidaddel descubrirsey el ocultarse,del mismo modo laobradeartecomprendeun «mundo»,o sistemadesplegadode significaciones,y una«tierra»,como núcleode reservaquejamásagotaránlas interpretacionesy que por tanto proyectala obra al futuro.

En definitiva, seconstatala esenciadecorativay periféricadel arteen tanto

37. Cfi. LYOrARD. .l.-F,: op. c.ii.,pp. 20-21. La ambigédadde la cuestiónestéticaenel debatede la posmodernidadnaceríadel hechode que. comose nos dicedos pág¡nnasmás abajo,«unaobramio puedeconvertirseenmodernasi enprincipio no es ya posmoder-na. El posmodernísmoasí entendidono esel final del modernismosino su estadonaciente.y eseestadoes constante».

38. sfr. las investigacionesestéticasde Vattimo en Elfin de/a Modernidad,relacio-nadas sobre todo con los escritos de Heidegger, Der Ursprung desKunstwerkes,de 1935.y Dic Kunst undder Raum,de 1960.

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puestaen obrade la verdadque nos corresponde,ya que «lo que realmentees,el ontosoit, no es el centro frente a la periferia, la esenciafrente a la apa-riencia, lo duraderofrentea lo accidentaly mutable, la certezadel objectumdadoal sujeto frentea lavaguedade imprecisióndel horizontedel mundo;enlaontologíadébil heideggerianael acaecerdel seres másbienun eventomar-ginal y poco llamativo, un evento de fondo»~‘.

El sentido griego del devenir

¿Cómopodríaencuadrarsetodo estoen elpanoramageneralqueel pensa-mientooccidentalnos ofrece?Aunqueinevitablementeesquemáticas,las tesisde EmanueleSeverinoestablecenque tal paporamaquedóabiertoen el mo-mento en que los griegostomaroncomoevidenciaoriginaria, basede todademostración,la existenciadel devenirentendidocomo pasodel no-seral sery del seral no-ser.Hay civilización occidental,hay en consecuenciaposibili-dadde explotacióntecnológicadel mundo,mientrassigadominandoestesen-tido del devenir, hastalos griegosinédito en la historiade los hombres.Porsu parte,la erade laMetafísicase inicia en la Antigúedadcomoaseguramien-to del mundodel deveniren un fundamentoinmutable:aparecela ideade unaverdadinnegablee incontrovertible,la episteme,queal mismo tiemporevelaun aspectopráctico, ético-político.

En la culturacristianaalcanza,en el fondo, la filosofíaantiguasucumpli-miento, y, conel nacimientode la cienciay el pensamientomodernos,asisti-remosaunadeterminadadislocacióndel mundodel devenir,un cambiodecisivoen virtud del queésteacabaráidentificándoseconel ámbito del pensamientohumano.Sin embargo,enun filósofo comoEpicuroya se habíainsinuadounaposibilidaddiferente,en mediodecuyo florecimiento hoy tal vez nosencon-tremos, la de ver el terror en lo eternoy la salvaciónen el devenirmismo,concluyendoque«el remedioha sido peorquela enfermedad»~. De ahí la in-negable«modernidad»del pensadorhedonista.

Con la Modernidadvuelvea proponerseel sentidoesencialde laepistemehelena. La dudacartesiana,por ejemplo, frentea todo escepticismo,no hacesino darexpresióna lamismaexigenciaquehabíaimpulsadoa Platón,Aristó-teles, Agustíny Tomásde Aquino, la de reconstruirdesde los fundamentostodo el edificio del saber. Lo especificoe innovadordel enfoqueepistémicomodernoradicaen quebrarconsu actitudcrítica la identidadinmediatadecer-tezay verdadque habíadominadoel pensamientoantiguo y medieval.

Desdeestepuntode vistatan sumario,podemosafirmarqueel sistemahe-geliano representaríajustamentelaculminaciónde la filosofía comoepisteme,

39. VATTIMO, 6.: op. cii., pp. 79-80.40. (Sfr., par atodaesta interpretación.SEVERINO. E.: Li filosofta antigua. Trad. J.

Bignozzi. Ariel. Barcelona, 1986. En especial,las PP. 19-20. 34. l05-l~, 215-217y 173.

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es decir, el principio del fin de la Modernidad. A partir de Hegel, el pensa-miento occidentalse desplegará,con las naturalesexcepciones,como críticaimplicabledetoda volunta desistema‘Q Entraen crisis la categoríade «tota-lidad», terminandopordespertarsospechastodo intentode síntesisdefinitivas.Es la épocaantimetafísica,decididaa respetara todotrancela libertaddel de-venir, lo extraordinariodel acontecimiento(la «unificación»tecnocientíficahoysignificativa dista muchode la ambiciosaunificación epistémica).

Y es que la verdadque nos protegíadel devenirse reveló al cabomuchomásterroríficaqueel devenirmismo. En el ámbitode ladisponibilidadtecno-lógicauniversal, y en el fondo por llevar hastael final la fidelidad al sentidodel devenirquelos griegosfueron los primerosen construir, el pensamientoquepodemosllamar posmodernoestaríasimplementeconsumandola destruc-ción de la verdadepistémicaen cualquierade sus formas42• A nuestrojuicio.y a pesarde las evidentesinsuficienciasde todaexcesivay apresuradasimpli-ficación, sólo en un esquemasimilar aéstecobrasu profundoy auténticosen-tido la discusiónfilosófica sobreel supuestofinal de la Modernidad.

4 HERMENEUTICA Y PENSAMIENTO POSMODERNO

Traslo hastaaquíexpuesto,nadasorprendenteencontraremosen la siguientedeclaración:«Sóloen relacióncon laproblemáticanietzscheanadel eternore-torno, y con la problemáticaheideggerianadel rebasamientode lametafísicaadquieren,en verdad, rigor y dignidad filosófica las dispersasy no siemprecoherentesteorizacionesdel períodoposmoderno»43.Unicamenteen virtud delprocederconsistenteen la puestaen conexiónde las reflexiones de Nietz-schey Heideggercon las muy peculiarescondicionesde existenciaen el mun-do industrialtardíolograremosuna aproximaciónalaexperienciano metafísicade la verdad,másallá de toda reducciónde estasdos herenciasa simplesfor-mas de Kulturkritik.

Nietzschey la diferencia

A nuestroparecer,Vattimo incurre en contradicciónconsigomismoa lahorade situar la obradel pensadoralemánen el contextode la temáticaque

41. (Sfr. SEVI-1¿INÚ, E.: La filosofia moderna.Trad. ]. Bignozzi. Ariel, Barcelonna,1986. Sobretodo, pp. 50-54 y 214-230.

4±. (Sfr. SEVERINO, E.: La filosofíaconte~nporónea.Trad. Bigoozzi Ariel, Barcelo-na. 1987. Particularmente,las pp. 9-25 y 240-245. La reflexión del pensadoritaliano sebrillantementeendos escritosrecientementeaparecidosen traduccióncastellana:El parri-cidio frílido. Destino. Barcelona. 1991 y Li tendcn<la jándamenraldc ancoro tiempoPamiela.Pamplona. 1991.

43. VATríMO, O.: op. <fl p. %..

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nos ocupa.Susinteligentesestudiosdel pensamientonietzscheanosubrayanenefectolos aspectosque lo conviertenen el cuestionamientomás radical de lamodernidadfilosófica: el nihilismo queseexpresaen el Gott isttot comopun-to final de la lógicadel fundamento,el pensamientoabismaldel eternoretornocomovivencia de una«nueva»temporalidadmásallá de la «estructuraedípicadel tiempo»y comoemergenciade unanociónultrametafísicadel sujeto...Elautoritaliano,porotraparte,tienemuchocuidadoenseleccionaraquellostex-tosnietzscheanosquemásdirectamenteponenentelade juicio rasgoscentra-les comola ideamodernadeprogreso(porejemplo, aquélde GdM III, 9, quedenunciamagistralmentela sacrílegae irreflexiva violaciónde la naturalezapor partede la civilización tecnológica).Como conclusiónde todaestainter-pretaciónsuya,Vattimo llegaráa afirmarque«la posmodernidadfilosóficana-ceen la obrade Nietzsche»‘~, haciendoun especialhincapiéparacorroborarlaenMenschliches,lllzumenschliches1, dondesindudano se hacedifícil acertara reconocerya ladisoluciónde la Modernidada través,justamente,de laex-

4,

trema radicalizaciónde las tendenciascrfticas que la integranSin embargo,conanterioridadhabíaadvertidoqueno eraviabledescubrir

en Nietzschela concienciade la Modernidaden el sentidoobjetivo del geniti-vo, sino sólo en el sentidosubjetivo,puestoque nuncahabíallegadosu obraa reconocerel valor de lo nuevocomo rasgodistintivo de estaépoca4ó~

Másplausiblenos parece,en cambio, y muchomásdecisiva,laaproxtma-ción de Nietzschey HeideggerqueVattimo se atrevea ensayar,en contradepensadorescomo Derrida y Deleuzeo de estudiososcomo Kofman, Pautrato Rey. En primer lugarpor lahabilidadpuestade manifiestoal llevarlaaefec-to sin por ello suscribirla másquetendenciosainterpretacióncontenidasobretodo en los dos volúmenesdel Nietzscheheideggeriano.En segundotérminoporqueen el terrenodelpensarnos asistesindudaelsagradoderechoa la infi-delidadquetantoensalzaraGrahamGreene.Así, el perspectivismonetizscheanonos abriríaelhorizontedel pensamientoposmodernoentendidocomoun aven-turarseenla diferencia,un abandonarseala multiplicidaddelas apariencias,enel sentidode la Gelassenheitheideggeriana,que, por paradójicoquepuedaenprincipio parecer,resultavital paratodo pensamientoquesepretendacriti-co, trasla destituciónde ladefinitividad de la presenciapropiade la Metafísi-ca. Yseríaunarecaídaen sus redesinterpretarladiferenciacomosuperestructurainmutablequese repite, en el sentidode Derrida,en vezde entenderlacomodiferenciaentrelo queapareceen ciertohorizontey el horizontemismo.Co-mo diferenciaontológica,por tanto,estableciéndosede estemodo un paren-tescoprofundoentrelas respectivasestrategiasde rememoración,lagenealógicay la hermenéutica,de los dos filósofos alemanes~.

44. (Sfr. VAtTíMo. 6.: Introduccióna Nietzsche.Trad. 1. Binaghi. Península,Barce-lona, 1987. Sobretodo, pp. 77, 96-98, 103-104. 112-113.

45. VATIMO, 6.: El fin dc la Modernidad, pp. 145-147.46. (Sfr. VATTIMO, O.: op. ch., pp. 90-91.47. (Sfr. VATTTMO. 6.: Las aventurasde la diferencia, pp. 63-85.

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Heideggery la técnica

Dandopor sentadoqueel pensarposmodernoha de ser,entreotrascosasperotambiénprincipalmente,un pensardela tecnologíay de susposibilidadescomoexperienciadela verdad,Vattimo selanzaaunareflexiónque seplanteaa si mismacomo«escucha»de la llamadade la técnica.En un espíritucercanoal que impregnael escrito heideggerianodel 62, Die Technikun die Kehre,laexploracióndel Ge-Stellasíemprendidatienebuencuidadoen distinguiren-tre pensarla técnicay pensarla esenciade la técnica,queya se sabeno esalgotécnico.Setrataríaenprincipio de ir másalládela meravaloraciónnega-tiva propia de las críticasde la alienación(pero tambiénde los quedirimenla cuestiónseñalandoque, sencillamente,lo queocurrecon la técnicaes quetodavíahemosde pagarel preciodesu imperdonableimperfección),paraatendera la tecnologíaen laposibilidaddelibertadqueencierraentanto experienciafabuladorade la realidad.Se trataríadel ensayode «torcer»la técnicaen unadireccióna ella heterogénea,perocorrespondientea su Wesen,en unasuertede inversiónque no ha de serconfundidasin embargocon ningunasuertede,4ufliebungdialéctica.

Vattimo entiende(3e-Stell,esetérminoquehasupuestoy suponeunaauténticacruz paralostraductores,comoconjuntode Stellen,esdecir, comocomposi-ciónde todo ese«situar»en queconsisteel mundotécnico:generalimposicióndel cálculoy de la planificación, imposiciónqueimplica, y estoes lo decisivocomosin dudatendránpresentelos lectoresdel Heidegger,Herausforderung,recíprocapro-vocacióno sacudidamutuade hombrey ser. El Ge-Stell,en de-finitiva, sería«el Er-eignis del seren queestamosdestinalmentecolocados»~

Porquesi por un lado la técnicarepresenta,en efecto,eí máximo desplie-gue de la metafísica,la revelaciónde sus rasgosesencialeshastaahorano deltodo descubiertos,si el Ge-Stelllleva a su culminaciónel pensardel funda-mento,de forma que los idealeshumanísticos,necesariamente,formanparteesencialdela tecnocraciaoccidental,tambiénocurrequeatravésdel Ge-Stell«centellea»el Fireignisdel sercomoanunciode unanuevaépoca,épocaen quehombrey serpierdenloscaracteresmetafísicosdesujetoy objeto,épocamar-cadapor laabsolutacirculacióny la movilidad incondicionadade lo simbólico(¿y quiénde nosotrosseríacapazhoy en día de distinguir con certezaentrecosasy personas?).En el mundode la tecnologíaencontraríamos,en suma,lamisma ambigliedadquerelacionay separaa un tiempo Modernidady Pos-modernidad.La sacudidainmisericordeque pareceimponerestemundo, sucontinuadislocaciónimplacable,esjustamenteaquelloquehaceposibleel des-cubrimientodel sercomoeventualidad.Unaambigúedadqueseprolongaade-másen el «hecho»de queel Ge-SteEles a la vez el mundode la explotaciónhistoriográficadel pasadoy el mundoahistóricopor excelencia~“.

48. VATTIMO, 6.: op. ch., p. 159, y, en general.pp. 158-165.49. Cfr VATTJMo, 6.: loa chi. pp. 166-167.

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Verwindungy Andenken

El conceptoqueemplearaHeideggerparacaracterizarlacrisisde la Meta-física,el de Verwindungen tanto diferentedel de la meraUberwindung,ofre-cea Vattimo la oportunidadde definir en términosfilosóficos y rigurososelposdelo posnioderno,paramuchostanodioso:al igual quela Metafísicacomoépoca,la Modernidades,stricto sensu,insuperable,pues la simple idea desuperacióndel pasadoes esencialmentemoderna,El pensamientonietzschea-no del eternoretornoseñalaríael fin de laépocade la superación,épocadelaque nosvamos pocoapocorestableciendo.Remiteen nosotrosla Moder-nidad, comoremitiría unaenfermedadcualquiera.Estaconversiónreparado-ra, estecambio de dirección,señajustamente«lo posmoderno».Y lo únicodurchgangigparaestosdos horizontesde sentido,hermenéuticamentehablan-do, no seríasino la diferenciamisma, estoes,el hechode que ambosseanconstitutivamentefinitos.

¿Quéquedadel pensar,unavez restablecidosde la lógicadel fundamento?Si hoy se trataantetodo de ganartiempo, si en estoconsisteel éxito segúnel capital y segúnsu mercado,¿quéocurre con la filosofía, eseduro trabajodepacienciay de resistenciaquehaceperdertantotiempo?(No seríadescabe-lIado plantearjunto a esaotra pregunta: ¿quéle quedaal acosadourbanícolacuandoconsiguepor fin llegar, exhausto,al relativo hogardondetodavíapo-cos puedenentrarsin su permiso?).Paralos teóricosde la posmodernidad,es precisoaún,enprimer lugar y durantealgúntiempo,acompañara la meta-físicaen sucaída,peroresistiendosiemprea la tentacióndel pragmatismopo-sitivista que domina el ambiente: pensar significaría hoy respetar elacontecimientoen lo que de tal tiene 50, Justolo contrariodel trabajode los«media».Expresadoen la terminologíaheideggerianade Vattimo, se trataríaen todo casode un pensamientoandenkend,un pensarrememoranteque,de-clinadala Auflclarung, recorreríaen primer lugar los momentosdecisivosdela historia de la metafísica,paraa continuaciónhacernossaltaral abismodela falta de fundamento.Al animal urbanole quedatodavíaalgopararesistir:recrearel pasado,ese que le constituye.

«Pensarcomorememorarno significaestarligadosal pasado(...), signifi-ca, en cambio, captarla aperturadel ser, en la cual estamosarrojados,comoacontecimiento»“. El Decamerónde Bocaccio,recreadopor Passolini,le re-construyea uno y le permite reírse, no sin cierto matiz de crueldad,del es-truendoy de la suciedadobscenade las motocicletas.Es decir,pensarcomoejerciciocrítico de recolocación(Er-orterung) hermenéutica,puestoquesólopodemospensarelsercornosido, y recordarlono quieredeciraferrarlocomopresenteparadefendernossimplementedelos«tiemposquecorren»,sinoapre-henderel horizontehistóricoen el queestamosdestinadosy perdidos,y des-

50. (Sfr LYOTARD. J.-F.: ha Postmodernidad,pp. 11-112.SI. VAITIMO, 6.: hasaventurasdc la di/érencia, p. 120.

92 Mariano L. RodrñuezGonzález

fundamentarlosistemáticamente,sometiendoa un análisis sin fin a las palabrasen que se nos entregay que nos constituyen.

Dirigido a lo que es diferente,dejandoser a lo posiblecomo posible.elAndenkenlate hoy en el senodel pensamientocalculadorde la técnica,dispo-niéndosea hablara travésy másallá de éste,comopensamientoquemedita.La clarificación de la diferenciaentreambosse presentacomotareaurgente,pero barruntamosque lo otro aciertaa reírse maliciosamenteen las mismaspalabrasdel cálculo.

Hay aquíunaesperanza,y esoes lo quenos hacefalta. Habiendoencauza-do su personalinterpretacióndeHeideggerporel senderoquenosllevaríahastaeste nuevopensar52, el filósofo italiano terminaseñalándonoslos tres rasgosdefinitoriosdel pensarposméderno:es en primer lugar un pensamientode lafruición, puesel revivir las formasespiritualesdel pasadono tiene la funciónde prepararalgunaotra cosa,soluciones,avances,calidadesde vida, sinoquees gratificantey liberadoren sí mismo; es un pensamientode la contamina-ción, desdeel momentoen que no se orientasólo al pasado,sino tambiénala ciencia,las artesy los mediosde comunicaciónquedeterminanla vidacon-temporánea(semanchaconellos,diríamosnosotros,perotambiénembistecontraellos y remuevesusfondoscenagosos);las¡ but noÉ lean, como hemosvisto,es un pensamientode la técnica, en cuantoquetratade descubriry de favore-cer las posibilidadesultrametafísiasde la tecnologíaW

Somosde la convicción,en definitiva,de quelamatriz última de semejantepensarno puede serotra que la matriz hermenéutica.

Mariano RODRÍGUEZ GONZÁLEZ(U.C.M.)

52. (Sfr. VATTIMO, O,: Introduccióna IIcidcggcr. Trad. a Bácí. Gedisa.Barcelona,1986. En relación directa con nuestro tema, «¿Qué significa pensar?» (pp. 93 y ss.), y «La1-lermencútica corno pensamiento del ser>, PP. 115 y ss.

53. (Sfr. El fin de la Modernidad,pp. 155-159.